Sunteți pe pagina 1din 2

la escritura académica en la vida universitaria:

La escritura es una habilidad secundaria del lenguaje, es un instrumento que representa


gráficamente el idioma que nos permite conservar y transmitir información.
Escribir es una actividad habitual en los entornos universitarios, es por esa razón que es
fundamental tener una correcta escritura para la composición de los textos académicos, pues
estas son elaboraciones intelectuales que pueden abordan un tema en particular y se hacen de
manera formal, para lograr estas composiciones es de manera obligatoria tener conocimiento de
los diferentes términos académicos y técnicos que son necesarios para poder explicar el tema
que se investiga de manera más precisa. Los textos académicos son empleados en la
universidad, pero también por personas ajenas a esta institución que requieran comprender
algún tema en específico, puesto que estos textos tienen como objetivo comunicar, difundir e
intercambiar conocimientos. Los textos académicos son: el resumen, el informe, la reseña, el
ensayo, la monografía, la tesis y el libro.
Los textos de parte de los estudiantes deben estar bien escritos para la correcta comprensión por
parte de otros estudiantes, profesores e investigadores, lo que se busca a partir de la escritura
académica, es que los estudiantes aprendan a ser buenos escritores, capaces de valorar la
escritura como forma de comunicación social, de expresión personal y como medio de
organización de las ideas, produciendo textos completos y complejos. Cuando los estudiantes
ingresan a la universidad, se espera de ellos adecuados niveles de comprensión de textos y
buenas producciones de trabajos escritos, sin embargo, existen varios estudios que demuestran
que los estudiantes tienen mucha dificultad al tratar de comprender un texto científico y serios
problemas al momento de organizar la información por escrito, les cuesta identificar ideas
principales y ocultas en él texto, se sienten impedidos de argumentar, encontrar, organizar y
seleccionar la información. Esto nos indica que los usos de la lengua, en especial, la escrita, en
las diferentes áreas curriculares no han sido debidamente abarcada. No se le toma importancia a
las tareas de lectura y escritura a fin de que los estudiantes puedan conocer cuales son
estrategias que deberían usar para comprender y producir correctamente distintos tipos de
textos.
Por este motivo, la universidad debe brindar el espacio para que cada alumno pueda producir y
reproducir textos académicos, para poder hacer frente a esta problemática, los profesores de
todas las áreas deben proponer, dentro del curso que estén a cargo, actividades que tengan
relación a la tarea de escribir. Esto de alguna manera influirá en el estudiante para que poco a
poco vaya aprendiendo y así poder eliminar ese mal habito de realizar una escritura incorrecta.
Podemos distinguir cuatro grandes perspectivas de la escritura académica:
En la primera perspectiva, clasificaciones basadas en la teoría que establece tipologías de textos
según su función. Consiste en un modelo según el cual la escritura en la universidad respondía a
cuatro grandes finalidades: expresiva, persuasiva, referencial y literaria.
En la segunda perspectiva, es preciso mencionar los estudios que establecen clasificaciones
empíricas a partir de la información proporcionada por los protagonistas, fundamentalmente
profesores, pero también estudiantes, acerca de lo que escriben y la finalidad con qué lo hacen.
La tercera perspectiva se centra en el análisis de los programas y materiales de las asignaturas y
especialmente de las actividades que los profesores proponen a sus estudiantes.
La cuarta perspectiva intenta paliar algunos de estos problemas puesto que establece sus
clasificaciones a partir del análisis de los textos producidos por los estudiantes partiendo del
análisis de corpus generalmente amplios y representativos de diferentes disciplinas.
La escritura académica tiene la finalidad de ser una importante herramienta de trabajo para
nuestro desenvolvimiento profesional. Es por esta razón que un abogado, un ingeniero o un
buen médico, tienen en común que son buenos escritores de textos que guardan relación a su
respectiva disciplina. Estos textos permiten incorporarnos y permanecer en las correspondientes
comunidades que tengan relación con nuestra profesión, como por ejemplo tenemos
comunidades como la Abogacía, la Ingeniería y la Medicina, que nos brinda la ventaja de
permitirnos de poder acceder a su conocimiento, influenciamos con sus prácticas profesionales,
actualizamos gracias a la nueva información, hacer nuestras aportaciones personales que
beneficien a otros profesionales, etc.

S-ar putea să vă placă și