Sunteți pe pagina 1din 5

Aristoxenus: Elements of Rhythm

1. Ese ritmo tiene muchas naturalezas, de qué tipo es cada una de ellas, por qué razones han
recibido este mismo nombre, y qué subyace a cada una de ellas, se ha discutido anteriormente.
Ahora debemos hablar del ritmo asignado a la música.

2. Que se refiere a los intervalos de tiempo y su percepción, ya se ha indicado; Sin embargo, esto
debe repetirse ahora, ya que de alguna manera es el principio fundamental del estudio del ritmo.

3. Hay que observar que estas dos naturalezas, la del ritmo y la del ritmo, se relacionan mucho entre
sí como la forma y la forma una respecto de la otra.

4. Porque así como un cuerpo adquiere muchos tipos de formas, si sus partes están dispuestas de
manera diferente, ya sea todas las partes o algunas de ellas, también cada uno de los objetos
rítmicos recibe muchas formas, no por su propia naturaleza, sino por la naturaleza. del ritmo El
mismo texto, organizado en intervalos de tiempo que difieren entre sí, adquiere variaciones, que son
equivalentes a esas variaciones de la naturaleza del ritmo. La misma cuenta se aplica a la melodía y
a cualquier otra cosa de tal naturaleza que pueda ser ritmo por el tipo de ritmo que se organiza en
intervalos de tiempo.

5. Uno debe aplicar la percepción desde aquí con respecto a esta analogía, esforzándose por ver, en
relación con cada una de las cosas mencionadas, de qué tipo es el ritmo y de qué tipo es el objeto
rítmico. Para ninguno de los cuerpos que se pueden moldear naturalmente es lo mismo que las
formas, sino que la forma es una disposición de las partes del cuerpo, que surge de tener cada uno
de ellos de alguna manera determinada, de ahí que se llama un forma. Así también, el ritmo no es lo
mismo que cualquiera de los objetos rítmicos, sino que es algo que organiza el objeto rítmico de una
manera determinada o de otra manera y lo hace más o menos con respecto a los intervalos de
tiempo.

6. Las cosas antes mencionadas se relacionan entre sí también en el sentido de que no llegan a ser
en sí mismas. Para la forma, si lo que lo recibe no está presente, claramente no puede llegar a ser.
De la misma manera, el ritmo no puede llegar a estar en ausencia de aquello que será ritmizado y
que divide el tiempo, ya que el tiempo no se divide, como dijimos anteriormente, sino que requiere
algo que lo dividirá. Por lo tanto, es necesario que el objeto rítmico sea divisible en partes
reconocibles, con las cuales dividirá el tiempo.

7. Esta formulación sigue lo que se ha dicho y el fenómeno en sí mismo: el ritmo surge cada vez
que la distribución de los intervalos de tiempo adquiere un arreglo definido, ya que no todos los
intervalos de tiempo se incluyen entre los ritmos.

8. Por lo tanto, es creíble incluso sin una explicación, que no todos los arreglos de intervalos de
tiempo son rítmicos. Pero uno debe inducir el pensamiento a través de analogías y tratar de aprender
de ellas, hasta que pueda surgir una prueba del asunto mismo.
Nos son bien conocidos los asuntos relacionados con la combinación de letras y de intervalos
musicales, que ni al hablar combinamos letras en todos los sentidos, ni al cantar, los intervalos. Por
el contrario, hay solo algunas formas según las cuales estas cosas se combinan entre sí, y muchas
que la voz no puede combinar en el enunciado, ni la percepción puede aceptarlo, sino que lo
rechaza. Por la misma razón, una melodía bien construida se hace en menos formas, una
pobremente construida en más.
Así también aparecerán aquellas cosas relacionadas con los intervalos de tiempo: para muchos, las
proporciones y disposiciones de los mismos son claramente ajenos a la percepción, y pocos son los
que son apropiados y se pueden organizar en la naturaleza del ritmo.
El objeto rítmico es, en cierto modo, común tanto a la arritmia como al ritmo, ya que es
naturalmente capaz de recibir ambas construcciones: la rítmica y la arrítmica. Baste decir que el
objeto rítmico debe considerarse como algo que puede organizarse en todo tipo de duraciones de
intervalo de tiempo y todo tipo de combinaciones.

9. El tiempo se divide por los objetos rítmicos, por medio de las partes de cada uno de ellos. Los
objetos rítmicos son tres: texto, melodía y movimiento corporal. Así, el texto dividirá el tiempo con
sus partes, como letras, sílabas y palabras y todas esas cosas; la melodía lo dividirá por sus notas e
intervalos y escalas; movimiento corporal por señales y poses y si hay alguna otra parte de
movimiento.

10. Deje que el intervalo de tiempo primario se defina como aquel que no puede subdividirse por
ninguno de los objetos rítmicos; el diseme como el que se mide por dos de estos, el triseme como el
medido por tres, el tetraseme como el medido por cuatro. Los nombres de todas las duraciones
restantes seguirán de manera análoga.

11. Uno debe tratar de entender el significado del tiempo primario de esta manera: es característico
de las cosas que aparecen vívidamente a la percepción no llevar las velocidades de sus movimientos
al punto de una intensificación ilimitada, sino por los intervalos de tiempo comprimido, en el que
las partes de los objetos movidos están dispuestas, para ser fijadas en algún lugar. Estoy hablando
de cosas movidas, ya que la voz se mueve hablando y cantando y el cuerpo caminando y bailando y
ejecutando el resto de movimientos de este tipo.
Estas cosas parecen ser así, claramente es necesario que haya algunos intervalos de tiempo más
pequeños, en los que el cantante colocará cada una de sus notas. Obviamente, la misma cuenta se
aplica a las sílabas y los gestos corporales.

12. Este intervalo de tiempo, en el que de ninguna manera se pueden colocar dos notas, dos sílabas,
ni dos pasos, llamaremos el intervalo de tiempo primario. Cómo la percepción captará esto quedará
claro en la discusión de las configuraciones de los pies.
13. Con respecto al uso de la composición rítmica, hablamos de un cierto tiempo no compuesto.
Que la composición rítmica no es lo mismo que el ritmo no es fácil de dejar en claro, pero que sea
confiable a través de la siguiente analogía. Como hemos visto en la naturaleza de la melodía, que ni
una escala, ni un modo, ni un género son lo mismo que la composición melódica, debemos suponer
que esto también se aplica a los ritmos y la composición rítmica. Como de hecho vemos que la
composición melódica es una especie de uso de la melodía, también en la investigación del ritmo
decimos que la composición rítmica es una especie de uso. Veremos esto más claramente a medida
que avance la investigación.

14. Considerando el uso de la composición rítmica, hablaremos de un tiempo no compuesto; como,


si este tipo de duración de tiempo es ocupado por una sílaba o una nota o un paso, llamaremos a
esto un tiempo no compuesto. Si la misma duración es tomada por más notas, sílabas o pasos, este
intervalo de tiempo se etiquetará como tiempo compuesto.

Uno puede tomar un paradigma de los asuntos relacionados con las escalas musicales. Por allí, el
género enarmónico produce el mismo tamaño de compuesto de intervalo, que el género cromático
hace no compuesto; o nuevamente, lo diatónico lo hace no compuesto, lo cromático lo hace
compuesto. A veces, el mismo género hace que el mismo intervalo de intervalo sea no compuesto y
compuesto, aunque no en el mismo lugar en la escala.
El paradigma difiere de nuestro problema en que el intervalo de tiempo se vuelve no compuesto o
compuesto a través del proceso de composición rítmica; el intervalo, por los géneros mismos o por
su lugar dentro de la escala. Con respecto al intervalo de tiempo compuesto y no compuesto por
completo, déjelo así definido. 15. Teniendo en cuenta el problema, deje que un intervalo dividido
por ninguno de los objetos rítmicos se llame absolutamente no compuesto. Del mismo modo, eso
dividido por todos los objetos rítmicos se agravará. Parcialmente compuesto y parcialmente no
compuesto será el intervalo dividido por alguien e indiviso por otro de los objetos rítmicos. Lo
absolutamente sin componer sería un tipo que no estaría ocupado por más sílabas, ni más notas, ni
más pasos. Absolutamente compuesto sería el que está ocupado por más de uno de cada tipo de
objeto rítmico. Mixto, el que está ocupado por una nota pero más sílabas, o nuevamente por una
sílaba, y más de una nota.

16. Lo que marcamos el ritmo y lo hacemos comprensible para la percepción es el pie, o más de
uno.

17. De los pies, algunos se componen de dos intervalos de tiempo, el arsis y la tesis, otros de tres,
dos asnos y una tesis o un arsis y dos tesis, <otros de cuatro, dos asnos y dos tesis>.

18. Es evidente que no puede haber un pie de un intervalo de tiempo, ya que de hecho una señal no
hace una distribución de tiempo. Porque no parece que exista un pie sin una distribución del tiempo.
Que un pie puede tomar más de dos señales, las magnitudes de los pies son responsables. Para pies
más pequeños, que son de un tamaño fácilmente comprensible por la percepción, son fácilmente
comprensibles a través de dos señales. Lo contrario sucede con los pies grandes; porque, al ser un
tamaño difícil de captar para la percepción, requieren más señales, para que la extensión de todo el
pie, dividida en más secciones, pueda comprenderse más fácilmente. Por qué no sucede que haya
más de cuatro señales, que un pie, en y de su propia calidad, utiliza, se explicarán más adelante.

19. Uno no debe malinterpretar lo que se está diciendo ahora e inferir que un pie nunca se distribuye
en una cuenta de más de cuatro. Para algunos pies se dividen en un recuento del doble de la
cantidad mencionada anteriormente, y en muchas veces más. Pero un pie no se distribuye en más de
la cantidad mencionada en sí misma, pero es distribuido en tales divisiones por el proceso de
composición rítmica. Debe tenerse en cuenta que los marcadores que mantienen la función de un
pie son diferentes a las divisiones que surgen a través de la composición rítmica. Se debe agregar a
lo que se ha dicho, además, que los marcadores de cada pie permanecen iguales tanto en su número
como en su tamaño, pero las divisiones que surgen a través de la composición rítmica adquieren una
gran variedad. Esto quedará claro en lo que sigue.

20. Cada pie está limitado por una relación o una irracionalidad de un tipo entre dos razones
reconocibles por la percepción. Lo que se ha dicho quedará bastante claro de esta manera:
supongamos que se toman dos pies, el primero con su arsis igual a su tesis, ambos diseme; el
segundo con una tesis diseme, la arsis es la mitad. Supongamos que se levanta un tercer pie, con su
tesis igual a las dos, pero su arsis con una duración entre la de los otros dos culos. Tal pie tiene su
arsis irracional con respecto a su tesis. Esta irracionalidad se encuentra entre dos razones
reconocibles para la percepción, la igual y la doble. Esto se llama khoreios irracionales.
[= trochee]

21. Uno no debe equivocarse aquí, sin percibir cómo lo legítimo y lo irracional se incorporan a la
cuestión de los ritmos. Al igual que en los elementos de la melodía, lo legítimo según la melodía es
aprehendido, que primero es melódico, luego reconocible por su tamaño; por ejemplo, las
concordancias y el tono y las cosas son proporcionales a estas cosas. Luego está lo que es
legítimo solo de acuerdo con las proporciones de los números, que no es melódico. Así, en los
ritmos hay que entender lo legítimo y lo irracional. Uno es aprehendido como legítimo por la
naturaleza del ritmo, el otro solo por la razón de los números.
El tiempo que se considera legítimo en el ritmo primero debe ser uno de los que caen bajo la
composición rítmica; entonces, una parte legítima del pie en la que se ha colocado. Lo que se
considera legítimo solo según las proporciones de los números debe entenderse como el duodécimo
tono en intervalos, y si hay algo más en las comparaciones de intervalos.
Está claro por lo que se ha dicho que la arsis tomada entre los demás no es proporcional a su tesis.
Porque no hay medida rítmica común a ellos.

22. Que se establezcan estas siete distinciones entre pies:


Primero, aquello en lo que difieren entre sí en tamaño;
Segundo, aquello por lo que difieren en género;
Tercero, aquello por lo cual algunos son legítimos, otros pies son irracionales;
Cuarto, aquello por lo cual algunos no están compuestos, otros compuestos; Quinto, aquello en lo
que difieren entre sí en la división;
Sexto, aquello en lo que difieren entre sí en skh􏰀ma;
Séptimo, aquello en lo que difieren por antítesis.

23. Un pie difiere de otro pie en tamaño, cuando las duraciones de los pies, que comprenden los
pies, son desiguales.

24. En el género, cuando las proporciones de los pies difieren entre sí, como cuando una tiene la
proporción de igualdad, la otra la del doble, un tercero tiene alguna otra proporción de tiempo
rítmico.

25. Los irracionales difieren de los legítimos por no tener el arsis legítimo con respecto a la tesis.

26. Los compuestos no compuestos difieren de los compuestos porque no se dividen en pies, los
compuestos se dividen.

27. Difieren en división, cuando la misma magnitud se divide en partes desiguales; partes
desiguales con respecto a su recuento y sus duraciones, o con respecto a cualquiera.

28. Se diferencian entre sí en skh􏰀ma, cuando las mismas partes de la misma magnitud no están
dispuestas de la misma manera.

29. Se diferencian entre sí por antítesis, que tienen su arsis y tesis asignadas de forma contraria. Esta
distinción estará en pies que son iguales entre sí, pero que tienen la tesis desigual a la arsis.

30. Hay tres géneros de pies que admiten una composición rítmica continua: el dactílico y el
yámbico y el paiónico. El dactílico es que en la proporción igual, el yámbico en el doble, el
paiónico en el uno y medio.

31. Los pies más pequeños son aquellos en la duración triseme, ya que la duración diseme tendría
una marca de pies totalmente comprimida. Aquellos en la duración del trisema son yámbicos por
género. Porque en el número tres, la única proporción es el doble.

32. En segundo lugar están los de duración tetraseme. Estos son dactílicos por género. Porque en los
cuatro, hay dos proporciones, la del igual y la del triple. De estos, el triple no es rítmico, el de la
igualdad cae en el género dactílico. 33. Los terceros según el tamaño son aquellos en la duración del
pentasema. En las cinco hay dos proporciones, la cuádruple y la de tres a dos. De estos, el cuádruple
no es rítmico, los tres a dos producirán el género paionico.

34. Cuarto, están aquellos en la duración del hexaseme. Esta duración es común a dos géneros, el
yámbico y el dactílico, ya que en seis hay tres proporciones, la igual y la doble y la quíntuple. El
último nombrado no es rítmico; De los otros, la proporción de la igualdad cae en el género dactílico,
la del doble en el yámbico.
35. La duración del heptaseme no tiene una división en pies, de las tres proporciones recibidas en
siete, ninguna es rítmica. De ellos, el primero es de cuatro a tres, el segundo es de cinco a dos, el
tercero el séxtuplo.
36. Así, el quinto vendría aquellos en la duración de octaseme. Estos serán dactílicos por género, ya
que de hecho ...

S-ar putea să vă placă și