El pato trata de decidir qué se debe decir

Rafael Antonio Galeano Viloria

Universidad del norte

Teoria de la comunicación II

Alicia Camelo Guarin

23/10/2020
Actualmente existe una infinidad de contenido que supone ser de cierto carácter sin tomarnos el

tiempo para analizar la verdadera naturaleza de este, simplemente dejándonos llevar por lo

llamativo que nos resulte.

En el libro “Para leer al Pato Donald” podemos observar la dicha “magia” que Disney intenta

mostrarnos con sus creaciones, haciéndolas semejantes a la vida diaria, pero llevando mensajes

que llegan a la subliminalidad hacia los niños. La creación de Walt Disney se basa en intentar

brindar alegría y enseñar, a través de pequeños cómics con animales antropomórficos como sus

protagonistas, haciendo que los infantes sin ser conscientes aprenden a dejar de ser ellos mismos

buscan reflejarse en dichos personajes, formando en el subconsciente de los niños ideales y

trópicos muy conservadores.

Según Ariel Dorfman (1971) buscan establecer un producto haciendo un universo de tíos-

abuelos, tíos, sobrinos, primos, y también hacer a la relación hombre-mujer un eterno noviazgo

(p.33); al eliminar la existencia de los padres no proyectan a los personajes con una vida normal,

en cambio los hacen inmortales, haciendo que en el caso de que sufran cualquier tipo de

percance, al no tener un cuerpo biológico no puedan morir. Podríamos creer que al no existir una

figura paterna no existe la autoridad en este mundo sin embargo buscan dar esta misma de forma

arbitraria, ya para nosotros los humanos la autoridad paterna se da por medio de la relación

biológica en cambio la del tío no tiene una razón como tal de existir, es una relación en donde la

responsabilidad no se asume.
Disney utiliza a los animales para tratar de capturar la atención de los niños invitándolos a vivir

en un mundo libre como estos personajes que aparentan ser inocentes y simpáticos, cuando

terminan siendo seres sin sentimientos, Dorfman (1971) dice que:

En cada sufrimiento el hombre está solo: no hay una mano solidaria o un gesto

desinteresado. A lo más se suscita la caridad o el sentimiento de lástima, lo que es ni más ni

menos que la visión del otro como un lisiado, un paralítico, un viejo, un inerme, un

desfavorecido, y al cual hay que ayudar.(p. 38)

No hay cariño o fidelidad, se actúa con interés, por una recompensa; en cada situación están solos

y cuando se llega dar la oportunidad de brindar alguna ayuda se observa que es por sentimientos

de lástima. Los personajes se muestran indiferentes, haciendo menos a los paralíticos, enfermos,

pobres, extranjeros, etc.

En las viñetas se muestra como todo gira alrededor del dinero, siendo este el objetivo principal de

la mayoría de sus tramas, llegando a su clímax cuando se obtiene el tesoro, el cual es símbolo

más importante, que no puede invertirse sino ir en busca de más para poder incrementar la propia

riqueza. Aquí no existe el concepto de trabajo, la producción es solo el proceso de buscar en

donde se encuentra el tesoro para ir y “rescatarlo”; al niño se le hace creer que todo se da gracias

a la naturaleza, la tierra es la madre de toda recompensa, aquí no importa el trabajo, las

responsabilidades, el cuidado del ecosistema simplemente es ir y recoger los frutos de la cosecha,

nadie trabaja todo es vender y comprar, todo es manejado por el poder monetario por lo tanto el

trabajo humano no vale es anulado.

La mayoría del contenido infantil (libros, juguetes, videojuegos, programas de tv, etc) intenta dar

a los niños alguna enseñanza, donde no hay una visión del mundo predeterminada. La situación

de el Pato Donald es una fiesta al lado de los textos infantiles que usaban sus cualidades; pero no

nos confundamos lo mismo pasa con los libros empleados por las clases de religión en la mayoría

de los colegios o con el material que se brinda en las muchas religiones creadas recientemente

como por ejemplo la cienciología; ¿Cuál es la diferencia? Disney busca ser intencional, mientras

que el resto de ejemplos son slogans implantados contundentemente. Disney en ese entonces era

una opción para los padres y los niños, no el creyente de turno, ni el profesor, ni la institución.

Los medios por otro lado no son siquiera una opción a dia de hoy, todos seguimos algún medio

independientemente del formato en el que se presente, teniendo una influencia directa en la

opinión pública de la sociedad; siendo estos aquellos nos han hecho evolucionar gradualmente

debido a la necesidad de estar conectados e informados.

El mensaje de los medios es sabido que es cuidado al detalle, siendo este la finalidad de los

mismos; esa finalidad se encamina principalmente a generar una idea, a producir siempre un

cambio de actitud en las personas, a promover algo y venderlo, el influenciar al ser humano tanto

en lo bueno como en lo malo.

El impacto que se tiene en cuenta es el mensaje que se crea en la gente más joven, los niños

pequeños, principalmente por las modas y los dibujos animados siendo estos último aquellos que

tienden a provocar los impactos más importantes en ellos; recordemos que estos mismo mensajes
han sido aquellos que experimentaron la mayoría de nuestros padres en la época Disney, solo que

en un formato un poco diferente, sino quien les vendió la idea de querer trabajar toda su vida para

hacer parte de la clase “burguesa” en un futuro.

Uno de estos mensajes que se pueden evidenciar en las vinetas es la existencia de la

discriminación hacia los pueblos indigenas o subdesarrollados a los cuales Disney tratan como si

fueran niños, haciendo que si no cumplen con lo que ellos demandan los “castigan”; dando la

idea de un tipo de sumisión en el que los ricos compran a los pobres y aquellos que luchan por

sus ideales a la hora de la verdad son vencidos o comprados, Dorfman (1971) nos dice que:

Es indudable que Aztecland es México: todos los prototipos del “ser” mexicano de tarjeta

postal se guarecen aquí. Burros, siestas, volcanes, cactus, sombreros enormes, ponchos, serenatas,

machismo, indios de viejas civilizaciones. No importa que el nombre sea otro, porque

reconocemos y fijamos al país de acuerdo con esta tipicidad grotesca. El cambio de nombre,

petrificando el embrión arquetípico, aprovechando todos los prejuicios superficiales y

estereotipos acerca del país, permite Disneylandizarlo sin trabas. Es México para todos los

efectos de reconocimiento y lejanía marginal; no es México para todas las contradicciones reales

y conflictos verdaderos de ese país americano.(p. 69)

Haciendo a todo esto parte de un sistema que forma parte de una estrategia consciente o

inconsciente.
Se podría decir que estos mensajes ocultos llegan a tener algún efecto en la persona que está

consumiendo ese contenido, despertando unas necesidades nuevas o reprimidas en la mente, y

que generan un mayor sentimiento de recuerdo; De la misma forma es importante destacar que

este contenido no hace milagros en todas las poblaciones, por tanto es que buscan atacar

principalmente a la población más vulnerable e influenciable.

Son estos mensajes aquellos que cuando los conocemos y nos damos cuenta de todo lo que

involucra de por medio, debemos tener cuidado con el tipo de información que obtenemos y

consumimos, ser críticos, saber elegir el tipo de programación y poder saber diferencias de

aquello que nos conviene y lo que no.

A través de los mensajes publicitarios, los productos no son los que cambian, sino las

percepciones de cada uno de los consumidores, estos cambios pasan por la mente de cada

consumidor y cada persona hoy ya no piensa ni reacciona como en otras épocas.

En conclusión aquello que intenta tener influencia en cada persona que consume un cierto tipo de

contenido tiende a tener su propia forma de actuar, por eso una de ellas es a través de los

mensajes o publicidad subliminal que hace que la imaginación sea cada vez más reproducible; las

ideas que se depositan en el cerebro y los medios de comunicación hace que el consumidor reciba

gran variedad de ideas haciendo a estas más o menos influenciables dependiendo del público al

que se busque apuntar; actualmente se puede manejar la oferta de productos, ideologías o

creencias acercando a lo que desea el consumidor, buscando en su propia mente. Todos

transitamos por una formación mental, en muchos casos manejados y otros no, pero se determina

que necesariamente todos acercan estas instancias a una decisión de consumo.

Bibliografía:

Dorfman, A., Mattelart, A., (1973). Para leer al pato Donald, Chile, siglo veiniuno editores