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Parte I
Si se las observa con un microscopio, las neuronas muestran un aspecto singular con varias
formas distintas, muy diferente al de otras células del organismo humano. Uno de sus
rasgos más significativos son las numerosas ramificaciones que se extienden de su cuerpo
redondeado o soma -lugar donde se alojan el núcleo, el citoplasma y los organelos- y que
enlazan con las otras neuronas.
Las ramificaciones más gruesas y cortas, que reciben el nombre de dendritas, son las
encargadas de recibir los impulsos nerviosos, mientras que largas y delgadas, llamadas
axones, actúan como transmisores de los impulsos desde el soma hacia otras células
nerviosas.
En realidad, las neuronas no están unidas unas con otras, entre ellas, hay espacios
diminutos, cuya anchura oscila entre los 10 y los 20 nanómetros, conocidos con el nombre
de espacio sináptico. Y, es precisamente en ellos donde tiene lugar la comunicación
interneuronal o sinapsis. Con el objetivo de salvar la sinapsis, el botón sináptico situado en
el extremo del axón de la neurona emisora (neurona presináptica) libera unas sustancias
químicas llamadas neurotransmisores que cruzan el espacio sináptico hasta alcanzar unos
receptores ubicados en el extremo de la dendrita de la neurona receptora (neurona
postsináptica). Este proceso da como resultado la activación de la neurona receptora, que se
encarga de transmitir el impulso nervioso recibido.
Es evidente que los monos podían obtener el objeto con dos movimientos distintos. Si la
neurona que se estaba registrando fuera sensible al movimiento de abrir la mano, no tendría
que responder cuando el mono utilizar el segundo instrumento que lo obligaba a cerrarla.
Sin embargo, no fue así, sorprendentemente, está neurona respondió en las 2 condiciones
(abrir y cerrar la mano) porque con ambos movimientos el mono conseguía el mismo
objetivo, es decir, coger el objeto. Con este estudio confirmaron en consecuencia, que
existen neuronas cerebrales que codifican la acción.
REGIONES MULTIFUNCIONALES
En la época en la que el equipo de Rizzolatti realizó sus experimentos, centenares de
estudios de neurofisiología habían conseguido delimitar de manera muy definida las
regiones importantes en la preparación, inicio y generación de un movimiento y de una
acción. Sin embargo, a la luz de lo sucedido, cabría preguntarse por la validez de tales
divisiones, ¿cómo podía interpretarse que este tipo de neuronas emplazadas en el área
motora fueran sensibles a la visión e interpretación de una acción? como la mayoría de
comportamientos complejos, las neuronas espejo representan un elemento motor y no
motor del cerebro al mismo tiempo y, aunque la base neurobiológica inicial de las neuronas
espejo fue descrita sobre el área motora, posteriormente se le añadieron diversas regiones.
Se imponía, pues, un cambio conceptual de la visión funcional del cerebro para aceptar la
idea de que las áreas del cerebro no son tan específicas. Por el contrario, existen neuronas
con diferentes propiedades en una misma zona. En consecuencia, podemos afirmar que una
misma región del cerebro puede participar en proceso relativamente diferentes. Esta
evidencia en sí supuso una revolución teórica y práctica en el campo de las Neurociencias
cognitivas.
A modo de ejemplo, cabe señalar que lóbulo parietal aparece como una región clave dentro
del dominio motor. Se le atribuyen principalmente funciones como la orientación espacial,
el cálculo o la atención. Sin embargo, ahora se sabe que esta región participa también en
funciones más complejas que tienen que ver con la interacción social o el altruismo.
Varios estudios han puesto en evidencia que la realización por parte de humanos de tareas
similares a las llevadas a cabo por monos activa áreas distintas. Los estudios de imágenes
cerebrales revelan que la observación de acción en humanos activa el giro frontal inferior,
la parte inferior del giro precentral, la parte rostral del lóbulo parietal inferior, además de
las áreas visuales temporales, occipitales y parietales. Las regiones de las neuronas espejo
frontales y parietales están organizadas somatotópicamente, lo que significa que existe
correspondencia entre cada una de las regiones neuronales y la parte del cuerpo a la que
cada una de ellas afecta. La activación de la pars opercularis del giro frontal inferior
reflejan la observación de las acciones de la mano y la boca distal, mientras que la
activación de la corteza premotora refleja los movimientos proximales del brazo y el cuello.
Ahora bien, algunas investigaciones han permitido constatar que las neuronas espejo no
solo se activan con la realización de acciones o como la observación de las mismas
acciones por parte de otros. también lo hacen cuando se observa el contexto de la acción o
cuando se perciben conductas que ponen de manifiesto la intención de realizarla.
Las neuronas espejo de los humanos, a diferencia de la de los monos, disparan incluso
mientras se observan movimientos intransitivos, es decir, carentes de sentido. La
observación de acciones transitivas cuando el disparo de los nodos frontales y temporales
de la corteza, mientras que la de las acciones intransitivas da como resultado solamente el
disparo del nodo frontal. Algunos metaanálisis -es decir, trabajos que analizan decenas o
cientos de investigaciones con el mismo objeto de estudio, para detectar sus puntos en
común- han permitido identificar los principales centros de actividad neuronal para
acciones de agarrar objetos: el lóbulo parietal inferior y el área premotora. Cabe señalar que
la mayoría de los estudios a partir de imágenes por resonancia magnética funcional de los
citados metaanálisis son el resultado de la activación de estas áreas durante la observación
de una única acción. Sin embargo, el patrón de activación no fue diferente cuando se probó
la ejecución de la acción. Activaciones adicionales relacionadas con la observación o
realización de una acción fueron localizadas en el córtex cingulado y en áreas
somatosensoriales, es decir, que corresponden a los cambios en la superficie o el interior
del cuerpo. Finalmente, un estudio qué documentaba los registros de una única célula
nerviosa en humanos detecto neuronas con propiedades similares a las de las espejo sobre
la corteza motora suplementaria y el hipocampo.