Recibo lenguas de fuego.

Purifícame con tu fuego.

Hazme un ministro de fuego

Embriágame en tu Espíritu Santo

Minístrame con las llamas de fuego.

Que tu espíritu santo nos haga libres.

Bautízame con el Espíritu Santo y fuego.

Que tu palabra sea predicada con fuego.

Que toda carne vea tu fuego manifestarse.

Jehová eres el Dios que responde con fuego.

Tu trono, ho señor es como llama de encendida.

Que tu fuego de tu presencia se manifieste en mi vida.

Señor ven y reprende a tus enemigos con llama de fuego.

Que tu fuego este en mi manos para sanar a los enfermos.

Que tu fuego este en mi lengua para predicar y profetizar.

Líbrame con tu fuego consumidor en el nombre de Jesús.

Que tu fuego me proteja y me cubra de mis enemigos.

Que tu fuego sea liberado en todo rincón de Morona Santiago.

Que tu fuego este en mis manos para echar fuera los demonios.

Que el fuego vaya delante de ti ho señor y consuma a tus enemigos.

Que tus enemigos no puedan salvarse de las llamas de fuego y granizo.

Que las saetas satánicas sean como la mala hierba que tu fuego consuma.

Que los dardos del infierno sean como la hierba seca que tu fuego consuma.

Que tu gloria se encienda como una hoguera ardiente de fuego en este día.
Que se manifieste el fuego abrazador para consumir las obras de las
tinieblas.

Crea en esta hora un resplandor de fuego que esparza llamas sobre mis
hermanos.

Cuando la unción llegue me limpie, me santifique y me restaure en el nombre

de Jesús.

Que tu fuego queme el pecado de mis ojos, mi corazón, mis extrañas, mi

boca y lengua.

Crea en esta hora un resplandor de fuego alrededor de mi que esparza

llamas de fuego.

Que los espíritus inmundos de lujuria, perversión, idolatría sean quemados

con tu fuego.

Que el consolador este sobre nosotros, no abrase nos consuele, nos anime
y nos fortalezca.

Que los espíritus inmundos de engaño, adulterio, fornicación sean

quemados con tu fuego.

Señor libera tu fuego y quema las obras de las tinieblas en el nombre de

Jesús de Nazaret.

Haz oír tu potente voz y haznos ver le descenso de tu brazo, como llama de
fuego consumidor.

Que el fuego consumidor sea como torbellino, tempestad y granizo en contra

de mis enemigos.

Que los demonios queden al descubierto y sean echados fuera con la unción
de tu Espíritu Santo.

Que tu fuego consuma a los espíritus malignos que me acosan mi alma en

el nombre de Jesús de Nazaret.

Cuando la unción de tu Espíritu Santo llegue me cambie, me transforme en el

nombre de Jesús de Nazaret.