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temor - Diccionario Español

(Del lat. timor, -oris).

1. m. Pasión del ánimo, que hace huir o rehusar aquello que se considera
dañoso, arriesgado o peligroso.

2. m. Presunción o sospecha.

3. m. Recelo de un daño futuro.

4. m. germ. Cárcel de presos. ~ de Dios.

1. m. Miedo reverencial y respetuoso que se debe tener a Dios. Es uno de los


dones del Espíritu Santo.

Temor - Douglas Tenney

(heb., yir’ah; gr., phobos). Esta palabra tiene dos significados principales:

( 1 ) Aquella aprehensión del mal que normal mente conduce a la huida o la


lucha y ( 2 ) aquel asombro y aquella reverencia sentida en la presencia de
una autoridad superior (ya sea padre, esposo o especialmente Dios).

Temor - Diccionario Alfonso Lockward

Varios vocablos hebreos se traducen como t., pero el sentido varía según el
contexto. Se puede referir al miedo (“... vosotros tuvisteis t. del fuego” [Gen
50:17-21).

También se usa para señalar una actitud de reverencia y respeto


(“Bienaventurado el hombre que teme a Jehová” [Neh 7:2).

verbo “temer” se usaba a veces para expresar la religión que la persona


profesaba. Así, •Jonás se identificó como un adorador de Jehová, diciendo:
“Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra”
(2Re 17:29-35).

el NT, la palabra es phobos, que se usa tanto para señalar el miedo (“Los
discípulos, viéndole andar sobre el mar ... dieron voces de miedo” [2Co 7:1).

Temor - Diccionario Mundo Hispano

(heb., yir’ah; gr., phobos). Esta palabra tiene dos significados principales:
( 1 ) Aquella aprehensión del mal que normal mente conduce a la huida o la
lucha y

( 2 ) aquel asombro y aquella reverencia sentida en la presencia de una


autoridad superior (ya sea padre, esposo o especialmente Dios).

Temor - Diccionario Pastoral

Tiene en la Biblia el sentido de reacción ante el misterio de lo divino, que se


presenta como algo potente, majestuoso y terrible, pero al mismo tiempo
atrayente y fascinador. Yavé es el Dios terrible y temible [Éx_15,11-12];
[Éx_34,10]; [Dt_7,21]; [Dt_10 21]; [2Sam_7,23]; [Sal_47,3]; [Sal_89,8], pero al
mismo tiempo es el Dios que salva, protege, guía y ama a su pueblo, el Dios
que tranquiliza al hombre diciendo: «No temas» [Gén_26,24]; [Dt_1,21];
[Jue_6,23]; [Sof_3,15-17]; [Ag_2,5], [Dan_10,12]; [Lc_1,13]; [Lc_1,29];
[Lc_2,10]; [Mc_4,40]; [Mc_6,50]. Tiene, pues, el temor bíblico una dimenión
saludable que se aproxima al concepto de amor-respeto-fidelidad-confianza
[Dt_10,12-13]; [Sal_22,1]; [Sal_25,12-14]; [Sal_31,20]; [Sal_66,16]...; [Si_1,11-
20]; [Si_2,5-17]. Es el temor que la Biblia canta como fuente de sabiduría y
camino de salvación [Job_28,28]; [Pro_1,7]; [Pro_9,10]; [Pro_15,33]; [Si_1,20];
[Lc_1,50]; [He_10,34-35]; [Ap_11,18]. El temor al que se refiere [1Jn_4,18] no
es el auténtico temor bíblico.

temor - kadosh israelita mesianica

morah Strong #4172: Miedo, reverencia, terror, pavor. Un objeto o persona


que infunde miedo, respeto o reverencia. Morah se deriva de yare que significa
«tener miedo de, temer, reverenciar».

Temor - Diccionario Perspicacia

En su uso más frecuente, temor es el recelo de recibir daño o dolor.


Generalmente este término designa una emoción dolorosa que se caracteriza
por sentimientos de alarma, miedo e intranquilidad. Sin embargo, la palabra
temor también puede referirse al reconocimiento sopesado y sereno de aquello
que puede lastimar o dañar, reconocimiento que provoca un cuidado
razonable y previsión inteligente.

¿Qué clase de temor a Jehová debemos tener?

La Biblia muestra que hay un temor propio y otro impropio. Por ejemplo, el
temor puede ser saludable y hacer que la persona proceda con la debida
cautela frente al peligro y de este modo evite la calamidad; o puede ser
mórbido y acabar con la esperanza, lo que debilita la resistencia emocional y
puede llegar al extremo de ocasionar la muerte. El temor de Dios es saludable;
consiste en un sentimiento de profunda reverencia hacia el Creador, y es un
temor sano de desagradarle por el aprecio que se tiene a su amor leal y
bondad, y debido también al reconocimiento de que es el Juez Supremo y el
Todopoderoso, Aquel que puede castigar o destruir a los que le desobedecen.
(Véase PAVOR.)

El temor de Jehová Dios es esencial para los que quieren servirle. Este temor
de Jehová, profundo y reverencial, es “el principio de la sabiduría” (Sl 111:10),
“el comienzo de la sabiduría”. (Pr 9:10.) No es un temor mórbido que denigra:
“El temor de Jehová es puro”. (Sl 19:9.) Se define así en Proverbios 8:13: “El
temor de Jehová significa odiar lo malo”. Impide que se siga un mal proceder,
porque “en el temor de Jehová uno se aparta de lo malo”. (Pr 16:6.)

Adán y Eva no manifestaron el debido temor de Dios, y, por consiguiente, le


desobedecieron. Esto produjo en ellos un temor doloroso o terror, que hizo que
se escondieran de la presencia de Dios. Adán dijo: “Oí tu voz en el jardín, pero
tuve miedo”. (Gé 3:10.) Asimismo, Caín, el hijo de Adán, sintió un temor
similar después de haber asesinado a su hermano Abel, temor que tal vez
contribuyó a que decidiese edificar una ciudad. (Gé 4:13-17.)

En Hebreos 12:28 se manda a los cristianos que tengan temor piadoso:


“Continuemos teniendo bondad inmerecida, por la cual podamos rendir a Dios
servicio sagrado de manera acepta, con temor piadoso y reverencia”. Un ángel
que volaba en medio del cielo y tenía buenas nuevas que declarar, introdujo
su mensaje del siguiente modo: “Teman a Dios y denle gloria”. (Rev 14:6, 7.)
Jesús contrastó el temor saludable de Dios con el temor al hombre, diciendo:
“No se hagan temerosos de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el
alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el
cuerpo en el Gehena”. (Mt 10:28.) Revelación 2:10 también aconseja a los
cristianos: “No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir”. El amor
verdadero a Jehová echa fuera el temor cobarde del hombre que conduce a
transigir.

El temor apropiado también incluye el debido respeto a la autoridad seglar,


puesto que el cristiano sabe que el castigo justo que dicha autoridad impone
por un crimen cometido ha de entenderse como una expresión indirecta de la
ira de Dios. (Ro 13:3-7.)

Jesús predijo que un clima de temor cubriría la Tierra durante “la conclusión
del sistema de cosas”. Dijo que habría “escenas espantosas” y que ‘los
hombres desmayarían por el temor y la expectación de las cosas que vinieran
sobre la tierra habitada’. (Lu 21:11, 26.) Aunque la gente en general se vería
afectada por esta situación, los siervos de Dios deberían seguir el principio
expresado en Isaías 8:12: “No deben temer el objeto de su temor”. El apóstol
Pablo explica: “Porque Dios no nos dio un espíritu de cobardía, sino de poder y
de amor y de buen juicio”. (2Ti 1:7.)

Después de hacer un estudio cuidadoso de la humanidad y de las ocupaciones


del hombre y sus experiencias calamitosas, el Sabio dijo: “La conclusión del
asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus
mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre”. (Ecl 12:13.)

De los animales al hombre. En Génesis 9:2 se emplea la palabra “temor” con


relación a la creación animal. Dios dijo a Noé y a sus hijos: “Un temor a
ustedes y un terror a ustedes continuarán sobre toda criatura viviente de la
tierra”. Durante el año en que Noé y su familia estuvieron dentro del arca, los
animales encerrados allí sintieron temor de ellos, lo que debió contribuir a
mantenerlos controlados. De igual manera, cuando salieron del arca después
del Diluvio, Jehová aseguró a Noé que este temor continuaría. Este hecho
también se ve corroborado por la experiencia humana. Por ejemplo, el Dr.
George G. Goodwin, conservador adjunto de mamíferos en el Museo
Norteamericano de Historia Natural, dijo: “El leopardo normalmente no ataca
al hombre. Sin embargo, si se le provoca o si ha sido herido, se vuelve contra
los seres humanos y pelea”. Asimismo, serpientes venenosas conocidas por su
agresividad, como la mamba y la cobra real, si pueden, generalmente prefieren
apartarse cautelosamente de la presencia del hombre más bien que atacar. A
pesar de que el hombre ha maltratado a algunos animales y los ha convertido
en bestias peligrosas, por lo general siguen sujetos a este temor. Este hecho
concuerda con la declaración de Dios registrada en Génesis 1:26-28, donde se
dice que la creación animal habría de estar sujeta al hombre desde el tiempo
en que este fue creado.

Términos afines. Los verbos hebreos ya·ré´ (Le 19:30; 26:2) y `a·ráts (Sl 89:7;
Isa 29:23; 47:12) pueden comunicar la idea de temor respetuoso. El verbo
`a·ráts a menudo significa temblar, temer o hacer temblar. (Isa 8:12; Sl 10:18.)

Las pruebas de la presencia de Jehová infundieron temor respetuoso a


quienes las contemplaron. Cuando los israelitas estaban reunidos en el monte
Sinaí, vieron descender una nube oscura, acompañada de truenos,
relámpagos y el sonido de un cuerno que se hizo cada vez más fuerte. La
montaña misma tembló y ascendió humo de ella. Esta manifestación de poder
llenó a los israelitas de temor; incluso Moisés tembló. El propósito de esta
manifestación de la gloria de Jehová era inculcar a los israelitas un temor
saludable para que no pecaran. (Éx 19:9, 16-19; 20:18, 20; Heb 12:21.)

Las visiones de la gloria de Jehová también causaban un temor respetuoso. La


plataforma del carro celestial sobre la que el profeta Ezequiel vio la gloria de
Jehová chispeaba como hielo sobrecogedor. Estaba muy por encima de las
cabezas de las criaturas vivientes, que eran representaciones de querubines, y
era como una expansión translúcida, cuyo tamaño y apariencia infundían un
temor respetuoso. A través de la expansión translúcida se veía la
representación de lo que parecía ser un trono de zafiro. La forma que estaba
sentada en el trono resplandecía como el fulgor del electro en el fuego de un
refinador, y toda ella estaba rodeada de un resplandor parecido. Esta visión de
la gloria de Jehová hizo que Ezequiel cayera sobre su rostro en actitud de
adoración reverencial. (Eze 1:15-22, 25-28.)

Solo a Jehová se le debe tener ese temor respetuoso que impulsa a adorar. (Sl
89:7; Isa 29:23.) Se anima a los cristianos a que rindan a Dios “servicio
sagrado de manera acepta, con temor piadoso y reverencia [forma del gr.
dé·os]”. (Heb 12:28.) Los siervos de Dios demuestran este temor al esforzarse
encarecidamente por agradarle, reconociendo que Él pedirá cuentas y juzgará
a todos imparcialmente. (1Pe 1:17; Rev 14:7.)

Algunos seres humanos y naciones también pueden infundir, voluntaria o


involuntariamente, un temor respetuoso en otros. Por ejemplo, la sulamita
impresionó tanto al rey Salomón, que este dijo que era imponente como
compañías militares reunidas en torno a pendones, preparadas para la
batalla. (Can 6:4, 10.) En estos textos, la palabra hebrea ´a·yóm significa
“imponente” o “impresionante”. Cuando la nación caldea salía a la batalla, era
“inspiradora de temor”. (Hab 1:6, 7.) Por otra parte, se dijo a la nación de
Babilonia mediante el profeta Isaías que usara sus maleficios y hechicerías
para infundir miedo a los que fueran contra ella, a fin de evitar la calamidad.
No obstante, todos los esfuerzos por impedir la conquista estaban condenados
al fracaso. (Isa 47:12-15.) Babilonia tenía que caer ante los ejércitos de Ciro el
persa. (Isa 44:24–45:2.)

Debido a cómo se valió Jehová de Moisés y cómo trató con él, este infundía
imponente respeto (heb. moh·rá´) a los ojos del pueblo de Dios. (Dt 34:10, 12;
Éx 19:9.) Los que tenían fe temían respetuosamente la autoridad de Moisés.
Se daban cuenta de que Dios hablaba por medio de él. Los israelitas también
debían tener un temor respetuoso al santuario de Jehová. (Le 19:30; 26:2.)
Esto significa que habían de respetar el santuario al llevar a cabo la adoración
como Jehová había mandado y al comportarse en armonía con todos sus
mandamientos.

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