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I. INTRODUCCIÓN
II. CONTENIDO
Aplicando el índice VSL (Value of Statistical Life) por el cual se define el costo de la
vida humana en términos de 120 unidades del Producto Interno Bruto per cápita,
que para los fines del presente estudio se tomó los últimos datos disponibles para
la gestión 2019 en dólares americanos (3.552,07 dólares americanos al año), se
llega a la conclusión que mientras la cuarentena permitió ahorrar 4.184 vidas
humanas equivalentes al 1,7 millones de dólares, los costos económicos
expresados en pérdidas proyectadas del Producto Interno Bruto para el 2020
ascendían a 2,4 millones de dólares americanos que deja un saldo negativo para el
país aproximadamente 700 millones de dólares americanos.
ESCENARIO ago-20
- Bolivia 105.050 4.233 4,03%
Oficial
ESCENARIO ago-20
- Bolivia 1.100.000
4.233 0,38%
Corregido
Real
En tal sentido, actualizando las cifras de autor, tal que estas correspondan con las
nuevas proyecciones realizadas tanto por la CEPAL (Comisión Económica para
América Latina y el Caribe) como por el Banco Mundial, que manejan dentro de sus
escenarios para el país contracciones de -5,2% y -5,9% en el PIB respectivamente;
dichas contracciones traducidas en términos reales ascenderían a 2,1 y 2,4 millones
de dólares en pérdidas a la economía nacional.
Ahora bien, aún bajo el escenario original donde se podían esperar pérdidas
humanas en torno a 4.286 se podía hablar de un saldo positivo entre las muertes
contabilizadas y las hipotéticas de no haber implementado un sistema de
cuarentena estricto para finales del mes de julio 2020. Esto traducido en datos
concretos se refleja en 1.392 vidas humanas que fueron salvadas, mismas que,
1
Extraído del sitio web de Datos Macro en https://datosmacro.expansion.com/otros/coronavirus/bolivia
traducidas a términos monetarios mediante el uso de la tasa VSL, representarían
un ahorro al país de 593 millones de dólares.
FECHA IFR (en (PIB per capita VSL TOTAL ACTUAL (+/-) LIFE LOSS
porcentajes) 2019) VALUE VALUE
LIFE LIFE
LOSS LOSS
BOLIVIA
8/5/2020 0,39% 3.548,00 425.760,00 102 4286 4.184 1.781.379.840
Queda señalar que la evidencia y las conjeturas realizadas a partir del enfoque
expuesto, vienen a señalar una “verdad” que ha tratado de ser minimizada por
muchos Estados del mundo, pero en especial Estados como el boliviano que
postergan la reactivación económica a partir de una liberación de todas las
actividades, con las medidas de bioseguridad respectivas claro está, destinando sus
esfuerzos a lidiar con las consecuencias directas de las restricciones en los sectores
más empobrecidos y más vulnerables de la economía, hoy por hoy atendidos a
través de transferencias directas del Estado a manera de bonos que permiten ganar
tiempo pero que en los hechos solo alargan la agonía del conjunto de la sociedad
habida de respuestas estructurales.
En respuesta surge el “Fondo COVID” para julio 2020, con una suma de 279
millones de bolivianos (40,1 millones de dólares americanos) a ser transferido a los
339 municipios que componen el sistema político administrativo boliviano.
Por otro lado, la segunda medida se constituye en una política de salud, para el
aprovisionamiento de medicamentos e insumos, acondicionamiento de espacios de
aislamiento con las capacidades necesarias y la compra de equipos u otros que
garanticen acceso a los pacientes críticos a la respiración asistida.
Párrafo aparte merecen los créditos externos que fueron aprobados por la Asamblea
Legislativa pasados mediados de agosto 2020, fueron viabilizados 704,3 millones
de dólares americanos que el Ejecutivo ha destinado a reponer los recursos ya
erogados a través de los bonos y subvenciones en la etapa inicial. Quedando
pendientes 327 millones de dólares en créditos del Fondo Monetario Internacional
(FMI) aún en consideración por la Asamblea Legislativa que dada la
ingobernabilidad antes mencionada pretende retener el mayor tiempo posible la
aprobación de recursos extraordinarios que el Ejecutivo Nacional podría utilizar para
iniciar una segunda etapa en la que la adquisición de vacunas y/o pruebas de
laboratorio hacen al nuevo escenario mundial vigente dados los nuevos
descubrimientos e investigaciones en torno al COVID-19.
Haciendo una revisión de los datos de los rendimientos de los Fondos de Pensiones
en manos de las aseguradoras antes mencionadas se tiene un claro
comportamiento a la baja desde el año 2002 (Futuro de Bolivia AFP, 2020) mismo
que no pudo ser revertido en ninguna de las gestiones posteriores hasta mayo –
2020 (última actualización disponible en Futuro de Bolivia AFP, 2020).
GRÁFICO 1: EVOLUCIÓN PORCENTUAL DE RENDIMIENTOS FONDOS DE
PENSIONES (expresado en porcentaje)
18,00%
16,00%
14,00%
12,00%
10,00%
8,00%
6,00%
4,00%
2,00%
0,00%
14,00%
12,00%
10,00%
8,00%
6,00%
4,00%
2,00%
0,00%
-2,00%
Sin embargo, aún queda pendiente conocer el efecto de la inflación sobre los
rendimientos anuales registrados por el Fondo de Pensiones en manos de estas
dos empresas aseguradoras, porque no debe quedar fuera del análisis la influencia
de la inflación sobre los márgenes de utilidad dado un nivel de precios en la
economía nacional fluctuante registrado en las estadísticas del Banco Central de
Bolivia.
8,00%
6,00%
4,00%
2,00%
0,00%
-2,00%
-4,00%
-6,00%
-8,00%
-10,00%
-12,00%
-14,00%
II.3.1.
En el caso particular del FCI, aquel que cuenta con los aportes individuales de cada
uno de los 2.358.813 trabajadores actuales y jubilados registrados, asciende a
19.188 millones de dólares americanos, de los cuales 57,56% están invertidos en la
Banca Comercial Boliviana (entre Depósitos a Plazo Fijo y Bonos Bancarios
Bursátiles) es decir 11.044,61 millones de dólares americanos. Por otro lado 26,38%
están invertidos en el Sector Público a través de Bonos que ascienden a 5.061,79
millones de dólares americanos.
Por otro lado, se tiene el Fondo de Capitalización Colectiva (FCC) que se constituyó
a partir de las acciones en manos del Estado luego del proceso de capitalización,
mismo que fue pensando como fondo para financiar el Pago del Bonosol. El mismo
asciende a 88,26 millones de dólares americanos invertidos en un 96,55% en el
Sector Transporte (Empresa Ferroviaria Andina S.A, Empresa Ferroviaria Oriental
S.A y Lloyd Aéreo Boliviano S.A) por un monto de 85,21 millones de dólares
americanos.
Tan solo 2,61% del FCC pasan nuevamente a Inversiones dentro del FCI, es decir
2,30 millones de dólares americanos en tanto que el saldo de recursos del fondo
(0,84%) se mantienen con liquidez en cuenta, es decir 0,74 millones de dólares.
Aquí es correcto realizar una apreciación en sentido que los magros márgenes de
rentabilidad detallados en un inicio responden a las escasas alternativas de
inversión que ofrece la banca comercial boliviana, que a lo largo de los últimos 14
años ha bajado considerablemente las tasas de interés pasivas con el objetivo de
incentivar el consumo y la dinamización de la economía por el lado de la demanda,
en el marco de una política económica nacional impulsada desde el Gobierno
Nacional.
Para tal efecto se toma las tasas de interés nominales históricas disponibles en las
estadísticas del Banco Central y se las contrasta con las tasas de inflación anuales
registradas para cada periodo analizado, esto con el fin de obtener la tasa de interés
real que el ciudadano efectivamente percibe y recibe.
Bajo esta premisa se tiene que en promedio las tasas de interés en cajas de ahorro
fueron negativas es decir no cumplían ni siquiera con el mantenimiento de valor
cosa que si bien requiere de un cálculo “sofisticado” con el que no todo ciudadano
estaría familiarizado sin embargo este es perceptible a partir del poder adquisitivo
de su dinero, el contexto en el que se encuentre y las alternativas de colocación de
capitales ya sea en otros instrumentos o ya sea desarrollando algún
emprendimiento privado.
6,00%
4,00%
-6,00%
PROMEDIO(2001-2019)
-8,00%
-10,00%
-12,00%
Por el lado de los depósitos fijos (DPF) se procede a un análisis similar al anterior,
en líneas generales el promedio anual de las tasas de interés pasivas ofertadas fue
de 0,01%. Nuevamente apelando a la separación de intervalos se tiene durante el
primer intervalo (2001-2005) un promedio anual en la tasa de interés de 6,37%
mientras tanto el segundo intervalo registro un promedio anual negativo en la tasa
de interés de - 2,26%. En líneas generales si bien se tiene un comportamiento
promedio durante el periodo integro (2001-2019) este muestra el estrecho margen
del incentivo real ofertado por el sistema financiero promedio.
GRÁFICO 4: EVOLUCIÓN TASAS PASIVAS PROMEDIO ANUAL REALES
(expresado en porcentaje)
12,00%
10,00%
8,00%
6,37%
6,00%
PROMEDIO ANUAL TASA DE
INTERES PASIVA DPF
4,00%
PROMEDIO(2001-2005)
2,00%
0,01%
0,00% PROMEDIO(2006-2019)
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
-2,00%
PROMEDIO(2001-2019)
-2,26%
-4,00%
-6,00%
-8,00%
-10,00%
En vista de lo expuesto y rebatiendo la lógica del Banco Central que maneja todos
los depósitos bajo un mismo parámetro (exceptuando los depósitos a la vista) en
sentido que considera que su naturaleza y la necesidad de liquidez de los clientes
es casi nula en el corto plazo, solamente guiados por las tasas nominales brindadas
por las propias entidades financieras. Es necesario señalar que dado el
comportamiento de las tasas de interés reales presentadas, muestran que no existió
un incentivo al ahorro, siguiendo un comportamiento guiado por señales de
mercado, los ciudadanos si bien mantuvieron recursos bajo la denominación de
Caja de Ahorro estos no reflejan la verdadera intencionalidad y comportamiento del
cliente respecto al objetivo que desea darle a sus recursos. Una tasa de interés
negativa desnuda una verdad que los clientes reconocen como real y orientan su
comportamiento en tal sentido.
Sus “cajas de ahorro” no están pensadas para generar “ahorro” plusvalía y/o
mantenimiento de valor en el corto, mediano o largo plazo. Estos son utilizados sí,
pero como medios de pago y disponibilidad de recursos para realizar operaciones y
transferencias tal que sus transacciones puedan realizarse en el menor tiempo
posible, con seguridad y disponibilidad sin la necesidad de recurrir a la entidad
financiera sujeta a horarios de atención y demás pasos burocráticos.
Para completar el análisis es turno de analizar las tasas de interés activas históricas
de las entidades financieras durante el periodo 2001-2019, en la medida de
visibilizar el comportamiento que tuvieron a lo largo del tiempo y la relación
complementaria con las tasas de interés pasivas.
En promedio anual se registró una tasa de interés anual de 10,89% durante el 2001-
2019, nuevamente tomando dos intervalos de tiempo distintos, el primer intervalo
(2001-2005) tuvo una tasa de interés mucho mayor a la del segundo intervalo,
teniendo un promedio anual de 19,69% frente al 7,68%.
En líneas generales tener tasas de intereses tan poco atractivas en las cajas de
ahorro y medianamente interesantes, pero aún bajas en los Depósitos Fijos, son
claras señales de un comportamiento orientado a incentivar las inversiones en
desmedro del ahorro y/o formación de capital de manera natural tal que se equilibren
los recursos disponibles efectivos y los recursos cedidos en calidad de préstamo.
Siendo que la riqueza, llámese oro plata o cualquier otro metal precioso, restringía
a los bancos crear papel dinero sin respaldo, esto mantenía una especie de
equilibrio y efectos inflacionarios relativamente controlados. Sin embargo los bancos
comerciales no tardaron en encontrar formas alternativas por las cuales burlar estas
restricciones y generar mayores rentabilidades a partir del cobro de interés a través
de los créditos otorgados, a sabiendas de que las transacciones de compra y venta
en el mercado se hacían por medio del dinero se dio un nuevo escenario en que la
creación de dinero inorgánico se daba sin la necesidad de imprimir moneda sino de
gestionar créditos de recursos no disponibles a partir de anotaciones contables y
valores futuros no cobrados aún.
Luego de la Gran Depresión se vio por conveniente extender la tuición de la
estabilidad monetaria a un ente especializado, el Banco Central, que impida que los
bancos desarrollen este tipo de colapsos en su búsqueda por buscar mayores
niveles de rendimiento sin precautelar los ahorros a partir de comportamientos
irresponsables a la hora de otorgar créditos u otros activos financieros.
Como conclusión se puede ver que los DPFs se constituyen en los únicos recursos
que respaldan las operaciones bancarias en tanto que se mantienen fijos durante
periodos de tiempo determinados, es decir la liquidez de estos instrumentos no es
la misma a la de las cajas de ahorro que como se estableció anteriormente solo
cumplen como un medio más para realizar transacciones y no así como una reserva
de riqueza como tal.
II.3.2.
En base a datos del Banco Central de Bolivia para diciembre 2019 correspondiente
al pasivo del sistema financiero local, se tiene que 27,58% (88.860 millones de
bolivianos) del total de pasivo corresponde a los Depósitos a Plazo Fijo, mientras
que las Cajas de Ahorro representan tan solo el 16,84% (54.260 millones de
bolivianos) que en total representan 44,42% del total del pasivo (143.120 millones
de bolivianos).
Este dato comparado con el activo del sistema financiero solamente tomando en
cuenta el financiamiento al sector privado y al sector público da cuenta de un
desbalance entre lo que se recibe y los créditos que se otorgan. El Financiamiento
al Sector Privado a diciembre 2019 alcanzó 185.708 millones de bolivianos y por su
parte el Crédito al Sector Público por un total de 62.525 millones de bolivianos
haciendo un subtotal de 248.233,2 millones de bolivianos.
El desbalance en términos proporcionales da cuenta que los créditos son 1,73 veces
mayores que los depósitos, asumiendo Caja de Ahorro y Depósitos a Plazo Fijo
como el fondo disponible para colocar créditos. Sin embargo, si aplicamos el
razonamiento anterior en cuanto a separar los recursos de Caja de Ahorro que
conceptualmente son malinterpretados por el Banco Central de Bolivia en función al
comportamiento y conducta real y efectiva de los ahorristas es necesario corregir el
último dato.
Todas las valoraciones responden a los últimos registros del PIB Nominal en Bolivia
a precios corrientes correspondiente al año 2019. Esto con el objetivo de poder
establecer los valores más próximos a las actividades analizadas y así como los
futuros impactos económicos proporcionales a los últimos registros de cada
actividad económica recopilada alrededor del Producto Interno Bruto.
Un escenario más favorable sería el pronosticado para Brasil con una caída de -
9,1% en el PIB, si Bolivia siguiera ese mismo escenario se tendría un golpe a la
economía de 25.715 millones de bolivianos o 3.694 millones de dólares americanos
o por el contrario hablar de un escenario pesimista como el de México con una caída
de 10,5% en su producción nacional en el caso boliviano se traduciría en una
pérdida de 29.671 millones de bolivianos o 4.263 millones de dólares americanos.
La propuesta pone en manifiesto una devolución parcial voluntaria del 10% a todas
las personas que manejen un fondo individual por debajo de 100.000 Bs, para
inyectar alrededor de 1.200 millones de dólares americanos en la economía. Sea
este proyecto viabilizado o no por la Asamblea Legislativa Nacional, hay un peligro
real que más y más pensionados presionen al próximo Gobierno para que este
pueda dar luz verde a la disposición de sus fondos de pensiones en tanto que la
crisis económica pone en aprietos no solo a los sectores vulnerables de la sociedad,
las familias con ingresos más bajos y la mal llamada “nueva clase media” (en
palabras del ex mandatario Álvaro García Linera).
El Banco Central de Bolivia por otro lado no solo debe garantizar la sostenibilidad
del tipo de cambio fijo sino también financiar los déficits fiscales del Nivel Central
como consecuencia en una caída de los ingresos públicos en mayor medida
explicados por la caída en la recaudación tributaria que a su vez tiene origen en el
proceso de cuarentena que aún se mantiene si bien con algo de flexibilizaciones
aún como barrera para el retorno a la normalidad que tanto ansían los sectores
productivos del país.
La empresa privada si bien contó con un alivio momentáneo sobre sus deudas
bancarias, no podrán reponerse y pararse nuevamente por sus propios medios si la
flexibilización de la cuarentena se posterga. Este sector requerirá inyecciones de
capital para poder sortear por más tiempo las medidas de gestión de la pandemia
del COVID-19, capital que ya no estará en condiciones de ofertar la banca comercial
ni el propio Banco Central, resta pensar en un último recurso, aumentar el
endeudamiento externo, nuevamente para “ganar tiempo” hasta que se disponga
un retorno efectivo a la normalidad de todos los sectores sin excepción alguna.
El efecto dominó va más allá de las medidas inmediatas que buscan salir al paso,
pero en definitiva alimentan el efecto destructivo de la postergación de medidas de
shock acordes a la coyuntura que si bien pueden generar mucho rechazó en la
población son ineludibles si realmente se desea estabilizar la economía boliviana
como punto de partida para pensar en un nuevo plan de desarrollo post-pandemia.
III. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Saravia, A. (2020). Los “tradeoffs de la crisis COVID – 19. Bolivia el día después
Cambios que vienen o ya están aquí, Fundación Milenio. pp. 14 – 22.
FMI (2019). Dinámica del mercado laboral e informalidad durante el ciclo económico
en ALC1. Recuperado de
https://www.imf.org/es/Publications/REO/WH/Issues/2019/10/22/wreo1019
FMI (2018). Shadow Economies Around the World: What Did We Learn Over the
Last 20 Years?. Recuperado de
https://www.imf.org/en/Publications/WP/Issues/2018/01/25/Shadow-Economies-
Around-the-World-What-Did-We-Learn-Over-the-Last-20-Years-45583