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PRIMERA EDICIÓN
MAYO 2016
4,340 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
C
Impreso en:
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L. Y M T
San Alberto 201–Surquillo L A L S
Lima 34–Perú
Presentación
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Los Plenos Civiles vinculantes de la Corte Suprema
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Ensayos
La jurisprudencia de nuestro tiempo:
del precedente persuasivo
al precedente vinculante
(*)
Moisés ARATA SOLÍS
En ese sentido, en los albores de este siglo que avanza rauda y ostinada-
mente cambiante, al prologar una pequeña obra que compilaba la “Jurispru-
dencia Registral Obligatoria” señalábamos lo siguiente:
(*) Profesor de Derecho Civil en las Facultades de Derecho de las Universidades de Lima y de Piura, y
de Derecho Registral en el Programa de Segunda Especialización de la Pontificia Universidad Cató-
lica del Perú. Socio del Estudio De la Flor, García Montúfar, Arata & Asociados.
(1) Expresión gráfica utilizada por MORAL SORIANO, Leonor. El precedente judicial. Marcial Pons,
Ediciones Jurídicas y Sociales, Madrid, 2002, p. 16.
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La jurisprudencia de nuestro tiempo: del precedente persuasivo al precedente vinculante
(2) Jurisprudencia Registral obligatoria. Instituto Peruano de Estudios Forenses, Lima, 2002, pp. 1 y 2.
(3) El modelo de elección de precedentes vinculantes establecido como “especial” para materias suje-
tas al CPC, al ser instaurado tenía por antecedente inmediato un modelo “general” establecido por
el artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial conforme al cual las Salas Especializadas de
la Corte Suprema de Justicia de la República ordenan la publicación trimestral en el diario oficial
El Peruano “de las ejecutorias que fijan principios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio
cumplimiento, en todas las instancias judiciales” y si bien se prevé el excepcional apartamiento de
dichos criterios, se obliga a la debida motivación del apartamiento. Podemos decir –desde lo fun-
cional– que mientras el modelo general está concebido para “consolidar” precedentes y tornar obli-
gatorios los criterios que los sustentan, el modelo especial tiene un carácter “dirimente” y fija crite-
rio uniforme allí donde no lo había o se prevé que no lo vaya a haber. Sin perjuicio de ello, dejamos
constancia de nuestra adhesión a la crítica que se ha formulado a la constitucionalidad del modelo
especial porque desvía una casación en giro de su juez natural (la Sala Civil Permanente o Transito-
ria de la Corte Suprema) a la Sala Plena que es un órgano de gestión administrativa, con el agravante
de incluir en la deliberación y decisión a los vocales que no son de la especialidad. Ver sobre el par-
ticular LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo II, Gaceta
Jurídica, Lima, 2008, pp. 280 y ss. quien cita, en similar sentido, la posición de Eugenia Ariano.
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En todo caso, para poner en contexto actual las interrogantes que pro-
ponemos es preciso reflexionar sobre el valor de los precedentes jurispruden-
ciales en el mundo actual. La era de la globalización en la que vivimos deter-
mina que el modelo económico capitalista se expanda a lo largo y ancho del
globo terráqueo y que si bien ello sigue ocurriendo sin que se hayan derruido
los sistemas legislativos de cada país, se debe concordar con quienes afirman
que los “Derechos nacionales” y su soporte principal: la idea de soberanía
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La jurisprudencia de nuestro tiempo: del precedente persuasivo al precedente vinculante
estatal, se han visto seriamente erosionados por una, cada vez más fuerte,
homogeneización de la contratación internacional que sigue modelos o for-
matos producidos por agentes privados que se ciñen a sus propios requeri-
mientos y no a los moldes típicos que puedan ofrecer las leyes de tal o cual
país, el uso de cláusulas de sometimiento a sistemas arbitrales que aplican
reglas no producidas por ningún Estado en particular o que –por acuerdo de
las partes– dan lugar a la aplicación de reglas de países absolutamente ajenos
a las partes y a la relación jurídica controvertida, pero quizás el fenómeno
más sorprendente sea el de advertir que “la discontinuidad de los actuales sis-
temas legislativos enfrenta una tendencia homogeneizante de las orientacio-
nes jurisprudenciales”(4). Las investigaciones de campo demuestran que sobre
diversos temas se producen soluciones jurisprudenciales funcionalmente
semejantes (el nomen juris del particular instituto jurídico aplicado puede
variar), incluso entre jueces de países que pertenecen a sistemas jurídicos
pertenecientes a familias de sistemas diferentes, señalándose que “la coinci-
dencia es solo en apariencia sorprendente: si bien los sistemas legislativos a
los que pertenecen son distintos, la cultura de la cual se nutren es única y los
lleva sin saber uno del otro, a emitir sentencias idénticas (…) la globaliza-
ción de la economía extendida por ‘todo el globo terrestre’ [lleva] a la globa-
lización de la cultura (…). Si el fenómeno se quiere explicar en términos de
estructuralismo, se dirá que a las mismas fases de desarrollo económico y
social, corresponde, por la unidad del espíritu humano, una misma civili-
zación jurídica” (el énfasis es nuestro)(5).
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La jurisprudencia de nuestro tiempo: del precedente persuasivo al precedente vinculante
Pero como bien se ha dicho(9), los acercamientos entre los sistemas del
common law y civil law y la evolución de la cultura jurídica hacia el prece-
dente vinculante parten de un presupuesto común: el encontrarse cada autori-
dad con poder decisorio frente a una colectividad que tiene el mismo o seme-
jante nivel de desarrollo económico y social. La pregunta para nosotros es si,
al margen de que formalmente tenemos un sistema que consagra la existen-
cia de precedentes vinculantes, tenemos un nivel de desarrollo económico y
social lo suficientemente semejante al de los países desarrollados que per-
mita avizorar que el nivel de racionalidad que se atribuye a los precedentes
vinculantes tendrá los mismos efectos beneficiosos para la resolución de con-
flictos o si, al igual que en el pasado, cuando bajo el modelo del Estado de
Derecho “importamos” leyes, nos daremos cuenta después que, por un lado,
lo importado no calza con nuestra realidad y, por otro, que la realidad cultu-
ral que tenemos resulta deficitaria desde dos puntos de vista: la calidad de
la reproducción del modelo importado y la calidad de su recepción por la
sociedad en la que el mismo se aplique. A propósito de la ley “importada” se
dijo en su momento, sobre lo primero (contraste con la realidad), que “la difi-
cultad sustancial para recepcionar una disposición, una institución o toda una
ley foránea radica, fundamentalmente, en las diferencias existentes entre la
realidad de donde procede la norma y aquélla donde se trata de recepcionarla
(…) hemos buscado destacar cómo las circunstancias económico-sociales
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(10) HURTADO POZO, José. La Ley “importada”. Recepción del Derecho Penal en el Perú. Centro de
Estudios de Derecho y Sociedad, Lima, 1979, p. 114.
(11) Ibídem, p. 128. Es de anotar que en el propio mundo desarrollado del civil law la doctrina advierte:
“Todavía no estamos preparados, ni cultural, ni técnicamente, para trabajar totalmente sobre la juris-
prudencia. Aún tiene que ser construida entre nosotros, una técnica de interpretación del producto
judicial (…). Tenemos que aprender de los juristas del common law que desde hace siglos trabajan
sobre precedentes. Sin embargo, no podremos aplicar de forma pura y simple sus métodos y técni-
cas a un sistema organizado de manera diferente como lo es el nuestro. Educados como estamos a
argumentar con la legislación, hemos pretendido que los precedentes de jurisprudencia fueran
confeccionados a imagen y semejanza de las leyes. De las sentencias, que son decisiones sobre
casos concretos, se extraen para nosotros las massime (doctrina legal), un género desconocido para
el mundo anglosajón, que son proposiciones formuladas en términos generales y abstractos, a
la par de otras tantas normas de ley. De esas massime deducimos luego la solución de los nuevos
casos, mientras que los juristas del common law argumentan por identidad o analogía entre casos ya
decididos”(los énfasis son nuestros) GALGANO, Francesco Ob. cit., p. 153.
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(12) Piénsese por ejemplo en el sentido atribuido por nuestra Corte Suprema a la causal de nulidad del
acto jurídico consistente en la “falta de manifestación de voluntad del agente” (inc. 1 del art. 219 del
CC) confundido muchas veces con la ausencia del poder de disposición en el agente que sí intervino
y que manifestó voluntad o, en general, con la legitimación necesaria para producir la mutación jurí-
dica perseguida por quienes intervinieron en el acto.
(13) Valga citar, a modo de ejemplo, la confesión a sus hijos de nuestro escritor Enrique López Albújar,
quien luego de haber sido sancionado por una infracción cometida en el ejercicio de la magistratura,
al dedicarles los cuentos que por entonces escribió, les dice que su culpa es la prevaricación: “En
la alternativa de condenar por una falta (¿por qué delito?) que todos los hombres honrados come-
ten diariamente sin perder por ello la estimación pública, y la de absolver para tranquilizar mi con-
ciencia, no vacilé en apartarme voluntariamente del camino que me indicaba la ley. Preferí ser hom-
bre que ser juez y hacer que el hombre con solo un poco de humanismo salvara los fueros del ideal.
Y aunque el sentido común –ese escudero inoportuno de los que llevamos un pedazo de Quijote en
el alma– me declamó por varios días los riesgos que iba a correr en la aventura judicial, opté por
taparme los oídos y seguir los impulsos del corazón. Tal vez os parezca extraño mañana, cuando
os déis cuenta de mi aventura, que un juez tenga corazón. Parece que la ley, mejor dicho, nuestra
ley, no permite esta clase de entrañas en los encargados de aplicarla. Y es que la ley tiene encima
otra ley, más fuerte y más inexorable que ella: la rutina, y esta, un fiscal, un inquisidor, pron-
tos a entregarla a los esbirros de la transgresión: el precedente” (el énfasis es nuestro) LÓPEZ
ALBÚJAR, Enrique. Cuentos Andinos. 2ª edición, Ediciones Peisa, Lima, 2007, p. 9.
(14) LÓPEZ MEDINA, Diego E. “¿Por qué hablar de una ‘Teoría impura del Derecho’ para América
Latina”. En: Teoría del Derecho y transplantes jurídicos. Dirigida por Bonilla Maldonado, Daniel;
Siglo del Hombre Editores, Universidad de los Andes y Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá,
2009, p. 84.
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(17) No todos los autores tienen la idea de que la importación de los modelos jurídicos, bajo determina-
das condiciones de infraestructura puedan ser útiles. Hay quienes desde una visión contestataria del
propio sistema consideran, por ejemplo, que: “El Estado de Derecho moderno, una garantía funda-
mental de los mercados abiertos, es todavía presentado como promotor de la modernidad y la racio-
nalidad, un proceso ‘civilizador’. El ‘civilizado’ todavía requiere la garantía del Derecho para hacer
negocios en países lejanos. El Estado de Derecho contribuye significativamente a la racionalización
ex post de los ilimitados beneficios occidentales que ascienden al saqueo. Lo que ha cambiado, en
todo caso, es sola la racionalización y la justificación política detrás del llenado occidental de lo que
constituye una construcción ideológica de una ‘carencia’ local. La misma estrategia parece haber
sido utilizada durante un largo tiempo para imponer el Estado de Derecho occidental sobre escena-
rios económicos más débiles, para de este modo ‘abrir’ los mercados para el saqueo: mediante el
uso ideológico del argumento de la ‘carencia’, una necesidad comparativa es creada y solo puede
remediarse mediante la única posibilidad de transferir el Derecho de la fuente dominante occiden-
tal (ya sea el Derecho alemán o el estadounidense en China, o la corriente del ‘Análisis Económico
del Derecho’ como base de la reforma del Derecho en América del Sur)” MATTEI, Ugo y NADER,
Laura. Saqueo. Cuando el Estado de Derecho es ilegal. Traducción Álvaro Bonilla y Roger Merino;
Palestra Editores, Lima, 2013, p. 124, quienes además señalan que parte de la estrategia occidental
consiste en negar la preexistencia de un verdadero Derecho en los países dominados “así el borrado
se convierte en parte de la política de creación de la necesidad de un derecho occidental profesiona-
lizado y neutral, preferentemente basado en las nociones del Common Law”. Ibídem, p. 126.
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Recordando el Primer Pleno Casatorio
en materia civil: la transacción
extrajudicial como excepción procesal
(*)
Sergio Natalino CASASSA CASANOVA
I. INTRODUCCIÓN
Tuvimos que esperar más de catorce años para ver a la luz el primer
pleno casatorio en materia civil. Los temas materia de debate (los cuales han
resultado muy polémicos) fueron con relación a “excepciones procesales”,
específicamente en las de conclusión del proceso por transacción judicial y
la de legitimación activa del demandante en pretensiones de intereses difu-
sos. Lo anecdótico de este pleno es que fue –en primer lugar– el pleno más
“voluminoso” (de todos los que hasta hoy conocemos) en su construcción
(150 páginas). En segundo lugar, fue el más “debatido” si consideramos que
10 jueces superiores fijaron el voto en mayoría y 6 el voto en minoría. Otro
tema anecdótico, es que fue el único pleno que se dio bajo el ex artículo 400
del Código Procesal Civil, el cual permitió la concurrencia de jueces supre-
mos titulares de las tres especialidades (civil, penal y constitucional y social)
a diferencia del nuevo artículo 400 que permite la concurrencia de los diez
jueces supremos de la especialidad civil.
(*) Abogado por la Universidad de San Martín de Porres y magister por la Pontificia Universidad Cató-
lica del Perú (PUCP) con mención en Derecho Procesal. Profesor de la Maestría con mención en
Derecho Procesal de la PUCP. Asociado al Estudio Martínez & Torres-Calderón Abogados.
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II. ANTECEDENTES
Para poder centrarnos en el tema que nos aboca, recordemos como se
originó el conflicto que motivó este primer pleno:
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proceso idéntico a otro, esto es, debe existir una transacción homologada en
un proceso anterior, por ello una transacción extrajudicial que se convierta
en judicial, lo que a decir del juez de primera instancia no sucedió en el caso
de Giovanna Angélica Villaty, sí se habría cumplido en el caso de sus meno-
res hijos, pues las transacciones que celebró en representación de los mis-
mos contaban con autorización judicial. Respecto a la excepción de falta de
legitimidad para obrar de los demandados que dedujeron Minera Yanaco-
cha S.R.L. y Ransa Comercial S.A., se tuvo en cuenta la responsabilidad de
los emplazados o la falta de ella respecto del evento dañoso deberá ser esti-
mada al evaluar la prueba, al final del proceso, motivo por el cual no podría
ser resuelta vía esta excepción. Por otro lado, con relación a la excepción de
prescripción extintiva, la acción civil –según el juez civil– derivada de un
hecho punible no se extingue mientras subsista la acción penal. Por último
con relación a la excepción de falta de legitimidad para obrar respecto de
la pretensión indemnizatoria por daño ambiental, tratándose de intereses
difusos solo estarían legitimados los sujetos precisados en el artículo 82 del
Código Procesal Civil.
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(1) Recordemos que existieron tres etapas o estadios evolutivos claramente diferenciados en el Derecho
Romano: El Antiguo, el clásico y el Bajo imperio. A cada una de ellos correspondió una forma espe-
cífica de procedimiento. Estos recibieron el nombre de legis actiones o acciones de la ley, la formu-
latio o procedimiento formulario y la extraordinaria cognitio o procedimiento extraordinario.
(2) ALSINA, Hugo. Tratado Teórico práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial. Tomo I, Ediar,
Buenos Aires, 1963, pp. 76-77.
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(3) MONROY GÁLVEZ, J. Temas de Proceso Civil. Librería Studium, Lima, 1987, p. 91.
(4) ALSINA. Ob. cit., pp. 77-78.
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(5) CABANELLAS, G. Diccionario de Derecho Usual. Heliasta, Buenos Aires, 1976, p. 138.
(6) COUTURE, E. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. 4ª edición, editorial IB de F, Montevideo,
2010, p. 73.
(7) DEVIS ECHANDÍA, H. Teoría general del Proceso. Tomo I, Ed. Universidad, Buenos Aires, 1984,
p. 264.
(8) ROCCO, U. Tratado de Derecho Procesal Civil. Tomo I, traducido por Santiago Sentís Melendo y
Marino Ayerra Redín, Ed. Temis y Depalma, Bogotá y Buenos Aires, 1976, p. 324.
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(9) FERRERO, A. Derecho Procesal Civil: Excepciones. 3ª edición, Ed. Ausonía, Lima, 1980,
pp. 64-65.
(10) MONROY, J. Ob. cit., pp. 102-103.
(11) Cas. N° 1736-2003-Lima.
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(12) PELÁEZ, Francisco. La transacción. Su eficacia procesal. Bosch, Barcelona, 1987, p. 169.
(13) Los negocios procesales son aquellos hechos jurídicos voluntarios en cuyo supuestos de hecho le
confiere al sujeto el poder de escoger la categoría jurídica o establecer, dentro de los límites fijados
en el propio ordenamiento jurídico, ciertas situaciones jurídicas procesales. En este caso, nos encon-
tramos (hablando de la transacción) frente a un negocio jurídico “bilateral”.
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VIII. LA LEGITIMACIÓN
El segundo tema, se refiere a la excepción de falta de legitimidad para
obrar (activa) del demandante en caso de defensa de intereses difusos, y en
donde la Sala plena estableció que “únicamente puede ser ejercida (legitima-
ción) por las entidades señaladas expresamente en el artículo 82 del Código
Procesal Civil”. Es por ello que para emitir opinión en este tema previamente
deberemos de refrescar algunos conceptos.
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primera tendencia, la cual ha sido asumida por estudiosos como Satta, Chio-
venda y Calamandrei (entre otros), quienes concibieron que la legitimación
y el mérito refleja la titularidad del derecho sustancial que se debate en el
proceso. Véase que esta postura asume que la decisión sobre la legitimación
importa necesariamente la decisión sobre la titularidad del derecho, sobre el
derecho mismo, y por ello la vincula a una sentencia sobre el mérito. En otras
palabras, negar la legitimación es negar el derecho sustancial discutido y,
consecuentemente, desestimar la pretensión propuesta.
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(14) QUINTERO, Beatriz y PRIETO, Eugenio. Teoría general del Proceso. 3ª edición, Temis, Bogotá,
2000, p. 370.
(15) ALLORIO, Enrico. Problemas de Derecho Procesal. Tomo II, EJEA, Buenos Aires, 1964, p. 261.
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1. Legitimación ordinaria
La función jurisdiccional actúa con sujeción al principio de oportuni-
dad; la autonomía de la voluntad y la existencia de verdaderos derechos sub-
jetivos privados suponen que la tutela jurisdiccional de estos solo pueda rea-
lizarse por quien “afirme” la titularidad del derecho subjetivo (en el caso del
demandante) y frente a quien se le “atribuya” (en el caso del demandado) la
(16) El maestro colombiano Devis Echandía aclara este concepto cuando refiere: “(…) la titularidad del
interés en litigio consiste en la pretensión o afirmación de ser titular del derecho o relación jurí-
dico-material objeto de la demanda (demandante), o la persona facultada por ley para controver-
tir esa pretensión o afirmación, aun cuando ninguna obligación a su cargo pueda deducirse de ella
(demandado), en el supuesto de que existan ese derecho o esa relación jurídico-material, y sin que se
requiera, por tanto, que existan en realidad, porque esto se refiere a la titularidad del derecho mate-
rial para obtener la prestación, la declaración o el pago o para controvertirlos, mediante sentencia
favorable de fondo, al paso que la titularidad del interés en litigio mira únicamente a obtener senten-
cia de fondo, sea favorable o desfavorable por estar el sujeto facultado para controvertir la existen-
cia o inexistencia del pretendido derecho o relación jurídico-material”.
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Por otro lado, y si bien estamos fijando una “regla”, esta tiene excep-
ciones pues no siempre estaremos en condición de “afirmar titularidad de un
derecho subjetivo” o de “atribución de una obligación”, simplemente por-
que no existen en ninguna de ellas. Estos casos se refieren a “situaciones jurí-
dicas” en donde la ley directamente ha determinado que posición debe ocu-
par un sujeto de derecho para encontrarse legitimado en el proceso, como por
ejemplo en los casos de nulidad de matrimonio, separación de cuerpos, divor-
cio, etc. En estos casos, es la ley –ex profeso– la que hace referencia a quie-
nes se encuentran legitimados para formular la pretensión(18).
2. Legitimación extraordinaria
A diferencia de la legitimación ordinaria, en donde se afirma titularidad
o se atribuye obligación (relaciones jurídicas) o en otros casos (situaciones
(17) Recordemos que el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil establece que “toda
persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos
o intereses, con sujeción a un debido proceso”.
(18) Montero lo explica de la siguiente manera: “unas veces se trata de que el legislador concreta quienes
pueden pedir la actuación de la ley en un caso concreto y lo hace en atención a relaciones y situa-
ciones jurídicas muy variadas. Se trata aquí de decisiones legislativas basadas en la discrecionalidad
política. Respecto de ellas no puede afirmarse que la legitimación radique en posición habilitante
alguno, pues todo consiste estar a lo dispuesto en la ley. Tiene legitimación quien la ley lo deter-
mina, y nada más, sin que se entre a considerar la situación o posición del legitimado respecto de la
relación jurídica material o de una situación jurídica”. En: De la Legitimación en el Proceso Civil.
Editorial Bosch, Barcelona, 2007, p. 183.
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jurídicas) en las que los sujetos no pueden “afirmar” o “atribuir” y son las
normas procesales quienes les permiten expresamente interponer la preten-
sión, la legitimación extraordinaria (es precisamente esta la que desarrolla el
pleno) permite a un sujeto de derecho ser parte en el proceso por mandato
expreso de la ley, pese a que este no es titular del derecho subjetivo en discu-
sión. Tengamos presente que en estos casos no se le atribuye derecho subje-
tivo material alguno, solo se le permite al sujeto legitimado a intervenir en el
proceso sin pedir nada para sí mismo(19).
a. Interés privado
Por este tipo de legitimación se trata de proteger derechos subje-
tivos particulares frente a otros derechos particulares, que es lo que
sucede en la llamada sustitución procesal(21). Un ejemplo típico sería el de
(19) MONTERO AROCA, J. Derecho Jurisdiccional. Tomo II, 20ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia,
2012, p. 86.
(20) GOZAINI, O. Tratado de Derecho Procesal Civil. Tomo I, Editorial La Ley, Buenos Aires, 2007,
p. 367.
(21) Artículo 60 del Código Procesal Civil.- En el caso previsto en el inciso 4, del artículo 1219 del
Código Civil y en los demás que la ley permita, una persona puede iniciar un proceso o coadyuvar
la defensa del ya iniciado cuando tenga interés en su resultado, sin necesidad de acreditar derecho
propio o interés directo en la materia discutida.
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b. Interés social
Otras veces el reconocimiento legal de la legitimación extraordinaria
atiende (y es nuestro caso) a proteger situaciones en las que se ven impli-
cados grupos más o menos numerosos de personas, como consecuencia
(22) “Es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor para lo siguiente: (….) 4.- Ejercer los derechos
del deudor, sea en vía de acción o para asumir su defensa, con excepción de los que sean inherentes
a la persona o cuando lo prohíba la ley. El acreedor para el ejercicio de los derechos mencionados en
este inciso, no necesita recabar previamente autorización judicial, pero deberá hacer citar a su deu-
dor en el juicio que promueva. (…)”.
(23) Cas. N° 3528-2007 “(…) al interpretar la norma del artículo mil doscientos diecinueve, inciso
cuarto, del Código Civil, el Superior Colegiado ha concluido que “la parte demandante no ha acre-
ditado tener una deuda reconocida judicialmente a su favor de parte de los supuestos deudores, Sin
embargo, haciendo una rigurosa interpretación, este Supremo Colegiado estima que ni la letra ni el
espíritu de la citada norma exigen que el ejercicio de la acción de rescisión por lesión sea hecho por
un acreedor que tenga una deuda judicialmente reconocida a su favor respecto de sus deudores. Por
el contrario, de la norma en estudio fluye claramente que el acreedor (genéricamente considerado)
puede ejercer los derechos de su deudor, sea en vía de acción o para asumir su defensa, salvo en los
derechos intuito personae o cuando lo prohíba la ley ‘la acción de lesión puede ser promovida por
los acreedores del vendedor, porque este no es un derecho inherente’ CASTAÑEDA, Jorge Eugenio.
El contrato de compraventa. Lima mil novecientos setenta, página doscientos; es decir, para ejer-
citar los derechos a que refiere esta norma no se requiere otra calidad que la de ser acreedor y en el
caso de autos esta calidad se vislumbra de los documentos adjuntados a la demanda y en todo caso,
es en el proceso donde se debe determinar finalmente si la empresa demandante es acreedora o no y
si, por tanto, le asiste o no el derecho para ejercitar las acciones a que se refiere el susodicho artículo
mil doscientos diecinueve, inciso cuarto del Código Civil (…)”.
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(24) “Artículo 82 del Código Procesal Civil.- Patrocinio de intereses difusos: Interés difuso es aquel
cuya titularidad corresponde a un conjunto indeterminado de personas, respecto de bienes de ines-
timable valor patrimonial, tales como el medio ambiente o el patrimonio cultural o histórico o del
consumidor.
Pueden promover o intervenir en este proceso, el Ministerio Público, los Gobiernos Regionales,
los Gobiernos Locales, las Comunidades Campesinas y/o las Comunidades Nativas en cuya juris-
dicción se produjo el daño ambiental o al patrimonio cultural y las asociaciones o instituciones sin
fines de lucro que según la Ley y criterio del Juez, este último por resolución debidamente motivada,
estén legitimadas para ello.
Las Rondas Campesinas que acrediten personería jurídica, tienen el mismo derecho que las Comu-
nidades Campesinas o las Comunidades Nativas en los lugares donde estas no existan o no se hayan
apersonado a juicio.
Si se promueven procesos relacionados con la defensa del medio ambiente o de bienes o valores cul-
turales, sin la intervención de los Gobiernos Locales indicados en el párrafo anterior, el juez deberá
incorporarlos en calidad de litisconsortes necesarios, aplicándose lo dispuesto en los artículos 93
a 95.
En estos casos, una síntesis de la demanda será publicada en el diario oficial El Peruano o en otro
que publique los avisos judiciales del correspondiente distrito judicial. Son aplicables a los proce-
sos sobre intereses difusos, las normas sobre acumulación subjetiva de pretensiones en lo que sea
pertinente.
En caso que la sentencia no ampare la demanda, será elevada en consulta a la Corte Superior. La
sentencia definitiva que declare fundada la demanda, será obligatoria además para quienes no hayan
participado del proceso.
La indemnización que se establezca en la sentencia, deberá ser entregada a las Municipalidades Dis-
trital o Provincial que hubieran intervenido en el proceso, a fin de que la emplee en la reparación del
daño ocasionado o la conservación del medio ambiente de su circunscripción”.
(25) “Cas. N° 5081-2007: (….) Undécimo.- En cuanto al segundo extremo de la causal in procedendo,
relativa a la pretensión indemnizatoria por daño ambiental, expresa el recurrente que siendo los
impugnantes los principales afectados con el daño ambiental sufrido, tienen la titularidad para recla-
mar indemnización por tales daños; al respecto, debe señalarse que el artículo 82 del Código Pro-
cesal Civil ha previsto normativamente que en el caso de afectación de bienes jurídicos colectivos,
en cuanto a la vulneración de intereses que pertenecen a toda una comunidad de gentes, aparece la
institución jurídica procesal denominada ‘Patrocinio de intereses difusos’, cuya titularidad se le ha
conferido a una serie de instituciones públicas y asociaciones civiles legalmente constituidas; como
el Ministerio Público, los Gobiernos Regionales, los Gobiernos Locales, las Comunidades Campe-
sinas y/o Nativas en cuya jurisdicción se produjo el daño ambiental; en tal sentido, los demandantes
no pueden irrogarse a título individual la legitimidad activa para reclamar los efectos indemnizato-
rios del daño ambiental cuando esta, al revelar una naturaleza ‘difusa’ es atribuida a las instituciones
que se contemplan en el artículo 82 del citado Código Adjetivo; de manera que los sujetos indivi-
dualizados no cuentan con legitimidad activa para interponer dicha acción ante el órgano jurisdic-
cional; en consecuencia, tampoco se evidencia la infracción de las formas esenciales para la validez
de los actos procesales; siendo necesario analizar las denuncias sustantivas (…)”.
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X. COMENTARIOS FINALES
Como reflexiones finales podemos anotar que la euforia por este pri-
mer pleno hizo que se generara un error curioso: ¿si los sujetos activos soli-
citan como pretensión única (indemnización) basada en dos fundamen-
tos (daño a la salud y daño al medio ambiente) como es posible que se
ampare la falta de legitimidad de los demandantes y a la vez la conclu-
sión por transacción? En otras palabras, resulta ilógico que los sujetos acti-
vos no se encuentren legitimados para iniciar el proceso, pero se ampara
la conclusión porque los sujetos (que no están legitimados) han suscrito
una transacción. Lo ideal hubiera sido que se precise que no se trata de una
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Sergio Natalino Casassa Casanova
pretensión única, sino que eran dos pretensiones distintas: uno por el daño a
la salud y otro por el medio ambiente.
46
El Primer Pleno Casatorio Civil
y la transacción extrajudicial como
excepción procesal
(*)
Manuel Enrique VALVERDE GONZÁLES
I. CONSIDERACIONES
El año 2008 se realizó el Primer Pleno Casatorio Civil por la Corte
Suprema de Justicia de la República(1), el cual vino a ser, como su nombre lo
indica, el primero desde que entró en vigencia el Código Procesal Civil en
1993; es decir, luego de casi quince años es que el Poder Judicial hizo uso de
tal mecanismo procesal.
(*) Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente de Derecho Procesal Civil en
la Universidad César Vallejo, Lima Norte.
(1) El citado Pleno Casatorio fue publicado en el diario oficial El Peruano el 21 de abril de 2008.
47
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
(2) Para ello basta con dar un vistazo a las publicaciones aparecidas tanto en Actualidad Jurídica como
en Diálogo con la Jurisprudencia desde diciembre de 2007 a la fecha.
48
El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
es que los hechos que le dieron origen no se hubieran referido a unos suma-
mente controvertidos, que estaban referidos al derrame de mercurio que ocu-
rrió en Cajamarca, frente a lo cual la empresa minera tuvo una pésima y
negligente reacción. Al respecto, basta con hacer una simple búsqueda en
Internet para enterarnos de los detalles de tan lamentable suceso.
49
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
50
El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
conclusión del proceso por transacción referido a los tres menores hijos por
haberse aprobado la transacción judicialmente; Infundada la excepción de
falta de legitimidad para obrar de los demandados deducida por la minera
Yanacocha S.R.L. y Ransa Comercial S. A.; Infundada la excepción de pres-
cripción deducida por todos los demandados, y Fundada la excepción de falta
de legitimidad para obrar activa respecto a la pretensión de indemnización
por daño ambiental.
51
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
III. LA TRANSACCIÓN
En el Derecho Romano, el pacto por el cual las partes, mediante conce-
siones recíprocas (aliquo dato aliquo retento), ponían fin a un pleito iniciado
entre ellas o evitaban un litigio por venir se denominaba transactio.
(3) Cfr. ARGÜELLO, Luis Rodolfo. Manual de Derecho Romano. 3ª edición, 10ª reimpresión, Astrea,
Buenos Aires, 2004, pp. 394-395.
52
El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
Nuestro artículo 1302 del Código Civil indica que por la transacción las
partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre un asunto dudoso
o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que
está iniciado. Con las concesiones recíprocas, también se pueden crear, regu-
lar, modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas que han constituido
objeto de controversia entre las partes. La transacción tiene el valor de cosa
juzgada.
(4) Cfr. CASTILLO FREYRE, Mario y OSTERLING PARODI, Felipe. Tratado de las obligaciones.
Tercera parte, tomo IX, Vol. XVI, Biblioteca para leer el Código Civil, PUCP, Lima, 2005, pp. 446
y 451.
(5) Cfr. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS OFICIALES DEL CÓDIGO CIVIL: LA TRANSACCIÓN. Ela-
borada por la Comisión Revisora del Código Civil de acuerdo a las Leyes Nºs 24039 y 24136. Sepa-
rata Especial del diario oficial El Peruano publicada el 23 de marzo de 1988, p. 7.
53
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
(6) La controversia puede versar sobre dos aspectos, conforme la misma ley lo expresa, sobre cuestio-
nes dudosas o sobre asuntos litigiosos, en razón de lo cual Fornaciari nos dice que las obligaciones
dudosas serán aquellas que las partes seriamente estiman como tales. Por lo que los requisitos esen-
ciales de la transacción serán la existencia de cuestiones dudosas o litigiosas, pero entendiendo que
la res dubia precede y enlaza siempre ambas situaciones; sea que el acuerdo se concrete como forma
de autocomposición extrajudicial, sea que se realice en el ámbito del proceso. Asimismo, el carác-
ter de dudosa de determinada cuestión debe ser apreciado de manera subjetiva, es decir, en el sen-
tido que seria y razonablemente le atribuyen los otorgantes con abstracción de la interpretación que
le daría un jurisconsulto o el propio juez de la causa.
Cfr. FORNACIARI, Mario Alberto. Modos anormales de terminación del proceso. Tomo II,
Depalma, Buenos Aires, 1988, pp. 27 y 28, LLAMBÍAS, Jorge Joaquín. Tratado de Derecho Civil.
Obligaciones. Tomo III, 3ª edición actualizada, Perrot, Buenos Aires, 1987, pp. 75-76.
Se ocupa especialmente de la res dubia Compagnucci de Caso, Rubén: “La ‘res dubia’ como moti-
vación totalizadora de la transacción”. En: El Derecho. Jurisprudencia general. Tomo 85, Buenos
Aires, 1980, pp. 859-863.
(7) Es pertinente hace notar que en la doctrina se pueden encontrar alusiones respecto a la relación
Transacción versus Novación, puesto que incluso se habla de transacciones novativas.
En lo que respecta a nuestra legislación nacional podemos decir que las diferencias entre una y otra
son que la transacción requiere de formalidad para su realización, en tanto que la novación puede
celebrarse bajo el principio de la libertad de formas. Asimismo, la transacción puede ser judicial
o extrajudicial, mientras que la novación solamente es extrajudicial; por otro lado, con la transac-
ción se pone fin a obligaciones dudosas o litigiosas (radicando aquí, en nuestro concepto la princi-
pal diferencia) y en la novación cualquier otra obligación puede ser materia de esta. Finalmente, la
transacción siempre es convencional, mientras que la novación puede ser unilateral, convencional
o legal. Como última diferencia podríamos mencionar que la nulidad de la novación conlleva a la
reviviscencia de la anterior obligación en tanto que en la transacción no sería así.
Para estas diferencias y otras posiciones críticas Cfr. CASTILLO FREYRE, Mario et al. en su Tra-
tado de las obligaciones. Tercera parte, tomo VIII, Biblioteca para leer el Código Civil, Vol. XVI,
PUCP, Lima, 2003, pp. 326 y 327, así como PELÁEZ, Francisco J. La transacción. Su eficacia pro-
cesal. Bosch, Barcelona, 1987, p. 104 y ss.
(8) LLAMBÍAS, Jorge Joaquín. Ob. cit., pp. 77-78.
54
El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
2. La transacción judicial
En cuanto al régimen legal de la transacción judicial, nuestro Código
Procesal Civil estipula en su artículo 337 que la misma que debe ser homolo-
gada por el juez de la causa, limitando sus alcances únicamente a la materia
litigiosa. Dicha transacción que pone fin al proceso, una vez aprobada por el
juez, tiene la autoridad de cosa juzgada.
(9) Creemos que contiene un razonamiento implicante la opinión de una autora nacional, quien mani-
fiesta que: “Homologar es aprobar, sentenciar, es decidir. Son dos manifestaciones distintas al
poder jurisdiccional. En el caso de la transacción procede que el juez que haya intervenido en
55
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
el proceso apruebe el acto voluntario de las partes, pero lo que da el carácter de cosa juzgada
no es la decisión de él [conforme a nuestro CPC la transacción no se homologa mediante senten-
cia sino mediante auto], sino aquel acto voluntario”, en tanto que párrafos más adelante señala que:
“No se debe confundir la autoridad de la cosa juzgada que se puede lograr sobre el acuerdo, como
resultado de la homologación, [¿no dijo antes que era el acuerdo de las partes y no la homologación
la que le daba el carácter de cosa juzgada a la transacción?] con la facultad de ejecución de las pres-
taciones del acuerdo”.
Concluye luego que: “Si [la] transacción judicial, valorada como un acto procesal que pone fin al
proceso, no se somete al control jurisdiccional, ello no implica la invalidez del acuerdo, pues lo que
se enerva son los efectos que otorga la homologación, cual es aprobar la composición del pleito a
través de la transacción con la calidad de cosa juzgada” ¿No había sostenido antes todo lo contrario,
que la homologación no le daba el carácter de cosa juzgada?
Cfr. LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. “La transacción extrajudicial y los mecanismos procesales
de defensa”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. N° 112, Año 13, Lima, enero, 2008, pp. 167 y 170.
(10) Cfr. DE LA OLIVA SANTOS, Andrés. Derecho Procesal Civil. El proceso de declaración conforme
a la ley 1/2000 de 7 de enero, de enjuiciamiento civil. 2ª edición, Centro de Estudios Ramón Are-
ces, Madrid, 2003, p. 440, y MÁLAGA DIÉGUEZ, Francisco. La litispendencia. Bosch, Barcelona,
1999, pp. 185-186.
(11) El análisis entre la transacción y la cosa juzgada es abordado con amplitud en el literal c.5.5. del
Pleno Casatorio, pp. 21993-21994 de la separata publicada, por lo que solamente haremos algunas
referencias adicionales.
No está de más decir que la cosa juzgada solamente puede provenir de una decisión jurisdiccio-
nal (judicial, arbitral o del fuero militar policial por así contemplarlo la Constitución Política) y no
de un negocio jurídico; por lo que en palabras de Montero Aroca la “Cosa juzgada es la fuerza que
el ordenamiento jurídico concede al resultado de la actividad jurisdiccional declarativa, fuerza que
consiste en la subordinación a los resultados del proceso y que se resuelve en la irrevocabilidad de
la decisión judicial”.
Cfr. MONTERO AROCA, Juan. “La cosa juzgada: conceptos generales”. En: Cuadernos de Dere-
cho Judicial. CGPJ, 1995, p. 69.
Sobre la cosa juzgada no nos vamos a ocupar, por lo que nos remitimos a lo dicho por: LIEBMAN,
Enrico Tullio. Manual de Derecho Procesal Civil. Trad. de Santiago Sentís Melendo, EJEA, Bue-
nos Aires, 1980, p. 590 y ss., así como su otra obra magistral: Eficacia y autoridad de la sentencia y
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El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
otros estudios sobre la cosa juzgada, trad. de Santiago Sentís Melendo, Ediar, Buenos Aires, 1946.
Como estudios actuales vide: DE LA OLIVA SANTOS, Andrés. Objeto del proceso y cosa juzgada
en el proceso civil. Thomson-Civitas, Navarra, 2005, pp. 94-95 y NIEVA FENOLL, Jordi. La cosa
juzgada. Atelier, Barcelona, 2006, pp. 128-130.
(12) Vide TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. “La transacción”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 170, Lima,
enero, 2008, p. 21, y también MORALES GODO, Juan. “¿La transacción civil puede oponerse
como excepción procesal?”. En: Diálogo con la jurisprudencia. N° 114, Año 13, Lima, marzo,
2008, p. 135 y ss.
(13) En un trabajo anterior nuestro nos hemos ocupado de las excepciones. Vid: “Excepciones oscuras
y contiendas de competencias vulneradoras. Sobre las consecuencias del amparo de las excepcio-
nes de incompetencia y de oscuridad en el modo de proponer la demanda”. En: Actualidad Jurídica.
Tomo 163, Gaceta Jurídica, Lima, junio de 2007, pp. 61-70.
57
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
estar en un mismo plano de igualdad de armas para poder ejercer las defensas
de sus respectivos derechos.
(14) Sobre los sentidos que se tiene o se le da al vocablo excepciones nos ocuparemos más adelante,
por mientras véase lo dicho por: COUTURE, Eduardo J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil.
3ª edición, reimpresión inalterada, Depalma, Buenos Aires, 1977, pp. 89-90; también BOULIN,
Alejandro. “El impedimento de incompetencia. Algunos aspectos de la declaración de incompe-
tencia”. En: Revista de Derecho Procesal. Defensas y Excepciones-II. N° 2, Buenos Aires, 2003,
p. 64 y ss.
(15) Para una posición crítica sobre las denominadas condiciones de la acción nos remitimos a la intere-
sante opinión de CAVANI, Renzo. “Las ‘condiciones de la acción’ Una categoría que debe desapa-
recer”. En: Gaceta Civil y Procesal Civil. N° 1, Gaceta Jurídica, Lima, julio de 2013, p. 233 y ss.
58
El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
V. DE LAS EXCEPCIONES
Para poder comprender el tema de las excepciones, tanto en su manifes-
tación material como procesal, se hace necesario referirnos a los hechos jurí-
dicos que resultan relevantes para resolución de fondo de un litigio.
59
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
Por su parte, Fabbrini apunta que “(…) las excepciones procesales pare-
cen encontrar su matriz y su natural terreno de encuadramiento sistemático
en la esfera de la nulidad de los actos. Cuando (…) el demandado excep-
ciona la incompetencia del juez que conoce del proceso, o deduce el defecto
de su legitimación o del actor (…) el problema de fondo aparece siempre uno
e idéntico: los actos procesales que fueran realizados por un juez incompe-
tente o por una parte no legitimada (…) serían nulos, y viciarían, o directa-
mente o por repercusión, la sentencia de fondo que estuviera por ser emitida;
de aquí, la consecuente necesidad de paralizar inmediatamente el procedi-
miento y de definirlo con un mero pronunciamiento procesal. (…) La teoría
(18) Cfr. DÍEZ-PICAZO, Ignacio. En: DE LA OLIVA SANTOS, Andrés. Derecho procesal…, p. 264.
(19) Cfr. BÜLOW, Oskar von. La teoría de las excepciones procesales y los presupuestos procesales.
Trad. de Miguel Ángel Rosas Lichtschein, EJEA, Buenos Aires, 1964, p. 233.
(20) Cfr. BÜLOW. Ob. cit., p. 257. El autor señala que ambas excepciones pertenecen solo al derecho
privado y que ambas son un defecto inherente al derecho reclamado, una afección, una limitación
del mismo.
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El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
(21) Cfr. FABBRINI. L’ecceziones di merito nello svolgimento del proceso di cognizione, en sus Scritti
giuridici. Tomo I, Nº 4 Giuffre, Milano, 1989, p. 335. (La traducción la hemos tomado de ARIANO,
Eugenia. Problemas del proceso civil. Jurista editores, Lima, 2003, p. 89).
Sobre los efectos de nulidad o improcedencia que provocan las excepciones resulta interesante la
reflexión hecha por Bülow, al indicar que: “Probar una excepción no significa otra cosa que demos-
trar que el proceso, tal como ha sido iniciado, es improcedente o nulo. Y, sin embargo, ¿no debía, en
el derecho romano, la prueba de una excepción acarrear la invalidez del proceso? El tribunal, a pesar
de haber sido advertido respecto de la improcedencia del trámite iniciado y convenido de la irregu-
laridad de este, ¿no habría prescindido de ese proceso sino que, a pesar de la seguridad de que algo
ilegal y nulo existía, habría dictado una sentencia de fondo? ¿Qué utilidad habrían tenido, pues, las
excepciones procesales si no podían defender al tribunal de tal contrasentido? ¡Su única finalidad,
sin embargo, ha sido solamente prevenir contra los procesos que infringían las normas procesales!
Siempre que en el derecho moderno se ha hablado de excepciones procesales, esta finalidad se con-
sideró –como lo indica ya el nombre exceptio declinatoriae judicii– el solo objetivo de aquéllas,
su única posible consecuencia. Nunca dejó de tenerse por evidente que tal exceptio no podía cau-
sar ninguna absolutio ab actione sino una absolutio ab instantia, un rechazamiento de la demanda
defectuosa por inadmisible”.
Cfr. BÜLOW. Ob. cit., p. 266.
(22) Cfr. DIDIER Jr., Fredie. “Da exceção. O direito de defesa e as defesas”. En: MARINONI, Luis G.
(coord), Estúdios de direito processual civil. Homenagem ao Prof. Egas Dirceu Moniz de Aragao,
61
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
Ed. Revista dos tribunais, São Paulo, 2005, p. 576 y ss. (Traducción nuestra libre).
También conviene revisar sobre las excepciones procesales y materiales a: ARMENTA DEU,
Teresa. Lecciones de Derecho Procesal Civil. Proceso de declaración, proceso de ejecución y pro-
cesos especiales. 2ª edición, Marcial Pons, Madrid, 2004, p. 167 y ss.
(23) Cfr. DÍEZ-PICAZO. Ob. cit., p. 265, quien prefiere usar la denominación de alegaciones procesales,
siendo deducidas de manera previa mediante la declinatoria las concernientes a las falta de jurisdic-
ción y de competencia del tribunal, las demás se deben hacer valer preclusivamente con la contesta-
ción de la demanda.
Para el caso argentino, Álvarez Juliá comenta que: “A estas defensas, sujetas a un modo de regu-
lación particular, la ley las califica con un nombre especial. En este sentido podría decirse que las
excepciones son defensas nominadas, y que cuando la cognición está fragmentada en dos etapas, en
la primera solo se permiten oponer una parte de las defensas (las excepciones) y en la siguiente, las
defensas en sentido amplio. Si, por tanto, la teoría de la excepción ha de abarcar todos los procesos y
no solo el ordinario, no es rigurosamente exacto que la excepción se refiere a lo procesal y la defensa
a lo sustancial. Es que en las excepciones mismas, existe una diferencia, entre las que son exclusi-
vamente procesales porque hacen a la regularidad del proceso, y las sustanciales, porque tiene por
finalidad contrarrestar la pretensión o tiene efectos distintos de los de cualquier otra defensa (y como
tal han sido sometidas a un régimen especial), o son oponibles aunque en el concreto tipo de proceso
no sea admisible la defensa amplia”.
Cfr. ÁLVAREZ JULIÁ, Luis; NEUSS, Germán R. J. y WAGNER, Horacio. Manual de Derecho
Procesal. 2ª edición actualizada y ampliada, Buenos Aires, 1990, p. 175.
(24) Cfr. ALSINA, Hugo. “Defensas y excepciones”. En: Revista de Derecho Procesal. Año VII, 1er. y
2do. trimestre, N° VII, Buenos Aires, 1949.
62
El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
(25) El Código de Enjuiciamientos Civiles de 1852 regulaba las excepciones en sus artículos 615 a 638,
clasificándolas en declinatorias, dilatorias y perentorias conforme se ve del artículo 616. Estipulaba,
además, que las declinatorias tenían por objeto remitir el conocimiento de la causa a distinto juez del
que empezó a intervenir en ella; las dilatorias suspender y dilatar el curso del litigio, en tanto que las
perentorias extinguir el juicio o acción. Enumeraba como declinatorias: la incompetencia del fuero,
pleito pendiente y el impedimento del juez. La excepción declinatoria (decía el artículo 622) tiene
lugar en cualquiera de los casos señalados en el título del fuero competente y debe deducirse ante el
juez que intenta conocer la causa.
Las excepciones perentorias eran: la de pago; la de pacto de no pedir; la de compensación; la de
novación; la de dolo; la de prescripción; la de fuerza o miedo; la de ignorancia o error; la de dinero
no entregado; la de lesión enorme o enormísima; la de nulidad o falsedad; la de transacción y la de
cosa juzgada.
(26) Cfr. LIEBMAN. Ob. cit., pp. 122 y 292.
(27) Siguiendo a la doctrina española, se tiene lo siguiente:
Los hechos constitutivos son aquellos en los que el actor basa su pretensión, es decir con los
hechos que deben concurrir para que pueda estimarse existente la acción afirmada por el actor en su
demanda. Por ello, al actor le corresponde la carga de la alegación y de la prueba de estos hechos.
Los impeditivos son hechos producidos simultáneamente a los hechos constitutivos que impiden a
estos desplegar su eficacia jurídica, por ejemplo la ausencia de consentimiento en la formación de
un contrato.
Los extintivos son aquellos que, acaecidos con posterioridad a los hechos constitutivos, suprimen o
extinguen la eficacia jurídica de estos, por ejemplo el pago de una deuda.
Los hechos excluyentes serían aquellos que otorgan al demandado un contraderecho que le permite
enervar, destruir o paralizar la eficacia de los hechos constitutivos y por lo tanto la pretensión del
demandante; citándose como único ejemplo por los autores españoles a la prescripción.
Esta última tipificación no le encontramos función y diferencia práctica con relación a los extintivos
–tanto más, si todos los autores españoles consultados ponen como único ejemplo de hecho exclu-
yente a la prescripción, que, desde nuestro punto de vista es típicamente extintiva del derecho–, por
lo que bien podría subsumirse en los extintivos o modificativos.
Véase respecto a la catalogación española: DE LA OLIVA. Ob. cit., pp. 267-268.
63
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
Pues bien, una vez planteados los hechos por el demandante, que son
constitutivos de su derecho reclamado, el emplazado puede defenderse o
negándolos o admitiéndolos, si es que los niega simplemente se defiende; por
el contrario si es que el demandado plantea sus propios hechos, lo que está
haciendo es excepcionando(28), esto es, está ampliando la questio facti con sus
propios hechos, que pueden ser impeditivos, modificativos o extintivos.
(28) Estamos siguiendo lo dicho por ARIANO DEHO, Eugenia. Problemas del proceso civil. p. 144 y ss.
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El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
Claro que el caso es debatible, tanto así que uno de los magistrados que
suscribió el voto en minoría, en oportunidad anterior opinó en sentido diame-
tralmente distinto al sentido de la votación minoritaria, lo cual quiere decir
que hasta para uno de los miembros del Pleno Casatorio la cuestión no estaba
clara del todo, por lo que cambió de criterio(29).
(29) El magistrado Víctor Ticona Postigo sostenía en un libro editado años antes que: “La transacción
extrajudicial también puede servir de sustento para la excepción que tratamos [se refiere a la Excep-
ción de Conclusión del Proceso por Transacción].” Líneas más adelante manifestaba no compar-
tir el criterio que exponía Hinostroza Mínguez (cuya obra le sirvió luego para sustentar su cambio
de criterio), puesto que “(…) si una de las partes celebrantes de la transacción extrajudicial, desco-
nociendo el contenido de esta, demanda el cumplimiento de las obligaciones anteriores a aquella
transacción, caso en el que evidente y razonablemente la excepción de transacción (extrajudicial)
que el demandado propusiera debe ser declarada fundada: no se puede desconocer la transacción
celebrada, demandada (sic) el cumplimiento de obli[g]aciones litigiosas que precisamente fueron
transigidas”.
Cfr. TICONA POSTIGO, Víctor. El debido proceso y la demanda civil. Rodhas, Lima, 1998,
pp. 495-497; HINOSTROZA MÍNGUEZ, Alberto. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo II,
Lima, Gaceta Jurídica, 2003, pp. 896-897, quien sostiene que no se puede considerar a la transacción
65
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
extrajudicial como medio de defensa de forma (es decir como excepción) porque puede adolecer de
nulidad o anulabilidad.
(30) Cfr. ARIANO DEHO. De la excepción de transacción…, p. 15.
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El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
(31) En ese sentido, según nuestro punto de vista, se evidencia un grueso error de análisis tanto del caso
en sí mismo como del aspecto jurídico lo sostenido por Justicia Viva en su denominado “informe
Especial” sobre el Pleno Casatorio, cuando pretende que se “reconduzca el proceso” de indemniza-
ción a uno de Nulidad de Acto Jurídico por violación a un derecho fundamental como es el derecho
a la salud (p. 9 del citado documento).
Decimos que es un grueso equívoco, porque si, de acuerdo a la lógica del autor del informe, en la
transacción se ha convenido sobre el derecho fundamental a la salud y por ende sería nula ¿cómo así
sostiene, en la p. 11 de su informe, que el monto pagado por Yanacocha como reparación no repre-
senta una reparación satisfactoria que pueda cubrir los efectos de la violación previa? ¿eso quiere
decir que, según el mismo autor, si el monto es mayor sí es posible transar sobre derechos fun-
damentales? ¿entonces de qué derechos fundamentales propiamente dichos estaríamos hablando?
Puesto que, hasta donde sabemos los derechos fundamentales en sí mismos no son negociables.
67
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
Por el contrario, lo que implícitamente está reconociendo el autor es que sí se puede indemnizar un
daño extrapatrimonial, pero que en este caso, tanto a él como a la demandante también, le parece
muy poco lo que le pagó Yanacocha, supuesto que de modo alguno conlleva a la nulidad del nego-
cio jurídico, porque ni la misma demandante sostuvo haber estado privada de voluntad o incapaci-
tada para celebrar las transacciones, lo que en otras palabras quiere la accionante (y eso emerge de
la simple lectura de la sentencia) es que le paguen más por los daños causados.
Cfr. AVELLANEDA ROJAS, Julio. “Informe Especial. Primer pleno casatorio de la corte suprema:
las polémicas transacciones extrajudiciales de la minera yanacocha en el caso ‘choropampa’”.
Documento de Trabajo N° 8. Publicado en la página web de Justicia Viva: <http://www.justiciaviva.
org.pe/informes.htm#documentos_trabajo> (consultado el 20/02/2016).
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El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
El caso tiene mayor relevancia que el solo cariz social que se le quiere
dar –precisamos que de nuestra parte nunca hubiéramos transado con la
minera, en tanto no nos indemnizara como realmente correspondía, por la
actitud negligente y hasta dolosa que tuvo luego de ocurrido el accidente–,
hay de por medio aspectos jurídicos importantísimos que no pueden dejarse
de lado, de lo contrario se estaría dando pie a que se judicialicen todos aque-
llos casos donde habiendo transado las partes, decida una de estas de la noche
a la mañana desconocer esos acuerdos con el solo argumento que no han sido
homologados judicialmente, lo que originaría una situación caótica.
69
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
1. Aspectos normativos
En sede nacional tal institución no nos ha sido ajena, aunque recibiendo
denominaciones diversas, dado que el artículo 22 de la LOPJ precisa que se
deben de publicar en el diario oficial todas las ejecutorias que fijen princi-
pios jurisprudenciales y que han de ser de obligatorio cumplimiento en todas
las instancias judiciales, contemplando la posibilidad que las instancias de
mérito se puedan apartar de ellas, excepcionalmente, siempre y cuando moti-
ven debidamente sus decisiones en ese sentido señalando el precedente que
dejan de lado.
(32) A este propósito es bueno remitirnos a lo dicho por el mismo Tribunal Constitucional en su senten-
cia dictada en el Proceso de Inconstitucionalidad N° 0024-2003-AI/TC, Municipalidad distrital de
Lurín, Publicada en su página Web el 31/10/2005 y en El Peruano el 09/11/2005.
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El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
2. Aspectos doctrinarios
En el ámbito doctrinario y jurisprudencial sobre los alcances y efica-
cia de los denominados precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional,
especialmente en sede nacional se aborda este punto en cuanto a si se consi-
dera o no fuente del Derecho a dichos precedentes; esto es, si tienen natura-
leza normativa.
(33) Sobre una crítica al caso de los precedentes es recomendable consultar el siempre autorizado tra-
bajo de ARIANO, Eugenia. “Precedentes vinculantes y pirámide normativa. Los frenesíes de poder
del tribunal constitucional”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. N° 96, Lima, setiembre, 2006,
p. 74 y ss.
71
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
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El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
(34) Cfr. SARTOR, Giovanni. “Il precedente giudiziale”. En: Contratto e impresa N° 11, 1996, pp. 236-
237 (Queremos agradecer a Carlos Agurto Gonzáles, amigo y colega Sanmarquino, por haber tradu-
cido generosamente el texto del original italiano).
(35) Cfr. RODRÍGUEZ-PATRÓN, Patricia. La “autonomía procesal” del Tribunal Constitucional.
Thomson-Civitas, Madrid, 2003, autora que desarrolla ampliamente sobre la denominada autono-
mía procesal de los tribunales constitucionales de Alemania y España especialmente.
73
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
(36) Ver más ampliamente a MORAL SORIANO, Leonor. El precedente judicial. Marcial Pons, Madrid,
2002, pp. 70-71.
Resulta interesante leer un artículo de fecha anterior de la misma autora respecto al precedente como
técnica de argumentación. Vid.: “Los precedentes del tribunal supremo, el acercamiento de la juris-
prudencia a la teoría de los precedentes”. En: Revista del Poder Judicial. N° 57, Primer trimestre,
2000.
(37) Cfr. ALEXY, Robert. Teoría de la argumentación jurídica. La teoría del discurso racional como
teoría de la fundamentación jurídica. Traducción de Manuel Atienza e Isabel Espejo, prólogo del
mismo Atienza, 1ª edición ampliada de la 1ª reimpresión española de 1997, Palestra, 2007, Lima,
p. 266.
(38) Al hablar de la función de la casación y sobre la fuerza del precedente vinculante, Xiol Ríos, nos
dice que “(…) la armonización del valor vinculante de la jurisprudencia con el principio de inde-
pendencia judicial. Difícilmente es compatible con este principio el obligar al juez a atenerse estric-
tamente al precedente jurisprudencial, prescindiendo de todo nuevo intento de valoración encami-
nado a lograr la evolución de la doctrina del Tribunal supremo. La obediencia ciega, reforzada por
consideraciones de orden jerárquico, a las decisiones de un tribunal superior es susceptible de dete-
nida consideración desde el punto de vista de la independencia judicial. También podría hablarse de
independencia del juez frente a la jurisprudencia. Esta independencia solo puede garantizarse arti-
culando el valor de esta no por la vía de la circulación incondicional, sino por la vía siempre suscep-
tible de matización de la fuerza vinculante del precedente”.
Cfr. XIOL RÍOS, Juan Antonio. “El precedente judicial en nuestro derecho, una creación del tribu-
nal constitucional”. En: Revista del Poder Judicial. N° 3, setiembre, 1986, pp. 25-40.
74
El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
(39) Un Estado de Derecho, es aquel en el que los ciudadanos pueden calcular anticipadamente qué ocu-
rrirá en el futuro en un sentido específico, es decir, cómo se comportarán otro individuos y cómo lo
hará también el Estado mismo, sobre todo como garante de la eficacia del Derecho. Cfr. BACIGA-
LUPO ZAPATER, Enrique. “Jurisprudencia y seguridad jurídica”. En: Estudios de Derecho Judi-
cial. N° 31, CGPJ, Madrid, 2001, pp. 129-130.
(40) Cfr. MARTÍNEZ ALARCÓN, María Luz. La independencia judicial. CEPC, Madrid, 2004,
pp. 194-195.
(41) Cfr. RODRÍGUEZ-PIÑERO y BRAVO-FERRER, Miguel. “Constitución, legalidad y seguridad
jurídica”. En: Anuario de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. N° 1,
1997, pp. 169, 176 y 177, también: TARUFFO, Michele. Sobre las fronteras. Escritos sobre la jus-
ticia civil. Trad. de Beatriz Quintero, Temis, Bogotá, 2006, p. 192.
75
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
(42) Conviene traer a colación lo señalado por Hermes Zaneti Jr, quien con mucha claridad precisa que:
“La teoría de los precedentes es una teoría para cortes supremas. Esto quiere decir dos cosas: pri-
mero, que son las cortes supremas principales destinatarios de una teoría de los precedentes por ser
cortes de vértice y de ellas depende la uniformidad de la interpretación del derecho; segundo, por-
que también las cortes supremas deben estar vinculadas a los propios precedentes desde el punto de
vista de la carga argumentativa para apartar la aplicación de un precedente o superar un precedente
antiguo en la aplicación actual. La teoría de los precedentes está ligada, así, a la teoría de la inter-
pretación, y la actividad de interpretación y aplicación de derechos por los tribunales, proviene, por
lo tanto, de la ampliación, en el Estado Constitucional garantista, de los postulados de la jurisdic-
cionalidad y accionabilidad, o sea, de la existencia de una institución de garantía de segundo grado
para el caso de incumplimiento de derechos, así como de la posibilidad de acceder a la institución
de garantía responsable para el ejercicio de esta garantía, directamente o a través de órganos públi-
cos a los cuales es atribuida esta competencia”.
Más adelante acota que “(…) parece correcto afirmar que las objeciones teóricas a la adopción de un
modelo de precedentes vinculantes que están ligadas especialmente al principio de legalidad, al prin-
cipio de la separación de poderes, y a la creación judicial del derecho por el juez (vinculación del
juez solamente a la ley e independencia judicial), no eliminan la necesidad de una teoría de los pre-
cedentes como un modelo normativo formal, tanto en el aspecto de densificación de cláusulas gene-
rales, conceptos jurídicos indeterminados y principios, como en la correlativa función interpretativa
y de completitud de las lagunas (débiles y débiles/fuertes) y de resolución de las antinomias (débiles,
débiles/fuertes y fuertes), especialmente porque los objetivos de la teoría de los precedentes formal-
mente vinculantes son el aumento de racionalidad, igualdad, previsibilidad y efectividad del dere-
cho (…). Así, la afirmación de la vinculación a los precedentes deja de ser contradictoria al principio
de la legalidad, de la misma forma que no es contradictoria a la legalidad la existencia de principios
con fuerza normativa, cláusulas generales y conceptos jurídicos indeterminados. El propio legislador
autoriza la integración de contenido por el Poder Judicial, en los límites de la legalidad y de la Cons-
titución. Afirmar la irrelevancia de los precedentes en estos casos, en los cuales el propio constitu-
yente o el legislador abrió espacio para la discrecionalidad judicial controlada por el texto legal, sería
ingenuo o demagógico. Lo mismo ocurre en relación a la actividad interpretativa en general”.
Cfr. ZANETI Jr., Hermes. El valor vinculante de los precedentes. Teoría de los precedentes norma-
tivos formalmente vinculantes. Trad. Renzo Cavani, María Luisa Meza Ríos y Francisco Escajadi-
llo, Raguel ediciones, Lima, 2015, pp. 409-410, 413-414 y 417.
(43) Cfr. HERNANDO SANTIAGO, Francisco. Jurisprudencia vinculante: una necesidad del Estado
de Derecho. Discurso leído en el acto inaugural del Año Judicial, el 13 de setiembre de 2005. Tribu-
nal supremo, Madrid, 2005, pp. 10-11.
76
El Primer Pleno Casatorio Civil y la transacción extrajudicial como excepción procesal
77
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
IX. CONCLUSIONES
De todo lo expuesto, podemos señalar que con la decisión del Primer
Pleno Casatorio se marcó, en primer lugar, un hito histórico en nuestro país,
en cuanto se refiere a la uniformidad de la jurisprudencia en aras de la segu-
ridad jurídica, que al final de cuentas era y es lo más importante, a fin de no
dar pábulo a la desconfianza de la ciudadanía en las decisiones de los órganos
encargados de administrar justicia.
(45) Cfr. RIVERA SANTIVÁÑEZ, José Antonio. “La jurisprudencia constitucional y su fuerza vincu-
lante”. En: Estudios al precedente constitucional. Coordinadores Edgar Carpio Marcos y Pedro
Grández Castro, Palestra, Lima, 2007, pp. 163-164.
(46) BACIGALUPO ZAPATER. Ob. cit.
78
El hijo o familiar de quien detenta
el bien bajo el título de arrendatario
¿es poseedor, servidor de la posesión
o usuario? (*)
(**)
Julio E. POZO SÁNCHEZ
I. APUNTES PREVIOS
Qué duda cabe que la realización de los plenos casatorios civiles, hoy
por hoy, representan el más importe aporte para garantizar la predictibilidad
judicial. A la fecha se han celebrado ocho (8) plenos casatorios y siete (7) ya
han merecido una sentencia.
(*) El autor agradece la colaboración de Bryan Alberto Jara Palomino, destacado alumno de la Facul-
tad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM),
quien actualmente es el Coordinador del Grupo de Estudios de Derecho Inmobiliario [GEDI] de la
UNMSM.
(**) Docente de Derechos Reales en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Título
de Postgrado de Especialización en Estrategias de Negociación por la Universidad de Castilla-La
Mancha (España). Miembro de la Comisión de Estudios de Derechos Reales (2015).
79
Julio E. Pozo Sánchez
los coposeedores también pueden prescribir (lo que en principio, parece una
obviedad), los hechos (el caso concreto) y los argumentos jurídicos expresa-
dos en la sentencia, nos ofrecen y permiten un análisis jurídico mayor de la
tenencia, la posesión y puntualmente, el animus domini en la prescripción
adquisitiva de dominio.
80
El hijo o familiar del arrendatario ¿es poseedor, servidor de la posesión o usuario?
81
Julio E. Pozo Sánchez
82
El hijo o familiar del arrendatario ¿es poseedor, servidor de la posesión o usuario?
“La correcta interpretación del artículo 950 del Código Civil debe
hacerse en el sentido que nada obsta para que dos o más coposee-
dores homogéneos puedan usucapir, puesto que de ver amparada
su pretensión devendrían en copropietarios, figura jurídica que está
prevista en nuestra legislación”.
83
Julio E. Pozo Sánchez
84
El hijo o familiar del arrendatario ¿es poseedor, servidor de la posesión o usuario?
Las citas referidas resultan más que suficientes para advertir que el
Pleno resultó innecesario. Coincido por tanto con el profesor Eugenio Ramí-
rez cuando afirma contundentemente que “es bastante obvio que una per-
sona puede solicitar que se le declare propietaria por usucapión, de la misma
forma que dos o más pueden pedir lo mismo, en cuyo caso van a ser
declarados copropietarios por usucapión. Lo que está prohibido es usu-
capir a uno de los copropietarios en detrimento o perjuicio de otro copropie-
tario del mismo bien indiviso. En suma, mucho ruido y pocas nueces. El
mundo académico esperaba ansioso este fallo, una sentencia que recogiera lo
más avanzado de la doctrina en derechos reales, que mejorara los estándares
reinantes entre los magistrados del Poder Judicial. No ha sido así. Habrá que
esperar hasta otro Pleno Casatorio de este tipo”(12) (resaltado nuestro).
(11) LAMA MORE, Héctor. “La usucapión del coposeedor”. En: Segundo Pleno Casatorio 18 de setiem-
bre de 2008. Fondo Editorial del Poder Judicial, Lima, 2012, p. 49.
(12) RAMÍREZ CRUZ, Eugenio María. “Ese dolor de cabeza llamado ‘Usucapión’. A propósito del
Pleno Casatorio”. En: Segundo Pleno Casatorio 18 de setiembre de 2008. Fondo Editorial del Poder
Judicial, Lima, 2012, p. 77.
85
Julio E. Pozo Sánchez
(13) Véase el comentario de Víctor Espinoza Arias, titulado “¡Largo de mi casa! ¡Ya no los tolero!:
Viabilidad del desalojo por precario respecto de los familiares que cohabitan una vivienda con el
dueño” en: <http://polemos.pe/2016/03/largo-de-mi-casa-ya-no-los-tolero-viabilidad-del-desalojo-
por-precario-respecto-de-los-familiares-que-cohabitan-una-vivienda-con-el-dueno/>.
(14) GONZALES BARRÓN, Gunther. Tratado de Derechos Reales. Tomo II, 3ª edición, Jurista Edito-
res, Lima, 2013, p. 453.
(15) El profesor Gonzales Barrón afirma que “en la posesión inmediata, hay cierta autonomía para gozar
de y disfrutar del bien, eso sí, distinta en cada supuesto, de acuerdo al título posesorio. En cambio,
el servidor de la posesión es un detentador sin interés propio, bajo instrucciones y en dependencia
social o jurídica del principal”.
(16) GONZALES BARRÓN, Gunther. Ob. cit., p. 469.
(17) Ibídem, p. 470.
(18) Ibídem, pp. 469-470.
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El hijo o familiar del arrendatario ¿es poseedor, servidor de la posesión o usuario?
iv. El detentador sin control efectivo, pues se limita a usar el bien, pero
no lo tiene para sí.
(19) LAMA MORE, Héctor. “La Usucapión del Coposeedor”. En: Segundo Pleno Casatorio 18 de
setiembre de 2008. Fondo Editorial del Poder Judicial, Lima, 2012, p. 43.
87
Julio E. Pozo Sánchez
88
El hijo o familiar del arrendatario ¿es poseedor, servidor de la posesión o usuario?
este puede ceder o permitir el uso de la cosa por deberes legales o morales,
pero ella opera en el interior de su familia(22).
Daniel Ovejero explica esto con magistral simpleza indicando que “esta
transformación que se denomina interversión de título ocurre cuando el
poseedor nomine alieno o tenedor, para emplear el lenguaje de la ley, con
actos positivos e inequívocos exterioriza su voluntad de poseer para sí, o
bien, cuando en virtud de una acto jurídico, el tenedor se convierte en posee-
dor o viceversa” (énfasis del autor)(23).
(22) Agrega el profesor Gonzales Barrón que “en efecto, imaginemos lo absurdo que significaría alqui-
lar un bien a un arrendatario, quien posee en tal condición y por ese hecho nunca puede convertirse
en propietario, sin embargo, los hijos de ese mismo arrendatario, que ingresaron al predio gracias
a ese vínculo jurídico, sin embargo, resultan poseyendo en condición de dueño y, por cuya virtud,
obtienen la propiedad. En tal caso, se derrumbaría por completo la seguridad jurídica en el uso y dis-
frute de los bienes, pues nunca un propietario tendría la certeza de mantener el dominio, ya que sin
él saberlo, y sin poder controlarlo o impedirlo, resultaría que los alojados o huéspedes de los arren-
datarios terminarían convirtiéndose subrepticiamente en propietarios”. Ibídem, p. 458.
(23) OVEJERO, Daniel. La Posesión. Compañía Impresora Argentina, Buenos Aires, 1942, p. 66.
(24) GONZALES BARRÓN, Gunther. Ob. cit., p. 1096.
89
Julio E. Pozo Sánchez
90
El hijo o familiar del arrendatario ¿es poseedor, servidor de la posesión o usuario?
(25) Artículo 1666 del Código Civil: “Por el arrendamiento el arrendador se obliga a ceder temporal-
mente al arrendatario el uso de un bien por cierta renta convenida” (resaltado nuestro).
91
El cónyuge perjudicado
en la separación de hecho:
alcances y repercusiones del Tercer
Pleno Casatorio
(*)
Benjamín AGUILAR LLANOS
I. INTRODUCCIÓN
En diciembre de 2010, la Corte Suprema se reunió en pleno casatorio,
para analizar y tomar posición respecto a la interpretación del artículo 345-A,
incorporado por la Ley Nº 27495, y que gira sobre la adjudicación preferente
de los bienes de la sociedad de gananciales, o una indemnización a favor del
cónyuge que resulte perjudicado, a propósito del divorcio por la separación
de hecho.
(*) Docente de Derecho de Familia y Sucesiones en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Docente
de Sucesiones en la Universidad Femenina del Sagrado Corazón y de Derecho de Familia en la maes-
tría de la misma universidad.
93
Benjamín Aguilar Llanos
94
Alcances y repercusiones del Tercer Pleno Casatorio
problemas salgan del hogar conyugal, y para ello proponía poner en ejecu-
ción, la hoy tan venida a menos institución del consejo de familia o asamblea
de parientes, para impedir que se exterioricen esos problemas, y encuentren
solución dentro de los mismos integrantes de la familia. Sin embargo ello,
se ha vuelto casi imposible, y observamos en los juzgados de familia, como
aumentan los problemas de familia.
95
Benjamín Aguilar Llanos
96
Alcances y repercusiones del Tercer Pleno Casatorio
proceso resulta de vital trascendencia, para evitar que las desigualdades pue-
dan afectar el proceso, sea en su curso, o en la decisión final del mismo”.
1. Preclusión
Los procesos en general deben tener cierto orden, y mejor si se divi-
den en etapas, con la finalidad de que se vayan cumpliendo cada una de estas
hasta llegar a la resolución final. Debe cuidarse de que no exista retroceso en
esta fase evolutiva del proceso, salvo casos de excepción por algún defecto
insuperable que termina afectando un derecho constitucional. A este avance
por etapas, sin volver a las mismas, se le llama preclusión, poniéndose énfasis
97
Benjamín Aguilar Llanos
en que cada etapa tiene su propio momento, y contenido. Vencida una etapa,
se pasa a la siguiente, y ya no se puede regresar a la anterior, y lo que se dejó
de hacer en la etapa pertinente, no podrá superarse en etapas posteriores. Con
ello, se dice y con razón que actuar de esta manera es imponer orden, se posi-
bilita el avance del proceso y se llega en mejores condiciones para resolver
la causa.
98
Alcances y repercusiones del Tercer Pleno Casatorio
2. Congruencia
Congruencia significa conveniente, oportunidad; se dice de los alimen-
tos congruos, en tanto que la prestación debe encuadrarse dentro de las posi-
bilidades económicas y sociales de las partes procesales, empero en el Dere-
cho Procesal Civil, encontramos el término como conformidad entre las
pretensiones y lo que se decida en el proceso, es decir, el juez no puede en su
sentencia pronunciarse más allá de lo solicitado, sino que tiene que limitarse
a fallar sobre lo expresamente pedido, de no hacerlo es atentar contra este
principio, e incluso se expone a ser demandado por prevaricato; ahora bien,
la flexibilización de este principio ya se había dado a propósito de los alimen-
tos referidos a aquellos deudores alimentarios que no tienen un empleador, y
cuyos ingresos dependen de lo que generen ellos mismos, en esa circunstan-
cia la prestación alimentaria a fijar por el juez necesariamente va a ser cuan-
tificada, esto es señalar un monto fijo, en ese supuesto refiere el artículo 567
del Código Procesal Civil “Con prescindencia del monto demandado, el juez
al momento de expedir sentencia o de su ejecución debe actualizarlo a su
valor real. Para tal efecto tendrá en cuenta lo dispuesto en el artículo 1236 del
Código Civil (…)”. Este artículo permite al juez, sentenciar un monto supe-
rior a lo demandado, si al momento de resolver y por circunstancias de orden
económico (devaluación, inflación) la moneda circulante ha perdido su poder
adquisitivo. Incluso siguiendo lo dispuesto en el artículo 567 del Código Pro-
cesal Civil, puede solicitarse la actualización del valor aunque el proceso ya
esté sentenciado.
99
Benjamín Aguilar Llanos
100
Alcances y repercusiones del Tercer Pleno Casatorio
El artículo 340 del Código Civil regula los efectos del divorcio en cuanto
a los hijos menores de edad, y otorga elementos de juicio para que el magis-
trado se pronuncie sobre el ejercicio de la patria potestad, aunque en puridad
es sobre la tenencia, y así nos hace saber que ejercerá el cuidado de los hijos
aquel cónyuge que no dio motivos para el divorcio, es decir, el cónyuge ino-
cente, y si ambos hubieran dado motivos para el divorcio, entonces habrá que
recurrir a otros criterios, como la edad de los menores, el sexo, e incluso si no
conviene al interés de los menores que sus padres ejerzan la tenencia de los
mismos, entonces se encargará del cuidado de estos menores a los ascendien-
tes u otro familiar, e incluso hasta un tercero, pero estos no vendrán a ejer-
cer patria potestad, sino que cuidarán a los menores con el título de tutores,
o guardadores provisionales hasta que se dilucide la situación jurídica de los
infantes. Por otro lado el artículo 342 del Código Civil establece una suerte
de mandato al juez que resuelve un caso de divorcio, que no debe limitarse a
declarar el divorcio, sino que igualmente debe pronunciarse sobre los alimen-
tos que se deben entre sí los cónyuges, aún cuando somos de la opinión que
para estos casos si debe haber una pretensión específica sobre alimentos, y
de no haberlo no tiene objeto un pronunciamiento sobre este tópico, en tanto
que para los mayores de edad no se presume el estado de necesidad, y ade-
más no tendríamos referencia alguna sobre los otros elementos para pronun-
ciarse sobre la pretensión, esto es las necesidades del acreedor, y las posibili-
dades del deudor. Sin embargo en lo que atañe a los menores de edad, el juez
en su función tuitiva si debe velar por establecer los alimentos de ellos, y por
ende hay una obligación legal para dejar cubiertos estas necesidades seña-
lando quien debe prestarlos.
101
Benjamín Aguilar Llanos
102
Alcances y repercusiones del Tercer Pleno Casatorio
se dicta una indemnización, la misma que incluso debe operar de oficio. Esta
interpretación que se hace de la norma citada, es una de las tantas que se han
dado del citado numeral por los jueces que han conocido temas afines, unos
en el sentido manifestado, esto es que la norma opere de oficio, y se dicte
una indemnización o adjudicación de bienes de la sociedad de gananciales, y
otros señalando que la indemnización solo cabe otorgarla cuando se ha soli-
citado, y que establecer un monto a pagar cuando no es parte de la preten-
sión, es atentar contra el principio de la congruencia. Ante interpretaciones
diversas, que no ayudan en nada a la predictibilidad, es que el Tercer Pleno
Casatorio fija criterios para interpretar el artículo 345-A, así como reconocer
cuándo estamos ante un cónyuge perjudicado, pronunciándose incluso por la
naturaleza de la indemnización.
103
Benjamín Aguilar Llanos
104
Alcances y repercusiones del Tercer Pleno Casatorio
Pleno se ha puesto en el caso de que haya una renuncia expresa por parte de
las partes procesales, respecto de una pretensión de indemnización o adju-
dicación de bienes comunes, sobre el particular creemos que igualmente no
debería fijarse indemnización alguna, por cuanto se está renunciando a dere-
chos patrimoniales de personas en pleno ejercicio de sus facultades, y en esa
medida no debería considerarse estos derechos como indisponibles.
7. Naturaleza de la indemnización
El Pleno analiza las diversas posturas respecto a la esencia jurídica de la
indemnización, por un lado los que abogan por considerar que se trata de un
derecho con carácter alimentario, otros señalando que responde a una natura-
leza reparadora, otros indemnizatoria, y el mismo Pleno sustentando la tesis
de que estamos ante una obligación legal, es decir, el derecho nace de la ley.
105
Benjamín Aguilar Llanos
106
Alcances y repercusiones del Tercer Pleno Casatorio
107
Benjamín Aguilar Llanos
V. A MANERA DE CONCLUSIÓN
1. Importante el Tercer Pleno Casatorio, en la medida que resulta
siendo orientador para la magistratura y también para los letrados,
sobre todo cuando se trata de uniformar los criterios sobre las rela-
ciones familiares que entran en conflicto.
108
El daño derivado de la separación
de hecho o del divorcio
en el Tercer Pleno Casatorio
(*)
Olga A. ALCÁNTARA FRANCIA
I. INTRODUCCIÓN
Algunos años han transcurrido desde que se publicó el Tercer Pleno
Casatorio y, desde entonces mucha “agua ha corrido bajo el puente”. Muchas
opiniones se han presentado por parte de distintos autores y estudiosos del
Derecho de Familia en nuestro medio. Nuestros especialistas han analizado,
por ejemplo, la aplicación del principio de congruencia(1) en los procesos
civiles; la interpretación realizada por el juez de primera instancia en el pro-
ceso de divorcio y el otorgamiento de una indemnización de oficio(2); de la
(*) Abogada. Máster en Derecho Empresarial por la Universidad de Lima, Máster en Derecho Europeo
por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), DEA en Derecho Civil por la Universidad Carlos
III de Madrid (España). Docente de las Facultades de Derecho de la Universidad de Lima y Univer-
sidad de San Martín de Porres.
(1) AGUILAR LLANOS, Benjamín. “El pronunciamiento del Tribunal Constitucional sobre la sepa-
ración de hecho y sus efectos económicos”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 24, Gaceta Jurí-
dica, Lima, junio de 2015, p. 16 y ss.
(2) MOSQUERA VÁSQUEZ, Clara Celinda. “La indemnización en el divorcio por separación de
hecho”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 24, Gaceta Jurídica, Lima, junio de 2015, p. 23 y ss;
BELTRÁN PACHECO, Patricia Janet. “De la tuitividad a la arbitrariedad. Cuando el juez por tute-
lar derechos… violenta derechos”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 24, Gaceta Jurídica, Lima,
junio de 2015, p. 30 y ss; DE LA FUENTE Y HONTAÑÓN, Rosario. “¿La indemnización otor-
gada por separación de hecho, cuando la demandada ha sido declarada rebelde, vulnera el principio
de congruencia?”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 24, Gaceta Jurídica, Lima, junio de 2015,
p. 31 y ss.
109
Olga A. Alcántara Francia
(3) MELLA BALDOVINO, Ana Miluska. “El otorgamiento de una indemnización por separación de
hecho sobre la base del artículo 345-A del Código Civil”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 24,
Gaceta Jurídica, Lima, junio de 2015, p. 52 y ss.; CABALLERO PINTO, Henry. “La interpretación
del artículo 345-A del Código Civil por el Tribunal Constitucional”. En: Gaceta Civil & Procesal
Civil. Nº 24, Gaceta Jurídica, Lima, junio de 2015, p. 62 y ss.
(4) CANALES TORRES, Claudia. “Responsabilidad civil en la separación de hecho: Justicia constitu-
cional vs. Justicia ordinaria”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 24, Gaceta Jurídica, Lima, junio
de 2015, p. 77 y ss.
(5) NAVEIRA, Maita. “La valoración del daño resarcible”. En: Anuario da Facultade de Dereito de la
Universidad A Coruña. Nº 7, 2003, p. 592.
110
El daño derivado de la separación de hecho o del divorcio en el Tercer Pleno Casatorio
(6) Así, son exponentes de la doctrina española: PUIG BRUTAU, L. Fundamentos de Derecho Civil.
Tomo II, Vol. III, Bosch, Barcelona, 1983, p. 192; CASTÁN TOBEÑAS, J. Derecho Civil español
común y foral. Tomo 4, Reus, Madrid, 1992, p. 998; SANTOS BRIZ, J. La responsabilidad civil.
Derecho sustantivo y Derecho procesal. 7ª edición, Montecorvo, Madrid, 1993, pp. 325 y 328; DE
ANGEL YAGÜEZ, R. Tratado de responsabilidad civil. Civitas, Madrid, 1993, p. 907; ALBALA-
DEJO, M. Derecho Civil. Tomo II (Derecho de obligaciones), Vol. Segundo, 9ª edición, Bosch, Bar-
celona, 1994; LACRUZ BERDEJO, J. L. Elementos de Derecho Civil II. Derecho de obligaciones.
Volumen Segundo, Dykinson, Madrid, 1999, p. 513; ROCA TRIAS, E. Derecho de daños. Textos
y materiales. 3ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 2000, p. 181; YZQUIERDO TOLSADA, M.
Sistema de responsabilidad civil, contractual y extracontractual. Dykinson, Madrid, 2001, p. 477
y VICENTE DOMINGO, E. en Reglero Campos, L.E (Coord.) Tratado de responsabilidad civil.
Aranzadi, Navarra, 2002, p. 260.
(7) Los autores entienden que esa imposibilidad puede deberse a diversos factores. Así, Lacruz, seguido
por Yzquierdo, señala que concurrirá esa imposibilidad siempre que no sea reiterable el statu quo
ante (LACRUZ BERDEJO, J. L., Elementos de Derecho Civil II... Ob. cit., p. 513). Para Encarna
Roca “puede ocurrir que la reintegración sea imposible, porque requiera inversiones muy costosas o
la intervención de un tercero, que no puede o no está dispuesto a colaborar, sin que pueda ser obli-
gado a ello, o bien porque sea imposible la reivindicación. Puede ocurrir también, que esta repara-
ción sea imposible porque se ha destruido el objeto, sin posibilidad de restauración o reparación”
(ROCA TRIAS, E. Derecho de daños. Textos y materiales. Ob. cit., p. 182). Vicente Domingo, por
su parte, recoge otro supuesto de imposibilidad de la reparación in natura, que es la que se produce
en relación con los daños no patrimoniales (VICENTE DOMINGO, E. en Reglero Campos, L.f.
(Coord.) Tratado de responsabilidad civil. Ob. cit., p. 260). Por último, se reputa también imposible
la reparación en forma específica respecto del daño moral y del lucro cesante, así como respecto de
bienes únicos que no tengan sustitutivos en el mercado o de daños corporales que no admitan dicha
forma de reparación conforme al estado de los conocimientos de la medicina en el momento de pro-
ducirse. Así se indica en AA.VV., “Reparación in natura y por equivalente: opciones de la víctima
en el Derecho español”, /nDret 02/2002, p. 4.
(8) NAVEIRA, Maita. “La valoración del daño resarcible”. En: Anuario da Facultade de Dereito de la
Universidad A Coruña. Nº 7, 2003, p. 593.
111
Olga A. Alcántara Francia
112
El daño derivado de la separación de hecho o del divorcio en el Tercer Pleno Casatorio
113
Olga A. Alcántara Francia
(16) FERRER I RIBA, Josep. “Relaciones familiares y límites del derecho de daños”. En: Indret. Octu-
bre, 2001, p. 15. Disponible online: [<www.indret.com>].
(17) Ídem.
114
El daño derivado de la separación de hecho o del divorcio en el Tercer Pleno Casatorio
Sin embargo, con acierto señala la profesora Santos Morón que lo prin-
cipal de la cuestión más allá de la naturaleza jurídica de la prestación a la que
se obliga el cónyuge es poder determinar cuándo se está frente a una situa-
ción de desequilibrio económico(21) que merezca ser indemnizado, pues como
(18) Entre otros, GARCÍA CANTERO, Gabriel. “Comentario a los artículos 97-101 del CC”. En:
Comentarios al Código Civil y Compilaciones forales. Tomo II, Madrid, 1982, pp. 437, 438; ROCA
TRÍAS, Encarnación. “De los efectos comunes a la nulidad, separación y divorcio, arts. 90-101”.
En: Comentarios a las reformas del Derecho de Familia. Vol. I, Tecnos, Madrid, 1984, p. 617;
CAMPUZANO TOMÉ, Herminia. La pensión por desequilibrio económico en los casos de separa-
ción y divorcio. Bosch, Barcelona, 1989, pp. 18-20.
(19) En un primer momento ROCA TRÍAS, Encarnación. “De los efectos comunes…”. Ob. cit.,
pp. 618, 639, mantuvo su carácter indemnizatorio. También lo mantienen así con posterioridad
MARÍN GARCÍA DE LEONARDO, Teresa. “La temporalidad de la pensión compensatoria en la
Ley 15/2005 de 8 de julio”. En: De Verda y Beamonte, J.R. (coord.), Comentarios a las reformas
de Derecho de familia de 2005. Thomson-Aranzadi, Navarra, 2006, p. 90; CASTILLA BAREA/
CABEZUELO ARENAS. “Disposiciones comunes a la nulidad, separación y divorcio”. En: M.
Yzquierdo/M. Cuena (Coords.), Tratado de Derecho de la familia. Vol. II, Thomson-Aranzadi,
Navarra, 2011, pp. 543-546.
(20) SANTOS MORÓN, María José. “Prestación compensatoria y prestación por trabajo doméstico.
¿Dos caras de una misma moneda?”. En: Indret. Nº 1, 2015, p. 7.
(21) En el mismo sentido se pronuncian RAGEL SÁNCHEZ, Luis Felipe. Estudio legislativo y jurispru-
dencial de Derecho civil: Familia. Dykinson, Madrid, 2001, p. 214 y ss., al expresar, citando a De
La Cámara, que “no cree que el fundamento jurídico de la pensión lo constituya lo que se ha llamado
principio de solidaridad post conyugal (...), tampoco es una indemnización, porque no descansa en
la culpa del deudor ni en una situación de riesgo creada por él (...) La pensión tiene una naturaleza
compensatoria del mayor empeoramiento económico sufrido por la separación o el divorcio”; SAN-
CHO VILLARREAL. “El deber de fidelidad conyugal como obligación jurídica y consecuencias de
su infracción”. En: Revista de Derecho de Familia. N° 11, abril, 2001, p. 106 y ss., quien menciona
“procede la pensión en aquellos supuestos en que concurre el dato objetivo del desequilibrio eco-
nómico con independencia de si el cónyuge favorecido con ella haya sido o no el responsable de la
ruptura matrimonial”; DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Sistema de Derecho Civil. Vol.
115
Olga A. Alcántara Francia
IV, Introducción, derecho de la persona, autonomía privada, persona jurídica. 7ª edición, Tecnos,
Madrid, 1990, p. 139 y ss.; ZARRALUQUI SÁNCHEZ-EZNARRIAGA, Luis. La pensión compen-
satoria de la separación conyugal y el divorcio. 2ª edición, Editorial Lex Nova, Valladolid, 2003,
p. 129; MONTERO AROCA, Juan; FLORS MATÍES, José y ARENAS GARCÍA, Rafael. Sepa-
ración y divorcio tras la Ley 15/2005. Tirant lo Blanch, Valencia, 2006, p. 204; CAÑETE QUE-
ZADA, Agustín. La pensión compensatoria: una visión de futuro, 2004, (<http://www.porticolegal.
com/pa_articulo.php?ref=180>); MARÍN GARCÍA DE LEONARDO, María Teresa. “Temporali-
dad de la pensión compensatoria en la Ley 15/2005 de 8 de julio”. En: De Verda y Beamonte, José
Ramón (Coord.), Comentarios a las reformas de Derecho de familia de 2005. Thomson - Aranzadi,
Navarra, 2006, p. 218; MARTÍNEZ ESCRIBANO, Celia. “Comentarios del nuevo artículo 97 del
Código Civil”. En: Guilarte Gutiérrez, Vicente (Director), Comentarios a la reforma de la separa-
ción y el divorcio (Ley 15/2005, de 8 de julio). Editorial Lex Nova, Valladolid, 2005, pp. 192 y 193;
SEOANE PRADO, Javier. “Prestaciones económicas: derecho de alimentos y pensión compensa-
toria”, en: González Poveda, Pedro y Gonzálvez Vicente, Pilar (Coordinadores), Tratado de Dere-
cho de Familia. Aspectos sustantivos y procesales. Sepín Editorial Jurídica, Madrid, 2005, p. 431;
VARGAS ARAVENA, David Gonzalo. Daños civiles en el matrimonio. Tesis Doctoral, Universi-
dad de Salamanca, 2009, p. 146.
(22) SANTOS MORÓN, María José. “Prestación compensatoria…”. Ob. cit., p. 7.
(23) LÓPEZ ALARCÓN, Mariano. El nuevo sistema matrimonial español. Tecnos, Madrid, 1983, pp.
360 y 363. En fechas muy posteriores, se inclinan todavía por esta postura; SAURA ALBERDI,
Beatriz. La pensión compensatoria: criterios delimitadores de su importe y extensión. Tirant lo
Blanch, Valencia, 2004, pp. 54, 55 y 147; y ROMERO COLOMA, Aurelia. “La extinción de la pen-
sión compensatoria por el cese de la causa que la motivó. Especial referencia a los trabajos ocasio-
nales”. En: Revista jurídica del Notariado. Nº 65, 2008, p. 302.
116
El daño derivado de la separación de hecho o del divorcio en el Tercer Pleno Casatorio
Ahora bien, en razón del poder discrecional del juez, esta interpreta-
ción no es uniforme pues se han presentado casos en donde los ingresos ínfi-
mos de la cónyuge han merecido la atribución de una prestación compensa-
toria que le permita cuidar de los hijos y mantenerse(27). Se vuelve entonces
al anterior cuestionamiento si basta la existencia de la disparidad económica
(24) SANTOS MORÓN, María José. “Prestación compensatoria…”. Ob. cit., p. 10.
(25) Ley 15/2005 de 8 de julio, por la que se modifican el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil
en materia de separación y divorcio. El artículo 97 del Código quedó redactado como sigue:
“El cónyuge al que la separación o el divorcio produzca un desequilibrio económico en relación con
la posición del otro, que implique un empeoramiento en su situación anterior en el matrimonio, ten-
drá derecho a una compensación que podrá consistir en una pensión temporal o por tiempo indefi-
nido, o en una prestación única, según se determine en el convenio regulador o en la sentencia.
A falta de acuerdo de los cónyuges, el Juez, en sentencia, determinará su importe teniendo en cuenta
las siguientes circunstancias:
◦ 1ª Los acuerdos a que hubieran llegado los cónyuges.
◦ 2ª La edad y el estado de salud.
◦ 3ª La cualificación profesional y las probabilidades de acceso a un empleo.
◦ 4ª La dedicación pasada y futura a la familia.
◦ 5ª La colaboración con su trabajo en las actividades mercantiles, industriales o profesionales del
otro cónyuge.
◦ 6ª La duración del matrimonio y de la convivencia conyugal.
◦ 7ª La pérdida eventual de un derecho de pensión.
◦ 8ª El caudal y los medios económicos y las necesidades de uno y otro cónyuge.
◦ 9ª Cualquier otra circunstancia relevante.
En la resolución judicial se fijarán las bases para actualizar la pensión y las garantías para su
efectividad”.
(26) Al respecto véanse las SSTS, 1a, 17/10/2008 (RJ 2008/5702); 28/4/2010 (RJ 2010/3554) o
05/09/2011 (RJ 2011/5677) que fijan pensiones temporales; o las SSTS, 1a, 29/09/2010 (RJ
2010/7147) y 14/03/2011 (RJ 2011/2772) en relación con pensiones indefinidas, citadas en SAN-
TOS MORÓN, María José. “Prestación compensatoria…”. Ob. cit., p. 10.
(27) STS, 1a, 17/07/2009 (RJ 2009/6474); STS, 1a, 16/11/2012 (RJ 2012/10435 ); STS, 1a, 16/07/2013
(RJ 2013/4639); STS, 1a, 20/11/2013 (RJ 2013/7823), citadas en SANTOS MORÓN, María José.
“Prestación compensatoria…”. Ob. cit., p. 20.
117
Olga A. Alcántara Francia
(28) Corte Suprema de la República. Tercer Pleno Casatorio Civil, Sentencia dictada en el Tercer Pleno
Casatorio Civil realizado por las Salas Civiles Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Jus-
ticia de la República del Perú. Casación Nº 4664-2010-Puno, p. 52.
(29) Corte Suprema de la República. Tercer Pleno Casatorio Civil… Ob. cit., p. 53 y ss.
(30) En el mismo sentido, Alfaro Valverde, señala con acierto que las distinciones fundamentales entre
la prestación compensatoria y la pensión alimenticia se aprecia en el ámbito objetivo.- La primera
tiene como fin la indemnización por la inestabilidad; mientras que la segunda se establece para la
cobertura de necesidades. En el ámbito subjetivo.- La indemnización estudiada solo puede acor-
darse en beneficio del cónyuge o mejor dicho ex cónyuge perjudicado por la separación de hecho.
118
El daño derivado de la separación de hecho o del divorcio en el Tercer Pleno Casatorio
119
Olga A. Alcántara Francia
(31) SANTOS MORÓN, María José. “Prestación compensatoria…”. Ob. cit., p. 18.
(32) Ídem.
120
El daño derivado de la separación de hecho o del divorcio en el Tercer Pleno Casatorio
de los cónyuges dado que los roles que asumen cada uno de ellos durante
el matrimonio resultan de las relaciones establecidas entre ellos(33). Por otro
lado, la apreciación del “desequilibrio económico” debiera orientarse en fun-
ción a ciertos criterios, tales como la edad, la cualificación profesional o téc-
nica del cónyuge, o su ausencia; su estado de salud, su capacidad de inserción
laboral, etc.
(33) En coincidencia con lo afirmado, ALFARO VALVERDE, Luis Genaro. “Reflexiones en torno a la
naturaleza jurídica de la indemnización…”. Ob. cit., p. 40.
(34) SANTOS MORÓN, María José. “Prestación compensatoria…”. Ob. cit., p. 25.
121
Olga A. Alcántara Francia
(35) CARREÓN ROMERO, Francisco. “La indemnización del daño en los procesos de divorcio por
separación de hecho”. En: Libro de especialización en Derecho de Familia. Consejo Ejecutivo del
Poder Judicial, Lima, 2012, p. 51 y ss.
122
El daño derivado de la separación de hecho o del divorcio en el Tercer Pleno Casatorio
(36) CARREÓN ROMERO, Francisco. “La indemnización del daño en los procesos de divorcio por
separación de hecho…”. Ob. cit., p. 52.
(37) Corte Suprema de la República. Tercer Pleno Casatorio Civil… Ob. cit., p. 53.
123
Olga A. Alcántara Francia
(38) Corte Suprema de la República. Tercer Pleno Casatorio Civil… Ob. cit., p. 64.
124
El daño derivado de la separación de hecho o del divorcio en el Tercer Pleno Casatorio
125
Olga A. Alcántara Francia
126
El desalojo por ocupación precaria
a la luz del Cuarto Pleno
Casatorio Civil (*)
(**)
Francisco Javier AVENDAÑO ARANA
(***)
Luis Felipe DEL RISCO SOTIL
I. INTRODUCCIÓN
Partiendo de una visión tradicional del proceso de desalojo por ocupa-
ción precaria, el poseedor siempre ha sido considerado como la parte débil de
la relación jurídica y, por tanto, merecedor de especial cuidado y protección.
¡El poderoso reclamante contra el ocupante endeble! Se entendía que el pro-
pietario podía “abusar” de su derecho a desalojar al acupante, quien “injusta-
mente” tendría que salir del inmueble en el que probablemente había vivido
muchos años y buscar, con mucha dificultad, otro lugar donde instalarse.
(*) Los autores agradecen la valiosa colaboración de Christian Fabricio Basaldua Chincha y Luis
Diego Vargas Sequeiros, estudiantes de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Cató-
lica del Perú.
(**) Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) con Maestría por la Universi-
dad de Boston. Abogado especializado en Derecho Inmobiliario. Profesor de Derecho Civil de la
PUCP y socio del Estudio Jorge Avendaño Abogados.
(***) Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Profesor de Derecho Civil de la
PUCP y socio del Estudio Jorge Avendaño Abogados.
127
Francisco Javier Avendaño Arana / Luis Felipe Del Risco Sotil
El caso que nos ocupa se trata de un esfuerzo judicial singular para darle
un enfoque distinto al problema del desalojo por precario. Se brinda una res-
puesta diferente a la pregunta sobre quién debe ser sujeto de protección espe-
cial en este proceso y, en definitiva, cuál debe ser la aspiración legal de nues-
tro ordenamiento: ¿debe ofrecerse una tutela rápida y eficaz a quién tiene
derecho a la posesión sobre el bien o debe cautelarse la posesión actual hasta
que esta sea vencida en largos y complejos procesos judiciales que diluciden
todo el fenómeno posesorio y los elementos asociados a él? En otras pala-
bras, ¿debe promoverse o limitarse el proceso de desolojo?
1. En la jurisprudencia
¿Cuál era la problemática que pretende ser resuelta a través del Cuarto
Pleno Casatorio? ¿Cuál era la situación que ameritó que los jueces de la
128
El desalojo por ocupación precaria a la luz del Cuarto Pleno Casatorio Civil
129
Francisco Javier Avendaño Arana / Luis Felipe Del Risco Sotil
suficiente que le permita fallar de manera que pueda brindar una tutela efec-
tiva al derecho a la posesión.
130
El desalojo por ocupación precaria a la luz del Cuarto Pleno Casatorio Civil
2. En doctrina
El artículo 911 del Código Civil establece que: “La posesión precaria es
la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido”. Esta
definición legal, aunque sencilla en su formulación, ha generado un extenso
debate en doctrina nacional.
(1) GONZALES BARRÓN, Gunther. Derechos Reales. Ediciones Legales, Lima, 2009, pp. 176-177.
(2) AVENDAÑO VALDEZ, Jorge. “Las modificaciones del Libro de los Derechos Reales”. En: Insti-
tuto de Investigación Jurídico Nacional, Reforma del Código Civil peruano. Gaceta Jurídica, 1988,
p. 201.
131
Francisco Javier Avendaño Arana / Luis Felipe Del Risco Sotil
preexamen sobre quién tiene el derecho, por lo cual lo que se decida allí no
afecta en nada lo que se pueda ver en otro proceso más largo(3).
(3) MEJORADA CHAUCA, Martín. “Precario ¿y qué?”. En: Actualidad Jurídica. N° 151, Gaceta Jurí-
dica, Lima, junio 2006, p. 60.
(4) TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. “¿En qué consiste la posesión precaria?”. En: Actualidad Jurídica.
Tomo 139, Gaceta Jurídica, Lima, abril, 2005, p. 91.
132
El desalojo por ocupación precaria a la luz del Cuarto Pleno Casatorio Civil
133
Francisco Javier Avendaño Arana / Luis Felipe Del Risco Sotil
El primer párrafo del artículo 585 del Código Procesal Civil establece
que: “La restitución de un predio se tramita con arreglo a lo dispuesto para el
proceso sumarísimo y las precisiones indicadas en este Subcapítulo”.
Antes del Cuarto Pleno Casatorio existían ocupantes que sostenían que
nadie les había entregado o cedido la posesión del bien, por lo que no tenían
un deber de restitución a su cargo. Se trataban de posesiones directas o deri-
vadas de un tercero distinto al titular demandante. Bajo esta perspectiva, no
se tenía en estricto obligación de “devolver”, toda vez que el demandante no
les había entregado la posesión del bien. Con este argumento, los demandan-
dos impedían que se les ordene restituir el bien que estaban ocupando.
134
El desalojo por ocupación precaria a la luz del Cuarto Pleno Casatorio Civil
natural, al titular del derecho a poseer. Nótese que no es necesario que exista
un vínculo previo entre el demandante y el demandado para que nazca este
deber de restitución, el cual no tiene un origen convencional sino que es
esencialmente legal.
135
Francisco Javier Avendaño Arana / Luis Felipe Del Risco Sotil
(iii) Cuando el título del poseedor esté inmerso en una causal de inva-
lidez absoluta y esta sea evidente, conforme a los artículos 219 y
220 del Código Civil. Este caso se presenta, por ejemplo, cuando
durante el trámite del proceso de desalojo el juez advierte que el
título posesorio adolece de simulación absoluta o hubiera sido prac-
ticado por una persona absolutamente incapaz. En dichos supuestos,
evidentemente el juez no puede declarar la nulidad del acto jurídico,
sino que considerará tal circunstancia para efectos de declarar fun-
dada o infundada la demanda de desalojo, analizando la nulidad en
la parte considerativa de la sentencia.
136
El desalojo por ocupación precaria a la luz del Cuarto Pleno Casatorio Civil
(5) La Corte Suprema ha tenido la oportunidad de tratar otros casos asociados a la precarie-
dad, donde el origen del título del demandado está basado en vínculos de parentesco (Casación
137
Francisco Javier Avendaño Arana / Luis Felipe Del Risco Sotil
Debemos anotar que se han formulado diversas críticas contra los supues-
tos de precariedad establecidos por la Corte Suprema. Así, por ejemplo, en
el caso del quinto supuesto referido a la usucapión, Gonzales Barrón mani-
fiesta que no existe una tutela igualitaria para las partes debido a que si bien
al demandado en un proceso de desalojo se le da un plazo para que pueda res-
ponder la demanda, este tiempo es demasiado corto para recabar la prueba de
la prescripción. Así, señala que se trata de solo cinco (5) días, lo que implica
que no haya tiempo suficiente para poder juntar los medios probatorios que se
van a presentar, por lo que aumentan las posibilidades de que se ordene ir a un
proceso posterior a la hora de discutir la prescripción adquisitiva(6).
138
El desalojo por ocupación precaria a la luz del Cuarto Pleno Casatorio Civil
“En todos los casos descritos, el juez del proceso no podrá expe-
dir una sentencia inhibitoria, sino que deberá pronunciarse sobre el
fondo de la materia controvertida, en el sentido de que corresponda,
conforme a los hechos y la valoración de las pruebas aportadas”.
Esta sexta regla nos permite observar el criterio que sirvió de base para
el pronunciamiento de los magistrados. El objetivo del Cuarto Pleno Casa-
torio es claro y está orientado a brindar una protección eficaz al derecho a la
posesión y a que los jueces, en todos los casos, se pronuncien sobre esta titu-
laridad, que es lo que realmente debe ocurrir en el proceso de desalojo. Existe
ahora una prohibición a la inhibición que esperemos se produzca en la prác-
tica judicial. Todos los jueces deben pronunciarse sobre el fondo del asunto
controvertido, en función de la información y pruebas aportadas al proceso.
139
Francisco Javier Avendaño Arana / Luis Felipe Del Risco Sotil
140
Análisis crítico del Quinto Pleno Casatorio
Civil y algunas alternativas de solución
para superar la rígida preclusión temporal
(*)
Jimmy J. RONQUILLO PASCUAL
I. INTRODUCCIÓN
El Quinto Pleno Casatorio Civil (Casación N° 3189-2012-Lima), de
fecha 03/01/2013 y publicado el 09/08/2014, ha establecido como precedente
vinculante lo siguiente:
(*) Profesor de Derecho Civil. Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Con estudios concluidos de Maestría en Derecho Civil en la Pontificia Universidad Católica del
Perú. Asistente de juez superior en la Corte Superior de Justicia de Lima.
141
Jimmy J. Ronquillo Pascual
142
Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
(1) Hemos tenido oportunidad de analizar críticamente el Quinto Pleno Casatorio Civil en: RONQUI-
LLO PASCUAL, Jimmy. “El Quinto Pleno Casatorio Civil y una oportunidad perdida para reva-
lorizar el rol de la jurisprudencia”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Tomo 15, Gaceta Jurídica,
setiembre, 2014, pp. 51-83.
143
Jimmy J. Ronquillo Pascual
(2) Es pertinente precisar que debemos distinguir entre negocio jurídico y acto jurídico. En efecto, el
acto jurídico comprende todos los comportamientos o hechos del hombre a los cuales el ordena-
miento jurídico les atribuye efectos jurídicos, comprende, entonces, como subcategorías al nego-
cio jurídico y al acto jurídico en sentido estricto, diferenciándose estos en que en el primero, los
efectos jurídicos serán determinados por la o las partes, es decir, están previstos en el mismo regla-
mento negocial; mientras que, en el segundo, los efectos jurídicos están predeterminados por la ley,
se generarán por la sola realización del acto. En el negocio jurídico el ordenamiento jurídico valora
el reglamento privado producido por las partes; y en el acto jurídico en sentido estricto, el ordena-
miento valora la sola realización del acto. Así, por ejemplo, son negocios jurídicos: el contrato, el
testamento, la promesa unilateral, etc.; y son actos jurídicos en sentido estricto, entre otros: el matri-
monio, la adopción, la aprehensión, la promesa de esponsales, el reconocimiento de un hijo. Para
una distinción de estas categorías, permítasenos remitirnos a: BETTI, Emilio. Teoría General del
Negocio Jurídico. Traducción y concordancias con el derecho español por A. MARTÍN PÉREZ,
Editorial Comares, Granada, 2000, p. 2 y ss.; BIGLIAZZI GERI, Lina; BRECCIA, Humberto;
BUSNELLI, Francesco; NATOLI, Ugo. Derecho Civil. Hechos y actos jurídicos. Tomo I, Vol. II,
Traducción de Fernando Hinestrosa, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1995, p. 575 y
ss.; FERRI, Luigi. Lecciones sobre el contrato. Curso de Derecho Civil. Traducción efectuada por
Nélvar CARRETEROS TORRES, Presentación, notas y edición al cuidado de Rómulo Morales
Hervias y Leysser L. León; 1ª edición, Grijley, Lima, 2004, p. v y ss.; SANTORO PASSARELLI,
Francesco. Doctrinas Generales del Derecho Civil. Traducción y concordancias de Derecho espa-
ñol por A. LUNA SERRANO, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1964, pp. 111 y 112.
Ahora bien, el hecho de que nuestro Código Civil haga referencia al acto jurídico, y no así al nego-
cio jurídico (que es lo correcto) se debe aun proceso erróneo de traducciones sucesivas, como deta-
lladamente ha evidenciado el profesor Leysser León a cuyo trabajo nos remitimos: LEÓN HILA-
RIO, Leysser. “Las malas lecturas y el proceso de codificación civil en el Perú. El acto jurídico, el
negocio jurídico y la historia de una confusión”. En: Proceso & Justicia. Nº 2, Lima, 2002, p. 121
y ss.
144
Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
privada patológicos (entre los cuales se encuentran los actos colegiales, cate-
goría que corresponde a los acuerdos adoptados en asociaciones(3)), esto es,
la inexistencia, la nulidad o la anulabilidad, sino que emplea los términos:
“impugnar”, “acciones impugnatorias” e “impugnación”. Pues bien, es el
significado de estos términos –que bien pueden reducirse a uno: impugna-
ción o impugnabilidad– lo que debe determinarse para comenzar a desentra-
ñar el verdadero significado del artículo 92 del Código Civil: ¿Se trata de un
término con el que se hace referencia indistinta a las categorías de inexisten-
cia, nulidad, anulabilidad e ineficacia?(4) ¿O se trata de un término con el que
se está haciendo referencia a una de las específicas categorías que regula el
Libro II del Código Civil, esto es, a la inexistencia, a la nulidad, a la anulabi-
lidad o a la ineficacia?(5). La interpretación histórico-comparativa –que ni por
(3) Los negocios jurídicos pueden ser clasificados en función de distintos criterios de distinción (nego-
cios inter vivos y mortis causa, negocios gratuitos y onerosos, negocios unilaterales y bilaterales,
etc). Ahora bien, dentro de los negocios unilaterales encontramos a aquellos con parte plurisubje-
tiva (varias personas integran una misma parte o centro de intereses) como son: el acto colectivo,
el acto complejo y el acto colegial (GAZZONI, Francesco. Manuale di diritto privato. VII edizione
aggiornata, Edizioni Scientifiche Italiane, Napoli, 1998, pp. 89 a 91).
Nos encontramos frente a un acto colegial “cuando el acto es atribuible a un sujeto distinto de
aquellos que le han dado existencia y es expresión de intereses igualmente pertenecientes a dicho
diverso sujeto. El acto colegial, por su naturaleza, se produce sobre la base de una mayoría de
votos, precisamente porque se trata de dar vida a un acto que expresa intereses propios de un sujeto
distinto del declarante”: GAZZONI, Francesco. Ob. cit., p. 91. Entonces, el acuerdo asambleario
tiene la naturaleza jurídica de un acto colegial, “en el cual se funden las declaraciones de los indi-
viduos que actúan como componentes del órgano colegial” (SANTORO PASSARELLI, Francesco.
Ob. cit., p. 254) o colegiado, siendo el órgano más importante, en el caso de las asociaciones, la
asamblea general; de donde se tiene que la celebración de un acto colegial requiere de una organi-
zación jurídica previa, por lo que su relevancia y validez no está supeditada a la sola presencia del
órgano colegial, sino que es necesario que el acto en cuestión se celebre cumpliendo determinadas
fases u observando los elementos constitutivos de un procedimiento formativo legalmente previsto,
tales como, la convocatoria (en la que debe respetarse el principio de dualidad de convocatorias, la
legitimidad para convocar, establecerse en la agenda los puntos a tratarse, etc.), el quorum, la vota-
ción, etc.
(4) Tal es la solución adoptada en el Pleno Casatorio y respaldada por un importante sector de la doc-
trina: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de las personas. Tomo II, 6ª edición, Grijley, Lima,
2012, pp. 300 y 301; Íd. “La interpretación vinculante del artículo 92 CC. Una toma de posición res-
pecto del concepto de impugnación”. En: Actualidad Civil. Nº 2, agosto, 2014, pp. 24-31; CIEZA
MORA, Jairo. “El Quinto Pleno Casatorio Civil y el principio de especialidad”. En: Actualidad
Jurídica. Tomo 228, Lima, noviembre, 2012, p. 82; Id. “La impugnación judicial de acuerdos en la
persona jurídica no lucrativa y la invalidez del negocio jurídico: Comentario al V Pleno Casatorio
Civil”. En: Actualidad Civil. Nº 2, agosto, 2014, pp. 36-67. Para una exposición más amplia de las
ideas de este último autor, véase: CIEZA MORA, Jairo. Problemática de la nulidad y la impugna-
ción de los acuerdos de las sociedades y asociaciones. Análisis doctrinario, legislativo y jurispru-
dencia. 1ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2012.
(5) Nosotros hemos respondido afirmativamente, especificando que con el término impugnabilidad
se está haciendo referencia a la categoría de la anulabilidad: RONQUILLO PASCUAL, Jimmy.
“Las patologías y los remedios en los acuerdos de una persona jurídica sin fines de lucro ¿Es la
145
Jimmy J. Ronquillo Pascual
impugnación un remedio autónomo?”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Tomo 10, Gaceta Jurí-
dica, Lima, abril, 2014, pp. 125-150; Ídem, “El Quinto Pleno Casatorio Civil y una oportunidad
perdida para revalorizar el rol de la jurisprudencia”. Ob. cit., pp. 51-83.
(6) SCUTO, Carmelo. Istituzioni di Diritto Privato. Volume I, “Parte Generale”, Settima edizione
riveduta, Libreria Internazionale Treves Di Leo Lupi, Napoli, 1955, pp. 112-115.
146
Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
(7) TARELLO, Giovanni. “La interpretación de la Ley”, Prólogo de Riccardo GUASTINI, Traducción
y nota introductoria de Diego DEI VECCHI, 1ª edición, Palestra Editores, Lima, 2013, p. 330.
(8) REVOREDO DE DEBAKEY, Delia (Compiladora). Código Civil. Exposición de Motivos y
Comentarios. IV, 3ª edición, Lima, 1988, p. 197. También puede verse: FERNÁNDEZ SESSA-
REGO, Carlos. Derecho de las Personas. Exposición de Motivos y Comentarios al Libro Primero
del Código Civil peruano. 10ª edición actualizada, Grijley, Lima, 2007, p. 309.
(9) Tomado de: Instituciones Políticas y Jurídicas de los Pueblos Modernos. Apéndice al Tomo VIII.
“Código Civil Suizo. Aprobado en 10 de diciembre de 1907”, Establecimiento Tipográfico de Los
Hijos de F. Marqués, Madrid, 1908.
(10) LEÓN BARANDIARÁN, José. Tratado de Derecho Civil peruano. Tomo I: “Título Preliminar y
Derecho de las Personas”. 1ª edición, WG Editor, Lima, 1991, p. 251.
147
Jimmy J. Ronquillo Pascual
(11) LOEWENWARTER, Víctor. Derecho Civil Alemán Comparado. Con las características del Dere-
cho Comercial. 2ª edición refundida, Editorial Nascimento, Santiago, 1943, p. 9; ALESSANDRI
R., Arturo; SOMARRIVA U., Manuel; y VODANOVICH H., Antonio. Tratado de Derecho Civil.
Partes Preliminar y General. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1988, p. 102.
(12) A esta conclusión nos permite llegar Andreas von Tuhr cuando precisa las causales de impugna-
ción: “Las causas de impugnación que regula el código son los llamados vicios de la voluntad: el
error y la falsa transmisión de la declaración, el dolo y la intimidación (arts. 119 y ss.). En cier-
tos casos la impugnación corresponde aun por otros motivos: el matrimonio y su confirmación
pueden ser impugnados por falta del asentimiento del representante legal (art. 1331); las delibera-
ciones de la asamblea general de la sociedad por acciones y de la cooperativa, por violación de
la ley o de los estatutos (arts. 271, cód. com., y 51, ley de cooperativas)” [el resaltado es nuestro]:
TUHR, Andreas von. Derecho Civil. Teoría General del Derecho Civil alemán. Volumen II, “Los
Hechos Jurídicos”, Traducción de Tito RAVÁ, Marcial Pons, Barcelona, 2005, p. 272.
(13) Artículo 271 del Código de Comercio alemán de 1900.- “Contra el acuerdo de la Junta general
que suponga infracción de ley o del contrato social podrá entablarse demanda ante los Tribunales.
La demanda deberá entablarse en el plazo de un mes.
Estará autorizado para formularla todo accionista que haya concurrido a la Junta general, siempre que
haya hecho consignar en el acta de la misma su oportuna protesta, y todo accionista no concurrente,
siempre que indebidamente se le haya negado el derecho a concurrir o que funde su reclamación en
la irregularidad de la convocatoria o del anuncio de las cuestiones sometidas a la deliberación. La
impugnación que se funde en que por el acuerdo se disponen devoluciones o nuevas aportaciones por
valor superior al que fijen la ley o el contrato social, solo será procedente cuando la participación del
accionista o accionistas que lo sostengan ascienda a la vigésima parte del capital social.
Podrían entablar además la demanda la Dirección o cualquiera de sus miembros o del Consejo de
inspecciones siempre que se trate de disposiciones con cuya ejecución cometan actos indebidos o
contradigan responsabilidades para con los acreedores de la sociedad” (el resaltado es nuestro).
Tomado de: “Texto del Código de Comercio del Imperio alemán”. Promulgado en 10 de mayo de
1807 y vigente desde el 1 de enero de 1900, Versión castellana por la redacción de la Revista de los
Tribunales y de Legislación Universal, Centro de Publicaciones Jurídicas, Madrid, 1899, p. 34.
(14) Da cuenta de todo esto Andreas von Tuhr: “¿Qué remedios jurídicos tiene el miembro para defen-
derse contra las resoluciones [entiéndase, deliberaciones] contrarias a la ley o a los estatutos y que,
por tanto, son nulas? En la sociedad anónima, el código de comercio (arts. 271 y ss.) ha estructu-
rado la invalidez de las resoluciones de la asamblea general como un caso de impugnabilidad,
condicionándola a ciertos supuestos; la impugnación se realiza por acción judicial en el término
de un mes; la acción solo compete a los miembros que objetaron la deliberación; puede orde-
narse una prestación de garantía para el daño que sufra la sociedad a raíz de una impugnación carente
de fundamento. De tal manera las deliberaciones están protegidas del peligro de contestaciones
148
Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
infundadas y tardías, lo que es muy importante para el desarrollo normal de la sociedad. De acuerdo
con el artículo 51 de la ley pertinente, las mismas disposiciones rigen para la cooperativa inscrita,
y, por analogía, la jurisprudencia las aplica también a la sociedad de responsabilidad limitada. En
cuanto a la asociación, la segunda comisión rechazó una propuesta semejante que se había pre-
sentado. En razón de su naturaleza positiva no se pueden transferir a las asociaciones las dispo-
siciones del código de comercio sobre impugnación de las resoluciones; por tanto, en la asocia-
ción deben considerarse nulas las resoluciones inválidas de la asamblea. De lo que se sigue el
directorio no debe ejecutarlas y responde si su ejecución causó daños a la asociación; que al juez del
registro no le está permitido realizar inscripciones fundadas en deliberaciones inválidas (por ejem-
plo, de una modificación de estatutos que no se resolvió con la mayoría necesaria); que los miem-
bros y los terceros tienen derecho de ignorar esas deliberaciones (por ejemplo, el miembro no está
obligado a pagar un aporte que se estableció con una resolución inválida); que el tercero puede con-
testar el poder de representación del directorio que le demanda, si su nombramiento fue inválido”
(el resaltado es nuestro): TUHR, Andreas von. Derecho Civil. Teoría General del Derecho Civil Ale-
mán. Volumen I, “Las personas”. Traducción de Tito RAVÁ, Marcial Pons, Madrid, 1999, p. 523.
(15) Esto se infiere no solo de la legislación, como acabamos de ver en el pie de página que ante-
cede, sino también de la doctrina alemana: LEHMANN, Heinrich. Tratado de Derecho Civil. Parte
General. Vol. I, Traducción de la última edición alemana con notas de Derecho español por José
Mª Navas, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1956, p. 252: “La impugnabilidad es una
nulidad pendiente de la voluntad de n participante determinado, unida a la admisión de una validez
provisional”. “Entran en consideración como causas de impugnación: el error, el dolo, la intimida-
ción antijurídica (§ § 119 y 123) la declaración de voluntad inexacta (§ 120)”: Ídem, pp. 252 y 253.
“La impugnación eficaz anula totalmente el negocio con efecto retroactivo (‘ex tunc’); este deberá
ser considerado desde el principio como nulo (§ 142)”: Ídem, pp. 254 y 255. “El negocio impugna-
ble puede ser confirmado (§ 144, I). La confirmación significa renuncia al derecho de impugnación
(no es precisa nueva conclusión del negocio, como acontece en el negocio nulo)”: Ídem, p. 256.
ENNECCERUS, Ludwig; KIPP, Theodor; WOLFF, Martín. Tratado de Derecho Civil. Parte Gene-
ral. Primer tomo, Volumen segundo, Décimo tercera revisión por Hans Carl Nipperdey. Traducción
de la 39ª edición alemana con estudios de comparación y adaptación a la legislación y jurispruden-
cia española por Blas PÉREZ GONZÁLEZ y ALGUER, José. Bosch, Barcelona, 1935, p. 175: “La
impugnabilidad es, pues, en realidad, una nulidad que depende de la voluntad del que tiene derecho
a impugnar”. “Mientras que en los casos de disconformidad consciente entre la voluntad y la decla-
ración, el CC, como hemos visto, declara nulo el negocio jurídico con excepción del caso de reserva
mental, en los casos de disconformidad inconsciente solo da lugar a una nulidad que depende de la
voluntad del que cometió el error y de la declaración de esta voluntad en tiempo oportuno. A esta
nulidad que depende de que se declare en tiempo oportuno que el negocio no debe valer, el CC la
llama impugnabilidad”: Ídem, p. 185.
(16) Del mismo modo, en el sistema francés tampoco se habla anulabilidad (como en el nuestro) sino
de nulidad relativa, frente a la nulidad absoluta que, para nosotros, vendría a ser la nulidad. Ver por
149
Jimmy J. Ronquillo Pascual
todos: LARROUMET, Christian. Teoría General del Contrato. Volumen I, Traducción de Jorge
Guerrero, Editorial Temis, Santa fe de Bogotá, 1993, p. 429 y ss.
(17) ALBALADEJO, Manuel. El negocio jurídico. 2ª edición, Bosch, Barcelona, 1993, p. 423.
(18) Ídem, p. 424.
(19) RUBIO CORREA, Marcial. “Nulidad y anulabilidad. La invalidez del acto jurídico”. Volumen IX,
En: Para leer el Código Civil. Fondo Editorial PUCP, Lima, 2003, p. 29.
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Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
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Jimmy J. Ronquillo Pascual
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Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
(22) MARZIALE, Giuseppe. “L’invalidità delle deliberazioni delle società di capitali e il ruolo del giu-
dice”. En: L’attività del giudice. Mediazione degli interessi e controllo delle attività, a cura di Mario
Bessone, G. Giappichelli Editore, Torino, 1997, p. 192.
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Jimmy J. Ronquillo Pascual
(23) Acertadamente se ha dicho que: “[L]a distinción entre inexistencia y nulidad asume una particu-
lar importancia en vista del tratamiento de la conversión, dado que esta presupone la existencia del
negocio que se intenta convertir (umdeuten) en otra figura negocial de tipo afín”: TONDO, Salva-
tore. “Invalidità e inefficacia del negocio giuridico”. En: Novísimo Digesto Italiano. Tomo VIII,
UTET, Torino, 1965, p. 996.
(24) Artículo 1418 del Código Civil italiano. “Causas de nulidad del contrato: El contrato es nulo
cuando es contrario a normas imperativas, salvo que la ley disponga lo contrario (…)”.
(25) Artículo 6 del Código Civil francés: “No cabe excluir, por acuerdos entre particulares, las leyes
que afecten al orden público y a las buenas costumbres”.
(26) § 134 del Código Civil alemán. “Prohibición legal: Un negocio jurídico contrario a una prohibi-
ción legal es nulo, a no ser que de la ley resulte otra cosa”.
(27) § 138 del Código Civil alemán. “Negocio jurídico contra las buenas costumbres; usura: (1) Un
negocio jurídico contrario a las buenas costumbres es nulo (…)”
(28) Conforme enseña una autorizada doctrina: BIGLIAZZI GERI, Lina; BRECCIA, Umberto; BUS-
NELLI, Francesco; NATOLI, Ugo. Ob. cit., p. 994 y ss.; También: TOMMASINI, Raffaele. Voz:
“Invalidità (Diritto Privato)”. En: Enciclopedia del Diritto. Tomo XXII, Giuffrè Editore, 1972,
pp. 580-583: El negocio jurídico atraviesa por tres tipos de calificaciones. La primera de ellas
es denominada juicio de relevancia, en donde se constatará si el hecho fáctico presenta algu-
nos datos mínimos que permitan identificarlo como negocio jurídico (SANTORO PASSARELLI,
Francesco. Ob. cit., p. 296; CARIOTA FERRARA, Francesco. El negocio jurídico. Traducción,
prólogo y notas de Manuel ALBALADEJO, Aguilar, Madrid, 1956, p. 276; BONILINI, Gio-
vanni. “L’invalidità del contratto”. En: AA.VV. Istituzioni di diritto privato, a cura de Mario BES-
SONE, ottava edizione, Giappichelli Editore, Torino, 2001, p. 734). Solo si el hecho fáctico ha sido
154
Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
lo que significa que la invalidez supone que el negocio jurídico ha sido cali-
ficado como existente(29). En ese sentido, se ha afirmado que “la inexisten-
cia es la forma más radical de ineficacia y, lógicamente, la primera de ellas,
en tanto excluye, de por sí, las demás figuras, atendiendo a la irrefutable cir-
cunstancia de que el negocio que no existe no puede ni siquiera ser inválido o
ineficaz en sentido estricto”(30), y, en similares términos, que: “[P]ara que un
hecho sea válido o inválido primero debe ser un hecho relevante: de un hecho
irrelevante no se puede decir jamás que sea válido o inválido. Es, entonces,
posible distinguir fattispecie relevantes y válidas y fattispecie relevantes pero
inválidas”(31); en otras palabras, solo un negocio jurídico relevante puede ser
nulo o anulable, mientras que un negocio irrelevante no podría ser ni siquiera
nulo.
calificado como relevante podrá pasarse a la segunda calificación conocida como juicio de vali-
dez, aquí se constatará si el negocio jurídico es conforme o no a las directrices del ordenamiento
jurídico, en el primer caso, nos encontraremos frente a un negocio válido y, en el segundo, ante
uno inválido. Finalmente, después de constatar si el negocio es válido o inválido, llegaremos al jui-
cio de eficacia, en el que se verificará, precisamente, la eficacia del mismo, teniendo en cuenta que
un negocio válido es potencialmente más idóneo para producir efectos jurídicos, empero ello no
implica que será siempre eficaz, piénsese, por ejemplo, en el negocio sometido a una condición o
plazo suspensivo (en estos casos nos encontramos frente a un negocio relevante, válido pero inefi-
caz); mientras que un negocio inválido no tiene la misma idoneidad potencial para producir efec-
tos jurídicos, lo que tampoco implica que será siempre ineficaz, piénsese, por ejemplo, en el nego-
cio anulable, que aun cuando inválido produce una eficacia precaria (en este caso nos encontramos
frente a un negocio relevante, inválido pero eficaz).
(29) SANTORO PASSARELLI, Francesco. Ob. cit., p. 296: “[H]ay que distinguir entre la falta que per-
mita, con todo, la identificación jurídica del negocio –falta que produce únicamente la invalidez–
y la falta que, por el contrario, impide la identificación del negocio, que es, por esto, jurídicamente
inexistente”.
(30) SCOGNAMIGLIO, Renato. Contribución a la teoría del negocio jurídico. Traducción y notas de
Leysser L. LEÓN, 1ª edición, Grijley, Lima, 2004, p. 425.
(31) TOMMASINI, Raffaele. Ob. cit., p. 581. En el mismo sentido SANTORO PASSARELLI, Fran-
cesco. Ob. cit., p. 295: “La inexistencia jurídica del negocio no puede resumirse en la noción de la
invalidez, puesto que solo un negocio existente puede ser válido o inválido”. También CARIOTA
FERRARA, Francesco. Ob. cit., p. 275: “La invalidez, incluso en esta forma más grave [entiéndase,
la nulidad], presupone la existencia del negocio. Solo lo que existe puede calificarse como válido o
inválido” (el agregado entre corchetes es nuestro).
155
Jimmy J. Ronquillo Pascual
156
Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
art. 128 del CC); puede convertirse en otro negocio del cual tenga
los elementos (art. 1424(38) del CC). Todo esto es imposible para
los negocios inexistentes. En cuanto son lógicamente inconcebibles
como negocios y carecen de supuesto de hecho incluso solo exterior;
por consiguiente, no son susceptibles de convalidación ni pueden
producir efectos ni traducirse en otro negocio”(39).
(38) Artículo 1424 del Código Civil italiano. “Conversión del contrato nulo: El contrato nulo puede
producir los efectos de un contrato distinto, del que contenga los requisitos de sustancia y de forma,
cuando, teniendo en consideración el fin perseguido por las partes, haya de estimarse que estas lo
habrían querido si hubiesen conocido la nulidad”.
(39) CARIOTA FERRARA, Francesco. Ob. cit., pp. 277 y 278.
(40) BONILINI, Giovanni. Ob. cit., p. 734.
(41) DI MARZIO, Fabrizio. La nullità del contratto. CEDAM, Padova, 1999, p. 30.
(42) Hay que precisar que a diferencia del artículo 220 de nuestro Código Civil que no establece sal-
vedades a la legitimidad de los terceros con interés para accionar la nulidad, el artículo 1421 del
Código Civil italiano señala que: “Salvo disposiciones contrarias de la ley, la nulidad podrá
hacerse valer por quienquiera que tenga interés en ella y podrá ser señalada de oficio por el juez”
(el resaltado es nuestro). Por lo que en nuestro sistema la legitimidad para obrar absoluta sería una
característica tanto de la nulidad como de la inexistencia.
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Jimmy J. Ronquillo Pascual
hacer, en determinados casos, que el negocio sea nulo, pero sin dero-
gar el concepto que (…) dicta de él. Por el contrario, si el negocio
no existe, no es necesario, ni tampoco posible, disponer su nulidad;
del mismo modo, el ordenamiento no puede –por la contradicción,
que no se lo permite– elevar a la condición de fattispecie jurídica el
negocio inexistente, que equivale a la nada en el plano del derecho
(obviamente, como negocio)”(43).
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Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
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Jimmy J. Ronquillo Pascual
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Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
forma incompleta, las nulidades, el intérprete se refugia en el campo de las inexistencias, y en este
se reserva un mayor campo de libertad”.
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Jimmy J. Ronquillo Pascual
(52) Precisamente, una de las ventajas del uso de la categoría de la inexistencia es que esta permite
excluir la aplicación de las normas que regulan la invalidez a aquellos supuestos donde ni siquiera
sea posible reconocer la noción de negocio jurídico.
(53) Tal es la solución dada por la doctrina y la jurisprudencia italiana, conforme puede verse en: GAL-
GANO, Francesco. El negocio jurídico. Ob. cit., pp. 262 y 263. AURICCHIO, Alberto. Voz: “Asso-
ciazioni riconosciute”. En: Enciclopedia del Diritto. Tomo III, Giuffrè Editore, 1958, p. 909; DE
GIORGI, Maria Vita. “Associazione. Associazioni riconosciute”. En: Enciclopedia giuridica.
Volume III, Istituto Della Enciclopedia italiana, Roma, 1988, pp. 908 y 909.
El sistema jurídico italiano se vio ante el mismo problema frente al cual se encuentra el nuestro: la
posibilidad de que se consoliden en un breve plazo –aquel que corresponde a la prescripción extin-
tiva de la anulabilidad– acuerdos asociativos afectados por vicios sumamente graves. En efecto, el
artículo 23 del Codice Civile, en forma muy similar a nuestro artículo 92, establece que:
“Las deliberaciones de la asamblea contrarias a la ley, al acto constitutivo o al estatuto pue-
den ser anuladas a instancia de los órganos de la entidad, de cualquier asociado o del ministerio
público.
La anulación de la deliberación no perjudica los derechos adquiridos por los terceros de buena fe
sobre la base de actos realizados en ejecución de la deliberación misma.
El presidente del tribunal o el juez instructor, oídos los administradores de la asociación, puede sus-
pender, a instancia de quien ha propuesto la impugnación, la ejecución de la deliberación impug-
nada, cuando existan graves motivos. El decreto de suspensión debe ser motivado y se notifica a los
administradores.
La ejecución de las deliberaciones contrarias al orden público o a las buenas costumbres puede sus-
penderse también por la autoridad gubernativa”.
La referida solución permitió hacer uso de la categoría de la inexistencia, por medio de la cual se
logró superar la rígida preclusión temporal: Cfr. ROPPO, Vincenzo. El contrato. Traducción de
Nélvar CARRETEROS TORRES, Traducción a cura de Eugenia ARIANO DEHO, Gaceta Jurí-
dica, Lima, 2009, p. 695.
(54) Un interesante análisis crítico del Quinto Pleno Casatorio Civil, que apunta a evidenciar, principal-
mente, que quienes lo emitieron habrían incurrido en una inadecuada comprensión de la interrela-
ción entre el derecho procesal y el derecho material vinculado a la invalidez del negocio jurídico, es
el que nos ofrece es que nos ofrece: CAMPOS GARCÍA, Héctor Augusto. “Apuntes introductorias
162
Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
a la pretensión de nulidad de negocio jurídico desde la perspectiva civil: Análisis crítico de la posi-
ción del Quinto Pleno Casatorio Civil respecto de la impugnación de negocios colegiales asociati-
vos”. En: Thémis, Revista de Derecho, Nº 66, 2014, pp. 59-84. En este trabajo se realiza una con-
cienzuda apreciación respecto a la tesis que sostenemos: “Si bien concordamos con esta tesis en el
extremo que considera inadmisible que se reconduzcan los supuestos de ‘inexistencia’ negocial a
la hipótesis del artículo 92 del Código Civil, en la medida que el supuesto de hecho de esta norma
presupone que los acuerdos a ser cuestionados existan, disentimos en el extremo que se admita que
supuestos de ‘nulidad estructural’ o de ‘nulidad sanción’ hayan sido convertidos en causales de anu-
labilidad bajo la causal de ‘violación de una disposición legal’. Y es que, si bien esa interpreta-
ción es coherente con las premisas de las cuales parte, requiere justificar el por qué el asociado
y tercero tendrían diferentes mecanismos para hacer frente a los mismos vicios. El primero,
la vía procedimental abreviada y un plazo de caducidad, mientras que el segundo, la vía procedi-
mental de conocimiento y un plazo de prescripción” [el resaltado es nuestro]: Ídem, nota de pie de
página número 73, p. 79. Pues bien, intentando absolver el requerimiento diremos que si el artículo
92 del Código Civil está regulando la categoría de la anulabilidad como remedio para determina-
dos asociados (los no asistentes a la asamblea, los asistentes que dejaron constancia en acta de su
oposición y los que fueron privados ilegítimamente de votar), es lógico que esta no pueda ser invo-
cada por terceros (terceros con interés, el Ministerio Público y el juez) y que estos deban recurrir a
las reglas generales de la ineficacia (en sentido amplio) del negocio jurídico: anulabilidad, nulidad
e inexistencia, pues la anulabilidad se caracteriza por su legitimidad para obrar relativa, tal y como
se desprende del artículo 222 del Código Civil (recuérdese que, para nosotros, la anulabilidad que
contempla el artículo 92 del Código Civil es una anulabilidad especial por el tiempo en que debe
hacerse valer y por las distintas patologías a las que puede hacer frente, fuera de eso, comparte las
características del régimen general de anulabilidad, como la legitimidad para obrar relativa, la posi-
bilidad de convalidación, etc.). El hecho de que el cuestionamiento realizado por un asociado esté
sometido a un plazo de caducidad, mientras que el cuestionamiento realizado por un tercero esté
sujeto a un plazo de prescripción, obedece a un tema de política legislativa. Si el artículo 92 del
Código Civil no hubiese previsto ningún plazo, habría resultado de aplicación el plazo prescrip-
torio del régimen general de anulabilidad que aparece previsto en el inciso 4 del artículo 2001 del
Código Civil, tal y como sucede en el sistema italiano en donde el artículo 23 del Codice Civile no
establece ningún plazo para peticionar la anulación de los acuerdos asamblearios patológicos, por
lo que resulta de aplicación el plazo general de prescripción de la acción de anulabilidad que es de
5 años (artículo 1442 del Codice Civile). El artículo 92 del Código Civil está pensado únicamente
para los sujetos integrantes de la asociación y no para los sujetos ajenos a esta: es esto lo que jus-
tifica un trato diferenciado.
163
Jimmy J. Ronquillo Pascual
(55) Esta es también la interpretación correcta para: ALDANA DURÁN, Mariella. “Impugnación judi-
cial de los acuerdos”. En: Código Civil comentado. Tomo I, 1ª edición, Gaceta Jurídica, Lima,
2003, pp. 448-449.
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Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
(56) Esta solución ya ha sido planteada por una autorizada doctrina que precisa que la misma es obte-
nida de una interpretación a simili del artículo 1993 del Código Civil y resulta de aplicación a los
acuerdos no inscribibles: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “La interpretación vinculante del artículo
92 del CC. Una toma de posición respecto del concepto de impugnación”. Ob. cit., p. 28.
165
Jimmy J. Ronquillo Pascual
(57) Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en los Expedientes acumulados N° 2132-2008-
PA/TC, N° 016-2001-AI/TC, Nº 004-2002-AI/TC.
(58) Sobre el particular, permítasenos remitirnos a: RONQUILLO PASCUAL, Jimmy. “¿Prescriptibi-
lidad o imprescriptibilidad de las ‘acciones’ de desalojo y mejor derecho de propiedad?”. Ob. cit.,
principalmente, pp. 75-79.
(59) Recuérdese que el artículo 75 del Código Civil suizo sirvió de modelo para el artículo 58 del
Código Civil peruano de 1936 y este, a su vez, para el vigente artículo 92.
166
Algunas alternativas de solución para superar la rígida preclusión temporal
(60) Tomado de: Instituciones Políticas y Jurídicas de los Pueblos Modernos. Apéndice al Tomo VIII.
“Código Civil Suizo. Aprobado en 10 de diciembre de 1907”, Establecimiento Tipográfico de Los
Hijos de F. Marqués, Madrid, 1908.
(61) El tomar en cuenta la imposibilidad del reclamo ante un tribunal peruano a los efectos de mitigar
la rigidez de la regla jurisprudencial vinculante, también ha sido planteado por: NINAMANCCO
CÓRDOVA, Fort. “Lo que nos dejó el Quinto Pleno Casatorio”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil.
Tomo 14, Gaceta Jurídica, Lima, agosto, 2014, pp. 61-62. Nos parece acertada la propuesta, solo
disentimos de ella en el extremo que considera que para hacer viable esta alternativa se precisa de
una interpretación en clave constitucional del artículo 92 del Código Civil. En nuestra opinión, la
interpretación en clave constitucional para concluir que el plazo de caducidad se suspende mientras
resulte imposible cuestionar el acuerdo patológico ante un tribunal peruano, resulta prescindible,
pues esta solución ya aparece contemplada en una norma legal: el artículo 2005 del Código Civil.
No hay necesidad de recurrir a ninguna norma constitucional para concluir aquello, basta invocar
la precitada norma legal.
167
Jimmy J. Ronquillo Pascual
(62) Sobre los casos que determinan la imposibilidad de reclamo ante un tribunal peruano, véase:
ARIANO DEHO, Eugenia. “Causas de suspensión del decurso prescriptorio”. En: Código Civil
comentado. Tomo X, 1ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2005, p. 282.
168
El Quinto Pleno Casatorio Civil:
aspectos fundamentales teóricos
y prácticos de la impugnación
de acuerdos asociativos
(*)
Manuel Iván MIRANDA ALCÁNTARA
(*) Abogado y magíster en Derecho con mención en Derecho de la Empresa por la Pontificia Universi-
dad Católica del Perú. Juez superior titular de la Corte Superior de Justicia de Lima. Becado por la
Escuela Judicial de Barcelona, España, al Curso de Formación Judicial Especializada para Jueces
Iberomericanos.
169
Manuel Iván Miranda Alcántara
del Código Civil, sin que sea necesaria la aplicación del principio de especia-
lidad normativa en observancia de los métodos sistemático y teleológico(1); a
lo que se agrega una “desnaturalización” de la categoría de negocio jurídico
que está referida a actos de autonomía de la voluntad donde las partes ejercen
la autodeterminación de los efectos o consecuencias jurídicas, que es una
referencia más específica a los contratos y no a los actos jurídicos pluri-
laterales como son los acuerdos de Asamblea de Asociados.
(1) MORALES HERVIAS, Rómulo. “La Desnaturalización de la categoría del negocio jurídico por
obra y gracia del Quinto Pleno Casatorio Civil”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. N° 192, Gaceta
Jurídica, Lima, pp. 17-32.
(2) FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Derecho de las personas. Exposición de motivos y comenta-
rios al Libro Primero del Código Civil peruano. Studium, Lima, 1986, p. 173.
(3) Ibídem, p. 174.
170
El Quinto Pleno Casatorio Civil: aspectos fundamentales teóricos y prácticos
(4) ALDANA DURÁN, Mariella. “Impugnación judicial de los acuerdos”. En: AA.VV. Código Civil
comentado. Tomo I, Gaceta Jurídica, Lima, 2003, pp. 451-452.
(5) CAMPOS GARCÍA, Héctor. “Apuntes introductorios a la pretensión de nulidad del negocio jurí-
dico desde la perspectiva civil: análisis crítico de la posición del Quinto Pleno Casatorio Civil res-
pecto de la impugnación de negocios colegiales asociativos”. En: Themis N° 66, Lima, 2014, p. 61.
171
Manuel Iván Miranda Alcántara
En tal sentido, se ha observado que “el objeto del Quinto Pleno era
atender la problemática derivada, cuando los órganos judiciales se abocan
al conocimiento de temas de nulidad de acto jurídico contenidos en acuer-
dos emitidos por personas jurídicas que desarrollan actividades sin fines de
lucro, inaplicando el artículo 92 del Código Civil, que versa sobre impugna-
ción de acuerdos y cuyos requisitos de procedibilidad y vía procedimental
son distintos, de lo que se verifica que no existen criterios de interpretación
uniforme”(6).
(6) RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. “Crónica del quinto pleno casatorio civil”. En: Jurídica. Suplemento
de análisis legal del diario oficial El Peruano. N° 432, 13 de noviembre de 2012, p. 2.
(7) CIEZA MORA, Jairo. “La impugnación de acuerdos, la moral y la seguridad jurídica”. En: Diálogo
con la Jurisprudencia. N° 178, Gaceta Jurídica, Lima, p. 85.
172
El Quinto Pleno Casatorio Civil: aspectos fundamentales teóricos y prácticos
173
Manuel Iván Miranda Alcántara
174
El Quinto Pleno Casatorio Civil: aspectos fundamentales teóricos y prácticos
(10) NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. “Lo que nos dejó el Quinto Pleno Casatorio”. En: Gaceta Civil
& Procesal Civil. N° 14, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2014, p. 61.
175
Manuel Iván Miranda Alcántara
artículo 92 del CC; ya que se debe tener presente que el medio por el cual se
cuestiona la validez (en este caso, del acuerdo) es la impugnación”(11).
(11) ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “La interpretación vinculante del artículo 92 del Código Civil”. En:
Actualidad Civil. Nº 3, Pacífico, Lima, 2014, p. 29.
(12) NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Ob. cit., p. 61.
176
El Quinto Pleno Casatorio Civil: aspectos fundamentales teóricos y prácticos
Plazos breves hay en nuestro Código Civil, como es el plazo breve para
impugnar la paternidad, para renunciar a la herencia, para demandar respon-
sabilidad civil extracontractual, entre muchos otras situaciones, y claro para
impugnar acuerdos. Hay plazos breves en el Derecho comparado. Estos pla-
zos breves tienen una racionalidad: Que, dada la importancia de la materia
discutida y la necesidad de establecer criterios de consolidación y seguridad
jurídica para los sujetos involucrados y la trascendencia para la propia socie-
dad, se hace indispensable regular plazos cortos para evitar situaciones de
anarquía y de caos en el sistema jurídico y social(15).
177
Manuel Iván Miranda Alcántara
Sobre este punto, considero que la sentencia del pleno casatorio debió
ser más precisa al señalar que sus reglas vinculantes son aplicables para
cuestionar también acuerdos del consejo directivo de la asociación. Dada
la redacción de tales reglas, podría ser posible que se alegue que las mis-
mas no son aplicables más que a los acuerdos de asamblea general. En todo
caso, este “descuido” o imprecisión del pleno casatorio deberá ser explotado
por quienes pensamos que no debió privilegiarse al criterio de especialidad,
178
El Quinto Pleno Casatorio Civil: aspectos fundamentales teóricos y prácticos
179
Manuel Iván Miranda Alcántara
Por otra parte, las sentencias de los plenos casatorios deberían ser cla-
ras al momento de establecer los hechos del caso, a fin de entender de mejor
manera los preceptos que se establecerán como doctrina jurisprudencial vin-
culante. Si los hechos no quedan del todo claros, definitivamente ello deter-
minará mayores problemas para la aplicación de dicha doctrina.
180
El Quinto Pleno Casatorio Civil: aspectos fundamentales teóricos y prácticos
181
Manuel Iván Miranda Alcántara
Qué sucede –se pregunta más de uno– si, por ejemplo, se comprueba que
votaron ausentes, muertos, si se falsificó el acta de votación o una enorme
cantidad de poderes de representación. Pues, conforme a la lectura sostenida
por el Pleno, los plazos para cuestionar los acuerdos con base en estas irregu-
laridades serían de sesenta y treinta días, según lo ya indicado. ¿Y si el aso-
ciado se encontraba imposibilitado de acudir a una judicatura para efectuar
tal cuestionamiento? Pues al parecer solo cabría lamentarse.
182
El Quinto Pleno Casatorio Civil: aspectos fundamentales teóricos y prácticos
183
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución
de garantías bajo el artículo 720
del Código Procesal Civil
(*)
Rolando CASTELLARES AGUILAR
(*) Abogado y profesor de Derecho Bancario en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ami-
cus Curiae en el VI Pleno Casatorio Civil de la Corte Suprema.
185
Rolando Castellares Aguilar
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Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
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Rolando Castellares Aguilar
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Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
189
Rolando Castellares Aguilar
Por tanto, según dicho texto original, para que una garantía no sea gené-
rica, debía haberse pactado de modo expreso que se trataba de una garantía
específica.
190
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
señaladas, sancionando con nulidad todo pacto en contrario; por lo que cada
vez que se constituyese una garantía a favor de una empresa del sistema
financiero, debía necesariamente señalarse la obligación respaldada; o, lo que
es lo mismo, cada obligación debía tener una garantía específica, generando
con ello un gran malestar y perjuicio para los deudores de las empresas del
sistema financiero, por los ingentes gastos notariales y registrales que este
régimen generaba a los deudores; pues este régimen sui géneris solo era apli-
cable a acreedores que fuesen empresas del sistema financiero, ya que cual-
quier otro acreedor distinto a estas empresas, sí podía acordar con sus deudo-
res y constituyentes de garantías, que estas sean genéricas o específicas.
191
Rolando Castellares Aguilar
Por tanto, estimamos que también se cumple a plenitud con este segundo
requisito, al haberse señalado con toda claridad las obligaciones garantiza-
das con esta hipoteca; comprendiendo expresamente al pagaré emitido por
ambos constituyentes a favor del Banco, en fecha posterior a la constitución
de dicha garantía, por lo que no nos cabe la menor duda que dicha obligación
está respaldada por esta hipoteca.
192
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
Por otro lado, el artículo 722 del CPC, señala que el ejecutado puede
contradecir la demanda de ejecución de garantía, solo sustentándose en las
siguientes causales: (i) la nulidad formal del título; (ii) la inexigibilidad de
la obligación; (iii) la obligación haya sido pagada; (iv) la obligación haya
quedado extinguida de otro modo; y (v) la prescripción. Agrega que cual-
quier otra causa distinta que se alegue para contradecir la ejecución deman-
dada, debe ser rechazada liminarmente por el juez.
193
Rolando Castellares Aguilar
V. CUESTIÓN A RESOLVER
Así, estimamos que debe determinarse si es suficiente la constitución
de una hipoteca válida, más la evidencia cierta de la existencia de la deuda
garantizada, aun cuando la suma cuyo pago se pretende no resulte cierta,
194
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
195
Rolando Castellares Aguilar
sentencia, fojas 344), cuando resulta por demás obvio, que más bien
se trata de deuda asumida en Nuevos Soles, por ser esa la moneda
del Pagaré.
196
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
197
Rolando Castellares Aguilar
198
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
1. Precedente primero
Para la procedencia de una ejecución de garantías reales, en el caso de
personas ajenas al Sistema Financiero, a la demanda de ejecución deberá
acompañarse:
199
Rolando Castellares Aguilar
2. Precedente segundo
Para la procedencia de la ejecución de garantías a favor de empre-
sas que integran el sistema financiero, a la demanda de ejecución deberá
acompañarse:
ingenieros o arquitectos, con firmas legalizadas, salvo que se haya pactado sobre el valor actuali-
zado. En el caso de bienes muebles, debe presentarse similar documentación, con tasaciones actua-
lizadas por peritos especializados según la naturaleza del bien, siempre con firmas legalizadas.
200
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
ii) Los demás documentos indicados en el artículo 720 del Código Pro-
cesal Civil.
201
Rolando Castellares Aguilar
que tiene mérito ejecutivo, siempre que esté suscrita por apode-
rado de la entidad del sistema financiero con facultades para sus-
cribir esas liquidación de operaciones; siendo por tanto recomenda-
ble que las empresas del sistema financiero confieran poder especial
para ese efecto a quienes suscriban dichas Liquidaciones. Esta liqui-
dación, debe además señalar en detalle y cronológicamente, los car-
gos y abonos realizados, desde el nacimiento de la relación credi-
ticia hasta la fecha de la liquidación del saldo deudor, con expresa
indicación del tipo de operación, así como la tasa y tipos de intere-
ses aplicados para obtener el saldo deudor; esta liquidación orde-
nada facilitará al juzgador a determinar que efectivamente el deudor
adeuda la suma ejecutada. Deberá además agregarse, el contrato de
crédito, que pruebe el vínculo contractual crediticio respaldado con
la garantía que se persigue ejecutar; con lo que se probará la rela-
ción causal y contractual entre ejecutante y ejecutado; con todo lo
que se dejará fuera de toda duda y obtendrá total certeza de la proce-
dencia de la ejecución por el monto real y efectivamente adeudado.
3. Precedente tercero
El juez de la demanda, a los efectos de determinar la procedencia de la
ejecución de garantías, debe examinar, evaluar, enjuiciar y dar cuenta expre-
samente en la motivación de su resolución si en el caso:
202
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
203
Rolando Castellares Aguilar
Es del caso señalar que, desde la liberación de las tasas máximas com-
pensatorias dentro del sistema financiero (art. 52, Ley Nº 26123, Ley Orgá-
nica del BCR; artículo 9, Ley Nº 26702, Ley General del Sistema Financiero),
las mismas que se determinan por la libre oferta y demanda del mercado; así
como la obligación que tienen las empresas del sistema financiero de expre-
sar sus tasas de interés en términos efectivos, tanto en su publicidad como
en sus contratos, fijando en términos de TEA (Tasa Efectiva Anual), consi-
derando un año de 360 días, carece ya de toda importancia diferenciar entre
la tasa de interés nominal y la tasa con capitalización de intereses; pues el
acreedor bancario debe acordar, expresar y pactar necesariamente en térmi-
nos de TEA, que ya no admite capitalización de intereses. Es más, inclusive
para los clientes calificados como Usuarios, se ha impuesto que las empresas
del sistema financiero expresen el costo total de sus acreencias, en términos
de TCEA, esto es, no solo el costo total y efectivo de intereses, sino además
de otros cobros que estén facultados a hacer por servicios y gastos efectiva-
mente incurridos al colocar créditos a favor de estos deudores.
4. Precedente cuarto
El juez de considerar que el estado de cuenta de saldo deudor presenta
evidentes omisiones de los requisitos y formalidades ya precisadas o tiene
notorias inconsistencias contables, debe declarar inadmisible la demanda a
204
Sexto Pleno Casatorio: la ejecución de garantías bajo el artículo 720 del CPC
los efectos de que el ejecutante presente nuevo estado de cuenta de saldo deu-
dor conforme a sus observaciones.
5. Precedente quinto
El juez ejecutor una vez determinada la procedencia de la ejecución,
debe emitir el mandato de ejecución, disponiendo el pago íntegro de la
suma liquidada en el plazo indicado en el artículo 721(12) del Código Pro-
cesal Civil, bajo apercibimiento de proceder al remate judicial del bien dado
en garantía, incluso si aquella suma excede del monto del gravamen estable-
cido en el acto de constitución de la garantía o en sus actos modificatorios y/o
ampliatorios.
6. Precedente sexto
El pago dispuesto en el mandato ejecutivo debe ser por suma líquida,
no pudiendo emitirse mandato ejecutivo disponiendo el pago de suma
dineraria en parte líquida y en parte ilíquida, a liquidarse tras el remate
judicial o el pedido de adjudicación en pago del ejecutante conforme al
artículo 746(13) del Código Procesal Civil, salvo en lo atinente a los intere-
ses, costas y costos que se generen después de la emisión del mandato de
ejecución hasta la fecha de pago.
7. Precedente sétimo
El acreedor tan solo podrá ejecutar la hipoteca por el monto de esa
garantía, es decir, que su concesión está limitada al bien o bienes que se espe-
cifiquen al constituir la garantía y que también está limitada a la suma que
expresa y claramente se determina en el correspondiente documento
constitutivo de la hipoteca. En los supuestos en que la suma dispuesta en el
mandato ejecutivo exceda el monto del gravamen de la garantía real, la parte
205
Rolando Castellares Aguilar
206
El Sexto Pleno Casatorio Civil:
entre el título de ejecución
y la reviviscencia de normas
(*)
Manuel Enrique VALVERDE GONZÁLES
I. ANTECEDENTES
Es objeto de este breve comentario el Sexto Pleno Casatorio, publi-
cado en el diario oficial El Peruano el 1 de noviembre de 2014, Casación
N° 2042-2012-Lambayeque.
(*) Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente de Derecho Procesal Civil
en la Universidad César Vallejo, sede Lima Norte.
207
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
Para tal efecto, establece siete precedentes: los dos primeros de apli-
cación para la calificación de títulos ejecutivos que originan la ejecución de
garantías; los tres siguientes dirigidos a regular la actuación del Juez de eje-
cución y, el último de ellos, referido a la liquidez del mandato ejecutivo.
208
El Sexto Pleno Casatorio Civil: entre el título de ejecución y la reviviscencia de normas
No resulta del todo claro por qué la Sala Civil Permanente de la Corte
Suprema declaró procedente el recurso de casación solo por la causal de con-
travención a las normas que garantizaban el debido proceso –con lo cual se
entiende que las otras dos denuncias quedaban implícitamente desestimadas–
y, oficiosamente, incorporó, de manera excepcional, al amparo del artículo
392-A, la infracción normativa de todo el artículo 1099 del Código Civil (que
tiene tres incisos), sin precisar en qué habría consistido tal infracción norma-
tiva y en qué se diferenciaba de las denuncias casatorias formuladas por la
recurrente, precisamente sobre la aplicación/inaplicación de tal artículo.
209
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
(1) Como ejemplo de lo dicho, tenemos el fundamento 34, donde se hace alusión a los otrora denomi-
nados procesos ejecutivos y de ejecución, que hoy en día se han unificado en el denominado Pro-
ceso Único de Ejecución. Asimismo, se alude al artículo 697 del CPC, hoy derogado por el Decreto
Legislativo N° 1069, en tanto que la mención a los artículos 705 y 707 no se sabe si es a la anterior
o a la actual redacción.
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El Sexto Pleno Casatorio Civil: entre el título de ejecución y la reviviscencia de normas
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Manuel Enrique Valverde Gonzáles
212
El Sexto Pleno Casatorio Civil: entre el título de ejecución y la reviviscencia de normas
(2) Cfr. COVIELLO, Nicola. Doctrina general del Derecho Civil. 4ª edición, revisada por Leonardo
Coviello, traducción de Felipe J. Tena. Concordancias de derecho mexicano por Raúl Berrón Mucel,
Unión Tipográfica Editorial Hispano-Americana, México, 1938, pp. 107 y 108.
En ese mismo sentido, en sede nacional se afirma que: “(…) la derogación de una norma modifica-
toria no hace revivir a aquellas que esta modificó. El planteamiento es coherente con lo afirmado
antes en el sentido de que una modificación importa también y en forma previa la derogación de una
norma, además de su sustitución”.
Cfr. CÁRDENAS QUIROZ, Carlos. Modificación y derogación de las normas legales. Ara editores,
Lima, 1999, p. 107 y ss., en especial pp. 114 y 115; también Vide: ESPINOZA ESPINOZA, Juan.
Los principios contenidos en el título preliminar del Código Civil peruano de 1984. Análisis doctri-
nario, legislativo y jurisprudencial. Fondo editorial PUCP, Lima, 2003, p. 62 y ss.
Por su lado Guastini no expresa una posición definida al respecto, cuando señala: “(iii) La tercera
hipótesis es aquella en la cual: (a) una primera norma N1 dicta cualquier regulación de un cualquier
supuesto de hecho; (b) una segunda norma N2 dicta, para el mismo supuesto de hecho, una regula-
ción incompatible con N1; (c) una tercera norma N3 dispone ‘se abroga N2’. El caso parece admi-
tir al menos dos soluciones. En primer lugar, se puede opinar que la abrogación –la mera abroga-
ción– de N2 no tenga otro fin y efecto que repristinar la vigencia de N1. En segundo lugar, se puede
opinar que abrogación de N2 responda, en cambio, al fin de sustraer aquel cierto supuesto de hecho
no solo a la regulación de N2, sino a cualquier regulación legislativa (podría tratarse de una ‘desle-
gificación’) o jurídica a secas (podría tratarse de una radical ‘desreglamentación’) de la materia. La
elección entre las dos soluciones depende, obviamente, de la interpretación”.
Cfr. GUASTINI, Riccardo. Las fuentes del derecho. Fundamentos teóricos. Trad. César E. Moreno
More y Luis Cárdenas Rodríguez, Raguel ediciones, Lima, 2016, p. 484.
213
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
eventualidad que se derogue este último texto, no se puede colegir ipso facto
que el texto original modificado (o derogado) recobre vigencia, dado que
para que ocurra tal hecho debe existir un pronunciamiento explícito del legis-
lador en ese sentido.
214
El Sexto Pleno Casatorio Civil: entre el título de ejecución y la reviviscencia de normas
(3) Cfr. DÍEZ-PICAZO, Luis María. La derogación de las leyes, prólogo de Francisco Rubio Llorente,
Civitas, Madrid, 1990, pp. 236, 237, 242-243, 248-249 y 256.
215
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
(4) La confusión se acentúa cuando el mismo Ministerio de Justicia, a través de su servicio en línea
(SPIJ), así como la Superintendencia de Banca y Seguros, en su página web, no brindan la misma
información al usuario, pues mientras que para el primero, aparentemente, el texto que estaría
vigente sería el original, que regulaba la Ley N° 27851 –precisamos que no lo dice expresamente,
podría concluirse en sentido contrario también–, para la SBS la cosa sería distinta, pues solo esta-
ría vigente el último párrafo del citado artículo, con lo que concordamos. Es así como en su página
web, se puede leer lo siguiente:
“Artículo 172.- GARANTÍAS RESPALDAN TODAS LAS OBLIGACIONES FRENTE A LA
EMPRESA
(…)
La liberación y extinción de toda garantía real constituida en favor de las empresas del sistema
financiero requiere ser expresamente declarada por la empresa acreedora. La extinción dispuesta
por el artículo 3 de la Ley Nº 26639 no es de aplicación para los gravámenes constituidos en favor
de una empresa”.
En nota al pie se indica que el primer y segundo párrafo incorporados por la Ley N° 27851 (que
modificó el artículo 1 de la Ley N° 27682, norma modificatoria del primer párrafo del texto original
de este artículo) han sido dejados sin efecto en virtud de la derogación dispuesta por la Sexta Dis-
posición Final de la Ley de la Garantía Mobiliaria aprobada por la Ley N° 28677 del 24/02/2006.
216
El Sexto Pleno Casatorio Civil: entre el título de ejecución y la reviviscencia de normas
217
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
garantía otorgada, mientras que otras señalaban que el título ejecutivo lo era
tanto la escritura pública de constitución de hipoteca como el saldo deudor,
y en otras se mencionaba que se debía adjuntar el documento cartular que
estaba siendo respaldado con dicha garantía. Todas estas variantes interpreta-
tivas se producían particularmente en los procesos de ejecución de garantías
iniciados por las instituciones del sistema financiero.
(5) Seguimos lo expuesto por: ARIANO, Eugenia. El proceso de ejecución. La tutela ejecutiva en el
Código Procesal Civil peruano. Rodhas, Lima, 1996, pp. 190-191.
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El Sexto Pleno Casatorio Civil: entre el título de ejecución y la reviviscencia de normas
219
Manuel Enrique Valverde Gonzáles
accesorio, que está destinado a garantizar uno principal que, para el caso
que venimos mencionando, es una deuda contenida en un título valor, y es
sabido que para que ese título valor pueda ser llevado a ejecución debe cum-
plir con los requisitos que la ley procesal prevé, entre ellos el de ser exigible,
de lo contrario, de no protestarse, se perjudicará y solo valdrá como un sim-
ple medio probatorio, como un recibo de entrega de suma de dinero, que úni-
camente se podrá hacer valer en un proceso de cognición al no tener la condi-
ción de título ejecutivo.
Tuvo que ser la misma ejecutada quien adjunte copia del pagaré que
daba origen a la deuda reclamada para poder esclarecer los hechos materia de
controversia; documento cartular que no fue presentado por la demandante y
menos aún estaba protestado con arreglo a la ley de la materia.
V. REFLEXIONES FINALES
Como colofón de lo expuesto, tenemos lo siguiente:
220
El Sexto Pleno Casatorio Civil: entre el título de ejecución y la reviviscencia de normas
221
Entre el embargo inscrito
y la propiedad no registrada
en el Sétimo Pleno Casatorio Civil:
apuntes aplicativos y críticos
(*)
Fort NINAMANCCO CÓRDOVA
(*) Abogado y magíster en Derecho, con mención en Derecho Civil y Comercial, por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Profesor de Derecho Civil en la UNMSM, Universidad
Ricardo Palma y Universidad San Ignacio de Loyola. Amicus curiae de las Salas Civiles de la Corte
Suprema de Justicia en el VII Pleno Casatorio.
(1) Pleno que un destacado procesalista había venido reclamando desde hace ya buen tiempo: RAMÍ-
REZ JIMÉNEZ, Nelson. “¿Cuál debe ser tutelado: el embargo inscrito o la propiedad no inscrita?”
En: Diálogo con la Jurisprudencia. N° 124, Gaceta Jurídica, Lima, enero de 2009, p. 122. Me adherí
al reclamo en el libro que dediqué al tema: NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Embargo inscrito y
tercería de propiedad. Su oponibilidad en la jurisprudencia. Gaceta Jurídica, Lima, 2013, p. 10 y ss.
223
Fort Ninamancco Córdova
¿A qué casos se refiere esta última norma? Pues, en esencia, a tres casos:
224
El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
¿Y a qué norma hay que remitirnos para resolver el conflicto del lite-
ral c)? Pues aquí la respuesta –como ya advertí– no es fácil de encontrar,
(2) En síntesis, el derecho potestativo puede ser entendido como aquel derecho subjetivo que con-
siste en la posibilidad de producir una alteración específica, de forma unilateral, en la esfera jurí-
dica de otro individuo (BRECCIA, Umberto; BIGLIAZZI GERI, Lina; NATOLI, Ugo; y BUSNE-
LLI, Francesco D. Derecho Civil. Tomo I, Vol. I, Traducción de Fernando Hinestrosa, Universidad
Externado de Colombia, Bogotá, 1995, p. 416 y ss.). Ahora bien, como es sabido, en el contrato
de opción, la celebración del contrato definitivo depende solo de la voluntad del optante. Si el
optante decide ejercitar la opción, el contrato definitivo se considerará celebrado, sin que la parte
que otorgó la opción pueda hacer algo para impedirlo (revísese lo dispuesto por el artículo 1419 del
Código Civil). Y es que, luego de celebrado el contrato de opción, la parte que otorgó la opción no
se encuentra en la necesidad de efectuar algún comportamiento, ya que el optante puede, por su pro-
pia cuenta, provocar la celebración del contrato definitivo. Así se explica que el optante posea no un
derecho de crédito (puesto que, como optante, nada puede exigir a la parte que le otorgó la opción),
sino un derecho potestativo. De igual forma, la parte que otorgó la opción no tiene deber alguno,
sino que se encuentra en un estado de sujeción. En este sentido: CARRESI, Franco. Il contratto.
Tomo II, Giuffrè, Milán, 1987, p. 755. En nuestro medio patrocina idénticas ideas, señalando que
tanto la oferta y el contrato de opción implican derechos potestativos y estados de sujeción: FORNO
FLÓREZ, Hugo. “Los efectos de la oferta contractual”. En: Ius et Veritas. Revista de los estudiantes
de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. N° 15, Lima, 1995, p. 183
y ss. Por tanto, no se vaya pensar que el conflicto descrito en el literal b) es entre un derecho de cré-
dito y un derecho de propiedad.
(3) Tengo a la vista la Exposición de Motivos del Libro: Registros Públicos del Código Civil que consta
en: GUEVARA MANRIQUE, Rubén. Derecho Registral. 3ª edición, Huallaga, Lima, 1988, pp. 715
y 716.
(4) SALVADOR CODERCH, Pablo. “Las remisiones”. En: AA. VV. La forma de las leyes. 10 estudios
de técnica legislativa. Bosch, Barcelona, 1985, p. 224.
225
Fort Ninamancco Córdova
(5) ARIANO DEHO, Eugenia. Embargo, tercerías y remate judicial en la jurisprudencia procesal civil.
Gaceta Jurídica, Lima, 2009, p. 38. En este mismo sentido se afirma que “los únicos derechos obli-
gacionales (o ‘no reales’, da lo mismo) inscribibles son los que se originan del contrato de arren-
damiento, contrato de opción y embargo judicial. Sin embargo, los dos primeros tienen su pro-
pia norma de protección frente a terceros (arts. 1708-1 y 2023 del CC). Siendo ello así, el segundo
párrafo del artículo 2022 en la práctica se refiere específicamente a la hipótesis de conflicto
entre la transferencia de propiedad no inscrita y el embargo inscrito”: GONZALES BARRÓN,
Gunther. “¡Lo mío es tuyo! Crítica a la doctrina, ilegal e inmoral, por la cual las deudas de unos se
pagan con los bienes de otros: análisis y crítica jurisprudencial”. En: Diálogo con la Jurispruden-
cia. Nº 134, Gaceta Jurídica, Lima, noviembre 2009, p. 48 (el resaltado es del autor).
(6) BIANCA, Massimo. Diritto Civile. Tomo I, Reimpresión, Giuffrè, Milán, 1990, p. 84.
(7) CLAUDE DU PASQUIER. Introducción al Derecho. 3ª edición. Traducción española de Julio
Ayasta Gonzalez. Justo Valenzuela, Lima, 1984, pp. 39 y 40. Lo mismo puede decirse respecto de la
opinión que señala que “aun en los casos en los cuales las resoluciones jurisprudenciales de la Corte
Suprema no hayan sido formalmente establecidas como precedente obligatorio, de todas maneras
son utilizadas como argumentos de recta razón por los abogados y los jueces, bajo el principio de
que es equitativo resolver de manera similar dos casos similares”: RUBIO CORREA, Marcial. El
sistema jurídico. Introducción al Derecho. 10ª edición, Pontificia Universidad Católica del Perú,
Lima, 2009, p. 165. En efecto, si no existe la referida “continuidad”, mal se podría utilizar el prin-
cipio mencionado por este autor.
226
El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
(8) LARENZ, Karl. Derecho Civil. Parte general. Traducción de Miguel Izquierdo y Macías Picavea.
Revista de Derecho Privado, Madrid, 1975, p. 16: “La jurisprudencia, dado que sus resultados
ponen de manifiesto el Derecho fácticamente vigente en el momento actual (…)” (el resaltado es
agregado).
(9) ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Los principios contenidos en el Título Preliminar del Código Civil
peruano de 1984. 3ª edición, Grijley, Lima, 2011, p. 637: “(…) entendiéndose por jurisprudencia
la interpretación más o menos uniforme, que dan las instancias de menor jerarquía sobre un mismo
punto del Derecho, llamada también jurisprudencia de mérito”. Téngase en cuenta que “la palabra
jurisprudencia se emplea en tres sentidos: a) como sinónima de ciencia del derecho; b) como con-
junto de sentencias o fallos dictados por los jueces u órganos jurisdiccionales; c) como conjunto de
sentencias dictadas sobre un mismo punto y orientadas en un mismo sentido” (MONROY CABRA,
Marco. Introducción al Derecho. 13ª edición, Temis, Bogotá, 2003, pp. 212 y 213).
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Fort Ninamancco Córdova
(10) Materiales de Trabajo. Tema N° 3. Pleno Jurisdiccional Nacional Civil. Poder Judicial, Lima, 2012,
p. 397.
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El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
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Fort Ninamancco Córdova
“crédito inscrito”). Así pues, dado que la propiedad recae sobre el bien y el
crédito no, se tiene que preferir a aquél, y no a este.
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El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
La idea según la cual la segunda parte del artículo 2022 del Código
Civil constituye una excepción a la normativa registral, aparece en la
Cas. N° 2103-2006-Lima. Aquí los Jueces Supremos parten de la conside-
ración de que solamente la aplicación de reglas registrales pueden hacer pre-
valecer al embargo inscrito sobre la propiedad no inscrita. Pero el segundo
párrafo del mencionado artículo, prescinde de dichas reglas, por lo que tiene
que imponerse la propiedad no inscrita porque esta, a diferencia del derecho
de crédito, implica una relación directa con la cosa, lo que recuerda al criterio
plasmado en la ya mencionada Cas. N° 1253-2002-Ica. Asimismo, señala que
el artículo 1135 del Código Civil no puede formar parte del análisis ya que se
refiere a un supuesto distinto, el de la concurrencia de acreedores.
231
Fort Ninamancco Córdova
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El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
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Fort Ninamancco Córdova
Según Calle, “en esencia la Corte Suprema señala que no debe prospe-
rar la pretensión del tercerista porque su propiedad no es oponible a terce-
ros, aunque reconoce que la transferencia de propiedad vehicular opera con
el acta notarial respectiva ¿se aplica el artículo 947 del Código Civil? Pues
no, el máximo Tribunal afirma que se tiene que aplicar la normativa especial,
que negaría la regla general que establece a la tradición como mecanismo de
adquisición de la propiedad para bienes muebles”(12).
(11) CALLE TAGUCHE, Ricardo. “La tercería de propiedad a propósito de una reciente decisión de
nuestra Corte Suprema”. En: Actualidad Jurídica. N° 239, Gaceta Jurídica, Lima, octubre de 2013,
p. 112.
(12) Ibídem, p. 113.
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El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
(...)
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El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
(…)
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(16) JUÁREZ JURADO, Eder. “Dos posiciones contrapuestas sobre los alcances de la prueba de propie-
dad en la tercería”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. N° 7, Gaceta Jurídica, Lima, enero de 2014,
p. 166.
(17) GONZALES BARRÓN, Gunther. “Sobre la paradoja de crear derechos a partir del embargo de
bienes ajenos”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. N° 14, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2014,
pp. 88 y 89, nota 18.
238
El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
Por otro lado, estas reglas vinculantes están diseñadas para procesos de
tercería de propiedad que involucren “bienes inscritos”. No se precisa si se
trata de bienes muebles o inmuebles. Podría decirse que se aplica a ambas
clases de bienes. Sin embargo, una lectura distinta puede plantearse en base a
la invocación del artículo 949 del Código Civil, que se refiere solo a la trans-
ferencia de bienes inmuebles. Y es que cuando se habla del “derecho común”,
las reglas vinculantes del pleno invocan este último artículo y el artículo 1219
inciso 1 del mismo cuerpo legal. Así, pues, no se hace referencia específica a
una norma que regule la transferencia de propiedad de bienes muebles, sino
solamente de bienes inmuebles. En consecuencia, los jueces tienen de todos
modos una posibilidad de “maniobra” al momento de aplicar el pleno. Pue-
den apelar a una interpretación de tipo extensivo a fin de aplicarlo a procesos
de tercería de propiedad que involucre todo tipo de bien inscrito, o ensayar
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Fort Ninamancco Córdova
una interpretación restrictiva, que postule la aplicación del pleno solo a pro-
cesos de tercería de propiedad que involucre bienes inmuebles.
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El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
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El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
Para empezar, el caso Tibi vs. Ecuador no solamente “se refiere a la res-
ponsabilidad internacional de un Estado (Ecuador) por la indebida privación
de libertad del ciudadano francés Daniel David Tibi”. Por supuesto que no.
El caso implica el análisis de la violación de varios derechos humanos, entre
ellos la propiedad privada. En este caso la propiedad no juega un rol “acce-
sorio” o “secundario”. De ninguna manera es así, sino todo lo contrario. La
ficha del caso, publicada por la propia Corte Interamericana de Derechos
Humanos, claramente indica que la tutela de la propiedad privada es uno de
los aspectos centrales de este caso(18). En simple, el caso Tibi vs. Ecuador
trata sobre la violación de varios derechos humanos, entre ellos la libertad
personal y la propiedad. Basta ver la ficha correspondiente para percatarse de
esto. Así, es muy fácil concluir que, en esta sentencia de la Corte Interameri-
cana de Derechos Humanos, la protección del derecho fundamental de pro-
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Fort Ninamancco Córdova
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El Sétimo Pleno Casatorio Civil: apuntes aplicativos y críticos
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Fort Ninamancco Córdova
246
Plenos
Casatorios Civiles
PRIMER PLENO CASATORIO CIVIL
Precedente judicial vinculante sobre
la procedencia de la transacción
extrajudicial como excepción procesal
(El Peruano, 21 de abril de 2008)
CASACIÓN N° 1465-2007-CAJAMARCA
c.1.- De su regulación en nuestro ordena-
miento nacional.
c.2.- Antecedentes y formalidades.
Demandantes : Giovanna Angélica Quiroz c.3.- Naturaleza jurídica.
Villaty, por derecho propio y
c.4.- Efectos de la transacción.
en representación de sus meno-
res hijos; Walker Steve Cuenca c.5.- La Transacción extrajudicial:
Quiroz; Euler Jonathan Men- ¿Defensa de forma o de fondo?
doza Quiroz y José Ronny Men- c.5.1.- Transacción vs. Cosa juzgada,
doza Quiroz c.5.2.- De la transacción extrajudicial
como excepción procesal.
Demandados : Empresa Minera Yanacocha
S.R.L., Ransa Comercial S. A. y D.- Formalismo, interpretación normativa,
Arturo Blanco Bar. justicia y conflicto social.
E.- Regla de Derecho: venire contra factum
Materia : Indemnización por daños y per- (teoría de los actos propios).
juicios derivados de responsabi-
F.- Transacción y lesión.
lidad extracontractual
G.- Pronunciamiento de la Defensoría del
Vía procedimental: Proceso de Conocimiento Pueblo.
H.- Sobre los intereses difusos y su defensa.
Sumario:
I.- Sobre la inaplicación de normas de dere-
I.- Introducción. cho material.
II.- Materia del recurso. i.1.- Validez de las transacciones.
III.- Fundamentos del recurso. i.1.1.- Sobre el daño a la salud.
IV.- De la convocatoria al Pleno Casatorio. i.1.2.- De la transacción sobre derechos
V.- Consideraciones. de menores de edad.
VI.- Efectos de la sentencia.
A.- Antecedentes resolutivos de las salas
civiles supremas. VII.- Constitucionalidad del Pleno Casatorio.
B.- De las transacciones celebradas. VIII.- Conclusiones.
C.- Sobre la transacción. IX.- Fallo.
249
Primer Pleno Casatorio Civil
250
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
las localidades de Chotén, San Juan, estos hayan sido intoxicados por dicho
La Calera, el Tingo, San Sebastián y elemento; de todos modos celebraron
Magdalena, esto en una longitud apro- transacciones extrajudiciales a favor
ximada de 27 Km de la carretera. de ella y sus hijos, teniendo dichos
actos jurídicos calidad de cosa juzgada
3. Acota la accionante que por su bri- en mérito a lo dispuesto por el artículo
llo y forma, e ignorando que se trataba 1302 del Código Civil.
de una sustancia tóxica, los poblado-
res comenzaron a recoger el mercu- Por otro lado, la empresa minera, a
rio hasta altas horas de la madrugada, fojas 687, formula denuncia civil con-
empleando para dicha recolección sus tra Ransa Comercial S. A., por ser la
manos e incluso su boca como medio empresa encargada del transporte del
de aspiración. Al guardar el mer- mercurio el día en que ocurrieron los
curio en sus hogares, sus familiares, hechos.
que recogieron el mercurio, también
se intoxicaron debido a los gases que Por resolución copiada a fojas 1123, el
emanaba este. juez de la causa incorpora de oficio a
Esteban Arturo Blanco Bar como litis-
La demandante refiere que Yanaco- consorte necesario pasivo, por ser el
cha no hizo caso a sus peticiones de chofer que conducía la unidad móvil
ayuda médica, quien no contaba con que transportaba el mercurio.
un plan maestro de contingencias, lo
que propició un mayor nivel de intoxi- 5. Tanto Ransa Comercial S.A. y
cación al pretender comprar el mercu- Esteban Arturo Blanco Bar, sostie-
rio derramado a quien lo hubiera reco- nen que se limitaron a transportar los
gido y que existió un nivel deficiente balones conteniendo mercurio y que
de embalaje, transporte y tratamiento fue minera Yanacocha S.R.L. quien
del mercurio por parte de la minera, no cumplió con entregar la mercade-
conforme ha declarado el chofer del ría al transportista en condiciones ade-
camión. cuadas para un traslado seguro. Ade-
más sostienen que se ha presentado
4. Al contestar la demanda, que corre el supuesto de fractura causal por el
en copia a fojas 765, Minera Yanaco- hecho propio de la víctima, pues no
cha S.R.L. sostiene que no fue infor- fue el derrame de mercurio lo que oca-
mada oportunamente por el chofer sionó daños a la demandante, sino su
de la empresa Ransa Comercial S.A. negligencia al manipularlo, llevarlo a
(encargada del transporte) respecto del su hogar y exponer a su familia a los
derrame y que al tomar conocimiento gases tóxicos.
del mismo, adoptó las medidas nece-
sarias para evitar perjuicios, infor- 6. Las partes demandadas deducen las
mando sobre la toxicidad del producto, siguientes excepciones:
lo cual resultó poco exitoso debido a A. De las excepciones deducidas por
la negativa de los pobladores a devol- la empresa minera Yanacocha S.R.L.
ver el mercurio que recogieron y guar- (fojas 248 del tomo I):
daron en sus hogares. Sostiene que la
causa determinante de la exposición y a. Excepción de prescripción extin-
elevación del nivel del mercurio en el tiva: Alega que el derrame de mer-
organismo de los pobladores afectados curio tuvo lugar el 2 de junio de
fue su propia imprudencia. Asimismo, 2000, por lo que al constituir un
manifiesta que el hecho de que la supuesto de responsabilidad extra-
demandante y sus menores hijos hayan contractual, de acuerdo a lo dis-
presentado niveles de mercurio mayo- puesto por el artículo 2001, inciso
res a los normales en su organismo, 4, del Código Civil, la acción ha
como consecuencia del derrame pro- prescrito el 2 de junio de 2002,
ducido, no necesariamente implica que teniendo en cuenta lo normado por
251
Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
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Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
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Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
1 A la fecha el citado demandante, Walker Cuenca Quiroz, cuenta con 22 años de edad, por lo que
tiene capacidad de goce y de ejercicio al ser mayor de edad de acuerdo a ley.
257
Primer Pleno Casatorio Civil
a) En este negocio jurídico solo inter- a la madre del menor el saldo pen-
vino la madre del menor. diente de S/. 5 625.00 Nuevos
Soles. El pago se realiza con fir-
Se estipuló como monto total de la mas legalizadas ante Notario.
indemnización la suma de S/. 5 625.00
Nuevos Soles, el cual, según la cuarta III. Transacción celebrada por
cláusula, cubría el daño emergente, doña Giovanna Angélica Quiroz
lucro cesante, daño físico o moral y Villaty y José Gilmer Mendoza
cualquier otro daño producido por el Saldaña en nombre de los meno-
derrame de mercurio ocurrido el 2 de res Euler Jonathan Mendoza
junio de 2000. Quiroz (12 años) y José Ronny
Mendoza Quiroz (5 años), con
Asimismo, se acordó que la empresa Minera Yanacocha S. R. L.:
minera proveería de un seguro de
salud a favor del menor, sin costo para a) En este negocio jurídico intervinie-
este, que cubra por el plazo de 5 años ron ambos padres de los menores de
los gastos médicos asociados con las edad.
enfermedades derivadas de la contami-
nación por mercurio, seguro que podía - Se estipuló como monto total
ser renovado en caso la parte indemni- de la indemnización la suma
zada haya requerido atención médica de S/. 7 875.00 Nuevos Soles
cubierta por el seguro y además pre- (S/. 2 250.00 N.S. para Euler Men-
sente alguna enfermedad derivada doza y S/. 5 625.00 N. S. para José
del derrame de mercurio que requiera Mendoza), el cual, según la cuarta
atención médica por un periodo adicio- cláusula, cubría el daño emergente,
nal a la vigencia del seguro. lucro cesante, daño físico o moral
y cualquier otro daño producido
- En la segunda cláusula se condi- por el derrame de mercurio ocu-
cionaba el pago final del monto rrido el 2 de junio de 2000.
acordado cuando se contara con la
autorización judicial para celebrar Asimismo, se acordó que la empresa
la transacción. minera proveería de un seguro de salud
a favor de los menores afectados, sin
Fecha de suscripción: 2 de setiembre costo para ellos, que cubra por el plazo
de 2000. de 5 años los gastos médicos asocia-
b) Con fecha 4 de noviembre de 2000 dos con las enfermedades derivadas de
se redacta un nuevo documento deno- la contaminación por mercurio, seguro
minado addendum, donde se acuerda que podía ser renovado en caso la parte
duplicar el monto de la indemniza- indemnizada haya requerido atención
ción que haría un total de S/. 11 250.00 médica cubierta por el seguro y además
Nuevos Soles. presente alguna enfermedad derivada
del derrame de mercurio que requiera
- En este documento también se esti- atención médica por un periodo adicio-
pula en la segunda cláusula que nal a la vigencia del seguro.
el pago final se hará una vez se
cuente con la autorización judicial - En la segunda cláusula se condi-
respectiva. cionaba el pago final del monto
acordado cuando se contara con la
c) Mediante sentencia del 5 de junio de autorización judicial para celebrar
2001, el Segundo Juzgado de Familia la transacción.
de Cajamarca, teniendo a la vista los
dos documentos transaccionales, auto- Fecha de suscripción: 2 de setiembre
riza la celebración de la transacción. de 2000.
- En mérito a dicha sentencia, con b) Con fecha 4 de noviembre de 2000
fecha 10 de enero de 2002 la se realiza un nuevo documento deno-
empresa minera cumple con pagar minado addendum, donde se acuerda
258
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
2 Cfr. Código Civil, anotado y concordado, más un apéndice a cargo de Miguel Antonio de la
Lama, 4ª edición, concordada con el Código de Procedimientos Civiles de 1912 por Pedro Goi-
tizolo, Lima, Librería e imprenta Gil, 1914.
259
Primer Pleno Casatorio Civil
3 Nos basamos en la cita que hacen Mario Castillo Freyre y Felipe Osterling Parodi en su Tra-
tado de las obligaciones. Tercera parte, tomo IX, Vol. XVI, Biblioteca para leer el Código
Civil, PUCP, Lima, 2005, p. 443.
4 Ya Joaquín Escriche nos decía que la transacción era un contrato voluntario en que se conve-
nían y ajustaban los litigantes acerca de algún punto dudoso o litigioso, decidiéndolo mutua-
mente a su voluntad. Debía recaer sobre cosa dudosa, de modo que sería nula si cualquiera de
los contrayentes supiera que no tenía ningún derecho, como igualmente si haciéndose sobre
cosa puesta en litigio, se había ya dado y pasado en autoridad de cosa juzgada la sentencia.
Acotaba que la transacción tenía fuerza de cosa juzgada y producía excepción de pleito
acabado.
Cfr. ESCRICHE, Joaquín. Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia. Librería de
Rosa, Bouret y Cía., París, 1851, p. 1507.
260
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
5 Cfr. LLAMBÍAS, Jorge Joaquín. Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. Tomo III, 3ª edi-
ción actualizada, Perrot, Buenos Aires, 1987, pp. 77-78; COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén.
Manual de obligaciones. Astrea, Buenos Aires, 1997, pp. 523-524. Para este último, la tran-
sacción es un contrato o negocio jurídico declarativo, ya que los derechos se fijan por obra y
facultad de las mismas partes, quienes tienen soberanía absoluta en sus propios intereses. De
ese modo, se afirma y aclara la situación jurídica incierta, que aflora con nitidez mediante la
transacción.
En torno a la duda que suscita la naturaleza jurídica de la transacción conviene revisar también
la obra de Alterini, Atilio Aníbal, Óscar José Ameal y Roberto López Cabana, Curso de obli-
gaciones. 4ª edición actualizada, 1ª reimpresión, tomo II, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1992,
pp. 339-340.
6 Cfr. Exposición de motivos oficiales del Código Civil. La transacción, elaborada por la Comi-
sión Revisora del Código Civil de acuerdo a las Leyes Nºs 24039 y 24136. Separata Especial
del diario oficial El Peruano publicada el 23 de marzo de 1988, p. 7.
261
Primer Pleno Casatorio Civil
7 Cfr. CASTILLO FREYRE, Mario et ál, ob. cit., pp. 444, 446 y 451.
Refiriéndose a las concesiones recíprocas, la Comisión revisora siguiendo la doctrina argen-
tina, señalaba que ellas no requieren ser de valor equivalente, sino que pueden ser enteramente
desiguales y desproporcionadas en su valor patrimonial, tampoco es necesario que sean de
naturaleza económica, pudiendo ser de otra naturaleza.
Cfr. Exposición de motivos oficiales…, p. 8.
8 Cfr. LUNA SERRANO, Agustín, en: LACRUZ BERDEJO, José Luis et álii, Derecho de obli-
gaciones. Vol. Segundo, contratos y cuasicontratos, delito y cuasidelito, 3ª edición, Bosch, Bar-
celona, 1995, p. 377.
9 Lo dicho nos lleva a recordar que el Código Civil francés también le otorga tal calidad a la tran-
sacción, además de considerar que no procede alegar la lesión en su celebración, conforme a
continuación de menciona:
“Article 2044: La transaction est un contrat par lequel les parties terminent une contestation
née, ou préviennent une contestation à naître.
Ce contrat doit être rédigé par écrit.
Article 2052: Les transactions ont, entre les parties, l’autorité de la chose jugée en dernier
ressort.
Elles ne peuvent être attaquées pour cause d’erreur de droit, ni pour cause de lésion”.
Comentando tales normas, los hermanos Mazeaud estipulaban que la transacción es un con-
trato en el sentido preciso de la palabra, ya que crea una obligación de no hacer, la de no acudir
a la justicia o la de no continuar un procedimiento en curso.
Acotaban que las concesiones no necesariamente debían ser equivalentes, pero era necesario
que existiera alguna concesión, al menos de orden moral, de lo contrario la transacción sería
nula.
Cfr. MAZEAUD, Henri, León y Jean. Lecciones de Derecho Civil. Parte tercera, vol. IV, trad.
de Luis Alcalá-Zamora y Castillo, bajo la dirección de Santiago Sentís Melendo, EJEA, Bue-
nos Aires, 1974, pp. 619 y 627. También ver: TRIGO REPRESAS, Félix A. “Las concesiones
recíprocas en la transacción”. En: La Ley 1989-B, nota a fallo, p. 563.
10 Conforme es de aceptación general en el sistema jurídico, los elementos esenciales de la tran-
sacción son los siguientes: a) Una relación jurídica litigiosa o controvertida; b) La intención
de los contratantes de componer el litigio, esto es eliminar la controversia y, c) Las recíprocas
concesiones de las partes (aliquid Batum, aliquid retentum).
Estos elementos serán mencionados durante el desarrollo del análisis del caso a resolverse
por lo que no se les dedicará consideraciones específicas al tener que ser aludidos en toda la
sentencia.
262
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
que cada cual realiza es de apreciación c) Tiene efecto declarativo: La tran- Efecto
declara-
eminentemente subjetiva, no habiendo sacción no tiene efectos traslativos tivo
pauta válida para su medición11. de derechos sino declarativos. Esto de la
transacción
significa que cuando uno de los
c.4. Efectos de la transacción contratantes reconoce el derecho
Efectos
del otro, no es que esté conside-
12. Se sostiene que la Transacción,
de la rando que se lo está transmitiendo,
transacción como es opinión mayoritaria en doc-
sino que ese derecho ha existido
trina, produce diversos efectos, siendo
desde antes y directamente en
los principales: a) es obligatoria o vin-
cabeza de quien lo tiene luego de
culante; b) es extintiva; c) tiene efecto
la transacción.
declarativo; d) tiene valor de cosa
juzgada12: d) Tiene valor de cosa juzgada: Cosa
juzgada y
Efecto a) Es obligatoria o vinculante: Por La parte final del artículo 1302 transacción
vinculante de nuestro actual Código Civil le
de la su razón de carácter contractual,
transacción la transacción crea para las partes otorga tal condición a la transac-
una regla a la cual deben someterse ción, aspecto sobre el que regre-
como a la ley misma, en mérito al saremos más adelante cuando tra-
adagio que “el contrato es ley entre temos específicamente sobre la
las partes”. vinculación de la transacción con
la cosa juzgada y su posibilidad de
Efecto b) Es extintiva: Precisamente por el proponerse como excepción en ese
extintivo
de la efecto extintivo que posee la tran- sentido.
transacción sacción, las partes no pueden hacer
valer luego los derechos renun- 13. Concordante con lo dicho, el
ciados por ese acto, si lo hicieran, artículo 1303 del Código Civil es
serían rechazados por una excep- expreso al consignar que: “La tran-
ción de transacción, que impide sacción debe contener la renuncia de
renovar una pretensión ya aniqui- las partes a cualquier acción que tenga
lada por la virtualidad del conve- una contra otra sobre el objeto de
nio celebrado. dicha transacción”, dejando en claro
11 Llambías nos dice que la materia de la transacción son las obligaciones litigiosas o dudosas.
Un acuerdo extintivo que recayese sobre obligaciones que no fuesen litigiosas o dudosas, no
sería una transacción porque la res dubia es la esencia de esa figura. En efecto, la transacción
es un negocio o acto jurídico de fijación, que tiende a hacer cierta o a poner fuera de discusión
una situación determinada, eliminando la incerteza de la relación. Esa incertidumbre puede ser
objetiva o subjetiva, la primera corresponde a las obligaciones litigiosas que son las que están
sometidas a un pronunciamiento judicial; la segunda origina las obligaciones dudosas, es decir,
las que las partes sinceramente han estimado como tales, aunque en verdad no lo fueran para
un jurista especializado.
Cfr. LLAMBÍAS. Ob. cit., pp. 75 y 76.
En el mismo sentido se pronuncia Fornaciari, al estimar que las obligaciones dudosas serán
aquellas que las partes seriamente estiman como tales. Por lo que los requisitos esenciales de la
transacción serán la existencia de cuestiones dudosas o litigiosas, pero entendiendo que la res
dubia precede y enlaza siempre ambas situaciones; sea que el acuerdo se concrete como forma
de autocomposición extrajudicial, sea que se realice en el ámbito del proceso. Asimismo, el
carácter de dudosa de determinada cuestión debe ser apreciado de manera subjetiva, es decir,
en el sentido que seria y razonablemente le atribuyen los otorgantes con abstracción de la inter-
pretación que le daría un jurisconsulto o el propio juez de la causa.
Cfr. FORNACIARI, Mario Alberto. Modos anormales de terminación del proceso. Tomo II,
Depalma, Buenos Aires, 1988, pp. 27 y 28. También sobre la res dubia resulta oportuno ver
a Compagnucci de Caso, Rubén: “La ‘res dubia’ como motivación totalizadora de la transac-
ción”. En: El Derecho. Jurisprudencia general. Tomo 85, Buenos Aires, 1980, pp. 859-863.
12 Por todo lo que diremos se ha seguido la obra de Llambías. Ob. cit., pp. 114-124.
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Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
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Primer Pleno Casatorio Civil
20. En doctrina existen tantas clasifi- forma bajo el amparo del inciso 8 del
caciones de excepciones como autores artículo 446 del Código Procesal Civil,
hay16, por lo que optamos por seguir que regula la excepción de Cosa Juz-
lo dicho por Peláez17, quien mencio- gada, y no bajo la égida del inciso 10
Clasificacio- nando los diferentes criterios de clasi- del mismo artículo.
nes de las
excepciones ficación de estas, alude, entre otras, a
las: a) procesales y materiales; b) pro- Si nos remitimos al ordenamiento
pias e impropias; c) de previo o espe- procesal, observamos que el Desisti-
cial pronunciamiento; d) perentorias, miento de la pretensión se puede hacer
dilatorias y mixtas. valer como excepción con nombre
propio (artículo 446 inciso 9: Desis-
Definiciones Es esta última clasificación la más timiento de la pretensión) o como
de excepcio-
nes dilatorias difundida, concibiéndose a las excep- excepción de Cosa Juzgada en mérito
ciones dilatorias o temporales como a lo dispuesto por el artículo 344 del
aquellas que no impiden una reproduc- Código Procesal Civil, por lo que en
ción del ataque del actor en otro pro- uno u otro sentido tendría paso, tam-
ceso una vez hayan variado las circuns- bién, para ser amparada la Transacción
Defini- tancias; en tanto que las perentorias judicial o extrajudicial.
ciones de
excepciones o perpetuas, eran aquellas que de ser
perentorias estimadas impedían que el ataque se Como dato histórico menciona-
reproduzca en otro proceso, porque se mos que el artículo 1728 del Código
dirigían a conseguir la absolución del Civil de 1852 decía que: “La transac-
demandado o la terminación del liti- ción produce entre las partes la excep-
gio, desvirtuando o destruyendo para ción de cosa juzgada; y puede inter-
siempre el derecho del demandante18. ponerse en cualquier estado de la
causa”. Coligiéndose de ello, que se
Excepciones Se admitía una tertius genus que se
mixtas le otorgaba la condición de excepción
denominaba excepciones mixtas, por- mixta, al poderse oponer como dilato-
que, se sostenía, tenían doble natura- ria o perentoria de acuerdo a lo antes
leza, de perentorias y de dilatorias, por mencionado.
lo que se podían hacer valer tanto antes
de contestar la demanda como al pre- 22. Empero, es sujeto de debate el con-
sentarse esta, siendo considerada den- siderar si es que la transacción extra-
tro de este tipo de excepciones la de judicial tiene o no la calidad de Cosa
Transacción. Juzgada, siendo de opinión en contra
la mayoría de la doctrina, por ejemplo
c.5.1. Transacción vs. Cosa juzgada en Argentina Llambías, Borda y Com-
21. Otro ámbito de debate es el refe- pagnucci sostienen que la transacción
rido a que si la Transacción al tener, como contrato que es, no tiene capa-
según nuestro Código Civil, el valor cidad de producir efectos de Cosa Juz-
[de] Cosa Juzgada podría haber hecho gada, solo tendrá aquella fuerza la que
valer en este proceso como defensa de ha sido homologada por el juez19.
16 Nos remitimos a lo comentado por ARIANO, Eugenia. Ob. cit., pp. 103, n. 4 y 145, n. 21.
17 Cfr. PELÁEZ, Francisco J. La transacción. Su eficacia procesal. Bosch, Barcelona, 1987, p.
191 y ss.
18 El procesalista brasileño Moacyr Amaral conceptúa a las excepciones dilatorias como “(...) são
aquelas que apenas distendem o curso da demanda (...)” mientras que las perentorias “(…) são
aquelas que trancam, encerram o processo (…)”.
Cfr. AMARAL SANTOS, Moacyr. Primeiras linhas de direito processual civil, 2° volumen, 14ª
edición, Saraiva, Sao Paulo, 1989-1991, p. 195.
19 Cfr. LLAMBÍAS. Ob. cit., p. 120, COMPAGNUCCI DE CASO. Ob. cit., p. 530 y BORDA,
Guillermo. Manual de obligaciones. 10ª edición actualizada, Perrot, Buenos Aires, 1994,
p. 360.
266
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
De la misma postura son los autores dictan las partes para resolver su
nacionales Castillo Freyre y Osterling situación controvertida, pienso que
Parodi, al señalar que la transacción la interpretación que buscamos es
solo tiene similitudes con la sentencia la de Fenech.
o con el laudo cuando nos encontra-
mos dentro de un proceso judicial o El artículo 1.816, dice, ‘no refleja
arbitral20. una identidad conceptual con la
cosa juzgada de la sentencia.
De distinto parecer es el maestro uru-
guayo Eduardo Couture, que al con- La cosa juzgada de la transacción
siderar como excepciones mixtas a la que no puede hacerse valer, por
Cosa Juzgada y a la Transacción, decía ejemplo, por medio de la excep-
que: “Las excepciones de cosa juzgada ción de cosa juzgada en el pro-
y transacción evitan, en todo caso, el ceso civil, ni tratarse por el proce-
debate sobre el derecho expuesto en la dimiento incidental, quiere decir
demanda. Quien aduce la cosa juzgada que el juez viene obligado a tener
no discute el derecho mismo, sino en cuenta la decisión de las par-
que se ampara en un pronunciamiento tes y a no contradecirla, aunque
anterior a su respecto, que le resulta la crea injusta; pero esta cosa juz-
favorable y que le ahorra una nueva gada no impide que el Juez valore
discusión. El que invoca la transac- la validez del propio contrato de
ción tampoco quiere dilucidar el dere- transacción, y que estime su falta
cho tal cual era, sino que se ampara de causa, que ha sido otorgado
en un estado de cosas que ha surgido con dolo, etc., o sea, que el juez
luego del contrato de transacción y que no puede revisar el proceso que
hace innecesario todo debate sobre el ha culminado en una sentencia, de
estado anterior; la transacción que es el modo que la cosa juzgada se des-
equivalente contractual de la sentencia, prende de la sentencia y cubre la
actúa en el juicio como una verdadera actividad anterior a ella. Solo en
excepción de cosa juzgada”21. ese sentido puede hablarse propia-
mente de cosa juzgada, en cuanto
23. La doctrina española también se la solución se independiza de la
ocupa de tal efecto, considerando que actividad anterior y tiene valor por
la norma respectiva (artículo 1.816 del sí misma.’
Código Civil español), cuando habla
del valor de Cosa Juzgada, se trata Es como una sentencia que se han
más de una metáfora secular y que dado las partes”22.
ha cumplido históricamente la misión
de subrayar el carácter meramente Continúa citando Francisco Peláez,
declarativo del contrato, no debiendo esta vez a Carreras Llansana quien
entenderse en su sentido literal; por opina que: “Para que exista cosa juz-
tal motivo, el autor español Francisco gada en sentido material, es indispen-
Peláez comenta que: sable, por definición, que se haya juz-
gado, es decir, que exista verdadero y
“Partiendo de que la transacción propio juicio sobre una cuestión entre
es una especie de sentencia que partes. Si no existe una verdadera
20 Cfr. CASTILLO et ál., ob. cit., p. 512, y MORELLO, Augusto M. “La transacción desde la
perspectiva procesal”. En: Revista del Colegio de Abogados de La Plata. Año VI, Nº 11, Tomo
VI, julio-diciembre, 1953, pp. 375-390, artículo contenido también en su libro: La eficacia del
proceso, 2ª edición ampliada, Hammurabi, Buenos Aires, 2001, pp. 393-409.
21 Cfr. COUTURE, Eduardo J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. 12ª reimpresión de la 3ª
edición de 1958, Depalma, Buenos Aires, 1985, pp. 118-119.
22 Cfr. PELÁEZ. Ob. cit., pp. 161 y 163.
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Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
26 Cfr. FERRERO, Augusto. Derecho Procesal Civil. Excepciones. 2ª edición corregida y aumen-
tada, Lima, s/e, 1974, pp. 142-144.
Sobre esto también nos remitimos a lo ya dicho por Couture en su obra citada, pp. 118-119.
Otro autor nacional, comentando el artículo 317 del Código de Procedimientos Civiles, decía
que esta excepción se justificaba puesto que al tener esta como fin el evitar un litigio y si, a
pesar de ello, una de las partes planteara uno nuevo, tenía que otorgarse al demandado un
recurso que le permitiera “(...) hacer efectivo el efecto de la transacción (...)”.
Cfr. PERLA VELAOCHAGA, Ernesto. Juicio ordinario. 6ª edición, EDDILI, Lima, 1986,
p. 228.
De posición distinta es Pino Carpio, para quien la única transacción que podía dar pie a propo-
nerse como excepción, de acuerdo al artículo 317 del C. de P. C., era la que había “(…) incidido
en juicio, porque si este no ha existido, no se podría hablar de las identidades de objeto y de
causa (cosa y acción según el Código), por más que el del juicio iniciado después de la transac-
ción se deduzca que tales identidades existen en el convenio transaccional. Por consiguiente, si
la transacción se ha llevado a cabo sin que antes hubiera existido juicio, no puede deducirse la
excepción; pues lo que cabe en este caso es que el demandado oponga la transacción como un
medio de defensa substancial, lo que debe hacer al contestar la demanda”.
Cfr. PINO CARPIO, Remigio. Nociones de Derecho Procesal y comento del Código de Proce-
dimientos Civiles. Tomo II, Tipografía Peruana, Lima, 1963, pp. 72-73.
Respecto a la inviabilidad de proponer la transacción extrajudicial como excepción bajo las
normas de nuestro actual Código Procesal Civil es ilustrativo ver la obra de: ARIANO DEHO,
Eugenia. El proceso de ejecución. La tutela ejecutiva en el Código Procesal Civil peruano.
Rodhas, Lima, 1996, pp. 216-217.
27 Citado por CASTILLO FREYRE et ál, ob. cit., p. 491.
28 Cfr. CARBONE, Carlos Alberto. Ob. cit., pp. 179-180.
269
Primer Pleno Casatorio Civil
La transac-
31. Resulta muy oportuno traer a cola-
29. Concluimos que no existe basa-
ción extraju- ción lo dicho por el jurista brasileño
dicial como mento lógico que sirva de obstáculo Carlos Álvaro de Oliveira, a propó-
defensa
de forma para que la Transacción Extrajudicial sito del formalismo en el proceso
se oponga como defensa de forma, de civil, quien comenta que “(…) la clave
lo contrario se estaría desconociendo del problema consiste en la posibili-
sus efectos extintivos así como su uti- dad de que el poder organizador, orde-
lidad como medio eficaz para solucio- nador y disciplinario del formalismo
nar futuros litigios, además de instru- –en vez de servir a la realización del
mento para alcanzar la paz y armonía derecho– contribuya al aniquilamiento
entre las partes. del propio derecho o a un retraso irra-
zonable de la solución del litigio. En
D. FORMALISMO, INTERPRETA- este caso, el formalismo se transforma
CIÓN NORMATIVA, JUSTICIA en su contrario: deja de constituir una
Y CONFLICTO SOCIAL herramienta útil para la realización de
la justicia material y pasa a ser su ver-
30. De lo dicho surge el siguiente inte- dugo; en vez de propiciar una solución
rrogante: ¿cuál sería la razón para no rápida y eficaz del proceso, contribuye
poder alegar la transacción extrajudi- a la extinción de este sin juzgamiento
cial como defensa de forma (Excep- del mérito, impidiendo que el instru-
ción) y solamente limitarla a oponerla mento alcance su finalidad esencial.
como defensa de fondo?
Se coloca, por tanto, en primer plano
No se halla motivo razonable para exi- de la discusión hasta qué punto es
gir a las partes a litigar por un alon- posible aceptar, o no, una visión rígida
gado tiempo, sabiendo que se concluirá y rigurosa del formalismo procesal y,
finalmente por el amparo de la defensa al mismo tiempo, la problemática de
propuesta, cuando bien puede acogerse la investigación y búsqueda de solu-
la misma como excepción procesal, ciones para el antagonismo entre tales
con ello no solo se estaría actuando valores en conflicto”30.
270
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
271
Primer Pleno Casatorio Civil
32 Cfr. RUIZ SERRAMALERA, Ricardo. Derecho civil. Parte general. Las fuentes del Derecho
y la eficacia de las normas jurídicas. Universidad Complutense, Madrid, 1980, pp. 304-305.
33 Para esta clasificación nos remitimos al trabajo de: DE ASÍS ROIG, Rafael. Jueces y normas.
La decisión judicial desde el ordenamiento. Marcial Pons, Madrid, 1995, pp. 186-208. En dicha
obra se podrán apreciar, ampliamente desarrollados, los diferentes criterios de interpretación.
34 Es interesante el comentario que hace al respecto Karl Larenz, cuando dice que “Toda interpre-
tación de un texto ha de comenzar con el sentido literal. Por tal entendemos el significado de
un término o de una unión de palabras en el uso general del lenguaje o, en caso sea constata-
ble un tal uso, en el uso especial del lenguaje de quien habla, aquí en el de la ley respectiva. El
enlace con el uso del lenguaje es el más evidente, porque se puede aceptar que aquel, que quiere
decir algo, usa las palabras en el sentido en que comúnmente son entendidas. El legislador se
sirve del lenguaje general porque y en tanto se dirige a los ciudadanos y desea ser entendido
por ellos. Además de ello, se sirve ampliamente de un especial lenguaje técnico-jurídico, en el
que se puede expresar más precisamente, cuyo uso le ahorra múltiples aclaraciones circunstan-
ciales. También este lenguaje técnico se apoya, sin embargo, todavía en el lenguaje general, ya
que el Derecho, que se dirige a todos y a todos atañe, no puede renunciar a un mínimo de com-
prensibilidad general (…)”.
Cfr. LARENZ, Karl. Metodología de la ciencia del Derecho. 2ª edición de la 4ª alemana, Ariel,
Barcelona, 2001, p. 316.
Conviene consultar también a: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Los principios contenidos en el
título preliminar del Código Civil peruano de 1984 (Análisis doctrinario, legislativo y juris-
prudencial). PUCP, Lima, 2003, p. 310 y ss.
272
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
en relación con el texto legal que de tal modo que las unas se explican
las contiene o con el ordenamiento. por medio de las otras.
El criterio sistemático puede ope-
rar bien desde la perspectiva de la Creada una norma jurídica, esta viene
adecuación lógica de la norma con a integrar la totalidad del ordenamiento
las restantes (donde se conecta con jurídico y este impone a la norma una
el literal), bien desde la de la ade- configuración, un valor y un sentido
cuación teleológica y valorativa de que deben acomodarse a la unidad del
la norma respecto a las demás. mismo ordenamiento. De esta manera,
la institución de la transacción no solo
Todos los criterios sistemáticos está regulada por el Código Procesal
están presididos por la idea de la Civil sino también, y sustancialmente,
coherencia. Los enunciados nor- por el Código Civil, por lo que extraer
mativos deben ser interpretados conclusiones distintas es atentar con-
de forma coherente con el orde- tra la unidad de este ordenamiento jurí-
namiento. Este es precisamente el dico, visto como un entramado de dis-
significado general del criterio sis- positivos legales.
temático, siendo los restantes pro-
yecciones, presupuestos o limita- 37. Por tal razón, el artículo 1302
ciones del mismo. del Código Civil es meridianamente
claro (y por ende preciso), puesto que
En efecto, algunos no son otra prescribe que la transacción tiene por
cosa que concreciones al sentido cometido el poner fin a una controver-
general de este criterio, es decir, sia evitando así un pleito que podría
hacen alusión a qué partes del promoverse o finalizando el ya ini-
ordenamiento deben ser tenidas ciado, resultando excesivo y formalista
en cuenta. Dentro de estos pueden que se exija litigar a las partes en un
incluirse el criterio estructural, el fatigoso proceso judicial, para arribar
del lugar material, el de conformi- finalmente a la conclusión que el fondo
dad con la Constitución, el analó- de la controversia ya ha sido resuelto
gico, el de equidad, el del prece- por ellas mismas, cuando bien se pudo
dente, el de autoridad. poner fin al proceso amparando la
excepción propuesta35.
36. Ergo, considerando que, cuando
no se acoge como Excepción la Tran- Una interpretación distinta contribuye
sacción Extrajudicial, no homolo- a alimentar la litigiosidad, cuando a
gada judicialmente, se está haciendo las partes –pese a que decidieron libre-
una aplicación o interpretación lite- mente de manera extrajudicial poner
ral del citado artículo 453, inciso 4, fin a un asunto dudoso– se les deba
Interpreta- del Código Procesal Civil, mas no así exigir transitar por todo el iter procesal
ción siste-
mática para una interpretación sistemática, habida para concluir finalmente que no había
admitir cuenta que las normas que integran motivo a incoar la demanda. Con ello
la excepción
de transac- el ordenamiento jurídico son partes se estaría imponiendo a las personas
ción extra-
judicial conectadas que se apoyan mutuamente, (sean naturales o jurídicas) a que nunca
273
Primer Pleno Casatorio Civil
36 Cfr. HINOSTROZA MÍNGUEZ, Alberto. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo II,
Gaceta Jurídica, Lima, 2003, pp. 896-897, quien sostiene que no se puede considerar a la tran-
sacción extrajudicial como medio de defensa de forma (es decir como excepción) porque puede
adolecer de nulidad o anulabilidad.
37 Cfr. RODRÍGUEZ-PIÑERO y BRAVO-FERRER, Miguel. “Constitución, legalidad y seguri-
dad jurídica”. En: Anuario de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.
Nº 1, 1997, p. 169.
38 Es necesario mencionar que en otros países se admite la aplicación del iura novit curia en sede
casatoria, como por ejemplo en Alemania y Francia; en tanto que de manera un tanto restrictiva
en España, apostándose por un mayor protagonismo de este principio que en tales lugares solo
se aplica cuando se atenta contra normas de orden público.
Sobre las posiciones favorables a la aplicación del citado principio, bajo el punto de vista men-
cionado, se puede consultar a: GUZMÁN FLUJÁ, Vicente. El recurso de casación civil (Control
de hecho y de derecho). Tirant lo Blanch, Valencia, 1996, pp. 97-134; MORELLO, Augusto M.
La casación. Un modelo intermedio eficiente. Librería editora Platense-Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1993, pp. 279-284; RÚA, Fernando de la. El recurso de casación en el Derecho Positivo
argentino. Víctor P. de Zavalía, Buenos Aires, 1968, pp. 223-224; 436; 438 y 441.
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
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Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
49 Hay posiciones en contrario que consideran que cuando las partes quedan ligadas o vinculadas
por su propio negocio jurídico no hay lugar a aplicar la doctrina de los actos propios, sino la
doctrina general de los efectos del negocio jurídico.
Se discrepa de tal parecer, dado que para el caso de autos no podría exigírsele a la parte empla-
zada a que plantee una demanda pidiendo que la ahora accionante se abstenga de incumplir el
contrato, no solo sería un contrasentido sino acrecentar aún más el conflicto jurídico, dado que
no se estaría resolviendo la cuestión principal del debate referido a la viabilidad de deducir la
transacción extrajudicial como excepción procesal así como, este órgano jurisdiccional se esta-
ría sustrayendo en su función de evaluar la conducta de la actora a la luz del principio de la
Buena Fey su comportamiento contrario a los acuerdos que aceptó asumir con la transacción.
Sobre los pareceres distintos a los que se hace alusión Vide: DÍEZ-PICAZO. Ob. cit., p. 161 y
BORDA, Alejandro. Ob. cit., pp. 114-115.
279
Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
52 Cfr. DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel. Ob. cit., Tomo III, pp. 108-109.
Comparte la misma posición Luis Moisset de Espanés, acotando que no encuentra razón para
no dar lugar a la rescisión de la transacción por lesión, pero de cualquier modo como el texto
del artículo 1455 del Código Civil es claro, se cierra la puerta a la posibilidad de intentar la
acción de lesión en las transacciones.
Cfr. MOISSET DE ESPANÉS, Luis, en: Código Civil comentado. Tomo VII, contratos en
general, 2ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2007, p. 517.
Opinan por que sí procedería la rescisión por lesión Mario Castillo y Felipe Osterling, Tratado
de las obligaciones…, p. 506.
Sobre posiciones encontradas devienen en interesantes sobre dar cabida o no a la lesión en la
transacción, los artículos de: MOISSET DE ESPANÉS, Luis. “La lesión subjetiva y sus ele-
mentos”, nota a fallo en: La Ley 1984-B, p. 308; XANTHOS. “Nulidad de una transacción que
versó sobre el monto del resarcimiento, por configurar lesión subjetiva”, nota a fallo en: La
Ley 1998-E, pp. 292-294, y COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén. “Transacción y lesión sub-
jetiva”. En: La Ley. Año LXXI, Nº 239, 12 de diciembre de 2007, pp. 1-4.
53 De la revisión de los actuados se tiene que la accionante solamente absolvió las excepciones
deducidas por los demandados Yanacocha S. R. L. (fojas 261-264 del tomo I) y Arturo Blanco
Bar (fs. 1225 a 1228 del tomo III), mas no se advierte que lo haya hecho respecto a las deduci-
das por la otra demandada Ransa S. A.
54 Estos datos, concernientes a la formación profesional de la accionante y su cónyuge, emergen
de los que se consignan en la resolución de autorización judicial para celebrar transacción dic-
tada por el Tercer Juzgado de Familia de Cajamarca, obrante en copia de fojas 234 a 236 del
tomo I de los cuadernos que forman este proceso.
281
Primer Pleno Casatorio Civil
que afectó a las localidades de San “(…) vulneran los derechos al debido
Sebastián de Choropampa, Magdalena proceso y a una tutela jurisdiccional
y San Juan en la provincia de Caja- efectiva de los afectados, derechos de
marca, emitiendo el Informe Defenso- la persona humana reconocidos cons-
rial Nº 62, de diciembre de 2001. titucionalmente, inherentes a la misma
e irrenunciables”.
En el citado Informe se hizo un por-
menorizado análisis de lo acontecido, Según la Defensoría del Pueblo (p. 75
precisando en sus conclusiones, entre del Informe), tales transacciones sería
otros puntos, que a la Minera Yanaco- nulas de pleno derecho ya que se esta-
cha se la había sancionado adminis- ría transigiendo sobre el derecho al
trativamente, no habiendo impugnado debido proceso y a la tutela jurisdic-
dicha sanción (conclusión número 22). cional efectiva. Opinión que no es
También cuestionó la actividad proce- compartida por este Pleno Casatorio
sal de la magistrada provisional encar- por las razones ya expuestas.
gada del Juzgado Mixto de Santa Apo- 58. La Defensoría del Pueblo no se
lonia, Olga Castañeda Ayulo, así como pronunció en sus conclusiones ni en
del Fiscal Ad Hoc, Miguel Villalobos, sus recomendaciones sobre la viabili-
nombrado para el caso. dad o no de demandar indemnización
por daño ecológico a los responsables
Se procesó penalmente al chofer del
del hecho denunciado, esto a efectos
camión, Esteban Arturo Blanco Bar
de dar lugar a que se reparen esos per-
por el delito contra la vida, el cuerpo
juicios ocasionados con el derrame de
y la salud, como único responsable, y
mercurio. En suma, no instó a ninguna
contra los directivos de Yanacocha y
de las entidades o instituciones señala-
de Ransa por el delito contra la seguri-
das en el artículo 82 del Código Proce-
dad pública y delito de peligro común, sal Civil para que inicien las acciones
en sus figuras de formas culposas en que el caso ameritaba.
agravio de la sociedad, reservándose el
Fiscal el derecho de denunciarlos por
H. SOBRE LOS INTERESES DIFU-
delito ecológico. No habiéndose cons-
SOS Y SU DEFENSA
tituido en parte civil ninguno de los
agraviados. 59. En primer lugar, es necesario tener
en cuenta que a la fecha en que se
Finalmente, solo se sentenció al cho- suscitaron los hechos (2 de junio de
fer del camión a dos años de pena pri- 2000) y de la admisión de la presente
vativa de la libertad con ejecución sus- demanda (presentada el 27 de mayo
pendida, no habiendo sido apelada la de 2002 y admitida del 4 de junio de
sentencia. 2002, como se verifica de fojas 1101 a
1120 del tomo III) aún estaba vigente
Sobre este particular, la Defensoría del el texto original del artículo 82 del
Pueblo en sus conclusiones y recomen- Código Procesal Civil el mismo que
daciones (números 23 y 11, respecti- era el siguiente:
vamente) solicitó se investigue la acti-
tud tanto de la magistrada como del “Artículo 82. Patrocinio de inte-
fiscal por no haber procesado debida- reses difusos:
mente la cuestión del delito ecológico,
por lo que recomendó que los órganos Interés difuso es aquel cuya titu-
de control del Ministerio Público y del laridad corresponde a un con-
Poder Judicial procedan de acuerdo a junto indeterminado de personas,
sus atribuciones. respecto de bienes de inestima-
ble valor patrimonial, tales como
57. Finalmente, en lo atinente a las la defensa del medio ambiente, de
transacciones extrajudiciales (conclu- bienes o valores culturales o histó-
sión número 26), opina que las mismas ricos o del consumidor.
282
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
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Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
57 El artículo 300 del Código Procesal Civil, prescribe que se pueden presentar tachas contra tes-
tigos y documentos, en tanto que el artículo 243 del mismo Código regula que si un documento
es nulo carecerá de eficacia, cuya declaración podrá ser de oficio o como resultado de una tacha
fundada.
En este caso las instancias de mérito que tuvieron competencia para fijar los hechos no consi-
deraron que debían de enjuiciar oficiosamente la invalidez o ineficacia de dichos contratos tran-
saccionales, con lo cual se colige que los reputaron plenamente válidos y eficaces.
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Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
Código Civil, por ende las transaccio- resoluciones judiciales que no pueden
nes celebradas tienen plena validez. cuestionarse en este estado procesal.
73. Estando a las consideraciones pre- 77. Concluyendo, no se debe confun-
cedentes, con las cuales se han des- dir el derecho afectado, que puede ser
estimado las denuncias de infraccio- de orden patrimonial o extrapatrimo-
nes de orden procesal, puesto que se nial, con el resultado indemnizatorio
ha concluido que sí resulta proce- del mismo; al final de cuentas todos los
dente la interposición de la Excepción derechos, cuando se trata de indemni-
por Transacción Extrajudicial, dichos zarlos, deben ser cuantificados patri-
argumentos se hacen extensivos al pre- monialmente; en consecuencia no se
sente análisis, toda vez que en las tran- advierte que se haya inaplicado, al
sacciones celebradas entre las par- caso sub júdice, ni el artículo 5 ni el
tes no se advierte que la accionante o artículo 1305 del Código Civil, por lo
sus menores hijos hayan renunciado a que esta denuncia también deviene en
alguno de sus derechos fundamenta- infundada.
les referidos a la vida, a la integridad
física, a la libertad, al honor y demás i.1.2. De la transacción sobre dere-
inherentes a la persona humana. chos de menores de edad
74. En efecto, si bien es cierto que con 78. Finalmente, corresponde analizar
el derrame de mercurio se creó una sobre la validez de las transacciones
situación de riesgo para los lugareños, celebradas por la accionante en nom-
quienes se expusieron a daños físicos bre de sus menores hijos, esto es si las
al manipular el metal, no es menos autorizaciones judiciales realmente
cierto que para efectos indemnizato- tuvieron efectos autoritativos para que
rios, ese daño debe ser cuantificable, las transacciones sean válidas.
de lo contrario no habría manera de Se ha constatado que la señora Gio-
poder resarcirse el mismo.
vanna Quiroz Villaty nunca cuestionó,
75. En su escrito que contiene el en su demanda de indemnización, la
recurso de Casación, admite la actora validez y eficacia de las transaccio-
que los derechos “personalísimos nes celebradas a favor de sus menores
y extrapatrimoniales” sí pueden ser hijos antes de contar con la autoriza-
cuantificados patrimonialmente y por ción judicial, así como tampoco lo ha
ende materia de transacción, como en hecho cuando absolvió las excepcio-
efecto ocurrió así y se consignó en la nes propuestas y menos en el recurso
respectivas transacciones que se estaba de casación interpuesto, salvo en el
indemnizando por el daño causado, el recurso de apelación que interpusiera
cual comprendía el daño emergente, contra la resolución de primera instan-
lucro cesante, daño físico o moral y cia que amparó la excepción de con-
cualquier otro daño sufrido. En conse- clusión del proceso por transacción
cuencia, no se puede argüir que se han referente a los menores de edad.
afectado los derechos señalados por el
artículo 5 del Código Civil o que se ha 79. En la citada apelación se dice que
infringido lo dispuesto por el artículo no se ha contado con autorización judi-
1305 del mismo cuerpo legal. cial previa para celebrar las transac-
ciones a favor de sus menores hijos de
76. Los jueces que autorizaron la cele- acuerdo a lo normado por el artículo
bración de las transacciones a favor de 448, inciso 3, del Código Civil y por
los hijos menores de edad de la accio- lo tanto dichos actos jurídicos no tie-
nante, tuvieron a la vista las documen- nen “(...) validez, son nulos, inexisten-
tales que las contenían, así como sus tes y por ende no surten efectos (...)”
respectivas adendas, conforme se veri- (el citado recurso de apelación corre de
fica de las pruebas anexadas en autos; fojas 1244 a 1254 del tomo III).
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58 Un Estado de Derecho, es aquel en el que los ciudadanos pueden calcular anticipadamente qué
ocurrirá en el futuro en un sentido específico, es decir, cómo se comportarán otro individuos y
cómo lo hará también el Estado mismo, sobre todo como garante de la eficacia del Derecho.
Cfr. BACIGALUPO ZAPATER, Enrique. “Jurisprudencia y seguridad jurídica”. En: Estudios
de Derecho Judicial. Nº 31, CGPJ, Madrid, 2001, pp. 129-130.
59 Cfr. MARTÍNEZ ALARCÓN, María Luz. La independencia judicial. CEPC, Madrid, 2004,
pp. 194-195.
60 Cfr. RODRÍGUEZ-PIÑERO y BRAVO-FERRER, Miguel. Ob. cit., pp. 176-177, también:
TARUFFO, Michele. Sobre las fronteras. Escritos sobre la justicia civil. Trad. de Beatriz
Quintero, Temis, Bogotá, 2006, p. 192.
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
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Primer Pleno Casatorio Civil
2. La legitimación parar obrar activa, conforme aparece a fojas 190 del cua-
en defensa de los intereses difu- derno de excepciones acumulado; fue
sos, únicamente puede ser ejer- calificada positivamente y admitida a
cida por las entidades señaladas trámite mediante auto de fecha cua-
expresamente en el artículo 82 del tro de junio del dos mil dos corriente
Código Procesal Civil, (voto por a fojas 207 del mismo cuaderno, en
unanimidad). la vía procedimental de conocimiento
conforme al Código Procesal Civil
SE ORDENA la publicación de la pre- vigente (en adelante, cuando no se
sente sentencia en el diario oficial El indique el cuerpo legal al que corres-
Peruano, teniendo efectos vinculan- ponde se entenderá que la norma
tes para todos los órganos jurisdiccio- corresponde al C.P.C.); los actos pos-
nales de la República a partir del día tulatorios de las partes están configura-
siguiente de su publicidad. Intervi- dos del siguiente modo:
niendo como Vocal Ponente el señor
Vásquez Vejarano. 1. Demanda
Según escrito copiado a fojas 190
SS. FRANCISCO TÁVARA CÓR- Giovanna Angélica Quiroz Villaty,
DOVA; WALTER VÁSQUEZ VEJA- por derecho propio y en represen-
RANO; ANTONIO PAJARES PARE-
tación de sus hijos Euler Jonathan y
DES; ROGER H. SALAS GAMBOA;
José Ronny Mendoza Quiroz, y Wal-
MANUEL SÁNCHEZ-PALACIOS
PAIVA ; HUGO SIVINA HURTADO; ter Steve Cuenca Quiroz, demanda el
JAVIER ROMÁN SANTISTEBAN; pago de una indemnización ascendente
ELCIRA VÁSQUEZ CORTEZ; VÍC- a US$1’800,000.00 por los daños oca-
TOR TICONA POSTIGO; CÉSAR SAN sionados por el derrame de mercu-
MARTÍN CASTRO; JAVIER VILLA rio, que incluye el daño a la persona
STEIN; VÍCTOR PRADO SALDA- (daño a la salud), daño moral y daño al
RRIAGA; DUBERLI RODRÍGUEZ medio ambiente, para lo cual emplaza
TINEO; JORGE SOLÍS ESPINOZA; a Minera Yanacocha S.R.L. en su cali-
JACINTO RODRÍGUEZ MENDOZA; dad de propietaria del mercurio.
JOSÉ LECAROS CORNEJO; MARÍA
DEL CARMEN RITA GALLARDO Desglosa la pretensión indemnizatoria
NEYRA del siguiente modo: US$ 400,000.00
a favor de Giovanna Angélica Qui-
roz Villaty, US$ 500,000.00 a
favor de Walter Steve Cuenca Qui-
La Secretaria General de la Corte roz, US$ 500,000.00 a favor de
Suprema de Justicia de la República Euler Jonathan Mendoza Quiroz, y
certifica que el voto en minoría de US$ 400,000.00 a favor de José Ronny
los señores vocales supremos Anto- Mendoza Quiroz.
nio Pajares Paredes, Hugo Sivina
Sostiene que el 2 de junio de 2000, a
Hurtado, Víctor Ticona Postigo, las 3:20 p.m. aproximadamente, en
Jorge Solís Espinoza, José Lecaros circunstancias de que el chofer de la
Cornejo y Jacinto Rodríguez Men- empresa Ransa Comercial S.A., Este-
doza, en cuanto al extremo referido ban Arturo Blanco Bar, transportaba
a la improcedencia de proponer la mercurio de propiedad de Minera
Transacción Extrajudicial como Yanacocha S.R.L., se produjo un pri-
excepción procesal es como sigue: mer derrame de mercurio a la altura de
la Quebrada de Chotén.
I.- DEL PROCESO
Entre las 5:30 y 5:40 p.m. del mismo
La demanda fue presentada ante el día, del mismo camión de la empresa
Juez del Juzgado Mixto del Módulo Ransa Comercial S.A. se produjo otro
Básico de Justicia de Santa Apolonia, derrame de 152 Kg de mercurio, en las
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61 CALAMANDREI, Piero. La Casación Civil. Tomo II. Traducción de Santiago Sentís Melendo,
Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1945, pp. 102 a 104.
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68 ROCCO, Ugo. Tratado de Derecho Procesal Civil. Tomo 1, Segunda reimpresión, Temis -
Depalma, Bogotá - Buenos Aires, 1983, pp. 345 y 346.
69 BENAVENTOS, Omar A. Excepciones y Defensas Procesales. 1ª reimpresión, Editorial Juris,
Santa Fe Argentina, 1999, p. 16.
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70 Cfr. CASTRO GALLO, Mario. La Transacción. Diálogo S.A., Lima, 2003, p. 11.
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79 Cfr. DE GÁSPERI, Luís. Tratado de Derecho Civil. Tomo III, Tipográfica Editora Argentina,
Buenos Aires, 1964, p. 314.
80 Citado por PELÁEZ, Francisco J. La Transacción, su eficacia procesal. Bosch - Casa Editorial,
Barcelona, 1987, p. 162.
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85 PINO CARPIO, Remigio. Nociones de Derecho Procesal y Comento del Código de Procedi-
mientos Civiles. Tomo II, Tipografía peruana, Lima, pp. 72 y 73.
86 VARGAS, Abraham Luís. Excepción de Transacción, p. 580.
87 Véase en: Defensas y Excepciones. Osvaldo Alfredo GOZAÍNI (Director). Rubinzal Culzoni
Editores, Buenos Aires, 2007, pp. 308 y 309.
314
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
88 PALACIO, Lino Enrique. Derecho Procesal Civil. Tomo VI, 3ª reimpresión, Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 1990, p. 137.
89 PELAEZ, Francisco J. La Transacción. pp. 204-206.
315
Primer Pleno Casatorio Civil
316
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
317
Primer Pleno Casatorio Civil
318
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
319
Primer Pleno Casatorio Civil
93 Cfr. MARTÍNEZ, Luis y FERNÁNDEZ, Jesús. Curso de Teoría del Derecho y Metodología
Jurídica, p. 288-290. Rafael de Asis Roig hace una sistematización más general y compleja,
estableciendo los siguientes criterios: a) por su sentido: criterios de coherencia semántica o
literal (gramatical, analógico); coherencia teleológica (teleológico estricto, de racionalidad y
de proporcionalidad, de razón mayor); coherencia valorativa (de justicia y equidad, de natu-
raleza de las cosas, del contrapeso y razonabilidad); b) proyecciones: pasado (criterio histó-
rico estricto estático, criterio de la voluntad o psicológico, criterio del precedente); presente
(criterio del lugar material, criterio de conformidad con la constitución); futuro (criterio histó-
rico estricto dinámico), c) límites: criterio de la no redundancia, apagógico, criterio de la con-
secuencialista estricto, criterio de la ordenación, véase: Jueces y Normas, la Decisión Judicial
desde el Ordenamiento. Marcial Pons, Ediciones Jurídicas S.A. Madrid, 1995, p. 209.
94 Con acierto dice Manuel Aragón Reyes “(…) el problema de la vinculación de los jueces a la
ley ha de abordarse desde una perspectiva que podríamos llamar ‘moderna’, esto es, la propia
de una Estado Constitucional de Derecho, y esa perspectiva no es otra que la doble sumisión de
los jueces a la constitución y a la ley…) La vinculación del juez a la Ley. Anuario de la Facul-
tad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid 1 (1997), Madrid, 1997, p. 180.
95 El imperio de la Constitución y de la ley es uno de los pilares esenciales de un Estado de Dere-
cho, llámese Estado Constitucional de Derecho o Estado Democrático y Social de Derecho;
empero la legalidad surge como una respuesta a la arbitrariedad y el absolutismo del antiguo
régimen y así nos lo recuerda Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer cuando precisa “El
principio de legalidad se construye históricamente como oposición a la arbitrariedad y la sub-
jetividad de las decisiones del príncipe, como sistema de ejercicio de poder objetivo, igualita-
rio y previsible y como elemento clave para legitimar el poder, para organizarlo y delimitarlo
(…)”. “Constitución, Legalidad y Seguridad Jurídica”. En: Anuario de la Facultad de Derecho
de la Universidad Autónoma de Madrid 1 (1997), p. 157.
320
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
96 Véase: PRIETO SANCHÍS, Luis. Apuntes de Teoría del Derecho. 2ª edición, Editorial Trotta,
Madrid, 2007, p. 113 y ss.
97 Ob. cit., p. 134 y ss.
98 GUASTINI, Ricardo. Estudios sobre la interpretación jurídica. 2ª edición, Editorial Porrúa,
México, 2000, p. 76.
99 Cfr. PRIETO SANCHÍS, Luis. Ob. cit., p. 138.
321
Primer Pleno Casatorio Civil
desde luego los emplazados así la judiciales mediante las cuales se apro-
han propuesto no obstante su fun- baron las transacciones extrajudicia-
damento) y no un medio extin- les celebradas por Giovanna Angé-
tivo de obligaciones; finalmente, el lica Quiróz Villaty, en representación
artículo 338 dispone que en todo lo de sus tres menores hijos, resultarían
no previsto en el capítulo de tran- cuestionables, toda vez que el artículo
sacción judicial se aplican suple- 1307 del CC, al tratar de la transac-
toriamente las normas del Código ción a cargo de los representantes de
Civil; norma que refuerza el carác- ausentes o incapaces, señala que estos
ter especial de las normas procesa- pueden celebrarla, pero con aproba-
les sobre las sustantivas respecto a ción del juez, lo que quiere decir que
la tema de la transacción. la oportunidad en la que debe obte-
nerse la autorización del juez es pre-
De todo esto cabe concluirse que el via a la celebración del acto transac-
juez no puede crear una excepción cional (entiéndase sobre un proyecto),
o defensa de forma que no esté pre- y no después, ya que celebrarse pri-
vista expresamente en la norma pro- mero la transacción importaría haber
cesal civil. Además está prohibido de celebrado un acto ineficaz 100. En el
hacerlo porque sino abriría las puer- caso de autos, mediante resoluciones
tas para reconocer otras excepciones del 6 de febrero y 5 de junio de 2001,
no previstas expresamente, vulnerán- el órgano jurisdiccional “autorizó” a
dose de este modo el contenido esen- Giovanna Angélica Quiróz Villaty a
cial de los derechos de acción, al pro- celebrar las transacciones en nombre
ceso y a una decisión sobre el fondo de sus menores hijos, es decir, luego de
del litigio que corresponde a la parte haber transcurrido varios meses desde
demandante. su suscripción, teniendo en cuenta que
los contratos principales datan del 2 de
Por los fundamentos pertinentes que setiembre de 2000 y sus addedums del
anteceden, la excepción de transacción 4 de noviembre del mismo año.
formulada por los emplazados Minera
Yanacocha S.R.L., Ransa Comercial Se ha verificado, en consecuencia, la
S.A. y Esteban Arturo Blanco Bar contravención a las normas que garan-
debe ser desestimada en cuanto a la tizan el derecho a un debido proceso,
demandante y a sus tres hijos, en con- reconocido por el inciso 3 del artículo
sideración de que la referida transac- 139 de la Constitución Política y por
ción extrajudicial no puede en modo el artículo I del Título Preliminar
alguno sustentar una excepción de del Código Procesal citado, pues al
conclusión del proceso por transac- haberse declarado fundada la mencio-
ción, por cuanto: 1) la transacción nada excepción y dado por concluido
no fue celebrada para dar por finali- el proceso, se ha lesionado el derecho
zado un proceso judicial en curso; de la parte demandante a obtener una
2) no fue homologada o aprobada por sentencia sobre el fondo del litigio res-
el juez del proceso; 3) la tantas veces pecto a las emplazadas Minera Yana-
citada transacción, al no haberse gene- cocha S.R.L., Ransa Comercial S.A.
rado en un proceso, no puede en modo y Esteban Arturo Blanco Bar. De con-
alguno configurar la hipótesis legal siguiente, el recurso de casación debe
requerida de un primer proceso idén- ser declarado fundado en este extremo
tico al segundo, en el que se hace y, en sede de instancia, debe revocarse
valer la excepción; 4) las resoluciones la resolución de primera instancia
100 Cfr. MURO ROJO, Manuel. “Transacción de Ausentes e Incapaces”. En: Código Civil comen-
tado por los 100 mejores especialistas. Tomo VI, Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 819.
322
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
323
Primer Pleno Casatorio Civil
102 BORDA, Alejandro. La Teoría de los Actos Propios. 4ª edición, Editorial Abeledo-Perrot
Lexis Nexis Argentina, Buenos Aires, 2005, pp. 15 y 21.
103 DÍEZ-PICAZO PONCE DE LEÓN, Luís. La doctrina de los propios actos: un estudio crítico
sobre la jurisprudencia del Tribunal Supremo. Bosch Casa Editorial, Barcelona, 1963, pp. 23
a 26.
104 LÓPEZ MESA, Marcelo y ROGEL VIDE, Carlos. La Doctrina de los actos propios, Doctrina
y Jurisprudencia. Editorial Reus y Editorial B de F, Buenos Aires, 2005, p. 91.
105 FUEYO LANERI, Fernando. Instituciones de Derecho Civil Moderno. Editorial Jurídica de
Chile, Santiago de Chile, 1990, pp. 308 y 310.
106 Ibídem, p. 56.
324
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
buena fe, pero también ha sido enfo- de los actos propios. El conflicto
cada como medio de defensa contra el de intereses generado por el com-
accionar incoherente y también como portamiento contradictorio podría,
una nueva forma de restricción o limi- hipotéticamente, soslayar la inter-
tación en el ejercicio de derechos107. vención judicial o arbitral; pero
en los hechos, esta intervención
9.3.- Requisitos resulta imprescindible toda vez
La teoría de los actos propios requiere que la aplicación de la teoría de los
de tres condiciones para que pueda ser actos propios se realiza dentro de
aplicada, que son las siguientes108: un proceso porque se trata de un
impedimento de orden procesal.
a) Una conducta anterior relevante
y eficaz. La conducta vinculante o c) La identidad de los sujetos que
primera debe ser jurídicamente efi- se vinculan en ambas conductas.
caz. Por lo tanto, si esta primera El sujeto activo que ha observado
conducta es inválida, se puede vol- determinada conducta debe ser el
ver lícitamente contra ella. Ello mismo que pretende luego contra-
significa que si el negocio jurí- decir esa primera conducta.
dico celebrado en primer término El sujeto pasivo, es decir, la per-
o, lo que es lo mismo, la conducta sona que ha sido receptor o desti-
vinculante llevada a cabo fuese natario de ambas conductas, tam-
inválida o ineficaz en sí misma, o
bién debe ser el mismo.
ilícita, o contraria las buenas cos-
tumbres o al orden público o de 9.4.- Inaplicabilidad de la doctrina
cumplimiento imposible, puede ser de los actos propios al caso sub judice
atacada o impugnada sin que ello
importe una violación de la teoría En el caso de autos, se aprecia que la
de los propios actos. accionante Giovanna Angélica Quiroz
Villaty, por derecho propio y en repre-
b) La pretensión contradictoria. La sentación de sus menores hijos Walker
referida pretensión, que puede ser Cuenca Quiroz, Euler Mendoza Qui-
judicial o extrajudicial, teniendo roz y José Mendoza Quiroz, celebró
como referencia un acto anterior, transacciones extrajudiciales con la
permite la defensa del sujeto que demandada Minera Yanacocha S.R.L.
ha receptado ambas conductas, que con fecha 2 de setiembre de 2000. En
ha confiado en la primera de ellas y los referidos actos jurídicos, las par-
que ha actuado consecuentemente tes acordaron que Minera Yanacocha
con dicha confianza, salvo que la S.R.L. indemnizaba a los afectados
variación de la conducta esté jus- por el derrame de mercurio que ocu-
tificada por las circunstancias del rrió en su localidad, en tanto que la
caso o haya intereses sociales pre- ahora accionante renunciaba a iniciar
valecientes, o hayan variado las cualquier proceso judicial o reclamo
condiciones que se daban al pro- al respecto.
ducirse la conducta vinculante.
Desde luego, el agente receptor A continuación expondremos los fun-
del comportamiento debe haber damentos por los cuales consideramos
obrado de buena fe. La mala fe que la Teoría de los Actos Propios es
impide la aplicación de la teoría inaplicable al caso submateria.
107 Cfr. PEYRANO, Jorge W. Derecho Procesal Civil, de acuerdo al CPC peruano. Ediciones
Jurídicas, Lima, 1995, pp. 355 y 356.
108 BORDA, Alejandro. Ob. cit., p. 71.
325
Primer Pleno Casatorio Civil
109 En el escrito de absolución de la excepción corriente a fojas 261 del Tomo I, la demandante
expresamente alegó la nulidad de pleno derecho de las transacciones celebradas con Empresa
Minera Yanacocha S.R.L.
110 Ob. cit., p. 78.
326
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
327
Primer Pleno Casatorio Civil
del tiempo, tan cierto es ello que con ha señalado anteriormente, el agente
fecha 4 de noviembre de 2000 las par- receptor del comportamiento debe
tes celebran un segundo acuerdo tran- haber obrado de buena fe; la mala fe
saccional que le denominan “adden- impide la aplicación de la teoría de los
dum”, y en virtud del cual Yanacocha actos propios. Todos estos aspectos
duplica el monto de las indemniza- corresponden ser analizados durante
ciones pactadas en la primigenia tran- el desarrollo del proceso, con la actua-
sacción a favor de la demandante y de ción de los medios probatorios perti-
sus tres menores hijos. Este segundo nentes, lo cual resulta inviable a tra-
acuerdo evidencia que la controversia vés de una excepción de forma con una
fue reabierta por ambas partes y que cognición sumaria; por todo esto ade-
las condiciones variaron con el paso más, corresponde analizar la excepción
del tiempo, esto es que el progresivo de transacción extrajudicial sublitis
agravamiento de las lesiones tenía como un medio de defensa de fondo.
lugar en razón de la naturaleza de la
intoxicación por mercurio, y por tanto, También es importante tener en cuenta
las condiciones existentes al celebrar que la Teoría de los Actos Propios
el segundo documento fueron distintas tiene una aplicación residual, esto es
a las que se daban al celebrar la refe- que solamente se aplica cuando el
rida transacción extrajudicial. ordenamiento jurídico no provee de
otra solución para la conducta contra-
Asimismo, respecto a las buenas cos- dictoria; por consiguiente, no es apli-
tumbres, corresponde al Órgano Juris- cable esta teoría cuando la ley regula
diccional en la causa sub materia anali- una solución expresa para la conducta
zar en la sentencia si las transacciones contradictoria, sea impidiéndola o per-
fueron celebradas respetando los cáno- mitiéndola114. En ocasiones la varia-
nes fundamentales de honestidad a ción de la doctrina está justificada por
la luz de la conciencia social, pues el las circunstancias del caso o existen
presente caso es muy particular, no se intereses sociales prevalentes que lle-
trata de un daño a la salud típico ocu- van al legislador a autorizar retrocesos
rrido por ejemplo en un accidente de y contramarchas115. En el caso de autos
tránsito donde las consecuencias son existen ya normas expresas, contenidas
más que previsibles, sino se trata de en los artículos 446 y 453 del Código
una contaminación química producto Procesal Civil vigente, que establece
de un derrame de mercurio, donde las que el demandado solo puede alegar
consecuencias inmediatas y sobre todo determinadas excepciones, donde no
futuras, pueden ser del total desconoci- se considera de forma alguna la excep-
miento de los pobladores rurales, en su ción de transacción extrajudicial; por
mayoría campesinos, con niveles ínfi- consiguiente, no cabe la aplicación
mos de educación, que podrían des- o creación de otras excepciones, vía
conocer los posibles daños actuales y interpretación o de la aplicación de
futuros a su salud producto de dicha la doctrina de los actos propios, más
contaminación; mientras que, Minera aún que, como se ha señalado anterior-
Yanacocha, habría tenido la respon- mente, la intervención judicial resulta
sabilidad de explicar a dichas perso- imprescindible toda vez que la Teo-
nas los efectos de una posible conta- ría de los Actos Propios trata sobre un
minación por mercurio, pues como se impedimento de orden procesal.
114 Cfr. LÓPEZ MESA, Marcelo J. y ROGEL VIDE, Carlos. Ob. cit., p. 180.
115 Conclusión 3ª del despacho de la Comisión 8 de las Novenas Jornadas Nacionales de Mar del
Plata, 1983.
328
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
También es inaplicable esta doctrina que configuran, entre otros, los requi-
al caso concreto, para resolver en la sitos anotados, por ello la doctrina
etapa postulatoria una excepción, ya se inclina por considerarla como una
que existe doctrina sólida que postula defensa de fondo que debe ser alegada
que esta doctrina opera procesalmente por la parte interesada, a fin de preser-
como defensa de fondo y por tanto var los principios del contradictorio,
debe ser objeto de pronunciamiento de defensa y de congruencia procesal:
solo en la sentencia. Con suma clari-
dad López Mesa y Rogel Vide expre- “Esta –la doctrina que se analiza–
san al respecto: viene así a cumplir una defensa de
fondo, pues ataca el derecho subje-
“Procesalmente, la doctrina opera tivo e impide su recepción jurisdic-
como defensa sustancial o de cional (…)
fondo, y no como excepción de
previo y especial pronunciamiento; Sucede que el juez puede no cono-
y debe ser opuesta al contestar la cer la conducta sistemática prece-
demanda o el traslado de la preten- dente, o que no surja de los ele-
sión que se trate. No configura una mentos de prueba agregados; o
excepción en sentido estricto, sino bien, que la presunta contradicción
una defensa amplia, abarcadora, no tenga estricta vinculación con el
hábil para frustrar la pretensión asunto que tramita la litis. En estos
desleal. Ello, obvio es, sin perjui- casos, el problema del ámbito de
cio de su posibilidad de invocación composición del entuerto (princi-
de oficio, en los casos en que ella pio de contradicción, principio de
procede (…)”116. congruencia) le impide al senten-
ciante introducir otros argumen-
Por tanto, determinar si la obligación tos de hecho que no hubieran sido
indemnizatoria se extinguió o no es un planteados por las partes (…) Sin
tema de fondo que el juez debe resol- embargo, interpretado el princi-
ver en la sentencia. En este orden de pio en la medida del alcance que
ideas, si los tres emplazados al for- pretendemos asignarle (residual),
mular la excepción materia de análi- parece más coherente afirmar la
sis alegan que la obligación referida se necesidad de que se oponga como
extinguió por el mérito de las transac- defensa y se prueba la conducta
ciones extrajudiciales y, además hubie- incompatible con el obrar anterior,
ran alegado expresamente como medio so riesgo de privar al principio de
de defensa la doctrina de los actos pro- su presencia en el proceso”117.
pios (cosa que no lo hicieron), estos
dos aspectos, estrechamente vincula- 10. Del Informe Defensorial Nº 62
dos, configuran defensas de fondo que sobre el caso submateria
deben ser objeto de resolución en la
sentencia. La Defensoría del Pueblo, en el men-
cionado Informe Nº 62, da cuenta
La doctrina de los actos propios de la investigación y análisis sobre
impone la probanza de ciertos hechos los hechos ocurridos con relación al
329
Primer Pleno Casatorio Civil
330
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
331
Primer Pleno Casatorio Civil
corresponde a quien afirma ser titular de la Ley Nº 23506, sobre Hábeas Cor-
de un derecho y por tanto habilitado pus y Amparo, hoy derogada, que habi-
para formular una pretensión procesal, litaba a cualquier persona a interponer
mientras que en la legitimidad extraor- demanda de amparo ante la violación
dinaria, no obstante no afirmarse ser o amenaza de violación de derechos
titular de un derecho, la norma jurídica constitucionales de naturaleza ambien-
expresamente autoriza para proponer tal, supuesto que no corresponde al
una pretensión concreta. presente proceso, que tiene por objeto
la indemnización que se tramita en la
1.6. En el presente caso, tanto Minera vía procedimental de conocimiento
Yanacocha S.R.L. como Esteban ante el Juez civil, y no un proceso ini-
Arturo Blanco Bar han formulado ciado ante un Juez Constitucional. De
excepción cuestionando la legitimi- lo que se concluye que aquel argu-
dad para obrar activa, principal, per- mento de la actora y recurrente tam-
manente, singular y extraordinaria, bién carece de asidero jurídico.
alegando que la demandante Quiroz
Villaty carece de legitimidad para for- 2. Conclusiones sobre la excep-
mular la pretensión indemnizatoria por ción de falta de legitimidad
el daño ambiental, a raíz del derrame para obrar activa
del mercurio.
En esta parte se puede concluir que la
1.7. El artículo 82 concede únicamente excepción de falta de legitimidad para
legitimidad para obrar extraordinaria obrar de la parte demandante, con rela-
y activa a las siguientes instituciones: ción a la pretensión indemnizatoria por
el Ministerio Público, los Gobiernos el daño ambiental en el presente pro-
Regionales, los Gobiernos Locales, ceso, resulta fundada, tal como efecti-
las Comunidades Campesinas y/o las vamente las instancias de mérito la han
Comunidades Nativas en cuya juris- declarado. Por consiguiente, el recurso
dicción se produjo el daño ambien- de casación en este extremo debe ser
tal o al patrimonio cultural y las aso- desestimado al no haberse verificado
ciaciones o instituciones sin fines de la contravención a las normas que
lucro que, según la Ley y criterio del garantizan el derecho a un debido pro-
Juez, este último por resolución debi- ceso, como se denunció en el indicado
damente motivada, estén legitimadas recurso.
para ello. De igual forma, las Rondas
Campesinas que acrediten personería Al declararse fundado el recurso de
jurídica, tienen el mismo derecho que casación por causal procesal, en cuanto
las Comunidades Campesinas o las a la excepción de conclusión del pro-
Comunidades Nativas en los lugares ceso por transacción, carece de objeto
donde estas no existan o no se hayan pronunciarse sobre la causal material
apersonado a juicio. En tal virtud, la de inaplicación de las normas conte-
demandante carece de legitimidad para nidas en los artículos 5 y 1305 del CC
obrar, tanto ordinaria como extraordi- referida a la misma excepción.
naria, pues no está autorizada por el
ordenamiento jurídico para proponer IX. DE LA CAUSAL PROCESAL
esta pretensión procesal indemnizato- CASATORIA Y EL REENVÍO
ria en la instancia judicial.
La parte pertinente del artículo 396
1.8. De otro lado, la sentencia del Tri- previene que si la sentencia declara
bunal Constitucional recaída en el fundado el recurso, además de decla-
Expediente N° 0221-1997-AA/TC, al rarse la nulidad de la sentencia impug-
referirse a la legitimatio ad causam nada, la Sala debe completar la deci-
para la defensa de los intereses difusos sión, y si se trata de la causal prevista
o colectivos, lo hace en el marco nor- en el inciso 3 del artículo 386 (error in
mativo del artículo 26, tercer párrafo, procedendo) debe reenviar y reponer el
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
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Primer Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
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Primer Pleno Casatorio Civil
336
Precedente judicial vinculante sobre la transacción extrajudicial como excepción procesal
3.- Efectos distintos según se trate de tran- VIII.- FUNDAMENTOS SOBRE LA EXCEP-
sacción extrajudicial o de transacción CIÓN DE FALTA DE LEGITIMIDAD PARA
judicial. OBRAR DE LA PARTE DEMANDANTE.
4.- Diferencias entre la Transacción y la
Cosa Juzgada. 1.- La falta de legitimidad para obrar como
excepción.
5.- De la excepción de conclusión del pro-
ceso por transacción. 2.- Conclusiones sobre la excepción de falta
6.- De la razonabilidad de los derechos fun- de legitimidad para obrar activa.
damentales de acción y contradicción.
IX.- DE LA CAUSAL PROCESAL CASATORIA
7.- De la aparente antinomia de las normas Y EL REENVÍO.
procesales y sustantivas sobre la excep-
ción de transacción. X.- DE LOS EFECTOS DE LA SENTENCIA
8.- Criterio de nuestra jurisprudencia sobre CASATORIA.
la excepción de transacción judicial como XI.- DE LA CONSTITUCIONALIDAD DEL
defensa de forma. PLENO CASATORIO.
9.- De la inaplicabilidad de la doctrina de los
Actos Propios al presente caso. XII.- RESOLUCIÓN.
337
SEGUNDO PLENO CASATORIO CIVIL
Precedente judicial vinculante
sobre la procedencia de la usucapión a
favor de los coposeedores
(El Peruano, 22 de agosto de 2009)
CASACIÓN N° 2229-2008-LAMBAYEQUE
A.- De la contravención a las normas que
garantizan el derecho a un debido
proceso.
Demandantes : Rafael Agustín Lluncor Caste- a.1.- El debido proceso: Aspecto formal
llanos y Gladys Filomena Llun- y sustancial.
cor Moloche a.2.- De la motivación de las resolu-
ciones.
Demandados : Guillermo Cepeda Villarreal;
María Emilia Yzaga Pérez; B.- De la posesión, la propiedad y otras insti-
Guillermo Cepeda Yzaga; tuciones afines.
María Emilia Cepeda Yzaga; b.1.- La Posesión.
María del Pilar Cepeda Yzaga; b.2.- Formas de adquirir la posesión.
Rodrigo Cepeda Yzaga; Hugo b.3.- La coposesión.
Jesús Alberto Arbulú Arbulú;
b.4.- Clases de posesión.
Otilia Arbaiza Aguinaga; Delia
Marcela Arbulú Arbulú; Marco b.4.1.- Posesión mediata e inme-
Antonio Burga Bravo; Leopoldo diata.
Edgardo Arbulú Arbulú y Silvia b.4.2.- Servidor de la posesión.
Ortega Ortega. b.5.- La propiedad.
Materia : Prescripción adquisitiva de b.6.- Derecho de habitación.
dominio b.7.- Derecho de uso y arrendamiento.
b.8.- Usucapión: Fundamentos y efectos.
Vía procedimental: Proceso Abreviado
b.9.- Situación jurídica material y proce-
Sumario: sal de los demandantes.
I.- Introducción. C.- De la interpretación errónea de una norma
de derecho material.
II.- Materia del recurso.
D.- De la inaplicación de normas de derecho
III.- Fundamentos del recurso. material.
IV.- De la convocatoria al Pleno Casatorio. VI.- Conclusiones.
V.- Consideraciones. VII.- Fallo.
339
Segundo Pleno Casatorio Civil
340
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
1 El Tribunal estaba conformado por los vocales Balcázar Zelada, Zamora Pedemonte y Silva
Muñoz, teniendo como ponente a este último.
341
Segundo Pleno Casatorio Civil
2 En esta oportunidad el Colegiado estuvo integrado por los vocales Balcázar Zelada, Peralta
Cueva y De la Cruz Ríos, siendo ponente el primero de los nombrados.
342
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
343
Segundo Pleno Casatorio Civil
3 Cfr. LINARES, Juan Francisco. Razonabilidad de las Leyes. El “debido proceso” como
garantía innominada en la Constitución Argentina. Buenos Aires, 1970, pp. 15-22.
4 Resultan ilustrativos al respecto los sesudos trabajos de: COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio.
La motivación de las sentencias: Sus exigencias constitucionales y legales. Tirant lo Blanch,
Valencia, 2003, p. 80 y ss.; GARRIDA, Carlos y LORENTE, Marta. “El juez y la ley. La moti-
vación de las sentencias (Castilla, 1489-España, 1855)”. En: Anuario de la Facultad de Dere-
cho de la Universidad Autónoma de Madrid, N° 1, 1997, p. 97 y ss., e IGARTUA SALAVE-
RRÍA, Juan. La motivación de las sentencias, imperativo constitucional. Centro de estudios
políticos y constitucionales, Madrid, 2003.
344
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
además que tal comportamiento se 10.- Bien se dice que cuando se Funciones
esenciales
debía, también, a la Decretal Sicut empezó a exigir la motivación de las de la motiva-
Nobis de Inocencio III dictada el año sentencias se perseguía tres funciones ción de las
sentencias
1199, de cuyo texto los comentaris- esenciales: la primera, tutelar el interés
tas dedujeron el principio de derecho público, porque se concebía la posibi-
común según el cual iudex non tenetur lidad de anular la sentencia por notoria
exprimere causam in sentencia5. injusticia; la segunda, era el permitir
a las partes y a la sociedad en general
8. Empero, tal uso judicial, de la no que pudiesen apreciar la justicia de la
motivación, no fue el general proceder
sentencia redactada, con el objeto que
en todos los reinos europeos, dado que
los destinatarios pudieren aprehender
en algunos casos se hacia excepciones
y valorar lo ajustado a Derecho de la
a tal regla, siendo ejemplo emblemá-
sentencia, a efectos de ponderar una
tico de ello el reino de Aragón (por el
posible impugnación de la misma, y la
origen contractual de su monarquía),
el cual sí se llegó a obligar a los jueces tercera, el expresarse en la sentencia
y tribunales a motivar sus sentencias6; la causa determinante de la decisión,
por lo que en la España tardo medie- resolvía el problema de saber entre las
val coexistieron dos regímenes total- varias acciones o excepciones formu-
mente diferenciados, por un lado el ladas cuáles habían sido acogidas por
Castellano que no contemplaba la obli- el juez para condenar o absolver9.
gación de motivar las sentencias y por 11.- Nuestro ordenamiento legal no
el otro, el Aragonés que sí lo exigía, ha sido ajeno a tal exigencia, puesto
hasta que se dio la unificación norma- que desde los albores de nuestra Repú-
tiva en el siglo XVIII, iniciada con los blica, en la Constitución de 1828, ya
Decretos de Nueva Planta, lo que se
se estipulaba en su artículo 122 que
tradujo en la generalización de la pro-
los juicios civiles deberían ser públi-
hibición de justificar las sentencias a
cos, los jueces deliberarían en secreto,
todo el territorio español7.
pero las sentencias serían motiva-
9.- No es sino hasta la llegada de la das y se pronunciaban en audiencia
Revolución Francesa cuando se intro- pública. Garantía esta que se ha man-
duce definitivamente la obligatorie- tenido incólume hasta nuestros días; es
dad de fundamentar las sentencias, y más, ha tenido un mayor espectro de
se hace a través de la Ley del 24 de aplicación como toda garantía dentro
agosto de 1790, con la clara intención de un Estado Constitucional y Social
de someter la actuación del juez a la de Derecho, por lo que el inciso 5 del
ley, a diferencia de la antigua forma de artículo 139 de nuestra actual Cons-
actuar del antiguo Régimen, dado que titución prescribe que es un principio
el no motivar constituía un elemento de la función jurisdiccional la motiva-
esencial para un ejercicio arbitrario del ción escrita de las resoluciones judi-
poder por parte de los jueces8. ciales en todas los instancias, excepto
345
Segundo Pleno Casatorio Civil
los decretos de mero trámite, con men- dado que estas también van dirigidas
ción expresa de la ley aplicable y de al público12.
los fundamentos de hecho en que se
sustentan10. En suma, motivar significa indicar el Definición
de
motivo por el que ha sido dictada una motivación
12.- En ese mismo sentido se pronun- decisión, por lo que siendo obligación
cian el artículo 12 de la Ley Orgánica de los jueces dictar decisiones que sean
del Poder Judicial (LOPJ) y el artículo conformes al derecho, se debe presumir
122 del Código Procesal Civil, textos que el motivo por el que ha sido dic-
normativos que señalan los requisitos tada una determinada decisión, en vez
esenciales para la validez de toda reso- de otra distinta, consiste en que el juez
lución judicial, puesto que su incum- que la ha dictado de tal modo, consi-
plimiento acarrea la nulidad de la dera que la misma es conforme con el
misma, puesto que de otro modo no es derecho. Por lo tanto; cuando el dere-
posible que sean pasibles de cuestiona- cho establece que el juez que dicta una
miento por parte de quienes se sientan decisión debe motivarla, lo que le está
afectados con las decisiones adoptadas exigiendo es que indique el motivo por
por los jueces. el que él considera que dicha decisión
es conforme al derecho13.
Dimensio- 13.- Ahora bien, en doctrina se suele
nes de la
motivación mencionar que la función de la motiva- 14.- A nivel doctrinario se acepta que Finalidades
de la
ción puede ser en su dimensión endo- la motivación de las sentencias cum- motivación
procesal o en su dimensión extrapro- ple múltiples finalidades, así por ejem-
cesal; se dará la primera cuando esté plo: a) Permite el control de la acti-
encaminada a permitir un control téc- vidad jurisdiccional por parte de la
nico-jurídico de la decisión judicial, opinión pública, cumpliendo de este
que sucesivamente desarrollarán los modo con el requisito de publicidad
litigantes (control privado) y los órga- esperado; b) Hace patente el someti-
nos jurisdiccionales superiores (control miento del juez al imperio de la ley;
institucional); en tanto que la segunda c) Logra el convencimiento de las par-
engloba el conjunto de funciones que tes sobre la justicia y corrección de la
cumple la motivación fuera del ámbito decisión judicial, eliminando la sensa-
del proceso, dado que hace referencia a ción de arbitrariedad y estableciendo
las consecuencias e impacto que el dic- su razonabilidad, al conocer el por qué
tado de una resolución jurisdiccional concreto de su contenido; d) Permite
tiene a nivel social11, puesto que, como la efectividad de los recursos por las
dice lgartua Salaverría, ni las partes, partes; y e) Garantiza la posibilidad de
ni sus abogados, ni los jueces que exa- control de la resolución judicial por los
minan los recursos agotan el destino tribunales superiores que conozcan de
de las motivaciones de las sentencias, los correspondientes recursos14.
10 Se dice que: “Entendida como instrumento para evitar la arbitrariedad del poder, la motiva-
ción adquiere, además, una particular importancia merced a la evaluación que ha conocido el
Estado de Derecho en el constitucionalismo, un modelo de Estado que encuentra su legitimidad
(externa) en la protección de los individuos y sus derechos, y que, al consagrar esos derechos
en el nivel jurídico más alto, la Constitución, condiciona también la legitimidad (interna) de los
actos del poder a la protección de esos derechos. La motivación cobra entonces una dimensión
político-jurídica garantista, de tutela de los derechos”.
11 Cfr. GASCÓN ABELLÁN, Marina. Los hechos en el Derecho. Bases argumentales de la
prueba. 2ª edición, Marcial Pons, Barcelona, 2004, p. 192.
12 Cfr. COLOMER. Ob. cit, p. 124.
13 Cfr. IGARTUA SALAVERDA. Ob. cit., p. 24.
14 Cfr. HERNÁNDEZ MARÍN, Rafael. Las obligaciones básicas de los jueces. Marcial Pons,
Barcelona, 2005, p. 145.
346
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
15 Cfr. CHAMORRO BERNAL, Francisco. La tutela judicial efectiva. Derechos y garantías pro-
cesales derivados del artículo 24.1 de la Constitución. Bosch, Barcelona, 1994, p, 205, y PICÓ
I JUNOY, Joan. Las garantías constitucionales del proceso. Bosch, Barcelona, 1997, p. 64.
Cfr. PICÓ I JUNOY. Ob. cit., p. 61.
347
Segundo Pleno Casatorio Civil
tutela judicial efectiva, pero este dere- radicalmente diferente al que es mate-
cho se define o conceptúa como uno ria del presente caso.
dirigido a la obtención de una resolu-
ción judicial fundada, sin incluirse en 20.- Ahora bien, ¿este dislate come-
él un derecho al acierto de los órga- tido por el tribunal superior puede dar
nos jurisdiccionales en la aplicación o lugar a casar la sentencia por indebida
interpretación de la legalidad16; en con- motivación?, consideramos que no es
secuencia, cuando se analiza la debida viable, no porque el ad quem no haya
motivación no se ingresa a cuestionar incurrido en evidente desatino en otor-
si una norma fue bien o mal interpre- garle un efecto vinculante a una reso-
tada o aplicada, sino si es que el juz- lución que no tiene tal calidad, sino
gador ha sustentado las razones por las que este Pleno Casatorio debe anali-
cuales considera que esa o esas normas zar los efectos prácticos (trascenden-
legales deben sustentar su fallo, por lo cia del agravio denunciado) que con-
que su pertinencia o no en el caso con- llevaría el anular la sentencia de vista
creto será materia de análisis en las por esa sola formalidad; esto es, si la
otras denuncias casatorias. nulidad a declararse (como efecto de la
casación) haría que el sentido del fallo
19.- Sobre la invocación de la Casa- se vea sustancialmente modificado, de
ción N° 3140-2000 por la Sala Supe- otro modo no tendría razón de ser, que
rior para confirmar la apelada, sin duda luego de casada la de vista se vuelva a
que la misma resulta impertinente a la
resolver en el mismo sentido.
presente litis, puesto que de la lectura
de la misma se verifica que los hechos 21.- Desde nuestro punto de vista la
y la materia de controversia son total- referencia que hace la Sala Superior
mente diferentes al caso sometido a a la citada Casación no se configura
la presente casación, además de no como un elemento basilar de la sen-
ajustarse dicha resolución suprema a tencia recurrida, sino que la usa como
lo preceptuado por el artículo 22 de argumento de autoridad; razón por
la Ley Orgánica del Poder Judicial la que, aun en el hipotético caso que
(LOPJ), dado que, en ninguna parte de la hubieran mencionado siquiera, los
su texto se indica que lo decidido tenga demás considerandos de la sentencia se
efecto vinculante en materia civil, esto explican por sí solos (al margen de si
es, que a través de ella se estén estatu- se comparte o no los criterios expues-
yendo principios jurisprudenciales17.
tos en ellos), habida cuenta que se sos-
En efecto, en el citado proceso judicial, tienen autónomamente y no son depen-
la parte que actuaba como demandante dientes de la alusión a la sentencia
(pretendiendo la usucapión) poseía el casatoria: Reiterando, los consideran-
inmueble conjuntamente con su con- dos restantes no van embretados a la
traparte (contra quien pretendía usu- cita que se hace de la aludida sentencia
capir). En otros términos, un coposee- de Casación. Ergo, no siendo sustan-
dor intentaba ser declarado propietario cial la referencia a la resolución casa-
vía prescripción adquisitiva de domi- toria N° 3140-2000 (por cierto erra-
nio en desmedro de su similar, hecho damente invocada), no se considera
16 Esta también es la posición que se manifiesta jurisprudencialmente en España, por todo con-
viene consultar la obra ya citada de Picó i Junoy, p. 65.
17 Hay que dejar constancia que existen errores en la numeración de los considerandos en la sen-
tencia de vista, puesto que luego del cuarto considerando debía seguir, por lógica, el quinto
y así sucesivamente, lo que no ha ocurrido dado que se ha consignado (sexto, quinto, sexto,
sétimo y octavo), errores que no resultan relevantes para el análisis de la citada sentencia, toda
vez que se advierte que los párrafos guardan una relación consecutiva.
348
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
18 No pretendemos ingresar a debatir sobre el terna pero es pertinente mencionar que a nivel doc-
trinarlo se han suscitado amplias discusiones sobre la doble naturaleza de la posesión, como
HECHO o COMO DERECHO o ambos a la vez, que en palabras de García Valdecasas: “Ni
siquiera en el Derecho Romano es posible negar radicalmente la doble significación. En él
–como el mismo Windscheid reconoce– se da lugar a las consecuencias jurídicas de la pose-
sión en ciertos casos en que no existe el hecho de la posesión; no obstante la cual, las fuentes
dicen que existe posessio. Si, pues, la palabra posesión tiene esa doble significación, es decir,
el con ella se designan dos objetos de distinta naturaleza, tendremos que admitir con Savigny
que la posesión es al mismo tiempo hecho y derecho. Con esta advertencia, sin embargo, que
al hablar de la doble naturaleza de la posesión, no pensamos que el hecho sea al mismo tiempo
derecho, sino que tanto uno como otro son elementos integrantes de la posesión en la forma y
con las peculiaridades que hemos indicado al examinar la conexión existente entre ellos”. Cfr.
GARCÍA VALDECASAS, Guillermo. “La doble naturaleza de la posesión’’. En: Anuario de
Derecho Civil. Tomo VII, Madrid, 1954, p. 817. De manera parecida se sostiene por otro autor
que el problema debe resolver en el sentido de que la posesión es en su origen un hecho, una
relación fáctica, una relación de señorío sobre la cosa; pero que a ese hecho el ordenamiento
jurídico vincula consecuencias jurídicas importantes. Cfr. DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN,
Antonio. Sistema de Derecho Civil. Volumen III, Derecho de las cosas y Derecho Inmobiliario
registral. Reimpresión de la 6ª edición, Tecnos, Madrid, 1998, p. 102.
También resulta sumamente ilustrativa la exposición y contrastación de ideas que hace Hernán-
dez Gil en cuanto a la naturaleza jurídica de la posesión, vide HERNÁNDEZ GIL, Antonio. La
posesión como institución jurídica y social. Obras completas, tomo II, Espasa-Calpe, Madrid,
1987, pp. 32-46. Tampoco puede dejarse de lado la mención a las obras capitales de Savigny y
Ihering, ambas impecablemente reimpresas últimamente. Del primero ver: Tratado de la pose-
sión según los principios del Derecho Romano por M.F.C. de Savigny, edición y estudio pre-
liminar de José Luis Monereo Pérez, Granada, Comares, 2005, p. 19; del segundo de los nom-
brados: La teoría de la posesión. El fundamento de la protección posesoria, con traducción
y estudio preliminar sobre la vida y obras de Ihering por Adolfo Posada, Reus S.A., Madrid,
2004, y la voluntad en la posesión, con la critica del método Jurídico reinante. Traducción de
Adolfo Posada, Segunda parte de la teoría de la posesión, Rete S.A., Madrid, 2003.
En sede nacional, los maestros sanmarquinos Romero y Castañeda, especialistas en la materia,
se han decantado por considerar a la posesión como un derecho, siguiendo lo prescrito por el
Código Civil de 1936, del cual es símil en su regulación nuestro actual corpus civil.
Cfr. ROMERO ROMAÑA, Eleodoro. Derecho Civil. Los derechos reales. 2ª edición aumen-
tada. Tomo 1, Lima, s/f, p. 74 y CASTAÑEDA, Jorge Eugenio. Los derechos reales. Tomo I,
4ª edición, P. L. Villanueva S. A., Lima, 1973, pp. 93-94 y 95.
349
Segundo Pleno Casatorio Civil
19 El autor sigue la definición del tratadista argentino Daniel Ovejero. Cfr. CASTAÑEDA, Jorge
Eugenio. Ob. cit., p. 101.
20 Cfr. GARCÍA CALDERÓN, Francisco. Diccionario de la legislación peruana. Tomo II, edi-
ción facsimilar de la segunda edición de 1879, Grijley, Lima, 2003, p. 1559.
21 Cfr. CASTAÑEDA, J. E. Ob. cit., p. 96, también DÍEZ-PICAZO, Luis. Fundamentos de dere-
cho civil patrimonial, volumen tercero. Las relaciones jurídico-reales, el registro de la propie-
dad, la posesión. 4ª edición, Civitas, Madrid, 1995, pp. 548-549.
22 Cfr. ÁLVAREZ CAPEROCHIPI, José A. Curso de derechos reales. Propiedad y posesión.
Tomo I, Civitas, Madrid, 1986, p. 84.
23 Ibídem, p. 86.
350
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
comportamientos sobre las cosas per- coposesión cuando dos o más personas
miten que una persona sea considerada poseen un mismo bien conjuntamente.
como titular de un derecho sobre ella
y pueda ejercitar en el tráfico jurídico De ello surge, en palabras de Hernández
las facultades derivadas de aquel, así Gil, que existen dos notas esenciales
como que los terceros pueden confiar de la coposesión, a saberse: a) La uni- Característi-
cas de la
en dicha apariencia. dad del objeto sobre el que osten- coposesión
tan el poder los coposeedores y b) La
De igual guisa, otro de los efectos de homogeneidad del poder, es decir, de
la posesión es la posibilidad de su con- la posesión. No existiendo coposesión
versión en dominio o en el derecho si el objeto aparece dividido en par-
real de que es manifiestamente exterior tes determinadas materialmente y atri-
mediante la usucapión24. buidas a cada sujeto, porque enton-
ces cada parte asume el significado
b.2.- Formas de adquirir la posesión de objeto de una posesión indepen-
26.- Se considera que la posesión se diente. Acota más adelante que la deli-
adquiere tanto a título originario como mitación material y separada del uso
a título derivativo. Es originaria la es incompatible con la coposesión,
Adquisición adquisición cuando se funda en el solo puesto que esta presupone la presen-
originaria de
acto de voluntad unilateral del adqui- cia de varios en uso no dividido, pero
la posesión
rente, en cambio, es derivativa cuando sí compartido.
Adquisición se produce por una doble intervención 29.- Ahora bien, la indivisión puede
derivativa de
la posesión activa del adquirente y, del precedente ser derivada de la comunidad de bie-
poseedor y el fenómeno adquisitivo nes y en particular de la copropiedad
tiene su causa y su origen en la dis- (cuando existe una titularidad domi-
posición de ese poseedor precedente25. nial), pero también esta puede apre-
ciarse como la indivisión de hecho, es Indivisión
27.- Nuestro ordenamiento jurídico, en de hecho
el artículo 900 del Código Civil, señala decir, con independencia de la exis-
que la posesión se adquiere de manera tencia o no de un derecho atribuido en
derivativa (usa el término tradición) u régimen de cotitularidad26, a lo que se
originaria. Esta última se sustentará en debe agregar que la aludida indivisión
el solo acto volitivo del adquirente, en no necesariamente está concernida a
tanto que la primera requerirá la exis- la imposibilidad material de dividir
tencia de un poseedor que entregue la el bien, sino que al hacerse referen-
posesión y un segundo que la reciba. cia a tal estado es por una cuestión de
hecho, donde no haya exclusión entre
b.3.- La coposesión un coposeedor (o copropietario) frente
al otro en la posesión del bien.
28.- Normalmente se concibe que la
posesión es a título exclusivo, pero 30.- Es importante destacar la exigen-
también es posible que se dé la figura cia de la existencia “de una misma
de la coposesión, la misma que se situación de posesión” para que lle-
Definición de manifiesta cuando varias personas gue a constituirse una “coposesión”,
coposesión ya que ello evidencia que insoslaya-
ejercen la posesión sobre el mismo Homogenei-
bien en el mismo grado. blemente debe existir homogeneidad dad en la
en la forma en que las personas que posesión
Nuestro artículo 899 prevé esta institu- postulan ser reconocidos como copo-
ción jurídica cuando indica que existe seedores accedieron a dicha situación.
351
Segundo Pleno Casatorio Civil
Es en este contexto que se verifica que 33.- Bajo esa línea de ideas y estando
no existe impedimento alguno en nues- en consonancia a la materia debatida
tro ordenamiento legal para que dos o en el presente proceso, importa ahon-
más coposeedores homogéneos pue- dar respecto a la posesión mediata e
dan usucapir un bien, puesto que la inmediata contemplada por el artículo
institución jurídica que de ello se ori- 905 de nuestro Código Civil.
ginaría sería la de la copropiedad. Se Conforme a lo expresado por Hernán- Posesión
hace especial referencia a la homoge- dez Gil, la posesión inmediata es la inmediata
neidad en las posesiones para poder que se ostenta o tiene a través de otra
usucapir, dado que de otro modo, si las posesión correspondiente a persona
posesiones son de calidades diferen- distinta con la que el poseedor mediato
tes, obviamente no se puede decir que mantiene una relación de donde surge
existe coposesión. la dualidad (o pluralidad) poseso-
b.4.- Clases de posesión ria, por lo que el poseedor mediato
“ostenta” o “tiene” y no “ejerce”, por-
31.- Nuestro ordenamiento civil nos que en la posesión mediata predo-
trae una clasificación de posesiones y mina la nota de la atribución el reco-
sus efectos, como se puede verificar nocimiento antes que la del “ejercicio”
de los artículos 905 a 911 del Código propiamente dicho. El poseedor Posesión
mediata
Supuestos Civil; siendo que la posesión puede ser mediato no posee por sí solo, requiere
de posesión
reconocidos mediata o inmediata, legítima o ile- el concurso (no para compartir, sino
en nuestra gítima, esta última se subclasifica de para superponerse) de un mediador
legislación
buena o mala fe, y finalmente la pose- posesorio, que es el poseedor inme-
sión precaria, la misma que ha susci- diato. Hay una yuxtaposición vertical
tado ardorosos debates a nivel nacio- y hasta, en cierto sentido, jerárquica de
nal en cuanto a su conceptualización posesiones. Aunque el poseedor inme-
y alcances. diato tiene unos poderes directos sobre
la cosa (de ahí que sea inmediato), su
32.- La materialización de la pose- posición jurídica dentro de la media-
sión se refleja también en la forma de ción posesoria, viene determinada por
organizar y entender la concurrencia otro u otros poseedores (mediatos)28.
de posesiones, por ello el Derecho ale-
mán concibe la posesión mediata y la 34.- Lo que específicamente se con-
inmediata que se disponen superpues- figura como posesión inmediata no
tas en concurrencia vertical sobre la puede darse por sí sola, fuera de la
cosa, encontrándose en la base la pose- mediación; cuando falta esta, la inme-
sión inmediata, que aporta el elemento diatividad no es un grado de la pose-
corporal sobre el que se edifica la pirá- sión, sino simplemente la única forma
mide posesoria. En otros términos, de poseer. Si para que haya un posee-
el poseedor superior es poseedor por dor inmediato se requiere de un
352
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
353
Segundo Pleno Casatorio Civil
35 Cfr. CUADROS VILLANA, Carlos Ferdinand. Derechos reales. 1ª edición, tomo III, Fecat,
Lima, 1995, pp. 116-117.
36 Cfr. BIGIO CHREM, Jack. El contrato de arrendamiento. Exposición de motivos del Código
Civil. Gaceta Jurídica, Lima, 1995, pp. 44-45.
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Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
355
Segundo Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
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Segundo Pleno Casatorio Civil
49 En otra parte de su obra, Dávila Millán sostiene que el litisconsorcio impropiamente necesario
lo que impone es la actuación conjunta de todos los interesados en la relación jurídico-mate-
rial deducida en juicio y por la naturaleza de esta, los litisconsortes están unidos de tal modo
que a todos afecta la resolución que en el proceso pueda dictarse y a todos compete la legiti-
mación conjunta, bien activa o pasivamente. Siguiendo a Sena Domínguez, señala que en este
caso no se trata de una extensión de los efectos de la sentencia a los terceros interesados, sino
a la inversa, al no resultar afectados dichos terceros por la cosa juzgada de le sentencia, esta
no podrá ser ejecutada a su respecto, por lo que siendo la sentencia de imposible cumplimiento
parcial dada la índole de la relación jurídica declarada, la sentencia devendrá en ineficaz.
50 Cfr. DÁVILA MILLÁN. Ob. cit., p. 95. Id., pp. 26 y 28.
51 Id., pp. 97-98, en ese mismo sentido se pronuncia Juan Montero Aroca en su libro: De la legi-
timación en el proceso civil. Bosch, Barcelona, 2007, p. 221 y ss. Dicho autor considera que
no existe litisconsorcio necesario activo (p. 235), asimismo tiene una posición critica en cuanto
a los fundamentos de esta institución en cuanto se alude a la extensión de la cosa juzgada, al
principio de contradicción, a la evitación de sentencias contradictorias o a la imposibilidad de
ejecución de la sentencia (p. 227).
52 Cfr. DÁVILA MILLÁN. Ob. cit., pp. 50, 51 y 57.
358
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
53 No debe pretender confundirse con que en este fundamento se está haciendo alusión a la exi-
gencia de la Buena Fe en la posesión para usucapir, puesto que la existencia de esta es irrele-
vante cuando se pretende la prescripción extraordinaria o decenal; en consecuencia a lo que se
está haciendo referencia es a la conducta procesal desplegada por los demandantes.
359
Segundo Pleno Casatorio Civil
aun haya resistencia por cierto sec- 58.- De acuerdo a lo señalado y viendo
tor nacional a la aplicación de la teo- que ninguno de los accionantes (padre
ría de los Actos Propios, no es agible e hija) vienen conduciéndose como
que las mismas personas afirmen en un poseedores a título de propietarios del
momento conducirse como propieta- predio materia de litigio, no se da la
rios de un bien y luego, cuando la parte figura del litisconsorte necesario (en
contraria demuestra una condición ninguna de sus clases: propio o impro-
diferente, pretendan deslindar situacio- pio), dado que el primero es posee-
nes jurídicas como la antes anotada, dor inmediato a título de arrendata-
en el sentido que incluso demandando rio y la segunda no es poseedora sino
en calidad de litisconsortes necesa- que se le extiende el derecho de uso
rios (puesto que ambos alegan tener del padre, en mérito a lo cual ocupa el
la misma titularidad jurídica posesoria inmueble; en consecuencia la senten-
homogénea), pretendan luego que los cia a expedirse en Casación se referirá
títulos posesorios sean considerados únicamente a la impugnante mas no así
independientemente del uno respecto respecto al otro accionante quien ha
del otro, con lo cual están admitiendo consentido la sentencia de primera ins-
que no tienen la misma posesión que tancia, por lo que en cuanto atañe a la
afirmaban inicialmente en su demanda. esfera jurídica del señor Rafael Llun-
cor dicha resolución tiene la calidad
57.- De lo considerado se tiene que si de Cosa Juzgada, no beneficiándolo ni
bien es cierto que el señor Rafael Llun- afectándo lo que vaya a decidirse en
cor es poseedor del inmueble materia esta sede.
de litigio, también lo es que su pose-
sión es en calidad de poseedor inme- C. De la interpretación errónea de
diato puesto que reconoce una pose- una norma de derecho material
sión superior a la de él, al haber
aceptado su condición de arrendatario 59.- Se ha denunciado por la recu-
del predio, como ya se indicó antes, rrente que se ha interpretado errónea-
razón por la cual no puede preten- mente el artículo 950 del Código Civil
der usucapir al no haberse conducido al haberse introducido por el tribunal
como propietario del mismo, conforme ad quem un requisito no previsto por
emerge de la prohibición contenida ley como es la exclusividad en la pose-
en el artículo 912 del Código Civil. sión, limitándose con ello su derecho
En síntesis, se colige que no estuvo a usucapir, dado que la norma no pro-
gozando del derecho de habitación, híbe que un coposeedor pueda solicitar
sino que el inmueble le fue entregado la prescripción adquisitiva de dominio,
en arrendamiento. por tanto tiene legitimación para lograr
un pronunciamiento judicial favorable
En cuanto a la hija, Gladys Llun- en ese sentido.
cor Moloche, la misma no tiene cali-
60.- Cuando se habla de interpretación Definición de
dad de poseedora, toda vez que viene interpreta-
errónea nos referirnos al hecho que ción errónea
ocupando el inmueble en virtud a la
el juez, pese a haber elegido correc-
extensión del derecho de uso del que
tamente la norma legal pertinente, se
goza su señor padre, en mérito a lo dis- ha equivocado sobre su significado y
puesto por el artículo 1028 del Código dándole una interpretación errada le ha
Civil, habida cuenta que por el arren- dado un alcance diferente al que tiene.
damiento se da en uso un bien a favor
del arrendatario, por lo que al mar- Si bien es cierto que, en principio, toda
gen de que si se vino pagando o no norma jurídica es pasible de interpre-
la renta por dicho contrato, la cues- tación, no resulta menos cierto que
tión es que la señora Gladys Lluncor tal interpretación debe encontrar sen-
no viene poseyendo el inmueble como tido dentro del ordenamiento jurídico
propietaria. vigente y precisamente esa es una de
360
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
las funciones del recurso de Casación, de propietarios, sino que uno de ellos
el de velar por la correcta interpreta- es poseedor inmediato y la otra per-
ción y aplicación de las normas. sona (la impugnante ante esta sede)
ocupó el inmueble por extensión del
61.- La Sala Superior ha considerado derecho de uso del que goza el pri-
que el acto de posesión, como pro- mero como arrendatario, en conse-
pietario, debe ser exclusivo y con el cuencia este Pleno Casatorio deberá
carácter de excluyente del peticiona- corregir los fundamentos de la senten-
rio, con el cual no puede concurrir en cia de vista de acuerdo a lo dispuesto
paralelo otro acto de posesión también por el artículo 397 segundo párrafo,
como propietario de otro peticionante del Código Procesal Civil.
en el ejercicio de una única tutela
jurisdiccional. 64.- Como se sostiene en la doctrina,
no tiene relevancia para efectos casa-
62.- Conforme ya se expuso amplia- cionales la simple denuncia de un vicio
mente en los considerandos preceden- existente en los motivos jurídicos de
tes, nada obsta para que dos o más la resolución impugnada si es que la
coposeedores homogéneos puedan misma no trasciende al fallo ocasio-
usucapir, puesto que el resultado sería nando su no ajuste a Derecho; por lo
una copropiedad, figura jurídica que tanto, la corrección de la motivación
está prevista en nuestra legislación. que se vaya a realizar, se revela como
el mecanismo idóneo porque permite
Por lo tanto, es evidente que la instan- mantener el fallo objetivamente con-
cia revisora ha incurrido en una evi- forme a Derecho y hace desaparecer
dente interpretación errónea de la los fundamentos jurídicos en los que
norma aludida, dado que de su texto se basó el ad quem y que resultan erró-
ni de su interpretación se puede cole- neos por otros que son adecuados, y
gir que los coposeedores del mismo pertinentes. A la vez, todo esto repre-
rango estén impedidos de usucapir senta una evidente utilidad desde el
de consuno. Reiterando, es perfecta- punto de vista de la uniformidad en la
mente posible que dos o más coposee- aplicación e interpretación de las nor-
dores de un bien, teniendo el mismo mas jurídicas, por cuanto los motivos
grado homogéneo (al conducirse como erróneos contradicen la jurisprudencia
propietarios) puedan usucapir, lo que establecida y no corregirlos implica-
devendría en una copropiedad. ría dejar subsistentes interpretaciones
susceptibles de reproducirse en casos
63.- Ahora bien, el hecho que haya posteriores, con evidente peligro para
existido una errónea interpretación de la igualdad, la seguridad y certidum-
la norma jurídica anotada por el tribu- bre jurídicas54.
nal Ad quem, tal situación no conlleva
necesariamente a que se deba casar la En suma, las irregularidades de la moti-
sentencia impugnada, puesto que ello vación no implican necesariamente
significaría concluir que las preces de la de la parte dispositiva, que puede
la demanda resultan fundadas, es decir ser justa y correcta, aunque el juez la
que los accionantes sí tendrían derecho haya fundado mal, por lo que la inco-
a usucapir, lo cual no es cierto, toda rrección del razonamiento, en defini-
vez que como se ha demostrado ante- tiva, solo provoca la revisión del fallo
riormente, los mismos no se han con- cuando ha sido relevante sobre este,
ducido como poseedores en concepto de otro modo, solamente se rectificará,
54 Cfr. GUZMÁN FLUJÁ, Vicente C. El recurso de casación civil (control de hecho y de dere-
cho), Valencia, Tirant lo Blanch, 1996, pp. 104 y 110.
361
Segundo Pleno Casatorio Civil
55 Cfr. NIETO, Alejandro. El arbitrio judicial. Ariel, Barcelona, 2000, pp. 284 y 290.
362
Precedente judicial vinculante sobre la procedencia de la usucapión de los coposeedores
363
TERCER PLENO CASATORIO CIVIL
Precedente judicial vinculante
sobre la indemnización
en la separación de hecho
(El Peruano, 13 de mayo de 2011)
CASACIÓN N° 4664-2010-PUNO
3. La función tuitiva del Juez en los proce-
sos de familia.
4. Flexibilización de los principios de con-
Demandante : René Huaquipaco Hanco
gruencia, preclusión y eventualidad en
Demandada : Catalina Ortiz Velazco los procesos de familia.
Materia : Divorcio por la causal de sepa- 5. Flexibilización de la acumulación de pre-
ración de hecho tensiones en materia de familia.
Clase de proceso: Proceso de Conocimiento 6. El divorcio en el Código Civil.
Sumario: 6.1. Clases de divorcio.
I. DEL PROCESO. 6.2. Causales de divorcio.
1. Demanda. 7. El divorcio por la causal de separación de
2. Contestación de la demanda por el Fiscal hecho
Provincial. 7.1. Evolución en nuestro sistema
3. C o n t e s t a c i ó n d e l a d e m a n d a y jurídico.
reconvención. 7.2. Incorporación de la causal de sepa-
3.1. Contestación. ración de hecho en nuestro sistema
civil.
3.2. Reconvención.
7.3. Concepto de la causal de separación
4. Sentencia de primera instancia. de hecho.
5. Sentencia de segunda instancia. 7.4. Naturaleza jurídica de esta causal.
6. Recurso de casación: extremos de la sen- 7.5. Elementos o requisitos configurati-
tencia de segunda instancia impugnada. vos de la causal.
7. Causal del recurso y sus fundamentos. 7.6. Diferencia con otras causales.
II. DE LA CONVOCATORIA AL PLENO 7.7. Efectos legales.
CASATORIO Y ANTECEDENTES. 8. La indemnización en el divorcio por
III. CONSIDERANDO. separación de hecho.
1. El Estado democrático y social de Dere- 8.1. Concepto.
cho y los procesos de familia. 8.2. Naturaleza jurídica.
2. El principio de socialización del proceso 8.3. De la indemnización y de la adjudi-
y los procesos de familia. cación de bienes.
365
Tercer Pleno Casatorio Civil
366
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
de visitas para con sus menores hijos formula reconvención en los siguien-
Robert y Midan Huaquipaco Ortiz. tes términos:
Sostiene que contrajo matrimonio con 3.1. Contestación
la demandada Catalina Ortiz Velazco
el 6 de diciembre de 1989 por ante la La demandada afirma que convi-
Municipalidad Provincial de Juliaca; vió con el actor desde el año 1980,
procrearon cuatro hijos: Adán, James es decir, desde que tenía 19 años de
René, Robert y Midan, nacidos: el 15 edad, y por ansiar un mejor futuro para
de febrero de 1981, el 30 de julio de su familia le insistió al demandante
1986, el 15 de abril de 1989 y el 31 de para que estudie mientras ella se dedi-
julio de 1991, respectivamente. caba al cultivo de café en el sector de
Putina Punco. Es el caso que el actor
Agrega que se encuentra separado de ingresó para estudiar la carrera magis-
la demandada desde el año 1997, no terial en Juliaca y la suscrita siempre le
obstante ello, ha venido cumpliendo enviaba dinero para sus estudios, pero
los requerimientos fundamentales de el actor siempre le pedía más y más,
la familia, especialmente con los ali- ya sea para la confección del terno,
mentos, educación e instrucción de los sus paseos de excursión, sus gastos
hijos, tal como aparece de la sentencia de estudio, alimentación, alquiler del
de alimentos recaída en el Expediente cuarto y otros, tal como acredita con
N° 177-1997 seguido ante el Primer las cartas que este le remitía.
Juzgado de Familia de San Román,
que impone un descuento del 50% de Señala además que el demandante los
sus haberes a favor de su esposa e hijos abandonó para irse con otra mujer,
Adán, James René, Robert y Midan; y razón por la cual se vio en la necesi-
siendo estos dos últimos menores de dad de interponer demanda de alimen-
edad, solicita como pretensión acceso- tos para ella y sus hijos, que se tramitó
ria se le conceda un régimen de visitas como Expediente N° 177-1997. Desde
a su favor. Finaliza precisando que no entonces el actor jamás se ha preocu-
han adquirido con la demandada nin- pado por sus hijos, nunca los visitó
gún bien susceptible de partición. y menos les dio orientación alguna.
Tampoco la visitaba cuando nacie-
ron los menores y, por el contrario, ha
2. C O N T E S T A C I Ó N D E L A
sido la demandada que se dedicó a la
DEMANDA POR EL FISCAL
crianza de aquellos, siendo que en la
PROVINCIAL
actualidad se dedica a vender fruta y
Mediante escrito a fojas 41, la Fis- lo poco que gana no le alcanza para
cal Provincial de la Primera Fiscalía subsistir ya que paga los estudios de
de Familia de San Román se apersona su hijo James René quien se educa
al proceso y al contestar la demanda en el CEPRO Horacio Zevallos Car-
señala que se reserva el pronuncia- nes; de Robert que está preparándose
miento hasta que las partes actúen las en la academia, y de Minan que cursa
pruebas pertinentes dentro del proceso; el cuarto año de secundaria. Por tal
sin embargo, precisa que su deber es motivo, solicita que subsista la pensión
velar por la protección de la familia y alimenticia a su favor.
en tal sentido debe declararse infun-
dada la pretensión interpuesta. 3.2. Reconvención
Interpone reconvención para que el
3. C O N T E S T A C I Ó N D E L A
demandante la indemnice por el daño
DEMANDA Y RECONVENCIÓN
moral y personal, y le pague por con-
Por escrito de fojas 91, subsanado a cepto de indemnización de daños y
fojas 111, Catalina Ortiz Velazco de perjuicios la suma de S/. 250,000.00
Huaquipaco contesta la demanda y (doscientos cincuenta mil nuevos
367
Tercer Pleno Casatorio Civil
368
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
1 De fojas 59 a 61: Cartas remitidas por el demandante a la demandada con fechas 11 de octubre
de 1983,14 de mayo de 1984 y 11 de junio de 1989. A fojas 62: Carta remitida por el deman-
dante al padre de la demandada Raymundo Ortiz con fecha 21 de junio de 1983. De fojas 63 a
68: Cartas remitidas por el demandante a la demandada con fechas 18 de diciembre de 1980,
18 de enero 8 y 21 de julio de 1981, 3 de mayo y 21 de junio de 1983. De fojas 69 a 72: Reci-
bos de préstamos realizados por distintas personas a favor de la demandada, con fechas 12 de
julio y 25 de diciembre de 1984, 20 de mayo y 12 de junio de 1985.
2 A fojas 73: Citación Policial con motivo de la denuncia interpuesta por la demandada contra
el demandante por Violencia Familiar (maltrato físico), su fecha 31 de marzo de 1997. A fojas
74: Acta de Conciliación ante el Fiscal Provincial Civil de San Román - Juliaca, su fecha 7
de octubre de 1996, respecto de la denuncia por Violencia Familiar (maltrato físico y psicoló-
gico) interpuesta por la demandada. A fojas 75: Documento Privado de Transacción Extrajudi-
cial de fecha 18 de octubre de 1995, relativo a las agresiones físicas sufridas por la demandada,
de parte del demandante, el día 17 de octubre del mismo año. A fojas 76: Acta de Compro-
miso y Desistimiento del 27 de diciembre de 1995, sobre la denuncia por maltratos físicos y
369
Tercer Pleno Casatorio Civil
psicológicos sufridos por la demandada y sus hijos. De fojas 77 a 79: Manifestaciones reco-
gidas entre el 20 y el 22 de diciembre con motivo de la denuncia policial interpuesta por la
demandada contra el demandante por maltratos físicos y psicológicos sufridos por la citada
demandada y sus hijos. A fojas 80 y 81: Denuncia penal por faltas contra la persona presentada
por la demandada en contra del demandante. A fojas 84: Constancia de Salud expedida el 14 de
agosto de 1986, que da cuenta del politraumatismo sufrido por la demandada. A fojas 85: Cer-
tificado Médico Legal de fecha 6 de mayo de 2003, que da cuenta de las lesiones ocasionadas
a la demandada con objeto contundente. A fojas 86 a 90: Certificados Médicos de fechas 13 de
diciembre de 1993, 12 de agosto, 17 de octubre y 20 de diciembre de 1995, que dan cuenta de
las diferentes lesiones sufridas por la demandada en el rostro y tórax por acción de los golpes
y puñetes que, según afirma, le fueron propinados por el demandante.
370
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
371
Tercer Pleno Casatorio Civil
372
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
4 En este proceso, el juez de la causa estableció que la conducta conflictiva entre ambos cónyu-
ges evidenciaba la voluntad de poner fin al deber de hacer vida en común, argumento con el que
se sustrajo de su deber de establecer la existencia del cónyuge perjudicado. No obstante, la Sala
Superior estableció que en autos se encontraba acreditada la situación de grave desavenencia
que existía entre los cónyuges y que la demandada ha desplegado diversas acciones contra su
cónyuge demandante, no obstante lo cual no se ha probado que hubiera tenido por objeto cau-
sarle daño y perjudicar la imagen de este de forma deliberada.
5 Revisadas las sentencias de mérito, se advierte que el juez de la causa estableció que no era
posible determinar la existencia de perjuicio alguno en razón a que existió una intención cierta
y deliberada de ambos cónyuges de poner fin a su vida en común; mientras que para la Sala
Superior el solo hecho del abandono sufrido por el actor de parte de su esposa lo convertía en
el cónyuge más perjudicado, habiéndose frustrado de manera directa e injustificada el proyecto
de vida que este se había trazado.
6 En este proceso en particular, el Juez de primera instancia refirió que al no haberse acreditado
cuál de los cónyuges resulta responsable de la separación, no se puede verificar la existencia
del cónyuge perjudicado. Sin embargo, en segunda instancia, el Colegiado Superior estableció
que al no haber la demandada incorporado al proceso la pretensión de cobro de indemnización,
la misma no puede ser estimada en la sentencia.
7 BENDA, Maihofer, VOGEL, Nesse, Heyde. Manual de Derecho Constitucional. 2ª edición,
Marcial Pons, Madrid, 2001, p. 493 y ss.
373
Tercer Pleno Casatorio Civil
8 Jorge Reinaldo Vanossi enumera como elementos del Estado de Derecho, los siguientes: sobe-
ranía popular, creación del derecho por intervención o representación de los gobernados, pre-
dominio del consenso sobre la coerción en la gestión de las decisiones políticas fundamenta-
les, separación y distribución de poderes, limitación y control del poder, independencia del
controlante respecto del controlado, libertades individuales y derechos sociales, pluralismo de
partidos (ideas) y de grupos (intereses), posibilidad permanente de alternancia en el acceso de
poder, responsabilidad de los gobernantes, régimen de garantías y relativización de los dogmas
oficiales. En: El Estado de Derecho en el Constitucionalismo Social. 3ª edición, Editorial Uni-
versitaria de Buenos Aires - Eudeba, Buenos Aires, 2000, pp. 44-45.
9 VANOSSI, Jorge Reinaldo. Ob. cit., p. 50.
10 Constitución, artículo 43.- Tipo de Estado y Gobierno. La República del Perú es democrática,
social, independiente y soberana.
El Estado es uno e indivisible.
Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado, y se organiza según el principio de la
separación de poderes.
11 Curso de Derecho Constitucional. Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales S.A., Madrid -
Barcelona, 2000, pp. 200 y 201.
374
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
375
Tercer Pleno Casatorio Civil
376
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
21 Respecto a la naturaleza jurídica del derecho de familia, Max Arias-Schreiber Pezet ha seña-
lado: “Otro tema debatido es si este Derecho debe estar confinado en un Código Civil o en un
código especial. Fuera de que su importancia es puramente académica, nosotros nos inclina-
mos por mantenerlo dentro del Derecho Civil, dada la íntima relación que tiene con la persona
humana”. En: Exégesis del Código Civil peruano de 1984. Tomo VII, Derecho de Familia,
Lima, Gaceta Jurídica Editores S.R.L. 1997, p. 29.
22 Cfr.: BELLUSCIO, Augusto César. Ob. cit., p. 84.
23 MANGIONE MURO, Mirta Hebe. Ibídem.
24 Código Procesal Civil, artículo VI del Título Preliminar.- Principio de socialización del pro-
ceso. El juez debe evitar que las desigualdades entre las personas por razones de sexo, raza,
religión, idioma o condición social, política o económica, afecte el desarrollo o resultado del
proceso.
377
Tercer Pleno Casatorio Civil
25 El principio-derecho de igualdad material impone que se trate por igual a los que son iguales. y
se dé un tratamiento distinto a los que son diferentes, siempre que estas diferenciaciones obe-
dezcan a razones objetivas y razonables, caso contrario se incurrirá en un trato discriminatorio,
con vulneración al derecho de igualdad ante la ley. Por otra parte, la misma Carta Política pro-
híbe que por ley se establezcan diferencias por razón de las personas, pero admite tales diferen-
cias en atención a la naturaleza de las cosas (artículo 103).
26 Cfr. ÁLVARO DE OLIVEIRA, Carlos Alberto. Teoría y Práctica de la Tutela Jurisdiccional.
Traducción Juan José Monroy Palacios, Librería Cornmunitas E.I.R.L., Lima - Perú, 2008,
p. 163.
378
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
27 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Sistema de Derecho Civil. Volumen IV, derecho de
familia y sucesiones, 7ª edición, 2ª reimpresión, Editorial Tecnos, Madrid, 2001, p. 43.
28 Cfr. GOZAINI, Osvaldo A. Elementos de Derecho Procesal Civil. 1ª edición, Ediar, Buenos
Aires, 2005, p. 385.
29 Citado por: BORTHWICK, Adolfo E. Principios Procesales, Mario A Viera Editor, Buenos
Aires, 2003, pp. 45-46.
30 GOZAÍNI, Osvaldo A. Ibídem, p. 387.
31 Cfr. MORELLO Augusto, citado por: PEYRANO, Jorge W. El Proceso Civil, Principios y
Fundamentos. Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Depalma, Buenos Aires, 1978, p. 268.
379
Tercer Pleno Casatorio Civil
380
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
Aplicación procesal, entre otros, deben aplicarse en familia el de ser una excepción al prin- Relación
de los de los
principios de forma flexible en los procesos de fami- cipio dispositivo o de iniciativa de procesos
congruencia, lia y en particular en los procesos de parte, y que en tal sentido se le otor- de estado
preclusión y de familia y
eventualidad divorcio por separación de hecho, con gan facultades extraordinarias al juz- el principio
procesal en dispositivo
el proceso de el fin de darle efectividad de los dere- gador para concretar las finalidades del
familia chos materiales discutidos en este tipo proceso y dar solución efectiva al caso.
de procesos y especialmente cuando se
refiera a los niños, adolescentes, a la Una de esas potestades es precisa-
familia monoparental resultante de la mente la de integrar el petitorio con
disolución del vínculo matrimonial, al pretensiones sobre las cuales es nece-
cónyuge que resulte más perjudicado sario emitir un pronunciamiento por-
con la separación de hecho, como suele que afectan a los hijos o al régimen
ocurrir en este tipo de procesos. patrimonial que se pretende disolver.
Ejemplos representativos sobre la acu-
No está de más anotar que en el con- mulación de pretensiones en materia
texto de un Estado Democrático y de familia son el relativo a la separa-
Social de Derecho también se expli- ción de cuerpos o divorcio, conforme
can y justifican otras flexibilizaciones a los términos que señalan los artícu-
del principio de congruencia proce- los 340 y 342 del Código Civil y el
sal, que resultan pertinentes referirlas, artículo 483 del Código Procesal Civil,
como: a) en el nuevo proceso labo- en concordancia con el artículo 87 in
ral, regulado por la Ley Nº 29497, se fine del mismo cuerpo normativo; tam-
admite la posibilidad de que el juez en bién en el caso de invalidez del matri-
la sentencia (artículo 31) disponga el monio según lo establece el artículo
pago de sumas mayores a las deman- 282 del Código Civil y en los pro-
dadas si apareciere error en el cálculo cesos por patria potestad, tenencia y
de los derechos demandados o error régimen de visitas a que se refiere el
en la invocación de las normas aplica- artículo 137 del Código de los Niños y
bles, y también se dispone que el pago Adolescentes35.
de intereses legales no requieren ser
demandados, h) en el proceso conten- Con acierto se sostiene que la acumu-
cioso administrativo, regulado por el lación bien puede presentarse incluso
Texto Único Ordenado aprobado por en el supuesto de que no se formulen
Decreto Supremo Nº 013-2008-JUS, en la demanda pretensiones accesorias,
se faculta al juez a decidir sobre el res- “siempre y cuando estas se encuentren
tablecimiento o reconocimiento de una expresamente previstas por la ley, en
situación jurídica individualizada y cuyo caso se consideran tácitamente
la adopción de cuantas medidas sean integradas a la demanda (...). Tal es el
necesarias para el restablecimiento o caso, por ejemplo, del proceso de sepa-
reconocimiento de la situación jurí- ración de cuerpos o divorcio por cau-
dica lesionada, aun cuando no haya sal, en el que se consideran como pre-
sido objeto de pretensión expresa en tensiones accesorias a ser acumuladas
la demanda. al principal (separación de cuerpos o
divorcio por causal) por disposición
legal (art. 483 del Código Procesal
5. FLEXIBILIZACIÓN DE LA ACU-
Civil), las de alimentos, tenencia y cui-
MULACIÓN DE PRETENSIO-
dado de los hijos, suspensión o priva-
NES EN MATERIA DE FAMILIA
ción de la patria potestad, separación
18.- Se ha establecido como caracte- de bienes gananciales y las demás rela-
rística de los procesos de estado de tivas a derechos u obligaciones de los
381
Tercer Pleno Casatorio Civil
36 HINOSTROZA MÍNGUEZ, Alberto. Sujetos del Proceso Civil. 1ª edición, Gaceta Jurídica,
Lima, 2004, pp. 352-353.
37 QUISPE SALSAVILCA, David. El Nuevo Régimen familiar peruano, Breviarios de Derecho
Civil Nº 2. Editorial Cultural Cuzco S.A.C., Lima, 2002, pp. 73-75.
382
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
También respecto de esta causal, Luis casos en los que la relación conyugal
Díez-Picazo y Antonio Gullón han se ha quebrado de forma irrevocable
señalado que: “De acuerdo con ella, la y no se cumplen los fines del matri-
consideración de determinados hechos monio. El divorcio no tiene el efecto
antijurídicos como causa de divor- de frustrar la relación matrimonial ni
cio para el cónyuge que no los haya sus fines sino que viene a declarar una
cometido constituye una sanción cuya situación fáctica de frustración matri-
imposición queda al arbitrio de este, monial que acaeció mucho antes de
mediante el ejercicio de la acción de que se iniciara el proceso de divorcio.
divorcio. En consecuencia, el proceso En el caso concreto, la separación de
de divorcio es un debate sobre la cul- hecho de los cónyuges, probada en el
pabilidad o la inocencia y determina la proceso respectivo, confirma la quie-
búsqueda, a veces escandalosa y nada bra del matrimonio, independien-
conveniente, de los más escondidos temente de cuál de los cónyuges lo
pliegues de la vida conyugal. (...) En demande o cuál de ellos lo motivó39.
el llamado divorcio-sanción se buscan
Con alguna razón se sostiene que “[e]l Clasificación
aquellos hechos que entrañan incum- del divorcio
simple hecho de que un cónyuge remedio
plimientos graves de los deberes dima-
acuda a los tribunales formulando una
nantes de la relación conyugal, que son
demanda frente a otro, revela la ausen-
especialmente el abandono, el adulte-
cia de cariño o afecto marital, siendo
rio, y otras situaciones similares”38. causa suficiente para justificar la separa-
6.1.2. Divorcio remedio ción judicial o el divorcio”40; de allí que
se ha dado a denominarla como la tesis
Nociones 23.- Es aquel en el que el juzgador se de la frustración de la finalidad social
y efectos
del divorcio limita a verificar la separación de los del instituto, que coincide con la impo-
remedio cónyuges sin necesidad de que sean sibilidad de recomponer la ruptura de la
tipificadas conductas culpables impu- vida conyugal producido por el fracaso
tables a alguno de ellos. Aquí, el divor- razonablemente irreparable del matri-
cio no importa ni trae consigo una san- monio41. Ante tal perspectiva, podemos
ción a las partes, sino la solución a los subclasificar42 al divorcio remedio en:
383
Tercer Pleno Casatorio Civil
separación que ha durado un tiempo razonable. Se considera que un matrimonio que ha vivido
separado a lo largo de un periodo de tiempo es muy difícil que vuelva a unirse”. (Ob. cit.,
p. 116). Entre corchetes es nuestro.
43 Para Augusto César Belluscio resulta evidente la tendencia de los países de dar mayor cabida
al llamado divorcio-remedio, inclusive de suprimir toda posibilidad de indagación de culpas.
Al respecto ha señalado: “En los últimos años, en Europa occidental y en Estados Unidos de
América se ha manifestado una fuerte tendencia a llevar hasta sus últimas consecuencias el cri-
terio del divorcio-remedio, admitiéndolo sobre la base de la irremediable desunión entre los
esposos. Aun cuando en unos se mantenga también la posibilidad de que uno de los esposos lo
obtenga sobre la base de la inconducta de otro, en otros –a partir de las nuevas legislaciones de
Alemania, Suecia y de algunos Estados norteamericanos– se ha suprimido inclusive toda posi-
bilidad de indagación de culpas” (Ob. cit., p. 426).
384
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
divorcio, aun sin alegar hechos impu- desquicien por el mismo proceso de
tables a uno de los cónyuges, o a los divorcio, de las imputaciones recípro-
dos, si, no obstante, el vínculo matri- cas que allí se hacen los cónyuges”44.
monial está desquiciado y la vida en
común resulta imposible o intolerable. 6.2. Causales de divorcio
Desde esta perspectiva no se requiere
26.- Nuestro Código Civil, tras la Las causales
la tipificación de conductas culpables; de divorcio
modificatoria introducida por Ley según el
la separación o el divorcio importan, Código Civil
Nº 27495, ha consensuado la vigen-
esencialmente, un remedio, una solu-
cia de dos sistemas dentro de la ins-
ción al conflicto matrimonial (y no
titución de divorcio: uno subjetivo
una sanción) tendiente a evitar mayo-
o de culpa del cónyuge, y otro obje-
res perjuicios para los cónyuges y los
tivo, basado en la ruptura de la vida
hijos. (...) En las legislaciones más
matrimonial45. Así tenemos que nues-
modernas tiende a prevalecer el con-
tro ordenamiento regula [como] un sis-
cepto de divorcio como remedio, sin
tema como causales de divorcio aque-
que interese investigar cuál de los cón-
llas contempladas igualmente para la
yuges dio causa al conflicto, o, lo que
separación de cuerpos46, estableciendo
es igual, cuál de esos cónyuges es e1
en su artículo 333 las causales de sepa-
culpable del divorcio. Es que lo fun-
ración de cuerpos47.
damental, de acuerdo con el desarro-
llo que las modernas ciencias sociales 27.- Las causales detalladas en los
han realizado coadyuvando al progreso incisos 1 a 11 se circunscriben a la cla-
del derecho a través de la observación, sificación del divorcio-sanción, en la
es evitar que los vínculos familiares se medida que importan actos imputables
385
Tercer Pleno Casatorio Civil
48 Para Bossert y Zannoni, las causales de divorcio específicamente enunciadas en una norma
material no son sino “diversos actos que representan injurias de un cónyuge al otro, en tanto lo
afectan violando, en algunos de sus aspectos, el vasto contenido de los deberes morales y mate-
riales que impone el matrimonio” (Cfr.: BOSSERT, Gustavo A. y ZANNONI, Eduardo. Ob.
cit., p. 335); sin embargo, para Belluscio tal afirmación no es correcta, pues estima que: la cali-
ficación de injurias graves queda reservada para los hechos violatorios de los deberes matrimo-
niales que no se encuadren en alguna de las demás causales previstas” (BELLUSCIO, Augusto
César. Ob. cit., p. 439).
49 ZANNONI, Eduardo A. Derecho Civil - Derecho de familia. Tomo 2, 4ª edición actualizada y
ampliada, primera reimpresión, Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Depalma, Buenos Aires,
2002, p. 76.
386
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
50 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Divorcio, filiación y patria potestad. Grijley, Lima, 2004,
p. 41.
51 Cfr.: PLÁCIDO VILCACHAGUA, Alex F. Manual de Derecho de Familia. Ob. cit., p. 211.
387
Tercer Pleno Casatorio Civil
388
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
32.- Mención atarte merecen las Dis- aplicación de la Ley Nº 27495, los juz-
posiciones Complementarias y Tran- gadores deben ir más allá de la como-
sitorias, en las que se regulan princi- didad de aplicar el mandato consti-
palmente la aplicación de la ley en el tucional de irretroactividad de la ley,
tiempo52. El legislador estimó que la y por el contrario deben dar respues-
causal podría ser invocada alineándose tas para efectos de superar situaciones
inclusive a las separaciones de hecho injustas e ineficientes a nivel social.
existentes al momento de entrada en Considerar que los problemas socia-
vigencia de la ley; por tanto, si las par- les pueden superarse con el princi-
tes a la fecha de la entrada en vigencia pio de irretroactividad de la ley sería
de la ley, cumplían con el plazo esta- “(...) tan absurdo como si, al remonta-
blecido por esta, podían interponer su
mos a la época en la cual Ramón Cas-
demanda amparándose en dicha cau-
tilla mediante ley abolió la esclavitud,
sal. Incluso las demandas de divorcio
en trámite sustentadas en las causa- se hubiera entendido que ésta era sólo
les de divorcio sanción podían modifi- aplicable a los hijos de esclavos naci-
carse para ser comprendidas dentro de dos con posterioridad a la publicación
esta nueva causal de divorcio remedio. de ésta. Esto es justamente lo que se
quiere evitar cuando se dicta una ley
Este supuesto configura lo que la doc- que elimina una situación que genera
trina a denominado una excepción un conflicto social, dándole una apli-
al principio de irretroactividad de la cación retroactiva. (...) El Tribunal
ley, la misma que se presenta en los Supremo español con sentencia del 16
siguientes casos: 1) cuando la ley así lo de junio de 1956 (...) ha establecido lo
disponga; 2) cuando se trate de normas siguiente: (...) el principio de irretroac-
de derecho público, como el Código tividad no es aplicable por su propia
Penal; 3) en el caso de normas mera- naturaleza y alcance cuando se trata
mente interpretativas dé una disposi- de normas que son de mero desarrollo
ción anterior; 4) en los supuestos de
de otras, o procuran exclusivamente
disposiciones de carácter complemen-
su ejecución, o denuncian su propó-
tario; o, 5) cuando se trate de normas
sito ampliamente rectificador de situa-
que contengan la abolición de determi-
nada figura jurídica. ciones morales o sociales en las que la
nueva ley se declara incompatible, o
Con buen criterio Juan Espinoza Espi- cuando persiguen un designio interpre-
noza señala que cuando se trata de la tativo o aclaratorio53.
52 Con respecto a la presunta vulneración del principio de irretroactividad de la ley, la Sala Civil
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, en la Casación N° 3654-2009 (Lima), publicada el
28 de febrero del 2011, ha señalado que: “En la Primera Disposición Complementaria y Tran-
sitoria de la referida Ley (27495) se prescribe que la norma se aplica inclusive a las separa-
ciones de hecho existentes al momento de su entrada en vigencia; por tanto, si las partes, a la
fecha de entrada en vigencia de la ley, cumplían con el plazo establecido por esta, podían inter-
poner su demanda amparándose en dicha causal; razonamiento que ha sido igualmente referido
por esta Sala Suprema en la Casación número dos mil doscientos noventa y cuatro - dos mil
cinco (Lima). En el caso de autos, la propia recurrente ha reconocido que se encuentra sepa-
rada de hecho del actor desde el año mi novecientos setenta y dos, por lo que a la fecha de inter-
posición de la demanda (el uno de septiembre del año dos mil cinco) ya había transcurrido en
exceso el plazo mínimo establecido en la ley, por lo que este argumento de defensa debe ser
desestimado”.
53 ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Los Principios contenidos en el Titulo Preliminar del Código
Civil peruano de 1984. 2ª edición, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, Lima, 2005, pp. 153-154. También ha señalado Alex Plácido Vilcachagua: “Esta refe-
rencia al tiempo transcurrido en la separación de hecho, preexistente a la vigencia de la citada
norma, fue cuestionada por considerársela contraria al principio de irretroactividad de la ley.
389
Tercer Pleno Casatorio Civil
No obstante, la sugerencia de una prohibida aplicación retroactiva de la norma debe ser descar-
tada por cuanto no se está frente a hechos, situaciones o relaciones jurídicas que hubieren con-
sumado sus consecuencias con anterioridad a la dación de la norma. Por el contrario, la eviden-
cia de la continuidad de tales consecuencias durante la existencia de la norma, demuestra que
se está frente a un caso de aplicación inmediata de la ley”. En: Separación de Hecho: ¿Divor-
cio-culpa o Divorcio-remedio? Diké, Portal de Información y Opinión Legal de la Pontificia
Universidad Católica del Perú: <http://dike.pucp.edu.pe/doctrina/civ_art45.PDF>, p. 15.
54 AZPIRI, Jorge O. Derecho de Familia. Editorial Hammurabi, Buenos Aires, 2000, p. 258.
55 KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aida. Separación de hecho entre cónyuges. Editorial Astrea
de Alfredo y Ricardo Depalma, Buenos Aires, 1978, p. 3.
56 Entre otros, la Casación Nº 1120-2002 (Puno) y la Casación Nº 784-2005 (Lima), ambas expe-
didas por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia. Particularmente, en la Casa-
ción N° 157-2004 (Cono Norte), publicada el 28 de febrero del 2008, se ha establecido que: “El
artículo 333 inciso 12 del Código Civil (...) regula la causal de separación de hecho, la que se
presenta como el incumplimiento del deber marital de convivencia y de la vida en común que
tienen los cónyuges, a fin de apartarse el uno del otro, ya sea por decisión mutua o unilateral,
sin que exista una decisión judicial previa”.
390
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
57 Con relación a este elemento material, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justi-
cia, en la Casación Nº 157-2004 (Cono Norte), citada en la referencia anterior, ha establecido
que: “Este deber, llamado también ‘deber de cohabitación’, significa la obligación que tienen
los esposos de vivir o habitar juntos en el domicilio conyugal. El significado de este deber no
debe ser restringido al concepto de la obligación marital, dicho de otra forma, el débito sexual,
pues la doctrina reciente estima que dicho deber se extiende a la obligación –entre otros– que
tienen los esposos de compartir la mesa o el techo”.
58 Cfr. ZANNONI, Eduardo A. Derecho Civil - Derecho de Familia. Tomo 2, pp. 117-118. Sin
embargo, Plácido Vilcachagua ha expresado su discrepancia con esta posición, señalando que:
“(...) se sostiene que no existe impedimento para que la separación de hecho se configure
viviendo ambos cónyuges en el mismo inmueble pero en habitaciones diferentes. Sin embargo,
en tal supuesto no se ha incumplido el deber de cohabitación. En definitiva, en tal caso se
incumplirían otros deberes conyugales, como los de respeto recíprocos, asistencia espiritual y
sostenimiento material; situaciones todas ellas, que acreditarían otras causales de separación
de cuerpos o divorcio, pero no la que se comenta”. (Separación de Hecho: ¿Divorcio-culpa
o Divorcio-remedio?: Ob. cit., p. 6). En la misma tónica: CHÁVEZ DE LA PEÑA, Verónica.
“Acerca de la procedencia de una asignación dinerario por concepto de indemnización en los
procesos de divorcio por la causal de separación de hecho”. En: JUS Doctrina y Práctica.
Nº 11, Lima, noviembre, 2008, p. 188.
391
Tercer Pleno Casatorio Civil
392
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
de cuerpos) con las demás contempla- intencional y libre de los deberes con-
das dentro de la categoría del divor- yugales (que no solo incluye la coha-
cio-sanción resulta evidente, desde que bitación, sino también la asistencia
la fractura del vínculo no se declara a alimentaria, entre otros), lo que no se
consecuencia de la constatación de un exige para la configuración de la cau-
actuar doloso o culposo del otro cón- sal de separación de hecho, a tal punto
yuge (como sería el adulterio, la vio- que –por el contrario– para que pro-
lencia física o psicológica, la injuria ceda la última causal señalada, se exige
grave o el atentado contra la vida del al demandante (que puede ser perfecta-
cónyuge, entre otros), sino solo del mente quien se alejó del hogar) que se
hecho objetivo de la separación por un encuentre al día en el pago de sus obli-
tiempo determinado y sin la voluntad gaciones alimentarias64.
de unirse, sin entrar al análisis de las
causas que lo motivaron. En cambio, 7.6.2. Con la causal de imposibili-
como se ha visto, en el divorcio-san- dad de hacer la vida en común
ción, las causales son inculpatorias y, 41.- Esta causal se concibe como una
por tanto, debe establecerse el factor suerte de causal residual, en la medida
de atribución que corresponda a la cau- que en ella se pueden abarcar con- Diferencias
sal específica en cada caso concreto. entre la
ductas no previstas expresamente en separación
los demás incisos del artículo 333 del de hecho y la
7.6.1. Con la causal de aban- imposibilidad
Código Civil, aunque algunos autores de hacer
dono injustificado del hogar estiman que básicamente se refiere a la vida en
común
conyugal la incompatibilidad de caracteres entre
Diferencias 40.- Esta causal se configura con la los cónyuges a un grado que no sea
entre la
separación dejación material o física del hogar posible la convivencia por el estado
de hecho y conyugal por parte de uno de los cón- permanente de conflicto que se crea
el abandono
injustificado yuges63, con el objeto de sustraerse en entre ellos65, mientras que para otros se
del hogar
forma dolosa y consciente del cum- trata de una definición abierta, por lo
plimiento de las obligaciones conyu- que corresponde al órgano jurisdiccio-
gales o deberes matrimoniales. Como nal calificar el supuesto sancionado por
vemos, para la configuración de esta el legislador66. Para la configuración de
causal no basta el alejamiento físico este supuesto, no se requiere que las
de la casa o domicilio común por parte partes, a la fecha de interposición de la
de uno de los esposos, sino que se demanda, se encuentren separadas físi-
requiere del elemento subjetivo con- camente, como sí se exige en el caso
sistente en la sustracción voluntaria, de la causal de separación de hecho,
393
Tercer Pleno Casatorio Civil
67 Dentro de los diversos criterios de clasificación de las sentencias la doctrina clasifica a las sen-
tencias en: declarativas, de condena y constitutivas. En estas se constituye, modifica o extingue
una situación jurídica, dando lugar –en estos dos últimos casos– a una nueva situación jurídica,
con efectos a futuro (ex nunc),de allí que sea imprescindible la intervención del órgano juris-
diccional. Teniendo en cuenta que lo que se pretende a través de una demanda de divorcio es
modificar el estado civil de una persona, y teniendo en cuenta, además, que su amparo impor-
tará no solo la variación de esa situación jurídica sino que irradiará a otros aspectos relaciona-
dos con la institución familiar, como son el régimen patrimonial, los alimentos, la tenencia y
custodia, le patria potestad, entre otros, es evidente que la sentencia a expedirse será una cons-
titutiva de estado que producirá sus efectos únicamente a partir de su expedición (sin efecto
retroactivo). Respecto de las sentencias que se expiden en los procesos de familia y sus efec-
tos, véase también: MANGIONE MURO, Mina Hebe. Ob. cit.; p. 89. Asimismo: ZANNONI,
Eduardo A. Derecho Civil- Derecho de Familia. Tomo 1, pp. 92-94.
68 PLÁCIDO VILCACHAGUA, Alex F. Ibídem, p. 51.
394
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
69 En esta misma línea de argumentación, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justi-
cia en la Casación Nº 4057-2009 (Huánuco), publicada el 4 de octubre de 2010, ha expresado:
“Que, por tanto, al igual que en el caso del divorcio por culpa de uno de los cónyuges, en el
caso especial de las pretensiones de divorcio por causal de separación de hecho, no rige la regla
general, por la cual el divorcio pone fin a la obligación alimentaria entre los cónyuges, sino
debe entenderse que excepcionalmente en este supuesto puede subsistir la obligación alimen-
taria a favor del cónyuge que resulte perjudicado con la separación. ello siempre y cuando se
hubiera acreditado que el cónyuge perjudicado estuviera imposibilitado de trabajar o de subve-
nir sus propias necesidades por otros medios, conforme lo establece el artículo 350 del Código
Civil”.
395
Tercer Pleno Casatorio Civil
causa no inculpatoria. Para los efec- y aun cuando haya mediado acuerdo
tos de la sentencia casatoria nos inte- de los cónyuges para el apartamiento.
resa desarrollar brevemente los aspec- En consecuencia, la indemnización, o
tos más relevantes de la indemnización en su caso, la adjudicación de bienes
en el divorcio-remedio. de la sociedad conyugal, se debe esta-
blecer a favor del cónyuge que resulte
8.1. Concepto más perjudicado con la separación
de hecho, y esta indemnización debe
48.- En la doctrina y el derecho com- comprender tanto el menoscabo patri-
parado se ha establecido un régimen de monial como el daño a la persona, en
Responsabili- responsabilidad familiar en los casos el que se comprende al daño moral.
dad familiar
de divorcio o nulidad matrimonial que
reposa esencialmente en la denomi- 50.- No obstante ello, es necesario pre-
nada compensación económica, lla- cisar que la referida causal de divorcio,
mada también pensión compensatoria. si bien se sustenta en un criterio obje-
tivo, en donde es indiferente la culpa- Parámetros
Herminia Campuzano Tomé, compar- bilidad del cónyuge en la separación de para la
indemnización
tiendo criterio con Pereda y Vega Sala, hecho; sin embargo, para la determina-
concibe a esta compensación como: ción de la indemnización se hace nece-
“Aquella prestación satisfecha normal- sario recurrir a ciertos elementos de la
mente en forma de renta periódica, que culpa o dolo, a fin de identificar al cón-
la ley atribuye, al margen de toda cul- yuge más perjudicado. Y en este sen-
pabilidad, al cónyuge que con poste- tido, será considerado como tal aquel
rioridad a la sentencia de separación o cónyuge: a) que no ha dado motivos
divorcio se encuentre –debido a deter- para la separación de hecho, b) que
minadas circunstancias, ya sean per- a consecuencia de esa separación ha
sonales o configuradoras de la vida quedado en una manifiesta situación de
matrimonial– en una situación econó- menoscabo y desventaja material con
mica desfavorable en relación con la respecto al otro cónyuge y a la situa-
mantenida por el otro esposo y con la ción que tenía durante la vigencia del
disfrutada durante el matrimonio, diri- matrimonio, c) que ha sufrido daño a
gida fundamentalmente a restable- su persona, incluso el daño moral.
cer el equilibrio entre las condiciones
materiales de los esposos, roto con la 51.- El caso típico de la separación de
cesación de la vida conyugal”70. Sin hecho se produce por decisión unilate-
embargo, esta noción se refiere a la ral de uno de los cónyuges cuando, por
compensación que se fija en el divorcio ejemplo, se aparta del hogar conyu-
tanto por causas inculpatorias como las gal sin causa legal justificada. En otra
no inculpatorias, pues la prestación se hipótesis, cuando el cónyuge se aparta
impone, según se dice, “al margen de inicialmente por un motivo justificado
toda responsabilidad”. (enfermedad, trabajo, estudios), pero
luego de cesado este motivo se rehúsa
49.- Como se ha visto, en nuestro sis- injustificadamente a retomar al hogar.
tema jurídico, el divorcio por la cau-
sal de separación de hecho se sustenta Aun en la hipótesis en que se produzca Facultad del
en causa no inculpatoria; por cuanto juez para
acuerdo de los cónyuges sobre la sepa- identificar
puede demandar el divorcio cual- ración de hecho, el juez puede identi- al cónyuge
perjudicado
quiera de los cónyuges, sea culpable ficar y comprobar en el proceso cuál
o inocente de la separación de hecho es el cónyuge más perjudicado con la
70 La pensión por desequilibrio económico en los casos de separación de divorcio. Especial con-
sideración de sus presupuestos de otorgamiento, Librería Bosch, Barcelona, 1986, p. 28.
396
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
397
Tercer Pleno Casatorio Civil
culpa o dolo del cónyuge a quien se le que entre los miembros de la familia
impone el pago de aquella prestación. debe hacerse efectiva la solidaridad
familiar.
8.2.4. Carácter de obligación legal
Otro sector importante de la doc- 8.2.5. Carácter de responsabilidad
trina postula que la indemnización civil extracontractual
bajo análisis tiene el carácter de obli- Para otro sector de la doctrina esta
gación legal, pues la norma impone a compensación económica tiene su fun-
uno de los cónyuges el pago de una damento en la responsabilidad civil
prestación pecuniaria a favor del extracontractual; por esta razón, se
otro con la finalidad de corregir un sostiene, que para la configuración
desequilibrio o una disparidad eco- de esta responsabilidad debe exigirse
nómica producida por el divorcio o todos sus elementos: a) el daño y per-
la nulidad del matrimonio, y así evi- juicio, b) antijuricidad, c) factor de
tar el empeoramiento del cónyuge más atribución o imputabilidad, d) relación
débil74. No es imprescindible la con- de causalidad76.
ducta culposa o dolosa del cónyuge
menos perjudicado. El fundamento de Un sector de la doctrina nacional
esta obligación legal indemnizatoria asume esta posición 77, aun cuando
la encontramos en la equidad75 y en la algunos distinguen su aplicación y
solidaridad familiar. En cuanto a este precisan que para el divorcio sanción
último fundamento, se trata de indem- se aplican las normas de la respon-
nizar daños producidos en el inte- sabilidad civil extracontractual mati-
rior de la familia, esto es de los daños zada por las características propias del
endofamiliares, que menoscaban dere- Derecho de Familia y, por otro lado,
chos e intereses no solo del cónyuge para el divorcio remedio se aplicaría
más perjudicado (solidaridad conyu- un tipo de responsabilidad civil fami-
gal) sino también de los hijos, por lo liar y especial78. En consecuencia, se
74 Cfr. VIDAL OLIVARES, Álvaro Rodrigo. La compensación económica en la ley del matri-
monio civil ¿Un nuevo régimen de responsabilidad civil extracontractual?, véase el texto en
el siguiente enlace: <http://www.bibliojutidica.org/libros/4/1943/23.pdf>. Asimismo, Cfr.:
ALFARO VALVERDE, Luis Genaro. “El ser y el deber ser de la denominada ‘indemnización
en caso de perjuicio’, derivada de la causal de separación de hecho, algunas notas entorno al
esclarecimiento de su auténtica naturaleza jurídica”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Tomo
123, Gaceta Jurídica, Lima, diciembre, 2008, pp. 147 y ss.
75 ZARRALUQUI, Luis, Ob. cit., pp. 8-9.
76 La responsabilidad contractual como extracontractual tienen como elementos comunes: a) la
antijuridicidad, b) el daño, c) relación de causalidad entre el daño y el hecho, d) factores de
imputabilidad o atribución legal de responsabilidad. Cfr.: BUSTAMANTE ALSINA, Jorge.
Teoría general de la responsabilidad civil. 8ª edición ampliada y actualizada, Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 1993, p. 105 y ss.
77 Reflejando esta posición doctrinaria la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia,
resolvió la Casación Nº 241-2009 (Cajamarca), publicada el 31 de mayo de 2010, en la que sos-
tiene: “Que, tradicionalmente este daño se encuentra dentro de la esfera de la responsabilidad
civil extracontractual, con la peculiaridad de derivar de vínculo jurídico familiar que relaciona
a las partes involucradas en el conflicto judicial, cuya obligación de reparar tiene como funda-
mento la violación del deber genérico de no causar perjuicio a otro”.
78 Al respecto, Felipe Osterling Parodi y Mario Castillo Freyre sostienen que: “Es imprescindi-
ble, asimismo, delimitar adecuadamente los alcances de la responsabilidad civil extracontrac-
tual que pueda derivar del divorcio, para lo que hay que tener en claro que la simple realiza-
ción de alguna de las causales del divorcio no basta para reclamar la reparación por esta vía.
Será necesario que se configure la responsabilidad, para lo que es precisa la concurrencia de sus
elementos constitutivos. A esto debemos agregar el hecho de que la responsabilidad civil debe
verse matizada por las características propias del Derecho de Familia, de modo que se logre la
398
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
399
Tercer Pleno Casatorio Civil
la llamada prestación compensatoire en virtud de la cual “(...) uno de los cónyuges puede que-
dar obligado a abonar al otro una prestación destinada a compensar, en la medida de lo posi-
ble, la disparidad que la ruptura del matrimonio crea en las condiciones de vida respectivas”.
El Código Civil español (artículo 97) reconoce lo que su doctrina y jurisprudencia han denomi-
nado pensión compensatoria; aquella norma dispone que: “El cónyuge al que la separación o
divorcio produzca desequilibrio económico en relación con la posición del otro, que implique
un empeoramiento en su situación anterior, tiene derecho a una pensión que se fijará en la reso-
lución judicial, teniendo en cuenta, entre otras, las siguientes circunstancias (...)”. Asimismo,
Cfr.: ALFARO VALVERDE, Luis Genaro. “El ser y el deber ser de la denominada indemniza-
ción en caso de perjuicio derivada de la causal de separación de hecho”. Véase en: Diálogo con
la Jurisprudencia. N° 123, Gaceta Jurídica, Lima, diciembre 2007, pp. 150-151.
81 El enriquecimiento sin causa (o indebido) es aquel incremento del patrimonio que no se halla
arreglado a la justicia y a la equidad; por tanto, la pretensión de enriquecimiento sin causa tiene
sustento en la equidad y para nuestro sistema, el artículo 1955 del Código Civil la acción para
su indemnización no es procedente cuando la persona que ha sufrido el perjuicio puede ejerci-
tar otra acción para lograr dicha indemnización. Para el caso concreto, el cónyuge más perjudi-
cado puede obtener la indemnización en el proceso de divorcio en atención a lo dispuesto por
el artículo 345-A del citado código. Además, de tomarse como fundamento el enriquecimiento
sin causa sería más gravoso para el perjudicado porque requiere probar: 1) el incremento del
patrimonio del enriquecido, 2) el correlativo empobrecimiento del perjudicado, c) la ausencia
de causa que justifique el enriquecimiento y d) la inexistencia de una norma legal que excluya
su aplicación.
82 Jurisprudencia del Tribunal Supremo español hace mención del principio general de “protec-
ción del conviviente más perjudicado’ (STS de 27 de marzo de 2001. 17 de enero de 2003, 23
de noviembre de 2004) en donde se soslaya la aplicación del principio del enriquecimiento sin
causa y únicamente se toma como base el dato objetivo del desequilibrio económico entre las
partes. Véase en: PINTO ANDRADE, Cristóbal. Efectos patrimoniales tras la ruptura de las
parejas de hecho. 1ª edición, Editorial Bosch, Barcelona, 2008, p. 131.
400
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
401
Tercer Pleno Casatorio Civil
402
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
embargo, al haber contemplado la mencionada Ley el trámite del divorcio en la vía de conoci-
miento, nada obsta que se analice el supuesto del cónyuge que motivó la separación de hecho,
sea porque se alejó del hogar, porque ejerció violencia sobre el otro cónyuge provocando la
salida de la casa matrimonial, entre otras”.
90 También es del mismo parecen ZAPATA JAÉN, María Elena. “Los daños derivados del divor-
cio o separación de cuerpos por causal, en el Código Civil peruano”. En: AA.W. Persona,
Derecho y Libertad, Nuevas Perspectivas, Escritos en Homenaje al profesor Carlos Fernández
Sessarego. Editora Jurídica Motivensa, Lima, 2009, p. 538.
91 Nuestra Constitución no ha reconocido exclusivamente un solo modelo de estructura familiar,
esto es la familia tradicional que emerge del matrimonio, sino que en su normatividad se pro-
tege a la familia, bajo cualquier estructura distinta a la tradicional, como las que provienen de
las uniones de hecho, La familia monoparental (formada por cualquiera de los padres con sus
hijos), la familia reconstituida. También así lo ha reconocido el Tribunal Constitucional en el
Expediente N 06572- 2008-PA/TC, Piura. Igualmente puede verse sobre las fuentes u oríge-
nes de la familia monoparental en: AA.VV. Familia Monoparental, Marina Herrera, Directora,
Editorial Universidad, Buenos Aires, 2008, p. 24 y ss.
403
Tercer Pleno Casatorio Civil
los cónyuges en relación con la posi- sostenido que un criterio válido de cla-
ción del otro, es decir, una situación sificación es aquel que considera que
en que tras las crisis uno sale econó- los daños solamente se clasifican en
micamente mejor y otro peor parado patrimoniales y morales.
y, además, el cotejo de esta situación
con la anterior en el matrimonio para En principio, el “daño personal” a que
decidir si significa un empeoramiento. alude la primera norma citada lo iden-
En definitiva, así no se declare, se trata tificamos como el daño a la persona, y
de compensar a aquel de los cónyuges cuya formulación ha sido explícita en
cuya dedicación a las necesidades de la el artículo 1985 del Código Civil.
familia haya supuesto una pérdida de
67.- El concepto de daño a la persona
expectativas”92.
ha sido trabajado con base en la doc-
65.- El menoscabo de la estabilidad trina italiana (Busnelli, Alpa, Franzoni,
económica debe ser constatado por el Bonilini) como bien anota Fernández
Juez de las pruebas y lo actuado en el Sessarego94, aunque no hay consenso
proceso; y no debe ser producto de la en la doctrina respecto a si este daño
conducta de uno de los cónyuges sino comprendería todos los aspectos y
que provenga del hecho objetivo del componentes de la compleja personali- Daño a la
persona.
apartamiento fáctico, o en su caso, del dad humana, se suele distinguir dentro Aspectos
divorcio en sí93, con prescindencia de del concepto de daño a la persona, el estático y
dinámico
toda forma de culpabilidad. Cosa dis- daño bio1ógico del daño a la salud. El
tinta es que la separación de hecho daño biológico representa la faz está-
haya sido causada por uno de los cón- tica del daño a la persona y hace alu-
yuges, pero cuya conducta culposa no sión, de modo objetivo, a la lesión cau-
es presupuesto necesario para que se sada en la integridad psicofísica de la
configure esta causal de divorcio. En víctima95.
este punto cabe preguntarse: si la sepa-
ración de hecho se ha producido por 68.- El daño a la salud representa el
culpa exclusiva del cónyuge que sufre aspecto dinámico del daño a la per-
mayor el perjuicio, ¿es procedente fijar sona, y se ha llegado a incluir una
una indemnización a favor de este? variedad de daños con otras tan-
Sería improcedente por falta de interés tas denominaciones como el daño a
para obrar en el cónyuge solicitante. la vida de relación (privación obje-
tiva de la posibilidad de realizar acti-
66.- Los artículos 345-A y 351 del vidades normales cotidianas, practi-
Código Civil (el segundo dispositivo car deportes, escuchar música, viajar,
Daños aplicable al divorcio remedio por remi- asistir o participar a espectáculos de
indemnizables
sión del primero), autorizan la indem- cualquier índole), el perjuicio de afecto
nización del daño personal o daño a la (el detrimento subjetivo que experi-
persona y del daño moral. En la doc- mentan ciertas personas vinculadas
trina y el derecho comparado no hay a la víctima en los casos de lesión o
criterio unánime sobre la relación de muertes, tales como los parientes), el
estos dos conceptos. Aún más, se ha daño estético (afecta las posibilidades
404
Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
405
Tercer Pleno Casatorio Civil
al proyecto de vida (se le otorga algu- tiempo. En cambio, para otras áreas
nas formas de satisfacción pública, una del derecho de daños, como el de la
beca de estudios superiores)100, preci- responsabilidad civil extracontractual,
samente porque dicho concepto aún se podría analizarse la posibilidad de su
viene elaborando en la doctrina y en la aplicación razonable en ciertos casos
jurisprudencia para delimitar su conte- específicos y sobre todo acreditándose
nido y alcances. la concurrencia del nexo causal entre
el hecho y el daño concreto imputado.
Relación 70.- En esta línea de argumentación, la
entre el daño
al proyecto aplicación del concepto de proyecto de En todo caso, para los efectos del
de vida y vida –y por extensión el de proyecto de
el divorcio divorcio por la causal de separación de
sanción vida matrimonial– a los efectos de la hecho en particular, uno de los aspec-
indemnización en el divorcio sanción tos esenciales para la procedencia del
y en el divorcio remedio, resulta muy pago de la indemnización o la adjudi-
discutible, con poco desarrollo en la cación de un bien está dado por la exis-
doctrina y en la jurisprudencia101, como tencia de la relación o nexo de causali-
lo reconoce la propia Corte Interameri- dad entre los perjuicios sufridos por el
cana de Derechos Humanos, no sola- cónyuge y la separación de hecho o, en
mente por imprecisión de su contenido su caso, con el divorcio en sí.
y alcances sino fundamentalmente
porque en muchos de sus aspectos y 71.- De otro lado, según doctrina
hechos, sobre todo en los más remotos, nacional autorizada, la relación que
la relación de causalidad entre el hecho hay entre daño a la persona y el daño
y el daño sería muy controversial, y en moral es de género a especie102. Sin
algunos otros extremos hasta carecería embargo, cabe advertir que el mismo
de aquella relación de causalidad. Ade- Código Civil de 1984 no es sistemático
más, para su cuantificación no habría en utilizar el concepto de daño moral,
una base objetiva de referencia, tam- pues algunas veces lo utiliza como
poco indicadores mensurables, puesto sinónimo de daño a la persona103, tal
que el proyecto de vida se sustenta en como ocurre en la norma contenida en
gran parte en probabilidades, es decir el artículo 1322104, y en otros casos,
en probables realizaciones de la per- con un alcance más restringido y espe-
sonalidad que tienen un fuerte grado cífico como en el supuesto del artículo
de subjetividad y largo alcance en el 1984105 y, aún diferenciándolo del daño
100 Véase: DIEZ CÁCEDA, Joel. El Daño a le Persona y el Daño al Proyecto de Vida, una apro-
ximación a la doctrina y su aplicación en el ámbito nacional e internacional. 1ª edición,
Jurista Editores, Lima, 2006, p. 124 y ss.
101 Se ha sostenido que el daño al proyecto de vida es más específico que el daño a la persona o
que el daño a la salud y no puede confundirse con el daño moral-dolor o con el daño psíquico.
Cuando se define dicho menoscabo se postula su autonomía, porque ‘el proyecto de vida a
diferencia de todos los demás proyectos que el ser humano se propone en su diario discurrir
existencial, es aquel que tiene que ver con el destino mismo de la persona. En él se juega su
futuro, su realización personal plena, de acuerdo con su más íntima vocación’. Cfr. MOSSET
ITURRASPE, Jorge. El valor de la vida humana. Editorial Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2002,
pp. 30 y 31, con cita de Carlos Fernández Sessarego.
102 Cfr. ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de le responsabilidad civil. 2ª edición actuali-
zada y aumentada, Gaceta Jurídica, Lima, 2003, p. 181.
103 Cfr. OSTERLING PARODI, Felipe. Las Obligaciones, en: Código Civil, Exposición de Moti-
vos y Comentarios. Tomo V. Compilación de Delia Revoredo de Debakey, 2ª edición, Grafo-
técnica Editores e Impresores, Lima, 1984, p. 449.
104 Artículo 1322.- Daño moral. El daño moral, cuando él se hubiera irrogado, también es suscep-
tible de resarcimiento.
105 Artículo 1984.- Daño moral. El daño moral es indemnizado considerando su magnitud y el
menoscabo producido a la víctima o a su familia.
406
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118 La Corte Suprema ha tenido la oportunidad de pronunciarse sobre estos aspectos: en la Casa-
ción Nº 3016-2006-Lima, publicada el 3 de enero de 2008 en el diario oficial El Peruano, se
ha estableció que, cuando los jueces deban pronunciarse sobre la existencia o no del cónyuge
más perjudicado, deben hacerlo “(...) de acuerdo a su apreciación de los medios probatorios
en los casos concretos (...): debiendo precisarse que en caso de que no se pueda determinar el
cónyuge perjudicado, no existe obligación en el juzgador de fijar indemnización alguna o [la]
adjudicación preferente [de bienes]”.
De igual forma, en la Casación Nº 1484-2007-Huaura, publicada el 3 de diciembre de 2008, se
ha establecido que: (...) el solo amparo de una demanda de divorcio por la causal de separación
de hecho no convierte automáticamente a uno de ellos en cónyuge perjudicado sino que tal
calificación será producto de una correcta valoración de los medios probatorios dentro de una
debida motivación táctica y jurídica (...) de tal modo que de no existir suficientes medios pro-
batorios que acrediten cuál cónyuge es el perjudicado el juzgador no está obligado a declararlo
así, ni aplicar las medidas de estabilidad económica que contempla más adelante el mismo dis-
positivo (...).
119 Es necesario tener presente que, de acuerdo a lo normado en el artículo VII del Título Prelimi-
nar del Código Procesal Constitucional, las sentencias del Tribunal Constitucional que adquie-
ren la autoridad de cosa juzgada constituyen precedente vinculante cuando así lo exprese la
sentencia, precisando el extremo de su efecto normativo: siendo el caso señalar que hasta la
fecha no se ha emitido ningún precedente vinculante en materia de indemnización derivada de
los procesos de divorcio por la causal de separación de hecho.
120 STC Nº 04800-2009-PA/TC del 5 de marzo de 2010.
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imparcialidad del juez, pues este sin este Supremo Tribunal constituido en
ninguna base fáctica ni alegación perti- Pleno Casatorio: si no hay pretensión
nente de la parte se pronuncia sobre la deducida en forma (acumulada en la
indemnización. Así mismo, el Tribunal demanda o en la reconvención), por lo
pone de relieve la lesión al derecho de menos debe haber alegación de hechos
defensa del demandante, quien no tuvo concretos de la parte interesada refe-
la oportunidad de alegar, contradecir ni rentes a los perjuicios sufridos, y que
probar en contra de los fundamentos la contraparte tenga la oportunidad
de una indemnización nunca alegada razonable de contradecirlos para que el
por la otra parte. Juez pueda pronunciarse en la senten-
cia sobre la estabilidad económica del
En otro caso, el Tribunal Constitucio- cónyuge afectado. Será suficiente, por
nal consideró que: “(...) Sin embargo, ejemplo, que el cónyuge alegue que
de ellas no se aprecia fundamentación su consorte lo abandonó en el hogar
alguna que evoque el cumplimiento conyugal sin causa justificada, con sus
del mandato establecido en el artículo hijos menores de edad, y que por esta
345-A del Código Civil respecto a razón estuvo obligado a demandar el
la obligación del juez de señalar una cumplimiento de la obligación alimen-
indemnización por daños u ordenar la taria en la vía judicial, para que enton-
adjudicación preferente de bienes de ces, acreditada esta situación fáctica,
la sociedad conyugal a favor del cón- el Juez deba considerarlo como el cón-
yuge perjudicado por el divorcio; todo yuge más perjudicado, y por tanto, fijar
lo cual hace deducir a este Tribunal una indemnización o disponer la adju-
Constitucional que los órganos judicia- dicación de bienes sociales a su favor.
les que conocieron el proceso judicial
subyacente habrían emitido sentencias 9.2. La indemnización o adjudica-
contraviniendo el derecho de la recu- ción a instancia de parte
rrente a la debida motivación de las
resoluciones judiciales”121. El Tribu- 81.- Según el principio dispositivo,
nal citado cambió de criterio y sostuvo nemo judex sine actore, el proceso solo
que la norma contenida en el artículo se inicia a instancia de parte, nunca ex
345-A del Código Civil configura un officio; por consiguiente, al deman-
mandato imperativo para el Juez y, en dante se le atribuye la carga procesal
consecuencia, el juzgador debió pro- de presentar la demanda ante el órgano
nunciarse sobre la indemnización, al jurisdiccional122. No solo debe alegar
no hacerlo, contravenía el derecho a la hechos y formular petitorios sino tam-
debida motivación de las resoluciones bién debe probar tales hechos, y por
judiciales. consiguiente, se considera la necesi-
dad de la carga de la prueba123. Esto
En esta situación, resulta por demás nos conduce a considerar la existen-
razonable, lo que propone al respecto cia de la carga de alegar y probar los
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tenemos la figura de la carga, (...) obligación y carga tienen de común el elemento formal, con-
sistente en el vínculo de la voluntad, pero divergen en cuanto al elemento sustancial, porque
cuando media obligación, el vínculo se impone para la tutela de un interés ajeno y cuando hay
carga, para la tutela de un interés propio. Camelutti Francesco. Lezione di Diritto Processuale
Civil. Tomo II, Padova, 1938, p. 338, citado por GARCÍA-CUERVA GARCÍA, Silvia. “Las
reglas generales del onus probandi”. En: AA. VV. Objeto y carga de la prueba civil. Xavier
Abel Llunch y Joan Picó i Junoy (directores), JM Bosch Editor, Barcelona, 2007, pp. 56-57.
124 Un sector importante de la doctrina (Peyrano. Wayar, Fassi, Morello) ha considerado que una
de las hipótesis de flexibilización del principio de congruencia es el pedido o petitorio implícito.
Cfr. PEYRANO, Jorge W. Nuevas Tácticas Procesales. 1ª edición, Nova Tesis Editorial Jurí-
dica S.R.L., Rosario Santa Fe Argentina, 2010, p. 100. El mismo autor propone algunos alcan-
ces para la formulación de una teoría de las decisiones implícitas, las mismas que se derivan de
varios supuestos. Resolución implícita inferida: a) de la simple omisión decisoria, b) del con-
texto decisorio, c) de lo decidido en otras cuestiones. Y aún argumenta a favor de la cosa juz-
gada implícita, véase en: Procedimiento Civil y Comercial 1. Editorial Juris, Rosario Santa Fe,
1991, p. 105 y ss.
125 Carmen Julia Cabello Matamala sostiene, en principio, que no es procedente que el juez de
oficio señale una indemnización, sino que requiere alegación de la parte interesada formulada
necesariamente en la demanda o, en su caso, en la reconvención: “Considerar por tanto, inne-
cesaria la alegación de indemnización por parte del cónyuge perjudicado, asumiendo que su
señalamiento debe ser de oficio, resulta discutible por la naturaleza del derecho en cuestión,
como se ha alegado en los párrafos precedentes, pero además dicha interpretación afectarla
principios procesales que garantizan el debido proceso, tales como el principio de congruen-
cia que exige que el juez se pronuncie sobre todos y cada uno de los puntos controvertidos,
respecto de los cuales se ha producido el debate probatorio, de lo contrario el pronunciamiento
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131 La instancia plural prevista en la Constitución (artículo 139 inciso 6) tiene una configuración
legal y en tal sentido se reconoce la doble instancia para el proceso civil en el artículo X del
Título Preliminar del Código Procesal Civil que dispone: Principio de doble instancia. El pro-
ceso tiene dos instancias, salvo disposición legal distinta.
132 Constituyen pruebas de actuación inmediata aquellas que no requieren de audiencia o diligen-
ciamiento previo para ser objeto de valoración, tales como cualquier prueba que ya ha sido
incorporada al proceso principal o a sus acompañados (prueba trasladada, con las condiciones
de ley), la prueba documental en cualquiera de sus formas, una pericia de parte, etc.
133 Doctrina autorizada admite la posibilidad de que el demandante pueda introducir nuevas cau-
sas de pedir, representadas por hechos nuevos pero constitutivos del mismo derecho preten-
dido por el actor en la demanda. Con semejante criterio también se admite que el demandado,
después de la contestación de la demanda, pueda aducir nuevas alegaciones y hechos, siempre
que sea sometida al contradictorio. Cfr. DOS SANTOS BEDAQUE, José Roberto. Efectivi-
dad del Proceso y Técnica Procesal. Traducción Juan José Monroy Palacios y Christian Del-
gado Suárez, 1ª edición, Librería Communitas, Lima, 2010, pp. 191 y 193.
134 En la doctrina se ha establecido la diferencia entre carga y obligación o deber procesal: en la
primera el litigante no tiene el imperativo de cumplir una determinada conducta, sino que es
una exigencia de que la cumpla para que obtenga una consecuencia favorable dentro del pro-
ceso. En la obligación procesal el sujeto tiene el imperativo de cumplir una conducta, que
de no hacerlo se le impone una sanción jurídica; por tanto, en la carga procesal el vínculo se
impone al sujeto en su propio interés, en tanto que en la obligación tal vínculo se impone en
interés ajeno. Cfr. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Teoría General de la Prueba Judicial.
Tomo I, Temis, 2002, Bogotá, p. 401.
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135 Artículo 196.- Carga de la prueba. Salvo disposición diferente, la carga de probar corresponde
a quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos
hechos.
136 Compendio de Derecho Procesal. Pruebas judiciales. Tomo II, 9ª edición, Editorial ABC,
Bogotá, 1988, p. 149.
137 Así también lo estableció la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia en la Casa-
ción Nº 2366-2009 (Lima Norte), publicada el 1 de octubre de 2010, al arribar a determinadas
conclusiones producto de la valoración de los hechos y de las pruebas actuadas en el caso con-
creto, señalando: “Que, en el presente caso, la recurrente denuncia que la Sala Superior no ha
tenido en cuenta el espíritu de la norma, el cual es garantizar que el cónyuge perjudicado con
la separación no vaya a quedar en desamparo producto de una situación que no ha provocado,
y en autos quedó acreditado que la impugnante sufrió el abandono del accionante cuando sus
cinco hijos eran menores de edad, Este Supremo Tribunal coincide con la recurrente, pues el
Colegiado Superior no ha apreciado adecuadamente esta circunstancia especial, ni los subse-
cuentes hechos que de ella se derivaron, como son el que la demandada hubiera tenido que
recurrir al Poder Judicial para demandar el pago de alimentos para sus menores hijos (lo que
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Tercer Pleno Casatorio Civil
significa que el padre fue obligado compulsivamente a prestarlos ante su evidente negativa),
así como denunciar el delito de abandono familiar por la falta de pago de pensiones deven-
gadas, obteniendo en ambos casos sentencias favorables que grafican el evidente abandono
material que sufrió la impugnante conjuntamente con sus hijos”.
138 Con toda razón José Luis Blanco Gómez, con cita de Montero Aroca, concluye en este tema
afirmando: “(…) en consecuencia, los poderes instructorios conferidos al juez convierten la
etapa probatoria del proceso civil en una auténtica comunidad de esfuerzos, del juez y las par-
tes. De ahí la acertada diferenciación de Montero Aroca, quien distingue entre actos de demos-
tración y de verificación. En los primeros se incluyen los originados por las partes y, en los
segundos, los provenientes de la iniciativa del juzgador, aunque al final tanto los unos, como
los otros, confluyan al mismo punto”. Sistema dispositivo y prueba de oficio. Ediciones Jurí-
dicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, 1994, p. 101.
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Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
establece que ha sufrido menoscabo los hijos, d) asumió los gastos para
en su esfera moral, afectándose sus la obtención del título de docente del
sentimientos al no continuar vigente demandante.
el matrimonio y mantener una fami-
lia. Se sustenta esencialmente en que Calificando estos hechos, la Sala Supe-
de la conducta del demandante se con- rior concluye que la demandada es la
cluye que: a) ha recibido asistencia cónyuge inocente y además perjudi-
económica de su esposa para labrarse cada, lo que permite al juzgador seña-
un futuro mejor, b) ha promovido actos lar una indemnización por el daño y
de violencia física en agravio de la perjuicio sufrido, debido a la aflic-
demandada, e) ha rehuido el cumpli- ción de los sentimientos y la frustra-
miento de su obligación alimentaria a ción del proyecto de vida matrimo-
favor de la demandada e hijos, moti- nial, y que se trata de un supuesto de
vando se le siga un proceso de alimen- responsabilidad civil familiar de tipo
tos para conminarlo a que cumpla con contractual.
aquella obligación, d) ha iniciado un También la Sala estima que le corres-
proceso judicial del divorcio; por lo ponde velar por la estabilidad econó-
que resulta innegable que con la con- mica de la consorte perjudicada así
ducta del demandante se ha producido como reparar los daños a su persona
el quebrantamiento de los deberes de fijando una indemnización, más aún si
asistencia y vida en común. se tiene en cuenta el abandono moral
Así mismo, para los efectos de deter- en que se encuentra la demandada y
minar el monto indemnizatorio, por sus hijos, quienes tuvieron que recu-
la propia naturaleza extrapatrimo- rrir al Poder Judicial para obtener una
nial: a) se recurre a la discrecionalidad pensión alimenticia, incluso vía pro-
del magistrado, b) se toma en cuenta rrateo de alimentos, quedando desvir-
el tiempo de separación de hecho, c) tuados los argumentos de recurso de
también el tiempo que desatendió las apelación.
necesidades básicas de la demandada En criterio del Colegiado Superior,
e hijos y, d) que subsiste la pensión ali- el monto indemnizatorio fijado por el
menticia a favor de la demandada. Juez corresponde a su prudente arbi-
trio, habiéndose considerado el inte-
10.2. La reconvención y la senten- rés familiar y lo actuado en el proceso,
cia de segunda instancia tanto más que no es posible adjudi-
94.- La Sala Superior ha revocado solo carle bienes de modo que compense su
en el extremo que declaraba fundada mayor perjuicio.
la pretensión de régimen de visitas –en En resumen, el juez, amparando la
razón de que los hijos eran ya mayo- reconvención en parte, ha señalado un
res de edad– y reformándola ha decla- monto indemnizatorio solo por con-
rado sin objeto este pronunciamiento cepto de daño moral; mientras que la
por sustracción de la pretensión del Sala Superior al confirmar la sentencia
ámbito jurisdiccional. En consecuen- del Juez ha considerado a la deman-
cia, se confirmó, entre otros, el monto dada como cónyuge inocente y per-
indemnizatorio de S/. 10,000.00 (diez judicada, estimando que ello permite
mil nuevos soles) fijado por el juez. determinar una indemnización a favor
de esta por el daño y perjuicio sufrido.
En segunda instancia, se ha establecido
que la demandada: a) es cónyuge per- Por lo tanto, la Sala concluye que la
judicada, pues no motivó la separación indemnización debe cubrir el daño y
de hecho, b) cumplió con los debe- perjuicio sufrido por la demandada,
res matrimoniales durante el periodo mientras que el Juez reduce el ámbito
de vida en común, c) posteriormente de la indemnización y lo circunscribe
asumió la tenencia y educación de al daño moral.
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Tercer Pleno Casatorio Civil
139 Como se ha dicho nuestro Código Civil vigente reconoce el daño a la persona y el daño moral,
aunque no en forma sistemática; en consecuencia, correlacionando estos dos conceptos, se ha
establecido que el daño a la persona es el género y el daño moral es la especie, en el sentido de
que el daño moral está comprendido dentro del daño a la persona; empero, en algunos casos el
propio Código (artículo 1322) utiliza ambos conceptos como sinónimos.
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Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
140 Artículo 4.- Consecuencias del ejercicio irregular del derecho de acción civil. Concluido un
proceso por resolución que desestima la demanda, si el demandado considera que el ejercicio
del derecho de acción fue irregular o arbitrario, puede demandar el resarcimiento por los daños
y perjuicios que haya sufrido, sin perjuicio del pago por el litigante malicioso de las costas,
costos y multas establecidos en el proceso terminado.
141 El ejercicio arbitrario o irregular del derecho de acción tiene lugar cuando la pretensión es
manifiestamente infundada o ambigua, o se sustenta en hechos evidentemente falsos o con
intensiones dolosas, tal ocurre cuando se elige la vía más perjudicial para el adversario, la con-
fusión a través del proceso con la intención de provocar una incertidumbre dañosa, o cuando se
despliega una actividad procesal que encierra engaño, temeridad o malicia, o cuando se recu-
rre al proceso sin necesidad de ello. El ejercicio abusivo también puede darse en el curso de
la actividad procesal (la acción se ejercita durante todo el proceso). Cfr.: GOZAINI, Osvaldo
Alfredo. Temeridad y Malicia en el Proceso. Rubinzal Culzoni Editores, Buenos Aires, 2002,
p. 175.
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Tercer Pleno Casatorio Civil
de los puntos de posible entendimiento (Juan Pablo II, Exh. ap. Familiaris
incluso allí donde prevalece una lógica consortio, 44: (1982) 136; Santa Sede,
de separación y fragmentación. Carta de los derechos de la familia,
artículo 9).
El principio de solidaridad implica que
gobernantes y gobernados cultiven la También debe considerarse que el
conciencia de la deuda que tienen con artículo 335 del Código Civil establece
la sociedad. Son deudores de aquellas que “Ninguno de los cónyuges puede
condiciones que facilitan la existencia fundar la demanda en hecho pro-
humana. pio”; pese a que este principio univer-
sal haya sido transgredido en el texto
Tal deuda se aligera con las diversas del artículo 333 inciso 12 del propio
manifestaciones de la actuación de Código Civil.
los funcionarios públicos que tienen
la posibilidad o la obligación social Por las razones expuestas, de confor-
y ética de contribuir a que el camino midad con la norma prevista en los
de los hombres no se interrumpa, ni artículos 143 de la Ley Orgánica del
aún ante situaciones adversas, sino que Poder Judicial y 400 del Código Pro-
permanezca abierto para las generacio- cesal Civil: el Juez que suscribe se
nes presentes y futuras. adhiere al voto unánime que:
3.c) Solidaridad familiar a) Declara INFUNDADO en recurso
La subjetividad social de las familias de casación interpuesto por don René
se expresa también con manifestacio- Huaquipaco Hanco y, en consecuencia,
nes de solidaridad y ayuda mutua y NO CASA la sentencia de vista que
con mayor razón cuando la enferme- corre de fojas 426 a 430.
dad, la pobreza, la injusticia, la edad o b) Declara que deben CONSTITUIR
el individualismo atacan la familia y el PRECEDENTE JUDICIAL VINCU-
matrimonio. Se trata de la consecuen- LANTE las siguientes reglas:
cia de la realidad familiar. La solida-
ridad pertenece a la familia como ele- 1. En los procesos de familia, como en
mento constitutivo y estructural. los de alimentos, divorcio, violen-
cia familiar, los jueces tienen obli-
Es una solidaridad que puede asu- gaciones y facultades tuitivas y se
mir el rostro del servicio que per- flexibiliza los principios y normas
sigue el derecho y de la atención a procesales sobre iniciativa de parte,
cuantos viven las consecuencias del congruencia, formalidad, eventua-
relativismo, el hedonismo, el egoísmo lidad, preclusión, acumulación de
y el consumismo; que se hace voz ante pretensiones, entre otros, en razón
las instituciones de cualquier situa- de las responsabilidades consti-
ción de carencia, para que intervengan tucionales sobre protección de la
según sus finalidades específicas. familia y promoción del matrimo-
nio; la naturaleza de los conflic-
Las familias, lejos de ser solo objeto de tos que deben solucionar derivados
la acción política, pueden y deben ser de las relaciones sociales, familia-
sujeto de esta actividad, movilizándose res e interpersonales. Todo ello de
para “procurar que las leyes y las ins- conformidad con lo dispuesto en
tituciones del Estado no solo no ofen- la Constitución Política del Estado
dan, sino que sostengan y defiendan cuyos artículos 1, 2, inciso 1, 4 y 43
positivamente los derechos y debe- consagran, respectivamente:
res de la familia. En este sentido, las
familias deben crecer en la concien- Que la defensa de la persona
cia de ser ‘protagonistas’ de la llamada humana y el respeto de su dignidad
‘política familiar’ y asumir la respon- son el fin supremo de la sociedad y
sabilidad de transformar la sociedad”. del Estado;
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Precedente judicial vinculante sobre la indemnización en la separación de hecho
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CUARTO PLENO CASATORIO CIVIL
Precedente judicial vinculante
sobre la posesión y el ocupante precario
(El Peruano, 14 de agosto de 2013)
CASACIÓN N° 2195-2011-UCAYALI
a.1.- El debido proceso: Aspecto formal
y sustancial.
a.2.- De la motivación de las resolucio-
Demandantes : Jorge Enrique Correa Panduro; nes.
César Arturo Correa Panduro y a.3.- De la causal de casación.
Luis Miguel Correa Panduro.
B.- De la posesión y otras figuras afines.
Demandados : Mirna Lizbeth Panduro Abarca b.1.- La Posesión.
y Euclides Vara Turco. b.2.- Clases de posesión.
Materia : Desalojo por ocupación precaria b.2.1.- Posesión mediata e inmediata.
Vía procedimental : Proceso Sumarísimo b.2.2.- Posesión legítima e ilegítima.
b.2.3.- Servidor de la posesión
Sumario:
C.- Del ocupante precario.
I.- Introducción. c.1.- Consideraciones previas.
II.- Materia del recurso. c.2.- Del ocupante precario en sede
III.- Fundamentos del recurso. nacional.
IV.- De la convocatoria al Pleno Casatorio. c.3.- Supuestos de posesión precaria.
V.- Consideraciones. D.- Naturaleza la sentencia a dictarse.
A.- De la contravención al derecho a un VI.- Conclusiones.
debido proceso. VII.- Fallo.
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
1 Cfr. LINARES, Juan Francisco. Razonabilidad de las Leyes. El “debido proceso” como garan-
tía innominada en la Constitución Argentina. Buenos Aires, 1970, pp. 15-22.
2 Para una ordenada exposición sobre el debido proceso. Vide: HURTADO REYES, Martín. La
casación civil. Una aproximación al control de los hechos. Idemsa, Lima, 2012, p. 299 y ss.
3 Nos remitimos para todo lo dicho a: COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. La motivación de las
sentencias: Sus exigencias constitucionales y legales. Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, p. 60
y ss.; GARRIGA, Carlos y LORENTE, Marta. “El juez y la ley: La motivación de las senten-
cias (Castilla, 1489-España, 1855)”. En: Anuario de la Facultad de Derecho de la Universidad
Autónoma de Madrid. N° 1, 1997, p. 97 y ss, e IGARTUA SALAVERRÍA, Juan. La motiva-
ción de las sentencias, imperativo constitucional. Centro de estudios políticos y constituciona-
les, Madrid, 2003, pássim.
435
Cuarto Pleno Casatorio Civil
commune, no tenían por función moti- iniciada con la Real Cédula del 23 de
var sus sentencias, dado que la activi- junio de 1778, dictada por Carlos III,
dad de juzgar era una tarea reservada lo que se tradujo en la generalización
a la nobleza, por lo que el fundamento de la prohibición de justificar las sen-
y respaldo de la actividad de un juez se tencia a todo el territorio español6.
encontraba en su prestigio social, ade-
más que tal comportamiento se debía, 10.- Sea como fuere antes, el punto es
también, a la Decretal Sicut Nobis de que, posteriormente, con la llegada de
Inocencio III dictada el año 1199, de la Revolución Francesa, se introduce
cuyo texto los comentaristas dedujeron definitivamente la obligatoriedad de
el principio de derecho común según el fundamentar las sentencias, y se hace
cual iudex non tenetur exprimere cau- a través de la Ley del 24 de agosto de
sam in sentencia4. 1790, con la clara intención de someter
la actuación del juez a la ley, a diferen-
9.- Tal comportamiento judicial, cia de la antigua forma de actuar del
empero, no fue de ordinario proceder antiguo Régimen, dado que el no moti-
en todos los reinos europeos, dado que var constituía un elemento esencial
en algunos de ellos se hacían excep- para un ejercicio arbitrario del poder
ciones a tal regla, como en el reino de por parte de los jueces7.
Aragón, por el origen contractual de su
monarquía, donde sí se llegó a obligar 11.- Bien se dice que cuando se
a los jueces y tribunales a motivar sus empezó a exigir la motivación de las
sentencias5: por lo que, en la España sentencias, se perseguían tres funcio- Funciones
históricas
tardo medieval coexistieron dos regí- nes esenciales: la primera, tutelar el de la
menes totalmente diferenciados, por interés público, porque se concebía la motivación
de las
un lado el Castellano que no contem- posibilidad de anular la sentencia por sentencias
plaba la obligación legal de motivar las notoria injusticia; la segunda, era el
sentencias y por el otro, el Aragonés permitir a las partes y a la sociedad en
que sí lo exigía, hasta que se dio la uni- general que pudiesen apreciar la jus-
ficación normativa en el siglo XVIII, ticia de la sentencia redactada, con
436
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
el objeto que los destinatarios pudie- y el artículo 122 del Código Procesal
ren aprehender y valorar lo ajustado Civil, textos normativos que señalan
a Derecho de esta, a efectos de pon- los requisitos esenciales para la vali-
derar una posible impugnación de la dez de toda resolución judicial, pres-
misma, y la tercera, el expresarse en cribiendo que su incumplimiento aca-
la sentencia la causa determinante de rrea la nulidad de la misma, habida
la decisión, resolvía el problema de cuenta que por mandato constitucional,
saber entre las varias acciones o excep- la argumentación jurídica, constitu-
ciones formuladas cuáles habían sido tiva de la motivación de una resolución
acogidas por el juez para condenar o judicial, tendrá necesariamente forma
absolver8. escrita y su contenido será tanto de
naturaleza jurídica como fálica inhe-
12.- Nuestro ordenamiento legal no rentes al caso materia de la decisión.
ha sido ajeno a tal exigencia, puesto
que desde los albores de nuestra Repú- 14.- Ahora bien, en doctrina se suele
blica, en la Constitución de 1828, ya mencionar que la función de la moti-
Dimensio-
Motivación se estipulaba en su artículo 122 que vación tiene una dimensión endopro- nes endo-
de las procesal y
sentencias los juicios civiles deberían ser públi- cesal y otra extraprocesal. Se dará la extrapro-
en el cos, los jueces deliberarían en secreto, primera, cuando esté encaminada a cesal
ordenamiento
jurídico pero las sentencias serían motiva- permitir un control técnico jurídico de
nacional
das y se pronunciaban en audiencia la decisión judicial, que sucesivamente
pública. Garantía esta que se ha mante- desarrollarán los litigantes (control pri-
nido incólume hasta nuestros días. Es vado) y los órganos jurisdiccionales
más, ha tenido un mayor espectro de superiores (control institucional); en
aplicación, como toda garantía dentro tanto que la segunda engloba el con-
de un Estado Constitucional y Social junto de funciones que cumple la moti-
de Derecho, por lo que el inciso 5 del vación fuera del ámbito del proceso,
artículo 139 de nuestra actual Cons- dado que hace referencia a las conse-
titución prescribe que es un principio cuencias e impacto que el dictado de
de la función jurisdiccional la motiva- una resolución jurisdiccional tiene a
ción escrita de las resoluciones judi- nivel social10, puesto que, como dice
ciales en todas las instancias, excepto Igartua Salaverría, ni las partes, ni
los decretos de mero trámite, con men- sus abogados, ni los jueces que exa-
ción expresa de la ley aplicable y de minan los recursos agotan el destino
los fundamentos de hecho en que se de las motivaciones de las sentencias,
sustentan9. dado que estas también van dirigidas
al público11.
13.- En esa misma corriente garantista
se encuentran el artículo 12 de la Ley En suma, motivar significa expresar
Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) las razones por las que ha sido dictada
437
Cuarto Pleno Casatorio Civil
una decisión. Por lo que, siendo obli- por enunciados colocados topográfi-
gación de los jueces dictar decisio- camente en la parte que la sentencia
nes que sean conformes al derecho, dedica a la motivación; en tanto que
se debe presumir que el motivo por el la segunda (la sustancial), se compone
que ha sido dictada una determinada de enunciados cuyo contenido asume,
decisión, en vez de otra distinta, con- directa o indirectamente, una función
siste en que el juez que la ha dictado justificatoria de lo que se haya deci-
de tal modo, considera que la misma dido. Estando a lo dicho, la existencia
es conforme con el derecho. Por tanto, de la motivación formal exige la pre-
cuando el Derecho establece que el sencia de enunciados, en tanto que la
juez que dicta una decisión debe de existencia de la motivación sustancial
motivarla, lo que le está exigiendo es se basa en los significados de los enun-
que indique el motivo por el que él ciados formulados14.
considera que dicha decisión es con-
forme al Derecho12. 17.- Finalmente, se ha expresado
que no se trata de exigir a los órga-
15.- También, tanto a nivel doctrina- nos jurisdiccionales una argumenta-
rio como jurisprudencial, se consi- ción extensa, exhaustiva o pormenori-
dera que la motivación de las senten- zada que vaya respondiendo, punto por
cias cumple múltiples finalidades, así punto, a cada una de las alegaciones
Finalidades por ejemplo: a) Permite el control de de las partes, ni impedir la fundamen-
de la
motivación la actividad jurisdiccional por parte de tación concisa o escueta que en cada
de las la opinión pública, cumpliendo de este caso estimen suficiente quienes ejer-
sentencias
modo con el requisito de publicidad cen la potestad jurisdiccional, ya que
esperado; b) Hace patente el someti- la exigencia de motivación no implica
miento del juez al imperio de la ley; necesariamente una contestación judi-
c) Logra el convencimiento de las par- cial expresa a todas y cada una de las
tes sobre la justicia y corrección de la alegaciones de las partes15.
decisión judicial, eliminando la sensa-
ción de arbitrariedad y estableciendo a.3) De la causal de casación
su razonabilidad, al conocer el porqué
concreto de su contenido; d) Permite 18.- Ingresando específicamente al
la efectividad de los recursos por las fundamento del recurso de Casación,
partes; y e) Garantiza la posibilidad de la recurrente denuncia que la demanda
control de la resolución judicial por los de desalojo se ha planteado invocando
tribunales superiores que conozcan de normas referidas a la conclusión del
los correspondientes recursos13. arrendamiento y que el a quo, lejos de
corregir ello, ha aplicado, además, el
La 16.- Con igual criterio, se suele distin- artículo 1697 del Código Civil, refe-
motivación
formal y guir entre motivación formal y motiva- rido a las causales de resolución del
sustancial ción sustancial. Entendiéndose por la arrendamiento. Siendo así, a criterio
primera a aquella que está constituida de la impugnante, el tribunal ad quem,
12 Cfr. HERNÁNDEZ MARÍN, Rafael. Las obligaciones básicas de los jueces. Marcial Pons,
Barcelona, 2005, p. 145.
13 Cfr. CHAMORRO BERNAL, Francisco. La tutela judicial efectiva. Derechos y garantías pro-
cesales derivados del artículo 24.1 de la constitución. Bosch, Barcelona, 1994, p. 205. y PICÓ
I JUNOY, Joan. Las garantías constitucionales del proceso. Bosch, Barcelona, 1997, p. 64. En
sede nacional resulta ilustrativo lo desarrollado sobre la motivación por HURTADO REYES,
Martín. La casación civil..., p.187 y ss.
14 Cfr. IGARTUA SALAVERRÍA, Juan. El razonamiento en las resoluciones judiciales. Palestra-
Temis, Lima-Bogotá, 2009, pp. 28 y 29.
15 Cfr. PICÓ I JUNOY. Ob. cit., p. 61.
438
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
439
Cuarto Pleno Casatorio Civil
440
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
23.- Sobre ello se debe señalar que no obrar de los demandantes, que fuera
basta con que se denuncie que se ha deducida juntamente con la contesta-
violado el debido proceso, sino que es ción, la que es notificada al deman-
menester se precise cuál de los dere- dante apoderado Luis Correa Lina-
chos que componen este derecho com- res en su casilla procesal el viernes 9
plejo (continente) se han vulnerado, de julio (fojas trescientos doce) y es
esto es: qué actos procesales se ha visto absuelta mediante escrito del miérco-
impedida de realizar la parte que alega les 14 de julio de 2012 (fojas cuatro-
esa vulneración y de qué manera se le cientos sesenta y seis), esto es, dentro
ha causado algún perjuicio, puesto que de los tres días de plazo que le dio el
para alegar nulidades no basta con que juzgado para absolver dicho traslado,
se haya infringido alguna formalidad con lo cual se verifica que la denun-
prevista por ley, sino que además se cia de la recurrente no tiene sustento
debe haber causado agravio con ello, alguno.
de lo contrario, al no existir agravio no
Finalidad hay nulidad que declarar (por eso en la 26.- Es cierto que en la resolución
de la nulidad número cinco, del 15 de julio de 2010,
procesal doctrina francesa se dice muy gráfica-
mente pas de nullité sans griet). Por el juez señala que la fecha se absolu-
ello, se sostiene que la finalidad de las ción del traslado fue el 15 de julio de
nulidades procesales es la de asegurar 2012, pero ello no se ajusta a los actua-
la garantía constitucional de la defensa dos, como se ha señalado en el nume-
en juicio17. ral precedente, obedeciendo tal hecho
a un error intrascendente del a quo,
24.- Ahora bien, la recurrente sos- lo que de por sí no es causal de nuli-
tiene que el ad quem no ha advertido dad, puesto que este hecho tampoco
que el juez ríe primera instancia dio fue alegado por la demandada ni ante
por absuelto el traslado de la excep- el mismo juez de primera instancia,
ción deducida, cuando la misma era cuando se realizó la audiencia única,
extemporánea. Al respecto, es necesa- ni tampoco en sus alegatos previos a la
rio remitimos a los autos para verifi- sentencia. Ergo, es manifiesta la ausen-
car, en primer lugar, si es que aconte- cia de sustento real de la denuncia
ció tal hecho y, en segundo lugar, si es casatoria de la recurrente, tanto más
que con ello se ha violado algún dere- si es que cuando se declaró infundada
cho de la reclamante. la excepción que dedujera, ni ella ni
su conviviente apelaron de dicha deci-
25.- Como se puede advertir de los sión, así como tampoco alegaron la
actuados, a fojas trescientos dos obra existencia de alguna invalidez proce-
la resolución número cuatro, del 5 sal. Por el contrario manifestaron su
de junio de 2010 –siendo lo correcto plena conformidad con la decisión del
que debió consignar el mes de julio juzgador, de desestimar la excepción
de dicho año, puesto que el escrito de que dedujeron, tal como se observa del
subsanación de omisiones de la con- acta de fojas cuatrocientos noventa y
testación de la demanda está fechado siete del principal.
con el dos de julio, como consta a fojas
doscientos noventa y seis del princi- 27.- Respecto a que no se le habría
pal–, la cual, además de tener por con- corrido traslado del escrito de absolu-
testada la demanda, corre traslado de la ción de la excepción deducida, tam-
excepción de falta de legitimación para bién se debe señalar que estando a la
441
Cuarto Pleno Casatorio Civil
estructura sumaria del presente pro- resulta oportuno alegar dicho vicio en
ceso, y a diferencia de los otros pro- casación, cuando estuvo en oportuni-
cedimientos más latos, en el caso bajo dad de alegarlo en la misma audiencia
análisis se busca resolver una litis den- única aludida. En consecuencia, este
tro de los plazos más cortos y con la extremo de su recurso también deviene
realización de actos procesales que en inamparable.
resulten indispensables para garantizar
el derecho de defensa, en aplicación En suma, la causal de contravención al
de los principios de economía y sus debido proceso no resulta amparable,
subprincipios de celeridad y concen- con sustento en las razones preceden-
tración procesal, por lo que disponer temente expuestas, por lo que debe ser
el traslado sin límite de todas las abso- desestimada.
luciones o escritos atentarla contra los
principios aludidos y la tutela jurisdic- B.- De la posesión y otras institucio-
cional oportuna. nes afines
28.- Estando a ello, conforme a las Como quiera que en el presente caso
reglas del artículo 554 del Código constituye materia de controversia úni-
Procesal Civil, una vez contestada la camente el interés invocado por las
demanda, se procede a fijar fecha para partes a disfrutar de la posesión inme-
la audiencia única, en la cual se resuel- diata, conforme al derecho y a los
ven las excepciones y cuestiones pro- hechos invocados por la demandante
batorias deducidas, no señalándose que y contradicho por la parte demandada,
se deba de notificar a la parte excepcio- consideramos necesario abordar some-
nante con la absolución del traslado de ramente algunas cuestiones relaciona-
las excepciones que hubiere formulado das con la figura jurídica de la pose-
la parte excepcionada, ello se debe a la sión y otras instituciones afines, para
simple razón de que estando a la suma- luego adentramos al tema de la pose-
riedad del procedimiento, es la audien- sión precaria.
cia única el momento preciso donde
se llevan a cabo todas las actuaciones b.1.- La posesión
procesales pertinentes, se ejercen todas
las defensas pertinentes y se emite sen- 30.- Como referente legislativo básico
tencia inmediatamente o, en todo caso, en nuestro ordenamiento civil tenemos
dentro de un plazo fijado por ley. que el artículo 896 define lo que es la
posesión, conforme al texto siguiente:
29.- Sobre este punto, a mayor abun-
dancia, resulta necesario exponer que “Artículo 896.- La posesión es el
tampoco la excepcionante alegó, en el ejercicio de hecho de uno o más
acto de la audiencia única, que se había poderes inherentes a la propiedad”.
incurrido en lo que considera causal
de invalidez procesal (no habérsele Al respecto, como bien comenta Jorge
corrido traslado del citado escrito pre- Eugenio Castañeda, la posesión es el Definición
de la
sentado por la parte demandante absol- poder o señorío de hecho que el hom- posesión
viendo el traslado de la excepción), por bre ejerce de una manera efectiva
lo que, al no haber demostrado que se e independiente sobre las cosas, con
le causó perjuicio alguno con ello, no el fin de utilizarlas económicamente;
se hace atendible la supuesta invalidez poder que jurídicamente se protege
argüida. Es más, con su silencio con- con la prescindencia de la cuestión de
validó cualquier eventual agravio que saber si corresponde o no a la existen-
pudo habérsele irrogado, pues recién cia de un derecho. Más adelante acota
alegó esta supuesta infracción en su que se trata de un poder de hecho, del
recurso de apelación y menos aún ejercicio pleno o no de las facultades
442
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
18 El autor sigue la definición del tratadista argentino Daniel Ovejero. Cfr. CASTAÑEDA, Jorge
Eugenio. Los derechos reales. 4ª edición, tomo I, P. L Villanueva, Lima, 1973, pp. 93, 94 y 95.
19 Cfr. GARCÍA CALDERÓN, Francisco. Diccionario de la legislación peruana. Tomo II, edi-
ción facsimilar de la segunda edición de 1879, Grijley, Lima, 2003, p. 1559.
20 Cfr. CASTAÑEDA, J. E. Ob. cit., p. 96, también DÍEZ-PICAZO, Luís. Fundamentos de Dere-
cho Civil Patrimonial, volumen tercero. Las relaciones jurídico-reales, el registro de la propie-
dad, la posesión. 4ª edición, Civitas, Madrid, 1995, pp. 548-549.
21 Cfr. ÁLVAREZ CAPEROCHIPI, José A. Curso de derechos reales. Propiedad y posesión.
Tomo I, Civitas, Madrid, 1986, p. 84.
22 Ibídem, p. 86.
443
Cuarto Pleno Casatorio Civil
como que los terceros pueden confiar 38.- Conforme expresa Hernández
en dicha apariencia. Gil, la posesión inmediata es la que se
ostenta o tiene a través de otra pose-
b.2- Clases de posesión sión correspondiente a persona distinta
con la que el poseedor mediato man- Relación entre
35.- Nuestro ordenamiento civil con- el poseedor
tiene una relación de donde surge la inmediato y
tiene una clasificación de los tipos dualidad (o pluralidad) posesoria, por mediato
Clasificación de posesión y sus efectos, tal como lo que el poseedor mediato “ostenta”
de la
posesión se puede verificar de lo regulado por o “tiene” y no “ejerce”, porque en la
según el los artículos 905 a 911 del Código
Código Civil posesión mediata predomina la nota
Civil, siendo que la posesión puede de la atribución o el reconocimiento
ser mediata o inmediata; legítima o antes que la del “ejercicio” propia-
ilegítima, esta última se subclasifica mente dicho. El poseedor mediato
de buena o mala fe, y finalmente la no posee por sí solo, requiere el con-
posesión precaria, la que ha suscitado curso (no para compartir, sino para
ardorosos debates, tanto en los ámbi- superponerse) de un mediador pose-
tos doctrinarios como jurisprudencial, sorio, que es el poseedor inmediato.
a nivel nacional en cuanto a su con- Hay una yuxtaposición vertical y
ceptualización y alcances, sobre lo que hasta, en cierto sentido, jerárquica de
más adelante nos ocuparemos. posesiones. Aunque el poseedor inme-
diato tiene unos poderes directos sobre
36.- La materialización de la pose- la cosa (de ahí que sea inmediato), su
sión se refleja también en la forma de posición jurídica dentro de la media-
organizar y entender la concurrencia ción posesoria, viene determinada por
de posesiones, por ello el Derecho ale- otro u otros poseedores (mediatos)24.
mán concibe la posesión mediata y la
inmediata que se disponen superpues- 39.- Lo que específicamente se con-
tas en concurrencia vertical sobre la figura como posesión inmediata no
cosa, encontrándose en la base la pose- puede darse por sí sola, fuera de la
sión inmediata, que aporta el elemento mediación; cuando falta esta, la inme-
corporal sobre el que se edifica la pirá- diatividad no es un grado de la pose-
mide posesoria. En otros términos, sión, sino simplemente la única forma
el poseedor superior es poseedor por de poseer. Si para que haya un posee-
intermediación del sujeto que tiene la dor inmediato se requiere de un
cosa, si se prefiere, este comunica a mediato, también el poseedor mediato
aquel el corpus necesario para elevarlo requiere del inmediato, no siendo con-
a la categoría de poseedor23. cebible una posesión como mediata sin
otra inmediata25.
b.2.1.- Posesión mediata e inmediata b.2.2.- Posesión legítima e ilegítima
Legitimidad e
37.- El artículo 905 del Código Civil 40.- De lo regulado por los artículos ilegitimidad
de la posesión
regula lo concerniente a la posesión 906 a 910 del Código Civil, emerge según el
Código Civil
mediata e inmediata, señalando que es que la posesión es legítima cuando
poseedor inmediato el poseedor tem- existe correspondencia entre el poder
poral en virtud de un título, mien- ejercido y el derecho alegado, será
tras que le corresponderá la posesión ilegítima cuando deja de existir esa
mediata a quien confirió el título. correspondencia.
444
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
26 Cfr. RAMÍREZ CRUZ, Eugenio María. Tratado de derechos reales. Tomo 1, 3ª edición, Rod-
has, Lima, 2007, p. 404, también DÍEZ-PICAZO. Ob. cit., p. 671.
27 Cfr. HERNÁNDEZ GIL. Ob. cit., pp. 123-124.
28 Cfr. CANO MORLANO, Guadalupe. Estudio sobre la figura del precario. Edersa, Madrid,
1999, p. 243. También FERRER MARTÍN, Daniel. “El precario y el juicio de desahucio por
juicio de precario”. En: Revista de Derecho Privado. Tomo XXXVI, Madrid, enero-diciembre,
1952, p. 303.
445
Cuarto Pleno Casatorio Civil
29 Latour señala que liberalidad y tolerancia no son términos o expresiones idénticas. Liberalidad,
gramaticalmente, equivale a virtud moral del que da generosamente lo que tiene sin esperar
recompensa, al paso que tolerancia vale tanto como acción y efecto de tolerar, de sufrir, llevar
con paciencia, y, en última instancia, disimular o permitir algunas cosas sin consentidas expre-
samente. Lo primero equivale a un obrar, un hacer, algo positivo, en suma. Lo segundo, a mera
abstención, un no obrar o no hacer, simple pasividad en suma.
Por tal razón, sigue precisando el autor citado, que el precario sea, por esencia, revocable a
voluntad del precario dans –en doctrina se denomina como precario dans al sujeto que con-
cede el uso o posesión de la cosa, bien mediante un acto de liberalidad o concesión graciosa,
bien porque tolera los actos de ocupación del precarista o la posesión de quien, por cualquier
motivo ha visto desaparecer el título que lo legitimaba, permitiendo de este modo el uso y dis-
frute gratuito de un inmueble ajeno que puede ser libremente revocado–, no autoriza a catalo-
gar este institución dentro de la órbita contractual. La revocación en el precario dans equivale
a la negación de su propia liberalidad o tolerancia.
Cfr. LATOUR BROTONS, Juan. “El precario”. En: Revista de Derecho Privado. Tomo XLIII,
Madrid, 1959, pp. 1074 y 1075. Vide, también: CANO MORIANO. Ob. cit., p. 110.
30 Cfr. FERRER MARTÍN, Daniel. “El precario y el juicio de desahucio por causa de Precario”.
En: Revista de Derecho Privado. Tomo XXXVI, Madrid, 1952, p. 305.
31 Para esto nos remitimos al prolijo estudio realizado sobre el precario por: MORENO
MOCHOLI, Manuel. El precario. Estudio histórico-crítico, aplicado al derecho español con
ensayo de estructuración y sistematización de fuentes. 2ª edición, Ediciones Universidad de
Navarra S.A., Pamplona, 1976, pp. 355-356.
En esa misma línea de análisis se encuentra Guadalupe Cano en su Ob. cit., p. 85 y ss.
32 Cfr. CANO MORIANO. Ob. cit., p. 90.
446
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
33 Manuel de la Plaza indicaba que el precario supone una situación posesoria, que, a pesar de su
inestabilidad, ha de ser mantenida, mientras no se obtenga el vencimiento del poseedor en el
proceso de destitución; la utilización gratuita de un bien ajeno, cuya posesión jurídica no nos
corresponde, aunque nos hallemos en la tenencia del mismo; y a la falta de título que justifique
el goce de la posesión, bien porque nos dé una situación de preferencia respecto a un poseedor
de peor derecho.
Cfr. DE LA PLAZA, Manuel. Derecho Procesal Civil español. Vol. II, 2ª edición corregida,
aumentada y puesta el día, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1945, pp. 354-355.
34 Cfr. FERRER MARTÍN. Ob. cit., p. 308.
447
Cuarto Pleno Casatorio Civil
35 Posición que coincide con la expuesta por el amicus curiae, Dr. Martín Mejorada Chauca, tanto
en la vista de la causa, como en sus artículos publicados.
448
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
449
Cuarto Pleno Casatorio Civil
36 Ferrer apunta que no puede ser motivo del juicio de desahucio el resolverse incidentalmente
cuestiones que tiendan a destruir el dominio y la posesión en que por el momento aparece el
demandante, como ocurriría al pedir la nulidad de las escrituras de la adquisición, ni tampoco
pueden decidirse cuestiones de dominio o mejor derecho de poseer, ya que solo debe atenderse
al estado posesorio, sin prejuzgar cuestiones de propiedad.
Cfr. FERRER MARTÍN. Ob. cit., p. 311.
450
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
para quien ostente la posesión inme- que los hechos revisten mayor
diata, frente al reclamante. complejidad y que no resultan con-
vincentes los fundamentos fácticos
La indeter- 62.- Ahora bien, estando a lo concep- y las pruebas del demandante o del
minación de
los supuestos tualizado, y sin que se pretenda hacer demandado deberá dictar senten-
de posesión una relación con carácter de númerus
precaria cia declarando la fundabilidad o
clausus, consideramos necesario, que, infundabilidad de la pretensión. La
aplicando los criterios anteriormente declaración de improcedencia de la
expuestos y tomando como base los demanda la efectuará excepcional-
casos recurrentes ante la Jurisdicción mente y sustentándola únicamente
Civil y que se han venido conociendo y en la falta o deficiencia de un pre-
decidiendo en forma contradictoria, en supuesto para la validez de la rela-
algunos casos por esta Corte Suprema ción jurídica procesal, mas no por
y sobre todo por los demás órganos cuestión de fondo.
jurisdiccionales de grados inferiores,
establecer criterios para poder discer- ii) También constituirá un caso
nir aquellos casos que configurarían o de título de posesión fenecido,
no supuestos de ocupantes precarios: cuando se presente el supuesto Posesión
precaria y
previsto por el artículo 1704 del arrendamiento
c.3) Supuestos de posesión precaria Código Civil, puesto que con el
63.- Teniendo en cuenta lo dicho, requerimiento de la conclusión
siempre a título de númerus clausus, del contrato y devolución del
Algunos a continuación se plantea un conjunto inmueble se pone de manifiesto la
supuestos voluntad del arrendador de poner
de posesión de casos, que se han evidenciado como
precaria los más recurrentes en los procesos de fin al contrato. Dicha comuni-
desalojo que se tramitan en los dife- cación debe ser indubitable, de
rentes órganos jurisdiccionales, y que lo contrario, dará lugar a que la
configurarían supuestos de ocupación demanda de desalojo por precario
precaria: se declare infundada. Por el con-
trario, no constituirá un caso de
Posesión i) En los casos de resolución extraju- título fenecido el supuesto con-
precaria y
resolución dicial de un contrato, conforme a templado por el artículo 1700
contractual lo dispuesto por los artículos 1429 del Código Civil, puesto que el
y 1430 del Código Civil. En estos solo vencimiento del contrato
se da el supuesto de posesión pre- de arrendamiento no resuelve el
caria por haber fenecido el título contrato sino que, por imperio de
que habilitaba al demandado para la ley, se asume la continuación
seguir poseyendo el inmueble. del mismo hasta que el arrenda-
Para esto, bastará que el juez, que dor le requiera la devolución del
conoce del proceso de desalojo, bien. Solo en el caso de existen-
verifique el cumplimiento de la cia de requerimiento, recién se
formalidad de resolución prevista puede asumir que el poseedor ha
por la ley o el contrato, sin deci- pasado a constituirse en poseedor
dir la validez de las condiciones precario por fenecimiento de su
por las que se dio esa resolución. título.
Siendo así, no es necesario exigir
la previa resolución judicial del iii) Si en el trámite de un proceso
contrato, puesto que la terminación de desalojo, el juez de la causa,
del mismo se acordó en los térmi- del análisis de los hechos y de Posesión
precaria e
nos contractuales suscritos por las la valoración de los medios pro- invalidez
partes o se realizó bajo las reglas batorios aportados por las par- negocial
del artículo 1429 ya citado. Si el tes, advierte la invalidez absoluta
juez advierte, como consecuencia y evidente del título posesorio,
de la valoración correspondiente, conforme lo prevé el artículo
451
Cuarto Pleno Casatorio Civil
220 del Código Civil, solo ana- posesión que invoca, dejándose
lizará dicha situación en la parte a salvo el derecho del demandado
considerativa de la sentencia, al a reclamar, lo que considere per-
exponer las razones que justifi- tinente, por causa de las edifica-
can su decisión, y declarará fun- ciones o modificaciones del pre-
dada o infundada la demanda de dio, utilizando el procedimiento
desalojo por ocupación precaria, pertinente.
dependiendo de cuál de los títulos
presentados por las partes para vi) La mera alegación del deman- Posesión
precaria y
sustentar su derecho, a ejercer dado, en el sentido de haber usucapión
la posesión inmediata, es el que adquirido el bien por usucapión,
adolece de nulidad manifiesta. no basta para destruir la preten-
sión de desalojo y declarar la
Posesión pre- iv) La enajenación de un bien arren- improcedencia de la demanda,
caria y arren-
damiento dado, cuyo contrato no estuviera correspondiendo al juez del des-
no inscrito inscrito en los registros públi- alojo valorar las pruebas en las
en registros
públicos cos, convierte en precario al cuales sustenta el demandado su
arrendatario, respecto del nuevo derecho invocado, sin que ello
dueño, salvo que el adquiriente implique que está facultado para
se hubiere comprometido a res- decidir sobre la usucapión; por
petarlo, conforme a lo dispuesto lo tanto, se limitará a establecer
por el artículo 1708 del Código si, de la valoración de las prue-
Civil. En este caso, para que pro- bas, surge en él la convicción
ceda la demanda de desalojo por de si corresponde o no declarar
precario, se deberá exigir que el derecho de poseer a favor del
el demandante haya requerido, demandante o del demandado.
en forma previa a la demanda, Es decir, el juez no debe ingre-
mediante documento de fecha sar a verificar si es que la parte
cierta, la devolución del inmue- demandada adquirió o no el bien
ble o, en todo caso, que en el por usucapión, sino que debe
contrato de compraventa haya limitarse a verificar si del análisis
manifestado que no continuará de los hechos y de la valoración
el arrendamiento. En este último de las pruebas presentadas por
supuesto, tal decisión debe la parte emplazada surge en él la
ponerse en conocimiento del convicción de la existencia de lo
demandado, a partir del momento que viene considerándose como
en que se celebró el contrato de un título suficiente, que enerve el
compraventa, acto después del derecho que esgrime el deman-
cual el ocupante devendrá en dante. Este hecho (de declararse
precario. fundada la demanda de desalojo
por precario), en nada afecta lo
v) En los casos en los que el deman- que se vaya a decidir en el otro
dado afirme haber realizado edifi- proceso donde se verifique la pre-
caciones o modificaciones sobre tensión de usucapión. De ampa-
Desalojo por el predio materia de desalojo – rarse, mediante resolución defini-
ocupación
precaria pese sea de buena o mala fe–, no jus- tiva, la demanda de prescripción
a oponer edi- tifica que se declare la impro-
ficaciones adquisitiva, el usucapiente tendrá
o modifica- cedencia de la demanda, bajo expedito su derecho para solici-
ciones en el
inmueble el sustento de que previamente tar la inejecución del mandato de
deben ser discutidos dichos dere- desalojo o en todo caso para soli-
chos en otro proceso. Por el con- citar la devolución del inmueble.
trario, lo único que debe verifi-
carse es si el demandante tiene 64.- En todos los casos anteriormente
derecho o no a disfrutar de la descritos, el juez del proceso no podrá
452
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
453
Cuarto Pleno Casatorio Civil
38 Cfr. GUZMÁN FLUJÁ, Vicente C. El recurso de casación civil (control de hecho y de dere-
cho). Tirant lo Blanch, Valencia, 1996, pp. 104 y 110.
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
39 IV Pleno Casatorio Civil del 29 de diciembre de 2011, sobre desalojo por ocupación precaria,
Casación N° 2195-2011. El suscrito, Dr. Ramiro de Valdivia Cano, tuvo el honor de dirigir este
certamen casatorio por cuanto fui convocado a suceder al Sr. Dr. Luis Felipe Almenara Bry-
son, Presidente de la Sala Civil Permanente, hasta noviembre de 2011, ya que él fue merecida-
mente elegido miembro del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, por la Sala Plena de la Corte
Suprema. En cuanto al señor Presidente de la Sala Civil Transitoria, el Sr. Dr. Víctor Ticona
Postigo, incansable promotor de la realización del Pleno Casatorio, no pudo estar presente el
día de la Vista de la Causa debido al sentido deceso de su señor padre. El alejamiento formal de
tan probos como distinguidos Jueces Supremos y eminentes estudiosos del Derecho Civil no
nos privó de su acertado consejo y acompañamiento a lo largo de los ocho meses que duraron
los debates. A ambos, les reitero mi profundo afecto y agradecimiento.
457
Cuarto Pleno Casatorio Civil
en cada una de las etapas de la historia gratuito de una cosa con la facultad de
del Derecho que se propone revisitar: revocárselo a su propio arbitrio. Por el
contrato de precario, el patrono conce-
En esa visita, la trascendencia del día la cosa in genere, a título de tole-
Derecho Romano a lo largo de la histo- rancia, sin determinación del tiempo,
ria universal y su influencia en el que- finalidad ni modo.
hacer jurídico peruano son fácilmente
advertibles. Más aún cuando se analiza 7.- En la fase romana postclásica
instituciones tan actuales como la de la el precarium deviene en un contrato
precariedad y el mismo perfil del Pre- innominado, afincado entre los dere-
cario habere, entre otras interdiccio- chos reales, que acaba por la muerte de
nes que nacieron en la Roma clásica. su otorgante, pero mantiene su caracte-
Son innumerables las instituciones que rística básica de ser una nítida posición
fueron asumidas y perennizadas en el posesoria esencialmente revocable;
Derecho de los pueblos de Occidente revocabilidad que viene determinada
y continúan ampliando su radio de por el juego de la cláusula de posesión
inculturación. viciosa en el interdicto posesorio.
5.- Así es como el IV Plenario Civil 8.- Del precario derivan en la Edad
Casatorio (2011) de la Corte Suprema Media distintas modalidades de conce-
ha debatido a lo largo de nueve meses siones de derechos reales vinculados al
acerca de las connotaciones de la insti- agro. Tal como lo ocurrido en las anti-
tución jurídica del desalojo del inmue- guas provincias romanas en las cuales,
ble ocupado por el precario y la profi- los terratenientes locales solían cons-
cua polémica a que dio origen-parte tituir sus ejércitos privados; al modo
de longevos conceptos del Dere- en el que los magnates de la metrópoli
cho Romano. No es superfluo recor- mantenían como patrones, sus grupos
dar que en el instituto del precarium, de “clientes” a los que brindaba a cam-
del Derecho Romano clásico, el pre- bio, protección legal. Cuando alguien
carista solía ser un “cliente” que impe- se interesaba en establecer una rela-
traba a su patrono el favor de otor- ción patrón - cliente, impetraba el
garle el disfrute pleno y gratuito de un patrocinium del magnate y lo forma-
fundo de propiedad de aquel, como un lizaba realizando el acto de Comenda-
recurso para mantenerse él y su fami- ción, encomendándose o confiándose
lia. Ulpiano definía al precario de la al cuidado de su patrón. El encomen-
siguiente forma: “Precarium est quod dado permanecía libre, obteniendo
precibus petenti utendum conceditur vestido y alimento en pago de sus ser-
tamdiu quamdiu i qui concessit pati- vicios - cualquiera que ellos fueren. Si
tur”. Aunque el patrono, el precario el hombre era de alguna clase alta, era
dans, podía revocar tal concesión en llamado “Fidelis”, i.e. hombre fiel. En
cualquier momento, lo cierto es que el periodo Carolingio, el término “Vas-
la concesión se convertía usualmente sus” –que primigeniamente denotaba
en vitalicia o era de larga duración en a un hombre de modestas circunstan-
el tiempo. No era infrecuente que se cias– había adquirido el significado de
prolongase durante generaciones para hombre que prestaba servicios milita-
res a su patrón o señor. Ser “Vassus”
la utilización con ese fin del legado
o vasallo no era ignominioso. Era el
sinendi modo o para otros fines.
nuevo nombre de un status ganado por
el acto de encomienda personal.
II. HISTORIAL DEL PRECARIUM
9.- El patrón romano solía conser-
6.- Debe indicarse que en el Derecho var para sí el título de propiedad del
Romano el contrato de precario era inmueble concedido, pero otorgaba
concebido como aquel contrato por el al cliente el uso temporal de ella,
que una persona concedía a otra el uso junto con todos los beneficios de él
458
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
459
Cuarto Pleno Casatorio Civil
460
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
Casatorio Civil ha llegado mucho más o negase alguno de los elementos que
allá de los paradigmas señalados por el integran el ser personal del hombre.
Derecho Romano. Ha logrado remon-
tarse al reconocimiento de la vigencia 24.- Ello implica la reiteración del
de la dignidad como fin supremo de la deber de la judicatura de promover que
sociedad y del Estado y en la constante todos los seres humanos puedan con-
búsqueda del Bien común; entendido cretar la posibilidad de disfrutar del
el Bien común como el conjunto de bienestar necesario para su desarrollo
aquellas condiciones de la vida social, integral. Por eso, la aplicación de los
con que las personas, las familias y los postulados de la justicia social en el
grupos o asociaciones pueden lograr, uso de los bienes es el punto de partida
con mayor plenitud y facilidad, su pro- de todo el ordenamiento ético-social.
pia perfección. (cfr. Compendio de la Y los que, de una y mil formas, ha tra-
Doctrina Social de la Iglesia). tado de asentarse a lo largo de la histo-
ria. Tales postulados exigen, a su vez,
21.- El intercambio de criterios entre la práctica de otro pilar del Derecho:
jueces altamente calificados conduce Los bienes –sean intelectuales o mate-
a pergeñar que, al tratar cualquier riales– están destinados a todos.
ítem vinculado al Derecho Real, es
imposible ignorar que el bien común 25.- Es así que, ante la formulación de
exige facilitar a cada hombre (varón la ponencia, no se puede menos que
o mujer) todo lo necesario para que volver a visitar el antiguo principio
pueda acceder a una vida verdadera- jurídico de solidaridad; i.e. la invoca-
mente humana. Por ello y para ello se ción al compromiso personal y comu-
origina y se configura la sociedad, con nitario con la opción preferencial por
su ordenamiento estructural (político, la dignidad de todos los seres humanos.
económico, jurídico, cultural). Por su
naturaleza, el bien común está deter- 26.- Cada persona está llamada a
minado esencialmente por la dignidad alcanzar altísimas finalidades con-
de todo ser humano: desde su fecun- cordantes con su dignidad; pero, no
dación. Mientras sus exigencias par- podría prescindir de los bienes para
ticulares derivan de las condiciones responder a las necesidades. Especial-
propias de cada época y lugar es obli- mente a aquellas, sin cuya satisfacción
gación del Estado y de la sociedad ade- su misma existencia física se torna
cuarse para satisfacer tales exigencias. inviable. Estas son las que devienen
en indispensables para alimentarse y
22.- Al atender a las exigencias del crecer material y espiritualmente; para
hombre en lo concerniente a los Dere- comunicarse, y para constituirse en
chos Reales se debe partir del enlace familias y grupos sociales –entre otras
intrínseco que los vincula con el prin- exigencias básicas–.
cipio antropológico y con el del orden
natural. Porque el bien común exige 27.- Del repaso de los hitos históri-
tener en cuenta la realidad completa de cos se tiene que concluir que la aplica-
la persona, de manera que sus conteni- ción del principio del destino universal
dos no pueden establecerse de manera de los bienes es el punto de partida de
arbitraria. todo el ordenamiento ético-social.
23.- No podría ofrecer soluciones jurí- 28.- Es de tal trascendencia este prin-
dicas, valederas quien no fuese capaz cipio que una comunidad humana
de conocer realmente los genuinos se hunde en la depresión y la atrofia
contenidos del bien común, quien no cuando se niega –a alguno, a muchos
tuviese un adecuado conocimiento o a algunos de los seres humanos que
de cuáles son las exigencias para ese la integran– la posibilidad de disfrutar
logro y partiese de una concepción del bienestar necesario para su desa-
antropológica deficiente, que olvidase rrollo integral.
461
Cuarto Pleno Casatorio Civil
462
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
Justicia de la República, sino y sobre una manera clara las reglas que serán
todo, dado el gran impacto que ha pro- de observancia obligatoria para toda
ducido en nuestra sociedad la ocupa- la judicatura, quienes son los encar-
ción de bienes inmuebles. gados de impartir justicia en el caso
concreto, en un tema de gran impacto
2. Se considera que es necesario que social entre nosotros como es el des-
esta sede casatoria brinde las pautas alojo por ocupación precaria.
adecuadas a fin que las instancias de
mérito, puedan decidir con criterio uni-
II. CONCEPTO DE POSESIÓN
forme en los casos en que se está frente
a una ocupación precaria, evitando la
5. La posesión, como la tenemos regu-
inseguridad jurídica de quienes osten-
lada entre nosotros, responde a la con-
tan algún derecho sobre determinados
cepción objetiva de ella, tributaria de
bienes. Nuestro ordenamiento proce-
Ihering, que es la asumida por los dife-
sal civil ha diseñado una vía expeditiva
para conocer el proceso de desalojo rentes tratadistas nacionales, y que
por ocupación precaria, que es la vía ha establecido que “la posesión nace
procedimental sumarísima, que mues- del contacto del hombre con la tierra;
tra un trámite célere, a fin de lograr la exterioriza un estado de hecho”43, y ha
pronta restitución de cualquier bien. sido conforme a esta concepción que
fue desarrollada en el Segundo Pleno
3. Comprendiendo esta situación, la Casatorio Civil, en su considerando
labor de la Corte Suprema de Justi- 25, precisándose que “(...) la posesión
cia de la República no puede ser ajena cumple una función de legitimación,
al perjuicio que se genera tanto en las en virtud de la cual determinados com-
titularidades sobre los bienes como en portamientos sobre las cosas permiten
el normal desarrollo del tráfico jurídico que una persona sea considerada como
de estos, que se ve afectado por quie- titular de un derecho sobre ella y pueda
nes no ostentan ni título ni causa jurí- ejercitar en el tráfico jurídico las facul-
dica alguna que los ampare en la ocu- tades derivadas de aquel, así como que
pación de los inmuebles, encareciendo los terneros pueden confiar en dicha
su transferencia al trasladar los costes apariencia (...)”.
económicos que supone esta situación
anómala, dado que “si los derechos no 6. Sobre el particular, cabe precisar
son percibidos como claramente defi- que la posesión se encuentra taxativa-
nidos, entonces es más costoso contra- mente regulada en el artículo 896 del
tar sobre ellos”42. Código Civil, el cual establece que
“es el ejercicio de hecho de uno o más
4. La trascendencia de este pleno casa- poderes inherentes a la propiedad”, y
torio se puede apreciar en la decisión ello es importante para señalar que la
adoptada en mayoría, la cual recoge posesión entre nosotros no depende de
el desarrollo jurisprudencia de varias la voluntad del sujeto sino del ejerci-
décadas de nuestra institución, las cio de hecho del sujeto sobre el bien;
posiciones doctrinarias e interpretación por ello es que, quien aparece en la
normativa que los jueces han venido realidad táctica como el que ejerce
considerando, y permite presentar de el derecho de uso del bien es a quien
463
Cuarto Pleno Casatorio Civil
464
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
47 AVENDAÑO VALDEZ, Jorge. “La posesión ilegítima o precaria”. En: Themis Revista de
Derecho. Editada por los alumnos de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad
Católica del Perú. N° 4, Segunda Época, 1986, p. 59.
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
48 ARIAS-SCHREIBER PEZET, Max. Exégesis del Código Civil peruano de 1984. 2ª edición,
Tomo III Derechos Reales, Normas Legales, Lima, diciembre, 2011, p. 123.
49 GUZMÁN FERRER, Fernando. Código de Procedimientos Civiles. 4ª edición, Cultural
Cuzco, Lima, 1982, p. 1002.
466
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
50 Ídem.
51 Ídem.
52 GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. cit., p. 1001.
53 GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. cit., p. 1002.
54 Ídem.
55 GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. cit., pp. 1002 a 1003.
467
Cuarto Pleno Casatorio Civil
56 “Título: (Del lat. titulus). m. Palabra o frase con que se da a conocer el nombre o asunto de una
obra o de cada una de las partes o divisiones de un escrito. // 2. Renombre o distintivo con que
se conoce a alguien por sus cualidades o sus acciones. // 3. Causa, razón, motivo o pretexto.
// 4. Documento jurídico en el que se otorga un derecho o se establece una obligación (...)”.
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. 22ª edición, Tomo 10, Mateu Cromo
Mes Gráficas S.A., España, 2001, p. 1483.
57 “Título: Origen. Causa. Razón. Motivo, Pretexto // Instrumento o diploma que acredita la legi-
timidad de una profesión // Origen o fundamento jurídico de un derecho, potestad u obligación,
y demostración fehaciente del misma // Por ejemplo, los testimonios de las escrituras públicas
de dominio debidamente inscritas en los Registros Públicos, constituyen título de propiedad
legítimo para su dueño. // Documento en el cual consta una obligación de carácter mercantil. //
Para Capitant es causa o fundamento jurídico de un derecho, por ejemplo: acto a título oneroso
o a título gratuito; justo título, título de nobleza. En otra acepción, según el mismo autor, dícese
del documento escrito redactado con el fin de consignar un acto jurídico o un acto material que
puede producir efectos jurídicos (...)”. FLORES POLO, Pedro. Diccionario de Términos Jurí-
dicos. Volumen 4, Marsol Editores S.A., Lima, 1987, pp. 344 a 345.
58 “Título: Palabra o frase que da a conocer algo. Renombre adquirido por acciones especiales. /
Origen, causa, razón. / Pretexto, excusa. / Instrumento, documento, diplome que acredite deter-
minados estudios, la legalidad de la profesión o la de un nombramiento. / En términos legisla-
tivos, una de las principales divisiones de los cuerpos legales; que suele seguir a los libros en
importancia y atender a los capítulos (v.). / Fundamento de un derecho u obligación. / Docu-
mento que prueba una relación jurídica. / Demostración auténtica del derecho con que se posee.
/ Dignidad nobiliaria./ Persona que la ostente. /Documento que acredita una deuda pública o
valor mercantil (...)”. CABANELLAS DE TORRES, Guillermo. Nuevo Diccionario Enciclo-
pédico de Derecho Usual. 29ª edición, Tomo VIII, Heliasta, Buenos Aires, 2006, p. 112.
59 BIGLIAZZI GERI, Lina; BRECIA, Umberto y otros. Derecho Civil. Tomo I, Volumen 2
Hechos y Actos Jurídicos. Traducción Fernando Hinestrosa, Universidad Externado de Colom-
bia, p. 563.
60 BIGLIAZZI GERI, Lina, Umberto BRECIA y otros. Ob. cit., p. 575.
468
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
65 Cfr. PALACIO, Lino Enrique. Derecho Procesal Civil. Tomo I, 2ª edición, Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 1990, pp. 304 y ss.
66 Cfr. MONROY GÁLVEZ, Juan. Teoría General del Proceso. 1ª edición, Palestra editores,
Lima, 2007, p. 273.
471
Cuarto Pleno Casatorio Civil
472
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
68 Cfr. PINO CARPIO, Remigio. Nociones de Derecho Procesal y Comento del Código de Pro-
cedimientos Civiles. Tomo IV, Tipografía Peruana, Lima, 1965, p. 43.
473
Cuarto Pleno Casatorio Civil
474
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
72 “Pero hay que tener en cuenta que se concedía no solo al primitivo precario dans, sino a cual-
quiera adquirieras posterior. Y en este caso no es acertado considerar el interdicto como recu-
peratorio, porque el que reclame no habla tenido nunca la cosa”. Ibídem, p. 75.
73 MORENO MOCHOLI, Miguel. Ob. cit., p. 86.
74 Cfr. VALENCIA ZEA, Arturo. La posesión. Editorial Temis Librería, Bogotá, 1983,
pp. 258-262.
75 Cfr.: MORENO MOCHOLI, Miguel. Ob. cit., pp. 284-289.
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476
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
79 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Los vaivenes jurisprudenciales sobre el precario”. Ob. cit.,
p. 9.
80 Así se reconocía en los Códigos Civiles de 1852 y 1936, el mismo que se configuraba cuando
no se ha señalado el plazo ni se ha determinado el uso que se dará al bien cedido en comodato.
Al respecto, José León Barandiarán sostenía que “el llamado precario es una subespecie del
comodato, no siendo pues un contrato distinto, a diferencia del antiguo contrato de precario del
Derecho Romano” (Contratos en el Derecho Civil peruano. Tomo II, Lima, 1975, p. 64).
477
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
parte de este artículo se refiere “(...) a uso precario a que se refiere la segunda
la tenencia sin título, proveniente de parte del artículo 970 del C. de P. C.
un acto de liberalidad o de amistad supone la preexistencia de un uso idó-
de su propietario y por tanto revoca- neo, del que deriva precisamente la
ble en cualquier momento, razón por precariedad. En consecuencia, si no ha
la que el tenedor no tiene ningún dere- habido transmisión de aquel derecho,
cho para continuar su uso. Si esta no sino más bien desposesión clandestina
fuera la estricta interpretación del caso o de facto, no es la acción de desahu-
en cuestión, no se explicaría la exis- cio por ocupación precaria la que debe
tencia de la segunda parte del nume- hacerse valer”. En el mismo sentido
ral, pues bastarían los artículos 952, se ha dicho que: “El que ocupa el bien
953 y la primera parte del que estudia- por concesión graciosa del propieta-
mos para cubrir todos los casos en que, rio es ocupante precario. Procede el
conforme a los citados numerales pro- desahucio”, y así también: “En los
cede el desahucio”83. casos de desahucio por ocupación
precaria, sin pagar pensión, no es el
Similar interpretación ha dado Fran- demandante quien debe acreditar este
cisco Velasco Gallo, para quien la pre- hecho, sino el demandado quien debe
cariedad a la que se refiere la norma probar la existencia del vínculo con-
procesal es la que ejerce el ocupante tractual o de otra naturaleza que justifi-
“(…) que sin título y reconociendo la que la ocupación del bien”.
propiedad de otro, se introduce en un
bien ajeno sin pagar pensión”84. A su turno el artículo 971 del mismo
Código de Procedimientos refería que
Por su parte, la jurisprudencia85 recaída la acción para la recuperación de bien
en el juicio de desahucio por precario ocupado en precario correspondía al
se encargarla de perfilar aún más este propietario, a los depositarios judicia-
concepto. Así se afirmó por ejemplo les y a los administradores de los bie-
que: “El concepto de uso precario a que nes ajenos. Así también, como única
se refiere la segunda parte del artículo pretensión que podía oponer el deman-
970 del C. de P. C. es de ocupante sin dado dentro del proceso encontrába-
titulo ninguno, con asentimiento tácito mos al pago de mejoras regulado en el
del dueño, sin pagar merced conduc- artículo 974, no pudiendo resolverse
tiva”. Igualmente se ha dicho que: “El cuestiones distintas a la materia que
83 PINO CARPIO, Remigio. Nociones de Derecho Procesal y Comento del Código de Procedi-
mientos Civiles. Tomo IV, Tipografía peruana, Lima, 1965, p. 91. El mismo autor refería, como
ejemplo, que no procedía plantear una demanda de desahucio por precario por quien habla
adquirido un bien arrendado, sosteniendo que: “(...) en nuestros estratos judiciales, es de todos
los días ver cómo se invoca como causal para el desahucio la tenencia precaria, sin más que por
el hecho de que el actor, que ha comprado el predio loado alega no tener vincule: con el locata-
rio que fue del vendedor. Respecto del demandado, asimismo se ve que este, ante la causal de
tenencia precaria invocada por el actor como derivada de la compra que ha efectuado, opone la
simulación de la venta. Como veremos al estudiar el artículo 970, la causal de tenencia preca-
ria no puede generarse por la compra del predio locado; y tratándose de la simulación alegada
por el demandado, no puede ventilarse en el juicio de desahucio, tanto porque se trata de una
acción que debe seguirse en la vía ordinaria, cuando porque es extraña al juicio especial que
nos ocupa” (Ibídem, p. 44).
84 VELASCO GALLO, Francisco. Derecho Procesal Civil. Juicios Especiales y Procedimien-
tos No Contenciosos. Imprenta de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1976,
p. 124.
85 Véase diversa jurisprudencia sobre la noción de precariedad a la luz del Código de Procedi-
mientos Civiles en: GUZMÁN FERRER, Fernando. Código de Procedimientos Civiles. Tomo
II, Editorial Científica, Lima, 1986, pp. 999-1002.
480
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
481
Cuarto Pleno Casatorio Civil
los artículos 1592 y 1595 del mismo figura del precario90. Pero cabe pre-
Código derogado, entre otras normas guntamos, ¿cuál era esa jurispruden-
reguladoras de la relación contrac- cia contradictoria dictada en materia
tual establecida entre las partes. Sin de precariedad? Estimamos que fue
embargo, el precario constituye una aquella que comenzó a considerar al
situación de hecho no sujeta a pacto y precario como la simple tenencia sin
que, por tanto, no genera una relación título, sin incidir en la aquiescencia
jurídica, salvo la obligación de quien del propietario, depositario o adminis-
detenta en precario de devolver el bien trador del bien, según era el espíritu
una vez que sea requerida su restitu- del Código de Procedimientos Civi-
ción. Por tanto, al no tener origen en les, sino considerando circunstancias
un contrato, no resultaría acertado con- en las que no mediaba entrega alguna
siderar que la precariedad desarrollada del inmueble entre el propietario o titu-
en la doctrina encuentre su símil en el lar del derecho y el ocupante.
comodato precario.
Ejemplos de esa jurisprudencia la
C. El Código Civil de 1984
encontramos en los siguientes fallos91:
“Procede desalojo por ocupación pre-
Para reafirmar el hecho de que el caria contra el que ocupa un inmueble
comodato precario es distinto a la sin título alguno”. Asimismo: “Procede
figura del precario en si, el Código el desahucio por ocupación precaria
Civil de 1984 incorporó en el artículo contra quien ha ocupado el inmueble
1737 una redacción similar del artículo sin consentimiento del dueño”. Con-
1594 del Código Civil de 1936, aun- tinúa señalando la jurisprudencia que:
que con diferencias significativas89, “Es ocupante precario el que ocupa
e independientemente incorporó la una casa-habitación que estuvo alqui-
figura de la posesión precaria con el lada a otra persona, sin mediar contrato
siguiente texto: de arrendamiento, ni pagar merced
conductiva”. Finalmente: “Carece de
“Artículo 911.- Posesión precaria título y es ocupante precario el marido
La posesión precaria es la que se que continúa ocupando el inmueble
ejerce sin título alguno o cuando el después de haber cesado en la admi-
que se tenía ha fenecido”. nistración de los bienes propios de su
esposa, por autorización judicial con-
La redacción de este artículo corres- cedida a esta para administrarlos direc-
ponde a Lucrecia Maisch Von Hum- tamente”. Y así entre otras muchas eje-
boldt y, en atención a lo referido por cutorias que desviaron la concepción
la citada jurista, obedeció a la necesi- de precario concebida en el Código de
dad de superar las polémicas doctrina- Procedimientos derogado.
rias y unificar la jurisprudencia contra-
dictoria existente hasta ese momento Pero regresando al análisis de la norma
en nuestros tribunales respecto de la en comento, debemos referir que el
482
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
92 WONG ABAD, Julio Martín. El precario y el juicio de desahucio por precario. Tesis para
optar el Grado de Bachiller en Derecho. Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1988.
93 Cfr. LAMA MORE, Héctor. La posesión y la posesión precaria. Grijley, Lima, p. 147 y ss.
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
94 Con acierto dice Manuel Aragón Reyes “(...) el problema de la vinculación de los jueces a la
ley ha de abordarse desde una perspectiva que podríamos llamar ‘moderna’, esto es, la propia
de una Estado Constitucional de Derecho, y esa perspectiva no es otra que la doble sumisión
de los jueces a la constitución y a la ley (...)”. La vinculación del juez a la Ley. Anuario de la
Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid 1, Madrid, 1997, p. 180.
95 El imperio de la Constitución y de la ley es uno de los pilares esenciales de un Estado de Dere-
cho, llámese Estado Constitucional de Derecho o Estado Democrático y Social de Derecho;
empero la legalidad surge como una respuesta a la arbitrariedad y el absolutismo del antiguo
régimen y así nos lo recuerda Miguel Rodríguez-Pillero y Bravo-Ferrer cuando precisa: “El
principio de legalidad se construye históricamente como oposición a la arbitrariedad y la sub-
jetividad de las decisiones del príncipe, como sistema de ejercicio de poder objetivo, igualita-
rio y previsible y como elemento clave para legitimar el poder, para organizarlo y delimitarlo
(...)”. Constitución, Legalidad y Seguridad Jurídica. En: Anuario de la Facultad de Derecho de
la Universidad Autónoma de Madrid 1, 1997, p. 157.
96 Artículo modificado por Ley Nº 29057, publicada el 29/06/2007.
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
97 No puede adquirir en propiedad quien reconoce que detenta la posesión en nombre de otro.
Asilo ha establecido la jurisprudencia cuando señala: “La posesión puede ser en nombre pro-
pio (possessio pro suo) o en nombre ajeno (possessio alieno nomine). La primera es la que se
ejercita como propietario, animus domini, y conduce a la prescripción adquisitiva de dominio,
también denominada Usucapión. La posesión en nombre ajeno reconoce el dominio de otra
persona, como es la posesión del arrendatario, del depositario, del usufructuario, del guardador
o guardián, etc.” (Casación N° 2105-2004-La Libertad).
98 Como ocurre, por ejemplo, en el caso del poseedor sin titulo que pretende ser desalojado por el
nuevo propietario del inmueble, de quien no recibió la posesión, alegando la existencia de pre-
cariedad. En tales casos, es improcedente demandar el desalojo en la vía sumarísima, siendo lo
correcto recurrir a la reivindicación.
486
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
99 La jurisprudencia ha sido clara al señalar que si no existe título que acredite la transferen-
cia temporal de la posesión, no se configura la posesión inmediata. Así se sostiene que: “El
artículo 905 del Código Civil al definir la condición de poseedor inmediato establece como
requisito necesario que posea con un título, situación esta que no se ha dado en autos, pues se
ignora la naturaleza y clase de ese título y su existencia; y dada esta situación mal puede con-
siderarse que exista un poseedor que haya dado el título (...). La doctrina es unánime al con-
siderar que cuando alguien posee un bien sin título para sí por sí, excluye la existencia del
poseedor mediato” (Casación N° 1040-1999-Huaura).
100 GONZALES BARRÓN, Gunther. Derechos Reales. Jurista Editores, Lima, 2005, pp. 282-283.
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
101 Artículo 1372.- La rescisión se declara judicialmente, pero los efectos de la sentencia se
retrotraen al momento de la celebración del contrato.
La resolución se invoca judicial o extrajudicialmente. En ambos casos, los efectos de la sen-
tencia se retrotraen al momento en que se produce la causal que la motiva.
Por razón de la resolución, las partes deben restituirse las prestaciones en el estado en que se
encontraran al momento Indicado en el párrafo anterior, y si ello no fuera posible deben reem-
bolsarse en dinero el valor que tenían en dicho momento.
En los casos previstos en los dos primeros párrafos de este artículo, cabe pacto en contrario.
No se perjudican los derechos adquiridos de buena.
102 Artículo 590.- Se puede ejecutar el lanzamiento en un proceso de conocimiento o abreviado,
siempre que la restitución se haya demandado acumulativamente, sin perjuicio de lo estable-
cido en el tercer párrafo del artículo.
103 LAMA MORE, Hector. La posesión y la posesión precaria en el derecho civil peruano.
El nuevo concepto del precario y la utilidad de su actual regulación en el Derecho Civil
peruano. Tesis para optar el grado de Magíster con mención en Derecho Civil. Pontificia Uni-
versidad Católica del Perú, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Escuela de Graduados.
<http://tesis.pucp.edu.pe/repositodo/bItstream/handle/123458789/99/LAMA_MORE_HEC-
TOR_POSESION_POSESION_PRECARIA. pdf?sequenoe=1>.
490
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
104 MUSTO, Néstor Jorge. Derechos Reales. Tomo I, Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo
Depalma, Buenos Aires, 2000, pp. 191-192.
105 Cfr. TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Ob. cit., p. 359.
106 Sostiene al respecto: “No todo desconocimiento del propietario o poseedor anterior convierte
a la del agente en clandestina, pues no es necesario que el usurpado tenga conocimiento con-
creto de la usurpación sino que basta que haya tenido la posibilidad de conocerla y, a su vez,
los actos aunque no sean públicos, no producen este vicio si han sido conocidos por el posee-
dor”. Ibídem.
491
Cuarto Pleno Casatorio Civil
107 Independientemente de la defensa posesoria extrajudicial, que se ejercita por vis de hecho
inmediatamente después de sufrir la desposesión, conforme lo autoriza el artículo 921 del
Código Civil.
108 Cfr. TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Ob. cit., p. 452.
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109 Artículo 601.- La pretensión interdictal prescribe al año de iniciado el hecho que fundamenta
la demanda. Sin embargo, vencido este plazo, el demandante puede ejercer su derecho a la
posesión en un proceso de conocimiento.
110 Cfr. GONZALES BARRÓN, Gunther. Derechos Reales. 1ª edición, Jurista Editores, Lima,
2005, pp. 636-639.
493
Cuarto Pleno Casatorio Civil
494
Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
495
Cuarto Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la posesión y el ocupante precario
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Cuarto Pleno Casatorio Civil
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QUINTO PLENO CASATORIO CIVIL
Precedente judicial vinculante sobre la vía
para impugnar acuerdos asociativos
(El Peruano, 9 de agosto de 2014)
499
Quinto Pleno Casatorio Civil
500
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
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Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
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Quinto Pleno Casatorio Civil
504
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
Registros Públicos por parte del por las infracciones materiales denun-
codemandado Homero Castillo ciadas.
Alva.
2. En el caso de la infracción norma-
b) La citada resolución de vista inter- tiva procesal alegada, esta se ampara
preta erróneamente lo previsto en en la vulneración del artículo I del
el artículo 92 del Código Civil por Título Preliminar del Código Procesal
cuanto la pretensión demandada Civil, argumentando para ello el dere-
resulta distinta a la impugnación cho de acceso de todo sujeto de dere-
de acuerdos, no habiendo efec- cho a la tutela jurisdiccional efectiva;
tuado ninguna referencia a algún adicionalmente, se invoca la afecta-
acuerdo tomado por la Asociación ción del numeral 6 del artículo 50 de
demandada, por tanto no pueden la norma anotada, referido al deber del
señalarse plazos de caducidad si magistrado de fundamentar los autos y
nunca existieron las asambleas de sentencias que emita bajo sanción de
la citada entidad, lo cual ha sido nulidad, lo cual incide en la motiva-
señalado en la demanda. ción de las resoluciones judiciales, que
constituye uno de los contenidos del
V. DE LA CONVOCATORIA AL PLE- debido proceso.
NO CASATORIO
1. Con relación a la causal de con-
1. Mediante resolución de fecha 17 de travención al derecho a la tute-
setiembre de 2012, la Sala Civil Tran- la jurisdiccional y la motivación
sitoria de la Corte Suprema de Justi- de resoluciones judiciales
cia de la República convocó a los Jue- 1. Respecto de la tutela jurisdiccional,
ces Supremos integrantes de las Salas corresponde señalar que es un derecho
Civiles Transitoria y Permanente de la fundamental, conforme lo establece el
Corte Suprema de Justicia de la Repú- numeral 3 del artículo 139 de la Consti-
blica, al Pleno Casatorio, de confor- tución que precisa: “(...) Son principios
midad con lo dispuesto por el artículo y derechos de la función jurisdiccio-
400 del Código Procesal Civil, con el nal: (...) 3. La observancia del debido
objeto de fijar precedente judicial en proceso y la tutela jurisdiccional. Nin-
atención al caso materia de autos. guna persona puede ser desviada de la
jurisdicción predeterminada por ley, ni
2. Por resolución de fecha 3 de octu-
sometida a procedimiento distinto de
bre de 2012, se aceptaron los pedidos
los previamente establecidos, ni juz-
de amicus curiae (amigos del tribunal)
gada por órganos jurisdiccionales de
de los señores abogados Jairo Cieza
excepción ni por comisiones especia-
Mora, Juan Espinoza Espinoza y Juan
les creadas al efecto, cualquiera sea su
Morales Godo, quienes hicieron uso
denominación.
de la palabra el día de la fecha de la
vista de la causa 16 de octubre de 2012 2. Reiterada jurisprudencia del Tribu-
para abordar los temas que se les había nal Constitucional, como la consig-
planteado previamente. nada en el fundamento jurídico 8 de
la STC Exp. Nº 763-2005-AA/TC ha
VI. CONSIDERACIONES precisado que: (...) cuando el ordena-
miento reconoce el derecho de todo
1. Habiéndose invocado infracciones justiciable de poder acceder a la juris-
normativas procesales y materiales dicción, como manifestación de la
conforme se aprecia de la fundamen- tutela judicial efectiva, no quiere decir
tación del recurso interpuesto, corres- ello que la judicatura prima facie, se
ponde realizar el análisis de la primera sienta en la obligación de estimar favo-
infracción, dado que de ampararse la rablemente toda pretensión formu-
misma no tendría objeto pronunciarse lada, sino que simplemente sienta la
505
Quinto Pleno Casatorio Civil
506
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
507
Quinto Pleno Casatorio Civil
jurídico se organiza e interpreta como del cual se han establecido las líneas
una unidad, fundamentándose en la normativas que corresponde seguir a
Constitución de 1993; toda vez que todos los operadores del derecho, para
el desarrollo legislativo de las normas realizar un desarrollo interpretativo
infraconstitucionales se interpreta con que considere la tutela de los derechos
referencia a la tutela de los derechos fundamentales, y nos sirva de funda-
fundamentales, y por ende es que a mento a la labor que realiza la Corte
partir de este enfoque analizaremos el Suprema de Justicia de la República en
derecho a la Asociación. la realización del presente Pleno Casa-
torio Civil.
Adaptabilidad 12. Pero ello no implica la inamovili-
del ordena-
miento cons- dad del texto constitucional, así como 14. Todo lo cual se produce porque en
titucional a de los desarrollos legislativos en la nor- la lectura inacabada de los derechos
través de la
interpretación mativa ordinaria, pues “(...) la Consti- fundamentales a través de la Consti-
tución de un Estado Democrático, para tución, esta debe adecuarse de manera
Peter Háberle, constituye ‘una obra dinámica a la tutela de nuestra comu-
abierta’ con un carácter necesariamente nidad, y por ello la interpretación nor-
falible y, por tanto revisable. No es un mativa que se realice debe llevar inter-
documento histórico muerto, sino un namente la defensa de los derechos
proyecto de sociedad justa que señala fundamentales, en nuestro caso del
el horizonte de expectativas de una derecho fundamental de asociación,
comunidad política y que sus miem- buscando no solo preservar este dere-
bros mediante sus diferentes lecturas cho sino también su promoción.
deben ir adaptando a los cambios socia-
les más allá del papel de meros destina- 15. Ahora bien, los criterios herme-
tarios de las normas (...)7. Ello resulta néuticos y argumentativos del Dere-
coherente, dado que el desarrollo de los cho Civil, deben permitirnos una lec-
derechos fundamentales es un constante tura con base en la unidad sistemática
redescubrir nuevos ámbitos objeto de y coherencia del desarrollo legislativo
tutela, conforme se puede apreciar a lo de los derechos estatuidos en la nor-
largo de las últimas décadas, teniendo mativa vigente, a partir de los concep-
en cuenta el avance de la sociedad, así tos antes precisados, que nos permitan
como de las nuevas tecnologías; sosla- realizar una lectura sin contradicciones
yar ello implicaría aceptar que la Cons- de nuestro sistema jurídico.
titución y todo el ordenamiento jurídico 16. Es por ello que, antes de proceder
es un texto que debe permanecer inal- al análisis interpretativo y dogmático
terado, e incluso, que no es susceptible propio del Derecho Civil, presentamos
de interpretación de conformidad con a continuación el desarrollo normativo
los derechos fundamentales de progre- realizado por el Tribunal Constitucio-
sivo desarrollo. nal a partir de los derechos fundamen-
13. En atención a que todo Estado tales de Asociación y de Libertad de
Constitucional de Derecho desarro- Contratar.
lla sus actividades y funciones, con 2.1. El derecho fundamental a la
y desde la Constitución, corresponde Asociación
la aplicación de la normativa vigente
a partir de la norma fundamental de 17. De conformidad con el numeral La libertad
de asociación
1993, y por tanto debe revisarse y des- 13 del artículo 2 de la Constitución: como
tacarse la interpretación realizada por (...) Toda persona tiene derecho: 13. derecho
fundamental
el Tribunal Constitucional, en torno A asociarse y a constituir fundacio-
al tema que nos convoca, a propósito nes y diversas formas de organización
508
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
previa y con arreglo a ley. No pueden interés no lucrativo, que puede ser de
ser disueltas por resolución adminis- índole social, cultural, deportivo, etc.
trativa (...).
20. La existencia de una persona jurí-
18. La Constitución de 1993 ha esta- dica, como lo veremos más adelante,
blecido: “(...) al más alto nivel de importa la reducción de la pluralidad
jerarquía del ordenamiento jurídico, el de sujetos de derecho, personas natu-
derecho de cualquier persona (natural rales o incluso personas jurídicas, a un
o jurídica, pública o privada, nacional sujeto de derecho diferente de sus inte-
o extranjera) a constituir organizacio- grantes, de conformidad con el artículo
nes jurídicas sin fines de lucro (...)8. De 78 del Código Civil.
esta manera, por previsión constitucio-
nal se encuentra tutelado el derecho de 21. De esta manera el derecho de aso-
constituir estructuras organizacionales ciación es un derecho fundamental y
sin fines de lucro, para el desarrollo de se encuentra reconocido en una serie
la libre iniciativa privada en atención a de instrumentos internacionales de los
los altos valores de la dignidad del ser cuales es signatario el Estado peruano,
humano. tal como es el caso de la Convención
Americana de Derechos Humanos10, a
Contenido 19. Corresponde destacar que “(...) el tal punto que goza de reconocimiento
del derecho
fundamental derecho de asociación, como ha dicho constitucional conforme se ha preci-
de asociación el Tribunal, comprende no solo el dere- sado precedentemente.
cho de asociarse, sino también el de
establecer la propia organización del 22. El derecho de asociación susten-
ente creado por el acto asociativo, den- tado en la dignidad humana tiene múl-
tro del marco de la Constitución y de tiples expresiones, entre ellas religio-
las leyes (...)”9. Al establecerse el dere- sas, culturales, sociales, históricas,
cho de la libre iniciativa de los suje- deportivas, o de otra índole, con los
tos de derecho para agruparse por fines cuales abarca los más variados ámbi-
altruistas, como es el caso de una Aso- tos de la iniciativa privada a efectos
ciación, también es importante seña- de satisfacer los diversos intereses de
lar que estos son libres para adoptar quienes las conforman.
la forma asociativa que elijan, y es a
partir de esta concepción que pode- 23. Siendo ello así, presentamos a con-
mos afirmar la autonomía de la volun- tinuación jurisprudencia que nos per-
tad de quienes han decidido conformar mite apreciar la manera de tutelar este
una persona jurídica no lucrativa para derecho en la vía constitucional por
coordinar sus esfuerzos, en pos de un parte del Tribunal Constitucional.
8 VEGA MERE, Yuri. Numeral 13 del artículo 2 de la Constitución. En: La Constitución comen-
tada. Análisis artículo por artículo. Tomo I, 2ª edición aumentada, actualizada y revisada,
Gaceta Jurídica, Lima, enero de 2013, p. 248.
9 RUBIO CORREA, Marcial. “El Derecho Constitucional de Asociación”. En: El Notario
peruano. Colegio de Notarios del Perú, Lima, 1998, p. 20. La cita corresponde a Francisco
Fernández Segado comentando una jurisprudencia del Tribunal Constitucional español.
10 Artículo 16.- Libertad de Asociación
1. Todas las personas tienen derecho de asociarse libremente con fines ideológicos, religiosos,
políticos, económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos o de cualquiera otra índole.
2. El ejercicio de tal derecho solo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que
sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguri-
dad o del orden público, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos y libertades
de los demás.
3. Lo dispuesto en este artículo no impide la imposición de restricciones legales, y aún la pri-
vación del ejercicio del derecho de asociación, a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la
Policía.
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Quinto Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
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Quinto Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
Definición 40. Para la mayoría de los autores un 43. Nosotros consideramos que la
de sujeto
sujeto de derecho viene a ser “(...) un categoría jurídica genérica de sujeto de “Sujeto de
de derecho derecho”
centro unitario de imputación de dere- derecho recae, tanto en el ser humano como
y en lo que entendemos como persona concepto
chos y deberes, o más en general, de extensivo
situaciones jurídicas subjetivas (...)”13, jurídica, más allá de ser una creación
razón por la cual deben dejarse de lado del derecho que simplifica las situa-
aquellas concepciones que lo identifi- ciones jurídicas subjetivas. Es cierto
can con el hombre de manera ontoló- que el ser humano, ha sido, es y será
gica sin tener en cuenta lo que significa el actor principal en el desarrollo del
para el ordenamiento jurídico la cate- derecho, pero negar la existencia de
goría de sujeto de derecho. un sujeto de derecho como la persona
jurídica, porque no es un ser humano
41. Entonces, claramente se ha distin- implicaría desconocer el desarrollo del
guido entre nosotros “(...) la expresión derecho a la fecha.
13 BRECIA, Humberto; BIGLIAZI GERI, Lina; NATOLI, Ligo; BUSNELLI, Franceso D. Tra-
ducción de Fernando Hinestrosa. Derecho Civil. Tomo I, Volumen 1, Universidad Externado
de Colombia, Bogotá, 1992, p. 96.
14 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Derecho de las Personas. Exposición de motivos y
comentarios al Libro Primero del Código Civil peruano. 11ª edición, Grijley, Lima, 2009, p. 3.
15 BRECIA, Humberto y otros. Ob. cit., p. 107.
513
Quinto Pleno Casatorio Civil
514
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
20 ELÍAS LAROZA, Enrique. Ley General de Sociedades comentada. Fascículo Primero (artícu-
los N° 01 al N° 49). Normas Legales, Lima, 1998, p. 10.
21 HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo. Manual de Derecho Societario. 2ª edición actualizada,
revisada y aumentada, Gaceta Jurídica, Lima, febrero 2012, p. 25.
515
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Quinto Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
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Quinto Pleno Casatorio Civil
520
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
33 Ídem.
34 SALAZAR GALLEGOS, Max. “Artículo 87.- Quorum y Representación de Asociados”. En:
Código Civil comentado. Comentan 209 especialistas en las diversas materias del Derecho
Civil. Tomo 1, 2ª edición, 1ª reimpresión, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2007, p. 331.
521
Quinto Pleno Casatorio Civil
522
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
38 ZATTI, Paolo. “Las Situaciones Jurídicas”. En: Revista Jurídica del Perú. Año LV, N° 64, Nor-
mas Legales, Lima, setiembre/octubre de 2005, p. 358.
39 ZATTI, Paolo. Ob. cit., p. 365. El derecho subjetivo es la situación jurídica de una persona
a la cual una norma asegura la posibilidad de satisfacer un cierto interés económico o
moral.
40 ZATTI, Paolo. Ob. cit., p. 362. El poder es la situación del sujeto que puede eficazmente reali-
zar un acto.
41 ZATTI, Nolo. Ob. cit., p. 361. La facultad es la situación del sujeto que puede lícitamente
realizar un acto.
42 ZATTI, Paolo. Ob. cit., p. 376. En el derecho potestativo el titular del derecho, en estos casos,
tiene el poder de determinar un cambio de la situación jurídica, que la otra parte sufre.
43 ZATTI, Paolo. Ob. cit., p. 359. El deber implica la situación de la persona que debe tener un
cierto comportamiento.
44 ZATTI, Paolo. Ob. cit., p. 363. La sujeción implica la situación de un sujeto que, sin estar
obligado a un determinado comportamiento, sufre la consecuencia del ejercicio de un
poder ajeno.
45 ZATTI, Paolo. Ob. cit., p. 364. La carga se refiere a que un cierto resultado puede ser obte-
nido solo por quien realice (sin estar obligado) un determinado comportamiento.
46 Ibídem, p. 366.
523
Quinto Pleno Casatorio Civil
47 Ibídem, p. 359.
48 Ibídem, p. 377.
49 MORALES HERVIAS, Rómulo. “Código Civil de 1936 y Doctrina peruana: Recepción de la
Teoría General del Negocio Jurídico”. En: Proceso & Justicia. Revista de Derecho Procesal,
editada por alumnos de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
N° 5, 2005, p. 134.
50 SAAVEDRA VELAZCO, Renzo E. El Negocio Jurídico Testamentario. Contribución al Estu-
dio del Negocio de Última Voluntad. Jurista Editores, Lima, 2013, p. 50. Cita que corresponde
a Rodolfo Sacco.
524
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
525
Quinto Pleno Casatorio Civil
55 Ibídem, p. 98.
56 STOLFI, Giuseppe. Teoría del Negocio Jurídico. Traducción y notas del Derecho Español por
Jaime Santos Briz, Juez de Primera Instancia e Instrucción. Editorial Revista de Derecho Pri-
vado, Madrid, p. XVIII.
57 MORALES HERVIAS, Rómulo. Ob. cit., pp. 136 a 137.
526
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
sujeto de derecho. Razón por la cual, las diversas teorías posteriores a las
lo que debe prevalecer para el ordena- antes reseñadas, es pertinente seña-
miento jurídico es la voluntad decla- larlas y tenerlas en cuenta, sí y solo
rada antes que la voluntad contenida sí la interpretación de las mismas es
en el fuero interno. compatible con nuestro ordenamiento
jurídico.
114. Por ello es que “(...) el ordena-
miento jurídico atribuye efectos jurídi- 117. Frente a las irreconciliables posi-
cos a la declaración de la voluntad: el ciones voluntaristas y declaracionis-
comportamiento de los sujetos socia- tas surgieron “(...) las teorías de la
les al realizar intercambios de bienes confianza y de la responsabilidad,
y de servicios es contemplado en el buscando aminorar las consecuencias
supuesto de hecho de la norma jurí- extremas de la aplicación de la teo-
dica para la calificación jurídica por ría voluntarista, que admite ilimitada-
parte del Derecho positivo. Es decir, mente cualquier supuesto de discre-
el negocio jurídico definido como pancia, y de la teoría declaracionista,
supuesto de hecho y por consiguiente que no acepta ninguno de esos supues-
como elemento de la norma jurídica, tos de conflicto (…)” 60, estas nue-
adquiere una dimensión diferente de vas posiciones pretenden acercar las
las definiciones savignianas y france- teorías iniciales radicalmente opues-
sas. (...)”58; de esta manera el estable- tas, y establecer puntos más pondera-
cimiento de la normativa declaracio- dos al momento de evaluar al nego-
nista negocial, responde a la necesidad cio jurídico.
de intercambios civiles patrimoniales,
a fin de que los mismos se realicen de 118. La teoría de la responsabili-
manera ágil y segura con base en lo dad “(...) busca suavizar los efec-
expresado por los sujetos de derecho, tos de la teoría voluntarista, en casos
toda vez que “(...) con la teoría de la de discrepancia prevalecerá la volun-
Teoría de la
declaración comienza un proceso de tad declarada si dicha discrepancia ha responsabili-
sido querida por el autor de la decla- dad y
objetivación del intercambio, el cual teoría de la
tiende a perder parte de sus caracte- ración de voluntad, pues si la misma confianza
res originarios de voluntariedad (...)”59. ha sido involuntaria deberá prevale-
Buscándose con ello la seguridad en la cer la voluntad interna (...)”61, razón
objetividad que brindan las declaracio- por la cual en esta teoría los sujetos de
nes de los sujetos de derecho. derecho deben respetar lo que decla-
ran, toda vez que son responsables
4.1.3. Desarrollos posteriores de lo que expresan; en cambio, en el
115. Las teorías precedentemente seña- caso de la teoría de la confianza, “(...)
ladas son las iniciales del desarrollo debe prevalecer la voluntad interna
del negocio jurídico; sin embargo, su si el destinatario de la declaración de
evolución y estudio, tanto doctrinario voluntad, en caso de haber discrepan-
como legislativo, han continuado en cia, no confió porque se percató de la
diferentes ordenamientos extranjeros. falta de coincidencia, pues de haber
confiado por no haber podido adver-
116. Si bien excede al presente Pleno tir discrepancia prevalecerá la volun-
Casatorio Civil desarrollar en extenso tad declarada (...)” 62 , como regla
58 Ibídem, p. 137.
59 GALGANO, Francesco. Ob. cit., p. 44.
60 TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. “Voluntarismo y Declaracionismo dentro del Código Civil
peruano”. En: Negocio Jurídico, Contrato y Responsabilidad Civil. Grijley, Lima, 2006,
p. 226.
61 TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Ob. cit., pp. 226 a 227.
62 Ibídem, p. 227.
527
Quinto Pleno Casatorio Civil
528
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
69 FERRI, Luigi. Lecciones sobre el Contrato. Curso de Derecho Civil. Presentación notas y edi-
ción al cuidado de Rómulo Morales Hervias y Leysser L. León. Traducción de Nelvar Carrete-
ros Torres. Grijley, Lima, 2004, pp. Ivi a Ivii.
70 La Exposición de Motivos del Código Civil de 1936, concretamente la que se refiere al Libro
Quinto, en donde se regula el artículo 1075 del Código Civil.
71 GUZMÁN FERRER, Fernando. Código Civil. Antecedentes-Concordancias-Exposición de
Motivos-Comentados-Doctrina-Jurisprudencia. Tomo III, 2ª edición, Lima, 1971, p. 808.
529
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532
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
84 SCOGNAMIGLIO, Renato. “El Negocio Jurídico: Aspectos Generales”. En: Teoría General
del Negocio Jurídico. 4 Estudios Fundamentales. Ara Editores, Lima, 2001, p. 177.
85 DÍEZ-PICAZO, Luis y otro. Ob. cit., p. 533.
86 VON THUR, A. Ob. cit., p. 247.
87 PALACIOS MARTÍNEZ, Eric. Contribución a la Teoría del Negocio Jurídico (concepto,
interpretación, ineficacia). Jurista Editores, Lima, 2002, p. 165.
533
Quinto Pleno Casatorio Civil
88 Ibídem, p. 166.
89 VON THUR, A. Ob. cit., p. 249.
90 TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Nulidad del Acto Jurídico. 2ª edición, 1ª reimpresión,
Grijley, Lima, 2002, p. 83.
91 PALACIOS MARTÍNEZ, Eric. Ob. cit., p. 167.
92 ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Acto Jurídico Negocial, Análisis doctrinario, legislativo y
jurisprudencial. 2ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2010, p. 500.
93 LOHMANN LUCA DE TENA, Juan Guillermo. El Negocio Jurídico. 2ª edición, Studium
ediciones, Lima, junio 1987, p. 393.
534
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
535
Quinto Pleno Casatorio Civil
536
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
537
Quinto Pleno Casatorio Civil
105 DOS SANTOS BEDAQUE, José Roberto. Efectividad del Proceso y Técnica Procesal. Com-
munitas, Lima, 2010, pp. 326 a 327.
538
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
106 DEVIS ECHANDÍA, Hernando. “Derecho y Deber de Jurisdicción, y la Igualdad de las Per-
sonas ante Aquélla y en el Proceso”. En: Ius Et Ventas. Revista editada por los alumnos de la
Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. N° 10, 1995, pp. 15 a 16.
107 DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Ob. cit., p. 16.
108 Ídem.
109 HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo. “El Derecho de Impugnación de Acuerdos de Juntas
Generales de Accionistas en la Ley General de Sociedades y su Ejercicio a través de Acciones
Judiciales”. En: Manual de Derecho Societario. 2ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, febrero de
2012, p. 399.
539
Quinto Pleno Casatorio Civil
siendo transmisible por regla general, mismo, porque se entiende que dicho
y ciertamente, es un derecho potesta- acuerdo ha sido plasmado en obser-
tivo por parte de quien no está con- vancia de lo que establece el estatuto y
forme con el acuerdo adoptado, dado la normativa vigente.
que puede interponer la pretensión de
impugnación de acuerdos o no, pero 179. En el Pleno Casatorio Civil se ha
teniendo en cuenta siempre el ejercicio llegado a determinar que el asociado
diligente del derecho. expulsado, y que justamente impugna
el acuerdo que decidió su expulsión,
176. Siendo el objeto del proceso la también se encuentra legitimado para
pretensión, como es el caso de la pre- impugnarlo.
tensión impugnatoria de acuerdos,
conforme al artículo 92 del Código 180. La norma incluso permite la Legitimidad
pasiva
Civil, esta tiene elementos que son legitimación pasiva del asociado frente a la
que quiera defender la “validez del impugnación
identificables tanto respecto de los de acuerdos
sujetos como del objeto de la misma. acuerdo”, con lo cual se resalta nue-
Con relación a los sujetos nos esta- vamente la trascendencia de los acuer-
mos refiriendo a la parte demandante, dos vulnerados y el vicio materia de
la cual está constituida únicamente por impugnación, toda vez que un acuerdo
los legitimados ordinarios referidos en invalido es un acuerdo que no produce
la citada norma, esto es “(...) Pueden efectos en la realidad al haberse estruc-
ser interpuestas por los asistentes, si turado indebidamente, y por tanto, de
hubieran dejado constancia en acta de estimarse la impugnación la resolución
su oposición al acuerdo, por los aso- que declare la invalidez del acuerdo no
ciados no concurrentes y por lo que es otra cosa que la declaración de nuli-
hayan sido privados ilegítimamente dad de este.
de emitir su voto (...)”, “(...) Cualquier
asociado puede intervenir en el juicio, 181. Con relación al objeto de la preten- Objeto de la
pretensión
a su costa, para defender la validez del sión, cuya estructura tiene un pedido y impugnatoria
una causa de pedir, corresponde seña- de acuerdos
acuerdo (...)”.
lar que a través de la pretensión impug-
Legitimidad 177. Conforme puede apreciarse, no natoria se realiza un pedido de inefica-
activa para cia, esto es de nulidad o de anulabilidad,
demandar cualquiera puede interponer la preten-
impugnación sión de impugnación de acuerdos regu- precisándose en la causa de pedir la fun-
de acuerdos
lada en el artículo 92 del Código Civil, damentación correspondiente a dichas
solo son aquellos asociados que mos- ineficacias estructurales, las causales en
traron su disconformidad, no asistieron que se sustenta que puede ser de nuli-
o quienes han sido privados del dere- dad, anulabilidad, así como las normas
cho a participar de manera ilegítima. que permitan establecer vicios estructu-
rales en el acuerdo impugnado.
178. El derecho de impugnación de
acuerdos se produce por una razón, 182. La pretensión impugnatoria de Finalidad de
la pretensión
es la contrapartida del derecho al voto asociación busca finalmente la inefica- impugnatoria
del asociado, y por ende de la toma de cia del acuerdo adoptado, establecién- de acuerdos
los acuerdos en la persona jurídica no dose en el artículo 92 del Código Civil
lucrativa, Asociación Civil, dado que los acuerdos que pueden ser cuestiona-
la participación del asociado no puede dos a través de la misma, esto es “(...)
ser soslayada de manera ilegítima al Acuerdos que violen las disposiciones
privarse del derecho de participar en legales o estatutarias (...)”, los cuales,
la adopción de acuerdos a quien se como consecuencia de la impugnación
encuentra apto para hacerlo o cuando serán declarados nulos, al contravenir
no participó e incluso cuando participó la normativa vigente y el estatuto de la
y señaló su negativa; no en el caso del Asociación Civil, vulnerando la volun-
asociado que votó a favor del acuerdo tad de los que conforman la persona
y no dijo nada contra la adopción del jurídica en su acto originario.
540
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542
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
del plazo legal (...)”116. Y ciertamente 200. El acuerdo inscribible tiene la vir-
como fundamento de la caducidad se tud de tener un plazo corto en cuanto
encuentra el descuido y negligencia en a su impugnación, como también es
el ejercicio de los derechos del titular el plazo de sesenta días en el caso de
de los mismos. acuerdos adoptados pero no inscritos,
a efectos de lograr la funcionalidad y
197. El primer plazo de caducidad esta- desarrollo normal de las actividades de
blece que: “(...) Las acciones impugna- la asociación. Lo contrario significaría
torias deben ejercitarse en un plazo no su inmovilidad e inutilidad en cuanto a
mayor de sesenta días contados a partir la finalidad altruista que se busca con
de la fecha del acuerdo (...)”, razón por ella, sea cultural, social, deportiva,
Plazos de la que su término se inicia a partir de etc., más aún cuando la misma tiene
caducidad
la adopción del acuerdo, con lo cual el sustrato constitucional a través del
transcurso de los sesenta días naturales derecho fundamental de asociación.
produce no solamente la pérdida del
derecho de impugnación, sino también 201. La existencia de estos plazos en el
se origina la imposibilidad de alegarlo artículo 92 del Código Civil responden
vía el ejercicio del derecho de acción. a ese derecho de quien se encuentra
legitimado por no estar a favor de lo
198. Esta situación jurídica es con- acordado en la asamblea en supuestos
secuencia de la negligencia del legi- predeterminados por ley. Sin embargo,
timado ordinario en el ejercicio y transcurridos los mencionados plazos,
defensa de sus derechos en la asocia- si bien ya no es posible solicitar a tra-
ción, máxime si se tiene en cuenta que vés del proceso civil de impugnación
así como el asociado tiene derechos, de acuerdos, la ineficacia de los mis-
también tiene el deber de diligencia mos, el ordenamiento jurídico peruano
en el ejercicio de los mecanismos que tiene previstas otras soluciones para
le ha premunido la normativa vigente quien se considera afectado por el
para tutelar sus intereses, ejercitando acuerdo de la Asociación Civil alegán-
el derecho de acción, formulando la dose la suplantación o incluso la falsi-
pretensión de impugnación de acuer- ficación de los acuerdos, en este caso,
dos de asociación en los términos del está expedita la vía ordinaria penal u
artículo 92 del Código Civil, teniendo otras que se consideren pertinentes
en cuenta que el asociado, de ordina- para la salvaguarda de sus derechos,
rio, es el que participa activamente en denuncias que también están afectas a
la marcha de la asociación, por ende los plazos predeterminados por ley, lo
está en la posibilidad de tener conoci- cual implica, una vez más, el ejercicio
miento pleno de su desenvolvimiento. diligente del derecho del titular en la
salvaguarda de sus intereses.
199. El segundo plazo de caducidad
se produce: “(...) Si el acuerdo es ins-
cribible en el registro, la impugnación 6. Interpretación normativa
puede formularse dentro de los treinta 202. Debe quedar claro que una inter-
días siguientes a la fecha en que la ins- pretación jurídica es “(...) la atribución
cripción tuvo lugar (…)”. En este caso, de sentido (o significado) a un texto
los Registros Públicos actúan en la sal- normativo. Llamo ‘texto normativo’
vaguarda de los acuerdos adoptados. a cualquier documento elaborado por
116 ARIANO DEHO, Eugenia. “‘Prescripción’ y Código Procesal Constitucional (Los mecanis-
mos constitucionales de protección entre las garras del tiempo)”. En: Proceso & Justicia.
Revista de Derecho Procesal. Editada por la Asociación Civil Proceso & Justicia. N° 5, 2005,
p. 38.
543
Quinto Pleno Casatorio Civil
117 GUASTINI, Riccardo. “Disposición vs. Norma”. En: Disposición vs. Norma. Palestra Edito-
res, Lima, 2011, pp. 133 a 134.
118 Ibídem, p. 136.
119 TARELLO, Giovanni. “El ‘Problema’ de la Interpretación: Una Formulación Ambigua”. En:
Disposición vs. Norma. Palestra Editores, Lima, 2011, p. 120.
120 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico. Introducción al Derecho. 6ª reimpresión,
Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, febrero de 2006, p. 251.
121 BRECCIA, Umberto y otros. Ob. cit., p. 20.
544
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
545
Quinto Pleno Casatorio Civil
126 Ídem.
127 DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando. Ob. cit., p. 51.
546
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
547
Quinto Pleno Casatorio Civil
decir entre normas promulgadas simul- pueden ser de dos tipos: el primero de
táneamente) (...)132. ellos se da ‘cuando las dos normas solo
se contradicen parcialmente’, en cuyo
220. La derogación tácita “(...) resulta caso hay que entender que una norma
de la incompatibilidad, contradicción o limita la validez de la otra (...) la (...)
absorción, entre las disposiciones de la ‘contradicción parcial’ entre normas
Derogación ley nueva y de la antigua. Este princi- es lo que A. Ross llama inconsistencia
tácita de la
norma pio se deriva del aforismo romano: lex total-parcial: esto es, del tipo de con-
posterior derogat priori. Así, la incom- flicto que tiene lugar ‘cuando una de
patibilidad entre dos normas resulta de las dos normas no puede ser aplicada
la imposibilidad de su aplicación concu- bajo ninguna circunstancia sin entrar
rrente (...)”133. Este es el caso de los con- en conflicto con la otra, mientras que
flictos diacrónicos de normas, el cual esta tiene un campo adicional de apli-
se soluciona con la aplicación de la ley cación en el cual no entra en conflicto
posterior en el tiempo, en cuanto a su con la primera’ (...). Este tipo de con-
emisión; toda vez que, no corresponde flicto –en el que una de las normas
aplicar las dos normas al mismo tiempo. es, en relación con la otra, particular–
6.1.3. Principio de especialidad puede disolverse (y esta es la solución
kelseniana) por medio del principio de
221. Dentro de los principios de inter- lex specialis, que ordena la prevalen-
pretación normativa que venimos desa- cia de la norma particular en la zona
rrollando, destacamos al principio de de conflicto de ambas (...) no todos los
especialidad, como uno de los funda- conflictos parciales entre normas per-
mentos que nos permitirán establecer miten la aplicación del principio de lex
la línea hermenéutica del Pleno Casa- specialis. La aplicación de este prin-
torio Civil, por lo que corresponde cipio requiere, en efecto, que una de
señalar que pueden producirse “(...) ambas normas sea particular en rela-
conflictos entre normas del mismo ción a la otra (...)”135.
grado (...) conflictos sincrónicos
(es decir, entre normas promulgadas 223. Al respecto, cabe precisar que la
simultáneamente) (...)”134. Ello implica emisión de normas en nuestro orde-
que se deseada en primer término el namiento jurídico, al producirse de
principio de jerarquía en la interpreta- manera constante, ocasionan múlti-
ción normativa, por cuanto nos encon- ples conflictos normativos, que se pue-
tramos frente a la emisión de una dis- den dar de manera sincrónica, esto es,
posición normativa del mismo grado; por la emisión simultánea de normas, y
asimismo, se deja de lado el principio con ello, conforme lo hemos señalado
de temporalidad, dado que dichas dis- precedentemente, quedan descartadas
posiciones normativas fueron promul- la aplicación de los principios de jerar-
gadas simultáneamente, como en nues- quía y temporalidad, siendo aplicable a
tro caso, razón por la cual corresponde partir de ello el principio de especiali-
la aplicación del principio de especia- dad de la norma; toda vez que se pre-
lidad en la interpretación de la norma. senta una limitación en la validez de
una de las normas en conflicto a par-
Presupuesto 222. Por ello “(...) los conflictos sin- tir de la relación de norma particular a
para la
aplicación crónicos entre normas del mismo nivel norma general.
del criterio de
especialidad
132 RUIZ MANERO, Juan. Jurisdicción y Norma. Dos Estudios Sobre Función Jurisdiccional y
Teoría del Derecho. Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1990, p. 58.
133 ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Los principios contenidos en el Título Preliminar del Código
Civil peruano de 1984. Grijley, Lima, 2011, p. 80.
134 RUIZ MANERO, Juan. Ob. cit., pp. 57 a 58.
135 Ibídem, pp. 58 a 59.
548
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
224. Cabe precisar que (...) la inter- general muy problemática. Desde
pretación de una norma no conduce, el punto de vista del derecho posi-
pues, necesariamente, a una solución tivo estas dos actitudes son por com-
única que sería la exclusivamente pleto equivalentes (...)”137. Es impor-
justa. Puede presentar varias solucio- tante destacar que ni siquiera el mismo
nes que desde el punto de vista jurí- positivismo ha establecido una única
dico son todas de igual valor si están respuesta interpretativa a la aplica-
de acuerdo con la norma por interpre- ción de la norma jurídica; toda vez que
tar. Por el contrario, el órgano encar- sus métodos de interpretación admiten
gado de aplicar la norma puede atribuir la influencia de agentes externos a la
a estas soluciones valores diferentes si construcción positivista, como excep-
los considera desde el punto de vista ción, este es el caso de los valores, que
político o moral. El tiene competen- permiten establecer la interpretación
cia para escoger la que le parezca más aplicable a la controversia puesta en
apropiada, de tal modo que entre las consideración de los órganos jurisdic-
diversas interpretaciones posibles una cionales. Con lo cual, al aplicar única-
sola se convertirá en Derecho positivo mente el método sistemático por ubi-
para el caso concreto. Decir que su cación sobre la base del principio de
decisión está fundada en derecho sig- especialidad de la norma, nos encon-
nifica simplemente que se mantiene en tramos frente a un método incompleto
el interior del marco constituido por la de interpretación.
norma, que es una manera de llenarlo,
pero no la única (...)”136. La interpreta- 226. Siendo incompleta la interpreta-
ción positivista entonces reconoce en ción positivista, corresponde comple-
primer lugar que pueden presentarse mentar esta con base en otro método
varias interpretaciones posibles de la de interpretación, conforme lo vere-
disposición normativa, y todas tienen mos en el siguiente punto.
el mismo valor; sin embargo, corres- 6.2. Los valores supremos del orde-
ponderá a los órganos jurisdiccionales namiento jurídico
decidir la más apropiada para el caso
concreto, lo cual se produce por con- 227. Al constatar que la respuesta del
sideraciones externas al ordenamiento ordenamiento jurídico, desde su propia
jurídico, que más allá de ser descrito estructura orgánica, resulta ser incom-
como política o moral, consideramos pleto para efectos de establecer una
que de lo que se trata finalmente es de interpretación que nos permita la cohe-
establecer los valores que priman en rencia sistémica de nuestro ordena-
un sistema jurídico determinado, valo- miento jurídico, con base en las reglas
res supremos como son la justicia y la de validez en la producción norma-
seguridad jurídica. tiva, propia de una interpretación posi-
tivista, es ineludible acudir comple-
225. Por ello es que “(...) todos los mentariamente a la aplicación de otro
métodos de interpretación que hayan método de interpretación.
sido propuestos solo conducen a una
solución posible y no a una solución 228. Como es el caso del método Interpre-
tación
que sea la única correcta. Uno puede teleológico que define al criterio teleo- teleológica
no cuidarse del texto y atenerse a la lógico como aquel donde “(...) el intér-
voluntad probable del legislador; o prete asume que la interpretación debe
bien respetar estrictamente el texto ser realizada de manera tal que, en la
y desentenderse de esta voluntad, en medida de lo posible se obtenga una
136 KELSEN, Hans. Teoría Pura del Derecho. Ediciones Wisla, Lima, 1987, p. 123.
137 Ibídem, p. 124.
549
Quinto Pleno Casatorio Civil
550
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
Justicia 232. No nos vamos a detener en la Pues bien, en esta concepción del valor
como valor
absoluto diferentes nociones que desde la anti- supremo de la justicia se debe cons-
güedad han definido a la justicia, truir a partir del acuerdo o consenso de
pero si vamos a puntualizar que “(...) los sujetos de derecho, dado que final-
en su sentido propio la idea de justi- mente a través de este se produce la
cia es un valor absoluto, un principio legitimidad de este valor, alejándose
que pretende ser válido siempre y en con ello de concepciones morales del
todas partes, independiente del espa- mismo.
cio y el tiempo: es eterna e inmutable
(...)”143. Siendo un valor absoluto, para 235. En suma, es indudable que la jus-
el positivismo la justicia se convierte ticia irradia a todo nuestro ordena-
en un valor ajeno al ordenamiento miento jurídico, más allá de los desa-
jurídico pero que sin embargo ejerce rrollos teóricos; podemos apreciar que
una influencia externa. Es entonces nuestra norma fundamental se pro-
que podemos afirmar que ni siquiera nuncia una y otra vez sobre este valor
el positivismo más clásico ha podido supremo, como es el caso del artículo
negar a la justicia como un valor que del artículo 44 de la Constitución de
ejerce una influencia pero desde fuera 1993 cuando establece que “(...) son
del ordenamiento jurídico. deberes del Estado (...) promover el
bienestar general que se fundamenta
233. Los desarrollos posteriores que en la justicia y en el desarrollo integral
han tratado sobre el valor de la justicia y equilibrado de la Nación. Asimismo,
nos señalan incluso que “(...) la con- el artículo 138 de la norma fundamen-
ducta justa es una conducta que, gene- tal establece taxativamente que (...) la
ralmente beneficia a los demás y a la potestad de administrar justicia emana
sociedad (según se define en el prin- del pueblo y se ejerce por el Poder
cipio de utilidad) y para su realización Judicial a través de sus órganos jerár-
carecemos comúnmente, de un estí- quicos con arreglo a la Constitución
mulo eficaz (...)”144. Constituye enton- y a las leyes (...)”. Adicionalmente se
ces una conducta relacional y coexis- puede señalar que este valor supremo
tencial de los sujetos de derecho, no se encuentra presente de manera inelu-
es una conducta en solitario, pero su dible en el artículo 139 de la Constitu-
realización no se produce de manera ción, referido a los principios y dere-
automática. chos de la función jurisdiccional, en
especial en los numerales 8 y 16, así
234. Por ello es que en el desarro- como también en diversos extremos
llo de lo que es el valor supremo de de la norma fundamental. Por ende
la justicia, en esta teoría en particu- la aplicación de este valor supremo
lar se ha señalado que “(...) el obje- a nuestro ordenamiento no puede ser
tivo de la teoría de la justicia no es dejado de lado ni tampoco soslayado.
dar con la ‘verdad moral’, entendida
como la correspondencia de un sis- 6.2.2. Seguridad jurídica
tema de enunciados con algún orden
moral independiente (cualquiera que 236. La seguridad jurídica “(...) viene Definición y
contenido de
sea lo que esto signifique), sino cons- a ser una especie del género seguri- seguridad
truir las bases de un acuerdo operativo dad, y se entiende como la seguridad jurídica
entre ciudadanos libres por medio del proporcionada por el derecho (enten-
ejercicio público de la razón (...)”145. diendo derecho como orden jurídico),
551
Quinto Pleno Casatorio Civil
146 JIMÉNEZ VARGAS MACHUCA, Roxana. “La Seguridad Jurídica”. En: Revista del Magis-
ter en Derecho Civil. Volumen 2-3, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica,
Lima, 2002, p. 255.
147 JIMÉNEZ VARGAS MACHUCA, Roxana. Ob. cit., p. 257.
148 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Ob. cit., p. 96.
149 JIMÉNEZ VARGAS MACHUCA, Roxana. Ob. cit., p. 273.
552
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
150 ALEXY, Robert. Teoría de la Argumentación Jurídica. La teoría del discurso racional como
teoría de la fundamentación jurídica. Palestra Editores, Lima, 2010, p. 331.
151 ATIENZA, Manuel. Tras la justicia. Ariel, Barcelona, 2003, p. 24.
553
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152 PRIETO SANCHÍS, Luis. Sobre Principios y Normas. Problemas del Razonamiento Jurí-
dico. Palestra, Lima, 2013, p. 210.
554
Precedente judicial vinculante sobre la vía para impugnar acuerdos asociativos
Validez de la 247. En el caso de la ley especial debe le establece pero también, a la vez, el
ley general y
especial tenerse en cuenta que “(…) la incompati- juicio para la resolución del caso pro-
bilidad no es real: todo se reduce a que se puesto debe responder a la cultura jurí-
excluye del dominio de la ley general lo dica y los valores que inspiran a nues-
que corresponde al campo de aplicación tro ordenamiento para llevarlos a su
restringido a la ley especial (...) si a una máxima expresión, más aún cuando
ley general sucede una de índole espe- nuestra sociedad se expresa a través
cial, no hay incompatibilidad si es posi- de estos.
ble la coexistencia de las excepciones
con la regla; solo que la regla absoluta 250. En consecuencia este Pleno Casa- Preferencia
por la
anterior se convierte en regla limitada por torio Civil considera que es de apli- aplicación
cación en todos los casos en donde se de la ley
excepciones (…)”153. Por consiguiente la especial
interpretación de la disposición norma- promueva una pretensión de impug-
tiva especial implica un ámbito más redu- nación de acuerdos de asociación, el
cido con relación a lo regulado en la dis- artículo 92 del Código Civil en obser-
posición normativa general, y por ende vancia de los métodos sistemático y
la interpretación normativa nos permite teleológico, aplicando para ello princi-
compatibilizar coherentemente la vali- pio de especialidad de la norma.
dez de ambas normas pero teniendo en
cuenta los valores supremos de la seguri- 7. Respecto de la infracción nor-
dad jurídica y la justicia en la resolución mativa material alegada
de los casos puestos a conocimiento del 251. A efectos de absolver la infrac-
Poder Judicial. ción normativa material denunciada,
tendremos en cuenta las institucio-
248. Asimismo, es partir de la justi- nes analizadas en extenso en los pun-
cia en el caso concreto que logramos tos precedentes al caso concreto objeto
seguridad jurídica en nuestra comu- de este Pleno Casatorio Civil, a fin de
nidad, valor supremo que no solo es establecer la interpretación normativa
un soporte de la convivencia pacífica correspondiente.
de los sujetos de derecho sino que es
también el fundamento de la existencia 7.1. Inaplicación de los numerales 1
del ordenamiento jurídico. El ideal de y 5 del artículo 219 del Código
justicia tiene y debe expresarse en el Civil
máximo respeto a la dignidad humana
y en la promoción y desarrollo de los 252. Con relación a la denuncia casa-
derechos fundamentales, que sirven toria relativa a la infracción norma-
de bases inquebrantables de todo el tiva material referida a la inaplica-
ordenamiento jurídico vigente, como ción de los numerales 1 y 5 del artículo
es el caso del derecho fundamental de 219 del Código Civil, debemos preci-
asociación. sar que por previsión constitucional se
tutela el derecho a constituir estructu-
249. Es indispensable y no es iluso ras organizativas sin fines de lucro, con
pensar en el caso de “(...) un juez que, el fin de alentar con ello la promoción
sin incurrir en inconsistencia alguna, de los más altos valores que se funda-
fuera haitiano en el terreno de la teoría mentan en la dignidad del ser humano,
del Derecho y dworkiniano a la hora sin soslayar con ello que estas organi-
de fundamentar sus decisiones (...)”154, zaciones actúen de conformidad con
este magistrado ciertamente apreciará la normativa vigente y en el ejercicio
la normativa vigente y los límites que diligente de sus derechos; asimismo,
555
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SEXTO PLENO CASATORIO CIVIL
Precedente judicial vinculante sobre el
saldo deudor en la ejecución de garantías
(El Peruano, 1 de noviembre de 2014)
CASACIÓN Nº 2402-2012-LAMBAYEQUE
1.2. De la motivación de las resoluciones
judiciales
1.3. Finalidad de la motivación
Demandante : Corporación Financiera de 2. Clasificación de los procesos atendiendo
Desarrollo Sociedad Anónima a la tutela satisfactiva
Demandados : Marciano Fernández Gonzales 2.1. Proceso de conocimiento
(+) 2.2. Proceso de ejecución
Aura Violeta Salas Gonzales 3. Ejecución de garantías reales
4. Escritura pública y testimonio de escri-
Materia : Ejecución de garantías tura pública
5. Estado de cuenta de saldo deudor
Vía procedimental: Proceso de ejecución
6. Mandato de ejecución
Sumario: 7. Contradicción
8. Hipoteca como derecho real de garantía
I. Introducción
8.1. Concepto
II. Materia del recurso 8.2. Requisitos
III. Fundamentos del recurso 8.3. Cobertura
IV. De la convocatoria al Pleno Casatorio 9. Hipoteca abierta
10. De las obligaciones y la imputación
V. Consideraciones
del pago
1. De la contravención de las normas que 11. Intereses
garantizan el derecho a un debido proceso VI. Consideraciones sobre el caso
1.1. El debido proceso: aspecto formal y
sustancial VII. Fallo - Precedentes vinculantes
565
Sexto Pleno Casatorio Civil
566
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
567
Sexto Pleno Casatorio Civil
hasta por la suma de veintiún mil dóla- ocho ha transcurrido más de diez años
res americanos ($ 21,000.00), así como del plazo establecido en el artículo
el Pagaré Nº 045519 a favor de NOR- 2001 inciso 1 del Código Civil, por lo
BANK el treinta y uno de agosto de que la deuda ha prescrito.
ese año, cuya última fecha de venci-
miento fue el veintiuno de noviembre 3.3.2. En vista de la defunción de su
del dos mil. cónyuge, ocurrida el doce de octubre
de dos mil cinco, pide se emplace a la
3.1.2. Su difunto esposo fue reali- sucesión intestada del co-ejecutado.
zando pagos parciales en las oficinas
del NBK BANK y del Banco Finan- 3.3.3. Adjunta a su demanda, entre
ciero para cancelar el adeudo, habién- otros documentos, la Copia del Pagaré
dose cancelado en total la suma de Nº 093-1574, el acta de defunción de
TREINTA Y OCHO MIL NOVE- su cónyuge, así como cuarenta y dos
CIENTOS SETENTA Y SIETE 99/100 recibos de pago.
NUEVOS SOLES (S/. 38,977.99),
pagos que no han sido tomados en 4. Pronunciamiento sobre la con-
cuenta por LA EJECUTANTE. tradicción
568
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
569
Sexto Pleno Casatorio Civil
renovaciones del pagaré de fojas vista de fecha dos de mayo de dos mil
noventa y cuatro, han sido aplicados doce obrante a fojas trescientos cua-
a amortizar la deuda dando lugar a que renta y cuatro, que confirmando la
el veintiuno de noviembre de dos mil apelada declara infundada la contra-
disminuya a treinta y tres mil doscien- dicción interpuesta por la recurrente,
tos cincuenta y tres dólares america- sustentada en la causal de inexigibi-
nos con dieciocho centavos de dólar lidad de la obligación; en consecuen-
($ 33,253.18) (última renovación), cia, siguiendo adelante con la ejecu-
en tanto que los pagos realizados con ción, se dispone sacar a remate el bien
posterioridad han sido deducidos para inmueble otorgado en garantía hipo-
establecer el monto del capital que tecaria, en el proceso de Ejecución de
figura como deuda en el saldo deu- Garantías seguido por la CORPORA-
dor; por lo que parte de la deuda que CIÓN FINANCIERA DE DESARRO-
contiene el saldo deudor se encuentra LLO - COFIDE.
garantizada por la hipoteca cuya rea-
lización pretende LA EJECUTANTE. III. FUNDAMENTOS DEL RECURSO
5.4. La obligación objeto de cobranza
La recurrente denuncia:
resulta exigible por ser cierta, expresa
y líquida, pudiéndose establecer a a) Contravención a las normas que
partir de ella un monto determinado, garantizan el derecho a un debido
como registra el saldo deudor, cum- proceso, por infringirse el artículo
pliéndose así la garantía con lo dis- 139 inciso 5 de la Constitución
puesto en el inciso 2 del artículo 1099 Política del Estado, concordante
del Código Civil; resultando suficiente con el artículo 3 del Código Pro-
la liquidación de saldo deudor presen- cesal Civil, en cuanto existe una
tada con la demanda. insuficiente motivación, pues
la supuesta obligación puesta a
5.5. Al fallecimiento del coejecutado, cobro y cuyo incumplimiento ha
los obligados se encontraban en mora, originado la acción, es “dema-
por lo que no les alcanza el seguro de siado mayor” (sic) que la expre-
desgravamen. samente consignada en la escri-
5.6. Si bien la obligación se encuen- tura pública. Se exige el pago de
tra contenida en un título valor, no está una suma superior tomando como
de por medio el ejercicio de la acción sustento el pagaré que asciende a
cambiaria, sino la pretensión de eje- treinta y dos mil nuevos soles (S/.
cución de garantías reales, donde el 32,000.00) y el estado de cuenta
título de ejecución lo constituye el del saldo deudor que es de vein-
documento de constitución de garan- tidós mil seiscientos setenta nue-
tía y el saldo deudor; por lo que a la vos soles con ocho céntimos de
prescripción de la obligación puesta a nuevo sol (S/. 22,770.08); resul-
cobro se aplican las reglas de la pres- tando inexigible e improcedente la
cripción de las acciones personales a ejecución.
que se contrae el artículo 2001 inciso 1 b) Aplicación indebida del artículo
del Código Civil, de lo cual se aprecia 1099 inciso 2 del Código Civil,
que la obligación aún no ha prescrito. ya que la obligación determinada
debe constar expresamente, pues
II. MATERIA DEL RECURSO si bien es cierto que el título de
ejecución lo constituye la garan-
Se trata del recurso de casación inter- tía hipotecaria –que es un derecho
puesto a fojas trescientos cincuenta, real de carácter accesorio– no debe
por Aura Violeta Salas Gonzales viuda olvidarse que por el principio de
de Fernández contra la resolución de especialidad es requisito sustancial
570
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
571
Sexto Pleno Casatorio Civil
572
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
reconocen al debido proceso –sea en ejercen los poderes públicos. Las dos
forma explícita como implícita– como funciones que se observan, la procesal
un derecho humano o fundamental”1. que propicia fiscalizar desde el control
jerárquico de instancias superiores y la
1.2. De la motivación de las resolu- función política que con la democracia
ciones judiciales admite el control de la opinión pública,
7. La función jurisdiccional, como acti- determinan como un elemento necesa-
vidad exclusiva del Estado, es un ins- rio e ineludible en el debido proceso,
trumento de paz y de seguridad social. que toda decisión judicial sea razona-
Sin embargo, una buena parte de sus ble y plenamente motivada. La ventaja
instituciones judiciales están diseña- que tiene esta condición coloca en pri-
das para impedir que la autoridad del mera línea la actitud preventiva, que
Estado se convierta en dictadura, es impide consagrar arbitrariedades al
decir, para que los derechos del ciu- imponer una motivación plena y sufi-
dadano no sean burlados por el ejer- ciente de lo resuelto. Por eso, al juez
cicio arbitrario del imperio del Estado no solo le corresponde controlar que
en sede judicial. No hace más de dos el deber legal de motivar se cumpla,
siglos los jueces no estaban obligados como si este fuera un requisito formal,
a fundamentar sus decisiones, esto es, sino le incumbe igualmente el deber de
ejercían sus funciones y resolvían a comprobar si las razones que contiene
partir de su intuición de lo justo. Todo la motivación están dotadas de vigor o
el sistema de resolución de conflictos rigor suficiente como para desterrar la
se sustentaba en cuán afinada tuviera arbitrariedad. Carnelutti sostiene que:
un juez su sindéresis. Sin embargo, “la motivación de la sentencia consiste
una de las conquistas más importan- en la construcción de un razonamiento
tes, no solo procesales sino del cons- suficiente para que de los hechos que el
titucionalismo moderno, ha consistido juez percibe, un hombre sensato pueda
en la exigencia dirigida al juez en el sacar la última conclusión contenida
sentido de que debe fundamentar todas en la parte dispositiva (...) La motiva-
y cada una de sus decisiones, salvo ción está impuesta para que muestre el
aquellas que, por su propia naturaleza, juez que ha razonado”2.
son simplemente impulsoras del trán-
sito procesal. 9. La necesidad de la motivación en
las sentencias se encuentra estable-
8. Cuando se afirma como principio cida en el artículo 139 inciso 5 de
constitucional la obligación de moti- la Constitución Política del Estado,
var las resoluciones judiciales, se rati- como un derecho constitucional y, El sentido de
motivar las
fica la condición de garantía que tiene por ende, un derecho fundamental a sentencias
para el justiciable, y la toma de posi- un debido proceso. Asimismo, el TUO
ción entre las coberturas que tiene que de la Ley Orgánica del Poder Judi-
sumar el debido proceso. En conjunto, cial, en su artículo 12, hace referen-
es un sistema de resguardo que se crea cia a la motivación como un princi-
para la tutela de los individuos frente pio general, es decir, como una pauta
al poder estatal; además, apunta tam- que guía todo ese sector del ordena-
bién a un principio jurídico-político miento jurídico, todo aquel proceso
que expresa la exigencia de control a orgánico. En el Código Procesal Civil
cargo del mismo pueblo, depositario encontramos en el artículo 50 nume-
de la soberanía y en cuyo nombre se ral 5 como un deber del juez el de
573
Sexto Pleno Casatorio Civil
motivar las sentencias, es decir que su juez como la descripción de las razo-
incumplimiento origina sanciones de nes dirigidas a las partes; ha de expli-
diversa índole, y el artículo 122 nume- car el proceso lógico-volitivo de su
ral 4 también prescribe y contempla decisión y las razones que motivaron
la necesidad de motivar y fundamen- la misma. Mientras la falta de moti-
tar los autos y sentencias, cuyo incum- vación conduce a la arbitrariedad en
plimiento por el juez es causal de nuli- la resolución, la falta de fundamenta-
dad. Como señala Ariano Deho: “La ción comporta una resolución anclada
introducción del deber de motivar las fuera del ordenamiento jurídico. La
sentencias va de la mano con la evolu- motivación es, pues, una prohibición
ción del moderno Estado de Derecho, de arbitrariedad.
uno de cuyos postulados es el some-
timiento de todo órgano depositario 12. Nos dice Chamorro Bernal, basán-
de poder a la normativa vigente. No dose en una sentencia del Tribu-
por nada la obligatoriedad de la moti- nal Constitucional español que “(...)
vación de las sentencias es un legado la finalidad de la motivación en un
de la Revolución Francesa, a la que le Estado Democrático de Derecho legi-
debemos las principales bases sobre tima la función jurisdiccional y, es
las cuales un poco todos hemos cons- múltiple ya que: 1. Permite el control
truido nuestro sistema de legalidad”3. de la actividad jurisdiccional por parte
de la opinión pública, cumpliendo así
1.3. Finalidad de la motivación con el requisito de publicidad. 2. Logra
el convencimiento de las partes, eli-
10. La prestación del servicio juris- minando la sensación de arbitrariedad
diccional se obtiene cuando después y estableciendo su razonabilidad, al
de un procedimiento válido, el juez o conocer el porqué concreto de la reso-
Tribunal expiden una resolución que lución. 3. Permite la efectividad de los
pone fin al grado o proceso. Esta reso- recursos. 4. Pone de manifiesto la vin-
lución implica un acto decisorio a tra- culación del juez a la ley. No basta
vés de un juicio racional y voluntario, el simple encaje de los hechos en la
que conlleva la apreciación de confor- norma, porque las razones de la deci-
midad o disconformidad con la preten- sión pueden seguir manteniéndose des-
sión o defensa ejercida por los sujetos conocidas, sino que hay que precisar
de derecho. Entonces, mediante esta por qué encajan”4.
resolución (sentencia), se materializa
la tutela jurisdiccional efectiva, la cual Entonces, si el juez decide, está lla-
debe reunir una serie de requisitos, mado a dar las razones por las cuales
pero como mínimo debe estar moti- ha tomado la decisión que corresponda,
vada y fundamentada en derecho. con una justificación interna que es un
razonamiento lógico interno y una jus-
La motiva- 11. La motivación, implica algo más tificación externa, que se refiere a la
ción implica
la explicación que fundamentar: la explicación de la motivación y argumentación judicial.
de la funda- fundamentación, es decir, explicar la De producirse una motivación con
mentación
jurídica solución que se da al caso concreto, una argumentación suficiente y cohe-
no bastando una mera exposición, sino rente, tendremos resoluciones justas y
la manifestación de un razonamiento de calidad, que pueden pasar airosas
lógico. La sentencia debe mostrar, cualquier examen y crítica a las reso-
tanto el propio convencimiento del luciones judiciales realizadas por los
3 ARIANO DEHO, Eugenia. La Constitución comentada. Tomo II, Gaceta Jurídica, Lima,
p. 504.
4 CHAMORRO BERNAL, Francisco. La Tutela Judicial Efectiva. Derechos y Garantías Proce-
sales derivados del artículo 24.1 de la Constitución. Bosch, Barcelona, 1994, p. 205.
574
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
5 PERLA VELAOCHAGA, Ernesto. Juicio Ordinario. 5ª edición, Lumen S.A, Lima, 1979,
p. 11.
6 El juicio fue definido en el Código de Enjuiciamientos Civiles, en el artículo 277 como “jui-
cio es la legítima controversia sobre un negocio, entre el actor y el reo, ante juez competente,
quien la dirige por sus debidos trámites, y la termina con decisión o sentencia”. En cambio en
el Código de Procedimiento Civiles de 1912 no definía el juicio, únicamente en el artículo 296,
decía “se ventilan en juicio ordinario las cuestiones litigiosas que no tienen tramitación espe-
cial señalada en este Código, y cuyo valor exceda del monto de treinta sueldos mínimos vitales
señalado para la industria y comercio para la provincia de Lima, vigentes a la fecha de inicia-
ción del año judicial en que se interpone la demanda, o es inapreciable en dinero”.
575
Sexto Pleno Casatorio Civil
7 ALZAMORA VALDEZ, Mario. Derecho Procesal Civil, Teoría General del Proceso. 8ª edi-
ción, EDDILI, Lima, p. 14.
8 LIEBMAN, Enrico Tullio. Manual de Derecho Procesal Civil. EJEA, Buenos Aires, 1980,
p. 150.
9 COUTURE, Eduardo. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Depalma, Buenos Aires,
1977, p. 442.
576
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
577
Sexto Pleno Casatorio Civil
11 Cfr. CARRASCO PERERA, Ángel (et ál). Tratado de los Derechos de Garantía. Tomo I,
2ª edición, Aranzandi S.A., España, 2008, p. 1091.
12 Ibídem, p. 1092.
578
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
que debe contener un derecho cierto, estado de cuenta del saldo deudor es
expreso y exigible (artículo 689 del un documento no sujeto a formalidad
Código Procesal Civil). preestablecida.
28. El mencionado artículo, regula el 31. El saldo deudor debe contener
procedimiento para la ejecución del como mínimo la indicación del capi-
crédito con garantía real, como es el tal adeudado, así como la tasa y tipo
caso de la prenda entendiéndose hoy o clase de interés aplicada, preci-
derecho real de garantía, y la hipo- sando los periodos correspondientes;
teca. La hipoteca es un derecho real ello porque el mandato de ejecución
de garantía constituido sobre bienes se entiende por el capital adeudado. Requisitos
inmuebles que continúan en poder del que debe
Los intereses adeudados y otras obli- contener el
deudor. El artículo 1097 del Código gaciones pactadas deben ser calcula- saldo deudor
Civil la define, como “la afectación de das o liquidadas en la etapa de ejecu-
un inmueble en garantía del cumpli- ción de resolución definitiva, conforme
miento de cualquier obligación, pro- lo dispone el artículo 746 del Código
pia o de un tercero. La garantía no Procesal Civil, por lo que previamente
determina la desposesión y otorga al a la admisión de la demanda se puede
acreedor los derechos de persecución, requerir a la parte actora cumpla con
preferencia y venta judicial del bien presentar el documento de saldo deu-
hipotecado”. En efecto, como señala dor, donde precise el monto total por
el Código Civil, la hipoteca confiere a capital adeudado, con la deducción de
su titular el derecho de venta o realiza- las respectivas amortizaciones, rubro
ción del bien gravado, ya sea que este aparte los intereses legales, o compen-
se conserve bajo el dominio del cons- satorios y moratorios, y otras obliga-
tituyente de la garantía o enajenado ciones que pudieran existir.
a un tercero; ello implica que lo que
se grava con la hipoteca no es el bien 32. El problema se suscita por la
mismo sino el derecho que recae sobre interpretación que debe contener el
él, lo que le permite al acreedor hipote- saldo deudor, es decir, qué concep-
cario hacer vender el bien, en caso de tos están bajo ese rubro. Algunos jue-
incumplimiento del deudor. ces consideran que solo debe reque-
rirse el pago de la deuda por capital,
4. Escritura pública y testimonio dejando la liquidación de los intere-
de escritura pública ses para el momento del pago en ejecu-
29. El artículo 688 inciso 10 del Código ción (artículo 746 del Código Procesal
Procesal Civil considera al testimonio Civil); empero, otras posturas conside-
de escritura pública como título ejecu- ran que el artículo 689 del Código Pro-
tivo. En atención a la persona que sus- cesal acotado permite no solo reque-
cribe el testimonio, como es el notario rir el pago de cantidades líquidas sino
público, conlleva a que sea calificado liquidables por operación aritmética;
como documento público, generando en tal sentido, perfectamente el man-
la presunción de certeza sobre su con- dato de ejecución podría ordenar el
tenido, salvo prueba en contrario. pago por ambos conceptos –deuda
capital más intereses– y no esperar,
5. Estado de cuenta de saldo después de haber culminado el pago de
deudor la deuda, ingresar luego a la liquida-
ción de los intereses.
30. El saldo deudor es un documento
consistente en un acto unilateral de 33. En conclusión, la liquidación de
liquidación del propio ejecutante, saldo deudor constituye una ope-
es decir, lo que a criterio del acree- ración aritmética de la que se esta-
dor constituye lo que el deudor debe- blece la situación del deudor respecto
ría y que es una obligación líquida. El de las obligaciones que ha contraído,
579
Sexto Pleno Casatorio Civil
verificando el acreedor si la deuda está 35. Todo título contiene una obliga-
impaga o cancelada, ya sea en forma ción cierta, expresa, exigible, líquida
total o parcial, y si esta ha generado los o liquidable si es dineraria. La presta-
intereses respectivos. ción es cierta cuando están perfecta-
mente delimitados en el título los suje-
6. Mandato de ejecución tos y el objeto de la prestación, aunque
sean de manera genérica. Esto implica
34. El auto admisorio es al proceso que necesariamente tiene que haber un
de cognición, como el mandato ejecu- sujeto activo, llamado acreedor, que es
tivo o de ejecución es al proceso eje- la persona a cuyo favor debe satisfa-
cutivo y de ejecución. El contenido del cerse la prestación.
mandato de ejecución es la intimación
u orden de dar, hacer o no hacer, y la También se lo denomina “titular” por-
autorización para la intervención de la que es quien tiene el título para exigir
coerción o fuerza pública en caso de del deudor el comportamiento debido.
resistencia. La finalidad apunta a las El sujeto pasivo de la obligación es
obligaciones de dar, hacer o no hacer. la persona que tiene que satisfacer la
En otras palabras, en el aspecto formal prestación debida, es decir, debe con-
es un auto por el cual el órgano juris- formar su conducta al comportamiento
diccional intima al obligado a cumplir que le exige la prestación.
la prestación exigida bajo un determi-
nado apercibimiento; en la doctrina Es exigible, porque la obligación
también se le conoce como auto de debe estar expresamente señalada en
solvendo. el título. Debe constar por escrito el
objeto de la prestación, esto es, aquello
El contenido concreto del mandato que el deudor debe satisfacer a favor
El contenido ejecutivo varía según la pretensión del acreedor. La prestación consiste
del mandato
ejecutivo específica; sin embargo, contiene tres en una cosa o en un hecho que habrá
partes: i) Intimación o requerimiento: de ejecutar el deudor, o en una abs-
Mediante esta el órgano jurisdiccio- tención de algo que el deudor habría
nal formula un acto conminatorio por podido efectuar libremente de no
el cual requiere al ejecutado a fin de mediar la existencia de la obligación
que cumpla con la prestación conte- que le exige un comportamiento nega-
nida en el título; siendo que en el tivo; y, es líquida, la cual es una exi-
caso de una obligación de dar suma gencia solo aplicable a las obligacio-
de dinero tendrá una orden de pago nes pecuniarias, y aparece cuando el
de lo que se adeuda, más intereses y monto es claro y concreto; será liqui-
gastos (artículo 697 del Código Pro- dable cuando gracias a una operación
cesal Civil); en la obligación de hacer aritmética se puede obtener el monto
es el cumplimiento de la prestación exacto.
(artículo 707 del Código acotado); en
la obligación de dar será la entrega del 7. Contradicción
bien (artículo 705 del Código Procesal
Civil), y en la obligación de no hacer 36. La naturaleza de la contradicción
la intimación será deshacer lo hecho tiene un respaldo constitucional y en
o abstenerse de continuar haciéndolo varios principios generales del derecho
(artículo 711 del mismo Código); procesal. El objeto de la contradicción
ii) Plazo: Es el tiempo que tiene el eje- es “una tutela abstracta por una senten-
cutado para que cumpla con el requeri- cia justa y legal, cualquiera sea, y la
miento; y, iii) Apercibimiento: Importa oportunidad de ser oído en el proceso
una advertencia conminatoria del juez para el ejercicio del derecho de defensa
de una sanción especial en caso de no en igualdad de condiciones, faculta-
verificarse el cumplimiento del reque- des y cargas (...) En cuanto al fin que
rimiento de pago. con él se persigue es, por una parte, la
580
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
13 DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Teoría General del Proceso. Universidad, Buenos Aires,
p. 223.
581
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14 ROMERO ZAVALA, Luis. El Derecho de las Obligaciones en el Perú. Tomo I, FECAT, Lima,
2001, p. 1.
582
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
15 MONROY PALACIOS, Juan. “Algunos aspectos sobre el proceso ejecutivo”. En: Themis,
Revista de la Facultad de Derecho. Nº 25, PUCP, Lima, 1992, p. 142.
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Sexto Pleno Casatorio Civil
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Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
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Sexto Pleno Casatorio Civil
Considerando que de acuerdo con 42. El artículo 1107 del Código Civil La hipoteca
debe cubrir
el artículo 1107 del Código Civil la define los alcances de la cobertura de la el capital,
hipoteca, indicando que cubre el capi- los intereses
extensión de la hipoteca, en cuanto y otros
a la obligación garantizada, com- tal, los intereses que devengue, las pri- conceptos
prende el capital (crédito), los inte- mas del seguro pagadas por el acree-
reses, las primas del seguro paga- dor y las costas y costos del juicio. La
das por el acreedor y las costas del norma precedente debe ser interpre-
juicio, el monto del gravamen debe tada en concordancia con el artículo
comprenderlas, por lo que su cuan- 1099, inciso 3, el cual prescribe que el
tía es ordinariamente superior al gravamen sea de cantidad determinada
crédito u obligación garantizadas; o determinable, de modo que el grava-
pero nada impedirá que se pacte men solo cubra hasta el monto seña-
gravamen por una cantidad menor lado. De la lectura de ambas normas
a la de la obligación garantizada. se advierte que el inmueble hipotecado
debe responder por los conceptos a que
Constituye fundamento de la ins- alude el artículo 1107 mencionado,
cripción el hecho de que la cons- pero siempre dentro del monto del gra-
titución de hipoteca no exige des- vamen. Sin embargo, resulta exigible
posesión ni desmembración de la el cobro de suma mayor por los con-
propiedad; es decir, el propieta- ceptos señalados, solo cuando se reú-
rio hipotecante mantiene su pose- nan en una sola persona el deudor de
sión en todo momento; es por este la obligación y el garante hipotecario,
586
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
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Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
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Sexto Pleno Casatorio Civil
Las garantías constituidas por persona aquellas otras que habiéndose origi-
diferente al deudor solo respaldan las nado con posterioridad a dicha fecha,
obligaciones expresamente señaladas estuvieran expresamente estipula-
por el otorgante. das en el acto constitutivo. Las nue-
vas obligaciones, directas o indirec-
En la versión original respaldaban las tas, nacidas con posterioridad al 10
obligaciones presentes y futuras, direc- de marzo de 2002 y que no estuvieron
tas e indirectas, propias y del deu- expresamente estipuladas en el instru-
dor; salvo pacto en contrario. Las idas mento de la garantía, quedaron exclui-
y venidas del Congreso de la Repú- das de sus alcances.
blica en relación a la garantía sábana
determinará que actualmente exis- Aun cuando la Ley Nº 27851 restitu-
tan hasta tres regímenes diferentes de yera la validez de las garantías sábana
garantías frente a las empresas del Sis- –con las diferencias ya anotas– el
tema Financiero, sujetos a sus propias hecho de que tales estipulaciones se
reglas, a saber: encontraran permitidas desde la vigen-
cia de dicha Ley, no implicaba que
Garantías otorgadas a favor de recobraran vigencia los pactos rela-
empresas del Sistema Financiero tivos a garantía sábana que devinie-
antes del 10 de marzo de 2002. ron nulos al entrar en vigencia la Ley
Las garantías sábanas otorgadas bajo Nº 27682. En otras palabras, la nulidad
el imperio del artículo 172 de la Ley de sobreviniente de los efectos sábana de
Bancos, versión original, constituyen las garantías constituidas hasta el 10 de
acuerdos válidos y exigibles hasta el marzo de 2002 es permanente.
10 de marzo de 2002, fecha en la cual Garantías constituidas a favor de
entró en vigencia la Ley Nº 27682. Por empresas del sistema financiero des-
consiguiente, las obligaciones presen- pués del 10 de marzo de 2002.
tes y futuras, directas e indirectas del
deudor o del constituyente de la garan- Estas garantías se constituyeron bajo
tía sábana, nacidas desde la fecha en el imperio del artículo 172 de la Ley
que esta fue otorgada hasta el 10 de de Bancos, modificado por la Ley
marzo de 2002, quedaron comprendi- Nº 27682 que, como hemos expre-
das dentro de los alcances de la garan- sado, prohibió la garantía sábana al
tía sábana otorgada. Desde el 10 de señalar que las garantías constituidas
marzo de 2002, fecha en que entró a favor de empresas del sistema finan-
en vigor la Ley Nº 27682, los efectos ciero solo podrían respaldar el cumpli-
sábana de las garantías preexistentes miento de las obligaciones y deudas
devinieron nulos por ser contrarios a expresamente asumidas para con ellas
una norma de orden público. por quien las otorgara; dejando fuera
de sus alcances a las demás obligacio-
Como quiera que esta Ley no tuvo nes presentes o futuras directas o indi-
efectos retroactivos, no afectó en rectas no estipuladas expresamente.
modo alguno los efectos sábana de las
garantías otorgadas con anterioridad a Por consiguiente, las garantías nacidas
la misma, efectos que continuaron pro- bajo el imperio de la Ley Nº 27682 no
duciéndose hasta el 10 de marzo. tienen efectos sábana. Estas garantías
no adquirirán automáticamente efec-
A partir de dicha fecha, los efec- tos sábana por el hecho de que la Ley
tos sábana de las garantías constitui- Nº 27851, publicada el pasado 22 de
das con anterioridad cesaron, subsis- octubre, permite nuevamente el pacto
tiendo dichas garantías únicamente en ese sentido.
para respaldar el cumplimiento de las
obligaciones nacidas con anterioridad Para que las garantías antes señaladas
al 10 de marzo de 2002, así como de adquieran esa característica, tendría
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en una inacción, una prestación incor- una fase necesaria en la vida de la obli-
pórea, que solo puede apreciarse por gación. El vínculo obligatorio no está
no haberse producido su antípoda: la destinado a perdurar indefinidamente
acción”23. iv) Obligaciones alternati- (...) El modo normal de extinción es el
vas: La obligación alternativa es aque- cumplimiento (pago), ya que la obli-
lla de objeto plural, esto es de dos o gación es un vínculo que constriñe a
más prestaciones, por la cual el deudor cumplir. Pero esto último no es regla
se encuentra obligado a la ejecución tan inflexible que no consienta varian-
completa de solamente alguna de ellas. tes, y así la ley instituye otros modos
v) Obligaciones facultativas: Son las de extinción que funcionan con pres-
que tienen por objeto una cosa deter- cindencia del cumplimiento”24.
minada, pero se le concede al deudor la El Pago.- Como una de las formas de
facultad de pagar con esta cosa debida extinción de las obligaciones, Gutiérrez
o con otra cosa que se designa en el Camacho25 refiere que: “Pago y cum- Pago y
título constitutivo de la obligación. plimiento son sinónimos; tanto en len- cumplimiento
como
vi) Obligaciones divisibles: Son aque- guaje técnico como en lenguaje vul- sinónimos
llas cuyo cumplimiento se puede dar gar suelen ser usados indistintamente
de manera parcial, es decir, que puede y a menudo el pago suele ser definido
ser dividido sin afectar o alterar el apelando al cumplimiento, y este, a su
valor de la obligación. vii) Obligacio- turno, es definido como la ejecución
nes indivisibles: La obligación indivi- de la prestación”; asimismo, Romero
sible es aquella que no permite un frac- Zavala26 señala que: “el pago es una de
cionamiento, por lo que la obligación las formas de extinción de las obliga-
ha de cumplirse en su totalidad, como ciones, obviamente el de mayor impor-
un todo, de manera unitaria. viii) Obli- tancia. Si consideramos a la extinción
gaciones mancomunadas: Se pre- como el género, el pago es la espe-
senta esta clase de obligación cuando cie, de manera que todo pago significa
varios sujetos tienen una relación civil; extinción pero no toda extinción se pro-
una característica importante es que duce por el pago. El pago, por otro lado,
son relaciones pluripersonales ya que no pertenece a la fase de la celebra-
hay varios deudores hacia un acreedor ción sino a la de la ejecución. Con el
o varios acreedores y varios deudo- pago se ejecuta la obligación, empero
res. ix) Obligaciones solidarias: Son son conceptos sinónimos, ejecución y
obligaciones con pluralidad de sujetos, pago, a lo que podríamos agregar el
que consiste en que existiendo varios término solutio del Derecho Romano.
deudores o acreedores, de una pres- También debemos precisar que el pago
tación que, pudiendo ser divisible, se es la ejecución voluntaria de la obli-
puede exigir a cada uno de los deudo- gación. El deudor es consciente de su
res o acreedores por el total de ella, de deber, debe una prestación determinada,
manera que efectuado o recibido por por lo tanto, al vencimiento del plazo
uno de ellos, extingue toda la obliga- cumple voluntariamente. Esta precisión
ción respecto del resto. conceptual es importante porque se da
también una ejecución forzosa, y esta
Extinción de las obligaciones.- “El es la que se produce cuando el acreedor
momento de la extinción representa acude a los medios legales pertinentes
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Artículo 52.- El Banco propicia que las tasas de interés de las operaciones del Sistema Finan-
ciero sean determinadas por la libre competencia, dentro de las tasas máximas que fije para ello
en ejercicio de sus atribuciones. Excepcionalmente, el Banco tiene la facultad de fijar tasas de
intereses máximos y mínimos con el propósito de regular el mercado.
41 Artículo 9.- Libertad para fijar intereses, comisiones y tarifas
Las empresas del sistema financiero pueden señalar libremente las tasas de interés, comisiones
y gastos para sus operaciones activas y pasivas y servicios. Sin embargo, para el caso de la fija-
ción de las tasas de interés deberán observar los límites que para el efecto señale el Banco Cen-
tral, excepcionalmente, con arreglo a lo previsto en su Ley Orgánica. La disposición contenida
en el primer párrafo del artículo 1243 del Código Civil no alcanza a la actividad de intermedia-
ción financiera. Las empresas del sistema de seguros determinan libremente las condiciones de
las pólizas, sus tarifas y otras comisiones. Las tasas de interés, comisiones, y demás tarifas que
cobren las empresas del sistema financiero y del sistema de seguros, así como las condiciones
de las pólizas de seguros, deberán ser puestas en conocimiento del público, de acuerdo con las
normas que establezca la Superintendencia.
42 FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, César. Código Civil comentado. Tomo VI, Gaceta Jurídica,
2007, p. 423.
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60. Si a Cofide se le cedió un pagaré, Por las razones expuestas, los suscritos
el único derecho que puede ejercitar en Jueces Supremos participantes en este
este proceso es el derecho cartular (y Pleno Casatorio de la Corte Suprema
no el de la causa de la emisión que no de Justicia de la República, presentes
se le cedió), siendo que para ejercitar en la vista de la causa, de conformidad
su derecho cartular, tiene que presen- con la norma prevista en el artículo
tar en original (por lo demás oportuna- 400 del Código Procesal Civil, vota-
mente protestado). mos en el siguiente sentido:
61. El “estado de situación por ope- Primero.- Declaramos FUNDADO el
ración” de fojas cincuenta y cinco, recurso de casación interpuesto por la
señala que el “contrato” es el Nº 093- ejecutada AURA VIOLETA SALAS
1574, es decir, el pagaré, no hay indi- GONZALES mediante escrito de fojas
cación de la moneda; la tasa de interés trescientos cincuenta y uno, y en con-
compensatorio es del 34.49%, lo que secuencia, CASAMOS la resolución
evidencia que se ha anualizado la tasa de vista de fojas trescientos cuarenta
de interés puesta en el pagaré (2.5% y cuatro, su fecha dos de mayo de
mensual), pero con la regla de inte- dos mil doce, declaramos INSUBSIS-
rés compuesto y no simple, es decir, TENTE la resolución apelada de fojas
ya hay evidencia de anatocismo pro- doscientos noventa y siete, así como
hibido; las cantidades liquidadas por NULO todo lo actuado hasta fojas
intereses son antojadizas ya que ni setenta y nueve, debiendo el juez de
siquiera aplicando capitalización de la causa emitir nueva resolución que
intereses se obtienen tales sumas; ade- se pronuncie sobre la procedencia de
más, la supuesta fecha de vencimiento la ejecución de garantía demandada,
(veintiocho de febrero de dos mil seis), requiriendo previamente a la parte eje-
puesta en ese documento evidencia un cutante, CORPORACIÓN FINAN-
encubrimiento de la prescripción de la CIERA DE DESARROLLO-COFIDE,
acción cartular del pagaré. la presentación del original del Pagaré
debidamente protestado emitido por la
62. Nada de ello ha sido advertido por parte ejecutada con fecha 31 de agosto
el a quo y el ad quem, que han hecho de 1998 a favor de Norbank, Banco
una suerte de acto de fe del “estado” Regional, correspondiente a la Ope-
de la situación de la operación presen- ración Nº 093-1574 objeto de cesión
tada por Cofide con su demanda, por a favor de CORPORACIÓN FINAN-
demás inconsistente, prima facie, que CIERA DE DESARROLLO, así como
presentaba ese “estado de operación” de un estado de cuenta de saldo deu-
(que en setecientos sesenta y dos días, dor, suscrito por apoderado de la enti-
o sea poco más de dos años, una obli- dad ejecutante con facultades para
gación por el monto de veintidós mil liquidación de operaciones; estado de
quinientos ochenta y siete nuevos soles cuenta que debe contener cronológica-
con cincuenta y seis céntimos de nuevo mente detallados los respectivos car-
sol –S/. 22,587.56– creció exponencial- gos y abonos desde el nacimiento de la
mente a trecientos once mil novecientos relación obligatoria hasta la fecha de la
quince nuevos soles con sesentiún cén- liquidación; así como el certificado de
timos de nuevo sol –S/. 311,915.61–). gravamen correspondiente.
63. En virtud a lo expuesto, debe Segundo.- Asimismo, DECLARA- Doctrina
jurispru-
declararse fundado el recurso y decla- MOS que constituyen precedentes dencial
rarse nulo todo lo actuado hasta que se judiciales vinculantes: vinculante
600
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
601
Sexto Pleno Casatorio Civil
602
Precedente judicial vinculante sobre el saldo deudor en la ejecución de garantías
603
SÉTIMO PLENO CASATORIO CIVIL
Precedente judicial vinculante
sobre la procedencia de la tercería
de propiedad frente al embargo inscrito
(El Peruano, 7 de diciembre de 2015)
CASACIÓN Nº 3671-2014-LIMA
y al artículo 21 de la Convención Ame-
ricana sobre Derechos Humanos.
Demandante : Miriam Ivonne Hermida Clavijo III.4.1. El amparo supralegal del cré-
dito y de la propiedad.
Representada III.4.2. El rol del fundamento 219 del
por : Gloria Esther Hermida Clavijo caso Tibi vs. Ecuador en la resolución
Demandados : Jesús Esther Tambini Miranda del problema de este Pleno Casatorio
Civil.
Desarrollos Siglo XXI Sociedad
Anónima Abierta IV. Las posturas enfrentadas en la jurisprudencia
y la doctrina
Materia : Tercería de propiedad
IV.1. Argumentos en favor de la propiedad
Vía procedimental : Abreviado no inscrita
a) El carácter absoluto del derecho de
Sumario: propiedad y solo relativo del derecho
de crédito.
I. Resumen del proceso b) La inaplicabilidad de la regulación
registral por mandato del legislador.
II. La justificación del Pleno Casatorio y delimi-
tación de la cuestión jurídica que habrá que IV.2. Argumentos en favor del crédito
dilucidar inscrito
a) La normativa registral es aplicable
III. Planteamiento del problema por ser parte del Derecho común.
III.1. El problema central es la determina- b) La protección erga omnes del dere-
ción del sentido más apropiado para cho de crédito.
la segunda parte del artículo 2022 del V. Las opiniones de los amicus curiae.
Código Civil.
III.2. La inaplicabilidad de la primera parte VI. Análisis crítico
del artículo 2022 del Código Civil. VI.1. La protección extracontractual de los
III.3. La inaplicabilidad de otras normas con derechos reales y de crédito.
rango de ley. VI.2. La interpretación objetiva de la
III.4. Los aspectos supralegales del problema: segunda parte del artículo 2022 del
el debate sobre el rol que le corres- Código Civil.
ponde al artículo 70 de la Constitución a) Premisa.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
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En efecto, con frecuencia ocurre que, “uno de los temas más conflictivos en
de un lado, se traba embargo sobre sede judicial se produce cuando un
un bien que figura inscrito a nombre acreedor traba embargo judicial sobre
del deudor demandado y, de otro lado, un inmueble que en el registro aparece
un tercero, que alega ser el propieta- todavía a nombre de su deudor, pero que
rio pero en virtud de una adquisición en la realidad jurídica ya fue transferido
que no inscribió, plantea una terce- a un tercero, aunque este no ha inscrito
ría de propiedad para levantar aquel su derecho. En tal caso nos encontra-
embargo. La doctrina ha planteado esta mos ante dos posibilidades contrapues-
situación en los siguientes términos: tas: la del acreedor que desea ejecutar
Se ha sostenido que la cuestión de el bien, aun cuando la propiedad ya se
fondo en los procesos de tercería de ha transmitido y él ignora esa circuns-
propiedad no es la probanza del derecho tancia; y en el otro extremo se encuen-
no inscrito que alega el demandante, tra el propietario que no inscribió, pero
sino fundamentalmente si ese derecho, cuenta con título en documento feha-
de haberlo, es o no oponible al acreedor ciente de fecha anterior, por lo que se
ejecutante que ha inscrito un embargo a niega a perder su derecho a consecuen-
su favor, es decir una cuestión de Dere- cia de una deuda ajena”3.
cho sustantivo, antes que de Derecho La falta de uniformidad de criterios en
Procesal1. Se ha afirmado, en este sen- las diferentes instancias judiciales ha
tido también, que el problema de Dere- sido destacada por la doctrina también.
cho sustantivo involucrado en la terce- Así, ya en la década pasada se decía
ría excluyente de dominio sobre bienes que “es una vieja discusión la que hoy
inscritos, bien puede ser resumido en la nos ocupa. Existen posiciones con-
siguiente pregunta que refleja un con- trarias a nivel de la Corte Suprema,
flicto de derechos: “¿Qué debe preva- pues una de las Salas le da preferen-
lecer en caso de conflicto, el embargo
cia al embargo inscrito, mientras que la
inscrito o la propiedad no inscrita?”2.
otra lo hace, en línea con la ejecutoria
También se ha planteado la cuestión comentada, a la propiedad no inscrita,
bajo un enfoque de oponibilidad de situación que, por cierto, bien amerita
derechos, cuando se ha aseverado que la convocatoria a un Pleno Casatorio”4.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
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11 A propósito de las decisiones de nuestro Tribunal Constitucional, se ha dicho que la ratio deci-
dendi consiste en aquella parte de la sentencia en la que se “expone una formulación general
del principio o regla jurídica que se constituye en la base de la decisión específica, precisa o
precisable, que adopta el Tribunal Constitucional”. Mientras que obiter dicta es “aquella parte
de la sentencia que ofrece reflexiones, acotaciones o apostillas jurídicas marginales o aleatorias
que, no siendo imprescindibles para fundamentar la decisión adoptada por el Tribunal Cons-
titucional, se justifican por razones pedagógicas u orientativas, según sea el caso en donde se
formulan” (CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “La jurisprudencia vinculante del Tribunal Consti-
tucional”. En: AA.VV. La ciencia del Derecho procesal constitucional. Estudios en homenaje
a Héctor Fix-Zamudio en sus cincuenta años como investigador del Derecho. Tomo V, Univer-
sidad Autónoma de México, México, D. F., 2008, p. 624.
12 Las dieciséis sentencias en casación citadas, que versan sobre procesos de tercería de propie-
dad sobre bienes inscritos, han sido objeto de análisis doctrinal por distintos autores, todos los
cuales están de acuerdo en entender que, en todas ellas, la cuestión fundamental a dilucidar se
refiere a la más adecuada interpretación de la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil,
toda vez que se trata siempre de un conflicto de derechos de distinta naturaleza: el derecho de
propiedad (no inscrito) del tercerista y el crédito (inscrito) del acreedor embargante. Así, para
las sentencias en casación citadas con los numerales i), iii), iv), v), vi), viii), x), xi), xii) y xiii),
puede verse a NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Ob. cit., p. 21 y ss. Para la sentencia en casa-
ción citada en el numeral ii), puede verse a GALLARDO NEYRA, María del Carmen y FER-
NÁNDEZ PAREDES, Jorge. “Estudio sobre el recurso de casación en el proceso civil. A once
años de su entrada en vigencia”. En: Cuadernos de Investigación y Jurisprudencia. Año 3,
Nº 7, Centro de Investigaciones del Poder Judicial, Lima, enero-marzo de 2005, p. 307. Para la
sentencia en casación citada en el numeral vii), puede verse a RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
Ob. cit., p. 122. Para la sentencia en casación citada en el numeral xv), puede verse a GON-
ZALES BARRÓN, Gunther. “¿Hasta cuándo seguiremos engañándonos con una inscrip-
ción como panacea para todos los males?”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 232, Gaceta Jurí-
dica, Lima, marzo de 2013, p. 80. Para esta misma sentencia, puede verse también a CALLE
TAGUCHE, Ricardo. “La tercería de propiedad a propósito de una reciente decisión de nues-
tra Corte Suprema”. En: Actualidad Jurídica. Nº 239, Gaceta Jurídica, Lima, octubre de 2013,
p. 112 y ss. Por último, para la sentencia en casación citada en el numeral xvi), puede verse la
nota periodística especializada de CERNA DE LUCIO, Rosa. “Corte Suprema: embargo ins-
crito prevalece sobre propiedad no registrada”. En: <http://laley.pe/not/1785/corte-suprema-
embargo-inscrito-prevalece-sobre-propiedad-no-registrada/> (consultado el día 6 de octubre
de 2015). Se ha dicho que en estos procesos resaltan los intereses de grandes entidades finan-
cieras: “la tesis proembargo favorece a los bancos. Así de simple” (GONZALES BARRÓN,
Gunther. “El embargo como supuesto ‘derecho real’ y otros temas. Estudios de doctrina y
metadoctrina”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 26, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de
2015, p. 43). Es el caso, sin embargo, que la realidad jurisprudencial revela que esta afirmación
dista de ser correcta. Basta revisar las sentencias citadas para caer en la cuenta de que es escasa
la participación de los bancos en estos procesos judiciales. De hecho, el caso particular que es
materia del presente Pleno Casatorio, tiene como tercerista a una empresa inmobiliaria y, en la
posición de acreedor embargante, a una persona natural.
13 Resolución del Consejo Nacional de la Magistratura Nº 120-2014-PCNM, fundamento 5.
14 Resolución del Consejo Nacional de la Magistratura Nº 120-2014-PCNM, fundamento 8.
15 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Ob. cit., p. 89: “No cabe duda de que es un deber de los
señores jueces supremos tratar de analizar lo que se ha escrito en torno al asunto materia de un
pleno casatorio y exponer las razones por las cuales adopta una u otra posición, dejando de lado
otra. Si bien es valedero defender nuestras opiniones con firmeza y respeto, no puede negarse
que nadie puede pretender ser dueño de la verdad. Por eso, en un tema polémico, al final del día
lo importante no es qué posición de adopte, sino que se adopte con la debida fundamentación”.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
19 Materiales de Trabajo. Tema Nº 3, Pleno Jurisdiccional Nacional Civil, Poder Judicial, Lima,
2012, p. 397.
20 GONZALES BARRÓN, Gunther. “¡Lo mío es tuyo! Crítica a la doctrina, ilegal e inmoral, por
la cual las deudas de unos se pagan con los bienes de otros: análisis y crítica jurisprudencial”.
Ob. cit.
21 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Ob. cit., p. 12.
22 RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. Ob. cit., p. 123.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
que regula una colisión o conflicto entre estos derechos no es aquella que describe el contenido
de los mismos, sino la que indica específicamente cuál debe imponerse: “Si las dos clases de
derechos se simbolizan por a y b, entonces son posibles tres tipos de colisiones, a saber: a-a, b-b
y a-b, y c” (ROSS, Alf. Sobre el Derecho y la Justicia. Traducción de Genaro Carrió. Eudeba,
Buenos Aires, 1997, pp. 245 y 246).
32 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Una ley publicada la semana pasada le da el ‘tiro de gracia’
a la tesis proembargo”. Ob. cit.
33 La doctrina danesa citada señala que los tres conflictos de derechos mencionados (nota 31),
a menudo, se solucionan con base en principios diferentes, pero “esto no significa que haya
alguna necesidad lógica tras la correlación, ni que las reglas sobre protección dinámica sean
las mismas en todos los sistemas jurídicos” (ROSS, Alf. Ob. cit., p. 246). En otros términos,
aunque el principio de responsabilidad patrimonial tenga validez en todos los sistemas legales
occidentales, ello no significa que las reglas de colisión entre crédito y derecho real sean las
mismas en tales sistemas legales. Ergo, el principio de responsabilidad patrimonial nada indica
en torno al conflicto en mención.
34 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. ¡“Strike” jurídico!: ¿realmente hay 18 normas en favor de
la propiedad no inscrita? Ob. cit.
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35 ARIAS-SCHREIBER PEZET, Max. Exégesis. Tomo II, Normas Legales, Lima, 2011, p. 107.
36 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Una ley publicada la semana pasada le da el ‘tiro de gra-
cia’ a la tesis proembargo”. Ob. cit.: “Como si todos estos fundamentos no fueran suficientes,
y claramente lo son, resulta que el 9 de setiembre de 2015 se publicó el Decreto Legislativo
Nº 1196, que, entre otras normas, modificó el artículo 7.4 de la Ley Nº 28364, sobre el contrato
de capitalización inmobiliaria, por el cual, las entidades financieras y empresas de capitaliza-
ción podrán levantar los embargos sobre inmuebles, con solo presentar el formulario de dicho
contrato (FUCI), y no la inscripción”.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
37 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Sistema de Derecho Civil. 6ª edición, Vol. III, Tec-
nos, Madrid, 1977, p. 329.
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38 GONZALES BARRÓN, Gunther. “¡Lo mío es tuyo! Crítica a la doctrina, ilegal e inmoral, por
la cual las deudas de unos se pagan con los bienes de otros: análisis y crítica jurisprudencial”.
Ob. cit., p. 39.
39 AVENDAÑO VALDEZ, Juan Luis. Ob. cit., p. 22.
40 GONZALES BARRÓN, Gunther. “El embargo como supuesto ‘derecho real’ y otros temas.
Estudios de doctrina y metadoctrina”. Ob. cit., p. 38.
41 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Sobre la paradoja de crear derechos a partir del embargo
de bienes ajenos”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 14, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de
2014, pp. 87 y 88.
42 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Sobre la paradoja de crear derechos a partir del embargo de
bienes ajenos”. Ob. cit., p. 88.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
43 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Sobre la paradoja de crear derechos a partir del embargo de
bienes ajenos”. Ob. cit,. p. 88.
44 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Propiedad no inscrita vs. embargo inscrito: El legislador
procesal acaba de ratificar la solución dada por el Código Civil. Algunas notas en respuesta a
cierta clase de teóricos”. Ob. cit., p. 65.
45 De este modo, ante la opinión según la cual “la oponibilidad deberá estar dada por la publici-
dad que se le da a la relación jurídica, y en el caso de los derechos sobre inmuebles esa publici-
dad le da el registro” (AVENDAÑO ARANA, Francisco. “Conflicto entre el embargo y la pro-
piedad”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Nº 149, Gaceta Jurídica, Lima, febrero de 2011,
p. 80), la doctrina que se viene citando afirma que esta opinión incurre “en un mayúsculo error,
pues el acto ejecutivo de embargo no es derecho” (GONZALES BARRÓN, Gunther. “Sobre la
paradoja de crear derechos a partir del embargo de bienes ajenos”. Ob. cit., p. 88).
46 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Una ley publicada la semana pasada le da el ‘tiro de gracia’
a la tesis proembargo”. Ob. cit., donde se afirma expresamente que la segunda parte del artículo
2022 del Código Civil es aplicable al problema objeto de análisis.
47 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. “La supremacía constitucional del crédito inscrito sobre la
propiedad no inscrita”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil. Nº 26, Gaceta Jurídica, Lima, agosto
de 2015, p. 65.
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No debe olvidarse de que “la esencia se concluye que “el derecho de crédito
de las instituciones procesales, en con- y el derecho de propiedad, civilmente
secuencia, no es otra que ser instru- entendidos, tienen amparo constitucio-
mento –de carácter necesario– para la nal en el artículo 70 de nuestra Cons-
efectiva realización de las situaciones titución, así como tutela internacional
La vincu- jurídicas materiales”48. En consecuen- en el artículo 21 de la Convención. Se
lación del
derecho de cia, no puede entenderse al embargo incurre en una inexactitud muy grave
crédito y el de forma separada, independiente si se piensa que el tercerista de pro-
embargo
o “divorciada” del derecho de cré- piedad es el único protegido por estos
dito del acreedor que ha embargado. dispositivos normativos. El acreedor
Por esta misma consideración, como embargante, al ser titular de un dere-
se recordará, no se acepta considerar cho de crédito, también se encuentra
que estamos ante un conflicto entre dos protegido por tales dispositivos”50.
derechos reales, de tal suerte que es
aplicable la primera parte del artículo En idénticos términos se ha expresado
2022 del Código Civil. la doctrina que opina lo siguiente:
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
No puede negarse que el fundamento Por tales razones, no cabe más que
219 de la sentencia del caso Tibi vs. ratificar la idea ya expuesta, según la
Ecuador se refiere a un conflicto de cual la normativa constitucional y de
derechos, indicando que el conflicto derechos humanos no establece explí-
debe dirimirse con base en un criterio citamente ninguna primacía de alguno
registral. Hay que reconocer también de los derechos en conflicto. Por el
que no es acertada la doctrina, ya citada, contrario, la doctrina y jurispruden-
que ha pretendido desaplicar este funda- cia señalan que tales derechos osten-
mento alegando que no estamos ante un tan idéntica tutela a nivel de la Consti-
conflicto de derechos, sino ante la coli- tución y de la Convención Americana
sión de un derecho frente a una medida sobre Derechos Humanos. Y esta con-
judicial provisional. Es menester recal- clusión debe ser tenida en cuenta por el
car que estamos ante un conflicto de operador jurídico a todo nivel, en vir-
derechos de naturaleza diversa. tud del principio de unidad de la Cons-
titución. Como explica una atenta doc-
Sin embargo, no se puede compartir la trina55, conforme a este principio, la
opinión que considera que dicho fun- interpretación de la Constitución debe
damento respalda directamente la pos- estar orientada siempre a preservar la
tura del acreedor embargante frente unidad de la Constitución como punto
al propietario no inscrito. Y aquí este de partida de todo ordenamiento jurí-
Supremo Tribunal no incurre en nin- dico, para lo cual debe ser considerada
guna contradicción. Por el contrario, como un “todo” armónico y sistemá-
no escapa al criterio de este Colegiado tico, a partir del cual se organiza el sis-
que el fundamento 219 de la sentencia tema jurídico en su conjunto.
del caso Tibi vs. Ecuador, si bien favo-
rece la inscripción registral como cri- Ahora bien, la solución a la cues-
terio dirimente de conflicto de dere- tión medular de este Pleno Casatorio
chos, no es más que un obiter dicta. Civil, por las razones expuestas, debe Los derechos
reales no
El caso Tibi La razón por la que esto es así es bas- hallarse a nivel legal. Por lo tanto, se son mejores
vs. Ecuador que los
no trata un tante simple: el caso Tibi vs. Ecuador no comparte la postura que afirma que, en personales
tema de versa sobre un caso de tercería de pro- realidad, “no son mejores los derechos
tercería
piedad, ni de conflicto de derechos entre reales que los personales, ni viceversa.
sujetos privados. El caso resuelto por Las relaciones patrimoniales tienen
la Corte Interamericana de Derechos como eje fundamental el interés mate-
Humanos es esencialmente diverso: se rial o beneficio que los sujetos preten-
refiere a la responsabilidad internacio- den satisfacer a través de objetos eco-
nal de un Estado (Ecuador) por la inde- nómicamente relevantes”56.
bida privación de libertad del ciudadano
francés Daniel David Tibi. Si bien este IV. LAS POSTURAS ENFRENTADAS
caso involucra la propiedad privada, EN LA JURISPRUDENCIA Y LA
no es menos cierto que un conflicto de DOCTRINA
derechos privados no es materia de este
caso. Consecuentemente, el fundamento
IV.1. Argumentos en favor de la
219 de la sentencia respectiva está lejos
propiedad no inscrita
de constituir una ratio decidendi y, por
eso mismo, no puede resultar determi- Los argumentos que la doctrina y la
nante para establecer una regla gene- jurisprudencia han empleado para
ral vinculante sobre los conflictos de defender la primacía del derecho de
derechos. propiedad no inscrito son bastante
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
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61 Ídem.
62 GONZALES BARRÓN, Gunther. “La inútil doctrina sobre la tutela aquiliana del crédito.
Réplica, y punto final, a un reciente artículo que intenta demostrar la cuadratura del círculo”.
Ob. cit., p. 48.
63 Ibídem, p. 50.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
(GONZALES BARRÓN, Gunther. “El embargo como supuesto ‘derecho real’ y otros temas”.
Ob. cit., p. 30). La incertidumbre no deriva, de ninguna manera, de un solo pronunciamiento.
Hay, como es evidente, varios pronunciamientos casatorios en sentido contradictorio.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
cuyo título ha sido inscrito prime- ser oponible entre las partes del
ramente, por lo que en el presente contrato, porque para ser opuesta
caso debe preferirse el embargo a los terceros debe publicitarse
inscrito a favor de la codemandada en el registro, tratándose de bie-
Silvia Maricela Neciosup Morales, nes inscritos; que solo tratándose
que ha sido registrado con anterio- de bienes no inscritos, la antigüe-
ridad al derecho alegado por la ter- dad de los actos jurídicos celebra-
cerista. Es más, el numeral 2016 dos resulta relevante para deci-
del citado Código Civil, concor- dir la preferencia de los derechos
dante con el principio señalado generados por ellos, según las nor-
anteriormente, prevé que la priori- mas del Derecho común y no las
dad en el tiempo de la inscripción que regulan el Derecho Registral.
determina la preferencia de los Quinto.- Que, respecto a la denun-
derechos que otorga el registro. De cia de infracción normativa proce-
lo contrario no tendría sentido este sal - citada en el literal c) en cuanto
principio registral”. a la Casación Nº 2285-2001, debe
señalarse que las ejecutorias supre-
Finalmente, de la mencionada Casa- mas dictadas a la fecha no cons-
ción Nº 4448-2010-Arequipa se puede tituyen precedente judicial, al no
extraer una idea importante: el embar- haber sido expedidas con las for-
gante es un tercero interesado, de malidades exigidas por el artículo
modo que si se le pretende oponer la cuatrocientos del Código Procesal
adquisición de un derecho de propie- Civil, en consecuencia la denuncia
dad, la misma debería haberse inscrito es inviable”.
oportunamente. En ese orden de ideas,
si el bien se encuentra inscrito debe b) La protección erga omnes del
someterse a la regulación registral. Lo derecho de crédito
contrario solo se justifica en sede de Como ya se adelantó, se ha sostenido
bienes no inscritos: que el derecho de crédito, tal como le
ocurre al derecho real, se encuentra
“Cuarto.- Que, el Colegiado
amparado por la tutela extracontrac-
Superior, ha confirmado la ape-
tual o erga omnes. Afirmación que se
lada, considerando que tratándose
encontraría amparada en la doctrina
de bienes registrados son de apli-
y jurisprudencia europea. Así, se ase-
cación los principios y normas de
vera que “prestigiosa doctrina italiana
Derecho Registral contenidos en
afirma también que sí es posible que
el Código Civil, en consecuencia,
terceros lesionen el derecho de cré-
en el caso de autos se determina dito, agregando que la jurisprudencia
que el derecho de cautela judicial italiana se ha pronunciado a favor de
anotado en el registro tiene prio- brindar tutela al acreedor en caso de
ridad sobre el derecho de propie- lesión culposa o dolosa por parte de un
dad de cualquier otro derecho ins- tercero”68.
crito, tanto más sobre un derecho
que no ha sido inscrito nunca; que Bajo esta línea de argumento, siguién-
la eficacia alegada por los esposos dose a doctrina europea, se afirma que
terceristas del contrato de compra- hay una serie de casos en los que la
venta privado del año mil nove- protección extracontractual del dere-
cientos noventa y cinco solo puede cho de crédito no admite duda:
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69 Ibídem, p. 634.
70 Ibídem, pp. 634-635.
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71 RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. “Crónica del VII Pleno Casatorio Civil”. En: Actualidad Civil.
Vol. 13, Instituto Pacífico, Lima, julio de 2015, pp. 372-375.
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esta figura y actualizar nuestras ten- no significa otra cosa que admitir la
dencias jurisprudenciales, de acuerdo vigencia de la figura de la tutela aqui-
con los avances de la doctrina más liana del crédito.
actual.
No parece correcto tampoco soste- VI.2. La interpretación objetiva de
ner que la denominada acción subro- la segunda parte del artículo
gatoria, o una acción similar u aná- 2022 del Código Civil
loga, explica los supuestos de tutela
aquiliana del crédito. Al respecto, se a) Premisa
ha dicho: Es deber del juez aplicar la ley, aten-
“¿Cómo es eso de similar u aná- diendo a los mecanismos de interpre-
loga? ¿Es o no es un caso de apli- tación que proporciona la teoría de la
cación de acción oblicua? Si es interpretación jurídica. En este caso,
una acción solamente parecida a la cuando la voluntad de la ley es patente,
oblicua, entonces ¿Qué acción es? como se puede colegir, el juez debe
¿Cómo se denomina? seguirla, al margen de si su conte-
nido sea agradable o no agradable a la
A decir verdad, como bien señaló opinión del propio juez. No estamos,
Galgano, la acción subrogatoria no nótese bien, en un sistema político
tiene aplicación en este caso por- donde los jueces sean gobernantes,
que al ser la prestación imposible, con base en decisiones propias. Esta-
la relación obligatoria se extin- mos en un sistema que es un Estado de
gue (art. 1316 del CC) y, en conse- Derecho, donde debe imperar la volun-
cuencia, el afectado por el tercero tad de la ley, y no la voluntad de las
pierde la calidad de deudor. Si no personas.
existe obligación, ¿de qué acción
subrogatoria u oblicua puede Esta afirmación, desde luego, no
hablarse?”77. implica negar la posibilidad de que
las normas puedan ser interpretadas de
Por último, no escapa al criterio de múltiples maneras. La interpretación
este Supremo Tribunal el hecho de no es, muchas veces, una tarea sim-
que la opinión que ha negado la tutela ple, precisamente por ello la teoría de
aquiliana del crédito, ha terminado por la interpretación jurídica tiene áreas
aceptarla implícitamente. Como se bastante complejas. Sin embargo, tam-
recordará, esta opinión no puede evitar bién es verdad que la ley, o la volun-
reconocer que todos los derechos sub- tad de la ley (en un sentido objetivo,
jetivos tienen una tutela resarcitoria, lo más allá de la “mítica” voluntad sub-
que resulta incompatible por completo jetiva del legislador), muchas veces
con la tesis que defiende la distin- pueden presentarse de forma un tanto
ción entre derechos absolutos y dere- lineal y clara. A juicio de los jueces
chos relativos. Esta parte de la premisa que suscriben la presente resolución,
según la cual los derechos relativos, este es el caso de la segunda parte del
por no poder ser opuestos a la gene- artículo 2022 del Código Civil, donde
ralidad de sujetos, no son materia se advierte que el legislador ha preten-
Todos los de protección extracontractual. Por lo dido solucionar el conflicto de dere-
derechos
subjetivos tanto, reconocer, de alguna forma al chos de diferente naturaleza con base
tienen tutela menos, que todos los derechos subje- en la no aplicación de los principios de
extracon-
tractual tivos tiene una tutela extracontractual, Derecho Registral.
644
Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
645
Sétimo Pleno Casatorio Civil
80 Ibídem, p. 30.
81 Ibídem, p. 32.
82 BETTI, Emilio. Ob. cit., p. 34.
83 Ibídem, p. 35.
646
Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
84 ALEXI, Robert. El concepto y la validez del Derecho. Traducción española de Jorge Seña.
Gedisa, Barcelona, 1994, p. 14.
85 CANARIS, Claus-Wilhem. Función estructura y falsación de las teorías jurídicas. Traducción
española de Daniela Brückner y José Luis De Castro. Civitas, Madrid, 1995, p. 114 y ss.
86 Ibídem, pp. 114-117.
87 POSNER, Richard. “El análisis económico del Derecho en el common law, en el sistema
romano-germánico, y en las naciones en desarrollo”. Traducción española de Enrique Pasquel.
En: Revista de Economía y Derecho. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Lima,
Invierno 2005, p. 14.
88 TARELLO, Giovanni. L´interpretazione dela legge. Giuffré, Milán, 1980, p. 120.
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89 BULLARD GONZALES, Alfredo. “La resolución huachafa, o de cómo usar el legalismo para
matar la legalidad”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Gaceta Jurídica, Lima, setiembre de
2003, p. 46.
90 BETTI, Emilio. Ob. cit., p. 261.
91 BIANCA, Massimo. Diritto civile. Tomo I, Giuffré, Milán, 1990, p. 101.
92 Ibídem, p. 101.
93 Ibídem, p. 103.
94 TARELLO, Giovanni. Ob. cit., p. 37.
95 FIGUEROA MEJÍA, Giovanni Azael. “La presunción de constitucionalidad de la ley como crite-
rio jurisprudencial. Especial análisis del caso mexicano”. En: AA.VV. Constitucionalismo. Dos
siglos de su nacimiento en América Latina. Universidad Autónoma de México, México D. F.,
p. 264.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
96 NINO, Carlos Santiago. Introducción al análisis del Derecho. 2ª edición, Astrea, Buenos Aires,
2003, p. 281.
97 “(...) no existe ningún inconveniente para que una norma jurídica asigne a diferentes supuestos
de hecho una misma consecuencia jurídica (...) Entonces, que el segundo párrafo del artículo
2022 termine privilegiando una solución registral no implica defecto alguno. Se trata simple-
mente de diferentes supuestos de conflictos de derechos con una misma consecuencia jurídica:
la primacía del registro. Sic et simpliciter. La verdadera redundancia normativa se configura
cuando se advierten supuestos idénticos con la misma consecuencia jurídica (no se olvide que
los supuestos idénticos con diferente consecuencia jurídica, configura la famosa antinomia nor-
mativa). Pero cuando supuestos distintos tienen la misma consecuencia, no hay redundancia
de ninguna clase” (NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. “Embargo inscrito y tercería de propie-
dad”. Ob. cit., pp. 147-148).
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
común” como aquel derecho no espe- de forma nítida como en los otros
cializado. Una doctrina francesa señala casos de conflictos de derechos.
sobre el particular lo siguiente:
Por lo tanto, al aplicarse la segunda
“El Derecho común es el con- parte del artículo 2022 del Código
junto de reglas del Derecho Civil Civil, no resulta adecuado interpretar
que tiene una vocación general, que también aquí existe remisión a la
cuando estas no están separadas normativa registral, puesto que, como
por reglas especiales (...) El campo se ha venido diciendo en este apartado,
del Derecho Civil comprendía ori- es evidente que el texto de esta nor-
ginalmente prácticamente todo el mativa indica otra cosa. Por ende, se
Derecho Privado, pero la especia- tiene que aplicar una solución basada
lización en el ejercicio de ciertas en la no aplicación de reglas registra-
actividades o en la propiedad de les, dejando así de lado el principio de
ciertos bienes ha hecho que nazcan prioridad registral. De este modo, al no
ramas nuevas que se han separado ampararse al criterio registral, no cabe En los
procesos de
del Derecho Civil. Sin embargo, más que concluir que, en el marco del tercería no
eso no significa que las reglas del conflicto de derechos que se presenta se aplican
normas
Derecho Civil no sean parte del en los procesos de tercería de propie- registrales
Derecho común, sus reglas están dad, la posición del acreedor embar-
llamadas a intervenir en todas las gante no puede ser amparada, puesto
hipótesis en que su aplicación no que la misma no encuentra otro sus-
contradiga reglas especiales de una tento que no sea el Registro Público,
rama especial lejana al Derecho esto es la aplicación del principio de
Civil o, aun, en ausencia de regla prioridad registral.
contraria, cuando ellas no contra-
digan los principios esenciales o el En efecto, conforme a lo ya expuesto,
espíritu de una rama especial”98. al prescindirse del registro público
como medio de solución del conflicto
Así las cosas, puede afirmarse que el de derechos, corresponde adoptar el
Derecho Registral es una rama espe- criterio ajeno a la prioridad registral, Entre dere-
cho regis-
cializada, puesto que gran parte de que hace primar el derecho subjetivo tral y dere-
su normativa no consta en el Código alegado por el tercerista, no pudiendo cho subjetivo
prima el
Civil, sino en reglamentos y leyes el acreedor embargante imponer su segundo
especiales, motivo por el cual debe inscripción, al no ser aplicables las
entenderse al “Derecho común” como reglas registrales. De este modo, con-
no incluyente de las reglas registrales forme también a la doctrina prevale-
que, por ser especializadas, son ajenas ciente, al tercerista le corresponde
al Derecho común. acreditar que su derecho de propiedad
data de un momento anterior a la traba
En el proceso de interpretación jurí- del embargo. En ese caso, su preten-
dica, debe asumirse que el legislador sión deberá ser amparada.
debe ser coherente. En este contexto,
no se encuentra razón de ninguna clase Consideramos que la propiedad inmo-
para que, en este específico conflicto biliaria no inscrita en nuestro país, no
de derechos, el legislador haya optado es una propiedad oculta, clandestina;
por emplear una terminología radical- simplemente es propiedad, de confor- La propiedad
no inscrita no
mente distinta para hacer primar el cri- midad con el sistema de transmisión es oculta ni
terio registral, pudiendo haberlo hecho de la propiedad inmueble recogido en clandestina
98 LARROUMET, Christian. Derecho Civil. Introducción al estudio del Derecho Privado. Reim-
presión, Legis, Bogotá, 2008, pp. 50-51.
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99 RUBIO CORREA, Marcial. El Título Preliminar del Código Civil. 9ª edición, Fondo Editorial
de la PUCP, Lima, 2008, p. 81.
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Precedente judicial vinculante sobre la tercería de propiedad frente al embargo inscrito
100 MEJORADA CHAUCA, Martín. Ob. cit., p. 56. En sentido semejante, se afirma que hay una
inconsistencia cuando se asume que el título no inscrito debe imponerse a un título inscrito:
“preferir la propiedad no inscrita sobre el embargo inscrito no explica satisfactoriamente la
política legislativa consagrada en los artículos 1708 y 2023 del Código Civil. ¿Cómo así el
derecho de propiedad, tan exaltado, se ve sacrificado ante un arrendatario o ante el titular de
un derecho potestativo? ¿En qué se justificaría la excepción, cuáles serían sus razones? Evi-
dentemente no se puede decir que la excepción se basa en la importancia jurídica o económica
de la propiedad, porque sí así fuese ¿Cómo se justifica, entonces, la regla general que prefiere
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7 GONZALES BARRÓN, Gunther. “¡Lo mío es tuyo! ...”. Ob. cit., p. 94.
8 La doctrina nacional ha dejado plenamente clara esta cuestión: FORNO FLÓREZ, Hugo. “El
contrato con efectos reales”. En: Ius Et veritas. Revista de los estudiantes de la Facultad de
Derecho de la PUCP, Nº 7, Lima, 1993, p. 83 y ss.; FERNÁNDEZ CRUZ, Gastón. “La obliga-
ción de enajenar y el sistema de transferencia de la propiedad inmueble en el Perú”. En: The-
mis. Revista de los estudiantes de la Facultad de Derecho de la PUCP, Nº 30, Lima, 1994, p.
149 y ss.; ESCOBAR ROZAS, Freddy. “El contrato y los efectos reales. Análisis del sistema de
transferencia de propiedad adoptado por el Código Civil peruano”. En: Ius et veritas. Revista
de los estudiantes de la Facultad de Derecho de la PUCP, Nº 25, Lima, 2002, p. 46 y ss.
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según el cual: “Es efecto de las 12. Por otro lado, las normas del Dere-
obligaciones autorizar al acree- cho sustantivo deben interpretarse
dor para lo siguiente: 1. Emplear también de manera sistemática con
las medidas legales a fin de que el las normas del derecho procesal o
deudor le procure aquello a que adjetivo10, y en lo que respecta al
está obligado”; de donde se des- proceso de tercería de dominio, el
prende que a efectos de satisfa- artículo 642 del Código Procesal
cer su acreencia el acreedor solo Civil, señala que: “cuando la pre-
puede emplear determinadas medi- tensión principal es apreciable en
das legales (entre las cuales se dinero, se puede solicitar embargo.
encuentran las medidas cautelares) Este consiste en la afectación jurí-
sobre el patrimonio del deudor, dica de un bien o derecho del pre-
puesto que, es el deudor (y no otro) sunto obligado”. De lo que se
quien (con su patrimonio) debe advierte que a nivel del Derecho
procurar satisfacer la acreencia Procesal Civil el argumento de que
de su acreedor, en otras palabras, solamente pueden afectarse los
el acreedor solo puede embargar bienes del deudor y no de un ter-
bienes que son de propiedad de cero extraño a la relación jurídica
su deudor9. obligatoria se refuerza, por lo que,
no cabe embargos sobre bienes que
11. De lo expuesto, se evidencia no pertenezcan al deudor u obli-
que las “disposiciones del Dere- gado, siendo ello una consecuencia
cho común” a que hace referen- del principio de responsabilidad
cia el segundo párrafo del artículo patrimonial11, que implica que solo
2022 del Código Civil son las nor- el deudor responde de sus obliga-
mas del artículo 949 y el artículo ciones con todos sus bienes pre-
1219 inciso 1 del Código Civil, sentes y futuros; máxime si como
que consagran, la primera, que bien se ha señalado en doctrina: “la
un adquirente se hace de la pro- oposición de terceros en la ejecu-
piedad con el solo consenso y, ción (como gusta llamarla Montero
la segunda, que un acreedor no Aroca) o tercería de ‘propiedad’
puede afectar bienes que no son de (como la llama hoy nuestro CPC)
su deudor. tiene por objeto hacer valer el
9 Esto ha sido también señalado en la Exposición de Motivos Oficial del Código Civil, publicada
en el diario oficial El Peruano Lima, 19 de julio de 1987, p. 24: “Puede ser que se haya embar-
gado un inmueble que en el registro aparezca como de propiedad del demandado; sin embargo,
no podrá hacer valer su derecho de embargante, contra quien en el momento del embargo era
el verdadero propietario, a pesar de que este inscriba su derecho con posterioridad. El embar-
gante no podrá hacer uso de su derecho porque esa es la solución que nos otorga el Derecho
común cuando nos dice que los bienes que deben ser materia de un embargo son aquellos
de propiedad del demandado” (el resaltado es nuestro).
10 POZO SÁNCHEZ, Julio Eduardo. “VII Pleno Casatorio Civil. Un análisis diferente desde la
óptica del proceso de tercería excluyente de propiedad”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil.
Nº 26, Gaceta Jurídica, Lima, agosto, 2015, p. 73.
11 Si bien nuestro Código Civil, no ha regulado expresamente el principio de responsabilidad
patrimonial, ello no implica que no se encuentre recogido de manera implícita en nuestro orde-
namiento jurídico, tal como se advierte de la regulación de la acción pauliana recogido en el
artículo 195 del Código Civil. En consecuencia, los bienes que salen del patrimonio del deu-
dor, después de asumida la obligación pueden estar sujetos a determinados actos conservativos
(embargo cautelar, acción pauliana, acción subrogatoria), así como a su posterior ejecución for-
zada. Lo señalado ya fue advertido con anterioridad por: LEÓN HILARIO, Leysser. La Res-
ponsabilidad Extracontractual. Líneas fundamentales y nuevas perspectivas. Jurista Editores,
Lima, 2007, p. 74.
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7 Así parece desprenderse de lo expuesto por MAISCH VON HUMBOLDT, Lucrecia. Los Dere-
chos Reales. Lima, 1984, pp. 11 a 13 y PALACIOS PIMENTEL, Gustavo. Las Obligacio-
nes en el Derecho Civil peruano. Lima, 1980, pp. 26 a 27. Más directo es Jack Bigio Chrem:
“Pero si se tratara de un enfrentamiento entre un derecho personal y uno real, y a esto alude la
segunda parte del artículo (se refiere al 2022 del Código Civil), tendrá preferencia el titular del
derecho real, porque goza de la oponibilidad erga omnes, que no tiene el derecho personal, y
además porque el real goza de lo que se llama energía persecutoria, de la que también carece el
derecho personal. Exposición de Motivos Oficial del Código Civil. Lima, 1998, p. 224.
8 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. “Embargo Inscrito y Tercería de Propiedad”. En: Diálogo
con la Jurisprudencia. Lima, 2013, p. 131. Flaminio Vigo Saldaña ha indicado la caducidad
de dicha distinción porque “si se considera que todos los derechos subjetivos no constituyen
nada más que medios de realización o satisfacción de intereses, no parece factible admitir que
la relevancia de algunos esté limitada por el ámbito de la concreta relación jurídica en la que se
desenvuelve”. La posición de la jurisprudencia nacional acerca de la prevalencia del derecho
personal inscrito sobre el derecho real no inscrito: especial consideración de la seguridad jurí-
dica y la fe pública registral. En: Revista Oficial del Poder Judicial. Año 3, Nº 5/2009, p. 65.
Asimismo, Francisco Avendaño Arana, ha señalado: “El segundo párrafo del artículo 2022 del
CC no recoge el principio según el cual el derecho real prevalece sobre el personal. No hay nin-
guna norma o principio en el Código Civil en ese sentido”. “Los Derechos Reales en la Juris-
prudencia”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Lima, 2012, p. 28.
9 BUSTAMANTE SALAZAR, Luis. “La tutela aquiliana del derecho de crédito y la revoca-
ción por acción pauliana”. En: <www.ubo.cl/icsyc/wp-content/uploads/2011/.../2007-6-Busta-
mante.pdf>.
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que no; por el contrario, por una los que hay que acudir para reme-
parte, el mensaje que se ofrece al diar estos conflictos.
propietario es que su propiedad
puede permanecer en la informali- 14. En ese orden de ideas, cuando el
dad; de otro lado, lo que se le dice embargo se encuentre inscrito, no
al ciudadano es que la información tiene por qué perjudicarse al dili-
que el Estado le brinda en el sis- gente que se vale de los princi-
tema registral no le sirve de auxi- pios de publicidad y legitimación
lio para la tutela de sus derechos, registrales para cautelar su acreen-
a pesar de que la ley le impone la cia, esto es, la parte que es acu-
presunción de conocimiento abso- ciosa en el cobro de su crédito y
luto y que lo allí expuesto solo se asiste de los datos que le pro-
debe descartarse en los supuestos porcionan los Registros Públicos
de mala fe. no puede ser preterida para favore-
cer al negligente titular de un dere-
12. Hay que reparar que el legislador cho real que no supo cautelarlo; ni
quiere otorgar seguridad jurídica mucho menos pueden desdeñarse
y fomentar la circulación de los las inscripciones registrales que
bienes12, de manera que los actos han sido establecidas precisamente
jurídicos celebrados no puedan para asegurar el tráfico económico,
después ser cuestionados y, en su invocando una presunta priori-
caso, invalidados. dad de un derecho real que no se
encuentra protegido por la publi-
13. Por consiguiente, cuando se sus- cidad que los registros le otorgan.
citen controversias como las aquí En suma el derecho real, oculto o
presentadas, la solución la debe clandestino, no puede ser opuesto
otorgar los datos que brindan los al legitimado registral aunque su
Registros Públicos; de no ser así derecho sea uno obligacional. Para
se resquebrajaría la propia razón utilizar una frase de uno de los
de ser de esta institución, los man- amigos de la curia: “La propiedad
datos judiciales podrían ser ener- se reconoce cuando se conoce13”.
vados fácilmente y se propiciaría
el fraude procesal en detrimento 15. Lo expuesto en nada contradice
de quien quiso cautelar su derecho que la transferencia de inmuebles
debidamente. Son, por lo tanto, opera bajo la simple consensuali-
los principios de publicidad mate- dad, conforme lo señala el artículo
rial (mediante el cual se presume 949 del Código Civil, hacién-
que todos tienen conocimiento del dose la precisión que dicha norma
contenido de las inscripciones), de regula una manera de transmitir
legitimación (por el cual el conte- la propiedad y no resulta útil para
nido de la inscripción se presume resolver los conflictos que pudie-
cierto) y de prioridad registral ran suscitarse cuando se opone
(mediante el cual la preferencia de un embargo al referido derecho
los derechos lo otorga el registro) a real. Tampoco supone rechazo
12 Ello se aprecia con claridad en el caso del artículo 1135 del Código Civil, en la que prefiere –en
la concurrencia de acreedores sobre un mismo bien– a quien inscribió primero el inmueble de
buena fe, sin importar que la fecha haya sido posterior a una primera transferencia. Se apuesta
aquí por la seguridad jurídica y no por la idea de un derecho real oponible erga omnes que hace
propietario al acreedor por la sola obligación de enajenar (art. 949 del Código Civil).
13 LOHMANN LUCA DE TENA, Juan Guillermo. Informe oral. Vista de causa para el Pleno
Casatorio.
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14 Siguiendo las reglas que Eco Umberto ha señalado en Los límites de la interpretación. Edito-
rial Lumen, Barcelona, 1992, p. 14.
15 PASCO ARAUCO, Alan. “VII Pleno Casatorio: Entre la dictadura del crédito y la prepotencia
de la propiedad”. En: <www.ius360.com>. 9 de octubre de 2015.
16 Sobre los problemas interpretativos y maniobras fraudulentas ver el capítulo II del fallo.
Sobre el diferente contenido de las resoluciones judiciales, consultar: Casaciones Nºs 3262-
2001-Lima, 2472-2001-Lima, 1253-2002-Ica, 3149-2002-Arequipa, 2103-2006-Lima,
909-2008-Arequipa, 3687-2009-Cusco, 5232-2009-Lambayeque, 720-2011-Lima. Hay, tam-
bién, casaciones que otorgan esa preferencia al embargo registral, tales como las recaídas en
los Expedientes Nºs 2807-1999-Callao, 1417-2000-Lambayeque, 2429-2000-Lima, 403-2001-
Piura, 2683-2001-Lima, 333-2003-Lambayeque y 4448-2010-Arequipa. Sobre las posiciones
encontradas dieron cuenta los propios informes de los amicus curiae (Fort Ninamancco Cór-
dova y Lohmann Luca Tena a favor del embargo; Monroy Gálvez en tesis ecléctica y Gutié-
rrez Camacho, Bigio Chrem y Avendaño Flores a favor de la tercería. Esas discusiones se han
extendido al campo académico: Pozo Sánchez, Lama More y Gonzales Barrón son partidarios
de la tercería de propiedad; Ronquillo Pascual, Pasco Arauco están a favor del embargo; Mejo-
rada Chauca, en cambio, aunque considera que debería primar el embargo estima que la inter-
pretación adecuada del artículo 2022 del Código Civil no lo permite.
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Índice general
Índice general
Presentación ................................................................................................ 5
ENSAYOS
La jurisprudencia de nuestro tiempo: del precedente
persuasivo al precedente vinculante
Moisés Arata Solís .......................................................................... 9
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Índice general
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Índice general
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Índice general
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Índice general
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