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Introducción
El fuego se ha usado no solamente para cocinar los alimentos, sino que también
para purificar elementos sacarles toda la escoria, toda materia impura y de esa
manera dejar solamente el oro, plata, cobre, etc. Precisamente el profeta Malaquías
presenta a Dios como un fuego purificador, lo hace así para que entendamos la
manera como el pueblo de Israel estaba tan sucio, pero al llegar Dios a sus vidas
serian limpiados de suciedad, basura, escoria etc. Así como estaba sucio Israel,
también hoy en días usted puede estar sucio y es necesario recibir el fuego de Dios
para que lo purifique, lo limpie, lo santifique, 1Corintios 1: 28 y lo vil del mundo y
lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es. Veamos las
razones para recibir el fuego de Dios
Conclusión
Estas son las dos razones más importantes para recibir el fuego de Dios. Primero
para que nos purifique, nos limpie, santifique. Segundo para que nos proteja, nos
cuide de todo ataque de nuestro adversario, Satanás y sus aliados.
Un Dios de Fuego
La Biblia contiene más de 500 referencias acerca del fuego. De éstas, noventa están
relacionadas con Dios. La Palabra nos dice que cuando Dios actúa es como un fuego
consumidor. “Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán
quemados con fuego” (Isaías 33:12). La cal se consume despacio pero las espinas se
consumen rápido. El fuego de Dios produce el mismo efecto sobre todo cuanto toca.
El Fuego es una de las característica fundamentales de Dios.
Dios es el mismo Dios para todos por igual, tanto para las personas que están en la
iglesia como para las que están en el mundo. El Dios que a diario siente ira por los
pecados, es el mismo Dios que nos ama. ¡Él nunca cambia! Una verdadera unión con
Dios implica estar encendidos en su fuego. El Dios de fuego no disfruta de la
compañía de personas frías. Él no se siente complacido con las personas tibias, frías
y perezosas que no tienen disciplina y que laboran a tientas y a ciegas; personas que
son indecisas. Dios no se adapta a nosotros; nosotros siempre tenemos que
adaptarnos a Él. ¿Considera usted que Dios es un Dios demasiado exigente? ¿Un
Dios demasiado apasionado e incesante en sus obras?
Tanto los pastores como los líderes de las iglesias representamos a Dios; al Dios de
Fuego. El propósito de nuestros ministerios es revelar a Dios a las personas que aún
no lo han conocido. Encendiendo de esa manera el fuego en sus corazones.
De acuerdo a Mateo 3:11-12 y Lucas 3:16-17, Jesús bautiza con fuego. Juan el
Bautista dijo,
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí,
cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en
Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá
su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”.
Algunas de las personas que se dedican a estudiar la Biblia, ponen en tela de juicio
la veracidad de las palabras de Juan el Bautista y cuestionan si verdaderamente
Jesús hizo lo que Juan indicó. Algunos dicen que cuando Juan dijo que Jesús
bautizaría en Espíritu Santo y Fuego, él en realidad se refería a que Jesús limpiaría
y juzgaría a Israel. Yo estoy seguro de que los expertos están equivocados. Cuando
Juan habló del bautismo en el Espíritu y en Fuego, estaba dando una promesa y no
una amenaza. Este era un aviso acerca de las cosas que habrían de suceder. A través
de las Escrituras, el Fuego de Dios es enviado tanto para purificar como para
bendecir.
Dios no nos envía su Fuego para hacernos sentir cómodos sino para consagrarnos y
estimularnos. Cuando Moisés vio que la zarza ardía, Dios le advirtió que el lugar
donde estaba parado era tierra santa. Más adelante, Dios le informó a Moisés el
grandioso evento que estaba próximo a realizar. Él iba a liberar al pueblo de Israel
del yugo de Faraón (Éxodo 3). Cuando el templo donde se encontraba Isaías fue
lleno de la presencia de Dios, Isaías reconoció sus faltas. Esto ocurrió antes de que
Dios equipara a Isaías para que se convirtiera en uno de sus mensajeros (profetas) .
Si el Dios de Fuego toma control, todos aquellos que están sentados cómodamente en
Sión, no tendrán una experiencia muy agradable. El propósito por el cual Dios nos
llena de su Espíritu no es para que recibamos emociones agradables ni tengamos
servicios preciosos en las iglesias, sino para que nos prepararnos para servirle. Al
otorgarnos poder, Jesús establece claramente su propósito. “... y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos
1:8). Ser una persona ungida es algo maravilloso, pero el objetivo no es sólo tener
servicios bonitos sino servir a Dios.
¿Podemos vivir sin fuego? No mientras estemos sobre esta tierra. El universo está
lleno de fuego. El sol es una inmensa esfera ardiente. Cada estrella brilla con su
propio fuego. Incluso, en el centro de nuestro planeta hay fuego – hierro derretido.
Los volcanes son una ilustración viva del carácter de Dios. Él es un Vesubio de
bondad, vida y energía.
Algunas personas piensan que Dios está extinto y han escrito libros que según ellos,
afirman demostrar este hecho. En lugar de preguntarse, ¿qué le sucedió a Dios?,
estas personas deberían preguntarse qué le ha sucedido a las estrellas. Si hoy día no
las podemos ver, es debido a la contaminación ambiental. Ese es el precio que
pagamos en nuestras ciudades – muchas luces pero pocas estrella. De haber vivido
en esta época, a los Magos de Oriente se les hubiese hecho muy difícil encontrar la
estrella que los habría de guiar hasta llegar a Belén. ¡Esta es una parábola moderna!
Las personas no están encontrando el camino a Jesús debido a la contaminación.
Aunque es imposible ver a Dios a través de un velo contaminado con dudas y
pecado, Él se encuentra ahí, brillando eternamente.
Leemos cómo Jesús se les apareció a once de sus discípulos mientras ellos se
encontraban comiendo. Algunos de los discípulos que no habían estado presentes
cuando Jesús se les apareció a los once, creyeron los testimonios de sus compañeros.
En cambio otros, dudaron. Jesús reprendió a los incrédulos por tener los corazones
endurecidos.
Sin embargo, cuando la ráfaga de Dios rompió el velo de los cielos y entró en el
Aposento Alto, no quedaron dudas. El torbellino y las lenguas de fuego repartidas
sobre cada cabeza no fueron alucinaciones. Tal y como les había señalado, Jesús
había obtenido el poder más importante del universo.
La Importancia de Pentecostés
Jesús hizo todas estas cosas luego de haber ascendido al cielo. ¡Qué Jesús! ¿Muerto?
¿Olvidado? ¿Acaso puede un hombre muerto bautizar en fuego a 120 personas a la
misma vez – y a primera hora de la mañana? Jesús no bajó a la tierra, se paró entre
medio de ellos y dijo: “Reciban al Espíritu Santo”.
Leamos lo que el mismo Jesús dijo: “¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan,
le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si
le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11: 11-13).
Observe bien lo que dijo Jesús. Si un hijo pide pan, pescado y huevos – en otras
palabras, las necesidades básicas de la vida. Jesús no habló de caviar, camisones de
seda, vinos caros, oro, diamantes, y otros lujos; sino de pan, pescado y huevos. El
Espíritu Santo es también una necesidad – él es un regalo que forma parte de las
necesidades básicas de nuestras vidas. Dios constantemente nos da pan, pescados y
huevos y lo ha hecho así por miles de años. Él también nos da al Espíritu Santo. Yo
podría vivir sin pescado, pan y huevos; pero, ¿por qué habría de vivir así? ¡No
quisiera ni tan siquiera intentarlo! Yo podría vivir sin chocolates y muchas otras
cosas; pero, ¿por qué habría de hacerlo? De manera que, ¿por qué tengo que
resignarme a vivir sin el Espíritu Santo?
Un Fuego que no se Apaga
El fuego de Dios no se apaga. Esa fue la primera sorpresa que se llevó Moisés
mientras observaba la zarza ardiente – la zarza no se consumió pero las llamas
tampoco se apagaron. En el templo, el fuego del altar de las ofrendas quemadas y el
del altar de incienso nunca se consumieron; eran fuegos santos. El Día de
Pentecostés no fue un evento que los discípulos recordaron con nostalgia y anhelo.
Ese día se convirtió en una parte muy importante del resto de sus vidas. En el
recuento del Día de Pentecostés, la Biblia relata algunas de las experiencias que los
discípulos vivieron. Sin embargo, no es hasta que leemos el libro de los Hechos en su
totalidad que podemos conocer toda la historia – y aún así, ese evento no culmina
ahí. El fuego de Dios no disminuye a medida en que pasa el tiempo. El origen de este
fuego es eterno, inagotable. Leemos en el libro de Zacarías que las siete lámparas
recibían un suministro eterno de aceite directamente de los árboles de olivo.
¿Dónde estaban?
En 1ra de Corintios 15:6, Pablo dice que en esa ocasión, Jesús se les apareció a más
de 500 personas a la misma vez. Este evento ocurrió antes del Día de Pentecostés.
Entonces, yo me pregunto, ¿Dónde estaban esas personas en ese histórico Día de
Pentecostés cuando el Señor bautizó en el Espíritu Santo y Fuego a los 120 que se
encontraban presentes en el Aposento Alto? En aquellos tiempos, en el Día de
Pentecostés, los judíos hacían una fiesta en el templo y todas las personas que vivían
a unas 20 millas de Jerusalén estaban en la obligación de asistir. De manera que,
esos quinientos hermanos, pudieron haber estado presentes en el Aposento Alto pero
no lo hicieron. Hoy día, muchos cristianos pasan por alto el “Día de Pentecostés” –
quizás porque están muy ocupados en otros asuntos. Para muchas personas, el
hablar en otras lenguas es tan excitante como tomar aceite de hígado de bacalao. En
mi opinión, nadie tiene el derecho de despreciar los dones del Espíritu Santo. El
Espíritu Santo imparte sus dones de acuerdo a su voluntad y no a nuestros deseos.
Quizás esos primeros hermanos en la fe tenían la leve sospecha de que en el
Aposento Alto iban a ser repartidas lenguas de fuego y decidieron permanecer en el
Templo, entre ritos sencillos y familiares. Quizás el Dios del fuego no es apropiado
para todas las personas. Sin embargo, de ser así, esas personas tienen un gran
problema ya que les guste o no, no existe ningún otro Dios.
Así es como yo reacciono ante el cristianismo sin fuego. Para mí, una religión fría es
tan poco atractiva como un planeta que sea eternamente frío. Un servicio de iglesia
frío es tan poco apetecible como las patatas frías de ayer.
Del mismo modo en que el Señor encendió el fuego en los altares de Israel, es El
Señor quien enciende el verdadero fuego en nuestros corazones. Levíticos 9:24
describe el primer altar que hizo Moisés. El fuego de ese altar, no se encendió
frotando madera con madera, como era la costumbre en aquellos días. La Palabra
dice, “Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras
sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros”.
Años más tarde, cuando Salomón inauguró el primer templo en Jerusalén, dice la
Biblia que él oró y el fuego descendió (2da de Crónicas 7:1-3). “Cuando Salomón
acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas;
y la gloria de Jehová llenó la casa. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de
Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. Cuando vieron
todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se
postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová,
diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre”.
De hecho, una fe sin fuego es una fe muerta. Una fe sin fuego iría en contra de la
naturaleza de Dios. Dios es fuego consumidor, y yo no puedo imaginarme cómo sería
nuestra fe si Dios no fuera tal y como es Él. Yo no puedo visualizar a Dios como un
Dios frío. Dios es como el sol del medio día, caliente, siempre en la cúspide. Si mi
experiencia religiosa no tiene sentimientos ni pasión ni me consume por dentro, y si
no tiene fuerza para empujarme; entones, todo cuanto poseo es como la oscuridad
de un sepulcro. ¡El sólo hecho de pensar en esto me da escalofríos! Cuando usted
disminuye la intensidad del fuego, desanima a Dios y entristece al Espíritu Santo.
Algunas personas dicen que Dios no tiene pasión pero sí compasión. Sin embargo, yo
no estoy de acuerdo con eso. Dios es una fuente eterna de pasión. Ciertamente, Él no
demuestra su pasión del mismo modo que nosotros. De ser así, como dijo Malaquías,
su pasión nos consumiría.
Fuegos Extraños
Sin embargo, existe otro lado de la moneda. De acuerdo con Levítico 10:1-3, “Nadab
y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego,
sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño que él
nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron
delante de Jehová. Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová,
diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo
seré glorificado”.
Hay iglesias a las que yo no asistiría porque su fuego es un fuego artificial. El factor
decisivo no es el tipo de música que tocan, ya sean himnos o canciones modernas.
Los himnos pueden ser cantados a manera sentimental o con nostalgia, sin tener
nada que ver con el deseo de buscar de Dios ni del fuego del Espíritu Santo. Los
cánticos modernos y el ruido tampoco son un substituto del fuego de Dios. Movernos
en el Espíritu no significa estar parados por media hora cantando la misma canción
una y otra vez. El Espíritu Santo no es una emoción creada por los músicos. ¿Asisten
las personas a su iglesia por la música – o por Dios? ¿Van en busca de amistades,
ruido, emociones, o el fuego?
Gracias a Dios por los músicos ya que no hay nada de santificado cuando un grupo
de personas que no tienen oído musical cantan en la clave equivocada y sin ningún
instrumento que los pueda ayudar o añadirle un poco de forma a sus esfuerzos. El
versículo 2 del Salmo 66 nos exhorta a: “Poned gloria en su alabanza”. Los servicios
de las iglesias no están supuestos a ser un tipo de penitencia por medio de la cual
expiemos nuestros pecados. Una iglesia es un aposento alto, no un salón comedor;
un lugar donde los vientos de Dios soplan y el fuego de Dios se posa sobre cada
cabeza.
Yo espero que las personas disfruten el ir a la iglesia, pero también espero que
asistan por una razón mucho más importante que disfrutar de un servicio. Podemos
lograr que nuestras iglesias sean bien atractivas, aún para las personas del mundo –
amigos, música, comida, actividades sociales. Sin embargo, el motivo más
importante para asistir a la iglesia debe ser conocer más a Dios, amarlo más y
desear más de Él. El propósito del Evangelio no es ofrecerle a la iglesia el mismo
sistema popular que ofrece el mundo. A decir verdad, debemos mantenernos al
ritmo de los tiempos. Sin embargo, el latido del corazón de Dios debe ser más fuerte
que el ritmo de percusión del grupo de música de la iglesia, y Su voz no se debe
perder en medio del alboroto del sistema de amplificación. Si su iglesia se quedara
sin electricidad, y la mayoría de los instrumentos musicales modernos no
funcionaran, ¿se desanimaría su congregación? Es bien importante que las personas
toquen los instrumentos con júbilo, alegría y gozo en Dios como lo hicieron las
personas que escribieron los Salmos; que canten alabanzas a Dios desde lo más
profundo de sus corazones; y que expresen el gozo que llevan en sus almas. ¿Están
dispuestos los instrumentistas a orar toda la noche por su ministerio? ¿Están
gozosos porque tocaron, o tocan porque están gozosos? Estar gozosos es bueno –
pero el verdadero gozo sólo lo obtenemos cuando nos gozamos en el Señor.
Antes de que usted pueda recibir el fuego del Espíritu, usted debe anhelarlo. Quizás
esa fue la razón por la cual solamente 120 personas se reunieron en el Aposento Alto.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán
saciados” (Mateo 5:6). ¡Qué promesa!
Enfrentando la Realidad
Si usted desea salvar las almas de una manera discreta, amable y sin emociones, al
Espíritu Santo se le va a ser difícil cooperar con usted. Algunas personas quieren
obtener una experiencia Pentecostal manteniendo la compostura, sin embargo, por
lo general, el obtener una experiencia Pentecostal viene acompañado de estar
“borracho” en el Espíritu. El poder del Espíritu de Dios es más fuerte que nuestros
frágiles cuerpos. Cuando el fuego de Dios cayó en el Templo todos los allí presentes
cayeron al suelo.
Lo que quiero decir es lo siguiente – usted no puede mantenerse calmado cuando el
fuego del Espíritu cae sobre usted. En realidad, luego de una experiencia como ésta,
usted nunca será igual. Cuando el rey Saúl recibió un toque del Espíritu, se
convirtió en otro hombre. Si usted no desea ser diferente, no busque este fuego. Ya
que si usted recibe este fuego dentro de la iglesia, también lo tendrá fuera de la
iglesia. Usted será diferente, tan diferente como un cardenal en medio de gorriones.
Y eso es precisamente lo que el mundo necesita – personas diferentes. Personas que
brillen como luceros “en medio de una generación maligna y perversa”. (Filipenses
2:15) Moisés vio cuando la zarza ardía y dijo, “...Iré yo ahora y veré esta grande
visión...” (Éxodo 3:3). ¡Qué extraño! ¡Sí, divinamente extraño! ¿Cómo podremos
impactar a las personas si somos iguales a ellas? Nosotros debemos ser hombres y
mujeres cuyos corazones estén encendidos – lo cual no es necesariamente algo
placentero.
En una ocasión, Pablo se rasuró el cabello de la cabeza para mostrar que había
hecho una promesa. (Hechos 18:18) Las personas se fijan en ese tipo de cosas – ¿Un
apóstol sin cabello? Vale la pena mencionar que Pablo no sentía vergüenza de verse
así. A través de este acto, Pablo les mostró a todos que él era un hombre de mucha
devoción que le había ofrecido una promesa a Dios. ¿Qué impide el que los creyentes
que han sido bautizados en fuego hagan lo mismo?
Los discípulos salieron del Aposento Alto transformados. Pedro obtuvo la atención
de todos cuando dijo: “Todos somos testigos” (Hechos 2:32). En otras palabras,
“Somos testigos de que Jesús vive - sólo basta con mirarnos a nosotros mismos”.
¿Cómo se ven las personas cuando salen de las iglesias los domingos en la mañana?
El Espíritu de Dios no es una sensación o un poder, sino una Persona; la Persona del
Espíritu Santo. Así como usted no puede repartir a su esposa(o) o a su hija(o),
ningún predicador o evangelista puede impartir el Espíritu de Dios. El Santo
Espíritu de Dios es una Persona. Él no es impartido con el fin de crear efectos
asombrosos en los escenarios, como si fuese un acto de magia. Su verdadero
propósito es revelar a Jesús. Elimine a Jesús, y estará eliminando también al
Espíritu Santo. Si eso ocurre, usted se quedará solo.
Debemos encender el fuego aunque sea a base de argumentos. Sí, seremos figuras
controversiales pero también seremos la causa de que la maldad sea expuesta.
Señalando así, que la maldad es digna de desprecio. La incredulidad y el rechazo a
Cristo producen todo tipo de perversidad y maldad a su paso. ¡El mundo está loco!
Es una verdadera locura el dudar de Dios, de la resurrección de Cristo y de la
Palabra de Dios. Si las personas resplandecieran y las iglesias ardieran con el fuego
del avivamiento, ese fuego se esparciría como un fuego en un bosque forestal. El
avivamiento es fuego. Todo avivamiento está compuesto por personas que han sido
llenas del verdadero fuego de Dios y que están ardiendo delante de todos los
hombres. El avivamiento nunca llegará mientras usted permanezca cómodamente
dentro de su casa pidiéndole a Dios que actúe. Una vez Dios lo bautice en Fuego, lo
enviará al mundo de la misma manera en que Sansón envió a las zorras con
antorchas en sus colas. (Jueces 15:4-5)
El profeta Jeremías era el tipo de hombre que necesitamos hoy, millones de ellos. A
pesar de estar desanimado, no se pudo quedar callado. Él dijo que la palabra de
Dios era como tener fuego ardiente en sus huesos (Jeremías 20:9).
Volviendo al primer párrafo… Nuestro Dios es un fuego consumidor. ¿Puede usted
vivir con Él, con el fuego eterno? Si no puede, ¿será usted capaz de vivir consigo
mismo?
'En mi opinión, nadie tiene el derecho de despreciar los dones del Espíritu Santo. El
Espíritu Santo imparte sus dones de acuerdo a su voluntad y no a nuestros deseos.
Quizás esos primeros hermanos en la fe tenían la leve sospecha de que en el
Aposento Alto iban a ser repartidas lenguas de fuego y decidieron permanecer en el
Templo, entre ritos sencillos y familiares. Quizás el Dios del fuego no es apropiado
para todas las personas. Sin embargo, de ser así, esas personas tienen un gran
problema ya que les guste o no, no existe ningún otro Dios. '
Tal vez hoy tu pregunta es: Como puedo recibir el fuego de Dios en mi vida?
Israel estaba muy alejado de Dios, siguiendo a Baales (otros Dioses) por respuestas
en sus vidas. No había llovido por tres años y medio, por lo que había un sentimiento
de gran desesperación en medio del pueblo.
“Èl arregló el altar de Jehová que estaba arruinado” (vs. 30) y edifico un altar en el
nombre de Jehová (vs 32).
El Señor quiere que primero reedifiquemos el altar en nuestra propia vida, que
decidamos ponerlo primero a El en nuestro corazón. Tal vez en tu vida has edificado
otros altares que no han agradado a Dios y es tiempo de cambiar.
El Altar de tu corazon : Primero, has de tu corazón una habitación para Dios!
Búscalo en tu aposento íntimamente y pídele al Espíritu Santo que habite en ti. El
quiere que lo conozcas. Te aseguro que nada podrá reemplazar este tiempo que
puedes tener con El ¡
El Altar en tu casa: Atiende a tu familia como el mayor regalo que Dios te ha dado,
ten tiempos de leer la palabra en tu casa, escucha las necesidades de tu esposo y de
tus hijos y ora junto con ellos. No dejes que otras actividades diarias del mundo
ocupen este lugar.
Elías pidió que se preparara el espacio alrededor del altar. Una vez que entres en
intimidad con el Señor, pídele que prepare tu corazón poniendo una fe sobrenatural
en ti para poder recibir el fuego de Dios que transformara de tu vida. Declara que tu
corazón es un campo fértil en donde la palabra de Dios es sembrada y da buen
fruto. Empezaras a ver cambios en tu vida si crees¡
“Preparó luego la leña y corto el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña” (vs. 33).
Elías pidió que sobre el holocausto y la leña se derramara mucha agua. Esto era
para mostrar que el fuego de Dios y su gloria vendría a pesar del agua sobre la leña.
Es decir que no habia nada que podia cambiar el plan de Dios. Y entonces el pueblo
creería que Jehová es el único Dios!
Entonces cayo fuego de Jehová y consumió todo el holocausto, la leña, las piedras y
el polvo, y aun lamio el agua (vs 38 ). Viéndolo todo el pueblo, se postraron y
dijeron, Jehová es Dios, Jehová es el Dios ¡ (vs 39)
El fuego de Dios es el mismo Espiritu Santo en ti, que consume todo pecado, purifica
tu corazon, y lo enciende para tener un encuentro cara a cara con Dios. ! Permite
que El Fuego entre en ti y veras que despues tambien entrara en tu casa y toda tu
familia creerá en El ! Tu milagro viene mujer! Busca y cree.
PROMESA
Levítico 6 v 12 “Y el fuego encendido sobre al altar no se apagara, sino que el
sacerdote pondrá en el leña, cada mañana, y acomodara sobre el , y quemara sobre
el las grosuras de los sacrificio de paz. El fuego ardera continuamente el altar, no se
pagara”
Contenido
El fuego de Dios
Por Mauro Servin
Una vez escuche decir a Claudio Freidzon, decir: el fuego de Dios no es otra cosa
más que una pasión por Dios. Si eres un amante de Dios, entonces estarás listo no
sólo para recibir un toque especial sino para vivir en el fuego de Dios. ¿Es posible
vivir en el fuego de Dios? Me preguntaban una vez al final de una reunión. Ese día
yo había sido consumido por el fuego y eso mismo que recibí lo ministré a la
congregación. Ellos fueron llenos del fuego también. Lo que ellos no sabían que
durante la semana había pasado por muchas pruebas y luchas. Lo primero que
ocurrió fue que me enfermé fuertemente del pecho y durante toda la semana no
pude salir de mi casa a ningún lugar. En esos mismos días también mi esposa
Biviana estuvo también delicada de salud, el doctor le mando a hacer unos estudios
lo más pronto posible. Ya en mi habitación me puse a orar , posteriormente revisé mi
agenda, cuando vi que tenía que pagar un dinero por un diseño que me estaban
haciendo; chequé mi cartera y me había quedado con tan sólo unos pesos. Ese
dinero no era suficiente para pagar la medicina, estudios y el dinero por el diseño.
Me sentí un poco triste y conmovido a la vez, ya no era tan sólo nuestra salud, sino
también nuestra economía, en ese momento mi esposa se acercó y me dijo muy
preocupada: - ¿qué hacemos?...-
Solo en mi habitación cerré mis ojos, me humille ante Dios y ore diciendo: -Señor
dame paz en todas estas situaciones. Entonces escuché una voz en mi interior que
me decía:- confía en mí-. Al escuchar al Espíritu Santo hablándome, las cargas
desaparecieron y comencé a sentir cómo mi cuerpo se llenaba del fuego de Dios.
Al día siguiente Dios hizo un milagro económico. Un pastor me dio una ofrenda con
lo que pude hacer todos los pagos y no sólo eso sino que pude bendecir a otras
personas que necesitaban apoyo.
En esos días me encontraba casi sin fuerzas debido a mi salud, incluso no podía orar
como yo quería o salir a predicar (¡que desesperación!). Mi alma estaba turbada, me
sentía desesperado y necesitaba urgentemente el fuego de Dios para que me diera
nuevas fuerzas, que consumiera mi alma y quitara todo lo que me turbaba,
necesitaba ese fuego que consumiera mi cuerpo y quitara toda enfermedad.
Sucedió que por la tarde, cuando me dirigía hacia la congregación, cerré mis ojos y
adore a Dios como nunca antes, lo único que anhelaba era su presencia. Había
tenido pruebas, pero eso no me detuvo para buscar de él y menos para no recibir de
su fuego, cada vez que lo busque él me consumió. Después de unos segundos el
Espíritu Santo invadió el lugar y me visitó, El me dijo: - comunión conmigo es lo que
hace que vivas en el fuego, comunión conmigo es lo que hace que vivas en victoria
¡pero qué palabra había recibido del Espíritu, en esos instantes el me llenó de su
fuego, desde mis pies hasta mi cabeza, sentía que me quemaba, él me había seducido
por su presencia, mi corazón ardía por buscarle de día y de noche.
Llegué al servicio lleno del fuego de Dios y al final de la reunión pude contestar
positivamente a su pregunta. - ¿se puede vivir en el fuego de Dios?.
En esa semana, en medio de las pruebas me di cuenta que: " Sí se podía vivir con el
fuego de Dios siempre" Y se cumple la palabra: Cuando pases por las aguas, yo
estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te
quemarás, ni la llama arderá en ti. (Is 43:2).
Estoy de acuerdo con Freidzon al decir: El fuego de Dios no es otra cosa que "pasión
por Dios" . Ese fuego nos lleva a tener a una búsqueda intensa por Dios.
Una persona que vivió en el fuego de Dios fue: el profeta Jeremías, su vida no fue
fácil. Jeremías vio la desintegración moral y espiritual de su nación, la vio desolada.
Hablaba la palabra de Dios y el pueblo se burlaba de él, "Cada día escarnecido,
cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: violencia y
destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido por afrenta y escarnio cada día
( Jer 20:8 ).
Muchos dicen que Jeremías fue un frustrado y fracasado por no tener resultados. El
éxito no depende de los resultados, el éxito es hacer la voluntad de Dios, Jeremías
hizo la voluntad de Dios y por lo tanto logró el éxito.
Otros dicen: que Jeremías se la pasaba solo lamentándose "le dicen el quejón" pero
realmente se dolía debido a la pasión que tenía por Dios y por su pueblo, a él le dolía
la indeferencia de su nación hacia Dios y su palabra, era una agonía para él ver a su
pueblo en decadencia moral y espiritual. Debido a su ministerio Jeremías tuvo que
sufrir desprecio por el pueblo, fue repudiado por todo Israel. El fue buscado por sus
enemigos para matarle y aun sus amigos le acusaban.
A pesar de todo esto Jeremías fue consumido por el fuego de Dios -"no obstante,
había en mi corazón como un fuego de ardiente metido en mis huesos; trate de
sufrirlo, y no pude"-
Seducido por Dios
Jeremías tuvo luchas por hablar la palabra de Dios a su pueblo, Todos tenemos
pruebas y luchas, pero ¿qué pasó con Jeremías? Jeremías fue seducido por Dios; es
decir, él ya no vivía para él, sino sólo vivía para Dios, él había muerto a sus deseos y
planes para sólo vivir para los planes de Dios. " Eso es el fuego verdadero ." Deja
que Dios hoy consuma con su fuego todos tus deseos para que desde hoy vivas sólo
para cumplir sus planes.
En este tiempo Dios nos a empezado a bendecir con su fuego y es importante que tu
y yo nos metamos en el fuego de Dios, porque si estas en el fuego de Dios no hay
fuego del infierno que te pueda quemar, porque si estas en el fuego de Dios no hay
fuego que pueda tocarte, porque lo que es del fuego, fuego es.
El que esta en peligro, es aquel que esta en la carne y todo aquel que no esta
buscando el reino de Dios y su justicia, el que esta en peligro es aquel que no anda
conforme la voluntad de Dios, pero puedes ganar porque el fuego de Dios va a
quemar tus pasiones y deseos, este tiempo que estamos viviendo por el Espíritu
Santo, es un tiempo para quemar tus malos hábitos, quemar lo malo y dejar lo
bueno, el Espíritu Santo esta quemando tus iniquidades, esta quemando tu falta de
amor hacia tu familia, hacia tus padres, esta quemando tu mal carácter, esta
quemando tus malos pensamientos, esta quemando tu hablar, esta quemando tu
falta de santidad, este es el tiempo que el El Espíritu Santo de Dios quiere moverse
poderosamente en nuestros corazones, la palabra declara que (El Espíritu Santo nos
anhela celosamente), Iglesia este es tu tiempo, este es un nuevo comienzo para tu
vida, es apenas el comienzo de lo que Dios estará haciendo en este año 2002
¿Ya estas en el fuego de Dios? ¿cuánto tiempo pasas en la palabra de Dios? ¿cómo
esta tu vida de oración? ¿estas sirviendo al señor en algún ministerio? ¿estas
diezmando y ofrendando al señor de todo lo que ganas? Como ves?
Arder en el fuego de Dios no depende de Dios, sino mas bien de ti, cuando te sometes
a Dios tu vida arderá como una antorcha encendida, El apóstol san pablo le dijo a su
hijo Timoteo en el capitulo 1:6 ( aviva el fuego del don de Dios que esta en ti ) en
otras palabras atiza el fuego, cuando veas que ya el fuego esta por apagarse, cuando
veas que la leña esta por terminarse atízalo, sóplalo y déjalo que arda, déjalo que se
encienda por el poder del Espíritu Santo.
La palabra que leímos dice: que Juan el bautista dio testimonio de que Jesús es el
que bautiza en Espíritu Santo y fuego, ¿cuantos han sido Bautizados con el Espíritu
Santo? Y en fuego ¿cuántos han sido bautizados en el fuego de Dios? Cuando estas
en el fuego de Dios te gozas, te llenas de su presencia anhelas mas y mas y mas de
Dios y no quisieras que esto terminara, y no quisieras que esto parara, que no se
detuviera, le dijéramos a nuestro pastor sigamos porque que bueno es estar en su
presencia, que lindo es estar en sus atrios, y arrodillarnos delante de el, aunque
parezca loco, a los ojos de los hombres, pero lo loco de este mundo escogió Dios para
avergonzar a los cuerdos, lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los
sabios, lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a los fuertes, lo vil del
mundo, y lo menospreciado escogió Dios y lo que no es para deshacer lo que es, no
importa si parezco un tonto, no importa lo que digan los que me miran, yo voy a
caminar en el fuego de Dios. Porque?
1) Dios es un Dios de Fuego y que también responde con fuego: En el primer libro de
los reyes se nos cuenta una historia impactante y es que el pueblo había dejado de
servir a Dios, por seguir a dioses ajeno (I Reyes 18: 20-40), en el versículo 24 el
profeta de Dios reto a los profetas de baal, diciendo El Dios que responda con fuego
que ese sea Dios, entonces los profetas de baal clamaron a su Dios desde ese
momento hasta el mediodía, y no hubo quien los escuchara y siguieron clamando
hasta las tres de la tarde y no hubo ninguna voz que respondiera, cuando el profeta
de Dios tomo su lugar dice la palabra que el hizo tres cosas,
Cuando los apóstoles estaban en aposento alto en Hechos 2:2 y 3 dice que estaban
unánimes juntos esperando al Espíritu Santo, pero cual fue su sorpresa que de
momento y de repente es les aparecieron lenguas repartidas como de fuego
asentándose sobre cada uno de ellos, cuando clames a Dios, el te responderá con
fuego, cuando eres un siervo que vives en el fuego de Dios nunca estarás satisfecho,
siempre querrás mas y mas y mas de Dios.
Cuando vives en el fuego de Dios, no importa si te meten en un horno de fuego
ardiendo, tu estarás danzando y alabando a Dios, si estas en el fuego de Dios el fuego
del enemigo no podrá hacerte daño (Daniel 3:15-27) el fuego de Dios ya esta
encendido, dije ya esta encendido, el fuego ya esta aquí, solo recibe su fuego,
(cuando Juan bunyan Fue quemado en la hoguera, murió con una sonrisa en los
labios) cuando el fuego de Dios te quema por dentro, no importa si estas quemando
por fuera, "porque el fuego no quema fuego".