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Algunas implicaciones éticas, sociales, legales, filosófico-teológicas.

- ¿Quién tiene derecho a ser inmortal?


- ¿Cambiará el concepto de muerte? El hecho de “detener la muerte”, “evitarla”, e incluso
“curarla”, como muchos refieren, requiere, sin duda, una reconceptualización de lo que es la
muerte, incluso desde un punto de vista teológico. Esto conlleva no sólo implicaciones
filosóficas, sino que incluso legales, sociales, y económicas. Al cambiar este concepto
(apuntando a lo que parece ser la “inmortalidad”) se estaría viendo afectada, de igual manera, el
concepto de vida
- ¿Serán estas tecnologías y avances de libre acceso? ¿Serán pagas? ¿Quiénes podrán disfrutar de
estos “beneficios”? Dudo mucho que sea un procedimiento gratuito, lo que posiblemente
acreciente los intersticios sociales entre clases económicas. Esta disparidad es sumamente
peligrosa. Yo me imagino algo tipo “los pobres mueren, los ricos viven para siempre”, un
poquito radical, pero puede suceder si estas tecnologías siguen desarrollándose.
- ¿Qué efectos tendría “erradicar la muerte” en la sobrepoblación? Este fenómeno se ha
manifestado a pequeña escala, en algunos países, donde la extensión territorial no parece ser
suficiente para albergar la cantidad total de habitantes, lo que conlleva a instaurar un número
específico de hijos por pareja, cosa que sucede en Japón. Si las personas toman más tiempo para
morir, o no mueren nunca, no habría manera orgánica de limitar los números de población, lo
cual generaría costos altísimos para el estado…
- Replanteamientos a nivel laboral. Es bien sabido que hay un espectro en el que se considera que
un trabajo ha disminuido su funcionalidad y utilidad laboral. Por ello existe la jubilación y los
retiros. Estos tratamientos de rejuvenecimiento, o envejecimiento ralentizado, nos empujan a
reconsiderar estas políticas de jubilación, y replantearnos este espectro de utilidad laboral por
trabajador. ¿A qué edad deberán dejar de trabajar los individuos? ¿Cómo podrán las empresas
mantener los trabajadores jubilados si toman mucho más tiempo en fallecer y dejar de
representar un gasto fijo para dicha empresa? ¿Cómo se mantiene un trabajador en caso de no
contar con la edad requerida para conseguir trabajo, luego de haberse retirado? ¿Se eliminarían
las políticas de jubilación?
- Desde un punto de vista legal, ¿cómo se reformulan las prioridades, a nivel de derechos y
deberes, que las que cuentan las personas de la tercera edad? (incluso, habría que reformular
este término) ¿Con qué derechos especiales cuentan las personas cuando la muerte no forma
parte del panorama?
- A nivel médico y filosófico, ¿qué papel juegan las enfermedades en el hombre? Siendo estas
desplazadas.
- Incluso, para mí, es importante mencionar que mucho de lo escrito a nivel académico (filosofía,
sociología, psicología, antropología) se verían desplazado, y requeriríamos de una reformulación
teórica muy profunda. Sabemos que la muerte, y la idea de escapar constantemente de ella,
representa uno de nuestros impulsos y motivaciones primordiales. El efecto social de esto sería,
a mi parecer, desastroso.
- Desde un punto de vista religioso, sabiendo que Jesucristo ha sido el único capaz de volver (y
devolver a otros) de la muerte, ¿qué implicaciones habría a nivel teológico? ¿cómo reaccionaría
la comunidad religiosa ante esto? ¿nos convertiremos en una idea contemporánea de dioses?
- ¿Estos avances aplicarían también para los animales?
- ¿Debería ser esta “solución al envejecimiento” abierta al público?
- ¿Qué pasará con aquellos que no estén de acuerdo con estas políticas frente a los que sí?
¿Morirán algunos y otros no?
- ¿Podrán los políticos gobernar cuanto quieran? Si la muerte y el envejecimiento se desplazan
por completo, habrían países cuyos políticos, posiblemente, se perpetúen en el poder por
mucho más tiempo del que deberían.

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