NATURALEZA JURÍDICA DE LAS SOCIEDADES

Teoría del acto constitutivo:

La base de esta teoría radica en que el acto que da origen a un nuevo sujeto de derecho, es
un acto constitutivo social unilateral que no se configura como contrato, sino como una
nueva categoría de acto jurídico, es decir, aparece la constitución de una colectividad o
grupo para la realización de actos de comercio.
Teoría del acto colectivo y acto complejo:
Acto colectivo: La constitución de una sociedad consiste en celebrar un acto jurídico con la
participación de aquellos sujetos que quieren ser socios y basta con el consentimiento
mayoritario para que esta sociedad aparezca. Se convierte en una voluntad colectiva, es
decir, que la voluntad de todos ellos va generar la constitución de la sociedad. Consiste
básicamente en que hay una suma de voluntades, se genera una voluntad única pero cada
uno mantiene su individualidad, es decir, existe una sola deliberación adoptada por una
pluralidad de personas en una unidad de tiempo y lugar luego de exámenes y de
discusiones. Es una teoría que ya fue superada. (Messineo)
Acto complejo: En el acto complejo hay una fusión única de voluntad de los que dan su
consentimiento, éstos pierden la individualidad para plasmarse y fundirse en una voluntad
única. Lo que hay es un negocio unilateral que tiene sustrato pluripersonal, es decir, hay un
conjunto de declaraciones de voluntad formuladas por varias personas que conforman una
sola parte y que obran todas en una misma dirección para proteger un mismo interés. El
acto que da origen a la sociedad, es una declaración por lo cual los contratantes pierden sus
voluntades individuales para quedar sujetos a la voluntad del ente creado.
Teoría de la institución: (La sociedad como institución)
Según esta teoría, la sociedad consiste en un ente constituido por el Estado, a la cual la
comunidad jurídica le ha otorgado un valor, porque le reconoce capacidad para
desenvolverse y desarrollar actividades económicas por considerarlas beneficiosas para la
sociedad, en otras palabras, el Estado le reconoce a esta agrupación el carácter de un sujeto
de derecho, lo institucionaliza incorporándolo como sujeto dentro de la legislación y
permite su nacimiento bajo el principio de especialidad, que es habilitarlo para realizar los
fines para los cuales el sujeto ha sido pensado o concebido.
Para esta teoría, los suscriptores de la sociedad son considerados como simples adherentes
de las normas legales dictadas por el Estado para regular esta institución llamada sociedad,
en otras palabras, la voluntad de las partes que suscriben el acto social originario quedará
postergada a un segundo plano, prevaleciendo la voluntad del Estado como creador de las
reglas de juego, es decir, el legislador determina de manera obligatoria las formalidades
para la constitución, en donde los socios aportan sus capitales, pero sin discutir las
cláusulas puesto que la mayoría los hace la ley.
También consideran que es dudosa que este acto sea considerado como un contrato, ya que
la sociedad nace de un acto jurídico voluntario, y que los socios pueden por mayoría de
voto modificar el acto primitivo en todas sus disposiciones, mientras que para la
modificación de un contrato se exige el consentimiento unánime de las partes.
Teoría contractualista:
Consiste en que los socios se reúnen para intercambiar prestaciones recíprocas. Es un
contrato plurilateral donde el contrato va a tener una finalidad común, van a tener una
organización administrativa, patrimonial que va tener alguna complejidad en cuanto a su
propia organización y a su gestión va tener quizás la apertura hacia terceros pero no van a
ser contrato de cambio y aparte va tener la particularidad de que los contratantes podrán ser
reemplazados, es decir, podrán entrar y salir de la organización y las cuestiones que puedan
afectar a la relación de uno o más de los contratantes no hace caer el contrato sino que el
contrato subsiste. Para los defensores de esta corriente, el contrato de sociedad descansa en
un interés común al que pueden adherirse todos aquellos que realicen su aportación para el
logro de tal finalidad, ya que la plurilateralidad existente en su origen subsistirá para las
futuras adhesiones.
Según la teoría comentada, este contrato posee características propias, esenciales y
comunes a todos los contratos, tales como el consentimiento, la capacidad de quienes
contratan, objeto cierto, causa lícita y contenido económico.
Críticas a la teoría contractualista:
De aplicarse esta teoría tendríamos que los efectos de un contrato de este tipo se agotarían
entre los socios suscriptores de este y no serían aplicables para los futuros adherentes al
mismo.
La sociedad nace de un acto jurídico voluntario y los socios pueden por mayoría de voto
modificar el acto primitivo en todas sus disposiciones, mientras que para la modificación de
un contrato se exige el consentimiento unánime de las partes.
Posición de la Ley General de Sociedades:
La posición de la Ley General de Sociedades, según la doctrina, es una posición ecléctica
ya que se puede encontrar en numerosos artículos una posición contractual como por
ejemplo en el art. 1 en donde menciona que “Quienes constituyen la sociedad convienen en
aportar bienes o servicios para el ejercicio en común de actividades económicas” así
también en los artículos” 5, 7, 8, 17, etc. También se puede apreciar que en diversos
artículos de la LGS se inclinan por la tesis constitucionalista como por ejemplo el art. 6
donde refiere que “La sociedad adquiere personalidad jurídica desde su inscripción en el
Registro y la mantiene hasta que se inscribe su extinción ” así como también en los artículos
13, 31, 32, etc. Entonces, es por ello que se dice que la tesis peruana es una posición
ecléctica, puesto que es un acto contractual al momento de su constitución, pero que
durante su vida social tiene caracteres esenciales diferentes a los de un contrato.