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COMO AFECTA LA MIGRACION DE VENEZOLANOS A COLOMBIA Y A LA

DORADA

PRESENTADO POR:
ELIANA GIRALDO QUITIAN
LAURA ALEJANDRA LOPEZ
SANTIAGO JOSÉ VALENCIA GAVIRIA

PRESENTADO A:
SANDRA JIMENA MURILLO SABOGAL

CORPORACION UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


CONTADURIA PÚBLICA
MACROECONIMIA
CUARTO SEMESTRE
OCTAVO SEMESTRE
LA DORADA
2019
EFECTOS DE LA CRISIS VENEZOLANA EN COLOMBIA?

La crisis política y económica que vive Venezuela, desde el 2012 hasta la fecha, ha


traído consigo repercusiones para los empresarios colombianos, quienes aseguran que
las exportaciones hacia el vecino país cayeron en más de USD 7 mil millones y las deudas
también crecieron.
El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, señaló que otro coletazo de la crisis
venezolana es la masiva migración de sus ciudadanos, quienes en su mayoría llegan a
Colombia y han desencadenado serios problemas sociales como más personas en búsqueda
de empleo y mayor demanda del sistema de salud lo que requiere millonarios recursos del
Estado.
"La migración sin duda tiene un impacto en términos fiscales y de empleo. En enero
las cifras del Dane mostraron la afectación en esta materia, ya que tenemos una mayor
población activa dispuesta a emplearse; la tasa de participación es más alta”, dijo el
dirigente gremial.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio Colombo venezolana, Germán
Umaña, reveló que los efectos más visibles de la crisis son el incremento del contrabando y
comercio ilegal de combustibles, carne, productos agrícolas entre otros.
"Si vuelve la normalidad el principal reto será recuperar el comercio ilegal, que
mueve más de 1.000 millones de dólares en las zonas fronterizas", dijo Umaña.
El funcionario señaló que pese a la drástica caída de las exportaciones hacia el vecino
país, Colombia aún vende cerca de 300 millones de dólares en productos farmacéuticos y
agrícolas.
Según cifras del Banco Mundial, al menos 2,3 millones de venezolanos habían
abandonado su país hasta agosto del año 2018. De esa cifra, 1,2 millones de personas se
habían trasladado a Colombia.
El organismo alerta que la movilización está poniendo “presiones significativas en las
instituciones", lo que afecta la provisión de servicios, el mercado laboral y las dinámicas
sociales en las áreas receptoras.
Asimismo, muestra preocupación por el desbordamiento en la demanda de servicios
como salud, vivienda, educación, protección social y agua y saneamiento.
Igualmente el BID plantea que el Gobierno de Colombia debe destinar un 0,5% del
Producto Interno Bruto (PIB), que equivale a 1.348 millones de dólares, para atender a los
migrantes.

LA MIGRACIÓN VENEZOLANA GOLPEA LA SALUD COLOMBIANA

A medida que los venezolanos llegan a los hospitales del país en busca de la
atención médica que no tienen en su tierra, el panorama financiero de la sanidad pública se
hace cada vez más complejo en Colombia.
El hospital universitario Erasmo Meoz de Cúcuta parece de guerra. Si antes de la
oleada venezolana sus urgencias se mantenían colapsadas, hoy usan cualquier espacio para
poner sillas y camillas para atender a los enfermos. Los pasillos parecen una extensión de la
unidad de urgencias, y las salas de cirugía permanecen a tope. Pero aún con la dramática y
compleja situación, al final las personas reciben la atención que requieren, algo que no
ocurre con facilidad en el país vecino.
El Erasmo Meoz presenta la cara más visible y dramática del impacto que ha
recibido el sistema de salud por atender no solo a los migrantes sino a miles de venezolanos
que buscan en Colombia una luz ante el evidente derrumbe de la sanidad en la república
bolivariana. En los hospitales a lo largo de la frontera, o incluso de ciudades como
Cartagena, Bucaramanga, Medellín o Bogotá, la situación se repite.
El gobierno de Venezuela desmiente cualquier crisis en su sistema sanitario, pero
las cifras evidencian lo contrario. El 70 por ciento de las salas de emergencia ofrecen
servicios intermitentes o no funcionan, en el 90 por ciento de los hospitales públicos los
rayos X y tomografías tampoco sirven. Un 53 por ciento de los quirófanos no están
habilitados y hay un 88 por ciento de escasez de medicamentos. La OPS estimaba que a
julio de 2018, un tercio de los cerca de 66.000 médicos registrados habrían abandonado
Venezuela.
El derrumbe del sistema de salud del país vecino preocupa no solo a las autoridades
de Colombia, sino a las de todo el continente. Estas han visto cómo ese país se ha
convertido en un foco de enfermedades ya erradicadas, como el sarampión o la difteria, o
ha fortalecido otras, como la tuberculosis, la malaria y las enfermedades de transmisión
sexual, en especial el VIH-sida.

Más de 1.157.000 venezolanos han recibido vacunas desde agosto de 2017 a mayo
de este año, con un costo superior a los 16.000 millones de pesos. En Norte de Santander,
Santander, La Guajira, Arauca, Cesar, Magdalena, Atlántico y Antioquia, Bogotá y
Cartagena se concentra el 84 por ciento de las inmunizaciones aplicadas. La falta de
acciones reales de salud pública ha hecho que los indicadores de salud de Colombia y otros
países hayan sufrido retrocesos.

Cifras del Ministerio de Salud estiman que, desde 2017, el sistema ha prestado cerca


de 3 millones de atenciones médicas a unos 450.000 venezolanos, especialmente en
urgencias fundamentales. Cálculos conservadores muestran que esto le cuesta al Estado
más de 300 millones de pesos diarios, unos 10.000 millones de pesos al mes, partiendo de
que solo entre enero de 2017 y febrero de este año, la red pública hospitalaria le ha
facturado al sistema 227.000 millones de pesos.

¿CÓMO AFECTA LA MIGRACIÓN DE VENEZOLANOS EN COLOMBIA?

Preocupa que de mantenerse el crecimiento de migrantes y la demanda de servicios,


el país tendrá que destinar más de 1,2 billones de pesos anuales solo para atender la salud
de estas personas, y casi 4 billones para educación y otros servicios sociales. Aún peor, la
migración y la crisis sanitaria venezolana también han aumentado los indicadores negativos
en la salud, como los de mortalidad materna, que subió en un 65 por ciento, y la infantil, en
un 30. O que los pacientes con cáncer, diabetes o insuficiencia renal no tengan acceso a los
medicamentos y tratamientos que requieren. De ahí que Iván Darío González, viceministro
de Salud, afirme que “quienes llegan a tener sus hijos o a ser atendidos, lo hacen en un
estado crítico. Hay mujeres embarazadas que llegan con siete u ocho meses sin haber
recibido una sola consulta y con un grado de desnutrición preocupante”.
Desde que Juan Pablo Uribe asumió la cartera de Salud, ha emprendido un trabajo
para garantizarles a los migrantes venezolanos el acceso a la salud.
Y la situación tiende a complicarse. Cálculos del gobierno, conocidos por SEMANA,
muestran que hay unas 5.000.000 millones de nuevas personas que pueden demandar
servicios del sistema de salud. Esto si se considera que en este momento hay 1.408.055
venezolanos en Colombia, de los cuales solo 742.000 tienen sus papeles en orden. A estos
se suman unos 500.000 colombianos que han regresado al país en los últimos años.
Además, gracias a la Tarjeta de Movilidad Fronteriza, más de 3.400.000 personas habrían
entrado y salido del país hasta junio. Todo esto, sin contar con los cientos de miles que han
recorrido Colombia en tránsito hacia otros países de Sur y Centroamérica.
Frente a este complejo panorama, el ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, advirtió
que están trabajando en una estrategia para hacerle frente al fenómeno. Como primer punto,
buscan conseguir los recursos para pagar las atenciones individuales a los migrantes que no
tienen cómo solventar los servicios, que a fin de cuentas son la mayoría. En segundo lugar,
incentivar y aumentar rápidamente el aseguramiento para los migrantes, tanto para los
colombianos retornados como para los venezolanos. El tercero, aumentar y focalizar la
cooperación internacional. El cuarto, fortalecer las acciones de salud pública frente a la
migración, especialmente regional, que han estado por fuera de la agenda de la propia
Organización Panamericana de la Salud. Y finalmente trabajar contra cualquier fenómeno
de xenofobia o discriminación.
“Colombia no puede pensar que este fenómeno migratorio va a acabarse. Tenemos
que tener claro que en su mayoría son personas que vienen a quedarse”, dijo el viceministro
González. De ahí que para tratar de afrontarlo el Gobierno está buscando un plan de acción
integral y regional.
Referencias

https://www.lafm.com.co/economia/cuales-son-los-efectos-de-la-crisis-venezolana-en-
colombia

https://www.semana.com/nacion/articulo/consecuencias-en-salud-de-la-migracion-
venezolana-en-colombia/628373
CONCLUSIONES

La economía Colombiana tuvo un apertura económica produciendo un estancamiento de la


economía nacional ya que se disminuyó el producto interno bruto por la gran entrada de
productos extranjeros a nuestro país
la clase obrera o trabajadora genera un gran índice de desempleo y subempleo debido a la
falta de oportunidad laboral, conllevando a unos elevados costos de vida, numerosos y
elevados impuestos sobre lo salaros, alto costo de vida.
Los gobiernos en las últimas épocas han hecho esfuerzos para tratar que Colombia logre un
desarrollo económico social sostenible, y bien equilibrado, pero gracias a algunos aspectos
que denigran de nuestra imagen logrando así que nuestros intentos sean solamente intentos
fallidos.
Es de vital importancia reconocer la relevancia que tiene el comercio nacional y los buenas
relaciones con los países vecino, fortaleciendo los programas comerciales, y abriendo
nuevos canales de mercado, todos estos avances y desarrollo se verán reflejados en el
crecimiento empresarial y social de nuestro país.

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