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Teología fundamental contextual: perspectiva y disciplina

Hans WALDENFELS*

2. TEOLOGÍA FUNDAMENTAL CONTEXTUAL: la vez el postulado de una racionalidad moderna.


PERSPECTIVA Y DISCIPLINA Aunque se cuestione la racionalidad humana como
criterio supremo, no hay otra vía que la de entablar
Las observaciones históricas nos obligan a pre- esta discusión en el campo del pensamiento racio-
guntar qué se entiende hoy por teología fundamen- nal. Pero eso significa que la teología no puede adu-
tal. Pero se advierte una gran inseguridad en este cir enunciados teológicos como argumentos mien-
terreno. Cabe preguntar por el carácter y la figura tras no haga ver que también debe argumentar de
de esta disciplina, pero cabe plantear también la modo racional y lógico. Para ello basta mostrar que
cuestión de su necesidad. el uso de enunciados teológicos no se opone al pen-
samiento racional, sino que persigue la solución de
La segunda pregunta se puede formular porque aporías en las que ha incurrido un pensamiento
la teología se desenvolvió durante mucho tiempo sin que sólo confía en la ratio humana. Tal argumenta-
esta disciplina. Pero sus temas tampoco fueron aje- ción no podrá calificarse quizá de moderna, pero es
nos a la teología en el pasado. Toda la teología, en necesaria bajo esa forma en el contexto del pensa-
efecto, debe ir encaminada a transmitir la fe cristia- miento actual.
na en un sentido apologético, hermenéutico y dialó-
gico en cada época y en cada espacio vital. La teolo- En esta línea, la argumentación de la teología
gía nunca puede perder de vista el fundamento de fundamental muestra un claro pluralismo en los
la fe como su propio fundamento. De ahí que deba métodos:
debe tener una perspectiva propia de la teología
fundamental, lo mismo que ha de tener una orien- – La teología fundamental necesita de la filosofía,
tación misionera, y exponer y proclamar la fuerza sobre todo de la filosofía de la religión, porque ésta
de convicción del cristianismo32 . concibe al hombre como un ser que se pregunta
constantemente por sí mismo. Podemos soslayar
Unas de las tareas de la teología sistemática –a aquí la cuestión de si el hombre resulta ser, de esta
diferencia de la teología histórica y de la teología forma, el «punto de conexión» para la teología, como
práctica– es acompañar con la autorreflexión crítica sostiene el pensamiento católico frente a la teología
al sistema o sistemas de la teología. La consecuen- dialéctica protestante34 ; lo cierto es que la reflexión
cia es que tanto la introducción a la teología como filosófica pertenece, en sentido positivo o negativo,
la reflexión científica deben insertarse en el ámbito al ámbito de la teología35.
de la teología sistemática. La pregunta es entonces
si la teología fundamental como exposición intro- – La teología fundamental necesita de la ciencia
ductoria y fundamentadora forma parte de la teolo- histórica porque el cristianismo está ligado radical-
gía sistemática o es una disciplina independiente. mente a la historia. No hay cristianismo sin una
La pregunta resulta más clara si, en lugar de hablar adhesión a Jesús de Nazaret y a su comunidad de
de teología sistemática, empleamos el término tradi- seguimiento, que ha llegado a ser una comunidad
cional de «dogmática» e indagamos si la teología de tradición. Las respuestas dadas en el cristianis-
fundamental es o no una parte de la dogmática. mo a la cuestión «hombre» no son, por tanto, dedu-
cibles del pensamiento humano, sino que el pensa-
La pregunta es oportuna porque K. Rahner, por miento cristiano está vinculado a las respuestas
ejemplo, habla de una «teología formal y fundamen- que le vienen de la historia de los orígenes y de la
tal» que incluiría una crítica a la teología fundamen- tradición.
tal tradicional y sería la primera parte de una dog-
mática cuya segunda parte sería la dogmática espe- – La teología fundamental necesita de las cien-
cial33. Pero Rahner no elabora de modo suficiente la cias sociales, porque el propio cristianismo tiene
metodología en el ámbito de una teología formal y una conformación social en los seguidores de Cris-
fundamental. to, éstos se dirigen con su mensaje a la sociedad en
general, y la concreción de la Iglesia como comuni-
En favor de una desvinculación de la teología dad de los cristianos no se realiza al margen de las
fundamental respecto a la dogmática están, sin em- leyes de la socialización humana. La relación entre
bargo, entre otros extremos, las reflexiones sobre la teología y ciencias de la sociedad ha adquirido una
teoría de la ciencia con las que el teólogo plantea a creciente importancia en los últimos tiempos36.
2 TEOLOGÍA FUNDAMENTAL CONTEXTUAL: PERSPECTIVA Y DISCIPLINA

cia exige el valor de dejarle al otro ser él mismo, en


Se puede comparar el quehacer del teólogo fun- su realidad ajena y en su alteridad. O, en otros tér-
damental con la espera en el umbral de una casa. minos, sólo hay una fusión de horizontes (cf. I,
El que espera en el dintel se halla a la vez, en cierto 4.2.b) cuando éstos se encuentran realmente entre
modo, fuera y dentro. Oye los argumentos de los sí.
que están a la puerta y de los que están en la casa.
Pero le interesa entrar en la casa. Asimila, por un Hemos comentado en otro contexto lo aquí con-
lado, lo que las personas conocen y ven fuera –en fi- siderado con el ejemplo de la teología de las religio-
losofía y en las ciencias históricas y sociales–, lo nes, que hay que considerar como una parte de la
que piensan de Dios, de Jesús de Nazaret y de la teología fundamental38. Una teología cristiana de las
Iglesia, pero también lo que piensan de sí mismos, religiones debe comenzar con un examen del propio
del mundo y de la sociedad en la que viven. Por otro juicio sobre las religiones o sobre una determinada
lado, su conocimiento del interior le permite hacer religión. Pero esto sólo es posible conociendo la idea
una invitación a todos los que están dentro y fuera. que las religiones tienen de sí mismas. Sólo en un
El punto decisivo de la teología cristiana consiste segundo paso llegamos a un examen de nuestra
entonces en mostrar la puerta de la que hablamos propia opinión sobre las religiones. Hay que anali-
metafóricamente como la puerta para la salvación zar por último, en un tercer paso, la relación de las
real del hombre, de acuerdo con aquel que pronun- religiones entre sí, sus pretensiones y las tareas
ció las palabras del evangelio de Juan: «Yo soy la comunes en el mundo.
puerta» (Jn 10,7.9).
De ese modo hacemos nuestro lo que G. Söhn-
Esto permite comprender la división del trabajo gen formuló ejemplarmente como tema de la teolo-
entre la teología fundamental y dogmática. Siguien- gía fundamental: un tratado de principios que estu-
do la metáfora, si la teología fundamental es una dia concretamente el principio de la fe y de la teolo-
ciencia que está a la puerta, la dogmática será la gía, y su desarrollo.
ciencia del interior de la casa. Si la teología funda-
mental muestra de modo convincente el carácter G. Söhngen ha señalado que la teología funda-
normativo del mensajero cristiano, la dogmática po- mental «es la ciencia teológica básica, a la que com-
drá reflexionar ante las personas convencidas sobre pete ‘la reflexión o la investigación de los fundamen-
el mensaje cristiano como norma y derivar las con- tos’ para el ámbito de la teología como ciencia de la
secuencias. Hay que reconocer que hoy –siguiendo revelación y de la fe, en analogía con lo que es la
aún con el símil– es bastante frecuente que aun ‘ontología fundamental’ general y especial para el
aquellos que están en la casa no sepan cómo entra- ámbito de la ciencia en general y de las distintas
ron en ella, de forma que el dogmático tiene que es- ‘regiones’ científicas respectivamente»39 .
tar de nuevo con ellos «a la puerta»37. Ninguna dis-
ciplina teológica puede renunciar, en este sentido, a Conviene destacar aquí varios puntos: 1. El tér-
la perspectiva de la teología fundamental. Y a la in- mino «teología fundamental» evoca también aquí la
versa, el hecho de que tanto los cristianos como los «filosofía fundamental» y su prolongación en la «teo-
no cristianos se hallen en situación interrogativa logía fundamental» 40 . En este sentido es «ciencia
(los primeros como acosados y dudosos y los se- fundamental», «reflexión fundamental». 2. El tér-
gundos como escépticos y no convencidos) demues- mino «ciencia de la revelación y de la fe» designa
tra que es lógico, e incluso necesario, que el estar a materialmente el principio desde el cual el cristia-
la puerta sea considerado y abordado con una rela- nismo se comprende a sí mismo (revelación de Dios)
tiva independencia de la dogmática, justamente en y desde el cual vive (fe). La escueta fórmula muestra
la teología fundamental como disciplina. a la vez el contraste entre Dios y el hombre, que hay
que analizar en ambas direcciones. Se plantea la
Dicho sin metáforas, la teología fundamental es pregunta por Dios y por el hombre en su orienta-
una disciplina teológica. No debe confundirse con la ción a Dios. 3. Pero lo que teológicamente es princi-
ciencia de la religión, que prescinde metodológica- pio y fundamento aparece luego en relación proble-
mente de cualquier identificación con una religión mática entre esencia e historia, entre necesidad y
concreta. La teología fundamental es una ciencia libertad; Söhngen habla de la pregunta por el «ám-
teológica elaborada partiendo de la adhesión e iden- bito de principios esenciales y existenciales»41. 4. Se
tidad cristiano-eclesial, con el fin de mostrar el fun- plantea, por último, la cuestión del lenguaje teológi-
damento de la fe cristiana y de su teología, y hacer- co y de las categorías teológicas fundamentales. Sö-
la plausible y relevante para el hombre y la mujer hngen menciona, entre otras cosas, la revelación, el
de nuestro tiempo. Pero esta relevancia sólo se al- misterio, la ley, la doctrina, los orígenes y la tradi-
canza si la teología hace el esfuerzo de conocer su ción, el seguimiento, la presencia y la verdad42.
propio contexto. Esto significa, en la línea de nues-
tra llamada en favor de la dialógica, que la relevan-
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Pero sorprende que G. Söhngen hable sólo de in- que los europeos poseamos una cultura presunta-
tento de relación de la teología fundamental. Habla mente superior a la china y nos creamos en el dere-
expresamente, en las explicaciones de su definición, cho y el deber de enseñar a los chinos44 .
de la relación entre teología y las cosmovisiones.
Reclama para una teología de las concepciones del Se trata sólo de que los chinos y otros extremo-
mundo «su lugar apologético actual, ya que la reve- orientales dialoguen desde su pensamiento extre-
lación, la fe y la Iglesia se orientan siempre y esen- mo-oriental con la vía occidental de una teología
cialmente al encuentro y debate con las cosmovi- cristiana sin hacer una mezcla ‘culinaria’ de partes
siones y el espíritu cosmovisivo de la época»43. Todo iguales, sino aportando una nueva forma de teología
esto indica que el autor era consciente del carácter cristiana: la vía de una teología en la que nos sor-
histórico de la enunciación de los principios, sin de- prende el elemento extremo-oriental precisamente
jar de poner todo el énfasis en los principios mis- porque habíamos perdido la sensibilidad desde que
mos. la vista y el oído del espíritu occidental se habitua-
ron a otras vías con los filósofos griegos45.
G. Söhngen ha expresado de modo insuperable
lo que cabe esperar cuando se hace teología par- Estas observaciones sobre el encuentro con la
tiendo de la mentalidad china, por ejemplo: mentalidad china son igualmente válidas respecto a
las otras culturas. La teología sólo puede comuni-
Si hubiera una teología china o extremo-oriental carse si sabe ajustarse a los contextos históricos
de gran relevancia, esta teología no se podría com- concretos. Como ciencia fundamental consciente de
parar en la forma con la teología occidental- su historicidad, la teología fundamental debe ser
meridional; y la diferencia estaría en el método. El hoy contextual46. De no tener en cuenta este postu-
método de una teología realmente cristiana hecha lado, se podría aplicar análogamente a nuestra teo-
desde un espíritu originariamente chino, no sería el logía el juicio que los hindúes han emitido sobre su
método occidental. Una teología realmente cristiana propia teología:
hecha desde un espíritu originariamente chino ten-
dría que afrontar, sin duda, el espíritu y el camino Los teólogos «católicos» hacen teología con un
occidental de la teología cristiano-occidental, por- ingenuo desconocimiento de las tradiciones religio-
que este espíritu y este método es ya una creación sas, salvo la propia. El encuentro de las religiones
espiritual para todos los individuos y todos los pue- universales es, no obstante, un signo de nuestro
blos, que sólo puede desdeñar el que no ha descu- tiempo que ningún teólogo puede ignorar impune-
bierto aún su propio espíritu... Pero los chinos des- mente. Para hacer frente a este reto, la teología de-
cubrieron su propio espíritu desde mucho tiempo bería estar dispuesta a revisar el modo de pensar y
atrás, algo que llamamos una cultura superior. Y el el resto de nuestros esquemas mentales, para de-
resultado de ello es que el debate entre el espíritu terminar lo que hay en ellos de «tradición» y lo que
chino y el espíritu occidental tampoco puede partir, hay de elemento foráneo acumulado en el pasado47.
en el plano teológico, del espíritu occidental, aun-
                                                                                                                                                                               
                                                                                                                40
M. Heidegger, Sein, 436s (trad. cast. El ser y el tiem-
*
WALDENFELS, H., «Teología fundamental contextual: po, Madrid 31980).
41
perspectiva y disciplina», en Id., Teología fundamental con- Cf. G. Söhngen, Fundamentaltheologie, en LThK IV,
textual, Salamanca, Sígueme, 1994, p. 102-108. 455s.
42
G. Söhngen, Fundamentaltheologie, 456s.
43
32
Remitimos también a B. Lauret, F. Refoulé (eds.), Ini- Ibid., 458.
44
tiation à la pratique de la théologie I, Introduction, Paris G. Söhngen, Weg, 23s.
45
2
1982, que no se presenta como teología fundamental, Ibid., 24s.
46
sino, en cierto modo, como «introducción a la teología» y se Justamente en tanto que teología fundamental con-
limita al estudio de métodos y factores hermenéuticos y textual especifica también las problemáticas que están
contextuales. Cf. también R. Latourelle, G. O’Collins (eds.), asociadas en la historia de la teología desde el siglo XIII al
Probleme und Aspekte der Fundamentaltheologie, Inns- concepto de praeambula; cf. G. Muschalek, Preambula, en
bruck 1985. LThK VIII, 654-657; J. Alfaro, Fe, preámbulos de, en SM
33
Cf. K. Rahner, Ensayo de esquema para una dogmá- III, 102-106.
47
tica, en Escritos de teología I, 31-36. Así en la declaración final del seminario de investi-
34
Cf. H. Kraemer, Anknüpfung, en RGG I, 392-395 (cf. gación sobre las sagradas escrituras no bíblicas; cf. D. S.
allí bibliografía para ampliación). Amalorpavadass (ed.), Research on Non-Biblical Scriptures,
35
Cf. las indicaciones de I, 4, nota 14. Bangalore 1974, 679 (traducción propia).
36
Cf. C. Boff, Teología de lo político, Salamanca 1980.
37
Cf., por ejemplo, las obras de W. Kasper sobre la
cuestión de Dios y la introducción a la fe.
38
Cf. H. Waldenfels, Theologie der nichtchristlichen Re-
ligionen. Konsequenzen aus «Nostra aetate»; E. Klinger, K.
Wittstadt (eds.), Glaube, 757-775.
39
G. Söhngen, Fundamentaltheologie, en LThK IV, 452.

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