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Sequías en Chile central a partir de diferentes índices desde 1824

Chapter · September 2016


DOI: 10.14198/XCongresoAECAlicante2016-36

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2 authors:

Pablo Sarricolea Oliver Meseguer-Ruiz


University of Chile University of Tarapacá
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X Congreso Internacional AEC: Clima, sociedad, riesgos y ordenación del territorio
DOI: http://dx.doi.org/10.14198/XCongresoAECAlicante2016-36

SEQUÍAS EN CHILE CENTRAL A PARTIR DE DIFERENTES


ÍNDICES DESDE 1824

Pablo SARRICOLEA1,3, Oliver MESEGUER-RUIZ2,3


1
Departamento de Geografía. Universidad de Chile.
2
Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas. Universidad de Tarapacá.
3
Grupo de Climatología, Universidad de Barcelona.
psarricolea@uchilefau.cl, omeseguer@uta.cl

RESUMEN
Se analizan las sequías meteorológicas en Chile central con el propósito de carac-
terizar su ocurrencia en múltiples escalas temporales, y encontrar indicios de cambios
en su variabilidad y frecuencia. Para ello se ha dispuesto de 27 estaciones meteoroló-
gicas a resolución diaria (1981-2010), las cuales permiten identificar períodos secos
bajo el umbral 0,1 mm. Además, se establece la longitud de las sequías. Se aplicó el
índice estándar de precipitación (SPI) para conocer la variabilidad de la sequía. En el
caso de Quinta Normal se estimó las megasequías desde 1824. Los resultados indican
mayor persistencia de días secos en la región de Valparaíso, lo cual es consistente
con la longitud de las rachas de sequía, en muchos casos superior a 22 días al año.
El evento La Niña en el invierno de 1998 provocó la mayor racha de días secos del
trimestre lluvioso (67 días), sumando en total 86 días sin lluvia en Quinta Normal. Las
megasequías no poseen un patrón claro, pero dada la reducción de la precipitación se
harán más frecuentes.
Palabras clave: Chile central, clima mediterráneo, índice de rachas, precipita-
ción diaria, megasequía.

ABSTRACT
Meteorological droughts in Central Chile have been analyzed with the purpose
of characterize its occurrence in multiple time scales and find evidence of changes in
its variability and frequency. Twenty seven meteorological stations with a daily reso-
lution (1981-2010) have been used to identify dry periods under a 0.1 mm threshold.
Furthermore, the length of droughts is established. The Standard Precipitation Index
(SPI) is applied to know the drought variability. In the case of Quinta Normal, the
megadroughts since 1824 are considered. Results show a higher persistence of dry
days in the Valparaíso region, which is consistent with the drought spell lengths, in
many cases higher than 22 days each year. La Niña event in the 1998 winter induced
the longer dry days spell of the rainy three-month period, with 86 days without rain
in Quinta Normal. Megadroughts do not have a clear pattern, but according to the
precipitation reduction, they’ll be more frequent.
Key words: Central Chile, Mediterranean climate, spell index, daily precipita-
tion, megadrought.
1. INTRODUCCIÓN
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
388 P. SARRICOLEA y O. MESEGUER-RUIZ

La sequía es un extremo hidrometeorólogico de efectos acumulativos y desas-


trosos, afectando a la sociedad y los sistemas físicos naturales. Posee una extensión
temporal distinta a otros extremos hidrometeorológicos, pues, mientras que la pre-
cipitación abundante se registra en pocas horas o días, las sequías pueden afectar un
territorio durante meses o años.
La sequía representa un problema de múltiples dimensiones: afecta a la economía,
los sistemas ecológicos, la sociedad, generación de energía, etc. Debido a ello, la
sequía presenta diversas definiciones, las cuales, en algunos casos, van más allá de la
propia condición de ausencia de lluvia o sequía meteorológica.
Según Below et al. (2007), entre 1900 y 2004 la sequía fue el riesgo natural que
provocó las mayores pérdidas humanas (54%), afectando a un tercio de la población
mundial (sólo detrás de inundaciones, que agrupa al 51%) y ocupando el cuarto lugar
en las pérdidas económicas, las cuales son lideradas por los huracanes, inundaciones
y terremotos.
El interés de estudiar la sequía en Chile central (región de Valparaíso y Metro-
politana) se debe a que en ella se emplaza gran parte de las actividades demandantes
de agua (agricultura, minería y los centros poblados), por lo que la disponibilidad de
agua es un factor estratégico para el desarrollo. El área de estudio presenta una alta
vocación de producción agrícola y vitivinícola, lo que redunda en una fragilidad ante
el desastre de la sequía. Desde 2007 esta región es afectada por una de las peores se-
quías que se tenga registro, la cual ha sido denominada como “Megasequía” (Boisier
et al. 2016). Es más, se proyecta que serán cada vez más frecuentes. En Chile central
en el contexto de cambio climático se proyecta escenarios de alzas de las temperaturas
de 2° a 4°C y disminuciones cercanas al 30% en los montos de precipitación (Fuenza-
lida et al. 2007, Bravo et al. 2014).
Los períodos secos y lluviosos en Chile central están asociados a los centros de
acción dominantes en superficie, en este caso el Anticiclón del Pacífico Sur Oriental
(APSO) y el Cinturón de Bajas Presiones Subpolares (CBPP), más las configuraciones
en altura (vaguadas, dorsales, altas y bajas segregadas) (Sarricolea y Meseguer-Ruíz,
2015). A ellas se debe sumar el efecto sobre las precipitaciones que confieren los
patrones de variabilidad de baja frecuencia. Para Chile central se distinguen El Niño
Oscilación del Sur (ENSO), la Oscilación Decadal del Pacífico (PDO) y la Oscilación
Antártica (AAO) (Sarricolea et al., 2014).
Según Bravo et al. (2014), los modelos del IPCC (2013) aplicados a Chile central
(en su escenario más pesimista RCP8.5) señalan que se podrían triplicar la frecuencia
de las sequías, y con ello las de longitud temporal bienales y de 3 años o más. Con
esto, la sequía adquiere una importancia fundamental en las actividades económicas
que se desarrollan en esta región, al igual que el abastecimiento de agua para consumo.

2. MÉTODOS
El área de estudio abarca administrativamente la V Región y la XIII Región, co-
rrespondientes a Valparaíso y Metropolitana. Estas regiones poseen una ubicación
geográfica aproximada entre los 32°01’ y los 34°08’ de latitud Sur y entre los 71°45’
y 69°46’ de longitud Oeste, y una superficie de 31.387,02 Km². Posee un clima tran-
SEQUÍAS EN CHILE CENTRAL A PARTIR DE DIFERENTES ÍNDICES DESDE 1824 389

sicional entre el Semiárido y el Mediterráneo, una alta concentración de población y


actividades productivas, las cuales demandan intensivamente agua, y son afectadas
por anomalías climáticas de distinta naturaleza, en especial por fases de diferente sig-
no de teleconexiones, tales como ENSO, PDO y AAO, las cuales modulan períodos
secos y lluviosos.
En total se han utilizado 27 estaciones meteorológicas (ver Tabla 1), las cuales se
sitúan entre los 25 y 2.575 metros sobre el nivel del mar. Todas ellas cubren el período
1981-2010. Su localización espacial se puede ver en la Fig. 1.

Latitud Longitud
N° Estación Altitud (m) Fuente
(S) (W)
1 Pedernal -32,09 -70,80 1100 DGA
2 Quilimarí -32,12 -71,50 25 DGA
3 Chalaco -32,19 -70,79 880 DGA
4 El Trapiche -32,23 -70,71 1180 DGA
5 Palquico -32,25 -71,14 450 DGA
6 Alicahue -32,34 -70,75 750 DGA
7 Estero Rabuco -32,85 -71,12 300 DGA
8 Vilcuya -32,86 -70,47 1100 DGA
9 Riecillos -32,93 -70,35 1290 DGA
10 Caleu -33,01 -70,99 1150 DGA
11 Embalse Rungue -33,02 -70,91 700 DGA
12 Valparaíso -33,06 -71,61 41 DMC
13 Lago Peñuelas -33,15 -71,54 360 DGA
14 Colliguay -33,17 -71,15 490 DGA
15 Cerro Calán -33,40 -70,54 800 DGA
16 Quinta Normal -33,41 -70,79 527 DMC
17 Los Panguiles -33,44 -71,03 195 DGA
18 Terrazas DGA -33,45 -70,65 560 DGA
19 Antupirén -33,50 -70,52 920 DGA
20 San Antonio -33,57 -71,62 150 DGA
21 Cerrilos de Leyda -33,63 -71,51 180 DGA
22 San José de Maipo -33,64 -70,35 970 DGA
23 Pirque -33,67 -70,59 670 DGA
24 Embalse El Yeso -33,68 -70,09 2575 DGA
25 Melipilla -33,68 -71,20 170 DGA
26 Carmen de las Rosas -33,76 -71,15 165 DGA
27 San Gabriel -33,78 -70,24 1240 DGA
Tabla 1: Estaciones meteorológicas consideradas, según localización y fuente de origen.
390 P. SARRICOLEA y O. MESEGUER-RUIZ

2.1. Método de rachas


Se trata de hallar la longitud de las rachas secas, es decir, de las secuencias de
días secos consecutivos, del período de estudio (Martín-Vide, 2003). La aplicación
de este método consiste en contabilizar el número absoluto de rachas o secuencias de
días secos durante el período de estudio, así como cuantificar la longitud promedio,
máxima y mínima absoluta de las mismas. Para ello, previamente se deben haber
agrupado las jornadas de días secos en rachas. El cálculo de la longitud media de las
rachas de sequía (l1) se obtiene como cociente entre el total de días de secos (L) y el
total de rachas (NR) del período de estudio considerado.

l1 = L / NR

2.2. El Índice Estándar de Precipitación (SPI)

Fig. 1: Localización de las estaciones meteorológicas en el área de estudio. Los números


aparecen en la Tabla 1. Fuente: Sarricolea y Meseguer-Ruíz, 2015
SEQUÍAS EN CHILE CENTRAL A PARTIR DE DIFERENTES ÍNDICES DESDE 1824 391

Mejorar la detección del comienzo de la sequía y para realizar su seguimiento


(Mckee et al. 1993). Debido a que las sequías tienen una gran variación en su duración,
es importante detectarlas y monitorizarlas en una amplia variedad de escalas tempora-
les. Las sequías de corto término son medidas por instrumentos meteorológicos y son
definidas de acuerdo a la climatología local normal. Las sequías de importancia para
la agricultura señalan déficit de la humedad del suelo, siendo sus mejores representan-
tes aquellas de tres a seis meses. Las sequías más prolongadas (de semestres a años)
pueden alcanzar impactos significativos sobre las reservas de agua, tanto superficial
y subterránea. Los valores de SPI se obtienen mediante la relación estandarizada de
las precipitaciones durante un intervalo de tiempo específico (promedios de 1, 3 o 6
meses), es decir, se usan puntajes Z, idealmente de distribuciones Gumbel.
Para alcanzar una mejor representación espacial de las rachas se utilizan técnicas
de regresión lineal múltiple, basada en variables tales como la latitud, longitud, altitud,
precipitación anual. Los resultados cartográficos fueron elaborados en Sistema de
Información Geográfica (SIG) ArcGis 10.2. Finalmente, a los datos de Quinta Normal
desde 1824-2015 se aplicarlos los test de homogeneidad de Von Neumann y Thom.

3. RESULTADOS
Respecto a los extremos de rachas medias de sequía, se tiene que ellas fluctúan
entre 14 y 32 días (Embalse El Yeso y Quilimarí), siendo muy dependientes del gra-
diente latitudinal y altitudinal. La confección de la cartografía fue mediante una regre-
sión líneal múltiple, la cual alcanzó un coeficiente de correlación de 0,84 (R2=0,70),
siendo los valores estadísticamente significativos (p-valor igual a 0,000), usando tres
variables: altitud (metros), latitud (grados decimal negativos) y precipitación anual
(milímetros). La altitud corresponde al valor de cada píxel de la misión topográfica ra-
dar Shutlle (Shuttle Radar Topography Mission) o SRTM de resolución de 90 metros,
y la precipitación anual a la modelada por Pliscoff et al. (2014).
Rachas de sequía=250,063-0,002×Altitud+6,990×Latitud -0,006×Pp Anual
Los resultados de la ecuación implican que, por ejemplo, el incremento de la lati-
tud en un grado disminuye la longitud de la sequía en 7 días, o que aumentar la altitud
en 500 metros la disminuye en un día, siendo la precipitación anual la variable menos
sensible, pues 100 milímetros más de lluvia suponen medio día menos de sequía. En
este sentido, la cantidad de precipitación media parece la variable más compleja de
analizar en función de las rachas de sequía, pero, como su importancia en la ecuación
es menor e intervienen otras variables (latitud y altitud), se compensan mutuamente.
Al examinar las longitudes máximas de las rachas de sequía para una estación
(Quinta Normal), es posible identificar dos antecedentes muy relevantes. En primer
lugar, las rachas mayores a 120 días (de verano y otoño) se han presentado en 14 de
los 30 años de la serie analizada: 1984, 1986, 1988, 1989, 1990, 1993, 1994, 1999,
2001, 2002, 2004, 2006, 2009 y 2010; lo cual permite afirmar que la última década ha
sido más seca que las dos precedentes, aumentando las sequías de 120 días o más de
un 40% a un 60%. En segundo lugar, las sequías mayores de 30 días en invierno han
ocurrido en cinco años bien concretos: 1986, 1989, 1993, 1995 y 1998; este último
año con dos períodos, que dieron lugar al invierno con menos días de lluvia (4 en
total y 86 días secos), sumando un total de 23,4 mm. Por otra parte, las rachas medias
392 P. SARRICOLEA y O. MESEGUER-RUIZ

muestran las peores cifras en la región de Valparaíso (Fig. 2), pues en promedio supe-
ran los 20 días sin lluvia. El gradiente de las rachas de sequía posee una componente
latitudinal muy notoria (Fig. 2), indicando una disminución de la longitud de las ra-
chas secas con el aumento de la latitud e incremento altitudinal.
Respecto al SPI de 6 meses se ha encontrado muchas diferencias intra-anuales del
comportamiento espacial de la sequía (Fig. 3). Por ejemplo, hay años muy contrasta-
dos, eso significa que algunos observatorios marcan alguna categoría de sequía o hu-
medad mientras que el resto de estaciones está en el margen de la “normalidad”. Esto
confirma que espacialmente esta región posee un importante control topoclimático.

Fig. 2: Mapa de la longitud media de las rachas de sequía. Fuente: Sarricolea y Meseguer-
Ruíz, 2015.

La precipitación de Quinta Normal desde 1824 a 2015 se aprecia en la Fig. 4.


Cabe señalar que el observatorio pluviométrico data de 1866, pero según los Anales
de la Universidad de Chile (1850), y Vicuña Mackenna (1877) un curioso (Tomás
Reyes, empleado de la beneficencia de Santiago) registró datos desde 1824, con lo
SEQUÍAS EN CHILE CENTRAL A PARTIR DE DIFERENTES ÍNDICES DESDE 1824 393

cual se compone una serie de 192 años (Serie homogénea según test de Von Neumann
y Thom). En la Fig. 4 se aprecia la sostenida disminución de la precipitación, desde
valores en ventanas móviles de 10 años de 450 mm montos bajo 250 mm en la última
década, es decir, una caída de 200 mm en casi dos siglos. Las únicas cuatro sequías
comparables con la actual (2007-2015 de promedio de 215 mm) son la de 1869-1876
(212 mm), 1906-1913 (238 mm), 1954-1962 (265 mm) y 1966-1971 (220 mm). De
hecho, a decir de Vicuña Mackenna (1877) “Los períodos de humedad del clima han
sido más numerosos i frecuentes que los de sequía, especialmente en el presente siglo”

Fig. 3: Índice estandarizado de precipitaciones (SPI) de seis meses expresado en categoría.


Fuente: Sarricolea y Meseguer-Ruíz, 2015.

850

750
Precipitación anual en milímetros

650

550

450

350

250

150

50
1824
1828
1832
1836
1840
1844
1848
1852
1856
1860
1864
1868
1872
1876
1880
1884
1888
1892
1896
1900
1904
1908
1912
1916
1920
1924
1928
1932
1936
1940
1944
1948
1952
1956
1960
1964
1968
1972
1976
1980
1984
1988
1992
1996
2000
2004
2008
2012

Años

Fig. 4: Precipitación anual de Quinta Normal desde 1824 a 2015. La línea roja representa
media móvil de 10 años. Fuente: Elaboración propia.
394 P. SARRICOLEA y O. MESEGUER-RUIZ

4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
La distribución espacial de las rachas de sequía son de gran ayuda para definir
territorios (subcuencas, áreas agroclimáticas y los terrenos de cultivo) que son más
afectados por episodios adversos de falta de precipitación, y podrían servir de apoyo
a las organizaciones de usuarios de agua, para enfrentar de mejor manera sus efectos.
Según análisis del índice SPI de 6 meses se puede determinar que entre marzo
y agosto, la sequía es leve en un 40%; y moderada a severa en un 7% y 3%, respec-
tivamente. Esto se explica a que se posee más precipitación y mayor variabilidad
interanual.
Las zonas donde la sequía impacta de menor manera (o son más resistentes) co-
rresponde a la precordillera y la cordillera ubicadas entre las regiones de Valparaíso y
Metropolitana. Esto se aprecia en la distribución espacial del SPI mínimos en años La
Niña, pues son menos afectados por la sequía. Además, en la distribución espacial del
SPI máximo en años El Niño, la precordillera y la cordillera son más lluviosos y de-
ben ser considerados como reservorios de agua. También, esta situación se evidencia
en las rachas de sequía, mostrando menores longitudes medias de rachas de sequía en
el sector antes mencionado.
Lo más relevante, finalmente, es que después de períodos largos de sequía, como
el que se ha manifestado actualmente en el país, toman mayor importancia los aportes
de los glaciares y acuíferos para disponer de agua en los períodos de primavera y ve-
rano. Es decir, si Chile pierde superficie glaciar o no recarga las napas freáticas, la vul-
nerabilidad ante la menor disponibilidad de agua va a ser absolutamente insostenible.

AGRADECIMIENTOS
Al proyecto FONDECYT de Iniciación Nº11130629 del Gobierno de Chile, así
como a la Dirección General de Aguas y a la Dirección Meteorológica de Chile
por la cesión de los datos. También se agradece el apoyo del proyecto PRECABAL
(CGL2011-29263-C02-01) del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de
España, y del Grupo de Climatología de la Universidad de Barcelona (2014SGR300),
así como al Convenio de Desempeño UTA-MINEDUC y al proyecto UTA-Mayor
5744-16.

REFERENCIAS
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SEQUÍAS EN CHILE CENTRAL A PARTIR DE DIFERENTES ÍNDICES DESDE 1824 395

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