Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
AGOSTO
18 Cuenta tu experiencia
Lectura bíblica: 1 Pedro 2:9–12
Pero vosotros sois linaje escogido…, para
que anunciéis las virtudes de aquel que os
ha llamado de las tinieblas a su luz
admirable. 1 Pedro 2:9
Los engranajes en cada cerebro empezaron a andar a toda velocidad cuando la clase
de Escuela Dominical de la hermana Sambrano respondió a su reto de que pensaran en
maneras de compartir su fe.
—Yo creo que deberíamos escribir “Jesús te ama” en una cartelera.
—¡Yo quiero conseguir un altavoz y ponerme en la esquina y gritar el mensaje a
viva voz!
—Yo voy a ir al partido de fútbol infantil y tener en alto un estandarte que diga
“Juan 3:16”.
La hermana Sambrano los escuchó a todos, y después dijo:
—Todas esas ideas son muy originales. Pero, ¿cómo pueden compartir su fe con las
personas que ya conocen?
Tema para comentar: ¿Cuál es la manera absolutamente mejor de compartir tu fe
con un amigo no creyente? ¿Se te ocurre alguna gran idea?
Estamos rodeados de personas que no conocen a Jesús. No tenemos que
convertirnos en fogosos predicadores para asegurarnos de que nuestros amigos tengan
una comprensión cabal de la verdad de Dios. Necesitamos sólo dos cosas cruciales para
ayudarles a conocer a Jesús.
Necesitamos saber qué decir. Podemos compartir nuestra fe usando un sencillo
proceso que se va cumpliendo un paso a la vez. Una manera de presentar las buenas
nuevas de Jesús de modo que sean fáciles de comprender es usando el folleto “Puente
hacia la vida”.
Necesitamos saber lo que estamos compartiendo. Éste es el ingrediente segundo en
importancia para presentar bien lo que crees. Podemos compartir nuestra fe contando
nuestra propia experiencia.
¿Sabes cómo explicar a otros cómo fue que aceptaste a Jesús como tu Salvador?
Puedes
• contar por qué confiaste en Cristo. Quizá tengas apenas nueve años pero, ¿por qué
decidiste aceptar a Jesús como tu Salvador? ¿Cómo sería tu vida sin él?
• contar cómo confiaste en Cristo. ¿Qué oraste? ¿Quién te ayudó a saber qué decir?
• contar cómo ha sido tu vida desde que confiaste en Cristo. ¿Qué significa Cristo para ti
ahora? ¿De qué maneras te ha cambiado? ¿De qué maneras te ha ayudado?
Nuestros amigos necesitan conocer verdades claras de la fe a fin de comprender que
ser cristiano empieza con confiar en Jesús. Y nuestros amigos también necesitan oír
cómo la fe nos ha cambiado a nosotros. ¡Así es como comprenderán por qué la fe es
importante en la vida diaria, ¡y para la eternidad!
PARA DIALOGAR: Como familia, dialoguen sobre el qué, el porqué y el
cómo de la salvación. Sería bueno que tomaran nota de lo que dicen.
PARA ORAR: Señor Jesús, danos sabiduría al pensar en cómo compartir el
evangelio con nuestros amigos.
PARA HACER: ¿Puedes contar tu experiencia de salvación en no más de
ocho oraciones? Toma una hoja de papel y escríbelas.
AGOSTO
PARA DIALOGAR: ¿Cómo puedes prepararte de modo que estés listo para
compartir a Cristo cuando te él da la oportunidad? ¿De qué manera pueden
trabajar como familia para testificar juntos?
PARA ORAR: Pídele a Dios oportunidades para compartir a Cristo con tus
amigos.
PARA HACER: ¿Cuál de las cuatro últimas sugerencias necesitas poner en
práctica? Cuéntaselo a Dios y a un creyente que te merece respeto.
AGOSTO
20 Haz la cuenta
Lectura bíblica: 2 Timoteo 2:1–7
Lo que oíste de parte mía mediante muchos
testigos, esto encarga a hombres fieles que
sean idóneos para enseñar también a otros.
2 Timoteo 2:2
La tarea de contarle al mundo de Jesús suena bastante grande, ¿no es cierto? Es tan
enorme que hace pensar a muchos creyentes: Me encantaría contarle al mundo de
Jesús. Sería realmente grande hacer discípulos de todas las naciones. Pero, ¿cuánto
puedo hacer en realidad? No soy más que una sola persona.
Bueno, sí, eres una sola persona. Eso es cierto.
Pero el siguiente cálculo puede ayudarte a ver la influencia que una sola persona
puede tener. Considera esta oferta de trabajo. Te pagarán una vez por semana. El sueldo
de la primera semana es apenas un centavo, pero tu empleador te duplicará tu sueldo
cada semana durante todo el tiempo que sigas trabajando. No parece muy ventajoso, ¿no
es cierto? Pero serías tonto si no aceptaras la oferta. En un poco más de seis meses
serías millonario. Después de un año, tu sueldo habrá subido a $22,5 ¡billones!
¿Cómo puede ser? El proceso empieza con un centavito, pero ese centavo termina
siendo una fortuna. Es así por el principio de multiplicación.
Este principio se aplica también al reino de Dios. Dios, por supuesto, no está
repartiendo contratos que nos harán millonarios. Pero tiene una oferta aún mejor. Dios
nos da la oportunidad de ser sus socios en la tarea de alcanzar al mundo con sus buenas
nuevas. Y tiene planeado usar la estrategia de la multiplicación espiritual.
Funciona así: Supón que tú y cuatro amigos —un total de cinco— comparten cada
uno su fe con tres personas. Luego Dios obra en el corazón de esos 15 de manera que
aceptan a Cristo como su Salvador personal. Durante el año siguiente, capacitas a los 15
para que compartan su fe con otros. El segundo año, los cinco primeros y los 15 amigos
que ganaron para Cristo ganan cada uno tres personas más para Cristo.
Aquí es donde la multiplicación nos deja mudos. Supón que tú y los que capacitaste
continúan con esa práctica años tras año. En diez años, más de medio millón habrán
sido ganados para Cristo. ¡Y en quince años, podrían alcanzar a todo el mundo!
Eso es lo quiso decir Pablo cuando le recomendó a Timoteo que enseñara las
verdades del evangelio a “hombres fieles”. Su meta es que contemos las buenas nuevas
a las personas y luego les ayudemos a capacitarse al punto de que puedan hacer lo
mismo. De la misma manera como un centavo puede terminar siendo millones de pesos,
la multiplicación espiritual de Dios puede originar un despertar mundial a la verdad
acerca de Jesucristo. Entonces, ¿por qué no dejas que empiece contigo?
PARA DIALOGAR: Piensa en alguien que necesita saber de Jesús. ¿Es
contarle lo que tú sabes de Jesús algo que puedes hacer?
PARA ORAR: Señor, ayúdanos a demostrar tu amor hoy a alguien.
PARA HACER: Busca oportunidades para hablar con tus amigos sobre el
impacto que Jesús ha tenido sobre tu vida y cómo también ellos pueden conocer
a Jesús.
1
1
McDowell, J. J., Kevin. (2005). Devocionales para la familia : McDowell, Josh. (20 de agosto). El
Paso, Texas, EE. UU. de A.: Editorial Mundo Hispano.
21 Ayudar al bebé a crecer
Lectura bíblica: 1 Tesalonicenses 2:8–12
Tanto es nuestro cariño para vosotros que
nos parecía bien entregaros no sólo el
evangelio de Dios sino también nuestras
propias vidas. 1 Tesalonicenses 2:8
Isabel tenía un recién nacido. No era uno humano, sino un huevo crudo de gallina
que tenía que acarrear por todas partes durante dos semanas en medio de algodones en
una cajita plástica. Se trataba de una tarea escolar cuyo propósito era hacerle vivir las
responsabilidades de ser madre.
A todos lados que iba, allí se iba con su huevo.
Excepto el día que se lo olvidó al borde de una mesa.
Al ratito Isabel se dio cuenta de que le faltaba el huevo. Cuando se fue corriendo a
buscarlo, lo encontró estrellado en el piso.
Es una carga enorme cuidar a un huevo como si fuera un bebé humano. Pero quizá
tengas una responsabilidad aún más grande: ¿Conoces a alguno que acaba de confiar en
Jesús? De ser así, puedes estar seguro de que Dios quiere incluirte, de alguna forma, en
el cuidado de ese creyente bebé.
No tienes que arropar a cada bebé cristiano que conoces y cargarlo por todas partes.
Pero los nuevos creyentes que acaban de nacer en Cristo sí necesitan cuidado espiritual
y protección de la misma manera como el recién nacido necesita cuidado físico y
emocional.
Por lo tanto, ¿qué puedes hacer tú para cuidar a los bebés espirituales a tu alrededor?
Primero, dales alimento. Los nuevos cristianos necesitan alimentarse de la Palabra
de Dios para madurar (ver 1 Pedro 2:2). Recuérdales lo que sucedió cuando confiaron
en Cristo:
• Cuanto confiaste en Cristo, te convertiste en un hijo de Dios (Juan 1:12).
• Tus pecados fueron perdonados (1 Juan 1:9).
• Jesucristo vino a tu vida (Apocalipsis 3:20).
• Él nunca te dejará (Hebreos 13:5–8).
• Tu vida vieja ha pasado (2 Corintios 5:17).
• Has recibido vida eterna (Juan 5:24).
Segundo, dales tu cariño y atención. Sin abrazos y caricias los recién nacidos no se
desarrollan bien. De la misma manera como los bebés tienen que sentirse unidos a sus
padres, los nuevos cristianos necesitan estar rodeados del cariño de otros creyentes.
Preséntalos a tus amigos cristianos. Invítalos a las actividades de la iglesia. Recíbelos en
tu clase de estudio bíblico o de la Escuela Dominical.
¿Tiene esto sentido ahora para ti? Dios confía que alimentarás a los nuevos
creyentes. Acepta la responsabilidad, ¡y no los dejes abandonados al borde de una mesa!
PARA DIALOGAR: ¿Qué opinas de la asombrosa realidad de que Dios
confía en que seas un padre espiritual para los nuevos creyentes?
PARA ORAR: Pídele a Dios que te capacite para satisfacer las necesidades
de los nuevos creyentes.
PARA HACER: Traza planes para ayudar a un creyente nuevo a tu
alrededor. Si no conoces a ninguno, ora pidiendo que puedas hacer tu parte para
ayudar a alguien a tu alrededor a confiar en Jesús.
AGOSTO