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Buenos Aires, San Martín

29/10/2020

Al Rector Carlos Greco,


Al Consejo superior de UNSAM,
A los centros de estudiantes,
Al sindicato no docente,
A los sindicatos docentes,
A toda la comunidad UNSAM;

En la zona sur de Buenos Aires se encuentra Guernica, donde estuvo hasta hoy a la madrugada, la
toma de tierra más grande de la provincia. Allí, sin luz, sin agua potable, sin baños y solo bajo un
techo de lona y chapa vivían 1.400 familias. En condiciones inhumanas, sin posibilidades de
protegerse del Covid, del hambre y del clima. Se encontraban ahí no por gusto, sino porque
perdieron su único sustento y no pudieron seguir pagando el alquiler. Esto se debe a la crisis
habitacional que se arrastra desde hace años, profundizada ahora por la crisis económica,
protagonizada por la precarización del trabajo que ya se cobró tantas vidas y los despidos que son
moneda corriente aún mientras en el país rige el decreto anti despidos.

Otra de las razones que dejó a muchas familias sin hogar, es el aumento de la violencia de género.
En los primeros seis meses del año se cometieron 162 femicidios y el 70% de los casos ocurrieron en
la vivienda de la víctima. Estas estadísticas difundidas por el Observatorio de las Violencias de
Género “Ahora Que Sí Nos Ven”, son alarmantes sabiendo que, a pesar de estos números, el
Estado solo dedica $11 por mujer a erradicar la violencia de género y solo existen 120 refugios para
las mujeres en todo el país. Teniendo conocimiento de esta situación, no nos sorprende que 51
mujeres de las que hasta hoy vivían en Guernica hayan tenido que escapar de sus casas, donde
sufrían violencia de género. Solo tuvieron dos opciones, vivir en la calle o buscar un lugar en
Guernica, terreno entonces baldío. Seguir sufriendo la violencia de sus agresores o vivir la violencia
de la policía: la represión, el desalojo brutal que sufrieron hoy, la única solución que el gobierno le
dió a estas familias. La amenaza de represión fue aumentando cada día. Incluso el Día de la Madre,
las mujeres amanecieron en la madrugada con un helicóptero policial sobrevolando sus casillas,
buscando amedrentarlas.

Solo hay una razón por la cual hoy, a las cuatro de la mañana, reprimieron esta toma en la que
vivían mujeres y disidencias, familias con niñes muy pequeñes y jubilades: la construcción de
countries. Lejos de brindar un plan de viviendas que responda a las necesidades de estas familias y a
la crisis habitacional, el gobierno eligió priorizar el aumento de las ganancias de los empresarios con
el negocio inmobiliario. Sin embargo, no es la primera toma de tierras que reprimen, ya han
desalojado de forma brutal otras tomas en todo el país y ya han lanzado una campaña de terror en la
que toman parte los medios masivos de comunicación, en la que se lo vio paseando a Berni
programa por programa, llamando criminales a quienes han dejado sin nada, sin trabajo, sin
comida, sin techo. Mientras, a otros les dan mucho más; a la policía, por ejemplo, se le destinarán
$30.000 millones para equipamiento militar, a los sojeros se le rebajan las retenciones, los countries
roban $1.500 millones que no pagan en impuestos, por ocupar terrenos que no están registrados;
para el gobernador hay ocupaciones que se desalojan y otras que se regularizan.

Ante esta situación, nosotres como estudiantes y trabajadores que sufren la crisis igual que las
familias de Guernica, consideramos que la prioridad debe ser cubrir las necesidades de los sectores
más vulnerables de la sociedad, no sumirlos en la miseria.
Les escribimos con preocupación por su falta de denuncia a los responsables políticos de la
situación de miseria y violencia que tuvo lugar hoy, en el brutal desalojo al que hoy fueron
sometidas las familias de Guernica. Que los centros de estudiantes, el CEI, el CEPYG, el CEEYN,
les docentes, investigadores y quienes forman parte de la comunidad UNSAM formen parte del
apoyo a las familias movilizándonos mañana a Plaza de Mayo junto a elles. Tenemos que mostrar
una solidaridad activa con la lucha por la vivienda en Guernica, como viene realizando el CECyT
de nuestra universidad que, entre muchas acciones, realizó una gran colecta solidaria luego de las
tormentas, a la cual se sumó el CEHUM. Incluso hoy, el CECYT acompañó a estas familias en la
toma, mientras eran baleadas y sus casillas, junto con todas sus pertenencias eran quemadas.
Pero sobre todo les escribimos porque como estudiantes no podemos aceptar que se vulneren los
derechos humanos de miles de estudiantes, trabajadores y familias enteras, menos aún podemos
aceptar que la violencia de la policía, sus balas y gases se dirijan a niñes sin hogar y que esto se vuelva
parte de nuestra “nueva normalidad”. Podemos elegir cómo construir nuestra realidad, en qué lado
de la historia estar y nosotres nos negamos a construir una realidad en la que la violencia a les que
no tienen nada, a quienes viven en la pobreza absoluta, se vuelva una parte “normal” de nuestros
días. Con nuestros conocimientos y nuestra fuerza transformadora podemos ser de utilidad para
toda la comunidad y más aún en momentos de necesidad. Creemos que los centros de estudiantes
tienen que estar a la altura de la situación que estamos viviendo y que las universidades públicas
pueden ayudar mucho más activando de forma solidaria con la comunidad, en lugar de permanecer
en silencio.
Construyamos una realidad en la que cada familia tenga su propio hogar, con luz, gas y agua
potable, en la que cada niñe pueda alimentarse y poseer un espacio donde vivir, jugar y estudiar, en
la que las mujeres y disidencias tengan una casa donde pasar sus días, libres de amenazas ni
agresiones, y sin la preocupación de que el techo pueda llegar a caerles encima en medio de una
tormenta. Construyamos una realidad en la que estos derechos sean respetados y no desechados
por la policía, como sucedió hoy.

Sabemos que desde nuestro lugar podemos hacer mucho más de lo que hicimos hasta ahora.
Siendo estudiantes no podemos resignarnos a lo que nos toca, sino aprender a cuestionarlo y
cambiarlo todo.
Cuando decimos Ni Una Menos, también lo decimos por todas las que hoy luchan por un lugar
donde vivir y criar a sus hijes.
Es urgente y necesario solidarizarnos por el derecho a una vivienda digna, a la niñez, a estudiar y
tener una vida que merezca ser vivida.
Porque si gana la violencia y la tierra es explotada y utilizada por los intereses de unos pocos
perdemos una gran parte de nuestro futuro, pero si gana Guernica, ganamos todes.

Presidencia CECYT
Secretaria DDHH CEHUM
Vocalía CEPYG
Agrupación Pan y Rosas
Estudiantes indepp.

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