Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
P á g i n a 2 | 11
INTRODUCCIÓN
El derecho laboral evoluciona cada vez que evolucionan los sistemas económicos en el
mundo. Con la aparición de sistemas como: el feudalismo, capitalismo, comunismo.
La tarea del derecho laboral es defender al trabajador. Pero, ¿desde cuándo el trabajador
empieza a adquirir tanta importancia? remontémonos a los inicios del hombre. Desde el
principio el hombre vio la necesidad de expandirse y buscar tierras nuevas, a su paso se
encuentra con culturas diferentes y quiere adueñase de sus riquezas lo que ocasiona
entrar en guerras.
En la edad moderna, se dieron algunas rebeliones que a menudo tenían que ver más con
el precio de los alimentos que con los derechos del trabajador. Surgen las grandes
fábricas, los grandes mercados y la nueva maquinaria que a la vez fomenta nuevos
sistemas de producción y nuevas necesidades sociales y nace la gran competencia.
P á g i n a 3 | 11
DESARROLLO
P á g i n a 4 | 11
Luego, en un primer intento de crear un órgano colegiado especializado en atender
controversias laborales, con la Ley N°4916(1924) “Ley del Empleado particular” se
optó por encomendar a un tribunal arbitral la solución de controversias que pudieran
presentarse entre los patronos y empleados; lo llamativo de esta disposición es que esta
regulación solo estaba dirigida a los empleados y no a los obreros, generando ello una
clara discriminación. esta ley no duró mucho porque no se podía concebir aún, un
código de Trabajo.
A partir de 1930, empieza una etapa de surgimiento del derecho procesal de trabajo en
el Perú, pues el fracaso de la solución de los conflictos laborales por medio del proceso
civil ordinario así como de las fórmulas arbitrales, sumado a los nuevos derechos
sustantivos reconocidos a los trabajadores, llevó a que se desarrollara en nuestro país no
solo el derecho procesal del Trabajo, como una disciplina jurídica autónoma, sino
también el fortalecimiento de la administración de justicia en materia laboral, llegando a
crearse órganos jurisdiccionales encargados de dar solución a los conflictos obrero
patronales, aunque con limitaciones en cuanto a sus atribuciones.
Es así que se expide la Ley N °6871 (1930), con la cual se crea los juzgados de trabajo
encargados de solucionar reclamos laborales de los empleados de
comercio(particulares) así como las derivadas de los accidentes de trabajo.
Por otra parte, mediante la Ley Nº 9483 del 31 de diciembre de 1941 se estableció el
Fuero Privativo de Trabajo (organizado por el D.L19040 de 1971) con el objeto de
resolver las demandas de los obreros sobre salarios e indemnizaciones, fijándose en este
caso que el Tribunal de Trabajo actuaba en segunda y última instancia. Considero que a
partir de esta norma podemos hablar del Derecho Procesal del Trabajo como una
disciplina autónoma en nuestro medio. Encontramos también al D.S. N°007-71-TR
(1971), mismo que aprobó el procedimiento para resolver las acciones seguidas ante el
fuero privativo de trabajo, y que considero es una mira al futuro, pues presenta los
principios modernos del derecho procesal laboral tales como la oralidad, sencillez,
concentración, economía procesal, inversión de la carga de la prueba, entre otros.
Asimismo, según mi punto de vista, el derecho Procesal del Trabajo empieza a
consolidarse a partir de 1980, pues con el principio de unidad de la función
jurisdiccional que establece la constitución de 1979, desaparece el fuero privativo de
trabajo tan pronto se dictara una nueva Ley Orgánica del Poder Judicial, lo que también
implicaba una reforma de la legislación adjetiva en materia de trabajo. Dicho principio,
se mantuvo con la constitución de 1993, por lo que en nuestro país no existe la
P á g i n a 5 | 11
posibilidad de instaurar una jurisdicción laboral independiente del Poder Judicial, sino
que dentro del mismo deben existir órganos que administren este tipo de justicia
especializada, tal como ocurre actualmente. Lo expuesto se ve reflejado en el D.S. 003-
80TR (1980), estableciendo una nueva y única regulación de los procesos laborales y en
el DL. N°767(1991), la cual aprueba la Ley Orgánica del Poder Judicial y además
dispone la integración definitiva del fuero del trabajo y comunidades laborales al Poder
Judicial, del mismo modo, otorgó a los Juzgados laborales competencia para conocer de
las demandas por incumplimiento de normas laborales que presentasen los trabajadores
con vínculo laboral vigente.
En esa línea, se ha promulgado la Ley No. 26636(1996), Ley Procesal del Trabajo, cuyo
objetivo es proveer a los justiciables un mecanismo que les permita acceder a la
prestación del TJE. La Ley Procesal del Trabajo se ubica, así, en el papel de instrumento
de la jurisdicción, incorporando a sí misma las modernas tendencias procesales y
procurando convertirse en una herramienta de la justicia, inspirándose en principios
como la inmediación, concentración, celeridad y veracidad (aunque aquí, se buscaba
una verdad objetiva y real, en lugar de una verdad legal). Cabe señalar también que esta
ley constituyó un proceso especial: un proceso ordinario laboral con audiencia única,
además, gracias a su segunda modificación se integró el recurso de casación, lo cual
considero sustancial, ya que de ese modo existiría una jurisprudencia unificada,
asimismo, se implementó una solución para conflictos de trabajo, la conciliación.
He creído necesario referirme también a la Carta magna de 1979, en razón de que, a
diferencia de las anteriores, se caracterizó por la prolija regulación que le dio al trabajo,
pero esencialmente por otorgarles la calidad de derechos fundamentales a una serie de
derechos que emanan de la relación laboral (como una remuneración equitativa, horario
de 8 horas de trabajo, medidas sobre higiene y seguridad laboral, el derecho a la
sindicalización, entre otros).
Ahora, recordemos que la Ley N°26636, tuvo diversas modificaciones por lo que se
creyó conveniente una reforma, hubo muchos intentos, pero a juicio propio, el más
resaltante sería el Proyecto de Ley N°117-2006, el cual se enfocaba en enfocaba en el
ámbito empresarial, por lo que no tuvo acogida.
Es por ello, que, en 2008, se destinó una comisión encargada de elaborar el
anteproyecto de Nueva Ley Procesal del Trabajo, pero una ley acorde a los tiempos, es
decir que tome en cuenta que la tecnología ha avanzado, y que se apoye en esta para
P á g i n a 6 | 11
lograr la celeridad procesal facilitando el acceso de los trabajadores a la justicia, que
instaure la oralidad y a su vez se resguarden los derechos fundamentales en el trabajo.
A mi criterio, dicha comisión empleó las herramientas adecuadas para lograr con los
fines preestablecidos, pues estableció una justicia laboral omnicomprensiva y ampliar la
competencia en materia laboral de los juzgados de paz letrados, introdujo la oralidad y
la tecnología, unificó la jurisprudencia y estableció su vinculancia, protegió
normativamente la libertad sindical y la igualdad, así como de los impedidos a trabajar y
menores.
En efecto, el anteproyecto, hoy Ley N° 29497, “Ley Procesal del Trabajo” in comento
fue aprobado y promulgado en el 2010, acercándonos así a legislaciones extranjeras más
avanzadas y garantizando al trabajador tutelar sus derechos fundamentales, en cuanto a
trabajo se refiera.
P á g i n a 7 | 11
CONCLUSIÓN
P á g i n a 8 | 11
REFERENCIAS
P á g i n a 9 | 11