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LA EVOLUCIÓN

DE LAS ESPECIES
(TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN)
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Maquetación: Enparantza
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LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES (Teoría de la evolución)

Desde la noche de los tiempos, el ser humano ha intentado comprender los fenómenos que le rodeaban y ha
tratado de explicar su presencia en este mundo. Las distintas culturas fueron proporcionando, a lo largo de los
siglos, diferentes relatos acerca de cómo estaba ordenado el mundo. Se intentaba buscar un sentido y una estruc-
tura lógica a un mundo en apariencia peligroso y, sobre todo, caótico.
En la actualidad, tenemos una visión mucho más clara de nuestro lugar en la Naturaleza, gracias a la Teoría
de la evolución, enunciada por Charles Darwin. (Alfred Wallace llegó a la misma conclusión que Darwin y los
trabajos de ambos se publicaron al mismo tiempo; pero Wallace no había acumulado la enorme documentación
de aquél).
Charles Darwin empleó más de 24 años en recoger pruebas y en elaborar su teoría en su libro El origen de
las especies por medio de la selección natural. Cuando se hizo público, temblaron las bases de la Biología y de la
visión que el ser humano tenía de sí mismo. Darwin fue muy criticado en su época, y la prensa de entonces publi-
có crueles caricaturas suyas, ridiculizando su obra. Muchos contemporáneos se sintieron ultrajados por la suge-
rencia de que el hombre podía ser un simple descendiente de un antepasado simiesco.
La concepción básica de Darwin sobre la evolución de las especies (aunque en su libro no se menciona la
palabra evolución) ha permanecido firme hasta nuestros días. No obstante, la ciencia moderna la ha perfecciona-
do, gracias al conocimiento del mecanismo de la herencia, de
los genes y de las mutaciones (que no se conocían en la época
de Darwin). En la actualidad, la idea evolutiva se ha extendido
a todos los campos de la ciencia; hasta nuestra misma visión del
Universo se ve influida por la idea de evolución.

LA TEORÍA EVOLUTIVA

La Teoría de la evolución afirma, básicamente, que todos


los seres vivos se han desarrollado a partir de otras formas
de vida, por la acción de la selección natural. Pero, ¿qué fue
lo que les obligó a hacerlo? Charles Darwin (1809 - 1882)
En 1809, el naturalista francés Lamarck, fue el primero en Como consecuencia de la publicación del
libro El origen de las especies, se decía que
intentar una explicación. Este científico explicó su teoría con el Darwin afirmaba que el hombre descendía
ejemplo de la evolución del cuello de las jirafas. Lamarck pos- del mono. Esto causó una gran polémica en
tulaba que las jirafas, que comían hojas de los árboles, habrían los ambientes puritanos de la época.
Los periódicos de la época ridiculizaron
ido alargando su cuello por el esfuerzo, de la misma manera cruelmente a Darwin
que los atletas desarrollan sus músculos. Este alargamiento del

Leonardo da Vinci fue uno de los primeros en opinar que los fósiles fueron seres vivos que habían vivido en el
pasado, lo cual demostraba la gran vejez de la Tierra. No se atrevió a divulgar esta teoría, y la expresó a
escondidas en sus cuadernos personales.

Viaje de Darwin a bordo del Beagle y portada del libro que publicó narrando su viaje

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LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES (Teoría de la evolución)

El cataclismo del Período Pérmico


La mayoría de los 1.000 millones de especies que vivieron alguna vez sobre el planeta Tierra están extingui-
das. La extinción es la norma. La supervivencia es la excepción. Hace unos 245 millones de años, sucedió la
catástrofe biológica más devastadora que hemos encontrado en el registro fósil. Murieron entre el 90 y el 95%
de todas las especies que entonces vivían en la Tierra (nótese la inquietante cercanía del 95% al 100%). Fue
una hecatombe tan terrible que en ese mismo momento pudo acabar la historia de la vida en nuestro planeta, y
en ese caso, nosotros no estaríamos ahora hablando de este tema. Se calcula que, de todas las especies de ani-
males vivos en aquella época, sólo unas 25 dejaron descendencia. De 10 de ellas, derivan el 98% de las 40.000
especies actuales de vertebrados.

cuello habría ido pasando a sus hijos, que se habrían esforzado en desarrollarlo, transmitiéndolo, a su vez, a las
siguientes generaciones.
Hoy en día se sabe que no hay relación entre el desarrollo de un órgano y el hecho de que esta modificación
se pueda transmitir a la descendencia. Pero su gran acierto fue el de relacionar por primera vez a la evolución
con el medio circundante.
La base para la Teoría de la evolución la daría el naturalista inglés Charles Darwin en 1859. A los 22 años,
Darwin inició en el barco de investigación Beagle un viaje alrededor del mundo que duró cinco años. En una de
sus escalas, el Beagle visitó las Islas Galápagos, en Ecuador. Allí descubrió una fauna muy diferente a la del
resto de los sitios que había visitado. Contó siete especies diferentes de tortugas, cada una en una isla distinta.
Las diferentes variedades presentaban otras tantas formas de caparazón. También clasificó hasta 14 variedades
de pájaros pinzones. Cada uno de ellos había adaptado el pico a sus distintas formas de alimentación y de hábi-
tos de vida. La progresiva separación de cada variedad hizo que se transformaran en especies diferentes, incapa-
ces de cruzarse entre sí.
Se puede decir que durante este viaje se gestó en la mente de Darwin la teoría de su famoso libro.
Según él, todos los individuos de la misma especie son ligeramente diferentes. Las diferencias podrían ser míni-
mas, pero aquellos que estaban ligeramente mejor adaptados al medio ambiente tenderían a vivir un poco más y
a tener una mayor descendencia. De esta manera, tiene lugar una selección natural de entre todas las variedades
de individuos de la misma especie. Los recursos disponibles son escasos y el número de individuos muy grande
(hay mucha competencia por el alimento). Por lo tanto, sobreviven los individuos mejor adaptados al medio que
les rodea.
Una de las ideas más profundas de Darwin fue que la vida evoluciona porque es muy competitiva.
Darwin ya intuyó que la vida podía haber tenido un origen común (también intuyó, observando a los chimpan-

El naturalista francés Lamarck sostenía que los


Esta roca de Groenlandia tiene una
caracteres adquiridos se transmitían de padres a Evolución del caballo.
antigüedad de 3.800 millones de años. En
hijos. Así, por ejemplo, la jirafa tenía tan largo el ella se han detectado restos de carbono, Los primeros ancestros
cuello como consecuencia de las muchas lo que implica una alta posibilidad de que apenas medían 40
generaciones de jirafas que habían alargado poco a sea consecuencia de la existencia de centímetros de altura
poco su cuello intentando alcanzar las ramas altas de algún tipo de vida
los árboles. Hoy se sabe que esto no es cierto.

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LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES (Teoría de la evolución)

cés y a los gorilas, que el ser humano procedía de África), pero no tenía
conocimientos suficientes para explicar cómo aparecían y se transmi-
tían las variaciones. Gregor Mendel descubrió las grandes Leyes de la
herencia. Es decir, que los caracteres hereditarios se transmiten, de
padres a hijos, a través de los genes.
Los genetistas posteriores a Mendel averiguaron que los genes
son fragmentos de información genética, que se transmiten de padres a
hijos, y se encuentran en el núcleo de las células, concretamente en los
cromosomas, desvelando parte de los mecanismos que producían las
variaciones.

MECANISMO CAUSANTE DE LOS CAMBIOS

Los científicos descubrieron que los cromosomas estaban forma- El monje austríaco Gregor (de
dos por largas cadenas de ADN. Sólo con el descubrimiento de la molé- laico Johann) Mendel sentó las
bases de la Genética
cula de ADN, de su estructura, y de su función, quedó explicada con cla- experimentando con guisantes
ridad la manera en que se producían las variaciones. en el huerto de su convento
La duplicación del ADN es, globalmente, muy fiable (de hecho, la
estructura del ADN cambia más lentamente que el aspecto de los conti-
nentes), pero eso no evita que se produzcan errores. La radiación ultra-
violeta del Sol, los rayos X y rayos cósmicos provenientes del espacio,
el calor, la radiactividad natural del planeta y algunas sustancias quími-
cas, aumentan el número de errores. Estos errores (conocidos como
mutaciones) tienen lugar cada vez que se altera la molécula de ADN.
Hoy día se estima que la tasa de mutaciones es del orden de 1 entre
100.000. Es decir que, para un gen determinado, encontraremos una
mutación por cada 100.000 individuos, en cada generación.
Algunas mutaciones son poco importantes y pasan a los descen-
dientes sin producir ningún efecto visible. Otras mutaciones, son posi-
tivas (las menos) porque proporcionan alguna ventaja al individuo, que
aumenta sus probabilidades de supervivencia y la de sus descendien-
tes. Por tanto, esta mutación positiva sobrevive en las siguientes gene-
raciones.
Otras mutaciones (la mayoría) son negativas, porque disminuyen
las probabilidades de que el organismo y su prole sobrevivan. La selec-
ción natural hace que, generalmente, sólo se mantengan las mutacio-
nes positivas, ya que mejoran la adaptación del individuo al medio cir- Éstos son los 23 cromosomas del
hombre. Mediante técnicas
cundante que, a su vez, también experimenta cambios (sequías, inun- fotográficas sólo se pueden ver
daciones, aumentos y disminuciones de la temperatura y otros). algunas mutaciones. La mayoría
En la mayoría de los casos, las mutaciones suponen cambios muy de ellas sólo son visibles a nivel
molecular
pequeños. Pero, a lo largo de millones de años, estos cambios se van
acumulando y van aumentando notablemente las diferencias entre los

El cataclismo del Período Cretácico


Hace 65 millones de años, un cometa o un asteroide de gran masa chocó contra la Tierra en el Golfo de
México, al norte del Yucatán. Desaparecieron casi todos los animales de más de un metro de longitud, entre
ellos, todos los dinosaurios, que durante 200 millones de años habían dominado la Tierra. Este hecho fortuito
hizo posible que unos pequeños animales temerosos, furtivos y nocturnos del tamaño de musarañas, llamados
mamíferos, pudieran desarrollarse y ocupar toda la Tierra al haber desaparecido todos sus depredadores. Si
ese meteorito hubiera recorrido una trayectoria ligeramente diferente, o nuestro planeta viajara a una veloci-
dad algo más lenta, o más rápida que la habitual, es casi seguro que la historia del ser humano no hubiera exis-
tido. Esto no quiere decir que no hubiera habido vida inteligente en el planeta; pero no se trataría del descen-
diente de un primate sino, probablemente, de un reptil de gran cerebro.

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LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES (Teoría de la evolución)

descendientes y los antecesores. Este es el mecanismo funda-


mental por el que aparecen nuevas especies. Sin embargo, espo-
rádicamente, ciertas mutaciones provocan cambios tan impor-
tantes, que originan, brusca y rápidamente, especies nuevas (es
un fenómeno conocido como puntuación, y explica por qué se
han encontrado tan pocos fósiles de “eslabones perdidos”, es
decir, de especies que están a medio camino entre dos especies
muy diferentes, como el caso del Archaeopteryx ).
El azar también interviene de forma determinante en el pro-
ceso evolutivo. Por una parte, en el mismo origen de las mutacio-
nes (ellas se producen por azar, aunque después la selección natu-
ral favorezca a unas sobre otras). Por otra parte, el azar también
interviene en los cambios del medio ambiente (por ejemplo, la
caída de un meteorito hace 65 millones de años supuso la extin-
ción completa de los dinosaurios; si no hubiese sucedido este
hecho azaroso, los mamíferos – el hombre entre ellos – difícil-
mente podrían haber evolucionado en la forma que lo han
Fósil de Archaeopteryx hecho).

EL RITMO EVOLUTIVO

Parece ser que la evolución se produce a un ritmo lento y


constante. Los pequeños cambios se van acumulando a lo largo
del tiempo, produciendo otros mayores. Algunos científicos,
como Stephen Jay Gould, sostienen que el ritmo lento de los cam-
bios, el ritmo evolutivo, se ve alterado de tiempo en tiempo por
cortos períodos de rápidos y bruscos cambios. Actualmente, la
Lamprea. Es una de las formas más biología molecular está contribuyendo notablemente a desvelar
primitivas de vertebrados
el orden en que se fueron sucediendo los acontecimiento e inclu-
so las fechas en que se produjeron. Los biólogos moleculares afir-
man que el estudio del ADN de los diferentes organismos permi-
te clarificar las relaciones de parentesco entre los seres vivos, ya
que un animal es un pariente más cercano a otro cuanto más simi-
lar sea su ADN. Pero además, han descubierto unos, llamémos-
les, “relojes moleculares”. Según parece, los cambios en el ADN
se suceden con gran regularidad, como el tic-tac de un reloj. De
modo que, si sabemos el número de cambios que se han produci-
do en los ADN de dos especies diferentes, y si sabemos que cada
cambio significa, por ejemplo, un millón de años, podemos cal-
cular cuantos millones de años hace que ambos seres se separa-
ron de su antepasado común. Se ha demostrado que los “relojes
moleculares” no son muy precisos para “cortos períodos de tiem-
po” (menos de 10 millones de años); pero son muy precisos para
períodos de decenas y centenas de millones de años.

PRUEBAS DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN

LOS FÓSILES
Stephen Jay Gould, uno de los mayores Una de las pruebas más irrefutables de la Teoría de la evolu-
expertos en la Teoría de la Evolución. Jay
sostiene que los cambios evolutivos no se ción se encuentra en los fósiles. De una manera general, las capas
producen a un ritmo constante, sino que lo más antiguas (que suelen estar a más profundidad) de la tierra
hace a saltos. Cada cierto tiempo, se contienen restos de seres más simples que las capas comparativa-
producen muchos cambios rápidos.
mente menos antiguas.

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LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES (Teoría de la evolución)

De esta manera, tras largos estudios y comparaciones, se ha podido seguir la evolución de muchas espe-
cies, como por ejemplo, la que ha sufrido el caballo a lo largo de millones de años, hasta adoptar su forma actual.
Uno de los casos más interesantes del estudio de los fósiles son los estados intermedios entre dos tipos de
seres vivos. Éste es el caso del Archaeopteryx, que tiene características de reptil y de ave al mismo tiempo. Estas
formas intermedias de vida apoyan la Teoría de la evolución.

LOS EMBRIONES
Otra prueba de la Teoría de la evolución la ha aportado el estudio de los embriones.
Los embriones de especies muy diferentes entre sí, como las aves, los peces y los mamíferos, presentan for-
mas parecidas en determinados momentos de su crecimiento. Los embriones siguen los pasos intermedios de su
especie durante su evolución.

ÓRGANOS “INÚTILES”
Existen órganos en los animales que no responden a ninguna función. Se cree que son los restos de etapas
anteriores de la evolución, como el apéndice del ser humano; o la forma de nuestras vértebras y venas de la
región caudal de la columna vertebral, que se supone que son restos de una antigua cola que desapareció en el
curso de nuestra evolución. Las ballenas muestran su origen terrestre porque aún conservan unos restos óseos de
cintura pélvica (de fémur y de tibia) de un tamaño muy reducido.

SEMEJANZAS ENTRE ÓRGANOS DE DISTINTOS ANIMALES


Se puede observar la semejanza de determinados órganos de distintos grupos animales. Por ejemplo, los
miembros anteriores de un hombre, una lagartija, una ballena, un ave o un caballo, tienen funciones que en algu-
nos casos son muy diferentes. Sin embargo, su estructura ósea es semejante. Esto significa que existe un grado
de parentesco entre todos estos organismos.

SEMEJANZAS A NIVEL MOLECULAR


La biología molecular ha suministrado pruebas contundentes acerca de la Teoría de la Evolución. Ella ha
demostrado que todos los seres vivos (desde la más pequeña bacteria hasta la gigantesca ballena azul) tienen el
mismo código genético basado en el ADN (una molécula muy grande y compleja que sólo se encuentra en el
interior de los seres vivos). Todos los seres vivos tienen un ADN con las moléculas siguiendo una espiral hacia la
derecha (nunca hacia la izquierda). El ADN tiene dos misiones principales: (1) hacer copias de sí mismo, y (2)
suministrar los planos para la fabricación de las proteínas. Esto se cumple en todos los seres vivientes.
Las proteínas son las otras moléculas fundamentales de la vida. Son los ladrillos con los que se construyen
los cuerpos de todos los seres vivos. También son ellas las
principales responsables de que se produzcan millones de
reacciones químicas a la baja temperatura del cuerpo. Las
proteínas son las moléculas más grandes y más complejas
del cuerpo, y están formadas por unidades más pequeñas lla-
madas aminoácidos. Existen cientos de aminoácidos en la
Naturaleza, y sin embargo, sólo 20 tipos diferentes forman
todas las proteínas de cada organismo. Por otra parte, todos
los seres vivos están compuestos de células, las cuales com-
parten muchas estructuras físicas y muchas reacciones quí-
micas.
Todas estas coincidencias, en moléculas tan comple-
jas prueban que todos los seres vivos tienen un origen
Los sistemas circulatorios de las tres especies común.
guardan similitudes demasiado evidentes para
achacarlas al azar. Las aves y los mamíferos LA EVOLUCIÓN SIGUE ACTUANDO EN NUESTROS
descienden de los reptiles, y el recorrido
torácico de la arteria aorta lo demuestra. En el DÍAS
caso de los reptiles las dos cavidades del Antes de la Revolución Industrial, el tronco de los
corazón no están perfectamente separadas
como en las otras dos especies.
árboles ingleses estaba cubierto por un liquen claro. En los
parques se observaban dos variedades de polillas (una clara

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LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES (Teoría de la evolución)

y una oscura). La variedad clara se protegía mejor de sus depredadores que la oscura por medio de técnicas de
camuflaje, y por eso era más numerosa que la variedad oscura. A principios del siglo XX, se comprobó que el
proceso de selección natural sigue actuando en nuestros días. Como consecuencia de la continua quema de car-
bón de las fábricas inglesas de la época, el aire de las zonas industriales estaba muy ennegrecido por el hollín. Un
smog muy oscuro teñía el cielo (la niebla londinense de los films sobre Jack el Destripador no era otra cosa que
la contaminación industrial de la época). En las zonas industriales, el hollín destruyó la capa de liquen de los
árboles y el tronco de los mismos se fue ennegreciendo. A partir de entonces, el color de la polilla clara era una
desventaja, porque la hacía más visible a los depredadores que la oscura. Se comprobó que el número de polillas
oscuras aumentó mucho, mientras que el número de polillas claras disminuyó tanto que resultaban difíciles de
encontrar. A mediados del siglo XX, el Parlamento británico aprobó unas leyes anticontaminantes. A partir de
entonces, la cantidad de hollín en el aire disminuyó notablemente, la corteza de los árboles fue recuperando la
cubierta de liquen claro y, poco a poco, la variedad de polillas claras fue aumentando, mientras que la variedad
oscura disminuía.

EVOLUCIÓN DE LA VIDA EN EL PLANETA TIERRA

Se estima que la vida hizo su aparición hace entre 3.500 y 3.800 millones de años. Los primeros organismo
vivos eran seres unicelulares muy simples, como las bacterias, en las que el ADN se baña directamente en la sus-
tancia celular (citoplasma); a este tipo de células se las llama procariotas. Aquellos organismos primitivos
vivían en el mar, donde adoptaron diferentes estructuras con el fin de adaptarse a los diferentes ambientes en que
se encontraban.
Con el paso del tiempo, algunos seres, como las algas verdes, inventaron la fotosíntesis: aprendieron a uti-
lizar la luz solar para fabricar la materia orgánica que les serviría de alimento. Estas primeras plantas liberaban
ingentes cantidades de oxígeno libre. Éste ascendía a la atmósfera, y también se disolvía en el agua. De esta for-
ma, fue cambiando lentamente la composición de la atmósfera terrestre.
Con el tiempo, otros seres aprendieron a utilizar ese oxígeno que se encontraba disuelto en el agua. Estos
seres se alimentaban de plantas o de otros seres que comían plantas, y utilizaban el oxígeno para “quemar” el ali-
mento y así obtenían la energía necesaria para el funcionamiento de sus cuerpos.
Al cabo de unos 1.500 millones de años desde el origen de la vida, surgió un nuevo tipo de célula: la célula
eucariota. Estas células tienen un núcleo y dentro de él se encuentra el ADN, empaquetado en los cromosomas.
Este tipo de célula se formó, probablemente, por una especie de unión entre varios tipos de células procariotas
diferentes. Las células eucariotas inventaron los mecanismos de reproducción sexual, lo que multiplicó las posi-
bilidades de variación y, en consecuencia, aceleró formidablemente el ritmo de la evolución. Las células euca-
riotas son las que dieron origen, cientos de millones de años más tarde, a los organismos pluricelulares, y esto es
muy importante, porque el hombre es uno de esos organismos pluricelulares.
Hace unos 1.000 millones de años, aparecieron los primeros animales y plantas pluricelulares (eran algas
pluricelulares, medusas, esponjas, y gusanos planos, y todos tenían cuerpos blandos; por esta razón se han
encontrado pocos fósiles).
Hace unos 600 millones de años, los animales aprendieron a formar cáscaras duras para su protección. A
partir de entonces, el mundo vivo experimentó una diversificación muy rápida, en comparación con los 3.000
millones de años anteriores (a este fenómeno se le suele denominar Explosión del Cámbrico). De esta época son
los crustáceos, los erizos de mar y los trilobites, un tipo de artrópodo ya desaparecido.
Hace unos 540 millones aparecieron los primeros predadores (cazadores carnívoros). De esta época son
los primeros peces (parecidos a las lampreas actuales), que fueron los primeros vertebrados. Después se pro-
dujo la colonización de la tierra firme. Primero aparecieron las plantas terrestres y, posteriormente, unos seres
encontraron la forma de tomar el oxígeno de la atmósfera y llegaron a ocupar los más variados ambientes. Este
largo proceso, de muchos millones de años, ha dado lugar a la enorme variedad de especies animales y vegetales
que conocemos hoy, y que pueblan la práctica totalidad de la Tierra.
Entre la gran variedad de formas posibles, la Naturaleza ha ido seleccionando las que estaban mejor adap-
tadas a los cambios que continuamente se han producido en sus respectivos medios.
Desde el primer ser vivo que surgió sobre la Tierra (nuestro antepasado más antiguo) hasta los seres que
vivimos en la actualidad, se han sucedido, probablemente, 100.000 millones de generaciones. Resulta asombro-
so que a lo largo de tanto tiempo –3.800 millones de años– continúe conservándose inalterado, en nuestro ADN,

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LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES (Teoría de la evolución)

parte del patrimonio genético de aquel primer ser vivien-


te. En un sentido profundo, parte de él sigue viviendo en
nosotros.

¿LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN ES SÓLO


UNA “SUPOSICIÓN” O ES UN HECHO
CIENTÍFICO DEMOSTRADO?

La Teoría de la evolución atenta contra la idea de


que el hombre es un ser especial que ha sido concebido
de forma diferente al resto de los seres vivos. Por eso,
desde hace más de 100 años, ha causado más polémica Kolymsk (Siberia) 1901. Primer mamut congelado
que ninguna otra teoría científica. desenterrado (foto grande), y cría de mamut
Así como existen diferentes teorías acerca de la gra-
vedad (la Teoría de la gravitación universal de Newton,
la Teoría de la relatividad de Einstein, la Teoría de las
supercuerdas, etc.), pero no se discute el hecho de que la
gravedad existe, asimismo, existen diferencias entre
algunos científicos en cuanto a la explicación de los deta-
lles del proceso y del ritmo evolutivo. La Teoría de la evo-
lución no es una simple “suposición” de unos científicos,
sino una teoría científica que ha sido desarrollada, modi-
ficada y comprobada, durante más de un siglo de innu-
merables observaciones geológicas y biológicas. Es una
teoría coherente sobre la historia de la vida, donde se dis-
cuten algunos detalles, pero no las líneas maestras.
La Teoría de la evolución nos explica nuestra histo-
ria biológica. Gracias a ella, sabemos que todos los seres
vivos tenemos un origen común; que todos somos
parientes. Sabemos que el ser humano es una variedad
más entre las innumerables especies que han vivido en el El caso de las polillas claras y oscuras que se dio
planeta. Lo que marca la diferencia es que nuestro gran en Inglaterra durante la Revolución Industrial es
cerebro, una de nuestras peculiaridades evolutivas, nos uno de los más citados para demostrar que la
selección natural sigue actuando en nuestros días
ha permitido desarrollar una tecnología que tiene el
poder de influir sobre el mismo proceso evolutivo,
como ninguna otra especie del pasado. Una tecnología
con el poder de aniquilar toda la vida del planeta.
Pudiera ser que la vida sea un fenómeno tan raro y
precioso que sólo ha surgido en la piel exterior de ese
diminuto y remoto punto azul que viaja por el espacio, al
que llamamos Tierra. Es muy posible que, en toda la fría
y negra inmensidad del universo, no haya más vida que
la de nuestro planeta. Sabemos que estamos formados de
la misma materia que los demás seres vivos, que com-
partimos con ellos una historia común, y que nos alimen-
tamos y respiramos gracias a ellos. Esta certidumbre
debiera producir en nosotros un profundo respeto, e
incluso un afecto especial por todas las demás criaturas
que comparten con nosotros esa singular aventura llama-
da vida. Durante el desarrollo embrionario de las
diferentes especies se muestra el proceso
evolutivo de cada una. Ésta es una de las
pruebas de la Teoría de la evolución.

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