Reyes Josué Ibarra Villa La extroversión y las respuestas cardiovasculares al recurrente estrés social
El sentimiento de estrés es inherente a las personas de nuestra época.
Estamos tan expuestos a él que puede sucedernos en cualquier momento y en la mayoría de los ambientes en los que desarrollamos nuestras actividades diarias. Pero que estemos expuestos constantemente a esta situación de fuerte demanda física y psicológica no significa que a todos nos afecte de la misma manera, y mucho menos que nuestra reacción o recuperación sea similar. Los diferentes tipos de personalidad influyen directamente en la capacidad que tenemos como personas para confrontar situaciones de estrés y, siendo más específico, nos referimos a la extroversión o introversión que pueden llegar a presentar las personas como parte de su ser. Aunque no parezca influir tanto en la respuesta que alguien puede tener ante una situación de estrés, la extroversión parece ser una de las mejores actitudes que pueden favorecer a una reacción capaz de manejar la situación a la que se expone, pues las cualidades que suele poseer una persona así involucran un optimismo y una seguridad en sí mismo que mejoran su desempeño y acelera su recuperación después de la situación de estrés. En un experimento (Lü and Wang, 2017) realizado a estudiantes donde la edad promedio era de 19 años aproximadamente, fue confirmada la hipótesis de que las personas extrovertidas están más preparadas para enfrentarse a situaciones de estrés social, que en el caso del experimento esta situación fue simulada con una entrevista de trabajo. Este experimento consistía en exponer a los estudiantes a la ya mencionada entrevista comentándoles que serían grabados y que esta grabación sería revisada por confederados y profesionales para obtener un puesto de maestro o secretaria. El factor estresante se hacía presente ya avanzada la entrevista, pues durante el transcurso de esta se les decía que tenían un rendimiento por debajo de los demás y que debían intentar lo mejor que pudieran. Claramente esto los colocaba bajo presión y los orillaba a reaccionar de una manera más competitiva y satisfactoria. Omitiendo varios detalles del experimento, los resultados demostraron que las personas extrovertidas, debido a que suelen ser más perceptivas en cuanto al ambiente social que los rodea, no mostraban cambios tan drásticos en los signos vitales que suelen alterarse (como la frecuencia cardíaca), demostrando que tienen una mayor capacidad de adaptación. Referencias: Lü, W., Xing, W., H. Hughes, B. y Wang, Z. (2018). Extraversion and cardiovascular responses to recurrent social stress: Effect of stress intensity. International Journal of Psychophysiology, 131, 144-151. Recuperado de: https://doi.org/10.1016/j.ijpsycho.2017.10.008