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Matricula 19LDI0018
Actividad de Aprendizaje 13
Las dictaduras que antes mencionamos, por el contrario, se mostraron como una respuesta favorable
ante la crisis, con una gran presión estatal sobre sus economías (y sobre las libertades individuales) y
obligó a los países democráticos y capitalistas a sustituir el estado liberal por el estado de bienestar.
En los estados totalitarios los derechos de los ciudadanos son negados y las obligaciones son sólo para con el
estado sin poseer ninguna garantía. En este tipo de estado, el gobierno puede y debe controlar todos aquellos
actos e intereses de los individuos, utilizando los mismos para el incremento de la fuerza nacional. En el
totalitarismo existe la concentración absoluta del poder en un solo líder y la destrucción total o parcial de
organizaciones como los sindicatos. El control económico que ejercen los estados totalitarios se extiende a la
prensa, la educación, el arte y demás aspectos culturales.
El nacionalsocialismo nació como partido político como producto de la desmoralización económica y social
que había provocado a Alemania la primera Guerra Mundial, cuando fue derrotada y obligada a pagar severas
reparaciones según el tratado de Versalles. Su inicio fue en el año 1933 cuando el partido Partido Nacional
Socialista ganó las elecciones y llevó al poder a su líder, Adolf Hitler. Hitler pretendía que Alemania asumiese
la dirección de toda Europa para mantener la pureza de la raza aria.
El partido Nacional Socialista asumió la responsabilidad política exclusiva donde las otras fuerzas políticas y
los sindicatos fueron prohibidos, y se posicionó como partido único. El partido era concebido como una
aristocracia que tenía la misión de dirigir, instruir y forzar a la sociedad a seguir un camino que creían
correcto.
La ideología Nacional Socialista clasificaba a los seres humanos en razas, de las cuales se diferenciaban
genéticamente por la evolución a través del tiempo. Sostenía que estas diferencias se podían notar
físicamente como también en la forma de pensar, la inteligencia, la cultura y otros rasgos. La supervivencia de
estas razas –para los Nazis– dependía del crecimiento de la población, preservación pura de la misma y
acumulación de tierras para su expansión. La mezcla de las razas conducía a una degradación hasta llegar a
un punto donde se pierden los elementos distintivos de la misma.