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GUÍA PARA LA SANTA MISA CANTADA

SEGÚN LA FORMA EXTRAORDINARIA DEL RITO ROMANO


SEGÚN LAS DISPOSICIONES DE S.S. BENEDICTO XVI
EN EL MOTU PROPIO SUMMORUM PONTIFICUM

Último domingo de Octubre

Fiesta de Cristo Rey


KyriaL “Fons Bonitatis”
Apendice: Kyrial de Angelis
FIESTA DE CRISTO REY
I clase, blanco
Gloria, Credo y prefacio de Cristo Rey
Se omite el domingo correspondiente.
Al instituir la fiesta de Cristo Rey, el Papa Pio XI quiso proclamar
solemnemente la realeza social de Nuestro Señor Jesucristo sobre el mundo.
Rey de las almas y de las conciencias, de las inteligencias y de las
voluntades, Cristo lo es también de las familias y de las ciudades, de los
pueblos y de las naciones; en una palabra, Rey de todo el Universo. Como lo
ha demostrado S.S. Pio XI en la encíclica Quas primas del 11 de de diciembre
de 1925, el laicismo es la negación radical de esta realeza de Cristo; al
organizar la vida social como si Dios no existiese, engendra la apostasía de
las masas y conduce a la ruina de la sociedad.
Toda la misa y el oficio de la fiesta de Cristo Rey son una proclamación
solemne de la realeza universal de Cristo. "Sí, Yo soy Rey -dijo Jesús a
Pilatos-, para eso precisamente he nacido y venido a este mundo: para dar
testimonio de la Verdad". Su reino no es de este mundo, es decir, no es un
reino temporal; "es el reino de la Verdad y de la vida, el reino de la gracia y
de la santidad, el reino de la justicia, del amor y de la paz". (Prefacio). Es el
reino divino de la Santa Iglesia, en el que se proporciona la salud a los
enfermos, la luz a los ciegos, la libertad a los cautivos. Sus habitantes tienen
poder para hacerse hijos de Dios, para vivir una vida divina, para gozar de la
libertad; aparta del yugo de Satanás y nos comunica los bienes divinos.
Todo ello, en virtud de nuestra unión vital, de nuestra unidad de ser con
Cristo, que es nuestra Cabeza, el Fundador de este reino, el que lo
constituyó con sus enseñanzas, con sus ejemplos y, sobre todo, con su
muerte de cruz. "Adquirió la Iglesia con su sangre". "Digno es el Cordero que
fue inmolado, de recibir poder y riqueza, y sabiduría y fortaleza, y honor. A
Él la gloria y el imperio por todos los siglos de los siglos amén."
Este debe ser un día de acción de gracias al Padre, por haber constituido Rey
y Señor de todo a su divino Hijo; un día de homenaje y acatamiento y de
acción de gracias al Hombre-Dios, que se dignó trasladarnos a su reino. Y,
con la Redención, con la liberación del dominio del pecado, poseemos
también la vida de la gracia, la filiación divina, el poderío sobre el mundo,
sobre la carne, y sobre el poder de las malas pasiones y, con todo esto, la
esperanza de ser admitidos un día en el futuro reino de la bienaventuranza
eterna.
Debemos, por tanto, decir con San Pablo: "Damos gracias a Dios Padre, que
nos hizo dignos de participar de la herencia de los santos en la luz. Él nos
arrancó de la potestad de las tinieblas, y nos trasladó el reino de su amado
Hijo".
ORACIONES PREPARATORIAS
PARA LA SANTA MISA
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO DE LA MISA
Señor, concédenos poder participar con verdadero amor, atención y piedad en
la santa misa que te ofrecemos, primero, para adorarte y agradecerte todos
los beneficios que nos has hecho; segundo, para pedirte perdón de nuestros
pecados y los de todos los hombres; tercero, para suplicarte las gracias que
nos son necesarias para nuestra vida y para este día en concreto. Te ofrezco
en particular esta Misa de hoy para... (expresa aquí la intención que quieras).
Concédenos, Señor, asistir a esta Misa con los mismos sentimientos de amor
y piedad de tu Madre al pie de la Cruz. Con el espíritu y fervor con que la
vivieron los santos. Te suplico que nos ayudes a prepararnos para recibirte
dignamente, lo mejor que podamos. Amén.

ORACIÓN DE SAN AMBROSIO


Señor mío Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de temor por mis pecados,
pero también lleno de confianza porque estoy seguro de tu misericordia.
Tengo conciencia de que mis pecados son muchos y de que no he sabido
dominar mi corazón y mi lengua. Por eso, Señor de bondad y de poder,
con mis miserias y temores me acerco a Ti, fuente de misericordia y de
perdón; vengo a refugiarme en Ti, que has dado la vida por salvarme, antes
de que llegues como juez a pedirme cuentas.
Señor no me da vergüenza descubrirte a Ti mis llagas. Me dan miedo mis
pecados, cuyo número y magnitud sólo Tú conoces; pero confío en tu infinita
misericordia.
Señor mío Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre verdadero, mírame con
amor, pues quisiste hacerte hombre para morir por nosotros. Escúchame,
pues espero en Ti. Ten compasión de mis pecados y miserias, Tú que eres
fuente inagotable de amor.
Te adoro, Señor, porque diste tu vida en la Cruz y te ofreciste en ella como
Redentor por todos los hombres y especialmente por mí. Adoro, Señor, la
sangre preciosa que brotó de tus heridas y ha purificado al mundo de sus
pecados.
Mira, Señor, a este pobre pecador, creado y redimido por Ti. Me arrepiento
de mis pecados y propongo corregir sus consecuencias. Purifícame de todos
mis maldades para que pueda recibir menos indignamente tu sagrada
comunión. Que tu Cuerpo y tu Sangre me ayuden, Señor, a obtener de Ti el
perdón de mis pecados y la satisfacción de mis culpas; me libren de mis
malos pensamientos, renueven en mí los sentimientos santos, me impulsen
a cumplir tu voluntad y me protejan en todo peligro de alma y cuerpo.
Amén.
A SPERGES ME

(Sólo si cae en domingo)


El rito del “Asperges” consiste en rociar agua bendita sobre el altar, los ministros y el
pueblo fiel mientras se entona dicha antífona. Tomado de la noche de Pascua, este rito nos
recuerda nuestro bautismo y la condición de estar en gracia de Dios y limpios de pecado
para asistir con verdadero fruto a la Santa Misa. Este rito se hace los domingos en la Misa
Mayor en recuerdo de que en la Pascua del Señor hemos sido purificados de todo pecado.
Al llegar al altar, el sacerdote entona la Antífona.
DE PIE

Me rocia-
rás, Señor
con el hiso-
po y seré
purificado.
Me lavarás
y seré más
blanco que
la nieve.
Sal.50. Ten
piedad de
mí, Señor,
según tu
gran mise-
ricordia.
Gloria al
Padre y el
Hijo y al
Espíritu
Santo.
Como era
en el
principio,
ahora y
siempre, y
por los si-
glos de los
siglos.
Amén
En el domingo de Pasión se omite el Gloria Patri.
Repetida la antífona Asperges, el sacerdote canta:

V/.Ostende nobis, Domine, V/.Muéstranos, Señor, tu


misericordiam tuam. misericordia.
R/. Et salutare tuum da nobis. R/.Y danos tu salvación.
V/.Domine, exaudi orationem meam. V/. Señor, escucha mi oración.
R/. Et clamor meus at te veniat. R/. Y llegue a ti mi clamor.
V/.Dominus vobiscum. V/.El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spiritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
V/.OREMUS: Exaudi nos, Domine V/.OREMOS: Ecúchanos, Señor santo,
sancte Pater omnipotens, aeterne Padre omnipotente, Dios eterno; y
Deus: et míttere digneris sanctum dígnate enviar a tu santo ángel
Angelum tuum de caelis, qui para que guarde, favorezca,
custodiat, foveat, protegat, visitet proteja, visite y defienda a todos
atque defendat omnes habitantes los que habitan en esta morada.
in hoc habitáculo. Per Christum Por Cristo nuestro Señor.
Dominum nostrum. R. Amen. R. Amen.

El canto del “Asperges” es sustituido en Pascua por la Antífona Vidi Aquam:

“Derramaré sobre vosotros un agua pura


que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.”

Ez 36,25-26
Al toque de la campana, comienza la Santa Misa con la procesión de entrada. El sacerdote
revestido con los ornamentos sagrados se dirige hacia al altar donde se renovará el santo
sacrificio de la Misa. Al llegar a las gradas del altar, el sacerdote junto con los ministros
rezan las oraciones preparatorias. Al mismo tiempo el coro interpreta el introito.
INTROITO
DE PIE
Apocalipsis 5,12; 1.6; Salmo 71,1
Dignus est agnus qui occísus est Digno es el Cordero, que ha sido
accípere virtútem, et divinitátem, et degollado de recibir la potencia, la
sapiéntiam, et fortitúdinem, et divinidad, la sabiduría la fortaleza y
honórem. Ipsi glória et impérium in el honor. A él gloria y poder por los
sǽcula sæculórum. V/. Deus siglos de los siglos. V/. Oh Dios, da
judícium tuum Regi da: et justítiam tu equidad al Rey; y tu justicia al Hijo
tuam Fílio Regis. V/. Glória Patri et del Rey. V/. Gloria al Padre, y al Hijo
Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in y al Espíritu Santo. Como era en el
principio et nunc et semper, et in principio, ahora y siempre, por los
saecula saeculorum. Amén siglos de los siglos. Amén.
KYRIE
Cuando el sacerdote sube al altar, el coro comienza el canto del Kyrie alternando con el
pueblo. Después de venerar el altar con un beso, lo inciensa. El canto del Kyrie, en lengua
griega, expresa la súplica de perdón por los pecados. Se recita tres veces en honor a la
Santísima Trinidad. El humo del incienso simboliza la oración de los santos, y la nuestra, que
sobre todo durante la Misa debe dirigirse hacia Dios igual que el incienso que se eleva al
cielo.

Señor,
ten
piedad
.
Cristo,
ten
piedad
.
Señor,
ten
piedad
.
GLORIA
El canto del Gloria tomado en su primeros versos de las palabras que los ángeles cantan en
la noche de Navidad, han de ser para nosotros un recuerdo de que nuestra redención ha
comenzado con la encarnación y nacimiento de Jesús.
Este himno es un canto de alabanza, de acción de gracias y de petición de perdón a la
Santísima Trinidad.
Terminada la incensación, rezado en voz baja el Introito y el Kyrie, el sacerdote se dirige al
centro del altar y entona el Gloria que es seguido por el coro y los fieles.

Gloria a
Dios en el
cielo,
y en la tierra
paz a los
hom-bres
que ama el
Señor. Por
tu inmensa
gloria te
alaba-mos,
te bende-
cimos, te
ado-ramos,
te
glorificamos
, te damos
gra-cias,
Señor Dios,
Rey ce-
lestial, Dios
Padre todo-
poderoso
Señor, Hijo
único, Jesu-
cristo.
Señor Dios,
Cordero de
Dios, Hijo
del Padre; tú
que quitas
el pecado
del mundo,
ten piedad
de nosotros;
tú que
quitas el
pecado del
mundo,
atien-de
nuestra
súplica; tú
que estás
sentado a la
derecha del
Padre, ten
piedad de
nosotros;
porque sólo
tú eres
Santo,
sólo tú
Señor, sólo
tú Altísimo,
Jesucristo,
con el
Espíritu
Santo en la
gloria de
Dios Padre.
Amén.

ORACION COLECTA
Terminado el Kyrie, el sacerdote invita a los fieles a unirse a la oración de la Iglesia con el
saludo Dominus vobiscum. El contenido de la oración expresa las intenciones de este día así
como la disposición interior que hemos de tener.
V/.Dominus vobiscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Oremus: Oremos:
Omnípotens sempitérne Deus, qui in Omnipotente y sempiterno Dios, que
dilécto Fílio tuo universórum Rege, has querido reunirlo todo en tu
ómnia instauráre voluísti: concéde amado Hijo, Rey del universo;
propítius; ut cunctæ famíliæ concédenos propicio que todos los
Géntium, peccáti vúlnere disgregáte, pueblos, disgregados por la herida
ejus suavíssimo subdántur império: del pecado, se sometan a su
Qui tecum vivit et regnat in unitate suavísimo imperio. El que vive y
Spritus Sancti Deus, per omnia reina contigo en la unidad del
saecula saeculorum. Amén. Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos. Amén.
SENTADOS
EPISTOLA Colosenses 1,12-20
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli Lectura de la carta del Apóstol san
ad Colossénses. Pablo a los Colosenses.
Gratias ágimus Deo Patri qui dignos Hermanos: Gracias damos a Dios
nos fecit in partem sortis sanctórum Padre, que nos ha hecho dignos de
in lúmine, qui erípuit nos de participar en la luz, que nos ha
potestáte tenebrárum, et tránstulit arrebatado del poder de las tinieblas,
in regnum Fílii dilectiónis suæ, in y nos ha trasladado al reino de su Hijo
quo habémus redemptiónem per muy amado, en quien, por su sangre,
sánguinem ejus, remissiónem tenemos la redención, la remisión de
peccatórum: qui est imágo Dei los pecados. Él es la imagen del Dios
invisíbilis, primogénitus omnis invisible, primogénito de toda la
creatúræ: quóniam in ipso cóndita creación, porque en él han sido
sunt univérsa in cælis et in terra, creadas todas las cosas en los cielos y
visibilia et invisíbilia, sive throni, sobre la tierra, el mundo visible y el
sive dominatiónes, sive principátus, invisible, tronos, señoríos,
sive potestátes: ómnia per ipsum et principados, dominaciones, todo ha
in ipso creáta sunt: et ipse est ante sido creado por él y para él. Es
omnes, et ómnia in ipso constant. Et anterior a todo y todo subsiste en él.
ipse est caput córporis Ecclésiæ, qui Él es también la cabeza del cuerpo: de
est princípium, primogénitus ex la Iglesia. Como quien es principio,
mórtuis: ut sit in ómnibus ipse primogénito de entre los muertos,
primátum tenens: quia in ipso para que en todo tenga él la primacía,
conplácuit omnem plenitúdinem pues plugo al Padre poner en él la
inhabitáre: et per eum reconciliáre plenitud y reconciliar por él, que ha
ómnia in ipsum, pacíficans per restablecido la paz en la sangre de su
sánguinem crucis eius, sive quæ in cruz, todo lo que existe sobre la tierra
terris, sive quæ in cælis sunt, in y en los cielos, en Cristo Jesús. Señor
Christo Jesu Dómino nostro. nuestro.
Al final de la lectura, los fieles responden:
R/. Deo gratias R/. Demos gracias a Dios.

GRADUAL Y ALELUYA
Terminada la Epístola, el coro interpreta el Gradual tomado del libro de los Salmos como
respuesta a la Palabra de Dios; y a continuación –excepto en Septuagésima y Cuaresma- el
Aleluya. Ambos son tomados normalmente del libro de los salmos. Su función es ayudarnos
a interiorizar la Palabra de Dios. Aleluya es una palabra hebrea que significa “alabad a
Dios”; y expresa de alegría y júbilo.
GRADUAL Salmo 71, 8.11
Dominábitur a mari usque ad mare et Dominará de mar a mar, y desde el
a flúmine usque ad términos orbis río hasta los confines de la tierra. V/.
terrárum. V/. Et adorabunt eum Todos los reyes se prosternarán ante
omnes reges terræ: omnes Gentes él, y le servirán todas las naciones.
servient ei.

ALELUYA Daniel 7, 14
Allelúja, allelúja. V/. Potéstas ejus, Aleluya, aleluya. V/. Su dominación
potéstas ætérna, quæ non auferétur: es una dominación eterna, que no
et regnum ejus, quod non pasará; y su reino, un reino que
corrumpétur. Allelúja. jamás será destruido. Aleluya.
DE PIE
EVANGELIO
De toda la Sagrada Escritura, la Iglesia venera de modo especial los Santos Evangelios que
nos transmiten las enseñanzas y obras de Nuestro Señor Jesucristo. La proclamación del
Evangelio va precedida de una procesión con el turiferario y los ceroferarios. El sacerdote
inclinado en el centro del altar pide al Señor que lo haga digno ministro de su evangelio.
Con el Dominus vobiscum invita a los fieles a escuchar con atención las divinas enseñanzas.

V. Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.


R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.
Juan 18, 33-37
Sequéntia sancti Evangélii Lectura del santo Evangelio según san
secúndum Joánnem. Juan.
R. Gloria tibi, Domine. R. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore: Dixit Pilátus ad En aquel tiempo, dijo Pilatos a Jesús:
Jesum: «Tu es rex Judæórum?" ¿Eres tú el Rey de los Judíos?
Respóndit Jesus: «A temetipso hoc Respondió Jesús: ¿Dices tú eso por
dicis, an álii tibi dixerunt de me?» cuenta propia o te lo han dicho otros
Respóndit Pilatus: «Numquid ego de mí? Replicó Pilatos: ¿Qué? ¿Acaso
Judǽus sum? Gens tua et pontífices soy yo judío? Los de tu nación y los
tradidérunt te mihi: quid fecísti?" pontífices te han entregado a mí; ¿qué
Respóndit Jesus: «Regnum meum has hecho? Respondió Jesús: Mi reino
non est de hoc mundo. Si ex hoc no es de este mundo; si de este mundo
mundo esset regnum meum, fuese mi reino, mis gentes hubieran
minístri mei decertárent ut non luchado para que no fuera yo
tráderer Judǽis: nunc autem meum entregado en manos de los judíos; pero
regnum non est hinc.» Dixit ítaque mi reino no es de aquí. Le replicó
ei Pilátus: «Ergo rex es tu?» Pilatos: ¿Con que tú eres rey?
Respóndit Jesus: «Tu dicis, quia Respondió Jesús: Tú lo dices .Yo soy
Rex sum ego. Ego in hoc natus sum Rey. Yo para esto he nacido y para esto
et ad hoc veni in mundum, ut he venido al mundo, para dar
testimónium perhíbeam veritáti: testimonio de la verdad; todo aquél
omnis qui est ex veritáte audit que pertenece a la verdad escucha mi
vocem meam.» voz.
Después de invitar a los fieles a escuchar el santo evangelio, lo inciensa.
Terminada la lectura, los fieles responden:
R. Laus tibi, Christi. R. Alabanza a ti, Cristo.
El sacerdote vuelve a ser incensado y besa reverentemente el misal.

SENTADOS
HOMILÍA
El sacerdote exhorta a los fieles.

CONSAGRACIÓN DEL GÉNERO HUMANO A CRISTO REY


COMPUESTA POR S.S. LEÓN XIII
Indulgencia plenaria, cf. Enchir, Ind. n. 27

Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano, miradnos humildemente


postrados delante de vuestro altar; vuestros somos y vuestros queremos ser
y a fin de poder vivir más estrechamente unidos con Vos, todos y cada uno
espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro Sacratísimo
Corazón.
Muchos, por desgracia, jamás os han conocido; muchos, despreciando
vuestros mandamientos, os han desechado. Oh Jesús benignísimo,
compadeceos de los unos y de los otros, y atraedlos a todos a vuestro
Corazón Sacratísimo.
Oh Señor, sed Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de
Vos, sino también de los pródigos que os han abandonado; haced que
vuelvan pronto a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de
miseria. Sed Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de
discordia, viven separados de Vos devolvedlos al puerto de la verdad y a la
unidad de la fe, para que en breve, se forme un solo rebaño bajo un solo
Pastor.
Sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la
idolatría o del islamismo; dignaos atraerlos a todos a la luz de vuestro reino.
Mirad, finalmente, con ojos de misericordia a los hijos de aquel pueblo que
en otro tiempo fue vuestro predilecto: descienda también sobre ellos como
bautismo de redención y de vida, la sangre que un día contra sí reclamaron.
Conceded, oh Señor, incolumidad y libertad segura a vuestra Iglesia; otorgad
a todos los pueblos la tranquilidad en el orden; haced que del uno al otro
confín de la tierra no suene sino esta voz: ¡Alabado sea el Corazón Divino,
causa de nuestra salud, a Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los
siglos de los siglos! Amén.
CREDO
Como respuesta a la Palabra de Dios proclamada en la Epístola y en el Evangelio y explicada
en la predicación, todos los fieles cantan el Credo: resumen de la fe que profesamos y que
nos une a los cristianos de todos los siglos. El sacerdote entona las primeras palabras del
Credo que es seguido por el coro y los fieles.
Creo en un
solo Dios,
Padre Todo-
poderoso,
Creador del
cielo y de la
tierra, de
todo lo
visible y lo
invisible.
Creo en un
solo Señor,
Jesucristo,
Hijo único de
Dios, nacido
del Padre
antes de
todos los
siglos: Dios
de Dios, Luz
de Luz, Dios
verdadero de
Dios verda-
dero, engen-
drado, no
creado, de la
misma natu-
raleza del
Padre, por
quien todo
fue hecho;
que por
nosotros, los
hombres, y
por nuestra
salvación
bajó del
cielo,
(DE RODILLAS)
y por obra
del Espíritu
Santo se
encarnó de
María, la
Virgen, y se
hizo hombre;
y por nuestra
causa fue
crucificado
en tiempos
de Poncio
Pilato; pade-
ció y fue
sepultado, y
resucitó al
tercer día,
según las
Escrituras, y
subió al
cielo, y está
sentado a la
derecha del
Padre; y de
nuevo vendrá
con gloria
para juzgar
a, vivos y
muertos, y
su reino no
tendrá fin.
Creo en el
Espíritu
Santo, Señor
y dador de
vida, que
procede del
Padre y del
Hijo, que con
el Padre y el
Hijo recibe
una misma
adoración y
gloria, y que
habló por los
profetas.
Creo en la
Iglesia, que
es una, san-
ta, católica y
apostólica.
Confieso que
hay un solo
Bautismo
para el per-
dón de los
pecados. Es-
pero la resu-
rrección de
los muertos
(SE SIGNAN)
y la vida del
mundo futu-
ro. Amén.

OFERTORIO
V.Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.
V. Oremus V. Oremus
SENTADOS
El sacerdote prepara las ofrendas y ofrece el pan y el vino que se convertirán el Cuerpo y la
Sangre de Cristo. Ofrécete tú también con tu vida, tus trabajos, tus sufrimientos…
Mientras tanto el coro canta la antífona propia, y seguidamente puede cantarse otro
motete o canto apropiado.
Antífona del Ofertorio Salmo 2,8
Póstula a me et dabo tibi gentes Pídeme, y te daré las naciones por
hereditátem tuam et possessiónem herencia y en posesión los confines
tuam términos terræ. de la tierra.

ORACIÓN DEL KEMPIS


PARA UNIRNOS AL SACRIFICIO DE CRISTO
Señor, en la sencillez de mi corazón, me ofrezco a Ti. Recíbeme con la santa
oblación de tu Precioso Cuerpo, que hoy te ofrezco en la invisible presencia de
los ángeles para que aproveche para mi salvación y la de todo tu pueblo. Señor,
te presento también sobre el altar de tu misericordia todos mis pecados y delitos
que he cometido en tu presencia para que borres todas las manchas de mis
pecados y me restituyas tu gracia que perdí pecando. Te ofrezco también todo lo
bueno que he hecho aunque sea poco e incompleto, para que Tú lo restaures y
santifiques, lo recibas con agrado, lo hagas digno de Ti y siempre lo conviertas
en mejor. Te ofrezco igualmente todos los piadosos deseos de las personas
religiosas, las necesidades de parientes, amigos, hermanos y hermanas que más
aprecio. Te ofrezco además oraciones y sacrificios especialmente por quienes de
alguna forma me perjudicaron, entristecieron o insultaron me ocasionaron
algún daño u ofensa. Haz que nosotros vivamos de manera que seamos dignos
de gozar enteramente de tu gracia y de alcanzar la Vida eterna. Así sea.
Imitación de Cristo, L. III, cap.
SECRETA
Terminados los ritos del ofertorio y la incensación, el sacerdote dice en voz baja la oración
secreta que concluye cantando e hilándola con el canto del prefacio
Hóstiam tibi, Dómine, humánæ Te ofrecemos, Señor, la víctima que
reconcilliatiónis offérimus: præsta, reconcilió a los hombres con su Dios:
quǽsumus; ut quem sacrifíciis haz que esta misma víctima, tu Hijo
præséntibus immolámus, Ipse Jesucristo, Señor nuestro, a quien
cunctis Géntibus unitátis et pacis inmolamos en este sacrificio, otorgue
dona concédat, Jesus Christus Fílius a todos los pueblos los dones de la
tuus Dóminus noster: Qui tecum vivit unidad y de la paz. El cual vive y
et regnat in unitate Spritus Sancti reina contigo. El que vive y reina
Deus, contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios
DE PIE
V/. Por los siglos
de los siglos. R/.
Amén. V/. El Se-
ñor esté con vo-
sotros. R/. Y con
tu espíritu. V/.
Levantemos el
corazón. R/. Lo
tenemos levan-
tado hacia el
Señor. V/. Demos
gracias al Señor
nuestro Dios. R/.
Es justo y nece-
sario.
PREFACIO DE CRISTO REY
Vere dignum et iustum est, æquum En verdad es digno y justo,
et salutáre, nos tibi semper et ubíque equitativo y saludable, darte gracias
grátias ágere: Dómine, sancte Pater, siempre y en todas partes, Señor,
omnípotens ætérne Deus: Qui santo Padre, omnipotente y eterno
unigénitum Fílium tuum Dóminum Dios, que ungiste a tu unigénito Hijo
nostrum Jesum Christum, y Señor nuestro Jesucristo, sacerdote
Sacerdótem ætérnum et universórum eterno y rey de todos, con óleo de
Regem, óleo exsultatiónis unxísti: ut, alegría, para que, ofreciéndose a sí
seípsum in ara crucis, hóstiam mismo en el ara de la cruz, como
immaculátam et pacificam ófferens, víctima pacífica y sin tacha, obrase el
redemptiónis humánæ sacrámenta misterio de la humana redención, y,
perágeret: et suo subjéctis império una vez sometidas a su imperio
ómnibus creatúris, æternum et todas las criaturas, entregase a tu
universále regnum imménsæ tuæ infinita majestad un reino eterno y
tráderet Majestáti: regnum veritátis universal, reino de verdad y de vida,
et vitæ, regnum sanctitátis at grátiæ: reino de santidad y de gracia, reino
regnum justítiæ, amóris et pacis. Et de justicia, de amor y de paz. Y por
ídeo cum Angelis et Archángelis, cum eso, con los Ángeles y .los
Thronis et Dominatiónibus, cumque Arcángeles, con los Tronos y las
omni milítia cæléstis exércitus, Dominaciones, y con toda la milicia
hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine del ejército celestial, cantamos un
fine dicéntes: himno a tu gloria, diciendo sin cesar.

Mientras se canta el Sanctus, el sacerdote comienza el Canon: parte central de la Santa


Misa por la que se renueva el sacrificio de Cristo para el perdón de los pecados.
Santo,
Santo,
Santo es
el Señor
Dios de
los
ejércitos.
Llenos
están el
cielo y la
tierra de
tu gloria.
Hosanna
en el
cielo.
Bendito
el que
viene en
nombre
del
Señor.
Hosanna
en el
cielo.
Ya está cerca la consagración. Pide a Dios por la Iglesia, por el Papa, los obispos y
sacerdotes, por los religiosos, por todos los cristianos, por tus intenciones y necesidades.

“Jesucristo,
la víspera de su pasión,
tomó el pan en sus santas y
venerables manos, y levantado los
ojos al cielo hacia ti, oh Dios, su
Padre omnipotente, dándote gracias, lo bendijo, lo partió y los dio a sus
discípulos diciendo: Tomad y comed todos de él:
PORQUE ESTE ES MI CUERPO.
"Del mismo modo, tomando también
este precioso Cáliz en sus santas y
venerables manos, dándote de nuevo
gracias, lo bendijo y lo dio a sus
discípulos, diciendo Tomad y bebed de él;
PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO, MISTERIO DE FE,
LA CUAL SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
EN REMISIÓN DE LOS PECADOS"
Da gracias a Dios por el inefable don de la Eucaristía que Cristo ha dado a su Iglesia y por
todas las gracias recibidas. Pídele a Jesús presente en el Altar en el sacramento de su
Cuerpo y de su Sangre por el eterno descanso de los difuntos. También para que nosotros
tengamos la gracia de participar de la felicidad del cielo junto con los santos.

El sacerdote termina de forma solemne el canon, cantando:


V. Per omnia saecula saeculorum. V. Por todos los siglos de los siglos.
R. Amen. R. Amén.
DE PIE
PADRENUESTRO
El Sacerdote comienza el rito de la comunión cantando el Padrenuestro.
Al Padrenuestro se le llama también ‘la oración dominical’ por haber sido enseñada por
Nuestro Señor Jesucristo. En la liturgia extraordinaria –desde tiempos de San Gregorio que
lo introdujo en la liturgia romana- lo canta solamente el celebrante recordando que Cristo
fue quien se lo enseñó a los discípulos.
V. Oremus. Praeceptis salutaribus V. Oremos. Teniendo en cuenta la
moniti, et divina institutione orden del Señor y aleccionados por el
formati, audemus dicere: divino Maestro, nos atrevemos a
exclamar:
PATER NOSTER, qui es in coelis; PADRE NUESTRO, que estás en los
sanctificetur nomen tuum; adveniat cielos. Santificado sea tu nombre.
regnum tuum: fiat voluntas tua Venga a nosotros tu reino. Hágase tu
sicut in coelo et in terra. Panem voluntad así en la tierra como en el
nostrum quotidianum da nobis cielo. El pan nuestro de cada día
hodie; et dimitte nobis debita dánosle hoy; y perdónanos nuestras
nostra, sicut et nos dimittimus deudas, así como nosotros
debitoribus nostris. Et ne nos perdonamos a nuestros deudores. Y
inducas in tentationem. no nos dejes caer en la tentación.
R. Sed libera nos a malo. R. Mas líbranos del mal.

EMBOLISMO
La oración “libera nos” es un ampliación de la última petición del Padrenuestro, implorando
la protección de la Virgen y de los santos. El Sacerdote la recita en voz baja:
Libera nos, quaesumus Domine, ab Líbranos, Señor, de todos los males
omnibus malis praeteritis, pasados, presentes y futuros; y por la
praesentibus, et futuris: et intercesión de la gloriosa siempre
intercedente beata et gloriosa semper Virgen María, Madre de Dios, y de tus
Virgine Dei Genitrice Maria, cum bienaventurados Apóstoles San
beatis Apostolis tuis Petro at Paulo, Pedro, San Pablo y San Andrés, y
atque Andrea, et omnibus sanctis, da todos los demás Santos danos
propitius pacem in diebus nostris: ut bondadosamente la paz en nuestros
ope misericordiae tuae adjuti, et a días; a fin de que, asistidos con el
peccato simus semper liberi, et ab auxilio de tu misericordia, estemos
omni perturbatione securi. Per siempre libres de pecado y al abrigo
eumdem Dominum nostrum Jesum de cualquier perturbación. Por el
Christum Filium tuum. Qui tecum mismo Jesucristo tu Hijo, nuestro
vivit et regnat in unitate Spiritus Señor, que contigo vive y reina en
Sancti Deus. unidad del Espíritu Santo.
Y la concluye cantando:
Per omnia saecula saeculorum. Por los siglos de los siglos.
R. Amen R. Así sea.
Y realiza la Fracción de la Hostia, que concluye con el rito de la paz:
V. Pax Domini sit semper V. La paz del Señor sea siempre con
vobiscum. vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.

CORDERO DE DIOS
Mientras el sacerdote realiza la conmixtión (la mezcla de una pequeña partícula del pan
consagrado con el Sanguis del Cáliz), y se prepara para la comunión; los fieles y el coro
cantan el Agnus Dei.
Cordero de
Dios que
quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros. (2)
Cordero de
Dios que quitas
el pecado del
mundo, danos
la paz.

Aprovecha estos momentos para prepararte a recibir la Comunión.


Puedes utilizar esta oración que también el sacerdote recita.
Oh Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que, por voluntad del
Padre cooperando el Espíritu Santo, diste la vida al mundo por
tu muerte: líbrame, por tu sagrado Cuerpo y Sangre de todas mis
iniquidades y de todos los demás males, y haz que cumpla
siempre tus mandamientos y no permitas que jamás me aparte
de Ti, quien siendo Dios, vives y reinas con el mismo Dios Padre
y con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
CONFITEOR
Cuando el sacerdote termina de comulgar los fieles se preparan de forma inmediata a
recibir la sagrada comunión recitando el Confiteor.
Confíteor Deo Omnipoténti, beá- Yo, pecador, me confieso a Dios
tæ Maríæ semper Vírgini, beato todopoderoso, a la bienaventurada siem-
Michaéli Archángelo, beato pre Virgen María, al bienaventurado San
Joanni Baptístæ, sanctis Após- Miguel Arcángel, al bienaventurado San
tolis Petro et Paulo, ómnibus Juan Bautista, a los santos Apóstoles San
Sanctis, et tibi, Pater: quia Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a
peccávi nimis cogitatióne, verbo vos, Padre; que pequé gravemente con el
et opere: mea culpa, mea culpa, pensamiento, palabra, y obra, por mi
mea máxima culpa. Ídeo precor culpa, por mi culpa, por mi grandísima
beátam Maríam semper culpa. Por tanto, ruego a la biena-
Vírginem, beátum Michaélem venturada siempre Virgen María, al
Archángelum, beátum Joánnem bienaventurado San Miguel arcángel, al
Baptístam, sanctos Apostólos bienaventurado San Juan Bautista, a los
Petrum et Paulum, omnes Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo,
Sanctos, et te, Pater, orare pro a todos los Santos, y a vos, Padre, que
me ad Dóminum Deum nostrum. roguéis por mí a Dios nuestro Señor.

El Sacerdote vuelto hacia el pueblo dice:


V/. Misereátur vestri omnípotens V/. Dios tenga misericordia de
Deus, et dimíssis peccátis vestris, vosotros y perdone vuestros pecados
perdúcat vos ad vitam ætérnam. y os lleve a la vida eterna.
R/. Amen. R/. Amén.
V/. Indulgéntiam, absolutiónem et V/. El Señor todopoderoso y mise-
remissiónem peccatórum vestrórum ricordioso os conceda la absolución y
tríbuat vobis omnípotens, et el perdón de vuestros pecados.
miséricors Dóminus. R/. Así sea.
R/. Amen.

COMUNIÓN DE LOS FIELES


Después tomando una Sagrada Forma del copón, los muestra al pueblo diciendo:
V. Ecce Agnus Dei, ecce qui tollit V. He aquí el Cordero de Dios, he aquí
peccata mundi al que quita los pecados del mundo
Y, junto con los fieles, dice por tres veces:
R. Domine, non sum dignus ut intres R. Señor, yo no soy digno de que
sub tectum meum; sed tantum dic entres en mi casa, pero di una sola
verbo et sanabitur anima mea. palabra y mi alma será salva.
A continuación, distribuye la Sagrada Comunión.
En la Forma Extraordinaria, la Sagrada comunión se
recibe de rodillas –las personas que no estén impedidas-
y en la boca.

Antífona de Comunión Salmo 28,10-11


Durante el momento de la comunión el coro interpreta la antífona de comunión propia de
la misa del día. Si la distribución de la comunión se alarga, se puede interpretar otros cantos
apropiados.
Sedébit Dóminus Rex in ætérnum: El Señor se sienta rey por siempre; el
Dóminus benedícet pópulo suo in Señor bendecirá a su pueblo en la
pace. paz.
DE PIE
ORACIÓN POSTCOMUNION
Terminada la purificación de los vasos sagrados el sacerdote, invita a los fieles a la acción de
gracias por los dones recibidos.
V/.Dominus vobiscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Oremus: Oremos:

Immortalitátis alimóniam Alimentados con el pan que da la


consecuti, quæsumus, Dómine: ut, inmortalidad, te pedimos. Señor, que
qui sub Christi Regis vexillis cuantos nos gloriamos de militar bajo
militáre gloriámur, cum ipso, in las banderas de Cristo Rey, podamos
cælésti sede, jugiter regnáre con él mismo reinar por siempre en el
possímus: Qui tecum vivit et regnat cielo. El que vive y reina contigo en la
in unitate Spritus Sancti Deus, per unidad del Espíritu Santo y es Dios por
omnia saecula saeculorum. Amén. los siglos de los siglos. Amén.

DESPEDIDA
Nuevamente desde el centro del Altar, el sacerdote saluda a los fieles:
V. Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spíritu tuo. R. Y con tu espíritu.

Y los despide cantando o diciendo:

V. Id, la misa ha
terminado.
R. Demos gracias a
Dios.

BENDICION
DE RODILLAS
El Sacerdote reza inclinado y en voz baja la oración Placeat tras la cual imparte la bendición
final de la santa Misa.
V/. Benedicat vos Omnipotens Deus V/. Os bendiga Dios Omnipotente,
Pater, Filius et Spiritus Sanctus. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R/. Amen. R/. Amén.
A continuación, lee el Último Evangelio en secreto,
mientras el coro y el pueblo entonan un canto de acción de gracias.

APÉNDICE
KYRIAL DE ANGELIS
Kyrie

Señor,
ten piedad.
Cristo,
ten piedad.
Señor,
ten piedad.

Gloria
Gloria a Dios
en el cielo,
y en la tierra
paz a los
hom-bres
que ama el
Señor. Por tu
inmensa
gloria te
alaba-mos,
te bende-
cimos, te
ado-ramos,
te
glorificamos
, te damos
gra-cias,
Señor Dios,
Rey ce-
lestial, Dios
Padre todo-
poderoso
Señor, Hijo
único, Jesu-
cristo.
Señor Dios,
Cordero de
Dios, Hijo
del Padre; tú
que quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros; tú
que quitas el
pecado del
mundo,
atien-de
nuestra
súplica; tú
que estás
sentado a la
derecha del
Padre, ten
piedad de
nosotros;
porque sólo
tú eres
Santo,
sólo tú
Señor, sólo
tú Altísimo,
Jesucristo,
con el
Espíritu
Santo en la
gloria de
Dios Padre.
Amén.

Credo III
Creo en un
solo Dios,
Padre Todo-
poderoso,
Creador del
cielo y de la
tierra, de
todo lo
visible y lo
invisible.
Creo en un
solo Señor,
Jesucristo,
Hijo único de
Dios, nacido
del Padre
antes de
todos los
siglos: Dios
de Dios, Luz
de Luz, Dios
verdadero de
Dios
verdadero,
engendrado,
no creado, de
la misma
naturaleza
del Padre,
por quien
todo fue
hecho;
que por
nosotros, los
hombres, y
por nuestra
salvación
bajó del
cielo,
(DE RODILLAS)
y por obra
del Espíritu
Santo se
encarnó de
María, la
Virgen, y se
hizo hombre;
y por nuestra
causa fue
crucificado
en tiempos
de Poncio
Pilato;
padeció y fue
sepultado, y
resucitó al
tercer día,
según las
Escrituras, y
subió al
cielo, y está
sentado a la
derecha del
Padre; y de
nuevo vendrá
con gloria
para juzgar
a, vivos y
muertos, y
su reino no
tendrá fin.
Creo en el
Espíritu
Santo, Señor
y dador de
vida, que
procede del
Padre y del
Hijo, que con
el Padre y el
Hijo recibe
una misma
adoración y
gloria, y que
habló por los
profetas.
Creo en la
Iglesia, que
es una,
santa,
católica y
apostólica.
Confieso que
hay un solo
Bautismo
para el
perdón de
los pecados.
Espero la
resurrección
de los
muertos
(SE SIGNAN)
y la vida del
mundo
futuro.
Amén.

Sanctus
Santo,
Santo, Santo
es el Señor
Dios de los
ejércitos.
Llenos están
el cielo y la
tierra de tu
gloria.
Hosanna en
el cielo.
Bendito el
que viene en
nombre del
Señor.
Hosanna en
el cielo.
Agnus Dei

Cordero de
Dios que
quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros. (2)
Cordero de
Dios que quitas
el pecado del
mundo, danos
la paz.

Ite missa est

V. Id, la misa ha
terminado.
R. Demos gracias a Dios.
Ad Iesum per Mariam!

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