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Los conflictos complejos de la industria petrolera


venezolana a través de su historia

RESEARCH · JULY 2015


DOI: 10.13140/RG.2.1.5117.6809

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1 AUTHOR:

Ernesto Fronjosa
Universidad Metropolitana, UNIMET
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Available from: Ernesto Fronjosa


Retrieved on: 07 February 2016
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
DECANATO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
COORDINACIÓN DE POSTGRADO EN PSICOLOGÍA
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

TESIS DOCTORAL

LOS CONFLICTOS COMPLEJOS DE LA


INDUSTRIA PETROLERA VENEZOLANA
A TRAVÉS DE SU HISTORIA

Por

Ernesto Vicente Fronjosa Lasalle

Enero de 2015
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
DECANATO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
COORDINACIÓN DE POSTGRADO EN PSICOLOGÍA
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

LOS CONFLICTOS COMPLEJOS DE LA


INDUSTRIA PETROLERA VENEZOLANA
A TRAVÉS DE SU HISTORIA

Tesis Doctoral presentada a la Universidad Simón Bolívar


por

Ernesto Vicente Fronjosa Lasalle


como requisito parcial para optar al grado académico
de
Doctor en Ciencias Sociales y Humanidades

Con la asesoría del profesor


Dr. Friedrich Welsch
Enero de 2015
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
DECANATO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
COORDINACIÓN DE POSTGRADO EN PSICOLOGÍA
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

LOS CONFLICTOS COMPLEJOS DE LA


INDUSTRIA PETROLERA VENEZOLANA
A TRAVÉS DE SU HISTORIA
Por: Ernesto Vicente Fronjosa Lasalle
Carnet No.: 0987423

Esta Tesis Doctoral ha sido aprobada en nombre de la Universidad Simón


Bolívar por el siguiente jurado examinador:

____________________________________
Dr. Gustavo Salcedo Ávila.
Presidente

__________________________________ ___________________________________
Dr. Friedrich Welsch Dr. Sadio Garavini di Turno
Miembro Principal Interno – Tutor Miembro Principal Externo

___________________________________ __________________________________
Dr. Miguel Martínez Menucci Dr. Ramón Alexander Uzcátegui
Miembro Suplente Interno Miembro Suplente Externo

Enero de 2015
x
DEDICATORIA

Para mis colegas, compañeros y amigos de la gloriosa industria petrolera venezolana


(1961-1991) con mención muy especial a mis maestros y amigos W. Alex Lorenz y
Brígido R. Natera (QEPD).

xi
xii
AGRADECIMIENTOS Y RECONOCIMIENTOS

Al Doctor Friedrich Welsch, tutor de este trabajo, por su paciente labor y por sus
siempre oportunas y acertadas sugerencias que constituyeron un invalorable apoyo a
todo lo largo de este trabajo. Igualmente, al programa de Ciencias Sociales y
Humanidades de la Universidad Simón Bolívar, que por la amplitud de su contenido,
abre una nueva y muy interesante perspectiva tanto para la institución como para sus
participantes. En particular, como reconocimiento al Director de dicho programa,
Doctor Guillermo Yáber Oltra, por su tesonera labor e inocultable y entusiasta
esfuerzo por sacar adelante el mencionado programa, brindando las oportunidades e
incentivos necesarios para la investigación mediante su permanente disponibilidad y
predisposición a la ayuda. Un comentario aparte también para el Dr. Luis Ordóñez,
por su valiosa ayuda en la selección del tema escogido para la presente tesis
doctoral. Mención especial merecen la Doctora Janett Mora y el Licenciado Luis
Manuel Domínguez por su incansable labor de apoyo y su siempre oportuna
asistencia.

A la Universidad Metropolitana y sus autoridades, por propiciar el ambiente y las


herramientas necesarias para fomentar un clima apropiado para la investigación, y a
los colegas dentro de la institución que me brindaron su apoyo y consejo y que, en
algunos casos, contribuyeron a la ingrata labor de revisar los borradores de las
distintas etapas de este trabajo y brindar oportunos comentarios. Resaltan dentro de
este grupo, entre muchos otros el Dr. José Ángel Velásquez, Decano de la Facultad
de Ciencias Económicas y Sociales y el Prof. Mario Eugui, Director de la Escuela de
Ciencias Administrativas de dicha facultad. Cabe resaltar la labor de mi buen amigo,
el Profesor Alfredo Rodríguez, siempre dispuesto al apoyo eficaz y la sugerencia
oportuna.

xiii
Así mismo, debo reconocer también la generosidad de mi colega y muy apreciado
amigo Diego González Cruz, quien ha compartido conmigo una serie de textos y
recopilaciones estadísticas, fruto de su meticulosa labor de años y ha contribuido
también, con particular acuciosidad, a la revisión del borrador de este trabajo.
Mención aparte merece la invalorable ayuda que ha representado para la ubicación
cronológica de los hechos relacionados con la historia de la industria petrolera de
Venezuela, el excelente trabajo de mi colega y muy apreciado amigo Geol. Aníbal R.
Martínez, Cronología del petróleo venezolano (Martínez, 1986). Trabajo que es
reconocido como una obra fundamental sobre este tema y que merece ser citado
aparte de la lista de bibliografía que acompaña al presente trabajo.

Mención aparte merecen la veintena de personas que han tenido la gentileza de


permitirme entrevistarlas para enriquecer el conjunto de la información necesaria
para completar el presente trabajo. Dentro de ellas deseo hacer una mención muy
especial al Dr. Wolf Petzall, mi profesor en la época de universitario en la Escuela de
Geología de la Universidad Central de Venezuela; su siempre oportuna ayuda,
confianza y amistad en los años de vida profesional en la Creole Petroleum
Corporation y PDVSA, y con quien me une una amistad, llena de admiración y afecto,
de toda la vida.

A mis colegas cursantes del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades de la


Universidad Simón Bolivar en quienes he encontrado un ambiente propicio para el
intercambio de ideas y el debate de las mismas dentro del extenso marco multi e
interdisciplinar propio de dicho programa de doctorado.

xiv
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
DECANATO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
COORDINACIÓN DE POSTGRADO EN PSICOLOGÍA
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

LOS CONFLICTOS COMPLEJOS DE LA


INDUSTRIA PETROLERA VENEZOLANA
A TRAVÉS DE SU HISTORIA

Por: Ernesto Vicente Fronjosa Lasalle


Carnet No.: 0987423
Tutor: Dr. Friedrich Welsch
Enero de 2015

RESUMEN

El conflicto es un fenómeno omnipresente en la convivencia humana, tanto en el


plano individual, como en el social. Dentro del ámbito social, los conflictos muestran
una serie de elementos de complejidad. En el presente trabajo se lleva a cabo un
estudio acerca de la caracterización y el manejo de los conflictos complejos. Para
ello se utiliza un estudio multicaso, habiéndose seleccionado para ello, la narración
de la historia de la industria petrolera venezolana, enfocada desde el punto de vista
de los conflictos complejos que han ocurrido a lo largo de la misma. El periodo que
va desde el nacimiento de esta industria hasta el presente, es lo suficientemente
variado y extenso como para permitir analizar una gran cantidad y diversidad de
conflictos complejos. Como resultado, se identifican una serie de elementos comunes
a cualquier tipo de estos conflictos, de modo que permitan su generalización a
situaciones análogas. En particular, y de manera secundaria, al caso de los que se
originan en las industrias extractivas de un recurso natural no renovable. Una
conclusión del presente trabajo es la definición de un grupo de conflictos que son
inherentes a la estructura misma de una sociedad, o a un segmento importante de la
misma. Este tipo de conflictos han sido estudiados en sus formas más extremas,
como el llamado “conflicto social”, sin embargo, muchos de ellos, tal vez por su
xv
menor trascendencia, no han sido identificados como tales. Una característica propia
de estos conflictos, es la necesidad de estudiarlos en su contexto total. Al no
haberlos reconocido como tales, el análisis se lleva a cabo en forma aislada para
eventos puntuales dentro de los mismos. Con ello, se impide alcanzar la totalidad de
su comprensión, y en consecuencia, se dificulta, o incluso se hace imposible, su
adecuado manejo.

Palabras clave:.
Conflicto, conflictos complejos, conflictos inherentes a la estructura de una sociedad,
manejo negociado de conflictos, industria petrolera, historia de la industria petrolera
venezolana.

xvi
ÍNDICE GENERAL

DEDICATORIA ....................................................................................................... xi
AGRADECIMIENTOS Y RECONOCIMIENTOS.................................................... xiii
RESUMEN............................................................................................................. xv
ÍNDICE GENERAL ............................................................................................... xvii
LISTA DE ABREVIATURAS ................................................................................ xxiv
INTRODUCCIÓN..................................................................................................... 1
Antecedentes........................................................................................................... 1
Planteamiento del Problema.................................................................................... 2
Importancia del tema ............................................................................................... 2
Justificación del estudio ........................................................................................... 3
Pregunta de Investigación ....................................................................................... 4
Objetivos.................................................................................................................. 6
Objetivo General..................................................................................................... 6
Objetivos Específicos ............................................................................................. 6
Alcances y limitaciones ........................................................................................... 6
CAPÍTULO I........................................................................................................... 11
MARCO TEÓRICO ................................................................................................ 11
1. MARCO TEÓRICO DEL CONFLICTO Y LA NEGOCIACIÓN: ...................... 11
1.1. CONFLICTO Y NEGOCIACIÓN COMO PROCESOS SOCIALES: .......... 11
1.2. CONFLICTOS Y NEGOCIACIONES COMPLEJOS: ................................ 15
1.2.1. Los conflictos grupales: ........................................................................... 17
1.2.2. Conflictos profundamente arraigados y endémicos: ................................ 24
1.2.3. Conflicto, negociación y balance de poder: ............................................. 24
1.2.4. La influencia del entorno: ........................................................................ 25
1.2.5. Conflicto, negociación y cultura: .............................................................. 26
2. MARCO TEÓRICO DE LA INDUSTRIA DEL PETRÓLEO: ...................... 30
2.1. IMPORTANCIA DEL PETRÓLEO COMO MATERIA PRIMA:....................... 30
2.2. ESTRUCTURA OPERACIONAL DE LA INDUSTRIA PETROLERA:............ 34
2.3. ASPECTOS ESTRATÉGICOS DEL NEGOCIO PETROLERO: .................... 38
2.4. UN ELEMENTO ESTRATÉGICO DIFERENCIAL: ........................................ 43
2.5. PERSPECTIVAS ACTUALES Y FUTURAS:................................................. 46
3. MARCO TEÓRICO DE LA INDUSTRIA PETROLERA EN VENEZUELA: 50
3.1. UNA INDUSTRIA CON ANTECEDENTES REMOTOS: ............................... 50
xvii
3.2. UNA HISTORIA EN PLENO DESARROLLO: ............................................... 52
3.3. LA EMPRESA PETROLERA NACIONAL: .................................................... 53
3.4. NACIONALIZACIÓN, EL DILEMA DE UN NUEVO CONFLICTO: ................ 54
CAPÍTULO II ......................................................................................................... 57
MÉTODO............................................................................................................... 57
1. LAS ETAPAS DEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN:............................. 57
2. EL PROCESO ONTOLÓGICO: ................................................................ 59
3. LOS PARADIGMAS EPISTEMOLÓGICOS: ............................................ 60
3.1. EL REALISMO EPISTEMOLÓGICO:............................................................ 60
4. EL ENFOQUE HERMENÉUTICO: ........................................................... 63
4.1. LA NOCIÓN DE “CIENCIA”: ......................................................................... 64
4.2. LA INTERPRETACIÓN HERMENÉUTICA: .................................................. 71
4.2.1. Origen y evolución de la hermenéutica: ................................................... 72
4.2.2. Gadamer, la “fusión de horizontes” y el “círculo hermenéutico”: .............. 74
5. SELECCIÓN DEL MÉTODO: ................................................................... 78
5.1. EL PAPEL COMPLEMENTARIO DEL MÉTODO: ........................................ 78
5.2. EL MÉTODO CONCRETA LA HERMENÉUTICA: ........................................ 86
5.3. LA SELECCIÓN DEL MÉTODO PARA EL PRESENTE TRBAJO: ............... 89
5.3.1. La utilización de casos de estudio para la investigación: ......................... 90
5.3.2. Una nota sobre la utilización de casos para la investigación: .................. 92
5.3.3. Nivel de posible generalización: El estudio multi-caso: ............................ 92
6. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS: .......................... 95
6.1. RECOLECCIÓN DE DATOS: ................................................................... 95
6.1.1. Análisis de los datos:................................................................................ 98
6.1.2. Un comentario final: ................................................................................. 99
CAPÍTULO III RESULTADOS ESPERADOS ...................................................... 103
1. DE LA HISTORIA DE LA INDUSTRIA EN VENEZUELA: ...................... 105
2. DE LOS CONFLICTOS COMPLEJOS: .................................................. 106
3. RESULTADOS ESPERADOS EN DOS EJES DISTINTOS: .................. 107
CAPÍTULO IV CONSIDERACIONES ÉTICAS Y LEGALES .............................. 109
1. CONSIDERACIONES ÉTICAS: ............................................................. 109
2. ASPECTOS LEGALES: ......................................................................... 113
CAPÍTULO V HISTORIA DE LA INDUSTRIA PETROLERA VENEZOLANA ..... 115
1. UNA NECESARIA ACLARATORIA DE CONTEXTO: ............................ 115

xviii
1.1. LOS ORÍGENES REMOTOS: ..................................................................... 116
1.1.1. El petróleo: del asfalto a los combustibles:............................................ 116
1.1.2. La explotación petrolera: ....................................................................... 119
2. EL NEGOCIO INTERNACIONAL PETROLERO Y SUS EMPRESAS:... 120
2.1. ROCKEFELLER Y LA STANDARD OIL: ..................................................... 120
2.1.1. Our plan:................................................................................................ 122
2.1.2. Un ambiente hostil: ................................................................................ 124
2.1.3. El desmembramiento:............................................................................ 126
2.2. BAKÚ: LA COMPETENCIA RUSA: ............................................................. 128
2.2.1. Los hermanos Nobel: ............................................................................ 128
2.2.2. La familia Rothschild: ............................................................................ 130
2.3. DOS CAMINOS QUE CONVERGEN: LA ROYAL DUTCH SHELL:............ 130
2.3.1. El hijo de un vendedor de conchas decorativas: ................................... 131
2.3.2. Una real compañía holandesa: .............................................................. 133
2.3.3. Henri Deterding: .................................................................................... 134
2.3.4. La convergencia: ................................................................................... 135
2.4. SPINDLETOP Y DOS HERMANAS QUE FALTABAN: ............................... 137
2.4.1. Gulf Oil y la familia Mellon: .................................................................... 137
2.4.2. The Texas company: ............................................................................. 140
2.5. LA GEOPOLÍTICA Y LA ANGLO PERSIAN OIL COMPANY: ..................... 141
2.5.1. Persia, Rusia e Inglaterra: ..................................................................... 141
2.5.2. La saga de William D’Arcy: .................................................................... 142
2.5.3. Una empresa del Estado: “Inicien hostilidades contra Alemania”: ......... 143
2.6. LAS “SIETE HERMANAS” ALCANZAN EL CONTROL: ............................. 144
2.6.1. La primera guerra mundial: ................................................................... 145
2.6.2. Tiempos de competencia… y de cambio:.............................................. 147
2.6.3. La Turkish Petroleum y el “Acuerdo de la Línea Roja”: ......................... 149
2.6.4. El destructivo clima de competencia: .................................................... 150
2.6.5. El acuerdo de Achnacarry: .................................................................... 152
2.7. EL IMPERIO DE “LAS SIETE HERMANAS”: .............................................. 155
2.7.1. Precios de referencia y valores de transferencia: .................................. 157
2.7.2. Precios cotizados e ingresos fiscales: ................................................... 159
2.8. EL CAMBIO EN EL BALANCE DE PODER: ............................................... 160
2.8.1. La fundación de la OPEP: ..................................................................... 162

xix
2.8.2 El mercado ocasional y los crudos marcadores: .................................... 164
2.8.3. Las presiones sobre la OPEP: ............................................................... 167
2.9. LOS FINALES DEL SIGLO XX, UN NUEVO JUEGO: ................................ 169
2.9.1. La nueva estructura de precios: ............................................................. 169
2.9.2. La nueva tecnología: .............................................................................. 172
2.9.3. El viaje de regreso de las medidas anti trust: ......................................... 176
2.9.4. La variedad de nuevos actores y asociaciones: ..................................... 180
2.9.5. Extraños compañeros: ........................................................................... 185
2.9.6. El papel de las empresas petroleras estatales: ...................................... 187
3. LAS ETAPAS DE LA HISTORIA PETROLERA VENEZOLANA: ........... 192
3.1. VENEZUELA: UN ESCENARIO MÁS:........................................................ 192
3.2. LAS ETAPAS HISTÓRICAS DEL PETRÓLEO EN VENEZUELA:.............. 194
4. LA PREHISTORIA: LA ERA DEL ASFALTO:......................................... 199
4.1. UNOS VISIONARIOS DE LOS ANDES: ..................................................... 202
4.2. EL ASFALTO COMO PRODUCTO DE EXPORTACIÓN: ........................... 203
4.3. LA DANZA DE LAS CONCESIONES: ........................................................ 204
5. LA DEPENDENCIA: ENTRAN LAS GRANDES EMPRESAS: ............... 210
5.1. EL AUGE Y LA CAÍDA DE MÉXICO:.......................................................... 211
5.2. LAS GRANDES EMPRESAS MIRAN HACIA VENEZUELA: ...................... 215
5.2.1. La Royal Dutch Shell toma la ventaja:.................................................... 217
5.2.2. Una lógica pero desafortunada decisión: ............................................... 219
5.2.3. La Standard of New Jersey asume el liderazgo: .................................... 222
5.2.4. La Gulf completa el cuadro inicial: ......................................................... 226
5.3. LOS INICIOS DEL CAMINO JURÍDICO: .................................................... 229
5.3.1. Antecedentes legislativos: ...................................................................... 229
5.3.2. La notable figura del Ministro Gumersindo Torres: ................................ 230
5.3.3. Los orígenes del reciente Estado rentista: ............................................. 232
6. “LA MALDICIÓN DEL GANADOR”: MIGRA EL BALANCE DE PODER: 237
6.1. VARIADA NATURALEZA DE LOS CONFLICTOS EN ESTE PERÍODO: ... 238
6.2. LA INTENSA ACTIVIDAD POLÍTICA A LA MUERTE DE GÓMEZ: ............ 239
6.2.1. El 14 de febrero de 1936 y el “plan de febrero”: ..................................... 240
6.2.2. La huelga de junio de 1936 y la gran huelga petrolera:.......................... 241
6.3. LA LEY DE HIDROCARBUROS DE 1943: ................................................. 242
6.3.1. La esencia de la Ley de Hidrocarburos de 1943: ................................... 243

xx
6.3.2. Aspectos accidentales de la Ley de Hidrocarburos de 1943: ................ 246
6.3.3. El quid pro quo de toda negociación: .................................................... 250
6.3.4. El entorno y la influencia de terceros:.................................................... 252
6.3.5. A modo de conclusión sobre la Ley de hidrocarburos 1943: ................. 261
6.4. EL DESARROLLO DE LOS CONFLICTOS POSTERIORES: .................... 262
6.4.1. El trienio 1945 - 1948: ........................................................................... 267
6.4.2. Un radical cambio de escenario (1948 – 1958): .................................... 273
6.4.3. La Junta Provisional de Gobierno: Ya no más fifty-fifty: ........................ 293
6.5. UN CONFLICTO CADA VEZ MÁS COMPLEJO: ........................................ 299
6.5.1. La renta petrolera: necesidad y limitaciones: ........................................ 301
6.5.2. ¡Ahora si! No más concesiones: ............................................................ 303
6.5.3. La gestación y el nacimiento de la OPEP:............................................. 305
6.5.4. Venezuela se reafirma en la migración del balance de poder: .............. 310
La unificación de yacimientos:………………………………………………………………………………………………313
La fijación de los valores de referencia a los fines del ISLR:…………………………………………………..316

6.5.5. La desinversión y el cada vez mayor control operacional: .................... 320


La Ley de Reversión:……………………………………………………………………………………………………………..321
Las indemnizaciones:…………………………………………………………………………………………………………….328
El Decreto Presidencial 832:………………………………………………………………………………………………….334
La nacionalización del gas:…………………………………………………………………………………………………….335
6.5.6. Preparándose para la operación directa:............................................... 338
6.5.7. El mercado interno: ............................................................................... 340
6.6. UN NUEVO CONFLICTO INHERENTE: ..................................................... 341
6.6.1. La necesaria base de recursos humanos: ............................................. 341
6.6.2. Política y transición hacia el nuevo conflicto inherente:......................... 343
6.6.3. Los contratos de servicio, el primer conflicto inter e intra grupal: .......... 345
6.6.4. Los contratos de servicio, un conflicto dentro del conflicto: ................... 351
Las condiciones básicas finales:…………………………………………………………………………………………….352
La comercialidad del bloque “E”:…………………………………………………………………………………………..354
Denuncias de corrupción:……………………………………………………………………………………………………..357
El fin del conflicto:………………………………………………………………………………………………………………..358
6.7. RUMBO A “LA NACIONALIZACIÓN”: ......................................................... 359
6.7.1. La nacionalización: un proceso inevitable: ............................................ 362

xxi
6.7.2. Un importante punto de inflexión: ........................................................... 366
6.7.3. Un nuevo gobierno, una nueva etapa: ................................................... 367
6.7.4. Un trascendental debate: La Ley de Nacionalización:............................ 368
Las propuestas del MEP y Copei:…………………………………………………………………………………………..369
Temores y prejuicios:…………………………………………………………………………………………………………….371
El IX Congreso de Ingeniería y el III Congreso Petrolero Venezolano:………… …………………………372
Agropet:………………………………………………………………………………………………………………………………..375
El intenso debate sobre el artículo quinto:……………………………………………………………………………376

7. UNA NUEVA ESTRUCTURA: ¿ACCIONISTA O RENTISTA?: ............. 381


7.1. LA DÉCADA DE LOS SETENTA Y LAS CONCESIONES: ........................ 382
7.2. NUEVO CONFLICTO, NUEVOS DILEMAS: ............................................... 383
7.2.1. Los primeros conflictos de esta etapa. .................................................. .384
El pago de las indemnizaciones:…………………………………………………………………………………………….386
Los contratos de comercialización y de apoyo tecnológico:………………………………………………….387
7.2.2. Conflictos en la estructura misma de la industria: .................................. 389
PDVSA, la nueva casa matriz:…………………………………………………………………………………………………389
La relación entre PDVSA y sus empresas filiales:……………………………………………………………………391
La racionalización y la relación de las filiales entre sí:……………………………………………………………392
La relación entre PDVSA y el MMH:……………………………………………………………………………………….396
La relación entre el MMH y las filiales operadoras:……………………………………………………………….398
7.3. ¿UN NUEVO DESTINO INEVITABLE?: ..................................................... 398
7.3.1. Hacia un cada vez mayor control político: .............................................. 399
7.3.2. Los años siguientes a la nacionalización: .............................................. 400
El INTEVEP y el CIED:……………………………………………………………………………………………………………401
La exploración:…………………………………………………………………………………………………………………….403
La apertura:…………………………………………………………………………………………………………………………407
La internacionalización:………………………………………………………………………………………………………414
La reorganización:………………………………………………………………………………………………………………423

8. AHORA PDVSA ES DEL PUEBLO: ....................................................... 427


8.1. LA PDVSA DEL SIGLO XXI: ....................................................................... 428
8.1.1. Ahora PDVSA es del pueblo: ................................................................. 428
8.1.2. Resultados operacionales: ..................................................................... 429
8.1.3. El peligroso retorno a la dependencia de terceros: ................................ 431
xxii
8.1.4. El fundamento de las decisiones: .......................................................... 433
8.1.5. La política de diversificación de mercados: ........................................... 436
8.1.6. El destino de los fondos: ....................................................................... 440
CAPÍTULO VI CONCLUSIONES........................................................................ 445
1. OBJETIVOS Y CONCLUSIONES: ......................................................... 445
2. UNA PRIMERA CONCLUSIÓN DE TIPO GENERAL: ........................... 447
2.1. ELEMENTOS DE COMPLEJIDAD DE LOS CONFLICTOS:....................... 448
2.2. CARÁCTER INTER E INTRA GRUPAL DE LOS CONFLICTOS: ............... 448
2.3. CONFLICTOS INHERENTES A LA ESTRUCTURA SOCIAL: .................... 449
2.3.1. Importancia variable de los conflictos inherentes: ................................. 450
2.3.2. Carácter transicional de los conflictos inherentes: ................................ 452
2.3.3. Conflictos inherentes y balance de poder:............................................. 453
2.3.4. En conclusión: ....................................................................................... 453
3. CONFLICTOS COMPLEJOS EN LA INDUSTRIA VENEZOLANA: ........ 457
3.1. LOS CONFLICTOS EN CADA UNA DE LAS ETAPAS: .............................. 457
3.1.1. La Prehistoria: ....................................................................................... 457
3.1.2. La etapa de la dependencia: ................................................................. 457
3.1.3. La gradual migración del balance de poder:.......................................... 458
3.1.4. La consolidación de una nueva estructura: ........................................... 463
3.1.5. La centralización de “La Gran Empresa Nacional”: ............................... 464
4. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL CONFLICTO: ............................. 467
4.1. Del conflicto en general: ........................................................................ 467
4.2. La confusión de las diversas actividades de los actores: ...................... 469
4.3. La aparición de la complejidad: ............................................................. 470
4.4. El papel de los grupos en los conflictos complejos:............................... 471
4.5. Los grupos y quienes los representan: .................................................. 476
4.6. Conflictos paralelos y simultáneos: ....................................................... 478
4.7. Las relaciones de poder: ....................................................................... 479
4.8. Los conflictos inherentes a la estructura de una sociedad: ................... 480
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................... 485

xxiii
LISTA DE ABREVIATURAS

AD: Acción Democrática. Partido político venezolano de tendencia social demócrata


fundado en 1941 en torno a la candidatura presidencial de Rómulo Gallegos por
Rómulo Betancourt y otro grupo de líderes. La estatización definitiva de la
industria petrolera, el proceso conocido como “nacionalización” se llevó a cabo
bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez, militante de este partido.

AFRA: Evaluación de Tasas de Flete Promedio (de sus siglas en ingles: Average
Freight Rate Assessment). Un sistema de clasificación de buques creado en
1954 por la Shell Oil company para uniformizar los términos de los contratos de
flete.

AGROPET: Agrupación de Orientación Petrolera. Fundada en agrupaba a un


importante sector de los profesionales venezolanos de la industria petrolera con
la finalidad de asesorar a los decisores del proceso de nacionalización acerca
de aspectos técnicos y gerenciales de la industria.

API: Instituto Americano del Petróleo (de sus siglas en inglés: American Petroleum
Institute).

APROVIP: Asociación de Profesionales Venezolanos de la Industria Petrolera.


Organización gremial fundada en octubre de 1958 en la ciudad de Maracaibo
por un grupo de profesionales de la industria con la finalidad de promover el
desarrollo del personal venezolano dentro de la misma.

ARAMCO: Empresa petrolera de Arabia Saudita (de sus siglas en inglés Arabian
American Oil Company).

AVGMP: Asociación Venezolana de Geología, Minería y Petróleo, organización con


fines de divulgación técnica y científica que agrupaba a profesionales del sector
petrolero fundada a finales de 1948, se mantuvo activa hasta 1978. Publicaba
un boletín indexado que propiciaba la publicación de artículos técnicos.

xxiv
Bbl.: Barril / barriles. La medida de capacidad más usual en la industria petrolera
equivalente a cuarenta y dos (42) galones de los Estados Unidos. Es decir,
ciento cincuenta y nueve (159) litros.

BCV: Banco Central de Venezuela.

BPPD: Barriles de petróleo por día.

CIA: Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (de sus siglas en inglés
Central Intelligence Agency).

CIF: Es una de las definiciones establecidas por las normas incoterms, que definen
los términos internacionales de comercio para las condiciones de entrega de
mercancías (Incoterms es un acrónimo de su nombre en inglés: International
Commercial Terms). Específicamente la condición CIF (del inglés cost insured
freight) establece que el vendedor debe entregar la mercancía.

CIV: Colegio de Ingenieros de Venezuela. Agrupación oficial de todos los


profesionales de la ingeniería en Venezuela fundada en 1861.

COPEI: Partido político venezolano de tendencia social cristiana fundado en enero


de 1946 por Rafael Caldera.

CTV: Confederación de Trabajadores de Venezuela

CVP: Corporación Venezolana de Petróleo. Compañía petrolera estatal de


Venezuela establecida el 19 de abril de 1960 por Decreto 260 del Presidente
Rómulo Betancourt publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela
No 26.234 del 22 de abril.

DWT: Toneladas de peso muerto (de sus siglas en inglés: Dead Weight Tons)
Término utilizado especialmente en el transporte marítimo para indicar la
capacidad volumétrica de un buque. El “peso” muerto es la diferencia,
expresada en toneladas volumétricas entre el volumen desplazado por la nave
cuando se encuentra totalmente cargada (full displacement) y el volumen
desplazado por el buque vacío (light displacement). Esto representa,
evidentemente, la capacidad de carga del barco. El término es totalmente
ambiguo y se presta a múltiples confusiones. El uso del vocablo “peso” hace
pensar en este tipo de unidades y no en las de volumen. Se confunde así la

xxv
tonelada de peso equivalente a mil kilogramos con la tonelada volumétrica. Esta
última técnicamente conocida como tonelada SUAB (Sistema Universal de
Arqueo de Buques), es equivalente a cien pies cúbicos (100 ft3), es decir, a 2,83
metros cúbicos (2,83 m3).

EE. UU.: Estados Unidos de América.

FEDEPETROL: Federación de Trabajadores Petroleros de Venezuela

FOB: Es una de las definiciones establecidas por las normas incoterms, que definen
los términos internacionales de comercio para las condiciones de entrega de
mercancías (Incoterms es un acrónimo de su nombre en inglés: International
Commercial Terms). Específicamente la condición FOB (del inglés free on
board) establece que el vendedor debe entregar la mercancía a bordo del barco
propiedad o fletado por el comprador.

GNL: Gas natural licuado.

Grados API: Sistema de unidades definido por el American Petroleum Institute API
(VER). Este sistema es el más usual para medir el peso específico (o
“gravedad” específica)1 del petróleo o crudo. Estas unidades se calculan según
la fórmula:

Gravedad API = (141,5 / GE a 60o F) – 131,5

Siendo GE la gravedad específica de la sustancia

1
Normalmente suele existir cierta confusión entre los términos peso específico, gravedad específica y
densidad. El peso específico es, simplemente el cociente de dividir el peso de un cuerpo entre su
volumen. La densidad, por otra parte, es la cantidad de masa presente en una unidad de volumen. Es
decir, el resultado de dividir la masa de un cuerpo entre el volumen ocupado por el mismo. La
densidad relativa es el resultado de dividir la densidad de una sustancia entre la de otra tomada como
referencia. En el caso de los grados API, la sustancia de referencia es el agua a la cual, como hemos
o
dicho, corresponde una densidad relativa de 10 API. Por otra parte, en los países de habla inglesa se
suele llamar “gravedad específica” specific gravity)” a la densidad relativa. Esto crea una confusión
conceptual puesto que en física la denominación “específica” se emplea exclusivamente para aquellas
propiedades referidas a la unidad de masa (el resultado de dividir cualquier propiedad de un cuerpo o
sustancia entre su masa). En toda esta discusión es necesario tener clara la diferencia entre masa y
peso de un cuerpo. Dicha distinción escapa al objetivo del presente trabajo sugerimos referirse a
cualquier texto básico de física.
xxvi
Los crudos más livianos, son los de mayor gravedad API. El peso específico del
agua, medido en grados API es de 10o API.

ISLR: Impuesto sobre la Renta.

LNG: (Liquified Natural Gas), Gas natural licuado por sus siglas en inglés.

M: Miles de unidades (cuando se muestra a continuación de otras abreviaturas


representativas de algún tipo de unidad: Bbl. BPPD,…).

MM: Millones de unidades (cuando se muestra a continuación de otras abreviaturas


representativas de algún tipo de unidad: Bbl. BPPD,…).

MEM: Ministerio de Energía y Minas. Fue hasta 2002 el órgano del Ejecutivo
Nacional de Venezuela a través del cual se planifica y se realizan las
actividades en materia de minas, hidrocarburos y asuntos relacionados con la
energía en general que corresponden a dicho Ejecutivo. Este nombre ha estado
vigente desde 1976 hasta 2005 cuando pasó a llamarse Ministerio del Poder
Popular para la Energía y Petróleo.

MENPET: Ministerio del Poder Popular para Petróleo y Minería. Órgano del Ejecutivo
Nacional de Venezuela que a partir de 2012 hasta la fecha se encarga de
planificar y realizar las actividades en materia de minas, hidrocarburos y
asuntos relacionados con la energía en general que corresponden a dicho
Ejecutivo.

MEP: Movimiento Electoral del Pueblo. Partido político venezolano de tendencia


social demócrata surgido de la división de Acción Democrática en 1967 liderado
por Luis Beltrán Prieto Figueroa.

MMH:. Ministerio de Minas e Hidrocarburos. Fue hasta 1977 el órgano del Ejecutivo
Nacional de Venezuela a través del cual se planificaban y se realizan las
actividades en materia de minas, hidrocarburos y asuntos relacionados con la
energía en general que corresponden a dicho Ejecutivo desde 1950, cuando se
separa del Ministerio de Fomento, hasta 1976.

MPPEP: Ministerio del Poder Popular para la Minería y Petróleo. Fue entre los años
2005 y 2011 el órgano del Ejecutivo Nacional de Venezuela a través del cual se
planificaban y realizaban las actividades en materia de minas, hidrocarburos y

xxvii
asuntos relacionados con la energía en general que corresponden a dicho
Ejecutivo.

NYMEX: Bolsa de Mercancías de Nueva York (de sus siglas en inglés: New York
Mercantile Exchange o NYMEX).

O.E.C.D.: Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (de sus


siglas en inglés: Organization for Economic Cooperation and Development). Es
una organización internacional constituida por treinta países que aceptan los
principios de la democracia representativa y la economía de mercado. Estos
países se encuentran entre aquellos con el más alto “Índice de Desarrollo
Humano” (Human Developemente Index —HDI—) en el mundo. Sus veinte
miembros fundadores en 1948 fueron: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá,
Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda,
Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y
Turquía. Posteriormente se incorporaron diez países más: Japón (1964),
Finlandia (1969), Australia (1971), Nueva Zelanda (1973), México (1994),
República Checa (1995), Corea del Sur, Hungría y Polonia (1996) y la
República Eslovaca en 2002.

OIT: Organización Internacional del Trabajo. Organismo de las Naciones Unidas


encargado de todo lo relativo con la actividad y las relaciones laborales.

OPAEP: Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo. Está conformada


por los países árabes miembros de la OPEP además de Egipto y Siria.

OPEP: Organización de Países Exportadores de Petróleo. Fundada formalmente en


una conferencia de ministros de petróleo realizada en Bagdad entre el 10 y el
14 de septiembre de 1960. El liderazgo de esta iniciativa se debió a Juan Pablo
Pérez Alfonzo, Ministro de Energía y Minas de Venezuela y el jeque Abdallah
Tariki, Ministro de Petróleo y Recursos de Arabia Saudita. Los miembros
fundadores de la organización fueron Arabia Saudita, Irán, Irak, Kuwait y
Venezuela. Posteriormente se agregaron nueve países más, algunos de los
cuales se retirarían posteriormente. Dichos países fueron: Qatar (1961), Libia
(1962), Indonesia (quien se incorporó en 1962 pero que luego se retiraría a
finales de 2008), Emiratos Árabes Unidos (1967), Nigeria (1971), Gabón

xxviii
(ingresó en 1975 y se retiró en 1995), Ecuador (quien ingresó en 1979, se retiró
en 1993 para reincorporarse nuevamente en noviembre de 2007), Angola
(enero de 2007) y Argelia (julio de 2007).

Panamax: Buques diseñados para poder atravesar el Canal de Panamá sin exceder
las dimensiones máximas permitidas para el tránsito a través de esta vía.

PDVSA: Petróleos de Venezuela, S. A. La empresa petrolera estatal venezolana.


Creada en 1975 como parte del proceso de transferir las operaciones de la
industria petrolera venezolana a manos del Estado. La empresa inició
operaciones el primero de enero de 1976.

PEMEX: Petroleos Mexicanos. Empresa petrolera estatal de México. Constituida en


1938 a raíz de la decisión de expropiación de la industria petrolera mexicana
por parte del Presidente de la república, Gral Lázaro Cárdenas.

PIB: Producto Interno Bruto. Representa el valor monetario de la cantidad de


servicios y de bienes terminados que una determinada unidad territorial,
generalmente un país, a producido en un determinado lapso, generalmente un
año.

PODE (Petróleo y otros datos estadísticos): Publicación de la Dirección General


del Ministerio de Minas e Hidrocarburos en la cual se consignaban anualmente
las estadísticas oficiales de la industria petrolera. Apareció por primera vez en
1958 y fue descontinuada en el año 2010.

RPC: República Popular China

Suezmax: Buques diseñados para poder atravesar el Canal de Suez sin exceder las
dimensiones máximas permitidas para el tránsito a través de esta vía.

TPC: Empresa Petrolera Turca (de sus siglas en inglés: Turkish Ptroleum Company).
Empresa creada en 1928 por las empresas petroleras más importantes de la
época con la finalidad de asegurar para el consorcio la exclusividad para la
exploración y explotación de hidrocarburos en el Medio Oriente dentro de los
límites fijados en base al convenio conocido como “Acuerdo de la línea roja”
(Red Line Agreement). Los límites del “Acuerdo de la Linea Roja” eran bastante
aproximados a los del antiguo Imperio Otomano.

xxix
ULCC: (Ultra Large Crude Carriers). Buques tanqueros para el transporte de petróleo
con una capacidad de entre 320 y 550 mil DWT.

UNESCO: (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization). Es la


Organización de las Naciones Unidas para el desarrollo Educativo, Cultural y
Científico.

URD: Partido político venezolano de tendencia social demócrata fundado en


diciembre de 1945 por Elías Toro, Isaac Pardo, Leopoldo Sanchez, Andrés
Germán Otero y Amilcar Plaza. En marzo de 1946 se incorpora al partido quien
sería su máximo líder Jóvito Villalba.

VLCC: (Very Large Crude Carriers) Buques tanqueros para el transporte de petróleo
con una capacidad de entre 160 y 320 mil toneladas de peso muerto.

WTI: West Texas Intermediate segregación de crudo proveniente de la parte


occidental del estado de Texas en los Estados Unidos. Su gravedad es de 39,6o
API con lo cual, a pesar de su nombre, debe considerársele un crudo liviano en
vez de mediano. Su contenido de azufre es de 0,24 % por lo que se le
considera un crudo “dulce” (de menos de 0,5 % de contenido de azufre). Es uno
de los crudos marcadores utilizados como referencia en los contratos a futuro
en el NYMEX.

xxx
INTRODUCCIÓN

Antecedentes
El presente estudio intenta alcanzar una mejor comprensión de algunas de las
características propias de los conflictos complejos que ocurren en las sociedades. La
industria petrolera venezolana cuenta hoy en día con un desarrollo de alrededor de
cien años, durante ese lapso se han originado los más variados conflictos dentro de
la misma que han afectado en diferentes grados a la sociedad venezolana. Al mismo
tiempo, las circunstancias históricas del país y los correspondientes conflictos a ellas
asociados, han influenciado, a su vez, los desarrollados dentro de la industria. En
todos estos conflictos se han visto involucrados un gran número de actores que han
interactuado de muy distintas maneras, muchos de ellos grupos de variada
homogeneidad con sus propios conflictos internos. Al mismo tiempo, el escenario
donde se desarrolla toda esta historia es también un entorno complejo que no se
limita a los eventos, muchos de ellos fortuitos, dentro del ámbito local, sino que existe
una marcada influencia de los eventos políticos, económicos y sociales del ámbito
internacional. De este modo, consideramos que el estudio crítico de esta historia
constituye un excelente modelo para alcanzar la mencionada comprensión de
algunas de las características de este tipo de conflictos.

Las circunstancias mencionadas, aunadas a una serie de razones personales del


autor, condujeron a la selección de la industria petrolera venezolana como objeto de
la investigación. Entre estas razones personales cabe mencionar, por una parte, la
experiencia acumulada de treinta años durante una de las etapas más críticas de
este proceso histórico. Por otra, el conocimiento personal de otros testigos de dicho
proceso que brindó la oportunidad para la realización de una serie de entrevistas en
un clima de extremada franqueza. La documentación cedida por muchas de esas
personas, unida a la propia del autor, constituyen una excelente orientación para la
búsqueda complementaria de tipo bibliográfico y en hemerotecas.
2

Planteamiento del Problema


Como ya se mencionó, durante la ya prolongada existencia de la industria petrolera
venezolana se han desarrollado en ella una multitud de conflictos verdaderamente
complejos. Complejidad derivada tanto de sus características inherentes, como por
los rasgos propios del entorno en el cual tuvieron lugar. El estudio crítico de este
aspecto de la historia del país durante el lapso de su existencia, haciendo énfasis en
la descripción y análisis de los conflictos ocurridos, puede contribuir a responder
muchos de los interrogantes conducentes a la mejor comprensión de este tipo de
conflictos.

Importancia del tema


En el ámbito de cualquier sociedad se presentan inevitablemente una gran cantidad y
variedad de conflictos a todos los niveles. Todos ellos, según su naturaleza,
representan distintos grados de impacto para esa comunidad. Los conflictos de
mayor impacto dentro de una sociedad son, evidentemente, aquellos que se
presentan entre los grupos más relevantes de la misma. Cabe mencionar en primer
lugar aquellos que ocurren entre el Estado-Nación como un todo con otros países en
el ámbito internacional. Tal vez aún más importante puede llegar a ser el llamado
conflicto social aquel que se produce debido al antagonismo originado por
importantes incompatibilidades entre grupos verdaderamente relevantes de la
sociedad y que, por lo general, involucran a la sociedad entera. Son tipos de
conflictos de gran importancia en los campos social y político, relacionados con los
grandes temas de importancia trascendental para esa sociedad. Existen, finalmente,
otros tipos de conflictos de características similares al conflicto social pero tal vez de
menor impacto debido a lo cual pueden llegar a pasar desapercibidos. Estos
conflictos, de lato grado de complejidad, aparte del impacto que representan para la
sociedad, al pasar en muchos casos desapercibidos son los más difíciles de
comprender y de manejar.

La selección para este estudio de la historia de la industria petrolera en Venezuela


posee una especial trascendencia derivada de la vital influencia que dicha industria
ha tenido para el desarrollo económico del país. Como consecuencia, los conflictos
3

ocurridos en esa industria, junto con su inherente complejidad, han ejercido una muy
particular influencia en los entornos político, social y económico de la vida nacional.
Por otra parte, las características propias del negocio petrolero, han hecho que
muchos de los sucesos ocurridos en Venezuela hayan sido influenciados por los más
variados eventos del ámbito internacional, lo cual constituye un elemento adicional
de complejidad. Del mismo modo y de manera complementaria, algunos de ellos, a
su vez, han generado efectos importantes en dicho escenario internacional. Esto
último añade relevancia al tema escogido.

Justificación del estudio


Entender la naturaleza, la forma cómo se desarrollaron y las razones por las qué
ocurrieron los conflictos complejos dentro de una sociedad y las maneras como se
han tratado de resolver es el tema seleccionado para este estudio. Esta cuadruple
afirmación, la naturaleza, la forma y las causas, junto con las características de los
protagonistas de los mismos, definen el objetivo principal del estudio. Con ello
esperamos poder alcanzar una mayor comprensión de los aspectos propios de estos
procesos dentro de un determinado marco político, social, económico y cultural. El
marco escogido, como ya mencionamos, es el desarrollo histórico de la industria
petrolera en Venezuela. Como resultado se espera poder establecer algunas
generalizaciones útiles como guía para la comprensión de situaciones análogas que
permitan enfrentarlas de manera más adecuada. Generalizaciones que pudieran
aplicarse tanto al ámbito general de las sociedades, como al de las industrias
relacionadas con los recursos naturales, en particular aquellos de carácter no
renovable.

Esta es, pues, una investigación que espera expandir el conocimiento ya existente
en lo referente al área del manejo de conflictos complejos. Al emprenderla, partimos
de la hipótesis de que los conflictos, al igual que las negociaciones utilizadas para
manejarlos, por complejos que sean, poseen ciertos elementos determinantes
comunes. Lo que frecuentemente sucede, sin embargo, es que la gran cantidad de
factores accidentales que acompañan a ambos procesos, aún en su forma más
sencilla, dificultan la identificación de los mencionados elementos comunes. Como es
4

de suponer, en los conflictos de alta complejidad esta situación se incrementa


exponencialmente. En el presente trabajo partimos de la tesis de que, aún así, es
posible identificar algunas características generalizables dentro de este tipo de
situaciones que pudieran representar un avance en su comprensión.

Del mismo modo, con esta investigación se espera aportar nuevo conocimiento
tanto en lo referente a la identificación de cierto tipo de conflictos, como a ciertos
aspectos de la industria petrolera venezolana. En este último caso, por ejemplo, en lo
relativo a la definición de sus principales etapas y a las estrategias comerciales y
operacionales de los diferentes actores que participaron en las mismas.

Pregunta de Investigación
Toda investigación, desde las de tipo policial, pasando por las periodísticas, hasta las
llevadas a cabo en cualquier disciplina científica, consiste en encontrar la respuesta a
todas o algunas de seis preguntas fundamentales: qué, cómo, porqué, dónde, quién
y cuándo.

La manera más adecuada de describir lo que se piensa llevar a cabo con un


determinado trabajo de investigación, así como los resultados que se espera obtener
del mismo, es a través de la pregunta de investigación. La relevancia de la misma es
resaltada por Yin (2003) cuando menciona que

La definición de la pregunta de investigación es probablemente el paso más


importante en la elaboración de un estudio de investigación […] La clave es
entender que las preguntas de investigación tienen tanto substancia (p. ej. ¿De qué
trata mi estudio?) como forma (p. ej. ¿Estoy yo planteando una pregunta en
términos de “quién”, “qué”, “dónde”, “porqué” o “cómo”?) 2 (p. 7)

En nuestro caso, la sustancia del problema objeto de la investigación, es identificar


los principales conflictos ocurridos en las diferentes etapas de la industria petrolera

2
Traducción del autor del presente trabajo.
5

venezolana, su naturaleza, sus causas, la forma como se desarrollaron y los actores


que participaron en ellos. El planteamiento de la mencionada pregunta tiene que ver,
pues, con plantear qué son, por qué ocurren, cómo se desarrollaron y quiénes
participaron en esos eventos.

De esta forma, pensamos que lo anterior puede concretarse en la siguiente pregunta


de investigación:

¿De qué naturaleza son los principales conflictos ocurridos en las


diferentes etapas de la historia petrolera de Venezuela, cuáles fueron
sus causas, cómo se desarrollaron y quienes intervinieron en los
mismos?

Creswell (2007) menciona que “un autor típicamente presenta un pequeño número
de sub preguntas que siguen a la cuestión central […] Estas sub preguntas […]
toman el fenómeno de la pregunta central y lo subdividen en sub tópicos para su
examen”2 (p. 109). De este modo, la pregunta principal de investigación da origen al
objetivo general del estudio, mientras que las sub preguntas desembocan en los
objetivos específicos. En base a lo anterior, se plantearon las siguientes sub
preguntas de investigación:

¿Cuáles eran las condiciones sociales y políticas de Venezuela así como las
influencias internacionales presentes al ocurrir cada uno de esos conflictos?

¿Cuáles eran las relaciones de poder prevalecientes en cada uno de esos


momentos?

¿Qué relación existe, si la hay, entre cada uno de la serie de conflictos


ocurridos durante el lapso del estudio?

¿Cuáles fueron las aproximaciones utilizadas por los diferentes actores


involucrados para enfrentar cada uno de los diferentes conflictos?

¿Qué cambios en los escenarios político y social y en las relaciones de


poder, tanto a nivel nacional como internacional, tuvieron lugar debido a las
decisiones tomadas en el manejo de cada uno de esos conflictos?
6

Objetivos
De este modo, en base a la pregunta de investigación y las sub preguntas
subordinadas a la misma podemos definir:

Objetivo General
Conocer la naturaleza, las causas el desarrollo y desenlace, así como los actores
involucrados, en los principales conflictos ocurridos en las diversas etapas de la
historia de la industria petrolera venezolana.

Objetivos Específicos
• Identificar los cambios en la estructura de la sociedad venezolana a lo largo de su
historia petrolera y su relación con los distintos conflictos ocurridos durante la
misma.

• Definir las características de las relaciones de poder entre los diversos actores,
tanto nacionales como internacionales, que tuvieron que ver con las causas, el
desarrollo y el desenlace de los diversos conflictos.

• Determinar si existen algunas características comunes de las cuales dependan la


naturaleza, las causas, el desarrollo y el desenlace de todos, o de una parte, de
estos conflictos

• Identificar las formas como se desenvolvieron los diferentes actores durante el


desarrollo de todos estos conflictos.

Alcances y limitaciones
El presente estudio se circunscribe al tema específico que acabamos de definir: la
descripción y análisis de los principales conflictos complejos ocurridos a lo largo de la
historia de la industria petrolera de Venezuela. Consideramos que algunas de las
conclusiones del estudio pudieran servir de orientación a otras situaciones análogas.
Dichas conclusiones pudieran permitir la mejor comprensión de las causas y la forma
7

como se desarrollan o se desarrollaron los conflictos complejos en otros países, en


otras épocas, bajo escenarios sociales y políticos diferentes y con actores distintos.
No obstante, en cada uno de esos casos, la cabal comprensión de estos fenómenos
deberá ser objeto de verificación.

Con relación al alcance del presente trabajo es necesario mencionar también que el
objetivo medular es llevar a cabo una investigación acerca de la naturaleza de los
conflictos inter e intra grupales complejos y de los mecanismos de negociación
utilizados para su resolución. Para ello es indispensable recurrir a varias ramas del
conocimiento humano, tales como la “Sociología”, identificada según el Código de
Ramas del Conocimiento de la UNESCO con el código 630000y dentro de ella los
temas relativos a “Conflictos” (6304.01) y “Resolución de conflictos” (6304.02).
Igualmente, por haber seleccionado la historia petrolera de Venezuela como la fuente
de múltiples casos, ha sido necesario recurrir al área de la “Historia” (código
UNESCO 550000) y dentro de ella a “Monografías históricas” (5500.02), “Historia
sectorial (petróleo)” (5500.99) e “Historia contemporánea. Área americana
(Venezuela)” (5504.02). De manera más tangencial, estas áreas las áreas de
conocimiento tocan también el renglón de las “Ciencias Económicas” (530000),
específicamente el tema de “Energía” (5312.05) y, en ciertos temas, el área del
“Derecho” (560000). Todo lo anterior le da al trabajo un claro carácter multidisciplinar.

Las dos últimas disciplinas mencionadas, las ciencias económicas y el derecho, no


sólo se relacionan con la parte medular del trabajo, sino que aportan algunos
elementos instrumentales para el desarrollo del mismo. Así mismo, para la
interpretación de los diversos conflictos que durante el lapso del estudio se
desarrollan, ha sido necesario también utilizar conceptos propios de otras disciplinas
tales como la “Ciencia Política” (590000), en particular los referentes a los códigos
5905.02 (“Comportamiento Político”) y 5905.04 (“Liderazgo Político”). Con relación al
primero, cada uno de los conflictos mencionados es influenciado, y a la vez afecta, el
entorno en el cual se desarrolla. Por otra parte, muchos de los actores de dichos
conflictos y de sus correspondientes negociaciones eran grupos que ejercían algún
tipo de liderazgo dentro de la sociedad. Más aún a veces se trata de los individuos
8

que ejercían dicho liderazgo dentro de los distintos grupos. Finalmente, dentro de la
disciplina correspondiente a la “Ciencia Política” la historia de la industria petrolera de
cualquier país, en este caso Venezuela, presenta una serie de implicaciones dentro
del ámbito internacional. Por tal motivo, el carácter interdisciplinario se extiende
también al código de la UNESCO 5901.05 (“Problemas de las Relaciones
Internacionales”).

También ha sido necesario recurrir a conceptos propios de la Sociología distintos a


los que constituyen la parte medular de la investigación. Se trata de renglones tales
como el referente al código 6307.01 (“Evolución de las Sociedades”). Otras
disciplinas de las cuales ha sido necesario valerse en el estudio son la Psicología, el
Derecho y la Economía. Dentro de la Psicología como rama del conocimiento según
la UNESCO se han utilizado conceptos relacionados con el área de la “Psicología
Industrial” (6109) en lo referente a la “Motivación y actitudes” (Código 6109.02) y
“Comportamiento de las organizaciones” (Código 6109.05). Igualmente dentro del
campo de la “Psicología Social” (6114) intervienen conocimientos derivados del
“Comportamiento colectivo” (Código 6114.03), la “Interacción de grupos” (Código
6114.10), “Procesos de grupos” (Código 6114.11) y “Procesos y teoría de la decisión”
(Código 6114.08). En cuanto al Derecho, muchos de los conflictos descritos en el
trabajo tuvieron que ver o dieron origen a la promulgación de nuevas leyes o a
cambios o ajustes en leyes existentes. Por ese motivo hubo que recurrir a aspectos
relacionados con la “Legislación” (5602.06). Lo mencionado en los dos últimos
párrafos, le dan al presente trabajo unas claras implicaciones interdisciplinares.

A renglón seguido, en la Figura I, se muestra una lámina ilustrativa de las diversas


relaciones de carácter multi disciplinar e inter disciplinar que aparecen en el trabajo.
9

INTRODUCCIÓN
RELACIONES DE MULTI E INTER DISCIPLINARIEDAD
Según el Código de Ramas del Conocimiento de la UNESCO

590000 530000
610000
CIENCIA CIENCIAS
PSICOLOGÍA
POLITICA ECONÓMICAS
5312.05 Energía
5905.02 Comportamiento político 6109. Psicología Industrial
5905.04 Liderazgo político 6109.02 Motivación y actitudes
5901.05 Problemas de las Relaciones 6109.05 Comportamiento en la
Internacionales Organización.
6114. Psicología Social
550000 CONFLICTOS Y
6114.08 Procesos y teoría de la
HISTORIA NEGOCIACIONES decisión
COMPLEJOS 6114.11 Procesos de grupos
5002.03 Monografías históricas 6114.03 Comportamiento colectivo
5502.99 Historia sectorial (petróleo) 6114.10 Interacción de grupos
5504.02-1 Historia conteporánea,
Área americana (Venezuela)

630000
6307.01 Evolución de las SOCIOLOGÍA
560000 5602.06 Legislación sociedades
DERECHO 6304.01 Conflictos
6304.02 Resolución de conflictos

Figura 1.- Relaciones de multi e inter disciplinariedad según el Código de Ramas del
Conocimiento de la UNESCO
10
CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO

1. MARCO TEÓRICO DEL CONFLICTO Y LA NEGOCIACIÓN:


1.1. CONFLICTO Y NEGOCIACIÓN COMO PROCESOS SOCIALES:
El conflicto es un fenómeno que sólo puede presentarse entre seres con la
capacidad para tomar decisiones, de actuar de manera voluntaria; es decir, de
forma intencionada y selectiva e incluso, potencialmente contra impulsiva. Un
fenómeno, por tanto, exclusivamente humano. Como tal, el conflicto es un
fenómeno social presente en todos los planos de la convivencia desde que el
hombre existe sobre la faz del planeta.

El conflicto como fenómeno se presenta cada vez que entre los seres humanos
existe un desacuerdo y mientras este no haya sido resuelto. Desacuerdo que
puede originarse con relación a la naturaleza de las cosas, a opiniones disímiles o
intereses contrapuestos entre las partes o a la forma y medida en que cada quien
debe contribuir a la toma de una determinada decisión. Como hemos dicho,
mientras dicho desacuerdo no haya sido resuelto, el conflicto se encuentra
presente aunque sea simplemente en forma latente.

Son varias las situaciones de tipo práctico en las cuales puede presentarse lo que
hemos definido como un desacuerdo no resuelto. Por ejemplo, cuando queremos
obtener algo de alguien, un objeto o un servicio, un bien tangible o intangible, o
cuando necesitamos que secunden nuestras opiniones o decisiones. En ocasiones
lo que una de las partes desea es que simplemente los demás apoyen su opinión
acerca de un tópico determinado o que, al menos, no se opongan de manera
explícita a dicha opinión. En el caso de la toma de decisiones puede ser que
necesitemos que los demás coadyuven en el proceso o tal vez sólo aspiramos a
12

que no interfieran en nuestra acción. También puede suceder que las partes
deseen cumplir con un objetivo común pero no estén de acuerdo en una serie de
detalles al respecto: quién debe liderar o llevar adelante la acción, en qué medida
cada una de las partes debe contribuir al esfuerzo necesario para lograr el objetivo
deseado,… Finalmente puede ocurrir que el desacuerdo se derive de los intereses
disimiles de las partes dentro de una determinada situación o ámbito social,
económico, político o cultural.

A lo largo de la historia los conflictos se han tratado de manejar de las más


variadas maneras. Por una parte están las diversas formas de imposición de la
voluntad de una o varias de las partes sobre las demás. En el extremo de este
enfoque están las aproximaciones que recurren a la violencia como una
pretendida solución al conflicto. Este es, por ejemplo, el caso de la guerra que Von
Clausewitz (1972) define como “un acto de violencia para imponer nuestra
voluntad al adversario” (p. 7). En el otro extremo se encuentran las distintas
formas de persuasión, en las que cada una de las partes trata de convencer a las
demás de la validez de sus argumentos con relación al conflicto. Estas son las
diferentes formas de negociación. Procesos que Fronjosa (2010) describe como
aquellos en los que “las partes tratan de persuadirse mutuamente tanto con
relación a la aceptación de sus objetivos como acerca de la manera de alcanzar
un acuerdo y a la estructura del mismo” (p. 1). La lógica indica y la experiencia
corrobora que esta es la mejor manera de abordar la solución de un conflicto.

Es necesario advertir que frecuentemente, a la noción de conflicto se le tiende a


dar una connotación negativa, de confrontación de carácter destructivo o que, al
menos, hace perder el tiempo a las personas u organizaciones involucradas. Esto
no es necesariamente cierto. Esta visión, por lo general se deriva de confundir el
conflicto, como fenómeno social derivado de un desacuerdo no resuelto entre
personas, con la etapa de crisis destructiva en la que algunos conflictos
lamentablemente culminan. Sin embargo, un conflicto adecuadamente manejado
13

no sólo puede no ser dañino, sino que puede representar una oportunidad de
crecimiento para las personas o las organizaciones. En el caso de estas últimas,
resulta sumamente peligroso dejar que los conflictos internos permanezcan en
etapa de latencia, lo más adecuado es enfrentarlos y resolverlos
constructivamente. Los grandes adelantos en las organizaciones y las sociedades,
generalmente han sido el resultado de conflictos, incluso desarrollados hasta su
etapa de crisis, que han sido adecuadamente resueltos.

Por otra parte, con relación a la negociación como proceso social, debe quedar
claro su carácter absolutamente instrumental. La negociación no es un fin en sí
misma. Nadie negocia por negociar. El concepto de negociación parece ser una
de esas nociones sobre las cuales todo el mundo cuenta con una idea intuitiva,
pero que nadie es capaz de explicar de manera completa. Quizás por ello, gran
parte de la bibliografía sobre el tema presupone la comprensión del concepto y ni
siquiera intenta desarrollar una definición integral del mismo. En la gran mayoría
de las referencias sólo se presentan descripciones parciales, algunas bastante
elaboradas. En muchos casos estas descripciones contienen elementos ciertos
pero limitados y, sobre todo, por lo general se refieren más al carácter instrumental
de la negociación que a su misma esencia. Se centran más que en el “que” en el
“para qué”. Su aspecto comunicacional, fundamental al proceso social mismo,
cuando se llega a tocar se hace sólo de manera tangencial. La descripción de un
determinado concepto por lo general contiene elementos ciertos, algunos
sumamente útiles, pero limitados de dicha noción. La definición identifica la
esencia del concepto de manera unívoca y con precisión distinguiéndolo
genéricamente y ubicándolo de manera específica. Así, por ejemplo, una
circunferencia es una figura geométrica en la cual la totalidad de sus puntos
equidistan de un solo punto central. Genéricamente se le ubica como una figura
geométrica, no como otra cosa. Por otra parte, se distingue de las demás figuras
geométricas por el hecho de que todos sus puntos equidistan de un solo punto
central. De este modo, Fronjosa (2013) define la negociación como “un proceso
14

comunicacional (parte genérica) de mutua persuasión (aspecto específico)” (p.


51).

Todo conflicto, así como las negociaciones encaminadas a su resolución, están


afectados por la manifestación individual de la naturaleza humana de quienes
participan en estos procesos sociales. La manifestación concreta de la naturaleza
humana estará condicionada o modificada en cada caso por las necesidades,
sentimientos, motivaciones, intereses e intenciones de las personas involucradas.
Así, pues, no importa lo complejos que sean un conflicto o sus negociaciones
asociadas, ni la magnitud, variedad y complejidad de los tópicos involucrados. No
importa el tamaño, la importancia y la cantidad de organizaciones que participen
en ella: países, grandes empresas internacionales, organismos multilaterales o
internacionales. Quienes negocian son siempre personas, seres humanos. Cada
uno, como hemos dicho, con sus propias necesidades, sentimientos,
motivaciones, intereses, e intenciones. Como menciona Garavini di Turno (1996)
“los resultados para cada parte dependen no sólo de su propia acción sino de lo
que haga, deje de hacer o se piense que vaya a hacer el ‘otro’” (p. 8).

Al tratar más adelante acerca del tema de las negociaciones complejas, es


sumamente importante no olvidar las características personales de los actores de
la negociación. La influencia de las personas en una negociación es evidente en
los procesos sencillos. Sin embargo, aunque en muchas ocasiones pueda pasar
desapercibida, dicha influencia se magnifica cuando las negociaciones se hacen
más complejas. Muchas veces se tiende a expresar que tal o cual organización,
empresa, partido político o país están negociando con tal o cual otro. Este tipo de
expresiones puede reflejar la idea subconsciente de que son las instituciones
como tales las que negocian, cuando, en realidad, las organizaciones son entes
abstractos. Quienes verdaderamente negocian, a fin de cuentas, son los
representantes de dichas organizaciones.
15

Como una anécdota representativa de la influencia que la actitud personal de


algunos individuos puede llegar a tener en negociaciones de gran trascendencia,
se puede mencionar la ocurrido en la conferencia llevada a cabo en el balneario
de Yalta, en la península de Crimea en el mar Negro entre el 4 y el 11 de febrero
de 1945. La llamada Conferencia de Yalta fue llevada a cabo para, nada menos
que, definir el reordenamiento de los territorios de Europa una vez finalizada la
guerra. A la mencionada reunión asistieron el Presidente Franklin D. Roosevelt de
los Estados Unidos, el Primer Ministro Winston Churchill de la Gran Bretaña y el
Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética Jósif Stalin. Llama
la atención la ausencia de Francia, la otra gran potencia aliada. Este hecho suele
atribuirse a la marcada antipatía personal entre el Primer Ministro Churchill y el
General Charles De Gaulle, jefe de la resistencia francesa y representante natural
de esa nación. El Primer Ministro Churchill, aduciendo que De Gaulle no era un
Jefe de Estado, impidió su presencia en la conferencia. De este modo, una razón
personal, impidió que otro miembro relevante del grupo de potencias aliadas
estuviera presente en tan trascendental reunión.

1.2. CONFLICTOS Y NEGOCIACIONES COMPLEJOS:


Con el desarrollo de la sociedad humana han aparecido un número mayor de
situaciones en las que el conflicto se manifiesta de formas cada vez más
complejas. Complejidad debida no sólo a la mayor cantidad de personas
involucradas y a lo complicado de los tópicos que dan origen al conflicto sino,
sobre todo, ocasionada por la interacción de ambos elementos. La comunicación
puede tomar formas sumamente variadas. No se trata ya solamente de la
comunicación verbal entre las partes o a la simple comunicación escrita donde
pueden, sin embargo, ya surgir modalidades no comunes a sus formas más
simples. Mensajes redactados de manera intencionadamente ambigua o en los
cuales puede ser más significativo lo que se deja de decir que lo que dice.
Comunicaciones en las cuales es necesario “leer entre líneas” el significado de
ciertas expresiones,… Pero sobre todo, en las complicadas negociaciones
utilizadas para tratar de resolver los conflictos complejos se utilizan de manera
16

muy importante las más variadas formas del llamado lenguaje de actitudes. Aquel
en el que alguna de las partes refleja sus posiciones hacia los demás mediante
formas intencionadas de comportamiento.

Por otra parte en la negociación de conflictos complejos los esfuerzos de


persuasión tienen por lo general un carácter multilateral y se llevan a cabo a través
de una complicada red de relaciones. Esto pone en juego una intrincada trama
conformada por las necesidades, sentimientos, motivaciones, intereses e
intenciones del gran número de personas. Más aún no todos los tópicos, dentro de
su gran variedad, tienen la misma prioridad para diferentes actores, muchos de los
cuales pueden incluso no estar interesados en el tema medular de la negociación.
Estos actores secundarios, buscando sus propios intereses, distintos a lo que se
está negociando, pueden, sin embargo, ejercer en muchos casos una influencia
determinante en el proceso que se está llevando a cabo. En este sentido, Garavini
di Turno (1996), refiriéndose a los conflictos y negociaciones entre Estados
nacionales menciona que “La negociación entre Estados soberanos siempre ha
sido una característica fundamental del sistema internacional, sin embargo, en la
era de la transnacionalización y la globalización, la relevancia y la complejidad de
la negociación se ha incrementado” (p. 8).

Por otra parte, los conflictos complejos suelen tener un carácter “sistémico”, donde
“todo depende de todo”, y donde los efectos muchas veces no se manifiestan de
manera inmediata con relación a la causa que les da origen, sino que son
frecuentes los retrasos de distinta duración. Senge (1990) describe del siguiente
modo esta característica de los sistemas, tanto físicos, como sociales:

El punto de vista sistémico se orienta generalmente hacia una visión a largo


plazo. Esa es la razón por la cual los retrasos y circuitos de retroalimentación son
tan importantes. En el corto plazo, pueden frecuentemente ser ignorados; serán
irrelevantes. Ellos sólo aparecerán para acosarlo en el largo plazo.2 (p. 92).
17

Por otra parte, el balance de poder entre las partes tiene también un carácter
particularmente dinámico y está, en ocasiones, sujeto a cambios dramáticos.
Estas relaciones de poder no se limitan sólo a los protagonistas del conflicto, sino
que abarcan a todos los actores que de una u otra forma intervienen o influyen en
el desarrollo del mismo y a sus correspondientes negociaciones.

Adicionalmente, en el desarrollo de todo conflicto, pueden aparecer elementos


fortuitos no relacionados ni con los tópicos esenciales del mismo ni con las
personas involucradas. Estos elementos pasan, sin embargo, a formar parte del
complejo sistema social propio de ese conflicto en particular. Finalmente, diversos
conflictos dentro del mismo ámbito social pueden influenciarse unos a otros dando
lugar a complicados procesos dinámicos de retroalimentación.

1.2.1. Los conflictos grupales:


Si el conflicto es un fenómeno inevitable entre las personas que conviven dentro
de un determinado colectivo, mucho más lo es entre los grupos que forman
parte del mismo. La visión generalizada de una negociación como la de dos
personas discutiendo cara a cara, o a lo sumo, la de dos grupos de personas
sentadas alrededor de una mesa, constituye una perspectiva definitivamente
simplista. Esto ciertamente ocurre frecuentemente, pero por lo general, sólo
cuando en el desarrollo del conflicto ocurre un episodio lo suficientemente
relevante, tal vez de crisis, que es necesario tratar de reconciliar.

Los conflictos entre grupos, son la primera forma como se manifiesta la


complejidad de este fenómeno social. Dentro de cada uno de los grupos que
conforman una sociedad, según Fisher (2006), “los individuos actúan y se
reaccionan con relación a los miembros del otro grupo en términos de su
identificación social con su grupo, el cual forma parte importante de su identidad
social.”2 (p. 178).
18

En las negociaciones entre grupos que se perciben como distintos, los


desacuerdos que originan los conflictos, por complejos que sean, suelen
manifestarse de manera bastante explícita. Sin embargo, cuando los conflictos
tienen lugar dentro de los grupos que se consideran como un conjunto
homogéneo, poseen la particular complicación de pasar desapercibidos. Existen
dentro de los mismos una serie de elementos que no resultan obvios y que son,
por tanto, más difíciles de identificar.

El ya citado Garavini di Turno (1996), hace también referencia a este tema


cuando menciona que:

En todas las negociaciones complejas, que podríamos definir como las


negociaciones que involucran los intereses de numerosos actores sociales
relevantes (la mayoría de las negociaciones internacionales), existen dos
“mesas de negociación”, una “externa” y otra “interna”. La primera es la mesa
“oficial”, donde se sientan los negociadores de las partes […] En la segunda
mesa, cada gobierno debe negociar con los grupos “domésticos”, interesados
en el resultado de la negociación internacional. Un acuerdo en la mesa
externa es políticamente viable, sólo si es aprobado por la mesa interna. (p.
10).

Por otra parte, la identificación de la persona con el grupo al cual pertenece


como parte de su identidad social que menciona Fisher (2006), se da sólo en
términos generales. Es propio de la naturaleza humana, que las personas
conserven sus propios intereses individuales, sus motivaciones y sus
intenciones. La coherencia interna del grupo dependerá del grado y la forma de
identificación de cada uno de sus miembros con el todo. Por una parte, existen
ciertos principios que cada grupo considera fundamentales y que conllevan
dentro del mismo un alto grado de auctoritas. Debido a ello, tal como plantea la
teoría de la espiral del silencio de Noelle-Neuman (1995), la mayoría de los
19

miembros tienden a reprimir cualquier desacuerdo que implique un


cuestionamiento a estos principios. Sin embargo, incluso con relación a ellos,
entran en juego, a nivel individual, una serie de factores dependientes de los
intereses e intenciones de cada quien. De este modo, la pertenencia al grupo
puede ser utilizada por algunos con la intención de aprovechar su imagen o su
poder con miras al propio beneficio personal. Puede darse incluso el caso de
personas que intencionadamente simulan identificarse con dicho grupo para
causarle daño desde adentro. Por todas estas razones, los conflictos que tienen
lugar dentro de los grupos que se perciben como homogéneos, son
particularmente complicados. Los mismos pueden ser hasta cierto punto
enmascarados por la supuesta uniformidad del grupo y tienden, por tanto, a
pasar desapercibidos y a permanecer en estado de latencia. Muchas veces no
se percibe ni siquiera la necesidad de hacerlos objeto de una negociación.

Por otra parte, como ya mencionamos, pueden existir, tanto dentro de cada
grupo como fuera de él, personas que tienen algún interés particular en el
desenlace de un determinado conflicto por razones ajenas al objeto de dicho
proceso. Cada una de estas personas se moverá en función de unos intereses,
no siempre lícitos o éticos, con unas motivaciones e intenciones, no siempre
rectas, con unas reacciones afectivas, no siempre racionales. Cada quien con
sus propias expectativas. Todos estos elementos interactúan dentro de una
compleja trama de relaciones de causa a efecto con múltiples mecanismos de
retroalimentación y refuerzo. Esto se aparta de la visión monolítica que de
manera simplista pudiera tenerse de los distintos grupos sociales.

En las diferencias, evidentes u ocultas, que alguien pueda experimentar con


relación a los principios del grupo al cual pertenece o representa, puede
intervenir de manera importante la posición ideológica de esa persona. Cuando
a alguien le corresponde representar intereses cuyos principios no comparte,
esas diferencias pueden hacer aflorar conflictos verdaderamente serios tal vez
20

en el momento menos oportuno. En la Octava Conferencia de Consulta de


Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Estados Americanos
(OEA) llevada a cabo en Punta del Este, Uruguay, entre el 21 y el 31 de enero
de 1962, se planteó la expulsión de Cuba del sistema interamericano. El
gobierno del Presidente Rómulo Betancourt de Venezuela apoyaba dicha
medida, sin embargo, al momento de la votación, el Canciller venezolano,
Ignacio Luis Arcaya, voto en contra de dicha resolución. Esto provocó una crisis
de representatividad y un enorme escándalo dentro de la reunión de la
organización, pues todo el mundo conocía la postura oficial de Venezuela que
había sido hecha pública de manera reiterada por el Presidente de la República.
El Presidente Betancourt procedió a destituir ipso facto al Canciller Arcaya, y
envío de inmediato, a su reemplazo, el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores
de Venezuela, Marcos Falcón Briceño.

Cuando hablamos de negociaciones grupales podemos estarnos refiriendo a


sectores importantes de la sociedad. Mucho más amplios que el equipo
negociador de una organización, o incluso, que la totalidad de esa organización.
En las sociedades pueden existir grupos extremadamente numerosos cuyos
miembros poseen, sin embargo, unas características comunes suficientemente
relevantes como para que se les pueda considerar como un grupo homogéneo.
Este es el caso de los partidos políticos, las organizaciones sindicales y
gremiales o simplemente los grupos de opinión, permanentes o transitorios. Por
su mismo tamaño y heterogeneidad, dentro de estos grupos pueden coexistir
varios subgrupos. Estos segmentos se diferencian por aspectos más o menos
accidentales, algunos de importancia considerable, pero, aún así, les es posible
mantenerse dentro del grupo por estar de acuerdo en los principios esenciales
del mismo. Dentro de estos conglomerados, se originan todo tipo de conflictos
por las más distintas causas que se negocian de las más diversas maneras. Iklé
(1985) refiriéndose a las negociaciones en el ámbito internacional hace notar
que
21

Los gobiernos frecuentemente se sienten incapacitados en la consecución de


los objetivos nacionales cuando grupos de interés doméstico se involucran en
sus negociaciones (p. 132) […] existen grupos con intereses particulares
cuyos miembros están más preocupados por los efectos de un acuerdo con
relación a su bienestar personal, que por tener una visión propia del interés
nacional.2 (p. 131).

Finalmente, se tiende a pensar que los actores de cualquier tipo de conflicto y


sus negociaciones asociadas se reducen a las personas o los grupos que
aparecen de manera más relevante como protagonistas. Sin embargo, como ya
mencionamos, pueden existir personas o grupos en apariencia irrelevantes
dentro del proceso pero que de alguna forma, directa o indirecta, voluntaria o
involuntaria, de manera consciente o inconsciente, pueden estarlo afectando.
Muchos de estos actores pueden pertenecer a sociedades distintas a aquella en
la cual se presenta y desarrolla un conflicto en particular.

Como ya mencionamos, la intervención de terceros puede ser no sólo


importante sino incluso determinante en muchas ocasiones. Las interferencias,
deseadas o no, buscadas o no, en los canales de comunicación, son un
elemento importante de estos procesos y poseen, además, un carácter
sumamente dinámico. Estas acciones de parte de terceros, como es el caso de
todos los procesos de intermediación 3, desde la observación al arbitraje,
pueden haber sido convocados voluntariamente, con pleno conocimiento y de
común acuerdo por las partes. En otros casos, sin embargo, la intervención
puede ser llevada a cabo conscientemente, y no siempre de buena fe, por parte

3
Utilizamos el término “inter-mediación” en vez de simplemente “mediación” para darle a nuestra
expresión un sentido más general. La intermediación, tal como estamos utilizando la expresión, puede
tomar varias formas, desde la simple observación, pasando por la facilitación o buenos oficios, hasta,
en el otro extremo, el arbitraje. Uno de estos procesos de intermediación es la mediación propiamente
dicha. El uso de la expresión, inter-mediación, procura incluir todas las formas mencionadas y evitar,
específicamente, la confusión con sólo una forma de ellas, la mediación.
22

de quien la realiza, pero con desconocimiento de las partes directamente


involucradas. Como también mencionamos, estas acciones de terceros puede
realizarse por razones totalmente ajenas al desarrollo del conflicto e, incluso, la
influencia de estas en el mismo puede pasar totalmente desapercibida para
quienes ejercen dichas acciones.

Otra manifestación de la complejidad de los conflictos, es que en muchas


ocasiones, durante el desarrollo de los mismos, se hacen evidentes
contradicciones internas que no habían sido percibidas dentro de grupos
considerados homogéneos. Finalizada la crisis petrolera de Irán en 1951,
originada por la expulsión de la Anglo-Iranian Oil Company de ese país por
parte del Primer Ministro Mohammed Mossadegh, y la posterior defenestración
de este, se hizo un esfuerzo por estabilizar políticamente a esa nación y
contribuir a su recuperación económica. La razón era evidente, la guerra fría
estaba en pleno desarrollo e Irán era un país fronterizo de la Unión Soviética,
no se podía permitir que ese país se inclinara hacia la órbita soviética. Inglaterra
no podía intervenir directamente en forma abierta pues era la potencia más
odiada por la población y por los líderes iraníes, por lo cual, el Departamento de
Estado de los Estados Unidos trató de mediar. La solución propuesta fue
promover la creación de un consorcio de empresas, varias de ellas
estadounidenses, para recuperar la deprimida producción del país persa,
mejorando a la vez con ello su situación económica. Sin embargo, en ese
mismo momento, a pesar de la grave crisis en Irán, el Departamento de Justicia
y la Federal Trade Commission de los mismos Estados Unidos, estaban
promoviendo una serie de medidas anti-trust contra los “carteles petroleros
internacionales”. Algo que iba radicalmente en contra de la solución propuesta
por el Departamento de Estado para mitigar la crisis iraní.

La caracterización de los conflictos que se presentan en todas las facetas de la


convivencia humana se ha enfocado tradicionalmente desde una considerable
23

variedad de puntos de vista. Así, por ejemplo, en el campo del comportamiento


organizacional los conflictos se suelen clasificar de acuerdo a los resultados
que produzcan para el logro de los objetivos de dicha organización e incluso en
el clima de la misma. En este sentido los conflictos se suelen clasificar como
funcionales o disfuncionales. Los primeros son aquellos que contribuyen de
forma positiva a los logros de la organización. En los disfuncionales sucede
justamente lo contrario. Hoy en día se reconocen claramente los posibles
efectos positivos del conflicto. Al respecto Wagner III y Hollenbeck (2004)
afirman que:

Los teóricos modernos sugieren que el conflicto no es necesariamente malo.


Según estos, es cierto que existe el conflicto disfuncional (la confrontación que
evita el progreso hacia las metas deseadas) […] No obstante, la
investi9gación actual sugiere que el conflicto en ocasiones es funcional y tiene
efectos positivos. (p. 78).

Los conflictos pueden clasificarse también de acuerdo al tipo de desacuerdos


que les dan origen. En este sentido, Fronjosa (2013) menciona que algunos
conflictos

Pueden surgir respecto a la naturaleza misma de las cosas. […] que las partes
desean o que consideran que son las más adecuadas para una determinada
labor, o para la satisfacción de una necesidad específica. (p. 42-43). […]
Muchos conflictos también pueden presentarse, debido a un desacuerdo con
relación a la ocurrencia o no de un determinado evento. (p. 43) […] Los
desacuerdos acerca de la ocurrencia de un hecho pueden conducir a la
formulación de un juicio de valor […]. Esto puede suceder incluso si el evento
no ha tenido lugar y se trata sólo de una posibilidad hipotética. Los conflictos
derivados de diferencias en la valoración de los hechos, reales o hipotéticos,
[…] pertenecen ya al ámbito de las diferencias más difíciles de conciliar.
Aquellas que tienen que ver con valores éticos de las personas involucradas
en un determinado conflicto. (p. 44).
24

1.2.2. Conflictos profundamente arraigados y endémicos:


En el ámbito de una sociedad, sin embargo, los ya mencionados conflictos inter-
grupales pueden presentar un grado adicional de complejidad. Se trata de los
que (Harris et al., 2001) denominan conflictos profundamente arraigados y que
caracterizan de la siguiente manera:

Dos elementos muy poderosos se suelen combinar en este tipo de conflictos.


El primero es la identidad: la movilización y la adscripción a grupos de
identidad basados en la raza, la religión, la cultura o el idioma. El otro es la
distribución de los recursos, entendida como la equidad en la forma de reparto
y capacidad de aprovechamiento de los recursos económicos, sociales y
políticos dentro de una determinada sociedad.2 (p. 9).

En el ámbito internacional, este tipo de situaciones está representada hoy en


día por el conflicto árabe-israelí. En su época, esa era la forma en la que eran
percibidos otros conflictos como el apartheid en África del Sur, la situación de la
antigua Yugoslavia o Irlanda del Norte. Conflictos que todo el mundo espera
que no hayan caído en un simple estado de latencia.

En el ámbito de la relación entre personas son también frecuentes este tipo de


conflictos endémicos. Estos se presentan en aquellos casos en que una de las
partes, que es la más afectada, ha aprendido a convivir con el conflicto al
percibir, con razón o sin ella, que su aceptación constituye la mejor salida. Son
los casos de maltrato doméstico o de exigencia de excesivas horas de trabajo
sin remuneración adicional en los que ese “mal menor” se acepta para poder
“conservar algo” (la relación, el empleo,…). En muchos casos estas situaciones
se presentan por simple indefensión de la parte afectada.

1.2.3. Conflicto, negociación y balance de poder:


El desarrollo de cualquier conflicto, así como las negociaciones llevadas a cabo
para manejarlo, están condicionados, fundamentalmente, por las relaciones de
25

poder entre las partes. Poder que no necesariamente implica, como muy
comúnmente se cree, la posibilidad del uso de algún tipo de coacción o de
fuerza. La fuerza es, sin duda, una forma de poder, mas no la única. De hecho,
puede llegar a ser la más inestable de sus distintas formas. Un acuerdo
alcanzado por la fuerza, por coacción, será inmediatamente desconocido en
caso de desaparecer las relaciones de poder originalmente prevalecientes.

El poder, en realidad, no es más que la capacidad que alguien tiene para


ejercer algún grado de control sobre los eventos, las situaciones o las acciones
de los demás. En una negociación, todas las partes poseen alguna forma de
poder. Es muy importante, por tanto, que cada quien identifique las fuentes de
las cuales puede derivar dichas formas de poder y la manera de utilizarlas.

1.2.4. La influencia del entorno:


Los elementos que contribuyen a la complejidad de un conflicto y de sus
negociaciones asociadas mencionado hasta el momento tienen que ver
fundamentalmente con la manifestación individual de la común naturaleza
humana. Existen, sin embargo, otra serie de factores que contribuyen a dicha
complejidad y que dependen del entorno dentro del cual el conflicto se
desarrolla. Así, el ambiente político, social o económico y las relaciones de
poder, que acabamos de mencionar, prevalecientes en ese momento entre los
diferentes sectores de una sociedad, suelen ser los factores más importantes
en la génesis de los conflictos que ocurren dentro de la misma. Estos factores,
ejercen también una influencia en la forma como se negocia la resolución de
esos conflictos. Por otra parte, como en una especie de ciclo, las decisiones
derivadas de las negociaciones orientadas a resolver los conflictos, a su vez
inducen, al menos en cierta medida, cambios políticos y sociales o migraciones
en las relaciones de poder. Dentro de ese nuevo entorno, van a ocurrir, de
manera igualmente natural, otra serie de conflictos, cuyas características serán
las propias de ese nuevo marco de referencia.
26

En otras ocasiones, las condiciones asociadas al origen de un conflicto pueden


tener su origen en circunstancias fortuitas, ocurridas dentro o fuera de esa
sociedad, pero que pueden ejercer una marcada influencia en el desarrollo de
los conflictos que en ella se producen. Finalmente, todos estos eventos, no
necesariamente ocurren de forma simultánea. Ocasionalmente, los efectos de
un determinado evento político o social presentan un desfase con relación al
hecho que los ha originado. Igualmente, muchas veces las negociaciones
asociadas a los conflictos no son eventos puntuales, sino que transcurren en el
tiempo, a veces por períodos prolongados. En ocasiones, en un conflicto de
larga duración puede suceder que el balance de poder entre las partes varíe
sustancialmente y se manifieste de maneras a veces radicalmente distintas. Por
otra parte, los representantes de las partes, frecuentemente no son los mismos
a través del tiempo, y cuando lo son, su actitud ante el conflicto no es
necesariamente la misma en diferentes momentos. Los actores pueden, en un
momento dado, cambiar la orientación de la negociación asociada al conflicto
de una de tipo distributivo a tratar de conducirla por cauces integradores… o
viceversa. Esto puede suceder bien sea por las presiones creadas por la
influencia de los otros elementos del entorno, o por un legítimo cambio en la
visión de un determinado actor con relación al problema general.

1.2.5. Conflicto, negociación y cultura:


Los cambios sociales y políticos de un colectivo, así como las migraciones en
su balance de poder, pueden tener lugar de manera simultánea con profundos
cambios culturales. Cambios que, por otra parte, pueden ser independientes de
los conflictos y de las transformaciones inducidas por su manejo, pero que
ejercen también una marcada influencia en la naturaleza de los mismos. De
igual manera pueden afectar notablemente la forma como los mismos son
negociados.
27

Conflictos de naturaleza similar no siempre son manejados de la misma manera


en diferentes sociedades. Cada colectividad tiende a mostrar una manera
propia de generar, enfrentar y negociar la solución de los conflictos que en él se
generan en base a su propia cultura que según Dawson (1997) es

La forma —o estilo— de la vida social way of life de una comunidad humana


que se adapta a un medio ambiente particular; resulta del trabajo de sucesivas
generaciones y se transmite de edad en edad […] conforme a pautas
comúnmente establecidas y aceptadas (p. 15) […] es, pues, una comunidad
espiritual que sustenta su unidad y singularidad en un sistema de creencias y
valores ético-religiosos asimilado por vía de la tradición, el cual norma la
conducta individual y colectiva (p. 16) […] En su vertiente externa, como
objeto observable, está constituido por las técnicas de expresión y
comunicación (lenguaje, arte), instituciones sociales, ritos religiosos,
tradiciones y costumbres —en las que se contienen los sistemas de
conocimientos y creencias y los códigos de conducta individual y social—,
herramientas y técnicas para la producción de satisfactores básicos:
alimentos, vestido, vivienda, así como para […] la elaboración y
transformación de los recursos naturales […] (y) constituye un factor central de
unidad, cohesión identidad y continuidad social. (p. 17).

Evidentemente, las diferencias culturales pueden ejercer una influencia


determinante y se deben tener muy presentes en casos tales como las
negociaciones internacionales, públicas o privadas. En esos casos es necesario
ser muy cuidadoso para no caer en el error de pensar que todo el mundo “ve las
cosas de la misma manera”. El no comprender las diferencias culturales, puede
determinar la aparición de prejuicios y puede conducir a cometer errores en el
marco de referencia bajo el cual se plantean las propuestas. Incluso,
expresiones que son “políticamente correctas” en un sitio, pueden no serlo en
otro. Las formas de saludar, o ciertas expresiones coloquiales, pueden, en
ocasiones, crear serias confusiones en la interpretación de algunas situaciones,
o incluso agraviar a la contraparte. Sin caer en estereotipos simplistas, tan
frecuentes en la literatura de este campo, es necesario entender que los
28

aspectos culturales generan un estilo de negociación. Las personas


provenientes de distintas culturas, tienen un estilo más o menos marcado de
negociar. Por supuesto, de la misma manera, en cada cultura hay personas
capaces de adaptarse y comprender empáticamente, con mayor o menor
facilidad, las particularidades de otras culturas.

Por otra parte es también muy importante comprender, contrariamente a lo que


suele pensarse, que las diferencias culturales no se producen solamente entre
personas que son parte de grandes conglomerados de sitios muy distantes
geográficamente. Esto es cierto sólo en parte, pues no refleja todos los detalles
de la noción de cultura. En muchas ocasiones, existen profundas diferencias
culturales dentro de un ámbito territorial sumamente restringido, incluso del
orden de magnitud de una ciudad. Otra falsa idea con relación a la noción de
cultura es suponer que posee un carácter estático, cuando, en realidad
presenta, de manera natural, un intenso dinamismo. Aparte de esta dinámica
natural propia de cada cultura, existen importantes fenómenos exógenos que
pueden inducir cambios culturales, fenómenos de transculturización durante un
lapso relativamente breve, que pueden alterar marcadamente los rasgos
culturales de una sociedad. Entre 1939 y la mitad de la década de los años
cincuenta del siglo pasado, ocurrió en Venezuela un complejo y profundo
proceso de transculturización. Aparte de grupos minoritarios de otras
nacionalidades que se sumaron a este fenómeno, este proceso se inició con los
refugiados españoles que tuvieron que huir al exilio luego del triunfo franquista
en la guerra civil de ese país. Esta primera corriente de recién llegados incluyó
también a grupos de inmigrantes de Alemania y diversos países de Europa
oriental, principalmente judíos, que huían de la persecución nazi. Finalmente
otro contingente de inmigrantes, mayormente italianos, portugueses, y de nuevo
españoles, que al final de la segunda guerra mundial tuvieron que salir de sus
países en busca de mejores condiciones económicas. El efecto de todas estas
corrientes de inmigración produjo un profundo cambio cultural en el país con la
29

consiguiente diversificación en el tipo de conflictos que se generaron en la


sociedad venezolana y los estilos para negociarlos.
30

2. MARCO TEÓRICO DE LA INDUSTRIA DEL PETRÓLEO:

2.1. IMPORTANCIA DEL PETRÓLEO COMO MATERIA PRIMA:


El petróleo es hoy en día el material más importante en el comercio internacional.
El mismo representa alrededor del treinta por ciento del tráfico comercial
marítimo, y si a esto se le añade el transporte de sus productos derivados, dicha
proporción alcanza el treinta y siete por ciento. La importancia de estas
magnitudes resalta más aún si se toma en cuenta que el noventa por ciento del
comercio internacional se lleva a cabo a través de la industria naviera 4. El
producto que sigue al petróleo, en cuanto a volumen transportado, el mineral de
hierro, alcanza sólo a un diecisiete por ciento y la totalidad de todas las
variedades de granos (trigo, maíz, sorgo, café, cebada,…) ocupan un catorce por
ciento de esta capacidad. El petróleo es el producto comercial de mayor
importancia de la historia no sólo en términos de volumen sino también en cuanto
al valor de esas transacciones. A los actuales precios de ambas mercancías, el
valor de los gigantescos cargamentos de oro enviados a España desde América
durante los siglos XVI y XVII representaría apenas alrededor de un año y medio
del comercio actual de petróleo.

Sin embargo, la razón de la enorme importancia económica del petróleo como


materia prima, es simplemente una consecuencia de su importancia estratégica.
La industrialización masiva que se inicia en el siglo XIX como consecuencia de la
revolución industrial, dio origen a la necesidad de grandes cantidades de energía,
que originalmente se derivó principalmente del carbón. Muy pronto, sin embargo,
la humanidad cayó en cuenta de que el contenido energético por unidad de
volumen en el caso del petróleo, era muy superior a la del carbón. A pesar de los
grandes esfuerzos que se están llevando a cabo para el desarrollo de fuentes
alternas, la humanidad sigue siendo altamente dependiente del petróleo para

4
FUENTE: ICS (International Chamber of Shipping) & ISF (International Shipping Federation)
(http://www.marisec.org/shippingfacts/worldtrade/volume-world-trade-sea.php?SID=lghwfzybi).
Consultada: 29/04/2014
31

satisfacer sus necesidades energéticas. Donde esta dependencia es más marcada


es en el transporte en general, y en el automotor en particular. Es difícil imaginar
una sustancia que almacene suficiente energía para desplazar un vehículo de más
de una tonelada a ochenta kilómetros por hora por cuatrocientos kilómetros en el
espacio que ocupa un tanque de gasolina.

Dentro del negocio petrolero, desde su punto de vista más general, existe un
hecho totalmente fortuito que es, sin embargo, de una importancia determinante.
La vasta mayoría de los países productores son sociedades que se encuentran, si
acaso, en vías de desarrollo y a grandes distancias de los principales centros de
consumo de las sociedades más desarrolladas. Para las naciones de las cuales
generalmente proviene la producción de crudo, este material constituye la
principal, y a veces la única, fuente de ingresos y su desarrollo económico es
altamente dependiente de ellos. La importancia comercial y estratégica del
petróleo es tal, sin embargo, que muchos de estos países generan, gracias a su
ingreso petrolero, un PIB muy superior al de otras naciones con economías mucho
más diversificadas. Por supuesto, hay países pertenecientes al mundo
industrializado que son, a la vez, importantes productores de petróleo. Este es el
caso, por ejemplo, de los Estados Unidos. No obstante, esto no altera el escenario
descrito pues la producción de estos países no es suficiente para satisfacer su
propia demanda con lo cual terminan siendo importadores netos. Importaciones
que, como dijimos, generalmente provienen de países con contrastantes
condiciones económicas y sociales.

Una característica peculiar del negocio petrolero es que, aunque son los productos
derivados y no el petróleo, los que son utilizados como fuentes de energía, es el
crudo el que constituye el mayor volumen del transporte comercial. Existen varias
razones para que ello. Por una parte, las características físicas de algunos de los
productos derivados pueden requerir buques especiales. Resulta entonces más
eficiente transportar el crudo en un solo tipo de embarcación. Además, el
32

transporte de un solo tipo de material en vez de varios permite aprovechar las


economías de escala. La fase de transporte es uno de los elementos de costo de
mayor relevancia en la conformación de los precios. Hoy en día los grandes
buques como los VLCC y los ULCC, 5 permiten transportar grandes volúmenes en
un solo cargamento con lo cual se reduce sustancialmente el costo unitario del
barril transportado. Aún así, la importancia del negocio global petrolero es tal que
el tráfico de productos que por sí solo es apenas el 23 % del total del transporte
mundial total de crudo y productos representa, sin embargo, como ya se
mencionó, el 7 % del total del transporte marítimo mundial. Esto equivale a la
mitad del comercio total de granos que ocupa el tercer lugar en cuanto a volumen
comercializado.

Existe, sin embargo, otra razón para que sea el crudo el producto mayormente
transportado, que tiene que ver con la estrategia comercial. Los productos
derivados, los que son directamente utilizables por el consumidor final, se obtienen
mediante el proceso de refinación. La refinación representa la etapa con el mayor
valor agregado para el crudo que le sirve como insumo, pues es en ella donde se
transforma una materia prima en una serie de materiales utilizables. Se trata de un
verdadero proceso de naufactura. Esto significa, por una parte, que la variedad de
productos no es necesariamente la misma para todos los mercados. De este
modo, cada refinería está asociada a una determinada red de distribución y es
alimentada con los tipos de crudos más apropiados para la satisfacción de la
demanda de ese mercado. Por esta razón, las refinerías están generalmente
ubicadas en zonas costeras, cerca de puertos preferiblemente de aguas
profundas. Con ello se facilita tanto la importación de los crudos como la eventual
exportación de productos refinados.

5
Los VLCC y ULCC (por sus siglas en inglés “very large crude carriers” y “ultra large crude carriers”).
Ver sección de definiciones y abreviaturas.
33

Pero tal vez la razón más importante para explicar la ubicación de las refinerías
cerca de los centros de consumo, es de tipo estratégico y tiene que ver con la
minimización del riesgo. Un campo petrolero es una ocurrencia de tipo natural,
puede ocupar una extensión geográfica considerable y su producción proviene de
un gran número de pozos. La producción necesaria para satisfacer la demanda
puede, a su vez, provenir de los yacimientos 6 de varios campos 7 ubicados en
regiones remotas y en muchos casos inhóspitas y percibidas como vulnerables y
de alto riesgo. Esto es, sin embargo, inevitable. La ubicación de las fuentes de
crudo no la definen los operadores, sino la naturaleza.

No es ese el caso de las refinerías, estas son instalaciones complejas y costosas.


El riesgo de un eventual sabotaje al construir una refinería en áreas cercanas a los
campos de producción es mucho mayor que construirla al inicio de las redes de
distribución, y su ubicación precisa puede ser definida por su dueño u operador.
Concentrar en un área geográfica localizada, en el territorio de los países que son
los principales centros de consumo, es evidentemente una forma de minimizar una
serie de riesgos.

6
Un YACIMIENO de hidrocarburos es un volumen de rocas ubicados en el subsuelo cuyos espacios
porosos intercomunicados (la porosidad intercomunicada hace a dicha roca permeable, es decir, apta
para que los fluidos se desplacen dentro de la misma) constituyen un sistema físico cerrado limitado
por cambios (disminución) en la permeabilidad de las rocas o de los fluidos que saturan la roca
(generalmente agua).
7
Un CAMPO PETROLERO es una región geográfica en la cual se ubican un conjunto de yacimientos.
Por lo general, se tiende a definir como un “campo” a aquel conjunto de yacimientos, situados a
diferentes profundidades o vecinos unos de otros dentro en sentido horizontal, cuya área probada
proyectada sobre un mapa no presenta soluciones de continuidad. Es decir esa “área probada
compuesta” es una figura única que puede presentar “huecos” pero que no constituye varias figuras
aisladas.
34

2.2. ESTRUCTURA OPERACIONAL DE LA INDUSTRIA PETROLERA:


El objetivo operacional último del negocio petrolero es suministrar combustibles y
lubricantes al consumidor final en una estación de servicio, un puerto o
aeropuerto, una planta termoeléctrica de generación de electricidad,... Este
proceso implica una delicada secuencia de múltiples etapas de naturaleza
sustancialmente distinta. El concepto de cadena de valor agregado de Porter
(1985, p. 36-48) resulta particularmente útil para describir el mencionado proceso.
Cada uno de los eslabones de esta cadena recibe un insumo que es el producto
final de la etapa que le antecede. En esa etapa se agrega un determinado valor
adicional con lo cual se genera un producto final que es, a su vez, el insumo del
eslabón siguiente. La Figura III muestra la cadena de valor agregado de la
industria petrolera.

MARCO TEÓRICO
DE LA INDUSTRIA DEL PETRÓLEO:
La cadena de valor agregado
E P T R D C

I 1 II 2 III 3 IV 4 V 5 VI 6
E: Exploración I : Certidumbre 1: Reservas probadas
P: Producción II : Disponible en superficie 2: Potencial de producción
T: Transporte III: Disponible en refinería 3: Crudo en refinería
R: Refinación IV: Manufactura 4: Productos utilizables…
D: Distribución V : A centros de consumo 5: … en centros de consumo
C: Comercialización VI: A puntos de venta 6: … en puntos de venta

Figura 2.- La cadena de valor agregado de la industria petrolera


35

El primer paso de la cadena de valor agregado es la función de exploración, el


único eslabón de la cadena que no cuenta con un insumo recibido de otra función.
En esta función es donde tiene origen la cadena. Su objetivo es, precisamente,
comenzando con unas condiciones absolutamente inciertas, identificar
acumulaciones comerciales de hidrocarburos en el subsuelo. La reducción de la
incertidumbre es el valor agregado por esta función y todas las operaciones que
se llevan a cabo en ella se orientan a esa finalidad. El producto final es la
incorporación de reservas probadas, aquellos volúmenes en el subsuelo que se
considera que tienen un grado de certidumbre superior al noventa y cinco por
ciento. La Figura IV muestra las distintas categorías de reservas de hidrocarburos.
La exploración es una actividad orientada al largo plazo, no sólo por el tiempo
necesario para extraerlas en su totalidad, sino también por el tiempo que toma
recuperar las inversiones llevadas a cabo en este rubro.

MARCO TEÓRICO
DE LA INDUSTRIA DEL PETRÓLEO:
Clases de reservas
P
R 90 PROBADAS
O 80
B PROBABLES
A
B 60
POSIBLES
I
L 40 RECURSOS
I
D
A 20
D
(%) 0

V O L Ú M E N E S

Figura 3.- Definición y clasificación de categorías de reservas


36

La siguiente función, producción o explotación, se encarga de hacer disponibles


en la superficie, en la medida que sean requeridos, los volúmenes de reservas
probadas que se encuentran originalmente en el subsuelo. Evidentemente, la
extracción total de los volúmenes de reservas es un proceso que toma una
cantidad considerable de años. Los volúmenes producidos en un determinado
período representan, por tanto, sólo una fracción de las reservas en el yacimiento 8
y provienen de la gran cantidad de pozos que sirven de puntos de drenaje para los
diferentes yacimientos que conforman un campo petrolero 9. Por tal motivo, el valor
del esfuerzo de esta función se mide por su capacidad para suministrar los
volúmenes requeridos durante períodos determinados (diario, anual,…) en la
medida que estos sean requeridos para la comercialización final de sus productos
derivados. La producción es, por tanto, una actividad que, se orienta
fundamentalmente al corto plazo.

La producción total de un campo, luego de recolectada, pasa a la fase de


transporte cuyo valor agregado consiste en hacer disponibles en una refinería los
volúmenes de crudo producidos en los campos petroleros. Esta fase de transporte
es la que conforma el intenso comercio marítimo del que hablamos al principio del
presente apartado. En ciertos casos esta operación de transporte puede ocurrir en
el ámbito doméstico del país productor cuando los campos de producción se

8
Un YACIMIENO de hidrocarburos es un volumen de rocas ubicados en el subsuelo cuyos espacios
porosos intercomunicados (la porosidad intercomunicada hace a dicha roca permeable, es decir, apta
para que los fluidos se desplacen dentro de la misma) constituyen un sistema físico cerrado limitado
por cambios (disminución) en la permeabilidad de las rocas o de los fluidos que saturan la roca
(generalmente agua).
9
Un CAMPO PETROLERO es una región geográfica en la cual se ubican un conjunto de yacimientos.
Por lo general, se tiende a definir como un “campo” a aquel conjunto de yacimientos, situados a
diferentes profundidades o vecinos unos de otros dentro en sentido horizontal, cuya área probada
proyectada sobre un mapa no presenta soluciones de continuidad. Es decir esa “área probada
compuesta” es una figura única que puede presentar “huecos” pero que no constituyen varias figuras
aisladas.
37

encuentran relativamente cercanos a una refinería. En estos casos la fase de


transporte se puede llevar a cabo a través de oleoductos en vez de buques.

El siguiente eslabón, la refinación es, como ya mencionamos, donde se genera el


mayor valor agregado de la cadena, pues allí se transforma esa mezcla compleja
de hidrocarburos que son los crudos,v en productos terminados, utilizables por el
consumidor final. La refinación es propiamente un proceso de manufactura. Al
igual que la función de producción, la refinación está orientada hacia el corto
plazo. Su objetivo es suministrar los volúmenes de los diferentes productos
requeridos por los mercados en un momento dado. Por otra parte, la composición
de los crudos es sumamente variada por lo cual los productos que se obtienen de
ellos serán también distintos y con diferente valor comercial. Evidentemente un
crudo del que se derive, por ejemplo, un alto porcentaje de gasolina de motor, será
mucho más valioso que uno que produzca mayormente asfalto. Esta es la razón
por la cual los crudos livianos tienen un mayor valor comercial que los de mayor
o
gravedad. Así, por ejemplo, el crudo árabe liviano de 33 API proveniente de
Arabia Saudita es cotizado a un mayor precio en los mercados que un crudo extra-
pesado de la Faja del Orinoco con una gravedad de 8o API.

Como ya se mencionó, los volúmenes de reservas aportados por la función de


exploración, son una especie de inventario del que depende la capacidad de la
oferta para satisfacer la demanda en el largo plazo. Por otra parte, los volúmenes
de producción y el eficiente manejo de las refinerías, son los que permiten
satisfacer dicha demanda en el corto plazo. Con relación al corto plazo, es
conveniente que la oferta cuente con cierto grado de flexibilidad para absorber
variaciones puntuales en la demanda. Esta flexibilidad se logra, en el área de
producción, manteniendo una capacidad real para producir, de manera inmediata,
volúmenes adicionales por encima de los normalmente requeridos. Esto es lo que
se conoce como “potencial de producción”. En el caso de las refinerías, estas se
diseñan para procesar un volumen de crudo que permita mantener cierta
38

capacidad “ociosa”10 (spare capacity). Por supuesto, tanto mantener un potencial


de producción, como diseñar una refinería con una cierta capacidad “ociosa”,
conlleva un costo adicional. La estimación de estos volúmenes adicionales,
representa un delicado balance entre el costo de mantener volúmenes
verdaderamente ociosos durante ciertos períodos y contar con la flexibilidad
necesaria para aprovechar oportunidades del mercado que permitan, incluso,
colocar, aunque sea por breves períodos, productos a precios superiores a los
habituales.

Los dos últimos eslabones de esta cadena son, por una parte, los sistemas de
distribución que llevan los productos derivados del petróleo desde las refinerías
hasta los diferentes sitios donde se encuentran los consumidores finales. Por otra,
están los puntos de venta propiamente dichos, para la comercialización de esos
productos a los mencionados consumidores finales: las estaciones de servicio
donde los automovilistas llenan el tanque de sus vehículos, los puertos y
aeropuertos donde otras unidades de transporte se abastecen durante sus
travesías o los tanques de almacenamiento de plantas termoeléctricas que suplen
de electricidad a diversas poblaciones.

2.3. ASPECTOS ESTRATÉGICOS DEL NEGOCIO PETROLERO:


El valor agregado de cada uno de los eslabones de la cadena posee un costo
asociado. La sumatoria de los costos mediante los cuales un eslabón de la cadena
transfiere al siguiente su valor agregado, constituye el costo total al final de dicha
cadena. La complejidad de los elementos que conforman el costo de cada eslabón
de la cadena permite, al contar con el control de la cadena completa, transferir
algunos elementos de estos costos a otros eslabones, sea “aguas arriba” o “aguas
abajo”. Un primer aspecto estratégico que surge dentro de esta compleja situación

10
La costumbre de llamar “ociosa” a esta capacidad adicional, no parece ser lo más apropiado.
Aunque en un momento dado pueda no estarse utilizando no implica que no cumpla con la
importantísima función de darle flexibilidad a la refinería ante aumentos no programados de la
demanda.
39

es la necesidad de integración vertical de las empresas que se dedican a este


negocio. Es decir, estas compañías llevan a cabo, con esfuerzo propio, todas las
funciones de la cadena de valor agregado. Según Daniels et al. (2010) la noción
de integración vertical consiste en:

Generar posibles ahorros en costos y seguridad en el abastecimiento (p. 539) […]


Ocurre cuando la empresa es propietaria de toda la red de proveedores o por lo
menos de una gran parte de ella […] al integrarse verticalmente la empresa
puede reducir los costos de transacción […] mediante la internalización de los
diferentes niveles de la cadena de valor. (p. 667).

Como menciona Hartshorn (1967) “En la práctica, y con mucha frecuencia, las
compañías poseen o controlan directamente casi todas las operaciones
relacionadas con el petróleo, desde la exploración hasta la venta de los productos
procesados” (p. 141). Esto permite mantener un equilibrio entre los productos
finales y los valores agregados de las diversas funciones. Uno de los elementos
más importantes dentro de este proceso es la necesaria coordinación entre las
capacidades de producción y de refinación en búsqueda del adecuado balance
entre la oferta y la demanda en el corto plazo. En este sentido Yergin (1993)
menciona que:

Aquellos que están en el negocio petrolero se hallan siempre en una búsqueda


por el equilibrio. La inversión en una parte del negocio los fuerza a hacer nuevas
inversiones en otras partes para proteger la viabilidad de las inversiones
existentes2. (p. 114).

El control de la totalidad de la cadena permite, mediante una compleja labor de


coordinación, utilizando valores de transferencia internos a diferentes niveles de
dicha cadena, maximizar la ganancia neta del sistema como un todo. La
coordinación de las diversas operaciones, en el caso de las grandes empresas
multinacionales, la describe Tugwell (1975) de la siguiente manera:
40

Mucha de la fuerza, independencia y eficiencia de esas organizaciones


multinacionales se deriva de su habilidad para coordinar la totalidad del rango de
sus operaciones a fin de maximizar sus beneficios […] La maximización de los
beneficios demanda que esas actividades sean coordinadas de tal forma que
permitan obtener la mayor suma posible de dinero de la operación como un todo
[…] Los precios pagados, el volumen de petróleo producido, e incluso los
métodos de producción y procesamiento utilizados en (cada) país están afectados
por consideraciones extra-nacionales.2 (p. 11).

Otra razón para el establecimiento de una integración vertical es que, como todo
sistema en serie, el funcionamiento del conjunto de operaciones de la cadena de
valor será tan fuerte como el más débil de sus eslabones. El dejar la
responsabilidad de alguno de los pasos de la cadena en manos de terceros
representa una amenaza potencial para el conjunto. Thompson y Strickland (2001)
afirman que “una estrategia de integración vertical tiene atractivo sólo si refuerza
de una manera significativa la posición competitiva de una empresa” (p. 167). Y
ese es precisamente el caso en la industria petrolera.

Por otra parte, las distancias entre los centros de producción y de consumo, la
extensa red de transporte que los interconecta y la gran variedad de riesgos
asociados a estas operaciones, condicionan estructuralmente los mecanismos de
formación de los precios. Muchos de estos elementos, por otra parte, tienen un
carácter dinámico y pueden experimentar variaciones considerables en el corto
plazo. Tal es el caso, por ejemplo, de las variaciones estacionales de los
volúmenes de inventarios. Las variaciones en el entorno político y social a nivel
mundial y de los diferentes países, y el balance puntual entre la oferta y la
demanda, afectan los precios de forma coyuntural. El adecuado balance entre los
costos y los precios en la totalidad de la cadena, es lo que permite, como en todo
negocio, maximizar la rentabilidad.
41

No obstante, la posibilidad de contar con eslabones más débiles dentro de la


cadena de valor agregado, hace que la estructura verticalmente integrada no
basta para asegurar el deseado balance del sistema. En el caso de las grandes
empresas internacionales, posiblemente ninguna de las fuentes de producción
está, por sí sola, en capacidad para satisfacer la demanda con la cual estas
compañías alimentan sus refinerías y sus mercados. Por otra parte, en muchas de
estas fuentes de producción existe el riesgo político ya mencionado asociado a las
regiones donde se encuentran. El suministro de la materia prima es,
evidentemente, el eslabón más débil de la cadena de valor agregado de estas
empresas y representa una potencial amenaza para el objetivo final de las
compañías de maximizar el retorno para sus accionistas. Para reforzar este
eslabón más débil de la cadena, es necesario un proceso de integración horizontal
en dicha etapa del proceso, diversificando las fuentes de suministro de
producción, a fin de diluir los riesgos de cada región en particular.

La noción de integración horizontal es frecuente en el campo de los negocios


internacionales y se refiere a la realización de inversiones directas con el mismo
objetivo en diferentes sitios. Según Daniels et al. (2010)

La integración horizontal puede proporcionar productos terminados o


componentes. Para (el caso de) los productos terminados, pueden darse
economías de alcance en la distribución, por ejemplo, si se tiene una línea
completa de productos por vender incrementando así las ventas por costo fijo (p.
539).

La definición anterior está mayormente orientada al área de mercadeo. Sin


embargo, el concepto es también aplicable al área de producción cuando una
empresa posee plantas distintas en diferentes puntos para elaborar productos
similares. Este es precisamente el caso de las empresas petroleras
multinacionales que operan campos de producción en distintos países.
42

Los dos objetivos estratégicos mencionados, maximizar el retorno sobre la


inversión y reforzar el eslabón más débil de la cadena de valor agregado, no son
dos elementos separados, sino que tienen un carácter complementario. La
aplicación de una estructura integrada horizontalmente permite no sólo satisfacer,
como ya mencionamos, el segundo objetivo, sino que es indispensable también
para lograr la mayor rentabilidad posible del negocio. Las distintas unidades
integradas horizontalmente pasan a ser objeto de la coordinación de valores
internos de transferencia orientados a la mencionada maximización del beneficio
del sistema total. Así, los distintos países de donde proviene la producción del
crudo, muy probablemente tienen distintos costos de producción o existe en ellos
un tratamiento distinto para nuevas inversiones en diferentes proyectos. Un
elemento muy importante es que posiblemente manejan una variedad de tasas
impositivas distintas de las que derivan sus ingresos fiscales. Estas tasas
impositivas son un factor determinante del costo de producción de las empresas
en cada país y afectan, por tanto, de manera directa el objetivo de maximizar el
retorno para los accionistas. Un ejemplo típico y sencillo de esto sucede cuando
un país productor posee una tasa impositiva superior a la del país donde se
encuentra la refinería a la cual va destinado el crudo. En ese caso, se transfiere el
petróleo del país productor a la refinería a un valor de descuento, se disminuye
con ello el ingreso gravable en el país productor. Por otra parte, la refinería cuenta
con su propio valor agregado más el que le ha sido transferido que quedan
sometidos a una tasa impositiva menor. La coordinación de las diversas
operaciones en las distintas fuentes de suministro de crudo la describe Tugwell
(1975) de la siguiente manera:

Mucha de la fuerza, independencia y eficiencia de esas organizaciones


multinacionales se deriva de su habilidad para coordinar la totalidad del rango de
sus operaciones a fin de maximizar sus beneficios […] Los precios pagados, el
volumen de petróleo producido, e incluso los métodos de producción y
procesamiento utilizados en el país están afectados por consideraciones extra-
nacionales. Cada una de las corporaciones […] controla una inmensa red de
operaciones, paga una multitud de impuestos (muchos de los cuales pueden ser
objeto de descuentos con relación a otros), y venden miles de productos en
43

docenas de diferentes países. La maximización de los beneficios impone que


estas actividades sean coordinadas de modo de obtener la suma mayor de
dinero del conjunto de todas las operaciones (p. 11) […] Las corporaciones
evalúan esos factores en términos de las ventajas fiscales involucradas según los
beneficios sean mayores o menores en el punto de producción, la refinería o el
punto de venta.2 (p. 13).

La coordinación de todos estos elementos mencionados por Tugwell la logran las


empresas mediante un cuidadoso esquema de valores de transferencia internos
dentro de su sistema global. La integración horizontal, lleva a concentrar las
ganancias en aquellos países con una menor carga fiscal comparada con la de
otras naciones donde dicha carga es más desventajosa. De nuevo Tugwell (1975)
describe este punto de la siguiente manera: “De hecho, a fin de maximizar sus
beneficios las compañías siempre han tenido, cuando ello es posible, a enfrentar
los intereses de los países productores unos contra otros.”2. (p.12). Esto permite,
junto con la optimización del sistema de costos en función de las características de
cada área de producción, alcanzar el mencionado punto óptimo de ganancia neta
para el sistema total.

2.4. UN ELEMENTO ESTRATÉGICO DIFERENCIAL:


La necesidad que tienen las empresas de mantener esta delicada coordinación de
los valores de transferencia internos en gran medida a través de las tasas
impositivas de los diferentes países representa una permanente situación de
conflicto con los gobiernos de dichos países. Para estos últimos, los impuestos
cancelados por las empresas, representan posiblemente el rubro más importante
de su economía. Se genera de este modo un conflicto de intereses entre las
empresas y los gobiernos, el tipo de conflicto que, como hipótesis de trabajo,
estamos calificando como inherente a la estructura de esa sociedad. Conflicto que
continuará vigente, de manera más o menos latente o explícita, con mayor o
menor intensidad, mientras esas dos entidades, las empresas y el gobierno,
convivan dentro de la misma sociedad. Conflicto que, por otra parte, posee
44

implicaciones no sólo en el ámbito de una sociedad en particular, sino que tiene


carácter global. A fin de maximizar el retorno para sus accionistas, estas empresas
recurren a la mencionada estructura de integración horizontal estableciendo filiales
operadoras en diferentes países. En cada uno de ellos se genera el conflicto en
las relaciones entre el país propietario del recurso y la empresa explotadora del
mismo.

Una de las características de estos conflictos que estamos calificando de


inherentes a la estructura social, presenta frecuentemente una particularidad
propia, la migración del balance de poder entre las partes a través del tiempo,.
Como se sabe, en el manejo de todo conflicto, juegan un papel determinante las
relaciones de poder que dependen en buena medida de las circunstancias del
entorno. En el conflicto que en particular nos ocupa, suele producirse una, a veces
insensible y prolongada pero inexorable, migración en el balance de poder entre
las partes. Los estados en cuyo territorio se encuentra el recurso natural de valor
comercial van adquiriendo paulatinamente una mayor participación en los
beneficios económicos derivados de la explotación del producto. Muchas veces
este fenómeno es provocado o acelerado por la ocurrencia de ciertos eventos en
particular. Debido al carácter sistémico de estos conflictos, la repercusión de estos
eventos en el balance de poder, puede que tal vez no sea percibida en su total
impacto en el momento que ocurren. Sin embargo, los mismos transforman dichas
relaciones de poder entre las partes de manera radical e irreversible. Tugwell
(1975) describe este fenómeno de la siguiente manera:

Con el tiempo, las empresas productoras se hacen vulnerables a las demandas


de cambio en la distribución de los beneficios entre ellas y el estado. Hasta cierto
punto se han convertido en cautivas de los acuerdos (que ellas mismas han
suscrito); ya los riesgos han sido tomados, y el capital ha sido invertido en los
proyectos. Gradualmente los términos de negociación tienden a migrar a favor
del gobierno, y resulta cada vez más probable que el gobierno solicite —y las
empresas tengan que otorgar— una mayor participación en las ganancias2. (p.
14).
45

En el ámbito internacional, la manifestación más clara de esta migración en el


balance de poder ocurrió con el proceso que culminó con la fundación de la OPEP
en el año 1960. En el caso de los países individuales, posteriormente,
principalmente en la década de los setenta del siglo pasado, este proceso culminó
con una serie de procesos de nacionalización que pusieron las respectivas
industrias en manos de los correspondientes estados.

No obstante, aún así, las grandes empresas multinacionales han conservado dos
importantes fuentes de poder. Por una parte, el desarrollo de nueva tecnología, las
empresas multinacionales establecen sus centros de investigación en un solo sitio
dentro del territorio de sus países de origen, invierten en ellos fuertes sumas de
dinero, y manejan sus proyectos con extrema confidencialidad. Preservan así el
poder que se deriva de la mayor competitividad a la que dan origen los adelantos
tecnológicos allí producidos. Sin embargo, el elemento de mayor poder por parte
de las empresas es el ya mencionado de contar con una cadena de valor
agregado completa, desde la exploración hasta la fase de comercialización a nivel
de consumidor final en los grandes centros de consumo.

El principal elemento estratégico diferencial con los países productores o, para el


caso, con las empresas estatales de dichas naciones, es que estos no cuentan
con una cadena de valor agregado completa. Lo que comúnmente se ha conocido
como “los precios del petróleo”, no son más que el valor de transferencia de la
función de producción a la de transporte, o a lo sumo, de esta al de la entrada a
las refinerías de los grandes centros de consumo. Este punto de corte en medio
de la cadena de valor agregado aísla a los países productores del resto de la
cadena de valor agregado, las fases de manufactura (refinación), distribución y
venta en los grandes centros de consumo. Tradicionalmente, a lo más que han
llegado los países productores es a desarrollar sus proipias estratégias para
conterarrestar las de las empresas, pero siempre limitadas a preservar el ingreso
46

fiscal derivado de la producción. Como veremos en el desarrollo del capítulo V,


para salir al paso de este mecanismo, en diciembre de 1970 el gobierno de
Venezuela estableció unilateralmente los valores de referencia a los fines del
impuesto sobre la renta. Evidentemente, es de extremada importancia para un
país productor, desde el punto de vista estartégico, llegar a integrar su industria
verticalmente alcanzando el control de la totalidad de la cadena de valor agregado.

No es cuestión de quitarle importancia al esfuerzo de los países productores por


conseguir mayor control sobre los precios del crudo. No se trata de menospreciar
el éxito de organismos como la OPEP por haber conseguido una migración en el
balance de poder… en ese segmento de la cadena. Pero la verdadera fuente de
poder radica en el control de la cadena completa, porqué precisamente a través
del manejo de sus valores de transferencia internos, las empresas simplemente
pueden, entre otras cosas, transferir el aumento en su costo de producción al
consumidor final. Esa es la fuente de poder que no han perdido nunca las grandes
empresas petroleras. Es importante acotar que en la década de los ochenta del
siglo pasado, Venezuela comprendió este aspecto estratégico del negocio del
petróleo. En esos años, a través del proceso conocido como la
internacionalización, PDVSA adquirió refinerías, redes de distribución y puntos de
venta a consumidores finales en los Estados Unidos y en varios países europeos.
El país logró de este modo, completar su cadena de valor agregado, alcanzar una
total integración vertical. Al realizar esto en varios países, pudo también, mediante
un proceso de integración horizontal, reforzar el eslabón más débil de su cadena,
el que corresponde a esas actividades denominadas de “aguas abajo”.

2.5. PERSPECTIVAS ACTUALES Y FUTURAS:


A partir de mediados de los ochenta del siglo pasado el negocio petrolero ha
experimentado una transformación radical debido a una serie de factores, algunos
inéditos. Resaltan dentro de estos elementos, la reagrupación de las grandes
empresas petroleras tradicionales en consorcios aún mayores de una magnitud
47

nunca antes vista. Casos como las nuevas Exxon-Mobil, Conoco Philips y British
Petroleum (BP) luego de haber absorbido a otra serie de empresas de
considerable magnitud, son ejemplos representativos de esta tendencia. Es
importante también el involucramiento cada vez mayor en las operaciones
directas, de algunas de las empresas tradicionalmente contratistas de servicios en
el pasado, como es el caso de Schlumberger y Halliburton.

Por otra parte, han aparecido en el mercado una serie de nuevos actores.
Destacan principalmente un grupo sui generis de empresas rusas aparecidas a
partir del derrumbe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Por otra
parte, la necesidad de diluir los altos niveles de riesgo en la exploración y
desarrollo de áreas que requieren además altos niveles de inversión, ha
conducido a estas empresas a establecer alianzas estratégicas con los grandes
consorcios mencionados anteriormente. Entre el grupo de nuevos actores en el
mercado no puede dejar de mencionarse a la República Popular China con su
novedosa estrategia de otorgar préstamos a países productores a cambio de
compromisos de suministro a largo plazo en una especie de compras pre
pagadas. Mención especial entre los actores del negocio petrolero merecen las
empresas estatales, particularmente las de los países productores, que han
venido ejerciendo una influencia creciente en el mercado y en la estructura
general del negocio mismo.

Un factor verdaderamente novedoso es el referente al desarrollo tecnológico.


Durante los últimos años, tecnología convencional, como la perforación direccional
y la fractura de yacimientos, ha sido perfeccionada para mejorar los métodos de
producción. Su aplicación más importante tiene que ver con la posibilidad de
obtener producción de rocas de las cuales, hasta el momento, no se pensaba que
fuera posible hacerlo. El petróleo y el gas derivado de lutitas, rocas arcillosas de
muy baja permeabilidad, ha generado una serie de importantes expectativas
48

referentes a la posibilidad de volúmenes de producción provenientes de países no


tradicionalmente conocidos como productores importantes.

No obstante, el cambio quizás más importante, y tal vez más novedoso, tiene que
ver con la manera de conformar los precios de referencia del mercado. Dichos
precios de referencia habían sido históricamente establecidos de diversas
maneras, pero siempre en base a un análisis fundamental 11. En la etapa anterior,
los precios de referencia eran los divulgados por publicaciones especializadas,
como Plat’s Oilgram y Petroleum Intelligence Weekly, en base a los valores
transados en el mercado ocasional (spot market). Bajo estas condiciones, las
refinerías de los grandes mercados de consumo percibían que los precios se
habían hecho demasiado inestables, necesitaban un mercado más estable para
planificar con mayor grado de certidumbre sus operaciones. La solución para ese
problema pareció encontrarse en los contratos a futuro, cotizar en mercados de
valores de este tipo de contratos para ciertos crudos marcadores (benchmarks).
Con ello tuvo lugar el cambio más trascendental en la determinación de los precios
de referencia hasta la fecha. Los mismos pasan a ser establecidos en base a un
análisis técnico. Estos son mercados esencialmente especulativos, con lo cual los
precios de referencia, el valor de los contratos en un momento determinado,
pasaron a estar más relacionados con las expectativas del movimiento de dichos
precios que con los movimientos reales de las variables fundamentales. El

11
En el análisis para estimar el valor de una inversión en los mercados de valores o mercancía se
pueden utilizar básicamente dos métodos, el llamado análisis fundamental y el conocido como
análisis técnico. El primero se basa en tratar de estimar el valor intrínseco de la inversión. En el caso
de las acciones de una empresa, las características de la industria a la cual pertenece, sus
indicadores financieros, la seguridad de sus mercados así como su participación en los mismos… En
el caso de un crudo, su gravedad, las proporciones de los distintos productos que se obtienen cuando
se le somete al proceso de refinación, su tipo y contenido de impurezas, la disponibilidad de
inventarios en un momento determinado… El llamado análisis técnico se fundamenta en el estudio de
las estadísticas generadas por la actividad del mercado de esa inversión. De ese estudio se derivan
tendencias y patrones con los que se trata de deducir el comportamiento futuro de ese objeto de
inversión en particular.
49

resultado inmediato ha sido un incremento en los precios a niveles nunca antes


vistos y un considerable aumento en la volatilidad de los mismos. El remedio
terminó siendo peor que la enfermedad. Todo este tema será desarrollado en
mayor detalle en el capítulo V dentro de los diferentes aspectos que sirven de
marco de referencia a las diferentes etapas de la historia de la industria petrolera
en Venezuela.
50

3. MARCO TEÓRICO DE LA INDUSTRIA PETROLERA EN VENEZUELA:

3.1. UNA INDUSTRIA CON ANTECEDENTES REMOTOS:


La industria petrolera venezolana, desde sus orígenes hasta el presente constituye
un excelente ejemplo de una gran variedad de conflictos complejos de diversa
naturaleza. Por una parte, la importancia del petróleo para la economía del país,
asegura que los mencionados conflictos y sus desenlaces, negociados o no, sean
suficientemente relevantes para la sociedad del país. Por otra parte, tanto su larga
historia, como las características de las diferentes etapas de la misma, garantizan
que los conflictos en cuestión se hayan desarrollado en condiciones sociales,
políticas y económicas, claramente distintas. Incluso, aparece con toda claridad el
hecho de que, cambios sustanciales en la industria, implican un cambio
significativo en la estructura de la sociedad misma. Más aún, además de la natural
influencia que muchos eventos internacionales tuvieron en la industria petrolera
venezolana, algunos hecho de la historia de esta, ejercieron notable influencia en
el ámbito internacional. La importancia estartégica del crudo venezolano durante la
segunda guerra mundial, la profunda modificación del concepto de concesión que
trajo consigo la Ley de Hidrocarburos de 1943, y la participación del ministro Juan
Pablo Pérez Alfonzo en el proceso de formación de la OPEP, son algunos
ejemplos de ello.

Referente a su relevancia, el desarrollo económico de Venezuela ha estado


siempre, y hoy en día lo está más aún, subordinado al sector petrolero. La
industria del petróleo fue la causa de la migración de una sociedad rural y de bajo
nivel económico, a una sociedad económicamente prospera, con mayor desarrollo
industrial y con mayor solidez en sus instituciones. Aún hoy en día vemos que en
1999 las exportaciones petroleras representaban el 76 % de las exportaciones
totales. En 2005 esta proporción llegó al 86 % y en 2012 alcanzó un 96 %. Esto
representa el 95 % de las divisas generadas por el país. Al mismo tiempo,
tradicionalmente, el gobierno ha sido el que decide en que se van a utilizar los
fondos provenientes de la renta petrolera. Este es el proceso conocido como
rentismo. Esquema económico con profundas secuelas de corrupción y
51

clientelismo al fomentar la dependencia de los ciudadanos de las prebendas del


Estado, con la consiguiente disminución de su libertad individual.

En cuanto al marco de referencia histórico, el inicio de la historia petrolera


venezolana está sujeto a una serie de imprecisiones. Al igual que en otras partes
del mundo, se suele iniciar con una referencia a la utilización del petróleo para
diversos usos distintos a los actuales. En el caso de Venezuela es muy frecuente
ver la mención a su uso para el calafateo de embarcaciones por parte de los indios
y en la época de la colonia. Por interesantes que puedan ser estos detalles
anecdóticos, no tiene nada que ver con el tema que nos ocupa.

El descubrimiento del petróleo como material utilizable industrialmente se ubica


normalmente, a nivel mundial, en el año 1859, con el trabajo de Edwin “Coronel”
Drake en el estado de Pennsylvania en los Estados Unidos. En esa misma época,
en 1878, tiene lugar en Venezuela un esfuerzo, que no por modesto deja de ser
asombrosamente admirable y visionario, la creación de La Petrolia del Táchira.
Esta compañía inició la explotación en una parcela de cien hectáreas en la región
de La Alquitrana incluso dos años antes del descubrimiento de los importantes
yacimientos de Bakú en el Mar Caspio en 1880. La Petrolia del Táchira perforó
varios pozos cuya producción alimentaba una pequeña refinería con una
capacidad de procesamiento de 15 BPPD cuyo principal producto era, al igual que
en otras regiones del mundo para la época, el kerosén. Esta modesta pero
emblemática operación se mantuvo hasta el año 1934.

Es necesario hacer notar, sin embargo, que anteriormente al descubrimiento de


Drake en Pennsylvania la posibilidad de utilización del petróleo había llamado la
atención de varias personas en Venezuela. Martínez (1986) menciona una serie
de referencias en este sentido (cf. p. 23 - 69). El gran aporte de Drake fue, sin
embargo, el desarrollo de la tecnología para la explotación y refinación de ese
recurso y que fue tempranamente adoptada por La Petrolia del Táchira. Entre las
citas de Martínez (1986) llama la atención una información del Dr. José María
52

Vargas del 3 de octubre de 1839 donde incluso sugería, refiriéndose a los


depósitos de asfalto del país “que el Estado podría ‘arrendar’ la exploración de la
mina.” (p. 23). En este grupo de referencias abundan las relacionadas con el
otorgamiento de concesiones y las correspondientes operaciones para la
explotación primero de asfalto y luego de petróleo.

3.2. UNA HISTORIA EN PLENO DESARROLLO:


Se puede considerar que el pleno desarrollo de la historia de la industria petrolera
venezolana se inicia con un suceso que atrae la atención mundial sobre
Venezuela. El 23 de diciembre de 1922 ocurre el reventón del pozo Los Barrosos-
2 en el campo La Rosa, al sur de Cabimas. El pozo fluye fuera de control durante
nueve días y arroja a la atmósfera casi un millón de barriles de crudo. Desde ese
momento se inicia en el país el gran boom petrolero. Comienzan a ocurrir también
en Venezuela una serie de cambios políticos y sociales, que se desarrollan con
mayor intensidad, a la muerte del dictador Juan Vicente Gómez el 17 de diciembre
de 1935. Uno de sus más impactantes efectos es el inicio de la primera gran
huelga petrolera el 14 de diciembre de 1936. En 1943, tiene lugar un hito de gran
trascendencia tanto nacional como internacional, la aprobación de una nueva Ley
de Hidrocarburos, que transformó los acuerdos de concesión de un contrato de
arrendamiento, a uno de asociación entre las partes. Además, durante los
siguientes treinta años, a través de sucesivas modificaciones a la Ley del
Impuesto sobre la Renta, tal como preveía la Ley de Hidrocasrburos, Venezuela
fue incrementando su participación fiscal. La mencionada ley, tuvo, además, una
importancia trascendental a nivel internacional, pues constituyó el modelo para las
reivindicaciones que posteriormente comenzaron a exigir otros países petroleros.

A partir de ese momento Venezuela es objeto de grandes cambios sociales


impulsados por las corrientes de inmigración llegadas al país con ocasión del inicio
y el final de la segunda guerra mundial. En el campo político se suceden: un
gobierno de facto surgido de un golpe de estado contra el gobierno legítimamente
constituido, una dictadura militar de diez años y una república civil, un período de
53

alternancia democrática durante un lapso de cuarenta años. Durante ese período


tienen lugar en la industria una serie de ajustes en el control del negocio logrados
principalmente a través de modificaciones a la Ley del Impuesto sobre la Renta.
Igualmente, el Gobierno Nacional, además de aumentar su participación en las
ganancias de la industria a través de mecanismos fiscales, va incrementando su
intervención en las operaciones mismas de la industria.

Durante este período, ocurre un evento en el ámbito internacional que es, tal vez,
la manifestación más notoria del cambio en el balance de poder dentro del
mercado petrolero a nivel mundial. Se trata de la aparición de la OPEP, fundada
en Bagdad, Irak, entre el 10 y el 14 de septiembre de 1960. Este evento fue
precedido de una serie de acontecimientos provocados por el cambio de los
patrones de consumo al final de la segunda guerra mundial y las inversiones
asociadas a ellos, especialmente en el área de refinación. Todo ello afectó, a su
vez, los esquemas de precios y dio lugar a una serie de eventos en el ámbito
político internacional. El resultado final, fue la pérdida del control absoluto del
mercado internacional por parte de las grandes empresas petroleras
multinacionales conocidas como “las siete hermanas”. 12 Buena parte de este
control pasó, a través de la OPEP, a los países productores.

3.3. LA EMPRESA PETROLERA NACIONAL:


En 1976 ocurre otro hecho fundamental: la mayor participación directa en las
operaciones y la formación de cuadros de profesionales venezolanos condujo a la
estatización completa de la industria, el fenómeno conocido como la
nacionalización. Este proceso fue llevado a cabo mediante una compleja
negociación que permitió una transición sin mayores traumas. Los cuadros

12
El conjunto de empresas conocidas como las “siete hermanas” dentro del comercio petrolero
mundial eran: Standard Oil Company of New Jersey (más tarde convertida en la Exxon Company y
hoy en día parte del consorcio Exxon-Mobil), Royal Dutch Shell, British Petroleum, Gulf Oil Company,
Texaco, Standard Oil Company of New York (Socony, más tarde convertida en Mobil Oil Company y
hoy parte del consorcio Exxon-Mobil) y Standard Oil of California (Socal, hoy convertida en Chevron).
54

técnicos y gerenciales que se habían venido formando durante las últimas


décadas hicieron posible que las operaciones continuaran con toda normalidad,
sin ningún tipo de interrupción. Para ese momento, el 96,5 % de la nómina de las
empresas concesionarias, incluyendo sus juntas directivas, era personal
venezolano 13. En los años siguientes a la nacionalización se reactivaron
actividades como la exploración incorporándose importantes volúmenes de
reservas en áreas no tradicionales y se logró incrementar el potencial de
producción a pesar de la limitación que representaba estar sujeto a las cuotas de
producción asignadas dentro de la OPEP. Adicionalmente se cambió el patrón de
refinación a fin de obtener una mayor cantidad de productos de alto valor
comercial y se interconectaron las dos grandes refinerías del estado Falcón. Un
evento de trascendental importancia estratégica fue la adquisición de activos por
parte de PDVSA, mediante un proceso de integración vertical y horizontal, en
importantes redes de distribución en los grandes mercados consumidores.

3.4. NACIONALIZACIÓN, EL DILEMA DE UN NUEVO CONFLICTO:


La llamada nacionalización de la industria petrolera representó un cambio radical
dentro de la sociedad venezolana. Por una parte, el conflicto subyacente
fundamental, la diferencia de intereses entre las empresas concesionarias y el
gobierno, al desaparecer las primeras, deja de existir. Ahora tiene lugar un nuevo
conflicto debido al hecho de que el país no es ya un simple recaudador de
impuestos, es además el único accionista de la empresa o empresas operadoras.
El tradicional desacuerdo entre los intereses de los accionistas de las operadoras
y el ingreso fiscal de los gobiernos se transforma sustancialmente. El nuevo
conflicto da origen a una serie de visiones distintas con relación a una serie de
interrogantes: ¿Debe el Estado continuar con el rol exclusivo de recaudador de la
renta fiscal y tomar posesión de la totalidad del ingreso neto de la operadora?
¿Debe más bien como accionista maximizar el retorno permitiendo que la
operadora retenga su ganancia, luego del pago de impuestos y dividendos, a fin

13
Fuente: Petróleo y otros datos estadísticos (PODE) 1977
55

de agilizar las inversiones o enfrentar emergencias u oportunidades de mercado?


¿Cuál es la proporción adecuada entre ambos extremos? ¿Deben tener la
empresa o empresas operadoras un “mayor contenido social” y dedicarse ba otra
serie de actividades distintas a su misión esencial?

La respuesta positiva al último de estos interrogantes suele conducir al


quebrantamiento de un concepto económico fundamental, el principio de la
división del trabajo. Toda organización, pública o privada, sin fines de lucro o que
busque un retorno sobre la inversión de sus accionistas, es creada para satisfacer
una necesidad determinada de la sociedad. Esto es lo que se conoce como la
misión de esa organización. Toda la actividad de la organización debe, de manera
directa o indirecta, orientarse al logro de dicha misión. Cualquier actividad que no
esté orientada al logro de la misma, compromete recursos productivos que
deberían ser utilizados para ello, y constituye, por tanto, un grave daño para la
eficiencia de la organización. En el caso de la industria petrolera la gran tentación
de las compañías estatales es transformar una organización eficaz y eficiente
como productora y comercializadora en una empresa con “mayor contenido
social”. Se le asignan de este modo a las empresas operadoras otra serie de
funciones distintas a su razón de ser. Tareas que, por otra parte, deberían ser
llevadas a cabo por otras entidades del Estado cuya función específica, su misión,
es precisamente esa. Aparte de la duplicidad de funciones, la empresa operadora
petrolera incrementa sustancialmente su nómina de personal, mientras se
descuidan muchas de las tareas que le son propias. En muy corto plazo decae la
producción, se descuida el mantenimiento preventivo de las instalaciones y se
incrementa el número de accidentes industriales.

Al final de la década de los años noventa del siglo pasado, se inicia una nueva
etapa en la historia de la industria cuando cambia radicalmente el enfoque del
negocio. PDVSA se convierte en instrumento político del gobierno y, utilizando el
ya mencionado argumento de darle a la empresa un mayor contenido social, se
56

abandona el también mencionado principio de la división del trabajo. La casa


matriz petrolera pasa a tener más de diez filiales que se ocupan de actividades tan
variadas como el desarrollo urbano, la producción de alimentos unas, la
importación y distribución de los mismos otras, la colocación de inversiones, el
manejo de programas sociales y educativos,… La multiplicidad de nuevas
funciones ha llevado la nómina de menos de cincuenta mil trabajadores en 1999 a
145.439 empleados según el informe anual de la empresa para 2012.

Los detalles de los estos eventos mencionados, constituyen el hilo conductor de


los principales conflictos que han tenido lugar a lo largo de la historia petrolera de
Venezuela. El desarrollo de los mismos es lo que constituye la parte medular del
presente estudio se lleva a cabo en el Capítulo V de este trabajo.
CAPÍTULO II
MÉTODO

1. LAS ETAPAS DEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN:


Todo trabajo de investigación debe desarrollarse a través de varias etapas
conducentes a determinar, como último paso, el método a ser empleado para la
investigación misma. Estas etapas aseguran, por una parte, la apropiada definición
del problema así como la consistencia interna del trabajo y por otra, con las dos
anteriores como fundamento, la adecuada comprensión del problema tratado. Todo
ello permite, al final de los procesos descritos, seleccionar el instrumento o
instrumentos metodológicos más apropiados para concretar la comprensión cabal del
tema que ha sido el objetivo de la investigación.

Así, pues, lo primero que se requiere es definir la naturaleza del problema objeto de
estudio, es decir, llevar a cabo un proceso ontológico. De la apropiada definición
del problema objeto de la investigación, depende la comprensión de lo que cabe
esperar del trabajo en cuestión. Una vez definida la esencia del problema, el
siguiente paso es la definición de la postura epistemológica del investigador. Este
debe dejar claramente establecidas las premisas básicas de las cuales parte con
relación a interrogantes tales como ¿Qué puede conocer la mente humana? ¿Cómo
lo conoce? ¿Cuáles son los límites de ese conocimiento? De esta definición depende
la coherencia interna del trabajo,.pues la postura o paradigma epistemológico afecta
los postulados y condiciones sobre los que el investigador va a sustentar el
desarrollo de la investigación, así como el planteamiento y divulgación de sus
resultados.

Una vez definida la esencia del problema y la aproximación epistemológica al mismo


es necesario definir el tipo de comprensión interpretativa que cabe esperar del
trabajo de investigación. Es decir, se plantea un determinado enfoque
hermenéutico del cual depende la adecuada comprensión del fenómeno objeto del
estudio. ¿Se trata de entender las leyes deterministas que gobiernan un fenómeno
físico a fin de poderlo predecir, controlar o reproducir o se trata más bien de
interpretar el significado de un determinado fenómeno social para encontrarle
sentido?
58

Finalmente, las distintas aproximaciones hermenéuticas, dependiendo de la


naturaleza del problema y del paradigma epistemológico del investigador, llevarán a
este a la definición del método o métodos específicos que va a utilizar en el trabajo
de investigación. ¿Se trata de un proceso deductivo en base a ciertas hipótesis con
relación a un fenómeno físico? ¿Es más bien un proceso inductivo basado en la
observación repetitiva de un determinado evento físico o social? ¿Se trata de aplicar
métodos fenomenológicos o etnográficos o más bien de tratar de hacer emerger una
teoría sustentada (Glaser y Straus, 1967)? ¿Consiste en elaborar un estudio de caso
o multi caso con fines de investigación (Yin, 2003)? ¿No será más bien la
elaboración de la historia crítica de una determinada época y de un sector específico
para tratar de sacar conclusiones comunes de los eventos descritos?
59

2. EL PROCESO ONTOLÓGICO:
Consiste en seleccionar cuáles de las seis preguntas básicas de todo proceso de
investigación aplican al problema que se plantea el autor. Estas preguntas fueron
enumeradas al definir la pregunta de investigación en la “INTRODUCCIÓN” al
presente trabajo (p. 5). Para diferentes problemas, las preguntas relevantes dentro
de este grupo pueden ser distintas. Distinguir cuáles de esas preguntas son
relevantes, constituye, en cada caso, un primer paso de gran importancia en la
definición de la naturaleza del problema que se intenta estudiar. Los interrogantes
relevantes para la definición de la esencia del problema son los que conducen, como
hicimos en la introducción, a formular la pregunta de investigación. Esta última y
sus posibles preguntas secundarias (Creswell, 2007, p. 109) llevan, a su vez, a
definir el objetivo general y los objetivos específicos de la investigación. La definición
ontológica del problema es, pues, el requisito inicial indispensable para determinar lo
que cabe esperar de la investigación. Con ello se espera alcanzar un mayor grado de
comprensión acerca de los fenómenos que le sirven de título al presente estudio:
los conflictos complejos de la industria petrolera venezolana a través de su historia.
Se espera que la nueva comprensión alcanzada pueda, al menos en algunos casos,
ser generalizable y con ello aplicable a fenómenos similares o análogos.
60

3. LOS PARADIGMAS EPISTEMOLÓGICOS:


Una postura o paradigma epistemológico, es una teoría acerca de la posibilidad y la
forma que tiene la mente humana de conocer: Cada postura epistemológica posee
unas características que le son propias para explicar el fenómeno cognitivo. Al
enfocar un determinado trabajo de investigación, el autor debe dejar claramente
establecida cuál es su postura con relación a este tema. Más aún, la postura
epistemológica forma parte de la visión del mundo, de la sociedad y del hombre
mismo, que posee el investigador, por lo cual, cabe esperar que dicha postura se
mantenga constante a través de todos sus trabajos. Desde el punto de vista más
general, las posturas epistemológicas vigentes hoy en día en el campo de la
investigación de las ciencias sociales, son el realismo, el racionalismo, el empirismo
y el idealismo.

Es muy importante que cualquier trabajo de investigación este fundamentado en una


única postura epistemológica. La utilización de paradigmas distintos dentro del
mismo trabajo constituye una grave inconsistencia. Es absolutamente inconsistente,
por ejemplo, mantener una postura epistemológicamente realista en unos aspectos
del trabajo e idealista en otros. Por esta razón es indispensable verificar que dicha
coherencia se mantenga durante el desarrollo de cada una de las etapas del trabajo.

3.1. EL REALISMO EPISTEMOLÓGICO:


El presente trabajo se desarrolla en una postura fundamentada en el realismo
epistemológico cuyas premisas esenciales son las siguientes:
• La realidad externa a la mente del investigador tiene entidad propia, existe por
sí misma.
• La esencia de dicha realidad es en buena medida cognoscible. La mente
humana es capaz de aprehenderla, si bien no en su totalidad.
o En lo que se refiere a la mayor parte de los fenómenos del mundo físico, así
como las leyes deterministas que los gobiernan, esta captación es mucho
más factible. Sin embargo, muchas de estas leyes no son aún conocidas o
no lo son en su totalidad, por lo cual siguen siendo objeto de investigación.
61

o Los fenómenos sociales, aquellos que se ocupan de los sucesos


dependientes de la libre voluntariedad de los seres humanos, no son siempre
cognoscibles de manera directa. El comportamiento humano, sobre todo sus
intenciones, las razones de fondo que condicionan sus decisiones, son el
único fenómeno dentro del universo que no sigue las leyes deterministas del
mismo. En este campo no es posible establecer leyes absolutamente
generales. Estas leyes, si se pueden llamar así, tienen en todo caso un
carácter contingente. La investigación en las Ciencias sociales lo que busca
es la comprensión del significado de los fenómenos, es decir, entender su
sentido.

De acuerdo a la postura epistemológica realista, la mente humana, al percibir los


objetos de su entorno, lleva a cabo en primer lugar un proceso de abstracción.
Reconoce la esencia de las cosas y en base a ello formula conceptos que luego le
servirán para reconocer y clasificar a otros entes de naturaleza similar. La postura
realista se encuentra en la raíz misma del pensamiento lógico, puesto que el
mismo se fundamenta precisamente de manera exclusiva en la formulación de
conceptos y de las relaciones entre ellos. En el campo de las ciencias, un ejemplo
de clasificación de entes de naturaleza similar, basado en el reconocimiento de su
esencia, es la clasificación taxonómica de los seres vivientes en biología. La
clasificación taxonómica, se fundamenta en el reconocimiento de elementos de
naturaleza común cada vez más refinados, 14 que permiten llegar a reconocer la
naturaleza misma de los diferentes seres vivientes. Esa naturaleza es cognoscible
incluso entre individuos en apariencia totalmente distintos. Así, reconocemos la
naturaleza canina tanto en un perrito Chihuahua como en un enorme San
Bernardo.

14
Reino, philum, clase, orden, familia, genero y especie. Así, el ser humano pertenece al reino animal,
al philum cordados, a la clase de los mamíferos y al orden de los primates. Se ubica en el género de
los homínidos (homo) y todos pertenecemos a la especie sapiens. Lo que define a cualquier ser
viviente, vegetal o animal son, justamente, su género y su especie. Así, en el caso del hombre, se le
conoce como homo sapiens.
62

La postura realista admite, por otra parte, la formulación de hipótesis con relación
a aquellos aspectos de la realidad que no ha logrado dilucidar. El objeto de la
investigación, en los diferentes campos del conocimiento humano, es
precisamente la corroboración de estas hipótesis. Esto se lleva a cabo de manera
distinta dependiendo del tipo de fenómenos de los que se trate.
63

4. EL ENFOQUE HERMENÉUTICO:
Tal como acabamos de mencionar, la corroboración de hipótesis que permitan la
comprensión de diferentes fenómenos, depende del tipo de fenómeno del que se
trate. Los diferentes fenómenos del mundo natural, tanto físico como social, se
agrupan en las diferentes áreas del conocimiento humano. Así, pues, el siguiente
paso necesario, es precisar bajo cual disciplina del conocimiento humano se ubica
principalmente el problema que se desea abordar. Una vez definida la naturaleza del
problema objeto de la investigación y la postura epistemológica del investigador, es
necesario definir dentro de cuál disciplina científica se ubica la investigación. Esto es
importante, ya que con ello queda establecido con toda claridad el tipo de
comprensión que cabe esperar del fenómeno estudiado. Lo que fundamentalmente
se busca en cualquier ciencia es alcanzar la comprensión de los fenómenos objeto
del estudio.

Debido a ello, por su carácter fundamentalmente interpretativo, el proceso


hermenéutico, de acuerdo a la moderna concepción del término, está en la raíz de
toda metodología de investigación. La mente humana es fundamentalmente
hermenéutica. Su naturaleza misma la lleva a tratar de entender todo lo que sucede
a su alrededor. Al respecto, Martínez Miguélez (1996) expresa “En sentido amplio,
éste es el método que usa, consciente o inconscientemente, todo investigador y en
todo momento, ya que la mente humana es, por su propia naturaleza, interpretativa,
es decir, hermenéutica: trata de observar algo y buscarle significado.” (p. 4). Desde
los más variados estímulos de la vida ordinaria (un ruido, un embotellamiento de
tránsito,…), hasta los fenómenos físicos que afectan nuestra experiencia y, por
supuesto, los fenómenos sociales, terminamos desembocando en las seis preguntas
fundamentales que ya hemos mencionado: qué, quién, cómo, dónde, cuándo y por
qué. Desde la investigación científica hasta las investigaciones de tipo policial o
periodística estas preguntas se encuentran de manera natural, consciente o
subconscientemente, en la mente de todo ser humano ante lo incierto y lo
desconocido.
64

4.1. LA NOCIÓN DE “CIENCIA”:


La distinción del tipo de ciencia dentro del cual se ubica el fenómeno objeto de la
investigación, permite establecer claramente el tipo de resultados que cabe
esperar de dicho trabajo. Al llegar a este punto, consideramos pertinente hacer
una aclaratoria con respecto a la estipulación semántica de los términos que se
utilizan en este trabajo. Es muy frecuente oír hablar, por una parte, de las “ciencias
de la naturaleza” y por otra, de las ciencias “humanas”, “del espíritu” o expresiones
similares. Las primeras, son aquellas que tienen que ver con el mundo físico.
Ciencias que estudian los fenómenos sujetos a las leyes deterministas del
universo. Estas leyes no excluyen una distribución, también definida, de
probabilidades. Las segundas, estudian los fenómenos que se producen en el
complejo sistema que se origina debido a la interacción del obrar libremente
voluntario de los seres humanos. Acciones humanas impredecibles, que ocurren,
además, dentro del marco en el cual pueden tener lugar, igualmente, una serie de
eventos fortuitos. En nuestro caso, preferimos utilizar el término de “ciencias
físicas” para las primeras y “ciencias sociales” para las segundas. Después de
todo, estas últimas forman parte también del mundo natural. No son artificios
originados por la imaginación humana, son fenómenos que ocurren
espontáneamente en el mundo en el que vivimos, aunque los mismos no sigan las
leyes deterministas del universo material.

Aún hoy, sigue siendo válida la definición aristotélica de ciencia: “conocimiento


cierto por sus causas”. Ciertamente, en esencia, la ciencia no es más que eso, la
búsqueda de la certidumbre con relación a las causas que originan un
determinado fenómeno. A partir del siglo XVII, sin embargo, se comienzan a
diferenciar las ciencias tal como hoy las conocemos. Se reconoce desde entonces,
que son muy variados los fenómenos sobre los cuales cabe buscar la certeza con
relación a sus causas. Hoy en día cabe plantearse si la forma de buscar la verdad,
la certeza, en las diferentes ciencias es siempre la misma. En este sentido Bunge
(2006) plantea una serie de interrogantes:

La química ¿posee leyes propias o son todas ellas reductibles a la física? Lo


químico ¿constituye un nivel de realidad distinto a lo físico? […] La biología ¿se
65

distingue de las demás ciencias por sus técnicas peculiares o por la manera
misma de enfocar y entender los fenómenos vitales? Los biosistemas ¿no son
sino sistemas químicos heterogéneos, o tienen propiedades emergentes que la
química no estudia? […] ¿Qué es la mente: una sustancia sui generis o un
conjunto de funciones cerebrales? ¿Qué relación hay entre los sucesos mentales
y sus indicadores fisiológicos y conductuales? […] ¿Qué es una sociedad: un
conjunto de individuos, una totalidad opaca al análisis, o un sistema de personas
interactuantes? ¿Lo social se reduce a lo biológico, y por consiguiente la
sociología puede explicarse por la biología? […] ¿Cuáles son los rasgos
peculiares del objeto técnico a diferencia del natural? ¿En qué se diferencia el
conocimiento técnico respecto del científico? […] ¿En qué se distinguen las
teorías generales de sistemas de las teorías científicas especiales? ¿Bastan
estas teorías para entender o controlar sistemas reales? (p. 32).

Algunas de estas preguntas plantean otros interrogantes, que tienen que ver no
sólo con los fenómenos del mundo material, sino con los de otros ámbitos.
Algunos de estos interrogantes son, por otra parte, de larga data y tienen que ver
con el sentido mismo de la existencia humana. Lo único que ha sucedido
modernamente, es que los mismos se plantean con mucha mayor claridad.
Preguntas como la relación entre la mente y las funciones cerebrales, lleva a
pensar que el enfoque de muchos problemas dependerá de que se tenga una
visión puramente materialista o que se acepte la existencia de sustancias
espirituales. Cuestiones referentes a la naturaleza de la sociedad, conducen
igualmente a pensar en explicaciones de carácter uniforme para los fenómenos
sociales o basadas en un sistema particularmente complejo.

Por otra parte, la complejidad introducida en el concepto de ciencia, ha puesto


igualmente de manifiesto su carácter dinámico. Incluso en el mundo físico, muchas
teorías, incluso leyes, se han visto posteriormente modificadas de manera
sustancial. La inconmovible física newtoniana ha sido modificada radicalmente, a
partir de ciertos órdenes de magnitud, por la mecánica cuántica y la teoría de la
relatividad. En las ciencias de la Tierra, hasta mediados de los años sesenta del
siglo XX, la posibilidad de movimientos tectónicos de carácter principalmente
66

horizontal era vista como cuasi herética. Todos los movimientos de la corteza
terrestre se consideraban de tipo gravitacional. La teoría de las traslaciones
continentales postulada por Wegener en 1912, no pasaba de ser una curiosidad
basada en una serie de coincidencias fortuitas en la forma del contorno de las
costas de los distintos continentes. Sin embargo, trabajos como los de Tuzo
Wilson en la primera mitad de los años sesenta del siglo pasado, dieron origen a la
teoría conocida como “tectónica de placas”. Esta teoría, al postular la existencia de
fallas transcurrentes (de movimiento predominantemente horizontal) en la corteza
terrestre, dio al traste con las antiguas teorías. La tectónica de placas constituye
hoy en día la explicación más sólida para todos los fenómenos orogénicos que
ocurren en la corteza del planeta y de algunos fenómenos como la sismicidad y el
vulcanismo. De este modo, la investigación científica, es como una actividad sin fin
en su afán por generar nuevos conocimientos. Bunge (2001) establece la siguiente
distinción: “La ciencia (es) como un sistema de ideas establecidas
provisionalmente (conocimiento científico), y como una actividad productora de
nuevas ideas (investigación científica)” (p. 11).

A partir de un cierto momento, durante el proceso de diferenciación del


conocimiento humano en diversas disciplinas, la influencia del positivismo
comenzó a limitar drásticamente el concepto de ciencia. La ciencia y su
consiguiente metodología, fueron desde entonces circunscritas a una visión
absolutamente restrictiva, relacionada con las ciencias del mundo físico. Al hablar
de “el método científico”, queda aún hoy en día sobreentendido, que se está
haciendo referencia al estudio de estos fenómenos y la determinación de sus
respectivas leyes. Según esta visión, “el método científico” consiste en llegar a
conclusiones, fundamentalmente deductivas, que permitieran postular leyes
universales. En estas leyes “positivas”, las que rigen el mundo físico, la
comprensión de los fenómenos se manifiesta en el conocimiento de “cómo
funcionan”. Dicha comprensión consiste en determinar cuáles son las leyes
universales que rigen dichos fenómenos. Leyes, que una vez descifradas,
permiten llevar a cabo al menos una de dos acciones y en ciertos casos ambas.
Bien sea, reproducir voluntariamente los fenómenos de los que las mismas se
67

ocupan (repetitividad) o, conocidas las circunstancias prevalecientes en un


determinado tiempo y lugar, predecir la ocurrencia de dicho fenómeno como efecto
de esas circunstancias (predictibilidad). Así, Un ingeniero estructural, calcula las
más variadas obras civiles dentro de su campo replicando (repetitividad), en cada
una de ellas, las leyes de la mecánica racional. Un médico, conociendo las leyes
propias de su profesión, es capaz de diagnosticar (predictibilidad) los diferentes
problemas de salud de sus pacientes.

Sin embargo, tal como ilustra la cita de la página 32 de Bunge (2006), mencionada
más arriba, la variedad de interrogantes que se presentan a los ojos de los
investigadores es enorme. Ante esta realidad cabe preguntarse ¿Qué tipo de
certeza es posible alcanzar en cada uno de ellos? En el caso de las ciencias
sociales, los fenómenos estudiados dependen, por una parte, del carácter único e
irrepetible de cada persona humana, de sus experiencias individuales, tanto de la
etapa prenatal como —sobre todo— de la post natal. Experiencias absolutamente
irrepetibles, y en gran medida distintas, para cada persona y que son parte
importante de la estructuración de la personalidad de cada individuo. A eso hay
que añadir, por sutiles que sean, las diferencias entre los distintos elementos que
conforman el temperamento de las personas así como los múltiples factores
culturalmente generados. Por otra parte, al descifrarse recientemente el genoma
humano, se ha corroborado igualmente, que las probabilidades de coincidencia
absoluta entre dos personas son tales que hacen imposible su repetición.
Finalmente, cada una de las decisiones particulares que condicionan la acción
humana se lleva a cabo por las más variadas necesidades, motivaciones,
intereses e intenciones. La acción libremente voluntaria de la persona, hace que el
obrar humano sea el único fenómeno que no está sujeto a las leyes deterministas
del universo en el que vivimos.

Por otra parte, los fenómenos sociales, están sujetos a un alto grado de
complejidad, debida a la complicada trama de relaciones de causa a efecto
originadas por la intervención de la voluntariedad de las personas que participan
en esos eventos. Por tal motivo, incluso la acción individualmente voluntaria del
68

ser humano, no pueda ser considerada como un hecho aislado. La sociedad es un


sistema integrado, en el que todos sus elementos, tanto el obrar de cada una de
las personas, como los hechos fortuitos que en ella ocurren, configuran un todo
homogéneo. La interpretación de los hechos políticos de un determinado país
debe tomar en cuenta, por ejemplo, el diagnóstico de una grave enfermedad de su
primer mandatario en un momento determinado. Es indiscutible el efecto que
sobre el entamado social de Japón tuvo el tsunami ocurrido el 11 de marzo de
2011. La sociedad y los fenómenos que en ella ocurren, constituyen una unidad
que debe ser estudiada como tal, donde no tiene sentido estudiar cada una de sus
partes por separado. El verdadero sentido, la comprensión, de los fenómenos
sociales, solo se alcanza con la observación y el estudio del sistema como un
todo. Respecto a este tema Martínez Miguélez (1999) menciona que:

En un "sistema" se da un conjunto de unidades interrelacionadas de tal manera


que el comportamiento de cada parte depende del estado de todas las otras,
pues todas se encuentran en una estructura que las interconecta. (p. 3) […] Si la
significación y el valor de cada elemento de una estructura dinámica o sistema
está íntimamente relacionado con los demás, si todo es función de todo, y si cada
elemento es necesario para definir a los otros, no podrá ser visto ni entendido "en
sí", en forma aislada, sino a través de la posición y de la función o papel que
desempeña en esa estructura dinámica o sistema. (p. 4).

Así, pues, la investigación de los fenómenos sociales, no puede, en modo alguno,


orientarse ni a su repetitividad ni a su predictibilidad. El resultado que cabe
esperar de la investigación en las ciencias sociales es otro. Se trata de la
comprensión de los fenómenos para descifrar su significado. Significado que
puede ser el resultado de múltiples efectos sinergéticos y, en medida variable,
aplicable a fenómenos similares, hasta el punto en que tal cosa realmente exista.
De nuevo apunta Martínez Miguelez (1999):

Lo que se desea es descubrir la estructura compleja o sistema de relaciones que


conforman una realidad psíquica o social humana […] (para ello) habrá que partir
no de elementos aislados, ya que perderían su verdadero sentido, sino de la
realidad natural en que se da la estructura completa […] lo que da sentido y
significado a cada elemento o constituyente es la estructura en que se encuentra
69

y la función que desempeña en ella. […] Un error frecuente y grave consiste en


pretender llegar al conocimiento de estructuras estudiando elementos en
muestras aleatorizadas y sometiendo los "datos" a un tratamiento estadístico,
donde los elementos de un individuo quedan mezclados con los de todos los
demás en una especie de trituradora ciega. (p. 7). […] Lo sistémico no es aditivo,
como tampoco es conmutativo, asociativo o distributivo, ni sus elementos se
pueden medir previa o aisladamente del resto de todos los otros constituyentes.
(p. 7).

El mismo Martínez Miguélez (2006) agrega que

Hoy en día se ha vuelto muy corriente tender a analizarlo todo, analizar todas las
cosas para comprenderlas. Pero cuando una entidad es un sistema o constituye
una estructura, la división o separación puede también destruir su naturaleza y
llevarnos a no entender la nueva realidad “emergente” que la hace tal. Así, por
ejemplo, nunca podríamos conocer las propiedades del agua descomponiendo
sus moléculas en átomos de hidrógeno y oxígeno, ya que las propiedades de la
molécula de agua aparecen sólo al unirse dos átomos de hidrógeno con uno de
oxígeno. Lo mismo sucederá con cualquier otro sistema o estructura ya sea del
campo natural como del área social. (p. 259-260).

En otras palabras, por ejemplo, comprender un texto, no consiste en determinar


cuántas veces las diferentes letras del alfabeto aparecen en el mismo: cuántas “a”,
cuántas “b”, cuántas “c”,… Y pretender que hemos entendido el texto porque en él
la letra “e” aparece el doble de veces que la “m”.

En las ciencias sociales el investigador generalmente elabora una hipótesis, un


marco teórico a priori del significado de la realidad, que tratará luego de
comprobar de diversas maneras. El logro de este objetivo es mucho más elusivo,
mucho más difícil de concretar pues no tiene que ver con problemas sujetos a las
leyes deterministas del mundo físico. Su nivel de incertidumbre es más evidente y
la eliminación del subjetivismo, si es que llega a lograrse, es mucho más laboriosa.
En ocasiones será necesario definir métodos secundarios o complementarios para
70

analizar el problema de investigación de manera más exhaustiva. Sin embargo, la


existencia real de estos problemas, en esa parte de la naturaleza que es el mundo
social, no puede ser ignorada. Sería excluir la posibilidad de alcanzar el mayor
grado posible de comprensión del significado de estos fenómenos. Constituiría
una renuncia voluntaria a la comprensión del universo que nos rodea,

Por supuesto, muchas investigaciones, si bien se ubican en una disciplina


determinada, tienen que recurrir a conceptos de otras ramas del conocimiento
humano. Son investigaciones que requieren de un enfoque interdisciplinar. En
otros casos el problema objeto del estudio no es ubicable sólo en una disciplina
sino que esencialmente pertenece a más de una. La investigación es entonces,
además, multidisciplinar.

En el caso de las ciencias físicas se emplean las aproximaciones deductivas e


inductivas para comprobar las hipótesis. Las leyes derivadas deductivamente son
objeto de verificabilidad a través de la experimentación. Las inductivas, derivadas
de la observación repetitiva de los hechos, están sujetas al principio de
falsabilidad enunciado originalmente por Karl Popper.

Debido a todo lo expresado hasta ahora, en el caso de las ciencias sociales, es


absolutamente discutible llegar a calificar como una ley el resultado de la
comprensión de un determinado fenómeno. Utilizar el resultado de esta
comprensión para predecir otros eventos sociales es un proceso incierto. En todo
caso, si se admite el calificativo de leyes para estos resultados, es preciso
reconocer que las mismas tienen un carácter contingente, que las mismas pueden
ser indicativas, a lo sumo, de tendencias generales. Su carácter es
fundamentalmente inductivo pero, en este caso, la falsabilidad, de llegar a
producirse, se considera una excepción a una regla que, en términos generales,
se considera que sigue teniendo vigencia. Un ejemplo de ello es el fenómeno
conocido como la espiral del silencio estudiado por la politóloga alemana Elizabeth
71

Nöelle-Neuman (1916-2010). Esta teoría, establece que cuando las personas cuya
opinión se encuentra en contraposición con lo que piensa la mayoría dentro de un
determinado grupo tienden, por temor a la represión o el aislamiento, a inhibirse
de expresar sus propias opiniones. En muchos casos, sin embargo, hay individuos
que no siguen este patrón de conducta. No obstante, la teoría se sigue
considerando una ley general. Se acepta que lo que ha sido falsado es la situación
particular que la contradice, no la ley en sí. Otro ejemplo es la norma que
establece que la confianza entre las personas se incrementa a través del trato
continuado bajo condiciones de cooperación mutua. Es un hecho universalmente
aceptado, el aumento de la confianza que ocurre entre las personas, a medida en
que se relacionan en múltiples ocasiones, a través del tiempo, de manera
armoniosa. Este es un elemento importante en las relaciones interpersonales y en
particular, es parte indispensable en el análisis de los procesos de negociación.
Nadie puede garantizar, sin embargo, que alguien, en un momento dado, defraude
la confianza de los demás. En este caso, sin embargo, el criterio general se sigue
considerando válido y el hecho aislado como una desviación a esa “ley” social. Por
supuesto, si la predicción de otros fenómenos sociales a través de la comprensión
de un proceso análogo está sujeto a incertidumbre, la posibilidad de reproducir un
determinado fenómeno lo está aún en mucha mayor medida. Los fenómenos
sociales dependen de la interacción de las acciones humanas llevadas a cabo
libremente de manera individual por todos los miembros de un colectivo. Por otra
parte, además de la dinámica de las interacciones mencionadas, en ese entorno
social se pueden producir, como ya mencionamos, una serie de eventos fortuitos,
muchos de ellos impredecibles, que alteren radicalmente las circunstancias de
dicho “experimento”.

4.2. LA INTERPRETACIÓN HERMENÉUTICA:


Gadamer (1993) expresa que “la forma de conocer de las ciencias de la
naturaleza 15 no es sino una de las maneras de comprender” (p. 327). Pero el

15
Se refiere, de acuerdo a la estipulación que hemos establecido para este trabajo (p. 83), a las
ciencias físicas.
72

alcance más amplio de la noción de comprensión lo expresa el mismo Gadamer


de la siguiente manera:

En el caso de los fenómenos sociales la comprensión implica una verdadera


penetración en el sentido de los mismos. El significado oculto de las
complejísimas relaciones de causa a efecto originadas por la libre acción
independiente de los miembros de la sociedad que conforman un sistema
integrado con los hechos fortuitos que en ella ocurren. […] Esta (es una)
resistencia, que se afirma dentro de la ciencia moderna frente a la pretensión de
universalidad de la metodología científica. […] De este modo las ciencias del
espíritu vienen a confluir con formas de la experiencia que quedan fuera de la
ciencia con la experiencia de la filosofía, con la del arte con la de la misma
historia. Son formas de experiencia en las que se expresa una verdad que no
puede ser verificada con los medios de que dispone la metodología científica. (p.
16-17).

La interpretación hermenéutica no es, pues, un método de investigación, es la


forma natural de indagar que poseen los seres humanos y que, dependiendo del
problema objeto de dicha indagación, utilizará, ahora si, diferentes métodos.

4.2.1. Origen y evolución de la hermenéutica:


Es necesario aclarar, en primer lugar, que hoy en día, cuando hablamos de la
hermenéutica, nos estamos refiriendo a una noción mucho más amplia de la
que prevaleció durante siglos. Tradicionalmente, la noción de hermenéutica
estaba circunscrita a la interpretación de mensajes y textos. Sus orígenes se
remontan a la Grecia clásica y al vocablo se le atribuía un origen de tipo
mitológico. Según esta explicación, Hermes, dios de la comunicación y del
comercio, era el encargado de transmitir a los hombres los mensajes y las
órdenes de Zeus, su padre, de tal forma que fueran cabalmente comprendidos.
De allí, que en la Grecia clásica, todo aquel que se encargara de interpretar el
sentido de cualquier mensaje, tenía que ver con el mitológico oficio de Hermes
y se le conocía como hermeneuta. En el libro de los Hechos de los apóstoles
(capítulo 14, versículos 8 al 13), Pablo, durante su predicación por el Asia
73

Menor, llega junto con Bernabé a la ciudad de Listra, cerca de la actual Iconio,
capital de la provincia turca de Konya en la parte sur central de la península de
Anatolia, la porción asiática de Turquía. Allí, a raíz de haber curado a un cojo de
nacimiento, la población afirmaba que “habían llegado dioses en forma de
hombres y llamaban a Bernabé, Zeus y a Pablo, Hermes, porqué él era el que
hablaba”.

A lo largo de los siglos, el vocablo conservó su significado original para calificar


aquella actividad relacionada con desvelar el sentido de textos escritos. Ya
Aristóteles en el siglo IV a.C. en Órganon, su tratado sobre la lógica, en su
segunda parte, “Sobre la interpretación” (Peri Hermeneias), trata acerca de
cómo se relacionan el pensamiento y el lenguaje 16. En esta segunda parte, el
estagirita concluye que es la forma como se estructuran los juicios como
agrupaciones de palabras, y no éstas tomadas por sí solas, lo que configura la
verdad o el error de una determinada proposición. Algo similar al ejemplo de la
interpretación de un texto contando las veces en que las letras son repetidas
durante el mismo (p. 70).

Un caso especial de la hermenéutica es la llamada exégesis bíblica, que tiene


que ver con la interpretación del sentido de los textos de la Sagrada Escritura.
Sus orígenes, como actividad explícita, se remontan a los primeros siglos del
desarrollo de la teología cristiana. Esta actividad cobró mayor importancia a
partir del siglo XVI, con la reforma protestante y la contra reforma católica,
cuando quedaría establecida como una disciplina autónoma.

16
El Órganon consta de seis partes. La primera, “Sobre las categorías” (Categoriae) se ocupa de la predicación,
es decir, de las formas en las que un predicado puede ser atribuido a un sujeto. La segunda es la Peri Hermeneias
mencionada arriba. Las cuatro adicionales son: Los “Primeros analíticos” (Analytica priora) que tratan acerca del
silogismo, los “Segundos analíticos” (Analytica posteriora) que se ocupan de la demostración, los “Tópicos”
(Topica) que desarrollan el tema de la dialéctica como arte del discurso y, finalmente la “Refutación de los
sofistas” (De Sophisticis Elenchis) donde trata de las falacias y paralogismos.
74

El movimiento intelectual humanista del Renacimiento, por otra parte, hace que
la hermenéutica se aplique a la interpretación de los textos clásicos, latinos y
griegos, extendiéndola posteriormente al ámbito de la jurisprudencia. A partir de
entonces, una serie de filósofos del período moderno, amplían el alcance del
término. Friedrich Schliermacher (1768-1834), establece que la hermenéutica
no es sólo comprender un texto, sino también a su autor. Wilhelm Dilthey (1833-
1911), postula por primera vez el carácter científico de las “ciencias del espíritu”
en contraposición a las “ciencias de la naturaleza”. Afirma este autor, que en las
primeras, se conjugan las experiencias y la reflexión de la persona, no sólo la
exposición a los textos, sino cualquier manifestación de tipo espiritual. De este
modo, las manifestaciones artísticas, los gestos de las personas, son para
Dilthey manifestaciones sujetas a la interpretación hermenéutica. Heidegger
(1889-1976), consideró la comprensión, la hermenéutica, no como un simple
instrumento con el que contaba el hombre para interactuar con la realidad, sino
una dimensión intrínseca de la naturaleza humana, de su propia existencia, del
Dasein. Otra contribución importante es la de Paul Ricoeur (1913-2005), este
autor, en base a su profundo conocimiento y estudio de la fenomenología de
Husserl, postula que cualquier fenómeno social puede ser objeto de
interpretación hermenéutica. Postula Ricoeur que la realidad es un conjunto
heredado de textos, relatos, mitos, narraciones, saberes, creencias,
monumentos e instituciones, que fundamentan nuestro conocimiento de lo que
es el mundo y el hombre. Esta idea, se constituye en un importante paso hacia
la consolidación de la visión moderna del concepto de hermenéutica.

4.2.2. Gadamer, la “fusión de horizontes” y el “círculo hermenéutico”:


Sin embargo, el gran sintetizador de las nuevas ideas con relación a la noción
de hermenéutica, es Hans Georg Gadamer (1900-2002). Para este autor, el
mundo se aparece al ser humano como un texto que puede, como tal, ser
interpretado. Pero este “texto” incluye para Gadamer, además de escritos
reales, una serie de manifestaciones culturales. Manifestaciones que
incorporan, de manera importante, las expresiones artísticas propias de esa
75

cultura. Así mismo, sus instituciones sociales junto con todas sus creencias y
mitos y todo tipo de saberes, narraciones y relatos. El argumento de Gadamer,
es que muchas de estas manifestaciones, le llegan al intérprete en forma de
texto, pero su comprensión va más allá de la simple comprensión lectora o del
simple análisis de dicho texto.

Un aspecto fundamental de la obra de Gadamer, es que reivindica el valor del


prejuicio entendido como un juicio previo, como un pre-juicio. Este autor, critica
de manera contundente al movimiento de “la ilustración”, que en la más pura
tradición racionalista, consideraba el prejuicio como algo negativo y dañino para
el ejercicio de la razón. Califica, a su vez, la actitud de “la ilustración” como un
prejuicio, en sentido negativo, que no acepta algo por el simple hecho de ser un
juicio previo con respecto a algo. En este sentido, Gadamer sostiene que las
personas formamos parte de una cultura y estamos insertos en la historia de
nuestra época. Ambos elementos, cultura e historia, moldean nuestra
conciencia y prefiguran nuestras ideas con relación a ciertos hechos.

El hombre tiene siempre una explicación inicial de los fenómenos que observa.
Esa es, para Gadamer, la base de la formulación de las hipótesis. Lo
importante, sin embargo, es entender que esas hipótesis pueden ser
modificadas por la evidencia posterior. Siempre que nos acercamos a un texto,
lo hacemos con alguna idea con relación al sentido de lo que allí se dice. El pre-
juicio, para Gadamer, no sólo es algo inevitable, sino útil como fundamento y
paso inicial de la interpretación hermenéutica. A medida que profundizamos la
lectura, este proyecto va variando y se va reformulando, según la lectura nos
vaya confirmando o alterando nuestra pre-comprensión. Este proceso de
aproximación da lugar a lo que este autor denomina “la fusión de horizontes”,
la comprensión, a partir de nuestra perspectiva, de una realidad ajena a
nosotros. Evidentemente, el prejuicio, visto de esta manera, va ligado
íntimamente a la tradición. “La ilustración”, por tanto, al impugnar el valor de la
tradición, así como cualquier tipo de autoridad, tenía que rechazar
76

forzosamente el prejuicio. En este sentido el mismo Gadamer (1993) afirma


que:

Comprender e interpretar textos no es sólo una instancia científica, sino que


pertenece con toda evidencia a la experiencia humana del mundo. En su
origen el problema hermenéutico no es en modo alguno un problema
metódico. No se interesa por un método de la comprensión que permita
someter los textos, igual que cualquier otro objeto de la experiencia, al
conocimiento científico. Ni siquiera se ocupa básicamente de constituir un
conocimiento seguro y acorde con el ideal metódico de la ciencia. Y sin
embargo trata de ciencia, y trata también de verdad. Cuando se comprende la
tradición no sólo se comprenden textos, sino que se adquieren perspectivas y
se conocen verdades. (p. 16)

Este proceso interpretativo, se desarrolla, además, de manera cíclica, es un


proceso de múltiples aproximaciones. La visión inicial del intérprete, modificada
por la realidad interpretada en la “fusión de horizontes”, da origen en él a una
nueva perspectiva. Esta es, a su vez, cotejada nuevamente con la realidad
objeto de estudio, produciéndose así un proceso dialogal, dialéctico, en el
sentido socrático de la expresión. Se puede hablar, de este modo, de un
proceso hermenéutico-dialéctico. Para describirlo, Gadamer recurre a un
concepto definido por los autores anteriores a él, principalmente Heidegger. Se
trata de la noción del “círculo hermenéutico”. Con relación a este concepto, el
mismo Gadamer advierte que, como este proceso puede prolongarse al infinito,
nunca podemos afirmar que hemos dado la interpretación última y definitiva a
un determinado fenómeno. Sin embargo, es innegable que nuestra
comprensión de los hechos estudiados, se ha incrementado en cada “giro” del
círculo. Evidentemente, como más cercanos en el tiempo y el espacio estén el
sujeto y el objeto, más sencillo será el diálogo hermenéutico, la fusión de
horizontes. Los prejuicios del sujeto estarán muy cercanos a la realidad del
objeto.
77

La visión de Gadamer en su obra fundamental, Verdad y método, trata de


describir lo que normalmente hacemos los seres humanos cuando
interpretamos cosas. Incluso cuando no nos darnos cuenta de ello. Esta idea es
perfectamente concordante con el proceso cognitivo, tal como lo describe el
realismo epistemológico. Un proceso mediante el cual, la mente capta y
conceptualiza la realidad exterior, genera hipótesis con relación a su naturaleza
y las corrobora con nuevas observaciones de dicha realidad.
78

5. SELECCIÓN DEL MÉTODO:

5.1. EL PAPEL COMPLEMENTARIO DEL MÉTODO:


El papel del método seleccionado para una investigación determinada, es un tema
sobre el cual suelen generarse frecuentes confusiones. El método, después de
todo, no es más que una herramienta para resolver un problema del mundo real,
físico o social, bajo un determinado paradigma epistemológico. Como toda
herramienta, debe adaptarse a los requerimientos del problema que se desea
resolver y que ha sido apropiadamente definido por la pregunta de investigación.
Debe ser, por otra parte, lo más flexible que sea posible, un vicio frecuente en los
trabajos de investigación, es darle a la parte metodológica un grado de rigidez
totalmente inadecuado al papel instrumental que debe jugar. En muchos casos,
esto sucede debido a que los investigadores suelen anclarse en el uso de
métodos conocidos y generalmente más sencillos y que los hacen sentir, por
tanto, más confortables. Con ello se evita el trabajo de plantearse el uso de
métodos distintos o complementarios más adecuados. En este sentido, Bunge
(2006) afirma que:

Un método es un procedimiento regular, explícito y repetible para lograr algo, sea


material, sea conceptual. (p. 34). […] Sin embargo, la idea de que existe tal
método, y de que su aplicación no requiere talento ni una larga preparación
previa, es tan atractiva que todavía hay quienes creen en su eficacia […] (eso es
lo que este autor denomina) metodolatría. (p. 35). […] En particular, nadie ha
hallado, ni acaso pueda hallar, métodos (o conjuntos de reglas) para inventar
cosas o ideas. La creación original, a diferencia de las tareas rutinarias no parece
ser reglamentable. […] Y, recíprocamente, el trabajo reglado, o a reglamento, no
se distingue por su creatividad. Quienes creen lo contrario, o sea que hay
métodos para todo, y que para hacer cualquier cosa es necesario y suficiente
aprenderse los métodos correspondientes, son metodólatras a quienes no se
debe ninguna contribución original obtenida usando los métodos que preconizan
(p. 48).

Esta visión rígida, se observa frecuentemente en aquellas situaciones en las que


se establece no sólo una distinción, sino una especie de incompatibilidad, entre los
llamados “métodos cuantitativos” y los denominados “métodos cualitativos”. Estas
79

denominaciones, fundamentalmente describen las técnicas particulares que se


utilizan para recolectar y analizar información. En cada investigación particular,
puede que se considere adecuado utilizar una técnica cualitativa para definir
ciertos aspectos del problema y otra de tipo cuantitativo para determinadas
necesidades particulares. La utilización de estas técnicas, dependerá de lo que se
considere más adecuado con relación a la ciencia en la que se ubique el objeto de
la investigación.

Los llamados métodos cuantitativos han sido tradicionalmente asociados a la


investigación en las ciencias físicas. Aunque tal vez no en todas. Un ejemplo de
ello es lo que sugiere Bunge (2006, p. 32) en la ya citada referencia: “La biología
¿se distingue de las demás ciencias por sus técnicas peculiares o por la manera
misma de enfocar y entender los fenómenos vitales?”. En el caso de las ciencias
sociales, la posibilidad de aplicar este tipo de técnicas, se ha movido entre dos
extremos. Por una parte se consideraba como la única forma aceptable de abordar
los problemas por estar en concordancia con la idea tradicional del “método
científico”. Con ello se desconoce su carácter sistémico al centrarse en el estudio
aislado de elementos individuales. En el otro extremo, se ubicaban quienes
proscribían radicalmente la utilización de métodos cuantitativos en el estudio de
los problemas sociales. El argumento en el que se sustenta esta postura, es que lo
que se busca es la comprensión de los fenómenos y no su cuantificación. Con ello
se desconoce que la comprensión cabal de ciertos fenómenos, particularmente
cuando están circunscritos en el ámbito espacio-temporal, implica el conocimiento
de las tendencias con las que se presenta dicho fenómeno. En este sentido,
Martínez Miguélez (1999) indica que “De aquí, que lo cualitativo (que es el todo
integrado) no se opone a lo cuantitativo (que es sólo un aspecto) –confusión
bastante generalizada–, sino que lo implica e integra, especialmente donde sea
importante.” (p. 3).

En algunos fenómenos sociales, se llevan a cabo predicciones de dicho


fenómeno, basadas en la frecuencia estadística de muestras de opinión de grupos
de personas acerca del fenómeno en cuestión. Este es el caso, por ejemplo, de
80

los estudios de mercado o las encuestas electorales. La predictibilidad de estos


métodos se fundamenta en la correlación existente entre una muestra y el
universo al cual la misma pertenece una vez tomados en cuenta los errores
previsibles estadísticamente. No obstante, en la aplicación de estos métodos, es
necesario tener en cuenta que los mismos no tienen un carácter infalible. La
experiencia demuestra que las cosas no siempre suceden de esa manera.

Es necesario, igualmente, tener en cuenta que los métodos cuantitativos implican


la aplicación de las matemáticas como herramienta para la investigación. La
utilización de cualquier sistema lógico, como las matemáticas o la lógica formal,
pueden ser una herramienta sumamente valiosa en la investigación. Las mismas,
sin embargo, no garantizan, por sí solas, alcanzar la verdad. En muchos casos
estas herramientas pueden ser una condición necesaria para llegar a la certeza de
ciertas afirmaciones, sin embargo, nunca llegan a tener el carácter de una
condición suficiente.

Bunge (2001), establece una clara distinción entre unas ciencias ideales, que
tienen su origen en la razón humana, y las ciencias basadas en el estudio de los
hechos de la realidad física externa. Entre las primeras, él ubica a las matemáticas
y la lógica formal. Las segundas corresponden a las que se ocupan de los
fenómenos del mundo natural, físico o social. En este sentido, este autor habla de

Una primera gran división de las ciencias, en formales (o ideales) y fácticas (o


materiales) […] los enunciados formales consisten en relaciones entre signos, los
enunciados de las ciencias fácticas se refieren, en su mayoría, a entes
extracientíficos: a sucesos y procesos. […] Las ciencias formales se contentan
con la lógica para demostrar rigurosamente sus teoremas. (p. 14-15). […] En
matemática la verdad consiste, por esto, en la coherencia del enunciado con un
sistema de ideas admitido previamente, la verdad matemática no es absoluta,
sino relativa a ese sistema […] Las teorías matemáticas abstractas […] pueden
desarrollarse sin poner atención al problema de la verdad. (p. 16) […] En las
ciencias fácticas, la situación es enteramente diferente. En primer lugar ellas no
emplean símbolos vacíos (variables lógicas) […] que no son verdaderas ni falsas.
81

En segundo lugar, la racionalidad —esto es, la coherencia con un sistema de


ideas aceptado previamente— es necesaria pero no suficiente […] exigimos a los
enunciados de las ciencias fácticas que sean verificados en la experiencia […] y
aún así hasta nueva orden. (p. 17).

Sobre el mismo tema abunda Martínez Miguélez (1999) cuando afirma que

La matemática, en cuanto ciencia formal, tiene la misión de desarrollar y construir


[…] estructuras lógico-formales (que) sirvan para representar las realidades de
nuestro universo. […] Por otra parte […] la realidad ya tiene determinadas
estructuras. Por esto, no sabemos con seguridad cuáles de las estructuras
captadas por la mente son las que corresponden a la realidad en sí y cuáles son
debidas a nuestro pensamiento lógico-formal en su intento de configurar,
estructurar e informar esa realidad. (p. 4) […] La ilusión de Descartes por
conseguir una ciencia universal ha animado a muchos pensadores y su sueño de
unas matemáticas universales no ha llegado aún al ocaso, a pesar de la crítica
profunda que señala la incapacidad de reducir lo cualitativo y lo sistémico a lo
puramente cuantitativo. Sin embargo, sabemos que los métodos cuantitativos
dan excelentes resultados y son muy eficientes cuando son aplicados con plena
sintonía y adecuación con la naturaleza de su objeto de estudio o investigación.
(p. 6).

La validez universal de las aproximaciones matemáticas, es aún hoy en día uno de


los grandes prejuicios de la investigación científica, que afecta también a las
ciencias físicas, pero sobre todo, a las ciencias sociales. Este es el caso, por
ejemplo, de Bunge, a quien hemos citado en varias ocasiones. Este autor, junto
con sus lúcidos y valiosos aportes en el campo epistemológico, manifiesta aún un
marcado prejuicio negativo con relación a los métodos de las ciencias sociales.
Por otra parte, se muestra radicalmente favorable a la aplicación en ellas de las
aproximaciones de tipo matemático. Una muestra de lo primero la encontramos en
Bunge (2006) cuando menciona que

Quien se acerca a las ciencias sociales desde las ciencias naturales se siente
inicialmente repelido por la oscuridad de la jerga […] (sin embargo) también es
cierto que se ha lanzado finalmente por el buen camino. Por ‘buen camino’
82

entiendo el camino de la ciencia (p. 145) […] Cuando el científico acostumbrado a


una metodología rigurosa piensa en estos problemas […] La actitud constructiva
es […] (promover) la transferencia de metodologías de las ciencias maduras a las
inmaduras, en este caso las sociales. (p. 146).

El prejuicio matematicista de Bunge (2006), cuando habla de las ciencias sociales,


se manifiesta cuando afirma que la aplicación de las matemáticas en estas
ciencias “Incrementa la exactitud y por tanto la claridad de las ideas […] posee un
poder deductivo ajeno a una doctrina verbal: en esta las inferencias son laboriosas
[…] se facilita la derivación de conclusiones exactas” (p. 159). Lo primero que
pone de manifiesto la cita anterior, es tal vez el mayor de los prejuicios del
matematicismo: la infalibilidad en los resultados que se deriva del uso de
herramientas matemáticas en cualquier tipo de investigación. La consecuencia
inmediata de este prejuicio es caer en la ilusión de veracidad que produce la
precisión. Cuando se nos indica el área de un terreno en metros cuadrados
llevados hasta la tercera cifra decimal, nos sentimos impresionados por su solidez
incuestionable. No obstante, puede que en los datos que haya recibido el
calculista alguien haya omitido mostrar un cero a la derecha de uno de los
factores, introduciendo así un error de un orden de magnitud. El área del terreno
en cuestión será en realidad diez veces mayor… aún cuando haya sido calculada
con la ilusoria precisión de tres decimales. Pero, aparte de la posibilidad de error,
como ocurre en el ejemplo citado, está el hecho de que la cantidad de decimales
en ciertas medidas, llega a dejar de ser significativa. ¿A quién le importa que un
terreno de diez mil metros cuadrados tenga dos centésimas de milímetro cuadrado
de más o de menos?

Por otra parte, la referencia de Bunge citada, manifiesta otro gran prejuicio
derivado de la aplicación irrestricta de las herramientas matemáticas: la forma
como se simplifican, al menos en apariencia, los problemas mediante el uso de
estas herramientas. No hay nada más atractivo para el intelecto humano que la
simplicidad. Debido a ello existe la tendencia a tratar de imponerla aún donde no
la hay. Es el caso análogo al del hombre que perdió una moneda en la mitad de la
83

cuadra pero la busca junto al poste de la esquina “porque aquí es donde hay luz”.
Las dos posturas mencionadas, la ilusión de veracidad que se deriva de la
precisión y la simplicidad en el análisis, son una manifestación más del afán del
ser humano por eliminar ese elemento omnipresente en el medio que lo rodea y
aún en su propia existencia: la incertidumbre.

Con relación a la aplicación de los métodos matemáticos, Martínez Miguélez


(1999) tiende a poner las cosas en su justa medida cuando afirma que

Aquí nace lo que pudiéramos considerar un criterio sobre el nivel de adecuación


y propiedad para el uso de las técnicas cuantitativas, en general, y, de los
modelos matemáticos, más en particular. Hay realidades, cuya naturaleza se
reduce básica y esencialmente a la extensión (magnitud, cantidad, espacio),
como es, por ejemplo, el estudio de la realidad objeto de la geometría, […] la
aritmética, del manejo y cálculos numéricos del dinero, […] ahí, la magnitud de
una cantidad lo dice todo, En estos casos, pudiéramos juzgar que los modelos
cuantitativos tienen un nivel de adecuación casi perfecto con el objeto. (p. 6). […]
La matemática trabaja bien con objetos constituidos por elementos homogéneos
y pierde su capacidad de aplicación en la medida en que éstos son de naturaleza
heterogénea, donde entra en acción lo cualitativo. (p. 7). […] (La) matemática
funciona de acuerdo a reglas convencionales preestablecidas e inflexibles, y si
no, no sería tal. Estas reglas siguen, básicamente, las leyes aditiva, conmutativa,
asociativa y distributiva aplicadas a los elementos con que trabaja la matemática.
Ahora bien, los "elementos" que constituyen las estructuras dinámicas o sistemas
no se le pueden aplicar estas leyes sin desnaturalizarlos, pues, en realidad, no
son "elementos homogéneos", ni agregados, ni "partes", sino constituyentes de
una entidad superior. Ya en la misma estructura del átomo, por ejemplo, el
álgebra cuántica no permite aplicar la ley conmutativa de factores, es decir, que
no es lo mismo a*b que b*a (como no es lo mismo una parcela de terreno de 10
m. de frente por 20 de fondo y una de 20 m. de frente y 10 de fondo (p. 10).

La cita de Martínez Miguélez deja claro que en los fenómenos que ocurren en los
sistemas complejos, “el orden de los factores SI altera el producto”. Esta cita de
Martínez Miguelez, trae también a colación el tema de los modelos matemáticos.
84

Los mismos tienen una amplia utilización en la simulación de fenómenos físicos.


Se pueden mencionar, por ejemplo, simulaciones como el cálculo de las
trayectorias balísticas tomando en cuenta la velocidad de los vientos y el efecto
Coriolis inducido por la rotación de la Tierra. Igualmente el flujo de fluidos en un
medio poroso, donde son importantes, tanto la viscosidad del fluido como la
permeabilidad del medio. En todos estos casos los modelos matemáticos son de
gran utilidad para determinar cuáles son las variables físicas que, en términos
generales, afectan a estos fenómenos y para determinar su importancia relativa en
distintas direcciones. Esto representa una valiosa guía acerca de las condiciones
generales de ese sistema físico. No obstante, la experiencia ha confirmado lo que,
por otra parte indica el sentido común, los modelos no pueden ser utilizados con
fines predictivos en casos particulares. En el caso del flujo de un fluido en un
medio poroso las anisotropías de dicho cuerpo poroso pueden introducir
variaciones puntuales notables en al comportamiento “promedio” que indica el
modelo.

Los modelos matemáticos son también sumamente populares incluso en algunas


ciencias sociales. De nuevo, Martínez Miguélez (1999) menciona que

Igual apreciación se podría hacer de otras realidades mucho más complejas,


objeto de estudio de otras disciplinas como las ciencias de la vida y las ciencias
humanas, cuando el área específica de interés estudiada se puede desligar o
descontextualizar del resto sin desnaturalizarlas. Así sucede cuando queremos
conocer, por ejemplo, la intención del voto de una población, y no nos interesa
nada más de esas personas, fuera, quizá, de una discriminación por sexo, edad,
nivel socioeconómico, etc. Y una situación similar tendríamos en muchos otros
estudios realizados a través de las técnicas estadísticas.

Otro ejemplo de la utilización de los modelos matemáticos en las ciencias sociales


son los modelos econométricos. De nuevo, al igual que en los fenómenos del
mundo físico, estos modelos pueden ser indicativos de las condiciones generales
de un sistema económico. No obstante, no pueden tampoco utilizarse como
herramientas “predictivas” de lo que pueda suceder en la sociedad bajo unas
85

circunstancias determinadas. En este sentido, von Mises (1966) es sumamente


tajante cuando afirma que

Si el antagonismo entre los economistas lógicos y matemáticos fuese


simplemente concerniente al procedimiento más adecuado a ser aplicado para el
estudio de la economía, sería superfluo prestarle atención. El mejor método
comprobaría su preeminencia brindando los mejores resultados. También pudiera
ser que diversas variaciones de procedimiento fueran necesarias para la solución
de problemas distintos y que para algunos de ellos un método fuera mejor que
otro. […] Sin embargo, no se trata de una disputa acerca de una cuestión
heurística, sino de una controversia acerca del fundamento mismo de la
economía. (p. 350) […] El error fundamental implícito en este razonamiento (el de
las ideas y los procedimientos de los economistas matemáticos) […] (es que) la
experiencia de la historia económica es siempre experiencia sobre fenómenos
complejos. Nunca podrá conducir a conocimientos del tipo que un investigador
extrae de un experimento de laboratorio2. (p. 351).

Todo lo expuesto hasta el momento con relación al papel complementario de la


metodología en la investigación, tiene que ver con el esquema de pensamiento
que utiliza en un momento dado el intelecto humano. En la ya citada referencia de
Bunge (2001) se mencionaba que “las ciencias formales se contentan con la lógica
para demostrar rigurosamente sus teoremas.” (p. 14-15). De mismo modo,
Martínez Miguélez (1999), en referencia también citada anteriormente, dice que es
necesario construir “estructuras lógico-formales (que) sirvan para representar las
realidades de nuestro universo.” (p. 4). El pensamiento lógico, si bien verifica la
validez de una hipótesis determinada, no es capaz, sin embargo, de generar
nuevo conocimiento. Para ello se requiere una estructura de pensamiento
analógico. La verificación es fundamentalmente un proceso de pensamiento lógico
que permite confrontar la concordancia entre las hipótesis y los hechos reales. Sin
embargo, la formulación de dichas hipótesis, la posible generación de nuevo
conocimiento, es un proceso heurístico, de invención de nuevas maneras de ver
las cosas. Para ello es necesaria la utilización del pensamiento analógico,
consistente en identificar elementos comunes en objetos de naturaleza a veces
totalmente distinta. El pensamiento analógico se puede ilustrar con el uso que del
86

mismo hacen muy frecuentemente los poetas. Así, por ejemplo, Andrés Bello en
su Silva a la agricultura de la zona tórrida compara la planta del banano con el
padre de familia que “se dobla al peso de su dulce carga”. El pensamiento
analógico, es lo que nos hace llamar “virus” a los circuitos maliciosos que afectan
a las computadoras de manera análoga al efecto que producen ciertos
microorganismos a nivel celular en los seres vivientes. Con relación a esta última
idea, Martínez Miguélez (2006), citando él mismo a Bunge 17 afirma que

No hay elaboración de datos estadísticos que produzca por sí misma nuevas


hipótesis, por no hablar de leyes; que, en general, no hay esfuerzo técnico,
empírico o matemático, por grande que sea, que pueda ahorrarnos el trabajo de
inventar nuevas ideas, aunque, sin duda, aquel trabajo técnico puede muy bien
disimular la falta de ideas. (p. 274-275).

5.2. EL MÉTODO CONCRETA LA HERMENÉUTICA:


Como ya hemos mencionado, en cualquier investigación es necesario, en primer
lugar, reconocer las características esenciales del problema y las circunstancias
bajo las cuales el mismo se presenta. Seguidamente, se debe aclarar la postura
epistemológica que sirve de fundamento al trabajo y le da coherencia. Igualmente,
es necesario identificar el área del conocimiento dentro de la que se ubica
primordialmente el problema objeto del estudio y que ha sido definido en la
pregunta de investigación. Así mismo es necesario conocer cuáles son las otras
áreas del conocimiento que afectan o sirven de auxiliares al estudio de dicho
problema. Es entonces, después de todo lo anterior, cuando es necesario definir el
método fundamental mediante el cual se va a emprender la interpretación
hermenéutica de los hechos asociados a dicho problema. Como ya se mencionó,
en ocasiones será necesario definir métodos secundarios o complementarios para
analizar ciertos aspectos del problema de investigación de manera más
exhaustiva. Esta necesidad puede ser identificada desde el principio mismo de la
investigación, o puede surgir durante el desarrollo de la misma. Todo ello sujeto al
objetivo que persigue la investigación, sea que se trate de problemas del mundo
físico o de situaciones que se presentan en el mundo social. La repetitividad y la

17
Bunge, Mario (1975). La investigación científica. Buenos Aires, Argentina: Ariel
87

predictibilidad en el primer caso, o la comprensión de su sentido en el


segundo.

Esta diferencia de objetivos es la que hace que, si bien la construcción de


hipótesis es común al proceso hermenéutico de la investigación en las ciencias
físicas y las sociales, la manera de comprobarlas difiere notablemente. El logro del
objetivo de las ciencias sociales, por tratar con problemas no sujetos a las leyes
deterministas que controlan a las físicas, es mucho más incierto y difícil de
concretar que estas. Tal vez por eso “quien se acerca a las ciencias sociales
desde las ciencias naturales se siente inicialmente repelido por la oscuridad de la
jerga” (Bunge, 2006, p. 145). Por esta razón, y debido a la marcada influencia del
positivismo, no se consideraba a estas disciplinas como verdaderamente
“científicas”. Sin embargo, resulta evidente que los fenómenos sociales se
presentan irremediablemente en la realidad, en el mundo natural, y son por tanto
objeto de la curiosidad de la mente humana. Resulta obvio que los mismos deben
ser de alguna manera abordados. Negarse a hacerlo, implicaría que el ser
humano renuncie a algo que es inherente a su propia naturaleza. Ante esta
realidad, y como un anclaje en el prejuicio positivista, surgió la tendencia a
“(promover) la transferencia de metodologías de las ciencias maduras a las
inmaduras, en este caso las sociales” (Bunge, 2006, p. 146) para hacerlas
verdaderamente “científicas”. Martínez Miguélez (1999), refiriéndose
concretamente al racionalismo cartesiano acota que

Descartes […] se centra casi exclusivamente en el problema de la certeza


(cogito, ergo sum; ideas claras y distintas; método deductivo matemático), y
sacrifica la complejidad de la naturaleza de los seres (reducción de los
fenómenos vegetativos y, más aún, de los sensitivos, sobre todo, humanos, al
mecanicismo puro) (p. 5-6)

En el caso de las ciencias sociales, el investigador generalmente “costruye”,


elabora, una hipótesis, un marco teórico de la realidad, que tratará luego de
comprobar de diversas maneras. Esto no quiere decir, sin embargo, como postula
el constructivismo, como corriente idealista, que todo conocimiento es
88

simplemente una construcción mental, que el aprendizaje es siempre una


construcción interior y subjetiva. Para el constructivismo, la comprensión de los
fenómenos no se deriva en absoluto de la realidad misma, que se considera
totalmente incognoscible, sino que es una construcción de la mente humana. Su
error fundamental consiste en confundir las complejísimas relaciones de causa a
efecto en el mundo social con la imposibilidad de que exista una realidad externa a
la mente con entidad propia, por compleja que esta sea.

De este modo, en las ciencias sociales la interpretación hermenéutica puede


desarrollarse de varias maneras. La forma de hacerlo, dependerá de cuál o cuáles
de las seis preguntas fundamentales en la investigación (qué, quién, cómo, dónde,
cuándo, y por qué) son relevantes en el problema concreto que se enfrenta. La
importancia de este interrogante o interrogantes debe estar reflejada en la
pregunta de investigación. Yin (2003) añade que el grado de control que el
investigador tenga sobre los eventos y si los mismos tienen que ver con hechos
del pasado o son contemporáneos afecta también la selección del método de
investigación (cf. p. 1 y p. 5). Por estudios que no son contemporáneos, sino que
tienen que ver con hechos del pasado, Yin entiende aquellos que tienen que ver…

con el pasado “muerto” —es decir, cuando no hay personas relevantes aún vivas
que puedan reportar, aún de manera retrospectiva, que ocurrió y donde el
investigador debe apoyarse en documentos primarios, documentos secundarios y
en artefactos físicos y culturales como fuentes principales de evidencia.2 (p. 7).

Creswell (1997), por otra parte, define cinco aproximaciones metodológicas


básicas para la investigación cualitativa. Visto el contenido de la cita, debe
entenderse que este autor se refiere, de acuerdo a la nomenclatura que nos
hemos permitido estipular, al tipo de investigación que tiene que ver con los
problemas de las ciencias sociales. Estas cinco categorías son “la narrativa, la
2
fenomenología, la teoría sustentada, la etnografía y el estudio de casos” (p. 2).
Más adelante el autor describe, basado en ejemplos de trabajos de otros autores
en disciplinas específicas, la aplicación de cada una de estas categorías (p. 9).
89

Algo similar hace Yin (2003) en las páginas cinco, seis y siete. A su vez, Martínez
Miguélez (2006) se ocupa de este tema en los capítulos del cinco al nueve.

5.3. LA SELECCIÓN DEL MÉTODO PARA EL PRESENTE TRBAJO:


La base del presente estudio es el desarrollo de la historia de la industria petrolera
venezolana desde sus orígenes hasta el presente. En el desarrollo de este
proceso, durante un período de casi un siglo, ocurren una serie de conflictos
relevantes sobre los cuales vamos a centrar nuestra atención. Se trata, por tanto,
de una historia crítica contemporánea enfocada en los conflictos más importantes
ocurridos durante su desarrollo, así como la forma como los mismos fueron
manejados. De acuerdo a lo indicado al hablar de la definición del método para
plasmar una aproximación hermenéutica, dependiendo de la naturaleza del
problema y el paradigma epistemológico del investigador, (p. 58) en el presente
estudio se aplica un proceso inductivo basado en la observación repetitiva de un
determinado evento físico o social. Con esta aproximación, se espera que la
historia crítica de una determinada época y de un sector específico de la sociedad,
nos permita sacar conclusiones comunes al tipo de fenómeno estudiado.

En un esfuerzo por ubicar la metodología más apropiada para el presente caso de


investigación, hemos procedido a analizar los diversos elementos del mismo. Se
trata del desarrollo de la historia de la industria petrolera venezolana desde sus
comienzos hasta el presente. No se trata de una simple narrativa, sino de la
histórica crítica de una industria básica de un país, enfocada bajo una óptica
concreta, la de los conflictos ocurridos en la misma. Proceso influenciado por y a
la vez ejerciendo su propia influencia sobre los escenarios político, social,
económico y cultural de ese país. El presente estudio se ocupa, pues, de un
problema social que afecta a un sector de primordial importancia dentro de una
comunidad nacional con fuertes interacciones en el ámbito internacional. El interés
primordial del trabajo, es determinar qué (en qué consistieron), cómo se
desarrollaron y porqué sucedieron cada uno de esos conflictos. Se espera, así,
poder elaborar conclusiones sobre su naturaleza y la forma como fueron
manejados. Se busca conseguir algún grado de concordancia entre las
90

conclusiones relacionadas con los diferentes conflictos ocurridos de manera


disímil, en distintos momentos del tiempo y por las más variadas razones. La
existencia de conclusiones concordantes en todas estas situaciones puede
conducir a la identificación de algunos factores generalizables dentro de estos
procesos.

A fin de estudiar las situaciones particulares dentro de este contexto, hemos


considerado necesario seleccionar, dentro del desarrollo de la historia general, un
método complementario para estudiar cada uno de los conflictos particulares. El
método complementario más adecuado parece ser el estudio multi caso (Yin,
2003). Cada uno de los eventos representados por los diversos conflictos
relevantes, se desarrolla como un caso de estudio separado. Los casos están
interconectados por la descripción de los cambios sucedidos en el entorno en el
período que media entre dos de ellos y que se encarga de describir el marco de
referencia histórico. Este enfoque le da al presente estudio un carácter
multidisciplinar. Por otra parte, la complejidad de las situaciones descritas impone
el uso de otras disciplinas: la psicología, el derecho, la economía, con lo cual la
investigación tiene también un carácter interdisciplinar.

5.3.1. La utilización de casos de estudio para la investigación:


Según Yin (2003):

El caso de estudio le permite al investigador retener las características


holísticas y significativas de los eventos de la vida real —tales como ciclos de
vida individuales, procesos organizacionales y gerenciales, cambios en
vecindarios, relaciones internacionales, y la maduración de industrias.2 (p. 2).

El mencionado autor, analizando los tipos de preguntas a las que se orientan


diferentes métodos, establece que el caso de estudio se aplica,
específicamente, a situaciones donde lo que se busca es responder las
preguntas “cómo” y “por qué” (Fig 1.1, pg. 5). La pregunta de investigación del
presente trabajo está basada precisamente en el cómo y el por qué
91

relacionados con un conjunto de “que’s” “eventos contemporáneos sobre los


cuales el investigador tiene muy poco o ningún control”2 (Yin, 2003, p. 9).

Existe una característica adicional que se desprende del texto de Yin y que
viene a reforzar nuestra selección de un caso de estudio dentro del contexto de
una historia crítica como herramienta de investigación. Se trata de la utilización
de este método cuando “los límites entre el fenómeno y su contexto no están
claramente definidos […] y usted deliberadamente ha querido cubrir las
condiciones del contexto.”2 (p. 13). Es decir cuando los límites entre un
fenómeno y su contexto no pueden ser trazados claramente y de manera no
ambigua. Ciertamente, en el caso de la historia de la industria petrolera en
Venezuela, existe una íntima relación entre los conflictos objeto del estudio y el
entorno histórico en el cual se desarrollan. Sin embargo, no es posible trazar
con claridad y sin ambigüedad los límites entre los eventos más representativos
para el interés del estudio y el marco de referencia de su respectivo entorno.
Cada uno de estos conflictos está condicionado por las circunstancias del
escenario social, político, económico y cultural, incluso del ámbito internacional
prevalecientes en ese momento. Circunstancias que, por otra parte, poseen un
carácter dinámico y a cuyas variaciones influyen, junto con una serie de
elementos independientes e incluso fortuitos, en la toma de decisiones para
manejar dichos conflictos. A su vez, las decisiones tomadas en el manejo de un
determinado conflicto, influirán junto, de nuevo, con otros elementos fortuitos,
en el entorno y en la forma como se generen los nuevos conflictos en el futuro.

El resto de las preguntas fundamentales de los procesos de investigación no


son aplicables al presente trabajo. Algunas simplemente forman parte de las
premisas del mismo. Así, la respuesta a ¿dónde sucedió? Queda definida por el
caso escogido, sucedió en Venezuela. Así mismo, ¿cuándo?, se refiere a su
historia petrolera. Finalmente, con relación a la pregunta ¿quién? ciertamente
en todos los conflictos intervienen grupos perfectamente definidos. Sin
embargo, su complejidad y el hecho de no encontrarse solos, sino inmersos en
la realidad social y política del país y del ámbito internacional, le da a la
92

pregunta un carácter restrictivo. La complejidad de los grupos, por una parte,


haría necesario, a su vez, dividirlos en otra serie de sub grupos o incluso de
posturas individuales más o menos definidas con claridad. Por otra parte,
tomando en cuenta la complejidad del entramado político y social del colectivo
venezolano y las influencias globales, la pregunta excluiría a muchos grupos e
individualidades imposibles de identificar y definir.

5.3.2. Una nota sobre la utilización de casos para la investigación:


Es conveniente observar que el método del estudio de casos como herramienta
de investigación ha sido en ocasiones desestimado. Esto se debe mayormente
a la falta de comprensión de la esencia misma del método. Yin (2003) indica
que esto puede ser debido a varias causas:

En muchas ocasiones, la aplicación de casos de estudio a la investigación ha


sido llevada a cabo de forma chapucera, no ha seguido procedimientos
sistemáticos o ha permitido que evidencia equívoca o visiones prejuiciadas
influencien los hallazgos y las conclusiones. Esta falta de rigor tiende a ser
menor cuando se utilizan otras estrategias— tal vez debido a la existencia de
numerosos textos sobre metodología que brindan a los investigadores
procedimientos específicos a ser seguidos. En contraste pocos textos, si es
que hay alguno (además del presente), han cubierto el método del caso de
estudio de la misma manera. […] Existe también la posibilidad de que la gente
confunda el estudio de casos con fines didácticos de aquellos orientados a la
investigación. (p. 10). […] Para fines didácticos, un caso de estudio no
requiere una descripción detallada de todos los eventos ocurridos; más bien,
su propósito es el de establecer un marco de referencia para orientar la
discusión entre los estudiantes. […] Los casos de estudio con fines didácticos
no tienen por qué ocuparse de la presentación rigurosa y objetiva de los datos
empíricos; los casos de estudio con fines de investigación eso es
precisamente lo que deben hacer.2 (p. 2).

5.3.3. Nivel de posible generalización: El estudio multi-caso:


Una de las críticas que se le han formulado a la utilización de un caso de
estudio como herramienta de investigación es la escasa posibilidad de
93

generalización. Esta objeción es, para comenzar, poco pertinente pues la


misma es válida para otras herramientas metodológicas. En este sentido, (Yin,
2003) menciona que

Una preocupación común con relación a los estudios de casos es que los
mismos suministran poco fundamento para las generalizaciones científicas.
“¿Cómo se puede generalizar a partir de un simple caso?” Es la pregunta que
se escucha frecuentemente. […] Sin embargo, consideremos por un momento
que la misma pregunta ha sido formulada acerca de un experimento: “¿Cómo
se puede generalizar a partir de un solo experimento?” En realidad, los hechos
científicos rara vez se basan en un solo experimento; se sustentan
usualmente en una serie de experimentos que han replicado el mismo
fenómeno bajo diferentes condiciones. La misma aproximación se puede
utilizar con los estudios multi-caso […] Los casos de estudio, al igual que los
experimentos, son generalizables en forma de propuestas teóricas y no a
poblaciones o universos. En ese sentido, un estudio de caso, al igual que un
experimento, no representa “una muestra” y al preparar un caso de estudio, el
objetivo es expandir o generalizar una teoría (generalización analítica) y no
enumerar frecuencias (generalización estadística).2 (p. 10).

Así pues, la elaboración de un estudio multi-caso permite “construir una


explicación general que satisface a cada uno de los casos individuales, aún
cuando los distintos casos difieran en sus detalles”2 (Ibid, p. 121). El presente
trabajo ha sido, como hemos repetido en varias ocasiones, estructurado como
un relato del desarrollo de la historia de la industria petrolera en Venezuela.
Dentro de este relato aparecen diferentes situaciones de conflicto que se han
presentado en el transcurso de dicho desarrollo y las formas como los mismos
se han tratado de manejar, incluida la negociación. Cada uno de estos
conflictos puede ser tomado como un caso de estudio independiente. Las
conclusiones comunes a todos ellos pueden permitir establecer
generalizaciones para este tipo de fenómenos dentro de esa industria, tanto a
nivel de Venezuela, como en el ámbito internacional e, incluso, para los
conflictos complejos en general.
94

El relato histórico en su totalidad, donde se describen de manera general los


cambios sociales y políticos ocurridos en el país, constituye una especie de
hilo conductor que conecta los distintos casos. Existe en este sentido una
íntima relación entre cada uno de los casos y el contexto general. Las
condiciones del entorno en un momento dado condicionan la naturaleza de los
conflictos y las negociaciones que ocurran en ese momento. Por otra parte la
dinámica del entorno puede ser, al menos en parte, influenciada por las
decisiones tomadas con ocasión de una negociación anterior orientada a
resolver un determinado conflicto.
95

6. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS:

Para la aplicación de los métodos descritos, es necesario recolectar el tipo de datos


adecuados para el problema que nos ocupa. La adecuada selección de los datos
pertinentes al problema, es lo que va a permitir que se pueda llevar a cabo el
enfoque hermenéutico apropiado para esa situación concreta.

A continuación, vamos a revisar, en dos secciones separadas, por una parte, cuáles
son las fuentes de datos adecuadas para el presenta trabajo, así como las datos
concretos, dentro de dichas fuentes, que hemos seleccionado para recolectar. Por
otra parte, vamos a describir como se piensan manejar dichos datos en función del
enfoque hermenéutico que utilizaremos para alcanzar una comprensión de los
fenómenos que estamos utilizando como base del presente trabajo.

6.1. RECOLECCIÓN DE DATOS:


En lo referente a la captura de datos para la elaboración de la historia petrolera de
Venezuela en general y de cada caso en particular se utilizaron, por una parte,
diferentes fuentes textuales. Textos en forma de libros publicados sobre la
materia, documentos particulares propios del autor, cedidos por diferentes
personas o existentes en diferentes archivos. Igualmente se utilizaron citas
tomadas de noticias de medios de comunicación conservadas en hemerotecas. En
segundo lugar, se recurrió a entrevistas en profundidad con protagonistas y
testigos relevantes de los sucesos descritos. Todo ello complementado, en
algunos de los pasajes, con la experiencia personal del autor.

En cuanto a las fuentes bibliográficas, la Figura IV muestra una lista de algunos


autores que se han ocupado de las disciplinas que, de acuerdo a los códigos de la
UNESCO para las diferentes ramas del conocimiento, conforman el carácter
multidisciplinar del presente trabajo. Se trata, por una parte, del área de la
sociología en las categorías 6304.01 (“Conflictos”) y 6304.02 (“Resolución de
Conflictos”). Por otra de la rama correspondiente a la historia en las categorías
5502.03 (“Monografías Históricas”), 5506.06 (“Historia de la Economía”) y 5504.02
96

(“Historia Contemporánea. Área Americana”), en concreto de Venezuela. Las


referencias completas correspondientes a esta lista se muestran en las referencias
bibliográficas de este mismo trabajo.

INTRODUCCIÓN
REFERENCIAS DE LAS RAMAS MULTI DISCIPLINARES
550000 630000
HISTORIA SOCIOLOGÍA

Álvarez (2003)
Acosta Hermoso (1969, 1971) Bazerman y Neale (1992)
Adelman (1972) Bendahmane y McDonald (1984)
Baptista y Mommer (1987) Blake, et. al. (1964)
Bergier (1970) Cohen (1982)
Calderón Berti (1978) Colaicovo (1991)
Coleman y Marcus (2006)
Coronel (1983)
Crocker Y Hampson (2005)
Fronjosa (1979, 2013) Deitsch, et. al. (2006)
Hartshorn (1967) Fischer, et. al. (1984, 1997)
Hernández Grisanti (1985) Fronjosa (2010, 2013)
McBeth y Sullivan (1978) CONFLICTOS Y Furlong (2005)
Martínez (1975, 1986) NEGOCIACIONES Harris, et. al. (2001)
Mendoza (1968) Henderson (1998)
COMPLEJOS
Mommer (2008) Iklé (1985)
Moreno León (1981) Karras (1974, 1985)
Parra (2005) Leviton y Greenstone (1997)
Lewicki, et. al. (1999, 2008)
Pérez Alfonzo (1971)
Lund (1996)
Sader Pérez (1969) Mayer (2000)
Sampson (1975) Moffit y Bordone (2005)
Sosa Pietri (1993) Moore (1986)
Tissot (2009) Nieremberg (1968)
Tugwell (1975) Ovejero Bernal (2004)
Yergin (1991) Raiffa (1982)
Scheling (2002)
Spanier (1981)
Thomas y Kilmann (1974)
Ury (1993)

Figura 4.- Algunas referencias bibliográficas relacionadas con los tópicos multi
disciplinares

Entre los autores de estos textos hay una diversidad de visones del tema que nos
ocupa tanto desde el punto de vista de su enfoque, como de carácter ideológico.

Las entrevistas en profundidad incluyen, al igual que los textos, a personas cuya
visión de los hechos es reconocidamente distinta. Sea ello debido al tipo de
responsabilidades que a cada quien le tocaba desempeñar dentro de los procesos
descritos o, simplemente, a las también mencionadas razones de tipo ideológico.
Algunas de las entrevistas, por encontrarse las personas fuera del país, se
97

llevaron a cabo mediante documentos elaborados en base a ciertas preguntas de


orientación enviados ambos, los cuestionarios y las respuestas, por correo
electrónico. En algunos casos se recurrió también a conversaciones telefónicas.
Entre las personas entrevistadas podemos mencionar a:

Alberto Quirós Corradi (+), Álvaro Silva Calderón, Aníbal R. Martínez, Arévalo G.
Reyes, Bernard Mommer, Domingo Alberto Rangel (+), Fernando Sánchez,
Francisco J. Gutierrez (+), Guillermo Rodríguez Eraso (+), Héctor Riquezes,
Hernán Anzola, Humberto Calderón Berti, José Ignacio Moreno León, José
Roberto Bello, Luis Giusti, Martín Essenfeld, Ramón Cornieles, Roberto Mandini,
Wolf Petzall. Con algunas de estas personas se han llevado a cabo más de una
entrevista. Cuatro de ellas, los señores Alberto Quirós Corradi, Domingo Alberto
Rangel, Francisco J. Gutiérrez y Guillermo Rodríguez Eraso, fallecieron después
de las mencionadas entrevistas.

El mismo criterio con relación a la variedad de enfoques es válido en la selección


de las referencias tomadas de noticias de prensa, opiniones o artículos de opinión.
Entre los medios de comunicación consultados están una variada selección de
revistas y periódicos, nacionales y extranjeros, de distinto grado de generalidad o
especialización y que, por lo general, son identificados por notas de pie de página.
Lo mismo sucede con los reportes de actividad de diferentes empresas petroleras,
nacionales y multinacionales, así como reportes estadísticos de diferentes
organismos públicos como puede ser el ministerio más cercanamente asociado a
la industria petrolera en diferentes épocas 18. Con relación a los hechos acaecidos
también en diferentes épocas podemos mencionar: Ahora, El Heraldo, El Mundo,
El Mundo, economía y negocios, El Nacional, El Universal, La Esfera, Petroleum
Intelligence Weekly, Tal Cual, The Oil and Gas Journal, The Wall Street Journal,
Tribuna Popular, Últimas Noticias, World Oil.

18
Hoy en día, el Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería (desde el primero de enero de
2012 hasta el presente)
98

Así mismo, documentos de ciertos organismos oficiales tales como: Gaceta Oficial
de la República de Venezuela, Memoria y Cuenta del Banco Central de Venezuela
y de los ministerios encargados en diferentes épocas del sector petrolero, Revista
de Fomento, Petróleo y otros datos estadísticos (PODE) (publicado anualmente
hasta 2006 para luego comenzar a aparecer cada dos años).

Igualmente se consultaron los informes anuales de ciertas empresas tales como:


Creole Petroleum Corporation, Cia. Shell de Venezuela, Mene Grande Oil
Company (así como de otras empresas ex concesionarias y sus respectivas casas
matríces), Petróleos de Venezuela y sus empresas filiales (Corpovén, S.A.,
Lagovén, S.A., Maravén, S.A. y Menevén, S.A.)

Finalmente, no puede dejar de mencionarse la experiencia y los recuerdos


personales del autor durante treinta años que forman parte del período del estudio.

6.1.1. Análisis de los datos:


El autor inicia el estudio partiendo de un juicio previo acerca de los diferentes
eventos de la historia de la industria petrolera venezolana. Este prejuicio se
deriva de su experiencia personal y de múltiples lecturas, conferencias en
congresos y otros eventos así como de conversaciones más o menos formales
sobre el tema a lo largo de más de cincuenta años.

Este juicio previo es luego cotejado con las diferentes fuentes de información
disponibles. Con la triangulación con y entre las mismas se espera llevar a cabo
un proceso hermenéutico-dialéctico mediante el cual el juicio previo del autor es
validado o modificado por su confrontación con las diversas fuentes. Este
proceso llevado a cabo de manera iterativa, da lugar a un auténtico “círculo
hermenéutico” (Gadamer, 1993, p. 5, 168ss.) que permite al autor ir
encontrándole sentido a los diferentes hechos para llegar a una “fusión de
horizontes” (Ibid., p. 190, 212, 231).
99

6.1.2. Un comentario final:


Finalmente, es necesario tomar en cuenta que el conflicto, por su misma
naturaleza, es un fenómeno social con un alto contenido subjetivo, al
incrementarse la complejidad del mismo, aumentan también los grados de dicho
subjetivismo. Son más numerosos los tópicos en los cuales se puede
manifestar y son más los actores sujetos a ello. Por esa razón, cualquiera que
intervenga en un conflicto, ya sea participando directamente en la negociación
de un desacuerdo, o bien en el papel de cualquier tipo de intermediación3, hasta
el simple estudioso de este tipo de situaciones, debe poner en juego una alta
dosis de empatía.

La empatía, como virtud humana, es indispensable para una apropiada labor


hermenéutica, la misma no es una forma mal entendida de simpatía que parece
derivarse de la popular expresión que la describe como “meterse en los zapatos
del otro”. Empatía significa, simple y llanamente, comprender. Es el esfuerzo
por tratar de encontrarle sentido a las necesidades, las preferencias, los
intereses, las motivaciones y las intenciones de los demás y, en consecuencia,
a sus actitudes y acciones. Se busca con ello alcanzar la “fusión de horizontes”
de la que habla Gadamer como culminación de dicho proceso hermenéutico. La
empatía condiciona lo que cabe esperar, en cuanto a comportamiento y
reacciones, de otras personas. Aunque del resultado de esa comprensión, de
acuerdo a nuestros valores, se derive un profundo desacuerdo. En el estudio o
el manejo de los conflictos, la falta de empatía nos impide, por falta de
comprensión de las necesidades, los intereses y valores y las motivaciones de
los demás, aproximarnos a una comprensión de los mismos o a su posible
solución. Nos lleva a pensar que lo que los demás deberían ver como la forma
correcta de pensar o de actuar, es lo que nosotros creemos, y posiblemente
estamos convencidos de ello, que es la forma correcta de pensar o de actuar.
Sin embargo, a pesar de ese convencimiento, debemos entender que las otras
personas están posiblemente igualmente convencidas de lo mismo, y eso es lo
100

que tenemos que tratar de comprender, aunque sigamos estando en total


desacuerdo con ello.

Es muy frecuente, incluso en el ámbito académico, ver trabajos que se


expresan de manera visceral con relación a ciertos eventos. Ignoran con ello
que, aunque no estemos de acuerdo con ellos, esos eventos son parte de los
escenarios reales y que muchos de ellos representan la forma de ver las cosas
por parte de aquellas personas que tal vez adversamos. No hacer el esfuerzo
por lograr el mayor grado posible de objetividad es hacer estéril, al menos en
parte, cualquier posible utilidad de dicho trabajo, lo auto descalifica. La valiosa
obra del ex-presidente Rómulo Betancourt “Venezuela, política y petróleo” —
Betancourt (1969)— contiene excelente información factual acerca de
importantes aspectos de la historia moderna de Venezuela. Sin embargo, hace
que se le pierda la confianza en sus aspectos analíticos, cuando desde el
mismo principio, en el prólogo de su primera edición 19, afirma:

Considero un deber prevenir al lector de que no leerá páginas escritas con


tersa serenidad. Están algo distantes del elevado tono profesoral. Personas de
toda mi amistad, sinceras en su preocupación, quisieran verme escribir en
prosa más fría y aséptica. […] No he podido complacerlos. Escribo como
pienso y como siento. […] Sería un farsante si jugara a la comedia de la
imparcialidad. (p. 8)

El esfuerzo por ser objetivo, no es ni una farsa ni una comedia, es evitar que un
esfuerzo en la búsqueda de la verdad se convierta en una expresión de
resentimientos, quejas o revanchas. No en balde, en cierta ocasión mencionó
Nelson Mandela que, “para hablar de paz no tiene sentido hablar con tus
amigos, es necesario hablar con los enemigos”. En este sentido, Baptista y
Mommer (1987) mencionan que

19
Para el presente trabajo, el autor ha utilizado la edición de 1969 de la mencionada obra de Rómulo
Betancourt. En la misma, sin embargo, se reproduce el prólogo de la primera edición que es de donde
hemos tomado la presente cita.
101

Tanto la tarea exegética misma como la lectura y análisis de las


interpretaciones ofrecidas requieren de ciertas actitudes y disposiciones.
Primeramente, el proceso histórico hay que contemplarlo con desasimiento.
Esta es una condición básica de la investigación científica cuya exigencia aquí
se repite y reitera. (p. 14).

Por otra parte, objetividad no significa neutralidad. No es posible, ni éticamente


correcto, eliminar totalmente los aspectos subjetivos, la “fusión de horizontes”
de la que habla Gadamer, es un esfuerzo de aproximación sin fin. Sin embargo,
debe quedar claro que no es lo mismo el subjetivismo “residual” que pudiera
quedar en un trabajo en el que se ha hecho el esfuerzo por ser objetivo, que el
subjetivismo intencional en la expresión de unos hechos. El presente, no es
pues, un trabajo de pasión, el autor ha tratado de que sea un trabajo de razón.
Dentro del proceso hermenéutico para comprender los conflictos ocurridos a lo
largo de la historia de la industria petrolera en Venezuela, la empatía ha pasado
a ser un criterio metodológico.
102
CAPÍTULO III
RESULTADOS ESPERADOS

En cualquier estudio donde se toquen aspectos históricos es necesaria una


periodización de los diferentes acontecimientos a fin de definir una serie de etapas
claramente distinguibles, cada una con sus características propias y notoriamente
distintas la una de la otra. Esta definición de períodos históricos con características
diferentes, facilita la comprensión, a través de un proceso hermenéutico, no sólo de
cada uno de ellos, sino de la totalidad de la época histórica estudiada. La distinción
entre las características de cada período, debe ser lo suficientemente clara para que,
aunque el límite entre ambos sea difuso o difícil de definir, al estudiar los eventos de
cada etapa estos queden inequívocamente ubicados en aquella que les corresponde.

Como acabamos de indicar, frecuentemente el límite entre los diferentes períodos en


los cuales se divide una época histórica, suele ser difuso y abarcar un período de
tiempo de duración generalmente variable. No obstante, el paso de un período a otro
se suele definir mediante un hito relevante, lo suficientemente conspicuo para ser
utilizado como tal, seleccionado de tal manera que el proceso gradual en el que
ocurre el paso de cada una de estas etapas a la siguiente, abarque un intervalo de
tiempo a ambos lados, antes y después, del evento utilizado como marcador.
Evidentemente, los intervalos de tiempo alrededor del mencionado evento marcador
tampoco tienen que ser necesariamente de la misma duración.

Como parte del proceso de gradual transición que acabamos de describir, es también
difícil definir donde comienza o, según el caso, donde termina, cada uno de ellos. En
este proceso transicional, durante un determinado momento en la etapa previa al
evento que se ha utilizado como separación entre los períodos, comienzan a
aparecer, primero tímidamente, luego de forma más intensa, características del
período siguiente. Del mismo modo, en la etapa transicional posterior al evento
marcador, pueden permanecer aún algunos elementos de la etapa anterior. Tal como
104

ocurrió en la transición previa, las características del período anterior se manifiestan


al principio de manera aún bastante conspicua pero se van difuminando con el pasar
del tiempo. El hito seleccionado como límite suele tener, por tanto, un carácter hasta
cierto punto arbitrario y es frecuentemente escogido tal vez por lo notorio de su
ocurrencia.

Por otra parte, en términos generales, el objetivo de estudiar los conflictos más
frecuentes en cada una de las etapas de la historia de la industria petrolera
venezolana, es sólo parte del objetivo general del estudio. Este consiste en conocer
la naturaleza, las causas el desarrollo y desenlace de la totalidad de los conflictos,
así como los actores involucrados en los mismos, a fin de conseguir características
generalizables a cualquier tipo de conflicto. El presente trabajo espera, pues, aportar,
a través de los principales conflictos de cada una de las etapas de la historia
petrolera de Venezuela, la caracterización de ciertos elementos propios de los
conflictos complejos en general.
105

1. DE LA HISTORIA DE LA INDUSTRIA EN VENEZUELA:


El presente estudio espera, en primer lugar, definir los principales períodos en los
cuales se divide el desarrollo de la historia de la industria petrolera de Venezuela. Se
trata, en su totalidad, de una época que abarca considerablemente más de cien
años, tal vez ciento cincuenta, dentro de la historia moderna de Venezuela. La
importancia de este desarrollo histórico, es que representa el aspecto de mayor
importancia para el desarrollo económico de la sociedad venezolana. Se trata de la
historia de la industria de la cual el país ha derivado la mayor parte de los recursos
económicos necesarios para su sostenimiento y desarrollo.

Con relación a este tópico se espera, además de diferenciar y describir los diferentes
períodos de la historia de la industria petrolera en Venezuela, llegar a identificar y
definir los hitos relevantes que pueden considerarse como los límites más apropiados
entre cada una de esas etapas. Del mismo modo, se espera poder describir el
proceso transicional que se desarrolla entre cada una de esas etapas y que se
encuentra antes y después del evento utilizado como marcador.

Por otra parte, la periodización de esta faceta de la historia de Venezuela es de


primordial importancia como marco de referencia para el tema medular del presente
trabajo, el estudio de los conflictos complejos ocurridos durante la mencionada época
histórica. En consecuencia, otro de los resultados que se espera obtener del
presente trabajo, es la caracterización de los mencionados conflictos complejos
dentro de cada uno de los períodos históricos definidos. Así mismo comprender la
naturaleza, las causas y el desarrollo de los mismos dentro del contexto del
respectivo período dentro del cual se encuentran.
106

2. DE LOS CONFLICTOS COMPLEJOS:


Por otra parte, con relación al tema que constituye el objetivo principal del presente
trabajo de investigación, el estudio de los conflictos complejos en general, se espera
que el estudio de los mismos en cada una de las etapas, permita revisar una
cantidad suficiente de conflictos de naturaleza distinta. La revisión de tal variedad de
conflictos complejos se espera que permita, igualmente, lograr el mayor grado
posible de generalización en las conclusiones. Como más generales sean las
mencionadas conclusiones, mayor será la utilidad de este trabajo para el estudio de
otras situaciones análogas, tanto en el tratamiento de los conflictos complejos, como,
en un ámbito más restrictivo, de los conflictos propios de las industrias extractivas de
un recurso no renovable.
107

3. RESULTADOS ESPERADOS EN DOS EJES DISTINTOS:


En vista de lo que acabamos de exponer en las dos secciones anteriores, los
resultados del presente estudio deben satisfacer resultado bajo dos perspectivas
distintas. Por una parte, describir los conflictos complejos propios de los distintos
períodos históricos en los que se ha dividido el trabajo. Con ello se espera alcanzar
la comprensión de cómo varían la naturaleza, las causas y el desarrollo de este tipo
de conflicto con cambios en el entorno propio de cada período.

Por otra parte, es necesario examinar los conflictos complejos siguiendo un eje
definido por las características intrínsecas, propias, de este fenómeno social. Lo que
se espera entender con esta aproximación es que el conflicto, y en particular los
conflictos complejos, poseen una serie de características propias, independientes del
entorno, los actores o las circunstancias concomitantes.

Se espera que las conclusiones de este trabajo, permitan llevar a cabo un análisis de
los conflictos complejos desde la perspectiva de los dos ejes mencionados.
108
CAPÍTULO IV
CONSIDERACIONES ÉTICAS Y LEGALES

1. CONSIDERACIONES ÉTICAS:
El ser humano, por estar dotado de un intelecto racional y una voluntad que lo hace
capaz de tomar decisiones libremente, tiene una responsabilidad directa sobre los
actos que realiza. Con dichos actos, el ser humano puede, eventualmente, vulnerar
los derechos de otras personas. Toda acción humana posee, por tanto, una
inevitable implicación de tipo ético.

La investigación, como hemos dicho, es una actividad netamente humana y está, por
tanto, sujeta a las mencionadas consideraciones de tipo ético. Según Kerlinger y Lee
(2002)

La ética involucrada con el proceso de investigación está dirigida hacia los


individuos que realizan investigación y la forma en que conducen el proceso de
investigación […] la ética de la investigación especifica la conducta que deben
mostrar los investigadores del comportamiento durante todo el proceso de
investigación (p. 392).

En este sentido, aplica también la ya mencionada cita de Baptista y Mommer (1987)


mencionada en la página 110.

Tal como postula Gadamer, una postura inicial, un pre-juicio, por parte del
investigador, es no sólo útil, sino necesaria. Por otra parte, el circulo hermenéutico
impone también la necesidad de estar abierto a los hechos objeto de interpretación
para que realmente se produzca la fusión de horizontes de que nos habla el mismo
Gadamer. Los mismos Baptista y Mommer (1987) continúan: “En segundo lugar, el
proceso histórico hay que seguirlo con entero candor. Es decir, nada debe interferir
con la convicción que los actores que lo causan proceden siempre legítimamente”.
110

(p. 14). Es decir, aceptando la diversidad de intereses y motivaciones y de las


múltiples visiones acerca del funcionamiento deseado para la sociedad, el
investigador no tiene derecho a presuponer mala fe por parte de los actores de los
sucesos narrados. Incluso, en el caso de desviaciones de la verdad o intenciones en
apariencia torcidas, se deben consignar los hechos que pudieran conducir a dichas
interpretaciones procurando no emitir un juicio de valores al respecto. Esto, por
supuesto, salvo en aquellos casos en que esos hechos tengan un carácter flagrante
o que la intención ilegítima haya sido abiertamente reconocida por un actor
determinado. Los ya citados Baptista y Mommer concluyen que “Por último, el
proceso histórico debe describirse permitiendo a los actores llevar la voz y la batuta.
Es su pensamiento y expresión lo que al final cuente y lo que hay que interpretar con
total fidelidad” (p. 14). Este tercer punto no es más que el colofón de los dos
anteriores. Interpretar lo expresado por los actores es la única manera de alcanzar la
fusión de horizontes. Es evitar que el prejuicio, tal como lo entiende Gadamer, como
una visión original del problema, no se convierta en un anclaje en dicho prejuicio
inicial, en un prejuicio negativo, como usualmente se suele entender el término.

Es importante recalcar, que todo lo anterior no representa una aceptación ciega por
parte del investigador, de las motivaciones y las rectas intenciones de los actores. El
investigador, como parte de esa fusión de horizontes, tiene perfecto derecho, más
bien la obligación, de disentir con aquellas ideas que no concuerden con la visión del
mundo, de la sociedad y del hombre mismo que posee dicho investigador. Este
desacuerdo debe ser formulado estrictamente en base a conceptos, a las nociones
fundamentales del pensamiento de cada quien, dejando bien clara la postura propia y
de los demás actores y evitando afirmaciones emotivas o demagógicas.

Las consideraciones éticas de los proyectos de investigación tienen que ver también,
en muchos casos, con las distintas formas de fraude que los investigadores pudieran
llevar a cabo. En las ciencias sociales, se ha prestado particular atención a aquellos
casos que tienen que ver con experimentos que utilizan como sujetos a personas
111

humanas. Mucho se ha escrito sobre este tema con relación a experimentos en las
ciencias del comportamiento. Se mencionan en particular, aquellas circunstancias en
las cuales los participantes son objeto de engaño con relación a los objetivos del
estudio para lograr su participación.

Sin duda este es un aspecto muy importante de la ética de la investigación en las


ciencias sociales. Sin embargo no es el único. En cualquier ciencia, y las ciencias
sociales no son una excepción, existen una serie de aspectos que tienen que ver con
formas de fraude relacionadas con la objetividad del proceso de investigación y con
la veracidad de los resultados. Es gravemente ilícito, dese el punto de vista moral,
falsear opiniones, resultados o la forma como se han desarrollado ciertos eventos.
Igualmente, lo es utilizar de manera sesgada, torcida, o de cualquier forma
manipulada, la información con el fin de reforzar un punto de vista del autor cuando
dicha información no es indicativa de ello, o incluso la contradice. Finalmente, el
plagio es una de las formas más despreciables de faltar a la veracidad. El citar
fragmentos de otros autores, sin citar la fuente o tratar de hacer aparecer como
propios, de manera intencional, las ideas de otros, constituye una grave afrenta
moral. En tal sentido, los ya mencionados Kerlinger y Lee (2002) mencionan que

Otra área sensible es aquella dirigida al fraude, que incluye situaciones donde el
investigador altera los datos de un estudio de investigación, para demostrar que
cierta hipótesis o teoría es verdadera. Otros casos de fraude incluyen reportes de
hallazgos de investigaciones que nunca se realizaron. La historia muestra que
numerosos investigadores prominentes se han involucrado en fraudes (p. 394-395).
[…] Estudios realizados en los años sesenta y setenta presentaron evidencia de
fraude en investigación y de engaño a los participantes de investigaciones, lo cual
condujo a demandar reglas obligatorias específicas para la conducción de la
investigación. En 1974 el Congreso de los Estados Unidos exigió la creación de
consejos de revisión institucionales, cuyo propósito sería revisar la conducta ética
de aquellos estudios de investigación que recibieran fondos federales ´para
investigación. Posteriormente en los años ochenta, se aceptó una legislación que
requería que la investigación con fondos federales que incluyera a humanos o
animales fuera revisada tanto en su conveniencia ética como en su diseño de
112

investigación. […] Otros países también empezaron a establecer lineamientos y


reglas. Los gobiernos de Suecia y Holanda pidieron que comités de revisión
independientes evaluaran todos los estudios biomédicos. (p. 393). Organizaciones
profesionales como la American Psycological Association y la American
Psycological Society formaron comisiones para investigar y recomendar acciones en
casos reportados de comportamiento no ético en la investigación. (p. 395).

Un aspecto adicional, relacionado con el tema de la ética, tiene que ver con la
honestidad intelectual como una variante de la búsqueda de la objetividad. La
información que se utiliza en el proceso hermenéutico-dialéctico durante el círculo
hermenéutico en búsqueda de una fusión de horizontes, debe también alimentarse
con las opiniones que el investigador sabe fehacientemente que difieren de la suya.
No sólo de su prejuicio inicial, sino en aquellos casos en que es evidente que se
fundamentan en una visión distinta del mundo, de la sociedad y del hombre mismo
que la que él tiene. No cabe esperar, aunque excepcionalmente no es tampoco
descartable, que al dialogar con estos escritos el autor cambie sus puntos de vista en
este sentido. Lo que si cabe esperar en la situación más ampliamente generalizable
es que les dé a esas opiniones la debida ponderación, recalque aquellos puntos en
los cuales pudiera haber coincidencia y argumente de manera racional sus
diferencias.

Por estas razones en el presente trabajo se están incluyendo referencias


bibliográficas, citas aparecidas en medios de comunicación y entrevistas en
profundidad con personas con las cuales el autor difiere. En algunos casos de
manera radical. Pensamos que en estos casos la fusión de horizontes puede
conducir a una mayor comprensión de los puntos de vista de estas personas. Esta
comprensión significaría un aporte con relación a los puntos de vista con las cuales
el autor difiere.
113

Por otra parte, todas las referencias han sido citadas de manera adecuada y, en
aquellos casos donde el autor considere estar aportando una nueva idea, lo hará
mencionando conceptos relacionados o análogos. Está mención incluirá la
descripción de los elementos comunes con esas nociones análogas, así como los
elementos por los cuales el aporte efectuado en este trabajo se considera novedoso.

Un punto adicional tiene que ver con el tratamiento de la información recabada de las
entrevistas en profundidad. El uso de esta información, haciendo referencia explícita
a la persona entrevistada, se realiza sólo si esta persona lo autoriza. De lo contrario,
solo se parafrasean sus opiniones sin revelar la fuente y tratando de que la misma no
sea identificable.

2. ASPECTOS LEGALES:
No obstante todo lo dicho, este tipo de consideraciones no se agotan con la reflexión
ética. Esta es la más exigente desde el punto de vista moral, pero, por otra parte,
está limitada por naturaleza, por no estar sujeta a mecanismos de tipo coercitivo que
hagan obligante su estricto cumplimiento. Desde épocas muy remotas en la historia
de la humanidad, ciertas obligaciones éticas han sido plasmadas bajo una normativa
legal, cuyo incumplimiento, puede conducir a sanciones legales. Códigos como la
tablilla de Ebla, que data de 2400 años antes de Cristo, el código de Ur-Nammu
(2050 a.C.) o el célebre código de Hammurabi (1760 a.C.) son ejemplos
representativos de ello. Modernamente, existen una serie de normas jurídicas en
diferentes países, que penalizan algunas de las transgresiones éticas que hemos
comentado. En el caso que nos ocupa, el enfoque que le hemos dado al presente
trabajo no presenta ningún tipo de implicación en este sentido.
114
115

CAPÍTULO V
HISTORIA DE LA INDUSTRIA PETROLERA VENEZOLANA

1. UNA NECESARIA ACLARATORIA DE CONTEXTO:

La industria petrolera venezolana, desde sus orígenes hasta el período posterior al


proceso conocido como la nacionalización, constituye una época histórica de
considerable extensión. Por otra parte, su devenir durante todo ese lapso, presenta
una notable complejidad en la que han tenido lugar gran variedad de conflictos
igualmente variados y complejos, como lo han sido también las diferentes maneras
como los mismos han sido manejados. Como parte que es de la sociedad
venezolana, la industria petrolera no ha escapado a la influencia de cambios en el
entorno de dicha sociedad. Además, su importancia dentro de ella es lo suficiente
relevante como para que algunos cambios ocurridos en la misma hayan modificado
también de manera importante la estructura de esa sociedad.

Para ubicar la industria petrolera venezolana en su adecuado contexto, si bien no es


el objeto del presente trabajo, es necesario elaborar una síntesis coherente de la
historia del desarrollo de la industria petrolera internacional desde sus inicios. Como
parte de esta síntesis, es igualmente necesario revisar someramente el origen de las
grandes empresas petroleras que a nivel mundial están asociadas al desarrollo del
negocio. Ello permite comprender la actuación de las principales compañías
concesionarias que más tarde serán las protagonistas de la historia de la industria en
Venezuela. La importancia de tocar estos dos temas, se deriva del hecho que el
devenir de la industria petrolera en Venezuela, no es más que uno de los tantos
escenarios en los cuales se desarrolló dicha industria a nivel mundial.

Bajo este contexto, para comprender cabalmente la historia de la industria petrolera


en Venezuela, es indispensable enfocarla, en el sentido más amplio, como uno de
tantos episodios del marco de referencia global. En un sentido más particular, los
116

conflictos que en ella se desarrollan, se derivan, en su gran mayoría de


circunstancias tanto internas, como de las que ocurren en el mencionado ámbito
internacional. Una de las cosas que pensamos que se demuestran con el presente
trabajo, es la necesidad de estudiar los diferentes conflictos, de apariencia
puramente puntual, dentro de un marco de referencia temporal y de alcance
geográfico.

La síntesis de la historia de esta industria a nivel global es, a su vez, rica en diversos
tipos de conflictos. Estos, sin embargo, escapan al objetivo del presente trabajo,
pero pudieran ser objeto de un estudio similar. Mucho de este material se ha
fundamentado en obras tales como Hidy y Hidy (1955), Gibb y Knowlton (1956),
Hartshorn (1967), Bergier y Thomas (1970), Adelman (1972), Sampson (1975), The
British Petroleum Company Limited (1977), Bamberg (1994), Yergin (2003 y 2011),
Parra (2005), Bower (2009), Fronjosa (2011a) y Shell Global (s/f) a las cuales
referimos a los lectores interesados en profundizar más en ese tema.

1.1. LOS ORÍGENES REMOTOS:


Tal como sucede en muchos otros lugares, no es sencillo ubicar con precisión
cronológica el inicio de la influencia del petróleo en la vida de un país como
Venezuela. La narración de estas historias suele comenzar con referencias a la
utilización del petróleo para usos muy diversos, y ni siquiera cercanos, a los
actuales. Así por ejemplo se habla de que ya en el siglo IX algunos alquimistas del
medio oriente, árabes y persas, obtenían kerosén con fines medicinales destilando
lutitas bituminosas y asfalto de manaderos superficiales. Todos ellos interesantes
relatos desde el punto de vista anecdótico, pero con poca relación y relevancia
para el tema que nos ocupa.

1.1.1. El petróleo: del asfalto a los combustibles:


A partir de la segunda mitad del siglo XIX, en Canadá y los Estados Unidos, se
registraron diversas patentes para la obtención de derivados del petróleo con
diferentes fines. En la mayor parte de ellas, el proceso consistía en alguna
forma de destilación por calentamiento de asfalto de manaderos. El asfalto que
117

aparece en forma de manaderos, conocidos en Venezuela como “menes”, no


es más que petróleo que encuentra vías de escape en la corteza terrestre para
dirigirse, por diferencias de presión, de su yacimiento original hacia la
superficie. En ese tránsito hacia la superficie, y sobre todo al llegar a ella y
entrar en contacto con la atmósfera, el petróleo va perdiendo sus fracciones
livianas más volátiles, dando lugar a ese residuo pegajoso, sumamente viscoso
por su alto contenido de bitumen 20. Hoy en día, el asfalto es el producto de
menor valor que se obtiene del proceso de destilación del petróleo, sin
embargo, durante los primeros años de la segunda mitad del siglo XIX, era el
de mayor importancia comercial. Eso mismo sucederá posteriormente, como
veremos, en el caso de Venezuela. Su uso se limita a la impermeabilización de
techos y otras superficies o como aglutinante para los materiales utilizados
para la pavimentación de calles y carreteras. Durante gran parte del siglo XIX,
este material permitió la pavimentación de las calles de las grandes ciudades
de Europa y los Estados Unidos, de allí su gran demanda. Este hecho tuvo
particular importancia para Venezuela, pues, si bien el asfalto provenía de
manaderos naturales en muchos sitios del mundo, los venezolanos fueron
particularmente notables y representaban una parte muy importante de ese
mercado. Más hacia el futuro, los manaderos naturales de asfalto fueron los
primeros indicadores de la posibilidad de existencia de acumulaciones de
petróleo en el subsuelo.

Regresando al tema de las patentes, en 1854 una de ellas fue registrada por el
geólogo canadiense Abraham Gesner para utilizar uno de los derivados de la
destilación, el kerosén, como combustible. Esta era la primera vez que un

20
Calificar a una sustancia como bitumen no es un simple capricho semántico. El bitumen es una
mezcla de hidrocarburos con cadenas con una alta proporción de átomos de carbono con relación al
hidrógeno, y que se define por el valor de su viscosidad. La viscosidad es aquella propiedad física que
describe la facilidad con la cual un material fluye o es penetrado por un objeto sólido. Podemos pensar
en la diferencia que hay entre el agua y la miel de abejas, que es mucho más viscosa. La unidad de
viscosidad en el sistema de unidades cgs es el poise (P), aunque normalmente se utiliza su
submúltiplo, el centipoise (cP), por estar en el orden de magnitud de la viscosidad del agua, que tiene
o
1, 002 cP a 20 C. Un bitumen es cualquier hidrocarburo con una viscosidad superior a 10.000 cP, es
decir, diez mil veces más viscoso que el agua.
118

material derivado del petróleo se utilizaba como fuente energética,


principalmente para iluminación, en reemplazo del aceite derivado de la grasa
de ballena. Las cualidades del kerosén como combustible hicieron que
posteriormente su uso se extendiera a cocinas y calentadores para calefacción.
Desde ese momento, se inicia la era del petróleo como fuente energética. Hoy
en día, superados los usos originales a los cuales estaba destinado el kerosén,
este sigue siendo un producto con un valor comercial incluso mayor al de
aquellos primeros tiempos, como combustible para las turbinas de aviación (el
producto conocido como jet fuel).

En aquellas primeras etapas, uno de los inconvenientes que solía presentar el


uso del kerosén era que venía mezclado con ciertas “impurezas”, sustancias
más livianas, naftas y gasolinas, que hacían peligroso su uso por el riesgo de
explosión. En el posterior devenir de la industria, después del descubrimiento
de la electricidad en 1882 por parte de Thomas Edison, el mercado del kerosén
inició un rápido descenso. Sin embargo, unos años después, en 1896, Henry
Ford construye su primer automóvil. Con ello, se da inicio a la era del desarrollo
de los motores de combustión interna. Serán ahora precisamente aquellas
“impurezas” livianas del kerosén, las gasolinas, las que se convertirán en el
producto estrella del negocio. Comenzó así el uso masivo de las gasolinas, el
mercado cautivo más importante que hasta el día de hoy tienen los
combustibles fósiles. Poco después, en 1903, el primer vuelo de los hermanos
Wright, abre las puertas a una nueva forma de transporte y de armamento
bélico, la aviación. Hoy en día, el 83,3 % de los productos derivados del
petróleo, se utiliza para el transporte. El resto se utiliza en todas las demás
aplicaciones incluidas la generación termoeléctrica y la industria petroquímica.
A este nuevo adelanto, se añade el reemplazo del carbón por fuel oil en
embarcaciones y ferrocarriles debido al mucho mayor contenido energético por
unidad de volumen del fuel oil con relación al carbón. Esto representaba un
enorme ahorro en espacio de bodegas. Finalmente, los combustibles
residuales pasaron a ser la fuente más importante de generación eléctrica por
119

métodos térmicos. Todo ello vino a consolidar el mercado de los productos


derivados del petróleo como el más importante negocio global.

1.1.2. La explotación petrolera:


La historia de extracción de petróleo del subsuelo, está íntimamente asociada
en sus principios a la explotación de depósitos de sal en los estados de
Pennsylvania, Ohio, Kentucky y West Virginia de los Estados Unidos. En estas
áreas, se perforaban pozos por el método de percusión para penetrar los
domos de sal. Los pozos que eran inundados con agua para extraer una
salmuera de alta concentración, que era luego evaporada en la superficie para
obtener la sal como producto final. En muchos casos la salmuera extraída
venía contaminada con petróleo lo cual era considerado una verdadera
molestia. A principios de la década de los cincuenta del siglo XIX Samuel Kier,
un farmaceuta de Pensilvania comenzó a comercializar ese petróleo como
“aceite de roca” (rock oil) con fines medicinales. Esto llamó la atención de un
emprendedor del estado de New York, el abogado George Bissell, quien le
pidió a un profesor de química de la Universidad de Yale, Benjamin Silliman
que determinara si era posible obtener kerosén a partir de la destilación de ese
material. Ante la respuesta positiva, en 1853 Bissell se traslada a Pennsylvania
y funda la Pennsylavnia Rock Oil Company (luego renombrada Seneca Oil
Company) para la explotación de ese material. Eventualmente la empresa
contrató a Edwin “Coronel” Drake, para perforar el primer pozo destinado
específicamente a la producción de petróleo en vez de sal. El 27 de agosto de
1859, en la localidad de Titusville en el estado de Pennsylvania, Drake
consiguió petróleo a la profundidad de sesenta y nueve pies y medio (21 m)
con una tasa de producción de veinticinco barriles diarios21. Desde ese
momento se inicia al incontenible avance de la industria petrolera a nivel global.

21
El barril, la medida de volumen usual en la industria petrolera mundial, tiene precisamente su origen
en esa época. Esa era la capacidad de los barriles de madera que se utilizaban para transportar el
petróleo producido en esa área. (cf. Sampson, 1975, p. 21). La capacidad de esos barriles era de
cuarenta y dos galones (ciento cincuenta y nueve litros), el volumen equivalente a “un barril” hoy en
día.
120

2. EL NEGOCIO INTERNACIONAL PETROLERO Y SUS EMPRESAS:

En el desarrollo y consolidación de la industria petrolera a nivel mundial, es posible


reconocer los elementos propios de la lógica del negocio que fueron cubiertos en el
marco conceptual (p. 29-49). Estos elementos se manifiestan, sin embargo, al
menos en sus orígenes, de manera distinta en cada país en particular de acuerdo a
sus características propias. En los Estados Unidos, durante sus primeras etapas, el
esfuerzo estuvo dirigido a la integración vertical del negocio a nivel interno. Se
contaba con la producción y se habían construido las refinerías para su
procesamiento y el esfuerzo se orientó a la consolidación y el control de los
mercados domésticos. Un desarrollo fundamentalmente autárquico.

Distinto fue el caso de la Royal Dutch Shell y de la hoy en día conocida como British
Petroleum (BP). Ninguna de estas empresas contaba con producción doméstica en
sus países de origen, desde un principio su esfuerzo estuvo dirigido forzosamente a
la diversificación de las fuentes de producción de crudo. El primer paso de su
desarrollo fue, pues, la integración horizontal de dichas fuentes. La manifestación del
carácter intrínsecamente global del negocio petrolero, ha hecho que su desarrollo,
tal como se describió en el marco teórico, se lleve a cabo en esta doble vertiente: la
necesidad de integración tanto vertical como horizontal. Estos temas son tratados en
Tugwell (1975), Porter. (1985), Thompson Jr. y Strickland III (2001),Yergin (2003),
Daniels et al. (2010). y Fronjosa (2011a).

2.1. ROCKEFELLER Y LA STANDARD OIL:


El descubrimiento de petróleo en el estado de Pennsylvania condujo a una
frenética actividad en el área. Algo más de un año después del pozo perforado
por Drake, más de cien pozos habían sido perforados y al menos quince refinerías
de kerosén habían sido construidas. El mercado no estaba en condiciones de
absorber esta repentina explosión de la oferta. Aparte del irreparable daño a los
yacimientos ocasionado por tan irracional sistema de explotación, los precios del
petróleo y del kerosén se desplomaron. Bajo este escenario, entre 1861 y 1865,
sobreviene el doloroso paréntesis que representó para los Estados Unidos la
guerra civil conocida como guerra de secesión. Sin embargo, posteriormente a
121

1865, se inicia en el país una etapa de expansión económica generalizada en


todos los campos.

Un joven de veintiséis años, John D. Rockefeller, calificó esta intensa actividad


como “el gran juego” y se zambulló en él impetuosamente, específicamente en el
negocio de la refinación de petróleo para obtener kerosén. En poco tiempo había
construido sus dos primeras refinerías y contaba con una importante capacidad
de producción. Muy pronto, el joven Rockefeller reconoció dos hechos
importantes: en primer lugar, la proliferación de refinerías de todos los tamaños
estaba devastando el mercado, por otra parte, existía un absoluto desorden en los
sistemas de distribución. El precio del kerosén para los consumidores finales,
variaba enormemente dependiendo de la ubicación de cada refinería con relación
a los puntos de acceso a la red de distribución, básicamente ferroviaria. Por otra
parte, habían demasiadas refinerías para el tamaño de la demanda, era necesario
reducir el número de oferentes. Rockefeller comprendió que era necesaria una
integración del negocio balanceando la oferta de kerosén y la alimentación de las
refinerías con crudo. Para ello concibió un plan para poner orden a esta situación,
el mencionado plan tenía un objetivo sumamente sencillo, consistía, simplemente,
en poner bajo su propio control la totalidad del negocio.

Con esta finalidad, en enero de 1870, Rockefeller registra en la ciudad de


Cleveland, en el estado de Ohio, la empresa Standard Oil Company. Yergin
(1993) describe este proceso de la siguiente manera:

Aunque el mercado petrolero estaba creciendo a una tasa extraordinaria, la


cantidad de petróleo buscando mercados crecía aún más rápido, dando como
consecuencia violentas fluctuaciones y frecuentes colapsos en los precios […]
Demasiados pozos y demasiado petróleo. (p. 39). […] En estas circunstancias,
con muchos refinadores perdiendo dinero, (Rockefeller) emprendió un esfuerzo
por consolidar la industria bajo su exclusivo control. […] el 10 de enero de 1870,
cinco hombres, encabezados por Rockefeller […] constituyeron la Standard Oil
Company. […] Rockefeller concibió la osada visión de consolidar la totalidad de
la refinación de petróleo en una gigantesca corporación. […] (con ello) se
122

eliminaría el exceso de capacidad y las violentas fluctuaciones de precio. […] A


esto se referían Rockefeller y sus colegas cuando hablaban de “Our Plan”
(“nuestro plan”)2 (p. 40).

2.1.1. Our plan:


La eliminación de los competidores se llevó a cabo mediante diferentes
mecanismos. Uno de ellos fue una campaña de adquisición de refinerías
competidoras con problemas financieros, muchos de estos acuerdos fueron de
carácter secreto, la empresa adquirida continuaba apareciendo públicamente
como un competidor más. Sin embargo, el gran talento de Rockefeller, se puso
en evidencia al ser el primero en comprender la importancia del transporte
como elemento de costo en el negocio petrolero. En base a ello, y apoyado en
su creciente capacidad de producción, negoció con las empresas ferroviarias
un sistema de descuentos a través de reembolsos (rebates) en los fletes a
cambio del suministro del material de manera regular y programada. El
abaratamiento de los fletes, representó una notable ventaja competitiva para la
Standard Oil, que le permitió incrementar aún más su capacidad de producción.
Esto le permitió desarrollar otro mecanismo, de común acuerdo con las
ferrocarrileras, conocido como “drawbacks”. Mediante este mecanismo,
Rockefeller, sin ser socio de las empresas ferroviarias, recibía una parte de los
ingresos de las mismas derivados de los cargamentos de kerosén hechos por
sus competidores. Este acuerdo, mantenido en secreto por muchos años,
significaba, en términos prácticos, simplemente que la Standard Oil estaba
siendo subsidiada por sus propios competidores. Al hacerse público este
acuerdo, sobre todo a raíz del trabajo periodístico de Ida Tarbell en la revista
McClure’s en 1902, se levantó una fuerte corriente de antipatía hacia la
Standard Oil.

Dentro del posterior proceso de desarrollo de la industria, los actores del


negocio, entre ellos el mismo Rockefeller, se dan cuenta de que una manera
más eficiente de llevar a cabo la etapa del transporte era mediante la
construcción de oleoductos. Resultaba evidente, tanto para los productores,
123

como para los refinadores, que los oleoductos eran la forma más barata de
manejar el transporte entre los campos y las refinerías. Para aquellos, que
como Rockefeller, habían integrado ya verticalmente los dos extremos del
negocio, esto representaba además un elemento estratégico, el oleoducto
incorporaba al esquema de integración vertical la crítica etapa del transporte.
No era necesario ya depender de un tercero, las compañías ferroviarias, para
el desarrollo de ese delicado eslabón de la cadena de valor agregado.

Rockefeller y su Standard Oil Company siguen expandiéndose. Lo que


interesaba no era sólo el control del negocio, sino su magnitud misma. Además
de construir nuevas refinerías y adquirir las de competidores en problemas,
inicia una intensa campaña de adquisición de campos en áreas donde se han
efectuado descubrimientos recientes, como Ohio, Kansas y California. Como
parte de este proceso de expansión acota Yergin (1993) que Rockefeller
“Necesitaba nuevos mercados para su creciente capacidad, y en 1866 organizó
una nueva firma en Nueva York para administrar tanto el comercio en la costa
atlántica como las exportaciones de kerosén”2. Europa estaba sedienta de
recibir esa nueva fuente de energía para la iluminación de sus calles.
Rockefeller, lleva así a cabo el primer intento de comercialización fuera de los
Estados Unidos.

Contar con operaciones comerciales tanto en los Estados Unidos como en


Europa, le serviría más adelante a la Standard Oil para tratar de controlar el
mercado global mediante guerras de precios con sus competidores en el viejo
continente. Cuando uno de sus competidores intentaba penetrar el mercado
con volúmenes adicionales, la Standard, mediante los mecanismos de valores
de transferencia que hemos descrito en el Marco Conceptual (p. 39),
suministraba a la filial europea descuentos suficientes para bajar los precios
por debajo del de los competidores. El monto de estos descuentos, era
compensado con ganancias derivadas de incrementos de precios en el, ya
prácticamente cautivo, mercado doméstico de los Estados Unidos.
124

2.1.2. Un ambiente hostil:


Hacia finales de la década de los setenta y principios de los ochenta del siglo
XIX, las prácticas comerciales de Rockefeller comenzaron a crear un creciente
malestar entre la opinión pública. Se sucedieron una serie de aisladas acciones
legales así como ataques por la prensa y en el medio político. Como respuesta
a ello, Rockefeller ideó un imaginativo esquema defensivo, mediante el cual no
era la Standard Oil Co. la propietaria de ninguna de las compañías de
producción o de refinación con las cuales operaba, sino sus accionistas como
22
personas naturales. Con este objetivo, en 1882 se organizó un trust que
agrupaba y llevaba el control de las acciones de los propietarios individuales: El
Standard Oil Trust. Las acciones de todas las empresas operadoras fueron
transferidas al trust, este, a su vez, emitió acciones a nombre de todos los
beneficiarios en una proporción establecida en base a un meticuloso inventario
de los bienes de las distintas empresas.

La figura del trust, como forma de proteger la estructura de grandes


conglomerados industriales, se popularizó rápidamente en los Estados Unidos.
En palabras del ya citado Yergin (1993):

El crecimiento de la Standard Oil no es algo que haya ocurrido en el vacío.


Fue el producto de la rápida industrialización de la economía americana en
las décadas finales del siglo diecinueve, que en un asombrosamente corto
tiempo, había transformado una economía descentralizada y competitiva de
muchas firmas industriales pequeñas, en una dominada por grandes
combinaciones industriales, llamados trusts, cada una de ellas cabalgando

22
Un trust es una figura jurídica diseñada para el manejo de los beneficios derivados de la propiedad
de un bien. Su origen se remonta al derecho romano. Mediante esta figura, una entidad
independiente, ejerce la propiedad de un bien en beneficio de otra parte. La entidad que recibe la
propiedad (el trustee), queda comprometida a ejercerla única y exclusivamente a nombre y en
beneficio de sus propietarios legítimos (los beneficiarios). La función del trust, en realidad consiste en
separar como dos entidades jurídicas distintas, la propiedad legal de un bien de los beneficios
derivados de la misma. El trust es una figura usual en casos de derecho sucesoral.
125

sobre una industria, muchas con accionistas y directores interconectados.2 (p.


96).

Este hecho genero alarma en muchos sectores, y los gobiernos de varios


estados, emprendieron diferentes acciones contra los trusts, que eran vistos
como monopolios que amenazaban a la libre empresa basados en prácticas
comerciales de dudosa moralidad. El descontento contra los trusts alcanzó
finalmente prominencia nacional cuando el congreso de los Estados Unidos
aprobó en 1890 una ley conocida como la Sherman Antitrust Act, propuesta por
el Senador republicano por el estado de Ohio John Sherman. La ley prohibía
una serie de actividades consideradas anticompetitivas. Requería, igualmente,
investigar las actividades de los trusts y otras organizaciones sospechosas de
incurrir en las prácticas previstas por dicha ley. Durante los primeros años de
su vigencia hubo, sin embargo, gran reticencia por parte de muchos sectores
políticos para emprender dichas investigaciones. Aún así, en 1892 el Standard
Oil Trust decide disolverse y comenzar a explorar posibles soluciones para
satisfacer, en su remplazo, las necesidades por las cuales había sido creado.
La coyuntura favorable se presentó en 1899, cuando el Estado de New Jersey
modificó su legislación comercial, permitiendo que empresas constituidas en su
territorio poseyeran acciones de compañías en otros estados y que estas, a su
vez, las tuvieran de otras, y estas de otras… y así sucesivamente. Esta
práctica, hasta el momento, había estado prohibida en todos los estados de la
unión. La nueva legislación de New Jersey preveía la creación de una figura
jurídica, lo que hoy en día se ha dado en llamar “casa matriz” en castellano,
cuya denominación vernácula en los Estados Unidos fue la de “holding
company”. Ese mismo año se establece la Standard Oil of New Jersey como la
holding company del grupo.

Los ataques contra el grupo continúan. Como ya mencionamos, en 1902 la


periodista Ida Tarbell escribe una serie de devastadores artículos en la revista
McClure´s. En esa misma época, en 1901, llega a la presidencia de los Estados
Unidos, luego del asesinato del Presidente McKinley, el individuo más joven
126

hasta ese momento en llegar a esa posición, Theodore (“Teddy”) Roosevelt. El


nuevo presidente, estaba convencido que era necesario contar con algún tipo
de acción que balanceara el poder de ciertos trusts. Según él, ese balance sólo
podía venir del gobierno. De este modo, en noviembre de 1906 la Corte del
Circuito Federal de San Luis entabla una demanda contra la Standard Oil of
New Jersey, basada en la Sherman Antitrust Act. Luego de un laboriosos juicio,
en 1909, la corte federal falló a favor del demandante, el gobierno federal, y
ordenó la disolución de la Standard Oil. Por supuesto, la empresa apeló y el
asunto fue elevado a la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos.
Esta, en mayo de 1911, confirmó la sentencia de disolución. La Standard Oil
debía disolverse en los próximos seis meses.

2.1.3. El desmembramiento:
El desmembramiento de Standard Oil dio origen a más de treinta entidades
distintas. Algunas de ellas, adquirieron posteriormente importancia
trascendental como parte del conjunto de compañías que controlarían el
mercado mundial desde antes de los años veinte hasta básicamente 1960: el
grupo de empresas conocidas en la jerga del negocio petrolero como “las siete
hermanas”. De la Standard Oil original, pasaron a formar parte de “las siete
hermanas”, la Standard Oil of New Jersey (SONJ, conocida también por las
siglas Esso), la Standard Oil of New York (Socony) y la Standard Oil of
California (Socal). Otras partes de la antigua Standard Oil, entraron a formar
parte de otras entidades importantes dentro de la corriente de fusiones llevadas
a cabo sobre todo a partir de los años noventa del siglo pasado. Cabe
mencionar entre ellas, a la Standard Atlantic, que al fusionarse con la Richfield
Co., dieron origen a la Atlantic-Richfield (ARCO). Otras, simplemente
cambiaron de nombre y siguieron teniendo una cierta importancia en el
mercado, tal es el caso de la Ohio Oil Company hoy en día Marathon
Petroleum. Finalmente algunas terminarían siendo absorbidas por otras
entidades existentes. Es el caso de Standard Oil of Ohio (Sohio) adquirida por
BP. En algunos casos la empresa que las absorbió era parte del mismo grupo
127

original tal como sucedió con las Standard Oil of Iowa y Kentucky que pasaron
a ser parte de Socal, hoy re denominada Chevron.

Dentro de la campaña de fusiones que viene ocurriendo en los últimos tiempos


y que analizaremos más adelante, no puede dejar de mencionarse el caso de
la conjunción entre Mobil (el nombre que finalmente terminó teniendo la
Socony) y la Exxon Corporation (el nuevo nombre de SONJ) para dar origen el
30 de noviembre de 1999 a Exxon-Mobil, la corporación de mayor tamaño en la
historia. Mención especial merece también la Standard Oil of Indiana, la cual,
posteriormente, en épocas más recientes, redenominada American Oil
Company (AMOCO) y hoy en día parte de BP. Esta empresa, como veremos
más adelante, tuvo un papel particularmente relevante en los principios de la
industria petrolera venezolana.

La disolución de esta gran empresa generó, por otra parte, una serie de
problemas operacionales para algunas de las nuevas entidades que terminaron
siendo compañías independientes. El sistema original permitía establecer, de
manera natural, un balance entre las empresas productoras que carecían de
capacidad de refinación (crude long companies) y las compañías que se
ocupaban de refinar y comercializar la producción que no poseían (crude short
companies). En este sentido Sampson (1975) comenta que:

El desmembramiento pronto obligó a Exxon 23 a tomar, una vez más, una


actitud más agresiva, porque (con la fragmentación de Standard Oil) había
perdido (como crude short company) el crudo que le suministraban las demás
empresas del grupo. Tenía el dinero, y los mercados, pero poco petróleo: era
más un banco o una firma comercializadora que una compañía petrolera.
Ante la necesidad de contar con su propio petróleo Exxon se vio forzada a

23
Esta cita de Sampson se refiere a la Standard Oil of New Jersey, pero introduce un elemento de
ambigüedad. Para la época a la que se refiere el autor, dicha empresa era conocida con el acrónimo
Esso. No fue sino a partir del primero de enero de 1973, cuando el mismo fue reemplazado por Exxon,
que pasa a ser, además, el nombre formal de la empresa hoy en día fusionada, a partir de 1999, con
la antigua Standard Oil of New York bajo la nueva Exxon Mobil.
128

buscar fuera de los Estados Unidos. Así pues, paradójicamente, fue el


desmembramiento de la Standard Oil lo que convertiría a Exxon en una
fuerza importante en la escena política mundial.2 (p. 34).

2.2. BAKÚ: LA COMPETENCIA RUSA:


La aspiración de Rockefeller era claramente extender “Our plan” a nivel mundial.
Todo parecía marchar de acuerdo a lo planificado, en la década de los sesenta
del siglo XIX, el kerosén americano había llegado incluso a iluminar las calles de
algunas ciudades del enorme imperio ruso. No parecía haber competidores a la
vista. La información que manejaba Rockefeller, era que la única fuente conocida
de crudo en Rusia eran una serie de manaderos en la región de Bakú, en la costa
occidental del Mar Caspio, en la actual República de Azerbaiyán. Algunos de
estos manaderos, venían siendo objeto de explotación mediante una limitada e
ineficiente operación de excavaciones a mano controlada por el gobierno local
con un alto grado de corrupción.

2.2.1. Los hermanos Nobel:


Lo que Rockefeller ignoraba, sin embargo, es que a principios de la década de
los setenta, el gobierno imperial ruso había decidido abrir el área de Bakú a la
inversión privada. Esto generó la llegada de grupos de inversionistas que
perforaron los primeros pozos en la región. Al inicio de esta actividad, llega a la
zona Robert Nobel en busca de madera para la fábrica de rifles de su hermano
Ludwig. Los Nobel, eran una familia de origen sueco cuyo padre había
emigrado a Rusia y que estaban actualmente dedicados a diferentes
actividades en la industria del armamento. Ludwig tenía la fábrica de rifles y su
hermano Alfred se dedicaba a la fabricación de dinamita utilizando como
explosivo la nitroglicerina que el mismo había inventado 24.

24
Alfred Nobel sería más tarde el creador del premio que lleva su nombre otorgado a la excelencia en
diferentes disciplinas del conocimiento humano.
129

Al llegar a la zona, Robert Nobel decide utilizar los fondos originalmente


destinados a la compra de madera e invertirlos en una pequeña refinería, la
cual procedió de inmediato a expandir y modernizar. Al poco tiempo, junto con
Ludwig, también llegado al área, los hermanos Nobel lograron, alrededor de
1870, iniciar el desarrollo del prolífico campo de Bakú cuya producción llegó,
alrededor de 1884, incluso a casi un tercio de la de los Estados Unidos. Esta
era la época en que en ese país Rockefeller estaba tomando control de la
industria a través de sus convenios con las compañías ferrocarrileras, creaba el
Standard Oil Trust y Thomas Edison demostraba el uso de la electricidad para
el alumbrado.

La expansión de la operación de Bakú, pasó en principio desapercibida debido


a las dificultades para transportar la producción. Esta operación, altamente
ineficiente y con alto riesgo de accidentes, se llevaba a cabo mediante barriles
de madera, cargados en barcos en el mar Caspio y transferidos a gabarras a lo
largo del rio Volga. Su destino, las grandes ciudades de Moscú y San
Petersburgo. En 1878, Ludwig Nobel logra, sin embargo, un verdadero avance
tecnológico, al poner en operación el primer buque tanquero, que en vez de
transportar barriles de madera utilizaba su propio casco como espacio de
almacenamiento. Esta idea, que en poco tiempo se impondría también en las
rutas transatlánticas, permitiría a los Nobel tomar el control del vasto mercado
ruso. Aún así, la producción de Bakú estaba circunscrita al mercado ruso, los
puertos del Mar Báltico, se encontraban a más de tres mil kilómetros de un
trayecto que debía alternar la navegación y el ferrocarril en diferentes tramos.
Una salida alterna, el Mar Negro, representaba también una dificultad
considerable, pues si bien se encontraba sólo a unos doscientos kilómetros,
tenía, sin embargo, que cruzar los montes Urales. Finalmente, la crudeza del
invierno siberiano impedía los envíos de kerosén desde el área, pues las
refinerías debían cerrar sus operaciones durante seis meses del año. Todo
esto imposibilitaba considerar la posibilidad de exportación del crudo de Bakú.
130

2.2.2. La familia Rothschild:


En este escenario, dos productores de Bakú, competidores de los hermanos
Nobel, lograron la aprobación de la corona rusa para construir un ferrocarril
desde Bakú hasta el puerto de Bantum, en el extremo oriental del Mar Negro.
El proyecto fue financiado por la familia Rothschild, que con ello entraba en el
negocio petrolero ruso. El ferrocarril entró en operación en 1883, un año
después de la formación del Standard Oil Trust en los Estados Unidos. Con la
llegada a Bantum, se abría el acceso del petróleo ruso a occidente a través del
Mar Negro, el Bósforo y el Mediterráneo.

El crecimiento de la producción en Bakú es impresionante. Según Yergin


(1993) “en conjunto, la producción rusa de petróleo aumentó diez veces entre
1879 y 1888, llegando a 23 millones de barriles, que era equivalente a cuatro
quintas partes de la producción americana”2 (p. 61). Los hermanos Nobel,
necesitando también una salida para su producción, comenzaron a utilizar
igualmente el ferrocarril recién construido, cuya operación estaba controlada
por la corona zarista. El petróleo ruso prácticamente inunda los mercados
europeos, iniciándose una feroz competencia por los mismos con la Standard
Oil. Esta, se da cuenta repentinamente de que tiene un importante competidor
para su kerosén en estos mercados y es aquí donde comienza a utilizar las ya
mencionadas guerras de precios. La empresa suministraba descuentos a sus
filiales europeas a través de los valores de transferencia internos. El monto de
estos descuentos, como también se dijo, eran compensados con incrementos
en el mercado doméstico de los Estados Unidos donde, para ese momento,
contaban con el absoluto control.

2.3. DOS CAMINOS QUE CONVERGEN: LA ROYAL DUTCH SHELL:


Dentro del escenario planteado, alrededor de 1890 los hermanos Nobel siguen
fundamentalmente concentrados en el mercado doméstico de la Rusia zarista. Sin
embargo, los Rothschild, enfrascados en una guerra a muerte con la Standard en
los mercados del resto de Europa, no cuenta con los recursos necesarios para
defenderse de las guerras de precios con los que esta contaba para iniciarlas. Era
131

indispensable la búsqueda de nuevos mercados que parecían estar hacia oriente,


en la región del sur este asiático, que de paso los alejaban del área de influencia
de la Standard Oil. Para desarrollar una estrategia de este tipo, quedaba por
resolver el problema práctico fundamental de cómo hacer llegar el kerosén a esos
mercados. Esto implicaba pasar del Mar Negro al Mediterráneo, rodear todo el
continente africano para llegar al Océano Índico. Un esfuerzo que involucraba
unos costos de transporte que lucían imposibles de afrontar.

2.3.1. El hijo de un vendedor de conchas decorativas:


Para tratar de buscar soluciones a este problema, los Rothschild contrataron
los servicios de un corredor de servicios de transporte de nombre Fred Lane,
un hábil negociador que, en el proceso subsiguiente, llegó a convertirse en uno
de los hombres clave en el desarrollo del negocio petrolero a nivel mundial.
Lane, puso a la familia Rothschild en contacto con Marcus Samuel, un
mercader inglés que había heredado de su padre el negocio de comercializar
productos del lejano oriente, en particular objetos decorados con conchas de
moluscos, de gran aceptación en Inglaterra. El joven Samuel proveniente de
una modesta familia judía del este de Londres, era notorio por su anhelo de
escalar posiciones sociales en Londres y era, a la vez, un hábil negociante,
aunque desordenado como administrador. El negocio de Samuel se había
simplificado a partir de 1869 con la apertura del canal de Suez. Sin embargo,
para el caso del transporte de petróleo, existía el problema de que la autoridad
del canal, por razones de seguridad, no permitía el paso de los tanqueros
petroleros provenientes del Mar Negro. Los riesgos de incendio y de otro tipo
de accidentes, que provocaría el hundimiento de uno de estos buques, con la
consiguiente interrupción del paso por el canal eran demasiado altos. Samuel
se dedicó a rediseñar totalmente los barcos tanqueros introduciendo mejoras
de seguridad e incluso, de paso, la posibilidad de lavar los tanques y permitir la
carga de otras mercancías en el viaje de regreso. El 5 de enero de 1892, la
autoridad del canal de Suez autoriza el paso de tanqueros basados en el
diseño de Samuel a través del canal. El 22 de julio de 1892 uno de sus
132

tanqueros, el Murex, atraviesa el canal de Suez abriendo las puertas de los


mercados del lejano oriente.

Toda esta operación debía ser llevada a cabo de forma rápida y entrando
simultáneamente en todos los mercados con el mayor sigilo. La razón era evitar
que la Standard Oil, cuyos tanqueros habían intentado ya sin éxito cruzar el
canal, pudieran ahora hacerlo y penetrar también los mercados asiáticos e
iniciar una guerra de precios para desplazar a sus competidores. Luego de una
serie de avatares el esfuerzo de Samuel tuvo éxito y según el ya mencionado
Yergin (1993) “Para 1902, de todo el petróleo que pasaba a través del canal de
Suez, 90 por ciento pertenecía a Samuel y su grupo”2 (p. 70). Para mayor
preocupación de la Standard Oil, esta era la época en la que arreciaban los
ataques contra el grupo en los Estados Unidos, incluyendo la serie de artículos
de Ida Tarbell en la revista McClure’s. Así mismo, Theodore Roosevelt acababa
de asumir la presidencia luego del asesinato del Presidente McKinley.

No obstante, Samuel percibe ciertos elementos de inseguridad y riesgo. La


familia Rothschild tiene frecuentes dudas con relación a continuar la
competencia con Standard Oil o más bien buscar un acuerdo con ella. Samuel
decide buscar el apoyo operacional y financiero de una serie de casas
comerciales con las cuales había venido trabajando en sus negocios en el
lejano oriente. Junto con ellas como socios y con la ayuda y participación
accionaria de Fred Lane, en 1901 se establece en Londres la Shell Transport
and Traiding Company. Marcus Samuel insiste en mantener el nombre de Shell
como un tributo al negocio original fundado por su padre. El eslabón más débil
de su cadena de valor agregado era, sin embargo, el suministro de crudo. La
indecisión de los Rothschild le hace ver la inseguridad del suministro de
petróleo ruso, es necesario buscar nuevas fuentes de suministro. Samuel había
entendido también perfectamente bien la necesidad de la integración vertical.
La preocupación de Marcus Samuel no es en absoluto injustificada, ya la
Standard Oil había vuelto también sus ojos hacia el lejano oriente,
133

concretamente hacia una pequeña empresa holandesa que en 1885 había


realizado un descubrimiento en la isla de Sumatra.

2.3.2. Una real compañía holandesa:


En la década de los ochenta del siglo XIX, Aeilko Jan Zijlker era el gerente de
la empresa holandesa de tabaco en Sumatra. A Zijlker le había llamado la
atención el olor a kerosén de un material que los nativos extraían para diversos
usos de la gran cantidad de manaderos de la zona. Hizo analizar el material y
observó que el mismo contenía más del cincuenta por ciento de kerosén. Esto
le decidió a explotar ese material por sí mismo, para ello fundó la Dutch
Company con un esfuerzo individual extremadamente intenso. Obtuvo varias
concesiones y emprendió la perforación de pozos con pobre tecnología y
escaso financiamiento. Aún así, en 1885 hizo su primer descubrimiento. Su
esfuerzo y su éxito no pasaron desapercibidos en su país de origen, el
descubrimiento en Sumatra le permitió conseguir financiamiento para su Dutch
Company. Fue tanto el impacto de dicho hallazgo, que en 1890 el rey Guillermo
III le otorgó el privilegio de utilizar el adjetivo “Royal” en el nombre de su
compañía. Esta pasaba hora a ser la Royal Dutch Company, cuya oferta
pública de acciones superó todas las expectativas.

Sin embargo Zijlker no pudo disfrutar de su triunfo, de regreso a Sumatra, de


paso por Singapur, fallece repentinamente. La Junta Directiva de la nueva
compañía selecciona a Jean Baptiste Kessler para continuar las operaciones,
este logró quintuplicar la producción en los siguientes dos años, con lo cual la
empresa estuvo en condiciones de distribuir dividendos entre sus accionistas.
El problema era, de nuevo, la integración vertical, Royal Dutch necesitaba una
red de distribución comercial prescindiendo de intermediarios y comenzó a
utilizar tanqueros propios y a construir instalaciones de almacenamiento cerca
de los mercados. Sin embargo, esto interfería con las actividades de Samuel y
su Shell Transport and Traiding Company que ya estaba firmemente
posicionada en el área. El auxilio para Royal Dutch provino precisamente del
134

gobierno holandés quien proscribió las actividades de Shell en las posesiones


holandesas de las Indias Orientales.

Todas estas circunstancias, sobre todo su importante descubrimiento, fueron


las que atrajeron la atención de la Standard Oil hacia la Royal Dutch. Una
generosa oferta de adquisición por parte de la empresa norteamericana en
1897 fue rechazada por la Junta Directiva de Royal Dutch. Al mismo tiempo,
Standard trató también de conseguir concesiones en las Indias Orientales
holandesas, pero el gobierno de Holanda y la Royal Dutch impidieron que le
fueran otorgadas. Resultaba evidente que un acuerdo entre una empresa
norteamericana y la Royal Dutch jamás sería posible. Por otra parte, la
empresa muestra además un renovado impulso al profesionalizar sus cuadros
con la incorporación de un grupo de geólogos. En poco tiempo, el 22 de
diciembre de 1899, efectúa un nuevo descubrimiento en la misma isla de
Sumatra al norte del campo existente. Royal Dutch se encaminaba con una
situación boyante hacia el nuevo siglo.

2.3.3. Henri Deterding:


No obstante, la fatalidad parece estar signando el destino de los personajes
que han contribuido a darle relieve a la Royal Dutch. En diciembre de 1900 se
repite la historia de Aeilko Zijlker en 1890 cuando fallece en Singapur de
regreso de su exitoso viaje a La Haya. Kessler, regresando a La Haya luego de
su agotador esfuerzo de una década en Sumatra, fallece en Nápoles a
consecuencia de un infarto. Esta es la ocasión para que entre en escena uno
de los personajes más emblemáticos del desarrollo de la Royal Dutch. A la
edad de treinta y cuatro años, es nombrado interinamente como gerente de la
empresa, con una interinidad que duraría casi cuarenta años, Henri Deterding.
Nativo de Ámsterdam, huérfano desde los seis años, Deterding pasó una
infancia y una juventud temprana de estrechez económica, su facilidad para las
matemáticas y su trabajo inicial en la banca le dieron una especial penetración
para analizar la situación financiera de las empresas. Cuando, al igual que
muchos jóvenes holandeses, se traslada a las indias orientales en busca de
135

fortuna, comienza a trabajar para Kessler, su amigo desde la infancia, a quien


ayudó, con su habilidad financiera, a sortear una crisis de capital de trabajo a
principios de la décadas de los noventa.

2.3.4. La convergencia:
Ya en la década de los noventa del siglo XIX Marcus Samuel está plenamente
consciente de la necesidad de integrar verticalmente la Shell Transport and
Traiding Company. La gigantesca operación de transporte y comercialización
de Shell necesitaba urgentemente nuevas fuentes de suministro. El contrato
con la familia Rothschild se vencía en 1900, además las relaciones entre las
partes se habían vuelto ásperas por el atractivo que para esa familia había
representado siempre la posibilidad de un acuerdo con Standard Oil. El
suministro de petróleo ruso era definitivamente inseguro. No sólo eso, ahora
había un nuevo grupo —Royal Dutch— en el negocio del lejano oriente con
fuentes de producción mucho más cercanas a los mercados. En 1895 Shell se
lanza a una operación de exploración aún más al este, en la isla de Borneo. Es
una operación difícil, alejada de las fuentes de suministro de materiales y
equipos y mal organizada. Pero aún así, en abril de 1898 hacen su primer
descubrimiento. El crudo descubierto por la Shell Transport and Traiding
Company tiene un pobre rendimiento de kerosén, pero ofrece un mayor
contenido de fuel oil. Marcus Samuel, sin duda un visionario, comienza a
promover la idea de la conveniencia de sustituir el carbón por fuel oil en barcos
y ferrocarriles. Su contenido energético por unidad de volumen es mucho
mayor, con lo cual se ahorra una importante cantidad de espacio en
almacenamiento de combustible. No sólo eso, Samuel tiene la habilidad
suficiente para hacer aparecer su descubrimiento como algo mucho más
importante de lo que realmente es.

Esto sucedía poco después que Royal Dutch había rechazado la generosa
oferta de la Standard Oil y un año después que Henry Ford había construido su
primer automóvil. La misma época en que en los Estados Unidos el Standard
Oil Trust había sido obligado a disolverse y Rockefeller y sus socios están en
136

busca de soluciones para garantizar la seguridad para los intereses del grupo.
Por otra parte, la competencia entre Shell y Royal Dutch se ha vuelto
sumamente dura. Entre ambas empresas controlan más de la mitad de las
exportaciones rusas y del lejano oriente. Desde un principio Deterding tiene
firmemente anclada en su mente una fusión con Shell, el único problema es el
choque de dos fuertes personalidades como las de Marcus Samuel y Henri
Deterding para dilucidar quién sería el líder del nuevo consorcio. En este punto
interviene nuevamente Fred Lane como mediador, al tiempo que se produce
una circunstancia fortuita de gran influencia, Marcus Samuel es postulado para
ser el Lord Major of the City of London (el Lord Alcalde de la Ciudad de
Londres), un logro invalorable para sus aspiraciones de asenso social. Aún así,
el proceso es largo y laborioso, incluyendo una sorprendente visita de Samuel
a la directiva de la Standard en octubre de 1901 para conversar sobre una
posible alianza. Las conversaciones fracasaron al no poder las partes llegar a
un acuerdo acerca del valor que debía serle asignado a Shell a la hora de
constituir una alianza. Luego de otra serie de avatares en 1907 se llega
finalmente a un acuerdo definitivo. Samuel quedará libre para seguirá
cultivando sus aspiraciones personales, ahora en gran medida satisfechas,
pero permanece además, como accionista y miembro de la Junta Directiva del
nuevo grupo Royal Dutch / Shell. El grupo será liderado por Henri Deterding, un
hombre cuya motivación principal es el poder corporativo, para hacer del nuevo
grupo el líder mundial en el negocio petrolero.

Una vez satisfecha esta aspiración se afianza en la mente de Deterding su


vieja idea de que, expresada en holandés, reza que “eendracht maakt macht”
(la unidad da poder). En 1911, el mismo año en el que la Corte Suprema de los
Estados Unidos ordena el desmembramiento de la Standard Oil, el grupo Royal
Dutch Shell adquiere los intereses de la familia Rothschild en Rusia. Hasta el
momento, luego de haber renovado el acuerdo con Samuel en 1901, los
Rothschild tenían ya una participación en el grupo Shell. Paralelamente, por
otra parte, Walter Teagle, nuevo presidente de la Standard de New Jersey
compra los intereses rusos de la familia Nobel.
137

Se ha entrado ya en un nuevo siglo, que a medida que avance, será testigo de


la presencia de dos poderosos gigantes en el negocio petrolero: el Grupo Royal
Dutch Shell y la Standard Oil of New Jersey (Esso). Como es inevitable, se
inicia la guerra entre estos dos grandes grupos, sobre todo cuando en 1910, ya
bajo el control de Deterding, Royal Dutch Shell se plantea la estrategia
comercial para penetrar un nuevo mercado… ¡los Estados Unidos! El nuevo
siglo traerá consigo también la emergencia de otros actores importantes que se
sumarán al grupo del que forman parte Roya Dutch Shell y algunas de las
empresas derivadas de la Standard Oil, la Standard Oil of New Jersey (Esso),
la Standard Oil of New York (Socony) y la Satandard Oil of California (Socal).

2.4. SPINDLETOP Y DOS HERMANAS QUE FALTABAN:


La utilización por Rockefeller y la Standard Oil de la figura del trust, se hizo muy
popular en los Estados Unidos para consolidar y proteger los intereses de
grandes grupos industriales. Esto produjo considerable alarma en ciertos sectores
políticos. Como consecuencia, tal como se mencionó, varios estados legislaron en
contra de esta figura. Esta tendencia llegó a convertirse en una ley federal con la
Sherman Antitrust Act en 1890. Uno de los primeros estados en pasar este tipo de
legislación fue Texas en 1845. Sus autoridades, al descubrir que la Standard Oil
tenía una subsidiaria secreta, la Waters-Pierce Oil Company, vendiendo petróleo
en el estado, proscribió las actividades de Standard, con lo cual esta empresa
perdió la oportunidad de participar en el primer gran descubrimiento del siglo XX.

2.4.1. Gulf Oil y la familia Mellon:


La localidad de Spindletop, es un domo de sal 25 cuya manifestación superficial
es una pequeña colina de unos tres metros de altura en la llanura costanera del

25
En múltiples ocasiones, como sucedió en Pennsylvania, se había observado de la asociación de la
sal y el petróleo. Por esa razón la exploración inicial por petróleo tendió a centrarse exclusivamente en
los domos de sal. La única relación que realmente existe entre ambos es que las columnas de sal en
el subsuelo tienden a formar domos, estructuras convexas y cerradas, que constituyen una excelente
138

Golfo de México, cerca de la ciudad de Beaumont en el estado de Texas.


Aparece en el área un pintoresco personaje, Pattillo Higgins, manco del brazo
izquierdo a raíz de un duelo a pistola con un comisario a quien dio muerte, al
estilo de los que reproducen las películas de ese género. Geólogo autodidacta,
Higgins visita los campos de Pennsylvania y desarrolla la idea de que el domo
de Spindletop tenía las mismas características de los de la región de Titusville.
Muchos tildaron a Pattillo de loco e, incluso, de estafador. Después de múltiples
rechazos e innumerables avisos de prensa promoviendo su proyecto, recibió
una respuesta afirmativa de un ingeniero de origen croata y austríaco John F.
Lucas. Ambos decidieron perforar un pozo en el mencionado domo. Para
financiar el proyecto recurrió a Guffey & Galey, una empresa de exploración en
la ciudad de Pittsburgh, quienes gestionaron un préstamo con el banco Mellon.

El Mellon Bank era una de las propiedades de la familia Mellon, una de las más
prominentes familias del estado de Pennsylvania y, al igual que Rockefeller,
una de las grandes fortunas de los Estados Unidos. Antes de la fundación de la
Standard Oil, ya los Mellon tenían un importante desarrollo energético a través
del carbón. La atención que centraron en este producto no les permitió prestar
atención a otro sector energético que terminaría siendo el que, a la larga,
prevalecería en los mercados mundiales, el petróleo. No fue sino hasta 1889
cuando tomaron conciencia de lo que estaba ocurriendo dentro de su mismo
estado de Pennsylvania, a pocos kilómetros de su ciudad de Pittsburgh.
Trataron entonces de incursionar en ese negocio, compraron algunos campos
petroleros, construyeron oleoductos y refinerías. Uno de sus oleoductos, a un
costo, para la época, de un millón de dólares, fue tendido hasta la costa
atlántica para permitir la exportación a Europa, principalmente a Francia. Sin
embargo, para ese momento ya Rockefeller había consolidado firmemente su
posición, la competencia era definitivamente desventajosa para los Mellon que
en 1895 tuvieron que terminar vendiéndole su operación a Rockefeller.

trampa para los hidrocarburos. Hoy en día la exploración se centra en infinidad de otros tipos de
trampas.
139

La familia Mellon vió la oportunidad de regresar al negocio petrolero en un área


donde pudieran mantenerse al margen de la influencia de Rockefeller y su
Satandard Oil. El financiamiento de la operación de Lucas condujo el 10 de
enero de 1901 al descubrimiento del campo de Spinletop, el pozo descubridor
produjo alrededor de cien mil barriles diarios. Este era el descubrimiento más
grande hasta el momento y permitiría, eventualmente, a los Estados Unidos
volver a ser el primer productor mundial desplazando a Rusia que había
ocupado ese puesto gracias a la producción de Bakú. Como consecuencia, la
familia Mellon decidió adentrarse más en el negocio. En asociación con James
M. Guffey, uno de los socios de Guffey and Galey, formaron en 1907 una
nueva empresa. En la misma dejaron a Lucas como socio con una participación
del trece por ciento. Higgins fue dejado por fuera, sin embargo, como parte de
un arreglo extrajudicial a una serie de demandas presentadas por este, recibió
un pago de tres millones de dólares. La nueva empresa no pudo denominarse
Texas Company, como los socios hubieran querido, pues dicho nombre ya
había sido registrado, como veremos más adelante, por Joseph Cullinan y sus
socios en 1902. Por su cercanía al Golfo de México, decidieron llamarla Gulf Oil
Company, eventualmente, otra de las grandes “siete hermanas” que
controlarían por muchos años el negocio petrolero mundial. La Gulf Oil sería
igualmente, junto con la Royal Dutch/Shell y la Standard Oil of New Jwersey,
una de las tres empresas más relevantes en el desarrollo de la industria en
Venezuela.

A partir de 1901 la familia Mellon continuó su actividad exploratoria en el


suroeste de los Estados Unidos. Este era un territorio que la Standard Oil
miraba con recelo luego de su experiencia en el estado de Texas después de la
ley antitrust de 1845. William Mellon, quien lideraba esta parte del negocio,
continuaba firme en sus dos grandes lineamientos: asegurar fuentes de
producción y alejarse de las áreas de influencia de la Standard Oil. Años
después, en 1906, descubren el gran yacimiento de Glenn Pool, cerca de la
140

ciudad de Tulsa, en el territorio indio que posteriormente sería el estado de


Oklahoma.

2.4.2. The Texas company:


Ciertamente, el nombre de The Texas Company había sido ya registrado en el
año 1902. Joseph Cullinan, conocido como “Buckskin Joe”, quien comenzó a
trabajar a los veintidós años para la Standard Oil en su estado natal de
Pennsylvania. En 1895 descubrió una oportunidad de negocio en la
construcción de tanques de acero para almacenar petróleo. Con ese fin,
Cullinan fundó la Petroleum Iron Works y en 1897, ante el auge de la
producción en Texas, es llamado para estudiar el desarrollo de instalaciones en
los diferentes campos. Debido a la falta de capacidad de refinación era
frecuente tener que disponer de los excedentes de producción arrojando el
petróleo a terrenos y ríos… ¡una verdadera barbaridad ambiental! Cullinan,
quien posteriormente demostró ser un abanderado de la conservación del
medio ambiente, accedió, además de capacidad de almacenaje, a construir una
refinería que en 1900 procesaba mil quinientos barriles diarios. Al año
siguiente, junto con un socio, Arnold Schalet, fundó la Texas Fuel Company el
28 de marzo de 1901 para la explotación de un campo y la construcción de un
gran patio de almacenamiento. En marzo de 1902, junto con la incorporación
de un socio adicional, John W. Gates, la Texas Fuel Company es absorbida por
una nueva empresa, The Texas Company, que se ocuparía ahora, además, de
la refinación y el transporte de petróleo. Muchos años después el nombre de la
empresa sería cambiado a Texaco.

Esta es la época en que los ataques contra el grupo Standard están en su


apogeo, especialmente los de la periodista Ida Tarbell y la administración
Roosevelt y que culminarían con la orden de la Corte Suprema de los Estados
Unidos de disolver el grupo. Es la época en que la Royal Dutch Shell se
consolida bajo el liderazgo de Henri Deterding y se lanzan a una feroz
competencia con Standard abriendo, incluso operaciones en el mercado
estadounidense.
141

2.5. LA GEOPOLÍTICA Y LA ANGLO PERSIAN OIL COMPANY:


Durante buena parte del siglo XIX, la geopolítica europea estuvo condicionada
por las políticas colonialistas de las diferentes naciones que pugnaban por
establecer sus respectivos imperios coloniales. La era del colonialismo /
imperialismo moderno prevaleció por alrededor de un siglo, desde mediados del
siglo XIX hasta su gradual desmembramiento al final de la segunda guerra
mundial. Quizás las únicas excepciones fueron España e Inglaterra. La primera
que, casi por accidente, descubre un nuevo continente en los albores mismos del
siglo XVI. La segunda, que dentro de las diferentes modalidades mediante las
cuales se desarrolló el mercantilismo, lo hizo lanzándose en un esfuerzo orientado
hacia ultramar. El esfuerzo de las potencias europeas por consolidar sus propios
imperios coloniales y la exacerbación del espíritu nacionalista había llevado al
desarrollo de la noción de la realpolitik, acuñada por Otto von Bismark, y sus
posteriores consecuencias.

2.5.1. Persia, Rusia e Inglaterra:


Persia, el antiguo reino de los partos, resultaba un área crítica dentro de esta
visión geopolítica, especialmente para Rusia e Inglaterra. La primera, a partir
de los años sesenta del siglo XIX, buscaba, a través de Asia central, un puerto
de aguas templadas en el Golfo Pérsico que le permitiera una actividad
comercial durante todo el año. Por otra parte, para Inglaterra, el esfuerzo ruso
representaba una amenaza para sus rutas hacia la India. La influencia
comercial británica en India databa de principios del siglo XVIII a través de la
Honorable Compañía de las Indias Orientales y había sido definitivamente
anexada como colonia británica en 1857. Yergin (1993) describe la situación
planteada de la siguiente manera:

Las dos grandes potencias forcejearon por adquirir influencia sobre Persia a
través de concesiones y préstamos y otras herramientas de diplomacia
económica. Pero, al inicio del nuevo siglo, la posición británica era precaria,
pues Persia se encontraba en claro peligro de caer bajo la influencia de
Rusia. Rusia buscaba establecer su presencia en el Golfo Pérsico, mientras
142

que la economía persa estaba ya en considerable medida integrada a la de


Rusia.2 (p. 136).

Es curioso observar, que bajo otro marco de referencia, estos temores de


Inglaterra son análogos a los de la Gran Bretaña y Estados Unidos en 1951
cuando el Primer Ministro iraní Mohammed Mossadegh expropia la Anglo
Persian Oil Company. En esta ocasión, la drástica respuesta del Reino Unido y
Norteamérica fue motivada por el temor de que Irán, en plena guerra fría,
cayera bajo la órbita de la Unión Soviética.

2.5.2. La saga de William D’Arcy:


Dentro de la situación de competencia geopolítica entre Rusia e Inglaterra, se
presentó una importante circunstancia de tipo coyuntural. Hacia finales del año
1900, llega a Paris el General Antoine Kitabgi con el aparente propósito de abrir
una exhibición de arte y productos persas en esa ciudad. No obstante, su
verdadero propósito era la búsqueda de inversionistas europeos dispuestos a
invertir en concesiones petroleras en Persia, cuyo gobierno estaba
desesperadamente necesitado de fondos, en buena parte destinados a
mantener la dispendiosa vida del monarca de la época. La prospectividad de la
región había sido reconocida desde los años setenta del siglo XIX, sin
embargo, los intentos de otorgamiento de concesiones habían fracasado por
las fuertes protestas internas y por la fuerte oposición de la Rusia Imperial. En
esta ocasión, sin embargo, la habilidad de un hábil inversionista, negociador y
especulador, William Knox D’Arcy, respaldado por el uso de sólidas
herramientas financieras, logró ese cometido. El 28 de mayo de 1901 el Shah
Muzaffar al-Din otorgó una concesión por sesenta años a D’Arcy por tres
cuartas partes del territorio persa a cambio de una considerable cantidad de
efectivo, una participación accionaria en la nueva empresa a ser constituida,
más un porcentaje adicional de las ganancias netas anuales de la empresa. La
concesión conseguida en Persia por D’Arcy en 1901, daría inicio a la era del
petróleo en el Medio Oriente.
143

No fue sencilla la tarea que tuvo que enfrentar D’Arcy de allí en adelante. Una
serie de dificultades políticas, culturales, religiosas y financieras casi hicieron
naufragar el proyecto. En el campo político, el proyecto se topó con el
desconocimiento del muchos líderes tribales del interior, de las decisiones de
Teherán. Culturalmente, el enorme resentimiento y recelo de muchas de estas
poblaciones a todo lo extranjero. En el campo religioso el extremado celo chiita
de la gente de esas regiones, en contraposición a la visión del Islam de tipo
sunita prevaleciente en la capital. Finalmente, el esfuerzo exploratorio resultó
infructuoso durante un tiempo bastante prolongado, lo cual dio origen a una
fuerte presión financiera. Finalmente, en mayo de 1908 se perforó el primer
pozo exitoso. Ello permitió llevar a cabo una oferta pública de acciones de una
nueva empresa, Anglo-Persian Oil Company, la cual fue absolutamente exitosa
por la alta demanda que generó en el mercado londinense.

2.5.3. Una empresa del Estado: “Inicien hostilidades contra Alemania”:


Sin embargo, el éxito financiero logrado con esta primera emisión no fue
suficiente para financiar el desarrollo del nuevo campo. Nuevamente D’Arcy,
mejor dicho, ahora la Anglo-Persian Oil Company, estaba en dificultades
financieras. El volumen de reservas descubiertas, por otra parte, había
despertado la atención de la Royal Dutch Shell que inició una intensa campaña
para su adquisición. Surge entonces, dentro del tortuoso periplo del desarrollo
de Anglo-Persian, la alarma del Parlamento inglés, concretamente de Winston
Churchill. Soplaban aires de guerra en Europa, Churchill veía como una
amenaza que la Real Armada Británica no tuviera control sobre su propio
suministro de combustible. Sobre todo, que para asegurar ese suministro,
tuviera que depender de una empresa comercial privada relacionada además,
de concretarse la adquisición, con Holanda, país que se consideraba
susceptible de ser influenciado por Alemania. Por otra parte, no se visualizaban
fuentes de petróleo para Gran Bretaña distintas a Persia. Churchill, a la sazón
Lord del Almirantazgo británico, propuso en la Cámara de los Comunes que la
Corona inglesa adquiriera el cincuenta y uno por ciento de las acciones de
Anglo-Persian. Luego de un acalorado debate parlamentario el 17 de junio de
144

1914 se aprobó la adquisición, Anglo-Persian pasaba a ser una empresa


controlada por el Estado, por la corona británica. Once días después, el 28 de
junio, el Archiduque Franz Ferdinand, heredero del trono del imperio austro-
húngaro, era asesinado en Sarajevo. Había comenzado la primera guerra
mundial. Churchill, como Lord del Almirantazgo británico, transmitió con toda
confianza el mensaje a los buques de la armada: “Inicien hostilidades contra
Alemania”. Anglo-Persian, por otra parte, luego de una serie de avatares que
describiremos más adelante, se convertiría en la empresa que hoy conocemos
como British Petroleum (BP).

2.6. LAS “SIETE HERMANAS” ALCANZAN EL CONTROL:


En los años alrededor del cambio de siglo, es evidente la inestabilidad del negocio
petrolero en el ámbito global. Por una parte, existe una gran fluctuación en los
precios, unas veces debido a incrementos en la demanda, en otras, a la repentina
incorporación de importantes volúmenes de oferta debido a nuevos
descubrimientos. En muchos casos el incremento o abatimiento de la demanda es
debida a eventos ajenos a la industria, muchos de ellos fortuitos. Hasta el año
1905, a pesar de los descubrimientos en la costa del golfo en Texas en 1901 y de
Glen Pool en Oklahoma, el suministro no había sido capaz de satisfacer la
demanda. Sin embargo, Esta situación no va a durar mucho. El inicio del siglo XX
trae consigo una serie de acontecimientos imprevistos, pero de carácter
extremadamente relevante, que van a revertir dicha realidad afectando a las
empresas del ramo. Yergin (1993) lo expresa en los siguientes términos:

El final del siglo diecinueve estuvo marcado por una expansión mundial del
petróleo. La demanda crecía rápidamente, había estrechez en los suministros, y
los precios estaban subiendo. […] Pero en el otoño de 1900, el precio del
petróleo comenzó a desmoronarse. Una cosecha desastrosa condujo a una
hambruna y una depresión económica en la Rusia imperial. La demanda
doméstica de petróleo se vino abajo, y los refinadores rusos comenzaron a
producir todo el kerosén que podían para exportar, lo cual causó una sobreoferta
en el mercado mundial. Los precios colapsaron.2 (p. 117).
145

2.6.1. La primera guerra mundial:


En 1914 sobreviene la primera guerra mundial. Aún con la seguridad de contar
con su propio suministro de petróleo, Inglaterra, pero sobre todo algunas de las
potencias aliadas, como Francia e Italia, seguían experimentando un déficit de
combustibles durante una contienda bélica ya altamente mecanizada. La
aviación se había convertido en una poderosa arma de guerra, los tanques,
vehículos bélicos movilizados también por motores de combustión interna, son
otra nueva arma de gran poder y las armadas cruzaban los mares movidas por
motores diesel. A pesar de la producción de las islas del sureste asiático,
Sumatra y Borneo, de Persia y los nuevos descubrimientos en México, el
ochenta por ciento del crudo del cual se derivaban estos combustibles provenía
de los Estados Unidos. Este fue, sin duda, un factor determinante en el
resultado de la guerra, el gran problema del Imperio Austro-Húngaro era, como
lo sería para Alemania en la segunda guerra mundial, precisamente la carencia
de fuentes de suministro de combustible. Sin embargo, al final de la contienda
bélica, existía en Norte América un marcado temor por la merma de las propias
reservas debido al intenso esfuerzo de cooperación que, en este sentido, se
había llevado a cabo durante la guerra. Era necesario buscar fuentes
adicionales de suministro de crudo.

El clima del mercado no había variado mayormente con relación al período


previo a la guerra. Las empresas estadounidenses, principalmente la Standard
Oil, entraron en una feroz y costosa competencia con empresas de otras
nacionalidades, principalmente británicas y anglo-holandesas, tratando de
consolidar sistemas de integración horizontal para acceder a la producción de
crudo de diferentes sitios. Esta necesidad la describe Hartshorn (1967) cuando
explica que:

Lo extenso de las áreas donde se ha obtenido el derecho para emprender


trabajos de exploración, situadas en diferentes partes del mundo fuera de los
Estados Unidos, ha contribuido a elevar el costo de incorporación a esta
etapa específica de la industria […] Tales elementos señalan la conveniencia
de contar con grandes unidades de propiedad en etapas determinadas de las
146

operaciones de la industria, es decir, con una “integración horizontal”. (p.


141).

Debido a la incorporación de la Standard Oil y otras empresas estadounidenses


a la búsqueda internacional de reservas de hidrocarburos, en la industria se
desarrollo un escenario de intensa competencia. Al mismo tiempo, regiones ya
firmemente establecidas como productoras, fueron también víctimas de
eventos fortuitos. Un evento particularmente importante, fue la revolución rusa
del año 1905, precursora de la revolución bolchevique de 1917. Una mezcla de
razones políticas y sociales desembocaron en grandes manifestaciones
populares en diversos sitios que fueron brutalmente reprimidas. Por otra parte,
la agitación era en parte estimulada por grupos liderados por individuos
marxistas. Uno de ellos, un joven bolchevique, Iósif Vissariónovich
Dzhugashvili, quien adoptaría el apodo por el cual se le conocería luego
universalmente, Stalin (que significaba “acero”), dirigió la agitación en Bakú. La
revuelta en esa región petrolera condujo a una masacre de extranjeros y al
incendio de los pozos del campo cuya producción prácticamente desapareció.

Cuando en 1907 Deterding toma las riendas de la Royal Dutch Shell, la guerra
de precios entre esta empresa y Standard Oil se recrudece. Ambas compañías
invaden los mercados de la otra en los Estados Unidos, Europa y en el lejano
oriente. Deterding, sin embargo, es un hombre que busca fundamentalmente
integrar esfuerzos, la expresión holandesa “eendracht maakt macht” (la unidad
da poder), es una de sus frases favoritas. En 1911 visita los Estados Unidos
para reunirse con la directiva de Standard. Su propuesta: tratar de buscar
mecanismos para estabilizar los precios, la misma, sin embargo, no tuvo éxito.
John D. Archbold, recién nombrado en 1910, después de la orden de
desmembramiento de la Corte Suprema de los Estados Unidos, presidente de
Standard, estaba determinado a continuar la estrategia de guerra de precios
iniciada por John D Rockefeller, para alcanzar el predominio de Standard en los
mercados. La idea de Deterding tuvo mejor resonancia en uno de los directores
de la Standard, Walter C. Teagle, quien en 1917 sería nombrado presidente de
147

la empresa reemplazando a Archbold. Teagle representaba una visión más


propensa a la concertación negociada y era partidario de una política de
apertura, en contraste a la “línea dura” de sus predecesores Rockefeller y
Archbold. Este último, al igual que Maurice C. Clark, abuelo de Teagle, era uno
de los acérrimos competidores de Rockefeller en los primeros tiempos, que
pasaron luego a formar parte del grupo de socios secretos de Rockefeller que
permanecían fungiendo como sus competidores.

Tanto a Deterding como a Teagle, puede atribuírseles el mérito de haber sido


las dos figuras que dieron origen al desarrollo y consolidación de un gradual
cambio de escenario. Un escenario caracterizado por diferentes tipos
concertación, que iba a dar origen a un grupo de empresas que por muchos
años habrían de liderar la industria petrolera mundial.

2.6.2. Tiempos de competencia… y de cambio:


No obstante, el cambio de siglo, como hemos mencionado, fueron tiempos de
frenética actividad. En 1908 se descubre petróleo en Persia y se constituye la
Anglo-Persian Oil Company (antecesora de la British Petroleum). Dos años
después, en 1910, la Compañía Mexicana Petrolera El Águila, propiedad de Sir
Weetaman Pearson, Lord Cowdry, descubre en México la famosa Golden
Lane. Todo esto sucedía en una época en que el petróleo se había establecido
firmemente en su nuevo rol como combustible para los motores de combustión
interna. Era una nueva etapa histórica. El estallido de la primera guerra mundial
en 1914, debido a la popularización de los motores de combustión interna, vino
a corroborar de manera dramática la fuerte dependencia de los combustibles
derivados del petróleo.

Al final de la guerra, los nuevos hábitos de consumo, basados en el uso de los


derivados del petróleo, han modificado el estilo de vida de la población de
Norteamérica y Europa, los grandes consumidores. A partir de 1896 cuando
Henry Ford construye su primer automóvil, el crecimiento de la popularidad de
148

este medio de transporte llegó a ser explosivo. Ya no era posible que el


mercadeo de gasolinas se llevara a cabo con combustible enlatado, era
necesario contar con puntos de venta fácilmente accesibles. En 1907 comienza
a funcionar en la ciudad de Saint Louis, en los Estados Unidos, la primera
estación de servicio.

Para estos momentos, debido al tamaño que habían alcanzado y, sobre todo,
por su estructura verticalmente integrada a nivel mundial, siete grandes
empresas han llegado a constituirse en las potencias del negocio petrolero
global. Estas empresas se encuentran en una dura competencia, en muchos
mercados esta competencia es claramente notoria por la proliferación de sus
logotipos en las nuevas estaciones de servicio. Dentro de esta dura
competencia, las grandes empresas habían asegurado los mercados de mayor
importancia. Surgía ahora la necesidad de diversificar sus fuentes de
suministro de crudo a través de un proceso de integración horizontal en el
eslabón más débil de su cadena de de valor agregado. En este sentido
Deterding ha emprendido una intensa, y en muchos casos arriesgada, política
de diversificación. Se inicia la exploración en Sarawak, una región al norte de la
isla de Borneo. En 1912, bajo el nombre de Caribbean Petroleum adquiere las
concesiones de la General Asphalt Co. en Venezuela y en 1918, la Royal Dutch
Shell, le compra a Lord Cowdry la Compañía Mexicana Petrolera El Águila. Por
otra parte, los logotipos de Shell comienzan a aparecer por todas partes en las
estaciones de servicio de los Estados Unidos.

El petróleo se ha transformado ya en un negocio indiscutiblemente global.


Algunos actores se plantean ya seriamente la necesidad de unificar esfuerzos
por vías de concertación. Henri Detering está ahora más convencido que nunca
de que eendracht maakt macht (“la unidad da poder”), en esa misma línea se
ubica Walter Teagle.
149

2.6.3. La Turkish Petroleum y el “Acuerdo de la Línea Roja”:


Durante el período de transición entre los siglos diecinueve y veinte, comenzó
también a despertarse el interés por la posibilidad de existencia de petróleo en
la región del Medio Oriente, parte del Imperio Otomano. En 1912, el
comerciante armenio Calouste Gulbenkian logra convencer a la Anglo Persian,
a la Royal Dutch Shell y al Deutsche Bank para constituir la Turkish Petroleum
Company (TPC), en la cual, el promotor, Gulbenkian, conserva el cinco por
ciento de las acciones. La asombrosa capacidad negociadora de este
empresario armenio lo llevó a lograr, como un simple particular, grandes
beneficios en sus asociaciones con las grandes multinacionales. Su
participación se limitaba a no solicitar más del cinco por ciento de cada uno de
los negocios en los cuales intervenía, esto le valió el apodo de “mister five per
cent” (“el señor cinco por ciento”). Cantidades nada despreciables en términos
absolutos, sobre todo para un simple particular.

Con el advenimiento de la guerra mundial en 1914, las actividades de la


Turkish Petroleum, cayeron forzosamente en un receso. Sin embargo, al final
de la misma, y siguiendo los lineamientos de la Liga de las Naciones, dos años
después tuvo lugar la conferencia de San Remo del 19 al 26 de abril de 1920.
En ella se establecieron los términos para el tratado de paz con el Imperio
Otomano, una de las potencias derrotadas. Este fue dividido en una serie de
protectorados bajo la tutela de Gran Bretaña y Francia. El tratado incluía un
acuerdo sobre el tema petrolero, que establecía que la cuarta parte de las
acciones de la Turkish Petroleum, hasta el momento pertenecientes al
Deutsche Bank, banco de nacionalidad alemana, la otra potencia derrotada,
pasaban al estado francés. Para el manejo de esta operación, a instancias del
Primer Ministro francés Raymond Poincaré, el Coronel Ernest Mercier, con el
soporte de noventa bancos, el 28 de marzo de 1924 fundó la Compagnie
Française des Pétroles (CFP). Dentro de todos estos acuerdos, Gulbenkian
mantenía su cinco por ciento.
150

Luego del esfuerzo exploratorio, al reiniciarse las operaciones de la TPC, en


1927, se lleva a cabo en Mesopotamia el descubrimiento del campo de Baba
Gurgur, en la región de Kirkuk, al norte del actual Iraq. Esto aceleró las
negociaciones para llegar a una estructura definitiva acerca de la composición
definitiva de la Turkish Petroleum que tenía, además, planteado un conflicto por
resolver. En la Conferencia de San Remo, los Estados Unidos habían sido
dejados ostensiblemente fuera de la Turkish Petroleum Co. bajo el argumento
de que nunca habían llegado a declarar la guerra al Imperio Otomano. Esto dio
lugar a una fuerte protesta por parte del gobierno norteamericano, que alegaba
que su contribución al esfuerzo bélico había sido llevada a cabo a costa del
agotamiento de sus propias reservas petroleras. El argumento estadounidense
era que, si habían ayudado a ganar la guerra, tenían derecho a participar en el
reparto de los despojos de los derrotados. Luego de largas y ásperas
negociaciones, se les dio entrada a cinco compañías norteamericanas:
Standard Oil of New Jersey, Standard Oil of California, Socony, Texaco y Gulf.

Uno de los puntos más relevantes del acuerdo establecía que ninguna de las
empresas solicitaría concesiones en el territorio del antiguo Imperio Otomano
sino a través de la Turkish Petroleum Co. Al no conocerse con exactitud los
límites del Imperio Otomano, en un momento dado, Gulbenkian trazó en un
mapa, de manera aproximada, una línea roja que incluía los actuales territorios
de Arabia Saudita, Irak, Israel, Jordania, Siria y Turquía. Por tal motivo este
acuerdo, finalmente suscrito el 31 de julio de 1928, pasó a llamarse “el acuerdo
de la línea roja” (“The Red Line Agreement”). La Turkish Petroleum company
fue renombrada en 1929 con su nombre actual, la Irak Petroleum Company.

2.6.4. El destructivo clima de competencia:


Dentro de esta convulsionada historia, en octubre de 1917 ocurre el triunfo de
la revolución bolchevique en Rusia. Las grandes empresas, en su afán de
diversificar sus fuentes de suministro, cometieron un costoso error de
perspectiva y trataron de negociar la continuidad de sus actividades con el
nuevo régimen bolchevique. Hacía ya unos años, Deterding, a pesar de la
151

situación de Rusia en ese momento, había comprado los intereses de la familia


Rothschild en ese país. El pago se efectuó en acciones de la Royal Dutch
Shell, con lo cual, la familia Rothschild, poseedora ya de una cierta porción de
las acciones del grupo luego de haber renovado su participación en la Shell
Company de Marcus Samuel, pasó a ser uno de los mayores accionistas del
grupo Royal Dutch Shell. En el mismo año 1917, Walter Teagle, en lo que
luego se consideraría una de las peores decisiones de la historia, adquiere los
intereses en Rusia de los hermanos Nobel e intenta negociar con el gobierno
soviético. Mientras tanto, el gobierno de la URSS estaba ocupando
expropiando todas las instalaciones del país y procediendo a inundar los
mercados con ventas a descuento. Todo esto creó una situación
absolutamente caótica en los mercados occidentales.

El desorden y la confusión alcanzan niveles extremos. Diferentes empresas


trataban de negociar con el nuevo gobierno soviético, las que habían sido
expropiadas buscan obtener algún tipo de compensación y las empresas entre
sí, recurrían en varios sitios a una feroz guerra de precios. Socony
(posteriormente Mobil), inició una de estas guerras para tomar parte del
mercado de Shell en la India, para lo cual comenzó a vender crudo importado
precisamente de la Unión Soviética. Esto enfureció a Deterding, que, como
retaliación, comenzó secretamente a comprar crudo soviético para inundar los
mercados del lejano oriente lo cual afectó a todas las operadoras por igual.
Sampson (1975) describe claramente esta situación con las siguientes
palabras:

Los rusos, de hecho, habían sido exitosos generando un caos en la industria


petrolera de occidente, atrayendo a una compañía tras otra y enfrentándolas
entre sí […] (dando lugar a) lo que todo el mundo temía, una sobreoferta
incontrolada. […] La guerra de precios que Deterding desató en India pronto
se extendió a todo el mundo, y lo que comenzó como una disputa acerca del
petróleo ruso, se transformó en una crisis de mayores proporciones para la
industria petrolera, forzando a algunas empresas pequeñas fuera del negocio,
y reduciendo los beneficios de todo el mundo. Deterding, ahora en una
aparente posición de fuerza, jugaba al viejo juego de Rockefeller. Pero nadie
152

podía salir ganador, ya que nuevamente había un exceso de oferta de


petróleo a nivel mundial, contrariamente a lo que se había predicho siete años
antes. El gran incremento en el consumo originado por los nuevos
automóviles había comenzado a ceder. Además de la inundación de petróleo
ruso, nueva producción provenía de Venezuela y México y en el Medio
Oriente la nueva producción de Iraq se sumaba al flujo de los campos
petroleros de la BP en Irán2. (p. 71).

2.6.5. El acuerdo de Achnacarry:


Para principios de 1928 la situación se había tornado insostenible, y Walter
Teagle de Standard de New Jersey, Henri Deterding de Royal Dutch Shell y Sir
John Cadman de BP, deciden reunirse secretamente en el castillo de
Achnacarry en las Tierras Altas de Escocia. Durante dos semanas, este grupo,
que controlaba la mayor parte del negocio, llegó al establecimiento de un “pool
Association” (asociación mancomunada). Este acuerdo secreto, que pasó a ser
conocido como el “As-Is Agreement” (“acuerdo del tal como está”, o de ststus
quo), no vino a hacerse público sino hasta 1952. El mismo, daría lugar al
establecimiento, más que de un cartel, a un sólido oligopolio de siete grandes
empresas vertical y horizontalmente integradas a nivel mundial, conocidas
coloquialmente como “las siete hermanas”.

En realidad, más que de un acuerdo, se trataba fundamentalmente de una


simple declaración de principios, pero aún así, incluía ciertas reglas de
comportamiento fundamentales. Entre ellas destacaba, por ejemplo, la forma
de decidir nuevos incrementos de producción en el futuro. Estos se llevarían a
cabo sólo por un incremento equivalente en la demanda y en las proporciones
que cada una de las partes tuviera en el sitio donde esto ocurriera, de allí el
nombre de “As-Is”. Esto hacía prever ya la naturaleza de los acuerdos
operativos que vendrían después.
153

No obstante, el más importante de estos acuerdos, fue el sistema conocido


como “Gulf Plus” para la fijación los precios del crudo en cualquier parte del
mundo. El precio de cualquier crudo se fijaba partiendo de su valor en la costa
del Golfo de México de los Estados Unidos, independientemente de cuál fuera
en realidad su punto de origen. A partir de este valor, se le añadían, con el
proceso conocido como net back, los fletes desde la costa del golfo de México
hasta el verdadero punto de destino. En una gran cantidad de casos, por ser la
distancia de la costa del Golfo de México al punto de destino mayor que la de
este a su punto real de origen, se originaba un sobreprecio en el transporte que
representaba una ganancia adicional para la empresa que efectuaba la
operación. Esta era una aplicación más de la utilización de los valores de
transferencia internos, adjudicada en este caso a la etapa del transporte. Si las
compañías que participaban en un determinado negocio en particular eran más
de una, ese beneficio adicional se repartía a partes iguales entre los
participantes. El objetivo del sistema Gulf Plus era, por una parte, al fijar el
precio de los crudos en su valor equivalente en la costa del golfo, proteger el
crudo de alto costo de producción de los Estados Unidos que, adicionalmente,
contaba con la desventaja de un mayor costo de flete debido a su mayor
distancia a muchos mercados. Como contrapartida, para los crudos de fuera de
los Estados Unidos, se generaba el incentivo del beneficio adicional que se
derivaba del “flete fantasma” entre el punto de destino real y la costa del Golfo
de México de los Estados Unidos.

El control de producción para evitar futuras sobreofertas, ha estado siempre


asociado, por otra parte, a razones de tipo conservacionista. En muchas
ocasiones, los argumentos conservacionistas y comerciales tienden a coincidir.
La preocupación por la velocidad de agotamiento de las reservas, condujo
desde temprano en los Estados Unidos a la creación de diversos organismos
públicos encargados de regular los volúmenes de producción. El primero de
ellos fue la Federal Oil Conservation Board, creada por el Presidente Calvin
Coolidge el 19 de diciembre de 1924. En marzo de 1929, el American
154

Petroleum Institute, aprobó un plan para controlar la producción de los Estados


Unidos y limitar sus exportaciones.

Un caso notable en este sentido, ocurrió en octubre de 1930. Esta vez, un


obstinado perforador de pozos exploratorios llamado Columbus M. Joiner —
conocido como “Dad” (“papá”) Joiner— luego de una serie de fracasos, hace un
importante descubrimiento cerca de la población de Kilgore, en el estado de
Texas. En un área que, una vez más, al igual que en Spindletop, había sido
descartada por las grandes compañías. “Dad” Joiner acababa de descubrir,
nada más y nada menos, que el gigantesco campo de East Texas. Esto desató
una explosión de actividad por parte de innumerables personas que
convergieron hacia el área, algo en cierta forma análogo a lo que había
ocurrido en Titusville en el estado de Pennsylvania en 1859. Era el momento en
que las grandes empresas acababan de suscribir el convenio “As Is” para
regular los volúmenes de producción que llegaban al mercado. Por otra parte,
el gobierno de los Estados Unidos estaba profundamente preocupado por el
desarrollo de la gran depresión económica. Justo un año antes, en octubre de
1929, se había producido el desplome de la bolsa de valores de New York. Una
caída adicional en los precios del petróleo, provocada por la aparición
incontrolada en el mercado del crudo de Esat Texas era vista como
catastrófica. Los gobernadores del los estados de Texas y Oklahoma, pidieron
la intervención de la Guardia Nacional para forzar el cierre de una serie de
campos en ambos estados. De allí en adelante establecieron un sistema de
racionamiento mensual para cada uno de ellos que sería administrado por un
nuevo organismo, la Texas Railroad Commission. Posteriormente, en 1935 se
establecería una organización federal, la Interestate Oil and Gas Compact
Commission encargada de velar por la conservación de los hidrocarburos a
nivel nacional, así como de una serie de aspectos adicionales relacionados con
el medio ambiente.

Aunque tardío, el desarrollo del Medio Oriente sirvió, sin embargo, para
consolidar el dominio del negocio por parte de las siete empresas que se
155

habían establecido ya como las mayores del mercado. A este grupo se añadió
en esta área la Compagnie Française des Pétroles, gracias a los términos del
Tratado de San Remo de 1920 al final de la primera guerra mundial. Como se
mencionó, según ese tratado se le asignaron a la CFP el veinticinco por ciento
de las acciones de la Irak Petroleum Co., que según el “tratado de la línea roja”,
correspondían al Deutsche Bank. En 1932 se descubre petróleo en Bahréin y
posteriormente, en 1938, en Kuwait y Arabia Saudita. Las concesiones
otorgadas y los descubrimientos llevados a cabo dentro del ámbito operacional
de la Irak Petroleum y dentro del espíritu de cooperación establecido en el
convenio “As Is”, permitieron establecer una serie de consorcios entre las
grandes empresas. Se inicia así el período de cooperación entre las grandes
compañías multinacionales. Hartshorn (1976) describe este proceso de la
siguiente manera:

Observamos el caso de estas siete empresas […] las cuales poseen, como ya
hemos indicado, alrededor del 90 por ciento de la producción, refinación y
venta en esta industria. Tales grupos controlan en grado considerable el
segmento más importante de la industria, o sea el petróleo del Medio Oriente,
y lo hacen enteramente a través de compañías de producción en comandita,
a las cuales están todos o algunos grupos de aquellos. (p. 211).

2.7. EL IMPERIO DE “LAS SIETE HERMANAS”:


Los ya mencionados mecanismos de cooperación entre estas grandes empresas
podían tomar diferentes formas, desde el establecimiento de consorcios entre
varias de ellas, hasta mecanismos de consultas y acuerdos secretos. Parra (2005)
describe con gran claridad y de manera muy sintética, este complejo sistema de
cooperación en los siguientes términos:

En el período posterior a la segunda guerra mundial, las grandes empresas


petroleras nunca llegaron a constituir un cartel que acordaba reducir la
producción para mantener los niveles de los precios sustancialmente por encima
de los costos de suministro en el largo plazo. No necesitaban hacerlo. En todas
las más importantes concesiones del Medio Oriente, en Indonesia y (en mucha
menor medida) en Venezuela, llevaron a cabo asociaciones en diferentes
proporciones, cuya composición se debía más a accidentes históricos que a un
156

diseño predeterminado. Sin embargo, estaba planteada una situación en la cual


no había otra alternativa que acordar niveles de inversión (y por tanto de
producción) para casi todo el crudo que entraba a los mercados internacionales.
[…] Los desbalances entre los requerimientos de crudo, eran establecidos a
través de compras por parte de las crude short companies (aquellas cuya
capacidad de refinación superaba la de su producción de crudo) a las crude long
companies (aquellas con menor capacidad de refinación que de producción). […]
Las grandes empresas estaban inclinadas, por razones tanto de su propio
interés como históricas, a cooperar más que a competir en la crucial fase aguas
arriba de la industria, la producción de crudo. Ninguna de ellas se sentía
impelida a ir al mercado buscando más fuentes de crudo de bajo costo
cortándoles el cuello a los demás. De hecho, hubo muchas ocasiones cuando se
cerraron en Venezuela cantidades sustanciales de crudo en concesiones de una
sola empresa (principalmente aquellas de Exxon y Shell) que podían ser
producidas a un bajo costo incremental a corto plazo2. (p. 2).

También Tugwell (1975), tiene un párrafo acerca del funcionamiento de este


complejo sistema de coordinación. En el intervienen, tanto de aspectos fiscales
como de coordinación operacional, utilizando la aplicación de valores de
transferencia:

Las casas matrices de estas empresas operaban en cada fase de la industria,


desde la perforación hasta el mercadeo de los productos terminados, trabajando
de manera muy cercana entre sí, casi como un cartel, bajo una estructura de
mercado básicamente oligopólica. […] La maximización de los beneficios
demandaba que esas actividades fueran coordinadas de tal forma que
permitieran obtener la mayor suma posible de dinero de la operación como un
todo (p.11) […] Cada una de las grandes corporaciones petroleras está en
condiciones de obtener una porción de sus requerimientos de crudo de otros
sitios si no es posible obtenerlo de una determinada área o en ella se hace más
costoso. En realidad, para maximizar sus beneficios, cuando ello es posible, las
compañías siempre han enfrentado a los países unos contra otros. (p. 12) […]
Más aún, las corporaciones evalúan todos estos factores en términos de las
ventajas fiscales involucradas en tener más o menos ganancias en el punto de
producción, la refinería, o el punto de venta. Como una importante proporción de
157

las ventas de petróleo se llevan a cabo entre distintas ramas de la misma


empresa, esta manipulación de costos y precios resulta sencilla2. (p.13).

Esta compleja labor de coordinación implicaba, en algunos casos, incluso la


definición del tipo de inversiones que se debían llevar a cabo. Decisiones que
tenían que ver no sólo con los volúmenes, sino también con los métodos de
producción. Se decidía de este modo, dónde aplicar o no métodos de
recuperación adicional, la conveniencia de aprovechar el gas producido o
simplemente “ventearlo”. Todo ello funcionando, como un sistema integrado que,
como ya dijimos, en el caso de los fletes se lograba bajo el esquema Gulf Plus
acordado en el castillo de Achnacarry en 1928.

2.7.1. Precios de referencia y valores de transferencia:


Bajo este esquema, mezcla de independencia y mutua cooperación, es como
funcionó perfectamente el sistema de precios de cotización (posted prices) que
fue el mecanismo de establecimiento de precios por cuarenta o cuarenta y
cinco años. Durante esta etapa, los precios de oferta del petróleo eran
publicados por cada empresa de manera independiente. Cada empresa fijaba
sus propios valores de oferta que podían, sin embargo, en determinadas
circunstancias ser objeto de consultas y acuerdos con las demás. Muchos de
estos acuerdos eran el resultado de negociaciones sobre diferentes tópicos no
necesariamente relacionados directamente con el establecimiento de los
precios en sí. Cada quien conservaba, sin embargo, la discrecionalidad con
relación a su decisión. En este sentido agrega Sampson (1975):

En todo lo que tiene que ver con el negocio del petróleo ellas eran
virtualmente auto-suficientes, invulnerables a las leyes de la oferta y la
demanda y a las reacciones erráticas de los mercados, controlaban todas las
funciones de su negocio y vendían petróleo de una subsidiaria a otra.2 (p. 6).

Como hemos mencionado reiterativamente, los valores de transferencia entre


empresas, o entre filiales de la misma empresa, eran una valiosa herramienta
158

para maximizar el beneficio neto de la empresa en su totalidad. Este sistema


permitía que las filiales sujetas a mayores tasas impositivas o costos de
producción, transfirieran a descuento su producción hacia aquellas en situación
opuesta. En el campo de los negocios internacionales la aplicación de
esquemas de valores de transferencia internos entre empresas multinacionales
o transnacionales ha sido objeto de severas críticas. Las autoridades fiscales de
muchos países, alegan que este es un mecanismo para la evasión de
impuestos, lo cual constituye un delito. Por otra parte, muchas empresas en
diferentes actividades y en gran variedad de sitios, argumentan que lo único
que hacen es cumplir con su obligación respecto a sus accionistas,
aprovechando las diferencias en la legislación fiscal de distintos países. Es una
forma, alegan, de elusión, eludir sin delinquir, el pago de ciertos impuestos. I
don´t write the rules, I just play de game (Yo no escribo las reglas, yo solo
participo en el juego) es un adagio usual por parte de los defensores de esta
herramienta.

En el área del comercio internacional el tema de los precios de transferencia ha


sido también objeto de críticas aunque por distintas razones. La Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD por sus siglas en
inglés) se ha pronunciado en contra de este tipo de prácticas más que todo por
lo que pueden representar desde el punto de vista de competencia desleal.
Según este criterio, una empresa no relacionada, que compita en el mismo
mercado con una relacionada, que tiene por ello un bajo costo de materia prima
por recibirlo a precios de descuento, se encuentra en evidente desventaja.

Lo que las empresas lograron en este período, fue un arreglo tan flexible y
difícil de identificar que la gente, sin entenderlo, lo identifica con un esquema
mucho más osadamente atrevido como el de la Standard Oil en sus primeros
años. La eficacia de este sistema lo describe Hartshorn (1976) con las
siguientes palabras:
159

Puede perdonarse a cualquier observador —especialmente si se trata de un


conductor privado de automóviles, acostumbrado a pagar un mismo precio
por su gasolina a las diversas compañías, a pesar de la intensa campaña
publicitaria desarrollada por estas con fines competitivos— que no logre
establecer una separación tajante entre unas y otras, así como por el hecho
de preguntarse si constituirán realmente tantas unidades distintas como
aparecen. La mayor parte del público tiene nociones un tanto vagas de que,
en épocas anteriores —si no en la actualidad— las más grandes compañías
internacionales se han unido mediante arreglos comerciales, a objeto de
limitar la competencia. (p. 214).

La consolidación del sistema de cooperación anteriormente descrito, se llevó a


cabo en vísperas de la segunda guerra mundial. Durante la misma, hubo un
acuerdo explícito entre los aliados para mantener el precio del crudo constante.
El precio en cuestión, tomaba como referencia un crudo marcador, el West
Texas Intermediate, cuyo valor FOB Houston se fijó en $ 1,19 por barril bajo el
sistema Gulf-plus. A partir de 1945, al final de la guerra, siguió prevaleciendo el
control de los mercados por parte de las siete grandes empresas
multinacionales. El valor de referencia del mercado eran los ya mencionados
precios cotizados (posted prices) por las empresas para los diferentes crudos
que ofrecían.

2.7.2. Precios cotizados e ingresos fiscales:


Aparece, sin embargo, un factor adicional que tendrá una importancia
determinante en el futuro, se trata de la relación entre dichos valores de
cotización y los ingresos fiscales de los países productores. En el año 1943, en
plena guerra, se había aprobado en Venezuela una nueva Ley de
Hidrocarburos cuyo esquema fue adoptado por los demás países petroleros,
especialmente los del Medio Oriente. Como veremos más adelante, esta ley
establecía que los valores cotizados por las empresas constituían la base para
el cálculo de los ingresos fiscales de los países productores. Un incremento en
los valores cotizados de los crudos de un determinado país, significaba un
160

mayor ingreso fiscal para éste, mientras que una disminución en dichos
precios, se reflejaba en una menor cantidad de impuestos para esa nación. En
principio, con ocasión de la mencionada ley venezolana, se aceptó
universalmente que la distribución de los ingresos entre las empresas y los
gobiernos, a través del impuesto sobre la renta, se fijaría en una proporción de
50-50. Adelman (1972) comenta que:

Mayores precios cotizados significaban mayores pagos a los gobiernos. Subir


dichos precios sólo tenía sentido si se esperaba realmente recibir un mayor
valor en el mercado. […] Los precios cotizados del crudo son simplemente un
medio para alcanzar un valor lo más cercano que sea posible al impuesto de
producción por barril. Los valores de transferencia de una a otra división de la
misma entidad corporativa son simples anotaciones contables que le permiten
a la corporación minimizar su pago total por concepto de impuestos.2 (p. 161)

Durante la guerra fría, el control de las grandes empresas se incrementa, la


Unión Soviética, que ha sido un importante productor desde la época de la
Rusia zarista, desaparece de los mercados de occidente. Su producción va
dirigida a respaldar de manera autárquica su propio desarrollo industrial y a
satisfacer las necesidades de sus países satélites, incluida Cuba a partir de los
años sesenta. A falta de este competidor el control de las grandes empresas
multinacionales se incrementa. No obstante, hacia finales de la década de los
años cincuenta comienzan a aparecer una serie de hechos que parecen
desafiar su control sobre el negocio mundial del petróleo.

2.8. EL CAMBIO EN EL BALANCE DE PODER:


La década de los cincuenta del siglo pasado, fue un período de cambios
importantes en el mundo del petróleo. Ya en 1950, estalla la guerra de Corea,
primer episodio violento de la guerra fría, que coincide con el intento de
nacionalización de la Anglo-Persian en Irán por parte del Primer Ministro
Mohammad Mossadegh. En 1955, la Unión Soviética regresa a los mercados con
una agresiva campaña orientada a captar ingresos para apuntalar su PIB que se
encuentra en un marcado deterioro. Al año siguiente, en 1956, se produce la crisis
161

del Canal de Suez a raíz de la nacionalización del mismo por parte del gobierno de
Gamal Abdel Nasser. Este evento, que si bien no tuvo una influencia marcada en
los precios por encontrarse estos aún bajo el control de las siete grandes
empresas, si modificó sustancialmente la estructura del transporte. El tener que
rodear todo el continente africano para hacer llegar crudo del Golfo Pérsico a
Europa, junto con el aumento de la demanda en países a distancias
considerables, como era el caso de Japón, hacía cada vez más largas las rutas
del comercio. Se inició así, un proceso de aprovechamiento de economías de
escala aumentando el tamaño de los buques y que ha llevado hoy en día a barcos
de transporte de crudo del tipo VLCC (Very Large Crude Carriers) y los ULCC
(Ultra Large Crude Carriers) que ha permitido que el valor unitario del flete haya
llegado a rangos de entre medio dólar y 1,25 dólares por barril.

Comienzan a aparecer adicionalmente en este período, otra serie de eventos que


apuntan claramente hacia un deterioro del poder de los grandes grupos petroleros
y su control del negocio. Uno de los eventos que produjo mayor preocupación
para las empresas multinacionales, ocurrió en 1957. En ese año, el empresario
italiano Enrico Mattei, Presidente de ENI, la compañía petrolera italiana, negocia
con el Sha de Irán un acuerdo donde las ganancias se distribuyen en una
proporción del 25 % para la empresa italiana y de 75 % para el país persa. Esto
sentaba un precedente que apuntaba hacia el incremento de la participación de
los países productores en la distribución de los beneficios. Esta participación,
había llegado a ser universalmente aceptada hasta el momento, como del 50-50.
Esta preocupación no pasó más allá pues las áreas negociadas por Mattei y el
Sha de Irán no tuvieron mayor éxito. El evento fue, sin embargo, un importante
llamado de atención acerca de lo que podía deparar el futuro.

De hecho, al final de la década, en 1959, ocurre un hecho de características


distintas, pero que apunta de nuevo hacia el deterioro del poder de las grandes
petroleras. En ese año se descubre petróleo en Libia y ese país, desde un
principio, asume la actitud de evitar la participación de las grandes multinacionales
en la explotación de sus recursos. En su lugar, favorece la entrada de una serie de
162

empresas conocidas como “las menores independientes”. Estas empresas, que


hacen su aparición durante este período, son compañías de menor tamaño,
muchas estadounidenses, que comienzan a incursionar, a veces en forma
sumamente agresiva, en el negocio petrolero, sin estar sujetas a los acuerdos
existentes entre “las mayores”. Entre ellas cabe mencionar a empresas tales como
Penzoil, Occidental, Sun Oil, Sinclair y a otras no americanas como las ya
mencionadas ENI y CFP.

2.8.1. La fundación de la OPEP:


Durante este período, ocurre un evento que es, sin duda, la manifestación más
notoria del cambio en el balance de poder dentro de la industria petrolera en el
ámbito mundial. Se trata de la fundación de la OPEP en Bagdad, Irak, entre el
10 y el 14 de septiembre de 1960. Un evento trascendental, que en un lapso
relativamente corto, de alrededor de trece años, significará la pérdida definitiva
del control absoluto de los precios por parte de las grandes empresas. Este
evento es la consecuencia de una cadena de hechos.

Al terminar la segunda guerra mundial, con el retorno de las tropas a sus


hogares, se producen una serie de fenómenos en el mercado. Por una parte, un
incremento en la tasa de nacimientos (la generación conocida como los baby
boomers). Por otra, la industria automotriz esta ya plenamente desarrollada y la
gente se lanza, en familia, a disfrutar de las carreteras produciéndose una
explosión en la demanda de combustibles automotores. En los Estados Unidos
la capacidad de producción de armamento que ha quedado ociosa migra hacia
la construcción de automóviles y en pocos años aparecen una serie de nuevas
marcas. La aviación comercial, otro gran consumidor de derivados del petróleo
entra también en un nuevo auge. Finalmente, las viviendas de los países con
grandes variaciones climáticas dentro de un mismo año, pasan a ser grandes
consumidores de aceite combustible para calefacción en los meses de invierno.
Para cubrir esta explosiva demanda, se llevan a cabo durante los años
siguientes, una gran cantidad de inversiones en el área de refinación.
Inversiones de una magnitud tal, que hacen que la oferta llegue a superar a la
163

demanda. Esta situación se ve agravada por la notable reducción en el costo de


los fletes debida a la aparición de los grandes super tanqueros, VLCC y ULCC.
El Paradójico resultado es que, en un período de gran aumento en la demanda,
se produce una sobreoferta en el mercado. Como resultado de esta situación,
se produjeron una serie de rebajas en los valores de cotización por parte de las
empresas, con el consiguiente malestar de los países productores, que veían
así mermado su ingreso fiscal. En el caso de Venezuela, un hecho adicional
condujo a este importante evento: la negativa del gobierno de los Estados
Unidos del Presidente Eisenhower de apoyar la propuesta del Ministro de Minas
e Hidrocarburos de Venezuela, Juan Pablo Pérez Alfonzo, de crear un sistema
de cuotas preferenciales para las importaciones provenientes del continente
americano.

El primer efecto de la aparición de la OPEP fue el de forzar a las empresas


multinacionales a discutir y negociar con la organización el valor de los posted
prices previo a su publicación. Sin embargo, el cambio definitivo en las
relaciones de poder en el negocio mundial petrolero, se produce a raíz de la
guerra del Yom Kippur que se inicia el 6 de octubre de 1973. En esa fecha,
Egipto y Siria invaden sorpresivamente a Israel durante la más importante fecha
religiosa judía. Los Estados Unidos y otros países europeos brindan su apoyo a
Israel. El 16 de ese mismo mes, la OPEP realiza una reunión en Kuwait donde
se decide incrementar unilateralmente los precios de sus crudos en un setenta
por ciento. El crudo árabe liviano, tomado como marcador, pasó de 2,91 a 4,95
dólares por barril. Al día siguiente, el 17 de octubre, los países árabes deciden
además aplicar un embargo petrolero al grupo de países occidentales que
habían dado su apoyo a Israel. El desabastecimiento adicional que esto
produjo, cuadruplico de inmediato los precios con relación a su nivel original de
2,91 dólares por barril. El crudo árabe liviano llegó a los 11,65 dólares por barril.

La consecuencia inmediata de las acciones de la OPEP en octubre de 1973 fue


la toma del control por parte de la organización de las decisiones relacionadas
con la fijación de los precios en los mercados. Los precios cotizados por las
164

multinacionales, habían perdido todo significado. En adelante, la fijación del


volumen de producción de la organización en base a las cuotas acordadas para
cada uno de sus miembros, sería el mecanismo mediante el cual la OPEP, a
través de la oferta, influiría en la estructuración de los precios del crudo. El
objetivo de la OPEP sería, de allí en adelante, mantener un nivel de producción
que asegurara los mayores precios posibles sin llegar a incentivar la
producción en áreas fuera de su control, de la toma de medidas drásticas de
ahorro de energía por parte de los países consumidores o que propiciaran el
desarrollo de nuevas fuentes alternas de energía.

Es necesario hacer un comentario adicional acerca de las cuotas de producción


de la OPEP. Frecuentemente, surge la pregunta acerca de que si lo que se
quiere es influenciar los precios del mercado, por qué no se fijan cuotas a los
volúmenes de exportación, en vez de los volúmenes de producción. La razón
es que los primeros son mucho más difíciles de medir para fines del control,
debido, en buena medida, a la diversidad de destinos de los mismos. Los
volúmenes de producción son mucho más fáciles de verificar y, por otra parte,
la producción se diferencia de las exportaciones totales, sin importar el destino
de las mismas, sólo por el volumen dedicado al consumo doméstico de cada
país. En todos los casos, el mencionado consumo interno es prácticamente
constante, y cuando varía, lo hace de manera discreta, es decir en un momento
determinado y de manera claramente definida.

2.8.2 El mercado ocasional y los crudos marcadores:


Desde ese momento en adelante, los valores de referencia para los precios
del crudo serían los estimados por un grupo de publicaciones especializadas,
principalmente Platt’s Oilgram y Petroleum Inteligence Weekly. Dichas
estimaciones se basaban en el contacto telefónico diario de sus
corresponsales ubicados en puertos clave por su voluminoso y variado
movimiento en el mercado ocasional, como Amsterdam, con personas
directamente involucradas en el tráfico comercial de petróleo. Ciertamente, el
comercio internacional no era ya tampoco exclusivo de las grandes empresas
165

multinacionales. Había surgido una nueva e importante variedad de


comercialización, el mercado ocasional (spot market). Esta nueva modalidad
fue una consecuencia indirecta de la formación de la OPEP. Anteriormente,
como hemos venido diciendo, el flujo internacional de crudo había estado
controlado totalmente por las grandes compañías multinacionales,
fundamentalmente mediante contratos a largo plazo (generalmente de un
año). Ahora eran los países productores quienes disponían de su crudo, y
varios de ellos comenzaron a efectuar ventas puntuales a través de
intermediarios (traders). Alrededor de 1965 esta nueva modalidad de
comercialización se había establecido con plena vigencia. La revista The
Economist, en su edición del 9 de julio de 2013 menciona al respecto que:

A partir de finales de los años 1960’s, anticipando de alguna manera el


embargo árabe a las exportaciones petroleras, él (refiriéndose a Mark Rich)
comenzó a crear un mercado ocasional (spot) para el petróleo. Antes de
eso, todo el crudo estaba controlado por las grandes empresas en
inelásticos contratos a largo plazo. Comenzando en Túnez, el señor Rich
comenzó a comprar y vender (el crudo) para entrega inmediata, como
cualquier otra mercancía (comodity). Cuando el embargo hizo sentir su
impacto después de 1973, él (Rich) estaba nadando en petróleo mientras las
grandes empresas luchaban por obtenerlo, y estuvo en condiciones de
venderlo con un incremento de precio (mark-up) de hasta $ 14 por barril.
Muchos calificaron esto de usura. El Sr. Rich lo llamó un cargo por servicios.
El pudo haber demandado aún más, pero hubiera sido como “quitarle un
dulce a un niño.”2 (p. 86).

Esta variante comercial, al brindar la posibilidad de contar con mayor


información de las diferentes transacciones y una mayor cantidad de las
mismas en el corto plazo, facilitaba el seguimiento de los precios del mercado.
Para reportar estos precios de referencia, las publicaciones especializadas
arriba mencionadas, reportaban los precios de una serie de “crudos
marcadores” (benchmarks) en el mercado spot de sus mercados naturales.
Esto permitía a muchos de los actores del mercado, como por ejemplo las
refinerías, calcular el precio de cualquier crudo dentro del área del mercado
166

natural del benchmark en base a una fórmula predeterminada en cada caso.


Las fórmulas en cuestión determinaban básicamente el diferencial de precio
entre el crudo marcador y cualquier otro crudo.

Los crudos seleccionados como marcadores debían, por una parte, tener una
participación en el mercado suficiente como para que sus variaciones de
precio fueran significativamente representativas. Adicionalmente, su calidad
no debía diferir demasiado de la de los crudos a los cuales servía de
referencia, a fin de que las fórmulas de conversión fueran realmente
representativas. Al mismo tiempo, esto significaba que dichos crudos debían
poder ser procesados en la mayoría de las refinerías de su mercado natural.
Finalmente, era también recomendable que existiera la posibilidad de poder
efectuar operaciones comerciales con estos crudos fuera de su mercado
natural mediante operaciones de arbitraje financiero 26 para establecer
comparaciones con los crudos de esas otras regiones. Estos precios de
referencia, permitían contar con promedios y tendencias de los precios del
crudo en el mercado internacional en el corto plazo. Esto, por supuesto, era
un paso más en la pérdida del control del mercado por parte de las empresas
multinacionales en comparación con los precios de cotización (posted prices).
Adicionalmente, precisamente la mencionada cantidad de operaciones y a la
independencia de las mismas, dio origen a una mayor volatilidad en los
precios. Para las refinerías, el valor de transferencia dentro de la cadena de
valor agregado al cual recibían el crudo, se había vuelto más incierto y
dificultaba la planificación a nivel de dichas refinerías.

26
ARBITRAJE: Consiste en efectuar operaciones simultaneas para comprar y vender una misma
mercancía o instrumento financiero en dos mercados diferentes a fin de lucrar de la diferencia, cuando
esta existe, del precio de dicha mercancía en esos dos mercados. El arbitraje es una operación que
genera un beneficio inmediato libre de riesgo. Las operaciones deben ser simultaneas a fin de evitar la
posible variación del precio en uno o ambos mercado que elimine o revierta la diferencia de precio
entre ellos.
167

La segunda mitad de la década de los setenta fue un período de continuado


crecimiento en los precios del petróleo dentro de un mercado más volátil que el
que existía bajo el control de las grandes multinacionales. Un evento adicional
que contribuyó a este aumento de precios, fue la guerra entre Irán e Iraq
iniciada en septiembre de 1980 y que sacó del mercado alrededor de seis
millones de barriles diarios (4,5 millones de Irán y 1,5 millones de Irak). El
impulso adicional a los precios, llevó el crudo árabe liviano a un valor nominal
máximo de 36,83 dólares por barril a finales de ese año. En términos reales,
referidos a dólares constantes de 2011, esto hubiera representado un valor de
alrededor de 100 dólares por barril.

2.8.3. Las presiones sobre la OPEP:


Sin embargo, en la década de los ochenta, la influencia original de la OPEP en
los mercados comienza a verse también parcialmente amenazada debido a
varias razones. Por una parte, se evidencia ya claramente el efecto que sobre la
demanda han tenido las medidas para hacer más eficiente el uso de la energía
en los países consumidores. Por otra, los altos precios del petróleo, han hecho
atractivo el desarrollo y la exploración en áreas de alto costo de descubrimiento
y producción. Los campos descubiertos en Alaska a partir de 1968, en el Mar
del Norte desde 1969 en adelante y en el Golfo de Campeche en México, a
principios de los setenta, están ya en plena producción. Adicionalmente durante
finales de la década de los setenta y principios de los ochenta se producen a
nivel mundial una serie de descubrimientos menores en diferentes países como
Angola, China, India, Ecuador, Australia, Malasia, Argentina, Colombia, Egipto,
Siria, Gabón, Sudán, Congo, Brunei, Burma, Mauritania, Trinidad y Tobago,
Vietnam, Tailandia y Guinea Ecuatorial. Los volúmenes descubiertos en cada
país, no convierten a ninguno de ellos en exportadores, afectando de ese modo
la oferta fuera del ámbito de la OPEP. Sin embargo, si bien no afectaban la
oferta del mercado, esos países pasaban a ser, al menos parcialmente,
autosuficientes, con lo cual disminuía la demanda a nivel mundial.
168

La producción de OPEP durante ese lapso se mantuvo constante en alrededor


de treinta millones de barriles diarios. La incorporación de nueva producción en
países no pertenecientes a la organización hizo bajar su participación en el
mercado desde un 52 % en 1973 a un 44 % en 1979. Resultaba evidente que
la única forma que tenía la OPEP de mantener el nivel de los precios era
reduciendo su propia producción. En la primera mitad de 1980 la organización
redujo su producción en un tercio con lo cual su participación en el mercado
cayó a 29 % en 1985. Aún así, los precios continuaron cayendo debido en
buena medida a un efecto interno del consorcio: la violación de las cuotas
asignadas por varios de sus miembros. Arabia Saudita, el tradicional swing
producer 27 de OPEP, incrementó ese rol sobre todo a partir de 1980 tratando
de contrarrestar los efectos anteriormente descritos. Sin embargo, a partir de
1986, hartos de las frecuentes violaciones a las cuotas de producción
asignadas por parte de otros miembros y a la ya mencionada caída de
producción que representó la guerra entre Irán e Irak, Arabia Saudita procedió
a incrementar su producción causando un colapso en los precios.

Hoy en día, la OPEP sigue manteniendo un rol preponderante en la


estructuración de los precios del mercado petrolero, a partir de 1993 esa
participación se ha estabilizado en alrededor del 40 %, indiscutiblemente una
participación importante. La única diferencia con relación, por ejemplo, a 1973,
es el mayor costo, en términos de la producción que debe ser cerrada, para
obtener un determinado efecto sobre los precios. Así por ejemplo, aún teniendo
claro que esta no es una relación lineal, si bastaba una reducción de, tomemos
por caso, mil barriles por día, para afectar el precio del mercado en, digamos,

27
El swing producer es, en un momento dado, aquel país cuyo potencial de producción le permite
suministrar a voluntad volúmenes adicionales de crudo al mercado, y está dispuesto a hacerlo. Con
ello contrarresta cualquier tendencia a una caída de los precios ocasionada por una disminución en la
demanda o un incremento en la oferta. Su papel consiste, pues, en mantener la estabilidad de los
precios. Modernamente, desde la década de los años sesenta del siglo pasado, el swing producer de
la industria petrolera mundial ha sido Arabia Saudita.
169

un dólar; hoy en día es necesaria una reducción, de por ejemplo, dos mil
barriles para lograr el mismo efecto.

2.9. LOS FINALES DEL SIGLO XX, UN NUEVO JUEGO:


Desde alrededor de la última década y media del siglo pasado, el mercado
petrolero ha experimentado cambios radicales, resultado de una serie de eventos
que modifican, una vez más, pero en esta ocasión de manera más profunda, su
naturaleza. Tal como se mencionó en el marco teórico de la industria del petróleo
(p. 46-49), los más notorios de esos eventos son, por una parte, la transformación
de los mecanismos de fijación de los precios de referencia del mercado, por otra,
la aparición de nuevos adelantos tecnológicos que han permitido la explotación de
depósitos de hidrocarburos cuya extracción se consideraba hasta ahora
imposible. Finalmente la tendencia a la reagrupación de las grandes empresas
petroleras a nivel mundial, la aparición de una serie de nuevos actores y la
asociación de algunos de ellos con los grandes conglomerados mencionados. Así
mismo, mención aparte merece el papel de la amplísima gama de empresas
petroleras estatales.

2.9.1. La nueva estructura de precios:


No es el objetivo de este trabajo elaborar una descripción de la evolución de los
mecanismos que dan origen a la estructura de precios del mercado petrolero.
Sin embargo, es indispensable revisar, de manera sintética, las diferentes
etapas históricas que culminan con el sustancial cambio de esos mecanismos
ocurridos en el pasado reciente.

Después del acuerdo de Achnacarry en 1928, las grandes empresas


multinacionales dominaban como grupo el marcado estableciendo, de manera
más o menos concertada, el valor de oferta de los diferentes crudos. Este
sistema de valores de cotización (posted prices), era establecido
unilateralmente por cada empresa quien podía, potestativamente, ofrecer
descuentos a los clientes que considerara conveniente. El control sobre los
170

precios del crudo permitía, mediante la aplicación de valores de transferencia


internos, mantener los precios del crudo en las refinerías a bajos niveles y con
muy poca volatilidad. Era un mercado estable, cuyas condiciones permitían una
planificación sumamente precisa a nivel de las refinerías, que era donde se
realizaba los beneficios del negocio como un todo.

La fundación de la OPEP en septiembre de 1960, trajo consigo, durante un


relativo corto lapso, un sistema de precios de cotización que eran negociados
entre las empresas y dicha organización. Sin embargo, en su reunión de Kuwait
en octubre de 1973, a raíz de la crisis generada por la guerra del Yom Kippur y
el embargo petrolero decretado por los países árabes, la OPEP toma en sus
manos el control de los precios. La fijación unilateral de los precios se lleva a
cabo mediante un sistema de cuotas de producción concertada entre sus
miembros.

Al perder las empresas transnacionales el control del mercado, los precios de


cotización dejan de tener significado, el mercado se hace más abierto y
aparecen operaciones ocasionales (spot market) transadas por intermediarios
particulares (traders), con lo cual los precios se hacen más volátiles. Para los
refinadores, los valores de referencia basados en los crudos marcadores
(benchmarks) que aparecían en las publicaciones especializadas,
representaban una serie de inconvenientes. Por una parte, en muchas
ocasiones los actores del mercado terminaban actuando en base a sus propias
percepciones independientemente de la información disponible. Por otra,
cuando los volúmenes eran suficientemente reducidos, era posible manipular
las entregas a corto plazo mediante un mecanismo conocido como sqweeze
para limitar la oferta, con lo cual se incrementaba la volatilidad del mercado.
Finalmente, uno de los elementos utilizados en el establecimiento de los crudos
marcadores eran las diferencias de precios en las operaciones de arbitraje.
Cuando el precio spot de un benchmark se establecía en base a un punto fuera
de su área de influencia, la diferencia de fletes reducía la relevancia del
arbitraje, sobre todo cuando las distancias entre los dos mercados eran
171

considerables. La conclusión de todo lo anterior, fue que los mecanismos


utilizados para establecer el precio de referencia de los crudos marcadores, se
llevaba a cabo en mercados imperfectos y sujetos por tanto a manipulaciones.
En muchos casos el mercado era más dependiente de las expectativas de los
traders que del equilibrio real entre la oferta y la demanda.

Resultaba evidentemente que los actores del mercado, sobre todo las
refinerías, necesitaban un mercado más estable, que les permitiera planificar
de manera menos incierta sus operaciones. La conclusión a la que llegaron las
empresas de los grandes países consumidores, era que cualquier solución
para alimentar de manera estable sus refinerías, parecía requerir la
cooperación de los países productores, particularmente la OPEP. Algo que no
se veía fácil de conseguir. La alternativa, era contar con un mecanismo
independiente de la influencia de los países productores. Esta solución pareció
encontrarse en los contratos a futuro. Como menciona Philip K. Verleger Jr en
Varios (1984):

Los mercados de futuros ofrecen a los consumidores, refinadores y


productores la oportunidad de comprar o vender por adelantado con la
finalidad de minimizar su riesgo financiero. De hecho, el desarrollo de un
mercado de contratos a futuro, es la única respuesta al cambio estructural de
la industria petrolera que puede llevarse a cabo sin la cooperación de los
países exportadores de petróleo2. (p. 122).

En marzo de 1983, la Bolsa de Mercancías de Nueva York (NYMEX, por sus


siglas en inglés: New York Mercantile Exchange) y la Junta de Comercio de
Chicago (CBT por sus siglas en inglés: Chicago Board of Trade) comenzaron a
cotizar contratos de petróleo a futuro para el crudo West Texas Intermediate
(WTI). Este hecho, constituye el fundamento del cambio tal vez más
trascendental en la historia de la conformación de la estructura de precios del
mercado petrolero. De hecho, la conformación de los precios, pasó a estar
determinada por factores que, por primera vez en la historia, se alejaban de un
análisis fundamental y se acercaban más a un análisis técnico. Factores más
172

vinculados aún a las percepciones de los agentes que operan en el mercado,


que a los movimientos reales de las variables fundamentales. La fijación de los
precios, más que por la OPEP o por las grandes empresas multinacionales,
pasaba a ser controlada por los intermediarios (traders) de los mercados
financieros o de commodities, cuyo objetivo era eminentemente especulativo.
Para este grupo, cuyo negocio era de naturaleza distinta al propiamente
petrolero, los aspectos fundamentales del mismo, no son sino un elemento
adicional en la formación de sus propias expectativas como parte del análisis
técnico en el que se fundamentan sus decisiones. Junto con los elementos
fundamentales, intervenían una serie de aspectos del análisis técnico: la
interpretación de las curvas históricas del mercado, la competencia de otros
mercados, que en un momento dado parecieran ofrecer un retorno más
atractivo, el efecto estimado de las noticias de prensa, y la reacción que ante
las mismas se pensaba que pudieran tener otros actores del mercado.

Ciertamente, los contratos a futuro suministran un mercado sumamente líquido


y con la garantía de representatividad que le da su alto volumen de
transacciones. Pero con el tiempo, el carácter marcadamente especulativo ha
pasado a ser la tónica dominante de este mercado. La cantidad de barriles
transada en las operaciones de contratos a futuro, supera en más de tres veces
la producción física real, y los eventos geopolíticos y ambientales, suelen ver
incrementada su importancia por los efectos que producen sobre las
percepciones de los actores del mercado. El resultado final ha sido que, por
una parte, los precios se han mantenido en niveles sin precedentes, aún en
términos reales. Y, lo que es peor, con un incremento considerable de su
volatilidad. Justamente lo que se trataba de evitar.

2.9.2. La nueva tecnología:


En los últimos años, se han producido una serie de adelantos en el campo de
la tecnología aplicada a la industria petrolera. Algunos de estos adelantos,
consisten en la mejora o la modificación sustancial de métodos ya conocidos,
estos, a su vez, han permitido explotar hidrocarburos no convencionales cuya
173

producción no se consideraba posible en el pasado. Con ello se ha reactivado,


una vez más, la clásica y permanente discusión acerca del peak oil34.

Entre los métodos ya conocidos que han sido sustancialmente mejorados, se


encuentran la fractura de las formaciones por métodos hidráulicos (fracking).
Este método, viene siendo utilizado en la industria petrolera desde finales de la
década de los años cuarenta del siglo pasado, para mejorar la productividad de
formaciones convencionales de baja permeabilidad. La mejora en los métodos
para fractura las formaciones, no ha sido realmente dramática, pero ha
demostrado ser una herramienta auxiliar indispensable para las nuevas formas
de producción hidrocarburos.

Lo que si representa un avance notable dentro de la tecnología tradicional, es


la llamada perforación direccional. La facultad de perforar pozos desviados
intencionalmente de la vertical, data de los años treinta del siglo XX, no
obstante, la posibilidad de alterar la dirección de un pozo se mantenía siempre
muy cercana a la vertical. Es a partir de la década de los noventa, cuando se
produce un avance realmente notable. Hoy en día, se logra forzar la
direccionalidad del pozo alejándolo de la vertical, de tal manera que su
perforación se mantenga de forma continua dentro del estrato de interés, sin
atravesarlo completamente. Cuando esto sucede, se incrementa enormemente
el área de drenaje del horizonte productor expuesta al pozo o del intervalo que
debe ser sometido a una fracturación hidráulica.

La combinación de la fracturación hidráulica con la perforación direccional es lo


que ha permitido mejorar notablemente la explotación de yacimientos
convencionales, principalmente de areniscas, de muy baja permeabilidad, lo
que se conoce como petróleo de rocas compactas (tight oil). El incremento que
acabamos de mencionar del área de fractura y de drenaje, permite mejorar
notablemente la posibilidad de estimular estos yacimientos y aumentar su
productividad.
174

Sin embargo, el adelanto tecnológico verdaderamente novedoso, tiene que ver


con los métodos para la extracción de volúmenes de hidrocarburos
almacenados en rocas que hasta hace muy poco tiempo eran considerados
como imposibles de explotar. Se trata de los hidrocarburos acumulados en las
lutitas 28. Los yacimientos de petróleo o gas, se encuentran normalmente en
rocas, como las areniscas, de mucha mayor porosidad 29 y permeabilidad 30. Sin
embargo los hidrocarburos, el petróleo o el gas, acumulados en las areniscas,
han sido originados en las lutitas. En estas últimas, es donde el material
orgánico aprisionado en las arcillas que les dieron origen, quedó sujeto a un
proceso de descomposición de millones de años junto con el proceso de
compactación de la roca. Eventualmente, después de generados en las lutitas,
a lo largo también de millones de años, los hidrocarburos son expelidos y se
alojan y acumulan en los poros de areniscas adyacentes a dichas lutitas para
dar origen a un yacimiento de petróleo. Los geólogos suelen referirse a las
lutitas que han dado origen al petróleo o al gas acumulado en los yacimientos
actuales, como la “roca madre” de esos materiales.

28
Las lutitas son rocas producto de la compactación de las arcillas y como tales, poseen una
permeabilidad tan baja, que se consideran impermeables desde el punto de vista práctico.
29
La porosidad, es el porcentaje de espacios vacíos que pueden existir en un material sólido. La
arena de playa, por ejemplo, es un material extremadamente poroso como lo es un trozo de pan
blanco. Un pedazo de hierro o de cualquier otro metal prácticamente no presentan ningún grado de
porosidad.
30
La permeabilidad, es una propiedad de un cuerpo sólido que define la facilidad o dificultad con la
cual un fluido puede desplazarse a través de él. Un filtro de arena, suele ser un cuerpo altamente
permeable, mientras que una membrana de caucho es impermeable. La permeabilidad de un cuerpo
está asociada a su porosidad y depende fundamentalmente de la cantidad de poros interconectados
que haya en dicho cuerpo. Por otra parte, depende también del tamaño de dichos poros. Un cuerpo
poroso puede tener una considerable cantidad de poros interconectados pero de un tamaño tal que
los fluidos que lo saturan no están en capacidad de desplazarse dentro del mismo, o al menos de
hacerlo muy lentamente. Este es el caso de las lutitas.
175

Hasta época muy reciente, era impensable la explotación de los materiales que
dan origen en las lutitas a los hidrocarburos de los yacimientos conocidos. Este
es, hoy en día, uno de los grandes adelantos tecnológicos de la industria
petrolera. En la producción de estos hidrocarburos, es necesario distinguir
entre el gas de lutitas (shale gas) y el petróleo de lutitas (shale oil), puesto que
el grado de dificultad en la recuperación de ambos es notoriamente distinto. El
gas de lutitas fluye con mucha mayor facilidad debido a la muchísimo menor
viscosidad 31 del gas comparado con cualquier hidrocarburo no gaseoso, 32.

En el caso del gas de lutitas, basta fracturar las rocas atravesadas por un pozo
perforado direccionalmente. No es ese el caso del petróleo de lutitas. Para
comenzar, los hidrocarburos líquidos que se encuentran en la lutita, no son aún
propiamente petróleo, son un material conocido como kerógeno, petróleo en
formación. Para la extracción del petróleo de lutitas, además de fracturar la
roca, es necesario aplicar algún método térmico para reducir la viscosidad del
fluido que la satura. La mayor permeabilidad producida por el proceso de
fractura, unida a la baja de viscosidad debida a la temperatura, permite fluir al
material. Sin embargo, el efecto más importante del calentamiento, es que la
intensa temperatura da lugar a un proceso de pirolisis, 33 que acelera la
transformación del kerógeno en petróleo. El material resultante de este
proceso, dependiendo del grado de madurez del kerógeno, puede ser sometido

31
La viscosidad, es la propiedad física que describe la facilidad con la que un material fluye o es
penetrado por un objeto sólido. Podemos pensar en la diferencia que hay entre el agua y la miel de
abejas, que es mucho más viscosa.
32
El flujo de un fluido en un medio poroso, depende fundamentalmente de las dos variables que
acabamos de definir. Por una parte, la permeabilidad del medio que condiciona la mayor o menor
resistencia del mismo al flujo a través de él. Por otra, la viscosidad del fluido, condiciona la facilidad o
dificultad con la que este se mueve dentro de un determinado medio. La combinación de ambas
propiedades, la permeabilidad y la viscosidad, se denomina movilidad. Una alta movilidad, es el
resultado de una baja viscosidad del fluido y una alta permeabilidad del medio poroso.
33
La pirolisis es un proceso irreversible de descomposición térmica de material orgánico que se lleva
a cabo en ausencia de oxígeno y que altera sustancialmente la composición química del material
sometido a ella.
176

al proceso convencional de refinación o, incluso, ser utilizado directamente


como combustible.

La importancia de todos estos avances tecnológicos, es su potencial para


alterar, de manera importante, el balance entre la oferta y la demanda en el
mercado. Con ello, pudiera alterarse también el balance de poder entre los
países productores y las empresas multinacionales de los países consumidores.
Las mayores reservas de lutitas proclives a ser explotadas para la obtención de
hidrocarburos, petróleo o gas, se encuentran en los Estados Unidos, Rusia, la
República del Congo y Brasil. Recientemente, en el año 2010, el
descubrimiento de importantes depósitos de lutitas gasíferas y petrolíferas, se
llevó a cabo en el campo Vaca Muerta, en la parte centro occidental de
Argentina, en las provincias de Mendoza, Neuquén y Rio Negro. Lo relevante
de esto, es que ninguno de los países donde se encuentran reservas
importantes de lutitas hidrocarburíferas es uno de los grandes productores y
exportadores tradicionales. Quizás, uno de los efectos eventualmente más
dramáticos de las consecuencias de la nueva tecnología, es el caso de los
Estados Unidos. Este país ha sido por largos períodos a partir de 1970, el
último iniciado en 1993, un importador neto de petróleo. Basado en sus
reservas de lutitas hidrocarburíferas y en la nueva tecnología para su
explotación, en el año 2019 los Estados Unidos pudieran llegar a ser
autosuficientes en cuanto a suministro de hidrocarburos. De momento, si bien
sigue importando el 35 % de sus necesidades, una disminución en el consumo
y un aumento en la producción debido a estas nuevas técnicas, hizo posible
que a finales de 2013, los Estados Unidos produjeran más de lo que importaban
por primera vez en veinte años.

2.9.3. El viaje de regreso de las medidas anti trust:


Tradicionalmente, organismos como el Departamento de Justicia de los
Estados Unidos, fueron acérrimos enemigos de la constitución de grandes
consorcios empresariales. Esta política no carecía de sentido, trataban con ello
177

de evitar el desarrollo de monopolios, el peor enemigo de una economía de


mercado. Esta tendencia parece estarse revirtiendo en el momento actual.

Ya desde principios de la década de los ochenta del siglo pasado, las grandes
corporaciones privadas estaban conscientes de la tendencia al agotamiento de
los combustibles fósiles provenientes de las áreas donde los mismos habían
sido tradicionalmente extraídos. Si se ha alcanzado o no, de manera
permanente, a nivel mundial el punto donde la incorporación de volúmenes de
nuevas reservas permite compensar los correspondientes volúmenes
producidos, es una controversia de larga data. Es el problema conocido como
del peak oil 34, Por supuesto, el carácter intuitivo del problema, el eventual
agotamiento de un recurso no renovable, le ha dado permanente vigencia a la
discusión. Por otra parte, siguen apareciendo nuevas fuentes de reservas, sin
embargo, su incorporación requiere de un esfuerzo, físico, financiero y de nueva
tecnología, cada vez mayor. Es cada vez más frecuente tener que llevar a cabo
las operaciones de exploración costa afuera, en profundidades de agua cada
vez mayores y donde los estratos productores se encuentran también cada vez
a mayor profundidad en la corteza terrestre. El esfuerzo financiero requerido por
la tecnología necesaria para ello, se ha incrementado de manera exponencial.

La única forma que visualizaron las empresas para mantener e incrementar su


participación en el marcado y los beneficios económicos asociados a ello, era a
través de un crecimiento importante, proporcional a los retos planteados. La
manera más sencilla de lograrlo, era a través de su reagrupación en grandes
conglomerados, en los que los diferentes integrantes de los mismos, se

34
El peak oil, es el punto en el cual, de manera permanente, las reservas de hidrocarburos
incorporadas por descubrimientos en un determinado período no son capaces de compensar los
volúmenes de producción para ese mismo lapso. El origen de la discusión acerca del momento en que
dicho punto será alcanzado, si bien se trata de una noción absolutamente intuitiva por tratarse de un
recurso no renovable, se remonta al trabajo de M. King Hubbert, un geólogo y geofísico Director
Asociado de la División de Exploración y Producción del laboratorio de investigación de la Shell en
Houston en la revista Science del 4 de febrero de 1949 titulado Energy from Fossil Fuels.
178

complementan en distintos aspectos del negocio, generalmente compartiendo


estructuras horizontalmente integradas. Esto dio origen, a partir de los años
ochenta, a una gran cantidad de fusiones y adquisiciones entre las empresas
petroleras. Sin entrar en los tortuosos detalles de algunos de estos acuerdos,
nos permitimos enumerar los principales de ellos: En marzo de 1984, ocurre la
primera de estas transacciones de cierta importancia, cuando la Mobil adquiere
a la Superior Oil Company, posteriormente, en julio de ese mismo año, la
Texaco compra la Getty Oil. En 1985, tiene lugar otra de las transacciones de
gran impacto, cuando la Gulf Oil, una de las primeras grandes empresas
pioneras en el negocio petrolero, es adquirida y pasa a formar parte de la
Standard Oil of California (Socal). La nueva empresa pasa a denominarse
Chevron.

La tendencia que estamos describiendo, continúa en 1987. En ese año la


British Petroleum (BP) 35 consigue el cuarenta y cinco por ciento de las acciones
de la Sohio (antigua Standard Oil of Ohio), para adquirir el control total de dicha
empresa en 1991. En 1998, BP fusiona sus operaciones en los Estados Unidos
con Amoco (la antigua Standard Oil of Indiana), conservando la nueva empresa
la razón social de la British Petroleum. Esta fue, para ese momento, la mayor
fusión empresarial de la historia. No obstante, al año siguiente, en 1999, tiene
lugar una transacción aún mayor cuando se fusionan la Exxon Corporation (la
antigua Standard Oil of New Jersey) y la Mobil Oil Company (en otra época
conocida como la Standard Oil of New York). Las dos mayores empresas del
Standard Trust de John D. Rockefeller desmembrado en 1911. La nueva
empresa Exxon-Mobil pasaría a ser la empresa más importante del mundo
tanto por el tamaño de su inversión en términos de capitalización de mercado
como de ganancias netas anuales.

35
Estamos incluyendo a la BP como uno de los grandes grupos privados de la industria petrolera y
que, como tal, interviene en estos procesos. Esto se debe a su estilo operacional y administrativo, ya
que no cabe olvidar que British Petroleum era, en sentido estricto, una empresa del Estado puesto que
el cincuenta y uno por ciento de sus acciones pertenecen a la Corona Británica.
179

En abril del año 2000, el grupo BP, que se había fusionado con Amoco en
1998, adquiere la propiedad de la Atlantic Richfield (ARCO). En 2001 se
fusionan Chevron (antigua Standard Oil of California) y Texaco, para formar la
Chevron-Texaco, que en 2007 pasará a llamarse Chevron Petroleum
Company. Finalmente, en agosto de 2002 ocurre otra fusión de enorme
impacto entre Conoco Inc. y la Phillips Petroleum Co. Conoco-Phillips, pasa a
ser el más grande conglomerado petrolero dedicado exclusivamente a las
actividades de exploración y producción. Es notable ver los cambios sufridos
por “las siete hermanas” en los últimos veinte años: Exxon y Mobil se han
convertido en una sola, La Gulf ha sido adquirida por Chevron y Texaco se ha
unido a este grupo. Hoy en día, en todo caso, se puede hablar de cuatro
grandes hermanas: Exxon-Mobil, Chevron-Texaco, BP y Shell y tal vez, debido
a su tamaño, se puede hablar de dos hermanastras: Conoco-Philips y Total-
Fina-Elf.

Un episodio interesante dentro de este proceso, a los fines del presente


trabajo, es el protagonizado por la empresa Cities Service. La empresa fue
adquirida por la Occidental Petroleum Corporation (Oxy) en el otoño de 1982,
manteniéndola sin embargo, como una empresa independiente controlada en
un 100 % por Oxy. A finales de ese año, Cities Services transfirió sus
actividades de refinación y la red de distribución doméstica y ventas a
consumidores finales en los Estados Unidos, en los cuales Oxy no estaba
interesada, a una subsidiaria, la Citgo Petroleum Corporation. Citgo fue vendida
al año siguiente, 1983, a la Southland Corporation. Tres años después, en
1986, el cincuenta por ciento de las acciones de Citgo fueron adquiridas por
Petroleos de Venezuela (PDVSA), quien adquiriría el control total en 1990. La
adquisición de CITGO, una empresa petrolera privada estadounidense, por
parte de la empresa estatal de otro país, Venezuela, pone de relieve otro hecho
importante de este período histórico: la creciente tendencia a la diversificación
los actores en el negocio petrolero de la cual hablamos más adelante.
180

La tendencia descrita de fusiones y adquisiciones entre las grandes empresas


petroleras privadas, ha dado origen a conglomerados aún mayores a los que
fueran originalmente desmembrados en otras épocas. Para las grandes
empresas, lo adecuado de esta tendencia se ha visto reforzada por la aparición
de una serie de nuevos actores en el negocio petrolero que han hecho más
complejo el escenario de esta actividad. Entre los nuevos protagonistas, cabe
distinguir dos grupos que presentan notables diferencias entre sí: las empresas
estatales de los países productores y el nuevo grupo de empresas petroleras
rusas nacidas a la sombra del desmoronamiento de la Unión Soviética. Entre
las primeras, las empresas estatales, cabe distinguir igualmente una serie de
matices. Dentro de este nuevo clima las grandes empresas multinacionales
incluso han llegado a establecer asociaciones puntuales con algunos de estos
nuevos actores, particularmente con las compañías rusas. En este sentido, es
importante también tomar en cuenta el involucramiento cada vez mayor en las
operaciones directas, de algunas de las empresas tradicionalmente contratistas
de servicios en el pasado. Tal es el caso, por ejemplo, de Schlumberger y
Halliburton.

2.9.4. La variedad de nuevos actores y asociaciones:


El final del siglo XX, fue testigo de una serie de eventos geopolíticos de
trascendental importancia que dieron origen, en el sector petrolero mundial, a la
aparición de una serie de nuevos actores. Bower (2009) indica que al
advenimiento de este período:

Muchas de las tendencias políticas del siglo anterior estaban cambiando. Las
grandes empresas multinacionales se estaban convirtiendo en simples
pececillos, y el poder de la OPEP estaba siendo cuestionado por los países
productores no miembros de dicha organización, especialmente por Rusia y
los nuevos países alrededor del mar Caspio.2 (p. xiv).

Sin duda, el evento político de mayor impacto del pasado siglo fue el
desmoronamiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. El mundo
presenció, en un corto período de tiempo, el hundimiento de la que era
181

percibida como una gran potencia mundial. En sólo setenta y tres años, el
primer ensayo por poner en práctica las ideas de Karl Marx acerca del manejo
de una sociedad, se derrumbaba estrepitosamente. El anuncio formal de ese
hecho, lo realizó el presidente de esa nación, Mikhail Gorbachev, el 25 de
diciembre de 1991. A raíz de ese hecho aparecen un grupo sui generis de
empresas privadas rusas como nuevos actores en el negocio petrolero.

La Unión Soviética, al contrario de los Estados Unidos y los países de Europa


Occidental, era autosuficiente energéticamente. Eso le permitió al gobierno de
Jósif Stalin mantener una política totalmente autárquica. En los años setenta,
durante el gobierno de Leonid Breshnev, el país expandió aún más su base de
recursos con actividades en regiones remotas tales como Siberia oriental. Esto
representó intenso esfuerzo económico, que vino a sumarse al necesario para
llevar a cabo las carreras armamentista y espacial propias de la guerra fría y
tratar de superar un agudo déficit en la producción interna de alimentos. La
subida de los precios del petróleo de los años setenta, sobre todo desde 1973,
representó para la Unión Soviética un enorme atractivo para incursionar en los
mercados internacionales. La URSS inició la exportación de gas en forma
comercial a Europa y de petróleo a Japón. Con ello, comenzó a generar las
divisas que un país que había permanecido aislado durante tanto tiempo,
necesitaba desesperadamente. Yergin (2011) describe la situación de la
siguiente manera:

Las monedas duras obtenidas de las exportaciones de petróleo detuvieron la


crisis de escasez de alimentos, incrementaron la importación de equipos y
bienes de consumo, suministraron la base financiera para la carrera
armamentista y para alcanzar la paridad nuclear con los Estados Unidos y
permitieron acometer políticas exteriores riesgosas como la guerra de
Afganistán2. (p. 23).

Sin embargo, la industria soviética era altamente ineficiente, no existía una


integración vertical y las diversas funciones estaban asignadas a organismos
burocráticos distintos. De nuevo Yergin (2011) lo expresa en esta forma:
182

La industria petrolera estaba estructurada para satisfacer las necesidades de


un sistema de planificación centralizada. Estaba organizada horizontalmente,
entre diferentes ministerios —petróleo, refinación y petroquímica, y comercio
internacional— cada uno de los cuales controlaba su propio segmento de la
industria.2 (p. 27).

La caída de los precios en la década de los ochenta, sobre todo a partir de


1986, al año de haber asumido la presidencia Mikhail Gorbachev, produce una
notable caída en el ingreso de divisas. Esto coincide con la llegada a la
presidencia de los Estados Unidos de Ronald Regan, quien emprendió una
dinámica campaña de expansión económica. Esta campaña incluía un notable
incremento en el gasto militar y en la exploración espacial. La ineficiente
administración centralizada soviética no pudo mantener el ritmo de los
requerimientos financieros necesarios para mantenerse a la par en esta
competencia, que era parte de la guerra fría. Las exportaciones petroleras no
eran suficientes para ello y la economía de la gran potencia socialista colapsó.

El desmembramiento de la Unión Soviética produce un estado de caos. La


ineficiente estructura centralizada socialista, al desaparecer deja una serie de
dependencias acéfalas y sin coordinación. La producción petrolera entre 1984 y
1989 cae en más de un 40 % al pasar de doce millones de barriles diarios a
siete. Yergin (2011) describe así esta situación:

La industria (petrolera) comenzó repentinamente a funcionar a través de 2000


asociaciones sin ninguna coordinación. En medio de esta disrupción y
hambrienta de inversiones, la producción petrolera rusa comenzó a disminuir,
para luego colapsar. En poco más de media década, la producción rusa cayó
en forma masiva en casi 50 por ciento —una asombrosa caída de más de 5
millones de barriles diarios2. (p. 27).

En mayo de 1990, Boris Yeltsin es elegido Presidente de la República Soviética


Federativa de Rusia, siendo reelecto para dicho cargo en 1996. Como
resultado de una serie de severas crisis políticas, Yeltsin renuncia a la
183

presidencia el 31 de diciembre de 1999, dejando encargado a quien había


escogido como su sucesor, el entonces Primer Ministro Vladimir Putin. Este
gana las elecciones del 2000, siendo reelecto en 2004, deja la presidencia por
mandato constitucional en el siguiente período, pero continúa como Primer
Ministro, para ser electo nuevamente en marzo de 2012. Siguiendo la política
iniciada por Boris Yeltsin, durante la administración de Putin, Rusia se convirtió
en una economía de libre mercado. Como consecuencia su PIB se multiplicó
por más de seis veces. En el sector energético en particular, Rusia se ubicó
nuevamente como una superpotencia.

El importante desarrollo de la industria petrolera rusa tiene su origen en un


estudio llevado a cabo por Vagit Alekperov, un petrolero de vieja data, con
muchos años de experiencia en las operaciones de Bakú, y vice ministro de
petróleo en el primer gobierno de Yelstin. Nuevamente Yergin (2011) brinda
una descripción de dicho proceso:

En varios viajes a occidente, Alekperov visitó un número de compañías


petroleras. Allí se dio cuenta de una forma dramáticamente distinta de operar
el negocio petrolero. “Fue una revelación”, dijo. “He aquí un tipo de
organización flexible y capaz, una compañía que ataca todos los tópicos a la
vez —exploración, producción, e ingeniería— y donde todo el mundo persigue
una meta común y no donde cada rama opera por separado”. Regresó a
Moscú convencido de cuál era la organización típica en el resto del mundo —
compañías integradas verticalmente con exploración y producción, refinación
y mercadeo funciones todas agrupadas en una sola empresa— […] Antes del
colapso de la Unión Soviética, sus esfuerzos por promover una empresa
estatal verticalmente integrada fueron rechazados. Sus oponentes lo
acusaron de “estar destruyendo el sector petrolero” […] En noviembre de
1992 el presidente Yeltsin adoptó ese enfoque en el Decreto 1403 de
privatización de la industria. La nueva ley estipulaba la existencia de tres
compañías verticalmente integradas —Lukoil, Yukos y Surgut2. (pp. 27-28).
184

Estas empresas terminaron en manos de una serie de nuevos banqueros y


empresarios rusos, que han sido frecuentemente calificados como “una nueva
oligarquía”. Un proceso de privatización, donde las nuevas empresas privadas
conservaron, sin embargo, una fuerte influencia del Estado, en un proceso no
exento de casos de corrupción y de tráfico de influencias. Además de
importantes paquetes accionarios en manos del Estado, muchos de los cargos
de alto nivel de estas empresas, son ocupados por ex funcionarios del régimen
soviético. Algunos de ellos, como el mismo Presidente Putin, ex miembros de la
KGB, la policía política soviética. Sin embargo, con todo y ello Rusia aparecía
nuevamente como un actor importante en los mercados internacionales.

Un importante grupo que no se puede dejar de mencionar, es Rosneft, una


empresa del Estado, formada con los activos del Ministerio de Petróleo y Gas
de la URSS, y que se convirtió en un grupo importante al alcanzar el control
total de Yukos, una de las tres empresas originarias rusas, en 2007. En 2013,
esta empresa adquirió al grupo TNK-BP, que había sido formado en 2003 por
un grupo de empresarios rusos que habían entrado en una alianza estratégica
con British Petroleum para unir sus activos petroleros, producción y refinerías
en Rusia y Ucrania. Hoy, luego de varios escándalos por supuestos actos
reñidos con la ética, Rosneft ha pasado a ser el mayor grupo de ese país, con
una porción de sus acciones cotizadas en forma privada en los mercados de
valores de Moscú y Londres. Al igual que en los casos anteriores, esta oferta
pública de las acciones de Rostneft en los mercados, ha dado origen a una
serie de escándalos por supuestos actos de corrupción. Rosneft, ha estado
involucrada recientemente en varias operaciones comerciales y financieras con
Venezuela.

Finalmente, se debe mencionar el caso de Gazprom, una de las mayores


compañías del mundo y la principal productora de gas del planeta. Su origen se
remonta a 1943, cuando la Unión Soviética definió la industria del gas como
una operación separada del petróleo. En 1965, se crea el Ministerio de la
Industria del Gas, que en 1989 se transformaría en la Entidad Estatal para el
185

Gas (Gazprom). Al desaparecer la Unión Soviética en 1991, el presidente


Yeltzin inició la privatización de Gazprom, fueron repartidos entre los
ciudadanos cupones que permitían la adquisición de las acciones de la
empresa tal como se hizo con otras compañías del Estado. La negociación de
estas acciones fue altamente regulada y el Estado conservó el 40 % del
paquete total. En el año 2000, el presidente Putin decidió readquirir para el
Estado el control de Gazprom. Ya con la empresa bajo el control del Estado, se
eliminaron las restricciones para la adquisición del paquete de acciones
remanente de la empresa por parte de cualquier tipo de inversionista. La
empresa ha expandido sus operaciones a diferentes países de Europa y
actualmente opera también en Bolivia y Venezuela.

2.9.5. Extraños compañeros:


Una de las características del nuevo escenario mundial que venimos
describiendo, es la marcada declinación de las reservas tradicionales. Muchos
países y empresas, están llevando a cabo esfuerzos notables por aumentar el
volumen de las mismas. En algunos casos, estos ajustes se basan en simples
revisiones, ajustando datos volumétricos o factores de recobro, los incrementos
de reservas conocidos en el medio petrolero como reservas “de punta de lápiz”.
Más aún, también en algunos casos, estas incorporaciones son anunciadas
como cifras válidas, aún sin contar con lo que ha sido tradicionalmente una
condición sine qua non: la certificación por parte de empresas e instituciones
idóneas especialmente dedicadas a ello. Por otra parte, la incorporación de
reservas realmente nuevas, resultado del esfuerzo exploratorio, se está
llevando a cabo en regiones cada vez más remotas, inhóspitas, o ambas cosas
y con una tecnología cada vez más compleja. Los depósitos se encuentran en
estratos a cada vez mayor profundidad dentro de la corteza terrestre y
generalmente en áreas marítimas de gran profundidad de aguas.

Como ya mencionamos, el crecimiento de los requerimientos financieros y de


nueva tecnología necesarios para los nuevos esfuerzos exploratorios, ha sido
una de las razones para la reagrupación de las multinacionales tradicionales en
186

grandes consorcios. Por otra parte, la necesidad de diluir los riesgos asociados
a dichos esfuerzos, sobre todo en áreas poco conocidas, ha hecho necesario
llevar a cabo alianzas estratégicas con algunos de los nuevos actores del
negocio. El sentido altamente pragmático con el que parecen estarse
manejando las empresas rusas, ha dado origen a varios importantes acuerdos
entre estos dos grupos de organizaciones. Uno de estos acuerdos fue suscrito
en 2011 entre Rosneft y Exxon-Mobil para el desarrollo del campo gigante
Prinovozemelsky, en la plataforma continental rusa del mar de Kara, en el
océano Ártico, entre los 75 y 80 grados de latitud norte. Otro acuerdo fue
suscrito también en 2011 entre estos mismos grupos, para la evaluación y el
desarrollo del campo gigante Tuapse, situado en la parte de aguas profundas
en la costa rusa del mar Negro. En estos acuerdos, como es típico para este
tipo de convenios, Exxon-Mobil suple la tecnología mientras que Rosneft
contribuye con la experiencia operacional en el área.

No se puede terminar de hablar de los nuevos actores en el mercado petrolero


mundial, sin hacer referencia a la República Popular China y su impresionante
crecimiento en demanda energética. Una sociedad promotora de un capitalismo
de estado, que trata de adquirir control de materias primas fuera de su territorio,
mientras que internamente mantiene un gobierno represivo y desconocedor de
los derechos humanos más elementales. Dentro del período que nos ocupa,
este país ha entrado en una fase de desarrollo que lo ubica como una potencia
económica de muy rápido crecimiento. Esto genera la necesidad de contar con
una serie de insumos importantes, sobre todo de tipo energético y de diversos
minerales y materias primas. A pesar de ser un país con vastos recursos
naturales —China es, por ejemplo, el primer productor mundial de carbón, con
la mitad del volumen producido a nivel global— su velocidad de crecimiento la
obliga a salir de sus fronteras. El enorme crecimiento de su demanda de
petróleo, ha sido uno de los factores principales en el aumento de los precios de
esta fuente energética. La RPC ha establecido una política de estado para
asegurar el suministro de recursos naturales a largo plazo. La misma consiste
en otorgar préstamos a países mineros y petroleros a cambio de compromisos
187

de suministro de materias primas a largo plazo, en una especie de compras pre


pagadas. Los países que reciben los mencionados préstamos, quedan
comprometidos a entregar parte de su producción futura sin ninguna
remuneración en el momento de la operación, puesto que dichos fondos han
sido ya entregados y, por supuesto, utilizados. Además, por haber recibido los
vendedores los pagos en forma anticipada, cabe esperar que la RPC reciba
también el crudo o los minerales involucrados a precios preferenciales.
Finalmente, la garantía de la producción a ser entregada en el futuro, está
respaldada por las reservas de petróleo o de los diversos minerales del país
obligado a entregar dicha producción. Esto constituye, de hecho, una hipoteca
de parte de dichas reservas, lo cual, en muchos casos, como es el de
Venezuela, supuestamente tienen un carácter inalienable.

2.9.6. El papel de las empresas petroleras estatales:


Estas sociedades son firmas cuya composición accionaria está total o
mayoritariamente en manos del gobierno de un Estado-Nación. Este tipo de
empresas han llegado a estar, hoy en día, entre los actores más importantes del
mercado petrolero. Esto se debe, en gran medida, al hecho de que estas
organizaciones, en conjunto, controlan alrededor del noventa por ciento de las
reservas mundiales de petróleo. Por otra parte, algunas de ellas han
comenzado a efectuar inversiones fuera de las fronteras de sus respectivos
países.

El tema relacionado con estas empresas es notablemente complejo, debido


fundamentalmente, a su dispersión geográfica. Existen o han existido, en el
sector petrolero, empresas estatales en todos los continentes, excepto en
Oceanía. Como resultado de ello, se observa notables diferencias entre las
empresas estatales de los distintos continentes con relación a la finalidad con
la que han sido constituidas y la consistencia con la cual dicha finalidad es
mantenida en el tiempo. En este sentido, las empresas estatales europeas son
las menos numerosas e incluso inestables en cuanto a su permanencia como
tales al ser eventualmente privatizadas. Este es el caso ya mencionado en
188

varias oportunidades de la British Petroleum (BP). Esta empresa, como


mencionamos, llegó a ser en 1914 en un 51 % propiedad de la corona
británica. Sin embargo, su independencia administrativa, sus objetivos
corporativos y sus prácticas operacionales y administrativas, hicieron que se le
identificara siempre como una de las grandes compañías multinacionales
privadas, de hecho, como una de las “siete hermanas” del negocio petrolero. El
gobierno británico, terminaría privatizando totalmente la empresa en varias
etapas entre 1979 y 1987. Otro caso similar es el de Britoil, la compañía estatal
británica, formada como una empresa 100 % estatal en 1975, con el nombre de
British National Oil Corporation (BNOC), para asegurar el adecuado nivel de
suministros petroleros para el Reino Unido. En Agosto de 1982, las actividades
de BNOC fueron transferidos a la nueva empresa Britoil, la cual fue
eventualmente adquirida por la ya también privatizada BP en 1988.

Tal vez la más estable como empresa del Estado, entre las compañías
europeas, es Statoil de Noruega. El gobierno de ese país mantiene aún una
porción mayoritaria de las acciones de la empresa, sin embargo, el paquete
remanente de las mismas se cotiza en la bolsa de valores de Nueva York.
Finalmente, está el caso de las diversas formas de participación privada y
pública de TOTAL, S.A. Fundada originalmente en 1924 como empresa mixta,
la Compagnie française des pétroles, en 1985 adquirió al grupo privado Elf-
Aquitaine y se fusionó con la empresa belga Petrofina.

En el medio y lejano oriente, así como en África, se han desarrollado también


varias empresas estatales. Las dos más importantes, no sólo de la región sino
del mundo, son la Saudi Arabian Oil Co. (Saudi Aramco) y la National Iranian
Oil Company (NIOC). La primera de ellas fue el resultado de la nacionalización
definitiva de la Arabian American Oil Company (Aramco) en 1988. Este proceso
se había iniciado en 1973, cuando la corona saudí adquirió el 25 % de la
empresa a raíz de los sucesos originados por la guerra del Yom Kippur. Por
otra parte, la National Iranian Oil Company (NIOC), fue fundada en 1948,
durante los turbulentos tiempos que en ese país precedieron a la
189

nacionalización de su industria por parte del Primer Ministro Muhammad


Mossadegh. Su misión es proveer a las refinerías domésticas del petróleo
necesario para el mercado doméstico y exportar los excedentes a precios
internacionales dentro del marco de las cuotas establecidas por la OPEP.

También en el medio Oriente la Iraq National Oil Company (INOC), fundada en


1966, opera todos los aspectos de la industria de ese país. La empresa está
limitada por ley a entrar en asociaciones u otorgar concesiones a empresas
extranjeras. La única excepción era la administración de un contrato previo con
la Compagnie Française de Pétroles para la explotación del campo de Rumaila.
Esta situación duró hasta 1972 cuando la industria fue completamente
nacionalizada. La Kuwait Petroleum Corporation, fue creada en 1934 por la
Anglo-Persian Oil Company y la Gulf Oil Company para llevar a cabo su
operación conjunta en ese país. La empresa era la operadora de una
concesión que prescribió en 1975, con lo cual se realizó su nacionalización
definitiva. En África y el lejano oriente vale la pena mencionar dentro de esta
categoría de empresas estatales a la Nigerian National Petroleum Corporation
(NNPC), la National Oil Corporation de Libia, Sonatrach de Argelia, Petronas de
Malasia y Pertamina de Indonesia.

Un continente en el cual las compañías petroleras estatales han ejercido


particular influencia es América Latina, donde estas empresas están sujetas a
una serie de visiones contradictorias con relación a sus objetivos y al destino
del producto de sus operaciones. Estos conflictos, tienen su origen en un
fenómeno que constituye un rasgo distintivo al cual han sucumbido, en mayor o
menor medida, todos los países latinoamericanos: el fenómeno conocido como
“rentismo”. La estructura rentista se basa en la captación por parte del Estado
de la totalidad de los ingresos provenientes del negocio petrolero para
aplicarlos, según su exclusivo criterio, en aquellos objetivos que considera más
necesarios. Este sistema, al promover la dependencia de los miembros de la
sociedad, en detrimento del desarrollo de la libre iniciativa de los ciudadanos,
da origen a una secuela de clientelismo político y corrupción.
190

Para la consolidación de una estructura rentista, es necesaria una cada vez


mayor injerencia del sector político en la administración de las empresas del
Estado. Se genera de este modo en esas sociedades, una permanente
polémica con relación al papel que dichas empresas deben jugar dentro de
ellas. El fondo de la polémica, es definir si las empresas del Estado son
entidades netamente comerciales destinadas a proveer a los gobiernos, por vía
de dividendos, de los ingresos necesarios para satisfacer las demás
necesidades de la población, o si por el contrario deben tener un mayor
“contenido social”. Con esta última expresión, usualmente se entiende
quebrantar el principio económico básico de la división del trabajo, haciendo
que estas entidades asuman múltiples misiones, muchas de las cuales difieren
considerablemente de la naturaleza de su línea de negocio original. Esto suele
conducir, en primer lugar, a una merma en la capacidad de las mismas para el
logro de su misión, aquella para la cual fueron originalmente creadas. Por otra
parte, implica una duplicación de funciones con los demás organismos del
Estado encargados de satisfacer esas otras necesidades.

La situación descrita, suele ir acompañada de una actitud de recelo con


relación a la participación de capitales extranjeros en la actividad petrolera.
Esta participación, pudiera normalmente verse como una forma de que la
Nación distribuya los riesgos técnicos, operacionales y financieros en proyectos
donde dichos factores de riesgo son elevados y los niveles de inversión
cuantiosos. Un elemento fundamental en este tipo de asociaciones, es que no
quede en entredicho la propiedad de la Nación sobre los recursos del subsuelo.
Muy frecuentemente, sin embargo, la posibilidad de asociación con capitales
extranjeros, es vista, por algunos sectores, como una violación a la soberanía
nacional y es calificada de “entreguista”.

La influencia de los conflictos mencionados genera en las empresas estatales


de estos países una situación de inestabilidad tanto administrativa como
191

operacional. Al ser posible la alternancia en el poder entre los grupos que


defienden las posturas opuestas, pueden ocurrir, entre un gobierno y otro,
cambios profundos en las políticas públicas relacionadas con el sector. Se
producen de este modo, cambios drásticos en los objetivos, las estrategias, el
esquema administrativo, y en las características operacionales de las
empresas. Nadie puede garantizar, por otra parte, que estos cambios tengan
un carácter permanente. Basta que ocurra un nuevo cambio en el grupo que
controla el poder entre aquellos que sostienen una visión diferente con relación
al manejo del negocio, para que las condiciones se reviertan nuevamente. La
inestabilidad que esto genera en la gestión de estas empresas resulta evidente.

Finalmente, la administración de las compañías petroleras del Estado en


Latinoamérica está sujeta a una contradicción que genera un elemento de
presión adicional sobre los administradores de las mismas. Por una parte, dado
su carácter mercantil y a lo altamente competitivo del negocio petrolero, existe
una necesidad de mantener diferentes grados de confidencialidad en muchas
de las decisiones tomadas y los acuerdos establecidos. Por otra parte, el hecho
que se deriva de ser estas empresas propiedad del Estado, exige una absoluta
transparencia. La contraposición entre las nociones de confidencialidad y
transparencia, suele ser fuente de intensos conflictos para los administradores
de estas empresas con relación a amplios sectores de la población y de la
opinión pública de sus respectivos países.

Como comentario final, es muy importante recalcar nuevamente que el


resultado compuesto de los elementos que acabamos de mencionar, configura
un negocio petrolero de unas características inéditas en toda la historia pasada
de la industria. Esto requiere que países tradicionalmente petroleros, como
Venezuela, superen una serie de prejuicios y busquen soluciones creativas
para que el petróleo continúe siendo un factor importante de su desarrollo
económico.
192

3. LAS ETAPAS DE LA HISTORIA PETROLERA VENEZOLANA:

Tal como mencionamos al principio mismo del presente capítulo, la extensa


introducción que acabamos de hacer, es indispensable para comprender cabalmente
la historia de la industria petrolera en Venezuela. Sobre todo, para la cabal
comprensión, dentro de un marco de referencia temporal y de ámbito global, de los
conflictos que en ella se desarrollan. En muchas ocasiones, los eventos internos de
un país dependen en gran medida de las circunstancias externas. Por otra parte, los
eventos que en un determinado país se consideran como “internos” pueden ser en
algunos casos parte del escenario internacional y ejercer una influencia, a veces
sumamente marcada, sobre el mismo.

La feroz competencia entre las grandes empresas petroleras a nivel mundial, previa
al proceso de acuerdos que se inició en el castillo de Achnacarry en 1928, se fue
desarrollando en varias regiones del mundo. Comenzó en el plano doméstico dentro
de los Estados Unidos a partir de 1859, para luego incorporar la producción Rusa del
gigantesco campo de Bakú alrededor de 1875. Viene luego, el esfuerzo llevado a
cabo por la Shell Transport and Traiding Company y la Royal Dutch en la actual
Indonesia, en las islas de Sumatra en 1892 y Borneo en 1899. Posteriormente, a
partir de 1901, en las llanuras del estado de Texas, en la costa del Golfo de México,
donde se producen nuevos descubrimientos que dieron lugar a la aparición de la
Texas Company y la Gulf Oil. En esta misma región, se dieron los descubrimientos
en el actual estado de Oklahoma en 1905. En otra parte del mundo, Persia
(actualmente Irán), se convierte en un nuevo escenario petrolero en 1908 con el
éxito con el que se corona un esfuerzo que se venía realizando desde 1901. En el
continente americano, fuera de los Estados Unidos, particularmente México no
escapa a esta incesante búsqueda de nuevas áreas de producción y nuevos
mercados por parte de las grandes empresas multinacionales.

3.1. VENEZUELA: UN ESCENARIO MÁS:


El inicio de la explotación de petróleo en el estado de Pennsylvania de los Estados
Unidos en 1859 tuvo repercusiones en varios sitios del mundo. En Venezuela, seis
años después, en 1865, el ciudadano estadounidense Camilo Ferrand solicita, y le
193

es otorgada por el Presidente Constitucional del estado Zulia 36, General Jorge
Sutherland, una concesión petrolera. Según Martínez (1986)

El contrato establece “el derecho y privilegio exclusivo para taladrar, sacar y


exportar petróleo o nafta, o bajo cualquier otra denominación que se conozca el
aceite que exista en la tierra” en todo el estado, por un término de diez años. (p.
26).

En 1866, la legislatura del estado Nueva Andalucía, otorgó una concesión por 25
años a Manuel Olavarría que comprendía el territorio de los actuales estados
Sucre y Monagas. Ese mismo año, una tercera concesión es otorgada a Pascual
Casanova, ésta por veinte años, para explotar las minas de petróleo en el cantón
de Escuque en el estado Trujillo. Todas estas concesiones fueron tempranamente
caducadas al no poder iniciar sus actividades en el tiempo previsto, incumpliendo
así sus respectivos contratos.

Un emblemático esfuerzo orientado a lograr el desarrollo temprano de la industria


de los hidrocarburos en Venezuela, se llevó a cabo en 1878. En ese año, La
Petrolia del Táchira, perforó varios pozos cuya producción alimentaba una
pequeña refinería, con una capacidad de procesamiento de 15 BPPD, y cuyo
principal producto era, al igual que en otras regiones del mundo para la época, el
kerosén. Sin embargo, antes y después de este esfuerzo, era en realidad el
interés por la utilización del asfalto de manaderos naturales (menes) lo que había
llamado la atención de varias personas en Venezuela (cf. Martínez, 1986, p. 23-
69).

Pero no es sino hasta 1912 cuando Venezuela entra a formar parte del esfuerzo
expansivo de las grandes empresas petroleras. En ese año, cuando Venezuela

36
A partir del Decreto del Libertador de 1829 y en toda la legislación posterior, como fue el caso de la
Ley de Minas de 1854, la administración de los recursos del subsuelo correspondía al Gobierno
Nacional. Sin embargo, a partir de la Constitución Federal de 1864, dicha potestad pasó a los
gobiernos de los estados.
194

todavía era sólo un productor de asfalto, la Royal Dutch Shell, bajo el nombre de
Caribbean Petroleum, adquiere de la General Asphalt Co. sus concesiones en el
oriente de Venezuela, que incluían la explotación del lago de Guanoco. De todos
modos, la Royal Dutch Shell, pasa a ser la primera de las grandes empresas
internacionales que llega al país. Venezuela se convierte de este modo, en un
escenario más de este esfuerzo de las petroleras multinacionales por controlar el
negocio petrolero a nivel mundial.

3.2. LAS ETAPAS HISTÓRICAS DEL PETRÓLEO EN VENEZUELA:


En cualquier estudio donde se toquen aspectos históricos de una determinada
época, es indispensable dividir la misma en períodos. Esta periodización posee
una clara orientación hermenéutica, con ella se intenta comprender los eventos
ocurridos en cada uno de estos lapsos, que son, cada uno, de naturaleza distinta.
En el presente trabajo, como veremos en el desarrollo que sigue, hemos dividido
la historia de la industria petrolera de Venezuela en cinco períodos claramente
distinguibles y diferenciados entre sí.

En el caso de Venezuela, existe una etapa inicial, en la cual el desarrollo de la


industria no es aun la que tradicionalmente conocemos, aunque guarde relación
con ella. En esa etapa, el interés se centró en el asfalto más que en el petróleo
como tal. Esta etapa inicial, no es pues, en sentido estricto, una etapa de la
historia petrolera, pero su estudio es indispensable para entender las etapas
subsiguientes, tal vez calificándola de “pre histórica”. En esta etapa, existen
marcadas diferencias con relación a los objetivos del negocio en otras partes del
mundo para ese momento. Tanto en Europa como en los Estados Unidos, la
explotación del petróleo estaba ya orientada a la obtención de kerosén para el
alumbrado, la calefacción y como combustible para las cocinas. En Venezuela,
hasta bien entrado el siglo XX, y tal vez tan tarde como 1912, cuando la Bermúdez
Company perfora el pozo Bababui-1, la actividad se centró fundamentalmente en
la explotación del asfalto. Este material, proveniente de la gran cantidad de
manaderos existentes en el país, contribuyó a la pavimentación de las calles de
195

las principales ciudades de Estados Unidos y Europa que se estaban llenando de


automóviles.

Otro elemento diferencial entre las diferentes etapas, tiene que ver con las
relaciones de poder prevalecientes entre el Estado y las empresas operadoras y
comercializadoras del recurso. Se observa en estas relaciones, una especie de
“hilo conductor” que va modificando las características de los conflictos ocurridos
en la industria. Conflictos que se originan en todos los casos, debido a la
confrontación de los intereses de unas empresas que buscan maximizar sus
beneficios y un gobierno que trata de incrementar sus ingresos fiscales. Esta es
una situación que se prolonga en el tiempo, y que estará presente mientras las
dos entidades mencionadas, empresas y gobierno, formen parte de la misma
estructura social. La permanencia en el tiempo del desacuerdo que da origen a
este conflicto general, junto con las diferentes manifestaciones puntuales que se
derivan del mismo, es lo que nos lleva a definir en este trabajo lo que llamamos
conflictos inherentes a la estructura de una sociedad. Las características de este
conflicto, en el caso que nos ocupa, se comienzan a distinguir más claramente a
partir del segundo de los períodos definidos y, sobre todo, alcanza su apogeo en
la tercera de estas etapas. Se observa también que, dentro de esta tendencia de
lo que estamos definiendo como un conflicto inherente, el balance de poder entre
las partes, tiende a migrar de forma transicional. En el caso particular que estamos
utilizando, este balance varía desde una posición de absoluto predominio de las
empresas, a una situación donde el control exclusivo de la industria pasa a ser
ejercido por el Estado. Desde ese momento, desaparece el conflicto inherente
inicial entre la Nación y las empresas concesionarias, para dar lugar a un nuevo
conflicto inherente, característico de esta nueva estructura de la sociedad. Este
nuevo conflicto inherente, se deriva de las diferentes visiones internas, sobre todo
dentro del medio político, con relación a los objetivos, estilo operacional y el
destino de los fondos generados por las nuevas empresas propiedad del Estado
encargadas, en adelante, del manejo de la industria.
196

Finalmente, un tercer elemento diferencial, tiene que ver los cambios sociales y
políticos que ocurren en el entorno en el cual se desarrollan los conflictos de esa
sociedad. La influencia que esos cambios, puede ser de notable importancia en el
desarrollo de los conflictos y en la forma como son manejados. La relevancia de
dichos cambios, puede incluso ser una de las razones que dificultan que algunos
conflictos particulares se perciban como episodios puntuales de un conflicto
inherente. Lo mismo sucede con los eventos que ocurren en el ámbito
internacional, estos, como parte que son del entorno, ejercen la misma influencia.
Ellos, tal como hemos visto en el preámbulo que antecede desde el principio de
este capítulo pueden, a su vez, ser eventualmente influenciados por eventos
locales de tipo puntual. Frecuentemente, la influencia sobre el entorno
internacional de un determinado evento local, no se percibe como parte de un
conflicto inherente más amplio dentro de la sociedad en la cual tiene origen.

Como resultado de esta serie de elementos diferenciales, la historia petrolera de


Venezuela, en su desarrollo de más de ciento treinta años, pueden dividirse en
cinco grandes etapas perfectamente identificables. Cada una de ellas con unas
características propias, que definen también los rasgos distintivos de cada uno de
los eventos que en ella ocurren. Finalmente, a pesar de que es posible identificar
eventos puntuales que pueden identificarse como los hitos que sirven para marcar
el límite entre las etapas mencionadas, el paso de una a otra tiene un carácter
transicional. De no ser por estos eventos relevantes, que se pueden tomar como
puntos de inflexión —el reventón del pozo Los Barrosos–2 el 14 de diciembre de
1922, la promulgación de la Ley de Hidrocarburos del 13 de marzo de 1943 y el
inicio de las operaciones de la industria totalmente estatizada (proceso de
nacionalización) el primero de enreo de 1976—, sería extremadamente difícil
establecer límites precisos entre estos períodos.

La primera de estas etapas es, como hemos mencionado, un período en el cual


ocurren una serie de eventos muy variados y hasta cierto punto inconexos. No
existía aún una conciencia clara, ni de lo que el petróleo eventualmente significará
para la economía venezolana, ni de la importancia que el país tendrá dentro de
197

esa industria. Los dos períodos siguientes, se enmarcan dentro de lo que estamos
llamando un conflicto inherente, el propio de las relaciones entre una nación
poseedora de un recurso natural de valor económico y las empresas autorizadas
para su explotación. Durante la segunda de estas etapas, la tercera del conjunto
en su totalidad, culmina la gradual transición en el balance de poder entre las
partes del mencionado conflicto inherente con la total estatización de la industria
en 1976. Durante este período, se producen también en el país importantes
cambios políticos y sociales cuya influencia se refleja claramente en los principales
conflictos ocurridos durante dicho período.

Las dos etapas finales, se desarrollan a partir de la total estatización de la


industria petrolera hecha efectiva el primero de enero de 1976, el evento conocido
como la nacionalización. Sin embargo este es, de nuevo, un límite difuso que se
concreta en ese evento puntual pero cuyo proceso transicional posiblemente
ocupa la totalidad de la etapa previa. Estas dos últimas etapas se enmarcan
dentro del escenario de una industria totalmente estatizada y el aparentemente
también irreversible proceso de una cada vez mayor injerencia de los factores
políticos en las decisiones operacionales de la industria. Las características de los
conflictos que en ellas se generan son también de naturaleza distinta a los de las
etapas previas y constituyen, de hecho, un nuevo conflicto inherente. Como
vemos, y desarrollaremos más adelante, el haber escogido la historia de la
industria petrolera en Venezuela como herramienta para el estudio de los
conflictos complejos, nos brinda la oportunidad de estudiar dos conflictos
inherentes distintos y claramente separados.

En el presente desarrollo, resulta evidente que las necesidades y los intereses de


las partes que en él intervienen, condicionan sus relaciones, los conflictos que de
allí se derivan y las formas como los mismos se negocian. Cada uno de los
actores —personas o grupos— que intervienen en estos procesos, tiene sus
propias motivaciones y se mueve en base a intenciones no siempre fáciles de
identificar Por esa razón, pretender calificar con juicios de valor el comportamiento
de las partes, conduce frecuentemente a errores de apreciación con relación a las
circunstancias asociadas a un determinado evento. Nada hay más perjudicial para
198

un trabajo de investigación, que pretender calificar los comportamientos de las


partes en función de las propias preferencias, simpatías o de la identificación
personal con alguna de ellas. Este tipo de juicio pudiera, a lo sumo, representar el
paso inicial del proceso hermenéutico de aproximación cíclica que permite
alcanzar la fusión de horizontes que conduce a la mejor a la comprensión de los
fenómenos.

A continuación vamos a describir las cinco etapas que hemos definido,


puntualizando y analizando los principales conflictos que tuvieron lugar en cada
una de ellas y la forma como los mismos fueron negociados.
199

4. LA PREHISTORIA: LA ERA DEL ASFALTO:

El desarrollo de la industria petrolera en Venezuela, es más bien tardío cuando se le


compara con Norte América, Rusia, Persia y el sureste asiático (Sumatra y Borneo).
Dentro de América Latina, incluso México, el otro gran país petrolero de la región,
tuvo un desarrollo más temprano que Venezuela. Sólo los países árabes, incluida
Arabia Saudita, tendrán un desarrollo posterior. Durante esta etapa hay una serie de
hitos importantes como antecedentes de lo que será el desarrollo posterior de la
industria. No obstante, aún así, los mismos no representan todavía el conflicto
inherente propio de las relaciones entre el país huésped y las empresas explotadoras
del recurso. No será sino a raíz de la declinación de la producción mexicana a partir
del año 1921, luego de décadas de sostenido crecimiento, y como consecuencia del
reventón del pozo Los Barrosos–2 el 14 de diciembre de 1922, cuando el mundo
petrolero vuelve sus ojos hacia Venezuela. El país pasa a ser un actor de primera
magnitud en el escenario mundial petrolero.

Esta primera etapa, que hemos denominado de la prehistoria de la industria petrolera


venezolana, en realidad no toca directamente el objetivo medular del presente
trabajo. La información con relación a la misma es notablemente dispersa y difusa,
con lo cual no se presta para la definición y análisis de los conflictos que sin duda
deben haber ocurrido durante ese período. Es necesario, sin embargo, cubrir dicha
etapa para que el desarrollo de la historia de la industria petrolera venezolana sea
completo y coherente. Muchos procesos posteriores, de mayor interés para este
trabajo, sólo alcanzan su cabal comprensión a la luz de algunos de los eventos de
este período. La información del lapso que nos ocupa es, como hemos dicho,
dispersa, difusa y en algunos casos confusa. Algunas referencias encontradas
provenientes, incluso, de instituciones reconocidas que presentan, sin embargo, un
marcado sesgo ideológico. En ellas se mezclan de manera burda sucesos que no
guardan relación entre sí llegando a caer inclusive en contradicciones de tipo
cronológico.
200

Durante esta primera etapa, el interés por Venezuela se centró en la explotación del
asfalto, y no, como sucedía ya en otros países, en el aprovechamiento del contenido
energético de los productos derivados obtenidos por destilación. Es sólo en la última
parte de esta etapa, cuando algunas de las grandes empresas petroleras del mundo
inician sus operaciones en el país. Los manaderos naturales (conocidos localmente
como “menes”), resultado de la migración hasta la superficie de parte del petróleo
depositado en el subsuelo, son particularmente frecuentes en Venezuela. Es
igualmente frecuente la referencia al uso de este material para diferentes
aplicaciones desde las épocas más remotas. El interés por la explotación del asfalto
y el control del mismo por parte del Estado, se remonta también a los primeros años
de la vida independiente del país. Martínez (1986) llama la atención acerca del
hecho de que ya el Doctor José María Vargas, el 3 de octubre de 1839, tres años
después de su renuncia irrevocable a la Presidencia de la República el 24 de abril de
1836, sugería refiriéndose a la explotación del asfalto “que el Estado podría
‘arrendar’ la exploración de la mina.” (p. 23). Esta recomendación del Dr. Vargas se
plantea a raíz de un análisis realizado a este tipo de material extraído de la región de
Betijoque en el Estado Trujillo y de Pedernales en el Estado Sucre. Vargas concluía,
de manera en cierta forma profética, que las minas de carbón mineral y de asfalto en
Venezuela serán mucho más significativas, en la próxima generación de riquezas
para el país, que la plata y el oro.

Es necesario tener presente, que en la legislación venezolana, la posibilidad de


“arrendar”, otorgar en concesión, la explotación de una mina es una tradición de
larga data. En los países hispanoamericanos, esa es la figura jurídica que se deriva
de la legislación española desde la época colonial. Spósito Jiménez (1981) afirma
que:

La propiedad del Estado sobre las minas tiene su antecedente legislativo español
más remoto en la Ley de Partidas de Alfonso El Sabio. Según esta Ley, las minas
pertenecen al Rey. Los particulares no podían explotarlo (sic.) sin licencia real. Este
principio se repite en leyes, ordenamientos, ordenanzas y cédulas reales, en las
cuales se consagra el dominio de la Corona sobre las minas y el consecuente
derecho de concederlas en explotación a sus súbditos, reservándose una regalía o
participación. (p. 18-403).
201

El mismo autor indica que:

La primera Cédula Real con vigor en América fue la del 9 de diciembre de 1526,
expedida por Carlos I. En ella se declara el dominio de la Corona sobre las minas de
América. Este dominio fue nuevamente proclamado por Felipe II en la ordenanza de
minería de 1563 (u Ordenanzas de San Lorenzo) y por Carlos III en las Ordenanzas
de Minería de Nueva España, dictadas en Aranjuez el 22 de mayo de 1783 […] Por
Real Cédula del 27 de abril de 1784 fueron puestas en vigor en la Intendencia de
Venezuela. En estas Ordenanzas de Nueva España se menciona a los
hidrocarburos por primera vez, al incluirse en sus disposiciones “cualesquiera otros
fósiles, ya sean metales perfectos o medios minerales, bitúmenes o jugos de la
tierra” […] Mediante Decreto dictado por el Libertador en Quito el 24 de octubre de
1829 se consagró expresamente el principio regalista al establecer que “las minas
de cualquier clase pertenecen a la República (…)”. Dicho Decreto declaró en vigor
las Ordenanzas de Nueva España de 1783 hasta tanto la República promulgara su
legislación propia, lo que ocurrió el 15 de marzo de 1854, fecha de nuestra primera
Ley de Minas por la cual fueron derogadas aquellas Ordenanzas. (p. 18-404).

Finalmente, de nuevo el mismo Spósito Jiménez (1981), aclara que:

El sistema regalista o dominial a que nos hemos venido refiriendo es el opuesto al


denominado de la accesión (quizá más antiguo pues tiene su origen en el derecho
romano), según el cual la mina es un accesorio de la superficie y, en consecuencia,
pertenece al propietario del suelo (p. 18-406).

El sistema jurídico de accesión, la llamada “Ley (o regla) de Captura” es la que


generalmente priva en los países anglosajones. Su origen se remonta a la Common
law 37 de Inglaterra adoptada posteriormente por los estados de la unión de los
Estados Unidos. En toda Hispanoamérica aplica el principio del Estado como

37
La common law, o ley de precedentes, se basa en el carácter generador de nuevas normas jurídicas
basado en la jurisprudencia derivada del fallo previo de algún juez. Este sistema contrasta con la ley
civil o derecho continental, consistente en una serie de estatutos adoptados a través del sistema
legislativo de un parlamento.
202

propietario de los recursos del subsuelo. La única excepción, fue la de México, que
con el Código de Minería del dictador Porfirio Díaz de 1884, con el fin de atraer las
inversiones extranjeras, introdujo el concepto de la ley de captura. Este código fue
derogado por la Constitución de 1917, que revirtió la legislación mexicana a la
costumbre tradicional en toda la América hispana. Bajo este sistema, la nación
propietaria del recurso, tiene el derecho a recibir una “regalía” por parte del
explotador del material objeto de la concesión. En ciertos casos y en diferentes
países, la regalía es el único gravamen al cual está sometida la explotación de
ciertos recursos. Ese fue el caso de Venezuela antes de la promulgación de la Ley
de hidrocarburos de 1943.

4.1. UNOS VISIONARIOS DE LOS ANDES:


No puede dejar de mencionarse que durante esta etapa, Venezuela no estuvo al
margen de un intento temprano de desarrollo de la industria de los hidrocarburos,
con un esfuerzo particularmente emblemático. En 1878, apenas diecinueve años
después de la perforación llevada a cabo por “El coronel” Drake en Pennsylvania,
tiene lugar en nuestro país un esfuerzo, que no por modesto, deja de ser
asombrosamente admirable y visionario. En ese año, el gobierno del Gran Estado
de los Andes (hoy Táchira) otorgó una concesión a la señora Dolores de Pulido.
La concesión consistía en una parcela de cien hectáreas en la región de La
Alquitrana, cerca de la ciudad de Rubio, y sus derechos de explotación eran por
cincuenta años. A raíz de esto, los ciudadanos Manuel Antonio Pulido, José
Antonio Baldó, Ramón María Maldonado, Carlos González Bona, José Gregorio
Villafañe y Pedro Rafael Rincones constituyeron el 12 de octubre del mismo año,
una empresa privada, la Compañía Nacional Minera la Petrolia del Táchira, con
un capital de cien mil bolívares. La empresa inició sus operaciones de explotación
de manera inmediata. La Petrolia del Táchira perforó varios pozos cuya
producción alimentaba una pequeña refinería con una capacidad de
procesamiento de 15 BPPD y cuyo principal producto era, al igual que en otras
regiones del mundo para la época, el kerosén. El producto era utilizado para el
alumbrado de los poblados vecinos, incluso de Colombia. El pozo Eureka-1,
descubridor del campo, y algunos pozos más, son los primeros pozos petroleros
203

perforados en Venezuela. Esto ocurría apenas cinco años después del inicio de la
explotación de los importantes yacimientos de Bakú en el Mar Caspio y dos años
antes que John D Rockefeller fundara su Standard Oil Trust. Esta modesta pero
simbólica operación se mantuvo hasta el año 1934, época en la cual la industria
petrolera venezolana en gran escala estaba ya en pleno desarrollo.

4.2. EL ASFALTO COMO PRODUCTO DE EXPORTACIÓN:


Sin embargo, en el caso concreto de Venezuela, bien pronto el interés migra de
las modestas o fallidas aplicaciones de tipo energético a la explotación de asfalto.
El impulso modernizador de las grandes urbes europeas y estadounidenses
generó una importante demanda por ese producto, las calles asfaltadas estaban
reemplazando a las empedradas, el auge del automovilismo a partir de 1896
incrementó esa tendencia. Venezuela, con su gran número de depósitos
superficiales de este material era el suplidor ideal para satisfacer ese nuevo
mercado.

El inicio del período durante el cual la explotación en Venezuela se centra


fundamentalmente en el asfalto, lo describe Martínez (1986):

7 de Mayo (de 1883) Se otorga una concesión a Horatio R. Hamilton y Jorge A


Philips, para explotar por 25 años los recursos naturales del antiguo estado
Bermúdez (llamado también estado de Oriente y que ocupaba el territorio de los
actuales estados Anzoátegui, Sucre y Monagas), incluyendo el lago de asfalto de
Guanoco. (p. 32).

Esto ocurría en Venezuela durante el segundo período de gobierno de Antonio


Guzmán Blanco. Posteriormente, el 16 de noviembre de 1885, ya bajo la primera
presidencia de Joaquín Crespo, la concesión fue transferida a la New York and
Bermúdez Company, una empresa subsidiaria de la General Asphalt Company de
Filadelfia dedicada a la pavimentación. La producción era transportada por un
ferrocarril de quince kilómetros de recorrido, hasta un muelle en el caño Guanoco,
en la desembocadura del rio Orinoco. Allí se embarcaba en tanqueros que salían
204

al Golfo de Paria por el caño San Juan. La empresa continuó sus operaciones
durante la presidencia de Cipriano Castro, que había accedido a la primera
magistratura al mando de la “Revolución Liberal Restauradora“, el 22 de octubre
de 1899. Para el momento, ya Henry Ford había construido su primer automóvil y
Rudolf Diesel había inventado el motor de combustión interna que utilizaba
combustible pesado y que lleva su nombre. Un año después Marcus Samuel
registraría la Shell Transport and Traiding Company y luego, en 1892, su tanquero
Murex sería autorizado a cruzar el Canal de Suez. En ese año William Knox
D’Arcy adquiría la primera concesión en Persia, se producía el descubrimiento de
Spindletop en Texas y la periodista Ida Tarbell inicia su serie de artículos atacando
a la Standard Oil y a Rockefeller en la revista McClure’s.

La operación de la New York and Bermudez no estuvo, sin embargo, exenta de


dificultades. Según Betancourt (1969):

El despótico y truculento personaje (Cipriano Castro, Presidente de Venezuela desde


1899), ansioso de conseguir dinero donde lo hubiera para sufragar sus propios
gastos y los de una corte dispendiosa, entró en conflicto con la Compañía del
asfalto. Esta prefirió, antes que ceder a los reclamos del Gobierno, apoyar
financieramente el movimiento armado que fraguaban sus opositores. […] En
1902, estalló la revolución bautizada con el nombre de “libertadora” […] La
Revolución Libertadora dominó gran parte de la República. […] (Sin embargo) El
campo rebelde estaba escindido por las rivalidades encontradas de los caudillos
personalistas (p. 27) […] Terminada la revolución con total fracaso para sus
gestores, el despotismo de Castro pasó la cuenta a sus financiadores […] exigió
una indemnización no menor a 50 millones de bolívares […] y el secuestro
precautelativo del rico lago asfáltico. (p. 28).

4.3. LA DANZA DE LAS CONCESIONES:


Seis años después de tomar el poder, el 24 de noviembre de 1908, Cipriano
Castro sale de viaje fuera del país y deja encargado de la Presidencia de la
República al Vicepresidente Ejecutivo, su compadre, el General Juan Vicente
Gómez. El 19 de diciembre de 1908, Gómez, contraviniendo lo establecido por la
205

Constitución de 1904, y argumentando una conspiración para asesinarlo que


nunca llegó a comprobarse, se asignó poderes especiales. Se dio inicio así a una
brutal dictadura de veintisiete años. Una de las primeras medidas de Gómez fue
la de condonar, o permitir que cayeran en el olvido, una serie de pagos,
ordenados por tribunales venezolanos, a diferentes empresas norteamericanas
que habían sido multadas por diferentes motivos. Una de ellas fue la que había
sido impuesta por el gobierno de Castro a la New York and Bermúdez Company.

Aún durante el gobierno de Castro, el 31 de enero de 1907, Andrés Jorge Vigas


recibe una concesión de dos millones de hectáreas en el occidente del país para
la explotación de los yacimientos de petróleo en el distrito Colón del estado Zulia.
El 28 de febrero, se le otorgan en concesión a Antonio Aranguren 38 un millón de
hectáreas en los distritos Maracaibo y Bolívar del mencionado estado Zulia. En
esa misma fecha la concesión Vigas es transferida a la Colon Development
Company, subsidiaria de la Royal Dutch Shell. La concesión Aranguren, sería
también transferida al poco tiempo a otra filial de la Royal Dutch Shell, la
Venezuelan Oil Concessions (VOC). El 3 de julio de ese mismo año, los distritos
Zamora y Acosta del estado Falcón y Silva del estado Lara, alrededor de cinco
millones de hectáreas, le son otorgados a Francisco Jiménez Arráiz, y el día 22
del mismo mes, el general Bernabé Planas recibe el distrito Buchivacoa del
estado Falcón. La concesión Planas sería traspasada a la British Controlled
Oilfields, otra empresa del grupo Royal Dutch Shell mientras que la concesión
Jiménez Arráiz sería obtenida por la North Venezuelan Petroleum Company, una
subsidiaria de la Anglo Persian.

38
Antonio Aranguren fue un personaje intensamente involucrado en la política venezolana. Mantuvo
una querella judicial con “Juancho” Gómez, hermano del dictador, que lo llevó a exilarse en Paris,
desde donde contribuyó financieramente con la expedición del buque Falke con el cual el General
Román Delgado Chalbaud intentó invadir a Venezuela para derrocar a Juan Vicente Gómez.
Posteriormente Aranguren, ya muy mayor, se vio involucrado en el asesinato del Teniente Coronel
Carlos Delgado Chalbaud, hijo de Román y miembro de la Junta de Gobierno que derrocó al
presidente Rómulo Gallegos. Delgado Chalbaud fue muerto por Rafael Simón Urbina en una casa en
la urbanización Las Mercedes propiedad de Aranguren.
206

Al año de asumir Gómez el poder, el 10 de diciembre de 1909, según explica


Martínez (1986), “Se otorga una concesión de 27 millones de hectáreas de
superficie a John Allen Tregelles y N. G. Burch, representantes de la compañía
británica The Venezuelan Development Co.” (p. 48) para la exploración de
hidrocarburos en el subsuelo y no sólo para explotación de manaderos
superficiales de asfalto. Según Betancourt (1969) esta concesión abarcaba

El área de territorio cubierta por los Estados Táchira, Trujillo, Mérida, Zulia, Lara,
Falcón, Carabobo, Yaracuy, Anzoátegui, Sucre, Monagas, Nueva Esparta y
Delta del Orinoco. Se hacía excepción de […] la península de Paria, el municipio
Pedernales e islas adyacentes del territorio Delta Amacuro y el distrito Benítez
del Estado Sucre. (p. 40).

Después de cuatro años, esta concesión fue caducada por incumplimiento del
contrato, ya que no se había perforado ni un solo pozo. Durante este período, sin
embargo, se otorgaron en Venezuela las concesiones más importantes, tanto en
el oriente como en el occidente del país, a particulares venezolanos afectos al
régimen gomecista. La idea, era que estas personas obtuvieran pingües
beneficios económicos al negociar dichas concesiones con compañías
extranjeras. Una de estas personas fue Rafael Max Valladares. Martínez (1986)
indica que El 14 de julio de 1910:

Rafael Max Valladares, apoderado de la General Asphalt, recibe una concesión


petrolera que comprende la península de Paria, el Distrito Benítez del estado
Sucre (incluyendo el lago de asfalto de Guanoco) y el Municipio Pedernales e
islas adyacentes del Territorio Delta Amacuro. (p. 49). (Es decir las áreas no
asignadas a Tregelles y Burch)

Cuatro días después, el 18 de julio, la titularidad de la concesión fue cedida a la


General Asphalt, casa matriz de la New York and Bermúdez Company. Se evitaba
de este modo, que esta última empresa apareciera públicamente luego de la
complicada situación que se presentó con dicha compañía durante el gobierno de
207

Cipriano Castro. Este grupo de concesiones, serán las que permitirán la entrada
al país de las grandes empresas multinacionales.

En 1912, la General Asphalt perfora el pozo Bababui-1, el primer pozo que se


perfora en Venezuela en búsqueda de petróleo luego de los perforados por La
Petrolia del Táchira en el siglo XIX. Se abre así una nueva etapa de la historia
petrolera de Venezuela, el interés se inclinaba ahora, de manera definitiva, hacia
la búsqueda de petróleo crudo en el subsuelo en vez del asfalto de manaderos
superficiales.

Mientras todo esto sucede, recordemos que a partir de principios de siglo, se ha


producido el primer vuelo de los hermanos Wright. En 1907, durante el gobierno
en Venezuela de Cipriano Castro, la Shell y la Royal Dutch se funden en una sola
empresa bajo el mando de Henri Deterding. Al año siguiente se descubre petróleo
en Persia y en 1910 se descubre la Golden Lane (“la faja de oro”) en la región de
Tampico en el estado de Veracruz en México. Un año más tarde, en 1911, la
Corte Suprema de los Estados Unidos ordenaba la disolución del Standard Oil
Trust.

Comenzando el año 1912 tiene lugar otro hecho importante que tiene que ver con
las concesiones otorgadas en todo el país, tanto en oriente como en occidente. El
día el 2 de enero, un año y medio después que se le concediera la concesión que
luego transferiría a la General Asphalt, le son otorgadas a Rafael Max Valladares
veintisiete millones de hectáreas adicionales. Estas eran las áreas de la antigua
concesión otorgada en diciembre de 1909 a los representantes de la Venezuelan
Development Co., John A. Tregelles y N. G. Burch que acababa de ser caducada
por el gobierno. Según Betancourt (1969) “A los dos días de suscribirse el
contrato, el doctor Valladares le cedió a otra filial de la General Asphalt,
camuflada detrás de un rótulo de estreno: The Caribbean Petroleum Company”.
(p. 41).
208

Sin embargo, la Caribbean enfrentó problemas financieros para emprender la


exploración de tan extensa área. Como solución, según Rangel (1975)

Recurren a un geólogo e ingeniero de minas de (la Universidad de) Stanford,


Herbert Hoover, quien luego sería Presidente de los EE. UU. (1929-1933) para
llevar el proyecto a Wall Street. No hay interés. Hoover recurre entonces a través
de su colega y amigo Ralph Arnold a Henri Deterding. Este logra oponerse al
sector británico de la Junta Directiva (del grupo Royal Dutch Shell) y con el voto del
sector holandés y de los Rothschild se aprueba la adquisición de la Caribbean
Petroleum (que pasa a ser la Shell Caribbean). (p. 192-193).

Reporta Martínez (1986) que el 15 de abril de 1914, la “Caribbean Petroleum”


descubre el primer campo de importancia en Venezuela, al terminar con éxito el
pozo exploratorio Zumaque-1 (ahora MG-1). El campo gigantesco 39 de Mene
Grande es el sexto en tamaño entre los campos venezolanos” (p. 53). Es la época
en la que el archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono del
Imperio Austro-Húngaro es asesinado en Sarajevo por un nacionalista serbio el 28
de junio. Esto daría lugar un mes después, el 28 de julio, al estallido de la primera
guerra mundial. Unos días antes, el 17 de junio, Winston Churchill, a la sazón
Lord del Almirantazgo británico, había logrado, luego de un acalorado debate en
la Cámara de los Comunes, que la Corona inglesa adquiriera el 51 % de las
acciones de Anglo-Persian.

Ya para el año 1912, se habían otorgado en Venezuela más de treinta millones de


hectáreas en concesiones. Esto es, alrededor de una tercera parte del territorio
nacional, el cual incluye unos cuarenta millones de hectáreas, alrededor del
cuarenta y cinco por ciento de todo el territorio, correspondientes al escudo de
Guayana, área reconocida como no prospectiva para la búsqueda de
hidrocarburos. El grupo Royal Dutch Shell, ha logrado una posición privilegiada
dentro de este grupo de concesiones debido a la agresiva política de Henri

39
CAMPO GIGANTE es aquel que cuenta con un recobro final estimado superior a 500 millones de
barriles.
209

Deterding por controlar la mayor cantidad posible de concesiones alrededor del


mundo. Para esa época el esfuerzo de las empresas americanas, como es el
caso de la Standard de New Jersey, es todavía muy tímido.
210

5. LA DEPENDENCIA: ENTRAN LAS GRANDES EMPRESAS:

Durante los últimos tres lustros del siglo XIX se ha producido en Venezuela una
rebatiña de concesiones. Grandes extensiones de territorio fueron otorgadas a
ciudadanos venezolanos, amigos del régimen gomecista, con la finalidad explícita de
que se lucraran al transferirlas a las empresas foráneas. Este período, se inicia con
el esfuerzo de dichas empresas por controlar la mayor extensión posible de dichos
territorios. Esfuerzo que no tarda en transformarse en una fuerte competencia entre
las mencionadas empresas que, como se ha dicho, no es más que otro escenario de
la feroz lucha que estas corporaciones aún mantenían a nivel internacional. El hito
particular que representa el reventón del pozo Los Barrosos–2 atrae la atención
mundial sobre el país y pone a Venezuela en el mapa petrolero mundial.

Al tiempo que en Venezuela tiene lugar la enorme repartición de concesiones que


acabamos de describir, se está planteando la desenfrenada carrera de la cual son
protagonistas las grandes empresas petroleras por controlar el mercado mundial de
combustibles. Dicho mercado se ha expandido, son frecuentes las guerras de precios
entre las compañías competidoras, existen fuentes de producción provenientes de
los estados de Pennsylvania, Texas y Oklahoma en los Estados Unidos. Así mismo,
la región de Bakú en Rusia, y en cierta medida Rumanía, Sumatra y Borneo,
contribuyen con su propia producción y se acaba de descubrir petróleo en Persia.
Igualmente, en el continente americano fuera de los Estados Unidos, México se ha
convertido en un importante productor con el descubrimiento de “la faja de oro”.
Mientras tanto, en Venezuela, se vive la dictadura de Juan Vicente Gómez, cuyo
único interés es percibir una renta adicional para esa sociedad exclusivamente rural
que, para comenzar, no contaba con personal preparado para entender, y mucho
menos manejar, esa industria. Venezuela era dependiente de los beneficios que las
empresas internacionales que controlaban la totalidad de la industria a nivel mundial
tuvieran a bien entregar. Los conflictos durante este período no manifiestan aún del
conflicto inherente entre el gobierno y las empresas, aunque, por su misma
naturaleza, el mismo se encuentra en un estado de prolongada latencia. Muchos de
los conflictos de esta etapa, se generan más bien entre las empresas mismas, como
parte de su pugna por el predominio mundial. Aún así, durante este período se llevan
211

a cabo los primeros intentos por controlar la actividad de las empresas. Un elemento
a destacar en este sentido fue la labor de un médico, el doctor Gumersindo Torres,
como Ministro de Fomento entre septiembre de 1917 y junio de 1922 y entre
septiembre de 1929 y julio de 1932. Durante ese período se promulgó la primera Ley
de Hidrocarburos en el año 1920.

5.1. EL AUGE Y LA CAÍDA DE MÉXICO:


Los avatares de los primeros años de la industria petrolera en México, constituyen
un antecedente de la venezolana que deben ser tomados en cuenta. México fue,
durante la primera guerra mundial, junto con la producción doméstica de los
Estados Unidos, el principal soporte para la producción de combustible de los
aliados, del mismo modo que lo fue Venezuela durante la segunda. Se suele
pensar, de manera errónea, que el derrumbe de la producción de la industria
petrolera mexicana se inicia en 1938, con la nacionalización de la industria. Se
suele decir, que dicha merma fue debida a las represalias del grupo Shell a raíz
del decreto de expropiación dictado por el Presidente Lázaro Cárdenas el 18 de
marzo de ese año. En todo caso, este hecho sólo vino a agravar la situación de
permanente deterioro que se había iniciado en 1921.

México aparece como país productor desde principios del mismo siglo XX. Ya en
la década de los ochenta del siglo XIX, la firma Waters-Pierce Oil Company
construye en México una refinería para obtener kerosén del crudo que importaba
de los Estados Unidos. Esta empresa era la filial de la Standard Oil Company
encargada, según Hidy y Hidy (1955) de operar en los estados de Texas,
Oklahoma, Luisiana, Arkansas y Missouri (p. 458a). Es la empresa que fue
expulsada de Texas en 1845, con lo que se impidió que el Standard Trust
participara en los beneficios del descubrimiento de Spindletop en la costa del
golfo de México.

En 1899, la empresa británica S. Pearson & Sons., Ltd., contratada para la


construcción del ferrocarril para atravesar el istmo de Tehuantepec, observa la
212

cantidad de manaderos de petróleo a lo largo de la ruta. Su dueño Weetaman


Pearson, Lord Cowdry, decide perforar un pozo que consigue producción
comercial. En 1900, Pearson establece la Compañía Mexicana de Petróleo El
Águila, S.A., que habría de ser la empresa petrolera más importante del país
hasta el momento de la nacionalización en 1938. En 1908, la petrolera El Águila
descubre el campo Potrero del Llano, el primero de la famosa Golden Lane (“la
faja de oro”), la enormemente rica región petrolera de la zona de Tampico en el
estado de Veracruz. En 1918, la compañía El Águila es transferida a la Royal
Dutch-Shell con lo cual el grupo anglo-holandés pasa a ser el más importante de
México.

Poco después, se establecen en el país empresas como la Richmond Petroleum


Oil Co. of Mexico y la California Standard Oil Co. of Mexico, ambas filiales de la
Standard de California. Aparece también la Continental Mexican Petroleum Co.,
responsable según Hidy y Haidy (1955), de las operaciones de Standard Oil en los
estados de Montana, Idaho, Wyoming, Utah, Arizona y Nuevo México (p. 458a).
Uno de los grupos más importantes, y que tendrá posteriormente importancia en el
desarrollo de la industria en Venezuela es la Pan American Petroleum and
Transport Company. Este grupo es liderado por Edward L. Doheny, quien, al
percibir el potencial petrolero del país, comienza, desde principios de 1900, a
adquirir propiedades en México. En 1901, Dohney descubre petróleo pesado en la
región de El Ébano en el estado de San Luis Potosí, y constituye la Mexican
Petroleum Company para exportar el crudo a los Estados Unidos como material
para pavimentación. En 1905, compra propiedades en el estado de Veracruz, que
agrupa bajo una nueva empresa, la Huasteca Petroleum Company. Finalmente, en
1916, la Mexican Petroleum Company realiza un impresionante descubrimiento en
la región de Cerro Azul en el estado de Veracruz (el pozo Cerro Azul-4 produjo
con una tasa inicial de 260 mil barriles diarios). Ese mismo año Doheny registra en
el estado de Delaware 40 la Pan American Petroleum and Transport Company

40
Posiblemente llame la atención de aquí en adelante, la gran cantidad de empresas norteamericanas
registradas en el estado de Delaware en los Estados Unidos. La razón, es que la legislación de dicho
estado es la más favorable para las empresas en toda la nación, lo cual hace que dicho estado sea
213

como holding de la Mexican y la Huasteca. Es esta nueva empresa, la Pan


American, quien posteriormente, como hemos dicho, jugará un papel relevante en
Venezuela.

Los incentivos ofrecidos por el gobierno de Porfirio Díaz, incluido el Código de


Minería de 1884, la única pieza de legislación en Hispanoamérica basada en la ley
de captura, produjeron un auge en las inversiones. En 1921, México está
produciendo a la impresionante tasa para la época, de alrededor de 685 mil
barriles diarios. El país es el segundo productor mundial, después de los Estados
Unidos, cuya producción es, a la sazón, de un millón doscientos mil barriles
diarios. México es, a la vez, el primer exportador a nivel mundial. Sin embargo, en
1911 el dictador Porfirio Díaz renuncia al poder y Francisco Madero es nombrado
Presidente de la República. El 19 de febrero de 1913, el Presidente Madero es
asesinado, iniciándose con ello el sangriento y complejo período conocido como la
Revolución Mexicana. El país se ve totalmente dominado por la violencia, Rubio
(2005), citando a Haber, et al. (2003) 41 menciona que

La revolución que derrocó a Díaz fue seguida por una contra-revolución (1913),
una contra contra-revolución (1913/14), una guerra civil (1914-1917), un golpe de
Estado exitoso (y el asesinato) 42 contra el primer presidente constitucional
(Venustiano Carranza)42 (1920), dos episodios más de guerra civil (1923/24 y 1926-
1929), múltiples golpes de Estado fallidos (1920, 1921, 1922, 1927), y un
asesinato presidencial (el de Álvaro Obregón en el mes de junio)42 (1928).2 (p. 5).

sumamente atractivo para que las empresas se domicilien legalmente en él. Black (2007), indica que
desde principios del siglo XX, cuando se imponía el criterio de establecer mayores restricciones a las
compañías privadas, más de un millón de corporaciones se han registrado en el estado de Delaware.
Menciona también que hoy en día, más de la mitad de las primeras quinientas empresas
estadounidenses según la revista Fortune, han sido registradas en ese estado.
41
HARBER, S. H., MAUER, N. y RAZO, A. (2003). When law does not matter: The Raise and Decline
of the Mexican Oil Industry. The Journal of Economic History. 63 (2003) 1, pp. 4-5.
42
Aclaratorias del autor del presente trabajo tomadas de Pazos (1993, p. 117 y 121).
214

Dentro de este marco de referencia, el 5 de febrero de 1917 se promulga una


nueva Constitución que anula la ley de captura y retorna al concepto de la Nación
como propietaria de todos los minerales del subsuelo. Como consecuencia natural
de todos estos eventos, según Rubio (2005):

Los cambios iniciados por la Revolución Mexicana —el crecimiento del


nacionalismo económico— comenzaron a ser evidentes hacia finales de la
década de 1920. La consecuencia para la industria petrolera fue una declinación
en la producción y una desviación de las inversiones hacia otras partes,
principalmente hacia Venezuela.2 (p. 3).

La declinación mencionada por Rubio, la describe Fronjosa (2012) de la siguiente


manera:

A partir de 1921 la producción mexicana inicia un descenso dramático. En ese


año la producción del país alcanzó su máximo de unos 685 mil barriles diarios.
En el año 1935 dicha producción había declinado hasta llegar a unos 110 mil
barriles diarios. La industria petrolera de México no se recuperaría de este
impacto sino hasta principios de los años setenta con los importantes
descubrimientos llevados a cabo en el Golfo de Campeche. (p. 191). […] Las
inversiones extranjeras fueron atraídas hacia Venezuela por el reventón del pozo
Los Barrosos-2 en el campo La Rosa, al sur de Cabimas y por un clima político
propicio bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez. El pozo Los Barrosos-2
reventó el 23 de diciembre de 1922 y según Martínez (1986) arrojó a la atmósfera
durante nueve días casi un millón de barriles de crudo 43 (p. 69). El dictador Juan
Vicente Gómez, sin llegar a eliminar el concepto de la propiedad por parte de la
Nación de los minerales del subsuelo y la necesidad de una concesión para su
explotación, fomentó un clima propicio para las inversiones extranjeras. Según
Rubio (2005) las inversiones per capita en términos nominales habían pasado de
$ 16,98 en 1913 a $ 86,79 en 1929 (p. 3). La declinación de la producción

43
Martínez suele utilizar medidas del sistema métrico en todas sus referencias, algo poco frecuente
para el uso y costumbre de la industria petrolera a nivel mundial. Martínez (1986) estima el flujo del
pozo Los Barrosos-2 durante esos nueve días en 150.000 metros cúbicos (p. 69). Esto equivale a 150
millones de litros. El factor de conversión de litros a barriles es de 159 litros por barril. Con lo cual la
cantidad mencionada equivale a 943 mil barriles.
215

mexicana y el incremento de la de Venezuela, hizo que entre 1927 y 1928, la


producción de ambos países se igualara en unos 170 mil barriles diarios. El
escenario descrito representaba una evidente ventaja comparativa para
Venezuela. (p. 191-192).

Para el momento de la nacionalización de la industria petrolera mexicana por


parte del gobierno del General Lázaro Cárdenas, la producción del país estaba
por debajo de los cien mil barriles diarios. En ese momento Fronjosa (2012)
nuevamente afirma que:

Sin embargo, si se quiere, para mayor desgracia el setenta y cinco por ciento de
su producción (de México) era controlada por la Compañía Mexicana Petrolera “El
Águila”, subsidiaria de la Shell. Esta empresa contó con el decidido apoyo del
gobierno británico para imponer un boicot a la producción mexicana. Por otra
parte, el mercado de los Estados Unidos no podía absorber producción
mexicana. Por una parte, el país contaba con una autosuficiencia energética.
Adicionalmente, su demanda había disminuido debido a la depresión económica
por la cual atravesaba. Finalmente, en los mercados mundiales existía una
situación de sobreproducción. Los únicos países donde México pudo colocar su
ya escasa producción, fueron Alemania y Japón. Hasta cierto punto resulta un
contrasentido que un país que, como menciona el Colegio de México (s/f), “trató
de que avanzaran las clases trabajadoras (a través de) una mejor distribución de
las utilidades generadas […] combatiendo el modo capitalista de distribución” (p.
8) tuviera como clientes a países con gobiernos de tendencia fascista. Por otra
parte, la falta de personal calificado y el boicot de algunos contratistas clave
terminaron de agravar la situación. (p.192).

5.2. LAS GRANDES EMPRESAS MIRAN HACIA VENEZUELA:


Este período de la historia petrolera de Venezuela, marca la consolidación de las
posiciones de las que serán luego las grandes empresas operadoras en el país.
Estas empresas, afianzan sus posiciones a partir de la adquisición y la
redistribución de las diferentes concesiones que habían sido adquiridas en los tres
primeros lustros del siglo veinte. Al respecto señala Betancourt (1969), citando a la
revista Fortune en su edición de abril de 1949, que:
216

Hasta mediados del período de 1920 a 30, cuando las compañías americanas,
que habían apostado todo en México, empezaron a buscar mejores fuentes al sur
de la frontera mexicana. Alentadas por las concesiones liberales de Venezuela y
descorazonadas por la merma en la producción y por el creciente movimiento de
expropiación en México, unas 35 compañías norteamericanas entraron con
bastante dinero en el juego del petróleo venezolano. (p. 55).

Corren los años de la dictadura de Juan Vicente Gómez, Venezuela era un país
exclusivamente rural, que se encontraba muy lejos de contar con el mínimo
indispensable de personal preparado para participar en las labores de la industria
petrolera. A lo sumo comenzaba a desarrollar una incipiente actividad comercial
gracias a la primera oleada inmigratoria de las que ha recibido el país, ciudadanos
sirios y libaneses llegados a raíz de la caída del Imperio Otomano, al final de la
primera guerra mundial. Estas personas, viajaban con pasaporte turco, lo cual dio
lugar a que en la Venezuela de aquella época se identificara la actividad
comercial con “los turcos”. Los conflictos que tienen lugar durante esta etapa de la
historia petrolera de Venezuela, se originan más con las empresas concesionarias
entre sí, que con el gobierno mismo. No obstante, lo que hemos llamado un
conflicto inherente a la estructura de la sociedad, está ya claramente planteado: la
diferencia de intereses entre las empresas y el gobierno. Sin embargo, debido a la
radical diferencia entre el poder de las partes, en esta etapa el conflicto está aún
en un estado de profunda latencia.

Por otra parte, en esos tiempos, las grandes empresas petroleras internacionales,
principalmente americanas y anglo-holandesas, ejercían un control prácticamente
absoluto sobre la industria a nivel mundial. Eran ellas las que establecían cuánto
se producía y cómo se producía en cada sitio. Eran ellas las que determinaban a
quién se le vendía el crudo y los precios a los que se le vendía a cada cliente.
Eran ellas quiénes no sólo seleccionaban a sus trabajadores, sino cuánto se les
pagaba y cuáles eran sus condiciones de trabajo. Los derechos para operar en
cada sitio, estaban definidos por contratos de concesión. Cada contrato era
negociado independientemente, bajo sus propios términos en cuanto a los pagos
217

que las empresas efectuaban como contrapartida por esos derechos. Eran pagos
equivalentes a un contrato de arrendamiento de una determinada porción de
territorio durante un lapso establecido. Lo que todos estos contratos tenían en
común, sin embargo, era el derecho de las empresas a disponer de manera
absoluta e irrestricta del producto extraído una vez efectuados los pagos
acordados contractualmente, generalmente en forma de una regalía.

Así pues, se trata de una etapa histórica en la cual el balance de poder se


encontraba absolutamente sesgado. La industria, a nivel mundial, estaba
controlada por las grandes empresas multinacionales. La competencia, aunque
feroz en ocasiones, estaba circunscrita al ámbito de dichas compañías, los países
en los cuales se encontraban los recursos, no contaban ni con la capacidad
técnica ni con la voluntad política para que la situación fuera distinta. En
Venezuela, el único interés del dictador Juan Vicente Gómez era afianzarse en el
poder y percibir la jugosa renta que generaba la explotación del negocio por parte
de las compañías. Urbaneja (2004) define en detalle los rasgos de la política
petrolera de Gómez.

En primer lugar que el gobierno no perdiera el control de lo que fuese ocurriendo,


y que se fuesen sentando las bases de un control estable. En segundo lugar,
evitar una excesiva dependencia de un solo país o de una sola compañía para la
marcha del negocio petrolero. En tercer lugar, sacar del negocio petrolero para el
fisco cuanto fuera posible en cada momento. En cuarto lugar, atraer
inversionistas y mantenerlos satisfechos. En quinto lugar, favorecer a los amigos.
(p. 40).

5.2.1. La Royal Dutch Shell toma la ventaja:


Como ya se mencionó, durante las primeras dos décadas del siglo veinte, es
notorio el control de áreas de concesión que el grupo Royal Dutch Shell logra
alcanzar en Venezuela. Una posición que no tiene comparación con el control
territorial de concesiones por parte de las empresas americanas. Sobre todo
las del grupo Standard, y en particular la Standard Oil of New Jersey, empresa
que posteriormente pasaría a tener un papel preponderante en el país.
218

Existió sin duda una razón para esta ventaja inicial de la empresa anglo-
holandesa. Durante los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX, el
desarrollo de la industria en los Estados Unidos tuvo un carácter
fundamentalmente autárquico. Ese país contaba con su propia producción y
representaba por sí solo un importante mercado. El crecimiento de la Standard
Oil fundada por John D. Rockefeller fue parte del acelerado proceso interno de
industrialización del país a través de los grandes trusts.

A pesar de que tan temprano como 1861 se habían iniciado algunas


exportaciones de kerosén a Europa, y en 1866 Rockefeller organiza una firma
en Nueva York una de cuyas funciones era la exportación de dicho material, las
empresas estadounidenses no se volcaron agresivamente hacia los mercados
internacionales. Como ya se mencionó, en Europa se llevaron a cabo las
primeras guerras de precios entre la Standard y la competencia, representada
en esos momentos, por el petróleo ruso de las familias Nobel y Rothschild. El
petróleo ruso, como también se dijo, era llevado a esos mercados a través del
mar Negro utilizando el ferrocarril Bakú-Bantum, construido para tal fin en 1883.
Sin embargo, no es en realidad sino después del fallo de la Corte Suprema de
Justicia de los Estados Unidos en mayo de 1911, confirmando la sentencia de
disolución del Standard Oil Trust, que algunas de sus sucesoras
desmembradas se lanzan al mercado internacional. Eran, sobre todo, aquellas
empresas que luego de desmembrarse el trust, se encontraron con una
capacidad de refinación que excedía sus volúmenes de producción (crude short
companies). La conveniencia de esta estrategia resultó aún más clara cuando
la primera guerra mundial demostró el potencial de los combustibles fósiles
para todo tipo de unidades de transporte movilizadas por motores de
combustión interna. Como menciona Sampson (1975): “Así pues
paradójicamente fue el desmembramiento de la Standard Oil lo que convertiría
(sobre todo) a Exxon (sic.) en una fuerza importante en la escena política
mundial.”2 (p. 34).
219

Las empresas europeas entraron también desde muy temprano al negocio


petrolero, pero en contraste, por carecer de producción en sus propios
territorios, tuvieron que desarrollar sus fuentes de suministro a nivel
internacional. Recordemos la ya descrita saga de Aeilko Jan Zijlker y su Dutch,
y luego Royal, Company en Sumatra, y los esfuerzos de Marcus Samuel y su
Shell Transport and Traiding Company en Borneo. Luego de consolidadas
ambas en 1907 bajo la dirección de Henri Deterding, este inicia una campaña
de adquisición de concesiones en muchos sitios del mundo. En el mismo año
de 1907, mediante una serie de empresas creadas con ese fin, inicia la compra
de vastas concesiones en Venezuela. En 1918, la Royal Dutch Shell, compra en
México la Compañía Mexicana Petrolera El Águila, la principal empresa
productora en ese país y descubridora de “la faja de oro”, la prolífica Golden
Lane.

Egaña (1979) explica la ventaja inicial del grupo Royal Dutch Shell sobre sus
competidoras norteamericanas en Venezuela, de la siguiente manera:

En los años 1914 y 1915 apareció en el poder público un criterio que,


descartado poco a poco, no volvió a surgir sino mucho tiempo después. Es la
administración directa por el Estado de la industria del petróleo. (p. 243) […]
(este criterio apareció plasmado en la Ley de Minas de 1915) La administración de
estas minas continuó mal que bien (más mal que bien) bajo la dirección del
Ejecutivo, sin otro logro que la acumulación de estudios y proyectos y la
formulación, de cuando en cuando, de ráfagas de promesas que no se
cumplen. (p. 244). La ley no pudo tener otro efecto visible que suspender el
otorgamiento de concesiones, lo cual favoreció al grupo Royal Dutch Shell,
porque las empresas norteamericanas no habían manifestado deseo alguno
de emprender exploraciones en Venezuela. (p. 237-238).

5.2.2. Una lógica pero desafortunada decisión:


En cualquier conflicto de intereses, pueden tener lugar eventos fortuitos,
conducentes a un cambio drástico en el balance de poder y las posiciones de
las partes. Este fue el caso en el conflicto originado por la competencia, que ya
220

se había hecho presente, entre la Royal Dutch Shell y las empresas


estadounidenses. Un antecedente de gran importancia en este proceso tiene
que ver con un aspecto de la legislación venezolana. La primera Ley de
Hidrocarburos de Venezuela, promulgada en 1920, establecía que las
empresas concesionarias debían devolver al patrimonio nacional aquellos
bloques que no fueran necesarios para la explotación dentro de cada concesión
a fin de establecer las llamadas reservas nacionales. Rondón de Sansó (2008)
lo expresa en estos términos:

Esta ley de 1920 establecía la figura de las reservas nacionales, según la


cual, una vez finalizado el período inicial de exploración, la mitad de la
superficie explorada revertía a la nación y el gobierno debía negociar esas
reservas obligado por ley en condiciones más ventajosas para la nación. (p.
166).

Esto obligaba a la Caribbean Petroleum, a la Colon Development Company y a


la Venezuelan Oil Concession (VOC), a devolver al Estado la mitad de las áreas
de concesión que habían recibido en aquellas primeras etapas que hemos
relatado. No sólo se trataba de perder áreas de concesión, cosa que en
principio nadie deseaba, Shell percibía además, que una vez que los bloques
renunciados pasaran a formar parte de las reservas nacionales, estas serían
reasignadas a empresas estadounidenses. Era públicamente reconocido que
Gómez tenía fuertes compromisos con el gobierno de las Estado Unidos. Este
país había coadyuvado de manera determinante a consolidar a Gómez en el
poder luego de que este derrocara a Cipriano Castro. Por otra parte, acababa
de terminar la primera guerra mundial y las empresas estadounidenses habían
tomado conciencia de la necesidad de una integración horizontal, de buscar
nuevas reservas fuera de su territorio. Por otra parte, a partir de 1922, con el
reventón del pozo Los Barrosos-2, las miradas de los inversionistas se dirigen
hacia Venezuela como sustituto de las riesgosas inversiones en la industria
mexicana. Se dio origen así a una intensa actividad de apelaciones, convenios
entre el gobierno y las empresas —algunos de dudosa legalidad— y de una
221

fuerte campaña de lobbying por parte del representante de Royal Dutch y del
embajador de Estados Unidos.

Durante este proceso, y para satisfacer el mandato de la ley, la Royal Dutch


Shell selecciona para renunciar, a sabiendas de que van a ser reasignadas a
sus competidores norteamericanos, aquellas áreas que considera más difíciles
de operar. Entre ellas el grupo entrega, nada más y nada menos que la porción
correspondiente al Lago de Maracaibo, que formaba parte originalmente de la
concesión Aranguren. Jugadas perversas del destino. Se renuncia esa porción
de la concesión en una época donde no existía la tecnología para perforar a
través del lecho de grandes cuerpos de agua. Con el tiempo, cuando ello fue
posible a los pocos años, el lago, como parte del Campo Costanero de Bolívar,
pasó a ser una de las regiones más prolíficas del mundo. Rangel (1975) dice al
respecto:

La Caribbean, la Colón y la Venezuela Oil Concessions, escogen


cuidadosamente las parcelas que han de reintegrar. Y en las concesiones
Valladares y Aranguren, las más valiosas que cubren los Distritos Bolívar y
Miranda del Estado Zulia, deciden traspasar a la Nación los lotes ubicados
sobre la superficie del Lago de Maracaibo o en zonas de extrema vellosidad
vegetal. Allí no podrán operar los norteamericanos, piensan los de la Shell,
quienes saben que las reservas nacionales de Venezuela pronto serán
obtenidas por sus contrincantes de los Estados Unidos. Las parcelas del Lago
y de la selva más intrincada formarán el imperio de la Lago Petroleum
Corporation y de la Gulf de Venezuela, pertenecientes a Rockefeller y a
Mellon. (p. 377).

Este evento fortuito, es el paso inicial de un proceso mediante el cual la


Standard of New Jersey llegó eventualmente a desplazar a la Royal Dutch
Shell como la principal empresa productora, no sólo de Venezuela, sino como
consecuencia de ello, a nivel mundial.
222

5.2.3. La Standard of New Jersey asume el liderazgo:


Para comprender el proceso mediante el cual se llega a la configuración del
grupo de empresas concesionarias que fueron protagonistas del desarrollo de
la industria en Venezuela, es necesario revisar el largo periplo de
transferencias de concesiones entre las distintas empresas involucradas. Esto
implica incluso remontarse a algunos de los eventos que acabamos de
mencionar de la industria petrolera mexicana.

La importancia del petróleo como materia prima para la obtención de productos


utilizables como fuente de energía, fue puesta de manifiesto dramáticamente
con la primera guerra mundial. El esfuerzo bélico del bando ganador, había
sido soportado exclusivamente por la producción de los Estados Unidos y
México, con la consecuente merma de sus respectivas reservas. Resultaba
ahora evidente para las empresas norteamericanas, la necesidad de un
esfuerzo de integración horizontal para ubicar fuentes de suministro fuera de su
propio territorio y el de México, que por razones de vecindad geográfica podía
considerase un caso especial.

En el caso de Venezuela, sobre todo a partir de 1922, toda clase de empresas y


diferentes grupos de especuladores, convergen hacia el país. Muchas de estas
incursiones tienen un carácter transitorio, e involucran desde las grandes
empresas multinacionales, hasta pequeños grupos económicos que se
constituyen con un fin fundamentalmente especulativo.

Cronológicamente, en 1918, Edward Doheny, a quien ya hemos mencionado,


crea en Colombia una filial de la Pan American Petroleum and Transport
Company, la Colombian Petroleum Company para operar la concesión Barco.
Esto ocurre dos años después de haber Doheny registrado la Pan American
para consolidar sus operaciones en México. La Colombian, había adquirido el
75 % de los derechos de la concesión Barco de un grupo de inversionistas de
los Estados Unidos agrupados bajo el Sindicato Carib (Carib Syndicate). La
223

idea de Doheny, era llegar eventualmente a operar en Venezuela, entre otras


cosas, construyendo un oleoducto entre los dos países que permitiera bajar los
costos de transporte de la producción colombiana.

A finales de 1919, llega a Venezuela la Standard Oil of New Jersey a través de


varios representantes jurídicos. Adquirió, a través de su subsidiaria Stándard Oil
Company of Venezuela (SOV), constituida para tal fin, algunos lotes de la
antigua concesión Valladares en el oriente del país. Los principios de la SOV en
Venezuela no fueron muy alentadores, luego de iniciar sus actividades
exploratorias en 1921, entre 1922 y 1928 perforó cuarenta y dos pozos no
comerciales. Por fin, en ese último año, descubre el campo gigante de
Quiriquire, en el Estado Monagas, el primero de la prolífica cuenca de Maturín.

En marzo de 1920, un grupo de empresarios estadounidenses independientes


registra en el estado de Delaware en los Estados Unidos el llamado Sindicato
Creole (Creole Syndicate). El objetivo de este grupo no era operar
directamente, sino especular en la compra-venta de lotes de concesión. El
grupo procedió enseguida a adquirir o a arrendar una serie de lotes de
concesión en países tales como Ecuador, Colombia y Venezuela a través de su
representante Julio E. Román. En 1921, este grupo obtuvo el traspaso de una
concesión en una franja de un kilómetro de ancho pegada a lo largo de la costa
del Lago de Maracaibo El titular anterior de dicha concesión, era otro grupo
dedicado a la especulación de concesiones, Kunhardt & Co. que la había
obtenido, a través de su representante local, el señor Julio Méndez, yerno del
Presidente Juan Vicente Gómez. En 1923, el Sindicato Creole le vende la faja
costanera del lago a la Gulf Oil. Esta franja costanera sería, hasta el momento
de la estatización definitiva de la industria, el grupo de concesiones en las
cuales operó la Gulf, a través de la Mene Grande Oil Company, en el occidente
de Venezuela.
224

Por otra parte, las áreas de reserva nacional pasaron, en un principio, a ser
controladas por personas emparentadas con Juan Vicente Gómez, quienes
tuvieron así la oportunidad de lucrar nuevamente con la transferencia de estos
bloques a sus nuevos titulares. McBeth (1983) describe este proceso de la
siguiente manera:

En 1914 el Coronel José Vicente Gómez fue designado miembro de la


Comisión Permanente de Fomento de la Cámara de Diputados del Congreso,
y al año siguiente, Carlos Delfino (yerno de Juan Vicente Gómez) fue también
designado miembro de esa comisión. Este era el comité más importante del
Congreso para la industria minera (que, para ese momento, se encargaba
también de todo lo relacionado con el petróleo), puesto que era el encargado
de investigar todos los contratos entre el gobierno e individuos privados para
luego recomendar al Congreso cuales contratos debían ser aprobados. José
Vicente y Carlos Delfino, estaban por tanto en una posición privilegiada para
obtener información valiosa acerca del desarrollo minero del país. […] Otros
funcionarios del gobierno estaban igualmente involucrados con la industria
petrolera, ya que aunque de acuerdo a la ley tenían estrictamente prohibido
ser titulares de concesiones podían, sin embargo, obtenerlas a través de
personas interpuestas.2 (p. 17).

Dentro de este proceso, el 14 de diciembre de 1922 ocurre el célebre reventón


del pozo Los Barrosos-2 que estaba siendo perforado por la Venezuelan Oil
Concessions (VOC) en el campo La Rosa, al sur de Cabimas. Esta empresa,
como subsidiaria del grupo Royal Dutch Shell, es la que había adquirido
originalmente la concesión Aranguren. Este hecho sirvió, como ya se ha
mencionado, para atraer importantes inversiones hacia Venezuela y proyectar
al país en poco tiempo como el segundo productor mundial. El reventón del
pozo Los Barrosos-2 es el evento que da inicio a la explotación en gran escala
del petróleo en Venezuela por parte de las empresas extranjeras.

En ese mismo año se estaban llevando a cabo las negociaciones que, a raíz de
la formación de la Turkish Petroleum Co., ya renombrada Irak Petroleum
225

Company, conducirían al “Acuerdo de la línea roja” (The Red Line Agreement) y


que, eventualmente, en 1928, culminarían con el acuerdo de Achnacarry.

El 12 de abril de 1923, los inversionistas americanos Preston McGoodwin,


Joshua S. Cosden y Payne Whitney Associates, registran en el estado de
Delaware la empresa Lago Petroleum Corporation. Ese mismo año, esta
empresa adquirió del Sr. Carlos Delfino, a cambio de acciones de la empresa, la
parte de la antigua concesión Aranguren que cubría el área del lecho del Lago
de Maracaibo que la Venezuelan Oil Concesion (VOC) había renunciado a raíz
de la promulgación de la ley de hidrocarburos de 1920. La Lago Petroleum fue
pionera en el uso de una nueva tecnología, el uso de pilotes de concreto para el
soporte de las plataformas de perforación en el lago y el uso de gabarras para
movilizar equipos pesados. Superó de este modo, la imposibilidad que hasta el
momento se pensaba que representaba perforar en áreas cubiertas por un
cuerpo de agua. A principios de 1925, la Lago Petroleum es comparada por la
Pan American Petroleum & Transport Company de Edward Doheny y en ese
mismo año, la Pan American es vendida a la Standard of Indiana.

Llegado el año 1927, existe en la casa matriz de la Stadard of New Jersey una
seria preocupación debido a que su filial venezolana, la S.O.V., no ha realizado
ningún hallazgo de relevancia en el oriente del país. Los directivos regionales
de la filial venezolana, deciden comprar a otras empresas concesionarias
bloques en producción, y adquieren el Sindicato Creole al cual, en abril de
1928, la Standard Oil of New Jersey le traspasa todas las acciones de S.O.V.
Con ello, la S.O.V. pasó a ser filial de dicho sindicato cuya razón social fue
cambiada a Creole Petroleum Corporation. Por otra parte, en mayo de 1932, la
Standard of Indiana, que había adquirido a la Pan American, en 1925, vendió
todos sus activos fuera de los Estados Unidos a la Standard of NewJersey. Con
ello, la Creole Petroleum Corporation, además de las operaciones de la SOV
del oriente de Venezuela, adquiere el control de las concesiones del Lago de
Maracaibo. Este fue el paso final de este complicado peregrinaje de las
concesiones del Lago de Maracaibo hasta su asignación definitiva a la Creole
226

Petroleum Corporation. Con ello, se alteró no sólo el liderazgo de esta empresa


con sus competidoras del grupo Royal Dutch Shell en Venezuela, sino que le
dio a la Standard de New Jersey la primacía a nivel mundial. Esta situación,
ilustra la manera cómo un hecho fortuito puede alterar las relaciones de poder
en conflictos inherentes, no ya a la estructura de una sociedad, sino a la
relación entre grandes empresas multi o transnacionales a nivel global.
Conflictos análogos a este, son los que procuró resolver de manera negociada
el acuerdo de Achnacarry, conocido como “As is”, “tal como está” o de status
quo (p. 152).

5.2.4. La Gulf completa el cuadro inicial:


En estas etapas iniciales de posicionamiento de las grandes empresas
multinacionales, jugó también un papel importante la Gulf Oil Company,
fundada por la familia Mellon en 1907 a raíz del descubrimiento de Spindletop
en el estado de Texas. Como ya hemos visto, esta empresa obtuvo en 1923 del
Sindicato Creole la franja costanera de un kilómetro de ancho en el Lago de
Maracaibo. Esta franja, era parte de la antigua concesión Aranguren que había
sido renunciada por la Venezuelan Oil Concesion (VOC) en 1920.

Sin embargo, el posicionamiento más importante de la Gulf Oil en Venezuela se


ubicó en el oriente del país. En la parte septentrional de la cuenca de oriente, la
Standard Oil of Venezuela (SOV), luego de un prolongado esfuerzo exploratorio
poco fructífero a partir de 1921, había descubierto en 1928 el campo gigante de
Quiriquire. En ese mismo año, la Lago Petroleum descubrió el campo gigante
de Tía Juana en el Lago de Maracaibo, dentro del área mayor conocida como
Campo Costanero de Bolivar (BCF 44). En 1929, la Lago tenía ya 129 pozos
activos en el Lago de Maracaibo. Posteriormente vendrían otros
descubrimientos importantes de la SOV en el oriente de Venezuela, como fue el
caso de los campos gigantes de Pedernales en 1933 y Jusepín 1938. La
operación en la parte central del estado Anzoátegui correspondió a la Gulf Oil a

44
Por las siglas en inglés de Bolivar Costal Field.
227

través de su subsidiaria local, la Venezuelan Gulf Oil Company (VGO) que


había sido registrada el 23 de marzo de 1923 en el estado de Delaware en los
Estados Unidos. Su objetivo era, precisamente, operar las de concesiones que
la Gulf había adquirido en 1922 en la parte oriental de Venezuela. La historia
del desarrollo de la VGO en el oriente del país la relata Brossard (1993) de la
siguiente manera:

Addison M. McKay, un representante de la Sun Oil Company, compró


concesiones de un agente que las había adquirido de terratenientes
venezolanos. McKay entonces vendió algunas de esas concesiones a la VGO
por $ 200.000 pero conservó una regalía del 2 ½ por ciento. McKay fue
asistido en esas negociaciones por un joven venezolano llamado Enrique
Otero Vizcarango 45 (sic.) a quien pagó ½ por ciento de regalía del 2 ½ por
ciento que él había recibido de VGO. Ese ½ por ciento resultó ser una fortuna,
y el Sr. Otero la utilizó para fundar El Nacional uno de los principales
periódicos de Venezuela2. (p. 89)

Es en esas concesiones, donde la VGO haría el importante descubrimiento del


campo de Oficina, primero de la conocida como área mayor del mismo nombre,
Oficina. El nombre del pozo descubridor, el Oficina No 1, completado el 16 de
junio de 1937, serviría de título a una de las más conocidas novelas del insigne
escritor venezolano Miguel Otero Silva, hijo de Enrique Otero Vizarrondo.
Anteriormente, en diciembre de 1936, la Gulf Oil había adquirido una empresa
local, la Mene Grande Oil Company, que había sido registrada en Caracas por
un grupo de abogados encabezados por Carlos Maury. A esta empresa se le
transfirió la titularidad de todas las concesiones de VGO y Gulf Oil en
Venezuela, tanto en el oriente como en el occidente. Con el tiempo, en 1952, el
12 de noviembre, esta empresa sería también registrada en el estado de
Delaware.

45
En esta edición de la obra citada existe un error de imprenta, que no aparece en otras ediciones. El
segundo apellido de este joven venezolano era, en realidad, Vizcarrondo.
228

Así pues, el escenario inicial de la industria petrolera venezolana para mediados


de la década de los años treinta, estaría conformado por tres grandes
empresas. Por una parte, el grupo Royal Dutch Shell, que el 7 de mayo de 1953
registra en Toronto, Canadá, la Compañía Shell de Venezuela, a la que le son
transferidos los activos de la Shell Caribbean y la Venezuelan Oil Concesion
(VOC). Con ello el grupo consolidó todas sus actividades en los campos en
tierra del estado Zulia. Tanto en la costa oriental del Lago de Maracaibo como
en el distrito Colón en la parte sur occidental de ese estado. Por otra parte, la
Creole Petroleum Corporation, subsidiaría de la Standard Oil of New Jersey
operando en el lago de Maracaibo y en la parte septentrional del estado
Monagas y el Territorio Delta Amacuro. Finalmente la Mene Grande Oil
Company, perteneciente a la Gulf Oil Company, operando la parte central de los
estados Anzoátegui y Monagas y la faja costera de un kilómetro de ancho en el
Lago de Maracaibo.

Esta era la época en que Walter Teagle de Standard de New Jersey, Henri
Deterding de Royal Dutch Shell y Sir John Cadman de BP acababan de firmar
en 1928 el acuerdo “As Is” en el castillo de Achnacarry en las Tierras Altas de
Escocia. Al año siguiente, en 1929, ocurre el gran colapso de la bolsa de Nueva
York y se da inicio a la gran depresión económica de los Estados Unidos. Al
mismo tiempo, “Dad” Joiner descubría el gigantesco campo de East Texas. En
otras latitudes, Hitler tomaba el poder en Alemania en 1933 y Mussolini invadía
Etiopía en 1935, mientras que en España en 1936 se iniciaba la guerra civil.
Shell Global (s/f) relata en este sentido una situación interesante:

En Europa el ascenso de los Nazis representó una amenaza para los activos
holandeses del grupo. Con la invasión de Holanda después del inicio de la
guerra en 1939, las oficinas principales de las compañías holandesas fueron
trasladadas a Curazao2.

En el sector del petróleo, en 1932 se había descubierto petróleo en Bahrain, el


primer descubrimiento importante en el Medio Oriente. Al año siguiente la
229

Standard of California conseguía concesiones en Arabia Saudita y la Gulf y la


Anglo-Iranian (hoy BP) de manera conjunta hacían lo propio en Kuwait.

5.3. LOS INICIOS DEL CAMINO JURÍDICO:


La etapa que estamos describiendo se caracteriza por el absoluto dominio de la
industria por parte de las empresas, aunado a una falta de conocimiento por parte
del gobierno de lo más elemental del negocio. El pago de la regalía
correspondiente a la Nación, era definido por las compañías concesionarias,
quienes declaraban cuánto habían producido y a qué precio habían vendido dicha
producción, sin que hubiera manera de verificar la veracidad de esta información.
Las relaciones de poder dentro del conflicto inherente derivado de la diferencia
entre los intereses de las partes, estaba completamente sesgado. Hacia el final de
esta etapa, se producen, sin embargo, los primeros esfuerzos por supervisar y
controlar de alguna manera la actividad de las empresas petroleras, al menos en
lo referente a los volúmenes producidos.

5.3.1. Antecedentes legislativos:


La legislación venezolana relacionada con los recursos naturales, la minería y
posteriormente el petróleo, tiene antecedentes de larga data. Anteriormente,
mencionamos los antecedentes remotos que culminan con el decreto del
Libertador dictado en Quito el 24 de octubre de 1829 y que establece la
propiedad de la República sobre las minas y la administración de los mismos es
encomendada al Gobierno Nacional. Este principio se ha mantenido en toda la
legislación posterior. No obstante, dentro de este marco de referencia, la Ley de
Minas promulgada por Cipriano Castro el 14 de agosto de 1905, establece un
cambio sustancial al pasarse de un sistema regalista a un régimen de tipo
dominial. La diferencia entre ambos conceptos la explica Spósito Jiménez
(1981) de la siguiente manera:

El sistema que atribuye la propiedad de las minas al Estado es generalmente


denominado regalista cuando el Estado tiene la obligación (resaltado
nuestro) de otorgar concesiones o derechos de explotación a particulares que
hayan cumplido los requisitos fijados al efecto por la ley, y dominial cuando el
230

Estado explota directamente la mina o por medio de terceros de su libre


elección a quienes otorga facultativamente el derecho de explotación
(resaltado nuestro). (p. 18-403).

Esa fue la noción que privó en las siguientes leyes de minas de los años 1909,
1910, 1915 y 1918, y en la primera Ley de Hidrocarburos de 1920. El período
que nos ocupa, en el plano internacional, incluye la época de esplendor de
México como país productor, que se inicia con el descubrimiento de la “faja de
oro” y que cubre los años de la primera guerra mundial. Igualmente, es la época
en que en los Estados Unidos ocurre el desmembramiento del Standard Trust.

5.3.2. La notable figura del Ministro Gumersindo Torres:


Durante este período, destaca la figura del Dr. Gumersindo Torres Millet, quien
ejerció el cargo de Ministro de Fomento desde el 17 de septiembre de 1917. El
ministro Torres, en primer lugar percibió con toda claridad la necesidad de
separar los aspectos jurídicos relacionados con la minería de los del petróleo.
Esta idea la manifestó ya de manera explícita en la Introducción de la Memoria
de Fomento de 1918. De este modo, después de la Ley de Minas refrendada el
27 de junio de 1918, promovió la aprobación de la primera Ley de
Hidrocarburos y demás Minerales Combustibles promulgada por el Congreso
Nacional el 19 de junio de 1920. Uno de los aspectos que tomaba en cuenta
dicha ley, era que la asignación de nuevos derechos de explotación debía estar
fundamentada en una programación con objetivos bien definidos.
Adicionalmente, en el reglamento de la mencionada Ley de Minas de 1918,
aparece el concepto jurídico de reversión. De acuerdo a este principio, al final
de la vida de la concesión, esta revertía a la Nación junto con todos los equipos
y edificaciones utilizados para su explotación sin ningún tipo de indemnización.
Este concepto se reafirmó en la Ley de Hidrocarburos de 1920 donde, según
Martínez (1975):

En el ordinal 8o del Artículo 32o […] (se establecía) “la obligación por parte de
(la) contratista de dejar en beneficio de la Nación los tubos, maquinarias y
231

montaje adheridos al suelo, que para fines de explotación hubiere establecido


en la parcela contratada y se hallaren allí al término del contrato […]” (p. 94).

Adicionalmente, con esta ley se formuló por primera vez la necesidad de contar
con medidas de conservación de los yacimientos y se introdujeron una serie de
mejoras económicas para la Nación relacionadas con el impuesto superficial y
la exoneración de importaciones asociadas a las operaciones. Se estableció,
además, como ya mencionamos, el concepto de reservas nacionales,
constituidas por las áreas que las concesionarias estaban en la obligación de
devolver a la nación luego de la etapa inicial de exploración. Con relación a esta
ley, Martínez (1975) opina que:

La Ley de Hidrocarburos de 1920 es uno de los documentos jurídicos más


importantes que haya utilizado la República. Aparte del hecho de constituir la
primera norma legal para regimentar las operaciones de la industria de la
materia fundamental del desarrollo del país durante décadas, con la
consecuente íntegra y radical transformación, la Ley poseía un peso
específico propio por la sustancia de su contenido. Pero además en la
salvaguarda de los derechos nacionales la fuerza de sus estipulaciones,
medida por la insólita reacción que produjo en los grupo petroleros que
estaban trabajando en el país y sus casas matrices en el extranjero (p. 89 -
90).

La labor de Gumersindo Torres fue, sin embargo, de poca duración. Las


medidas previstas por la nueva ley representaban un estorbo para las empresas
que protestaron su contenido ante Gómez. Como consecuencia, en un breve
lapso se sancionaron dos nuevas leyes de hidrocarburos en mayor
concordancia con los intereses de las compañías concesionarias y el ministro
Torres fue defenestrado por el gobierno de Gómez en junio de 1922.

Luego de transitar por varias posiciones públicas, entre ellas las de embajador
en España y Holanda, el 16 de septiembre de 1929 fue nuevamente llamado al
232

Ministerio de Fomento. En esta ocasión, la labor de este médico venezolano dio


origen a lo que con el tiempo sería un elemento fundamental en la migración de
poder de las empresas hacia la nación: el control de los volúmenes de
producción. La cuantificación precisa de dichos volúmenes, permitiría
determinar de manera más exacta los pagos por concepto de regalía que
debían efectuar las empresas. Para ello, era necesario contar con unas oficinas
de campo encargadas de la supervisión y el control de las actividades de las
concesionarias por parte del Gobierno Nacional. Como consecuencia, en este
segundo lapso a cargo del despacho, Torres estableció el 16 de julio de 1930 el
Servicio Técnico de Hidrocarburos y sus respectivas inspectorías de campo,
encargadas de llevar a cabo una serie de medidas de fiscalización y control.
Esta organización, estuvo conformada en sus inicios por una serie de
ingenieros geólogos y petroleros venezolanos formados en los Estados Unidos.
Edmundo Luongo Cabello, Abel Monsalve Casado y J. A. Delgado Figueredo,
que habían sido enviados a la Universidad de Oklahoma. Siro Vásquez, Manuel
Guadalajara y Jorge Hernández Guzmán enviados a la Universidad de Tulsa. A
ellos, se unió Guillermo Zuloaga, quien acababa de obtener su PhD en MIT en
1930. El Dr. Gumersindo Torres estuvo en el cargo, en esta ocasión, hasta julio
de 1932.

La labor del ministro Gumersindo Torres hizo, por primera vez, explícito el
conflicto inherente entre la Nación venezolana y las empresas concesionarias.
Por otra parte, al tener control de los volúmenes producidos, se había
alcanzado un primer logro en el balance de poder dentro de este conflicto. De
aquí en adelante, la discrecionalidad de las empresas concesionarias se
limitaba al reporte de los valores de realización de las diferentes operaciones
de venta del crudo.

5.3.3. Los orígenes del reciente Estado rentista:


Otro conflicto inherente a las sociedades, presente en muchos sitios, es el
enfrentamiento entre la tendencia del Estado a promover la dependencia
233

económica de los miembros de dicha sociedad en contraposición a promover la


libertad individual del los ciudadanos. Esta tendencia es particularmente
marcada en Hispanoamérica y sus orígenes se remontan a la estructura social
del sistema colonial. Este fenómeno lo describe Fronjosa (2011b) de la
siguiente manera:

En poco tiempo los conquistadores españoles identificaron los vastos


depósitos de oro y plata del continente. Esto significaría para el reino de
Castilla y Aragón una fuente prácticamente inagotable de poder económico.
España se convierte de la noche a la mañana en el gran imperio de la época
mercantilista. […] Esto les permitía con infinita holgura no sólo ser sumamente
magnánimos en el reparto de favores y prebendas con sus súbditos. Su
enorme riqueza les permitía, además, contar con los recursos necesarios para
montar una compleja estructura burocrática de control a través de todo el
imperio. […] Era un sistema totalmente dependiente de la voluntad del
monarca. Él decidía quién recibía qué, cuánto y bajo qué condiciones. (p. 22).

Dentro de esta ancestral tradición cultural de dependencia, en el caso del


petróleo, aparecen durante la dictadura de Gómez dos eventos de
trascendental importancia. El primero fue la exclusión de los propietarios de los
terrenos donde se descubriera petróleo, de los beneficios derivados de la
explotación del mismo. Urbaneja (2004) describe dicha situación de este modo:

El proceso empieza con una sentencia de la Corte, del año 1912, por la cual
se excluye al propietario del terreno superficial de cualquier derecho a percibir
de la compañía explotadora un porcentaje de los beneficios de la explotación.
(p. 43) […] Desde un punto de vista político además significaba para el
gobierno la eliminación de un foco de acumulación independiente de poder
económico. (p.44).

Esto, al año siguiente que la Corte Suprema de los Estados Unidos ordenara el
desmembramiento del Standard Oil Trust, significaba el inicio del proceso de
permanente crecimiento del poder y el control del Estado.
234

El segundo hecho fue el llamado Convenio Tinoco suscrito en 1934. Con él se


establecía la tasa de cambio a la cual las empresas petroleras venderían sus
dólares para obtener los bolívares necesarios para el pago de sus impuestos,
regalías y demás gastos incurridos en el país. En esos momentos, en la década
de los treinta, ha ocurrido en los Estados Unidos una devaluación del dólar
originada por la crisis económica de esos años en ese país. El Convenio
Tinoco, pretendía resolver la situación que generaba la sobrevaluación del
bolívar, resultado de la mencionada devaluación del dólar. Guerra y Pineda
(2004) se refieren a dicha situación de la siguiente manera:

Un hecho crucial que contribuyó a clarificar el debate posterior sobre la política


cambiaria lo constituyó la devaluación de facto del dólar estadounidense.
Efectivamente, en el contexto del patrón oro, el 31 de enero de 1934, el
gobierno de los Estados Unidos acordó reducir el contenido de oro de su
moneda hasta 0,88867 gramos/US$, que confrontado con un contenido oro
del bolívar invariable de 0,290323 gramos/Bs., implicó una tasa de cambio de
3,06 Bs./US$. Así, el bolívar se revaluó en aproximadamente 21,5% lo que
contribuyó a exacerbar la crisis que venía experimentando el sector agrícola.
(p. 19). […] En este entorno surge la primera intervención oficial en el
mercado cambiario mediante el llamado Convenio Tinoco del 28 de agosto de
1934, que intentó estabilizar el bolívar mediante un acuerdo con las
compañías petroleras (Mayobre, 1944) al fijar el tipo de cambio para la compra
de las divisas de las compañías petroleras en 3,90 Bs./US$ mientras que para
la venta la cotización fue de 3,93 Bs./US$, con lo cual se generó una utilidad
cambiaria (p. 20).

Mantener un bolívar sobrevaluado afectaba negativamente el resto de las


exportaciones del país. Algunas personas propusieron devaluar el bolívar en la
misma medida que lo había hecho el dólar para proteger las exportaciones
tradicionales venezolanas, fundamentalmente café y cacao. Sin embargo, el
gobierno decidió mantener la nueva paridad que había originado la devaluación
de la divisa estadounidense. El beneficio que de este modo percibía el país por
concepto de renta petrolera era muy superior al que pudiera obtenerse por un
incremento en las exportaciones tradicionales. Esto significaba una clara
235

tendencia a preferir la renta generada por el petróleo en detrimento de otras


actividades generadoras de riqueza, no tan importantes en magnitud, pero que
significaban una diversificación de la economía. Esta política tendría
implicaciones a lo largo de la historia futura del país. Urbaneja (2004) describe
este fenómeno de esta manera:

(Devaluar) era lo que proponía Alberto Adriani, una de las mejores cabezas del
momento. De este modo las exportaciones tradicionales del país, café y cacao
mantendrían un precio internacionalmente competitivo. Pero el gobierno
venezolano decidió, siguiendo el parecer de Vicente Lecuna, mantener la
nueva paridad que derivaba de la devaluación (sic. Obviamente quisieron decir
revaluación) del bolívar. Antes de la devaluación del dólar, la paridad era de
5,26 bolívares por dólar. Después de ella pasó a ser de 3,06. El argumento de
Lecuna era que de este modo el Fisco Nacional obtenía más dólares por los
bolívares que le vendiera a las compañías. (p. 44 - 45).

Eran los tiempos en los que la Standard of Indiana, que había adquirido a la
Pan American Petroleum and Transport Company en 1925 y con ella las
concesiones del Lago de Maracaibo, le vendía todos sus activos fuera de los
Estados Unidos a la Standard de New Jersey. La subsidiaria de la Standard of
Indiana, la Lago Petroleum, pasaba así a ser una subsidiaria de la Creole
Petroleum Corporation. Un año antes Adolf Hitler se había convertido en el
Canciller de Alemania y la Standard Oil of California había conseguido las
primeras concesiones en Arabia Saudita. Era, igualmente, el año en que la Gulf
y la Anglo-Iranian habían recibido una concesión conjunta en Kuwait.

Con los dos eventos descritos, quedaba establecido el sistema rentista


petrolero en detrimento de la posibilidad de contar con una economía más
diversificada. Venezuela se identificaba así con las características propias de
los llamados petro-estados. Se afianzaba la tendencia a un crecimiento cada
vez mayor del Estado con el consiguiente deterioro de las iniciativas
individuales, y todas las secuelas de clientelismo político y las diversas formas
de corrupción e ineficiencia. Se verían no sólo perjudicadas las exportaciones
236

tradicionales, sino como consecuencia de ello, las posibilidades de un


desarrollo industrial diversificado, generado incluso por la misma actividad
petrolera.
237

6. “LA MALDICIÓN DEL GANADOR”: MIGRA EL BALANCE DE PODER:

La muerte del dictador Juan Vicente Gómez el 17 de diciembre de 1935, representó


para la sociedad venezolana un cambio radical. Los efectos de et suceso se hicieron
sentir en lo social, lo político y, eventualmente, en lo económico y cultural. Durante
esta etapa, se hace cada vez más explícito el paulatino cambio en el balance de
poder entre las empresas concesionarias y el gobierno nacional. Una situación
análoga a la que Bazermasn y Neale (1992) denominan “la maldición del ganador”,
aquel tipo de situaciones en las que alguien, habiendo logrado un objetivo deseado,
queda con la sensación de haber salido, a pesar de ello, de alguna forma,
perjudicado.

El hito inicial de este período, el más prolongado y rico en conflictos complejos, es la


aprobación, el 13 de marzo de 1943, de una nueva Ley de Hidrocarburos. Esta ley,
transformó radicalmente el concepto de concesión, que pasó de un simple contrato
de arrendamiento, al de una sociedad entre el Estado y las empresas explotadoras.
La repartición de los beneficios entre los socios, se lograba a través del impuesto
sobre la renta. La primera Ley del Impuesto sobre la Renta de Venezuela, había sido
precisamente promulgada el 17 de julio de 1942 para entrar en efecto el primero de
enero del siguiente año. Dicha ley, permitía al gobierno Nacional fijar la tasa
impositiva requerida para lograr la distribución deseada de las ganancias. Con ello,
se abrían las puertas a una serie de modificaciones sucesivas a dicha ley que
condujeron a incrementar paulatinamente la participación de la Nación en los
beneficios de la comercialización del crudo.

Durante todos esos años, se fueron desarrollando otra serie de situaciones que
dieron origen igualmente a conflictos de naturaleza distinta, pero que apuntaban
todos en la misma dirección, la migración del balance de poder de las empresas
hacia la Nación. Todas estas situaciones ocurrieron, por otra parte, en un escenario
internacional igualmente cambiante. Así por ejemplo, la fundación de la OPEP en
1960, condujo a la pérdida del control absoluto del mercado internacional por parte
238

de las grandes empresas petroleras multinacionales que pasó, en buena medida, a


los países productores.

6.1. VARIADA NATURALEZA DE LOS CONFLICTOS EN ESTE PERÍODO:


Desde el punto de vista que nos ocupa, la caracterización de los conflictos
ocurridos en la historia petrolera de Venezuela y la forma como los mismos fueron
enfrentados, esta es sin duda la etapa más representativa. Las complejas y
variadas peculiaridades de este período, dieron lugar a una considerable
diversidad de conflictos de considerable complejidad. Conflictos que se desarrollan
en el tiempo y que son de naturaleza distinta, pero que influyen unos sobre los
otros a través de una serie de interacciones relevantes. Interacciones de lo político
con lo económico, de lo social y lo cultural, de lo local con lo internacional, de las
relaciones directas de los actores entre sí y de la participación, no siempre
consciente y no siempre bien intencionada, de terceros. Conflictos mayores que
toman distintas formas en diferentes momentos y que dan lugar, a su vez, a una
serie de conflictos subordinados. Todo ello sin embargo, de uno u otro modo,
derivado del conflicto inherente a las relaciones entre el gobierno y las empresas.

Este período se inicia con el profundo cambio político que comienza a raíz de la
muerte del dictador Juan Vicente Gómez el 17 de diciembre de 1935. Se
desarrolla a raíz de ello, una transición política no exenta de accidentes, de
avances y retrocesos, hacia la construcción de un estado moderno en el cual
tratan de abrirse paso los principios de la democracia. Este cambio radical en lo
político, presenta una serie de implicaciones en el ámbito social que influyen, a su
vez, en lo económico y que dan origen y son afectados por cambios culturales.
Durante este período, entre otras cosas, se reconocen los derechos de la mujer y
se llevan a cabo una serie de reformas en el sistema educativo que permitieron el
acceso de una gran cantidad de jóvenes de clase media y baja a la educación
superior. Se reconoció también la igualdad de derechos políticos de ciertos grupos
antes no reconocidos, se incorpora de este modo la población campesina y se
reconoce el derecho al voto de los analfabetos.
239

A ello se añade el proceso de transculturización representado por dos importantes


oleadas inmigratorias. La primera ocurre entre 1939 y principios de la década de
los cuarenta, y está conformada por dos grandes grupos con características
distintas. Unos son los refugiados españoles que tienen que abandonar su país
tras la victoria del franquismo en la guerra civil, los otros, son ciudadanos
alemanes y de otros países europeos, mayormente judíos, huyendo de los
horrores del nazismo. En una segunda etapa, al final de la segunda guerra, entre
1945 y 1950, viene al país otro importante contingente de inmigrantes,
principalmente italianos, portugueses y, de nuevo, españoles. Estos grupos vienen
en busca de mejores condiciones económicas de las prevalecientes en la
devastada Europa. La inevitable transculturización que se produce con este
importante y variado contingente de inmigrantes tiene una marcada influencia en
la configuración social y cultural del país.

6.2. LA INTENSA ACTIVIDAD POLÍTICA A LA MUERTE DE GÓMEZ:


A raíz de la muerte de Juan Vicente Gómez, se inician en el país una serie
acelerada de intensos cambios políticos. Gran parte de la población no estaba
preparada ni motivada para emprender dichos cambios, veintisiete años de férrea
dictadura habían generado, por no conocer otra cosa, una actitud conformista por
parte de la mayoría de la población. Sin embargo, un grupo de jóvenes de la
llamada “generación del 28”, 46 desplegó una intensa actividad política influenciada,
en mayor o menor medida, por las ideas marxistas. Actividad febril y confusa, pero
extremadamente intensa y en la cual se irían perfilando los grandes grupos
políticos del futuro. Urbaneja (2004) interpreta este período de la siguiente
manera:

46
Un grupo de jóvenes estudiantes universitarios, que durante el carnaval de 1928, protagonizaron en
Caracas lo que puede considerarse el primer movimiento de masas en la historia política de
Venezuela. Un grupo de ellos, llegó incluso, con un grupo de militares jóvenes, a planificar un golpe de
Estado contra Gómez, que debía darse el 7 de abril de ese año, pero que fue abortado por el gobierno
antes de producirse. Muchos de estos jóvenes fueron encarcelados y sometidos a trabajos forzados
en la construcción de carreteras. Este movimiento fue la cantera de los líderes políticos de Venezuela
en los años por venir.
240

El panorama es abigarrado y evoluciona con rapidez, en cuanto a que estas


iniciativas nacen, mueren, se fusionan, se solapan a un ritmo muy veloz. Varias
de estas organizaciones se nutren de alguna versión de marxismo […] Si bien
toda esta actividad organizativa de los grupos opositores es muy intensa, también
es muy confusa. (p. 57).

6.2.1. El 14 de febrero de 1936 y el “plan de febrero”:


Un primer síntoma de los cambios esperados, se produce tan temprano como
febrero de 1936. El gobierno, sin duda poco acostumbrado a la intensa crítica
opositora, suspende las garantías, entre ellas la libertad de prensa. Esta
medida, en palabras de Betancourt (1969):

Determinó el primer choque violento entre la tesis del status quo, sustentada
por el régimen, y el ansia de marchar hacia delante, experimentada por el
país. El 14 de febrero hubo una huelga general en las ciudades, de confeso
carácter político y en reclamo de una real democratización del régimen. (p.
106).

En lo que muchos interpretaron como una respuesta a los hechos de 14 de


febrero, fue el llamado “plan de febrero”. Otra versión de este hecho, afirma
que, a lo sumo, los sucesos del día 14 sólo precipitaron la aparición de este
documento. Tal como lo plantea Urbaneja (2004):

Un documento de gran importancia expresa esta visión de un Estado más


activo: el Programa de Febrero. Se trata de una muy temprana propuesta
integral de gobierno, presentada por López Contreras al país el 21 de febrero
de 1936, a dos meses de acceder a la presidencia. El documento al parecer
venía siendo preparado desde antes de los hechos de febrero y se atribuye a
Alberto Adriani y a Diógenes Escalante importante participación en él. (p. 53).
241

6.2.2. La huelga de junio de 1936 y la gran huelga petrolera:


La inestabilidad política del momento y la falta de objetivos claros, dio origen a
otro episodio, ocurrido en junio de 1936, que describe Betancourt (1969) de la
siguiente manera:

Esa huelga se planteó con una duración prefijada de veinticuatro horas. Tenía
definido carácter de protesta colectiva contra la pervivencia de hombres y
métodos del gomecismo dentro de la Administración Pública. La cuestión de
conquistar el poder no estuvo nunca en la mente de los dirigentes.
Apreciábamos con claridad la inmadurez organizativa de las fuerzas populares
y nuestra actitud subjetiva era extraña a la idea de derrocar al gobierno. Pero
la expansión y fuerza adquiridas por la huelga, que paralizó de un extremo a
otro la nación, nos indujo a adoptar una posición equivoca. Nos dejamos
impresionar por la marea ascendente de la calle y prolongamos la duración de
la huelga más allá del límite justo que se le había fijado. Y como no
señalamos, al propio tiempo, una salida insurreccional y revolucionaria al
conflicto, éste terminó por replegarse y deshacerse, ante la represión policial.
(p. 107-108).

Paralelamente, junto con la actividad política, se ha venido desarrollando una


intensa actividad sindical. El 16 de julio de 1936, se promulga la Ley del Trabajo
que consagra, entre otras cosas, el derecho a la huelga. Los sindicatos
petroleros de la costa oriental del Lago de Maracaibo, introducen un pliego de
peticiones ante las compañías para tratar de subsanar las condiciones de
vivienda y salubridad a las que estaban sometidos los trabajadores. Su posición
se vio reforzada por el respaldo de algunas autoridades, en particular por el
Inspector del Trabajo del estado Zulia Carlos Ramírez MacGregor. Aún así, las
empresas no accedieron a considerar ninguno de los puntos planteados,
afianzadas en su absoluto control del poder. Ante esta postura, la huelga estalló
el 11 de noviembre de 1936. Las labores de mediación de Ramírez MacGregor
y del director de la Oficina Nacional del Trabajo, Tito Gutiérrez Alfaro,
fracasaron totalmente ante la intransigencia de las multinacionales. Por otra
parte, ya Venezuela era demasiado dependiente del ingreso petrolero, debido a
lo cual, después de treinta y siete días, la huelga finalizó el 24 de enero de
242

1937. No obstante, una faceta importante de este conflicto es resaltado por


Urbaneja (2004) cuando acota que:

Si bien el desenlace de la huelga en sí mismo fue una derrota para los


huelguistas, en una perspectiva de largo plazo la evaluación de ese hecho ha
de ser muy diferente. Por una parte, lo prolongado de una huelga hecha
contra tan poderosas compañías, y el respaldo que los trabajadores
obtuvieron de la opinión pública, revelaron un alto potencial de desarrollo para
la organización del movimiento sindical. Por otro lado, se confirmó en el
gobierno la necesidad de poner en práctica políticas que atendieran las
condiciones sociales del país. Fue una derrota, pero también un hito y un
punto de arranque que quedaría grabado en la memoria del movimiento
sindical venezolano. (pp. 58-59).

Todos los elementos descritos, la formación eventual de los grandes partidos


políticos y el desarrollo del movimiento sindical, son lo que dieron origen a los
grandes actores que, del lado del Estado, intervendrán en el conflicto inherente
entre éste y las grandes empresas multinacionales. Serán estas instituciones
las que irán decantando el balance de poder de dichas empresas hacia el lado
del gobierno.

6.3. LA LEY DE HIDROCARBUROS DE 1943:


Si hay algún período de relativa corta duración que se pueda considerar que
representa un cambio trascendental en el balance de poder del conflicto inherente
que existe entre el gobierno de un país poseedor de un recurso natural de valor
económico y las empresas autorizadas para su explotación es el que va en
Venezuela desde julio de 1942 a marzo de 1943. En esta última fecha, el día 13,
fue sancionada por el Congreso Nacional una nueva Ley de Hidrocarburos, que
fue publicada en el número 31 (Extraordinario) de la Gaceta Oficial (cf. Martínez,
1986; p. 117). Por otra parte, el 17 de julio de 1942 se había aprobado la primera
Ley del Impuesto sobre la Renta, que estaba prevista para entrar en vigencia el
primero de enero del siguiente año. Esta ley, fue el complemento fundamental
para llevar a cabo las modificaciones esenciales previstas por la nueva Ley de
243

Hidrocarburos. La Ley de Hidrocarburos de Venezuela del año 1943, constituye


uno de los documentos de mayor trascendencia en la historia del país y un hito de
indiscutible influencia en el ámbito petrolero mundial. Es un verdadero punto de
inflexión en el conflicto inherente entre las empresas concesionarias y el gobierno.
En efecto, Urbaneja (2004) califica a la mencionada ley como “una de las leyes
más importantes de toda la historia legislativa del país” (p. 68)

El proceso que condujo a la promulgación de esta ley, estuvo influenciado por un


complejo conjunto de circunstancias, no sólo en el medio interno, sino también en
el ámbito internacional. Todas estas circunstancias, dieron lugar a una variada
cantidad de conflictos secundarios, muchos de ellos también complejos, como lo
fueron igualmente las también múltiples negociaciones realizadas para su
resolución. Complejidad derivada de la prolongación en el tiempo de las
consecuencias de la ley, de la variedad y dinamismo de los tópicos asociados y de
la gran cantidad de actores involucrados.

6.3.1. La esencia de la Ley de Hidrocarburos de 1943:


La característica de mayor importancia de la Ley de Hidrocarburos de
Venezuela del año 1943, es el haber modificado de manera radical el concepto
de concesión. La figura de la concesión, había sido el fundamento del desarrollo
de la industria petrolera en todo el mundo fuera de los Estados Unidos, donde
prevalecía la ley de captura. Parra (2005) describe las características de dicha
figura jurídica en los siguientes términos:

Las concesiones en los países en vías de desarrollo variaban amplia y


significativamente en su contenido, pero todas ellas tenían una serie de
características en común:

— El gobierno le otorgaba a la compañía un derecho exclusivo para llevar a


cabo operaciones de exploración, desarrollo y producción de hidrocarburos en
un área definida por un período limitado de tiempo;

— La compañía adquiría la titularidad de los hidrocarburos y tenía casi


siempre la libertad de disponer de ellos sin ninguna restricción posterior;
244

— La compañía asumía los riesgos financieros y comerciales asociados a la


operación;

— La compañía acepta, en retorno, realizar ciertos pagos al gobierno


(bonificaciones al momento de la firma del otorgamiento, impuestos
superficiales, regalías, impuestos de producción, etc.); […] Generalmente, en
los países en desarrollo, particularmente en el Medio Oriente y en África (en
menor medida en Venezuela), el elemento contractual era ampliamente
preponderante hasta principios de la década de 1970, hasta el punto de llegar
a excluir completamente el elemento legislativo o regulatorio, así como la
jurisdicción de los tribunales locales.2 (p. 8-9).

Es decir, la concesión era simplemente un contrato de arrendamiento, mediante


el cual, un país otorgaba a un ente privado el derecho de explotación de un
área determinada por un período definido. El concesionario disponía libremente
del producto extraído de la concesión para su comercialización. Como
contraprestación, el gobierno recibía una serie de pagos previamente pautados.

La ley del ’43, al establecer que los beneficios derivados de la operación,


incluida la comercialización, debían ser compartidos entre la Nación y la
empresa explotadora de los recursos, transformó la concesión en un contrato
de asociación. La asociación entre el dueño del recurso, la Nación, y un socio
operador. Los beneficios de la operación en esta sociedad, se repartían de
acuerdo a una proporción previamente convenida. La forma de hacer efectiva la
mencionada proporción, era a través del impuesto sobre la renta, cuya ley había
sido recientemente aprobada. La tasa impositiva era fijada en un valor tal, que
la obligación de pago de la operadora resultara en una proporción de su
beneficio neto equivalente a la proporción preestablecida para el reparto de las
utilidades entre los socios. Esta idea la expresa claramente Yergin (1992)

De acuerdo a este concepto, las varias regalías e impuestos serían


aumentados hasta un punto en el cual la participación del gobierno sería
aproximadamente igual al beneficio neto de las compañías en Venezuela.
245

Ambos lados serían, en efecto, socios en partes iguales, dividiendo las rentas
por la mitad.2 (p. 435).

Es necesario hacer énfasis en el importante papel complementario de la Ley del


Impuesto sobre la Renta, que había sido recientemente promulgada, para
alcanzar la distribución de las utilidades previamente establecida. En palabras
de Urbaneja (2004):

La Ley de Hidrocarburos de 1943 […] establece explícitamente que el Estado


venezolano tiene la potestad de fijar los impuestos que han de pagar las
compañías. Esto debido a que la nueva ley somete a las compañías a pagar el
impuesto sobre la renta, impuesto cuyo nivel en último término lo fija el
Estado. (p. 69).

Esta fijación unilateral de la tasa del impuesto sobre la renta por parte del
Estado, fue lo que permitió, de allí en adelante, que Venezuela fuese
decantando gradualmente a su favor la participación en el negocio de su
petróleo. Un importante paso en la migración del balance de poder entre las
partes de este conflicto inherente en el largo plazo. Se cumpliría así la ley que
establece que, una vez fijados los compromisos iniciales, el balance de poder
en el conflicto inherente entre el Estado y las empresas operadoras, va
migrando paulatinamente hacia el primero. A medida que transcurre el tiempo,
las empresas concesionarias, al haber comprometido cada vez una mayor
cantidad de recursos para llevar a cabo su actividad operacional, ven variar
irremediablemente los términos originales del compromiso. Tugwell (1975) en
este sentido afirma que:

Con el tiempo, las compañías operadoras son vulnerables a demandas de


cambio en la distribución de las ganancias entre ellas y el estado. En cierta
forma se han convertido en cautivas de los acuerdos; ya han tomado sus
propios riesgos y han invertido capital en los proyectos. Gradualmente, los
términos de negociación tienden a migrar a favor del gobierno, y es cada vez
más probable que el gobierno solicite —y las empresas tengan que aceptar—
una mayor participación en las ganacias.2 (p. 14)
246

Con la creación del Servicio Técnico de Hidrocarburos por parte del ministro
Gumersindo Torres en 1930, Venezuela había alcanzado el control de los
volúmenes de producción extraídos en el país. Ahora, las sucesivas
modificaciones que posteriormente sufrió la Ley del Impuesto sobre la Renta,
fueron el vehículo para determinar el monto de los pagos que debían efectuar
las empresas. Este concepto serviría también más adelante como soporte a la
fijación unilateral por parte del Estado de los valores de referencia a los fines de
dicho Impuesto sobre la Renta el 17 de diciembre de 1970 (cf. Martínez, 1986;
p. 239). Con ello se alcanzaría el control de ambos términos de la ecuación, por
una parte los volúmenes producidos, y por otra, el monto de los pagos y el
patrón de referencia para los mismos. Del mismo modo, el concepto de
reversión que aparecería años más tarde de manera explícita y efectiva, se
basó en la misma noción. Ninguna de estas acciones hubiera sido posible bajo
el concepto de concesión prevaleciente antes de 1943. Nuevamente, según
Urbaneja (2004):

A partir de la decisión aquella por la cual el Estado es el propietario de los


yacimientos y es además el único que puede compartir ganancias con las
compañías explotadoras, se desarrolla una dinámica inevitable, por la cual el
Estado tratará de buscar una participación siempre mayor en las ganancias
que produzca la explotación del petróleo. (p. 68).

Finalmente, es necesario considerar otro aspecto importante de la Ley de


Hidrocarburos de Venezuela de 1943 de cara al futuro. Se trata de la
obligatoriedad por parte de las empresas concesionarias de construir refinerías
en el territorio nacional y que conduciría, eventualmente, a la construcción de
todas las refinerías existentes actualmente en el país.

6.3.2. Aspectos accidentales de la Ley de Hidrocarburos de 1943:


La Ley de Hidrocarburos de 1943, introdujo además otra serie de elementos,
aunque de carácter secundario si se les compara con la ya mencionada
247

característica esencial. Desde el punto de vista administrativo, la ley permitió


uniformizar el manejo de la gran cantidad de concesiones existentes en ese
momento. Hasta entonces cada una de esas concesiones estaba sujeta a un
régimen legal propio, tanto en su duración como con relación a los pagos que el
operador había convenido en efectuar. Como menciona Urbaneja (2004), “no
disponía el Estado de una facultad impositiva general y automática sobre las
ganancias que las compañías obtuviesen. […] la situación jurídica de las
concesiones petroleras variaba entre una y otra” (p. 69). La ley estableció un
solo patrón para todas las concesiones incluyendo, como veremos, su fecha de
caducidad e incluso el valor mínimo de la Regalía, que fue establecido en un 16
2/3 % del volumen producido o su valor equivalente. Esto facilitaba tanto la
labor administrativa del Estado, como el manejo operacional por parte de las
compañías operadoras. La ley igualmente ampliaba las facultades de
supervisión técnica por parte del gobierno, establecía el principio de promover
la refinación en el país y consideraba la posibilidad de beneficios derivados de
otras sustancias con valor comercial asociadas al petróleo.

En aquel momento, sin embargo, hubo un aspecto secundario al que se le dio


mayor importancia que al atributo esencial de la ley y que fue causa de una
profunda polémica. Se trata del debate que se desarrolló con relación a si con la
misma se había logrado o no la participación a partes iguales entre las
empresas y el estado, el conocido como “principio del fifty-fifty”. Según indica
Yergin (1992) “La ley propuesta fue criticada por miembros de Acción
Democrática […] Ellos alegaban que la ley tal como estaba escrita resultaría en
una división bastante por debajo del fifty-fifty para Venezuela2” (p.435). Esta
disputa, dio origen a los conflictos más importantes en el ámbito interno de
Venezuela para la época. El mencionado debate, dejaba de lado la idea de que
la mencionada distribución de las ganancias era sólo el reflejo de la nueva
naturaleza de las relaciones entre las empresas concesionarias y el gobierno.
Distribución que, por otra parte, podía alterarse con el tiempo como de hecho
sucedió. Según Rodríguez Eraso (2011) “al momento de la nacionalización
algunas de las operadoras ya ‘estaban en rojo’ y se mantenían en operación
248

ante la esperanza de llegar a algún acuerdo que les permitiera mejorar su


posición, o recibir algún tipo de compensación”. 47

En parte, la polémica fue originada, o al menos se hizo posible, debido a un


conjunto de elementos ambiguos dentro de la misma ley, derivados de la
variedad de gravámenes y el carácter contingente de muchos de ellos. Como
suele suceder en este tipo de situaciones, es muy difícil establecer, sobre todo
a posteriori, la proporción exacta de la distribución de los mencionados
beneficios. En la siguiente cita, tomada de Spósito Jiménez (1989), nos hemos
permitido resaltar en negrilla los términos que poseían el mencionado carácter
contingente:

Entre las más importantes modificaciones contenidas en la ley del ’43


se destacan las siguientes: […]

1) Se sustituye el derecho de los concesionarios al beneficio de exoneración


de impuestos de importación por la facultad que se atribuye al Ejecutivo
para acordar, según su prudente arbitrio, exoneraciones parciales o
totales de derechos de importación de los bienes que necesitaran
introducir al país los concesionarios […]

2) En vista de que es frecuente la presencia en el petróleo de sustancias que


no son hidrocarburos, pero que en ocasiones resultan útiles y provocan un
aumento en el precio del petróleo, se establece que sobre este excedente
en el precio, el concesionario deberá pagar un impuesto del 16 2/3 %. Si el
concesionario decide extraer dichas sustancias, la industrialización y
aprovechamiento comercial de las mismas, así como la participación
de la Nación, se fijarán por convenio celebrado con el Ministro del
ramo […]

3) Se establece expresamente en la ley que el Ejecutivo podrá estipular


con el que solicite cualquiera de las concesiones a que ella se refiere,
ventajas especiales para la Nación, y que estas podrán constituir, entre

47
Guillermo Rodríguez Eraso, comunicación personal el 29/04/2011.
249

otras, en el aumento convencional de las contribuciones […] (pp. 18-408


a 18- 411).

Como hemos dicho, es imposible a estas alturas, afirmar cuáles fueron


realmente las proporciones que estableció la ley de 1943 al momento de su
promulgación. Por otra parte, cuando Acción Democrática llega al poder en el
trienio 1945-1948, se promulga la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1948, en
ella, según Spósito Jiménez (1989), “se establece el denominado impuesto
adicional, que gravaba especialmente los ingresos de las industrias minera y
petrolera con la finalidad de garantizar al Estado una participación no menor del
50 %” (p. 18-416). Siendo estrictamente objetivos, sólo caben dos opciones.
Puede que sea cierto que la ley no alcanzó originalmente el cincuenta por
ciento de los beneficios para la Nación. En ese caso, tal vez fue la reforma a la
Ley del Impuesto sobre la Renta de 1948 la que lo consiguió. Por otra parte, si
la deseada proporción se alcanzó con la ley original, la reforma de 1948,
durante el gobierno de Acción Democrática, lo que realmente hizo fue superar
esa proporción en beneficio de la Nación. En cualquiera de los dos casos, se
habría dado el primer paso hacia esa migración del balance de poder entre los
gobiernos y las empresas de la que hemos venido hablando.

No obstante, es importante resaltar que, a pesar del carácter secundario que la


noción del fifty-fifty tenía dentro de la ley de 1943, la misma mostró poseer una
enorme trascendencia incluso en el ámbito mundial. El concepto del fifty-fifty
sería, años después, la referencia para los países del Medio Oriente en sus
reivindicaciones por lograr un mayor control sobre el producto de la
comercialización de sus recursos. No podemos dejar de insistir, sin embargo,
que todo esto era sólo una consecuencia del cambio conceptual que en la
noción de concesión, había introducido en Venezuela la ley de 1943.
250

6.3.3. El quid pro quo de toda negociación:


En las negociaciones asociadas a conflictos complejos, es posible alcanzar
también soluciones integradoras y apartarse del simple esquema distributivo de
negociación. Más aún, la gran cantidad de tópicos y actores, así como su
extensión en el tiempo, brindan la posibilidad de conseguir los contrastes de
valoración necesarios para integrar los procesos de negociación. No hay que
olvidar, que en buena medida, independientemente de la complejidad del
conflicto o los conflictos asociados, llegar a soluciones integradoras es siempre
un proceso complejo y que requiere de creatividad y del ejercicio de la empatía.

Dentro de la enorme trascendencia y complejidad de la Ley de Hidrocarburos


de Venezuela del año 1943, es innegable que en dicho proceso se llegó a lo
más cercano que se puede llegar, en una negociación de esta complejidad, a
un esquema de tipo integrador. Todas las partes lograron satisfacer aquellos
intereses que más apreciaban, a cambio de tópicos de los cuales podían
prescindir, los cuales eran, a su vez, los de mayor importancia para los otros
actores. Estos, por su parte, habían cedido en puntos que consideraban de
importancia secundaria a cambio de lo que recibían 48.

El proceso como un todo, por una parte, fue un acto que, sin caer en
afirmaciones demagógicas y populistas, cabe calificar como de afirmación
nacionalista, sobre todo tomando en cuenta sus repercusiones futuras. Para
ello, el gobierno de Medina tuvo que satisfacer algunas necesidades
importantes de las concesionarias operadoras. La más importante de estas
acciones fue, sin lugar a dudas, la extensión por cuarenta años de la vigencia
de dichas concesiones. Sin importar su fecha de caducidad en esos momentos,
todas las concesiones pasaron a prescribir en 1983, esa acción, además, formó

48
Este intercambio de “bienes” que las distintas partes valoran de manera diferente, es la base de la
llamada negociación integradora. Este esquema de negociación, se contrapone a la llamada
negociación distributiva. Esta última tiene un carácter absolutamente competitivo. Cada una de las
partes, trata de maximizar su propio beneficio prescindiendo de las necesidades o los intereses de las
demás partes involucradas.
251

parte de la uniformización de las condiciones jurídicas de las concesiones. Para


las empresas, ceder una parte importante de sus beneficios, era una situación
análoga a la de un comerciante que sacrifica parte de su porcentaje de
ganancias a cambio de incrementar su volumen de ventas. La extensión de la
vigencia de las concesiones aceptando los términos de la nueva ley, significaba
para las empresas, la garantía de continuar operando el negocio durante el
importante lapso de cuarenta años adicionales, aun cuando fuese con un
margen menor. De este modo, ambas partes lograban satisfacer el interés al
que concedían mayor valor, a cambio de una concesión para ellos de carácter
secundario.

Es muy fácil, calificar de “entreguista” a la ley de 1943 por haberse prorrogado


el lapso de prescripción de las concesiones, olvidando su potencialidad futura
basada en el cambio radical del concepto de concesión. No se puede ignorar
tampoco que, además, la continuidad de las operaciones representaba también
un beneficio para Venezuela, sobre todo en una época en la que parecía
evidente que no existía aún la capacidad para manejar la industria de manera
autónoma. Cinco años antes, en México, había culminado un proceso de
deterioro, iniciado en los años veinte, al nacionalizar totalmente su industria
expropiando a las compañías extranjeras y tratando de operar por su propia
cuenta. En el caso de Venezuela las organizaciones expertas en la operación
continuarían llevándola a cabo. Estas organizaciones eran, de paso, quienes
debían pagar todos los gravámenes previstos por la nueva ley. Evidentemente
existía una ventaja, tanto operacional como financiera.

Por otra parte, pudiera también argumentarse que la decisión de promulgar una
nueva ley en Venezuela, no es comparable con las nacionalizaciones ocurridas
en México cinco años antes y en Irán ocho años después. La nacionalización de
la industria en estos dos países, se puede argumentar, significó la toma del
control absoluto de las respectivas industrias de esas naciones. El tiempo nos
permite comparar los resultados que se derivaron de los dos tipos de
decisiones. En Venezuela, se mantuvo la continuidad operacional que
252

garantizaba unos ingresos para el fisco, con la posibilidad de que los mismos se
incrementaran en el futuro, alterando, así, a favor de la Nación, el balance de
poder con relación a las empresas. En el caso de México, significó el último
eslabón de una crisis que se venía desarrollando en la industria de ese país, y
de la que no se recuperaría hasta los años setenta gracias a los nuevos
descubrimientos en el golfo de Campeche. En el caso de Irán las
consecuencias fueron mucho más profundas. La nacionalización dio lugar a una
violenta reacción por parte de los Estados Unidos e Inglaterra que produjo una
profunda crisis política en el país persa. En última instancia, la verificación de
los resultados de esas decisiones, pareciera apuntar hacia un principio básico
de los procesos de negociación a cualquier nivel: por lo general, las posiciones
radicales, no sólo dificultan el entendimiento, sino —lo que es peor— terminan
perjudicando los intereses más preciados de aquellos que las mantienen.

6.3.4. El entorno y la influencia de terceros:


A pesar de lo dicho anteriormente, no deja de llamar la atención, que en una
época en la cual el mercado petrolero estaba aún controlado por las empresas
multinacionales, Venezuela haya logrado aprobar la Ley de Hidrocarburos sin
mayores consecuencias. No cabe ignorar en ese sentido, los hechos ya
mencionados de las nacionalizaciones de la industria en México e Irán. En el
primero de estos países, el 18 de marzo de 1938, el Presidente Lázaro
Cárdenas había decretado la nacionalización de la industria. Las represalias
contra esta medida, en todo caso vinieron a agravar la crisis de la industria
petrolera mexicana que se venía desarrollando debido al clima político
generado por la revolución mexicana. Desde ese momento, la desinversión
extranjera provoca una marcada declinación. La actitud de los Estados Unidos y
de la Gran Bretaña ante este conflicto, fue notoriamente contrastante. Por una
parte, el gobierno británico apoyó a las empresas del grupo Royal Dutch Shell
para imponer un boicot a la producción del país. En marcado contraste, la
política exterior de los Estados Unidos, descansaba en esos momentos en la
llamada “Política del Buen Vecino” del presidente Franklin D. Roosevelt. El
253

gobierno americano convenció a las empresas estadounidenses para que


moderaran su reacción. Además según afirma Pazos (1993):

En 1938 (Cárdenas estatiza) las compañías petroleras, en su mayoría (75 %)


anglo-holandesas. Recibe apoyo económico y moral del gobierno
norteamericano de Roosevelt, donde las compañías petroleras atraviesan por
una fuerte crisis debida a la recesión de los Estados Unidos y la
sobreproducción mundial de petróleo. (p. 127) […] El decreto expropiatorio,
según Vasconcelos 49, fue sometido para su aprobación antes de ser dado a
conocer públicamente en México, al Presidente Roosevelt de los Estados
Unidos. […] Existen pruebas documentales en la biblioteca del Congreso de
los EUA, (de) cheques del gobierno de Roosevelt al de Cárdenas, que
demuestran la ayuda y el apoyo de EUA para la expropiación. De competidor
petrolero, México se convirtió en cliente de los Estados Unidos. El sector
petrolero mexicano pasó a depender técnica y financieramente de los EUA.
(p. 129).

En aquel momento la ayuda norteamericana no pudo ir más allá. Para los


Estados Unidos era imposible absorber la producción de su vecino del sur. El
país era energéticamente autosuficiente, contando además en ese momento,
con una baja demanda debido a la depresión económica de los años treinta. En
los mercados internacionales, por otra parte, existía aún la situación de
sobreproducción que había dado origen al acuerdo de Achnacarry.

De naturaleza radicalmente distinta fue la crisis provocada por la


nacionalización de la industria petrolera en Irán en el año 1951. El hecho más
relevante del marco de referencia en el cual se desarrolla esta crisis, es el final
de la segunda guerra mundial seis años antes. Una de las potencias
vencedoras, la Unión Soviética, se había integrado al bando vencedor apenas

49
Se refiere a José Vasconcelos (1881-1959). Filósofo, escritor y educador mexicano.
254

en 1941 50. Como resultado del nuevo escenario mundial al final de la guerra, se
desarrolló una situación de extremada tensión, tanto militar como política, entre
los Estados Unidos y la Unión Soviética que es el episodio conocido como “la
guerra fría”.

Dentro de esta situación de tensión, en octubre de 1949 se produce el triunfo de


la revolución comunista en China. De inmediato, en junio de 1950, la República
Popular y Democrática de Corea (Corea del Norte) invade a la República de
Corea (Corea del Sur) 51 con el apoyo de la recién constituida República Popular
China y la ayuda militar de la Unión Soviética. Los Estados Unidos, deciden a
su vez intervenir como parte de su política de contención. La guerra de Corea
representaba, dentro del escenario de la guerra fría, una primera confrontación
armada.

50
La Unión Soviética, entra a participar en el conflicto bélico en junio de 1941 a raíz de la invasión
alemana a ese país. Cabe preguntarse ¿por qué tan tarde? Para ello hay que conocer que
previamente, el 23 de agosto de 1939, ambas naciones habían suscrito el “Tratado de no agresión
entre el Tercer Reich y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”, firmado por los Ministros de
Asuntos Exteriores de ambos países, Joachim von Ribbentrop y Viacheslav Molotov, conocido por ello
coloquialmente, como Pacto Ribbentrop-Mólotov. Una semana después, el primero de septiembre,
Alemania invade Polonia dando inicio a la segunda guerra mundial y el día 17 de septiembre, la Unión
Soviética invade también Polonia por el este. Esto condujo a la firma de un nuevo pacto. El “Tratado
Germano-Soviético de Amistad, Cooperación y Demarcación” (resaltado nuestro por lo significativo
del término luego de la invasión a Polonia por parte de los dos países… ¿Qué es lo que había que
demarcar?). Este tratado fue firmado el 28 de septiembre de 1939. Este fue el pacto que Alemania
desconoció al invadir a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941.
51
La división de la Península de Corea en dos estados nacionales separados fue el fruto de la división
llevada a cabo después de la derrota de Japón en la segunda guerra mundial. Tropas
o
norteamericanas ocuparon la porción al sur del paralelo de 38 de latitud norte y las fuerzas soviéticas
lo hicieron en la porción norte. En 1948 se intentó realizar elecciones en toda la península, pero dicho
esfuerzo fracasó. Esto exacerbó las diferencias entre ambos territorios. Se constituyeron así dos
países separados no sólo geográfica, sino también ideológicamente.
255

Para ese momento, el Medio Oriente cuenta ya con una importante producción
y existe una creciente presión para el logro de reivindicaciones nacionalistas
que afectan, principalmente, a la industria del petróleo. En ese momento, en
1951, Irán, uno de los más importantes suplidores de occidente y con una
extensa frontera común con la Unión Soviética, toma la decisión de nacionalizar
su industria petrolera bajo el gobierno del Primer Ministro Mohammed
Mossadegh. Su potencial incorporación al bloque soviético, representaba una
seria amenaza para el equilibrio de poder entre las grandes potencias. La
producción de Iran estaba, por otra parte, en manos de la Anglo Iranian Oil
Company, el nuevo nombre de la emblemática Anglo Persian, cuya propiedad
para la corona británica, el Lord del Almirantazgo británico Sir Winston Churchil,
había logrado en 1914. ¡Todo un ícono! Esta empresa, sin embargo, había
generado un fuerte sentimiento anti británico una de cuyas razones explica
Yergin (1991):

El gobierno británico recibía más por concepto de impuestos de la Anglo-


Iranian que Irán en regalías. Para agravar las cosas aún más, una parte
sustancial de los dividendos de la compañía iban a su propietario mayoritario,
el gobierno británico, y se rumoraba que Anglo-Iranian le vendía petróleo a la
armada británica a un descuento sustancial2 (p. 451-452).

Bajo este escenario, llega a la presidencia de los Estados Unidos en 1953


Dwight D. Eisenhower, quien promulga la doctrina que lleva su nombre, y que
según Kissinger (1994), definía que “Los intereses vitales de los Estados
Unidos son universales, abarcando ambos hemisferios y cada continente”2 (p.
549). Eisenhower era un hombre de acción, ex Comandante en Jefe de las
Fuerzas Aliadas en Europa durante la segunda guerra mundial, y de inmediato
decide apoyar a la Gran Bretaña. En agosto de 1953, el Primer Ministro
Mossadegh es derrocado por un golpe de Estado resultante del proyecto
secreto TPAjax, manejado por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados
Unidos, la CIA, y el Servicio Secreto británico. Depuesto Mossadegh, para llevar
nuevamente el petróleo iraní a los mercados, se propuso la creación de un
consorcio de compañías, mayormente estadounidenses, que operaran en lugar
256

de la Anglo-Iranian. Esta solución, sin embargo, estaba en abierta


contraposición con las políticas del Departamento de Justicia de los mismos
Estados Unidos. Yergin (1991) describe dicha situación de la siguiente manera:

Antes que la Jersey y otras compañías llevaran a cabo dicho esfuerzo […]
había otro obstáculo que superar. Se trataba de un asunto de extrema
torpeza: el gobierno de los EE. UU. estaba estructurando un enorme caso de
anti monopolio contra las principales compañías petroleras —precisamente las
mismas a las que se estaba tratando de estimular a formar un nuevo
consorcio para apoyar a Irán. El Departamento de Justicia una vez más
estaba activamente ocupado estructurando una demanda criminal contra esas
compañías por pertenecer a un “cartel internacional petrolero” y por
involucrarse exactamente en el tipo de relaciones comerciales que el
Departamento de Estado estaba ahora promoviendo para Irán.2 (p. 472).

Lo fundamental de toda esta situación lo resume Fronjosa (2013):

El mundo industrializado se había hecho cada vez más dependiente de los


combustibles fósiles. Cualquier evento que pusiera en peligro el control, ya de
por sí bastante frágil, del suministro de petróleo hacia las economías
industriales de Europa occidental y los Estados Unidos era simplemente
inadmisible. Menos aun cuando, como parte de la política de contención, se
estaba desarrollando una guerra en la Península de Corea. Atrás habían
quedado los días de la “política del buen vecino”, que si bien estaba orientada
solamente hacia los países de Latinoamérica, reflejaba el talante tendiente a
la conciliación del presidente Roosevelt de los Estados Unidos. (p. 199). […]
Se respiraba ya un clima que presagiaba una migración del control del
negocio de las grandes empresas transnacionales, “las siete hermanas”, hacia
los gobiernos de los países productores. Migración de poder que
eventualmente culminará en 1960 con la fundación de la OPEP. (p. 196).

Sin embargo, el elemento más trascendental del entorno, lo constituye el hecho


de que la Ley de Hidrocarburos de Venezuela del año 1943 se promulga en el
momento en el que la segunda guerra mundial se encuentra en pleno
desarrollo. En ese momento, Venezuela era el único suplidor, aparte de la
257

producción doméstica de los mismos Estados Unidos, capaz de soportar el


esfuerzo bélico de los aliados frente a las potencias del eje. La producción de
México había caído dramáticamente y la del Medio Oriente era aún
prácticamente nula, Indonesia se encontraba a gran distancia y las operaciones
de transporte resultaban sumamente vulnerables y Rusia se encontraba en
pleno escenario bélico.

Al comenzar la guerra en el año 1939, Venezuela producía ya cerca de medio


millón de barriles diarios. La importancia estratégica de esta producción, hacía
desaconsejable distraer la atención del esfuerzo bélico hacia otros temas, tales
como la promulgación de una nueva Ley de Hidrocarburos. Adicionalmente,
hace notar nuevamente Fronjosa (2013) que

La relevancia de la producción venezolana no se debía sólo a la disponibilidad


de volúmenes sustanciales de crudo, sino también a la calidad de algunos de
ellos. Vale la pena mencionar dos casos emblemáticos en este sentido: el del
crudo producido del campo Jusepín en el estado Monagas y la segregación
TJ-102 proveniente del Lago de Maracaibo. El primero de ellos, al ser
sometido al proceso de refinación, producía un porcentaje excepcionalmente
alto nada menos que de gasolina de aviación 52. El segundo, era un crudo
conocido como low pour (bajo punto de fluidez) 53, propiedad que hace a este
tipo de crudos particularmente adecuados para la elaboración de lubricantes.
(p. 203).

Finalmente, no cabe olvidar la influencia de terceros en este tipo de procesos.


Con relación a este punto, vale la pena llamar la atención acerca de un tema

52
Wolf Petzall (comunicaciones personales) (entre el 13 de noviembre y el 18 de diciembre de 2010).
53
El punto de fluidez o punto de escurrimiento, es la temperatura a la cual un líquido,
particularmente los aceites, dejan de fluir como un líquido. En los aceites en general, el paso del
estado líquido al sólido es gradual en un rango de temperaturas bastante amplio, en el cual va
aumentando su viscosidad y por tanto su dificultad para fluir como un líquido. La fluidez con valores
considerables de viscosidad, es una propiedad fundamental de los lubricantes que les permite la
formación de una película sobre las piezas que requieren lubricación.
258

sobre el cual tienden a hacerse generalizaciones simplistas. Se trata de las


políticas del gobierno de los Estados Unidos y sus relaciones con las empresas
de ese país. Suele pensarse que existe una plena y permanente identificación
entre dichas políticas y los intereses de esas compañías. Eso no siempre es
así. Quizás el ejemplo más notorio fue todo el proceso de presiones contra la
Standard Oil que se inicia desde principios del siglo veinte y que culmina con el
fallo de la Corte Suprema que obliga a la disolución del Trust en mayo de 1911.
Otro ejemplo, tal vez menos conocido, fueron los efectos de la “política del buen
vecino” del presidente Franklin D. Roosevelt, uno de los cuales fue su
contribución como factor de equilibrio entre las empresas petroleras
norteamericanas y los gobiernos de los países latinoamericanos.
Concretamente, en México, en el año 1938 y posteriormente en Venezuela en
1943. Rivas (s/f) se refiere a esta circunstancia de la siguiente manera:

La crisis económica de 1929, de honda repercusión en la economía


norteamericana, y el temor a una nueva guerra mundial, temores fatalmente
cumplidos, que llevaron a Roosevelt a buscar proteger o promover un plan de
defensa de las economías latinoamericanas, fuente de materias primas que
garantizaban la subsistencia de la economía americana. (p. 205).

Urbaneja (2004) menciona que “de todos modos, las compañías hicieron cuanto
estuvo a su alcance para impedir la aprobación de la ley” (p. 70). Tal vez
comprendían, o intuían, las implicaciones que en el largo plazo se derivaban de
la nueva relación con el gobierno derivado de la nueva noción de concesión. Sin
embargo, la guerra había incrementado notablemente la posición negociadora
de Venezuela. Es el mismo Urbaneja (2004) quien indica que:

La circunstancia de encontrarse Estados Unidos en plena Segunda Guerra


Mundial vino en ayuda del gobierno venezolano. El mismo presidente
Roosevelt pidió a las compañías no seguir oponiendo resistencia a un
gobierno que no daba muestras de ceder y que se sentía fuertemente
respaldado en su posición, para no poner en riesgo el suministro de petróleo
procedente de nuestro país, que era vital para la maquinaria bélica
norteamericana. (p. 70).
259

Muy probablemente, el presidente Roosevelt les hizo ver a las empresas que,
después de la muerte de Gómez, Venezuela se encontraba en un proceso de
transición política. Que esto ocurría en un mundo en el que comenzaban a
aparecer tendencias de nacionalismo económico que en el país eran
secundadas por partidos como Acción Democrática. Bajo estas circunstancias,
y en un estado de guerra, lo razonable parecía ser aceptar las condiciones de la
nueva ley y contar con el crudo venezolano en un clima de estabilidad política.
Tal vez, incluso es probable que el mismo Roosevelt les haya hecho ver la
situación ya mencionada, de que una reducción en los beneficios netos se
compensaba con la posibilidad de operar durante cuarenta años más.

También es posible que la firmeza del presidente Medina, en su intención de


aprobar la nueva legislación, haya ejercido influencia en la actitud del
Presidente de los Estados Unidos. Es probable que esta actitud del Presidente
de Venezuela haya llevado a Roosevelt a brindar la asesoría al gobierno
venezolano de un grupo de abogados norteamericanos. Martínez (1986)
describe así este hecho:

Noviembre (de 1942) Herbert Hoover hijo (hijo de su homónimo ex Presidente de


los Estados Unidos), A. A. Curtice y G. Ruby actúan de asesores y consejeros
del Gobierno Nacional en las discusiones con las compañías concesionarias,
respecto a las estipulaciones de la nueva Ley de Hidrocarburos […] 15 de
Noviembre (de 1942) El Presidente Medina Angarita reafirma en Maracaibo la
posición del Ejecutivo respecto a la revisión (en progreso) de la legislación
petrolera. El Presidente asegura que el Gobierno tratará de obtener más justa
participación en la explotación petrolera. (p. 116).

Por supuesto, una medida de este tipo fue duramente criticada por la oposición
política del presidente Medina. El ya citado Urbaneja (2004) indica que:

La oposición al gobierno encabezada por AD y teniendo como portavoz


principal en esto a Juan Pablo Pérez Alfonzo, denunció la ley como blanda y
complaciente […] Se afirmó que la ley había sido redactada con la
260

participación activa y decisiva de varios bufetes norteamericanos y de los


equipos de abogados de las mismas compañías. Lo primero era cierto, pero lo
segundo no. (p. 70).

Prueba de la resistencia presentada en principio por las empresas


concesionarias, lo constituye lo que describe Betancourt (1969):

En septiembre de 1942, la Standard Oil formalizó en esa fecha, ante el


Juzgado de 1a Instancia en lo Civil del Distrito Federal una demanda contra la
nación, por cobro de bolívares. Dos filiales suyas —la Compañía de Petróleo
Lago 54 (sic) y la Lago Petroleum Corporation— demandaron al Estado por el
reintegro de un millón y medio de bolívares. Se trataba de una incidencia (en
esos momentos y bajo esas circunstancias) en torno del viejo lio sobre el
artículo 49 de la Ley de Hidrocarburos del año 36. (p. 177).

En esos momentos, se producen unas declaraciones del Presidente de la


Creole, Harry H. Linam, en el diario El Universal, atacando el proyecto de ley.
Dentro de este marco, Linam solicita una entrevista con el presidente Medina.
Personas muy cercanas a testigos de los hechos,52 señalan que el Presidente
de la República convocó a Harry Linam a una reunión en la residencia
presidencial de La Quebradita. Linam llegó puntualmente, el edecán de Medina
le notificó que el Presidente estaba ocupándose de un asunto urgente, pero que
lo atendería en seguida. Ddespués de un lapso prudencial, Linam preguntó al
edecán si el presidente estaba todavía ocupado, la respuesta fue que lo
atendería en breve. Después de haber sucedido lo mismo en dos ocasiones
más, el Presidente de la Creole decidió retirarse, dejando dicho que cuando el
presidente Medina tuviera tiempo, que le avisaran. Este gesto fue considerado
como un desaire, y provocó que el Gobierno Nacional declarara a Linam
persona non grata. Harry Linam termino siendo el primero de dos presidentes

54
No existía una empresa con ese nombre. El autor se refiere posiblemente a la Standard Oil of
Venezuela que, junto con la Lago Petroleum Company, fueron incorporadas a la Creole Petroleum
Corporation.
261

de la Creole Petroleum Corporation que fue extrañado del país. El segundo,


como veremos a su debido tiempo, fue Harold Haight con ocasión de la
modificación del ISLR decretada por el Presidente Edgar Sanabria en 1958.
Este hecho, en cierta forma, tal vez demuestra la firmeza con la cual el
presidente Medina estaba dispuesto a seguir adelante con el proyecto. Gesto
que puede haber sido un elemento adicional para que el presidente Roosevelt
de los Estados Unidos se decidiera a mediar entre las empresas de ese país y
el gobierno venezolano. El hecho suscitó también una discusión en la Junta
directiva de Creole. Un grupo de los directores consideraba apropiada la actitud
de Linam, otros, pensaban que el Presidente de la empresa hubiera podido
sacar una ventaja negociadora por haber tenido que esperar tanto tiempo luego
de haber llegado puntualmente a la cita52.

6.3.5. A modo de conclusión sobre la Ley de hidrocarburos 1943:


La complejidad de la trama de negociaciones asociadas a la Ley de
Hidrocarburos de Venezuela del año 1943, representa un caso de estudio
individual de particular interés dentro del escenario multi caso de la historia de
la industria en Venezuela. El caso, pone de manifiesto una serie de factores
propios de los conflictos complejos y sus negociaciones asociadas. Por una
parte, los actores involucrados no eran individuos o grupos de estructura y
tamaño relativamente simples, se trataba de gobiernos de diferentes países y
de las organizaciones empresariales que eran los grandes consorcios
petroleros internacionales de la época. Por otra parte, cada una de estas
organizaciones, sobre todo los gobiernos, poseía una influencia distinta en
forma de poder político, económico y militar. Finalmente, sus posiciones tenían
un carácter sumamente dinámico, frente a un determinado problema, las
posiciones de estos grupos podían variar dependiendo de quienes fueran las
personas que ocuparan sus máximos niveles de decisión.

Sin embargo, existen en este caso dos hechos relevantes para el tema que nos
ocupa. Por una parte, se demuestra que, incluso en conflictos de muy alta
complejidad, es posible alcanzar un esquema de negociación integradora. Para
ello, por supuesto, hay que poner en juego los mismos elementos
262

fundamentales para este tipo de negociación, principalmente identificar


contrastes de valoración entre los elementos a los cuales las partes asignan
mayor importancia. Por otra parte, ahora ya en el contexto del conflicto
inherente entre las empresas y el gobierno, esta ley representó el punto de
inflexión entre dos etapas de la historia de la industria petrolera venezolana. El
país pasó de la que hemos llamado la etapa de la dependencia a aquella
donde, gracias precisamente a esta ley, se inicia la gradual migración del
balance de poder de las empresas concesionarias hacia el Estado venezolano.
Época que, como veremos a continuación, es sumamente rica en toda clase de
conflictos.

6.4. EL DESARROLLO DE LOS CONFLICTOS POSTERIORES:


Al principio de la presente sección, mencionábamos que durante esta etapa de la
historia de la industria petrolera en Venezuela se presentan, generalmente de
manera simultánea, una serie de conflictos complejos importantes. Conflictos, si
se quiere, de naturaleza distinta, pero que se influencian unos a otros y que, sobre
todo, de una manera u otra, forman parte del gran conflicto inherente propio de las
relaciones entre las empresas y el gobierno. Este conjunto de conflictos va
conformando la gradual migración del balance de poder de las primeras hacia el
segundo.

Lo que podemos considerar como el hilo conductor de todo este proceso son, en
un principio, las sucesivas reformas a la Ley del Impuesto sobre la Renta. En
algunos casos, simples modificaciones de una ley existente, en otros, la
derogación de una ley existente para substituirla por una nueva. Esta serie de
reformas, son las que permitieron que el Estado venezolano fuese incrementando
de manera paulatina su participación en los ingresos netos por concepto de la
comercialización del petróleo. Por otra parte, este largo periplo de reformas a la
Ley del Impuesto sobre la Renta, estuvo acompañado de un proceso de paulatino
control sobre las operaciones mismas de las empresas concesionarias. De hecho,
en un momento dado, la migración en el balance de poder pasa, más que de un
énfasis en la participación en las ganancias del negocio, a una injerencia cada vez
263

más directa en las operaciones mismas. Cada vez era mayor la cantidad y
precisión de la información operacional requerida de las empresas, así como las
nuevas regulaciones establecidas a dichas actividades por parte del gobierno.
Ejemplos de esta mayor injerencia operacional fueron: el establecimiento, en
diciembre de 1959, de la obligación de las diferentes empresas de unificar los
yacimientos que explotaban en común, la Ley de Reversión, de julio de 1971, y el
Decreto Presidencial 832, de diciembre de 1971.

Un hecho importante que vale la pena destacar, es que el mencionado control


sobre las operaciones de las empresas, fue sólo posible por contar el país, cada
vez más, con los recursos humanos necesarios para el ejercicio de las funciones
técnicas y administrativas requeridas para ello. Durante el período que nos ocupa,
se llevó a cabo un largo proceso de desarrollo de competencias, que contribuyó a
incrementar la capacidad técnica disponible en el país. Esto era indispensable, en
primer lugar, para los organismos de control, en particular el Ministerio de Minas e
Hidrocarburos (MMH). Paralelamente, se dio también un notable incremento en el
número de profesionales con la adecuada preparación en los cuadros técnicos y
administrativos de las empresas. Este fue el proceso de venezolanización del
personal de la industria, impulsado por diferentes organizaciones, en particular por
el Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV). Las empresas concesionarias, eran
cada vez más compañías filiales de una multinacional extranjera, operadas y
administradas, a nivel local, por personal autóctono. Al momento de la llamada
nacionalización de la industria, el porcentaje de la nómina de personal venezolano
en las empresas concesionarias, incluidos los miembros de sus juntas directivas,
se encontraba en el orden de más del noventa por ciento. 55. Es por esta razón
que, en sentido estricto, más que de una nacionalización de la industria petrolera
venezolana, parece más adecuado hablar de su estatización. Aparte de esto, hay
personas que defienden este calificativo en base al hecho de que la propiedad del
recurso siempre estuvo en manos de la Nación. El argumento fundamental de

55
Héctor Riquezes (comunicación personal) (2011, 7 de septiembre). Los datos del PODE, indican
que este porcentaje era del 96,5 %
264

estas personas es que no se nacionaliza aquello que ya es de la Nación 56. Huelga


decir, que tanto la injerencia cada vez mayor de los funcionarios gubernamentales
en las actividades de las empresas, como la incorporación de un número cada vez
mayor de venezolanos a la nómina de las mismas, fueron igualmente fuentes de
complejos conflictos.

El proceso de venezolanización de la industria petrolera como elemento


coadyuvante a la migración del balance de poder de las empresas hacia el Estado,
tuvo también unas raíces de tipo socio-cultural. Después de muerto el dictador
Juan Vicente Gómez, se llevó a cabo un proceso de marcada mejoría en la
educación venezolana a todos los niveles. Durante el gobierno de Medina, se
construyen una gran cantidad de obras de infraestructura educativa, escuelas y
liceos, a nivel nacional. En ese período y durante el trienio 1945-1948, se lleva a
cabo un proceso de intensa democratización de la educación que la hace
accesible a todos los estratos sociales. Dos hitos de particular importancia en este
sentido. En primer lugar, la fundación de la Escuela Técnica Industrial en el año
1937 para la formación de técnicos medios en diversas áreas, entre ellas la de
Petróleo y Minas. El otro hecho, fue la fundación en 1940, de la Escuela de
Geología de la Universidad Central de Venezuela.

Elementos coadyuvantes a este proceso de mejora en la calidad de la educación


en Venezuela, fueron los inmigrantes llegados al país al final de la década de los
treinta y principios de los cuarenta del siglo pasado. Destacan la gran cantidad de
ciudadanos de diferentes naciones europeas, particularmente judíos, huyendo del
régimen nazi de Adolfo Hitler y españoles republicanos al final de la guerra civil de
ese país con el triunfo de la dictadura de Francisco Franco. Entre este contingente
de inmigrantes, se destacaron brillantes personalidades que vinieron a enriquecer
el proceso de transformación de la educación en Venezuela a todos sus niveles.
Por otra parte, los hijos de estos inmigrantes fueron, junto con una gran cantidad
de jóvenes venezolanos de origen, los beneficiarios de este nuevo sistema

56
Francisco Gutiérrez (comunicación personal) (2012, 7 de agosto)
265

educativo. Estos jóvenes contribuyeron al enriquecimiento de la generación de


nuevos profesionales del país, algunos de ellos como parte de los cuadros del
MMH y de las empresas petroleras concesionarias.

De notable importancia fueron también los eventos de tipo político. La apertura al


libre juego democrático, interrumpida por dos episodios golpistas, en 1945 y 1948,
influyó, junto con los demás factores citados, al desarrollo de los conflictos de este
período. Dos conceptos importantes dentro del campo político, fueron, por una
parte, el desacuerdo con relación al tema de la conservación en contraposición a
la maximización de la renta, por otra, el principio de “no más concesiones”. Otro
efecto de la mencionada apertura al juego político, fue el comenzar a reconocerse
con claridad otro conflicto inherente propio de las sociedades poseedoras de un
recurso de alto valor comercial. Se trata del conflicto que se deriva del desacuerdo
entre maximizar la renta derivada de ese recurso, o facilitar el desarrollo de una
economía más diversificada. Una sociedad, tal vez con un menor PIB, pero con
una mayor diversificación económica y menos subordinada a los riesgos
asociados a ser un país dependiente de un solo producto. Una primera
manifestación de este conflicto se presentó en 1934 con el ya mencionado
Convenio Tinoco (p. 246). Este es el fenómeno conocido como “rentismo”, que
propicia un empoderamiento mayor del Estado con los consiguientes resultados
de clientelismo político, corrupción, e ineficiencia y en detrimento de una mayor
libertad y bienestar para los ciudadanos individuales. En el marco de este conflicto
inherente, parece darse también una tendencia general, sobre todo en los países
Latinoamericanos, orientada al incremento cada vez mayor de la influencia del
Estado rentista.

Dentro de esta compleja trama de acontecimientos, trataremos de seguir la


secuencia de estos grandes conflictos haciendo permanente referencia a su
ubicación cronológica, a su relación con el balance de poder en ese momento y
con los otros conflictos mayores. Estas referencias se ubicarán, como lo hemos
venido haciendo, dentro del contexto de los eventos de la industria petrolera en el
ámbito global.
266

El elemento clave para el inicio de este proceso fue, como hemos mencionado en
varias ocasiones, la trascendental Ley de Hidrocarburos de 1943, que se mantuvo
vigente hasta el 29 de agosto de 1975, cuando se promulga la Ley Orgánica que
reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, coloquialmente
conocida como la Ley de Nacionalización. En ese momento, cesa el régimen
concesionario, y el Estado venezolano asume totalmente el control de la industria.
Durante todo ese lapso, que va desde 1943 a 1975, la Ley de Hidrocarburos sólo
fue objeto de dos reformas parciales, una en 1955 y la otra en 1967. La primera de
ellas, aprobada el 20 de agosto de 1955, buscaba evitar el vicio que se había
generado de perforar pozos exploratorios fuera de las áreas de concesión bajo la
figura de perforaciones superficiales asociadas a levantamientos sismográficos. La
segunda, sancionada por el presidente Raúl Leoni el 7 de agosto de 1967,
incorporaba la posibilidad de que el Ministerio de Minas e Hidrocarburos o la CVP
negociaran contratos de servicios.

No sucedió lo mismo con la Ley del Impuesto sobre la Renta de 1942, puesto que
esta era precisamente el instrumento, dentro del marco de la ley de hidrocarburos,
para ir aumentando la participación de la Nación. Después de esa primera ley
publicada en la Gaceta Oficial número 20.851 el 17 de julio de 1942, se llevaron a
cabo reformas parciales de la misma en 1944 y 1946. La ley fue derogada, junto
con sus dos reformas, por una nueva ley en 1948, la cual fue, a su vez, derogada
por otra en 1955. En 1958 se aprobó una reforma a la ley de 1955, pero en
diciembre del mismo año la misma fue también derogada y reemplazada por una
nueva. Lo mismo sucedió en 1961, cuando fue reformada la ley de diciembre de
1958, para después ser derogarla por una nueva en 1966. A esta última, se le
modifican cinco artículos en 1970 y otros siete en 1974, y fue objeto de dos
reformas parciales en 1975 y 1976, para finalmente ser derogada junto con todas
sus reformas en 1978. La nueva ley de 1978 sufrió reformas parciales en 1981,
1986, 1991, 1993, 1994, 1995 y 1999, para finalmente ser derogada por la actual
ley vigente publicada en la Gaceta Oficial número 5.566, extraordinario, del 28 de
diciembre de 2001.
267

6.4.1. El trienio 1945 - 1948:


Como toda época de transición política, el gobierno de Medina, desde su
elección el 28 de abril de 1941, se vio acosado por fuertes presiones
provenientes de diferentes grupos que desarrollaron además una serie de
conflictos entre sí. Estaban, por una parte, las aspiraciones de López Contreras
de regresar a la presidencia al final del gobierno de Medina. Esta opción era
considerada por muchos, incluyendo al Presidente Medina, como un retroceso
hacia las estructuras gomecistas que se estaban tratando de superar. El
desacuerdo entre López Contreras y Medina derivó incluso en una profunda
enemistad personal entre ambos presidentes. El fondo de esta situación es
descrito por Urbaneja (2004) en los siguientes términos:

Con López estaban los grupos más conservadores del país, que veían con
reticencia las reformas políticas, económicas y sociales que había puesto y
quería seguir poniendo en práctica el grupo medinista. El medinismo quería
conservar el poder para continuar su camino. (p. 73).

Otro elemento de presión, era la urgencia por profundizar las reformas políticas
en el país, impulsada por los partidos de inspiración marxista recientemente
formados por los líderes de la generación del veintiocho. Principalmente Acción
Democrática (AD), fundado en septiembre de 1941, cinco meses después de
asumir Medina la Presidencia de la República. Igualmente, el Partido Comunista
de Venezuela (PCV), que vuelve a la legalidad en 1945, al eliminarse el inciso
sexto del artículo 32 de la Constitución de 1936 que, al igual que la de 1928,
proscribía y penalizaba la propaganda y actividades comunistas. Estos dos
partidos se disputaban además, el liderazgo de los movimientos sindicales en el
país. Acción Democrática extiende su organización por todo el país, agregando
a su militancia a los líderes de cada pueblo y caserío, e imprimiéndoles un
sentido de urgencia para la aprobación de una serie de reformas: el voto
universal, secreto y directo, el voto para la mujer y para los analfabetos y la
incorporación a la actividad política de las masas campesinas. El gobierno, por
su parte, está en buena medida limitado en su acción por la aún marcada
268

influencia de los intereses preestablecidos. La fundación de un partido oficialista


en septiembre de 1943, el Partido Democrático Venezolano (PDV), integrado
por un notable grupo de personalidades de reconocida talla intelectual, no fue
capaz sin embargo de detener el arrollador empuje de AD.

Un grupo de muy marcada influencia, fue el de la joven oficialidad de las


fuerzas armadas. Este grupo, tenía una formación más académica, adquirida en
la nueva Escuela Militar de Venezuela. Muchos de ellos, con estudios
complementarios en la prestigiosa academia militar de Chorrillos en Perú, cuna,
por otra parte, de las logias militares sudamericanas, de las cuales salieron los
dictadores militares de América Latina de los años cuarenta y cincuenta. Este
grupo de jóvenes militares, para comenzar, se sentían humillados y relegados
por las viejas generaciones de generales “chopo e’ piedra”, con mucha menos
preparación que ellos. Por otra parte, se sentían llamados a cumplir, con
expresión de sofisticado caudillismo militar, su “destino histórico”. De nuevo
Urbaneja (2004) sintetiza toda esta situación de la siguiente manera:

Así pues, el cuadro planteado tenía los siguientes componentes: un gobierno


decidido a conservar el poder y mantener en vigencia su versión de la forma
en que el país debía ser transformado; un partido emergente con bandera,
como la del sufragio universal, de gran penetración, sobre todo en los sectores
populares y rurales en los cuales su influencia se expandía con rapidez; un
grupo de oficiales descontentos y conspiradores; y un ex-Presidente, antiguo
sostén del sistema vigente, aspirando volver al poder, con el apoyo de los
sectores conservadores del país. (p. 76).

El desenlace de toda esta situación, luego de una serie de acontecimientos


políticos que están fuera del objetivo del presente trabajo, fue el golpe de
Estado del 18 de octubre de 1945. El grupo de jóvenes oficiales, agrupados
bajo la Unión Patriótica Militar, aliados a la dirigencia de Acción Democrática,
derrocaron al Presidente Isaías Medina Angarita. Una vez más, la simbiosis
entre un grupo de militares apoyando a un grupo político para encubrir sus
intenciones de establecer una dictadura militar, y el grupo político, que se vale
269

del poder de las armas, a fin de acceder al gobierno. El país fue gobernado por
una Junta Revolucionaria, presidida por Rómulo Betancourt, hasta el 15 de
febrero de 1948, cuando asume la presidencia Rómulo Gallegos, ganador de
las elecciones del 17 de diciembre de 1947. El Presidente Gallegos sería
derrocado nueve meses después, el 24 de noviembre de 1948, por los mismos
militares que habían apoyado la asonada contra Medina el 18 de octubre de
1945.

A pesar de las fuertes críticas que en el momento de su promulgación formuló


el partido Acción Democrática contra la Ley de Hidrocarburos de 1943, la
misma permaneció vigente durante el período 1945 – 1948, como tácito
reconocimiento a su valor de intrínseco. Lo único que hizo la Junta
Revolucionaria fue, a través de la Asamblea Nacional Constituyente en
funciones legislativas, aprobar una reforma a su instrumento, la Ley del
Impuesto sobre la Renta. En ningún momento la Junta Revolucionaria pensó, a
pesar de su discurso orientado a cambios radicales, en acciones más extremas
ni antes ni después de acceder al gobierno. Betancourt (1969), sin duda la
figura más representativa de la Junta Revolucionaria, explica que:

Teníamos conocimiento del problema, (de la política petrolera) fórmulas


concretas para abordarlo y decisión de rectificar, de una vez por todas, el
rumbo entreguista, o vacilante, que siempre habían adoptado los gobiernos
venezolanos ante los consorcios del petróleo. (p. 281) […] (pero) Esa “acción”
la orientamos por caminos realistas definidos. Nunca habíamos coqueteado
con la idea de una posible nacionalización por decreto de la industria, y nadie
pudo enrostrarnos inconsistencia porque reconociéramos la validez de la Ley
de Hidrocarburos entonces vigente y de las concesiones otorgadas bajo su
imperio. (p. 282).

Se evidencia así, que nunca hubo realmente un conflicto con relación a la ley de
1943 excepto en elementos accidentales tales como si se había logrado o no la
distribución del fifty-fifty en el reparto de los beneficios. Cosa que, en caso de
ser cierta, podía subsanarse fácilmente a través de la ley del ISLR. De nuevo
270

resulta evidente el viejo adagio que reza que en política lo que importa no es lo
que se dice, sino lo que se hace.

Ya en 1944, aún durante el gobierno de Medina, se había llevado a cabo una


primera modificación a la ley del ISLR publicada en la Gaceta Oficial número
21.471 del 31 de julio de 1.944 a fin de incorporar ciertas exenciones para el
sector agropecuario. Una segunda reforma, aprobada el 30 de diciembre de
1946, ajustó los rangos del aumento progresivo del ISLR. Con ello, se
aseguraba, de manera absolutamente segura, la participación efectiva de la
Nación en un cincuenta por ciento de los beneficios de las empresas. Basado
en ese mismo argumento, la Junta Revolucionaria, efectuó una serie de reparos
con relación a impuestos no pagados por las empresas durante 1944 y que
condujeron a decretar un impuesto extraordinario de Bs. 89 millones (cf.
Martínez, 1986, p. 123). Finalmente, el 12 de noviembre de 1948, ya durante la
presidencia de Rómulo Gallegos, el Congreso Nacional aprueba una nueva ley
del ISLR, publicada en esa misma fecha en la Gaceta Oficial número 216,
extraordinario. Esta ley, derogaba la de 1.942, y en su artículo 31, establecía la
importante provisión de gravar las ganancias de las empresas por encima del
impuesto sobre la renta ya cancelado, con un 50 % adicional. Esta provisión
implicaba, en caso de que la participación del fisco hubiera en ese momento
realmente sido del 50 %, elevar la participación del Estado Venezolano a un 75
% de la ganancia neta derivada de la comercialización del crudo. Esta parece
haber sido “la gota que derramó el vaso” para los sectores opuestos al gobierno
de AD, incluidos los militares y sin duda, aunque no se hubieran aún
manifestado explícitamente, las empresas concesionarias. El día 24 de ese
mismo mes de noviembre el presidente Gallegos es derrocado por un golpe
militar.

Por otra parte, durante este período aparece por primera vez la intención del
gobierno de lograr una mayor participación en las operaciones mismas de la
industria. Por una parte, basado en las previsiones de la ley de hidrocarburos
del ‘43, en el mes de abril de 1946, la Creole Petroleum Corporation y la
271

Compañía Shell de Venezuela convienen con el ejecutivo en la construcción de


dos refinerías en el estado Falcón: Amuay y Punta Cardón respectivamente. En
noviembre de 1948, se establece un compromiso similar por parte de la
Venezuela Gulf Refining, para la construcción de una refinería en Puerto La
Cruz en el estado Anzoátegui. Hasta el momento, el crudo venezolano venía
siendo procesado en las refinerías de Aruba, propiedad de la Lago Peteroleum
Company y de Curazao, del grupo Royal Dutch Shell, así como en diferentes
refinerías de la costa del golfo de México de los Estados Unidos. En esta misma
línea, en marzo de 1948, ya bajo la presidencia de Rómulo Gallegos, el
Ejecutivo nombra una comisión para estudiar la posibilidad de construir una
refinería nacional para explotar el crudo producido en los bloques de reserva
nacional. Previamente, el 26 de junio de 1947, el Ministro de Fomento, Juan
Pablo Pérez Alfonzo, había anunciado la decisión de cobrar en especies parte
de la regalía 57 a fin de negociarla en el mercado internacional. La intención de
esta decisión tenía como objeto ir familiarizando al país con las operaciones del
mercado petrolero mundial. Esta decisión está íntimamente ligada a la
propuesta del ministro Pérez Alfonzo, aprobada por el Congreso Nacional el 14
de octubre de 1948, de no otorgar más concesiones, de fundar una empresa
petrolera estatal y, eventualmente, de vender de manera directa todo el crudo
proveniente de la regalía. Todo lo anterior representa un notable esfuerzo
orientado a la autosuficiencia de la Nación en el manejo de su principal recurso
natural. Por otra parte, este esfuerzo se orienta marcadamente hacia una cada
vez mayor intervención y fortalecimiento del Estado. En ambos casos, el telón
de fondo es, sin embargo, un esfuerzo por alterar el equilibrio de poder en el
conflicto inherente entre el gobierno y las empresas.

57
Según la Ley de Hidrocarburos, la regalía correspondiente a la Nación, como dueña de los recursos
del subsuelo, fijada en un 16 2/3 %, podía ser cancelada de dos maneras distintas. De acuerdo al
espíritu original del concepto de regalía, el gobierno debía recibir físicamente la correspondiente
alícuota de la producción. Sin embargo, por razones de simplicidad, lo usual era recibir dicha regalía
en su equivalente monetario.
272

En cuanto a la necesidad de contar con los recursos humanos necesarios para


el desarrollo de las actividades anteriores, el 24 de septiembre de 1948 “egresa
la primera promoción de ingenieros de petróleo de la Universidad Central de
Venezuela” (Martínez, 1986, p. 132). Unos días antes, el día ocho, se había
constituido la Asociación Venezolana de Geología, Minería y Petróleo
(AVGMP), que agrupaba a profesionales del sector y que, a través de su
boletín, propiciaba la divulgación de artículos técnicos. Por otra parte, en el
sector laboral, en mayo de 1946, el Ministerio del Trabajo aprueba la
constitución de Fedepetrol, que había sido establecida el 30 de marzo de ese
año en el II Congreso de Trabajadores Petroleros. El 14 de junio se firma el
primer Contrato Colectivo de la industria. (cf. Martínez, 1986, p. 124 y 125).

Durante este período, comienza a llegar al país una tercera oleada de


inmigración. Se trata, esta vez, de personas, principalmente italianos,
portugueses y de nuevo españoles, que vienen buscando mejores condiciones
económicas que las generadas por la depresión europea de la post guerra. Si
bien no se contaba entre ellos con la misma cantidad de intelectuales que los
llegados al país en la oleada de inmigración de la pre guerra, vinieron en este
grupo gran cantidad de artesanos y obreros especializados. Finalmente, como
manifestación de los cambios económicos y culturales que vienen sucediendo
en el país, al final de 1947 el consumo anual de combustibles en el mercado
interno alcanza los diez millones de barriles. En diciembre de 1945 se habían
fijado los precios internos de los combustibles al nivel más bajo del mundo. Esta
medida, que pesará de allí en delante, de manera extremadamente gravosa
para la economía del país, y que con el tiempo ha mostrado ser, por su elevado
costo político, extremadamente difícil de revertir.

Aún quizás bajo la inercia de la compleja negociación que condujo a la ley del
43 y a la vigencia de sus circunstancias concomitantes, todas estas medidas no
produjeron ningún tipo de reacción por parte de las empresas. El conflicto
inherente entre dichas empresas y el gobierno se había mantenido, después de
1943, en un evidente estado de latencia.
273

En el plano internacional, ha finalizado la segunda guerra mundial, Harry S.


Truman llega a la presidencia de los Estados Unidos en 1945, y en 1947 se
pone en ejecución el Plan Marshal para la reconstrucción de Europa. El 21 de
febrero del mismo año 1947, afirma Martínez (1986) que “Venezuela ratifica el
acuerdo de Bretton Woods con lo cual se hace miembro del Fondo Monetario
Internacional” (p. 126).

En lo referente al petróleo, Arabia Saudita se muestra ya como un muy


importante país productor. Como consecuencia de ello, en 1947 se construye el
oleoducto Trans Arabian Pipeline (Tapline), para transportar el crudo de Arabia
Saudita al Mediterráneo, al puerto de Sidón en Líbano. Por otra parte, en 1948
se constituye Aramco, la empresa operadora de la industria petrolera en ese
país. Esta empresa fue conformada por un consorcio entre la Standard Oil of
New Jersey, la Socony Vacum —originalmente Standard Oil of New York y
posteriormente Mobil Oil Company— y la Standard Oil of California. El Medio
Oriente se perfilaba así como un importante competidor de los crudos
venezolanos, sobre todo en los mercados europeos, donde contaba con la clara
ventaja debido al costo de flete que le había dado la construcción del Tapline.

6.4.2. Un radical cambio de escenario (1948 – 1958):


Los síntomas de la decantación del balance de poder de las compañías hacia el
Estado son ya claramente evidentes. A partir de la muerte de Gómez, los
diferentes gobiernos han venido haciendo cada vez mayores exigencias de
participación, que son difíciles de resistir debido a la magnitud de las
inversiones ya comprometidas. Después de la Ley de Hidrocarburos de 1943,
se han producido ya dos reformas parciales a la ley del ISLR. Una de ellas, la
segunda, afecta directamente el porcentaje de las ganancias netas que las
empresas deben entregar al fisco. Por otra parte, el volumen de inversiones
comprometido en el país alcanza ya magnitudes considerables. Sobre todo
últimamente, con las cuantiosas inversiones en el área de refinación.
274

Desde las primeras épocas de la industria, las empresas establecidas en el país


habían construido pequeñas refinerías destinadas a la obtención de
combustible para sus propias operaciones. Así, a raíz del descubrimiento del
campo de Mene Grande en 1914, la Caribbean Petroleum Company,
perteneciente al grupo Royal Dutch Shell, construye la refinería de San
Lorenzo, con una capacidad de procesamiento de dos mil barriles diarios.
Posteriormente, esta refinería fue ampliada a 38 mil barriles diarios para
satisfacer un creciente mercado local. Entre 1925 y 1940, pequeñas refinerías
orientadas a las propias operaciones son construidas por la Lago Petroleum, la
West Indies y la Gulf Oil en el estado Zulia, en La Salina, La Arriaga y Cabimas,
respectivamente. En el mismo estado Zulia, la Colon Development construye
tres de etas refinerías en Casigua, El Calvario y La Rivera. En el oriente del
país, la Mene Grande construyó, en 1939, una pequeña refinería con la
finalidad mencionada en el área de Oficina, en el estado Anzoátegui.

De particular importancia, fue la construcción en 1931 de la refinería de Caripito


por parte de la Standard Oil Company of Venezuela. Esta refinería, con una
capacidad inicial de 26 mil barriles diarios, fue posteriormente ampliada, en
1938, a 70 mil barriles por día pasando a ser la más importante del país. En la
refinería de Caripito, durante la segunda guerra mundial se refinaba parte del
crudo del campo de Jusepín del que, como ya se mencionó, se obtenía un
porcentaje excepcionalmente alto de gasolina de aviación. La refinería de
Caripito y el asociado terminal de embarque sobre el río San Juan se
mantuvieron en operación hasta 1976.

Sin embargo, como ya dijimos, a raíz de lo previsto en la Ley de Hidrocarburos


de 1943, se incrementan dramáticamente las inversiones en refinación con fines
comerciales. Así, el primero de febrero de 1949, comienza a operar en el estado
275

Falcón la refinería de Punta Cardón propiedad de la Shell. La capacidad inicial


de esta refinería fue de 30 mil barriles diarios, aunque posteriormente sería
ampliada hasta 369 mil barriles-día. Al año siguiente, el 3 de enero de 1950,
arranca en el mismo estado la refinería de Amuay de la Creole, con una
capacidad diaria de 60 mil barriles y eventualmente ampliada a 670 mil. En
1948, mientras dicha refinería estaba aún en construcción, Creole construye el
oleoducto Ulé-Amuay, dos tuberías gemelas de veintiséis pulgadas cada una,
desde la costa oriental del Lago de Maracaibo hasta dicha refinería. Dos años
después, en mayo de 1950, la Mene Grande inician operaciones en la refinería
de Puerto La Cruz en el estado Anzóategui, con una capacidad inicial de 30 mil
B/d llevada actualmente a 150 mil. En octubre, en la misma área, la Philips
inaugura la refinería de El Chaure, de 40 mil barriles por día de capacidad. En
1952, la Philips Petroleum, comienza a operar la refinería de San Roque, en el
estado Anzoátegiui, especializada en el procesamiento de crudos productores
de parafina, con una capacidad hasta el presente, de cinco mil ochocientos
barriles diarios de procesamiento. En 1956, la Richmond inicia el
funcionamiento de la refinería de Bajo Grande, al sur de Maracaibo, que
actualmente procesa 16 mil barriles diarios, luego de haber alcanzado un pico
de 57 mil. Posteriormente, entran en operación la refinería de El Palito, en el
estado Carabobo, cuya construcción la inicia, en 1954, la Socony-Vacuum Oil
Company y operada a partir de 1960 por esta empresa y luego por la Compañía
Mobil de Venezuela. La capacidad de procesamiento de esta refinería es
actualmente de 130 mil B/d. Finalmente en 1967, la Sinclair Oil Corpotrtaion,
pone en operación la refinería de El Toreño, en el estado Barinas, con cinco mil
barriles diarios de capacidad de procesamiento.

El volumen de estas inversiones comprometidas en el área de refinación, hacía


a las empresas considerablemente más vulnerables a nuevas exigencias por
parte de los distintos gobiernos del país.
276

Aparte de lo acaecido en el sector específicamente relacionado con el petróleo,


el clima político desarrollado en el trienio 1945-1948 lo describe Urbaneja
(2004) de la siguiente manera:

El clima político y social se enrarecía por otros motivos. Por una parte, estaba
la agresividad de AD ante los sectores conservadores del país y su
prepotencia frente a los sectores minoritarios. Por otra parte estaba todo el
proceso de organización obrera y campesina, unas veces más controlable que
otras, y que significaba para los dueños de las empresas y para los dueños de
las tierras un clima de mayor dificultad y aprehensión que el que existiría si
aquellos procesos no estuviesen en marcha. […] En esos sectores obreros y
campesinos —añadamos el magisterial, en conflicto con la Iglesia— estaban
las bases electorales masivas del partido. […] Además, el gobierno y el partido
venían copando todos los espacios, y esto afectaba los intereses militares […]
quedando las Fuerzas Armadas en una posición cada vez más subordinada.
El presidente Gallegos era especialmente claro en su decisión de no dar a las
Fuerzas Armadas otro papel político que el que la Constitución les asignaba,
es decir, ninguno. (p. 86)

Bajo estas circunstancias, la salida golpista era vista como una solución por
parte de muchos sectores, incluidos partidos importantes de oposición como
Copei y URD. Todo este proceso, culmina el 24 de noviembre de 1948 con un
incruento golpe de Estado militar y el gobierno pasa a ser ejercido por una
Junta Militar de Gobierno formada por tres tenientes coroneles. La presidía
Carlos Delgado Chalbaud, Ministro de la Defensa del régimen de Gallegos,
junto con Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez, como miembros de
la misma. El mencionado Urbaneja (2004) se encarga de hacer una necesaria
aclaratoria con relación a este período de nueve años y dos meses que finaliza
el 23 de enero de 1958:

Pero si nos queremos ceñir a los hechos con mayor rigor, esta década debe
ser dividida en tres trozos. Uno que va desde el 24 de noviembre del 48 hasta
el 13 de noviembre de 1950. En estos dos años, la cabeza del gobierno es
Carlos Delgado Chalbaud […] Delgado muere asesinado ese 13 de
noviembre. Se abre entonces un período que durará hasta el 2 de diciembre
277

de 1952. La junta (que se llamaría desde entonces simplemente Junta de


Gobierno) pasa a ser presidida por el abogado Germán Suárez Flamerich,
aunque en este caso Pérez Jiménez ya es el indiscutido hombre fuerte del
gobierno. Esos dos años culminan con las elecciones del 30 de noviembre de
1952 y el desconocimiento del resultado electoral por la mayoría de los
oficiales de las Fuerzas Armadas, lo cual conduce al golpe de Estado del 2 de
diciembre y a la dictadura de Pérez Jiménez propiamente dicha. (p. 91).

La aclaratoria anterior es importante, pues permite distinguir los distintos


matices asociados a estos tres períodos con relación al tema petrolero y a los
conflictos que en él se generaron. En términos generales, durante todo este
período ocurren igualmente en el ámbito internacional, una serie de cambios de
extremada importancia. En mayo de 1945 ha finalizado la segunda guerra
mundial en el teatro de operaciones europeo. Unos meses después, en agosto
del mismo año, la derrota de Japón sella el fin de la guerra en el frente asiático
y del Pacífico. La política exterior de los Estados Unidos, experimenta en el
período de post guerra un marcado cambio con relación a la época de pre
guerra y de la guerra misma. El país, pasa de la lucha contra los regímenes
fascistas en Europa, que se refleja en la promoción de la democracia y la
“política del buen vecino” del presidente Roosevelt, a la “política de contención”
de la expansión comunista. Esta política, alcanzará su máxima expresión con la
elección del Gen. Dwight D. Eisenhower a la presidencia de ese país en 1953.
Se incrementan las tensiones políticas y militares entre las dos grandes
potencias del bando triunfador, los Estados Unidos y la Unión Soviética, el
episodio histórico conocido como “la guerra fría”. Dentro de este escenario, en
octubre de 1949, la revolución comunista liderada por Mao Tse Tung, triunfa en
China y en junio de 1950, la nueva República Popular China apoya la invasión
de la República Popular y Democrática de Corea (Corea del Norte) a la
República de Corea (Corea del Sur). Evidentemente, en esta nueva etapa, los
regímenes que son vistos con mayor simpatía, son aquellos que se inclinan por
el rechazo de los partidos y los grupos políticos que parezcan acercarse a
manifestaciones de tipo comunista.
278

En cuanto a las presiones diplomáticas de los Estados Unidos sobre la nueva


Junta Militar de Gobierno, nuevamente Urbaneja (2004) se encarga de aclarar
que:

Son varios los autores que han sostenido que la intervención norteamericana
estuvo presente en el golpe del 18 de octubre, o en el del 24 de noviembre, o
en ambos, aunque la insistencia ha sido mayor respecto al último. La (sic.)
investigaciones a nuestro juicio más rigurosas realizadas hasta ahora no han
encontrado fundamentos para esa aseveración, y quienes las han llevado a
cabo llegan hasta a negar tal intervención. (p. 89)

De cualquier modo, los partidarios en cualquier sociedad de resaltar el papel de


los actores externos en sus conflictos internos, suelen pasar por alto la
diferencia que hay entre el beneplácito y la intervención directa. No parecen
existir tampoco testimonios respecto a presión directa por parte de las
empresas hacia la Junta Militar de Gobierno, aunque es posible que estas
hayan ocurrido posiblemente tomando la forma de intimidación, más que de
amenazas directas. La estrategia, posiblemente fue hacerle ver al gobierno de
Venezuela, la amenaza que para el país representaba en el mercado mundial el
arrollador crecimiento de la producción del Medio Oriente. Generar el temor de
que las condiciones impuestas desde 1943, pudieran hacer que Venezuela se
viera, con relación al Medio Oriente, en posición similar a la de México en los
años veinte, con relación a la misma Venezuela. Un evento que refleja la
influencia de estos argumentos, es el hecho ocurrió en junio de 1949 y que
Martínez (1986) describe de la siguiente manera:

J.E. Pogue, entonces Vicepresidente del Chase Manhattan National (sic.)


Bank se refiere en un informe publicado en el Boletín de la Asociación
Venezolana de Geología, Minería y Petróleo, a las ventajas del petróleo del
Medio Oriente sobre el de Venezuela. Como soluciones sugiere, entre otras,
que se elimine el “50-50”, que se otorguen nuevas concesiones a las
subsidiarias de las grandes compañías internacionales, que no se intente
aumentar el volumen de petróleo crudo que se refina en el país y que no se
279

acepten nuevas mejoras sociales o económicas para los trabajadores


petroleros. (p. 136).

Con relación a este autor, Betancourt (1969) expresa que. “El portavoz
‘científico’ de esa cruzada mixtificadora fue un economista al servicio del Chase
Bank (sic.) y de la Standard Oil. Se trata del señor Joseph E. Pogue” (p. 781).
Ya anteriormente, el 30 de noviembre de 1948, se había constituido la
Venezuelan Petroleum Association, a través de la cual las compañías
intercambiaban información fundamentalmente técnica, pero también de
carácter estratégico. Sea lo que sea lo sucedido, en diciembre de 1948, el
Teniente Coronel Carlos Delgado Chalbaud, Presidente de la Junta Militar de
Gobierno, informa al Embajador de los Estados Unidos que el nuevo gobierno
no está de acuerdo con la política de “no más concesiones” expresada por el
gobierno anterior.

Pero, por otra parte, el gobierno no deja de tomar acciones cuyas


consecuencias van a reafirmar la posición orientada hacia la migración del
balance de poder en el conflicto inherente con las empresas concesionarias.
Ciertamente, en efecto la gran amenaza que se cierne sobre Venezuela como
país petrolero, es el rápido incremento en la producción del Medio Oriente. La
reacción de la Junta Militar de Gobierno ante esta situación, fue optar por la vía
diplomática en vez de la confrontación. Así, durante el mes de septiembre de
1949, se lleva a cabo un evento de trascendental importancia para el largo
plazo. Se trata del primer contacto del sector petrolero venezolano con los
países del Medio Oriente a través de una comisión nombrada por los Ministerios
de Relaciones Exteriores y de Fomento, que vista Arabia Saudita, Egipto, Irak,
Irán, Kuwait y Siria. Los miembros de esta comisión, fueron Edmundo Luongo
Cabello, quien posteriormente sería el segundo Ministro de Minas e
Hidrocarburos del país, Ezequiel Monsalve Casado y Luis Emilio Monsanto.
Esta comisión llevó copias de la legislación venezolana sobre hidrocarburos,
específicamente la Ley de Hidrocarburos de 1943, traducidas al árabe. La visita
no debe haber sido muy bien vista por las grandes empresas multinacionales,
280

una de cuyas fuentes de poder consistía, precisamente, en poner de relieve la


diferencia de intereses entre Venezuela y los países del Medio Oriente. Rivas
(1999), interpreta el papel de esta misión y narra sus antecedentes a la luz de lo
que los países del Medio Oriente representaban, como potenciales
competidores de Venezuela en el mercado mundial:

¿Qué hacer ante el peligro que representaba el Medio Oriente para el petróleo
nacional? Un camino ineludible para evitar el descalabro del petróleo
venezolano fue el promover una diplomacia internacional inteligente y audaz
para acercarse a dichos países, futuros competidores. Ello requería el estudio
de la historia, la economía, la cultura y el petróleo de los países del Medio
Oriente. De un valor inestimable y significativo en esa perspectiva, fue la
importancia del consejero petrolero del gobierno militar, (José) Giacopini
Zárraga, en ese momento, el venezolano con el mayor conocimiento sobre el
mundo árabe, y quien junto con otros expertos petroleros inició una labor
erudita sobre el fin señalado. (p. 22). […] Los resultados de este
acontecimiento político fueron altamente positivos. Por un lado sentaron las
bases de la diplomacia venezolana hacia el Medio Oriente, y por el otro, se
convirtieron al antecedente más importante que dio origen a la OPEP en 1960.
(p. 23).

Como consecuencia de esta visita, por Decreto Real del 29 de diciembre de


1950, Arabia Saudita aplica el principio del fifty-fifty, consagrado en la Ley de
Hidrocarburos de Venezuela del año 1943. Posteriormente, en septiembre de
1951, ya durante la presidencia de la junta de Suárez Flamerich, se lleva a cabo
la Primera Convención Nacional de Petróleo. A ella asisten no sólo
representantes de las grandes empresas multinacionales, sino también de las
emergentes empresas “independientes” y, lo que es más importante, delegados
de varios países del Medio Oriente.

Finalmente, un evento de trascendental importancia ocurre en octubre de 1949,


cuando el Ministerio de Fomento negocia con las compañías el valor al cual
deben ser cotizados públicamente los crudos venezolanos en el mercado
281

internacional. Como mencionamos anteriormente, esto significaba un paso más


para contar, al menos, con unos precios de referencia a los fines del cálculo de
la regalía y, sobre todo, del impuesto sobre la renta. Se adelantaba así el
gobierno de la dictadura, a la primera de las medidas que tomarían los
miembros de la OPEP de manera conjunta en 1960. En julio de 1952 y en
febrero de 1955 la Creole Petroleum Corporation y la Compañía Shell de
Venezuela respectivamente, comienzan a publicar periódicamente los valores
de cotización (posted prices) para sus crudos venezolanos.

No obstante, el Medio Oriente no era la única amenaza para Venezuela en los


mercados internacionales, sobre todo los europeos. A partir de 1955 la Unión
Soviética ha iniciado una agresiva política de exportaciones a fin de apuntalar
su economía. Este impulso de la URSS la llevaría a ocupar el segundo lugar
mundial como productor desplazando de este modo de esa posición a
Venezuela. Otra amenaza para Venezuela durante este período, se presenta,
no ya en los mercados europeos, sino también en su mercado natural, los
Estados Unidos, al aparecer las primeras presiones internas en ese país para
restringir las importaciones de hidrocarburos. Desde 1948, por primera vez en la
historia, las importaciones de crudo y productos derivados de los Estados
Unidos habían superado sus exportaciones. Ese incremento en las
importaciones, llevó a los productores independientes estadounidenses de
carbón y de petróleo a sentirse amenazados y a ejercer presión sobre el
gobierno y el Congreso. La presión de estos grupos, fue secundada por los
representantes (diputados) y senadores de los estados petroleros de los
Estados Unidos, entre los que se encontraba el senador Lyndon B.Johnson por
el estado de Texas. Este grupo de congresistas proponía, en 1950, incrementar
la tarifa de importación al petróleo de otros países, de diez centavos y medio de
dólar por barril a 1,05 dólares por barril, un aumento de diez veces (cf. Yergin,
1993, p. 536). El resultado fue el Samson Act (la Ley Samson). En un primer
momento, sin embargo, estas restricciones no llegaron a materializarse debido
a la guerra de Corea y a la crisis del canal de Suez (cf. Rivas, 1999, p. 28).
282

El 12 de octubre de 1952, entra en vigencia la revisión del Tratado de


Reciprocidad Comercial con los Estados Unidos. En dicha revisión, se le dio
particular importancia al tema petrolero, estableciéndose que se eliminaban las
cuotas de importación para los crudos venezolanos con una gravedad API
superior a los 26o API, pero que para aquellos con una gravedad inferior sólo se
reducían a la mitad. Así mismo, se establecían ciertas ventajas impositivas para
los crudos venezolanos.

No obstante, esta es la clase de conflicto que típicamente se desarrolla como


un proceso continuo, con periodos de actividad y de latencia, en diversos
momentos a través del tiempo. Dos años después, el 17 de octubre de 1954, un
comité asesor de la presidencia de los Estados Unidos, recomienda el
establecimiento de restricciones voluntarias a las importaciones. Es importante
acotar, que en 1953 había llegado al presidencia de los Estados Unidos, bajo el
escenario de la guerra, fría Dwight D. Eisenhower. Las políticas de su gobierno,
estuvieron marcadas, como ya se mencionó, por una firme actitud hacia la
defensa de lo que se consideraba en ese momento que eran los intereses
vitales de los Estados Unidos (cf. Kissinger, 1994, p. 549). Esta nueva actitud
del gobierno estadounidense, y los fallidos intentos por parte de Venezuela
desde el gobierno del presidente Truman, por lograr un trato preferencial en las
cuotas de importación, es donde podemos ubicar uno de los antecedentes
remotos de la fundación de la OPEP. En este caso, estamos hablando del
mismo conflicto inherente que venimos estudiando para el caso de Venezuela,
pero en el ámbito global, se trata de las relaciones de poder entre las grandes
empresas multinacionales y los diferentes gobiernos. La fundación de la OPEP,
de la que nos ocuparemos más adelante, es un episodio puntual, de crisis,
dentro de este conflicto inherente que se ha comenzado a manifestar en este
momento, pero que, conceptualmente, es incluso anterior.

El lunes 13 de noviembre de 1950, en la quinta Maritza, ubicada en la calle La


Cinta de la urbanización Las Mercedes, es asesinado el Presidente de la Junta
Militar de Gobierno Carlos Delgado Chalbaud. La casa en cuestión era
283

propiedad de Antonio Aranguren, el titular original de la concesión de un millón


de hectáreas que incluía los distritos Bolivar y Baralt del estado Zulia otorgada
en 1907, y luego transferida a la Venezuelan Oil Concesion del grupo Royal
Dutch Shell. Citamos este hecho como un simple detalle anecdótico relacionado
con el tema que nos ocupa, sin pretender insinuar el involucramiento o no de
Aranguren en la muerte de Delgado Chalbaud.

Como reemplazado del difunto Presidente de la ahora rebautizada simplemente


Junta de Gobierno, se nombra al abogado Germán Suárez Flamerich. Sin
embargo, es ya evidente que el hombre fuerte del gobierno es el Teniente
Coronel Marcos Pérez Jiménez. Al momento del asesinato, están en marcha los
preparativos para las elecciones de una Asamblea Nacional Constituyente,
pautadas para el 30 de noviembre de 1952 para reemplazar la Constitución de
1947. Al mismo tiempo, se intensifica la actividad de resistencia clandestina por
parte de AD y el PCV y se agudiza la feroz represión del régimen. Los
resultados de las elecciones, dan un amplio triunfo al partido URD, que ha
capitalizado los votos de AD, sin embargo, dichos resultados son desconocidos
por las fuerzas armadas. El 2 de diciembre de 1952, se concreta un golpe
militar que coloca a Pérez Jiménez como dictador bajo el título de Presidente
Provisional. En el año 1953, el Congreso Nacional aprobó una nueva
Constitución que permitió que el 17 de abril de ese mismo año, Pérez Jiménez
fuera proclamado Presidente Constitucional para el período 1953-1958

La labor de Pérez Jiménez, ejerciendo el liderazgo primero como Ministro de la


Defensa del gobierno de Suárez Flamerich, y luego como presidente
provisional, se concreta en un proyecto de país que se denominó el Nuevo Ideal
Nacional. Este proyecto, constaba de una serie de políticas orientadas a la
modernización del país, con grandes obras de infraestructura financiadas con el
flujo de fondos proveniente de los impuestos pagados por las concesionarias.
Esta política, se reflejó en una notable bonanza económica, impulsada
principalmente por la industria de la construcción. Al mismo tiempo, a fin de
evitar cualquier posible obstáculo al ejercicio de la autoridad absoluta del
284

gobierno para la ejecución de las diversas políticas públicas, se procedió a


reprimir brutalmente cualquier disensión. Una serie de importantes líderes del
partido Acción Democrática son asesinados unos, torturados otros, por la
policía política del régimen, la Seguridad Nacional.

Garantizar el flujo de fondos provenientes de las operaciones petroleras,


requería tomar una serie de medidas para mantener el ritmo de las inversiones.
Una primera medida de carácter administrativo, se orientó a focalizar la
atención sobre el sector petrolero de manera independiente. El 30 de diciembre
de 1950, la Dirección de Minas e Hidrocarburos del Ministerio de Fomento, es
constituida como un ministerio separado, se crea el Ministerio de Minas e
Hidrocarburos (MMH). El primer encargado de ese despacho, fue Santiago Vera
Izquierdo, quien el 5 de octubre de 1952 fue reemplazado por Edmundo Luongo
Cabello. Una de las primeras acciones del nuevo ministerio fue la creación, en
1953, de la empresa Petroquímica Nacional orientada a diversificar las
aplicaciones del petróleo y el gas natural con valor económico. Posteriormente,
por el Decreto Presidencial número 367 del 29 de junio de 1956, se transforma
en instituto autónomo adscrito al MMH con el nombre de Instituto Venezolano
de Petroquímica (IVP), al cual se le asigna la administración de la red nacional
de gasoductos el 18 de enero de 1957.

No obstante, el hecho sin duda de mayor importancia durante este período, lo


constituye el otorgamiento de nuevas concesiones que se inicia el 16 de agosto
de 1956. Este tema ha sido desde entonces objeto de acaloradas discusiones.
El mismo ha sido visto por lo general, como la comprobación de la actitud
entreguista del gobierno de Pérez Jiménez. Ya el 9 de julio de 1954, tal vez
previendo que eventualmente eso iba a suceder, Juan Pablo Pérez Alfonzo,
desde el exilio, había advertido a Pérez Jiménez, en carta enviada desde
Washington, acerca de la inconveniencia de dicha medida.
285

Para llevar a cabo un análisis de cualquier fenómeno social de manera objetiva,


es necesario tratar de comprender el proceso racional que sustenta las
decisiones llevadas a cabo dentro de ese proceso. No contribuye mucho a la
comprensión de estos fenómenos, ni estudiarlos restringiéndolos a un juicio
basado en los valores de quien lleva a cabo el estudio, ni tampoco
confundiendo las acciones de los actores en asuntos de distinta naturaleza.
Cuando se analizan estos eventos objetivamente, puede que el autor esté en
total desacuerdo con los criterios técnicos y económicos que condujeron a las
decisiones asociadas al fenómeno, pero no se puede dejar de reconocer la
racionalidad de las mismas.

En este sentido, hay algo que Pérez Jiménez percibió con toda claridad. En una
economía dependiente de manera exclusiva del petróleo, y ante la aparición de
importantes competidores como la Unión Soviética y, sobre todo, el Medio
Oriente, eran necesarios cada vez mayores volúmenes de producción. Por otra
parte, el incremento del volumen de producción implicaba una merma más
acelerada aún de las reservas, acortando con ello el horizonte dentro del cual el
país iba a poder seguir dependiendo del petróleo como recurso económico.
Siendo el petróleo la fuente de ingresos fiscales para el gran proyecto de
modernización, era necesaria la promoción de nuevas inversiones para contar,
lo más pronto que fuera posible, con reservas petroleras suficientes para el
largo plazo. Reservas petroleras y nuevas inversiones, eran los elementos más
importantes para el desarrollo económico del país. No se visualizaba otra
manera de alcanzar este objetivo sino mediante el otorgamiento de nuevas
concesiones. Por otra parte, durante este período, y en línea con los
razonamientos mencionados, aparece por primera vez la preocupación con
relación a la conservación de los hidrocarburos. En una reunión de la Interstate
Oil Comission (Comisión Interestatal Petrolera de los Estados Unidos), a la cual
Venezuela ha sido invitada, se presenta por primera vez una política general del
país acerca de la conservación de los hidrocarburos.
286

De este modo, en 1956 y 1957, se lleva a cabo, mediante un mecanismo de


subastas, en las que pueden participar todos los que así lo deseen, el
otorgamiento de 821 mil hectáreas de nuevas concesiones. Con el sistema de
subastas, se abrieron las puertas a las nuevas empresas “independientes”, que
si bien no lograron superar en todos los casos las ofertas de las grandes
empresas tradicionales, lograron una representación significativa. Así Martínez
(1986) afirma que “Un total, 510.350 hectáreas fueron otorgadas para
exploración-explotación y 310.757 hectáreas de explotación, a un costo total de
685 millones de dólares.” (p. 168).

El carácter autoritario y brutalmente represivo del régimen, y el significar estas


políticas un dejar atrás el emblemático principio de “no más concesiones”, es lo
que tal vez ha impedido un análisis más objetivo de la situación. Es mucho más
sencillo y emocionalmente gratificante, calificar estas acciones simplemente
como “entreguistas”. Estos elementos han teñido el tema con una serie de
profundos prejuicios, que para ser superados, requieren de un intenso —y
extremadamente incómodo— esfuerzo orientado hacia la objetividad. Rivas
(1999) lo describe en los siguientes términos:

Sobre la cuestión petrolera en la década militar se han tejido las más diversas
interpretaciones historiográficas de carácter político e ideológico. Todas en su
conjunto, mantuvieron una apreciación negativa sobre la manera como el
gobierno militar condujo el problema petrolero. Para estas corrientes, el
gobierno militar fue un gobierno entreguista, complaciente y pro colonialista, al
servicio de las transnacionales petroleras (p. 15) […] desde esa perspectiva
historiográfica, no era posible que en un gobierno autoritario, se diera una
política petrolera que respondiera a las características energéticas de la
nación. Cualquier decisión en esa faceta, según esas ideologías, sólo
obedecería a la dinámica de las corporaciones transnacionales. De acuerdo a
estas versiones deterministas, el país petrolero se movería al ritmo de los
factores exógenos (p. 15–16).
287

Resulta evidente que se trata de un conflicto derivado de un desacuerdo sobre


cuestiones de principios que, como se sabe, son los más difíciles de resolver.
Betancourt (1969) lo refleja claramente cuando expresa que:

Un reportaje hecho en Caracas al ingeniero Pedro Ignacio Aguerrevere, el


primer Ministro de Fomento del régimen de facto. Se trataba de la primera
manifestación pública del criterio del Gobierno militar en relación con la
política petrolera. Y ya desde el título del reportaje se podían apreciar los
nuevos rumbos […] era todo un programa de retroceso en la senda de la
liberación nacional, que estaban trajinando los gobiernos de A.D. (p. 777).

A pesar de la fuerte polémica a la que dio origen el otorgamiento de este grupo


de concesiones, es importante resaltar dos aspectos esenciales. El primero,
como ya mencionamos, la base racional sobre la cual fue tomada la decisión. El
otro aspecto es el que menciona Martínez (1986):

20 de Mayo (de 1958, luego de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez)


Una comisión investigadora del otorgamiento de concesiones durante 1956 y
1957 presenta su informe a la Junta Provisional de Gobierno, habiendo
encontrado indisputables todos los procedimientos legales. (p. 172).

En este sentido vale la pena mencionar también la opinión de Arévalo G. Reyes


quien manifestó que:

Después que yo me encargué de la Oficina Técnica de Hidrocarburos, hice un


estudio de las concesiones dadas por ese señor (el ministro Luongo Cabello) y
desde el punto de vista ético, perfecto; desde el punto de vista de ingresos,
perfecto; y llegué a la conclusión que si no hubiera sido por esas concesiones
en el Lago de Maracaibo, Venezuela estuviera en la carraplana. Pérez Alfonzo
al principio estaba en contra de eso, pero después si aceptó que fue
oportuno. 58

58
Arévalo Guzmán Reyes (comunicación personal) (2011, 20 de agosto).
288

Mientras tanto, las inversiones continúan a un ritmo acelerado. En febrero de


1952, la Shell construye otro oleoducto entre la costa oriental del Lago de
Maracaibo y el estado Falcón, se trata de una tubería de veintiocho pulgadas
entre Palmarejo de Mara y la refinería de Punta Cardón. En junio de 1957, la
Creole arranca la enorme planta de inyección de gas TJ-2. Por otra parte, la
actividad de perforación de pozos se incrementa de manera explosiva. Durante
1951, se sobrepasa por primera vez la cifra de mil pozos perforados en un año
en todo el país, y en 1956, llega a 161 el número de pozos exploratorios. Al final
de 1957 existen en Venezuela más de diez mil pozos en producción.

Durante este período, según Gaceta Oficial número 24.816 del 8 de agosto de
1955, se promulga una nueva Ley del Impuesto sobre la Renta que deroga la
de 1948 promulgada durante el gobierno de Rómulo Gallegos. Se establece
para esta ley una vacatio legis hasta el primero de enero de 1956. Se produce
también la primera enmienda a la Ley de Hidrocarburos de 1943 la cual explica
Spósito Jiménez (1989) de la siguiente manera:
La reforma consistió en la modificación de los Artículos 2º, 60 y 85. La primera
modificación tuvo por objeto precisar el concepto de “exploración superficial”
(aquellas destinadas a labores relacionadas con los levantamientos
geofísicos) al disponer que la profundidad de las perforaciones no podrá
pasar de cien metros. Además, se agregó un parágrafo según el cual toda
persona que realice perforaciones superficiales quedará sometida, en cuanto
pudieren aplicarse, “a las mismas obligaciones que esta Ley establece para
los concesionarios”. (p. 18-412).

Se le salía así al paso a la costumbre que se había desarrollado de perforar


pozos exploratorios fuera de las áreas de concesión, calificándolos como si
fueran las mencionadas “exploraciones superficiales”. De nuevo, aparece aquí
un antecedente remoto, esta vez de la injerencia operacional del gobierno,
como una de las formas de migración del balance de poder en el conflicto
inherente con las empresas.
289

Finalmente, durante este período ocurren también una serie de eventos


relacionados con las políticas en el área laboral y con la actitud del personal
relacionado con la industria. La política económica, y en particular la petrolera,
de la dictadura de Pérez Jiménez, con varios aspectos positivos y otros al
menos inobjetables, no era incompatible y pudo convivir con una brutal
represión a las libertades ciudadanas. En el ámbito interno, la actitud del
gobierno perezjimenista estuvo signada por un absoluto desprecio por los
derechos humanos y una feroz persecución a cualquier disidencia.

En el ámbito laboral en particular, la dictadura buscaba eliminar la influencia


política dentro de los trabajadores de la industria petrolera. Varios sindicalistas
habían sido apresados desde el principio mismo del período en el que el nuevo
gobierno había entrado en funciones. El 23 de febrero de 1949, Luis Tovar,
Secretario General de la Federación de Trabajadores Petroleros (Fedepetrol),
dirige una carta a la Junta Militar de Gobierno exigiendo la libertad de un grupo
de trabajadores detenidos. Dos días después, para reforzar el clima de protesta,
la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) declara una huelga
general indefinida. La reacción del gobierno no se haizo esperar, ese mismo
día, el Decreto 56 de la Junta Militar de Gobierno, disuelve la CTV y detiene a
varios de sus líderes. Como reacción a la actitud del gobierno con relación al
sector laboral, el 30 de junio, la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
pública un informe con críticas a las condiciones de trabajo y la libertad de
asociación en Venezuela. La Junta Militar de Gobierno rechaza airadamente
dicho informe. Este conflicto hará crisis en 1955, ya bajo la dictadura de Pérez
Jiménez, el 25 de abril se inicia en Caracas la V Reunión de la Comisión de
Petróleo de la OIT, y el representante de dicho organismo renueva la protesta
contra el gobierno venezolano. La dictadura disuelve la reunión y Venezuela se
retira del organización.

El 9 de abril de 1951, mediante el Decreto 114, el gobierno había emitido una


serie de normas para regular el mecanismo de contratación colectiva para la
industria petrolera. La CTV y Fedepetrol, como acabamos de ver, habían sido
290

declaradas ilegales desde 1949. En septiembre de 1953, un llamado Comité


Petrolero Sindical, firma un contrato colectivo con las empresas y el 19 de
octubre de 1956, se firma otro con una Confederación Nacional de
Trabajadores de Venezuela. Igualmente, se suscriben los contratos colectivos
con los oficiales de la flota petrolera el 16 de noviembre de 1951, el 5 de
noviembre de 1953 y el 27 de febrero de 1954. Del mismo modo se acuerdan
los contratos con los trabajadores marinos el 23 de noviembre de 1951 y el 26
de octubre de 1956.

En el sector de la educación, donde se produjeron también salvajes


represiones, durante 1951, ocurren en la Universidad Central de Venezuela una
serie de protestas contra el régimen perezjimenista que describe Martín
Frechilla (2006) de la siguiente manera:

Al regreso del período vacacional (de 1951) aparecieron octavillas


acompañadas de protestas solicitando la renuncia del nuevo rector (Eloy Dávila
Celis, nombrado por el gobierno el 30 de agosto de ese año) que culminaron en
agresión física al momento de salir del Paraninfo luego de un acto de
graduación […] Por otra parte, la Junta de Gobierno descubrió, para el 12 de
octubre de 1951, un “vasto plan de operaciones dirigidas a derrocarla” […]
Finalmente, un Consejo Universitario desbordado decidió suspender, el 16 de
octubre, “las actividades docentes hasta tanto se normalizara la situación” (p.
140).

La institución, y con ella, por supuesto, las escuelas de Ingeniería de Petróleo y


de Geología, permanecerían cerradas por un año y medio hasta su reapertura
en febrero de 1953. Por otra parte, el 4 de septiembre del año siguiente, 1952,
se crea la Escuela de Ingeniería de Petróleo de la Universidad del Zulia, cuya
primera promoción se graduaría el 24 de julio de 1957. En agosto de 1956, se
había graduado también la primera promoción de Técnicos en Petróleo y Minas
en la Escuela Técnica Industrial de Caracas. Bajo este clima, aparecen las
primeras presiones de los profesionales venezolanos sobre la industria, Según
relata Martínez (1986), en mayo de 1955, “un grupo de ingenieros de la Shell
291

pide trato igualitario para los profesionales técnicos venezolanos” (p. 159). Así
mismo, las empresas motu propio comienzan a promover personal venezolano
a cargos importantes, así, en 1956, la Creole había designado al geólogo
Guillermo Zuloaga como el primer venezolano miembro de su Junta Directiva.

En el plano internacional, como ya hemos visto, este es un período de


considerable turbulencia, en el cual tienen lugar una serie de cambios de
importancia. El efecto compuesto de los mismos, tendrá una influencia
trascendental en el balance de poder de las grandes empresas petroleras
multinacionales con relación a los países productores. Por una parte, a las
veinticuatro horas de la capitulación de Japón, poniendo fin a la segunda guerra
mundial en agosto de 1945, se eliminó en los Estados Unidos el racionamiento
de gasolina que se había impuesto durante la guerra. La población se lanzó
ávidamente a las calles y autopistas, los precios de la gasolina se duplicaron
entre 1945 y 1948. En este último año, tal como ya se mencionó, por primera
vez las importaciones de crudo y productos derivados de los Estados Unidos
superan sus exportaciones. El país pasaba a ser dependiente del petróleo
importado.

No obstante, en este período de explosión en la demanda, se produce


paradójicamente una sobreoferta en el mercado. El incremento en la oferta,
capaz de superar el gran aumento de la demanda, se debe, por una parte, a la
aparición de una serie de nuevos productores y comercializadores. Entre ellos
destaca, en primer lugar, la Unión Soviética. Ante las dificultades económicas
que atraviesa, el régimen de Stalin abandona su política autárquica y se lanza
activamente a los mercados internacionales para tratar de incrementar los
ingresos necesarios para sostener su economía en marcado deterioro.

Por otra parte, para esos momentos, se revela ya con toda claridad el
extraordinario potencial de Arabia Saudita como país productor. En 1959, se
descubriría petróleo en Libia, y se producen una serie de descubrimientos de
292

menor cuantía en países tradicionalmente importadores que con ello,


contribuyen a una disminución en la demanda. Finalmente, incursionan en el
comercio mundial de petróleo las empresas “independientes”, un grupo de
compañías no pertenecientes al cartel de “las siete hermanas”, conformado no
solamente por empresas estadounidenses, sino también por importantes
compañías europeas como las francesas Compagnie Française des Pétroles
(CFP) y Elf Aquitaine (posteriormente TOTAL) y la italiana ENI.

Cabe recordar también, que la crisis del Canal de Suez en 1956, introdujo
cambios radicales en la estructura del transporte que contribuyeron a abaratar
los fletes. Con ello, del mismo modo, al ampliar el rango de los mercados
naturales de los productores, se contribuyó a incrementar la oferta. Sin
embargo, tal vez el elemento más importante y permanente en el mediano plazo
para este aumento en la oferta, lo constituyen las cuantiosas inversiones en el
área de refinación que se llevan a cabo a nivel mundial. El explosivo incremento
en la demanda que mencionábamos al principio, representa un importante
incentivo de negocio para la construcción de nuevas refinerías destinadas a
satisfacer esa demanda. Este hecho, aunado a los demás factores que
acabamos de mencionar, permitieron que se produjera el mencionado efecto
paradójico de una sobre oferta en un clima de crecimiento de la demanda.

El resultado final de todo este proceso, es que la magnitud del negocio petrolero
como un todo se ha incrementado a niveles desconocidos hasta los momentos.
Los países productores, viejos y nuevos, buscan mayores ingresos aumentando
cada vez más, en la medida que pueden, sus volúmenes de producción. Los
valores de cotización fijados por las empresas, tienen que sufrir sucesivas
rebajas, en concordancia con las condiciones de sobreoferta del mercado. Por
supuesto, estas reducciones en los posted prices implicaban, a su vez, una
reducción en los ingresos fiscales de los países productores, que estaban
directamente ligados a dichos valores de cotización. Una verdadera bomba de
tiempo que, junto con el conflicto relacionado con las cuotas de importación en
los Estados Unidos mencionado más arriba, estallaría comenzando la década
293

de los sesenta y cuyo evento más relevante fue la fundación de la Organización


de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Esta es también la época en la que la Federal Trade Comission de los Estados


Unidos inicia, en diciembre de 1949, una investigación de medidas anti-trust en
contra del cartel internacional de las empresas petroleras. Las investigaciones
por parte del Departamento de Justicia terminarían en abril de 1953 y se daría
inicio a acciones legales. Esta decisión, como ya vimos, colidía con la
recomendación del Departamento de Estado de los Estados Unidos
promoviendo la creación de un consorcio de empresas estadounidenses para la
recuperación de la producción de Irán luego de los eventos de 1951 en ese
país.

6.4.3. La Junta Provisional de Gobierno: Ya no más fifty-fifty:


Dentro de este tercer período, de los cinco en los cuales hemos dividido la
historia de la industria petrolera en Venezuela, entramos ahora a la etapa que
comienza después de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Este
es, sin duda, el lapso más prolífico en cuanto a la ocurrencia de conflictos
complejos. A partir de la aprobación de la Ley de Hidrocarburos de 1943, como
hemos mencionado reiterativamente, se inicia el irreversible proceso de
migración del balance de poder de las empresas hacia el Estado dentro del
conflicto inherente entre ambos. No obstante, es a partir de 1958 cuando ambas
partes cuentan con unas posibilidades significativas y equilibradas de poder, es
decir, de capacidad para influir en el entorno o en la conducta de los demás.
Las empresas poseen aún importantes mecanismos para ello, el gobierno, por
otra parte, está mucho más preparado para enfrentar las decisiones que le
permitirán decantar, cada vez más, el mencionado balance de poder a su favor.
En este sentido, Tugwell (1975) expresa que “el período post-1958 […] es
intrínsecamente más interesante en términos de esos temas (los patrones de
2
negociación y conflicto entre el gobierno y las compañías petroleras)” (p. 4).
294

Sobre todo, a partir de 1956, la férrea dictadura de Pérez Jiménez comienza a


evidenciar signos de deterioro. El gobierno se ha cerrado cada vez más sobre sí
mismo y se ha preocupado poco de cultivar aquellos sectores que son la base
de su sustento. Un sector importante de la joven oficialidad se encuentra
descontento. Unos, simplemente molestos por el clima represivo impuesto por
el gobierno, otros, tal como sucedió en la época de Medina, se sienten
relegados por el entorno de los altos oficiales que medran alrededor del poder.
La dictadura, al percibir esto, amplía la implacable vigilancia de la Seguridad
Nacional, la policía política del régimen, para incluir también al sector militar. La
intensa actividad de obras públicas de infraestructura, financiadas por el
importante ingreso petrolero, ha generado una bonanza económica sin
precedentes en el país, no obstante, ha dado también lugar a una escandalosa
corrupción. Otros renglones de la economía, como la industria manufacturera,
deseosa también de expandirse, se han topado con innumerables trabas. Por
otra parte, se han descuidado una serie de presiones sociales generadas por la
migración masiva de la población campesina a los grandes núcleos urbanos.

Finalmente, la resistencia política clandestina se ha unificado, y tienen lugar


fenómenos como la aparición de la Junta Patriótica, que organiza la protesta y
desestabiliza al gobierno. El primero de mayo de 1957, con ocasión de la fiesta
de San José Obrero, el Arzobispo de Caracas, Monseñor Rafael Arias Blanco,
emite una valiente carta pastoral denunciando de forma abierta todos los
abusos del régimen. En noviembre del mismo año, circula el llamado
“Manifiesto de los intelectuales”, firmado por un numeroso grupo de prestigiosos
científicos, profesores universitarios e intelectuales denunciando los mismos
abusos. Por otra parte, durante todo este tiempo, se han venido produciendo
contactos entre el sector político y la joven oficialidad. Al violar la Constitución,
pretendiendo reemplazar las elecciones presidenciales previstas para 1958 por
un plebiscito para prolongar el gobierno de Pérez Jiménez por otros cinco años,
fue el detonante final de la situación. El plebiscito se llevó a cabo el 15 de
diciembre de 1957, y el triunfo de Pérez Jiménez fue abrumador al obtener una
mayoría del 85 % de los votos. La elección, percibida como una farsa, desató
295

una serie de protestas callejeras y una fallida intentona militar el primero de


enero de 1958, no obstante, el 23 de enero, el dictador, una vez evaluada la
situación, decide abandonar el país. Se inicia de este modo el período más
auténticamente democrático que ha tenido el país durante toda su historia y
que, a pesar de una serie de importantes imperfecciones, sobrevivirá hasta
finalizar el siglo veinte.

A la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, fue nombrada una Junta


Provisional de Gobierno, presidida por el Contraalmirante Wolfgang Larrazabal
y constituida por cuatro coroneles: Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo,
Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Los dos últimos, destacados factores
del régimen perezjimenista, dieron origen a fuertes protestas populares y fueron
prontamente reemplazados por dos civiles, los empresarios Eugenio Mendoza y
Blas Lamberti. Ese primer año, 1958, lo describe Urbaneja (2004) de la manera
siguiente:

Un año a la vez festivo, conflictivo y agitado. En las primeras semanas


posteriores a la caída de la dictadura, el país vivió un clima eufórico. Salían de
la cárcel y de sus escondites los líderes que habían dirigido la lucha
clandestina. Regresaban del exilio los principales dirigentes de los más
importantes partidos. […] Por la otra cara, la prensa se solazaba revelando los
desmanes de la dictadura, con su realidad enriquecida por el amarillismo, y se
abrían contra muchos altos funcionarios del gobierno perezjimenista
centenares de juicios por peculado, enriquecimiento ilícito o por autoría
marterial o intelectual de asesinatos políticos. (p. 104).

Larrazabal, el Presidente de la Junta Provisional de Gobierno, adquirió rápida


popularidad, particularmente en Caracas, por su carisma personal y por haber
ideado e implementado el llamado “Plan de Emergencia” para paliar el alto nivel
de desempleo en el país. Plan este, que si bien contribuyó en cierta medida a
mitigar la situación económica de muchas personas, poseía un alto contenido
demagógico, con los contraproducentes efectos en la economía del país.
Continúa narrando Urbaneja (2004) que:
296

(Larrazabal) En el mes de noviembre deberá renunciar a su cargo para aceptar


la candidatura presidencial que le ofreció URD, el partido liderizado por Jóvito
Villalba, que veía en Larrazabal la mejor opción para derrotar al poderoso
partido Acción Democrática. Larrazabal será sustituido en la Presidencia de la
Junta por Edgar Sanabria, hasta entonces Secretario de ella. (p. 105).

El 8 de diciembre, se llevan a cabo las elecciones en las que resulta triunfador


Rómulo Betancourt, el fundador y candidato de Acción Democrática, quien
tomará posesión el 13 de febrero del año siguiente, 1959. Todo el proceso
electoral y los años subsiguientes, estuvieron influenciados por el espíritu de
unidad orientado a la preservación del sistema democrático plasmado por el
llamado pacto de Punto Fijo, 59 un acuerdo suscrito por los líderes de los
principales partidos políticos el 31 de octubre de 1958. Se trataba de un
documento de intención para la elaboración de un Programa Mínimo Común de
gobierno, que finalmente se acordó y anexo al pacto, en vísperas de las
elecciones, el 6 de diciembre.

Durante ese turbulento año de 1958, ocurren una serie de eventos importantes
en el ámbito de la industria petrolera de Venezuela. Tal vez vale la pena
comenzar mencionando, aquellos relacionados con la participación de los
profesionales venezolanos. Ya sin el temor de posibles represalias por parte de
la dictadura, en abril de ese año Martínez (1986) señala que:

Una comisión del Centro de Ingenieros del Estado Zulia presenta el primer
informe sobre las condiciones de trabajo de los ingenieros venezolanos en las
compañías petroleras (p. 172) […] (y el) 1o de agosto se constituye la
Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleos (p. 173) […] (en) octubre se
constituye en Maracaibo la Asociación de Profesionales Venezolanos de la
industria petrolera (Aprovip). (p. 174). […] (y en marzo de 1959, esta asociación)

59
Punto Fijo era el nombre de la casa donde residía Rafael Caldera, líder del Partido Socialcristiano
(COPEI), en la cual se firmó el mencionado acuerdo entre el mismo Caldera, Rómulo Betancourt,
como líder de Acción Democrática (AD) y Jóvito Villalaba, fundador y máximo dirigente de Unión
Republicana Democrática (URD).
297

presenta al Congreso Nacional un programa de venezolanización del personal


profesional y técnico de la industria. (p. 176).

Desde el punto de vista legislativo, el mismo Martínez (1986), indica que el “26
de noviembre de 1958 el Presidente Provisional Edgar Sanabria rubrica la Ley
de Ejercicio de la Ingeniería, Arquitectura y Profesiones Afines” (p. 174). Una de
las provisiones de esta ley, es que cualquier profesional de esas especialidades
no graduado en el país, debía contar con una autorización para tal fin, emitida
por el Colegio de Ingenieros de Venezuela. Ello obligaba a las empresas
concesionarias a solicitar dicha autorización para todo su personal expatriado.
Un poco más de un año después, en febrero de 1960, el mismo autor menciona
que “el Colegio de Ingenieros de Venezuela establece una Oficina de Control de
Autorizaciones, que procesa los permisos que necesitan los profesionales
extranjeros para trabajar en el país, en su mayoría ingenieros y geólogos
petroleros” (p. 181).

En el campo laboral, el 14 de agosto de ese mismo 1958, se lleva a cabo la


Convención Nacional de Trabajadores. En ella se organiza nuevamente la
Federación de Trabajadores Petroleros (Fedepetrol) como parte de la
Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). La misma que había sido
declarada ilegal en 1949 por decreto de la Junta Militar de Gobierno.

Durante este período ocurre además un evento de trascendental importancia


dentro de la decantación del balance de poder en el conflicto inherente entre el
gobierno y las empresas concesionarias. Se trata de dos modificaciones a la
Ley del Impuesto sobre la Renta, ocurridas durante el lapso de apenas seis
meses. La primera de estas reformas, publicada en la Gaceta Oficial número
567, extraordinario, del 10 de julio de 1958, era en verdad, una simple reforma.
En esta, sin embargo, se modificaba el límite máximo del impuesto progresivo
de un 26 % a un 45%, lo cual evidentemente afectaba a aquellos contribuyentes
en el rango mayor de ingresos, es decir, a las empresas concesionarias. El
298

segundo de estos episodios no fue una simple reforma, sino la derogación de la


ley de 1955. Se trataba del Decreto 476 del Presidente Sanabria, publicado en
la Gaceta Oficial número 577, extraordinario, del 19 de diciembre de 1.958, para
entrar en vigencia a partir del primero de enero de 1.959. Con esta
modificación, se establecía que la sumatoria de todos los gravámenes de las
empresas, incluida la regalía, debía resultar en una distribución de la ganancia
neta entre la nación y las empresas del 67 % para la primera y 33 % para las
segundas.

Mucho se ha especulado acerca de las razones por las que un gobierno


provisional, a punto de entregar el poder a un nuevo presidente ya elegido,
tomó dos medidas tan drásticas, sobre todo la segunda. Tal vez fue que, dentro
del espíritu del Pacto de Punto Fijo, y ante la difícil situación económica
heredada de la dictadura y agravada por las políticas de ayuda a los
desempleados de Wolgang Larrazabal (el “plan de emergencia”), se le trató de
ahorrar ésta polémica decisión al nuevo gobierno.

Hayan sido cuales hayan sido las razones, se rompía de este modo, de manera
inesperada, el principio de paridad en los beneficios, el 50-50 o fifty-fifty.
Principio que, incluso por su connotación reminiscente de una regla de equidad,
se había convertido en el paradigma, incluso a nivel mundial, de las relaciones
entre las empresas concesionarias y los gobiernos. Lo que no se distinguió en
el momento, es que este era sólo un paso más en el inexorable proceso de
migración del balance de poder propio del conflicto inherente entre el Estado y
las empresas concesionarias.

El impacto económico de estas dos modificaciones tan seguidas, dio lugar a un


período de aguda crisis dentro del conflicto inherente entre las empresas y el
gobierno. La airada protesta por parte de las empresas no se hizo esperar. El
21 de diciembre, el Presidente de la Creole, Harold W. “the iron duke” Haight, le
escribió a Carlos Pérez de la Cova, el Ministro de Minas e Hidrocarburos de la
299

época, una carta protestando por la modificación de la Ley del Impuesto sobre
la Renta. Alegaba Haight, que dicha reforma dañaría la posición competitiva del
crudo venezolano en los mercados. Dos días después, el 23 de diciembre, el
ministro le respondió calificando de infundados los alegatos del Presidente de la
Creole y alegando que la reforma era de tipo general que afectaba por igual a
todos los ciudadanos. Con ocasión del viaje de Haight a Nueva York para
explicar la situación a la Junta Directiva de la Standard de New Jersey, la
Directiva de Creole decidió insistir en su punto de manera enfática. Para ello, se
decidió contactar al reportero Gumersindo Villasana, corresponsal de El
Universal que cubría la fuente de Maiquetía, para que entrevistara a Haight de
salida hacia Nueva York52. Entre otras cosas, Haight declaró que “No se ha
dado ninguna consideración a nuestros derechos adquiridos y se han olvidado
las obligaciones morales, sino legales, de negociar este cambio entre las partes
interesadas” 60. Cuando aparecieron las declaraciones de Haight, el gobierno
reaccionó con profunda indignación y declaró persona non grata al Presidente
de Creole, no permitiéndole reingresar al país. Su esposa fue quien tuvo que
terminar liquidando sus pertenencias en una venta de garaje en la casa de
Harry Mason, gran amigo de Haight y Secretario de la Junta Directiva de la
Creole, en la calle Cristobal Rojas de la urbanización Los Naranjos de Las
Mercedes52. El conflicto inherente a la sociedad venezolana característico del
periodo concesionario, que había permanecido en estado de latencia desde
1943, tomaba ahora características de una verdadera crisis. Quedaba claro
que, por poderosas que fueran las empresas, el sistema jurídico de una nación
soberana privaba sobre sus intereses.

6.5. UN CONFLICTO CADA VEZ MÁS COMPLEJO:


En el proceso de migración del balance de poder propio del conflicto inherente que
existe entre un país que posee un recurso natural de valor económico y las
empresas autorizadas para su explotación pueden aparecer una serie de
conflictos secundarios. Estos conflictos son consecuencia, y están íntimamente
relacionados, con el conflicto general, y a medida que aparecen, van

60
El Universal, sábado 27 de diciembre de 1958, p. 1-3.
300

incrementando la complejidad del conjunto. Algunos de ellos, poseen una marcada


importancia, tanto por sí mismos, como por sus repercusiones futuras dentro del
conflicto inherente de carácter más amplio. Este es el caso, por ejemplo, del tema
de la reversión, de remotos antecedentes, pero que es durante este período
cuando aparece como una preocupación por parte del gobierno, con lo cual tendrá
repercusiones explícitas en la legislación del país. Otro caso, es el del Decreto
Presidencial 832 del 17 de diciembre de 1971. Este decreto, orientado a resolver
un problema puntual de las últimas etapas del régimen concesionario, tendrá sin
embargo repercusiones y será fuente de conflictos, incluso después de la total
estatización de la industria el primero de enero de 1976. Finalmente, durante este
período tiene lugar la etapa final del conflicto inherente entre las empresas y los
gobiernos en lo referente al control por parte del Estado de los elementos que
conforman los pagos al impuesto sobre la renta. Se trata de la fijación unilateral de
los valores de referencia a los fines de dicho impuesto el año 1970.

Seguiremos analizando el desarrollo de los elementos que dan origen a los


distintos eventos de este complejo conflicto, como lo hemos venido haciendo, en
base a sus principales aspectos, separables conceptualmente, pero íntimamente
entrelazados y sujetos a una subordinación lógica. El hilo conductor de todo este
proceso, como ya se ha mencionado, son las diferentes modificaciones al
impuesto sobre la renta. Este desarrollo, a medida que avanza, está igualmente
asociado a una cada vez mayor intervención del gobierno en los aspectos
operacionales de la industria. Complementariamente, y como condición para ello,
está la profundización del proceso de venezolanización del personal y otra serie
de aspectos laborales. En la descripción de todos estos eventos, hemos tratado de
ceñirnos lo más posible a su secuencia cronológica. Sin embargo, nuestro objetivo
fundamental es la comprensión de cada uno de esos conflictos como parte del
conflicto inherente en su totalidad, tanto en su profundidad y variedad y no sólo en
su ubicación y extensión temporal. Algo frecuentemente ignorado en el estudio de
este tipo de conflictos, que generalmente se centra en el análisis de los eventos
puntuales más relevantes de manera aislada.
301

De la misma manera, como también se ha mencionado, algunos de los sub


períodos de los cuales nos ocuparemos, puede que incluyan varios
acontecimientos importantes desde el punto de vista político. Lo que nos interesa,
de nuevo, es la comprensión del desarrollo específico de la industria petrolera
dentro de ese lapso. Así por ejemplo, la historia política de Venezuela entre 1958 y
1976, se divide en varios períodos claramente distinguibles. En nuestro caso, sin
embargo, el mencionado lapso se divide solamente en dos períodos, definidos por
la influencia de los precios del petróleo en el mercado internacional sobre los
ingresos fiscales del país. De hecho, la división entre estos dos períodos ocurre en
1973, con ello, el punto de inflexión entre ambos, se ubica dentro de sólo un
período político, el del primer gobierno de Rafael Caldera.

6.5.1. La renta petrolera: necesidad y limitaciones:


La desmandada corrupción de los últimos años de la dictadura perezjimenista, y
el desbordado gasto público del gobierno de transición, principalmente el “plan
de emergencia” de Larrazabal, han dejado al país en una crítica situación
financiera. El ingreso petrolero es un elemento de primordial importancia
estratégica para el sostenimiento de un país con una estructura económica
netamente rentista. Mantener un nivel adecuado de renta petrolera no era, sin
embargo, una tarea fácil. Durante su gobierno, Rómulo Betancourt, se ve
obligado a devaluar el bolívar en un 28 %, la tasa de cambio pasa de 3,35
bolívares por dólar a 4,30. El gobierno necesita obtener mayor cantidad de
bolívares para cubrir el gasto interno del país, a cambio de los dólares recibidos
por el ingreso petrolero. Los ingresos petroleros no parecen ser suficientes para
ello.

A nivel global, como mencionamos, la reacción de la oferta ante los cambios en


los patrones de consumo al final de la segunda guerra mundial, ha producido un
incremento en la oferta que ha llegado a superar ampliamente la demanda. El
exceso de oferta llevó a las empresas petroleras multinacionales a efectuar
recortes sucesivos en sus valores de cotización, con la consiguiente reducción
en el ingreso fiscal de los países productores. El desagrado que esto produce
302

entre los países productores, es lo que conducirá eventualmente, también


durante el gobierno de Betancourt, a la fundación de la OPEP. No obstante,
como ya también se ha mencionado, el verdadero impacto de esta organización
no se hizo sentir sino hasta 1973, a raíz de la crisis generada por la guerra del
Yom Kippur. En ese momento, dicha organización, decidió fijar unilateralmente
los precios de venta de sus crudos. Esto no sucederá, sin embargo, sino hasta
finales del tercer gobierno de este nuevo período democrático, el primer
gobierno de Rafael Caldera. Mientras tanto, los gobiernos venezolanos seguirán
sujetos a una serie de limitaciones financieras.

La situación que comienza en 1959, asociada a los eventos ocurridos en


octubre de 1973, permiten subdividir esta etapa histórica, com se mencionó, en
dos períodos. El primero de ellos, que acabamos de describir, abarca los
gobiernos de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y parte del primero de Rafael
Caldera. El segundo, comienza al final del mandato del último de los
presidentes nombrados y abarca el primer año del gobierno de Carlos Andrés
Pérez. Esta será una etapa con cuantiosos ingresos fiscales, debidos a los altos
precios en los mercados internacionales. La misma culminará el primero de
enero de 1976, cuando se alcanza el total control del Estado en la migración del
balance de poder entre este y las empresas concesionarias. Se desarrolla, a
partir de entonces, como veremos más adelante, un nuevo conflicto inherente a
la estructura misma de la sociedad, pero de naturaleza distinta al anterior por
ser esencialmente diferentes sus protagonistas. Ya no se trata de un conflicto
de intereses de los gobiernos de un país con un grupo de entes externos. En
este caso, será el conflicto que se origina dentro de la sociedad misma con
relación al papel que dentro de ella debe jugar la empresa de mayor
importancia como generadora de ingresos para el país.

Por su trascendental importancia dentro del marco de referencia político, es


indispensable destacar lo sucedido en las elecciones de 1968. Dejemos que lo
describa Urbaneja (2009):

Estas elecciones y su resultado tienen una especial significación dentro del


proceso de consolidación de la democracia representativa de partidos. Son las
303

primeras elecciones que gana un partido de oposición, cuyo triunfo es


reconocido por el partido de gobierno. Esto se ve realzado por lo estrecho del
resultado. […] Tanto Leoni como Barrios —y desde luego Betancourt, en la
medida que haya metido basa— […] (concluyeron) que lo más saludable para
la consolidación democrática, que al fin y al cabo era el objetivo señero de la
política venezolana de esos años, era reconocer el triunfo estrecho del
principal candidato de oposición. (p. 47).

No cabe duda que la madurez y sensatez del Betancourt y de los demás líderes
de AD de aquella época, evitaba de este modo convertir al partido en una
especie de PRI mexicano. El período de la República Civil (1958-1999) fue,
sobre todo en su primera mitad, una época en la que privó la sensatez de parte
de los principales partidos políticos. Se estableció una alternancia en el poder,
que lamentablemente después no se supo llevara a etapas de mayor
empoderamiento del ciudadano a través de una representatividad más directa,
eficaz y efectiva que la centrada en los partidos.

6.5.2. ¡Ahora si! No más concesiones:


Desde el mismo principio del de gobierno de Rómulo Betancourt, el Ministro de
Minas e Hidrocarburos, Juan Pablo Pérez Alfonzo, al definir la política petrolera
del nuevo gobierno, si bien reconoce la vigencia de las concesiones otorgadas
hasta el momento, reitera el principio de “no más concesiones”. Al mismo
tiempo, el 23 de enero de 1961, se aprueba una nueva constitución que deja
claramente establecida la responsabilidad del Estado en la conservación y
explotación de los hidrocarburos. Igualmente, en el caso que en el futuro se
llegara a plantear la posibilidad del otorgamiento de concesiones adicionales,
esto sólo podría llevarse a cabo previa autorización de las dos cámaras del
Congreso de la República en sesión conjunta. Se inicia así un proceso
irreversible donde, a lo sumo, las únicas figuras aceptables para la inversión
extranjera en la industria petrolera venezolana serán en el futuro inmediato, los
contratos de servicio. El ministro Pérez Alfonzo, explicaría, posteriormente, los
objetivos del Estado venezolano en Pérez Alfonzo (1967).
304

Bajo el esquema de la política de “no más concesiones”, las empresas


concesionarias enfrentan ahora en Venezuela, de manera cierta, un horizonte
limitado para sus operaciones. La ley de 1943, preveía la posibilidad de
prorrogar las concesiones otorgadas originalmente por cuarenta años, por
veinte años más a mitad de la vida de las mismas. Sin embargo, el ambiente
político prevaleciente en 1960 y 1961, no permitía prever que tal cosa pudiera
suceder en 1963. Así pues, 1983 era el horizonte con el que las empresas
contaban para continuar operando en Venezuela. En ese lapso, debían haber
amortizado todas sus inversiones y obtener la mayor rentabilidad posible de las
mismas. Todo ello, en un clima donde ya resultaba claro que traería graduales
incrementos adicionales en la tasa impositiva. Bajo este escenario, la reacción
lógica de las empresas, era efectuar inversiones sólo en aquellas actividades
que fueran indispensables para la continuidad operacional de manera rentable.
Actividades, como por ejemplo la exploración, cuyos resultados se hacen
efectivos sólo en el largo plazo, fueron reducidas a su mínima expresión. Al
cierre de 1961, había disminuido drásticamente el número de cuadrillas
geofísicas activas y el número de pozos exploratorios perforados. Ese mismo
año, Según Martínez (1986), “Por primera vez en la historia de la industria
petrolera venezolana se registra durante el año una disminución del volumen de
las reservas probadas, del orden de 83 millones de metros cúbicos” (p. 189)
(522 millones de barriles, alrededor del tres por ciento de las reservas probadas
del país en ese momento).

Por otra parte, en el gobierno se genera un dilema debido a la particular visión


del ministro Pérez Alfonzo con relación a las reservas de hidrocarburos del país.
Al final de 1960, Venezuela contaba con unas reservas probadas de 17.405
millones de barriles, con una producción promedio para ese año de 2 millones
850 mil barriles diarios. Bajo esas condiciones, esas reservas debían durar 16,7
años. En opinión de Pérez Alfonzo, la política petrolera debía orientarse a
prolongar lo más posible el tiempo de duración de esos recursos, lo cual
implicaba una reducción en la tasa de producción. Se generaba así un conflicto
305

debido a la abierta contradicción entre la necesidad de incrementar la


producción, a fin de aumentar los ingresos fiscales, y la necesidad de reducirla,
como sugería el ministro, para prolongar el tiempo de vida de las reservas.

6.5.3. La gestación y el nacimiento de la OPEP:


Un elemento importante dentro de este contexto, tiene que ver con la política
energética de los Estados Unidos y su tendencia, desde finales de la década de
los cuarenta, a restringir las importaciones. Estas, desde 1948 superan por
primera vez a las exportaciones de ese país, la presión interna generada,
desembocó en un primer intento de regulación de dichas importaciones, la
Samson Act o Ley Samson de 1950. En 1952, la revisión del Tratado de
Reciprocidad Comercial entre Venezuela y los Estados Unidos llevó a la
eliminación de las cuotas de importación de algunos crudos venezolanos. Sin
embargo, en 1954, bajo la presidencia de Eisenhower, surge una propuesta
para establecer restricciones voluntarias y en 1958 aparece el Carson Plan.
Ninguno de estos dos proyectos tuvo éxito debido a la presión de los
importadores. Finalmente, enfocando el asunto como un tema de seguridad
nacional, en marzo de 1959, el presidente Eisenhower firma la Proclama
Presidencial 3279, la Mandatory Oil Import Quota Program, que establecía un
programa de restricciones obligatorias a las importaciones a partir de ese
mismo año.

En esa ocasión, la protesta sumamente firme e inmediata, provino del gobierno


de Canadá, uno de los países que exportaba petróleo a los Estados Unidos. A
fin de aplacar la protesta, el gobierno de Eisenhower, aduciendo de nuevo,
razones de seguridad nacional, exceptúa a finales de abril, a los crudos
importados por vía terrestre, vale decir, de Canadá y México. Esto indignó al
gobierno venezolano, en particular al Ministro de Minas e Hidrocarburos Juan
Pablo Pérez Alfonzo, quien acertadamente calificó la decisión como una simple
ficción para calmar a sus vecinos discriminando ostensiblemente a Venezuela.
A mediados de mayo de 1959, Pérez Alfonzo, en un esfuerzo por defender los
306

intereses de Venezuela, viaja a Washington con una propuesta que Yergin


(1993) explica de la siguiente manera:

La creación de un sistema petrolero para el hemisferio occidental,


administrado por los gobiernos, no por las compañías. Bajo este convenio, a
Venezuela se le asignaría, como nación, una determinada cuota —una
participación garantizada del mercado de los Estados Unidos. Ya no sería una
prerrogativa de las compañías decidir de qué país iban a importar el petróleo.
Lo que Pérez Alfonzo pedía no era tan descabellado, después de todo, él
podía argumentar, era exactamente la forma cómo funcionaba el sistema de
cuotas azucareras americano —cada país tenía asignada una cuota. Pero,
después de todo, petróleo no es azúcar. […] El gobierno de los Estados
Unidos no mostró interés en la propuesta de Pérez Alfonzo; en realidad, ni
siquiera la respondió. El nuevo gobierno democrático de Caracas reconoció el
insulto. Y Pérez Alfonzo fue en busca en otra parte de una audiencia más
interesada —en El Cairo.2 (p. 513).

Con el final de la cita anterior, Yergin seguramente se refiere a que ya, según
indica Martínez (1986), el 20 de abril:

Durante el Primer Congreso Petrolero Árabe se realizan consultas secretas en


El Cairo entre delegados de Venezuela, Irán, la República Árabe Unida y
Kuwait y el Jefe del Departamento de Petróleo de la Liga Árabe, acordándose
establecer una comisión permanente para consultas petroleras, lo que luego
será la OPEP. (p. 177).

A ese Primer Congreso Petrolero Árabe, asistieron como observadores dos


países no árabes, Venezuela e Irán. En esa ocasión Pérez Alfonzo y Abdullah
Tariki 61, el Ministro de Asuntos Petroleros de Arabia Saudita, acordaron un
“pacto de caballeros” con relación a tratar de agrupar a los principales países
productores del Medio Oriente, junto con Venezuela, en caso de seguir
ocurriendo el deterioro de los precios. Ambos, Tariki y Pérez Alfonzo son

61
El Ministro de Asuntos Petroleros de Arabia Saudita es considerado, junto a Juan Pablo Pérez
Alfonzo, como los dos principales propulsores de la OPEP.
307

considerados los dos principales propulsores de la OPEP. En línea con lo


anterior, el mismo Martínez (1986) explica que:

Durante las reuniones de la 7a Sesión del Comité de Expertos Petroleros


Árabes en Yeda (Arabia Saudí), el observador venezolano Eduardo Acosta
Hermoso expresa inequívocamente que sólo con la cooperación de los países
exportadores del Medio Oriente podría mantenerse la estructura de los precios
del petróleo. (p. 180).

Resulta evidente, que Pérez Alfonzo trató en primer lugar de asegurar una
participación firmemente establecida a través de un tratamiento hemisférico en
su mercado natural, dónde Venezuela contaba con una clara ventaja en el costo
de los fletes. Al no conseguir esto, se dirigió, como estrategia alterna, a sus
posibles competidores de mayor importancia. Venezuela veía claro, ahora, en
1959, como lo había hecho en 1949, cuando envió una comisión a los países
del Medio Oriente para divulgar la legislación venezolana sobre hidrocarburos,
la importancia de negociar con esos países. Con este evento, se pone de
manifiesto, que en situaciones de conflictos de alta complejidad, parecen
enmascararse las diferencias, incluso de tipo ideológico, ante un enfoque
racional de las decisiones asociadas a esos conflictos.

Simultáneamente, como también se mencionó, se produce un importante salto


cuantitativo en el negocio petrolero al generarse una importante sobreoferta a
pesar del explosivo crecimiento de la demanda al final de la segunda guerra
mundial. La disminución de los precios del petróleo que se produce como
consecuencia, constituyó un elemento de descontento para los países
productores, que ya habían comenzado a unificarse, y que vieron de este modo,
mermados sus ingresos fiscales. En Venezuela, el 6 de febrero de 1959, se
aplica una primera rebaja a los posted prices de los crudos venezolanos. Seis
días después, se inician rebajas de mayor magnitud aún, en los crudos del
Medio Oriente. Para el mes de abril, todas las empresas han aplicado rebajas a
los crudos, incluidos los venezolanos. Yergin (1993) describe la situación de la
siguiente manera:
308

British Petroleum llevó a cabo el primer recorte —dieciocho céntimos (de dólar)
por barril, una reducción de alrededor del diez por ciento. Juan Pablo Pérez
Alfonzo estaba colérico. Abdullah Tariki estaba furioso. De un plumazo, una de
las grandes compañías petroleras había cercenado unilateralmente los
ingresos nacionales de los productores de petróleo.2 (p. 515).

En abril de 1959, en el ya mencionado Primer Congreso Petrolero Árabe en El


Cairo, se llevan a cabo las reuniones secretas de consulta mencionadas por
Martínez (1986, p. 177). Mientras tanto, no cesan las presiones a la baja en los
mercados, pero las empresas estaban ya seriamente temerosas de llevar a
cabo reducciones adicionales en los precios de cotización de manera unilateral.
El único que parecía estar en contra de estos temores, era Monroe “Jack”
Rathbone, Presidente de la Standard Oil of New Jersey. Hombre de carácter
duro, se opuso incluso a la opinión contraria de la totalidad de la Junta
Directiva, quienes proponían llevar a cabo reuniones de consulta con los
gobiernos de los países productores explicándoles la situación en vez de actuar
unilateralmente. Aún así, Rathbone impone su criterio, y el 9 de agosto de 1960,
la Standard de New Jersey reduce los posted prices anunciados por la empresa
para los crudos del Medio Oriente en catorce centavos de dólar, alrededor de
un 7 %. Las demás compañías, para no perder mercados con la Standard,
aunque a regañadientes tuvieron que hacer lo mismo.

La respuesta de los países productores no se hizo esperar. Luego de una serie


de comunicaciones de consulta durante el mes de agosto, el 3 de septiembre,
según Martínez (1986):

El gobierno de Irak invita a delegaciones del más alto nivel de Irán, Kuwait,
Arabia Saudí y Venezuela a reunirse en una semana en Bagdad. […] (El) 10
de Setiembre […] Comienza en Bagdad la reunión ministerial de los
gobiernos de Irak, Irán, Kuwait, Arabia Saudí y Venezuela. […] (y el) 14 de
Setiembre […] Se crea en Bagdad la Organización de Países Exportadores
de Petróleo —OPEP— (Organization of Petroleum Exporting Countries
309

OPEC). Juan Pablo Pérez Alfonzo preside la delegación que representa al


Gobierno venezolano. (p. 183).

A siete meses del gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964), y a menos de


tres años del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez, Venezuela ha
dado dos importantes pasos en la alteración del balance de poder en el conflicto
inherente con las empresas concesionarias. Por una parte, ha logrado una
modificación importante en la distribución de los beneficios netos resultantes de
la venta de su petróleo, rompiendo además el ya comúnmente aceptado,
incluso por su connotación de equidad, principio del 50-50. Por otra parte, ha
promovido y forma parte de un consorcio con los países del Medio Oriente, que
de no ser así, hubieran podido ser unos peligrosos competidores. Esta
organización, jugaría desde entonces un papel determinante en el mercado
petrolero. Una vez más se hacía valida la expresión de Henri Deterding en los
primeras años de existencia del grupo Royal Dutch Shell, “eendracht maakt
macht” (la unidad da poder)… Aunque, en el caso de Pérez Alfonzo, vista su
estrategia inicial de defender los intereses de Venezuela promoviendo un
sistema hemisférico de cuotas, para recurrir, ante el fracaso de esta gestión, a
la alianza con sus competidores potenciales, tal vez lo que cabe aplicar es el
viejo adagio: “si no puedes vencerlos, úneteles”.

Es de hacer notar, que la influencia de la OPEP durante sus primeros trece


años, se limitó a forzar a las empresas multinacionales a anunciar sus precios
de cotización luego de haberlo negociado con la organización. El paso
determinante en la migración del balance de poder entre las empresas y la
OPEP, como veremos en detalle más adelante, ocurre realmente en 1973, a
raíz de la guerra del Yom Kippur y el subsiguiente embargo petrolero de los
países árabes a una serie de potencias occidentales.
310

6.5.4. Venezuela se reafirma en la migración del balance de poder:


La reforma a la Ley del Impuesto sobre la Renta del 19 de diciembre de 1958,
había causado un notable impacto al alterar drásticamente el principio del fifty-
fifty, que se había convertido en el paradigma de las relaciones entre las
empresas y los gobiernos a nivel mundial. Aun así, el gobierno de Betancourt
da un paso más con la enmienda de la Ley del Impuesto sobre la Renta de
1958 que aparece en la Gaceta Oficial número 669, extraordinario, del 17 de
febrero de 1961. Mediante esta enmienda, se establece que los pagos al
mencionado impuesto, se llevarán a cabo de manera progresiva a lo largo del
año, y no de una sola vez al final de cada período anual. Este sistema, conocido
como pay as you go (pague a medida que avance), si bien no alteraba los
porcentajes de participación en las ganancias del negocio, afectaba el flujo de
caja tanto de las empresas como del gobierno. Este contaba, desde ahora, con
la disponibilidad de los tan necesarios fondos provenientes de dicho impuesto
desde los primeros períodos del año. Las empresas, por otra parte, dejaban de
contar con esos mismos fondos hasta el momento de liquidar el impuesto al
final de cada período fiscal. Una nueva vuelta a la tuerca de la migración del
balance de poder entre las partes de este conflicto inherente y que ocurre
prácticamente de manera simultánea con el proceso que unos meses después
llevaría a la fundación de la OPEP.

Por otra parte, el Presidente Raúl Leoni, en su discurso de toma de posesión el


11 de marzo de 1964, ratifica su intención de respetar todas las concesiones
vigentes para ese momento. Afirma además, que los contratos de servicio
serán la base del desarrollo de la industria de allí en adelante. Durante el
gobierno de Leoni, siendo Ministro de Minas e Hidrocarburos Manuel Pérez
Guerrero, se aprueba una nueva reforma a la Ley del Impuesto sobre la Renta
que entraría en vigencia a partir del primero de enero de 1967. La misma
aparece en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela número 1069,
extraordinario, de fecha 23 de diciembre de 1966.
311

A partir de 1958, se comienza a notar también la tendencia a una mayor


intervención del gobierno en los aspectos operacionales de la industria,
movimiento independiente de los incrementos en las ganancias del negocio por
vía del impuesto sobre la renta. Como un primer antecedente, el 8 de abril de
1959, según resolución 557 del Ministerio de Minas e Hidrocarburos, se
estableció una Comisión Coordinadora para la Conservación y el Comercio de
los Hidrocarburos, la cual estaba facultada para generar recomendaciones
acerca de la necesidad de emitir reglamentaciones sobre estas materias. El 11
de septiembre, según decreto presidencial 135, con objetivos similares en lo
que respecta específicamente a la producción, distribución y consumo de las
diferentes formas de energía, se crea el Consejo Nacional de Energía. En abril
de 1960, el Ministerio de Minas e Hidrocarburos inicia la publicación de
Petróleo y Otros Datos Estadísticos (PODE) que representa, de allí en
adelante, la recopilación anual más sólida y confiable de información acerca de
las actividades de la industria.

Durante buena parte del gobierno de Leoni (1964-1969), las relaciones entre las
empresas y el gobierno se mantienen en un plano de armonía, el conflicto
inherente entre ambas partes, se desarrolla nuevamente en un estado de
latencia. No obstante, se perciben ya, a medida que se acerca la prescripción
de las concesiones en 1983, las primeras señales de reducción de inversiones
por parte de las compañías. Aparecen, por otra parte, ciertas amenazas para el
crudo venezolano en el mercado. Ya en 1963, los Estados Unidos habían
promulgado la primera ley sobre limpieza del aire (Clean Air Act), que
establecía el nivel máximo permitido de ciertas impurezas en las emisiones
resultantes de la quema de combustibles en fuentes estacionarias. Esto
afectaba, debido a su contenido de azufre, a los combustibles pesados
venezolanos utilizados en unidades de calefacción. Posteriormente, en 1969, en
varias regiones de los Estados Unidos, particularmente en la costa este, uno de
los mercados naturales del crudo venezolano, se establecieron límites máximos
de contenido de azufre mucho más estrictos para todo los tipos de fuente, tanto
estacionarias como móviles (unidades de transporte). Todo esto se plasmaría
312

en la nueva Clean Air Act de 1970. Según estas regulaciones los límites de
contenido de azufre permisibles en dichos combustibles variaban entre el 0,3 y
el uno por ciento. Esta regulación, afectaba muy marcadamente al mercado
más importante de los combustibles pesados de Venezuela, cuyo contenido
promedio de azufre estaba en el orden del 2,6 por ciento.

Para manejar esta situación, era necesario construir unidades de desulfuración


en las refinerías de Amuay (Creole) y Punta Cardón (Shell), a un costo de
inversión de alrededor de 120 millones de dólares cada una. Esta situación,
permitió a las concesionarias utilizar el arma más poderosa que aún tenían a su
alcance dentro del balance de poder con el gobierno, su capacidad de
inversión. En este sentido, la Creole había ya expresado su interés en construir
una planta de desulfuración en la refinería de Amuay. Sin embargo, esta planta
no podría ser amortizada totalmente, bajo un esquema normal de depreciación,
de veinte años en línea recta, antes de 1983. Luego de intensas negociaciones,
se llegó a la firma de un memorándum entre la Creole Petroleum Corporation y
los Ministerios de Minas e Hidrocarburos y Hacienda, conocido como el acuerdo
de desulfuración, que aceptaba la aplicación de un esquema de depreciación
acelerada. Posteriormente, la Compañía Shell de Venezuela suscribió un
acuerdo similar con el Ejecutivo Nacional para la construcción de una planta de
desulfuración en la refinería de Punta Cardón. Esta última entró en operación
en diciembre de 1969, la de Amuay en septiembre de 1970. El acuerdo de
desulfuración, fue tal vez la última ocasión en el que las compañías
concesionarias pudieron hacer uso de alguna forma de poder interno, en este
caso su capacidad de inversión, dentro del conflicto inherente con el gobierno
de Venezuela. Les quedaría únicamente, en el marco global, el contar de
manera exclusiva con los últimos eslabones de la cadena de valor agregado en
los grandes mercados y su capacidad para el desarrollo de nueva tecnología.

Como parte del mismo conflicto inherente, la cada vez mayor injerencia del
gobierno en los aspectos operacionales, tiende a alcanzar igual importancia
que los aspectos relacionados con la determinación de los montos a pagar del
313

impuesto sobre la renta. Llegados a este punto, el gobierno comienza a


establecer una serie de regulaciones con claras implicaciones operacionales.

La unificación de yacimientos:
Así, una primera medida con una clara orientación operacional explícita, el
Gobierno Nacional estableció la obligación de unificar los yacimientos 62 que
estuvieran siendo explotados por más de una empresa concesionaria. Tal
como menciona Velarde (1987): “Con fecha 03 de diciembre de 1959, por
Oficio-Circular No 3835-HC […] (se) estableció la Unificación con carácter
de obligatoriedad” (p. 37). De este modo, el régimen de explotación de un
determinado bloque de concesión, dejaba de ser potestad exclusiva de la
empresa titular de la misma. Dicha explotación, debía en adelante llevarse
a cabo de manera conjunta con las demás concesionarias que compartían
el mismo yacimiento, a fin de alcanzar el aprovechamiento óptimo del
mismo.

Posteriormente, el 26 de enero de 1961, mediante el Oficio-Circular No 116-


HC, el ministerio adopta una medida adicional al establecer que las
participaciones de cada empresa en esos convenios de unificación deben
basarse en las condiciones originales del yacimiento, y no en las
prevalecientes al momento del acuerdo. Esto permitiría, por una parte,
adecuar la producción futura a criterios de conservación y al
establecimiento de la tasa más eficiente de dicha producción, pero además,
corregir cualquier desbalance que se hubiera producido hasta la fecha.
Medidas de orientación primordialmente conservacionista, pero que
afectaban también, de manera directa, los compromisos fiscales de las
empresas. Como consecuencia de esta mejor definición de la cantidad de

62
El proceso conocido como unificación de yacimientos, consiste en el estudio conjunto de las
propiedades de dichos yacimientos por parte de todos los operadores involucrados. La finalidad es,
por una parte, establecer qué proporción de las reservas recuperables del mismo corresponde a cada
operador. Por otra, acordar las tasas de producción que resulten en la máxima y más eficiente
explotación del yacimiento en cuestión.
314

reservas asociadas a cada bloque de concesión, el 2 de marzo de 1962,


según relata Martínez (1986) “en carta circular, el Ministerio de Minas e
Hidrocarburos recuerda a las compañías petroleras que si los yacimientos
petrolíferos se extienden más allá de sus concesiones, esos recursos no
son inapropiables 63 (sic.) por ellas” (p. 190). Se evitaba así el posible
drenaje de reservas no asociadas al bloque de concesión específico. Esta
observación, era de primordial importancia cuando se trataba de bloques
de concesión vecinos a parcelas de reserva nacional.

En esta misma línea, el 9 de agosto de 1960, mediante su Resolución 994,


el Ministerio de Minas e Hidrocarburos anuncia que no permitirá la
producción de crudos que vayan a ser vendidos a descuentos que
considere “anormales” (entrecomillado nuestro). Como consecuencia de
ello, tres días después, ordena cierres de producción a varias empresas.
Estas medidas, tienen su raíz en el hecho de que las empresas
concesionarias, frecuentemente demostraban haber tenido la necesidad de
ofrecer descuentos a algunos de sus clientes con relación a los valores de
cotización que ofrecían al mercado. En muchos casos, esto se llevaba a
cabo a través de mecanismos de precios de transferencia entre empresas
relacionadas. Evidentemente, las empresas, cumpliendo con su obligación
de maximizar el retorno sobre la inversión para sus accionistas,
programaban cuidadosamente su exposición fiscal. Esto, por otra parte,
significaba una merma en los ingresos fiscales del gobierno. Tal como
afirma Tugwell (1975), en la cita ya mencionada en la página 39 del
presente trabajo y que nos permitimos transcribir nuevamente:

Mucha de la fuerza, independencia y eficiencia de esas organizaciones


multinacionales se deriva de su habilidad para coordinar la totalidad del rango de
sus operaciones a fin de maximizar sus beneficios […] La maximización de los
beneficios impone que estas actividades sean coordinadas de modo de obtener la
suma mayor de dinero del conjunto de todas las operaciones.2 (p. 11).

63
Sin duda un error de imprenta. La idea del autor, verificada con él mismo, fue decir “apropiables”
Anibal R. Martínez (comunicación personal) (2014, 31 de enero).
315

Con relación a los precios de transferencia, se planteaba aquí un caso


particular de la clásica discusión que existe a nivel global, y aplicable a
cualquier tipo de negocio, con relación al tema. Los precios de transferencia
entre compañías relacionadas 64 se utilizan cuando un grupo empresarial
asigna dichos valores a transacciones entre varias de sus entidades
subsidiarias utilizando la legislación fiscal vigente en varios países. Se
busca con ello optimizar la carga fiscal para la totalidad del sistema. Así, por
ejemplo una empresa petrolera multinacional, sujeta a una considerable
carga impositiva en sus áreas de producción pero relativamente baja en sus
operaciones de refinación, transferirá su producción a un valor de
descuento a sus refinerías. Estas últimas serán quienes operen con un
amplio margen de ganancia por tener un bajo costo de materia prima y
vender a los precios de mercado, su ingreso gravable será sumamente alto,
pero su tasa impositiva menor. La entidad de producción, sujeta a una alta
tasa impositiva, operará con un ingreso gravable más bajo.

Por lo general, las autoridades fiscales de muchos países, califican el uso


de valores de transferencia como un delito de evasión fiscal. Por otra parte,
muchas empresas, en diferentes actividades y en gran variedad de sitios,
alegan que lo único que hacen es eludir, de manera lícita, el pago de ciertos
impuestos aprovechando las diferencias en la legislación fiscal de distintos
países. I don´t write the rules, I just play de game (Yo no escribo las reglas,
yo solo participo en el juego) es un adagio usual por parte de los defensores
de esta herramienta. La elusión, alegan, en contraposición a la evasión, que

64
Existe en el campo del derecho financiero, una definición precisa de lo que son “compañías
relacionadas”. Dicha definición, tiene que ver con elementos tales como el porcentaje de accionistas
que ambas empresas tienen en común, o el número de puestos en la junta directiva de ambas
compañías que son ocupados por las mismas personas.
316

es un delito, es una forma legal de cumplir con su obligación de incrementar


el beneficio del negocio para sus accionistas. 65

La fijación de los valores de referencia a los fines del ISLR:


El problema de los descuentos a los precios de cotización publicados por
las empresas, generaba una serie de inconvenientes adicionales para la
administración pública. El más evidente de ellos, eran las dificultades en la
estimación del flujo de caja disponible para el gobierno en cada lapso. Los
valores cotizados de los diferentes tipos de crudos, eran los que se
tomaban como referencia para estimar el impuesto a pagar por parte de las
concesionarias, cualquier desviación hacia abajo de los mismos, afectaba
negativamente las mencionadas estimaciones. Sin embargo, lo que
causaba las mayores molestias, era la percepción, por parte de algunos
funcionarios del gobierno, de que podían estarse llevando a cabo, de
manera intencional y programada, acciones orientadas a la evasión del
impuesto sobre la renta. Una de las primeras medidas con las que se trató
de subsanar esta situación, fue la promulgación, el 4 de diciembre de 1960,
del Decreto 906, que establecía que las deducciones del impuesto sobre la
renta derivadas de las donaciones de las empresas, que sobrepasen los
cinco millones de bolívares, debían ser aprobadas por el ministerio de
Hacienda.

La situación descrita comenzó, sin embargo, un proceso de escalada


durante el primer año del gobierno de Rafael Caldera (1969-1974). El 16 de
septiembre de 1970, el Ministro de Minas e Hidrocarburos, Hugo Pérez La

65
El tema de los precios de transferencia, es también un tópico de marcado interés en el área del
comercio internacional, aunque por una razón distinta. La OECD, se ha pronunciado en contra de este
tipo de prácticas, pero más que todo por sus implicaciones de competencia desleal. Según este
criterio, una empresa no relacionada, que compita en el mismo mercado con una relacionada que
tiene un bajo costo de materia prima por recibirlo a precios de descuento, se encuentra en evidente
desventaja.
317

Salvia, se dirige a las empresas concesionarias solicitando que se le


expliquen las razones por las cuales, en el valor de las ventas reportadas
por las empresas, no se reflejan las verdaderas condiciones de los precios
en el mercado internacional. Se supone, que siendo miembro de la OPEP,
el gobierno venezolano tenía ya un conocimiento bastante firme de lo que
estaba sucediendo en el mercado y acerca de los mecanismos de
establecimiento de los precios. Por esta razón, en el gobierno existía una
impresión bastante generalizada de que los precios de cotización que
publicaban las compañías no reflejaban cabalmente la realidad del
mercado. Esto, a pesar de que en esa etapa de la vida de la OPEP, previa
a 1973, dichos valores estaban sujetos a la negociación entre dicha
organización y las empresas multinacionales.

El 4 de octubre, el ministro insiste nuevamente en su petición, manifestando


no tener aún información oficial acerca del tema solicitado. El día 17, a un
mes de su primera comunicación, Pérez La Salvia afirma que ha habido un
repunte en los precios del crudo y los productos en el mercado ocasional a
nivel mundial. Ese efecto, dice el ministro, no se refleja en los valores de
realización reportados por las compañías. A mediados del mes siguiente, el
diputado de Acción Democrática Arturo Hernández Grisanti, presidente de
la Comisión de Minas del Congreso, anuncia haber calculado el monto de la
pérdida que sufriría Venezuela de no reconocerse el efecto de los
mencionados incrementos de precio. Según Hernández Grisanti dicha
perdida sería de mil millones de bolívares al año. El resto de los diputados
de oposición, declaran estar dispuestos a “tomar medidas” si el mencionado
efecto de los aumentos de precios no es reconocido, y el ministro manifiesta
estar dispuesto a prohibir las ventas donde dicho aumento no se refleje. A
finales de ese mes de noviembre, la Cámara del Senado acuerda estudiar
de urgencia, en concordancia con la investigación llevada a cabo por una
comisión de la Cámara de Diputados encabezada por Hernández Grisanti,
la posibilidad de revisar la Ley del Impuesto sobre la Renta. Concretamente,
se proponía modificar el artículo 41 para permitir al Ejecutivo la fijación
318

unilateral de los valores de referencia a los fines del cálculo del impuesto
sobre la renta adeudado por las empresas concesionarias.

El desenlace de toda esta situación se produce finalmente el 17 de


diciembre de 1970, al promulgarse la Ley de Reforma Parcial de la Ley del
Impuesto sobre la Renta. Mediante esta reforma, el Ejecutivo está facultado
para fijar, por períodos de hasta tres años, los valores de exportación de
referencia a los fines del cálculo del impuesto sobre la renta a ser
cancelado por las empresas. Esto sucede, a pesar del rechazo público de
las acusaciones de evasión de impuestos por parte de la Creole y la Shell.
El 8 de marzo de 1971, según indica Martínez (1986):

Por Resolución conjunta de los Ministros de Minas e Hidrocarburos y


Hacienda se fijan por primera vez los valores de exportación para fines
fiscales de los crudos y productos venezolanos. Los valores entran en
vigencia el 18 de marzo. El valor de exportación de los crudos aumenta en
promedio Bs. 16 por metro cúbico (Bs. 2,50 por barril o 59 centavos de dólar
por barril) sobre los precios de referencia. Se introduce un complemento
variable por concepto de fletes y una prima para los petróleos pesados.
(p. 243).

El 21 de diciembre, se definen los mencionados incrementos sobre los


precios de referencia para el año 1972 que se fijan en Bs. 1,40 por barril. Se
cerraba así el ciclo de uno de los aspectos de la decantación del balance de
poder entre la nación venezolana y las empresas concesionarias del cual
hemos hablado en diferentes ocasiones. Se trata del control de los
elementos que conforman el pago del impuesto sobre la renta. Al inicio de
este proceso, en la época de la dictadura de Gómez, las empresas
contaban con el control absoluto de todos los parámetros relacionados con
dichos pagos. Ellas eran quienes reportaban, tanto los volúmenes
producidos, como los precios a los cuales la venta de dicha producción
había sido realizada. Las medidas tomadas por el ministro Gumersindo
Torres hacia el final de la dictadura gomecista, permitieron tomar el control
319

de los volúmenes de producción. El mencionado proceso culmina en el año


1970 con esta medida de fijación unilateral, ahora de los precios, a los fines
del ISLR que acabamos de describir.

Hay dos puntos que vale la pena destacar en este momento con relación a
los conflictos complejos, y particularmente con relación a aquellos que
hemos definido como conflictos inherentes a la estructura de una sociedad.
El primero, tiene que ver con la forma como se manifiestan los diferentes
conflictos independientes dentro del marco general del conflicto complejo.
Su carácter inherente, se manifiesta siguiendo el hilo conductor del conflicto
mayor. Apartarse de este marco de referencia, pudiera llevar a no entender
la relación entre las acciones tomadas por el ministro Torres en 1930, y las
llevadas a cabo por Pérez La Salvia en 1970. Aparte del hecho que entre
ambos han transcurrido cuarenta años de latencia, alguien pudiera decir
que se trataba de dos problemas de naturaleza distinta: la fiscalización de
los volúmenes de producción en un caso y la determinación de los precios
en el otro.

El segundo punto que vale la pena destacar, es el comportamiento de los


diferentes actores dependiendo de la naturaleza del conflicto inherente del
que se trate. En el caso que nos ocupa, durante el régimen concesionario,
el medio político venezolano aparecía como un grupo con una unidad
monolítica. Era el grupo de los partidos políticos venezolanos defendiendo
los intereses de la Nación ante las compañías concesionarias extranjeras.
Veremos más adelante, al hablar por ejemplo de los contratos de servicio o
del proceso de nacionalización, que este mismo grupo de partidos políticos
protagonizaran una serie de conflictos complejos internos. Se trata ya de un
nuevo conflicto inherente, que tiene que ver con la visión del manejo de la
industria nacionalizada y las relaciones de poder entre los distintos grupos
políticos.
320

La reforma a la Ley del Impuesto sobre la Renta del año 1970, establecía
además, que la tasa única, no progresiva, para gravar las ganancias de las
empresas quedaba en un sesenta por ciento. En este punto, se inicia
también una situación en la cual la distribución de las ganancias entre el
gobierno y las empresas, comienza a ser distinta para las diferentes
compañías. La distribución real entre las partes, de aquí en adelante, estará
condicionada por la diferencia entre los precios a los cuales la
concesionaria realice realmente sus ventas, y los valores de referencia
establecidos por el gobierno. Esto explica el comentario de Rodríguez
Eraso (2011)47 cuando menciona que al momento de la nacionalización,
algunas de las operadoras ya “estaban en rojo”.

6.5.5. La desinversión y el cada vez mayor control operacional:


Como también hemos mencionado, el horizonte cada vez más cercano de la
prescripción de las concesiones otorgadas en 1943, provoca una lógica
reducción en las inversiones de las operadoras concesionarias. Sobre todo, en
actividades como la exploración donde la recuperación de dichas inversiones no
se materializa sino en el largo plazo. La correlación entre el esfuerzo
exploratorio y la incorporación de nuevas reservas probadas desde que se
define el principio de “no más concesiones” como política de estado hasta el
primer año del gobierno de Rafael Caldera, arroja resultados dramáticos. Las
estadísticas de 1958, muestran que en ese año se perforaron 598 pozos
exploratorios y estuvieron activas 363 cuadrillas-mes en actividad geofísica.
Durante el año 1970, la actividad equivalente fue de 102 pozos exploratorios y
20 cuadrillas-mes. 66 Por otra parte, la ya mencionada necesidad de generar
suficientes ingresos fiscales ha ido incrementando la tasa de producción del
país. Comparando los mismos dos años ya mencionados, 1958 y 1970, dicha
producción alcanzó un promedio de 2 millones 605 mil barriles diarios en el
primer caso y 3 millones 708 mil en el segundo66. Esta última es la máxima
producción histórica del país hasta la fecha.

66
Creole Petroleum Corporation. Annual Report, 1973, p. 9, 11 y 13.
321

Como consecuencia de la disminución de la actividad exploratoria y el


incremento en la tasa de producción, las reservas probadas venían sufriendo
una notable disminución. Durante el período correspondiente al año 1958,
dichas reservas se habían incrementado en 2.139 millones de barriles, un
aumento neto de 951 millones de barriles una vez descontada la producción de
1.188 millones de barriles durante el mismo período. Al final de 1970 el aporte
de nuevas reservas había sido apenas de 478 millones de barriles, esto,
aunado a una producción de 1.352 millones de barriles, significó una
disminución neta de 875 millones de barriles en las reservas probadas. En los
cuatro años anteriores, dicha disminución neta había sido de 377 millones en
1966, 912 millones en 1967, 290 en 1968 y 755 en 1969. Es decir, en los
últimos cinco años Venezuela había sufrido una merma en sus reservas
probadas de 3.208 millones de barriles.66. Era evidente que la situación no
podía continuar de esa manera. Por ese camino, cuando llegara el momento en
que las concesiones revirtieran a la nación en 1983, la relación de reservas a
producción 67 habrá alcanzado niveles absolutamente críticos. De acuerdo a las
cifras mencionadas anteriormente, esa relación que se encontraba en 17,7 años
al final de 1958, se había reducido a 10,4 años en 1970.

La Ley de Reversión:
Otro aspecto de trascendental importancia, tuvo que ver con la necesidad
de asegurar que el estado de las instalaciones permitiera garantizar el
funcionamiento de la industria más allá de 1983. Ante la perspectiva de
prescripción de las concesiones, las empresas no sólo dejaron de llevar a

67
La relación de reservas a producción, indica la cantidad de años en que se agotarían las reservas
probadas existentes en un determinado momento si se mantuviera la tasa de producción para ese
momento. Esta es una cifra referencial de carácter absolutamente puntual. Carece de sentido
proyectarla realmente en el tiempo. La dinámica de la industria petrolera hace que, por una parte, las
tasas de producción sean variables. Pero, sobre todo, la incorporación de nuevas reservas debido a la
actividad exploratoria y de extensión de los yacimientos existentes, hace que la mencionada relación
varíe o que pueda mantenerse constante por un número considerable de años.
322

cabo las inversiones necesarias en algunas funciones, sino que


comenzaron a desmantelar aquellas instalaciones que no se consideran
indispensables para sus actividades. Se reducían de este modo los costos
fijos asociados a la existencia misma de esas instalaciones. Por otra parte,
algunos equipos, también de naturaleza contingente, fueron desmantelados
y en algunos casos trasladados a las operaciones en otros países.
Finalmente, ciertos servicios accesorios a las operaciones, o dedicados al
personal de las compañías, son descontinuados y las instalaciones
asociadas a ellos vendidas a terceros o simplemente demolidas. Este
proceso representó una profunda preocupación para el gobierno de Rafael
Caldera. Todas estas instalaciones, equipos y servicios, así como una serie
de nuevas inversiones, seguirían siendo necesarios para el funcionamiento
de la industria después que las concesiones otorgadas a las empresas
multinacionales reviertan a la Nación. De nuevo, era evidente que de
continuar las cosas de esa manera, al llegar el año 1983, la Nación se
encontraría con una industria totalmente desmantelada. Surgió de este
modo otro conflicto puntual dentro del desarrollo del desacuerdo no resuelto
inherente a las relaciones entre las empresas concesionarias y el Estado.
Se trataba del concepto conocido como la reversión.

La noción fundamental de lo que en la década de los setenta del siglo


veinte se define claramente como la reversión, tiene varios antecedentes
remotos. Ya en el reglamento de la Ley de Minas de 1918, aparece la idea
de que al final de la vida de una determinada concesión, todos los equipos y
edificaciones utilizados para su explotación, revertían a la nación sin ningún
tipo de indemnización. Este mismo concepto aparece en la primera Ley de
Hidrocarburos de Venezuela promulgada en 1920. Según Silva Calderón
hasta el momento, sin embargo, nadie se había ocupado realmente del
tema. 68 Para otras personas como Calderón Berti (1978) “En realidad, la
figura jurídica de la reversión no es nada nuevo. La Ley de Hidrocarburos

68
Álvaro Silva Calderón (comunicación personal) (2011, 31 de agosto).
323

del año 1943 en su artículo 80, contempla el principio de la reversión” (p.


61). No obstante, es sin duda a partir de la década de los setenta, cuando el
tema pasa, como afirma Silva Calderón, a ser objeto de preocupación. Pero
de nuevo, lo que se debe tomar en cuenta es el alcance en el tiempo de
dicha noción de reversión, aunque su manifestación como conflicto, haya
permanecido por largo tiempo en estado de latencia.

Tanto Calderón Berti como Silva Calderón concuerdan en que dicho


concepto es objeto de dos interpretaciones sustancialmente distintas. Tal
como lo explica el mismo Silva Calderón (2011):

Afirmaban los concesionarios que sólo eran objeto de la reversión


aquellas instalaciones permanentes que se encontrasen dentro de los
límites de las parcelas de las concesiones de explotación al momento de
extinguirse estas. Querían excluir de la reversión todos los bienes que no
estuviesen adheridos definitivamente al suelo aunque se hallaren dentro
de los límites indicados, así como los bienes de cualquier naturaleza fuera
de dichos límites. (p. 56) […] (además interpretaban tener) facultades de
enajenar, gravar y destruir libremente tales bienes, pues, según ellos, era
sólo después de la extinción de las concesiones cuando el Estado
adquiría derecho sobre los mismos (p. 57).

Calderón Berti (1978) expresa exactamente lo mismo añadiendo que:

El espíritu del legislador, al momento que se discute y se aprueba la Ley


de Hidrocarburos de 1943, no fue otro sino el de incorporar un artículo
que le garantizara al Estado la posibilidad cierta y real de poder continuar
operando eficientemente las concesiones al momento que se produjese la
reversión. (p. 61).

La posición de las concesionarias en este sentido, se había visto reforzada


sin embargo, por varios fallos judiciales. Así por ejemplo, hacia finales de
1963, la Corte Suprema de Justicia había fallado a favor de la Compañía
324

Shell de Venezuela, quien apeló la aplicación de una serie de multas


impuestas por el Ministerio de Minas e Hidrocarburos en el estado Zulia,
derivadas del desmantelamiento de las estaciones de flujo en los campos
Isbal y Petén y del hospital de la empresa en Cabimas. Otro caso muy
sonado, fue el de la sentencia del 8 de diciembre de ese mismo año,
relacionada con la suspensión de las actividades y la venta del edificio
donde funcionaba el hospital de la Mene Grande en Lagunillas, también en
el Zulia. La jurisprudencia establecida por estos casos, reforzaba
considerablemente la posición de las empresas.

Por otra parte, el gobierno, en línea con lo expresado con relación a la Ley
de Hidrocarburos de 1943 por Calderón Berti, alegaba que el concepto de
explotación no se circunscribía a la simple extracción del petróleo existente
en el subsuelo. El paso final hacia el cual se orientaba dicha explotación,
era la comercialización de los hidrocarburos extraídos en forma de crudo o
de sus productos derivados. Por tanto, la noción de explotación abarcaba
todas las acciones e instalaciones orientadas a dicha comercialización final
(oleoductos, refinerías, terminales de embarque, tanqueros,…). De acuerdo
a este criterio, cualquier equipo o instalación orientada a ese fin, era
accesorio a la actividad de explotación. Aplicaba aquí el principio jurídico
que expone el mismo Silva Calderón (2011):

En Derecho lo accesorio sigue a lo principal y siendo en este caso, lo


principal el derecho a la explotación (comercial y no reducida a la
actividad extractiva), este atrae a toda la estructura material o inmaterial
necesaria para su explotación. (p. 47) […] La reversión no lograría su
objetivo si el ente público concedente sólo tuviera facultad para recuperar
la mera actividad concedida sin las instalaciones y equipos con los cuales
la actividad fue realizada. Por eso es de la naturaleza de la figura que,
junto con la actividad concedida y como accesorio de esta, con la cual
forma una unidad jurídico-económica, venga a poder del concedente el
conjunto de bienes con los cuales se cumple. (p. 55).
325

Debido a la importancia del tema, y la relevancia que el mismo había


tomado, el 11 de abril de 1969, la Sociedad Venezolana de Ingenieros de
Petróleo, organizó un foro sobre “Reversión de las Concesiones Petroleras”
en el Colegio de Ingenieros de Venezuela. Entre los ponentes se
encontraban Álvaro Silva Calderón, Arévalo Guzmán Reyes, Georgias
Garriga, Guillermo Rodríguez Eraso, Hugo Pérez La Salvia, Humberto
Peñaloza, José Giacopini Zarraga y Juan Pablo Pérez Alfonzo. En dicho
foro, se presentó un interesante debate entre Pérez Alfonzo y Silva
Calderón. El primero proponía la creación de un fondo de garantía para el
caso en que fuera necesario reponer algunos de los equipos destinados a
las operaciones de la industria que se hubieran deteriorado. El segundo
alegaba que esto, si bien era necesario, no era suficiente, para él, la
dinámica misma de las operaciones, pudiera significar la discontinuidad de
dichas operaciones mientras se reponían los mencionados equipos.

Como consecuencia, el gobierno emitió el Decreto Presidencial 980 del 14


de agosto de 1968, autorizando al Ministerio de Minas e Hidrocarburos para
exigir a las empresas que solicitaran su autorización para el
desmantelamiento de cualquiera de sus instalaciones. La idea que
sustentaba esta medida, se fundamentaba en la Ley de Hidrocarburos de
1943. Según el ordinal 1° del artículo 59 de dicha ley, las actividades de las
empresas concesionarias debían llevarse a cabo de acuerdo a los principios
técnicos aplicables según el criterio del MMH. Como consecuencia, para
asegurar que se aplicaran los mencionados principios técnicos, las
empresas debían solicitar la autorización del ministerio para la construcción
de cualquier instalación o la perforación de un nuevo pozo. Análogamente,
se consideraba que el mismo criterio debía privar para definir que una
determinada instalación ya no era requerida. En consecuencia, su
desmantelamiento debía ser también autorizado por el órgano del ejecutivo.

Era necesario dejar perfectamente aclarados todos los aspectos


relacionados con la reversión, eliminando cualquier duda, operacional o
326

jurídica, y asegurar la continuidad de las operaciones luego del período de


vigencia de las concesiones. De este modo, se promulga la Ley de Bienes
Afectos a Reversión en las Concesiones de Hidrocarburos, publicada en la
Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 29.571 el 30 de julio de
1971. La comúnmente conocida como Ley de Reversión, adoptaba en su
artículo 6, la propuesta de Pérez Alfonzo de abril de 1969 formulada en el
foro de la SVIP, de crear un fondo de garantía para la posible reposición de
equipos en caso de ser necesario. Dicho fondo, debía constituirse con un
aporte del 10 % del monto depreciado hasta la fecha, pagadero con un
aporte anual subdividido entre cinco a diez cuotas iguales, 69 hasta alcanzar
el mencionado 10 % del monto depreciado en el año final de los pagos.
Además, de allí en adelante, cada año las empresas debían aportar al
fondo, en efectivo, el 10 % de su cuota de depreciación para ese año. La
constitución de dicho fondo, significaba de este modo, para las
concesionarias, convertir una porción de un simple asiento contable, como
es el caso de la depreciación, en un desembolso real. Al igual que el pago
del impuesto sobre la renta de manera progresiva (pay as you go), se
afectaba el flujo de caja de las concesionarias de forma distinta para cada
una de ellas.

Un punto adicional de desacuerdo, surgió del hecho que, en un principio,


las compañías interpretaron este punto de la ley circunscribiéndolo a la
depreciación de los activos fijos. Sin embargo, posteriormente se dejó
claramente establecido que los mencionados aportes se referían a la
totalidad de las amortizaciones, es decir, debían también incluir la cuota de
agotamiento de las reservas sujetas a explotación 70. El primer aporte a este

69
El número de cuotas dependería del tipo de activo y sería definido por el Reglamento de la ley.
70
La depreciación, consiste en distribuir en el tiempo el costo de la utilización de un activo fijo (un
edificio, una refinería, un tanquero, un oleoducto,…). Por otra parte, el agotamiento, es la misma
distribución en el tiempo, pero del costo de un recurso natural perecedero. Los cargos anuales
correspondientes a la primera, se calculan por métodos estipulados para ello, el más común es el
llamado de “depreciación en línea recta”, que consiste en aplicar la misma cuota de depreciación a
327

fondo fue llevado a cabo por las empresas el 28 de abril de 1972.


Evidentemente, como el valor de los activos de las distintas empresas era
diferente, la porción de la depreciación que cada una de ellas efectuaba al
gobierno era también distinta. Este, al igual que el mencionado pago
progresivo del Impuesto sobre la Renta y la fijación unilateral de los valores
de referencia a los fines del pago a dicho impuesto, hacía que cada
compañía entregara cada año al gobierno una proporción distinta de sus
ganancias. La distribución real de las ganancias entre las compañías y el
Estado no era ya, definitivamente, la misma para cada empresa.

Un ejemplo emblemático de la utilización del fondo de garantía previsto por


la Ley de Reversión, fue el caso de los campos de Jusepín y Mulata en el
estado Monagas. La relevancia del caso se deriva, no tanto de su modesta
magnitud, sino de su significado como precedente con relación al
procedimiento a seguir al momento de la reversión de las concesiones.
Como menciona Calderón Berti (1978) 71, quien fuera para el momento el
director de la recientemente creada Dirección de Reversión del Ministerio
de Minas e Hidrocarburos:

La Ley establece, y ello constituye un precedente extraordinario sobre


todo ahora a la luz de la nacionalización, que el ejecutivo Nacional
mediante una simple resolución podrá exigir la restitución a la Nación de
aquellos campos considerados antieconómicos. Ese fue el caso concreto
de los campos de Jusepín y de Mulata que nosotros restituimos a la
nación el 2 de enero de 1974 […] Esto es muy importante, porque nos
permitió recuperar Jusepín que era un campo que las empresas venían
abandonando progresivamente a través del tiempo: no habían efectuado
inversiones en los últimos años, los bienes y equipos en el campo estaban

todos los períodos de lo que se haya estipulado como la vida útil del activo. Las cuotas anuales
correspondientes al agotamiento, se calculan por el método conocido como de “unidad de
producción”, que consiste en determinar el porcentaje de las reservas probadas originales que han
sido extraídas en cada período y aplicar ese porcentaje a la inversión sujeta a este cargo.
71
Versión corroborada por el mismo Humberto Calderón Berti (comunicación personal) (2011, 26 de
abril).
328

sumamente deteriorados por falta de mantenimiento, […] Ello nos permitió


restituir a la nación ambos campos sin indemnización alguna, en enero de
este año. Estamos trabajando en este momento, conjuntamente con la
CVP, para determinar cuánto del fondo de garantía […] correspondiente a
la Creole Petroleum Corporation, (quien era la operadora del campo) que
deposita unos 59 millones de bolívares al año, vamos a utilizar para
efectos de refaccionar, reacondicionar el campo Jusepín. Esto es muy
importante a la luz de la nacionalización como un todo porque la Ley de
Bienes Afectos a Reversión establece que las empresas están en la
obligación de conservar y mantener las instalaciones en buenas
condiciones. (p. 86-87).

Las indemnizaciones:
Quedaba sin embargo pendiente el tema de la depreciación de aquellas
instalaciones que no era posible que las empresas concesionarias pudieran
amortizar totalmente, por métodos regulares, antes de la prescripción de las
concesiones. Es decir, las instalaciones resultado de nuevas inversiones
necesarias para mantener las operaciones, pero llevadas a cabo en fecha
tan reciente, que no era posible su total depreciación antes de su reversión
a la Nación. De hecho, según explica Calderón Berti (1978) para el caso de
cualquier porción no depreciada de las instalaciones de las concesionarias:
“Para poder recibir esos bienes la Constitución de la República establece
que hay que pagar una indemnización, ya que (de no hacerlo) eso sería una
confiscación que la Constitución nuestra no permite” (p. 102). Este era el
caso, por ejemplo, de una serie de instalaciones, sobre todo plantas de
reinyección de gas en el Lago de Maracaibo, necesarias para alimentar los
proyectos de recuperación secundaria de los yacimientos y de
levantamiento artificial por gas (gas lift) en los pozos productores. Todas
estas instalaciones eran normalmente depreciadas en línea recta durante
un período de veinte años.
329

Muchas de estas plantas y equipos habían sido construidas por iniciativa de


las mismas operadoras. Eran instalaciones necesarias para la operación, y
tal vez las empresas esperaban poder seguirlas utilizando mediante una
posible prolongación de las concesiones, o de alguna forma, tal como se
estaba planteando, recuperar la porción no depreciada al prescribir estas. El
arreglo alcanzado para las plantas de desulfuración, en el cual dichos
activos fijos, mediante un proceso de depreciación acelerada, quedaban
totalmente amortizados al momento de prescribir las concesiones72 ofrecía
ciertas esperanzas para las compañías. Sin embargo, el tema de la
depreciación acelerada debía, en primer lugar, ser negociado con el
gobierno quien, en principio, no parecía estar dispuesto a aceptarlo. Para
comenzar, que siendo la depreciación un gasto deducible del impuesto
sobre la renta, aumentar la cuota de la misma significaba un menor ingreso
fiscal para el Estado. Esta solución presentaba, además, también algunos
inconvenientes para las empresas. Así, por ejemplo, los aportes al fondo de
garantía previsto por la Ley de Reversión eran definidos como un
porcentaje de la depreciación, cualquier aumento en la cuota de esta,
significaba convertir una porción aún mayor de un simple asiento contable
en un desembolso inmediato en efectivo. La mejor opción para ambas
partes, parecía ser esperar la reversión de las concesiones para, mediante
la aplicación de otras soluciones, evitar afectar el flujo de caja de ninguna
de las partes.

Es de hacer notar finalmente, que al adelantar Venezuela el control total de


las operaciones de la industria en el año 1976, siete años antes de la fecha
originalmente prevista de 1983, lo hacía dejando un monto mayor por
depreciar de las instalaciones aún sujetas a ello. En ese momento, al 31 de
diciembre de 1975, según la Gaceta Oficial (Extraordinario) N° 1784 del 18
de diciembre de ese año, existían una serie de saldos no depreciados de

72
Los activos fijos, son los únicos que pueden ser sujetos a un esquema de depreciación acelerada,
ya que el agotamiento posee un esquema único de amortización asociado al porcentaje de las
reservas recuperables originales que representa la producción de cada período.
330

las inversiones llevadas a cabo por las ex concesionarias. Según Brewer-


Carías (1976):

No sólo se trataba de establecer una reserva a favor del Estado, sino que
la ley, además, conlleva a una verdadera nacionalización, es decir, a la
asunción por parte del Estado de las actividades económicas que venían
estando a cargo de las empresas concesionarias. A tal efecto, la ley
estableció los mecanismos necesarios para expropiar a dichas empresas,
sí acaso no se llegaba a un arreglo amigable o avenimiento en relación al
monto de la correspondiente indemnización. […] La indemnización que el
Estado debía cancelar a los concesionarios, de acuerdo al artículo 15 de
la ley, correspondía a los derechos sobre los bienes expropiados, y no
podía ser superior al valor neto de las propiedades, plantas y equipos,
entendiéndose como tal, el valor de adquisición menos el monto
acumulado de depreciación y amortización, a la fecha de la solicitud de
expropiación, según los libros. El artículo 15 de la ley estableció una serie
de deducciones que debían hacerse a dicha indemnización antes de su
pago. […] De acuerdo a esas normas, el Ministro de Minas e
Hidrocarburos presentó a las veintidós empresas concesionarias las
ofertas de indemnización, previéndose el pago de acuerdo a dos
sistemas: una parte pagada en efectivo, […] y otro para el pago por
concepto de equipos e instalaciones, que debía efectuarse en bonos de la
deuda pública […] Se llegó, entre el Ejecutivo Nacional y las empresas
concesionarias, a un avenimiento, el cual se hizo constar en las llamadas
Actas-Convenios […] cuyos efectos se producirían para la fecha de
extinción de las concesiones, es decir, para el 31 de diciembre de 1975.
[…] El día 28 de noviembre de 1975 concluyó la firma de las Actas
Convenios entre la Procuraduría General de la República y las empresas
concesionarias. […] El Ejecutivo Nacional, por órgano del Ministro de
Minas e Hidrocarburos, sometió las Actas Convenios a la aprobación y
consideración de las Cámaras Legislativas, en sesión conjunta, […] Las
Actas Convenios fueron aprobadas y el acuerdo de aprobación respectivo
fue publicado el 18 de diciembre de 1975 (en la Gaceta Oficial Nº 1.784,
Extr., de 18 de diciembre de 1975) y de acuerdo a dichas Actas se pagó
una indemnización estimada para el 31 de diciembre de 1975, a las
331

principales empresas concesionarias y participantes, que ascendió a la


cantidad de […] Bs. 4.347.930.352,00. (p. 15).

El total de los aproximadamente 4.348 millones de bolívares previstos a ser


cancelados según las actas, equivalían a 1.035 millones de dólares. De
esta cantidad, sólo 480 millones de bolívares (114 millones de dólares)
debían ser pagados en efectivo, los restantes 3.773 millones de bolívares
(898 millones de dólares) serían pagados con bonos de la deuda pública
con una tasa de interés del 6 % y vencimiento a cinco años. Es decir,
aproximadamente un 89 % en bonos y sólo un 11 % en efectivo.

Algunos autores, y recientemente algunas instituciones públicas, han


afirmado que con la cancelación de estas indemnizaciones se quebrantó el
principio fundamental de la noción de reversión que establece que los
bienes objeto de la misma revierten a la Nación sin ningún tipo de
indemnización. Se ignora con ello, el hecho de que dicho principio aplicaba,
como hemos dicho, a los activos ya depreciados. En aquellos que no lo
habían sido aun totalmente, como vimos también más arriba, por mandato
constitucional se debe cancelar el mencionado saldo no depreciado.

En algunos de estos casos, se ha argumentado que el beneficio que dichos


activos habían producido superaba ampliamente el costo de su inversión.
Evidentemente, esta explicación demuestra que no se entiende el concepto
de depreciación como costo de uso. El costo de los activos no se paga con
los ingresos que los mismos generan, sino que se invierte en ellos
precisamente para generar esos beneficios… una vez descontado el costo
de la utilización de dichos activos, es decir, la depreciación. Finalmente, se
ha llegado a afirmar, tal vez por ignorancia o por malicia, que las
indemnizaciones pagadas eran superiores a las ganancias que las
empresas hubieran obtenido a lo largo de los siete años que faltaban para
llegar a la nacionalización. Según esta versión, las empresas habrían
332

recibido, de una sola vez y anticipadamente, las ganancias que hubieran


acumulado hasta el momento de la reversión de las concesiones en 1983.
Hoy en día, incluso la página oficial de PDVSA, se hace eco de esta
explicación cuando menciona que:

Además, contra lo previsto, el Estado venezolano pasó a indemnizar a las


concesionarias por más de cuatro mil trescientos millones de bolívares
(Bs. 4.300.000.000), cantidad que superaba los beneficios que ellas
pudieran haber alcanzado de continuar operando hasta 1983, fecha
prevista para la reversión en las respectivas leyes anteriores. 73

Lo absurdo de estas afirmaciones, queda demostrado al revisar la ganancia


neta de las empresas, es decir, después de haber cancelado los impuestos
debidos a la Nación, durante el lapso que hemos venido utilizando como
comparación, desde el fin de año de 1958 al 31 de diciembre de 1970.
Durante dicho período, la ganancia después de impuestos de las empresas,
fue de alrededor de 2.000 millones de dólares anuales. Con un máximo de
2653 millones en 1968 y un mínimo de 1.739 millones en 1970 74. Es decir,
la totalidad de las indemnizaciones pagadas representaría, en promedio, el
52 % de la ganancia neta de todas las empresas de la industria durante
sólo un año. Más aún la porción cancelada en efectivo ($ 114 MM) sería
equivalente a alrededor del 5,7 % de las mencionadas ganancias después
de impuestos.

Por otra parte, suponer que dicha cantidad era superior a los beneficios que
las empresas pudieran haber alcanzado de continuar operando durante los
siete años que aún faltaban hasta 1983, significa que las ganancias anuales

73
FUENTE: Sitio oficial de Petroleos de Venezuela, S.A.: De la privatización a la nacionalización de la
industria petrolera en Venezuela.
http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/readmenuhist.tpl.html&newsid_obj_id=104&n
ewsid_temas=13 Consultada 25/07/2014
74
FUENTE: Ministerio de Minas e Hidrocarburos, Dirección General: Petróleo y otros datos
estadísticos (PODE), 1964, p. 127; 1973, p. 152
333

después de impuestos de las mismas eran inferiores a los 621 millones de


dólares (el resultado de dividir los 1.035 millones de dólares entre siete
años). Este monto, aparte de no concordar con las cifras oficiales promedio
de 2.000 millones de dólares, da la impresión de que la industria petrolera
era un pobre negocio, sobre todo cuando se compara su ganancia después
de impuestos con las ganancias equivalentes de empresas importantes a
nivel mundial. 75

Visto de otra manera, para que la mencionada cantidad superara las


ganancias acumuladas hasta 1983, de acuerdo a las cifras oficiales de
ganancias después de impuestos de la industria, dichas indemnizaciones
hubieran debido estar en el orden de los 14 mil millones de dólares (2.000
millones multiplicado por siete). Es decir 62.000 millones de bolívares y no
4.347.

Los comentarios mencionados, pueden haber sido llevados a cabo por


ignorancia o por mala fe. El primer caso es sencillo de resolver, lo único que
hace falta es que estas personas se informen adecuadamente, a lo cual
esperamos contribuir con el presente trabajo. La segunda posibilidad, la
mala fe, es definitivamente más complicada de aclarar pues depende de la
actitud ética de quien formula el comentario.

No obstante, sean cuales sean las actitudes y las intenciones de estos


comentaristas, los mismos son tal vez la primera manifestación de un nuevo

75
A fin de tener una idea de los órdenes de magnitud de este problema, vale la pena hacer notar que,
para el presente año, entre las diez primeras empresas en la lista de las 500 mayores compañías de
los Estados Unidos que publica la revista Fortune, la menor ganancia neta corresponde a la compañía
Philips 66 con 3.726 millones de dólares. Algunas de ellas, como el caso de Apple está en el orden de
los 37.037 millones de dólares. Dicho sea de paso, en materia de utilidades netas y ganancias,
PDVSA se colocó en 2007 en la octava posición en el escalafón mundial, al registrar un balance de
6.273 millones de dólares.
334

conflicto inherente, distinto al que se viene desarrollando entre las


empresas y el gobierno. En este caso, es el conflicto que comienza a
gestarse en el ámbito interno del país y que tiene que ver con los
desacuerdos con relación a la forma como debe conducirse el negocio
petrolero.

El Decreto Presidencial 832:


Además de lo estipulado por la Ley de Reversión, quedaba aún por
asegurar un aspecto complementario al fondo de garantía. Se trataba del
aspecto planteado por Silva Calderón en el foro de la SVIP llevado a cabo
en el Colegio de Ingenieros de Venezuela en abril de 1969. Era necesario
asegurarse de que se llevaran a cabo las inversiones necesarias para evitar
que el resultado de no realizarlas, tomara varios años en recuperarse. Este
era un aspecto crítico en ciertas funciones, como la exploración, donde el
simple inicio del proceso de amortización, pudiera tomar un número
considerable de años luego de realizadas las inversiones 76. Como resultado
de este planteamiento, el 17 de diciembre de 1971, el presidente Caldera
promulga el Decreto 832, mediante el cual las empresas concesionarias
quedaban obligadas a presentar cada año sus programas de inversión en
las principales actividades operacionales de la industria: exploración,
producción, refinación y ventas. En el caso específico de la exploración, el
decreto establecía unas disposiciones sumamente precisas con relación a
la ejecución de esta actividad en las concesiones vigentes.

El Decreto 832, contribuyó sin duda a paliar la situación planteada. Para


1973, se contaba ya nuevamente con un incremento neto en las reservas

76
El inicio de la aplicación de la cuota de agotamiento de las reservas que hemos explicado más
arriba, requiere que se haya iniciado la producción de dichas reservas. Esto implica que, luego del
descubrimiento de las mismas, es necesario perforar los pozos de desarrollo necesarios para dicha
producción y construir las instalaciones asociadas a la misma. Este es un proceso que, como
acabamos de decir. Puede tomar varios años.
335

probadas de 25 millones de barriles. No obstante, no sería sino hasta


después de la nacionalización, a partir de 1976, cuando la vigorosa
campaña exploratoria llevada a cabo por PDVSA y sus empresas filiales,
llevaría otra vez las incorporaciones de nuevas reservas a niveles
adecuados. Al mismo tiempo, sin embrago, las repercusiones del Decreto
832, como veremos más adelante, irán más allá de su vigencia durante el
régimen de concesiones. La aplicabilidad de dicho decreto será, luego de la
total estatización de la industria, fuente de conflictos entre el Ministerio de
Minas e Hidrocarburos, renombrado Ministerio de Energía y Minas desde el
primero de abril de 1977, y la casa matriz de la industria petrolera, Petróleos
de Venezuela (PDVSA).

La nacionalización del gas:


El tema de la óptima utilización del gas asociado a la producción del
petróleo, siempre representó una preocupación para el Estado venezolano.
Como ya se mencionó, entre las inversiones llevadas a cabo durante los
últimos años, destacan las correspondientes a la construcción de una serie
de plantas de reinyección de gas. Sin embargo, no se trataba sólo de contar
con las plantas de reinyección necesarias para la recuperación secundaria
de los yacimientos, o de las instalaciones de recolección y distribución en la
superficie que permitieran realizar levantamiento artificial en los pozos por
medio de gas lift. Después de estos usos, existía aún una gran cantidad de
gas asociado que continuaba siendo venteando a la atmósfera. A las
empresas no les quedaba otra alternativa viable para disponer de este gas,
no sólo por el alto costo de recolección y almacenamiento, sino por no
contarse con una salida definida para su utilización.

Por otra parte, desde el año 1969, varios clientes, principalmente


estadounidenses, habían mostrado interés en comprar GNL (Gas natural
licuado, LNG por sus siglas en inglés). Esto abría un interesante mercado
que, no obstante, requería inversiones considerables en plantas de
336

licuefacción del gas, líneas de transmisión y la construcción de buques


metaneros, barcos especializados dedicados exclusivamente al transporte
de este material. Sin embargo, la explotación de este nuevo mercado,
requería no sólo utilizar el gas asociado a los yacimientos de petróleo, que
no era suficiente para satisfacer esa demanda, sino, además, explorar en
búsqueda de yacimientos de gas libre.

A principios de 1970, el gobierno de Caldera elaboró un plan para la


construcción de una planta de este tipo en Puerto La Cruz. Dicha planta,
sería alimentada por un sistema de gasoductos que recolectaría el gas
asociado a los yacimientos de petróleo de dos áreas en el oriente del país.
Por una parte, el gas proveniente de las áreas de Oficina y Anaco, por otra,
el gas libre de la misma región de Anaco y del norte del estado Guárico
(área de Yucal-Placer). Debido a la magnitud de las inversiones, que estaba
en el orden de los mil millones de dólares, estaba previsto el
establecimiento de una empresa mixta. Dicha compañía estaría formada
por la empresa estatal CVP, que había sido fundada en 1960, y dos de las
empresas originalmente interesadas en la compra del GNL, la Creole
Petroleum Corporation y la Philadelphia Gas Works.

Bien pronto quedó clara la fuerte oposición política a la participación de


capital extranjero en dicho proyecto, y el mismo fue reformulado como
exclusivamente nacional, teniendo el gobierno que asegurar las fuentes
para el gigantesco financiamiento necesario. Una nueva estructura
legislativa era inevitable. El gobierno de COPEI, sometió al Congreso
Nacional una nueva ley acerca de todos los aspectos relacionados con la
utilización del gas natural. El proyecto legislativo fue objeto de fuertes
ataques por parte de la oposición, incluyendo a Acción Democrática. El
alegato principal, era que Venezuela recibiría menos por cada unidad de
energía vendida en forma de gas, que lo que recibía por el mismo concepto
en la venta de petróleo. Este argumento pasaba por alto que se trataba de
dos problemas distintos. La venta de GNL, si bien pudiera no ser un
337

negocio tan lucrativo como el de la venta directa del petróleo, era un


negocio distinto, y también rentable. Se trataba, por una parte, de
comercializar el gas asociado, que en ese momento estaba siendo
inevitablemente venteado y, por otra, vender gas libre que no contaba, por
tanto, con la opción de ser reemplazado por líquidos. Un argumento
adicional, era el de expertos como Pérez Alfonzo, quien en línea con su
postura conservacionista tradicional, alegaba que lo que debía hacerse era
buscar mejores precios para el petróleo y no tocar las reservas de gas no
asociado.

El 26 de agosto de 1971, finalmente se promulga una nueva Ley que


Reserva al Estado la Industria del Gas Natural, conocida como la Ley de
Nacionalización del Gas. Esta ley, reiteraba explícitamente que la totalidad
de las reservas, tanto de gas asociado como no asociado (gas libre), eran
propiedad de la Nación. En consecuencia, se instituía la obligación de las
empresas concesionarias a entregar al Estado el gas producido en sus
operaciones, sin ningún tipo de contraprestación económica. Esto se
llevaría a cabo a través de la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP),
que como veremos un poco más adelante, había sido constituida el 19 de
abril de 1960. Como consecuencia, esto hacía, por otra parte, responsable
a la CVP por todos los costos de recolección y transporte del gas.
Finalmente, la ley establecía que las exportaciones debían limitarse al gas
asociado. Por esta serie de características, tal como menciona Tugwell
(1975), “el Presidente Caldera obtuvo su ley, pero la misma era lo
suficientemente restrictiva como para bloquear la realización del proyecto
(de GNL)2” (p. 129). La CVP, posteriormente desarrollo una serie de
proyectos orientados a la utilización del gas asociado en el país, entre ellos
destacan las redes de distribución del mismo para uso doméstico en
algunas ciudades del país.
338

6.5.6. Preparándose para la operación directa:


Durante el período que nos ocupa, se inicia también otra tendencia dentro de
los aspectos operacionales de la industria petrolera en Venezuela. El país
comienza a tomar una serie de acciones orientadas a la participación, directa y
de manera independiente, en los diferentes aspectos del negocio petrolero y
sus operaciones. De este modo, el mismo año en el que, a nivel internacional
ocurre la fundación de la OPEP, en Venezuela se funda la CVP. Este hito inicial
lo describe Martínez (1986) cuando relata que el “19 de abril (de 1960) […] Por
Decreto 260 del Presidente Rómulo Betancourt se establece la compañía
petrolera estatal Corporación Venezolana del Petróleo, CVP. El decreto se
publica en la Gaceta Oficial No. 26.234 del 22 de abril”. (p. 182). En poco
tiempo la CVP pasaría a ocupar un lugar importante en el sentimiento nacional
de muchos venezolanos, será importante contrastar más adelante, el papel que
dicha empresa jugó en comparación a PDVSA en la afectividad popular. Como
un paso, en la búsqueda de la consolidación de sus propias operaciones de
manera autónoma, el 30 de diciembre de ese año de 1960, se le transfiere a la
CVP la refinería de Morón, antes operada por el Instituto Venezolano de
Petroquímica (IVP) y en el mes de julio de 1961, por Resolución No 551 del
MMH fechada el día 19 de ese mes, se le transfiere a la CVP la responsabilidad
de la red nacional de gasoductos.

Con miras a las fundamentales operaciones de exploración y producción, se le


comienzan a adjudicar a CVP bloques con esos objetivos. La primera de esas
asignaciones ocurre el 4 de enero de 1961, unos días después de habérsele
transferido la operación de la refinería de Morón. Se trataba de 140.000
hectáreas para su exploración y eventual desarrollo en el Lago de Maracaibo. El
12 de mayo de ese mismo año, la corporación inicia la perforación de su primer
pozo, el 9L-1, en el bloque 9 del campo Lamar. Dicho pozo sería completado
como productor el 30 de junio. Al año siguiente, el 3 de marzo de 1962, se le
asignan a la CVP 130 mil hectáreas en el oriente del país, en los estados
Anzoátegui y Monagas, además de áreas adicionales en el Lago de Maracaibo
y en el estado Barinas. En 1965, se le asignarían cien mil hectáreas adicionales
339

en ese estado. A finales de 1962, la empresa estaba ya produciendo cien mil


barriles diarios. Una estrategia inteligente durante la primera etapa de su
existencia, fue la de asignarle a la empresa bloques adyacentes a concesiones
productoras de las compañías multinacionales. De este modo, se minimizaban
los riesgos durante esta primera etapa, ya que la CVP pudo aprovechar la
extensión de algunos yacimientos fuera de las áreas otorgadas en concesión.
Ya en septiembre de 1967, la corporación producía del campo Mata, en el
estado Monagas, casi ocho mil barriles diarios que, según anunció de su
Director General, Rubén Sader Pérez, se habían logrado comercializar con
Petrobras para su exportación a Brasil. El primer cargamento de cien mil
barriles, fue embarcado para Brasil el primero de diciembre de ese mismo año.
El día quince de ese mes, le son asignadas a la CVP 300 mil hectáreas
adicionales, doscientas mil en el sur del Lago de Maracaibo y cien mil
adicionales en el golfo de Venezuela.

Desde el mismo momento en el que se le comienzan a asignar a la CVP


bloques para exploración y desarrollo, se plantea cuál es la manera más
eficiente para que la corporación lleve a cabo dichas operaciones. Debido a su
nivel de riesgo, esto era válido, sobre todo, para la actividad exploratoria en
nuevas áreas, que por lo general requiere altos volúmenes de inversión
asociados a elevados niveles de incertidumbre. Evidentemente, una forma de
llevar esto a cabo era de manera totalmente autónoma, tal como se había
hecho desde el principio en las operaciones de desarrollo y extensión de
campos en áreas conocidas. Sin embargo, este era un caso distinto, la falta de
experiencia de una empresa recién creada y organizada, con sus cuadros
administrativos y técnicos apenas constituidos, hacía prever una serie de
riesgos en operaciones más complejas. En tal sentido, ya el 15 de abril de
1961, el presidente Betancourt menciona, en el discurso de clausura de la XVII
Asamblea Anual de Fedecámaras en Puerto Cabello, la posibilidad de que la
CVP suscriba contratos de servicio con empresas privadas. Posteriormente,
como ya se mencionó, en su discurso inaugural, el nuevo Presidente de la
República, Raúl Leoni, ratifica el respeto a los acuerdos relacionados con las
340

concesiones vigentes y reafirma que los contratos de servicio serán la base del
desarrollo futuro de la industria. Mientras tanto, la CVP ha venido consolidando
su organización y adquiriendo, como empresa, experiencia operacional.

6.5.7. El mercado interno:


Un área en la cual el empuje que se le da a la CVP es verdaderamente
importante, es la que tiene que ver con el mercado interno. Una vez
estabilizadas las operaciones “aguas arriba”, sobre todo en el área de
producción, ya durante el gobierno de Leoni, aparece una indicación clara de
esta nueva orientación. El 3 de noviembre de 1964, aparece el Decreto
Presidencial 187, el cual indica que, para finales de 1968, la CVP debe
abastecer la tercera parte del mercado interno. Para ello, las concesionarias
deberán transferir a la empresa nacional parte de sus estaciones de servicio. Ya
anteriormente, el 30 de enero, aún durante el gobierno de Betancourt, se había
anunciado que no se iba a autorizar la construcción de nuevas estaciones de
servicio por parte de entes privados. El 2 de diciembre de ese mismo 1964, el
Ministerio de Minas e Hidrocarburos estima el crecimiento del mercado interno
de gasolina en más de cien millones de litros, en consecuencia determina que
se deben construir cincuenta y una nuevas estaciones de servicio, de las
cuales, cuarenta y cuatro, deben corresponder a la CVP. Los mismos cálculos
para el año 1966, estiman un crecimiento de ciento sesenta millones de litros, el
número de nuevas estaciones a ser construidas es de treinta y cinco, de las
cuales, treinta y una deben ser para CVP. La misma distribución de estaciones
de servicio se adopta para satisfacer el aumento de demanda para 1967
estimada en doscientos cuatro millones de litros.

Del mismo modo, y de acuerdo al mencionado Decreto 187, el MMH ordena en


1965, 1966 y 1967 a las empresas concesionarias, transferir a la CVP un
número de estaciones de servicio equivalentes al diez por ciento del volumen
de ventas de gasolina del año anterior. En 1968, el número de estaciones que
se ordena transferir, es el equivalente al cinco por ciento de las ventas de
gasolina del año 1967. Al final del año 1967 CVP cuenta con cien estaciones de
341

servicio a nivel nacional y a fines de 1969 pasa a ser la mayor distribuidora


nacional de productos derivados del petróleo. En mayo de 1966, CVP acuerda
con el Consejo Municipal de Caracas, la construcción de una red de distribución
de gas doméstico para la ciudad. Par reforzar estos procesos desde el punto de
vista jurídico se promulgó la Ley que Reserva al Estado la Explotación del
Mercado Interno de los Productos Derivados de Hidrocarburos el 21 de junio de
1973.

6.6. UN NUEVO CONFLICTO INHERENTE:


La serie de complicados procesos descritos anteriormente, manifiestan ya, incluso
durante el gobierno de Rafael Caldera, otro conflicto inherente que comienza a
hacerse evidente con relación al sector petrolero. Como ya dijimos, este tipo de
conflictos suelen mostrar un carácter transicional. En este conflicto, que ira
adquiriendo importancia creciente en la industria petrolera en los años por venir,
los protagonistas serán diferentes sectores internos de Venezuela, principalmente
los partidos políticos. Es la estructura misma de la sociedad la que ha cambiado.
Ya no es una estructura social en la cual operan un grupo de empresas
multinacionales y donde existe un conflicto de intereses entre el gobierno y ese
grupo de compañías. En la nueva estructura de la sociedad, el conflicto se origina
entre elementos autóctonos de la misma. Un cambio en la estructura de una
sociedad, no necesariamente implica algún tipo de transformación en todos los
sectores que componen la misma ––de hecho, esto rara vez sucede––. Para
poder hablar de un cambio en la estructura de una sociedad, basta que un sector
relevante de la misma, como lo es la industria petrolera en el caso de Venezuela,
sea el que haya sufrido una transformación importante.

6.6.1. La necesaria base de recursos humanos:


Un elemento importante en todos estos cambios, es que durante los últimos
años, el proceso de venezolanización se ha afianzado con gran impulso. Como
ya mencionamos, en febrero de 1960, el Colegio de Ingenieros de Venezuela
establece la Oficina de Control de Autorizaciones, encargada de autorizar y
procesar los permisos de los profesionales extranjeros que trabajaban o
342

solicitaban trabajar en el país. Por otra parte, debido a la considerable cantidad


de geólogos e ingenieros de petróleo que se estaban graduando de las
universidades nacionales, las empresas concesionarias iniciaron igualmente
una intensa campaña de empleo de estos profesionales. Estos empleos se
justificaban por el hecho de que, siendo estos profesionales de una calidad
suficiente para satisfacer los requerimientos de las empresas, su costo era
sustancialmente menor. Los empleados extranjeros, gozaban de una serie de
beneficios, como los pasajes aéreos de ida y vuelta a su país para ellos y sus
familias durante su período de vacaciones, que representaban para las
empresas costos adicionales. Junto con el empleo de profesionales del país,
las empresas llevaron a cabo también importantes esfuerzos orientados al
perfeccionamiento profesional de este personal en forma de un programa
permanente de cursos de adiestramiento e, incluso, de becas para obtener
títulos de post grado en el extranjero.

Para fines del año 1958, según datos del PODE de 1960, la industria petrolera
contaba con un total de 18.997 empleados en su nómina mayor, principalmente
profesionales, de los cuales 4.672, un 25 %, eran extranjeros. Según el PODE
de 1977, al cierre de 1971, la población total equivalente era de 12.285
personas, de las cuales 937 eran extranjeros. La proporción de estos últimos
era ahora de un 8 %. Al momento de la nacionalización, el 31 de diciembre de
1975, las cifras correspondientes eran de 13.028 empleados profesionales en
total, de los cuales 457, un 3,5 %, eran extranjeros.

En el sector laboral, por otra parte, se suscribieron contratos colectivos entre


las empresas concesionarias y las organización sindical petrolera, Fedepetrol
en mayo de 1963. En 1964, contratos similares son suscritos entre Fedepetrol y
la CVP. Así mismo, se suscribieron contratos de este tipo con los oficiales de la
flota petrolera y con el gremio de trabajadores marinos. El 22 de agosto de
1959, se funda el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE),
orientado a la formación de técnicos calificados, y que vendría a complementar
la labor que venía realizando la Escuela Técnica Industrial desde 1937. Un
343

hecho relevante adicional, es que durante este período, en el año 1961,


comienza a funcionar la Escuela de Ingeniería de Petróleo de la Universidad de
Oriente.

6.6.2. Política y transición hacia el nuevo conflicto inherente:


Dentro de la nueva estructura que se está conformando en la industria petrolera
con el cada vez mayor poder del Estado con relación a las empresas en el
conflicto inherente entre ambos, adquieren, como hemos dicho, particular
relevancia los partidos políticos. Durante el régimen de concesiones, el
gobierno era visto, con entidad propia, como el representante del país. Era el
gobierno, en nombre del país, quien estaba en contraposición con las
empresas. Ahora, el gobierno se comienza a ver como el mecanismo de poder
que utilizan los partidos políticos para promover sus propios intereses. La
intervención de las empresas multinacionales, es cada vez menos relevante, ya
que su papel es totalmente accidental en este nuevo conflicto. Alguien pudiera
alegar que la influencia de las empresas multinacionales siempre seguirá
haciéndose sentir en cualquier sociedad. Esto puede ser cierto, pero dicha
influencia no es ya la de un protagonista que forma parte de dicha sociedad, es,
en todo caso, la de un tercero, más o menos poderoso, pero externo a la
estructura social misma.

En el caso de la industria petrolera, los eventos puntuales propios del conflicto


inherente a la estructura de la sociedad basada en el régimen de concesiones,
dejaran de existir con la estructura misma. Sin embargo, el nuevo conflicto de la
industria petrolera, se hace evidente y se enmarca dentro de un conflicto
inherente que, en su forma más general, ha estado planteado en Venezuela a lo
largo de toda su historia. El mismo tiene que ver con el ejercicio del poder y la
orientación de las políticas públicas que rigen los diversos aspectos de la
sociedad entera. El mismo está en la raíz del caudillismo militarista de todo el
siglo XIX. Se encuentra latente durante toda la dictadura de Gómez. Se hace
evidente a la muerte de este con la pugna entre Eleazar López Contreras e
Isaías Medina Angarita. Constituye el fundamento de los golpes de estado de
344

1945 y 1948. Presenta diversas manifestaciones, pero está permanentemente


presente, en la época post perezjimenista, en el período de la Republica Civil
que abarca desde 1958 hasta finales del siglo XX. La regresión histórica actual,
con su marcada tendencia a la desinstitucionalización, no es sino una
manifestación más de este conflicto inherente.

En lo referente al sector petrolero en particular, este conflicto se había hecho


evidente sólo en algunas ocasiones y de forma hasta cierto punto tímida. Su
primera manifestación importante es, tal vez, el debate entre el gobierno de
Medina y el partido Acción Democrática con relación a la Ley de Hidrocarburos
de 1943. Otra manifestación del mismo, si bien reprimida por la dictadura, fue la
oposición al otorgamiento de nuevas concesiones entre 1956 y 1957. Su única
manifestación externa, fue quizás la carta de Juan Pablo Pérez Alfonzo desde
su exilio en Washington el 9 de julio de 1954. Hasta bien entrada la década de
los sesenta del siglo veinte, la influencia de las empresas multinacionales en el
balance de poder, entre ellas como concesionarias y los respectivos gobiernos,
hacen que este conflicto sea prácticamente imperceptible.

Una de las características habituales de este conflicto inherente, y que aparece


ahora en lo relativo al sector petrolero, son las variaciones en la posición de los
diferentes actores con relación a ciertas propuestas de políticas públicas. En
muchos casos, la defensa o el ataque a una determinada política, dependerán,
de manera más o menos intensa, de la posición que en un momento dado
ocupe el actor en cuestión. Será de defensa, cuando el mismo esté en una
posición de gobierno o afín al mismo, cuando sea responsable de la formulación
o la promoción de dichas políticas. Se sentirá obligado a atacarlas, cuando sea
parte de la oposición política del gobierno responsable por la formulación de
dichas políticas. El manejo de este conflicto, implica generalmente complejas
negociaciones inter grupales, e, incluso, muy frecuentemente, de tipo intra
grupal.
345

Más recientemente, el primer episodio relevante donde se manifestó este


conflicto inherente en el sector petrolero, se presentó con ocasión del intenso
debate político ya mencionado con relación a la Ley de Nacionalización del
Gas. Sin embargo, la manifestación más clara del mismo ocurrió con ocasión
del lapso establecido para la revisión de los términos de los contratos de
servicio. En ambos casos, el nuevo gobierno de COPEI enfrentaba una serie de
obstáculos de tipo político. La sensata actitud de la alta dirigencia de Acción
Democrática ante el estrecho margen por el cual había sido elegido el
presidente Caldera, no fue secundada por algunos de sus representantes en el
Congreso Nacional. AD había logrado una mayoría sobre COPEI en el
Congreso a pesar de la derrota en la elección presidencial. Esta mayoría adeca,
emprendió una dura oposición parlamentaria en contra del gobierno copeyano.
Como resultado de ello según indica Tugwell (1975):

Este dilema político afectó la política petrolera en aspectos importantes. Para


comenzar, dio lugar a que la formulación de la política petrolera migrara hacia
el Congreso. […] Los líderes de AD, en su mayoría, se mostraban reacios a
asumir los asuntos petroleros. Después de todo, COPEI estaba siguiendo, si
bien con menos agresividad, los lineamientos establecidos por los previos
gobiernos de AD. Además siempre había existido el entendimiento de que la
iniciativa del ejecutivo era esencial en la conducción de los asuntos petroleros.
[…] Pero AD, al igual que muchos partidos, tenía facciones internas, y uno de
esos grupos, liderado por el congresista Arturo Hernández Grisanti, favorecía
fuertemente la intervención del parlamento en los asuntos petroleros. Y
Hernández Grisanti tenía además la suerte de contar con el soporte nada
menos que de Pérez Alfonzo.2 (p. 104).

6.6.3. Los contratos de servicio, el primer conflicto inter e intra grupal:


En mayo de 1967, el Congreso Nacional, en base a una recomendación de la
Comisión de Minas del Congreso, debate una modificación a la Ley de
Hidrocarburos de 1943 que permita que la CVP pueda suscribir contratos de
servicio. Esto se logrará mediante la promulgación de una nueva Ley de
Hidrocarburos el 20 de julio de 1967, modificación de la anterior de 1943 y que,
346

una vez aprobada, es firmada por el presidente Leoni el 7 de agosto de 1967.


En esta nueva ley se establecía que:

El derecho de exploración con carácter exclusivo y el derecho a explotar […]


hidrocarburos a los institutos autónomos o empresa de propiedad exclusiva
del Estado en las que este conserve por la Ley el control de las decisiones. A
los citados organismos les estará permitido […] celebrar convenios y promover
empresas mixtas y formar parte de ellas, siempre que los términos y
condiciones que se estipulen en cada contrato sean más favorables para la
Nación que los previstos en las concesiones para la presente ley. (Artículo
39).

Sin embargo, la aprobación de los primeros contratos de servicio por parte del
Congreso Nacional fue objeto de una fuerte oposición. Como veremos más
adelante, se perfilaba ya, tal como sucedió con la aprobación de la Ley de
Nacionalización del Gas, la manifestación de este nuevo conflicto inherente en
el caso de una industria totalmente estatizada. Manifestaciones que tiene que
ver, como dijimos más arriba, con los desacuerdos que se presentan entre los
grupos políticos encargados, en función de gobierno, de dictar las políticas de
Estado y los grupos políticos opositores a ellos.

Luego de una serie de estudios y consideraciones internas, el 27 de septiembre


de 1967, la CVP seleccionó las primeras áreas para ser licitadas bajo la figura
de contratos de servicio. Se trataba de doscientas cincuenta mil 491

hectáreas en el sur del Lago de Maracaibo, que incluían las áreas asignadas a
la empresa a finales de 1962. Además de doscientas mil hectáreas adicionales
que, como ya se mencionó, le serían asignadas para tal fin el 15 de diciembre
de 1967. La licitación de estas áreas se abrió formalmente el 23 de marzo de
1968.

Después de cuatro meses, al cierre de dicha licitación en julio de 1968, se


habían recibido once ofertas de distintas empresas operadoras. Estas ofertas,
347

según Martínez (1971), fueron las presentadas por las siguientes empresas o
grupos: “Agip-Phillips Petroleum, Shell de Venezuela, Creole Petroleum, Elf
Erap-Gelseberg-Hispanoil-Profina, Mene Grande Oil, Mobil Oil de Venezuela,
Occidental de Venezuela, Pan American Venezuela, Sinclair Venezuelan, Texas
Petroleum y Venezuelan Sun-Venezuelan Cities Service-Venezuelan Atlantic
Refining” (p. 61). Ninguna de estas ofertas resultó atractiva, y la empresa abrió
un nuevo período hasta el 23 de enero de 1969, para que las empresas
licitantes revisaran sus ofertas y las formularan nuevamente.

Al mismo tiempo, la CVP solicitó de varias empresas contratistas de


perforación, presupuestos para perforar, por cuenta propia, pozos exploratorios
en el sur del lago. Esta doble estrategia por parte de la compañía del Estado,
generó considerable confusión en el proceso. La participación en la licitación de
las principales empresas operadoras en el país en esos momentos, refleja la
esperanza que tenían estas compañías de poder continuar su actividad en
Venezuela. Esto, por supuesto, bajo las condiciones que ellas consideraran
beneficiosas las cuales, evidentemente, no coincidían con las expectativas del
gobierno. Seis de las oferentes originales presentaron nuevas propuestas, que
según Martínez (1971), fueron: “Shell de Venezuela, Venezuelan Sun-
Venezuelan Cities Service-Venezuelan Atlantic Refining, Mobil Oil de
Venezuela, Agip-Phillips Petroleum, Texas Petroleum y Occidental de
Venezuela” (p. 61). El mismo Martínez (1971) indica que:

El 4 de julio (de 1969) se reciben lo que se llamó “posiciones finales”, que se


procesan, se evalúan, analizan, hasta llegar a la elaboración de lo que se
denominan bases de contratación para tres bloques solamente (bases de
contratación que por otra parte no se corresponden con las mejores ofertas
finales y deben ser aprobadas por el Congreso, para que AL FIN, la compañía
elegida tenga que aceptar lo que se le presente en el término improrrogable
de 20 días). (p. 60).

En el parlamento, las bases de contratación son objeto de una dura oposición


por parte de la bancada de Acción Democrática encabezada por el diputado
348

Arturo Hernández Grisanti y de otros particos de oposición, principalmente,


URD, MEP y FDP. A principios de 1970, las altas dirigencias de AD y COPEI
acuerdan sostener conversaciones en busca de “áreas de coincidencia”, que
incluían zanjar sus diferencias en lo referente a los contratos de servicio. En
abril de 1970, la fracción de AD en el congreso, luego de una serie de
negociaciones internas, adopta una posición uniforme. Al principio del conflicto
inter grupal con COPEI en el congreso, los parlamentarios de AD habían estado
también internamente divididos, generando así, además, un conflicto intra
grupal. Algunos de los parlamentarios de AD, querían una rápida aprobación de
los términos de los contratos, figura que, para comenzar, había sido idea de su
partido. Otros, entre los que se contaba Hernández Grisanti, contando con el
apoyo a través de declaraciones de prensa del mismo Pérez Alfonzo, eran
partidarios de estudiar exhaustivamente la estructura de los convenios, a fin de
asegurar el máximo beneficio para la Nación. Muchos veían esta estrategia,
como una forma de ganar tiempo para no llegar a ninguna parte. Pérez Alfonzo,
quien había sido el originador de la idea de los contratos de servicio, los vería
ahora, durante el gobierno de Caldera, como una manera de profundizar el
control que las empresas multinacionales ejercían en Venezuela. El ex ministro
proponía además, en línea con su visión conservacionista, congelar los niveles
de producción petrolera del país e incrementar los ingresos fiscales
aumentando la tasa impositiva.

Una vez uniformizada la posición parlamentaria de AD, y en base a la búsqueda


de áreas de coincidencia al más alto nivel entre AD y COPEI, se logra llegar a
un acuerdo. El 5 de agosto de 1970, AD y COPEI, haciendo valer su absoluta
mayoría en el congreso al actuar en forma conjunta, llegan a un acuerdo y
aprueban de forma definitiva las condiciones aplicables a los contratos de
servicio. Todo esto, obviamente, con la fuerte oposición y la protesta de una
“tercera fuerza”, conformada por los partidos URD, MEP y FDP, que
denunciaron los contratos de servicio como “concesiones disfrazadas”. Cabía
preguntarse, sin embargo, si en última instancia, los contratos representaban o
no en ese momento, una ventaja adicional para la Nación con relación a las
349

concesiones. Es en situaciones de esta naturaleza, donde ubicarse en el


contexto del conflicto inherente en su totalidad, permite tener una perspectiva
más adecuada de los eventos puntuales. La cita anterior de Martínez (1971)
continúa:

Los Contratos de Servicio entraron al Congreso el 5 de noviembre de 1969.


Las bases de contratación que regirán los convenios en los (ahora nuevamente)
cinco bloques “A” a “E” seleccionados en la zona sur del lago de Maracaibo,
fueron sancionados finalmente el 5 de agosto de 1970. La publicación se hizo
en la Gaceta Oficial N° 1430 Extraordinario del 9 de septiembre. Quedarán
todavía meses de discusiones, entre la CVP y las empresas seleccionadas, de
los respectivos contratos. […] En efecto, el Ejecutivo pasó a la CVP las Bases
de Contratación aprobadas por el Congreso; la CVP informó a su vez de ello a
las compañías que participaron en la licitación; las empresas hicieron
entonces nuevas “ofertas finales”, que la CVP evaluó para determinar los
ganadores de cada bloque. (p. 60).

El 14 de septiembre de 1970, la CVP abre a licitación los cinco bloques en el


sur del Lago de Maracaibo. La licitación de estos bloques, fue considerada por
varias empresas como una buena oportunidad debido a su relativamente bajo
riesgo exploratorio por su proximidad a las prolíficas áreas probadas más al
norte. Las estimaciones de reservas in situ 77, se colocaban entre los mil
doscientos y tres mil millones de barriles. Dependiendo de los factores de
recobro, podía incluso esperarse la incorporación de un volumen de reservas
recuperables equivalentes a un campo gigante39. Aun así, la reacción de las
empresas fue muy variada. Algunas de las concesionarias tradicionales, como
la Creole, manifestaron no estar interesadas en participar, alegando el

77
Las reservas in situ, son el volumen total de hidrocarburos que se estima se encuentra
almacenado en un determinado yacimiento en el subsuelo. Como se sabe, no es físicamente posible
producir la totalidad de estos volúmenes. El porcentaje de ese volumen realmente posible de producir,
es lo que constituyen las reservas recuperables. Estas, de acuerdo al mencionado porcentaje de
probabilidad de dicha recuperación, se clasifican en reservas probadas, probables y posibles (o,
según la nomenclatura preferida, probadas, semi-probadas y no-probadas). Esto se explica en la
Figura 3 de al pg. 35 del presente trabajo.
350

desproporcionado involucramiento financiero que se les exigía con relación al


correspondiente nivel de decisión operacional que los contratos les otorgaban.
La empresa que mostró de manera sumamente amplia el mayor interés en
dichos contratos, fue la Occidental Petroleum Corporation (Oxy). La
participación de Oxy, no fue bien vista por muchas de las demás empresas, su
extremado interés por “entrar en Venezuela” y la imagen que esta compañía
tenía a nivel internacional, eran la causa de esta percepción. Oxy era
considerada una empresa oportunista, incluso inescrupulosa, debido a la
estrecha relación entre su fundador, Armand Hammer, y el gobierno de la Unión
Soviética durante buena parte de la guerra fría.

Este primer episodio explícito del nuevo conflicto inherente, puso en evidencia,
por otra parte, que se había completado otro paso trascendental en la migración
del balance de poder entre el Estado y las empresas multinacionales. A pesar
de la intensa polarización del debate parlamentario con relación a los términos
de los contratos de servicio, las empresas, eventuales suscriptores de dichos
contratos, no tuvieron absolutamente ninguna participación. Era evidente que
cualquier decisión con relación a la industria petrolera venezolana en el futuro,
dependería de las decisiones del medio político interno, sujeto al nuevo conflicto
inherente ya descrito para el caso de la industria petrolera. A las compañías,
cualquier posible influencia sobre las decisiones futuras, se les había escapado
de las manos.

Un ejemplo adicional de esta situación, tuvo lugar unos meses después, en


diciembre de 1970, con el ya mencionado proceso que condujo a la fijación
unilateral por parte del Ejecutivo de los valores de referencia a los fines del
Impuesto sobre la Renta. En esa ocasión, el Presidente de la Creole, Leo
Lowry, solicitó hacer una presentación formal ante el Congreso Nacional para
explicar la posición de su empresa con relación a las acusaciones de haber
manipulado los descuentos relacionados con los valores cotizados. La solicitud
tuvo que ser formulada en varias ocasiones, y cuando finalmente fue concedida,
351

los parlamentarios se limitaron a escuchar la presentación sin hacer ningún


comentario y sin que la misma diera origen a ninguna decisión por parte del
Congreso. Lo mismo sucedió con la campaña llevada a cabo por la Shell de
mantener conversaciones privadas con sectores representativos de la vida
nacional. Una sugerencia del presidente de dicha empresa, J. J. Liedfe, de
negociar los términos de la Ley de Reversión a fin de asegurar la mayor
aceptación posible de la misma, corrió una suerte parecida. Finalmente, en un
último esfuerzo por mantener en cierta medida el balance de poder con el
gobierno, el 13 de agosto de 1971, la Creole, la Mene Grande, la Shell y la
Texaco demandaron ante la Corte Suprema de Justicia la nulidad de la Ley de
Reversión. Dicha demanda fue desestimada por recomendación del Procurador
General de la República el 8 de marzo de 1972, y nunca fue ni siquiera
respondida.

Este primer período de gobiernos democráticos desde 1958 hasta 1971, bien
entrado ya el de Rafael Caldera, fue sin duda un período de notable impacto en
la migración del balance de poder entre el gobierno y las empresas
concesionarias. Al inicio del conflicto inherente entre ambos, en la época de
Juan Vicente Gómez, la Nación era absolutamente dependiente de lo que las
empresas declararan que le correspondía. Ahora, adentrándonos en la década
de los setenta del siglo veinte, las empresas son las que estarán sujetas a las
condiciones que el gobierno decidiera reconocerles. De aquí en adelante,
continuarían llevando a cabo sus operaciones con una rentabilidad decreciente,
un alto nivel de incertidumbre, y con una cada vez mayor injerencia del Estado
en esas operaciones.

6.6.4. Los contratos de servicio, un conflicto dentro del conflicto:


Las Bases de Contratación para los cinco bloques del sur del Lago de
Maracaibo, fueron aprobadas por el Congreso Nacional el día 5 de Agosto de
1970 y publicados en la Gaceta Oficial del 9 de septiembre del mismo año, N°
1430 “Extraordinario.” En base a ello, el 14 de septiembre, la CVP abre a
licitación los mencionados bloques, y el 11 de octubre tres empresas
352

presentaron ofertas para los mismos. Las discusiones sobre las ofertas se
iniciaron en enero de 1971 y, finalmente, el 29 de junio la CVP firma contratos
de servicio para cinco bloques de 50.000 hectáreas cada uno con la Occidental
Petroleum, para los bloques A, D y E, con Shell-Surca, para el bloque B y con
Mobil Maracaibo para el bloque C.

Las condiciones básicas finales:


En síntesis, los aspectos más relevantes de las condiciones básicas finales
de los Contratos de Servicio publicadas en la ya mencionada Gaceta Oficial
del 9 de septiembre de 1970 establecían que:
o La contratista estaba obligada a realizar por su sola cuenta y riesgo la
ejecución de un Programa Exploratorio Mínimo, consistente en la
perforación de un determinado número de pozos exploratorios hasta el
basamento 78 y el levantamiento de una cantidad también definida de
líneas sísmicas. El contratista podía ofrecer condiciones por encima del
mencionado Programa Exploratorio Mínimo.
o La etapa de exploración, estaba sujeta la condición de “cumpla o pague”.
Si el contratista se retiraba sin cumplir con el Programa Exploratorio
Mínimo, debía pagarle a la Nación (a través de CVP) el monto necesario
para que esta terminara de cumplir con dicho programa. En este caso, el
contratista perdía sus derechos sobre ese bloque.
o El contrato de cada bloque, tenía su propia Guía de Contabilidad, basada
en un formato genérico, que indicaba con claridad los requisitos para
declarar la comercialidad del bloque. No existían condiciones específicas
en las guías que diferenciaran los bloques debido a su nivel de riesgo, ni
por ninguna otra razón. Por supuesto, los resultados de la aplicación de

78
El basamento, es el conjunto de formaciones de rocas ígneas o metamórficas sobre las cuales
descansa la columna de rocas sedimentarias capaces de contener hidrocarburos, cosa que es
imposible que suceda en las rocas del basamento. La perforación de un pozo exploratorio hasta
alcanzar el basamento, asegura que se ha explorado la totalidad de la columna sedimentaria, la
potencialmente petrolífera.
353

las guías, si podían ser diferentes dependiendo, por ejemplo, del tipo de
fluido descubierto (gas, crudo o condensado 79).
o El Programa Exploratorio Mínimo tenía establecido un lapso no
prorrogable de cinco años para su cumplimiento, se hubieran realizado o
no descubrimientos, e independientemente de si los mismos eran o no
comerciales de acuerdo a las definiciones de la Guía de Contabilidad
respectiva.
o Se establecía la obligación de desarrollar y producir, durante un lapso de
veinte años, cualquier área definida por la explotación luego de determinar
su comercialidad. De lo contrario el contrato se cancelaba de manera
automática. 80
o En base a su esfuerzo exploratorio, la contratista podía declarar la
comercialidad de un determinado bloque, pero su socio, la CVP, tenía que
concurrir con dicha declaración. De ser así, en vista que los contratos
habían sido elaborados en base al método del esfuerzo exitoso (succesful
effort) 81, debía cancelársele a la empresa contratista el monto real
gastado, debidamente auditado, durante la etapa exploratoria.

79
Condensado, es un tipo especial de hidrocarburos que, debido a la configuración de su diagrama de
fases — un grafico que muestra la relación entre la presión y el volumen —, presentan un
comportamiento anómalo, pues encontrándose en estado gaseoso bajo las condiciones de mayor
presión del yacimiento, se licúan en su desplazamiento hacia la superficie, debido a un proceso físico
conocido como “condensación retrograda”. Lo normal, por supuesto, al estilo de una botella de
gaseosa al ser destapada, es que un líquido, al disminuir la presión libere el gas que tiene disuelto.
Este es el llamado “gas asociado” a la producción de petróleo. Evidentemente, bajo estas condiciones
“normales”, un hidrocarburo gaseoso a las condiciones del yacimiento, llegará también como gas a la
superficie… no así, como hemos dicho, el condensado.
80
Un elemento notoriamente contrastante con las concesiones, es que en estas se podían seleccionar
parcelas para desarrollo y explotación sin necesidad de un proceso previo de exploración. Esto fue lo
que condujo, en los años veinte, a que el grupo Shell renunciara las concesiones del Lago de
Maracaibo (ver p. 231-233 del presente trabajo).
81
Existen dos métodos para contabilizar los desembolsos del esfuerzo exploratorio. Por una parte
está el “método del esfuerzo exitoso” (successful effort method) que establece que, en línea con las
prácticas contables tradicionales, el único esfuerzo capitalizable es el de los pozos exploratorios
exitosos por ser los únicos capaces de producir beneficios futuros. Los pozos exploratorios exitosos,
aparte de las reservas que han incorporado, constituyen el primer punto de drenaje del nuevo
yacimiento que han descubierto. Los pozos secos, al no aportar ningún beneficio económico, son
354

o Para pasar a la fase comercial, se requería que el contratista presentara


un Plan de Desarrollo e Inversión, con pronósticos de producción, análisis
de rentabilidad, etc., de acuerdo con los parámetros establecidos por la
Guía de Contabilidad. Este plan, debía igualmente ser satisfactorio para
CVP. En caso de llegar a determinarse que un determinado bloque, aún
después de la declaración de la contratista, no era comercial, no existía la
obligación de efectuar ningún tipo de pago y el bloque revertía
automáticamente a la Nación.
o En caso de que la CVP no estuviera de acuerdo con la declaración de
comercialidad de la contratista, o con el Plan de Desarrollo e Inversión
presentado por esta, estaba previsto que el asunto pudiera someterse a
un proceso de arbitraje.
o En caso de establecerse producción comercial, la contratista debía
entregar, al costo, el 10 % de la producción a la CVP, independientemente
de la regalía y demás impuestos que debían ser pagados a la Nación.

La comercialidad del bloque “E”:


En base a estas condiciones, hacia finales de 1974, se habían llevado a
cabo descubrimientos de petróleo en los bloques “A” de la Occidental y “C”
de la Mobil. En el bloque “E” de Oxy, se había llevado a cabo un
descubrimiento de condensado. En el bloque “B” de Shell, no se había
realizado aún ningún descubrimiento. Los pozos de petróleo de la

considerados como un gasto de la operación. El otro es el “método del esfuerzo total” (full cost
method), cuyos defensores argumentan que todo el esfuerzo exploratorio, incluidos los pozos secos,
es indispensable para la ubicación de nuevas reservas y que, por tanto, estos pozos deben ser
capitalizados. En el largo plazo, ambos métodos terminan aplicando dichos costos a los flujos de
efectivo del proyecto. Sin embargo, el método del esfuerzo exitoso, al contabilizar como un gasto la
totalidad de los costos en el momento en que se incurren, castiga los primeros períodos del proyecto.
El del esfuerzo total, pospone dicha pérdida en los estados financieros pues, al haber sido estos
desembolsos capitalizados, se distribuyen a lo largo de la vida del proyecto como parte de su
amortización.
355

Occidental, habían sido probados82 con el taladro en sitio, no así el pozo de


Mobil que no había sido aún probado. Como los bloques “A” y “E” ya tenían
pozos productores con pruebas, Oxy procedió a declarar la comercialidad
de dichos bloques, para así poder capitalizar la etapa exploratoria, que en
el caso del bloque “E” era de 150 millones de dólares.

El informe presentado por Occidental para el bloque “E”, no fue aceptado


por el Comité Supervisorio de la CVP. José Luis Padrón, Director de
Exploración de la empresa estatal, consideró el Plan de Desarrollo e
Inversión de Oxy “insuficiente y poco profundo”. CVP alegó, además, que
para establecer la comercialidad, era necesario llevar a cabo pruebas más
prolongadas en los pozos descubridores, esto afectaba los resultados de
ambos bloques. Varias personas han interpretado esto como un cambio de
escenario con relación a lo originalmente establecido por los contratos, tal
como habían sido aprobados por el Congreso de la República.

Ante esta situación, CVP y Oxy decidieron de común acuerdo, someterse a


un “arbitraje no conflictivo”. Se seleccionó como árbitro a la empresa
EGEP 83, quien elaboró, ejecutó y evaluó un programa de pruebas
extendidas y realizó los pronósticos y análisis económicos, de acuerdo a
los parámetros establecidos por la Guía de Contabilidad. La conclusión de
EGEP fue que: “El Bloque A es comercial si se cumplen algunos
escenarios, y el Bloque E es comercial para casi todos los escenarios del
Análisis Económico.” Entre las condiciones previstas para la explotación
comercial, se encontraba la necesidad de mantener la presión del

82
Una vez que un pozo exploratorio ha demostrado atravesar estratos con saturación de petróleo
capaces de fluir hasta la superficie, dicho pozo debe ser sometido a un período de pruebas, debe ser
probado, para determinar su capacidad real de producción sostenida.
83
EGEP era una empresa venezolana consultora en el área de ingeniería de petróleo. Sus socios
eran los ingenieros Martín Essenfeld, Rafael Guevara, Alfredo Essis y César Pieve. El acrónimo
EGEP, provenía de las iniciales de los apellidos de sus cuatro socios.
356

yacimiento reciclando el gas producido y utilizando los volúmenes


adicionales de gas que fueran necesarios (make-up gas) para compensar
el volumen equivalente a los líquidos producidos. La obligación de reciclar
el gas producido estaba, por otra parte, establecida en el Reglamento de la
Ley de Hidrocarburos.

El dictamen de EGEP, por el carácter no conflictivo del arbitraje, no era


legalmente vinculante. Por otra parte, habían comenzado ya, y cada vez
cobraban mayor intensidad, las discusiones, que veremos más adelante,
sobre la Ley de Nacionalización de la industria. Bajo esta circunstancia, no
parecía prudente introducir un elemento de rigidez, que pudiera dar la
impresión de la existencia de un conflicto de carácter más agudo. No
obstante, algunos funcionarios de CVP, estimulados por grupos políticos,
particularmente del partido MEP, secundan una campaña de prensa
argumentando que la nacionalización sería “chucuta” si Occidental, siendo
una empresa extranjera, continuaba operando en el sur del lago “a pesar
del Acto Nacionalizador”. Algunas de estas declaraciones, dan a entender
que ha habido algún tipo de manejos irregulares en el proceso. Sin
embargo, CVP reconoce las conclusiones del reporte de arbitraje de EGEP
incluso en un acto protocolar público.

De acuerdo a los términos originales de los contratos de servicio, un bloque


comercial, no le podía ser quitado, nacionalizado o expropiado a la
empresa contratista. Sin embargo, la presión política sobre el tema, hace
que el ministro Valentín Hernández nombre una comisión para que, en
base a toda la evidencia disponible, presenten un dictamen estrictamente
técnico, sin absolutamente ninguna consideración de tipo político. El trabajo
de esta comisión fue, de nuevo, favorable a la posición de Oxy,
confirmando los resultados de las pruebas iniciales y la evaluación
realizada por EGEP en el trabajo de arbitraje. En consecuencia, al quedar
357

establecida la comercialidad del bloque “E”, sujeto a las condiciones


operacionales especificadas, se debía proceder al pago de los $ 150 MM. 84

Denuncias de corrupción:
Una vez elaborado el cheque de pago, surgen una serie de denuncias con
relación a hechos de corrupción en la asignación de los contratos de
servicio a Occidental Petroleum en los bloques A, D y E en el sur del lago.
Esto llevó al presidente Pérez, el 14 de febrero de 1976, a ordenar a la
Oficina de Contraloría Delegada que, como en toda empresa del Estado,
funcionaba internamente en CVP, la suspensión del pago a la Occidental85.

Mientras tanto, el Ejecutivo, previa aprobación del Congreso, decide incluir


los Contratos de Servicio entre las áreas a ser nacionalizadas para evitar
que la nacionalización sea calificada como “chucuta”. Esto afectaba
únicamente a los bloques “A” y “E” de la Oxy ya que, como se mencionó,
en el bloque “C” de la Mobil aún no se había declarado la comercialidad y
en el “B” de la Shell aún no se había llevado a cabo ningún descubrimiento.
Occidental procedió a introducir una demanda en los Estados Unidos y
recurrió al seguro contra riesgos políticos de la OPIC (Overseas Private
Investment Corporation). 86

84
Toda la información anterior relacionada con la declaración de comercialidad del bloque “E” del sur
del lago de Maracaibo, fue suministrada por Martín Essenfeld (comunicación personal) (5 de julio de
2014).
85
José Ignacio Moreno León (comunicación personal) (5 de julio de 2014).
86
La Overseas Private Investment Corporation (OPIC), en español Corporación para Inversiones
Privadas en el Extranjero, es una institución financiera del Gobierno de Estados Unidos que promueve
la inversión de empresas americanas en mercados emergentes. Como parte de esta labor, esta
agencia gubernamental les brinda a los inversionistas estadounidenses un seguro contra riesgos
políticos.
358

El fin del conflicto:


El asunto queda sin solución por aproximadamente diez años, y en 1989 ya
en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, se inicia el proceso de
apertura que describiremos en detalle más adelante. Parecía evidente que
un problema pendiente como la demanda de Occidental, podía entorpecer
las gestiones que debían llevarse a cabo en los Estados Unidos con
relación al mencionado proceso. El presidente Pérez, decide buscarle
solución al problema comunicándose directamente con Armand Hammer
por vía teléfonica 87. Adicionalmente, a través del Ministro de Energía y
Minas 88, Celestino Armas, se nombra una comisión con un árbitro técnico
internacional y un representante de la Contraloría General de la República
que fue José Ignacio Moreno León. Esta comisión, concluyó que la
denuncia original carecía de fundamento y que se había tratado de un mal
entendido. A raíz de ello, se procedió a liberar el pago a la Occidental quien
decidió no llevar a cabo ningún reclamó adicional por concepto de intereses
de mora u otro tipo de indemnización.

Al haber sido incluidos los bloques del sur del lago en el proceso de
nacionalización, a partir de 1976 dichas parcelas fueron asignadas a las
filiales de PDVSA. Resulta curioso que, a partir de ese momento, y mientras
se dilucidaba la pertinencia del pago a la Occidental, Lagoven comenzó a
producir condensado del bloque “E”.

La situación anteriormente descrita, conforma un conflicto realmente


complejo, sin embargo, propio del nuevo conflicto inherente derivado de la
total migración del balance de poder de las empresas concesionarias al
estado venezolano.

87
José Ignacio Moreno León (comunicación personal) (5 de julio de 2014).
88
El antiguo Ministerio de Minas e Hidrocarburos había pasado a ser Ministerio de Energía y Minas
durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez el primero de abril de 1977 siendo ministro
Valentín Hernández.
359

6.7. RUMBO A “LA NACIONALIZACIÓN”:


Como ya se mencionó, los tres primeros gobiernos del período post-
perezjimenista, los de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y el de Rafael Caldera hasta
octubre de 1973, están signados por el esfuerzo por alcanzar un nivel adecuado
de renta petrolera bajo condiciones particularmente adversas. Aparte de la carga
económica heredada de la dictadura de Pérez Jiménez y del exagerado gasto
público del gobierno provisional de Wolfgang Larrazabal, los gobiernos
venezolanos enfrentaban las adversas condiciones de los mercados
internacionales. El explosivo incremento de la oferta a nivel mundial, proveniente
de las nuevas instalaciones de refinación y el consiguiente incremento en la
producción para alimentarlas, ha superado ampliamente la también la creciente
demanda de post guerra. Esta sobreoferta, obliga a las empresas multinacionales,
que en aquel momento dominan los mercados, a llevar a cabo reducciones en sus
precios de cotización afectando con ello los ingresos fiscales de los países
productores. Esta situación, tal como ya se ha mencionado, desembocó en la
fundación de la OPEP el 14 de septiembre de 1960.

Durante los primeros años de su existencia, la OPEP es, sin duda, una importante
fuerza ante las multinacionales. Su actuación se limita, sin embargo, a negociar
con las empresas los precios de cotización a ser publicados por estas. Utilizaba
para ello, como mecanismo de presión, programas de producción controlada,
contando además con la ayuda del mercado ocasional (spot market) de reciente
aparición.

En estos años, ocurren en el ámbito político internacional una serie de importantes


eventos. Se ha iniciado ya la llamada “guerra fría”, y en 1959 estalla la guerra de
Viet Nam. En 1967, ocurre la llamada “guerra de los seis días” entre Israel y una
coalición de países árabes, y que dará lugar a una crisis debida al cierre del canal
de Suez que cambiará radicalmente la estructura de costos de transporte. En 1968
y 1969, se descubren importantes acumulaciones de petróleo fuera del ámbito de
la OPEP, particularmente en la plataforma continental del norte de Alaska y en el
360

Mar del Norte. El primero de septiembre de 1969, Muamar Gadafi toma el poder
en Libia, país miembro de la OPEP desde diciembre de 1962, y en 1970, inicia un
programa de nacionalización de algunas de las empresas operadoras de ese país.
En ese mismo año, los Estados Unidos pasan, por primera vez, a ser un
importador neto de petróleo.

A nivel local, el conflicto inherente entre el gobierno y las empresas concesionarias


ha ido tomando un nuevo giro. No se busca sólo una mayor participación en el
negocio a través de sucesivas modificaciones a la Ley del Impuesto sobre la
Renta, el énfasis comienza a ser cada vez mayor en lo referente a la injerencia
directa en las operaciones mismas. Consideramos conveniente recapitular los
principales hechos ocurridos durante este período en relación a este tema,
ubicándolos a la vez dentro de un marco más estrictamente cronológico a fin de
que la gradual migración de poder mencionada se perciba con mayor claridad. Las
últimas dos grandes modificaciones a la mencionada ley del ISLR han sido la
reforma del 10 de julio de 1958 y del 19 de diciembre del mismo año. En la
primera se extendía el límite máximo del impuesto progresivo del 26 al 45 %
afectando con ello a los contribuyentes más importantes, en concreto a las
concesionarias. En la segunda se elevaba el porcentaje correspondiente a la
nación a un 67 %, dejando así atrás la distribución del 50-50, que se había
convertido en el paradigma a nivel mundial, incluso por su connotación de
distribución “equitativa”.

Una primera medida orientada hacia los aspectos operacionales, es la obligación,


dictada el 3 de diciembre de 1959, de unificar los yacimientos que vienen siendo
explotados simultáneamente por varias operadoras. Esta, más que una injerencia
directa inmediata, era una medida con una visión más de largo plazo, orientada a
optimizar la explotación de los yacimientos y proteger las reservas nacionales.
Con una visión también dirigida mayormente al largo plazo, se crea la CVP el 19
de abril de 1960, su intención general era la participación directa, de manera
paulatina, en todas las fases del negocio. El 17 de febrero de 1961, ocurre una
nueva enmienda a la Ley del Impuesto sobre la Renta, cuyos efectos puede
361

decirse que son también ya de tipo más operativo, que propiamente fiscal. Lo
fundamental de esta reforma fue la aplicación del pago progresivo del impuesto a
lo largo del año y no como un pago único al final del mismo, el sistema conocido
como pay as you go. Su efecto principal, eran sus consecuencias negativas sobre
el flujo de caja y el capital de trabajo de las empresas y la correspondiente mejora
en el del gobierno. Otro cambio también relacionado con la Ley del Impuesto
sobre la Renta tiene lugar el 17 de diciembre de 1970. Este, de nuevo, es un
cambio más orientado al control de los factores que condicionan el pago de dicho
impuesto, que a la estructura de los pagos mismos. Se trata de la fijación unilateral
de los valores de referencia a los fines del pago de dicho impuesto. Esta decisión,
fue posible debido al mejor conocimiento que tenía ya el gobierno de los
mecanismos que condicionan el mercado. De hecho, en este cambio, ni siquiera
se toca el cuerpo de la ley en sí, pero se establece que será el Ejecutivo Nacional
quien fijará unilateralmente los mencionados valores de referencia a los fines del
pago del ISLR.

Ya a partir de 1971, la intervención del Estado en la actividad operacional de las


concesionarias se hace más intensa. La lógica desinversión por parte de estas
ante la cercanía de la prescripción de las concesiones, se ha convertido en una
preocupación para el gobierno. Preocupación que tiene que ver, tanto con las
inversiones en actividades cuyo retorno sólo se experimenta en el largo plazo,
como es el caso de la exploración, como con actividades necesarias para acceder
de manera competitiva a los mercados. Este último era el caso, por ejemplo, el de
las instalaciones de desulfuración necesarias para satisfacer las regulaciones
ambientales de los principales mercados del país. Un motivo de particular
inquietud, tenía que ver con el estado de las instalaciones ya existentes y la
necesidad de mantenerlas en condiciones de funcionamiento más allá del lapso de
prescripción de las concesiones. Finalmente, existían dudas con relación al
aprovechamiento óptimo del gas asociado a la producción de petróleo como
recurso de valor económico. Como consecuencia de todas estas preocupaciones
se promulgan tres instrumentos legales de particular importancia. En primer lugar,
la Ley de Bienes Afectos a Reversión en las Concesiones de Hidrocarburos (Ley
362

de Reversión) del 30 de julio de 1971. Luego, la Ley que Reserva al Estado la


Industria del Gas Natural del 26 de agosto de 1971. Finalmente, se dicta el
Decreto Presidencial 832 el 17 de diciembre de 1971. Adicionalmente, uno de los
aspectos puntuales relacionados con la fundación de la CVP el 21 de junio de
1973, es la promulgación de la Ley del Mercado Interno. Para culminar todo este
proceso, el 28 de enero de 1974, se establece el banco de datos del Ministerio de
Minas e Hidrocarburos que consolidaba toda la información operacional que las
empresas concesionarias estaban obligadas a suministrar.

Una de las consecuencias de algunas de estas medidas, es la de hacer más difícil


calcular la participación individual de cada una de las empresas, en la distribución
de las ganancias del negocio con el gobierno. Así, por ejemplo, con la Ley del
Impuesto sobre la renta de febrero de 1961 que establecía el sistema de pago
progresivo de dicho impuesto, la distribución de las ganancias entre las diferentes
empresas y el Estado pasa a ser distinta para cada empresa. Igual cosa sucedió
con las diferentes tasas de depreciación aplicables para los aportes al fondo de
garantía previsto por la Ley de Reversión. Cada empresa tiene que evaluar, por
separado, el efecto que cada uno de estos cambios produce en su caso particular,
la situación financiera de todas ellas era distinta y el efecto neto total es, de este
modo, más difícil de evaluar. La última distribución precisa de los beneficios a
través del impuesto sobre la renta, la que establece la reforma de diciembre de
1958 (67/33), es sólo “un piso”, una distribución mínima, sobre la cual se añaden
los otros rubros posteriores. A finales de 1975, se calcula que la distribución neta
total era de un 87% para la Nación y un 13% para las compañías.

6.7.1. La nacionalización: un proceso inevitable:


El grado de control que el gobierno había llegado a ejercer sobre las
operaciones de la industria, hacían prever la posibilidad de una reversión
anticipada. Con los notables cambios en el balance de poder que se estaban
produciendo a parir del período que se inicia en 1958, este era un proceso que
se veía venir. Ya Calderón Berti (1978) afirmaba en octubre de 1973:
363

Estamos adelantando en estos momentos una serie de estudios relacionados


con el proceso de reversión. El Ministro de Minas e Hidrocarburos y el mismo
Presidente de la República, han anunciado que se estudian con detenimiento
las distintas alternativas que se puedan presentar y dentro de estas
alternativas ellos han señalado, por el cúmulo de interrogantes que se
presentan, que luce aconsejable una reversión anticipada (p. 69) […] Estamos
no solamente en la necesidad, sino en la obligación —porque la Ley así lo
establece—, de estudiar todas las alternativas posibles frente al proceso de
reversión. Una de las alternativas que tenemos que estudiar muy seria y
responsablemente, tiene que ser el hecho de la reversión anticipada. (p. 70).

Durante 1973, se inicia la campaña electoral para las elecciones presidenciales.


Los dos candidatos principales son Lorenzo Fernández por COPEI, el partido
de gobierno, y Carlos Andrés Pérez por el opositor Acción Democrática. En esa
ocasión, el candidato de COPEI Lorenzo Fernández, le envía un telegrama al
Presidente Caldera pidiéndole que nacionalice la industria antes de finalizar su
período 89. Evidentemente, el candidato de COPEI preveía la influencia que una
medida de este tipo podía tener en el resultado de las elecciones. Por otra
parte, siendo una persona con alto sentido de responsabilidad, y ante la
posibilidad de tener que vivir, eventualmente, como presidente con las
consecuencias de tal decisión, la petición fue formulada dentro del marco de lo
razonable.

Según mencionan Hernández y Giusti (2006), el candidato opositor, Carlos


Andrés Pérez, tenía igualmente clara esta situación durante la campaña
electoral:

En la medida en que avanzó la campaña electoral de 1973, me hice clara la


idea de que tenía que nacionalizar el petróleo. Entre otras cosas por la gran

89
Información corroborada con Henrique Fernández Escobar, hijo del candidato presidencial Lorenzo
Fernández, quien no conserva copia del telegrama, pero recuerda no sólo el hecho sino la insistencia
de su padre en varias oportunidades sobre ese tema ante el Presidente de la República
(comunicación personal) (el 15 de agosto de 2014).
364

propaganda que hizo Caldera con la reversión petrolera había creado un


problema con las compañías. Como veían claramente que el petróleo salía de
sus manos y no tendrían, en adelante, posibilidad de sacarle provecho, no
invertían. Paralizaron todas las actividades de exploración y no invirtieron
más. La reversión era un hecho, ya se había aprobado la Ley de Reversión.
Estaba muy claro. Si no se nacionalizaba, la industria petrolera venezolana
llegaría a una situación de deterioro. Las empresas petroleras no tenían
ningún interés en hacer gastos en exploración ni en aumentar las reservas,
sino en agotar las que tenían. (p. 223).

Según estos mismos autores, Hernández y Giusti (2006), Carlos Andrés Pérez,
una vez electo, se puso también en contacto con el presidente Caldera, para
llevar a cabo el proceso de nacionalización como una decisión de consenso
entre los dos principales partidos:

Cuando expuse mi programa de gobierno, en Barquisimeto, me referí a la


nacionalización del petróleo, pero sin mayores detalles. Después, como
presidente electo, visité a Caldera, y le propuse: “Mire, he llegado a la
conclusión que debemos nacionalizar el petróleo, pero debe ser producto de
un acuerdo nacional. He pensado que debería nombrarse una gran comisión
que agrupe a los diversos sectores de Venezuela para que estudie la
nacionalización y presente un proyecto de ley. Quiero proponerle que lo
hagamos entre los dos; que usted anuncie que ha llegado a un acuerdo con el
presidente electo para constituir una gran comisión que estudie la
nacionalización del petróleo”. No sé cómo no aceptó. Hoy me arrepiento. Me
dijo que lo iba a pensar, pero no me volvió a hablar de eso. Le puse en las
manos la nacionalización y no quiso. (p. 223).

La experiencia demuestra, por otra parte, que la decantación de las relaciones


de poder hacia el lado de los países dueños del recurso natural, suele culminar
en alguna forma de nacionalización de la respectiva industria. Este fenómeno
es posible, debido a que la migración de dicho balance de poder entre las
empresas y los gobiernos, no sucede sólo a nivel local, sino internacional, como
lo comprobaron los fallidos procesos de nacionalización de México en 1938 e
365

Irán en 1951. Este es un aspecto más que demuestra que los conflictos
inherentes, para su adecuada comprensión, deban ser estudiados en su total
perspectiva temporal. Por otra parte, estos procesos de nacionalización, puede
llevarse a cabo, no sólo debido al paulatino incremento de la participación fiscal
por parte del Estado, sino por haber adquirido este, a través del tiempo, la
capacidad técnica para el manejo del negocio. Ciertamente, en 1975 el negocio
petrolero se había convertido para algunas empresas concesionarias en un
negocio cuasi marginal. Nos permitimos citar nuevamente a Rodríguez Eraso
(2011) cuando afirmó que “al momento de la nacionalización algunas de las
operadoras ya ‘estaban en rojo y se mantenían en operación ante la esperanza
de llegar a algún acuerdo que les permitiera mejorar su posición, o recibir algún
tipo de compensación.”47

De cualquier modo, las empresas estaban sin duda conscientes de que el


desarrollo de nueva tecnología y el acceso a los mercados de los consumidores
finales, eran los últimos elementos de poder que aún conservaban. Debido a la
estructura misma de la industria a nivel internacional, estos dos elementos
continuaban siendo controlados por las grandes empresas transnacionales a
nivel mundial. En el área de la tecnología, los nuevos desarrollos se generaban,
de manera celosamente protegida, en los grandes centros de investigación de
las empresas multinacionales, quienes decidían la forma de distribuírlos entre
sus afiliadas en diferentes países. En el área de comercialización, las empresas
multinacionales siempre han controlado de manera exclusiva los últimos
eslabones de la cadena de valor agregado en sus países de origen que son, a
la vez, los grandes mercados de consumo. Estos dos elementos son los que, al
momento de la nacionalización, a través de los contratos de apoyo tecnológico
y de comercialización, les permitirían seguir, en cierta medida y por cierto
tiempo, participando del negocio petrolero en Venezuela. Esto, mientras el país
adquiría mayor independencia en el área de la tecnología a través del INTEVEP
y, como veremos más adelante, a través del importante proceso de
internacionalización en lo referente a los mercados.
366

Paralelamente, en el país se habían desarrollado los cuadros técnicos y


gerenciales necesarios para llevar a cabo la transferencia de las operaciones a
la Nación. El proceso de venezolanización, impulsado por el Colegio de
Ingenieros de Venezuela y los programas de adiestramiento de las empresas,
había venido preparando al personal necesario para ello. Al momento de la
llamada nacionalización de la industria, el 96,5 % de la nómina de las
compañías, incluyendo las juntas directivas, estaba formada por personal
venezolano13.

Paralelamente, en las áreas de operación de la industria petrolera, habían ido


apareciendo un conjunto de empresas venezolanas en el área de consultoría y
servicios especializados, muchas de las cuales llegan a alcanzar proyección
internacional. Se fundan igualmente empresas manufactureras de equipos y
accesorios petroleros, la distribución de cuyos productos no solamente se
limitaba al consumo nacional, sino que llegaron a penetrar el mercado andino.
Este sector, llego a tener una fuerza laboral equivalente al nivel del personal
propio de la industria. La formación de este grupo de empresas de soporte,
puede considerarse como un logro, adicional a los que veremos más adelante,
de la industria nacionalizada.

6.7.2. Un importante punto de inflexión:


Durante el gobierno de Caldera, el cambio en el balance de poder entre las
empresas multinacionales y los países miembros de la OPEP a nivel global, es
ya evidente. Durante ese período, el trascendental evento de la guerra del Yom
Kippur de octubre de 1973, añade un factor adicional a esta tendencia. Debido
a ese acontecimiento, los países de la OPEP toman definitivamente el control
de los precios, en parte sin embargo, debido a la recuperación de los mercados.
El incremento del consumo mundial, presenta ahora una mayor concordancia
con la capacidad de refinación instalada, al haberse estabilizado el desbalance
generado por el desproporcionado incremento en dicha capacidad ocurrido al
final de la segunda guerra mundial. El factor determinante dentro de este
escenario, es que la OPEP contaba en aquel momento con una proporción del
367

mercado del 52 %, lo cual la convertiría en el ente ductor de los mercados,


como lo habían sido antes las grandes empresas multinacionales. Los
importantes incrementos de precios que acompañaron este proceso,
significaron para los países de la OPEP, entre ellos Venezuela, un período de
elevados ingresos fiscales. El período anterior de los gobiernos de Betancourt,
Leoni y buena parte del de Caldera, estuvo marcado por la estrechez
económica. Se iniciaba ahora, durante la última parte del gobierno del último de
los nombrados, un período de bonanza económica que tendrá su máxima
expresión durante el primer mandato de Carlos Andrés Pérez (1974-1979).

El proceso de gradual migración del balance de poder en la industria petrolera


venezolana, culminó con la total estatización de la misma el primero de enero
de 1976. En ese momento, la propiedad de todas las empresas operadoras
concesionarias pasó a manos del Estado. La coordinación de su actividad se
puso en manos de una casa matriz, Petróleos de Venezuela (PDVSA), creada
según Decreto No 1123 del 30 de agosto de 1975. Su misión fue definida como:
"cumplir y ejecutar la política que dicte en materia de hidrocarburos el Ejecutivo
Nacional, por órgano del Ministerio de Energía y Minas”. Para ese momento,
como hemos mencionado, el noventa y seis coma cinco por ciento de la nómina
de las empresas concesionarias, incluyendo sus juntas directivas, era personal
venezolano13.

6.7.3. Un nuevo gobierno, una nueva etapa:


El incremento en los precios internacionales del crudo, ocurrido paralelamente a
la toma del control del mercado por parte de la OPEP, significó, como hemos
dicho, un período de bonanza económica para los países productores. Esto
ocurre durante la última parte del gobierno de Rafael Caldera, pero experimenta
su máximo desarrollo durante el mandato de su sucesor, Carlos Andrés Pérez.
Al mismo tiempo, al inicio del mandato de Pérez, está en pleno desarrollo el
intenso debate acerca de la conveniencia de adelantar la reversión de las
concesiones vigentes que se iniciaba en 1983. Dentro de este clima, ocurren
una serie de conflictos entre diferentes actores de la vida nacional, entre los
368

partidos políticos y el personal de la industria petrolera, con los sindicatos de la


misma, e incluyendo a organizaciones tales como Fedecamaras, ProVenezuela,
etcétera. Igualmente entre el gobierno y las empresas concesionarias —cada
vez con mayor poder el primero y menor las segundas—.

Como es natural, ocurren también una serie de conflictos internos dentro de las
distintas organizaciones. Ya tanto Copei como Acción Democrática, han
mostrado posturas internas disidentes en temas tales como los contratos de
servicio. Llegado a este punto, el presidente electo Carlos Andrés Pérez, ha
llegado a la conclusión de que la nacionalización debe llevarse a cabo a la
mayor brevedad y razonablemente piensa que debe ser un proceso lo menos
traumático posible. Una disrupción en las operaciones de la industria, podría
traer graves consecuencias para el país. No obstante, algunos sectores del
partido Copei y de su mismo partido, pero sobre todo de los partidos de
izquierda, plantean una salida más radical con relación a las empresas
concesionarias. Es bajo estas circunstancias, que el presidente debe escoger a
su Ministro de Minas e Hidrocarburos. Pérez buscaba un proceso con el mayor
grado de conciliación posible, el interés nacional, el bienestar económico del
país, estaban para él, evidentemente, por encima de cualquier tipo de reacción
visceral. Esto condujo a la selección de Valentín Hernández, un candidato
conciliador, aunque prácticamente desconocido dentro del medio político, con
preferencia a figuras mucho más relevantes, pero reconocidas por su tendencia
a la conflictividad.

6.7.4. Un trascendental debate: La Ley de Nacionalización:


Por supuesto, si bien existe una fecha en la que formalmente se decreta la
llamada nacionalización, este es, como todo este tipo de transformaciones, un
proceso de límites difusos. Muchos conflictos relacionados con este tema
ocurrieron, como hemos dicho, desde bastante antes de la fecha “oficial” de la
nacionalización misma. Sin lugar a dudas, el más emblemático e intenso de
ellos, fue el debate planteado alrededor de la “Ley Orgánica que reserva al
369

Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos”, conocida como la Ley


de Nacionalización.

A finales del año 1973, se está desarrollando en Venezuela una campaña


electoral para elegir un nuevo presidente quien, ya resulta evidentemente, que
tendrá que administrar un período de bonanza económica. En ese momento, el
país forma parte de la OPEP, la organización con mayor influencia en los
mercados internacionales, y ha alcanzado un alto grado de control operacional
sobre su industria. Los cuadros técnicos y administrativos venezolanos
conforman prácticamente la totalidad del personal de la misma, y se han venido
desempeñando con un alto nivel de eficiencia. Adicionalmente, el país cuenta
ahora con los ingresos suficientes para afrontar las nuevas inversiones
necesarias para la continuidad de las operaciones y para la necesaria
expansión de la industria en ciertas áreas. Como ya vimos, hay una marcada
convicción dentro del medio político, con relación a que la reversión debe ser
adelantada sin esperar a que ocurra, en la forma originalmente prevista, en
1983. La tomar del control absoluto de la industria por parte del Estado, ha
dejado de ser una posibilidad, y se convierte en un hecho que debe ser
realizado en el corto plazo. Por todas estas razones, se abre un intenso debate
entre las distintas fuerzas políticas. Las empresas concesionarias, por otra
parte, percibían también con toda claridad que este era un proceso fatalmente
inexorable.

Las propuestas del MEP y Copei:


En marzo de 1974, de manera casi simultánea, el Movimiento Electoral del
Pueblo (MEP), el día 2, y el Partido Socialcristiano Copei, el día 18,
introducen al Congreso de la República sendas propuestas para una Ley de
Nacionalización. Entre ambas propuestas no existen puntos contradictorios,
las dos tienen una serie de elementos en común. Existen, sin embargo,
algunos elementos que cada una de ellas presenta de manera exclusiva.
370

La premisa básica de ambos proyectos, era asegurar la soberanía de la


Nación venezolana sobre su industria más importante, para ello, en ambos
casos, se reservaban al Estado todas las actividades, desde la exploración
hasta el mercadeo. En el caso de la propuesta de Copei, aparecía de
manera explícita, la prohibición con relación a la creación de empresas
mixtas. En el proyecto del MEP, se establecía que las empresas operadoras
estarían sujetas a los mismos gravámenes al Tesoro Nacional al que
estaban sujetas las empresas concesionarias. Igualmente, en este
proyecto, no se incluían los campos inactivos o aquellos cuyas condiciones
de explotación no fueran rentables. En ambos casos, se garantizaba la
estabilidad de los trabajadores de la industria y no se alteraba la estructura
administrativa de la misma. Finalmente, ambas propuestas reconocían el
pago de una compensación a las empresas concesionarias equivalente al
saldo no depreciado de sus activos.

Los dos proyectos, establecían que las operaciones de la industria debían


ser llevadas a cabo por un grupo de empresas del Estado, supervisadas por
un consejo creado a tal efecto. Los miembros de este consejo, serían los
ministros de Minas e Hidrocarburos, quien sería su presidente, y de
Hacienda. De él formarían parte, además, dos representantes del Ejecutivo
Nacional designados por el Presidente de la República, y tres miembros
designados por el Congreso Nacional. El proyecto de Copei incluía,
además, un representante del sector sindical.

Entre los puntos que presentaban alguna diferencia, vale la pena destacar
el referente a la creación de un fondo de reserva. Si bien es cierto que
ambas propuestas incluían la creación de este tipo fondo, el objetivo y los
montos de constitución del mismo eran distintos. En el caso de Copei, en
línea con lo pautado por la Ley de Reversión (p. 339) para garantizar que
las instalaciones fueran entregadas en buen estado, el fondo debía ser
establecido por las concesionarias con un aporte del 10 % de su inversión
bruta. Dicho fondo, sería gradualmente liberado a medida que las
371

instalaciones fueran siendo transferidas en condiciones de funcionamiento


satisfactorias. El fondo propuesto por el MEP, era para la inversión en
proyectos de desarrollo y se establecía con el 20 del ingreso petrolero
futuro.

Dentro de los puntos en los que ambos proyectos presentaban propuestas


exclusivas, vale la pena mencionar que el MEP estaba consciente del
problema de colocación de los crudos venezolanos en los mercados
internacionales. Para evadir el control que las empresas multinacionales
aún ejercían sobre los clientes finales de los grandes centros de consumo,
el MEP indicaba la conveniencia, y la posibilidad, de colocar estos crudos a
través de negociaciones de Estado a Estado. Otra de las proposiciones de
este partido tenía que ver con el control de gestión de la industria, según
este proyecto, el control debía ser llevado a cabo por el Congreso Nacional,
pero no como un control previo, sino a posteriori. Por su parte, la propuesta
de Copei establecía que el personal de la industria no debía exceder en
más del 10 % el nivel promedio de empleo del año 1973.

Temores y prejuicios:
Ambos proyectos, sin embargo, generaron acaloradas polémicas debido a
los desacuerdos con distintos aspectos de los mismos por parte de diversos
sectores. Comenzaban a aflorar los temores y los prejuicios que darían
origen, al poco tiempo, a los principales conflictos de la nueva estructura de
la industria petrolera, como una parte importante de la sociedad
venezolana. Por una parte, amplios sectores de la población temían que
con la nacionalización la industria petrolera se politizaría convirtiéndose en
otra empresa del Estado, ineficiente y corrupta. Muchas de estas personas
pensaban además, prescindiendo del hecho de que la industria venía
siendo manejada prácticamente en su totalidad por personal venezolano,
que el personal autóctono no era capaz de manejar un negocio tan
complejo e importante.
372

Varios partidos políticos, por otra parte, hicieron manifiesto un fuerte


prejuicio hacia el personal de la industria. Según ellos, los profesionales,
técnicos y administradores venezolanos empleados de las concesionarias,
eran poco confiables, puesto que simplemente trabajaban para defender y
salvaguardar los intereses de dichas empresas. Este prejuicio, era parte de
una especie de competencia entre los diversos partidos políticos por
mostrarse “más nacionalistas” que los demás. En esta línea, grupos como
el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y el Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR), llegaron incluso a expresar su oposición a cualquier
tipo de pago de indemnización a las concesionarias ya que, según ellos, las
mismas habían estado por años evadiendo impuestos.

El IX Congreso de Ingeniería y el III Congreso Petrolero Venezolano:


En este clima de temores, suspicacias, prejuicios y creciente crispación, se
llevaron a cabo dos importantes eventos. Entre el 19 y el 25 de mayo de
1974, en el Hotel del Lago en Maracaibo, se realizó el IX Congreso de
Ingeniería; dos semanas después, entre el 8 y el 14 de junio de 1974, en el
Círculo Militar de Caracas, se llevó a cabo el III Congreso de Petróleo.

Las conclusiones del IX Congreso de Ingeniería, derivadas de la opinión de


una considerable mayoría de los agremiados, tanto del sector privado como
del público, tuvieron un carácter sumamente equilibrado. Por supuesto, se
afirmaba fuera de toda duda, que la Nación debía tener absoluto poder de
decisión en todas las fases de la industria. Una de las principales
conclusiones, establecía que antes de proceder a la nacionalización, era
necesario planificar adecuadamente todas las acciones asociadas a la
misma. Por otra parte, se recomendaba, que como parte de este proceso,
debiera asegurarse que los objetivos de la industria seguirían siendo
definidos por razones de tipo comercial y no por motivaciones políticas o
por intereses sectoriales. Igualmente, se indicaba que debía mantenerse, o
373

aún mejorarse, la eficiencia con la cual venía siendo manejada la industria,


y que era necesario asegurar la transferencia tecnológica hacia institutos
nacionales creados para tal fin. Un punto adicional, establecía que el
esquema de nacionalización a ser aplicado, debía contar con el respaldo
del personal venezolano de las empresas concesionarias.

Estas conclusiones no fueron en absoluto bien recibidas por una buena


parte del sector político, las mismas fueron acusadas de entreguistas,
conservadoras y dañinas para los intereses de la nación. Se manifestaba de
este modo, otra faceta de este nuevo conflicto inherente, el enfrentamiento
entre un sector calificado de “tecnocrático”, y una porción importante del
ámbito político.

Dos semanas después, se inicia en Caracas el III Congreso Venezolano de


Petróleo, que venía siendo organizando desde principios de ese año de
1974, por la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo (SVIP). Tal
vez debido al recientemente finalizado IX Congreso de Ingeniería, el
Congreso Petrolero atrajo una muy importante participación de un público
extremadamente variado, y las discusiones discurrieron bajo un clima de
tensa confrontación. El debate y la discrepancia política, reemplazaron la
presentación de trabajos técnicos relacionados con la nacionalización,
objetivo original del congreso.

La Comisión Presidencial de la Reversión Petrolera: Durante el mismo


mes de mayo, el Presidente Carlos Andrés Pérez nombra una “Comisión
Presidencial de la Reversión Petrolera”, cuyo objetivo era asesorar al
Ejecutivo Nacional con relación a los mecanismos necesarios para que la
Nación tomara el control de la industria petrolera antes de 1983. El año de
prescripción de la mayor parte de las concesiones vigentes, las otorgadas
por el gobierno de Medina en 1943, pero incluían también las otorgadas
durante la dictadura de Pérez Jiménez en 1956. De este modo, el
374

Presidente de la República manifestaba claramente su intención de poner la


industria en manos del Estado, el proceso conocido como la nacionalización
de la industria petrolera.

De la mencionada comisión formaron parte personalidades de todos los


sectores de la vida nacional. En el discurso de instalación de dicha
comisión, el Presidente rechazó enfáticamente la idea de constituir una sola
empresa petrolera estatal. Sugirió, en su lugar, la idea de agrupar las
catorce empresas existentes hasta el momento en cuatro compañías
operadoras, administradas por los venezolanos que venían cumpliendo
esas funciones en las empresas concesionarias, a fin de garantizar la
continuidad del proceso. Estas empresas operadoras, serían coordinadas
por una casa matriz, cuya junta directiva estaría conformada por
venezolanos de la más alta calificación y comprobado patriotismo. El
nombramiento de esta comisión, contribuyó a canalizar el intenso debate
alrededor del tema de la nacionalización. Sus conclusiones y
recomendaciones fueron elaboradas de forma separada por cinco
subcomisiones, y aparecen en el informe general de dicha comisión. En el
mencionado informe, se presenta una nueva propuesta de Ley de
Nacionalización (p. I-58 a I-92 y nuevamente en VI-31 a VI-48), que vino a
sumarse a las dos anteriormente formuladas por el MEP y por Copei.

En las conclusiones y recomendaciones de la subcomisión sobre aspectos


operativos, se reconocen una serie de conceptos que respondían a la
preocupación de la población en general y del personal de la industria en
particular. En ellas se recomendaba lo siguiente:

El hecho que las medidas precautelativas contempladas propician una ingerencia


(sic.) mayor y más directa del Estado en las decisiones del negocio que realizan
las compañías concesionarias con el petróleo venezolano, no debe alimentar
resentimientos. En ningún caso las subcomisiones subestimaron el espíritu
venezolanista ni la seriedad profesional o técnica del personal venezolano
ocupado en las operaciones que en el país adelantan las empresas concesionarias
375

foráneas –reconocidas estas como brazos suplidores de casas matrices ubicadas


en el exterior--, pues es sabido que ese calificado personal venezolano no
participa en la más alta toma de decisiones estratégicas de tales empresas,
materia que se reservan exclusivamente las casas matrices. (p. V-13).

Agropet:
El clima de crispación que se venía viviendo en vísperas de la
nacionalización, y que culminó con la traumática experiencia del III
Congreso Venezolano de Petróleo, reafirmaba la preocupación
generalizada por la politización de la industria, tal vez el mayor temor en el
caso particular del personal de la misma. Resultaba claro que la tradicional
actitud de “bajo perfil” que siempre había mantenido dicho personal, no era
lo más apropiado para aquellos momentos. De este modo surgió AGROPET
(Agrupación de Orientación Petrolera), cuyo objetivo, desde un principio, tal
como lo indicaba su nombre, era ilustrar a la opinión pública y a las
autoridades acerca de los temas cruciales del negocio petrolero. La
agrupación rehuyó siempre convertirse en una organización de tipo
reivindicativo, lo cual, dado que muchos de sus miembros ocupaban
posiciones administrativas y gerenciales, hubiera resultado en un conflicto
de intereses. La organización llegó a contar con seccionales en las distintas
áreas de operación de la industria. La gran preocupación de la mayoría de
los empleados petroleros, era que la nueva industria fuera manejada con
los mismos criterios con los que tradicionalmente se administraban las
empresas del Estado. Esta preocupación afectaba tanto a la continuidad del
manejo eficiente y orientado a los aspectos comerciales de la industria,
como a la estabilidad y condiciones laborales de este grupo de
trabajadores.

Uno de los grandes logros de la organización en el período previo a la


nacionalización, tuvo lugar el domingo 12 de enero de 1975. En esa
ocasión, AGROPET llevó a cabo un conjunto de diez presentaciones sobre
los aspectos fundamentales de la industria, para el presidente Pérez y su
376

gabinete. Al acto asistieron más de cuatrocientos miembros de la


organización. El Presidente de la República manifestó haber quedado
impresionado por la franqueza, la madurez y el alto sentido de compromiso
de los miembros de AGROPET, y enfatizó la necesidad de su participación
como futuros administradores de las futuras empresas operadoras del
Estado. La reacción de la prensa fue también altamente favorable y
elogiosa, no así las opiniones de algunos personeros políticos de URD, el
PCV y el mismo partido Copei. Particularmente agresiva fue la reacción de
la dirigencia sindical de la industria petrolera. El presidente de Fedepetrol,
Carlos Piñerúa, llegó a afirmar que “los agentes de AGROPET dicen a los
trabajadores petroleros que el gobierno les quitará sus prestaciones”. 90 En
un hecho que vale la pena resaltar, el mismo presidente Pérez salió en
defensa de los empleados petroleros al afirmar que “AGROPET representa,
junto con los trabajadores petroleros […] el soporte más importante con el
que contamos para llevar adelante nuestra decisión de asumir la industria
petrolera.” 91

El intenso debate sobre el artículo quinto:


El proyecto de ley propuesto por la “Comisión Presidencial de la Reversión
Petrolera”, dio lugar a reacciones diversas. En el sector político, contó con
el apoyo de los dos partidos, el MEP y Copei, que habían adelantado sus
propios proyectos con el mismo objetivo. Otros partidos, como URD, MAS,
MIR y PCV, que tuvieron representantes en la comisión, guardaron silencio,
mientras que Acción Democrática, mantuvo una actitud cautelosa
considerándolo un aporte significativo que sin embargo podía ser mejorado.
En marzo de 1975, el ministro Valentín Hernández, presentó al Congreso
Nacional la propuesta de ley de nacionalización del Ejecutivo. Dicho
documento era muy similar al de la Comisión Presidencia, pero difería en
algunos aspectos críticos.

90
El Nacional, miércoles 22 de enero de 1975, p. D-2.
91
El Nacional, jueves 23 de enero de 1975, p. D-2.
377

Entre las diferencias más notables, estaba la de reemplazar el Comité


Supervisorio de la Industria, propuesto por la Comisión para el período de
transición, por la figura de personas individuales designadas como
observadores dentro de las juntas directivas de las concesionarias. El
argumento al respecto, era que dicho Comité Supervisorio hubiera sido una
especie de organismo paralelo de las juntas directivas de dichas empresas
operadoras pudiendo dar origen a duplicaciones y, por ende, a conflictos
adicionales. La figura de los observadores, por otra parte, preservaba la
continuidad del necesario enlace durante este período de transición, al
exponer a estas personas al los procesos de toma de decisiones dentro de
las empresas. De hecho, muchos de ellos, formaron parte posteriormente
de la Junta Directiva de la nueva casa matriz.

Sin embargo, el cambio de mayor trascendencia con relación a la propuesta


de ley formulada por la Comisión Presidencial, fue sin duda el referente a la
modificación del artículo quinto de la mencionada propuesta. En su versión
original, la redacción de dicho artículo era la siguiente:

Las actividades señaladas en el artículo 1° de la presente ley sólo podrán


ser ejercidas:
a) Por el Ejecutivo Nacional
b) Por entes de la propiedad exclusiva del Estado creados mediante leyes
especiales, a los cuales les sean asignados por el Ejecutivo Nacional,
previa aprobación del Senado, los correspondientes derechos para ejercer
una o más de las indicadas actividades. Los derechos asignados no
podrán ser enajenados, gravados o ejecutados (sic.) so pena de nulidad
de los respectivos actos.

A tales entes les estará permitido crear empresas de su exclusiva


propiedad, para realizar una o varias de las actividades comprendidas en
los derechos que se le asignen, e igualmente podrán celebrar los
convenios operativos necesarios para la mejor realización de sus
378

actividades, sin que en ningún caso estas gestiones afecten la esencia


misma de los derechos asignados. (p. VI-32 y VI-33).

El Gobierno Nacional, consideró que era deseable darle mayor flexibilidad a


las posibilidades operacionales de la industria. Para ello, decidió añadir el
aspecto referente a la posibilidad de asociación con entes privados, por
supuesto manteniendo siempre el Estado el control sobre las decisiones. El
texto definitivo del mencionado artículo quinto quedó como sigue:

El Estado ejercerá las actividades señaladas en el artículo 1° de la


presente ley directamente por el Ejecutivo Nacional o por medio de entes
de su propiedad, pudiendo celebrar los convenios operativos necesarios
para la mejor realización de sus funciones, sin que en ningún caso estas
actividades gestiones afecten la esencia misma de los actividades
atribuidas.

En casos especiales y cuando así convenga al interés público, el


Ejecutivo Nacional o los referidos entes podrán, en el ejercicio de
cualquiera de las señaladas actividades, celebrar convenios de asociación
con entes privados, con una participación tal que garantice el control por
parte del Estado y con una duración determinada. Para la realización de
tales convenios se requerirá la previa autorización de las Cámaras en
sesión conjunta, dentro de las condiciones que fijen y una vez que hayan
sido debidamente informadas por el Ejecutivo Nacional de todas las
circunstancias pertinentes.

La modificación propuesta, dio origen a uno de los más encendidos debates


de todo el proceso previo a la nacionalización. Las intervenciones de los
partidos de la oposición en los debates del congreso, la gran cantidad de
declaraciones de prensa por parte de los representantes de dichos partidos,
así como las de una serie de importantes personalidades del país, ocupó el
primer plano del debate en los meses siguientes. Era, al menos en
379

apariencia, el típico desacuerdo de valoración sobre un evento 92. En su


primer Mensaje a la Nación, presentado ante el Congreso Nacional en ese
mismo mes de marzo, el presidente Pérez asumió plena responsabilidad
personal por la mencionada modificación del artículo quinto.

La modificación del artículo quinto, ponía de manifiesto una vez más, el


clásico conflicto con relación a la participación extranjera en las industrias
estratégicas, sobre todo, las de las sociedades latinoamericanas. Por una
parte, hay quienes defienden la necesidad de contar con suficiente
flexibilidad para eventualmente permitir a los gobiernos contar con la
capacidad necesaria para la operación eficaz de sus industrias. Por otra, el
sentimiento de sectores opuestos de forma radical a la participación de
capital privado, y sobre todo extranjero, en la operación de estas industrias.
Este último caso puede tener su fundamento en dos razones. Por una parte,
el prejuicio que conduce a una especie de complejo de inferioridad, que a
pesar de que se establezca de manera taxativa el control del negocio por
parte de la Nación, perciben como destinada al fracaso cualquier
intervención de este tipo con un eventual socio extranjero. Otra, es una
visión de extremismo autárquico, que implica ver todo lo relacionado con los
aspectos de mayor importancia para el país, como algo que debe ser
manejado exclusivamente a nivel interno. En el caso del capital privado
nacional, el gran inconveniente es la visión radicalmente estatista muy
arraigada en nuestras sociedades.

92
Los desacuerdos con relación a un evento pueden ser de ocurrencia o de valoración. En el primer
caso las partes simplemente están en desacuerdo acerca de la ocurrencia o no del evento en
cuestión. Este tipo de desacuerdos suelen ser relativamente sencillos de resolver. Por lo general basta
buscar información con relación a la ocurrencia o no del evento. En el desacuerdo de valoración, las
partes difieren en cuanto a su acuerdo o desacuerdo con el evento, haya este ocurrido o no. Este tipo
de desacuerdo tiene que ver con la escala de valores de cada una der las partes involucradas y suele,
por ello, ser mucho más difícil de conciliar, si es que llega a serlo.
380

Finalmente, hay un aspecto que llama la atención cuando este conflicto


inherente se observa, como es debido, dentro de su marco temporal en el
largo plazo. Es frecuente observar en muchas ocasiones, que las personas
que en un momento dado han atacado radicalmente este tipo de
participación, la aceptan cuando llegan a situaciones donde les corresponde
ejercer la responsabilidad de gobierno. Como veremos más adelante,
muchos de los personajes que habían criticado los contratos de servicio de
la CVP, que se opusieron en este momento a la modificación del artículo
quinto, que posteriormente denunciaron el proceso de apertura, son los
mismos que hoy defienden, por ser “un mecanismo distinto”, la creación de
empresas mixtas en la Faja Petrolífera del Orinoco o en el proyecto gasífero
del norte de Paria.
381

7. UNA NUEVA ESTRUCTURA: ¿ACCIONISTA O RENTISTA?:

El gradual cambio en el balance de poder entre el Estado venezolano y las empresas


concesionarias, culminó el primero de enero de 1976 con la total estatización de la
industria petrolera venezolana. En esa fecha, PDVSA, empresa 100 % propiedad de
la Nación, pasa a ser la propietaria de todas las empresas operadoras y la
coordinadora de las actividades de las mismas. Se plantea con ello el dilema que
enfrentan los gobiernos de los países que nacionalizan la industria explotadora del
recurso que poseen: seguir siendo unos simples recaudadores de impuestos o
actuar, a la vez, como accionistas de una empresa cuyo fin es incrementar los
ingresos para dichos accionistas en el mediano y largo plazo. Se trata de un nuevo
conflicto inherente que no es ya entre el gobierno y entes externos al país, sino que
se trata de los conflictos que ocurren entre grupos dentro del mismo. En los primeros
años de este período, se desarrollaron una serie de conflictos propios de una etapa
de profunda transición. Esta fue, por otra parte, una etapa de grandes logros
operacionales. Se reactivaron actividades como la exploración, se incrementó el
potencial de producción, se optimizaron las operaciones de refinación. Se
complementó el desarrollo de diversos aspectos de la industria mediante la
participación de capital extranjero en papel de contratista. Sobre todo, de particular
relevancia fue el hecho de haber asegurado la comercialización de los crudos
venezolanos en importantes mercados mundiales. Esto se logró mediante un
proceso de integración horizontal, con la adquisición de refinerías, redes de
distribución y puntos de venta a consumidores finales en varios países
consumidores.

El 29 de agosto de 1975, el presidente Carlos Andrés Pérez puso el ejecútese a la


nueva “Ley Orgánica que reserva al Estado la Industria y el Comercio de los
Hidrocarburos”, la Ley de Nacionalización. El primero de enero del año siguiente, la
estructura de la industria petrolera en Venezuela cambia radicalmente. Se abre de
este modo, un nuevo capítulo dentro de la historia de esta industria. Se ha
completado el proceso de estatización, las dos etapas siguientes se desarrollan ya
de manera exclusiva dentro del marco del nuevo conflicto inherente a la sociedad
venezolana que, como es lo normal, ha comenzado a manifestarse durante parte de
382

la fase precedente. Como mencionamos más arriba, una transformación importante


en un sector tan relevante, como lo es para Venezuela el petrolero, puede ser
suficiente para poner fin a un conflicto inherente de esa sociedad, y dar inicio a otro.

7.1. LA DÉCADA DE LOS SETENTA Y LAS CONCESIONES:


En la década de los setenta del siglo pasado, es cuando ocurren una serie de
cambios profundos en el balance de poder entre las grandes empresas
petroleras multinacionales y los gobiernos de los países productores. No se
trata sólo de la toma definitiva del control de los precios del mercado por parte
de la OPEP a raíz de la guerra del Yom Kippur. Como un fenómeno
indudablemente asociado a esta nueva estructura de poder, en la mencionada
década, son llevados a término, de manera exitosa, una serie de procesos de
nacionalización, cuando varios países deciden tomar el control de su industria
petrolera.

Un proceso que en México en 1938 dio lugar a una serie de inconvenientes para
ese país; una decisión que dio origen a una profunda crisis política en Irán en
1951, se extendió luego, como fuego en un monte seco, en la década de los
setenta. Durante esta década, distintos países, principalmente los miembros de la
OPEP, establecen acuerdos de participación parcial en sus respectivas industrias
o nacionalizaron algunas empresas que operaban en sus territorios.

Ya en 1972, se acuerda la participación de los gobiernos de varios estados árabes


del golfo pérsico/arábigo en el 25 % de las empresas que operaban en sus
territorios. En Irak, a partir de la toma del poder por el Partido del Renacimiento
Árabe Socialista (Baath), en 1963, la International Petroleum Company, la única
operadora del país, fue el instrumento para una intensa campaña de propaganda
antioccidental. Esta actitud, se vio reforzada a través del pacto soviético-iraquí de
1969. El gobierno llevó a cabo una serie de demandas que la empresa trataba de
satisfacer en todos los casos, lo cual, sin embargo, no fue suficiente, y el primero
383

de junio de 1970, el gobierno nacionalizó totalmente la industria poniendo las


operaciones en manos de la Compañía Petrolera Nacional de Irak (Irak National
Oil Company). Ese mismo año, ocurre la nacionalización de la industria petrolera
en Libia. El 24 de febrero de 1971, Argelia, luego de haber entrado a formar parte
de la OPEP en 1969, había hecho lo mismo. Finalmente, en marzo de 1975,
Kuwait anunció su decisión de finalizar su asociación con la British Petroleum en la
Kuwait Oil Company, con lo cual la empresa pasaba a ser totalmente propiedad
del gobierno kuwaití. Seguiría Venezuela con el proceso que acabamos de
describir. Posteriormente ocurriría lo mismo en Arabia Saudita en 1988.

Todos estos procesos, fueron el resultado de las circunstancias políticas, sociales


y culturales de cada uno de estos países, y cuyo análisis va más allá del objetivo
del presente trabajo. Todos ellos, sin embargo, dentro del marco internacional que
hemos descrito y que afectaba, a cada uno en particular, en ese momento. Lo que
ilustran claramente todos estos procesos, es la importancia de la oportunidad, el
timing, con que se lleven a cabo. Lo que era imposible, desde un punto de vista
práctico, en décadas anteriores, pasó a ser un lugar común en los años setenta.
La conclusión que se desprende de esta observación, es la necesidad de analizar
dentro del adecuado marco temporal a largo plazo, el desarrollo y el desenlace de
los conflictos complejos que forman parte de un conflicto inherente más amplio.
Dentro de esta observación, es necesario igualmente considerar que las
circunstancias del entorno pueden dar origen a desviaciones particulares en estos
procesos. Ese fue el caso de la ya mencionada Ley de Hidrocarburos de
Venezuela del año 1943 y su coincidencia con el desarrollo de la segunda guerra
mundial.

7.2. NUEVO CONFLICTO, NUEVOS DILEMAS:


La primera consecuencia de la total estatización de la industria y la desaparición
de las empresas concesionarias como actores relevantes, fue la aparición del
nuevo conflicto inherente propio de los países que nacionalizan la industria
384

explotadora del recurso que poseen. El fundamento de este nuevo conflicto, es


dilucidar si se debe mantener el tradicional esquema rentista, o si se debe
promover el desarrollo de una empresa comercial, generadora de nuevas
ganancias, que signifiquen ingresos adicionales para la Nación. El Estado mismo
es quien debe responder en qué proporción debe continuar siendo un simple
recaudador de impuestos, o asumir el rol de accionista de la nueva empresa
operadora comercial. Esta nueva etapa de la estructura de la sociedad, se
caracteriza, no ya por el conflicto con entidades externas a la Nación, sino entre
grupos dentro de la misma. A partir de este conflicto inherente de tipo general se
derivan, como es natural, otra serie de conflictos propios de la nueva estructura de
esa parte de la sociedad.

La respuesta a la pregunta anterior, implica la posibilidad de romper el tradicional


paradigma de que la única forma que tiene la Nación de percibir ingresos es a
través de los impuestos, en este caso los derivados del petróleo. Es necesario
entender, que los dividendos producidos por una empresa totalmente propiedad
del Estado, son una forma tan efectiva, y quizás más, de generar los ingresos que
requiere la Nación para su desarrollo económico. Superar el prejuicio anterior es
fundamental para el manejo adecuado de este nuevo conflicto inherente. En este
caso, sin embargo, parece ocurrir un fenómeno parecido a la gradual migración de
poder de las empresas hacia los estados en el conflicto anterior. En este caso,
existe una fuerte tendencia por parte del medio político a tomar el control de todo
lo relacionado con la nueva industria y a reforzar el esquema rentista de la misma.
Esquema que mantiene el control de los recursos generados en manos del poder
político que puede, de este modo, por vía del clientelismo, subordinar los intereses
de los ciudadanos individuales a los del Estado.

7.2.1. Los primeros conflictos de esta etapa:


El principal objetivo del gobierno al momento de la nacionalización, fue evitar
cualquier disrupción en la industria más importante del país que pudiera
ocasionar algún tipo de perjuicio, transitorio o permanente, a la Nación. Dentro
de este nuevo conflicto inherente, uno de los conflictos subordinados que
385

aparecen en aquel momento, y que ha continuado teniendo vigencia, sobre todo


en los últimos años, fue la campaña de descrédito hacia ese enfoque por parte
algunos autores e instituciones. La intensa discusión alrededor del artículo
quinto de la ley de nacionalización fue la primera manifestación de este
conflicto. Esta argumentación, aún vigente, parte de la premisa, fundamentada
en suposiciones prejuiciadas, que la nacionalización fue una especie de
conciliábulo con las transnacionales. El hecho mismo de que algunos aspectos
del proceso tuvieran que ser negociados con las empresas, se considera como
prueba de que la nacionalización no fue una decisión totalmente soberana. Es
parte de una actitud, frecuente en negociaciones acerca de “asuntos de
verdadera importancia”, según la cual, cualquier tipo de negociación, manifiesta
la disposición a renunciar a derechos fundamentales.

En este sentido, Juan Pablo Pérez Alfonzo, cuyo liderazgo en la definición de


las políticas públicas petroleras había sido central durante los lustros previos,
llegaría a calificar a la nacionalización de “chucuta”. El ex ministro
argumentaba que la industria venía siendo manejada como una propiedad
particular de sus administradores. En unas declaraciones a este respecto,
mencionaba que:

PDVSA debe ser instruida de las líneas de política general que le permita
conocer con precisión los intereses nacionales tan importantes que se le han
confiado defender. Es inadmisible la situación actual de considerarse como un
ente aislado de sus accionistas, el pueblo venezolano, y que se consideren
autorizados para tomar las más importantes decisiones como si ellos fueran
los dueños de la principal riqueza nacional. Es absurdo que imaginen poder
decidir a su arbitrio haciendo caso omiso de la política de defensa nacional. 93

Este es de nuevo, otro de los conflictos que enfrentan las empresas petroleras
estatales: la contradicción existente entre la confidencialidad necesaria para la
toma de ciertas decisiones en un negocio altamente competido y la

93 o
Revista RESUMEN, Caracas, Vol. XXI, N 258, 15 de octubre de 1978.
386

transparencia que debe existir en el manejo de los asuntos del Estado.


Adicionalmente, pone de relieve una vez más, que la defensa u oposición a una
determinada política, depende de la posición que ocupe la persona con relación
al ejercicio de la responsabilidad de gobierno en ese momento. En este caso, el
ex ministro Pérez Alfonzo pasaba por alto que durante sus años al frente del
despacho de Minas e Hidrocarburos, fue a los EE. UU. en busca de un trato
hemisférico preferencial, aceptó que las primeras reuniones previas a la OPEP
fueran secretas e incluso llegó a establecer “pactos de caballero” a nivel
personal con relación a los asuntos petroleros del país.

Un conflicto adicional, tuvo que ver con los prejuicios relacionados con la
permanencia del personal de las multinacionales como empleados de la
industria nacionalizada y a la estructura de las operaciones mismas. La
expresión que refleja más claramente la idea anterior es que era “la misma
gente haciendo lo mismo de siempre”. Este argumento parecía ignorar, que la
industria petrolera, como toda industria, tiene una forma adecuada de operar.
PDVSA siguió llevando a cabo levantamientos sísmicos, perforando pozos,
manteniendo estaciones de flujo y oleoductos, operando refinerías… No se
desvió de las tareas que le son propias universalmente. Estas labores, además,
eran llevadas a cabo por “la misma gente” que sabía cómo “hacer lo mismo de
siempre”. Afirmar sin demostración, que estas personas actuaban de mala fe,
con motivaciones torcidas o con fines bastardos, es abrir las puertas a una
discusión totalmente subjetiva y absolutamente estéril.

El pago de las indemnizaciones:


Entre los aspectos que tuvieron que ser negociados, nos permitimos hacer
nuevamente referencia al tema de las indemnizaciones (p. 326ss.)
canceladas a las empresas por la porción aún no depreciada de los activos
resultado de inversiones recientes. El objeto de estas negociaciones fue
fundamentalmente de tipo puramente técnico orientado a verificar el valor
en libros de la mencionada porción no depreciada de dichos activos.
387

Los contratos de comercialización y de apoyo tecnológico:


Como mencionamos anteriormente, a partir de 1960, con la fundación de la
OPEP, se hace evidente el deterioro del poder de las compañías petroleras
multinacionales en el ámbito global. Las fuentes de poder más sólidas con
las que aún cuentan dichas empresas son, por una parte, el acceso
exclusivo a la cadena completa de valor agregado, que alcanza a los
consumidores finales de los grandes mercados. Por otra parte, estas
compañías controlan el desarrollo de nueva tecnología. Conscientes de sus
crecientes limitaciones, las empresas, como es natural, se aferran
celosamente a estos dos elementos que les permiten aún proyectar su
influencia dentro de la industria. Como resultado, las últimas tres fases de la
cadena de valor del negocio petrolero (p. 33) estuvieron, y en gran medida
siguen estando, en manos de empresas de los grandes países
consumidores, generalmente las grandes compañías multinacionales. Los
países productores se han limitado tradicionalmente a entregar su
producción, bien sea en sus terminales de embarque o, en el mejor de los
casos, a la entrada de una de las refinerías donde se inician las grandes
redes de distribución.

En lo referente a la generación de nueva tecnología, los avances en este


campo, en los diferentes eslabones de la cadena de valor agregado,
significan menores costos en ese eslabón, y por tanto, mayor
competitividad. Vale la pena recordar que a raíz de la crisis del Canal de
Suez, originada por la nacionalización del mismo por parte del gobierno de
Gamal Abdel Nasser, se inició un proceso de aprovechamiento de
economías de escala que llevó al desarrollo de los buques VLCC y ULCC
que permitieron una drástica reducción en los fletes. El poder que se deriva
de la mayor competitividad a la que dan origen los adelantos tecnológicos,
llevó a las grandes empresas a concentrar sus laboratorios de investigación
en algún lugar dentro de su propio territorio. La ubicación en un solo sitio,
permite el efecto conocido como “fertilización cruzada”; los investigadores,
388

al estar en contacto con colegas trabajando en otras disciplinas, muy


frecuentemente generan, por analogía, nuevas ideas a través de sus
conversaciones informales. Pero además, ubicar estos centros dentro de su
propio territorio permite, sobre todo, incrementar la posibilidad de
salvaguardar los resultados de las investigaciones con un alto grado de
confidencialidad. Las empresas concesionarias recibían la tecnología que
ya estaba lista para su aplicación operacional de sus respectivas casas
matrices. Al cabo de un tiempo, la tecnología en cuestión llega a ser de uso
general en todas partes, pero ya le ha dado una ventaja competitiva a quien
la ha desarrollado.

Venezuela, compartía con los demás países productores el hecho de no


contar con los últimos eslabones de la cadena de valor agregado. Para el
momento de la nacionalización, Venezuela sólo había podido colocar 350
mil barriles diarios. Pudiera alegarse, que a partir del nacimiento de la
OPEP, existía también un mercado ocasional (spot). Sin embargo, este
mercado no maneja ni el suficiente volumen ni es lo suficientemente
estable, como para que un país como Venezuela, con el orden de magnitud
de su producción, pueda depender de él. Al momento de la nacionalización,
se llevaron a cabo esfuerzos para la búsqueda de clientes de manera
inmediata. En base al antecedente de la venta de ocho mil barriles diarios
por parte de CVP a Petrobras en Brasil en 1967 (p. 357), el gobierno de
Venezuela envió una comisión a ese país encabezada por el vice Ministro
de Minas e Hidrocarburos, Hernán Anzola. El acuerdo al que Petrobras
estaba dispuesta a llegar en ese momento, involucraba ofrecerle un
descuento de hasta 42 centavos de dólar por barril. El descuento
equivalente que exigían las ex concesionarias era de 17 centavos de dólar
por barril 94.

94
Hernán Anzola (comunicación personal) (3 de octubre de 2011).
389

Estas dos limitaciones que enfrentaba Venezuela, la capacidad para colocar


sus crudos en el mercado y el acceso limitado a la nueva tecnología,
dejaban, como única alternativa, suscribir por tiempo limitado, acuerdos en
ese sentido con las ex concesionarias. En el área de comercialización, era
la única manera de asegurar la colocación de volúmenes suficientes y de
manera constante en el mediano plazo mientras PDVSA y sus filiales
desarrollaban sus propios mercados. Como veremos más adelante, ya a
principios de la década de los ochenta, unos cuatro años después de la
nacionalización, la internacionalización permitiría, a través de una completa
integración vertical, complementada con otra de tipo horizontal, comenzar a
darle forma a este objetivo más allá de lo que se hubiera podido jamás
imaginar.

7.2.2. Conflictos en la estructura misma de la industria:


Después de la nacionalización, la estructura de la industria se ha vuelto mucho
más compleja. En el nuevo conflicto inherente que hemos definido, intervienen
ahora un mayor número de actores. Estos, a su vez, son más variados en
cuanto a su naturaleza y más propensos a desarrollar conflictos intra grupales.
Ya no es, como en la etapa concesionaria, el conflicto entre “las empresas” y “el
gobierno”. En este nuevo período, las empresas son parte de un mismo
sistema, pero compiten entre sí; ha aparecido la figura de una casa matriz a
nivel local, por tanto, mucho más cercana que las de las antiguas
concesionarias. Por otra parte, esta nueva casa matriz no es percibida por sus
filiales con la misma autoridad moral que tenían las anteriores con relación a
cada una de ellas. Finalmente, el gobierno enfrenta unas relaciones con
entidades cuyos intereses se supone que no son contrapuestos a los de la
Nación, pero con las cuales existen elementos de fricción, cuando no de
desconfianza.

PDVSA, la nueva casa matriz:


Es una empresa creada por Decreto Presidencial 1123 del 30 de agosto de
1975 para planificar, coordinar y supervisar las actividades de la industria
390

petrolera. Su primera Junta Directiva, fue seleccionada con el mismo criterio


de amplitud con el que se había venido llevando a cabo el proceso de
nacionalización. Como Presidente, se designó a Rafael Alfonzo Ravard, un
general retirado de probada vocación civilista, políticamente independiente
y con una exitosa trayectoria de veinte años como Presidente de la
Corporación Venezolana de Guayana (CVG). Alfonzo Ravard, poseía una
sólida formación académica que incluía, aparte de haberse graduado en la
Academia Militar de Venezuela, estudios en la Ecole Supérieure de Guerre
en Francia y un título de ingeniero en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT). Hombre de gran prestigio, su nombramiento fue
aceptado con beneplácito por todos los sectores de la vida nacional, con la
excepción de los partidos políticos de la extrema izquierda, que vieron en él
a un “representante de la oligarquía”.

El resto de la Junta Directiva estuvo conformada por reconocidas


personalidades como Julio César Arreaza, ex Consultor jurídico del MMH,
como vicepresidente y Julio Sosa Rodríguez, prestigioso empresario ligado
al campo de la industria petroquímica. Militante de A.D. el primero,
simpatizante de Copei el segundo. También formaban parte de la junta,
personas ya retiradas después de una amplia trayectoria en la industria,
como José Domingo Casanova, y reconocidos expertos petroleros a nivel
internacional como Alirio Parra. Del mismo modo, reconocidos economistas
como Benito Raúl Lozada, y un ex Presidente de Fedecámaras, Carlos
Guillermo Rangel. Otro director, Manuel Peñalver, era dirigente de la
Confederación Nacional de Trabajadores (CTV). Adicionalmente, fue
miembro de esa directiva, Edgar Leal, proveniente del sector bancario.

Entre los directores suplentes, se encontraban funcionarios de larga


trayectoria dentro del MMH, como José Martorano y Luis Plaz Bruzual, así
como un sindicalista de larga trayectoria como Raúl Henríquez. Vale la
pena destacar, que dentro de este grupo fue nombrado el geólogo Gustavo
Coronel, quien ocupaba un cargo de gerencia media en la industria, pero
391

quien había sido el fundador y principal motor de Agropet. Este


nombramiento fue ampliamente interpretado como un reconocimiento al
personal de la industria.

El siguiente nivel dentro de la organización de la nueva casa matriz eran los


coordinadores funcionales encargados de consolidar la información de sus
respectivas funciones, coordinar el esfuerzo de las filiales evitando
duplicaciones de esfuerzos y establecer los lineamientos estratégicos de
dicha función a nivel corporativo. Estos coordinadores, fueron
seleccionados de entre el mismo personal de las nuevas filiales ex
concesionarias, y eran escogidos por su reconocida solvencia técnica en
sus respectivos campos.

Aún con todos estos elementos positivos, PDVSA se vio sujeta, desde un
principio, a una serie de obstáculos. En primer lugar nunca despertó como
“empresa petrolera nacional” el fervor en la opinión pública que provocó, en
su debido momento, la CVP. Esta falta de identificación con la población en
general, se extendió también a las empresas filiales. Las razones de estas
percepciones son puramente especulativas. Tal vez, al momento de su
nacimiento, CVP era realmente “la empresa nacional”, en contraposición a
las concesionarias extranjeras. Puede ser que, aún en el momento de la
nacionalización, se las percibiera aún como demasiado cercanas a las ex
concesionarias. Este último punto, puede haber sido el resultado de la
persistente campaña en su contra por parte de políticos e intelectuales de
extrema izquierda, haciendo ver al personal de la industria como un grupo
de “privilegiados ajenos a la realidad nacional”, “agentes del imperialismo”,
“instrumentos de las grandes multinacionales”,…

La relación entre PDVSA y sus empresas filiales:


Desde un principio, se suponía que la relación entre la nueva matriz y sus
empresa filiales, debía ser similar a la que existía entre las antiguas
392

concesionarias y sus respectivas casa matrices. Esta era una idea


absolutamente utópica. Por una parte, la casa matriz se encontraba
demasiado cercana a las filiales, esto ocasionaba que estas percibieran una
injerencia muy marcada por parte de aquella, cosa que, por esa misma
cercanía, en ocasiones resultaba cierta. El no comprender y aceptar esta
situación, fue fuente de permanentes e innumerables conflictos internos en
la industria. Todos los grupos involucrados, tanto PDVSA como las
diferentes filiales, fueron víctimas de una percepción errada de lo que se
suponía que eran sus relaciones y lo que realmente podían ser. Abundan,
de parte y parte, los ejemplos en este sentido. Del lado de la casa matriz,
sin duda contribuyó el hecho de que los coordinadores funcionales
provenían de las empresas operadoras ex-concesionarias. Eran
básicamente personas cuyas carreras se habían desarrollado en el ámbito
de las operaciones, les era, por tanto, muy difícil sustraerse a los hábitos de
ese tipo de trabajo para asumir su nueva función, como verdaderos
coordinadores a nivel corporativo. De parte de las filiales, por la misma
razón de cercanía, las personas que pasaban a ser los funcionarios de
PDVSA no eran vistos con la misma autoridad moral que acompañaba a los
gerentes y directivos de las grandes empresas multinacionales. Eran, por
decirlo de alguna forma, más que funcionarios de la casa matriz, viejos
compañeros de trabajo parte de los equipos que conformaban las filiales.

La racionalización y la relación de las filiales entre sí:


El clima de tensión descrito, generador de frecuentes conflictos entre los
diferentes actores de la industria, alcanzaba también a las relaciones de las
filiales entre sí. Al haber heredado la misma estructura organizativa de las
ex concesionarias, junto con la gran cantidad de aspectos positivos que eso
producía, hacía inevitable que los grupos se percibieran aún como
competidores. Esto, por una parte, fue algo positivo y buscado
intencionalmente dentro del diseño de este modelo organizativo. La
competencia entre filiales verticalmente integradas, contando con la
supervisión de la casa matriz para evitar duplicaciones, debía resultar en
393

mejores resultados al tratar cada una de las empresas de obtener mejores


logros que sus competidoras.

No obstante, esta competencia no dejó de generar inquietudes, tensiones y


preocupaciones. Tal vez, el principal elemento en este sentido fue la
incertidumbre, sobre todo entre quienes ocupaban los cargos de mayor
nivel de las filiales, con relación a su desarrollo de carrera, debido al
proceso de racionalización de la industria que fue necesario llevar a cabo.
El primero de enero de 1976, Petróleos de Venezuela, S.A. pasó a ser la
propietaria de catorce empresas filiales provenientes del mismo número de
concesionarias. Lo más notable de ellas era la disparidad de sus tamaños.
Desde las grandes operadoras como Lagovén (Creole), Maravén (Shell) y
Menevén (Mene Grande), e incluso Llanovén (Mobil), Deltavén (Texaco) y
Palmavén (Sun Oil), hasta muy pequeñas empresas como Vistavén (Mito
Juan), Guarivén (Las Mercedes) y Talovén (Talon). Es muy importante
hacer notar que en este grupo de nuevas filiales de PDVSA, se encontraba
también la CVP.

Tratar de operar como un sistema único semejante número de filiales, y


sobre todo, con esa disparidad de tamaños, era algo absolutamente
impráctico. Uno de los primeros objetivos de la industria fue la
racionalización del conjunto para llevarlo a un número de operadoras más
manejable. Un primer paso en esa dirección, lo constituyó el período entre
1976 y principios de 1977, calificado como la etapa de coordinación.
Durante ese lapso, las empresas de menor tamaño, fueron absorbidas por
otras mayores para reducir el número total de compañías a la mitad. En
1978 se inicia la integración definitiva que llevó a cuatro el número de
empresas operadoras. Para ello, hubo que crear una nueva filial, Corpovén,
quien tuvo que integrar, a sólo dos años de la nacionalización, las culturas
corporativas de seis empresas diferentes, lo cual significó un verdadero reto
gerencial. Finalmente, ocho años después, en 1986, ocurre una integración
final cuando dos de estas cuatro filiales, Menevén y Corpovén, son
394

agrupadas en una sola, conservando la razón social de la segunda. Se


alcanzaría así el número definitivo, para aquel momento, de tres compañías
verticalmente integradas.

Como se dijo, esta serie de cambios organizacionales tan profundos en un


tiempo tan limitado, trajo consigo intensos sentimientos de incertidumbre
para muchos de los profesionales de las empresas, sobre todo los que se
encontraban hacia la parte superior de la pirámide organizacional de las
mismas. Las sucesivas etapas, implicaban establecer una nueva
organización, en la cual, en cada posición de supervisión, gerencial o
directiva, había que seleccionar a un candidato entre varios disponibles.

Otra fuente de intensos conflictos, la constituyó los a veces marcados


contrastes en las culturas corporativas de las distintas empresas. Estas
diferencias afectaron tanto la integración de las empresas individuales como
el modo de relacionarse con la casa matriz, e incluso, el estilo con el cual
las mismas competían entre sí. Definitivamente, no era lo mismo competir
con otra concesionaria, filial de otra casa matriz, ante el gobierno del país
huésped, que la competencia entre filiales de una sola casa matriz todas
ellas propiedad de la Nación. A su vez, la casa matriz tenía que lidiar, en su
relación con las filiales, con estilos gerenciales radicalmente distintos.

Muchos de los conflictos generados por la situación que acabamos de


describir, adquirieron mayor intensidad debido al hecho de que la
racionalización no se limitó a reducir el número de empresas operadoras.
Tanto o más importante que eso, aunque consecuencia de ello, fue el
proceso de redistribución de las áreas de operación, de las antiguas
concesionarias. Era necesario que áreas de características geológicas y
operacionales similares fueran manejadas por una sola empresa, en vez de
convertirlas en un mosaico de diferentes operadoras. Esto implicó llevar a
cabo una serie de reasignaciones, que dieron lugar a conflictos asociados a
395

intensos debates con relación a cuál de las filiales había salido beneficiada
en un determinado cambio, en detrimento de otra que había resultado
perjudicada. Se producían también situaciones de intenso contenido
emotivo, cuando una operadora tenía que abandonar un área
tradicionalmente identificada de manera muy intensa con la empresa misma
y con la gente que la conformaba. Familias enteras tenían que abandonar
campamentos que habían sido su hogar, su sitio de origen, durante muchos
años.

Todo lo descrito en los últimos párrafos con respecto a la relación de


PDVSA con sus filiales y de estas entre sí, es una muestra de la gran
diversidad que se presenta en la composición los grupos verdaderamente
complejos. Conceptualmente, puede que exista la tendencia a visualizar al
grupo de PDVSA y sus filiales, como un conjunto uniforme. Un conjunto de
empresas con una estructura jerárquica claramente definida: una casa
matriz y un grupo de filiales operadoras, todos los componentes del sistema
persiguiendo un objetivo común y una clara diferenciación con el entorno
que los rodea. No obstante, las características de cada uno de estos
grupos, las intenciones, explícitas o implícitas, de los miembros de cada
uno y la inevitable comparación de la contribución de cada grupo al logro
del objetivo común, conforma, inevitablemente, un complejo entramado de
conflictos inter grupales.

Aún así, la manifestación de los conflictos generados por la competencia


entre estos grupos, parece haber sido, por otra parte, la causa de los
espectaculares logros, que revisaremos más adelante, de la industria
nacionalizada durante sus primeros años. Un elemento que pone de
manifiesto, una vez más, que el conflicto puede tener derivaciones
altamente positivas.
396

La relación entre PDVSA y el MMH:


Uno de los aspectos más críticos de las relaciones internas de la industria,
fue el que se llevó a cabo entre la casa matriz y el Ministerio de Minas e
Hidrocarburos. Varios aspectos de fondo fueron los que contribuyeron a
generar un permanente conflicto que, en ocasiones, llegó a manifestarse en
verdaderas situaciones de crisis.

Por una parte, tradicionalmente los sueldos de los empleados de las


concesionarias eran notoriamente superiores a los de la administración
pública en general, y los funcionarios del Ministerio de Minas e
Hidrocarburos no eran una excepción. Esta era una situación normalmente
aceptada. Los empleados públicos, lo veían como la ventaja de los que
tenían la suerte de trabajar con las empresas extranjeras, los empleados de
las concesionarias, generalmente no pensaban en el asunto. En ambos
casos la situación solía ser racionalizada. Algunos funcionarios de la
administración del estado alegaban que ese era el precio “por servir a la
Nación”, quienes trabajaban para las empresas tendían a pensar que
habían conseguido esos empleos mejor remunerados, simplemente por su
mayor capacidad. Independientemente del hecho que los argumentos de
ambas partes eran, en gran medida, generalizaciones a las cuales cabía
encontrar múltiples excepciones, dichas percepciones sin duda
conformaban un conflicto latente.

Al momento de la nacionalización, el conflicto se hace más evidente. El


personal del ministerio, se preguntaba por qué tenía que continuar la
disparidad salarial si ahora todos trabajaban para la Nación. El hecho de
que la Ley de Nacionalización definiera a los empleados de la industria
como empleados de una sociedad anónima propiedad del Estado y no
empleados públicos, contribuía a agravar el resquemor de los empleados
del ministerio. La situación de conflicto se hacía más profunda debido al
desacuerdo con relación a los roles que correspondían a cada una de las
dos instituciones. La percepción del personal del ministerio, era que a ese
397

despacho le correspondía fijar las políticas, e incluso, las normas de


funcionamiento de la industria. Por su parte, PDVSA argumentaba que el
ministerio era un simple organismo fiscalizador de las actividades. Este
desacuerdo se reforzaba debido a la existencia del decreto Presidencial 832
del 17 de diciembre de 1971 (p. 316, 351ss.). Como se recordará, a fin de
asegurar que se llevaran a cabo, antes de la nacionalización, un mínimo de
las inversiones necesarias en ciertas actividades, este decreto permitía al
ejecutivo, al ministerio, dictar a las concesionarias ciertos programas
mínimos en algunas actividades.

Uno de los desacuerdos más agudos que se plantearon durante este


período, tuvo que ver con la vigencia del mencionado Decreto 832. Varios
funcionarios de alto nivel del ministerio, alegaban que dicho decreto estaba
en plena vigencia. Por otra parte, la casa matriz opinaba que el mismo
había sido dictado como una medida transitoria para evitar la caída de las
inversiones en el período previo. Al estar la responsabilidad de llevar a cabo
las operaciones la industria asignada a una empresa propiedad del estado,
el mencionado decreto no tenía razón de ser. Este desacuerdo no resuelto
dio lugar a varios conflictos entre los dos organismos. Coronel (1983) relata
uno de los períodos de tensión originados por dicho conflicto:

Una reunión llevada a cabo en la sede de Petróleos de Venezuela en abril


de 1976, a la cual asistieron los más altos ejecutivos del ministerio y de
PDVSA, ilustra las fricciones entre los dos grupos 95 […] Con relación al
programa exploratorio, Arévalo Reyes afirmó que las compañías
operadoras aún tenían mucho terreno que explorar en sus áreas
tradicionales. Dijo que la evaluación de las nuevas áreas sería llevada a
cabo por el ministerio, “ya que las operadoras no habían sido capaces de

95
En una nota al pie de página, Coronel indica que “Presentes por el ministerio se encontraban en la
reunión el Ministro Valentín Hernández, el Vice-Ministro Hernán Anzola y los Directores Arévalo
Reyes, Humberto Calderón Berti y Francisco Gutiérrez, acompañados por los asesores Altuve,
Méndez y Lauder. Por PDVSA asistieron el General Alfonzo y la mayoría de los miembros de la
2
directiva” (p. 108).
398

llevar a cabo un trabajo adecuado”. PDVSA respondió que la creación de


un grupo de exploración en el ministerio para evaluar y administrar las
áreas nuevas sería una forma de desperdiciar los limitados recursos
humanos de Venezuela en ese campo y que colidía con el concepto del
ministerio como un organismo de auditoría técnica y el de PDVSA como
coordinador gerencial y técnico. En eso fuimos apoyados por Calderón
Berti, quien enfáticamente afirmó que la función del ministerio no debía
extenderse dentro del campo de operar y gerenciar la industria.2 (p. 107).

La relación entre el MMH y las filiales operadoras:


Consecuencia de las relaciones que acabamos de describir entre PDVSA y
sus filiales, y entre aquella y el MEM, en los primeros años de la
nacionalización hubo una marcada tendencia a la comunicación directa
entre el ministerio y las empresas operadoras. Después de todo, ese era la
manera habitual de comunicarse, así se habían desarrollado las
comunicaciones durante todo el régimen concesionario, las casas matrices
estaban muy lejos y no tenían por qué intervenir en estas relaciones. Sin
embargo, bajo la nueva estructura de la industria, esta era la forma para
algunos funcionarios del MMH de expresar su desconocimiento al papel de
PDVSA como casa matriz. Era una forma de ignorarla. Para algunas
personas dentro de las empresas operadoras, esta era también una manera
de “quitarse de encima” a la casa matriz, usando las formas de
comunicación a las cuales, como hemos dicho, estaban más
acostumbradas. Esta situación dio lugar a conflictos explícitos, algunos de
ellos muy cercanos a una situación de crisis.

7.3. ¿UN NUEVO DESTINO INEVITABLE?:


Anteriormente, en este mismo trabajo, hemos hablado del conflicto inherente que
resulta de las relaciones entre los gobiernos de los países productores de un
recurso con valor comercial y las empresas autorizadas para su explotación.
Hemos visto también, que una vez que dichas empresas han comprometido las
inversiones, a veces sumamente cuantiosas, para dicha explotación, se hacen
399

vulnerables a crecientes demandas por parte de los mencionados gobiernos. Esto


resulta en una graduación migración del balance de poder de las primeras hacia
los segundos. Ha quedado demostrado que, históricamente, la industria petrolera
mundial es un ejemplo típicamente representativo de esta situación, así lo ilustra,
por ejemplo, el proceso que derivó en la fundación de la OPEP. En el caso de los
países individuales, este proceso culmina en algún tipo de estatización, como lo
demuestra también con claridad el caso de Venezuela durante el período que va
desde los inicios de la industria hasta el año 1975.

7.3.1. Hacia un cada vez mayor control político:


Mencionábamos también, que después que el control de la industria pasa a
manos de la Nación, aparece un nuevo conflicto inherente relacionado con dos
aspectos distintos pero íntimamente vinculados, uno dentro de la organización
misma de la industria, el otro dentro de la sociedad en general. Por una parte, el
desacuerdo que se origina dentro de la sociedad como un todo, tiene que ver
con el papel que debe jugar la nueva empresa propiedad del Estado. En el
plano interno, aparecen diferentes criterios con relación a la forma en que dicha
empresa debe ser administrada. Así, del mismo modo que el conflicto inherente
anterior parece culminar siempre en un proceso de nacionalización, el nuevo,
parece inexorablemente orientado a un cada vez mayor control político de la
empresa estatal. Tanto en la fijación de sus objetivos con relación a la sociedad,
como con relación a su estructura organizativa, su cultura y su estilo
administrativo. Uno no puede dejar de pensar, que en un sistema nacionalizado,
es inevitable acercarse cada vez más al control del negocio por parte del medio
político como, de nuevo, el caso de Venezuela hasta la fecha parece demostrar.
El desarrollo de este fenómeno, parece ser particularmente notorio en el caso
de los países de América Latina.

Las señales del avance de este proceso, son sumamente frecuentes y variadas,
sobre todo cuando se las observa bajo la perspectiva del conflicto inherente en
su totalidad. En algunos casos son las opiniones de grupos o de personas
individuales, así como la persistencia de estas manifestaciones. En otros casos,
400

son las acciones concretas llevadas a cabo por los diferentes gobiernos. En
cuanto a estas acciones concretas por parte de los gobiernos, en el caso de
Venezuela, tal vez un primer paso de importancia en este sentido fue la
transferencia de las reservas financieras de PDVSA al BCV. En este sentido
Martínez (1986) menciona:

27 de septiembre (de 1982) El Ministerio de Hacienda conviene con el Banco


Central la centralización de las reservas monetarias internacionales del país,
lo que significa una modificación sustancial en lo tocante al principio operativo
de autosuficiencia financiera de Petróleos de Venezuela. (p. 318).

Hasta ese momento, a la casa matriz petrolera se le había permitido retener


una cierta cantidad de sus ingresos, previo al pago de dividendos a su
accionista, la Nación. Esto le permitía a la empresa del Estado, al igual que sus
colegas en el mundo privado, contar con los recursos suficientes para financiar
operaciones de mantenimiento y nuevas inversiones o enfrentar emergencias
de manera inmediata. La eliminación de estas reservas financieras, obligaba a
PDVSA a entrar en el tortuoso camino de solicitar fondos al gobierno para llevar
a cabo las actividades mencionadas.

7.3.2. Los años siguientes a la nacionalización:


Aún con todos los elementos que acabamos de mencionar, propios del nuevo
conflicto inherente, existe un hecho innegable. Sin duda, el logro más
importante de la industria nacionalizada fue el de haber respondido al reto de
demostrar que Venezuela si podía manejar la industria eficientemente,
disipando así las dudas que se habían sembrado en gran parte de la población.
No deja de ser impresionante que, a pesar de la complejidad organizativa, de
las profundas diferencias en las culturas corporativas, de la elevada carga
emotiva de algunas situaciones, esto se haya podido lograr. No es el objeto de
este trabajo considerar las causas de este fenómeno, sin embargo, no podemos
dejar de mencionar que fue, evidentemente, un sentimiento de compromiso
colectivo que llevó a superar las grandes diferencias existentes. Compromiso
que se manifestó en la decisión abrumadora del personal de la industria de
401

permanecer en sus puestos. Esto, en algunos casos implicó dejar de lado


ofertas de trabajo en otras latitudes para quedarse a afrontar un compromiso
cuyo éxito, mucha gente ajena a este grupo comprometido, veía como
imposible.

Bajo el nuevo esquema nacionalizado, no dejó de producirse o refinarse ni un


solo barril de petróleo. Aparte de lo que significó mantener la actividad
operacional sin solución de continuidad, durante este período se reactivaron
una serie de actividades que habían sido reducidas a su mínima expresión en
los años inmediatamente precedentes. Se generaron, igualmente, nuevas
funciones que anteriormente eran, inevitablemente, dependientes de las casas
matrices de las concesionarias que, por razones estratégicas, las mantenían
bajo su absoluto control.

El INTEVEP y el CIED:
En este sentido, tal vez la función de mayor trascendencia desarrollada
durante este período fue el Instituto Tecnológico Venezolano del Petróleo
(INTEVEP), el centro de investigación aplicada de la industria. El propósito
de esta institución era el de mantener a la industria petrolera nacionalizada
a la vanguardia de los adelantos tecnológicos. Para ello, a fin de orientar y
jerarquizar sus esfuerzos, su objetivo principal era el desarrollo de
proyectos de investigación aplicada en aquellos campos requeridos por la
industria venezolana, que no fuera posible adquirir de terceros. En relación
a este último aspecto, INTEVEP ubicaba y evaluaba los posibles orígenes
de tecnología necesaria, incluidos los contratos de asistencia técnica, y
recomendaba las mejores opciones. La labor de esta institución sin duda
contribuyó a reducir el lapso durante el cual fue necesario contar con los
contratos de asistencia técnica establecidos con las casas matrices de las
antiguas concesionarias al momento de la nacionalización.
402

Entre 1976 y 1999, esta institución registró alrededor de 900 patentes y


desarrollo 240 inventos, además de llevar a cabo importantes proyectos,
entre los que destacan los relacionados con los crudos pesados y extra
pesados tan abundantes en el país. Entre ellos, merece especial referencia
la tecnología para el mejoramiento de ese tipo de crudos (el proceso
conocido como HDH) que le valió a la institución el Premio de Ciencias de
la UNESCO en 1991. Destacan también, los sistemas para el
aprovechamiento de materiales residuales de dichos procesos, como por
ejemplo, nuevas aleaciones metálicas en base a vanadio, una de las
impurezas de estos crudos. En otras áreas, INTEVEP desarrollo
componentes para el mejoramiento del octanaje de las gasolinas de motor
para reemplazar los aditivos a base de plomo, así como una nueva
variedad de aceites lubricantes. Por otra parte, de manera conjunta con las
filiales operadoras, se desarrollaron métodos para el transporte de crudos
pesados en la superficie, como el sistema de flujo anular o el uso de
diluentes y emulsiones. El desarrollo de estas últimas conduciría, por otra
parte al desarrollo de un nuevo combustible, la orimulsión.

El desarrollo de esta nueva forma de combustible es el único medio, hasta


la fecha, a través del cual se han podido comercializar volúmenes
verdaderamente importantes de crudos de la Faja en mercados tales como
Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y Japón. El atractivo de este producto,
era su capacidad para competir en condiciones ventajosas en los mercados
del carbón debido a su carácter menos contaminante, sobre todo en el
campo de la generación termoeléctrica de electricidad. Adicionalmente, por
no considerarse a la orimulsión un competidor de los combustibles
residuales, los volúmenes de crudo producidos para su elaboración no
afectaban la cuota de Venezuela en la OPEP.

Además de la fundación del INTEVEP, se creó otra organización de


extraordinaria importancia estratégica para el largo plazo, el Instituto de
Adiestramiento Petrolero (INAPET) (luego re-bautizado CEPET y
actualmente denominado CIED), encargado de todas las fases del
403

adiestramiento del personal de la industria. Este organismo fue el


responsable del desarrollo del personal desde los niveles artesanales hasta
los de la alta gerencia. Durante el año de su fundación en 1976, esta
institución estableció, además del de Caracas, ocho centros de
96
adiestramiento en igual número de áreas operacionales. El instituto llegó a
contar con la capacidad para atender a dos mil participantes por día y a
acumular siete millones de horas-hombre de adiestramiento al año, además
mantuvo importantes programas de intercambio en el ámbito internacional.
Con este esfuerzo se pudo mantener el tradicional esquema de
adiestramiento, desarrollo y promoción interna del personal de la industria.
Se seguía manteniendo como válido el popular adagio interno de la
industria durante el período concesionario que expresaba que “cada vez
que se jubila un presidente, hay que emplear un office boy”.

La exploración:
Entre las funciones que requerían una intensa reactivación inmediata vale la
pena destacar el caso de la exploración. En esta área, debido al tiempo que
toma la recuperación de las inversiones, y al avizorarse la fecha de
terminación de las concesiones, la actividad por parte de las
concesionarias, se habían reducido a un mínimo. La mayor parte de las
actividades en esta área eran dictadas, de forma obligatoria, a través del
Decreto 832, por el Ministerio de Minas e Hidrocarburos (MMH). Durante los
últimos años del régimen concesionario, se había producido una notable
merma en las reservas de crudos livianos y medianos, por haber sido estos
los producidos preferentemente debido a su mayor valor comercial. Al final
del año 1975, las reservas probadas de Venezuela eran de 18.200 millones
de barriles, de los cuales la mayor parte eran de crudos pesados y extra
pesados.

96
Anaco, Bachaquero, Ciudad Ojeda, Maracaibo, Morón, Paraguaná, Puerto La Cruz y San Tomé.
404

El esfuerzo exploratorio de la industria nacionalizada, se inició con un


levantamiento sismográfico de la plataforma continental venezolana, desde
la Goajira hasta la frontera con Trinidad y Tobago y con Guyana. Un total de
más de veinte mil kilómetros de líneas sísmicas, llevado a cabo con la
participación de profesionales de todas las filiales. Estas, además,
individualmente, levantaron un total de dos mil kilómetros de líneas
sísmicas convencionales en tierra. Igualmente, se llevaron a cabo
levantamientos con herramientas tecnológicas de punta como el
levantamiento aeromagnetométrico realizado por Corpovén en todo el norte
de Venezuela, y el estudio realizado por Maravén en occidente con
imágenes oblicuas de radar aerotransportado (SLAR, por sus siglas en
inglés: Side Looking Airbone Radar).

Adicionalmente, entre 1971 y 1975 se habían perforado en el país solo 33


pozos exploratorios. Únicamente en 1976, se perforaron 25 pozos, y para
1982, se habían perforado un total acumulado de 225, un promedio de 32
pozos al año. Para finales de 1986, como consecuencia de ese esfuerzo, se
habían incorporado, como resultado del descubrimiento de nuevas
acumulaciones, la mayor parte de ellas en áreas previamente inexploradas,
40.150 millones de nuevas reservas de crudos medianos y livianos. Más del
doble de total existente al final de 1975. Entre los más importantes de estos
descubrimientos cabe mencionar el campo gigante 97 llevado a cabo en el
pie de monte del norte del estado Monagas, Ceuta sur y sur oriental en el
Lago de Maracaibo y finalmente, los descubrimientos de Guafita y La
Victoria en el sur del estado Apure, en la frontera con Colombia. El primero
de ellos constituía una sola unidad con el yacimiento denominado Caño
Limón en el lado colombiano, con lo cual se procedió de manear inmediata
a los estudios de unificación62 de dicho depósito.

97
CAMPO GIGANTE es aquel que cuenta con un recobro final estimado superior a 500 millones de
barriles (o equivalentes en el caso del gas).
405

De particular importancia fue el descubrimiento de nueve campos gigantes


de gas libre en el norte de la península de Paria entre 1979 y 1983. La
información básica de estos descubrimientos, se derivó del levantamiento
sismográfico de la plataforma continental venezolana realizado en 1976.
Esta provincia gasífera, se extiende hasta el sureste de Trinidad y la
plataforma continental del delta del Orinoco. Con la finalidad explotar estos
recursos, se estructuró el proyecto “Cristóbal Colón”. Las enormes
inversiones necesarias y los riesgos operacionales y comerciales asociados
al desarrollo de estos campos, condujo a un proceso de apertura para
utilizar, por primera vez después de la nacionalización, la participación de
capitales privados extranjeros. El proyecto ha estado sometido a una serie
de altibajos, hubo momentos donde se llegó incluso a dudar de su
comercialidad debido a amplias fluctuaciones en los precios del mercado
internacional del gas. Aún hoy en día, más de treinta años después de los
primeros descubrimientos, se siguen haciendo esfuerzos por desarrollar el
área a través del proyecto que ha sido rebautizado como “Gran Mariscal de
Ayacucho”. En este caso, la participación de capitales extranjeros se sigue
llevando a cabo a través de empresas mixtas en vez de contratos de
asociación. En el primer caso, las empresas extranjeras son simples
contratistas, cuyo trabajo se remunera simplemente en base a una tarifa
preestablecida asociada a los logros del contratista. En el caso de las
empresas mixtas, los socios extranjeros comparten la propiedad de los
recursos y las instalaciones.

El mantenimiento de la continuidad operacional como el logro inmediato tal


vez más importante de la industria nacionalizada, fue particularmente
notorio en el área de producción, una función muy sensible a disrupciones
en su actividad diaria. Hay que recordar, que del adecuado funcionamiento
de esta función, depende la capacidad para satisfacer la demanda de los
mercados de crudo en el corto plazo. Por otra parte, cualquier perturbación
en la continuidad de esta función, afecta de inmediato la capacidad de
refinación y, por tanto, la capacidad de obtención de productos derivados
406

para la exportación o el consumo interno. La capacidad para alcanzar un


incremento en el potencial de producción, se vio sin embargo limitada
durante una década, por la necesidad de mantener las cuotas acordadas
con la OPEP (p. 168). No obstante, Venezuela fue capaz de mantener su
nivel de potencial en un límite razonable, que permitía que la producción
real fuera un 90 % de dicho potencial. Este período de mantenimiento de la
capacidad de producción y el potencial notoriamente por debajo de la
capacidad real de desarrollo de la industria, provoco un debate nacional
para discutir la conveniencia de pertenecer o retirarse de la OPEP. A pesar
de los beneficios que representaba contar con mayores ingresos, la
producción no controlada de la organización, podía compensar dicho
incremento debido a disminuciones en los precios debido a un aumento en
la oferta. Al final, el país optó por mantenerse dentro del seno de dicha
organización.

No obstante, hacia mediados de la década de los ochenta, las proyecciones


indicaban que la demanda de los mercados naturales del país, en ese
momento en cuatro millones de barriles diarios, llegaría a situarse en entre
cinco y ocho millones para el año 2008. Se esperaba que Venezuela
pudiera satisfacer entre 5 y 5,4 millones de esa demanda. Este volumen,
unido a los alrededor de setecientos mil barriles diarios requeridos por el
mercado interno, implicaba una capacidad de producción de entre 5,7 a 6,1
millones de barriles diarios. Esto llevó a diseñar una estrategia de
crecimiento para elevar la producción en el mediano plazo a seis millones
de barriles diarios. A fin de no distraer recursos necesarios para las tareas
indispensables para el día a día, se recurrió, además de la actividad propia,
a la participación de otros actores mediante el ya mencionado proceso de
apertura que describiremos más adelante.

Durante el período post nacionalización, se inició también el desarrollo de la


Faja Petrolífera del Orinoco con cuatro módulos en áreas de distinto
desarrollo asignadas a las cuatro filiales existentes para ese momento:
407

Corpovén, Lagovén, Maravén y Menevén. Como parte del estudio de las


alternativas para transportar el crudo producido, como ya se mencionó, el
INTEVEP desarrollo la orimulsión. Igualmente se inició la explotación y
comercialización de las zonas donde el material existente es bitumen20 en
vez del petróleo extra pesado existente en la mayor parte de la faja.

Durante este primer período posterior a la nacionalización, se llevaron a


cabo otra serie de importantes tareas, también en el área de refinación.
Destaca, en primer lugar, el cambio de patrón de refinación de las dos
grandes refinerías del estado Falcón, Amuay y Cardón y de la refinería de
El Palito en el estado Carabobo. El nuevo patrón, estaba orientado a la
obtención de una mayor proporción de productos derivados de alto valor
comercial mediante procesos de conversión profunda de crudos pesados.
Otro paso importante se llevó a cabo en agosto de 1997, cuando se
interconectaron las dos grandes refinerías de Falcón y se crea el centro de
refinación de Paraguaná. La unificación de este complejo, resultó en una
capacidad de procesamiento de 940 mil barriles diarios, el mayor complejo
de refinación a nivel mundial.

La apertura:
Durante el período que nos ocupa, fue de particular importancia el proceso
de apertura ya mencionado en varias oportunidades. Esta aproximación se
justificaba tanto por la necesidad de elevar el potencial de producción en el
mediano plazo, vistas las proyecciones del mercado, como por la situación
de la industria en ese momento 98. Para el año 1999 Venezuela contaba con
alrededor de 76.852 millones de reservas de crudo y unos 146 billones de
pies cúbicos de gas, equivalentes a 25 mil millones de barriles de petróleo,

98
cf.: Memorándum Informativo para la Junta Directiva de Petróleos de Venezuela sobre temas
relacionados con “Tópicos y Políticas Corporativas” referente, en este caso específico, a la “Apertura
Petrolera”, fechado en enero de 1999. (pp. 1 - 10) y del cual tomamos lo esencial de la información
que sigue.
408

así como 76 mil millones de reservas probadas, debidamente certificadas,


en la faja petrolífera del Orinoco. La producción para el momento era de
3,059 millones de barriles diarios, con un potencial de producción de
alrededor de trescientos mil barriles diarios adicionales. Por otra parte,
como ya se mencionó, las proyecciones apuntaban hacia la necesidad de
estar en capacidad de producir entre 5,7 y 6,1 millones de barriles diarios
para el año 2008.

Alcanzar esa meta en un lapso de nueve años, implicaba un notable


esfuerzo mediante una serie de actividades, tanto en la reactivación de
campos inactivos para ese momento, como en la incorporación de reservas
provenientes de nuevos descubrimientos. Toda esta actividad requería de
cuantiosas inversiones y, en algunos casos, estaba sujeta a un
considerable nivel de riesgo. Con la finalidad de enfrentar estos dos
elementos, riesgo y volumen de inversiones requeridas, se diseñaron dos
esquemas operacionales.

El primero de estos mecanismos, fue la constitución de Convenios


Operativos para la reactivación de campos. Los mismos establecían la
licitación para la reactivación de algunos campos inactivos, o donde se
requirieran inversiones adicionales importantes para incrementar el volumen
de producción, entre operadores privados. El petróleo y el gas así producido
debían ser entregados a PDVSA para su manejo y comercialización. A
cambio, la empresa estatal, pagaba un estipendio por barril adicional
producido por encima del volumen y el pago preestablecidos según la
licitación. Este esquema fue autorizado por el Ministerio de Energía y Minas
mediante el Oficio No 519 del 21 de septiembre de 1990, posteriormente
complementado por el Oficio No 299 del 2 de noviembre de 1992 donde se
definían tanto las áreas objeto de este esquema como las bases para la
presentación de las ofertas y las condiciones de licitación y de contratación.
409

Las mencionadas licitaciones se llevaron a cabo en tres rondas entre 1992


y 1997. Se suscribieron treinta y tres convenios operativos con cincuenta y
tres empresas de catorce países diferentes, doce de ellas venezolanas. Es
de hacer notar, que en un notable esfuerzo por contribuir al desarrollo del
personal petrolero venezolano, en tres de las áreas seleccionadas para la
tercera ronda, PDVSA-Producción 99 se asoció con tres universidades
nacionales. Con la Universidad del Zulia en el campo Mara Este, con la
Universidad Central de Venezuela en el campo Socorro y con la
Universidad de Oriente en el campo Jobo-2. La producción de los campos
licitados en la primera ronda se inició en el mismo año de 1992, y para fines
de 1998 el conjunto de campos producía unos 400 mil barriles diarios de
crudos livianos y medianos.

El segundo mecanismo fue el de la Exploración a Riesgo y Ganancias


Compartidas. Su objetivo era explorar áreas que, por requerir inversiones
en el orden de los miles de millones de dólares y por su elevado nivel de
riesgo, no estaban entre las de mayor prioridad para ser realizadas por
PDVSA con esfuerzo propio. El 15 de septiembre de 1994, el Directorio de
PDVSA aprobó la selección de diez áreas prospectivas para crudos livianos
y medianos. La operación debía ser llevada a cabo bajo un esquema en el
cual se compartían las eventuales ganancias resultantes de la explotación
de los campos descubiertos. No así, sin embargo, la propiedad de las
reservas por ser el participante extranjero, de nuevo, un simple contratista
de PDVSA. Adicionalmente, por ser proyectos que involucraban una fase de
exploración, el contratista absorbía los riesgos de la operación. Las
condiciones para dichos convenios fueron aprobadas por el Congreso
Nacional, en sesión conjunta de ambas cámaras, el 4 de julio de 1995, y

99
Para esa fecha ya PDVSA había sido ya centralizada, en un proceso que se describe más adelante.
Habían desaparecido Corpovén, Lagovén y Maravén, las tres filiales verticalmente integradas y habían
sido reemplazadas por cuatro filiales funcionales: PDVSA Petróleo y Gas; PDVSA Exploración y
Producción; PDVSA Manufactura y Mercadeo y PDVSA Servicios.
410

publicadas en la Gaceta Oficial No 35.754 del 17 de julio del mismo año.


Los convenios tenían una duración de treinta y cinco años, al final de los
cuales el ente estatal retenía la propiedad de los activos desarrollados para
la realización de las operaciones.

Para la participación en las ganancias se estipulaba que, en caso de


producirse un descubrimiento, PDVSA, a través de su filial CVP, podría
participar en una asociación con la contratista hasta en un 35%. De este
modo se compensaba el riesgo incurrido por dicha contratista. Sin embargo,
la misma estaba sujeta a una tasa impositiva del 67,7 % y durante el
proceso de licitación la contratista podía ofrecer un porcentaje adicional de
las ganancias. En la licitación pública, efectuada de manera conjunta por el
MEM y PDVSA entre el 22 y el 29 de enero de 1996, se recibieron ofertas
para ocho de las diez áreas licitadas. La inversión estimada, era de unos 15
mil millones de dólares en los quince años siguientes y se esperaba
incorporar una producción de 500 mil barriles diarios de crudos livianos y
medianos.

Un tercer aspecto importante cubierto en este proceso de apertura, tuvo


que ver con las Asociaciones Estratégicas para los crudos de la Faja
Petrolífera del Orinoco. Dos de las características de los crudos pesados,
extrapesados y bitúmenes de la faja son sus propiedades físicas y su
contenido de impurezas. Esto define su explotación como un problema que
debe ser manejado por sí mismo. En relación a sus propiedades físicas,
debido a su alta densidad (muy baja gravedad API1) y viscosidad, estos
crudos son muy difíciles de transportar mediante tuberías. Estas
propiedades físicas dificultan, además, su procesamiento en las refinerías
usualmente diseñadas para procesar crudos más livianos. Por otra parte, su
alto contenido de ciertas impurezas, tales como diversos metales y azufre,
son un inconveniente adicional para su procesamiento en las refinerías
411

convencionales. Debido a estas razones, es necesario mezclar estos


crudos con diluentes para reducir su viscosidad a fin de transportarlos hasta
el Complejo Industrial de Jose donde son convertirlos en crudos “sintéticos”,
más similares en sus propiedades a los convencionales. Los crudos
“sintéticos”, estaban destinados a ser posteriormente exportados para ser
procesados en las refinerías diseñadas para el manejo del tipo normal de
crudos.

Para enero de 1999 el Congreso de la República había aprobado cuatro


asociaciones verticalmente integradas para la exploración, el desarrollo, la
producción y el tratamiento de los crudos de la Faja bajo este tipo de
esquema. La apertura permitió que los 32 Convenios Operativos produjeran
500.000 barriles por día y las cuatro Asociaciones Estratégicas otros
600.000 barriles diarios, que de otra manera todavía estarían en el subsuelo
ya que PDVSA no contaba con la capacidad para realizar las inversiones
requeridas.

Dentro de este proceso de apertura, se llevaron a cabo igualmente otra


serie de actividades en distintos sectores de la industria. Así, por ejemplo,
se diversificó la distribución, transporte y venta de productos en el
mercado interno, el segundo cliente más importante de PDVSA, con un
consumo de 700 mil barriles diarios equivalentes de líquidos y gas natural.
Especialmente en el mercado de lubricantes, que se abrió en 1994, se
generó una sana competencia entre alrededor de cinco empresas: PDV,
Texaco, Shell, Mobil y Venoco. El mercado de combustibles contaba con la
limitación de los precios de venta altamente subsidiados. Aún así, la
creación de Deltaven, una filial comercializadora, permitió, a fines de 1977,
abrir el mercado interno de combustibles a seis empresas además de la
filial de PDVSA: BP, Shell, Trebol, Mobil, Texaco, Llanopetrol y Corporación
de Combustibles Monagas.
412

Otro de estos sectores fue la industrialización de las corrientes de


refinería, destinadas a la elaboración de productos especializados de alto
valor comercial, que simplemente se venían entregando mezclados con los
combustibles como componentes no aprovechados. Además, se promovía
de este modo, el desarrollo de parques industriales cercanos a las
refinerías, maximizando así la competitividad a través de sinergia de
funciones y reducciones de costos por economías de escala. En 1995 se
creó Productos Especiales, C.A. PROESCA, para la identificación y
promoción de este tipo de proyectos en el sector privado nacional e
internacional.

Dentro de este campo de actividades en otros sectores de la industria, cabe


indicar la promoción de empresas mixtas en el sector petroquímico
orientada a captar capital, tecnología y mercados así como recursos
humanos especializados. Con ello se aprovecharía una buena parte del gas
asociado a la producción de petróleo para convertirlo en productos de
exportación de alto valor comercial. Para enero de 1999 se encontraban en
formación diecisiete de estas empresas de capital mixto. En este sector, y
en línea con la estrategia de concentrar los esfuerzos de PDVSA en sus
actividades medulares, de acuerdo al principio económico fundamental de
la división del trabajo, se proyectaba convertir a Pequivén en una empresa
de capital mixto. La Ley de Estímulo al Desarrollo de las Actividades
Petroquímica, Carboquímica y Similares publicada en la Gaceta Oficial el 11
de septiembre de 1998, permitía la enajenación de hasta el 49 % del capital
social de Pequivén, con lo cual, con el 51 % de participación, PDVSA
mantenía el control de las decisiones. Este fue el único sector en el cual se
estableció la posibilidad de creación de empresas mixtas.
413

Finalmente, se preveía la transferencia de actividades no medulares de


la industria al sector privado. Estos convenios de “tercerización”
(outsourcing), permitían el aporte de tecnología y capital por parte de
terceros, quienes asumían los riesgos de la inversión, a cambio de un
estipendio previamente acordado y el reintegro de sus aportes de capital.
Con ello, PDVSA cubría sus objetivos operacionales en ese sector en
particular sin incrementar su fuerza-hombre, ni correr con los riesgos
asociados, y le permitía concentrar sus inversiones en actividades de mayor
rentabilidad. Dentro de este campo, se incluía la posibilidad para terceros
de manufacturar orimulsión para atender nichos de mercado donde este
producto contara con una ventaja competitiva para la generación eléctrica.

Una consecuencia colateral de muchos de los aspectos del proceso de


apertura, fue la promoción del desarrollo de la industria nacional, donde se
alcanzaron mayores niveles de inversión por parte del sector privado. La
industria petrolera, pasaba así a ser no simplemente una generadora de
ingresos fiscales, sino que, sin desviarse de su misión fundamental,
contribuía al desarrollo económico del país al fomentar la inversión privada.
Como resultado de esta labor de promoción y apoyo, a finales de la década
de los noventa la industria petrolera venezolana compraba en el país el 60
% de sus equipos y materiales y contrataba el 90 % de los servicios.

Uno conflicto adicional propio de esta etapa, fueron los duros ataques de
que fue objeto este proceso de apertura. Estos ataques fueron
particularmente intensos, sobre todo a partir del año 2002. El punto objeto
de las mayores críticas fue el de haber dado acceso a capitales extranjeros
a la industria petrolera nacional. Muchas de las personas que formularon
estas críticas, fueron los encargados de definir la política petrolera de
Venezuela para el nuevo gobierno que entró en funciones en 1999. Como
parte de estas políticas,
414

Para poner fin al proceso de privatización de la industria petrolera


venezolana, iniciado durante la década de los años noventa, el 26 de
febrero de 2007, el Gobierno de Venezuela dictó el Decreto No 5200 con
rango, valor y fuerza de una Ley de Migración a Empresas Mixtas de los
Convenios de Asociación de la Faja Petrolífera del Orinoco; así como de
los Convenios de Exploración a Riesgo y Ganancias 100.

Los antiguos convenios operacionales mediante los cuales PDVSA


establecía una relación con una serie de contratistas extranjeros, fueron así
reemplazados por empresas mixtas con socios, también extranjeros, pero
además, en su calidad de socios, propietarios de los activos y de las
reservas del subsuelo, en una proporción equivalente a su alícuota dentro
de la propiedad de la empresa. Hoy en día, son alrededor de quince estos
socios extranjeros que forman parte de las ocho empresas mixtas de la faja
y tres para la explotación de los yacimientos de gas al norte de la península
de Paria. Siendo socios, y no sólo simples contratistas, como acabamos de
decir, estas empresas comparten la propiedad de las reservas de estos
proyectos en una proporción fijada por la alícuota que les corresponde
dentro de la sociedad. Una vez más, resulta evidente que dentro de este
tipo de conflictos, la posición de las partes depende del papel que les
corresponda jugar, bien sea como responsables de las decisiones, o como
opositores a las mismas.

La internacionalización:
Sin embargo, el logro estratégico a largo plazo más importante de la
industria durante esta etapa, fue sin duda el proceso de
internacionalización. Como ya se mencionó, la gran limitación que
históricamente han tenido los países productores, es el no contar con una
cadena de valor agregado completa. Hablar de “ventas”, para estos países,

100
FUENTE:http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/readmenutpl.html&newsid_
obj_id =7482&newsid_temas=96 Consultada 13/01/2014.
415

significa recibir el valor de transferencia de la etapa de producción a la de


transporte, o a lo sumo, al valor al cual las refinerías de los grandes centros
de consumo reciben el crudo. El control de dichas refinerías en los grandes
centros de consumo, así como las redes de distribución y puntos de venta a
clientes finales en dichos mercados, han sido tradicionalmente controlados
por empresas de esos países; generalmente las grandes multinacionales.
Esto les ha permitido, no sólo controlar todos los eslabones de su cadena
de valor agregado, sino, a través de procesos de integración horizontal y el
uso de valores de transferencia internos, maximizar la ganancia del sistema
corporativo total. Con la internacionalización, Venezuela abría una nueva
etapa en el negocio petrolero, aquella en la cual una empresa de un país
productor completaba su cadena de valor agregado para entrar a competir
en el mercado de los consumidores finales de los grandes centros de
consumo.

A través de este proceso, Petróleos de Venezuela S. A. (PDVSA), se


convirtió en una empresa totalmente integrada verticalmente, al incorporar a
sus activos una serie de instalaciones en varios de los principales mercados
del mundo. Entre estas instalaciones, la empresa estatal venezolana
contaba con refinerías, instalaciones de almacenamiento, redes de
distribución y puntos de venta a consumidores finales. Se trataba de una
integración vertical completa, que se lograba, a la vez, mediante la
adquisición de este tipo de activos en varios países, a través de un proceso
de integración horizontal. Este esfuerzo, representaba tal vez el flujo de
capitales en forma de inversión directa más importante, por parte de un país
del tercer mundo, hacia un grupo de sociedades que eran parte de los más
importantes consumidores de petróleo a nivel global.

El objetivo estratégico de la internacionalización, había sido definido en uno


de los memoranda informativos para la Junta Directiva de Petróleos de
416

Venezuela con relación a temas de “Tópicos y Políticas Corporativas” 101 de


la siguiente manera:

(Desde) principios de los años ochenta […] a fin de valorizar para el


accionista las enormes reservas de crudo pesado, con un portafolio
balanceado que incluye […] la internacionalización, en términos de la
adquisición de capacidad de refinación y sistemas de distribución que
verticalizan la actividad petrolera Nacional desde el yacimiento hasta el
consumidor final. (p. 1).

Las afirmaciones de definición de esta política, resultan en un principio algo


confusas. Da la impresión de que el propósito original de la misma fue la
colocación de los crudos pesados en diferentes mercados, si bien es cierto
que el memorándum a la Directiva, menciona también la ampliación vertical
de la cadena. Posteriormente, sin embargo, resultó evidente que el acceso
a los mercados finales era, desde el punto de vista estratégico, mucho más
importante. Es necesario, por otra parte, aclarar que estos dos objetivos no
son mutuamente excluyentes. La ampliación de la cadena de valor
agregado, ha contribuido también a colocar, como veremos más adelante,
ajustando las dietas de procesamiento de las refinerías, ciertos volúmenes
adicionales de crudos pesados. Esto, sin contar con el hecho de que
algunas de las instalaciones adquiridas, estaban específicamente
orientadas al procesamiento de este tipo de crudos.

PDVSA llegó a contar, a finales del siglo veinte, con un conjunto de quince
refinerías fuera de Venezuela, sin contar la de Curazao, ubicadas, además
de los Estados Unidos, su cliente natural, en países como Alemania,
Suecia, el Reino Unido y Bélgica. Había adquirido, de manera
complementaria, una enorme capacidad de almacenamiento en la cuenca
del Caribe, en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos y en las Antillas

101
Memorándum Informativo para la Junta Directiva de Petróleos de Venezuela sobre temas
relacionados con “Tópicos y Políticas Corporativas” referente, en este caso específico, a “Negocios
en el Exterior”, fechado en enero de 1999. (p. 1).
417

holandesas. Esto le permitía ejercer un papel de intermediación en buena


parte del negocio de otras empresas y países en este importante centro de
comercio internacional de petróleo que forma parte también de su entorno
natural. PDVSA llegó a contar de este modo101:

Con una relación de ventas de productos a producción muy superior a la


de nuestros (sus) principales competidores. […] El costo de adquisición de
refinerías en el exterior siempre ha estado en un nivel inferior al costo de
construcción de nuevas refinerías en Venezuela, con la ventaja adicional
de que tanto la capacidad de refinación, como los canales de distribución
y comercialización y el mercado mismo estaban disponibles de inmediato,
mientras que para la opción de construir eran necesarios unos 4 a 5 años,
más el tiempo y costo involucrado en el desarrollo de estos mercados. […]
La estrategia iniciada en los Estados Unidos se fundamentó por los
primeros años en un claro propósito de crecimiento volumétrico y
presencia en el mercado, cambiando a partir de fines de 1996 a una de
consolidación del tamaño, y maximización del retorno o beneficio
económico de la cadena de actividades. (p. 1-2). […] La venta de crudo a
través de los convenios de suministro ha resultado en una reducción
considerable de la vulnerabilidad de nuestras exportaciones: En 1983,
nuestras exportaciones, incluyeron un 68 % de ventas de petróleos crudos
a terceros; en 1998, esa proporción bajó a un 46 % para un volumen
exportado que prácticamente duplicó el de 1983. (p. 2).

Como mencionamos, este esquema de integración vertical permitía,


además, colocar parte de la producción de los crudos pesados y extra
pesados del país. Para el momento de la nacionalización, el 75 % de las
reservas del país, eran de crudos con una gravedad por debajo de los 22°
API. Al ser dueña de esas refinerías, PDVSA podía adaptar la dieta de las
mismas para, de acuerdo a sus intereses, procesar una cierta porción de
crudos de más baja calidad. Se introducía así, por razones estratégicas
para el país, un elemento de ineficiencia, al procesar crudos cuyos
productos finales poseían un menor valor comercial. Una refinería
418

propiedad de un tercero, no estaría dispuesta, por razones de eficiencia, a


realizar una adaptación semejante en su dieta.

Vale la pena resaltar, que la necesidad de colocar los crudos venezolanos


pesados y extra pesados, ha sido un argumento muy utilizado a la hora de
revertir muchas de las operaciones llevadas a cabo con el proceso de
internacionalización. Se trata, sin embargo, tal como ya mencionamos, de
dos problemas de naturaleza absolutamente distinta y, además, no
necesariamente excluyentes. Ciertamente, la colocación y utilización de
estos crudos, que representan la gran mayoría de las reservas de
Venezuela, es un problema complejo de difícil solución. El mismo no se
resuelve, sin embargo, abandonando un excelente negocio en el mismo
sector petrolero. Por el contrario, mantener un importante nivel de ingresos
derivados de otras facetas del negocio, puede además, al contar con mayor
poder de decisión con relación a las dietas de las refinerías asociadas,
coadyuvar a la colocación de los crudos de difícil salida.

La internacionalización, se inició en 1979 con la selección de inversiones


potenciales en el sector de mercadeo de países industrializados, y se
emprenden las primeras gestiones de negociación para la adquisición de
algunos de esos activos. Hacia finales de 1980, se establece en Alemania
la empresa Ruhr Oel GMBH, una asociación a partes iguales entre PDVSA
y la empresa alemana Veba Oel. En 1986, el convenio con Veba Oel fue
ampliado. Al final de este proceso, la empresa Ruhr Oel, contaba con cuatro
refinerías: Gelsenkirchen con una capacidad de procesamiento de 265 mil
barriles por día, Neustadt con capacidad de 86 mil barriles diarios,
Karlsruhe que procesaba 320 mil barriles diarios y Schwedt que operaba
240 mil barriles por día. Adicionalmente, entre los activos de Ruhr, se
encontraban otra serie de instalaciones como plantas y terminales, varios
oleoductos y redes de distribución. Esto colocaba a PDVSA como
propietaria del 50 % del refinador más importante de Alemania, que cubría
419

el 20 % del mercado de ese país. De los más de 900 mil barriles diarios que
procesaban las cuatro refinerías mencionadas, 250 mil eran de crudo
pesado venezolano.

A partir de 1984, se inicia un importante programa de adquisiciones. En ese


año, a fin de darle mayor flexibilidad y autonomía a las operaciones de
transporte, PDVSA adquiere trece nuevos tanqueros con un total de 519 mil
toneladas de peso muerto. Estas naves se añaden a otras cuatro que
habían sido adquiridas en 1977, como parte de un programa de lograr
mayor autonomía para una flota que a principios de 1976 contaba
únicamente con doce buques. Al año siguiente, en 1985, la empresa
arrienda al gobierno de las Antillas Holandesas la refinería de Curazao, que
es operada por Isla, una nueva filial de PDVSA. En 1986 se produce una
violenta caída de precios en los mercados que llevo el precio del crudo
marcador West Texas Intermediate (WTI) por debajo de los diez dólares por
barril. Por supuesto, esta situación fue particularmente crítica para los
crudos pesados. La estrategia de PDVSA, fue tratar de asegurar salidas
para sus crudos en el largo plazo mediante su presencia en mercados
aguas abajo, principalmente en aquel que, por razones de flete, es su
mercado natural, los Estados Unidos.

Ese año, como ya se mencionó, la empresa estatal venezolana adquiere el


50 % de las acciones de Citgo, una subsidiaria de la Southland Corporation.
Dentro de esta negociación, PDVSA entraría a tener la propiedad del 50 %
del complejo de refinación de Lake Charles en el estado de Louisiana, la
sexta refinería más grande de los Estados Unidos, con una capacidad de
procesamiento de 425 mil barriles diarios. La negociación de Citgo, condujo
además a la adquisición de otras tres refinerías y una participación
importante en dos adicionales, una de las cuales fue posteriormente
adquirida en su totalidad. Una de las adquisiciones fue la refinería de
Lemont, cerca de Chicago, con una capacidad de procesamiento de 155 mil
barriles por día. Esta refinería está asociada a una red de distribución
420

exclusiva en los estados de Illinois, Iowa, Michigan, Ohio y Wisconsin. Las


otras dos adquisiciones fueron la refinería de Paulsboro en el estado de
New Jersey con una capacidad de procesamiento de 94 mil barriles diarios
y la de Savannah en Georgia con una capacidad de 60 mil barriles diarios.
Estas dos refinerías se especializaban en la elaboración de productos
asfálticos, ideales para la utilización de crudos pesados venezolanos.
Adicionalmente se adquirió una participación del 41 % de la refinería de la
empresa Lyondell, rebautizada Lyondell-Citgo en la ciudad de Houston.
Esta refinería posee una capacidad de procesamiento de 268 mil barriles
diarios. Finalmente, en 1987, la empresa estatal venezolana y la Champlin
Petroleum Company, una subsidiaria de la Union Pacific Corporation, firman
un acuerdo para constituir a partes iguales la Champlin Refining Company.
Con este acuerdo, la empresa venezolana pasaba a ser propietaria del 50
% de la refinería de Corpus Christy en el estado de Texas. Dicha refinería
tiene una capacidad de procesamiento de 257 mil barriles diarios y posee
además una extensa red de distribución en dicho estado además de
Oklahoma, Arkansas, Missouri y Kansas. Al año siguiente, en 1988, PDVSA
ejerció una opción de compra del 50 por ciento restante de las acciones
pertenecientes a su socio, y modificó el nombre de la empresa a Champlin
Refining & Chemicals Inc. En septiembre de ese año, 1990, la Champlin
Refining & Chemicals Inc. fue transformada en una subsidiaria de Citgo.

En el año de 1990, como fue también mencionado, PDVSA adquiriría el


control total de Citgo. Con ello, PDVSA controlaba cinco refinerías en el
territorio de los Estados Unidos con una capacidad total de procesamiento
de casi un millón de barriles diarios e instalaciones de almacenamiento
independientes para cinco millones de barriles. Un elemento de
extraordinaria importancia, es que la adquisición de Citgo, represento tomar
el control de la empresa con más puntos de ventas en los Estados Unidos
421

con una red de más de 12.500 estaciones de servicio 102. La participación


total de PDVSA a través de Citgo en el mercado doméstico americano, era
del 8 %, la sexta empresa en el mercado interno de los EE. UU. 103 Como
punto de referencia vale la pena mencionar que en la totalidad del territorio
de Venezuela hay unas 1.800 estaciones de servicio. Además de esto,
Citgo produce una gran variedad de lubricantes y tiene puntos de venta en
varios aeropuertos importantes de los Estados Unidos, vende, además,
petroquímicos y productos industriales a varias compañías.

En 1989, PDVSA adquirió dos terminales petroleros en Bonaire y las


Bahamas. El primero, con una capacidad de cuatro millones de barriles y un
puerto de aguas profundas, puede alojar tanqueros de hasta 500 mil
toneladas de peso muerto (ULCC). El segundo, el mayor del Caribe, tiene
una capacidad de almacenamiento de 21 millones de barriles y cuenta,
igualmente, con un puerto de aguas profundas. Con estas adquisiciones
PDVSA incrementa notablemente su capacidad de almacenamiento en el
Caribe y con ello adquiere una notable influencia en esa cuenca, un
importante punto de transición en el comercio internacional del petróleo. La
Bonaire Petroleum Corporation (BOPECO) y la Bahamas Oil Refining
Company (BORCO) fueron constituidas subsidiarias de PDVSA.

El objetivo original de PDVSA, de tratar de asegurar salidas para sus crudos


en el largo plazo, había llevado a identificar una oportunidad de negocio,
complementaria, pero de naturaleza totalmente distinta y que consolidaba la
total integración vertical de la empresa. El primer objetivo, pasaba a ser

102
FUENTE: http://economiamineraypetrolera.wordpress.com/2012/07/01/petroleos-de-venezuela-s-a-
pdvsa-10/ Según Roberto V. Mandini, quien fuera vicepresidente de dicha empresa entre 1994 y
2000, el número de estaciones de servicio propiedad de Citgo era de 14.000. (Comunicación personal
el 10/08/2014).
103
FUENTE: http://www.veneconomia.com/site/files/articulos/artEsp576_336.pdf. Confirmada por
Roberto V. Mandini en la cita anterior.
422

algo que se podía lograr en cierta medida, mientras se desarrollaba un


atractivo negocio inédito para una empresa estatal de un país productor.

Mientras esto sucedía en Norteamérica y el Caribe, en el año 1989, PDVSA


se asocia, de nuevo en Europa, a partes iguales con la Neste Corporation
de Finlandia, bajo la razón social de A.B. Nynäs. Esta empresa, era la
operadora de cinco refinerías europeas. Dos de ellas en Suecia:
Nynashamn, especializada en el manejo de crudos pesados, especialmente
de Venezuela, con una capacidad de procesamiento de 90 mil barriles por
día y Gothemburg, que procesa 125 mil barriles diarios. Otras dos refinerías
se encuentran en el Reino Unido, una en Eastham, en Inglaterra, con una
capacidad de 211 mil barriles, y la otra en Dundee, en Escocia, procesando
diariamente 205 mil barriles. La otra refinería era la de Antwerp, en Bélgica,
con una capacidad de 360 mil barriles por día. A nivel de ventas, A.B.
Nynäs está presente en once países europeos.

De este modo, la capacidad de refinación de PDVSA fuera de Venezuela,


incluyendo la refinería Isla en Curazao, era de 3 millones 300 mil barriles
diarios. Igualmente, poseía una amplia capacidad en instalaciones de
almacenamiento y tenía acceso a un importantísimo segmento de los
clientes finales de sus operaciones. Una novedosa iniciativa, por parte de
una empresa estatal de un país productor, que había, de este modo,
completado su cadena de valor agregado mediante una verdadera
integración vertical, complementada con una estructura de carácter
horizontal en el mercadeo de sus productos. Esto permitía, junto con la
optimización de las estructuras fiscales, incluido el pago de impuestos en
Venezuela, utilizar la serie de herramientas de ingeniería financiera que
ponen en uso las empresas multinacionales para optimizar el beneficio neto
del sistema total. Sistema total que, en el caso de PDVSA, no era otro que
la misma Nación venezolana. Como un detalle adicional de particular
importancia, un estudio realizado por la firma Morgan & Stanley en 1998,
concluyó, que el valor de los activos y del negocio en general, superaba,
423

para ese momento con creces, el monto invertido en el período 1983-


1997. 104

El ejemplo de Venezuela, fue rápidamente seguido por otros países


petroleros que se pueden considerar como nuestros competidores dentro
de este negocio. Así, en 1990, México se asoció con Shell para adquirir un
interés en la refinería de Deer Park en el estado de Texas en los Estados
Unidos. En 1999, México anunció también su asociación en tres refinerías
adicionales: Beaumont de Mobil, Port Arthur de Clark y la de Baytown de
Exxon, todas ellas en el estado de Texas. Por otra parte, Arabia Saudita ha
creado asociaciones con Texaco y con Shell en los Estados Unidos, más
otras adicionales en Grecia, Filipinas y Corea del Sur, dentro del ámbito de
sus mercados naturales. Finalmente, Kuwait ha adquirido refinerías y redes
de distribución en Dinamarca, Italia, Holanda, Luxemburgo y Suecia y ha
suscrito contratos de suministro con otra serie de países europeos.

La reorganización:
Dentro del proceso evolutivo de la industria, durante los años noventa
ocurre un evento sumamente importante desde el punto de vista de la
estructura de la organización. En julio de 1997, en una reunión extra muros
en Barquisimeto, con la asistencia de ciento treinta ejecutivos,
prácticamente la totalidad del tope de la pirámide organizacional de la
industria, se aprobó una reestructuración de la organización de Petróleos de
Venezuela. Con el nuevo esquema, efectivo a partir del 1° de enero de
1998, se ponía fin a la era de una empresa descentralizada, con tres filiales
independientes verticalmente integradas (Corpovén, Lagovén y Maravén)
compitiendo entre sí. En su lugar se crearon cuatro grandes filiales

104
FUENTE de información para este tema: Uno de los memorándums informativos para la Junta
Directiva de Petróleos de Venezuela titulados “Tópicos y Políticas Corporativas”. En este caso
específico el referente a la “Negocios en el Exterior” fechado en enero de 1999.
424

funcionales: PDVSA Petróleo y Gas; PDVSA Exploración y Producción;


PDVSA Manufactura y Mercadeo y PDVSA Servicios.

Los responsables de esta decisión, tienen argumentos razonables para


defenderla. Entre otras cosas, se argumenta que la competencia entre las
filiales había llegado a introducir serios elementos de ineficiencia,
especialmente en áreas tan críticas como la refinación y el comercio
internacional. Una síntesis de estos argumentos la expresa Luis Giusti, 105
para ese momento presidente de la empresa:

No se puede hablar de competitividad de “tres empresas verticalmente


integradas”. La competitividad es la cualidad de competir, y competir es
tratar de ganarle a los rivales las luchas por los mercados, por los
derechos a explorar y producir, por los derechos tecnológicos y por
reclutar la mejor gente. El modelo de tres filiales integradas fue un modelo
de transición que obedeció a razones operacionales y logísticas, pero no
podía perpetuarse, porque la competencia no era saludable sino
detrimental dentro de una PDVSA que tenía que empujar el carro en una
sola dirección. Las aparentes victorias eran pírricas, porque la ganancia
de una era la pérdida de la otra o las otras. […] Los proyectos que
mencionas (se refiere al autor del presente trabajo) (todos del upstream),
Faja del Orinoco, levantamiento sismográfico de la plataforma continental,
oleoducto Silvestre-El Palito, etc. fueron más bien esfuerzos de
cooperación y distribución que de competencia, porque ya las
coordinaciones cumplían con su rol de optimización y eficiencia. […] Así
fue como pude caer en cuenta de las contradicciones, duplicaciones,
triplicaciones e ineficiencias que se traducían en mayores costos y
“gordura” en los presupuestos. […] Nuestro primer paso fue un esfuerzo
realizado con Julius Trinkunas para conseguir una verdadera integración
de las refinerías de Amuay y Cardón (vale la pena señalar que durante
tres años fui Gerente General de Refinación en Cardón, lo cual me dio
amplios conocimientos de lo que pasaba en Paraguaná). Aunque las dos

105
Luis Giusti López (intercambio de correspondencia y conversaciones telefónicas entre el 17 de
junio y el 12 de agosto de 2013)
425

refinerías estaban conectadas por dos poliductos, el intercambio de


productos estaba limitado a excedentes, y era del orden de 40.000 bpd.
Una vez que se estableció un nuevo principio rector que fue la
optimización de las cargas a las plantas, el intercambio aumentó a
120.000 bpd con inmensos beneficios económicos. (Otro ejemplo, este
tomado de una conversación telefónica del 24 de julio) Una filial, A, concreta
una venta de fuel oil con un cliente, que luego se retira. Una segunda filial,
B, tiene también un cliente, pero no tiene el fuel oil y se lo solicita a A.
Esta lo niega y amenaza a su cliente con acciones legales, este compra el
cargamento, se lo vende a B, quien se lo vende a su cliente (tres
comisiones en el camino).

No obstante, nos permitimos seguir insistiendo en algunos aspectos


asociados a esta decisión. En primer lugar, con relación al sistema de
empresas filiales verticalmente integradas compitiendo unas con otras,
había quienes alegaban que eso no tenía sentido desde el punto de vista
conceptual. Otros, pensábamos que esa competencia interna fomentaba
una intensa motivación hacia la obtención de logros operacionales, que era
una forma eficiente y novedosa de apartarse de la estructura de las típicas
empresas estatales petroleras latinoamericanas. Los notables resultados de
una empresa como Corpovén, son en buena medida atribuibles a este
clima. Esta empresa, además de consolidar diez culturas corporativas
distintas en los diez primeros años, alcanzó importantes logros, como por
ejemplo, los importantes descubrimientos de nuevas reservas mencionados
más arriba, y el haber logrado alcanzar el menor costo por barril producido
de la industria. Las imperfecciones, que existen en todo sistema, pensamos
que no era algo que no pudiera ser solventado a través de la supervisión de
la casa matriz.

Por otra parte, esta nueva organización no tuvo la oportunidad de acumular


historia suficiente para poder evaluar sus logros, en comparación con los
impresionantes resultados del período 1976-1997. El proceso operacional
426

de esta organización, se vio interrumpido por el nuevo gobierno electo a


partir de 1999, que modificó radicalmente la filosofía operativa de la
empresa. Hay quien piensa, incluso, que la nueva estructura vigente desde
1998, facilitó al nuevo Presidente de la República, Hugo Chávez, los
radicales cambios que llevó a efecto. Con referencia a este punto,
nuevamente Luis Giusti99 menciona que:

Mirando en retrospectiva, hay que ser muy ingenuo para opinar que
Chávez iba a respetar las estructuras y los sistemas de PDVSA porque
eran más tortuosos, como si se tratara de una “isla” inmune a la ola de
desmontaje institucional nacional del actual régimen.

Aún así, no carece de sentido pensar que la estructura centralizada de la


industria facilitó, aunque quienes la implementaron ni de lejos se lo hubieran
propuesto, el control político de la misma por parte del gobierno del
Presidente Chávez. Ciertamente, quien esto escribe, concuerda con la
opinión de Giusti con relación a que, como parte del presente proceso de
desinstitucionalización del país, el destino de PDVSA hubiera sido
exactamente el mismo. Sin embargo, llevarlo a cabo, hubiera sido mucho
más laborioso con una estructura descentralizada. Es inevitable pensar que
este no fue más que un paso más hacia ese inexorable control político de la
empresa estatal. De nuevo, algo muy difícil de visualizar si un conflicto
inherente no es examinado en su perspectiva total.

La polémica con relación a esta decisión aún persiste, y esto,


lamentablemente, tampoco tendrá oportunidad de ser comprobado, dado el
radical proceso de cambio que sobrevino, sobre todo a partir del 2002,
cuando se aceleró notablemente el proceso de politización de la industria.
427

8. AHORA PDVSA ES DEL PUEBLO:

Con la llegada al poder del Presidente Chávez, quedó claro desde muy temprano, el
enfoque que se le pensaba dar al negocio, la intención era hacer prevalecer las
consideraciones de lealtad política por encima de las de tipo técnico. A partir de ese
momento, la cultura organizacional fruto de un desarrollo de más de veinte años, y
que mantuvo a la industria con un ritmo que no podía ocultar su desempeño como
una organización eficaz y eficiente, experimentó un cambio radical. Con el nuevo
gobierno, por otra parte, se abandona el principio económico fundamental de la
división del trabajo, y PDVSA pasa a ser responsable de una serie de programas
sociales del gobierno. Independientemente de los cambios en su estructura
organizativa, tanto en el momento de la nacionalización, como después de la
reorganización de 1997, la empresa se concretaba en llevar a cabo aquello que era
propio de su misión, el negocio petrolero. El nuevo gobierno del Presidente Chávez
la convirtió en una empresa con múltiples misiones que, por otra parte, la han hecho
incapaz de generar los resultados propios de su misión fundamental. La nueva
cultura corporativa que hemos mencionado, estaba totalmente orientada a un nuevo
objetivo, su fin pasó a ser estrictamente político, PDVSA se convertía en "instrumento
de la revolución bolivariana".

En el año 2002, el gobierno aprovechó la coyuntura de una fracasada huelga


petrolera, para desmontar los cuadros técnicos de la empresa estatal. Uno podría
aceptar la discusión acerca de las medidas que se hubieran podido tomar con los
dirigentes del paro. Sin embargo, con ocasión de ello, fueron despedidos alrededor
de veinte mil profesionales y técnicos, algunos de los cuales ni siquiera se habían
sumado a la huelga. La intención era evidente, había que generar una nueva cultura
corporativa y redefinir los objetivos de la empresa. La empresa, es hoy en día una
corporación con una misión múltiple, que supuestamente incluye, junto con la
tradicional, el financiamiento y administración de una serie de programas sociales.
Con ello, además de quebrantar el principio de la división del trabajo, se duplican las
funciones de otros organismos del Estado encargados, por su propia misión, de
llevar a cabo algunas de las funciones que han sido hoy asignadas a PDVSA.
428

8.1. LA PDVSA DEL SIGLO XXI:


A partir del nuevo siglo, PDVSA se convierte en la típica empresa petrolera estatal
latinoamericana, al estilo de Pemex o las YPF argentina o boliviana. Utilizando el
argumento de darle un mayor contenido social, se añaden a su misión original otra
serie de responsabilidades. Se ignora así, que toda organización, pública o
privada, sin fines de lucro o que busque un retorno sobre la inversión de sus
accionistas, en estos casos para la Nación, es creada para satisfacer una
necesidad determinada de la sociedad. Esta es la misión de esa organización.
Toda la actividad de la misma debe, de manera directa o indirecta, orientarse al
logro de dicha misión. Cualquier actividad que no esté orientada al logro de la
misma, compromete recursos productivos que deberían ser utilizados con ese
propósito, y por tanto daña la eficiencia de la organización.

8.1.1. Ahora PDVSA es del pueblo:


La gran tentación de las compañías petroleras estatales del continente
americano, es transformar una organización eficaz y eficiente como productora
y comercializadora, en una empresa con “mayor contenido social”. La serie de
funciones distintas a su razón de ser que se le asignan a la empresa, hace que,
además de un lógico incremento en su nómina de personal, se descuiden
muchas de las tareas que le son propias. En muy corto plazo decae la
producción, se descuida el mantenimiento preventivo de las instalaciones y se
incrementa el número de accidentes industriales.

De acuerdo a su Balance de Gestión para el año 2012, la casa matriz petrolera


pasó a tener veinte filiales, de las cuales cinco, se ocupan de las más variadas
actividades no relacionadas con la industria petrolera 106: PDVSA Agrícola, S.A.

106
FUENTES:
http://blog.chavez.org.ve/wp-content/uploads/2010/08/BalancedeGestionPDVSA2009-blog-2.pdf
http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/readmenuprinc.tpl.html&newsid_temas=22

http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/readmenu-
filiales.tpl.html&newsid_obj_id=7446&newsid_temas=20
429

para la “producción de materia prima de origen agrícola para el procesamiento


industrial agroalimentario”106. PDVSA Desarrollos Urbanos, S.A. para “el
desarrollo y la ejecución de obras de infraestructura social no industrial, así
como programas de asistencia humanitaria”106. PDVAL, cuya misión es “Ofrecer
a la población venezolana productos de la cesta básica e insumos básicos para
el hogar a precios regulados en diferentes puntos de venta habilitados a lo largo
y ancho del país, atendiendo a toda la cadena de comercialización”106.
Palmavén, S.A,. que “tiene como eje central la erradicación de la pobreza”106.
Lácteos Los Ándes, C.A., “Adquirido por el Estado Venezolano a través de la
Industria Petrolera Venezolana PDVSA […] (para) la producción y distribución
de productos lácteos […] Adicionalmente el grupo cuenta con compañías que
se dedican a la comercialización de leche cruda, al transporte y servicios
asociados a la actividad”106. La multiplicidad de nuevas funciones, presenta una
consecuencia adicional, el tener que atender a tantas y tan variadas nuevas
funciones, ha llevado la nómina de algo menos de cuarenta mil trabajadores en
1999 a 145.439 empleados, según el Balance de Gestión de la empresa para
2012.

8.1.2. Resultados operacionales:


Como consecuencia de la vulneración del principio de la división del trabajo, y
del desmantelamiento de sus cuadros técnicos, la capacidad de PDVSA para
llevar a cabo adecuadamente las operaciones propias de su misión, se ha
deteriorado seriamente. La producción llegó a caer, por lo menos, en más de
400 mil barriles diarios. Dicha producción, que en 1999 era de 3 millones 250
mil barriles por día, ha llegado en 2012 a 2 millones 826 mil, según cifras de la
misma PDVSA, y a 2 millones 378 mil, según cifras de la OPEP en su informe
de mayo de 2012. Venezuela no sólo ha dejado de contar con un potencial de
producción, sino que no ha sido capaz de alcanzar la cuota que le ha sido fijada

http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/readmenu-
filiales.tpl.html&newsid_obj_id=9006&newsid_temas=20
430

por la OPEP, que se ubica en 3 millones 050 mil barriles diarios 107. Este déficit
ha sido cubierto, como de costumbre en estos casos, por el swing producer 108
de la organización, Arabia Saudita.

Paralelamente, se han incrementado los accidentes tanto de tipo laboral como


industrial. Así, por ejemplo, han venido ocurriendo una serie de accidentes,
algunos de suma gravedad, en las refinerías. Tal es el caso de los ocurridos en
la refinería de Amuay el 25 de agosto de 2012 o al igualmente relevante,
aunque de menor magnitud en cuanto a pérdida de vidas humanas, en la
refinería de El Palito al mes siguiente, el 19 de septiembre de 2012. Al mismo
tiempo se ha generado la necesidad de importar combustibles a precios
internacionales para el mercado interno altamente subsidiado.

La actual situación de PDVSA, no sólo ha afectado su producción en un


momento determinado, también ha impedido cumplir con las proyecciones de
incremento de dicha producción a futuro, previstas en los planes de la empresa.
Como continuación de los planes establecidos a mediados de los años ochenta,
Rafael Ramírez, Ministro del Poder Popular para Petróleo y Minería, y
Presidente de PDVSA, ha anunciado en varias oportunidades incrementos de
producción que, hasta la fecha, no se han podido materializar. Así, en 2011
anunció que para 2012 el país estaría produciendo cuatro millones de barriles
diarios 109. En septiembre de 2012, aclaró que dicha estimación sería alcanzada

107
FUENTE: http://www.elmundo.com.ve/noticias/economia/energia/preven-que-venezuela-planteara-
recorte-de-la-produ.aspx#ixzz33FPualT9
108
El swing producer, es aquel país que cuenta con suficiente potencial de producción para absorber
cambios en la demanda que otros no pueden satisfacer. En el caso de una organización como la
OPEP, el swing producer, es aquel país que está en condiciones para suplir déficits en las cuotas de
otros países y alcanzar el volumen de producción total de la organización, y está dsipuesto a hacerlo.
109
FUENTES: http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/venezuela-preve-subir-8-su-
produccion-petrolera-en-el-2012
431

en 2014108. Finalmente, en diciembre de 2013, manifestó que la producción


llegaría a 3 millones 11 mil barriles por día en 2014, para situarse en seis
millones de barriles diarios en 2019109. Hasta la fecha, sin embargo, la
producción del país se ha mantenido, como ya se mencionó, por debajo de los
tres millones de barriles diarios.

Por otra parte no se han añadido nuevas reservas por descubrimientos. Las
únicas incorporaciones han sido los descomunales volúmenes, resultado de
simples revisiones, en la Faja Petrolífera del Orinoco. Volúmenes, por otra
parte, que no han sido certificados por las empresas que normalmente llevan a
cabo esta labor, de forma análoga a cómo trabajan las compañías auditoras en
el sector financiero.

8.1.3. El peligroso retorno a la dependencia de terceros:


Pero el aspecto más importante de la nueva política de PDVSA, tiene que ver,
de nuevo, con el estratégicamente crítico proceso de internacionalización. A
partir del año 2003, se inician una serie de acciones orientadas a revertir el
proceso llevado a cabo entre 1979 y 1989. En el año 2006, PDVSA vende su
participación en la refinería de Lyondell-Citgo en Houston por un valor neto,
luego de descontados los impuestos de 1.314 millones de dólares 110. Esta
refinería, debido a la participación accionaria de PDVSA, procesaba 110 mil
barriles diarios de crudo venezolano, que fueron reemplazados, debido al
menor costo de transporte, por crudo pesado canadiense. En 2007, fue vendida
la refinería de Paulboro, y en 2008, la de Savannah. Ambas, como ya dijimos,
están especializadas en productos asfálticos y, por tanto, procesan crudos de
baja calidad. En el mismo 2008, se concretó también la venta de la participación
de PDVSA en dos grandes oleoductos que cruzan el territorio norteamericano, y

http://www.vive.gob.ve/actualidad/noticias/pdvsa-y-sector-privado-prev%C3%A9n-aumentar-
producci%C3%B3n-para-2014.

http://diariodecaracas.com/dinero/venezuela-podra-producir-4-millones-barriles-petroleo-en-2014
110
FUENTE: http://money.cnn.com/2006/08/17/news/companies/lyondell_citgo.dj/
432

de cuatro terminales. Todo ello parte de las instalaciones de Citgo en los


Estados Unidos 111. El monto neto, después de impuestos, de todas estas
ventas fue de 551 millones de dólares. También en 2008, fue vendido el
terminal de Bahamas Oil Refining Company (BORCO) por 900 millones de
dólares.

Un paso de trascendental importancia tuvo lugar en octubre de 2010, cuando,


con ocasión de una visita del Presidente Chávez a Moscú, se concreta la venta
de los activos de Ruhr Oel de Alemania, al grupo ruso Rosneft. El valor exacto
de la venta no está claro, y sobre el mismo existen varias estimaciones. El
precio más probable parece ser de 1.600 millones de dólares112.

Finalmente, en marzo de 2012, PDVSA se retira también de la asociación con


Neste Oil en la empresa A. B. Nynäs en Suecia, el Reino Unido y Bélgica. La
razón dada para ello por el Ministro Rafael Ramírez, es que dicha operación es
“una estrategia que buscaría levantar recursos para la estatal PDVSA y los
proyectos sociales del Gobierno de Hugo Chávez.” 113.

El punto de fondo de todo este tema es, sin embargo, el hecho de que con
todas estas transacciones en Norteamérica, tiende a romperse la estructura de
PDVSA como empresa verticalmente integrada, y con la venta de Ruhr Oel y
A.B. Nynäs, desaparece totalmente la integración horizontal. Con estas
acciones, Venezuela se hace, de nuevo, cada vez más dependiente de la
demanda de terceros para satisfacer las necesidades de la última parte de la
cadena de valor agregado. PDVSA, tiende a volver al esquema en el cual sus

111
FUENTE: http://www.eluniversal.com/2010/10/15/eco_art_pdvsa-vende-a-rosnef_2070848
112
FUENTE: http://economia.terra.com/noticias/noticia.aspx?idNoticia=201203162011_RTI_
113
FUENTE: http://lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTASIE82F0CA20120316
433

ventas finales se llevan a cabo, a lo sumo, en los terminales de embarque que


alimentan las refinerías de los grandes mercados.

Por otra parte, el argumento que sustenta la nueva política petrolera del país se
fundamenta en la nueva estructura del negocio petrolero que ocurre claramente
a partir de la última década del siglo XX, y que hemos descrito más arriba (p.
173-193). Esta nueva estructura, supuestamente ha permitido llevar a cabo una
política de diversificación de mercados. Queda por demostrar, que clientes muy
alejados de nuestros mercados naturales y con compras pre pagadas, como es
el caso de China y más recientemente el de Rosneft en Rusia, sean
comercialmente más atractivos que lo logrado con la internacionalización. De
cualquier modo, desde el punto de vista estratégico, sin importar cualquiera de
los demás argumentos, se está regresando a la entrega de la producción de
Venezuela en un punto intermedio de la cadena de valor agregado.

8.1.4. El fundamento de las decisiones:


Las decisiones de desprenderse de todas estas instalaciones, se sustentan en
una serie de críticas al proceso de internacionalización que han sido formuladas
por funcionarios del gobierno, o por personas allegadas al mismo. Las
mencionadas críticas se fundamentan, básicamente, en dos argumentos. El
primero de ellos, es que estas inversiones no contribuyen a la colocación de los
crudos pesados venezolanos en los mercados, el segundo, es que,
simplemente, dichas inversiones son un mal negocio. Con relación al
argumento relacionado con la colocación de los crudos pesados, ya hemos
mencionado que se trata de dos problemas distintos. Una cosa es la
comercialización de crudos de baja calidad, y otra, el aspecto estratégico de
completar la cadena de valor agregado para la completa integración vertical de
la industria y la estructuración de un sistema de integración horizontal. Por otra
parte, tal como también hemos mencionado, estos dos procesos no son
mutuamente excluyentes, y el segundo, más bien contribuyó a colocar, dentro
de un balance económico-estratégico, volúmenes importantes de crudos
pesados. Esto, sin contar con el hecho adicional de que algunas de las
434

instalaciones adquiridas, estaban específicamente orientadas al procesamiento


de este tipo de crudos.

El argumento de la baja rentabilidad de estos negocios, ha sido esgrimido


frecuentemente por el gobierno venezolano, durante los procesos de venta,
como una de las principales razones para desprenderse de esas instalaciones.
Es evidente que con ello se le hace un flaco favor a las negociaciones
orientadas a obtener el mejor precio posible de un eventual comprador de la
participación de PDVSA en estos negocios. Por otra parte, llama la atención
que este tipo de estructura verticalmente integrada resulta altamente rentable
para otros, incluidas las grandes empresas transnacionales.

El análisis de esta argumentación, por otra parte, refleja una falta de


comprensión de aspectos contables fundamentales, tales como la forma como
se consolidan los estados financieros de grupos empresariales constituidos por
varias filiales. Igualmente, resulta evidente el desconocimiento de cómo
funcionan los mecanismos operacionales y contables utilizados para la
maximización de las ganancias. Métodos, todos ellos, basados, como hemos
venido diciendo, en el uso coordinado de valores de transferencia internos que
han sido tradicionalmente utilizados por las grandes empresas multinacionales.
Una clara explicación de este tema, la ofrece Oliver Campbell, Coordinador de
Finanzas de PDVSA hasta 1982, en una entrevista que le hiciera
Veneconomía 114 y que citamos como Campbell (2007):

Es necesario hablar un poco de la teoría contable. Cuando una empresa


controla otra –generalmente por ser dueña de más del 50% de las acciones–
se consideran ambas como una sola entidad comercial. La contabilidad se
ajusta a este hecho y se preparan las llamadas “Cuentas Consolidadas”. […]
Las cifras de las filiales consolidadas se suman “línea por línea”, es decir,
todas las ventas se suman, todos los costos se suman, todos los impuestos se

114
Veneconomía Vol. 25 No. 3 – Diciembre de 2007
http://www.veneconomia.com/site/files/articulos/artEsp4915_3490.PDF
435

suman, etc. Pero […] como el grupo es una sola entidad comercial: las
transacciones entre filiales consolidadas se eliminan y sólo se reportan las
transacciones con el mundo afuera. […] Un sencillo ejemplo servirá para
explicar la consolidación. Hay un grupo de tres empresas petroleras en tres
países diferentes: una produce crudo, la otra lo refina y la tercera vende los
productos a distribuidores fuera del grupo. Es de notar que las ventas a los
distribuidores en el País C son las únicas que se registran en las cuentas
consolidadas. Los demás renglones se suman “línea por línea” y las
transacciones entre filiales se eliminan. […] Es innegable (como argumenta el
gobierno inspirado por estos autores) que “se importan” los costos de compra de
petróleo y de operación de Citgo. […] Nadie ha resaltado que, al mismo
tiempo que se importan costos, “se importan” las cuantiosas ventas que hace
Citgo. En la consolidación, las ventas que PDVSA hace a Citgo se eliminan y
son sustituidas por las ventas que Citgo hace a terceros en Estados Unidos.
Puesto que PDVSA Grupo no sólo importa los costos sino también las ventas,
no se entiende cuál es el problema.

Dentro de este mismo argumento, aparece también lo que podemos denominar


“prejuicio fiscalista”, que consiste en pensar que la única forma como la Nación
se beneficia del negocio es por vía fiscal, a través del cobro de impuestos. Con
esta idea, se ignora el hecho elemental de que los beneficios netos de PDVSA,
por ser ésta una empresa totalmente propiedad del Estado, pertenecen
exclusivamente a la Nación. De nuevo, la optimización de las cargas fiscales en
diferentes sitios, es parte de las prácticas tradicionales que las empresas
multinacionales han venido utilizando con notable éxito para maximizar la
ganancia neta de la totalidad del grupo. Con estos mecanismos, la Nación se
beneficiaría de la totalidad de esas ganancias de la misma manera que lo hace
contando sólo con los ingresos fiscales, y puede ser que sacrificando en cierta
medida estos últimos, se incremente las primeras. También totalmente para el
país. Citando nuevamente a Campbell (2007):

Otro error en el análisis […] tiene que ver con el ISLR que paga PDVSA. (Estos
autores) no entienden que el ISLR sólo transfiere dinero de PDVSA al SENIAT,
es decir, de un bolsillo de la nación venezolana a otro. En una empresa
436

estatal, toda la diferencia entre los ingresos y los costos está disponible para
el Gobierno, ya que la ganancia después del ISLR puede ser exigida como
dividendo. […] (Se ha sugerido en este sentido) que el fisco venezolano debe
ajustar los precios de transferencia hasta el valor de mercado para que
PDVSA pague más ISLR. […] Pero, como se ha visto arriba, el único efecto de
aumentar los precios de transferencia es subir el ISLR y reducir la ganancia
neta.

De nuevo, se trata simplemente de la aplicación de las prácticas tradicionales


que las empresas multinacionales han venido utilizando con notable éxito para
maximizar la ganancia neta de la totalidad del grupo.

8.1.5. La política de diversificación de mercados:


Finalmente, está el tema de la política de la “diversificación de mercados”. Con
esta política se establece la reorientación de una porción considerable de las
ventas del país a clientes, que por razones del costo de los fletes, se
encuentran fuera de sus mercados naturales. Con relación a estos, un punto
que ha sido altamente cuestionado, es el que tiene que ver con las políticas de
comercialización de los crudos venezolanos. Estas críticas, tienen que ver
especialmente con lo que se refiere al hecho de que una porción importante de
las exportaciones se están llevando a cabo a precios por debajo de los valores
del mercado internacional. En este sentido, uno de los aspectos más
resaltantes, se refiere a las ventas internacionales, en el orden de los 120 mil
barriles diarios, se vienen realizando a través de Petrocaribe. Concretamente
las condiciones de pago de las que gozan Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice,
Dominica, El Salvador, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Nicaragua, República
Dominicana, Saint Kitts & Nevis, San Vicente y Granadinas, Santa Lucía y
Surinam. Todos estos países, reciben petróleo pagadero en un plazo de entre
17 y 25 años, con una tasa de interés sobre el saldo por pagar del 1 % anual.
Los mencionados pagos cuentan, además, con dos años de gracia. Por otra
parte, algunos de estos países mantienen considerables deudas atrasadas con
PDVSA, entre ellos destacan Dominica que adeudaba 8.800 millones de
437

dólares a finales del 2012, República Dominicana con 3.600 millones a


diciembre de 2013, Jamaica, quien recibe 26.000 barriles diarios, adeuda 2.500
millones de dólares para finales de 2013, Haití debe 1.643 millones de dólares a
noviembre de 2013 (a este país le había sido previamente condonada una
deuda de 395 millones de dólares) y El Salvador con 493 millones de dólares a
julio de 2013. Estas cantidades equivalen al 84 % de las reservas
internacionales de Venezuela y al 15 % de su deuda externa total115.

Mención especial merece el caso de Cuba, aunque no es nada sencillo obtener


información al respecto. En un primer “Convenio Integral de Cooperación” entre
Venezuela y ese país, fechado el 30 de octubre de 2000, se establecía un
sistema de trueque de petróleo por asistencia técnica, médica y deportiva. El
precio de referencia de estos servicios, estaba basado “en el precio
internacional del crudo”. En agosto de 2001, esa cláusula fue modificada a
solicitud de Cuba. De allí en adelante, Venezuela cancelaba en divisas los
servicios de asesoría, y como una operación aparte, suministraba a Cuba 53 mil
barriles diarios de crudo “en condiciones de pago preferencial”. (sic.) Dicho
volumen de suministro, fue posteriormente incrementado en 2007, según
declaraciones del Ministro Rafael Ramírez, a 92 mil barriles diarios 116.

Otro de estos nuevos mercados, es la República Popular China quien, como ya


mencionamos, ha establecido como política de Estado la adquisición de
materias primas fuera de su territorio bajo un esquema de una especie de
compras pre pagadas. China otorga préstamos a los países poseedores de
estas materias primas que son posteriormente canceladas en espacies. Con
esta finalidad, en el caso de Venezuela, en noviembre de 2007 se estableció el
llamado fondo chino-venezolano, con un capital de 4.000 millones de dólares
aportados por el Banco de Desarrollo de China. Posteriormente, nuevos aportes

115
FUENTE: Banco Central de Venezuela.
116
FUENTE: http://www.guia.com.ve/noti/41845/pdvsa-aumento-a-115000-barriles-exportaciones-de-
crudo-a-cuba
438

de la RPC a dicho fondo, han incrementado las entregas de petróleo


venezolano destinadas a la amortización de dicha deuda. De un promedio de 95
mil barriles diarios al cierre de 2007 se pasó a 321 mil barriles por día en
2008 117. Según el Informe de Gestión de PDVSA, al cierre de 2012 las entregas
al país asiático, habían alcanzado los 353 mil barriles de producción diaria 118.
Finalmente, según la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en
inglés: International Energy Agency), en un reporte de marzo de 2013, afirma
que hasta ese momento, Venezuela había recibido 30 mil millones de dólares
de la RPC, a cambio de unas entregas totales de 640 mil barriles diarios, de los
cuales, según la IEA, 264 mil se destinan a la amortización de la deuda 119

Independientemente de la credibilidad de las cifras disponibles, con relación a


este punto surgen inevitablemente una serie de interrogantes. En primer lugar
cabe preguntarse: ¿Cuál es el precio de referencia al cual se amortiza dicha
deuda? Es de esperar que, por haber cancelado ya la mercancía con
anterioridad, el cliente, en este caso China, espere recibir el petróleo a precios
preferenciales, por debajo del valor del mercado. Una segunda interrogante es
¿Quién absorbe el diferencial de fletes entre la costa del golfo de México, el
mercado natural de Venezuela, y China? ¿Estaría la RPC dispuesta a pagar un
sobreprecio por fletes, con relación al valor de los crudos provenientes de sus
mercados naturales, como son Indonesia o el mismo medio oriente? ¿Cuál es el
volumen mínimo que pudiera entregar Venezuela a China? En otras palabras,
¿durante cuánto tiempo Venezuela deberá dejar de contar con este importante
volumen de producción sin la correspondiente contrapartida en divisas?

117
FUENTE: http://www.elmundo.com.ve/noticias/economia/politicas-publicas/sube-envio-de-petroleo-
a-china-para-reducir-compro.aspx
118
FUENTE: http://blog.chavez.org.ve/wp-content/uploads/2010/08/BalancedeGestionPDVSA2009-
blog-2.pdf
119
FUENTE: http://www.venezuelaaldia.com/2013/03/venezuela-rechaza-informe-de-aie-y-la-tacha-de-
enemiga-de-la-opep/
439

El punto de mayor importancia con relación a este tema, tiene que ver sin
embargo, con el control soberano de las reservas de la Nación por parte del
Estado. Históricamente, al igual que en el resto de los países latinoamericanos,
las reservas de hidrocarburos son inalienablemente propiedad de la Nación. En
el caso de Venezuela, esta doctrina jurídica arranca del Decreto dictado por el
Libertador en Quito el 24 de octubre de 1829. Allí, se declaraban en vigor las
Ordenanzas de Nueva España de 1783 que establecían que todas las minas
del nuevo continente eran propiedad de la corona, ahora reemplazada por la
República. Este decreto tendría vigencia, hasta tanto la República promulgara
su propia legislación. Esto ocurrió el 15 de marzo de 1854, fecha de la primera
Ley de Minas. Allí se consagraba expresamente, en concordancia con las
Ordenanzas derogadas, que “las minas de cualquier clase pertenecen a la
República”.

Durante el régimen concesionario, las empresas multinacionales podían, en


mayor o menor medida, disponer del petróleo que lograran traer a la superficie.
No obstante, las reservas, estaba y está, expresamente establecido, que
pertenecen a la Nación y que no pueden ser enajenadas o gravadas bajo
ninguna circunstancia. Sin embargo, la producción futura que se compromete
como pago de una deuda, tiene que estar respaldada por las reservas en el
subsuelo de donde deberá provenir dicha producción, con lo cual, éstas
quedan, de hecho, inevitablemente hipotecadas a favor del país acreedor.

Durante la elaboración del presente trabajo, el 25 de mayo de 2014, apareció la


noticia de un acuerdo similar al de China, concretado en esta ocasión, con la
empresa rusa Rosneft 120. La misma empresa que en octubre de 2010 compró

120
FUENTES: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/pdvsa-y-petrolera-rusa-rosneft-
suscribieron-acuerdo-suministro-crudo/

http://www.notitarde.com/Economia/Rosneft-pagara-adelanto-de-US-2-mil-millones-a-
Pdvsa/2014/05/24/328923

http://www.aporrea.org/energia/n251458.html
440

los activos de PDVSA en Ruhr Oel de Alemania. El convenio, suscrito en San


Petesburgo por el ministro Rafael Ramírez, consiste en una venta pre pagada
de petróleo, para lo cual la empresa rusa adelantó 2.000 millones de dólares.
Como contrapartida, PDVSA debe suministrar 64 millones de barriles no sólo de
crudo, sino también de productos derivados durante los próximos cinco años.
Se desconoce el precio equivalente por barril de esta operación. Se espera, sin
embargo, que el monto pagado por los rusos, sea sólo un adelanto, pues el
precio equivalente, de acuerdo a las condiciones expuestas hasta el momento,
es de 31,25 dólares por barril de crudo… y de cierta proporción no especificada
de productos derivados.

El resultado neto de todas estas operaciones es una reducción drástica en el


precio promedio de cada barril comercializado por Venezuela, mientras se
mantiene la ilusión de la bonanza generada por los altos precios del crudo en el
mercado internacional.

8.1.6. El destino de los fondos:


Habiendo visto que la nueva orientación de las políticas de la industria petrolera
en lo que va de siglo ha resultado en la liquidación de una serie de activos
estratégicos y en un marcado deterioro del precio al cual se efectúan las ventas
del país. Habiendo revisado asimismo, los argumentos que supuestamente
sustentan esas decisiones, queda ahora por ver el destino de los fondos
producto de la venta de esos bienes de capital y del producto de la
comercialización de los crudos venezolanos.

La gran mayoría de los fondos provenientes de estas operaciones, fueron


asignados a dos instituciones: el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) y el
Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes). Fonden, es
un organismo establecido en 2005, para disponer de los ingresos que recibe el

http://panorama.com.ve/portal/app/push/noticia113317.php
441

país derivados de cualquier actividad relacionada con las operaciones


petroleras. Bandes, según su página oficial, 121 “actúa como agente financiero
del Estado, para atender proyectos orientados hacia la desconcentración
económica, estimulando la inversión privada en zonas deprimidas y de bajo
rendimiento, […] a fin de contribuir con el desarrollo equilibrado de las distintas
regiones del país; e igualmente para administrar los acuerdos financieros
internacionales […] con recursos propios o provenientes de terceros, participa
en programas bilaterales y cualquier otro acuerdo financiero internacional que
establezca el Ejecutivo Nacional, siempre dirigido al bienestar de los pueblos,
en el marco de las políticas de Cooperación Internacional para promover la
multipolaridad.

Por su carácter extrapresupuestario, Fonden ha sido criticado por la falta de


transparencia en el manejo de los fondos que le son asignados. La información
disponible al respecto, muestra que una parte dichos fondos, ha sido apropiada
a proyectos de inversión propiamente dicha. 122 Destacan en este sentido, la
construcción de una fábrica de tubos sin costura por tres millones de dólares, la
ampliación de la planta de Pequivén en Morón por 834 millones y la ampliación
de la planta de polietileno por 161 millones.

La gran mayoría de estos fondos, sin embargo, ha sido destinada a obras de


infraestructura122 que, en sentido estricto, son también inversiones pues
generan nuevos activos. El problema, es que se trata de instalaciones cuyo uso
es subsidiado, por lo que no producen una rentabilidad y para las cuales ni
siquiera se prevé la recuperación del capital. Tal es el caso de la construcción
de líneas del metro en diferentes ciudades, la construcción y reparación de

121
http://www.bandes.gob.ve/quienessomos
122
FUENTE: http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/readmenu.tpl.html&newsid_

obj_id= 9480&newsid_temas=107
442

autopistas, etc. A este tipo de obras se han destinado 3.634 millones de


dólares. Otra porción de este dinero, ha sido destinado a proyectos de gasto
social como es el caso de la construcción de 7.292 viviendas para el INAVI (169
millones de dólares) y el desarrollo de nuevos proyectos de vivienda a nivel
nacional (978 millones de dólares)122. De nuevo, bienes de capital que son
distribuidos gratuitamente entre algunos sectores de la población.
Evidentemente, la utilización de fondos provenientes de la venta de activos
productivos, para ser empleados en los dos últimos rubros, representa, de
hecho, una descapitalización. Lo razonable pareciera ser que la rentabilidad
producida por los activos de la empresa fuera destinada a otros organismos
encargados, de acuerdo a su misión, a dichos gastos sociales.

Una porción considerable de estos fondos (3.252 millones de dólares), ha sido


destinada a la iniciación del proceso de reestructuración de la deuda pública.
Esta pudiera ser una operación legítima de reducción de pasivos, con la
correspondiente disminución de activos, manteniendo invariable el patrimonio
nacional. Por supuesto, esta opción debería ser analizada, conociendo los
detalles de la misma en función de elementos tales como las tasas del servicio
de dicha deuda comparada con el rendimiento de los activos.

Finalmente, en el sector propiamente financiero, Fonden ha invertido también


en bonos de la deuda pública de Argentina, Ecuador y Honduras. En el caso de
Argentina, Venezuela adquirió 6.962 millones de dólares (la última adquisición
por 1.462 millones llevada a cabo en agosto de 2008), con un rendimiento del
15 %. Con ello se evitó que el país del sur se declarase en mora (default), tema
que está nuevamente planteado. Estas colocaciones han sido altamente
criticadas por su elevada clasificación de riesgo, totalmente desproporcionada
al rendimiento de dichos papeles. Por último, Fonden colocó 878 millones de
443

dólares en instrumentos financieros del banco de inversión Lehman Brothers123.


Lamentablemente, luego de la escandalosa quiebra de esta empresa a raíz de
la crisis financiera generada por el mercado de hipotecas subprime, se estima
que Venezuela perdió el 80 % de su inversión.

123
FUENTE: http://www.reuters.com/article/2012/09/26/us-venezuela-chavez-fund-
idUSBRE88P0N020120926
444
445

CAPÍTULO VI
CONCLUSIONES

1. OBJETIVOS Y CONCLUSIONES:

El estudio de la historia de la industria petrolera en Venezuela a través de sus


diferentes etapas permitió, como herramienta de estudio multi-caso, en primer lugar,
identificar cada uno de los conflictos complejos ocurridos durante la misma. Una vez
identificados, se hizo posible, en cada una de las etapas, describir y analizar la
naturaleza de cada uno de estos conflictos, así como las causas que les dieron
origen, los actores involucrados, y se pudieron definir las relaciones de poder entre
los mismos. Con ello se satisfacen los dos primeros objetivos específicos del
presente trabajo.

El estudio multi-caso seleccionado, permitió también identificar una serie de


características comunes a varios de estos conflictos, que es lo que se buscaba
determinar en el tercer objetivo específico de esta investigación. Del mismo modo, el
presente estudio, narra las muy variadas situaciones que tuvieron lugar durante el
desarrollo de cada uno de estos conflictos, uno de cuyos factores más determinantes
fue el desenvolvimiento de los diferentes actores, tal como lo exigía el cuarto objetivo
específico del trabajo.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la satisfacción de estos objetivos debe
alcanzarse siguiendo dos ejes distintos. En el Capítulo III “Resultados esperados” (p.
104), indicamos que, por una parte, se espera conocer la naturaleza, las causas el
desarrollo y desenlace de los principales conflictos ocurridos en cada una de las
etapas de la historia de la industria petrolera venezolana, así como los actores
involucrados en ellos. Por otra parte, como resalta particularmente el tercer objetivo
específico, es necesario determinar las características comunes a cualquier clase de
446

conflicto complejo, independientemente de su contexto histórico, geográfico o del


entorno social, político, económico o cultural en el que se desarrolle. Es allí donde
existe la posibilidad de conseguir características generalizables a cualquier tipo de
conflicto.

Las conclusiones que siguen, serán pues, presentadas siguiendo los dos ejes
mencionados. En primer lugar, los conflictos complejos propios de cada una de las
etapas de la historia de la industria petrolera venezolana. En una segunda parte, se
tratará de identificar, dentro de los diferentes conflictos descritos por el estudio, las
características del conflicto y la negociación en general.
447

2. UNA PRIMERA CONCLUSIÓN DE TIPO GENERAL:

Antes de llevar a cabo los dos conjuntos de conclusiones descritos, es necesario


resaltar una conclusión de tipo general. Consideramos que uno de los aportes
alcanzados con el presente trabajo, tiene que ver con la identificación y el
reconocimiento de aquellos conflictos que son inherentes a la estructura misma de
una sociedad. Se trata de conflictos que pueden permanecer en estado de latencia
por largos períodos, con lo cual tienden a pasar desapercibidos. Sin embargo, los
desacuerdos que les dan origen, permanecen presentes en esa sociedad mientras
no varíe su estructura, o al menos una parte relevante de la misma. No pretendemos
definir este tipo de conflictos como algo novedoso, algunos de ellos han sido
ampliamente reconocidos y estudiados desde muy remotas épocas. El aporte de este
trabajo, radica en llamar la atención acerca del hecho que muchos de ellos,
simplemente no son reconocidos, a pesar de ser más frecuentes de lo que
usualmente se piensa. Tal vez, la justificada atención que se ha prestado a los
conflictos inherentes de gran importancia e impacto en las comunidades, como es el
caso del llamado conflicto social, ha impedido reconocer la existencia de otros
conflictos de esta naturaleza. Conflictos inherentes que pueden también, en mayor o
menor medida, afectar la vida de las sociedades. La mayor parte de las veces, no
reconocer el carácter inherente de esos conflictos, lleva a considerar los eventos
puntuales de los mismos, de manera aislada e independiente, dificultando así, al
sacarlos de su contexto apropiado, su adecuada comprensión.

La permanencia de las causas del conflicto inherente, conviviendo con cambios en


otros campos de la estructura social, hacen que dicho conflicto tienda, como hemos
dicho, a pasar desapercibido en su integridad. Igualmente, junto con los períodos de
latencia más o menos prolongados, pueden presentarse durante el conflicto, de
forma aparentemente aislada, eventos sumamente relevantes que, por su llamativo y
mayor impacto tienden a estudiarse independientemente del contexto del conflicto
inherente. Esta es una razón más por la cual, al perderse la perspectiva histórica del
conflicto inherente del cual forman parte estos eventos particulares, no se alcanza su
adecuada comprensión.
448

2.1. ELEMENTOS DE COMPLEJIDAD DE LOS CONFLICTOS:


Tal como se mencionó en el marco teórico del presente trabajo (p. 10-28), la
complejidad de los conflictos tiene lugar debido a varias causas. En primer
lugar, esto sucede a medida que se incrementa la cantidad de tópicos que
deben ser manejados y conciliados, en un momento dado, de manera
simultánea. La complejidad misma de los diferentes tópicos, es un factor
adicional en este sentido. Lo mismo sucede si se incrementa también el número
de participantes involucrados, sobre todo, si surgen entre ellos variantes en las
formas de comunicación, a medida que la red de relaciones a través de las
cuales interactúan también se complica. Finalmente, la complejidad de los
conflictos se incrementa también cuando estos adquieren un carácter sistémico.
Cuando la red de relaciones y las relaciones de causa a efecto entre los
eventos se hacen más intrincadas, cuando “todo depende de todo”, y cuando se
presentan diferentes formas de retrasos y mecanismos de retroalimentación.

2.2. CARÁCTER INTER E INTRA GRUPAL DE LOS CONFLICTOS:


Se mencionó también (p. 16-23), que la ocurrencia de conflictos entre grupos de
personas, en vez de entre simples individuos, constituye un elemento adicional
de complejidad. Sin embargo, al referirse a conflictos grupales, es necesario
tomar en cuenta que, usualmente, el mayor grado de complejidad no se
presenta cuando el conflicto ocurre entre dos o más grupos, sino cuando
sucede dentro de los grupos mismos. En un conflicto entre grupos, las
posiciones de cada uno de ellos suelen estar perfectamente definidas y claras.
Sin embargo, dentro de un mismo grupo, una visión monolítica del mismo
puede ser excesivamente simplista y contribuir a enmascarar profundos
conflictos internos. Sobre todo, cuando se trata de grupos numerosos, cuyos
miembros poseen unas características comunes suficientemente relevantes
como para que se les pueda considerar un grupo homogéneo. Este es el caso,
por ejemplo, de partidos políticos, organizaciones sindicales o gremiales o
incluso empresariales, a la hora de enfrentar un determinado tipo de conflictos.
449

En el caso de las organizaciones, se habló de los conflictos funcionales y


disfuncionales (p. 22-23), dependiendo de los efectos constructivos o erosivos
que los mismos puedan presentar para dicha organización. Finalmente, se
describieron los llamados conflictos profundamente arraigados y aquellos que
en un momento dado se consideran endémicos o insolubles (p.23-24). En todos
ellos existe una incompatibilidad permanente, real o percibida, entre los
intereses, los principios, o la visión del mundo, de la sociedad y del hombre por
parte de diferentes grupos pertenecientes a una determinada sociedad.

Una característica que llama la atención de todos los conflictos que acabamos
de mencionar, desde los funcionales hasta los endémicos, es la permanencia
de los desacuerdos que les dan origen dentro de una determinada estructura
social. Sea esta la de una sociedad como un todo, en el caso de los
profundamente arraigados y los endémicos, o un sector más o menos relevante
de la misma, como es el caso de los conflictos internos de las organizaciones.
Estos conflictos, son inherentes a la estructura de esa sociedad o de una parte
relevante de ella, y no desaparecerán mientras permanezcan vigentes las
causas que los determinan.

2.3. CONFLICTOS INHERENTES A LA ESTRUCTURA SOCIAL:


Tal como se mencionó al principio de esta sección, una de las principales
conclusiones del presente trabajo, consiste en llamar la atención sobre una
serie de conflictos, inherentes a diversas estructuras sociales que, tal vez por
no presentar el impacto para esa sociedad que representan otros, usualmente
no son reconocidos como tales.

El carácter inherente de un determinado conflicto con relación a una estructura


social, o a una parte de ella, constituye un elemento adicional de complejidad.
Como se mencionó, estos son conflictos derivados de la permanente tensión
entre los intereses, los objetivos, los principios o las intenciones de los distintos
grupos que forman parte en un momento dado de esa sociedad. La
450

permanencia de sus causas a través del tiempo, aunque atraviesen largos


períodos de latencia, hace que los mismos no puedan ser eliminados de ese
ámbito social. Estos conflictos sólo desaparecen, cuando se modifica
sustancialmente la estructura de esa sociedad, en su totalidad o en algún
aspecto suficientemente relevante de la misma, y que guarde relación con las
causas de dicho conflicto. Los períodos de latencia, de mayor o menor
duración, que muestran estos conflictos, suelen ser interrumpidos por
ocasionales episodios explícitos que pueden llegar, incluso, a la etapa de crisis.
Esos episodios puntuales, son generalmente estudiados como eventos
aislados, independientes del contexto histórico del conflicto inherente que los
subyace, con lo cual se dificulta notablemente la adecuada comprensión, tanto
de esos eventos puntuales, como del conflicto inherente como un todo.

2.3.1. Importancia variable de los conflictos inherentes:


Es posible que llegue a pensarse, aún de manera inconsciente, que sólo son
inherentes a la estructura de una sociedad aquellos conflictos que tienen un alto
impacto sobre la misma. Los conflictos profundamente arraigados y aquellos de
carácter endémico, suelen afectar de manera sumamente intensa a amplios
sectores de las sociedades donde los mismos están presentes, es por tanto
difícil que pasen desapercibidos. Otro caso en el que la importancia y
trascendencia de un determinado conflicto inherente hace que no pueda pasar
desapercibido, es el fenómeno comúnmente conocido como “el conflicto social”.
En la literatura sobre este tema, este conflicto es el resultado de importantes
incompatibilidades, inherentemente antagónicas, entre diferentes grupos de la
sociedad que además repercuten intensamente en la vida de la misma.
Frecuentemente se manifiesta, además, mediante violentos episodios de crisis.
La preocupación por este tópico, se remonta a épocas tan remotas como el
siglo primero antes de Cristo, cuando Cicerón escribe su obra De officiis, en la
que defiende la necesidad y el derecho del pueblo a resistir a los gobiernos
dictatoriales. Este interés llega hasta trabajos tan recientes como los de
Toynbee, Huntington o Fukuyama donde, de diversas maneras, se habla de
conflictos sociales inherentes al ámbito global. El tema fue igualmente tocado
451

en el siglo XVI por Maquiavelo, en el XVIII por Voltaire y, en cierta forma, por
Adam Smith. Entre finales del siglo XIX y principios del siglo pasado también se
ocuparon del tema autores como Pareto, Max Weber y Durkheim. Por supuesto,
al hablar de este tema no pueden omitirse las teorías de Karl Marx sobre el
conflicto inherente que él denomina “la lucha de clases”, y que se orienta a un
cambio radical en la estructura misma de la sociedad, a través de “la dictadura
del proletariado”, para llegar a la sociedad comunista.

El llamado “conflicto social” es también, sin duda, un conflicto inherente. Tal vez
el más inherente de todos. Y es posible que por su gran importancia,
trascendencia e impacto, haya desviado la atención de otros elementos en
permanente tensión dentro de las sociedades, tal vez con excepción, cuando
ellos ocurren, de los profundamente arraigados y de los que han llegado a tener
un carácter endémico. Existen, sin embargo, en todas las sociedades una serie
de conflictos con las características generales descritas, aunque no presenten
la relevancia de los conflictos anteriormente mencionados. No obstante, esto no
quiere decir que estos conflictos dejen de tener efectos sobre ciertos aspectos
del entramado social que sea necesario manejar de manera apropiada, en base
a su adecuada comprensión. Conflictos que generan también episodios de tipo
puntual, cuya cabal comprensión no se alcanza tampoco si no se les ubica en el
adecuado contexto del conflicto inherente del cual forman parte.

En una estructura social pueden, pues, desarrollarse diversos conflictos


inherentes de distinta importancia, con diferentes grados de impacto, y distinta
trascendencia dentro de esa sociedad; conflictos, sin embargo, derivados de
desacuerdos permanentemente presentes dentro de esa estructura social. Así,
por ejemplo, no es lo mismo el conflicto inherente relacionado con las
relaciones obrero-patronales dentro de una sociedad, que el que se origina
entre los simpatizantes de dos equipos deportivos tradicionalmente rivales
dentro de la misma. En ambos casos existen, sin embargo, intereses
contrapuestos o desacuerdos no resueltos entre numerosos individuos que
forman parte de diversos grupos que conviven dentro de dicha sociedad.
452

Ambos son conflictos inherentes. El no reconocer el carácter inherente de un


conflicto, y como consecuencia, ignorar la relación de eventos puntuales, más o
menos extensos, más o menos intensos, que forman parte del mismo, son
errores frecuentes al estudiar conflictos en el ámbito social. El mismo conflicto
social, en ocasiones ha sido víctima de esa visión reduccionista consistente en
estudiar solamente sus episodios de crisis. Se ha ignorado de ese modo la
visión histórica de un conflicto inherente mucho más amplio, que tiene su origen
en los permanentes estados de tensión entre distintos grupos dentro de esa
sociedad.

2.3.2. Carácter transicional de los conflictos inherentes:


Como ya hemos mencionado, el carácter inherente le añade a los conflictos un
elemento de complejidad adicional. Su desarrollo de largo plazo a través del
tiempo, hace que, en primer lugar, los límites de sus episodios más conspicuos
tengan un carácter difuso, aunque los mismos, en un momento dado, se
presenten como un hito claramente relevante. Los hechos que dan origen a ese
evento se comienzan a configurar desde un tiempo antes que su clara
manifestación y sus efectos permanecen, generalmente con intensidad
decreciente, una vez sucedido dicho evento. Entender este carácter transicional
significa comprender el carácter inherente del conflicto y permite, a su vez, la
comprensión cabal de esos eventos puntuales que, de lo contrario, suele
pensarse que han surgido de manera espontanea y totalmente fuera de
contexto.

Finalmente, aparte de los episodios puntuales, que aún separados por períodos
de latencia más o menos prolongados tienen que ver con un conflicto inherente,
estos dan también lugar, por lo general, a otros conflictos secundarios. Muchos
de estos conflictos son de naturaleza distinta, pero están íntimamente
asociados al conflicto inherente. De nuevo, los largos períodos de latencia, e
incluso las características mismas de unos y otros conflictos, pueden ser la
causa para que estos nuevos conflictos secundarios tampoco se asocien al
conflicto inherente principal.
453

2.3.3. Conflictos inherentes y balance de poder:


Otra característica que forma parte de la complejidad adicional que representan
los conflictos inherentes dentro de la estructura de una sociedad, tiene que ver
con las relaciones de poder entre los actores de estos fenómenos sociales.
Durante el desarrollo de este tipo de conflictos a través del tiempo, puede
producirse, aunque no en todos los casos, una migración en el balance de
poder entre las partes. Una de ellas es la dominante durante las primeras
etapas del desacuerdo, mientras que al final del mismo, quien tiene la
capacidad para influenciar los eventos y las acciones de los demás, incluida
sobre todo su contraparte, es el otro protagonista del conflicto. Este cambio en
las relaciones de poder, es algo que se produce también de manera gradual, a
todo lo largo del período durante el cual se desarrolla el conflicto inherente. Por
esta misma razón, esta migración de las relaciones de poder, sólo se puede
distinguir cuando las mismas se observan dentro del contexto del conflicto
inherente como un todo.

2.3.4. En conclusión:
El reconocer el carácter inherente de ciertos conflictos que tienen lugar en las
diferentes sociedades, y estudiarlos y manejarlos de acuerdo a sus
características, permite mejorar las probabilidades de éxito en su manejo. Se
posibilita igualmente de este modo la identificación de situaciones análogas, así
como su manejo más adecuado. Al ser capaces de reconocer por anticipado,
eventos y situaciones disparadores de episodios de crisis, es posible intentar
que dichos episodios no se produzcan, o al menos que lo hagan con menor
frecuencia o intensidad.

Como ejemplo ilustrativo final, nos permitimos tomar, en su forma más general,
dos situaciones que son parte del desarrollo de la historia de la industria
petrolera venezolana que hemos utilizado como estudio multi-caso para la
presente investigación. Estas dos situaciones, son claramente representativas
de lo que acabamos de mencionar acerca de los conflictos inherentes a la
454

estructura de una sociedad o a un sector, como lo es la industria petrolera para


Venezuela, suficientemente relevante de la misma.

La primera situación es la identificación de dos conflictos inherentes claramente


definidos en cuanto a su desarrollo, su extinción y su reemplazo por otro de
naturaleza distinta. El primero de estos conflictos, se inicia a partir de la primera
década del siglo pasado, y sobre todo a partir de 1922, cuando se desarrolla en
Venezuela la industria petrolera bajo un régimen de concesiones. Aparece, de
este modo, el conflicto inherente entre el Gobierno Nacional, cuyo interés
primordial es el de percibir el mayor beneficio económico posible de la
explotación de su recurso natural, y las empresa concesionarias, que buscan
maximizar el beneficio para sus accionistas derivado de sus operaciones en el
país. El beneficio económico de la Nación, en forma de diferentes impuestos y
regalías, representa un costo para las empresas, lo cual va en contra de su
propio objetivo. Con el proceso conocido como la nacionalización de la industria
el primero de enero de 1976 cesa el régimen concesionario.

Este es un cambio sumamente relevante dentro de la estructura de este sector


de la sociedad. Al desaparecer uno de los actores del conflicto, las empresas,
desaparece también el conflicto en sí. A partir de ese momento, el control total
de las operaciones y todos sus beneficios pasaron a manos del Estado, con lo
cual surge un nuevo conflicto inherente ahora entre grupos internos de la
sociedad venezolana. La esencia de este nuevo conflicto inherente, es el
permanente desacuerdo entre diversos grupos del país con relación a los
objetivos y la forma como debe ser administrado el nuevo ente encargado de
supervisar y ejecutar las operaciones. Parte del desacuerdo que origina este
nuevo conflicto inherente tiene que ver con el grado de injerencia política en la
administración directa de dicha entidad. Unos nuevos actores, unos nuevos
intereses permanentemente contrapuestos, un nuevo conflicto inherente. Esta
primera situación seleccionada muestra como un cambio en la estructura de la
sociedad puede ocasionar la desaparición de un conflicto inherente, y la
aparición de otro
455

La otra situación que hemos tomado como ejemplo, se desarrolla enteramente


durante el conflicto inherente derivado del régimen concesionario. Dentro de
este prolongado proceso, vamos a fijar nuestra atención en dos eventos
puntuales ocurridos con una diferencia de cuarenta años. El primero de ellos,
tiene lugar el 16 de julio de 1930, cuando el Ministro de Fomento, Gumersindo
Torres, crea el Servicio Técnico de Hidrocarburos. Posteriormente, el 17 de
diciembre de 1970, mediante una modificación a la Ley del Impuesto sobre la
Renta, el Ejecutivo Nacional asume la potestad para fijar unilateralmente los
valores de referencia a los fines del pago de dicho impuesto. Vistas de manera
independiente, resulta difícil establecer cuál es la relación entre estas dos
decisiones.

Sin embargo, vale la pena recordar, que durante el conflicto inherente propio del
régimen concesionario, un elemento importante era la determinación de los
pagos que las concesionarias debían cancelar a la Nación. Dichos pagos,
dependían fundamentalmente de los volúmenes extraídos y comercializados
por las concesionarias, y del precio al cual se hubieran vendido dichos
volúmenes. Durante los primeros años de la industria, las empresas eran
quienes declaraban tanto los volúmenes producidos y vendidos, como el precio
al cual dichas transacciones se habían llevado a cabo. En base a ello,
entregaban a la Nación lo que ellas habían determinado que le correspondía.
Sobre el control de los elementos que conforman los pagos que las empresas
deben cancelar al gobierno, descansa el desarrollo de este conflicto inherente
de más de sesenta años. La creación del Servicio Técnico de Hidrocarburos y
sus inspectorías en 1930, permitió controlar, a nivel de campo y de manera
directa, los volúmenes de crudo producidos por las concesionarias. Un paso
inicial en la gradual migración de poder que pasa de las empresas
concesionarias a los diferentes gobiernos de Venezuela. Durante el lapso que
va de 1930 a 1970, ocurrieron muchas cosas, el país era totalmente distinto
desde el punto de vista político, social, económico y cultural. Sin embargo, el
conflicto inherente entre las empresas y el Estado, continúa vigente. Dentro de
456

esta variedad de acontecimientos, llegó un momento en que el gobierno


venezolano llegó a tener dudas acerca de la validez de los descuentos sobre
los precios del mercado que las empresas alegaban haber tenido que otorgar a
ciertos clientes. El balance de poder en ese momento se había decantado de tal
manera a favor de Venezuela, que el gobierno estuvo en condiciones de fijar
unilateralmente los valores de referencia a los fines del ISLR. Un período de
cuarenta años, en el cual ocurrieron otra serie de eventos, pero que
simplemente culminaba con el control por parte del Estado de todos los
elementos que condicionaban los pagos de las empresas. Primero, los
volúmenes producidos, cuarenta años después el valor de realización que debía
utilizarse paras calcular el ingreso por ventas. Observar estos dos eventos fuera
del contexto del conflicto inherente, hace muy difícil establecer una relación
entre ambos.

Tal como mencionamos al principio del presente capítulo, a fin de completar


todos los elementos necesarios para satisfacer el objetivo general del presente
trabajo, es necesario analizar los resultados del mismo bajo la perspectiva de
dos ejes diferentes. Por una parte, revisando los principales conflictos que se
desarrollaron en cada una de las diversas etapas de la historia de la industria
petrolera venezolana. Por otra, llamar la atención de los diferentes puntos en
los cuales la mencionada historia ilustra las características propias de los
elementos conceptuales asociados a esta rama del conocimiento que
corresponde a los conflictos (Código 6304.01 de la UNESCO) y a la resolución
de los mismos (Código 6304.02 de la UNESCO) tal como pueden ocurrir en
cualquier tipo de contexto.
457

3. CONFLICTOS COMPLEJOS EN LA INDUSTRIA VENEZOLANA:


En el análisis siguiente, se ha prescindido totalmente de la etapa que hemos
denominado como de “La prehistoria”. Por otra parte, dicho análisis se ha centrado
sobre todo en los períodos denominados “La gradual migración del balance de
poder” y “La consolidación de una nueva estructura”. El período correspondiente a
“La etapa de la dependencia”, representa los antecedentes de la primera, como parte
de un extenso conflicto inherente que ocupa esas dos etapas. La etapa
correspondiente a “La centralización de ‘La Gran Empresa Nacional’”, es la
continuación de la segunda, desarrollándose en ambas un nuevo conflicto inherente.

3.1. LOS CONFLICTOS EN CADA UNA DE LAS ETAPAS:


Vamos a repasar nuevamente los diferentes períodos en los cuales hemos
subdividido la mencionada historia de la industria venezolana del petróleo,
tratando de resaltar en esta ocasión, los principales conflictos ocurridos en cada
una de ellas.

3.1.1. La Prehistoria:
Durante el período que hemos denominado la prehistoria, no se registran aún
mayores conflictos dentro del marco de la industria petrolera, esta no se ha
configurado aún como tal. Esta etapa, tal como dijimos en su oportunidad, se
incluyó a fin de darle coherencia a la narración de la historia de dicha industria.
Tal vez, lo único que cabe mencionar dentro de esta época, es el conflicto de la
New York and Bermúdez Company con el gobierno de Cipriano Castro (p. 211).
Es posible, por otra parte, que el otorgamiento durante este período de
extensas áreas de concesión, haya dado lugar también a situaciones de
conflicto, sin embargo, no se cuenta con suficiente información de esa época
para llegar a definirlos.

3.1.2. La etapa de la dependencia:


El período siguiente, es aquel en el que las grandes empresas buscan
posicionarse en Venezuela. En ese momento, si bien se encontraban aún en
una ruda competencia entre sí, estas compañías tenían el control absoluto de la
458

industria, por tal motivo, la mayoría de los conflictos se producen entre las
empresas mismas. El desarrollo del presente trabajo ha mencionado varios de
esos eventos en el ámbito internacional. Dentro del marco de Venezuela
misma, hay un hecho que constituye un ejemplo de la influencia de un evento
fortuito, resultado de una decisión cuyas consecuencias eran sumamente
difíciles de predecir al momento de tomarla. Se trata de los efectos que, en la
década de los veinte, se derivaron de la renuncia por parte de la Venezuela Oil
Concessions del grupo Shell, de algunas de las áreas incluidas en la concesión
Aranguren. (p. 213). Entre las áreas renunciadas se encontraba el Lago de
Maracaibo, una de las áreas más prolíficas del mundo y que terminó siendo
controlada posteriormente por la filial de la Standard de New Jersey.

Un hito importante de este período, lo constituye la gestión del Ministro de


Fomento del gobierno de Gómez, el doctor Gumersindo Torres, durante cuya
gestión funda el Servicio Técnico de Hidrocarburos y sus respectivas
inspectorías de campo (p. 243). Este es el primer evento explícito del conflicto
inherente entre las empresas y los gobiernos de Venezuela. Como hemos
mencionado reiterativamente, no es posible comprender la relación de este
hecho con muchos de los eventos subsiguientes, si no se enfoca dentro del
marco del mencionado conflicto inherente. Así, por ejemplo, cómo entender la
relación entre este hecho y la Ley de Reversión, promulgada cuando ya la
migración del balance de poder le había permitido al gobierno pasar a una
mayor injerencia operacional, y no preocuparse sólo por el monto de la
recaudación fiscal. Este hecho, se puede considerar, tal como mencionamos,
como el primer paso del prolongado proceso por el cual el gobierno llegaría a
controlar todos los factores de los que depende el monto a pagar por concepto
de Impuesto sobre la Renta.

3.1.3. La gradual migración del balance de poder:


Esta es sin duda una de las etapas más ricas en cuanto a generación de
conflictos dentro de la historia de la industria petrolera en Venezuela. En ella
transcurre, de manera clara, la gradual migración del balance de poder de las
459

empresas concesionarias a la Nación, dentro del conflicto inherente entre


ambas y que desaparecería el primero de enero de 1976. El hilo conductor de
este conflicto lo constituye, en principio, el paulatino aumento de la participación
del Estado en las ganancias de las concesionarias a través del Impuesto sobre
la Renta. Sin embargo, en un momento dado, sobre todo a partir de la década
de los sesenta, los gobiernos comienzan a orientarse hacia una cada vez mayor
injerencia en los aspectos operacionales.

Durante este período, Venezuela es uno de los protagonistas de un evento de


trascendental importancia en el ámbito internacional, la fundación de la OPEP.
Este evento, sin embargo, es el resultado de los esfuerzos de Venezuela en dos
frentes hasta cierto punto contrapuestos. Por una parte, el tratar de
contrarrestar la competencia que representa el espectacular crecimiento de la
producción del Medio Oriente. Por otra, las crecientes limitaciones a las
importaciones por parte de los Estados Unidos, su mercado natural. Dos
importantes conflictos de intereses que Venezuela trató de conciliar buscando
un trato preferencial a nivel continental. El fracaso de estas gestiones, condujo
a una aproximación a los mencionados países del Medio Oriente (p. 320-322).
Las fracaso de las gestiones del ministro Pérez Alfonzo ante el gobierno de los
Estados Unidos, junto con otra serie de elementos fortuitos en el entorno del
ámbito internacional, como la depresión de los precios en la década de los
cincuenta, condujo eventualmente a la ya mencionada fundación de la OPEP.
Como se puede ver, en los conflictos complejos, en muchas ocasiones las
soluciones viables dependen, tanto de eventos fortuitos, como de las decisiones
de otros actores, como lo fue en este caso la actitud de los Estados Unidos.

Existe, al inicio de esta etapa, un hito de particular importancia, se trata de la


promulgación de la Ley de Hidrocarburos de 1943 (p. 251-271), cuya
importancia histórica no puede ser suficientemente enfatizada. Este evento es
igualmente notorio, tanto por la riqueza de las situaciones de conflicto que se
presentaron en su desarrollo, como por aquellas a las cuales dio origen. La
promulgación de esta ley, al haber transformado la noción de concesión y por la
460

importancia preeminente que en ello tuvo el impuesto sobre la renta, guarda


relación, por una parte, con la ya mencionada fundación del Servicio Técnico de
Hidrocarburos y sus respectivas inspectorías trece años antes. Por otra, se
relaciona con la fijación unilateral, por parte del gobierno, de los valores de
referencia a los fines del pago de dicho impuesto, veintisiete años después. La
resonancia de los efectos de esta ley alcanza hasta el mismo momento de la
nacionalización en 1976. Como evento puntual, por otra parte, pone de
manifiesto la posibilidad de aplicar un enfoque integrador en la negociación de
un conflicto, por complejo que sea. Finalmente, muestra el papel de la influencia
de terceros, como lo fue la del Presidente Roosevelt de los Estados Unidos, y la
influencia, de nuevo, de un evento fortuito en el campo internacional, como lo
fue la segunda guerra mundial.

Dentro de este proceso cabe mencionar eventos puntuales como las reformas a
la mencionada Ley del Impuesto sobre la Renta de 1946, 1948, las de julio y
diciembre de 1958 y la de 1961. Este proceso culmina con la del 17 de
diciembre de 1970, que faculta al ejecutivo a fijar unilateralmente los valores de
referencia a los fines del pago de dicho impuesto. Todas ellas, han ido
incrementando la participación de la Nación en las ganancias del negocio,
incluso con modalidades como la de febrero de 1961 que, al establecer el pago
progresivo de dicho impuesto, lo único que hacía era alterar el cronograma de
flujo de caja de las empresas y del gobierno.

Otra serie de estos eventos que forman parte del conflicto inherente entre el
gobierno y las concesionarias, y cuyo desarrollo transcurre, a partir de un
determinado momento, de manera paralela, aunque no necesariamente
coincidente, tienen que ver con los aspectos operacionales. Algunos de ellos,
son acciones tomadas de manera directa sobre la actividad operacional, en
otros, la injerencia se deriva de acciones no relacionadas directamente con las
operaciones, pero que las afectan. Este último es, por ejemplo, el caso que
acabamos de mencionar de la modificación de la Ley del Impuesto sobre la
Renta de febrero de 1961, que al afectar negativamente el flujo de caja de las
461

compañías originaba, sin duda, efectos operacionales. Una forma ya más


directa de esta intervención, fue la obligación de unificar los yacimientos
operados por más de una concesionaria (p. 326-329) llevada a cabo entre 1960
y 61.

Un conflicto realmente complejo dentro de este avance hacia el control de las


operaciones de la industria por parte del Estado, fue el que tuvo que ver con
todas las previsiones que se debían tomar ante la cercanía de la prescripción
de las concesiones. Este conflicto culminó con la llamada Ley de Reversión del
30 de julio de 1971. La intervención directa culmina con el Decreto Presidencial
832 del 17 de diciembre de 1971 (p. 347-348) que establecía que el Ministerio
de Minas e Hidrocarburos debía aprobar los programas operacionales de las
filiales e, incluso, dictaba ciertas actividades en algunas funciones. Debido a
esta última característica, este decreto continuó siendo fuente de conflictos
después de nacionalizada la industria.

El presente estudio multi-caso, ilustra también que existen además algunos


conflictos de naturaleza distinta, que pueden hacerse presentes, aunque con
manifestaciones diferentes, durante el desarrollo de los conflictos inherentes.
Ejemplos típicos de este tipo de conflictos lo constituyen las decisiones
orientadas a la formación de la CVP el 19 de abril de 1960 (p. 352), durante la
vigencia del régimen concesionario y el proceso de internacionalización (p.
432), en la etapa post-nacionalización.

La migración del balance de poder en este conflicto inherente, culmina cuando


el Estado toma el control total de la industria, siete años antes de la prescripción
de las primeras concesiones, las derivadas de la ley de 1943. El evento
conocido como la nacionalización de la industria petrolera el primero de enero
de 1976. Con este hecho, al extinguirse el régimen concesionario, llega a su fin,
igualmente, el conflicto inherente derivado del contraste de intereses entre la
Nación y las empresas operadoras multinacionales. La nueva estructura social,
462

en la cual existe una industria ya nacionalizada, da origen a su propio conflicto


inherente. En este nuevo conflicto, se enfrentan los intereses y las posiciones
de grupos internos del país, principalmente los partidos políticos. La esencia de
este nuevo conflicto, son los desacuerdos respecto a cómo se debe manejar la
industria nacionalizada y los objetivos de la misma. El mismo está influenciado,
en buena parte, por las posiciones ideológicas de los diversos grupos, pero
donde entran en juego también las relaciones de poder entre dichos grupos.

El proceso gradual que precede a la nacionalización, sobre todo durante la


década de los setenta, presenta una gran variedad de conflictos complejos.
Para ese momento, las empresas concesionarias han perdido prácticamente su
poder, sobre todo en el ámbito interno. A nivel internacional conservan, y lo
seguirán haciendo en gran medida aún hasta la fecha, la generación de nueva
tecnología y el acceso directo a los consumidores finales en los grandes
mercados. Internamente, sin embargo, ya no son capaces de influir en las
decisiones del gobierno de Venezuela. Con esta nueva característica de la
estructura social, comienzan a manifestarse cada vez más claramente los
conflictos entre los factores internos de dicha sociedad, que son los que van a
prevalecer como propios del conflicto inherente que aparece después de la
nacionalización. Algo que es propio del carácter transicional de los conflictos
complejos en general, y de los inherentes en particular. Importantes debates
políticos se desarrollan cada vez con mayor intensidad, primero con las leyes
de reversión (p. 335) y de la nacionalización del gas (p. 349). Esta última,
constituye un ejemplo más de la típica situación descrita como “la maldición del
ganador”, al haber logrado el gobierno la aprobación de ese instrumento legal
que, sin embargo, no pudo utilizar para aquello que se había propuesto.
Sumamente intenso fue posteriormente, el debate político con relación a los
contratos de servicio (p. 360). La intensidad de estos debates, culmina con la
discusión alrededor de la Ley de Nacionalización, particularmente lo relacionado
con la modificación introducida por el gobierno a su artículo quinto. (p. 392).
463

Se puede afirmar, que en la década de los setenta, el balance de poder a nivel


interno se había decantado de tal manera, que aun estando vigente el régimen
concesionario, el conflicto inherente que se hacía explícito, era ya el propio de
la etapa post-nacionalización. Otra conclusión importante es, pues, que cuando
en un conflicto inherente, una de las partes pierde una cantidad suficiente de
poder con relación a la otra, ese conflicto tiende a desaparecer, aunque la parte
debilitada siga siendo parte de la estructura social.

3.1.4. La consolidación de una nueva estructura:


No obstante, el conflicto inherente al período que sigue a la nacionalización de
la industria el primero de enero de 1976, no se limita sólo a las diferencias en
los intereses de los partidos políticos. La creación de una casa matriz a nivel
local, equipada con personal de las ex-concesionarias, con autoridad sobre
unas filiales con la misma estructura organizativa y el mismo personal de esas
ex-concesionarias, genera una serie de desacuerdos propios del nuevo conflicto
inherente. La nueva casa matriz, no reflejaba la imagen, no transmitía la
autoridad moral, de las antiguas y remotas casas matrices. Esto, no sólo por su
cercanía, sino por el hecho de estar conformada por personal de las antiguas
concesionarias y por tanto percibidas como más cercanas e iguales. Ninguna
de las partes, en buena medida y de diferentes formas, supo comprender el
nuevo rol que le tocaba desempeñar.

Otro conjunto de controversias generado por la identificación de roles al que dio


origen la existencia de una casa matriz a nivel local, tuvo que ver con las
relaciones entre dicha casa matriz y el Ministerio de Minas e Hidrocarburos.
Este último, estaba históricamente acostumbrado a relacionarse con las filiales
de varias casas matrices ubicadas en diversos países extranjeros, la tendencia
a pretender seguir interactuando con las filiales y no con la casa matriz era algo,
hasta cierto punto natural. Por su parte, las filiales, estaban también
acostumbradas a este tipo de relación y su continuidad no representaba para
ellas ningún cambio. Estas relaciones daban origen, sin embargo, a una
situación más crítica, que tenía que ver con la percepción del ministerio con
464

relación a su potestad respecto a las actividades operacionales de la industria.


El despacho consideraba que debía seguir aprobando los programas y fijando
normas para el funcionamiento operacional, un tema que se había venido
incrementando de manera notable a partir de la década de los sesenta. Por su
parte, PDVSA pensaba que eso no tenía sentido, al tratarse de unas empresas
totalmente propiedad de la Nación. Un caso emblemático en este sentido, fue la
polémica acerca de la vigencia del Decreto 832 (p. 414).

Un elemento importante en el caso de las relaciones del MMH con las nuevas
empresas, en particular con la casa matriz, fue la diferencia en las condiciones
de trabajo. Estas diferencias en salario y condiciones sociales, eran algo
aceptado como natural en el régimen concesionario, era la diferencia entre
trabajar para una empresa extranjera o para el país, era incluso, en cierta
forma, un orgullo. Esta situación era percibida como inaceptable una vez que
todos trabajaban para el Estado. En ciertas ocasiones, para algunas personas
de la industria, estas diferencias eran debidas al contraste en las competencias
profesionales entre ambos grupos. De cualquier modo, este tema, por lo
general sumamente sensible, era una especie de telón de fondo en todos los
conflictos entre estos grupos.

Anteriormente mencionábamos la posible desaparición de un conflicto inherente


y la aparición de otro, cuando las relaciones de poder han llegado a cierto nivel.
De manera complementaria, como acabamos de ver, algunos cambios en
ciertos aspectos de la estructura social, pueden resultar en nuevos tipos de
conflictos complejos entre organizaciones aparentemente análogas.

3.1.5. La centralización de “La Gran Empresa Nacional”:


Como ya se ha mencionado, los conflictos inherentes suelen mostrar una
tendencia, si bien gradual pero clara, a una migración definida en las relaciones
de poder entre las partes. En el conflicto propio del régimen concesionario, esta
tendencia se manifestó en la paulatina migración del poder de las empresas
465

hacia los gobiernos, tanto a nivel global, como en el ámbito interno de


Venezuela. En el nuevo conflicto, propio del período post-nacionalización, los
desacuerdos se originan con relación a los objetivos de la industria
nacionalizada y a la forma como la misma debe ser manejada. Aquí, en
principio, se enfrentan las opiniones de algunos grupos políticos y de un sector
de la sociedad, que incluye al personal de la industria nacionalizada, tanto de
las empresas como del ministerio. Los primeros, son partidarios de un mayor
control político, para lo cual es necesaria una mayor centralización de la
estructura organizativa, que asegure darle a la empresa un “mayor contenido
social”. Expresión que, como ya hemos dicho, implica asignarle a la empresa
petrolera una serie de responsabilidades adicionales, ajenas a su misión
esencial. Otro sector importante de la población, visualiza a la empresa, o
empresas, petroleras funcionando de la misma manera como lo hacían durante
el régimen concesionario, pero ahora como entidades propiedad de la Nación y
no de multinacionales extranjeras. Su misión sería, en este caso, generar el
mayor margen de ganancias posible a través del negocio petrolero, para
proveer al país con el máximo de los recursos económicos necesarios para el
desarrollo de otras actividades en beneficio de la población.

Este conflicto inherente es, como también hemos mencionado, propio de los
países latinoamericanos, donde se desarrolla con unas características
particulares. Una de ellas, es la generación de una de esas tendencias a la
migración del balance de poder entre las partes, propia de muchos conflictos
inherentes. En este caso particular, generalmente se produce un paulatino
predominio de la influencia de la tendencia partidaria de un cada vez mayor
control e injerencia política en la administración y la definición de la misión y
objetivos de estas empresas. En el caso de la industria petrolera venezolana,
esta tendencia no fue observable antes de 1997, año en el que ocurre la
centralización administrativa de la casa matriz. Un evento hasta cierto punto
fortuito, llevado a cabo por razones ajenas a las apuntadas más arriba, pero
que, como es lo usual, inseparable de las tensiones en juego dentro de un
conflicto inherente. La migración de la influencia de las diferentes tendencias
466

dentro de este conflicto, se evidencia claramente a partir del nuevo siglo, sobre
todo a partir del año 2002 cuando la misión, objetivos y estilo administrativo de
PDVSA cambian radicalmente.

Una primera conclusión que se deriva del desarrollo de este nuevo conflicto
inherente, es la de corroborar la idea de que dichos conflictos deben ser
observados integralmente bajo su perspectiva temporal. En el caso que nos
ocupa, es la única forma de establecer una comprensión de la forma como se
relacionan, por ejemplo, la discusión del artículo quinto de la Ley de
Nacionalización, la reorganización llevada a cabo en PDVSA en julio de 1997 y
el despido de alrededor de veinte mil trabajadores en el año 2002. Eventos de
naturaleza distinta, llevados a cabo por razones totalmente diferente, pero todos
ellos parte de este nuevo conflicto inherente, una de cuyas características
parece ser la gradual migración hacia una mayor injerencia política dentro de la
industria petrolera estatizada.

Otra conclusión que se desprende de la situación que acabamos de describir,


es la influencia de los aspectos culturales en la generación y el desarrollo de los
conflictos complejos, sobre todo los inherentes a la estructura de la respectiva
sociedad (cf. Fronjosa, 2011b, p. 30). El ingrediente cultural, es el que explica
que el conflicto descrito, propio de las sociedades latinoamericanas, no se haya
generado, por ejemplo, en Statoil en Noruega, ni se generara con relación a
British Petroleum mientras fue propiedad de la Corona británica entre 1914 y
1979.
467

4. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL CONFLICTO:


Acabamos de revisar la caracterización de los principales conflictos asociados a cada
una de las etapas de la historia de la industria petrolera en Venezuela. Corresponde
ahora, revisar la forma como dicha historia permite ilustrar los factores que, en
términos generales, afectan el desarrollo de cualquier conflicto, así como de las
negociaciones asociadas a su resolución.

4.1. Del conflicto en general:


Tal vez, el primer punto sobre el cual vale la pena insistir, es acerca de la
importancia del carácter potencialmente positivo del conflicto como fenómeno
social. La frecuente connotación negativa que usualmente se asocia a la noción de
conflicto, se ve ampliamente desmentida por el carácter constructivo que los
conflictos pueden ejercer en una sociedad o en las organizaciones que la
conforman. La razón fundamental para que esto suceda, es el establecimiento de
mecanismos de conciliación para el manejo del conflicto. La razón indica, y la
experiencia corrobora, que el proceso de negociación es la manera más adecuada
para el manejo de cualquier tipo de conflictos. Especialmente cuando dicho
proceso logra llevarse al plano integrador, consistente en identificar contrastes de
valoración entre elementos distintos que se encuentran bajo el control de los
diferentes actores. Las soluciones radicales, desconocedoras de los derechos del
adversario, y que parecen buscar más su aniquilación que la solución del conflicto
mismo, suelen tener resultados catastróficos para todos los involucrados, en
especial para aquellos que mantienen esa posición radical.

La nacionalización de una industria petrolera, muestra varias experiencias


traumáticas en diferentes países y en diferentes épocas, los procesos de México
en 1938 e Irán en 1951, se pueden considerar emblemáticos en este sentido. Sin
embargo, en Venezuela, la nacionalización de la industria se desarrollo a través de
una serie de negociaciones, que evitaron situaciones de crisis que hubieran
podido resultar en disrupciones de las operaciones, lo cual hubiera sido
sumamente dañino para el país. Ciertamente, alguien podría alegar que las
empresas transnacionales habían perdido gran parte de su capacidad para influir
468

en los eventos y las decisiones relacionados con la industria petrolera venezolana.


Pero ese es precisamente el punto, no son necesariamente siempre las empresas
concesionarias las que pueden generar las mencionadas situaciones de crisis. A
pesar del grado de poder que el Estado venezolano había alcanzado, el sector
político venezolano que se encontraba en ese momento en funciones de gobierno,
optó por negociar una serie de aspectos del proceso, reconociendo los derechos
legítimos de las empresas. Así, por ejemplo, a dichas empresas se les indemnizó
por la porción no depreciada de sus activos. Este clima de concertación
negociada, permitió solventar los pocos, pero trascendentales, asuntos sobre los
cuales el gobierno no tenía control, como fue el caso del acceso a los grandes
mercados y la generación de nueva tecnología. El clima creado alrededor del
proceso, permitió negociar con las ex-concesionarias unos contratos, limitados en
el tiempo, que permitieron, durante los primeros años, superar estas dos
limitaciones.

Otro conclusión que se puede derivar del estudio multi–caso seleccionado para
este trabajo, es la posibilidad de alcanzar esquemas de negociación integradora
incluso en el manejo de conflictos altamente complejos. Las dificultades que
representa el proceso heurístico orientado a identificar contrastes de valoración en
objetos de naturaleza diferente en las negociaciones más sencillas, tiende a hacer
pensar que esto es prácticamente imposible en el manejo de conflictos complejos.
Este no es necesariamente el caso. Ciertamente, la complejidad misma de los
procesos involucrados hace que cualquier negociación asociada sea también más
compleja, no obstante, la identificación de los contrastes de valoración
mencionados es igualmente factible. Siempre es posible conseguir elementos a
los que una de las partes está dispuesta a renunciar con tal de conseguir otros
que para ella son particularmente importantes.

La aprobación en Venezuela de la Ley de Hidrocarburos de 1943, fue un proceso


complejo donde existían múltiples circunstancias que han podido degenerar en
una crisis. El desenlace de este conflicto dependió, en parte, de una serie de
factores del entorno, algunos de ellos fortuitos, y de la intervención de terceros.
469

Sin embargo, dicho resultado fue posible gracias al mencionado intercambio de


elementos de distinto valor percibido. El gobierno del Presidente Medina logró
aprobar una ley de marcada afirmación nacionalista y de importantes
implicaciones para el largo plazo. A cambio, aceptó prorrogar la vigencia por
cuarenta años de todas las concesiones existentes para ese momento sin importar
su situación previa. Esto, para las empresas, significaba sacrificar una parte
importante de sus ingresos debido a la nueva tasa impositiva asociada a la ley,
pero este sacrificio implicaba asegurar la continuidad de sus operaciones por un
período sumamente prolongado.

4.2. La confusión de las diversas actividades de los actores:


Por otra parte, existen también factores que tienden a reforzar el carácter negativo
con el que muchas personas asocian el conflicto. Tanto las personas como los
grupos, están involucrados, a la vez, en una enorme cantidad de actividades
diversas. Las motivaciones, los principios y las intenciones involucrados en cada
caso, pueden ser considerablemente distintos. Es muy frecuente, al calificar la
actuación de las personas en determinadas situaciones, traer a colación
elementos totalmente ajenos a esos problemas, por el simple hecho de que dichas
personas han participado en otros eventos de naturaleza totalmente distinta. En
ocasiones, un artista de reconocido merito, ha sido descalificado como tal, debido
a sus preferencias políticas; o un deportista notable, lo ha sido por sus modales
como persona.

Algo similar ha sucedido tradicionalmente al juzgar la política petrolera de la


dictadura de Marcos Pérez Jiménez, que fue duramente criticada por algunos
sectores, debido al hecho de que se trataba de una dictadura brutalmente
represiva (p. 296-299). Posteriormente, ya derrocada la dictadura, muchas
personas pertenecientes a los grupos que la adversaban, reconocieron, de
manera más o menos explícita, lo adecuado de esas políticas dadas las
circunstancias del momento en que fueron tomadas (p. 296).
470

Una variante de este tema, es ignorar los logros de un gobierno en una


determinada área, por el hecho de ser criticable por otras causas. Así mismo, se
tienden a exaltar logros similares, cuando son llevados a cabo por
administraciones cuya conducta se considera más aceptable. Así, los
antecedentes de la fundación de la OPEP, se sitúan en la acertada decisión del
ministro Pérez Alfonzo de visitar el Medio Oriente para establecer contacto con los
países de esa región (p. 319). Por otra parte, se ignora frecuentemente el hecho
que el primer contacto con esos países se llevó a cabo en septiembre de 1949,
precisamente durante la dictadura de Pérez Jiménez. En esa ocasión, una
comisión nombrada por los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Fomento
visto varios de esos países informándoles de las ventajas jurídicas de la Ley de
Hidrocarburos de Venezuela de 1943 (p. 290-291).

4.3. La aparición de la complejidad:


Entrando ya propiamente en el campo de los conflictos complejos, esta
característica, la complejidad, generalmente aparece cuando aumenta
considerablemente el número de actores, su variedad y la cantidad de tópicos
involucrados en el conflicto. Durante la segunda guerra mundial, Venezuela era el
segundo productor y primer exportador a nivel mundial, su contribución en esta
contienda fue decisiva para los aliados. Bajo un esquema que establecía un precio
consensualmente regulado, tomando como base el crudo West Texas
Intermediate, FOB Houston, fijado en $ 1,19, todo era relativamente simple. No
habían competidores a la vista, y cualquier cambio en el mercado ya liberado al
final de la contienda, debía favorecer a Venezuela de manera directa, aún sin
olvidar que los mercados estaban bajo el control de las siete grandes empresas
multinacionales.

Sin embargo, al finalizar la guerra en 1945, es cada vez mayor la importancia de la


producción que se viene incorporando a los mercados de los países del Medio
Oriente. Repentinamente, Venezuela se encuentra ante un conflicto cada vez más
complejo. Surgen una serie de tópicos, tales como la competencia que
representan estos países, el desacuerdo con los Estados Unidos con relación a un
471

trato preferencial a nivel continental, la caída de los precios debida a la nueva


capacidad de refinación que supera el incremento en la demanda y los ajustes en
los precios cotizados, que como consecuencia, llevaron a cabo las empresas. Así
mismo, son ahora muchos más los actores involucrados: los gobiernos tanto de
Venezuela y los Estados Unidos, como los de todos los países del Medio Oriente,
las diferentes empresas multinacionales,… De allí en adelante, el país tendrá que
manejar diversos conflictos, todos ellos de considerable complejidad, incluido el
mismo proceso de fundación de la OPEP, los cambios en su influencia dentro de
los mercados. A esto se añade, internamente, la proximidad de la reversión de las
concesiones con todas sus consecuencias…

Por otra parte, está la complejidad que se origina por la aparición de un número
considerable de actores adicionales, se refleja también en la variedad de formas
de comunicación que aparecen en el proceso, tal como mencionamos en el Marco
Teórico (p.14-15). Muchos de los sucesos que tienen lugar a raíz de la fundación
de la OPEP, son una manifestación de este fenómeno. Estas formas de
comunicación, pueden ir desde la comunicación personal directa como lo fue la del
Ministro Pérez Alfonzo, tanto con los Estados Unidos como con los países árabes.
Sin embargo, es necesario distinguir ya, que estas comunicaciones fueron abiertas
y públicas en el primer caso y secretas en el segundo, al menos en principio. La
OPEP misma, como organización, se comunican de manera impersonal y
colectiva mediante comunicados y, sobre todo, a través de sus decisiones. La
información de los precios de referencia, anteriormente publicados por cada
compañía de manera bastante concertada entre todas, pasó, luego de la
fundación de la OPEP y con la aparición del mercado ocasional (spot), a un
complicado proceso de estimaciones que publicaban ciertas empresas
especializadas.

4.4. El papel de los grupos en los conflictos complejos:


Dentro del tema referido a la mayor cantidad de actores como elemento de
complejidad de un conflicto, es necesario tomar en cuenta que, en muchos casos,
dichos actores no son personas individuales, sino grupos. El grado de complejidad
472

que un determinado grupo puede generar, depende no sólo de su tamaño, sino de


otra serie de características. No es lo mismo un grupo conformado por un conjunto
de empleados de una empresa que un partido político dentro de un país, o que
una nación entera. Tal como vimos en el Marco Teórico (p. 17-18.), los grupos no
acostumbran a ser, como se suele pensar, absolutamente uniformes. Los mismos
frecuentemente están conformados por individuos que se identifican con el grupo
por las más variadas causas, pero que, aparte de los elementos fundamentales de
cohesión, pueden presentar diferencias de opinión relevantes acerca de tópicos
particulares. Del mismo modo, como mayor sea el tamaño del grupo y variada su
composición, mayores serán también las posibilidades de heterogeneidad y la
profundidad de la misma.

Con relación a este punto resulta sumamente representativa la actitud de un grupo


de congresistas de Acción Democrática, encabezados por el diputado Arturo
Hernández Grisanti, y usualmente apoyados y asesorados por Juan Pablo Pérez
Alfonzo, con relación a ciertos tópicos que habían sido propuestos por la dirigencia
del partido. Tales fueron los casos de las discusiones alrededor de la Ley de
Nacionalización del Gas (p. 349-351) y las bases de contratación para los
Contratos de Servicio de la CVP (p. 360-366). En el caso de grupos de mayor
tamaño, ya dentro del ámbito de una Nación-Estado, vale la pena recordar, en el
caso de los Estados Unidos, las posiciones contradictorias del Departamento de
Estado, por una parte, y del Departamento de Justicia y la Federal Trade
Commission por otra, a raíz de la crisis de Irán en 1951. El primero, trataba de
coadyuvar a la estabilización política y la recuperación económica de ese país,
promoviendo un consorcio de empresas norteamericanas que asumieran el rol de
la extinta Anglo-Iranian Oil Company. Paralelamente, los segundos, estaban
llevando a cabo una serie de acciones orientadas a dictar medidas anti-trust contra
esas empresas, precisamente por estarse agrupando a nivel internacional (p. 264-
265).

En muchas situaciones, como la ya mencionada política petrolera del régimen de


Pérez Jiménez, la alta carga política o ideológica bajo la cual se enfoca un
473

desacuerdo, puede complicar aún más la ya de por sí compleja situación. La


misma retórica con la cual se discute el problema puede dar la impresión de que
existe una situación de conflicto cuando no es así, o de existir, esta se percibe
como más intensa de lo que es en realidad. Estos enfoques, llegan incluso a
enmascarar posiciones que serían coincidentes entre las partes si el problema se
enfocara desde un punto de vista más objetivo. En muchas ocasiones, sin
embargo, esta aparente discrepancia es buscada intencionalmente como parte de
la confrontación política. En ocasiones, las objeciones de los grupos opositores
son sólo sobre aspectos secundarios o accidentales.

Como ejemplo de todo lo citado, podemos mencionar nuevamente la Ley de


Hidrocarburos de 1943. La misma fue objeto de fuertes críticas por parte de
Acción Democrática como partido opositor al Presidente Medina. No obstante,
cuando en 1945 ese partido llega al poder, después del golpe de Estado que
derrocó a Medina, mantuvo la vigencia de dicha ley que tanto había atacado
desde la oposición. Evidentemente, el conflicto no era tan serio como aparecía, la
ley era viable, y la oposición era una simple toma de posición política. Resultaba
claro que las críticas previas y posteriores a la promulgación de la ley, no se
centraron en el aspecto medular de la misma sino en un aspecto accidental. No se
mencionó para nada el radical cambio en el concepto de concesión, la discusión
se centro en establecer si con ella se había logrado o no la distribución paritaria, el
fifty-fifty, en el reparto de los beneficios entre las empresas y el gobierno. Después
de 1945, como se dijo, la ley permaneció vigente, y lo único que se hizo, fue
modificar la tasa impositiva, algo que se haría después en múltiples ocasiones, y
que era el punto de fondo de la mencionada ley.

Con el ejemplo anterior, resulta evidente también, que en esas situaciones


afectadas por razones políticas o ideológicas, los ataques o la defensa de una
determinada decisión, dependerá de la posición que en ese momento ejerza quien
formula dichos argumentos. Si es parte del grupo responsable por la toma de la
decisión en cuestión ejerciendo funciones de gobierno, tenderá a mantener una
posición radicalmente distinta a la que tendría siendo parte de los grupos
474

opositores a dicho gobierno. Así, por ejemplo, en 1978, Pérez Alfonzo criticaba a
la Junta Directiva de PDVSA quienes, según él, se consideraban con derecho a
tomar decisiones sin consultar a nadie, “como si fueran los dueños de la principal
riqueza nacional” (p. 402). Sin embargo, él mismo, como Ministro de Minas e
Hidrocarburos en 1959, buscó, por cuenta propia, un trato preferencial para el
crudo venezolano en los Estados Unidos, y ante el fracaso de esas gestiones (p.
318), decidió efectuar contactos con los países del Medio Oriente, llegando a
establecer, a nivel personal, un “pacto de caballeros”, a nombre de la Nación, con
Abdullah Tariki, el Ministro de Asuntos Petroleros de Arabia Saudita (p. 319).

Adicionalmente, en ocasiones, un determinado conflicto explícito puede serlo sólo


en apariencia, el mismo puede simplemente enmascarar otro conflicto de
naturaleza totalmente distinta. Esta situación, sucede frecuentemente cuando una
decisión con relación a cualquier área de la sociedad, es atacada por razones de
discrepancia ideológica, sin prestar realmente mucha atención al acuerdo o
desacuerdo real con el fondo de la decisión. A partir de 1958, partidos como el
PCV, el MAS, el MEP, y a partir de cierto momento URD, se oponían
indefectiblemente a cualquier propuesta de los gobiernos de Acción Democrática y
Copei. Así sucedió con tópicos de legislación tan importantes como la Ley de
Reversión y el tema de las indemnizaciones asociado a ella, la Ley de
Nacionalización del Gas y los Contratos de Servicio, las discusiones previas al
proceso de la nacionalización y muchas de las decisiones posteriores a la misma,
como fue el caso de la apertura y la internacionalización. La reacción de estos
partidos, se debía a su escaso caudal de votos en todas las elecciones llevadas a
cabo durante el período de la República Civil. Durante ese período, los dos
partidos mayoritarios, capitalizaban, entre ambos, una mayoría abrumadora del
electorado. Para los grupos minoritarios, era una especie de obligación adversar
cualquier medida propuesta por cualquier de los dos grandes partidos que
ejerciera la función de gobierno. Todas estas leyes, por otra parte, pudieron ser
aprobadas gracias al consenso de esos dos partidos en el Congreso de la
República.
475

Debido a la actitud que acabamos de describir, es muy frecuente que los logros de
un gobierno sean ignorados, o tratados de manera tangencial por gobiernos de
tendencia distinta. Estos, a su vez, trataran de magnificar sus propias conquistas,
a veces idénticas o muy parecidas, llegando incluso, no sin una buena dosis de
cinismo, a afirmar que se estaban reparando, con acciones similares, los errores
del pasado. De este modo, muchas de las personas y grupos que atacaron
violentamente la modificación del artículo quinto de la Ley de Nacionalización (p.
392-396) y la apertura petrolera (p. 424-432.), y en general cualquier tipo de
participación de capital extranjero, son las mismas que hoy defienden la creación
de empresas mixtas en la Faja Petrolífera del Orinoco o en el proyecto gasífero del
Norte de Paria. Alegan estas personas que se trata de un mecanismo distinto que
pretende corregir la entrega que se hacía de nuestros recursos a través del
proceso de apertura. En realidad la única diferencia es que en esta última las
empresas extranjeras asumían los riesgos de la operación y recibían, como
simples contratistas, un estipendio preestablecido en caso de tener éxito. En el
caso de las empresas mixtas, la Nación comparte los riesgos con el socio quien
es, por otra parte, copropietario de todos los activos, incluidos los recursos
descubiertos o sujetos a explotación.

En esta línea, cuando los argumentos relacionados con el conflicto, involucran


conceptos considerados de gran sensibilidad, como la soberanía o el ser calificado
de nacionalista —o anti-nacionalista—, las posiciones tienden a radicalizarse aún
más. En muchos casos, el simple hecho de que algunos aspectos de un
determinado proceso hayan sido negociados, es visto por algunos grupos, como
una renuncia a los derechos de la Nación, y no como la búsqueda del mayor
beneficio para la misma dentro de una situación compleja. Este fue típicamente el
caso de algunos de los aspectos relacionados con el proceso de nacionalización,
al igual que ciertos tópicos vinculados, de nuevo, con la Ley de Hidrocarburos de
1943.

Finalmente, existe un elemento de fondo, que da origen, en el caso de las


empresas petroleras del Estado, a un conflicto de intereses que constituye un
476

verdadero dilema. Por una parte, estas empresas, precisamente por ser propiedad
del Estado, deben mostrar una gran transparencia en la toma de sus decisiones.
Por otra, un alto grado de confidencialidad es indispensable en la toma de ciertas
decisiones, a fin de asegurar un desempeño eficaz y eficiente dentro de un
negocio tan altamente competido. El conflicto entre transparencia y
confidencialidad, es fuente de intensas tensiones para los administradores de
estas empresas.

4.5. Los grupos y quienes los representan:


Con relación a los grupos que intervienen en un conflicto, sobre todo si su
actuación se analiza en diferentes momentos, hay que tomar en cuenta que las
personas que ejercen la representación del grupo, no son siempre las mismas.
Así, durante el período de vigencia de las concesiones, las empresas tenían que
interactuar con “el gobierno de Venezuela”. Este, sin embargo, no era el mismo
durante la presidencia de Medina, que en el trienio 1945-1948 o en la dictadura de
Pérez Jiménez, el gobierno de Rómulo Betancourt, el de Caldera o el primero de
Carlos Andrés Pérez. Todos ellos eran, sin embargo “el gobierno de Venezuela”.

La diversidad de personas que en un momento dado ejercen la representación de


un grupo, genera una serie de elementos adicionales que contribuyen a la
complejidad del conflicto y de las negociaciones asociadas al mismo. Por una
parte, es necesario tomar en cuenta la personalidad individual de cada uno de
ellos, por otra, las circunstancias del entorno y las presiones que ello genera sobre
cada una de estas personas. Lo difícil, en este caso, es determinar en qué medida
influyen cada uno de estos factores en las decisiones tomadas por el
representante de un determinado grupo.

Este tema se ilustra comparando la actitud de Franklin D. Roosevelt y Dwight D.


Eisenhower, ambos actuando como presidentes de los Estados Unidos, en tres
momentos diferentes. En el caso de Roosevelt, cabe recordar su intervención
conciliadora, como elemento externo, en el caso de la nacionalización de la
477

industria petrolera mexicana en 1938 (p. 261-262) y la aprobación de la Ley de


Hidrocarburos de Venezuela de 1943 (p. 251ss.). Por otra parte, en 1951, el
presidente Eisenhower aprueba la intervención de la CIA en la operación T.P. Ajax
para derrocar al Primer Ministro de Irán, Mohammed Mossadegh, quien había
nacionalizado la industria de ese país (p. 264). Ciertamente, las circunstancias del
entorno eran distintas en ambos casos. En 1943, Roosevelt gobierna un país
involucrado en la segunda guerra mundial, el petróleo tiene en ese momento una
gran importancia estratégica y había que mantener su suministro a toda costa, sin
distraerse del esfuerzo bélico. En 1951, el mundo se encuentra en plena “guerra
fría”, el enemigo han dejado de ser las potencias fascistas de Europa, la
preocupación ha pasado a ser la expansión del comunismo, e Irán es un país
vecino de la Unión Soviética. Por otra parte, Roosevelt es un hombre conciliador,
partidario de la negociación, promotor de la “política del buen vecino”. Eisenhower,
por otra parte, es un hombre de formación militar, ex Comandante en Jefe de las
Fuerzas Aliadas en Europa durante la segunda guerra mundial, responsable en
ese momento por implementar la política de la contención. Dos personalidades
distintas, unas circunstancias diferentes en el entorno; sin embargo, tanto
Roosevelt como Eisenhower, en su debido momento, eran el Presidente de los
Estados Unidos.

Los ejemplos anteriores, muestran también que los conflictos que se producen
dentro del negocio petrolero, no son ajenos a la influencia del entorno
internacional. Bajo este marco de referencia, frecuentemente es difícil distinguir
ciertos actores externos, de alguna de las partes directamente involucradas en el
conflicto. Así por ejemplo, se tiende a identificar al gobierno de los Estados
Unidos, con los intereses de las empresas multinacionales originarias de ese país.
No obstante, son varios los episodios descritos en el estudio multi-caso que
demuestran que esto no necesariamente es así. La ya mencionada Ley de
Hidrocarburos de Venezuela del año 1943 brinda nuevamente un ejemplo de lo
que estamos mencionando. En esa ocasión el Presidente Roosevelt de los
Estados Unidos, abogó ante las empresas norteamericanas para evitar una
reacción negativa ante la mencionada ley (p. 268-269). Cabe recordar también, la
478

mucho más notoria intervención de Roosevelt ante las compañías con ocasión de
la nacionalización de la industria petrolera en México (p. 261-262).

4.6. Conflictos paralelos y simultáneos:


Es frecuente, en el desarrollo de los conflictos complejos, que los mismos no
aparezcan como un sólo conflicto individual aislado. La complejidad, generalmente
se caracteriza por la aparición de una serie de conflictos asociados a un mismo
tópico general. Los conflictos que van apareciendo tienen un carácter dinámico y
en muchos casos, como en todo sistema, las consecuencias de un evento,
presentan un retraso con relación al hecho puntual que les dio origen. Así por
ejemplo, el control de los mercados por parte de la OPEP, no se alcanza
plenamente sino hasta 1973, más de diez años después de la fundación de la
organización en 1960, y ello, incluso debido a un hecho fortuito, la guerra del Yom
Kippur.

Otro ejemplo, la negativa de los Estados Unidos a establecer en 1959 cuotas


preferenciales a nivel continental, se relaciona con el mismo tema y puede
considerarse un buen ejemplo de un efecto de retroalimentación. La negativa al
establecimiento de las mencionadas cuotas a nivel hemisférico, dio origen a las
primeras acciones por parte de Venezuela, que condujeron eventualmente a la
formación de la OPEP. Pudiera especularse que este hecho no hubiera sucedido
de habérsele garantizado al país sudamericano una cuota dentro del mercado de
los EE. UU., o al menos, hubiera ocurrido de manera diferente, y con seguridad
bastante más tarde.

Igualmente, durante el régimen concesionario, en Venezuela, el conflicto


fundamental entre el Estado y las empresas, estaba definido por la proporción que
los ingresos fiscales representaban de las ganancias de las compañías. Sin
embargo, desde antes de finalizar la década de los sesenta del siglo pasado,
comienzan a aparecer una serie de tensiones, debido a la cada vez mayor
injerencia por parte del gobierno venezolano en las operaciones de las
concesionarias (p. 333ss.). Dos conflictos, que si bien reflejan la gradual migración
479

del balance de poder entre las partes dentro del conflicto inherente entre ellas, se
trata de dos conflictos de naturaleza distinta y que, en cierta medida, durante
varios años convivieron el uno con el otro.

4.7. Las relaciones de poder:


En el manejo de cualquier conflicto, son fundamentales, en sus más variadas
formas, las relaciones de poder entre las partes. Esto es especialmente válido en
el caso de los conflictos complejos, donde las fuentes de poder con las que
cuentan las partes, de por sí muy variadas, se diversifican considerablemente. Así,
por ejemplo, nuestro estudio multi-caso, ha mostrado como el poder con relación
al control de las decisiones relacionadas con la industria petrolera en Venezuela,
sufrió una gradual migración a favor de los gobiernos del país. No obstante, las
empresas concesionarias mantuvieron, no sólo en Venezuela, sino a nivel
internacional, dos importantes principios de poder: el acceso a los consumidores
finales en los grandes mercados y la generación de nueva tecnología. Esto les
permitió, a través de contratos que permitían a la Nación venezolana acceder a
estos dos elementos, seguir contando, aunque sólo por algunos años, con un
cierto margen de beneficios derivados de la industria del país.

De lo anterior, se desprende que en los conflictos complejos, al igual que en


cualquier tipo de conflicto, las partes debe tratar de identificar los elementos en los
que se fundamentan las diversas formas de poder que poseen. Los elementos que
sustentan el poder de las partes, por otra parte, pueden variar debido a ciertos
eventos fortuitos, a veces totalmente imprevistos. Este es el caso del éxito de
Venezuela al aprobar la Ley de Hidrocarburos de 1943. Este resultado, se debió
en buena medida, al hecho de encontrarse la segunda guerra mundial en pleno
desarrollo. Este hecho no privó, por ejemplo, ni en el caso de México cinco años
antes, ni en el de Irán ocho años después. En este sentido, es necesario tomar en
cuenta también la influencia de los igualmente numerosos actores externos que de
alguna forma, consciente o inconscientemente, notoria o solapadamente, con las
más variadas intenciones, afectan las relaciones entre las partes en conflicto. En
480

ocasiones resulta incluso difícil, como ya dijimos, separar ciertos actores externos
de alguna de las partes.

4.8. Los conflictos inherentes a la estructura de una sociedad:


El tema que hemos utilizado como estudio multi-caso en el presente trabajo, la
historia de la industria petrolera venezolana, ilustra claramente, como ya hemos
también mencionado, el desarrollo de dos conflictos inherentes pertenecientes a
sendas etapas de la sociedad venezolana. Son dos conflictos que no poseen el
impacto de un conflicto social, profundamente arraigado o endémico., no obstante,
su trascendencia, y por tanto la necesidad de su comprensión, quedan fuera de
toda duda en el presente trabajo. Muchos de los eventos más relevantes dentro de
estos dos conflictos, especialmente el primero, que es hasta ahora el de mayor
duración, han sido regularmente estudiados como conflictos aislados, sin relación
con otros con los cuales están íntimamente conectados dentro del contexto del
conflicto inherente.

Los dos conflictos mencionados se definen por el carácter permanente de sus


causas: la incompatibilidad inalterable entre los intereses, los principios o la visión
del mundo y de la sociedad misma, por parte de grupos que conviven dentro de la
misma sociedad. En el primer caso, el conflicto de intereses entre un Estado-
Nación que posee un recurso natural de alto valor estratégico y económico y el
conjunto de empresas a quienes dicha Nación ha autorizado para su explotación.
Para los gobiernos de ese país, el interés es el lograr el mayor grado de
participación, usualmente a través de impuestos, en el negocio llevado a cabo con
su recurso natural. Para las empresas, de lo que se trata es de alcanzar el mayor
retorno posible sobre la inversión llevada a cabo para la explotación de ese
recurso. Para esto, los impuestos del país significan un elemento negativo, pues
contribuyen al incremento de los costos de la operación.

El segundo de los conflictos inherentes ilustrados por el presente estudio, tiene


lugar al desaparecer el régimen concesionario, un cambio suficientemente
481

relevante en la sociedad venezolana. Este nuevo conflicto inherente tiene que ver,
una vez estatizada la industria, con el desacuerdo entre diferentes grupos,
principalmente políticos, acerca de los objetivos y la forma de organización de esa
industria nacionalizada.

Un primer elemento que parece darse la mayor parte de las veces en este tipo de
conflictos, es la gradual migración en el balance de poder hacia una de las partes
que lo conforman. Esto resultó evidente en la industria petrolera venezolana
durante el régimen concesionario. En sus primeras etapas, durante la dictadura de
Juan Vicente Gómez, las empresas concesionarias, no sólo controlaban las
operaciones, sino que eran quienes, de hecho, determinaban la contraprestación
que recibía la Nación como resultado del negocio. Esta situación fue variando
gradualmente. Hacia el final de la década de los sesenta, y sobre todo en la de los
setenta, el control del Estado no sólo llegó a ser determinante, sino que la toma
del control de la industria constituyó un desenlace inevitable. En el nuevo conflicto
inherente, el de la industria post-nacionalizada, parece darse un fenómeno similar,
que apunta a un cada vez mayor injerencia de factores políticos en la
administración de la empresa petrolera estatal, acompañada de una perdida cada
vez mayor de la identidad de su misión.

Un elemento característico de los conflictos inherentes a la estructura de una


sociedad, mencionamos que era su carácter transicional. En muchos casos, no es
posible definir con precisión los límites de los fenómenos puntuales que ocurren
durante su desarrollo, aunque en un momento dado aparezcan como un hito
claramente distinguible. Generalmente, estos conflictos restringidos en el tiempo,
suelen comenzar a gestarse en los prolongados períodos de latencia que los
separan de otros eventos puntuales. En muchos casos, son incluso consecuencia
unos de otros, o de los cambios previos en el balance de poder entre las partes,
que acabamos de mencionar. Como consecuencia, y de forma complementaria,
los efectos de cada uno de estos eventos y de los cambios en las relaciones de
poder entre las partes que ellos originan, van a ejercer su influencia sobre eventos
subsiguientes. La Ley de Hidrocarburos de 1943 tiene sus orígenes en las
482

reformas, algunas de ellas fallidas en ese momento, que intentó llevar a cabo el
ministro Gumersindo Torres. Dicha ley, a su vez, será el antecedente de las
posteriores modificaciones a la Ley del Impuesto sobre la Renta. La solicitud de
unificación de los yacimientos comunes a dos o más empresas (p. 326), la ley de
reversión (p. 335), el Decreto 832 (p. 347) y la Ley de Nacionalización (p. 384),
son eventos que aparecen interconectados con toda claridad cuando se les mira
como parte de un conflicto inherente. Esta es una de las principales razones por
las cuales la debida comprensión, tanto de esos eventos de mayor relevancia,
como del conflicto inherente mismo, depende de su ubicación dentro del contexto
de este último.

El carácter transicional que acabamos de mencionar, es propio no sólo de eventos


particulares dentro de un mismo conflicto inherente, sino también del paso de un
conflicto inherente a otro. En el estudio multi-caso que nos ocupa, se observa que
llega un momento en el que el poder de las concesionarias se ha deteriorado
notablemente. En ese momento, la capacidad de decisión de los gobiernos es
cada vez mayor y su injerencia operacional cada vez más intensa. Comienza
entonces a manifestarse, aún durante el régimen de concesiones, el conflicto
inherente derivado de los desacuerdos con relación a las decisiones de la industria
por parte del gobierno. Esto se manifestó claramente en el debate sobre los
Contratos de Servicio (p. 360), la Ley de Nacionalización del Gas (p. 349) y el
debate previo a la Ley de Nacionalización (p. 384ss.). Como ya dijimos, un error
en el que suelen incurrir quienes estudian conflictos en el ámbito social, es ignorar
la relación entre los eventos y el carácter transicional de los conflictos.

En el paso de un conflicto inherente a otro, al producirse un cambio relevante en la


estructura de la sociedad, como lo fue la nacionalización de la industria petrolera,
aparecen estructuras organizativas análogas aunque sustancialmente distintas a
las del conflicto anterior. En estos casos, es frecuente que se produzca una
confusión de roles entre las personas que forman parte de dichas organizaciones.
Así, en el caso de la nacionalización de la industria petrolera venezolana, se crea
una nueva casa matriz completamente distinta, sin embargo, a las de las
483

empresas concesionarias. Esta casa matriz, además de estar geográficamente


mucho más cercana, estaba conformada por algunas de las personas que antes
trabajaban para las concesionarias locales. Estas últimas, pasan a ser filiales de la
nueva casa matriz, cuyo personal eran las mismas personas que trabajaban antes
para las primeras. Toda esta situación generó una compleja confusión en el papel
que cada organización debía jugar, tanto desde el punto de vista de las filiales,
como dentro del seno de la nueva casa matriz. El Ministerio de Minas e
Hidrocarburos no escapó a esta confusión de roles que se generó en el sistema
como un todo. Este proceso se describe en las páginas 405 a 415.

La falta de claridad de la mayoría de las personas con relación al papel que les
correspondía dentro de las nuevas estructuras organizativas, dio lugar, a su vez, a
una serie de conflictos secundarios íntimamente asociados a eta nueva situación.
Los conflictos entre la nueva casa matriz y sus filiales y de estas entre sí, así como
los que involucraron al MMH tenían esta misma raíz común.
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