Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Hiperinflación
La hiperinflación fue una crisis económica que afectó Argentina y
que tuvo dos fuertes picos en los años de 1989-1990.
El primer pico, conocido como hiperinflación del año 1989, comenzó
en abril de ese año y pudo ser controlada, en forma temporaria,
hacia septiembre de ese año mediante la aplicación del Plan
Bonex por el gobierno del presidente Menem que había asumido el
8 de julio de ese mismo año. Con la devaluación del Austral, miles
de personas pasaron hacia la pobreza: la hiperinflación devoró
salarios, generó revueltas, saqueos y llevó al adelantamiento del
traspaso del poder. La hiperinflación a fines del alfonsinismo
provocó un aumento en el porcentaje de personas viviendo en la
pobreza del 25 % a comienzos de 1989, al récord histórico de
47,3 % en octubre del mismo año.
El segundo pico hiperinflacionario, se produjo a comienzos de 1990
y recién pudo ser controlado parcialmente hacia abril de ese año. 9
De todos modos, la inflación continuó siendo muy elevada durante
el resto del año. Finalmente, en abril de 1991, mediante la
aplicación de la Ley de Convertibilidad del Austral, la inflación pudo
ser reducida drásticamente.
Obviamente queda claro que el sector trabajador que mas
perjudicado.
Las consecuencias que dejo, fueron que en el historial económico y
de desarrollo humano del país, la hiperinflación dejó records
históricos. La hiperinflación disminuyó fuertemente el poder de
los salarios, generó una ola de violencia y saqueos que dejó 40
detenidos y 14 muertos y provocó un aumento considerable en la
tasa de personas viviendo en la pobreza, del 25% a comienzos de
1989, al récord histórico de 47,3% en octubre del mismo año.
Durante el transcurso de la hiperinflación se llegó al pico histórico
inflacionario en Argentina: 20.262%. La hiperinflación probaría ser
difícil de apalear completamente, y recién se llegaría a niveles de
inflación pre-mayo del '89 en febrero de 1991 (582%).
La hiperinflación marcó el fin del proyecto de país iniciado por Raúl
Alfonsín el 10 de diciembre de 1983 de democracia consensuada y
priorizadora del desarrollo humano por sobre la economía.
La salida anticipada de Alfonsín diezmó por años el poder de
negociación de la Unión Cívica Radical. En los años siguientes a
1989, el radicalismo debió negociar en desventaja con el
peronismo.
El radicalismo recuperó adhesiones con el descenso durante el
gobierno de Menem de los indicadores económicos y sociales, y
recuperó la presidencia en 1999 con la asunción de Fernando de la
Rúa, pero volvió a quedar diezmado con la crisis de diciembre de
2001. Los años siguientes a 2001, el radicalismo ocuparía un lugar
menor en la escena política, aunque tendría ocasional protagonismo
como factor de desempate en contiendas entre peronismo y
macrismo.
El peso en la memoria pública argentina de la hiperinflación de
1989-90 fue quedando cada vez más desplazado por episodios
económicos más recientes, como el deterioro socioeconómico
durante el menemismo, la crisis de 2001-02, la estanflación del
kirchnerismo iniciada en 2012 o los problemas económicos durante
el macrismo.
Privatizaciones
Las empresas privatizadas fueron:
Reforma de la constitución
Flexibilización laboral
La ley 24.465 sancionada en el año 1995, y llamada Ley de
Flexibilización laboral dicta regulaciones sobre el período de
prueba, el contrato a tiempo parcial y el contrato de aprendizaje y se
adoptan medidas de fomento del empleo. El período de prueba
durará tres meses a menos que por convenio colectivo este plazo
se amplíe hasta un máximo de seis meses, un mismo trabajador no
podrá ser contratado a prueba por el mismo empleador más de una
vez, tendrá derecho a prestaciones por accidente o enfermedad del
trabajo, etc. El contrato de trabajo a tiempo parcial es aquel en
virtud del cual el trabajador se obliga a prestar servicios durante un
determinado número de horas al día o a la semana o al mes
inferiores a las dos terceras partes de la jornada habitual de la
actividad y la remuneración no podrá ser inferior a la proporcional
de un trabajador a tiempo completo de la misma categoría o
actividad. No podrán realizar horas extraordinarias, las cotizaciones
a la seguridad social se efectuarán en proporción a la
remuneración, etc. Se otorgan facilidades y flexibilidad en los
contratos de trabajo en la contratación de trabajadores mayores de
40 años, de discapacitados, de mujeres y de ex-combatientes de las
Malvinas. En estos casos se establece una modalidad especial de
contrato el cual durará como máximo dos años, los empleadores
serán eximidos del 50 por ciento de las contribuciones a la
seguridad social, el número de trabajadores no podrá superar el 10
por ciento del plantel, etc. El contrato de aprendizaje no podrá
superar dos años ni más de 36 horas semanales, la compensación
no podrá ser inferior al mínimo del convenio colectivo de trabajo
aplicable a la tarea desempeñada, etc.
Crisis social
F. de la Rua