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aula
Unidad didáctica 6.
Modelos de prevención y/o intervención ante los
comportamientos disruptivos en el aula
• Competencia
◦ Identificar los principales modelos de
prevención e intervención ante los
comportamientos disruptivos en el
aula.
• Objetivos específicos
◦ Categorizar las teorías del desarrollo
infantil.
Siguiendo este criterio, las teorías pueden clasificarse en tres grandes categorías:
• Teorías de control: según estas teorías el comportamiento de los niños se puede cambiar
actuando en las condiciones ambientales, para provocar las respuestas deseadas. Dentro
de estas teorías se incluyen la modificación de conducta y la disciplina asertiva de Lee
Canter.
Los profesores pueden responder a los actos de los estudiantes de tres maneras diferentes:
• Estilo no asertivo: los profesores no asertivos no consiguen que sus alumnos sepan
claramente qué es lo que desean y que es lo que no aceptan. Unas veces amenazan y otras
ignoran las conductas perturbadoras.
• Estilo hostil: en el que los profesores utilizan un estilo de respuesta hostil y se dirigen a los
estudiantes de forma ofensiva.
• Estilo asertivo: cuando los profesores responden de forma asertiva, comunican de manera
clara sus deseos y sentimientos a los estudiantes, establecen límites, los aplican y dan
instrucciones explícitas a los alumnos. Es básico que la asertividad se implante de forma
coherente.
◦ Utilizar la técnica del disco rayado, es decir, repetir las exigencias varias veces cuando el
niño las ignore o ponga resistencia.
• Paso 6. Conseguir una fuerte implicación paterna: los profesores deben ponerse en
contacto con los padres a principio de curso y explicar las normas y las consecuencias. A lo
largo del año deben hacerse entrevistas de seguimiento.
6.1.2. Formación eficiente del profesor
La formación eficiente del profesor, según T. Gordon (1976) (GORDON, T. (1976). P.E.T. in
Action. New York: Wyden.) , defiende que los profesores deben fomentar la autorregulación,
junto con las relaciones positivas alumno-profesor. Esta teoría sostiene que la
recompensa y los castigos son maneras ineficientes de conseguir una influencia positiva en
los niños. Los métodos para fomentar la autorregulación son los siguientes:
◦ Advertir o amenazar.
Esta actitud muestra una falta de aceptación de los alumnos y, a la vez, imponen un control
o asumen la responsabilidad de los problemas que los estudiantes deberían asumir. Algunas
de estas respuestas pueden conseguir que el alumno se sienta mejor:
◦ Elogiar, mostrar acuerdo y evaluar positivamente.
◦ Tranquilizar, consolar y mostrar apoyo.
• Modificar el entorno del aula: la modificación del entorno del aula puede posibilitar abrir
experiencias de aprendizaje que les permitan estar más activos, con representaciones en
papel, debates, prácticas en laboratorios... Brindar la oportunidad para aprender lo que les
gusta y permitir opinar sobre las reglas que rigen en el aula. Muchas veces los niños se
aburren porque hay muy poca variación en los estímulos, para ello se deben ofrecer un
número variado de actividades de aprendizaje y ampliar el entorno de aprendizaje
al mundo exterior, organizando salidas fuera del aula, etc.
Es necesaria la escucha activa: en este caso, el profesor permanece en silencio y permite
que el alumno exprese su situación. La escucha activa implica decodificar adecuadamente el
mensaje de los alumnos, confiar plenamente en la capacidad de resolver el problema y
aceptar sin condición los sentimientos expresados por los alumnos. Para ello, podemos
utilizar las respuestas de reconocimiento como asentir con la cabeza, inclinarse hacia
delante, sonreír, fruncir el ceño...
1.
• Detectar la existencia del problema. Debe reconocerse, en primer lugar, que existe un
problema. Esto se logra a través de la observación de los propios sentimientos para así
detectar emociones como la tristeza, ira o sorpresa.
2.
• Pararse y pensar. Definir el problema. Por un momento, tomar distancia de la
situación problemática y decidir en qué consiste exactamente el problema.
3.
• Decidir un objetivo. Fijar una meta para la situación: ¿Cómo se desea que acabe la
situación? ¿Cuál es el resultado deseado?
4.
• Pensar en el mayor número posible de soluciones. Generar todas las posibilidades
de solución, sin evaluarlas de momento ni excluir las que parezcan poco factibles.
5.
• Imaginar las consecuencias de cada solución. Considerar los pros y contras de cada
posible solución, pensando en las consecuencias probables resultantes de cada una de
ellas.
6.
• Escoger la mejor solución. Ya que a esta altura se ve claramente que unas opciones
son mejores que otras, quedarse con una (o con una combinación de varias), basándose
en sus posibles consecuencias, y en la factibilidad de llevarla a cabo.
7.
• Planificar la puesta en práctica de la solución. Se trata de hacer un plan paso a paso
para llevar a cabo la opción elegida.
• Conflicto de valores: cuando los problemas en el aula son el resultado de conflictos de
valores entre los profesores y sus alumnos, lo mejor es no forzar cambios de valores. En este
caso, los profesores pueden ofrecer información sobre esta cuestión, pero no deben
inmiscuirse en las creencias de los alumnos.
• El profesor permisivo es ineficaz porque permite que los estudiantes actúen como deseen.
5. Realizar discusiones con toda la clase con relación a las normas establecidas para el
grupo y los problemas.
Es necesario que los profesores entiendan el comportamiento del niño desde el punto de vista
psicológico. Deben determinar los motivos de la conducta del alumno y pueden hacerlo
utilizando distintos métodos, como por ejemplo observar y analizar sus propios sentimientos
cuando un alumno responde. Para que esta disciplina funcione con éxito es básica una relación
de confianza con los alumnos.
El ánimo y las consecuencias lógicas
El ánimo es una técnica útil para evitar problemas de disciplina. El ánimo se centra más en el
esfuerzo que en los logros. El ánimo destaca el valor del aprendizaje y estimula la
cooperación, el esfuerzo, la independencia y la utilidad; a diferencia del elogio que se centra
en el logro, estimula la competición, el disfrute, la dependencia y el egoísmo. Al mismo tiempo
que animan a sus alumnos, los profesores deben identificar de antemano las consecuencias
lógicas y estar preparados para aplicarlas cuando aparezcan problemas de conducta. Las
consecuencias lógicas deben diferenciarse de las consecuencias naturales y del castigo.
Las naturales son las que se dan sin la intervención del profesor. Por ejemplo, si los alumnos
se tiran piedras pueden recibir un golpe en la cabeza. Las consecuencias lógicas son inventadas
y tienen una conexión razonable o lógica con la acción; por ejemplo, un alumno rompe un
juguete y tiene que arreglarlo. Están desprovistas de juicio moral y solo están relacionadas
con lo que ocurre en el momento presente. Se aplican de forma agradable sin enfadarse.
Desde el punto de vista de las consecuencias lógicas, lo que nunca debe hacerse es:
• Deben evitar dar recompensas por el buen comportamiento. Con ello se condiciona a los
niños a esperarlas.
• No deben utilizar unos estándares diferentes para los profesores y para los niños.
• Cuando los alumnos se portan mal en clase darles la opción de salir o quedarse sin
molestar.
• Dejar que los alumnos asuman una responsabilidad cada vez mayor por su propio
comportamiento y aprendizaje.
6.1.4. Terapia de la realidad y teoría de la elección de William Glasser
William Glasser rechazó la psicoterapia clásica a favor de un enfoque más conductista.
En la “terapia de la realidad”, el enfoque está orientado más hacia la responsabilidad.
Según Glasser, ser responsable es esencial en las relaciones satisfactorias con los demás.
Piensa también que los problemas sociales y psicológicos son resultado de las malas
decisiones tomadas sobre las relaciones sociales. Su método consiste en ayudar a los
individuos a identificar las conductas que no son coherentes con las normas sociales vigentes, a
aceptarlas como irresponsables y a sustituirlas por otras socialmente más deseables.
Los niños que no consiguen satisfacer sus necesidades crean problemas en la escuela. El papel
del profesor es ayudarles a aprender una manera de comportarse y a asumir su
responsabilidad, es decir, admitir su conducta y cambiarla. En la terapia de la realidad,
una relación de confianza es esencial.
2. Hacer que los estudiantes identifiquen las diversas consecuencias si continúa su conducta
inapropiada.
3. Hacer que los estudiantes realicen juicios de valor sobre su conducta y sus consecuencias.
• Ayuda a los alumnos a discutir la calidad del trabajo que desean realizar y los plazos que
desean imponerse a sí mismos.
• Ofrece a los alumnos ejemplos de cómo deben rendir y les permite evaluar su propio
trabajo.