Especial Rectorado

Rector Luis Guzmán Barrón

“Debemos trabajar en temas

que interesen al Perú”
TATIANA GUERRERO

A un año de haber asumido el rectorado,

el Ingeniero Luis Guzmán Barrón evalúa
la labor de nuestra Universidad
en el desarrollo del país, así como
los retos que debe afrontar para estar
al día con las nuevas tendencias
mundiales y seguir ofreciendo una
educación de primer nivel.
escribe Diego Avendaño D.
Egresado de Periodismo

¿Cuál es la misión de la PUCP en un país
como el nuestro?
Creo que debemos trabajar en temas
que interesen al Perú. Además de
preparar profesionales, debemos ser
la voz que no calla ante las injusticias
y los desatinos. Lo fuimos en los peo-
res años del gobierno anterior y creo
que esa línea se debe continuar. Ade-
más, debemos procurar que el públi-
co masivo entienda cuál es la verda-
dera misión de una Universidad co-
mo la nuestra, preocupada en el de-
sarrollo del país.
¿Qué contribuciones está haciendo la
Universidad para consolidarse como
espacio de discusión, de generación de
conocimientos?
El trabajo es constante. Hay, por
ejemplo, una serie de foros en los
que la Universidad participa y pron-
to tendremos una nueva edición de
Aula Magna. Esta semana una enti-
dad que busca masificar la enseñan-
za virtual acoge a la Universidad, en
un proyecto ligado a las Naciones
Unidas. La Universidad tiene que
demostrar sus posibilidades, su ca-
pacidad de preparar proyectos via-
bles para el país.
Últimamente hay una sobreoferta de uni-
versidades...
La aparición de estas nuevas univer-
sidades está cambiando la mentali-
dad del estudiante, haciendo que vea
sólo éxito, gestión, negocios, dinero.
La universidad no es sólo eso, es in-
vestigación, estudio y análisis. Si no-
sotros no formamos a la gente que va
a dar las bases para todo esto, enton-
ces el Perú no tendría investigado-
res. La Universidad no puede dejar
de enseñar Matemática, Física, Quí-
mica, Filosofía, Historia o Lingüísti-

Cómo encarar los desafíos del siglo XXI

La economía de la universidad
A menudo me preguntan cómo
se financia nuestra Universidad
y cuál es el estado de su econo-
mía. La respuesta es relativa-
mente simple. De los casi 300
millones de soles de presupuesto
anual, un 54% proviene de las
escribe pensiones, 21% de otros ingresos
Efraín académicos, 11% de ingresos de
Gonzales
de Olarte la propiedad inmobiliaria y el
resto por servicios varios. Con es-
Vicerrector
tos recursos se paga a los profeso-
Administrativo
de la PUCP res y personal administrativo, lo
que constituye el 54% del gasto,
en bienes y servicios 28%, tribu-
tos, cargas financieras y subven-
ciones 6%, provisiones 7% y sólo
el 5% en inversiones. Para el año
2005, el Consejo Universitario
aprobó un presupuesto con un
pequeñísimo déficit de apertu-
ra, absolutamente manejable.
Nuestra situación económica es
buena desde hace varios años, no
tenemos muchas deudas y esta-
mos buscando nuevas fuentes de
ingreso, para financiar las metas
del Plan Estratégico.
Sin embargo, el problema
está en el futuro, para lo cual
debemos y deberemos hacer
varios ajustes si queremos seguir
siendo la primera Universidad
del Perú y la novena de América
Latina (Survey del Times de Lon-
dres). Tenemos tres problemas
que debemos ir resolviendo: a)
Invertimos muy poco en rela-
ción con nuestro presupuesto,
deberíamos invertir unos 30
millones de soles al año, o sea un
10% del presupuesto total y no la
mitad como ahora. b) Tenemos
un exceso de personal adminis-
trativo (tenemos el ratio más alto
empleados/estudiantes entre las
universidades de Lima), lo que se
refleja en ineficiencia y excesiva
carga laboral. c) Dedicamos muy
poco recursos a la investigación,
apenas 0,3% del presupuesto, con
donaciones y ayudas llegamos al
1,5%; deberíamos llegar al 5%.
Por estas razones, debemos ir a
un ajuste estructural para encarar
los nuevos desafíos de la Univer-
sidad del siglo XXI: globalización
de la enseñanza, educación vir-
tual y personalizada, investiga-
ción en tecnología aplicada y pro-

2/ / Lima, edición especial de julio del 2005

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 ca y Literatura. Hay algunas carreras
que sí están relacionadas con hacer
negocios, pero nosotros aspiramos a
que nuestros estudiantes no piensen
sólo en eso. En cada ceremonia de
graduación les digo a nuestros egre-
sados que se inserten en la comuni-
dad y que sean agentes de cambio.
Eso no significa que dejen de velar
por su bienestar personal, pero de-
ben ver más allá de ello. En eso tene-
mos que diferenciarnos claramente
de las demás universidades.
Ante tal sobreoferta, ¿qué medidas ha
tomado la Universidad para mantener el
nivel de sus ingresantes?
Tenemos modalidades de ingreso
que procuran la selección de los me-
jores alumnos. Existe el ingreso di-
recto para los que vienen de bachille-
ratos extranjeros, que son alumnos
aceptados por las universidades de
otros países sin ningún requisito adi-
cional. De otro lado tenemos la CE-
PREPUC, que funciona hace más de
diez años. Allí los alumnos están so-
metidos a un intenso sistema de estu-
dio que nos permite asegurar que los
que logran vacante también tendrán
buen rendimiento en la Universi-
dad. Además, de cada tres postulan-
tes que se presentan a la Evaluación
del Talento sólo ingresa uno. Última-
mente hemos creado un sistema pa-
ra alumnos del quinto superior del
colegio y para el tercio superior de al-
gunos centros educativos.
Teniendo en cuenta la calidad de la edu-
cación pública, ¿no estarían en desven-
taja los alumnos de colegios nacionales?
No, hemos hecho estudios sobre los
mejores alumnos de la PUCP y su co-
legio de procedencia. Lo que cuenta
en este estudio no es si provienen de
colegios privados o estatales, sino el
éxito que han tenido los alumnos en
la universidad. En la relación de los
mejores evaluados, que está en la pá-
gina web, hay alumnos de colegios
privados, estatales, parroquiales y
de Fe y Alegría.
Se percibe a la PUCP como una univer-
sidad apegada a lo tradicional. ¿Qué
medidas se están tomando para que los
profesores utilicen nuevas tecnologías y
sistemas de enseñanza más modernos?
yección cultural. Todo ello para
contribuir al desarrollo humano
en el Perú, que es nuestra opción
como Universidad Católica.
Para llegar a este objetivo, se han
tomado varias decisiones impor-
tantes: hacer una reingeniería
de la organización, ir hacia una
reestructuración del presupuesto
y buscar nuevas fuentes de finan-
Debemos ser
una Universidad para el
siglo XXI que debe tener
una economía sana en el
presente y en el futuro”.
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Hemos creado una oficina de mo-
dernización pedagógica y existe
también el Centro para el Magiste-
rio Universitario (Magis PUCP). Es-
tas dos oficinas trabajan coordinada-
mente en metodologías de enseñan-
za. Un profesor no puede entrar a la
Universidad si no pasa un mínimo
de horas allí. De otro lado, estamos
buscando nuevas herramientas de
enseñanza como el Aprendizaje Ba-
sado en Problemas (ABP), y hay mu-
chos profesores que lo han puesto en
práctica. Yo mismo lo hice en mi cur-
so de Resistencia de Materiales con
muy buenos resultados.
La PUCP está en contacto permanente
con universidades extranjeras...
Sí, y el reto es conseguir programas
que permitan que los estudiantes de
todas las posibilidades económicas
puedan seguir estudios fuera del
país. Estamos trabajando en una do-
ble titulación con una universidad
En cada
ceremonia de graduación
yo les digo a nuestros
egresados que se inserten
en la comunidad y que
sean agentes de cambio”.
europea. Algo que no podemos des-
cuidar es la relación con la zona del
Pacífico. Hace poco viajé a China, sus
universidades tienen convenios con
las mejores universidades europeas.
Pese a que la relación es difícil por la
distancia, hemos suscrito un conve-
nio marco con la mejor universidad
china, hemos dejado la propuesta
de un convenio específico y estamos
en conversaciones con una segunda
universidad asiática.
¿Qué avances hay en el proyecto de acre-
ditación de las carreras?
Un buen número de especialidades
ya ha pasado el primer proceso de
acreditación, que es la autoevalua-
ción. Luego viene la segunda etapa,
que es la evaluación por pares. En el
Perú no existe ninguna entidad acre-
ciamiento. Son acciones que se
explican en función de las metas
del Plan Estratégico: hacer de la
PUCP una Universidad de exce-
lencia, inclusiva y promotora de
oportunidades educativas para
todos y ser competitiva interna-
cionalmente.
La reingeniería es, sobre todo,
una evaluación de la organiza-
ción administrativa y de las fun-
ciones asignadas a cada puesto
de trabajo, con el propósito de
determinar la cantidad y calidad
de trabajadores que requiere la
Universidad, dados los objetivos
señalados. La reestructuración
del presupuesto es la recomposi-
ción de los pesos de cada rubro,
por ejemplo debemos reducir
ditadora reconocida. Algunas uni-
versidades están siendo acreditadas
por otras universidades del extran-
jero. Nosotros hemos acudido a una
acreditación en todo lo que es nues-
tra parte administrativa. El Labora-
torio de Corrosión y Protección, por
ejemplo, tiene acreditación por una
empresa extranjera, y ofrece sus ser-
vicios a empresas que antes envia-
ban a hacer estos mismos trabajos
fuera del Perú.
Este mes se cumple un año desde que
asumió el cargo de Rector. ¿Cuál es su
balance?
Creo que hemos avanzado en la di-
rección que nos propusimos. Ha ha-
bido un avance muy grande en la
creación de nuevas especialidades,
sin embargo, no tenemos planeado
implementar alguna más en tanto
no tengamos la infraestructura que
se requiere. En breve vamos a revisar
nuestro Plan Estratégico. Queremos
que la Universidad se pueda mane-
jar de una manera muy gerencial, en-
tendiendo por esto que cada decano
conozca exactamente qué puede ha-
cer, cuáles son sus límites, sus alcan-
ces y, al mismo tiempo, que se pueda
revisar cómo enseñamos, qué ense-
ñamos y por qué enseñamos.
¿Cómo se adapta a la realidad el Plan Es-
tratégico de la Universidad?
El plan que se hizo el año 2000 es muy
flexible. Ahora vamos a revisarlo,
adaptarlo, revisar algunas metas y
hacerlo para que sea aún más flexi-
ble. Cuando se plantearon las me-
tas estaban muy bien pensadas pe-
ro algunas se han desactualizado. El
mundo va cambiando. No comple-
tamente, pero en algunos aspectos
esenciales sí. Por ejemplo, hoy día es
clarísimo que por lo menos debemos
dominar un idioma además del es-
pañol. Yo creo que deberían ser dos.
Tal como se vienen las cosas, habrá
que saber un idioma del otro lado del
Pacífico. No todos lo podrán hacer,
pero aquellos que quieren realmen-
te tener una participación de éxi-
to en los campos de Gestión, Finan-
zas, Economía, Derecho tendrán que
aprenderlo. No hay que olvidar, sin
embargo, que la Universidad no es
solamente eso, sino mucho más.
relativamente la planilla para
incrementar la investigación y las
inversiones en edificios, equipos,
laboratorios, computadoras, li-
bros, etc., debemos gastar más en
todo aquello que una educación
de calidad requiere. Tenemos que
ser muy creativos para buscar
nuevas fuentes de ingresos sin
elevar las pensiones más allá de
la tasa de inflación anual, y ya te-
nemos planes para buscar nuevas
fuentes de ingresos en servicios
educativos que debemos ofrecer,
dadas nuestras capacidades y ex-
periencia. Debemos ser una Uni-
versidad para el siglo XXI que
debe tener una economía sana en
el presente y en el futuro. Este es
nuestro desafío.
Compromiso académico
El Perú desde la
universidad actual
escribe
Marcial
Rubio Correa
Vicerrector
Académico de la PUCP
Hace algún tiempo escribí un artículo en el que
sostenía –ése era precisamente su título– que
“pensar al Perú es una muy buena forma de
quererlo”. Reflexionar sobre nuestro país, tra-
tar de entender sus contradicciones, sus cam-
bios constantes, los prejuicios y las exclusiones
que han limitado sus inmensas posibilidades
de convertir esta tierra en un lugar mejor para
vivir, es una tarea difícil que no ha sido aborda-
da con la importancia y continuidad que me-
recería una labor tan fundamental para nues-
tro desarrollo. Seguramente los más brillantes
pensadores que reflexionaron en torno al Perú
se ubican en las tres primeras décadas del si-
glo XX –Víctor Andrés Belaunde, Víctor Raúl
Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui y Jo-
sé de la Riva Agüero (mencionados en estricto
orden alfabético)–, pero desde entonces nues-
tro país ha sufrido transformaciones funda-
mentales que le han dado un nuevo rostro: la
migración, la modernización, la urbanización,
la informalidad, el desborde popular, el auto-
ritarismo, la discriminación, la corrupción y la
violencia de las últimas décadas, entre otros
muchos factores, son fenómenos que han atra-
vesado transversalmente nuestra sociedad y
que constituyen aún procesos en marcha que
merecen ser pensados por nuevas generacio-
nes de peruanos.
Allí entra a tallar la universidad, plataforma
ideal para pensar al Perú de este tercer milenio.
Las condiciones han cambiado con respecto a
la visión tradicional que se tenía de las institu-
ciones de educación superior. En tiempos co-
mo los actuales en los que el conocimiento hu-
mano avanza como una bola de nieve, la uni-
versidad tiene que enseñar a aprender. Ya no
se trata, como hace décadas, de que la univer-
sidad forme a sus alumnos y haga investiga-
ción –misiones que por cierto mantienen su vi-
gencia–, sino que se añade una nueva meta no
menos importante: la de permitir que los pro-
fesionales egresados sigan estudiando para
que puedan seguir siendo profesionales, que
aprendan el método de adquirir conocimien-
to, que tengan una formación continua. Apren-
der hoy es importante para entender lo que se
debe aprender mañana y no perder el tren de la
actualización.
¿Cómo conectar esta nueva revolución me-
todológica con un interés profundo por pensar
al Perú? En eso reside el trabajo académico de la
universidad, que debe fijar niveles de calidad
y metas para el proceso de enseñanza-apren-
dizaje y para la tarea de investigación. Nues-
tra Universidad tiene una identidad católica y
pontificia que la compromete a realizar un diá-
logo permanente entre la Fe y el conocimiento.
Busca formar élites del saber y por eso debe pre-
tender la excelencia con técnicas modernas de
enseñanza. Debemos esforzarnos para que la
formación integral y continua de los alumnos
sea de excelencia y supere los estándares inter-
nacionales, estimulando a nuestros graduados
a aportar al conocimiento universal desde la
especificidad del Perú, porque queremos que
aporten, trabajen y piensen en o, en todo caso,
por el Perú. Ése es el compromiso que tenemos
con nuestros alumnos y con nuestro país.
Lima, edición especial de julio del 2005 / /3
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