Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
.a1.
E
o
.c
-
-a
el)
e
"O
O --
--1.
O:
--
a'"
,¡.
.,.',
a.
O a
••en ~
el) D
--
..c O
1.
m.
•••••
•
E O
••
o
~
O O 1. oE
a.
••• U J-
,
1. Planteo
,...I 2. Historia
~
27
PROLEGÓMENOS
economistas y psicólogos, están convencidos de que surgen factores de progresiva desorganización se contrarresta con la aspiración de
imprevistos que pueden alterar su cálculo o su pronóstico; pero la materia viviente a una organización superior, como sostiene
precisamente esa convicción es importante porque revela la re- Teilhard de Chardin? ¿O bien cometemos ya un error cuando atri-
lación entre visión retrospectiva y visión prospectiva .. Fundándonos buimos validez universal a la ley de la entropía? La ley de la en-
en nuestro saber de lo pasado y de lo presente -y lo presente no es tropía es, efectivamente, una ley comprobada empíricamente, no
más que la forma que lo pasado tiene ahora=, podemos hacer un una ley de necesidad intrínseca, no una ley absoluta. Todas estas
pronóstico. A medida que aumenta nuestro saber de lo pasado, consideraciones corren el peligro de resultar meramente especula-
tanto más aumenta nuestra posibilidad de pronosticar, o nuestro sa- tivas. En la historia no se trata ni de un punto final definitivo ni de
ber de lo futuro.ide lo venidero. Sin duda se corre así el peligro de un comienzo absoluto. Mas así como el comienzo del universo, del
simplificar la realidad porque su forma se hace depender cada vez mundo de la vida, de la humanidad, se sustrae a nuestro saber,
más de la libertad humana; pero, en cambio, la libertad no altera porque sólo podemos descubrir lo que ya es, el final se sustrae igual-
lo dado sino que determina su dirección. mente a nuestro saber porque todavía no es 10.
El hombre supo siempre algo de lo futuro, y la ciencia hace au- Cabría objetar que ningún futuro es todavía y que no podemos
mentar constantemente este saber, aunque el carácter de la ciencia pronunciamos en absoluto sobre nada futuro. Mas el modo en que
esté condicionado por su supeditación a la libertad humana. La lo futuro, como tiempo que prosigue su marcha, no es todavía, es
ciencia de la historia se limita a lo pasado, a pesar de que siempre un modo de todavía-no-ser completamente distinto de aquel en que
lo vea necesariamente en la perspectiva de lo futuro; deja para la el final no es todavía. El movimiento de la flecha hacia su blanco
sociología el estudio científico de lo presente y lo futuro. La filo- o el de Aquiles hacia la línea que pretendiera alcanzar, es algo
sofía de la historia se interesa por la historia en sí misma; no por esencialmente distinto del ser en el blanco o en la línea que se pre-
la significación abstracta del acaecer, sino, ante todo, por ef acaecer tendiera alcanzar.' Por lo que respecta a lo futuro como historia que
concreto mismo. Por consiguiente, no puede limitarse al acaecer pa- prosigue su marcha, algo podemos saber mediante extrapolación
sado o presente. Por el hecho de que se interese por la historia en de lo pasado: Eso es imposible con respecto a lo futuro como final
sí misma, tiene que ocuparse tanto del de dónde como del adónde. porque en este caso no cabe la extrapolación. El final es algo com-
Su objeto es la marcha del acaecer, no en su facticidad concreta pletamente diferente de la historia. i Por consiguiente no se em-
antes bien en lo concreto de la procedencia y la dirección. prende investigación alguna sobre el final del universo, antes bien
I Si la filosofía de la historia como tal trata de dar sentido a la nos limitamos a seguir más allá las líneas en que se mueve la hu-
hiStoria -o sea a la marcha de los acontecimientos en su movimiento manidad, con lo cual se obtiene una nueva perspectiva del movi-
de lo pasado a lo futuro- nunca es únicamente contemplación de miento del mundo y el universo como fondo. Siempre que se habla
lo pasado sino que mira constantemente la totalidad del acaecer.' de un posible fin de la humanidad, se trata de un fin prematuro
Lo futuro, en consecuencia, pertenece a su esfera como lo pasado.' que la humanidad puede causarse a sí misma. Ese posible final per-
No es posible dar un sentido a un pasado absoluto, ya que el tenece a la historia porque como posibilidad se halla presente ya
pasado existe sólo en relación con el futuro. Sólo podría dársele ahora o en un próximo futuro 11.
un sentido si se pudiera tomar lo presente como medida absoluta.
En tal caso, lo presente sería aquello a que se orienta lo pasado como
si fuera su meta. Mas, ¿cómo es posible absolutizar de esta suerte 9. La historia como pasado
lo pasado si lo presente mismo pasa a su vez hacia lo futuro y, en
consecuencia, no existe un punto de descanso o final, sino sólo un Así como la filosofía de la historia no puede ocuparse con sen-
tránsito? tido del final de la historia -salvo que éste dependa de la propia
Tampoco es posible absolutizar lo futuro porque lo futuro es humanidad-, tampoco puede ocuparse del primer origen de la his-
futuro ser, y en calidad de ser temporal ese futuro ser es un cons- toria. La expresión primer origen no se entiende en este caso en la
tante devenir. ¿Acaso cabe descubrir un punto final en ese devenir? acepción de acto de creación trascendente a la historia, sino en la
¿Ofrece un punto final de esa índole la ley de la entropía? ¿Sabe- de período inicial del universo que sea cognoscible para la consi-
mos del universo lo suficiente para poderlo afirmar positivamente? deración científica. Del período inicial de la historia puede afir-
¿No será más bien que la aspiracián de la materia inerte a formas marse lo mismo que del período final: se sustrae a nuestra mi-
PROLEGÓMENOS 31
30 LA HISTORIA COMO PROGRESO
encontrar su cueva o en el caballo que reconoce a su dueño. Mas
rada 12. Comienzo y final sólo nos son conocidos indirectamente, también existe la previsión: el tigre enjaulado se impacienta cuando
recurriendo a teorías físicas que no tienen carácter de doctrina. Por se acerca la hora de la comida o el tigre suelto se dirige al bosque
más que la física y la astronomía tengan la indeclinable misión de para buscar su presa. Dos cosas aparecen con claridad: el recuerdo
reflexionar sobre los períodos inicial y final del universo, la filosofía es más intenso que la previsión, y ésta depende -por lo menos en
puede decir muy poco al respecto, como no sea mera especulación. alto grado- del recuerdo. Es indudable que lo que ocurre en el
Para la ontología de la historia reza lo siguiente: cuánto más se hombre, en comparación con los animales, es radicalmente dife-
aleja de sí la humanidad hacia mayores lejanías, tanto menos clara
resulta la visión, es decir tanto más se sustituye con teorías la doc-
• rente, pero existe también en esto cierta afinidad; en la naturaleza
viviente hay unidad. Esta afinidad se pone de manifiesto en el hom-
trina. Para la ontología de la historia basta inferir de lo pasado una I
',-. bre en una análoga relación entre recuerdo y previsión. El recuerdo
dirección y preguntarse si ésta continuará en lo futuro. No pro- es más intenso que la previsión, y la previsión está determinada en
yecta una fantasía de lo futuro, sino que mantiene abierto lo futuro alto grado por el recuerdo 15. Con esto nos acercamos a la cuestión
en la dirección a que apunta lo pasado 13. I de la tradición.
La distancia, o sea la unidad de vivencia actual, mirada retros-
pectiva y previsión de la imaginación, hace posible un relato narra-
10. Distancia tivo. Gracias a ella es posible comprender que algo era diferente
antes de ahora o que existe ahora algo que antes no existía y que
Reconocer que un sentido es la dirección en que se mueve la algo puede modífícarse o desaparecer después. De esta suerte se
historia, sólo es posible fundándonos en una fenomenología que ofrece la posibilidad de un relato narrativo, que adquiere sentido
ponga de manifiesto las líneas fundamentales de la historia cósmica, ,j
en la marcha de los acontecimientos sólo perceptible en la distancia.
vital y humana, con lo cual poseerá un criterio para medir el pro- El relato narrativo objetivo reproduce en principio lo percibido;
greso como lo superior comparado con lo inferior precedente. Esto en cambio, el mito da un relato que salta de la percepción a la in-
es posible, única y exclusivamente, gracias a la distancia propia terpretación del todo. El mito nace cuando el hombre comprende
del hombre y mediante la cual la historia pensada hace recognos- claramente que todo forma una unidad en cierto sentido. Por esta
cible la historia real. La historia como ciencia presupone que el razón, los mitos no son a menudo únicamente mitos del origen sino
hombre y la humanidad misma sean historia 14. también mitos del final. El proton y el éscaton son los genuinos
La historia como ciencia en la acepción moderna, está precedida dominios del mito 16. Todo mito tiene cierto presentimiento vislum-
de la historia como mero relato, que adopta diversas formas, desde brador de la estructura dínámina del mundo y la humanidad, por
el mito a la relación de hechos. Mas tanto el mito como la relación más estática que siga siendo la respectiva cultura.
de hechos requiere una conciencia del antes y del después. Pero Si, por consiguiente, el mito encierra una referencia a la estructura
el antes y el después sólo pueden reconocerse en la distancia. Un de la realidad, entonces resulta también una direcci6n para la his-
ente viviente completamente identificado con su vivencia actual, toria de la humanidad. Ahora bien, esta dirección puede ser: des-
no conoce ni el antes ni el después. El conocimiento del antes y cendente: paraíso-miseria actual del mundo; ascendente: miseria-
del después requiere una visión de conjunto, una aprehensión si- redención; descendente-ascendente: paraíso-miseria-futura sublimi-
multánea del entonces y del ahora, que sólo puede producirse anu- f dad; cíclica: la historia revierte constantemente a sí misma, de
lando la identificación con la vivencia propia actual. Bien es verdad
que la vivencia se experimenta aún como actual, pero incluye la
I, suerte que vuelve siempre a la situación de la cual había partido.
En el mito propiamente dicho, las más veces no es posible separar
actualidad del recuerdo y la previsión de la vivencia. Por esta razón, la atribución de sentido inmanente de la trascendente, pero la cien-
la conciencia ya no se disuelve en la vivencia sino que llega a ser cia y la filosofía llevan irremisiblemente a esa separación. Con ello
trídimensional. Esa inserción -y, en consecuencia, relativización- se plantea la cuestión de si hay para nosotros algo que haga posible
de la vivencia en el recuerdo y la previsión, es lo que denominamos -además de la atribución de sentido trascendente del mito- con-
distancia. servar la atribución de sentido inmanente, de suerte que no sólo
La distancia se encuentra ya en la conciencia, por lo menos de resista a la crítica de la ciencia y la filosofía sino que resulte con-
los animales superiores. El recuerdo aparece con mayor claridad firmada por ella, y la ciencia y la filosofía, a su vez, confirmadas
que la previsión, por ejemplo en el animal de rapiña que vuelve a
1,
¡.i
I \. \ 11 :;~.,. ,
J.á..t.
40 LA HISTORIA COMO PROGRESO PROLEGÓMENOS 41 r .'~vt~'.
en, que ese instrumento es utilizado. Por consiguiente, la atribución pasado está determinado, consta positivamente, aunque sólo lo co- lr~ ¡
de sentido se determina siempre por la estructura de aquello a que nozcamos de modo muy fragmentario. Lo futuro todavía no consta
se atribuye sentido. Así, por ejemplo, el sentido propio del martillo positivamente, no está determinado. No obstante, la vida cotidiana ,-
es: .instrumento para clavar clavos. Esto no excluye que sean per- y la mayoría de la ciencias trabajan con un saber de lo futuro.
fectamente posibles atribuciones de sentido contingentes: con el Es evidente que ese saber lo futuro, ese pensar anticipado, tiene
martillo puedo matar también una mosca molesta. Mas las atribu- que ser de una índole muy diferente del pensar consecutivo 24. El
f7
ciones de sentido contingentes siguen siendo fenómenos marginales pensar consecutivo parte de hechos positivos; el pensar anticipado
de la atribución de sentido propiamente dicha, es decir del descu- no se apoya en hechos positivos futuros precisamente porque lo
brimiento del sentido pertinente. Propiamente, sólo puede hablarse futuro aún no ha llegado, es decir todavía no ha pasado, no es
de atribución de sentido en su acepción estricta cuando se elabora \.. positivo; el pensar anticipado se apoya en una extrapolaci6n.
un instrumento nuevo o, mutatis mutandis, cuando se funda una Extrapolacíón significa, en este caso, prolongar líneas desde un
asociación con un fin determinado o éste se modifica cambiando por terreno conocido hacia otro desconocido. Gracias a extrapolaciones
otro el fin originahnente previsto. de esta índole, el químico, el físico y el astrónomo saben qué ocu-
Hay comportamientos humanos interesados y desinteresados. Los rrirá en determinadas circunstancias. Se pronostica mediante extra-
de la primera clase encuentran su sentido en sí mismos: la religión, polación un eclipse de sol, una reacci6n química. El sociólogo que
la moralidad, el arte, la ciencia pura, la alegría, la pena, la amistad, planifica se vale de la extrapolación. La extrapolación es posible
el amor; por esta razón no son útiles para otra cosa. En los de la fundándose en legalidades que se verificaron en lo pasado. Parte
segunda clase -la técnica, el acto económico, etc.- se sirvesiem- del postulado de que esas legalidades siguen siendo valederas. En
pre a otra cosa y, por consiguiente, su sentido está en otra cosa. este postulado se apoya toda la ciencia de la naturaleza. En una
Los modos de comportamiento mencionados en primer lugar no se ciencia como la sociología, la extrapolaci6n es más difícil porque
encaminan a la modificación de la realidad perceptible externa, el número de factores con que tiene que contar el socio16go al
como sin duda cabe afirmar del segundo grupo. Pero, precisamente investigar las comunidades humanas, es muchísimo mayor que en
mediante la distancia del comportamiento desinteresado con res- cualquier proceso físico. Además, en los fenómenos socio16gicos,
pecto a la realidad, toda modificación reahnente estructural de la como fen6menos humanos, hay que contar con la libertad del hombre.
realidad parte de ese comportamiento, mientras que los modos de Si el conocimiento de lo futuro de la humanidad sólo es posible
comportamiento determinados por un interés s610 llegan a ser ope- mediante extrapolación y ésta no puede hacer caso omiso de la
rantes dentro de la esfera determinada por los desinteresados. libertad, una investigaci6n dirigida a lo futuro debe tener presente
de qué clase es la extrapolaci6n aplicada. Si extrapolaci6n es el
trazado de líneas que encontramos en un terreno conocido -lo pa-
13. Pensar anticipado y pensar consecutivo sado- proyectándolas hacia un terreno desconocido -lo, futuro-,
se plantean varias cuestiones. ¿Es posible prolongar todas las líneas
La palabra pensar se emplea en sentido general, pero cabría usar encontradas en lo pasado o s610 algunas de ellas? Si sólo son algu-
como términos técnicos pensar anticipado, pensar actual y pensar nas, ¿c6mo descubrirlas? ¿Qué significa propiamente la afirmación
consecutivo. Pensar es tratar de comprender, tratar de descubrir de que es posible prolongar estas líneas? ¿En qué relación están
- un sentido. Pensar consecutivo es tratar de descubrir el sentido de estas líneas comprobables con la libertad humana?
lo pasado; pensar anticipado es tratar de descubrir el sentido de lo Es evidente que no pueden prolongarse todas las líneas que cono-
futuro, y pensar actual es tratar de comprender el sentido de lo cemos en lo pasado. Muchas ciencias, así como la experiencia coti-
l
presente. Pensar, en su acepción totahnente general, es un intento diana, nos enseñan que determinadas líneas se interrumpen de
de comprender, un intento de descubrir sentido. repente o se desvían. Y si se prolonga una línea determinada, el
La filosofía de la historia requiere una doble dirección de la mi- cómo de la prolongación dependerá del ámbito en que esa línea
rada: hacia lo pasado y hacia lo futuro. En ambas direcciones pre- se muestre. Una legalidad física, una vez establecida, se conserva :
gunta por un sentido. En su carácter de pensar consecutivo es un con sentido invariable, idéntico. Esto no es una ley absoluta, sino
pensar sobre lo pasado como historia positiva; como pensar antici- un postulado. Y lo es porque el hombre debe atenerse a la legalí- ¡
pado, un pensar sobre lo futuro como historia no positiva. Lo dad descubierta por las leyes de la naturaleza si quiere proseguir I
J_
42 LA HISTORIA COMO PROGRESO PROLEGÓMENOS 43
su pensar y obrar científicos; además para la humanidad actual, vención en la realidad del acaecer universal: en praxis 26. No im-
esto es necesaria condición de la vida, postulado racional, porque porta localizar históricamente esas ideas de Marx y demostrar su
las ciencias de la naturaleza no pueden contar con lo que no pueda afinidad con ideas de Comte y Hegel, La idea de que la filosofía,
abarcarse. Sólo por esta senda lo imprevisible puede convertirse en aun como teoría, trasforma la realidad, está relacionada con el pen-
previsible en proporciones crecientes. samiento histórico de Marx, Si Hegel abrió los ojos a Marx sobre
En el fondo, muchas lineas que traza la biología -las lineas de este carácter histórico de la realidad, Marx sacó determinadas con-
la evolución de las especies vivientes- son, por su indole, lineas secuencias que no se encuentran explícitas en Hegel sobre la rela-
evolutivas. Por esta razón no ostentan el carácter estático de las ción que hay entre la contemplación teórica de esta realidad y su
leyes físicas o químicas, antes bien por su propia indole son diná- trasformación.
micas; con ello, la relación entre el descubrimiento en lo pasado ·I~, Si la filosofía pretende contemplar la realidad integra y esta
y la prolongación en lo futuro, adquiere un carácter completamente realidad es histórica -o sea que se divide en pasado, presente y
diferente. A fortiori debe ser así, por ejemplo, para las lineas des- futuro- la filosofía implica una contemplación de lo futuro. Esa
cubiertas por la economía, la sociología, la historia y la lingüística. contemplación de lo futuro necesita -si quiere ser científica- por
La extrapolación se opera siempre de otro modo porque debe adop- una parte apoyarse en lo pasado y, por otra, ocuparse, a su manera,
tar la forma apropiada a cada sector. de lo que aún no es. Lo pasado, precisamente como ya sucedido,
es determinado, mientras que lo futuro, precisamente porque toda-
vía no ha sucedido, es indeterminado. Por consiguiente, la contem-
14. Reflexí6n y acci6n plación de lo futuro traza líneas que todavía no son. Pero trazando
esas lineas señala una senda hacia lo futuro por la cual debe lan-
La cuestión planteada con la distinción entre pensar anticipado zarse el hombre. Eligiendo esta senda configura él mismo su propio
y pensar consecutivo, conduce de plano a una problemática que futuro. De esta suerte, la contemplación influye en el obrar, y el
siempre fue actual en la filosofía, pero que adquirió su especial obrar del hombre trasforma la realidad 27.
actualidad gracias a Karl Marx. La undécima tesis de Marx sobre Esto nos lleva de nuevo a la distinción entre pensar anticipado
Feuerbach dice así: Los filósofos se limitaron a interpretar el mundo y pensar consecutivo. Pensar consecutivo es retroceder-con-el-pen-
de modo diferente, y 10 que importa es modificado 25. Tomando samiento a lo pasado. Lo pasado es lo que ya sucedió. Por esta razón
aisladamente esa sentencia en sí misma, cabe interpretada de tres está determinado, a pesar de que nuestra propia actitud ante lo
modos diferentes: 19 La trasformación del mundo tiene que ser pasado no esté determinada de modo categórico sino que puede
obra de los hombres, pero nada tiene que ver con la filosofía; 29 modificarse. Pensar anticipado es un pre-ver pensante de lo futuro,
la verdadera misión del filósofo consiste en trasformar el mundo, una contemplación de lo futuro, así como pensar consecutivo es
no en interpretado, y 39 interpretación del mundo y trasformación una contemplación de lo pasado. No estando aún determinado lo
del mundo son inseparables y, precisamente en esa comunidad, futuro, el pensamiento anticipado traza líneas hacia lo futuro, pues
constituyen la misión del filósofo. En cambio, relacionando esa sen- así 10 permite la extrapolación, con 10 cual ofrece un proyecto para
tencia, como última de las once tesis sobre Feuerbach, y colocán- un obrar humano que todavía ha de suceder. Lo futuro dependerá
dola luego en el marco de toda la obra de Marx como pensador y de cómo suceda ese obrar humano. En consecuencia, la contempla-
'político, sólo cabe la tercera interpretación. . ción no deja de estar enlazada con el obrar sino que señala el ca-
En consecuencia, para Marx, la filosofía es ambas cosas a la vez: mino a un obrar que modifica la realidad y, por lo tanto, es ella
interpretación y modificación de la realidad. No debe confundirse misma obrar, modificación de la realidad.
l.
esa postura con la separación, usual ya en los pensadores griegos, La filosofía de la historia no es una ocupación anodina. No es
entre ciencia práctica y teórica. La ciencia teórica es contemplación una desembarazada contemplación de lo pasado, sino que, como
pura; toma la realidad tal como es y la deja también tal como es. contemplación de la dinámica de la realidad, así como ésta se mueve
La ciencia práctica, por el contrario, es una intervención, guiada desde lo pasado a través de lo presente hacia lo futuro, es una
por la teoría, en la realidad o, por lo menos, señala las posibilida- atribución de forma a lo futuro. Lo futuro depende de la imagen
des de una intervención en la realidad; por ejemplo, la medicina o que el hombre se haga de él 28. Si no ve sus posibilidades, el avance
la ética. Mas para Marx, la teoría como tal se convierte en inter- degenera en decadencia, pero si las ve, el avance se convierte en
44 LA lllSTORIA OOMO PROGRESO PROLEGÓMENOS 45
progreso. Señalar amenazas significa, al propio tiempo, indicar posi-
bilid~des. El sentido, es decir la dirección de la historia, es siempre E 16. Europa y el mundo
una. dirección posible gracias a la libertad humana. La atribución
de sentido liberta a la voluntad para obrar, para intervenir en la
mar~ha del acaecer. La ausencia de sentido aprisiona al obrar, lo Teniendo en cuenta que la ontología de la historia se interesa
paraliza o lo atomiza en ridículas menudencias. por la humanidad y que se considera que el progreso es el sentido
''¡
inmanente de la historia, este tema no tiene nada que ver primor-
dialmente, con un eventual hundimiento de la cultura europea. Por
5. Historia y libertad mucho que este problema ocupe para el europeo una posici6n central
, ,A:L. y por más que trate de él lo que se llama filosofía de la historia,
La filosofía de la historia aspira a la comprensi6n de una realidad al fin y a la postre no es un problema filosófico sino socio16gico
sin par, la historia del universo, de la vida, de la humanidad. Dentro que, como todos los problemas sociológicos, necesita conceptos filo-
de la historia pueden desarrollarse procesos susceptibles de repeti- s6ficos para sus planteos y respuestas. El problema de la ontología
ción, pero 'J~rilL"I!lisJl.l,ª,_~~_un-PHlce~.9.- ..Ynico, gu«::no puede. de la historia afecta a toda la humanidad. Si existe progreso en
re~.>.-p_ºI""J?º.º§.i,g~~I,1!~ jru::y~!~!!>.~
__ ..29. En consecuencia, la sentido onto16gico, ese progreso puede saltar de una rama de la
filosofía de la historia sólo puede seguir la marcha de este proceso humanidad a otra. La última palabra al respecto corresponde a la
y preguntarse cuál puede ser su marcha venidera. Pero la historia sociología y a la ciencia hist6rica. La ontología de la historia se
«<.Sla historia º~d; por consiguiente, tropieza con la limita a preguntar si hay progreso para la humanidad como tal, si
libertad Necesita averiguar la relª-cjQp,....e.ntre.-li~tt@_...Y__ a pesar de todos los retrocesos y estancamientos vuelve a aparecer
predetermínacíónvSí e 'S'eñBélO<Ié'Í3:"historiaestriba en el m:ggL~_S.9, de algún modo el progreso en la humanidad
o se~ enjr~ie~~mie;{to-'de-~·~~'[~~ª;:tró~e~a.fQn la libe~_, Si bien el problema del progreso no tiene nada que ver primor-
undo'óTe sentiao:-"cÓn'laliliertad como...selltido de la bistoJ:ia y al dialmente con el destino de la cultura europea, hay un enlace entre
propiotré~po, '~iaTib~rt-;'~dq~;,- a su vez, puede cumplir~. __ ambos. El camino por el cual busca actualmente su progreso la hu-
c~plir este_~~~!Jd~-O-:----- ,M
manidad, es el de la ciencia y técnica europeas. Tal vez la Europa
Mientras la filosofía de la .historia se ocupa de la libertad del del siglo xx corra la misma suerte que la Grecia del siglo IV anterior
hombre, lo que en definitiva le interesa es la libertad de la hu.JJill: a nuestra era, que precisamente en el momento en que .perdíó su
llidad. Por consiguiente, lí!,onto10giadelalllSforia se encuentra ante importancia política comenz6 su misión humanista 82. El buho de
l~tión de decidir qué es la humanidad }:'qué significa la liber- Minerva -dice Hegel- no emprende el vuélo hasta el crepúsculo.
tad de la hum.lUlidad. a diferencia de la libertad individual. .La También se plantea la cuesti6n de si la solidaridad del mundo no
ontología tradicional es una ontología de sustantividades individua- determina que las grandes culturas se mantengan mutuamente equi-
les, ante todo una ontología de cosas. La ontología de la historial' libradas en vez de suplantarse unas a otras.
por el contrario, tiene QJIe .diti.girs.e a algo que 110 es una sustan.
gjj,dad individ~~_E~~~.?..!i.~.dª-huE.J:~.nÜ,l-ªd 31. Para ella es de
'~~~ importancia fundamental comprender las relaciones entre la sus- 17. Análisis
tantividad individual y la colectiva, no a la manera de la sociología,
sino onto16gicamente. L!- impoL~~.trUctu.!.!l_ª.~_~~L,de laJJ.1J!I.!.l!~_ La terminología de cualquier objeto de investigación se deter-
~d com~undamento de la posibilidad de la estructura de ser mina en gran parte por el respectivo lenguaje. Mas esa determina-
del hombre y, viceversa, la estructura de ser del hombre como fun- ción es relativa, es decir tanto mayor cuanto más se trató un ob-
damento de la posibilidad de la estructura de ser de la humanidad.
'-,' jeto determinado en un lenguaje determinado. Entonces se forma
una terminología usual para ese objeto. Pero también esto sigue
I siendo relativo, pues no todos los autores emplean la misma ter-
I, minología. Determinadas ideas requieren nuevos términos. En toda
investigación importa determinar mejor los conceptos centrales.
Pero no es posible lo que había imaginado Spinoza: hacer una
46 LA IllSTORIA COMO PROGRESO PROLEG6MENOS 47
exposición filosófica a manera de deducción matemática, more geo- son de carácter puramente formal como en la matemática, donde
métrico. Un tratado matemático sólo tiene que preocuparse por ser la experiencia, suponiendo que ya desempeñe un papel en la for-
consecuente, con una consecuencia tal que sólo admita una inter- mación del concepto, no se incluye, por así decir, en el concepto,
pretación. En cambio, un tratado filosófico se ocupa de la realidad de suerte que éste, como tal concepto, no puede ser confirmado ni
en que vivimos y que somos nosotros; en él, una descripción o de- impugnado mediante la experiencia. Por el contrario, los conceptos
finición de un determinado concepto o término no encuentra puntos de la filosofía de la historia permanecen siempre referidos a la
.J
de apoyo como en la matemática. Al definir un triángulo como una experiencia, y ésta puede necesitar examen. Esto no significa que la
superficie cerrada por tres líneas rectas cada dos de las cuales se referencia a la experiencia sea de la misma índole en todos los con-
cortan entre sí, esa definición se apoya en términos conocidos (su- ceptos. Se exceptúan los conceptos puramente formales con que tra-
perficie, línea recta e intersección). Estos términos no tienen más baja la filosofía de la historia exactamente como todas las demás
que una interpretación. Eso ofrece como si dijéramos puntos de par- ciencias y que, por consiguiente, no son característicos de ella. Nues-
tida, puntos de apoyo para el pensamiento homogéneos para todos. tra atención ha de fijarse sólo en la relativa diferencia entre los
No ocurre lo mismo en una disquisición filosófica. Todo término conceptos adquiridos por experiencia interna y los adquiridos por
se describe con otros términos, con palabras corrientes del lenguaje experiencia externa.
ordinario. En principio, ese proceso de describir o definir, es infi- Conceptos como arte, ciencia y técnica son conceptos procedentes
nito. Mas una tarea infinita no puede cumplirse. No obstante, la de la experiencia externa. El arte, la ciencia y la técnica se encuen-
descripción no carece de posibilidades en un tratado filosófico. La tran en el mundo. El concepto trata de asir qué entendemos por
descripción se regula de suerte que, en primera, segunda o tercera arte, ciencia o técnica. Para ello necesitamos, por una parte, tener
instancia, se emplean términos que no sean problemáticos, que sin presente el lenguaje ordinario y, por otra, observar constantemente,
otra explicación puedan ser comprendidos del mismo modo por cual- por decirlo así, esos fenómenos. Salta a la vista que esa formación
quier persona perteneciente al país o países donde se hable la len- de conceptos no llega nunca a un concepto absoluto. A ello se opone
gua en cuestión. En una exposición filosófica, la descripción tiene ya la relatividad del lenguaje ordinario y además la de los fenó-
por finalidad esclarecer: se esclarece y explica en la medida nece- menos mismos. Los fenómenos tienen su historicidad: la ciencia es
saria para hacerla comprensible. Podríamos decir que la descrip- para nosotros algo diferente de lo que era para el hombre de la
ción tiene, pues, un límite didáctico. Pero al propio tiempo eso Edad Media, y para éste, a su vez, algo diferente de lo que era
da lugar a que, al escribir o hablar, el filósofo se vea obligado a para el griego de la Antigüedad. En nuestra misma época, holan-
apreciar dónde está ese límite. Y puede equivocarse. Mas, aunque deses y alemanes emplean la expresión wetenschap o Wissenschaft
no se equivoque, con el tiempo se suscitan cuestiones referentes a en un sentido mucho más amplio que la science de franceses e
términos que antes se consideraran inequívocos. Es así cómo el ingleses O la ciencia de los españoles. Por esta razón, toda defi-
pensar filosófico se mantiene en aquel movimiento que es necesario nición de conceptos significa por sí sola adopción de un punto
para que siga siendo pensar filosófico. Lo que importa es alcanzar de vista.
la mayor claridad posible en un momento determinado. Lo mismo, o más aún, cabe decir de los conceptos formados sobre
Hay que procurar describir todos los términos y conceptos que la base de la experiencia interna: pensar, tiempo, libertad, bondad.
sean esenciales para el razonamiento y además aquellos que sin También en ellos tropezamos siempre, por una parte, con el len-
descripción pudieran inducir a error. Esto no excluye que se pasen guaje ordinario y, por otra, con la historicidad de lo indicado con el
por alto conceptos perfectamente comprensibles para el que escribe concepto. La historicidad no excluye cierto factor de absolutidad,
o habla pero que necesitan descripción para el oyente o lector. Por mas ese mismo factor absoluto, a su vez, se da siempre en forma
otra parte, el carácter didáctico de todo tratado implica que a veces histórica. La antítesis entre conceptos de la experiencia externa e
se empleen giros que en rigor no son lógicos; por ejemplo, cuando interna no es absoluta. Arte, ciencia y técnica no pueden llegar a
se habla de tiempo progresivo, que es un pleonasmo. Mas puede ser ser conceptos para mí si carezco de toda experiencia interna de arte,
conveniente hacer resaltar un elemento contenido en un concepto, ciencia y técnica. Pensar, tiempo, libertad y bondad, son algo que
precisamente para llamar la atención sobre el elemento de ese con- también encuentro fuera de mí en el mundo. Oigo a otra persona
cepto que tenga mayor importancia en el conjunto expuesto. que piensa en voz alta. Descubro el tiempo en la marcha del día
Los conceptos que deben emplearse en filosofía de la historia no y encuentro sus huellas en edificios antiguos. Veo a un pueblo lu-
~1!
--'lIi
!l
1\;
48 LA HISTORIA COMO PROGRESO 49
"
,G)
!~J
PROLEGÓMENOS
f
tad constante de atenerse a evidencias que se desacreditan. En la
se ha dado respuesta a esa objeción. No hay ninguna experiencia realidad de la filosofía y de la ciencia desempeña su papel, además
interna que no sea al mismo tiempo, hasta cierto punto, experiencia de la dialéctica de las evidencias, la adhesi6n a puntos de vista ya
externa. Si se alega que no es posible una fenomenología del pen- adquiridos a pesar de que fueron objeto de nuevos esclarecimientos.
sar o de la libertad porque no hay ninguna garantía de que mi ex- Una fenomenología de la experiencia externa describe los rasgos
"jjl í
periencia del pensar y de la libertad coincida con la de los demás, esenciales de la realidad "externa" tal como la conocemos por la
se olvida que ya el lenguaje por sí solo señala la comunidad de pen- experiencia cotidiana y la ciencia, por la filosofía y los mitos. Una
sar y libertad. Se olvida que la lógica puede fijar leyes del pensar ''~):1 ; '~ fenomenología de esta Índole constituye necesariamente la base de
universalmente valederas; que hay métodos para formar el pensa- la filosofía de la historia porque la filosofía que se orienta directa-
miento; que todo estudio filosófico es un proceso del pensar que :':\1 : mente a la marcha del acaecer lo conoce, sin embargo, fundándose
se somete a crítica y por eso mismo revela su carácter social. Se en la ciencia. Una filosofía de la experiencia externa ofrece una ima-
olvida que la libertad se realiza, o puede realizarse, en una serie
de formas externas describibles, por ejemplo en la libertad social, ': gen de la realidad como la que la ciencia presenta. Mediante una
fenomenología de esta índole, la filosofía de la historia se relaciona
la libertad política, la libertad religiosa. La diferencia entre los con-
ceptos que tienen como punto de partida la experiencia interna y
los que lo tienen en la externa, es relativa porque ser-hombre sig-
f )'
. ;
con todas las ciencias históricas en la acepción más lata: astronomía,
geología, biología, historia. La filosofía de la historia no puede hacer
caso omiso de la ciencia porque sólo ésta revela el modo y dirección
nifica ser-en-el-mundo. 1 :1 de la trasformación de la realidad.
1!1
1
~,
11
I
I
~
52 LA HISTORIA COMO PROGRESO PROLEGÓMENOS 53
como aprehensión, es decir, el tener evidencia, independientemente minada. Esta continuidad es estática o también dinámica. Cabe
de la relatividad propia de la evidencia como tal 35. En esto estriba, distinguir, en consecuencia, entre la extrapolación estática y la
al propio tiempo, la diferencia entre pensar-el-sentido y otras formas dinámica.
del pensar. En la filosofía de la historia importa en primer lugar el En el campo de la física y la química, la extrapolaci6n es está-
descubrimiento de un sentido, el sentido de la historia. Mas cuando tica porque lo que en ellas importa son procesos que se repiten
está en juego el pensar, también cuentan otras formas del pensar. idénticamente como revela la experiencia, y de los cuales se pos-
Además del pensar-el-sentido hay el pensar consecuente y el tula, por consiguiente, que en lo futuro se repetirán idénticamente.
pensar causal. También en estos otros casos, pensar es un intento Ya hemos indicado que ese postulado es razonable (§ 13). No obs-
de comprender: la consecuencia lógica o la causalidad. La matemá- tante, las leyes que esas ciencias descubren, no son inhistóricas en
tica utiliza el pensar consecuente; las ciencias empíricas, el conse- un sentido absoluto. Las leyes químicas se fundan en diversas
cuente y el causal. La interpretación de la consecuencia o la causa- posibilidades de una combinación de átomos en diversas clases de
lidad, puede seguir diferentes caminos. En este caso se habla de moléculas; no regían en anteriores fases del universo cuando toda-
comprender cuando la consecuencia o causalidad se aprehende, vía no había moléculas. Por consiguiente, la ciencia de la naturaleza
cuando es patente. El pensar es un intento de llegar a este punto. no sólo es histórica porque ella misma se desarroll6 hist6ricamente
De otro carácter es también el pensar ordenador, que se advierte en el trascurso de los siglos, sino también porque es histórico su ob-
en la ciencia de la naturaleza al lado del causal. Fen6menos parti- jeto. El sistema de Mendeleiev no s610 es histórico porque sus ele-
culares, siempre singulares y concretos se ordenan y subsumen bajo mentos se fueron descubriendo sucesivamente y sistematizando por
una ley universal, como por ejemplo: "Todos los metales se dilatan el pensar, sino también porque esos elementos mismos son hístó-
con el calor." La sistemática botánica y zool6gica es un ejemplo ricos en su génesis y relación 36.
típico del pensar ordenador. Su tarea se dirige a señalar un orden. La extrapolaci6n estática aparece también en la vida cotidiana
Una vez visto éste, queda comprendido el campo de la investigaci6n con la naturaleza. Estamos seguros de que el sol volverá a salir
ordenado. mañana, de que el agua hierve a condici6n de que se caliente sufi-
Cuando el pensar ordenador ordena un determinado sector de la cientemente. La expresión estático indica repetici6n idéntica. La
realidad, puede encontrarse con el pensar causal. Para Línneo, la extrapolación estática de los hechos naturales ofrece una base para
sistemática biol6gica era un pensar ordenador. Pero no bien el or- nuestro conocimiento de lo venidero. Aunque no quepa excluir,
den establecido presenta perspectivas hist6ricas en la teoría de la como completamente imposibles, modificaciones imprevistas, no pue-
evoluci6n, el orden recibe otra explicaci6n fundada en la evolución de contarse con ellas precisamente porque no son de prever. Por
de la vida, que a su vez se explica con ayuda del pensar causal. otra parte, la ciencia de la naturaleza en conjunto ofrece cada vez
Las formas del pensar se hallan enlazadas entre sí de diversos más posibilidades de averiguar eventuales modificaciones y de con-
modos. Siempre que se piensa, hay pensar consecuente. El pensar- tar con ellas, es decir de aprehender las posibilidades que resulten
el-sentido, el pensar causal y el pensar ordenador guardan entre de dichas modificaciones.
sí proporciones siempre variables, según el sector en que se piense Al principio, en la ciencia clásica de la naturaleza se consideraba
y el modo en que se lo piense. En la filosofía de la historia preva- como estática la continuidad en la astronomía, geología, física y
lece el pensar atribuidor de sentido: la cuestión central es la rela- química; pero en la actualidad ese carácter estático ha llegado a
tiva al sentido de la historia. ser bastante relativo, sobre todo en la astronomía y la geología, que
se ocupan de la historia del universo y de la Tierra. La continuidad
estática resalta del fondo de la continuidad dinámica. Por esta razón,
20. Extrapolaci6n la historia de la humanidad debe verse en la perspectiva de la his-
toria del universo y la Tierra. La estructura del universo nos mues-
No existe un conocimiento directo de lo futuro. El pensar anti- tra, desde el punto de vista histórico, el nacimiento de unidades
cipado s610 es posible mediante el pensar consecutivo. A este efecto materiales cada vez mayores y más complejas: átomos, moléculas
se emplea la extrapolaci6n, el trazado de líneas desde lo pasado y megamoléculas. Es un proceso irreversible. Tomándolo en con-
hasta lo venidero. Línea significa en este caso la continuidad de junto, se habla en este caso de una continuidad dinámica irreversible.
un fenómeno; por ejemplo, el peso específico de una materia deter- Una continuidad de esta índole aparece muy marcadamente en
54 LA HISTORIA COMO PROGRESO
PROLEGÓMENOS 55
el dominio de lo viviente. También en él se encuentran una serie Australia y África están aparentemente condenados a desaparecer.
de procesos estáticos, es decir que se repiten idénticamente, mas A juzgar por este criterio de poblaci6n creciente, estancada o de-
también, precisamente, el fenómeno dominante de la evolución de creciente, en la humanidad hay muchas líneas de evolución esta-
la vida. Esta evolución puede concebirse a modo de cañón o de plu- bilizadas porque existen agrupaciones étnicas que durante mucho
ma. La teoría original de la evolución de Darwín consideraba en tiempo no aumentaron ni disminuyeron en forma digna de mención.
línea recta las distintas etapas de la evolución, cada una como pro- Sin embargo, la historia de los últimos siglos revela una repentina
longación de la precedente, de suerte que cada fase evolucionaba actualización de esas líneas, primero en Europa, desde el siglo an-
desde otra (modelo del cañón). Muchos paleontólogos y zoólogos terior en Asia y en nuestros días en África. La población del mundo
modernos conocen, además, sobre todo tratándose de grandes saltos, aumenta, mas no ya gracias a su fuerza vital propia de toda vida,
la posibilidad de que la nueva forma no sea una continuaci6n en sino por la conciencia que de sí misma tiene la humanidad y que le
línea recta de la anterior, sino una prolongaci6n desarrollada en permite combatir los propios defectos mediante el empleo de la
más de una direcci6n de una variante ya existente (modelo de la ciencia y la técnica.
pluma). De esta suerte, el hamo sapiens no sería descendiente di- Esta distinción entre distintas líneas de evolución puede aplicarse
recto del hombre de Neandertal, sino una variante que al principio también a la evolución de las culturas humanas. Existen culturas
qued6 en la penumbra pero luego suplant6 al otro tipo. La aparici6n que se hallan estabilizadas desde hace muchos siglos, por ejemplo
simultánea de variaciones resulta tal vez mejor comprensible de en China; también ha habido muchas culturas que se hundieron y
este modo que con cualquier otra explicaci6n. Sea como fuere, las asimismo numerosas culturas que están en decadencia, culturas pri-
diferencias anatómicas hablan en muchos casos un lenguaje tan claro mitivas que ya no pueden sostenerse en el mundo de nuestros días,
que ni cabe pensar en una descendencia directa. Pero esto no im- así como culturas superiores que se trasforman de modo que ori-
plica en modo alguno la estabilidad de variantes y especies, pues en ginan una cultura completamente nueva. Ya se ha suscitado la cues-
esta visi6n no se niega tampoco la evolución de una especie desde tión de si la cultura europea no será tal vez una cultura que esté
otra, aunque se la tiene más por supuesta que por vista. terminando S7.
Las dos clases de líneas evolutivas pueden verse, a su vez, de También en los lenguajes pueden observarse esas líneas de evo-
distinto modo en la realidad hístórico-bíológíca. En primer lugar, lución. Hay lenguas muertas y lenguas moribundas. Otras se esta-
la biología conoce una serie de líneas extintas. ¿Qué queda hoy de bilizaron después de una evolución más larga o más breve, y aca-
los reptiles que antaño poblaban la tierra? Mas también se conocen ban por extinguirse cuando no encuentran la posibilidad de salir de
varias especies de mamíferos y aves que desaparecieron hace ya ese estancamiento. En el mundo actual, las lenguas de las pequeñas
mucho tiempo o ya en épocas históricas: el mamut, el ciervo gigante, colectividades desaparecen porque sólo pueden sostenerse las uni-
la moa, el avestruz de Madagascar. También hay especies que desde dades mayores y porque, además, es indispensable la unidad del
el primer momento aparecieron con la forma que hoy tienen y que lenguaje. Por otra parte, la diversidad de lenguas constituye una
han conservado hasta nuestros días. Si nos fijamos en esas especies riqueza porque cada lengua tiene sus posibilidades de expresión. Al
en sí, sin tener en cuenta una ramificación primitiva que a menudo parecer, la evoluci6n tiende en la actualidad a un estado de equili-
tampoco puede localizarse, en este caso ni siquiera podríamos ha- brio lábil entre un número relativamente grande de lenguas que se
blar de líneas de evolución en sentido propio porque no puede de- hablan en un territorio extenso o medianamente extenso.
cirse que haya evolución. Otras especies evolucionaron durante deter- Esta terminología puede aplicarse a diversos aspectos de las acti-
minadas edades geol6gicas hasta llegar a su última forma que es vidades humanas. La técnica y la ciencia son líneas de evolución
la que perdura. El período de esa estabilidad es a menudo, desde actuales. Esto significa que cabe esperar un ulterior desarrollo de
su comienzo hasta ahora, más largo que toda la duración de la evo- la técnica y la ciencia: una extrapolación dinámica. Una extrapola-
lución. Las actuales líneas de evolución son aquellas en que no se ción de esta índole arranca de algo positivamente dado: desde fi-
encuentran indicios de estabilización. nes de la Edad Media en Europa y desde fines del siglo XIX en todo
Las líneas de evolución son también importantes para la historia el mundo, la ciencia y la técnica hacen insopechados progresos.
humana. Son visibles tanto en grupos étnicos como en culturas. Mu- Contra la objeción de que ese desarrollo podría interrumpirse brus-
chos grupos étnico s se extinguieron en tiempos históricos, como los camente, cabe oponer una argumentación deductiva que revele que
tasmanios y ciertas tribus indias. Otros grupos étnicos de Oceanía, la humanidad no puede más que seguir el progreso técnico y cien-
....,"~
(
,
56 LA msTORIA COMO PROGRESO PROLEGÓMENOS 57
tífico. Este no poder ser de otro modo, no excluye la libertad por- siempre subjetivo -como juicio de alguien- y objetivo -como jui-
que está sometido a una condición: que la humanidad quiera sobre- cio de todos-; pero ninguno de ambos polos es absoluto. Se com-
vivir. La humanidad está en libertad de destruirse a sí misma. penetran de múltiples modos y así dejan indudablemente margen
Esta tensión entre poder ser de otro modo y no poder ser de otro para algo que sea más subietioo y más obietico. Los juicios mate-
modo es característica de la humanidad. máticos y de la ciencia natural se caracterizan por una mayor obje-
tividad; los estéticos y éticos, por una mayor subietividad, aunque
esto no significa que, con arreglo a la sentencia de gustibus non es!
21. El juicio ontolágioo disputandum, sean arbitrarios. La distinción entre juicios subjetivos
y objetivos es de validez meramente relativa (10).
La ontología de la historia tiene que percatarse de la índole de Ir
sus juicios. "La historia de la humanidad revela un crecimiento de
la libertad" es un juicio de otra índole que "El sentido de la historia 22. Sustantividad
es el crecimiento de la libertad". El primer juicio es un juicio fác-
tico, aunque de facticidad especial. La cuestión que se plantea es La historia corno realidad se define diciendo que es la marcha
c6mo puede averiguarse fácticamente la libertad, no sólo en la per- de los acontecimientos. Los términos acontecer y suceder son sinó-
sona individual sino en una humanidad que evoluciona. El segundo nimos en gran parte, si bien al decir acontecer se pone mayor énfa-
juicio se funda en una extrapolación: presupone el primero. No sólo sis en la ocurrencia de algo; al decir suceder, en el trascurso tem-
afecta a la facticidad de una libertad. pasada sino igualmente a una poral de algo. La misma distinción se da entre las palabras historia
libertad futura que la humanidad tiene que realizar todavía, de y acontecimiento. La definición de historia corno marcha de los acon-
suerte que el juicio depende de la libertad humana. Además de tecimientos esclarece la palabra aislada historia en el sentido de
su aspecto de facticidad, este juicio tiene otro de obligatoriedad: tornar por separado los dos elementos del significado, a saber la
es un juicio de valor. . temporalidad y la facticidad: sucede algo -un hecho- en la suce-
Hay diferentes clases de juicios de valor: éticos, econ6micos, ju- si6n de un determinado trascurso del tiempo.
rídicos, estéticos, ontol6gicos. Decir que el sentido de la historia Historia es cambio: se trata de la historia del mismo cosmos, de
estriba en el crecimiento de la libertad, es un juicio de valor onto- +Ia misma vida, de la misma humanidad, aunque siempre cambia.
lógico. Implica que el ser, como realidad perceptible, evoluciona Mas por el hecho de tratarse de lo mismo, eso puede también cam-
de la ilibertad a la libertad, de 10 inferior a lo superior. Afecta a la biar. El hombre cambia, porque sigue siendo el mismo, pero el
totalidad del ente, la cual se considera como una totalidad que se mismo pasa a ser otro. La realidad de la ontología no es el perma-
desarrolla en un plano superior. Siendo a la vez juicio de ser y jui- necer-igual-a-sí-mismo de Parménídes ni el continuo cambio de
cio de valor, es un juicio ontológico de valor. En él ser y valor no Heráclito. Este cambiar no puede encerrarse en un principio de
divergen sino que se implican recíprocamente 88. El hombre reco- posibilidad (potencia) y un principio de realidad (acto), corno
noce que el ser es valor, que tiene sentido. Del mismo modo, tam- pretendía Arist6teles, pues así sólo se explica la trasformaci6n dando
bién en un juicio jurídico se implican recíprocamente relaci6n ju- nombre a los aspectos del cambiar y del permanecer igual. Lo que
rídica y valor, de suerte que ambos, por lo menos en principio, l cambia, cambia por completo y sigue siendo igual en ese cambiar.
constituyen una unidad. Las trasformaciones sólo pueden describirse fenomenol6gicamente.
Los juicios de valor son tenidos injustamente por juicios subjetivos: Lo esencial es que las trasformaciones puedan describirse como
1,
se pretende que no son más que apreciaciones estrictamente indivi- síéndolo de un algo idéntico que durante las trasformaciones sigue
siendo lo mismo 89.
duales. Es la misma interpretación errónea que lleva a oponer la ex-
periencia interna a la externa como si fueran dos clases de experien- "" En sentido estricto, s610 hay identidad de ese mismo cuando hay
cia no sólo distintas sino además separadas. No hay juicios puramente sustantividad, o sea en el hombre; en los demás casos s610 la hay
subjetivos, pues el hombre no es una interioridad estrictamente en un sentido análogo. A este efecto es importante para la analogía
individual,JSus juicios son siempre juicios humanos, es decir juicios con la genuina sustantividad la distinción entre agregado e inte-
de un yo que siempre es ya un nosotros, que está siempre en el grado. Un pedazo de cuarzo o un astro, por ejemplo, son agrega-
mundo y no necesita salir previamente de sí mismo. Todo juicio es dos que tienen analogía con la sustantividad por el hecho de que
•.
:
..,
• M _,
I¡ • , ,
1 :"..
i ,]
L~_,
LA HISTORIA COMO PROGRESO
Capitulo Segundo
ntológico para adoptar otro metafísico. ¿Es preciso que esta realidad
erceptible, a título de realidad que deviene, sea totalmente tras-
endida en la dirección de 10 completamente otro? La teología de la Crítica
ístoría pregunta luego por el testimonio de ese completamente otro ~
, ,1'
en el mundo.
/'