Madonna per voi ardo/Phillipe Verdelot

Gianluca Daglio

Escogí este madrigal porque en el concierto que tuvimos el ensamble de música antigua lo
íbamos a tocar y me gusta bastante.
Primero que nada, como dice el libro, es curioso que el madrigal, género por excelencia de
los italianos, fuera desarrollado en su etapa temprana por compositores francos y
flamencos.
Una de las cosas que más me llaman es imaginar cómo fueron las representaciones de
estos primeros madrigales en una sociedad pintoresca como la Florencia decadente del
S.XVI.
Muchas de estas representaciones se dieron gracias a una sociedad vivaz y fiestera
llamada “La compañía de los Cazzuola”. El símbolo de los Cazzuola era una paleta de
albañil (cazzuola), debido a un incidente cómico que involucraba a un jorobado
hambriento llamado Feo, un poco de queso ricotta.
Entre ellos figuraban al menos uno de los incipientes compositores madrigales,
Bartolomeo Tromboncino, y algunos otros destacados artistas e intelectuales florentinos.
Además de deliciosas comidas y bebidas sin fondo, la música y el teatro fueron
fundamentales para sus eventos.
En cada una de sus fiestas anuales, los Cazzuola representaban una obra de teatro y
durante las comidas, parecía haber un flujo constante de canciones. Su conexión con
Verdelot es directa. Cuando el Cazzuola puso en escena las obras de Maquiavelo La
Mandragola y La Clizia, Verdelot proporcionó música para los preludios e interludios.
Por lo tanto, en una atmósfera tal, con alegría, riqueza y bebida, se escucharon por
primera vez los primeros madrigales, como Madonna per voi. El texto de Madonna per voi
ciertamente no sugiere que haya sido otra cosa que un entretenimiento brillante.
Del mismo modo, su música es agradablemente ligera, casi en su totalidad en una
homofonía rítmicamente audaz enriquecida con suspensiones justo en las cadencias. No
tiene nada de la intensidad emocional que luego se encuentra en los madrigales serios del
arte como los de Gesualdo o en los de Luzzaschi. Cada línea melódica agrega otro giro
sintáctico inquisitivo y encantador, mientras que la música tiende a fundirse en un
número menor de voces en una polifonía más libre en los extremos de las frases. Al final
del acorde final, es bonito imaginar los aplausos encantados y la risa alegre y alborotada.
En esta etapa, el madrigal seguía siendo realmente una forma "popular". De hecho,
Madonna per voi fue tan popular que fue arreglada para laúd en 1554 por Miguel de
Fuenllana en Sevilla, lejos de Florencia y 20 años después de la muerte del compositor.