Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Impreso en Argentina
2
EN ESTE CAPÍTULO
MI MONSTRUO ENTRA EN
ACCIÓN Y YO ME LIGO
UN BUEN REGAÑO
Hay algo que conviene que les diga cuanto antes: yo soy
buena. Todo el mundo dice: "Inesita es muy buena" o "Pedile
a Inés, que es buena". Y vienen y me dicen: "Dale Inés, vos
que sos tan buena..." Bueno, eso demuestra que yo soy
buena, o, por lo menos, que todos creemos que yo soy
buena. Y ha de ser por eso (porque soy buena) que al
principio no me di cuenta de que mi monstruo podía serme
útil. Me di cuenta por casualidad y cuando ya era muy tarde.
—¡Claro! Vos no decís nada. Vos nunca decís nada. Vos sos de
las que matan callando. Te crees que así te vas a salvar.
Pero esta vez sí que no. Esta vez sí que no, Inés. Esta vez
vas a recibir un castigo importante, ¿entendés?, un castigo
importante.
5
Estaba agujerada, desgarrada, destrozada, deshilachada,
babosa, como si un cachorro de cocker hubiese estado
jugando con ella toda la noche (nosotros gato tenemos, pero
cachorro de cocker, no; eso era lo raro).
6
despacio, con un solo dedo.
7
Fue espantoso. De pronto se puso verde y violeta, casi
fosforescente, y empezó a hincharse y deshincharse con
mucha fuerza. Pegó un chillido de ratón, abrió su boca
gigantesca llena de muchísimos dientes, y se prendió como
un tigre a la manga derecha, que era la única que todavía
estaba casi intacta. Arrancó un pedazo enorme y se lo masticó
a toda velocidad. A medida que tragaba se iba poniendo más
azul y menos violeta, y poco a poco se fue tranquilizando.
Supongo que tendría que haber dicho: "Yo no fui, papi, fue mi
monstruo, porque yo tengo un monstruo en el bolsillo..." pero ya
se sabe que yo (como dice la señorita de Lengua)... Y sobre todo
cuando tengo un "Inés" atragantado en la garganta.