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NOMBRES COMERCIALES:

Tegretol, Carbamazepine, Carbatrol, Epital, Atretol.


ACCIÓN TERAPÉUTICA: Posología
Antimaníaco, Anticíclico, Anticonvulsivante, Antineurálgico.
Farmacocinética
INDICACIONES:
• Crisis maníaca aguda. Efectos Adversos
• Profilaxis del Trastorno Bipolar (maníaco-depresivo). Precauciones y
• Síndrome de deshabituación al alcohol. Advertencias

• Epilepsia (crisis epilépticas parciales, crisis epilépticas primaria o Interacciones


secundariamente generalizadas con componente tónico-clónico,
epilepsias temporales o psicomotoras, formas mixtas de estas Contraindicaciones
crisis).
Sobredosificación
• Neuralgia del trigémino; neuralgia esencial del glosofaríngeo.
• Neuropatía diabética dolorosa.
FARMACODINAMIA:
El mecanismo de acción de la carbamazepina sólo ha sido parcialmente
dilucidado. La carbamazepina estabiliza las membranas nerviosas
hiperexcitadas, inhibe las descargas neuronales y reduce la propagación
sináptica de los impulsos excitatorios. Es concebible que la prevención de
descargas repetitivas de potenciales de acción dependientes de sodio en
neuronas despolarizadas vía uso y bloqueo de los canales de sodio voltaje
dependientes puede ser el principal mecanismo de acción.
El bloqueo de los canales de sodio y la reducción de la liberación de
glutamato producirían la estabilización de la membrana neuronal,
responsable de su acción antiepiléptica. La efectividad de su acción
anticonvulsivante más importante es su acción sobre el efecto kindling de
actividad propagada de la amígdala.
Su efecto en la manía estaría mediado a través de la disminución de AMPc,
que está aumentado en este trastorno. Además, en estudios de laboratorio
in vitro e in vivo en ratas se vio que la carbamazepina inhibe la inducción
del C-FOS por la forskolina, que también está aumentada en la manía. La
acción antimaníaca se desarrollaría fundamentalmente en el sistema
límbico al reducir el turn-over de noradrenalina y dopamina.

POSOLOGÍA Y FORMAS DE ADMINISTRACIÓN:


La dosis se adaptará al criterio médico y al cuadro clínico específico del paciente. Como posología media de
orientación, se aconseja:
1) Manía. Profilaxis del Trastorno Bipolar: La dosis habitual es de 400 a 1.200 mg diarios repartidos en 2
-3 tomas, con concentraciones séricas entre 8 ug y 12 ug. Se ha descripto la utilización de hasta 1.600
mg/día repartidos en 2-3 tomas. En las crisis maníacas agudas debe aumentarse la dosis en forma rápida.
Para la profilaxis de los trastornos bipolares, debe aumentarse la dosis gradualmente para garantizar una
buena tolerancia.
2) Síndrome de deshabituación al alcohol: La dosis corriente es de 400 a 800 mg/día administrados en 3 a
4 tomas. Al comienzo del tratamiento, cuando existan síntomas severos de deprivación alcohólica deben
asociarse medicaciones sedantes/hipnóticas (por ejemplo Clordiazepóxido). Superado el episodio agudo
continuar con la Carbamazepina únicamente.
3) En la epilepsia:
* Adultos y niños mayores de 15 años: Comenzar con 100 o 200 mg, una a tres veces por día. Luego,
aumentar gradualmente la dosis hasta alcanzar la óptima para el paciente (en general 800 a 1.200 mg de
Carbamazepina/día en 2 a 3 tomas). No se recomienda superar los 1.600 mg/día.
* Niños: La dosis pediátrica oscila entre 10-20 mg de Carbamazepina por kg de peso corporal por día.
4) En la neuralgia del trigémino: Comenzar con 100 a 200 mg, una o dos veces por día. Aumentar
gradualmente la dosis hasta obtener la analgesia adecuada. Una vez lograda ésta, disminuir paulatinamente
la dosis hasta llegar a la mínima útil (en general 600-800 mg/día en varias tomas). No se recomienda superar
los 1.600 mg diarios.
5) Dolor por neuropatía diabética: Comenzar con 100 a 200 mg, 1 ó 2 veces por día. Aumentar
gradualmente la dosis hasta lograr el efecto analgésico y luego disminuir hasta obtener la mínima dosis útil
(en general 400-800 mg/día repartidos en 2-3 tomas).

FARMACOCINÉTICA:
Absorción: No hay diferencias clínicamente importantes entre las formas farmacéuticas orales con respecto
a la cantidad de principio activo absorbido. Las concentraciones plasmáticas en estado estacionario de la
carbamazepina son obtenidas en una a dos semanas dependiendo individualmente de la autoinducción de la
carbamazepina y de la heteroinducción por otros fármacos inductores de enzimas, así como en el estado
previo al tratamiento, la dosis y la duración del tratamiento. Las concentraciones plasmáticas estacionarias
de carbamazepina, es decir, la “gama terapéutica”, fluctúan de forma considerable entre individuos: en la
mayoría de los pacientes se han observado valores de entre 4 a 12 µg/ml (equivalentes de 17 a 50 µmol/l).
Concentraciones del 10,11-epóxido de carbamazepina (metabolito farmacológicamente activo): equivalen
aproximadamente al 30% de las concentraciones de carbamazepina.
La ingesta de alimentos no tiene influencia significativa en la velocidad y el grado de absorción, a pesar de
la forma farmacéutica de carbamazepina.
Distribución: Suponiendo que la carbamazepina se absorba por completo, el volumen aparente de
distribución oscila desde 0.8 a 1.9 l/kg. La carbamazepina atraviesa la barrera placentaria. La carbamazepina
se une a proteínas plasmáticas entre 70 y 80%. La concentración de la sustancia inalterada en el líquido
cefalorraquídeo y la saliva es un reflejo de la porción no unida a proteínas en el plasma (entre 20 y 30%). Las
concentraciones en la leche materna resultaron equivalentes entre 25% y 60% de los niveles plasmáticos
correspondientes.
Metabolismo: La carbamazepina se biotransforma en el hígado, donde la vía epoxídica es la más
importante y produce el 10,11-transdiol derivado y el glucurónido correspondiente, como principales
metabolitos. El citocromo P-450 3A4 es la principal isoforma responsable de la formación del 10,11-epóxido
de carbamazepina farmacológicamente activo a partir de la carbamazepina. El 9-hidroxi-metil-10-carbamoil
acridano es un metabolito secundario relacionado con esta vía. Tras administrar la carbamazepina por vía
oral una sola vez, cerca de 30% se registra en la orina en forma de productos finales de la vía epoxídica.
Otras vías importantes de biotransformación de la carbamazepina producen distintos compuestos
monohidroxilados, así como el N-glucurónido de carbamazepina (por acción del polipéptido ß7 de la familia 2
de las UDP-glucuronosiltransferasas o UGT2B7).
Eliminación: La vida media de eliminación de la carbamazepina sin cambio es de 36 horas en promedio,
posterior a una dosis oral única donde con la administración repetida, es de 16 a 24 horas (autoinducción del
sistema hepático monooxigenasa), dependiendo de la duración de la medicación. En los pacientes que
reciben tratamiento simultáneo con otros fármacos inductores de enzimas hepáticas (por ejemplo, fenitoína,
fenobarbitona), se han encontrado valores de vida media en promedio de 9 a 10 horas.
La vida media de eliminación del metabolito 10,11-epóxido de carbamazepina en el plasma es de
aproximadamente seis horas posteriores a la administración única de dicho epóxido por vía oral.
Después de la administración de una dosis oral única de 400 mg de carbamazepina, 72% se excreta en la
orina y 28% en las heces. En la orina, aproximadamente 2% de la dosis es recuperada sin cambio y
alrededor de 1% en forma del metabolito farmacológicamente activo: 10,11-epóxido de carbamazepina.
Características en los pacientes:
Niños: Debido a la elevada eliminación de la carbamazepina, los niños pueden requerir de dosis más altas
de carbamazepina (en mg/kg) que los adultos.
Adultos mayores: No hay ninguna indicación de que la farmacocinética de la carbamazepina se vea
alterada en pacientes de edad avanzada en comparación con los adultos jóvenes.
Pacientes con insuficiencia hepática o renal: No hay datos disponibles sobre la farmacocinética de la
carbamazepina en pacientes con insuficiencia hepática o renal.

EFECTOS ADVERSOS:
El medicamento es generalmente bien tolerado. En pacientes hipersusceptibles, pueden llegar a presentarse
trastornos leves, sobre todo al comienzo de la terapia. Las reacciones habitualmente observadas son:
mareos, somnolencia, inestabilidad postural, náuseas y vómitos. Estos efectos desaparecen generalmente
en forma espontánea con el avance del tratamiento o con los ajustes de la dosificación.
Con mucha menor frecuencia pueden llegar a presentarse otros trastornos afectando diversos sectores del
organismo. Excepcionalmente, las reacciones pueden llegar a ser severas cuando se producen a nivel
hemático, dérmico o cardiocirculatorio.
La bibliografía registra los siguientes trastornos:
Sistema hemopoyético: Anemia aplásica, agranulocitosis, pancitopenia, depresión de la médula ósea,
trombocitopenia, leucopenia, eosinofilia, porfiria intermitente aguda.
Piel: Rash eritematoso y pruriginoso, urticaria, necrólisis epidérmica tóxica (Síndrome de Lyell), Síndrome de
Stevens-Johnson, reacciones de fotosensibilidad, trastornos de pigmentación, dermatitis exfoliativa, eritema
multiforme y nodoso, púrpura, agravamiento de un lupus eritematoso diseminado, alopecia, diaforesis.
Aparato cardiovascular: Insuficiencia cardíaca congestiva, edema, agravamiento de hipertensión,
hipotensión, síncope y colapso, agravamiento de coronariopatías, arritmias y bloqueo AV, tromboflebitis.
Hígado: Anormalidad de los test funcionales, ictericia colestática y hepatocelular, hepatitis.
Sistema genitourinario: Frecuencia urinaria, retención urinaria aguda, oliguria con presión sanguínea
elevada, azoemia, insuficiencia renal, impotencia. También se ha informado albuminuria, glucosuria, uremia
elevada y depósitos microscópicos en la orina.
Aparato respiratorio: Cuadro de hipersensibilidad pulmonar caracterizado por fiebre, disnea, neumonitis o
neumonía.
Sistema nervioso: Mareos, somnolencia, trastornos de coordinación, confusión, cefalea, fatiga, visión
borrosa, alucinaciones visuales, diplopía transitoria, trastornos óculo-motores, nistagmus, trastornos del
habla, movimientos involuntarios, neuritis periférica, parestesias, depresión con agitación, locuacidad,
tinnitus, hiperacusia.
Aparato digestivo: Náuseas, vómitos, malestares gástricos y dolor abdominal, diarrea, constipación,
anorexia, sequedad de boca y faringe, glositis, estomatitis.
Ojos: Opacidades corneanas puntiformes y diseminadas, conjuntivitis.
Sistema músculo-esquelético: Dolor articular y muscular, calambres en miembros inferiores.
Metabolismo: Fiebre y escalofríos, intoxicación hídrica con hiponatremia y confusión.
Otros: Se han informado casos aislados de síndrome tipo lupus eritematoso. Ha habido informes
ocasionales de niveles elevados de colesterol, HDL colesterol y triglicéridos en pacientes que tomaban
anticonvulsivantes.
Cabe consignar que estos efectos han sido registrados en pacientes bajo tratamiento con Carbamazepina,
pero no en todos los casos puede ser fehacientemente atribuible al fármaco el trastorno observado.

PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS:
Carbamazepina deberá ser prescrita solamente después de una evaluación crítica riesgo-beneficio para el
paciente y bajo monitoreo cuidadoso en pacientes con antecedentes cardiacos, hepáticos o renales,
reacciones hematológicas adversas a otros fármacos o a cursos interrumpidos de terapia con
carbamazepina.
Efectos hematológicos: Con el uso de carbamazepina ha sido informada la aparición de anemia aplásica y
agranulocitosis. Los datos de un estudio de control en la población que recibía el medicamento demuestran
que el riesgo de desarrollar agranulocitosis es aproximadamente 11 veces mayor que en la población
general.
Debido a la dispersión de los datos de este estudio, el riesgo estimado para anemia aplásica es
desconocido. Sin embargo, el riesgo global de estas reacciones en la población general no tratada es bajo,
aproximadamente 4,7 pacientes para una población de 1 millón por año para la agranulocitosis y 2 pacientes
para una población de 1 millón por año para la anemia aplásica. Aunque la mayoría de los casos de
agranulocitosis (81%) ocurrieron dentro de los 3 meses de tratamiento, se han informado unos pocos casos
tardíos como por ejemplo después de 5 años de tratamiento.
Aunque los informes de recuentos plaquetarios y leucocitarios disminuidos transitoria o persistentemente no
son comunes en asociación con el uso de carbamazepina, no hay datos disponibles para estimar con
seguridad su incidencia o resultado. Sin embargo, la vasta mayoría de los casos de leucopenia no
progresaron a las condiciones más serias de anemia aplásica o agranulocitosis.
Debido a la muy baja incidencia de agranulocitosis y anemia aplásica, la vasta mayoría de los cambios
hematológicos menores observados en el control de pacientes bajo carbamazepina es improbable que
señalen la presencia de una u otra anormalidad. Sin embargo, como valor basal, debe obtenerse un estudio
hematológico pre-tratamiento completo.
Si en el curso del tratamiento un paciente exhibe recuentos leucocitarios o plaquetarios bajos o disminuidos,
el paciente debe ser estrechamente controlado. La discontinuación de la droga debe ser considerada si se
desarrolla cualquier evidencia de depresión significativa de la médula ósea.
Efectos dermatológicos: Si aparecen signos y síntomas sugestivos de reacciones severas dermatológicas
(por ejemplo, síndrome Stevens-Johnson, síndrome Lyell), carbamazepina deberá ser suspendido
inmediatamente.
Las reacciones dermatológicas leves que se presentan (por ejemplo, exantema macular aislado o
maculopapular) son transitorias y no peligrosas, estas generalmente desaparecen en pocos días o semanas,
ya sea durante el curso continuo de tratamiento o posterior a una disminución de dosis. Sin embargo, el
paciente debe mantenerse bajo supervisión estrecha.
Hipersensibilidad: Carbamazepina puede suscitar reacciones de hipersensibilidad, como pueden ser las
reacciones de hipersensibilidad multiorgánica, que pueden afectar a la piel, el hígado, los órganos
hematopoyéticos y el sistema linfático u otros órganos, ya sea de forma individual o en conjunto en el
contexo de una reacción sistémica (véase Efectos Adversos).
Se deberá informar a los pacientes que hayan experimentado reacciones de hipersensibilidad a la
carbamazepina que 25 ó 30 % de ellos puede experimentar reacciones de hipersensibilidad con la
oxcarbazepina.
Puede darse el caso de hipersensibilidad cruzada entre la carbamazepina y la fenitoína. En general, ante
cualquier signo o síntoma indicativo de una reacción de hipersensibilidad, la administración de
carbamazepina se debe suspender de inmediato.
Convulsiones: Carbamazepina debe utilizarse con precaución en pacientes con crisis convulsivas mixtas
que incluyen ausencias, típicas o atípicas. En todos estos padecimientos, carbamazepina puede exacerbar
las convulsiones. En aquellos casos de exacerbación de convulsiones, deberá suspenderse carbamazepina.
Función hepática: Las evaluaciones basales y evaluaciones periódicas de la función hepática,
particularmente en pacientes con antecedentes de enfermedad hepática y en pacientes ancianos, deberá
realizarse durante el tratamiento con carbamazepina. El fármaco debe suspenderse de inmediato en casos
de disfunción hepática agravada o enfermedad hepática activa.
Función renal: Se recomienda realizar exámenes generales de orina y determinaciones de BUN al inicio del
tratamiento y periódicamente.
Efectos anticolinérgicos: Carbamazepina ha mostrado ligera actividad anticolinérgica. Aquellos pacientes
con presión intraocular aumentada deberán ser supervisados de cerca durante el tratamiento.
Efectos psiquiátricos: Deberá considerarse la posibilidad de activación de psicosis latente y, en pacientes
de edad avanzada, de confusión o agitación.
Efectos endocrinológicos: Se ha reportado sangrado en mujeres que toman Carbamazepina al mismo
tiempo que utilizan anticonceptivos hormonales. La confiabilidad de los anticonceptivos hormonales puede
encontrarse adversamente afectada por Carbamazepina y las mujeres en edad reproductiva deberán ser
aconsejadas de utilizar métodos alternos de anticoncepción durante la administración de carbamazepina. Por
inducción enzimática carbamazepina puede causar fallas en la eficacia terapéutica de los medicamentos que
contengan estrógeno y/o progesterona (por ejemplo, fallas en la anticoncepción).
Monitoreo en niveles plasmáticos: Aunque las correlaciones entre las dosis y los niveles plasmáticos de
carbamazepina y entre niveles plasmáticos y la eficacia clínica o su tolerabilidad son poco claras, el
monitoreo de los niveles plasmáticos puede ser de utilidad en situaciones como: aumento dramático en la
frecuencia de convulsiones/verificación del apego del paciente; durante el embarazo; cuando se están
tratando niños o adolescentes; en la sospecha de padecimientos de absorción deficiente; en casos de
sospecha de toxicidad cuando se utiliza más de un fármaco (vease Interacciones medicamentosas).
Disminución de dosis o suspensión del tratamiento: La interrupción brusca de carbamazepina puede
precipitar convulsiones. Si el tratamiento con carbamazepina tiene que ser suspendido abruptamente en un
paciente con epilepsia, el cambio a un medicamento antiepiléptico nuevo deberá hacerse cubriendo al
paciente con un fármaco adecuado (por ejemplo, diazepam I.V.o rectal o fenitoína I.V.).
Otros: La suspensión de carbamazepina contiene parahidroxibenzoatos que pueden provocar reacciones
alérgicas (posiblemente con retraso). También contiene sorbitol, por lo que no debe administrarse a
pacientes con trastornos genéticos raros de intolerancia a la fructosa.
Efectos en la habilidad para manejar y utilizar maquinaria: La habilidad de los pacientes a reaccionar
ante estímulos puede encontrarse deteriorada debido al mareo y somnolencia causadas por la
carbamazepina, en especial al inicio del tratamiento o en relación con ajustes de dosis. Los pacientes deben
tener especial cuidado cuando manejan un vehículo u operan maquinaria.
Embarazo: No hay estudios adecuados bien controlados en la mujer embarazada. Los datos
epidemiológicos sugieren que puede haber una asociación entre el uso de la Carbamazepina durante el
embarazo y malformaciones congénitas, incluyendo la espina bífida. La Carbamazepina debe ser usada
durante el embarazo sólo si el beneficio terapéutico justifica el riesgo potencial para el feto.
Es importante señalar que los anticonvulsivantes no deben ser discontinuados en pacientes en los cuales la
droga es administrada para prevenir crisis mayores debido a la fuerte posibilidad de precipitar un estado
epiléptico, con hipoxia acompañante y amenaza para la vida.
Lactancia: Durante la lactancia, la concentración de Carbamazepina en la leche es de aproximadamente el
60% de la concentración plasmática materna.
Debido al riesgo potencial de reacciones adversas serias en los lactantes, debe decidirse si se interrumpe la
lactancia o la administración de la droga, valorando la importancia de la terapia para la madre.
Alteraciones de las Pruebas de Laboratorio: Hiponatremia, posible acidosis metabólica, posible
hiperglucemia, incremento de CPK muscular.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS:
El paracetamol puede incrementar el riesgo de hepatoxicidad y disminuir los efectos terapéuticos de esta
droga. Puede disminuir el efecto de los corticosteroides debido al aumento del metabolismo de éstos. Se
estimula el metabolismo hepático de las xantinas (teofilina, aminofilina), pueden disminuir los efectos de los
anticoagulantes derivados de la cumarina por inducción de la actividad enzimática microsómica hepática.
Disminución de las concentraciones séricas y reducción de las vidas medias de eliminación de primidona,
ácido valproico, barbitúricos, benzodiazepinas o anticonvulsivos del grupo succinimida o hidantoína. Se
potencian los efectos depresores sobre el SNC con el uso simultáneo de antidepresivos tricíclicos,
haloperidol, loxapina, fenotiazinas o tioxantenos. Los inhibidores de la anhidrasa carbónica pueden hacer
que aumente el riesgo de osteopenia. La cimetidina puede aumentar la concentración plasmática de
carbamazepina. Aumenta el metabolismo y por lo tanto disminuyen los efectos terapéuticos de ciclosporina,
anticonceptivos orales que contengan estrógenos, levotiroxina, mexiletina y quinidina. Pueden inhibir el
metabolismo de la carbamazepina el danazol, diltiazem, eritromicina, dextropropoxifeno o verapamilo. En
pacientes tratados con dosis elevadas de mebendazol se ha demostrado que disminuyen las
concentraciones plasmáticas de carbamazepina. El uso de IMAO ha dado lugar a crisis hiperpiréticas, crisis
hipertensivas y convulsiones severas.

CONTRAINDICACIONES:
Hipersensibilidad conocida a la carbamazepina o a fármacos estructuralmente relacionados (por ejemplo,
antidepresivos tricíclicos) o a cualquier otro componente de la fórmula.
Pacientes con bloqueo atrioventricular.
Pacientes con antecedentes de depresión de médula ósea.
Pacientes con antecedentes de porfiria hepática (por ejemplo, porfiria intermitente aguda, porfiria mixta,
porfiria cutánea tardía).
El uso de carbamazepina no se recomienda en combinación con inhibidores de la monoaminooxidasa
(IMAOs).

SOBREDOSIS:
Signos y síntomas: Los signos y síntomas de la presentación de una sobredosis generalmente involucran el
sistema nervioso central, aparato cardiovascular y respiratorio. Sistema nervioso central: Depresión del
SNC; desorientación, somnolencia, agitación, alucinaciones, coma, visión borrosa, lenguaje farfullante,
disartria, nistagmus, ataxia, discinesia, inicialmente hiperreflexia, después hiporreflexia, convulsiones,
alteraciones psicomotoras, mioclonos, hipotermia, midriasis.
Sistema respiratorio: Depresión respiratoria, edema pulmonar.
Sistema cardiovascular: Taquicardia, hipotensión, en ocasiones hipertensión, alteraciones de la
conducción?con ampliación del segmento QRS, síncope en asociación con paro cardiaco.
Sistema gastrointestinal: Vómito, retraso en el vaciamiento gástrico, disminución de la motilidad intestinal.
Función renal: Retención urinaria, oliguria o anuria, retención de líquidos, intoxicación por agua debido a un
efecto de la carbamazepina similar al de la ADH.
Ante la eventualidad de una sobredosificación concurrir al Hospital más cercano o comunicarse con los
Centros de Toxicología.

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