AMÉRICA LATINA En este sentido, sin desconocer el valor estético del arte, las obras no sólo señalan acusadoramente la deshumanización de la sociedad sino también «se salen del mundo empírico y crean otro mundo con esencia propia y contrapuesto al primero» . Herbert Marcuse concibe la estética como elemento constitutivo de una sociedad no represiva que puede señalar posibilidades para una existencia plena y rica en su expresión, que descubre la verdad en los múltiples lenguajes creados por el arte, es la experiencia posible en un arte liberado de la lógica del entretenimiento alienante, del mercado y de la manipulación del poder político. Es posible «deshacer teóricamente esta represión recordando el sentido original y la función de la estética. Esta tarea envuelve la comprobación de la relación interior entre el placer, la sensualidad, la belleza, la verdad, el arte y la libertad» .
En la perspectiva del marxismo contemporáneo, Agnes Heller
propone el arte como la posibilidad de reconocernos a nosotros mismos en nuestra plena condición humana en la medida en que «el arte es la autoconciencia de la humanidad» . Además, la manera como valoramos el arte y lo involucramos en nuestra vida, es una señal de una existencia que está superando las condiciones de la alienación porque logra tener el goce estético y ha desarrollado el gusto por las formas bellas. Al pensar el arte desde nuestra América, para retomar la expresión de José Martí, surge la pregunta por las creaciones en nuestra cultura. En este contexto es preciso recordar que «la expresión estética de América Latina está en relación directa con los procesos histórico-políticos del continente» .
Esto no sólo se refiere a los movimientos artísticos que han existido
NOMBRE:LINA FERNANDA PEREZ GRADO :11-6 LECTURA :5 en América Latina sino también a los procesos de dominación, exclusión y expoliación que se han presentado tanto en el mundo económico y político como en el cultural. Se negaron e ignoraron la religión, el lenguaje, la organización social y el arte de las clases oprimidas y explotadas, de las culturas indígenas y de las negritudes. Se ha establecido en nuestra historia una diferencia entre arte de élites y arte popular. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en América Latina han surgido creaciones artísticas producto de la supervivencia, mezcla y relación entre las diversas culturas que han convivido en nuestro continente.
La «raza cósmica» mencionada por José Vasconcelos está presente
en el arte latinoamericano. El arte no es para una contemplación puramente intelectual, nos sentimos afectados, atraídos y animados por diversas obras. En estos términos, en Nuestra América podemos involucrarnos con las obras desde una perspectiva diferente al análisis académico propio de otros continentes. La necesidad del arte para nuestra vida, su significación y, en alguna medida, la posibilidad de que sea una de las experiencias que pueda orientarnos y darnos sentido, ha sido explorada por pensadores colombianos.
Desde el psicoanálisis, Estanislao Zuleta subrayó la importancia del
arte para nuestra existencia. Este filósofo colombiano concibió los diversos procesos de nuestra condición humana como involucrados en la experiencia estética y advirtió cómo desde ella estamos reconstruyendo nuestras inquietudes, dudas y sentidos. « Y el arte es una manera elaborada de dejarnos interrogar por una pintura, por un edificio, por una melodía o por un escrito. » .