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NATURALEZA JURÍDICA
CONCEPTO DE LA POSESIÓN
Digesto sostiene que la palabra posesión viene de sede, como si dijera posición, porque la
tiene naturalmente el que se instale en ella. Los partidas afirmaban que la posesión es
tenencia derecha sobre las cosas. El proyecto del código civil de 1851 sostiene que la posesión
es la tenencia de una cosa o el goce de un derecho por nosotros mismos en conceptos de
dueños o en nuestro nombre. Nuestro código civil nos dice que posesión natural es la tenencia
de una cosa o el disfrute de un derecho por una persona. Posesión civil es esa misma tenencia
o disfrute unidos a la intención de haber la cosa o derecho como suyos.
ESTRUCTURA DE LA POSESIÓN
En la posesión se tiene el corpus y el animus, pero hay que distinguir dos casos. En la posesión
ilegítima, que se daría en caso de robo, el poseedor tiene el corpus y el animus, pues no
reconoce el derecho del propietario legítimo, pero no tiene ni justo título ni buena fe. En la
posesión legítima, el poseedor coincide con el propietario, por lo cual tiene corpus, animus,
justo título y buena fe. Por eso podemos decir, que todo propietario es poseedor, pero no todo
poseedor es propietario.
FUNCIÓN DE LA POSESIÓN
Tres funciones
a) Tutela jurídica. Hace referencia a que en ningún caso puede adquirirse violentamente
la posesión mientras exista un poseedor que se oponga a ello. Ello, excluye la
autotutela y los actos ejecutados con violencia. Entonces cuando existe resistencia de
entrega por parte del tenedor, deberá solicitar el auxilio de la autoridad competente.
Por lo tanto, todo poseedor tiene derecho a ser respetado en su posición, y si fuere
inquietado en ella, deberá ser amparado por el derecho.
b) La posesión sirve como instrumento de publicidad, por ello, la posesión desarrolla una
función legitimadora, en tal sentido, el poseedor en concepto de dueño tiene a su
favor la presunción legal de que posee con justo título, y no se puede obligar a
demostrarlo.
c) Como tercera función es la posibilidad de su conversión en dominio o en el derecho
real de que sea exteriorización o visibilidad mediante la usucapio o prescripción
adquisitiva.
Para ello Ihering clasificó dos teorías que explican la justificación de la posesión
Teoría de la personalidad- La primera protección que reciben los derechos sobre las cosas se
da porque son manifestación o protección de la personalidad humana, es decir, la tutela
posesoria deriva de la protección de la personalidad del poseedor.
Teoría de la continuidad o del mantenimiento del status quo- La razón por la que se protege
al poseedor estribará en la necesidad de que la vida jurídica tenga continuidad, que por si
mismo es un bien o valor digno de protección.
Teoría de la prohibición de la violencia- la tutela posesoria se explica por la idea de que hay
que evitar la violencia para conservar la paz jurídica o el orden público, es decir, mantener la
paz pública.
Teoría del vencimiento justificado- La tutela posesoria se fundamenta en que nadie puede
vencer a otro sin motivos justificados y preponderantes para fundamental su derecho,
entonces todo el que ejerce un derecho debe ser mantenido en ese estado de facto hasta que
otro haya demostrado tener un mejor derecho.
NATURALEZA JURÍDICA
Teoría empírica- La posesión es cosa hecho y no de derecho, explica que el mero hecho de
poseer una cosa, si bien trasciende jurídicamente, con dificultad alcanza la integridad de un
derecho real.
Teoría jurídica- Conciben a la posesión como derecho, en cuanto la posesión es el derecho a
continuar poseyendo basado en el hecho de poseer. Es un derecho subjetivo.
Teoría mixta- Según Savigny la posesión es al mismo tiempo un hecho y un derecho, empieza
solo como hecho pero ese hecho produce consecuencias jurídicas, las que engendran derecho
a poseer.
Teoría de la posesión como la apariencia de derecho provisional de las cosas- Sostiene que
en ciertas situaciones generales por las cuales quien ha confiado razonablemente en una
manifestación juridica dada y se ha comportado de acuerdo con tal manifestación tiene
derecho a contar con ella, aunque la manifestación no corresponda con la realidad.