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Universidad Autónoma de Santo Domingo

Facultad de Humanidades

Departamento de Letras

MATERIAL DIDÁCTICO SUGERIDO PARA LA ENSEÑANZA VIRTUAL

(Diseñado a partir de los objetivos de aprendizaje del programa oficial de la asignatura por el
Mtro. José Stalin Gavilán Melo)

Lengua Española Básica II (Letras 012)

Unidad IV: Los Modos de Expresión: La Exposición


Objetivo 4.1: Reconocer la exposición como una forma de expresión.

El texto expositivo

El texto expositivo es aquel que desarrolla un tema de manera objetiva y ordenada con el
propósito de que el lector lo entienda o lo conozca.

Características fundamentales del texto expositivo:

 Objetividad: El autor no expone su opinión directamente, sino que asume una posición
neutral.
 Claridad: La estructura de la exposición consiste en una introducción, un desarrollo y una
conclusión, lo cual facilita la comprensión de la información.
 Orden: Se refiere a la disposición del contenido, la cual puede ser inductiva o deductiva. Es
inductiva cuando se parte de lo particular para llegar a lo general y es deductiva si sucede lo
opuesto.

Es importante tomar en cuenta que la exposición puede estar combinada con otras tipos de textos
como la narración, la descripción, la argumentación o el diálogo. Sin embargo, lo que determinará su
tipología es la macroestructura del texto.

Existe una variedad de textos expositivos y, a continuación, tenemos algunos de ellos: la circular,
el oficio, el acta, el informe, el monográfico, tesis, el comentario y el ensayo. Los abordaremos para
conocerlos, ver ejemplares de ellos –en algunos casos- y revisar sus características principales.

La circular
Fuente: Taller de Redacción para servidores del Poder Judicial
Escuela Nacional de la Judicatura, 2011
Pág. 48

La circular es un texto que dirige la autoridad superior a todos los empleados (o el jefe máximo
de Recursos Humanos) con el fin de informar, dictar normas o comunicar decisiones acerca del
correcto cumplimento de disposiciones legales, reglamentos o sobre la necesidad de una más expedita
administración. El contenido de la circular afecta, directa o indirectamente, a todos los departamentos,
secciones o grupos de funcionarios y empleados.

Estructura de la circular:

o Membrete o Despedida
o Número y fecha o Nombre, cargo y firma de quien la
o Palabra CIRCULAR centralizada envía
o Cuerpo o texto o Iniciales de identificación
o Anexos
Ejemplar de una circular:
“Año Nacional de la Promoción de la Salud”

Núm.:
10 de septiembre de 2008

CIRCULAR

Para el buen desarrollo de las actividades que se ejecutan en esta Consultoría, a partir de la fecha de
recibo de esta comunicación, deberán observar el cumplimiento de las siguientes disposiciones:

 Todas las peticiones relacionadas a permisos, vacaciones, etc., deberán ser canalizadas a
través de los Encargados Departamentales.
 Todo aquel que utilice el Sistema de Gestión deberá rendir un informe mensual (entre los
días primero y tercero del mes siguiente a su recibo) al Consultor, sobre los trabajos
recibidos y el tratamiento dado a los mismos.
 Toda correspondencia que se produzca en esta Consultoría deberá ser remitida a la
Correctora de Estilo para su revisión.

Espero contar con la colaboración de todos.

Atentamente,

Dr. Aberlardo Rojas Santana


Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo

ARS
JJCV/aol

El oficio
Fuente: Por Arielina Oviedo
Taller de Redacción para Servidores del Poder Judicial
Escuela Nacional de la Judicatura, 2011
Pág. 46

El oficio es la comunicación escrita referente a los asuntos del servicio público en las
dependencias del Estado. Oficiar, según el Diccionario de la Lengua Española significa “comunicar
una cosa oficialmente y por escrito.” La dirige una autoridad emisora a otra receptora de igual nivel
jerárquico, con algunos de los fines siguientes:

 Impartir normas  Entregar información


 Comunicar decisiones  Formular peticiones
 Dictar instrucciones  Satisfacer peticiones
 Solicitar información  Aclarar situaciones
Estructura del oficio:

 Membrete
 Número y fecha
 Encabezamiento que consta de:
o A: a quien va dirigido (destinatario)
o Vía: a través de quien llega el documento al destinatario
o Asunto: materia de la cual trata el Oficio
o Referencia: asunto al cual se refiere el tema del Oficio
o Anexo o anexos: documentos que se incluyen
 Cuerpo o texto
 Despedida
 Nombre, cargo y firma de quien envía el Oficio
 Iniciales en mayúscula de quien envía el Oficio y las iniciales con minúscula de la secretaria
 Identificación de las copias

El acta
Fuente: Definición (Página Web)
https://definicion.mx/acta/

Se denomina acta al documento que durante una reunión es escrito por una persona presente en la
misma y a través de la cual se registran los temas que han sido tratados, así como las conclusiones y
acuerdos que han resultado adoptados luego de dicha reunión. El acta tiene como finalidad otorgarle
una certificación de qué ha ocurrido durante la reunión y de esta manera, validar dicho encuentro. Las
actas suelen ser archivadas en lo que se llama un libro de actas, el cual recoge las actas labradas a lo
largo de un período de tiempo determinado de manera cronológica. Ese orden está dado por una
enumeración de sus páginas.

Una vez redactada el acta, todos los participantes en la reunión deben dar el visto bueno acerca
de lo que expresa, sobre todo teniendo en cuenta que se especifican cuáles han sido las conclusiones o
los acuerdos a los cuales se ha arribado. Por eso, al finalizar la reunión, cada asistente debe firmarla,
dejado así constancia de su participación y de su conformidad respecto a lo que el acta expone.

El informe técnico
Fuente: Ruth Cuevas (Presentación de Power Point)

El informe técnico es un documento en el que se expresan informaciones recogidas con estricto


rigor metodológico, a solicitud y, generalmente, con la finalidad de tomar decisiones a partir de esas
informaciones.

El informe puede ser persuasivo cuando tienen el objetivo de convencer al destinatario de tomar
una decisión que responda a la propuesta que se hace en dicho texto. Es muy usado por las firmas
consultaras de las diferentes áreas laborales, industriales y comerciales.
Procedimiento para su redacción:

 Definición del propósito del informe (por qué y para qué)


 Documentación (investigación)
 Planificación del informe (esquema de contenido, tabla de contenido preliminar)
 Redacción:
o Redacción del primer borrador
o Revisión y corrección estilística y de contenido
o Autocrítica y evaluación

Componentes del informe técnico:

 Carta de envío  Cuerpo


 Portada  Conclusiones (sin numerar)
 Índice  Recomendaciones (sin numerar)
 Resumen ejecutivo  Apéndices y anexos (sin numerar)
 Introducción  Lista de referencias (sin numerar)

El monográfico
Fuente: Santillana S.A.

Una monografía es un trabajo metódico de estudio en el cual se investiga sobre un objeto físico o
abstracto particular, el cual se pueda reconocer y definir. Este escrito debe proporcionar información
novedosa, clara y completa sobre el tema o ampliar el conocimiento previo de que se tenía de él.
También, puede servir para revisar lo que se conoce del tema desde una óptica diferente y en muchos
casos, es requisito indispensable para optar por un título en muchos estudios de pregrado,
especialización o maestría.

Por lo general, el trabajo de la monografía se puede resumir en los siguientes pasos:

1. Definir un tema de investigación


2. Recopilar documentos sobre dicho tema
3. Poner en orden los documentos
4. Analizar el tema, teniendo en cuenta la documentación recogida
5. Producir un escrito que exponga de manera organizada el fruto de nuestra reflexión y que
permita a otros reconsiderar el tema y acudir a los documentos en los cuales basamos la
investigación

La tesis
Fuente: Wikipedia
https://es.wikipedia.org/wiki/Tesis
Una tesis es un documento de carácter expositivo, donde se presentan los resultados obtenidos
por el aspirante en su trabajo de investigación. Los resultados se deben conducir de forma sistemática,
lógica y objetiva, para la posible búsqueda de soluciones al problema de estudio planteado.

Existen muchas y diversas definiciones de lo que es una tesis. La académica Claudia Gómez
Haro propone esta caracterización:

“La tesis es un género académico que se caracteriza por la identificación de un problema de


conocimiento que se resuelve a través de la investigación y la argumentación lógica. En otras
palabras, la tesis es algo más que un mero reporte de información y/o un conjunto de opiniones. La
tesis es, en todo caso, un análisis crítico de la información, con el fin de explicar, de manera objetiva,
rigurosa y documentada, un fenómeno determinado. En este sentido, la tesis es un trabajo original que
interpreta, innova o genera conocimiento. Se trata, entonces, de una aportación a la disciplina
correspondiente.”

El comentario textual

El comentario textual es una composición que se produce como reacción a un texto, donde se
comparte la opinión y las consideraciones que se tiene sobre el contenido y otros aspectos del mismo,
siguiendo un rigor metodológico.

Fuente: Redacción: Métodos de Organización y Expresión del Pensamiento, 10ma. Edición


(Bartolo García Molina)

Bartolo García Molina sugiere la siguiente estructura de contenido para un comentario textual:

 Palabas de ambientación
 Síntesis del texto o presentación del tema
 Propósito del autor del comentario
 Argumentos que utiliza
 Validez del enfoque o línea de análisis
 Validez de los argumentos
 Otros posibles enfoques
 Posibles omisiones importantes
 Ideas a favor o en contra sustentadas por otros autores (intertextualidad)
 Conclusión:
o Méritos (totalmente de acuerdo con el autor)
o Limitaciones (parcialmente de acuerdo con el autor)
o Desaciertos (totalmente en desacuerdo con el autor)
o Beneficios o daños que produciría la aplicación del pensamiento analizado

Estos son aspectos que probablemente haya que variar en la práctica. De hecho, en ocasiones, se
puede elaborar un comentario, incluso, sin ninguno de estos elementos sugeridos. Más adelante, se
mostrará un comentario de ejemplo y la estructura de contenido que contiene, la cual guarda algunas
diferencias con la del esquema propuesto.

El ensayo
Fuente: Santillana S.A.

El ensayo es el género que se caracteriza fundamentalmente por abordar un tema desde una
perspectiva subjetiva con la intención de provocar la reflexión del lector.
Los temas del ensayo son muy variados: pueden ir desde los de tipo metafísico y trascendente
hasta los propios de la actualidad más banal. Lo que permite englobar a los textos ensayísticos dentro
de un mismo grupo no es el tema, sino el carácter marcadamente subjetivo con que se aborda.

La subjetividad del ensayo se manifiesta en dos vertientes: en el contenido y la expresión. Esta


última lleva con frecuencia a una notable preocupación estética y de estilo; por eso, se ha dicho
muchas veces que el ensayo se sitúa a mitad de camino entre la ciencia y la literatura.

La intención comunicativa básica del ensayo es veladamente persuasiva: el autor trata de


modificar los pensamientos del lector sobre un determinado tema. Para ello, le propone su propia
manera de ver la cuestión.

Fuente: Orlando Cáceres Ramírez


Actualizado 22 de marzo de 2019
https://www.aboutespanol.com/que-es-un-ensayo-2879495

Características de un ensayo

Ya que es un género literario libre, no hay reglas específicas para describirlo, aunque sí
ciertas generalidades. El ensayo tiene:

 Libertad temática 
 Voz identificable del autor
 Orden argumentativo libre
 Extensión variada
 Bibliografía y citas si vienen a lugar

Partes de un ensayo

La estructura del ensayo depende de su autor, pero muchos responden a la división clásica de:

 Introducción: donde se presenta el tema y la forma en que este será abordado por el autor;
aquí el autor plantea su hipótesis, la contextualiza y expresa su posición al respecto.

 Desarrollo: donde yace el contenido principal. Aquí están los argumentos principales que se
desarrollan con comparaciones, datos, ejemplos del tema, etc.

 Conclusión: la parte final donde el autor refuerza su punto de vista y se formula, tal vez,
nuevas preguntas al respecto.

Objetivo 4.2: Redactar textos expositivos en sus diferentes modalidades.

Como ya ha sido puntualizado, los conceptos, ejemplos y diferentes modalidades textuales


anteriores ayudarán a tener una comprensión más acabada de lo que es un texto expositivo. De hecho,
mediante la revisión cuidadosa de esa información, el lector que lo necesite puede recibir un
considerable nivel de orientación para ser capaz de redactar esos textos.
A continuación, nos abocaremos a explicar, con un poco más de detenimiento, el proceso de
redacción de dos de las mencionadas modalidades: el ensayo y el comentario. La razón de la elección
de estos dos textos es el desarrollo de las competencias intelectuales y de producción escrita que
suponen en el compositor.

4.2.1 Redacción de comentarios textuales

Podríamos decir que hay cuatro pasos básicos para la redacción de un comentario textual:

1. Comprensión cabal del texto que se va a comentar


2. Redacción de una estructura de contenido o esquema a partir del cual se va a escribir
el comentario
3. Composición del borrador del comentario
4. Edición del texto y colocación de un título

El segundo paso, la redacción de la estructura de contenido o esquema, es fundamental, sobre


todo para los que se inician en el ejercicio de la composición de un comentario. Además, es bueno
estar conscientes de que cada texto, por su tipología, tema, extensión, estilo y otros factores, supondrá
un esquema en particular.

A continuación, presentaremos un artículo sobre un tema muy interesante. Después, se podrá


apreciar un comentario modelo y la estructura o esquema que se puede identificar en el mismo. Esa
estructura, pese a que es propia del texto en particular como se dijo anteriormente, puede ser utilizada,
con muy ligeras variaciones, para redactar comentarios a partir de otros artículos, ensayos, reseñas y
textos similares.

Fuente: Redacción: Métodos de Organización y Expresión del Pensamiento, 10ma. Edición


(Bartolo García Molina)

Artículo:

La vida tras cruzar el umbral de la muerte es un enigma

Los científicos buscan una explicación a las experiencias de miles de personas que cruzaron el
umbral de la muerte clínica y volvieron a la vida. Según relatan quienes han vivido este “tránsito”,
tras experimentar una nueva forma de conciencia y una gran sensación de bienestar y sentir que
salen de su cuerpo, repasan su vida y viajan hacia una gran luz. Se quiere comprobar si estos paseos
al más allá son una experiencia real o solo una creación de la mente para enfrentar el miedo a la
muerte.

Una de las primeras referencias sobre el fenómeno, que Platón recoge en su obra “La
República”, es el mito de Er: un soldado muerto en combate, que despertó al arder su pira y relató
su viaje a un país maravilloso. Las publicaciones médicas vienen refiriéndose al tema desde 1930,
cuando el psicoanalista austríaco Oskar Pfister publicó un artículo donde achacaba estas vivencias a
“fantasías agradables, autocreadas como defensas frente al miedo a la muerte”.
En 1987, el médico estadounidense Raymond Moody publicó el libro “Vida después de la vida”,
que batió récords de ventas y recoge las experiencias de numerosas personas que traspasaron el
umbral de la muerte y después regresaron a la vida. Un estudio realizado en Virginia (EE UU) y
publicado en 1990 en la revista médica “The Lancet” confirma las vivencias de quienes dicen haber
sentido mayor claridad mental y sensación de bienestar al cruzar la división entre la vida y la
muerte.

Los doctores Owens, Cook y Stevenson del Centro de Estudios de la Personalidad de la


Universidad de Virginia estudiaron los registros médicos de 58 personas, que cruzaron la línea
mortal debido a enfermedades, intervenciones quirúrgicas, partos, accidentes o sobredosis de
drogas. Se detectaron diferencias entre las 28 personas que estuvieron en peligro de fallecer y los 30
restantes que creyeron estarlo, lo que sugiere un efecto fisiológico. El primer grupo tuvo un aumento
de la percepción de la luz y de otras funciones (claridad mental, visual y auditiva) en mayor medida
que el segundo, pese a las probabilidades de que las funciones del cerebro fuesen perturbadas.

Los relatos de miles de personas que cruzaron el umbral del encefalograma y el


electrocardiograma, planos que indican la muerte clínica, permiten establecer una serie de
coincidencias. La mitad de los reanimados aseguró haber perdido la sensación de dolor, escuchado
cómo el médico dictaminaba su fallecimiento y sentir cómo salían de su cuerpo físico, en una primera
etapa. El 37 por ciento que cumplió la segunda etapa del “viaje al otro lado” señala que vio su
cuerpo físico desde lo alto. Estas personas dicen que observaron y escucharon la actividad de los
médicos al intentar reanimarlos y que vieron lo que sucedía en habitaciones próximas.

En la tercera etapa del trayecto, que solo llegó a cubrir un 23 por ciento de los casos
estudiados, el sujeto se ve rodeado por la oscuridad y siente que algo lo empuja hacia delante. El 16
por ciento que consigue ver el final del túnel oscuro asegura haber visto una luz “incomparable,
vívida, cálida” e imposible de describir con palabras, pero los llena de paz. Algunos cuentan cómo
perciben una sucesión de imágenes de su vida, que los lleva a evaluarla y un 10 por ciento afirma
haber rozado la luz y comenzado a sumergirse en ella, pero después comprenden de algún modo que
deben regresar a su cuerpo físico.

Todos aseguran que el regreso es desagradable porque vuelven a percibir el dolor y sienten
rechazo hacia quienes les impidieron encontrar la luz, aunque después sienten que su vida ha
cambiado, han perdido el miedo a morir, su personalidad se hace más abierta y se preocupan más
por sus allegados. Los médicos suelen quedar desconcertados por el modo en que sus pacientes
describen con detalles el material que habían usado durante su reanimación, los gestos y palabras.
Michael Bosom, un cardiólogo de Florida que desde hace 12 años investiga la autoscopia
(separación del cuerpo físico) en personas que cruzaron la línea mortal, señala que un paciente
recordaba los indicadores del desfibrilador que habían usado sobre él pese a que su posición le
impedía verlo por completo. La psicóloga suiza Küble-Ross, que ha estudiado más de 20,000 casos,
explica en su libro “La muerte, un amanecer”, que estos acontecimientos se perciben y graban con
una nueva conciencia, cuando no se registra tensión arterial ni pulso ni respiración y, a veces, ni
ondas cerebrales. Kübler-Ross, quien afirma haber tenido una experiencia de este tipo, ha sugerido
una completa transformación –igual muchos que atravesaron un trance similar y dicen sentir la
importancia de amar y estar conectados con todas las cosas – y se dedica, desde hace años, a asistir
a los moribundos.
Pero los expertos coinciden en que por ahora estos fenómenos no se pueden explicar y solo
prueban que “algo le ocurre a la gente cuando está a punto de morir”. Algunos creen que las
vivencias pueden deberse a los fármacos que se aplican al paciente y le producen estados
alucinatorios y engañosos; pueden ser el último grito del cerebro que, durante la muerte clínica, se
queda sin oxígeno; o se deben a mal funcionamiento del sistema nervioso del moribundo. Para los
psicólogos, surgen porque “el consciente miente o el inconsciente embellece lo que percibe” debido
al aislamiento de los enfermos, la necesidad de cumplir sus deseos y fantasías o como respuesta a la
amenaza de la muerte.

Otra explicación, denominada trascendental, indica que estas vivencias predicen lo que nos
espera después de morir.

Comentario del texto “La vida tras cruzar el umbral de la muerte es un enigma”:

Para todo el mundo, es fuente de inquietud, lo que sucede después de la vida (o de la muerte,
depende como se vea). Los supersticiosos, los religiosos, los ocultistas, los científicos, etc. han
tratado de dar una explicación al fenómeno. En el artículo “La vida tras cruzar el umbral de la
muerte”, se enfoca el tema desde el punto de vista de los experimentos científicos.

En el artículo, se relatan varias experiencias de personas que han estado en el trance de la


muerte. Los experimentos han estado dirigidos a comprobar si las “experiencias” de viajes al más
allá son reales o tan solo una creación de la mente para enfrentar el miedo a la muerte. La idea
central del artículo es mostrar que cuando alguien muere, algo (¿el alma?) abandona su cuerpo y
que este fenómeno no ha podido ser explicado científicamente.

El enfoque que hace el autor es contundente porque recoge una multiplicidad de experiencias o
experimentos, los cuales despiertan en el lector el interés en el tema. Con su enfoque, el autor logra
que un tema subjetivo, como la experiencia después de la vida, cobre visos de objetividad, pues los
experimentos son incuestionables. Se podría estar en desacuerdo con las diferentes explicaciones del
fenómeno, pero no con el método que se reporta en el artículo.

La línea argumental que se utiliza en el artículo es inductiva: el autor expone un “arsenal” de


casos particulares para que los lectores infieran sus propias conclusiones.

El autor omite el punto de vista bíblico de ese fenómeno, el cual habría sido interesante,
confrontarlo con los experimentos científicos.

También, se omiten algunas hipótesis interesantes que sostienen que después de la vida, o en el
estado de tránsito hacia la muerte, nuestra alma retiene, como si fuera una memoria de
computadora, todos los actos de nuestra vida. Y que los hechos negativos pueden atormentar nuestra
alma. Hipótesis como esas han sido sustentadas hasta en películas, como es el caso de Línea Mortal.

El autor no formula ninguna conclusión, lo que se podría asumir como una deficiencia de su
discurso o como una estrategia para que cada quien “sea el jurado”.

En definitiva, el artículo es interesante, pues logra captar la atención del lector y sembrarle la
inquietud sobre el enigma que representa la “vida después de la muerte”.
Estructura del comentario anterior

Si el comentario presentado anteriormente se lee cuidadosamente, se puede identificar que tiene


la macroestructura de todo texto expositivo (introducción, desarrollo y conclusión) y, a partir de ese
esquema general, presenta uno más particular:
I. Introducción
1.1 Ambientación, presentación del tema e identificación del enfoque desde el cual fue
tratado.

II. Desarrollo
2.1 Explicación del contenido general del artículo
2.2 Valoración de las estrategias discursivas del autor del artículo
2.3 Explicación del razonamiento presente en la argumentación del autor del artículo
2.4 Presentación de omisiones por parte del autor del artículo y de las posibles causas de ellas

III. Conclusión
3.1 Valoración del artículo en general

Por último, la siguiente rúbrica, puede ayudar a quien escribe el comentario a tomar en cuenta
expectativas importantes de toda composición textual y en relación directa con el esquema de
contenido, propio del comentario. Con finalidades de evaluación, los maestros que enseñan a sus
estudiantes a escribir comentarios pueden usar este documento para verificar la calidad de la
composición.

Rúbrica para la evaluación de la redacción de comentarios


Criterios Valoración
-El texto se corresponde claramente con el esquema diseñado en el proceso de redacción; las ideas están -EXCELENTE
bien desarrolladas y fluyen adecuadamente; la composición tiene coherencia y cohesión a través de signos
de puntuación y enlaces bien empleados; la adecuación del vocabulario y del nivel de lengua en función del
tema tratado es evidente.

- El texto se corresponde con el esquema diseñado en el proceso de redacción; las ideas están bien -BUENO
desarrolladas y muestran fluidez; la composición tiene coherencia y cohesión a través de signos de
puntuación y enlaces bien empleados aunque con algunos errores no muy graves; hay adecuación del
vocabulario y del nivel de lengua en función del tema tratado.

- El texto más o menos se corresponde con el esquema diseñado en el proceso de redacción; las ideas -ACEPTABLE
exhiben cierto nivel de desarrollo; la composición tiene coherencia y cohesión a través de signos de
puntuación y enlaces aunque con algunos errores; hay adecuación del vocabulario y del nivel de lengua en
función del tema tratado, pero con debilidad en este aspecto.

- El texto se corresponde muy poco o en nada con el esquema diseñado en el proceso de redacción; las -DEFICIENTE
ideas ameritan mayor desarrollo y fluidez; la composición es débil en cuanto a coherencia y cohesión; el
vocabulario no tiene un nivel adecuado al tipo de texto ni al tema.

Por José Stalin Gavilán Melo

4.2.3 Redacción de ensayos

Como ya se estableció, el ensayo es un texto muy particular y permite, a sus escritores, un alto
nivel de libertad, tanto temática y estructural como estilística. Sin embargo, posee dos elementos
fundamentales que lo entroncan con los textos argumentativos: la tesis y los argumentos.
El orden y la dinámica entre la tesis y los argumentos es otro aspecto que puede variar, sin
embargo, la relación lógica entre ellos debe permanecer. Algunas posibilidades en este aspecto
pueden ser las siguientes:

 tesis – argumentos – replanteamiento de la tesis,


 tesis - argumentos
 argumentos – tesis,
 entre otras.

A continuación, presentaremos el ensayo Patria de Justicia del gran intelectual dominicano Pedro
Henríquez Ureña. En él, se podrá apreciar tanto su tesis como sus argumentos y la relación lógica
entre ellos. Además, a partir de este texto, revisaremos el proceso de composición de los ensayos y de
la rúbrica que se puede utilizar para su desarrollo y verificación.

Patria de la justicia

Nuestra América corre sin brújula en el turbio mar de la humanidad contemporánea. ¡Y no


siempre ha sido así! Es verdad que nuestra independencia fue estallido súbito, cataclismo
natural: no teníamos ninguna preparación para ella. Pero es inútil lamentarlo ahora: vale
más la obra prematura que la inacción; y de todos modos, con el régimen colonial de que
llevábamos tres siglos, nunca habríamos alcanzado preparación suficiente: Cuba y Puerto
Rico son pruebas.  Y con todo, Bolívar, después de dar cima a su ingente obra de
independencia, tuvo tiempo de pensar, con el toque genial de siempre, los derroteros que
debíamos seguir en nuestra vida de naciones hasta llegar a la unidad
sagrada. Paralelamente, en la campaña de independencia, o en los primeros años de vida
nacional, hubo hombres que se empeñaron en dar densa sustancia de ideas a nuestros
pueblos: así, Moreno y Rivadavia en la Argentina.

Después . . . Después se desencadenó todo lo que bullía en el fondo de nuestras sociedades,


que no eran sino vastas desorganizaciones bajo la apariencia de organización rígida del
sistema colonial. Civilización contra barbarie, tal fue el problema, como lo formuló
Sarmiento. Civilización o muerte, eran las dos soluciones únicas, como las formulaba
Hostos. Dos estupendos ensayos para poner orden en el caos contempló nuestra América,
aturdida, poco después de mediar el siglo XIX: el de la Argentina, después de Caseros, bajo
la inspiración de dos adversarios dentro una sola fe, Sarmiento y Alberdi, como jefes
virtuales de aquella falange singular de activos hombres de pensamiento; el de México con
la Reforma, con el grupo de estadistas, legisladores y maestros, a ratos convertidos en
guerreros, que se reunió bajo la terca fe patriótica y humana de Juárez. Entre tanto, Chile,
único en escapar a estas hondas convulsiones de crecimiento, se organizaba poco a poco,
atento a la voz magistral de Bello. Los demás pueblos vegetaron en pueril inconsciencia o
padecieron bajo afrentosas tiranías o agonizaron en el vértigo de las guerras fratricidas:
males pavorosos para los cuales nunca se descubría el remedio. No faltaban intentos
civilizadores, tales como en el Ecuador las campañas de Juan Montalvo en periódico y libro,
en Santo Domingo la prédica y la fundación de escuelas, con Hostos y Salomé Ureña; en
aquellas tierras invadidas por la cizaña, rendían frutos escasos; pero ellos nos dan la fe: ¡no
hay que desesperar de ningún pueblo mientras haya en él diez hombres justos que busquen el
bien!
Al llegar el siglo XX, la situación se define, pero no mejora: los pueblos débiles, que son los
más en América, han ido cayendo poco a poco en las redes del imperialismo septentrional,
unas veces sólo en la red económica, otros en doble red económica y política; los demás,
aunque no escapan del todo al mefítico influjo del Norte, desarrollan su propia vida -en
ocasiones como ocurre en la Argentina, con esplendor material no exento de las gracias de
la cultura. Pero, en los unos como en los otros, la vida nacional se desenvuelve fuera de toda
dirección inteligente: por falta de ella no se ha sabido evitar la absorción enemiga; por falta
de ella, no se atina a dar orientación superior a la existencia próspera. En la Argentina, el
desarrollo de la riqueza, que nació con la aplicación de las ideas de los hombres del 52, ha
escapado a todo dominio; enorme tren, de avasallador impulso, pero sin maquinista . . . Una
que otra excepción, parcial, podría mencionarse: el Uruguay pone su orgullo en enseñarnos
unas cuantas leyes avanzadas; México, desde la Revolución de 1910, se ha visto en la dura
necesidad de pensar sus problemas: en parte, ha planteado los de distribución de la riqueza
y de la cultura, y a medias y a tropezones ha comenzado a buscarles solución; pero no toca
siquiera a uno de los mayores: convertir al país de minero en agrícola, para echar las bases
de la existencia tranquila, del desarrollo normal, libre de los aleatorios caprichos del metal
y del petróleo.

Si se quiere medir hasta dónde llega la cortedad de visión de nuestros hombres de estado,
piénsese en la opinión que expresaría cualquiera de nuestros supuestos estadistas si se le
dijese que la América española debe tender hacia la unidad política. La idea le parecería
demasiado absurda para discutirla siquiera. La denominaría, creyendo haberla herido con
flecha destructora, una utopía.

Pero la palabra utopía, en vez de flecha destructora, debe ser nuestra flecha de anhelo. Si en
América no han de fructificar las utopías, ¿dónde encontrarán asilo? Creación de nuestros
abuelos espirituales del Mediterráneo, invención helénica contraria a los ideales asiáticos
que sólo prometen al hombre una vida mejor fuera de esta vida terrena, la utopía nunca dejó
de ejercer atracción sobre los espíritus superiores de Europa; pero siempre tropezó allí con
la maraña profusa de seculares complicaciones: todo intento para deshacerlas, para sanear
siquiera con gotas de justicia a las sociedades enfermas, ha significado -significa todavía
convulsiones de largos años, dolores incalculables.

La primera utopía que se realizó sobre la Tierra -así lo creyeron los hombres de buena
voluntad- fue la creación de los Estados Unidos de América: reconozcámoslo lealmente.
Pero a la vez meditemos en el caso ejemplar: después de haber nacido de la libertad, de
haber sido escudo para las víctimas de todas las tiranías y espejo para todos los apóstoles
del ideal democrático, y cuando acababa de pelear su última cruzada, la abolición de la
esclavitud, para librarse de aquel lamentable pecado, el gigantesco país se volvió opulento y
perdió la cabeza; la materia devoró al espíritu; y la democracia que se había constituido
para bien de todos se fue convirtiendo en la factoría para lucro de unos pocos. Hoy, el que
fue arquetipo de libertad, es uno de los países menos libres del mundo.

¿Permitiremos que nuestra América siga igual camino? A fines del siglo XIX lanzó el grito
de alerta el último de nuestros apóstoles, el noble y puro José Enrique Rodó: nos advirtió
que el empuje de las riquezas materiales amenazaba ahogar nuestra ingenua vida espiritual;
nos señaló el ideal de la magna patria, la América española. La alta lección fue oída; con
todo, ella no ha bastado, para detenernos en la marcha ciega. Hemos salvado, en gran parte,
la cultura, especialmente en los pueblos donde la riqueza alcanza a costearla; el sentimiento
de solidaridad crece; pero descubrimos que los problemas tienen raíces profundas.
Debemos llegar a la unidad de la magna patria; pero si tal propósito fuera su límite en sí
mismo, sin implicar mayor riqueza ideal, sería uno de tantos proyectos de acumular poder
por el gusto del poder, y nada más. La nueva nación sería una potencia internacional, fuerte
y temible, destinada a sembrar nuevos terrores en el seno de la humanidad atribulada. No: si
la magna patria ha de unirse, deberá unirse para la justicia, para asentar la organización de
la sociedad sobre bases nuevas, que alejen del hombre la continua zozobra del hambre a que
lo condena su supuesta libertad y la estéril impotencia de su nueva esclavitud, angustiosa
como nunca lo fue la antigua, porque abarca a muchos más seres y a todos los envuelve en
la sombra del porvenir irremediable.

El ideal de justicia está antes que el ideal de cultura: es superior el hombre apasionado de
justicia al que sólo aspira a su propia perfección intelectual. Al diletantismo egoísta, aunque
se ampare bajo los nombres de Leonardo o de Goethe, opongámosle el nombre de Platón,
nuestro primer maestro de utopía, el que entregó al fuego todas sus invenciones de poeta
para predicar la verdad y la justicia en nombre de Sócrates, cuya muerte le reveló la terrible
imperfección de la sociedad en que vivía. Si nuestra América no ha de ser sino una
prolongación de Europa, si lo único que hacemos es ofrecer suelo nuevo a la explotación del
hombre por el hombre (y por desgracia, ésa es hasta ahora nuestra única realidad), si no
nos decidimos a que ésta sea la tierra de promisión para la humanidad cansada de buscarla
en todos los climas, no tenemos justificación: sería preferible dejar desiertas nuestras
altiplanicies y nuestras pampas si sólo hubieran de servir para que en ellas se multiplicaran
los dolores humanos, no los dolores que nada alcanzará a evitar nunca, los que son hijos del
amor y la muerte, sino los que la codicia y la soberbia infligen al débil y al hambriento.
Nuestra América se justificará ante la humanidad del futuro cuando, constituida en magna
patria, fuerte y próspera por los dones de la naturaleza y por el trabajo de sus hijos, dé el
ejemplo de la sociedad donde se cumple "la emancipación del brazo y de la inteligencia".

En nuestro suelo nacerá entonces el hombre libre, el que, hallando fáciles y justos los
deberes, florecerá en generosidad y en creación.

Ahora, no nos hagamos ilusiones: no es ilusión la utopía, sino el creer que los ideales se
realizan sin esfuerzo y sin sacrificio. Hay que trabajar. Nuestro ideal no será la obra de uno
o de dos o tres hombres de genio, sino de la cooperación sostenida, llena de fe, de muchos,
innumerables hombres modestos; de entre ellos surgirán, cuando los tiempos estén maduros
para la acción decisiva, los espíritus directores; si la fortuna nos es propicia, sabremos
descubrir en ellos los capitanes y timoneles, y echaremos al mar las naves.

Entre tanto, hay que trabajar con fe, con esperanza todos los días. Amigos míos: a trabajar.

[Publicado originalmente en La utopía de América (La Plata: Ed. Estudiantina, 1925).]

Fuente: https://www.ensayistas.org/antologia/XXA/h-urena/phu.htm

Como se puede apreciar, es un texto muy interesante, el cual expone el pensamiento de


Henríquez Ureña en relación a lo que necesitaba la República Dominicana y los demás países
latinoamericanos para alcanzar y sostener un verdadero desarrollo. Además de la relevancia
del tema, el escrito exhibe delicadeza discursiva, la cual evidencia su matiz literario. Otro
aspecto interesante que podemos ver en el ensayo, lo cual lo enriquece, es el aporte de
referencias históricas que fortalecen su tesis.

Pasos para la composición de un ensayo:


1. Identificación del tema
2. Si es necesario, investigación respecto a ese tema
3. Generación de la tesis y los argumentos con los que se apoyará la misma
4. Redacción del esquema, tomando en cuenta el orden y el estilo del
razonamiento argumentativo
5. Redacción del borrador
6. Edición y colocación de un título, preferiblemente, creativo

Rúbrica para la composición y verificación de los ensayos (por José Stalin Gavilán
Melo):
Criterios Valoración
-El texto presenta la tesis y los argumentos de manera clara y estos sostienen una buena relación -EXCELENTE
lógica; el desarrollo se corresponde totalmente con el esquema del proceso de redacción; las
ideas están bien desarrolladas y muestran fluidez; la composición general exhibe coherencia y
cohesión a través de signos de puntuación y enlaces bien empleados; la adecuación del
vocabulario y el equilibrio entre el nivel técnico y literario en función del tema tratado son
evidentes.

-El texto presenta la tesis y los argumentos de manera clara y estos sostienen una buena -BUENO
relación lógica; el desarrollo se corresponde adecuadamente con el esquema del proceso de
redacción; las ideas exhiben desarrollo y muestran aceptable fluidez; la composición general
exhibe coherencia y cohesión a través de signos de puntuación y enlaces bien empleados; la
adecuación del vocabulario y el equilibrio entre el nivel técnico y literario en función del tema
tratado están presentes.

-El texto presenta la tesis y los argumentos y los mismos sostienen relación lógica; el desarrollo -ACEPTABLE
se corresponde aceptablemente con el esquema del proceso de redacción; las ideas exhiben
desarrollo y muestran cierta fluidez; la composición general exhibe coherencia y cohesión a
través de signos de puntuación y enlaces bien empleados aunque con algunas debilidades en
este aspecto; la adecuación del vocabulario y el equilibrio entre el nivel técnico y literario en
función del tema tratado están presentes, pero podrían mejorar.

-El texto presenta la tesis y los argumentos y los mismos sostienen una débil relación lógica; el -DEFICIENTE
desarrollo se corresponde poco con el esquema del proceso de redacción; las ideas exhiben un
pobre desarrollo y fluidez; la composición general exhibe poca coherencia y cohesión; la
adecuación del vocabulario y el equilibrio entre el nivel técnico y literario en función del tema
tratado están presentes, pero necesitan mucha mejoraría.

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