Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Cerámicas feldespáticas
Las primeras porcelanas de uso dental tenían la misma composición que las porcelanas utilizadas
en la elaboración de piezas artísticas. Contenían exclusivamente los tres elementos básicos de la
cerámica: feldespato, cuarzo y caolín. Con el paso del tiempo, la composición de estas porcelanas
se fue modificando hasta llegar a las actuales cerámicas feldespáticas, que constan de un magma
de feldespato en el que están dispersas partículas de cuarzo y, en mucha menor medida, caolín. El
feldespato, al descomponerse en vidrio, es el responsable de la translucidez de la porcelana. El
cuarzo constituye la fase cristalina. El caolín confiere plasticidad y facilita el manejo de la cerámica
cuando todavía no está cocida. Al tratarse básicamente de vidrios poseen unas excelentes
propiedades ópticas que nos permiten conseguir unos buenos resultados estéticos; pero al mismo
tiempo son frágiles y, por lo tanto, no se pueden usar en prótesis fija si no se «apoyan» sobre una
estructura. Por este motivo, estas porcelanas se utilizan principalmente para el recubrimiento de
estructuras metálicas o cerámicas.
Cerámicas aluminosas
En 1965, McLean y Hughes abrieron una nueva vía de investigación en el mundo de las cerámicas
sin metal. Se incorporaron a la porcelana feldespática cantidades importantes de óxido de
aluminio reduciendo la proporción de cuarzo. Estos cristales mejoraban las propiedades mecánicas
de la cerámica.
Sin embargo el incremento de óxido de aluminio provoca en la porcelana una reducción
importante de la translucidez. Cuando la proporción de alúmina supera el 50% se produce un
aumento significativo de la opacidad. Por este motivo, en la actualidad las cerámicas de alto
contenido en óxido de aluminio se reservan únicamente para la confección de estructuras
internas, siendo necesario recubrirlas con porcelanas de menor cantidad de alúmina para lograr
un buen mimetismo con el diente natural.
Cerámicas circoniosas
Este grupo es el más novedoso. Estas cerámicas de última generación están compuestas por óxido
de circonio altamente sinterizado (95%), estabilizado parcialmente con óxido de itrio (5%). La
principal característica de este material es su elevada tenacidad debido a que su microestructura
es totalmente cristalina y además posee un mecanismo de refuerzo denominado «transformación
resistente». El cual consiste en que la circonia parcialmente estabilizada ante una zona de alto
estrés mecánico sufre una transformación de fase cristalina adquiriendo un volumen mayor. De
este modo, se aumenta localmente la resistencia y se evita la propagación de la fractura.
Esta propiedad le confiere a estas cerámicas una resistencia a la flexión entre 1000 y 1500 MPa,
superando con una amplio margen al resto de porcelanas. Por ello, a la circonia se le considera el
«acero cerámico». Al igual que las aluminosas de alta resistencia, estas cerámicas son muy opacas
(no tienen fase vítrea) y por ello se emplean únicamente para fabricar el núcleo de la restauración,
es decir, deben recubrirse con porcelanas convencionales para lograr una buena estética.
Ventajas
Las ventajas de una corona totalmente cerámica son su estética superior, su excelente traslucidez
(similar a la de una estructura dental natural) y su respuesta tisular que es, por lo general, buena.
La falta de refuerzo de una subestructura metálica le permite una reducción ligeramente más
conservadora de la superficie facial que la que se realiza con la corona de metal-porcelana a pesar
de que la superficie lingual necesita una reducción adicional para darle resistencia.
Desventajas
Indicaciones
La corona totalmente cerámica está indicada en zonas con un alto compromiso estético y en las
que una restauración más conservadora seria inadecuada. Habitualmente este diente tiene caries
proximal y/o facial que ya no puede ser restaurada con una resina de composite.
El diente debe estar relativamente intacto y debe tener suficiente estructura coronal para soportar
la restauración, en concreto en el área Incisal, donde es importante no superar un espesor de
porcelana máximo de 2 mm.
Contraindicaciones
La corona cerámica está totalmente contraindicada cuando puede utilizarse una restauración más
conservadora. Casi no se recomienda para molares. Debido a la mayor carga oclusal y las menores
demandas estéticas, las restauraciones de metal porcelana son el tratamiento de elección. Si la
carga oclusal es desfavorable o si no es posible obtener un soporte adecuado o una anchura de
hombro uniforme de al menos 1 mm circunferencialmente, ha de pensarse en la fabricación de
una restauración de metal-porcelana.
-Los bordes lisos dan como resultado una menor tensión en la corona. Esta menor tensión
disminuye el porcentaje de fracturas que se producen.
-Las restauraciones de cerámica requieren un ajuste pasivo. Se trata de lograr que la estructura de
la prótesis encaje perfectamente sobre los dientes preparados sin que haya tensiones sobre estos
o en la estructura.
-La reducción uniforme da como resultado una resistencia ideal de la cerámica. Una reducción
suficiente conduce a los mejores resultados estéticos.
-Los escáneres digitales leen las preparaciones más lisas con mayor precisión.
Preparación
Instrumental
Los instrumentos necesarios para preparar una corona totalmente cerámica incluyen los
siguientes:
• Fresas de diamante cónica estrecha de punta redonda de granos medio y grueso (0.8 mm)
• Fresa de diamante cónica de punta cuadrada y redonda de grano medio 1.0 mm)
• Fresa de diamante con forma de balón.
• Piedras y fresas de carburo de acabado.
La secuencia de preparación para una corona cerámica es similar a la de una corona de metal-
porcelana. La diferencia principal es la necesidad de un chamfer circunferencial de 1 mm de
ancho.
“Llave” de masilla
Se efectúa un índice vestibular seccionando la masilla adaptada por el borde incisal. Después se
corta el segmento vestibular en dos mitades una incisal y otra gingival. La parte gingival formada
de esta manera se recoloca sobre los dientes para asegurarse de que está bien adaptada. Si el
contorno vestibular del diente debe ser modificado significativamente por la corona, realizar el
índice a partir del encerado diagnóstico del contorno propuesto.
También es posible realizar un índice seccionando la masilla a lo largo de la línea media sagital del
diente, desde la parte gingivovestibular a la gingivolingual. Este tipo de índice da más información
sobre la reducción a lo largo de la línea media de la preparación incluyendo las partes incisal y
lingual.
Reducción facial
Se inicia la preparación realizando los surcos guías para esto se utiliza un instrumento rotatorio de
diámetro conocido, de tal forma que, la profundidad de la reducción se puede medir a partir de la
superficie del esmalte sin tallar. La profundidad de estos surcos debe ser de un 0.8 mm para
permitir el acabado.
Realizar la reducción del volumen con la fresa de diamante cónica de punta redonda, lo que da
lugar a un marcado margen en chámfer.
La reducción completa del borde incisal debe proporcionar 1,5 a 2 mm de espacio libre para la
porcelana en todos los movimientos excursivos de la mandibula. Esto permite la fabricación de
una restauración agradable estéticamente y con una resistencia adecuada. Si se utiliza la
restauración para dientes posteriores (raro), se necesita un espacio libre de 15 a 2 mm en todas
las cúspides. Cualquier reducción mayor aumentaría las tensiones en la superficie vestibular, lo
que puede resultar en las fracturas vestibulares de media luna.
Preparar tres surcos profundos en el borde incisal, inicialmente de 1,3 mm para permitir la
pérdida adicional de estructura dental durante el acabado. El plano de la reducción incisal debe
ser paralelo al borde incisal original y, más importante aún, perpendicular a las fuerzas de
masticación. Completar la reducción incisal, reduciendo la mitad de la superficie y verificando si es
adecuada al terminarla.
En los dientes posteriores tiene que haber un surco en cada cresta triangular y uno en cada surco
mayor mesial o distal de la cresta triangular. Se elimina el tejido dental remanente entre los
surcos de orientación para la profundidad. La reducción seguirá los planos inclinados de la
superficie oclusal para asegurar el grosor suficiente del material, soporte para la porcelana y altura
de la preparación.
Reducción lingual
Para asegurar la reducción adecuada de la porción del cíngulo en la reducción lingual, hacer
marcas de orientación para la profundidad con un pequeño diamantado de bola cuyo diámetro es
1,4 mm mayor que el vástago. Cuando se hunde la parte lateral del diamantado en la superficie
lingual, el corte tendrá una profundidad de 0,7 mm La mayoría de dientes requerirán este tipo de
cortes de referencia. Las recomendaciones para la reducción de la superficie lingual son de 1,0 mm
Utilizar la fresa de diamante con forma de balón para la reducción lingual después de colocar
surcos profundos de unos 0.8 mm de profundidad.
Una curva marcada en la reducción cingular también parte la superficie lingual en un componente
horizontal y en un segmento vertical, que añaden a la preparación resistencia y retención. Por
último, la curvatura en esta área reducirá el estrés, mientras que la reducción realizada en un
plano inclinado o vertiente producirá mayor esfuerzo de tensión. En un canino, el cíngulo se
reduce con un ligero reborde lingual para dividir la superficie en dos concavidades, que
incrementarán la resistencia a la rotación.
Para preparar la pared vertical lingual, usar el diamantado convergente de punta plana empleado
en el resto de la reducción axial. Se debe penetrar 1,0 mm en el diente, y debe mostrar una
reducción muy poco cónica en relación con la parte gingival de la superficie vestibular. La mínima
conicidad es altamente recomendada debido a que una preparación muy cónica carece de
resistencia y puede ejercer fuerzas de cuña en la restauración incrementar el estrés e incluso
causar la fractura de la corona.
Para los márgenes subgingivales, desplazar el tejido con un hilo antes de seguir con la preparación
del chámfer. El objetivo último es dirigir las tensiones óptimamente a toda la restauración
terminada. Esto se consigue cuando el chámfer u hombro redondeado soporta por complete la
corona. Las fuerzas ejercidas sobre la corona se orientan, de esta manera, en una dirección
paralela al eje de colocación. Un hombro inclinado da lugar a una carga desfavorable sobre la
porcelana, con más posibilidades de fallo a la tracción. Un ángulo cavo superficial de 90 grados es
óptimo.
Acabado
8. Acabar las superficies preparadas hasta conseguir la misma lisura descrita para otras
preparaciones dentales. Asegurarse de redondear los ángulos que hubiesen quedado demasiado
agudos para evitar un efecto cuña, ya que podría provocar una fractura.
9. Afinar aún más el margen si es necesario, utilizando una fresa de diamante o de carburo, según
se prefiera.
Carillas
Según Macchi, carilla es un «bloque que se fija a la superficie vestibular de un diente anterior,
fundamentalmente para mejorar sus aspectos estéticos»
El objetivo que se le atribuye a una carilla de porcelana desde el punto de vista estético es lograr
una armonía en la sonrisa, además de la recuperación de la función, gracias al restablecimiento de
la guía anterior y de la guía canina brindando el largo adecuado de los dientes anteriores.
Las carillas son una alternativa restauradora conservadora ya que evita el desgaste excesivo del
diente a comparación de la reducción que se hace para una corona convencional, manteniendo así
buena parte de la estructura dentaria, sólo retirándose entre 3% y 30% de la estructura total del
diente.
Ventajas
2. Estética muy elevada. La ausencia de metal en la preparación protésica junto con el grosor
de la cerámica empleada permite una transmisión óptima de la luz, que se va a reflejar en
la dentina subyacente de manera similar a la del diente sano. El resultado estético es
óptimo. Su color parece natural y es estable a largo plazo pues no se altera por ninguna
circunstancia mientras no se fracture. Por otro lado, el color es parcialmente modificable si
empleamos maquillajes cerámicos o bien tintes internos incorporados al composite
cementante.
Desventaja
La construcción de finas láminas de porcelana da una fragilidad inherente a las carillas lo que hace
que, con alguna frecuencia, se produzcan fracturas de las mismas
Indicaciones
Esteticas.
b. Cambios de posición dentaria: Dentro de unos límites se pueden recolocar dientes con
rotaciones por medio de carillas de porcelana que los coloquen en una posición más ideal.
d. Cierre de diastemas. El ensanchamiento del diente por medio de carillas permitirá el cierre de
pequeños espacios interdentarios de un modo conservador. No se aconsejan si sobrepasa el 1mm
de anchura.
Anatomicas
La indicación de carillas para solucionar anomalías de forma, tamaño o volumen dentario, tanto
congénitos como adquirido debe tomarse con cierta reserva. No obstante, cualquiera de ellos,
siempre y cuando sean de pequeña intensidad/severidad podría ser restaurada con carillas sin
perjuicio de otro tipo de tratamientos como coronas de recubrimiento total, en principio más
adecuadas.
restaurada con carillas sin perjuicio de otro tipo de tratamientos como coronas de recubrimiento
total, en principio más adecuadas. Así podrían solucionarse tanto anomalías congénitas
(hipoplasias del esmalte, microdoncias y dientes conoideos, etc.) como adquiridas (fracturas,
atriciones, abrasiones, etc.) e incluso las ocasionadas por trastornos alimentarios (bulimias, etc.)
con el fin de reponer la estructura dentaria perdida por la erosión ocasionada por los
vómitos/regurgitaciones repetitivas de estos pacientes.
Funcionales
Al igual que en las indicaciones anatómicas y con las mismas limitaciones, las carillas de porcelana
pueden solucionar alteraciones funcionales tales como restauración de las guías anterior y canina
colocándolas sobre la cara palatina de los dientes anterosuperiores, más que a expensas de la cara
vestibular de los inferiores.
Contraindicaciones
Estéticas
Alteraciones muy importantes del color dentario pueden ser imposibles de esconder de manera
suficiente con las carillas de porcelana pues su transparencia hace muy difícil el total
enmasacaramiento de la discromía, incluso si se usan opacificadores y se incrementa el grosor al
máximo permitido.
Funcionales
Las situaciones de carga excesiva sobre las carillas de porcelana o sobre los dientes soporte de
las mismas causarán fuerzas inadecuadas que redundarán en la fractura o descementado de la
carilla. Entre estas situaciones de sobrecarga habremos de citar el bruxismo y los hábitos
parafuncionales, que pueden causar fracturas y descementados continuos.
Otras
Hábitos inadecuados, higiene insuficiente o elevado índice de caries son otras importantes
contraindicaciones