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p de historia: Los últimos 25 años del siglo


xx

Nombrar los 4 presidentes de facto


Jorge Rafael Videla (29 de marzo de 1976-29 de marzo de
1981).
Roberto Viola (29 de marzo de 1981-11 de diciembre de
1981).
Leopoldo Fortunato Galtieri (22 de diciembre de 1981-18 de
junio de 1982).
Reynaldo Bignone (1 de julio de 1982-10 de diciembre de
1983).
Políticas neoliberales
En 1976, el plan económico de la dictadura militar liderado
por Martínez de Hoz, en la presidencia de Videla, fue el primer
intento de establecer un programa neoliberal en Argentina.
Implementaron un plan de austeridad fiscal, cuyo objetivo era
reducir la impresión de dinero y, por lo tanto, la inflación. Para lograr
esto, los salarios se congelaron, pero no pudieron reducir la
inflación, lo que llevó a una caída en el salario real de la clase
trabajadora. Con el objetivo de lograr un mercado libre, también
decidieron abrir las fronteras del país para que los productos
extranjeros pudieran ingresar libremente al país. La industria
argentina, que había estado aumentando durante los últimos 20
años desde el plan económico de Frondizi, declinó rápidamente
porque no podía competir con productos extranjeros. Finalmente, la
desregulación del sector financiero dio un crecimiento a corto plazo,
pero luego se derrumbó rápidamente cuando el capital huyó a los
Estados Unidos en los años de Reagan. Tras las medidas, hubo un
aumento de la pobreza del 9% en 1975, al 40% a fines de 1982.
Los que se vieron más favorecidos fueron los sectores que tenían
más poder adquisitivo, o sea los financieros.

Supresión de derechos y garantías


El gobierno militar suprimió los derechos civiles y las
libertades públicas y anuló las garantías constitucionales.
Además el Poder Ejecutivo impuso severas condenas sin
formulación de cargos ni juicio previo a una numerosa
cantidad de detenidos que se encontraban "a su
disposición".
Se suspendieron las actividades de los partidos políticos y
de los sindicatos, muchos de los cuales fueron intervenidos
y se disolvió la CGT.
Se estableció un duro control sobre los medios de
comunicación y la vigilancia de todas las manifestaciones
artísticas. La acción coactiva del Estado terrorista silenció
cualquier tipo de opinión o información considerada como
peligrosa por el gobierno.
La represión afectó a la totalidad de la población. La
definición de los potenciales enemigos fue tan amplia que,
además de los integrantes de las organizaciones
guerrilleras, entre otras víctimas se contaron obreros,
políticos, sacerdotes, monjas, empresarios, profesionales,
periodistas, docentes, estudiantes, niños, parientes o
amigos de las víctimas.
Este sistema se puso en práctica, en todo el territorio
nacional.
Guerra de Malvinas

Los militares en el plano interno buscaban popularidad y apoyo de


la población (cosa que lograron en un primer momento y a partir de
falsedad permanente en la información otorgada a través de los
medios masivos de comunicación). En el plano externo apostaban a
la no respuesta armada por parte del Reino Unido y a la neutralidad
de los EEUU (cosas que no ocurrieron y no podían ocurrir en el
marco de la Guerra Fría).
El conflicto armado concluyó el 14 de junio de 1982 con la rendición
de la Argentina y provocó la muerte de 649 soldados argentinos,
255 británicos y 3 civiles isleños. Se considera que la derrota militar
aceleró el fin de la dictadura.

Crisis y estatización de la deuda


El período 1976-1983 inauguró el primero de los dos grandes ciclos
de endeudamiento del último medio siglo. Las políticas económicas
de la última dictadura, aplicadas en primer término por José Alfredo
Martínez de Hoz y posteriormente por Lorenzo Sigaut, se basaron
en un modelo de valorización financiera.
A comienzos de 1976 se congelaron los salarios, se eliminaron los
sistemas de control de precios y se incrementó el tipo de cambio.
Esto produjo un rápido deterioro del 30% del salario real de las
clases trabajadoras. A su vez, se sancionó una nueva ley de
entidades financiera que permitía la libre movilidad de los capitales;
se abrió la economía y se bajaron aranceles, con el pretexto de
controlar la inflación. Por su parte, los sectores dominantes de la
sociedad que disponían del acceso al crédito internacional se
volcaron por la “bicicleta financiera” en detrimento de la inversión
productiva.
Hacia fines de la dictadura, el 17 de noviembre de 1982, se llevó a
cabo la estatización de la deuda de los grandes grupos empresarios
privados. La deuda estatizada ascendía a USD 14.5 mil millones. La
mayoría de los préstamos contraídos por las empresas privadas
que generaron dicho monto, se trataban de meras registraciones
contables entre las casas matrices y las sucursales radicadas en
Argentina, es decir, auto-préstamos y maniobras fraudulentas.
Al finalizar la dictadura, la deuda había aumentado un 449%. La
misma había ascendido de 8,2 mil millones en 1976, a 45 mil
millones en 1982, constituyendo parte de la pesada herencia que
recibiría la administración de Raúl Alfonsín.
Obviamente quedo claro que los que más perjudicados fueron los
sectores trabajadores.

Punto final y obediencia debida


La Ley de Punto Final (23.492) fue promulgada el 24 de diciembre
de 1986 por el entonces presidente Raúl Alfonsín, y estableció la
paralización de los procesos judiciales contra los imputados de ser
autores penalmente responsables de haber cometido el delito de
desaparición forzada de personas durante la dictadura.
La Ley de Obediencia Debida (23.521) también fue dictada por
Alfonsín el 4 de junio de 1987, y estableció una presunción iuris et
de iure (es decir, que no admitía prueba en contrario) respecto de
que los delitos cometidos por los miembros de las Fuerzas Armadas
no eran punibles, por haber actuado en virtud de la denominada
"obediencia debida", un concepto militar según el cual los
subordinados se limitan a obedecer las órdenes de sus superiores.
Con esto Alfonsín quería deslegitimar a los gobiernos de facto.

Hiperinflación
La hiperinflación fue una crisis económica que afectó Argentina y
que tuvo dos fuertes picos en los años de 1989-1990.
El primer pico, conocido como hiperinflación del año 1989, comenzó
en abril de ese año y pudo ser controlada, en forma temporaria,
hacia septiembre de ese año mediante la aplicación del Plan
Bonex por el gobierno del presidente Menem que había asumido el
8 de julio de ese mismo año. Con la devaluación del Austral, miles
de personas pasaron hacia la pobreza: la hiperinflación devoró
salarios, generó revueltas, saqueos y llevó al adelantamiento del
traspaso del poder. La hiperinflación a fines del alfonsinismo
provocó un aumento en el porcentaje de personas viviendo en la
pobreza del 25 % a comienzos de 1989, al récord histórico de
47,3 % en octubre del mismo año.
El segundo pico hiperinflacionario, se produjo a comienzos de 1990
y recién pudo ser controlado parcialmente hacia abril de ese año. 9
De todos modos, la inflación continuó siendo muy elevada durante
el resto del año. Finalmente, en abril de 1991, mediante la
aplicación de la Ley de Convertibilidad del Austral, la inflación pudo
ser reducida drásticamente.
Obviamente queda claro que el sector trabajador que mas
perjudicado.
Las consecuencias que dejo, fueron que en el historial económico y
de desarrollo humano del país, la hiperinflación dejó records
históricos. La hiperinflación disminuyó fuertemente el poder de
los salarios, generó una ola de violencia y saqueos que dejó 40
detenidos y 14 muertos y provocó un aumento considerable en la
tasa de personas viviendo en la pobreza, del 25% a comienzos de
1989, al récord histórico de 47,3% en octubre del mismo año.
Durante el transcurso de la hiperinflación se llegó al pico histórico
inflacionario en Argentina: 20.262%. La hiperinflación probaría ser
difícil de apalear completamente, y recién se llegaría a niveles de
inflación pre-mayo del '89 en febrero de 1991 (582%).
La hiperinflación marcó el fin del proyecto de país iniciado por Raúl
Alfonsín el 10 de diciembre de 1983 de democracia consensuada y
priorizadora del desarrollo humano por sobre la economía.
La salida anticipada de Alfonsín diezmó por años el poder de
negociación de la Unión Cívica Radical. En los años siguientes a
1989, el radicalismo debió negociar en desventaja con el
peronismo.
El radicalismo recuperó adhesiones con el descenso durante el
gobierno de Menem de los indicadores económicos y sociales, y
recuperó la presidencia en 1999 con la asunción de Fernando de la
Rúa, pero volvió a quedar diezmado con la crisis de diciembre de
2001. Los años siguientes a 2001, el radicalismo ocuparía un lugar
menor en la escena política, aunque tendría ocasional protagonismo
como factor de desempate en contiendas entre peronismo y
macrismo.
El peso en la memoria pública argentina de la hiperinflación de
1989-90 fue quedando cada vez más desplazado por episodios
económicos más recientes, como el deterioro socioeconómico
durante el menemismo, la crisis de 2001-02, la estanflación del
kirchnerismo iniciada en 2012 o los problemas económicos durante
el macrismo.

Privatizaciones
Las empresas privatizadas fueron:

Administración General de Puertos AGP: privatizada.


Aerolíneas Argentinas SE: privatizada.
Aeropuertos: concesionados.
Agua y Energía Eléctrica SE, Sector Eléctrico: privatizada.
Area Material Córdoba Aviones: privatizada.
Argentina Televisora Color SELS 82 TV Canal 7 (ATC): disuelta.
Astillero Ministro Manuel Domecq García - DOMECQ: disuelta.
Astilleros y Fábricas Navales AFNE SA: provincializado.
Banco Hipotecario Nacional: privatizado.
Banco Nacional de Desarrollo (BANADE): disuelto.
Caja Nacional de Ahorro y Seguro: privatizada.
Canal 11, Dicon Difusión SALS 84 TV: privatizada.
Canal 13, Río de la Plata SALS 85 TV: privatizada.
Carboquímica Argentina Sociedad Anónima Mixta: privatizada.
Carolina SAMinera: disuelta.
Compañía Azucarera las Palmas SAI.C.A.P.U.: disuelta.
Conarsud SAAsesoría y Consultoría: disuelta.
Consultara SAConsultara de la Armada: disuelta.
Corporación Argentina de Productores (CAP): disuelta.
Empresa Desarrollos Especiales SAEDESA: disuelta.
Empresa Líneas Marítimas Argentinas ELMA: privatizada.
Empresa Nacional de Correos y Telégrafos (ENCOTEL): disuelta.
Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL): privatizada y
luego renacionalizada.
Empresa Nuclear Argentina de Centrales Eléctricas SAENACE:
disuelta.
Establecimientos Altos Hornos Zapla: privatizada.
Fábrica Militar de Acido Sulfúrico: privatizada.
Fábrica Militar de Tolueno Sintético: privatizada.
Fábrica Militar de Vainas y Conductores Eléctricos ECA: privatizada.
Fábrica Militar General San Martín: privatizada.
Fábrica Militar Pilar: privatizada.
Fábrica Militar San Francisco: privatizada.
Ferrocarril Belgrano SA: concesionado.
Ferrocarriles Argentinos SA: concesionado.
Ferrocarriles Metropolitanos SA: concesionado.
Fondo Nacional de la Marina Mercante: disuelto.
Forja Argentina SA: disuelto.
Gas del Estado SE: privatizada (véase Gas del Estado).
Hidroeléctrica Norpatagónica SA Sector Eléctrico (HIDRONOR):
privatizada.
Hierro Patagónico de Sierra Grande SA Minera (HIPASAM):
provincializada (véase Hierro de Sierra Grande).
Hipódromo Argentino: concesionado.
Induclor Sociedad Anónima Mixta: privatizada.
Indupa SA: privatizada.
Instituto Nacional de Reaseguros SEINDER: disuelto.
Interbaires SA: privatizado.
Intercargo SA: privatizado.
Junta Nacional de Carnes: disuelta.
Junta Nacional de Granos: privatizada.
LR3 Radio Belgrano: concesionada.
LR5 Radio Excélsior: concesionada.
LV3 Radio Córdoba: concesionada.
Llao Llao Holding: privatizado.
Monómetros Vinílicos: privatizado.
Obras Sanitarias de la Nación (OSN): concesionada.
Petropol: privatizada.
Petroquímica Bahía Blanca S.A: privatizada.
Petroquímica General Mosconi SAI.y C.: privatizada.
Petroquímica Río Tercero: privatizada.
Polisur Sociedad Mixta: privatizado.
Redes de Acceso a grandes ciudades: concesionada.s.
Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires Sector Eléctrico
(SEGBA): privatizada.
Sociedad Mixta Siderurgia Argentina SOMISA: privatizada.
Talleres Navales Dársena Norte SAC.I.y N.TANDANOR:
privatizados.
Tanque Argentino Mediano SETAMSE: disuelto.
Tecnología Aeroespacial SATEA: disuelta.
Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF): concesionada.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales SE (YPF): privatizada.
Se esgrimieron cuatro tipos de argumentos en favor de las
privatizaciones.
El primero tenía que ver con la necesidad de reducir el déficit fiscal.
Las privatizaciones servirían para bajar ese déficit en la medida que
las empresas serían entregadas como parte del pago de la deuda
externa. Asimismo, el hecho de pagar parte de la deuda, daría
señales favorables de cambio de rumbo a los agentes económicos y
a los gobiernos de los países desarrollados, obteniendo así el
apoyo de los acreedores externos y un incentivo para los grupos
interesados a nivel local.
El segundo argumento, ligado íntimamente al anterior, giraba en
torno de la necesidad de estabilidad. La hiperinflación sufrida
durante el período que precedió a las privatizaciones fue la
herramienta fundamental del gobierno para actuar de manera
acelerada en este proceso. El gobierno identificaba a las empresas
públicas como una de las causas fundamentales de la crisis y por
eso, cuanto más rápido se privatizara, se reduciría el déficit público
y volvería la estabilidad.
En tercer lugar se argumentaba que el Estado no tenía capacidad
para financiar las inversiones necesarias en tecnología para encarar
las obras de modernización, con lo que el aporte del capital privado
aseguraría el mejoramiento del sistema.
Por último se afirmaba que el estado era incapaz para administrar
con eficiencia, fomentaba la burocracia y la corrupción y en
consecuencia no podía brindar buenos servicios.

Reforma de la constitución

Un cambio importante fue Nuevos órganos constitucionales:


La reforma creó varios órganos estatales:
 Auditoría General de la Nación, con funciones consultivas
para el Congreso Nacional; (art. 85)
 Defensor del Pueblo, independiente de toda autoridad; (art.
86)
 Jefe de Gabinete de Ministros, dependiente del presidente
pero responsable ante el Congreso; (arts. 100-107). Esta figura
tuvo una gran importancia en el "Núcleo de Coincidencias
Básicas" y estaba destinado a "atenuar el sistema
presidencialista". La reforma le impuso la obligación de ir una
vez al mes al Congreso, a informar sobre la marcha del gobierno
(art. 101).
 Consejo de la Magistratura, órgano con variada
representación política y corporativa para seleccionar los jueces
y administrar el Poder Judicial; (art. 114)
 Ministerio Público, órgano "independiente", integrado por el
procurador general de la Nación y el defensor general de la
Nación. (art. 120)
 Organismo Fiscal Federal con participación provincial (art. 75,
inc. 2). Hasta 2018 no había sido creado.
 Banco Central Federal (art. 75, inc. 6). Hasta 2018 no había
sido creado.
Dentro del objetivo de atenuar el presidencialismo, el Núcleo de
Coincidencias Básicas contemplaba la posibilidad de crear
un Consejo Económico y Social con carácter consultivo. Esta
reforma no se concretó por falta de acuerdo. Fue la única propuesta
de reforma que no fue sancionada.
Otro cambio importante fue Facultades del Congreso
Uno de los fines principales de la ley que declaró la necesidad de
reforma constitucional fue "atenuar el sistema presidencialista"
establecido en la Constitución de 1853. A tal fin:
 Amplió las sesiones ordinarias a nueve meses por año, entre
el 1 de marzo y el 30 de noviembre (art. 63). Antes era de seis
meses, entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre.
 En caso de que el presidente dicte un decretos de necesidad
y urgencia (DNU), estableció un plazo de diez días para enviarlo
al Congreso, donde debe ser examinado por una Comisión
Bicameral y tratado por ambas cámaras de inmediato. (art. 99,
inciso 3)
 Permitió al Congreso delegar facultades en el presidente, en
casos de "emergencia", estableciendo el plazo.(art. 76)
 Aumentó la mayoría del Senado necesaria para aprobar los
magistrados de la Corte Suprema nombrados por el presidente y
ordena que se realice en sesión pública (art. 99, inc. 4)

Flexibilización laboral
La ley 24.465 sancionada en el año 1995, y llamada Ley de
Flexibilización laboral dicta regulaciones sobre el período de
prueba, el contrato a tiempo parcial y el contrato de aprendizaje y se
adoptan medidas de fomento del empleo. El período de prueba
durará tres meses a menos que por convenio colectivo este plazo
se amplíe hasta un máximo de seis meses, un mismo trabajador no
podrá ser contratado a prueba por el mismo empleador más de una
vez, tendrá derecho a prestaciones por accidente o enfermedad del
trabajo, etc. El contrato de trabajo a tiempo parcial es aquel en
virtud del cual el trabajador se obliga a prestar servicios durante un
determinado número de horas al día o a la semana o al mes
inferiores a las dos terceras partes de la jornada habitual de la
actividad y la remuneración no podrá ser inferior a la proporcional
de un trabajador a tiempo completo de la misma categoría o
actividad. No podrán realizar horas extraordinarias, las cotizaciones
a la seguridad social se efectuarán en proporción a la
remuneración, etc. Se otorgan facilidades y flexibilidad en los
contratos de trabajo en la contratación de trabajadores mayores de
40 años, de discapacitados, de mujeres y de ex-combatientes de las
Malvinas. En estos casos se establece una modalidad especial de
contrato el cual durará como máximo dos años, los empleadores
serán eximidos del 50 por ciento de las contribuciones a la
seguridad social, el número de trabajadores no podrá superar el 10
por ciento del plantel, etc. El contrato de aprendizaje no podrá
superar dos años ni más de 36 horas semanales, la compensación
no podrá ser inferior al mínimo del convenio colectivo de trabajo
aplicable a la tarea desempeñada, etc.

Crisis social

F. de la Rua

En la presidencia de F. de la Rua se impulsó una política económica


comandada por el primer ministro de economía José Luis Machinea,
en donde este tomó severas medidas de ajuste con el propósito de
sanear las finanzas. A principios del 2000 se aprobó una Ley de
Reforma Tributaria, que entre otras cuestiones, aumentó el mínimo
no imponible del Impuesto a las Ganancias y generalizó la
aplicación del IVA. A esto se le sumaron recortes de sueldos y
despidos de empleados estatales, entre los que se encontraban
docentes, fuerzas de seguridad, administrativas y judiciales. La
economía continuaba contrayéndose y el desempleo aumentaba.
Para reducir la presión de la deuda externa el gobierno negoció un
paquete de salvataje de cerca de 40.000 millones de dólares,
conocido como Blindaje financiero. Sin embargo no fue suficiente
para reactivar la economía y en marzo de 2001 Machinea decidió
presentar su renuncia.
Machinea fue reemplazado en el cargo por Ricardo López
Murphy quien duró apenas 16 días en el cargo tras realizar un
nuevo ajuste del gasto público con recortes de salarios estatales
que no fue acompañado por la Unión Cívica Radical. El último
ministro de Economía de De la Rúa fue Domingo Cavallo, quien ya
había ocupado ese lugar durante la presidencia de Menem. Sus
primeras medidas fueron la creación del impuesto al cheque y el
recorte del 13 % en haberes previsionales y del salario de
empleados estatales. La situación económica empeoró
rápidamente con aumentos del desempleo, la pobreza y el riesgo
país. En noviembre se inició una reestructuración de la deuda
externa, conocida como "Megacanje". La desconfianza en el
sistema financiero produjo fuertes retiros de depósitos bancarios.
Para frenarlos, el ministro de Economía impuso restricciones al
retiro de fondos, medida que recibió el nombre de "corralito". Estos
hechos desembocaron en la crisis de diciembre de 2001 en
Argentina.

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