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Ory, Pascal. "EL CUERPO ORDINARIO".

Historia del cuerpo en el siglo XX: las


mutaciones de la mirada, t.3. Dir. Courtine, Jean. Madrid: Santillana, 2006.

Por: Yubely Andrea Vahos

El siglo XX estuvo atravesado por un movimiento ascendente hacia la aparente


uniformización de los hábitos de consumo y las prácticas en el marco de la cultura de masas
y una ruptura que orientó a los individuos a buscar su subjetividad en formas nuevas de
espiritualidad y pertenencia. Este proceso se hizo evidente en una revolución en la
corporalidad, la manifestación de los cuerpos, nuevas reglas y sometimientos. Cambios
que analiza Pascal Ory en “El cuerpo ordinario desde un enfoque culturalista, con el telón
de fondo que ofrece la laicización y el derrumbamiento de los valores religiosos y plantea
que no basta con estudiar la economía y la técnica para estudiar el cuerpo, dado que ellas
dinamizan tendencias que no han originado

El autor presenta la desaparición de los corsets y las fajas en tanto síntoma de un


movimiento que condujo a la mayor exhibición del cuerpo sin disfraces o correctores de
imperfecciones, un fenómeno derivado de la atenuación de la separación entre cuerpo
privado y cuerpo público. Merced a lo anterior, surgió una red comercial apoyada en los
progresos científicos que preconizaba el cuidado y la limpieza. Cada ser humano debe
autogestionar su estética corporal mediante la dietética, puesto que la delgadez se torna en
mecanismo de distinción y salud, junto a la cosmética, cuyos avances se centraron en el
cuidado y el aseo. La belleza se definió en función de la salud, el deporte y la “naturalidad,
pese a las exigencias que la hacían difícil de obtener

De acuerdo con Ory, a medida que se exhibía más piel incrementaban las exigencias de
modelación artificial a través de la cirugía estética, que también se presentaba como vía
para prolongar la juventud e incrementar los atributos sexuales. Desde los años 60 los
adultos desean parecerse a los jóvenes y estos no están interesados en madurar (al menos en
el plano estético). La belleza ya no es un don de la naturaleza, si no resultado de la
disciplina, la voluntad y el dinero, el cuerpo es una responsabilidad del individuo, abocado
a una evaluación crítica de su imagen para su mejoramiento.

Durante esta centuria la moda erotizó el cuerpo, una tendencia que se masificó mediante la
vulgarización posibilitada por los medios de comunicación y la industria, en tanto que
respondía a la flexibilización y aspiración a la igualación con prendas como el gean. Sin
embargo el cuerpo objeto se tornó en medio para expresar la singularidad del sujeto. Como
planteó Fischler, de la mano de la sicologización creciente de la sociedad, el cuerpo se
reveló como sustancia, en vez de envoltorio del sujeto y punto de unión entre el yo y el
cosmos. 1. Esta búsqueda de identidad y la vanguardia de los jóvenes en la moda y las
prácticas posibilitaron la popularización de marcas identitarias como el tatuaje.

De la mano de los cambios culturales fueron surgiendo prácticas posibles en unas


sociedades con altos estándares de vida, pero marcadas por el control de los tiempos, los
sujetos, la monotonía y la ruptura de solidaridades. Así se elabora una división laica y
remunerada entre el tiempo laboral y el vacacional, que favorece la definición de tiempos y
espacios para el desgaste corporal controlado, como la fiesta y el deporte, para suplir el
deseo de excesos, desinhibición y riesgo, al hacer de las actividades cotidianas de las
sociedades de antiguo régimen un placer para los sujetos modernos. Mientras la violencia
se erige en forma de pertenencia a un grupo y cuestionamiento del orden social a
contracorriente de un movimiento legislativo que plantea nuevos valores y critica el empleo
de la violencia callejera.

El autor realiza un interesante recorrido por las fuerzas e ideas que contribuyeron a moldear
la imagen del cuerpo que conocemos hoy, lo que Fischler ha nombrado el tránsito de
Calipijie a Tanagra. Sin embargo su análisis se basa en un supuesto cuestionable. El autor
enuncia que su argumentación será de tipo culturalista, pero presenta una visión
simplificada de los movimientos que incidieron en la imagen y la representación de los
cuerpos occidentales del siglo pasado. En el texto se plantea que procesos como la
preocupación por la delgadez o la erotización del cuerpo surgieron en el seno de ciertos
grupos de élite y se difundieron gracias a la masificación de los medios de comunicación.
En consecuencia, el papel de la masa se limitó a aprobar y difundir aquello que les era
impuesto. esta premisa impide enriquecer el análisis con matices que se harían visibles al
considerar la popularización de las ideas estudiadas en tanto proceso en el cual algunos
sectores impulsaron ciertas prácticas, pero la sociedad tuvo un papel activo, al reelavorarlas
o darles nuevos significados, de allí que el resultado fuese producto de esa relación
dinámica. Por otra parte, la idea del cuerpo intervenido con fines estéticos suscita la
pregunta por la configuración de la imagen de un cuerpo sometido a nuevas formas de
agresión e invasión, gracias a nuevas armas e equipos médicos.

1
Claude Fischler, El (h) omnívoro: el gusto, la cocina y el cuerpo. (Barcelona: Anagrama, 1995).

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