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Ansiolíticos
• Competencia/s
Ser capaz de dar correctamente
información a los pacientes y
familias sobre tratamientos
psicofarmacológicos (para qué
sirven, cómo actúan, qué
efectos secundarios tienen, qué
rango de dosis resulta
adecuado…).
• Objetivos específicos
Definir la farmacocinética,
indicaciones y efectos de las
benzodiacepinas.
Existen muchos tipos de ansiolíticos. Los antidepresivos (ISRS) también se usan como
ansiolíticos y son incluso más efectivos que en la depresión infantil. Las benzodiazepinas
suelen ser tratamientos sintomáticos de corta duración y de amplio uso en situaciones
de urgencia o crisis de angustia.
En relación a su mecanismo de acción y farmacodinámica, las BZD actúan produciendo
una actividad GABAérgica en el SNC. El GABA (ácido gamma-aminobutírico) es el
principal neurotransmisor inhibidor del SNC.
La unión de las BZD con lugares específicos de los receptores GABA y canales de cloro
provoca un aumento de la afinidad del receptor GABA por dicho neurotransmisor. Estos
receptores están distribuidos principalmente por cerebro y médula espinal. Los
receptores tipo 1 estarían implicados en la mediación del sueño, y los tipo 2 en la
cognición, memoria y control motor.
3.2.1. Farmacocinética
Existe una marcada variación interindividual en la absorción y metabolismo de las
BZD en función de diversos factores como la edad, el consumo de tabaco, el uso de otros
fármacos o la afectación hepática. La absorción por vía oral es buena, aunque disminuye
con los antiácidos.
Midazolam + +++
Alprazolam ++ + +
Oxazepam ++ ++
Larga Clordiacepóxido ++
Diazepam +++ ++ ++
Cloracepato ++
Flurazepam + +++
Clonazepam ++ + +++
3.2.2. Indicaciones
Hasta la fecha las BZD no han demostrado su eficacia en ensayos clínicos controlados
para los trastornos de ansiedad infantiles. Pese a ello, se utilizan frecuentemente para
conseguir un alivio rápido de los síntomas de ansiedad, solas o en combinación con
ISRS mientras se espera que tenga lugar el efecto de estos. No existen guías clínicas
específicas para el uso de las BZD en trastornos de ansiedad infantiles, si bien se
recomienda que su prescripción sea siempre de corta duración.
También se utilizan en insomnio y trastornos del sueño que no han mejorado tras pautas
educativas. Se recomienda en estos casos utilización de BZD de vida media corta y
periodos de tratamiento no superiores a un mes. De la misma forma, las BZD están
indicadas en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo para controlar la ansiedad.
El efecto sedativo de las BDZ puede ser un problema importante en niños porque puede
afectar al rendimiento escolar.
Menos frecuentes son los mareos, la ataxia, la cefalea y los déficits cognitivos leves. Hay que
tener presente la amnesia anterógrada, sobre todo en BZD de alta potencia o a altas
dosis. Se ha observado algún caso de síntomas psicóticos, de confusión y de
desorientación. Pueden producir efectos anticolinérgicos leves, como visión borrosa,
boca seca e hipersalivación, descrita con el clonazepam, y que puede resultar relevante en
niños con problemas de hipersecreción en enfermedades respiratorias crónicas.
Estos efectos secundarios se incrementan en combinación con el consumo de alcohol u otros
depresores del SNC.
• Antihistamínicos.
• Azaspironas.
• b-bloqueantes periféricos.
• Agonistas adrenérgicos.
No hay evidencia empírica de que uno sea más eficaz que otro, a diferencia de los trastornos
depresivos, en que la fluoxetina ha demostrado ser el más eficaz.
Tienen corta semivida de eliminación por lo que es necesario administrarlos 3-4 veces al
día. Se recomienda su uso en niños mayores de 6 años. Los efectos secundarios son
sedación, mareo e hipotensión. Se han descrito reacciones paradójicas con excitación y
agitación.
El más usado es el propranolol como pauta fija o bien antes de la exposición a la situación
ansiógena, como por ejemplo la fobia social. Las dosis recomendadas son de 10-120 mg/día
en 2-3 dosis/día debido a su corta semivida, con un escalado de dosis gradual, empezando
por 10 mg/día en niños y 40 mg/día en adolescentes. También tienen otras indicaciones,
como son la agresividad en niños y adolescentes por afectación cerebral, el temblor
inducido por litio o la acatisia inducida por antipsicóticos.
Como efectos adversos pueden darse: hipotensión, bradicardia, náuseas, vómitos, diarrea,
estreñimiento, cansancio, síndrome depresivo o insomnio. Muy raramente producen
alteraciones del SNC, a pesar de estar descritas en ficha técnica (agitación, confusión,
convulsiones, síntomas psicóticos). Contraindicados totalmente en el asma bronquial, la
insuficiencia cardiaca o enfermedad cardiovascular y en la diabetes
insulinodependiente. Antes de iniciar su administración se recomienda realizar un ECG.
3.3.5. Agonistas adrenérgicos
Los agonistas adrenérgicos, como la clonidina y guanfacina: usados en psiquiatría infantil
en diversos trastornos, especialmente la clonidina (Catapresan®). En adultos prácticamente
no se usan.
Se recomienda iniciar con dosis bajas y aumentar gradualmente para un menor efecto de
sedación y cardiovascular; se aconseja no incrementar más de 0,3-0,5 mg cada tres días.
Los efectos adversos más frecuentes son: boca seca, mareo, sedación y fatiga. Menos
frecuentemente pueden producir nerviosismo, cefalea, agitación, pesadillas, insomnio,
aumento de peso, náuseas y vómitos.
• El tratamiento de base de los trastornos de ansiedad son los ISRS. Todos los
antidepresivos tienen un tiempo de latencia relativamente largo.
• Se debe esperar entre 4 y 8 semanas para ver resultados y decidir cambios. Debida a
la alta respuesta al placebo en niños y adolescentes, se suele ver eficacia terapéutica
antes que en la depresión. Se deben respetar las dosis mínimas terapéuticas (por
debajo no son efectivos). Se deben mantener los periodos de mantenimiento
correctos (son largos, 6-12 meses) para evitar recaídas.
• No son el tratamiento de base de los trastornos de ansiedad, sino que sirven para
lograr un alivio rápido sintomático a solas o en combinación con ISRS mientras se
espera que tenga lugar el efecto de estos. Se recomienda que su prescripción sea siempre
de corta duración, no más de cuatro semanas.