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2 Reyes 5:1-14
Conozcamos a Naamán, él era: (v1)
Bien visto en su trabajo
Eran mirados con bajeza. Naamán, un hombre admirado y apreciado por todos, de
seguro escondía su enfermedad bajo vestiduras y su armadura, dando así una
apariencia de grandeza, valor y respeto. Pero cuando en lo privado debía quitarse
la armadura y desnudarse se daba cuenta de la realidad de su vida: era leproso.
La reacción de Naamán
1. Dios sana PRIMERO lo primero.
A Dios le interesaba primero sanar lo primero,
Dios podía haberlo sanado de su lepra pero primero debía trabajar en su corazón.
A Dios le interesa bendecirte pero primero quiere trabajar en tu corazón.
Para bendecir al gran General del ejército Dios utilizó una criada para darle un
consejo, para decirle la manera de ser sano Dios utilizó a un Criado y para sanarlo
Dios utilizó un río sucio. Dios quiere de ti que seas humilde para dejarte bendecir
por las personas que Dios usará en el Pacto, no importa cuánto tiempo tienes de
ser cristiano, cuánto dinero tienes, cuanto intelecto tienes o que privilegio tienes,
sólo deja que Dios trabaje en tu vida.
Muchas veces nosotros queremos que Dios obre como nosotros queremos, debes
dejar que Dios obre como él tiene en sus planes que sea, El Río del Jordán era un
río sucio, Naamán dijo hay ríos más limpios porque Dios no me envió allá.
Para Naamán era una vergüenza quitarse la armadura, en primer lugar porque
esto lo descalificaba delante de la sociedad era un leproso.
Si alguien está dañado por dentro, dañará todo lo que tiene afuera, si tiene amigos
los dañará, si tiene padres los dañará, si tiene hermanos los dañará.
Examínate debajo de tu armadura: La Biblia nos manda a examinarnos en:
- Nuestro caminar: Proverbios 4:26-27”examina la senda de tus pies, y todos
tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda.
Aparta tu pie del mal”.
- Nuestro corazón y nuestros pensamientos: Salmo 139:23-24 “Examíname,
oh Dios y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve
si hay en mi camino de perversidad, y guíame por el camino
eterno”.Salmo26:1-3 “Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he
andado; He confiado a sí mismo en Jehová sin titubear. Escudríñame, oh
Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y ando en tu verdad”.
Conclusión: Cada mensaje será una sumergida en el río de Dios y cada vez
nuestro estado será mejor, pero hoy tienes que decidir ser humilde y
descubrirte ante Dios, quitarte la armadura porque Dios te conoce.