Sunteți pe pagina 1din 6

Ejercicio de comprensión

Lee el texto Virtudes y defectos de la población armada y luego contesta cada pregunta que
aparecen después del mismo encerrando en un círculo la letra de la respuesta correcta.

Virtudes y defectos de la población armada


Pablo Edronkin

¿Es bueno que la población esté armada? ¿No sería quitarle a la gente posibilidades de
supervivencia el desarmarla? Hay países en los que se prefiere que la gente no cuente con
armas de fuego, mientras que otros son bastante permisivos. ¿Qué ventajas proporciona cada
una de las alternativas?

Quienes sostienen que la población debe estar armada se basan usualmente en dos
argumentos: el primero, que uno tiene derecho a defenderse, y el segundo, que de esa forma un
estado encontraría mucho más difícil tornarse autoritario porque la propia población podría
actuar como un importante factor de disuasión. Quienes sostienen que hay que desarmar a la
población insisten en que las armas de fuego promueven la violencia y son de por sí peligrosas,
y además utilizan un segundo argumento consistente en que es el estado el que debe tener el
monopolio de la fuerza. Esos cuatro argumentos cuentan con virtudes y defectos. En el medio
se encuentra una posición más moderada, que habla de un control sobre la venta de las armas
sin llegar a prohibirlas, pero no se puede decir que esta sea una postura precisa, pues existen
muchas maneras diferentes de entender lo que significa "controlar la venta de armas". ¿Qué es
lo que van a controlar? ¿Cómo lo harían?

Un hecho cierto y probado en al menos diez ocasiones diferentes - a vuelo de pájaro - es


que a un ejército invasor se le puede tornar muy difícil sino imposible controlar el terreno:
Napoleón en Francia y en Rusia, los ingleses en el virreinato del Río de la Plata (en dos
ocasiones), los alemanes en la URSS, los soviéticos en Afganistán, y los norteamericanos en
Vietnam e Irak. En todos estos casos, fuerzas armadas tecnológicamente avanzadas atacaron a
enemigos inferiores desde el punto de vista militar convencional, y en todos estos casos los
atacantes sufrieron importantísimas derrotas a manos de una mezcla de militares y civiles
armados, organizados en unidades guerrilleras.

4 Por todo lo anterior, armar a la población resulta ser la medida más sabia que se puede
tomar para defender un territorio y quedaría probado el punto: no se debe desarmar a nadie.
Pero una población armada implica problemas políticos para los gobernantes pues resulta
difícil de controlar, y salvo que dicha población con armas sea asimilada dentro de las fuerzas
regulares, los estados prefieren no implementar estas medidas para tranquilidad de los líderes.
Hay solamente tres casos de países que cuentan con un sistema potente de fuerzas de reserva, y
son Suecia, Suiza e Israel. En estos tres casos las fuerzas regulares se complementan con
reservistas que en muchos casos guardan el equipo en sus propios hogares.

5 Los políticos empiezan a temblar al oír sugerencias como dejar a la población armada
cuando contemplan el resultado de la historia. Tras derrotar a los ingleses en el virreinato del
Río de la Plata, esos pobladores empezaron a buscar más autonomía y luego se independizaron
del imperio español, menos de una década más tarde. Los guerrilleros españoles que
combatieron a Napoleón no pudieron ser asimilados con éxito en el ejército regular, dando
lugar a numerosos problemas. En la URSS, pese a que no se comenta mucho, los guerrilleros
que pelearon contra las tropas alemanas siguieron manejándose de manera rebelde y autónoma
por años tras la derrota alemana. Irak es un caos de anarquía, lo mismo que Afganistán. En
otras palabras: armar a la población civil o dejarla armarse constituye un «arma de doble filo»
para cualquier líder político.

6 Pero una población desarmada puede caer víctima de sus propios gobernantes: muchos
judíos fueron literalmente entregados por sus conciudadanos cristianos a los nazis para ser
exterminados. Si la población judía de países como Holanda, Polonia o Hungría hubiera
contado con alguna clase de armamento, ese proceso hubiera resultado mucho más difícil para
los simpatizantes antisemitas, y mucha más gente se hubiera salvado. Y lo mismo podría
decirse de la matanza de los tutsis a manos de muchos hutus en Ruanda, de los musulmanes
bosnios y otras minorías. Como primera consecuencia de esto podemos decir que para poder
defenderse y sobrevivir, estas minorías en ocasiones tendrán que recurrir al acopio y posterior
uso de las armas. El IRA¹, con todo lo siniestro que lo caracterizó, constituye un ejemplo
clásico de semejante proceso.

7 Existe el riesgo - según quienes aducen que la sola existencia de armas genera violencia
- de que el crimen se dispare y resulte imposible garantizar la seguridad de la sociedad. Los
casos de Suiza e Israel son prueba de lo contrario, máxime que en esos países la población civil
tiene bajo su custodia o alcance a armamento de grado militar, mucho más capaz de causar
destrozos que las armas de uso meramente civil. El problema de la violencia con armas de
fuego no debe buscarse en la libre tenencia de ellas sino en otros factores sociales. ¿Por
qué en los Estados Unidos son tan frecuentes los casos de locos que disparan a mansalva en las
universidades, escuelas y oficinas? En otros países también suceden estas cosas, pero con una
incidencia muchísimo menor, así que la explicación para ese tipo de violencia debería buscarse
en las condiciones de vida de una sociedad que transforma un problema mental en un desastre
con inusitada frecuencia.

8 Existen casos también de países en los que la población civil está desarmada y hay muy
poco delito. El ejemplo más patente de esto es Japón pero caveat emptor², hay que mencionar
un par de cosas. En primer lugar, que la prohibición de tenencia de armas en aquel país es
doctrina milenaria y ya en la época de los samuráis no se permitía de ninguna manera que la
población común poseyera cualquier clase de armamento. Eso dio origen a muchas artes
marciales y por otra parte no pudo evitar la violencia entre los shogunes durante siglos de
guerra civil y luego, con la constitución del estado japonés moderno tampoco pudo evitar las
agresiones japonesas hacia otros países, situación que culminó con dos bombardeos nucleares.
Se podría aducir que fue la prohibición de tenencia de armas por parte de los civiles lo que hizo
que la sociedad japonesa fuera poco violenta, y no un cambio en el prestigio de una clase social
particular, la de los comerciantes, que en el espíritu japonés tradicional se encontraba por
debajo de cualquier otra; mientras que después de la segunda guerra mundial, el empresariado
se constituyó en el sustituto natural del establishment militar, heredero del shogunado clásico.
Japón simplemente cambió de prioridades, dejando de lado la guerra como principio rector.
Pero la razón por la que debe existir alguna clase de control en la distribución de armas
es evitar que personas no aptas por cuestiones mentales o por antecedentes criminales las
obtengan. No sería prudente que, por cuestiones de principios, asesinos, ladrones, sicópatas,
etc., pudieran obtener armas de fuego, y así como la defensa aconseja que los ciudadanos
puedan tener armas, la seguridad común aconseja que algunas personas no puedan hacerlo.

La población típica de cualquier país, bajo condiciones normales, lo único que quiere es
vivir y prosperar; son pocos los que hacen de la guerra un estilo de vida. De esto y lo anterior
podemos deducir que una población civil armada no perturbará el orden público por el simple
hecho de estar armada. El único peligro real que esto representa para cualquier casta de
liderazgo se origina en hacer las cosas suficientemente mal como para que los ciudadanos
comunes se amotinen en masa. Por lo tanto, los buenos y honestos gobernantes no tienen en
principio, nada que temer de la ciudadanía con armas.

Andinia.com

1. El ensayo leído está estructurado de la siguiente manera:


a. Introducción: párrafo 1; desarrollo: párrafos 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8; conclusión: párrafos
9 y 10.
b. Introducción: párrafos 1 y 2; desarrollo: párrafos 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9; conclusión:
párrafo 10.
c. Introducción: párrafo 1; desarrollo: párrafos 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9; conclusión:
párrafo 10.
d. Introducción: párrafo 1; desarrollo: párrafos 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8; conclusión: párrafos
9 y 10.

2. El locutor del ensayo argumentativo leído se identifica, en el segundo


párrafo, con uno de estos enunciadores:
a. el primero.
b. el segundo.
c. el tercero.
d. todos.

3. El argumento a través del cual se desarrolló el tercer párrafo es:


a. Analogía.
b. Causa/efecto.
c. Ejemplo.
d. Deductivo.

4. ¿Qué significa antisemita en el sexto párrafo?


a. En contra de los judíos.
b. Enemigo de los cristianos.
c. Antieuropeo.
d. Antinazi

5. ¿Cuál de los siguientes enunciados recoge la tesis del ensayo argumentativo


anterior?
a. El hecho de que la población esté armada tiene sus virtudes y defectos.
b. Una población desarmada puede caer víctima de sus propios gobernantes y de
invasores (extranjeros).
c. Una población armada no perturbará el orden público aun cuando los gobernantes
administren mal la cosa pública.
d. Toda la población debe estar armada, excepto aquellos individuos con problemas
mentales o con antecedentes criminales.

6. El argumento mediante el cual se desarrolla el sexto párrafo es:


a. Ejemplificación.
b. Causa/efecto.
c. Analogía.
d. Autoridad.

7. ¿Cuál de las ideas es falsa en relación con lo planteado en los párrafos 3, 5,


7, y 8?
a. Afganistán, Vietnam, Irak y el Río de Plata son ejemplos de naciones que aun siendo
militarmente inferiores pudieron enfrentar a invasores superiores.
b. El Irish Republican Army (IRA) pudo combatir a sus enemigos gracias a que estaban
debidamente armados.
c. Para Napoleón no fue sencillo someter a Francia, Rusia y a España.
d. Los tutsis y los musulmanes bosnios, aunque tuvieron bajas, enfrentaron a sus
enemigos con cierto éxito.

8. ¿Cuál es el referente de la expresión ese proceso, en la segunda oración del sexto


párrafo?
a. Proceso de armar a los judíos.
b. Entrega de judíos para que estos fueran exterminados.
c. La guerra encabezada por los nazis.
d. El hecho de que los judíos de Holanda, Polonia y Hungría no estuvieran armados.

9. ¿Con cuál de estas ideas estaría el locutor en desacuerdo?


a. No importa que los políticos se sientan amenazados; la población debe estar armada.
b. No es justo que los ciudadanos estén indefensos ante sus propios gobernantes y los
enemigos foráneos.
c. Una población armada implica problemas para los gobernantes pues resulta difícil de
controlar.
d. Una población armada no representa ningún peligro para un liderazgo político que
haga las cosas bien hechas.
10. El séptimo párrafo se desarrolla mediante un argumento por:
a. Inducción.
b. Deducción.
c. Analogía.
d. Ejemplificación.

11. ¿Cuál de las ideas siguientes se puede inferir del octavo párrafo?
a. En el caso particular de Japón, la prohibición de tenencia de armas por parte de
civiles fue lo que hizo que esta nación fuera poco violenta.
b. Antes de la segunda guerra mundial, Japón era gobernado por el establishment
militar, que aunque prohibió la tendencia de armas por parte de la población civil, no
pudo contener la violencia.
c. Las políticas del estado japonés en relación con la tenencia de armas han cambiado
mucho a través del tiempo debido al paso de una población violenta a una más
productiva.
d. Con el shogunado clásico el espíritu guerrero de los japoneses, junto con el cultivo de
las artes marciales se redujo considerablemente.

12. En uno de estos párrafos la conclusión del argumento que en él se ofrece no


está
al principio:
a. Cuarto.
b. Quinto.
c. Sexto.
d. Séptimo.

13. En uno de estos párrafos se prescinde del argumento por ejemplificación:


a. Cuarto.
b. Quinto.
c. Sexto.
d. Noveno.

14. La estructura global del ensayo argumentativo leído es:


a. Problema/solución.
b. Dialéctica o polémica.
c. Justificativa o secuencial.
d. Deliberativa.

15. La palabra disuasión, utilizada en el segundo párrafo, es sinónima de:


a. Aliento.
b. Animación.
c. Presión.
d. Inclinación

S-ar putea să vă placă și