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La profesora, Mª Rosa Aguado les da a leer a los


alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato un texto
que forma parte del Proyecto de Cine y Educación
en relación a la película de También la Lluvia.

Ofrecemos un fragmento del mismo pero se puede


encontrar en este enlace.

En este documento, los textos aparecen sin autor


porque queremos animar a una experiencia de
aprendizaje en la Red y en redes.

¿Cómo? Sencillo.

1.- Se escoge un texto o varios o todos.

2.- Se lee y se analiza y entonces se escriben tres


cosas que te han parecido adecuadas del juicio
crítico y una que mejorarías.

¿Para qué? Pues para participar de aquello tan oído


de que se aprende junto a otros y a menudo gracias
a los otros…pero a través de la Red.

Al terminar esperamos que hayas descubierto


nuevas posibilidades para la palabra evaluación,
coevalución, crítica constructiva, aprender a aceptar

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la crítica, progresar desde lo que ya se sabe, utilizar
el lenguaje para ayudar a crear emociones
favorables a la autosuperación permanente a lo
largo de la vida…
El ALTO, Bolivia/AP — Martina Churata tiene seis hijos y con

la menor sobre sus espaldas saca agua para cocinar de un

pozo cercano a su casa. El líquido es amarillento y brota en

un descampado donde las vacas, los perros y las personas

hacen sus necesidades, pero es el agua que beben todos los

días desde hace diez años a pesar de vivir en una ciudad.

“Hoy vendrá poca gente al pozo porque llovió anoche y todos

han recogido agua de la lluvia que es más clara y mejor”,

dice, mientras su pequeño hijo arrastra un cubículo de

plástico con agua del pozo para la cocina.

La semana pasada Martina y sus vecinos se unieron,

paralizaron por tres días la ciudad de El Alto, punto

neurálgico que une La Paz con el resto del país, y obligaron al

presidente Carlos Mesa a rescindir contrato con una

multinacional francesa que suministra agua potable a las dos

ciudades.

Pero Martina y sus vecinos no saben cuánto tiempo más

tendrán que esperar para tener el líquido en su casa.

Seguirán bebiendo ese líquido turbio que recogen del pozo y

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lavarán la ropa en el mismo lugar. Acá son frecuentes entre

los niños las infecciones intestinales y los granos en la lengua.

Este es el barrio Mariscal Sucre en El Alto, una de las

ciudades más pobres de Bolivia, a doce kilómetros de La Paz

y habitada por migrantes campesinos y desocupados. En

octubre del 2003 esta ciudad se alzó en una revuelta popular

que costó 56 muertos y obligó a renunciar al entonces

presidente Gonzalo Sánchez de Lozada que se negaba a

escuchar su pedido: “No a la exportación del gas”.

También esta urbe es un ejemplo palpable de que no funciona

una multinacional que suministra servicios básicos para gente

pobrísima. No es negocio para la empresa y menos para la

gente.

Si el agua parece lejana para estas familias aymaras que

viven sobre los 4.000 metros de altitud y al pie de los

nevados más hermosos que tiene Bolivia, el alcantarillado es

un sueño lejano y del gas por tubería no han escuchado ni

hablar, a pesar de que Bolivia posee las mayores reservas del

continente después de Venezuela…..

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Juicio crítico sobre la guerra del agua
en Bolivia. Texto 1
El tema tratado en el texto de la guerra del agua que enfrenta a pobres con una
multinacional en una ciudad de Bolivia provoca en mí opiniones críticas.
Empezando por el gran impacto que causa pensar en una ciudad, no un pueblo
con posibles menos condiciones, en que haya gente que viva del agua en mal
estado.
Primero porque es triste pensar cómo miles de personas, entre ellos mayoría
de niños por ser más susceptibles, sufran enfermedades y numerosas
infecciones por no disponer de agua en buen estado, abasteciéndose de una
“común” en que se lava, se hacen necesidades y de la que se bebe. Pero más
triste me parece, y o menos lamentable, ver como hay multinacionales que se
hacen ricas ante esto. Y no es que no lo vean, sino que no lo quieren ver. Sin
escrúpulos, se atreven a pedir a estas personas un pago imposible para ellas
para poder disponer de agua en buen estado, a pesar de conseguirla de ese
mismo país pobre en que se asientan.
Todo esto nos lleva a pensar en la gran injusticia, y la impotencia que conlleva
ver que vivimos en una sociedad en que el rico se hace más rico haciendo al
pobre más pobre de lo que es.

Juicio Critico : Bolivia, Guerra del agua. Texto 2


Este texto lo que está intentando es dar a conocer la situación en la que tienen
que sobrevivir los habitantes de El Alto, Bolivia. Se nos presenta a Martina, una
vecina de la ciudad que cuenta el mal abastecimiento del agua en la ciudad y
las precarias condiciones que encuentran en los pozos. Al saberse el nombre
de algunos afectados hace que te sientas más inmerso en la historia y
comprendas mejor que es una situación real. Es por esto por lo que opino que

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el texto cumple muy bien los objetivos al plantear bien el problema e informar
de cómo es la situación. Una vez asimilada la idea, es más fácil proponer unas
posibles soluciones al problema ya que a mi modo de ver, o se vuelven a hacer
públicos las compañías suministradoras y se controlan de cerca los asuntos
sobre la comunicación o se obliga a la multinacional francesa a facilitar los
pagos a los ciudadanos (poner la moneda local, abaratar precios, etc. )
De esta manera se conseguirá que un agua limpia y potable sea accesible a
más gente, en una ciudad, que como dice el texto, aumenta mucho cada año y
la tasa de jóvenes es muy elevada, haciendo más urgente una buena
suministración de agua.
En conclusión, que el agua en esta gran ciudad boliviana es un gran problema
que afecta a miles de personas y que debe de ser solucionado de una manera
u otra, cuanto antes mejor.

Juicio crítico – Guerra del agua. Texto 3


En Bolivia (El Alto) hay graves problemas con el agua. Familias pobres, sin
dinero, con hijos y sin trabajo se enfrentan a una multinacional que pretende
privatizar el agua potable en Bolivia. Obligándoles a pagar lo que deben si lo
que desean es comunicar agua.
Bajo mi punto de vista se trata de una medida muy drástica que afecta a
familias y comunidades enteras que se ven continuamente sometidas a
empresas que tienen el poder y el dinero.
No sólo están privados de agua potable y tienen que pagar por ella, sino que
además ese pago debe ser en dólares; moneda que no han visto nunca estas
comunidades. Así pues, aumenta la impotencia de cada uno al ver que hay
mucha agua y que ellos no la pueden consumir dignamente por simple hecho
de ser pobres. No tienen dinero porque no tienen trabajo, con lo cual no pueden
permitirse pagar el agua.
No nos damos cuenta de todas estas cosas que ocurren a nuestro alrededor,
en nuestro propio mundo y es penoso ver cómo miles de personas
desperdician agua sin saber el valor que para muchos puede llegar a tener.
El mero hecho de llegar a casa y tener agua potable nos resulta indiferente,
mientras en otros lugares es algo parecido a una utopía.

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Por todo esto, podemos afirmar que siempre hay alguien con más poder que
otros a quienes convierte en sometidos y que ese poder aumenta, mientras, por
otro lado, las comunidades como este caso, se ven más sometidas al poder y
privadas de un recurso natural tan necesario para todos como es el agua.
Es preocupante ver cómo todavía queda gente poderosa sin escrúpulos capaz
de privar a la gente más pobre y humilde de sus derechos.

Juicio Critico Texto 4


La “Guerra del agua” nos demuestra como las compañías y empresas y
algunos gobiernos sólo miran su propio interés.
En Bolivia, a pesar de ser el segundo país con mayores reservas de Gas
natural de América del sur, la gran mayoría de sus ciudadanos vive sin poder
utilizarlo.
Algo parecido ocurre con el agua, la gente no tiene fácil acceso a ella aunque
no escasee. Esto se debe a que las compañías responsables de hacerles llegar
estos preciados recursos no se paran a pensar en cómo cambiará la vida de las
personas. No les importa que el nivel económico de países como Bolivia sea
mucho menor al de otros europeos o el de Estados Unidos.
Tendrían que poner el coste de estos recursos en consonancia con el nivel
económico del país, pero como ven que en otros países cobran más creen que
pueden poner el mismo precio, o parecido, sin grandes consecuencias.
Además, en muchas ocasiones, los gobiernos no hacen nada por mejorar la
situación. Y en aquellos que sí hace algo las medidas tomadas suelen ser
insuficientes.
Al final, los grandes perjudicados son los ciudadanos.
A pesar de que en teoría tanto las compañías, sobre todo las que se encargan
de suministrar recursos tan necesarios, como los gobiernos deberían mirar por
el bien de las personas. La experiencia nos demuestra que la gran mayoría no
lo hace.
COMENTARIO CRÍTICO
Bolivia: guerra del agua enfrenta a los pobres con una multinacional.
Texto 5
Este texto nos informa de la situación por la que está pasando la población de
El Alto, una de las ciudades más pobres de Bolivia. Los habitantes de esta

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ciudad no tienen trabajo fijo y sus ingresos no les permiten adquirir servicios
como el agua potable o el gas, lo cual para nosotros sería impensable.
Que este pueblo no tenga acceso a algo tan necesario como el agua potable se
debe a la privatización de empresas, las cuales anteriormente pertenecían al
estado, para que así dejara de haber corrupción en ellas. Con esto se consiguió
que estos recursos tan necesarios dejaran de ser accesibles debido al elevado
coste que las empresas privadas implantaron.
Es difícil imaginarse esta situación hoy en día en nuestro país, puesto que
afortunadamente no se dan este tipo de sucesos.
Yo creo que el agua potable no debería ser un recurso limitado a aquéllas
personas que puedan permitírsela, como si de un lujo se tratase, sino que cada
cual debería poder hacer uso de ella al menos para algo tan necesario como
beber y cocinar. Si ya es duro subsistir en zonas como ésta, donde hay tanta
pobreza y desolación, habiendo estas restricciones de recursos les debe ser
casi imposible, sobre todo para aquellas personas que tenga hijos pequeños y
estén condenados a ver cómo mal viven y a culparse a ellos mismos por no
poder darles, al menos, agua libre de suciedad y restos dañinos para la salud.
Si los habitantes de El Alto persisten con sus manifestaciones y sus quejas,
posiblemente los dueños de estas empresas se den cuenta de lo que están
provocando y, por lo menos, bajen los precios de estos recursos vitales. La
esperanza es lo último que se pierde.

Juicio crítico sobre Bolivia: guerra del agua enfrenta a los pobres con una
multinacional Texto 6
por Elena Larriba

Carlos Valdez con este texto nos quiere informar sobre el inhumano problema
de la potabilización del agua en El Alto, Bolivia, aunque este es solo un ejemplo
de las muchas ciudades de Bolivia que se hallan en condiciones parecidas.

Desde mi punto de vista para paliar este problema me parece que el gobierno
debe devolver la administración del agua a alguna empresa boliviana, que no
sea la anterior pues ya se vieron los resultados obtenidos. Creo que solamente
una empresa propia del país puede entender realmente la necesidad que existe

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de potabilizar el agua a precios accesibles para los ciudadanos. Como medida
de seguridad para que no volviesen a repetirse casos de corrupción propongo
que el tribunal de justicia imponga condenas muy estrictas y duras para la
corrupción relacionada con temas de administración de aguas. Otra medida de
anticorrupción que me parece positiva es que la potabilización del agua se
conceda a empresas elegidas por mayoría entre los partidos democráticos y
que solamente pueda romperse este contrato cuando de nuevo por mayoría de
los partidos estén de acuerdo, así no dependerá del partido que se encuentre
en el gobierno.
Este tema me parece de suma importancia y pienso que el gobierno debe
solventarlo lo antes posible, no consigo entender como el país ha podido estar
durante más de diez años sin un servicio tan básico como el agua.

En conclusión creo que el Gobierno boliviano debe dar la administración del


agua a alguna empresa boliviana que realmente se vaya a preocupar por la
salud de sus habitantes.
LA GUERRA DEL AGUA Texto 7

Se trata de un texto periodístico que expone los problemas de


abastecimiento de agua que tiene la población de Bolivia (más concretamente
la ciudad de El Alto) a raíz de su privatización en la última década.
No deja de ser increíble que en un país como Bolivia, siendo tan
húmedo, haya problemas de abastecimiento de agua por culpa de una mala
gestión, pero más increíble es que lo sea por la ambición de empresas
multinacionales (muchas de ellas europeas) que por medio de pactos se han
hecho con el control de uno de los elementos más esenciales para la vida. A mi
entender tendría que estar terminantemente prohibido apropiarse del agua de
todo un territorio y, muchísimo más, convertirlo en un producto de lujo al
alcance de unos pocos por medio de precios exorbitados en comparación a los
salarios. Creo que es urgente acatar las reglas de la OMS, que por algo están
ahí.
Por otra parte, resulta llamativo que los propietarios de estas
multinacionales tengan tan pocos escrúpulos como para elevar el agua a tan

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altos precios, permitiendo que miles de personas mueran por una mala calidad
de agua al no poder costearse la potable.
El mayor inconveniente en este tema es que para que no sea un caos, el
agua debe ser gestionada por una empresa privada o pública, y como en
ambos sistemas hay corrupción, la solución al problema parece un poco lejana.
Lo primero que se debería hacer es impulsar a las organizaciones
internacionales a actuar firmemente a favor de la salud de los pueblos y al justo
reparto de sus bienes naturales. Y, aunque utópico por su dificultad, lo ideal
sería poder moralizar a todos esos empresarios para que cesen las injusticias.

Alumnos y alumnas participantes

Idoia Herrero Felip


Rodrigo Manzanera.
Ainara Herrero
Laura Ávila
Laura Parra
Elena Larriba
Josta Martín-Artajo

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