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Universidad Mariano Gálvez de Guatemala

Sede: Tierra Nueva, Chinautla


Psicoterapia de Pareja y Familiar
Licenciada Rosa Villata

Los vínculos subjetales y las patologías transpersonales

Febe Maria Alejandra Rivas Alvarez


Carné: 3002-16-15635
Fecha: 21-08-2020
Relaciones Objetales
    La teoría de las relaciones objetales puede verse, según como la definamos, como un
capítulo de la teoría psicoanalítica freudiana, o como una de las versiones
contrastantes de la teoría psicoanalítica que existen en la actualidad (Kernberg, 1976).
    El objeto de la pulsión es aquella entidad —ya sea externa al cuerpo del sujeto o
parte del mismo— que permite la descarga de tensión pulsional, generadora de placer,
a través de una conducta consumatoria que constituye el “fin” de la pulsión. En este
contexto, el objeto es el elemento más variable de la dinámica pulsional, ya que es
infinitamente reemplazable (Freud, 1915).
    En cambio, cuando hablamos de objeto en la teoría de las relaciones objetales nos
estamos refiriendo siempre a un “objeto humano”, es decir, a una persona, una parte
de una persona, o una imagen más o menos distorsionada de éstas. Aquí el objeto deja
de ser impersonal y reemplazable, para volverse intensamente personal. No es el
objeto de una pulsión, un mero requisito para la obtención del placer, sino un objeto
de amor o de odio, que el yo busca para encontrar respuesta a su necesidad de
relación. Y, una vez encontrado, estos sentimientos quedan tan ligados a ese objeto
específico, que sólo a través de un duro y difícil trabajo de duelo podrá abandonarlo y
volver a colocarse en las condiciones que permitirían una nueva elección.
    Una forma de definir la teoría de las relaciones objetales es afirmar que ésta
pretende dar cuenta de cómo la experiencia de la relación con los objetos genera
organizaciones internas perdurables de la mente. En otras palabras, se trata del
desarrollo, hasta sus últimas consecuencias, de la hipótesis de que las estructuras
psíquicas se originan en la internalización de las experiencias de relación con los
objetos. Existe, desde luego, una interacción entre la internalización de las
experiencias de relación, por una parte, y la actualización de las estructuras
relacionales internalizadas, encarnándose en nuevas relaciones, que a su vez serán
internalizadas. En consecuencia, la vida de relación toma la forma de un proceso
circular, semejante a los
    La teoría de las relaciones objetales rompe desde un comienzo con la teoría de las
pulsiones al destacar otras motivaciones del ser humano, no relacionadas con la
búsqueda del placer impersonal, sino con las necesidades de relación, altamente
personales. Estas necesidades incluyen anhelos tales como el de ser visto, reconocido
o comprendido, o el de compartir la propia experiencia subjetiva con otro ser humano.
Cuando éstas no encuentran respuesta, la reacción emocional del sujeto no es de
frustración, sino de vacío y desesperanza. Cuando sí la encuentran, lo que surge no es
una experiencia de placer sino de armonía y plenitud.

Psicología Interpersonal
Dependiendo del tipo de necesidad que hiciera falta, esta motivaría al sujeto a tener
cierto tipo de comportamientos que le acercaran a su meta; si alguien tiene sed, hará
lo necesario para conseguir agua y beberla, si se tiene hambre buscará comida, si
alguien siente miedo y ansiedad constantemente, buscará cómo sentir más seguridad,
si alguien se siente falto de afecto, amor o pertenencia, hará lo posible para
encontrarlo y sentirse completo, pero una vez que estas primeras necesidades son
satisfechas y que a su vez la complejidad de su naturaleza va aumentando, se llega al
punto en que, una vez satisfechas hasta cierto punto las primeras cuatro necesidades
el individuo deja de sentir aquella potente motivación por conseguirlas, en
consecuencia, prefiere lograr un estado interno de comunión con todo lo que le rodea,
algo que no tiene que ver con la búsqueda de un equilibrio interno ni psicológico, ni
fisiológico; consiste en comprender aquellos continuos deseos de llenar potenciales, a
llegar a ser todo lo que personalmente se pueda ser, experimentar que se es parte de
todo al mismo tiempo pero con un sentido claro de la individualidad (Boeree y Gautier,
2001).
El término transpersonal desde su etimología significa “ir más allá de lo personal” o “a
través de lo personal”, se refiere a las motivaciones, las experiencias, los estadios
evolutivos, los modos de ser, las inquietudes o cualquier fenómeno que incluyen y al
mismo tiempo se extienden más allá de la personalidad individual o Yo (Ferrer, 2003
en Puente, 2009).
Desde una perspectiva científica, la psicología transpersonal se suma a la tendencia
general hacia la integración intra e interdisciplinaria y la idea de la unidad inseparable
de sujeto y objeto, deja atrás el positivismo y la visión científica ortodoxa - cartesiana
de la realidad y de un universo mecánico y se identifica más bien con un paradigma
unificador (Almendro, 2009).
Los intereses de la psicología transpersonal están muy cerca de los de diversas
tradiciones espirituales y su camino de exploración va muy de la mano de la filosofía. El
modelo propone que muchas de las cualidades reportadas como espirituales ocurren o
se facilitan cuando el estado común de conciencia se ha alterado; por lo que se
considera que el único modo de tener una experiencia verdaderamente espiritual es
vivirla y no pensarla (Armendáriz, 2003).
La psicología transpersonal establece un puente entre la ciencia y la espiritualidad;
entre el este y oeste; conocer los opuestos; tratando de acercarse al origen (Almendro,
2009); como una síntesis entre ciencia moderna y sabiduría antigua, enfocándose en
su totalidad sin disminuir la responsabilidad de lo personal, la psicología transpersonal
recupera la sabiduría antigua, revelando el significado de la vida en textos ancestrales
como Gilgamesh (babilonia), Tao te King de Lao Tse, Confucio (China), los upanishádica
(India), los dervishes y la sabiduría cristiana.
Patologías Interpersonales
Mientras el espacio interpersonal es el lugar donde se efectúan los intercambios con
otro, otro diferente de sí mismo, un espacio definido por la diferenciación y en el cual
se ponen en acción procesos de transformación y de elaboración del grupo familiar en
una dimensión creadora y evolutiva, el espacio transpersonal es el lugar de las
comunicaciones inconscientes primitivas, actuadas o somatizadas, así como el
lugar de lo transgeneracional y de las defensas transpersonales. 
En las familias psicóticas los procesos de elaboración fracasan y se produce un ataque
contra el pensamiento porque el espacio interpersonal se reduce y es reemplazado por
la fusión con el otro, por el control o por la evacuación de las emociones en el otro. En
esta situación, el trabajo sobre la dimensión transpersonal se vuelve crucial porque
estas dimensiones vehiculizan secretos, contenidos concretos o somatizados, etc. En
las dimensiones transpersonales observamos, igual- mente, vínculos defensivos
expresamente creados como defensas transpersonales que la familia organiza frente a
las angustias compartidas, producidas por los acontecimientos del ciclo vital o por los
traumatismos ocasionales.

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