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ISBN: 978-987-544-918-3
Universidad Nacional de Mar del Plata
A a a J a a I a D a a F a 2019 ; a
J a Fa A a ; Na La a F ; E a F ;
A C . - 1a . - Ma Paa : U a Na a Ma P a a.
Fa a H a a .D a a F a, 2019.
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A D a: a a
ISBN 978-987-544-918-3
1. F a. I. A a , J a F a , . II. F , Na La a, . III.
F ,E a , . IV. C ,A , .
CDD 190
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 3
Contenidos
Prólogo .............................................................................................................................6
Andrés Crelier, director del Departamento de Filosofía de la UNMdP
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El significado de las imágenes .......................................................................................76
Esteban Ferreyro (UNMdP)
Pensar entre líneas: notas sobre estética y política en Gilles Deleuze. .......................159
Juan Pablo Sosa (UNMdP)
Presentación Grupo de investigación “Δίκαιóν ἐστι ἐµέ: Es justo que yo…” ..............164
Susana Violante (UNMDP)
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Prólogo
Andrés Crelier, director del Departamento de Filosofía de la UNMdP
investigación, como el de Filosofía Medieval “Δίκαιóν ἐστι ἐμέ: Es justo que yo…”,
dirigido por la Dra. Susana Violante; o los proyectos encuadrados en el grupo "Problemas
de filosofía contemporánea", dirigidos por Diego Parente, Federico Penelas y Leticia Basso.
Las cátedras presentes con sus trabajos fueron la de Estética, Filosofía Medieval,
Antropología filosófica, Filosofía del Lenguaje, Filosofía Contemporánea, Introducción a la
Filosofía, entre otras.
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Los problemas antropológicos tuvieron también un lugar destacado. Se enfocaron
desde la posición reciente de Michael Tomasello (Nahir Fernández), en la cuestión de la
agresión y la jerarquía social (Juan Brando), en el debate sobre la delimitación conceptual
entre técnica y cultura en Simondon (Luciana Zacchi), y en el posthumanismo en Braidotti
(Catalina Barrio).
La reflexión estética se relacionó en algunos casos con la temática política y social, que
por su parte fue tratada en relación con la figura de Nietzsche (Federico Giorgini) y la
propia noción de justicia, especialmente en relación con la filosofía griega y el derecho
romano (Julia E. Aiziczon). La noción de alma también fue objeto de reflexión desde la
filosofía antigua (Ariel D'Estéfano).
A mi modo de ver, las Jornadas deben ser vistas como una parte vital de nuestra vida
académica, en tanto permiten un intercambio de ideas que hace falta fomentar en nuestra
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comunidad. Esta compilación deja constancia por escrito del evento y señala, en tal medida,
una suerte de fotografía de esta comunidad filosófica, que servirá no sólo de registro de un
momento particular, sino como manera de medir su crecimiento y despliegue futuro. Lejos
de ser el logro de una gestión particular, las Jornadas del presente año 2019 representan un
logro institucional que debe establecerse como actividad periódica y espacio de diálogo
permanente.
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Themis, Diké o Iustitia, debates en torno a la Justicia
Julia E. Aiziczon (UNMdP)
Resumen: La pregunta acerca de la justicia ha sido causa de desvelo por los pensadores de todas las
épocas, es uno de los temas trascendentales de la filosofía. En esta oportunidad, me propongo pensar
un hilo conductor desde de noción de Justicia expresada en las obras de Hesíodo, como una línea de
pensamiento pre-socrática, prosiguiendo con los debates Platónicos que conciben la idea de Justicia
como una entidad realmente existente con estatus ontológico privilegiado orientada a la idea del Bien.
Y finalizar con una referencia al concepto de justicia adoptado por el Derecho Romano, que es el que
ha sido recepcionado por el ordenamiento jurídico que sigue vigente hasta nuestros días.
Palabras clave: justicia, leyes, debate.
1 Colombani (2006)
2 Hesíodo (2006a) p. 135
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En la obra de Hesíodo encontramos ya una serie de elementos importantes de
señalar, en la medida que su pensamiento influirá decididamente en la reflexión
filosófica griega posterior, por ejemplo, en relación a impartir justicia. En Teogonía se
refiere a la acción de las musas sobre los hombres:
Al que honran las hijas del poderoso Zeus, y le miran al nacer, de los reyes vástagos de
Zeus, a éste derraman sobre su lengua una dulce gota de miel y de su boca fluyen
melifluas palabras. Todos fijan el su mirada cuando interpreta las leyes divinas con
rectas sentencias y él con firmes palabras en un momento resuelve sabiamente un pleito
por grande que sea.3
Por su parte, Thémis era el asiento que ocupaban los «reyes en la Asamblea para
administrar justicia», y de ahí vino a significar el «Derecho Divino» que esos reyes
podían interpretar gracias a las atribuciones conferida por Zeus.
Mientras que Themis representa el derecho divino que proviene de los dioses,
Diké implica una normatividad surgida de un juicio, viene a ser la sentencia en un
caso particular emanada de un rey.
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Diké es hija de Zeus y Themis, es una diosa entronizada en el Olimpo, ya en
Trabajos y Días, se alude a ella como sinónimo de sentencia justa, cuando Hesíodo
exhorta a su Hermano Perses:
[…] resolvamos nuestra querella de acuerdo con sentencia justas, que por venir de Zeus
son las mejores. Pues ya repartimos nuestra herencia y tú te llevaste robado mucho más
de la cuenta, lisonjeando descaradamente a los reyes devoradores de regalos que se las
componen a su gusto para administrar este tipo de justicia.5
Los dioses de Hesíodo, como todos los dioses griegos, viven en el mundo de los
hombres, aunque sean de naturaleza distinta, y sus tribulaciones parecen a veces más
humanas que divinas. Los dioses son el modelo que los hombres deben imitar para
conseguir el orden y la justicia del mundo.
Con el surgimiento de la polis, alrededor del siglo VII a.C , nos encontramos
ante una nueva organización sociopolítica, cuyo rasgo característico fue, entre otros,
el desplazamiento del thopos de la palabra, desde una esfera reservada a
determinados seres excepcionales como los poetas, adivinos y Reyes de Justicia, al
ámbito de la polis cuyo dominio pertenece a los ciudadanos que la integran, se
produce una suerte de democratización de la palabra.
5 Hesíodo (2006b)
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En el tema que nos ocupa, el de la justica, ya no será el rey quien tenga el poder
de decidir solo sin consultar a nadie, más que a su propia interpretación de la
Thémis, entendida como el derecho divino, costumbre y tradición, sino que las
decisiones las tomará el gobierno de la polis.
Ya en República, “Al hilo de la pregunta qué es la justicia, Platón nos ofrece una
visión pormenorizada y global de como surge e Estado, de como el individuo y las
clases sociales han de organizarse y armonizarse en él para evitar la stásis (guerra
civil), de cómo el Estado es tripartito, al igual que el alma […]”.6
Platón entendía la Justicia como una virtud posible de ser definida desde dos
dimensiones, una individual y otra colectiva propia de los Estados. La justicia
responde precisamente a la idea del Bien, que deben regir la conducta como principio
del buen orden para las sociedades y para las almas.
Platón busca una respuesta a tale problemas, y elabora la teoría de las ideas,
sostiene la existencia de valores y virtudes “en si” mas allá de toda convencionalidad,
establece la justicia “en si” como fundamento del orden socio-político, situado por
encima de intereses mezquinos como modelo del ser humano y el único capaz de
regir la polis, y se aboca a definir un prototipo de la misma.
6 Platón (2011)
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hacer y atañe a toda la polis. La justicia es el principio mismo, virtud única de donde
brotan las tres anteriores.
De todas las definiciones que se han dado de Justicia, quizás la más conocida es
aquella expresada el siglo III de nuestra era por el Jurista Ulpiano, quien decía que
“la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su propio derecho”,
expresada usualmente como “dar a cada uno lo suyo.
El Jus era para los romanos un conjunto de normas legisladas por la autoridad,
teniendo obligatoriedad para todos los ciudadanos. Esta noción se amplia en el siglo
VII, debido a la influencia de filosofía griega, al adicionársele la idea de un conjunto
de normas jurídicas que constituyen un derecho innato, que es independiente y
anterior a la Lex Humana.
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Esto trajo como consecuencia que tuvieran mucho cuidado en diferenciar al
derecho de la moral, así Ulpiano lo define al derecho como: “[...] el arte de lo que es
bueno y de lo que es equitativo”7.
Conclusión
La justicia siempre ha sido una diosa remisa, reticente a ser demarcada con
límites precisos, ya sea que nos refiramos a ella como una diosa Olímpica llamada
Thémis o Diké, cuya interpretación dependía de los Reyes designados por gracia de
Zeus, o que la busquemos como una entidad con status ontológico privilegiado,
entendida como la definición de Justicia Platónica que responde a la idea del Bien, o
bien nos aboquemos al concepto del derecho romano de justicia que llega hasta
nuestros días que es el de “ dar a cada uno lo suyo”, siempre nos encontramos en un
terreno atravesado por la moral, la religión, el poder, las costumbre, entre otros, que
hacen que la justicia sea un tópico que siempre estará abierto a nuevos interrogantes,
de allí que su naturaleza la hace inescindible de la filosofía.
Referencias Bibliográficas
7 Esta publicación se basó en un manuscrito del siglo XX, cuyo texto es original, aunque
desgraciadamente adolece de completitud. A Ulpiano se le adjudican otras obras entre ellas las
Instituciones que fueron, descubiertas en Viena en año de 1835, con el nombre de Fragmentum
Vindobonense. Véase Petit, Eugene, Ob. cit., p.70.
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Posthumanismo y antropología en R. Braidotti
Catalina Barrio (UNMdP)
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tiempo y los límites de la comprensión respecto a nuestro entorno e indagar las
condiciones de posibilidad del ser que conducen a pensar actualmente la categoría
“hombre”.
II
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adecuados bajo este sesgo “humanista”. Para comprender la crisis de la subjetividad
que conduce a catástrofes sociales y políticas no basta con derrumbar los ideales
modernos y su paradigma eurocéntrico. Más bien se trata de repensar el paradigma
de la subjetividad a partir de su derrota, no de su anulación. En efecto, Braidotti
propone pensar un activismo posthumano, situado y responsable que reubique el
planteo crítico al humanismo frente a los avatares del capitalismo. ¿ Cuáles son las
causas y derivas filosófico/ontológicas de este planteo?. En primer lugar, la
vinculación de la vida (bios) con el desarrollo de los procesos tecnológicos. Pero
también, la frustración de la relación vida y política en los proyectos o metas
tecnológicas. En la era posthumana, la interpretación histórica de ciertos conceptos
filosóficos que se instalan en la acción e intervención del hombre en su relación con el
entorno, permite reconsiderar al sujeto posthumano desde un punto de vista ético.
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corporeidad y de sus desarrollos y/o habilidades. La zoé, el desarrollo del organismo
y su función reproductiva, es la antropologización de un modo de vida (bios) a su vez
que una locación philial de su carácter andro-centrista (Braidotti, 2002: 17).
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III
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Referencias bibliográficas
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La subjetividad en la perspectiva de primera persona. Formas y
grados de autoconciencia8
Leticia Basso (CONICET-UNMdP)
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intención de ahondar en un problema específico que aún no ha mostrado todas sus
aristas y que tiene que trabajarse en función al carácter aplicativo de la teoría
fenomenológico-hermenéutica a distintos tipos de disciplinas científicas.
El foco está puesto en las discusiones que surgen de una interpretación débil y
una fuerte de la presencia de la conciencia en la experiencia que el sujeto tiene de sí
mismo. La interpretación débil y fuerte se corresponde con los sentidos originario y
derivado, que serán estudiados en el contexto específico aquí delimitado. Para esto,
se abordarán las diferencias entre una comprensión experiencial, a-temática e
inmediata de la posesión (de sí) en perspectiva de primera persona frente una
concepción observacional, voluntaria y conceptual de la misma.
La primera interpretación se destaca como una versión tenue "de primer orden"
que se mueve en el ámbito de lo familiar, en la forma de una auto-dación de sí en la
experiencia. Aquí se entiende a la autoconciencia como un vago sentido de
pertenencia, propiedad o correspondencia, que está presente y opera de modo
silencioso en los actos del sujeto. Pues, implica una auto-referencia sin identificación,
al modo de una referencia no-adscripta. En tal caso, el sujeto tiene una experiencia
inadvertida de sí, en la que no es consciente de su propia corriente de conciencia en
una introspección temática.
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Por el contrario, en la otra versión catalogada como de "segundo orden" se
destaca un posicionamiento activo y determinante en el cual hay uso del pronombre
personal y una identificación clara del yo que se impone en el centro de la escena. En
este orden la conciencia de sí es netamente reflexiva y ejerce un papel central en la
justificación de la experiencia, que permite la trascendencia del sujeto y su posible
oposición a la forma de auto-referencia dada. La trascendencia se manifiesta en la
experiencia del yo como objeto, cuando el sí mismo asume una actitud distante y
objetivante.
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estructura de la experiencia en relación a su forma de aparición. El estudio aporta
una visión holística y dinámica en contraste con las posturas representacionales, ya
que permite enfatizar la naturaleza corporizada, enactiva y contextual a través de un
yo implicado en la experiencia.
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cognitivas y las Sociales a partir del análisis de la experiencia subjetiva de primera
persona que ofrecen estas líneas filosóficas.
Más que nada, este proyecto es un puntapié para iniciar formalmente un espacio
en el cual estudiar, compartir y transferir conocimientos respecto a la Fenomenología
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y la Hermenéutica en la Facultad de Humanidades y nuestra carrera de Filosofía.
Varios de nosotros nos hemos formado en esta corriente o hemos trabajado estas
cuestiones de diversas maneras y en otros ámbitos académicos, pero lo interesante
sería afianzar aquí ese espacio y difundirlo para que crezca.
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Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 27
La estética en Herbert Marcuse: el arte entre lo afirmativo y
cambio social
Cristian Bianculli (UNMdP)
Resumen: La intención del siguiente trabajo es hacer un repaso por la teoría estética de Herbert
Marcuse. Escindir la estética de la política parece ser algo imposible, por lo menos en las
consideraciones de nuestro autor, política y estética se encuentran en constante dialogo o para decirlo
con mayor claridad, las categorías estéticas son categorías políticas. De esta manera, veremos cómo
dentro del capitalismo el arte es utilizado para afirmar el sistema, pero a la vez, el arte conserva dentro
de su estructura la negación del sistema, lo que se vislumbra entonces son los alcances extraestéticos
que tiene el arte y el motivo de este trabajo es dar cuenta de esos alcances y analizar esa constante
dialéctica que parece ser inherente a la teoría marcuseana.
Estética y capitalismo
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cuanto a la desigualdad reinante, quien no consigue lo que necesita es por su propia
inoperancia.
La cultura significa, más que un mundo mejor, un mundo más noble: un mundo al que
no se ha de llegar mediante la transformación del orden material de la vida, sino
mediante algo que acontece en el alma del individuo. la humanidad se transforma en un
estado interno del hombre; la libertad, la bondad, la belleza, se convierten en
cualidades del alma: comprensión de todo lo humano, conocimiento de la grandeza de
todos los tiempos, valoración de todo lo difícil y de todo lo sublime, respeto ante la
historia de todo lo que ha sucedido.
Entonces bien, dentro del sistema existente observamos que hay una escisión
entre dos mundos, uno externo que está repleto de penurias y de conflictos y uno
interno que hay que proteger y resguardar. Dentro de esta lógica de mundos
opuestos, el arte aparece como paliativo para soportar el mundo exterior. De esta
manera, el rol del arte dentro del sistema capitalista es brindar consuelo, es
proporcionar felicidad, el arte aparece como un paréntesis de la vida cotidiana, y por
medio del instante bello nos pone en disposición de un sentimiento superior que nos
hace olvidar de las contingencias del mundo exterior. El arte, entonces, se nos
muestra como apariencia, como algo que no pertenece al mundo material, pero que,
sin embargo, ayuda a soportar el mundo material. Ante la contemplación de la belleza
de la obra de arte el individuo se siente feliz. Esta felicidad, es la felicidad de un
mundo aparente, y es para nuestro autor una de las herramientas para afirmar el
sistema establecido, puesto que, ante la contemplación de esta felicidad, el individuo
por un instante siente que la felicidad es posible y de esta manera quedan obturadas
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las ansias de rebeldía. De esta manera, el arte funciona como paliativo, dotando de
belleza a aquel mundo interior y alejando a los individuos de las responsabilidades
del mundo exterior. No obstante, no debemos pasar por alto que dentro de las
consideraciones marcuseanas hay una constante dialéctica operando, y si bien el arte
funciona como herramienta para afirmar el orden establecido, también es inherente a
él la contradicción de dicho orden, puesto que, aquel mundo aparente, bello y
tranquilizador, funciona también como una muestra de lo que podría ser, entonces,
de esta manera, encontramos un doble rol dentro del arte; es por un lado una
herramienta afirmativa de la cultura burguesa, pero por otro, funciona como
herramienta emancipadora, está posibilidad emancipadora del arte aparece por la
autonomía que tiene el arte respecto de las condiciones sociales dadas, dicha
autonomía resulta fundamental en el carácter liberador del arte. En el apartado
siguiente haremos hincapié en esta última característica.
La forma estética
El arte goza de una autonomía que lo pone en un “más allá” con respecto al
mundo establecido, es decir, lo pone en otro ámbito que se diferencia
sustancialmente de las relaciones que se establecen en el sistema operante. En el arte
encontramos una lógica que cuestiona y desafía a la razón y a las instituciones
establecidas, en la obra de arte autentica9 estamos en presencia de otra razón, de otra
sensibilidad. Todas estas características opuestas al orden existentes son las que
hacen del arte una fuerza disidente, porque en la contemplación de la obra el
individuo rompe con la lógica imperante y entra en otra lógica, y al entrar en dicha
lógica el individuo puede reflexionar acerca de su situación. También, el lenguaje del
arte es otro, y en ese otro lenguaje se nos develan las injusticias del orden establecido
y percibimos la posibilidad de otra realidad.
9 Marcuse utiliza el término obra de arte “autentica” en el ensayo “La dimensión estética crítica a la
ortodoxia marxista”.
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La función crítica del arte, su contribución a la lucha por la liberación, reside en la
forma estética; una obra de arte es auténtica o verdadera no en virtud de su contenido
(por ejemplo, la representación «correcta» de las condiciones sociales), ni tampoco por
su forma «pura», sino por el contenido convertido en forma.10
Entonces bien, la forma estética cobra un valor sustancial, puesto que, a través
de dicha forma el arte se libera de la realidad establecida, y es aquí, en la forma
estética, donde el arte consigue su autonomía, autonomía que le da el carácter de
negación de lo dado. No obstante, se podría interpretar esta disociación con respecto
a la establecido como una mera ilusión o como una “falsa conciencia”, pero
justamente este carácter autónomo del arte nos pone en disposición de una
“contraconciencia” que niega el orden conformista y represivo. “Forma estética,
autonomía y verdad están interrelacionadas”11, en esta afirmación de Marcuse
podemos percibir con claridad el carácter emancipatorio del arte, esta interrelación
trasciende el orden existente y nos coloca en otra realidad.
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afirmación no cancela la denuncia: la reconciliación y la esperanza todavía conservan la
memoria de las cosas pasadas.12
Ahora bien, partiendo desde Kant, Marcuse propondrá el cambio hacia un orden
no represivo, y para dicho cambio resulta clave la dimensión estética. Dentro de la
dimensión estética la imaginación juega un rol clave, es a través de la imaginación
que el individuo conecta con lo sensual y esta conexión armoniza lo sensual y lo
cognitivo13. De esta manera, liberando los sentidos y dando lugar a la sensualidad es
que se pasa de un orden represivo a un orden no represivo. En la dimensión estética,
con la imaginación creadora como su centro, se da el encuentro de los sentidos y el
intelecto y con ello la liberación de lo reprimido.
Entonces bien, lo que se daría con la liberación de los sentidos es una solución a
un problema «político», puesto que, significaría la liberación de los hombres y
mujeres de la dominación imperante y de las injusticias del sistema establecido. En
todo esto la belleza juega un rol fundamental, puesto que, con la liberación de los
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sentidos percibimos a la belleza como condición necesaria de la humanidad,
recordemos que el acceso a la belleza se da por medio de la imaginación, entonces
aquí percibimos toda la importancia de la función estética.
Algunas conclusiones
De esta manera, los alcances extraestéticos del arte son políticos, puesto que,
dentro de la experiencia estética nos ubicamos dentro de otra lógica que niega a las
instituciones y a la razón establecida. En el arte vislumbramos la posibilidad de otro
mundo diferente, damos cuenta de otro sentir diferente, y allí está el carácter
liberador del arte. Claro que, el arte aparece como irreal dentro del orden imperante,
y el mundo libre que nos puede develar es utópico, pero justamente debemos buscar
un mundo que contraiga totalmente este mundo en que vivimos, cuando más utópico
más real será el mundo que contradiga el orden existente, un orden que es de por sí
represivo, feo e inauténtico. Es así como el arte nos muestra un orden no represivo,
bello y autentico.
14 Estas leyes carecen de un fin, son contrarias a las leyes del sistema represivo que tienen una
finalidad y utilidad determinadas.
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Referencias bibliográficas
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Capitalismo, agresionismo y jerarquía social en
sentido amplio y aproximativo
Juan Alejandro Brando (UNLa)
¿Qué es lo que mueve a que vivamos en un sistema social del cual reconocemos
su sordidez y absurdidad? ¿Hay alguna trama más o menos explícita que vincule el
interés por acumular bienes, la hostilidad interpersonal y la opresión de las
instituciones económicas administrativas y políticas?
Aristóteles mantenía, como ya sabemos, que todas las cosas tienden a algún fin,
y entre todos, debe haber uno que sea el fin final. El problema que tenemos en
occidente (y discúlpeseme la ridícula pretensión de esta frase) es que nuestra vida no
tiene sentido, no tiene al menos un sentido preciso. Entonces no somos educados en
la violencia porque ella sea un objetivo final o porque sea un fin que aspira a otro fin
ulterior.
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consuno con ello suponer lo siguiente: es comprensible que seamos criaturas
competitivas y agresivas si heredamos un pesado bagaje cultural conformado por el
pesimismo cristiano de San Agustín y San Pablo y sus cultores, quienes preconizaban
que el hombre era esencialmente malo; por los filósofos políticos del iusnaturalismo
que fundaron el derecho en la suposición de que los hombres se matarían entre sí en
caso de que se los dejara librados a su suerte; por los teóricos del siglo XIX que
peroraban resueltamente de Struggle for life y supervivencia del más “apto”, y por
teóricos de la economía como Adam Smith, quien admitía que:
Una de las máximas fundamentales del “liberalismo económico” era (y es) que los
gobiernos no deben entrometerse en la libertad de “operaciones” del mercado, es decir,
que dejen a la sociedad en manos de los realizan esas “operaciones”. Y, del mismo modo
que en el campo de la Biología, la capacidad creadora del azar y la competencia han
pasado a convertirse en un dogma, a pesar de su inconsistencia científica, el papel
benefactor de “la mano invisible del mercado” se ha convertido en una creencia, por
muy lejos que sus verdaderos efectos estén de ella en el mundo real.17
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¿qué ganaríamos con pensar en el sentido de algo que no lo tiene ni lo tendrá? La
mano invisible es una metáfora apropiada para decir de algo que tiene un orden o
una forma cuando en verdad tiene la forma que tiene. En un sentido marcadamente
metafísico, esto es así. Sería como aceptar que un líquido que acaba de derramarse
tiene una forma. Si se nos permite una figura algo prosaica, imaginemos la situación
en la que un joven adolescente, instado a ordenar su habitación, reponga que ésta ya
está en un cierto orden. En algo parecido a eso consiste la argumentación de filósofo
que postula armonías ex post.
***
Y veamos que sus observaciones son muy atingentes a las preguntas que nos
formulábamos al comienzo:
Esta capacidad de las cosas inanimadas de aumentar el valor de la persona que las
posee despierta nuestro interés por buscar las raíces del impulso sin límites por
acumular riqueza como capital. No es seguro que todas las sociedades posean bienes de
prestigio, pero no hay duda de que toda la humanidad posee la capacidad, enraizada en
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 37
el narcisismo infantil, de proyectar energías psíquicas y fantasías en los objetos, que se
convierten entonces en extensiones o en embellecimiento de la persona que los posee.19
La única razón por la cual la semejanza con la “dominación” animal continúa siendo
atractiva es la necesidad de explicar por qué esta desigualdad, que en su totalidad pone
en desventaja a la mayoría, ha aparecido en cada rincón del globo terráqueo,
desplazando a las estructuras sociales igualitarias de grupos comunitarios,
19Heilbroner consigna el hecho de que para que exista riqueza, debe dejar de prevalecer el derecho de
todos los hombres a una vida autosuficiente, por lo que el control del acceso a las cosas de la vida se
vuelve un expediente fundamental. En otras palabras, la riqueza existe en función de que también
existe una condición de escasez, es decir, de insuficiencia de medios para acceder a determinados
recursos.
20 Ib. p. 42.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 38
considerados por los antropólogos como la formación social originaria. Si la
preponderancia de la dominación en las sociedades humanas no puede, sin un tosco
antropomorfismo, adscribirse a las tendencias “animales” residuales, debemos
reconocer que este estado de cosas de absoluta importancia histórica se debería explicar
sólo por características humanas.21
Los elementos del inconsciente de los cuales extrae su atracción el acto de dominación,
tanto para quienes la buscan como para quienes se entregan a ella, proporcionan una
base necesaria para entender las funciones psicológicas del poder, pero no explican de
manera suficiente por qué en todo el mundo la humanidad efectuó el paso
extraordinario de abandonar una igualdad de acceso a los recursos para entrar en una
situación en la cual la gran mayoría de los individuos llegó a ser más o menos
dependiente de una pequeña minoría.22
21 Ib. p. 43.
22 Ib. p. 44.
23 Ib. p. 44.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 39
Según Heilbroner, hay que inscribir el deseo de acumular riqueza en el
contexto de la generalizada ambición de poder, por lo que el capitalismo deber ser
entendido como un régimen asimilable a los de fuerza militar, convicción religiosa,
o creencias imperiales. Parece que hubiese una especie de imbricación difícilmente
definible entre la acumulación como expresión de poder, y la competencia como
manifestación asimilable a la bellum omnes contra omnes hobbesiana.
Afirma el autor que hay que distinguir entre el significado animal y humano
de autopreservación. Mientras en el mundo animal esa autopreservación responde
a una amenaza a la propia existencia, en el mundo social la amenaza no es la
muerte sino el desmedro social. La “competencia” literalmente autopreservatoria
puede darse en la parte inferior de las clases trabajadoras, entre los empleados y
los que integran el ejército de parados, pero no entre los capitalistas. ¿Entonces
recurrir al instinto de conservación es un subterfugio para hablar de la mera
intensificación del afán de preeminencia y poder, a la hora de explicar la tendencia
–supuestamente irrefrenable- a acumular capital?
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 40
velocidad, de ahorro de momentos que a la postre son volcados inertemente en el
nicho de la afición inofensiva o el hobby, la parcelación absoluta del tiempo del
sujeto plegado a la forma de vida modernizada.
¿Es tan fuerte, tan indeleble el troquelado que el sistema social capitalista ha
establecido sobre el agente social moderno, como para que todas las fuerzas, aún las
marginales y precarias estén orientadas en el sentido de la utilidad? Asimismo
podemos adelantar aún otra pregunta: ¿Tiene algo que ver este troquelado con una
predisposición de la “naturaleza humana” en tal sentido? Hemos querido atender
aquí, críticamente, a la emergencia de ciertos discursos públicos, algunos de ellos
procedentes de la ciencia o de su versión popular, que tienden a proponer o enfatizar
o reforzar la idea de que el hombre es un ser naturalmente agresivo,
(ineluctablemente, irreversiblemente, esencialmente agresivo), un ser egoísta, ruin,
mezquino y competitivo. Las afirmaciones de Heilbroner nos han permitido
vislumbrar, hasta cierto punto, cómo el afán de acumulación puede tener origen en
una fuente indeterminada de estímulos psíquicos.
Referencias bibliográficas
Sandin, M. (2002). Una nueva biología para una nueva sociedad. Política y Sociedad,
U.A.M. Vol. 39, Nº 3. 537 - 573.
Heilbroner, R. (1989). Naturaleza y lógica del capitalismo. México: Siglo XXI.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 41
Una aproximación a La estetización del mundo de Gilles
Lipovetsky
Esteban Cardone (UNMDP)
Las siguientes líneas buscan reponer brevemente las lecturas realizadas hasta la
fecha en torno a la obra del pensador francés Gilles Lipovetsky, en especial al planteo
realizado en su libro La estetización del mundo (2013). Desde principios de la década
de los ochenta Lipovetsky ha publicado recurrentemente libros en donde su principal
inquietud está vinculada al desarrollo actual de nuestras sociedades occidentales. De
prosa limpia y prolija, Lipovetsky examina con minuciosidad sociológica cómo un
sinfín de objetos, fenómenos y prácticas cotidianas se encuentran cargadas de una
intencionalidad estética manifiesta. Ello, claro está, no es casual. El actual orden
económico mundial ha hecho suyo el interés por estilizar los bienes y servicios que
produce, de modo tal que resulten atractivos al deseo humano, siempre ávido de
novedades al respecto. El capitalismo contemporáneo explota racionalmente las
dimensiones estético-imaginario-emocionales: reescribe así el viejo antagonismo
entre la razón y la sensibilidad humana. Vale recordar que en sus inicios, la estética
fue planteada como una suerte de conocimiento menor dedicado a la experiencia
sensible, siempre a la sombra de las Críticas que tenían por objeto de suma
excelencia a la razón. El devenir del capitalismo hoy lo lleva a amalgamar lo que
otrora fueron ámbitos enfrentados de la existencia humana: configura su inherente
racionalidad lucrativa en solidaridad con preocupaciones de índole netamente
estético, o dicho de otro modo, los imperativos económicos se asocian a operaciones
de índole estético en todas las fases de la producción, de la distribución y del
consumo. Todo ello construye un panorama global novedoso en la historia del
capitalismo, que ha maquillado su ambición inherente y ofrece un mundo de
experiencias puesto a afectar emocionalmente a los consumidores. Esta fase del
capitalismo Lipovetsky la llama capitalismo artístico o transestético. Hoy existe una
sobreabundancia de productos y servicios que compiten entre sí ya no sólo por las
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 42
prestaciones que ofrecen a sus consumidores, sino que buscan despuntar en cuanto a
estilo, diseño y belleza; proponiendo experiencias deseables y siempre renovadas.
Seducir a los clientes es la premisa detrás del diseño, la creación y puesta a punto de
objetos y servicios; la satisfacción de los potenciales consumidores está
fundamentalmente dada por el halago estético que los objetos le dispensan.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 43
en presencia del homo aestheticus, un individuo empecinado a hacer de su vida una
experiencia placentera. Conforme el placer y las emociones se vuelven un imperativo
de vida se consolida a la vez un modo de actuar determinado, es decir una ética
estética. Si el planteo se agotara en el hecho de que el capitalismo aunó a su lógica
comercial intereses estilísticos no tendría un mayor potencial explicativo; el punto
central aquí es la masificación de un modo de concebir la vida que es por completo
solidario del sistema que le da sustento.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 44
propone un ideal de vida que se aleje de los cánones de consumo masivo, que haga
primar la calidad de las experiencias por sobre la cantidad de las mismas, que de
lugar para el goce lento y consciente de la existencia, que erradique el continuo
estado de urgencia en el que vivimos. “A la estética de la aceleración hay que oponer
una estética de la tranquilidad, un arte de la lentitud que sea preámbulo de los goces
del mundo y permita sacar el mejor partido de la propia vida” (Lipovetsky y Serroy,
2013, p.28) Este elogio de la lentitud impone nuevas formas de conducta, la reedición
de una vigilancia de sí, tópico muy común a lo largo de la historia del pensamiento.
En todo ello hay un reconocimiento implícito y es que finalmente la cuestión no se
dirime en términos técnicos sino más bien en términos éticos. O dicho de otro modo,
la discusión es cómo modelar cada uno una conducta en la vida que no signifique la
renuncia a los placeres, sino que los celebre responsablemente y que busque a la par
la autonomía concreta de los cánones establecidos por el mercado.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 45
Referencias bibliográficas
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La estética no conceptual de Martin Seel
Romin Conti (UNMdP)
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 47
podríamos experimentar todas esas cosas secuencialmente en distinto orden. Nuestra
visión no determina nuestra mirada. Contemplativo, reflexivo, pragmático-utilitario o
estético, nuestro mirar responde a la lógica de nuestra racionalidad práctica.
Como espero se haya visto hasta aquí, el eje sobre el que gira esta reflexión es el
de las particularidades de la captación estética, entendida como un modo singular de
relación del hombre con el mundo. Este es sin duda uno de los asuntos que se
presentan como un desafío para el pensamiento estético en tanto encarna la pregunta
acerca de ¿qué es lo que hace que un determinado objeto o situación sea captado
estéticamente?, o incluso más: ¿qué cuestiones están implicadas en el momento de
una captación estética? o ¿cómo se diferencia esa particular percepción –que llamo
aquí captación solo para distinguirla de otras acepciones-, de la percepción
determinada conceptualmente?
Para entrar de lleno en el problema, comenzaré diciendo que Seel considera que
la estética podría cubrir su propio anhelo teórico, tanto si consiguiera responder a la
cuestión de qué sea la percepción estética, como a la de qué son los objetos estéticos.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 48
De este modo retoma esa interrelación kantiana entre ambos elementos. “Los objetos
estéticos son objetos en una situación particular de la percepción, o para una situación
semejante; son ocasiones u oportunidades para una forma determinada de la
percepción sensible” (Seel, 2010:42). Más precisamente: “los objetos estéticos son
aquellos objetos que en su aparecer se desprenden, e manera más o menos radical, de
su aspecto –visual y acústico, táctil y gustativo- conceptualmente fijable” (Seel,
2010:43).
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 49
ver más cosas que las que miramos desde la conceptualidad, una visión que amplia las
dimensiones de lo real.
Modalidades perceptivas
24 Pese a que no sea posible abordarlo aquí, vale señalar que para el autor, aquello que denomina
“aparecer” es un elemento constitutivo de todas las formas de percepción y producción estéticas, lo
que implica desde luego que los objetos pueden mostrarse en distintos tipos de aparecer. De estas
posibilidades extrae entonces tres conceptos ligados a esa idea: aquel que llama simple aparecer, el
parecer atmosférico y el aparecer artístico.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 50
Ambas posibilidades están presentes porque se requieren mutuamente. Otra vez
Kant puede intervenir en la cuestión, ya que aquello que se presenta ante el libre
juego de las facultades generando un placer sin concepto, no elimina la posibilidad de
observarlo conceptualmente, sino que señala que esa captación estética, ese tipo
particular de percepción no está interesada en la percepción mediante conceptos, no
está interesada en ese tipo de comprensión. Citando una vez más a Seel: “podemos
captar un objeto en uno de sus aspectos determinados o podemos dejar que salga al
encuentro en su aparecer”.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 51
constitución del mundo, sino que quiere “exponerse” sostiene Seel, a su presente, a su
aparecer, a las particularidades sensibles de su ser-así y ahora. “Percibir, a pesar de no
querer determinar: la conciencia estética vive de esa posibilidad” (Seel, 2010: 91). Lo
interesante, que Seel no llega a tematizar aún, es que en esa percepción, justamente por
darse una suspensión de la determinabilidad acostumbrada, cualquier
determinabilidad dada demuestra su grado de ficcionalidad.
Aún así, el aporte de Seel se torna clave a la hora de actualizar y recomponer las
estéticas críticas al modo de Marcuse. Su teoría de la captación estética permite
observar la esterilidad de ciertos cuestionamientos que centran sus planteos en la
presencia de lo conceptual en el campo estético y que pretenden derivar de esa
presencia, una impugnación de algunas de las consideraciones que permiten
identificar una percepción distinta de la cognitiva en la esfera de la percepción
estética, entre ellas, la relación con lo indeterminado, la atención a lo particular, su
relación con la libertad.
En ese sentido preciso en que Seel plantea la relación de esta captación estética
con la determinación conceptual, y en el sentido en que la primera suspende la
definición del mundo, es que puede ser comprendida la afirmación adorniana, que
podríamos ampliar a otros objetos, desde el autor abordado aquí: “en toda obra
genuina aparece algo que no existe” (Adorno, 1980:120).
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 52
Referencias bibliográficas
Adorno, Theodor W. (1980) Teoría estética. Trad. Riaza y Pérez Gutiérrez. Madrid:
Taurus.
Berger, J. (2012) Modos de ver, Barcelona: Ed. Gustavo Gili.
Seel, Martin (2010) Estética del aparecer, Trad. de Pereira Restrepo. Buenos Aires:
Katz.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 53
Atribución de memoria episódica a charas californianas
(Aphelocoma californica)
Gabriel Corda (UNMdP)
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 54
(este ave presenta la característica conductual de guardar o esconder alimentos para
consumir más tarde). Luego de que se finalice el almacenamiento, las cubeteras eran
retiradas y recuperadas a las 4 horas o a las 124 horas. Dado que estas aves prefieren
a los gusanos en comparación con los maníes y a que aprendieron con éxito que los
gusanos se encuentran en mal estado a partir del quinto día mientras que los maníes
tardan más en degradarse, entonces en caso que las aves recuerden qué, dónde y
cuándo almacenaron la comida irán primero a los gusanos en la recuperación de 4
horas y primero a los maníes en la recuperación de 124 horas. El comportamiento de
las charas californianas dio cuenta que cumplen con el criterio conductual de la
memoria episódica buscando los recipientes (memoria de donde) con gusanos
(memoria de qué) en caso que la recuperación haya sido de 4 horas (memoria de
cuándo) y buscando los recipientes (memoria de donde) con maníes (memoria de
qué) en caso que la recuperación haya sido de 124 horas (memoria de cuándo). Estos
datos manifiestan que las charas californianas son sensibles al tipo de comida, a la
ubicación en la bandeja y el tiempo transcurrido entre el almacenamiento y la
recuperación y que, consecuentemente, manifiestan evidencia conductual la memoria
episódica como recuerdo de la información qué, dónde y cuándo.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 55
Otras interpretaciones de la evidencia conductual
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 56
La crítica de Hoerl y McCormack
25 Esta habilidad cognitiva se basa en la propuesta de Suddendorf y Busby (2003) por la cual un evento
E podría causar el cambio cognitivo M que afecta o compromete el comportamiento C en un momento
posterior en el tiempo, pero sin que necesariamente M implique llevar alguna información sobre E en
sí mismo, ya que M podría ser causal más bien que informacional. Entonces, aunque el
comportamiento C de las charas californianas pueda manifestar sensibilidad (pueda seguir el rastro) a
la información de E (qué se capturó, dónde y cuándo) no necesariamente implica que M representa el
evento pasado E (392).
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 57
simplemente sobre la longitud de un intervalo. Consecuentemente, mientras no se
elimine como una explicación alternativa esta habilidad cognitiva que no es sobre el
pasado y no es informacional, sino causal, entonces no se puede decir que el
experimento de Clayton y Dickinson pruebe la existencia de un tipo de memoria
como el episódico.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 58
testear empíricamente esta capacidad, las cuales pueden llegar a tener sus frutos
próximamente.
Conclusión
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 59
Tulving, E. (1972) “Episodic and Semantic Memory”, en Endel Tulving & Wayne
Donaldson (eds.), Organization of Memory, New York, Academic Press, pp.
382–404.
Tulving, E. (2005) “Episodic Memory and Autonoesis: Uniquely Human?” en Herbert
S. Terrace & Janet Metcalfe (eds.), The Missing Link in Cognition: Origins of
Self-Reflective Consciousness, Oxford, Oxford University Press, pp. 3–56.
Watanabe, Arii (2018) “Exploring the bird mind A review of episodic memory and
metacognition studies of western scrub-jays”, Japanese Journal of Animal
Psychology, Volume 68, Issue 1, Pages 57-65
Michaelian, K. y Sutton, J. (2017) “Memory”, The Stanford Encyclopedia of
Philosophy, Edward N. Zalta (ed.), [URL: https://plato.stanford.edu/
archives/sum2017/entries/memory].
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 60
La naturaleza del alma
Ariel D’Estéfano (UNMdP)
Este texto es resultado de una búsqueda personal, sobre una cuestión en la cuál
vengo divagando hace un tiempo, y que mereció en algunos momentos puntuales una
reflexión profunda que no por tener esta característica ha producido resultados
concretos y durables, sino, por el contrario, que ha llegado a logros tan frágiles que
aquello que parecía una respuesta con muestras de solidez, caía en nuevas preguntas
sin respuesta aparente. O bien las únicas respuestas eran nuevas preguntas, y toda la
búsqueda decantaba en una forma espiralada o circular de razonamiento. Hoy, una
convicción de antaño fue vencida por otra nueva, la cual, ciertamente, es capaz de ser
abandonada nuevamente.
Mi búsqueda es, en primer lugar, interna, y así surgió ya hace mucho tiempo.
Sin embargo, mi reflexión nunca se mantuvo aislada. Se nutrió en un principio de
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 61
ideas religiosas nunca bien aprendidas ni entendidas. Posteriormente, la historia de
la filosofía me abrió una puerta enorme para intentar resolver mis preguntas sobre el
tema, o para encontrar convicciones; y también para ampliar mis lecturas religiosas.
Pero en especial el legado de obras filosóficas se reveló como fuente perpetua de
posibles respuestas; sobre todo, como fuente de preguntas o enfoques diferentes al
mío, y que resultaron de gran valor.
Les filósofes, al abordar la cuestión sobre la naturaleza del alma, transitan por
dos caminos en apariencia irreconciliables. Uno es metafísico, y por él se conducen
quienes afirman que el alma es inmaterial, alejándose cuanto más pueden de todo
aquello que tenga que ver con la corporalidad del mundo. El otro camino, el físico, lo
recorren quienes aseguran que el alma es material, como el conjunto de la realidad, y
suelen también diversificar la materia para explicar la particular estructura del alma.
Sin embargo, es muy común ver que ambos caminos no son como dos rectas paralelas
que nunca se rozan, y esto ocurre a menudo cuando analizamos la totalidad de la obra
de les pensadores.
Sería imposible que en este breve escrito pudiera resumir las posturas filosóficas
que buscan resolver la cuestión sobre la esencia del alma. Y lo es también por mis
escasas lecturas al respecto. Por ello, decidí mencionar únicamente cuatro posiciones
que resultaron para mí movilizantes, y lo haré de manera sucinta. Luego expondré mi
opinión personal.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 62
Platón (427-347 a.C.) a su principal exponente. En sus diálogos “Fedón” y
“República”, sostiene que el alma humana está constituía por tres partes, la razón, el
deseo y la ira, y es la primera de esas partes quien dirige, manda, delibera, y lo hace
porque ese es el orden natural. Esta jerarquización tiene un por qué. La realidad es
doble; existe un mundo perfecto, inmutable, no aprehensible por los sentidos
corporales, eterno, donde reside el Bien, y en el cuál se encuentran las ideas,
entidades objetivas; mundo en el cual el alma ha estado antes de entrar en el cuerpo y
ha conocido allí la verdad del ser. Esta parte de la realidad es, podríamos decir con
Platón, La realidad, con mayúscula. La otra parte, la de las entidades aparentes, es
mera copia defectuosa de aquella realidad superior, siendo además imperfecta,
perceptible por los sentidos, corruptible; y en ella habita el alma cuando se encuentra
dentro de un cuerpo, que en palabras del filósofo, es como su cárcel, de la cual debe
liberarse a través de la tarea educativa que ofrece la dialéctica.
Platón, así, nos habla del alma como de una entidad inmaterial, una de cuyas
partes, la racional, tiene una íntima relación con el mundo de las ideas, que también
es inmaterial, y las otras dos partes, las relacionadas con el deseo y la ira, si bien
inmateriales también, revisten características opuestas, es decir, irracionales, y están
a merced del mundo material de las apariencias.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 63
que más fácilmente hace el alma, debido a su naturaleza inmaterial. Sin embargo, a
través de otras maneras de pensar, como imaginar, el alma se vuelve hacia el cuerpo,
es decir, la presencia en el alma de una idea imaginada de algo corpóreo necesita de
la existencia de ese algo corpóreo. Pero es a través del sentir cuando el alma más se
entremezcla con la realidad corporal; Descartes, en la sexta Meditación, divide a la
sensación en dos: una pasiva, capaz de recibir y conocer las ideas de las cosas
sensibles, y otra activa, que intelige tales ideas. Esta última, la facultad activa de la
sensación, pertenece a la cosa pensante o alma; la otra, la facultad pasiva de la
sensación, pertenece al cuerpo en el que se encuentra ella..
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 64
podría explicarse por qué ella, cuando se siente excitada o sobrecogida por algún
pensamiento, traslada ese estímulo al cuerpo.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 65
encontré en Descartes ni en nadie que transitara por el camino de la dualidad. Y
entonces empecé a cuestionar precisamente tal dualidad. Y pronto la tierra
quebradiza que pisaba comenzó a hacerse más firme, a la vez que el cielo que
contemplaba se empezó a desvanecer. Y reaparecieron las ideas de Demócrito,
Epicuro y el resto de los atomistas. Y encontré a La Mettrie y al materialismo
moderno, y aquel milagro incomprensible por el cual el alma mueve al cuerpo siguió
siendo una maravilla, pero podía ser explicado por la Naturaleza.
También diré que, así como el alma material mueve el cuerpo que habita, y a
través de él afecta el resto de la realidad corpórea, esa relación es recíproca. La
realidad corpórea afecta el cuerpo en el que se aloja el alma y también la afecta a ella.
Y, principalmente, las almas se afectan entre sí, en virtud de ese principio. Cuando las
almas se encuentran, sus energías se potencian, y los cuerpos se mueven y
conmueven.
Esto es lo que puedo decir sobre la naturaleza del alma, por ahora. Quizás en el
futuro tenga nuevas reflexiones para mejorar o cambiar ésta mi convicción de hoy.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 66
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 67
Los aportes de M. Tomasello para la actualidad de la
antropología filosófica
Nahir Fernández (UNMdP-UBA)
Introducción
26La idea de las heridas narcisistas proviene de Freud, y son reconstruidas a su vez por Mazlish en su
texto La cuarta discontinuidad (1995) [1968].
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 68
de la naturaleza humana, esto es, de hacer intervenir a las ciencias naturales para
resolver o al menos abordar tal cuestionamiento. Por ejemplo, Tonutti (2011)
muestra cómo las ciencias sociales y las naturales discurrieron por caminos distintos,
y Schaeffer (2009) explicita que una consecuencia de esto es la tesis de la
excepcionalidad humana. Este autor destaca la necesidad de que la antropología
filosófica se desenvuelva sin perder contacto con los desarrollos de las ciencias
biológicas, y su propuesta es la de un naturalismo en el sentido de repatriar al ser
humano a la cadena evolutiva, en consonancia con planteos propios de la filosofía de
la biología.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 69
propone desde la idea de la coevolución es dejar atrás esta terminología dualista y
atender a las interacciones entre múltiples factores que funcionan como condición de
posibilidad de aquello que denominaríamos naturaleza humana, siendo la carga
genética sólo uno de esos factores.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 70
La dicotomía naturaleza/cultura y el ser humano: los aportes de
Tomasello
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 71
en este sentido nos permite, como ya mencionamos párrafos atrás, trazar una
continuidad no sólo entre los aspectos naturales (o biológicos) y culturales de los
seres humanos, sino también entre el organismo y el ambiente (entendido este tanto
en términos físicos como sociales y culturales). A su vez, una concepción no
esencialista de la naturaleza humana posibilita pensar en términos de continuidad y
gradualismo la relación entre los seres humanos y los demás animales.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 72
hacia atrás de, por ejemplo, las modificaciones incorporadas a los artefactos para
volverlos más funcionales a un determinado propósito. En este sentido, una de las
tesis de Tomasello (2006) es que la cognición humana es un producto de la cultura
humana, y que hay procesos de interacción social y comunicación entre seres
humanos que crean funciones cognitivas y conductuales nuevas tanto en un tiempo
histórico como ontogenético. La estructura del cerebro del ser humano en algún
sentido hace posible estas interacciones, pero no las determina.
Conclusiones
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 73
genética. Al poner de manifiesto la coevolución como aspecto central de la relación
entre organismo y ambiente, cae también la concepción fijista de naturaleza humana,
cara a los debates antropológico-filosóficos de la primera mitad del siglo XX. En
segundo lugar, distintos modos de disolver la dicotomía naturaleza/cultura a partir
de un abordaje de la cultura en términos naturalistas, posibilitan un tratamiento de la
diferencia antropológica que ponga el énfasis en la continuidad entre especies
animales, dejando de lado el antropocentrismo.
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 74
Tomasello, M. (2007). Los orígenes culturales de la cognición humana. Buenos Aires:
Amorrortu.
Tonutti, S. (2011). Anthropocentrism and the definition of ‘culture’ as a marker of the
human/animal divide en Boddice, R. (ed.) (2011). Anthropocentrism.
Humans, animals, environments. Leiden: Brill.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 75
El significado de las imágenes
Esteban Ferreyro (UNMdP)
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 76
de ellos es el que intenta reelaborar el concepto de semejanza y su función en la
explicación del significado. En esta dirección Catherine Abell, se basa en una
concepción griceana del significado lingüístico para argumentar que el aspecto
relevante para comprender a qué se asemeja una imagen depende de las intenciones
comunicativas del emisor —o del artista, si se trata de representaciones de este tipo—.
John Hyman, por su parte, elabora una concepción de corte fregeano en la que la
semejanza desempeña un rol fundamental, pero diferente al tradicional. Tomando la
distinción entre sentido y referencia de un signo, defiende una posición según la cual
la semejanza determina el sentido de la imagen y no su referencia, como lo haría la
posición tradicional. Así, distintas pinturas, por ejemplo, pueden constituir diferentes
modos de presentación de un mismo objeto al mostrarlo desde distintas perspectivas.
definido por los colores y formas de la superficie de acuerdo con principios ópticos.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 77
teóricos, mostrando la separación de imágenes y palabras no como reflejando una
distinta naturaleza esencial de los modos de representación, sino como el resultado
de un conjunto mayor de distinciones que una sociedad desea realizar, tales como
mente y cuerpo, interno y externo, sublime y bello, arbitrario y natural e, incluso, lo
masculino y lo femenino.
De manera paralela a este debate es interesante notar que, así como el concepto
clásico de semejanza ha sido cuestionado en el campo de la significación visual, el de
convención también lo ha sido en la esfera de la significación lingüística. Desde esta
perspectiva se vuelven relevantes los trabajos sobre teoría del significado de varios
autores del siglo XX, especialmente los de Ludwig Wittgenstein y Donald Davidson
en la medida en que muestran que la significación lingüística no puede ser resultado
de la mera convención y elaboran concepciones del lenguaje que no se basan en ese
concepto. De esta manera, tenemos tanto posiciones críticas del concepto de
semejanza para la representación visual como críticas de la idea de convención para
explicar la significación verbal, lo que promueve una reflexión sobre estos temas en
conjunto.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 78
Referencias bibliográficas
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Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 80
El signo político de Nietzsche
Federico Giorgini (UNMDP-UBA)
A modo de introducción
Dadas las características de las presentes Jornadas, las cuales nos invitan a
realizar una puesta en común de las investigaciones que llevamos adelante quienes
formamos parte de la comunidad del Departamento de Filosofía de la Universidad de
Mar del Plata, la intención de este trabajo no es la de entregar una tesis acabada. Por
el contrario, la idea es compartir tanto con colegas de mayor experiencia como con
estudiantes que desarrollan sus primeras armas en la filosofía, el proceso de trabajo
necesario para ir avanzando en una investigación. Siendo que muchas veces no
tenemos instancias de deliberación y análisis conjunto de estos procesos, considero
que se trata de una excelente oportunidad para presentar parte del plan definitivo de
mi futura tesis doctoral, requisito solicitado en el doctorado que estoy cursando.
Estado de la Cuestión
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influenciados por Nietzsche, avanzaron hacia la distinción entre la política y lo
político, estableciendo una diferencia ontológica entre ambos términos (Marchart,
2009, p. 20). Esta discusión abrió un panorama novedoso a finales del siglo pasado y
al comienzo del XXI. Así florecieron vertientes que desarrollaron el
posfundacionalismo (Marchart, 2009) y la idea de lo impolítico (Esposito, 1988;
Cacciari, 1994) o el costado biopolítico para pensar la comunidad (Esposito, 2009) a
partir de, entre otras influencias, las lecturas nietzscheanas. Estas derivas cuentan
con un importante caudal de trabajos de autores como Nancy (2000), Badiou (1985) ,
Laclau (1994), Mouffe (2005), Marchart (2009), Cacciari (1994), Espósito (1988) y
Cragnolini (2014) entre otros. Por supuesto, es necesario remarcar que esta serie de
autores/as encuentran entre otros precedentes a Foucault, Deleuze, Derrida,
Heidegger, Vattimo o Colli quienes han realizado reconocidos trabajos sobre y desde
Nietzsche.
Por otra parte, también en la última parte del siglo XX y en lo que va del actual,
floreció una serie de lecturas que, emparentadas con una definición más clásica de
filosofía política27, avanzaron analizando el texto nietzscheano. De este modo
surgieron trabajos de autores como José Emilio Enguita (2004), quien ha compilado
todos los fragmentos póstumos pertenecientes a la edición Colli-Montinari, que
tienen a la política como temática, o del filósofo argentino, Nicolás González Varela
quien en uno de sus últimos trabajos (2010) habla de un Nietzsche en contra de la
democracia burguesa. En esta investigación, González Varela estableció un listado28
27 Por ejemplo, podemos tomar como parámetro la definición de Bobbio (2012, pp. 71-72): “En la
filosofía política están comprendidos tres tipos de investigación: a) sobre la mejor forma de gobierno o
sobre la óptima república; b) sobre el fundamento del Estado, o del poder político, con la consiguiente
justificación (o injustificación) de la obligación política; c) sobre la esencia de la categoría de lo político
o de la politicidad, con la disputa preponderante sobre la distinción entre la ética y la política. (…) La
filosofía política como búsqueda de la óptima república no tiene carácter “avaluativo” [abstención de
juicios de valor]; como indagación del fundamento último del poder no pretende explicar el fenómeno
del poder sino justificarlo, operación que tiene por objeto calificar un comportamiento como lícito o
ilícito, lo que no se puede hacer sin remitirse a valores; como investigación de la esencia de la política
se aleja de toda verificación o falsificación empírica, en cuanto lo que se llama presuntuosamente
esencia de la política deriva de una definición nominal y como tal no es verdadera ni falsa.”
28“Los estudios sobre Nietzsche político son raros y muy espaciados temporalmente; al mismo tiempo
son estigmatizados y anatemanizados por el Nietzschéisme. Entre los más importantes podemos
nombrar a Alfred Bäumler, Walther Kaufmann (en el marco de una reconstrucción general), Georgy
Lúkacs, Karl Löwith, Massimo Cacciari, Marc Sautet, Luigi Alfieri, Roberto Escobar, Franco Livorsi,
Domenico Losurdo, Bruce Detwiler, Ofelia Schutte, Frederick Appel, Quentin P. Taylor, y Keith Ansell
Pearson” (González Varela 2010, p. 77).
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de los autores que han intentado tematizar la política —también en el sentido
mencionado— en el autor y entre ellos se encuentra el de Keith Ansell-Pearson. El
filósofo inglés, además de sus trabajos particulares sobre aspectos políticos en
Nietzsche, ha realizado algunas compilaciones con importantes aportes,
principalmente de autores anglosajones, en las discusiones actuales. Efectivamente,
en los últimos tiempos, hay una serie de especialistas llevando a cabo trabajos en
lengua inglesa que, sin desconocer las vertientes posfundacionistas, lo impolítico o la
biopolítica, buscan también pensar aspectos relacionados con lo aristocrático, lo
democrático-antidemocrático en la novedosa sociedad de masas del siglo XIX y cómo
funcionaba esto en Nietzsche. También toman en cuenta algunos análisis de los que
realizaran autores —como Georg Brandés y su definición del radicalismo
aristocrático— que González Varela engloba bajo el mote de la Nietzsche Vogue29.
Entre ellos, asumiendo diferentes posiciones, podemos encontramos por ejemplo con
Christa Acampora (2003), Thomas Brobjer (2004), Maudemarie Clark (2015),
William Connolly (1988), Daniel Conway (1997), Bruce Detweiler (1990), Don
Dombovsky (2008), Thomas Fossen (2008), Lawrence Hatab (2002), John Moore
(2004), Alexander Nehamas (1998), Saul Newman (2004), David Owen (2002), Gary
Shapiro (2008), Tracy Strong (2008), Paul von Tongeren (2008), Carol Diethe
(2007) o Vanessa Lemm (2013) —quien también escribe en español—. Además,
aparecieron publicaciones con la participación de varios autores centradas en esta
temática: la revista española Res Publica (2001) dedicó un número especial a la
discusión política en Nietzsche y la compilación Nietzsche, Power and Politics:
Rethinking Nietzsche’s Legacy for Political Thought (2008) ya se ha convertido en
una referencia obligada sobre el asunto. También se pueden encontrar algunos
aportes en los Nietzsche Studien y, en español, en la revista referencial Instantes y
azares: lecturas nietzscheanas.
29 “(...) comenzó con el filósofo en vida en 1898, inaugurada con los célebrres trabajos de Georg Adler, Georg
Morris Cohen Brandes, Henri Lichtenberg, Daniel Hálevy, Raffaele Garofalo, Ettore Zoccoli, Ferdinand
Tönnies, la mayoría filonietzscheanos en plena Nietzsche Vogue, que arrojaron luz sobre el lado político del
filósofo, mostrando su Kritik reaccionaria a la nueva sociedad de masas, a la democracia liberal, al estado de
partidos, al creciente influjo del socialismo y el anarquismo, clasificando sin dudas a su élan vital como un
radicalismo aristocrático individualista (...)” (González Varela 2010, p. 76)
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Mención aparte merecen la tergiversación y utilización llevadas a cabo por los
pensadores ligados al nacionalsocialismo30 durante la primera mitad del siglo XX.
Cabe destacar que para llevar a cabo una utilización abiertamente política y
partidaria, recortaron, agregaron y modificaron elementos en la obra de Nietzsche.
Sin dudas, el concepto de Übermensch, entre otras ideas, fue manipulado según los
intereses de la política del estado nazi, pero con el correr de los años y de las
investigaciones pertinentes se logró esclarecer la intervención sobre el texto del
filósofo.
Más allá de esto último, Identificadas a grandes rasgos las dos vertientes
anteriores, la presente investigación buscará radicarse en la segunda. En este
momento de mi investigación, considero que es un terreno con potencial, y a la vez se
me presenta como un paso necesario a la hora de recuperar a Nietzsche para algunos
análisis actuales en el cruce de la filosofía y las propuestas prácticas. Pienso que
distinguir la influencia de sus posiciones políticas a la hora de pensar sus conceptos
filosóficos y viceversa, podría significar un aporte en la caracterización de ideas
nietzscheanas, abonando a perspectivas más relegadas o menos exploradas —si
tomamos en cuenta el gran caudal de trabajos sobre el filósofo en los últimos tiempos
—. De este modo, siguiendo la línea por la que vengo trabajando, entiendo que se
puede llevar a cabo una contribución en el desarrollo de una lectura que considera la
presencia de definiciones o de ideas políticas de características aristocráticas en la
filosofía de Nietzsche. Profundizaré, entonces, en la compleja relación que existe
entre los conceptos nietzscheanos y, a la vez, entre cada uno de ellos y el de
30 Autores como Richard Oehler, Alfred Bäumler o Alfred Rosenberg son algunos de los autores ligados
al nazismo que leyeron en Nietzsche una hermenéutica conservadora, nacionalista y nacionalsocialista,
un precursor o pionero del despertar de Alemania (González Varela, 2010, p. 76). Por otra parte, en la
Introducción al TOMO I de la edición española de los Fragmentos Póstumos, Luis De Santiago
Guervós (p. 23) indica: “Respecto a la utilización nazi y fascista del pensamiento nietzscheano, lo
primero que hay que decir es que no fue algo accidental, aunque también facilitado por los
inestimables servicios que las manipulaciones de la hermana prestaron a la causa del Tercer Reich.
Como señala Karl Löwith, “la reflexión de Nietzsche preparó espiritualmente el camino al Tercer
Reich, si bien los precursores han indicado siempre a los demás una calle que ellos mismos no
siguieron”. Es decir, había razones internas inherentes a los conceptos mismos contenidos en la obra
póstuma de Nietzsche, y es ahí donde debe situarse la discusión. Por ejemplo, según Alfred Bäumler,
“Nietzsche pone en el lugar de la filosofía moral burguesa la filosofía de la voluntad de poder, o sea, la
filosofía de la política”. Política que debe ser entendida a partir de la comprensión nietzscheana del
genio griego como plena aceptación de la violencia y de la crueldad de la existencia.”
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aristocracia31 (Aristokratie). Como ya dije anteriormente, parto desde la afirmación
de la presencia de dicho concepto a lo largo de la obra del filósofo, y para lograr una
dimensión más completa del mismo, me encuentro con la necesidad de comprender
el resto de los conceptos importantes desarrollados por Nietzsche, particularmente
los de nihilismo32 (Nihilism), voluntad de poder33 (Wille zur macht) y ultrahombre34
(Übermensch). Esto puede conducir hacia un aporte en la interpretación de estas
ideas.
31Tomaré en cuenta las apariciones de este concepto en los tres momentos en que se suele dividir la
obra de Nietzsche, en la etapa de GT y las Intempestivas (1870-1875), las de las épocas de MA
(1875-1882) y las de su producción más prolífica, desde Za hasta EH (1883-1889). Asimismo, a la hora
de establecer los vínculos distinguiré la frecuencia de las apariciones en cada momento, el contexto y el
tono preponderante a la hora de utilizar el término Aristokratie y sus derivados (aristokratischen,
aristokratische, etc.) con el objetivo de distinguir posibles variaciones a través del tiempo. Para mayor
precisión, me valdré del buscador de la Digital Critical Edition (eKGWB) publicada por Paolo D'Iorio y
basada en el texto crítico de Colli y Montinari (KGW y KGB).
32 Con aparición preponderante en la tercer etapa de las mencionadas en la nota anterior.
33 Desde su aparición en los Fragmentos Póstumos previos a Za, hasta el final de su obra,
distinguiendo si existen momentos con variaciones marcadas.
34Al igual que Wille zur Macht, desde su aparición en una época cercana de producción y hasta el final
de su trabajo, también teniendo en cuenta posibles variaciones en su utilización.
35Al igual que con el concepto Aristokratie, se tomarán en cuenta las tres etapas de producción para
pensar el modo en que Nietzsche identifica y critica a la tradición respecto a los valores negadores de la
vida.
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forma de gobierno posible, en los fundamentos del Estado y en los aspectos éticos del
asunto —como indica la definición de Bobbio—.
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Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 88
La ruptura de la lógica de la autenticidad en el ensayo sobre la
obra de arte de Walter Benjamin
Ignacio Girala (UNMdP)
Resumen: El propósito del presente trabajo es retomar la presentación de Benjamin de la idea de una
lógica o modelo de la autenticidad, bajo la cual se desarrolló el arte hasta aproximadamente el siglo
XIX, y presentar algunos de los efectos que están implicados en la disolución de ese modelo a la luz de
las lecturas de la obra de Benjamin realizadas por autores como Buck-Morss, García, Berti y Paredes.
Benjamin adopta una perspectiva materialista, por lo tanto sostiene que el arte
no posee una esencia inmutable, sino que sus modos de existencia y sus
potencialidades son de carácter histórico. En este sentido, lo central es que la función
social del arte se va modificando en función de los distintos tipos de sociedad y sus
modos de producción. Este desarrollo está marcado por una tendencia más o menos
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 89
estable (una creciente autonomía del arte), la cual se intensifica exponencialmente
desde el siglo XIX.
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Para abordar la situación del arte en la modernidad, Benjamin se vale del
concepto de aura. (Benjamin, 1937: 22) Se trata de un término con diversos niveles de
significado, que, dependiendo del texto en el que aparezca, posee un sentido y un
énfasis particular.36 En su ensayo sobre la obra de arte, la noción de aura va a
designar una condición propia de la obra (pero también puede referirse a otra clase
de objetos: paisajes, objetos utilitarios, etc.37) tanto antigua como renacentista, que es
puesta en crisis por las formas modernas de producción, reproducción y consumo. En
este sentido, el aura debe ser entendida como un “envoltorio” (Benjamin, 1937: 25)
que recubre a los objetos; pero no se trata de una cualidad inherente a las cosas
mismas, sino más bien de una condición, una manera de relacionarnos con ellas, y de
todo un entramado de significados que les son dadas a partir de la experiencia.
36Con respecto a estos diversos niveles, se puede consultar el siguiente trabajo: Berti, Agustín. “Aura y
técnica”, en Benjamin, Walter. Estética de la imagen: fotografía, cine y pintura, compilado por
Tomás Vera Barros, Buenos Aires: La marca editora, 2018, pp. 205-218.
37Tal como se afirma en otros dos ensayos que incluyen un desarrollo del concepto de aura: la “Breve
historia de la fotografía” y “Sobre algunos temas en Baudelaire”.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 91
de un sistema económico capitalista, el avance del fascismo, la experiencia soviética,
la posibilidad cada vez más inminente de una nueva guerra. Cada una de estas
instancias mantiene una relación específica con el ámbito del arte y los medios de
reproducción técnica, y/o configura de manera más o menos explícita un
determinado programa estético. Estas vinculaciones son pensadas a la luz de los
conceptos anteriormente presentados. En otras palabras, lo que se plantea es que
cada uno de estos actores, dependiendo de sus propios intereses, asume una posición
distinta con respecto al material (visual, sonoro, audiovisual) de la producción y
reproducción tras la caída del aura y el valor cultual. En este sentido, se pueden
diferenciar las “actitudes” o proyectos del fascismo y del capitalismo, que se
contraponen a una dirección revolucionaria.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 92
defiende la total autonomía del arte hacia el ámbito de la política. 38 (Benjamin, 1937:
57)
No obstante, como señala Berti, esta estrategia también puede ser explotada por
el capitalismo, lo cual se ve reflejado, por ejemplo, en la industria de Hollywood y el
star system construido a su alrededor (Berti, 2015: 210). “A la atrofia del aura el cine
responde con una construcción artificial de la personality fuera de los estudios; el
culto a las “estrellas”, fomentado por el capital cinematográfico, conserva aquella
magia de la personalidad, pero reducida, desde hace ya tiempo, a la magia averiada
de su carácter de mercancía.” (Benjamin, 1937: 39)
38Sobre este tema, se puede consultar el siguiente trabajo: Paredes, Diego. “De la estetización de la
política a la política de la estética” en Revista de Estudios Sociales, Universidad de Los Andes,
Colombia. No. 34, diciembre de 2009, pp. 91-98.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 93
de ser “falsificaciones”. Por otro lado, el concepto de montaje, y ya no el de origen,
ofrece un modelo más adecuado para comprender el arte en el contexto de la
reproductibilidad técnica. En este sentido, Benjamin tiene en mente los
procedimientos del cine y de movimientos de vanguardia como el dadaísmo y el
surrealismo, que concebían al montaje como recurso artístico.39
Por otro lado debemos dejar de lado la idea de unicidad; en su lugar debemos
pensar los ámbitos de circulación de las reproducciones. Como afirma Buck-Morss en
relación a las imágenes, éstas “flotan de manera aislada, moviéndose adentro y afuera
de contextos, libres de su origen y de la historia de su proveniencia. (…) todas estas
cualidades vuelven ambigua la cuestión de su proveniencia, si no por completo
irrelevante.” (Buck-Morss, 2009: 34)
39 Para un desarrollo de este tema y del montaje como procedimiento filosófico, puede consultarse el
siguiente trabajo: García, Luis Ignacio. “Alegoría y montaje. El trabajo del fragmento en Walter
Benjamin”, Constelaciones, Revista de Teoría Crítica, nº 2, diciembre de 2010, pp. 158-185.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 94
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 95
Realismo y No-Realismo en Dennett
(Sobre la «Atribución» de Creencias)
Martín Laplace (UNMdP)
Resumen: Acerca de Dennett puede decirse: «no se sabe bien si de veras atribuye creencias, o si no lo
hace», o sea si, en cuanto filósofo de la mente, es realista o no-realista. Intentaremos aclarar aquí su
posición escurridiza y ambigua, remitiéndonos a aclarar los dos modos en que él hace uso del lenguaje.
En efecto, Dennett utiliza en sus textos el lenguaje, ora en sentido correspondentista, ora en sentido
pragmatista. Que él muchas veces no aclarase estos cambios en los modos de su discurso es lo que ha
generado la confusión en la correcta interpretación de su posición filosófica. Concluiremos que
Dennett es, en relación a entes humanos: realista en sentido correspondentista; y en relación a entes
no humanos: por un lado, realista en sentido pragmatista, pero, por otro lado, no-realista en sentido
correspondentista.
Palabras Clave: Dennett, atribución de creencias, realismo y no realismo, correspondentismo,
pragmatismo..
Introducción
La posición realista suele estar representada por las ciencias cognitivas (como la
etología), por algunos filósofos como Fodor, y por la gente común (según se infiere
del análisis de su lenguaje cotidiano). La posición no-realista es defendida
mayormente por filósofos como Wittgenstein, Ryle, Davidson, Glock, Stich...
Ahora bien, entre estas dos posiciones extremas encontramos también matices,
dentro de los cuales se halla la concepción del filósofo Daniel C. Dennett, con su
«teoría de la actitud intencional».
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Su posición al respecto se nos presenta, sin embargo, más bien que matizada,
ambigua. En efecto, encontramos pasajes suyos según los cuales, a juzgar por el tono
de su discurso, podríamos estar seguros de que estamos frente a un pensador realista,
y encontramos también otros de sus pasajes según los cuales podríamos considerarlo
como no-realista. En fin, ora les atribuye creencias a entidades no humanas, ora no se
las atribuye. Esta indefinición o ambigüedad de su discurso hace difícil determinar
cuál sea su verdadero pensamiento en relación a esta cuestión.
Dennett propone una teoría denominada «actitud intencional». Esta teoría está
abocada especialmente a la predicción de los comportamientos de los entes en
general. La teoría propone que, el investigador/observador que intenta predecir/
explicar las acciones o comportamientos de un ente cualquiera, adopte una «actitud»,
«enfoque», «estrategia», «atajo» o «truco» —el de la «intencionalidad». Ese
observador, lo que deberá hacer es adoptar la actitud de considerar a ese ente
observado/investigado como si fuese un «agente racional», un «sistema intencional»:
le atribuirá presuntos estados mentales, intencionalidad…, específicamente «deseos y
creencias», los cuales, se deberán asumir como las causas de aquellos
comportamientos.
Ahora bien, como hemos dicho, así como la teoría es presentada por Dennett
como esta mera adopción de una actitud por parte de un observador (atribuir
presuntivamente creencias y deseos a entes no humanos), ocurre también que, en
ocasiones, la teoría parece comprometer ontológicamente al ente observado, de
modo que, sorpresivamente, nos encontramos con que tanto un humano, como un
sapo y una planta, un atril, un termostato y una piedra, son presentados por Dennett
como «verdaderos creyentes», verdaderos portadores de mente. Así, estas
atribuciones asertivas de estados mentales, contradicen la idea de que la teoría
trataba solo de atribuciones presuntivas de estados mentales.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 97
Correspondentismo y pragmatismo
Distingamos, a los fines de este escrito, dos tipos de dicción: aquel basado en la
teoría correspondentista de la verdad, según la cual una proposición es verdadera si
se «corresponde», «concuerda», con el mundo; y aquel otro basado en la teoría
pragmatista de la verdad, según la cual una proposición es verdadera si ella tiene
consecuencias «útiles», «provechosas», para la persona que la afirma.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 98
decide creer con toda su fuerza y con toda seguridad que, hacia el oeste, por donde ve
caer el sol, hay una aldea cerca. Ivanovich pronuncia, decidido, la proposición «Hacia
el oeste hay una aldea cerca», creyendo que es verdadera, y entonces comienza a
caminar en esa dirección.
La respuesta es que Ivanovich creyó eso en sentido pragmatista, esto es, porque
le era útil —para tener alguna probabilidad de supervivencia— el darse a sí mismo un
acicate volitivo, digamos, a fin de comenzar a caminar en alguna dirección cualquiera.
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Así pues, cuando Dennett dice «los humanos somos portadores de mentes» lo
afirma en sentido correspondentista: es en serio realista respecto a los humanos (o
sea, cree que tenemos mente de hecho). Pero cuando dice que un atril o un sapo «son
creyentes», portadores de mente, lo afirma en sentido pragmatista: hace como si
fuese realista respecto de entes no humanos (o sea, cree que poseen mente en vista a
la utilidad explicativo/predictiva de dicha creencia).
Según Dennett, una estrategia física nos permite predecir los comportamientos
recurriendo solo a la descripción de fenómenos físicos: por ejemplo, predecir qué dirá
o sentirá un ser humano, sirviéndonos del conocimiento de las interacciones de sus
neuronas e impulsos nerviosos. Pero como este nivel de precisión en el conocimiento
no está aún al alcance de la ciencia humana, debemos utilizar otras estrategias más
modestas, como por ejemplo la de diseño. Según esta otra estrategia, podemos
predecir, por ejemplo, que un ser humano se defenderá ante un ataque, sobre la base
de que «está diseñado para» sobrevivir, es decir, en razón de que ese ente fue
diseñado para «cumplir esa función». Pero, aun así, es posible que desconozcamos el
«para qué está diseñado» un ente, cuál es «su función». En tal caso requeriremos de
una estrategia explicativa y predictiva aún más austera. He aquí la propuesta de
Dennett de la estrategia de la intencionalidad: hacer de cuenta que un ente
cualquiera, por ejemplo, un animal, es un sistema intencional, es decir, que está en
relación al mundo a través de deseos y creencias, las cuales lo llevan a actuar
racionalmente. Así, predecimos que ese animal se defenderá porque tiene el deseo de
sobrevivir, debido a que cree que la vida es preferible a la muerte.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 100
La actitud intencional —como atribución asertiva de creencias
… sostendré que cualquier objeto […] es, en el más completo sentido de la palabra, un
creyente. Lo que es ser un verdadero creyente es ser un sistema intencional, un sistema
cuyo comportamiento se puede predecir en forma confiable y amplia por medio de la
estrategia intencional. (Dennett, 1987, p. 19)
La teoría de Dennett aparece ahora más ambiciosa: todos los entes son «verdaderos
creyentes», «sistemas intencionales».
Tanto los entes naturales animados (humanos, animales, plantas), los entes
naturales inanimados (una piedra, un rayo), como también los entes artificiales o
artefactos (termostatos, relojes, atriles, ordenadores), todos ellos son portadores de
creencias.
En estos extractos vemos cómo Dennett no dice ya que de cada cosa debemos
«hacer como si» fuese un verdadero creyente, sino que «lo es». Entonces, ¿la teoría
no sería ya, como la desarrollamos en el apartado anterior, una mera estratagema
discursiva según la cual se nos propone que «hagamos como si» los entes no
humanos tuviesen creencias, sino que apostaría a atribuirles realmente creencias
(mente)? ¿Ya no sería su teoría una simple y provisoria estrategia predictiva, sino una
auténtica y decidida teoría de la mente?
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 101
Conclusiones
II. Ya que, a fin de cuentas, lo que hemos venido haciendo durante estas páginas
es intentar advertir y «salvar» al lector de esta confusión interpretativa en la que
podría estar sumido tras leer a Dennett, proponemos, a modo de conclusión,
entenderlo con base en las siguientes distinciones:
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 102
1) es no-realista en sentido correspondentista (epistémicamente agnóstico): no
puede afirmar que haya, de hecho, en el mundo, mentes en esos entes, pues la ciencia
aún no lo sabe, pero tampoco puede afirmar que no la haya (por eso no decimos que
sea anti-realista —aunque arriesga que no la hay en entidades tan simples como un
grano de arena o un átomo de carbono, por ejemplo).
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 103
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 104
La raza del cuidado perdió la vigilancia:
la modernidad ante la reflexividad estética
Guillermo López Geada (UNMdP)
Sin desconocer el trasfondo que opera en esa búsqueda, nos limitaremos aquí a
esbozar los grandes desplazamientos que se producen en torno a este tema, en
ulteriores desarrollos al planteo racionalista, frente a cierta defensa del romanticismo
que el autor realiza. En este sentido, Christoph Menke menciona en La soberanía del
arte que el pensamiento moderno aborda la experiencia estética como una
ambivalencia irresoluta. Dos elementos, que ameritan desde luego revisión, son
constitutivos del análisis que el autor propone en la reconstrucción que Menke hace
de la modernidad en términos estéticos. Por un lado, el autor reconoce que este tipo
de experiencia se diferencia del resto de los modos de experiencia: se convierte en
una esfera más de la experiencia que no es complementaria ni colabora con el modo
de abordar y comprender nuestras experiencias habituales. Diremos, siguiendo al
autor, se vuelve autónoma. Por otro lado, dicho modo de experiencia se generaliza.
Este aspecto general de la experiencia estética tiene que ver, y sí sería
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 105
complementario de su autonomía, con la imposibilidad de asignarle un lugar
determinado de antemano a la experiencia estética. Esto puede entenderse como el
rechazo inherente de este tipo de experiencia a todo uso funcional teleológico y
preestablecido, o como la negación de sus usos comunicativos, en virtud de su
carácter irreductible. Diremos, entonces, que para Menke esto constituye el aspecto
soberano de la experiencia estética.
Tal como hemos dicho, esta lectura de la modernidad se apoya en dos grandes
caracteres históricos y filosóficos. Se dibujan así una línea racional–idealista y una
concepción de tipo poético-romántica en torno a la experiencia estética. La primera
concepción observa la experiencia estética como una agregado diferencial de los
modos de experiencia y discursividad entre los que la razón moderna se fue
constituyendo.
La cuestión fundamental del corte racional e idealista del análisis de este tipo de
experiencia puede observarse en su concepción metafísica del sujeto. No siendo el
único enclave a problematizar, aquello que sí destaca es la concepción de dicho sujeto
como centro operador autónomo de sus facultades que se sigue de ese tipo de
planteos. Ello puede observarse desde la jerarquización de la formas de percepción
sensible establecida por Descartes, hasta la noción del juicio estético en Kant, que se
admite siempre como una esfera subsumida al dominio trascendental del sujeto y su
consciencia.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 106
del alma. Propone, en cambio, una genealogía regresiva para comprender el gusto
estético fundándolo en un principio de tipo antropológico. De acuerdo a este
principio, el gusto estético es una derivación del “fundamento/mecanismo oscuro del
alma” que se formó en los primeros tiempos en que el hombre pasó “desde un estado
en que sólo fue una planta pensante y sensible hasta un mundo donde se convirtió en
animal.”40
Estas distinciones cobran mayor vigor cuando intentamos pensar en qué sentido
hablamos de reflexividad, en términos generales, y qué matices cobra el mismo bajo
una luz estética. En este último caso, la reflexividad es tal en tanto supone, en su
acontecer, un regreso hacia esas fuerzas actuantes. Así, toda actitud del sujeto que se
analice mediante una reflexión genealógica, remitiendo a dichos mecanismos previos
(también denominados “oscuros”) es estética. Es, entonces, principalmente esta
diferencia entre capacidad (Baumgarten) y fuerza lo que da pie a una construcción
teórica diferente del sujeto moderno.
Veamos, entonces, el vínculo que esto tiene con los elementos que Menke toma
de Schlegel. Una primera diferencia de éste respecto del modelo kantiano (aunque
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 107
también ante Herder), es que la reflexividad, en tanto estética, se presenta como una
determinación interna de la obra de arte. Separada del sujeto y, con ello, de sus
facultades subjetivas, la reflexión, entonces, será entendida como resultado de una
forma de presentarse la obra (en tanto producto), como veremos a continuación.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 108
anterior a la capacidad judicativa de la subjetividad. Se apela así, al señalamiento de
la “naturaleza estética” del hombre y su juicio/mecanismo oscuro previo a todo obrar
consciente. Mecanismo iluminado en la experiencia estética, mediante una praxis
reflexiva.
42 Ibíd., p. 77
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 109
forma de imbricación, Menke apunta que: “la negatividad estética se articula en la
estructura semiótica de las representaciones”, y “la actitud estética […] generaliza el
potencial negativo de la transfiguración estética”.43
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 110
ciertos contextos. Así, la praxis propia de la estética es un tipo de reflexividad que no
tiene que ver con otorgarnos grados de consciencia mayores. Se orienta más hacia la
acción concreta de interrumpir procesos dialógicos que, en su origen mismo, pero
sobre todo en la experiencia estética, se revelan insuficientes para los fines que se los
postula. Para no vulnerar su aspecto soberano, esta praxis (o reflexividad) estética
debe entenderse, además, como potencial, dada su incomunicabilidad. Pero no sólo
eso, sino que debe comprenderse que otorgarle predeterminado lugar/función a este
tipo de experiencia sería fijarla, lo que implica pasar por alto su carácter entera y
radicalmente procesual, dada al interior de esa experiencia.
Conclusión
A lo largo de este trabajo, hemos intentado dejar en claro las bases de la teoría
estética de Christoph Menke. Para ello, hemos revisado la construcción clásica del
sujeto durante la modernidad, señalando los puntos en que el autor se apoya para
abrir el modo en que se comprende tradicionalmente la subjetividad en ese período.
Vimos allí que, al surgimiento de la disciplina especifica que nos ocupa, les
sucedieron ciertos planteos que permiten reconfigurar la forma en que
comprendemos la experiencia estética actualmente. Desde esta clave, la relectura de
las producciones filosóficas posteriores, habilita pensar, en términos generales, a la
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 111
experiencia estética misma, en tanto tiene lugar e irrumpe en todas las demás
experiencias cotidianas, como un elemento imprescindible para el resto de las
disciplinas. La idea misma de la reflexividad como praxis, y como actividad
irresoluble, es un aliciente para el ejercicio filosófico cuya mayor importancia se
releva en el arte y la estética, en tanto prácticas de las que ninguna comunidad puede
prescindir. También entendemos que, si bien algunos puntos centrales de la teoría de
Menke merecen revisión o profundización, es un aporte interesante el de intentar
conservar tanto la autonomía como la soberanía de la experiencia estética. Además de
los propósitos ya mencionados, nos resulta importante entender que, quizás, ambos
aspectos sean transversales a toda crítica, más allá de las particularidades propias de
cada caso. Así, creemos que futuras elucidaciones pueden llegar a verse enriquecidas
al incorporar, en mayor o menos medida, alguno de los elementos que intentamos
dejar planteados en este trabajo.
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 112
Las ciencias y su aspecto crítico
Sonia López Hana (UNMdP-UNTREF) y Juan Francisco Arias (UNMdP)
1. Introducción
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 113
2. La impronta de la praxis marxista en la tarea de las ciencias sociales
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 114
ortodoxo”45 (Giddens, 1979, 1982, 1984, 1976) y el surgimiento del escenario
postempirista, del cual suele mencionarse como hito el libro de Thomas Kuhn La
estructura de las revoluciones científicas, que las ciencias sociales arribaron a un
nuevo consenso que perdura hasta la actualidad.
Si antes de los años 70 era imposible pensar una ciencia social que no emulara
las directrices de las ciencias naturales, hoy es imposible pensar una ciencia social
que no piense en términos de crítica. Crítica entendida en sentido marxista, es decir,
en su potencial transformador.
Frente a la idea de que las ciencias sociales debían tomar sus modelos de las
ciencias naturales y frente a las influencias del funcionalismo en cuestiones de
método, se abrirá paso la hermenéutica. De esta manera, Giddens argumenta
críticamente a favor de lo que denomina una teoría social informada
hermenéuticamente. Así, su teoría de la estructuración será justamente una manera
de explicar las acciones significativas de los sujetos sociales. Uno de sus objetivos es
rescatar la premisa hermenéutica según la cual es necesario atender a las creencias y
prácticas cotidianas de los actores. Pero también, recuperando ciertas líneas de
investigación del positivismo, establecer que las ciencias sociales requieren de un
lenguaje técnico, distinto del lenguaje ordinario. Este movimiento por el cual las
ciencias sociales, o los científicos sociales, mejor dicho, tiene sus propio lenguaje
técnico, a la vez que estudian un mundo social constituido de manera significativa
por los mismos actores que lo producen y lo reproducen a diario es denominado por
el autor como doble hermenéutica. Así, describir la conducta humana en el mundo
social es ser capaz de participar, al mismo tiempo, de las formas de vida que
45 El término consenso ortodoxo fue acuñado por Anthony Giddens. Dicho consenso era caracterizado
por un acuerdo que tomó como guía para las ciencias sociales a la ciencia natural. Autores clásicos
como Comte, Marx, Durkheim desarrollaron su pensamiento bajo este supuesto, pues todos recibieron
la influencia del éxito de las ciencias naturales durante los siglos XVIII y XIX. El funcionalismo
parsoniano asumió dicha perspectiva metodológica para las ciencias sociales, postulando una noción
de ciencia que recurre a las analogías orgánica, mecánica y cibernética para explicar la estructura y el
funcionamiento de la sociedad. Así, produjo un consenso que comenzó a perder fuerza a mediados de
la década del ’70.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 115
constituyen y son constituidas por esa misma conducta. A su vez, la ciencia social, al
tener su propio lenguaje, métodos, técnicas, etc., conforma otra forma de vida, un
metalenguaje, ubicado en un orden distinto del anterior. De esta manera la relación
entre el lenguaje ordinario y el lenguaje técnico de las ciencias sociales establece un
diálogo hermenéutico constante.
Por su parte, Habermas, asumirá igual punto de partida que Giddens: el rechazo
a la actitud cientista ingenua del positivismo. Habermas ve en el positivismo al
principal exponente en el mundo académico de este predominio de la razón
instrumental, tal como antes ya lo habían denunciado Horkheimer y Adorno.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 116
ciencias sociales. El resultado de esta invasión metodológica es que las ciencias
sociales quedan neutralizadas al partir de un marco operativo demasiado estrecho
como para captar las complejidades de su objeto de estudio. Para Habermas el
positivismo ha desplazado al sujeto cognoscente de toda intervención creativa en el
proceso de conocimiento y a puesto en su lugar al método de investigación.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 117
en donde el conocimiento sólo encuentra su sentido cuando se le refiere al proceso
emancipativo de autoconstitución del género humano.
Para Habermas la razón es una trama discursiva que articula las acciones de los
individuos. Estos pueden comprenderse porque comparten un mismo mundo
simbólico que garantiza el que se otorgue validez al proceso dialógico. Es el mundo de
la vida el que garantiza que los individuos de una misma sociedad compartan esos
elementos simbólicos que hacen posible la cooperación y el entendimiento.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 118
llegado siquiera a plantearse esta cuestión. El carácter acentuadamente técnico,
instrumental e inhumano de la sociedad contemporánea, se ha profundizado desde
los momentos en que los pensadores que hemos reseñado en las secciones anteriores
produjeron sus obras. Hoy las revoluciones de la informática y de las
comunicaciones, y los nuevos campos abiertos por el desarrollo de la biología del
genoma humano, entre muchos otros, nos indican el ritmo cada vez más acelerado
con que las tecnologías hacen accesibles, a algunos hombres, poderes y capacidades
antes impensadas, sin que esos procesos sean controlados por ninguna guía reflexiva
o por ninguna consideración crítica.
Unos de las razones por las cuales las ciencias sociales deben ser críticas, como
ya mencionamos, es la especificidad de su objeto de estudio. Estudiar a los sujetos
humanos que reflexionan sobre sus propias prácticas, y pueden utilizar
racionalmente el propio conocimiento generado por las ciencias, vuelve a las ciencias
sociales, si se nos permite la expresión, socialmente responsables. Sin embargo, como
toda clasificación, ubicar a las ciencias en compartimentos estancos no es tan fácil,
¿es la psicología una ciencia natural o una ciencia social? ¿Por qué no debería la
biología plantearse también su carácter crítico? ¿Es posible pensar, ya no solo una
sociología crítica o una economía crítica, tal como lo hizo Marx, sino una biología
crítica, una física crítica? ¿El componente crítico tiene que ser determinado sólo por
el objeto de estudio de las ciencias? ¿Por qué no en relación a sus fines?
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 119
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 120
Jean Baudrillard: entre el arte y el simulacro
Ignacio Leandro Luis (UNMDP)
Resumen: En el siguiente trabajo se abordarán los conceptos del filósofo francés Jean Baudrillard, en
torno a su manera de ver al arte y la relación que encuentra éste con la manifestación de simulacros
existente en nuestra sociedad actual. Las tesis del autor permiten pensar las dinámicas del arte
contemporáneo y el rol que ocupan dentro de la cultura, donde las obras de arte adquieren una
impronta más bien crítica con respecto al goce que ellas deberían producir.
En lo que refiere a la estética, en mi opinión, se está en esa especie de éxtasis del valor,
y en la actuación extática se está literalmente “fuera de sí”, fuera de la posibilidad de
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 121
juicio. (…) en el éxtasis del arte ya se está más allá de las finalidades del arte, de la
finalidad estética, en un punto extraordinario donde todos los valores estéticos están
maximizados simultáneamente. Todos los estilos pueden volverse, de un solo golpe,
efectos especiales y valer en el mercado del arte, y ya es realmente imposible
compararlos, emitir un juicio más o menos temperado al respecto, un verdadero juicio
de valor.46
Llegados a este punto, las imágenes ya no son el espejo de la realidad sino que
ocupan el lugar de la realidad misma, y para la imagen su único fin es la imagen
misma. Es decir, la imagen ya no puede denotar lo real, puesto que ella es lo real; ya
no puede transfigurarlo, poniendo de manifiesto su costado virtual de la realidad.
Esta realidad virtual se “transparenta” perdiendo su capacidad de ilusionar. En
palabras de Baudrillard: “El arte ha perdido el deseo de ilusión, a cambio de elevar
todas las cosas a la banalidad estética, y se ha vuelto transestético. En lo que
concierne al arte, la orgía de la modernidad ha consistido en deconstruir alegremente
el objeto y la representación.”47
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 122
consumo, a la absorción. Es decir, cuando las cosas se nos presentan demasiado
reales, cuando aparecen sin mediación alguna, realizadas, acabadas, en ese preciso
momento nos encontramos dentro del orden de la obscenidad. Las cosas ya carecen
de encanto, de proximidad lenta y suave. Tan sólo queda la inmediatez violenta sin
un auténtico placer.
Las cosas se presentan demasiado reales para que ya no se tenga que perder
tiempo descifrándolas ni interpretándolas, tan sólo se deben consumir y de manera
efímera desechar. Los museos a su vez invitan a las personas a espacios que son cada
vez más interactivos con los espectadores, ya no son obras que se remiten a la pura
contemplación, sino que juegan e interpelan a las personas de una manera directa, ya
sea a través de audiovisuales o estrategias de todo tipo que sirvan para sacar al sujeto
de su pasividad expectante y taciturna. A través de esto se intenta disolver un poco la
transparencia y hacer de cuenta que la obra tiene algo más para dar, algo que
descubrir en ella.
Mi escena primitiva es esa; que hoy ya no sé, al mirar tal o cual cuadro, o performance,
o instalación, cosas así, si están bien o no, y ni siquiera tengo ganas de saberlo en
verdad, entonces hallo que estoy como en suspenso, pero es un suspenso que no ofrece
excitación alguna, que no es intenso; es un suspenso más bien de la neutralización y la
anulación.49
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 123
La transparencia tenida en cuenta como opuesta a lo que está en secreto,
escondido, tiende a tomar estos últimos como algo malo, lo cual debería ser abolido.
Dado que el secreto no puede ser destruido, la transparencia se contenta con
conseguir demonizarlo, rebajarlo como a algo innecesario. Esta noción de mostrarse
combatiente del mal, produce energías positivas, dado que aquello que atenta contra
el mal, se lo toma por bueno. De la misma manera actúa la política, la cual no
desbarata el desorden, sino que lo incluye, junto con el mal, para poder así demostrar
que uno puede pararse desde el lugar opuesto para revalorizarse a sí mismo. Es decir,
no se niega a lo malo, sino que se lo reapropia, analiza, desbarata y se utiliza
finalmente a su favor.
Todo puede ser obra debido a que junto al advenimiento de los ready-made, que
surgen dentro del auge de las vanguardias históricas, se estableció un vínculo entre
objeto ordinario y obra de arte que es muy difuso. Tranquilamente uno puede tomar
el objeto que le plazca, y tomado a su vez de un lugar cualquiera, y otorgarle la
significatividad de obra artística. Con el sólo hecho de que sea puesta en un museo ya
abre el juego a que todos entiendan a este objeto como arte.
A su vez todos pueden ser artistas ya que sólo hay que tener una cierta sutileza
para generar un efecto determinado, en un momento determinado, y conseguir con
ello la aceptación casi asegurada de los espectadores.
En este complot los artistas lo que buscan es mantener viva la idea del arte a
través del arte mismo con su propia producción. Ya no es el protagonista el contenido
sino el acto, la operación. Por otro lado el espectador entra en el juego de si aquello
que se le presenta es arte o no. Se muestra inquieto frente a las obras e incluso se
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 124
siente con la capacidad de poder reproducirlas o mejorarlas, pero para ahorrarse los
conflictos y malestares asiente con la cabeza y acepta a la obra como tal.
El espectador, quien, sin entender nada la mayor parte del tiempo, consume su propia
cultura en segundo grado. Consume literalmente el hecho de no entender nada y de que
no hay necesidad alguna de todo eso, salvo el imperativo de la cultura, de afiliación al
circuito integrado de la cultura. Pero la cultura en sí es sólo un epifenómeno de la
circulación mundial. La idea del arte se enrarece y se hace mínima hasta en el arte
conceptual, donde termina con la no-exposición de no-obras en no-galerías: apoteosis
del arte como no-acontecimiento. Recíprocamente, el consumidor circula por todo eso
para experimentar su no-goce de las obras.50
Esto dificulta la construcción de una crítica del arte, dado que según Baudrillard
el propio arte ha pasado a criticarse a sí mismo. De algún modo el arte logra
distanciarse de sí mismo, objetivarse y de esta manera generar una especie de
autoconsciencia estética. Pero que a pesar de ello, necesita un respaldo de índole
intelectual, una producción de significación teórica en relación a lo estético, para
sentar bases sólidas de conceptualización institucionalizada. A colación de esto
podemos presentar la siguiente cita:
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 125
instalación, cualquiera obra, hay un comentario, hay discurso. (…) Hay una especie de
metalenguaje extraordinario del arte que no es una crítica, una especie de metalenguaje
integrado, como si el arte hubiese tragado su propia crítica. Precisamente porque no
cree ya en su propia pulsión estética, el arte ahora está en una posición semi irónica
respecto a sí mismo, y porque ya no está seguro de su finalidad, necesita asegurarse un
lenguaje externo, y para esto viene a socorrerlo una especie de literatura artística,
estética que se produce incesantemente.”51
Si la sociedad actual parece ser más dinámica que las “masas silenciosas” las
cuales describía Baudrillard hace décadas, ¿es posible entonces convertir un pasaje
de lo silencioso a lo díscolo? Si nos apropiamos de estas prácticas descriptas en torno
a la participación de los sujetos dentro del ámbito artístico no ya como tan sólo
espectadores de una obra de arte, ¿no se podría subvertir el orden, e intentar así
conseguir un escape a la hiperrealidad?
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 126
Referencias bibliográficas
Baudrillard, Jean. (1994). La simulación del arte. Caracas: Monte Ávila Editores.
_________(2006). El complot del arte. Ilusión y desilusión estéticas.
Madrid:Amorrortu Editores.
_________ (2002).Contraseñas. Barcelona: Anagrama.
_________(2008). El pacto de lucidez o la inteligencia del mal. Buenos Aires:
Amorrortu Editores.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 127
Lectura de mente en chimpancés y su vínculo con criterios
epistémicos
Fernando Marte (UNMdP)
Introducción
52En la bibliografía sobre el tema se suelen usar las expresiones “Theory of mind” o “Mindreading”, ya
que casi toda la bibliografía está en inglés. En este trabajo optaré por usar la expresión castellana
“Lectura de mente” puesto que considero que resultará manejable y conceptualmente clara debido a
que se opone a la expresión “Lectura de conducta” (la expresión en inglés sería: behavior reading).
53 Atribuir percepciones a terceros no es equivalente a atribuir creencias. Simplemente se les atribuye
la capacidad de atribuir a un tercero el concepto “ver”. A su vez, atribuir propósitos no es equivalente a
atribuir deseos, sino simplemente comprender que otros agentes persiguen fines como ellos.
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sostiene que los chimpancés pueden realizar predicciones de comportamientos
simplemente siendo buenos “lectores de conductas”, es decir, ellos no captarían más
que la superficie de la conducta de terceros. Sin embargo, este horizonte de
experiencia les bastaría para realizar las predicciones a partir de ciertas reglas
(innatas o adquiridas) “asociadas”54 con ciertas señales observables, como la
apariencia corporal (postura), comportamientos (por ejemplo, tratar de alcanzar un
alimento) y relaciones ambientales (mirar hacia cierta dirección) (Penn y Povinelli
2007; Lurz 2018).
Volviendo al tema central, haré una breve reseña del surgimiento y desarrollo
histórico de la discusión, que surgió con un artículo publicado por Premark y
Woodurf (1978) donde ellos se preguntaron si los chimpancés poseen cierta teoría de
Mente. Para responder a esta cuestión, ellos diseñaron un experimento en el cual
Sarah (un chimpancé de 14 años) debió ver unos videos de un hombre intentando
hacer cosas como calentar una habitación con una estufa o abrir una puerta con una
llave. Luego se le preguntó sobre los propósitos (o intenciones) del humano. Para
responder a esto, se le presentaban unas tarjetas con el dibujo de una llave, un
fósforo y otras más, a fin de posibilitar el error. Según estos precursores, Sarah pasó
el test. Por lo tanto, se concluyó que los chimpancés poseen la habilidad de atribuir
intenciones y conocimiento a terceros.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 129
experimento que a las habilidades cognitivas del chimpancé (S. Rumbough, 1978).
Más tarde, surgieron críticas derivadas de estudios sobre aprendizaje social que
parecían implicar que los primates no podían atribuir intenciones (Tomasello, 1996).
Otra crítica muy fuerte fue la llevada a cabo por Povinelli y Eddy (1990), quienes
sostuvieron que los chimpancés no pueden ir más allá de la precepción superficial de
las conductas. Esta crítica se basa en un estudio sobre cómo es la percepción de los
primates. Por último, también surgió evidencia en contra de la perspectiva optimista
de Premark y Woodruf a partir de experimentos que tenían la finalidad de testear si
los chimpancés podían atribuir falsas creencias a terceros. Sin embargo, no toda la
evidencia era negativa, ya que se había observado que los chimpancés podían hacer
cosas como engañar tácticamente. Y esa conducta parecía no ser explicable en
términos de la simple habilidad cognitiva de leer conductas (Byrne, R.W. and Whiten,
1990).
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defensores de la tesis de la lectura de conducta aún sostienen que todos estos
experimentos son factibles de una interpretación en términos de lectura de conductas
y que, por lo tanto, no ofrecen ninguna evidencia para el tema en cuestión (Povinelli y
Vonk 2003 y 2006; Lurz 2018). Según algunos investigadores, este contexto de
polaridad teórica “nos dice que eliminar toda posible explicación de lectura de
comportamiento complementaria es una tarea imposible y, por lo tanto, no puede
servir como estándar para el éxito de la evidencia en la investigación de la lectura de
mente” (M. Halina, 2018 p. 244). Teniendo en cuenta esta observación, aparenta ser
prometedor buscar nuevas vías para inclinar la balanza hacia alguna de las posturas.
En este sentido, recientemente surgió un enfoque que propone poner en juego otros
criterios epistémicos, como la parsimonia o simplicidad,55 a fin de buscar una forma
de inclinar la balanza ya que parece que con el criterio de adecuación a la evidencia
empírica no es suficiente. A continuación, me avocaré a hacer una reconstrucción de
tal enfoque, tal como lo hace S. Fitzpatrick (2009).
Hacia el año 2000-2001, Hare y otros diseñaron una serie de experimentos que
ubicaban a dos chimpancés en condiciones competitivas a fin de recoger evidencia
para el problema en cuestión. El experimento consistió en ubicar a un chimpancé
subordinado y otro dominante en lados opuestos de una jaula, con una habitación
intermedia cerrada con puertas de hierro elevadizas. En la habitación intermedia
había dos piezas de alimento, de las cuales una estaba fuera de la vista de la
dominante mediante una barrera opaca. Bajo el supuesto de que los chimpancés
poseen lectura de mente y el conocimiento de que los chimpancés dominantes
tienden a tomar toda la comida y a castigar a aquellos que los desafíen; los
investigadores predijeron que al elevarse las rejas el subordinado tendería a ir a
buscar la comida que estaba detrás de la barrera opaca. Y, de hecho, así fue. A su vez,
para eliminar algunas interpretaciones asociacionistas adicionaron tres controles
experimentales, a saber: 1) dejar cerrada más tiempo la reja del dominante, a fin de
descartar que el subordinado simplemente reacciona a este, 2) remplazar la barrera
opaca por otra transparente, a fin de descartar que el subordinado elige el alimento
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 131
que se encuentra detrás de la barrera, 3) adicionar otra barrera y, con los chimpancés
en escena, se oculta el alimento. Luego, se cambia el chimpancé dominante y se los
libera. En todos estos casos, los chimpancés subordinados se comportaron de
acuerdo con las predicciones de los investigadores que supusieron el mecanismo
cognitivo de lectura de mente. El funcionamiento del mecanismo lo podríamos
reconstruir como: X sabe que Y “no ve” Z (la comida), entonces tendera a buscarla.
Según los autores del experimento, se logró aportar fuerte evidencia de la posesión de
lectura de mente en chimpancés.
56 Las afirmaciones de este tipo se suelen apoyar en el criterio metodológico conocido como el Canon
Morgan que sostiene que “En ningún caso nosotros debemos interpretar una acción como el resultado
del ejercicio de una facultad de orden superior, si puede ser interpretada como el resultado del
ejercicio de una facultad de orden inferior en la escala psicológica” (Morgan 1984 p. 53).
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 132
Razonar acerca de estados mentales debe suponer observar y razonar acerca de
comportamientos y, sobre la base de tales características observadas, generalizar y
razonar acerca de representaciones de estados mentales no observables. Por lo tanto, la
capacidad para razonar sobre estados mentales no alivia de alguna manera la carga de
representarse los matices del comportamiento o las invariancias estadísticas que entrar
mas o menos en grupos relacionados… (Por lo tanto) no hay ningún sentido por el cual
un sistema que hace inferencias solamente acerca de conceptos comportamentales
provea una explicación menos parsimoniosa (o simple) del comportamiento en
contraste con un sistema que debe hacer todas esas inferencias más generar inferencias
acerca de estados mentales. (Povinelli y Vonk 2006 p. 393-394, los paréntesis y la
traducción son míos57)
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 133
Si bien tanto los defensores de asociacionismo como de la lectura de la mente
presentaron apelaciones a la simplicidad; estas no parecen en absoluto iguales. De
hecho, la primera de las apelaciones parece suponer un concepto de simple entendido
como “menor cantidad de procesos mentales”. Mientras que la segunda apelación
parece entender el concepto de simple en términos de “explicación unificadora o
unidad psicológica”. A su vez la simplicidad también se puede definir de muchas
otras maneras, por ejemplo: como sofisticación cognitiva (Morgan 1894), como
analogía (explicación análoga a la humana) o por proximidad evolutiva . El problema
aquí reside en que, dependiendo de que definición de simplicidad aceptemos,
beneficiaremos a una u otra hipótesis. Por lo cual, a fin de evitar elecciones
arbitrarias e injustificables debemos buscar concepciones de la simplicidad que nos
permitan apreciar desde una mejor óptica la significación de las apelaciones a la
parsimonia. En este sentido se encuentran:
• Visión estándar: Concibe a la simplicidad como una virtud general por la cual
los científicos se deberían guiar para evaluar y elegir teorías. Esta estaría entre
otras virtudes generales como serían: la adecuación empírica, la consistencia
teórica y el apoyo en teorías establecidas.
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De estas tres concepciones sobre la simplicidad parece más adecuada la
concepción deflacionada puesto que el escepticismo nos conduciría a diseñar
experimentos y la concepción estándar no nos permite analizar si alguna apelación
otorga mayor apoyo epistémico a alguna de las hipótesis.59
Por otro lado, cuando analizamos que consideración de fondo está detrás de la
apelación del asociacionismo notamos que ellos están cuestionando “un modelo de
como ocurre la lectura de la mente”, es decir, ellos suponen un modelo de lectura de
mente donde el chimpancé parte de las señales observables y reglas y, desde allí se
derivan los estados mentales. Sin embargo, este modelo con el que ellos se comparan
es un modelo creado por ellos. Por lo cual, se les podría objetar que están refutando a
un “espanta pájaros” puesto que ese modelo no lo defiende nadie. Sin embargo, el
asociacionismo podría pretender realizar observaciones criticas sobre los siguientes
modelos que actualmente se defienden:
59En este punto se le podría criticar a Fitzpatrick que no justifica porque debemos elegir esta
concepción y no otra. Pues, que sea útil para este contexto no la hace más razonable o aceptable en
general.
60En caso de que sean chimpancés usados frecuentemente para experimentación, simplemente habría
que descartar que hayan realizado experimentos similares o se hayan familiarizado con materiales de
esa índole.
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1. Theory-theory Model: Este modelo postula que es posible que el sujeto posea
una teoría tacita que especifique las condiciones en que otro puede ver o no ver
el objeto X. Por ejemplo, regresando al experimento de Hare, el chimpancé
subordinado dispondría de una teoría tacita que le permite calcular si el
compañero dominante puede ver o no ver la comida; aunque la situación sea
novedosa. (Goldman, 2006)
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 136
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 137
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Arte y experiencia estética. La mirada de John Dewey
Mariano Martínez Atencio (UNMdP)
Resumen: La lectura pragmatista que se desprende del análisis deweyano acerca del arte denuncia
una aparente escisión entre el arte y la vida. El punto de partida supone el desprendimiento de las
formas del arte de la integridad de la experiencia a la que se encontraban ligadas en sus orígenes.
Dewey entiende que tal situación pueda estar motivada por el auge y crecimiento del capitalismo como
modo de transacción no sólo económico sino vincular. De lo que se trata es de restituir el análisis de la
experiencia estética a la disponibilidad de las cosas comunes y de la vida de donde nunca debió
apartarse. El presente escrito busca recuperar los puntos más sobresalientes del enfoque deweyano en
torno al arte, desde una comprensión del mismo anclada en la experiencia.
Palabras clave: Filosofía contemporánea – filosofía del arte – estética – autonomía del arte –
experiencia
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 139
todo cobra sentido. Significado y acción suponen una continuidad entre pensamiento
y situación
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resistencia es usada para cambiar los arreglos existentes en la materia; las facilidades
llanas llegan a ser agentes para la ejecución de una idea.” (Dewey, 2008: 28-29)
Así, Dewey entiende al arte como la prueba concreta de una restitución. Esto es,
como el modo según el cual el hombre logra restituir –aunar en la significación– los
planos de la sensación, necesidad y acción. Ahora bien, esta cercanía y continuidad
que se establece entre el hacer del arte y la experiencia propia del vivir parte del
reconocimiento de su continuidad ineludible. La diferencia entre las bellas artes y las
artes útiles o tecnológicas parece descansar en la conciencia que participa
activamente de la configuración y desarrollo de las primeras. Es decir, es bello y
posee dimensión estética el arte cuya realización supone la plena conciencia de su
acontecer, por parte del autor, en cada momento de su despliegue.
Experiencia estética
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 141
elemento disímil colabora en la conformación de la unidad que establece. Así, la idea
de cierre o consumación deviene central a su planteo.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 142
que el artista, tanto como el receptor de la obra, se encuentren presentes en cada
momento de configuración de esa experiencia. Su conciencia se encuentra viva y
atenta a lo largo de todo el desarrollo del proceso. Esto acentúa el carácter unitario,
completo y coherente de toda experiencia cuya integridad acompaña cada segmento
de la misma.
Regresiones proyectivas
Frente a esto, parte del problema actual parece derivar del asilamiento que
suponen los modernos modos de producción y, consecuentemente, de consumo. Esto
es, el desarrollo de una ciencia natural aplicada a la industria y al comercio mediante
la utilización de maquinaria y uso de la fuerza no humana:
El aislamiento del arte existente no debe verse como un fenómeno único. Es una
manifestación de la incoherencia de nuestra civilización producida por nuevas fuerzas,
tan nuevas que las actitudes que les pertenecen y las consecuencias que resultan de
ellas no se han incorporado y digerido como elementos integrales de la experiencia.
(Dewey, 2008: 381-382)
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 143
novedosa en las relaciones implicadas en los procesos de producción y de consumo.
El trabajador promedio, alienado en un alejamiento que lo aparta de los productos
ocasionalmente producidos por él, necesita participar activamente no sólo de la
creación de los mismos sino de su distribución y consumo. Tal modalidad de relación
o vínculo con lo producido, aunque contraria a la voluntad del sistema vigente, podría
proyectar un incremento y enriquecimiento de la experiencia.
La ciencia en la que piensa Dewey necesita recuperar el curso de las cosas que la
sostienen y que la posibilitan. Debe volver a integrarse al flujo de experiencias vitales,
ya que si bien es cierto que todo objeto o producto posee una forma particular, dicha
forma sólo será estética cuando se incorpore al concierto de una experiencia más
amplia. Un arte escindido como tal en la singularidad que lo legitima y que lo aísla es
un arte que no articula adecuadamente el campo experiencial de la vida y la cultura
de las sociedades. Tal arte es inseguro porque supone un reducto secular apto sólo
para un número más bien escaso de seres. Se trata de que este arte vuelva a ser un
arte accesible a todos.
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Bibliografía
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Las lenguas de la tierra: lenguaje, naturaleza y salvación en
Walter Benjamin y Martin Heidegger
Ernesto Román (UNMdP-CIN) y Ayelen Cavalli (UNMdP-CONICET-UNaM)
Introducción
61 “La noción de mundo considerada cuaternariamente (Geviert) fue planteada por primera vez en la
conferencia Mirada en lo que es (1949). Posteriormente, aparecerá en algunas exposiciones de la
década de 1950. Aunque es menester considerar que la Cuaternidad aparece previamente implícita en
los textos Aclaraciones a la poesía de Hölderlin (1944) y La voz del camino (1949)”. (Pobierzym, 2016,
p.88).
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eléctrica, éstas no dejan de estar en la región de nuestro habitar, ya que el hombre
mora en ellas, es albergado por ellas. En consecuencia, se sostiene que habitar es más
que el mero alojamiento. Heidegger no distingue construir y habitar como dos
actividades distintas, donde una es medio para la otra, sino que sostiene “que el
construir es en sí mismo ya el habitar” (Heidegger, 1994a, p.128).
Sin embargo, en la vida habitual del hombre, el sentido del construir como
habitar cae en el olvido y la exhortación del lenguaje remite a lo originario del ser del
hombre que ha sido olvidado. De este modo, Heidegger llega a afirmar que “no
habitamos porque hemos construido, sino que construimos y hemos construido en la
medida que habitamos, es decir en cuanto somos los que habitan” (Heidegger, 1994a,
p.130; cursiva en el original).
62 En diciembre de 1946 Heidegger escribe: “El lenguaje es la casa del ser. En su morada habita el
hombre. Los pensadores y los poetas son los guardianes de esa morada. Su guarda consiste en llevar a
cabo la manifestación del ser, en la medida en que, mediante su decir, ellos la llevan al lenguaje y allí la
custodian.” Heidegger, M. (2000) Carta sobre el Humanismo. Madrid: Alianza Editorial.
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población y campamento.63 La relación entre el hombre y el espacio no está dada
como separación, ya que el espacio no representa para el hombre ni un objeto
exterior ni una vivencia interior.
63 “a las cosas que, como lugares, otorgan plaza la llamaremos ahora, anticipando lo que diremos
luego, construcciones. Se llaman así porque están producidas por el construir que erige” (Heidegger,
1994a, p.136).
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los mortales habitan en la medida en que salvan la tierra (…) Salvar la tierra es más que
explotarla o incluso entregarla. Salvar la tierra es no adueñarse de la tierra, no es
hacerla nuestro súbdito, de donde sólo un paso de la explotación sin límites (Heidegger,
1994a, p. 132)
64 El ser humano no sólo es una interpretación en toda su extensión, de modo que nuestras prácticas
jamás podrán estar basadas en la naturaleza humana, ni en la voluntad de Dios, ni en la estructura de
la racionalidad, sino que esta condición del hombre es de un desarraigo tan radical que todos los
humanos sentimos profundamente nuestra desazón o perturbación (unheimlich), es decir, tenemos la
sensación de que jamás podremos sentirnos confortables en este mundo. Según Heidegger, por esto es
que nos sumimos tan completamente en la tarea de tratar de sentirnos cómodos y seguros. Las
actividades conformistas, cotidianas, en que los seres humanos buscan darle un significado más
estable a sus vidas, son para Heidegger la revelación de su evasión y fuga motivada por la comprensión
preontológica que cada ser humano tiene de sí mismo al descubrir su profunda falta de
fundamento.” (Dreyfus, H. L., 1996, p. 41)
65 Traducida al español como “serenidad”, “abandono” o “desasimiento”.
66 El ‘Gedanc’ como recuerdo así entendido ya viene a ser lo que denomina con la palabra ‘gratitud’.
En la gratitud el alma recuerda lo que es y tiene. Recordando así, y por lo tanto en calidad de recuerdo,
el alma se piensa así mismo como calidad de Aquello a que pertenece. Se piensa como sujeto a Aquello,
no solo en el sentido de sumisión, sino sujeta en virtud del recogimiento que escucha (Heidegger,
1978, p. 137)
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ontológica, aquello que permite el habitar originario donde lo antes escindido por el
desarrollo técnico es coligado. Desde esta perspectiva, “poetizar como toma-de-
medida no es algo cuantitativo sino un llegar a ser lo Asignado-como-Medida” (Solá
Díaz, 2004, p.179), en la relación de los mortales con lo divino, ya que habitar sobre
la tierra, sabiéndose mortal, también es hacerlo debajo del cielo, en aperturidad hacia
lo sagrado, el re-encuentro con el ser.
Nuevamente hay que decir que la presencia de los dioses y la aparición del mundo no
son una consecuencia del acontecimiento del lenguaje, sino que son uno con él y
simultáneos. Y esto es tan verdad que es precisamente en nombrar a los dioses y en
hacerse palabra el mundo en lo que consiste el auténtico habla que nosotros mismos
somos.
Dado que el lenguaje de los dioses son las señales, el poetizar no posee poder
nominativo hasta tanto ellas no se manifiesten, esos signos aparecen como regalos
que la mediación poética acerca a los hombres. El poeta habita un entremedio que
podríamos describir en sentido vertical y horizontal, entre los mortales y los divinos y
en la penuria de estar entre un tiempo de los dioses huidos y en el todavía-no del dios
venidero. Se concluye en palabras de Heidegger que “ese espacio intermedio es
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justamente el único y el primer lugar donde se decide quien es el hombre y donde
establece su existir. «Poéticamente mora el hombre sobre esta tierra.»” (2005, p. 51)
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bajo el blanco de la crítica benjaminiana.70Estas ideas serán desarrolladas en el
ensayo Sobre el lenguaje en tanto tal y sobre el lenguaje de los hombres como una
teoría de la in-media-lidad [un-mittel-barkeit]. Se trata de poder pensar al lenguaje
no como una mediación, como un mero medio para transmitir un contenido
comunicable, sino como medio inmediato [unmittelbar], puro [reiner], donde se
expresa lo comunicable. Por eso su modelo es el arte, puesto que es una teoría
expresiva y anti-denotativa, entiende que lo propiamente lingüístico es la capacidad
de expresarse y no la de denotar o referir algo exterior al lenguaje. De ahí la idea de
una “eliminación de lo indecible [Unsagbaren] en el lenguaje” (Benjamin,1978,127),
pues este no refiere a algo, sino que lleva lo inexpresado a la expresión.71
II
En este punto debemos señalar que la teoría del lenguaje benjaminiana implica
una teoría del conocimiento que, partiendo de Kant, intenta ir mucho más allá72. Con
Johann Hamman, Benjamin entenderá que aquello que la filosofía kantiana deja
70 Cómo expresa en una carta de Mayo de 1916 dirigida a Martin Buber: “Puedo entender la escritura
en general, en relación a su efecto, como poética, profética, objetiva, pero en cualquier caso sólo en
tanto mágica, esto es, in-media-ta [un-mittel-bar]. Todo efecto saludable, de hecho todo efecto no
inherentemente devastador, que cualquier escritura puede tener reside en su (del mundo, del lenguaje)
misterio. Por muchas formas en que el lenguaje pueda probar ser eficaz, no lo será a través de la
transmisión de un contenido, sino más bien a través de la pura apertura de su dignidad y de su
naturaleza. Y si aquí prescindo de otras formas de eficacia –como poesía o profecía-, entonces me
parece una y otra vez que la pura y cristalina [kristallreine] eliminación de lo indecible en el lenguaje
[Elimination des Unsagbaren in der Sprache] es la forma que nos es dada, y la más próxima, para
tener un efecto en el lenguaje y, por lo tanto, a través de él.”(Benjamin,1978,127)
71La tarea política que Benjamin entiende debe ser realizada en (y no mediante) el lenguaje es llevar a
la expresión a aquello carente de palabras [Wortlosen]; debemos renunciar a la búsqueda de efectos
políticos mediante la escritura (o cualquier uso del lenguaje), por el contrario, habrá que hacer saltar
“chispas mágicas” en la fricción entre la palabra y la acción: “sólo donde esta esfera de lo carente de
palabra [des Wortlosen] se abre en indecible poder puro [reiner Macht], pueden saltar las chispas
mágicas entre la palabra y la acción movilizadora, donde reside la unidad de estas dos entidades
igualmente efectivas. Sólo la concentración intensiva [intensive Richtung] de las palabras [Nur die der
Worte] en el núcleo del más íntimo enmudecimiento [in den Kern des innersten Verstummen] llega al
verdadero efecto.” (Benjamin,1978,127)
72 En este respecto es fundamental el texto Sobre el programa de la filosofía venidera [Über das
Programm der kommenden Philosophie], en el cual Benjamin afronta el problema gnoseológico desde
una perspectiva kantiana, pero critica justamente uno de los núcleos de esta teoría: el concepto de
experiencia[Erfahrung]. Reduciendo la experiencia al modelo de la ciencia, el kantianismo pierde en
su teorización la posibilidad de articular un concepto de experiencia basado en el lenguaje o en la
teología, problemas que para Benjamin resultan capitales, pero de los cuales el kantianismo ha
sintomáticamente renegado.
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peligrosamente de lado, es justamente el vínculo entre lenguaje y conocimiento.
Porque no todas las formas de expresión son igualmente “cristalinas”. Para Benjamin
la forma más pura de la expresión es el nombre [Name]; en el nombre, el lenguaje
llega a su forma última, deviene conocimiento.
Esta articulación nos permite comprender un drástico giro que el ensayo sobre
el lenguaje realiza luego de sus primeras páginas: se encamina hacia una
interpretación del libro del Génesis de la Biblia. Benjamin considera que, para
encontrar una teoría desarrollada de la relación entre el nombre y el conocimiento,
tenemos que retroceder hasta el texto bíblico, pues estos problemas fueron
ilegítimamente desligados por la reflexión filosófica moderna. La reflexión girará a
partir de ese momento sobre el lenguaje adánico, que es entendido como una lengua
de los nombres puros, y su relación con las lenguas históricas, aquellas que se
desarrollan posteriormente a la caída. La lengua adánica es una lengua de lo
concreto, no conoce más que nombres de singulares. Traduce al elemento sonoro el
lenguaje mismo de las cosas (su expresión propia); así la cadena expresiva va desde el
rincón más lejano de la creación, como un mensaje que es transmitido de un
centinela a otro, ganando en transparencia expresiva, hasta llegar a la lengua de Adán
dónde brilla en su grado máximo de cognoscibilidad.
Constituye sin duda, una verdad metafísica el que la naturaleza comienza a lamentarse
desde el momento en que se le concede el lenguaje. (Y, entiéndase bien, conceder el
lenguaje dice más que hacer que pueda hablar) Pero esa frase tiene dos sentidos. Por
una parte, significa que la naturaleza se lamenta por el lenguaje [würde über die
Sprache selbst klagen]. La carencia del lenguaje [Sprachlosigkeit] es el gran dolor de la
naturaleza [große Leid der Natur] (y para redimirla [Erlösung] están la vida y el
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lenguaje del hombre en la naturaleza; no solo del poeta, como normalmente se
presume). Por otra parte, la frase dice: la naturaleza se lamenta [würde klagen]. Pero el
lamento es sin duda la expresión [Ausdruck] más indiferenciada e impotente del
lenguaje; casi solo contiene el hálito sensorial [sinnlichen Hauch]; y hasta donde sólo
susurran las plantas, resuena un lamento. Pero como es muda [stumm], la naturaleza se
entristece [trauert]. Sin embargo, a su vez, la inversión de esta frase nos conduce a
mayor profundidad de la esencia de la naturaleza: la tristeza de la naturaleza
[Traurigkeit der Natur] la hace enmudecer [verstummen]. En toda tristeza está
presente ya la propensión a caer en la carencia de lenguaje, y esto por su parte es
mucho más que la incapacidad o la desgana para comunicarse. Lo triste así se siente
como completamente conocido por lo incognoscible [erkannt vom Unerkennbaren].
(Benjamin, 2007a, 159-160)73
73 Benjamin, 1991a, 155. Citamos primero la traducción y el original en las notas al pie.
74 Así, si bien la naturaleza es naturalmente triste, pues siempre se lamentaría si le dieran el lenguaje,
ella, sin embargo, también efectivamente se lamenta, bajo la forma del enmudecer, que aparece como
la clave para comprender lo luctuoso. El lenguaje del lamento no es más que un perderse en el susurro,
en el balbuceo, la tartamudez, en todas las catástrofes del lenguaje que llevan al silencio. La afasia
escribe el lenguaje mudo de lo incognoscible, el cual “conoce” a quien está triste.
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lamento de la naturaleza, que es también el sonido inaudible del sentimiento que
hace enmudecer a la humanidad: en lo luctuoso, humanidad y naturaleza coinciden.75
II
El cómo el lenguaje se puede llenar de lo luctuoso [mit Trauer sich erfüllen] y ser
expresión de lo luctuoso [Ausdruck von Trauer] viene a ser la cuestión fundamental de
todo el trauerspiel, junto a otra anterior ¿Cómo puede entrar lo luctuoso, en cuanto
sentimiento, en el orden lingüístico del arte? (Benjamin, 2007b, 142)76
75 Resulta curioso que un enigma bíblico se intente resolver, como veremos, en un ignoto y
desprestigiado género de teatro: el drama barroco alemán (Trauerspiel). Sin embargo, hay que
entender que para Benjamin el problema de la redención apunta siempre a los estratos más bajos de la
criatura (el enano, el muñeco, la piedra), a lo menesteroso, es en ellos donde habitan siempre las
esperanzas mesiánicas. Y al mismo tiempo, la salvación no es una grandiosa transformación del todo,
sino más bien una operación sobre lo minúsculo, es un “pequeño deslizamiento” tiene su partida
decisiva en lo aparentemente insignificante. Podemos decir, entonces, retomando una expresión de la
citada carta a Martin Buber, que el Trauerspiel es, para Benjamin, el lugar de una “concentración
intensiva” de sus enigmas filosóficos sobre “el núcleo del más íntimo enmudecimiento”. Justamente
porque en la tristeza y sus manifestaciones, la humanidad y la naturaleza coinciden, la escenificación
[spiel] de lo luctuoso [trauer] es el teatro donde lo histórico y lo natural entran en un umbral de
indistinción.
76 (Benjamin, 1991b, 138)
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para el trauerspiel algo tan espectral como terrible; su naturaleza poseída como esta
por el lenguaje, se convierte en botín de un sentimiento infinito [endlosen Gefühls], tal
como sucede con Polonio, que al reflexionar se vuelve loco. Mas la obra ha de encontrar
la redención, y para el trauerspiel el misterio redentor [erlösende Mysterium] se da en
la música; en el renacer del sentimiento en una naturaleza suprasensorial.(Benjamin,
2007b, 143)77
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Finalmente nos perdemos, para recomenzar en otros caminos. Los paisajes
recorridos fueron ampliamente distintos: el espeso techo de la jungla teológica
benjaminiana contrasta fuertemente con el cielo abierto del pensar heideggeriano.
Sin embargo, el hilo de Ariadna tejido entre el lenguaje, la salvación y la naturaleza,
puede servirnos para no perdernos en la excursión.
Los dos filósofos encuentran en el arte el lugar de una crítica a la destrucción del
vínculo entre la naturaleza y el lenguaje, que se da, en el caso de Heidegger, en la
racionalidad científico-técnica moderna, y en el caso de Benjamin, en la
instrumentalización manifestada en la concepción burguesa del lenguaje. El
antropocentrismo que lo entiende desde el único punto de vista exclusivo del sujeto
humano, olvida instancias más originarias del lenguaje, que ambos intentan
recuperar desde fuentes poéticas. En ellas lo que se juega es un posible habitar la
tierra y una posible fuerza mesiánica del arte. Estás en gran parte pasarían por poder
escuchar, con nuestro lenguaje humano, el silencioso lenguaje de las cosas.
A partir del recorrido realizado podemos sostener que tanto Heidegger como
Benjamin realizan una fuerte crítica a la concepción instrumentalista del lenguaje,
que lo entienden como mero medio de comunicación. Asimismo, ambos autores se
distancian de posiciones antropocéntricas, ya que la redención del hombre no puede
ser escindida de la redención de la naturaleza, de toda la creación. En esta línea, tanto
el hombre como la naturaleza son hablados por el lenguaje, lo cual podría plantearse,
a partir de cierta interpretación de Gelassenheit, como “dejarse ser hablado”, en tanto
actitud de serenidad, silencio y escucha al llamado del ser.
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Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 158
Pensar entre líneas: notas sobre estética y política en Gilles
Deleuze.
Juan Pablo Sosa (UNMdP)
Todo escrito, toda pintura, toda composición, en definitiva, toda obra de arte es
política. Lo importante son las líneas, lo decisivo es lo que suceda con la líneas que
componen la obra, que la toman, que la atraviesan. Gilles Deleuze piensa en términos
de líneas, flujos, agenciamientos, territorios, máquinas, toda una serie de concepto
que tienen como finalidad concebir una inmanencia radical. Esto quiere decir, no hay
dos mundo, el de las formas y el del devenir, el de los poderes y el de las resistencias,
el de la obra y el del espectador o el del artista, sino uno solo, el de las diferentes
líneas o el de los diferentes estados de la línea. Un solo mundo con flujos de todo tipo,
flujos sonoros, flujos visuales que son no representativos, no figurativos, no
significantes y van en todas direcciones, en todo sentido, siguiendo unas líneas,
siendo interceptadas por otras. Flujos de todo tipo que son no representativos pero
con una infinidad de formas de ser representados, de ser figurados o de ser
significados, en definitiva, de ser organizados, de ser divididos, tomando una
dirección, un sentido, siguiendo otra línea y siendo interceptada por una tercera.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 159
molar, molecular y de fuga, otras veces dos, siendo la línea molecular una oscilación
entre los extremos de la molar y la de fuga, o tan solo una muy embrollada línea de
fuga que se relativiza en la molecular o es cortada por la molar (Cf. Deleuze & Parnet:
2013,141-5). Hay Una diversidad de líneas inmanentes, enmarañadas e imbricadas
entre sí que funcionan en agenciamientos. Pues bien, los individuos sólo se
constituyen agenciándose, existen siempre tomados en un agenciamiento. Esto es, los
individuos se constituyen en el acoplamiento de un conjunto de relaciones materiales
y de un régimen de signos correspondiente en co-funcionamiento que es indisociable
de su existencia. Los individuos lidian con agenciamientos que se explican según el
tipo de línea que predomine, entre las que tienda o las que tenga. Lo que Deleuze
denomina micro-política es el estudio de estas líneas y su funcionamiento en los
agenciamiento correspondientes. Una línea es un signo, el elemento de base de una
semiótica, que remite a modos de existencia, a maneras de sentir (Cf. Zourabicvilli:
2007, 16-20).
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 160
oposición ni complementariedad, sino descomposición de un flujo, es decir, una línea
que viene de otra parte y descompone la binariedad arrastrándola en un movimiento
en fuga. Su plano no es de trascendencia sino de inmanencia, con relaciones de
velocidad y lentitud que arranca partículas a las formas, arrancan afectos a los sujetos
y promueve individuaciones de otro tipo (Cf. Deleuze & Parnet: 2013, 147- 9). El
tercer tipo de líneas, transversal a las anteriores, son las líneas de fuga que arrastran
las subjetividades a un destino desconocido, imprevisible, no preexistente.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 161
líneas de agenciamientos complejos, pero sobre esas mismas líneas, sobre esos
mismo agenciamientos otro tipo de experimentadores trazan líneas de fuga activas
que resisten. Los artistas son esos otros tipos de experimentadores que trazan líneas
de fuga sonora, visual, sensible, que resisten a la sensibilidad dominante que alisan la
subjetividad. Para Deleuze la política es una experimentación activa, puesto que
nadie puede saber de antemano lo que va a pasar con una línea (Deleuze & Parnet:
2013, 156). El problema es que a una línea se la puede hacer pasar por cualquier
parte. En cualquier caso, ya sea en una agenciamiento artístico, filosófico o social, lo
primero son las líneas de fuga, pues un agenciamiento se define para Deleuze por sus
líneas de fuga, por sus flujos de desterritorialización.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 162
componen el agenciamiento artístico, son indiscernibles de esos procesos singulares y
complejos que son los devenires de una vida, los modos de existencia emergente o
decadente. Toda obra es política puesto que es y se compone en una trayectoria que
sigue unas líneas, conformando una crítica y una clínica donde la obra y la vida,
donde el pensamiento y los modos de existencia son una misma cosa cuando son
arrastradas un una línea de fuga creadora, cuando es atravesada por devenires. Lo
importante es la composición, es volver a trazar un plano de inmanencia sobre el cual
todo se reconfigura, todo es susceptible de ser trasformado.
Referencias bibliográficas
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 163
Presentación Grupo de investigación “Δίκαιóν ἐστι ἐµέ: Es justo
que yo…”
Susana Violante (UNMDP)
El grupo de investigación que aquí presentamos está compuesto por los siguientes
miembros:
• Susana Violante (directora, Filosofía) UNMDP
• Irene Bucci (co-directora, Sociología) UNMDP
• Omar Murad (Filosofía) UNMDP - CONICET
• Libertad Martínez (Filosofía) UNMDP
• Diego Avale (Psicología) UNMDP
• Facundo Facciuto (Derecho) UNMDP
• Ginés del Mar Masiá (Psicología) UNMDP
• Romina Pulley (Filosofía) UCES - CONICET
• Federico Mana (Filosofía) UNMDP
Primera etapa
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 164
Segunda etapa
Tercera etapa
Objetivos generales
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 165
• Mostrar cómo se ha ido instituyendo lo “justo” en las distintas sociedades,
culturas y épocas.
Proyección
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 166
• Evidenciar y esclarecer la carga de supuestos de los relatos normativos para
tratar de fortalecer las decisiones de las personas singulares ante sus acciones y
poder producir “nuevos aportes” y comprensiones.
Susana Violante
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 167
Me interesa señalarla definición de “justicia” realizada por el jurista
romanoUlpiano(Tiro 170 –Roma 228): “La justicia es la constante y perpetua
voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho”. La complejidad de este enunciado
nos permite cuestionar: ¿es posible ser justo? ¿de qué depende la Justicia? ¿es justo
Dios cuando “permite”actos violentos? ¿podemos hablar de teodicea?
Las normas emergentes del derecho, siendo normas jurídicas, tendrían que
contemplar la singularidad pero, como bien dijo Aristóteles la ciencia sólo lo es del
universal por lo tanto, es imposible universalizar la singularidad. Este principio
“activo” nos lleva al argumento de que cada situación es única y se habrá de legislar
“en” ella y no universalmente “para” ella.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 168
El fracaso en el intento por determinar qué es justo y qué injusto, sigue estando
a nuestro lado por incapacidad en comprender que estos indispensables términos
“no” son universales sino singulares conforme el nivel del padecimiento vivido.
Irene Bucci
• ¿Quiénes son estos jóvenes, qué piensan y cómo actúan, qué lugar ocupa su
familia, la escuela, las redes sociales, etc?.
Por lo relevado, tienen en común vivir a la escuela y a las redes sociales como un
espacio privilegiado de sociabilidad que está cruzado por fuertes tensiones en
relación a la autoridad, género, sexualidad, discriminación y justicia.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 169
es única y original. Pero sí creen que los medios reproducen modelos inalcanzables,
injustos, irreales, e inequitativos.
Diego Avale
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 170
Facundo Facciuto
Nicolás Martínez
Omar Murad
Estudio del lenguaje para representar el pasado en torno a temas tales como el
pasado reciente, la memoria, las representaciones de la temporalidad, la violencia. En
cuanto a la justicia se busca focalizar en la figura de la víctima, la cual da lugar a
sendos debates en el ámbito judicial y extrajudicial. Análisis de ficciones históricas,
literarias, jurídicas y, en general, artefactos culturales que den cuenta del uso de esta
figura para alcanzar diversos ideales de justicia.
Romina Pulley
Libertad Martínez
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 171
mujeres en nuestro país, así como una comparación con definiciones teórico políticas
previas al respecto.
Federico Mana
Libro grupal
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 172
La relación técnica-cultura según G. Simondon
Luciana Zacchi (UNMdP)
Introducción
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 173
expresan una estrategia para mantener cierto nivel alcanzado de comodidad
adaptativa, instalada en la cultura. Podría resultar que nuestra interpretación no
asuma la realidad continua que involucra a la cultura técnica. En tal caso, sostendré
que la proyección política pierde sentido, ya que no tendríamos una axiología que
resulte de parámetro.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 174
que sostiene que voluntariamente o no, el hombre es un técnico de la especie
humana (Simondon, 2017: p. 305). Por lo tanto, desmerecerla en su amplitud será en
parte desmerecernos, acallarnos a nosotros mismos.
b) el nivel industrial, las técnicas superan los grupos humanos y sus intereses, y
logran una acción de retorno (effet de retour) que modifican más allá de lo esperado
y crean nuevas comodidades a la vez que nuevas necesidades.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 175
político. La cultura construye sistemas técnicos a los cuales se adapta aún sin saber si
tendrá consecuencias negativas. Y considera que la cultura puede limitar su
desarrollo técnico por el nivel de pensamiento alcanzado en quienes las forman, así
también como el desarrollo creativo que logren.
Para especificar aún más el sentido de gesto humano, ¿qué valores axiológicos
rescataríamos, en el sentido de Simondon, de la maquinaria requerida para la
concepción in vitro? Y se torna más complejo si advertimos el vínculo con la polémica
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 176
por la legalización del aborto. Actualmente, en nuestro país el estado se
responsabiliza económicamente para los tratamientos en ciertas personas que no
pueden concebir hijos. Sin embargo, aún no es reconocido el aborto como un caso de
salud pública ¿quién determinaría que es un rasgo cultural tener hijos sí o sí, a pesar
de las limitaciones biológicas? ¿Por qué se acepta concebir artificialmente una
gestación y no se acepta -institucionaliza- el hecho de interrumpir artificialmente una
gestación?
82D. Parente, La dimensión cultural de los artefactos técnicos en la ontología de G.Simondon, en:
Parente, D. y Misseri, L. (comps.), “Aporías de la cultura. Perspectivas filosóficas y sociales”, Mar del
Plata: Universidad Nacional de Mar del Plata, 2011.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 177
Y es el proceso de concretización el criterio que Simondon defiende. Los objetos
técnicos concretos tienden a naturalizarse y a coincidir bajo la forma de sinergias
funcionales incorporando una parte del mundo (Parente: 2011, p. 5); es decir, cuando
ningún elemento del conjunto técnico queda suelto y se combinan con una
coherencia interna tal que el resultado supera lo esperado de manera aislada. Dice:
“su sistema funcional se cierra organizándose” 83
Pero ¿cuáles son las implicancias políticas que hay detrás de estos avances
técnicos? El canadiense A. Feenberg84, filósofo crítico de la tecnología, interpreta al
proceso de concretización de Simondon como un “inconsciente tecnológico” presente
de manera sedimentada en “códigos técnicos”. Éstos son utilizados por empresas
globales y del área de las informáticas, y la mayoría de las veces responden
directamente a intereses comerciales que se encargan de crear nuevas “necesidades”
o “deseos” en un público consumista. Con respecto a la utilización del gps, podemos
notar que muchas empresas publicitan sus ubicaciones allí e incluso rastrean
nuestros datos e intereses a partir de mantener accesible nuestra ubicación real y nos
83 G. Simondon, El modo de existencia de los objetos técnicos, Ed. Prometeo, 2007. Pág. 68.
84A. Feenberg, Del esencialismo al constructivismo: la filosofía de la tecnología en la encrucijada, en
“Hipertextos. Capitalismo, Técnica y Sociedad en debate”, Vol. I, N° 1, Buenos Aires, Julio/Diciembre
de 2013. Pág. 52.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 178
aconsejan “visitar” ciertos espacios o nos ofertan algunos productos que hemos
estado buscando por via web. No sólo son funcionales las guías del gps para el
usuario-viajante sino también para el comerciante y el consumidor.
Consideraciones finales
Pero parece difícil que un modelo político pueda garantizar que la cultura se
reconozca a sí misma, sino que cada voluntad debe formar parte activa de la
construcción cultural que generamos en vínculo con las producciones técnica. Pero si
consideramos a la cultura en tanto técnica, la problemática se torna política ya que
abre la pregunta a considerar qué hacemos técnicamente con nosotros mismos en
tanto formamos parte del entorno.
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 179
tendrá una base sólida que la pueda fundamentar. En cambio, parecería ser el caso
que la responsabilidad técnica se particulariza hacia las voluntades de cada cual en el
compromiso con su ambiente y cultura en la comprensión de su continuidad
adaptativa. ¿No será, en el fondo, la indeterminación de la cultura la posibilidad
misma de su continuidad? Esto sería pensar nuevas sinergias que contemplen y
regulen la cultura hacia un sentido de pertenencia real, no inventada.
Considero por último, que tal vez no solamente deberíamos rescatar el valor
axiológico de los objetos técnicos como propone Simondon, sino además, recordar la
tecnicidad implícita en las dinámicas de la cultura como una tarea de nuestro ser
técnicos.
Bibliografía
Actas de las Jornadas internas del Departamento de Filosofía · 2019 · UNMdP · Página 180