Republica Bolivariana de Venezuela.

Universidad Nororiental de Venezuela.

Universidad Gran Mariscal de Ayacucho.
Escuela de Derecho
Facultad de Derecho
Sede San Félix.
VII Semestre

VIOLENCIA
Y
CONFLICTO.

Facilitador.
Monte de Oca David.
Bachiller.
Daniels, Windys C.I.V. 24851178
Giron, Diannelys. C.I.V. 25936767.
DS.7.1
Octubre 2020
A.- Señalar bajo los siguientes aspectos entre la violencia directa, estructural y
cultural.
La violencia son todos los comportamientos y situaciones que amenazan la
integridad física, psicológica o moral de las personas. Los comportamientos
asociados al uso de la violencia pueden originarse por aprendizaje, imitación o de
manera deliberada, y pueden ser cometidos contra un individuo o grupo de
personas
A menudo, las causas de la violencia directa están relacionadas con situaciones
de violencia estructural o justificada por la violencia cultural: muchas situaciones
son consecuencia de un abuso de poder que recae sobre un grupo oprimido, o de
una situación de desigualdad social (económica, sanitaria, racial, entre otros,) y
reciben el espaldarazo de discursos que justifican estas violencias.
De los tres tipos de violencia (directa, estructural y cultural) la directa es clara y
visible, por lo que resulta relativamente sencillo detectarla y combatirla. En
cambio, la violencia cultural y la violencia estructural, son menos visibles, pues en
ellas intervienen más factores, detectar su origen, prevención y remedio es más
complicado.
B.- Señalar los aspectos diferenciales entre los conflictos genuinos e innecesarios,
tomando en cuenta los factores positivos y negativos.
Conflicto de intereses: Corresponde a aquellos conflictos sobre el deseo de
obtener más o menos cantidad de un determinado bien entre personas o grupos
pertenecientes a culturas similares o diferentes. En este tipo de conflictos los
intereses no son completamente incompatibles, ya que ambas partes están de
acuerdo en el valor de interés que disputan. La incompatibilidad estaría dada
porque las ganancias de una parte pueden convertirse en las pérdidas de la otra
Bajo esta clasificación, un ejemplo de conflicto de interés puede estar dado en el
caso de la disputa por una flauta, la cual, se plantea en el escenario de tres chicos
que tienen intereses particulares sobre la misma después de que su profesor de
música al finalizar el periodo académico, decidiera regalarla a alguno de sus
estudiantes, para ello los estudiantes argumentaban el valor de la misma dadas
algunas consideraciones o intereses, el primero de ellos afirma que él debe ser el
portador de la flauta debido a su talento para interpretarla, de manera que este es
el más apto para obtenerla. El segundo chico argumenta que él ha sido el de
mejores notas y valoraciones constantes a lo largo del periodo académico, por lo
que la flauta es un merecido reconocimiento a su disciplina y constancia.
Finalmente el tercer chico plantea que uno de sus padres ha sido el donador de
varios de los instrumentos que hay en la escuela, por esta razón si el docente
desea prescindir de alguno de ellos, lo más correcto es que lo devuelva a su
donador, en este caso representado por la figura de su hijo.
En este claro ejemplo, se puede evidenciar que más allá de la decisión del
docente sobre a quién entregar la flauta, subyace una serie de intereses, y los
mismos son la base del conflicto que el docente en este caso debe buscar
resolver.
En concordancia con la clasificación de Claudia López Pizarro, un ejemplo que
permite ayudar a entender la segunda clasificación que se corresponde con un
conflicto de valores, puede entenderse cuando dos personas discuten sobre algún
tema relacionado a la moral o la ética, por ejemplo el tema de la adopción de
menores por parte de las parejas del mismo sexo. Pues esta clase de debates
frecuentemente, son asumidos desde la moral cultural, religiosa o familiar, y los
argumentos que apelan a la razón, la libertad y el respeto de lo diferente, en este
caso, puede que no haya de manera tasita un conflicto de intereses como tal, sino
que en el fondo del debate subyazcan argumentos, sentimientos e ideales que se
corresponden mucho más a valoraciones que las personas y la cultura puedan
otorgar a determinados temas.
Sumado a esta diferenciación de conflictos, hay autores como María Elina Fuquen
(2003) que argumentan otras dos clases de conflicto, que se comprenden desde
otro horizonte epistemológico, los mismos son los conflictos innecesarios y los
conflictos genuinos. Frente a los primeros, se subdividen en los de relaciones, al
que cada parte quiere algo distinto, y de información, dado cuando en un problema
en común se cuentan con varias versiones. En lo que respecta a los segundos, los
conflictos genuinos, los subdivide en los de interés y los estructurales, los primeros
pueden ser sustantivos, sobre las cosas que uno quiere, los sociológicos, sobre la
estima y la satisfacción personal y los procesales. Sobre la forma en que se hacen
las cosa; Por su parte en los estructurales afirman que se corresponden a lo
conflictos macro
Al respecto dicha distribución pareciera que se corresponde mucho más a una
clasificación promovida por intereses o necesidades judiciales propiamente
establecidas por el derecho. Sumado a esto, al interior de dicha clasificación se
evidencian algunos vacíos o ambigüedades que no son fácilmente resolubles dado
que no es claro como se puede clasificar allí los conflictos.
Esta postura se puede confrontar con los ejemplos anteriormente enunciados,
donde no sería tan claro el abordaje del conflicto en el caso de los chicos y la
flauta puesto que puede ser tanto un conflicto necesario como un conflicto
innecesario. En el caso del segundo ejemplo respecto a la adopción de menores
por parte de parejas del mismo sexo, la clasificación en estos ordenes no sería tan
clara, en la medida que haría falta mayor información al respecto.
Finalmente, esta clasificación de Fuquen, es bastante tajante en la medida que
cataloga la necesidad o no de conflictos, y esto es una paradoja evidente, dado
que la pregunta sobre los conflictos no es si son necesarios o no, puesto que la
pregunta ha de girar entonces por la realidad de los conflictos y los caminos que
ayuden a su disolución.