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Esta primera unidad está a su vez compuesta por cinco (5) temas, a saber:
De modo que los procedimientos son importantes, pues representan los pasos para
efectuar algo. Y entre las diversas formas se pretende realizar las actuaciones de la mejor
manera posible, es decir, con calidad y cantidad, en el menor tiempo. En pocas palabras, con
eficacia. Y eso, es igual en todo, en los procesos productivos de una pequeña o gran empresa,
en los quehaceres del hogar, etc.
De manera que es fácil entender que así como, p.e., los ingenieros o los médicos
deben dar unos pasos para efectuar su labor de construcción o de una operación, así el
abogado para hacer cumplir el derecho ha de seguir un procedimiento. Lo contrario sería
hacer lo que quisieramos, lo cual de ser permitido generaría un caos, y sobre todo inseguridad
jurídica, vale decir, lo contrario a la seguridad jurídica, en este caso representada en la
confianza que los ciudadanos sobre las reglas de procedimiento.
“Procedimiento y proceso. Sin romper la unidad del Derecho Adjetivo (v.), en que uno y otro se
integran, caben diferenciaciones esenciales entre ambos. De modo característico, el procedimiento
es la forma, y el proceso (v.), el fondo. El primero actúa de continente o molde; el segundo, de
contenido o fisonomía. (…) El procedimiento constituye el camino; el proceso, el vehículo que
permite recorrerlo a las partes y a los órganos (sujetos) públicos que lo transitan.
Si se quiere un ejemplo diferenciador, el establecimiento de un plazo es un acto procedimental; su
utilización, un acto procesal. La forma de redactar un escrito y la oportunidad de presentarlo
corresponden a lo procedimental; los hechos y alegatos consignados en él son materia del proceso,
porque tienden a fijar el planteamiento, a sostener una pretensión y a determinar una resolución.”
(CABANELLAS, Guillermo. “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual”, 12a Edición. Editorial
Heliasta, S.R.L. Buenos Aires-Argentina. 1979, T.V, 806 P. p.434)
Por ejemplo, en la causa o proceso penal de José contra Pedro, la Fiscalía se equivocó
aplicando los lapsos del procedimiento laboral y no del penal.
Recalquemos esto: el proceso penal o el civil, o cualesquiera, pueden cambiar el
procedimiento, para hacerlo más eficaz, y se modificarían normas del COPP o del CPC, según el
caso, pero el proceso sigue siendo penal o civil, incluso, imaginemos que en el futuro lleguen a
tener un procedimiento compartido.
Si la finalidad es la misma, los lapos pueden ser iguales o similares o con pocas
diferencias, incluso dos o tres procedimientos serían mejor que la lluvia o multiplicidad de ellos
para las diferentes ramas del derecho, y peor aún múltiples procedimientos dentro de una
misma rama, como ocurre en materia civil con su procedimiento ordinario o común y al lado,
los llamados procedimientos especiales.
Por qué es de interés esto? Imagínese que usted sacó ‘20’ puntos en Procedimiento
Civil, pero ‘01’ en procedimiento penal. Ahora imagínese que ud ha ganado todos los casos
civiles, pero un amigo ha sido detenido injustamente en una cola de gasolina, y cuando ud
pretende ayudarlo por fraternidad, se da cuenta, no sólo que el procedimiento es diferente,
sino que a su amigo no se le concedió la inmediata libertad por un error de usted por
desconocer una interpretación jurisprudencial respecto a una norma procedimental para
intentar un amparo (Habeas Corpus). A la vez, resulta que ese mismo amigo tenía pendiente
una audiencia preliminar laboral, a la cual ud compareció pero no consignó escrito de
promoción de pruebas, a pesar de que tenía abundante material probatorio.
Evidente es que todo habría sido más fácil si el procedimiento fuese común a los
procesos del ejemplo.
Pero vallamos más allá de nuestras propias fronteras y seamos más globales. Han
escuchado hablar del Código Modelo Iberoaméricado? Es como su nombre lo indica un intento
por unificar los procedimientos civiles en iberoamérica. Si el referido cuerpo normativo fuese
acogido, y se convierte en una realidad en la práctica, se tendría la posibilidad de que el
Venezolano que hoy reside en Chile conocería el procedimiento civil por ser el mismo que en
Venezuela.
Esa unificación tal vez llegue algún día, y sobre todo cuando se ha convertido en una
urgente necesidad para los miles y miles de abogados que emigran y se ven limitados para
ejercer su profesión. Y de seguro uds podrían aportar ideas para el desarrollo de esa
unificación procedimental.
Ahora bien, dicho lo anterior ¿qué sería el procedimiento laboral? Con sus propias
palabras ud puede decir, algo como el procedimiento empleado en los procesos laborales o del
trabajo. Pero podemos ser más generosos en la respuesta. ¿Es de una rama del Derecho? ¿Qué
persigue?, ¿es especial?, ¿es uno solo?, ¿dónde se hace valer?, ¿cuándo?
El Procedimiento laboral o del trabajo sería entonces el diseñado para solucionar los
conflictos de naturaleza laboral, y es estudiado en esta cátedra de Derecho Procesal del
Trabajo como rama de las Ciencias del Derecho, y que es especial, como se explica ut infra,
vale decir, más adelante.
1. LA JURISDICCIÓN SOCIAL.
La administración de justicia en sentido propio se efectúa a través de los tribunales, y
son ellos los que realizan actividad jurisdiccional, a ellos está encomendado precisamente,
administrar justicia. De modo que jurisdicción social hace alusión a los tribunales con
competencia en el área de la llamada Justicia Social.
“Su función es la de realizar (ese) bien común por encima de intereses particulares. Esta función es
diferente de la que algunos le atribuyen. La justicia social no representa un particularismo de clases;
no es, ni puede ser, un instrumento de opresión proletaria sobre los demás sectores sociales. Con la
vista puesta en el bien común, le toca dar siempre a cada uno lo que le corresponde. En necesario
entenderlo y dejarlo sentado.” (Idem)
La Justicia social tiene como punta de lanza al Derecho del Trabajo, pero igualmente es
protagonista, o impregna, cada vez más, otras ramas del Derecho, por ejemplo, el derecho
agrario, el de niños, niñas y adolescentes, el derecho de inquilinato o arrendamiento, etc.
El Derecho Procesal del Trabajo (DPT), también puede decirse que “es el conjunto de
las normas jurídicas que regulan el procedimiento para que los órganos jurisdiccionales
(laborales), resuelvan los conflictos jurídicos derivados del hecho social trabajo y a garantizar
su efectiva tutela.” (MORA DÍAZ, Omar Alfredo. “Derecho Procesal del Trabajo”, Caracas,
Organización Gráficas Capriles, C.A. 2013, p.35)
Ahora bien, al hacer referencia a procedimiento, esas normas son diseñadas por el
Estado, para que cuando los sujetos involucrados (empleador y entidad patronal pública o
privada) acudan a los tribunales a dirimir o solucionar sus diferencias, sepan a qué atenerse en
cuanto a forma y oportunidad de los actos procesales.
Los hechos del caso específico (cobro de horas extras). = Premisa Menor
La norma prediseñada en la que el caso concreto se encuadra. = Premisa Mayor
La tarea de subsunción o engrane de los hechos en el derecho. = Conclusión (Demanda, o contestación o
sentencia según de quien se trate).
Dicho lo anterior, se concluye que el Derecho Procesal del Trabajo (DPT), igual que los
demás procedimientos, corresponde al campo del derecho público, puesto que se imponen
normas de orden público (de obligatorio cumplimiento), pasando a un reducidísimo segundo
plano, la voluntad de las partes involucradas, con las características propias que pueda tener el
derecho procesal de cada rama del derecho, en el caso del DPT, el hecho social trabajo. A la
par se destaca que procedimiento laboral el Juez tiene amplias facultades para buscar la
verdad (art. 5 LOPT), no se tiene que limitar con la actuación de las partes (Principio
Dispositivo), sino que debe impulsar la continuación del proceso de oficio, es decir, aún sin que
se lo pidan (Principio Inquisitivo), es el que dirige el proceso como Rector del proceso (art. 6
LOPT).
El Procedimiento laboral regido por la LOPT, tomó entre otros, aportes, precisamente
del Código Procesal Civil Modelo para Iberoamérica (Instituto Iberoaméricano de Derecho
Procesal).
La CRBV, contiene normas que orientan nuestro sistema de justicia en general, así
como de la competencia laboral tanto a nivel sustantivo como adjetivo, y prevé la creación de
la LOPT, en concreto en la Disposición Transitoria Cuarta en donde se lee:
“Dentro del primer año, contado a partir de su instalación, la Asamblea Nacional aprobará:
(Omissis)
4. Una ley orgánica procesal del trabajo que garantice el funcionamiento de una jurisdicción laboral
autónoma y especializada, y la protección del trabajador o trabajadora en los términos previstos en
esta Constitución y en las leyes. La Ley Orgánica Procesal del Trabajo estará orientada por los
principios de gratuidad, celeridad, oralidad, inmediatez, prioridad de la realidad de los hechos, la
equidad y la rectoría del juez o jueza en el proceso. ”
Pasado más del año previsto en la norma transcrita, la Asamblea Nacional aprobó en el
año 2003 la LOPT, cuyo proyecto emanó de la Sala de Casación Social (SCS) del Tribunal
Supremo de Justicia (TSJ). Así esta norma procesal no sólo dio mayor especialidad al DPT como
autónomo, sino que lo modernizó enormemente.
Es de interés el contenido otorgado al artículo uno (1) de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo (LOPT), en la cual el legislador expone el objetivo de la norma adjetiva laboral, como
sigue:
“Artículo 1°.- La presente Ley garantizará la protección de los trabajadores en los términos
previstos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes, así como el
funcionamiento, para trabajadores y empleadores, de una jurisdicción laboral autónoma,
imparcial y especializada.
Parágrafo Único: La designación de personas en masculino tiene, en las disposiciones de
esta Ley, un sentido genérico, referido siempre, por igual a, hombres y mujeres. ”
(Subrayado agregado)
De la norma transcrita, en su encabezamiento, podemos distinguir dos objetivos: el
Primero está referido al DPT como un instrumento para hacer cumplir la normativa laboral con
independencia del cuerpo legal en que se encuentre (CRBV, LOTTT, etc). En segundo lugar, y
con un sentido más preciso, un proceso laboral en el que el administrador de justicia imparcial,
es decir, que no tenga favorecimiento por alguna de las partes, que sea autónomo, toda vez
que no dependa su criterio de otras personas o instituciones, solo de su interpretación del
derecho en la búsqueda de la justicia. A su vez un DPT autónomo como se indicó en líneas
anteriores.
NOTA: Es de indicar que aún existen tribunales que poseen múltiples competencias,
p.e, civil y mercantil, laboral, de niños, niñas y adolescentes. Esta es la excepción a la regla, y se
debe a factores tales como que en esas zonas el giro de causas es mucho menor.
Así también es fácil entender que tiene principios que son compartidos con otras
ramas del Derecho (ej. oralidad), y otros que le son propios (p.e., in dubio pro operario, y la
irrenunciabilidad) como se analizará más adelante en el Tema 3.
5. RELACIONES CON OTRAS DISCIPLINAS JURÍDICAS.
El DPT es parte del derecho es una rama del mismo. Y como si se tratase de un árbol y
sus ramas, todas se relacionan. En ese sentido, obvio es que se relaciona el DPT con el resto
del Derecho.
La relación que salta a la vista es la de este con el Derecho del Trabajo en sentido
sustantivo (individual o colectivo), toda vez que el procedimiento del trabajo tiene como fin
último hacer cumplir el derecho del trabajo (salario, vacaciones, horas extras, etc.), a través de
las reglas procedimentales del trabajo.
Igual podemos relacionarlas con todos los demás procedimientos, siendo el Derecho
Procesal Civil (DPC) la columna vertebral o guía de todos los procedimientos, y a la que se
acude en casos de vacíos o lagunas en la normativa procesal del trabajo, toda vez que el
derecho es un sistema (Argumento Sistemático), pero adecuando la aplicación a la naturaleza
especial de la materia laboral (art. 11 LOPT).
El Derecho Procesal del Trabajo, puede, por ejemplo, en los casos de nulidad de
providencias administrativas emanadas de la Inspectoría del Trabajo, en los casos de
inamovilidad, puede nutrirse de la normativa y jurisprudencia del Derecho Administrativo y el
Contencioso Administrativo.
Y así sucesivamente, se pueden precisar relaciones del DPT con otras ramas del
Derecho, pues se reitera el Derecho es un todo organizado.