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BUENAS PRÁCTICAS PARA EDITORES

Derecho de autor
La primera versión de este texto fue preparada en 2011
por Alberto Cerda y Juan Carlos Lara, investigadores de la
ONG Derechos Digitales. Esta nueva versión fue revisada
y adaptada por María Paz Canales y Claudio Ruiz, y
editada por Andrea Palet.

***

Algunos derechos reservados


Este texto está disponible bajo una licencia Creative
Commons 4.0 Atribución - Compartir Igual. Esto significa
que es posible copiar, distribuir, hacer obras derivadas
y hacer uso comercial del contenido siempre que se dé
crédito a sus autores originales. Además, en caso de hacer
obras derivadas (como una traducción, por ejemplo),
debe utilizar para ellas una licencia idéntica a esta. El
texto completo de esta licencia lo puede encontrar en
creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.es.

La impresión de este libro


ha sido gentileza de Empresas Dimacofi.

Diseño de Rosario Arellano, Estudio Postal.

Santiago de Chile, noviembre de 2017


Edición no venal, prohibida su venta
BUENAS PRÁCTICAS PARA EDITORES
Derecho de autor
— Derechos Digitales es una organización no
gubernamental sin fines de lucro fundada el
año 2005, dedicada íntegramente a la defensa,
la promoción y el desarrollo de los derechos
humanos en el entorno digital, con particular
énfasis en la libertad de expresión, la privacidad
y el acceso al conocimiento en Latinoamérica.
Su trabajo partió en Chile centrado en las nece-
sidades de cambio regulatorio en las materias
que abarcan su misión, concretamente a propó-
sito del proceso de reforma de la normativa de
derechos de autor, proceso en el cual la adap-
tación de la regulación a las nuevas tecnologías
requirió de una especial preocupación por la
cautela de los derechos humanos.

Con más de diez años de sólida y reconocida


trayectoria en Chile y Latinoamérica, el trabajo
de Derechos Digitales combina la investigación
legal, el desarrollo de políticas públicas y el
análisis tecnológico, los que difunde para incidir
tanto en el público general como en los orga-
nismos públicos y las empresas privadas, en las
materias que abarca su misión.

-6-
— El Magíster en Edición de la Universidad
Diego Portales nació en 2007 como el primer
posgrado en su tipo en Chile y Latinoamérica.
Ha tenido hasta el momento dos directores:
Alejandro Zambra y Andrea Palet.

El presente volumen es nuestra forma de


celebrar diez exitosos años de vida, con una
herramienta que será de extrema utilidad para
alumnos y egresados, y que sintetiza nuestro
propósito de contribuir a la profesionalización
del oficio de la edición desde una perspectiva
moderna y local.

-7-
¿Qué es el derecho de autor?

No es un solo derecho sino un conjunto de facul-


tades que la ley concede a los creadores de obras
intelectuales por el solo hecho de la creación. Se
concede por un tiempo limitado, y permite el uso
o explotación de la obra de forma exclusiva por
parte de los autores o de quien ellos autoricen.
En otros términos, se trata de un monopolio para
la explotación de una obra.
Se dice que una obra está protegida por de-
rechos de autor cuando existen derechos ex-
clusivos sobre ella, por lo que cualquier uso va
a requerir permiso de los autores o titulares de
derechos, o bien la autorización de la ley, a través
de excepciones y limitaciones que veremos más
adelante. Estos límites y excepciones al alcance
y ejercicio del derecho de autor existen porque
la legislación no solo se ocupa de proteger a los
creadores, sino también de otros intereses social-
mente relevantes, como el acceso a la cultura y la
difusión del conocimiento y la creación.
Los derechos que la ley entrega a los autores
son de diversa naturaleza. Tradicionalmente se
han dividido en derechos patrimoniales y dere-
chos morales.

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¿De dónde viene el derecho de autor?

El derecho de autor tiene su fundamento en el fo-


mento de la cultura y el conocimiento. Lo que se
persigue a través del reconocimiento de las prerro-
gativas que confiere al creador sobre su obra no es
otra cosa que asegurar el incentivo a la creación.
La remuneración equitativa de los autores impulsa
la promoción de la cultura y el conocimiento, en
beneficio de toda la sociedad. Es la vinculación del
derecho de autor con el progreso humano lo que
lo ha elevado a un reconocimiento como derecho
fundamental, no solo del individuo, sino de la hu-
manidad en su conjunto.
Libertad de creación, acceso a la cultura y re-
muneración equitativa configuran los tres ejes
sobre los que descansa el derecho de autor. Pre-
tender entender estos derechos desde una pers-
pectiva exclusivamente patrimonial o personalis-
ta lleva al absurdo de un sistema desequilibrado
que no propicia la producción del conocimiento
ni el progreso. En cambio, verlo como un derecho
humano es la mejor forma de integrar los diferen-
tes intereses que deben sopesarse para asegurar
la existencia de los medios capaces de generar el
progreso humano, y garantizar el acceso a esos
medios a cada una de las personas y a la sociedad
en su conjunto. Un enfoque de derechos huma-
nos se basa en la importancia esencial de proteger
y fomentar la dignidad humana y el bien común.
En sentido amplio, los derechos del creador o del

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autor están condicionados a la contribución al
bien común y al bienestar de la sociedad.

¿En qué se diferencia el derecho


de autor del copyright?

El término copyright corresponde a la concep-


ción del derecho anglosajón de los derechos que
pueden ejercerse sobre una obra intelectual. La
primera ley en el mundo que reguló los derechos
de propiedad que correspondían sobre obras inte-
lectuales fue el Estatuto de la reina Ana (1709), en
Inglaterra. El concepto se trasladó después a Esta-
dos Unidos y el resto de las colonias inglesas como
parte de la Common Law, el sistema legal que se
basa más en la jurisprudencia que en las leyes, y
siguió rigiendo en ellas aun después de su inde-
pendencia. El derecho de autor o droit d’auteur
proviene del derecho continental europeo y más
específicamente del derecho francés, en el que las
reglas se encuentran codificadas en leyes escritas.
En cuanto a sus diferencias, en términos sim-
ples, el copyright se centra casi exclusivamente
en el aspecto patrimonial de la explotación de la
creación, mientras que el derecho de autor reco-
noce a los creadores facultades morales (ligadas
a la personalidad de los autores y su vinculación
con la obra), además de las facultades patrimo-
niales, según explicaremos más abajo. Otra dife-
rencia relevante es que, en principio, el copyright

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exigía la formalidad de registro para el nacimien-
to de los derechos, mientras que en el sistema de
derecho de autor estos se consideraban existentes
por el solo hecho de la creación. Sin embargo, esta
última diferencia ha ido desapareciendo produc-
to de la armonización a través de tratados inter-
nacionales en materia de propiedad intelectual.

¿Qué normas regulan el derecho


de autor en Chile?

› El artículo 19, números 24 y 25 de la


Constitución Política de la República.
› El artículo 27 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.
› El artículo 15 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
› El artículo 13 de la Declaración Americana de
Derechos y Deberes del Hombre.
› El Convenio de Berna para la Protección de las
Obras Literarias y Artísticas.
› El Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos
de Propiedad Intelectual relacionados con el
Comercio (ADPIC).
› El Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor
(WCT).
› El Tratado de Marrakech para facilitar el
acceso a las obras publicadas a las personas
ciegas, con discapacidad visual o con otras
dificultades para acceder al texto impreso.

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› La ley 17.336 de Propiedad Intelectual.
› La ley 20.243, que establece normas sobre
los derechos morales y patrimoniales de los
intérpretes de las ejecuciones artísticas fijadas
en formato audiovisual, y la ley 20.959, que
extiende la aplicación de la ley 20.243.

¿Qué protege el derecho de autor y qué no?

Las obras emanadas de la inteligencia humana que


sean originales, y siempre que se expresen formal-
mente, es decir materializándose en un soporte
físico. No protege los hechos o procesos de cual-
quier tipo, ni los conceptos, ni meras ocurrencias.
La ley no se refiere expresamente a la exigen-
cia de originalidad, pero la doctrina infiere este
requisito. La originalidad que se exigiría no se
refiere a que la idea sea novedosa, sino que basta
con que la forma en que ella se exprese lo sea. Por
eso se dice que la originalidad apunta a la indivi-
dualidad de la obra y no a la novedad, es decir, al
hecho de que por sus características propias la
obra sea susceptible de ser distinguida de otras
del mismo género. En general la originalidad de
la obra se presume, por lo que la falta de origina-
lidad debe probarse en caso de ser cuestionada.
Un atentado terrorista en Nueva York no está
protegido por derechos de autor, porque es un
hecho, pero sí podrá estar protegido un reportaje
sobre ese hecho.

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La historia de vida de una persona está constitui-
da por una serie de hechos, la que, por sí sola, no
tiene protección del derecho de autor; así, los datos
de una investigación sobre la vida de una persona
no están en sí mismos protegidos por derechos de
autor, pues son solamente datos, y por ello podría
escribirse una biografía de alguien a partir de da-
tos recogidos de distintas fuentes, sin necesidad de
pedir permiso a nadie. Por cierto, una vez que esa
historia personal se convierta en una biografía o
una película, esas son obras y estarán protegidas.
El derecho de autor no protege las ideas, por
originales que sean. Una mera ocurrencia no
desarrollada por escrito no estará protegida por
derechos de autor.

¿En qué se diferencia el derecho de autor


de la propiedad industrial?

La propiedad intelectual como concepto amplio


abarca la protección de bienes inmateriales de
naturaleza intelectual. En ese ámbito se incluyen
el derecho de autor pero también la propiedad
industrial, que se refiere a los derechos exclusi-
vos que recaen sobre invenciones útiles para el
comercio o la industria, esto es, no meramente
artísticas. Por eso la propiedad intelectual en su
sentido amplio da origen a dos esferas de regula-
ción: el derecho de autor y sus derechos conexos,
que se refieren a la protección de obras artísticas,

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literarias y científicas, y otras labores afines a la
explotación de esas obras, y la propiedad indus-
trial, bajo cuya denominación se regula y ampara
las invenciones, los dibujos y modelos industria-
les, las marcas, las denominaciones geográficas y
de origen, esquemas de trazado de los circuitos
integrados, la protección de la información in-
dustrial no divulgada, y de manera más reciente
las obtenciones vegetales y animales. Solo la pro-
piedad industrial está bajo la tutela del Instituto
Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), que
no tiene competencia en el registro o protección
de los derechos de autor.

¿Qué se entiende por obra?

Cualquier producto del esfuerzo humano que


exprese una idea de forma original, fijada en un
soporte que permite comunicarla para que otros
la conozcan. Esta expresión puede ser literaria,
artística o científica; por ejemplo, una novela, un
poema, una canción, un discurso, una pintura,
los grafitti, un programa computacional, una es-
cultura, una tipografía o una foto son obras pro-
tegidas por el derecho de autor.

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Si solamente se protegen las obras originales,
¿qué se entiende por originalidad?

Es muy difícil definir localmente el concepto de


originalidad de una obra, entre otras razones por-
que la ley chilena no define en qué consiste «lo
original». Lo más cercano a ello es referirnos a la
individualidad de la obra, esto es, que sea un pro-
ducto de la creatividad de quien invoca su autoría,
no una copia de otra obra preexistente, y que sea
distinguible de otras de su mismo género, por sus
características propias. La idea contraria es la de
la copia total o parcial de una obra preexistente.
En el caso de las colecciones de obras (por
ejemplo, de compilaciones), constituyen una
obra susceptible de protección legal solo si de-
muestran originalidad por sí mismas, no de los
elementos que la componen.
La novela El obsceno pájaro de la noche, de José
Donoso, es original pues es enteramente distin-
guible de todas las obras literarias que han exis-
tido y que existen, aunque comparta muchos de
sus elementos característicos. Cada nota de pren-
sa sobre un mismo hecho, en tanto relato original
de ese hecho, estaría protegida separadamente.

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¿El derecho de autor protege obras inacabadas
o solo esbozadas?

Protege la expresión original de ideas, con lo


cual una obra inacabada o esbozada podrá reci-
bir protección si es una porción que haya sido
plasmada en alguna forma de expresión, pero no
en cuanto a las ideas que aún se encuentren pen-
dientes de expresión.
Por otra parte, los derechos morales que con-
cede el derecho de autor protegen la integridad
de la obra en el sentido de que permiten a los au-
tores exigir que el uso de la obra sea el que ellos
han concebido. En atención a esta facultad pue-
den oponerse a toda modificación de la obra sin
su consentimiento, pero a la vez también tienen
la posibilidad de autorizar a terceros a terminar
una obra inconclusa, previo consentimiento del
editor o del cesionario si es que los hay.

¿Qué es el soporte en que se debe fijar la obra?

El medio por el que se expresa, cualquiera sea; la


forma perceptible en que se materializa la idea
del autor. Por ejemplo, la hoja de papel en que se
pinta una acuarela o el archivo digital en que está
escrito un poema.
La necesidad de fijación es un requisito prácti-
co que da cuenta de la existencia y la naturaleza
de una obra, permitiendo su percepción. Si bien

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hay obras que podrían no requerir fijación en un
soporte físico (discursos, conferencias o lecciones
pedagógicas), su protección se hace efectiva cuan-
do se incorporan en algún soporte, como una gra-
bación o transcripción. Ello facilita la prueba de
la existencia y el contenido de una obra.

¿Es lo mismo ser dueño de una obra


que tener derechos de autor sobre ella?

No es lo mismo. No debe confundirse la materiali-


dad del soporte con la obra misma; es distinto ser
dueño de un ejemplar de un libro o disco, o de un
cuadro, que ser dueño de la obra literaria, musical
o pictórica incluida en dichos soportes. La obra es
única, aunque los soportes se multipliquen o va-
ríen. El dueño de la obra es quien tiene los derechos
de autor sobre ella, y para copiarla, por ejemplo, ne-
cesitas su autorización, o la de la ley.

¿Cuál es la diferencia entre derechos morales


y derechos patrimoniales?

Los derechos morales relacionan al autor con la


obra que ha creado en tanto esfuerzo intelectual
y material. Los derechos patrimoniales son aque-
llos que tienen por objeto el provecho económico
mediante la explotación de la obra.

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¿En qué consisten los derechos morales?

No existe uniformidad legislativa en cuanto a los


derechos morales que corresponden a los creado-
res. En Estados Unidos en general no se recono-
cen, y se limitan a algunos concedidos solo para
las artes visuales que cumplen determinados re-
quisitos. En Francia tiene una aplicación mucho
más amplia, incluyendo los derechos de divul-
gación, paternidad, integridad, renuncia y repu-
tación. En Chile, la ley confiere a los autores los
derechos morales de paternidad, anonimato, in-
tegridad y de decisión sobre el destino de la obra.
El derecho de paternidad es el derecho a recla-
mar la autoría sobre una obra determinada, es
decir, que se asocie la obra al nombre del autor.
También se reconoce un derecho contrapuesto,
que es el de mantenerse la obra como anónima si
el autor lo desea.
El derecho a la integridad es la facultad para
oponerse a cualquier modificación o alteración de
la obra que según el autor desvirtúe su naturaleza
o atente contra la honra de su creador. Otra mani-
festación del derecho a la integridad es el derecho
de mantener la obra inconclusa o de autorizar su
conclusión por otras personas, pues el autor es
quien fija cuándo se considera completa la obra.
Existe asimismo el derecho a preservar la obra
inédita, o sea a no publicarla, y a determinar en
qué momento se dará a conocer, lo que se llama
en otros países derecho de divulgación.

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¿Pueden cederse los derechos morales?

No, no pueden cederse, donarse ni venderse. A di-


ferencia de los derechos patrimoniales, los morales
se consideran inalienables (no es posible cederlos
ni venderlos), inembargables (no pueden ser suje-
tos de medidas de apremio legal) e irrenunciables.
Tanto es así que cualquier acuerdo en contrario es
nulo. Además, en el caso de Chile, por ley el autor
es titular exclusivo de los derechos morales de por
vida, y los transmite al momento de su muerte a su
cónyuge sobreviviente y ciertos herederos.

¿En qué consisten los derechos patrimoniales?

Se consideran derechos patrimoniales aquellos


que se encuentran en el comercio, es decir, que se
pueden ceder a terceros o bien autorizar sus usos
a otros. Los derechos patrimoniales consagrados
en la legislación chilena están conformados por
los derechos de reproducción, adaptación, publi-
cación, distribución y trasmisión e interpretación.
El derecho de reproducción es la facultad del
titular de derechos para producir o autorizar la
producción de copias o ejemplares de una obra
protegida, por cualquier vía y en cualquier so-
porte, como ocurre con la digitalización, la foto-
copia, la transcripción textual, etc.
El derecho de adaptación o transformación
permite autorizar la transformación, la adapta-

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ción, la traducción, el arreglo musical u otra for-
ma de modificación que dé como resultado una
obra distinta, que se denomina «obra derivada».
El derecho de publicación autoriza la divulga-
ción de la obra por cualquier medio, en especial
mediante la producción de ejemplares para su
oferta al público.
El derecho de distribución es la facultad de au-
torizar la primera entrega al público de los ejem-
plares de una obra, ya sea mediante la venta u
otra forma de transferencia de dominio o pose-
sión del soporte.
El derecho de comunicación, interpretación
y ejecución pública es la facultad de autorizar
cualquier acto por el que se dé acceso a una obra
a una pluralidad de personas, por medios distin-
tos de la entrega de ejemplares. Esto incluye la
interpretación de una obra musical o dramática
en público, la exhibición de imágenes en una ga-
lería, la transmisión mediante radio, televisión
u otros medios de comunicación a distancia y la
puesta a disposición de contenidos en internet.
Todos estos derechos pueden limitarse, espe-
cialmente en términos espaciales y temporales.

¿Quién puede ejercer los derechos patrimoniales?

Los autores, y toda persona e incluso institucio-


nes o empresas que los autores designen, me-
diante contratos, para ejercerlos. A diferencia de

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los derechos morales, los derechos patrimoniales
se pueden ceder, vender y donar.
Si una persona o institución distinta de los au-
tores pretende hacer uso de la obra protegida,
debe contar con una autorización expresa del
autor, del titular de derechos sobre la obra o de la
ley, como sucede con las excepciones y limitacio-
nes al derecho de autor.

¿Qué son los derechos conexos o afines?

Son derechos que tienen quienes se dedican a


ciertas actividades relacionadas con la difusión
de la creación artística, sin ser necesariamen-
te autores: artistas intérpretes o ejecutantes de
obras intelectuales, directores y guionistas, pro-
ductores de fonogramas o grabaciones sonoras y
organismos de radiodifusión. Los derechos afines
o conexos los tienen sobre sus interpretaciones,
ejecuciones de obras audiovisuales, sus fonogra-
mas y sus emisiones, respectivamente.
No afectan el contenido del derecho de autor,
pero suelen estar estrechamente vinculados,
pues en general suponen la existencia de obras
protegidas y a menudo coexisten. Por ejemplo,
en un disco de música hay derechos de autor
sobre las canciones como composiciones, y hay
derechos conexos de los músicos que interpretan
las canciones y del productor de la grabación.

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¿Qué derechos hay sobre las manifestaciones
culturales de los pueblos originarios?

Es un tema complejo. Primero hay que dilucidar si


una manifestación cultural específica constituye
o no una obra, como podría ser una canción, una
escultura, una pintura o un escrito. Luego, si se en-
contraría protegida o si sería de dominio público
por su antigüedad o por desconocerse su autoría.
Dada la deficiencia del derecho de autor para
proteger apropiadamente los derechos de los
pueblos originarios sobre sus expresiones cultu-
rales, hoy se discute en el mundo la necesidad de
brindar una protección distinta al conocimien-
to tradicional, que incluiría prácticas de cultivo
y uso de plantas para fines medicinales además
de expresiones artísticas y culturales. Algunos
países, especialmente en África y Asia, ya han
adoptado leyes nacionales que intentan proteger
la cultura tradicional de sus pueblos.

¿Qué tipo de obras están protegidas?

La ley entrega una larga lista de categorías de obras


que están protegidas, como libros, revistas, perió-
dicos, dibujos, fotografías, coreografías, discursos,
conferencias, programas computacionales, can-
ciones, esferas armilares, maquetas de arquitectu-
ra, obras audiovisuales y cinematográficas, obras
teatrales, modelos textiles y mucho más.

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Además de por categorías, para saber si una
obra está protegida deben revisarse los plazos,
como se verá más adelante. Si el plazo de protec-
ción no está vigente la obra es de dominio públi-
co y, a menos que la ley diga lo contrario, puede
usarse sin autorización.

¿Se protegen clases de obras


que la ley no menciona?

Sí. Se entiende que el listado de obras que son


susceptibles de protección por el sistema de de-
recho de autor es incompleto y meramente ejem-
plar, y si una obra que es expresión original de
una idea no estuviera incluida, igualmente va a
estar protegida. Eso ocurrió con el software, que
estuvo protegido por el derecho de autor incluso
antes de que se modificara la ley para proteger-
lo explícitamente. Otros ejemplos son las obras
multimedia, las tipografías y los videojuegos.

¿Se consideran originales


las adaptaciones o traducciones?

Sí, las obras que se basan en otras obras también


están protegidas, siempre que no se trate de sim-
ples copias. Se les llama obras derivadas. El ca-
rácter de originalidad que la ley exige para otor-
gar protección no impide que una obra pueda

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basarse en otras que le preexisten, como ocurre
con las adaptaciones, traducciones u otras trans-
formaciones de una obra anterior. El resplandor
de Stephen King está protegida como obra litera-
ria, pero separadamente también está protegida
la versión cinematográfica de igual título, reali-
zada por Stanley Kubrick.
La protección en este caso está sujeta a ciertas
condiciones. Primero, deben respetarse los dere-
chos de autor de la obra preexistente, lo cual re-
quiere contar con autorización del autor para hacer
la traducción o adaptación. Además, la obra deriva-
da debe ser resultado de una intervención creativa
que permita identificarla como una obra distinta y
no como una copia de la anterior; en otros térmi-
nos, la obra derivada también debe satisfacer las
exigencias de originalidad. No existe intervención
creativa en un mero traspaso de formato, como la
digitalización de un libro o la transcripción de un
poema. Así, no hay una obra derivada ni derechos
de autor implicados en en el simple acto de esca-
near La Araucana, de Alonso de Ercilla, para poner-
la a disposición del público en línea.

El soporte de la obra, ¿debe ser siempre tangible?

No necesariamente. El medio puede ser tangi-


ble o intangible, lo importante es que el soporte
permita la percepción de la obra por el público
y su reproducción.

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En la gran mayoría de los casos se podrá dis-
tinguir la obra del soporte que la contiene. Por
ejemplo, en el caso del Canto general de Pablo
Neruda, es irrelevante si la obra está reprodu-
cida en formato digital o en un ejemplar de un
libro impreso. En ambos casos son soportes que
contienen la obra. Pero hay artes en que es im-
posible distinguir la obra de su soporte, como en
las obras plásticas: ¿cómo diferenciar la obra de
Miguel Ángel del mármol en que está represen-
tada La Piedad?

¿Están protegidas las obras en formato digital?

Sí. La legislación chilena no hace distinción en-


tre obras fijadas en soportes materiales. Tampoco
importa si una obra está en formato digital por-
que fue producida por medios computacionales
(puesto que el computador es solo una herra-
mienta para la expresión de las ideas) o si ha sido
elaborada por otros medios y luego transferida al
formato digital, por ejemplo, mediante el escaneo
de una imagen. La protección legal es la misma.

¿Se protegen las obras que mezclan


varias categorías?

Sí. Es el caso de la obra compuesta, una obra inte-


lectual que al mismo tiempo tiene caracteres de

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obra escrita, musical, audiovisual e incluso com-
putacional en algunos casos. Por ejemplo, una
ópera multimedia que integre danza, proyección
de imágenes, canto y música. El caso no es senci-
llo porque es posible que los titulares de los dere-
chos correlativos sean distintas personas, o que
por la naturaleza de las obras cada una de las con-
tribuciones esté sujeta a distintas disposiciones
legales; pero el principio es que las obras com-
puestas son susceptibles de derechos de autor.

¿Pueden crearse obras con elementos de obras


ajenas, como un mundo ficticio o personajes?

Es complejo y dependerá de cada caso. En algunos


países, los personajes de una obra se consideran ele-
mentos protegidos por derechos de autor, e incluso
se transan derechos sobre ellos separadamente de las
obras en que aparecen. Además, los personajes po-
drían implicar derechos como marcas comerciales.
En Chile, en cambio, la ley no hace referencia a los
personajes ficticios de una obra como objetos sepa-
rados y protegidos por derecho de autor. No obstan-
te, algunos consideran a los personajes y elementos
distintivos de una obra como elementos esenciales
de ella, que si se usaran sin autorización de su crea-
dor constituirían infracción a sus derechos. La legis-
lación no resuelve este punto. Pero siempre existe la
vía de la propiedad industrial, donde podrían prote-
gerse los personajes en tanto marcas.

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¿Las artesanías tienen derechos de autor?

Va a depender del carácter de la artesanía. Si


constituye una expresión artística original puede
ser considerada obra. Si contiene alguna expre-
sión de naturaleza artística en su diseño pero su
aplicación es industrial, si solo se trata de un ob-
jeto utilitario sin mayor valor expresivo, no tiene
protección bajo derecho de autor; pero podría
tenerla por propiedad industrial.

¿A quién protege el derecho de autor?

A quienes detentan derechos de autor sobre una


obra. En principio, la persona que crea la obra
intelectual o artística se considera autora: quie-
nes escriben una novela, diseñan una tipografía,
componen una canción, moldean una escultura.
Ellos son los autores, y a ellos corresponde en
principio hacer uso exclusivo de sus facultades o
negociar su uso por otras personas. Es lo que se
llama «ser titular de los derechos de autor». Sin
embargo, los derechos de autor patrimoniales
pueden transferirse mediante un contrato que
cambia la titularidad sobre ellos.
Hay casos en que la misma ley señala a quiénes
se considera autores o bien quiénes serán los ti-
tulares de derechos sobre ciertas clases de obras,
siempre que no exista una transferencia contrac-
tual de esos derechos.

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Se debe conocer a los autores o titulares de de-
rechos sobre una obra si se pretende darle uso,
para atribuir correctamente su autoría y para
pedir autorización o pagar por usarla.

¿Qué es el dominio público


o patrimonio cultural común?

Es el conjunto de obras que no están sujetas a


derechos exclusivos, sea por no estar sujetas a
la protección de la ley, por haber terminado su
plazo de protección o por encontrarse en cier-
tas situaciones especiales descritas en la ley. Eso
implica que se consideran patrimonio común y
cualquier persona puede usarlas libremente, in-
cluso con fines de lucro, sin necesidad de autori-
zación ni pago de ninguna clase.
Las obras del dominio público pueden co-
piarse, traducirse, modificarse y explotarse de
cualquier manera, por cualquier persona y con
cualquier fin, lo que constituye un gran estímulo
para proyectos científicos, editoriales, docentes y
artísticos en general.

¿Quién tiene derechos morales


sobre las obras de dominio público?

Los derechos morales no son todos perpetuos;


solo algunos de ellos se mantienen después de

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la muerte del creador, pasando a sus herederos
de sangre. En concreto, los herederos podrían re-
clamar que se respete el derecho de paternidad
sobre la obra, o querer protegerla de lo que ellos
consideren que es una deformación o mutilación.
En muchos países no se ha resuelto esta parado-
ja de la existencia de derechos morales y derechos
patrimoniales con distinta extensión temporal.
En algunos, como Australia o China, los derechos
morales están expresamente limitados en el tiem-
po, lo que evita complicaciones. Países como Chile
se encuentran en una situación más complicada:
la ley no establece una limitación expresa de los
derechos morales, permitiendo distintas interpre-
taciones respecto de su extensión en manos de los
herederos del autor original.
Como quiera que fuese, los derechos de autor
no son absolutos. Si un heredero lejano quiere
ejercer derechos morales respecto de obras de
un autor que ya se encuentren en dominio públi-
co, deberán ponderarse los derechos de libertad
de expresión vinculados al caso. Aunque se los ha
usado para ello en el pasado, no debería recurrir-
se a los derechos de autor como herramientas de
censura de la expresión artística ni editorial.

¿Cómo se sabe quién es el autor de una obra?

No siempre es fácil, por lo que se presume que es


quien aparece mencionado como autor, por su

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nombre o su seudónimo, cuando se divulga una
obra, junto al título. Es decir, por el solo hecho de
aparecer una persona como autora de una obra in-
telectual la ley asume que es la autora de la obra. Lo
mismo sucede con la persona que inscriba una obra
a su nombre en el Registro de Propiedad Intelectual.
Pero estas son solo presunciones legales. Si en
realidad quien ha creado efectivamente la obra es
una persona distinta de la que aparece mencio-
nada como tal en público, se puede refutar la pre-
sunción de autoría ante un tribunal. Las pruebas
pueden ser declaraciones de testigos, informes de
peritos, registros notariales u otros medios.

¿Qué pasa si alguien inscribe


una obra ajena como propia?

Una inscripción falsa puede impugnarse ante


los tribunales, pues el derecho de autor apunta
a la protección de los intereses de quien efecti-
vamente creó una obra. Así, la presunción de au-
toría que otorga la ley se puede refutar si existen
suficientes medios de prueba.

¿Qué derechos tiene el «escritor fantasma»


o escritor por encargo?

La persona que es contratada para escribir un li-


bro cuya autoría se atribuirá otra persona, como

- 31 -
el afamado Andrew Crofts, escritor de decenas
de autobiografías por encargo, cede todos sus
derechos patrimoniales a cambio de un pago por
sus servicios. Aun así, ello no afecta sus derechos
morales como autor, que no pueden ser objeto de
venta o renuncia. Lo que ocurre es que este tipo
de autores se comprometen contractualmente a
no revelar su paternidad sobre la obra escrita. Sin
embargo, al menos de acuerdo con la legislación
chilena, en cualquier momento podrían reclamar
legalmente su autoría y demás derechos morales.

¿Quién tiene derechos de autor cuando se crea


una obra por encargo pero la firma su autor?

El autor, aunque la obra se haya creado a solicitud


de una persona distinta, como cuando se contrata
a alguien para que pinte un cuadro o escriba una
biografía y la firme con su nombre. El mero encar-
go no supone transferencia de derechos, por lo que
esta transferencia o cesión debe acordarse expresa-
mente en un contrato formal, salvo contados casos.
Las excepciones –casos en que la persona que
encarga se queda con los derechos del creador
sin mediar acuerdo expreso– son limitadas y se
establecen expresamente en la ley chilena, como
cuando se encarga la toma de fotografías o el de-
sarrollo de un programa computacional. En otros
países, particulamente en Estados Unidos, la re-
gla general es diferente; allí la ley establece que

- 32 -
los derechos de autor sobre una obra por encargo
son de quien encarga la obra y no de quien la crea.

¿Qué derechos tiene quien inscribe una obra a su


nombre en el Registro de Propiedad Intelectual?

La inscripción en el Registro de Propiedad Inte-


lectual otorga una presunción de autoría, por lo
que quien lo haga será considerado autor y podrá
ejercer como tal todos los derechos que existan
sobre la obra. En razón de esa presunción, en caso
de que exista una disputa judicial sobre la auto-
ría de la obra se entenderá que la persona que la
ha registrado a su nombre es su creadora; pero,
como dijimos, la presunción se puede derrotar en
tribunales si se presentan otras pruebas.

¿Pueden tener derechos de autor


las instituciones o empresas?

Sí, personas jurídicas como empresas, sociedades,


corporaciones u otras también pueden ser titu-
lares de derecho de autor, aunque técnicamente
hablando no son autoras, pues todo trabajo crea-
tivo es obra de personas naturales. Las empresas o
instituciones pueden ejercer derechos de autor en
calidad de titulares derivados. Es el caso de las edi-
toriales, por ejemplo, a las que los autores ceden
ciertos derechos para explotar su obra.

- 33 -
¿Cómo se transfieren los derechos de autor?

Mediante un contrato de cesión de derechos a otra


persona o a una institución. Las transferencias
pueden ser totales o parciales, acotadas en tiem-
po o territorio, y siempre se limitan a los derechos
patrimoniales. Por regla general, cualquier trans-
ferencia debe ser explícita, no se subentiende.
En ocasiones el contenido de esos contratos
está regulado por la ley, como ocurre respecto de
las obras literarias con el contrato de edición.

¿Siempre es necesario un contrato


para transferir los derechos de autor?

Por regla general sí. Hay casos especiales en que,


por disposición legal, se produce automáticamen-
te la transferencia de los derechos sobre una obra
al mandante o empleador. Así, por ejemplo, se
transfieren ciertos derechos a las empresas perio-
dísticas y computacionales sobre lo producido por
sus empleados, en ciertos casos de obras fotográ-
ficas y computacionales realizadas por encargo.
Hay también reglas de titularidad especiales para
las obras cinematográficas, en que la titularidad
corresponde al productor. Y está el caso de las
obras colectivas cuyo titular es el organizador.

- 34 -
Si la obra se crea en cumplimiento de un
contrato de trabajo, ¿quién es el titular de los
derechos sobre ella?

El autor de la obra, según la regla general, a me-


nos que exista un acuerdo expreso (que puede es-
tar en el mismo contrato de trabajo) que no con-
travenga la ley e indique que será el empleador el
titular de derechos sobre lo que crea una persona.
Existe una norma especial en la ley chilena (el
artículo 24), por la cual esa transferencia de de-
rechos se presume (es decir, es automática y no
expresa) respecto de lo que crean los trabajado-
res asalariados de instituciones del Estado, de las
empresas desarrolladoras de programas compu-
tacionales y de las empresas periodísticas y agen-
cias noticiosas. En esos casos, no es necesaria una
transferencia expresa de derechos al empleador.

¿Quién es titular de derechos sobre los


artículos y notas de prensa?

Las empresas periodísticas tienen el derecho de pu-


blicar aquellas obras (artículos, fotografías, dibujos,
etc.) aportadas por el personal sujeto a contrato de
trabajo. Es decir, sin necesidad de autorización del
autor la empresa periodística puede explotar las
obras de sus asalariados en la forma habitual, pu-
diendo incluso usarlas en un medio distinto de su
propiedad a cambio de una remuneración.

- 35 -
En caso de colaboradores no sujetos a contrato de
trabajo que crean obras por encargo de la empresa,
esta tiene el derecho exclusivo de publicación aun-
que por una sola vez, esto es, para una primera edi-
ción que incluya esas obras. Así, si el medio quiere
publicar nuevamente esa colaboración en un tiem-
po posterior, deberá contar con la autorización del
autor de acuerdo a las reglas generales.
Para cualquier explotación que vaya más allá
de lo que contemplan estas reglas, por la empre-
sa periodística o por un tercero, se necesita un
acuerdo expreso con los autores; si se quiere pu-
blicar por vez única (no periódica) una colección
de todos los artículos de un periodista o de foto-
grafías de un fotógrafo, hay que materializar un
acuerdo, que puede estar dentro de las cláusulas
del contrato de trabajo o tomar la forma de un
contrato nuevo, pero que requiere ser explícito.

¿Quién es el titular de derechos sobre


la traducción de una obra?

Es necesario distinguir si la obra original tiene de-


rechos patrimoniales vigentes o no. Si es así, la tra-
ducción debe estar autorizada por el titular de dere-
chos sobre la obra en otro idioma, pero los derechos
sobre la traducción resultante son del traductor. En
cambio, si la obra está en el dominio público no se
requiere pago ni permiso para traducir y el traduc-
tor es el titular de derechos sobre su traducción.

- 36 -
De esta forma, aunque los cuentos de Edgar
Allan Poe se encuentran en el dominio público,
su traducción por Julio Cortázar no lo estará en
Chile sino hasta el año 2054, por lo que no se pue-
de usar libremente antes de esa fecha.
Los traductores no pueden arrogarse la autoría
de la obra original, pero sí la autoría de la traduc-
ción, sobre la cual son titulares de derechos.

¿Quién tiene los derechos sobre una obra


creada por varias personas en colaboración?

Eso depende de cómo se ha creado la obra. El tra-


tamiento legal será distinto si los aportes indivi-
duales a una creación conjunta son distinguibles
o se funden en una obra, o si se trata de una com-
pilación de obras preexistentes.
Si dos o más personas participaron de la crea-
ción de una única obra, sin que pueda tomarse
por separado el aporte creativo de ninguna de
ellas sin que se pierda la integridad de la obra
final, todos los coautores son titulares de los de-
rechos sobre ella. Por ejemplo, así ocurre con el
cómic El Eternauta, de Héctor G. Oesterheld y
Francisco Solano López.

- 37 -
¿Quién tiene derechos sobre una antología
y sobre las partes que la integran?

Una antología es una obra que consiste en la reu-


nión de otras obras, sean preexistentes o creadas
especialmente para esa antología. El compila-
dor –quien realiza las labores de selección y de
organización de las obras incluidas– tendrá la
titularidad de los derechos de autor sobre la com-
pilación si es que la selección y organización de
contenidos se puede considerar como original.
En todo caso, si los derechos de autor sobre las
obras incorporadas están vigentes se debe contar
con la autorización de cada uno de los respectivos
titulares. Así sucede, por ejemplo, con la antolo-
gía Cosecha 2016, que reúne canciones de cin-
cuenta bandas que participaron de los procesos
formativos del programa Escuelas de Rock y Mú-
sica Popular del Consejo Nacional de la Cultura
y las Artes durante el año 2016. La titularidad de
las canciones corresponde a sus compositores, la
interpretación a las bandas, la organización de la
antología al Consejo Nacional de la Cultura y las
Artes, y los derechos sobre el fonograma al sello.

¿A quién corresponden los derechos sobre obras


de referencia como diccionarios y enciclopedias?

La ley llama obras colectivas a este tipo de tra-


bajos. La persona o empresa que encarga la pro-

- 38 -
ducción de una de estas obras es titular de los
derechos, tanto sobre la obra misma como sobre
los aportes individuales, porque se entiende que
estos se integran a la obra final, cuyos derechos
recaen sobre el organizador del trabajo.

¿Quién tiene derechos sobre una fotografía?

Por lo general el fotógrafo conserva todos los


derechos sobre su fotografía, pero existen excep-
ciones legales.
En el caso de las fotos de prensa, lo más común
es que la foto sea del medio respectivo, que es lo
que sucede con todo el material que producen
los empleados sujetos a contrato de trabajo con
la empresa periodística o agencia noticiosa. En-
tonces, el permiso debe provenir del medio de
prensa o bien de la agencia que la obtuvo.
Respecto de las fotos que toman funcionarios
públicos en ejercicio de sus labores, pertenecen
al servicio público respectivo, por lo que se re-
querirá permiso del titular del respectivo servi-
cio si se quiere trabajar con ella.
Cuando se toma una foto por encargo, es de-
cir, cuando se captura una imagen a solicitud de
otra persona (sea que se haya acordado remune-
ración o no), eso da a quien encarga los derechos
de explotación sobre la fotografía.

- 39 -
¿Tienen derechos de autor las personas
que aparecen en una fotografía?

No. Sin embargo, las personas retratadas podrían


ejercer otros derechos, como el derecho a la pro-
pia imagen, a la honra y a la privacidad.
Los tribunales superiores de justicia han reco-
nocido en Chile que una persona tiene derecho
a obtener, reproducir y publicar su propia ima-
gen, como también a impedir que otras personas
capten, reproduzcan o difundan su imagen con
cualquier fin. Ni siquiera el hecho de subir una
foto propia a internet significa una renuncia a ese
derecho. En consecuencia, una reutilización de
una fotografía de una persona natural sí podría
requerir autorización de ella, pero no por con-
cepto de derecho de autor.

¿Qué derechos tienen las personas que participan


en un programa de televisión o radio?

No se aplican aquí derechos de autor ni cone-


xos, a menos que se trate de artistas que hagan
interpretaciones o ejecuciones. Las personas que
aparecen en un programa de televisión o de radio,
pero que no realizan ni interpretan obras, no tie-
nen derechos de autor sobre su aparición. Luego,
no se necesitaría de su permiso para reutilizar
esos programas, sino solamente los del productor
o de quien corresponda.

- 40 -
¿Quién tiene derechos sobre las obras que
produce el Estado o un organismo público?

Tratándose de obras producidas en el desempe-


ño de sus cargos por funcionarios del Estado, los
municipios, las corporaciones oficiales, las insti-
tuciones semifiscales o autónomas y las demás
personas jurídicas estatales, tales entidades se-
rán titulares del derecho de autor. Así ocurre por
ejemplo con los informes que redactan, las foto-
grafías que toman o los mapas que trazan. Por
lo tanto, la institución podrá reutilizar las obras
creadas por sus empleados incluso sin autoriza-
ción de estos.

Una obra sobre la que tiene derechos el Estado,


¿es de libre uso?

En Chile no, como regla general. Mientras que


en países como Estados Unidos las obras produ-
cidas por instituciones públicas son de dominio
público, en Chile están protegidas por derechos
de autor; aun cuando hayan sido financiadas por
el fisco, no son de libre disposición. Si alguien pre-
tende publicar un estudio, documento o cualquier
obra producida por un organismo público, deberá
pedir autorización. No obstante, desde la reforma
del año 2010 estos organismos pueden autorizar
que sus obras formen parte del patrimonio cultu-
ral común o dominio público.

- 41 -
¿Quién es titular de una obra encargada por una
institución pública a un particular?

Si no es funcionario público sino, por ejemplo, un


consultor externo, él es el titular, salvo que el con-
trato entre autor y servicio público haya estipula-
do una cesión o renuncia de derechos de autor.

Al morir el autor, ¿a quién pasan sus derechos?

La regla general es que se benefician los herede-


ros y por lo tanto ellos los ejercerán. Hasta que la
obra pase al dominio público, son los herederos
quienes negocian los derechos y pagos sobre las
obras de un autor.
Pero si el autor ha transferido sus derechos de
forma permanente los beneficiarios pueden ser
otros. Por ejemplo, actualmente para usar una
obra de Neruda o Manuel Rojas es necesario ne-
gociar con la Fundación Pablo Neruda o contac-
tarse con la Fundación Manuel Rojas.

¿Quién es el titular de derechos sobre una obra


si no se conoce el autor?

Depende, hay dos situaciones posibles. Puede


ocurrir que el autor sea desconocido porque la
autoría está difuminada en toda una comunidad,
como ocurre con las canciones, leyendas y dan-

- 42 -
zas del acervo folclórico. En tales casos las obras
pertenecen al dominio público y no hay derechos
patrimoniales exclusivos sobre ellas.
También puede que se desconozca la identidad
del autor porque este decidió no dar su nombre o
usar seudónimo al divulgar su obra: son las obras
anónimas y obras seudónimas. El autor tiene de-
recho a mantener su obra como anónima o seu-
dónima. Puede también reivindicar su autoría
con posterioridad. El contrato de edición debe
respetar tales condiciones y consignar la reserva
de identidad.

¿Quién es titular de los derechos


de las ilustraciones?

Como cualquier otra obra original, su autor. Pero


este pudo haber cedido sus derechos patrimo-
niales al autor del texto al cual la ilustración se
incorpora, o a la editorial que pueda haber efec-
tuado el encargo bajo un contrato de trabajo.

¿Qué derechos tienen los actores


de cine y televisión?

En Chile, los intérpretes en obras audiovisuales


en general tienen derecho a que se asocie su nom-
bre a sus interpretaciones. Además, tienen dere-
cho a que no se intervengan sus interpretaciones

- 43 -
de forma que afecte su imagen, y a que se les re-
munere por las retransmisiones de sus actuacio-
nes. A partir de 2008, además, tienen derechos de
remuneración o cobro respecto de comunicación
pública, arrendamiento y utilización directa con
fin de lucro de soportes audiovisuales. Pero los
derechos sobre las obras en las que actúan siguen
siendo de los productores.

¿La ficción hecha por fans (fan fiction)


está protegida?

La fan fiction no tiene un estatuto de protección


particular, pero podría considerarse una adapta-
ción, y por lo tanto obra derivada, si su expresión
cuenta con suficiente originalidad para que se la
pueda entender en forma separada de la obra ori-
ginal a la que rinde tributo.
Se mencionó más arriba la situación particu-
lar de los personajes, sobre los cuales en Chile no
existe un reconocimiento separado de derecho
de autor, lo que sí sucede en otras legislaciones.

¿Desde cuándo protege el derecho de autor?

Desde el momento en que se expresa la idea del


autor en una obra, es decir, desde su creación. Es
el principio de protección automática: en cuan-
to existe la obra, existe la protección. Para que

- 44 -
exista una obra no basta con la mera idea sino
que hay que exteriorizarla y fijarla, pero para que
tenga protección legal no es necesario publicarla
ni registrarla. Lo que sí se requiere es la expre-
sión original de la idea: escribir el cuento o can-
ción, tomar la fotografía, pintar el cuadro, y así.

¿Qué trámites hay que realizar para


que se proteja una obra?

Ninguno, la protección no supone requisitos for-


males previos. Junto al principio de protección
automática se aplica el principio de la ausencia
de formalidad: para que la obra tenga protección
legal no es necesario inscribir la obra, ni solicitar
autorización alguna, ni agregar el símbolo de co-
pyright en la tapa o página legal, ni tener ISBN. Es-
tos requisitos formales tienen otros fines prácti-
cos, pero no condicionan la protección de la obra.
La utilidad práctica de estos procedimientos
habituales en el mundo editorial es su efecto pro-
batorio, pues facilitan la prueba de los derechos
en caso de juicio. Además la inclusión de notas
sobre copyright facilita la individualización del
titular de los derechos, mientras que el ISBN (In-
ternational Standard Book Number) es una iden-
tificación estándar de gran utilidad clasificatoria.

- 45 -
¿Qué significa el símbolo ©? ¿Es obligatorio?

Significa «copyright» y es una forma de aviso o


comunicación de que una obra está protegida,
junto con la información de quiénes son los ti-
tulares de esos derechos y el año de publicación
de la obra. Su uso fue obligatorio en Estados Uni-
dos hasta 1989, pero ya no lo es, ni en Chile ni en
ninguna parte, pero se trata de una práctica muy
extendida cuya difusión hace más fácil la identi-
ficación de los datos básicos sobre una obra.

¿Hay que inscribir una obra en el Registro


de Propiedad Intelectual para asegurar
que se proteja?

No, no es un trámite necesario. La función que


cumple la inscripción de una obra en el Registro
de Propiedad Intelectual es la de preconstitución
de prueba, como se ha dicho. Pueden perfecta-
mente circular y venderse ediciones de obras que
no han sido inscritas, aunque puede ser conve-
niente cuando hay intención de explotar comer-
cialmente una obra y se cree que podría surgir
alguna disputa sobre originalidad o autoría.
La inscripción se realiza en las oficinas del
Departamento de Derechos Intelectuales de la
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos
(DIBAM), mediante el depósito de un ejemplar
completo de la obra en soporte físico o digital,

- 46 -
acompañado del formulario de inscripción, don-
de se consignan el título de la obra y los datos del
autor, y un pago.

¿Cuál es el rol del INAPI?

En cuanto al derecho de autor, ninguno. El Ins-


tituto Nacional de Propiedad Industrial es la en-
tidad encargada de la administración y atención
de los servicios de la propiedad industrial. Es el
sucesor del antiguo Departamento de Propiedad
Industrial del Ministerio de Economía. Su tarea
consiste en el registro de marcas comerciales,
patentes de invención, modelos de utilidad y di-
seños industriales. No es competente en materia
de derecho de autor sobre las obras, aunque sí
tiene competencia sobre otros aspectos de la ac-
tividad editorial, como el uso de marcas y logos
que identifiquen a una editorial en el mercado.

Para que una obra se proteja en otro país,


¿hay que inscribirla en ese país?

No, no es necesario. El derecho de autor es univer-


sal, se produce automáticamente en todos los países
que son partes del sistema. En consecuencia, por el
solo hecho de crear una obra en Chile nacen dere-
chos exclusivos sobre esa obra en todo el mundo.

- 47 -
¿Cuánto dura el derecho de autor?

En cuanto a los derechos morales, no existe


acuerdo en el mundo acerca de su duración. En
algunos países son perpetuos, en otros se extien-
den solo por la vida del autor y en otros duran lo
mismo que los derechos patrimoniales. En Chile,
algunos derechos morales duran lo que la vida
del autor, mientras que otros pasan a los herede-
ros tras la muerte del autor.
Los derechos patrimoniales siempre tienen un
plazo fijado por la ley. Hoy en el mundo la regla
general es que la protección se extienda por toda
la vida del autor y hasta cincuenta años contados
desde su muerte. Países como Chile, Argentina,
España, Francia, Reino Unido y Estados Unidos
han extendido la protección a setenta años desde
la muerte del autor; México lo ha hecho a cien
años. Una vez vencido el plazo, la obra pasa a ser
parte del dominio público.
La regla de setenta años de protección rige en
Chile desde 2003, pero las obras que antes de la
extensión del plazo ya habían ingresado al domi-
nio público permanecen en él y pueden usarse li-
bremente, pues la ley no hizo un restablecimien-
to de tales derechos.
De todas formas, estas reglas no son pétreas;
hay cientos de excepciones y reglas especiales
para el cómputo de plazos, y las legislaciones po-
drían cambiar.

- 48 -
¿Cómo se ejercen los derechos de autor?

Hay diversas formas; las más habituales son la


cesión de derechos y los permisos o licencias,
y, desde un punto de vista negativo, las acciones
judiciales para perseguir indemnizaciones por
violaciones del derecho de autor.
El autor tiene en principio la exclusividad de
exhibir y reproducir su obra como quiera, en
ejercicio de su derecho de reproducción. Pero
puede también obtener una ganancia económi-
ca transfiriendo sus derechos a otras personas o
instituciones, para que sean estas las que los ejer-
zan. Ello ocurre mediante una cesión de derechos.
También puede ocurrir que otras personas
pretendan hacer ciertos usos específicos de una
obra, como imprimir un número limitado de
copias sin fines comerciales o crear un jingle
comercial a partir de una composición musical.
Como los derechos de autor son exclusivos, aquí
se manifiestan como la facultad para dar permiso
a otros para hacer un uso parcial de la obra. Este
permiso también tiene naturaleza de contrato y
se le llama licencia.
Si otras personas disponen de la obra sin auto-
rización del autor o de la ley, la misma ley permi-
te al autor (o al titular de derechos) interponer
acciones judiciales para hacer valer la responsa-
bilidad del infractor y para perseguir una indem-
nización por los perjuicios que le hayan causado.

- 49 -
¿Pueden prohibirse ciertos tipos de usos?

La persona que tiene derechos de autor a su ha-


ber puede administrarlos como le plazca, pero
en ningún caso puede ir más allá de lo que la ley
permite y arrogarse más derechos que los legal-
mente establecidos. Así, no puede prohibir usos
que la ley autoriza expresamente; por ejemplo,
no tiene la facultad de prohibir el préstamo de
ejemplares de su obra en bibliotecas, y en aque-
llos contenidos respecto de los cuales se prohíbe
«toda reproducción total o parcial», no puede
impedir que una persona haga una cita, o incluso
una copia íntegra si así se lo permite la ley.

Para usar una obra ajena, ¿es siempre


necesario contar con autorización?

No, no siempre. Las obras en el dominio público


no lo requieren. Y ciertos usos calificados de una
obra todavía protegida también están autoriza-
dos por la ley: son las excepciones y limitaciones
del derecho de autor.

¿Qué son las excepciones o limitaciones


al derecho de autor?

Autorizaciones que entrega la ley para usar una


obra intelectual protegida, sin pedir permiso ni

- 50 -
pagar remuneración al titular del derecho de
autor. Es una lista de situaciones específicas,
descritas en la misma ley, en las que se permi-
ten ciertos usos que no entran en conflicto con la
explotación normal de las obras y por lo tanto no
perjudican injustificadamente los intereses legí-
timos del titular del derecho.

¿Se aplican las mismas excepciones


y limitaciones en todos los países?

No, cada país tiene su propio sistema, aunque


suele haber similitudes porque algunas excep-
ciones y limitaciones –por ejemplo el derecho de
cita– están reconocidas en tratados internacio-
nales, como el Convenio de Berna de 1886. Pero
no hay una completa armonización internacio-
nal y el alcance varía de un país a otro.

¿Qué es el fair use?

Es el sistema estadounidense de excepciones y


limitaciones. Hay sistemas similares en Canadá,
Reino Unido, Australia e Israel. Permite ciertos
usos de obras protegidas para fines de crítica, co-
mentario, información, educación o investigación.
Para saber si están frente a fair use, los tribuna-
les toman en consideración cuatro aspectos del uso
respectivo: su propósito y carácter –incluyendo la

- 51 -
finalidad–, la naturaleza de la obra, el tamaño de la
porción de la obra usada y el efecto del uso específi-
co en el mercado potencial de la obra. Este sistema
convive con otras excepciones específicas, como
las que existen en nuestro país.
En Chile no existe el fair use, las excepciones
son las que están previstas en la ley y no otras.
Sin embargo, la ambigüedad de la ley y los pro-
gresos de la tecnología, entre otros factores, obli-
gan en ocasiones a los tribunales a resolver si un
determinado uso es conforme a ley o no. En otras
palabras, si bien los tribunales en Chile no crean
excepciones y limitaciones, sí interpretan la ley
en que ellas están contempladas.

¿Qué son los «usos justos»?

Hasta la última reforma legal, en 2010, Chile dis-


ponía de un número muy reducido de excepcio-
nes, lo que obstaculizaba el acceso a la cultura y la
libertad creativa. En 2010 se introdujeron varias
excepciones necesarias, una de las cuales es apro-
piadamente flexible; se trata de una autorización
legal para usar una obra con carácter incidental y
excepcional y con propósito de crítica, comenta-
rio, caricatura, enseñanza, interés académico o de
investigación. La condición es que no constituya
una explotación encubierta de la obra, es decir,
que el uso no implique una ganancia directa. Esta
excepción se ha llamado «usos justos».

- 52 -
De manera curiosa, la reforma dejó fuera de
estos «usos justos» a las obras audiovisuales de
carácter documental.

¿Cuáles son las excepciones


que establece la ley chilena?

· el derecho de cita: la facultad de reproducir


fragmentos breves de una obra ajena protegi-
da, con mención de su fuente, título y autor,
dentro de una obra distinta
· el uso no comercial para acceso de discapacitados
· la toma de apuntes o grabación de lecciones
pedagógicas por sus destinatarios, pero no su
publicación
· el uso con fines informativos de discursos, confe-
rencias y obras similares pronunciadas en público
· el uso con fines de demostración en locales de
venta de instrumentos musicales o aparatos de
radio, televisión o similares, o de venta de equi-
pos o programas computacionales
· la reproducción de obras arquitectónicas por
medios gráficos o audiovisuales, y la publica-
ción de las respectivas fotografías
· la reproducción por cualquier procedimiento
de los monumentos y las obras artísticas ubi-
cados permanentemente en plazas, avenidas y
lugares públicos
· los usos en bibliotecas, museos y archivos sin
fines de lucro

- 53 -
· la reproducción de una obra que está fuera del
mercado, con fines de preservación, sustitu-
ción o incorporación
· la reproducción de fragmentos a solicitud de un
usuario y para uso personal
· la digitalización para consulta en terminales de
redes de la institución
· la traducción por los usuarios de obras extran-
jeras no publicadas en castellano, con fines de
investigación o estudio
· la reproducción de obras plásticas, fotográfi-
cas o figurativas con fines de enseñanza en la
educación formal, excepto en textos escolares
y manuales universitarios
· la ejecución y comunicación sin fines de lucro
de obras en el hogar y en establecimientos edu-
cacionales, bibliotecas, archivos y museos
· la reproducción de programas computaciona-
les para instalación o como respaldo
· la adaptación de programas computacionales
que permita su utilización
· la ingeniería inversa de software
· los usos sobre una copia legal de software con
el fin de probar, investigar o corregir su funcio-
namiento o seguridad del programa, de la red o
del computador
· la reproducción provisional dentro de un pro-
ceso tecnológico dirigido a la transmisión u
otro uso lícito
· la traducción de obras en idioma extranjero
para uso personal

- 54 -
· la parodia o sátira, siempre que se diferencie de
la obra original
· las copias efímeras de ejecuciones por organis-
mos de televisión o radiodifusión
· la reproducción o comunicación para actuacio-
nes judiciales, legislativas y administrativas
· el uso incidental y excepcional con el propósito
de crítica, comentario, caricatura, enseñanza,
interés académico o de investigación, siempre
que no constituya una explotación encubierta

¿Qué es el derecho de cita?

El permiso que entrega la ley para la copia e in-


clusión de fragmentos breves de obras protegi-
das en otra distinta, siempre que se mencione su
fuente, título y autor. Por ejemplo, un fragmento
de un texto científico, unos versos, o cuando se
copia un párrafo de alguna noticia para comen-
tarlo en un blog.
En cuanto a qué clases de obras pueden ser ci-
tadas, la ley no distingue. La inclusión de frag-
mentos breves de cualquier obra protegida es
lícita siempre que su inclusión se realice a título
de cita o con fines de crítica, ilustración, ense-
ñanza e investigación, y siempre que se mencio-
ne su fuente, título y autor.

- 55 -
¿Qué extensión debe tener una cita?

La ley chilena menciona dos elementos: debe tra-


tarse de un fragmento, esto es, en ningún caso
puede ser la obra completa, y ese fragmento debe
ser breve. La mera exigencia de brevedad sin
mención de porcentajes de la obra es imprecisa,
pero supone una adecuación razonable al tama-
ño de la obra: un fragmento breve de la novela
Bonsái, de Alejandro Zambra, será muy diferente
de un fragmento breve de la Enciclopedia Britá-
nica. En casos de litigio los tribunales zanjarán
las diferencias originadas en dicha ambigüedad.
Esta exigencia de una cita fragmentaria y breve
hace suponer que la excepción de cita parece diseña-
da para el empleo de obras escritas y no de otro tipo
de obras, como fotografías. Sin embargo, la ley prevé
otras excepciones a través de las cuales un proyecto
editorial puede hacer uso de ilustraciones para fines
análogos a aquellos permitidos en esta excepción.

¿Puede usarse una cita con fines comerciales?

Sí, siempre que la inclusión del fragmento breve


sea con fines de crítica, ilustración, enseñanza e
investigación. La ley no hace distinción alguna
al respecto, a diferencia de lo que acontece con
otras excepciones de las cuales excluye su uso
comercial. Por lo tanto, también pueden usarse
citas breves en piezas publicitarias, por ejemplo.

- 56 -
¿Se puede copiar o citar un diccionario?

Un diccionario o una enciclopedia es como cual-


quier otra obra literaria, es decir, se puede citar
sus entradas haciendo mención de su fuente y si
es un fragmento breve.

¿Cómo pueden usarse las noticias,


los artículos y las fotos de prensa?

En los mismo términos autorizados por la ley en


el derecho de cita. Pero si se pretende hacer un
uso distinto de aquellos autorizados por la ley,
a través de las excepciones contempladas, hay
que contar con permiso del titular de los dere-
chos de autor, que es muy probable que sea el
medio respectivo.
Recordemos que la protección legal se extien-
de sobre una noticia como relato periodístico,
pero los hechos en sí mismos no son obras prote-
gidas, por lo que pueden ser relatados de distinta
manera. Copiar la información de la agencia EFE
sobre la muerte de David Bowie va a requerir
permiso de la agencia, pero crear un relato pro-
pio del mismo hecho no necesita autorización
de nadie. En consecuencia, existe plena libertad
para referirse a hechos acaecidos en el pasado
reciente o remoto, pero no para usar un artículo
que dé cuenta de esos hechos si está dentro del
plazo de protección.

- 57 -
¿Pueden publicarse las conferencias
y los discursos?

La ley autoriza la publicación de conferencias y


discursos sin autorización ni remuneración sola-
mente si es con fines de información. La norma no
profundiza en el alcance del concepto de informa-
ción, aunque parece referirse a publicaciones que
tengan como único fin la información del público,
es decir, programas o publicaciones noticiosas.

¿Puede publicarse libremente una


recopilación de discursos públicos?

No, no es posible publicar conferencias y discur-


sos en una colección separada sin permiso del
autor. Por colección separada debe entenderse
una publicación que agrupe un conjunto de estos
textos con algún criterio específico más allá de la
mera información al público. Así, por ejemplo, si
una editorial quisiera hacer una publicación que
contenga una serie de discursos pronunciados
por un Presidente, no podría hacerlo bajo el ale-
ro de esta excepción, y debe pedir autorización
o firmar un contrato de edición con el autor de
esos discursos o con el Estado.
Sin embargo, en relación con la publicación
de los discursos públicos de Pablo Neruda como
candidato presidencial y senador, sin autoriza-
ción de la Fundación que lleva su nombre, los tri-

- 58 -
bunales chilenos resolvieron que no se requeriría
de autorización. La corte entendió que, dado el
carácter público del personaje, no era necesario
requerir autorización para la publicación de sus
discursos, pues en caso contrario los derechos
de autor socavarían el debate republicano que es
propio del régimen democrático.

¿Se puede fotografiar casas


o edificios sin pedir permiso?

Sí. La ley permite hacer reproducciones de las


obras arquitectónicas por cualquier medio, sea
fotográfico, audiovisual o análogo, sin tener au-
torización del titular de las obras. También se
exceptúa la publicación de dichas reproduc-
ciones. En ninguno de esos casos es obligatorio
pedir permiso o pagar. Esta excepción es la que
permite, por ejemplo, que cualquiera pueda ha-
cer tomas de los edificios de Telefónica o del
Museo de Arte Contemporáneo y publicarlas en
un diario, revista o exposición sin avisar a los
arquitectos, empresas constructoras e institu-
ciones albergadas en tales edificios, y sin dis-
tinción de si es para usos comerciales o no. La
excepción también es aplicable al mundo edito-
rial, por lo que la fotografía de un edificio puede
publicarse en la portada o el interior de un libro
sin mediar autorización ni pago a los titulares
de las obras arquitectónicas.

- 59 -
Quien tomó esa fotografía sí es titular de los
derechos sobre esa captura, a menos que sea una
simple reproducción fotográfica y no tenga nin-
gún rasgo creativo, que es clave para tener pro-
tección del derecho de autor.
La colección separada de fotografías de tales
obras no está cubierta por el derecho de cita. Un
libro ilustrado sobre la obra de un arquitecto sí
requeriría autorización del autor.

¿Se pueden copiar, grabar o fotografiar


los monumentos?

Sí, todos los monumentos, pinturas y obras artís-


ticas que adornan de forma permanente plazas,
avenidas y lugares públicos pueden ser libremen-
te reproducidos por cualquier procedimiento, e
incluso se permite la publicación y venta de di-
chas reproducciones. Como la mención legal de
«obras artísticas» es genérica, esta excepción
se extiende a monumentos, estatuas, murales y
más, siempre que estén emplazados en lugares
públicos de forma permanente y no transitoria.
Tal como ocurre con la toma de imágenes de
obras arquitectónicas, el autor de la reproduc-
ción es titular de los derechos sobre ella (foto,
ilustración, etc.) siempre que no sea una mera
reproducción mecánica.
Esta excepción legal requiere que las obras se
encuentran emplazadas en lugares públicos; no

- 60 -
cubre los casos de monumentos u obras artísticas
situados en recintos cerrados, sean de propiedad
pública o no. Luego, sería legal la venta de un li-
bro en que haya fotografías de las esculturas de
Botero que se encuentran en el Parque Forestal
de Santiago, o de las esculturas de Mario Irarrá-
zabal que adornan la plazoleta Radomiro Tomic
en Valparaíso, pero no –sin haber obtenido per-
miso– de una obra de Roberto Matta dentro del
Museo Nacional de Bellas Artes.

¿Se puede tomar fotos de un edificio


declarado monumento nacional?

Sí, el que sean monumentos nacionales implica


ciertas obligaciones de conservación para sus due-
ños, pero no influye sobre los derechos de autor.

¿Se puede usar una obra con fines educativos?

Sí, pero con limitaciones. No puede aducirse usos


educativos para cualquier uso; solo se permite, en
el ámbito educacional:

· la toma de apuntes o fijación por cualquier me-


dio (grabación) de las clases dictadas en insti-
tuciones educacionales, por sus destinatarios,
pero no su publicación sin permiso de quien
dictó la lección

- 61 -
· la reproducción y la traducción de pequeños
fragmentos de obras, o bien de obras visuales,
siempre que no sean textos educativos o ma-
nuales, con el propósito de la ilustración de la
enseñanza, restringidas a lo que se justifique
con ese propósito y sin fines de lucro; deben
darse en actividades educativas formales o au-
torizadas por el Ministerio de Educación
· la cita o incorporación de fragmentos breves de
obras ajenas, con fines de enseñanza
· la ejecución, interpretación y comunicación de
obras en establecimientos educacionales, sin
fines de lucro, es decir presentaciones teatra-
les, pase de películas o de fonogramas dentro
de un colegio o universidad
· los usos justos educativos, es decir, el uso inci-
dental y excepcional de una obra protegida con
fines de enseñanza, que no constituya explota-
ción encubierta de la obra

¿Se puede traducir sin autorización una obra que


no está disponible en castellano?

Sí, desde la última reforma la ley autoriza que se


traduzca una obra que no está en castellano, sin
solicitar autorización ni pagar remuneración al-
guna, aunque solo en tres casos específicos.
El primero es la traducción que puede hacer una
persona exclusivamente para uso personal de cual-
quier tipo de obra, siempre que el ejemplar haya

- 62 -
sido legítimamente adquirido. El segundo caso es
la traducción, para actividades educativas forma-
les, de pequeños fragmentos de obras, excluyendo
textos escolares y manuales universitarios, siempre
que se hagan para la ilustración de actividades edu-
cativas de manera justificada y sin ánimo de lucro.
El tercer caso permite que las bibliotecas sin
fines de lucro hagan traducciones, con ciertas
restricciones: debe tratarse de una obra legítima-
mente adquirida; solo pasados tres años desde
su primera publicación en idioma extranjero, o
un año si se trata de una publicación periódica,
sin que en ese plazo se haya publicado en Chile
la versión en castellano; finalmente, esa traduc-
ción debe tener fines de investigación o estudio
por los usuarios, quienes solo podrán usar las
traducciones en reproducciones parciales. Toda
otra traducción debe ser autorizada por el titular
de los derechos de autor.
Por lo tanto, para publicar en Chile una obra
extranjera que no está en castellano lo habitual
es tener una licencia expresa por parte del autor
o de sus herederos o cesionarios.

¿Se puede modificar una obra para favorecer el


acceso a los discapacitados?

Sí, en Chile existe una excepción que permite


cualquier uso tendiente a permitir el acceso de
personas discapacitadas, en la medida en que el

- 63 -
uso sea necesario y adecuado para superar la res-
pectiva discapacidad, tal como la traducción de
un texto al Braille o la producción de audiolibros
para su acceso por personas discapacitadas. Esos
ejemplares no pueden tener fines comerciales, ni
distribuirse o ponerse a disposición de personas
sin la discapacidad; además, en esos casos debe
señalarse expresamente que el ejemplar adapta-
do se produce en uso de la autorización legal.

¿Pueden las bibliotecas usar o copiar obras


literarias sin pedir permiso al autor o al editor?

Sí. Existe una serie de permisos que la ley entre-


ga a las bibliotecas, los archivos y los museos sin
fines de lucro, que autorizan a estas entidades
ciertos usos sobre obras protegidas. Estos usos
libres se restringen a casos muy específicos y de
alcance limitado, vinculados con la labor de esas
instituciones como intermediadoras y gestoras
de bienes culturales.
Las bibliotecas no son solamente un mercado
que adquiere obras literarias; también son el
espacio en que la literatura alcanza a un mayor
número de personas, que gracias a ellas se con-
vierten en lectores y consumidores de cultura,
y luego en nuevos generadores de obras intelec-
tuales. Por ello los usos que la ley autoriza a las
bibliotecas son parte esencial del sistema del de-
recho de autor.

- 64 -
¿Qué pueden hacer las bibliotecas con una
obra protegida sin pedir autorización?

En Chile, el catálogo legal de excepciones que fa-


vorecen a las bibliotecas sin fines de lucro recoge
ciertas prácticas habituales para entregar certe-
za sobre aquello que pueden y no pueden hacer
con una obra intelectual protegida. Entre otras
excepciones, la ley permite que estas bibliotecas
pueda realizar, sin pedir autorización ni pagar
remuneración alguna:

· la reproducción íntegra de una obra que está


fuera del mercado, con fines de preservación,
sustitución o incorporación
· la reproducción de fragmentos (por ejemplo,
mediante fotocopia) a solicitud de un usuario
y solo para uso personal
· la digitalización para consulta en terminales de
redes de la institución
· la traducción de obras extranjeras no publica-
das en castellano, con fines de investigación o
estudio por los usuarios
· la ejecución, exhibición o comunicación de
obras, sin fines de lucro

Cualquier uso que vaya más allá de lo expre-


samente autorizado por ley requerirá necesaria-
mente de permiso del titular de los derechos. Por
tanto, podrá lograrse acuerdo sobre todos los usos
que la ley no permite con la respectiva biblioteca.

- 65 -
En cuanto a la distinción de una biblioteca con
o sin fines lucrativos, la ley no la define. Siempre
que no exista un afán de ganancia económica li-
gada directamente a la actividad propia de una
biblioteca podrá considerarse como institución
sin fines de lucro; no es relevante si es de propie-
dad pública o privada.

¿Es legal que las bibliotecas tengan


fotocopiadoras? ¿Pueden fotocopiar libros
enteros sin autorización?

Es legal que tengan fotocopiadoras, pero su uso


es limitado: la ley permite que las bibliotecas y
los archivos sin fines de lucro efectúen determi-
nadas copias para determinados fines.
Solamente las instituciones sin fines lucrativos
pueden fotocopiar obras enteras, y solo si son
obras que ya no están disponibles en el mercado
nacional e internacional y no lo han estado en los
últimos tres años. Además, debe ser con fines es-
pecíficos: para preservar el ejemplar propio de la
colección de la biblioteca (hasta dos copias), para
sustituir un ejemplar destruido o extraviado de
otra biblioteca (hasta dos copias) o bien para in-
corporar a la colección de la biblioteca un ejem-
plar que ya no podría obtenerse en el mercado.

- 66 -
¿Es legal que se digitalice o escanee un libro?

Sí, pero con restricciones. La digitalización es una


forma de reproducción de una obra, por lo que se
incluye en todos los casos en que la ley permita
la copia de obras: fragmentos para uso personal
del usuario de una biblioteca sin fines lucrativos,
o copias completas con fines de preservación o
sustitución para la misma biblioteca o archivo.
Además, una biblioteca sin fines de lucro pue-
de hacer copias digitales completas con el fin de
armar una biblioteca digital a partir de su colec-
ción permanente, para ponerla a disposición de
sus usuarios sin costo, siempre que el acceso sea
exclusivamente desde redes de la respectiva ins-
titución y sin posibilidad de hacer copias electró-
nicas de esas digitalizaciones.

Un libro que se comercializa solamente


en formato electrónico, ¿está out of print
o descatalogado?

Es complicado. Por una parte, la comercialización


de libros electrónicos es una forma de explotación
que prescinde de la impresión de ejemplares físi-
cos, manteniendo una obra disponible al público;
esa disponibilidad haría inoperante el permiso de
las bibliotecas para hacer copias completas. Sin em-
bargo, la ley considera como obra no disponible en
el mercado el ejemplar (es decir, el tomo impreso)

- 67 -
no disponible para la venta al público en los últimos
tres años. Por regla general, los servicios de comer-
cialización de libros electrónicos se basan no en
una venta al público de la copia electrónica sino en
un licenciamiento, es decir, un permiso para mante-
ner una copia electrónica sobre la que el lector no
es dueño; en consecuencia, los libros electrónicos
no obstarían a las copias de libros que no estén en
el mercado dentro de los márgenes legales. Pero,
como puede observarse, es una cuestión dudosa.

¿Pueden publicarse parodias de otras obras?

Sí, se permite la creación de sátiras y parodias sin


permiso del autor de las obras parodiadas, siem-
pre que la nueva obra constituya un aporte artísti-
co que se diferencie de aquella a la que se refiere.

¿Se puede publicar un resumen de un libro?

Es posible reformular de forma abreviada las


ideas subyacentes a un libro o una obra de dis-
tinta naturaleza, siempre que ello represente una
obra original en sí misma, como por ejemplo al
hacer una recensión de bibliografía. Sin embar-
go, si el resumen no es más que una simple ver-
sión abreviada, corre el riesgo de calificar como
una obra derivada que requeriría la autorización
del titular de los derechos de la obra original.

- 68 -
¿Se pueden publicar los textos
legales o judiciales?

Es un tema muy dudoso. En otros países existen


menciones expresas a que leyes y sentencias judi-
ciales pertenecen al dominio público. La ley chile-
na, en cambio, no hace referencia a ellos, no exis-
te mención alguna al estatus de los textos legales,
y por lo tanto no hay seguridad de que sean obras
protegidas. Por su carácter especial, podría adu-
cirse que se consideren dentro de las excepciones
y puedan ser editados con fines comerciales las
leyes, las sentencias judiciales, los dictámenes ad-
ministrativos y otros textos de origen estatal.

¿Se puede publicar una obra de dominio público?

Sí, y se puede publicar tal cual o con modificacio-


nes, si los editores lo consideran necesario para
explotar de mejor modo la obra. Esas modifica-
ciones pueden ser mayores, por ejemplo un có-
mic de Don Quijote o un Decamerón con cincuen-
ta de sus cuentos, cuando el original tiene cien.
Existe, sin embargo, una importante restric-
ción en una categoría de obras de dominio pú-
blico. Si se publica una obra de autor desconoci-
do pero luego este autor aparece, el editor debe
pagarle –o a sus herederos– como en cualquier
contrato de cesión de derechos patrimoniales.

- 69 -
¿Se pueden adaptar o traducir obras
de dominio público?

Sí, como se ha dicho las obras de dominio público


pueden ser libremente adaptadas o traducidas.
Eso sí, quien adapta o traduce no puede oponerse
a que otros hagan también sus propias versiones
o traducciones.

¿Se puede republicar una versión reciente


de una obra de dominio público?

No sin autorización. Cuando estamos ante una


adaptación o traducción de una obra de domi-
nio público, la obra originaria sigue siendo de
libre utilización pero la adaptación es una obra
derivada y protegida: los adaptadores o tra-
ductores tienen sus propios derechos de autor
sobre su traducción o adaptación. Así, aunque
el texto original de Bartleby the Scrivener, de
Herman Melville, es de dominio público, la re-
ciente traducción de Roberto Castillo, Bartleby
el escribano, tendrá derechos de autor vigentes.
Entonces, la traducción de una obra que está en
el dominio público se considera una obra pro-
pia, no obstante haberse construido a partir del
patrimonio cultural común.

- 70 -
¿Qué obras están en el dominio público?

En Chile, el dominio público está conformado


por aquellas obras que se encuentran en alguna
de las siguientes seis situaciones:

· las obras cuyo plazo de protección se ha extin-


guido (han pasado más de setenta años desde
la muerte de su autor)
· las obras de autor desconocido, incluyéndose
las canciones, leyendas, danzas y las expresio-
nes del acervo folclórico
· las obras cuyos titulares renunciaron a la pro-
tección de derechos de autor
· las obras de autores extranjeros domiciliados
en el exterior a los que no sean aplicables las
convenciones internacionales
· las obras expropiadas por el Estado, salvo que la
ley especifique un beneficiario
· las obras producidas por instituciones estatales
o semifiscales cuando el titular de la respectiva
institución las libere para que entren al domi-
nio público, situación que permite la ley a con-
tar de la última reforma

¿Existe una lista o catálogo abierto


de obras en el dominio público?

No. No hay un índice que permita saber, ni si-


quiera respecto de autores nacionales, qué obras

- 71 -
se encuentran en el patrimonio cultural común.
Hay sí diversas iniciativas en el mundo que in-
tentan proveer información confiable y acceso a
dichas obras.

¿Existe un dominio público internacional?

No. Tal como ocurre con las excepciones y li-


mitaciones al derecho de autor, no existe plena
armonización internacional respecto del tipo de
obras o condiciones bajo las cuales estas ingre-
san al dominio público. Las hipótesis de dominio
público válidas en otros países carecen de vigen-
cia en nuestro país, por lo que para un adecuado
tratamiento de obras de autores extranjeros ha-
brá que hacer un estudio caso a caso. Por eso las
situaciones que contempla nuestra ley solo son
aplicables en Chile y no asimilables por exten-
sión a la realidad de otros países.

¿Cómo se sabe si se acabó el plazo


de protección de una obra?

En Chile, es necesario saber cuándo murió un


autor y contar setenta años desde esa fecha.
En el caso de las obras anónimas, el plazo se
computa desde la publicación, y si no existe esta
fecha se cuenta desde el año de creación por año
calendario, por lo que el ingreso de una obra al

- 72 -
dominio público se produce el 1 de enero del año
siguiente al de vencimiento del plazo.

¿Se protegen por el mismo plazo las obras


de chilenos y las de extranjeros?

No, depende del caso. Si el país de origen de la


obra o donde publica el autor extranjero no ha
firmado el Convenio de Berna, que es el tratado
internacional más importante en materia de de-
recho de autor, no tiene protección y las obras se
encuentran en el dominio público en Chile. Hoy,
países como Irán, Iraq, Yemen, Taiwan o Myan-
mar se hallan en ese caso.
Si la obra está en dominio público en su país de
origen, también lo estará en Chile, aun cuando
el plazo de protección previsto en nuestra ley no
haya vencido.
Si son obras de autores extranjeros que están
protegidas por el Convenio de Berna y cuyas le-
gislaciones de origen aún les proveen protección,
en Chile se aplica el plazo de protección de seten-
ta años después de la muerte del autor. Un ejem-
plo es lo que sucede con Mickey Mouse, creado
en 1928. Estados Unidos adhirió al Convenio de
Berna en 1988, recordemos que el plazo de pro-
tección según el Convenio de Berna es la vida del
autor más cincuenta años, sin embargo, pese a que
Walt Disney murió en 1966, Mickey Mouse solo
entrará en el dominio público estadounidense en

- 73 -
2023 (95 años después de su publicación), por las
sucesivas reformas que en ese país han ampliado
el plazo de protección. En tanto en Chile Mickey
Mouse seguirá encontrándose protegido hasta el
2036 (108 años después de su publicación).

¿Qué plazo de protección hay en otros países?

Eso depende de cada legislación. El estándar in-


ternacional está fijado en el Convenio de Berna
que contempla una protección por la vida del
autor más cincuenta años. Pero desde que los
contenidos comenzaron a cobrar mayor impor-
tancia económica la tendencia de la normativa
de propiedad intelectual ha sido controlar cada
vez más la protección, en contra del avance tec-
nológico que ha supuesto precisamente mayores
posibilidades de acceso a las obras. Siguiendo
esta tendencia, en 1993, los Estados miembros
de la Unión Europea implementaron una pro-
tección por toda la vida del autor más setenta
años. En 1998 Estados Unidos se sumó a este
plazo de protección.
Esta situación supone un desequilibrio desde el
punto de vista de los intereses en juego, que la ley
debería cautelar: los de los titulares de derechos
de autor por un lado, y los del público, por otro.
Al momento de planear la publicación de una
obra en distintos países es importante tener en
cuenta estas diferencias. Puede ocurrir que la

- 74 -
obra de un autor se encuentre en el dominio pú-
blico en un país y no según las leyes de otro. Es
particularmente problemático con modelos de
negocio de editoriales en línea.

¿Cómo se calcula el plazo si una obra


tiene más de un autor?

En las obras en colaboración cuyos aportes no


puedan ser separados, el plazo de setenta años
comienza a contarse desde el momento de la
muerte del último de los coautores. Si los aportes
pueden individualizarse, se cuenta desde la muer-
te del respectivo autor de cada obra separada.

¿Cómo se calcula el plazo en obras


anónimas o seudónimas?

El plazo de protección es de setenta años conta-


dos a partir de la primera publicación, ya que es
el único hecho susceptible de verificarse. Pero si
antes de cumplirse ese plazo se da a conocer el
autor se aplicará la regla general, esto es, setenta
años de vigencia de los derechos desde la fecha
de la muerte del autor.

- 75 -
¿Se aplica el plazo de protección a las obras
inéditas de un autor?

No, el cálculo en esos casos es muy distinto. Si no


hay publicación autorizada por el autor durante
cincuenta años desde su creación, el plazo de pro-
tección sobre esa obra es de setenta años contados
desde el 31 de diciembre del año de creación de esa
obra. En otras palabras, si una obra se ha mante-
nido inédita, desconocida, por más de cincuenta
años, su plazo de protección alcanza solamente
hasta el septuagésimo año civil desde esa creación.

¿Cómo se pueden usar las obras del folclor?

Es complejo, porque hay más de una situación.


Existen las obras de estilo folclórico, como can-
ciones y coreografías; estas son obras protegidas
por el derecho de autor y se requiere autoriza-
ción para su uso. Pero existen también obras
tradicionales como canciones, leyendas, danzas
y otras expresiones folclóricas, de las que no se
conoce el autor y tampoco parece posible iden-
tificarlo; en casos como estos –por ejemplo las
leyendas chilotas del Caleuche y la Pericona, y
canciones como «El tortillero»–, tales obras ya
están en el dominio público y pueden ser usadas
o interpretadas libremente.
Sin embargo, hay que tener cierta precaución.
Lo que se puede usar libremente es la obra mis-

- 76 -
ma, que es algo distinto de una versión o adap-
tación. Por ejemplo, la tonada «La jardinera» es
de dominio público pero no se puede explotar la
interpretación de Violeta Parra, porque esa in-
terpretación tiene derechos distintos de los de la
obra original, los derechos conexos. De la misma
forma, es posible realizar una edición que compi-
le rimas y leyendas chilenas o de todo el mundo,
pero sin recurrir a versiones escritas que sí ten-
gan autor conocido y reciente.

¿Qué pasa si un autor renuncia a sus


derechos patrimoniales?

La obra pasará a ser parte del dominio público y


podrá ser usada libremente. Es importante averi-
guar que el autor no haya transferido a otras per-
sonas sus derechos y que no quepa duda sobre su
intención de renunciar.

¿Cómo se sabe si un autor ha renunciado


a sus derechos sobre una obra?

La ley no establece un mecanismo para hacer


efectiva la renuncia ni un modo de acreditarla.
Como mínimo, para usar una obra cuando se cree
que el autor ha renunciado a los derechos sobre
ella es necesario que haya certeza de esa renun-
cia. Puede ser prueba de ello una declaración de

- 77 -
renuncia que acompañe a la obra, o una graba-
ción en que el autor de forma seria e inequívoca
declare su intención de renunciar a la protección
legal sobre determinada obra.
La ley exhibe una evidente contradicción nor-
mativa respecto de la posibilidad de renunciar.
Dice que los autores solo pueden renunciar a los
derechos patrimoniales, nunca a los derechos
morales. Establece que tras la renuncia los dere-
chos sobre la obra pasan a formar parte del pa-
trimonio cultural común, pero al mismo tiempo
el artículo 86 de la ley sostiene precisamente lo
contrario, al establecer la irrenunciabilidad de
todos los derechos patrimoniales de autor.
La falta de claridad se puede resolver con las
reglas de interpretación legal tradicionales (el
artículo pareciera querer referirse a los mínimos
legales fijados a propósito de contratos especí-
ficos). Pero, como quiera que fuese, demuestra
falta de sistematización de la ley en lo que res-
pecta a las excepciones al derecho de autor y, en
particular, al dominio público. Conviene obtener
asesoría jurídica si quiere llevarse a cabo un pro-
yecto editorial que incluya una obra cuya protec-
ción ha sido renunciada por su autor.

- 78 -
¿Se puede usar libremente obras de
dominio público que están en manos
de entidades estatales?

Sí, aunque existen dificultades prácticas. A dife-


rencia de lo que ocurre con muchas obras clási-
cas, hay situaciones de administración de obras
pertenecientes al dominio público que restrin-
gen o dificultan el acceso. El proyecto Memoria
Chilena, desarrollado al alero de la Dirección de
Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM), realiza
en este sentido un rescate muy importante de
obras patrimoniales chilenas, muchas de las cua-
les están en el dominio público; poco a poco ha
ido digitalizándolas y subiéndolas a la web para
que puedan usarse y reproducirse libremente.

¿Qué pasa si no se puede acceder


a una obra de dominio público por estar
en manos de particulares?

No hay mecanismos legales específicos para exigir


que una persona ponga a disposición de la comuni-
dad las obras de dominio público sobre las que tiene
control. Es dudoso que se pueda forzar el acceso a
un ejemplar de la obra en manos privadas, porque
se alegará derecho de propiedad sobre el ejemplar.
Sin embargo, cuando ese acceso es posible, na-
die puede oponerse a que la obra sea explotada,
en la medida en que no haya un menoscabo a la

- 79 -
integridad física de la obra, que constituiría daño
patrimonial para el dueño del respectivo ejemplar.

Entonces, ¿cuándo hay que pedir permiso


o pagar para usar una obra?

Cuando el uso que vaya a hacerse de una obra


implique una modificación o una explotación de
ella en relación con alguno de los derechos mo-
nopólicos que la ley confiere a los autores. Las
obras se pueden usar libremente para conocer
su contenido –leer un libro, instalar un progra-
ma, escuchar un disco, ver una película–, pero no
podemos pasar a llevar los derechos que otorga
la ley a quienes crean o explotan esas obras. En
consecuencia, si una obra está protegida, hay que
pedir permiso cuando se quiera hacer copias de
cualquier clase, modificar la obra de cualquier
forma, interpretarla en público o subirla a inter-
net, por poner algunos casos.

¿A quién hay que pedir permiso


para usar una obra protegida?

Vimos que hay que pedir autorización al titular de


los derechos, y que, dado que los derechos patri-
moniales se pueden vender o ceder, quizás otras
personas, instituciones, sociedades de gestión co-
lectiva o empresas tengan los derechos exclusivos.

- 80 -
Las páginas legales o de créditos de las obras o
las secciones correspondientes de sitios web sue-
len proveer información sobre el punto. También
se puede recurrir a las agencias literarias o artís-
ticas en busca de los titulares de los derechos, y a
los propios autores cuando ello es posible.

¿Cuál es la diferencia entre una cesión


de derechos y una licencia de uso?

Hay dos grandes modalidades de transferencia


de derechos, por las cuales un titular de derechos
permite que otros dispongan de su obra para sus
fines particulares: la cesión de derechos y las li-
cencias de uso. La primera es una transferencia
de facultades patrimoniales mediante un contra-
to de manera perpetua. El autor deja de tener la
titularidad de una o más facultades patrimoniales
de la obra. Las licencias son una forma de explo-
tación de la obra que no implica desprenderse de
la titularidad de los derechos patrimoniales, sino
solo autorizar a otros algunos actos de explota-
ción. Las licencias pueden ser acotadas en cuanto
al tiempo, el espacio geográfico o a los tipos de
uso que se conceden. Una licencia puede o no ser
exclusiva, según se acuerde. En todo caso, si una
licencia es de uso exclusivo y sin limitación tem-
poral se acerca bastante a una cesión de derechos.

- 81 -
¿Qué efectos tiene la cesión de derechos?
¿Puede ser parcial?

En lo sucesivo, la persona natural o jurídica a


quien se transfieren los derechos podrá ejercer-
los en exclusividad, aunque con las limitaciones
que las partes hayan acordado. Así ocurre cuando
una editorial adquiere los derechos para publicar
una novela reciente, por ejemplo. Se produce un
traslado en la titularidad de los derechos que se
ceden, y solamente sobre ellos.
La cesión puede ser parcial, de modo que cier-
tos derechos sean de titularidad de una persona y
otros de personas distintas. Puede también limitar-
se el territorio y el tiempo por los cuales se ceden
los derechos, o la cantidad de utilizaciones para los
que se ceden, o los formatos o las tecnologías para
los cuales se hace la transferencia de derechos. Por
ejemplo, un escritor puede ceder a una editorial
extranjera los derechos para la traducción de su
obra a un determinado idioma, pero conservar los
derechos respecto de los restantes idiomas.

¿Cómo se formaliza una cesión de derechos?

Por un contrato de cesión de derechos. Por regla


general, cualquier transferencia debe ser expre-
sa, no se subentiende. Las transferencias pueden
ser totales o parciales, o limitadas en territorio o
idioma, y siempre se limitan a los derechos patri-

- 82 -
moniales. El contenido de estos contratos puede
variar libremente, salvo en lo referido a los mí-
nimos legales de remuneración establecidos en
ciertos casos –la publicación de obras literarias,
por ejemplo– y en que no puede haber transfe-
rencia de derechos morales ni renuncia a ellos.
Para las obras literarias, la ley regula la cesión
de derechos a propósito de lo que se conoce como
contrato de edición, refiriéndose en tales normas
a la relación entre un autor literario y un editor
o empresa editorial, con los derechos y deberes
mínimos de cada una de las partes.

¿Cómo se realiza una cesión de derechos?

Por contrato, mediante escritura pública o escri-


tura privada y autorizada ante notario. El con-
trato debe individualizar a las partes, identificar
claramente la obra cuyos derechos se ceden con
sus datos de inscripción, y mencionar la remune-
ración pactada.
Luego el contrato debe inscribirse en el Regis-
tro de la Propiedad Intelectual, dentro del plazo
de sesenta días corridos de firmado.

¿Qué son las licencias de uso?

La autorización o permiso a través de cualquier


forma contractual que da un titular de derechos

- 83 -
de autor, para que otra persona utilice la obra de
la forma señalada en el permiso. Debe precisar
los derechos concedidos, plazo de duración, el
número mínimo o máximo de espectáculos o
ejemplares autorizados o si son ilimitados, el te-
rritorio de aplicación y todas las demás cláusulas
limitativas que el titular del derecho de autor im-
ponga. Puede o no estar sujeta a un pago, lo que
dependerá del titular de los derechos.

¿Qué son las licencias obligatorias?

Son casos establecidos por ley en los cuales una


obra puede ser utilizada sin autorización directa
del titular de derechos, que se diferencia de las
excepciones en que sí requiere de una remune-
ración equitativa, que puede ser fijada por ley o
por las entidades de gestión colectiva de dere-
chos. Las situaciones más comunes en que otros
países conceden licencias obligatorias son para
la radiodifusión de fonogramas y la traducción
de obras desde idioma extranjero al idioma lo-
cal. A pesar de su gran utilidad, no existen li-
cencias obligatorias en Chile, a diferencia de lo
que ocurre en otros países de la región, como
Colombia y México.

- 84 -
¿Qué requisitos debe cumplir la licencia?

Debe constar por escrito, y como mínimo pre-


cisar los derechos concedidos, el plazo de du-
ración, la remuneración y la forma de pago, el
número mínimo de ejemplares o espectáculos
autorizados o si son ilimitados.

Si obtengo la autorización,
¿puede alguien más usar la misma obra?

Depende. Si la autorización conferida incluye


cláusula de exclusividad, no. Si no hay mención
al respecto, las autorizaciones no confieren el
uso exclusivo de las obras, y por lo tanto el titu-
lar de los derechos podría entregar más autori-
zaciones, sin que exista mayor limitación que lo
que se estipule en los contratos específicos. Por
ejemplo, puede permitir la publicación en un
país reservándose el derecho de publicación para
otros, o bien permitir a una empresa editorial la
distribución de la obra en un libro de tapa dura y
simultáneamente ceder la publicación en edicio-
nes de bolsillo a otra empresa.

¿Qué es una sociedad de gestión colectiva?

Puede ocurrir que toda una clase de obras sea ges-


tionada por una sola sociedad de gestión colectiva,

- 85 -
como la Sociedad Chilena del Derecho de Autor en
Chile, que gestiona derechos de autor sobre obras
musicales y derechos conexos sobre interpreta-
ciones musicales y fonogramas. Estas agrupacio-
nes se encargan de la administración de las auto-
rizaciones y licencias de las obras de los autores
que son sus socios, y recaudan y distribuyen entre
sus miembros la remuneración obtenida. Ahí será
la respectiva sociedad la que otorgue las licencias,
en igualdad de condiciones, a todos quienes piden
determinada utilización de una obra y paguen la
tarifa determinada para ese uso.
La ley de propiedad intelectual chilena no con-
templa, como categoría, las agencias literarias.

¿Qué es el contrato de edición?

En el caso de las publicaciones impresas en que


la persona que edita la obra, ordena su impresión
y la pone a disposición del público no es el autor,
sino un editor, la transferencia de los derechos
que posibilitan esa explotación se hace mediante
un contrato de edición. La ley chilena regula de
manera especial este contrato, estableciendo una
serie de formalidades y requisitos.
El contrato de edición es aquel en que el titular
de derechos de autor entrega o promete entregar
una obra al editor y este se obliga a publicarla, a
su costa y beneficio, y a pagar una remuneración
al autor por ello. La ley establece que este contra-

- 86 -
to confiere al editor solo los derechos de impri-
mir, publicar y vender los ejemplares de la obra
conforme a lo convenido, y que el autor retiene
los demás derechos de explotación. Esos otros
derechos, como el de traducción o el de adapta-
ción, pueden ser objeto de más transferencias, al
mismo editor o a otros.
La lógica de los contratos de edición es resguar-
dar a la vez los intereses de autores y editores,
dando certeza sobre los detalles de la relación
jurídica que establecen al explotar en conjunto la
creación artística.

¿Qué formalidades debe cumplir


el contrato de edición?

Varias. La más relevante es que incluya todas las


menciones que establece la ley. Luego, que solo
se convierte en un contrato formal si es una es-
critura pública o bien un documento privado fir-
mado ante notario. Finalmente, una vez firmado
por ambas partes, para gozar de todos los dere-
chos que la ley establece a su favor el editor debe
inscribir el contrato de edición en el Registro de
Propiedad Intelectual.

- 87 -
¿Qué ocurre si no se cumple
con las formalidades?

Se vería afectada la eficacia del contrato, es decir, la


posibilidad de exigir su cumplimiento. Sin embar-
go, es discutible si el contrato que no cumple con
todos los requisitos es nulo respecto de las partes o
también es ineficaz respecto de terceros. Es el tipo
de cosas en que el criterio de equidad de un juez
pueda querer salvar el contrato entre las partes para
dar posibilidad de indemnización a la parte cumpli-
dora con cargo a la parte que no cumplió, aunque
un tercero no tenga que respetar el contrato. Por
ejemplo, un contrato con una editorial A por tres
ediciones no cumplió con las formalidades pero la
editorial sacó una primera edición, y luego el autor
firmó un contrato con la editorial B que sí cumplió
con todas las formalidades: si el primer contrato
es nulo, la editorial A no puede reclamar nada y el
contrato con B prevalece; pero si el contrato con A
es ineficaz respecto de terceros, el contrato con B
prevalece pero el autor está obligado a indemnizar
a la editorial A por incuplimiento de contrato.

¿Qué debe incluir el contrato de edición?

El contenido mínimo del contrato de edición,


conforme a la normativa chilena de derecho de
autor, es el siguiente:

- 88 -
· individualización del autor y del editor (nom-
bre, profesión, domicilio, etc.)
· individualización de la obra (su título, que pue-
de ser provisional y luego cambiar)
· número de ediciones (impresiones) y cantidad
de ejemplares de cada edición
· la circunstancia de concederse o no la exclusi-
vidad al editor
· la remuneración pactada con el autor, que según
la ley no podrá ser inferior al 10% del precio de
venta de cada ejemplar, y su forma de pago
· las demás estipulaciones que las partes convengan

La forma en que cada contrato regule cada as-


pecto exigido por la ley puede variar; por ejem-
plo, se puede calcular la remuneración del autor
por un monto fijo o por montos variables según
el número de ejemplares vendidos, pero no pue-
de omitirse ninguna de las menciones señaladas,
aunque su contenido dependerá de la negocia-
ción entre el autor y el editor, siempre respetan-
do los márgenes legales.

¿Se pueden negociar otros derechos


en el contrato de edición?

Sí. Se puede acordar la comercialización y la pu-


blicidad que se dará a una obra, la negociación
de licencias para material promocional exclusivo
(como agendas, afiches u otros), la publicación de

- 89 -
la traducción de la obra, los derechos de adaptación
radiofónica, cinematográfica, cómic, videojuego,
teatral y en general los derechos subsidiarios sobre
la obra (inclusión en antologías, serialización), la
publicación de la obra como libro digital o en dis-
tintos formatos (edición de bolsillo, edición para
quiosco, edición club), etc.
Es muy importante que haya verdadero interés
y posibilidades de concretar estas formas de ex-
plotación por parte del editor, para no privar al
autor de la posibilidad de ejercer sus derechos.

¿Qué obligaciones conlleva


el contrato de edición?

La principal es publicar la obra y ponerla en cir-


culación, a disposición del público, en los lugares
y plazos acordados (si no se ha fijado plazo, den-
tro de un año desde la entrega del original), y pa-
gar las remuneraciones correspondientes. Otro
deber para el editor es rendir cuenta al titular del
derecho por lo menos una vez al año, detallando
la cantidad de ejemplares existentes y vendidos,
y los montos devengados y debidos.
El autor o titular del derecho tiene por su parte
el deber de asegurar la originalidad de la obra,
y será responsable de los perjuicios que sufra el
editor en caso de no serlo y de ello se deriven ac-
ciones legales impuestas por terceros.

- 90 -
¿Incluye el contrato de edición la difusión
de contenidos a través de internet?

No la incluye, si se contrata solamente según las


menciones que la ley exige. La puesta a disposi-
ción en internet de todo o parte de la obra es par-
te del derecho de comunicación pública, por lo
que debe acordarse mediante contrato cualquier
tema relacionado.
La conveniencia de que los contratos de edición
contemplen la posibilidad de poner la obra a dis-
posición del público a través de internet radica en
que eso garantiza un mayor margen de maniobra
ante la eventual migración de soportes de promo-
ción y comercialización de obras literarias.
Un contrato de edición moderno debiera incluir
la referencia a soportes digitales a los que no aplican
los detalles estipulados para el contrato de edición,
sino las reglas generales de licencia o autorización
del artículo 20 de la ley de propiedad intelectual.

¿El contrato de edición incluye la


publicación en otros países?

Es algo que las partes deben negociar y acordar. Nue-


vamente, es buena práctica no acaparar derechos de
explotación que no hay posibilidad de concretar.
Dadas las dificultades de distribución entre paí-
ses en Latinoamérica, los autores que suelen pu-
blicar en editoriales pequeñas o medianas están

- 91 -
prefiriendo publicar en cada país con una editorial
local; para ello firman contrato solo para el país
respectivo y en la lengua del país.

¿Qué requisitos tiene la publicación de una obra?

Como requisitos mínimos, la ley obliga al editor


a consignar en cada uno de los ejemplares que
publique la siguiente información:

· el título de la obra
· el nombre o seudónimo del autor o autores, y
de traductores o coordinadores, salvo que hu-
bieren decidido mantenerse en el anonimato
· la mención de reserva, con indicación del nom-
bre o seudónimo del titular del derecho de au-
tor y el número de la inscripción en el registro
· el año y el lugar de la edición y de las ediciones
anteriores, en su caso
· el nombre y la dirección del editor y del impresor
· la tirada de la obra

No añadir estas menciones da lugar a multas,


además de la obligación de subsanar la omisión.

¿Cómo se integran fotografías en una edición?

La ley sostiene que solo al fotógrafo le correspon-


de el derecho exclusivo de reproducir, exponer,

- 92 -
publicar y vender sus fotografías, respondiendo
a la regla general de usos exclusivos por parte del
autor. Por lo tanto, para usar fotografías prote-
gidas para ilustrar la portada o el interior de un
libro se debe contactar a su autor y negociar per-
misos y compensaciones.
En general, para las fotografías aplican las
mismas reglas respecto de la cesión y el licencia-
miento. Es decir, la ley se pone en el caso de que
un tercero contrate los servicios de un fotógrafo,
caso en el cual –dado que existen pagos de por
medio– los derechos de autor le corresponden a
quien encarga y no a quien toma las fotografías.
También está el caso especial referido a diarios,
revistas y publicaciones periódicas en que las fo-
tografías tomadas bajo contrato de trabajo son de
titularidad de la empresa. Esa norma no se ex-
tiende a las editoriales, por ello siempre es reco-
mendable que las editoriales aclaren por vía con-
tractual con el fotógrafo que la titularidad de los
derechos de las fotografías que este obtenga por
encargo de ellas les pertenecen. De lo contrario
puede haber malentendidos en nuevas ediciones,
recopilaciones o ventas especiales que es mejor
resolver con anterioridad.
Cualquiera sea el caso, la ley también señala
que la sola cesión del negativo o de un medio
análogo de reproducción supone la cesión del de-
recho exclusivo que goza el autor. Sin embargo,
en los hechos, el creciente empleo de la fotogra-
fía digital relega esta norma al olvido.

- 93 -
¿Cómo se puede disponer
de ilustraciones ajenas?

Las ilustraciones, como los dibujos, pinturas, fo-


tografías y otras obras visuales, están sujetas al
derecho de autor (vida del creador más setenta
años), por lo que gozan de derechos exclusivos
cuya titularidad en principio corresponde al crea-
dor. Si bien el tratamiento legal de las ilustracio-
nes no tiene las presunciones que existen para las
fotos (cesión mediante entrega de negativo, dife-
rencias entre relación contractual y trabajo inde-
pendiente, etc.), en general es similar. Por ello es
recomendable que, ya sean parte de una edición
particular o de la portada de un libro, la relación
sea documentada para evitar problemas relativos
a derechos de autor en futuras utilizaciones.

¿Se puede usar un logo comercial como


el de Apple o Penguin Books?

Sí, un logotipo comercial puede usarse en la crea-


ción de una obra, pero es necesario ser precavi-
do. Los logos y distintivos comerciales no pueden
usarse para asociarlos a un producto o servicio
distinto del que ofrecen, ni de alguna forma que
pudiera entenderse perjudicial para la imagen de
la respectiva empresa o su mercado.

- 94 -
¿Cómo puede el editor eximirse de responder por
las infracciones hechas por el autor de una obra?

El contenido ilícito de una obra intelectual supone


una serie de costos para el editor, no solamente por
el deber de reparar el daño causado a los verdade-
ros dueños de los derechos, sino por las pérdidas
que implica la impresión de ejemplares que no se
pueden comercializar. Una mera declaración de
exclusión de responsabilidad por los contenidos
provistos por el autor no tiene efecto práctico.
Como resguardo, una práctica extendida en
otros países (además del incentivo a un ejercicio
celoso de la función editorial) es incluir, en los
contratos de edición o en protocolos anexos, co-
nocidos solo por los contratantes, cláusulas que
asignen al autor los eventuales costos de litigación
que la publicación de la obra signifique para el edi-
tor y los costos de indemnizar a los afectados.

¿Puede dejarse sin efecto el contrato de edición?

Sí, cuando las partes incumplen alguno de los de-


beres fijados por el contrato o por la ley.
El editor tiene derecho a dejar sin efecto el
contrato de edición si el autor no ha entregado el
original de la obra dentro del plazo convenido, o
bien, a falta de acuerdo, dentro de un año desde
la fecha del convenio.

- 95 -
El autor puede declararlo sin efecto en tres casos:
si el editor no ha publicado la obra dentro del plazo
convenido o después de un año de entregado el ori-
ginal; cuando el editor está facultado para publicar
más de una edición de la obra pero no lo ha hecho
dentro de un año después de ser requerido judicial-
mente por el autor; si después de cinco años de pu-
blicación no se ha vendido al público más del 20%
de los ejemplares de la obra, caso en el cual el autor
deberá comprar los ejemplares sobrantes al editor a
precio de costo si quiere poner término al contrato.
Sin perjuicio de esas reglas legales, las partes
pueden acordar formas distintas de terminación
del contrato de edición.

¿Se aplica el derecho de autor en internet?


¿Qué ley rige?

Con la proliferación de las comunicaciones en


el entorno digital, la aplicación del derecho de
autor se ha vuelto problemática. La disposición
de obras protegidas en internet en casi todos los
casos implica usos que normalmente requerirían
autorización de los autores o titulares de dere-
chos. Por lo tanto, si no hay autorización legal,
o si el uso de la obra no califica entre las excep-
ciones o usos justos, la circulación de obras por
internet puede ser ilícita.
Si bien la protección por derechos de autor
está presente en casi todo el mundo, la determi-

- 96 -
nación de la ley aplicable podría ser un aspecto
más complejo. En general, el criterio es que los
usos se rigen por la ley del país donde se verifican
los actos (por ejemplo, donde se sube el conteni-
do), con independencia de donde van a radicarse
sus efectos (por ejemplo, que el contenido sea vi-
sible en otros países donde rijan diferentes usos
justos o excepciones).

¿Están protegidas las páginas web o los blogs?

Sí. La ley no menciona las páginas web pero por


su carácter de expresiones originales de ideas es-
tarán protegidas por derechos de autor. Los blogs
lo estarán en su calidad de escritos. En conse-
cuencia, su uso necesita de autorización. No obs-
tante, muchos sitios personales e institucionales
usan licencias Creative Commons e incluyen
condiciones de uso favorables a la reutilización.

¿Qué se puede hacer con lo que


se encuentra en internet?

La disponibilidad inmediata de contenido en inter-


net no significa que su uso sea necesariamente lícito.
Por eso es importante revisar las condiciones de uso
de una página web o de una obra. Si nada se dice,
debe entenderse que están todos los derechos reser-
vados y que hay que pedir autorización para bajar

- 97 -
contenido o publicarlo en un sitio propio o en im-
presos. Pero si existen menciones especiales, como
ciertos permisos para reproducción o una licencia
como Creative Commons, se pueden hacer los usos
que esas licencias permitan. Por supuesto, las ex-
cepciones y limitaciones previstas en la ley también
rigen respecto de obras disponibles en línea.

¿Se puede poner una foto u otra obra ajena


en una página web, mencionando la fuente?

Depende. En principio, el uso de una fotografía


en internet se rige por las mismas reglas que para
cualquier otro uso; se requiere autorización del
fotógrafo, o de quien encargó la foto, o del em-
pleador del fotógrafo si trabaja para el Estado o
una empresa periodística. Así, si se quiere ilustrar
una noticia con una foto aparecida en el diario La
Cuarta, no es suficiente mencionar la fuente para
usarla, se requiere permiso para hacer ese uso.
Además, es discutible si en nuestro país el de-
recho de cita se extiende a las fotografías. Sin
embargo, la misma ley también autoriza uso inci-
dental y excepcional de una obra con el propósito
de crítica, comentario, caricatura, enseñanza, in-
terés académico o de investigación, siempre que
dicha utilización no constituya una explotación
encubierta de la obra protegida. Esta excepción
puede proporcionar algún margen de maniobra
para hacer uso de imágenes, siempre que no sean

- 98 -
audiovisuales, las cuales se excluyen expresa-
mente de esta excepción en la ley chilena.

¿Qué pasa si otros usan lo que yo subo a internet?

Acceder a los contenidos disponibles en internet


implica realizar copias de los contenidos en el
computador de quien accede; esas copias están
permitidas por ley. Sin embargo, subir o descargar
material protegido sin autorización podría cons-
tituir una infracción de derechos de autor. Si una
persona escribe un blog o sube una fotografía pro-
pia o un video propio, ese material está protegido;
no se puede hacer uso de esos materiales en otra
web o descargarlos sin pedir permiso. Por ejemplo,
si una persona sube una foto del valle de Santiago
y luego esa foto aparece en una campaña publici-
taria o en un medio de prensa, hay infracción de
derechos de autor, que incluso puede perseguirse
judicialmente, si no se obtuvo autorización de la
persona que tomó la foto y la usó en su blog.

¿Es legal subir un capítulo o un libro


completo a internet?

No sin autorización expresa del autor. Esa auto-


rización puede incluso estar en un contrato de
edición, pero requiere mención explícita, pues
no se presume incluida.

- 99 -
En todo caso, subir parcialmente un contenido
a internet es una de las formas más útiles de des-
pertar interés en él, de alcanzar mayor difusión y
reunir más público interesado en la obra. Es así
que muchas veces el titular de derechos sobre un
libro puede estar interesado en que parte de su
obra circule de manera libre en internet, como
una forma de promoción. Muchos autores usan
licencias Creative Commons que permiten la cir-
culación libre de sus obras para su uso no comer-
cial con el solo fin de aportar al acervo cultural.

¿Se puede copiar o subir a internet


el índice de un libro?

No existe una disposición legal expresa al res-


pecto. Por un lado, el índice es parte del conteni-
do de una obra literaria, por lo que se aplican las
mismas reglas que para el resto del contenido, y
le resultaría aplicable la excepción de cita bajo la
cual la ley permite ciertos usos incidentales de
las obras, como este.

¿El audiolibro es una obra?

Sí. Desde el punto de vista del derecho de autor,


un audiolibro o libro en formato de audio es un
mecanismo que soporta una obra, en ciertos ca-
sos derivada de una obra literaria preexistente

- 100 -
(obra derivada), como cuando es la lectura de
una obra literaria preexistente, y en otros graba-
ción de contenido original. Por lo tanto es objeto
de protección por el sistema de derecho de autor.
Gracias a los audiolibros las personas con dis-
capacidad visual pueden conocer obras literarias
en un formato distinto del braille, cuyos produc-
tos son onerosos y poco flexibles. Y se espera que
tengan cada vez mayor relevancia comercial dada
la masificación de aparatos móviles que permiten
absorber el contenido de una obra literaria sin ne-
cesidad de usar la vista.

¿Se necesita siempre autorización


para grabar un audiolibro?

En el caso de obras protegidas la confección de


un audiolibro va a requerir una autorización es-
pecial del titular de derechos de autor del libro,
que no se presume incluida en el contrato de
edición sino que debe ser acordada expresamen-
te. Sin embargo, hoy la ley favorece el acceso de
las personas con discapacidad, por lo que están
permitidos usos como la creación de audiolibros
sin fines comerciales, siempre que se destinen
solamente a personas con discapacidad y así se
consigne en los ejemplares.

- 101 -
¿Qué delito se comete cuando se hace
uso indebido de una obra?

El uso no autorizado de una obra protegida pue-


de originar responsabilidad en quien infringe
esos derechos, que será de uno de dos tipos: una
responsabilidad civil, que obliga al infractor a
indemnizar los perjuicios ocasionados –esto es,
una compensación económica–, y una responsa-
bilidad penal, que implica sanciones personales,
económicas o privativas de libertad o ambas. La
regla general para las infracciones a la ley será
una multa de 5 a 50 UTM, que son a beneficio del
fisco, y las penas aumentan de acuerdo al impor-
te de los perjuicios ocasionados.
Chile es de los países con mayor tasa de con-
denados por delitos a la ley de propiedad intelec-
tual en América Latina.

¿Es posible obtener una reparación económica


cuando alguien hace uso indebido de una obra?

Sí, es perfectamente posible. La concurrencia de


una multa no impide que se pueda exigir la indem-
nización por el daño causado con la infracción.

- 102 -
¿Qué debe hacerse cuando la obra propia está
disponible en internet sin autorización?

Todo uso sin autorización de los derechos exclu-


sivos que la ley confiere al autor constituye una
infracción y podría ser un delito. Pero antes de
adoptar cualquier medida ante tribunales es re-
comendable pedir directamente al proveedor de
servicios en internet que los contenidos dejen de
estar a disposición del público. La ley sobre dere-
chos de autor ha establecido un procedimiento
para que los contenidos sean retirados de inter-
net; como ese procedimiento involucra la inter-
vención judicial, es necesario contar con asesoría
jurídica profesional para iniciarlo.

¿Quién responde por la infracción


a los derechos de autor en internet?

Las personas que cometen las infracciones son


directamente responsables, conforme a las reglas
generales. Además, las empresas que proveen
servicios de acceso, de transporte de datos y de
almacenaje de datos podrían verse sujetas a res-
ponsabilidad civil (es decir, en el deber de indem-
nizar al perjudicado) por los actos de infracción
producidos en sus sistemas, salvo que cumplan
con las normas de exención de responsabilidad
que fija la misma ley. Por ejemplo, si un provee-
dor de servicios de internet presta servicios para

- 103 -
alojar páginas web y en una de ellos un usuario
sube un contenido sin autorización del titular de
derechos, el responsable es la persona que monta
el sitio web, no el proveedor que solo prestaba la
plataforma tecnológica pero no tiene conocimien-
to o control del contenido que en ella se aloja.

¿Qué pasa con los libros o discos falsificados?

En el caso de ejemplares falsificados –aquellos


fabricados y distribuidos sin autorización del ti-
tular de derechos sobre la obra–, la ley autoriza
al titular de derechos perjudicado a que, además
de la multa o pena de prisión que corresponda, y
de la indemnización de perjuicios por la repro-
dución y distribución no autorizada, solicite al
tribunal que ordene la destrucción de los ejem-
plares falsificados o que autoriza que se destinen
a beneficencia.

¿Puede el editor ser responsable por una


publicación que infringe derechos de autor?

Sí. La tipificación de los delitos de propiedad in-


telectual no distingue la calidad de la persona,
solo los actos que constituyen infracción. Por
cierto, la responsabilidad del editor será distinta
según la naturaleza del delito y su participación
en él. En la generalidad de los casos será al me-

- 104 -
nos civilmente responsable, es decir, deberá pa-
gar indemnización de perjuicios al perjudicado.

¿Qué ocurre si se publica una obra del dominio


público sin atribuirla a su verdadero autor?

Es un delito penado con multa. Pero debe pro-


barse que quien publica la obra bajo nombre dis-
tinto lo hace a sabiendas de la verdadera autoría
que debía reconocer.

¿Puede el editor ser responsable por las injurias


y calumnias que un autor emite en sus libros?

La calumnia (falsa imputación de un delito a una


persona) y la injuria (expresión en deshonra o
descrédito de una persona) son delitos penales.
La responsabilidad penal es esencialmente per-
sonal; en consecuencia, es el autor quien debe
responder por incurrir en ellas. No obstante, las
personas naturales o jurídicas propietarias del
medio de comunicación a través del cual se han
difundido la calumnia o injuria podrían ser civil-
mente responsables en solidaridad con el autor,
lo que significa que ambos deberían responder
en el resarcimiento de los daños causados.

- 105 -
¿Para las obras académicas y científicas
qué derecho de autor se aplica?

Este tipo de obras presenta algunos problemas


propios que requieren respuestas específicas,
particularmente en lo concerniente a la titulari-
dad de los derechos sobre las obras producidas
por docentes y estudiantes, pero también en
cuanto a las políticas editoriales de las publica-
ciones periódicas.
Dada su naturaleza de instituciones académi-
cas, dedicadas como función esencial a la difu-
sión del conocimiento, lo esperable sería que uni-
versidades u otras entidades de enseñanza que
cuenten con editoriales o publicaciones perió-
dicas tengan políticas de acceso abierto al con-
tenido de sus publicaciones, al menos con fines
de investigación y enseñanza sin fines de lucro.
Para facilitar la circulación de obras bajo estas
condiciones es precisamente que se han creado
la licencias Creative Commons.

¿Quién tiene derechos de autor sobre el material


educativo preparado por profesores?

Quienes los preparan, por regla general. A dife-


rencia de otros países, en Chile el solo hecho de
estar contratado por una institución educacional
no implica que los derechos de autor sobre las
creaciones de un académico sean de propiedad de

- 106 -
la institución respectiva, a menos que exista un
acuerdo expreso que lo indique. Algunas institu-
ciones académicas o de investigación incorporan
cláusulas en ese sentido en los contratos que ce-
lebran con sus profesores y ayudantes de cátedra.

¿Pueden publicarse los apuntes de clases


dictadas en establecimientos educacionales?

La ley permite que las lecciones dictadas en uni-


versidades, colegios y escuelas sean recogidas o
anotadas por aquellos a quienes van dirigidas, los
alumnos; así, se autoriza a los estudiantes a ge-
nerar obras derivadas sin requerir autorización.
Pero ello no se extiende a la publicación. Una edi-
torial o una empresa de servicios editoriales no
puede tomar estos apuntes de clases o conferen-
cias y publicarlos, ni total ni parcialmente, sin el
acuerdo de los autores. El esfuerzo creativo es de
quien dicta una clase y no de quien la transcribe.

¿Quién tiene derechos de autor


sobre las tesis universitarias?

Sus autores. No tiene derechos la institución edu-


cativa, a menos que exista un acuerdo expreso de
por medio, y no los tienen los profesores guía, sin
perjuicio de la costumbre de mencionarlos al mo-
mento de citar una tesis.

- 107 -
Fuera de esos casos, es posible que un profesor
guía tenga la titularidad de derechos sobre una
tesis si fue parte de su elaboración como coautor
y no solamente en la tarea de guía, o bien cuando
encabeza una investigación más amplia y desa-
rrollada por diversas personas bajo su dirección.

¿Quién tiene derechos sobre los resultados


de una investigación científica?

Los resultados de una investigación científica


pueden ser informes o datos. Los informes, si
conforman una obra original y fijada, sí son sus-
ceptibles de derechos de autor. Los datos cono-
cidos o no originales –por ejemplo si consisten
simplemente en un listado de las temperaturas
máximas y mínimas de una zona geográfica, o
de nombres de personas con sus domicilios– no
están protegidos por la ley de propiedad intelec-
tual, aunque pueden estarlo por otros medios,
tales como secretos comerciales o derecho a la
privacidad, en su caso. Los resultados de investi-
gaciones científicas también pueden dar origen a
invenciones útiles protegidas por propiedad in-
dustrial a través de patentes.

- 108 -
¿Quién tiene derechos sobre los artículos
de una revista académica o científica?

Depende. La norma debería ser que sus autores,


pero hay que revisar las políticas editoriales de las
revistas, a las cuales se someten todos los acadé-
micos y científicos que quieran publicar en ellas.
Algunas pueden exigir la cesión de derechos de
parte del autor, o licenciamiento exclusivo para
su publicación por un determinado periodo.

¿Para qué sirven las políticas editoriales


de una publicación académica?

Para establecer las condiciones de aceptación de


un artículo desde una perspectiva técnica, por una
parte, y por otra para fijar y publicar las condicio-
nes de autoría y de distribución que cada revista
impone, lo que tiene impacto legal y consecuencias
importantes respecto de la gestión de los derechos.
Por ejemplo, las políticas editoriales podrán permi-
tir el uso de modelos de licenciamiento abierto para
sus contenidos o para los datos de investigación,
con el fin de permitir acceso a un público amplio.

¿Está penado por ley el plagio académico?

El plagio es la copia completa o parcial de una


obra preexistente, con el plagiador atribuyéndose

- 109 -
la autoría. No hay normas especiales tratándose
de plagio realizado en un contexto académico, ri-
gen las reglas generales.
El plagio debe distinguirse de usos autorizados
por excepciones al derecho de autor, como cuan-
do se copia parcialmente o se cita una obra ajena,
que solo podría constituir una infracción si se hace
sin la respectiva atribución de autoría y fuente. Por
último, ciertos casos pueden constituir una desho-
nestidad académica pero en ningún caso un plagio
para la ley sobre derechos de autor, como cuando
un artículo científico toma ideas contenidas en
otro texto, sea referenciándolo de forma indirecta
o simplemente parafraseándolo; esta falta de hon-
radez académica no llega a constituir una infrac-
ción a los derechos de autor pues estos no protegen
las ideas en sí mismas, sino su expresión formal.

¿Hay que firmar contrato con cada uno


de los autores?

Las publicaciones académicas, como todo tipo


de publicaciones, deben contar con autorización
para incluir en sus páginas las obras creadas por
terceros. Esa autorización puede darse en un
contrato impreso, pero en Chile y muchos otros
países los documentos electrónicos y las firmas
electrónicas también tienen validez, por lo que
todo el proceso puede realizarse a través de ar-
chivos electrónicos en internet.

- 110 -
Los criterios de admisión de artículos y políti-
cas de publicación deberían ser claros, exhausti-
vos y precisos, junto con no contravenir la ley de
derechos de autor. Por lo general se entiende que
un autor acepta esos criterios y políticas por el
solo hecho de enviar su trabajo a la revista.

¿Se puede subir una publicación académica


a repositorios en línea?

Depende de quién tenga los derechos sobre la pu-


blicación. La subida a repositorios en línea puede
no estar cubierta por un contrato de edición, una
licencia o política de sumisión de artículos. De
ahí, entonces, la necesidad de revisar y formular
dichos documentos apropiadamente para permi-
tir subir un artículo a internet, pues ello requiere
contar con autorización por parte del autor o de
quien sea el titular de dicho derecho.

¿Qué derechos tiene el editor


de una publicación académica?

El editor de la publicación académica será quien


tenga la facultad de utilizar la compilación que de-
nominamos publicación periódica o revista acadé-
mica, en nombre de la institución que representa.

- 111 -
¿Qué derechos tiene el autor de un artículo
académico ya publicado?

Depende del tipo de contrato que firmó. En cier-


tos casos puede verse en la situación de no poder
hacer ningún uso posterior de su propia obra, si
la ha cedido totalmente al medio de publicación.
En cambio, si solo ha autorizado ciertos usos, tie-
ne pleno derecho de administrar los demás como
quiera; por ejemplo, puede permitir la publica-
ción en exclusiva por un determinado número de
años, en un determinado país o en un determina-
do idioma, conservando los derechos restantes.

¿Puede una institución educativa


o científica digitalizar y subir a internet
su archivo de publicaciones antiguas?

Depende del acuerdo que haya celebrado con


los respectivos autores. Hasta hace unos años lo
habitual era que no hubieran incluido en ellos la
subida de contenidos, por lo que esa utilización
sería una infracción de los derechos del autor
respectivo. Aún es común ver que las revistas
académicas que se encuentran en línea no digi-
talizan ni suben a internet su archivo histórico,
proveyendo como mucho un índice de autores y
artículos publicados.

- 112 -
¿Se puede reutilizar o republicar
un artículo académico publicado?

Depende de las condiciones de uso relativas a


derechos de autor de las que disponga la publica-
ción para sus lectores. Muchas de ellas permiten
la reproducción de su contenido, pero no más
que eso. Otras establecen condiciones de uso fa-
vorables a la circulación de sus contenidos, como
ocurre con aquellas publicaciones (electrónicas
o no) que usan licencias abiertas, como Creative
Commons. En esos casos podría incluso ser posi-
ble volver a publicar el contenido de una revista.

¿Qué son las licencias Creative Commons?

Una herramienta legal gratuita para que los au-


tores o titulares de derechos determinen por sí
mismos la forma en que quieren que sus obras se
compartan o reutilicen.
Como se dijo al hablar de los plazos, una tenden-
cia en los últimos tiempos en materia de derecho de
autor y copyright ha sido fortalecer la protección de
los derechos de autor, aumentando penas, creando
delitos, no permitiendo más usos libres y, en térmi-
nos de plazo, no comprimiendo sino extendiendo
los años de protección de las obras, en línea con la
legislación adoptada por Europa y Estados Unidos.
La tendencia contrapuesta ha sido el surgimien-
to de una serie de alternativas que consideran

- 113 -
las ventajas de las tecnologías digitales e internet
para la distribución del conocimiento. Así, toman-
do como ejemplo la importante influencia del
desarrollo del software libre, licencias como Crea-
tive Commons (CC) pretenden, a través de un ins-
trumento privado, equilibrar la balanza hasta un
punto que parezca más justo para todos.
CC como organización sin fines de lucro fue
creada en 2001 por Lawrence Lessig, profesor de
Derecho en la Universidad de Stanford y autor de
importantes textos sobre derechos de autor y el
impacto de la tecnología, y tiene como idea cen-
tral ofrecer un modelo legal de licencias y una
serie de aplicaciones informáticas que faciliten la
distribución y el uso de contenidos. Si el paradig-
ma del sistema tradicional del derecho de autor
es «todos los derechos reservados», para las li-
cencias CC es «algunos derechos reservados»; si
en el sistema del derecho de autor el principio es
que todo uso de una obra debe tener un permiso
expreso del titular de los derechos de autor, para
las licencias CC el principio es el de la libertad
creativa. Este sistema complementa el derecho
de autor para hacerlo más flexible y adaptado a
la realidad actual de las posibilidades de acceso
que brindan las tecnologías.

- 114 -
¿Qué clase de obras pueden ser
licenciadas con CC?

Todas las que son producto de la creatividad hu-


mana, en formato analógico o digital.

¿Las licencias CC sirven solamente para internet?

No, se pueden usar para cualquier tipo de obras


y cualquiera sea su modo de distribución; basta
una referencia a los términos de la licencia.
Muchos asimilan su uso al ambiente digital
porque sus ventajas son muy visibles e inmedia-
tas, relacionadas con su potencial de difusión
y con el uso de ciertas herramientas técnicas,
como que los motores de búsqueda puedan iden-
tificar las obras licenciadas bajo CC.

¿Cómo se licencia una obra con CC?

Es un proceso sencillo, con una guía de pasos,


que se realiza de forma gratuita en el sitio creati-
vecommons.org. Hay distintos tipos de licencias
conforme a la intención del autor. Una vez esco-
gida la licencia, los interesados deben incorporar
en sus obras –y en cada nueva copia de ellas que
distribuyan– un aviso de la vigencia de esa licen-
cia en particular. El sistema provee etiquetas o
iconos listos para usar.

- 115 -
¿Cómo escojo una licencia CC?

La peculiaridad de estas licencias libres o abier-


tas es que están prediseñadas, y los creadores o
titulares de derechos las pueden adoptar incluso
antes de que haya eventuales interesados en ha-
cer uso de las obras.
Existen diferentes combinaciones que se es-
cogen dependiendo de cuáles facultades el autor
está dispuesto a desprenderse y de acuerdo a ello
se escoge una combinación de elementos. Por
ejemplo, un autor puede querer autorizar diver-
sos usos y reproducciones de su obra, pero reser-
vándose los usos comerciales. Esto supondrá que
otras personas no están autorizadas a hacer usos
comerciales de tales obras.

¿Qué elementos tienen las licencias CC?

Las licencias Creative Commons se elaboran de


manera modular a partir de cuatro elementos
que se conjugan entre sí.
Atribución o Reconocimiento. Se debe identificar
por su nombre al autor de una obra, sin importar
el uso que se haga de ella. Aun si se crea una obra
derivada debe mencionarse al autor de la obra ori-
ginal. Es el único elemento que se encuentra en to-
das las licencias Creative Commons. Se identifica
con la sigla BY, en referencia a la preposición en in-
glés usada para atribución (en español sería POR).

- 116 -
No Comercial. La inclusión de este elemento
indica que el autor autoriza cualquier tipo de uso
menos la explotación económica de la obra por
terceros. Lo que determina el carácter comercial
es la compensación monetaria o provecho eco-
nómico. Por ejemplo, no será un uso comercial
fotocopiar un libro con fines de uso privado, pero
sí lo será la fotocopia para la venta al público. Se
identifica por la sigla NC.
Compartir Igual o Licenciar Igual. Quiere decir
que está permitido a los usuarios crear obras de-
rivadas, es decir, que se puede traducir, modificar
o adaptar la obra y distribuir esas nuevas obras,
siempre que se distribuyan bajo las mismas con-
diciones con las que se licenció la obra original.
Así se produce el efecto copyleft, que impide que
las obras derivadas puedan pasar a regirse por el
sistema de protección tradicional. Se identifica
por la sigla SA, que viene de la expresión en in-
glés Share Alike (compartir igual).
Sin Derivar o No Derivar. Este elemento pro-
híbe la realización de obras derivadas de la obra
original. Autoriza a los usuarios a copiar y a dis-
tribuir copias (con o sin fin comercial, depen-
diendo de los otros elementos), pero sin la posibi-
lidad de intervenir la obra original. Se identifica
por la sigla ND.

- 117 -
¿Se pueden usar todos los elementos
en una licencia CC?

No al mismo tiempo, porque hay una combina-


ción de opciones que no tiene sentido: «Sin De-
rivar» combinada con «Licenciar Igual». La con-
dición «Licenciar Igual» está pensada para las
obras derivadas, que un «Sin Derivar» prohíbe.
Como resultado de las posibilidades de combi-
nación son seis las licencias Creative Commons
que se pueden usar.

¿Qué ventaja tiene una licencia CC


frente a la mayor protección que da el
derecho de autor tradicional?

Para empezar, las licencias CC no son una alter-


nativa a la protección que entrega la ley. Se basan
en el derecho de autor tradicional para conseguir
objetivos nobles como la difusión de las ideas, la
ciencia y el arte, que se cumplen de mejor mane-
ra con licencias que aseguran a cualquier perso-
na el acceso y uso de obras independientemente
de su poder adquisitivo, mientras permiten un
control último de los derechos de autor para el
titular originario.
Para los creadores o titulares de derechos, son
ventajas la posibilidad de expandir la difusión de su
labor, contribuir al trabajo intelectual común y ver
cómo otros construyen sobre la base de su obra.

- 118 -
Además de ser gratuitas, estas licencias entre-
gan información fácil de entender sobre lo que
está o no autorizado. El sistema permite escoger
entre distintas alternativas, alguna de las cuales
impide, por ejemplo, que se realicen obras deri-
vadas como traducciones, mientras otras impi-
den la utilización de la obra para fines comer-
ciales. De esta forma es el autor o titular de los
derechos –no los editores o compañías producto-
ras– quien determina qué se puede hacer con su
obra y bajo qué condiciones.
En el campo editorial, el uso de estas licencias
es una interesante alternativa para la distribución
digital de obras literarias, que da libertades a los
lectores y deja a los editores experimentar con
nuevas formas de promoción y comercialización.

¿Se pueden explotar comercialmente


las obras licenciadas con CC?

Por supuesto que sí. Ahora bien, si la licencia in-


cluye el elemento No Comercial, solo el autor o
titular de los derechos podrá usar, vender o co-
piar la obra para «conseguir un provecho comer-
cial o una compensación monetaria privada», a
menos que otros tengan la autorización del titu-
lar de derechos.
De hecho, la opción de licencia no comercial se
diseñó como una herramienta que ayude a los au-
tores a ganar dinero con su trabajo, permitiéndoles

- 119 -
aumentar la distribución de sus obras pero man-
teniendo el control sobre los ingresos posibles de
obtener por ellas.
Es importante señalar que las licencias CC no
son exclusivas. Esto significa que, aun cuando
una obra esté distribuida a través de una licencia
que cuente con el elemento No Comercial, eso no
implica que la obra salga del comercio y que se
encuentre prohibida su explotación. Lo que quie-
re decir es que, al momento de licenciar, se au-
torizan previamente varios usos menos aquellos
de carácter comercial. En caso de que un tercero
(por ejemplo, otra editorial) quiera hacer una ex-
plotación comercial, podrá hacerlo consiguiendo
el permiso expreso del titular de los derechos.

¿Pueden revocarse las licencias CC?

Sí, pero no tiene efecto retroactivo. Es decir, se


puede revocar la licencia y eso evitará que la obra
siga circulando libremente en lo sucesivo, pero
el nuevo trato no incluye las obras ya adquiridas
bajo las condiciones de licenciamiento previas.
Por ejemplo, el 1 de agosto sale a librerías un nue-
vo tomo de memorias de Armando Uribe, con al-
guna de las licencias Creative Commons que impi-
de usos comerciales pero permite obras derivadas
(Atribución, No Comercial). Aprovechando estas
condiciones, el cantautor Gepe decide musicalizar
un par de poemas que aparecen en las memorias

- 120 -
del poeta y diplomático chileno, y el 15 de agosto
sube a su sitio esa composición para guitarra. Si
el 1 de septiembre Armando Uribe decide que su
libro ya no se distribuirá con Creative Commons,
evitará que en el futuro sus poemas sean musica-
lizados sin su autorización, pero no podrá impedir
que la obra de Gepe siga a disposición del público.

¿Qué obras están licenciadas con CC?

No existe un índice central de obras licenciadas


con Creative Commons; sin embargo, es posible
acceder a ellas a través de las funciones avanzadas
de Yahoo!, Google y otros buscadores. En la actua-
lidad se construyen herramientas de manera que
la web semántica pueda identificar y clasificar los
trabajos bajo licencia de una manera distribuida
y descentralizada. Asimismo, distintas institucio-
nes públicas (NASA, Unesco, el Banco Mundial
y otras) y plataformas privadas (Medium, Flickr,
Soundcloud, Bandcamp, Youtube, Wattpad, etc.)
licencian y permiten a sus usuarios utilizar licen-
cias CC. Actualmente Creative Commons dispone
de un buscador que permite encontrar contenido
de fotografías y obras culturales disponibles en
algunas de estas plataformas. Así, es posible acce-
der a una interesante cantidad de obras de distin-
to tipo que se encuentran disponibles al público a
través de internet, y que además están disponibles
con favorables condiciones de uso para el público.

- 121 -
¿Las obras que usan licencias CC
pasan a ser del dominio público?

No, estas licencias no implican la renuncia a los


derechos que se tienen sobre la obra, solo dan au-
torización para ciertos usos, estimulando la reu-
tilización creativa de la obra en formas no con-
templadas por las reglas de derechos de autor.

¿Cómo se usan las obras licenciadas


con CC en un sitio web?

La forma correcta de usar una obra ajena licencia-


da con Creative Commons en la red es poniendo
el contenido mismo en la página y mencionando
el nombre del autor de la obra. Además, debe ha-
cerse mención al menos breve de la licencia uti-
lizada. En la práctica, no es suficiente expresar
simplemente CC, sino que conviene incluir una
fórmula con las siglas abreviadas (como «cc:by-
sa») o alguno de los iconos provistos por el sis-
tema, más un enlace hacia la licencia respectiva.

¿Puede usarse una obra licenciada con CC


en combinación con otras obras?

Sí, siempre que se respeten las condiciones de


la licencia, es decir, que para la obra licenciada
con Creative Commons no se prohíba su trans-

- 122 -
formación, o que el uso final no vaya en contra de
las exigencias de uso no comercial o de licenciar
igual. Lo mismo debe darse con las otras obras
que se incorporen: el uso debe estar autorizado
mediante licencia o de forma expresa.

¿Son aplicables las excepciones y limitaciones


de la ley a las obras licenciadas con CC?

Sí, plenamente aplicables. Las licencias Creati-


ve Commons se otorgan para usos distintos de
aquellos autorizados por ley, es decir, para usos
que normalmente requieren autorización de los
titulares de derechos.

¿Qué ocurre si se infringen los términos


de una licencia CC?

La infracción de los términos de una licencia


Creative Commons es infracción de los derechos
del autor de la obra. En consecuencia, es posi-
ble recurrir a la justicia ordinaria, denunciando
el hecho ante el Ministerio Público y pudiendo
obtenerse una compensación económica por los
perjuicios causados. En todo lo concerniente a
responsabilidad y procedimientos aplicables se
vuelve a las reglas generales sobre derecho de
autor previstas en la ley.

- 123 -
CONTENIDO

09 ¿Qué es el derecho de autor?


10 ¿De dónde viene el derecho de autor?
11 ¿En qué se diferencia el derecho de autor
del copyright?
12 ¿Qué normas regulan el derecho de autor
en Chile?
13 ¿Qué protege el derecho de autor y qué no?
14 ¿En qué se diferencia el derecho de autor
de la propiedad industrial?
15 ¿Qué se entiende por obra?
16 Si solamente se protegen las obras originales,
¿qué se entiende por originalidad?
17 ¿El derecho de autor protege obras inacabadas
o solo esbozadas?
17 ¿Qué es el soporte en que se debe fijar la obra?
18 ¿Es lo mismo ser dueño de una obra que tener
derechos de autor sobre ella?
18 ¿Cuál es la diferencia entre derechos morales
y derechos patrimoniales?
19 ¿En qué consisten los derechos morales?
20 ¿Pueden cederse los derechos morales?
20 ¿En qué consisten los derechos patrimoniales?
21 ¿Quién puede ejercer los derechos
patrimoniales?
22 ¿Qué son los derechos conexos o afines?
23 ¿Qué derechos hay sobre las manifestaciones
culturales de los pueblos originarios?
23 ¿Qué tipo de obras están protegidas?
24 ¿Se protegen clases de obras que
la ley no menciona?
24 ¿Se consideran originales las adaptaciones
o traducciones?
25 El soporte de la obra, ¿debe ser siempre
tangible?
26 ¿Están protegidas las obras en formato digital?
26 ¿Se protegen las obras que mezclan
varias categorías?
27 ¿Pueden crearse obras con elementos
de obras ajenas, como un mundo ficticio
o personajes?
28 ¿Las artesanías tienen derechos de autor?
28 ¿A quién protege el derecho de autor?
29 ¿Qué es el dominio público o patrimonio
cultural común?
29 ¿Quién tiene derechos morales sobre las obras
de dominio público?
30 ¿Cómo se sabe quién es el autor de una obra?
31 ¿Qué pasa si alguien inscribe una obra ajena
como propia?
31 ¿Qué derechos tiene el «escritor fantasma»
o escritor por encargo?
32 ¿Quién tiene derechos de autor
cuando se crea una obra por encargo
pero la firma su autor?
33 ¿Qué derechos tiene quien inscribe una obra
a su nombre en el Registro de Propiedad
Intelectual?
33 ¿Pueden tener derechos de autor las
instituciones o empresas?
34 ¿Cómo se transfieren los derechos de autor?
34 ¿Siempre es necesario un contrato para
transferir los derechos de autor?
35 Si la obra se crea en cumplimiento de un
contrato de trabajo, ¿quién es el titular
de los derechos sobre ella?
35 ¿Quién es titular de derechos sobre los
artículos y notas de prensa?
36 ¿Quién es el titular de derechos sobre la
traducción de una obra?
37 ¿Quién tiene los derechos sobre una obra
creada por varias personas en colaboración?
38 ¿Quién tiene derechos sobre una antología y
sobre las partes que la integran?
38 ¿A quién corresponden los derechos sobre
obras de referencia como diccionarios y
enciclopedias?
39 ¿Quién tiene derechos sobre una fotografía?
40 ¿Tienen derechos de autor las personas que
aparecen en una fotografía?
40 ¿Qué derechos tienen las personas
que participan en un programa
de televisión o radio?
41 ¿Quién tiene derechos sobre las obras que
produce el Estado o un organismo público?
41 Una obra sobre la que tiene derechos el
Estado, ¿es de libre uso?
42 ¿Quién es titular de una obra encargada por
una institución pública a un particular?
42 Al morir el autor, ¿a quién pasan sus derechos?
42 ¿Quién es el titular de derechos sobre una
obra si no se conoce el autor?
43 ¿Quién es titular de los derechos de las
ilustraciones?
43 ¿Qué derechos tienen los actores de cine
y televisión?
44 ¿La ficción hecha por fans (fan fiction)
está protegida?
44 ¿Desde cuándo protege el derecho de autor?
45 ¿Qué trámites hay que realizar para que se
proteja una obra?
46 ¿Qué significa el símbolo ©? ¿Es obligatorio?
46 ¿Hay que inscribir una obra en el Registro
de Propiedad Intelectual para asegurar
que se proteja?
47 ¿Cuál es el rol del INAPI?
47 Para que una obra se proteja en otro país, ¿hay
que inscribirla en ese país?
48 ¿Cuánto dura el derecho de autor?
49 ¿Cómo se ejercen los derechos de autor?
50 ¿Pueden prohibirse ciertos tipos de usos?
50 Para usar una obra ajena, ¿es siempre
necesario contar con autorización?
50 ¿Qué son las excepciones o limitaciones al
derecho de autor?
51 ¿Se aplican las mismas excepciones y
limitaciones en todos los países?
51 ¿Qué es el fair use?
52 ¿Qué son los «usos justos»?
53 ¿Cuáles son las excepciones que establece
la ley chilena?
55 ¿Qué es el derecho de cita?
56 ¿Qué extensión debe tener una cita?
56 ¿Puede usarse una cita con fines comerciales?
57 ¿Se puede copiar o citar un diccionario?
57 ¿Cómo pueden usarse las noticias,
los artículos y las fotos de prensa?
58 ¿Pueden publicarse las conferencias
y los discursos?
58 ¿Puede publicarse libremente una
recopilación de discursos públicos?
59 ¿Se puede fotografiar casas o edificios sin
pedir permiso?
60 ¿Se pueden copiar, grabar o fotografiar
los monumentos?
61 ¿Se puede tomar fotos de un edificio declarado
monumento nacional?
61 ¿Se puede usar una obra con fines educativos?
62 ¿Se puede traducir sin autorización una obra
que no está disponible en castellano?
63 ¿Se puede modificar una obra para favorecer
el acceso a los discapacitados?
64 ¿Pueden las bibliotecas usar o copiar obras
literarias sin pedir permiso al autor o al editor?
65 ¿Qué pueden hacer las bibliotecas con una
obra protegida sin pedir autorización?
66 ¿Es legal que las bibliotecas tengan
fotocopiadoras? ¿Pueden fotocopiar libros
enteros sin autorización?
67 ¿Es legal que se digitalice o escanee un libro?
67 Un libro que se comercializa solamente
en formato electrónico, ¿está out of print
o descatalogado?
68 ¿Pueden publicarse parodias de otras obras?
68 ¿Se puede publicar un resumen de un libro?
69 ¿Se pueden publicar los textos legales
o judiciales?
60 ¿Se puede publicar una obra de dominio público?
70 ¿Se pueden adaptar o traducir obras
de dominio público?
70 ¿Se puede republicar una versión reciente
de una obra de dominio público?
71 ¿Qué obras están en el dominio público?
71 ¿Existe una lista o catálogo abierto de obras
en el dominio público?
72 ¿Existe un dominio público internacional?
72 ¿Cómo se sabe si se acabó el plazo de
protección de una obra?
73 ¿Se protegen por el mismo plazo las obras de
chilenos y las de extranjeros?
74 ¿Qué plazo de protección hay en otros países?
75 ¿Cómo se calcula el plazo si una obra tiene
más de un autor?
75 ¿Cómo se calcula el plazo en obras anónimas
o seudónimas?
76 ¿Se aplica el plazo de protección a las obras
inéditas de un autor?
76 ¿Cómo se pueden usar las obras del folclor?
77 ¿Qué pasa si un autor renuncia a sus derechos
patrimoniales?
77 ¿Cómo se sabe si un autor ha renunciado a sus
derechos sobre una obra?
79 ¿Se puede usar libremente obras
de dominio público que están en manos
de entidades estatales?
79 ¿Qué pasa si no se puede acceder a una obra
de dominio público por estar en manos
de particulares?
80 Entonces, ¿cuándo hay que pedir permiso
o pagar para usar una obra?
80 ¿A quién hay que pedir permiso para usar
una obra protegida?
81 ¿Cuál es la diferencia entre una cesión
de derechos y una licencia de uso?
82 ¿Qué efectos tiene la cesión de derechos?
¿Puede ser parcial?
82 ¿Cómo se formaliza una cesión de derechos?
83 ¿Cómo se realiza una cesión de derechos?
83 ¿Qué son las licencias de uso?
84 ¿Qué son las licencias obligatorias?
85 ¿Qué requisitos debe cumplir la licencia?
85 Si obtengo la autorización, ¿puede alguien
más usar la misma obra?
85 ¿Qué es una sociedad de gestión colectiva?
86 ¿Qué es el contrato de edición?
87 ¿Qué formalidades debe cumplir el contrato
de edición?
88 ¿Qué ocurre si no se cumplen con las
formalidades?
88 ¿Qué menciones debe incluir el contrato
de edición?
89 ¿Se pueden negociar otros derechos en
el contrato de edición?
90 ¿Qué obligaciones conlleva el contrato
de edición?
91 ¿Incluye el contrato de edición la difusión
de contenidos a través de internet?
91 ¿El contrato de edición incluye la publicación
en otros países?
92 ¿Qué requisitos tiene la publicación de una obra?
92 ¿Cómo se integran fotografías en una edición?
94 ¿Cómo se puede disponer de
ilustraciones ajenas?
94 ¿Se puede usar un logo comercial como
el de Apple o Penguin Books?
95 ¿Cómo puede el editor eximirse de responder
por las infracciones hechas por el autor
de una obra?
95 ¿Puede dejarse sin efecto el contrato de edición?
96 ¿Se aplica el derecho de autor en internet?
¿Qué ley rige?
97 ¿Están protegidas las páginas web o los blogs?
97 ¿Qué se puede hacer con lo que se encuentra
en internet?
98 ¿Se puede poner una foto u otra obra ajena en
una página web, mencionando la fuente?
99 ¿Qué pasa si otros usan lo que yo subo a
internet?
99 ¿Es legal subir un capítulo o un libro
completo a internet?
100 ¿Se puede copiar o subir a internet
el índice de un libro?
100 ¿El audiolibro es una obra?
101 ¿Se necesita siempre autorización para grabar
un audiolibro?
102 ¿Qué delito se comete cuando se hace uso
indebido de una obra?
102 ¿Es posible obtener una reparación
económica cuando alguien hace uso
indebido de una obra?
103 ¿Qué debe hacerse cuando la obra propia está
disponible en internet sin autorización?
103 ¿Quién responde por la infracción a los
derechos de autor en internet?
104 ¿Qué pasa con los libros o discos falsificados?
104 ¿Puede el editor ser responsable por una
publicación que infringe derechos de autor?
105 ¿Qué ocurre si se publica una obra del
dominio público sin atribuirla a su
verdadero autor?
105 ¿Puede el editor ser responsable por las
injurias y calumnias que un autor emite
en sus libros?
106 ¿Para las obras académicas y científicas
qué derecho de autor se aplica?
106 ¿Quién tiene derechos de autor sobre el material
educativo preparado por profesores?
107 ¿Pueden publicarse los apuntes de clases
dictadas en establecimientos educacionales?
107 ¿Quién tiene derechos de autor sobre
las tesis universitarias?
108 ¿Quién tiene derechos sobre los resultados
de una investigación científica?
109 ¿Quién tiene derechos sobre los artículos
de una revista académica o científica?
109 ¿Para qué sirven las políticas editoriales
de una publicación académica?
109 ¿Está penado por ley el plagio académico?
110 ¿Hay que firmar contrato con cada uno
de los autores?
111 ¿Se puede subir una publicación académica
a repositorios en línea?
111 ¿Qué derechos tiene el editor de una
publicación académica?
112 ¿Qué derechos tiene el autor de un artículo
académico ya publicado?
112 ¿Puede una institución educativa o científica
digitalizar y subir a internet su archivo de
publicaciones antiguas?
113 ¿Se puede reutilizar o republicar un artículo
académico publicado?
113 ¿Qué son las licencias Creative Commons?
115 ¿Qué clase de obras pueden ser
licenciadas con CC?
115 ¿Las licencias CC sirven solamente
para internet?
115 ¿Cómo se licencia una obra con CC?
116 ¿Cómo escojo una licencia CC?
116 ¿Qué elementos tienen las licencias CC?
118 ¿Se pueden usar todos los elementos
en una licencia CC?
118 ¿Qué ventaja tiene una licencia CC
frente a la mayor protección que da
el derecho de autor tradicional?
119 ¿Se pueden explotar comercialmente las obras
licenciadas con CC?
120 ¿Pueden revocarse las licencias CC?
121 ¿Qué obras están licenciadas con CC?
122 ¿Las obras que usan licencias CC pasan
a ser del dominio público?
122 ¿Cómo se usan las obras licenciadas con CC
en un sitio web?
122 ¿Puede usarse una obra licenciada con CC
en combinación con otras obras?
123 ¿Son aplicables las excepciones y limitaciones
de la ley a las obras licenciadas con CC?
123 ¿Qué ocurre si se infringen los términos de
una licencia CC?

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