Motivación y Pandemia

Mantener la motivación se está convirtiendo en un desafío cada vez mayor para quienes nos venos
restringidos por la pandemia del coronavirus.
Pero que es la Motivación?
La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene nuestra conducta hacia el logro de
metas o fines determinados; es el impulso que nos mueve a realizar determinadas acciones y
persistir en ellas para su culminación.  

Cuando enfrentamos inicialmente el hecho de que íbamos a pasar semanas confinados en nuestros hogares,
muchos encaramos, algunas tareas largamente ignoradas ya sea ordenar armarios de ropa, cajones y
alacenas. Otros planearon maratón de lectura o películas o juegos con los mas chicos…

Pero a medida que las semanas se convirtieron en meses, sin un final claro a la vista para la mayoría del país,
el hastío del aislamiento provocado por el COVID socavo el entusiasmo y dio paso a la incertidumbre de
distinto tipo. He hablado con un número cada vez mayor de personas que admiten tener una falta de
motivación por tareas que, aunque saben deben realizarse, son incapaces de enfrentar en la actualidad. Y
también apareció el “no saber”… no saber que hacer o como hacer para solucionar los nuevos problemas que
empezaron a aparecer

Es preciso entonces entender que hay dos tipos de motivación: intrínseca y extrínseca.
La motivación extrínseca se refiere a los actos realizados para recibir una recompensa o resultado externo
como recompensa económica, académica, fama, o en algunos casos, evitar un castigo.
La motivación intrínseca involucra conductas realizadas por el bien en mí mismo y que son personalmente
gratificantes, como ayudar a otras personas, participar en un deporte placentero o estudiar un tema que me
gusta. Con la motivación intrínseca, la inspiración viene del interior de la persona. Tiende a ser más enérgica
y sus resultados más satisfactorios

Daniel Goleman dijo: “El decreto de permanecer en casa ha forzado a muchos de nosotros a entrar en un
modo de motivación externa que nos está haciendo enfrentar algo que se siente como letargo e
insignificancia”. “Al mismo tiempo, es una ocasión propicia para pensar sobre lo que realmente nos importa”.
“Enfocarse en lo significativo —actuar sobre lo que realmente le importa a una persona— es el antídoto para
el desgaste”
Para ello es preciso reflexionar sobre lo que realmente es importante para ellos y a buscar maneras para
actuar sobre lo más significativo.
Propone “Enfrenta lo que está sucediendo. ¿Qué significa para mí? ¿Qué es lo verdaderamente importante
para mí en este momento? ¿Hay alguna manera en la que pueda actuar sobre lo que tiene sentido para mí?”.
En el contexto de la pandemia se borran, se suspenden o se posponen los objetivos externos. El aislamiento
nos lleva a pasar mucho tiempo en casa; en lugares cerrados. En general la mayoría de la actividad
académica que tiene que ver con el afuera se ve interrumpida. No hay clases presencial, ni compartir un
espacio con mis compañeros, ni visitas a las escuelas, etc. Podríamos relacionar entonces la motivación
extrínseca con este afuera. Que en este momento está prohibido o no está permitido, es decir  está en
suspenso.

Esto nos lleva a pensar que el desafío es encontrarle sentido a la actividad académica estando dentro de
casa, por lo cual se podría relacionar con la motivación intrínseca. El empuje tiene que venir de adentro.
Desde “la casa de cada uno”, es decir, de nuestra propia psiquis. Lo que nos  empuja es nuestra propia
identidad, ya que el estudiar forma parte de mí, de quien soy. La pertenencia es el otro empuje importante;
como ser parte de un grupo de estudio, de un equipo de trabajo, del Instituto en si, etc.

Otro autor que aborda el tema de la motivación es Abraham Maslow, quien dice que todos tenemos una
organizacion jerárquicamente las necesidades y motivaciones y el las organiza en cinco niveles según las
necesidades humanas que atraviesan todas las personas.

Como vemos el estudio estaría ubicado en el nivel más alto de esta pirámide

Desde una mirada mas “neuro”, podemos decir que las personas cuyas perspectivas emocionales están
enfocadas en el lado izquierdo de la corteza prefrontal del cerebro, tienden a ser más positivas. Esta área es
activados por el comportamiento altruista. Son personas más propensas a frustrarse y enojarse cuando sus
objetivos son obstaculizados, pero esto ayuda a movilizar su energía y habilidad para superar esos obstáculos
que los bloquean.
Por otro lado, el lado derecho de la corteza prefrontal actúa como lo que llamamos un “inhibidor
conductual” que empuja a la gente a rendirse más fácilmente cuando las cosas se ponen difíciles. Este tipo de
personas tienden a ser cautelosas, temerosas y con aversión al riesgo, además de no tener motivaciones
fuertes.
El temor a que no podamos nunca escapar de la amenaza de este nuevo virus puede generar sentimientos de
futilidad, es decir que que el esfuerzo no tiene sentido ya que la vida se convirtió en ESTO. ¿Qué sentido
tiene hacer cualquier cosa si todo será en vano al final? Esa forma de pensar puede truncar la motivación y
generar una existencia ingrata y triste. En vez de eso, si nos proponemos un enfoque más positivo,
seleccionando metas que sean alcanzables pero que de todos modos representen un desafío, como
completar determinada lectura por ejemplo, la recompensa que representa el lograr ese desafio, actua como
un generador de satisfacción que activa otros circuitos cerebrales.
Entonces una buena estrategia para fomentar la motivación podría ser dividir objetivos grandes en tareas
mas cortas, específicas y más fáciles de alcanzar, sin que lleguen a ser tan sencillas que terminen aburriendo
y se abandonen al poco tiempo.
Evitar el perfeccionismo para que el objetivo final no se convierta en un desafío imposible. Si me propongo
metas inalcanzables… lo que estoy haciendo es reafirmar el No puedo
Sin embargo, algo incluso más importante que las tareas personales que consideres abordar, es pensar en lo
que podrías hacer por otras personas dentro de las limitaciones del distanciamiento social o la cuarentena. Si
puedes, aporta algo material al que no lo tiene, o enviale un mensaje a otro compañero que ves mas decaído
Quizá podrías llevarle una comida casera a un amigo o vecino que no la esté pasando bien…

Pero lo fundamental es mantenernos activos. Si un deportista no entrena pierde la capacidad de reacción y

de concentración, si nosotros no generamos hábitos que mantengan de alguna forma nuestra rutina, sucede
lo mismo. Por ello es recomendable mantener la relación social entre el grupo y docentes. La motivación
interna entre los compañeros es fundamental para seguir con el trabajo.
Está bien si no tengo ganas, pero es momento de repensar porque elegimos esta carrera y ubicarnos
en ese lugar de sueño y proyección
Lo que sucede es algo histórico, distinto y que por la pandemia deben cuidarse manteniéndose bien desde lo
físico y lo mental.