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Videojuegos: ¿Adición o distracción?

Un videojuego es un programa de computación, creado para el entretenimiento, basado en

la interacción entre una o varias personas y un aparato electrónico (ya sea un ordenador, un

televisor, una videoconsola, actualmente un teléfono celular), el cual ejecuta dicho

videojuego. En muchos casos, estos recrean entornos y situaciones virtuales en los cuales el

jugador puede controlar a uno o varios personajes (o cualquier otro elemento de dicho

entorno), para conseguir uno o varios objetivos por medio de unas reglas determinadas.

Pero ¿Qué efecto causa en los que interactúan con ellos?

Se ha vuelto un objeto de estudio ya que cada vez las personas buscan motivos para

despejar su mente y recrearse, ya no es solo una tarea de los niños y jóvenes vivir

sumergidos en un mundo de fantasía que brindan los videojuegos, sino que cada vez mas

este mecanismo es usado por diversos grupos de edades, pero ¿Cuáles son las ventajas y

desventajas de los mismos? ¿Afectan neurológicamente positiva o negativamente el uso de

estos? ¿Su objetivo es causar adicción o distracción? Ese es el centro de nuestra reflexión.

Los videojuegos nos acompañan desde hace mucho, “los primeros pasos de los actuales

juegos de video nos llevan a los años 40, cuando los técnicos americanos desarrollaron el

primer simulador de vuelo, destinado al entrenamiento de pilotos. En 1962 apareció la

tercera generación de ordenadores y a partir de ahí el proceso ha sido continuado.

En 1969 nació el microprocesador, que producía mayor potencial de información que los

grandes ordenadores de los años 50. Es lo que constituye el corazón de nuestros

ordenadores, videojuegos y calculadoras.


En 1970 aparece el disco flexible y en 1972 se desarrolla el primer juego, llamado PONG,

que consistía en una rudimentaria partida de ping-pong. En 1977, la firma Atari lanzó al

mercado el primer sistema de videojuegos en cartucho, que alcanzó un gran éxito en

Estados Unidos y provocó, al mismo tiempo, una primera preocupación sobre los posibles

efectos de los videojuegos en la conducta de los niños”1

Desde su creación el videojuego fue algo innovador y polémico. Bien es cierto que empezó

siendo una forma de distraer a los niños y de abrir sus mentes transportándolos a un nuevo

mundo, haciendo que pusieran en práctica su imaginación; desde aquel entonces, y aun mas

hoy, paso a ser una adicción para los que practican y esta es una de las tantas razones por la

que es tan criticado dejando de lado que los videojuegos también tienen ventajas, y lo ha

convertido en un tema de relevancia. “Cuando pensamos en los videojuegos que existían a

principios de la década de los 80 y en las plataformas de juegos en las que se sustentaban

las rotundas acusaciones de C. Everett Koop solo se pueden interpretar como una muestra

de hasta qué punto los prejuicios morales y el desconocimiento han estado implicados en

las apreciaciones sobre los videojuegos desde que éstos aparecieron hace pocas décadas” 2

Una de las críticas más habituales a los videojuegos es la que hace referencia a su supuesto

potencial adictivo. A partir de la observación de jóvenes que les dedican una parte

importante de su tiempo y que centran sus relaciones sociales en torno a ellos, no falta

quien habla de “enganche” y “adicción”, en claro paralelismo a la dependencia de

sustancias. Los propios aficionados e incluso la publicidad no dudan en recurrir a tales

términos, conscientes del atractivo que generan. "Al principio jugaba solo dos o tres horas,

pero con el tiempo fue peor. Había días en que ni siquiera dormía” Esta historia puede ser

1
Estallo, Juan Alberto. Los videojuegos: Juicios y prejuicios. Barcelona: Planeta. 1995.
2
Tejeiro Salguero, Ricardo. Efectos psicosociales de los videojuegos. En: Comunicaciones. #7. 2009. P. 236
la de cualquier gamer. “Las investigaciones al respecto se han basado, de forma casi

generalizada, en medidas de autoinforme, y las conclusiones de la mayoría de los estudios

disponibles son alarmantes, ya que se informa de la existencia de un grupo de personas –

entre el 1,5 y el 19 por ciento– cuyo uso de videojuegos es considerado adictivo"3 además

de las muchas más desventajas, como: Agresividad, aislamiento social, conductas

criminales, trastornos médicos, perder el sentido de la realidad; que traen a la vida de las

personas que practican esto.

Nadie puede rechazar las innegables desventajas, pero también se deben incluir sus

beneficios, las personas ignoran que estos enseñan y mejoran habilidades físicas y mentales

“mediante procedimientos correlacionales se ha comparado la ejecución de jugadores

habituales o frecuentes, y de no jugadores. Con este procedimiento, se ha informado de que

el uso habitual de videojuegos se asocia a una mejor ejecución en pruebas de atención

visual, más eficiencia en el cambio de tareas, menor tiempo de reacción en tareas de

búsqueda visual, menor tiempo de reacción en discriminación de forma/color, y más

eficacia en el seguimiento de objetivos múltiples, entre otras” 4 y no solo esto, sino que

también los videojuegos son medios didácticos y emocionales, tienen utilidad terapéutica,

estimulan el desarrollo de la creatividad, entre otros. Pero, ¿Qué ha llevado a que deje de

ser distracción? La manera en la que lo hemos usado, esto ha opacado todas las ventajas y

ha traído consigo un sinfín de desventajas.

Para argüir podemos decir que desde su creación los videojuegos han servido de

entretención para aliviar momentos de tensión, tanto en niños como en jóvenes y adultos,

aunque su fin era netamente recreativo el hecho de aumentar la demanda de los mismos

3
Ibid., p. 237.
4
Ibid., p. 245.
hizo aumentar señales y eventos que causaran adicción, tanto así que se ha desviado

totalmente su función inicial de divertir y en estos momentos causa, en su gran mayoría,

una adicción total. A pesar de que estos tienen distintos niveles todos buscan al final ser los

más usados y así utilizan diversas estrategias que causen dicha adicción, por lo tanto no es

el videojuego en sí, sino el uso que se le da al mismo. Por eso mismo hace que

precisamente nuestro interrogante llegue a la conclusión de que los videojuegos son

perjudiciales tanto para la parte neurológica como para la parte física. Dicho esto, los

videojuegos dejan de ser simplemente distracción y pasan a ser acciones nocivas en contra

de nosotros mismos.

Noemi Rivera
Grupo 3

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