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la lectura y Na escritura
"gramåtica".
Sin embargo, el alcance de esta palabra, en tanto designa un campo de
conocimiento, es decir, una årea disciplinar,l no encuentra en la escuela
Luego, a partir de los anos 60, y con una fuerte explosi6n en los 80, hubo
una serie de cambios que derivaron en consecuencias metodolögicas a
partir de las cuales se hizo un recorte diferente de 10 que se debfa ensefiar
y aprender en la clase de Lengua y Literatura. Como decfamos en un
artfculo anterior:
Ya en la dimensiön de la
didåctica de la lengua, el enfoque comunica-
tivo se apoya en estas conceptualizaciones; retoma y se nutre de los estu-
dios sobre la lengua en uso y en contexto discursivo, y se instala en la en-
senanza de las lenguas (muy especialmente de las lenguas extranjeras).2
Desde este enfoque, y ya en relaci6n con la ensefianza de la lengua, en
la escuela, se pone en foco el desarrollo de la competenci.a comunicati-
va de un usuario de la lengua, entendida, como dijimos, como el hecho
de que un usuario competente puede valerse del conocimiento explfcito
(aprendido, sistematizado, estudiado) e implfcito (adquirido mediante el
contacto con la comunidad hablante) sobre el funcionamiento de su len*
gua, sobre su cultura y su sociedad, sobre los modos en que se da una
interacci6n, sobre los modos en que se articula el discurso; sobre los dis-
tintos géneros, etc., para pode.r usarla, tanto oralmente como por escrito,
para comuni.carse. Entran de Ileno las reflexiones y propuestas didåc-
ticas tendientes al desarrollo de las pråcticas del lenguaje (habilidades
o destrezas lingüfsticas, tanto orales como escritas) y la ensefianza de
temas, que se convierten en contenidos, provenientes fundamentalmente
de aparatos de anålisis de los géneros y tipos textuales, del anålisis del
discurso y de la pragmåtica.
Como dijimos, la competencia comunicativa se compone de subcompe-
tencias y la competencia lingüfstica es s610 una de ellas. En términos de
descripci6n de los elementos que intervienen en el quehacer de un usua-
rio de una lengua, cuando comprende un discurso oral o escrito, o cuando
produce un discurso oral o escrito, el conocimiento sobre la gramåtica y
la posibilidad de usar la gramåtica no se piensan disociados de otras sub-
competencias. Sin embargo, en la intenci6n de perseguir los fines comu-
nicativos en la clase de lengua, y partiendo de un diagn6stico deficitario
del impacto de los enfoques mås ligados al saber sobre la gramåtica (fuera
ésta tradicional o estructural o, en menor medida, generativa), se tendi6,
de manera reactiva, a interpretar que 10 mås efectivo serfa alejarse de la
gramåtica. Poner en juego la gramåtica en relaci6n con la comunicaci6n
suponfa cambiar de signo la gramåtica. No podia tratarse (solamente) de
la gramåtica entendida como 10 que permite, finalmente, indicar qué es
correcto y qué es incorrecto, ni podia tratarse (solamente) de la gramåtica
entendida como descripciones y categorizaciones exhaustivas del sistema
de la lengua. Habfa que pensarla de Otro modo. Ese modo no venia resuelto
y la escuela, ademås, tenfa una larga tradici6n de ensefianza de la gramå-
tica, sustentada en anos de pråctica didåctica.
los pizarrones que quedarfan escritos luego de una clase de Lengua de este
tipo, tendrfam.os dos pizarrones distintos, en dos momentos distintos de la
clase (o incluso en dos clases distintas).
El pizarr6n de la gramåtica podrfa ser el siguiente:
Pizarrön 1
Tftulo: Proposiciones incluidas adjetivas
Descripci6n, categorizaci6n, anålisis sintåctico y ejemplos
Pizarrön 2
Las de Barranco.
Tftulo: el texto teatral.
Comprobaci6n de lectura. Comedia, tragedia. Tema. Personajes.
Conflicto.
La gramåtica y sus conexiones con la lectura y la escritura 63
Cada uno de
estos pizarrones podrfa borrarse sin que eso afectara la
posibilidad de aparici6n del siguiente. El objetivo de esta clase parece ser
ensefiar gramåtica, por un lado, y leer un texto, por otro. Esta clase es
incuestionable si ése es su objetivo; pero no si nos proponemos posibles
intentos de integraci6n de los conocimientos gramaticales en y durante
la lectura; para desarrollar la comprensi6n lectora, entendida como una
interacci6n entre el lector y el texto, se deberfan poder poner en juego al
leer (e incluso antes de empezar a leer y luego de haber lefdo) los
mientos implicitos y explfcitos sobre la lengua, sobre la sociedad, sobre la
cultura, sobre el tema, sobre el tipo de texto, sobre la intenci6n comunica-
tiva de ese texto, sobre el modo, en suma, en que se comunica por escrito
la cultura en
que el texto se inscribe.
la
La lectura puede ser un camino hac.ia la recuperaci6n de saberes gra-
maticales que apuntalan la lectura y, también y muy especialmente, hacia
el desarrollo de estrategias .lectoras que supongan acostumbrarse a "leer
la lengua" como via de acceso a la lectura. El desarrollo de la comprensi6n
lectora involucra poner al servicio de la lectura un repertorio de saberes.
La escuela tiene como uno de sus objetivos proporci.onar las condiciones
para que ese repertorio de acrecjente. Respecto de las estrategias lectoras,
sumar la reflexi6n gramatical a la comprensi6n lectora supone instalarla
en un pie de igualdad con otras vfas de acceso a la lectura, por ejemplo,
pensar en el tipo textual, en los actos de habla, en la actitud del hablante,
en la planificaci6n de la lectura, en la anticipaci6n, la predicci6n, la formu-
laci6n de hip6tesis, etcétera.
Ficcionalizaremos tres caminos, tres recorridos de una clase que repre-
sentan formas de apropiaci6n de los conocimientos gramaticales para leer
o al leer. Estos recorridos no son excluyentes, y algunos son complemen-
tarios. Sin embargo, cada uno de ellos pone el acento en alguna estrategia
de lectura y también cada uno de ellos refleja, de un modo u otro, una
concepci6n distinta de la lectura.4
4.Durante 2007, coordiné con el grupo de profesores de Lengua de Ias escuelas ORT, de Bue-
nos Aires, una propuesta de capacitaci6n para responder a la pregunta, surgida como nece-
saria en el seno del grupo mismo, de si debfan ensefiar gramåtica y c,6mo, para que tuviera
un impacto en la lectura y la escritura, y en relaci6n con estas pråcticas, pregunta a la que
querfan darle una respuesta reflexiva y fundada. El trabajo fue intenso y muy provechoso, y
a ellos les debo muchas de las reflexiones que he intentado volcar en este capftulo y muchos
de los interrogantes que de ellas surgen, punto de partida para seguir pensando. Asimismo,
dialogan con este capftulo las voces y los enunciados de los docentes de escuela primaria y
media, y sus preocupaciones e interrogantes sobre el modo de abordar la gramåtica en una
clase, durante los cursos de capacitaci6n que, con el nombre "El sentido de la gramåtica"
dicté los ültimos afros en el CEPA (escuela de capacitaci6n de la ciudad de Buenos Aires).
Maria José Bravo
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Pizarrön 1
Tftulo: Proposiciones incluidas adjetivas
Trabajo de reformulaci6n de un adjetivo por distintos tipos de propo-
siciones incluidas adjetivas.
Oraci6n: "La ensordecedora müsica atrajo a la multitud".
Consigna: reformulen "ensordecedora"
Posibles reformulaciones: La multitud se acerc6 al escuchar la
müsica, que era ensordecedorav
La müsica, cuyo volumen era altfsimo,
atrajo a la multitud.
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La gramåtica y sus conexiones con la lectura y la escritura
Pizarrön 2
A1 leer un texto, ver las proposiciones adjetivas que en él aparecen,
detectarlas, analizarlas, etcétera.
Pizarr6n 1
Géneros discursivos. La narraci6n
Lectura de un texto narrativo
Anålisis y reconocimiento de los elementos que hacen que se pueda
definir como tal. Entre ellos, la presencia de los tiempos verbales del
pasado, como constantes del tipo textual.
Marfa José Bfavo
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Pizarrön 2
Pretérito perfecto simple. Pretérito imperfecto de indicativo. Preté-
ritopluscuamperfecto de indicativo.
Los adverbios de tiempo y las construcciones que indican tiempo.
Los LADRONES
el canario.
Pizarrön 1
Lectura de "Los ladrones"
Preguntas que sustentan claves de lectura. Una pregunta podrfa ser
la siguiente: hace que leamos que en el texto se habla de carac-
terfsticas que definen a los ladrones?
Pizarrön 2
Abstraer y justificar el uso de los y todos.
Volver a leer "Los ladrones". Leer todos y los en el texto "Los ladro-
nes" en contraste con algunos y pocos. qué cambia el texto si
5. Este breve recorrido de lectura por el texto "Los ladrones" forma parte de mi articulo "Ma-
rfa, la hija del molinero. Personajes, costumbres y enfoques en la ensefianza de la gramåtica"
(Bravo, 2002).
Maria José Bravo
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GEOGRAFiAS
Este texto dialoga con otros textos. Es clave de comprensi6n que poda-
mos "leer" el diålogo con una entrada de enciclopedia, con el texto exposi-
tivo (de las ciencias), la presencia de citas de autoridad en esos textos, la
construcci6n de los distintos puntos de vista, etc. Son, también, clave de
Marfa José Bravo
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aEn qué sentido este textose aparta de otros textos de geograffa, toponimia,
organizaci6n de sociedades, etcétera?
Los procedimientos que acompafian esta lectura, para la comprobaci6n
de que se "leen" los recursos lingüfsticos que resultan en "claves de lectu-
ra", pueden ser de paråfrasis (decirlo o escribirlo de otro modo para corn-
probar 10 que se lee), sustituci6n (sustituir el léxico, la sintaxis, el tiem-
po verbal, etc., para comprobar 10 que se lee), explicaci6n (por medio de
explicitaci6n de presupuestos, o por medio de ampliaci6n, siempre para
comprobar 10 que se lee).6
Si este trabajo se hace por escrito, eso irå alimentando el desarrollo de
la escritura; no para fijar el aprendizaje de la lectura, sino como manipu-
laci6n de la lengua, mientras se comprende (10 que representa un trabajo
solidario con la escritura, como veremos mås adelante). En esta compro-
baci6n, se lee "en contraste" con conocimientos previos, es decir, con 10 que
se sabe que significa de otro modoe Como leer en contraste implica tener
un conocimiento previo, si ese conocimiento no puede hacerse fåcilmente
consciente, el docente puede "prestar su lectura". El objetivo de su clase
estå ligado a detenerse, mirar, aprender a recorrer el camino de la lectura
apoyåndose en Ia lengua. El recorrido que se haya hecho al leer puede
hacerse consciente y, también, pueden explicitarse no exhaustivamente
reglas de uso de mayüscula, de paréntesis, etcétera.
7. El articulo que aqui se cita estå pensado para la ensefianza del espafiol como lengua
extranjera o segunda y analiza, entre otras cosas, el Lugar y la funci6n de los textos que se
leen en relaci6n con la producci6n de textos. Algunas de las consideraciones que se tratan alli
dialogan con este capftulo; entre ellas, pensar en la lectura como insumo para la escritura,
por ese motivo, aun conscientes de las problemåticas diferentes, hemos decidido incluirlo
aqui.
74 Marfa José Bravo
8. Véase, al respecto, Guiomar Ciapuscio (2002): "La gramåtica interviene en las primeras
y esenciales fases de la producci6n de textos: ya la etapa de büsqueda. de contenidos activa
mentalmente formulaciones que se examinan y revisan en funci6n de constituir el pensa-
miento intentado, es decir, ya en la fase de ideaci6n. No es, de ningün modo, como se ha
sugerido en varios lugares, un mero instrumento de revision .
La gramåtica y sus conexiones con la lectura y la escritura 75
3D A modo de cierre
Bibüiograffa
ALVARADO, Maite (2001), "Enfoques en la ensefianza de la escritura", en Entre
neas. Teorias y enfoques en la ensefianza de la escritura, la gramåtica y la lite-
ratura, Buenos Aires, FLAcso-Manantia1.
— (2002) "Escritura e invenci6n en la escuela", en Los CBC y la ensenanza de la len-
gua, Buenos Aires, AZ.
BACHMAN, Lyle (1995), "Habilidad lingüfstica comunicativa", en Miquel Llobera et
at. Competencia comunicativa. Documentos båsicos en 10 enseüanza de lenguas
,