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Breve diccionario
de términos literarios
El libro de bolsillo
Biblioteca de consulta
Alianza Editorial
Prólogo
En lo que se refiere al contenido temático, el presente dic existencialismo, hermenéutica, idealismo, krausismo, etc.), la
cionario recoge unas mil doscientas entradas de las mil qui estética (belleza, esperpento, lo feo, grotesco pathos, etc.),
nientas que se ofrecían en el texto anterior. La retirada, por el arte (cubismo, expresionismo, impresionismo, manieris
razones de espacio, de determinados conceptos pertenecien mo, etc.) y la música: ballet,'comedia-ballet, música y litera
tes, en su mayor parte, a un léxico especializado de rara utili tura, ópera, zarzuela, etc.
zación ha permitido un tratamiento adecuado del resto de las Otros campos abordados son los tópica (Carpe diem, Ubi
entradas, que exceden, en número y amplitud, a lo que cabía sunt, Edad de Oro, etc.) y ciertos «temas» recurrentes a la tra
esperar en este tipo de obras. El conjunto de artículos que dición literaria (anagnórisis, honor, viaje, etc.), personajes re
aquí aparecen abarca las cuatro ramas en las que se subdivide lacionados con la creación o la ficción literarias (autor, escritor,
la mencionada disciplina: teoría de la literatura (en la que se juglar, trovador, héroe, gracioso, histrión, etc.), instituciones
abordan los conceptos de literatura, lengua literaria, géneros (academia, certamen, festival, juegos, Real Academia, revistas,
literarios, y otros relacionados con el discurso poético, la na- tertulia), etc.
rratología, el teatro, etc.), crítica literaria (términos referidos Por otra parte, muchos de los conceptos mencionados se
al concepto y función de dicha materia, así como a las diferen desglosan en sus elementos constituyentes, derivaciones, etc.,
tes escuelas y téorías de crítica literaria: de construcción, es dando lugar a nuevas entradas. Esto ocurre, p. e., con los gé
tética de la recepción, estilística del texto, etc.), historia de la neros literarios, tal como se manifiestan en sus realizaciones
literatura (artículos en los que se estudian los diferentes mo históricas concretas: épico-narrativos (epopeya, cuento, no
vimientos culturales, estéticos y literarios más relevantes en el vela, etc.), líricos (égloga, elegía, oda, etc.), dramáticos (co
transcurso de la historia: p. e., en el siglo xvi: eramismo, eu- media, farsa, tragedia, etc.) y didáctico-ensayísticos (diálogo,
fuismo, humanismo, manierismo, petrarquismo, renaci ensayo, epistolario, etc.). A su vez, algunas de estas formas ge
miento, etc.) y literatura comparada, en la que se abordan te néricas se subdividen en diferentes modelos de realización de
mas, géneros y formas literarias comunes a diversas lenguas y las mismas, p. e., novela (de aprendizaje o bildungsroman, de
culturas. aventuras, bizantina, caballeresca, cortesana, de costumbres,
Se incluyen, además, artículos dedicados a otras discipli epistolar, erótica, de espionaje, etc.), comedia, poesía, teatro,
nas estrechamente vinculadas a la ciencia de la literatu etcétera.
ra, como la retórica (entradas referidas"a la oratoria, tipos de En cuanto a la metodología y la organización de los temas,
discurso, figuras literarias, etc.), la métrica (prosa y verso, se ha procurado mantener una homogeneidad en el desarrollo
acento, ritmo, metro, rima, tipos de verso, de estrofas, de poe de los artículos, de acuerdo con el siguiente esquema: breve de
mas, etc.), la lingüística (discurso, enunciado, fonema, fun finición inicial del concepto (con la etimología del término en
ciones, léxico, norma, etc.), la semiótica (código, connota cuestión, cuando se juzga pertinente), exposición sistemática
ción, icono, índice, signo, etc.) y la pragmática (actos de de los aspectos esenciales del tema, escueta referencia -en las
habla, contexto, destinatario, interlocutor, situación, etc.). entradas que se cree necesario- a la evolución histórica y, en
A este conjunto se añaden diversas entradas que analizan las ciertos casos, a las interpretaciones de la crítica y, finalmente,
relaciones de la literatura con determinadas disciplinas como referencias cruzadas, destinadas a complementar, en aspectos
la filosofía (corrientes de pensamiento que han influido en la relacionados con el tema, la exposición del mismo, p. e., en la
creación o en la teoría y crítica literarias: estructuralismo, entrada sobre Cantiga, se dice al final: Véanse: Cantiga de ami
10 BREVE DICCIONARIO DETÉRMINOS LITERARIOS PRÓLOGO 11
go, Cantiga de amor, Cantiga de escarnio y de maldecir, Cantiga tética de la recepción, kitsch, leitmotiv, Sturrn und drang, etc.),
de estribillo y Decir. así como algunas expresiones literarias de las culturas orien
En la redacción del diccionario se han cuidado, especial tales: la japonesa (haiku, yoruri, kabuki, kyógen), hindú
mente, dos aspectos: la proyección didáctica en el tratamiento (kathakali), etc., que han influido en la producción poética y
de los temas y la apertura a un pluralismo metodológico y cul dramática occidental durante el pasado siglo.
tural. En el primer aspecto, todos los artículos que lo precisan
(especialmente los referidos a figuras literarias, tipos de ver Demetrio Estébanez Calderón
sos, estrofas, poemas, diversos subgéneros de novela, comedia,
etcétera) finalizan su exposición con ejemplos aclaratorios,
para facilitar una mejor comprensión del contenido temático.
En algunos casos, cuando varias entradas convergen en un
mismo tema, los ejemplos se concentran, por economía de es
pacio, en una o dos, alas que se remite al lector: p. e., en el artí
culo referido a estancia (estrofa compuesta por dos conjuntos
de versos denominados fronte y sirima, unidos por un esla
bón), las referencias cruzadas de los tres últimos términos re
miten a * estancia, donde figura (además de en sirima) un
ejemplo de dicha estrofa.
En cuanto al pluralismo mencionado, se ha respetado
una metodología abierta a las distintas corrientes de crítica li
teraria y se ha tenido en cuenta la diversificada riqueza cultu
ral de nuestra tradición, que hunde sus raíces en el mundo
grecolatino (del que procede el mayor contingente de artícu
los, entre ellos los referidos a la retórica y a la poética clási
cas), con ciertas aportaciones de la cultura árabe (aljamiado,
casida, parábola, jarcha, salmo, sefardí, etc.). Se ha prestado
una particular atención a las literaturas francesa (cortés, can
só, fabliaux, naturalismo, parnasianismo, partimen, pastore
la, preciosismo, simbolismo, sirventés, tensó, etc.) e italiana
(Commedia dell’Arte, Dolce stil novo, fronte, manierismo,
marinismo, petrarquismo, sirima, etc.), y, sobre todo, a la
literatura hispanoamericana: antinovela, antipoema, creacio
nismo, gauchesca, indigenismo, negrismo, modernismo,
nueva novela, ultraísmo, etc. Aparece, además, una serie de
artículos de literatura y crítica literaria del área anglosajona
(eufuismo, imaginismo, New Criticism, etc.) y germánica (es
Abreviaturas
Siglas
Signos
15
ACADEMIA 16 17 ACRÓNIMO
latan dificultades insalvables en la Academias de la Lengua, de la raba en tres fases: prótasis o plan paroxítono o llano («De un grito
comunicación humana. Historia, de Bellas Artes, etc. En teamiento de la situación dramá elevé una montaña», V. Huido-
Academia. Término de origen tre los<académicos, los llamados tica en ciernes; epítasis, «crisis» bro) y proparoxítono o esdrújulo
griego (akademeia) con el que se de número son aquellos que, con o nudo, relativo a la aparición ^ («Afrodita de oro, los tebanos, las
designaba inicialmente la Escue carácter vitalicio, han sido admiti agravamiento de los conflictos ágoras», J. L. Borges). Véanse:
la de Platón, situada en un jardín, dos en la institución para poder en que se ven inmersos los per COMPUTO SILÁBICO y VERSO.
cerca de Atenas, dedicado al hé asistir con regularidad a todas las sonajes; y catástrofe, epílogo o Aconsonantado. Se dice de los
roe Academos. En dicha escuela sesiones y tomar parte en las acti desenlace, en el que se produce versos o estrofas que presentan
se desarrolló una activa reflexión vidades y deliberaciones de la la resolución de los conflictos. una rima consonante. Se aplica
filosófica y científica (sobre todo misma. Otro tipo de académico, el Véase: unidades. también dicho término a aque
en matemáticas y astronomía) y correspondiente, es el que, resi Acento. Rasgo prosódico con el llos versos que llevan rima acon
se dedicó una atención especial a diendo fuera de Madrid, participa que se destaca una sílaba dentro sonantada, cuando, atendiendo a
la pedagogía, a la música y tam como colaborador en los trabajos de una palabra, para diferenciar la regularidad métrica del poema
bién a la literatura. de investigación de la Academia. la de las demás. Este fenómeno al que pertenecen, debieran ser
En el transcurso de la Edad Media En una segunda acepción del tér puede consistir en un mayor es asonantes, p. e., en el siguiente
aparecen diversas instituciones mino, se habla de estilo académi fuerzo expiratorio (acento de in romance:
culturales que fomentan el cultivo co de un autor cuando, en la ela tensidad, característico del espa
de las letras en un marco de comu boración de su obra, se ajusta ñol y el inglés), en una elevación «Mañanita de San Juan,
nidad intelectual, análogo al de rigurosamente a un sistema de del tono de voz al emitir la sílaba mañanita de primor,
la antigua institución platónica. normas clásicas o de convencio acentuada (acento tónico o meló cuando damas y galanes
Sin embargo, habrá que esperar al nes establecidas. dico, peculiar del griego) o en el van a oír misa mayor,
Renacimiento para que surjan, en Acción. Es la serie de aconteci alargamiento de dicha sílaba acen allá va la mi señora,
Italia, las primeras academias mientos y situaciones que con tuada, como ocurre en el latín: es entre todas la mejor;
(p. e., la Academia platónica de figuran una historia relatada o el llamado acento de cantidad. viste saya sobre saya,
Florencia), entendidas ya en la representada. La acción dinami- El acento cumple una función dis mantellín de tornasol [...]».
acepción moderna del término: za esa historia al poner en mar tintiva en los niveles gramatical y (Romance anónimo)
«Sociedad científica, literaria o ar cha los distintos mecanismos de semántico (p. e., para diferenciar
tística establecida con autoridad transformación que empujan a palabras integradas por los mis Acotación. Es la parte no dialo
pública» (DRAE). Por influencia los personajes a pasar de una si mos fonemas: «amo» - «amó») y, gada del texto teatral, constituida
de las academias italianas, se fun tuación a otra. Por la acción se sobre todo, en la métrica, ya que por orientaciones que sirven a
dan instituciones similares en definen estos personajes y en la de la diferente posición del acento los actores para una mejor com
otros países europeos, p. e., la Aca acción se establecen entre ellos en unas sílabas u otras depende la prensión y representación (indi
demia Francesa (1634) y, a imita unas relaciones motivadas por la configuración y distinción de los cación de gestos, movimientos,
ción de ésta, la Real Academia Es prosecución respectiva de sus diferentes tipos de verso. Así, de etc.) y al director para una ade
pañola (1714), encargadas de velar propios intereses. Éstos pueden pendiendo de la posición en la úl cuada puesta en escena (distri
por el buen uso de la lengua. Véa generar conflictos, que, a su vez, tima sílaba acentuada de un verso, bución del espacio, decoración,
se: REAL ACADEMIA. mueven a actuar en busca de la éste puede ser oxítono o agudo (si luces, vestuario, etc.).
Académico. Miembro de una solución de los mismos. recae el acento en la última sílaba Acrónimo. Término de origen
academia. Se dice especialmente En la dramaturgia clásica, el de del verso: «Como una rosa roja griego (aero: punta, y onoma:
de los pertenecientes a las Reales sarrollo de la acción se estructu que fuera flor de lis», R. Darío), nombre) con el que se denomina
ACRÓSTICO 18 19 ACTOS DE HABLA
una formación léxica construida de la acción. En el teatro latino se como A. Antoine, E. Kazan, J. o informativa. Ejemplo: «Mis pa
por las siglas o abreviaturas (letras dividía en cinco actos, costum Grotowski, Stanislavski, etc., han labras fueron éstas: “deberías pe
o silabas iniciales) de un conjun bre confirmada por los tratadis centrado sus esfuerzos en la for dirle disculpas”».
to de palabras. Ejemplo: «Re(d) tas italianos del Renacimiento mación del actor, fundamento de - Acto ilocutivo o ¡locucionario:
N(acional) (délos) F(errocarriles) y seguida por los dramaturgos toda escenificación. es el que se produce al decir algo,
E(spañoles)»: RENFE. De la épo franceses del siglo xvii, Cornei- Actos de habla. Expresión uti y sirve para caracterizar el modo
ca romana procede uno de los lle y Racine. En el teatro español lizada inicialmente en Filosofía como estamos realizando el enun
acrónimos más conocidos: SPQR del siglo xvi los dramaturgos di del Lenguaje por J. J. Austin y ciado. Este acto permite descu
(Senatus Populusque Romanas). viden sus obras en cinco (Torres J. R. Searle, interesados en lograr, brir, de acuerdo con el contexto,
Acróstico. Término de origen Naharro), cuatro y tres actos. A a partir de un cuidadoso estudio si el enunciado tiene fuerza de ad
griego (akros: extremo, y stichos: finales de dicho siglo se impuso del lenguaje común, la precisión vertencia, ruego, consejo, etc., y
verso) con el que se denomina un como costumbre (Cervantes y lingüística necesaria para evitar posee fuerza ilocutiva. Ejemplo:
procedimiento ingenioso consis Lope de Vega) la división en tres falsos problemas que, a su juicio, «Le rogué una y otra vez que se
tente en la combinación vertical actos o jornadas, hecho que se se plantean en la reflexión filosó disculpara».
de las letras iniciales de los ver adecuaba mejor a la división fica por un uso inadecuado del - Acto perlocutivo o perlocucio-
sos de un poema para formar pa aristotélica de la acción en tres lenguaje. Austin y Searle parten nario: es el que se produce por
labras con las que se transmite un fases: prótasis o exposición, epí- del análisis del lenguaje corriente, haber dicho algo; alude a los efec
mensaje o se da a conocer el nom tasis o nudo y complicación de la al elaborar su «teoría de los actos tos provocados en el destinatario
bre de una persona. Un ejemplo intriga y catástrofe o desenlace. de habla» (speech act), reflexión por lo que se le ha comunicado:
aparece en las octavas que ante Véase: escena. que constituye el punto de parti aceptación, rechazo, inquietud,
ceden al texto de La Celestina, en Actor. Intérprete de un papel en da de la moderna * Pragmática y etc. Ejemplo: «Finalmente, logré
las que F. de Rojas deja constan una representación teatral o ci que será recogida por algunos es que le pidiera disculpas».
cia de su autoría. Véase el acrós nematográfica o en una obra des tudiosos de teoría de la literatura Tanto Austin como Searle aluden
tico de su apellido: tinada a la radio o a la televisión. (R. Ohmann, T. Van Dijk, etc.) a la forma peculiar de uso del len
[...] El actor es el elemento clave de la para explicar las características guaje que aparece en los textos li
«Reproches, revistas e tachas. representación teatral: él es quien del lenguaje literario como mo terarios. Para Austin, las caracte
[Callando da vida a los personajes, hace po dalidad de acto de habla. Austin rísticas de los actos ilocutivos no
Obstara, e los daños de invidia é sible la acción dramática y con clasifica los actos de habla en tres pueden aplicarse a los enunciados
[murmuros fiere (en consonancia con el dis tipos fundamentales: de un texto literario, ya que en
Insisto remando, é los puertos positivo escénico y el montaje) la - Acto locativo o locucionario, ellos están «suspendidas las con
[seguros plena significación al texto dra que es el que se produce, simple diciones normales de referencia».
Atrás quedan todos ya cuanto mático, que adquiere nuevas po mente, por el hecho de decir algo En la misma línea, Searle cree que
[más ando. sibilidades significativas en cada y que consiste en «la emisión de en la literatura se producen expre
Si bien quereys ver mi limpio representación e interpretación. ciertos ruidos (acto “fónico”), siones sobre acontecimientos,
[motivo...». En el teatro contemporáneo se ha de ciertas palabras en una deter personajes, etc., que carecen de
cuidado especialmente el adies minada construcción (acto “fáti- verdadero valor referencial, al si
(F. de Rojas)
tramiento de los actores a través co”), y con un cierto significado tuarse en un discurso fuera de la
Acto. Es una de las partes en que de nuevas técnicas de decla (acto “rético”)». Este acto com realidad en la que se producen
se divide la obra teatral, en fun mación, expresión corporal, etc. porta un significado, y su virtua los usos lingüísticos normales. Se
ción del tiempo y del desarrollo Grandes directores de escena, lidad es meramente constatativa trataría de un uso miniético y lú-
ACTUALIZACIÓN 20 21 ALBA
dico de los actos de habla. Véase: Adagio. Término de origen lati El tratamiento del espacio ofrece por algunos escritores, como li
PRAGMÁTICA. no (adagium: sentencia) con el mayores posibilidades de desa cencia poética, en la recreación
Actualización. Véase adapta que se designa una breve sentencia rrollo que en el teatro o que en la estética de un rasgo peculiar del
ción. doctrinal, de origen popular, for novela. Lo mismo ocurre con la habla correspondiente a estratos
Acumulación. Figura retórica mulada con claridad y concisión, televisión, medio en el que son sociales de escasa cultura. Ejem
consistente en la enumeración o en la que se expresa un principio cada día más frecuentes las adap plo: «norabuena» (enhorabuena),
adición (adjectio) de una serie de moral, una norma de conducta taciones de obras literarias. «noramala» (enhoramala).
de palabras, sintagmas o propo o una observación de carácter Adínaton. Término griego (adú Aforismo. Término de origen
siciones interrelacionados por general. Ejemplos: «Hazbienyno nalos: imposible de hacer) con el griego (aphorismos: regla deli
su función análoga y comple mires a quién», «Lo bueno, si bre que se denomina una figura retó mitada, máxima) con el que se
mentaria en la descripción de un ve, dos veces bueno». rica relacionada con la hipérbole, aludía en dicha lengua a un prin
personaje, acontecimiento, si A este tipo de sabiduría senten que se utiliza para resaltar enfáti cipio científico expresado en for
tuación, etc. Véase, como ejem ciosa pertenecen también el * re camente que lo que se propone es ma concisa, a imitación de los
plo, la reflexión antifeminista de frán, la *máxima y el ^proverbio. imposible de realizar. Ejemplo: Aforismos de Hipócrates, tratado
Sempronio ante Calixto en La Adaptación. Cambio introdu de medicina que resume, en for
Celestina: cido en la configuración de un «Es más fácil que un camello entre ma de sentencias breves, los prin
texto para acomodarlo a un nue por el ojo de una aguja, que el que cipios y doctrinas de la escuela
«Pero destas otras, ¿quién te con vo destinatario o para acoplarlo a un rico entre el Reino de Dios». de Cos. Dicho término significa
taría sus mentiras, sus tráfagos, un género literario distinto de también una sentencia breve que
(Le. 18,25)
sus cambios, su liviandad, sus la aquel en que originalmente se es sintetiza una regla, axioma o má
grimillas, sus alteraciones, sus cribió. En este sentido, una nove Afectación. Defecto consisten xima instructiva. En esta segun
osadías? Que todo lo piensan, la puede convertirse en obra tea te en la falta de sencillez y natura da acepción, el aforismo presen
osan sin deliberar. ¿Sus disimula tral, guión cinematográfico o en lidad en la expresión oral o escri ta semejanzas con el *adagio,
ciones, su lengua, su engaño, su una serie televisiva. Cada género ta. Esta deficiencia en el estilo *refrán, *máxima y ^proverbio,
olvido, su desamor, su ingrati literario exige unas condiciones puede manifestarse en el rebus pero carece del fin moralizador
tud, su inconstancia [...], su des peculiares de adaptación: así, al camiento artificioso de palabras de éstos. Ejemplo:
vergüenza, su alcahuetería?». transformar una novela para y figuras literarias, en la utiliza
(F. de Rojas) acomodarla a la representación ción pretenciosa de un tono o «No consiste la perfección en la
dramática, las condiciones im unos recursos de lenguaje inade cantidad, sino en la calidad».
La acumulación es una técnica puestas por el espacio y el tiempo cuados a un determinado con (B.Gracián)
estilística utilizada en la *ampli- son muy estrictas. La adaptación texto, en la ampulosidad y ama
ficación y presenta ciertas seme de la novela al cine implica me neramiento expresivos, etc. Aforo. Capacidad o conjunto de
janzas con la *enumeración, de nos restricciones: se trata de con Aféresis. (Del griego apltairesis, localidades de un teatro o de otras
la que se diferencia, no obstante, tar un argumento, tomando la de aphairein: quitar.) Pérdida o salas destinadas a espectáculos
por el hecho de implicar ésta un cámara como punto de vista del supresión de un fonema o de una públicos.
mayor sentido del orden y ser narrador, que puede acercarse al sílaba al comienzo de una pala Alba. Composición lírica de ori
empleada especialmente en la mundo-interior del personaje, bra. Se trata de un vulgarismo gen provenzal, cuyo tema se re
enunciación de los elementos traduciendo en imágenes aluci morfológico, inaceptable en el laciona con el disgusto de los
que constituyen series o con naciones fantásticas, exteriori uso correcto del idioma, y que, enamorados que han pasado la
juntos. zando monólogos interiores, etc. no obstante, aparece utilizado noche juntos y han de separarse
ALEGORÍA 22 23 ALJAMIADO
al alborear el día. Dicho tema Quintiliano considera la alego se utiliza en la poesía popular an dos versos octosílabos, general
aparece en diversas literaturas, ría como «una serie continuada daluza y que consiste en la com mente de carácter popular, que
como la china, la griega, latina, de metáforas» (De Institutione binación de dos versos asonantes riman en consonante. Ejemplo:
etc. Por lo que respecta a la lite Oratoria, VIII, 6, 44). La ale cuya medida puede ser de cinco y
ratura románica, se conservan goría presenta, como rasgo pe diez sílabas, o de seis y once, res «La primavera ha venido.
ejemplares de este tipo de can culiar, el hecho de que en su pectivamente. Ejemplo: Nadie sabe cómo ha sido».
ciones en la poesía provenzal, en desarrollo exige una total co (A. Machado)
la galaico-portuguesa, castella rrespondencia lógica, término «Vente conmigo
na, etc. En esta última aparecen a término, entre los elementos a las retamas de los caminos». Se dice también de cada una de
canciones alusivas, tanto a la des constituyentes de los dos planos las estampitas impresas en serie y
(Anónimo)
pedida de los amantes, al venir el o sentidos: el plano A (literal), con la explicación del asunto, en
alba, como a la espera del encuen en el que aparece el sentido in Alejandrino. Verso de catorce un pliego de papel, generalmente
tro. Véase un ejemplo de alba de mediato dado por las imágenes sílabas, formado por dos he en versos pareados.
despedida: evocadas, y el plano B (alegóri mistiquios de siete sílabas, se Aliteración. (Del latín ad: a, y
co), en el que se sugiere un signi parados por una pausa que im litteras: letras.) Figura retórica
«Ya cantan los gallos ficado figurado, que puede ser pide la sinalefa. Se denomina consistente en la reiteración de
amor mío y vete: de tipo amoroso, político, mo alejandrino por ser éste el me sonidos idénticos o semejantes a
cata que amanece. ral, religioso, etc. Un ejemplo tro utilizado por primera vez en lo largo de uno o varios versos o
Vete, alma mía, clásico es la alegoría de «la nave un poema francés de la segun frases. Con este recurso, inten
más tarde no esperes, del Estado», procedente de Ho da mitad del siglo xn (Román cionadamente buscado (si fuera
no descubra el día racio, en la que, en el plano li d’Alexandre, de Lambert le Tort un hecho casual sería un defecto
los nuestros placeres. teral, se relata una arriesgada y Alexandre de Berney), en el de estilo), se pretende suscitar
Cata que los gallos, travesía marítima (en la que, determinadas sensaciones en el
que aparece en series monorri-
según me parece, gracias a la pericia y el coraje del lector y potenciar los valores ex
mas de variable número de ver
dicen que amanece». capitán, se logra arribar feliz presivos del texto. Véase, como
sos. En otros poemas franceses
(Cancionero anónimo) mente al puerto de destino, des posteriores el alejandrino figu ejemplo, el conocido verso de San
pués de sortear tempestades y el ra en cuartetos monorrimos, Juan de la Cruz: «El silbo de los
Alegoría. Término de origen acoso de piratas), travesía con la uso que generaliza en España el aires amorosos», en el que la re
griego (de all-egoria: palabras que se alude, en el plano figurado Mester de Clerecía a través de la currencia del fonema sibilante s
cambiadas; o de allegoreno: ha o alegórico, a una situación polí cuaderna vía, estrofa que con imita el sonido del viento, evoca
blo de otra manera) con el que se tica, en la que la nave se refiere al lleva una regularidad silábica y do en el texto («el silbo de los ai
designa un procedimiento retó Estado, el capitán, al Rey, la tem rima consonante. El alejandrino res»). Véase: onomatopeya.
rico que consiste en expresar un pestad, a la discordia civil y la aparece en distintos tipos de es Aljamiado. Se designan con di
pensamiento por medio de una guerra, los piratas, a los enemi trofas (pareados, tercetos, cuar cho término (derivado de alja
o varias imágenes, o metáforas, gos del Estado, y la llegada feliz al tetos monorrimos, etc.) y en dife mía, palabra con la que los ára
a través de las cuales se pasa de puerto de destino, al logro de la rentes escuelas, épocas y autores, bes denominaban al castellano)
un sentido literal a un sentido concordia y la paz. Véanse: me desde el citado Mester de Clere los textos literarios, de mudéjares
figurado o alegórico, que es el táfora, PARÁBOLA y SÍM-BOLO. cía hasta el siglo xx. Véase un y moriscos, escritos en lengua ro
que, en definitiva, se desea trans Alegría. Nombre con el que se ejemplo en cuaderna vía. mance, pero transcritos en ca
mitir. Entre los retóricos latinos, reconoce un tipo de pareado que Aleluya. Estrofa compuesta por racteres arábicos. Un ejemplo de
ALOCUCIÓN 24 25 ANACOLUTO
esta literatura aljamiada es el y que responde a los gustos, preo de diversión («comedia de eva rral de La Pacheco y el de La Cruz.
Poema de Yúfuf(s. xiv). cupaciones y mundo de valores sión»). El teatro ambulante se reduce en
El término «aljamiado» se ha de la burguesía española de la lla Ambientación. Es la sugerencia tonces a pequeños núcleos de po
aplicado también a textos roman mada «Época moderada». Dicha o creación, mediante rasgos vero blación urbana y rural. En el si
ces escritos en caracteres hebreos, corriente busca una técnica y un símiles, délas circunstancias (es glo xx se produce una experien
como ocurre, p. e., con las jarchas tono realistas con los que confi pacio, tiempo, hábitat, posición cia singular de teatro ambulante
hispanohebreas de Yehudá Ha- gurar situaciones y realidades so social, etc.) que conforman el me con las Misiones Pedagógicas y la
levi (siglos xi-xn), etc. ciales y analizar formas de con dio en el que un escritor sitúa la compañía La Barraca, de García
Alocución. «Discurso o razo ducta de personajes peculiares de acción y los personajes que inte Lorca, que recorre (como los an
namiento breve por lo común la sociedad coetánea. La obra gran el universo de ficción de su tiguos cómicos) diferentes pue
dirigido por un superior a sus con la que se inicia esta tendencia obra literaria. La configuración blos de España.
inferiores, secuaces o súbditos» es El hombre de mundo (1845), de de ambientes es fundamental Ametría. Ausencia de igualdad
(DRAE). Dicho término es utili Ventura de la Vega, seguida por para el desarrollo de esa acción, o regularidad en el número de sí
zado en teoría de la comunica El tejado de vidrio (1856), El nue así como para suscitar la ilusión labas de los versos que compo
ción para designar el acto por el vo don Juan (1863) y Consuelo de realidad, objetivo buscado en nen una estrofa o poema. Esta
cual un emisor dirige a un desti (1878), de A. López de Ayala, y la literatura clásica y más aún en versificación irregular, que es pe
natario un mensaje que habrá de La bola de nieve (1856) y Los la estética realista y naturalista. culiar de los cantares de gesta,
ser interpretado de acuerdo con hombres de bien (1870), de J. Ta- Ambulante (teatro). Hasta la como el Poema de Mió Cid, se
un código común a ambos. Al re mayo y Baus. fundación de los ^corrales, en convierte en característica de la
ceptor y descodiftcador de ese Con la «Alta comedia» se relacio la segunda mitad del siglo xvi, no versificación libre en el siglo xx.
mensaje se le denomina, en dicha na una parte de la producción existían en España (a excepción Amor cortés. Véase cortés.
teoría, «alocutor» o, preferible dramática de J. Benavente (Gente de los palacios de los nobles y co Amplificación. Figura retórica
mente, interlocutor. conocida, 1896, La noche del sá legios universitarios) locales es consistente en el desarrollo de un
Alojero. Término con el que se bado, 1903, etc.) dotada de una tables para la representación tea tema mediante la enumeración
designaba a la persona que ven indudable calidad literaria en los tral. Las comedias se ofrecían al de elementos complementarios
día aloja (bebida compuesta de diálogos, una acertada presenta público en escenarios improvisa que contribuyen a realzar e in
agua, miel y especias), avellanas, ción de ambientes y un dominio dos en los patios de las posadas o tensificar el sentido y valor de di
piñones, etc., durante los en de las técnicas de la construcción en las plazas públicas de pueblos cho tema. Esta figura fue muy
treactos de una representación teatral. Estas obras van a servir y ciudades. Dichas obras eran re cultivada por los oradores lati
teatral. El lugar donde se situaba de modelo a un grupo de auto presentadas por cómicos ambu nos. En los tratadistas medieva
dicho vendedor (la galería baja res de posguerra (J. Calvo Sotelo, lantes. Agustín de Rojas describe les el término amplificado res
del teatro) y los palcos que ocu V. Ruiz Iriarte, J. López Rubio), a en El viaje entretenido (1603) di ponde más bien a la idea de
paron, más tarde, dicho lugar re los que se ha considerado expo ferentes tipos de cómicos y com alargamiento y desarrollo de un
cibieron también el nombre de nentes del llamado «teatro bena- pañías de los que tiene noticia; el tema. En este sentido, es utilizada
alojero. ventino», destinado a un público *bululú, el *ñaque, la *gangarilla, en la obra de Juan Ruiz, en El
Alta comedia. Expresión con la de clases medias que buscan en *cambaleo, *compañía de Garna Corbacho, La Celestina, etc.
que se designa una corriente tea estas piezas «bien hechas» la con cha, ^bojiganga, la ^farándula y Anacoluto. Alteración del or
tral que se produce a mediados firmación de sus ideales conser las *compañías. Cuando Lope de den sintáctico y de la coherencia
del siglo xix como reacción fren vadores («comedia dramática») Vega llega a la escena en torno de la frase, por la omisión de ne
te a la estética del Romanticismo y la satisfacción de sus deseos a 1580, se han fundado ya el Co xos relacionantes o de elementos
ANACREÓNTICA 26 27 ANTAGONISTA
constitutivos de la misma, debi do unas veces a un desconoci hecho del reconocimiento de un «consigo» (secum: «cum se») y en
do a una ruptura del decurso li miento de la realidad histórica, personaje por otro, circunstancia expresiones fijas, como «cuesta
neal de la comunicación. Este fe otras a un deseo de adaptación que provocaba el desenlace del abajo», «mar adentro», etc.
nómeno, frecuente en el habla de la realidad pretérita al contex conflicto, un desenlace que podía Anécdota. Término de origen
coloquial, es utilizado por ciertos to presente para hacerla com ser feliz (en el caso de la comedia) griego (anekdota, deany ekdido-
escritores que pretenden recrear prensible, o a una deliberada in o desgraciado, como ocurre en la m¡: sin publicar, cosas inéditas)
un tipo de lenguaje adecuado a la tención estética. Véanse: arcaís tragedia. Este recurso es utilizado con el que se denomina el «relato
caracterización de un personaje mo Y FABLA. en la novela “‘bizantina de la época breve de un hecho curioso que se
excitado o perturbado, o en cier Anadiplosis. Término griego helenística y medieval, en las no hace como ilustración, ejemplo
tas formas de monólogo interior, (ana-diplosis: reduplicación) con velas de caballerías, en algunas o entretenimiento» (DRAE). La
como en el llamado de «corriente el que se designa una figura li novelas del Siglo de Oro (p. e. La. anécdota, lo mismo que las histo
de conciencia». Ejemplo: teraria consistente en la *repeti- gitanilla, de Cervantes) y en cier rietas, cuentecillos, chistes, etc.,
ción de la última palabra o pa tos dramas románticos. constituye un recurso importan
«Figúrate, en un santiamén, claro, labras de una frase o verso al Anagrama. Transformación de te de comunicación y entreteni
qué vas a pedir a esa gente, ni en comienzo de la frase o verso si una o más palabras en otra u otras miento con el que los seres hu
terarse, a ver, natural, de detalles, guiente. Ejemplo: de significado distinto, por la re manos se divierten en sus ratos
cero». ordenación de sus fonemas o le de ocio, en reuniones de familia
«Oye, no temas, y a mi ninfa dile,
(M. Delibes) tras correspondientes. Un ejemplo res y amigos. Véanse: facecia y
dile que muero».
de uso del anagrama en la literatu MISCELÁNEA.
Anacreóntica. Poema en el que (E. M. de Villegas) ra española es el de Lope de Vega, Anfibología. Véase equívoco.
se exaltan los placeres sensuales que se designa a sí mismo y a algu Anisosilabismo. Denomina
procurados por el goce estético Anáfora. Término griego (ana- nas de sus amadas con dicho pro ción métrica que se aplica cuando
de la naturaleza, la degustación de phora: repetición) con el que se de cedimiento: Gabriel Padecopeo los versos integrantes de una es
la comida y la bebida (el vino, es nomina una figura retórica consis (Lope de Vega Carpió), Belisd' trofa o de un poema no cuentan
pecialmente) y la vivencia del tente en la reiteración de una o (Isabel), Camila (Micaela), etc. con igual número de sílabas. No
amor. Iniciado por Anacreonte, más palabras al comienzo de una Analepsis. Véanse flash back obstante, determinadas composi
poeta griego, y asimilado por los frase o verso, o al inicio de varias y RETROSPECCIÓN. ciones poéticas, formadas por la
latinos (Catulo, sobre todo) y por frases o versos integrantes de un Anapesto. Véase pie. combinación de versos largos y
los representantes de la poesía período o de una estrofa o poema. Anástrofe. Es una forma de hi sus quebrados correspondientes
helenística alejandrina, será imi Con ello se contribuye a resaltar, pérbaton que aparece en algunas (p. e., octosílabos y tetrasíla
tado por diversos poetas a partir en el conjunto del texto, el valor construcciones latinas en las que bos, endecasílabos y heptasílabos,
del Renacimiento: Gutierre de expresivo y evocador de la palabra se pospone la preposición al sus etc.), no deben ser consideradas
Cetina, E. M. de Villegas, J. Me- o palabras reiteradas. Ejemplo: tantivo, cuyo caso va regido por como anisosilábicas, al mantener
léndez Valdés, etc. ella. Ejemplo: con regularidad dicha combina
Anacronismo. Incongruencia «Helo, helo por do viene
«Manus interque ora» (y el rostro ción.
derivada de presentar como pro el Infante vengador [...]».
éntrelas manos)» (Eneida, 1,681).—
Antagonista. Es el personaje
pio de una época algo que, en (Romancero) que se opone al protagonista de
realidad, corresponde a otra. En En español sólo se da en las pala una historia en la consecución
la historia de la creación literaria Anagnórisis. Palabra griega con bras «conmigo» (de mecum: «cum de sus fines, oposición que consti
es frecuente este fenómeno, debi la que, en el teatro, se designaba el me»), «contigo» (tecum: «cum te», tuye un elemento fundamental en
ANT1CADENC1A 28 29 ANT1STR0FA
el desarrollo de la acción. Véanse: Ejemplo: «¡Menuda alhaja!». Es rrativa posible («novela nueva») a uno de los cuales, el surrealis
PERSONAJE y PROTAGONISTA. un recurso frecuentemente uti que, apartándose del esquema mo, se siente vinculado. Sin em
Anticadencia. Véanse caden lizado en la literatura de humor tradicional, basado en una es bargo, cree que ese movimiento
cia y tono. y en lasátira. Véanse: ironía y tructura cerrada, orgánica y li debe .ser purificado de su artifi
Anticipación. Figura retórica sarcasmo. neal (la «novela rollo» en la que cio, de su innecesaria oscuridad,
consistente en la enunciación y Antihéroe. Término utilizado se cuenta una historia perfecta de su apartamiento de la vida,
refutación, por adelantado, de las en Narratología y en Teatro en mente desarrollada que se lee para convertirse en un «surrea
objeciones y argumentos que una doble acepción: para refe «del principio al final»), habría lismo criollo», gracias a la inmer
previsiblemente podrían ser es rirse al antagonista, que se opo de configurar una estructura sión en las experiencias concre
grimidos por el oponente o ad ne o lucha contra el personaje abierta a la intervención del lec tas del hombre y en el lenguaje de
versario. centrahle la trama en una deter tor, el cual podría convertirse en la calle. Para recuperar la verda
Anticlíniax. «Gradación retó minada obra literaria, o bien «copartícipe y copadeciente» de dera realidad de las cosas, oculta
rica descendente. Término más para designar al protagonista al la experiencia creadora del autor. y desfigurada en las palabras, ha
bajo de esta gradación» (DRAE). que se ha privado de las cualida La antinovela (de la que Rayue bría que utilizar un instrumento
Tanto el clímax como el anticlí- des con las que habitualmente se lo, por su estructura, podría ser clave: la desmitificación, a través
max representan una progresión presenta al héroe en la tragedia modelo) presenta, pues, una for de la ironía, la parodia y el pro
gradual (se avanza por escalo clásica, en los relatos fantásticos, ma narrativa en gestación, abier saísmo. Ejemplo:
nes en el desarrollo de una acción en los cuentos y en las novelas de ta a posibles lecturas diferentes, y
o en la comunicación de un men aventuras (belleza, juventud, va en la que se invita al lector a la Para nuestros mayores
saje), ya sea en forma ascendente lor, nobleza, etc.). Ejemplos de creatividad. La poesía fue un objeto de lujo
y amplificadora (clímax), ya sea este segundo tipo de antihéroe Antipoema. Término utiliza Pero para nosotros
descendente y amenguadora (an serían los protagonistas de las do por Nicanor Parra en uno de Es un artículo de primera nece
ticlímax). Ejemplo: novelas picarescas (Lázaro, Guz- sus libros (Poemasy antipoemas sidad:
mán, Pablos) o, en la literatura 1954) para designar una parte de No podemos vivir sin poesía. [...]
«Tras el vivir y el soñar contemporánea, Max Estrella en su producción literaria, cuya ma Nosotros conversamos
está lo que más importa: Luces de bohemia, de Valle-In- teria, extraída de la vida diaria, En el lenguaje de todos los
despertar». clán. Véanse: antagonista, trata de expresarla con «el len [días (...]
HÉROE, PICARESCA y PROTAGO guaje de todos los días», al mar Los poetas bajaron del Olimpo».
(A. Machado)
NISTA. gen de los recursos tradicionales (N. Parra)
A la gradación ascendente de los Antilogía. Véase paradoja. del ornato literario (metáforas,
dos primeros versos sigue la des Antimetátesis. Figura que con símbolos, etc.), convencido de Véase: antinovela.
cendente (anticlímax) del terce siste en invertir los términos de que en la íntima experiencia de la Antistrofa. Término con el que
ro. un enunciado: «Tenéis la razón vida y del lenguaje sin artificios se denomina la segunda de las
Antífrasis. Figura retórica con de la fuerza, os falta la fuerza de se puede encontrar un destello de tres estrofas que constituyen la
la que se da a una persona o cosa la razón» (Unamuno). Véase: vibración poética. La antipoesía llamada canción u oda pindárica
un nombre que indica cualida QUIASMO. de Parra implica una reacción (formada por versos endecasíla
des opuestas a las que tiene, Antinovela. Título con el que contra los tópicos y formas ruti bos y heptasílabos, que riman en
o con la que, irónicamente, se Morelli, personaje de ficción de narias del lenguaje poético here consonante); la primera y la terce
pretende sugerir lo contrario de una novela de J. Cortázar, Rayue dado, similar a la producida en ra se denominan, respectivamen
lo que aparentemente se dice. lo (1963), designa un tipo de na los movimientos de vanguardia, te, estrofay epodo. Véase: epodo.
ANTÍTESIS 30 31 APOSTROFE
Antítesis. Es una contraposi partir del siglo xtx. Anterior Juan, para significar que se trata al autor o época a los que en algu
ción de dos palabras o frases de mente, dichas colecciones fueron de un seductor. na ocasión se había atribuido.
significación opuesta, que ad designadas con diversos nom Aparte. Recurso convencional Apología. Defensa oral o escri
quieren así mayor expresividad y bres: cancionero, flor, flores, flori utilizado en el teatro por el que ta de una persona, idea o insti
viveza. Este contraste ocurre, a legio, silva y romancero. un personaje, hablando consigo tución, realizada en forma de
veces, oponiendo dos palabras Antonimia. Fenómeno lingüís mismo, y dando por supuesto elogio (panegírico) o de reivin
antónimas (Garcilaso de la Vega: tico que consiste en que dos voca que los demás personajes no le dicación de sus valores, contro
«Conozco lo mejor, lo peor aprue blos, llamados antónimos o con oyen, comunica, en complicidad vertidos o injustamente trata
bo») o frases enteras (Góngora: trarios, expresan ideas opuestas: con el público, sus opiniones so dos.
«Ayer naciste y morirás maña «frío-calor», «bueno-malo». La bre determinadas incidencias de Apólogo. Término de origen
na»). antonimia se produce igualmente la intriga o sobre la conducta de griego (apo-logos: relato) con el
Antología. Término de origen cuando una misma unidad léxica otros personajes. que se denomina una narración
griego (de anthos: flor, y lego: es posee dos significados opues Apócope. Término griego (apo- breve, de carácter didáctico-mo-
coger; de ahí, florilegio) con el tos: así, con el término «huésped» kope: corte, supresión) con el que ral, que, junto con la fábula, fue
que se designa una colección de puede uno referirse tanto al que se denomina la pérdida o supre muy cultivada en la Edad Media.
textos o fragmentos vinculados da hospedaje como al que lo re sión de uno o más sonidos al Aunque los límites entre fábula y
por alguna característica común cibe. final de palabra (buen, mal, un, apólogo no están bien definidos
(pertenecer a un mismo autor, Antonomasia. Término de gran, etc.). Un fenómeno contra (algunos autores los identifi
género, tema, estilo, movimiento origen griego (anti-onorna: en rio al apócope es la paragoge, que can), se advierten diferencias en
literario, etc.) y que han sido es lugar del nombre) con el que se consiste en la adición, por arcaís cuanto a forma literaria (el apó
cogidos de acuerdo con determi designa una figura literaria que mo o licencia poética, de una vo logo se escribe en prosa, la fábu
nados criterios: perfección artís consiste en la sustitución del cal al final de la palabra: «felice», la preferentemente en verso) y
tica, utilidad didáctica, función nombre propio de un personaje «dolore», «señore». tono: reflexivo y serio en el pri
ideológica, testimonio de una es por un nombre común o una pe Apócrifo. Término griego (apo- mero, más desenvuelto y procli
cuela o corriente literaria, etc. rífrasis que le caracteriza de ma criphos: secreto, oculto) utilizado ve al humor y a la ironía en la
Las antologías pueden ser indi nera inconfundible: p. e., el Cid, especialmente en los estudios bí segunda. Véanse: cuento, fá
viduales (centradas en un solo au en lugar de Rodrigo Díaz de Vi blicos para designar aquellos li bula y MARCO.
tor) o colectivas. Históricamente, var. Y viceversa: se habla tam bros que no son reconocidos Apostilla. «Acotación que co
se conocen, ya desde la antigüe bién de antonomasia cuando se como «canónicos» por el judais menta, interpreta o completa un
dad, testimonios que prueban la reemplaza un nombre común mo o por el cristianismo. Así, de texto» (DRAE). Las llamadas Glo
existencia de una labor recopila por el nombre propio de un per terminados libros del Antiguo sas Silenses y Emilianenses, en
dora de textos literarios en pue sonaje al que se considera como Testamento que fueron escritos cuanto aclaraciones complemen
blos y culturas muy diversos: Ja arquetipo de la cualidad desig en griego (p. e., Tobías, Judith, tarias de un texto latino, podrían
pón, India, Persia, Grecia, Roma, nada por ese nombre común: así, Macabeos, etc.) no aparecen en la considerarse como una primitiva
etcétera. los nombres de Celestina, Tartu Biblia hebraica y, sin embargo, muestra de apostilla.
En la crítica literaria española fo, Otelo, etc., han venido a ser el son reconocidos como «inspira Apostrofe. Figura retórica que
el término antología, entendida arquetipo o modelo, por antono dos» por la Iglesia Católica. consiste en dirigir la palabra, con
como colección de fragmentos masia, de la alcahueta, el hipó El término «apócrifo» se utiliza emoción o vehemencia, a una
escogidos, en prosa o en verso, de crita y el celoso. Por ello, se pue en crítica literaria para aludir a persona o a una cosa, o a seres abs
uno o varios autores, se utiliza a de decir de alguien que es un don aquellas obras que no pertenece"n tractos personificados. El após-
APOTEGMA 32 33 ARTE MAYOR
trofe puede realizarse en forma Arcadia. Zona montañosa en el lenguaje común de la época. Arquetipo. Término de origen
de pregunta, ruego, exclamación centro del Peloponeso, idealizada Véase: fabla. griego (archetipos: modelo pri
o mandato, y generalmente a tra por J. Sannazaro en su novela Argot. Véase jerga. mordial) utilizado por Platón, en
vés del vocativo o del imperativo. pastoril Arcadia (1504), escrita Argumentación. Véase retó su teoría del conocimiento, para
Ejemplo: en prosa y verso. Dicha zona es rica. definir alas «ideas» como mode
recreada como una región para Argumento. En sentido lógico, lo original de las realidades sensi
«Para y óyeme, ¡oh Sol!, yo te sa- disíaca, donde unos pastores ár- es el razonamiento utilizado para bles, las cuales no serían más que
[ludo cades viven una existencia feliz probar o refutar una tesis o para una copia o reflejo de ese mode
y estático ante ti me atrevo a ha- entre escenas lúdicas, amorosas y convencer a alguien de la veraci lo arquetípico. Dicho término
[blarte...». certámenes poéticos, en los que dad o validez de un aserto. reaparece en la psicología con
(Espronceda) se recrea el ideal clásico de belle En narratología, se entiende por temporánea, al ser aplicado por
za. El influjo de las Geórgicas de argumento la *trama o «dispo C. G. Jung para designar una serie
Apotegma. Sentencia breve e Virgilio es evidente en esta nove sición artística del conjunto de de motivos que, a su juicio, se en
ingeniosa, aleccionadora en el la, que fue traducida al español acontecimientos que nos son co cuentran en el inconsciente colec
orden moral y emitida por un en 1549 e imitada en una serie de municados en una obra» (B. To- tivo de la humanidad y que cons
personaje célebre. En la cultu novelas pastoriles, como La Dia machevski) según el orden en tituyen modelos o prototipos de
ra grecolatina gozaron de gran na, de Montemayor, La Galatea, que esos acontecimientos apare ordenación, según ciertas imáge
aceptación los libros de apoteg de Cervantes, etc. Véase: bucó cen. Dicho término se utiliza nes, de los sentimientos, aspira
mas, entre los que sobresalen las lica. también para designar el suma ciones y modos de conducta del
colecciones de Plutarco (Apoteg Arcaísmo. Es el uso de pa- rio del asunto de una obra. existir humano. Estos arquetipos
mas, que son los dichos notables y labrasx» expresiones anticuadas. Armonía imitativa. Fenóme se manifestarían en la conciencia
breves de los Emperadores), Laer- Se puede distinguir entre ar no lingüístico consistente en la por medio de los sueños, la ima
cio, etc., que sirvieron de fuente caísmos lingüísticos y arcaís evocación o imitación del signi ginación y los símbolos. Deforma
de inspiración a los humanistas mos literarios. Los primeros se ficado de una palabra, expresión anóloga, en ciertas obras maes
del Renacimiento y a escritores producen cuando en un área o enunciado por medio de los tras de la literatura universal, de
como Antonio de Guevara, Pe geográfica lingüísticamente ho elementos fónicos que integran terminados personajes, como
dro Mexía, etc. Ejemplo: mogénea aparece una zona en la el significante de dicha palabra o Edipo, Hamlet, don Quijote, don
que se manifiesta un conjunto enunciado. Juan o Fausto, reflejarían, en su
«El consejo antes daña que apro de rasgos fonéticos, morfológi En la literatura española es fre comportamiento, modelos de
vecha, si el que lo da no tiene mu cos, sintácticos y léxicos más cuente el uso de la armonía imi conducta arquetípica y universal.
cha cordura, y el que lo recibe conservadores y antiguos. Así tativa en sus diferentes moda Por arquetipo se entiende, tam
mucha paciencia». en la geografía lingüística me lidades: aliteración, evocación, bién, en crítica textual, el modelo
(Fray A. de Guevara) dieval de la Península, el leonés onomatopeya, etc. Ejemplo: original perdido de un texto que
y el navarro-aragonés resulta se trata de reconstruir a través de
Apuntador. Encargado de re ron ser unos dialectos más con «En la tristeza del hogar golpea las copias existentes, ya sean ma
cordar a los actores, en una servadores que el castellano. El /eltic-tacdel reloj». nuscritas o impresas. Véanse:
representación teatral, la parte de arcaísmo literario se produce (A. Machado) EDICIÓN, MITO y PSICOANALISIS
su papel, en el caso de que les fa cuando se mantienen o rescatan Y psicocrítica literaria.
lle la memoria. Suele estar oculto del pasado formas de expresión Véanse: aliteración y onoma Arte mayor. Se denominan ver
entre el decorado del escenario. que ya no están vigentes en el topeya. sos de arte mayor los que constan
ARTE MENOR 34 35 ASCÉTICA
de nueve silabas en adelante, por trofas, de igual o diverso número te, coincide con la línea editorial Ascética. Término de origen
oposición a los de ocho o menos de versos cada una. Este tipo de del periódico. griego (askesis: ejercicio) utiliza
sílabas, que son versos de arte composiciones adquiere su ma Otra modalidad del periodismo do en las disciplinas teológicas
menor. La denominación «arte yor vigencia durante el siglo xv y de opinión es el artículo de ensa para significar las etapas del «ca
mayor» se aplicó inicialmente a pervive hasta el Renacimiento. yo, en el que un autor expone su mino de perfección» en las que
un tipo de versos (dodecasíla Artículo. «Cualquiera de los pensamiento (ideas, resultados el alma, mediante ejercicios es
bos), con dos hemistiquios, utili escritos de mayor extensión que de una investigación, hipótesis) pirituales, logra purificarse y
zados en la poesía española a se insertan en los periódicos u sobre aspectos relacionados con desprenderse del apego a los pla
partir del siglo xiv (Rimado de otras publicaciones análogas» la ciencia en sus diferentes cam ceres corporales y a los bienes te
palacio, de López de Ayala), que (DRAE). Se entiende por escrito pos (ensayo científico) o sobre rrenos. Los teólogos distinguen
suplantan al alejandrino del Mes- periodístico una modalidad de cuestiones ideológicas de tipo tres estadios en este camino de
ter de Clerecía y tienen su mayor creación literaria destinada a in cultural, filosófico, político, lite purificación y acercamiento a
apogeo en el siglo xv (Laberinto formar sobre acontecimientos o rario, etc. (ensayo doctrinal). Dios: vía purgativa (fase peni
de Fortuna, de J. de Mena). ideas de actualidad y a orientar, Dentro del periodismo inter tencial de liberación del pecado,
Arte menor. Se denominan ver mediante juicios de interpreta pretativo destacan, por su inte mediante la mortificación y ora
sos de arte menor los que tienen ción y valoración, la opinión de rés cultural, los artículos de crí ción), vía iluminativa (ejercicio
de dos a ocho sílabas. A diferen los lectores sobre dichos aconte tica de arte, literatura, teatro, de las virtudes, potenciado por
cia de los de arte mayor, no llevan cimientos e ideas. cine, etc., en los que se informa la imitación de la vida de Cristo
más de un acento rítmico, aparte Dentro del periodismo de opi sobre la aparición de las diver y la meditación sobre su pasión y
del que se produce necesaria nión figura, en primer lugar, el sas obras en los campos mencio muerte) y vía unitiva, en la que el
mente en la última, penúltima o llamado artículo editorial o de nados y se realiza una labor de alma, superada la «noche oscu
antepenúltima sílaba. Son versos fondo, que es un escrito sin fir interpretación y valoración de las ra», llega a la unión espiritual
de arte menor el bisílabo, trisíla ma, publicado en una página y mismas. con Dios. Los tratadistas distin
bo, tetrasílabo, pentasílabo, he- espacio relevantes y que repre Otro escrito del periodismo de guen entre ascética (período de
xasílabo, heptasílabo y octosíla senta la opinión y postura ideo opinión, muy arraigado en la desarrollo de las virtudes mora
bo. De todos ellos, este último, lógica del periódico, al interpre prensa española, es el llamado les «adquiridas», que abarcaría
empleado ya en las jarchas mozá tar un hecho noticiable de cierta artículo de costumbres, iniciado la fase purgativa e iluminativa) y
rabes, ha sido el más utilizado en trascendencia. De esta opinión se en el período romántico por es mística: período de plenitud, de
la métrica española, sobre todo hacen responsables el director o critores como M. J. de Larra, perfección, conseguido, no por
en los romances y en otras for el consejo de redacción. R. de Mesonero Romanos y S. Es- el propio esfuerzo, sino por una
mas de poesía popular. Una segunda modalidad del pe tébanez Calderón. Entendido a la ayuda o «gracia» de Dios, previa
Arte real. Expresión con la que riodismo de opinión es el artícu manera de Larra, como un escri a la vía unitiva. En torno a esta
se designa una serie de combina lo-comentario o «columna», que to ligero en el tono y serio en experiencia religiosa aparecen,
ciones estróficas (copla real, co comparte con el editorial el la intención, a través del cual se en la España del siglo xvi, nume
pla castellana, copla manrique- carácter interpretativo, valorati- realiza una sátira de modos de rosos escritos de autores perte
ña, copla mixta, etc.) integradas vo y orientador de un aconteci conducta, prejuicios y valores necientes a distintas órdenes
por versos octosílabos, en algu miento o idea y se diferencia de él inauténticos de la sociedad, ha religiosas, como la de los carme
nos casos alternando con tetrasí en que va firmado, y, por tanto, seguido vigente en la prensa es litas (Santa Teresa y San Juan
labos, que riman en consonante y manifiesta la postura personal pañola hasta la actualidad. Véa de la Cruz), agustinos (Fray Luis de
están divididos en dos semies- del articulista, que, normalmen se: PERIODISMO. León), dominicos (Fray Luis
ASIMETRÍA 36 37 AUTO SACRAMENTAL
de Granada), jesuítas (San Igna vocálicos a partir de la última vo religioso del siglo xvi conserva relativos a las fiestas de Navidad
cio), etc., que entroncan con una cal acentuada. Véase: rima. das en el denominado Códice de y del Corpus (p. e., Farsa sacra
larga tradición europea de reli Asonante. Véanse asonancia Autos viejos. Las piezas de esta co mental, de López de Yanguas,
giosidad ascética y mística: la es y rima. lección, en su mayor parte anó 1521), una serie de piezas dramá
piritualidad franciscana, la de Astracán. Término con el que nimas, estaban destinadas a la re ticas del Códice de Autos viejos y
los místicos alemanes y flamen se designa un tipo de farsa tea presentación en fiestas religiosas las obras de D. Sánchez de Bada
cos de los siglos xiv y xv, etc. tral creada por P. Muñoz Seca en ante un público escasamente cul joz, cuyo teatro iba destinado a
Véase: mística. el primer cuarto del siglo xx y tivado, al que había que trasmitir las fiestas religiosas en el ámbito
Asimetría. Falta de simetría o cuyo objetivo principal es la una educación teológica y moral. de las iglesias. Este tipo de repre
igualdad entre los versos que com diversión de un público poco Por esto, y por los temas aborda sentaciones va conformando un
ponen una estrofa (irregularidad exigente, a base de juegos de pa dos en dichas obras (aconteci público capaz de comprender la
silábica) o entre las estrofas que labras, equívocos, retruécanos, mientos del Antiguo y Nuevo técnica del drama alegórico y el
forman un poema. chistes, exageraciones y despro Testamento, vidas de santos, as sentido trascendente de las figu
Asíndeton. Figura que consiste pósitos y de situaciones hilaran pectos relativos a la eucaristía, ras simbólicas que aparecerán en
en la omisión de nexos o con tes y disparatadas. El astracán es etc.), así como por la técnica (tra el futuro auto sacramental. Esta
junciones entre palabras, propo una mezcla de juguete cómico tamiento histórico y alegórico tradición del auto religioso es re
siciones u oraciones. Esta ausen y de melodrama humorístico de los temas) y rasgos formales cogida por Lope de Vega, Tirso
cia de nexos confiere al texto degradados, al servicio de la pu (verso), se ha visto en ellos un de Molina y, en especial, por J. de
mayor fluidez verbal, al tiempo ra evasión, pero también de una precedente de los autos sacra Valdivielso y Calderón de la Bar
que transmite una sensación de ideología conservadora. Todo ello mentales. Véase: auto sacra ca. Este último pondrá en pie
movimiento y dinamismo, o de a través de un tratamiento paró mental. sobre el escenario conceptos abs
apasionamiento, e intensifica la dico y caricaturesco de persona Auto sacramental. «Represen tractos del dogma y de los sacra
fuerza expresiva y el tono del jes, costumbres y realidades so tación que se haze de argumento mentos, encarnándolos en per
mensaje. Ejemplo: ciales, políticas (más raramente) sagrado en la fiesta del Corpus sonajes capaces de representar
y culturales, del presente o del Christi y otras fiestas.» Asi defi una historia, gracias al procedi
«Acude, corre, vuela, pasado, como ocurre, p. e., en La nía Covarrubias en 1610 el auto miento de la alegoría. Algunos de
traspasa la alta sierra, ocupa el venganza de Don Mendo, en la sacramental, pieza dramática, en estos personajes llegan a conver
[llano, que se ridiculizan los dramas his un solo acto y en verso, en la que tirse en símbolos de la historia y
no perdones la espuela, tóricos en verso. se representaban, en forma ale de la condición humanas (la vida
no des paz a la mano, Astracanada. Véase astracán. górica, temas relacionados con la y la muerte, el alma y el cuerpo, la
menea fulminando el hierro in- Atrezo. Véase utilería. Biblia, la hagiografía, el dogma virtud y el vicio, etc.) y en prota
[sano». Auto. Término con el que se de católico y los sacramentos, espe gonistas alegóricos del gran tea
(Fray Luis de León) nomina una breve pieza dramá cialmente el de la eucaristía. tro de la vida, en el que el hombre
tica, medieval y renacentista, de Desde el punto de vista histórico, deberá optar por Dios o el diablo,
La figura opuesta al asíndeton es tema sacro (Auto de la pasión, se han considerado como antece por su salvación o condenación.
el ^polisíndeton. de Lucas Fernández) y profano dentes del auto sacramental cier Los autos sacramentales obtuvie
Asonancia. Es la llamada rima (Auto de Repelón, de Juan del En tas representaciones pastoriles ron una gran acogida entre el pú
parcial o imperfecta, consistente cina), que tiene su manifestación de Juan del Encina y Lucas Fer blico desde finales del siglo xvi,
en la reiteración, en dos o más más importante en una colección nández, determinados autos reli no sólo por el apoyo de la Iglesia
versos, de los mismos fonemas de noventa y seis obras de teatro giosos de comienzos del siglo xvi (preocupada por educar a sus fie
AUTOBIOGRAFÍA 38 39 AVENTURAS
les y combatir la Reforma lutera Rousseau) como el inicio y mo de la puesta en escena de las obras visión que late en la obra como
na) sino también porque ese pú delo, respectivamente, de esta como de las condiciones econó reflejo del pensamiento del autor
blico se divertía con el sentido de modalidad narrativa. Sin em micas de la compañía. El concep real. Véanse: escritor y na
fiesta y espectáculo que implica bargo, estas dos obras difieren to de autor, como productor ori rrador.
ba su celebración: la escenografía de la autobiografía en la inten ginal y garante de su obra, es Autorretrato. «Retrato de una
y el vestuario lujosos, la música y cionalidad pragmática de hacer propio de una tradición literaria persona hecho por ella misma»
la eufonía del verso, la espectacu públicos los secretos de la propia culta, ya que en la literatura de (DRAE). Se trata de una des
lar y rica tramoya y el carácter vida con un propósito de ejem- tradición oral (cantos populares, cripción de la prosopografía y la
festivo incitaban al gran público plaridad, y en el caso de San canciones de gesta, etc.) el anoni etopeya de un autor enmarcadas
a la asistencia masiva a este teatro Agustín, el haber sido escrita mato era lo: más frecuente. En en un texto autobiográfico, en el
religioso, perfectamente organi desde la óptica de la «conver la literatura española la concien que cobra especial importancia
zado. sión», con la consiguiente supe cia de autoría comienza a ser la indagación introspectiva de la
Autobiografía. Término de ración de la ignorancia, del error relevante a partir de don Juan imagen del yo y el descubri
origen griego (autos, uno mismo, y el pecado hasta el reconoci Manuel, preocupado por la fiel miento de la propia indentidad,
bios, vida, ygrapho, escribir: vida miento de la verdad cristiana. transmisión de sus escritos. según se ha ido conformando y
de una persona escrita por ella Véanse: autorretrato, bio En la narratología contemporá desenvolviendo en el transcurso
misma) con el que se designa un grafía, CONFESIÓN, DIARIO y nea se han estudiado distintas de la vida. En algunos casos,
«relato retrospectivo en prosa que MEMORIAS. formas de presencia del autor- como ocurre, p. e., en la literatu
una persona real hace de su pro Autodiegético. Véase voz. emisor en el texto, que se han ra francesa con las Confesiones
pia existencia, poniendo el acen Autógrafo. Es el manuscrito de precisado bajo los conceptos de de Rousseau (publicadas entre
to sobre su vida individual, en una obra realizado por el autor autor real y autor implícito re 1782 y 1789), el escritor, al des
particular sobre la historia de su de la misma. En crítica textual presentado y no representado. cribir su personalidad, está ofre
personalidad» (Ph. Lejeune). En suelen distinguirse tres modali Aplicando dicha terminología, ciendo al mismo tiempo un re
esta definición aparecen los ras dades de manuscrito: el borra por ejemplo, al Quijote, dando por trato de la sociedad de la época.
gos específicos de la autobiogra dor, el original autógrafo y la co sabido que es Cervantes el autor Véanse: autobiografía y re
fía propiamente tal, como texto pia autógrafa. El borrador es una real, aparece, no obstante, un au trato.
narrativo, y sus diferencias con primera redacción del texto. Se tor implícito representado, que Aventuras. Término de origen
otras modalidades de relato denomina original autógrafo a la es citado como autor del relato latino (adventura: lo que ha de
autobiográfico (memorias, con copia realizada por el autor a par por el propio Cervantes: Cide suceder) con el que se designa
fesiones, diario íntimo, autorre tir del texto de borrador. Por últi Hamete. Sin embargo, es claro una acción o empresa arriesgada
trato, poema autobiográfico y mo, la copia autógrafa es la que que quien realmente organiza cuyo resultado final es incierto.
novela autobiográfica). La mo hace el autor a partir del original ese relato no es Cide Hamete, Con la expresión novela de aven
dalidad más cercana a la auto u otra copia del mismo. sino el autor real, presente en el turas se denomina un tipo de re
biografía es la llamada confesión, Autor. Término polisémico cuyo texto como autor implícito no re lato en cuya trama predomina la
hasta el punto de que podrían contenido ha ido evolucionando presentado. Bajo esta denomina acción y el sucederse de aconteci
considerarse las dos obras más en el decurso de la historia y de la ción se alude no al autor históri mientos inesperados y, en oca
significativas de este subgénero crítica literarias. En el Siglo de co en cuanto tal, sino a su siones, extrordinarios, en los que
designadas con esta denomi Oro se aplicaba dicha denomina desdoblamiento en la obra, a el héroe, tras superar una serie de
nación (las Confesiones de San ción al director de una compañía partir de las huellas dejadas en el obstáculos y situaciones peligro
Agustín y las Confesiones de de teatro, que se encargaba tanto texto y, en concreto, de la cosmo- sas, logra conseguir su objetivo.
AVENTURAS 40
41
BALCÓN 42 43 BARBARISMO
damentalmente épico-narrativo. les suplantan a los nobles, y la re York City Ballet, fundado por Ba- Rodrigo) y Antonio, con obras
Los folkvisor suecos o los folkevi- citación cede el primer plano a lanchine, un exiliado ruso, que, basadas en la música de Albéniz
ser noruegos y daneses presen la mímica, música y danza. En la en sus montajes de obras de Stra- y Halffter (Rapsodia española),
tan una temática relacionada con época de Luis XVI se inician los vinski, crea un nuevo clasicismo Granados, Falla, Turina, etc., han
leyendas, cuentos populares, sa llamados ballet de acción, en del ballet, caracterizado por la consolidado una forma clásica
gas familiares, poesía de los ed- los que predomina la pantomi elegancia y claridad expresivas. del ballet español, continuada
das, etc. Las baladas inglesas, lo ma; la música y la danza se Después de la Segunda Guerra por Mariemma, José Greco, Juan
mismo que las alemanas (Volks- subordinan entonces a la ambien- Mundial, se consolida en la URSS Magriñá, Antonio Gades (Car
ballade), conectan con ciertos te tación de las escenas, y la repre una gran escuela de danza y men y El amor brujo), Cristina
mas de los relatos épicos medie sentación mímica del argumento coreografía. En Leningrado, el Hoyos, etc. Véase: música y li
vales. constituye el elemento central. A maestro de danza Pouchkin pre teratura.
En su acepción actual, el térmi este ballet-pantomima sucederá para una generación excepcional Bambalinas. Tiras de lienzo
no balada se aplica tanto al en los comienzos del xix el ballet de bailarines: Rudolf Nureyev, pintado que cuelgan del telar del
mencionado poema tradicional romántico, la expresión más lo Youri Soloview, Natalia Makaro- teatro, cruzando de lado a lado
como a la «balada lírica» desa grada del ballet clásico francés. va, etc. Por esas fechas aparecen del escenario, y que forman la
rrollada a partir del Romanticis Éste tendrá su continuación en el en Francia grandes coreógrafos, parte superior de la decoración.
mo, en la que pervive el carácter ballet ruso, promovido por el como Serge Lifar, Roland Petit, Las bambalinas se utilizaban ya
narrativo y se intensifica el tono francés Marius Petipa, el cual, con Maurice Béjart, Jean Louis Ba- en el siglo xviii, puesto que apa
sentimental de melancolía y nos obras como Cascanueces (1892) y rrault, etc. rece dicho término en el Diccio
talgia. Véase: saga. El lago de los cisnes (1895), lleva En España, a pesar de que se nario de Autoridades, que las de
Balcón. Véase corral. este ballet clásico a una gran per cuenta con una larga tradición de fine como «unos pedazos de lien
Ballet. Palabra francesa con la fección. En 1909, el ruso Ser- espectáculos coreográficos y zo pintado, que en los Theatros
que se designa una representa ge Diáguilev inicia una radical de bailes insertos en las represen donde se representa se ponen de
ción teatral efectuada por medio transformación, creando lo que taciones teatrales de los siglos bastidor a bastidor con cuya pin
de la danza, la pantomima y la se ha denominado desde entonces xvi y xvii (p. e., Calderón, en sus tura se finge lo superior, de loque
música. Tiene sus orígenes en el ballet moderno. comedias mitológicas), habrá que la mutación imita aire, fuego, cie
la corte de los Médicis en Floren En el período de entreguerras, llegar al siglo xx para encontrar lo, etc.».
cia, de donde pasa a Francia a fi surge en Alemania una escuela de un ballet original, surgido de la Barba. Entre los principales pa
nales del siglo xvi. En el reinado ballet que incorpora nuevas for transformación estética de ele peles representados por los cómi
de Enrique IV, y por influjo de mas relacionadas con los movi mentos del folclore y de la danza cos en las «compañías de título»
Catalina de Médicis, su esposa, mientos estéticos de vanguardia, popular. La versión de la obra de del teatro del Siglo de Oro apare
se establece en la corte francesa especialmente el expresionismo y P. A. de Alarcón, El sombrero de ce el barba (después del primer
(1581) un tipo de ballet consis el dadaísmo. Expresionista es el tres picos, elaborada por Falla, actor y la primera dama), que re
tente en la representación, por un montaje de El titán (1927), de Ru- ambientada por Picasso y repre presentaba al anciano, figura que
grupo de nobles, de un argumen dolf von Laban. En la década de sentada por la compañía de Diá aún aparece en el melodrama ro
to (de tema mitológico o noveles los treinta, el centro de interés se guilev, significa la entrada de un mántico del siglo xix. Véase: có
co), desarrollado en una alter desplaza a Estados Unidos. En tema literario español en el con micos.
nancia de recitaciones poéticas, 1933 surge laSchool of American junto de obras maestras del ballet Barbarismo. Incorrección pro
música y danza. En la etapa de Ballet, que da lugar al American universal. Las compañías de Pilar sódica, morfosintáctica o léxica
Luis XIV, bailarines profesiona Ballet, y posteriormente al New López (Concierto deAranjuez, de que contraviene el código de la
BARROCO 44 45 BELLEZA
lengua y la norma vigente. Se apli mismo en las artes plásticas que Quevedo, y no son excluyentes ni cos: El Quijote. Véanse: auto
ca especialmente al extranjerismo, en la literatura, donde el exceso privativos. SACRAMENTAL, BARROQUISMO,
entendido como entrada de ele puede ocurrir tanto por estiliza - Visión desengañada de la reali CONCEPTISMO, CULTERANISMO,
mentos léxicos y calcos de cons ción como por deformación cari dad, consecuencia del desencanto MANIERISMO, PICARESCA y RE
trucciones sintácticas de otras caturesca de la realidad. producido por una honda crisis NACIMIENTO.
lenguas en el español; p. e., «avión - Confluencia de contrastes en social y, a la vez, por la visión ascé Barroquismo. Término uti
a reacción», «en base a», etc. una simbiosis de elementos reli tica proclamada por la Iglesia, lizado en crítica literaria para
Barroco. Término (posiblemen giosos y profanos, de espirituali rectora de las conciencias. Este designar la pérdida de equili
te relacionado con «barrueco»; dad y sensualidad, de aspectos desengaño se refleja en ciertos brio, armonía y claridad racio
perla de forma irregular) con el trágicos y cómicos, sublimes y poemas del Barroco centrados en nal del clasicismo producida por
que se designa un período artís grotescos. Un ejemplo es el Polife- los temas de la fortuna y su mu la irrupción del Barroco.
tico y literario que se desarrolla mo, de Góngora, en el que, frente danza, en la fugacidad del tiempo, En un sentido peyorativo, el tér
en Europa (y en Hispano- a la belleza sublime de Galatea, en la reducción de la vida a la apa mino barroquismo se utiliza para
amé-rica) en el transcurso del si emerge la fealdad monstruosa del riencia de un sueño, en la contem descalificar un escrito o una ma
glo xvii y que coincide con cier cíclope. plación de las «ruinas», etc. nera de hablar en la que se ad
tos cambios político-sociales y - Búsqueda de un mundo de be En cuanto a los géneros litera vierte desmesura, recargamien
culturales que influyen en la vi lleza deslumbrante, creado por la rios, en el Barroco se percibe to, complicación innecesaria y,
sión del mundo y en la concep palabra poética a través de recur una continuidad respecto del en definitiva, mal gusto. Véase:
ción estética de los escritores sos originales capaces de sor Renacimiento, aunque se cons BARROCO.
de esa época. En el siglo xix, prender las expectativas de un tata una más amplia y diversifi Belleza. «Propiedad de las cosas
J. Burckhardt utiliza por primera lector cansado ya de manidos tó cada producción dramática (es que nos hace amarlas, infundien
vez la expresión Barockstyl para picos renacentistas. La búsqueda la época de las grandes creacio do en nosotros deleite espiritual»
caracterizarla producción artís de la palabra colorista («púrpu nes del teatro nacional del Siglo (DRAE). Este concepto de belle
tica posterior al Renacimiento, a ra», «rubíes», «escarlata», etc.), la de Oro: Peribáñez, Puente Ove za correspondía, en la cultura
la que identifica con el arte de la elección de cultismos por su va juna y El caballero de Olmedo, clásica, a la expresión griega to
Contrarreforma. En el siglo xx, lor musical, la utilización de lati de Lope de Vega; El burlador de kalon y a la palabra latina pul-
diversos investigadores de la nismos, referencias mitológicas, Sevilla y El condenado por des chritudo. Históricamente, se atri
historia literaria (H. Hatzfeld, agudezas del ingenio, juego de confiado, de Tirso de Molina; El buye a la escuela de Pitágoras el
A. Parker, E. Orozco, E. Carilla, palabras y conceptos e intensifi alcalde de Zalamea, La vida es origen del concepto de belleza
etc.) que han analizado y compa cación de figuras retóricas (antí sueño y los autos sacramentales, considerada como armonía, cua
rado dicho período con el Renaci tesis, paradoja, zeugma, metáfo de Calderón) y una ingente cre lidad asignada a la configuración
miento (y con el manierismo, su ras inusitadas, etc.) son los ación lírica (por parte de Lope del universo y que se refleja tam
puesto período intermedio de artificios con los que se crea ese de Vega, Góngora, Quevedo, bién en el ser humano y en sus
ambos) perciben en la estética y mundo deslumbrante del Ba etc.) y narrativa, en la que desta expresiones artísticas e inves
literatura del Barroco las siguien rroco. Esta artificiosidad del len can la novela picaresca (El Guz- tigaciones matemáticas. Poste
tes características: guaje poético presenta dos mo mán de Alfarache, de M. Ale riormente, Platón formula su
- Pérdida de la armonía y del dalidades: el * conceptismo y el mán, La picara Justina, de concepción sobre la belleza
equilibrio clásicos y aparición de '•'culteranismo; rasgos culteranos F. López de Úbeda, El Buscón, en contraposición a las ideas de
un recargamiento ornamental y conceptistas aparecen tanto de Quevedo, etc.) y la gran ciertos sofistas, que identificaban
de formas, que se desmesuran, lo en Góngora y Calderón como en parodia de libros caballeres lo bello con lo agradable, o con lo
BELLEZA 46 47 BELLEZA
útil, y que circunscribían el con también en realidades inmóviles (magnutn carinen) de un «modu debe a A. Baumgarten, que la
cepto de belleza al plano de las (Metafísica XIII, 3, 1078 a.). En lador» inefable. Entrelos escolás concebía como ars pulcliri cogi-
realidades sensibles. Se opone, cuanto a la realización de la be ticos, Santo Tomás cree que para tandi (arte de pensar bellamen
igualmente, a una concepción re lleza en la obra de arte literario, considerar bella una realidad ha te). Entre las opiniones de es
lativista y subjetiva, y plantea la Aristóteles cree que no aparece de presentar, como requisitos, tos pensadores destacan las de
necesidad de buscar un concepto vinculada al concepto de verdad perfección, claridad y propor G. Berkeley (para quien la belleza
de validez universal: «qué es lo (como en Platón) sino al de *ve- ción; y, así, define lo bello como consiste en «una cierta simetría
bello para todos». A esta belleza rosimilitud, con lo que se defien «lo que, por su debida propor o proporción agradable a los
«absoluta» se puede llegar, en su de la autonomía del arte y de la ción, agrada al ser visto». ojos»), D. Hume (según el cual
opinión, escalonadamente, par belleza frente a la categoría tras Con el Renacimiento se vuelve a «la belleza, como el ingenio, no
tiendo de la belleza física o sensi cendental de «lo verdadero». la tradición platónica a través, se puede definir, sino que se dis
ble para ascender después a la Dentro del helenismo, Plotino sobre todo, de las obras de Marsi- cierne por medio del gusto o la
belleza espiritual, inteligible, que recoge el pensamiento de Platón lio Ficino, maestro de la escuela sensación»), E. Burke («Entien
se manifiesta, p. e., en la conduc; sobre la belleza, p. e., la distin platónica de Florencia, y León do por belleza aquella o aquellas
ta virtuosa, en las ciencias, en las ción de los tres grados (sensible, Hebreo (Dialoghi d’amore, 1535), cualidades de los cuerpos, por
leyes, etc. Finalmente, se es capaz inteligible y divina), así como la cuyas ideas estéticas influirán en las cuales causan amor o alguna
de contemplar «la belleza en sí», idea del progresivo escalona- los poetas renacentistas. Merece pasión semejante a él»), E. Kant,
o absoluta, que se encuentra en miento en la percepción de esos recordarse su definición de belle que presenta el juicio del gusto
el cosmos suprasensible de las tres grados, en un proceso de ele za: «La hermosura es gracia que, no como un juicio cognoscitivo y
Ideas-Formas (Verdad, Bien, Be vación del hombre hasta la su deleitando el ánimo, lo mueve a científico sino «estético», subjeti
lleza), donde la percibió el alma prema belleza, que reside en el amar». Sin embargo, en el trans vo y desinteresado, por el que se
humana antes de que por el naci Uno. Sin embargo, concede ma curso de los siglos xvi y xvn se produce una adecuación entre el
miento quedara encerrada en la yor valor al arte como medio de va imponiendo la estética de Aris mundo que está ante nosotros y
cárcel del cuerpo. Por eso, el co acceso a la belleza ideal, ya que, al tóteles, actualizada por los nuestra facultad de percibirlo;
nocimiento de la belleza es un contrario de lo que opinaba Pla numerosos comentaristas de la esta facultad de juzgar es univer
medio de acercamiento a la vir tón, «las artes no imitan directa * Poética. En el campo filosófico, sal, ya que a todos agrada perci
tud y al bien. La fusión de estos mente los objetos visibles, sino destacan las observaciones de B. bir la belleza de los objetos, aun
dos valores (kalos kai agatlios: que se remontan a las razones Pascal sobre la dificultad de pre antes de conocer su contenido
hermoso y bueno) conforma el ideales de las que proviene la na cisar en qué consiste el placer es conceptual: «Lo bello es lo que se
ideal de la arete (virtud) del hom turaleza» (Eneadas V, 8,1). Este tético y en qué razones se funda piensa como objeto de una satis
bre griego. Por su parte, Aristóte pensamiento platónico reapare el «modelo de agrado y belleza» y facción universal» (Crítica del
les, que entiende la belleza como ce entre los primeros escritores las de B. Spinoza sobre la subjeti juicio, 1790).
expresión del orden, medida y cristianos y, especialmente, en vidad de la percepción de lo be Con el Romanticismo, y especial
unidad en la variedad, la consi San Agustín, que concibe la be llo, ya que «cada cual juzga las mente en la obra de Hegel, se
dera como valor autónomo: lo lleza como proporción, orden y cosas según la disposición de su produce una elaboración siste
bello se diferencia de lo útil y de armonía. Desde su fe cristiana, cerebro» (Ética). mática de la estética como disci
lo agradable, pero igualmente se y asimilando la herencia pitagó En el siglo xvm surge una serie plina filosófica autónoma. Den
distingue de lo bueno, ya que el rica, considera el universo, crea de pensadores en cuyas obras se tro del sistema hegeliano, al arte
bien está siempre unido a la ac do por Dios, como un todo ar sientan las bases de la moderna («manifestación sensible de la
ción, en tanto que la belleza se da mónico, como el inmenso canto Estética, denominación que se idea») le corresponde la función
BERMUDINA 48 49 BIBLIOTECA
de hacer ostensible lo divino por riman entre sí el segundo con el vez, tendría influencias de la Bi aquellas publicaciones manus
medio de pl antaciones figuradas. tercero, el sexto con el séptimo y blia (bestiario del Apocalipsis) y critas o impresas (libros, folletos,
Hegel considera que lo bello se el cuarto con el octavo. Estos dos de otros libros orientales relativos hojas sueltas, etc.) en las que se
manifiesta en la naturaleza de for últimos son agudos. Se llama a seres y monstruos imaginarios. transmiten los textos escritos. El
ma imperfecta y que la más valio bermudina por haber sido espe En crítica literaria se ha utiliza conocimiento de esta disciplina
sa expresión sensible de la idea se cialmente cultivada por S. Ber- do, en algunas ocasiones, el aná es un requisito para la investi
encuentra en el arte. Este supues múdez de Castro, poeta del si lisis del bestiario que aparece en gación y crítica literarias. Como
to va a dar origen a una reflexión glo xix. Ejemplo: determinadas obras y la rica sim- fuentes de información para la
posterior sobre las relaciones en bología que conlleva. tarea investigadora deben seña
tre belleza natural y belleza artís «Siempre te amé. Tu plácida tris- Best Sellen Expresión inglesa larse los repertorios bibliográfi
tica. B. Croce negará valor estéti [teza («mejor vendido») con la que en cos y los catálogos de bibliotecas
co a la naturaleza, y H. Bergson en mi infancia feliz me arreba- la tercera década del siglo xx co públicas y privadas, así como los
llegará a preguntarse si la belleza [taba; menzó a denominarse al libro diccionarios, enciclopedias y ma
que se atribuye a la naturaleza no para contemplar tu sombra aban- que, en determinado período de nuales especializados sobre la
estará condicionada por el hecho [donaba tiempo, hábía conseguido una materia, estudios monográficos,
de que en ella se cree descubrir la clara luz de mi tranquilo hogar. mayor venta y difusión nacional información aportada en revis
ciertos procedimientos del arte. Yo te cantaba al resonar del vien- o internacional. Una buena par tas especializadas, etc. Véanse:
Finalmente, dada la cantidad de [to, te de los best seller contemporá BIBLIOTECA, CÓDICE, EDICIÓN,
teorías estéticas que surgen en de la brisa invocábate al arrullo, neos ha llegado a serlo como LIBRO, MANUSCRITO y TRADI
la filosofía contemporánea, sólo de la selva en el lánguido mur- consecuencia de una bien orga CIÓN DIPLOMÁTICA.
cabe apuntar algunas opiniones [mullo nizada propaganda, dirigida por Biblioteca. Palabra utilizada,
significativas, como las de quie o en las playas pacíficas del mar». las industrias editoriales, que en terminología literaria, en dos
nes ven en la belleza un motivo de (S. Bermúdez de Castro) han tenido en cuenta los gustos, acepciones: la primera, para de
placer y «consolación» (A. Scho exigencias de consumo y expec signar una colección de libros
penhauer), una expresión del Bestiario. Nombre con el que se tativas de un público de masas. dedicados a una materia o rama
acuerdo de la obra de arte con la designan ciertas obras medieva Biblia. Véanse hebraísmo, sal concreta de la ciencia o a una se
naturaleza (W. Morris), un poder les, aparecidas en Francia e Italia, mo, SEFARDÍ y TRENO. rie de autores y obras de una
selectivo del conocimiento y un en las que se presenta una amplia Bibliografía. Término polisé- determinada época, nación, es
valor que toma «completa pose nómina de animales reales o ima mico con el que se designa: 1) un cuela, etc., p. e., la Biblioteca de
sión de nosotros» (F. Nietzsche), ginarios a los que se confiere una conjunto de escritos sobre un de Autores Españoles, iniciada en
la «instauración» poética de la significación alegórica o se les terminado tema, autor, materia Madrid en 1846 por el editor
verdad, el «resplandor» de esa ver convierte en símbolos de una de científica, etc.; 2) una relación o M. Rivadeneyra; la segunda
dad (M. Heidegger), «el placer terminada virtud: p. e. el dragón catálogo de libros o publicacio acepción alude a la sede o local
considerado como la cualidad de y el cocodrilo serían símbolos del nes sistemáticamente ordenados don-de se conserva y está dispo
una cosa» (P. Soriau),la «plenitud mal, el ave fénix lo sería de la in según unos métodos previamen nible para su lectura o consulta
inmediatamente sentida de la per mortalidad y de la resurrección, te establecidos; y 3) una discipli un conjunto de textos debida
fección» (M. Dufrenne), etc. etc. La fuente de estos bestiarios na en la que se enuncia la teoría mente ordenados y catalogados.
Bermudina. Octava aguda, en es un texto griego del siglo n d.C., y metodología científicas perti Véanse: bibliografía, códice,
versos endecasílabos, de los que hoy perdido, al que se conoce con nentes para la búsqueda, identifi EDICIÓN, INCUNABLE, LIBRO,
el primero y quinto van libres y el título de Physiologus, que, a su cación, descripción y análisis de MANUSCRITO y REVISTA.
BILDUNGSROMAN 50 51 BOFETÓN
Bildungsroman. Término ale colatina (p. e., en las Vidas parale Bizantina (novela). Expresión percibe, además, una recurrencia
mán (Bildung: educación, forma las, de Plutarco, en la Vida de los con la que se designa un tipo de de temas, abordados dentro de
ción) con el que se designa en la doce Césares, de Suetonio, y en los relato surgido en la literatura los cauces de la moral y el dogma
crítica literaria un tipo de novela elogios fúnebres o laudado) y en griega (p. e., Teágenesy Cariclea, católicos: fortuna, providencia,
(román) cuyo protagonista va de la medieval (p. e., en las vidas de de Heliodoro) y cuya estructura amor platónico, castidad (los
sarrollando, a lo largo del relato, santos: Vida de Santo Domingo de y argumento responden a un es protagonistas de estas novelas
su personalidad en esa etapa clave Silos, de Berceo; o en las Crónicas quema común: dos jóvenes aman realizan un peregrinaje de amor
que va desde la adolescencia y ju de los Reyes de Castilla, de P. Ló tes, que desean casarse, encuen casto, simulando ser hermanos),
ventud hasta la madurez. En di pez de Ayala, Generaciones y sem tran graves obstáculos que se lo etc. Desde el punto de vista na
cho período modela su carácter, blanzas, de E Pérez de Guzmán, impiden (forzada separación, via rrativo, presentan los siguientes
concepción del mundo y destino, etc.). Sin embargo, habrá que lle jes peligrosos, cautiverio, etc.), rasgos: comienzo in medias res,
en contacto con la vida, que le sir gar a la obra de J. Boswell (Vida de hasta que, finalmente, consiguen verosimilitud en las descripcio
ve de escuela de aprendizaje a tra Samuel Johnson, 1791) para en la realización de sus anhelos al nes, análisis psicológico porme
vés de las más diversas experien contrar ya una biografía en senti encontrarse y comprobar, con sa norizado de los personajes, una
cias. Esta modalidad narrativa do moderno. Será, no obstante, tisfacción, que su amor ha per técnica ingeniosa del suspense,
responde a un motivo caracterís en el siglo xx cuando (gracias a manecido fiel en medio de tales etc. Véase: aventuras.
tico de la novela, como género, el las mayores posibilidades de acce contratiempos. Blanco (verso). Véase verso
de la «búsqueda». Entre las obras so a fuentes de información: car En la literatura española pueden suelto.
que representan con mayor preci tas, memorias, diarios y otros incluirse dentro de este subgéne Bobo. Personaje cómico que en
sión este modelo cabe citar el Wil- documentos conservados en ar ro el Libro de Apolonio (s. xm, en el teatro español del siglo xvi
helm Meister, de Goethe, L’éduca- chivos públicos y privados) se de verso) y un conjunto de novelas provocaba la risa de los especta
tion sentimentale, de G. Flaubert, sarrolle una amplia y rigurosa amorosas de aventuras, que son dores con sus simplezas, obse
y, en la literatura española, Cami producción biográfica. Véanse: representativas del llamado se sión por la comida y por el hecho
no de perfección, de Baroja. AUTOBIOGRAFÍA, CRÓNICA, ME gundo Renacimiento y de la Con de ser víctima de los engaños y
Bimembre (estructura). Se di MORIAS, RETRATO y SEMBLANZA. trarreforma, p. e., Historia de los golpes de los demás. Con el tiem
ce de la forma de organizar un Bisílabo. Se dice del verso que amores de Clareo y Florisea y de po, esta figura del bobo irá per
enunciado, en el que se distribu consta de dos sílabas. Es el más los trabajos de la sinventura Isea diendo interés ante un nuevo pú
yen sus componentes en secuen breve en castellano. No existen (1552), de Alonso Núñez de Rei- blico, más sutil y malicioso, y
cias constituidas por dos elemen versos monosílabos, pues aun noso, Selva de aventuras (1565), será sustituido por el personaje
tos, ya se trate de componentes de que tengan una sola sílaba orto de Jerónimo de Contreras, El pe del bellaco, como lo atestigua, a
una proposición (lexemas o sin gráfica, al recaer sobre ella el regrino en su patria (1604), de comienzos del xvii, un comenta
tagmas) o de proposiciones den acento se convierte en aguda, por Lope de Vega, y Persiles y Sigis rio de Correas: «Ya no hay bobos,
tro de un enunciado más amplio. lo que se computa como dos síla mundo (1617), de Cervantes. En que somos bellacos todos».
Biografía. Término utilizado por bas. Ejemplo: este tipo de novelas se dedica una Bofetón. Mecanismo utilizado
J. Dryden en su relato sobre la especial atención a los aspectos en los corrales de comedias de los
«...
vida de Plutarco (Biographia, geográficos e históricos, que Siglos de Oro que consistía en
leve,
1683) con el sentido de historia de constituyen el marco espacial y una plataforma giratoria, al esti
breve
la vida de una persona. Los ante temporal del relato, así como al lo de los tornos conventuales, por
son».
cedentes del relato autobiográfico descubrimiento de pueblos, cos la que podían aparecer o desapa
se encuentran en la literatura gre- (Espronceda) tumbres y culturas diferentes. Se recer súbitamente actores y obje
BOHEMIA-BOHEMIO 52 53 BUCÓLICA
tos desde el fondo o laterales del defiende la exaltación del ocio dos Sawa (Iluminaciones en la abejicas de oro
escenario, donde estaba situado creador bajo el lema del «arte por sombra, \9I0),Hark (La santa bo vienen y van.
dicho mecanismo. el arte». Escritores como Rim hemia, 1913), Barrantes y Gálvez,
Bohemia-bohemio. Términos baud, Verlaine, Baudelaire, etc., escritores cuya conducta social y De tu colmena,
utilizados por Gérard de Nerval encarnan esa figura del artista producción literaria suscitan una colmenero del alma,
(La bohemia galante, 1835), H. de creador de un mundo deslum reacción crítica en Azorín (Bo yo colmenera.
Balzac (Un príncipe de la bohe brante de belleza y de inteligen hemia, 1897), Unamuno, Maeztu (A. Machado)
mia, 1844), Rimbaud (Mi bo cia, a la vez que de «poeta maldi y Baroja. Por su parte, Valle-In-
hemia), etc., en dos acepciones to», que siente especial regusto clán dejará en Luces de bohemia Borrador. Véase manuscrito.
complementarias: como forma en escandalizar al burgués (épa- (1920) un testimonio literario de Braquistiquio. Término de ori
de vida social y como actitud ter le bourgeois) con sus ideas y excepcional valor artístico, en el gen griego (brachu-stichos: breve
ante el arte y la literatura. En la formas de vida. que los protagonistas, Max Estre línea, o verso) con el que se desig
primera acepción, la bohemia es Con esta bohemia francesa co lla y don Latino, representan los na la parte de un verso que está
un producto del romanticismo necta la española de fin de siglo: dos tipos clave del personaje his separada por pausas y cuya ex
francés, y tiene su mayor vigen Alejandro Sawa, modelo de bo- tórico: el bohemio «heroico» y el tensión no excede las cinco síla
cia en el París del siglo xix, desde hemióTiispano, vive en París esa «golfo», respectivamente. bas métricas. Ejemplo:
los años veinte hasta la etapa de experiencia. También en España Bojiganga. Compañía de teatro
Napoleón 111, período en el que se produce una oposición a la po ambulante que cumplía su fun «Aires que se precipitan
una serie de estudiantes y artis lítica de la Restauración y su es ción en los medios populares a lo ciñéndome, conduciéndome,
tas, inadaptados o marginados quema de valores por parte de largo del siglo xvi. Según Agus yo arraigado, por los aires».
en la naciente sociedad burguesa, algunos representantes de la bo tín de Rojas Villandrando, en su (J. Guillen)
presenta unas formas de vivir (y hemia (Ernesto Bark, Pedro Ba Viaje entretenido, estaba com
de vestir: melena, chaleco rojo) rrantes, Pedro Luis de Gálvez, puesta por seis o siete cómicos, Véase: hemistiquio.
y unas actitudes sociales y políti etc.) a través de un producto lite dos mujeres y un muchacho, que Bucólica. Con este nombre se
cas que suponen un rechazo de rario en el que, con frecuencia, eran capaces de representar «seis conoce un tipo de creación li
ese modelo de sociedad. Los «bo abundan la agresividad y trucu comedias, tres o cuatro autos, teraria surgida en la literatura
hemios» reaccionan contra la bu- lencia verbales (la poesía como cinco entremeses». Véase: com griega (Teócrito) y latina (Virgi
rocratización de las relaciones «dinarpita», en E. Bark). Sin em pañía. lio) en la que se recrea una natu
sociales impuestas por la burgue bargo, en otros escritores perte Bordón. Conjunto de tres ver raleza idealizada, en cuyo marco
sía triunfante y contra sus idea necientes o afines a la bohemia sos que, a veces, se añaden a la se unos pastores, también idealiza
les, entre ellos el culto al dinero, (Sawa, Valle-Inclán e incluso Ru guidilla, denominada, por este dos, viven una experiencia amo
al tiempo que adoptan una posi bén Darío), el lenguaje, «moder motivo, compuesta: de ellos, el rosa, haciendo partícipes de sus
ción demoledora frente a los va nista», comporta una belleza y primero y el tercero, que son gozos y desventuras a los ele
lores tradicionales: religión, fa dignidad aristocráticas propias pentasílabos, riman entre sí en mentos de ese entorno natural:
milia, propiedad, orden, etc. En de quien tan sólo busca el arte por asonante, mientras que el segun árboles, ríos, aves, animales, etc.
la segunda acepción, la bohemia el arte. La literatura bohemia es do, heptasílabo, va suelto. Ejem En España, y por influencia de la
intelectual implica una concep pañola cuenta con poetas (E. Ca- plos: literatura italiana, el bucolismo
ción aristocrática de la cultura, rrere), narradores (E. Zamacois) tiene su apogeo en el Renaci
que, frente al pragmatismo rea y dramaturgos (Joaquín Dicen- «Colmenero es mi amante, miento, decae en el siglo xvn y
lista y al mercantilismo del arte, ta), además de los ya menciona yen su abejar, reaparece en el siglo xvm. Está
BULULÚ 54
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CABALLERO 56 57 CAFf.-THATRO
rescas posteriores: desarrollo si vela pastoril, al tiempo que se ini último acento. La rima de estos Cadencia. Se dice de la distribu
métrico de aventuras, creación cia Un tratamiento crítico de la poemas, para la que sólo se tiene ción y combinación regular de los
de «suspense» por la demora en conducta y valores caballerescos. en cuenta la última vocal de cada sonidos, acentos y pausas que ge-
la consecución de los deseos del La publicación de El Quijote (1605 verso, se denomina también ri neran el ritmo en la cadena habla
héroe, mediante la inserción de y 1615), genial parodia de los li ma partida. Este recurso humo da. Se designa como fonema deca
episodios que retardan dicha bros de caballerías, marca el de rístico o agudeza fue utilizado dencia la inflexión descendente
consecución, relato de narrador clive defini-tivo de dichas obras. por Cervantes, en las décimas a que se produce en la entonación al
omnisciente y, sobre todo, confi Véase: libros de caballerías. Urganda que preceden al texto final de una frase enunciativa.
guración del protagonista como Caballero. Véase personaje. del Quijote, y por J. López de En métrica castellana, se denomi
símbolo del caballero andante, al Cabeza. Estrofa de dos a cuatro Úbeda, que denomina a este tipo na cadencia al tiempo métrico que
que mueven dos valores funda versos con la que se inicia un de versos «pies cortados». Ejem sigue al último acento de un verso.
mentales: la fama (lograda por el poema y en la que se adelanta el plo: Café-teatro. Es una experiencia
heroísmo individual) y el amor contenido temático que se va a teatral surgida en el Café Royal
inquebrantable hacia una dama, desarrollar en el resto de las es «Advierte que es desati-, (1966) de París y extendida rápi
que le da fuerzas para superar trofas. Cuando se repite, se con siendo de vidrio el teja-, damente por varios países euro
toda serie de obstáculos y aven vierte en un estribillo. Entre los tomar piedras en las ma- peos, entre ellos España. Se trata
turas, en las que se ponen a prue poemas que llevan cabeza figu .para tirar alveci- [...]». de una modalidad de realización
ba su fortaleza de ánimo y su per ran el cosaute, la letrilla, el zéjel, (Cervantes) teatral surgida de la búsqueda de
fección moral. la glosa, el villancico, etc. En el locales adaptados a un público
El Amadi's cuenta, a lo largo del zéjel la cabeza se denomina tam Cacofonía. Término de origen joven e intelectualmente exigente
siglo xvi, con una serie de conti bién estribillo, y, en el villancico, griego (kakos phone: mal soni (que demanda un tipo de obras y
nuaciones que confirman la con se conoce con los nombres de es do), opuesto a eufonía, con el que representaciones diferentes de las
solidación del modelo literario, tribillo, letra o tema. Ejemplo: se alude a la sensación desagra del teatro establecido), con la
aunque muy pronto se introduce dable que se deriva de una orde posibilidad, además, de estrenar
una orientación religiosa y una «Del rosal vengo, mi madre, _ nación disonante e inarmónica aportaciones originales de nue
revisión del esquema de valores vengo del rósale. de los elementos fónicos consti vos creadores que chocan con los
morales heredados de la tradi A ciberas de aquel vado tuyentes de una palabra o con gustos del público burgués. El
ción artúrica (p. e., en relación viera estar rosal granado; junto de palabras. Aunque se tra contexto espacial y ambiental de
con el erotismo), de manera que, vengo del rósale. ta de una incorrección que debe estos cafés-teatro impone unas
a partir de Las Sergas de Esplan- A riberas de aquel río ser evitada, en algunos textos li condiciones muy precisas en
didn, el héroe se convierte en el viera estar rosal florido, terarios aparecen casos de caco cuanto al tipo de obras y repre
«perfecto caballero cristiano». vengo del rósale [...]». fonía utilizada conscientemente sentación: el escenario es reduci
En la segunda década del si (Gil Vicente) para provocar determinados efec do, el número de actores lo debe
glo xvi se advierte una evolu tos estilísticos de armonía imitati ser también, el público está ro
ción del género, evidente ya en Véanse: cosaute, glosa, letri va y degradación irónica. Ejem deando el escenario, el montaje es
las obras de Feliciano de Silva: lla, VILLANCICO y ZÉJEL. plo: elemental. Los textos son breves,
Amadís de Grecia (1530) y las di Cabo roto. Se denominan «ver de temática social y de carácter
ferentes partes de Florisel de Ni- sos de cabo roto» aquellos en los «Una endiablada chillería de chi-
satírico, las más de las veces. Hay
quea (1532, 1535 y 1551), en las que se suprimen la sílaba o síla [quillos».
también textos poéticos cantados
que se insertan elementos de no bas átonas que van después del (J. R. Jiménez) y escenificados.
CALAMBUR 58 59 CANCIÓN MEDIEVAL
Calambur. Figura literaria con estética, el cultivo del caligrama, posiciones poéticas, unas de ca tancias, estructura sus versos en
sistente en un juego de palabras como fruto de la interrelación rácter popular y otras de origen decasílabos en estrofas de cuatro
que se produce al reagrupar los entre poesía y artes plásticas. El culto. En principio se incluyen versos (cuarteto-lira), cinco (lira
vocablos de un enunciado o cier iniciador de estas composiciones en esa denominación ciertas ex garcilasiana), seis (sexteto-lira),
tas sílabas que forman parte de y creador del término con el que presiones de la lírica popular siete (septeto-lira) y ocho (octa
esos vocablos, de tal forma que, hoy se las designa es G. Apolli- primitiva destinada al canto, va alirada), combinando dichos
sonando lo mismo o parecido, naire, que es quien concibe la p. e., las jarchas, los villancicos, versos, que riman en consonan
tengan distinto significado; los idea de crear sus propios «ideo las cantigas de amigo y las de es te, según la alternancia propia de
niños la utilizan en sus adivinan gramas líricos» o «caligramas». carnio o maldecir, las canciones cada una de estas estrofas. Véan
zas y acertijos: «Blanca por den Entre los vanguardistas hispanos de vela, de romería, de siega, se los ejemplos correspondientes
tro, verde por fuera, si quieres (uitraístasy creacionistas), lo cul etcétera. Dentro de las canciones en lira.
que te lo diga es-pera». tivan G. Diego, G. de Torre, etc., de origen culto figuran la llama Canción italiana. Este poema,
Este recurso expresivo, lúdico y y, en la segunda mitad del si da ^canción medieval o trovado denominado también canción pe
literario, aparece frecuentemente glo xx, O. Paz, G. Cabrera Infan resca, la ^canción italiana, deri trarquista y canción real, está for
en la poesía satírica del Barroco: te, etc. vada de la cansó provenzal, que mado por un número variable de
Cambaleo. Es un tipo de agru logra su definitiva estructura estancias (al menos tres) com
«Dícenme que hace Lopico pación de cómicos ambulantes con Dante y Petrarca («canción puestas por heptasílabos y ende
contra mí versos adversos; que en los Siglos de Oro iban de petrarquista») y que es introdu casílabos, de rima consonante y
pero si yo versifico, pueblo en pueblo representando cida en España por Garcilaso en combinados según una estructu
con el pico de mis versos un repertorio consistente en una el siglo xvi, y la conocida como ra uniforme, marcada en la pri
a este Lopico lopico». comedia, dos autos y algunos en ^canción pindárica, utilizada mera estrofa y seguida en las
(Góngora) tremeses. por Quevedo. En la poesía con siguientes. La estrofa final, lla
Canal. En la teoría de la comu temporánea el término canción- mada remate, es más reducida y
Caligrama. Composición poéti nicación es el medio a través del aparece en composiciones de puede presentar, como rasgo pe
ca cuya disposición tipográfica re cual un emisor transmite un de pluriforme estructura métrica y culiar, el hecho de que el poeta
presenta una figura o unas formas terminado mensaje a un recep vario contenido, por obra de hace una reflexión sobre su pro
relacionadas con el objeto o tema tor o destinatario. En la historia poetas tan diversos como A. Ma pia canción. El contenido de es
evocado o tratado en el texto. de la cultura los mensajes litera chado (Nuevas canciones, 1924), tas canciones es preferentemen
Entre los antecedentes de este rios se han transmitido, funda J. R. Jiménez (Canción, 1936), te amoroso, aunque también las
tipo de composición suelen citar mentalmente, a través de canales F. García Lorca (Canciones, 1927), hay de tema bucólico, elegiaco,
se poemas figurativos de Teócri- acústicos (p. e., la tradición oral etc. Ejemplo: etc. Véase: estancia.
to, en la cultura griega; los carmi de cuentos, canciones populares, Canción libre. Véase can
na figurata de Rabano Mauro cantares de gesta, etc.), visuales «Los cabellos de mi amiga ción.
(s. ix), ciertos poemas de F. Ra- (el texto escrito, que, desde la in de oro son; Canción medieval. Este poe
belais, en el Renacimiento, como vención de la imprenta, se ha para mí lanzadas son». ma (denominado por T. Nava
el titulado «Divina Botella», cuyo' convertido en canal predomi (Anónimo) rro Tomás canción trovadoresca)
texto aparece configurado en for- ’ nante) y audiovisuales: el teatro, consta de tres estrofas, de las que
ma de botella, etc. Sin embargo, el cine, la televisión, etc. Canción alirada. Es una va la primera (denominada cabe
es en el siglo xx cuando se pro Canción. Término genérico riante de la *canción italiana que, za, estribillo o tema) es, general
duce, con clara intencionalidad aplicado a diversos tipos de com en vez de estar formada por es mente, una redondilla (puede ser
CANCIÓN PETRARQUISTA 60 61 CANCIONERO
también una quintilla o una es tres “estrofas de las cuales las dos de la Biblioteca Vaticana y en rial), en la que prevalece el arte
trofa de tres versos), la segunda, primeras (denominadas estrofa el de la Biblioteca Nacional de mayor y, en concreto, la estrofa
otra redondilla, que le sirve de y antiestrofa) son simétricas y Lisboa, también denominado de ocho versos dodecasílabos. En
mudanza, y la tercera (que repite constan de la misma combina Colocci-Brancuti. Entre los ti cuanto a los temas más frecuen
la estructura y rimas de la prime ción y número de versos y de la pos de poemas recogidos figuran tes, figuran los amorosos y los de
ra estrofa) cumple la función de misma alternancia de rima. La cantigas de amigo, de escarnio y índole moral y filosófica, expues
vuelta. Los versos de estas es tercera estrofa, denominada epo de maldecir, ten<;oes, pastorelas, tos en largas composiciones (de
trofas pueden ser octosílabos o do, presenta un número de ver prantos, etc., y la denominada cires): la fortuna, la caída inespe
hexasílabos. La temática es prefe sos y de rima diferentes de las dos cantiga de amor, que deriva de la rada de los poderosos, la muerte,
rentemente amorosa. Aparece ya anteriores. Este tipo de canción cansó provenzal. etcétera.
en las Cantigas de Alfonso X,yes ha sido utilizado por Quevedo y Por lo que respecta a los cancio El Cancionero de Stúñiga (entre
cultivada por P. López de Ayala, otros poetas afínes. Un ejemplo neros en lengua española, existen 1460 y 1463), así llamado por
J. de Mena, J. del Encina, J. Bos- de canción pindárica es el Elogio varias colecciones de textos poé pertenecer el primer poema del
cán, etc. Ejemplo: al Duque de Lerma, Don Francis ticos, de autores del siglo xv libro a Lope de Stúñiga, fue co
co, de Quevedo. Véase: epodo. vinculados a las Cortes de Casti leccionado en Ñapóles en la corte
CABEZA Canción real. Véase canción lla (Cancionero de Baena), de de Alfonso V. En cuanto a los te
a «Ya del todo desfallece ITALIANA. Aragón (Cancionero de Stúñiga o mas, abunda la poesía amorosa
b con pesar mi triste vida: Canción trovadoresca. Véase de Estúñiga) y Navarra (Cancio (expuesta en tono quejumbroso
b desde la negra partida CANCIÓN medieval. nero de Herberay des Essarts), a por la ausencia de la dama o por
a mi mal no mengua, mas crece. Cancionero. Colección de can los que hay que añadir los deno su indiferencia cruel) y los «deci
ciones, generalmente de varios minados Cancionero de Palacio res» de contenido filosófico, reli
MUDANZA autores, que se agrupan en un (relacionado con Aragón) y el gioso y moral, así como la mi
c Non sé qué diga ventura, texto manuscrito o impreso. Cancionero General (1511), de tología. En la métrica aparecen,
d que mal (me) quiso apartar Aunque se aplica también al con Hernando del Castillo. El Can además de la estrofa de ocho ver
c de vos, gentil criatura, junto de poemas de un solo autor cionero de Baena, llamado así sos, ciertas formas populares:
d alaqualyohed’amar. (p.e.r Cancionero, de Juan del En por haber sido coleccionado por motes, villancetes, glosas y ro
VUELTA cina), tanto el término cancione Juan Alfonso de Baena (1445), mances, la mayor parte de tipo lí
a Todo mi plazer paresce ro como el de poesía cancioneril o reúne cerca de 600 poemas, per rico.
b sin mi racon ser o(í)da; de cancionero se utilizan espe tenecientes a medio centenar de El Cancionero General, prepara
b cruel muerte dolorida cialmente para designar varias poetas de la corte castellana (que do por Hernando del Castillo, re
a veo que se me bastece». colecciones de textos poéticos de escribieron durante los reinados coge 964 composiciones de 128
diversos autores pertenecientes a que van de Pedro I a Juan II), en poetas, pertenecientes a los rei
(Marqués de Santillana) la poesía gallego-portuguesa (si tre los que se distinguen dos co nados de Juan II, Enrique IV y los
glos xiii-xiv) y a cierta produc rrientes: lagalaico-provenzal (a la Reyes Católicos: Juan de Mena,
Canción petrarquista. Véase ción lírica de las Cortes de Casti que pertenecerían Maclas y Álva- Jorge Manrique, el Marqués de
CANCIÓN ITALIANA. lla, Aragón y Navarra (siglos rez de Villasandino), en la que Santillana, etc. La temática pre-
Canción pindárica. Poema xiv-xv). Con respecto a la pri predomina la métrica tradicional valente es amatoria, didáctico-
formado por versos endecasíla mera, se conocen diversas colec de versos de arte menor, y la ale- moral, religiosa y satírica. Abun
bos y heptasílabos que riman en ciones, recogidas en el Cancio górico-dantesca (Sánchez de Ta dan las canciones glosadas, vi
consonante; está compuesto por nero de Ajuda, en el Cancionero layera, Micer Francisco Impe llancicos, recuestas y romances.
CANDILEJAS 62 63 CANTIGA
Candilejas. Nombre con el que, «las cosas hechas») porque en di San Pedro de Arlanza: Poema de dos y quintetos de endecasílabos
en la terminología teatral, se de chos cantos se narran «hazañas» Fernán González, de mediados y heptasílabos), aparecen octavi
signaba la línea de luces situadas de personajes relevantes y aconte del siglo xm), el Cantar de la llas hexasílabas agudas.
en el nivel del tablado, al borde cimientos de especial trascenden Condesa traidora y el Romanz del Cantidad. Es la duración de un
del proscenio, y que servían para cia para la comunidad social a la Infant García. 2. El ciclo del Cid, sonido consonántico o vocálico,
iluminar desde abajo el escenario que van dirigidos. formado por el Cantar de Mió de un diptongo o de una sílaba, al
y los actores. Dentro de la épica románica, la Cid, el Cantar de Sancho II y Las ser pronunciados. En determina
Cansó. Composición poética de literatura castellana es, junto a Mocedades de Rodrigo. 3. El lla das lenguas, como el griego o el
la literatura provenzal, integrada la francesa, la que cuenta con una mado ciclo francés (surgido a latín, las vocales y las sílabas se
por un conjunto de cinco a siete más amplia producción de canta ambos lados de los Pirineos), in distinguen, por su cantidad, en
coblas (estrofas) y una tornada; res de gesta. No obstante, son tegrado por el Cantar de Ronces- largas (-) y breves (v). La dura
cuenta con melodía propia; el escasos los textos conservados: valles, el de Bernardo del Carpió y ción de una vocal larga es similar
tema es fundamentalmente amo tan sólo del Cantar de Mió Cid, éLMainete. a la de dos breves. Se denomina
roso: el amor cortés. La cansó del Cantar de Roncesvalles (unos Sobre las peculiaridades estilísti sílaba larga la que lleva una vocal
provenzal tuvo una notable in cien versos) y del conocido como cas del género épico, estructura larga o un diptongo, o una vo
fluencia en la *cantiga de amor Las Mocedades de Rodrigo te de los cantares de gesta, caracte cal breve seguida de dos conso
gallega. Véase: cortés. nemos el texto original. Sin em rísticas de los autores e intérpre nantes o doble consonante; es sí
Cantar. Nombre aplicado a una bargo, a partir de las crónicas tes de dichos poemas, etc., véan laba breve la que termina en vo
serie de poemas, generalmente medievales (Crónica Najerense, se: ÉPICA, MESTER DE JUGLARÍA y cal breve. Aunque en español,
de tipo popular, formados por Chronicon Mundi, de Lucas de ORAL (LITERATURA). como en el resto de las lenguas
una sola estrofa: cuarteta, re Tuy -ambas del siglo xii-, Prime Cantata. Composición musical románicas, es el acento lo que
dondilla, seguidilla, soleá, etc. ra Crónica General, de Alfonso X derivada del madrigal renacen fundamentalmente determina el
También se designa con dicho -c. 1289-, Crónica de Castilla, tista y cultivada inicialmente en ritmo versal, y las sílabas no se
nombre a la cuarteta asonanta Crónica de los Veinte Reyes, am Italia por C. Monteverdi, A. de ajustan a un orden cuantitativo
da. Ejemplo: bas del siglo xiv) y de los roman Grandi, A. Vivaldi, A. Scarlatti, regular, sin embargo, «la canti
ces, se infiere la existencia de etc., y posteriormente en Francia dad continúa desempeñando pa
«Soñaba que yo tenía otros cantares, de los que es posi y Alemania, donde adquiere un pel esencial en el ritmo del verso»
alegre mi corazón, ble reconstruir el argumento e gran desarrollo. Dicho nombre (T. Navarro Tomás).
pero a la fe, madre mía, incluso fragmentos del poema se ha aplicado en la literatura del Cantiga. Término con el que se
que los sueños sueños son». original. De esos supuestos can siglo xvm a un tipo de poema designa, principalmente, una se
(Cancionero anónimo) tares de gesta, los que presen narrativo en el que se combinan rie de composiciones de la poe
tan indicios razonables de haber versos endecasílabos (o endeca sía gallego-portuguesa medieval
Véanse: cuarteta, redondi existido han sido agrupados en sílabos y heptasílabos), rimados (cantigas de amigo, de amor, de
lla, SEGUIDILLA y SOLEÁ. torno a tres grandes ciclos: 1. El o blancos, con octavillas italia escarnio y de maldecir, de «vi-
Cantar de gesta. Expresión con de los Condes de Castilla, al que nas. Una de las primeras canta láos» y de «seguir») relacionadas,
la que se designa una serie de rela pertenecerían el Cantar de los tas españolas de las que se tiene por una parte, con la tradición
tos épicos medievales, denomina Siete Infantes de Lara, el Cantar noticia es el Diálogo de París y provenzal, y, por otra, con un
dos cantares por estar destinados de Fernán González (del que se Elena, de E. Gerardo Lobo, en la fondo autóctono que podría re
a la recitación declamada o al conserva una refundición hecha que, dentro de su variada poli- construirse a partir de ciertas
canto, y de gesta (término latino: por un monje del monasterio de metría (sextetos alirados, parea cantigas de amigo. Estos poemas
CANTIGA DE AMIGO 64 65 CANTIGA DEESTRIBILLO
presentan, desde el punto de vis de todas estas composiciones es do se desarrolla en el entorno de Cantiga de escarnio y de
ta métrico, dos tipos de estrofa, el paralelismo. una ermita, lo que implica ciertas maldecir. Poema burlesco de la
con las que se configuran dos El término «cantiga» se utiliza en interferencias del tema religioso literatura gallego-portuguesa del
modalidades de cantiga, deno los cancioneros castellanos para en la expresión del amor) y mari Medievo que, en su aspecto mé
minadas «de maestría» y «de re designar ciertos poemas con es na, cuando sucede a orillas del trico, aparece tanto en forma
fram». La cantiga de maestría, tribillo, aunque en un principio mar. No obstante, algunas canti de «cantiga de maestría» como
que deriva de las formas proven- se aplicaba igualmente a otros gas de amigo hacen referencia a «de refram», si bien predomina
zales, carece de estribillo y se or que no lo tenían, por ejemplo, los ambientes domésticos: la mucha la primera. Aunque guarda rela
ganiza a base de tres rimas dis decires. Desde mediados del si cha teje, se dirige a su madre, etc. ción con el sirventés provenzal, es
tribuidas según unos esquemas glo xv la palabra «cantiga» co Véase un fragmento de cantigas posible que existiera en Galicia
métricos determinados (abbac- mienza a ser suplantada por la de de amigo en leixa-pren. una poesía satírica anterior, hoy
ca, abbaccb, ababcca o ababccb), «canción»'. Véanse: cantiga de Cantiga de amor. Es una com perdida. Conceptualmente, pue
en los que se distinguen dos AMIGO, CANTIGA DE AMOR, CAN posición lírica perteneciente a de distinguirse entre cantigas de
miembros simétricos (pies) en la TIGA DE ESCARNIO Y DE MALDE la poesía gallego-portuguesa del «escarneo» (cuando el poeta dice
fronte y una cauda. Este modelo, CIR, CANTIGA DE ESTRIBILLO, Medievo; deriva de la cansó pro- mal de alguien con «palabras
el más utilizado en las cantigas de CANTIGA DE MAESTRÍA y DECIR. venzal, de la que recibe el conteni cubiertas» y sobreentendidos) y
escarnio y de maldecir, es fre Cantiga de amigo. Composi do temático y ciertos términos cantigas «de mal dizer» (cuando
cuente en las de amor, y muy es ción lírica de la poesía gallego- (en su correspondiente versión) lo hace clara y «descubertamen-
caso en las de amigo. En estas úl portuguesa medieval que, en su del vocabulario relativo al vasalla te»); sin embargo, en los cancio
timas, en cambio, predomina la configuración métrica, presenta, je amoroso, tema clave en la poe neros apenas se hace diferencia
llamada cantiga de refram, que generalmente, la forma de la sía trovadoresca. Los rasgos pecu entre ambas.
presenta como elemento peculiar «cantiga de refram», o de estribi liares de este tipo de poemas son: Estas cantigas presentan tres mo
el estribillo (refram), rasgo que llo. La rima es consonante, aun - Configuración métrica en for dalidades diversas: la invectiva
las pone en relación con la primi que puede haber algún caso de ma de «cantiga de maestría», com personal, la sátira moral y políti
tiva lírica gallega autóctona. La asonante en las cantigas menos puesta, generalmente, por cuatro ca y la sátira literaria.
rima de ambos tipos de cantiga cuidadas o más primitivas. Un estrofas de siete versos octosílabos Elemento común de estas moda
es consonante, aunque en las rasgo de estos poemas es la es o decasílabos, organizados en tres lidades es el tratamiento burlesco
cantigas de amigo más antiguas tructura paralelística y el *leixa- rimas consonantes, según los si de las personas (aspecto físico)
puede haber algún caso de aso pren («deja-toma»). En cuanto a guientes esquemas: abbacca, ab y de sus conductas (escarnio de
nante. En cuanto al número de sus temas, el motivo predomi baccb, ababcca, ababccb. Una ca sus vicios) con el objetivo funda
sílabas, los versos más frecuente nante en estas cantigas es la con racterística de estos poemas es el mental de provocar la risa del
mente utilizados son los decasí fidencia de una muchacha, que paralelismo. lector o del público.
labos, pero también los hay octo se lamenta en tono melancólico - El tema central de estos poe Cantiga de estribillo. Com
sílabos, heptasílabos, etc. Por lo ante su madre, sus amigas o la mas es la «coita», o tristeza del posición medieval castellana que
que se refiere a la estructura, es naturaleza por la despedida o poeta, que se siente dolorido por se corresponde con la «cantiga
tos poemas suelen presentar un la separación del amigo o ena el rechazo de la dama, desdeñosa de refrán» gallego-portuguesa;
exordio introductor del tema y, morado. En relación con el espa e insensible a las manifestaciones consta (como el zéjel) de estribi
en algunos casos, una «finda», cio en el que puede desarrollarse de amor y de sufrimiento del llo, mundanza y vuelta. El estri
que corresponde a la «tornada» o la acción, presenta dos modali enamorado. Véanse: cantiga y billo suele ser de cuatro versos, a
«finida». Un rasgo fundamental dades: cantiga de romería (cuan CORTÉS. veces de tres. La «mudanza» es
CANTIGA DE MAESTRÍA 66 67 CARPE DIEM
una redondilla o quintilla, segui de la narrativa y del ensayo. Sin pectiva múltiple, flash-back, etc.) presión latina de idéntico signifi
da de uno o más versos de enlace embargo, en la narrativa con relativas al análisis del mundo in cado -carnes tollendas- relativa al
que anteceden a la «vuelta». Esta temporánea algunas novelas tien terior: p. e., la evocación de re ayuno cuaresmal) con la que ori
estructura métrica será heredada den a la disolución de los capítu cuerdos (M. Proust), de sueños y ginalmente se designaba a las fies
por el villancico. Véase: villan los, bien por amplificación o por pesadillas (F. Kafka), la recrea tas populares que se celebraban
cico. excesiva atomización en peque ción de impresiones fugaces los tres días anteriores al miércoles
Cantiga de maestría. Compo ñas secuencias narrativas. En (V. Woolf), la descripción del de ceniza y que consistían en bai
sición poética gallego-portugue este último aspecto podría haber fluir de la conciencia (J. Joyce), les, procesiones y mascaradas que
sa y castellana medieval, de mé influido la técnica cinematográ etc. Véanse: amdientación, expresaban la alegría y júbilo po
trica muy variada y culta, que fica. ETOI’EYA, PERSONAJE, PROSOPO- pular, previos al retiro ascético de
respondía a la libre iniciativa y Caracterización. Técnica o GRAFÍA, RETRATO y SEMBLANZA. la inminente Cuaresma.
originalidad del poeta. Véase, procedimiento utilizado por un Caricatura. Término proce Dicha tradición carnavalesca, cu
como ejemplo, la Cantiga de loo escritor para configurar, a través dente del italiano caricare (cam yos antecedentes habría que bus
res de Santa María («Santa Vir de una serie de rasgos distintivos, biar, transformar) con el que se car en la cultura grecolatina (fies
gen escogida»), en la que Juan un personaje dramático o nove alude al retrato de un persona tas de Dioniso en Grecia y las
Ruiz emplea una combinación lesco. En el teatro clásico y en la je, realizado con una técnica de saturnales y lupercales en Roma),
estrófica formada por una re narrativa anterior al siglo xix, formadora de su ^prosopografía adquiere nuevo vigor en la Edad
dondilla cruzada y otra abrazada aparece un esquema convencio (desmesurando algunos de sus Media (las llamadas «Fiesta de los
(abab:bccb): nal, de conformación de perso rasgos físicos) o de su *etopeya locos» y del «Asno» o las masca
najes, centrado en la descripción (exagerando y ridiculizando sus radas de disfraces con pieles de
«Con el tu defendimiento, de su aspecto físico (prosopogra- animales) y en el Renacimiento
defectos psicológicos o morales).
non catando mi maldad fía) y psicológico-moral (etope- (carnavales de Venecia y Roma,
La caricatura, como la parodia,
nin el mi meres<;imiénto, ya), complementado, general p. e.). Ecos de esta fiesta popular
son recursos y técnicas utilizados
mas la tu propia bondad: mente, por una semblanza. En la se perciben en tradiciones orales,
en la literatura satírica y burles
que confieso en verdat narrativa y el teatro del siglo xix cuentos, relatos folclóricos y otras
ca, y especialmente en la farsa. En
que só pecador errado; (el realista y naturalista, p. e.) a la expresiones de la literatura popu
la literatura española, la técnica
de ti sea ayudado, prosopografía, etopeya y sem lar y culta.
de la caricatura figura ya en la
por la tu virginidad». blanza se añade una minuciosa Carpe di'eni. Expresión proce
descripción de las serranas en el
(Juan Ruiz) descripción de las condiciones Libro de Buen Amor, en el perso dente de las Odas de Horacio, I,
de vida de los personajes, así naje del clérigo de Maqueda en el XI (Dum loquimiir fugerit invi
Capítulo. Es uno de los compo como de su génesis y trayectoria Lazarillo, en el Dómine Cabra de da/ aetas: carpe diem, quain mí
nentes en los que puede dividirse dentro del «medio» en que se de El Buscón, etc. Véanse: burles nimum crédula postrero, «Mien
un texto, por razones de organi senvuelven (hábitat, grupo so co, cómico (lo), esperpento, tras hablamos, huye el tiempo
zación interna y para facilitar la cial, etc.). Los grandes narrado FARSA, GROTESCO, HUMOR, PA enemigo; aprovecha el momento,
lectura y comprensión del tema res del siglo xix y del siglo xx RODIA, RETRATO y SÁTIRA. sin fiar en absoluto en el maña
que se va a tratar. Los capítulos logran una gran perfección en la Carnaval-carnavalesco. Pala na»), en la que se enuncia, como
suelen ir señalados por un nú caracterización de personajes, bra italiana (carnevale, derivada tema capital, el paso del tiempo y
mero y un título en el que se su añadiendo a las técnicas hereda posiblemente de carne levale, alte la fugacidad de la vida y, en con
giere o enuncia su contenido. La das (retrato, diálogos, monólo ración de carne levare -suprimir la secuencia, la invitación a gozar el
división en capítulos es propia gos, etc.) otras nuevas (la pers carne-, que evoca, a su vez, la ex momento presente.
CARTA 68 69 CATÁFORA
En la poesía grecolatina aparece nero literario, el epistolar) conce epistolarios de Lope de Vega y de Casida. Término con el que
frecuentemente el tema de la bre bido como la realización de un Quevedo, etc. se denomina un poema árabe
vedad de la vida, motivo que in diálogo por escrito entre dos per En el siglo xviii se produce igual (qastda) que consta de un núme
cita a una actitud epicúrea de sonas ausentes (J. L. Vives). La mente un notable desarrollo del ro indeterminado de versos mo-
aprovechar toda ocasión de gozo práctica de este cauce de comuni género epistolar, en el que ad norrimos, divididos en dos he
en la breve existencia. El tema cación cuenta con una larga tra quieren especial relieve las llama mistiquios (en el primer verso
pervive en la Edad Media (p. e., dición, tanto en el plano real das cartas-ensayo, que se con riman, a su vez, ambos hemisti
en la poesía de los ^goliardos), el como en el de la ficción literaria. vierten en vehículo transmisor quios) y de asuntos variados. La
Renacimiento (p. e., en el soneto En la literatura grecolatina el gé de las ideas de la Ilustración. Son casida se estructura en tres par
XXIII Garcilaso invita a una bella nero espistolar fue muy culti cartas filosóficas, políticas, reli tes o núcleos temáticos: prólogo
muchacha a gozar «el dulce fruto vado: en Atenas se editaban car giosas y de crítica estético-litera o introducción (nasib), descrip
antes que el tiempo airado cubra tas de personalidades relevantes ria. El siglo xix ha dejado una ción (rehil) y panegírico (ma-
de nieve la hermosa cumbre») y (¡Sócrates, Demóstenes, Platón, amplia gama de cartas-ensayo, dih), bien de un grupo, o de un
en la literatura del Barroco, en la etc.); en cuanto a Roma, se con como las de José María Blanco- individuo, que puede ser el pro
que se percibe una obsesión por servan diversas colecciones de White (Cartas de España, 1822), pio poeta. En la poesía árabe an
el tema del paso del tiempo y el cartas de Cicerón, Plinio, Séneca, artículos periodísticos de Larra daluza se cultiva dicho poema,
de la muerte, ideas recurrentes Horacio (a quien se debe una escritos en forma de carta (Car en el que se mantiene el mencio
en la «poesía de ruinas» y en las carta fundamental para la teoría tas de un liberal de acá a un li nado esquema'con alguna varia
imágenes de la belleza efímera de literaria: su Epistula ad Pisones) beral de allá, 1834; Cartas al di ción temática, p. e., el nasib es de
la rosa, del barco varado, etc. A y Ovidio, autor de las famosas rector de El Español, 1836, etc.), tema erótico.
esta preocupación, ciertos poe «Pónticas» y las Tristia, donde las Cartas literarias a una mujer Un tipo especial de casida, que
tas contraponen la fuerza del cuenta sus desventuras en el exi (1860-1861) y Desde mi celda aparece en la poesía árabe an
amor, que sobrepasa la muerte lio. En la Edad Media, destacan (1864), de Bécquer. La escritura daluza, es la denominada por
(Quevedo), y lanzan una invita como grandes escritores de car epistolar es aún más abundante E. García Gómez «casida zejeles-
ción a gozar de la vida mientras tas Petrarca, Abelardo y Eloísa, en las generaciones literarias co ca» (qásida zayaliyya), que se es
aún hay tiempo (Góngora: «goza etc. En el Renacimiento hay un nocidas con las fechas de 1868, cribe en árabe coloquial (mal-
cuello, cabello, labio y frente»). desarrollo excepcional del géne 1898,1914,1927, etc. hün) y que podría relacionarse
Dicho tema reaparece en el Ro ro epistolar: las llamadas cartas Finalmente, en la literatura de con la moaxaja y el zéjel. Véanse:
manticismo (Canto a Teresa, de «neolatinas» (de Erasmo, Budé, ficción, la carta ha sido una for ¡ARCHA, MOAXAJA y ZÉJEL.
Espronceda) y llega hasta nues etc.), escritas según el modelo de ma discursiva recurrente en la Catáfora. (Del griego katapho-
tros días con la revalorización de Cicerón, las lettere volgari del configuración de textos narra ra, de kata, hacia abajo, yphorein,
la tradición cultural y los «tópi tipo de las de Aretino, escritas en tivos, desde la novela medieval llevar.) Figura retórica consisten
cos clásicos» en la poesía de Gui prosa y en lengua vulgar, las Cárcel de amor, de Diego de San te en anticipar, mediante una pa
llermo Carnero, Luis Alberto de Epístolas familiares, de Fray An Pedro, hasta la renacentista La labra o expresión, una idea del
Cuenca, Antonio Colinas, etc. tonio de Guevara, epístolas poé zarillo de Tormes, o, en los si mensaje que se va a especificar a
Carta. Término de origen gre- ticas, como la Epístola a Boscán, glos xvin y xix, La Nueva Eloísa, continuación. Dicha figura se
colatino (khartes: hoja de papiro; de Garcilaso de la Vega, etc. En el de Rousseau, Las cartas del joven produce también cuando el sen
charla epistolaris: papel de car transcurso de los siglos xvi y xvn Werther, de Goethe, Pepita Jimé tido de una frase o período se
tas) con el que se alude a un cauce cabe citar, por su interés literario, nez, de Valera, La incógnita, de aclara o se precisa con una pala
de comunicación escrita (y un gé las cartas de Santa Teresa, los Galdós, etc. bra o frase (generalmente el suje
CATÁLOGO 70 71 CIENCIA-FICCIÓN
to) que viene al final del discurso. forma semicircular que solía te de posibles disidentes respecto lose (s. xiv) entre los trovadores
Ejemplo: ner o más bien por el «hervide del dogma o la moral católicos. provenzales, las Justas literarias
ro» de mujeres que allí se «amon Tras la aparición de la imprenta, de la corte de Juan II de Castilla
«¿Qué es poesía?, dices mientras tonaban», ya que, en efecto, un la censura inquisitorial se centró (s. xv), los concursos de autos sa
[clavas apretador (acomodador) se en en el control de la impresión y di cramentales en el Siglo de Oro, los
en mi pupila tu pupila azul; cargaba de que en dicha cazuela fusión de libros: surgieron así los Juegos florales de Barcelona y
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo pre cupiera el mayor número posible famosos índices de libros prohi otras capitales españolas en el si
guntas? de ellas. bidos, a partir de los cuales se glo xix y, ya en el xx, los grandes
Poesía eres tú». Cenáculo. Véase clasifica ejerce la censura represiva de la premios nacionales (Adonais, Na
ción LITERARIA. Inquisición desde el siglo xvi dal, Planeta, etc.) e internaciona
(Bécquer)
Censura. Control, limitación o hasta el xvm. Véanse: índice de les de literatura (Nobel, Cervan
Catálogo. Véase bibliogra represión de la libertad de pensa LIBROS PROHIBIDOS y TESTIMO tes, etc.).
fía. miento y de expresión por parte NIO DE ERRATAS. Cesura. Breve descanso que se
Catarsis. Término griego (ka- de una autoridad política, reli Centón. Composición literaria realiza en la lectura del verso por
tharsis: purgación, purificación), giosa o de cualquier otro signo. en verso o en prosa, elaborada exigencias sintácticas o para re
aplicado por Aristóteles a la in La historia de la cultura ofrece íntegramente, o en parte, con saltar el valor o sentido de una
terpretación de la tragedia, en múltiples ejemplos y formas de textos o fragmentos de obras parte del mismo. Se diferencia de
cuya representación se produci conculcación de ese derecho ajenas, pertenecientes a uno o la *pausa métrica (que se produ
ría una agitación del espíritu y fundamental de la persona y de varios autores. Ejemplos de este ce al final de un verso, o para se
una descarga afectiva en el ánimo los grupos sociales. Así, en Gre tipo de escritos serían el Centón parar los hemistiquios de un ver
del espectador, al identificarse cia, Sócrates fue condenado a nupcial (s. iv), de Ausonio, en la so compuesto) en que permite la
éste con el héroe que, por su si muerte por disentir públicamen literatura latina, el Cento chris- sinalefa (aunque no el hiato, que
tuación dramática, trasvasaría te de las creencias religiosas esta tianus (1644), de R. Fournier, en sí puede producirse en la pausa)
un doble sentimiento: de piedad blecidas; en Roma, Ovidio fue la francesa, y el Centón epistola y en que no admite adición o su
y de terror. De esta forma, el es desterrado por publicar el Ars rio, de Fernán Gómez de Ciudad presión que afecte al número de
pectador quedaría purificado de amandi; en la Edad Media, el Real, en la española, sobre textos sílabas métricas.
sus pasiones, al experimentar en papa Gregorio IX estableció el tri castellanos del siglo xv. Ciencia-ficción. Expresión de
sí esos sentimientos. bunal de la Inquisición para cen Certamen. Término latino con origen inglés acuñada por Hugo
Cazuela. Lugar reservado a las surar y reprimir creencias heré el que se designa un concurso Gernsbacken 1923 (Scientifiction
mujeres en los antiguos corrales ticas, como la de los albigenses convocado por una entidad pú Issue) con la que se alude a un
de comedias. Éstas asistían a la (s. xiii). En España dicho tri blica o privada para estimular con tipo de narraciones cortas cuya
función teatral separadas de los bunal cumplió, inicialmente, la premios el desarrollo de las cien trama argumental versa sobre
hombres, que se colocaban en el función de investigar y reprimir cias y las artes o la creación litera acontecimientos fantásticos que
patio. La cazuela estaba situada ciertas conversiones (supuesta ria. En determinadas épocas de la ocurren en un mundo futuro,
al fondo del edificio, normal mente falsas) de judíos al cristia historia se han promovido certá imaginado desde la previsión de
mente en el primer piso (actual nismo. Posteriormente, se apli menes para incentivar la creación sus posibilidades de desarrollo
entresuelo), al que daba acceso cará también al seguimiento de literaria, p. e.: las competiciones en relación con los avances cien
una escalera situada en uno de las conversiones de los moriscos de ditirambos en las fiestas en ho tíficos y técnicos del momento.
los laterales del corral. Se deno tras la conquista de Granada y a nor de Dioniso en Grecia (s. vi Se encuentra a medio camino en
minaba «cazuela» tal vez por la la represión de focos erasmistas y a.C.), los Juegos Florales de Tou- tre el relato de utopía y la novela
Cl ENCIA DE LA LITERATURA 72 73 CINE Y LITERATURA
de aventuras. Los protagonistas Ciencia de la literatura. De leccionando y sistematizando las ese concurso, lograr un estudio ri
suelen estar poco definidos psi nominación con la que se conoce aportaciones más significativas y guroso y científico de ningún
cológicamente y, en general, no una disciplina que tiene por ob valiosas de las mencionadas es tema en cualquiera de las discipli
afloran en ellos motivaciones jeto la fundamentación teórica cuelas hasta constituir un Corpus nas mencionadas. Véanse: com
sentimentales: el amor, o no apa de los estudios literarios con el de doctrina que pueda organi parada (literatura), crítica
rece, o adquiere escasa relevan fin de dotarlos de unos princi zarse pedagógicamente en un LITERARIA, HISTORIA DE LA LITE
cia. Los temas son de actualidad pios y metodología de investi programa abarcador de los prin RATURA, POÉTICA y TEORÍA DE LA
científica o social. gación y análisis y de un meta- cipios y aspectos fundamentales LITERATURA.
En este subgénero de «ciencia- lenguaje preciso, con el que po de dicha ciencia en sus diferentes Cine y literatura. Definido
ficción» se perciben ciertas con der designar, relacionar, ordenar, ramas: teoría de la literatura, en como «séptimo arte» por Riccioto
vergencias temáticas que podrían clasificar y definirlos fenómenos cargada de elaborar los aspectos Canudo, el cine es considerado
resumirse en los siguientes pun que constituyen el objeto de di teóricos referentes al texto, los por este y otros teóricos y reali
tos: a) exploración del espacio a cha ciencia. Los estudiosos de la conceptos generales, terminolo zadores de la época (G. Dulac,
través de relatos de aventuras en literatura han tratado de dar una gía y modelos con respecto a los S. Eisenstein, etc.) como la sínte
otros planetas (J. Verne, Bo- fundamentación científica a la cuales deben ser estudiados esos sis y culminación de las artes tra
rroughs, Clarke, etc.); b) viajes teoría literaria. Aparte del inten textos; la crítica literaria, cuyo dicionales. Para Eisenstein, el ob
por el tiempo, tanto en su aspec to positivista (que tuvo su corre cometido es realizar un estudio jetivo de la cinematografía es
to de retorno al pasado como de lato en la crítica historicista de sincrónico de los elementos for incorporar «la pintura y el drama,
desplazamiento al futuro (La má H. Taine), los formalistas rusos males y temáticos de los mismos; la música y la escultura, la arqui
quina del tiempo, de H. G. Wells; hicieron notables esfuerzos por la historia literaria, que aborda tectura y la danza, el paisaje y el
Yo, robot, de I. Asimov, etc.); c) el conferir un estatuto científico a las obras literarias, proyectando hombre, la imagen y la palabra».
tema de los mundos paralelos los estudios literarios, p. e., en la necesaria información históri Desde sus orígenes, y en su con
(Crónicas marcianas, de R. Brad- sus trabajos sobre las peculiari ca en relación con su autor, la se solidación como arte autónomo,
bury); d) la idea de la presencia dades del lenguaje poético, la te rie literaria, el contexto, etc; y, el cine está vinculado a dos géne
de seres ahumanos, como pro oría de los géneros (sobre todo, finalmente, la literatura compa ros literarios: el teatro y la novela.
ducto de creaciones artificiales del relato), sientan las bases de la rada, que estudia las obras (así En las primeras obras de G. Mé-
(androides, robots: La ciudad y moderna narratología y en deter como cuestiones relativas a te liés aparece clara la idea de que el
las estrellas, 1953, de A. Clarke) o minados aspectos de la historia mas, géneros, escuelas, estilos, objetivo del cine es contar his
de evolución extraterrestre (alie literaria. Otros intentos de fun etc.) en su relación con la pro torias; para ello acude al teatro,
nígenas), así como de posibles damentación científica se han ducción literaria de otros países, en el que encuentra, además, un
mutaciones de seres humanos llevado a cabo posteriormente en áreas lingüísticas y culturales modelo para la configuración y
(Mulante, de H. Kuttner); e) la el ámbito de distintas escuelas de distintas, y se ocupa del estudio encuadre del espacio escénico.
proyección de una utopía polí teoría y crítica literarias, como el sistemático de conjuntos supra- Éste es percibido desde un punto
tica de signo positivo (la obra New Criticism, la estilística, el es- nacionales. de vista fijo, dada la dificultad de
de E. Bellamy) o negativo (1984, tructuralismo, la Nouvelle Criti Deslindados los diferentes cam movilidad de la cámara, cuyo pa
de G. Orwell) en ciertos relatos, en que, la hermenéutica, semiótica, pos o ramas de la ciencia literaria, pel se asemeja a la visión de un
los que se sugiere la posibilidad de pragmática, etc., escuelas a las debe, sin embargo, quedar clara la espectador teatral. Posteriormen
formas diferentes de organización que se dedican las entradas co interdependencia y el concurso de te, D. W. Griffith, enEl nacimiento
social, política y de costumbres de rrespondientes en este Dicciona unas ramas respecto de otras, de una nación (1915), inicia una
la futura sociedad humana. rio. De lo que se trata es de ir se de tal forma que no se puede, sin nueva técnica de narración fílmi-
CINE Y LITERATURA 74 75 CLÁSICO
ca, basándose en las formas na imagen a otra sería como la ción en paralelo, ruptura de la del siglo xvii y comienzos del si
rrativas de la novela realista del «coma del cine». Esta explica temporalidad lineal (*flashback), glo xvm (Dryden, Pope, etc.),
siglo XIX. ción, realizada con un objetivo etc. que se enmarca dentro del movi
Aparte de esta vinculación res pedagógico, presenta el interés Círculo de Praga. Véase es- miento de la Ilustración, con in
pecto de las técnicas narrativas, de aludir, por una parte, al cons TRUCTURALISMO. fluencia del clasicismo latino;
debida al objetivo común de con tituyente esencial del lenguaje Circunlocución. Véase perí y el clasicismo alemán del si
tar historias, el cine ha extraí cinematográfico (la imagen), y, frasis. glo xvni (Lessing, Goethe, Schi-
do, además, temas, argumentos y por otra, al nivel de correspon Cita. Es la repetición o copia de 11er), que va de la Ilustración
personajes de la literatura de di dencia entre dicho lenguaje y el una frase, verso o fragmento (Aufklarung) al Romanticismo
ferentes épocas. literario: el de la sintaxis narrati de un texto perteneciente a un (Sturm ttnd Drang) y cuya in
Por otra parte, en lo referente al va,- que se realiza en el montaje determinado hablante o autor, fluencia es principalmente grie
lenguaje cinematográfico, algu para organizar el desarrollo de la que se inserta en la comunicación ga. En la crítica literaria españo
nos estudiosos del cine han trata narración, de acuerdo con un rit de otro hablante o en la obra de la, la palabra «clasicismo» no ha
do de encontrar una correspon mo, según el cual se arman los otro autor. Dicha copia o inser sido utilizada para designar un
dencia entre los mecanismos de planos en tomas, las tomas en es ción puede ser consciente o in período concreto de la propia
expresión verbal y los específica cenas, las escenas en secuencias y consciente, exacta o parcialmen historia de la literatura. Para la
mente cinematográficos. M. Vi las secuencias en obra cinemato te modificada. En la Edad Media época de producción de los
llegas López, intentando hacer gráfica. y en los Siglos de Oro son fre grandes poetas (de Garcilaso de
comprensible la técnica del mon Finalmente, y volviendo sobre las cuentes las citas en glosas y co la Vega a Góngora), novelistas
taje, elaboró un cuadro de corre relaciones entre cine y literatura, mentarios, en utilización de re (del autor del Lazarillo a Cer
lación analógica entre lo que se debe tenerse en cuenta que no franes (Santillana, F. de Rojas, el vantes) y dramaturgos (Lope de
podría denominar gramática del sólo el cine es deudor de la litera autor del Lazarillo, Cervantes, Vega y Calderón), considerados
cine y los signos de puntuación tura, sino también, a la inversa, la etc.), en la inclusión de coplas y como verdaderos «clásicos», se
de la ortografía. Así, el fundido o creación literaria lo es respecto canciones populares en el teatro. ha acuñado la expresión Siglo de
esfumatura (oscurecimiento pro del cine. Y lo es, tanto en el aspec Clasicismo. Término con'el Oro. No obstante, en la enseñan
gresivo de la imagen hasta que to de los temas (p. e., P. Salinas que se designa en la historia de la za académica, el término clasi
dar en negro, que sirve para se dedica un poema al «Cinema literatura a tres variantes geo cismo se ha referido, en primer
parar secuencias o escenas con tógrafo» en Seguro azar, 1929; gráficas de un fenómeno litera lugar, al conjunto de saberes
un significado completo) sería F. G. Lorca titula dos poemas su rio que presenta rasgos comunes producidos en la antigüedad
análogo al punto y aparte; el en yos: «El paseo de Buster Keaton» y otros peculiares de cada lite grecolatina (literatura, historia,
cadenado (desaparición lenta de y «Diálogo con Luis Buñuel», ratura nacional: el llamado cla filosofía, mitología, arte, etc.),
una imagen, mientras la va susti etc.) como en determinadas téc sicismo francés del siglo xvii hacia el que se vuelve en el Re
tuyendo suavemente otra) co nicas narrativas, como ocurre, p. (Racine, Moliére), de tendencia nacimiento y en la Ilustración.
rrespondería al punto y seguido; e., en la novela norteamericana barroca e influencia del clasicis Véanse: clásico, neoclasicis
la cortinilla (entrada de una ima de los años veinte (de W. Faulk- mo latino, cuya normativa se mo y RENACIMIENTO.
gen por un lado, empujando a la ner, E. Hemingway, J. Dos Pas- apoya en el concepto de mimesis, Clásico. Término derivado del
otra, para indicar el cambio de sos, etc.) y europea (J. Joyce, o imitación de la naturaleza^ (e adjetivo latino classiciis con el
lugar o de tiempo) se asemejaría M. Proust, etc.), con las llamadas imitación de los autores grecola- que en Roma se aludía a la clase
a la función del punto y coma; fi técnicas de ^contrapunto, frag tinos, considerados como clási social más alta de entre las cinco
nalmente el paso directo de una mentación del relato, construc cos); el clasicismo inglés de fines en que Servio Tulio dividió a los
CLASIFICACIÓN LITERARIA 76 77 CLÁUSULA
ciudadanos romanos según su como «autoridades» y «clásicos» los fenómenos literarios, entre de autores, obras, generaciones,
fortuna y situación económica. ciertos escritores del Siglo de los que figura, en primer lugar, el movimientos, etc., son edad (An
En el siglo n d.C., Aulo Gelio (en Oro: Garcilaso de la Vega, Fray asociativo: vinculación de obras tigua, Media, Moderna y Con
su Noeles Atticae) utilizó el tér Luis de León, Cervantes, etc. y autores por su pertenencia a temporánea), época (época de los
mino classicus para designar al Véanse: clasicismo, neoclasi determinadas formas de agrupa Reyes Católicos, época del Em
escritor que, por sus eminentes cismo y siglo DE ORO. ción o contexto cultural, artísti perador Carlos V, etc.), siglo (xv,
dotes literarias, podía conside Clasificación literaria. La co, estilo, etc. Los términos más «Siglo de Oro», etc.), período o
rarse modelo en su oficio. Esta clasificación literaria es un obje frecuentes en este tipo de clasifi etapa (fin de siglo, etapa de las
denominación de escritores de tivo perseguido desde los estu cación pueden ser ^tertulia, ce vanguardias), etc.
primera clase (classici) se corres dios iniciales de poética en Gre náculo (club de escritores que se Finalmente, sobre la clasificación
ponde con otra que existía en cia y Roma. Una clasificación reúnen regularmente en un local concreta de distintas unidades li
Grecia (hoi enkrithenses: los ele precisa figura ya en la Poética de adecuado para intercambiar im terarias como, p. e., las citadas
gidos) para mencionar a los Aristóteles, a quien se debe la presiones, sin un compromiso de formas genéricas (así, clases de
autores que, en los diversos géne primera teoría sobre los géne unidad artística o lireraria), sa novela: de aprendizaje, de aven
ros, eran considerados maestros ros literarios y su diferencia lón (reunión de artistas, escrito turas, bizantina, caballeresca, etc.;
o modelos eminentes, p. e., en el ción, atendiendo a los medios, res, políticos, etc., en la que los o de comedia: alta comedia,
género trágico, Esquilo, Sófocles objetos y modos de desarrollo de participantes se sienten vincula comedia antigua, commedia
y Eurípides; en el épico, Home la mimesis. Su discípulo Teofras- dos, más por inquietudes intelec dell’Arte, etc.), pueden verse las
ro y Hesíodo; en el lírico, Pínda- to elabora la doctrina sobre los tuales, ideológicas y políticas que entradas correspondientes de
ro, Baquílides, Safo, Anacreonte; estilos, recogida en Roma por expresamente artísticas o litera este Diccionario. Véanse: gene
en la comedia antigua, Aristófa Horacio, el cual, en su Epistula rias), ^academia, escuela (asocia ración, GÉNEROS LITERARIOS,
nes, etc. ad Pisones, fija la tríada clásica ción artística o literaria que su MOVIMIENTOS LITERARIOS y PE
En el Renacimiento reaparece el de los* géneros (épico, lírico y pone la existencia de maestros RÍODOS LITERARIOS.
término «clásico», en unos casos dramático), cuya distinción y transmisores de unos ideales es Cláusula. Término con el que
para referirse a los autores greco- definición se basan en criterios téticos y de unos discípulos que se denomina en la retórica greco-
latinos, en otros para aplicarlo a temáticos, métricos y estilísti aceptan esos ideales y los ponen latina la parte final del período o
escritores modernos, considera cos. Quintiliano añade un cuar en práctica, p. e., el Mester de Cle de la frase a la que oradores y es
dos modelos del lenguaje litera to género: el didáctico. En la ac recía, la Pléiade, etc.), corriente critores solían dotar de especia
rio en la lengua vernácula corres tualidad, y en relación con esta (tendencia intelectual o estética les efectos rítmicos para lograr
pondiente, p. e., en francés, a La clasificación, ciertos autores re que procede de un período litera una mayor expresividad. El em
Fontaine, Moliére, Racine, etc., servan el término «géneros» para rio anterior y que continúa en el pleo de palabras cuya diferente
que coinciden en la aceptación de los denominados «fundamenta período siguiente, superpuesta o combinación de sílabas largas
los cánones de la retórica greco- les» (épico, lírico, dramático, di subyacente), ^movimiento, *ge- o breves conformaba diversas
latina y de los rasgos estilísticos dáctico), y «especies» o «subgé neración, *estilo de época, etc. clases de pies (yambo, espondeo,
peculiares de la tradición clásica: neros», para las realizaciones Otro criterio de clasificación es el etc.) daba lugar a distintos tipos
orden, claridad, medida, equili concretas de esos géneros (epo cronológico: los conceptos y tér de cláusulas. Desde el siglo ni
brio, decoro, armonía y «buen peya, tragedia, ensayo, etc.). minos de demarcación cronoló d. C., esta ordenación de cláusu
gusto». También en la literatura Aparte de esta clasificación en gica más usados en los estudios las, basada en la cantidad, se va
española, a partir del siglo xviii, géneros y subgéneros, existen de historia de la literatura para perdiendo, y aparece, en su lugar,
comienzan a ser considerados otros criterios de ordenación de situar la aparición y desarrollo una distribución rítmica de tipo
CLICHÉ 78 79 COLLAGE
acentual que da origen al deno go klimax: escalera) con el que se estricto, un manuscrito anterior a narios que exponen, desde una
minado cursus ornato de la prosa designa una figura retórica que la invención de la imprenta. perspectiva crítica, diferentes opi
que pervive en escritores de la consiste en una exposición con Código. Término procedente niones de orden social, filosófico
Edad Media y del Renacimiento. tinua, progresiva y encadenada de la ciencia del Derecho, que ha o moral. En el Renacimiento ad
El nombre de la cláusula se ha de un tema, en cuya enunciación sido aplicado en diversos cam quirieron gran importancia dos
aplicado también en métrica (ini se procede por escalonamiento. pos de la ciencia y de la cultura, obras consideradas como mode
cialmente lo utilizó A. Bello) para Algunos tratadistas circunscri como la lingüística, el cine, la pu los del género: los Colloqtiia fa-
designar el conjunto de sílabas ben el sentido de clímax para de blicidad, las artes plásticas y la miliaria (1518) de Erasmo y los
que forman una unidad rítmica signar el estado o escalón en el teoría de la comunicación o in Colloquies (1529) deT. Moro. En
en torno a una sílaba tónica, que culmina el proceso ascen formación. En Lingüística se de la literatura española de los Si
l’or cláusula se entiende, además, dente de la gradación, es decir, el nomina código al conjunto de glos de Oro aparece un ejemplo
un enunciado del discurso que momento de máxima tensión signos, normas y procedimien clásico en el Coloquio de ios pe
algunos autores denominan in que precede al desenlace de la tos que regulan y posibilitan el rros, de Cervantes.
distintamente con los términos acción en un relato, en un drama proceso de significación y la Columna. Véase artículo.
de «frase», «proposición» u «ora e, incluso, en un poema. Ejem composición o producción de Collage. Término francés (signi
ción». En este sentido, el DRAE plo: mensajes. El código lingüístico fica «encoladura») utilizado ini
define la cláusula como «conjun se diferencia de otro tipo de có cialmente en artes plásticas para
to de palabras que, formando «Acude, acorre, vuela, digos (kinésicos, de circulación, designar una composición pictó
sentido cabal, encierran una sola traspasa el alta sierra, ocupa el etc.) por la clase de signos em rica en la que se integran diversos
proposición o varias íntimamen [llano; pleados: signos orales o escritos materiales (fragmentos de perió
te relacionadas». no perdones la espuela, en la lengua, gestos y mímica en dicos, madera, etc.) encolados en
Cliché. Palabra francesa (tópico, no des paz a la mano, la kinésica, señales (colores, ban la superficie del cuadro, ya sea
estereotipo) con la que se designa menea fulminando el hierro in- deras, etc.) en los códigos de cir éste de lienzo o de madera. Dicho
una expresión «rebuscada que [sano». culación. La crítica semiótica término es asumido por los escri
constituye un desvío estilístico con (Fray Luis de León) considera la literatura como una tores futuristas y dadaístas, que lo
relación a la norma y que se ha forma peculiar de comunicación aplican a un tipo de escritos en los
convertido en una forma trivial Véanse: anticlímax y grada en la que un emisor (autor) que se recogen elementos de
por el uso demasiado frecuente ción. transmite a un destinatario (lec obras o textos preexistentes, con
que se ha hecho de ella» (J. Du- Códice. Término derivado del tor), a través de un canal (la es el fin de elaborar un nuevo texto
bois). Ejemplos: «hormiguero hu latino codex (que, a su vez, proce critura), un mensaje (el texto) en el que se trasluce, en forma de
mano», «amargas lágrimas», «no de de caudex: tronco de árbol) que ha sido producido de acuer disonancia o ruptura, el origen
ches lúgubres», etc. El cliché puede con el que se designaba una serie do con un código, cuyos signos y combinatorio de la nueva crea
ser utilizado por un escritor como de tablillas enceradas sobre las convenciones son compartidos ción. El collage es utilizado con
procedimiento mimético para si que se grababa un determinado por emisor y receptor. diferentes fines estéticos e ideoló
tuar a un personaje en el ámbito de texto. El mismo nombre de codex Coloquio. Término de origen gicos: crítica desmitificadora de
unas determinadas actitudes so se aplicaba al conjunto de pliegos latino (colloquium, de colloqui: determinadas obras de arte, trata
cio-culturales. Puede también de pergamino, material que co conversar) con el que se designa miento paródico de ciertos temas
cumplir una función humorística. mienza a utilizarse entre los si una obra literaria dialogada, en o, por el contrario, ennobleci
Clímax. Término procedente glos iii y iv d.C. En la actualidad prosa o en verso, en la que inter miento de materiales infravalora
del latino climax (y éste, del grie se entiende por códice, en sentido vienen personajes reales o imagi dos por la crítica.
COMEDIA 80 81 COMEDIA
Comedia. Término de origen teriormente, el cultivador más comedia humanística italiana del 'tipos, que se reiteran en gran
griego (komodia, de Roznos -fies notable de la comedia es Menan- Renacimiento, escrita en latín parte de las comedias del Siglo de
ta con desfile, canciones y danza, dro (siglos iv-iii a.C.), iniciador (Philodoxus, de L. A. Alberti; Oro: el galán y la dama, el pode
o también, banquete- y ode: can de lo que se denomina 'comedia Philogenia, de Pisani, etc.), cuya roso, el caballero, el gracioso, el
to), alusivo al festín y coro proce nueva, que abandona, debido a la relación con La Celestina fue ya rey y el villano; e) los temas reco
sional, con cantos, que se cele censura, la sátira política y se percibida por Menéndez Pelayo. gidos en estas obras son muy va
braban en las fiestas dedicadas a concentra en la de costumbres y En el Siglo de Oro, el término riados: históricos (de historia
Dioniso. De hecho, el origen de defectos individuales de orden «comedia» no parece tener una universal, bíblica y española), li
la comedia, lo mismo que el de la moral. acepción rigurosamente delimi terarios (épica y romancero, no
tragedia, tiene relación con los En Roma, las primeras comedias tada: así, Lope de Vega engloba, vela pastoril, morisca, etc.), reli
cultos dionisíacos. La comedia sé vinculan a la tradición griega. bajo el título de comedia, obras giosos (vidas de santos, temas
surge en Atenas, y su creador es Así, la llamada comedia pallia- tan diversas como El mejor alcal litúrgicos), políticos y sociales de
Aristófanes (siglos . v-iv. a.Q.), ta (nombre derivado del «palio» de, el Rey (cuyo final justiciero la época. Un tema importante es
que Ja configura en seis partes griego con que se vestían los ac haría pensar en la calificación de el del 'honor, que se convierte en
fundamentales: el prólogo, la en tores) recoge temas procedentes tragicomedia) o La dama boba, motivo central en obras como El
trada del coro (parodos), las in de la comedia nueva de Menan- que conecta más con el modelo médico de su honra, El pintor de
tervenciones del coro o certáme dro. Plauto aprovechó modelos de la comedia latina. Y es que, en su deshonra, A secreto agravio,
nes entre dos semicoros (agón), de esa comedia: p. e., su Cistella- el Siglo de Oro, el término «co secreta venganza, de Calderón;
la 'pardbasis, cantada por el ria y Stichus se basan en Synaris- media» equivalía, más bien, a lo f) el lenguaje consagrado en la
coro, los 'episodios (en los que tosai y Adelphoi de Menandro, que hoy se entiende por drama. comedia es el del verso, con su
dialogan los personajes) y el éxo autor en el que se inspira a su vez Es Lope de Vega el que, en su Arte variada combinación estrófica,
do o desfile final. Los rasgos ca- Terencio, en la composición de nuevo de hacer comedias para adaptada a las diferentes situa
racterizadores de la comedia son: cuatro de sus obras. Otro tipo este tiempo (1609), sienta las ba ciones y personajes: sonetos, oc
temática referente a la vida coti de comedia era la togata (llamada ses para este tipo de obras, cuyas tavas, silvas, décimas, quintillas,
diana, personajes populares, to así por la toga romana que porta características son: a) consta de redondillas y romances.
no de humor regocijado y satíri ban los actores), en la que se re tres actos o jornadas, que res La tradición de la comedia greco-
co y final agradable. Estos rasgos crean escenas y tipos autóctonos, ponden al desarrollo de la acción latina influye en la renovación
responden a lo que Aristófanes generalmente de los estratos po en tres fases: exposición, nudo y del teatro europeo que se produ
había plasmado en sus obras, pulares. Finalmente, existe otra desenlace; b) se aparta de la nor ce en los siglos xvi y xvn: cabe
dirigidas a un público popular, creación de la Península Itálica, mativa clásica de las *unidades destacar la aparición de la Com
que se divertía contemplando la las farsas atelanas, en las que se (aunque se mantiene la unidad media delTArte italiana, la come
«imitación» satírica de costum ha visto un precedente de la de acción) y opta por la liber dia inglesa de Shakespeare (Las
bres de diversos grupos sociales, Commedia delV Arte, ya que sur tad de movimiento, concorde alegres comadres de Windsor) y
profesiones, oficios y personajes gen tipos que prefiguran a los con el ritmo espacio-temporal de la francesa de Moliere, iniciador
(la sátira política alcanza al mis de ésta: «Buceo» (el fanfarrón), la vida normal; c) por coherencia dé la comedia moderna (El médi
mo Pericles) más representativos «Maccus» (el tonto), «Pappus» con lo que sucede en la vida real co a palos, Tartufo, El avaro), y
de la sociedad de la época. La fi (el viejo avaro), «Sannio» (el pa (principio de verosimilitud) co Marivaux (Las falsas confiden
nalidad primordial de esta come yaso), etc. La comedia latina de existen lo trágico y lo cómico; cias). En España la comedia será
dia era la diversión (sin excluir Plauto y Terencio sirve de base d) los personajes, a excepción de cultivada en el siglo xviii por
úna función moralizadora). Pos para el surgimiento de la llamada algunos relevantes, responden a L. Fernández de Moratín (El sí de
r-.-V'
COMEDIA (ALTA) 82 83 COMEDIA DE FIGURÓN
las niñas), creador de la comedia Oro se conocía como «comedia se el galán, a taparse la dama, y, taro, de Lope de Vega. Algunas
neoclásica, y en el xix por Ventu de disparates», la cual se repre en fin, a aquellos sucesos más ca comedias de Moliere (El burgués
ra de la Vega, configurador de la sentaba generalmente antes del seros de un galanteo» (F. A. de gentilhombre, Las mujeres sabias,
«alta comedia» (El hombre de comienzo de la cuaresma, en las Bances y López Candamo). Este etc.) responden a esta denomina
mundo), que sirve de modelo a las fiestas de carnaval o «Carnes to- galanteo deriva normalmente ha ción, lo mismo que las de L. Fer
obras de Tamayo y Baus, López llendas» y en la que se parodia cia un final feliz, con el matrimo nández de Moratín y las de ciertos
de Ayala y Echegaray. En el si ban personajes conocidos del pú nio de los amantes. Ejemplo de representantes de la «Alta come
glo xx, cabe dentro del marbete blico u obras literarias en boga, este tipo de obras son: La dama dia», de J. Benavente, etc.
de «comedia» buena parte de la mediante el procedimiento de la duende y Casa con dos puertas, Comedia de enredo. Véanse
producción de Benavente y la lla distorsión desmitificadora. Este mala es de guardar, de Calderón. ENREDO e INTRIGA.
mada «comedia de la felicidad» subgénero continúa cultivándose Comedia de carácter. Obra Comedia de fantasía. Deno
de ciertos dramaturgos de pos en la literatura española en épo teatral en la que prevalece, sobre minación utilizada para designar
guerra, como J. López Rubio, cas posteriores, como ocurre, la intriga, el análisis de la psicolo ciertas piezas teatrales cuya ac
V. Ruiz Iriarte, E. Neville, etc., p. e., en el siglo xx, con La ven gía de los personajes. Éstos son ción se desarrolla fuera del esce
que utilizan en sus obras elemen ganza de don Mendo, de R Muñoz configurados a partir de un de nario de la vida cotidiana, en es
tos de la farsa fantástica, la sátira Seca, sobre los dramas neorro- terminado rasgo psicológico o pacios lejanos o exóticos y en una
burlesca, la comedia de costum mánticos, etc. Véanse: burlesco moral predominante en su per época imprecisa, con lo que se fa
bres y el sainete. y parodia. sonalidad, y encarnan una pecu cilita el vuelo de la imaginación.
Comedia (alta). Véase alta Comedia caballeresca. Deno liaridad del ser humano o una Ejemplo de este tipo de obras son
COMEDIA. minación, poco precisa, que res determinada actitud social. Ejem las llamadas «comedias románti
Comedia antigua. Denomina ponde al tema abordado en algu plo de estos personajes y de este cas» de Shakespeare (El sueño de
ción con la que se califica a las co nas comedias del teatro del Siglo tipo de comedias son los crea una noche de verano, Como gus
medias representadas en Atenas de Oro, en las que se dramatizan dos por Moliere (El avaro, El mi téis), El perro del hortelano, de
en el siglo v a.C. De ellas sólo se temas heredados de la tradición sántropo, Tartufo, el hipócrita), Lope de Vega, El vergonzoso en
lian conservado completas las de caballeresca y de los romances. J. Ruiz de Alarcón (La verdad sos palacio, de Tirso de Molina, etc.
Aristófanes. Sobre la estructura En este sentido, podrían incluir pechosa, el mentiroso), A. More- Comedia de figurón. Expre
interna de estas obras de Aristó se ciertas obras de Lope de Vega, to (El desdén, con el desdén, la en sión con la qué se designa una se
fanes. Véase: comedia. como El Marqués de Mantua y La greída), etc. rie de obras del teatro del Siglo de
Comedia-ballet. Obra dramá mocedad de Roldan, etc. Comedia de costumbres. Es la Oro en las que se destaca la ca
tica cuyo texto dialogado alterna Comedia de capa y espada. que se centra en la presentación ricatura de ciertos personajes,
con intermedios de danza o ba Es una de las modalidades más de formas de conducta de los per construida a base de intensificar
llet situados entre determinadas importantes de la comedia espa sonajes y en la descripción de am los procedimientos de degrada
escenas como entreactos. Dichos ñola del Siglo de Oro. Se denomi bientes sociales. En la comedia del ción satírica y burlesca. Un mo
ballets pueden incluir diálogos na así porque los personajes de Siglo de Oro se aborda, especial delo del género podría ser don
recitados o cantados, que se in dichas obras no llevan una indu mente, una problemática deriva Lucas del Cigarral, de Entre bobos
sertan en el desenvolvimiento de mentaria especial, sino la capa y da de los usos y hábitos amo anda el juego, de Rojas Zorrilla,
la trama general de la obra. espada ordinarias que ha de por rosos: intrigas femeninas, celos, un personaje miserable en su ava
Comedia burlesca. Expresión tar cualquier caballero normal desdenes fingidos, lances entre ri ricia, tosco, pedante y necio, que,
con la que se designa un tipo fuera de casa. Los lances se redu vales, etc. Ejemplo de estas come pretendiendo á una muchacha
de obra teatral que en el Siglo de cen a «duelos, a celos, a esconder dias podría ser La moza del cán pobre, envía, para concertar las
COMEDIA HEROICA 84 85 COMEDIA RELIGIOSA
bodas, a un primo joven y apues efectos maravillosos, gracias a Comedia musical. Obra tea herencia en el diseño y desarrollo
to, que se enamora de ella. la intervención de poderes so tral en la que se combinan los ele de la acción dramática, la origi
Comedia heroica. Denomina brenaturales (ángeles, demonios, mentos del texto (monólogos y nalidad en la creación de perso
ción dada a un tipo de obras dra hadas, seres mitológicos, etc.) ca diálogos) con el canto y la danza. najes,las constantes referencias al
máticas producidas en Francia paces de volar, hacer milagros, En la comedia española del Siglo espectador a través de los apartes
sobre temas de la comedia espa aparecer y desaparecer, adivinar de Oro, la música y el baile ad y monólogos, la desligación del
ñola de los Siglos de Oro (es el futuro, etc., así como fantas quieren una gran relevancia no coro respecto de la acción (danza
pecialmente de Lope de Vega) im mas, cadáveres, seres monstruo sólo en entremeses, “bailes y y canto son ya elementos de relle
portados por Corneille. Se carac sos, etc. Estas comedias de magia “mojigangas, sino sobre todo en no) y la división de la obra en cin
terizan dichas obras por el tono y gozaban del aprecio del público la “comedia mitológica. Otros co actos, costumbre que Horacio
estilo elevados, concordes con la en los siglos xvi y xvii en Francia ejemplos de combinación de es convertirá en norma.
presencia de héroes (el Cid, San (El vellocino de oro, de P. Cornei tos elementos son la “comedia- La influencia ejercida por Menan
cho de Aragón, etc.) que protago lle; Psique, de Moliére), Inglate ballet, la “zarzuela y la “ópera. dro en la dramaturgia romana y
nizan nobles gestas en un marco rra (El sueño de una noche de Con la misma denominación de europea posterior (en Terencio,
conflictivo de guerras, tensiones, verano de Shakespeare) e Italia comedia musical se designa un Plauto, la comedia humanística,
raptos, etc. Ejemplo de esta come (Commedia dell’Arte). En Espa espectáculo, entre revista y ope Moliére, etc.) es notable.
dia heroica sería Le Cid, de Cor ña se advierte en las postrimerías reta, que surge tras la aparición Comedia pastoril. Obra tea
neille. del Barroco, ya en el siglo xvm, del cine sonoro y que adquiere tral en la que se dramatiza un
Comedia de honor. Denomi una acogida especial a este tipo una extraordinaria relevancia en tema “pastoril, tan en boga en la
nación errónea de lo que debe de obras. el cine americano entre la década poesía y novela de los siglos xvi
designarse como drama de ho Comedia mitológica. Obra de los treinta y la de los sesenta y xvii. A este modelo de obras
nor. Véase: honor. dramática cuyo argumento se del siglo xx. pertenecen La Arcadia, Belardo
Comedia de intriga. Obra tea basa en un tema de la mitología Comedia nueva. Frente a la lla el furioso y La selva sin amor, de
tral en la que prevalece, sobre el clásica. Ejemplos eminentes de mada “comedia antigua de Gre Lope de Vega. En algunas de es
análisis de los caracteres, la serie comedia mitológica son El Per- cia, representada por la obra de tas obras, y especialmente en Be-
de incidentes, conflictos y obs seo, El laberinto de Creta y El ve Aristófanes, se designa como lardo el furioso (Belardo es el
táculos que jalonan la tramaylas llocino de oro, de Lope de Vega, y «comedia nueva» la producción nombre literario tras el que Lope
distintas iniciativas y recursos El mayor encanto, amor, Eco y dramática de Menandro (si se enmascara en algunos poemas
ideados por los personajes para Narciso y La estatua de Prometeo, glos iv-iii a.C.), renovador de la y dramas), hay referencias a per
superar dichos obstáculos y lo de Calderón de la Barca. En las dramaturgia griega. Aunque re sonajes conocidos del dramatur
grar sus objetivos. Ejemplo: Don tres últimas, concebidas para ser coge elementos de Aristófanes en go, siguiendo la costumbre de
Gil de las calzas verdes, de Tirso representadas en el teatro de la cuanto a la forma de organizar otros escritores de novelas pasto
de Molina. Véase: intriga. corte para disfrute de los reyes y ciertas escenas, en lo referente a la riles (p. e., Cervantes en La Gala-
Comedia italiana. Denomina del personal palaciego, Calderón crítica abandona la sátira política tea).
ción aplicada especialmente a la combina la palabra, el canto, la y social para derivar hacia una Comedia religiosa. Denomi
* Commedia dell’Arte. música y la danza, anticipándose crítica de vicios individuales y a nación, imprecisa, que se aplica
Comedia lacrimosa. Véase de esta forma a la idea wagneria- un análisis de los caracteres y de a una serie de obras teatrales de
COMEDIA SENTIMENTAL. na del teatro como espectáculo las motivaciones internas de la los Siglos de Oro que abordan,
Comedia de magia. Obra dra total y compendio de todas las ar conducta. Entre sus rasgos pecu como base del argumento, temas
mática en la que se producen tes. liares figuran la perfección y co o asuntos extraídos de diversas
COMEDIA SENTIMENTAL 86 87 COMENTARIO DETEXTOS LITERARIOS
fuentes religiosas: la Biblia, vidas Comentario de textos litera mo A. Carballo y M. Seco, e his Aparte de estos y otros métodos-
de santos, leyendas piadosas, et rios. Método de análisis e inter panoamericanos, como A. Beren- generales (de ]. M. Diez Borque,
cétera. pretación de obras literarias (o guer Carimoso o las profesoras M. García Posada, etc.), algunos
Comedia sentimental. Obra fragmentos de las mismas) con el M. H. Lacau y M. M. de Rosetti, críticos opinan que ciertos méto
dramática en la que sus autores que se intenta descubrir y preci contribuyen al perfeccionamien dos son más aptos que otros para
pretenden conmover al público, sar el sentido del texto y las ca to de la metodología del análisis el análisis específico de un de
provocando sentimientos de sim racterísticas de la expresión y textual con nuevas aportaciones terminado género literario. Así,
patía y de ternura hacia los perso mostrar la estrecha vinculación científicas y didácticas, a las que para el análisis de poemas sería
najes que encarnan el bien y la que existe entre el contenido y la seguirán posteriormente nuevos más indicada la aplicación de una
virtud. Una variante de esta co forma de esa expresión. Como enfoques metodológios por parte metodología derivada de la Esti
media sentimental es la llamada método didáctico, el comentario de R. H. Castagnino, G. Sobejano, lística, en la línea de la llevada a
comedia «lacrimosa», que se de de textos comenzó a ser utilizado J. M. Diez Borque, D. Villanueva, cabo por D. Alonso, C. Bousoño,
sarrolla en Francia (comédie lar- en Francia a finales del siglo xix M.a C. Bobes Naves, etc. En el A. López Casanova y A. Alonso,
moyante) desde comienzos del si por algunos profesores de Litera mencionado manual de F. Lázaro etc. En relación con los textos
glo xvm a través de las obras de tura, que, tratando de superar las Carretel- y E. Correa, se proponen dramáticos, A. Tordera (1978)
Nivelle de la Chaussée (Mélanide, deficiencias de una enseñanza como fases de realización de di ofrece un esquema de análisis de
1741) y del mismo Marivaux (La historicista y memorística de di cho método: a) lectura atenta del dichos textos (aplicado a La casa
mere confidente, 1735). En Espa cha materia, trataban de conse texto; b) localización; c) determi de Bernarda Alba, de F. García
ña se escribe también este tipo de guir un doble objetivo: un co nación del tema; d) determina Lorca), partiendo de la Semióti
relatos, entre los que cabe citar El nocimiento directo de la propia ción de la estructura; e) análisis ca, en tres apartados: a) análisis
delincuente honrado (1773), de tradición literaria y un aprendi de la forma, partiendo del tema, y de la dimensión sintáctica (fun
Jovellanos. zaje y dominio de los recursos f) conclusión. En el método de ciones y situaciones, signos no
La comedia sentimental deriva expresivos de la lengua. Lacau y Rosetti (1962 y 1970) se lingüísticos: tono, mímica-gesto,
rá, a finales del xvm y comienzos En España, desde comienzos del recogen aportaciones del Estruc- movimiento, ntaquillaje-peina-
del xtx, hacia el drama burgués siglo xx, investigadores y críticos, turalismo y de la Semiótica. De do, traje, iluminación, acceso
(Diderot, Beaumarchais) y el me como Menéndez Pelayo, A. Cas acuerdo con esta perspectiva crí rios, música, sonido, decorado);
lodrama. tro, P. Salinas, Amado y Dámaso tica, el análisis textual debe tener b) de la dimensión semántica (es
Comediantes. Término con el Alonso, etc.; propugnaron la ne en cuenta quién es el hablante o pacio escénico y sentido, mode
que se denominaba en el Siglo de cesidad de la lectura y comentario emisor del texto (autor, narra los operantes que ayudan a expli
Oro a los actores de teatro, a quie de los textos literarios para un co dor), el oyente o receptor (lector), car el texto, significado de los
nes se les reconocía, además, con nocimiento adecuado de la litera el referente (la realidad represen personajes, iconos, índices y sím
otros nombres: «representantes», tura. No obstante, es con la apari tada en el mundo de ficción crea bolos); y c) de la dimensión prag
«recitantes», «cómicos», etc. En el ción del manual Cómo se comenta do por el autor), el código y los re mática (emisor-mensaje, o rela
teatro francés del siglo xvn se uti un texto literario (1957), de F. Lá cursos a partir de los cuales se ciones del autor con el texto, y
lizaba comedien- para designar zaro CarreteryE. Correa, cuando organiza el texto (disposición ex mensaje receptor: relaciones de la
tanto al actor capaz de represen se inicia una profunda renova terna: partes, capítulos, etc.; es obra con el espectador o públi
tar cualquier género (tragedia, ción pedagógica en la enseñanza tructura; modos de composición: co). Finalmente, por lo que res
comedia, drama, etc.) como la de la literatura en España. En la narración, descripción, exposi pecta al análisis de textos narra
misma profesión de actor. Véase: década de los años sesenta, pres ción, diálogo; recursos lingüísti tivos, merecen destacarse los mé
CÓMICOS. tigiosos profesores españoles, co cos, etc.). todos desarrollados por M.“ C. Bo-
CÓMIC, 88 89 CÓMICO
bes (1991) y D. Villanueva (1992, jes, etc.); 3) fase complementaria: güísticamente articulado: p. e., creto X-9, etc.) como en creacio
2.a). Este último propone un mé atención a la pragmática externa aparecen en algunos cómics ono- nes españolas (TBO, Pulgarcito,
todo de comentario que habrá de del discurso narrativo, en rela matopeyas o sonidos inarticula Pinocho, etc.). En la segunda mi
desarrollarse de acuerdo con el ción coq el autor, los receptores dos. Cada viñeta cuenta con un tad de dicho siglo, adquieren es
siguiente esquema: 1) fase preli reales en el transcurso del tiempo decorado, un vestuario de los per pecial relevancia ciertos cómics
minar: primera lectura, movida y el contexto histórico, social, po sonajes (que les individualiza y para adultos (p. e. la serie francesa
por un «interés lúdico o estético», lítico, religioso, filosófico, artísti les hace reconocibles al lector) Asterix, la argentina Mafalda, la
pero que supone ya una primera co o literario en el que surge la y unos determinados gestos (de española Mortadelo y Filemón,
identificación con la obra; segun obra. brazos, piernas, cabeza y, espe etc.) por su calidad estética, su
da lectura, en la que se descubre Cómic. Término inglés con el cialmente, el rostro); p. e., el cabe original sentido del humor y su va
la historia del relato, el tema o que se designa una historieta ilus llo erizado puede mostrar senti lor cívico y moral.
complejo temático que le da sen trada que se desarrolla en una se mientos de terror o de iracundia; Cómico (lo). Término que pre
tido y la estructura o modelo ac- rie de viñetas en las que los pensa las cejas altas, sorpresa, y las frun senta diversas acepciones: actor
tancial que lo configura; 2) fase mientos, sentimientos y diálogos cidas, enfado, etc. En cuanto al ba teatral, categoría estética relativa
central: análisis del discurso, co de los personajes se transcriben ilón, globo o «bocadillo», puede al fenómeno humano de la risa y
menzando por el diseño editorial en unos globos, situados a la dere presentar diversas formas (circu la comicidad y género dramático
del texto (disposición externa) y cha o encima de su cabeza, y que lar, ovalada, de dientes de sierra: (lo cómico como opuesto a lo trá
el paratexto (título de la obra, de terminan en una delta que sirve en este caso, significa la cólera del gico: comedia-tragedia). Lo có
sus capítulos, notas, etc.) y si para identificarlos como emisores personaje) y se vincula al emisor mico, en cuanto categoría estéti
guiendo por las operaciones de su mensaje correspondiente. El mediante un delta o «rabo». En el ca, es un producto del psiquismo
compositivas mediante las cuales cómic ha sido definido como una «bocadillo» aparecen los pensa humano que responde a la capa
la historia se convierte en discur «estructura narrativa formada mientos, fantasías, recuerdos, cidad de percibir con sentido lú
so (los recursos del lenguaje y por la secuencia progresiva de etc., de los personajes, en forma dico los aspectos defectuosos, de
procedimientos retóricos con los pictogramas en los cuales pueden de diálogo, de onomatopeya formes o insólitos de la realidad
que se ha organizado el discurso); integrarse elementos de la escritu («boom»: estampida), de sonidos física y de los comportamientos
una tercera lectura atendería al ra fonética» (R. Gubern). Se en inarticulados («uf», «ejem») o de sociales del hombre que, por esos
descubrimiento del tipo de nto- tiende por pictograma, o viñeta, metáforas visualizadas (una bom rasgos, son interpretados como
dalizacióu predominante en el un conjunto de signos ¡cónicos billa para aludir a una idea lumi ridículos o hilarantes. En el trans
texto (características del narra que representan gráficamente los nosa; estrellas, que se ven al re curso de la historia han surgido
dor y del lector implícito, visión, objetos que se intenta designar. cibir un golpe; culebras, como diversos intentos de explicación
voz, posible presencia del autor Las viñetas presentan en el cómic signo de palabrotas o tacos, etc.). del fenómeno de la comicidad y
implícito, etc.); una cuarta lectu una forma secuencial progresiva, Históricamente el cómic, cuya de la risa, por parte de distintos
ra tendría en cuéntala temporali- y sus componentes gráficos y fo primera serie aparece en 1896 en pensadores, como Aristóteles,
zación (formas verbales presen néticos deben ser interpretados a el New York World (Yellow Kid: Kant, Hegel, Schopenhauer, Berg-
tes en el discurso, orden y ritmo través de una lectura que va de iz niño amarillo), encuentra en las son, Freud, etc.
temporal, posibles anacronías, quierda a derecha y de la tira su primeras décadas del siglo xx una Este último, que interpreta lo có
etc.) y espacialización (enclaves perior a la inferior. En cuanto a los notable acogida en el público his mico como un medio de obten
espaciales que aparezcan en el elementos fonéticos, han de estar pano, tanto en la traducción de di ción de placer y de superación del
discurso y su relación con la es integrados en la viñeta, y no siem versas series estadounidenses dolor, analiza los diversos me
tructura temporal, los persona pre constituyen un discurso lin (Tarzán, Flash Gordon, Agente Se dios de expresión y creación de
CÓMICOS 90 91 COMPAÑÍA DEGARNACHA
comicidad: imitación, *caricatu- nes alusivas a su oficio: «repre la permanencia de los cómicos y, hombres, se producen sorpren
ra, *pantomina, ^parodia, chiste, sentantes», «recitantes», «farsan en consecuencia, la continuidad dentes escenas de reconocimien
etcétera. tes», «actores», «comediantes», de las representaciones. to, etc.
Estos medios o recursos son uti «histriones» y «faranduleros», Commedia dell’Arte. Moda La Commedia dell’Arte y otras
lizados, como instrumento de aunque ellos preferían llamarse lidad teatral que surge en Ita experiencias teatrales italianas
creación literaria y de placer esté «cómicos» o «representantes». lia (inicialmente se denominaba van a infuir en el teatro español
tico, en diferentes tipos de textos Entre los cómicos, había dos ti Commedia all’improviso), con del siglo xvi (Torres Naharro y
y géneros. Es en el género dramá pos perfectamente diferencia sistente en la escenificación de un Lope de Rueda) y en los grandes
tico donde la comicidad ha logra dos, según la clase de compañía espectáculo elaborado en común autores dramáticos de los siglos
do un especial desarrollo, por de teatro a la que pertenecían: por un grupo de actores que im xvii y xvm europeos: Shakes
medio de tres modalidades seña la llamada compañía de. título provisan, a partir de un esquema peare, Lope de Vega, Moliére y
ladas por los tratadistas clásicos: (Real) y la de la legua. La prime previo, el texto oral de la repre Marivaux.
- Comicidad de carácter: centra ra, de rango superior, legalmente sentación, así como sus actuacio Compañía. Sociedad de profe
da en la parodia o caricatura de reconocida, presenta sus actua nes. La Commedia dell’Arte, con sionales del teatro, organizada je
un personaje, del que se destacan, ciones generalmente en teatros su precisa configuración de acto rárquicamente, que incluye a los
por acumulación y distorsión, estables (los * corrales) de ciuda res, repertorio de guiones y téc actores y al personal directivo y
sus defectos peculiares: p. e., Tar des importantes, cuenta con un nicas de creación y representa subalterno, cuyas funciones, de
tufo (hipócrita) de Moliére. número fijo de actores, mantiene ción colectiva, se desarrolla en rechos y obligaciones aparecen
- Comicidad de situación: cuan una estructura organizada y je Italia entre los siglos xvii y xvm. delimitados en una reglamenta
do los efectos cómicos derivan de rárquica y formaliza un contrato El grupo de actores está integra ción precisa. Véanse: cómicos,
unas circunstancias insólitas e con sus trabajadores, en el que se do por dos parejas de enamora COMMEDIA DELL’ARTE y COMPA
hilarantes, en las que se ve inmer especifican derechos y obligacio dos (que viven una historia de ÑÍA DE GARNACHA.
so el personaje, p. e., La dama nes. Por el contrario, las llamadas amores contrariados), dos ancia Compañía de Garnacha. Es
duende, de Calderón de la Barca. compañías de la legua, o departe, nos cómicos (Pantalone y el Doc uno de los ocho tipos de compa
- Comicidad verbal: cuando la no cuentan con licencia real y ac tore), el Capitano (estereotipo ñía de teatro ambulante que en
fuente principal (no la única) de túan en pequeñas aldeas y pue del «soldado fanfarrón») y los los Siglos de Oro iba, de pueblo
lo cómico radica en el juego del blos. Están integradas por perso zanni o criados, cuyos nombres en pueblo, representando su re
lenguaje, p. e., lo que ocurre en los nas sin vocación ni aptitudes son Arlecchino, Pulcinella, Sca- pertorio. A. de Rojas Villandran-
sainetes de C. Arniches o en las para el teatro y, a veces, por gen ramuccia, Mezzottino, Scapini, do lo describe así en El viaje en
comedias de E. Jardiel Poncela. tes que, escondiéndose de la jus Coviello y Truffaldino. El reper tretenido (1602): «Compañía de
Véanse: caricatura, entre ticia, buscan asilo en estas agru torio de guiones previos era muy Garnacha son cinco o seis hom
més, GROTESCO, HUMOR, IRONÍA, paciones, (p. e., clérigos fugitivos, variado, ya que los autores solían, bres, una mujer que hace la dama
MOJIGANGA, PARODIA, SAINETE y vagabundos, delincuentes, etc.), tomar sus temas de fuentes tan primera y un muchacho la se
SÁTIRA. trabajan sin contrato previo y no diversas como las comedias y tra gunda; llevan un arca con dos sa
Cómicos. Término con el que, reciben salario fijo después de gedias antiguas o coétaneas (p. e. yos, una ropa, tres pellicos, bar
en el Siglo de Oro, se designaba a cada representación. Los fondos obras de Marivaux, Goldoni, bas y cabelleras y algún vestido
los actores de teatro. Estos profe recaudados por la compañía se etc.), novelas cortas, cuentos, etc. de la mujer de tiritaña. Éstos lle
sionales, que gozaban de una reúnen en una caja común y En la representación, los perso van cuatro comedias, tres autos y
gran popularidad en esa época, se distribuyen al fin de tempora najes utilizan disfraces y másca otros tantos entremeses; el arca
reciben diversas denominacio da. Con ello se trata de asegurar ras, aparecen mujeres vestidas de en un pollino, la mujer en las an
COMPAÑÍA DE LA LEGUA 92 93 COMPROMISO
cas gruñendo y todos los compa Comparada (literatura). Es la «literatura universal», afín a tan distantes como la árabe, la
ñeros detrás arreando...». una rama de la ciencia de la lite la historia literaria. Los principa china o la francesa, etc. Estos y
Compañía de la legua. Véase ratura que se ocupa del estudio les aspectos abordados en la pri otros ejemplos similares son sín
CÓMICOS. de las obras literarias en un mar mera se refieren al descubri tomas de la existencia de mitos,
Compañía de parte. Véase co de relaciones supranacionales. miento y análisis de posibles leyendas, temas, símbolos, etc.,
CÓMICOS. La expresión «Literatura Com influencias, semejanzas, conver que trascienden los límites de la
Comparación. Figura retórica parada» aparece ya en una car gencias, etc., entre literaturas de cultura occidental y ponen en re
que consiste en relacionar dos tér ta de J. J. Ampére a V. Cousin diversas áreas lingüísticas (en lación áreas lejanas por su geo
minos entre sí por la semejanza o (1826), y es utilizada por A. Vi- cuanto a fuentes, temas y tópicos grafía pero unidas por vínculos
analogía que presentan las reali llemain en su Curso de Literatura comunes), al surgimiento y evo ancestrales referidos a un fon
dades designadas por ellos. Esa Francesa (1828-1829) al referirse lución de los distintos géneros li do mítico-religioso compartido.
relación se establece, general a las influencias mutuas de dicha terarios, a la coincidencia de esti Véase: ciencia de la litera
mente, por medio de partículas literatura y la inglesa. los y movimientos literarios, etc. tura.
o nexos comparativos: «como», La perspectiva comparatista, en La segunda sección de la litera Comparsa. Término de origen
«igual que», «tan», «semejante a», el estudio de los fenómenos lite tura comparada, conocida con italiano (de comparire: compare
etc. En toda comparación hay rarios, lingüísticos y culturales, la denominación de «literatura cer) que designa un «conjunto de
siempre dos términos: uno alude comienza cuando los poetas lati universal», tiene, entre otros ob personas que en las representa
a la realidad de la que se está ha nos se enfrentan con sus modelos jetivos, el de señalar e interpretar ciones teatrales o en los filmes fi
blando y el otro (denominado griegos y continúa entre los estu aquellas obras maestras de la lite guran y no hablan» (DRAE).
*imagen) designa aquello con lo diosos de la poética, historia y ratura mundial que constituyen Compromiso. Es la actitud del
que se la compara. La compara crítica literarias, desde Cicerón un patrimonio cultural de toda escritor que concibe su creación
ción es un recurso frecuente en el y Quintiliano hasta los cultivado la humanidad: p.e., la Biblia, la literaria con el objetivo primor
uso de la lengua ordinaria, y lo es res de estas disciplinas en el si litada, la Eneida, la Divina Co dial de influir ideológica y políti
mucho más en el lenguaje litera glo xvtn (J. G. Herder, los Schle- media, el Quijote, etc. Otro de los camente en la transformación de
rio, ya que está presente en el sí gel, Mme. de Staél, F. Bouterwek, cometidos es elaborar una histo la sociedad. En la historia de la li
mil, la metáfora, la alegoría, etc. etc.), que, en sus trabajos sobre ria de la literatura universal. teratura ha habido épocas en las
Ejemplo: literatura nacional o extranje En la actualidad, el comparatis- que la implicación de los intelec
ra,'se muestran «comparatistas mo tiene un desafío al que res tuales en la vida social y política
«Y yo siempre dura como un al avant la lettre». No obstante, es ponder: superar la visión occi ha sido patente, p. e., en el Ro
cornoque, conservándome ente en el siglo xix cuando aparecen dental y abrirse a una concepción manticismo (V. Hugo), Realismo
ra como la salamanquesa en el los primeros estudios específicos universalista de la cultura. Se han (B. Pérez Galdós, E. Zola), etc. Sin
fuego, o como la lana entre las de literatura comparada, por descubierto hechos tan curiosos embargo, es a partir de la Primera
zarzas, para que este buen hom obra de J. CH. L. Sismonde de como éstos: que existe una litera Guerra Mundial cuando el com
bre llegase ahora con sus manos Sismondi, Ch. A. de Puibusque, tura pastoril china similar a la promiso político de los escritores
limpias a manosearme». A. Duquesnel, M. Arnold, etc. europea, o un poema lírico aná se convierte, para algunos, en una
La literatura comparada se ha logo al *alba provenzal, también cuestión de responsabilidad mo
(Cervantes) desglosado en dos secciones en la literatura china; que una ral, que llega a condicionar su
complementarias: la denomina misma imagen poética de la luna propia obra literaria. Véanse: an-
Véanse: alegoría, metáfora y da «literatura general», más rela («hoz de oro en el campo de las tipoema, deshumanización y
SÍMIL. cionada con la teoría literaria, y estrellas») aparece en literaturas realismo socialista.
CÓMPUTO MÉTRICO 94 95 CONCEPTISMO
Cómputo métrico. Véase desconocido: unos lectores que, pe al interlocutor de las dudas, La concatenación está relacio
CÓMPUTO SILÁBICO. normalmente, no pueden esta cuestiones o problemas que in nada con la anadiplosis y la gra
Cómputo silábico. Es la me blecer un contacto inmediato con quietan al emisor, el cual finge dación, de la que podría consi
dición del número de sílabas el escritor, sino con su obra. En pedir ayuda para poder solven derarse una variante. Véanse:
que tiene un verso. Para ello hay cuanto al código, además de la tarlas. Es un recurso utilizado en ANADIPLOSIS y GRADACIÓN.
que tener en cuenta, por una lengua, código fundamental, es la oratoria forense (el orador se Conceptismo. Corriente litera
parte, las sílabas fonológicas de tán otros subcódigos propios del dirigía al juez, al adversario o al ria del Barroco que recibe ese
que consta dicho verso y, por lenguaje poético, como la métri público), política y religiosa, con nombre de la importancia que
otra, ciertos fenómenos que ca, la retórica, los géneros lite el fin de recabar el asentimiento" otorgaron los escritores de esa
pueden alterar el número real rarios y los diversos códigos esté de sus oyentes. Como recurso li tendencia (Gracián, Quevedo,
de sílabas métricas del mismo: ticos y culturales en los que se en terario, es un procedimiento fre etc.) al concepto como vía de
p. e., la ^sinalefa, la ^sinéresis, la marca el texto. Cuando el emisor cuentemente empleado por di conocimiento y expresión de la
*diéresis y el *hiato. Además de pertenece a una cultura o época versos escritores, que interpelan realidad. El escritor conceptista
estos fenómenos, en la medi lejana del destinatario, las difi al lector simulando solicitar su ofrece al lector la posibilidad de
ción de las sílabas métricas se cultades de interpretación se in opinión sobre el tema de que tra un conocimiento de las cosas, no
ha de contar siempre una sola crementan, ya que los códigos tan, sin esperar, naturalmente, su a través de una descripción di
a partir del último acento del mencionados son desconocidos respuesta. Es, por tanto, una figu recta de las mismas, sino por un
verso. para él, y debe hacer un esfuerzo ra afín a la ^interrogación retóri haz de relaciones y correspon
Comunicación. La literatura, de descodificación a partir de los ca. Véanse: actos de habla, dencias con otros objetos, perci
como todo fenómeno cultural, es supuestos históricos, lingüísticos DISCURSO, ENUNCIACIÓN, FUN bidas en los conceptos creados
un acto de comunicación en el y culturales propios del autor- CIÓN, INTERLOCUTOR, LOCUTOR,. por él.
que se produce un paso de infor emisor. En este sentido, tiene es MENSAJE, RECEPTOR y TEXTO. Entre las técnicas de creación de
mación desde una fuente (el es pecial relevancia el estudio del Concatenación. Término de correspondencias entre los obje
critor) hasta un destinatario: el contexto, entendido como el en origen latino (concatenatio: con tos heredadas de la tradición re
oyente (en el caso de la transmi torno que condiciona el sentido y catenación) con el que se designa tórica figuran la comparación, la
sión oral del mensaje), el lector función de las distintas unidades una figura de dicción consistente metáfora, la alegoría, la antítesis
(en el caso del texto escrito) o el del mensaje en relación con otras en la repetición de una serie de y contraste, el paralelismo, etc.
espectador, en la representación unidades antecedentes o poste palabras que aparecen conexio Recursos de manifestación de la
dramática. En el escritor conver riores dentro de un determinado nadas en una gradación progre agudeza verbal en los escritores
gen las funciones de fuente, codi texto o del entramado intertex siva a través de las diversas frases conceptistas son la *paronoma-
ficador, emisor y transmisor. En tual constituido por otras obras de un período o de los versos de sia, el ^calambur, el *equívoco,
cuanto a la producción del men del mismo autor o por el conjun una estrofa o poema. Ejemplo: la ^anfibología, la ^paradoja, la
saje, dicho emisor-codificador to de obras pertenecientes a una ^elipsis y el *zeugma, del que
«¡Oh mi voz condecorada
utiliza los distintos signos del có escuela o todo un movimiento ofrece múltiples muestras Balta
con la insignia marinera:
digo de la lengua, tanto en su as cultural. sar Gracián en ejemplos como
sobre el corazón un ancla,
pecto denotativo como connota- Con el término «comunicación» éste: «Es el engaño muy superfi
y sobre el ancla una estrella,
tivo, lo que confiere al texto un o «anacenosis» (del griego ana- cial, topan con él los que lo son»
y sobre la estrella el viento,
carácter polisémico, peculiar del koinosis: intercomunicación) se (superficiales, se entiende).
y sobre el viento la vela!».
lenguaje poético. El destinatario designa también una figura retó Equivocadamente, se ha solido
puede ser múltiple y, en general, rica consistente en hacer partíci (Alberti) considerar al conceptismo como
CONCESION 96 97 CONSONANTE
la antítesis del ^culteranismo, la plar. yéanse: autobiografía, retórica consistente en la contra primero que es la denotación».
otra vertiente estilística del Ba AUTORRETRATO, DIARIO y ME posición de dos enunciados que Se trata, pues, de dos sistemas de
rroco. Hoy es opinión común MORIAS. incluyen las mismas palabras, signos interrelacionados.
que ambos estilos no son movi Confidente. Se dice del perso pero invirtiendo su orden y régi En síntesis, la denotación, o pri
mientos contrapuestos y que, en naje que en una obra teatral ac men, de lo que se deriva un senti mer sistema de significación, se
el fondo, responden a la misma túa como consejero y guía del do también contrapuesto. Así, no centra en la función referencial
estética de refinamiento y com protagonista; suele desempeñar es lo mismo «comer para vivir» del signo, que aporta el significa
plicación formal del lenguaje. las funciones de ayo, o criado, o que «vivir para comer». El ejem do original y permanente de una
Véanse: barroco y cultera amigo de aquél, y ser el portador plo clásico es el de Quevedo en la palabra. La connotación consti
nismo. de sus mensajes. Como el coro de Epístola satírica y censoria contra tuye el sistema segundo de signi
Concesión. Término de origen la tragedia clásica, sirve de me las costumbres presentes de los ficación e implica los posibles
latino (concessio: concesión; su diador entre la escena y el públi castellanos: nuevos sentidos o valores que
correspondiente griego sería syn- co, y llega a ser, en ocasiones, el pueden agregarse al significado
choresis: consenso) con el que portavoz o intérprete del sentir y «¿No ha de haber un espíritu va referencial o denotativo de dicho
se denomina una figura retórica del pensamiento de este último lúente? signo. La connotación es un me
consistente en la admisión estraté o del mismo autor. Véanse: coro ¿Siempre se ha de sentir lo que se canismo peculiar del lenguaje
gica de ciertas razones del contra y gracioso. [dice? poético, caracterizado por la po
rio que, a primera vista, parecen Conflicto. Es la tensión u oposi ¿Nunca se ha de decir lo que se lisemia, ambigüedad y capacidad
debilitar la propia argumentación ción que se produce entre perso [siente?». de creación de asociaciones se
y que, sin embargo, terminan por najes o grupos sociales cuando (Quevedo) mánticas y contenidos significa
hacer más sólida y convincente la éstos, en el transcurso de una ac tivos nuevos. Figuras literarias
propia tesis. ción novelesca o dramática, en A esta figura se la conoce tam fundamentales como la metáfo
Confesión o confesiones. cuentran un obstáculo ante los bién con los nombres de ★metáte ra, la alegoría, el símbolo, etc., se
Término con el que se designa un objetivos que persiguen (amor, sis e inversión. fundan en el procedimiento de la
tipo de relato autobiográfico, cu dinero, ideales, etc.). En algunos Connotación. Término intro connotación. Véanse: alegoría,
yos rasgos característicos (ex casos, como en Edipo, el conflic ducido en la Lingüística por DENOTACIÓN, METÁFORA, POE-
tractados, lo mismo que su deno to está'planteado antes de iniciar L. T. Hjelmslev para designar la SÍAySÍMBOLO.
minación, de la obra inicial del se la obra. Las raíces del conflic capacidad que tienen los signos Consonante. Término de ori
género, las Confesiones de San to pueden ser de tipo personal del lenguaje de recibir nuevos gen latino (consonans, participio
Agustín) son los siguientes: na (p. e., las que surgen entre dos ri significados, añadidos al sentido de consonare: estar en armo
rración retrospectiva en prosa vales por la relación amorosa con o acepción que originalmente nía, sonar juntamente) aplicado
(relato analéptico) sobre la histo una dama) o bien basarse en con presentan esos signos o palabras, a un tipo de rima que se produce
ria de una personalidad, contada cepciones contrapuestas de or p. e., al ser definidos en un dic cuando dos o más versos presen
por ella misma (relato autodiegé- den social, político, moral, etc., o cionario. Dicho término ha sido tan los mismos sonidos vocálicos
tico) con la intención de hacer como consecuencia de dos ma aplicado en crítica literaria por y consonánticos a partir de la úl
públicos los secretos de su propia neras enfrentadas de ver la vida y R. Barthes, que lo define así: tima vocal acentuada. La rima
existencia privada, fijándose es organizar la convivencia. «Connotación es un sentido se llamada asonante, por el contra
pecialmente en su evolución o Conmutación. Término de ori gundo, cuyo significante mismo rio, tan sólo reitera los mismos
cambio intelectual y moral, al gen latino (conmutado: cambio) está constituido por un signo o sonidos vocálicos a partir de la
que se concede un valor ejem con el que se designa una figura por un sistema de significación última vocal tónica. La rima con
CONTEMPLACIÓN 98 99 COPLA
sonante puede ser aguda, llana y aún no organizada, y la forma, Contexto. Término utilizado en cabulario y una técnica musica
esdrújulo. Véase: rima. dicha masa acústica estructurada Lingüística para designar el en les en la conformación de sus no
Contemplación. Término pro en fonemas. En el plano del con torno de una determinada uni velas: A. Gide (Sinfonía pastoral,
cedente de la filosofía neoplató- tenido, distingue entre la sustan dad (palabra, frase, enunciado), 1919), A. Huxley (Contrapunto,
nica que es recogido por la litera cia de ese contenido (que sería el constituido por las unidades que 1928), etc. El título de esta obra
tura ascética y mística para de pensamiento amorfo o el sentido la preceden y la siguen (contexto de Huxley responde a la utiliza
signar una actividad espiritual de una idea aún no precisada en verbal). También se emplea para ción de la técnica musical del
consistente en la «visión» y gozo una determinada lengua: p. e., la aludir a las realidades y circuns contrapunto para narrar diversas
de la presencia de Dios en el idea de mi ser o existir) y la for tancias que rodean la emisión de historias que se van entrecruzan
alma. El mismo término es utili ma, expresada en cada lengua de un mensaje (contexto de situa do sucesivamente.
zado en Estética para significar la manera diferente: «Yo soy», «lo ción) y para referirse «a los da Copia autógrafa. Véase ma
actividad eminentemente recep sono», «Ich bin», etc. En esta con tos comunes al emisor y al recep nuscrito.
tiva del espectador o lector ante cepción, el significado sería la tor sobre la situación cultural Copla. Tipo de composición lí
la obra de arte. forma del contenido, y el signifi y psicológica, las experiencias y rica usada preferentemente en la
Contenido. Término utilizado cante la forma, de la expresión. los conocimientos de ambos» poesía popular, pero que tam
generalmente como sinónimo de Por otra parte, la expresión lo se (J. Dubois). Véanse: intertex- bién aparece en la poesía culta
significado, en contraposición a ría siempre de un contenido, y el TUALIDAD, LINGÜÍSTICA DEL medieval, en la de los Siglos de
«forma», que constituiría el sig contenido sería siempre el conte TEXTO y PRAGMÁTICA. Oro y en la popularista contem
nificante de una palabra, enun nido de una expresión. Contrafigura. Término utili poránea. Aunque presenta dife
ciado o texto. Ciertos críticos En el campo de la crítica, el zado en el lenguaje teatral para rentes formas estróficas a lo largo
literarios entienden por conteni formalismo ha superado la divi designar al «doble» que sustitu de su historia (copla castellana:
do el argumento de una obra sión forma-contenido, al distin ye a un actor, cuando éste, por ocho versos octosílabos, dividi
o bien el conjunto de motivos, guir entre «materiales» cons algún motivo (p. e., cambiarse dos en dos grupos de cuatro ver
ideas, temas y valores que con tituyentes del texto literario de indumentaria), deba ausen sos y con cuatro rimas diversas,
forman el mensaje ideológico de (sonidos, palabras, imágenes, tarse de la escena. La contrafigu según el modelo: abba: cddc; co
la misma. La acepción del térmi temas, etc., serían el contenido ra puede ser otro actor o un ma pla caudata: diez versos, ocho
no contenido ha sido objeto de material) y «procedimientos» niquí o muñeco que se le ase de ellos tetrasilábicos, distribui
diversas matizaciones en el cam estilísticos de conformación de mejen. dos en dos grupos simétricos, el
po de la lingüística (en concreto, esa obra de arte. La serie de pro Contrapunto. Término musi quinto y décimo versos son octo
en la glosemática) y en el de la cedimientos o artificios utiliza cal que alude a una forma de sílabos y riman entre sí; copla real
crítica literaria, especialmente a dos constituiría el contenido composición en la que se desa o falsa décima: diez versos octo
partir del formalismo ruso. En formal: en este sentido, el conte rrollan líneas melódicas simultá sílabos divididos en dos quinti
sus estudios sobre el lenguaje, nido es parte de la forma y la neas y en la que los sonidos se llas o en dos grupos de cuatro y
Hjelmslev distingue un doble forma es parte del contenido, ya valoran en función de sus distan seis versos, etc.), la estrofa que
plano en la formación del enun que todos los elementos cons cias respectivas. Desde los inicios por antonomasia se denomina co
ciado (expresión y contenido) y tituyentes del texto (fónicos, del siglo xx, probablemente por pla está constituida por cuatro
un doble estrato en cada plano morfosintácticos, léxicos, etc.) influjo de los simbolistas, parti versos de arte menor, general
(sustancia y forma). En el plano comportan una carga significa darios de interrelacionar lite mente octosílabos, con rima aso
de la expresión, la sustancia es la tiva y contribuyen a formar el ratura, música y artes plásticas, nante en los versos pares y sin
materia acústica de los sonidos, sentido último del mismo. ciertos escritores utilizan un vo rima en los impares. Ejemplo:
COPLA DE ARTE MAYOR 100 101 CORRAL
«¡Oh casa de Alvargonzález, f da dolor, tercero, con lo que se configura el por un actor, que declama el
qué malos días te esperan; d cómo, a nuestro parecer, diálogo dramático. Es entonces prólogo y el epílogo de la obra;
casa de los asesinos, e cualquiera tiempo pasado cuando el coro adquiere su forma en el teatro español del Siglo de
que nadie llame a tu puerta!». f fue mejor». y funcionalidad definitiva, que Oro, y en el francés de Racine, la
es múltiple: ritual (oraciones función mediadora es desarro
(Machado) (Manrique) de plegaria, cantos de acción de llada por el confidente), pero se
Aparte de las formas estróficas gracias, ofrendas, desfile proce recupera en los dramaturgos
mencionadas, en la poesía me Copla de arte mayor. Véase sional, etc.), demarcadora (del alemanes Goethe y Schiller, en
dieval abundan las llamadas co COPLA. inicio y fin de cada episodio, a los románticos franceses V. Hu
plas de arte mayor y menor y Copla castellana. Véase co través de sus intervenciones), go y A. de Musset y en ciertos
las coplas de pie quebrado. Un pla. mediadora (entre la acción que autores contemporáneos, como
ejemplo de las coplas de arte Copla caudata. Véase copla. se desarrolla en escena y el públi J. Anouilh (Antígona), B. Brecht,
mayor (ocho versos con triple Copla-manriqueña. Véase co co, cuyo sentir y pensamiento in F. Dürrenmatt, etc.
rima consonante) aparece en las pla. terpreta y proclama) y narradora Corpus. Término utilizado en
llamadas octavas acrósticas de Copla de pie quebrado. Véase (preanuncia los derroteros por crítica literaria para denominar
La Celestina. (Véase: acrósti COPLA. los que se va a encaminar la ac el conjunto de obras de un autor,
co.) La misma forma métrica Copla real. Véase copla. ción, advierte a los personajes del escuela o movimiento literario,
presenta la copla de arte menor, Corifeo. Término procedente peligro que corren con su con folosófico, etc. Así, se habla del
pero con versos octosílabos o de del latín (coryphaeus, y éste del ducta). El coro de la tragedia «corpus aristotélico» o del «cor-
menor número de sílabas. Las griego korifaios: el que está en si constaba de doce miembros, y el pus cervantino» para designar la
coplas de pie quebrado son aque tio elevado, el jefe) con el que se de la comedia, de veinticuatro. recopilación de todos los escritos
llas en que se combinan versos designaba al que dirigía el coro En la comedia de Aristófanes el atribuidos a Aristóteles y a Cer
octosílabos y tetrasílabos en en la tragedia griega y latina. coro interviene frecuentemente vantes, respectivamente.
forma variable. Las más conoci Véase: coro. en el desarrollo de la acción a tra Corral. Término con el que se
das son las de Jorge Manrique Coro. Término de origen griego vés de las *parábasis: el grupo designa el lugar de representa
(copla manriqueña), que cons (7cofos;"danza) con el que se de coral avanzaba hacia el público ción teatral utilizado en España
tan de doce versos, agrupados signaba al grupo de danzantes y, tras un breve canto, el corifeo a partir de la segunda mitad del
en dos sextillas de versos octosí que en las fiestas de Dioniso can desarrollaba una serie de ideas siglo xvi y que estaba construi
labos, salvo el 3, 6, 9 y 12, que taban el «ditirambo», dirigidos que representaban el pensamien do en un patio cerrado por ca
son tetrasílabos, con rima con por un corifeo o solista. El diti to del autor. Posteriormente de sas en tres de sus lados. Los pri
sonante. Ejemplo: rambo está en el origen de la tra saparece la parábasis y, tanto en meros corrales se crearon en
gedia griega, y del mencionado la comedia griega como en la ro Valencia, Toledo y Sevilla y, más
a «Recuerde el alma dormida, grupo irán surgiendo los perso mana, se reduce el papel de coro tarde, en Madrid. Estos locales
b avise el seso y despierte najes, a partir de Tespis, que con a una intervención en los entre constaban de un escenario o
c contemplando vierte al corifeo en primer ac actos con un canto lírico. En la tablado, detrás del cual había
a cómo se pasa la vida, tor: sus intervenciones alternan Edad Media desciende el papel dos vestuarios, para hombres
b cómo se viene la muerte con las respuestas del coro. Estas del coro (adquiere un cometido y mujeres, respectivamente. El
c tan callando: respuestas se van diversificando didáctico), y más aún, en el Re patio estaba destinado a los es
d Cuán presto se va el placer, cuando Esquilo introduce un se nacimiento y Barroco (en el tea pectadores.masculinos: había
e cómo, después de acordado, gundo personaje y Sófocles un tro de Shakespeare es suplantado bancos cerca del escenario y en
CORRELACIÓN 102 103 CORTESANO
los laterales del patio, donde se (Bl, B2, B3). «A» designa el con tría en el empleo de la rima, pre donde se crea una lengua poética
sentaban los comerciantes y sec tenido conceptual genérico del ferentemente consonante (tam en la que se vierte la creación lírica
tores del pueblo con más me primer conjunto (circunstancia bién utilizan la asonancia), del cortés de poetas gallegos, portu
dios económicos. En el centro de lugar), y «B», el del segundo cómputo silábico y de la rica y gueses y castellanos. Véanse: can
del patio permanecían de pie (sujeto y acción verbal). Las le variable organización de las es só, CANTIGA DE AMOR, DOLCE
los mosqueteros. Las mujeres se tras A y B señalan los conjuntos a trofas en el poema. Dentro de la STIL NOVO y TROVADOR.
acomodaban en la *cazuela, si que pertenece cada elemento, y gran variedad de composicio Cortesana (novela). La deno
tuada al fondo del edificio, en los números 1, 2 y 3, los elemen nes utilizadas por los trovadores. minación de «cortesana» se atri
lo que hoy sería el entresuelo, al tos correlacionados. Véase: re (*sirventés, *tensó, *partimen, buye a un tipo de novela corta
que accedían por una escalera colección. *alba, *pastorela, etc.), interesa (escrita por una serie de narra
ubicada en uno de los laterales Corriente de conciencia. Véa especialmente el estudio de la dores del siglo xvn: Alonso Jeró
del corral. A un lado del patio se MONÓLOGO INTERIOR. cansó por su contenido temático, nimo de Salas Barbadillo, Alonso
estaba la alojería, donde el alo Corriente literaria. Véanse en el que aparece formulado un de Castillo Solórzano, María de
jero vendía frutas y bebidas, en CLASIFICACIÓN LITERARIA y PE original concepto del amor: el Zayas, etc.) que presenta una
tre ellas la aloja (mezcla de agua RÍODOS LITERARIOS. amor «cortés». El hecho de que estructura formada por relatos
y miel con especias). En los bal Cortés (Poesía y amor cor los trovadores pertenecieran a yuxtapuestos, narrados en el
cones y ventanas de las casas tés). Término con el que se alude una sociedad y cultura feudales marco de una tertulia o de un
que daban al corral se habilita a un tipo de poesía lírica, de gran explica que el amor sea concebi viaje, al estilo de las conocidas
ban unas localidades denomi perfección formal, surgido en do como un culto de vasallaje del obras de Chaucer y Boccaccio en
nadas «aposentos» (correspon Provenza en el siglo xn, y tam poeta hacia una dama, de la que la Edad Media. Un ejemplo de
dientes a los actuales palcos), bién al contenido de uno de los está enamorado y a la que consi-' este tipo de relatos lo constituyen
que eran ocupados por los no poemas más característicos de dera como midons (mi señor). las Novelas amorosas y ejemplares
bles. Y, por último, los desvanes, esta lírica provenzal (la cansó) en Este vasallaje amoroso es consi (1637) de María de Zayas. Como
situados en la última planta. el que se canta el fin’amors o derado como un «servicio», cu antecedentes de estas novelas
Véase: comedia. «amor cortés». yos rasgos son obediencia y su cortesanas del xvn podrían con
Correlación. Procedimiento li Los trovadores, que son quienes misión. Dicho amor exige una siderarse el Heptamerón (1546),
terario consistente en la corres inician esta corriente literaria, suprema discreción en el poeta de Margarita de Navarra, y el re
pondencia sintáctica o concep crean una lengua poética pecu (la dama es casada), por temor a lato de los amores de Félix, Felis-
tual entre los miembros de dos o liar, artificiosamente refinada, que cortesanos aduladores (lau- mena y Celia en La Diana, de Jor
más conjuntos estructurados de que tiene como soporte el ha zengiers) del celoso (gilós) señor ge de Montemayor.
forma similar. Ejemplos: bla (langue d’oc) de una zona del puedan descubrir y delatar esa Cortesano. Término proceden
sur de Francia entre Limoges y relación amorosa. Por eso, preci te del italiano cortegiano, el cual, a
«Ni en este monte (Al), este Toulouse. Dicha lengua poéti samente, en los poemas trovado su vez, deriva de cortisanns, pala
[aire (A2), ni este río (A3) ca se constituirá en modelo de rescos el nombre de la dama apa bra utilizada en el bajo latín
corre fiera (Bl), vuela ave (B2), creación lírica, también en otras rece encubierto bajo seudónimo de Italia para aludir al hombre de
[pece nada (B3)...». áreas cercanas, como Cataluña, (senha). corte. Relacionado con dicho tér
(Góngora) donde algunos poetas la seguirán Esta poesía trovadoresca cortés se mino está el de cortesía, que im
utilizando hasta el siglo xv. Des introduce en la Península Ibérica a plica una doble acepción: come
En estos versos de Góngora hay de el punto de vista métrico, los través de tres focos: Cataluña, Cas referencia a una cultura surgida
dos conjuntos: (Al, A2, A3) + trovadores alcanzan gran maes tilla y el área gallego-portuguesa, en los ambientes palaciegos de
cosAirri- 104 105 CREACIONISMO
la sociedad feudal, caracterizada pite, intercalado entre ellos, en cuentra en el llamado «artículo - en él se funden, en cuanto al
por unas formas refinadas de forma de estribillo. A lo largo de de costumbres», que tiene como fondo y a la forma, el ensayo y
relación entre el caballero y la la serie se va desarrollando un antecedente remoto el «cuadro de el cuento.
dama, o bien como modelo de tema enunciado en los dos pri costumbres» del Siglo de Oro, y Véanse: realismo y tipo.
conducta para una convivencia meros versos, al que se añaden reciente los «cuadros festivos de Crasis. Término griego (krasis:
social basada en la corrección y nuevos aspectos en los pareados la sociedad» de la época: («Una mezcla) con el que se designa una
buenas maneras. A esta última siguientes, en un «movimiento tertulia», «Un baile», «Puerta del figura retórica consistente en la
acepción responde el título (y alterno de retroceso y avance» Sol», etc.), publicados por R. de creación de una nueva palabra
contenido) del libro de Erasmo, (T. Navarro). Es una composi Mesonero Romanos en su libro mediante la fusión de otras dos y
Cortesía, publicado en 1526 y que ción apta para el canto: un solista Mis ratos perdidos (1822). Sin em previa contracción de sus compo
constituye un manual de urbani podría cantar los pareados, a los bargo, el modelo definitivo de di nentes, con la consiguiente pérdi
dad para la educación desde la in que respondería el coro con el es cha composición se encuentra en da de fonemas o sílabas. Sirva,
fancia. El término cortesano se tribillo. Ejemplo: «El café», artículo de Mariano como ejemplo, el término Jerigón-
impone en su acepción de discre José de Larra incluido en El gora, creado por Quevedo para de
to, avisado y urbano, a partir de la «Del rosal vengo, mi madre, Duende Satírico del Día (1828). gradar la poesía de Góngora, con
traducción, en 1534, de la obra de vengo del rósale. En la revista Cartas Españolas siderándola como «jerigonza» o
Castiglione El Cortesano (1528). A riberas de aquel vado (1831, participan Mesonero, La jerga incomprensible de rufianes.
Entre los aspectos abordados en viera estar rosal granado: rra y Serafín Estébanez Calde Véase: jerigonza.
este libro destacan los relativos al vengo del rósale. rón) y en La Revista Española se Creacionismo. Movimiento
tema del amor platónico, al senti A riberas de aquel río va perfilando el nuevo artículo de poético vanguardista que surge
do y arte del humor, al del «bien viera estar rosal florido: costumbres, cuyos rasgos funda en la segunda década del siglo
hablar y escribir» y a otras cuali vengo del rósale. mentales, al igual que sus dos va xx y cuyos representantes más
dades que deben adornar al caba Viera estar rosal florido, riantes (el tipo y la escena), son significativos son el francés P.
llero y a la dama de corte. El per cogí rosas con sospiro: los siguientes: Reverdy, el chileno V. Huidobro
fecto cortesano ha de ser avezado vengo del rósale. - Composición breve, en prosa y los españoles G. Diego y J. La
tanto en las armas como en las ar Del rosal vengo, mi madre, o en verso, concebida como un rrea. Reverdy, amigo de los pin
tes y letras (música y poesía), en vengo del rósale». cuadro independiente; tores Picasso y Braque y de los
perfecto equilibrio; estará ena - acción elemental o nula; poetas Max Jacob y G. Apolli
morado del ideal de belleza feme En la literatura contemporánea - parquedad o escasez de diá naire, contribuye a una profun
nina y abierto, a la vez, a la belleza resurgen ecos del antiguo cosau logo; da renovación de la poesía con
y sabiduría divinas. El tema de la te en Juan Ramón Jiménez («El - temática relativa a la descrip temporánea a través de la revista
lengua es capital en la obra, y a él mar lejano») y en R. Alberti («Se ción de tipos, costumbres, es Nord-Sud (1916-1918, de la que
se dedican atinadas reflexiones en equivocó la paloma...»), entre cenas, instituciones, lugares, es cofundador), convertida en
el prólogo y en el libro I. otros. etc., del entorno social; portavoz de las nuevas tenden
Cosaute. Poema procedente de Costumbrismo. Término con - contemporaneidad de lo trata cias. Para Huidobro el creacio
la poesía popular galaico-portu- el que se alude a un tipo de crea do en el artículo; nismo no es una escuela sino
gtiesa, al que, por error, también ción literaria desarrollada en Es - propósito diversificado: didác una teoría estética, cuya premisa
se denomina «cósante». Está for paña en el siglo xix, principal tico, de reforma moral o social, fundamental sería la idea de la
mado por una serie de pareados, mente entre 1830 y 1850, y cuya satírico, humorístico, de puro peculiaridad del lenguaje poéti
a los que sigue un verso que se re manifestación más precisa se en entretenimiento o evasión, etc.; co, en el cual las palabras cede
CREACIONISMO 106 107 CRÍTICA LITERARIA
rían su función representati por el poeta, metáforas origina objetos, las imágenes yuxtapues ca desarrollada desde el Renaci
va primaria para adquirir una les, en las que se advierte un de tas al modo de la pintura cubista, miento hasta al neoclasicismo.
significación «más profunda y seo de evasión de la realidad de etc. Véanse: cubismo, dadaís Con el Romanticismo surge una
como rodeada de un aura lumi los objetos y de elevación hacia mo, CUBISMO, GENERACIÓN DE reacción contra este carácter nor
nosa que debe elevar al lector del las altas esferas: viento, pájaro, 1927, SURREALISMO, ULTRAÍSMO mativo y contra el mencionado
plano habitual y envolverlo en ángel, etc. Se pretende crear una y VANGUARDISMO. sistema en su conjunto. En el
una atmósfera encantada». El especie de «álgebra del lenguaje», Crítica literaria. Es una de las transcurso del siglo xix se irán
objetivo del creacionismo sería en la que los signos lingüísticos ramas que componen la ciencia sentando las bases para el desa
lograr una poesía pura, fruto de se utilizan no como portadores de la literatura, junto con la teoría rrollo de la crítica moderna, en
la invención creadora del poeta de significado (de ahí la abun literaria, la historia de la literatu relación con disciplinas afines
(«hacer un poema como la natu dancia de neologismos sin con ra y la literatura comparada. Eti como la historia literaria, la lite
raleza hace un árbol»), trascen cepto), sino por su capacidad de mológicamente, el término «crí ratura comparada, la filología, u
diendo el mundo de los objetos y sugerencia estética y de creación tica» procede del griego kríno otras, como la estética, la filoso
evitando describir la realidad de belleza. Sirva como ejemplo el (juzgar), actividad que constituye fía, la antropología, etc. .
exterior. El poeta no ha de imitar lenguaje poético elaborado por un cometido fundamental del La segunda y más importante
la naturaleza o el mundo, debe Huidobro en los libros VI y VII crítico, el cual parte de los presu función de la crítica es la de inter
crearlo de la nada: de Altazor, al tratar de comunicar puestos conceptuales y del meta- pretación. El crítico literario, en
éste una experiencia mágica ine lenguaje científico proporciona su descripción e interpretación
«Inventa mundos nuevos y cuida fable, sentida en su intento de al do por la teoría de la literatura y de una obra, ha de dar cuenta de
[tu palabra [...] canzar la plenitud celeste. Véase los aplica a la descripción e inter los componentes del texto en sus
El vigor verdadero la siguiente jitanjáfora, que ex pretación de los textos literarios. diferentes niveles (gráfico, fono
Reside en la cabeza [...] presa dolor humano: La crítica literaria, en su devenir lógico, morfosintáctico, léxico-
El Poeta es un pequeño Dios». histórico, ha venido cumpliendo semántico, estilístico y temáti
«Campanuido lalalí diversas funciones. La primera co), así como de la interrelación
Para lograr este objetivo, el escri Auriciento auronida de ellas, al menos en el plano cro de todos estos elementos que
tor no tiene otros medios que la Lalalí nológico, ha sido la normativa y conforman la estructura o el sis
imaginación y la palabra. En este lo ia prescriptiva, por la que, partien tema del texto, concebido como
aspecto, el creacionismo busca iiio do de un sistema de principios signo artístico complejo. Por otra
nuevos recursos expresivos, que, Aiaiaiaiiiiiia». estéticos elaborados por la poéti parte, en el transcurso del si
en la línea de otros movimien ca, enunciaba criterios orienta glo xx, han ido surgiendo diver
tos de vanguardia, implican una G. Diego, abundando en la carac dores a los que debía acogerse el sas corrientes de teoría y crítica
ruptura con las técnicas hereda terización de los rasgos diferen- escritor para lograr una perfecta literarias que han enriquecido el
das de la tradición, comenzando ciadores del creacionismo, en su obra de arte. Ese carácter orien metalenguaje científico y los mé
por ciertas normas relativas a la libro Imagen destaca la ausencia tador y prescriptivo tienen, p. e., todos de análisis, interpretación
ortografía, morfosintaxis y se- ■ de contenidos ideológicos, la eli las observaciones y juicios de va y comentario de textos literarios
mántica: ausencia de puntua minación de lo anecdótico y de lor sobre los diversos géneros li con las aportaciones de otras dis
ción, escritura de letras sueltas, los aspectos emotivos y senti terarios, que aparecen en la Epís ciplinas, como la lingüística, la
palabras carentes de significado mentales, la creación de imáge tola a los Pisones, de Horacio. semiótica, el psicoanálisis, la so
conocido, anacolutos y rupturas nes autónomas, carentes de refe Dicho rasgo prescriptivo conti ciología, etc. A estas corrientes se
sintácticas, neologismos creados rencias al mundo exterior de los núa siendo primordial en la críti dedica un apartado específico en
CRÍTICO 108 109 CRÓNICA
este Diccionario: "formalismo, dirige. Existe el crítico académi bus Gothorum, Wandalorum et ca de Alfonso X son también
*New Criticism, "estilística, "es- co, que elabora con carácter cien Suevorum (s. vi), de San Isidoro. la Tercera Crónica General y la
tructuralismo, *Nouvelle Criti tífico un análisis riguroso de las En el siglo xi aparece la Chronica Cuarta Crónica General, que
que, "psicoanálisis y psicocrítica, obras literarias en sus diferentes Gothorum, escrita por un mozá abarca hasta 1455. Todas ellas,
"crítica sociológica, "semiótica, aspectos, de acuerdo con los ins rabe de Toledo, en la que se reco así como la de Alfonso XI, perte
"simbólica y mitocrítica, "her trumentos metodológicos elabo ge la leyenda de la hija del conde necen al siglo xiv. De este mismo
menéutica, "recepción (estéti rados en los medios universita don Julián y la pérdida de Espa siglo son las Crónicas del canci
ca de la), "lingüística del texto, rios a los que se alude en ^critica ña. Siguen la Chronica Silense ller Ayala sobre los reinados de
"pragmática, etc. literaria. Este tipo de análisis se (c. 1115) y la Chronica Najerense Pedro I, Enrique II, Juan I y Enri
Una tercera función de la crítica publica en ensayos y revistas (c. 1160), que abarca, en sus tres que III. De las crónicas posterio
es la de servir de orientación y especializadas. Existen, además, libros, desde los comienzos de la res, cabe recordar la Crónica de
estímulo de la creación literaria, otros críticos, cuya función es humanidad hasta el reinado de Juan II de Castilla, escrita por Al
facilitando a escritores y lectores orientar al gran público sobre las Alfonso VI y en la que se prosifi- var García de Santa María, la
el conocimiento de las grandes novedades bibliográficas o sobre can varios ^cantares de gesta, Crónica de los Reyes Católicos,
obras del pasado, advirtiendo los estrenos de obras de teatro. La como el de Fernán González, la por Diego de Valera, y las Memo
las deficiencias de los productos crítica que realizan es de carácter condesa traidora y Garci Fernán rias del reinado de los Reyes Cató
literarios del presente y valoran informativo y de valoración de la dez. Vienen a continuación el licos, don Fernando y doña Isabel,
do adecuadamente los logros es calidad estética de las obras, de Chronicon Mundi (1236), de Lu por Andrés Bernáldez.
téticos y el descubrimiento de acuerdo con los esquemas cultu cas de Tuy, y la Historia Gótica, Al período de Carlos V corres
nuevas formas de expresión ar rales vigentes: se trata de la críti llamada también De rebus Hispa- ponden Historia del Emperador
tística. ca periodística. niae, de R. Ximénez de Rada, en Carlos V, del cronista oficial
Finalmente, el crítico ha de ter Crónica. Modalidad de literatu la que se relata la historia de Es Pedro Mexía, y la Coránica isto-
minar su análisis con una valora ra historiográfica consistente en paña desde la época visigoda ria de Francesillo de Zúñiga, bu
ción (imparcial, objetiva y sin la narración de acontecimientos hasta 1243. Con Alfonso X se ini fón de Carlos V, en la que se na
prejuicios) de los aspectos posi correspondientes a un determi cia la prosa histórica en castella rran, de forma burlesca, diversos
tivos o negativos, logros estéti nado período histórico y según el no. En su Primera Crónica Gene aspectos escandalosos de la cor
cos o deficiencias de la obra ana orden en que han sucedido. Esta ral, el rey pretende hacer una te. A la época de Felipe II perte
lizada, así como sobre la validez modalidad cuenta con una larga historia de los reinos de la Penín necen la Crónica, de Ambrosio
de respuesta a las expectativas tradición, que se remonta a la sula, en relación con la historia de Morales, y la Historia de las
del público lector. Véanse: cien Crónica de Eusebio de Cesárea universal y especialmente euro guerras de Granada, de Diego
cia DE LA LITERATURA, CRÍTICO, (s. lv) y que adquiere un notable pea: el Imperio, el Papado y la Hurtado de Mendoza. Mención
COMENTARIO DE TEXTOS LITE auge en los siglos xiiyxm en va monarquía francesa. Es impor especial merecen las llamadas
RARIOS, COMPARADA (LITERA rios países europeos, como Fran tante la presencia de cantares de Crónicas de Indias, escritas en el
TURA), HISTORIA DE LA LITE cia (Grandes Chroniques de Frun gesta prosificados, como los del siglo xvi. Sin contar las grandes
RATURA, POETICA y TEORÍA DE ce, 1274), Inglaterra (Historia Cid, los infantes de Lara, el cerco obras relativas al descubrimiento
LA LITERATURA. regum Britanniae, 1135, de G. de de Zamora, etc. De esta crónica de América (de G. Fernández de
Crítico. Es un experto en crítica Monmouth) etc. En España sur se hicieron refundiciones y conti Oviedo, Bartolomé de las Casas,
literaria que tiene la función de gen dos tempranos ejemplares en nuaciones posteriores, entre las F. López de Gómara y Bernal
realizar un análisis de textos ade latín: el Chronicon, del obispo que destaca la Crónica de Veinte Díaz del Castillo), cabe recordar
cuado al público lector al que se Idacio (s. v), y la Historia deregi- Reyes. Dependientes de la Cróni la Crónica del Perú, de Pedro de
CRÓNICA PERIODÍSTICA 110 111 CUBISMO
Cieza; los Naufragios, de Alvar Dicha estrofa aparece también en Esta cuarteta asonantada tiene la sión, color local» (G. de Torre).
Núñez Cabeza de Vaca, etc. las obras de Juan Ruiz (Libro de misma estructura métrica que El cubismo literario tiene su
Aparte de estas crónicas reales y Buen Amor), Pedro López de la copla octosilábica. Véase co principal desarrollo entre 1917 y
de Indias, se escriben entre los si Ayala (Rimado de Palacio), etc. pla. 1920, fechas de mayor auge de
glos xiii y xv una serie de cróni Cuarta pared. Expresión utili Cuarteto. Estrofa de cuatro ver las revistas en las que publican
cas particulares de personajes no zada en el lenguaje teatral para sos de arte mayor con rima abra los escritores más significati
pertenecientes a la realeza, como designar un tipo de representa zada (ABBA) o cruzada (ABAB); vos de este movimiento, Max Ja
la Crónica de don Alvaro de Luna, ción realista en la que se pide a en este último caso se denomina cob, Guillaume Apollinaire, Pie-
El Victorial, Crónica de don Pero los actores que actúen con tal na *serventesio. rre Reverdy, Jean Cocteau, etc.
Niño, Conde de Buelna, de Gutie turalidad como si no existiera un El nombre de «cuarteto» se ha (Nord-Sud, L’Elan, Sic, Littératu-
rre Diez de Games, etc. Véanse: público de espectadores que les aplicado también a otras modali re), y de las obras clave de los
BIOGRAFÍA y MEMORIAS. estuviera observando, como si dades métricas de dicha estrofa: mismos: Le cornet a dés (El cubi
Crónica periodística. Véanse en realidad existiera una «cuarta el llamado cuarteto-lira (combi lete de los dados, 1917, de Max Ja
LITERATURA Y PERIODISMO. pared» que les separara del pú nación de cuatro versos de once y cob), Calligrammes (Caligramas,
Cuaderna vía. (Del latín qua- blico y estuvieran solos, fuera del siete sílabas: AbAb, AbaB, AbBa, 1918, de Apollinaire), La guitare
terna, de quatuor, «cuatro», y teatro, viviendo una escena de la etc.) y el cuarteto monorrimo. endormie (La guitarra dormida,
via, «camino», «vía».) Estrofa vida real. Véase: embocadura. Ejemplo: 1919, de P. Reverdy), etc.
compuesta por cuatro versos de Cuarteta. Estrofa de cuatro ver Los rasgos fundamentales de la
catorce sílabas cada uno, con la sos de arte menor que riman en A «Era un aire suave, de pausa- estética literaria cubista son los
misma rima consonante. Dichos consonante el primero con el ter idos giros; siguientes: creación del poema
versos están divididos en dos cero y el segundo con el cuarto. B el hada Harmonía ritmaba como un objeto artísticamente
hemistiquios de siete sílabas. Ejemplo: [sus vuelos, autónomo, con una estructura
Esta estrofa se denomina tam A e iban frases vagas y tenues sólida y concentrada; supresión
a «Luz del alma, luz divina,
bién *tetrástrofo (estrofa de cua [suspiros de lo anecdótico y descriptivo;
b faro, antorcha, estrella, sol...
tro versos) monorritno (de una B entre los sollozos de los vio presentación de impresiones dis
a Un hombre a tientas camina,
única rima). La cuaderna vía es loncelos». continuas, en forma de fragmen
b lleva a la espalda un farol...».
utilizada especialmente por los (Rubén Darío) tos e instantáneas; eliminación
poetas del *Mester de Clerecía. (A. Machado) de nexos lógicos y de continui
Ejemplo: Cuando sólo riman los versos Cubismo. Término aplicado, dad temporal, lo que conlleva
pares, se denomina cuarteta im en un principio, a la producción una presencia simultánea («si
«Mester trago fermoso, non es de perfecta. Existe también una artística de una serie de pintores multaneísmo») de recuerdos del
[ioglaría, cuarteta asonantada, de larga (Picasso, Braque, Juan Gris, pasado y sensaciones del presen
mester es sen pecado, ca es de tradición en la métrica española. etc.) caracterizada por un arte te; ausencia de elementos senti
[clerezía, Ejemplo: de «descomponer y recomponer mentales, especialmente amo
fablar curso rimado por la qua- la realidad» en formas geo rosos; rechazo del patetismo y
[derna vía «Por una mirada, un mundo;
métricas, a la manera de Paúl aparición de un sentido lúdico
a sílabas cuntadas, ca es grant por una sonrisa, un cielo;
Cézanne, de acuerdo con los si y del humor, que rompe con la
[maestría». por un beso...¡yo no sé
guientes principios: «bidimen- monotonía de la vida y hace aflo
qué te diera por un beso!».
sionalismo, compenetración de rar la alegría en un mundo cam
(Libro deAlexandre) (Bécquer) planos, simultaneísmo de vi biante y, por ello, más divertido.
CUENTO 112 113 CULTERANISMO
Finalmente, en el plano del len una de las formas primitivas de la a los cuentos surgidos a partir ordenación rítmica del período
guaje, estos escritores pretenden expresión literaria transmitida del Romanticismo (cuentos de (aprovechando el hipérbaton)
transformar los recursos expresi por tradición oral. Se encuentra evasión al mundo de lo fantástico para lograr la eufonía buscada,
vos heredados de la tradición: en todas las culturas conocidas y y maravilloso, escritor por A. de creando recurrencias fónicas, ali
prescinden de ciertas normas or aparece estrechamente vincula Musset, E. T. A. Hoffmann, teraciones, etc.; b) cuidada se
tográficas (puntuación), sintác do a los mitos, de tal manera que E. A. Poe, etc.) y del *Realismo: lección del léxico e inclusión de
ticas y métricas; recurren al jue algunos antropólogos lo consi relatos breves de G. Flaubert, neologismos con el doble objeti
go de palabras sin sentido, a la deran como un «mito en minia Ch. Dickens, L. Tolstoi, Clarín, vo de abandonar un vocabulario
paradoja, a la busca permanente tura» (C. Lévi-Strauss). etc., que son los verdaderos crea poético desgastado y enriquecer
de la sorpresa; inician la técnica Con respecto a la clasificación de dores del cuento literario. Véan el aspecto fónico de la lengua es
del caligrama, etc. los cuentos, ha habido varias ten se: APÓLOGO, FÁBULA, FOLCLO pañola (en la que predominan las
En España se sigue con interés el tativas: unas, tratando de preci RE, LEYENDA, MARCO, MITO, palabras llanas) con esdrújulas
desarrollo de este movimiento li sar los diferentes tipos de rela NOVELA CORTA y ORAL (LITERA de origen latino: «purpúreo»,
terario y hay datos que hacen to (maravilloso, mítico, heroico, TURA). • «diáfano», «cítara», «grávida»,
pensar en la influencia ejercida etc.); otras, a partir de la temá Culteranismo. Término atri «pórfido», etc.; c) transmuta
por algunos de estos poetas (p. e., tica y protagonista del cuento buido al preceptista Bartolomé ción estética de la realidad incor
P. Reverdy) en Gerardo Diego, (religioso, satírico, de niños, de Patón, quien lo habría acuñado porada al texto poético e inten
Jorge Guillen y Luis Cernuda. animales, etc.), o bien según el para designar la tendencia a utili sificación de la capacidad de
Véase: creacionismo. modo de transmisión: oral o es zar neologismos y cultismos. Por percibir los aspectos de esa reali
Cuento. Relato breve, oral o es crita. Al relato de transmisión el abuso en la introducción de dad más gratificantes a los senti
crito, en el que se narra una his oral se le denomina generalmen neologismos en el idioma por dos, especialmente al oído (la
toria de ficción (fantástica o te cuento popular, y sus carac parte de algunos poetas «cultos» musicalidad) y a la vista: Góngo
verosímil), con un reducido nú terísticas son el anonimato de (imitadores extravagantes del es ra utiliza un léxico que resalta la
mero de personajes y una intriga autor y la posible reiteración te tilo de Góngora), dicho término belleza y luminosidad de los ob
poco desarrollada, que se enca mática y argumental en diferen pasó a utilizarse como sinónimo jetos a través de sustantivos que
mina rápidamente hacia su clí tes versiones y culturas, dado su de estilo oscuro y afectado, por la aluden al color rojo («púrpura»,
max y desenlace final. Se ha di origen ancestral, vinculado en inclusión de expresiones extra «carmesí», «escarlata»), blanco
cho que el cuento se distingue muchos casos a tradiciones míti ñas al idioma y el exceso de orna («lino», «nieve», «perlas»), azul
«por la brevedad, la tendencia cas y folclóricas. El cuento de mentación. («zafiro», «cerúleo») y de una ad
a la unidad (de lugar, tiempo, transmisión escrita, aunque pu En su acepción positiva de enri jetivación colorista («brillante»,
acción, personajes); la concen diera tener sus antecedentes en quecimiento del léxico y de las «luciente», etc.); d) presencia
tración en algún elemento domi un relato popular, se diferencia técnicas expresivas del lenguaje frecuente de alusiones mitológi
nante que provoque un efecto de éste en que el texto aparece ya poético, el culteranismo se sirve cas, que reinciden en la veta cul
único (con frecuencia un objeto- fijado por la escritura y, por tan de los siguientes procedimientos: tista y ennoblecen el mensaje po
símbolo o una palabra clave);yla to, está más libre de ser alterado o a) utilización de los recursos lin ético del texto. Un ejemplo clave
suficiente capacidad para excitar deformado en diferentes versio güísticos que influyen en la eufo en el Barroco es el Polifemo de
desde un principio la atención nes o interpolaciones. Algunos nía y musicalidad del texto poéti Góngora, en el que aparecen los
del lector y sostenerla hasta el críticos aplican a estos relatos el co: elección de palabras que, por rasgos peculiares del estilo culte
fin» (G. Sobejano). En cuanto a calificativo de literarios; otros, en su contextura fónica, potencian rano: hipérbaton retorcido, me
su origen, el cuento constituye cambio, reservan dicho apelativo la sonoridad y ritmo del verso; táforas audaces, cultismos, hi-
CULTISMO 114 115 CULTURA
pérboles, profusa adjetivación latina se presenta en dos versio en relación con el concepto de . una determinada sociedad. Los
cromática, etc. Véanse: barro nes en romance, una culta y otra naturaleza. En este sentido, y en semiólogossoviéticos (I. M. Lott-
co y CONCEPTISMO. popular: es lo que los lingüistas oposición a las realidades o pro man, B. A. Uspensky, etc.) que
Cultismo. Préstamo de una len denominan dobletes. Unas veces, ductos naturales, se consideran analizan la cultura en relación
gua clásica, generalmente del la ambos términos pueden tener un objetos de cultura aquellos que con la teoría de la comunicación y
tín, que se ha introducido en el mismo significado (p. e., «fosa» y están formados o transforma de la literatura consideran el fe
idioma por la vía culta (ciencia, «huesa»), pero otras han dado dos por el espíritu. Dentro de nómeno cultural bien como un
literatura, religión, etc.) y ha con origen a una diferenciación se esta corriente filosófica se en conjunto jerarquizado de siste
servado sus rasgos fonéticos y mántica: «regla» y «reja». tiende por cultura la objetiva mas semióticos particulares, bien
semánticos originales, por no ha Aparte de los cultismos léxicos, ción del espíritu, que implicaría como una suma de textos a los
ber sufrido los cambios normales en la historia de la literatura, y tanto el proceso de humaniza que va unido un conjunto de fun
de las voces populares o tradi especialmente en ciertos perío ción del individuo como el con ciones, bien como el mecanismo
cionales. Aunque el cultismo se dos, como en el siglo xv y en junto de instituciones (sociales, que genera dichos textos. Dentro
puede producir en los distintos los Siglos de Oro, se producen políticas, religiosas, etc.) y pro de estos sistemas o códigos con
niveles de la lengua (fonético, abundantes cultismos gramatica ductos humanos (técnicos, cien formadores de la cultura, la len
gramatical y semántico), el más les (construcción de frases con el tíficos, artísticos, etc.) que con gua ocuparía un lugar prioritario
abundante es el que se refiere al verbo al final, frecuentes oracio forman la vida de la persona y de al desempeñar, alternativamente,
léxico, que abarca todas las voces nes con el verbo en infinitivo, la sociedad en el curso de la his la doble función de vehículo
nuevas procedentes del latín, que, abundancia de hipérbatos, etc.) y toria. transmisor de esa cultura y de in
en diferentes épocas, han entra cultismos semánticos (uso de un Desde el punto de vista de la Se térprete de los demás sistemas
do en la lengua española y, por término castellano con un signi miótica, se ha definido la cultura constituyentes de la misma. Gra
presión culta, han mantenido su ficado o acepción que tenía en como un conjunto de sistemas cias a estos sistemas y, especial
forma originaria, salvo las modi latín pero que no es usual en el (antropológico, político, filosófi mente, a la lengua, la realidad del
ficaciones o adaptaciones exigi lenguaje coetáneo del escritor co, estético, etc.) que hacen posi mundo resulta inteligible a los
das por la estructura del idioma. que lo emplea); p. e., en Garcilaso ble la organización, convivencia y miembros de una determinada
En una serie de casos, las voces se («Aplacase la ira / del animoso cohesión entre los miembros de sociedad.
han mantenido intactas como viento»), el adjetivo «animoso»
cultismos puros, p. e., «filosofía», se usa con el sentido de «impe
«música», «gimnasia», etc. En tuoso».
otros casos, se trata de una ele Cultura. Término de origen la
mental adaptación a la estructura tino (cultura, cultivo del campo)
fonética y gramatical romance: utilizado, por analogía, en el
asilas palabras virgine, ángelus o sentido de cultura animi, enten
regnum dieron «virgen», «ángel» dida como desarrollo de las fa
y «reino», y no «verzen», «anlo» o cultades espirituales del hombre
«reño», como habría sido lo lógi y, en especial, del intelecto. En la
co de no haberse frenado su evo filosofía contemporánea (Hegel,
lución (R. Lapesa). A estos casos F. Nietzsche, W. Dilthey, Max
se los denomina semicultismos. Scheler, etc.) se ha desarrollado
En ocasiones, una misma palabra una amplia teoría de la cultura
117 DADAÍSMO
Dama. Personaje-tipo del teatro ronda fúnebre convocados por la en el juicio final), es recogido por Decadentismo. Término uti
nacional del Siglo de Oro, que, Muerte. compositores contemporáneos lizado por algunos poetas y
junto al *galán, constituye el cen Por lo que se refiere a España como F. Liszt (Danza macabra, .críticos franceses (T. Gautier,
tro de la acción dramática. Los (donde no se conocen represen 1850), Ch. C. Saint-Saéns (Danza Ch. Baudelaire, P. Verlaine) que
rasgos peculiares de la dama son: taciones pictóricas de dicha dan macabra, 1874), A. Honegger se consagra con el título de la re
belleza, linaje, amor intenso y au za), surge, en el transcurso del (Danza de los muertos, 1938), etc. vista Le Décadent (1886), para
dacia. Véanse: galán y perso • siglo xv, una obra literaria anó Véanse: carnaval, elegía, significar un movimiento litera
naje. nima, de notable calidad, titula PLANTO y UBI SUNT? rio que se desarrolla a finales del
Danzas de la muerte. Expre da Dmipa general de la muerte, en Debate. Texto literario que pre siglo xix y cuyos representantes
sión con la que se designa una la que figuran treinta y tres per senta la forma de una controver más significativos son los ya men
serie de representaciones artísti sonajes, siguiendo un orden je sia entre diversos personajes (o cionados Ch. Baudelaire (con su
cas y literarias surgidas al final rárquico, desde el Papa hasta seres inanimados o abstractos, libro clave Las flores del mal,
de la Edad Media en algunos paí el rabino y el alfaquí, tipos pecu personificados) sobre un deter 1857), S. Mallarmé, Verlaine y
ses europeos (Francia, Alema liares dé la danza castellana. minado tema. El desarrollo del J. K. Huysmans, cuya novela A
nia, Suiza, España, etc.) en las En 1520 aparece en Sevilla una debate suele acomodarse al si rebours (1884) (su protagonista,
que figura una danza macabra, refundición y ampliación del guiente orden: presentación del -el aristócrata Des Esseintes, tipo
integrada por personas de dife mencionado texto, publicado por tema en su contexto, confronta morboso, es el símbolo del per
rente condición, edad, estamen J. Varela de Salamanca y titulado ción de posiciones y exposición sonaje decadente) es como el
to y jerarquía social, que, inter Danfa de la muerte. de argumentos y datos pertinen manifiesto de dicho movimien
peladas por la Muerte, en forma El tema de la danza de la muerte tes y conclusiones. Los asun to. Otros escritores que siguen
de esqueleto, se ven empujadas a pervive, como objeto de refle tos más frecuentes de discusión la huella de esta tendencia son
entrar en su fúnebre cortejo. En xión ascética y tratamiento artís suelen ser: el amor (controversia el inglés O. Wilde, el italiano
tre las primeras representacio tico, en la literatura española del entre dos amantes sobre las exce G. D’Annunzio y, en España, Va-
nes artísticas conocidas de dicha Renacimiento y del Barroco, bajo lencias de sus respectivos ami lle-Inclán. Rasgos caracterizado-
danza destacan el fresco que distintas formas (danza maca gos), la moral (oposición entre el res del decadentismo son: a) la
existía en el claustro de la iglesia bra, diálogos con la muerte, bar bien y el mal), aspectos filosófi- convicción, por parte de dichos
de los Santos Inocentes, de París cas y cortes de la muerte, teatro co-religiosos (disputa entre el escritores, de estar viviendo en
(1424), las pinturas de la Chaise- del mundo), en textos como las alma y el cuerpo), sociales, etc. El una sociedad depravada (la bur
Dieu en Auvernia, las de la capi Coplas de la muerte como llama a debate, entendido como compo guesa), frente a la que se com
lla de Santa María de Liibeck en un poderoso cavallero, de Juan del sición poética según los rasgos portan como marginados. De
Alemania, etc., todas ellas apa Encina, la Barca de la Gloria, de anteriormente definidos, adquie hecho, los colaboradores de Le
recidas en el transcurso del si Gil Vicente, el Auto de las cortes re una forma precisa en la litera Décadent son bohemios, con
glo xv. En cuanto a su expresión de la muerte, atribuido a Lope de tura provenzal, y en dos moda una fuerte carga de nihilismo y
escrita, ya en 1485 fue publicada Vega, el Entremés de la muerte, lidades: *partimen y *tensó. Se actitudes anárquicas; b) la luci
en París, por Guyot Marchant, de Luis Quiñones de Benavente, trata de diálogos en verso: p. e., dez crítica frente a esa degrada
una Dance macabre, en cuyo tex Elgran teatro del mundo, de Cal un poeta inicia una polémica so ción, y al mismo tiempo una
to figura una treintena de perso derón, etc. Dicho tema, que ya fi bre un tema (ventajas de amar o especie de complacencia estéti
najes (el Papa, el emperador, un guraba en algún texto musical de ser amado, cuál es el perfecto ca morbosa en los signos de esa
cardenal, un rey, un patriarca, la Edad Media (p. e., el Dies irae, amador, etc.) y le responde otro decadencia: corrupción moral,
etc.) que van apareciendo en la en canto gregoriano y centrado con argumentos en contra. crueldad, exaltación de la fuerza
DECASÍLABO 120 121 DECIR
y at racción por lo enfermizo, de Decasílabo. Verso de diez síla yas que anima un numen / con su de las rimas varía según los auto
generado y perverso; c) culto del bas cuyos acentos varían de posi celeste melancolía», R. Darío). res.
arte por el arte, y por lo que tiene ción según los distintos tipos, Décima. Estrofa de diez versos Decir. Composición cultivada
de oposición a la naturaleza y a la aunque en todos ellos la novena que presenta distintas modalida por los poetas del siglo xv que
sociedad. Primacía de lo estéti sílaba va acentuada. T. Navarro des o formas de construcción, se solía constar de una serie de co
co, valor al que se deben subor Tomás (1974) distingue las si gún los diferentes tipos de versos plas de arte menor (o mayor), al
dinar todos los demás, incluidos guientes modalidades de decasí utilizados o la distinta combina final de las cuales figuraba una
los religiosos y morales: no exis labo: trocaico simple: cuando los ción de la rima. Las más conoci breve estrofa, ligada por la rima a
te moral para el arte; d) concien acentos recaen en las sílabas im das son la llamada décima es la última copla, y se designaba
cia de que la realidad humana es pares («Monos que sus manos es pinela y V¿ italiana, o décima agu con el nombre de «finida». El de
problemática, y aceptación, en trechasteis», M. González Prada); da. La décima espinela se llamó así cir se diferenciaba de la canción,
tre resignada y gozosa, de que el trocaico compuesto: formado por no porque Vicente Espinel fuera el o cantiga coetánea, en que care
hombre se mueve en perpetua dos pentasílabos trocaicos que primero en utilizarla, sino porque cía de estribillo. Los temas de es
contradicción: entre el bien y el llevan el acento en la segunda y fue el que más contribuyó a divul tas composiciones eran de tipo
mal, entre la carne y el espíritu, cuarta sílabas de cada uno («Cen garla. Se trata de una estrofa de didáctico, político o cortesano y,
entre el paganismo y el cristia dal flotante de leve bruma», G. A. diez versos octosílabos con rima raramente, amoroso. Entre los
nismo, entre lo humano y lo so Bécquer); dactilico simple: con consonante distribuida de esta cultivadores del decir debe citar
brenatural. Baudelaire dirige sus acentos en la tercera, sexta y no forma: abbaaccddc. Aparece fre se a Francisco Imperial («Dezir
plegarias a Satán («Gloria y ala vena sílabas («Del salón en el án cuentemente utilizada en el teatro de las siete virtudes»), Alfonso
banza a ti, Satán en las alturas») gulo oscuro», G. A. Bécquer); de los Siglos de Oro. De ella decía Álvarez de Villasandino, el mar
con fragmentos de salmos canta dactilico compuesto: integrado Lope de Vega en el Arte Nuevo de qués de Santillana, etc. Véase el
dos a Dios; e) tendencia a una por dos pentasílabos dactilicos, hacer comedias: «Las décimas son siguiente decir (de tema amoro
sensualidad enfermiza, a un ero con acentos en la primera y cuar buenas para quejas». Ejemplo: so), del que se extracta la última
tismo decadente: sadismo, ma ta sílabas de cada uno («Yo soy estrofa y la finida o fin:
soquismo, tema de la mujer fatal ardiente, yo soy morena», G. A. a «Apurar cielos pretendo,
(la vampiresa de Poe y de Baude b ya que me tratáis así, «De claridat emicante
Bécquer); dactilico esdrújulo: de
laire). En algunos de sus repre b qué delito cometí Aurora dotar vos quiso
casílabo simple, cuyos acentos
sentantes, sobre todo en los de la a contra vosotros naciendo; ca vivo sol coruscante
van en primera, sexta y novena sí
corriente simbolista, el decaden- a aunque si nací, ya entiendo es centro del vuestro viso.
labas («Sílabas las estrellas com
tismo supone un espíritu culti c qué delito he cometido; La gentil fija de Niso
pongan», Sor Juana Inés de la
vado hasta el refinamiento. c bastante causa ha tenido del rey de Creta enartada,
Cruz); decasílabo mixto: cuando
El estudio del decadentismo es d vuestra justicia y rigor, nunca fue tan adonada
lleva acentos en segunda, sexta y
importante para entender mejor d pues el delito mayor ni tan fermoso Narciso».
novena sílabas («Destruye una
determinados aspectos de las So tormenta la calma», Sinibaldo de c del hombre es haber nacido». FIN
natas de Valle-Inclán: la sensuali Mas); decasílabo compuesto poli- (Calderón de la Barca)
dad enfermiza, el satanismo y la «El vuestro angélico viso
rrítmico: combinación de decasí
religiosidad, el refinamiento aris por cierto no deve nada
labos dactilicos y trocaicos com La décima italiana o aguda consta
tocrático, evidente hasta en el al que la sancta embaxada
puestos («De orgullo olímpico de diez versos octosílabos, de los
lenguaje, etc. Véanse: bohemia, descendió del paraíso».
sois el resumen / oh, blancas ur que el quinto y décimo presentan
DANDISMO y SIMBOLISMO. nas de la armonía. / Ebúrneas jo una rima aguda. La combinación (Marqués de Santillana)
DECLAMACIÓN 122 123 DECONSTRUCCION
Declamación. Recitación ex su continuación en los represen origen de significación. Basán entre sonido y sentido, entre sig
presiva de un texto teatral por tantes del llamado Grupo de Yale dose en la teoría saussuriana del nificante y significado. La conse
parte de un actor. La declama (Estados Unidos): P. de Man, signo (el significado se apoya en cuencia inmediata de esta des
ción tenía pleno sentido en la H. Bloom, etc. Derrida parte de las diferencias entre los térmi vinculación entre significante y
dramaturgia grecolatina, en la que una reflexión filosófica que hun nos, y cada término consiste en significado (el significante no
los textos de la tragedia eran reci de sus raíces en la fenomenología sus relaciones de oposición con tiene un sentido permanente) se
tados en una forma cercana al y en la interpretación de Nietzs- otros términos), cree desmontar ría la imposibilidad de encontrar
canto. Sin embargo, ya desde el che por Heidegger, para realizar la posibilidad de llegar a conocer un fundamento válido para una
siglo xvii dicho término adquie una «deconstrucción» o des la «verdad» y de construir un len interpretación adecuada de los
re un sentido peyorativo, deno montaje de la metafísica occi guaje científico, ya que las pala textos y, menos aún, definitiva.
tando un carácter enfático y ar dental, en la que se fundamenta bras (signos) no remitirían a una No es sólo que los textos estén
tificial. En ese aspecto, Racine la literatura de esa área cultural. realidad objetiva, sino a otros abiertos a lecturas diferentes, es
consideraba la declamación como Trata de mostrar la inconsisten signos: palabras. Todo lo que se que no se podría hablar de una
sinónimo de afectación. En la ac cia de una serie de conceptos en podría investigar o interpretar lectura correcta o incorrecta.
tualidad, sin embargo, se está re los que se ha basado la reflexión serían palabras o signos que pro La crítica deconstruccionista ha
planteando la conveniencia de filosófica occidental: la oposi ducirían la apariencia ilusoria de sometido a revisión otras no
encontrar el tono adecuado para ción entre lo sensible y lo inteligi los objetos. En definitiva, el in ciones fundamentales en Teoría
la recitación del texto teatral ble, entre significante y significa tento de descubrir el origen de la literaria: los conceptos de mime
en verso, que pide un distancia- do, la presencia de un centro y realidad, el logos o la estructura sis, verdad y ficción, sentido literal
miento de la naturalidad del len origen de ser, los conceptos de lo- de los objetos sería vano; no exis y metafórico del lenguaje poético,
guaje cotidiano. Se trata de bus gos y de estructura o las dicoto tiría otra posibilidad que la de etc. En esta revisión ha desempe
car la dicción, el ritmo y el tono mías: naturaleza-cultura, esen realizar un «libre juego» del len ñado un papel importante, ade
adecuados a la presencia de la pa cia-apariencia, etc. guaje: la lengua se reduciría aúna más de Derrida, R. Barthes, que
labra en el teatro, que es voz en Por lo que se refiere a la noción estructura de referencias, en la pone en cuestión el concepto de
acción. De hecho, en el teatro de estructura, se trataría de un que cada palabra remite a otra «mimesis» (entendida como re
contemporáneo ha habido dos concepto metafísico que, con dis palabra, cada texto a otro texto, presentación de una realidad exte
grandes directores de escena, tinta nomenclatura, habría es donde únicamente habría «hue rior al lenguaje) y las nociones de
C. Stanislavski y V. Meyerhold, tado presente en diversas con llas» de «huellas». Desde esta «verdad» y «significado último».
que han conseguido recuperar el cepciones filosóficas vinculadas, perspectiva, Derrida propone un La escritura propondría sin cesar
valor de la voz como elemento desde la cultura grecolatina, a la nuevo concepto de reflexión crí «un significado que continua
corporal y psíquico, que, lo mis noción de centro, origen o fun tica: el de escritura. Para él, la tra mente se diluye» y se negaría a
mo que el gesto, es un elemento damento del ser (el eidos, arche y dición filosófica, desde Platón, asignar un último significado al
clave de la representación. telas de la filosofía griega, «esen ha concedido una prevalencia al texto. En consecuencia, la lectura
Deconstrucción. Término con cia» y «substancia» de la esco logos, a la oralidad frente a la es crítica o interpretación de un tex
el que se denomina una corriente lástica, «sujeto transcendental», critura, que ha sido reducida a un to no sería ya encontrar su senti
crítico-literaria surgida a media «conciencia», etc., del idealismo mero instrumento de transmi do, sino constatar su pluralidad.
dos de los años sesenta del si contemporáneo), noción que se sión de ese logos. Con su concep Estos presupuestos de la teoría de
glo xx, que tiene su origen en las ría un presupuesto sin base obje to de «escritura» rompe con una la deconstrucción iniciados per
obras de J. Derrida (L’Écriture et tiva, lo mismo que la idea de un idea clave en la consideración del Derrida y Barthes encuentran en
la différence, 1967) y R. Barthes y logos como punto de referencia y logos, del lenguaje: la vinculación los críticos del Grupo de Yale su
DECORADO 124 125 DECORO
confirmación al subrayar que el ban el presbiterio, púlpitos, naves desaparecer actores y objetos de música, las luces y un cromatis
lenguaje no es estructuralmente (para el cortejo), etc. Posterior la vista del público, etc.) y un de mo de tonos suaves y apaga
representativo, es decir, que no mente, se trasladan al pórtico o a corado sofisticado en el que figu dos en telones y demás decora
hay adecuación entre signo y refe las plazas, donde surgen nuevas ran bosques, ciudades, murallas ción de fondo. En esta corriente
rente, por lo que no es posible el formas de escenificación, como y hasta «un mar en perspectiva simbolista se encuadran H. von
significado. Por otra parte recha la del paso de carros, en la que con sus naves y peces que fluc Hofmannsthal, G. Hauptmann,
zan la oposición entre lenguaje fi se iban presentando ante los es tuaban», como, ocurre en la re M. Maeterlinck, P. Claudel y las
gurado y no figurado, por lo que pectadores las sucesivas escenas presentación de La selva sin amor obras últimas de H. Ibsen y
toda lectura vendría a ser figurati asignadas a cada uno en el con (1629), de Lope de Vega. A. Strindberg.
va y, más en concreto, alegórica y, junto del espectáculo, o la de los A fines del xvm se introduce en La introducción, a lo largo del si
por tanto, tergiversadora y de espacios escénicos yuxtapuestos los teatros de París un telón de glo xx, de nuevas técnicas para el
constructiva. (son los loci, o moradas), a lo lar fondo, que se extendía en curva montaje teatral en los aspectos de
Decorado. Término proceden go de los cuales se representaba por los laterales y cuya decora tramoya (escenario giratorio, de
te de las artes plásticas y aplicado una historia, que era seguida por ción pictórica, con una adecuada corados móviles, etc.), la partici
al teatro para significar la am- el público a través de letreros iluminación; producía una sen pación de arquitectos y pintores,
bientación del espacio escéni orientadores. sación de «panorama». En Espa músicos, etc., han hecho posible
co por medios arquitectónicos, A finales del siglo xvi el teatro ña, L. Fernández de Moratín pro escenificaciones de una extraor
plásticos y pictóricos. En el tea «profano» comienza a desarro puso por entonces la creación de dinaria calidad plástica. Por el
tro griego, en tiempos de Esqui llarse en nuevas sedes, conce una escuela de arte dramático en contrario, otros directores de es
lo, parece que había al fondo del bidas expresamente para la re la que se enseñaran, entre otras cena, como los del llamado *tea-
proscenio un telón y, a los lados, presentación, como el Teatro materias, técnicas de montaje tro pobre, prescinden, en lo posi
unos periactios o bastidores rota Olímpico en Vicenza (1585), la teatral: decoración, maquinaria y ble, del decorado, con lo que la
torios, en los que aparecían figu Casa de las Comedias en Valencia trajes. ambientación del espacio está
raciones alusivas al espacio en el (1589), etc., en los que aparece ya En el siglo xix, al «decorado fan sujeta, como en el teatro grecola-
que se desarrollaba la acción: pa un decorado a base de telones tástico» de los románticos segui tino o en algunos textos del Siglo
lacios, montañas, etc. En Roma, pintados, alusivos al espacio de la rá en la etapa del naturalismo de Oro, a lo que se ha denomina
en un principio, las representa acción dramática, y otros artifi un decorado tan real «como la do «decorado verbal», sugerido
ciones teatrales se realizaban so cios tendentes a crear una «ilu vida», que «ilustra» y «describe» por los comentarios o alusiones
bre tablados provisionales, con sión de realidad». el desarrollo de la acción. Es lo de los personajes. Véanse: bam
un decorado elemental. El teatro En el teatro español del Siglo de que pretende Zola, con «su deco balinas, DIRECTOR DE ESCENA,
mandado construir por Pompe- Oro existen diversos decorados, rado exacto», y el Teatro Libre de ESCENARIO, ESCENOGRAFÍA, MON
yo (55 a.C.) y el de Marcelo, en la correspondientes tanto a escena André Antoine, en el que apare TAJE, TELON, UTILERÍA y VES
época de Augusto, eran ya de pie rios móviles (p. e. en el teatro cen objetos «realistas»: paredes, TUARIO.
dra, y el muro posterior de la es ambulante, sobre el mismo carro ventanas, gallinas, etc. Contra Decoro. Concepto que tiene su
cena presentaba una decoración que los cómicos utilizan en sus este teatro naturalista reacciona origen en la literatura grecolati-
fija. traslados) como a los teatros fijos Paúl Fort, fundador del Teatro de na y que consiste en el respeto a
En la Edad Media las representa de los corrales, en los que se arte (1890-1893), que propugna las convenciones artísticas y lite
ciones de teatro religioso se cele desarrolla considerablemente la una escenografía de tipo simbo rarias vigentes en una determi
braban en las iglesias, y, para tramoya (con uso de máquinas lista en la que se potencien la pa nada sociedad, que condicionan
la escenificación, se aprovecha para levantar, hacer descender o labra poética, la gestualidad, la la creación de una obra litera-
DEDICATORIA 126 127 DEPRECACIÓN
ria. Según Aristóteles, el decoro índole psicológica y moral o su rasgos orientativos de la lengua Forman parte de esta representa
(prepon) exige que, en una obra condición social y los comporta relativos al tiempo y al lugar de ción no sólo los personajes (que
de teatro, los comportamientos mientos y lenguaje con que se les la expresión. Toda comunicación en su discurso establecen deícti
del protagonista sean correctos, configura en un texto narrativo lingüística supone un hablante camente sus relaciones con los de
que se evite mostrar la reali o dramático. A esta congruencia que se dirige a un oyente en unas más en unas coordenadas espa
dad en sus aspectos más vulga aludía Lope de Vega en el Arte determinadas circunstancias de cio-temporales), sino también sus
res, que no se representen accio nuevo de hacer comedias en este tiempo y de lugar. Son los térmi gestos, actitudes, miradas, etc., y
nes que puedan atentar contra la tiempo (1609): nos deícticos los que señalan esas la misma escenografía, que con
sensibilidad del público, en es circunstancias espacio-tempo tribuye a concretar esas coorde
pecial las relativas a la sexuali «Si hablare el rey, imite cuanto rales en las que se desarrolla la nadas.
dad, la violencia y la muerte. El [pueda enunciación y concretan la posi Denotación. Es la relación que
mismo estilo literario no debe la gravedad real; si el viejo ha- ción de los interlocutores con se establece entre un signo lin
ser ni vulgar ni grandilocuente, [blare, respecto al referente. En el ejem güístico (la palabra) y su referen
sino decoroso. Entre los latinos, procure una modestia senten plo «Ayer llegamos aquí», «ayer» te o denotatum (el objeto). En
Cicerón y Horacio recogen esta ciosa [...]». y «aquí» señalan el tiempo y el esta relación se funda el sentido
concepción aristotélica del de lugar en los que el hablante sitúa primero, objetivo y estable de
coro, en relación con el estilo. Dedicatoria. Breve escrito con el hecho de su llegada. Se con una palabra, tal como es definida
Cicerón aplica dicho concepto a el que un autor ofrece su obra en sideran términos deícticos los en los diccionarios. En el esque
la oratoria, advirtiendo que el homenaje o como muestra de ad pronombres personales («yo», ma de la comunicación de Jakob-
fundamento de la elocuencia miración, gratitud o afecto a una «tú»), los demostrativos («este», son, la denotación responde a la
está en el buen sentido para des personalidad política relevante, a «ese», «aquel»), los adverbios de función referencial del lenguaje.
cubrir qué es lo más apropiado otro escritor, o un familiar o ami tiempo y lugar («ahora», «aquí», Así, la palabra «ardilla», en su
o decoroso (quid deceat) en cada go. Dicho escrito suele figurar al «allí») y otras expresiones de primer sentido, hace referencia
situación, en las sentencias y en comienzo del libro. referencia espacio-temporal. Evi -o denota- a un roedor; pero, en
las palabras, de acuerdo con el Definición. Figura retórica de dentemente, también los nom un sentido metafórico, se utili
asunto de que se trata y las cir pensamiento que consiste en ex bres propios cumplen una fun za para calificar a una persona
cunstancias y condiciones de los plicar el significado de un térmi ción deíctica. como «vivaracha». La primera
oyentes. La noción clásica de de no acudiendo a su raíz etimoló Si la deixis es un elemento impres acepción responde al uso denota
coro presenta, por lo tanto, una gica. Por definición, se entiende cindible en toda comunicación,fo tivo y a la función referencial del
doble acepción: de respeto a la también la presentación breve, es, lógicamente, en el texto litera lenguaje; la segunda acepción,
sensibilidad moral del público y abarcadora y precisa del conteni rio, y, en especial, en un género metafórica y subjetiva, responde
de adecuación a las exigencias do de un concepto o de los ele cuya realización textual va desti al uso connotativo y a la función
estéticas del «buen gusto» desde mentos y características esencia nada fundamentalmente a la dei poética del lenguaje.
el punto de vista del estilo. Por les de una determinada realidad. xis, en un sentido originario de Deprecación. Del latín depre-
otra parte, el término «decoro» Deíctico. Véase deixis. mostración: el teatro. El espec catio, -onis: súplica. Figura poé
implica un requisito de con Deixis. Término griego que sig táculo teatral es un acto de pre tica que en la oratoria clásica se
gruencia en la configuración de nifica «indicación», acción de sentación, ante los espectadores, utilizaba en la defensa del reo,
los personajes de una obra lite mostrar o señalar, y que se viene de una acción que se sitúa en el es cuando éste, tras aceptar su cu'-
raria, según el cual debe existir utilizando en lingüística como pacio y en el tiempo gracias a las pabilidad, suplicaba clemencia,
una correspondencia entre su palabra técnica para designar los diferentes formas de la deixis. aduciendo una serie de méritos
DERIVACIÓN 128 129 DESTINATARIO
y padecimientos sufridos y dan la personalidad física y moral de forma, los espectadores encontra dro Salinas, Jorge Guillén, etc.).
do a entender que, al menos en un individuo (“retrato), de un rían una respuesta razonable a sus Este último reacciona contra esta
parte, había ya expiado sus cul lugar físico o paisaje (‘‘topogra interrogantes sobre el desenlace interpretación del arte de van
pas y se había hecho acreedor a fía) y de los rasgos conformado de la intriga y la posición y desti guardia, por considerarla desa
la condonación de la pena. Esta res de un período histórico (cro no de los personajes. En el teatro certada e injusta. No obstante,
figura retórica se utiliza en la nografía). Una forma especial de contemporáneo, ciertas obras de otros escritores aceptaron implí
épica y tragedia grecolatinas y descripción es la denominada en jan al espectador sin respuesta de citamente dicha visión: Rafael Al-
en la poesía amorosa del Renaci la retórica grecolatina “hipoti- finida a estos interrogantes. En berti, p. e., confiesa que, en la eta
miento cuando el poeta o alguno posis, entendida como la presen ellas queda abierta la posibilidad pa de escritura de Cal y canto, la
de los personajes dirige una sú tación viva y pormenorizada de de diversas interpretaciones sobre obsesión por lo estético llegó casi
plica a otro personaje, a la mujer un personaje, objeto o paisaje. la conducta de los personajes y el a «petrificarme el sentimiento».
amada o a Dios («Misericordia La descripción puede presentar desenlace del drama. Un ejemplo: La influencia posterior del Su
de mí, /Señor, si a juzgarme vie diferentes modelos, p. e., la sim En la ardiente oscuridad, de Buero rrealismo y el compromiso social
nes...», ruega a Dios Lope de ple enumeración (visión rápida, Vallejo. y político de algunos de estos es
Vega), para conmoverles y obte como de panorámica), la des Deshumanización. Término critores les llevan a una «rehuma
ner su gracia o su perdón. cripción objetivista, la interpre utilizado por José Ortega y Gas- nización» de la obra de arte.
Derivación. Figura literaria con tación subjetiva, la descripción set en su ensayo La deshumaniza Destinatario. En la teoría de
sistente en la utilización, dentro impresionista o la que aparece ción del arte (1925) para caracte la comunicación, es el oyente,
de un determinado texto, de pa i cargada de connotaciones sim- rizar el arte nuevo, surgido de las receptor y descodificador del
labras procedentes de un mismo ; bélicas. ' vanguardias, al que se considera mensaje. En el caso de la comu
lexema o raíz. Ejemplo: Desenlace. Término con el que deshumanizado, en el sentido de nicación literaria, el destinata
se alude a la fase final de una obra que en él se elude reflejar la rea rio es aquel a quien va dirigida
«Y a solas su vida pasa, dramática, en la que se desenreda lidad de la vida (se pretende, la obra. Este destinatario puede
ni envidiado ni envidioso». o desenlaza el nudo de los conflic incluso, deformarla, romper su ser interno al texto: en unos ca
tos planteados en su desarrollo. «aspecto humano» y evitar las sos es un personaje de ficción
(Fray Luis de León)
Tanto la comedia como la trage «formas vivas») y la intimidad (p. e., Joaquín Barrera, a quien
Descripción. Figura consistente dia clásicas están configuradas en del artista. Se intenta, además, Pascual Duarte dirige sus me
en la presentación de personajes, tres momentos fundamentales: crear un mundo (de «ultraob- morias en La familia de Pascual
sensaciones, sentimientos, obje planteamiento o exposición de la jetos») y una vida nuevos, surgi Duarte, de C. J. Cela); en otros,
tos, paisajes, etc., en el marco de historia (prótasis), nudo o presen dos a través del arte, considera puede ser una personalidad his
un texto del que pueden formar tación de conflictos (epítasis) y do como «juego» intrascendente, tórica: p. e., Julio César Carac-
parte otras modalidades discur desenlace (catástrofe). La resolu como poesía pura. En definitiva, ciolo, nombre con el que Garci
sivas, como la narración, el diá ción de esos conflictos debía ser se trataría de una nueva forma de laso inicia su soneto XIX. El
logo y el monólogo. La retórica verosímil y natural, no forzada. contemplar e interpretar la reali destinatario puede ser externo
tradicional distingue diversos ti Sólo cuando una acción era irre dad y la vida. al texto, p. e., el conde de Lemos,
pos de descripción: del aspecto soluble por procedimientos nor Esa estética «deshumanizada» se a quien Cervantes dedica la II
físico de un personaje (*proso- males podía intervenir excepcio ría compartida, ajuicio de Orte parte del Quijote. En el prólogo
pografía), de su índole psicológi nalmente una fuerza superior (los ga, tanto por los pintores y escul a esa II parte se alude expresa
ca y moral: pasiones, costum dioses: *Deus ex machina) para tores como por los poetas van mente a otro destinatario exter
bres, virtudes, etc. (*etopeya), de dar una salida al conflicto. De esta guardistas (Gerardo Diego, Pe no: el lector «ilustre o quier pie-
DEUS EX MACHINA 130 131 DIARIO
beyo», cuyas expectativas tiene Luis XIV), un estudio diacrónico ca dicho término a la reproduc Galdós con su novela dialogada
en cuenta el novelista. tendría en cuenta «las fases de ción de un discurso real o imagi Realidad, que terminará adap
Deus ex machina. Expresión evolución de la lengua». nado que un personaje atribuye a tándola a la escena.
latina que alude a un instrumen Diáfora. Término de origen grie otro y, como tal, recrea ante el Por otra parte, el diálogo consti
to mecánico («Dios que llega o go (diaphora: diferencia) con el lector. tuye un subgénero literario que
desciende de un artefacto») utili que se denomina una figura retó Los términos «dialogismo» y surge en la cultura grecolatina,
zado en la «puesta en escena» de rica consistente en repetir una «polifonía» han sido utilizados vinculado a la exposición de doc
la tragedia clásica para hacer po misma palabra en un mismo por M. Bajtin para aludir a la trinas filosóficas, políticas, re
sible la entrada de un dios o un enunciado pero con distinto sen mezcla de voces y diversos tipos tóricas, etc., p. e., los Diálogos de
ser sobrenatural que, con su in tido. Ejemplo: socioculturales de discurso (di Platón, el Diálogo de los oradores,
tervención, diera un giro a la ac ferentes estilos y sociolectos) que de Tácito, etc. En el Renacimien
ción dramática, con el fin de en «Algún día los hierros
conviven y se interfieren en una to resurge este subgénero en obras
contrar una salida a un conflicto de tus balcones
obra literaria. como los Diálogos de amor, de
humanamente irresoluble. Este presenciaron a solas
yerros mayores».
Diálogo. Término de origen León Hebreo, los Coloquios, de
procedimiento del Deus ex ma griego (diálogos: conversación , Erasmo, el Diálogo de la lengua,
china fue criticado por Aristó (Anónimo) entre dos) con el que se designa de Juan de Valdés, etc.
teles, para quien la acción ha una forma de discurso consisten Diario. Escrito autobiográfico
de desenvolverse de forma natu En estos versos anónimos se jue
te en el intercambio de mensajes en el que se mezcla el discurso na
ral, desde los mecanismos inter ga con el doble sentido de hierros
entre dos o más personas que, al rrativo y el descriptivo y en el que
nos de la propia intriga. (barras metálicas) yyerros (erro
ternando los papeles de emisor y el autor deja constancia de los
Deuteragonista. En la tragedia res y fallos).
receptor, realizan una mutua co acontecimientos, relativos a su
griega representa el segundo per Dialefa. Término con el que se
municación. Por relación a otras persona y a su entorno, ocurridos
sonaje, después del protagonista denomina un procedimiento mé
formas discursivas, el diálogo en cada jornada, a lo largo de un
o personaje principal. El deute trico consistente en pronunciar
presenta un estilo «directo», se determinado período de su vida.
ragonista aparece por primera por separado, en sílabas diferen
gún el cual los enunciados son Este subgénero literario presenta
vez en las tragedias de Esquilo; tes, la vocal final de una palabra y
transmitidos por los personajes dos modelos fundamentales: el
habrá que llegar a Sófocles para la inicial de la palabra siguiente.
sin mediación de un presentador diario íntimo y el diario de viajes.
que surja el tercer personaje, de Es el fenómeno contrario al de la
o de elementos subordinantes, En ocasiones, ambas modalida
*sinalefa. Ejemplo:
nominado «tritagonista». como ocurre en la narración, en des coexisten en un mismo texto.
Diacronía. Término contra la que predomina el estilo «indi El diario puede ser reflejo de una
«de / áspera corteza se cubrían».
puesto al de 'sincronía, utiliza recto». En este sentido, así como existencia histórica real (p. e., el
dos ambos por F. de Saussure en (Garcilaso de la Vega) la narración es la forma predo Diario de Ana Frank) o de una
el análisis de los fenómenos lin minante del relato épico y no vida de ficción: Diario de un cura
güísticos. Si el estudio sincrónico Véase: hiato. velesco, el diálogo es la forma de aldea, de G. Bernanos.
de una lengua se atiene a la des Dialogismo. Figura retórica característica del discurso dra Las características estructurales
cripción de dichos fenómenos consistente en la enunciación, mático. No obstante en la narra y formales de este tipo de escritos
en un determinado estado de la por parte del hablante, de un tiva contemporánea se produce son: relato en primera persona,
misma (p. e., la Gramática de pensamiento o reflexión interior en algunos novelistas la incorpo uso preferente de los tiempos
Port-Royal intenta describir el expuesto en forma de diálogo ración del estilo directo a algunas de presente y pretérito perfecto
estado del francés en tiempos de consigo mismo. También se apli de sus obras. Éste es el caso de (dada la cercanía entre el mo-
DIÁSTOLE 132 133 DIRECTOR DE ESCENA
mentó de la narración y el acon cogidas en libros, p. e., las Diatri- Diégesis. Término griego, que no obstante, se vuelve al finalizar
tecimiento narrado), lenguaje bai de Epicteto, cuyas ideas in significa «relato» o «exposición», el inciso. Los tipos más frecuen
coloquial con frecuentes elisio fluirán en el pensamiento de con el que se designa la sucesión tes de digresión suelen ser las
nes y frases cortas (sobre todo en Marco Aurelio. Es un filósofo afín cronológica de las acciones y comparaciones, anécdotas, re
el diario de viajes), inclinación a los cínicos, Bión de Borístenes acontecimientos que constituyen cuerdos y ejemplos en la oratoria
por el apunte rápido, motivado (s. iv a.C.), quien introduce en la una historia narrada o represen y en la literatura didáctica (p. e.,
por la economía de tiempo, ano diatriba la acepción de discurso tada. En la narratología contem las parábolas o los relatos «ejem
taciones de tipo impresionista, o escrito agresivo y, en ocasiones, poránea, G. Genette considera la plares» serían un tipo de digre
abundancia de datos cronológi injurioso, que mantendrá en diégesis como el contenido na sión reiterada en la literatura as
cos, geográficos, etc. Véanse: au adelante. Sus críticas a los defec rrativo constituido por los acon cética y en la oratoria religiosa),
tobiografía, AUTORRETRATO, tos morales de carácter social, lo tecimientos: en ese sentido, dié ciertas descripciones de espa
CONFESIÓN y MEMORIAS. mismo que las de Menipo, servi gesis sería sinónimo de historia. cios, personajes, indumentaria,
Diástole. Término de origen rán de modelo a la sátira grecola- La diégesis se diferencia del relato etc. Las anticipaciones o prolep-
griego (dias-tole: alargamiento, tina posterior: la de Luciano de (conjunto de' palabras que for sis, retrospectivas, intercalación
dilatación) con el que se designa Samosata (Diálogos de los muer man el discurso o enunciado del de relatos metadiegéticos, etc.,
una licencia poética consistente tos), la de Horacio y. la de Varrón narrador) y de la narración, que son otras tantas formas de digre
en el cambio de lugar del acento (Sátiras menipeas). es el «acto narrativo», productor sión en la narrativa.
de una palabra, acento que, por El verdadero iniciador de la dia del relato. Véanse: narración, Dilogía. Término de origen
razones de rima o ritmo, pasa a triba en el sentido moderno del RELATO y VOZ. griego (dis, dos, y logos, palabra)
una sílaba posterior a la que nor término (en el que se incluye Diéresis. Término de origen con el que se denomina una
malmente le corresponde. Su con la mordacidad y sutil dilacera griego (diairesis: división) con el figura de dicción que consiste
trario es la sístole. Ejemplo: ción de personas, instituciones que se designa un tipo de licencia en utilizar una palabra con dos
o ideas) es Voltaire, el cual titu poética consistente en separar, sentidos o acepciones diferentes
«Vi luego los montes iperboreos la expresamente con dicho tér por razones métricas, dos voca dentro de un mismo enunciado.
mino algunos de sus opúsculos, les que normalmente forman dip Esta figura es conocida también
dexo más otros rincones ebreos, p. e., Diatriba del doctor Akakia tongo, por lo que se computan, en con los nombres de antanaclasis
de los capadores e los amorreos». (1751), etc. Véase: sátira. consecuencia, como dos sílabas y diáfora. Como ejemplo, véase el
(Juan de Mena) Didáctica. Término de origen diferentes. Ejemplo: que aparece en diáfora.
griego (didaktike, de didasko: en Diplomática. Véase edición.
En «iperbóreos» se pasa el acento señar) con el que se alude a un gé «Con un manso ru-i-do». Director de escena. Es el res
a la sílaba siguiente, para poder ri nero literario al que pertenecen ponsable de la «puesta en es
(Fray Luis de León)
mar con «ebreos» y «amorreos». aquellas obras cuyo cometido cena» de una obra teatral. Esta
Véase: sístole. principal es impartir, o favorecer, Un fenómeno contrario a la dié función implica una dirección
Diatriba. Término de origen una enseñanza moral, religio resis es la *sinéresis. expresiva, centrada fundamen
griego (diatribe: discurso) con el sa, científica o de otra índole. Digresión. Figura retórica con talmente en la preparación de los
que inicialmente se designaban Véanse: apólogo, compromi sistente en la interrupción del actores (formación, técnicas de
las lecciones de tema moral que so, DEBATE, DIÁLOGO, ENSAYO, tema o del hilo del discurso para interpretación, expresión corpo
impartían en Grecia ciertos filó EXEMPLO, FÁBULA, ILUSTRA introducir un aspecto que, a pri ral, movimientos en el espacio
sofos estoicos y cínicos. Algunas CIÓN, PAREMIOLOGÍA, PROVER mera vista, parece no tener co escénico, etc.), y una dirección
de estas disquisiciones fueron re BIOS y REFRANES. nexión con dicho tema, al que, plástica, que incluye la atención
DISCURSO 134 135 DISPOSICIÓN
a la escenografía, iluminación, ción de influenciar de alguna actitud con relación al mensaje partes en que los tratadistas gre-
vestuario, maquillaje, efectos es manera al segundo. El discurso del texto; referencial, si se dirige colatinos dividían el discurso
peciales, música, etc. En la histo cumple, pues, con una doble fun hacia el contexto; persuasivo o co- retórico: inventio, dispositio, elo-
ria del teatro ha habido grandes ción: la de ser portador de un nativo, si se orienta hacia el re cutio, memoria y actio. En la pre
directores de escena (algunos de mensaje e instrumento de ac ceptor con el propósito de influir paración de ese discurso, la in-
ellos directores de sus propias ción. Dentro de esta definición en él; poético, si vuelve hacia el ventio consistía en la búsqueda y
obras: Shakespeare y Moliére), del discurso, caben toda clase de mensaje como signo artístico; recopilación del material que ha
como el francés F. J. Taima, en el textos: orales o escritos, de cual metalingüístico, si se orienta ha bía de servir al orador para ela
siglo xviii, E. Kean y Antoine en quier género o modalidad (na cia el funcionamiento del código; borarlo (pruebas, documentos,
el xix y C. Stanislavski, V. Me- rrativos, dramáticos, memorias, y de eontacto, si se centra en la co argumentos, «tópicos», etc.); a la
yerhold, E. Piscator, B. Brecht, obras didácticas, etc.); en defini municación con el receptor. dispositio compete la organiza
A. Artaud, G. Strehler, G. Craig, tiva, «todos los géneros donde Por lo que respecta al discur ción de este material, de acuerdo
A. Apia, J. Copeau, Max Rein- alguien se dirige a alguien enun so poético o literario, véanse: con unas fases de desarrollo del
hardt, J. Grotowski, etc., en el ciándose como locutor y organi ENUNCIADO, FRASE, FUNCIÓN, discurso, perfectamente delimi
siglo xx. Véanse: actor, cómi zando lo que dice bajo la catego LENGUA LITERARIA, LINGÜÍSTI tadas: 1) el exordio, o introduc
cos, COMPAÑÍA, DECORADO, ES ría de persona» (E. Benveniste). CA DEL TEXTO, PRAGMÁTICA, ción (exordium), cuyo cometido
CENOGRAFÍA, TEATRO DE LA En una valoración jerarquizada REMA y TEMA. era establecer el primer contacto
CRUELDAD, TEATRO POBRE, etc. de las unidades de comunica Diseminación. Véase reco con el auditorio, tratando de cap
Discurso. Término polisémico ción, el discurso es la máxima lección. tar su atención y simpatía; 2) la
utilizado, preferentemente, en unidad lingüística y supone una Disfraz. Artificio utilizado para narrado es la parte informativa,
dos sentidos: como exposición «situación comunicativa total desfigurar un objeto o a una per consistente en el relato de los he
oral o escrita de un determinado mente desarrollada» (C. Segre). sona. Es un recurso frecuente en chos, situándolos en el espacio y
tema (p. e., el discurso forense de Dicha unidad máxima se compo el teatro para intensificar la in en el tiempo; 3) en la confirmado
la oratoria clásica, o un ensayo fi ne de unidades menores que son triga, facilitando informaciones, se presentaban las pruebas y ar
losófico: el Discurso del méto los enunciados, los cuales, a su descubriendo secretos, provo gumentos a favor o en contra de
do, de Descartes) y como acto de vez, se descomponen en frases. cando situaciones equívocas, etc. la causa, según se tratara de acu
enunciación de un mensaje o Es difícil lograr una clasificación El disfraz puede consistir en una sación o defensa; 4) la perorado
de comunicación lingüística. En convincente de los diferentes ti máscara, un maquillaje, un cam constituye el epílogo o parte final
esta segunda acepción, E. Buy- pos posibles de discurso. Ciertos bio de indumentaria; cambio fí del discurso, en la que se sinteti
sens utilizaba el término discours lingüistas han adoptado como sico que debe ir acompañado de zan las ideas básicas desarrolla
(en oposición aparóle: «flujo so criterio el posible predominio, en una transmutación de gestos, len das a lo largo de la intervención,
noro que sale de la boca del emi un determinado texto, de algu guaje, maneras de pensar, etc. La al tiempo que se apela a los senti
sor») para significar las combi na de las funciones lingüísticas presencia del disfraz es algo con mientos del público para lograr
naciones (de signos lingüísticos) enunciadas por Bühler y Jakob- sustancial al teatro, ya que, en de su adhesión a las tesis propuestas
mediante las cuales el sujeto ha son para establecer las diferencias finitiva, todo actor se disfraza de (en el caso de los discursos deli
blante utiliza el código de la len entre unas y otras modalidades un personaje. berativo y epidíctico), o de pe
gua. Para E. Benveniste el discur de discurso. En este sentido se de Disonancia. Véase cacofonía. tición de justicia rigurosa o de
so es una enunciación integrada signa como discurso expresivo Disposición. Término de ori piedad en el discurso forense.
por un hablante y un oyente y que aquel en el que se centra el interés gen latino (dispositio, -onis) con Véanse: elocución, oratoria
supone en el primero la inten sobre el emisor, que expresa su el que se designa una de las cinco y retórica.
DISTANCIAM1ENTO 136 137 tiOLCE STIL NOVO
Distanciamiento. Véase épico se elogia de manera desmedida a demando tal quistión», Anóni guientes: a) una concepción del
(teatro). alguien. Véase tragedia. mo); 6) dodecasílabo de 7-5, de amor, basada no en la vieja idea
Dístico. Estrofa de dos versos Doble-. Se dice de un actor que nominado también dodecasílabo trovadoresca del vasallaje, co
con autonomía significativa. Se sustituye a otro en determinados de seguidilla: consta de dos he rrespondiente a la cultura feudal
utiliza generalmente al final de momentos de una representa mistiquios de siete y cinco síla de los poetas provenzales, sino
una composición, aunque tam ción teatral, o bien que interpreta bas («Metro mágico y rico que el en un concepto más acorde con
bién puede ir al comienzo. Un dos papeles diferentes en una alma expresas», R. Darío); 7) do la sociedad burguesa de las ciu
ejemplo conocido son los dos misma función, en cuyo caso se decasílabo de 5-7, cuyo primer dades italianas, el de la «gentile
versos con los que don Juan Ma denomina también doblete. hemistiquio suele ser dactilico y za», según el cual el amor sólo
nuel termina cada uno de sus Dodecasílabo. Verso de doce el segundo trocaico («Guerrero puede aparecer en un corazón
cuentos en el Libro de los exem- sílabas que puede presentar dife fuiste con que Yupanqui un «noble»; la gentileza es una cuali
plos del Conde Lncanor: rentes modelos según la distinta día...», J. Santos Chocano). dad del espíritu («nobleza espiri
composición interna de los he Históricamente, el dodecasílabo tual») que no se transmite con el
«Si al comiendo non muestras
mistiquios de que consta y la di aparece en estrofas de arte mayor linaje, sino que se funda en la vir
[qui eres,
versa distribución de sus acen en los siglos xiv y xv. Reapare tud individual; b) una nueva vi
nunca podrás después quando
tos. T. Navarro Tomás distingue ce en el neoclasicismo, en el Ro sión de la «dama», no ya como
[quisieres».
los siguientes tipos de dodecasí manticismo y en el modernismo, «señora» que domina el corazón
Ditirambo. Término de origen labo: 1) trocaico: formado por dónde figuran todos los modelos del poeta, sino como «angélica
griego (dithyrambos: dos veces dos hexasílabos trocaicos, lleva de dodecasílabos mencionados criatura», un «ángel» enviado de
nacido) utilizado como sobre acentos en las sílabas impares en las modalidades de dactilico, Dios, una «estrella» (lucente ste-
nombre de Dioniso y como de («Tejen las arañas cual las hilan ternario y polirrítmico. lla) que provoca con su mira
nominación de una composición deras», S. Rueda); 2) dactilico: Dolce Stil Novo. Marbete con da, en el corazón del hombre,
lírica que en la primitiva Grecia compuesto por dos hexasílabos el que se reconoce a un grupo un deseo de belleza, bondad y
era interpretada y bailada por un dactilicos, con acentos en la se de poetas italianos de la región de perfección moral, un deseo de
grupo de coristas dirigidos por gunda y quinta de cada hexasíla- Toscana que, en la segunda mitad «gentileza» y elevación espiritual
un corifeo. Se ha creído ver en la bo («Donceles latinos de rítmica del siglo xiii, constituyen una es hacia el Sumo Bien; c) una des
estructura dialogal del ditiram tropa», A. Ñervo); 3) polirritmi- cuela literaria en la que se reco cripción del estado de ánimo del
bo el origen de la tragedia. De co: se produce cuando se combi gen elementos de la tradición poeta enamorado, que bascula
hecho, en algunas tragedias, p. e., nan las dos variedades anterio trovadoresca, a la vez que se dis entre el dulce arrobamiento del
en las Bacantes, de Eurípides, res, dactilica y trocaica («Las tancian de ella en su nuevo con ensueño (al recordar la belleza y
aparece este tipo de composi luces, la hora, la noche, profun cepto del amor y en la fijación de excelencias de la imagen angélica
ción. Entre los autores conocidos do»..., J. de Espronceda); 4) ter nuevas formas métricas, como la de la dama a la que adora) y el te
de esta clase de poemas figuran nario: formado por tres tetrasíla baílala y el sonetto. Esta escuela mor a verse abandonado o priva
Simónides, Píndaro y Baquíli- bos (4-4-4) y con acentos en las literaria está formada por G. Gui- do de su «gracia».
des. sílabas tercera, séptima y undéci nizelli, G. Cavalcanti, Ciño da La vigencia de este modelo poéti
Fuera ya del mundo griego, la ma («Es el verso luminoso que Pistoiay Dante. co se mantiene hasta finales del
palabra «ditirambo» ha servido encandila», S. Rueda); 5) el do Desde el punto de vista del conte siglo xin y comienzos del xiv. El
para designar una composición decasílabo de 8-4, compuesto de nido, los poetas de esta escuela Canzoniere de Petrarca señala el
en la que se manifiestan senti un hemistiquio polirrítmico y presentan una serie de ideas o to- momento del declive del Dolce
mientos exasperados o en la que otro trocaico («presentando les poi compartidos, que son los si Stil Novo y el punto de arranque
D OLORA 138 139 DRAMATURGO
de una nueva estética que servi un drama) utilizado en tres acep En tercer lugar, puede entenderse
Voltaire, etc.) quienes ponen en
rá de modelo en el Renacimiento circulación dicho término, al ciones: la primera, para designar por dramaturgia la tarea de inter
poético europeo y, en concreto, atribuirlo a sus propias obras, ca la técnica de realización de obras pretación de un texto teatral con
en el español, gracias a la obra racterizadas por esta simbiosis teatrales de acuerdo con un siste vistas a su puesta en escena y a la
de Boscán y Garcilaso. Véanse: de elementos de la tragedia y de ma de convenciones, principios y búsqueda de los elementos más
CORTÉS y PETRARQUISMO. la comedia. Dentro de la tradi recursos establecidos por la pre adecuados para el montaje del
Dolora. Tipo de composición ción del drama burgués se in ceptiva vigente. Desde la Poética espectáculo teatral. Véanse: di
poética creada por R. de Campo- cluyen las obras de autores realis de Aristóteles, diversos autores rector de escena y drama
amor y definida por él como tas y naturalistas, como Ibsen, (Lope de Vega, Lessing, Brecht, turgo.
«una humorada convertida en Strindberg, Pérez Galdós, etc. etc.) han tratado de sistemati Dramaturgo. Término de ori
drama», en la que se unen «la li Otras denominaciones en las que zar unos principios orientadores gen griego (dramaturgos: autor
gereza con el sentimiento y la se utiliza el mencionado término para la creación de obras dramá de dramas) aplicado al escri
concisión con la importancia fi son las de drama social (p. e., Los ticas. tor de obras de teatro. En la dé
losófica». De extensión y métrica tejedores, de G. Hauptmann, o En una segunda acepción del tér cada de los años sesenta ha sur
variables, es ampulosa y razona Juan José, de J. Dicenta), drama mino, se entiende por dramatur gido una nueva figura en el ám
dora. La ironía suave, el sentido histórico (Un soñador para un gia el planteamiento ideológico y bito del teatro, cuyas funciones
del humor y un tono de melanco pueblo, de A. Buero Vallejo), dra formal implícito en una obra dra son: selección del texto teatral,
lía, a veces amarga, son sus ras ma lírico (M. Maeterlinck: El pá mática que condiciona su puesta estudio documentado, interpre
gos peculiares. jaro azul, 1908), etc. Finalmen en escena. En este aspecto se pue tación, adaptación y modifica
Donaire. Véase gracioso. te, se podría aplicar el término de pretender, desde una concep ción (si es preciso) de dicho tex
Drama. Término griego (dra «drama» a diversas obras del ción tradicional concorde con el to para adecuarlo a la puesta en
ma: acción) utilizado a partir del teatro contemporáneo, pertene concepto clásico de la mimesis, escena y seguimiento de los en
siglo xvni para designar un sub cientes a autores tan diversos crear en el espectador una ilusión sayos, así como del conjunto del
género teatral en el que se produ como L. Pirandello, J. Anouilh, de realidad, o bien buscar unos montaje y espectáculo teatral. En
ce una síntesis de comedia y tra F. García Lorca, J.-P. Sartre, E. Io- procedimientos narrativos que francés, a la figura que cumple
gedia. En el teatro español del nesco, S. Beckett, etc. provoquen en el público un dis- con estas funciones se la deno
Siglo de Oro, ciertas obras, a las Dramática (poesía). Véanse tanciamiento y conciencia críti mina dramaturge, mientras que
que se reconoce con el nombre de COMEDIA, DRAMA, GÉNEROS LI cos respecto de la realidad social en español es el director de esce
tragicomedia (Lope de Vega cali TERARIOS, POEMA DRAMÁTICO, representada, tal como pretende na el que viene cumpliendo con
fica como tal, p. e., a Peribáñezy TRAGEDIA y TRAGICOMEDIA. B. Brecht en su «teatro *épico». el mencionado cometido.
el Comendador de Ocaña) y aun Dramatis persortae. Expre
con el más impreciso de comedia, sión latina («personajes o másca
responden a este concepto; de ahí ras del drama») con la que, en las
que se les aplique en la actualidad ediciones del teatro clásico, se
el marbete de drama barroco. Lo designaba la lista de personajes
mismo puede decirse de gran que iban a intervenir en la repre
parte de la producción teatral de sentación de la obra. Véase: per
Shakespeare. Pero son los inicia sonaje.
dores de lo que se ha denomina Dramaturgia. Término griego
do el drama burgués (Diderot, (dramatourgia: composición de
141 EDICIÓN
crítica (en la que, a las notas de la co-pastoriles. El término écloga JElegía^érmino de origen griego En el Renacimiento, la elegía
anterior, precede una revisión es utilizado definitivamente con (e-legeia: lamentación) con el que europea encuentra su inspira
cuidada del texto, e incluye posi esa connotación temática por se alude al sentimiento que encie ción no sólo en las fuentes clási
bles variantes), facsímil (repro Tito Caípurnio (s. i) y se recoge rra esta composición lírica y a la cas mencionadas, sino también
ducción íntegra y exacta de una en el Renacimiento para deno estructura métrica, que era lo que en el Canzoniere de Petrarca y en
edición anterior, a ser posible minar poemas escritos sobre el inicialmente caracterizaba a este los dísticos latinos de Sannazaro.
con sus características tipográfi asunto mencionado, a imitación tipo de poemas. Estaban com Con esta doble tradición conecta
cas), paleográfica (reproducción de Virgilio. De éste proviene el puestos por una serie de elegeion o Garcilaso de la Vega en sus ele
de un manuscrito, generalmente, contenido y los aspectos forma dísticos: dos versos formados por gías A Boscán y Al Duque de Alba
con las características gráficas les de la tradición poética bu- un hexámetro y un pentámetro. en la muerte de Don Bernaldino
del texto originario), diplomáti cólico-pastoril en cuanto a su En cuanto a los temas, podían res de Toledo. Este tipo de composi
ca (reproducción del manuscrito, estructura dialogal, al tipo de ponder a un sentimiento de triste ciones son cultivadas igualmente
respetando no sólo las grafías, personajes (pastores), tópicos za por la muerte de una persona o en la literatura portuguesa (Ca-
sino también la disposición espa (amores no correspondidos, etc.), por una calamidad pública (una moens), italiana (Sannazaro),
cial del texto, los signos diacríti espacio (naturaleza idealizada), guerra, una catástrofe natural, francesa (Ronsard: Elegías, mas
cos, etc.), modernizada (edición etcétera. etc.), o bien podían centrarse en la caradas y poemas pastoriles), in
de un texto antiguo en la que se El tema pastoril es objeto de un exaltación patriótica o en una glesa (Milton: Lycidas), etc. En la
actualizan aspectos lingüísticos tratamiento literario de gran ca evocación amorosa, ya fuera gra- elegía del Barroco-español la sec
del texto original, respetando el lidad en determinadas obras de tificadora o de desengaño. En ción del poema destinada a la la
léxico y la estructura sintáctica la literatura italiana como el Bu- Roma, es Ovidio quien crea en sus mentación se acorta o es reem
del texto primitivo), moderna (la colicum Carmen, de Petrarca, el Tristes y Pónticas el modelo más plazada por la consolación y el
que se prepara para hacer accesi Ninfale D’ Ameto de Boccaccio, y perfecto de la elegía latina: en es elogio: van desapareciendo los
ble la lectura de un texto antiguo La Arcadia, de Sannazaro. tos poemas, escritos desde el des «signos de duelo», y la muerte,
a un público no profesional, re En España, aunque habían utili tierro a distintas personalidades por razones religiosas, es presen
construyendo dicho texto con un zado ya el término égloga Juan del romanas, cuenta sus desgracias tada como «posibilidad de entra
lenguaje moderno en todos los Encina y Lucas Fernández, sin personales, al tiempo que solicita da a una vida mejor». Entre los
aspectos: gráfico, fonético, mor- embargo quien conecta más di ayuda para conseguir el regreso a ejemplos más notables, cabe re
fosintáctico, semántico, etc.). rectamente con la tradición bu- la patria. cordar la Canción a la muerte de
Editorial. Véase artículo. cólico-pastoril representada por En la literatura española medie Carlos Félix, de Lope de Vega; En
Egloga. Término de origen gre- Virgilio es Garcilaso de la Vega. val los poemas de tipo elegiaco la muerte de Don Rodrigo Calde
colatino (ekloge, écloga: texto A las églogas de éste hay que su presentan un emotivo tono de rón, de Góngora, etc.
«seleccionado») que se utilizó en mar las de otros escritores del Si tristeza, motivada generalmente En el siglo xvm, el prerromanti-
un comienzo para designar poe glo de Oro y del siglo xvm. En el por la muerte de un ser querido cismo alemán e inglés confiere
mas breves, razón por la que se siglo xx, al menos L. Cernuda al que se dedican dichas compo un tono de gravedad y dignidad a
aplicó a los poemas pastoriles de y M. Hernández titulan «églo siciones, a las que se da el expre la composición elegiaca a través
Virgilio (Bucólica o Eclogae). Di ga» sendos poemas, combinan sivo título de plancto (llanto), en de los grandes poemas de Young
chos poemas fueron escritos a do heptasílabos y endecasílabos tre las que descuellan, por su (Elegía a la muerte de la Reina
imitación de los Idilios de Teócri- como en las églogas garcilasianas calidad estética y emoción lírica, Ana, Las noches); especialmen
to, que tratan, en concreto los y compartiendo un similar tono las Coplas de J. Manrique a la te, Goethe, que con sus Elegías
once primeros, de temas bucóli melancólico y sensual. muerte de su padre. romanas configura un modelo
ELIPSIS 144 tó EMBLEMA
de poema caracterizado por un por la que se abrevia todo un tos, testimonios y otros materia ción con este último podría si
tono melancólico y nostálgico, enunciado, deducible o no por el les importantes para la defensa tuarse, en el Renacimiento, el
que aparece también en otros ro contexto, p. e., «¡Qué penal». de la causa) y la dispositio (orga Elogio de la locura, de Erasmo.
mánticos del siglo xix: Shelley, En narratología, se denomina nización de este material corres En la literatura española hay tes
Musset, Lamartine, Leopardi, etc. también elipsis a una técnica na pondiente a las distintas partes timonios de «elogio», p. e., en
En España siguen cultivándose rrativa consistente en suprimir del discurso), venía la estrategia El Libro de Buen Amor (alabanza
estos poemas en los siglos xvm en el relato ciertos acontecimien de elaboración verbal, consisten de las «dueñas chicas»), en Jorge
al xx, p. e., Elegía a las Musas, de tos de la historia, que pueden ser te en la búsqueda de procedi Manrique (elogio-panegírico de
L. Fernández de Moratín; Canto recuperados o narrados más tar mientos expresivos, adecuados su padre, el maestre don Ro
a Teresa, de J. de Espronceda; En de por una vuelta retrospectiva o para la transmisión del mensaje drigo), etc. En el Siglo de Oro,
la muerte de un hijo (Unamuno), «analepsis». (electio: selección del léxico y de algunos escritores ponen al fren
Elejfa estival (J. R. Jiménez), Elisión. Pérdida de la vocal final los recursos del ornatus: tropos y te de sus obras ciertas dedicato
Llanto de las virtudes y coplas por de una palabra, situada ante otra figuras retóricas) y la acertada rias a sus mecenas que consti
la muerte de Don Guido y El cri palabra que empieza por vocal. disposición y combinación sin tuyen auténticos elogios. En el
men fue en Granada (A. Macha En ocasiones, es esta vocal inicial táctica y rítmica de los diversos siglo xvm se aplica el título de
do), Llanto por Ignacio Sdncliez la que se pierde. Este fenómeno enunciados del discurso (compo- elogio tanto al panegírico de una
Mejías (F. García Lorca), etc. lingüístico, del que existe cons sitio). En la retórica clásica se eminente personalidad fallecida
Véanse: endecha y planto. tancia en textos medievales a daba gran importancia a esta fase (Jovellanos: Elogio de Carlos III)
Elipsis. Término de origen grie partir de los siglos xii-xm, llega de la elocutio: el arte del bien ha como al tratamiento encomiásti
go (elleipsis: carencia) con el que hasta el Renacimiento. Su uso blar (bene dicendi). Véanse: cla co de un tema de valor científico
se designa una figura de cons va decreciendo a lo largo del si ridad, CORRECCIÓN, DISPOSI o literario y de interés general
trucción o recurso estilístico que glo xvi. Ejemplos: CIÓN, INVENCIÓN, ORNATO y (elogios acade'micos: p. e., la Ora
consiste en la supresión de pala RETÓRICA. ción apologética por la España y
bras o expresiones que, desde el «[...] yen tanto qu’l cabello que’n Elogio. Composición literaria su mérito literario, de J. P. Forner,
punto de vista gramatical y de la [la vena [...]», surgida en la literatura griega, 1786). Véanse: apología, loa y
lógica, deberían estar presentes (Garcilaso de la Vega) que tenía por objeto el reconoci PANEGÍRICO.
pero sin las cuales se puede com miento y exaltación de los méri Emblema. Término de origen
prender perfectamente el sentido «[...] mas no, de esotra parte, en tos de una personalidad pública griego (emblema: incrustación,
del enunciado o del texto. Desde [laribera [...]». relevante. Inicialmente presen símbolo) con el que se designa
el punto de vista estilístico, este (Quevedo) ta carácter lírico (p. e., las Odas un «jeroglífico, símbolo o empre
recurso es de gran utilidad para triunfales o Epinicios, de Pínda- sa en que se representa alguna fi
evitar reiteraciones innecesarias, En la actualidad quedan restos ro); posteriormente aparece en el gura, y al pie de la cual se escribe
para incitar la atención del lector, de elisión en palabras surgidas de tratamiento de temas políticos algún verso o lema que declara el
estimular su ingenio, provocar contracción, como al, del, en (Elogio de Helena, de Isócrates), concepto o moralidad que encie
expectativas y dar mayor agili trambos, etc. filosóficos (exaltación del amor rra» (DRAE). Se ha creído ver en
dad y viveza al texto. En el len Elocución. En la retórica greco- en El Banquete, de Platón) e, in los jeroglíficos egipcios un ante
guaje poético es muy frecuente el latina, la elocutio era la tercera de cluso, de realidades irrelevantes cedente de esta modalidad de
uso de la elipsis en sus diferentes las cinco fases de preparación del descritas en tono paródico y bur composición literaria, cuya pri
formas: *asíndeton, ^zeugma y discurso oratorio. Tras la inven- lesco, como el Elogio déla mosca, mera muestra surge en Italia, con
braquiloquia: expresión elíptica tio (fase de recogida de argumen de Luciano de Samosata. En rela los Emblemata (1531) de Andrea
EMBOCADURA 146 147 ENDECASÍLABO
Alciato, a los que siguen los de La palabras dentro de una oración les, palabras con preposición, quinta sílaba de este último el
Perriére (1539), las Empresas mo al ser utilizadas, p. e., como ad oraciones adjetivas especificati encabalgamiento se denomina
rales (1581), de Juan de Borja; verbios siendo adjetivos («Habla vas, pronombres átonos, preposi abrupto; si termina después de la
los Emblemas morales (1589), de muy lento», por «muy lentamen ciones, conjunciones, artículos y cuarta, se denomina encabalga
Juan de Horozco y Covarrubias; te») o al sustituir una forma ver los elementos que les siguen. miento suave. Ejemplos:
los Emblemas morales, de Sebas bal por otra, un tiempo por otro Existen diversos tipos de enca
balgamiento: según el lugar del «Mas luego vuelve en sí el engu
tián de Covarrubias y Orozco; los («Llega mañana», por «llegará»),
verso donde se produce, la uni iñado
Emblemas moralizados (1599), un género por otro («Su Majes
dad morfosintáctica que se rom ánimo y, conociendo el desatino
de Hernando de Soto, las Empre tad está ocupado»), etc.
sas (1640), de Saavedra Fajardo, Encabalgamiento. Es el desa pe o la amplitud de espacio que
etc. El emblema consta de tres juste producido en una estrofa al abarca en el verso encabalgado: (Fray Luis de León)
elementos: una imagen o figura no coincidir la pausa morfosin- a) en el primer aspecto, el enca
(pictura), un título en forma de táctica con la pausa métrica de un balgamiento puede ser versal o Mario, el ingrato amor como tes-
breve sentencia (inscriptio)y una verso. Esto ocurre cuando el sen medial, según dependa de lapau- [tigo
explicación más amplia del con tido de una frase no queda com sa final del verso (como en la ci de rnifepuray de migran firmeza
tenido implícito en la imagen y pleto en el marco de dicho verso tada estrofa de Machado) o de la
en el título (suscriptio). El tema o (al que se denomina encabalgan cesura de un verso compuesto de (Garcilaso de la Vega)
sentencia recoge, a veces, un ada te) y continúa en el verso siguien dos hemistiquios. Ejemplo:
gio o refrán, como sucede en los te (encabalgado), de forma que la Endecasílabo. Verso simple de
citados Emblemas morales de Se pausa versal del primero rompe «... fue el abad solitario / de un ig- once sílabas, con acentos interio
bastián de Covarrubias, con lo unidades sintácticas estrecha [noto convento». res variables, salvo el de la déci
que se evidencia la relación exis mente vinculadas. Ejemplo: (Rubén Darío) ma sílaba, que lo lleva siempre. El
tente entre los emblemas y la lite- endecasílabo fue utilizado ya por
ratura de la que se sirven y a la «Yo voy soñando caminos b) en cuanto a la ruptura de la los trovadores gallegos y catala
que nutren. de la tarde. Las colinas unidad morfosintáctica, se pro nes, así como por el Arcipreste de
Embocadura. Término teatral doradas, los verdes pinos, duce un encabalgamiento léxico Hita y don Juan Manuel. Pero la
con el que se alude a la «boca» las polvorientas encinas». cuando una palabra se escinde incorporación a la métrica espa
del escenario, también llamada (A. Machado) entre el final del verso encabal ñola de las diversas modalidades
«boca-escena» o «arco de prosce gante y el comienzo del verso en desarrolladas en Italia, aunque
nio», que es por donde los espec En esta estrofa, la pausa versal del cabalgado. Ejemplo: había sido ensayada de forma
tadores ven la escena. De esta primer verso y la del segundo imperfecta en el siglo xv por
primera abertura del escenario rompen dos unidades sintácticas «Y mientras miserable Francisco Imperial y el marqués
forma parte el llamado «telón de que en español normalmente no mente se están los otros abra de Santillana, sólo se logra en el
boca». admiten ruptura o pausa interior: cando...». Renacimiento con Juan Boscán y,
Enálage. Término grecolatino sustantivo y complemento deter (Fray Luis de León) sobre todo, con Garcilaso de la
(enallage: cambio) con el que se minativo, sustantivo y adjetivo. Vega. De los variados tipos de en
designa una figura de construc Otras unidades que tampoco la c) por lo que se refiere a la ampli decasílabo que entonces se im
ción gramatical consistente en la admiten son verbo y adverbio, tud del espacio que el encabalga ponen, destacan: el enfatice, con
ruptura de la función normal auxiliar y participio en los tiem miento ocupa en el verso enca acentos en las sílabas primera,
que deben cumplir determinadas pos compuestos, perífrasis verba balgado, si termina antes de la sexta y décima («Níse, que en
ENDECHA 148 149 ENSAYO
hcrmosnra par no tiene», Garci- A finales del siglo xvi aparece cionero de Baena) como, sobre etc.), de discurso (narración, ex
laso de la Vega); el heroico, con una variante culta, denominada todo, en la popular (villancicos y posición, diálogo) y distintas len
acentos en la segunda, sexta y dé la endecha real, constituida por cosautes: «Al alba venid buen guas (castellano, náhuatl y habla
cima sílabas («El dulce lamentar una estrofa de cuatro versos, amigo»), y llega a su mayor auge de los negros).
de dos pastores», Garcilaso); el heptasílabos los tres primeros y con el modernismo. Ensayo. Escrito en prosa, gene
melódico, con acentos en tercera, endecasílabo el último. Sor Juana Enredo. Situación peculiar de ralmente breve, de carácter di
sexta y décima («¡Oh serpiente Inés deja Cruz, la poetisa me las comedias de intriga en la que dáctico e interpretativo, en el
nacida en dulce seno», Garcila xicana del siglo xvn, introdujo los personajes se encuentran que se abordan, desde un punto
so); el sáfico, acentuado en las sí nuevos modelos de endecha, en confusos por lo enmarañado de de vista personal y subjetivo, te
labas cuarta, octava y décima tre los que destaca una estrofa de la trama y lo extraño de ciertos mas diversos con gran flexibili
(«Dulce vecino de la verde selva», cinco versos compuesta por cua comportamientos y sucesos, lo dad de métodos y clara voluntad
E. M. de Villegas). Desde enton tro heptasílabos y un decasílabo, que da lugar a malentendidos e de estilo. Aunque se considera
ces, este verso, que es uno de los con rima asonante en el segundo, incertidumbres que provocan la a Montaigne como el iniciador
de más larga tradición y vigencia cuarto y quinto. impaciencia de aquéllos y la bús del género con sus Essais (Ensa
de la métrica española, se ha em Eneasílabo. Verso simple de queda ingeniosa de soluciones yos, 1580), el también ensayista
pleado en numerosas combina nueve sílabas, con acentos in para lograr sus objetivos. En el Francis Bacon (Ensayo de moral
ciones estróficas: liras, estancias, teriores variables, salvo el de la teatro del Siglo de Oro abunda la y de política, 1597) cree que di
silvas, tercetos, cuartetos, octa octava sílaba, que es impres comedia de enredo, de la que fue cho género comienza con los
vas reales, etc. Muchos poetas del cindible. La distribución de los maestro Lope de Vega, p. e., en su Diálogos de Platón, las Epístolas
siglo xx se han servido con fre acentos ’en el interior del verso obra El acero de Madrid, en la de Séneca y las Meditaciones de
cuencia del endecasílabo suelto. configura los distintos tipos de que su protagonista, Belisa, se Marco Aurelio. Sin embargo, es
Endecha. Composición poética eneasílabo, que pueden ser: dac finge enferma para lograr que su en el Renacimiento cuando se
de carácter luctuoso sin estruc tilico: acentuado en segunda, enamorado, Lisardo, también encuentran las primeras mues
tura métrica prefijada, aunque quinta y octava sílabas («Y luego médico fingido, venga a visitarla. tras de este tipo de escritos con
tradicionalmente aparece en for el estrepito crece», J. Espronce- Ensalada. Composición, a la sus rasgos más peculiares. En la
ma de romance, redondilla o da); trocaico: acentuado en cuar que también se denomina «ensa literatura hispánica destacan los
verso suelto. Está compuesta por ta, sexta y octava sílabas («En el ladilla», destinada al canto, en la ensayos de Fray Antonio de Gue
versos que van de cinco a siete sí castillo, fresca, linda, / marquesi que se mezclan asuntos dispares y vara (Epístolas familiares), Juan
labas. La endecha más conocida ta Rosalinda», R. Darío); mixto: diversos tipos de versos, estrofas, y Alfonso de Valdés y Fray Luis
es la dedicada a la muerte de Gui- que puede ser de tres tipos, según formas discursivas y lenguas, se de León en el siglo xvi, Saavedra
llén Peraza (1433), que comienza se acentúe en segunda, sexta y gún la libre voluntad del autor. Fajardo, Quevedo y Gracián en
así: octava; en tercera, quinta y octa Aparece ya en el Romancero Ge el xvii, Feijoo y Jovellanos en el
va; o en tercera, sexta y octava sí neral y es cultivada por poetas xviii, Larra, Valera, L. Alas y Gi-
«Llorad las damas,
labas; y polirrítmico: cuando en cultos del Siglo de Oro, p. e., Gón- ner de los Ríos en el xix. Sin em
sí Dios os vala, bargo, es en el siglo xx (Unamu-
una estrofa aparecen mezclados gora, en el romance «Apeóse un
Guillén Peraza
o combinados los diferentes ti caballero». Mención especial me no, Ortega y Gasset, Américo
quedó en la Palma, Castro, P. Salinas, E. Martínez
pos de eneasílabo mencionados. recen los villancicos-ensalada de
la flor marchita
El eneasílabo aparece en la mé Sor Juana Inés de la Cruz, en los Estrada, J. C. Mariátegui, O. Paz,
de la su cara [...]». etc.) cuando el ensayo adquiere
trica castellana en el siglo xv, que figuran diferentes tipos de
(Anónimo) tanto en la poesía culta (Can versos (octosílabos, hexasílabos, una gran relevancia en dicha li-
ENTONACIÓN 150 151 ENTREMÉS
teratura y se configura en sus tado científico sino una obra de el lector tendría completa al co de la farsa del teatro medieval. El
características peculiares como arte, en la que aparecen materia leccionar todas las entregas de primer autor de piezas cómicas, a
género literario. Esas caracterís les de construcción y técnicas que se componía la obra. Este las que se puede, con rigor, consi
ticas son: 1) brevedad: el ensa afines a otras formas de expre mecanismo de difusión tiene derar entremeses, es Lope de
yista no pretende ser exhaustivo sión, como la carta, el diálogo, la como precedente la edición, en Rueda, entre cuyas piezas cabe
en el tratamiento de los temas; 2) confesión, el diario, la prosa di periódicos y revistas, de nove recordar La tierra de Jauja, Las
carácter sugeridor e interpreta dáctica y el tratado científico. las por capítulos: de esta forma aceitunas, etc. Pero habrá que lle
tivo: el ensayista no es un crea Entonación. «Línea de altura publican, entre otros, Valera y gar a Cervantes para encontrar
dor ni un especialista en la mate musical descrita por la serie de Galdós, respectivamente, nove ya definitivamente perfilados los
ria: reflexiona sobre los conoci los tonos que corresponden a los las como Pepita Jiménez y Doña rasgos fundamentales del entre
mientos y valores establecidos, sonidos sucesivos que componen Perfecta en la Revista de España. més, en cuanto al tratamiento de
insinuando una revisión o inter una palabra, una frase o un frag Véase: folletín. los temas y de los personajes (re
pretación original; 3) carácter mento cualquiera del discurso» Entremés. Término (posible pertorio más variado, mayor nú
confesional: el ensayo está lleno (F. Lázaro Carreter). La entona mente relacionado con el latino mero de tipos, algunos ya del
de apreciaciones subjetivas, a ción puede ser ascendente o des intermisus: puesto en medio) ámbito urbano) y en cuanto a los
través de las cuales el autor cendente, aguda o grave, etc., con el que se designaba, a media objetivos: divertir al público, re
comunica su propia visión del según la dirección de la línea dos del siglo xvi, una breve esce flejar ciertas formas de conducta
mundo, sus impresiones y senti descrita por la voz. Entre las fun na cómica (con personajes po y costumbres populares desde
mientos surgidos al contacto ciones de la entonación destacan pulares, en tono humorístico) la óptica de la caricatura y de la
con la realidad; 4) intención dia la demarcativa (señala la conti inserta en una comedia, que po sátira y complementar el espec
logal: el ensayista pretende co nuidad o la terminación de las día desglosarse de ella sin pro táculo global de la representa
municarse con sus lectores; 5) frases: la entonación ascendente blema, ya que constituía un pa ción teatral, aportando un con
carencia de una estructura prefi marca la continuación; la des saje heterogéneo respecto del trapunto de humor a la obra de
jada: el ensayo, al contrario del cendente, la conclusión) y la in asunto principal de la misma. carácter serio y también un enfo
tratado científico, no tiene un formativa: la entonación señala Aunque estas escenas breves po que diverso y desmitificador de
orden sistemático, lo que explica el tipo de oración de que se trata dían aparecer como entrada a la la conducta de los personajes y
las frecuentes digresiones que (interrogativa, afirmativa, excla obra o como pieza final, la cos de sus valores. Entre sus entre
aparecen en el texto, que respon mativa) y también el estado de tumbre de intercalarlas en los meses más conocidos figuran El
den también al carácter colo ánimo.del emisor: seguridad, entreactos de la comedia (a par retablo de las maravillas, El juez
quial anteriormente menciona alegría, preocupación, desáni tir de Lope de Rueda) podría ex de los divorcios, La cueva de Sala
do; 6) variedad temática, que da mo, etc. plicar que se impusiera el nom manca, etc.
origen a diferentes tipos de ensa Entrega. Término utilizado en bre de entremés, según se deduce Otro autor clave en el desarrollo
yo: histórico, político, sociológi plural para designar un tipo de del testimonio de A. de Rojas Vi- del entremés es L. Quiñones de
co, autobiográfico, literario, etc.; publicación denominado «no llandrando: «porque iban entre Benavente, que lleva este subgé
7) voluntad de estilo: ésta es una vela por entregas», de gran difu medias / de la farsa, los llamaron nero a su más lograda perfección
característica imprescindible del sión y consumo en el siglo xix y entremeses». artística. Cuando comienza a es
ensayo. El ensayista es conscien que consistía en la edición sema Históricamente, esta forma de cribir, el llamado teatro menor
te de que se espera de él una cali nal de un cuadernillo («entre teatro breve conecta con un tipo ha desarrollado diversas formas:
dad estética en la expresión de ga») que formaba parte de una de literatura carnavalesca expre la "loa, la "jácara, el "baile, la
sus ideas. El ensayo no es un tra novela («novela de folletín») que sada en diferentes modalidades "mojiganga y el entremés. Qui
ENUMERACIÓN 152 153 EPANALEPSIS
ñones recoge estas formas y las asindética. Si la adición es de ele vierten algunas marcas deícticas de frases o versos correlativos.
enriquece con nuevas aportacio mentos integrantes de un con (uso de pronombres personales y Ejemplo:
nes y, en algunos casos, llega a fu junto, se denomina enumeración demostrativos, adverbios de lu
sionar elementos de unas y otras, simple; si es de conjuntos, enu gar y tiempo, etc.), a través de las «Ricos de fortaleza y de fe ricos.»
creando formas híbridas como la meración completa. Véanse un cuales se manifiesta la posición (Góngora)
loa entremesada, la jácara entre ejemplo de la primera y otro de la del emisor frente al receptor del
mesada, el baile entremesado, el segunda: mensaje, al contexto espacio- Esta figura se conoce también
entremés cantado, etc. temporal en el que se produce la con el nombre de epanástrofe
Después de un período de aban «Destas el Padre Eterno enunciación y al contenido del (del griego epanastrophe: vuelta
dono, esta pieza del teatro menor fortificó su nave: propio enunciado (p. e. «He veni atrás, inversión).
renace en las nuevas formas del timón, entena, mástil, popa y do hoy aquí a pediros...»). Véan Epanáfora. Término de origen
sainete de Ramón de la Cruz, en [frente...». se: DISCURSO y PRAGMÁTICA. griego (epanaphora: repetición),
el siglo xvin, del llamado género (Lupercio Leonardo Enunciado. Es una secuencia sinónimo de anáfora, con el que
chico en el siglo xix y del sainete de Argensola) de palabras transmitidas, de for se alude al recurso estilístico
de Carlos Arniches, los hermanos ma oral o escrita, por un emisor a de la repetición de una o más
Álvarez Quintero, Vital Aza, etc., «... agravios que pensaba desha un destinatario, a través de las palabras al comienzo de suce
en el xx, e influye, junto con otras cer, tuertos que enderezar, sinra cuales se realiza una comunica sivos enunciados. Véase: aná
formas de teatro cómico menor zones qug enmendar, abusos que ción dotada de sentido y que se fora.
(farsa, jácara, títeres, etc.), en al mejorar y deudas que satisfacer». considera concluida. Un enun Epanalepsis. Término de ori
gunas piezas de Valle Inclán (p. e., ciado puede constar de una o va gen griego (epanalepsis, de epa-
(Cervantes)
Farsa italiana de la enamorada rias frases o, incluso, de una sola nalambano: reasumir, repetir)
del Rey), Max Aub (Entremés del La enumeración puede ser par palabra («¡Cuidado!»). con el que se denomina una fi
director), A. Casona (Entremés de cial o exhaustiva (en el segundo A veces se utilizan indistinta gura retórica, llamada también
Sancho Panza en la ínsula Bara caso se denomina inventario), mente los conceptos de enuncia geminación, consistente en la rei
taría), F. Nieva (concibe su Com amplificadora o sintética, orde do y discurso: en realidad, el dis teración de una expresión al co
bate de Úpalos y Tasia como un nada y progresiva o acumulativa, curso es una unidad superior al mienzo, al medio o al final de un
«entremés satírico»), etc. Véanse: desordenada y caótica. El recur enunciado, como éste lo es res enunciado con el fin de resal
BAILE, COMEDIA, FARSA, GÉNERO so de la enumeración caótica es pecto de la frase, aunque, en oca tar enfáticamente su contenido.
CHICO, JÁCARA, LOA, MOJIGAN frecuente en escritores de todas siones, el discurso pudiera estar Cuando la repetición se produce
GA, PASO y SAINETE. las épocas. La enumeración se formado por un solo enunciado y al comienzo de enunciados suce
Enumeración. Término con el utiliza, sobre todo, en las diversas éste por una sola frase. Véase: sivos es una forma de *anáfora.
que se designa una figura retóri formas de ^descripción, y es un DISCURSO. Ejemplo:
ca que consiste en la adición o recurso que, junto ala *acumula- Enxiemplo. Véase exemplo.
presentación sucesiva de realida ción, es empleado en el procedi Epanadiplosis. Término pro «Cuando morir es ir donde no hay
des vinculadas entre sí como miento retórico de la *amplifica- cedente del griego (epanadiplo [nadie, nadie, nadie;
elementos integrantes de un con ción. sis: reduplicación) con el que se caer, no llegar nunca, nunca».
junto (objetos o sus partes, cuali Enunciación. Es el acto de uti designa una figura retórica con (Blas de Otero)
dades, acciones, aspectos, etc.) o lizar la lengua para la emisión de sistente en la repetición de una o
una serie de conjuntos relaciona un mensaje en un contexto deter más palabras al comienzo y al fi También se produce cuando se
dos de forma polisindética o minado. En dicho acto se ad nal de una frase o de un verso o utilizan las primeras palabras de
EPASNÁSTROFE 154 155 ÉPICO (TEATRO)
un texto (p. e., de un poema) ras: indias, grecorromanas, célti En la Edad Media resurge la épica moran el material épico francés
como título del mismo. cas, germánicas, etc. No obstante, bajo la influencia de los pueblos de los ciclos carolingio y bretón
Epanástrofe. Véase epanadi- existe una clara diferencia: en la germánicos, extendidos por una desde una perspectiva desmi-
plosis. poesía épica los protagonistas no gran parte de Europa, que apor tificadora y fantástica: Orlando
Epéntesis. Término proceden son dioses, sino seres humanos, tan un fondo de leyendas y tradi enamorado y Orlando furioso. La
te del griego (epenthesis, de elevados a la categoría de héroes, ciones que serán transcritas en nueva épica culta logra ejem
epentithemi: interponer) con el que intervienen en acontecimien diversos poemas épicos surgi plares de gran valor estético en
que se denomina un metaplas- tos importantes para el destino dos en Escandinavia, Inglaterra y Os Lusíadas, de Camoens, en la
mo producido por la intercala de una sociedad, acontecimien Alemania. De este fondo de le Araucana, de Ercilla, y en La
ción de un fonema en el interior tos, en algunos casos, históricos, yendas germánicas procede el Franciada, de Ronsard. En Italia
de una palabra. Ejemplos: Inga- en otros, legendarios, pero consi Cantar de losNibelurigos, escrito a aparece una versión épico-reli
laterra, coránica, etc. Cuando, derados como verídicos por los comienzos del siglo xm por un giosa con La Jerusalén libertada,
como en estos casos, se inserta destinatarios del relato. poeta austríaco. Por otra parte, de T. Tasso, centrada en la prime
una vocal entre una consonante Por lo que respecta a la épica ro la epopeya germánica transmite ra cruzada a Tierra Santa (1096-
líquida o nasal y otras consonan mánica, su fuente hay que bus una serie de temas y leyendas, 1099). Como ejemplo de epope
tes o viceversa, la epéntesis se de carla en las epopeyas grecolatina como las de Parsifal, Tristón e ya estrictamete religiosa, cabe
nomina anaptisis. En la evolu y germánica. En Grecia, una serie Iseo, Walter y otros, que serán re citar El paraíso perdido (1667),
ción del latín al castellano se han de cantores anónimos (los aedos) cogidos en la literatura caballe de J. Milton, y La Cristíada
producido numerosas epéntesis, configuran la materia básica de la resca posterior, los romances, etc. (1611), de Diego de Hojeda. Vé
p. e., stella (estrella), restuculo narración que un poeta posterior La épica románica se configura anse: CANTAR DE GESTA, EPOPE
(rastrojo), regestu (registro), tuo (en torno al siglo vil, sea o no en Francia sobre este fondo tra YA, MESTER DE JUGLARÍA, ORAL
(tuyo), etc. Homero) desarrolla en su forma dicional de temas, dando origen (LITERATURA), ROMANCE y RO
Epica. Término de origen griego definitiva: La Ufada y la Odisea. a los cantares de gesta y a poemas MANCERO.
(epos: noticia, narración) aplica En ambos poemas se sientan las breves surgidos en torno a la cor Épico (teatro). Modalidad tea
do a un tipo de relatos en los que bases de la epopeya culta greco te de Carlomagno (ciclo carolin- tral en la que interviene un na
se narran acciones de «héroes» rromana en cuanto a la estructu gio: Mainet, Fierabrás, Roland) y rrador que ofrece su punto de
que representan los ideales de ra y contenidos (temas, relación a los caballeros de la Table Ronde vista sobre lo que se está repre
una clase guerrera o aristocrática historia-mito, modelo del héroe, (ciclo artúrico o bretón: Artús, sentando en la escena o en la que
y de toda una sociedad, que aso etc.) y en cuanto a la forma: versi Lancelot, Perceval). Uno de esos los personajes exponen los he
cia a dichos héroes con sus orí ficación en hexámetros, estilo so personajes es el protagonista del chos en vez de «vivirlos». Esta
genes y destino como pueblo. lemne, técnica de descripción de cantar más importante de la épi conversión del drama en relato, o
Transmitidas por vía oral, estas batallas y de personajes, etc. En la ca francesa, la Chanfon de Ro la coexistencia de escenas repre
narraciones han sido relaciona épica latina, Virgilio vuelve so land (s.xi). sentadas y narración de aconteci
das con ciertos relatos cosmo bre el modelo de los poemas ho Sobre el origen, formación y ca mientos, es iniciada por Piscator
gónicos y mitológicos, cuya es méricos, de tal forma que se ha racterísticas de la épica española y Brecht, que rompen con la «ilu
tructura narrativa y funciones de llegado a interpretar la Eneida pueden verse *cantar de gesta y sión» del teatro naturalista y sus
sus protagonistas (dioses-héroes) como una Ufada romana en sus *mester de juglaría. tituyen la pura representación de
presentan notables afinidades, tal últimos seis cantos o una Odisea Con el Renacimiento se vuelve al los acontecimientos por una ex
como se muestran en mitos y re en sus seis primeros, escritos en modelo virgiliano, al tiempo que posición de los mismos, en una
latos épicos de diferentes cultu hexámetros latinos. en Italia Boiardo y Ariosto reme serie de escenas-relato, tratando
EPIFONEMA 156 157 EPINICIO
de provocar una posición crítica «Solitario, triste y mudo rón y representantes de un Ba El epigrama fue cultivado en la li
y distanciada de los espectadores hállase aquel cementerio; rroco degradado. teratura española por Hurtado de
sobre lo que en escena se está re sus habitantes no lloran... Epígrafe. (Del griego epigra- Mendoza, Lope de Vega, Góngo-
latando o representando. A lo ¡Quéfelices son los muertos!» phe: inscripción). Es un texto ra, Quevedo, T. de Iriarte, L. Fer
grar este distanciamiento crítico breve que, en forma de cita, apa nández de Moratín, etc. En estos
(Bécquer)
contribuye tanto la estructura rece al comienzo de un libro, de autores, lo que caracteriza a dicho
ción de la historia relatada como Epífora, epístrofe. Términos un capítulo o de una composi poema no es una forma métrica
la intervención de los actores y la procedentes del griego (epipho- ción poética y en el que se resume definida, ya que presenta formas
configuración del escenario. La ra: conclusión; epistrophe: retor un pensamiento o se expone una diferentes (copla real, pareados,
historia no seguirá una progre no) con los que se designa una fi máxima que anticipa la idea di tercetos, cuartetas, redondillas,
sión lineal ininterrumpida hasta gura retórica consistente en la rei rectriz o el espíritu y tono que quintillas, dobles quintillas, rima
su final, sino que se fragmentará teración de una o más palabras al anima la obra. consonante o asonante, etc.), sino
en cuadros narrativos autóno final de una frase o frases de un El término epígrafe se utiliza tam su agudeza festiva o satírica y su
mos. El desarrollo de la acción al período o, si se trata de un texto bién para designar inscripciones brevedad.
ternará con relatos del narrador. versificado, al final de un verso o conmemorativas y para denomi Epílogo. Del latino epilogas
El conjunto de la representación de una estrofa. Es lo contrario de nar el título de las partes y capítu (conclusión), es la parte final de
será análogo al de un montaje de la *anáfora. Ejemplos: los en los que se divide una obra. un texto. En la retórica clásica
secuencias cinematográficas. Los Epigrama. Término griego (epi- constituía la conclusión del dis
actores representarán su perso «No duerme nadie por el cielo. gramma: inscripción) con el que curso, en la que se resumía el
naje con cierta distancia, para no [Nadie, nadie. se designaba, inicialmente, una contenido o la argumentación
facilitar la «identificación» de los No duerme nadie. inscripción o un escrito breve, básica del mismo, a la vez que se
espectadores con ese persona [...] generalmente en verso, grabado apelaba a los sentimientos del
je; de esta forma, se les ayuda a No duerme nadie por el mundo. en piedra (en estatuas, tumbas, oyente. El epílogo puede apare
que asuman una posición crítica [Nadie, nadie. etc.), metal u otras materias. Su cer tanto en textos narrativos
frente a él y se logrará un teatro al No duerme nadie». temática era, en un principio, de como poemáticos, de teatro o de
mismo tiempo «entretenido e carácter épico o elegiaco (p. e., en ensayo. En él suelen despejarse
(García Lorca)
instructivo» y útil al hombre de Arquúoco). El epigrama fue muy las incógnitas e interrogantes
nuestro siglo, «sediento de liber Epígono. Término de origen cultivado en la época alejandrina planteados a lo largo del texto
tad y de sabiduría». griego (epi-gonos: nacido des por Calimaco, y, en Roma, por que precede. A veces, presenta
Epifonema. Término de origen pués) con el que designó Esquilo Ennio, Catulo, Virgilio y, sobre una enseñanza o moraleja final.
griego (cpiplioncma: expresión o a los siete héroes que vengaron a todo, Marcial. Este poema pre Epinicio. Término de origen
juicio último) con el que se de sus padres muertos frente a Te- senta, en la literatura latina, una griego (epinikion: canto después
signa la exclamación final, en bas. Dicho término se utiliza en gran diversidad de temas (eróti de la victoria) con el que se deno
forma de sentencia, con la que el filosofía y en crítica literaria para cos, morales, políticos, etc.) y de mina una composición poética
hablante o el escritor cierra su designar a los seguidores de tonalidad: frívola y desenfadada, cuyo tema es el elogio del vence
enunciado y emite un juicio o un maestro, una escuela o un irónica, mordaz y satírica e, in dor en los juegos que se celebra
consideración personal sobre las estilo. Se puede considerar, en cluso, obscena. Ejemplo: «Danlo ban en Olimpia, Delfos, Corinto
enseñanzas que se deducen del este sentido, epígonos a los dra era cirujano. Ahora se ha hecho y Nemea. Píndaro es el gran can
mensaje que acaba de transmi maturgos del siglo xviii, Zamora enterrador. En realidad empezó tor de los triunfadores en estas
tir: y Comellas, seguidores de Calde siendo lo que es ahora» (Marcial). competiciones deportivas, a los
EPISODIO 158 159 EPITALAMIO
que dedica sus Ocias, reunidas narrativa en su conjunto. Esto es tina (la Epistula ad Pisones, de Feijoo; las Cartas marruecas, de
en cuatro libros cuyos nombres lo que ocurre con algunos relatos Horacio, las cartas de Varrón y Cadalso; las Epístolas, de Jovella-
responden a los cuatro centros intercalados en el Quijote, p. e., Cicerón, etc.) como de la Biblia: nos, Cartas desde mi celda, de
mencionados: Olímpicas, Píticas, las historias de Ricote y de Clau las epístolas de los apóstoles Pa G. A. Bécquer, etc.
ístmicas y Nemeas. La estructura dia Jerónima, en la segunda par blo, Santiago, Juan y Pedro a sus Por otra parte, existe una serie de
métrica de estas odas era muy te. Desde otra perspectiva, se ha discípulos residentes en distintas obras en la literatura española
precisa: una sucesión de conjun bla de estructura episódica de regiones de Asia y Europa. En la escritas en forma de narración
tos de tres estrofas denomina una novela cuando está construi literatura española, la epístola ha epistolar como son el Proceso de
das: estrofa, antistrofa y epodo. da a base de relatos dotados de gozado de gran predicamento, cartas de amores, de Juan de Se
Esta estructura métrica fue imi cierta autonomía y que, gracias a sobre todo en el Siglo de Oro. Se gura; el Lazarillo de Tormes; la
tada en la literatura española por la presencia continuada de la fi escribían en prosa o en verso. primera parte de Pepita Jiménez,
Quevedo y algunos poetas afines. gura del protagonista de los mis La escritura epistolar, por el con de Valera («Cartas de mi sobri
Un ejemplo de este tipo de poe mos, se integran en una trama tenido, tono, destinatarios y pro no»); La incógnita, de B. Pérez
ma es el Elogio al Duque de Ler- unitaria, como ocurre en el Laza pósito, puede presentar diferen Galdós, etc. Véase: carta.
ma, don Francisco, del mismo rillo de Tormes. tes modelos. En primer lugar, las Epistolario. Véase carta.
Quevedo, que consta de dos con En el siglo xix, el término «epi cartas personales de escritores Epitafio. Término de origen
juntos de estrofa, antistrofa y sodio» ha sido utilizado por eminentes, que se constituyen griego (epitaphion: sobre la tum
epodo. Como una forma de epi B. Pérez Galdós para denominar por ello, aparte de su valor docu ba) con el que se alude a un tipo
nicio puede considerarse, ade una serie de novelas de trasfondo mental, en muestras ejemplares de poema elegiaco o fúnebre, es
más de la ^canción pindárica, la histórico y técnica realista en las del estilo epistolar: p. e., las Car crito con ocasión de la muerte de
oda, cuando su tema es la exalta que se proyecta, en una simbiosis tas de Teresa de Ávila, las Cartas una persona. En algunos casos se
ción de un triunfo, ya sea éste de artística de realidad y ficción, la de Lope de Vega (epistolario al grababa en la lápida sepulcral.
tipo militar, político, religioso, historia de España de dicho siglo. duque de Sessa, al conde de Sal- Aunque generalmente son poe
etc. Véase: epodo. La organización de episodios daña, etc.), de Quevedo, etc. Este mas breves, los hay más extensos
Episodio. Término de origen autónomos en torno a un eje te género epistolar ha sido abun y de gran perfección formal, p. e.,
griego (epeisodos: entrada, ac mático o a unos determinados dante entre los escritores de los el soneto de Góngora titulado
ción secundaria) con el que se personajes que aparece en este tres últimos siglos: p. e., en la lla «Inscripción para el sepulcro de
designaba en el teatro clásico conjunto de novelas históricas de mada Generación de 1868 los Dominico Greco».
cada una de las partes o escenas Galdós figura en ciclos narrati Epistolarios de Clarín, Pereda, Epitalamio. Término de origen
dialogadas de la tragedia que es vos contemporáneos, como los Galdós, Pardo Bazán y, sobre griego (epithalamios: sobre el tá
taban separadas por los cantos de P. Baroja (Aviraneta), Martín todo, Valera (a Estébanez Caldea lamo o lecho nupcial) con el que
del coro (stasima). Dicho térmi du Gard (Los Thibault), etc. rón, a Gumersindo Laverde, a se designaba en la literatura gre-
no se utiliza también en Narrato- Epístola. Término de origen Menéndez Pelayo, etc.) son una colatina una canción que solía
logía para designar los relatos in griego y latino con el que se de fuente de información y de valo ser cantada por jóvenes y mucha
tercalados en una novela que se signa un escrito en forma de car res estéticos. Otro tipo de cartas chas en la noche de bodas, a la
desvían de la acción principal de ta, dirigido a una persona cono frecuentes son las cartas-ensayo, puerta o en las inmediaciones del
ésta y constituyen un elemento cida, a lectores indeterminados o en las que el tema literario, social, dormitorio de los recién casados.
de «diversión» o diversificación a personajes de ficción. Esta for político o didáctico constituye Se conservan textos de epitala
que puede conferir una mayor ma epistolar de escritura procede su contenido fundamental: p. e., mios de Safo (sólo fragmentos),
complejidad e interés a la trama tanto de la tradición grecola- las Cartas eruditas y curiosas, de de Teócrito (Epitalamio de Me-
EPÍTASIS 160 161 EQUÍVOCO
nelno y Helena), Píndaro, Ana- Epíteto. Término de origen enemigos: «buen Campeador», sos, y el epodo, de veintiuno,
creonte, Catulo (Bodas de Tetisy griego (epitheton: sobrepuesto, «fardidas lanzas», «burgalés cum organizados en la siguiente for
Peleo), Ausonio, etc. En la Biblia, añadido) con el que se designa el plido», etc. Se habla también de mación de la rima: ABabaCCD-
algunos salmos y el Cantar de los adjetivo explicativo que expresa epíteto metafórico (cuando el ad DeEFGGFhlHiJJ. Véanse: antis-
Cantares presentan aspectos cer una cualidad del sustantivo. «Es jetivo implica una metáfora, p. e., tropa y canción pindárica.
canos al epitalamio. A partir del epíteto todo adjetivo morfológi «nevadas plumas»: por blancos Epopeya. Término de origen
Renacimiento escriben epitala camente tal que acompaña inme cisnes) y sinestésico: cuando de griego (epopoiEe oépopoiia: rela
mios Tasso, Ronsard, Sidney, etc. diata o mediatamente a un sus nota una cualidad sensorial que, to versificado de acciones heroi
En la literatura española del si tantivo, sin intermedio de cópula, lógicamente, no correspondería cas) con el que se designa un tipo
glo xvn aparecen el Epitalamio para expresar una cualidad pro al sustantivo al que califica, p. e., de poema transmitido por tradi
a las bodas de Anfriso y Filis, de pia o accidental del mismo sin «salada fragancia» (Rubén Da ción, oral, probablemente desti
S. J. Polo de Medina, y una serie necesidad lógica de expresarla» río). nado al canto o a la recitación
de canciones de bodas, tanto en (G. Sobejano). Un rasgo esencial Epítome. Término de origen acompañada de instrumento mu
la poesía popular como en la cul del epíteto es precisamente el no griego (de epitemno: abreviar) con sical y en el que se relatan accio
ta (Góngora, p. e.). Algunos au ser necesario para el conocimien el que se alude al resumen o com nes extraordinarias de héroes
tores de teatro insertan en sus to del objeto al que califica. Sin pendio de una materia o también (legendarios o históricos) aso
obras este tipo de canciones que embargó, la manera de utilizarlo a un procedimiento retórico con ciados con los orígenes y destino
solían ir acompañadas con músi indica la capacidad de observa sistente en repetir, de forma recu de sus respectivos pueblos. El
ca: p. e., en Peribáñez y en Fuente ción y expresión del hablante, su rrente en el transcurso de un pá término «epopeya» es «equiva
Ovejuna, de Lope de Vega. En los visión imaginativa y afectiva de la rrafo, una palabra o una expresión lente de poema épico» (R. Lápe-
siglos xvm y xix, N. Fernández realidad y ciertas peculiaridades que aparecía al comienzo del mis sa), por lo cual se explica la liber
de Moratín, F. Martínez de la de su personalidad. mo, con el fin de mantener la aten tad (o disparidad de criterios) de
Rosa (Himno epitalámico), etc., Hay diferentes clases de epíteto. ción sobre ese aspecto relevante los estudiosos del tema a la hora
presentan muestras de este tipo Se habla de epíteto típico cuando del enunciado, al tiempo que se de abordar la materia en cues
de canciones. En el siglo xix es el adjetivo denota una cualidad dota a todo el conjunto de una tión, ya sea englobándola ínte
conocido el Epithalamium de propia o esencial al sustantivo: mayor coherencia. gramente bajo el título de épica, o
Coleridge, y en el xx el «Poema «helada nieve», «noche oscura», Epodo. Término de origen grie bien en el de epopeya. Otros in
leído en la boda de André Sal «ardiente fuego». A veces se con go (epodos: «después del canto») vestigadores han optado*pof re
món», de G. Apollinaire. funde este adjetivo con el llama con el que se designa la tercera de servar este último término para _
Epítasis. Término griego (epita- do epíteto constante, que se aso las estrofas (tríada epódica) de la aquellos poemas de tradición
sis: intensidad) con el que se de cia de manera fija a un sustantivo llamada canción pindárica, que oral que hunden sus raíces en un
signaba la segunda de las cuatro («manso cordero»); su empleo presenta (el epodo) un número y fondo primigenio de relatos cos
partes o fases en las que se desa puede ser un signo de pobreza combinación de versos (heptasí- mogónicos o.mitológicos como
rrollaba la tragedia. Es la parte expresiva y de carencia de origi labos y endecasílabos) diferentes son, p. e., el Gilgamesh asirioba-
central de la acción dramática, en nalidad. En la literatura grecola- de los de las dos primeras estro bilonio, la Ilíada y la Odisea entre
la que sobrevienen los aconteci tina y en la medieval se designa fas, así como una distinta organi los griegos ylós dos poemas de la
mientos de mayor trascendencia como epíteto épico a ciertos adje zación de las rimas. En el Elogio India: el Mahábhárata y el Rá-
y se intensifican los conflictos, tivos con los que, de forma ritua- al Duque de Lerma, Don Francis máyana. Véase: épica.
que constituyen el «nudo» de la lizada, se exalta una cualidad del co, de Quevedo, la estrofa y la an- Equívoco. Término de origen
traína. Véase: tragedia. héroe o se fustiga un vicio de sus tistrofa constan de dieciséis ver latino (aequivocus, de aequa-vox:
ERASMISMO 162 163 ESCENA
igual voz, pero diversos sentidos) «contaminada» por las categorías to presenta concomitancias con de la superstición y del culto a las
con el que se designa una figura de la filosofía escolástica. Con un el de Erasmo), etc. Pero es en Es reliquias, de la conducta an
retórica consistente en la utiliza sólido conocimiento de los textos paña donde su doctrina consi tievangélica de eclesiásticos, de
ción de palabras homónimas que bíblicos y de la literatura clásica, guió una audiencia más amplia y las prescripciones legalistas que
se pronuncian de la misma ma Erasmo da forma a un pensa una implantación más duradera, Sancho llama «tologías»; el de
nera («yerro» - «hierro») o que se miento filosófico-religioso en el debido a unas circunstancias po seo de vuelta a la naturaleza y al
escriben igual («vela» de barco y que intenta conciliar la sabiduría líticas (Erasmo, consejero de cristianismo sencillo e ingenuo
«vela» de cirio) y que, sin embar de la cultura grecolatina y la reli Carlos V, goza del apoyo del can de los Evangelios y el común
go, presentan un significado dis giosidad evangélica, configura- ciller Gattinara y del secretario rechazo de las novelas caballe
tinto. Este recurso literario, que doras de un nuevo humanismo de Estado, Alfonso de Valdés), rescas, de las que El Quijote
se funda en la ambigüedad y po cristiano. El objetivo de este pen culturales (adhesión de diversos constituye una genial parodia.
lisemia de las palabras, se presta samiento humanista, que trans profesores de la Universidad de Por todo ello, adquiere pleno
a un juego de humor y de ironía. mite en sus libros, es la renova Alcalá y de la de Salamanca a di sentido la afirmación de Batai-
Ha sido muy utilizado en la tra ción espiritual de la Iglesia, la cha doctrina) y religiosas: sim llon: «Si España no hubiera pasa
dición teatral (comedias, pasos, búsqueda de concordia entre los patía de los arzobispos de Tole do por el erasmismo, no. nos ha
entremeses, sainetes, etc.) y en la cristianos, enzarzados en quere do (Carranza) y Sevilla (Manri bría dado el Quijote».
poesía satírica y burlesca. Véan llas de religión, y la dignificación que), así como de ciertos grupos Escena. Término de origen
se: CALAMBUR y DILOGÍA. de la Teología y de las expresiones religiosos (judíos «conversos», griego (skene: tienda de campa
Erasmismo. Nombre con el que del culto, de acuerdo con las for «alumbrados», etc.) hacia el ña) con el que se designaba ini
se conoce un movimiento de re mas del cristianismo primitivo. erasmismo. La influencia de este cialmente el espacio reservado a
novación religiosa y cultural que Este programa de renovación in pensamiento en la cultura espa los actores para poder cambiarse
se produce en la primera mitad telectual y de regeneración mo ñola se extiende, además, a la en el transcurso de la representa
del siglo xvi en varios países ral encuentra una extraordinaria creación literaria en obras como ción. El lugar donde ellos actua
europeos, entre ellos España, acogida en países como Francia De los nombres de Cristo, de Fray ban se denominaba proscenio,
donde ejercerá una profunda in (donde cuenta con las simpatías Luis de León (referencias al cris y estaba situado entre el muro
fluencia en determinados medios de humanistas, como G. Budé, tianismo interior, defensa de la frontal y la orquesta, destinada al
intelectuales, en la corte de Car etc., miembros del Parlamento lengua romance para el estudio coro. En el teatro romano, dicho
los V y en ciertos estratos popula de París e incluso del mismo de la Biblia), Guía de pecado término se aplicaba a un tablado
res dirigidos por una parte del Rey), Italia (donde su doctrina res, de Fray Luis de Granada, El de madera (luego de piedra) uti
clero, afín a dicho movimiento. es acogida con interés por los viaje de Turquía, de Andrés La lizado en los ludí o juegos escéni
En el origen de esta corriente re cardenales Contarini, Sadoleto, guna, y, especialmente, en el cos, sobre el que los actores re
novadora se encuentra la perso Pole e incluso el papa Paulo III), Quijote (Cervantes fue discípulo presentaban la obra. En el teatro
nalidad y doctrina de Erasmo de Inglaterra (de 1509 a 1514 ex del erasmista López de Hoyos en renacentista italiano se habla de
Rotterdam (1469-1536), religio plica griego y Nuevo Testamento el Estudio de Madrid), obra en escena ilusionista (para referirse
so agustino, especialista eA len en Cambridge), Alemania (des la que se manifiestan ideas y acti al decorado del escenario, que es
guas clásicas, cuyo conocimiento de 1519 los luteranos intentan tudes de raigambre erasmiana, taba formado por un telón de
le sirve para el estudio del Nuevo atraerle a su causa; en 1529 se como la evocación de dicho cris fondo pintado para dar la impre
Testamento, como medio de instala en Friburgo), Bélgica (en tianismo interior, centrado en la sión de perspectiva) y de escena
acercamiento al mensaje cristia seña en Lovaina; en Brujas cono comprensión del prójimo, en vitruviana, constituida por un
no en su fuente original, aún no ce a J. L. Vives, cuyo pensamien la sencillez y humildad; la crítica fondo y por dos edificios a dere
ESCENARIO 164 165 ESPACIO
cha e izquierda. (Sobre la confi pectadores, sucesivamente, si los actores, la organización de ción italiana. Sirve para unir las
guración de la escena en el teatro guiendo las indicaciones de un dicho espacio en función de la dos partes de la estancia: fronte y
español del Siglo de Oro, tanto el actor o de los carteles orientado movilidad de los mismos, la aten sirima. Suele ser un verso hepta-
ambulante como el de los corra res que figuraban en dichos espa ción al vestuario y al utillaje, la sílabo, y rima con el último verso
les, véase 'decorado.) En la actua cios. En algunas representaciones coordinación de los efectos so de la fronte. Véase: estancia.
lidad el término «escena» pre del teatro contemporáneo, se ha noros con el ritmo del texto, etc. Espacio. Categoría filosófica
senta diversas acepciones: sirve situado el escenario en medio del Véanse: decorado, dispositi utilizada entre los griegos para
para significar el lugar de repre público, con el fin de lograr una vo ESCÉNICO, ESCENA, ESCENA designar el receptáculo vacío
sentación o escenario, el fenóme mayor participación de los es RIO, MONTAJE, UTILERÍA y VES (Platón) o el topos o lugar (Aris
no teatral en su conjunto (en sen pectadores. Véase: decorado. TUARIO. tóteles) donde se sitúan los obje
tido traslaticio), la «puesta en Escenografía. Término proce Escritor. Término de origen la tos y en virtud del cual éstos son
escena» o, finalmente, para deli dente del griego (skene, escena, y tino (scriptor) con el que se de percibidos como tales objetos.
mitar una determinada unidad graplio: describir) con el que se signaba tanto al copista (scriptor Dicha categoría es una condición
temporal de la obra dramática. designaba el decorado teatral. librarius: copista de libros) como subjetiva imprescindible para po
Véanse: decorado, deus ex Hasta hace pocos años, la fun el autor de obras literarias: Quin- der «representar» mundos imagi
MACHINA, DIRECTOR DE ESCENA ción atribuida a dicho decorado tiliano denomina scriptor trage- narios (sustitutorios del mundo
y ESCENARIO. y a la escenografía era la de am diarum y scriptor veteris come- real) que la fantasía creadora del
Escenario. Término proceden bientar plásticamente un espacio diae al creador de tragedias y de escritor es capaz de poner en pie
te del griego skene (tienda de escénico para que los especta la antigua comedia respectiva gracias al lenguaje literario. Tanto
campaña) con el que se alude a la dores pudieran reconocer un lu mente. En castellano existen dos en la ficción narrativa como en
parte del teatro destinada a la re gar determinado (un bosque, un palabras con idéntico lexema el teatro, acción, personajes y ob
presentación y al decorado o *es- castillo, un palacio), en el que se para referirse a las dos acepcio jetos comienzan a adquirir con
cenografía. Dos son las formas desarrollaba la acción, espacio nes mencionadas: escribiente (co sistencia cuando son concebidos
más frecuentes con las que se ha que habría de servir a diferentes pista o transcriptor) y escritor y enmarcados en un espacio y
solido diseñar dicho espacio a lo situaciones posibles. En nuestros (autor). tiempo determinados. El narra
largo de la historia: el escenario días, el objetivo de la escenogra Desde el punto de vista profesio dor de un relato de ficción intenta
frontal, que presenta tan sólo una fía no acaba en esta tarea de ilus nal la valoración social del escri dar forma a un espacio imagina
cara abierta al público (escena «a tración, sino que pretende dar tor ha variado según las distintas rio a través de la descripción y
la italiana»), y el circular, rodeado un sentido global a la «puesta en sociedades y épocas de la histo disposición de los objetos que
en su mayor parte por los espec escena» del texto. A través del ria. Véase: público. configuran el escenario en el que
tadores. Este segundo tipo apa dispositivo (medios arquitectó Escritura automática. Véase se han de moverlos personajes,
rece en el teatro grecolatino y nicos, plásticos, sonoros, ilumi SURREALISMO. formando parte de él, en un en
medieval. En este último se desa nación, etc.) trata de interpretar Escuela literaria. Véanse cla tramado de relaciones de proxi
rrolla, además, lo que se denomi y desarrollar todas sus virtuali sificación LITERARIA, MOVI midad o lejanía, pero, en defini
na escenario múltiple longitudi dades: la configuración y la ubi MIENTOS LITERARIOS y PERÍO tiva, de . interdependencia con
nal, constituido por una serie de cación del espacio escénico, el DOS LITERARIOS. . respecto a esos objetos. Por otra
espacios escénicos yuxtapuestos control de la iluminación para Eslabón. Verso llamado tam parte, el narrador puede estimu
(los loci o moradas) en los que se crear la atmósfera y el ambiente bién volta (vuelta) o chiave (lla lar la imaginación del lector sus
iba representando una historia, deseados, el diseño del decorado ve) con el que se inicia la sirima citando una serie de sensaciones
que era contemplada por los es atendiendo a las necesidades de de la estancia, estrofa de la can visuales, auditivas, táctiles, olfati
ESPARZA 166 167 ESPERPENTO
vas (luz, colores, ruidos, voces, Espectador. Se dice del que óptica sistemáticamente defor habría que situarla en Luces de
aromas, etc.) que contribuyen a «mira con atención un objeto» y madora de la realidad. bohemia, obra en la que el prota
crear una impresión de ambiente, del que «asiste a un espectáculo La estética del esperpento conec gonista, Max Estrella, promete
atmósfera y espacio determina público» (DRAE). Entre los di ta con la tradición hispánica de la inmortalizar al «grotesco perso
dos. versos espectáculos posibles, es literatura paródica y del teatro de naje» don Latino en una farsa
En lo que respecta al teatro, se el teatro el que ha mantenido, farsa, vigente desde la Edad Me trágica: el «esperpento».
advierten dos modos fundamen desde sus orígenes, una más es dia tanto en Castilla (desde el Ar Esta obra y otras que escribe has
tales de considerar el espacio: el trecha relación con la creación li cipreste de Hita hasta Cervantes ta 1936 (Los cuernos de don Frio
dramático y el de la escenifica teraria, ya que una parte funda y Quevedo: recuérdense sus cari lera, Tirano Banderas, La corle de
ción. Por espacio dramático se mental del mismo lo constituye caturas grotescas del tipo del Dó los milagros, etc.) presentan ca
entiende el que es fruto de la fic el texto, pero un texto destinado mine Cabra) como en Galicia, de racterísticas comunes en cuanto
ción creadora de su autor, cuyas a la representación escénica. Por la que procede Valle, cuyas obras a temas, estructura, técnicas de
indicaciones y acotaciones sirven tanto, el público al que va dirigi recogen elementos del folclore construcción y recursos lingüísti
al director de escena para imagi do ese texto no es, en principio, popular de esa región y del mun cos. En el primer aspecto, destaca
nar el marco posible de desarro un público lector, sino especta do de las ferias y romerías, «con un tema recurrente, la historia
llo de la acción y los movimien dor. Dado que el teatro, además su teatrillo de fantoches, con pre (del período isabelino, la guerra
tos de los personajes. El espacio de arte, es juego, el espectador gonero embadurnado a la entra de Cuba, la dictadura de Primo de
escénico es el que se concreta en puede y debe participar en él da, a base de palo y puñal, cuer Rivera, etc.), que, si en la etapa
el desarrollo de un espectáculo, activando sus capacidades de nos, marido vengado y responso modernista de las Sonatas atraía a
de acuerdo con las posibilidades comprensión, interpretación, va bufo en el entierro...» (V. Paz- Valle como «leyenda», para eva
que ofrece la sala o el edificio en loración crítica y disfrute del es Andrade). Por otra parte, extrae dirse de la vulgar realidad, en la
el que se pone en escena, o repre pectáculo. El espectador cons muchos recursos expresivos del etapa de los esperpentos la per
senta la acción enunciada en un ciente no puede olvidar que el sainete coetáneo y de ciertas for cibe como folletín, lo que impli
texto dramático. Véanse: esce espectáculo teatral es re-presen mas de subliteratura, siguiendo ca una degradación de esa reali
nario, ESCENOGRAFÍA e IMAGI tación, ficción de realidad, farsa. un proceso de depuración de un dad histórica, de sus héroes y
NACIÓN. De hecho, frecuentemente el dra idioma suburbial madrileño. No valores, que, convertidos en ca
Esparza. Término de origen maturgo lanza ciertos guiños al hay que descartar, además, la po ricatura, terminan siendo «gro
provenzal (equivale a «copla suel público para que se percate de sible influencia de ciertas repre tescos». Otros temas recurrentes
ta») con el que se designa, en los esa dualidad ficción-realidad en sentaciones de lo grotesco en son los mitos heredados de la tra
cancioneros de los siglos xv y xvi la que está inmerso. algunos cuadros del Museo del dición (el honor, don Juan, etc.),
(esparta, esparsa), una composi Espinela. Véase décima. Prado (El jardín de las delicias y la corrupción de los valores mo
ción poética de una sola estrofa Esperpento. Término polisé- El infierno, de El Bosco, los «ca rales, el encanallamiento de la so
que normalmente es una copla de mico («persona o cosa notable prichos y disparates» y los «de ciedad, el problema social, etc.
arte menor, real o mixta. Su am por su fealdad, desaliño o mala sastres» de Goya), así como los En el diseño de estas piezas, Va-
plitud y formas son variables: el traza; desatino, absurdo», según grabados de L. Alenza y los lien lle-Inclán utiliza elementos pro
número de versos oscila entre el DRAE) elegido por Valle In- zos de J. Gutiérrez Solana, «es- cedentes del sainete, la farsa, el
cuatro y diez. Su temática suele clán para designar una categoría perpentizador» de un mundo mi guiñol, el romance de ciegos, etc.,
ser amorosa, aunque en algún estética, una forma teatral y una serable. para configurar esa farsa trágica,
caso figura un pensamiento reli visión de la vida humana y de la La aparición definitiva del esper en la que lo grotesco es una cate
gioso. Véase: copla. historia, representada desde una pento, como realización estética, goría estética fundamental. Ras
ESTANCIA 168 169 ESTÉTICA
gos comunes en estos esperpen puede aplebeyarse por el tono o C y sequedad d’aquella are y a temas y situaciones tipifi
tos son: la reducción de la perso gesto vulgares con que se emite na ardiente, O cadas que reaparecen reiterati
nalidad a fantoche, la aparición o por la situación innoble en que B o a la que por el hielo vamente en diferentes épocas.
del personaje colectivo y una se enmarca, y viceversa; y en el congelado N Ejemplos de estereotipos dramá
configuración similar del espacio plano de los sentimientos, valo A y rigurosa nieve es intra ticos son el miles gloriosus o ru
(principalmente urbano) y del res, etc., cualquier entidad positi table, T fián valiente, el bobo, el viejo ce
tiempo, que discurre de forma va puede ser neutralizada por su C del todo inhabitada de la loso, etc. Véanse: personaje y
discontinua, por el encadena contrario: la emoción, por la gente, E TIPO.
miento de cuadros autónomos. burla, la historia, por la anécdota c por algún accidente eslabón Estética. Término de origen
En cuanto a las técnicas de plas- intrascendente o por su reduc D o caso de fortuna desas griego (aisthetikos, derivado de
mación de lo grotesco, pertene ción a folletín, etc. Véanse: ab trada S aisthesis: sensación) utilizado por
cen al campo de la parodia, de la surdo, CARICATURA, EXPRE d me fuésedes llevada, I A. G. Baumgarten para designar
sátira y de la caricatura, a través SIONISMO, FARSA, GROTESCO y E y supiese que allá vuestra la parte de la gnoseología dedica
de un uso especial de la perspec PARODIA. dureza R da al conocimiento sensitivo y
tiva, desde la que los personajes Estancia. Estrofa compuesta e estaba en su crueza, I por E. Kant para denominar la
(y los objetos) son deformados por un número variable de ver F allá os iría a buscar como «ciencia de todos los principios a
por una exageración y abulta- sos endecasílabos y heptasílabos, perdido, M priori de la sensibilidad». Este fi
miento de rasgos físicos y psico combinados libremente por el F hasta morir a vuestros lósofo, con su Crítica del juicio
lógicos, por una difuminación poeta, de forma similar a lo que pies tendido». A (1790), y Hegel, con la Introduc
de los perfiles y por la creación de ocurre con la *silva. Se diferencia ción a la Estética (1835), contri
(Garcilaso de la Vega)
una sensación de irracionalidad de ésta en que no quedan versos buyeron a la formación de esta
y de caos en situaciones y con libres, ya que todos riman en La estancia, de origen provenzal, disciplina (con carácter autóno
ductas. En la configuración de consonante, y en que, además, al se reestructura en Italia, donde mo respecto de la gnoseología)
los personajes destaca la utili formar parte de un poema, la es adquiere sus características bási como una ciencia cuyo objeto es
zación de la «máscara» y de la tructura de la primera estancia cas en la obra de Dante: combi la enunciación de una teoría de la
«mueca», así como la degrada sirve de modelo obligatorio para nación de endecasílabos y hep belleza y del arte, el estudio de las
ción zoomórfica, de la que es un el resto de las estrofas. Frecuente tasílabos, extensión variable y diversas manifestaciones y obje
ejemplo la descripción de Zara- mente la estancia se estructura cierta libertad en la conforma tos artísticos y el análisis del pro
tustra, «abichado», habitando en en dos conjuntos (la/ronte y la si- ción de las rimas. En el Renaci ceso de creación y de las diver
su «cueva» con el loro, el gato y el rima), vinculados por un eslabón miento español se introdujo di sas experiencias estéticas. Previa
can. o llave (volta o chiave), que sue cha estrofa en la composición de mente, determinados conceptos
Un recurso fundamental de di le ser un verso heptasílabo que églogas y canciones, y, en cuanto y categorías esenciales de esta
cha estética es la utilización de rima con el último de la fronte, a la métrica, su número de versos disciplina (belleza, arte, lo subli
ciertas figuras retóricas, como la según puede verse en el siguiente oscila entre diez y veinte. me, lo trágico, etc.) habían sido
* ironía, ^hipérbole, * oxímoron, ejemplo: Estereotipo. Término con el ya definidos en la filosofía y retó
etc. El uso de esta última (que que se alude a expresiones verba rica grecolatinas y reelaborados
consiste en una oposición y sín A «Si a la región desierta, les en clichés, a tipos o personajes por los tratadistas de retórica y
tesis de contrarios) afecta a todos inhabitable F heredados de la tradición, cuyos poética medievales, renacentistas
los planos del texto? Así, en el B por el hervor del sol de gestos, comportamientos y len y del Barroco, como se indica en
plano lingüístico, el léxico culto masiado R guaje se repiten mecánicamente, la entrada sobre ^belleza. La base
ESTÉTICA 170 171 ESTÉTICA
fundamental de la reflexión sobre lidad como base de la creación Para Hegel, la belleza es una ma se como constituyentes de toda
estos conceptos está en la Poética artística) y Rousseau, que confie nifestación del espíritu en la Na creación y experiencia estéticas:
de Aristóteles y en la preceptiva re a la naturaleza la primacía so turaleza y en el mundo del arte. lo dionisíaco (se manifiesta en la
horaciana expuesta en la Epistula bre el arte, al tiempo que destaca En oposición a la tesis aristotéli música, el coro y la danza), que
ad Pisones: el concepto de arte el principio de la intuición y de ca del arte como «mimesis», cree expresa una desenfrenada afir
como «mimesis» de la realidad, la originalidad en la génesis de la que la función del artista no es mación de la vida, y lo apolíneo,
la unidad de composición de la obra de arte, fruto no de la imita imitar o representar la forma ex que significa orden y armonía.
obra artística, la armonización de ción de una realidad exterior terna de los objetos, sino intuirla Ambas expresiones son como
las formas métricas con el tema sino de la expresión de la subjeti idea latente en la naturaleza y en dos «instintos de arte» que pro
de la composición, los diversos fi vidad del artista. Este presupues el mundo interior de los senti ceden de la Naturaleza, de la que
nes del arte (pragmático, ético y to está en la base del análisis de mientos y pasiones del espíritu todo artista es «imitador», como
estético), la relación entre poesía E. Kant sobre el valor estético, en humano. -La función del arte es lo fueron los griegos.
y artes plásticas (utpictura poe- su Crítica deljuicio. El juicio esté expresar ese mundo y crear mun En el transcurso del siglo xx la
sis), etc. Estas ideas y principios tico es un juicio de valor que se dos de ficción. De acuerdo con reflexión estética se ha ido enri
estéticos son convertidos en pre diferencia de otros juicios axioló- Kant, propugna la autonomía del queciendo con sucesivas aporta
ceptiva y código reguladores de gicos en qüe la percepción de la arte: su única finalidad es la crea ciones procedentes del campo de
toda obra artística y llegan a su forma pura, que suscita placer en ción de belleza. Por su parte, la filosofía (los trabajos de Dil-
culminación con el clasicismo el receptor, como forma «bella», F. Schlegel aplica los preceptos de they, Bergson, Croce, Ortega y
francés y la obra normativa de no implica la satisfacción de un la estética romántica a la crítica Gasset, Cassirer, Heidegger, etc.),
Boileau. No obstante, en el Barro bien moral (por eso se diferencia y creación literaria, y presenta de la psicología y el psicoanálisis
co italiano y español surgen ten «lo bello» de «lo bueno») ni de un como modelo de obra poética la (Freud, Jung, Lacan, etc.), la so
dencias de liberación de este en- deseo (lo que supondría volun producción dramática de Sha ciología (G. Lukács, W. Benja
corsetamiento clasicista, tanto en tad de poseerlo como útil o gra kespeare y de Calderón frente a la mín, etc.), la arquitectura (Le
la creación dramática (Lope de tificante), sino que es un placer tradición clásica y la neoclásica. Corbusier, Loos, etc.), la historia
Vega y su escuela) como en las desinteresado. Este desinterés ca Entre los pensadores posteriores del arte y de la cultura (Wólfflin,
artes plásticas, con la aparición racterizaría la actitud estética de al Romanticismo, Schopenhauer Panofsky, A. Flauser, E. H. Gom-
de nuevas técnicas (maniera) y la creación artística (rasgo en el confiere al arte la función de con brich, etc.), de la creación y críti
categorías (lo grottesco) que sig que coincide con el juego, activi suelo de una vida humana caren ca literarias (Rilke, P. Valéry, Sar-
nifican un distanciamiento de la dad desinteresada), que no pue te de sentido y que se desarrolla tre, Eliot, Shklovski, Barthes,
rígida interpretación de la pre de someterse a otros fines (utili entre el aburrimiento y el dolor. etc.) y de los historiadores de esta
ceptiva grecolatina. dad, moralidad, etc.) extraños al Las artes y, especialmente, la lite disciplina: M. Menéndez Pela-
El interés mostrado hacia estas carácter lúdico y creativo de la ratura y la música son medios yo, R. Bayer, R. K. Gilbert, E. de
cuestiones por diversos pensado obra de arte. Frente a esta visión de evasión del tedio de la vida. Bruyne, W. Tatarkiewicz, etc., a
res de los siglos xvm y xix con de la experiencia estética desde la En conexión con la filosofía de los que, por razones de espacio,
tribuirá al resurgimiento de la subjetividad, el pensamiento ale Schopenhauer, Nietzsche (para tan sólo cabe mencionar aquí. Al
estética como disciplina autó mán posterior propone una con quien el mundo puede ser perci estudio de esta disciplina corres
noma. Son importantes, en este cepción de la estética a partir del bido estéticamente como obra de ponde también el análisis de
sentido, las aportaciones de Di- objeto, al considerar lo bello arte) distingue en sus estudios las llamadas «categorías estéti
derot (critica el supuesto de la como la manifestación de lo divi sobre la tragedia griega dos ele cas», cuya enumeración varía se
«mimesis» y déla «ilusión» de rea no en el universo (Schelling). mentos que pueden considerar gún los autores. Aparte de lo be-
ESTÉTICA PE LA RECEPCIÓN 172 173 ESTILO
lio y de su valor opuesto, lo feo, se nar divertías corrientes de análi de encontrará las claves de su in social (con sus peculiaridades de
han señalado otras categorías sis de la expresión lingüística y li terpretación; b)en cada texto hay léxico, sintaxis y estilo), una ins
como lo sublime (frente a lo gro teraria, como la llamada estilísti un etymon espiritual, que es el titución o grupo profesional, una
tesco y lo esperpéntico), lo trágico ca genética (propugnada por núcleo de cohesión interna de la edad y condición de sexo (len
y lo cómico, lo paródico y lo bur L. Spitzer, que trata de analizar obra y que se manifiesta en su guaje de los niños, ancianos, mu
lesco, etc. Véanse: belleza, es ambas formas de expresión con composición, en la configura jeres), un tono (familiar, culto,
perpento, GROTESCO, PARODIA respecto al individuo o la colec ción del tema y en las formas de enfático, irónico, etc.) y unos gé
yTRÁGICO. tividad que la crea), la estilísti expresión lingüística, en las que neros precisos (lírico, oratorio,
Estética de la recepción. Véa ca descriptiva (desarrollada por se descubren las marcas del estilo dramático), etc. El lenguaje está
se RECEPCION. Ch. Bally, que estudia los valores de su autor; c) por medio de la in condicionado por todas esas cir
Estilística. Término con el que estilísticos propios de la lengua tuición de rasgos característicos, cunstancias, que la estilística debe
se designa una disciplina que tie común, con sus matices afecti de detalles expresivos (palabras, tener en cuenta, dada la múltiple
ne por objeto estudiar las carac vos, volitivos, estéticos, etc.), la giros, formas peculiares, etc.), el variedad de la lengua hablada;
terísticas de la expresión lingüís estilística funcional (de R. Jakob- crítico puede descubrir la clave c) el ámbito de estudio de la esti
tica individual o de un grupo y, son, que estudia los valores esti del texto, partiendo de lo exterior lística descriptiva se centra en los
especialmente, del estilo literario lísticos en función de las necesi a lo interior, de la forma lingüís valores afectivos que acompañan
de un escritor, de una obra, es dades de la comunicación), la tica al contenido. Los rasgos lin toda situación de lengua hablada
cuela e, incluso, de una época. El estilística textual, utilizada por güísticos que ofrecen la «clave» y espontánea. Trata de analizar la
estilo, entendido como manera M. Cressot, J. Marouzeau, etc., en de interpretación son, a su vez, expresividad (concepto clave) de
de hablar o de escribir, consti la explicación de textos, con el los peculiares del autor, en los la lengua y las relaciones de ésta
tuía, en la cultura clásica grecola- objetivo de describir e interpre que se aparta del uso normal del con el pensamiento.
tina, objeto de estudio de la retó tar los efectos de estilo en un lenguaje. Por ello, el crítico pue A partir de la década de los años
rica. Esta disciplina, si en un contexto determinado, la estilís de descubrir la estructura inter sesenta del siglo xx, han surgido
principio era una ciencia de la tica estructural y la generativa. na de la obra y el pensamiento y numerosos estudios en los que
expresión o discurso oratorio, se Respecto a la estilística genética, cosmovisión del autor, reflejo, a una serie de críticos, a los que
fue convirtiendo (y en tiempos denominada también «estilística su vez, de la cultura de su época. se considera como creadores de
de Cicerón y de Quintiliano hay idealista», tiene como iniciado La estilística descriptiva o de la la mencionada estilística estruc
ya constancia de ello) en una res a K. Vossler y Leo Spitzer y expresión, iniciada por Ch. Bally tural (M. Riffaterre, J. Cohén,
ciencia de la elocución, en la que como continuadores a H. Hatz- (discípulo de Saussure), se basa L. Doleel, etc.), funcional (R. Ja-
ocupaban un lugar prevalente la feld, G. Devoto, Dámaso y Ama en los siguientes puntos: a) su kobson) y generativa (S. R. Le-
expresión figurada y el ornato do Alonso, etc. La metodología objetivo es el estudio de los valo vin, S. Saporta, R. Ohmann, etc.),
verbal propios del discurso lite de la crítica estilística propuesta res expresivos e impresivos (in han tratado de aplicar métodos
rario. En el siglo xix y a comien por Spitzer se puede sintetizar en tencionales: estéticos, éticos, di de análisis lingüístico al estudio
zos del xx, se conocía como esti los siguientes principios: a) el dácticos) de la «lengua común del lenguaje poético. Véanse: es
lística una asignatura académica punto de partida del análisis esti hablada y espontánea, al margen tilo, ESTRUCTURALISMO y LEN
en la que ocupaba una parte fun lístico lo constituye la obra litera de sus formas literarias»; b) cada GUA LITERARIA.
damental el inventario de recur ria. Si cada obra es única e irrepe palabra, cada expresión lingüís Estilo. Término de origen latino
sos figurados y del ornato verbal. tible (B. Croce), el crítico debe tica, pertenece a un estado de (stilus: punzón con el que se es
Sin embargo, en la actualidad, di elaborar las categorías y criterios lengua preciso, relacionado con cribía sobre tablillas de cera) que,
cho término se utiliza para desig de análisis a partir del texto, don una época, una región, una clase utilizado metafóricamente, vino
ESTILO 174 175 ESTROFA
a significar la manera peculiar de habla de estilo trágico, cómico, modo del enunciado en el discur desde Berceo hasta el Cancionero
expresarse un hablante o un es elegiaco, etc. En relación con los so narrativo o de las diversas for de Buena, lo que después se co
critor, así como la serie de rasgos géneros literarios, la tradición mas de intervención del narra nocerá como estribillo. En el si
lingüísticos distintivos de una clásica (Cicerón: De oratore) y dor en el desarrollo del relato, a la glo xv, se utiliza también dicho
obra o de un conjunto de obras medieval distingue tres tipos de hora de introducir la voz de los término para designar al *zéjel,
pertenecientes a un determinado estilo (gravis o sublime, medio- personajes. En este sentido, se sobre todo cuando esta estrofa fi
género. En ambos sentidos es uti cris o medio y humilis: sencillo), habla de discurso, modo o estilo gura en poemas satíricos. Véase:
lizado dicho término por los pre que, según los comentaristas directo, indirecto, indirecto libre, ESTRIBILLO.
ceptistas latinos cuando exigen, de Virgilio, tendrían su perfecta etc. Para mayor precisión, véase Estrofa. Conjunto de versos
con carácter normativo, ciertas realización en las tres obras de modo. Véanse, además: escri combinados y articulados en una
cualidades al «bien decir» del este poeta latino (Eneida, Geórgi tura, ESTILÍSTICA, ESTRUCTU- estructura simétrica fija que se
orador (la puritas o corrección y cas y Bucólicas), en las que habría RALISMO y RETÓRICA. repite en el transcurso del poe
propiedad, la perspicuitas o clari adecuada correspondencia entre Estrambote. Conjunto de ver ma. La estrofa se configura y de
dad, la concinitas o elegancia, los asuntos tratados, los persona sos que aparecen añadidos al fi fine según el número y la clase de
etc.) o hablan destilus atticus, sti- jes, etc. Así. p. e., una obra como nal de un poema de estructura versos de que consta y según el
lus asianicus, etc. La reflexión la Eneida, dado el carácter grave fija. Generalmente figuran como tipo y ordenación de su rima.
clásica sobre el estilo se enmarca del asunto (el pasado épico y complemento de sonetos; p. e., Normalmente, constituye una
dentro de la elocutio, parte de la legendario de los orígenes de en el dedicado por Cervantes al unidad o período sintáctico con
retórica en la que los tratadistas Roma) y de los personajes que túmulo de Felipe II («Voto a sentido pleno. Pueden distinguir
clásicos y medievales realizaron intervienen en la acción (dioses, Dios que me espanta esta gran se diversos tipos de estrofa, aten
un amplio inventario de recursos héroes, reyes), exigía un estilo deza» ...), al final se añaden tres diendo a la regularidad (o no) del
expresivos (tropos y figuras) re «grave» o sublime. versos a los catorce del soneto. número de sílabas de cada verso,
lacionados con el ornatus o ador En el lenguaje académico dicho Estribillo. Verso o conjunto de al número de versos de que cons
no del lenguaje literario. La elec- término viene utilizándose en di versos que figura como intro ta la estrofa y a la distribución de
tio de estos recursos constituía versas acepciones: a) como ex ducción al comienzo de ciertos ellos en posibles partes de la mis
una tarea primordial del escritor, presión de los rasgos lingüísticos poemas y que se repite total o ma. En cuanto al número de síla
que trataba de seleccionar un peculiares de un escritor (estilo parcialmente, de forma regular, bas de cada verso, si todos los
léxico apropiado a los diversos individual) o de un movimiento después de cada estrofa. El estri versos de la estrofa tienen el mis
asuntos, géneros, personajes, etc., o período literarios (estilo de billo aparece en diferentes tipos mo número de sílabas, se deno
y que prefería la expresión depu época): se habla, así, de estilo de poemas, como la ^cantiga de mina estrofa isométrica o isosilá-
rada y la figura retórica al término gongorino, modernista o román amigo, el cosaute, el villancico bica (p. e., los tercetos, cuartetos,
común. Del uso peculiar de estos tico; b) como conjunto de rasgos de Ios-siglos xv y xvi, la ^letrilla, octava real, etc.); si es diverso, se
recursos del ornatus en un deter caracterizadores de determina el *romance y otras formas de llama heterométrica o anisosilá-
minado discurso dependía la ca das expresiones estéticas en cier poesía, tanto popular como cul bica: p. e, la lira, la estancia y la
racterización del estilo de un ora tas artes plásticas: p. e., estilo ta, que han seguido cultivándose silva, que constan de heptasíla-
dor o de un texto determinado. gótico, barroco, etc.; c) como si hasta la actualidad. Para ejem bos y endecasílabos. Atendiendo
Por otra parte, en la retórica clá nónimo del «tono» asumido por plos de estribillo véanse: cosau al número de versos, las estrofas
sica y medieval el concepto de es un autor al escribir su obra: estilo te y villancico. pueden ser de dos versos apa
tilo aparece vinculado al de géne amanerado, retórico, confiden Estribóte. Término con el que reado), de tres (^terceto), de cua
ro literario. En este sentido se cial, etc.; d) como expresión del se denomina primitivamente, tro (^cuarteto, *serventesio, *re
ESTRUCTURA 176 177 ESTRUCTURALISMO
dondilla, “cuarteta, "‘seguidilla, de Carlos Fuentes, termina con con el todo. Este concepto apare El objetivo sería no tanto lograr
“estrofa sáfica y “cuaderna vía o tres frases que ya habían apareci ce ya en el Curso de Lingüística una «explicación» o descubrir el
tetrástrofo monorrimo), de cin do en el primer párrafo de la General, deF. deSaussure (1916), significado definitivo, algo así
co (“quinteto, “quintilla y “lira), obra), concéntrica (cuando los di donde se sugiere la posible apli como la «verdad» de la obra (ello
de seis (“sextina, “sexteto-lira, versos elementos giran en torno a cación de la noción de «sistema» no es posible, ya que su sentido
“sexta rima, “sextilla), de siete un núcleo central: p. e., la figura a otros campos del saber afines a es, en todo caso, «plural»), sino,
(séptima y “seguidilla compues de Paco y su muerte constituyen el la lingüística. En dicha obra más bien, entrar, mediante el
ta), de ocho (copla de Juan de eje central de Réquiem por un diversos investigadores han en análisis, «en el juego del signifi
Mena o “copla de arte mayor, “oc campesino español, de Ramón contrado modelos de análisis es cante, en la escritura», para hacer
tava real u octava rima, “octava J. Sender) yen espiral (cuando alo tructural que han aplicado a sus surgir ese sentido «plural del tex
italiana, “octavilla), de diez (“co largo de la narración se vuelve so respectivas disciplinas científicas: to», que deriva de las diversas po
pla real, “décima o espinela y bre ciertos elementos, considera antropología (C. Lévi-Strauss), sibilidades de lectura, de acuerdo
“ovillejo), etc. dos desde una perspectiva más psicoanálisis (J. Lacan), filosofía con la capacidad crítica de cada
Estructura. En crítica literaria, elevada; p. e., En busca del tiempo (M. Foucault, L. Althusser), etc. lector, de la «situación» desde la
es la configuración interna de un perdido, deMarcel Proust). Véase: De manera análoga, conceptos, que se realiza dicha lectura y del
texto, cuyos elementos constitu ESTRUCTURALISMO. técnicas y modelos de análisis ex mismo carácter «simbólico» (ca
yentes están interrelacionados, Estructuralismo. Nombre con traídos de la lingüística estructu pacidad de plurisignificación)
formando un todo sistemático. el que se designa una metodolo ral han sido aplicados al campo inherente al lenguaje literario. En
Aplicado a la narrativa, estructu gía científica surgida a comien de la literatura por una serie de el acercamiento a la obra litera
ra sería la organización, diseño zos del siglo xx en dos discipli estudiosos de la teoría literaria, ria, Barthes distingue tres tipos:
o composición, según la cual nas, la lingüística y la psicología, p. e., ciertos miembros del llama la simple lectura, la crítica litera
aparecen ordenados los elemen que más tarde da origen a un mo do Círculo de Praga (J. Mu- ria, abordada desde diferentes
tos constituyentes de un relato. vimiento científico y filosófico karovsky, R. Wellek, etc.), de perspectivas (historicista, psico
El concepto de estructura impli que abarca diferentes campos de terminados representantes de analista, sociológica, etc.), y la
caría un proceso de construc investigación: psicoanálisis, an la Nouvelle Critique francesa ciencia de la literatura, cuyo co
ción. En el análisis de la estructu tropología, sociología, etc. Un (R. Barthes, G. Genette, T. Todo- metido es elaborar modelos ge
ra de ciertas novelas, algunos concepto clave de esta corriente rov, L. Goldmann, etc.) y algunos nerales de análisis que sirvan
críticos han acuñado una termi de pensamiento es, lógicamente, lingüistas partidarios de una es para estudiar todas las obras sus
nología procedente de otras cien el de * estructura, que puede defi tilística estructural (M. Riffate- ceptibles de ser incluidas en esa
cias o artes, como la geometría, la nirse como «la totalidad de ele rre, P. Guiraud, etc.). tipología de modelos.
óptica, la música, etc. En este sen mentos constitutivos de un obje R. Barthes ha formulado el senti Uno de los campos en los que se
tido, hablan de una estructura li to, que están relacionados entre do y alcance de la menciona ha aplicado el método de análisis
neal (cuando los elementos del sí y con el todo, y subordinados da metodología en el análisis de estructural ha sido el del texto
relato se suceden en una progre a unas leyes de composición, obras literarias. El punto de par narrativo. Entre los críticos que
sión continua: p. e., si no hay sal transformación y autorregula tida del análisis sería describir las más han contribuido al estudio
tos en el tiempo, desplazamien ción que caracterizan a ese obje unidades constituyentes de un estructural del relato figuran
tos, reiteraciones, etc.), circular to como un sistema de relacio texto determinado (decoupage) A. J. Greimas, C. Bremond, T. To-
(cuando el final de un relato vuel nes» (J. Piaget). La modificación para poder establecer después las dorov, G. Genette, etc.; sobre la
ve sobre el comienzo del mismo: de uno de los elementos cambia reglas de su funcionamiento in aportación sistematizadora de
p. e., La región mds transparente, ría sus relaciones con los demás y terno, su «forma» y «funciones». este último, véase “narratolo-
ETOPEYA 178 179 EX1STENCIAI.1SMO
Gía. Relacionado con la teoría grafía, "retrato, etc., de la hipoti- and his England (1580), en las Jonson y de Shakespeare. Véan
del relato, más en concreto con el posis o descripción. La etopeya es que se manifiesta un estilo artifi se: CULTERANISMO, MARINISMO
relato novelesco, aparece el ini una figura muy frecuente en de cioso y refinado que estuvo de y PRECIOSISMO.
ciador del llamado estructuralis- terminados géneros, como el tea moda a finales del siglo xvi en la Exclamación. Expresión enfá
rno genético, L. Goldmann, discí tro y la narrativa, y especialmente corte de Isabel de Inglaterra, y que tica con la que una persona exte
pulo de Lukács, que vincula la en la novela, la biografía, etc. ha sido relacionado con otras ten rioriza los propios sentimientos
crítica sociológica, de influencia Eufemismo. Término de ori dencias literarias europeas inme en un tono emocionado:
marxista, al método estructura- gen griego (euphemismos: buen diatamente posteriores: el "mari-
lista. decir) con el que se designa una nismo italiano, el gongorismo y «¡Ay que la muerte me espera,
Otro campo en el que ha sido figura retórica que consiste en la "■culteranismo español y el "pre antes de llegar a Córdoba!».
aplicada la metodología de análi sustitución de una palabra o ex ciosismo francés del siglo xvii. (García Lorca)
sis estructural es el de los estu presión que se considera hirien Las características de esta modali
dios sobre el lenguaje y estilo li te, inoportuna o «peligrosa» por dad de estilo afectan a los diferen Véase: apostrofe.
terarios. En esta dirección se otra que atenúe su significado tes niveles de la lengua literaria: el Execración. Véase impreca
desarrolla la estilística estructu molesto. Expresiones como «úl nivel fónico (uso abundante de re ción.
ral de M. Riffaterre. timo viaje», «viaje eterno», «pasó currencias fónicas, aliteraciones, Exemplo o enxiemplo. Arcaís
Finalmente, se ha relacionado con a mejor vida», etc., son formas asonancias, etc.), sintáctico (pa mo léxico, procedente del térmi
el Estructuralismo una corriente eufemísticas de ocultar la reali ralelismos, oposiciones, hipérba no latino exemplum, con el que se
lingüística y literaria denominada dad de la muerte. ton, etc.), léxico (vocabulario designaba en la literatura medie
glosemdtica, cuyos representan Eufonía. Término griego (eu- selecto, cultismos, términos mito val un tipo de cuentos o apólogos
tes (L. T. Hjelmslev, S. Johansen, phonia: buen sonido) con el que lógicos, etc.), semántico y estilís con función didáctica y moral.
A. Stender-Petersen, etc.) han si se denomina la sonoridad meló tico (figuras retóricas: metáforas, Dicho término aparece en el títu
do conocidos en España, espe dica producida por la acertada antítesis, etc.). lo de dos obras medievales, una
cialmente, por los estudios de combinación de los elementos El eufuismo constituyó durante de carácter ascético-moral y otra
E. Alarcos y G. Salvador. Véanse: acústicos de las palabras y su un período de unos quince años fundamentalmente literaria: la
ESTILÍSTICA, FORMALISMO, NA- adecuada ordenación rítmica en el estilo aristocrático de la corte y primera es el Libro de los exemplos
RRATOLOGÍA y NOUVELLE CRITI el decurso de la frase o del perío de un grupo de escritores que si por abe, de un clérigo del siglo xv
QUE. do. Poetas y creadores de la lla guieron esta moda, como R. Gree- (Clemente Sánchez de Vercial),
Etopeya. Término de origen mada «prosa poética» han sido ne, Ph. Sidney, etc. Se ha indica que consta de una colección de
griego (ethopoiia, de ethos: cos especialmente sensibles en la do que W. Shakespeare, a pesar 438 cuentos o ejemplos morales,
tumbre, ypoieo: hacer) con el que búsqueda de esta cualidad armó de haber satirizado directamente destinados a los predicadores, a
en la retórica clásica se aludía a nica del lenguaje. Véanse: caco dicho estilo en Enrique IV, no lo quienes podrían servir como fuen
la descripción del carácter y fonía y MELODÍA. gró escapar del todo a su influen te de inspiración de sus sermones;
costumbres de una persona, así Eufuismo. Término derivado cia. El eufuismo representó un la segunda es el Libro de los en-
como de sus virtudes o cualida de Euphues (del griego eu- momento de transformación y xietnplos del Conde Lucanor et de
des morales, vicios y otras formas phues: bien nacido) con el que dignificación de la lengua inglesa Patronio, de don Juan Manuel, es
de conducta. Forma parte, junto tituló el escritor inglés J. Lyly que contribuyó, a su modo, a la crito entre 1325 y 1335.
con la cronografía (descripción dos obras suyas de carácter na configuración de ese idioma mo Existencialismo. Movimiento
de circunstancias de tiempo), la rrativo, Euphues, or the Ana- derno, preciso y rico que se ma filosófico que se desarrolla en
topografía (de lugar), "prosopo- tomy of Wit (1578) y Euphues nifiesta ya en las obras de Ben Europa durante el período de en
EXISTENCIAI.ISMO 180 181 EXORDIO
treguaras (1918-1939) y en la expresamente en el título de dos profunda responsabilidad» que maturgos europeos (Kafka, Mal-
etapa inmediatamente posterior a textos clave al respecto: Carta supone tener que eligir un pro raux, Beckett, Ionesco, etc.) han
Ja Segunda Guerra Mundial y del sobre el humanismo (1946), de yecto de vida, una moral; el hom utilizado igualmente la novela o
que son representantes M. Hei- M. Heidegger, y El existencialis bre se siente desamparado, ya drama como instrumento de in
degger y K. Jaspers en Alemania, mo es un humanismo (1946), de que, al no existir Dios, no hay dagación filosófica: La náusea, de
J.-P. Sartre y G. Marcel en Francia, J.-P. Sartre. Las ideas de esta filo una fuente o norma de valores a Sartre, sería un modelo de ese
N. A. Berdiáievy L. I. Chestov en sofía humanista son las siguien la que poder aferrarse: está radi tipo de literatura.
Rusia, N. Abbagnano en Italia, tes: a) la existencia humana pre calmente «solo» y condenado a En la literatura española, se pro
etc. Con esta corriente de pensa cede a su posible esencia, lo cual ser libre; c) el hombre está abo duce, en la etapa inmediatamen
miento se ha relacionado a una significa que el hombre, cuando cado a la desesperación, en la te posterior a la Guerra Civil, una
serie de escritores en cuya pro surge en el mundo, «comienza medida en que es consciente de creación literaria en la que se
ducción literaria se ha venido ma- por no ser nada» hasta que él se que vive en un mundo absurdo percibe una actitud análoga a la
nifestan-do un «sentimiento trá vaya haciendo y definiendo a sí y que su proyecto no tiene senti que se acaba de describir. Escri
gico de la vida» (F. Dostoievski, mismo: «El hombre no es otra do, ya que, en último término, la tores como C. J. Cela, M. Delibes,
M. de Unamuno, F. Kafka, L. Pi- cosa que lo que él se hace. Éste es muerte lo reducirá a la nada; C. Laforet, G. Torrente Ballester,
randello, etc.), que, a partir de la el primer principio del existen d) sin embargo, el humanismo etc., que han participado en la
última guerra mundial, desembo cialismo» (Sartre). Él es, primor existencialista no es necesaria contienda o han vivido sus dra
ca en la denominada «literatura dialmente, un «proyecto» o, como mente una doctrina «quietista» o máticas consecuencias, proyec
de la desesperación» y en el «tea insiste Heidegger, un «poder ser» «pesimista»: el hombre sabe que tan en sus personajes de ficción
tro del absurdo», de los que serían un «salto» (Aufsprung). Por tan por su compromiso (Sartre) pue la sensación de angustia y senti
exponentes A. Camus, A. Mal- to, no depende, en su devenir, de de dar sentido a su vida (es ab miento del absurdo que caracte
raux, J. Green, H. Boíl y los dra lo que una idea eterna (Platón) o surdo que todo sea absurdo) y riza a la filosofía existencialista.
maturgos S. Beckett, E. Ionesco, el espíritu (Hegel) o la voluntad contribuir a «crear una comuni En este sentido, varios críticos
etc. Gran parte de los conceptos de un Dios (y en esto se apar dad humana». (E. de Nora, M. Durán y G. Sobe
básicos del pensamiento existen- tan de .Kierkegaard) le hayan Las relaciones entre existencialis rano) hablan de novela existen
cialista (autoconciencia de nihili- impuesto ser, sino de lo que él mo y literatura han sido muy es cial al referirse a la obra narrativa
dad o de nada, vivencia de la an mismo decida ser, de su «autode trechas desde los inicios de esta de los mencionados escritores.
gustia y de la desesperación, terminación»; b) el ser humano corriente filosófica, ya que buena Véase: absurdo.
sentido del absurdo, etc.) apare comporta una conciencia des parte de estos pensadores ha rea Exordio. Es la parte preliminar o
cen ya analizados en la obra del graciada, ya que se encuentra do lizado un trasvase de la reflexión introductoria de un texto. En la
escritor danés S. Kierkegaard. minado por un sentimiento de filosófica de sus ensayos a sus oratoria clásica, el exordio era
Pero lo que le convierte en inicia soledad, angustia y desamparo. obras de ficción. Es lo que ya hizo la primera de las cuatro partes en
dor de esta corriente filosófica es Para Heidegger, estos sentimien Unamuno al trasladar la temática que se dividía el discurso, y tenía
la afirmación de la primacía del tos radican en el hecho de que el de obras como El sentimiento trá por objeto la captatio benevolen-
individuo concreto frente a lo hombre no puede llegar a ser, en gico de la vida y La agonía del cris tiae, es decir, provocar el interés
universal, y de la existencia frente la historia, el dueño-de su exis tianismo a sus novelas San Ma del público ante la causa que se va
a la esencia. tencia, marcada por la finitud: el nuel Bueno, mártir y Niebla, que a plantear y predisponerlo a una
El existencialismo se configura hombre es «un ser para la muer son, probablemente, las primeras acogida favorable. El exordio se
fundamentalmente como un hu te». Para Sartre, la angustia ra muestras de la novela existencial desarrollaba en tres fases: \apropo-
manismo, término que aparece dica en el hecho de la «total y en Europa. Otros novelistas y dra sitio (o exposición sumaria del
ÉXPLIC1T 182 183 EXPRESIONISMO
tema), la divisio (adelantar el or Alemania entre 1905 y 1925 y que allá de la realidad aparente ofre do al servicio de los ideales de
den en que se van a tratar cada uno es considerado como una varian cida en la sensación visual; trata justicia y solidaridad; e) la gue
de los aspectos de dicho tema) y la te de los movimientos europeos de trascenderla, en busca de la rra, que motiva descripciones del
insinuatio, o influencia psicológi de vanguardia, surgidos en las esencia interior de los objetos; horror y de las ruinas, rechazo
ca sobre el ánimo del público o de dos primeras décadas del si cree que es en el interior del alma, de los valores militares y de las
los jueces para inclinarles, ya des glo xx. Como categoría estética, en su fantasía, donde el artista ideas convencionales y anhelos
de el principio, a favor de la causa el término «expresionismo» ha configura la realidad y da forma de paz; f) la muerte, abordada
o en contra del encausado. slHo"interpretado como una cua al universo, convencido de que unas veces al constatar su pre
El exordio, como introducción lidad de ciertas obras artísticas y «el mundo comienza en el h‘*om- sencia en los campos de batalla,
preliminar y síntesis del tema o como un modo de «expresión» bre» (F. Werfel). Se trata de lo otras ante la realidad patética
de la acción que se va a tratar que es recurrente a lo largo de la grar una especie de iluminación de las «hordas nocturnales de
o relatar, puede formar parte de historia, y del que se han creído intuitiva y una visión de la fanta- suicidas...», a las que se refiere
todo tipo de textos: poéticos, dra ver manifestaciones, p. e., en el sía que se convierta en expresión G. Heynr, g) lo religioso: las si
máticos y narrativos. Función de arte rupestre, egipcio, gótico, ba de la realidad metafísica del tuaciones límite de la guerra y de
exordio cumplen, p. e., la prime rroco, etc. Dado que un aspecto hombre y del universo. la,muerte provocan en algunos
ra estrofa de la égloga I de Garci- importante en el expresionismo En las obras de los escritores ex expresionistas una vuelta a la te
laso, el «argumento» que antece es la deformación de la realidad presionistas se advierte una recu mática religiosa, que en F. Werfel,
de a La Celestina y el prólogo del con intención significativa (esté rrencia de temas comunes, que E. Stadler y G. Trakl adquiere, en
Lazarillo. tica de lo grotesco), se han seña son los siguientes: a) crítica de la ocasiones, un tono apasionado;
Explicit, Término latino con el lado, como precursores de esta sociedad burguesa (y sus valores h) lo absurdo y lo grotesto: la ex
que se designan, en una descrip corriente, ciertos cuadros del predominantes: dinero, poder, periencia de la guerra, con sus
ción bibliográfica, las últimas pa Bosco, Griinewald, Goya, etc. Sin progreso basado en el culto a la consecuencias de muerte, des
labras de un escrito. Véase, como embargo, el mencionado térmi máquina y a la técnica) y del Es trucción y caos, hace pensar a
ejemplo, el éxplicit con el que fi no se relaciona, primordialmen tado, responsables de la miseria estos escritores en la carga de
naliza el Poema de Mió Cid: te, con el movimiento artístico- de las masas trabajadoras y de brutalidad e irracionalidad de la
literario que se desarrolla en una crisis profunda de civiliza existencia humana.
«Quien escribió este libro ¡dél Alemania entre las fechas indica ción; b) la lucha de generaciones Aparte de las innovaciones técni
[Dios paraíso, amen! das, y cuyos representantes más (protesta de los jóvenes contra el cas, relativas a los distintos géne
Per Abbat le escrivió en el mes de significativos son, en pintura, mundo y modelo de sociedad de ros (por obra de grandes poe
[mayo E. Kirchner, O. Kokoschka, sus padres), tema desarrollado tas como E. Stadler, F. Werfel,
en era de mili e'ccxlv' años». W. Kandinski, P. Klee, etc.; en en Der Sohn (El hijo, 1914), de A. Stramm, O. Zur Linde, dra-
música, Schónberg; en cine, W. Hasenclever, Vatersmord (Pa matrugos como J. R. Sorge,
(Poema de Mió Cid) R. Wiene, F. Lang, etc.; y, en lite rricidio, 1920), de A. Bronnen, G. Kaiser y F. Wedeking o narra
ratura, F. Werfel, E. Stadler, Max etc.; c) rechazo de la vida urbana, dores como Max Brod, F. Werfel
Exposición. Véase plantea Brod, G. Kaiser, J. R. Sorge, etc. a la que culpan de los frecuentes y A. Dóblin, etc.), los expresio
miento. Desde el punto de vista de la his desequilibrios de los habitantes nistas tienen conciencia de la ne
Expresionismo. Término con toria de los movimientos artísti de las ciudades; d) crítica de cual cesidad de abordar los aspectos
el que se designa una categoría cos y literarios, el expresionismo quier forma de esclavitud social y estrictamente formales de la len
estética y un movimiento artísti (en oposición al naturalismo e de represión política, frente a la gua literaria. Buscan una expre
co-literario que se desarrolla en impresionismo) pretende ir más que oponen un arte comprometi sión desnuda de todo adorno,
EXTRAÑAMIENTO 184
esa época. En este sentido, se rea Pedro (s. i) y adaptadas al con Un tercer significado de fábula y, en tomándole, sopló el espuma
liza en estos fabliaux una parodia texto latino; a ellas añadirá otra (que procede de Aristóteles) es que tenía. Preguntóle el verdu
del amor cortés sublimado en el serie de fábulas y cuentos de ani el conjunto de acontecimientos go que por qué le soplaba. Díjole
lai, en la chanfon amorosa y en el males, obras a las que confiere un que constituyen el componente el que ahorcaban que porque era
román courtois. Protagonizado, a doble carácter: aleccionador y de narrativo de una obra, hechos o muy mala para los riñones».
veces, por animales, recuerda los entretenimiento. Muchas de es episodios que están vinculados
procedimientos de la fábula clási tas fábulas fueron conocidas en (Garibay, Cuentos).
por unas relaciones de causali
ca. Destinado a un público popu la Edad Media, p. e., la del lobo y dad y de continuidad en la suce
lar, el fabliau utiliza diferentes re el cordero, la de la zorra y las sión temporal. A través de estos Facsímil. Véase edición.
cursos de humor, especialmente uvas, etc. Esta tradición fabulísti- hechos se desarrolla la historia Falsificación. Fraude artístico
juegos del lenguaje, equívocos, ca encuentra eco en obras como narrada en un novela o represen o literario consistente en la atri
etc., así como una deformación el Libro de Buen Amor, de Juan tada en un drama. El formalismo bución de determinadas obras a
caricaturesca y paródica de tipos, Ruiz, o El conde Lucanor, de don ruso distingue entre fábula («los autores o artistas de reconocida
conductas, etc. Entre los autores Juan Manuel. En la literatura es hechos», tal como han sucedido) fama o en la introducción o su
conocidos de fabliaux figuran pañola coexiste dicha tradición y trama o asunto («la forma y el presión de pasajes de las mismas
Gautier le Leu, Jean Bodel, Rute- con apólogos o fábulas de proce orden en el que el narrador los con el fin de servir a intereses po
beuf, etc. dencia oriental, como los que cuenta o en la que el lector toma líticos, religiosos, etc. Así, en el
Fábula. Término de origen lati aparecen en el Calila e Dimna. A conocimiento de ellos»), cristianismo primitivo se escri
no (fabula: conversación, relato) partir del Renacimiento se pro Facecia. Relato breve, de tema bieron evangelios apócrifos atri
con el que se designaban en esa ducen nuevas adaptaciones de normalmente cómico, que termi buidos a los apóstoles. A lo largo
lengua diversos tipos de creación Esopo y Fedro, especialmente en na con un refrán, una frase aguda de la historia, se han producido
literaria, como cuentos, mitos, la literatura francesa, en la que o un dicho ingenioso y que, en su múltiples ejemplos de falsifica
obras teatrales (fabula praetexta: aparecen grandes fabulistas, como aspecto formal, puede presentar ción y adulteración de textos.
drama de tema histórico roma Rabelais y, sobre todo, La Fontai- se tanto en prosa como en verso. Uno de los más conocidos es la
no; fabula paliata: adaptación de ne. En España deben destacarse, El DRAE la define como «chiste, atribución a Ossián de baladas
una comedia griega; fabula ate- en el siglo xvm, las obras de Iriar- donaire o cuento gracioso». escocesas compuestas por J. Mac-
llana: farsa, etc.) y, sobre todo, teySamaniego. Por lo que atañe a la temática de pherson. En la literatura españo
relatos con moraleja, protagoni Un segundo significado de fábu estas facecias, es muy variada; la cabe citar el Buscapié, escrito
zados por animales, a los que la es el que la asocia al *mito, de crítica irónica y jocosa sobre di por Adolfo de Castro y atribuido
se dota de comportamientos hu donde surge la denominación versas profesiones (médicos, a Cervantes.
manos. Esta clase de relatos, que de fábula mitológica, aplicada a mercaderes, alguaciles, barbe Fantasía. Véase imaginación.
cuenta con antecedentes en la una serie de poemas aparecidos ros, clérigos, verdugos, etc.), so Fantoche. Títere que se mueve
cultura oriental, adquiere su con en la literatura española que re bre mujeres y casamientos, con por medio de hilos. Véanse: es
figuración como subgénero na crean temas y episodios de la mi vidados y banquetes, robos y perpento y TÍTERES.
rrativo, tal como hoy lo conoce tología clásica o elaboran, según estafas, sobre viajes, caminos, Farándula. Nombre con el que
mos, en la literatura grecolatina, un modelo similar, nuevos asun posadas y venteros, etc. Ejemplo: se designaba, en el Siglo de Oro, a
a través de un conjunto de piezas tos. En esta línea, se pueden re «Ahorcaban en Toledo a un hom una de las compañías de teatro
breves que se conocen como Fá cordar «Fábula de Polifemo y Ga- bre, y al tiempo de arrojarlo de la ambulante, a las que se refiere
bulas áe Esopo (siglos iv-m a.C.). latea», de Góngora; «Fábula de escalera, pidió que le diesen a be A. de Rojas Villandrando en su
Estas fábulas serán recogidas por Apolo y Dafne», de Quevedo, etc. ber. Trujáronle un copón de vino, Viaje entretenido: «Farándula es
FARSA 188 189 FICCIÓN
víspera de compañía; traen tres ca, aspecto que se remonta a la ci municación entre emisor y recep briaguez; fealdad moral: vicio o
mujeres, ocho y diez comedias, tada tradición latina y medieval y tor, a través del canal, para com perversión) y en el arte. Especi
dos arcas de hato, caminan en que, en la literatura española, probar que éste sigue abierto y fica también las distintas mo
mulos de arrieros y otras veces en continúa en los “pasos, el “entre que el mensaje llega a su destina dalidades de lo feo: deformación
carros, entran en buenos pue més, la “mojiganga, etc. En el si tario. Esta función se concreta en (amorfía, asimetría y desarmo
blos, comen apartados, tienen glo xvn, Moliere recogerá este una serie de expresiones con las nía), desfiguración (lo repugnan
buenos vestidos, hacen fiestas tono satírico y bufonesco de la que, p. e., en una llamada telefóni te y la caricatura) y las que se en
de Corpus a doscientos duca farsa y lo insertará en la comedia ca se inicia («¡Oiga!», «¡Diga!», globarían en lo que denomina el
dos [...]». Véase: compañía. de intriga, de manera similar a etc.), se trata de restablecer («¿Me «infierno estético»: lo criminal,
Farsa. Pieza teatral, general como harán E. Ionesco y S. Bec- oye?») o se finaliza la comunica lo espectral, lo diabólico, la he
mente breve, de carácter cómico kett en el siglo xx con su teatro ción («¡Adiós!», «¡Hasta pron chicería, lo satánico, etc. Escrito
y satírico, cuyos antecedentes se del “absurdo. En la literatura es to!»). Otras formas de relación de res como Poe o Baudelaire culti
encuentran en el teatro clásico pañola contemporánea pueden la función fática son las fórmulas van la estética de lo feo. Lesfleurs
(Aristófanes, Plauto y los mimos incluirse en dicho subgénero La de cortesía, o las que correspon du mal (p. e., los poemas «Une
latinos) pero que no se configu marquesa Rosalinda, Farsa infan den a ciertas expresiones rituales charogne», «Le vampire», «Dan
rará, como tal género, hasta la til de la cabeza del dragón, Farsa y religiosas de búsqueda de con ce macabre», etc.), de este último,
Edad Media. En Francia se culti italiana de la enamorada del rey y tacto con la divinidad («¡Escucha, es un ejemplo eminente de una
va este subgénero dramático con Farsa y licencia de la Reina Casti oh Dios!», «Atiende nuestras sú concepción artística de lo feo.
obras como Le Garfon etl’Aveu- za, de Valle-Inclán, así como dos plicas», etc.) o con fuerzas ocul Festival. Nombre con el que se
gle (s. xiii), La farce de Maítre piezas para guiñol (Tragicomedia tas. Véase: FUNCIÓN. alude a una celebración cultural
Pathelin (s. xv), etc. En la litera de don Cristóbal y la señó Rosita Feo (lo). La categoría de lo feo, en la que se ofrece al público la
tura española, el término «farsa» y Retablillo de don Cristóbal) y sugerida en algunas observacio posibilidad de conocer en un
es aplicado por Lucas Fernán Amor de don Perlimplín con Beli- nes de Lessing en el Laocoonte, es mismo espacio y en un tiempo
dez a piezas de temática religiosa sa en su jardín y La zapatera pro reclamada como realidad estéti relativamente breve diversas ma
(Farsa del nascimiento de Nuestro digiosa, de F. García Lorca. En es ca por los románticos alemanes nifestaciones del arte y del espec
Redemptor Jesucristo) y amorosa tas piezas, la farsa, que utiliza con (F. Schlegel, Novalis) y franceses: táculo y, especialmente, en sus
(Diálogopara cantar), englobada profusión elementos grotescos, V. Hugo aboga por los derechos nuevas tendencias o experimen
esta última en un conjunto de recupera una función que tuvo de dicha categoría y su inserción tos. Hay festivales de cine, de la
tres «farsas o cuasi comedias». Es en sus orígenes: la de crítica y re en el mundo del arte: personajes canción, festivales de teatro. És
Gil Vicente, en la Farsa dos físicos vulsivo frente a la opresión del como Quasimodo o Triboulet son tos recuerdan las celebracio
y la Farsa llamada das Fadas, poder, de la moral (tabúes) o de un testimonio de la representa nes de la antigua Grecia, con oca
quien más se acerca al sentido las presiones religiosas y políti ción artística de lo feo. K. Rosen- sión de las fiestas religiosas, en
original de la farsa, con su sen cas. Véanse: carnaval, esper kranz, en su Estética de lo feo las que se representaban obras
tido del humor y sátira de los pento y parodia. (1857), analiza los distintos esta dramáticas. Véase: juegos.
aspectos ridículos y grotescos Fática. Es una de las seis funcio dios de manifestación de dicha Ficción. Término de origen la
de ciertos comportamientos hu nes asignadas al lenguaje por categoría en la naturaleza (la de tino (fingere: plasmar, formar
manos. Éste es el aspecto funda R. Jakobson, junto ala referencia!, formidad en ciertas especies de con el pensamiento o la fanta
mental de la farsa: la pintura satí expresiva, conativa, poética y me- transición), en el hombre (feal sía) con el que se alude al hecho
rica de costumbres, realizada en talingüís'tica. La función fática dad física, enfermedad, taras de de la simulación o ilusión de rea
un tono de bufonada carnavales atañe al mantenimiento de la co herencia, pasiones, locura, em lidad y, en concreto, a la que se
FIGURANTE 190 191 FIGURAS
produce en la invención literaria, acompañan a un capitán, huéspe madas propiamente figuras (sur ción ('‘anáfora, 'epanadiplosis,
especialmente en narrativa y tea des de una posada, criados que gidas de la adición, supresión o '‘acumulación, '‘pleonasmo, '‘enu
tro, al presentar seres y aconteci sirven en un banquete, etc. Véa del cambio de orden de los ele meración, '‘gradación, '‘polisín
mientos que se desarrollan en un se: COMPARSA. mentos verbales) y los tropos, deton, '‘reduplicación, etc.) o por
mundo imaginario. Figuras. Término con el que se consistentes en la sustitución de modificación del orden sintácti
Históricamente, el concepto de designan, desde la retórica clási una palabra por otra. A su vez, y co: '‘hipérbaton, '‘anástrofe, *iso-
«ficción», desde la cultura greco- ca, ciertos procedimientos ex en relación con los niveles lin colon, "‘paralelismo, etc.
latina hasta el siglo xx, ha sido presivos a través de los cuales el güísticos en los que se realizan - Figuras de pensamiento: con
entendido en una concepción orador o el escritor, desviándose las figuras, éstas se subdividían ciernen a la forma de concebir y
realista, en la línea de lo ficcional del lenguaje ordinario, trataba de en figuras de dicción (las que expresar las ideas o conceptos
verosímil, de forma que el valor captar la atención del oyente o afectan al significante en su nivel y se realizan en el nivel semántico
estético, tanto de los textos na del lector impresionándole por fónico, morfológico y sintáctico) de la lengua. Unas surgen de la
rrativos y teatrales como de las el ornato con que esas figuras re y figuras de pensamiento (que oposición o duplicación de con
obras pictóricas, radicara en su saltaban el lenguaje del texto. A inciden directamente sobre el ceptos ('‘antítesis, 'quiasmo,
capacidad de crear ilusión de rea partir de Quintiliano, se conside significado y la concepción y 'paradoja, '‘dilogía, '‘oxímoron,
lidad y en el hecho de que la re ró como rasgo peculiar de la len expresión de pensamientos o etc.), otras por ocultación, si
presentación de la obra poética o gua y del texto literarios esta des conceptos). Sintetizando la clasi mulación, alteración o supresión
de la imagen plástica pudiera viación del lenguaje ordinario, a ficación de los procedimientos del contenido real del pensa
considerarse un reflejo de la rea través del ornatus, deliberada figurativos estudiados por la re miento en la expresión del mis
lidad natural. Sin embargo, en la mente buscado con fines estéti tórica clásica y su reordenación mo ('‘ironía, '‘preterición, "‘reti
moderna concepción de la ficcio- cos. Los tratadistas clásicos de la posterior en los Siglos de Oro, en cencia, etc.), otras repercuten en
nalidad, teniendo en cuenta los Retórica intentaron precisar y el neoclasicismo y en la época la forma afectiva de la comuni
referentes textuales de la literatu catalogar los distintos procedi contemporánea, se pueden dis cación: son las llamadas figu
ra fantástica, se engloban en el mientos o figuras utilizados por tinguir los siguientes tipos: ras «frente al público», como el
concepto de ficción literaria tan oradores y escritores en la crea - Figuras de dicción: atañen a la 'apóstrofe, la '‘exclamación, "‘im
to las representaciones artísticas ción de ese ornatus. Dichos pro forma y a la pronunciación de las precación, "‘interrogación, "‘con
verosímiles como las basadas en cedimientos respondían a los si palabras y se realizan en el nivel minación, *00110651011, 'eufemis
modelos del mundo de lo ficcio guientes modos de desviación fónico-fonológico de la lengua: mo, etc.
nal no verosímil, que configuran del uso normal del lenguaje o de 'apócope, '‘'prótesis, 'paragoge, - Figuras verbales o tropos: se
representaciones ilusorias de cor transformación del mismo: la 'aféresis, 'síncopa, 'metátesis, realizan también en el nivel se
te irrealista. Véanse: imagina adjectio o adición de elementos 'sinalefa, 'hiato, 'diéresis, '‘alite mántico, pero sustituyendo una
ción, REALISMO y VEROSIMILI verbales, la detractio o supresión, ración, 'onomatopeya, '‘parono palabra por otra u otras, dando
TUD. la transmutado o cambio en el masia, 'similicadencia, etc. origen a nuevos significados o
Figurante. Se dice del comparsa orden de dichos elementos y la - Figuras de construcción: afec asociaciones de sentido. La retó
de teatro, personaje irrelevante innutatio o sustitución de unos tan al orden de las palabras en el rica clásica menciona, entre los
que interviene en la representa términos verbales por otros. Ba discurso y se desarrollan en el ni tropos, constituidos por la inmu-
ción como acompañante, miem sándose en estos cuatro modos vel morfosintáctico. Se pueden tatio verborum (cambio de pala
bro de un grupo o figura decora de transformación, los retóricos producir por omisión de pala bras), la 'metáfora, 'metonimia,
tiva, generalmente sin participar distinguieron dos tipos de pro bras ('‘elipsis, '‘zeugma, '‘asín 'sinécdoque, 'antonomasia, 'hi
en el diálogo, p. e., soldados que cedimientos figurativos: las 11a deton), por adición y repeti pérbole, 'litotes e 'ironía. La re
FIGURÓN 192 193 FIN DESIGLO(CRISISDE)
tórica tradicional considera la el estudio e interpretación del logia de investigación filológica, estudio del lenguaje, lo hacen
"alegoría como una forma es material lingüístico y del contex continuada por los grandes filó desde diversas perspectivas: la
pecial de metáfora o conjunto in to histórico y cultural del que logos holandeses (G. J. Vossius y lingüística se centra en la des
terrelacionado de metáforas, ba forma parte dicho texto (herme H. Grotius) e ingleses (R. Ben- cripción de la lengua (sonidos,
sadas en una serie de compara néutica). La filología cuenta con tley) de los siglos xvn y xvm fonemas, palabras, sistema) como
ciones relacionadas término a una larga tradición que se re y alemanes del xix: M. Heyne, tal, y, si acude a los textos escritos,
término. Dentro de la conforma monta a la escuela helenística de F. A. Wolf y K. Lachmann, cuyos es para analizar el modelo de len
ción metafórica se incluirían Alejandría, donde un grupo estudios sobre la obra de Lucre gua que se manifiesta en ellos: es
también otros tipos figurativos de gramáticos del siglo m a.C. cio instauran una metodología lo que hace Menéndez Pidal en su
como el "símbolo, mientras que (Aristófanes de Bizancio, Aris rigurosa de estudio y clasifica Manual de Gramática Histórica
la "hipálage y la sinécdoque pre tarco, „£tc.), en su interpretación ción de manuscritos para recons Española. La filología estudia el
sentarían rasgos afines a la meto de Homero, trataron de estable truir la morfología y disposición lenguaje para lograr una mejor
nimia. cer críticamente, entre las diver gráfica del texto original. En el si fijación del texto, interpretación
En la etapa contemporánea, han sas variantes, glosas e interpo glo xx, la Filología, en su rama de su contenido y análisis de la
surgido varios intentos de reor laciones de pasajes apócrifos, el especializada que atañe a la res lengua literaria y como testi
denación y clasificación tipoló texto originario auténtico. En tauración de textos (ecdóctica), monio de las realidades de tipo
gica de las figuras y recursos esti Roma es conocida esta metodo ha contado con eminentes culti histórico y cultural de la época.
lísticos, heredados de la tradición logía por estudiosos como Va- vadores como A. Klotz, A. Clark, Véanse: códice, edición, ma
retórica, teniendo en cuenta dis rrón, Servio (en su comentario a A. Dain, D. H. Quentin, A. Dea- nuscrito, TRADICIÓN DIPLO
tintos procedimientos surgidos los poemas de Virgilio), etc. Con ring, J. Bédier, G. Pascuali, etc. MÁTICA y STEMMA.
en el lenguaje literario y en las la llegada del cristianismo, el in Por lo que respecta a España, ha Fin de siglo (crisis de). Expre
modernas técnicas de comunica terés por la exégesis bíblica pri sido R. Menéndez Pidal el inicia sión con la que se alude a un pe
ción y de la publicidad. En este ma sobre el estudio de los clá dor y sistematizador de la mo ríodo histórico que abarca desde
sentido, destacan las tipologías sicos, ~que será reiniciado por derna investigación filológica, los comienzos de los años noven
de T. Todorov, K. Spang, J. Du- los filólogos bizantinos de los si con su edición y estudio sobre el ta del siglo xix hasta la Primera
bois y el Grupo de Lieja, G. Ge- glos vni (Focio) alxii (Eustacio). Cantar de Mió Cid, donde sienta Guerra Mundial y que, en Espa
nette, A. López García, etc. Vé Con la llegada de los sabios bi las bases de esta metodología, ña, se caracteriza por una pro
anse: CONNOTACIÓN y LENGUA zantinos a Italia en el siglo xv co que abarca la mencionada edi funda crisis político-social que se
LITERARIA. mienzan las primeras ediciones ción de textos, el estudio de la agudiza a raíz déla pérdida de las
Figurón. Dícese del protagonis de textos griegos y latinos que, si lengua (grafías, sistema fonoló últimas colonias (1898). Esta cri
ta de una "comedia de figurón. inicialmente fueron una repro gico, gramática histórica, léxico, sis, que genera un sentimiento de
Véase: comedia de figurón. ducción acrítica de los manus aspectos estilísticos, etc.) y de la frustración colectiva, da pie a
Fiinda. Véase finida. critos recibidos, a partir del si literatura en relación con los di una reflexión crítica sobre la rea
Filología. Es la disciplina que glo xvi se realizan ya con criterios versos fenómenos de la cultura y lidad nacional coetánea y pasa
trata de recuperar el texto exacto científicos sobre los manuscritos la historia del país en el que sur da, reflexión que coincide con un
de una obra literaria mediante juzgados más fieles al texto origi gen dichos textos. La filología se momento de renovación artísti
procedimientos científicos de fi nal: esta edición va acompañada configura, así, como una discipli ca y literaria conocida bajo la de
jación y restauración del mismo de un incipiente aparato críti na que se solapa con la lingüísti nominación de modernismo. La
(ecdóctica) y de analizar su for co de consignación de variantes, ca, pero sin confundirse con ella. conciencia de esta crisis finisecu
ma y contenido, apoyándose en etc. Nace así la moderna metodo- Si ambas disciplinas abordan el lar, y los fenómenos que la moti
FINAL DE VERSO 194 195 FLOR, FLORES Y FLORESTA
van, no son exclusivos de Espa siécle (1891) una colección suya por estos tres sanctos Reyes tos y circunstancias que precedie
ña (de hecho, fracasos políticos de relatos breves. En España y en e por el su sancto día. ron a esa situación delictiva. La
importantes, incluso coloniales los países de lengua castellana di Por bondat o fidalguía utilización deflash back y la super
como el del 98 español, ocurren cha expresión figura en escritos o por sola humanidat, posición de pasado, presente y fu
por esas fechas en Italia -derro de J. Valera, P. Baroja, M. Macha vos plega mi libertad, turo constituyen un procedimien
ta frente a los etiopes en Adua, do, J. del Casal, J. E. Rodó, etc. o por gentil cortesía. to utilizado por varios narradores
1896-, Francia -crisis del canal de La mencionada expresión coe españoles e hispanoamericanos
FINIDA
Panamá- e incluso Inglaterra, en xiste, en algunos países europeos contemporáneos, como M. Var
su lucha contra los bóers sudafri (Francia, Inglaterra, etc.), con el Ca vuestra filusumía gas Llosa, J. Cortázar, C. Fuentes,
canos, etc.), sino que es análoga a término «decadencia». deniega ferocidad M. Delibes, Max Aub, E. Sábalo,
la que aparece en estos y otros paí En la crítica literaria española, e muestra benignidad etc. Véase: retrospección.
ses europeos ante el fracaso de de el concepto historiográfico co sin ninguna villanía». Flor, flores y floresta. Deno
terminadas instituciones (p. e., los rrespondiente a la expresión «fin minaciones con las que se han
viejos partidos políticos) y la pér de siglo», relativamente reciente (Marqués de Santillana) designado en la historia de la lite
dida de fe en ciertos valores tradi (J. C. Mainer, 1979), parece ir ga ratura española, especialmente
cionales e, incluso, en un soporte, nando terreno frente al de Genera Éstas son la última estrofa y la fi durante el Siglo de Oro, diversas
clave de la modernidad, defendi ción del 98, marbete acuñado por nida de un decir. Como se pue colecciones antológicas de poe
do por el positivismo burgués: la J. Ortega y Gasset para presentar a de observar, el primero y cuarto mas, relatos, sentencias, etc. La
utopía de un progreso indefinido su propia generación y apropiado versos de la finida concuerdan en más antigua es una colección de
basado en el primado de la cien y divulgado, de forma oportunis la rima con el verso final de la úl sentencias traducidas del árabe
cia. Esta realidad internacional ta, por Azorín para designar a la tima estrofa del decir, con la cual en el siglo xiii, conocida como
del fenómeno aludido explica la supuestamente representada por enlazan. Flores de filosofía y que constitu
coincidencia terminológica en él y su grupo. Véanse: bohemia- Flash back. Expresión inglesa yó una fuente de materiales que
la denominación del mismo: la bohemio, GENERACIÓN DEL 98, (flash: imagen, y back: atrás) con fueron utilizados por los mora
expresión fin de siglo, que aparece DECADENTISMO, MODERNISMO y la que se designa, en teoría cine listas cristianos de la época, a pe
ya utilizada como título de una REGENERACIONISMO. matográfica, una técnica de na sar de que su enfoque era, con
pieza de boulevard de Jouvenot y Final de verso. Se dice del seg rrar en retrospectiva aconteci frecuencia, pragmático y mate
Micard (Fin de siécle, 1888), se mento final del verso, integrado mientos vividos por un personaje rialista. En los siglos xvi y xvu
convirtió en seguida en expresión por la última sílaba tónica (lleva en un período anterior al momen aparecen antologías de roman
de moda y, si en un principio el acento estrófico), las sílabas to de la historia que se está rela ces, villancicos, glosas, cuentos,
presentaba una acepción negati átonas que la siguen (sean una o tando. Esta técnica ha sido muy etc., con las denominaciones men
va (corrupción o degradación), más, se computan métricamente utilizada en la novela contempo cionadas, p. e., Flor de enamora
pronto terminó aplicándose, elás como una sola) y la pausa. Véase: ránea (A. Huxley, J. Joyce, etc.) y dos (Barcelona, 1562), de Juan de
ticamente, a cualquier realidad o CÓMPUTO SILÁBICO. en el teatro (A. Miller, J. B. Pries- Linares; Floresta española (1574),
aspecto alusivos a la «moderni Finida. Es el conjunto de versos tley, etc.). Es un procedimiento de Melchor de Santa Cruz; Flores
dad». En Inglaterra se recoge el con los que finaliza el decir o la habitual en la llamada «novela po de baria poesía (México, 1577), de
galicismo fin de siécle y como cantiga medievales. Ejemplo: licíaca», que suele comenzar *in Pedro Moncayo; Primera parte de
tal aparece, p. e., en El retrato medias res con el relato de un cri las Flores de poetas ilustres de Es
de Dorian Gray, de O. Wilde. En «[...] Por tanto, señora mía, men o de un juicio, para investigar paña (1605), de Pedro Espinosa,
Alemania, H. Bahr titula Fin de usad de piadosas leyes posteriormente los acontecimien etc. Véase: antología.
FLORALES (JUEGOS) 196 197 FORMA
Florales (juegos). Véanse cer presencia de motivos folclóricos La narrativa folletinesca presenta explotan los aspectos emotivos y
tamen y juegos. heredados de la tradición popu dos formas de edición y distribu sentimentales para responder a
Floresta. Véase flor. lar (mitos, fábulas, cuentos, pro ción: la primera es la que se co los gustos y expectativas del pú
Florilegio. Véase antología. verbios, refranes, etc.) en la lite noce como novela de folletín, blico.
Focalización. Véase punto de ratura culta de diferentes países. que, como sección fija, aparecía En España, 'la etapa de mayor
vista. Véase: balada, comparada generalmente en la parte inferior auge de esta narrativa de folletín
Folclore. Término de origen in (literatura), cuento, leyen de la primera página de algunos es la comprendida entre 1845 y
glés (folk: pueblo, y lore: saber) da, mito, oral (literatura) y periódicos. La segunda es la de 1868; sus autores más destacados
con el que se designa, por una POPULAR (literatura). nominada novela por entregas, son W. Ayguals de Izco, M. Fer
parte, los diferentes aspectos de Folia. Composición poética des que respondía a la distribución nández y González, E. Pérez Es-
la vida tradicional de un pueblo tinada al canto y formada por tres por fragmentos o «unidades de crich, etc.
(saberes, usos, costumbres, fies o cuatro versos en forma de co extensión variable de una obra Fonema. Es la unidad fonoló
tas, leyendas, etc.) y, por otra, la pla, cantar o redondilla. Ejemplo: acabada o en vías de creación, gica mínima de una lengua. El
ciencia que observa, documenta, con arreglo a una periodicidad concepto de fonema no coincide
«Riñen dos amantes;
describe, analiza, clasifica, estu mensual, bimensual o semanal» estrictamente con el sonido, sino
háceselapaz;
dia, compara y explica los fenó (J. F. Botrel). Esta literatura pre con sus unidades fonológica
si el enojo es grande,
menos folclóricos propiamente senta un tipo de obras que res mente diferenciadas. Los sonidos
es el gusto más».
dichos. Dicha ciencia comienza a ponde a las expectativas de un son la realización de un fonema,
desarrollarse como tal a finales (Cervantes) público en el que predominan las ya que contienen los rasgos dife
del siglo xix, compartiendo su capas populares. Se trata de rela renciales de éste. Pero, mientras
campo de investigación con otras Folletín. Término que corres tos de corte melodramático en el fonema es el conjunto, sola
disciplinas afines, como la etno ponde al francés feuilleton (de los que se narra la historia de mente, de las características dis
logía, antropología, mitología, feuille:. hoja, cuadernillo de ho unas heroínas bondadosas, que tintivas o rasgos diferenciados
historia, lingüística, etc. jas) con el que, en el siglo xix, se viven una serie de aventuras y del sonido, los sonidos engloban
Dada la amplitud temática de esta designaba una forma de edición desdichas, víctimas de unos per tanto los rasgos diferenciales
disciplina, ha habido varios in seriada de novelas, artículos, etc., sonajes «malvados», de los que, como los no distintivos. Por otra
tentos de distribución por seccio en la prensa periódica y que, por al fin, podrán librarse gracias a la parte, los sonidos pertenecen al
nes. En todos figura, naturalmen su amplitud, habían de ser publi aparición del «bueno», que col habla, mientras que los fonemas
te, la literatura popular; sobre cados de manera fragmentada mará las ansias de ensoñada feli pertenecen a la lengua.
ésta realiza Van Gennep (1924) en días sucesivos. Las primeras cidad de la desventurada joven, Forma. En la crítica literaria del
una distinción entre lo que llama muestras de esta modalidad de al tiempo que hará triunfar los siglo xx la dicotomía entre la for
literatura «fija» (dichos, prover publicación se desarrollaron en ideales del bien y de la justicia. ma y el fondo ha sido rechazada
bios, sentencias, etc.) y literatura Francia a comienzos del siglo xix, En estas novelas, de carácter pre por la estilística, la glosemática,
«móvil» (cuentos, leyendas), en y estaban dedicadas especial tendidamente realista, adquieren el formalismo y la crítica semió
cuanto que estos últimos presen mente a la crítica teatral y de li especial relevancia las descrip tica. Para Hjelmslev, que distin
tan diferentes versiones o varian bros. En la década de los años ciones de espacios y ambientes; gue un doble plano en la forma
tes según las diversas épocas y treinta, esta fórmula se aplicó a la los personajes están sometidos a ción del enunciado (contenido y
países. edición de relatos novelescos, un tratamiento esquemático y expresión) y un doble estrato en
Uno de los aspectos más estudia dando así origen al roman-feui- maniqueo; se amplía y complica cada plano (sustancia y forma), el
dos por los comparatistas es la lleton o «novela de folletín». desmesuradamente la trama y se concepto de forma está incluido
FORMALISMO RUSO 198 199 FORMALISMO RUSO
tanto en el plano del contenido dicha disciplina en los estudios Entre 1920 y 1925 el formalismo una «sustitución de sistemas» que
como de la expresión: el signifi académicos y en la crítica perio logra consolidarse como método supone «no una renovación y re
cado sería la forma del conteni dística) en el que convergen el de investigación literaria e intro emplazo súbito y completo de los
do, y el significante, la forma de llamado Círculo Lingüístico de ducirse en los medios académi elementos formales, sino la crea
expresión. Pero es que, además, Moscú y el OPOIAC. El primero cos a través de algunos de sus ción de una nueva función de esos
la expresión es siempre expre aparece en 1915 y está formado representantes (V. Sklovski, B. Ei elementos formales». Por otra
sión de un contenido, y el conte por jóvenes estudiosos de Lin chembaum, J. Tinianov, B. Toma- parte, el estudio de la obra como
nido es siempre contenido de güística (R. Jakobson, B. Toma- chevski, etc.), a quienes se debe el «sistema» y el de la serie literaria
una expresión. En cuanto al for chevski, G. D. Vinokour, P. Boga- desarrollo de los principios teóri en su evolución histórica ha de ser
malismo, toda la serie de proce tirev, etc.) en estrecha relación cos y la publicación (en una serie a la vez inmanente y abierto a
dimientos o artificios utilizados con escritores de la vanguardia titulada Problemas de Poética) de otras «series o sistemas (entre
en la configuración de un texto futurista, a la que pertenece el sus trabajos más importantes en ellos, la vida social) por los que
constituyen el contenido formal poeta V. V. Maiakovski; el segun el campo de la teoría de la litera está condicionada».
del mismo. Y es que para los for do, la Sociedad para el Estudio tura. En síntesis, sus principales - Teoría de los géneros literarios.
malistas el contenido es parte de de la Lengua Poética (OPOIAC), aportaciones a la teoría literaria Los géneros se van configuran
la forma y la forma es parte del surge en San Petersburgo (1616) son: do evolutivamente en la historia
contenido, ya que todos los «ma y está integrado por investiga - Una concepción precisarle la como series literarias o clases de
teriales» constituyentes de un dores y críticos de literatura lengua poética y de la literarie- obras, caracterizadas por un con
texto (fónicos, morfosintácticos, (V. Sklovski, B. Eichembaum, dad: la lengua poética se diferen junto de procedimientos o rasgos
léxicos, temáticos, etc.) son sig O. Brik) y por lingüistas: L. Jaku- cia del lenguaje «práctico» en constructivos dominantes.
nificativos: hay una plena com binskiyE. D. Polianov. una función que le es peculiar y - Teoría del relato. Con el forma
penetración entre significante y Los formalistas comienzan opo que consiste en que «la palabra es lismo se sientan las bases de la
significado. La misma posición niéndose a una enseñanza acadé sentida como palabra y no como moderna narratología, a través
se mantiene en la crítica semióti mica de la literatura que conce simple sustituto del objeto nom de los estudios de Sklovski sobre
ca, que considera el texto poético bía la historia literaria como una brado ni como explosión de emo la narración corta y la novela, de
como un sistema organizado en historia del pensamiento social y ción» (Jakobson). Esta función B. Tomachevski sobre la distin
distintos niveles que se interre de la cultura (en la línea positi poética funda la literariedad de ción «fábula»-«trama», el análi
lacionan según sus diferentes vista de Veselovski) y a una críti un texto, convirtiéndolo en obra sis de «temas» y «motivos» como
funciones. De hecho, en todo ca periodística basada en un sub de arte. unidades constituyentes del re
texto poético, tanto los elemen jetivismo estético e influenciada - Teoría del verso y de la prosa. lato, etc., y con los análisis de
tos fonológicos como los morfo por el simbolismo. Frente a la Para Jakobson y Tinianov, el rit V. Propp sobre la estructura fun
lógicos y sintácticos adquieren primera, centrada en el estudio mo es un elemento confígurador cional («funciones») del relato.
en el conjunto estructural una extrínseco de las obras, los for de un poema y fuerza dinamiza- Están relacionados también con
función semántica y estilística malistas propugnan una crítica dora de los componentes fónicos el formalismo ruso, por conti
precisas. inmanente de los textos litera y léxicos del verso; el ritmo es un nuidad con algunos de sus presu
Formalismo ruso. Movimien rios; frente a la segunda, preten rasgo distintivo y organizador puestos, J. Mukarovski, del Círcu
to renovador de la teoría literaria den crear una «poética» liberada del lenguaje poético. lo de Praga, e I. Lotman, de la
surgido en Rusia durante la Pri del subjetivismo estético y enca - Teoría de la historia literaria. Escuela de Tartu, y, por oposición,
mera Guerra Mundial (como minada a un estudio científico y Tinianov considera la «evolu autores como M. Bajtin, a quien,
reacción frente ala decadencia de objetivo de las obras literarias. ción» de la historia literaria como lo mismo que a Lotman, se le aso-
FORO 200 201 FUTURISMO
cía con lo que ha dado en llamarse está lleno de obstáculos y dificul cualquier acto de comunicación función la relación existente, den
el posformalismo. Véanse: es- tades. Al final, los buenos consi verbal. En el desarrollo de un tro de un relato, entre un elemen
TRUCTURALISMO, GÉNEROS LITE guen su objetivo o se sacrifican acto de comunicación, entran en to y los demás del texto, concebi
RARIOS, LITERARIEDAD, MOTIVO por el bien de los demás, y los juego seis factores: un emisor, do como un sistema. Para Propp,
y TRAMA. malos fracasan y son perdona que envía un mensaje a un desti la función narrativa es «la acción
Foro. Es la parte del escenario o dos. En España, a finales de los natario o receptor a través de un de un personaje definido desde el
de los decorados teatrales opues años sesenta del siglo xx, la foto- canal, que sirve de contacto entre punto de vista de su significación
ta a la embocadura y que, por novela contaba ya con un amplio ambos, de acuerdo con un código en el desarrollo de la intriga». De
tanto, es la más alejada del públi público de lectores, en coleccio (común o conocido por emisor y sus análisis.de múltiples cuentos,
co. Se denomina telón de foro al nes como Corín Tellado, Setene, receptor, para que sea posible la Propp constata que el número de
que forma el frente de la decora Sazonara, Desirée, etc. Véanse: codificación y descodificación funciones no se corresponde con
ción del escenario y que sirve COMICy PARALITERATURA. del mensaje y, en consecuencia, el de personajes, y que una mis
para cubrir el fondo de la escena. Fronte. Es la primera parte de la mutua relación y compren ma función puede ser compar
Foso. Espacio o cavidad situado la estancia, estrofa utilizada en la sión) y dentro de un contexto de tida por varios personajes y, a
en el piso inferior del escenario canción italiana. La fronte consta referencia, que define las relacio veces, uno mismo puede desa
teatral que, históricamente, ha de dos pies, formados general nes del mensaje con el objeto al rrollar diversas funciones. El crí
servido para realizar cambios en mente por tres versos cada uno, que alude o representa. Cada uno tico ruso delimita el número de
la escenografía, ascensos o des con la siguiente estructura de ri de estos seis factores «determina funciones (treinta y una), cuya
censos de personajes (p. e., a tra ma entrelazada: abC: abC, o bien una función diferente del lengua representación se reparte entre
vés del escotillón en los corra ABC:BAC. Véase: estancia. je». En un mismo texto puede de siete personajes posibles que se
les de comedias del Siglo de Oro) Función. Término con el que se sarrollarse más de una función, repiten en los diversos cuentos:
o de artefactos, así como para la designa en lingüística y en teoría pero las que concurren se rela el héroe, el agresor, el donante, el
producción de determinados efec literaria el papel que desempeña cionan en un orden jerárquico, auxiliar, la princesa y su padre, el
tos de escena, como, p. e., la sali un elemento lingüístico o litera de forma que «la estructura ver mandatario y el falso héroe. Este
da de humo, etc. rio en relación con el conjunto de bal de un mensaje depende, pri concepto de función narrativa
Fotonovela. Producto de litera elementos que constituyen un mariamente, de la función pre ha sido abordado por otros estu
tura de masas consistente en la determinado texto, concebido dominante» en dicho texto. Las diosos del relato, como J. Grei-
edición de un texto en el que apa como sistema. Dentro de la teo seis funciones que corresponden mas, C. Brémond, R. Barthes,
rece una serie sucesiva de escenas ría de la literatura, dicho concep a los seis factores enunciados son etc. Véanse: lengua literaria
fotografiadas, acompañadas de to ha adquirido especial rele las siguientes: referencial, expre y NARRATOLOGÍA.
un pie, en el que se relata una his vancia en el estudio de la lengua siva, conativa, fótica, metalin- Fundido. Véase cine y litera
toria amorosa que recuerda los literaria, la narratología y la teo giiística y poética. En esta última tura.
esquemas tradicionales en la no ría teatral. R. Jakobson, que con la atención del emisor se centra Futurismo. Nombre con el que
vela de folletín o en el melodra sidera la teoría literaria como sobre el mensaje por el mensaje: se designa un movimiento ar
ma del siglo xix. Como en éste, parte integrante de la lingüística en la «forma» peculiar que con tístico y literario de vanguardia
los personajes, buenos y malos, y el texto literario como un acto vierte el mensaje en un texto «li surgido en Europa en torno a
son figuras estereotipadas. La de comunicación verbal, cons terario», en el que la función 1910. Su iniciador es el italiano
protagonista femenina suele ser truye un esquema global de las poética es dominante, aunque no F. T. Marinetti, que en 1905 co
una muchacha de origen modes funciones del lenguaje en el mar excluya otras funciones. mienza a publicar en Milán la re
to que sueña con un amor que co de los factores que conforman En narratología se entiende por vista Poesía, en la que adelanta
FUTURISMO 202 203 FUTURISMO
algunas de las posiciones críticas demoler los museos y las bibliote rarias, Marinetti propugna una nente de imágenes nuevas, e) En
que serán características del fu cas», «Un automóvil de carreras presentación pictórica de la pági cuanto a los temas, desea que los
turismo. Pero la obra con la que [...] es más bello que la Vic na, con diversos colores, diferen poetas sumerjan su imaginación
llama la atención hacia el movi toria de Samotracia»; d) el Futu tes tipos de letras («cursiva para en el curso de la naturaleza, hasta
miento naciente es Mafarka elfu rismo cree haber superado el las sensaciones análogas, negritas descubrir la «psicología intuitiva
turista, novela que causa un gran concepto clásico de espacio y para las onomatopeyas violentas, de la materia». Como objeto de su
escándalo por la carga de erotis tiempo, en virtud del predominio etc.»), cambios en la dirección de glorificación poética figuran las
mo sin trabas que comporta. En del concepto de velocidad; e) por las líneas (verticales, circulares, estaciones, las fábricas, los puen
1909, Marinetti publica en Le Fí último, en dicho manifiesto se interrelacionadas con paréntesis, tes, las locomotoras, los aeropla
garo de París (22 de febrero) el percibe una exaltación de la vio con grandes letras mayúsculas, nos, «las grandes multitudes agi
llamado Primer Manifiesto del lencia y de la guerra («única hi etc.). En cuanto a las grafías, susti tadas por el trabajo, el placer o la
futurismo, cuyas ideas fundamen giene del mundo») que preanun tuye los signos de puntuación por rebeldía», etc.
tales son las siguientes: a) oposi cia la posterior evolución política signos matemáticos (+ - x : >, El movimiento futurista tuvo
ción frontal a la literatura ante de Marinetti hacia el fascismo. etc.) y musicales; c) en relación cierta resonancia en el resto de
rior y, en especial, a la «poesía Después del primer manifiesto, con la lengua literaria, en el plano Europa, especialmente en Rusia
enfermiza, el sentimentalismo, Marinetti escribe dos obras de morfológico y sintáctico se ad (en cuya capital, Moscú, estuvo
la obsesión de la lujuria» de tema bélico: La batalla de Trípoli vierten yuxtaposiciones de sus Marinetti), entre escritores jóve
G. D’Annunzio y al simbolismo (1912) y Zang-Tum-Tumb (1914), tantivos, en las que el segundo nes como B. Pasternak, N. Asseiv
de poetas como Ch. Baudelaire, en las que aparecen ya algunos de cumple una función individuali- y, sobre todo, V. V. Maiakovski,
S. Mallarmc y P. Verlaine, a los losrecursos literarios más usados zadora («hombres-torpedero»), que será el gran divulgador del
que considera «últimos adorado por los futuristas: variada tipo propia del adjetivo, que él trata de futurismo en dicha nación. En
res de la luna»; b) frente a esta grafía, onomatopeyas, las llama suprimir. Por otra parte, elimina Portugal el influjo del futurismo
poesía sentimental, estática y en das «palabras en libertad», etc. de la expresión poética el adver se percibe en las revistas Orpheu
soñadora, postula una creación Por estas fechas, publica un se bio, los adjetivos, las conjuncio y Portugal Futurista. En cuanto a
artística basada en una concep gundo manifiesto en el que se nes, etc., a los que juzga innecesa España, la influencia del futuris
ción dinámica de la vida, con la proclaman las innovaciones esté rios,'¡basándose en la idea de que mo es evidente en el * ultraísmo
exaltación de valores como el co tico-literarias iniciadas por esta «IJvelocidad aérea [...] ha hecho (obsesión por las máquinas y el
raje, el amor al riesgo, la revolu corriente: Manifiesto técnico de la que la percepción por analogía sea léxico científico y técnico, ten
ción, etc. Desde esta perspectiva, literatura futurista (1912). Los natural al hombre». Utiliza prefe dencia a la supresión, en el plano
entiende la obra poética como un rasgos característicos de este mo rentemente el verbo en infinitivo lógico y sintáctico, de nexos, me
intento de descubrir nuevas for vimiento, tal como se desprenden «para que se adapte elásticamente diaciones, adjetivos, fórmulas de
mas de belleza, basada no en de dichas obras y de los citados al sustantivo y que pueda dar el equivalencia -«como», «pareci
la armonía en quietud, sino manifiestos, son los siguientes: sentido de continuidad a la vida». do a»-, juegos tipográficos en la
en la acción, en la velocidad y en a) en el aspecto ideológico y es Finalmente, propugna la destruc presentación de los textos, etc.)
la agresividad; c) este carácter tético, se observa un vitalismo ción dé la sintaxis, «disponiendo y en algunas composiciones de
agresivo se muestra arrollador y desenfrenado y una actitud casi los sustantivos al azar de su naci P. Salinas, como las dedicadas a la
destructivo con las antiguas for idolátrica respecto del mito de la miento»; d) en el plano estilístico, bombilla eléctrica y a la máquina
mas estéticas, j^omo subraya Ma modernidad, una exaltación de pide la superación y abandono de de escribir («Urderwood gnls»),
rinetti en dos frases que provo la máquina y de la velocidad, etc,.; las «imágenes-cliché» y anhela que o en la de R. Alberti a un futbolis
caron el escándalo: «Deseamos b) en la tipografía de las obras lite la poesía sea una creación perma ta («A Platko»), etc.
205 GANGARILLA
bran a cuarto, pedazo de pan, tancia en los campos ganaderos que le escucha. Otro rasgo fun profesional y cortesana, definida
huevo y sardina y todo género de de la llanura sino una elabora damental es el del contenido po por el marqués de Santillana en
zarandaja (que se echa en una ta ción de la misma a partir de su lítico: revolucionario en B. Hi estos términos: «E qué cosa es la
lega); éstos comen asado, duer lengua española urbana, aunque dalgo, partidista en H. Ascasubi poesía, que en nuestro vulgar
men en el suelo, beben su trago con rasgos fonéticos, sintácticos y E. del Campo y social en J. Her Gaya Ciencia llamamos, sino un
de vino, caminan a menudo, re y semánticos dialectales. De esta nández: el lamento social del fingimiento de cosas útiles cu
presentan en cualquier cortijo». forma, su obra resulta, por una gaucho marginado y expoliado. biertas o veladas con muy fermo-
El Auto de la oveja perdida, al que parte, más asequible a ese públi En cuanto a la métrica, responde sa cobertura, compuestas, distin
se alude, es de J. de Timoneda y se co criollo al que va dirigida y, por a sus orígenes de tradición oral y guidas, escandidas por cierto
publicó incluido en su Ternario otra, se configura como un signo del canto: coplas, canciones para cuento, peso e medida» (Carta-
en 1558. de oposición a la lengua del espa bailes, marchas, etc. Se utiliza Prohemio). En este movimiento
Garnacha. Véase compañía de ñol culto, propia de los «domina una gran variedad estrófica, des se advierten influencias de la
GARNACHA. dores». de la cuarteta y redondilla a la dé poesía gallega, provenzal (el tér
Gauchesca. Término asignado Las obras que representan los hi cima, pasando por el romance. mino gaya es de origen proven
a un tipo de literatura popular tos básicos del desarrollo de esta Hay, no obstante, dos modalida zal: gay, alegre) e italiana, a través
surgida en Argentina y Uruguay literatura gauchesca son: Cielitos des originales: el cielito (consta de la corte de Aragón, que man
a comienzos del siglo xix, reali (1811-1818) y Diálogos (1821- de versos octosílabos compues tiene una presencia política y
zada por escritores cultos que 1822), de Hidalgo; Paulino Luce tos por dos hemistiquios de tres y cultural en el sur de Italia. En
adoptan el personaje del gaucho ro (1853), Aniceto el Gallo (1853- cinco sílabas y con acentos en 2,4 Castilla, los poetas de la Gaya
(y tratan de recrear su lengua po 1859) y Santos Vega (1859-1872), y 7: «Cielito, cielo que sí / cielito, ciencia dedican su esfuerzo a la
pular) para potenciar un movi de Ascasubi; Poemas (1861), de locos están...») y la media caña, elaboración de un nuevo tipo de
miento de autonomía cultural Estanislao del Campo, El gaucho en la que alternan octosílabos verso que suplanta al alejandri
paralelo al de la independencia Martín Fierro (1872) y La vuelta con tetrasílabos pareados en for no, el verso de arte mayor (desti
política que se inicia a partir de de Martín Fierro (1879), de José ma de pie quebrado, con su rit nado, fundamentalmente, a poe
1810. Los primeros escritores gau Hernández, etc. mo consecuente del baile en el mas concebidos para la lectura),
chescos (Bartolomé Hidalgo e Los rasgos caracterizadores de la que tiene su origen. Véase: indi y a la depuración del octosílabo,
Hilario Ascasubi) son poetas ur poesía gauchesca son los siguien genismo. metro que tradicionalmente se
banos que escriben sus composi tes: en primer lugar, es una poe Gaya ciencia. Título con el que había utilizado para poemas can
ciones imitando la manera de los sía oral y destinada al canto; en se reconoce un movimiento poé tados. Por otra parte, en el marco
payadores (cantores populares segundo lugar, se trata de una tico, especializado en el «arte de de esta escuela comienza a utili
gauchos) para poder hacerse en poesía narrativa. Así, dice Mar trovar», que se desarrolla en la zarse el nombre de poeta para de
tender de los criollos pero confi tín Fierro al comienzo del poe corte de Castilla durante el si signar al vate dotado de cultura
riendo a las estrofas cierta co ma, vinculando cantar y narra glo xv, desde el reinado de Juan II literaria, perfección técnica y ele
rrección literaria de la que, sin ción: «Me siento en el plan de hasta el de los Reyes Católicos. vación de pensamiento, y los de
duda, carecía la copla de los can bajo / a cantar un argumento». Bajo los auspicios del primero se trovador y decidor para los que
tores analfabetos. Un tercer rasgo, que aparece ya inicia un período de creación li elaboran, en verso, composicio
Cuando Hidalgo y Ascasubi es en los Diálogos de Hidalgo, es su teraria promovido por la misma nes ingeniosas o de galantería y
criben los primeros poemas gau carácter dramático: Martín Fie corte, donde se celebran veladas sátira. En este período aparecen
chescos no emplean el habla rro se comporta como un perso y certámenes poéticos de los que tres «poetas» eminentes: Juan de
gauchesca de los peones de es naje que se dirige a un público surge un nuevo tipo de poesía Mena, el marqués de Santillana y
GENERACIÓN 208 209 GENERACIÓN DEL 98(1898)
Jorge Manrique. Aparte de ellos, y ble duración y vigencia de las cimiento; l>) homogeneidad de P. Baroja, R. de Maeztu, Rubén
de una larga nómina de trovado mismas. En las dos primeras eta educación recibida, «en el senti Darío, R. M.a del Valle-Inclán,
res y decidores, hay que recordar pas (infancia y juventud) estos do más lato, de fuerzas concu J. Benavente, M. Bueno y él mis
a algunos tratadistas de la «gaya grupos generacionales manten rrentes a la especial modelación mo) que, sensibilizados ante «el
ciencia», «gay trovar» o «gay sa drían una actitud de iniciación a mental, en que se desarrolla un espectáculo del desastre» y aten
ber»; Enrique de Aragón, Pedro la vida social y de receptivi grupo nacido en los mismos tos a la «evolución del pensa
Guillen de Segovia, Juan del Enci dad frente a los valores vigentes. años»; c) la convivencia o las «re miento literario de fuera de Espa
na y el marqués de Villena, cuyo Tras esta fase receptiva aparecería laciones personales» entre los ña», habrían iniciado por esas
Arte de trovar refleja esta corrien otra activa, subdividida, a su vez, miembros de ese grupo genera fechas un movimiento de protes
te de creación literaria. en dos períodos que conforman cional, así como la participación ta social y de «renovación de las
Generación. Término relacio sendos grupos generacionales: conjunta en diversas institucio letras» españolas. Refiriéndose a
nado con la llamada «teoría de uno, que aportaría una carga de nes culturales, revistas, etc; d) «ex dichos escritores, Azorín alude a
las generaciones», esbozada en innovación y consiguiente oposi periencia generacional» de un una serie de rasgos comunes,
el siglo xix por L. von Ranke y ción afgrupo dirigente estableci hecho'histórico clave que provo que, a su juicio, les configuraban
W. Dilthey y aplicada en el si do, y otro, de mayor edad, que se que una toma de conciencia y como miembros de tal genera
glo xx al campo de la sociología ría el detentador del poder y que movilice a los integrantes del ción: espíritu de «rebeldía» frente
(K. Mannheim), del arte (W. Pin- trataría de defender la perma grupo para una acción común; a las corruptelas políticas y socia
der) y de la literatura, por J. Pe- nencia del esquema de valores y e) aparición de un guía intelec les de la Restauración, apertura
tersen, cuyos principios recogerá formas de vida impuestos por él tual del grupo; f) comunidad de hacia la cultura europea coetánea
P. Salinas en su estudio de la «Ge anteriormente. En torno a los se «lenguaje generacional», que de e interés por algunos de sus inte
neración del 98». A J. Ortega y senta años, dicho grupo, normal note una propia forma de expre lectuales y escritores más signifi
Gasset se debe un estudio sobre mente, habría de ceder el paso a sarse y unas peculiaridades de cativos (F. Nietzsche, P. Verlaine,
el concepto de generación y su la siguiente generación innova sensibilidad y estilo literarios; etc.), simpatía por los románti
utilidad en el campo de la histo dora, que trataría de imponer sus g) «anquilosamiento o parálisis cos, especialmente por Larra, de
ria de la cultura. Para Ortega, la propias formas de cultura y con- de la generación anterior». Véan seo de redescubrir valores olvida
historia de la humanidad se desa cepcióp de las relaciones socia se: CLASIFICACIÓN LITERARIA y dos o aspectos abandonados de la
rrolla a través de generaciones, les. Las generaciones se irían su PERÍODOS LITERARIOS. realidad española (el paisaje, los
que conforman sistemas de cre cediendo en períodos de quince Generación de 1868. Véanse viejos pueblos y ciudades, etc.) y
encias, ideas y valores que regu años. NATURALISMO y REALISMO. de su tradición literaria primitiva
lan la vida de los hombres en cada Por lo que atañe a la utilización Generación del 98 (1898). (Berceo, Juan Ruiz, Jorge Manri
época. La generación sería como de dicho concepto en la periodi- Denominación acuñada por J. Or que, etc.) y una atención y cultivo
el «órgano visual con que se ve en zación de la historia de la litera tega y Gasset para referirse a los acendrado del idioma para «agu
su efectiva y vibrante autentici tura, ha sido J. Petersen quien ha jóvenes de su generación (cuya dizarlo» y enriquecerlo con la
dad la realidad histórica». Basán concretado los factores constitu entrada en la adolescencia había recuperación de las «viejas» y
dose en el desarrollo de la vida yentes de una generación litera coincidido con el desastre colo «plásticas» palabras, capaces de
humana en sus diferentes etapas ria. P. Salinas ha precisado dichos nial de 1898) y de la que se apro «aprisionar menuda y fuertemen
(infancia, juventud, madurez, an factores en su estudio «El concep pió Azorín, en sus cuatro artícu te la realidad».
cianidad), Ortega alude al ritmo to de generación literaria aplica los titulados «La generación de En relación con esta hipótesis de
de evolución y sucesión de las ge do a la del 98». Son los siguientes: 1898», para designar a un grupo la posible generación proclama
neraciones, así como a la posi a) coincidencia en la fecha de na de escritores (M. de Unamuno, da por Azorín, la crítica se mués-
GENERACIÓN DEL 98 (1898) 210 211 GENERACIÓN DE 1927
tra dividida en torno a la existen una misma generación histórica, ramente modernista y su evolu convencionalismos de los poetas
cia o no de la misma, a la nómina a la que pertenecen los llama ción posterior hacia el esperpento de la Restauración, al tiempo que
de integrantes y, sobre todo, a sus dos «modernistas»: conviven en las confirma su autonomía respecto resalta su distanciamiento de la
posibles relaciones con el moder mismas tertulias y escriben en del 98) o Machado, modernista estética del arte por el arte, al con
nismo, que fue, en realidad, la las mismas revistas (Germinal, La igualmente (las confluencias te siderar la poesía como un elemen
corriente estética y literaria do vida literaria, etc.); b) por otra par máticas -España, Castilla, proble to que sirve no sólo para produ
minante a finales del siglo xix y te, noventayochistas y modernis mática existencial, etc.- con dicho cir placer estético, sino, sobre
comienzos del xx. Esta división tas coinciden en el punto de par grupo son de raigambre regenera- todo, «para agitar los espíritus»
se concreta en dos posiciones tida de su posición estética: el cionista, compartidas por otros (D. Shaw);/) por lo que respecta a
contrapuestas: la primera, re rechazo de la narrativa realista y escritores que traspasan los lími la lengua literaria, es evidente la
presentada por P. Salinas, que, naturalista, del prosaísmo de la tes del 98); e) desde el punto de preocupación de estos escritores
aplicando la teoría sobre las ge poesía de Campoamor y Núñez de vista de la creación literaria, y por por crear un «lenguaje natural y
neraciones de J. Petersen (véase Arce y del drama neorromántico; lo que atañe a los géneros, es evi antirretórico, ceñido a la realidad
★generación), afirma la existencia c) las diferencias entre los supues dente que dicho grupo de escrito de las cosas que evocan» (G. Díaz
de la generación del 98 como tos representantes de una y otra res (Unamuno, Azorín, Maeztu y Plaja). Véanse: fin De siglo, mo
grupo autónomo y claramente corriente habría que buscarlas, Baroja) utiliza, como género do dernismo y REGENERAC1ONIS-
diferenciado del modernismo; la pues, no en el campo de la crea minante, en la primera época, el MO.
segunda, representada por escri ción literaria, sino en el de una artículo periodístico y el ensayo, Generación de 1914. Véase
tores como Juan Ramón Jimé determinada opción ideológica: como medios de divulgación de NOVECENTISMO.
nez y L. Cernuda y críticos como cierta sintonía de carácter regene- sus ideas. Por lo que respecta a la Generación de 1927. Título
F. de Onís y R. Gullón, niega la racionista (en Baroja, Azorín y narrativa, las novelas de Baroja, con el que se reconoce a un con
existencia de tal generación, ya Maeztu, al fundar la revista Juven Unamuno y las primeras de Azo junto de escritores españoles cu
que lo que se considera como tud, al publicar su Manifiesto o al rín giran en torno a un personaje ya producción literaria más im
rasgos peculiares de la misma apoyar el estreno de Electra, de central, del que se traza la evolu portante se desarrolla entre 1920
responderían a un cambio de Galdós, en 1901; sintonía compar ción de su personalidad en la línea y 1935 y a los que, a partir de
sensibilidad y actitudes estéticas, tida por Unamuno) en torno al de los ★Bildungsroman. Se nota, 1924, se les considera miembros
fruto y expresión de un fenóme presente y el porvenir de España, además, cierto «parecido de fami de una nueva generación litera
no artístico y cultural más am su tradición cultural, sus institu lia» entre los protagonistas de es ria, a la que se refiere un repre
plio conocido con el nombre de ciones políticas, etc., juzgadas crí tas novelas: Fernando Osorio y sentante de la misma, J. Guillén:
modernismo. ticamente desde una posición éti Andrés Hurtado, de Baroja; Anto «Éramos amigos, y con una co
Sin prejuzgar la validez de estas ca y estética; d) en torno a 1903 se nio Azorín, de J. Martínez Ruiz; munidad de afanes y gustos que
posiciones críticas contrapuestas, advierte un progresivo distancia- Apolodoro Carrascal y Augusto me ha hecho conocer por la vía
se pueden ofrecer, con las lógicas miento entre estos escritores, que Pérez, de Unamuno: se trataría de directa la unidad llamada “getie-
reservas, las siguientes líneas de habrían de seguir en el futuro un «héroes casi trágicos en un con ración”. Pedro Salinas y yo, Ge
interpretación del problema: a) es camino diferente, en su ideología texto que es menos trágico que rardo Diego, Federico García
evidente que los escritores men y en los presupuestos estéticos de desesperanzado». En cuanto a Lorca, Dámaso Alonso, Vicente
cionados por Azorín y considera su creación literaria. Por otra par la poesía, se advierten coinciden Aleixandre, Rafael Alberti y Pepe
dos posteriormente como «no- te, carecería de sentido asociar al cias entre Unamuno y Machado y Bergamín, y Melchor Fernández
ventayochistas» (Baroja, Maeztu, marbete del 98 a Valle-Inclán (su otros poetas modernistas: recha Almagro». Los dos últimos, jun
Unamuno, etc.) forman parte de producción anterior a 1905 es cla zo de la ampulosidad, banalidad y to con Juan Larrea y Pedro Gar
GENERACIÓN DE 1927 212 213 GENERACIÓN DE 1927
fias, son citados como asistentes neración del 27 se haya restringi como Hinojosa o Larrea): en 1929 ta (poemas de R. Alberti a Garci-
a las «mesas» amistosas e intelec do, entre ciertos críticos, a estos publica Alberti Sobre los ángeles; laso, de Aleixandre a Fray Luis de
tuales del grupo, del que forman diez poetas mencionados. de 1929 es Un río, un amor, de León y a San Juan de la Cruz, etc.)
parte, además, Luis Cernuda, En cuanto a las fases de desarro Cernuda; de 1930 Poeta en Nueva como popular: el Romancero, las
Emilio Prados y Manuel Altola- llo de esta generación, G. de To York, de Lorca; y de 1932 Espadas •canciones populares de Gil Vicen
guirre. Entre los escritores men rre relaciona sus inicios con el como labios, de Aleixandre. te, Lope de Vega, etc. En conso
cionados, destacan seis poetas período de la «revolución ultraís- En cuanto a las influencias recibi nancia con esta lírica popular,
(Salinas, Guillen, D. Alonso, ta». El grupo se va configurando das, unas pertenecen a las van surgirá esa «especie de popularis-
G. Diego, Lorca y Alberti), que en un clima de renovación estéti guardias y otras a la tradición li mo recién creado» en los versos
constituyen el grupo dinamiza- ca coincidente con el aparecer de teraria anterior. En este sentido, de Lorca y Alberti, enraizados en
dor de toda esta generación, co las vanguardias y con la funda aceptan inicialmente el magiste la tradición folclórica de su Anda
hesionada no sólo por vínculos ción, en Madrid, de la Residencia rio de Juan Ramón (búsqueda de lucía natal. La confluencia armó
intelectuales y estéticos, sino, de Estudiantes, en la que viven una poesía pura, tendencia a la nica de esta rica tradición culta y
además, por una gran amistad. internos J. Guillén (1911-1915), creación- de nuevas imágenes y popular con la asimilación de las
Juntos convocan un homenaje a F. García Lorca, (1918-1928), metáforas, uso del versolibrismo, innovaciones técnicas derivadas
Góngora en 1927 (por celebrarse Emilio Prados, Buñuel y Dalí, etc.) y de Gómez de la Serna. Re de los movimientos de vanguar
el centenario de la muerte de di y adonde acuden con frecuen conocen, igualmente, la función dia será un rasgo peculiar de los
cho poeta, al que consideran mo cia R. Alberti, M. Altolaguirre, renovadora que en su tiempo escritores del 27.
delo precursor de sus ideales es G. Diego, Salinas y D. Alonso. La ejercieron los poetas modernis En definitiva, tratando de sinteti
téticos) y realizan una excursión primera etapa de creación litera tas: Rubén Darío, Unamuno y zar los presupuestos estéticos y
a Sevilla, con actuaciones en su ria de este grupo, marcada por el M. Machado. Reciben, en los co los rasgos característicos de los
Ateneo que constituyen una es influjo de las vanguardias, ha sido mienzos de su creación, la in escritores del 27, podrían seña
pecie de manifiesto generacio designada con el término orte- fluencia de la obra de Bécquer larse, entre otros, el de la autono
nal. Los seis están, a su vez, en el guiano de «deshumanización», y (reconocida expresamente por mía del arte (se busca un lenguaje
origen o en relación con los prin se caracteriza por una búsqueda Aleixandre, Alberti, Cernuda y poético autónomo, una poesía
cipales grupos y revistas regiona de perfección formal, el predo D. Alonso), pero, sobre todo, de «pura»), el hermetismo, el cultivo
les que surgen en este momento minio de la metáfora, cierta acti Góngora, cuyo «descubrimien preferente de la imagen y la metá
en España: G. Diego con el de tud clasicista y especial influen to», ya iniciado por Mallarmé y fora, la concepción de la poe
Santander (Revista de Santander, cia gongorina. Esta fase culmina Rubén Darío, adquiere su pleno sía como «creación» (el poema es
Carinen, Lola), Guillén con el de con la celebración del centenario desarrollo con ocasión del tercer como un «quintaesenciado mun
Levante (Verso y prosa, en Mur de Góngora en 1927, año en que centenario de la muerte del poe do»), la intrascendencia del arte:
cia), Salinas con el de Sevilla surge La Gaceta Literaria, que, ta. De ello son prueba los estu «la poesía y el arte, desnudos de
(Mediodía), Lorca con los de según G. de Torre, se constituye dios de D. Alonso (La lengua toda finalidad extraestética, mo
Granada y Málaga (Gallo y Lito en «verdadero órgano de expre poética de Góngora y la edición ral o social, es juego ingenioso de
ral, respectivamente), etc. Las es sión de la generación de 1927». A de Soledades, 1927), de G. Diego palabras y conceptos» (P. Salinas).
peciales relaciones de amistad partir de 1928, se desarrolla una (Antología poética en honor de Por lo que se refiere a la trayectoria
entre los seis, y de éstos con Alei- nueva fase, caracterizada por la Góngora, 1927), etc. En esta vuel posterior de los miembros de esta
xandre, Cernuda, Prados y Alto- «entrada de lo social» y el interés ta a la literatura clásica, los poe generación, ya se dijo que en tor
laguirre, explican posiblemente por el surrealismo (inicialmen tas del 27 redescubren, además, no a 1928 se inicia un proceso de
el hecho de que el marco de la ge te provocado por poetas afines, la rica tradición lírica, tanto cul «rehumanización», al que sigue
GENERACIÓN DE 1936 214 215 GENERACIÓN DE 1936
un compromiso social y político Generación de 1936. Deno mónica del hombre con el mun poetas que en la inmediata pos
en algunos integrantes del grupo minación con la que se designa a do (en consonancia con el tema guerra participarán (salvo Blei
(Alberti, E. Prados, L. Cernuda, un grupo de escritores españoles guilleniano del «mundo bien he berg) en la revista Escorial. El
etc.), intensificado con el adveni nacidos en torno a 1910 que pu cho» y del panteísmo cósmico de otro grupo, en el que predo
miento de la República, irrupción blican sus primeras obras en la ascendencia aleixandrina, aun minan, junto al tema amoroso,
de los fascismos, etc., y, en el as década de los treinta y que viven que desde una perspectiva reli el contenido y compromiso so
pecto literario, con la presencia en su juventud una situación giosa), predominio de la imagen ciales, está representando por
de Neruda en España a partir de dramática que les marca como y de la metáfora y clasicismo en M. Hernández, A. Serrano, Plaja,
1935, que, a través de su revis «acontecimiento generacional»: el uso de la métrica: décimas, so J. Gil-Albert (los dos últimos,
ta Caballo verde para la poesía la Guerra Civil de 1936. A pesar netos, romances, etc. En 1936, animadores de la revista Hora de
(1935), proclama la necesidad de de las diferencias ideológicas que año del desencadenamiento de la España), G. Celaya e I. M. Gil.
una «poesía impura». La Guerra separan a algunos de los inte Guerra Civil, se celebra el cuarto Otros temas comunes a los miem
Civil acentúa la urgencia del com grantes de dicho grupo, se puede centenario de la muerte de Garci bros de esta generación son la
promiso (la casi totalidad del gru hablar de generación, no sólo por laso de la Vega, al que se suman rehumanización de la poesía (en
po se alinea a favor de la Repú las vivencias históricas comunes, poetas del 27 como Altolaguirre, consonancia con ciertos poetas
blica), que influye en las caracte sino también por las coinciden R. Alberti, Cernuda, etc., y repre del 27), la revalorización del sen
rísticas de su producción literaria. cias en aspectos formales de su sentantes de la nueva generación, timiento, una vuelta a lo elemen
Al terminar la contienda, el grupo creación literaria, así como por la como Rosales y Vivanco, G. Blei- tal humano (amor, vinculación a
se disgrega definitivamente: unos vuelta a determinados modelos berg, J. A. Muñoz Rojas y otros. la tierra, etc.) y una búsqueda de
parten al destierro (Salinas, Gui clásicos (Garcilaso, Quevedo) y M. Hernández escribe ese mismo valores primordiales con los que
llen, Alberti, Cernuda, Prados y por el influjo recibido de autores año su égloga en recuerdo de Gar dar sentido a una vida zarandea
Altolaguirre), Lorca ha muerto, contemporáneos como Unamu- cilaso y El rayo que no cesa, obra da por circunstancias dramáticas
Aleixandre, G. Diego y D. Alonso no, A. Machado y algunos poetas en la que destaca, en lo formal, el que han generado en los más una
continúan en España y van a ser de la Generación del 27. dominio de la métrica clásica en conciencia desgarrada. Por otra
vir de puente entre las vanguar Las manifestaciones literarias ini sus veinticinco sonetos y en los parte, junto a los poetas mencio
dias y las nuevas generaciones de ciales de este grupo generacional tercetos encadenados endecasíla nados, forman parte de esta ge
poetas. En este sentido, Sombra se producen en una serie de re bos de la «Elegía» a R. Sijé. neración una serie de ensayistas
del paraíso (V. Aleixandre) e Hijos vistas, entre las que destacan Desde el punto de vista temático e investigadores entre los que
de la ira (D. Alonso), publicadas Nueva Revista (1929), publica y de las opciones ideológicas res cabe mencionar a J. A. Maravall,
en 1944, marcan la reaparición de da por L. Panero y J. A. Maravall; pectivas, la Generación del 36 E. Azcoaga, M. Zambrano, A. Sán
este movimiento poético «rehu- Brújula (1934), dirigida por está integrada (o «escindida») chez Barbudo, R. Gullón, J. Ferra-
manizador» que «no cesó, sino R. Gullón e I. M. Gil; Hoja litera por dos grupos de poetas: uno, ter Mora, A. Rodríguez Moñino,
que precisamente se intensificó ria (1935), promovida por A. Sán en el que predominan los conte J. L. López Aranguren, P. Laín,
después de la sacudida trágica de chez Barbudo, A. Serrano Plaja y nidos de índole metafísica y reli J. Marías, etc.
1936 a 1939» (D. Alonso). Véanse: E. Azcoaga, etc. En 1935 aparece giosa y de corte intimista (L. Ro En cuanto a las influencias recibi
CREACIONISMO, CUBISMO, DES el libro de L. Rosales Abril, consi sales, L. F. Vivanco, Leopoldo y das por los miembros de esa ge
HUMANIZACION, FUTURISMO, derado como el primer exponen Juan Panero), a los que se vincu neración, sobresalen, entre los
NEOPOPULAR1SMO, POESÍA PURA, te de ciertos temas y rasgos for lan, por lo que respecta a la re clásicos, las de Garcilaso y Que
SURREALISMO, ULTRAÍSMO y VAN males característicos de la nueva novación clasicista, G. Bleiberg, vedo; el influjo de este último es
GUARDISMO. generación: amor y relación ar J. A. Muñoz Rojas y D. Ridruejo, más patente en escritores como
GENERACION DELA INMEDIATA POSTGUERRA 216 217 GENERACIÓN DE LOS AÑOS CINCUENTA
M. Hernández, Serrano Plaja e camino del resurgimiento litera los cuarenta, de adoptar un nue vida del Madrid de postguerra de
I. M. Gil. Entre los contemporá rio por la obra de poetas (B. de vo «canto» al hombre «pidiendo La colmena constituyen una pri
neos, son Unamuno y Machado Otero, G. Celaya, V. Crémer, paz, pidiendo patria, pidiendo mera muestra de algunas de las
los poetas con los que más conec J. Hierro), novelistas (C. J. Cela, aire verdadero» (J. A. Goytisolo). características de la futura nove
tan los escritores jóvenes, que M. Delibes y G. Torrente Balles- Al igual que B. de Otero, conci la neorrealista y social de esta ge
comparten la inquietud religiosa ter) y dramaturgos (A. Buero Va- ben la poesía como un arte de co neración del medio siglo. Hacia
y metafísica del primero (Vivan- llejo, A. Sastre) surgidos en la municación con «la inmensa ma 1954 parece consolidarse dicha
co, los Panero, etc.) y las preocu primera década de la postguerra, yoría», una poesía social en la que tendencia a través de las obras de
paciones cívicas y filosóficas del se va consolidando este impulso es evidente «su sentido ético, su J. Fernández Santos (Los bravos),
segundo. Del 27, Aleixandre y creador a lo largo de los años cin afán de justicia, su solidaridad I. Aldecoa (El fulgor y la sangre),
Neruda influyen especialmente cuenta, intensificando la línea de con el oprimido, su clamor con A. M.a Matute (Pequeño teatro),
en M. Hernández, así como en compromiso moral a través de la tra el opresor» (J. Hierro). Este J. Goytisolo (Juegos de manos)
los demás poetas que comparten nueva estética del objetivismo y contenido moral impone unas y, en 1956, con El Jarama, de
con él tina visión neorromántica del realismo social, que será im exigencias'temáticas y estéticas R. Sánchez Ferlosio, considerada
y humanizada de la poesía y una perante en la década del medio determinadas: atención priorita como obra modélica del grupo
peculiar sensibilidad hacia la siglo. ria a los problemas del hombre por sus técnicas narrativas: ob
problemática sociopolítica. Des Los rasgos caracterizadores de dentro del contexto social y polí jetivismo, conductismo, trata
de el punto de vista filosófico, el esta nueva generación se mani tico de la época, búsqueda de un miento del lenguaje, etc. En la
magisterio de Ortega y Gasset es fiestan de forma similar en los lenguaje sencillo, sin ornamen nómina de este grupo de narra
fundamental en varios pensado diversos géneros. Así, p. e., en tos, un tono predominantemente dores hay que citar, aparte de los
res miembros de esta genera poesía, entre 1950 y 1955 van apa narrativo que, en ocasiones, deri ya mencionados, a López Salinas,
ción, como M. Zambrano, P. Laín, reciendo obras de J. M. Caballero va hacia el prosaísmo; en defini C. Martín Gaite, J. M. Caballero
J. Marías, Rodríguez Huesear, Bonald (Las adivinaciones, 1952), tiva, una estética de la sobriedad. Bonald, J. López Pacheco, D. Suei-
Aranguren y Ferrater Mora. C. Rodríguez (Don de la ebriedad, No obstante, en la trayectoria del ro, L. Goytisolo, J. García Hortela
Generación de la inmedia 1953), J. A. Goytisolo (El retorno, grupo se advertirá un cambio no, J. Marsé, L. Martín Santos,
ta postguerra. (1939-1950.) 1955), J. A. Valente (A modo de progresivo hacia una mayor aten etc., a los que hay que añadir ex
Véanse existencialismo, ge esperanza, 1955), etc., así como ción al lenguaje poético, como celentes cultivadores del relato
neración DE LOS AÑOS CIN las de otros poetas que escriben medio no sólo de comunicación, corto: J. Campos, M. Fraile, A. Za
CUENTA, GENERACIONES DE LOS por esas fechas: A. González, sino también de «conocimiento» mora Vicente, R. Doménech,
SESENTA Y SETENTA, POESÍA SO A. Crespo, J. Gil de Biedma, (F. Grande, J. A. Valente, etc.). F. Grande, etc.
CIAL y TREMENDISMO. E. Cabañero, F. Brines, C. Saha- Por lo que respecta a la narrativa, También en el teatro surge un
Generación de los años cin gún y, algo más tarde, J. Marco y la década de los cincuenta se abre grupo de dramaturgos, a los que
cuenta. La llamada generación F. Grande. A este grupo pertene con tres novelas: La colmena, de se les ha asignado el rótulo de «ge
del medio siglo o de los cincuen ce también C. Barral, aunque no C. J. Cela (1951), Las últimas ho neración realista», que, precedi
ta está formada por un grupo de comparta algunos de los rasgos ras (1950), de J. Suárez Carreño, dos por A. Buero Vallejo y A. Sas
escritores nacidos entre 1925 y la de esta poesía: abandono de la y La noria (1952), de L. Rome tre, estaría representada por
Guerra Civil, en la que no parti subjetividad y actitud testimo ro, que preanuncian un nuevo J. Martín Recuerda (La llanura,
ciparon y a la que evocan como nial. Los integrantes de este gru enfoque, tono y técnicas narrati 1954; Los pueblos del sur, 1956),
testigos críticos de sus consecuen po tienen conciencia, frente a la vas. El objetivismo y la implícita C. Muñiz (Elgrillo, 1957; El tinte
cias deplorables. Preparado ya el poesía garcilasista y religiosa de presentación documental de la ro, 1961), J. M.a Rodríguez Mén
GENERACIONES DELOS SESENTA Y SETENTA 218 219 GENERACIONES DE LOS SESENTA Y SETENTA
dez (Vagones de madera, 1959; Los Generaciones de los sesenta y ferrer, V. Molina Foix, G. Carne prima Montse, 1970), etc. En la
inocentes de la Moncloa, 1961), setenta. En el transcurso de los ro y A. M.a Moix. Sobre las carac experimentación de técnicas na
L. Olmo (La camisa, 1962), etc. La años sesenta se advierte una reac terísticas intelectuales y estéticas rrativas surge una narrativa de
temática de estas obras se centra ción frente a la literatura testimo de esos poetas (oposición al rea corte intelectual, bajo la influen
en las injustas condiciones de nial anterior, tanto en la crítica lismo anterior, conexión con las cia de Joyce, Kafka, Gide, etc., en
vida del proletariado y clase me (J. M. Castellet y C. Barral revisan vanguardias, experimentación la que figuran F. de Azúa (Las lec
dia baja (su alienación, miseria y su posición anterior favorable a la formal, apertura a los mass-me- ciones de Jena, 1972), J. M. Guel-
discriminación social), la hipo literatura de compromiso) como dia, etc.), puede consultarse la benzu (El mercurio, 1968), J. Ma
cresía social y moral de los repre en la misma creación literaria de entrada correspondiente a ★noví rías (Travesía del horizonte, 1972),
sentantes de la sociedad estable ciertos escritores, como L. Martín simos. Algunas de estas caracte V. Molina Foix (Museo provincial
cida y la desmitificación de su Santos (Tiempo de silencio, 1962), rísticas perviven en un grupo de de los horrores, 1970), etc. Deben
mundo de valores, etc. En lo rela J. Benet (Volverás a Región, 1968), poetas más jóvenes, cuya obra se citarse, además, las obras de
tivo a las formas dramáticas, pre e incluso en la de autores que ha desarrolla a partir de la década M. Vázquez Montalbán (Recor
valecen el realismo y el neoexpre- bían militado anteriormente en de los setenta (M. R. Barnatán, dando a Dardé, 1969) y la serie
sionismo crítico, así como la farsa la narrativa testimonial, como A. Colinas, L. A. de Cuenca, L. A. del detective privado Pepe Car-
«popular» de tipo esperpéntico J. Goytisolo (Señas de identidad, de Villena, J. L. Giménez Frontín, valho (Yo maté a Kennedy, 1972;
(Valle-Inclán) o la tragedia gro 1966), J. Marsé (Últimas tardes J. L. Jover, J. Munárriz, J. Siles, La soledad del manager, 1972,
tesca derivada de C. Arniches, con Teresa, 1961), etc. En estos J. Talens, J. M. Ullán y otros), en etc.) y a F. Umbral, con sus relatos
con influencias de F. García Lorca escritores, lo mismo que en los algunos de los cuales se advierte sobre la vida social y cultural de la
y R. Alberti. Los protagonistas maestros de la postguerra, como una fuerte presencia de referen postguerra (La noche que llegué
son frecuentemente colectivos; el C. J. Cela (San Camilo 1936,1969), cias culturales y literarias y un re al Café Gijón, 1977) y de tono líri
tono, amargo, pesimista y deses M. Delibes (Cinco horas con Mario, finamiento estético evidente. co: Mortal y rosa (1975). En la na
peranzado; y el lenguaje, bronco, 1966) y G. Torrente Ballester (La En cuanto ala narrativa, Martín rrativa del exilio, en torno a los
directo, provocador, atento a re saga/fuga de J. B., 1972), se consta Santos trasciende el realismo so años sesenta surgen algunas de
crear las formas populares y la ex ta una experimentación formal, cial e inicia una nueva estética, las grandes novelas de F. Ayala
presión coloquial. Por otra parte, tanto en la composición de las tanto en los aspectos de compo (Muertes de perro, 1958, El fondo
en esta década de los cincuenta se obras como en el lenguaje. Estas sición (utilización del monólogo del vaso, 1962), Max Aub (La calle
inicia el teatro de raíz surrealista tentativas innovadoras se produ interior y de la narración en se de Valverde, 1961), R. J. Sender
de Arrabal (Picnic, El triciclo, El cen en los tres géneros literarios. gunda persona, etc.) como en el (La aventura equinoccial de Lope
laberinto, 1952 a 1957), al que si Por lo que atañe a la poesía, cultivo de la forma: riqueza de lé de Aguirre, 1964). Por otra parte,
gue la producción de su teatro J. M. Castellet publica en 1970 xico, sintaxis compleja y barro- la concesión de los premios Bi
«pánico» (La princesa, 1957; La una antología con el título Nueve quizante, referencias literarias, blioteca Breve y Nadal a varios
primera comunión, 1958, etc.). novísimos, en la que figuran nue filosóficas e históricas, etc. En novelistas hispanoamericanos (La
Cabe recordar, igualmente, la co ve poetas nacidos entre 1936 y esta línea de renovación formal ciudad y los perros, de M. Vargas
media de tradición benaventina 1950 que serían los representan destacan igualmente J. Goytisolo Llosa, 1962; Tres tristes tigres, de
y de evasión en autores como tes de esta renovación producida (Reivindicación del Conde don G. Cabrera Infante, 1967; Cambio
A. Paso (Una bomba llamada desde mediados de los sesenta: Julián, 1970; Juan sin Tierra, de piel, de C. Fuentes, 1967; etc.)
Abelardo, 1953), J. Salom (El men M. Vázquez Montalbán, A. Mar 1975), J. Benet (Una meditación, promueve en los lectores españo
saje, 1955), etc. Véanse: neo tínez Sarrión, J. M. Álvarez, 1970; Un viaje de invierno, 1972), les un interés por el nuevo realis
rrealismo y realismo social. L. M. Panero, F. de Azúa, P. Gim- J. Marsé (La oscura historia de la mo mágico.
GÉNERO CHICO 220 221 GÉNEROS LITERARIOS
En el teatro se produce a lo largo po, se consolida un autor inde Vía, La verbena de la Paloma, La abarca desde Platón y Aristóte
de la década de los sesenta y pri pendiente, A. Gala, cuya produc Revoltosa, Agua, azucarrillos y les hasta el neoclasicismo del si
meros años setenta una reacción ción, caracterizada por un tono aguardiente, etc. Véanse: saine glo xvm), la etapa de oposición
similar frente a la «generación lírico, una reflexión sobre el senti te y zarzuela. crítica al clasicismo, iniciada con
realista» anterior por parte de un do de la vida y los valores huma Géneros literarios. Expresión la teoría romántica de los géneros
grupo de dramaturgos portado nos y cierta crítica social, consi con la que se denomina un mo (Estética de Hegel), y el período de
res de una nueva estética: J. Rui- gue una notable acogida del delo estructural que sirve como reelaboración de la mencionada
bal, A. Martínez Ballesteros, público con Los verdes campos del criterio de clasificación y agru teoría a partir del formalismo
J. M. Bellido, J. A. Castro, J. López Edén (1963), Los buenos días per pación de textos (atendiendo a ruso. Para un estudio preciso y
Mozo, M. Romero Esteo, M. Mar didos '(1972), Anillos para una las semejanzas de construcción, pormenorizado sobre la forma
tínez Mediero, L. Matilla, A. Gar dama (1973), etc. Véanse: nove temática y modalidad de discur ción de esta teoría de los géneros
cía Pintado, J. Martín Elizondo, la HISTÓRICA, NOVELA POLICÍA so literario) y como marco de re literarios en las etapas menciona
E Nieva, A. Miralles, L. Riaza, etc. CA, NOVÍSIMOS y TEATRO INDE ferencia y expectativas para es das y en los tratadistas más impor
Las innovaciones aportadas por PENDIENTE. critores y público. El término tantes, puede verse la entrada co
estos dramaturgos no atañen al Género chico. Expresión con la «género» (del griego genos: ori rrespondiente en el DTC, cuyas
contenido temático, sino a su tra que se designa un tipo de obra gen, especie, clase) se utiliza, des conclusiones se enuncian a conti
tamiento (simbólico y alegórico) teatral, en un solo acto, a medio de la cultura clásica, como cate nuación: a) es innegable la persis
y a la concepción del texto litera camino entre el sainete y la zar goría gramatical (referencia al tencia del concepto de género en
rio y su puesta en escena, para lo zuela: como el sainete, es una pie sexo) y lógica (definida por Aris todas las épocas de la historia y
que recogen elementos del *teatro za breve, de carácter popular y tóteles como «el atributo esencial crítica literarias, en las que ha ser
de la crueldad (A. Artaud), “épico cómico, centrada en el trata aplicable a una pluralidad de co vido como criterio de clasifica
(B. Brecht), del “absurdo (S. Bec- miento evasivo de costumbres de sas que difieren entre sí específi ción y de referencia ideal, tanto en
kett, E. Ionesco), teatro “pobre la época y en la recreación de ti camente»), Dicho término es uti el campo de la enseñanza como
(J. Grotowski) y, por supuesto, de pos peculiares (el hortera, el or lizado por Cicerón para designar en el de la recepción (editoriales,
la tradición nacional de la farsa y ganillero, el viejo verde, el chulo, una forma artística ideal que sir público) y creación; b) es cierto
del esperpento de Valle-Inclán. etc.), como ocurría con los anti ve de modelo en la elaboración que ha habido, desde el Romanti
Aparte de los autores menciona guos pasos de Lope de Rueda en de textos: «cualquier asunto que cismo, autores que han negado la
dos surgen en el transcurso de los el siglo xvi o los sainetes de don se aborde con un método racio validez crítica de dicho concepto
años setenta diversos grupos de Ramón de la Cruz en el xvm; de nal debe tener como punto de re (B. Croce) o han apuntado su es
actores, directores y dramaturgos la zarzuela imita el canto para al ferencia la última forma y la ima casa «fecundidad». No obstante,
que, al margen de la organiza gunas partes de la representa gen de su género» (Orator). en la crítica actual se acepta la va
ción empresarial de las salas des ción. Este tipo de obras consigue La teoría de los géneros literarios lidez de dicha clasificación, enten
tinadas al gran público, crean un una notable acogida del público a (origen y caracteres de los mis dida con carácter descriptivo,
«teatro independiente», sobrio en finales del siglo xix y comienzos mos, evolución, interrelación y como una «institución» que posi
medios pero original, y abierto a del xx,..con autores como R. de número) cuenta con una larga tra bilita unos «tipos de organización
jóvenes, intelectuales y ambientes la Vega, J. López Silva y C. Arni- dición en la cultura occidental. o estructura específicamente lite
populares: Els Joglars, Els Come- ches y músicos como R. Chapí, Pueden distinguirse tres etapas rarios» (R. Vellek y A. Warren);
diants, Tábano, Los goliardos, Di F. Chueca y T. Bretón. Entre las fundamentales en el surgimiento c) los géneros se han entendido
tirambo, Aquelarre, La Cuadra, obras del género chico más so y desarrollo de dicha teoría: la co desde la etapa grecolatina en dos
Corral de Comedias, etc. Al tiem bresalientes cabe citar La Gran nocida como etapa clásica (que acepciones: como géneros teóricos
GÉNEROS LITERARIOS 222 223 GLOSA
(los «modos» de relato en Platón) obras dentro de un género se basa YO, ÉPICA, LÍRICA, MIMESIS, PARE- con lenguas de la India. La pre
y como géneros históricos o reali en su «afinidad genérica», que se M1OLOGÍA, PERIODISMO, POESÍA, sencia de gitanismos es una ca
zaciones concretas de esos mode concreta no en la mera similitud POÉTICA, TEATRO y TRAGEDIA. racterística del llamado «flamen-
los o «tipos»: epopeya, tragedia, argumental o temática, sino en Germanía. Término de origen quismo», entendido como influjo
comedia, etc. En la crítica actual el «reconocimiento de funciones latino (germanus: hermano) con cultural de lo gitano-andaluz en
prevalece la tendencia a concebir análogas», dispuestas según un el que se designa el lenguaje de las formas del lenguaje y en los
los géneros en esta acepción histó- «cierto orden y tensión mutua» y ciertos grupos marginales de la modos de conducta de determi
rico-descriptiva; d) desde esta que, en el plano del contenido, es sociedad del Siglo de Oro, consti nados grupos de la sociedad es
concepción, el género puede defi tán desempeñadas por «ciertos tuidos por gentes del hampa: pi pañola, que en el siglo xvm llega,
nirse como un conjunto indivisi elementos significativos (perso caros, prostitutas, delincuentes, incluso, a ciertos representantes
ble de rasgos de composición que najes, lugares de acción, orienta rufianes, etc. de la nobleza, según apunta Jove-
atañen a la forma, estructura, te ciones afectivas, etc.) que, aunque A este lenguaje marginal se le re llanos en la Sátira II a Arnesto.
mática, modos y tono, elementos puedan ser diversos en las distin conoce, además, con los nombres Este influjo va en aumento a lo
que lo constituyen como modelo tas obras del género, «permiten su de «jerga» y «jerigonza». Véanse: largo del siglo xix y llega a con
estructural imitable y como nor reducción a unas pocas categorías JÁCARA, JERGA y JERIGONZA. vertirse en moda durante la Res
ma histórico-literaria, que sirve funcionales bien diferenciadas» Gesto. Movimiento del cuerpo tauración. Ecos de esta presencia
de punto de mira a los escritores (E Lázaro Carreter); g) entre los a través del cual una persona de lo gitano llegan a la literatura a
y de horizonte de expectativas al rasgos del género, en su realiza manifiesta o exterioriza un con través de dos grandes artistas del
público lector; e) en la historia de ción histórica, figura su carácter tenido interior de la conciencia lenguaje: Valle-Inclán y Arniches.
la crítica literaria, aparte de los gé evolutivo, el posible hibridismo (sentimiento, actitud, estado de Glosa. Término de origen latino
neros históricos, se habla también (p. e., la novela dialogada), el plu ánimo, etc.) a un interlocutor o (glosa: palabra oscura que nece
de unos «géneros naturales» (épi ralismo o coexistencia de géneros espectador. En el teatro, donde sita ser interpretada) con el que
co, lírico y dramático), que res en un mismo texto (p. e., en el el gesto constituye un elemento se designa una composición poé
ponderían a la triple modalidad Quijote aparecen poemas, discur esencial, los actores tratan de re tica formada por una estrofa ini
de emisión o actitud del emisor en sos, novelas intercaladas, cartas), producir los comportamientos y cial (una redondilla, un estribillo
la comunicación literaria (la enun etc.; h) en cuanto al número de gé sentimientos de sus personajes a popular, etc.), en la que se formula
ciación, correspondiente a la líri neros, desde el período clásico ha través de unos gestos perfecta el tema, seguida de una serie de
ca, la representación, a la dramá sido constante la alusión a tres mente inteligibles por los espec estrofas (décimas, coplas castella
tica, y la narración o modalidad modalidades: épica (con sus for tadores. Algunos críticos y direc nas, octavas italianas, liras, etc.)
expresiva mixta, a la epopeya y a la mas genéricas épico-narrativas: tores de teatro (p. e., Meyerhold) en las que se «glosa», comenta o
novela) y a las tres maneras funda epopeya, saga, leyenda, cantar de utilizan el término latino gestas interpreta dicho tema. La estruc
mentales de participación del re gesta, novela, cuento, etc.), lírica para significar la actitud funda tura métrica más frecuente en este
ceptor en esa comunicación litera (elegía, égloga, oda, epitalamio, mental de un personaje, como tipo de poemas es la que está for
ria (identificación, o simpatía con etc.) y dramática (tragedia, come «congelada» en forma de «postu mada por una redondilla (el texto
las emociones y sentimientos del dia, drama, farsa, entremés, etc.), ra». Véanse: actor, declama que va a ser glosado) y cuatro dé
emisor -lírica-, conmoción trági a las que se une, desde Quintilia- ción, DIRECTOR DE ESCENA y cimas, en las que se comenta el
ca o cómica -dramática- y admi no, la didáctica (diálogo, trata TEATRO POBRE. tema enunciado en aquélla; el ver
ración ante lo narrado y la forma do, ensayo, artículo, refrán, etc.). Gitanismo. Palabra o giro per so final de cada décima es, sucesi
de contarlo -epopeya y novela-); Véanse: clasificación litera teneciente al idioma que hablan vamente, uno de los de la redon
f) la inclusión de determinadas ria, COMEDIA, DIDÁCTICA, ENSA los gitanos, el caló, emparentado dilla. Véase: mote.
GLOSEMÁTICA 224 225 GRACIOSO
Glosemática. Véanse conno tras el fuego es la primera colec sas partes de Europa: en Alema ludo, bellísima) o el himno euca-
tación, CONTENIDO y ESTRUC- ción castellana de refranes, a la nia (los Carmina Burana, el «Ar- rístico Pange lingua, para cantar
TURALISMO. que seguirán las de Blasco de Ga- chipoeta» de Colonia), Inglaterra las glorias de la amada. Otros te
Gnómica. Término de origen ray, P. Valdés, Hernán Núñez, (Cancionero de Cambridge), Fran mas frecuentes son: la primavera,
griego (de gnome: pensamiento, Mal Lara, Sebastián de Horozco y cia (texto manuscrito de Char- la taberna, la fortuna y, sobre
sentencia) aplicado a un tipo Correas, que atestiguan el interés lons-sur-Marne) y España (el todo, el amor, del que surgen
de literatura didáctica en la que de unjpúblico lector por esta lite manuscrito de Ripoll, Carmina múltiples canciones.
se incluyen aforismos, refranes, ratura aforística, que tanta cabi Rivipullensia, Garcineida y cier Gongorismo. Véase cultera
proverbios y sentencias que ex da tiene en obras como La Celes tos poemas del Libro de Buen nismo.
presan ejemplos y modelos rela tina, el Lazarillo o el Quijote. En Amor). Gozo. Término derivado del la
cionados con la conducta moral la época contemporánea la poe En lo que se refiere a la temática, tino gaudio, con el que se designa
del hombre. Este tipo de literatu sía gnómica y didáctica encuen uno de los tópicos recogidos por un tipo de poema religioso dedi
ra gnómica fue cultivado en Gre tra un egregio cultivador en este grupo de poetas es el *carpe cado a la Virgen en el que se evo
cia y Roma: de Hesíodo (Los tra A. Machado, que inserta «Pro diem, con' su correspondiente can ciertos episodios de su vida,
bajos y los illas) y de Homero verbios y cantares» y «Parábolas» exaltación de los placeres que ha relacionados con la de Cristo, su
arranca esta tradición, seguida, en Campos de Castilla. Véanse: cen amable la vida, tan corta: el Hijo, que fueron para Ella moti
entre otros, por el comediógrafo PROVERBIO y REFRAN. amor (un erotismo exuberante), vo de alegría y satisfacción «go
Menandro. En Roma circulaban Goliardo. Denominación, de el vino, el juego, el ocio divertido, zosa». Se han relacionado estos
colecciones de aforismos de estos procedencia dudosa (se han su la comida (elogio de la gula). poemas con ciertas composicio
escritores griegos a las que se gerido, como posible origen eti Otro tema es el tópico medieval nes del latín medieval, los gaudia,
añadían sentencias de autores la mológico, los términos gula y del Contemptus mundi (despre término que respondería a la fór
tinos, como Virgilio. La literatu Golías, obispo legendario que los cio del mundo), idea socorrida mula de saludo («ave», «salve» o
ra gnómica española, y, en con goliardos imaginaban su antepa en los sermones y tratados ascé gaude, en versión de jaire, del
creto, la medieval, se nutre, más sado), con la que se alude a un ticos de la época y que ellos rela evangelio griego) con la que el
que de esta tradición grecolatina, grupo de poetas medievales, es cionan con el mencionado tema ángel Gabriel se habría dirigi
de otras dos fuentes que han ejer tudiantes y clérigos que han de del carpe diem: puesto que los do a María en el momento de la
cido gran influencia en ella: la li jado una obra, generalmente bienes de esta tierra son perece «anunciación» (de su materni
teratura árabe y la hebrea (los anónima, versificada en latín y deros, han de ser aprovechados dad), acontecimiento que, preci
libros sapienciales de la Biblia, en estrofas destinadas al canto. antes de que sea tarde. Pero el samente, habría constituido su
uno de los cuales se titula Prover Los poemas más conocidos de tema preferido de estos poetas primer «gozo». Entre los textos
bios), de las que han quedado este grupo de clérigos goliardes clérigos es el de la crítica de las que aparecen con esta denomina
ejemplos en Juan Ruiz (refranes y cos son los Carmina Burana. Este instituciones eclesiásticas: así, la ción en la literatura española des
sentencias) y, sobre todo, en Sem tipo de poetas surge en los si utilización lúdica, y a veces bur tacan dos poemas de Juan Ruiz,
Tob de Carrión, cuyos Proverbios glos xii y xiii en facultades uni lesca, de temas religiosos, de re titulados «Gozos de Santa María».
inórales contienen un fondo que versitarias de artes y en ambien ferencias bíblicas y litúrgicas, Gracioso. Personaje-tipo del
procede de dichas fuentes y de tes eclesiásticos: en sus poemas profanadas y aplicadas al goce teatro nacional del Siglo de Oro
la propia experiencia del autor. A aparecen frecuentes alusiones y divertido de las realidades huma cuya función básica es la de servir
esta obra de Sem Tob alude el citas de Horacio, Ovidio y textos nas. En este sentido, emplean, de confidente del galán y de inter
marqués de Santillana, cuyo li de la liturgia cristiana. Hay testi p. e., fórmulas de glorificación de mediario entre la escena y el pú
bro Refranes que dicen las viejas monios de su existencia en diver la Virgen (Avefermosisima: te sa blico. Como rasgos caracteriza-
GRADACIÓN 226 227 GROTESCO
dores de este personaje-tipo so satisface el objetivo primario del - «Las espigas hacen cosquillas mador de la realidad mediante
bresalen su deseo de bienestar «sediento»); a partir de ese mo al viento». «una exageración premeditada,
(descanso, gusto por el vino y la mento se inicia la gradación des una reconstrucción desfigurada
buena comida), la huida del ries cendente. Véanse: ANTiCLÍMAxy A propósito de las posibles fuen de la naturaleza, una unión de los
go, el sentido del humor, la bús CLÍMAX. tes en las que pudo haberse inspi objetos imposible tanto en la na
queda del amor (se enamora y se Gramática del texto. Véanse rado, el mismo Gómez de la Ser turaleza como en nuestra expe
desenamora al mismo tiempo que LINGÜÍSTICA DEL TEXTO y TEX na advierte que una forma de riencia cotidiana» (M. Bajtin).
su señor), el pragmatismo y la fi TO.
escritura análoga se encuentra Entre los subgéneros literarios
delidad. Junto a estos rasgos apa Greguería. Término que signi ya en algún texto grecolatino más frecuentemente utilizados
rece otro de mayor trascendencia: fica «lenguaje incomprensible», (p. e., en Luciano de Samosata: en la deformación grotesca de
el de complemento del galán (para elegido por R. Gómez de la Serna «Cuando graniza en la tierra es la realidad (ya se trate de seres
dar una visión contrapuesta de la para denominar un tipo de com que tiemblan las vides de la humanos, instituciones, valores,
realidad y, en ocasiones, comple posición literaria creado por él Luna»), en Shakespeare, Queve etc.) figuran la caricatura, la far
mentaria) y, en alguna obra, el de en el que se combinan la agudeza do, V. Hugo, etc. También alude a sa, la parodia burlesca, etc., cuya
voz enunciadora de una moral conceptual, la expresión metafó posibles analogías con el *haiku finalidad puede ser el mero goce
universal, en contraste con los rica y el sentido del humor. Di japonéso con la kasida árabe, e estético provocador de la risa o
presupuestos de la conducta de cho escritor la define como una igualmente con ciertas técnicas también la crítica de carácter
aquél, función análoga a la del síntesis de metáfora y humor, y vanguardistas en la creación de moral, político, etc. Esta catego
coro en el teatro griego. también como «el atrevimiento imágenes y metáforas. En este ría estética fue tomada en consi
Gradación. Es la presentación de definir lo indefinible». Por su sentido, algunos versos de G. Die deración especialmente por los
progresiva y escalonada de una parte, G. Torrente Ballester la in go («La guitarra es un pozo / con románticos (V. Hugo, T. Gautier,
serie de elementos interrelaciona terpreta como «el resultado de viento en vez de agua») y de Rivas etc.), para quienes el arte, lo mis
dos que siguen un orden ascen una intuición que adivina la sin Panedas («Los espejos son lagos / mo que la naturaleza, debe repre
dente (cuando van en dirección gularidad absoluta de los objetos puestos en pie») hacen pensar en sentar tanto lo bello como lo feo y
del clímax, momento culminante y la expresa en un aforismo por la greguería. Véanse: aforismo, lo deforme.
que responde a la máxima ten medio de una comparación, de COMPARACION, HAIKU y METÁ En la sociedad contemporánea,
sión del relato o de la enumera una imagen o de una metáfora FORA. marcada por la irrupción de fuer
ción) o descendente (cuando deri sustantiva o adjetiva, destacando Grotesco. Término derivado del zas irracionales que han llevado a
van hacia el anticlímax). Ejemplo: ante todo el matiz humorístico italianogrottesco (degrotta: gruta, una situación de caos y de muer
del objeto». Ejemplos: cueva), aplicado a ciertas figuras te provocados por dos guerras
Porque allí llego sediento, caprichosas o extravagantes (qui mundiales, la utilización de lo
pido vino de lo nuevo, - «De la nieve caída en los lagos meras, hombres con cuerpo de grotesco pasa de ser un mero ar
mídenlo, dénmelo, bebo, nacen los cisnes». animal, etc.) encontradas en las tificio estético-literario a conver
págolo y voyme contento». - «El rayo es una especie de sa pinturas de monumentos roma tirse en una concepción sobre la
cacorchos encolerizado». nos excavados en la época re vida y en una especie de radio
(Baltazar de Alcázar) - «Al cerrar una puerta coge nacentista. Con dicho término grafía déla sociedad. En este sen
mos los dedos al silencio». se ha designado posteriormente tido debe entenderse la presencia
En este ejemplo se percibe una - «El arco iris es la cinta que se una categoría estética y literaria reiterada de dicha estética en de
gradación que llega a su punto pone la naturaleza después de con la que se alude a un tipo de terminados movimientos de van
culminante en «bebo» (donde se haberse lavado la cabeza». descripción o tratamiento defor guardia como el *dadaísmo y el
GRUPO FÓNICO 228 229 GUIRNALDILLA O ESCALERUELA
“expresionismo, en el teatro “épi en este tipo de representación y así hasta el final, formando una Vicio jamás heridos de su flecha,
co, en el “esperpento valleincla- dramática, como Polichinelle, Pie- rima en escalera, de forma que estrecha aquí su rigurosa estrella-,
nesco, en el teatro del “absurdo, rrot y Dame Cigogne, en Francia. coincidan las rimas finales de los también sella la rara hermosura
etc. Véanse: absurdo, carica En el Siglo de Oro español hay últimos versos. Constituye, por que vio natura, en único dechado.
tura, ESPERPENTO, EXPRESIONIS constancia de este teatro de ma tanto, una de las varias posibili Aquí Amor ha juntado sus tro-
MO, FARSA, PARODIA y SÁTIRA. rionetas, y de ello deja un testi dades de jugar con la rima inter [pheos
Grupo fónico. Es la parte del monio Cervantes en el Quijote, na (encadenada o enlazada, leo yen los dichosos Elíseos pone
discurso que se encuentra com en el episodio del retablo de Mae- nina, etc.). Ejemplo: las almas que en mayor deidad
prendida entre dos pausas, al ar se Pedro (II, 25 y 26). En la etapa [traspone».
ticular el enunciado. En el len contemporánea este tipo de tea «Dos amantes más firmes que
guaje versificado, el grupo fónico tro se reserva fundamentalmente [Cupido (Agustín deTejadayPáez)
se corresponde con el verso, aun para un público infantil. Precisa
en el caso de que exista encabal mente para ese público compuso
gamiento y a pesar de la no coin F. García Lorca Los títeres de Ca
cidencia entre la pausa versal y la chiporra («Farsa guiñolesca...») y
que se exigiría por razones de Retablillo de don Cristóbal («Far
unidad sintáctica. sa para guiñol»).
Guiñol. Nombre de un persona Guión. Término utilizado pri
je popular del teatro de marione mordialmente en el cine para de
tas que se hizo famoso en la ciu signar, el texto que sirve de base a
dad de Lyon, donde L. Mourget un director en la realización de
creó, a finales del siglo xvm, el una película, en el que están re
primer teatro de Guignol, a imi cogidos los diálogos, planos, se
tación del cual surgieron poste cuencias y demás orientaciones
riormente otros en Lyon y di técnicas para el «rodaje» del fil
versas ciudades de Europa. La pe me. El uso de dicho término se ha
culiaridad de esta forma de tea extendido a otro tipo de espectá
tro es que los muñecos mueven culos sin texto fijo y que se han
sus brazos y busto, accionados de acomodar con elasticidad a un
no por hilos, como en el de ma esquema previo, al que se deno
rionetas, sino por las manos de mina también guión.
un artista oculto bajo el elevado Guirnaldilla o escaleruela.
soporte sobre el cual está situado Es una ingeniosa estrofa de ocho
el escenario abierto al público. El versos endecasílabos, de rima in
guiñol es, pues, una variante del terna, en la que el final del primer
teatro de marionetas. Tuvo un verso rima con las dos primeras
gran florecimiento en la Europa sílabas del segundo, el final de
medieval y en el Renacimiento, éste con las sílabas segunda y ter
época en la que surgen los nom cera del tercero; éste, a su vez,
bres de personajes consagrados con la tercera y cuarta del cuarto,
231 HAIKU
H mo zen.
Se ha definido el haiku como una
especie de satori o iluminación
por la que se produce una visión
admiración y cuidado por la na
turaleza, cuya vida hay que respe
tar y vivificar en el plano del arte.
Véase, como ejemplo, este haiku
instantánea e intuitiva de la reali de Bashoo:
dad, al sobrevenir una imagen
profundamente sentida, en la que Furuike/ya
se refleja, como en un espejo, kawazu / tobikomu
la íntima realidad de las cosas. mizu/no/oto.
Cuando esa experiencia logra
fundirse en una forma expresiva «Viejo estanque/:
adecuada es cuando se realiza el rana / zambullirse
haiku, capaz de provocar en la agua / (= posesor) / ruido».
mente del lector la verdadera ima
Hagiografía. Término proce Haikai o hai-kai. Véase HAI gen de la naturaleza. El fin del hai «Un viejo estanque; / al zambu
dente del griego (hagios: santo, y KU. ku no es reflejar simplemente la llirse una rana, / ruido del agua.»
grafía: escrito) aplicado a aque Haiku. Término japonés forma belleza de las cosas, sino su signi
(Trad. de F. Rodríguez-Izquierdo)
llas obras en las que se relatan vi do por el cruce de dos palabras, ficado profundo, su valor simbó
das de santos, ya sea en prosa o haikai y hokku, con el que, desde lico: el poeta percibe e interpreta
en verso, en narrativa o en teatro. Shiki Masaoka (1867-1902), se los objetos naturales como sím Entre los rasgos estilísticos de
La Vida de San Antonio Abad, es denomina un breve poema for bolos de estados anímicos o de esta modalidad poética, destacan
crita en griego por San Atanasio mado por diecisiete sílabas, dis otras realidades personales: p. e., la sobriedad, contención, senci
hacia el año 357, es el texto ha- tribuidas en tres versos (5-7-5 sí el cerezo, cuya flor cae sin haberse llez y naturalidad, que implica el
giográfico más antiguo. De las labas), que constituye una forma marchitado, simboliza el amor de uso del lenguaje cotidiano pero
recopilaciones de santos poste de expresión poética popular y los samuráis, el pino es símbolo liberado de toda vulgaridad y
riores destacan dos obras del si característica de la literatura ja de vitalidad y longevidad, etc. En descuido.
glo xm: el Speculum Historíale, ponesa. Históricamente, el haiku cuanto al tono, el haiku puede ser A finales del siglo xix y comien
de Vicente de Beauvais, y la Le encuentra su configuración defi grave o ligero, religioso o satírico, zos del xx, este tipo de poesía es
yenda áurea, de Jacobo de Vorá nitiva en la obra de quien es con triste o humorístico, etc. Y, desde conocido en Occidente gracias a
gine. Este tipo de escritos abunda siderado como el mayor poeta el punto de vista de los conteni las primeras traducciones al in
en la literatura española durante japonés: Matsuo Bashoo (1644- dos, se advierte un claro predomi glés, francés, español, etc. El co
la Edad Media (Vida de Santa 1694). Sin embargo, dicha com nio del tema de la naturaleza (son nocimiento de esta poesía entre
María Egipciaca, asimismo del posición está relacionada, en escasas las descripciones de emo los hablantes de español se debe,
s. xm, Vida de Santo Domingo de cuanto a su estructura métrica y ciones amorosas), vista desde la inicialmente, al poeta mexicano
Silos, de Berceo, etc.) yen el Siglo rasgos expresivos, con formas óptica de una estación del año J. J. Tablada, que visitó Japón en
de Oro: Vida de Santa Teresa poéticas anteriores, como el ka- (p. e., el ciruelo o el ruiseñor se 1900, y, entusiasmado por este
de Jesús, de D. de Yepes, Vida de tauta, y, en cuanto a su sentido y evocan en referencia a la primave tipo de poemas, compuso una
Santo Tomás de Villanueva, de temas, con la tradición cultural ra) en la que se sitúan las distintas serie de ellos, a la que pertenece
F. de Quevedo, etc. y religiosa representada por el plantas, animales y objetos. En el el siguiente ejemplo:
230
HAMARTÍA 232 233 HELENISMO
«Jirones de espuma una representación espontánea mónides, etc., y de colaboradores que no sean de procedencia bí
de las olas rotas de un acontecimiento vivido o en las escuelas de traductores, blica. Véanse: ALJAMIADO, ERAS-
tórnanse gaviotas». improvisado y, en todo caso, sin p. e., la de Toledo, al tiempo que MISMO, JARCHA, ROMANCERO,
texto previo. Se ha afirmado que participan en la creación literaria SALMO y SEFARDÍ.
Entre los poetas hispanoameri el happening es la respuesta ame en el primitivo romance poetas Helenismo. Término polisémi-
canos cultivadores de haiku fi ricana a los aspectos más radi como Abraham Ibhn Ezra, Jehu- co con el que se alude, por una
guran C. Pellicer, J. Gorostiza, cales de la vanguardia y, en da Halevi, Don Todros Halevi parte, a las formas de expresión y
O. Paz, etc. concreto, del dadaísmo y el su Abulafia, etc., autores de jarchas. construcciones peculiares de la
Hamartía. Palabra griega (amar- rrealismo. Esta experiencia tea Esta participación continúa en el lengua griega, así como a la pre
tía: error, desvío) con la que se de tral pone al servicio de la repre transcurso de la Edad Media y en sencia de dichas construcciones y
signa, en la tragedia clásica, el sentación escénica unos recursos el Siglo de Oro con escritores tan léxico griego en otros idiomas, y,
error cometido por el héroe, cuya estéticos derivados de otras mo notables como Dom Sem Tob, por otra, al influjo que la cultura
conducta pone en marcha un pro dalidades artísticas, como el mi Fernando de Rojas, Mateo Ale helénica ha ejercido en distintas
ceso que le conducirá a su perdi mo, la danza, la música, el cine, mán, etc. Al igual que estos escri civilizaciones. Se ha afirmado,
ción: es el desenlace fatal de la etc., y otros medios ofrecidos por tores, los miembros de la comu con razón, que Grecia ocupa en la
«catástrofe». Véase:trágico. la moderna tecnología. El happe- nidad hebrea sentían una íntima historia de las civilizaciones una
Hápax o hapaxlegómeno. He ning influirá en ciertos grupos vinculación a la cultura hispana, posición «singular» en lo que se
lenismos (hapax: una sola vez, y americanos como The Living de la que formaban parte; lo cual refiere a realizaciones artísticas
legonienon: lo que se dice) con los Theatre, Open Theatre, Bread and explica que, al ser expulsados de religiosas y políticas, y que la «cul
que se denomina una palabra, Puppet y en diferentes grupos España por los Reyes Católicos, tura», en rigor, «no comienza
expresión o construcción que europeos de teatro experimental. se llevaran consigo, junto a la len antes de los griegos» (W. Jaeger).
aparece una sola vez en la lengua Hebraísmo. Término con el gua, un acerbo literario del que Esta cultura aporta una nueva
de un autor, escuela, obra litera que se alude, especialmente, a la son un testimonio las canciones concepción del hombre (valorado
ria, etc. P. e., en el Lazarillo de presencia de léxico, construccio y romances mantenidos durante como individuo y como miembro
Torines se documenta una sola nes y giros propios de la lengua siglos por tradición oral. de la sociedad) y del mundo, en
vez la palabra «trebajando» o hebrea en otra lengua, en este Un medio fundamental de in tendido bajo las ideas de «cos
«trebejando» (en las ediciones de caso el español. La influencia de fluencia del pensamiento hebreo mos» y de «naturaleza», como un
Amberes y Alcalá), con el sentido la cultura hebrea en la española en la literatura hispánica ha sido todo ordenado en el que cada cosa
de juguetear, o la expresión «tan es importante, debido a la convi la Biblia, fuente de inspiración en ocupa una posición determinada
to por contadero» (con cuenta vencia, prolongada durante si el tratamiento de determinados y adquiere un sentido. En la mis
gotas). glos, ele una amplia comunidad temas religiosos, didáctico-mo- ma línea, aparece un nuevo con
Happening. Término de origen judía en distintas poblaciones es rales, ascéticos, etc., p. e., en la li cepto del Estado, en el que la pai-
inglés (to liappen: suceder, ocu pañolas (Toledo, Córdoba, Gra teratura ascética y mística del deia aborda la educación del niño
rrir) aplicado a un tipo de nada, etc.) hasta su expulsión en Siglo de Oro, en las comedias y desde esa concepción del hombre,
espectáculo teatral realizado al 1492. En el transcurso de esa con autos sacramentales, etc. En este concorde con los ideales marca
margen de los esquemas conven vivencia, los judíos realizan valio sentido, no deja de ser significati dos por la comunidad. Todas las
cionales, en salas reducidas, o en sas aportaciones de tipo científico vo el hecho de que, a pesar de la actividades educativas están pen
un café, y en medio del público, al y filosófico a la cultura española larga permanencia de la comuni sadas en relación con este ideal cí
que se le invita a participar junta a través de pensadores como Avi- dad judía en España, apenas han vico-humanista: la gimnasia y la
mente con los actores. Se trata de cebrón, Bahya Ibn Paquda, Mai- pasado al español hebraísmos medicina (al servicio de cuerpos
HEMISTIQUIO 234 235 HERMENÉUTICA
vigorosos y de mentes sanas), la so; por ello no se produce *sina- sílabas 1.a, 4.a, 7.a, 10.a, 13.a y 16.a jarchas, en los hemistiquios de
retórica, la filosofía (especialmen lefa (entre la vocal final del pri («ínclitas razas ubérrimas, sangre los cantares de gesta y en la cua
te la ética, tan importante en Só mer hemistiquio y la vocal inicial de Hispania fecunda», Rubén Da derna vía, y pervive hasta el si
crates, Platón, Aristóteles y los es del segundo) en el interior de un río); la segunda es la del verso glo xx en numerosos poemas de
toicos), la política, la matemática, verso separado por dicha cesura. compuesto por dos hemistiquios: Lorca, Guillén, Alberti, etc.; figu
el arte y la música, etc. En cuanto a En el cómputo silábico, a partir uno heptasílabo y otro decasílabo. ra en cuartetas, redondillas, liras,
la literatura, era considerada en la del último acento de cada hemis Los acentos van en la 2.a, 6.a, 9.a, romances, etc.
polis griega como el medio más tiquio sólo se cuenta una sílaba, 12.a y 15.a («En busca de quietud / Hermenéutica. Término de ori
importante en el desarrollo de además de la acentuada. Gene bajé al fresco y callado jardín...», gen griego (ermeneia: explicación;
esta paideia. Por otra parte, en ralmente los hemistiquios tienen Rubén Darío); la tercera presenta errneneutike techne: arte de la in
Grecia surgieron los principales el mismo número de sílabas; sin un verso formado por un heptasí terpretación) con el que se desig
géneros literarios desarrollados embargo, en la épica medieval, labo y dos pentasílabos, sin acen na un método de interpretación
en la cultura occidental: épica tanto el número de sílabas de tuación regular en sílabas fijas de textos, y también una teoría fi
(Homero, Hesíodo), lírica (amo cada verso (en el Cantar de Mió («Dios salve al rey del verso / que losófica contemporánea (abierta
rosa, con los epitalamios de Safo; Cid oscilan entre 10 y 20 sílabas) con su canto/ de bronce impera», a la crítica literaria), de la que el
elegiaca, con Calino, Teognis, etc; como el de cada hemistiquio José Santos Chocano). francés P. Ricoeur y el alemán
la oda, con Alceo, Píndaro, etc.), es irregular. Al contrario, en las Heptasílabo. Verso de siete sí H. G. Gadamer son los represen
dramática (tragedias de Esquilo, obras del Mester de Clerecía (Ber- labas. En la métrica española se tantes más conocidos y cuyos
Sófocles y Eurípides; comedia de ceo, Libro de Alexandre, Libro de producen diferentes tipos de hep precursores inmediatos serían
Aristófanes y Menandro) y didác Apolonio) se utiliza el verso ale tasílabo, según la diversa posición W. Dilthey, E. Husserl y M. Hei-
tica (fábulas de Esopo, oratoria de jandrino con gran regularidad: de sus acentos rítmicos internos. degger. Para Ricoeur, la herme
Demóstenes, historia de Herodo- 14 sílabas divididas en dos he De todas formas, lleva siempre néutica, entendida como meto
to, Tucídides, etc.) mistiquios de 7-7. Ejemplo: acento en la sexta sílaba. Los dología de interpretación de
La lengua griega se convierte en tipos más frecuentes en que se textos, se remonta a la exégesis bí
vehículo transmisor de esta cul «Avié y grand abondo / de bue- presenta el heptasílabo son el blica y a la explicación de mitos y
tura a las distintas lenguas. En lo [nas arboledas, dactilico, con acentos en 3.a y 6.a oráculos en la antigua Grecia. Sin
que se refiere al español, en el milgranos e figueras, / peros e sílabas («Eres puro elemento», embargo, el surgimiento de la
transcurso de su historia se han [manzanedas, Jorge Guillén); el trocaico, que hermenéutica, como disciplina fi
ido incorporando diversos hele e muchas otras fructas / de diver lleva acentos en 2.a, 4.a y 6.a («El losófica, se debe, especialmente, a
nismos por diferentes caminos. jas monedas, humo al cielo sube», Manuel Ma W. Dilthey, que en un ensayo de
Se han documentado «más de Mas non avié ningunas / podrí- chado); el heptasílabo mixto: con 1909 (El nacimiento de la herme
17.000 vocablos españoles deri idas nin azedas». acentos en 1.a, 4.a y 6.a («Madre néutica), la concibe como un in
vados del griego» (C. Eseverri (Berceo) del alma mía», Salvador Rueda); tento de búsqueda, en una época
Hualde). el heptasílabo polirrítmico: se dominada por el positivismo, de
Hemistiquio. Las partes en que Heptadecasflabo. Verso de die produce en ciertas estrofas en las una metodología científica capaz
se divide un verso, y que están se cisiete sílabas. Presenta tres for que se combinan versos trocai de conferir a las ciencias históri
paradas por una *cesura, se de mas métricas diferentes, según la cos, dactilicos y mixtos. cas una validez equiparable a la de
nominan «hemistiquios». Esta distinta distribución de sus acen Históricamente, el heptasílabo las ciencias de la naturaleza. Se
cesura cumple una función simi tos rítmicos. La primera es la lla tiene una larga tradición en la li trata de elaborar una crítica del
lar a la de la pausa final de un ver mada dactilica, con acentos en las teratura española: aparece en las conocimiento histórico similar a
HERMENÉUTICA 236 237 HÉROE
la crítica kantiana del conoci cree que es posible obtener una En relación con esta tradición experiencia y verdad con expe
miento de la naturaleza, que sería «experiencia de la verdad» por hermenéutica, de la que se siente riencia y verificación empíricas.
un método de interpretación del otros métodos de acercamiento a continuador, P. Ricoeur muestra La hermenéutica filosófica y lite
espíritu en todas sus manifesta la realidad, y en concreto a través especial interés por investigar raria, teniendo en cuenta esta ca
ciones y formas. En cuanto a Hei de la experiencia estética puesta ciertos aspectos y recursos de la pacidad de transfiguración de lo
degger, son conocidas sus indaga en relación con la conciencia his comunicación y de la lengua lite real mediante el lenguaje poético,
ciones filosóficas sobre el ser, y tórica. Esta conciencia histórica raria en los que está en juego la puede hablar también de una
sus preferencias, en la última épo es capaz de trasladar toda obra de donación del sentido del ser y del «verdad metafórica».
ca, por el análisis del lenguaje (en arte a las condiciones de su pro mundo: p. e., el símbolo, la metá Héroe. Es el protagonista de la
particular, el poético) como hori ducción y de situarla en su mundo fora, el mito y el relato, en general. «historia» en el relato épico-na
zonte de aparición del ser. Éste, originario. Cada acto de interpre En cuanto a la metáfora, P. Ri rrativo o en una obra dramática.
que en el lenguaje científico se tación de las obras del pasado su coeur la pone en relación con el G. W. F. Hegel y N. Frye han rea
presenta forzado como objeto pone situarlas en el marco de una relato para destacar ciertos rasgos lizado sendas tipologías del hé
descrito, y en el técnico aparece tradición en la que es posible el comunes: en ambos se produciría roe, que pueden complementar
modificado para su utilización descubrimiento hermenéutico de una innovación semántica con se. N. Frye (1957) distingue los
pragmática, en el poético se ma su ser histórico por medio del len sistente en la aproximación lógi siguientes tipos de héroe, que co
nifiesta en su realidad originaria, guaje. Es en el lenguaje donde se ca entre elementos heterogéneos: rresponden a otros tantos mode
ya que sólo él es capaz de «conme hace presente esa tradición, y en dos términos distintos en la metá los de relato: un primer modelo
morar» el ser, que es «presencia» y el que las obras de esa tradición fora (con una nueva pertinencia es el de los relatos míticos, cuyo
es «historia» y se manifiesta a tra continúan viviendo y actuando. Y de predicación y un nuevo senti héroe es un dios; el segundo es el
vés del lenguaje. La hermenéutica es que el lenguaje no es un mero do) y una «puesta en intriga» de de los cuentos maravillosos, le
es una forma de pensar el ser instrumento intelectual para de diversos acontecimientos en el yendas, relatos fantásticos, etc.,
«conmemorándolo», que es un signar y comprender la realidad, relato para configurar una histo en los que el protagonista es un
modo de pensar «originariamen sino que es el medio fundamental ria dotada de sentido. Al mismo ser superior a los hombres que se
te» todo en el «decir». Heidegger de la experiencia y de la significa tiempo, se produce una transfigu mueve en un entorno de hadas,
concibe, pues, esta disciplina ción que el mundo tiene para el ración de la realidad mediante magos, personajes encantados,
como una metodología herme- hombre: es su forma de experi una «redescripción metafórica» etc.; el tercer tipo correspondería
néutico-histórica, fundamenta mentar la verdad del mundo. El de la misma en el tropo mencio al héroe de los poemas épicos de
da en el enguaje. Por su parte, lenguaje es constitutivo del mun nado y una configuración mimé- Homero y de la tragedia griega:
H. G. Gadamer conecta con los do del hombre: hay una identifi tica de dicha realidad en la ficción es de sangre real, o de proceden
planteamientos filosóficos de Dil- cación éntre ser y lenguaje. Desde narrativa del relato. P. Ricoeur cia aristocrática, y de unos pode
they, Husserl y Heidegger. En re esta perspectiva, la hermenéutica advierte que en esa redescrip res y cualidades extraordinarios.
lación con el primero comparte es una disciplina filosófica que ción metafórica y configuración Su conducta debe ser ejemplar,
su preocupación por el tema de la trata de investigar la realidad del mimética de la realidad se ponen para que los espectadores, iden
validez de las ciencias históricas y mundo tal como se manifiesta en al descubierto aspectos inéditos, tificados con él, puedan ser al
culturales. Frente a la pretensión la tradición del lenguaje. En el cualidades y valores de esa reali canzados por la catarsis, provo
positivista de que el método de las lenguaje el hombre realiza, con dad, que no aparecen en el len cada por un sentimiento de ad
ciencias naturales sea el único ca conciencia histórica, su propia guaje referencial. Desde este su miración hacia su grandeza de
paz de garantizar un riguroso co experiencia del mundo y su des puesto, debería revisarse la pre ánimo o de piedad por su des
nocimiento científico, Gadamer cubrimiento de la verdad. tensión positivista de identificar gracia. Este personaje lucha con
HETERODIEGÉTICO 238 239 HIATO
tra un destino aciago, ante el historia, p. e., Lázaro de Tormes. acento en las sílabas impares («Y tado con más imitadores ha sido
cual, fatalmente, acaba sucum En la tragedia neoclásica y en el al fulgor de perla y oro de una luz en la etapa modernista.
biendo: Edipo encarnaría este Romanticismo reaparece la figu extraterrestre», Rubén Darío); el Hexasílabo. Verso de seis síla
modelo, que, en la tipología de ra del héroe perseguido por hexadecasílabo dactilico simple, bas que presenta diversos tipos
Hegel, se conoce como «héroe el destino, que sucumbe ante él con acentos en 3.a, 6.a, 9.a, 12.a y según la posición que ocupan sus
trágico». Otro modelo de dicha (don Alvaro, p. e.). En cuanto a 15.a («Y encendida mi mente, ins acentos rítmicos. La quinta sílaba
tipología es el denominado «hé los protagonistas de la novela pirada con férvido acento...», siempre va acentuada. T. Navarro
roe dramático», que es capaz de realista y naturalista, algunos son G. Gómez de Avellaneda); el he Tomás distingue tres tipos de he-
conciliar la fuerza de sus pasio víctimas del medio social, p. e., xadecasílabo dactilico compuesto, xasílabos: el trocaico, que lleva
nes con el medio social en que se Pepe Rey (Doña Perfecta) su que consta de dos hemistiquios acento en sus sílabas impares
desenvuelve, con lo que evita su cumbe ante una sociedad conser octosílabos, acentuados ambos («Linda zagaleja», J. Meléndez
fracaso: p. e., el protagonista de vadora y puritana. En la novela en 1.a, 4.a y 7.a («Manes del hé Valdés); el dactilico, acentuado
La vida es sueño, Segismundo, y el teatro del siglo xx la figu roe cantado, sombra solemne y en la 2.a y 5.a («la vi tan graciosa»,
que, después de una experiencia ra del héroe va a ser puesta en en austera...», A. Reyes); el hexade marqués de Santillana); y el poli
desafortunada, aprende, «desen tredicho desde una perspectiva casílabo polirrítmico, que se pro rrítmico: combinación de versos
gañado», que «obrar bien es lo social (para Brecht no son las duce en estrofas en las que se dactilicos y trocaicos.
que importa», con lo que termina personalidades, sino los grupos combinan versos trocaicos y dac Históricamente, el hexasílabo
venciendo a «la inclemencia del sociales los que marcan la mar tilicos. procede de la métrica latina me
hado». En la literatura medieval cha de la historia) o filosófica: no Hexámetro. Verso de la métri dieval: fue utilizado en la poesía
aún subsisten modelos de héroe son posibles los héroes en un ca grecolatina, utilizado en poe gallego-portuguesa, aparece en
superior en los relatos caballeres mundo en el que el hombre apa mas cuyo tema exige un ritmo la literatura castellana ya en el
cos (el caballero noble o hijo de rece como un ser desquiciado, grave y solemne, como el de la Libro de Buen Amor («Serrana
reyes: Valtario, p. e.) o hagiográ- absurdo (La náusea, de Sartre; poesía épica. Está compuesto por de Tablada»), continúa en el si
ficos (el santo), que responden al Esperando a Godot, de Beckett), seis pies, de los que los cuatro glo xv con las serranillas de San
esquema de valores del estamen o que no puede comportarse primeros pueden ser dáctilos tillana, etc.
to aristocrático y religioso, res como un héroe en una sociedad (una sílaba larga y dos breves) o Hiato. Se produce cuando dos
pectivamente. A partir del Rena degradada, ante la cual se siente espondeos (dos sílabas largas); el vocales que, al ir contiguas, po
cimiento, en los ámbitos de la inerme y grotesco, p. e., Max Es quinto es generalmente un dácti drían formar diptongo se pro
emergente cultura burguesa, los trella, protagonista de Luces de lo y el sexto un espondeo o tro nuncian como dos sílabas distin
protagonistas, tanto de la novela bohemia. Véanse: personaje y queo (larga y breve). Desde el si tas. Ejemplo:
«realista» como de la comedia, PROTAGONISTA. glo xvi (E. M. de Villegas ..en el
son seres normales, no superio Heterodiegético. Véase voz. s. xvii y Sinibaldo de Mas en «Con un manso ru-i-do».
res a los demás hombres ni a su Hexadecasílabo. Verso de die el xix) se ha intentado adaptar el (Garcilaso de la Vega)
ambiente. Este modelo corres ciséis sílabas (llamado también hexámetro latino a la métrica
ponde al cuarto tipo de héroes octonario: 8+8) que presenta di castellana a través de diferentes El hiato se puede producir dentro
analizado por N. Frye. En ciertos versos tipos, según la distinta dis procedimientos, entre los que de una palabra, como en el caso
relatos se parodia al anterior hé tribución de sus acentos rítmicos. destaca el considerar como síla anterior, o entre la vocal final de
roe caballeresco medieval (es el El primero es el hexadecasílabo bas tónicas las sílabas largas lati una palabra y la inicial de la otra,
caso de El Quijote) o se convierte trocaico compuesto, formado por nas y, como átonas, las breves, con lo que se hace imposible la
al antihéroe en protagonista de la dos hemistiquios octosílabos con pero cuando dicho verso ha con ^sinalefa. Esto puede ocurrir por
HIMNO 240 241 HIPOTIPOSIS
exigencias métricas cuando entre Siglo de Oro, la temática del him En estos versos, el poeta aplica el historia de la literatura española
ambas vocales media la cesura no y sus formas de expresión pa adjetivo «rápido» al cielo, cuan hay períodos y autores en los que
que separa dos hemistiquios o recen haberse desplazado hacia la do, lógicamente, esa característi se produce una marcada tenden
cuando lo pide el cómputo silábi oda: así, ciertas composiciones de ca corresponde al relámpago, cia a la desmesura e, incluso, a la
co de un verso, p. e., «De rfspera Fray Luis de León («A Santiago», que se proyecta con gran veloci estridencia: Quevedo («Érase un
corteza se cubrían». Este verso de «A nuestra Señora», etc.). A par dad por el firmamento. Véase: hombre a una nariz pegada...»)
Garcilaso (soneto XIII) presenta tir del siglo xvin las referencias ENÁLAGE. en el Barroco y Valle-Inclán en el
hiato entre la primera y segunda religiosas ceden paso a motivos Hipérbaton. Es un procedi siglo xx, con sus caricaturas gro
sílabas porque, de pronunciarse de exaltación de la naturaleza y miento expresivo que afecta al tescas, reflejan, en el plano del
con sinalefa, no sería verso ende del cosmos (Himno al sol y A la nivel sintáctico, alterando el or arte, una concepción hiperbólica
casílabo, exigido en dicho soneto. luna, de J. de Espronceda), de un den normal de las palabras (rup de la realidad.
Himno. Término de origen grie país, de una comunidad de cultu tura de sintagmas: «formidable Hipocorístico. Término de ori
go (¡limos, de imneo: exaltar, can ra (Salutación del optimista, de de la tierra bostezo» por «formi gen griego (de hipo-korisomai:
tar, celebrar) con el que se designa Rubén Darío), etc. dable bostezo de la tierra»; verbo empequeñecer, balbucir como un
una composición poética desti Hipálage. Término de origen al final, como en latín: «sus que niño) con el que se alude a los di
nada a cantar la gloria de un dios, griego (hypalage: conmutación) jas imitando», etc.) tanto en pro minutivos afectuosos y a ciertos
un héroe o un personaje relevan con el que se designa una figu sa como, sobre todo, en verso. apelativos formados por abrevia
te, una victoria o un aconteci ra retórica que consiste en apli Este procedimiento era frecuente ción o modificación de ciertos
miento memorable, objeto o si car a un objeto una cualidad o en los escritores del siglo xv, que nombres propios en el habla colo
tuación que provoca la admi una actividad que corresponde imitaban, por hipercultismo, el quial. Ejemplos: Cris (Cristina),
ración de un poeta. Este tipo de a otro que se encuentra próximo hipérbaton latino. En los si Nacho (Ignacio), etc.
cantos es una de las más antiguas dentro del mismo texto. La hi glos xvi y xvii se emplea, sobre Hipóstasis. Utilización de una
formas de creación poética, y de pálage se entiende principal todo, en poesía por motivos esté palabra en una función sintáctica
ella hay testimonios en la cultura mente como un fenómeno de ticos, tratando de potenciar la diferente de la que le correspon
sumeria, acádica, egipcia (Him desplazamiento de la relación belleza y sonoridad de ciertos vo de, dada su categoría gramatical.
nos a Aton, el Himno al Nilo, etc.), gramatical (y también semánti cablos o de intensificar el valor P. e., emplear un sustantivo en
griega (Himnos homéricos a Apo ca) de un adjetivo que, en vez de semántico y la posición de algu función de adjetivo o viceversa.
lo y Deméter; fragmentos de Al- concordar sintácticamente con nas palabras. A veces, responde a Ejemplo:
ceo y Píndaro, destinados al canto el sustantivo al que está vincula exigencias de ritmo y de cons
coral) y romana, p. e., el Carmen do en el nivel semántico, con trucción métrica. «Era un clérigo cerbatana [...] era
saeculare, de Horacio. Esta tradi cuerda con otro sustantivo del Hipérbole. Figura retórica con archipobre y protorniseria».
ción del himno religioso se renue contexto. Ejemplo: sistente en ofrecer una visión (Quevedo)
va con los escritores cristianos a desproporcionada de una reali
«En el cielo rápido, Hipotiposis. Término de ori
partir de San Ambrosio y pervive dad, amplificándola o disminu
entre dos portazos, gen griego (de hipo-tipoo: dise
a lo largo de la Edad Media (Ave yéndola. La hipérbole se concre
chorreando dardos ñar) con el que se denomina la
morís stella, etc.). En el Renaci ta en el uso de términos enfáticos
del yunque de ocaso, presentación o descripción de
miento aparecen poemas dedica y expresiones exageradas. Este
abría el relámpago una persona o de un objeto, he
dos ya a temas no religiosos, p. e., procedimiento es utilizado con
sus sinfines trágicos». cha con gran riqueza plástica de
el Himno a la Filosofía, de Ron- frecuencia en el lenguaje colo
sard. En la literatura española del (J. R. Jiménez) quial y en la propaganda. En la anotaciones y matices sensoria
HISPANISMO 242 243 HISTRIÓN
les, de forma que pueda produ mino «hispanismo» alude a una ción literaria y en el marco de de la estilística, de la Nouvelle
cir, al lector o receptor, la sensa disciplina científica cultivada por unos géneros, de unos movi Critique, etc. No obstante, desde
ción de presencia o evidencia de especialistas extranjeros que se mientos o escuelas y del contexto los años setenta de dicho siglo, se
dicho objeto. En ocasiones, se dedican al estudio e investiga histórico y cultural de la época. advierte una recuperación del in
utiliza para expresar aspectos de ción sistemáticos de la cultura El historiador de la literatura, terés por esa disciplina, especial
naturaleza abstracta a través española, preferentemente la len utilizando el metalenguaje cien mente desde la aparición de los
de los mencionados rasgos sen gua y la literatura, el arte, la his tífico elaborado por la teoría y estudios de H. R. Jauss y la Es
soriales. Ejemplo: toria, el derecho, la economía, las crítica literarias y una metodolo cuela de Constanza, que propo
formas de vida, etc. También se gía de investigación que le es pro nen construir una historia litera
«Este señor era uno de los que aplica dicho término a la asocia pia, aborda el estudio de dichas ria basada en la recepción de los
Cristo llamó sepulcros hermo ción de estudiosos de la mencio obras, comenzando por los as textos. La teoría de la recepción
sos, por defuera blanqueados y nada materia, a los que se conoce pectos referidos a la autoría, gé permite comprender el sentido y
llenos de molduras, y por de den con el nombre de hispanistas. nesis y evolución de las mismas la forma de las obras literarias a
tro pudrición y gusanos». Esta denominación es común (problemas de datación, fecha de partir del estudio de la variedad
mente aceptada desde los años composición del texto, influen de interpretaciones que sobre
(Quevedo)
treinta del presente siglo. Con cias recibidas, utilización de ellas se han ido produciendo en
Hispanismo. Entre las diversas anterioridad, algunos críticos es fuentes, etc.), transmisión (po el decurso de la historia. Véan
acepciones del término figura, en pañoles utilizaban los vocablos sibles transformaciones o co se: CLASIFICACION LITERARIA,
primer lugar, la referida al léxi «hispanólogo» e «hispanófilo», rrupciones del texto, modifica COMENTARIO DE TEXTOS LITE
co: se entiende por hispanismo sobre todo este último. ciones de una edición a otra, etc.), RARIOS, COMPARADA (LITERA
cualquier vocablo o giro de la Historia de la literatura. Tí clasificación (inclusión en géne TURA), ESCRITOR, GENERACIÓN,
lengua española introducido o tulo con el que se designa una ros, escuelas, estilos, etc.), des GÉNEROS LITERARIOS, MOVI
empleado en otro idioma. El disciplina que, junto con la teoría cripción y análisis de la obra en MIENTOS, PERÍODOS LITERARIOS
mencionado término, en su ver de la literatura, la crítica literaria sus diferentes aspectos (estructu y RECEPCIÓN.
sión latina (hispanismus), apare y la literatura comparada, consti ra, temas, forma y tono) y, final Historieta. Véanse cómic y fa-
ce ya utilizado en el siglo xvii por tuye una de las cuatro ramas en mente, la recepción de la misma. CECIA.
el alemán Kaspar von Baarth, las que se subdivide la ciencia de La historia de la literatura, que en Histrión. Término de origen
en el sentido de «lengua españo la literatura. Frente a la crítica li el siglo xix gozó de un elevado latino (histrio, -onis: cómico) con
la». La época en que dicha lengua teraria, que se centra en un análi reconocimiento como disciplina el que se aludía a un actor cuya
alcanza mayor difusión y presti sis sincrónico de los elementos científica gracias a una tradición función era divertir al público
gio internacional, el Siglo de Oro formales y temáticos de los tex investigadora prestigiada por fi durante la representación teatral
(época en la que se traducen al tos, la historia de la literatura tie guras como M. Menéndez Pela- en los juegos escénicos latinos
francés, inglés, italiano y alemán ne por objeto el estudio diacróni- yo en España, A. Villemain y (Indi scaenici). Parece que, en un
grandes obras españolas como co de los mismos en relación con J. J. Ampére en Francia, los Schle- principio, se trataba de actores
Amadís de Gaula, La Celestina, su pasado (posibles fuentes) y gel en Alemania, F. P. Veselovsky de *mimos, que imitaban accio
Lazarillo de Tormes, El Quijote, con su devenir: influencias y de en Rusia, G. Ticknor en Estados nes o historias por medio de ges
etc.), coincide con la introduc rivaciones. Más concretamente, Unidos, etc., en la primera mitad tos. Más tarde, por influencia de
ción del mayor número de hispa el cometido de la historia de la li del siglo xx comienza a perder los actores etruscos llegados a
nismos en dichos idiomas. teratura es el estudio de las obras, interés y prestigio entre los re Roma, los histriones acompaña
En una segunda acepción, el tér situadas en la serie de la tradi presentantes del New Criticism, ban su actuación mímica con
HOKKU 244 245 HONOR
textos cantados, sin una precisa Homilía. Término de origen La conducta de los personajes, en nombre, que puede empañarse
conexión argumental entre ellos griego (omileo: reunirse, conver los dramas que se centran en el con gran facilidad ante la más
(las saturae), al son de la música sar) con el que se designa la alo mencionado tema, se rige por un leve sospecha. La idea de «que el
que modulaba un flautista. Di cución o plática religiosa que di complejo e implacable Código del honor es cristal puro / cualquiera
cho término se ha abierto, en el rige el sacerdote a los fíeles al honor, que recuerda el concepto golpe le basta» (La estrella de Se
transcurso del tiempo, a una rica terminar la lectura de los textos de fatalidad de la tragedia clásica. villa) se repite en diversas formu
polisemia: actor del teatro clási bíblicos en una celebración cul Dicho tema está relacionado con laciones. La tercera acepción del
co, artista que realiza distintos tual. La homilía, lo mismo que el otros dos términos que comple término «honor» es el llamado
ejercicios para divertir al públi sermón, forma parte de la deno tan su significado (el de fama u caso de honra. En el Siglo de Oro
co (acróbata, poeta, titiritero, minada oratoria sagrada, de larga «opinión» y el de honra) y se uti la lengua literaria distingue entre
etc.), bufón (personaje que asu tradición en la historia de las igle liza en tres acepciones: en primer honor y «caso de honra»; mien
me comportamientos grotescos sias cristianas, desde los primiti lugar, existe lo que se ha dado en tras esta cualidad no se haya per
para hacer reír), etc. Finalmente, vos Padres de la Iglesia (Ambro llamar el honor estamental, pro dido, se habla de honor; cuando
al margen del espectáculo, ter sio de Milán, Agustín de Hipona, pio del rey y de la nobleza; está éste se siente derruido o merma
mina aplicándose a la persona etc.) a los grandes predicadores vinculado al concepto de sangre do, comienza a hablarse de hon
«que se expresa con afectación o del Medievo y Renacimiento, y, por tanto, es un valor heredita ra, que sería, en definitiva, «la vi
exageraciones propias de un ac como Alberto Magno, Savonaro- rio. En la sociedad estamental, el vencia del honor ya maltrecho»
tor teatral» (DRAE). la y Fray Luis de Granada. Duran honor sintetiza la posición que (A. Castro). Por eso, en ciertos tí
Hokku. Véase haiku. te el Siglo de Oro abundan textos un miembro de dicha sociedad tulos de los dramas del honor se
Homeoteleuton u homoteleu- de oratoria sagrada, algunos de ocupa en su conjunto. Este honor utiliza dicho término: El médico
ton. Términos de origen griego ellos recogidos en libros de los estamental implica, en quien lo de su honra, El pintor de su des
(omoios: semejante, y teleute: grandes escritores ascéticos. En la posee, una especie de «imperati honra, etc.
final) con los que se alude a la actualidad, la homilía vuelve a su vo categórico» que le mueve a En estos dramas de honor, las
igualdad o semejanza fónica en primitiva sencillez, de comenta comportarse como caballero, se pautas de conducta de los prota
la terminación de dos o más pa rio de los textos sagrados con una gún la expresión «soy persona de gonistas siguen un mismo esque
labras seguidas o próximas en el proyección hacia la realidad y el honor». En la mujer, este sentido ma, que responde a los requisitos
discurso, o a la semejanza del fi contexto social en el que viven los del honor se convierte en obse del código del honor. Los mari
nal de aquellas palabras con las creyentes. Véase: oratoria. sión por su honestidad, y por la dos comienzan albergando sos
que terminan los miembros de Homodiegético. Véase voz. «opinión», que hay que conser pechas sobre la fidelidad de la es
una frase o con las que acaban Honor. Tema clave del teatro del var como un bien superior a la posa. A partir de ese momento se
dos o más frases en un período. Siglo de Oro y, especialmente, de vida. Con ello se entra en su se inicia una etapa de vigilancia,
Ejemplo: ciertas obras de Calderón de la gunda acepción: el honor como poniendo especial cuidado en di
Barca y Lope de Vega. Éste era «opinión» y fama. En la sociedad simular su desconfianza y en re
«Así que esperan galardón, sacan consciente del gran interés que del Siglo de Oro «el sentido total primir sus celos como indignos
baldó//; esperan salir casndns, sa dicho tema despertaba en su pú de la existencia se cifraba en la de un «hombre de honor», y en
len amengufldfls [...]. Oblíganse blico, según advierte en el Arte opinión ajena» (A. Castro). Ésta ser deferentes con su mujer. Sin
a darles marido, quítanles el ves nuevo de hacer comedias: «Los es la impresión que producen los embargo, en los soliloquios se
tido». casos de honra son mejores / personajes de los dramas del manifiestan turbados por una ín
porque mueven con fuerza a toda honor: viven obsesionados por tima lucha frente a las exigencias
(La Celestina) gente». mantener, a toda costa, su buen del código del honor, que llega
HORIZONTE DE EXPECTATIVAS 246 247 HUMANISMO
a parecerles cruel e inhumano. siglo xiv que se proponía crear clásicos latinos: descubre y hace en las universidades y en algunos
Cuando creen haber descubier una nueva cultura, basada en la copiar una serie de códices de sectores del clero y de la burgue
to la infidelidad culpable de la educación del hombre según el obras ignoradas, comenta y ano sía. Hay tres personalidades que
esposa, se enfrentan primero al modelo de la paideia clásica, con ta la Eneida de Virgilio, etc.; b) el destacan en el desarrollo de esta
ofensor; después, la mujer es eli el fin de lograr su perfecta forma rechazo de la cultura vigente, la fase ascendente del humanismo
minada secretamente para que ción como persona y como ciu de los escolásticos, que habían europeo: Erasmo, J. L. Vives y
el deshonor no se haga público dadano. Esa educación se apoya degradado u olvidado la admira G. Budé. De los tres, es Erasmo el
(«... porque dijo la venganza / lo ba en el dominio de la lengua y ble tradición de los saberes reci que mejor representa la continui
que la ofensa no dijo»). literatura grecolatinas y en la asi bidos de la Roma clásica: letras y dad con el pensamiento de Pe
El tema del honor ha seguido pre milación de un esquema de refe artes liberales, ciencias de la na trarca y Valla y el que ejerce ma
sente en el teatro español (tam rencias intelectuales y valores turaleza, derecho, etc. yor influjo en la cultura y en la
bién en la novela) del período ro morales que conformaban un L. Valla (1407-1457) recoge este vida social y religiosa de la época.
mántico (p. e., en Don Alvaro o la tipo de hombre y un estilo de legado humanista de Petrarca, a Sobre el pensamiento erasmista y
fuerza del sino, del Duque de Ri- vida inspirados en el citado mo quien le unen opiniones y objeti su influjo, puede verse *erasmis-
vas), posromántico (Un drama delo clásico. Aunque, en la actua vos comunes: rechazo de la esco mo.
nuevo, deM.TamayoyBaus;Ren- lidad, a dicho movimiento se lástica, alejada del progreso de Por lo que respecta al humanis
lidad, de B. Pérez Galdós, etc.) y lo conoce como «humanismo las ciencias y de las realidades mo español, desde finales del si
posteriormente con El curandero renacentista» o, simplemente, de la vida; restauración de la cul glo xv determinadas personali
de su honra, de R. Pérez de Ayala, «humanismo», en sus orígenes se tura clásica mediante los studia dades políticas y religiosas como
y Los cuernos de don Friolera, de le designa como studia hurnani- /lumflmtatís y la recuperación del la citada reina Isabel, el cardenal
R. M.a del Valle-Inclán, obra en la tatis y humanitas, marbetes alu latín (para enriquecer las letras Mendoza, el duque de Alba, etc.,
que se configura una visión es- sivos al conjunto de disciplinas a y las artes, el derecho, etc., y se rodearon de humanistas italia
perpéntica del honor. través de las cuales se transmi alumbrar una nueva civiliza nos (L. Marineo Sículo, P. Mártir
Horizonte de expectativas. tían los saberes de esa cultura ción); conciliación de la sabidu de Anglería y los Geraldini) que
Véase recepción. grecolalina: gramática, retórica, ría de los clásicos con la fe cristia contribuyeron a crear un am
Humanidades. Véase huma poesía, historia y filosofía moral. na, aspecto que será compartido biente favorable al estudio de las
nismo. Del término Humanitas deriva el por los humanistas de la siguien humanidades en algunos secto
Humanismo. Término utiliza español «humanidades», palabra te generación: Erasmo, J. L. Vi res de la nobleza. Pero el verda
do para designar diversas co que alternaba con los sintagmas ves, etc. dero iniciador y promotor del
rrientes contemporáneas de pen «letras de humanidad», «ciencias A finales del siglo xv y comien humanismo fue E. A. de Nebrija,
samiento («Humanismo exis- de humanidad», etc. zos del xvi, cuando el humanis que en 1481 escribe sus Introduc-
tencialista», «Humanismo cris En los orígenes del humanismo mo se encontraba ya consolidado tiones latinae, obra considerada
tiano», «Humanismo socialista», renacentista aparece una figura en Italia, se produce una acogida «como la piedra angular del Re
etc.) que coinciden en convertir a clave, Petrarca (1304-1374), que excepcional en algunos países nacimiento español» (F. Rico).
la persona en el tema clave de su consigue canalizar en su obra los europeos, en los que el apoyo de Lo mismo que hicieran Petrarca
reflexión filosófica y de su visión incipientes conatos de restaura ciertos mecenas (Carlos VIII en y Valla, Nebrija esperaba facili
del mundo. Sin embargo, dicho ción de la antigua cultura roma Francia, Isabel la Católica y Cis- tar, con el dominio del latín (su
término se aplica primordial na y abre camino al naciente hu rteros en España, Federico de Sa modelo preferido es Cicerón), el
mente a un movimiento cultural manismo en dos aspectos: a) la jorna en Alemania, etc.) contri desarrollo de las letras y las «ar
surgido en Italia a mediados del recuperación de textos y autores buyó a su expansión en la corte, tes que dicen de humanidad».
HUMANISTA 248 249 HYBRIS
Véanse: erasmismo, ilustra jeto pasivo (el excéntrico y, con mo «manera de enjuiciar, afron como el pareado, cuarteto y ser-
ción, POÉTICA, RENACIMIENTO secuentemente, risible) a sujeto tar y comentar las situaciones ventensio, son fáciles de recor
y RETÓRICA. activo, que posee el sense of hu con cierto distanciamiento inge dar. Ejemplo:
Humanista. Véase humanis mour, al representar una excen nioso, burlón y, aunque sea en «Todo en amor es triste,
mo. tricidad calculada. Entre los es apariencia, ligero. Linda a veces mas, triste y todo, es lo mejor que
Humor. Término latino (hu critores que introducen en su con la comicidad, la mordacidad [existe» (10).
mor: líquido) utilizado en la obra esta faceta de lo cómico y la ironía, sin que se confunda
medicina clásica para designar figuran J. Swift, H. Fielding, con ellas...». Véanse: caricatu Hybris. Término griego («so
ciertas secreciones internas del W. M. Thackeray, Ch. Dickens, ra, cómico (lo), entremés, berbia») con el que se alude al or
cuerpo humano descritas por etc. En la literatura francesa, el GROTESCO, IRONÍA, PARODIA, gullo arrogante y obstinado del
Hipócrates (s. v a.C.), a quien se término humour aparece en el sainete y sátira. héroe de la tragedia griega, que
atribuye una doctrina fisiológica transcurso del siglo xvm; Voltai- Humorada. Término utilizado se mantiene en sus decisiones
conocida como «teoría de los hu re y madame de Staél aluden a su por Ramón de Campoamor para y se niega a claudicar a pesar de
mores» según la cual en el cuerpo origen-y sentido: «La alegría pro denominar una modalidad de las indicaciones y advertencias
humano se distinguen cuatro hu ducida por la combinación del sus poemasbreves (doloras, can en contrario. El héroe es cons
mores (sangre, atrabilis o humor ingenio y la jovialidad que los in tares y humoradas) en los que ciente de que, al entrar en con
negro, bilis y flema): del predo gleses llaman humour» (Stael). aparecen «pensamientos adolo flicto con los poderes superiores,
minio de uno de ellos en cada ser Por lo que respecta a la lengua y rados» de carácter filosófico y se encamina hacia su perdición.
humano depende su tempera literatura españolas, entre las moral con clara intencionalidad En esto consiste la condición de
mento: sanguíneo, atrabiliario o acepciones que el término «hu didáctica, en clave de humor y lo trágico: se trata de un conflicto
melancólico, colérico y flemáti mor» presenta en los escritores con un trasfondo sentimental de irremediable e insoluble, de un
co. Esta teoría de los humores es del Siglo de Oro destacan la de su resignado pesimismo. Están es destino fatal que conduce al hé
utilizada por un dramaturgo in sentido original latino (líquido, critos en versos «deliberadamen roe, inevitablemente, al fracaso.
glés del siglo xvii, Ben Jonson sangre: p. e., en los conocidos te prosaicos» y en estrofas que, Véase: tragedia.
(autor de dos comedias de éxi versos de Quevedo: «Venas que
to: Cada cual según su humor y humor a tanto fuego han dado»)
Cada cual fuera de su humor, y la relacionada con las peculiari
1599), para la configuración de dades del temperamento. En el
personajes en la comedia de ca Diccionario de Autoridades, ade
racteres, iniciando así un modo más de las acepciones apuntadas
de utilización cómica de los hu aparece la de carácter agudo y
mores. Esta vinculación de dicho festivo; se dice «hombre de hu
término con la comicidad no era mor» al que posee «genio jovial,
desconocida en la lengua inglesa, festivo y agudo». Pero el moder
en la que humour se asociaba a no concepto de humor, entendi
cierta excentricidad de carácter, do como forma de expresión es
y humotirs, a chanzas y extrava tética y literaria, se vincula
gancias divertidas. A lo largo del primordialmente al término hu
siglo xvm, se pasa de una con morismo que en la edición del
cepción del humorist como su DRAE, de 1992, es definido co
251 IDENTIFICACIÓN
tanciamiento como medio de ac Idiolecto. Término de origen en desacuerdo con ella. En teo Ilustración. Término de ori
tivar la capacidad de percepción griego (¡dios: propio, y lecto: ha ría del teatro se aplica dicho tér gen latino (illustratio, -onis: ac
lúcida del espectador, que ha de bla) con el que se alude a los ras mino para designar el autoenga- ción de iluminar) con el que se
pasar de una actitud conformista gos que caracterizan el lenguaje ño conscientemente aceptado alude en español a un movi
y aprobatoria, propia de la iden peculiar de un hablante o, en su por los espectadores que asisten miento cultural producido en
tificación, a una posición crítica. caso, el estilo de un escritor, esti a una representación dramática toda Europa a lo largo del si
Véase: ilusión. lo que se configura como una dispuestos a tomar como reali glo xviii y que se conoce con
Idilio. Término de origen grie «variedad personal» del uso de la dad lo que es mera imitación de los nombres de «Siglo de las
go (eidyllion: imagen o cuadro lengua respecto de los demás un acontecimiento o situación luces», les Lumiéres, Enlighten-
pequeño) con el que se denomi miembros de su comunidad. Di de vida. Ha sido en el teatro rea ment, Aufklarung, etc. Sus pun
na una composición poética de cho término es correlativo de lista y naturalista donde más tos de referencia son el pensa
tema pastoril, cultivada en Gre *sociolecto, entendido como con intencionadamente se ha pre miento filosófico de I. Kant, las
cia por Teócrito (Idilios) y en junto de peculiaridades del len tendido crear esa sensación de ideas políticas y sociales de
Roma por Virgilio (Bucólicas) y guaje correspondientes a un de «vida real»-, mediante la confi Montesquieu y Rousseau, las teo
Ausonio. Aunque no todos los terminado grupo social. guración de un decorado a base rías económicas de los fisiócra
poemas de Teócrito versaban Idio tismos. Expresiones y giros de objetos de la realidad cotidia tas franceses y del liberalismo
sobre asunto pastoril, el título peculiares que rompen con las le na, y una atención especial a los de Adam Smith, los plantea
de «idilio» se ha reservado para yes del sistema de construcción temas, lenguaje, indumentaria e mientos pedagógicos de J. Locke
aquellas composiciones de tipo gramatical y, especialmente, con interpretación de los personajes y J. H. Pestalozzi y, en crítica lite
eglógico cuyas características la concordancia de género y nú que intensifique esa «ilusión de raria, la retórica grecolatina, ac
quedan fijadas en su obra: en mero. P. e., «a pie juntillas», «a realidad» en los espectadores. tualizada por Boileau en Francia,
cuanto al contenido (tema amo ojos vistas». Se entiende también En el teatro contemporáneo, por L. A. Muratori en Italia e I. Luzán
roso, sensualidad, idealización por idiotismo todo giro o modis el contrario, se ha buscado un en España; pero, sobre todo, la
del campo y de la apacible vida mo, propios de una lengua, que mayor distanciamiento respecto Enciclopedia o Diccionario razo
rural) y la forma: poemas cortos, no encuentra traducción literal de la acción representada, de nado de las ciencias, artes y los
en hexámetros. Dado que en Vir con sentido o estructura sintácti forma que el público sea más oficios, publicada en Francia de
gilio el término con el que se re ca equivalente en otra lengua: consciente de que está asistien 1750 a 1780 y convertida en sím
conocen estos poemas es el de p. e., «a tontas y a locas», «a tro do a una imitación de la reali bolo de esta corriente ilustrada
«égloga», a veces se han confun che y moche», etc. dad misma. Dos personalidades en toda Europa. Este movimien
dido ambos tipos, que tratan, Ilocutivo. Véase actos de ha tan distintas como V. E. Meyer- to cultural europeo es seguido en
además, el mismo asunto. Sin bla. hold y B. Brecht coinciden en España con vivo interés a través
embargo, el idilio en la literatura Ilusión. Término procedente que se debe devolver al teatro su del intercambio de libros, como
española se diferencia de la églo del latín (illusio, -onis: engaño, condición de artificio y de jue recuerda M. J. Quintana, al evo
ga por su mayor brevedad y por imagen o representación sin ver go dramático, con el fin de que car el surgimiento, por esas fe
su métrica (versos cortos). Así, dadera realidad) con el que se los espectadores puedan descu chas, de la llamada «Escuela Ilu-
en el Siglo de Oro, Villegas utiliza alude a una forma de ironía, brir las reglas de ese juego de fic minista» de Salamanca:
el heptasílabo, y en el neoclasicis consistente en la simulación ción y para que, en opinión de
mo, Meléndez Valdés heptasíla- de conformidad con la opinión Brecht, puedan ofrecerse imáge «Empezaba ya a formarse aquella
bos o hexasílabos («La ausen del contrario, cuando por el nes reales de la vida. Véase: épi escuela de literatura, de filosofía
cia») y Jovellanos el heptasílabo. contexto se deduce que se está co (teatro). y de buen gusto que desarraigó
IMAGEN 254 255 IMAGINISMO
de pronto el ceño desabrido y gó transmitir. Con el fin de plasmar e) Imágenes táctiles: tora y combinatoria. En unos ca
tico de los estudios escolásticos, una realidad en su corporeidad sos, se atribuye a la fantasía la
«Como rápida caricia: función creadora y a la imagina
y abrió la puerta a la luz que bri sensible, el poeta tiende a susci
pie desnudo sobre el camino, ción la reproductora; en otros
llaba a la sazón en toda Europa», tar en el lector idénticas sensa
dedos que ensayan el primer aparece una atribución inversa, y
gracias a «los buenos libros que ciones a las que él experimenta [amor, en el caso de Kant, se concede a la
salían de todas partes y que iban ante esa realidad o ante el objeto
sábanas tibias sobre el cuerpo so imaginación la doble función:
a Salamanca como a centro de de su imaginación. Esto lo in litario». reproductora, en cuanto síntesis
aplicación y de saber». tenta creando una serie de imá
genes que van dirigidas a los (Cernuda) unificadora de la diversidad de lo
Quintana apunta varios de los diferentes sentidos (vista, oído, dado en la intuición, y produc
rasgos fundamentales de ese pen olfato, gusto, tacto). f) Imágenes sinestésicas: se dan tora, cuando se considera al en
samiento ilustrado: a) el cultivo a) Imágenes cromáticas: cuando se realiza un trasvase de tendimiento como la unidad de
de la razón como vía de acerca sensaciones de un sentido a otro: la «apercepción» en relación con la
«Entonces tú, panadera, apare síntesis trascendental de la imagi
miento a la verdad, al margen de
jaste, «Que el alma que hablar puede nación. Con respecto al mundo
prejuicios escolásticos de autori
blanca de luna, de flores y de ha- [con los ojos del arte, varios pensadores, entre
dad y de tradición; b) el estudio
[rina». también puede besar con la mi ellos Dilthey y Croce, han des
de las ciencias (matemáticas, físi
trada». tacado el carácter creador de la
ca) y la observación de la natura (J. R. Jiménez)
leza; c) la atención a las humani (Bécquer) fantasía frente a la función bási
b) Imágenes auditivas: camente combinatoria de la ima
dades clásicas y a las lenguas
modernas, así como a las doctri «Cabalgaba por agria serranía, Véanse: comparación, metá ginación.
nas jurídicas y políticas; d) el in una tarde entre roca cenicienta. fora, SÍMIL y SINESTESIA. En el campo de la literatura y crí
terés por la difusión de la cultura El plomizo balón de la tormenta Imaginación. Término de ori tica literarias se ha mantenido,
a través del libro, una de las gran de monte en monte rebotar se gen latino (imaginado) con el generalmente, la indiferenciación
des preocupaciones de los ilus [oía». que se traduce el vocablo griego de sentido entre ambos términos.
trados españoles, empeñados en «fantasía» (de phantasein: repre Véanse: ficción, psicoanálisis
(A. Machado)
promover la felicidad del pueblo sentar, imaginar), utilizado por Y PS1COCRÍT1CA LITERARIA, REA
mediante la educación. Véase: c) Imágenes olfativas: Aristóteles para designar una fa LISMO y SIMBÓLICA (crítica).
mientos estéticos se dan a cono tad, pues estimamos que la por Aldington, pero ya como re naturaleza», y su correlato, la «ve
cer entre 1912 y 1917 a través de individualidad del poeta capitulación evocadora. rosimilitud» de la acción repre
revistas como Poetry, The Egoist, puede ser expresada mejor Imitación. Término de origen sentada (o narrada), han sido
Poetry ami Drama, etc., y de se en esa forma que con las latino (imitatio: reproducción, se considerados como norma de
lecciones antológicas de sus res formas convencionales [...]. mejanza) que en teoría de la lite creación artística y criterio de va
pectivos trabajos. En los orígenes 3. ° Conceder libertad absoluta ratura se utiliza en una doble loración de la calidad estética de
de este movimiento se sitúa la en la elección del tema. No acepción: la primera, referida a la una obra. En esa línea, los realis
fundación de una especie de aso significa hacer buen arte es formación del estilo (imitación de tas y naturalistas del siglo xix tra
ciación poética conocida como cribir malamente en torno a modelos),y la segunda, ala repre taban de presentar personajes, si
The poet’s Club, iniciada en 1908 aeroplanos y automóviles; no sentación estética de la realidad tuaciones y espacios «sacados del
por Hulme, Flint y otros poetas es necesariamente mal arte en las obras de arte. En el primer natural», para darla impresión de
jóvenes, a los que se asoció en escribir bien sobre el pasado sentido, la imitación de modelos estar ante una escena que podría
1909 Ezra Pound, a quien se con [...]. tuvo una gran importancia en las haberse producido en la realidad
sidera portavoz inicial del idea 4. ° Presentar una imagen -de escuelas latinas de retórica: Quin- de la «vida misma». Sin embargo,
rio del grupo. En 1914, E. Pound aquí el nombre de imaginis tiliano, en el libro X de su Institu- este concepto de imitación «ilu
publica la primera antología de tas-. No somos una escuela tio Oratoria, presenta una lista de soria» es combatido por ciertos
textos pertenecientes a escritores de pintores, pero creemos poetas y prosistas griegos y lati autores y críticos contemporáne
del grupo: Des Imagistes, an An- que la poesía debe reflejar nos cuya lectura aconseja a los fu os, para quienes esa reproducción
thology. En 1915, Amy Lowell, exactamente lo particular y turos oradores y describe una se o representación de la realidad no
poetisa norteamericana, pone en no tratar de vagas generali rie de ejercicios basados en la es sino el fruto de una «conven
marcha la publicación de una dades, por muy magnificen- imitación de esos modelos. Pe ción», ya que lo que se imita o re
nueva antología (Some Imagist tes y sonoras quesean [...]. trarca (lo mismo que los huma presenta son las imágenes que se
Poets) con un prefacio de R. Al- 5. ° Hacer una poesía que sea nistas del Renacimiento: L. Valla, tienen sobre la realidad, de acuer
dington, que constituye un ver precisa y clara, nunca borro P. Bembo, Erasmo, etc.) sigue esta do con el «código» estético con
dadero manifiesto, en el que se sa o indefinida. pedagogía de la imitatio, pero no el que cada autor se acerca a ella.
enuncian los principios de orden 6. ° Finalmente, la mayoría de de manera servil sino como una Véanse: épico (teatro), fic
estético-literario que animan a nosotros creemos que la con forma de estímulo o de aemulatio. ción, IMAGINACIÓN, MIMESIS,
los imaginistas en la creación de centración es la verdadera Esta imitación de los modelos clá NATURALISMO, REALISMO y VE
sus obras: esencia de la poesía». sicos será especialmente notoria ROSIMILITUD.
en el neoclasicismo, tanto en lo Imprecación. Recurso expresi
(cit.G. de Torre) vo con el que una persona mani
«1." Usar el lenguaje de la con referente al estilo como en temas y
versación ordinaria, pero Al igual que otros movimientos géneros. En la segunda acepción, fiesta el deseo de que sobrevenga
empleando siempre la pala de vanguardia, el imaginismo el término imitatio responde al un mal a quien ha sido el causan
bra exacta, no la aproxima tiene una corta vigencia: se pue concepto aristotélico de mimesis, te de su desgracia:
da o decorativa. de decir que con la última antolo aplicado a las artes y, en especial,
«Villanos mátente, Alfonso,
° Crear nuevos ritmos como
2. gía publicada por A. Lowell fina al teatro. En determinadas épocas
villanos, que no hidalgos. [...]
expresión de nuevos esta liza su existencia, como grupo, a y movimientos de la historia li
teraria (Renacimiento, neoclasi Mátente con aguijadas,
dos de ánimo [...]. Lucha pesar de que en 1930 volverá
no con lanzas ni con dardos».
mos por el verso libre como a aparecer una antología final cismo, realismo, naturalismo) el
por un principio de liber (Imagist Anthology), preparada principio de la «imitación de la (Romancero: «Jura de Santa Gadea»)
IMPRESIONISMO 258 259 ÍNCIPIT
Otra figura retórica que está rela de color en manchas y puntos; ha creído ver signos de «un deca ni buenas costumbres, antes es li
cionada con la imprecación es la e) sustitución de la forma espa dentismo mórbido y neorro- bro de mucho entretenimiento lí
*Execración, que consiste en de cial y lineal de los objetos por una mántico al tiempo que de una cito, mezclado con mucha filoso
sear uno el mal para sí mismo: visión armónica de luz y de color técnica descriptiva de pintor im fía moral; puédese dar licencia
que ha de percibirse a cierta dis presionista» (E. de Nora), lo mis para imprimirle. En Madrid, a
«Si eso sabía vuestra merced -re tancia;/) utilización de los colo mo que Azorín: sus descripcio cinco de noviembre de mil seis
plicó Sancho- mal haya yo y toda res, no como cualidades vincu nes de paisajes (Castilla, Los cientos y quince».
mi parentela». ladas a los objetos, sino como pueblos) muestran un estilo «im (Gutierre de Cetina)
(Cervantes) «fenómenos cromáticos abstrac presionista», cargado de plastici
tos incorpóreos». dad y lirismo. Iti medias res. Expresión pro
Impresionismo. Movimiento El impresionismo tiene en Fran El adjetivo «impresionista» se ha cedente del Arte Poética de Hora
artístico surgido en Francia en cia y en el resto de Europa su aplicado también a un tipo de cio (Setnper ad eventum festinat
el último cuarto del siglo xix y reflejo en la literatura. Se ha rela crítica literaria basada especial et in medias res ...auditoretn rapit:
constituido inicialmente por un cionado con dicho movimiento mente en la sensibilidad y en la «Siempre tiene priesa por llegar
grupo de pintores entre los que a una serie de escritores que percepción subjetiva de los valo al acontecimiento e... introduce
sobresalen Monet, Pisarro, De reaccionan contra la estética del res estéticos. Véanse: decaden al oyente en el centro del asun
gas, Renoir, Manet, Cézanne, naturalismo y se consagran a la tismo y SIMBOLISMO. to») con la que se alude a la téc
Sisley, Bazille y Morisot. Las ca creación de un mundo de belle Imprimátur, Forma pasiva del nica de iniciar un relato en el
racterísticas de esta corriente pic za, producto artificioso de la verbo latino imprimere (3.a per momento crucial o en el aconte
tórica son: a) concepción sub imaginación artística. Estos es sona del singular del presente de cimiento central de la historia, es
jetiva de la percepción de la critores sienten especial atrac subjuntivo pasivo: «sea impre decir, en la mitad de la obra, si
realidad, frente al objetivismo de ción por aquellas etapas de la his so») con la que una autoridad ésta comenzara linealmente des
la pintura «realista» anterior. toria de la cultura en las que ha eclesiástica concede a alguno de de el principio (ab ovo). Un ejem
b) consideración de la realidad prevalecido un gusto refinado y sus súbditos la licencia para im plo de esta técnica narrativa, que
como un continuo fluir y, en con artificioso: el helenismo, la últi primir un escrito. El imprimátur ya se encuentra en la Ilíuda y en
secuencia, disolución de la ima ma etapa de la literatura latina, supone un control por parte de la los romances viejos, lo ofrece
gen del objeto como algo estático etc., períodos que coinciden con Iglesia para preservar la ortodo gran parte de las novelas poli
y acabado para dar paso a una un cierto cansancio de formas xia del dogma católico. Una for cíacas, que inician el relato con
impresión de realidad en proceso anteriores y una sensación oto ma de imprimátur era la «apro la narración de un crimen, con la
y no terminada; c) sensación de ñal de decadencia. En los escri bación» o licencia para imprimir detención del delincuente o el
pintura improvisada, como con tores «decadentes» (Baudelaire, que necesitaban los escritores en juicio en el que se va a recons
secuencia de pinceladas rápidas, Verlaine, Huysmans, Oscar Wil- el Siglo de Oro para poder publi truir todo el proceso de la histo
trazos sueltos, puntos parpa de, etc.) se percibe una mezcla de car sus obras. Véase, como ejem ria. Véanse: flash back y re
deantes, que tratan de plasmar refinamiento artístico, espiritua plo, la que antecede a la II parte trospección.
esa realidad cambiante; d) susti lidad y hedonismo, rasgos que del Quijote: Incipit, Término latino (3.a per
tución de la imagen táctil por la también aparecen en autores es sona del singular del presente de
visual, con un esfuerzo por con pañoles como Valle-Inclán (en «Por comisión y mandado de los indicativo del verbo incipere: em
seguir la representación de la luz, las Sonatas hay muestras de he señores del Consejo, he hecho pezar) con el que se designa el co
del aire y de la atmósfera, y des donismo, espiritualidad y deca ver el libro contenido en este me mienzo de un escrito. El incipit
composición de las superficies dentismo), G. Miró, en el que se morial; no tiene cosa contra la fe constituye una forma de prese
INCUNABLE 260 261 INSINUACIÓN
tación del libro. Juan Ruiz ante rización del inquisidor general mentos más al índice de 1790: en derante es el indio) son Raza
pone al Libro de Btien Amor una F. de Valdés. En 1559 se publica el 1844 y 1848. Véase: censura. de bronce (1919), del boliviano
oración precedida de este íncipit: primer Index de Roma. Ese mis Indigenismo. Término con el A. Arguedas; Huasipungo (1934),
«Esta es oración qu’el aippreste mo año se publica el segundo de que se designa un tipo de novelas del ecuatoriano J. Icaza, y El
fizo a Dios quando comentó este Valdés, de un gran rigor, pues se hispanoamericanas surgidas en mundo es ancho y ajeno (1941),
libro suyo». Véase: éxplicit. incluyen en él libros de escritores la primera mitad del siglo xx del peruano C. Alegría.
Incunable. Término proceden tan venerables como Fray Luis de que presentan en común una Desde el punto de vista ideológi
te del latín (incunabula: cuna) Granada o el P. Juan de Ávila. En temática, referente espacial, es co, estas novelas responden a un
con el que se designa los prime 1570 el duque de Alba encarga a tructura narrativa y personajes deseo de búsqueda de identidad
ros libros «nacidos» de la im Arias Montano redactar un índi similares. En estas obras se des nacional y de afirmación de las
prenta, desde su invención (me ce (el de Amberes) para los Países cribe un marco geográfico rural propias raíces y tradiciones cul
diados del siglo xv) hasta finales Bajos, en el que determinadas (la pampa, la selva, la sierra y la turales autóctonas, incardinadas
de dicho siglo. Véase: libro. obras no son prohibidas sino «ex costa) en el que se desarrolla en su entorno físico, al tiempo
Indicadores. Término aplicado purgadas» de pasajes que podían la vida de unos grupos raciales que implican cierto carácter do
a los deícticos de espacio y tiem afectar a la doctrina católica o a marginados y explotados (el gau cumental y de toma de concien
po. Véase: DEÍCTICO. su moral, con lo que se podían cho, el indio, el negro, el mestizo) cia de la propia marginación y
Indice. Véase signo. seguir leyendo, una vez elimina cuyas tradiciones, costumbres, explotación social. Por lo que
índice de libros prohibidos. dos los fragmentos correspon formas de vida y situación socio respecta a las técnicas narrativas,
Desde que en 1502 los Reyes Ca dientes: esto es lo que ocurrió económica y cultural se trata de son relatos de narrador omnis
tólicos prohíben la impresión y con el Lazarillo expurgado. En reflejar. El tratamiento de esta te ciente, en tercera persona, aun
venta de libros sin previa licen 1583 se edita el llamado índice de mática da origen a dos tipos de que en el de C. Alegría aparecen
cia, comienza la persecución de Quiroga, y en 1612 el de Sando- relato: la «novela regionalista» y frecuentes cambios de perspecti
libros heréticos, que se hará más val, en el que aparece una orde la «novela indigenista». Modelos va y puntos de vista. Estética
intensa a partir de la aparición de nación alfabética de los autores de la primera son La vorágine, de mente se evidencian ciertas téc
las doctrinas de Lutero y de la ce por sus'hombres. Por lo que res E. Rivera (su escenario es la selva nicas del naturalismo junto a
lebración del Concilio deTrento pecta a la literatura, en este índi colombiana y sus tipos son los otras procedentes de la narrativa
(1545-1563). En 1545 se elabo ce se incluye La Celestina (que ya gaucheros, aprisionados por una vanguardista, especialmente en
ra un primer catálogo de libros había sido introducida en el índi naturaleza avasalladora y explo C. Alegría.
prohibidos que se envía a los in ce de Almeida, 1581). Otros índi tados por las compañías comer Información. Véase perio
quisidores para el debido control ces del siglo xvn son los de Zapa ciales de ese producto), Doña dismo.
de la impresión, venta y distribu ta (1632) y Sotomayor (1640). En Bárbara, de R. Gallegos (centra Inquisición y literatura.
ción de dichas obras, con los con el siglo xviii se publican los índi da en la sabana de Venezuela), y Véanse censura e índice de li
siguientes castigos a los infracto ces de D. S. Valladares y V. Marni Don Segundo Sombra, del argen bros PROHIBIDOS.
res. En 1551 se elabora el primer (1707) y el índice de A. Rubín de tino R. Güiraldes, en la que el Insinuación. La insinuatio era
índice de libros prohibidos sobre Cevallos (1790). En el siglo xix personaje central es el gaucho, en la retórica grecolatina un pro
la base del catálogo de Lovaina la Inquisición continúa vigente enmarcado en su entorno natu cedimiento indirecto mediante el
(1546), al que se añaden ochenta (salvólos dos paréntesis de 1813- ral: la pampa. Modelos de la se cual el orador pretendía ganarse
títulos españoles. Dicho índice se 1814 y de 1820-1823) hasta 1834, gunda (cuyo espacio se sitúa en la benevolencia del público o de
conoce como «el de Valdés», por en que es definitivamente aboli el entorno de la cordillera andi los jueces a favor de la causa de
haber sido realizado con la auto da. Aún se publicarán dos suple na, donde el tipo racial prepon fendida, ya desde el comienzo de
INSPIRACIÓN 262 263 INTERPRETACIÓN
su discurso. Se dice también de mos, etc., que regulan la crea terarias (la historia de la literatu jornadas de la comedia era un
un tipo de enunciado sugerente ción, transmisión y recepción de ra) forma parte también de la así entremés.
en el que se da a entender, sin ma las obras literarias. Por lo que llamada «institución» o «institu Interpolación. Inserción, en un
nifestarlo o expresamente, algo respecta a la creación, el escritor ciones literarias». Véanse: aca determinado texto, de elementos
que va implícito en el propio parte de una larga tradición cul demia, BIBLIOTECA, CENSURA, que no pertenecen a la edición
mensaje. tural, constituida por distintas CERTAMEN, CLASIFICACIÓN LI original del mismo. Esta interpo
Inspiración. Término proce escuelas y movimientos estéti TERARIA, CRÍTICA LITERARIA, lación ha podido ser realizada
dente del latín (inspirare: soplar, cos, empeñados en la confección GÉNEROS LITERARIOS, JUEGOS, por el propio autor de la obra con
comunicar) utilizado en el cam de una lengua literaria sujeta LECTOR, MOVIMIENTOS LITERA ánimo de corregirla o perfeccio
po de la teología y en el de la esté a distintos códigos de referen RIOS, RECEPCIÓN y TERTULIA. narla o bien por alguna persona
tica para designar un estado del cia normativa, tanto gramatical Interlocutor. Es el receptor o extraña al texto que, por razones
espíritu en el que el profeta cree como retórica, y en la demarca destinatario del mensaje. Eirun ideológicas, estéticas o de otra ín
percibir una comunicación divi ción de tipos de estilo, de géneros relato o en un texto dramático, lo dole, ha pretendido reorientar el
na y el artista un estímulo de cre literarios, de estructuras métri mismo que en cualquier otra si sentido de la misma. En el caso
ación espontánea y de invención cas en el verso, etc. En cuanto a la tuación comunicativa, son inter del Lazarillo, la edición de Alcalá
sin esfuerzo. En sentido literario, transmisión, la institución litera locutores todas las personas que presenta varias adiciones o inter
se denomina «inspiración» al es ria abarca fenómenos tan diver participan en un diálogo. polaciones que intensifican el
tado sobrevenido a un escritor en sos como el mundo editorial (el Interludio. Término proceden carácter amargo y pesimista del
el que se siente como iluminado libro, las revistas, la prensa perió te del latín (interludere: jugar a texto.
interiormente para encontrar la dica, la publicidad, etc.), la insti intervalos) utilizado en teoría Interpretación. Término pro
clave y los recursos expresivos tución escolar (con sus textos, musical (lo mismo que «prelu cedente del latín (interpretado,
de su creación literaria. Ciertos programas, seminarios, congre dio») como título de piezas del -onis: explicación, traducción)
escritores hablan de momentos sos, etc.), los establecimientos de tipo de la suite o de las sonatas. con el que se designaba en la re
de inspiración y de momen difusión de la cultura (salones, Con él se designa también una tórica clásica una figura consis
tos de «sequedad», lenguaje que academias, ateneos, bibliotecas, composición musical que se to tente en la explicación o acla
recuerda el de los místicos. En al etc.), mecanismos de control po caba en el intermedio de los ac ración, mediante uno o más si
gunas épocas de la literatura se lítico o religioso (censura, ór tos en una obra teatral, mientras nónimos (glosa sinonímica) o
ha dado más importancia al pro ganos de promoción y apoyo, se cambiaba el decorado. Este in enunciados equivalentes (pará
pio esfuerzo y a la técnica (re sociedades literarias, premios: terludio preparaba el tono en el frasis interpretativa), una palabra
cuérdese el Mester de Clerecía: Nobel, Goncourt, Cervantes), que se iba a desarrollar el resto de o expresión difícil, ambigua o
«A sílabas cuntadas, ca es grand etc. Por lo que atañe a la recep la representación. Se denomina polisémica, o bien un. cultismo,
maestría») que a la inspiración; ción, forman parte fundamental también «intermedio», aunque arcaísmo o extranjerismo, o una
en otras, a esta última, p. e., en el de dicha institución los distintos este nombre engloba toda pieza idea o tema complicados. Dicho
Romanticismo. Los grandes poe tipos de lectura, interpretación musical, coro, ballet, danza o, término presenta, además, otra
tas, sin embargo, han combinado y crítica literaria, así como los incluso, sainete, interpretados, acepción, relacionada con el con
inspiración y técnica. mecanismos relacionados con la cantados o ejecutados en los en cepto correspondiente al térmi
Institución literaria. Expre promoción del «consumo» de treactos de la-obra. En el teatro no griego ermeneudke, con el
sión imprecisa con la que se alu la obra literaria entre los lectores. español del Siglo de Oro, el «in que se alude a un arte o método
de al conjunto de normas, códi La historia de las sucesivas for termedio» que solía representar de interpretación de textos que
gos estéticos y literarios, organis mas de recepción de las obras li se entre la primera y segunda cuenta con una larga tradición
INTERROGACIÓN RETÓRICA 264 IRONÍA
265
histórica, desde la explicación de jeto provocar el asentimiento del se») de los espectadores o lectores inventar o encontrar) con el que
oráculos y mitos en la antigua oyente al mensaje que se le comu hasta el desenlace final. De acuer se designa la primera de las cinco
Grecia hasta la exégesis bíblica nica. Ejemplo: do con el tema central del relato, se partes de la retórica (junto a la
realizada por los rabinos o los pueden producir diversos tipos de dispositio, elocutio, memoria y
. t •’ apóstoles y Padres de la Iglesia. «¿Qué se hizo el Rey Don Juan?
1 i:. intriga: de descubrimiento del actio o promintiatio) destinada a
Relacionada con esta tradición, Los infantes de Aragón,
culpable (relato policíaco), de re la búsqueda de argumentos con
surge, posteriormente, una disci ¿qué se hicieron?
conocimiento del héroe (relatos o los que defender una determina
plina filosófica conocida como ¿Qué fue de tanto galán,
dramas en los que el tema clave es da causa o tesis. La inventio surge
hermenéutica, cuyo plantea qué fue de tanta invención
la *anagnórisis), de puesta a prue vinculada a la oratoria y se desa
miento se debe a W. Dilthey y como trayieron? [...]
ba del protagonista (el caso de Se rrolla fundamentalmente en el
cuyo objetivo sería enunciar los ¿Fueron sino devaneos?».
- = J- gismundo en La vida en sueño), campo jurídico, ya desde la Retó
principios en los que se funda (J. Manrique) etcétera. rica de Aristóteles. A la inven
mentan las «ciencias humanas». En el teatro español existe un tipo ción corresponde el hallazgo de
Sin embargo, el mencionado tér Intertexto. Véase intertex- de obras, denominadas precisa las pruebas y argumentos que el
mino se utiliza especialmente en TUALIDAD. mente comedias de intriga o co orador habrá de organizar en la
■i. el campo preciso de la interpreta Intertextualidad. Término uti medias de enredo (los dos signifi dispositio, de acuerdo con las dis
ción de textos literarios, aspecto lizado por una serie de críticos cados del verbo intricare) en las tintas fases del discurso. El mate
que se trata en otras entradas de (J. Kristeva, A. J. Greimas, R. Bart- que abundan disfraces, simula rial sobre el que opera la inventio
este Diccionario, p. e., en *co- hes, etc.) para referirse al hecho de ción de situaciones para justificar es de tres tipos: intelectual (da
mentario de textos literarios y en la presencia, en un determinado encuentros ocultamente conveni tos, pruebas y argumentos en los
^crítica literaria. texto, de expresiones, temas y ras dos, aparición de personajes con que se fundamentará el orador
•■ •
Finalmente, en teoría del teatro gos estructurales, estilísticos, de el mismo nombre en sitios dife para convencer por la razón),
se entiende por interpretación la género, etc., procedentes de otros rentes, malentendidos, etc. Tam moral (basado en la garantía de
determinación del sentido de un textos y que han sido incorpora bién en narrativa se provoca una honestidad que ofrece la conduc
texto dramático mediante la ac dos a dicho texto en forma de ci situación análoga en los lectores: ta ejemplar del propio orador) y
ción conjunta del director de es tas, alusiones, imitaciones o recre p. e. la novela policíaca, novela de afectiva (los recursos con los que
cena y de los actores (en el marco aciones paródicas, etc. suspense y de misterio, novela ne el orador cuenta para pulsar la
de un dispositivo escénico ade Intratexto. Véase texto. gra y novela de espionaje. Véanse: emotividad y pasiones del públi
cuado: * iluminación, ^decorado, Intriga. Término de origen lati ENREDO, NOVELA DE ESPIONAJE, co, dadas las peculiares circuns
efectos teatrales, etc.) o, también, no (de intricare: enredar, intrigar) NOVELA NEGRA y SUSPENSE. tancias que presenta la causa y
la representación de un persona utilizado en teoría narrativa y dra Introito. Pieza breve que, en el el encausado). Véanse: disposi
je por parte de un actor. Véase: mática en una doble acepción: teatro del Siglo de Oro, servía de ción, ELOCUCIÓN, LUGAR CO
HERMENÉUTICA. como núcleo o entramado funda introducción a la obra dramática MUN, ORATORIA y RETÓRICA.
Interrogación retórica. Figu mental de un relato y como serie y en la que se adelantaba una sín Ironía. Es un procedimiento in
V- ra literaria cuya finalidad no es de conflictos u obstáculos que se tesis del argumento o del tema y genioso por el que se afirma o se
indagar sino poner en evidencia producen en el desarrollo de una se pedía el beneplácito del públi sugiere lo contrario de lo que
y resaltar, con cierto énfasis y acción y que los protagonistas han co. Cumplía la misma función se dice con las palabras, de forma
solemnidad, algo de lo que pre de superar hasta lograr sus objeti introductoria que la loa. que pueda quedar claro el verda
■■■■
viamente se está seguro. Es un re vos, obstáculos que contribuyen a Invención. Término proceden dero sentido de lo que se piensa.
curso expresivo que tiene por ob mantener la curiosidad («suspen te del latino inventio (acción de La ironía es un recurso funda
-a-.v
IRREGULAR (MÉTRICA) 266 267 ISOTOPIA
mental en la literatura humorís tísticos y literarios de vanguardia duración (salvo el surrealismo), El isosilabismo es preponderante
tica. Está en relación con la sátira que se desarrollan en las primeras etc. Véase: vanguardismo. - hasta el siglo xx, época en que la
y el sarcasmo. De hecho, el sar décadas del siglo xx y cuyas de Isocolon. Figura retórica consis irregularidad silábica, la polime-
casmo no es más que una ironía nominaciones terminaban con el tente en la correspondencia simé tría y la ametría parecen ser la
llevada a un grado de dureza, sufijo -ismo, razón por la cual se trica entre dos o más miembros de nota predominante en la llamada
crueldad o cinismo amargos. En los agrupa con ese marbete. El un conjunto, ya sea éste una frase, «poesía vanguardista». No obs
general, la expresión irónica va mismo crítico aporta un inven una oración, un período o una es tante, en los grandes poetas del
acompañada de una determina tario de «ismos» literarios y artís trofa. Existen diversos tipos de 27 y de las generaciones de post
da entonación para que sea per ticos señalados en Documents isocolon: atendiendo al número y guerra pervive el cultivo del iso
cibida como tal. En la lengua es internationaux de l’Esprit Nou- extensión de sus miembros, puede silabismo y de las formas métri
crita, el lector debe descubrirla a veau (1929): "futurismo, "expre- ser bimembre (dicolon), trimem- cas tradicionales.
través del contexto. sionismo, "cubismo, "ultraísmo, bre (tricolon), cuatrimembre (te- Isotopía. Término introducido
Irregular (métrica). Se dice "dadaísmo, "surrealismo, puris tracolon), etc. Por lo que respecta por Greimas, que define la isoto
del tipo de versificación que no se mo, "constructivismo, neoplasti- a su estructura y significado, el pía como «conjunto de categorías
rige por el isosilabismo (igual nú cismo, abstractivismo, babelis- isocolon puede presentarse, p. e., semánticas redundantes que hace
mero de sílabas en cada verso). mo, zenitismo, simultaneísmo, en estos fragmentos del Lazari posible la lectura uniforme de
Sin embargo, no debe conside suprematismo, primitivismo y llo, en forma de antítesis («... Mi una historia tal como resulta
rarse como irregular la estructu panlirismo. A este inventario hay trabajosa vida pasada y mi cerca de las lecturas parciales de los
ra de algunas estrofas compues que añadir otros ismos importan na muerte venidera»; dicolon) o de enunciados después de resolver
tas de forma sistemática por dos tes: "creacionismo, "imaginismo, gradación («... por lo cual fue pre sus ambigüedades». Según esta
tipos de versos: p. e., endecasíla "neorrealismo, "existencialismo, so y confesó y no negó y padeció definición, existe una isotopía
bos y heptasílabos (lira, sexteto "objetivismo, letrismo, iracun- persecución por justicia...»: tetra- cuando, a lo largo de un texto, se
lira, silva, estancia) y octosílabos dismo, frenetismo, personalismo, colon) o, también, de acumulación constata una recurrencia de ele
y tetrasílabos (copla manriqueña vorticismo, fauvismo, rayonismo, («... allí se me representaron de mentos semánticos jerárquica
o de pie quebrado), etc. Ejemplos concretismo, etc., algunos de los nuevo mis fatigas y torné a llorar mente organizados sobre uno o
de versificación irregular se pro cuales no corresponden estric mis trabajos; allí se me vino a la más ejes semánticos, que confor
ducen ya en los comienzos de la tamente a la cronología de los memoria la consideración que ha man dicho texto como un todo
literatura castellana con el Mester movimientos de vanguardia más cía cuando me pensaba ir del cléri unitario y coherente y posibilitan
de Juglaría. Véanse estos versos significativos. Entre los rasgos go... Finalmente allí lloré mi traba una lectura uniforme a partir de
del Cantar de Mío Cid: comunes a dichos movimientos, josa vida pasada...»: tricolon), etc. las lecturas parciales de los enun
Torre señala el «internacionalis Isosilabismo. Se dice de los ciados. Junto a estas isotopías
«I estava doña Ximena con cinco mo» (varios de estos movimien versos que tienen el mismo nú de contenido, se habla también de
[dueñas de pro tos trascienden las fronteras del mero de sílabas. En la literatura isotopías de la expresión, entre las
rogando a San Pedro e al criador: país en que surgieron: p. e., el castellana de la Edad Media, a la cuales figurarían las recurrencias
¡Tú que a todos guías, val mió futurismo, surrealismo, cubismo, irregularidad métrica del Mester sintácticas, fonemáticas, métri
(Qid el Campeador». etc.), el «antitradicionalismo» de Juglaría sucede el isosilabismo cas: la rima, p. e., podría ser con
(rechazo de normas y gustos vi o regularidad del Mester de Cle siderada como una forma de iso
Ismos. Término utilizado, entre gentes y búsqueda de nuevas for recía. topía.
otros, por G. de Torre para desig mas de expresión artística), el su-
nar una serie de movimientos ar cederse vertiginoso y la escasa
269 JARCHA
268
JERGA 270 271 JORNADA
SERIE hebrea: Tanto el argot como las jergas de «Quien quisiere ser culto en sólo texto una melodía de ecos africa
oficios y profesiones se han in [un día, nos:
IV
corporado, con fines estéticos, a lajeri (aprenderá) gotiza siguiente: «Yombe soy, soy lucumí,
Garid bos, ayyermanéllas, determinadas obras literarias: en fulgones, arrogar, joven, presiente,
mandinga, congo, carabalí».
kóm kontenér-hé mew málé, este tratamiento han sido maes candor, construye, métrica ar-
«¡ Mayo mb e-b o mbe - m ayo mb e!»
Sin al-habíb non bibréyo: tros E de Rojas, Cervantes, los [monía [...]».
¿ad ob l’iréy demandare? autores de la picaresca, Galdós, Véanse:
creacionismo y ono
Valle-Inclán y C. Arniches. Véan Jitanjafora. Término aplicado matopeya.
(YehúdáHalevI) Jocoserio. Véase jocoso.
se: GERMANÍAy JERIGONZA. por A. Reyes a un tipo de com
«Decid vosotras, ay hermanillas, / Jerigonza. Término procedente posición poética constituida por Jocoso. (Del latín iocosus: gra
cómo he de atajar mi mal. / Sin el del occitano gergons (préstamo, a palabras o expresiones, las más cioso, chistoso, festivo.) Cuali
amigo no puedo vivir: / ¿adonde su vez, del francés antiguo jargón: de las veces inventadas, carentes dad de ciertas obras literarias es
he de ir a buscarlo?». gorgeo de los pájaros, según Co- de significado en sí mismas, y critas en clave de humor y tono
rominas) que habría dado en el cuya función poética radica en festivo cuya finalidad es divertir
(Trad. de E. García Gómez)
castellano antiguo «girgonz» y sus valores fónicos, que pueden a los posibles lectores o especta
Véanse: cantiga de amigo, ca «gingon^a». Aparece ya en su for cobrar sentido en relación con el dores. Es un tipo de obras des
sida, MOAXAJA, VILLANCICO y ma definitiva (jerigonza) en el texto en su conjunto. Aunque tinadas especialmente al teatro
ZÉJEL. Lazarillo. S. de Covarrubias ofre comúnmente se atribuye la crea (pasos, entremeses, jácaras, pie
Jerga. Variedad lingüística (so ce la siguiente definición: «Geri- ción de la jitanjáfora al poeta cu zas del llamado «género chico»,
bre todo, el léxico) especial que gonza. Un cierto lenguaje par bano M. Brull (traductor de Va- etc.), aunque también aparece
utilizan los miembros de ciertos ticular de que usan los ciegos con léry), se han encontrado tes dicho tono en poemas evasivos,
grupos sociales (toreros, estu que se entienden entre sí. Lo mes- timonios de este tipo de expre de sátira de costumbres (en el
diantes, grupos marginales) y de mo tienen los gitanos, y también sión poética en la poesía popu Libro de Buen Amor, de Juan
terminadas profesiones y oficios forman lengua los rufianes y los lar o en escritores influidos por Ruiz, en la Gatoniaquia, de Lope
(médicos, deportistas, etc.) en el ladrones, que llaman germanía». ésta. de Vega, en las Fábulas de T. de
ámbito de su propia actividad. El término «jerigonza» como La jitanjáfora fue cultivada por al Iriarte, etc.) y en textos narrati
Una forma peculiar de jerga es la «sinónimo de «jerga» y de «ger gunos representantes de las van vos como Id Autobiografía de D.
conocida con los nombres deger- manía» aparece en Rinconete y guardias, especialmente por los Torres Villarroel, el Fray Gerun
nianía y jerigonza, con la que en Cortadillo, de Cervantes, para de dadaístas. Entre los poetas espa dio del P. Isla, etc. G. Bleiberg de
la literatura de los Siglos de Oro signar la lengua secreta de los ñoles, aparece en algún texto de signa con el término «jocoserio»
se designa el habla de los ladro marginados del hampa sevillana. R. Alberti, y en la literatura hispa o tragicómico un tipo de escritos
nes, tahúres y demás gentes del Quevedo utiliza, además, el tér noamericana la utilizan E. Baila- frecuentes en la literatura espa
hampa. Se suele identificar jerga mino «jerigonza» en el sentido de gas, L. Palés Matos, N. Guillén, ñola, en los que se percibe una
con argot, y, sin embargo, hay una expresión retorcida y extraña, V. Huidobro, etc. Puede aparecer coexistencia de aspectos festivos
diferencia notable: este último para referirse, con intención pa como jitanjáfora pura o en forma y graves.
(entendido como lenguaje del ródica y burlesca, al lenguaje cul de onomatopeya. En N. Guillén se Jornada. Nombre con el que se
hampa) implica una precisa in terano de Góngora y, más aún, a construyen, a veces, a base de to designaban en el Siglo de Oro los
tención críptica: se trata de un sus epígonos, a los que dedica su pónimos africanos o con voces actos en que se dividían las co
lenguaje cuyo sentido es reserva «Receta para hacer Soledades en afronegroides, que actúan como medias. De hecho, se alternaban
do y sólo accesible a los iniciados. un día»: puros significantes y confierenjd ambas denominaciones, como
JÓRURI 272 273 JUGLAR
puede constatarse en El viaje en tero (Hikita) y cantor (Menuki brados periódicamente con mo (juegos) se utilizaba tanto para
tretenido, de A. de Rojas Villan- ya) decidieron conjuntar sus res tivo de festividades, o de otro referirse a las actividades depor
drando, cuando, al mencionar pectivas funciones, de forma que orden, y en los que ocupaban tivas como a las representaciones
las partes de que constaba un es mientras Menukiya cantaba su un papel importante, junto a las teatrales celebradas en las fiestas
pectáculo teatral, advierte: «Ha relato acompañando el texto con competiciones deportivas, las re dedicadas a los dioses.
cían cuatro jornadas, / tres entre su shamisen, Hikita movía las presentaciones y el canto o la de En la Edad Media existía una for
meses en ellas, / y al fin con un marionetas de acuerdo con lo clamación de himnos a los dioses ma peculiar de festejos en los lla
bailecito / iba la gente contenta». que se contaba en el relato. Dada o de poemas a los vencedores en mados juegos escolares, algunos
Véase: acto. la gran aceptación del naciente dichas competiciones. Entre los de los cuales consistían en repre
Jóruri. Con la denominación de espectáculo por parte del público juegos (fundamentalmente de sentaciones de tema religioso, en
Ningyo Jóruri se conoce un teatro y la acogida del mismo en la corte portivos) unidos a festivales reli latín, realizadas por clérigos o es
de marionetas que a finales del del emperador, el Nyngio Jóruri giosos en Grecia destacan los tudiantes. Aparte de esto, se ini
siglo xvi comienza a desarrollar termina convirtiéndose en una Olímpicos (en honor de Zeus), cian en la baja Edad Media los
se en Japón gracias a la obra forma de teatro popular estable, los Píticos (dedicados a Apolo, denominados «Juegos florales»,
conjunta de un titiritero (Hiki- en competencia con el kabuki, en Delfos; había competiciones cuya primera manifestación ocu
ta Awaji-nojó) y un cantor de otra modalidad teatral japonesa. musicales de himnos al dios), rre en Toulouse (Francia) en
Jóruri (Menukiya Chózaburó), Véanse: haiku, kabuki y kyó- ístmicos (dedicados a Poseidón, 1323 y en los que participan di
que acompañaba su canto con la gen . en el istmo de Corinto), Ñemeos versos poetas con sus composi
música de un shamisen, una es Jota. Copla popular que acom (en honor a Zeus, se realizaban ciones para competir en dicho
pecie de laúd de tres a cinco cuer paña al baile del mismo nombre, en Nemea). Aparte de estos jue concurso. Este tipo de «juegos
das. En Japón existía una antigua el cual se danza en Aragón y en gos, había dos grandes festivales: florales» se introducen en Espa
tradición de titiriteros ambulan otras regiones de España. Dicha uno (las Panateneas), dedicado a ña a través de Cataluña a finales
tes que recorrían el país con su composición, en el aspecto mé la diosa Atenea, en el que se de del siglo xiv. En el siglo xv apa
caja de títeres (Ningyo, en japo trico, aparece generalmente en sarrollaban competiciones gim recen en Castilla en forma de jus
nés) de trapo y madera. Por otra estrofas de cuatro versos, prefe násticas, concursos musicales, tas literarias. En las ^academias
parte, existían también cantores rentemente octosílabos, que ri coreográficos, etc., y otro, el de renacentistas y en los colegios de
o recitadores de relatos extraídos man en asonante los pares. Se las fiestas Dionisias, dedicadas al jesuítas continuó esta práctica de
de las epopeyas de los samurais. conoce algún caso en el que se dios Dioniso: se celebraban en los concursos literarios. En el si
Uno de los relatos más conocidos ha añadido un quinto verso, que primavera, durante seis días, de glo xix, M. Milá y Fontanals, V.
era el que narraba la triste histo rima en consonante con el terce los cuales en el tercero y el sexto Balaguer y J. Rubio y Ors restau
ria de la joven Jóruri, que, des ro. Ejemplo: había concursos de ditirambos y ran en Barcelona (1859) los Jocs
pués de encontrar a su esperado representaciones teatrales. En el floráis; posteriormente, se ex
«Si mí madre fuera mora
amigo, lo volvía a perder de nue siglo v a.C. cada concursante tiende ese modelo de certamen
y yo nacido en Argel,
vo. Este relato, cantado y escu presentaba una trilogía trágica y por otras ciudades españolas.
renegara de Mahoma
chado a lo largo de generaciones, un drama satírico. En Roma se Véanse: certamen y festival.
sólo por venirte a ver,
terminó por convertirse en la de celebraban igualmente festivales Juglar. Véase mester de ju
hermosa y blanca paloma».
nominación del nuevo arte dra y competiciones; el término ludí glaría.
mático que estaba a punto de na Juegos. Término con el que se
cer. Efectivamente, a fines del designaban en Grecia y en Roma
siglo xvi, los mencionados titiri unos espectáculos públicos cele
275 KITSCH
los anteriores y de temas de gran parte de M. Duchamp. Véase: pa- miento deductivo, inicia el des estatal sobre los pueblos; son par
des autores, cuyas obras triviali- RALITERATURA. censo, desde el ser absoluto hasta tidarios de una asociación federa
za, p. e., en libros con llamativas Krausismo y literatura. Co las esencias finitas. En este siste tiva mundial de países e institu
declaraciones de amor a la tierra rriente filosófica surgida del pen ma, lo absoluto y la humanidad ciones.
(que recuerdan el vínculo pro samiento de K. C. Krause, filósofo constituyen los dos términos del En el pensamiento krausista se
fundo con la naturaleza de las alemán del siglo xix, cuya obra es proceso descendente en el que el atribuye gran importancia a la
obras de K. Hamsun) o en los que continuada por sus discípulos en mundo y el hombre están inmer moral, al derecho, al Estado, a
aparece una seudoconciencia re Alemania (H. Leonhardi), Bélgica sos en una comunidad de esen la religión y a la ciencia, como
ligiosa que hace pensar en la in (H. Ahrens) y España (J. Sanz del cias, de las que Dios es la suprema medios de perfección del hom
tensa búsqueda de Dios de un Río, F. Giner de los Ríos, etc.). El esencia. Y así como espíritu y na bre. Pero tan importante como la
Dostoievski; c) desfiguración de krausismo original responde a un turaleza forman una unidad en el ciencia para el progreso de la hu
la realidad en un intento de fuga deseo de recuperación del pen hombre, así mundo y Dios for manidad es el arte, cuyas obras
hacia lo idílico, lo irracional samiento kantiano, deformado, a man una comunidad de esencias, son «una viva y progresiva reve
y sentimental, en una vuelta al juicio de Krause, por las incorrec pero entendida no como puro lación de la divinidad entre los
mundo de los antepasados, que tas interpretaciones hechas por panteísmo, sino como «panente- hombres». Las diferentes formas
se evoca con nostalgia, etc. En la Fichte, Schelling y Hegel. El pen ísmo» («todo en Dios»), En el sis de arte (escultura, pintura, músi
misma línea, aparece en Francia samiento krausista es conocido tema es importante dicho con ca, coreografía, arte dramático,
un tipo de literatura sentimental en España a través de la obra de cepto de la unidad de espíritu y etc.) responden a las característi
(M. Dekobra, Delly: Esclava o rei Sanz del Río, que adaptó a las ne naturaleza, como símbolo de la cas originales de la vida de los
na, 1909; La infiel, 1921, etc.) y de cesidades intelectuales y al con armonía entre los seres y entre las países en los que surgen. En
tono épico y patriótico (P. Dérou- texto cultural del país El ideal instituciones humanas, a través cuanto al tema de la literatura y
léde: Cantos del soldado, 1872), de la Humanidad para la vida de las cuales la humanidad cami su influencia en el desarrollo de
junto a novelas de gran tirada, (1860), de Krause. Ese mismo año na hacia su destino de perfección las naciones, apenas es abordado
con trama estereotipada y temá Sanz del Río publica Sistema de la y de unidad universal. Este cami por Krause y Sanz del Río. Serán
tica similar (evocación nostálgi Filosofía Metafísica en el que sin nar tiene como guía lo absoluto, los krausistas españoles F. Gi
ca del pasado, glorificación de tetiza su pensamiento, denomi hacia el que converge la humani ner de los Ríos, M. de la Revilla,
la naturaleza, etc.; a las que se nado «racionalismo armónico». dad a través de las distintas fases Clarín, etc., los que realicen una
ha calificado igualmente como Este sistema consta de dos partes: de la historia de los pueblos y por reflexión precisa sobre estética,
kirsch). En la época de las van la analítica y la sintética. En la medio de las diversas culturas, crítica y creación literarias. F. Gi
guardias, el kitsch llega a utilizar analítica se estudian las condicio instituciones y asociaciones. En ner concibe el arte y la literatura
se como material de recreación nes del-conocimiento humano, en tre éstas, cobran especial trascen como medios para lograr la ar
artística, por distanciamiento la línea del pensamiento de Kant. dencia las asociaciones naturales monización social y el progreso
irónico, respecto de determina Según Krause, el entendimiento de finalidad universal (familia, humano de los pueblos. Dado
dos temas y obras de arte. Ejem humano parte de un conocimien nación) frente a las que limitan la que, a su juicio, las creaciones li
plos de este tratamiento serían los to de lo múltiple, distinto y par libertad (Iglesia y Estado), para terarias son la expresión más
realizados por los surrealistas so cial, para ir elevándose posterior conseguir «la perfección armóni viva del «espíritu» y la psicología
bre el personaje de Fantomas (La mente a lo simple, idéntico y total, ca de todo el hombre». Los krau- de los pueblos, en ellas se pue
Complainte de Fantomas) o, en que finaliza con el conocimiento sistas se oponen a la concepción den descubrir las «aspiraciones»,
artes plásticas, la utilización de intuitivo del ser absoluto. En la absolutista del Estado y a las dis «grandezas» y «extravíos» que
un cromo de la Gioconda por sintética, utilizando el procedi tintas formas de tiranía del poder explican las profundas mutacio-
KYÓGEN 278
279
281 LEIXA-PREN, LEXAPRÉN O LEIXAPRENDEIDEJA Y TOMA)
LATINISMO 280
de amigo gallega, de Bernal de tura existen los denominados verso (metro y rima), en las - La semantización global del
B onaval (es un diálogo en el que «lenguajes especiales» (científico simetrías y paralelismos, en mensaje, rasgo por el cual,
se pregunta a una muchacha y técnico, jurídico, literario, etc.), figuras como la anáfora, re gracias a la interdependencia e
que a quién ha venido a esperar que presentan unas característi duplicación, concatenación, interacción de sentido que se
lejos de la ciudad, y ella respon cas peculiares. En este aspecto, retruécano, anadiplosis, etc. produce entre significante y
de que a su amigo) en la que la p. e., el lenguaje científico y técni Otro elemento recurrente, en significado, todos los constitu
tercera estrofa se abre, reiteran co es fundamentalmente deno el verso como en la prosa, es el yentes de un texto se «semanti-
do el segundo verso de la prime tativo, monosémico y sin ambi ritmo, que es una marca lite zan» (I. Lotman).
ra y se completa con otro de la güedad, rasgo que dificultaría la raria explícitamente reconoci - La ficcionalidad, entendida
misma rima, y la cuarta estrofa claridad y precisión de concep da en la tradición poética y por los estudiosos de la prag
se abre, a su vez, con el segundo tos exigidas en estas disciplinas. crítico-literaria. mática (J. L. Austin, J. R. Sear-
verso de la segunda estrofa y se Por eso, no tendría sentido utili - La perdurabilidad del mensaje le, R. Ohmann, etc.) como un
completa igualmente con otra zar, en un texto científico, recur poético, destinado a su repro rasgo de la lengua literaria que
de idéntica rima: sos expresivos peculiares del len ducción literal: «Esta capaci supone un uso desviado del
guaje poético, como la rima, el dad de reiteración [...], esta lenguaje, en el sentido de que
«Ay, fremosinha, se ben ajades! el narrador ficcional simula
hipérbaton o la polisemia, que, conversión de un mensaje en
Longi de vila quen asperades?» realizar actos ilocutivos. La
además de improcedentes, entor algo duradero [...] representa,
« Vin atender tneu amigo.»
pecerían la transmisión y com en verdad, una propiedad in ficcionalidad, entendida, ade
«Ay, fremosinha, se gradoedes! prensión del mensaje. Es, preci herente y efectiva de la poesía» más, como capacidad de crea
Longi de vila quen atendedes?» samente, en estos niveles (fónico, (R. Jakobson). ción de mundos posibles en la
«Vin atendertneu amigo.» sintáctico y semántico) donde se - La ambigüedad y plurisignift- esfera de la imaginación poéti
perciben con más claridad las di cación, características del len ca, mediante el arte verbal,
«Longi de vila quen asperades?» ferencias que separan el lenguaje guaje literario frente a otros constituye un criterio para
«Direy-vo-l’eu, poys me pregun- literario de los demás lenguajes lenguajes monosémicos (cien sancionar si un texto es o no li
[tades: especiales y de la lengua de uso tífico, lógico, jurídico) y que terario (K. Hamburger).
vin atender tneu amigo.» cotidiano. convierten a aquél en portador - La autonomía del lenguaje lite
«Longi de vila quen atendedes?» Teniendo en cuenta las nociones de una carga significativa múl rario, destinado a crear una
«Direy-vo-l’eu, poi-lo non sabe- sobre lengua poética de los for tiple. obra de arte verbal. El lenguaje
[des: malistas rusos y de estudios pos - La connotación, peculiaridad literario no responde a una fina
vin atender metí amigo». teriores realizados en teoría de la del lenguaje literario por la lidad práctica (la mera comuni
literatura y en disciplinas como la que la configuración repre cación), sino estética. A este ob
Lengua literaria. Los hablan semiótica y la pragmática, se pue sentativa del signo verbal no jetivo se encamina el realce de la
tes de un idioma tienen la posi den señalar ciertos rasgos obser se agota en un contenido in forma expresiva a través de los
bilidad de relacionarse entre sí vados en la tradición literaria, telectual, ya que presenta un «artificios» o recursos, conoci
por medio de la lengua común que pueden considerarse como núcleo informativo impreg dos como figuras, que afectan
o estándar, aceptada por todos caracterizadores de la lengua y nado de valores afectivos, a todos los niveles de la lengua
como vehículo normal de comu los textos literarios: expresivos y evocativos que (R. Jakobson).
nicación. Aparte de esta modali - La recurrencia, evidente en las se añaden al valor denota - El lenguaje figurado es ur. ras
dad lingüística, en determinados reiteraciones fónicas (alitera tivo del signo lingüístico go fundamental de la lengua li
campos de la ciencia y de la cul ción, paronomasia, etc.), en el (Ch. Bally). teraria. Se puede afirmar que
LENGUAJE 284 285 LIBRETO
«el lenguaje poético es siempre forma "de villancicos, diferen y la lexicografía, cuyo cometido torno a héroes, cuya existencia
un lenguaje figurado y ciándose de éstos por la nota es la técnica o el arte de elabo histórica, a veces, no puede ser
que sin figuras no hay poesía». satírica que las caracteriza. En ración de un diccionario, en el comprobada, como es el caso de
(J. A. Martínez). el Siglo de Oro, aparecen algu que se ofrecen informaciones Bernardo del Carpió (protago
Véanse: alegoría, ambigüe nas letrillas de gran perfección, de orden etimológico, categorial, nista de romances), o en torno a
dad, CORRELACIÓN, FICCIÓN, como «Poderoso caballero es combinatorio, semántico y con personajes históricos de los que
FIGURAS, LÍRICA, LITERATURA, don dinero» (F. de Quevedo), textual sobre cada uno de los tér apenas quedan en el relato más
METÁFORA, METONIMIA, PARA «Da bienes Fortuna» y «Ande yo minos censados. Aparte de los que sucesos puramente legenda
LELISMO, POESÍA, POLISEMIA, caliente y ríase la gente» (L. de diccionarios, la lexicografía se rios, como ocurre con el rey visi
SÍMBOLO, TROPO, etc. Góngora). Ejemplo: ocupa del estudio de otras obras godo don Rodrigo, del que los
Lenguaje. Véanse código, dis en las que se recogen determina romances viejos evocan hechos
curso, FONEMA, FUNCIÓN, LÉ «Da bienes Fortuna dos «corpus léxicos», cerrados o fantásticos, (p. e., sus amores con
XICO, NORMA, etC. que no están escritos, abiertos, como son los glosarios, la Cava). Incluso una figura his
Leonina. Se dice de la rima con cuando pitosflautas, vocabularios, concordancias, «te tórica tan conocida como Rodri
sonante que se produce al final cuando flautas pitos. soros», diccionarios enciclopédi go Díaz de Vivar es objeto de
del primer hemistiquio de dos o ¡Cuán diversas sendas cos, enciclopedias, etc. diversos relatos legendarios. Al
más versos seguidos. Ejemplo: se suelen seguir Lexicografía. Véase léxico. gunas secuencias del cantar son
en el repartir Leyenda. Relato transmitido pura leyenda: la de las arcas de
«En la fresca flor, el verso sutil: honras y haciendas! inicialmente por tradición oral, arena, el episodio del león, la
el triunfo de Amor en el mes de A unos da encomiendas, en prosa o en verso (en algunos afrenta de Corpes, etc. Otro tipo
[abril: a otros sambenitos. casos, se basa en acontecimientos de leyendas son las hagiográfi-
Amor, verso y flor, la niña gen- Cuando pitosflautas históricos y, en otros, es fruto de cas, que abundan en la literatura
[til». cuando flautas pitos [...]». la fabulación popular), en el que medieval y en el teatro del Siglo
(Rubén Darío) (Góngora) prevalecen elementos fantásticos de Oro: p. e., en los Milagros de
o maravillosos, frecuentemente Nuestra Señora, de Berceo, en las
Letrilla. Composición poética Léxico; Es el sistema o conjunto de origen folclórico. Puede tener Cantigas de Alfonso X, etc. Un
formada por estrofas de versos de unidades léxicas que compo como protagonista un personaje, período de especial creatividad
octosílabos o hexasílabos que nen una determinada lengua. un espacio misterioso («El mon es el Romanticismo, tanto en ver
pueden rimar en consonante o Dejando a un lado la semántica, te de las ánimas», de Bécquer) o so (poemas legendarios del du
en asonante y van acompañadas que se ocupa indirectamente de un acontecimiento. Buena parte que de Rivas, Zorrilla, etc.) como
de estribillo. Presenta la forma de los lexemas en cuanto unidades de los poemas épicos conocidos en prosa: entre las más originales
un villancico o de romance con lingüísticas portadoras de rasgos tienen como base una leyenda figuran las Leyendas de G. A. Béc
estribillo, y, a veces, está com semánticos (semema sería el con previa, lo cual es evidente en la li quer, de las que cabe destacar,
puesta por redondillas o quinti junto de semas o rasgos semánti teratura española, donde varios por su calidad estética y mayor
llas dobles. Los temas de que tra cos presente en un lexema), hay cantares de gesta, romances y acogida de los lectores, Maese
ta son generalmente de carácter dos ciencias que se centran espe obras dramáticas de tema histó Pérez el organista, El monte de las
festivo o satírico, pero también cíficamente en el estudio del léxi rico legendario incluyen o se ánimas, La rosa de pasión, etc.
las hay de asunto religioso y eró co: la lexicología, que tiene por apoyan en este tipo de relatos. Libelo. Véase panfleto.
tico. Históricamente, las letrillas objeto determinar el origen, for Efectivamente, en la épica caste Libreto. Escrito de carácter dra
aparecen en el Renacimiento en ma y significado de las palabras, llana aparecen estas leyendas en mático que sirve como texto de
LIBRO 286 287 LIBROS DE CABALLERÍAS
una ópera, una zarzuela o un sai Hasta 1474, año en que se edita más difícil su lectura. Por el con siglo xx, los clásicos de la litera
nete del llamado «género chico». en una imprenta de Valencia Tro- trario, en el siglo xvm se percibe tura española han ido aparecien
En el caso de la ópera, toda la le bes en lohor de la Verge María, una evidente mejora en la elabo do, en ediciones dirigidas al gran
tra del libreto viene anotada con primer incunable español, el li ración del libro, y una tipografía público (Espasa Calpe, Losada,
música; en la zarzuela y el sainete bro aparecía siempre manuscri más cuidada. Grandes imprentas Aguilar, Noguer, Destino, Plaza y
solamente algunas partes están to. En algunos casos, estos códi de la época son las de J. Ibarra Janés, Seixy Barral, Planeta, Tau-
destinadas al canto o a la inter ces, escritos por copistas (impresor de la Real Academia rus, Alianza Editorial, etc.) o
pretación musical, el resto es re especializados, presentan una Española) y A. de Sancha, en Ma acompañadas de una cuidadosa
citado por los actores. Libretistas riqueza ornamental y artística drid, B. Monfor t en Valencia y Pi- introducción, notas y, en su caso,
españoles importantes han sido notable: dibujos, miniaturas, or ferrer en Barcelona. Como mo del pertinente aparato crítico
Ricardo de la Vega, Carlos Arni- las decorativas, oro. A partir de la delo de calidad en este período, especializado (Anaya, Castalia,
ches, M. Ramos Carrión, José citada fecha comienza la impren se cita la edición del Quijote, de Cátedra, Crítica, etc.). Véanse:
López Silva, etc. Véanse: ópera y ta a producir los primeros incu Sancha (1780). En el siglo xix, BIBLIOGRAFÍA, BIBLIOTECA, CÓ
ZARZUELA. nables. Entre éstos figuran algu durante la primera mitad, se ad DICE, EDICIÓN, INCUNABLE y
Libro. Procedente del término nos clásicos de la literatura como vierte un auge tanto en la canti MANUSCRITO.
latino líber, J. Corominas precisa Tirant lo Blanc, de J. Martorell, en dad de producción bibliográfica Libros de caballerías. Deno
el sentido original: «Parte inte 1490; Las Siete Partidas, en 1491; (numerosas ediciones del Quijo minación aplicada en el Siglo de
rior de la corteza de las plantas las Coplas de J. Manrique, en te, novelas históricas, libros de Oro a un tipo de relatos noveles
que los romanos emplearon a 1492; el Cancionero de Juan del viaje, de escritores costumbris cos (Amadís de Gaula, Esplan-
modo de papel, de donde luego la Encina, en 1496; La Celestina, de tas, etc.) como en la riqueza tipo dián, Palmerín de Oliva, etc.) que
acepción libro». En la cultura ju- F. Rojas, en 1499, etc. gráfica (letra gótica, romana, in tienen como protagonistas caba
deocristiana el «libro» por ex Hay imprentas importantes ins glesa, redonda, negrita, etc.) y en lleros andantes, cuya vida de fic
celencia era la Biblia, plural del taladas en España desde finales la originalidad de las ilustracio ción transcurre en tierras lejanas
griego biblion, correspondiente al del siglo xv, como las de Fadri- nes, según diversos procedi o exóticas y en un pasado remo
líber latino. De hecho, cuando se que de Basilea en Burgos, P. Ha- mientos (calcografía, xilografía y to. Dichos personajes participan
alude a determinadas partes de la genbach en Toledo, J. Rosenbach litografía: en este último aspecto en aventuras fantásticas, en las
Biblia se designan con el término en Barcelona, S. Polono en Sevi colaboran pintores como F. Ma- que, frecuentemente, intervienen
«libro»: «Libro de Job», «Libros lla, etc. En el siglo xvi surgen im drazo, J. Pérez-Villamil, etc.). En seres extraños o maravillosos
sapienciales», etc. Esta forma de prentas en Alcalá de Henares, la segunda mitad del siglo co (encantadores, magos, gigantes,
designación pasó a ciertas obras Madrid y Granada, y mantienen mienzan a aparecer empresas edi endriagos, etc.), enmarcados en
de la literatura española, y no es su auge las ya existentes. En el si toriales con proyectos de gran al unos espacios de misterio: ínsu
extraño que fueran precisamente glo xvii las imprentas españolas cance, como la de Rivadeneyra- las desconocidas, el fondo de un
las de tema religioso o escritas sienten la competencia de las que Aribau, que inicia la publicación lago habitado, mansiones que
por clérigos las que se denomina han surgido en Flandes, en Vene- de la Biblioteca de Autores Espa aparecen y desaparecen por arte
ron así: Libro de Alexandre, Libro cia y en Basilea. Tal vez eso expli ñoles (BAE), de gran interés para de magia, etc. Sobre las caracte
de Apolonio, fórmula que fue se que el descenso de calidad del pa la historia de la literatura espa rísticas de estos libros de caballe
guida por otros autores: Libro de pel y la presentación de los libros, ñola. En Barcelona surge la Casa rías, así como sobre su evolución
los enxiemplos del Conde Lu- escritos en letra romana e itálica, J. Espasa y Cía. (1861) y la edito y recepción hasta la llegada de la
canor, Libro del Caballero et del con tintas de escaso realce, que, a rial Montaner-Simón (1864). A gran parodia de los mismos rea
escudero, etc. veces, calan la hoja, lo que hace partir de entonces, y a lo largo del lizada por Cervantes en el Quijo
LICENCIA POÉTICA (O LICENCIA MÉTRICA) 288 289 LINGÜÍSTICA DELTEXTO
te, puede verse caballeresca partir del siglo xvi, comienza a camente, adquieren su plenitud la gramática tradicional, estruc
(novela). recuperarse el valor del texto en significativa. Históricamente los tural o generativa. Gracias a los
Licencia poética (o licencia un tipo de canciones cultas cono primeros trabajos realizados so estudios de los iniciadores de
métrica). Posibilidad que tiene cidas como Kunstlieder (cantos bre esta materia aparecen vincu la nueva disciplina (S. Schmidt,
el poeta de transgredir ciertas le-* artísticos). Durante el siglo xvn lados a la gramática generativa, H. Isenberg, J. S. Petófi, T. A. Van
yes fonéticas y morfosintácticas se cultiva una modalidad de can cuando sus cultivadores tratan Dijk, H. Weinrich, etc.), el texto
o de alterar la forma de determi ción (los Gesellschaftslieder: can de explicar fenómenos sintácti deja de ser considerado como
nadas palabras para superar las tos de sociedad) de temática ana cos y semánticos (p. e., la coordi un simple conjunto de frases y
dificultades o responder a las ne creóntica en la que se exalta la nación de oraciones) que, a su pasa a convertirse en la unidad
cesidades métricas de un poema. naturaleza, la amistad, el vino, el juicio, han de ser estudiados no comunicativa fundamental del
Entre las licencias más frecuente amor, etc. En los poetas del Sturm en frases aisladas sino en el con lenguaje y objeto de estudio es
mente tomadas por los poetas und Drangy en el Romanticismo junto de la sucesión de oracio pecífico de la nueva disciplina
cabe citar la 'sinalefa, la 'diéresis, se desarrollan breves poemas cen nes, es decir, en un nivel trans- conocida como lingüística del
la 'sinéresis y la 'apócope. Véan trados, igualmente, en el canto a frásico o textual. En esta primera texto.
se: Abl'RESlS, D1ÁSTOLE, ELISIÓN, la naturaleza y en sentimientos etapa, los invéstigadores creían En el desarrollo de esta ciencia
EPÉNTESIS, PARAGOGE, PRÓTE como el amor, la nostalgia, la so que bastaba ampliar los límites han tenido especial importancia
SIS, SÍNCOPA, SÍSTOLE, etc. ledad, etc. Grandes creadores de de la gramática oracional para los tempranos estudios de la Es
Lied. Palabra alemana (en plu Heder en esta época son Goethe, solventar estas y otras cuestiones cuela de Praga (relativos a la arti
ral, Heder: canciones) con la que Heine, etc. planteadas y concebían, en este culación funcional de la frase en
se designa un breve poema, de Lingüística del texto. Expre sentido, el texto como el último «tema» y «rema», a la progresión
carácter lírico y temática varia sión con la que se designa una de los estratos lingüísticos, for temática producida en la sucesión
da (amorosa, espiritual, religio disciplina que tiene por objeto mados por unidades del estrato de frases integradas en un texto
sa, anacreóntica, etc.) compuesto el estudio del texto, entendido inferior (oraciones), de forma si coherente, aspectos abordados
por estrofas regulares de versos como unidad comunicativa fun milar a como las oraciones están por F. Danés, B. Palek, etc.), los
rimados. También se conoce con damental del lenguaje y como integradas por sintagmas, y és trabajos de investigadores rusos
dicho término una pieza musical «discurso» o «acto de habla» tos, a su vez, por palabras y mor sobre el texto como unidad comu
cultivada en diferentes formas se completo. El desarrollo de esta femas. Sin embargo, el problema nicativa, sobre coherencia textual,
gún las épocas y que en el Ro disciplina se funda en el supues está en que el «salto» de la frase modelos formales, etc. (Vigotsky,
manticismo obtuvo un gran de to de que el estudio del lenguaje al texto es de diferente tipo que el A. N. y A. A. Leonf ev, Martem’ja-
sarrollo gracias a compositores no ha de limitarse al dominio de del sintagma a la frase, etc. Y es nov, etc.), los de estudiosos ale
tan conocidos como Schumann, la estructura fraseológica u ora que, mientras que los estratos manes como H. Isenberg (sobre el
Beethoven, Brahms, etc. Como cional, sino que debe trascender anteriores al texto pueden expli concepto de texto, tipología tex
texto literario, aparece en la Edad lo, ya que la comunicación plena carse de acuerdo con unos prin tual y modelo de texto), Schmidt,
Media con los 'Minnesinger, no se desarrolla en el nivel del cipios y métodos estrictamente Weinrich, Petófi, etc., los de los
siempre acompañado de música. enunciado, sino en unidades su sintácticos, el texto precisa, ade narratólogos franceses A. J. Grei-
La importancia de la música se periores denominadas «textos». más, de unas referencias de ín mas, C. Brémond, T. Todorov,
acrecienta, con menoscabo del En este nivel del texto o del dis dole semántica y pragmática, ya G. Genette, etc. Uno de los investi
texto, en los conocidos como curso es donde los enunciados, que se trata de un fenómeno co gadores citados, H. Isenberg, en
Volkslieder, cantos populares, que a través de una articulación municativo que trasciende las un trabajo sobre tipología textual
abundan en los siglos xiv y xv. A coherente, establecida jerárqui posibilidades de explicación de (1983), hacía un repaso de las
LIRA 290 291 LIRICA
principales aportaciones realiza Lira. Estrofa de cinco versos en con el modelo abCabC. Ejem ser cauce de expresión de la sub
das en esta disciplina y citaba, en la que se combinan heptasílabos plos: jetividad del hombre, de sus sen
tre otros aspectos, el estudio y co ( l.°, 3.° y 4.°) y endecasílabos (2.° timientos y emociones al obser
nocimiento de las propiedades de y 5.°) que riman en consonante a) Lira varse a sí mismo y al contemplar
los textos (coherencia, coordina (el l.° con el 3.° y el 2.° con el 4.° y a «Si de mi baja lira el mundo en el que está inmerso.
ción, conclusividad comunicati 5.°). La estructura más frecuente B tanto pudiese el son que en un La expresión poética de ese mun
va, relaciones semánticas diversas es la de aBabB. Esta estrofa surge [momento do de sentimientos y emociones
entre las frases de un texto, estruc en Italia (B. Tasso: Amori, 1534) y a aplacase la ira se realizaba en la cultura grie
turación, macroestructura, etc.), es incorporada a la poesía espa b del animoso viento ga en un tipo de composiciones
el análisis de determinados tipos ñola por Garcilaso en la Canción B y la furia del mar y el movi- que, en forma de canto, iban
de textos (narración, comentario V (Ode adflorera Gnidi), en cuya [miento». acompañadas por el sonido de
político, texto argumentativo, de primera estrofa («Si de mi baja la lira y con una doble modali
cisión judicial, etc.), la creación de lira») se alude al instrumento (Garcilaso déla Vega) dad: coral y monódica. La prime
modelos de clasificación textual y musical (la lira), nombre con el ra era cantada por un coro y
b) Cuarteto lira
la elaboración de tipologías tex que, a partir de entonces, se de acompañada por la lira. Homero
tuales, etc. A las aportaciones signará dicha estrofa. La lira tuvo A «¡Cuán solitaria la nación que menciona diversos tipos de com
mencionadas habría que añadir la una gran acogida entre los poetas [un día posición (himnos, epitalamios,
de la creación de un metalenguaje españoles del Renacimiento (H. b poblara inmensa gente, himeneos, etc.), que serán culti
científico y la precisión de una se de Acuña, Fray Luis de León, San A la nación cuyo imperio se ex vados por Alemán, Simónides,
rie de conceptos de gran utilidad Juan de la Cruz, etc.), pero decae pendía Píndaro y Baquílides. En cuanto a
tanto para la lingüística como durante el Barroco; en el neocla b del Ocaso al Oriente!» la lírica monódica, también can
para la teoría literaria, p. e., la de sicismo renace el gusto por dicha tada y acompañada por la lira, sus
finición de *texto (y su relación (Espronceda)
estrofa (J. Meléndez Valdés y L. creadores más conocidos son
con los conceptos de ^enunciado Fernández de Moratín), que ad c) Sexteto lira Anacreonte, Safo y Alfeo. De
y *discurso) y contexto, los de quiere mayor auge durante el Ro Roma apenas se conservan restos
cohesión y coherencia, los de tema manticismo (duque de Rivas, a «¡Oh llama de amor viva, de lírica coral: algunos fragmen
y rema, la diferenciación entre J. Zorrilla, E. Echeverría, etc.). La b que tiernamente hieres tos de himnos religiosos en latín y
textura y ^estructura, etc. En lo lira garcilasiana ha sufrido tres C de mi alma en el más profun el Carmen Saeculare, de Horacio.
que atañe a la teoría literaria, hay variaciones a lo largo de su histo do centro! La lírica monódica no se destina
ciertas cuestiones abordadas por ria: la primera, el llamado cuarte a Pues ya no eres esquiva, al canto, sino a la lectura. Es culti
la lingüística del texto que presen to lira, combinación de cuatro b acaba ya, si quieres; vada por Horacio, Catulo, Pro-
tan especial importancia, p. e., la versos heptasílabos y endecasíla C rompe la tela de este dulce en percio, Ovidio, Virgilio, Marcial,
mencionada clasificación o tipo bos, utilizada, según el modelo cuentro!» Ausonio, etc. En conjunto, tanto
logía textual, la creación de mo AbAb, por Fray Luis de León, J. en la tradición poética popular
(S. Juan de la Cruz)
delos de lingüística textual y el Meléndez Valdés, J. Espronccda, como en la creación culta de Gre
estudio de las relaciones entre Rubén Darío, etc. La segunda Lírica. Término de origen-grie cia y Roma se desarrolla una am
estilística y lingüística del texto, modalidad es el llamado sexteto go (lyrikos: relativo a la lyra, ins plia tipología de poemas que, por
etc. Véanse: contexto, estilís lira, cultivado por Fray Luis de trumento musical de cuerdas) su temática, tonalidad y rasgos
tica, PRAGMÁTICA, REMA, TEMA León con la estructura métrica con el que se designa un género formales están en el origen de la
yTEXTO. aBaBcC y por San Juan de la Cruz literario que se caracteriza por posterior lírica occidental: éneo-
LÍRICA 292 293 LÍRICA
mió o ‘panegírico, ‘epitalamio, zaro, P. de Ronsard, Ben Jonson, dad adversa y la búsqueda de eva las que adquiere gran importan
'‘epigrama, *himno, ‘oda, etc. J. Milton, W. Shakespeare, Garci- sión nostálgica en las ficciones de cia la musicalidad y la magia de la
En la Edad Media, la poesía po laso de la Vega, San Juan de la la fantasía, el ensueño, lo miste palabra poética. Esta ruptura se
pular románica produce nuevas Cruz, Lope de Vega, L. de Góngo rioso, lo exótico, el pasado, etc. inicia ya en escritores como
formas líricas, como la cantiga de ra, F. de Quevedo, etc., que culti Grandes poetas románticos culti Ch. Baudelaire, J. N. A. Rimbaud,
amigo gallega, el villancico caste van dicho género. vadores de la lírica son, entre S. Mallarmé, los parnasianos y
llano, la jarcha mozárabe, el re- Pasada la etapa neoclásica, en la otros, Byron, S. T. Coleridge, los simbolistas franceses, que in
frain provenzal o los refrains del que tanto la reflexión teórica M. G. Shelley, J. Keats, V. Hugo, fluyen en los modernistas espa
norte de Francia, que surgen al como la creación literaria (culti A. de Lamartine, A. de Musset, ñoles e hispanoamericanos: Ru
margen de la tradición clásica. vo del lidilio, la ‘anacreóntica, la F. von Schiller, F. Hólderlin, No- bén Darío, Juan Ramón Jiménez,
Por otra parte, la poesía de los poesía ‘bucólica, la ‘fábula, etc.) valis, H. Heine, A. S. Pushkin, A. y M. Machado, Valle-Inclán,
trovadores provenzales inicia, in siguen de cerca los tratados y mo G. Leopardi, J. de Espronceda, etc. Dicha ruptura y la creación
dependiente de dicha tradición, delos grecolatinos, en el Roman G. A. Bécquer, etc. de nuevas formas de expresión lí
un tipo de lírica con nuevas for ticismo y, sobre todo, en la estéti Ya en el siglo xx, y en el marco de rica se manifiestan de manera
mas poemáticas como la '‘can ca de Hegel se encuentran una la reflexión teórica sobre los gé más intensa y radical en los poe
só, el ‘sirventés, la ‘pastorela, la definición, delimitación y encua neros literarios, adquieren espe tas representativos de los movi
‘tensó, el tornejamen, etc. Otro dre específicos de la lírica en el cial relevancia los estudios de los mientos de vanguardia: F. T. Ma-
tanto ocurre en la poesía gallega marco de los géneros literarios. formalistas rusos. R. Jakobson rinetti y V. Maiakovski, T. Tzara,
con la ‘cantiga de amor, o en la Para Hegel, la lírica representa la pone en relación las peculiarida F. Werfel y G. Trakl, V. Huidobro,
castellana con la ‘serranilla, el expresión de la autoconciencia des de los distintos géneros con G. Diego y J. Larrea, G. Apolli-
‘romance épico-lírico, la ‘can del hombre y responde a la nece las funciones del lenguaje y las naire, Max Jacob y P. Reverdy,
ción castellana, la ‘glosa, el ‘plan sidad de manifestar «lo que sen tres personas gramaticales. Des A. Bretón, P. Éluard, R. Alberti,
to, etc. timos y contemplamos en la de esta perspectiva, la lírica se ca F. G. Lorca, V. Aleixandre, L. Cer-
En el Renacimiento, se fija la de manifestación de nuestros senti racteriza por la modalidad enun- nuda, etc. Las características de
nominación del género lírico, mientos». Por otra parte, en el ciadora en primera persona y esta lírica contemporánea son, a
que en la obra de S. Minturno Romanticismo se percibe un pro por el predominio de la función juicio de H. Friedrich: a) la «des
(Arte poética, 1564) se designa fundo cambio que afecta a la con emotiva y expresiva, lo cual ex composición» del mundo exte
como poesía «mélica o lírica». En ciencia que el poeta tiene de sí plica la frecuente presencia de rior («inerte obstáculo que se
este período, se actualizan algu mismo y de sus relaciones con el formas exclamativas, vocativos, opone al hombre») para crear,
nas de las formas líricas de la tra mundo, que se torna problemá interjecciones, como manifesta «en lo profundo del alma», un
dición clásica, como la ‘oda, la tico y extraño, como problemáti ción del estado de ánimo del poe «mundo nuevo»; b) la búsqueda
‘égloga, el ‘himno, la ‘elegía, el cas son las relaciones del hombre ta, de sus sentimientos y emocio de una poesía pura, como acerca
epigrama, etc., y se crean, o se consigo mismo y con la sociedad, nes. miento a la «esencialidad» de las
consolidan, otras nuevas como la en la que se siente como «ajeno» y En la creación literaria aparecen cosas y el rechazo délo cotidiano,
‘canción petrarquista, el ‘sone «desterrado». De ahí el cultivo nuevas formas de expresión poé utilitario, didáctico y de «todo
to, el ‘madrigal, etc. Además del predominante de formas de poe tica (que suponen cierta ruptura sentimiento vulgar»; c) con este
gran maestro de la lírica rena sía lírica (en verso y prosa poéti con la lengua literaria tradicio rasgo se relacionan el intelectua-
centista, Petrarca (s. xiv), apa ca: ‘balada, elegía, himno, ro nal) cargadas de sugerencias, lismoyla ‘deshumanización»; d)
recen en los siglos xvi y xvn mance, ‘leyenda, etc.), en las que símbolos y connotaciones me la potenciación del carácter má
eminentes poetas como J. Sanna- se advierte la huida de una reali tafóricas de difícil acceso y en gico y sugestivo de la lengua poé
LITERARIEDAD 294 295 LITERATURA
tica: el poema debe esbozarse a to, por su estructura y funciona y xx se reafirma esta significa estética de la recepción, de la se
partir del poder sonoro y sugeri miento, en obra literaria. Tinia- ción, aunque el término sigue miótica y de la ciencia empírica
dor del lenguaje, como vía previa nov considera la obra literaria abierto a otras acepciones: con de la literatura, se atribuye al pú
para conferir a un texto su pleno como un «sistema de factores en junto de obras relacionadas entre blico receptor un papel capital en
significado; e) el carácter de «po correlación» y de procedimien sí por la pertenencia a un deter la determinación de qué textos
esía alógica», hermética y oscu tos jerarquizados en dependen minado género o subgénero, por deben ser considerados como li
ra, etc. A propósito de esta os cia de un elemento «dominante». su temática u objetivos comunes, terarios. Según S. J. Schmidt, es la
curidad, cree Friedrich que es Este elemento configura, de ma etc. («literatura picaresca», «lite sociedad la que, de acuerdo con
una característica de la poesía nera primordial, un determina ratura mística»), producción li unas determinadas convencio
moderna española (en conso do escrito como obra literaria. teraria de una época, estilo, es nes estéticas, señala «qué objetos
nancia con su tradición: Roman Para J. Mukarovski, este factor cuela, movimiento, etc. («lite deben ser valorados y tratados
cero -con su estilo lacónico y os dominante es la «función estéti ratura del siglo xvi», «literatura como objetos literarios». De for
curo-, Góngora, etc.), de la que ca», que hace que su componente barroca», «literatura de vanguar ma similar, J. M. Ellis afirma que
hace un merecido elogio: «Desde básico, que es la lengua, deseche dia»), una rama de la ciencia lite «en un sentido importante es la
principios del siglo xx florece en su carácter utilitario para con raria («literatura», por historia comunidad quien convierte los
España una lírica de tal abun vertirse en signo autónomo vol de la literatura), etc. Entre las di textos en literatura, no los auto
dancia y calidad que los críticos cado sobre su propio mensaje ferentes acepciones menciona res. Ciertamente éstos les confie
del país hablan de un segundo Si artístico. Para Jakobson esta fun das, importa destacar, en primer ren las calidades que son la causa
glo de Oro de su literatura, y los ción dominante es la función lugar, la que se refiere al concepto de que la comunidad los trate así.
del extranjero se ven obligados a poética. Véanse: lengua lite de creación estética y al conjunto Pero lo que los convierte en lite
darles la razón. La obra de Anto raria, literatura y poesía. de obras que pueden considerar ratura es el acuerdo de la comu
nio Machado, Juan Ramón Jimé Literatura. Derivado del latino se como específicamente litera nidad». El segundo criterio de
nez, García Lorca, Rafael Alberti, littera, el término litteratura es, rias. Ahora bien, ya en la delimi discernimiento atañe al mensaje.
Gerardo Diego, Vicente Aleixan- según Quintiliano, un calco del tación de este último aspecto Es un hecho que la obra literaria
dre y otros es quizá el tesoro más griego grammatiké, relacionado surgen diversos interrogantes: presenta una forma determinada
valioso de la lírica europea con con el arte de leer y escribir y con ¿Qué se entiende por «específica de mensaje verbal, y que es, en el
temporánea». Véanse: géneros dos disciplinas básicas de la cul mente literario»? ¿Con qué crite plano de la expresión verbal, don
LI TERARIOS, LENGUA LITERARIA, tura grecolatina: la gramática y la rios se puede discernir un texto de se manifiesta más propiamen
LITERATURA, METÁFORA, POE retórica. Hasta el siglo xvm, se literario de otro que no lo es? Y, te el carácter de «literariedad»
MA en prosa, poesía y las entra alude con dicho término a la en definitiva, ¿qué es literatura? del texto considerado como poé
das correspondientes a los di ciencia en general, y más propia Considerando la literatura como tico en relación con el lenguaje
ferentes tipos de poema lírico mente a la del hombre de letras. un acto de comunicación, la res cotidiano. Los formalistas rusos
enumerados en el transcurso de Sin embargo, a finales de este si puesta a los interrogantes plantea (Jakubinski, Jakobson, Sklovski,
esta exposición. glo, cuando el término «ciencia» dos habrá de venir de una refle etc.), en sucesivos estudios sobre
Literariedad. Término con el se especializa para abarcar los xión sobre los tres pilares de esa la lengua poética, llegan a la con
que se ha vertido en español un dominios de las ciencias experi comunicación literaria: el emisor clusión de que su carácter pe
vocablo empleado por los forma mentales, el de «literatura» se va (autor), el mensaje (texto) y el re culiar radica en el valor «autó
listas rusos (literaturnost) con el orientando hacia lo que consitui- ceptor (público). Comenzando nomo» de ese lenguaje poético,
cual se alude a aquellas caracte rá su propio campo, el de la crea por este último, hay que subrayar que trasciende la mera finalidad
rísticas que convierten un tex ción estética. En los siglos xix que entre los cultivadores de la práctica de comunicación, a la
LITERATURA 296 297 LOA
que se reduce la lengua cotidiana. responde a las exigencias del or rienda suelta a la facultad de teraria, HISTORIA DE I.A LITE
Este valor autónomo consiste en den práctico. Por su parte, los ro creación o evocación de mundos RATURA, LENGUA LITERARIA y
el relieve o realce que toma la mánticos conciben la obra de posibles y a la ensoñación de si POESÍA.
«forma» de la expresión poética arte como un universo autóno tuaciones placenteras, denegadas Literatura comparada. Véase
gracias a la mayor presencia de mo, y el arte y la belleza como un con frecuencia por una realidad COMPARADA.
artificios o recursos (fonéticos valor absoluto. No obstante, en áspera y prosaica; e) la evasión en Literatura oral. Véase oral.
-recurrencias, aliteraciones, rit distintas etapas de la historia de el tiempo (vuelta a la infancia, a Literatura sefardí. Véase se
mo, rima, etc.-, morfológicos, la cultura y en diversas escuelas y un pasado histórico recreado con fardí.
sintácticos y semánticos: aná autores literarios, se han asig nostalgia de paraíso perdido o Litote. Término griego (litotes:
foras, paralelismos, metáforas, nado a la literatura (aparte de proyección sobre un futuro de sencillez, de litios: pequeño) con
símbolos, etc.) que «desautoma su objetivo primordial de crear utopía) y en el espacio (naturale el que se designa una figura retó
tizan» y convierten esa expre obras de arte del lenguaje) las si za, culturas y paisajes lejanos rica de atenuación consistente en
sión, como tal, en el centro de guientes funciones: a) la de ser y exóticos); f) una función de decir menos de lo que se piensa
la atención del discurso (véase fuente de conocimiento: en el Ro ★compromiso por parte del escri para dar a entender, por el tono y
’ lengua literaria). El tercer pilar manticismo aparece la idea del tor que crea su obra con el objeti el contexto, que se quiere expre
sobre el que se basa el texto lite poeta como desvelador de los se vo de influir ideológica y polí sar más de lo que se ha dicho.
rario, como hecho de comunica cretos y el misterio del mundo; ticamente en la transformación Ejemplos: «No es tan ingenuo
ción, es el emisor o autor. Aunque b) servir de instrumento de iden de la sociedad; g) servir de base como parece» (es astuto), «es
no es criterio válido de discerni tificación con el propio grupo para el aprendizaje de la lengua a muy poco educado» (es un gro
miento la intencionalidad artísti mediante la transmisión de valo través de la lectura de obras de sero), etc. Con razón, se ha rela
ca del escritor para conferir la ca res, normas y sistemas de una co grandes escritores, que son, en cionado esta figura con la hipér
tegoría de literario a un texto, munidad a sus miembros, a tra definitiva, maestros en el domi bole y con la ironía.
debe advertirse, no obstante, que vés de los textos literarios. De nio del lenguaje (riqueza de vo Loa. Pieza breve con la que solía
es la pieza fundamental en la hecho la lengua y la creación lite cabulario, recursos lingüísticos, comenzar la representación tea
enunciación del mensaje, yque el raria constituyen la base funda corrección idiomática y sensibi tral en el Siglo de Oro. Servía
significado del mismo depende, mental sobre la que se configu lidad estética). para iniciar el contacto con el pú
en primer lugar, de la «intención ran la tradición de un pueblo, su Finalmente, la literatura, enten blico y prepararlo para el espec
del autor». cultura y la propia identidad na dida como creación estética o táculo: la representación de una
En cuanto a las funciones de la cional; c) la ★catarsis, término arte del lenguaje, es tema especí comedia y unos entremeses in
literatura, desde que Horacio utilizado por Aristóteles para re fico de una ciencia cuyo objeto tercalados entre los actos o jor
asignó a la poesía la doble finali ferirse a la situación anímica que material son los textos literarios nadas. En dicha pieza se hacía un
dad de aut prodesse aut delectare se produce en el espectador, que y cuyo objeto formal es la refle breve avance del tema de la co
(instruir, deleitar), en la poética durante la representación dra xión teórica sobre el sistema de media o bien se aludía a las virtu
occidental se ha atribuido a la li mática se identifica con el héroe conceptos generales y modelos des y méritos de la persona a
teratura esa doble función: peda- trágico y, movido a «compasión con los que poder describir, ana quien se dedicaba la obra o a la
gógico-moral y placentera. Sin y temor», experimenta una «pur lizar y clasificar dichos textos. calidad de los actores y del drama
embargo, en la Crítica del juicio gación» de sus pasiones (Poética, Sobre este tema véanse *ciencia que iba a comenzar. En algunos
(1790), de 1. Kant, se afirma la 1453b); d) la función liberadora y de la literatura y* teoría de la lite autos sacramentales de Calde
idea de la autonomía de lo bello y gratificado™, tanto en el escritor ratura. Véanse, además: compa rón la loa que los precede sirve
de que el sentimiento estético no como en los lectores, al poder dar rada (literatura), crítica li para adelantar una breve síntesis
LOCOS AMOENUS(LUGAR AMENO) 298
más bellos parecéis a aquel que que los estudiosos del arte de ese la literatura para designar un es rían, a juicio de H. Hatzfeld, «una
[os mira, país, a mediados del siglo xvi, tilo que se produce en Europa en retórica de fuegos artificiales, un
no me miréis con ira designaban las peculiaridades un período de transición del Re eludir lo decisivo y evitar lo dra
porque no parezcáis menos her de un artista y, de manera espe nacimiento al Barroco y cuyas fe mático, un virtuosismo y precio
írnosos. cial, el estilo o maniera de Miguel chas de desarrollo varían según sismo estilístico, una búsqueda
¡Ay, tormentos rabiosos! Ángel, que se convierte en el pro los diferentes países (Italia, entre de metáforas raras e innovado
Ojos claros, serenos, totipo imitado por otros pintores 1530 y 1570; España, entre 1570 y ras, el gusto por la expresión agu
ya que así me miráis, miradme al (Pontormo, B. Cellini, etc.) y en 1600; Francia entre 1590 y 1640), da, la sutileza intelectual y el con
[menos». el punto de partida del movi a juicio de H. Hatzfeld. Repre traste, la tendencia (también en
miento manierista europeo que sentantes de este manierismo li los pintores) a destacar en sus
(Gutierre de Cetina) obras un asunto en detrimento
se desarrolla entre la segunda terario serían, según el mismo
Véase: anacreóntica. mitad del siglo xvi y la primera crítico, T. Tasso y G. Marino en de los demás, etc. Véanse: ba
Maldición. Término con el que del xvn. Una versión francesa de Italia, F. de Malherbe en Francia, rroco, CULTERANISMO y RENA
se designa una figura retórica dicho movimiento la represen J. Donne y T. Middleton en Ingla CIMIENTO.
consistente en una manifesta ta la Escuela de Fontainebleau terra y Gón'gora en España. Las Manifiesto. Término de origen
ción vindicativa por la que se de (Primaticcio, Rosso, Fiorentino, diferencias entre Renacimiento latino (manifestare: dar a cono
sea un mal a alguien, al que se etc.), en la que se han observado, y manierismo serían notables a cer) con el que se alude a la publi
cree responsable de la desgracia como rasgos característicos, el juicio de E. Carilla, para quien, si cación de un texto breve (en una
en que uno se encuentra. Se de gusto por las formas geométri el primero se caracteriza por su hoja suelta, folleto, periódico,
nomina también ^imprecación. cas, por la deformación de pers clasicismo, búsqueda del equili revista, etc.) por parte de una
Cuando es uno mismo el que se pectivas, por la línea «serpenti brio y de la armonía, por su obje- personalidad, un grupo o un
convierte en objeto de la propia na», etc. En España el pintor más tividad y propensión al didactis- movimiento político, religioso,
maldición, ésta se designa con el representativo del manierismo mo, el manierismo supondría filosófico, artístico o literario, en
nombre de * execración. Ejem sería el Greco. Este movimiento cierta reacción frente a lo clásico, el que se exponen y defienden
plos: artístico responde a una situa una potenciación de la subjetivi unas determinadas doctrinas o
ción de cambio y crisis cultural dad y de la fantasía y una concep programas de acción que, en la
(Imprecación) ción aristocrática del arte, cuyos mente de sus promotores, conlle
producidos en Europa hacia me
«Que nuestra vergüenza común rasgos más salientes serían el in- van novedosas o revolucionarias
diados del siglo xvi y que tendría
[caiga en él, telectualismo, el refinamiento y formas de progreso respecto a lo
su expresión plástica en una es
se marque en su frente nuestra el culto a la ornamentación. Por anteriormente establecido en los
pecie de tensión espiritual y agi
[maldición [...]». el contrario, las fronteras entre respectivos campos. Aunque esta
tación, perceptible en las formas
(Espronceda) distorsionadas de un Tintoretto o manierismo y Barroco no apa acepción del término «manifies
en las figuras alargadas y angulo recerían bien delimitadas (el to», al menos en lo que se refiere
(Execración) sas del Greco, en contraste con la Manierismo podría llegar hasta a la crítica literaria, es relativa
«Infierno, abre tu boca y trága- sensación de equilibrio armóni 1620), e, incluso podrían coexis mente reciente, la noción de sur
[me». co que trasluce la pintura del Re tir ambas tendencias en un mis gimiento y afirmación de una
nacimiento, p. e., los cuadros de mo autor, p. e., en Góngora y nueva escuela que da a cono
(Duque de Rivas) Quevedo o, en pintura, en el Gre cer su programa, supuestamente
Rafael.
Manierismo. Término deriva El concepto de «manierismo» se co. Los rasgos caracterizadores más progresivo que lo anterior
do del italiano maniera con el ha aplicado también al campo de de este manierismo literario se mente consolidado, es ya anti
MANR1QUEÑA (COPLA) 302 303 MANUSCRITO
gua: en la literatura española, un novela experimental, de É. Zola, en la etapa del Renacimiento es p. e., los «escribas» egipcios, los
propósito de estas características para el naturalismo, etc. Sin em pañol (diversos poemas de Gu librarii latinos, los monjes me
es el que parece animar al autor bargo, el término «manifiesto» tierre de Cetina, D. Hurtado de dievales (a cuyo trabajo en los
del Libro de Alexandre (s. xm) sólo comienza a utilizarse, con el Mendoza, etc.), siguieron trans scriptoria de los monasterios de
cuando manifiesta, ufano: «Mes significado preciso apuntado al mitiéndose por vía manuscrita. Bobbio, Saint-Gall, etc., se debe
ter trayo fermoso, non es de jo comienzo, desde finales del si Históricamente, la primera ma la conservación de muchos tex
glería: / mester es sin pecado, qua glo xix, y tendrá su período de nifestación del manuscrito (de tos clásicos), los copistas de ofi
es de clerecía: / fablar curso rima esplendor en las dos primeras jando aparte las grabaciones en cio de los siglos xiv y xv, antes
do por la quaderna vía, / a sílabas décadas del siglo xx con la apa madera, piedra o metal) se pro de la aparición de la imprenta. En
contadas, qua es grant maestría». rición de los movimientos de duce en los llamados «rollos» de cuanto a los autógrafos, pueden
Sin embargo, al estudiar aquí el vanguardia: en 1909 surge el pri papiro (rotulas), formados por ti presentar diversas formas: borra
concepto de manifiesto, hay que mer «Manifiesto del futurismo», ras entrecruzadas y prensadas dor (en el que previsiblemente
circunscribirse a la noción espe de Marinetti, en 1918 el «Mani (sobre cuya superficie se escribía habrá frecuentes correcciones,
cífica del término, que hay que si fiesto dadá», en 1919 «Ultra, un en columnas) que se enrollaban dato de especial relevancia para
tuar en los inicios del siglo xix. manifiesto a la juventud litera alrededor de un bastoncillo- (vo descubrir la evolución del texto),
Parece que es en el campo de lo ria», de R. Cansinos-Assens, en lumen). Entre los siglos iii y iv original autógrafo (copia hecha
político-social donde el mencio 1924 el primer Manifiesto surrea d. C. comienza a utilizarse el có por el autor sobre el borrador) y
nado término adquiere un mayor lista, de A. Bretón, etc. Véanse: dice de pergamino (codex), for copia autógrafa (realizada sobre
auge en torno a las fechas indica ISMOS, MOVIMIENTO LITERARIO mado por pliegos encuadernados el original o sobre otra copia).
das. En la historia española, a y VANGUARDISMO. a la manera del libro poste Las copias no autógrafas pueden
raíz de la invasión del país por las Manriqueña (copla). Véase rior. Un tipo especial de códice lo haberse realizado en forma de
tropas de Napoleón, se constata COPLA. constituye el palimpsesto, nombre apógrafo, es decir, un manuscrito
una efervescente floración de Manuscrito. Término de ori aplicado a aquellos manuscritos de un copista que ha contado con
manifiestos, en distintas ciuda gen latino (manu-scriptus) con el en los que el copista, debido a la el autógrafo e, incluso, en algún
des de España (p. e., «Manifiesto que se designan unos textos «es escasez o carestía del pergamino, caso, ha podido ser supervisado
del español ciudadano y solda critos a mano», de manera espe borraba un texto escrito y super por el autor (A. Blecua).
do», Madrid, 1808, «Manifiesto cial aquellos que presentan algún ponía uno nuevo en el mismo có Desgraciadamente, se conservan
dirigido a los franceses», 1808, valor histórico, artístico o litera dice. Un ejemplo: A. Mai descu pocos manuscritos autógrafos de
etc.). En el transcurso del si rio, y, sobre todo, los surgidos brió una obra de Cicerón (De textos literarios anteriores al si
glo xix se suceden escritos de antes de la aparición de la im Republica) encima de cuyo texto glo xvm: p. e., se desconoce el
esta índole, entre los que desta prenta, a los que se denomina, se había escrito un comentario de paradero o se han perdido to
ca, por su proyección internacio con más propiedad, códices. La San Agustín sobre los Salmos. dos los autógrafos de la obra de
nal, el «Manifiesto comunista» importancia del manuscrito en el Por lo que respecta a la autoría Shakespeare, Corneille, Moliere,
(1848), de K. Marx y E Engels. estudio de los textos literarios es del manuscrito, éste puede ser Cervantes, etc. Sin embargo, por
Desde el punto de vista de la lite fundamental, ya que toda la pro autógrafo (procede de la mano lo que atañe al teatro español, se
ratura, se han considerado como ducción grecolatina, bíblica y del autor déla obra) o copia. Con encuentran en la Biblioteca Na
manifiestos avant la lettre el medieval se ha transmitido en di relación a esta última, desde la cional de Madrid varios autógra
«Prefacio» de Cromwell (1827), cha forma de escritura. Incluso antigüedad ha habido personas fos de obras dramáticas de Lope
de V. Hugo, texto de afirmación después de establecerse la im especialmente dedicadas a la es de Vega, Tirso de Molina, Cal
del movimiento romántico; La prenta, muchos textos poéticos, critura y transcripción de tqxtos: derón, etc. Véanse: autógrafo,
MARAVILLOSO 304 305 MÁSCARA
BIBLIOTECA, CÓDICE, EDICIÓN, Esta categoría es reivindicada tecimientos vividos o presenta lo sensorial, la tendencia a la aso
LIBRO y TRADICIÓN DIPLOMÁ por el ^surrealismo con su teoría dos por el narrador, o bien leídos ciación de elementos contradic
TICA. del «azar objetivo» y los encuen o escuchados a otro relator. Este torios (esplritualismo y sensuali
Maravilloso. Categoría estética tros fortuitos con lo prodigioso procedimiento narrativo figura dad, religiosidad y erotismo) y el
alusiva a un mundo fantástico en en momentos inesperados de la ya en las colecciones de cuentos culto por la hipérbole. Esta ten
el que pueden ocurrir fenóme vida. Otra forma de búsqueda orientales, como la del Pancha- dencia a la exageración va unida
nos que escapan a las leyes espa de lo maravilloso se produce en tantra, y en versiones occidenta a una riqueza de imágenes y me
cio-temporales a las que están la literatura de ciencia-ficción les como las castellanas del Calila táforas que tienden a promover
sujetos la naturaleza y el hombre. (J. Verne) y de las llamadas «cien e Dinma, el Sendebary el Barlaam en el lector la sorpresa y la fasci
La irrupción de lo maravilloso es cias ocultas» (F. Lieber, J. Vanee, o en Las mil y una noches, en El nación, objetivo fundamental del
una constante en la historia de la C. Moore, etc.) y, por supuesto, conde Lucanor, de don Juan Ma poeta, según Marino: causar me
literatura universal, desde los re en ciertos relatos de la narrativa nuel, los Cuentos de Canterbury, ra viglia. Esta extrañeza se provoca
latos míticos de las culturas pri contemporánea hispanoamerica de Chaucer, el Decamerón de no solamente a través de esplen
mitivas hasta los mitos grecolati- na conocida con los rótulos de Boccaccio, etc. Por lo que respec dorosas manifestaciones de be
nos, pasando por los «milagros» «realismo mágico» (G. García ta a estos dos últimos, el relato lleza, sino también prestando
bíblicos, tanto del Antiguo como Márquez) y de «lo real-maravillo marco viene constituido por el atención a ciertas realidades de la
del Nuevo Testamento (el derrum so» (A. Carpentier). Véase: rea hecho de que una serie de perso existencia que la estética rena
bamiento de los muros de Jericó al lismo mágico. najes, que se han encontrado por centista había marginado: lo feo,
sonido de las trompetas o el cese Marco., Término utilizado en diversos motivos (la peste, un lo deforme, lo grotesco. Véanse:
de las tempestades, dóciles a la pintura para designar el cerco viaje, la peregrinación, etc.), co barroco y manierismo .
voz de Cristo, que increpa a los en el que se encierra un cuadro y mienzan a narrar historias para Marionetas. Véanse guiñol y
vientos), las Metamorfosis de recogido en teoría literaria para evadirse o divertirse en el trans TÍTERES.
Ovidio o El asno de oro de Apule- aludir a un conjunto narrativo en curso de dichos acontecimientos Máscara. Palabra procedente del
yo; desde Las mil y una noches el que «la historia principal se ve o situaciones. Véase: cuento. árabe (másjara: antifaz) con la
(«Aladino y la lámpara maravi interrumpida en su desarrollo Marinismo. Corriente literaria que se designa el disfraz utilizado
llosa») hasta los cantares de gesta por la inserción de relatos conta surgida en Italia a fines del si para ocultar o desfigurar el ros
medievales (el episodio del león dos por los personajes de la na glo xvi y comienzos del xvn bajo tro de una persona. En la cultura
sometido mansamente al Cam rración inicial» (M. J. Lacarra). la inspiración de Giambattista mediterránea las máscaras eran
peador en el Cantar de Mió Cid), La historia principal sirve de Marino (de donde le viene el utilizadas inicialmente en los ser
etc. En la etapa contemporánea, «marco» en el que se engastan las nombre a dicha corriente), rode vicios religiosos: los sacerdotes
el romanticismo vuelve sobre el historias secundarias, a las que se ado de un grupo de imitadores egipcios usaban máscaras de ani
sentido de lo maravilloso (menos denomina, por ello, «relatos con (G. Petri, G. Fontanella, F. della males (león, ibis, toro); entre los
cultivado en el período anterior) marco» o enmarcados. El rela Valle) y de adversarios (T. Stiglia- griegos, en los ritos dionisíacos,
mediante la evocación de un mun to marco o historia principal ge ni y L. de Capua), enfrentados en tanto el dios como los miembros
do misterioso y un pasado legen neralmente se mantiene inaltera una áspera polémica sobre la lite de su séquito iban enmascarados;
dario (V. Hugo, G. A. Bécquer, do, mientras que las narraciones ratura del Barroco. El marinismo los latinos conservan la costum
J. Zorrilla, etc.) y la búsqueda de insertadas pueden intercambiar representa una versión italiana bre, heredada de los etruscos, de
realidades exóticas en las cultu se por otras. Los relatos engasta del Barroco europeo, con el que venerar máscaras funerarias que
ras aborígenes y mediterráneas dos suelen situarse en un tiempo comparte el culto a la profusión representan a los antepasados.
(Chateaubriand, V. Hugo, Byron). pasado, y en ellos se narran acon imaginística, la fascinación por En la literatura grecolatina la más
MASCARILLA 306 307 MELODRAMA
cara se utilizaba, además, en to suplantada por el maquillaje; la ría su término genérico. Ejem de mecenazgo algunos monarcas
das las representaciones teatra autodisciplina del actor, que in plos: (Alfonso X, Juan II, Carlos V, Fe
les, ya fuesen tragedias, come moviliza sus gestos faciales y lipe IV y Carlos III), ciertos no
dias o farsas de carácter satírico; consigue, en ese caso, suplir la «La sangre se hereda y la virtud bles, como los duques de Alba
dentro de la representación, cada materialidad física, logrando un se aquista, y la virtud vale por sí (Juan del Encina y Lope de Vega
personaje era reconocido por su objetivo similar: convertir el sola lo que la sangre no vale». tuvieron relación con la Casa de
máscara peculiar: para la trage rostro humano en caricatura. En «No te ciegue la pasión propia en Alba) o el conde de Lentos (Cer
dia, se han encontrado alrededor esta línea, Valle-Inclán emplea la causa ajena». vantes, Góngora) y dignatarios
de treinta tipos diferentes. En Es una serie de términos para ca (Cervantes) eclesiásticos (Cisneros, etc.). Al
paña, al final de la Edad Media, el racterizar a sus personajes es- gunos de estos escritores busca
uso de la máscara aparece atesti perpénticos, constituidos en for Véanse: paremiología y sen ban en este mecenazgo, aparte
guado en un canon del Concilio ma de «máscara» psicológica, tencia. de ayuda económica, protección
de Aranda (1473), en el que se pro a los que designa como «fanto Mecenas. Cayo Cilnio Mecenas frente a posibles suspicacias por
híben representaciones de «más ches», «peleles», «muñecos», «títe (69 a.C.-8 a.C), consejero del em parte de la Inquisición.
caras, monstruos, espectáculos y res» y «marionetas». Véase: mas perador Augusto y amante de Medida. Véanse cómputo si
otras ficciones deshonestas» en carilla. la cultura y de las letras (él mis lábico y metro.
los «juegos escénicos» que se ce Mascarilla. «Máscara que sólo mo escribió algunos poemas y Melodía. «Dulzura y suavidad
lebraban en las iglesias. El uso de cubre el rostro desde la frente al diálogos), se rodeó de un grupo de la voz o del sonido de un ins
las máscaras vuelve a tener plena labio superior» (DRAE). Es un de escritores (Horacio, Virgilio, trumento músico» (DRAE). Di
vigencia en la ★Cornmedia delíAr tipo de máscara utilizado espe Propercio, Vario, etc.), a quienes cho término es utilizado en teo
te italiana (siglos xvi al xvm): a cialmente en la ★Commedia dell’- protegió y ayudó generosamente. ría literaria para designar la
los zantii o criados (Arlecchino, Arte italiana. Con el nombre de Algunos de estos poetas dejaron cualidad musical de un poema o
Pulcinella, Scaramuccia, etc.), se mascarille se conoce un tipo de en sus obras constancia de su de un fragmento en prosa, cuali
les reconocía por sus máscaras ballet francés, recogido por Mo gratitud hacia el benefactor: «De dad que surge de la organización
grotescas. Por esas mismas fe liere de dicha Commedia, en el claros reyes claro descendiente, / rítmica de los sonidos mediante
chas existe en Inglaterra un es que los actores utilizaban la men Mecenas, mi honra toda y grande la distribución de los acentos y,
pectáculo teatral denominado cionada mascarilla o loup y del amparo», dice Horacio (Oda I). en su caso, de la rima, así como
★Masque, realizado sobre textos que aparecen algunos ejemplos El nombre de Mecenas ha llegado de la alternancia de las fases as
poéticos recitados por unos acto en obras del citado dramaturgo, a ser sinónimo de quienes prote cendente y descendente que mar
res enmascarados que los inter como Las preciosas ridiculas gen y ayudan económicamente a can la curva tonal de la frase o de
pretaban en un marco de música (1659), etc. escritores, artistas y sabios para la estrofa. Véanse: música y li
y danza. En las farsas de Moliére Masque. Véase máscara. el desarrollo de la cultura y de teratura y tono.
aún perviven las máscaras. En Máxima. Es la expresión de un la ciencia. A lo largo de la histo Melodrama. Es un drama mu
el siglo xx, autores y directo pensamiento moral en el que se ria ha habido mecenas famosos sical, de procedencia italiana,
res de escena como B. Brecht, sintetiza una norma de conducta. como Carlomagno, Francisco I o conocido en el resto de Europa
J. Grotowski, J. Copeau, etc., han La máxima presenta carácter de Richelieu en Francia, los Médi- por las obras de P. Metastasio y
redescubierto el valor de la más validez universal. Es (como el cis y los papas Alejandro VI, Ju C. W. von Gluck, cuyo Alceste
cara para realzar el carácter «tea *adagio, el ^aforismo, el *prover- lio II y León X en Italia, los Wit- (1776) puede considerarse como
tral» de toda representación dra bio o el *refrán) una variedad telsbach en Alemania, etc. En prototipo de esta modalidad de
mática. A veces, la máscara es concreta de la *sentencia, que se España ejercieron esta función piezas. A finales del siglo xvm,
MEMORIAS 308 309 MESTER DE CLERECÍA
desprendiéndose de la música, se relatos folletinescos y, en nues Mensaje. Conjunto de signos o los elementos del signo literario
transforma en un texto dramáti tros días, a través de los seria señales, estructurados según un (fonológicos, morfosintácticos,
co que conserva el fuerte tono les radiofónicos y de televisión, código determinado, que un emi métricos, etc.) adquieren un va
sentimental de sus orígenes y se que son objeto de consumo sor transmite a un destinatario lor semántico que deriva de sus
adapta al modelo del drama bur del gran público. Véase: folle por mediación de un canal. Exis relaciones entre sí y con el texto
gués iniciado en Francia por D. tín. ten diferentes tipos de canales en su conjunto. Véanse: código,
Diderot. Dirigidos a un público Memorias. Relato autobiográ (sonidos, colores, luces, música, CONNOTACIÓN, DENOTACIÓN y
popular, estos dramas presentan fico, escrito en retrospectiva, en etc.) y de códigos, tanto lingüísti TEXTO.
unos personajes estereotipados, el que una persona real narra cos como paralingüísticos: len Mester de Clerecía. Título con
ejemplos de bondad o de malicia, acontecimientos relevantes de su guaje oral, escritura alfabética, el que se denomina a un conjunto
que se enfrentan a situaciones ex vida, enmarcados en el contexto morse, braille, alfabeto digital de de obras poéticas de la literatura
tremas en las que la desgracia o la de otros eventos de orden políti los sordomudos, sistema mari española de los siglos xm y xiv
dicha sobrevienen de manera fa co, cultural, etc., en los que ha nero de señales con banderas, có (las de Berceo, el Libro de Alexan-
tal. Esta situación provoca una participado o de los que ha sido digos kinésicos, gestuales, etc. dre, el Libro de Apolonio, etc.) que
actitud compasiva en los espec testigo. El género autobiográfi Del uso combinado de canal y presentan, como rasgos comu
tadores, que se conturban ante el co abarca diversas modalidades código depende la forma del men nes, una configuración predomi
destino aciago del héroe o bien se (^confesión, *autorretrato, *dia- saje, que, en todo caso, es una ca nantemente narrativa, un trata
entusiasman con su triunfo, sig rio> *autobiografía, etc.), y antes dena de signos codificados. En la miento didáctico de los temas y
no de la virtud recompensada. de que este último término se comunicación lingüística, emi una renovación del lenguaje poé
Desde el punto de vista socioló convirtiera en la designación téc sor y receptor conocen la correla tico y de las formas métricas, en
gico, el auge de estas obras coin nica de un preciso subgénero li ción del doble plano de esos sig tre las que sobresale, como carac
cide en Francia con el fracaso de terario, cualquier relato de re nos (expresión y contenido) y terística, la ^cuaderna vía. Estos
la Revolución y el asentamiento cuerdos de la propia vida recibía gracias a ese conocimiento es poemas de clerecía, y, en concreto,
de la nueva burguesía, cuya men el nombre de «memorias». No posible el acto comunicativo me las obras de Berceo, surgen en el
talidad política se va transmi obstante, aunque las fronteras diante la codificación del mensa entorno de ciertos monasterios y
tiendo a las capas populares a entre ambas modalidades narra je por parte del emisor y la deco de la recién creada Universidad
través de una propaganda que tivas sean difíciles de marcar, se dificación o interpretación por de Falencia, a la que se considera
encuentra en estos melodramas perciben notables diferencias: parte del destinatario. En el caso como foco inicial de esta corrien
una forma de sublimación alie mientras en la autobiografía se del mensaje literario, los signos te literaria, vinculada a las ten
nante de los conflictos sociales hace hincapié en la narración y pueden cumplir una doble fun dencias renovadoras que en esa
del momento. descripción de la vida privada y ción: denotativa y connotativa. época se producen en Francia y
Este género de obras ha seguido del desenvolvimiento de la per Dichos signos, en efecto, presen otros países románicos. Esta re
cultivándose a lo largo de los si sonalidad del autor, en las memo tan, junto al significado inmedia novación se manifiesta, en lo lite
glos xix y xx; primero, a través rias adquiere especial relevancia to, objetivo y primario de la len rario, en el florecimiento de una
del llamado teatro de bulevar (en la atención a los acontecimientos gua (denotación), unos valores nueva poesía latina basada en el
el teatro del Boulevard du Tem y al contexto social, político, cul semánticos subjetivos y secunda ritmo y en los acentos (p. e., la de
ple, de París, se representaban tural, etc., en el que se ha desen rios (connotación) que respon los goliardos, que presentan, ade
melodramas y comedias senti vuelto la vida del memorialista. den a un código artístico propio más, una ordenación en estrofas
mentales durante el siglo xix), Véanse: autobiografía, con del lenguaje poético o literario. de cuatro versos monorrimos de
posteriormente, por medio de fesión y diario. En este plano connotativo todos 7 x 6) y de una poesía narrativa y
MESTER DE CLERECÍA 310 311 MESTER DE JUGLARÍA
lírica en lengua romance. La lle a sílabas contadas, qua es grant la treintena, aunque de algunas con las figuras del trovador, se-
gada a España de esta renovación [maestría. de ellas, hoy perdidas, sólo se tie grel, etc. En ese texto dicho tro
literaria se produce lo mismo en ne noticia de su título o tema. En vador se dirige al rey Alfonso X
el campo de la poesía neolatina Este mester (ministerio, servicio) tre las conservadas, pertenecen de Castilla, de reconocido presti
que en el de la poesía lírica y es realizado por clérigos (sinóni al siglo xiii las obras de Berceo gio en la materia, quejándose de
narrativa romance. Esta última mo de hombres de cultura) que (Vida de San Millón, Vida de que hombres «sin cultura, de vil
tendría su manifestación en los viven en torno a los monasterios Santo Domingo de Silos, Mila conducta» y escasa preparación
mencionados poemas de clerecía. o a las nacientes universidades y gros de Nuestra Señora, etc.), el estén degradando la función de
Precisamente, G. de Berceo apa que, frente a los juglares no eru Libro de Alexandre, el Libro de la juglaría, que «nació para mo
rece vinculado a la citada Univer ditos, tratan de aportar su saber Apolonio y el Poema de Fernán ver a los buenos hacia la alegría y
sidad de Palencia, en la que algu al pueblo, marcando las distan González, y al siglo xiv el Libro el honor». En el mencionado do
nos de sus primeros profesores cias respecto a sus competidores de Buen Amor, de Juan Ruiz, el cumento se delimitan los nom
eran de procedencia francesa, lo y presentando un tipo de poesía Rimado de Palacio, del canciller bres y funciones de cuantos se de
que explicaría ciertas coinciden cuyos rasgos serían la belleza y la Ayala, y la Vida de San Ildefonso, dican al arte de divertir al público
cias temáticas, de métrica y estilo perfección formal («mester trayo del Beneficiado de Úbeda. con su creación literaria (trova
entre los poemas del Mester de fermoso», «mester es sin peca Mester de Juglaría. Expresión dores), música instrumental (ju
Clerecía españoles y la poesía di do») derivadas de unas técnicas con la que se denomina el arte glares), mimo y pantomima (re
dáctica francesa coetánea. Estos estilísticas más cuidadas y una (mester, del latino ministerium: medadores), etc. Aparte de estas
poemas son fruto de un nuevo es nueva estructura métrica. Por oficio) de los juglares (del latino •« figuras mencionadas por el Rey,
tilo literario que se manifiesta medio de esta nueva técnica y de jocularis: el que divierte), perso en algunos textos citados por
casi al mismo tiempo en países los temas que van a tratar estos najes que en la Edad Media «se Menéndez Pidal se habla de otros
como Francia, Italia y España, clérigos esperan divertir al pue ganaban la vida actuando ante tipos de juglares: los «zaharro
donde el «Mester de Clerecía» se blo («solaz», «grant plazer») y un público, para recrearle con la nes» o «zamarrones» (disfraza
articula como tal «mester» a par cultivarlo al mismo tiempo. La música, con la literatura o con dos o enmascarados que se mez
tir de una obra clave, Libro de renovación métrica de la que ha la charlatanería, o con juegos de claban como comparsa entre el
Alexandre, que habría servido de bla el autor del Alexandre consis manos, de acrobatismo, de mí público en las fiestas, para diver
modelo estilístico y de repertorio te en la composición regular de mica, etc.» (R. Menéndez Pidal). tirlo), «trasechadores» (prestidi
enciclopédico de motivos y temas cuatro versos isosilábicos (cator Dicho «mester» tiene su mayor gitadores), «juglares de cuchillos»
para el resto de los autores y, en ce sílabas) llamados alejandrinos desarrollo entre los siglos xn (jugadores de esgrima), «nigro
concreto, Berceo. Es en este Libro (nombre que se deriva del poema y xiv, época en la que surgen las mantes», etc. Se resalta igualmen
de Alexandre donde se alude por francés Román de Alexandre, en obras más significativas del gé te la presencia de mujeres «jugla-
primera vez a dicho mester y sus el que se utiliza el verso largo 6 + nero épico, cuya recitación cons- ' resas», «soldaderas», «cantaderas»
características: 6, que equivale al 7 + 7 castella tituía una de las posibles acti y «danzaderas». Finalmente, en
no), con una misma rima conso vidades de ciertos juglares. Se el texto de Riquier se cita a los «ca
Mester trayo fermoso, non es de nante en los cuatro, formando la conserva un precioso documen zurros», que van cantando por las
[joglería; estrofa denominada «cuaderna to de un trovador del siglo xiii, calles y plazas una poesía popu
mester es sin pecado, qua es de vía» o también tetrástrofo o te- Giraut Riquier, de Narbona, refe lar chabacana, compuesta de ver
(clerecía; trástrico monorrimo. rente a los distintos tipos y fun sos sin concierto, con el único
fablar curso rimado por la (¡ua- El conjunto de obras escritas en ciones de juglar existentes en esa objeto de ganarse la vida «vil
[derna vía, cuaderna vía en castellano ronda época, así como a sus relaciones mente» y con «deshonor». Un tipo
METÁBOLA O METÁBOLE 312 313 METÁFORA
de juglar no citado con su nom Uno de los méritos del Mester de Metáfora. Es un procedimiento mir el nexo comparativo («co
bre preciso por Riquier (habla Juglaria.es haber creado una nue lingüístico y literario consistente mo») y asociar dicho término
del que es capaz de contar «no va tradición de poesía narrativa y en designar una realidad con el real al de la imagen correspon
vas» y relatos poéticos) es el lla lírica en lengua romance (cuyos nombre de otra, con la que man diente. De hecho, todos estos
mado «juglar de gesta», al que se mecanismos expresivos tratan de tiene alguna relación de seme términos e imágenes han sido
le reconoce también como «ju descubrir) para unos pueblos janza. Así, p. e., en estos versos de utilizados como metáforas por al
glar de boca» y «juglar de voz». de la Edad Media que ya no en- J. Manrique: gunos poetas: «corrientes aguas,
a aceptación de la que gozan los
1. ten-dían la lengua de los «cléri puras, cristalinas» (Garcilaso de la
«Nuestras vidas son los ríos
cantares de gesta recitados por gos», el latín. Véanse: cantar de Vega); «los suspiros se escapan de
que van a dar en la mar,
juglares es certificada en las Par GESTA, ÉPICA, JUGLAR y ORAL su boca de fresa» (Rubén Darío);
que es el morir...»
tidas de Alfonso Xy en el Libro de (literatura). «cítaras de pluma» (Góngora).
Apolonio, donde se dice que «no Metábola o metábole. Térmi se denomina «ríos» a la vida y El fundamento de esas metáforas
cabie en las placas» la multitud no griego (metábole: cambio) «mar» a la muerte porque se per radicaría en la semejanza o ana
que se agolpaba para escuchar a utilizado en retórica para desig cibe semejanza e’ntre río y vida logía entre la realidad significada
la juglarera Tatiana. En las cróni nar cualquier cambio o altera (el fluir, la vida pasa como el agua por el término real y la de la ima
cas se valoran y se utilizan como ción del código lingüístico en sus del río) y entre el mar y la muerte: gen evocada, es decir, entre el
documentos estos cantares de diferentes niveles: fono-morfo la vida desaparece en la muerte, agua y el cristal (la transparen
gesta, que son designados con lógico (metaplasmo), sintáctico como el río en el mar. cia), la boca y la fresa (cromatis
distintos nombres. Así en la Pri (metataxis) y semántico (metase- Desde la retórica grecolatina (Aris mo rojo), las cítaras y los pájaros
mera Crónica General se habla de ntema), así como aquellos cam tóteles, Quintiliano) se viene con (el sonido musical). Partiendo de
«cantares de las gestas», «fablas bios que afectan al plano de la ló siderando la metáfora como una esta similitud, la retórica con
de gesta», «cantares», «roman gica (metalogismos). Dentro de la comparación implícita, fundada temporánea, a la hora de explicar
ces» y «fablas». acepción general de metábola sobre el principio de la analogía los mecanismos lingüísticos que
Entre los temas abordados por caben, pues, todas las figuras re entre dos realidades, diferentes están en la base de la construc
estos juglares en los cantares de tóricas, las cuales suponen un en algunos aspectos y semejan ción metafórica, centra su inte
gesta primitivos destaca el de las cambio, alteración o desvío con tes en otros. En toda compara rés, más que en el aspecto com
luchas internas entre las familias respecto al código o a la «nor ción hay un término real que sir parativo, en el hecho previo de la
nobles castellanas (venganzas, ma», alteraciones que se produ ve de punto de partida, y un semejanza, en virtud de la cual se
amor y honra, infidelidad y trai cen especialmente cuando se de término evocado al que se desig hablaría de comparación implí
ción); hasta la invasión almorá- sarrolla la función poética de la na generalmente como imagen. cita en la retórica tradicional. Se
vide y la conquista de Valencia lengua. Estas alteraciones surgen Así, en las siguientes comparacio gún esto, la metáfora consistiría
por parte del Cid no aparecen te en virtud de cuatro operaciones nes («el agua es como un cristal»; no en un proceso de compara
mas alusivos a la guerra nacional básicas: supresión, adición, su «la boca es como una fresa»; «los ción, sino de transposición, tras
de reconquista, entendida como presión-adición y permutación. pájaros son como cítaras de plu lación o desplazamiento de sig
empresa épica colectiva. En esta Sobre la definición de las cuatro ma»), el término real sería agua, nificado de un término a otro
línea estarían el Cantar de Mío Cid formas de metábola consignadas boca y pájaros, y la imagen: cris por la semejanza existente entre
(vencedor del rey de Marruecos), anteriormente y la correspon tal, fresa y cítaras de pluma. Se las realidades designadas por
el de Fernán González (batalla de diente incardinación de las dis gún la retórica tradicional, todas ambos términos. Esta traslación
Lata y Hacinas) y el del Abad Juan, tintas figuras en dichas formas, estas comparaciones se converti de significado se opera, en unos
vencedor de Almanzor. véase figuras. rían en metáforas con sólo supri casos, mediante un proceso de
METÁFORA 314 315 METALOGISMO
asociación de ambos términos y, «luna» sustituye a «pandero»), ne», V. Aleixandre) y b) zoomór- incultura («bino» por «vino»); o
en otros, de sustitución. En el sintagma proposicional («Sierpe fica, si se asignan comportamien bien en un cambio de orden de di
primer caso se producirá lo que de plata», Calderón de la Barca; tos o realidades del mundo ani chas letras (p. e., en la ^metátesis,
se viene llamando metáfora im se refiere al arroyo que serpen mal al hombre: o en el *anagrama); o en una es
pura, en la que el poeta conserva tea) o de acumulación: pecial distribución de las letras en
el primer término (lo que la retó «Desnuda está la tierra, el espacio, de tal manera que for
rica tradicional llama «término «Sobre trastes de guijas y el alma aúlla al horizonte pálido men el dibujo de una figura alusi
real») y la imagen: «El jinete se cuerdas mueve de plata como loba famélica». va al significado del texto escrito.
acercaba / tocando el tambor del Pisuerga, hecho cítara doliente, (A. Machado) En este último aspecto, caen de
llano» (F. García Lorca). En este y en robustas clavijas lleno en el concepto de metagrafo
ejemplo, «llano» sería el término de álamos las ata Finalmente, en relación con el lé los *caligramasylos textos poéti
real, y «tambor», la imagen meta hasta Simancas que le da su xico, existe una serie de metáforas cos del letrismo.
fórica. Se produce una metáfora [puente». en el lenguaje ordinario que pre Metalepsis. Término griego
pura cuando se sustituye el tér (Góngora) sentan una forma cristalizada: (meta-lepsis: cambio, transposi
mino real por la imagen: «Poco a «boca-manga», «brazo de mar», ción) con el que se designa una
poco las hojas secas van cayen (El río Pisuerga sería como una «valle de lágrimas», «fondo de la especie de metonimia consisten
do / de mi corazón mustio, do cítara cuyas cuerdas de plata cuestión», etc. A este tipo de ex te en la transposición de un tér
liente y amarillo» (Juan Ramón -agua- están sujetas a las clavi presiones se las denomina metá mino a otro mediante un con
Jiménez). En estos versos se ha jas -los álamos- hasta el puente foras lexicalizadas. cepto sobreentendido con el que
sustituido el término real (árbol) de la cítara, que sería Simancas), Metáfrasis. Término griego guarda una relación de contigüi
por la imagen (corazón: que tam etcétera. (meta-frasis: interpretación) con dad (de causa a efecto, de antece
bién tiene ramificaciones arteria b) Metáfora adjetival: «De túnica el que se denomina, en el comen dente a consiguiente, o viceversa,
les; de ahí su semejanza); tras las impalpable y niveo seno» (M. Rei tario de un texto, el hecho de etc.): «Ganarás el pan con el su
«hojas secas», se intuyen las espe na). explicar, en términos más senci dor de tu frente». En este ejemplo
ranzas e ilusiones perdidas. c) Metáfora verbal: «... volvía por llos, una frase, verso o pasaje di el sudor es la consecuencia de un
Se han realizado diversos inten el campo balando mi amargura» fícil de entender, al tiempo que esfuerzo físico, de un trabajo fa
tos de clasificación de la metáfo (Juan Ramón Jiménez). se procura no alterar el conteni tigoso; el término «sudor» es,
ra desde el punto de vista grama d) Metáfora adverbial: «Viscosa do de dicho texto. Véase: pará pues, la transposición de otro
tical y semántico: mente fuiste sólo un instante mía, / frasis. sobreentendido, el de «trabajo»,
1. Desde una perspectiva morfo- y pasaste, pasaste, inexorable y Metagrafo. Término de origen con el que guarda una relación de
sintáctica se pueden distinguir larga» (V. Aleixandre). Aquí se griego (meta-grafo: escribir de efecto a causa. Con la metalepsis
los siguientes tipos: alude a una mujer a la que se des manera diferente, y meta-gram- se traslada, en ocasiones, el sen
a) Metáfora nominal: cuando la cribe con rasgos de culebra. ma: transposición de letras) con tido no de una sola palabra,
imagen poética se concreta en 2. Desde el punto de vista se el que se designan ciertos meta- como en la metonimia, sino de
un sustantivo en forma de aposi mántico, S. Ullman distingue dos plasmos o figuras de dicción que toda una oración, p. e., Recuerda
ción («Amapola, sangre de la tie tipos de metáfora: a) antropo- operan en el nivel gráfico del lo que prometiste, por cúmplelo.
rra», Juan Ramón Jiménez), de mórfica» si se atribuyen caracte discurso y consisten en la sustitu Véanse: metáfora, metonimia
sustitución («Su luna de perga rísticas humanas a seres inani ción de letras, con el fin de pro y sinécdoque.
mino / Preciosa tocando viene», mados, plantas y animales («Las ducir un efecto de arcaísmo («de- Metalogismo. Véanse figuras
F. García Lorca; en este caso, hojas son murmullos de la car zir» por «decir»), vulgarismo e y METÁBOLA.
METANO VELA 316 317 MÉTRICA
Metanovela. Discurso narrati más que actores a quienes se les Metonimia. Es la sustitución de Métrica. Es una disciplina que
vo en el que se relata la forma en ha asignado un «papel» que re un término por otro, fundándose trata de investigar la organiza
que se está elaborando el relato: presentar en la vida: «Pero yo, en relaciones de causalidad, pro ción rítmica del discurso lite
novela dentro de la novela. Véa Autor Soberano, / sé bien qué pa cedencia o sucesión (relaciones rario estructurado en forma de
se: ANTINOVELA. pel hará / mejor cada uno, así va / de contigüidad, las denomina poema, teniendo en cuenta los
Metaplasmo. Término en el repartiéndolos mi mano: / haz tú R. Jakobson) existentes entre los principios y normas que rigen la
que se engloban las llamadas «fi el Rey...». Esta técnica «metatea- significados de ambos términos. versificación en sus diferentes mo
guras de dicción», por las que se tral» ha sido utilizada, al margen Según los diferentes modos de dalidades. Dicha disciplina tiene
modifica la estructura de las pa ya de este planteamiento filosófi contigüidad, se producen diver por objeto el estudio teórico de
labras, ya sea por adición de ele co y religioso, por P. Corneille, sos tipos de metonimia. Ésta los mencionados principios y
mentos que no les pertenecen P. C. Mar iva ux, M. Tamayo y aparece: a) cuando se designa normas, la definición y análisis
por etimología (^prótesis, * epén Baus (Un drama nuevo), L. Pi- una causa por medio de su efecto de los elementos constituyentes
tesis, *paragoge), ya sea por su randello (Seis personajes en bus («Ana fue la alegría de la fiesta»: del ritmo y de la versificación
presión (*apócope, ^aféresis, Mi ca de autor, obra que puede con fue la causa de la alegría de la (acento, pausa, rima, comple
sión, ^síncopa), por contracción siderarse como arquetipo de la fiesta); b) cuando se alude al efec mentos rítmicos, etc.), la clasifi
(*sinéresis, * contracción) o trans ruptura de fronteras entre el tea to por medio de la causa («Le cación de los diferentes tipos de
posición (Metátesis). Se deno tro y la vida), B. Brecht, etc. hizo daño el sol»: le hizo daño versos y sus combinaciones es
mina también metaplasmo al En la actualidad se incluye tam el calor producido por el sol); tróficas, los usos métricos de una
cambio de género de una palabra: bién bajo esta denominación todo c) cuando se denomina un objeto determinada literatura en el de
p. e., el término latino locus (lu el trabajo de reflexión y elabora por medio del lugar donde curso de su historia, etc. Esta di
gar) era masculino en singular y ción de la «puesta en escena», se produce o de donde procede versidad de temas de estudio ha
neutro en plural (loca). que implica una interpretación («Un rioja»: un vino de Rioja); motivado el surgimiento y desa
Metasemema. Véanse figu del texto dramático en todos sus d) cuando se designa a un pintor, rrollo (dentro de esta disciplina)
ras y metábola. aspectos: espacio, personajes, ges soldado, torero, etc., por medio de tres ramas, que ya fueron
Metataxis. Véanse figuras y tos, dispositivo escénico, etc. del instrumento que maneja («Es enunciadas por el investigador
METÁBOLA. Metátesis. Término de origen un gran pincel»; «es el corneta ruso V. Zirmunskij: métrica teó
Metateatro. Término con el que grecolatino (metathesis, de meta, del regimiento»; «es un buen es rica, descriptiva e histórica. A és
suele designarse una serie de obras en otro lugar, y thesis: colocación) pada»); e) cuando se menciona tas habría que añadir una cuarta:
dramát icas en las que el tema cen con el" que se alude a un fenóme una obra por el autor de la misma la métrica comparada. En la mé
tral es la tesis de que el mundo es no prosódico y gráfico consisten («En el Museo del Prado hay va trica teórica se abordan los prin
un escenario donde se desarrolla te en la alteración del orden de los rios Rubens»: varios cuadros de cipios que sirven de fundamento
el gran drama de la vida humana. fonemas que constituyen una pa Rubens); f) cuando se designa al análisis descriptivo de los fe
Este tema, llamado teatro en el labra, p. e., «Grabiel», «prejudi- una característica moral por me nómenos métricos y al estudio
teatro, encuentra sus grandes ex ca», «cocreta», etc. En la historia dio de una realidad/Zsica («No tie histórico de los mismos: la defi
ponentes en Shakespeare (Ham- de la lengua es un fenómeno que ne corazón»: es una persona sin nición del verso frente a la prosa,
let) y Calderón de la Barca. Este aparece ya en textos medievales y sentimientos); g) cuando se em los conceptos de ritmo, metro,
último, en Elgran teatro del mun persiste en La Celestina y el La plea el signo para designar la cosa verso, etc. La métrica descriptiva
do, parte de una tesis según la zarillo, al que pertenecen los significada: «La medialuna domi se ocupa de la definición y clasifi
cual Dios es el gran autor y dra siguientes ejemplos: «tomalde», nó España» (los árabes). Véanse: cación de los diferentes tipos de
maturgo y los hombres no son «castigaldo», «dejaldo», etc. METÁFORA y SINÉCDOQUE. versos (regular e irregular, de arte
METRO 318 319 MIMESIS
mayor y menor, libre, etc.), estro den fijo de acentos, pausas y ri te, también se ha identificado terio. En la literatura castellana
fas (pareado, estrofas de tres, cua mas» (A. Bello). Así, para com metro con medida o cómputo si no hay constancia de que existie
tro, cinco y seis versos, septeto, poner un hexasílabo dactilico, el lábico: en ese caso, preguntar por ra una versión teatral del «mila
etc.) y series no estróficas (serie verso debería constar de seis sí el metro de un verso sería pre gro», a pesar de la importancia
épica, romance, etc.). Exposicio labas con acento en la 2.a y 5.a guntar por su número de sílabas. que adquiere la versión narrativa
nes descriptivas de los distintos («Busquélos atajos / angostos los Milagro. Término con el que y poética de estos relatos en las
tipos de versos y estrofas de la posos...»); si se pretende elaborar inicialmente se denominaba en la obras de Berceo y Alfonso X. El
métrica española pueden encon un cuarteto, habrá que unir cua literatura francesa medieval (mi milagro se escribe tanto en verso
trarse en las correspondientes tro versos de arte mayor, con la rarte, del latín, miraculum) un como en prosa.
entradas de este Diccionario. La estructura ABBA; si, por el con pequeño texto donde se narraba Miles gloriosus. Véase perso
métrica histórica se centra en el trario, la estructura presenta la la vida de algún santo, en la que naje.
estudio del origen, desarrollo y distribución de rima ABAB, ya había intervenido milagrosa Mimesis. Término de origen
evolución (períodos de mayor no será un cuarteto sino un ser- mente la Virgen (u otro santo), griego (mimesis, de mimeomai:
cultivo, decadencia y posible rea ventensio. Cuando en una com que le había liberado de un peli imitar, representar) utilizado en
parición o transformación) de posición poética los versos sólo gro grave para su salvación. Ya un principio para designar la imi
las formas métricas en el decurso coinciden en tener igual número desde el siglo xi comenzaron a tación de una persona, o de cual
histórico de una literatura. Por lo de sílabas, pero presentan una surgir colecciones de milagros de quier otra realidad, a través de la
que atañe a la literatura española, acentuación irregular, se habla la Virgen, escritas en latín o des palabra o del gesto. Dicho térmi
sigue siendo una obra fundamen de metro polirrítmico o libre. No tinadas a predicadores, para que no adquirió posteriormente una
tal la Métrica española (1956) de obstante, todos los versos deben pudieran ilustrar sus sermones acepción más precisa en el campo
T. Navarro Tomás, en la que se es respetar el acento en la penúlti con estos ejemplos. En los si de la reflexión estética para signifi
tudia la aparición y cultivo de los ma sílaba. glos xn y xm aparecen coleccio car la imitación o representación
diferentes versos y estrofas en las El metro es, por otra parte, el ras nes en lengua vernácula, como de la realidad a través de los proce
sucesivas escuelas, movimientos go distintivo del verso en rela los Miracles de Notre-Dame dimientos peculiares de las diver
o corrientes: Juglaría, Clerecía, ción con la prosa. En este senti (1218), de Gautier de Coincy, y sas artes. El concepto de mimesis
Gaya ciencia, Renacimiento, Si do, dice T. Navarro Tomás que los Milagros de Nuestra Señora, en la obra de arte del lenguaje fue
glo de Oro, etc. La métrica com «la línea que separa el campo del de Berceo (c. 1252). En el trans objeto de un tratamiento específi
parada trata de investigar las verso del de la prosa se funda en curso del siglo xm se configura el co en las obras de Platón y en la Po
relaciones de semejanza o diver la mayor o menor regularidad de milagro como subgénero dramá ética de Aristóteles. El primero
sidad, influencias, trasvases o los apoyos acentuales. El lengua tico. Se conserva una colección concibe la mimesis, en referencia
préstamos de formas métricas de je adquiere forma versificada tan de Cuarenta milagros de Nuestra al arte poético, como forma de re
unas literaturas nacionales a pronto como tales apoyos se or Señora que debieron de ser re presentación de la realidad. En
otras. Véanse: acento, cesura, ganizan bajo proporciones seme presentados en París a lo largo este sentido, distingue tres formas
CÓMPUTO SILÁBICO, ENCABAL jantes de duración y sucesión». del siglo xiv. También en la lite genéricas: la primera, fundamen
GAMIENTO, ESTROFA, HEMISTI En algunos autores se identifica ratura catalana medieval hay da talmente mimética, es la represen
QUIO, POEMA, RIMA, RITMO, VER el concepto de metro con el de tos sobre la existencia de este tipo tación teatral (tragedia y come
SÍCULO y VERSO. verso, de manera que ambos tér de obras. Parece que en el trans dia); la segunda, básicamente
Metro. Es la estructura rítmica minos vienen a ser sinónimos: curso del siglo xv el subgénero expositiva o narrativa (el ditiram
de un verso o de una composi así, se habla de metro alejandri del «milagro» es suplantado por bo); la tercera es aquella en la que
ción poética; se basa en un «or no, endecasílabo, etc. Finalmen otra modalidad afín, la del ★mis conviven mimesis y narración o
MÍMICA 320 321 MINNESINGER
«diégesis» (epopeya) (República, sis, del que se apartarán de nuevo Herodas (s. m a.C.), el verdadero formas de representación (coin
lib. III,7). Aristóteles concibe la las corrientes estéticas del *sim- maestro de este subgénero. En cidentes en la ausencia de la pa
mimesis poética no como una re bolismo, ^modernismo, Creacio Roma el mimus surge hacia el si labra) son diferentes en su ori
producción fiel de la realidad (ta nismo, etc. En la crítica literaria glo iií aC. como una breve pieza, gen y en su concepción actual. Se
rea que compete al científico o al contemporánea, el concepto de la que, con el tiempo, irá suplan entiende por pantomima la re
historiador con respecto a la rea mimesis aristotélica ha sido obje tando a las farsas atelanas como presentación gestual que trata de
lidad «fáctica»), sino como una to de sucesivos análisis, entre los complemento final del espectá reproducir con cierta exactitud
«imitación» o representación de lo que cabe citar los de E. Auerbach, culo teatral en el que se represen una historia tal como podría ex
que verosímilmente puede acae R. Wellek, P. Ricoeur, etc. Este úl taban las tragedias. En el mimus presarse en palabras. Por el con
cer. El poeta es un imitador (mi- timo insiste en que el concepto de (texto en prosa) se imitaban, al trario, el mimo no se pliega a una
metes), por medio del lenguaje, de mimesis en Aristóteles no es el de igual que en Grecia, escenas de la historia determinada, sino que
las acciones humanas «como son, copia o reproducción de la reali vida diaria, especialmente de juega con las posibilidades crea
o bien como se dice o se cree que dad, sino el de creación artística tema amoroso, en relación, p. e., tivas de la expresión corporal
son, o bien como deben ser» (Poé de una nueva realidad o recrea con el adulterio, tratado de for con plena autonomía y dejando
tica, 145 la y 1460b). ción metafórica de la misma. Vé ma frívola y desvergonzada: en al espectador la libertad de inter
El pensamiento aristotélico sobre anse: FICCIÓN, IMITACIÓN, REA este contexto surgen los consabi pretación del espectáculo mími
la mimesis (y la verosimilitud) es LISMO y VEROSIMILITUD. dos tipos de la esposa infiel, el co. De acuerdo con estas diferen
compartido por los tratadistas Mímica. Es el arte de expresar marido burlado, el amante y la cias se pueden distinguir tres
latinos Horacio y Quintiliano, así un mensaje mediante movimien criada. Durante la Edad Media el formas de mimo: el llamado
como por la estética clasicista del tos faciales y gestos del cuerpo. mimo es uno de los elementos de mimo puro (el gesto «abstracto y
Renacimiento, del Barroco y del Puede servir para apoyar una co actuación de los juglares y del te depurado», no sujeto al relato de
neoclasicismo del siglo xvm. Por municación verbal o contrade atro ambulante. En el siglo xvi, la una historia), el mimo-danza
el contrario, en la segunda mitad cirla, y puede realizarse al mar Commedia dell’Arte italiana revi (gesto estilizado que, acompaña
del siglo xvm, a partir del Sturrn gen y con total independencia de taliza esta forma de representa do de música, se asemeja al ba
und Drang y del Romanticismo, la palabra: en esto consiste preci ción mímica, sobre la que volve llet) y el mimodrama, que supo
dicho principio de «imitación» es samente el *mimo. En aquellas rá en el siglo xix J. G. Deburau. ne la creación de una historia
sustituido por el de «creación». representaciones teatrales en que Pero es en el siglo xx cuando se por medio del gesto; es lo que en
En consonancia con el pensa se utiliza la *máscara, la mímica se produce su verdadera revalori tenderíamos, en realidad, por
miento filosófico de Fichte y He- reduce a los gestos corporales, zación por obra de E. Decroux, pantomima (P. Pavis). Véase:
gel, el poeta romántico se consi qué’ádquieren una gran virtuali que se convierte en el gran maes PANTOMIMA.
dera dotado de una capacidad dad expresiva. tro del mimo y de la pantomima, Mimodrama. Pieza dramática
ilimitada para crear, en su imagi Mimo. Término de origen grie el cual será llamado para dar en la que la palabra ha sido susti
nación, mundos posibles que han go (mimos: imitador) con el que cursos a las compañías del Ac- tuida por gestos, mímica, danza
de tomar forma en expresiones en un principio se designaba una tor’s Studio de Nueva York, y música y cuyo texto se reduce a
artísticas originales. Sin embargo, pequeña pieza, dramática (so el Piccolo Teatro de Milán, etc. un conjunto de anotaciones y
el realismo y ^naturalismo del si bre escenas de la vida diaria, De su escuela han surgido gran notas útiles para la puesta en
glo xix, así como las diversas ex sobre un mito, etc.) cuya primi des virtuosos del mimo, como escena. Véanse: jviimo y pan
presiones de realismo social del tiva forma teatral habría sido ini J. L. Barrault, etc. A pesar de que tomima.
siglo xx, volverán a poner de ac ciada por Sofrón de Siracusa frecuentemente se confunde el Minnesinger. Véase trova
tualidad el principio de la mime (s. v a.C.) y perfeccionada por mimo con la pantomima, ambas dor.
MISCELÁNEA 322 323 mito
Miscelánea. Término de origen puede sobrevenir al hombre no ascética y mística. Esta literatura Contrarreforma en los místicos
latino (miscere: mezclar) con el en virtud del propio esfuerzo, se desarrolla a lo largo de cuatro del período de plenitud: San Juan
que se alude a un escrito en el que sino como don gratuito de Dios. períodos, según la cronología es déla Cruz y Santa Teresa; d) valo
se tratan diferentes materias sin Esta experiencia, que, en ocasio tablecida por P. Sainz Rodríguez: ración de la ascética: sobriedad y
una aparente conexión o relación nes, pudiera estar acompañada - Período de importación e ini contención en el plano de los
entre ellas. Ejemplos de este tipo de visiones, éxtasis, etc., es inefa ciación: desde el Medievo hasta sentimientos; e) afán vulgariza
de obras son la Silva de varia lec ble, aunque puede ser sugerida 1500. dos/) activismo y sentido realis
ción (1540), de P. Mexía (en la por medio de expresiones apro- - Período de asimilación: desde ta de la vida en algunos de los
que se abordan diversos temas: ximativas y translaticias de ca 1500 hasta 1560. En esta etapa las místicos más destacados: Santa
científicos, históricos, morales, rácter metafórico y simbólico. doctrinas místicas recibidas son Teresa, San Juan de la Cruz, el
etc., extraídos de autores clásicos Dicha experiencia mística sobre expuestas por ciertos religiosos beato Juan de Ávila. Éste fundó
y de humanistas italianos del si viene, según los teólogos, al final considerados como los «precur quince colegios universitarios,
glo xv), Miscelánea (1952), de de un largo itinerario de acerca sores» de la creación mística que mantuvo (al igual que Santa
L. Zapata (colección de escenas miento a Dios («camino de per autóctona: Fray Francisco de Osu Teresa sus conventos) gracias a
sobre la vida de la época, anécdo fección»), en el que el alma va na, Fray Bernardino de Laredo, el sus dotes administrativas y a su
tas y dichos, escritos sin aparente pasando por tres etapas: vía pur beato Juan de Ávila, etc. habilidad para encontrar ayudas;
concierto, como surgidos en una gativa, iluminativa y unitiva. A - Período de plenitud y de pro g) cultivo de la calidad expresiva,
tertulia), etc. las dos primeras corresponden ducción nacional característica de con logros literarios de alto valor
Misterio. Pieza dramática me dos formas de relacionarse con la mística española (1560-1600),' en los grandes ascetas y místicos:
dieval en la que se representan Dios a través de la oración: el del que son prototipos Santa Te fray Luis de León, Fray Luis de
episodios de la Biblia (especial recogimiento y la quietud. La resa de Jesús (1515-1582) y San Granada, San Juan de la Cruz y
mente acontecimientos de la vi práctica de estas formas de acer Juan déla Cruz (1542-1591). Santa Teresa.
da de Cristo: nacimiento, pasión, camiento a Dios mediante la ora - Período de decadencia y com Mito. Término de origen griego
muerte y resurrección) y biogra ción, acompañada de una purifi pilación doctrinal que se desa (inythos: fábula) con el que se
fías de santos. Se celebraban es cación moral y una práctica de rrolla a lo largo del siglo xvn. aludía a ciertos relatos primitivos
tos misterios en las fiestas de la las virtudes, constituye el objeto Las características de la mística cuya historia servía de fuente de
Navidad y de la Pascua en el ám de una disciplina llamada *ascé- española son: a) aparición tar inspiración a los poetas en sus
bito de las iglesias, y actuaban, tica. El final de ese «camino de día: se produce lo más original a cantos y a los autores dramáticos
como intérpretes, gentes del pue perfección» está representado partir del Renacimiento, cuando en la elaboración de sus trage
blo y aun los mismos clérigos. por la vía unitiva, a la que corres en Europa había sido un fenóme dias. Para Aristóteles, el mito, en
Ejemplos de este tipo de piezas ponde también una forma o esta no medieval; b) carácter armoni-, tendido como el conjunto y «orde
serían el Auto de los Reyes Magos do de oración denominado de zador: entre platonismo y tomis nación de los sucesos» de la
(siglos xii al xm) y el Misterio de «unión» con Dios. Esta etapa mís mo, entre razón y sentimientos, historia dramatizada, constituye
Elche (s. xv), sobre la muerte y tica es, a su vez, objeto de estudio entre acción y contemplación, «lo supremo y casi el alma de la
asunción de la Virgen. de otra disciplina conocida con el entre expresión popular y len tragedia». El mito aparece vincu
Mística. Término de origen grie nombre de mística. guaje cuidado en aras del buen lado no sólo a las primeras crea
go (mystikos: cerrado, oculto) con En la historia de la cultura espa gusto, etc.; c) rigor doctrinal y ciones literarias, sino también a
el que se designa un estado espi ñola, y especialmente a lo largo sólido contenido de origen bíbli la filosofía en sus inicios y, sobre
ritual consistente en la experien del siglo xvi, ha surgido una co, teniendo como centro la figu todo, al marco ritual de las reli
cia directa de la divinidad, que le abundante literatura espiritual ra de Cristo. Aceptación de la giones primitivas. Es en este cam-
MITO 324 325 MODERNISMO
po donde se descubre el sentido mito y ciertas formas literarias, etc. Al mismo tiempo, determi «le aseguro», «espero que», etc.),
originario del mito, entendido como cuentos, leyendas, relatos nados escritores han recreado los adverbios («posiblemente»,
como relato de una historia sa novelescos, etc. En este sentido, una serie de símbolos poéticos «quizá», «seguramente»), etc. La
grada, de unos acontecimientos N. Frye cree ver en los relatos mi que, sorprendentemente, coinci frecuencia de aparición, en un
ocurridos en el comienzo de los tológicos de los oráculos y de los den con elementos míticos de las texto, de estos modalizadores in
tiempos, en los que participan ritos de las religiones primitivas primitivas religiones agrarias: re cide en una mayor o menor carga
seres divinos o héroes. Mitos (p. e., los relativos al ciclo solar y cuérdense los símbolos telúricos de subjetividad en el discurso.
son, pues, los relatos donde se la fertilidad de la tierra) el origen de Lorca y su evocación de la Modalizador. Véase modali
cuentan las diversas irrupciones de determinadas formas narrati luna, la fecundidad, la sangre, el dad.
de lo sagrado en el mundo, irrup vas y géneros literarios (el cuento toro, etc. Véanse: cuento, fol Modelo. Construcción teórica o
ciones que provocan la aparición heroico, la tragedia, la comedia, clore, oral (literatura) y esquema de representación de
del cosmos o de ciertas realida la sátira, etc.) con los que com PSICOANÁLISIS Y PSICOCRÍTICA. una serie de fenómenos o proce
des primordiales del mismo: la parten notables semejanzas en el Mitocrítica. Véase simbólica. sos de realidad que han de ser in
vida vegetal o la humana, p. e., en modelo de configuración del Moaxaja o muwassaha. Es un terpretados y expresados bajo
los mitos cosmogónicos de crea protagonista, en la presencia de tipo de canción amorosa, escrita forma de operaciones deducti
ción del mundo, del hombre, o personajes auxiliares u oponen en árabe o hebreo, formada por vas. El concepto de modelo ha
los de la fecundidad de la tierra. tes del mismo, en las fases fun varias estrofas de cinco, seis o sido aplicado al estudio de las
En la actualidad, el término «mi damentales del desarrollo de la más versos cortos; su estructura relaciones internas de distintos
to» presenta múltiples acepcio historia relatada, etc. Véase sim métrica se configura siguiendo el tipos de obras literarias: Lévi-
nes: se dice de personalidades re bólica. modelo establecido en la última Strauss lo utiliza en el estudio del
levantes convertidas en mito La relación entre mito y literatu de las estrofas, cuyos versos fina origen («modelos genéticos») y
(García Lorca, los Beatles), de un ra es una constante en la historia les constituyen una jarcha o can- estructura de los mitos. Para
personaje literario considerado de la creación literaria popular y cioncilla, escrita total o parcial T. Todorov, en el estudio de un
como arquetipo y encarnación culta. En cuanto a la literatura mente en lengua romance (las texto literario el último paso del
de ideales (don Quijote), de una grecolatina, la presencia de los hay también en lengua árab e). análisis de la significación será la
realidad u objetivo utópicos (la grandes mitos clásicos es eviden Sobre los orígenes de la moaxaja, reconstrucción del modelo de
«Edad de Oro», el «progreso»), te en la epopeya (Homero y Vir véase: jarcha. la obra. El modelo da cuenta, si
de una forma prelógica de pensa gilio) y la tragedia, así como la Modalidad. Categoría lingüís bien en forma esquemática, de
miento propia de los pueblos pri persistencia de esos mitos clási tica mediante la cual se expresa la las relaciones estructurales exis
mitivos, etc. Por otra parte, el cos en las literaturas románicas actitud de un sujeto frente a un tentes en el interior del texto y del
mito ha sido abordado desde di y, en concreto, en la española, en enunciado, cuyo contenido pue modo en que se conectan sus ele
ferentes disciplinas: la historia de la que aparecen también mitos de ser considerado por él como mentos constituyentes para con
las religiones, la antropología, el bíblicos como el del «paraíso cierto, probable, dudoso, inacep figurar dicho texto como obra de
psicoanálisis, la filosofía y, por perdido», el «satanismo», el «cai- table, imposible, etc. Para indicar arte del lenguaje.
supuesto, la crítica literaria. Den nismo», etc. A su vez, la literatura esta posición subjetiva, el emisor Modernismo. Término con el
tro de esta última, ciertos investi posterior ha ido generando nue cuenta con unos modalizadores que se designa un movimiento li
gadores, como A. J. Greimas, vos mitos en personajes de fic determinados: los adjetivos va- terario surgido en diversos paí
N. Frye, G. Dumézil, etc., han ción elevados a la categoría de lorativos («dudoso», «incierto», ses de lengua española a finales
tratado de establecer analogías héroes míticos: don Quijote, don «discutible», «magnífico», etc.), del siglo xix, al tiempo que se
entre la estructura narrativa del Juan, Fausto, Robinson Crusoe, los verbos de actitud («yo creo», produce en Europa una renova-
MODERNISMO 326 327 MODO
ción estética en las artes plásticas do y Juan Ramón Jiménez. Los rodean al hombre; con el simbo dos (alejandrino, dodecasílabo,
(Art nouveau, Modern style) y en escritores modernistas aportan lismo comparten los modernis eneasílabo, etc.) y la creación de
la literatura. En este campo se de una nueva temática: a) búsqueda tas la idea de que la realidad mis otros nuevos (versos de dieciséis
sarrollan en Francia dos corrien de un mundo exótico, como me teriosa e inefable del universo es a veintiuna sílabas), la utilización
tes que van a influir en la apari dio de evasión de la realidad pro asequible a través de un lenguaje del verso libre y la alternancia
ción del modernismo español e saica, a través de la introspección poético cargado de musicalidad de metros, asonancias internas,
hispanoamericano: el parnasia- en la conciencia («galerías del y de símbolos sugerentes (Juan consonancias intermitentes, etc.
nismo y el simbolismo. El objeti alma» de Á. Machado), del des Ramón y A. Machado);^) vuelta Véanse: decadentismo, fin de
vo fundamental del movimiento cubrimiento de realidades insóli a los mitos clásicos como fuente SIGLO (CRISIS de), GENERACION
modernista es la ruptura con el tas cercanas (mundo misterioso, de inspiración y de respuesta a DEL 98, PARNASIANISMO y SIM
prosaísmo y vulgaridad de la cul de la Galicia campesina en Valle- algunas preocupaciones temáti BOLISMO.
tura burguesa anterior y la bús Inclán) o distantes (el París ver cas de estos escritores: p. e., la Modismo. «Expresión fija, pri
queda de un lenguaje poético ba sallesco de Rubén'Darío); b) el mencionada recurrencia de lo vativa de una lengua, cuyo signifi
sado en el culto supremo a la erotismo, concebido como anhe erótico (Venus, Adonis, ninfas, cado no se deduce de las palabras
bellezay en una exigencia artísti lo de liberación (P. Verlaine) o sátiros, etc.) en Rubén Darío, etc. que la forman» (DRAE). El mo
ca depurada. como tendencia decadentista de Pero, más que en el contenido, es dismo está compuesto por varias
Esta nueva estética aparece ya autodestrucción (Baudelaire); c) el en_el„nivel del lenguaje poético palabras que se insertan, como un
entre 1875 y 1882 en la prosa ju indigenismo, visto por los poe donde mejor se muéstrala ruptu- bloque, en la comunicación de un
venil de José Martí y M. Gutié tas hispanoamericanos desde la ra del modernismo con la tradi mensaje y que no constituyen, de
rrez Nájera, en la que se advierte nostalgia de un pasado legenda ción literaria anterior, en concre por sí, una oración completa. A
la influencia del parnasianismo y rio, cuyos héroes (Caupolicán, to en el culto a la palabra como este tipo de expresiones corres
del simbolismo. Sin embargo, la Moctezuma), dotados de cuali portadora de belleza, vehículo de ponderían los idiotismos (giros
figura clave de dicho movimien dades primigenias (inocencia, sonoridades y evocación de sen peculiares en los que se rompen
to es Rubén Darío, creador de un fortaleza, valor), contrastan con saciones: cromatismo, olor, tacto, las leyes de concordancia y cons
nuevo lenguaje poético y de una la artificiosidad y degradación musicalidad. Esa aportación de trucción gramatical, p. e., «a pie
verdadera revolución en los rit de la sociedad contemporánea; belleza a través de la palabra ex juntillas», «a ojos vistas», etc.),
mos y formas métricas. En cuan d) sincretismo filosófico y reli plica el uso de un vocabulario ciertas locuciones adverbiales
to al modernismo español, su co gioso: de los griegos recogen la alusivo a realidades exóticas o ex como «sin ton ni son», «a tontas y
mienzo y final se sitúan entre los idea del ritmo como constitutivo quisitas, de nombres de héroes, a locas» o construcciones que
inicios de los años ochenta del si del universo (Pitágoras), la exal dioses y personajes mitológicos, cumplen función de adjetivo («de
glo xix y 1916, año de la compo tación de la música, del erotismo de obras de arte y tipos que evo armas tomar»), preposición («en
sición del Diario de un poeta y del vino (religión órfico-dioni- can realidades misteriosas o aris aras de») o conjunción («como
recién casado, de Juan Ramón Ji síaca) y de la armonía entre la tocráticas (pagodas, castillos, sa quiera que»), etc.
ménez, y de la muerte de Rubén mente y la sensibilidad (Sócra lones versallescos), la frecuencia Modo. Categoría narrativa con
Darío. Este largo período presen tes); del budismo reciben la idea de palabras esdrújulas seleccio la que se alude a las diferentes for
ta dos etapas diferenciadas: la de la concepción cíclica de la nadas por razones de ritmo y mas de discurso o modos de con
primera, de mayor influjo parna existencia y la de la ascesis que musicalidad, etc. Esta renovación tar que pueden ser utilizados por
siano (S. Rueda), y la segunda, de conduce a la serenidad y paz inte formal es evidente también en un narrador al relatar una histo
carácter simbolista, representada rior; e)I ocultismo: interés por co la métrica, con la recuperación de ria. Entre las distintas clasifica
por la obra poética de A. Macha- nocer misterios y enigmas que metros olvidados o poco utiliza ciones de modos narrativos pre
MOJIGANGA 328 329 MONÓLOGO INTERIOR
sentadas por los críticos destaca de subordinación, de forma que tituida por secuencias rápidas cial atención de la crítica el solilo
la de G. Genette, que distingue el discurso del personaje aparece en las que se desarrolla una in quio y el llamado monólogo inte
los siguientes: el llamado estilo como fundido con el del narra triga caracterizada por el juego rior. El primero consiste en una
directo, el indirecto o «discurso dor, que se ha contaminado de de la doble intención y las alu «transcripción directa» de conte
transpuesto», del que sería una las expresiones de aquél. Ejem siones satíricas, los gestos pro nidos de conciencia analizados
variante el «indirecto libre», y el plo: «Don Alvaro no se apresura vocativos y un clima de caos al de manera lógica por un perso
denominado «discurso contado» ba. Esta vez estaba seguro. Pe que, en ocasiones, se pone fin naje, en forma de autoanálisis
o relatado. A éstos podría añadir ro no quería “brusquer”, según con la irrupción de una sarta de o de confesión, lo que implica
se el denominado «discurso di pensaba él en francés, un ata golpes o la alegría de un baile cierta relación dialógica consigo
recto libre». Tratando de precisar que»; d) el discurso directo: surge con aire carnavalesco. Véanse: mismo o con un supuesto recep
las formas de realización de estos cuando se reproduce textual BAILE, CARNAVAL, ENTREMÉS y tor. Sobre el segundo, véase mo
modos de discurso en un texto mente el discurso del personaje JÁCARA. nólogo INTERIOR.
como La Regenta, de Clarín, se (o el diálogo entre dos o más) con Monólogo. Término de origen Monólogo interior. Expresión
pueden ofrecer las siguientes de sus mismas palabras. El narrador griego (mono-logos: palabra de traducida del francés (Le Mono
finiciones y ejemplos: a) el modo tan sólo interviene, previamente, uno sólo, soliloquio) con el que logue intérieur, 1931, de E. Du-
del discurso relatado: se produce para introducir dicho discurso se designa el acto de exteriorizar jardin) cuyo contenido viene a
cuando el narrador informa so mediante los llamados «verbos un personaje sus pensamientos ser análogo al de otra expre
bre el acto de habla (discurso ex de lengua» («dijo», «contestó», y sentimientos sin esperar res sión utilizada originalmente por
terior) o de pensamiento (discur «pensó»). Ejemplo: puesta de un posible interlocu W. James (Stream of conscious-
so interior) de un personaje, pero tor. El monólogo se utiliza tanto ness: corriente de conciencia) pa
sin especificar o sin desarrollar el «-¿Quiere usted verle? -dijo Ana en poesía como en teatro o en ra designar el proceso mental de
contenido de su mensaje. Ejem volviéndose al magistral. novela. En el teatro, los monó la conciencia que, a su juicio, se
plo: «Le recordó (Ana) mil episo Don Fermín contestó: logos cumplen unas funciones desarrolla en forma de «río» o
dios de la vida conyugal siempre -Con mucho gusto». precisas: rememorar aconteci «corriente», ya que «los pensa
tranquila y armoniosa»; b) el dis mientos imprescindibles para la mientos fluyen». Rasgos peculia
curso indirecto ocurre cuando se e) el discurso directo libre consisti comprensión de la intriga, des res de este monólogo interior
enuncia el contenido del discurso ría en la reproducción textual del cubrir el mundo interior de un son, aparte de la no interferencia
(exterior o interior) de un perso discurso del personaje, pero sin personaje, etc. En el teatro del Si del narrador, la afluencia incon
naje pero sin reproducir su forma que medie la introducción del na glo de Oro son frecuentes dos trolada del inconsciente y de sus
de expresión. Ejemplo: «Ana con rrador. Ejemplo: «¡Qué miserable formas de monólogos: el deno formas de manifestación en el
fesó al cabo que habían dormido soy en estas horas de desaliento! minado *aparte y el monólogo campo de la conciencia, la emer
juntos pero que había sido sin ¡Qué infamias estoy pensando...!». dubitativo y razonador. gencia desorganizada y confusa
querer»; c) el discurso indirecto li Mojiganga. Término con el En narrativa se produce el monó de imágenes, sensaciones, sen
bre aparece cuando el narrador que se denominaba inicialmente logo cuando un personaje exte timientos e ideas expuestas sin
reproduce tanto el contenido de una mascarada popular que se rioriza en sus palabras el conte ilación lógica, por medio de li
la intervención del personaje celebraba en los días de Carna nido de su mundo interior, sin bres asociaciones, con la consi
(oral o de pensamiento) como su val y que en el siglo xvii pasó a interferencia del narrador y en guiente alteración o disolución
peculiar forma de expresión (en designar una breve pieza cómica ausencia de posibles interlocuto del tiempo y del espacio.
todo o en parte); para ello se su emparentada con el ^entremés y res. De los diferentes tipos de EL monólogo interior logra su
primen los signos gramaticales la *jácara. Dicha pieza está cons monólogo, han merecido espe mayor perfección en las novelas
MONORRIMO 330 331 MORISCO
de J. Joyce, W. Faulkner, V. Woolf, cuadros autónomos que consti guárdate de sospecha, / et siem ral (que representa a la pruden
etc. En la narrativa hispánica ha tuyen la obra dramática, con el pre será la tu fama derecha», etc. cia, justicia, fortaleza y templan
sido especialmente cultivado por fin de conferir al conjunto una La moraleja es, igualmente, un za dirigiendo las conductas de
F. Ayala, Max Aub, E. Sábato, determinada dirección. recurso utilizado en los textos de los hombres) de D. Sánchez de
J. Lezama Lima, M. Vargas Llosa, Por lo que respecta a la novela, el literatura parenética y ascética Badajoz. Estas farsas y moralida
C. Fuentes, G. Cabrera Infante, término «montaje» equivale a la del Siglo de Oro, así como en de des preanuncian el modelo de
L. Martín Santos, etc. «sintaxis mediante la que se es terminadas obras de teatro: p. e., personificación alegórica de los
Monorrimo. Término de ori tructuran los episodios de la his en La vida es sueño: futuros autos sacramentales.
gen griego (monos, único y rith- toria en un discurso narrativo» Morisca (novela). Véase mo
mos, ritmo, rima) con el que se (D. Villanueva). «... Mas sea verdad o sueño, / risco.
designa una estrofa o poema cu Moraleja. «Lección o enseñan obrar bien es lo que importa». Morisco. Término con el que
yos versos llevan la misma rima. za que se deduce de un cuento, (Calderón de la Barca). se alude a un tipo de creaciones
Esto ocúrre con el pareado, la fábula, ejemplo, anécdota, etc.» literarias, en verso (romance
cuaderna vía, las series asonanta- (DRAE). Se trata de una breve re También en la literatura del si morisco) y en prosa (novela mo
das de los cantares de gesta, etc. flexión que recoge y resume, al fi glo xvm se cultiva el menciona risca), que se desarrollan en Es
Montaje. Término utilizado ini nal de un texto, la consecuencia do recurso, especialmente en las paña, principalmente entre los
cialmente en el lenguaje cinema moral que se deriva del ejemplo fábulas de T. de Iriarte y F. M.a de siglos xv al xvii, y que se cen
tográfico para designar el proce abordado en el mismo. Samaniego. tran en la figura del «moro»,
so de estructuración de un filme a Este tipo de enseñanza conden- Moralidad. Género dramáti convertido en héroe caballeres
partir de una serie de secuencias sada en forma de máxima es fre co surgido, probablemente, en co, aureolado por su nobleza y
que, una vez conexionadas según cuente en aquellas épocas en que Francia al final de la Edad Media. sus costumbres refinadas. Este
un determinado ritmo y orden abunda la literatura didáctica en Presenta la forma de un diálogo motivo literario tiene su contex
narrativo, dan a la obra su confi sus diferentes formas: apólogos, entre personificaciones alegóri to histórico en la existencia del
guración definitiva. Dicho tér cuentos, ejemplos, fábulas, etc. cas (a través del cual se realiza un reino de Granada como último
mino, aplicado al teatro, se utili Esto ocurre, p. e., en la cultura comentario satírico sobre las cos reducto de la presencia árabe
za en tres acepciones: a) Como grecolatina con las obras fabu- tumbres y la actualidad política y en España. En el siglo xv surge en
sinónimo de puesta en escena. lísticas de Esopo y Fedro o en la religiosa de la época) y ciertos Castilla una especie de fascina
b) Como conjunto de actividades Edad Media con las recopilacio rasgos y recursos teatrales análo ción por la vida y costumbres de
que hacen posible esa puesta en nes de sermones, sentencias, fá gos a los de la farsa. A este tipo de los árabes granadinos, de quie
escena: elección de un proyec bulas, etc. En este sentido desta obras pertenecen, en la literatura nes se admira la belleza y hijo de
to escénico, a partir de una deter can tres obras importantes: el francesa, Le Concite de Bale (1432), su arquitectura, el buen gusto
minada obra; reparto de papeles Libro de los ejemplos por abe, de Bien avisé et mal avisé (1439), etc., en el vestir, sus modos exquisi
a los actores, ensayos, prepara Sánchez de Vercial, el Libro de y, en la española, ciertos debates tos de relación, su elegancia y
ción del *vestuario, ^utilería y Buen Amor, de Juan Ruiz, y El en los que surgen figuras alegóri destreza en la equitación y en el
^decorado; disposición de la lu Conde Lucanor, de Don Juan Ma cas como la fe, el pecado, la vir combate y hasta el desarrollo de
minotecnia, efectos especiales, nuel. Con respecto a este último, tud, el buen consejo, etc. Aunque sus técnicas agrarias. Esta ad
maquillaje, etc. c) Composición en los dos versos con que termi el nombre de «moralidad» no miración por el moro granadi
de la estructura y ritmos narrati nan sus cuentos se resume un aparece expresamente mencio no es especialmente notable en
vos de un espectáculo teatral a mensaje aleccionador en forma nado, a este género de obras per una serie de romances moriscos
partir de escenas fragmentarias o de moraleja: «Faz siempre bien et tenecen textos como la Farsa mo surgidos tras la conquista de
MOTE 332 333 MOZÁRABE
Granada (centrados en perso GLOSA destino, el amor contrariado por cida, a la que deben someterse
najes ficticios que lo represen Consintiendo cativarme la sociedad, etc. Determinados sus miembros, ya que, en princi
tan como caballero y galante: el de vuestra gracia y beldad, motivos pueden influir, además, pio, se trata de una corriente que
«gallardo Aben Humeya», «el mi vida y mi libertad en la caracterización de ciertos se va abriendo paso y que se ma
valiente moro Tarfe», etc.) y, so olvidé para acordarme. personajes y constituir el tema nifiesta en unos supuestos ideo
bre todo, en la novela morisca: Para acordarme de vos central de la obra: la avaricia, los lógicos y estéticos compartidos
Historia del Abencerraje y de la amor manda, quiere y pide celos, la venganza, etc. Cuando un por autores coincidentes en el re
hermosa Jarifa (1561), Historia que de mí mismo me olvide motivo concreto aparece de for chazo de la escuela previamente
de los bandos de los Zegríes y pues que tal os hizo Dios. ma recurrente a lo largo de una asentada. Por otra parte, en la
Aben cerrajes (más conocida co Cativo sin libertarme obra puede constituir lo que se configuración de un movimiento
mo Guerras civiles de Granada, de fuerza y de voluntad, denomina un ^leitmotiv. es importante la presencia de un
1595), de G. Pérez de Hita, y Oz- mi vida y mi libertad Movimiento literario. Expre guía, rasgo que puede aparecer
mín y Daraja, intercalada en el olvidépara acordarme». sión con la qué se alucié a una co también en otros tipos de asocia
Guzmán de Alfarache (1599), de rriente ideológica, artística y li ción, p. e., en una generación lite
Mateo Alemán. Véanse: casida, Véase: glosa. teraria y al conjunto de autores raria.
GACELA, MOAXAJA, ROMANCE y Motivo. Es la unidad mínima en y obras integradas en dicha co Mozárabe. Término de proce
ZEJEL. que pueden descomponerse los rriente, la cual implica un cam dencia árabe (mustá rib, de ahí mo
Morisco (romance). Véase mo elementos constituyentes de la bio (o ruptura) en relación con el zárabe) con el que se designaba en
risco. fábula o el tema de una obra na sistema establecido. Todo movi ese idioma a los que practicaban
Mote. Es un tipo de glosa cultiva rrativa o dramática. Para B. To- miento supone la agrupación de la lengua romance, denominada
da por algunos poetas de los siglos machevski, los motivos, com unos escritores o artistas com en árabe al ayamiya (aljamía, en
xv y xvi que consta de tres partes: binándose entre sí, forman la es prometidos de alguna forma con castellano), es decir, lengua ex
un verso inicial o «mote» (en el tructura temática de una obra. los objetivos y principios susten tranjera. El término «mozárabe»
que se enuncia el lema de dicha Como ejemplo de motivos cita tados en el ideario del grupo, así vino a aplicarse al ciudadano que,
composición), una redondilla o los siguientes: «Declinó la tarde», como en su desenvolvimiento y «sin ser árabe, se hacía semejante
una quintilla (que acaba con el «Raskolnikov asesinó a la vieja», propagación. En el transcurso de a los árabes» (A. Galmés de Fuen
verso del mote) y una copla caste «El héroe murió», etc. Son frac la historia del arte y de la literatu tes). A medida que fue avan
llana o real, que finaliza igualmen ciones temáticas mínimas, no ra han aparecido diferentes for zando la reconquista, entre los
te con el mote y en la que se glosa o descomponibles. Hay diversos ti mas de agrupación designadas si-glos xi y xui, en las ciudades
comenta lo mismo que en la estro pos de motivos: libres (si pueden con diversos nombres: acaderrjia, conquistadas seguían los mozá
fa anterior, el lema propuesto en el suprimirse sin afectar al entra círculo, capilla, cenáculo, salón, rabes manteniendo elementos de
primer verso del poema. Entre los mado causal-temporal de la fá tertulia, grupo, generación, es cultura árabe. Su actitud frente a
autores de este tipo de composi bula), obligados (si no se pueden cuela, etc. Algunas de estas deno la duplicidad de cultura en la que
ciones figuran J. Manrique, C. de omitir), dinámicos (los que mo minaciones (academia, tertulia estaban inmersos (la de su len
Castillejo, J. del Encina, etc. A es difican una situación o la trans y generación) se estudian en su gua y tradición hispanorroma-
te último pertenece el siguiente forman) y estáticos (si no modifi entrada correspondiente de este nas y la árabe oficial) fue evolu
ejemplo de «glosa con mote»: can la situación). Diccionario; de otras se habla en cionando en el transcurso de los
En teoría dramática el concep * clasificación literaria. siglos desde una posición inicial
«MOTE to de motivo aparece vinculado La noción de movimiento no su de defensa heroica de la cultura,
Olvidé por acordarme. al de tema: p. e., la lucha contra el pone la idea de doctrina estable religión y lengua romance frente
MUDANZA 334 335 MÚSICA Y LITERATURA
a las presiones del árabe (si SÍ casare bien O no. (Versodevuelta) ta; Terpsícore, la danza; Erato, posterior. Así, p. e., en los himnos
glos vm-x) hasta un repliegue a Dizen queme case yo: la poesía lírica (especialmente la y epitalamios de la poesía griega,
la vida privada (el mozárabe se no quiero marido, no [...]». erótica) y el canto coral de tipo lí el verso formaba parte del canto,
mantiene como habla familiar) a rico; Melpómene, la tragedia; Ta que iba acompañado de música
partir de la invasión almorávide (Gil Vicente) lla, la comedia y la poesía bucóli con la cítara y con la lira. Otro
(s. xi). Ésta provoca la huida en ca; y Urania, la astronomía. Estas tanto ocurría con los salmos bí
masa de cristianos hacia el norte, Véanse: villancico y zéjel. funciones aparecen enunciadas blicos y los cantos litúrgicos de la
con la consiguiente decadencia Muletilla. Palabra o expresión en el siguiente soneto de Mora- Iglesia, en los que la música ser
de la comunidad mozárabe de que, por hábito defectuoso, se re tín: vía de apoyo al canto, resaltando
Al-Andalus. Sobre la creación li pite innecesariamente en la con el contenido del texto poético-re-
teraria en mozárabe, véanse: jar- versación o emisión de un texto «Sabia Polimnia en razonar sonoro ligioso. En la literatura española,
cha y MOAXAJA. («¿no entiendes?», «Va y dice...», verdades dicta, disipando errores, ya desde la lírica primitiva, las
Mudanza. Estrofa que en el vi «¿Verdad?») y que constituye una mide Urania los cercos superiores jarchas, las canciones de amigo
llancico, zéjel y canción medieval especie de «tic» lingüístico que de los planetas y el luciente coro. gallegas y los villancicos castella
sigue a la cabeza o estribillo. En el sirve de apoyatura a la comunica Une en la historia abinterés decoro nos eran textos poéticos desti
villancico está formada general ción. Ciertos escritores utilizan Clío, y Euterpe canta los pastores; nados al canto. En la poesía tro
mente por una redondilla, y en el con especial destreza este recurso mudanzas de la suerte y sus rigores vadoresca aparecen numerosos
zéjel por los tres versos monorri- para caracterizar a determinados Melpómene feroz, bañada en lloro; poemas acompañados de músi
mos. Ejemplos: personajes: p. e., el «pa chasco» Calíope victorias; danzas guía ca; p. e., en las Cantigas de Santa
que B. Pérez Galdós pone en boca Terpsícore gentil; Erato en rosas María de Alfonso X el Sabio, sal
Villancico: de los Izquierdo, en Fortunata y cúbrelas flechas del Amor y el arco: vo una, todas las composiciones
Jacinta, como muletilla familiar pinta vicios ridículos Talía poéticas vienen igualmente acom
«Partir quiero yo, (Estribillo)
que se repite en tío y sobrina. en fábulas, que anima, deleitosas, pañadas de música. La música fi
mas no del querer,
Musas. Término de origen grie y ésta le inspira al español Inarco». gura también en los inicios del
que no puede ser.
go (mousai, en latín musite) con (L. Fernández de Moratín) teatro con los dramas litúrgicos
El triste que quiere (Mudanza)
el que se designa en la mitología a de Navidad y de Pasión (Autos) y
partiry se va,
adonde estuviere un grupo de divinidades femeni Música y literatura. Las rela en los «Misterios» catalanes y va
sin sívevirá: nas relacionadas con la música, ciones entre música y literatura lencianos. Al final de la Edad Me
la danza, las ciencias y la literatu son evidentes en los textos poéti dia y en los comienzos del Rena
mas no que porna (Verso de enlace)
ra, en sus diversos géneros. Su cos sujetos a una métrica, en los cimiento aparece una serie de
en otra el querer,
número queda definitivamente que el ritmo acentual, la rima composiciones musicales que sir
que no puede ser».
establecido en la Teogonia de He- (cuando existe), las recurrencias ven de acompañamiento a textos
(Cartagena) síodo, donde aparecen mencio fónicas y paralelismos compor poéticos del mismo nombre: el
nadas las nueve musas. En lo re tan un valor melódico indudable. madrigal, el villancico, la canción
Zéjel:
ferente a sus funciones, parece Pero es que, además, música y y los romances. Entre los roman
«Dizen que me case yo: (Estribillo) que ya en los últimos tiempos de poesía han coexistido como par ces con música para vihuela re
no quiero marido, no. Roma cada musa presidía una fa tes integrantes del canto desde los sultan los más conocidos el
Mas quiero vivir segura (Mudanza) ceta del arte: Calíope, la poesía inicios de las literaturas bíblica y «Conde Claros», «Paseábase el
n’ esta sierra a mi soltura épica; Clío, la historia; Polimnia, grecolatina, que constituyen el rey moro» y «Triste España sin
que no estar en ventura la pantomima; Euterpe, la flau sustrato de la literatura europea ventura», este último de Juan del
MÚSICA Y LITERATURA 336 337 MUTIS
Encina. En el Siglo de Oro, es en llancicos», etc. Entre sus zarzue mientos de vanguardia, en fuente el teatro del Siglo de Oro, la de
el teatro donde la música obtiene las más conocidas figura Las se de inspiración para la búsqueda marcación de las escenas se reali
su mayor acogida. En las listas de gadoras de Vallecas (1768), con de recursos melódicos y de nue za a través de las acotaciones en
miembros de las compañías de música de A. Rodríguez de Hita. vos ritmos (en Rubén Darío y los las que se especifican las entradas
teatro se incluían músicos que a También la ópera tuvo un gran modernistas) y en modelo de y salidas de los personajes. La sali
lo largo de la representación tea cultivo en esta época, gracias a la composición del poema para es da o retirada de escena se indica
tral participaban en los entreme llegada de Farinelli y P. Metasta- critores como G. Diego, para con las expresiones «vase» (si es
ses, bailes, jácaras y mojigangas. sio a Madrid. Durante el siglo xix quien «la más pura e inaccesible un personaje), «vanse» (si son va
En los autos sacramentales la mú continúa el gusto por la ópera. poesía empieza donde concluye rios), «vase y calla», etc. El térmi
sica era igualmente un elemento Existen intentos de creación au la palabra y nace la música [...]». no «mutis» se utiliza en diversas
fundamental. Hay, no obstante, tóctona por parte de músicos Véanse: ópera y zarzuela. expresiones peculiares del len
dos formas de representación y escritores relevantes. Larra Mutis. Voz de origen latino (mu- guaje teatral: «hacer mutis» (salir
dramática en las que la música escribió en 1832 el libreto para tare: cambiar de sitio; mutus: de escena), «hacer mutis por el
está íntimamente vinculada al una ópera de estilo «rossiniano» mudo, silencioso) «que emplea el foro» (salida del personaje por el
texto: la ópera y la zarzuela. Los cuya música era de T. Genovés; apuntador en la presentación tea fondo o foro del escenario), «me
dos primeros creadores de ópera G. A. Bécquer compuso también tral o el autor en sus acotaciones dio mutis»: cuando un actor si
en España son Lope de Vega (con el libreto de la ópera de J. Espín, para indicar que un actor debe mula retirarse de la escena y entra
La selva sin amor) y Calderón titulada Esmeralda, etc. En el si retirarse de escena» (DRAE). En nuevamente.
(con La púrpura de la rosa, 1660). glo xx, la interrelación entre mú
La primera zarzuela de la que se sica y literatura se incrementa
conserva la partitura es Los celos notablemente. Un hecho llamati
hacen estrellas, de J. Vélez de vo es la presencia de piezas musi
Guevara con música de Juan Hi cales que toman su asunto de tex
dalgo. tos literarios: p. e., M. de Falla
En el siglo xvm la música ad compu&o la música para El reta
quiere un auge excepcional en blo de Maese Pedro, adaptación
las representaciones dramáticas. escénica de un episodio del Qui
Surgen nuevas piezas que consi jote, y utilizó textos de Verdaguer
guen una gran acogida del públi para la Balada de Mallorca y La
co, p. e., La espigadera (1788), de Atldntida, que dejó inconclusa;
Ramón de la Cruz, con música J. Turina compuso Rima (1911)
de P. Esteve; Los menestrales, de sobre un poema de G. A. Bécquer;
C. M.“ Trigueros, con música I. Albéniz escribió una ópera so
de B. de Laserna, y Las bodas de bre Pepita Jiménez, de J. Valera, y
Camocho, con letra de J. Melén- P. Sorozábal compuso otra (Adiós
dez Valdés y música de Esteve. a la bohemia, 1933) con libreto
Por su parte, Ramón de la Cruz de Pío Baroja, etc.
introduce en sus sainetes compo En la literatura contemporánea la
siciones musicales como los «co música se ha convertido, a su vez,
ros», «minués», «pastorelas», «vi desde el simbolismo y los movi-
339 NARRATIVA
y que abarcan desde el mito a las ción, voz, aspectos, modos, tiem lepsis; ‘prolepsis, *elipsis, etc.), de Ch. Darwin (El origen de las
tiras cómicas o al cine. En esta úl po, espacio, personajes, etc. Estos los aspectos y modos (‘punto de especies, 1859) y de C. Bernard
tima acepción, dicha ciencia se elementos de composición y las vista, ‘focalización o perspecti (Introduction a l’étude de la mé-
reconoce bajo diferentes denomi mencionadas categorías del relato va, distancia, alternancias, ‘mi dicine expérimentale, 1865). El
naciones: «Gramática narrativa», han sido estudiados sistemática mesis y ‘diégesis, etc.), la ‘voz principio de que las leyes de la
«Semiología del texto narrati mente por diferentes investigado como instancia narrativa múlti herencia condicionan la conduc
vo», «Semiótica narrativa», «Se res, entre los que destacan los ple, ‘niveles narrativos, ‘funcio ta del hombre (Dr. Lucas) forma
miología del relato», «Narrativa», formalistas rusos (V. Sklovski, nes del narrador, ‘narratario, etc. parte de la concepción determi
«Teoría de la narración» y, final B. Tomachevski, etc.), V. Propp, Para el estudio de todos estos nista de la vida que late en la obra
mente, narratología, designación C. Lévi-Strauss, M. Bajtin, T. To- conceptos se remite al lector a las de Zola, principio reforzado por
que se va imponiendo en los estu dorov, R. Barthes, G. Genette, etc. entradas correspondientes en este la aceptación de otros condicio
dios de los últimos años. Véase: Ha sido^este último quien ha lo Diccionario. Véanse: cuento, nantes formulados por Taine:
NARRATOLOGÍA. grado sistematizar una sólida y EPISODIO, FÁBULA, NARRACION, los de raza, medio y momento. Es
Narrativa hispanoamerica bien estructurada teoría del rela NARRADOR, NARRATARIO, NA te determinismo se consolida con
na. Véanse antinovela, gau to, recogiendo eclécticamente las RRATIVA, NOVELA, RELATO SE- el magisterio de C. Bernard (cuyo
chesca, INDIGENISMO, NATU aportaciones de los investigado CUENCIAL, TIEMPO, TRAMA y método experimental, aplicado a
RALISMO, NEGRISMO, NOVELA res precedentes. VOZ. la fisiología, intentará Zola tras
HISTORICA, NUEVA NOVELA, Para ello, Genette comienza defi Naturalismo. Término con el ladar a la literatura) y con el con
REALISMO MAGICO y ROMANTI niendo los tres elementos esen que se designa un movimiento li cepto darwiniano de la lucha por
CISMO. ciales en la configuración de un terario surgido en Francia en la la vida como móvil de conduc
Narratología. Término con el texto narrativo: la ^historia (los segunda mitad del siglo xix y ta de los individuos y grupos so
que se denomina una ciencia que acontecimientos) el *relato (el extendido por varios países de ciales. Esta lucha por la vida ori
abarca y sistematiza los conoci «enunciado verbal» de esa histo Europa, entre ellos España, don gina una selección natural de los
mientos de teoría del relato en sus ria: el texto) y la ^narración (el de se desarrolla en la década de mejor dotados (por su vigor, in
diferentes aspectos. Dicha ciencia acto de narrar). A continuación los años ochenta. Dicho término teligencia y creatividad) y pres
se divide en dos partes funda estudia las relaciones entre relato es utilizado por É. Zola, iniciador cribe el puesto que el hombre
mentales: narratología temática e historia, entre relato y narra de este movimiento, con un sig va a tener en la sociedad. Sin em
(centrada en la «historia» del rela ción y entre historia y narración, nificado nuevo, procedente del bargo, la actual organización so
to) y narratología/orniu/ o modal, teniendo como punto de partida campo de las ciencias «natura cial ha provocado que la selec
en la que se analizan los relatos en las tres categorías siguientes: les», que entonces gozaban de ción ya no sea natural, sino
cuanto modos de representación a) el * tiempo: «donde se expresa gran prestigio. En la formación producto artificial de las condi
de esa historia. A la narratología, la relación entre el tiempo de la del naturalismo,"como estética li ciones socioeconómicas y socia
como ciencia global, corresponde historia y el del relato»; b) el * as teraria y como doctrina, influ les por las que una minoría, que
el estudio de la teoría del relato pecto: «la manera como la histo yen, en cuanto a las técnicas ha concentrado los resortes del
con sus diferentes elementos de ria es percibida por el narrador»; narrativas, Balzac, Stendhal! y poder, explota al resto y lo reduce
composición (unidades narrati c) el *modo: «el tipo de discurso G. Flaubert, y, en su transferido a condiciones de existencia em-
vas, acción y función, fábula y utilizado por el narrador». antropológico y social, las obras brutecedoras. El novelista ha de
trama, estructura, niveles narrati De acuerdo con este esquema es del Dr. Lucas (Traité de V héredité describir en sus obras estas for
vos, etc.) y otras categorías funda tudia las peculiaridades del tiem naturelle, 1850), de H. Taine (Es- mas sociales y las circunstancias
mentales como las de focaliza- po del relato (*anacronía, ‘ana- sais de critique et d’histoire, 1857), (trabajo, vivienda, etc.) degrada-
NATURALISMO 342 343 NEGRISMO
doras de la vida de los indivi Bazán, B. Pérez Galdós) y quie des novelistas, como Clarín (Su y de una antología: Mapa de la
duos, sin ocultar las realidades nes lo rechazan: P. A. Alarcón, único hijo, 1891), Galdós (desde poesía americana, 1946), N. Gui-
más repulsivas. J. M.a de Pereda y J. Valera. E. Par Ángel Guerra, 1890-1891), E. Par llén (Motivos de son, 1930; Són-
De estos presupuestos estéticos e do Bazán publica, en 1883, su do Bazán (Una cristiana, 1890), goro Cosongo, 1931), el cita
ideológicos derivan los rasgos ensayo sobre el naturalism^o: La etc., han abandonado ya los mé do A. Carpentier, Rosa-Nieves,
del naturalismo: a) concepción cuestión palpitante.\ Desde]* co todos y temática naturalistas. M. del Cabral, etc. La temática
determinista de la vida, antropo mienzos de los ochenta aparecen Véanse: novela experimental predominante gira en torno a los
logía materialista (los instintos, las primeras novelas naturalistas y realismo. problemas de afirmación social
sexual, de posesión y de poder, de Galdós: La desheredada (1881), Negrismo. Término con el que del negro y de sus peculiaridades
condicionan la conducta del hom El doctor Centeno, Lo prohibido se reconoce un movimiento lite culturales: mestizaje, esclavitud,
bre) y un pesimismo fatalista res (1885), etc. En cuanto a las nove rario surgido en la segunda déca rechazo de la civilización euro
pecto al destino del ser humano las de Pardo Bazán (Los Pazos de da del siglo xx en Centroamérica pea, descubrimiento del «alma
en la actual organización social; Ulloa, 1886, La Madre Naturale y América del Sur que convierte negra», de la mujer mulata, vuel
b) en cuanto a técnicas narrati za, 1887), el influjo de la heren al negro y su problemática hu ta a las raíces folclóricas y cultu
vas: objetivismo, basado en la cia, la degradación bestial de mana -especialmente social- en rales del pueblo negro, etc.
observación, experimentación ciertos personajes, la presión tema fundamental de sus preo Entre los rasgos estéticos pecu
y documentación; descripciones de los instintos, etc., responden cupaciones y de su creación esté liares de esta poesía negra sobre
minuciosas de ambientes, espa más bien a los tópicos de un na tica. Aunque este tema del negro salen una expresividad evoca
cios y personajes, con prevalente turalismo «aparente», utilizado tiene antecedentes en algunos dora de los ritmos de la danza
atención a los grupos humanos como instrumento literario in poetas del Siglo de Oro (Gil Vi negra, la sencillez de recursos es
(personaje colectivo: la mina, la cluso en alguna novela de Pereda cente, Lope de Vega y Quevedo) y tilísticos, la relevancia de los va
fábrica, etc.); presentación de ti (La Montálvez), de Palacio Valdés en escritores hispanoamericanos lores acústicos de la lengua, con
pos individuales dominados por (LaEspuma, 1891), etc. de los siglos xvii al xix (Silvestre sus virtualidades sugeridoras y
el «temperamento» y el medio y A comienzos de la década de los de Balboa, 1563-1649;y los cuba rítmicas, la presencia de léxico
en muchos casos embrutecidos; noventa se produce un cambio en nos Domingo del Monte, 1804- afronegroide («Yoruba soy, soy
c) la acción de estas novelas, muy los gustos de escritores y público 1853, y J. F. Manzano, 1797-1854, lucumi / mandinga, congo, cara-
extensas, es de escasa compleji en Europa. En Francia, a raíz de que era negro y esclavo), es ahora balí») y de topónimos africanos;
dad; d) en relación con el lengua la publicación de La tierra (1887), cuando se desarrolla en plenitud la rima aguda, en la métrica, lo
je y estilo, sencillez y vigor ex de Zola, surge una crispada reac dicho movimiento. Su expresión que intensifica las resonancias
presivos, abundancia de léxico ción entre jóvenes escritores (Ma literaria, aunque aparece en la rítmicas de la danza negra; y,
científico y de vocablos de argot, nifiesto de los cinco) que critican la modalidad narrativa (p. e., la no como figuras literarias peculia
utilización del estilo indirecto li vulgaridad y la pseudoexperi- vela Ecue-Yamba-O, de A. Car- res, la *onomatopeya y la *jitan-
bre (herencia de Flaubert), etc. mentación científica presentes, a pentier), logra su mayor desarro jáfora. En cuanto a los motivos,
El movimiento naturalista, con su juicio, en la narrativa de Zola. llo en la llamada poesía negra, además de los apuntados, el de la
solidado en Francia en la década Por esas fechas, en España, a ex mulata o afroamericana. Entre mujer mulata («mulata, mora,
de los setenta, comienza a cono cepción de V. Blasco Ibáñez (que sus cultivadores figuran L. Palés morena», de N. Guillén), la ser
cerse en España a finales de esa se autoproclama discípulo de Matos (Canción festiva para ser piente («Sensemayá», de Gui
misma década y provoca una Zola y cuyo influjo es evidente en llorada y Tuntún de pasa y-gr¡fe llén), la magia, los hechizos, etc.
agria polémica entre escritores varias de sus novelas, como Ca ria, 1937), E. Ballagas (autor de Némesis. Término griego (ne-
partidarios (Clarín, E. Pardo ñas y barro, 1902, etc.), los gran Cuaderno de poesía negra, 1934, mesis: indignación, venganza) que
NEOCLASICISMO 344 345 NEOLOGISMO
en la tragedia clásica evoca la ac con la denominación de «neocla rica de los errores y vicios socia Neologismo. Palabra nueva que
ción de la justicia divina que sicismo». les) con la manifestación de los surge en una lengua, ya sea por
irrumpe fatalmente sobre el hé Por lo que respecta a España, sentimientos, que sustentan el creación, composición, deriva
roe en castigo de su error (amar- aunque con la Poética (1737) de desarrollo de la trama y provo ción o imitación de otras existen
tia: pecado, error), consistente I. Luzán culmina la ruptura con can su desenlace, en el que que tes en dicha lengua o bien por
en haberse excedido en sus atri el Barroco (iniciada con la publi dan a salvo la verdad y la virtud. préstamo de vocablos proceden
buciones o en el orgullo u obsti cación del I volumen del Teatro Véanse: clasicismo, ilustra tes de otros idiomas. La apari
nación (hybris) en persistir en su Crítico Universal, 1726, de Fei- ción, PRERROMANTICISMO y RO ción de neologismos se debe a
propósito a pesar de las adver joo) y se va imponiendo la Ilus COCÓ. necesidades de designación de
tencias para que desista de su tración (una expresión estética Neoclásico. Término acuñado nuevos conocimientos científi
empeño. Este comportamiento del movimiento ilustrado sería, por la moderna historiografía me cos, técnicos, usos y realidades
suscita la ira de los dioses, que según J. Arce y J. Caso, el *roco- diante la amalgama de dos voces: sociales y a la búsqueda de ma
aplastan el orgullo del protago có, predominante entre 1765 y neo (del griego neos: nuevo) y clá yores posibilidades expresivas
nista trágico y provocan su inme 1780), es el período que va de sico, del latino classicus, con el que de un idioma en el campo de la
diata caída. 1780 a 1808 el que podría consi se designaba a la clase social más creación estética y literaria. El
Neoclasicismo. Corriente lite derarse como propiamente neo alta y, en el plano del arte, a aque neologismo puede ser léxico, si es
raria que se produce en España clásico, ya que, por una parte, en llos autores selectos (classici) con un término nuevo en su signifi
y en el resto de Europa en el si él se afirma dicha corriente des siderados como modelo de imita cante y significado (p. e., «glose-
glo xvm en la que se propugna de el punto de vista de los princi ción por la perfección de su estilo. mática»), o semántico, en el caso
una vuelta a la estética literaria pios (segunda edición de la Poé La palabra «clásico» es utilizada de que un vocablo, ya existente,
del clasicismo, que presenta, co tica de Luzán) y, por otra, se pro por los escritores del siglo xvm adquiera con el transcurso del
mo notas peculiares, la imitación duce lo más significativo de la para designar, especialmente, a tiempo un nuevo significado; p. e.
de los escritores grecolatinos, a creaciónlieoclásica en poesía y, los autores de la cultura grecolati- «afeitar» designaba en el siglo xvii
los que se considera como mode sobre todo, en teatro a través de na elegidos como modelos, pero no rasurar la barba, sino «quitar
lo, y la aceptación de las normas la comedia de Leandro Fernán también a aquellos escritores se los hombres el cabello», según
estilísticas de la preceptiva clási dez de Moratín. En sus cinco españoles del Siglo de Oro que S.de Covarrubias (1611).
ca: verosimilitud, imitación de la obras (El viejo y la niña, 1790; El comenzaron a ser considerados En la historia de la lengua y de la
naturaleza, respeto a las reglas de Barón, 1803; La mojigata, 1804; como tales en el llamado «neocla literatura españolas ha habido
cada género (entre ellas, las tres La comedia nueva, 1792, y El sí de sicismo». En dicho siglo, autores épocas en las que se advierte una
unidades de acción, tiempo y lu las niñas, 1806), sobre todo en como Garcilaso, Boscán, Fray Luis mayor afluencia de neologismos,
gar), exigencias del decoro, etc. esta última, consigue elaborar el de León, Lope de Vega, Góngora, coincidente con grandes cambios
Dicha estética clasicistá se desa modelo de una comedia neoclá Quevedo, Calderón, etc., son con de tipo cultural y estético. Esto
rrolla y perfecciona en Italia a lo sica que respeta, sin forzar, las siderados modelos «clásicos» por ocurre, p. e., al final de la Edad
largo del siglo xvi, es asumida en tres unidades y demás exigencias los miembros de la Academia del Media (abundancia de neologis
Francia en el siglo xvn y sistema de la comedia clásica, incluidas la Buen Gusto de Madrid (1749- mos de procedencia latina en
tizada en el Arte poética (1674) verosimilitud, el decoro y la sen 1751), considerada como «el pri J. de Mena), en el Barroco (ten
de Boileau y se expande nueva cillez y naturalidad en los com mer cenáculo poético al que es lí dencia cultista en Góngora y crea
mente, bajo el influjo cultural de portamientos y expresión de los cito llamar neoclásico» (D. T. Gies tividad lingüística en Quevedo),
Francia, por el resto de los países personajes. A ello se une la armo y R. P. Sebold). Véanse: clásico, en el siglo xvm (afluencia de ga
latinos a lo largo del siglo xvm nía de lo intelectual (visión satí ILUSTRACIÓN y NEOCLASICISMO. licismos) y en la transición del
NEOPOPULARISMO 346 347 NEORRETÓRICA
xix al xx: proliferación de hele en este culto a las formas métri velistas E. Vittorini, C. Pavese, Neorretórica. La expresión
nismos y voces de otros idiomas cas de la poesía tradicional (ro I. Calvino, V. Pratolini, C. Cassola, «nueva retórica» aparece con el
en los poetas modernistas, crea mance, coplas, villancicos, zéjel), P. P. Pasolini, etc., tiene en sus ini título de una obra de Ch. Perel-
ción de neologismos por deri y, en el teatro, Lope de Vega, Tir cios un compromiso (impegno) man y L. Olbrechts-Tyteca (Trai-
vación en Unamuno y, ya en el si so de Molina, etc., los insertan en social y político. Conciben la obra té de Rargumentation: la tiouvelle
glo xx, incorporación, con fines sus obras teatrales. Esta tenden de arte como una forma de cultura Rhétorique, 1958) en la que se
estéticos, de léxico jergal y caló cia reaparece con los románti y de responsabilidad cívicas y produce una revalorización de la
en textos de Valle-Inclán, etc. La cos (uso frecuente del romance), como una búsqueda de interpre retórica grecolatina y, en concre
creación de neologismos es tam pero es en el siglo xx, con poetas tación crítica de las realidades so to, de la de Aristóteles, de la que
bién abundante en la experimen como Machado, Lorca, Alberti, ciales. Rasgos peculiares de esta recoge el tratamiento que dicho
tación verbal de ciertos nove etc., cuando el cultivo de las di narrativa de la Resistenza son la filósofo dedica a la argumenta
listas hispanoamericanos, como versas formas de poesía popular abundancia de diarios, crónicas, ción.
J. Cortázar, G. Cabrera Infante, adquiere gran relevancia. memorias y relatos inspirados en A partir de los años sesenta del
S. Sarduy, etc. Neorrealismo. Término con el dicha realidad política, la atención siglo xx, una serie de lingüistas y
Neopopularismo. Corriente li que se designa una corriente lite a la tradición narrativa popular a estudiosos de la teoría de la lite
teraria que se manifiesta en algu raria y cinematográfica que se la que se sienten ligados, la impor ratura (R. Barthes, T. Todorov,
nos poetas de la Generación del produce en Italia entre 1940 y tancia concedida a las realidades G. Genette, J. Dubois, etc.) han
27, especialmente en F. G. Lorca y 1950 y que ya había sido utiliza colectivas, la objetividad como contribuido a recuperar el cono
R. Alberti, y que responde a una do por el crítico A. Bocelli hacia técnica narrativa (el atenerse a las cimiento y valor de la retórica
tendencia recurrente en la litera 1930 para clasificar un conjunto cosas «que hablan por sí solas»), la clásica y a relacionar, desde los
tura española a volver sobre las de obras surgidas como reacción preponderancia de elementos no presupuestos de la lingüística
fuentes de la tradición oral, el fol a la literatura esteticista y forma minales, congruente con el objeti contemporánea, los mecanismos
clore y la poesía popular como lista de la época y que se distin vismo, y la coexistencia de niveles expresivos de la lengua literaria
base de inspiración temática y guían por su tendencia a la ob lingüísticos diferentes: regionalis correspondientes con las figuras
formal. Dicha tendencia se ad jetividad en el análisis de la mos, jergas, etc. y tropos que en la retórica greco
vierte ya a finales del siglo xv, en conducta de los personajes y de En España se conoce también latina se integraban en la elocutio.
la etapa de los Reyes Católicos, los ambientes sociales, al estilo con el nombre de «neorrealis Uno de los grupos que más ha
en la que músicos y poetas (J. del de Los indiferentes (1929), de mo» un movimiento literario sur contribuido a potenciar el valor
Encina, Gil Vicente, etc.) se inte A. Moravia. La aplicación del tér gido hacia 1950 (al igual que en de la retórica ha sido el llamado
resan por cantos populares, vi mino mencionado a la escuela ci Italia, coincide en su aparición Grupo de Lieja, o Grupo M, diri
llancicos y romances. Este gusto nematográfica italiana ocurre con con una corriente cinematográfi gido por J. Dubois, que trata de
por lo popular se muestra igual la aparición de la película Obse ca del mismo signo: p. e., la pelícu recuperar, desde la lingüística
mente en el culto a los dichos y sión (1942), de L. Visconti, deno la de J. A. Bardem, Muerte de un contemporánea, los valores de
refranes (como muestra de sabi minación que asume el mismo ciclista, surge en 1955, año en que la antigua retórica con respecto
duría del pueblo) por parte de director. Obras clave en la conso se publica la novela de R. Sánchez al lenguaje literario. Éste es con
los humanistas, que seguían en lidación de dicha escuela son Ferlosio El Jarama) y protagoni cebido como un «desvío» de la
ello el magisterio de Erasmo. Gran Roma, ciudad abierta, de R. Ros- zado por escritores como I. Alde- norma; diferentes formas de ex
des escritores del Siglo de Oro, sellini; Ladrón de bicicletas, de coa, R. Sánchez Ferlosio, J. Fer presión de este «desvío», conoci
como Lope de Vega, L. de Góngo V. de Sica, etc. El neorrealismo nández Santos y C. Martín Gaite. das como *metáboles, se estu
ra, F. de Quevedo, etc., participan literario propugnado por los no Véase: neorrealismo social. dian desde los diversos planos
NEW CRITICISM 348 349 NEW CRITICISM
(expresión-contenido) y niveles de la antigua retórica (inventio, duce en Estados Unidos a partir se interaccionan. Objetivo prio
lingüísticos (morfológico: *me- dispositio, memoria y actio), di de los años treinta del siglo xx y ritario del crítico es descubrir di
taplasmos; sintáctico: *metata- cha ciencia se perfila como una cuyos representantes más conoci cha estructura y la organización
xis; semántico: *metasememas); retórica general, conformadora dos son J. C. Ransom, A. Tate, C. retórica de un texto en sus dife
hay un cuarto tipo de metáboles de mecanismos de análisis de los Brooks, R. P. Warren, etc. Inicial rentes niveles de significado. En
que pertenecen a la lógica y afec diferentes textos y, en especial, de mente, este grupo de críticos con el análisis de los textos poéticos,
tan a la relación signo-referen los textos literarios. La retórica se cuerda en su oposición a la crítica hay que tener en cuenta tanto esa
te: los *metalogismos. Los meta- convertiría, de esta forma, en una anterior, lastrada, a su juicio, de estructura (que revela el compo
plasmos y metataxis son figuras ciencia del texto. Por lo que res psicologismo, moralismo e histo- nente racional) como la textura,
de la expresión; los metaseme- pecta a la pragmática, entendida ricismo y carente de rigor cientí consistente en los elementos no
mas y metalogismos lo son del como práctica de la comunica fico, al utilizar un vocabulario relevantes lógicamente (metro,
contenido. De acuerdo con este ción y mutua influencia entre cargado de expresiones emotivas rima, etc.), que son específicos
esquema ordenan y definen el emisor y receptor, esta rama de y de impresiones subjetivas en de la lengua poética; 2) recha
funcionamiento de las figuras y la semiótica concuerda con la re vez de analizar los textos con un zo de la separación clásica entre
tropos, reproduciendo, en defi tórica clásica en su concepción léxico apropiado a la especifici fondo y forma, aspecto en el que
nitiva, las cuatro operaciones de del lenguaje como medio de ac dad del objeto poético como obra concuerdan con el formalismo
la retórica clásica: supresión, ad tuación sobre el receptor. La prag de arte. Entre las influencias reci ruso, con el que comparten, ade
junción, supresión-adjunción y mática ha contribuido a revalo bidas por dicho grupo, se apun más, la insistencia en dar priori
permutación. Véase: ^figuras. rizar dos partes de la retórica tan las de A. Richards (al que dad a los valores estrictamente
En el último cuarto del siglo xx, antigua olvidadas hasta ahora y siguen en su distinción entre len formales y estéticos de la obra li
desde distintos campos de la lin que atañen a la dimensión prác guaje referencial y lenguaje emo teraria y en la búsqueda de una
güística y de la crítica literaria tica de esta ciencia, entendida tivo y su afirmación del carácter crítica inmanente, al margen de
(*pragmática, lingüística del como arte de la representación: polisémico y ambiguo del len referencias al autor y contexto;
texto, ^semiótica, sociolingüís- la memoria y la actio. Por otra guaje literario), y las de Eliot, que 3) el método de análisis ha de
tica, etc.), la retórica se ha ido parte, se ha subrayado la estrecha propone un análisis de la obra li ser descriptivo y pormenorizado,
convirtiendo en punto de con relación existente entre la prag teraria como «estructura verbal atendiendo a los diversos niveles
vergencia de dichas disciplinas, mática y la dispositio. En definiti autónoma» al margen de las in (función de determinados ele
lo mismo que ocurriera en la va, la neorretórica trata de recu dagaciones de tipo histórico, bio mentos gramaticales, ritmo, si
época grecolatina con la Retórica perar el material conceptual de la gráfico, del autor o de posibles metrías y contrastes, recursos re
de Aristóteles, en la que con retórica clásica y de reorganizar fuentes, aspectos irrelevantes, a tóricos, etc.), pero especialmente
fluían conceptos procedentes de los esquemas de las «partes» de la su juicio, para analizar los valores al semántico, para descubrir la
la poética, de la dialéctica, de la misma, en sus mutuas relaciones estéticos en dicha obra. estructura interna del poema:
ética, etc. En esta convergencia, de sucesión e interdependencia Ransom, en su libro The New valores denotativos y connotati-
la neorretórica se concibe como y en su posible corresponden Criticism, expone los criterios que vos, ironía, ambigüedad, para
una disciplina abierta, por su cia con los niveles de descrip informan esta corriente de crítica dojas, juegos de palabras, imáge
método, a distintos campos del ción lingüística. Véanse: figu literaria: 1) necesidad de una críti nes, símbolos y, sobre todo, las
saber y entendida como una cien ras, PRAGMÁTICA y RETÓRICA. ca «ontológica» del texto literario metáforas, a cuyo estudio dedi
cia general de los discursos. Am New Criticism. Denominación considerado como una estructu can estos críticos una atención
pliando su reflexión, más allá de con la que se alude a una corrien ra (pattern o esquema subyacen primordial; 4) no existe un méto
la elocutio, a las demás partes te de crítica literaria que se pro te) en la que todos sus elementos do uniforme para el análisis de
NORMA 350 351 NOUVELLE CRITIQUE
todos los textos: cada obra, por verbales que le son peculiares y le ★clásicos grecolatinos. El modelo ciones y presupuestos básicos de
su originalidad y características diferencian del resto de los len normativo va cambiando ~ de la antigua crítica académica, co
peculiares, exige un acercamien guajes no literarios. acuerdo con la evolución de las mo verosimilitud, objetividad,
to específico y un método in Norma. Término utilizado en tendencias y gustos estéticos a gusto y «claridad». Tras desmon
ductivo. Para llevar a cabo ese lingüística en una doble acep través de los diferentes períodos tar los presupuestos de dicha crí
acercamiento y análisis de las di ción: prescriptiva y descriptiva. y movimientos literarios, que ge tica, expone su propia concep
ferentes obras, se han de evitar En el primer caso, el carácter nor neran su propia estética y códi ción de la literatura y de la crítica
ciertas ilusiones o «falacias»: a) la mativo incumbe especialmente gos estilísticos. en los siguientes puntos, que po
falacia «intencional» (la «inten a la Real Academia de la Len Noticia. Véase periodismo. drían constituir una especie de
ción» del autor), consistente en gua, que admite y sanciona un Nouveau román, Véase obje manifiesto programático de la
buscar la interpretación de un uso que se ha generalizado entre tivismo. Nouvelle Critique: 1. Hay que par
texto tratando de indagar su gé los hablantes y lo convierte en Nouvelle Critique, Denomina tir del respeto a la «especificidad
nesis y los rasgos psicobiográ- «norma». En sentido descriptivo, ción con la que se conoce una co de la literatura» y del lenguaje li
ficos de su autor; b) la falacia se entiende por norma el conjun rriente de crítica literaria que se terario, que es esencialmente sim
«afectiva», consistente en querer to de usos comunes y constantes desarrolla en Francia en el trans bólico. 2. Esta especificidad de la
determinar los valores de un que constituyen la realización es curso de los años sesenta del si literatura no es puramente estéti
poema por los efectos que la lec tándar de la lengua hablada. Los glo xx y que implica una profun ca, como pretende la antigua crí
tura del mismo produce en sus lingüistas (a partir de Coseriu) da renovación en la metodología tica. La especificidad global de la
lectores; c) la falacia «experimen ponen en relación el concepto de de investigación y análisis de tex literatura implica un dominio de
tal» o creencia de que un texto norma con el de habla (cualquier tos literarios, basada, sobre todo, la lógica, la historia y el psicoaná
sólo llega a la plenitud de su for actualización posible de la len en el estructuralismo lingüístico lisis. 3. La lengua simbólica en la
ma cuando se cree haber logrado gua por parte de los parlantes de y en el conocimiento de la teoría que están escritas todas las obras
una interpretación correcta de la misma) y sistema: el conjunto del formalismo ruso. Participan literarias tendría múltiples senti
los contenidos conceptuales del de leyes que rigen las relaciones en el surgimiento de dicha co dos. Las reglas a las que se aco
mismo, siendo así que los aspec entre las unidades constituyentes rriente lingüistas y antropólogos moda el lenguaje literario son
tos lógicos y racionales no cons de una lengua y que permiten su (R. Jakobson y C. Lévi-Strauss), lingüísticas, por las que el crítico
tituyen el elemento esencial en la funcionamiento. La norma es la psicoanalistas (J. Lacan), semió- trata de comprender las ambi
significación de un poema. De que sanciona la posible correc logos (A. J. Greimas, J. Kriste- güedades del lenguaje y de dar un
hecho, el significado de un texto ción o incorrección de los actos va, etc.), escritores (J. Ricardou, «estatus científico» a las fluctua
poético viene marcado por sus del habla. Ph. Sollers, etc.) y estudiosos de ciones del sentido. 4. Hay que
rasgos de ambigüedad, polise En crítica literaria se entiende teoría y crítica literarias: R. Bar- distinguir entre crítica literaria
mia y su carácter simbólico y me por norma el conjunto de reglas y thes, T. Todorov, G. Genette, (búsqueda del «sentido particu
tafórico, rasgos que serían los procedimientos expresivos que L. Goldmann, Ch. Mauron, J.P. We- lar» de una obra) y ciencia de la
distintivos de la lengua poética. se han de seguir para confor ber, etc. El maestro y portavoz de literatura, que consiste en un
El New Criticism, en último tér marse a un ideal estético repre esta nueva crítica es R. Barthes, «discurso general» cuyo objeto
mino, trata de resaltar la autono sentado por las obras de ios escri que, en respuesta a la crítica con sería la pluralidad de los sentidos
mía de la obra literaria, insistien tores considerados como «mode servadora, que había tachado de de la obra. 5. El objeto de estu
do en la especificidad del hecho lo» de estilo. En el Renacimiento falta de base y de rigor su estudio dio de esta ciencia de la literatura
literario como fenómeno estéti y en el neoclasicismo este mode sobre Racine (Sur Racine), some no serían tanto los autores y sus
co, regido por unas estructuras lo normativo se encuentra en los te a una revisión implacable'no- obras (que han de analizarse co
NOVECENTISMO 352 353 NOVECENTISMO
mo punto de partida), sino el len ruso, aplicación de un contenido G. Miró y E. D’Ors, portavoz del nueva esperanza en el porvenir
guaje en sus dos niveles: el de los conceptual y una terminología Noucentisme catalán, cuyos plan del país y se muestran dispuestos
signos inferiores a la frase (figu derivados de la lingüística con teamientos filosóficos y estéticos a transmitir al pueblo la cultura
ras, fenómenos de connotación, temporánea, consideración del concuerdan en diversos aspec elaborada por las minorías, a tra
etc.) v los signos del discurso su texto literario como un sistema tos con los de este grupo de escri vés de instituciones educativas y
periores a la frase: las diversas de signos, inserción de la poética tores. Dicho grupo es designado de los medios de comunicación.
unidades de las que puede «indu en la lingüística, considerada co también con el marbete de Gene - Marcada actitud europeísta,
cirse una estructura del relato, mo una rama de la semiología o ración de 1914 por J. Marichal, comenzando por el mentor de
del mensaje poético, del texto semiótica, aceptación de la me que considera a esta generación esta generación, Ortega, abierto
discursivo», etc. 6. Hay que crear todología de análisis estructural como la «más importante de la a las corrientes del pensamiento
una gramática del texto y una en el estudio de las obras litera historia intelectual de la España filosófico alemán (discípulo de
lingüística del discurso, «una ver rias, etc. moderna». Una y otra denomi H. Cohén en Marburgo y educa
dadera ciencia de la literatura, Finalmente, dos campos en los naciones vienen siendo utilizadas do en la tradición neokantiana,
conforme a la naturaleza verbal que se ha producido un gran por los críticos para aludir a los deriva luego hacia un pensa
de su objeto». 7. Mientras tanto, avance en esta corriente crítico- mencionados escritores, que, en miento perspectivista y «racio-
existen ya ciertos modelos de literaria son el de la narratolo- su época, aportaron una nueva vitalista»).
análisis del lenguaje literario he gía (con los estudios de R. Bar- sensibilidad intelectual y estética - Por lo que respecta a la crea
redados de la antigua retórica y thes, A. J. Greimas, C. Brémond, y constituyeron una generación ción artística y literaria, se perci
enunciados también por el mo G. Genette, T. Todorov, etc., so puente entre el modernismo y las be un cultivo complementario de
derno psicoanálisis y que permi bre el relato, en continuidad con vanguardias. Los rasgos de tipo los valores intelectuales y de la
ten explicar, p. e., cómo «se esta los estudios del formalismo ru intelectual, estético y literario que sensibilidad en la línea pedagógi
blecen las cadenas de símbolos». so) y el de la revalorización de la caracterizan a esta generación de ca auspiciada por la Institución
Así, se conocen ciertos modelos retórica grecolatina como punto escritores son los siguientes: Libre de Enseñanza. Esa idea es
de transformación lingüística de partida para la creación de - Superación de la tendencia evidente en el pensamiento de Or
como la sustitución (metáfora), una nueva retórica, concebida autodidacta y un tanto anárquica tega y de Azaña (necesidad de
omisión (elipsis), desplazamien como una «ciencia general de los de los escritores del 98 y búsque la educación estética y moral del
to (metonimia), etc., en las dis discursos» (Todorov). Véanse: da de la especialización en un individuo como requisito para
tintas «cadenas de símbolos, ho ESTRUCTURALISMO, FORMALIS determinado campo del saber: una adecuada iniciación políti
mología de relaciones», etc. En MO, LINGÜÍSTICA DEL TEXTO, NA- p. e., A. Castro, Sánchez Albor ca) y en la narrativa de Pérez de
este desvelamiento de los símbo RRATOLOGÍA y NEORRETÓRICA. noz y Madariaga son historiado Ayala.
los que constituyen una obra es Novecentismo. Término con el res, Ortega y D’Ors son filósofos, - Valoración de la literatura co
en lo que consistiría el descubri que se alude a una generación sur Cajal y Marañón, médicos, Me- mo medio de influencia y de trans
miento del sentido déla misma. gida en España en torno a 1914, néndez Pidal, Navarro Tomás y misión de cultura, sobre todo a
Los representantes de la Nouvelle de la qu'é forman parte J. Ortega y A. Alonso, lingüistas y estudio través de un género especialmen
Critique mencionados al prin Gasset (líder intelectual del gru sos de crítica literaria. te cultivado por los escritores de
cipio han coincidido en los si po), R. Pérez de Ayala, G. Mara- - Rechazo de la actitud pesimis esta generación, el ensayo: Orte
guientes presupuestos críticos, ñón, S. de Madariaga, A. Castro, ta del 98, respecto de las posi ga, Castro, Madariaga, Marañón,
metodológicos y temáticos: opo C. Sánchez Albornoz, M. Azaña, bilidades de recuperación de Es D’Ors, etc., son maestros en la
sición a la anterior crítica aca etc., y a la que algunos críticos paña. Los intelectuales novecen- elaboración de esta literatura en-
démica, apertura al formalismo asocian a Juan Ramón Jiménez, tistas aparecen animados por una sayística. Modelo de este tipo de
NOVELA 354 355 NOVELA
obras son las dedicadas por Orte Dada la gran diversidad de mo sía para crear un mundo imagi intriga frente al estudio de la psi
ga al tema de España (España in delos que presenta la novela a lo nario, en el que se funden «expe cología de los personajes. Ejem
vertebrada), al de la crisis de la largo de su historia, es compren riencia soñada y experiencia.vi plo: las novelas de W. Scott.
sociedad occidental en los años sible el hecho de la multiplicidad vida», rasgo que diferencia a la - Novela de personaje: aquella
veinte (La rebelión de las masas), de definiciones ofrecidas por novela («imagen de la vida») del en que el desarrollo de la acción y
al arte de vanguardia (La deshu autores y críticos sobre esta mo cuento maravilloso, donde el na la descripción del entorno están
manización del arte), etc. dalidad narrativa. Véanse como rrador puede, p. e., hacer hablar a supeditados al análisis psicológi
- Desde el punto de vista de la ejemplos indicativos los siguien los animales o a los objetos, etc. co del personaje, p. e., Werther,
lengua y del estilo literarios, fren tes: «Obra fabulosa compuesta a Es evidente que en este concepto de J. W. Goethe.
te a la preponderancia, en el mo partir de las más singulares aven de novela caben tanto la novela - Novela de espacio: aquella en
dernismo, de la sensación, la me turas de la vida de los hombres» (extensa), como la novela corta y que la descripción de los ambien
táfora y el símbolo, se afirma la (marqués de Sade, s. xvm); «una el cuento. La diferencia entre los tes o del marco histórico consti
imagen como entidad creada o novela es un espejo que se pasea a dos últimos y la novela depende tuye el eje central sobre el que se
recreada; frente a la tonalidad lo largo de un camino» (Sten ría, más que de la mayor o menor desarróllala trama: Germinal, de
subjetiva y el predominio del dhal, s. xix); «imagen de la vida extensión, de la construcción, el É. Zola.
sentimiento, se consolida el pla es la novela, y el arte de compo ritmo y el tono que presenta. Así, De la variada gama de novelas
no conceptual. Hay que destacar, nerla estriba en reproducir los ca el cuento y la novela corta supo conocidas, buena parte puede en
además, la excepcional riqueza racteres humanos...» (B. P. Gal- nen una técnica de condensación cuadrarse en alguno de los tres
lingüística de estos escritores. dós, 1898); «fusión de objetividad y concentración sobre la acción tipos mencionados. Así, dentro
Véanse: fin de siglo (crisis de), y fantasía, de mito e historia, de básica del relato, mientras que la de las novelas de acción caben
GENERACIÓN DEL 98, MODERNIS experiencia soñada y experien novela supone un ritmo más len las de aventuras, viaje, policíaca,
MO y REGENERACIONISMO. cia vivida» (M. Vargas Llosa), etc. to y una amplitud congruente espionaje, etc.; a las novelas de
Novela. Término procedente del En estas definiciones dispares se con el diseño de un mundo más personajes corresponderían, en
italiano novella (derivado, a su perciben ciertos rasgos coinci complejo, la configuración pro tre otras, la picaresca, autobio
vez, del latino nova: noticias) con dentes con los que es posible gresiva de los personajes, intriga gráfica, psicológica, sentimental,
el que se denomina en aquel idio aproximarse a la noción de nove más complicada, mayor recu etc.; a la de ambiente: la novela
ma un relato de ficción interme la, que, en definitiva, se concibe rrencia de diálogos, descripcio social, la pastoril, la de costum
dio entre el cuento y el romanzo como el relato de una historia de nes y análisis psicológicos por bres, etc. Sin embargo, hay otros
o narración extensa. La palabra ficción en el que se cuentan he menorizados, etc., por lo que tipos de novelas que pueden cla
«novela», que en el castellano del chos supuestamente ocurridos podría definirse la novela como sificarse según la temática, la téc
Siglo de Oro mantuvo su acep en un mundo imaginario, rasgo un relato extenso y demorado de nica narrativa y la confluencia
ción original de relato breve (en que la distingue de otros subgé una compleja historia deficción. con otros géneros, cuando estos
este sentido la utiliza Cervantes neros narrativos como la biogra En cuanto a la clasificación de la aspectos caracterizan la escritura
en sus Novelas ejemplares), pos fía, el diario de viajes, etc., en los novela, W. Kayser distingue tres de la obra: p. e., en el apartado de
teriormente servirá para desig que se relatan acontecimientos grandes tipos, de acuerdo con el la técnica cabrían la novela epis
narla narración extensa (corres realmente sucedidos. Este carác predominio de uno de estos tres tolar, la experimental, el llamado
pondiente al italiano romanzo y ter de historia de ficción no impi elementos fundamentales en todo Nouveau román, etc. Véanse: an-
al francés román), mientras que de que el novelista pueda utilizar relato: TINOVELA, AVENTURAS, BIZAN
el relato breve será denominado materiales extraídos de la reali - Novela de acción: aquella en TINA (NOVELA), CABALLERESCA
★novela corta. dad, transmutados por la fanta que predomina el interés por la (NOVELA), CUENTO, DESCRIE-
NOVELA DE APRENDIZAJE (O BILDUNGSROMAN) 356 357 NOVELA DOCUMENTAL
CIÓN» EPISODIO, ESPACIO, FÁBU vid Copperfield, de Ch. Dickens, lo largo del siglo xvi había surgi jidad», mientras que la novela cor
LA, HISTORIA, MODO, MOTIVO, etc., y, en la literatura española, la do ya una serie de relatos que po ta se centra tan sólo en un frag
NARRACIÓN, NARRADOR, NOVE primera serie de los Episodios Na dían ser clasificados como nove mento de la realidad, en una parte
LA DE APRENDIZAJE, NOVELA cionales, de B. P. Galdós (en los que la corta: El Abencerraje, de autor de ese mundo. Véanse: cuento,
CORTA, etC., PERSONAJE, PUNTO el protagonista, G. Araceli, va lo anónimo; El Tuzaníde la Alpuja- NOVELA y PATRAÑA.
DE VISTA, RELATO, SECUENCIA, grando, a través de su trayectoria, rra, de G. Pérez de Hita; Ozminy Novela cortesana. Véase cor
TIEMPO, TRAMA y VOZ. una personalidad madura y un Daraja, de M. Alemán, etc. En el tesana.
Novela de aprendizaje (o Bil- prestigio social), Pedro Sánchez, de siglo xvn se produce un amplio Novela de costumbres. Deno
dungsroman). (De bildung: edu J. M.a Pereda; Amor y pedagogía, cultivo de esta modalidad de no minación aplicada a una serie de
cación, y román: novela.) Es un de M. de Unamuno; Camino de velas, entre las cuales cabe citar novelas de carácter realista en las
tipo de relato cuyo protagonista perfección, de P. Baroja, etc. La casa del placer honesto (1620), que se presentan conductas hu
va desarrollando, a lo largo de la Novela de aventuras. Véase de A. J. de Salas Barbadillo, Nove manas de personajes y tipos ana
historia narrada, su personali AVENTURAS. las amorosas y ejemplares (1637), lizados en su contexto histórico y
dad en esa etapa clave que va des Novela bizantina. Véase bi de María de Zayas, La garduña de social como representantes sig
de la adolescencia y juventud zantina. Sevilla (1642), de A. de Castillo nificativos de un grupo humano
hasta la madurez. En dicho pe Novela caballeresca. Véase Solórzano, etc. y de su esquema de valores en el
ríodo se modela su carácter, con CABALLERESCA. Por lo que respecta a las relacio marco de una sociedad concebi
cepción del mundo y destino, en Novela corta. Expresión utili nes entre cuento, novela corta y da como totalidad. A este tipo de
contacto con la vida, que le sirve zada en la crítica literaria espa novela (román), los dos primeros obras pertenece gran parte de las
de escuela de aprendizaje a tra ñola para significar un tipo de presentan ciertos rasgos comu novelas del realismo del siglo xix,
vés de las más diversas experien relato que, en extensión y estruc nes: predominio del argumento p. e., la extensa producción de
cias. Estas experiencias de su iti tura narrativa, se diferencia del sobre la descripción de tipos y H. de Balzac, B. Pérez Galdós,
nerario existencial (obstáculos, cuento y de la novela extensa. El ambientes, ausencia o escasa re etc. Véanse: costumbrismo, na
riesgos, soledad, encuentro de término novela, procedente del levancia de personajes secunda turalismo y REALISMO.
maestros, descubrimiento del italiano novella (de nova: noti rios, una sola o preponderante Novela documental. Expre
amor, etc.) constituyen hitos im cias), al incorporarse al español vibración emocional. Sin embar sión aplicada a una serie de
portantes en esa carrera de apren mantuvo inicialmente el sentido go, hay una primera diferencia relatos en los que aparecen do
dizaje y desarrollo del héroe has que tenía en su lengua de origen: externa, la extensión: un relato cumentos de tipo sociológico,
ta alcanzar la madurez. Como un relato breve, en contraste con de diez o quince páginas difícil periodístico, jurídico, etc., deli
antecedente de esta novela de la narración larga del romanzo mente podría considerarse una beradamente insertos en el uni
formación se han citado las no (román, en francés), término del novela corta uno de cuarenta o verso novelesco. Ejemplo de es
velas picarescas: p. e., Lázaro que carece el español. Cervantes, cincuenta no puede ser un cuen te tipo de novelas serían las de
considera a sus amos, y, en con en su prólogo a las Novelas ejem to. La novela corta implica más T. Capote (A sangre fría, 1966,
creto, al ciego, como maestros. plares, se muestra convencido de extensión, más descripción de narrada con técnica de reportaje
Sin embargo, las obras que repre haber sido el primero en escribir caracteres y ambiente y más diá periodístico), O. Lewis (Los hijos
sentan con mayor precisión el obras de este tipo en castellano, logo que el cuento, y en relación de Sánchez, 1961) y, en la litera
modelo de Bildungsroman son al crear una novela corta, origi con la novela, ésta, aparte de la tura española, las de E. Mendoza
el Wilhelm Meister, de Goethe, el nal en sus argumentos, en el do mayor extensión, constituye un (La verdad sobre el caso Savolta,
Émile, de Rousseau, L’Éducation minio del diálogo, en la perspec intento de reflejar un «mundo 1975), J. Semprún (Autobiografía
sentimentale, de G. Flaubert, Da tiva múltiple, etc. No obstante, a con toda su diversidad y comple de Federico Sánchez, 1977), etc.
NOVELA POR ENTREGAS 358 359 NOVELA GÓTICA
Novela por entregas. Véanse relato se desarrolla, sobre todo, en estética, que tratará de llevar a la lógico son A. Hoyos y Vinent,
ENTREGA y FOLLETÍN. el área anglosajona a partir de la práctica en sus propias novelas, A. Insúa, J. Belda y P. Mata, que,
Novela epistolar. Relato de fic Primera Guerra Mundial, duran consideradas por él como «expe en realidad, fue quien supo «acli
ción escrito en forma de carta que te la Segunda y en la etapa llama rimentales». En el naturalismo matar plenamente al gusto bur
un emisor (el narrador) envía a da de la «guerra fría». Los temas español, algunos novelistas, como gués medio la fórmula erótico-
un destinatario interno al relato más frecuentes son la búsqueda E. López Bago, A. Sawa, etc., in naturalista» (E. de Nora). Para
(*narratario) para contarle aspec de secretos militares, políticos tentando ser consecuentes con ello se sirve de un erotismo insi
tos referentes a su propia vida. En y de nuevas tecnologías, el se los preceptos teóricos de Zola, nuante e incitador, pero exento
la literatura española este tipo de cuestro de científicos, etc. Los produjeron ciertas novelas de de toda crudeza para no escan
relato encuentra en la novela *pi- personajes son espías y contraes «estudio» médico y social, lastra dalizar, unido a una tendencia al
caresca su modelo arquetípico. La pías, que tratan de neutralizar los das por una parcialidad de pers melodrama de la novela de folle
primera de estas novelas, el Laza comportamientos delictivos de pectiva, circunscribiéndose a pre tín. Entre sus obras de mayor éxi
rillo de Tormes, conecta con una aquéllos. Aunque una buena par sentar la parte «enferma» de la to figuran Corazones sin rumbo
tradición coetánea de escritura si te de estas novelas figura entre sociedad, que aparece en distin (1916), Muñecos (1920), El hom
milar: las llamadas «cartas-confe los productos de la llamada *pa- tas novelas como «esencialmente bre que se reía del amor (1924),
sión», lettere volgari y caríe me- raliteratura (las obras de J. Bu- fea, monstruosa», según apuntó etc. La acogida, por parte del pú
saggiere. A partir del siglo xvm, chan, P. Nord, E. Ambler, etc.), A. Sawa a propósito de dos obras blico, de esta literatura erótica
el relato epistolar es utilizado por sin embargo también han sido de López Bago: La prostituta y La parece que fue muy notable gra
J. Cadalso (Cartas marruecas, cultivadas por escritores emi pálida. Véase: naturalismo. cias a la difusión realizada por
1793), J. Valera (Pepita Jiménez, nentes como E. A. Poe (La carta Novela galante (o erótica). El ciertas publicaciones periódicas
1875), B. Pérez Galdós, (La incóg robada), J. F. Cooper (El espía), término «galante», que aparece como El cuento semanal, El cuen
nita, 1889), C. J. Cela (Mrs. Cald- C. Doyle (La última aventura), en la denominación de una revis to galante, La novela semanal, Bi
well habla con su hijo, 1955), etc. J. Conrad (El agente secreto), ta (Vida Galante, 1898) y de una blioteca erótica, Biblioteca galan
En la literatura francesa, la novela G. Greene (El agente confiden colección de novelas eróticas (Ga te, etc. Una situación análoga
epistolar cuenta, entre sus mani cial), J. Le Carré (El espía no vuel lante), dirigidas por E. Zamacois, se produjo en la década de los
festaciones más conocidas, con. ve), etc. En la literatura española se utiliza aquí para designar un ochenta del siglo xx, en la que
Las cartas persas (1721), de Mon- actual, A. Muñoz Molina ha utili tipo de literatura erótica que se lograron un éxito considerable
tesquieu, La nueva Eloísa (1761), zado recursos narrativos de la escribe en España a finales del si ciertas novelas eróticas del tipo
de J.-J. Rousseau, y Las amistades novela de espionaje en El invier glo xix y durante las tres prime de Las edades de Lulú (1989), de
peligrosas (1782), de P. Ch. Lacios. no en Lisboa (1987) y en Beltene- ras décadas del siglo xx y que se A. Grandes.
Véase: carta. bros (1989). manifiesta en las novelas del cita Novela de folletín. Véase fo
Novela erótica. Véase novela Novela existencialista. Véase do Zamacois (Incesto, 1900; El se lletín.
GALANTE. EXISTENCIALISMO. ductor, 1902; Memorias de una Novela gótica. Nombre con el
Novela de espionaje. Subgé Novela experimental. Título cortesana, 1904, etc.) y F. Trigo que se reconoce una serie de nove
nero narrativo relacionado con la de un ensayo en el que É. Zola (La sed de amar, 1902; Las Evas las pertenecientes al tipo de relatos
novela policíaca, la de suspense y (1880) expone los principios del Paraíso, 1909; El médico ru de misterio y de terror cuya intriga
la de aventuras, con las que com ideológicos en los que se funda la ral, 1912, etc.), considerados los se desarrolla en un viejo castillo
parte el interés por la acción, el estética naturalista, así como re maestros de este subgénero. Otros gótico en el que suceden aconteci
viaje y la descripción de distintos ferencias a la técnica y recursos autores que han merecido la aten mientos extraños e inquietantes.
espacios y ambientes. Este tipo de metodológicos propios de dicha ción de una crítica de tipo socio Elementos esenciales de estas no
NOVELA HISTÓRICA 360 361 NOVELA LÍRICA
velas son la situación angustiosa tras más significativas son las cional. A este tipo de novelas his rucho; Mansura (1984), de F. de
de la protagonista (una joven en obras de R. Húmara (Ramiro, con tóricas «indianistas» pertenecen Azúa; El embajador (1988), de
grave riesgo), el amor y una at de de Lucena, 1823), R. López So las obras del mexicano E. Ancona A. Prieto, etc.
mósfera de misterio, potenciada ler (Los bandos de Castilla, 1830), (La cruz y la espada, 1864, y Los Novela de lenguaje. Véase
por la intervención de seres fantás J. Espronceda (Sancho Saldaña, mártires de Anáhuac, 1870), de NUEVA NOVELA.
ticos o espeluznantes que provo 1834), M. J. de Larra (El doncel de G. Gómez de Avellaneda (Guati- Novela lírica. Marbete con el
can la ansiedad y el terror. Ejem don Enrique el Doliente, 1834), mozín, último emperador de Mé que se alude a un tipo de relatos
plos de este tipo de obras son las de E. Gil y Carrasco (El señor de xico, 1846), del dominicano M. de en los que la narración está do
A. W. Radcliffe (La novela del bos Bembibre, 1844), etc. La apari J. Galván (Enriquillo, 1882), etc. minada por la afirmación de la
que, 1791, Los misterios de Udolfo, ción de este modelo de obras res Relevantes novelas de tema his subjetividad y en los que se perci
1794), H. Wal-pole (El castillo de ponde a un deseo de evasión ha tórico se escriben, además, en el be un especial cuidado de la for
Otranto, 1764, etc.), de W. Godwin cia el pasado (consecuente con su transcurso de la primera mitad ma, en la línea de la tradición
(Aventaras de Caleb Williams, rechazo de un presente ingrato) del siglo xx, como las de P. Baro marcada por la prosa poética.
1794), M. Lewis (Ambrosio o el recreado desde un punto de vista ja (Aviraneta o la vida de un Como antecedentes de esta nove
monje, 1795), Ch. R. Maturin arqueológico, proyectando sobre conspirador,*1913-1935), J. Díaz la lírica se recuerdan ciertos re
(Melmoth el errabundo, 1820), etc. una época lejana (Edad Media; o, Fernández (El blocao, «Novela latos de G. de Nerval (Aurelia),
Novela histórica. Aunque la en los escritores hispanoamerica de guerra marroquí», 1928), Huysmans (A rebours), O. Wilde
historia ha sido base frecuente en nos, la América primitiva) los es R. J. Sender (Mister Witt en el (El retrato de Dorian Gray),
la elaboración de relatos litera quemas culturales de la ideología Cantón, 1935; La aventura equi etc., y, como ejemplos más nota
rios (epopeya clásica, cantares de y estética románticas. Se trata de noccial de Lope de Aguirre, 1964, bles, algunas obras de T. Mann
gesta, dramas del Siglo de Oro, una recreación fantástica en la etc.), Max Aub (la serie Campos (La muerte en Venecia), H. Hes-
etc.), es con el Romanticismo que abundan lo maravilloso, las sobre la Guerra Civil de 1936, se (Sidharta), V. Woolf (Las
cuando mayor interés cobra di apariciones de fantasmas, aluci escrita entre 1943 y 1965), etc. olas), A. Gide (Sinfonía pastoral),
cho tema, especialmente en el gé naciones, etc., seguidas de una Desde finales de los años setenta M. Proust (En busca del tiempo
nero narrativo y, en concreto, posterior aclaración lógica. La y durante la década de los años perdido), etc. En la literatura es
en un tipo de novela surgida con novela histórica española llega ochenta (época en la que se tra pañola, la novela lírica se desa
W. Scott, a la que se conoce, pre hasta la etapa del realismo, donde ducen ciertos best-sellers de tema rrolla en las tres primeras déca
cisamente, como «novela históri se va a producir la obra ingente de histórico: Yo Claudio, de R. Gra das del siglo xx, gracias a algunas
ca». En la literatura francesa, el B. Pérez Galdós, cuyos Episodios ves, Memorias de Adriano, de obras de Azorín, Valle-Inclán,
elemento histórico aparece en la Nacionales van a ser una simbio M. Yourcenar, juliano el Apósta R. Pérez de Ayala, G. Miró, B. Jar-
obra de P. Mérimée (Crónica del sis de novela histórica y de cos ta, de G. Vidal, El nombre de la nés, A. Espina, R. Chacel, F. Aya-
reinado de Carlos IV), V. Hugo tumbres, pero con el tratamiento rosa, de U. Eco, etc.) aparece nue la, J. Chabás, etc., en las que se
(Nuestra Señora de París), A. Du- peculiar de la estética realista. vamente un marcado interés por descubren importantes coinci
mas (Los tres Mosqueteros), Sten En la literatura hispanoamerica las novelas de tema histórico, dencias temáticas, técnicas y es
dhal (El rojo y el negro, crónica na surge una abundante produc de las que son ejemplo Extramu tilísticas con los mencionados
de 1830), etc. En España tiene ción de novelas históricas, escri ros (1978) y Cabrera (1981), de novelistas extranjeros. Valle-In-
una considerable floración du tas, las más de ellas, con propósito J. Fernández Santos; Urraca clán, autor de relatos de esta na
rante el Romanticismo, de forma didáctico, al menos en su fase ini (1982) de L. Ortiz; Las naves que turaleza (Sonatas), resaltó el ca
que viene a ser la novela caracte cial: recordar a los distintos pue madas (1982), de J. J. Armas rácter lírico en La pata de la
rística de ese período. Sus mues blos de América su tradición na Marcelo; Pamela (1983), de J. Pe raposa, de R. Pérez de Ayala, en la
NOVELA MORISCA 362 363 NOVELA DEL OESTE
que el protagonista manifiesta a dente en la riqueza de léxico, se res, desde un enfoque realista y Continental Op (creado por Ham-
su amada una «ternura íntima lecto y preciso, en la atención al sociopolítico. Gracias a sus gran mett), etc.
y contenida» que se acerca a la ritmo musical de la prosa y en la des maestros, se ha convertido en Entre los autores más notables de
«poesía lírica y amatoria». recurrencia de elementos plásti un subgénero narrativo de indu esta novela negra debe citarse
Entre los rasgos técnicos y forma cos y recursos poéticos. dable prestigio literario, avalado al ya mencionado D. Hammett
les más significativos de esta no Novela morisca. Véase moris por los juicios elogiosos, p. e., de (El halcón maltes, 1930; La llave
vela «poemática» figura la utili co. A. Malraux, A. Gide o L. Cernuda de cristal, 1931, etc.), W. R. Bur-
zación del relato autobiográfico Novela naturalista. Véase na hacia la obra narrativa del inicia nett, R. Chandler, Ch. Himes,
(en forma epistolar o de *memo- turalismo. dor de dicha novela, D. Ham- J. Thompson, etc. Esta novela
rias, *diario, * autorretrato, etc.), Novela negra. Expresión surgi mett. norteamericana cuenta con imi
el carácter intelectual de los diá da en Francia (román noir) para El contexto económico y socio- tadores en Europa, especialmen
logos entablados entre los perso designar una serie de novelas político en el que surgen estos te a partir de la Segunda Guerra
najes (diálogos en los que el tema pertenecientes a un subgénero relatos es la sociedad americana Mundial: P. Jeney, J. Hadley Cha-
artístico y literario es relevante, relacionado con la novela poli de los años veinte, caracteriza se y J. Symons en Inglaterra; Bo-
p. e., en las obras de Jarnés), la cíaca (que aparece en Estados da por la aparición de una cul ris Vian, P. Boileau-T. Narcejac
ausencia de un desarrollo orde Unidos en la segunda década del tura de masas (aglomeraciones en Francia; L. Sciascia en Italia,
nado y pormenorizado de la in siglo xx), que fueron traducidas urbanas, revolución de los me F. Dürrenmatt en Suiza; M. Váz
triga, así como la visión fragmen y publicadas en la colección Ga- dios de comunicación: prensa, quez Montalbán, J. Madrid, P. Ca
taria de la realidad y de la vida llimard (1945) y que J. Prévert radio, cine), exaltación del ideal sáis, A. Martín, etc., en España,
(momentos significativos en los denominó Série Noire por llevar del bienestar y del consumo y donde, a mediados de los ochen
que se intensifica el lirismo y la el color negro las pastas de di también del triunfo de la vio ta surgió una colección titulada
sensibilidad poética) y el predo chos libros. En España coexiste lencia y de los negocios sucios, «Etiqueta Negra» en la que se han
minio de la retrospectiva como esta denominación «novela ne en busca de rápidas y grandes publicado más de ciento treinta
medio de evocación y rememora gra» con las de «novela de cri fortunas. En este ambiente, sur obras de este subgénero. Véase:
ción de un pasado (al estilo de men» o «novela criminal» y «no gen bandas organizadas que NOVELA POLICÍACA.
Proust), y, también, la fijación es vela policíaca». Aunque estos trafican con el alcohol, el juego Novela neorrealista. Véase
tática de un momento que se vive relatos siguen el esquema de la y la prostitución, amparándose NEORREALISMO.
contemplativamente con sensa ★novela policíaca (presencia de en ciertas instituciones y perso Novela objetivista. Véase ob
ción de eternidad. En esto es mo un crimen, investigación por un nas de la administración (al jetivismo.
delo Azorín. En Miró la descrip detective, descubrimiento y per caldes, jueces, policías) sobor Novela del Oeste. Relato de fic
ción lírica del espacio contribuye secución de los culpables) y una nadas por un gansterismo po ción, surgido en Estados Unidos,
también a sentirse fuera de la ex organización análoga en el desa deroso. Frente a este mundo en el que se evoca la conquista del
periencia del tiempo fluyente. rrollo de la historia (relato a la in degradado, surge la figura de un Oeste contra los indios por parte
Otro de los procedimientos utili versa, etc.), se diferencia de aqué nuevo detective, duro y justicie de los colonizadores, que se dedi
zados, en concordancia con el ca lla en que el interés primordial ro, que, al margen de la policía, caban fundamentalmente a la ga
rácter autobiográfico del relato, no radica tanto en la resolución se enfrenta (junto a abogados y nadería, ámbito en el que aparece
es el uso del monólogo interior. del enigma cuanto en la configu periodistas) a esa sociedad del la conocida figura del cow boy o
Finalmente, es característica co ración de un cuadro de conflictos gansterismo y del crimen orga vaquero. Con la introducción del
mún a todos estos novelistas la humanos y sociales, además de nizado. Ejemplos de este nuevo ferrocarril, este conductor de ga
decidida voluntad de estilo, evi un cuidado estudio de caracte detective serían Race Williams, nado perderá su utilidad, al tiem
NOVELA PASTORIL 364 365. NOVELA POLICÍACA
po que se irán imponiendo unas espectáculos de consumo en to vación y razonamiento, el en velas policíacas (p. e., las de
nuevas formas de relación social dos aquellos países donde se ha cuentro de la solución (después A. Christie) caen dentro de lo
basadas en la explotación agríco ejercido una mayor influencia de de desechar las hipótesis no fun que se ha llamado *paraliteratu-
la de la tierra. Frente al cow-boy la cultura americana. Algunas de dadas y haber comprobado la va ra, otras son de innegable valor
surge entonces la figura del agri estas películas han logrado una lidez de la que en principio pare por su perfección en cuanto a es
cultor sedentario, que pondrá fin innegable calidad estética, como cía menos creíble un orangután, tructura, desarrollo de la intriga
a la conquista del Oeste, hecho La diligencia (1939), de J. Ford, El causante de esas muertes) y, y arte de narrar. De hecho, presti
que repercute en la configura forastero (1940), de W. Wyler, etc. finalmente, presencia de un de giosos escritores han incorpora
ción definitiva de dicha modali Novela pastoril. Véase pasto tective (C. A. Dupin), como per do a algunas de sus obras ciertas
dad de novela, basada en la opo ril. sonaje fundamental, a cuya inda técnicas narrativas de la novela
sición entre agricultor sedentario Novela picaresca. Véase pica gación se debe la resolución del policíaca, p. e., Graham Greene,
y vaquero. Los personajes-tipo resca. caso, y no a la policía oficial. Este A. Robbe-Grillet, Dürrenmatt,
de estas novelas son el menciona Novela policíaca. Relato en el esquema se mantendrá, en lo etcétera.
do cow-boy y la muchacha rubia, que se narra la historia de un cri esencial, en su desarrollo poste Por lo que respecta a la literatura
cándida y bondadosa, que se men, cuyo autor se desconoce, y rior: su característica más sobre en lengua española, suelen citar
enamora de él; el sheriff, la banda en el que, a través de un procedi saliente es la técnica del relato a la se, como antecedentes, El clavo
de forajidos, los indios, etc. El miento racional, basado en la ob inversa, ya que empieza por el fi (1853), de P. A. de Alarcón, La in
protagonista cow-boy, como los servación e indagación (llevada a nal de la historia (una muerte, la cógnita (1889), de B. Pérez Gal-
antiguos caballeros andantes, se cabo, normalmente, por un de desaparición de una persona o dós, La gota de sangre (1911), de
convierte en el héroe solitario tective), se logra descubrir al cul de un objeto de valor) y se en E. Pardo Bazán, etc. Entre los
que cabalga por tierras de Texas pable o culpables. La denomina camina hacia el comienzo de la años veinte y la Guerra Civil sur
u O regó n con un halo misterioso ción de esta modalidad de relatos misma (la comisión del asesina gen algunas colecciones de nove
de hombre justiciero, invencible varía según los distintos países: to, secuestro o robo) y el descu las de crimen y relatos policíacos,
y bueno; al llegar a un poblado, detective novel, román policier y brimiento del culpable. como Detectives y Biblioteca de
este héroe «forastero» se enfrenta román no ir, Kriminalroman, etc. Entre los cultivadores más nota Oro; esta última continuó du
al «malo» y demás forajidos, has Dichas denominaciones figuran bles de la novela policíaca figu rante la dictadura (1939-1975),
ta que consigue liberar al pobla también en la crítica española: ran los británicos A. Conan Doy- etapa en la que surgen la «Serie
do de las injusticias que pesan novela de detectives, novela poli le (creador del detective privado Wallace» y ciertos relatos de
sobre él. Finalmente, optará por cial, novela negra, novela cri Sherlock Holmes: Las aventuras M. Lacruz (El inocente, 1953),
casarse con la muchacha o reini minal, etc. Suele considerarse a de Sherlock Holmes, 1892; Las García Pavón, M. de Pedrolo,
ciar el «solitario cabalgar» en E. A. Poe como el iniciador de la memorias de Sherlock Holmes, T. Salvador, A. Núñez Alonso,
busca de otros poblados que «li novela policial con su obra Los 1894, etc.), A. Christie (que con etc., que pueden considerarse
berar». Entre los cultivadores crímenes de la calle Morgue figura al detective H. Poirot: El novelas policíacas. En este perío
de este subgénero figuran Zane (1841), en la que aparece ya el es misterioso caso de Styles, 1921), do, en algunos países hispanoa
Grey (El último llanero, Los jine quema básico y los caracteres pe los norteamericanos E. Wallace, mericanos se cultiva el relato po
tes de la pradera roja), O. Henry culiares de este tipo de relatos: un W. Irish, S. van Diñe, etc., los licíaco, con obras de verdadera
(Corazón del Oeste), R. Hogan, crimen misterioso (dos mujeres franceses E. Gaboriau, M. Le- calidad literaria, especialmente
C. Adams, etc. Muchas de las no asesinadas en una estancia impe blanc, P. Souvestre, P. Boileau y en Argentina: Un modelo para la
velas del Oeste han sido adapta netrable), una investigación del Th. Narcejac, el belga G. Sime- muerte (1946), de J. L. Borges y
das al cine y se han convertido en caso a través de minuciosa obser non, etc. Aunque bastantes no A. Bioy Casares, Los que aman,
NOVELA PSICOLÓGICA 366 367 NOVELA DETERROR
odian (1947), de A. Bioy Casares una gratificación de sus deseos Novela sentimental. Véase cial. En la etapa de postguerra, la
y S. Ocampo, etc. A partir de los de felicidad, imaginada en la SENTIMENTAL. publicación de Réquiem por un
años setenta es cuando surge una consecución de un matrimonio Novela social de preguerra. campesino español (1953) coinci
novela policíaca y criminal o ne ideal. El argumento, de gran sim Marbete con el que se designa un de, en el tiempo y en las preocu
gra en España, sobre todo con las plicidad, se basa en el encuentro conjunto de obras narrativas pu paciones estéticas y sociales, con
obras de M. Vázquez Montalbán de una muchacha y un joven que blicadas entre 1928 y 1936 por un la aparición del segundo grupo
(con el detective Pepe Carvalho topan con ciertas dificultades grupo de escritores a los que se de escritores del realismo social
como protagonista), J. Madrid para la formación de pareja, mo les conoce como «novelistas so en España (1954-1962). Tanto en
(creador del detective Toni Ro tivadas por la diferente extrac ciales»: J. Díaz Fernández, J. Zu- los temas (luchas e injusticias so
mano), A. Martín, J. Martínez ción social; a pesar de ello, el gazagoitia, J. Arderius, C. M. Ar- ciales, situación del campesina
Reverte, P. Casals, F. González amor termina por superar es conada, M. D. Benavides, A. Ca- do, etc.) como en la selección de
Ledesma, etc. tos impedimentos. Es un tipo de rranque de Ríos, J. Corrales Egea, los espacios (campo, calle, minas,
Novela psicológica. Es el rela relato caracterizado por una R. J. Sender, etc. Es Díaz Fernán fábrica), en el objetivo (testimo
to novelesco cuya intriga se orga ausencia de sentimientos pro dez quien inaugura este ciclo de nio de unas situaciones sociales y
niza a partir del análisis y des fundos, suplantados por un fácil novelas con El blocao (1928), ba políticas, compromiso moral del
cripción del mundo interior y de erotismo, condicionado, a su vez, sada en sus recuerdos sobre la escritor) y en la estética realista,
la evolución psicológica de los por una aparente y falsa mora guerra de Marruecos. Entre las los novelistas sociales de los años
personajes. La novela psicológica lidad. Desde el punto de vista novelas más relevantes de este re treinta son precursores de los de
presenta diferentes variantes: la narrativo, dichos relatos están alismo social de preguerra cabe la generación del medio siglo. En
novela-confesión (Nudo de víbo configurados con técnicas de la citarlas de J. Zugazagoitia (El bo cuanto a las influencias recibidas,
ras, de F. Mauriac), la novela epis novela de ^folletín del siglo xix y tín, 1929, y El asalto, 1930, sobre ya se advirtieron en su tiempo las
tolar (J. Valera: Pepita Jiménez), la ciertos recursos propios del *me- la historia del socialismo vas de V. Blasco Ibáñez (del que ha
novela-diario (Diario de Ana lodrama. La acción se desenvuel co), J. Arderius (Justo el Evangé brían recogido el carácter de cró
Frank; Diario de un cura de aldea, ve en espacios deslumbrantes, lico, 1929; Campesinos, 1931), nica y reportaje que presentaban
de G. Bernanos), la novela auto que invitan a la ensoñación de si C. M. Arconada (La turbina, algunas de sus novelas), de Dos-
biográfica (El amigo Manso, de tuaciones de una felicidad sin 1930, y Reparto de tierras, 1934), toievski y Gorki, de P. Baroja y de
B. Pérez Galdós), la novela de aná problemas. Entre sus cultivado M. D. Benavides (Un hombre de los novelistas norteamericanos
lisis (Adolfo, de B. Constant, o La res figuran R. Pérez y Pérez (El treinta años, 1933), A. Carranque de los años veinte: J. Dos Passos,
puerta estrecha, de A. Gide), etc. hada Alegría, 1930, Madrinita de Ríos (Uno, 1934), J. Corrales W. Faulkner, etc.
Novela realista. Véase realis buena, 1932), C. de Icaza (Cristi Egea (Hombres de acero, 1935) y Novela de terror. Tipo de rela
mo. na Guzmán, profesora de idio R. J. Sender (Imán, 1930, Siete do tos que tienen su antecedente
Novela regionalista. Véanse mas, 1935), Concha y María Lui mingos rojos, 1932, La no&he de en la llamada *novela gótica, en
COSTUMBRISMO y INDIGENISMO. sa Linares Becerra (Barba-Azul, las cien cabezas, 1934), que co los que intervienen seres fantásti
Novela romántica. Véanse 1940, Doce lunas de miel, 1941), necta con la tradición realista cos (vampiros, brujas, hombres-
NOVELA HISTÓRICA y ROMANTI y, sobre todo, Corín Tellado, es que va de la picaresca y Cervan lobo, animales y seres monstruo
CISMO. critora de prodigiosa fecundidad tes hasta Baroja: Mister Witt en sos o personas de ultratumba)
Novela rosa. Término aplicado y amplia acogida del público: el Cantón (1935) es un ejemplo que provocan la ansiedad y an
a una serie de relatos dirigidos a ¡Era el amor! (1949), Compraré de ese realismo en su simbiosis de gustia de los personajes. Entre
un público de escasa cultura que un marido (1958), Caprichos de novela histórica a lo Galdós, los creadores del género figuran
busca una evasión ensoñadora y millonario (1961), etc. de relato psicológico y novela so M. Shelley, autora de Frankenstein
NOVÍSIMOS 368 369 NUEVA NOVELA
o El moderno Prometeo (1818), arte, el deseo de experimenta rrollo de la acción. Este conflicto tada, 1931) y, sobre todo, O. Gi-
J. W. Polidori (El vampiro), B. Sto- ción formal, la potenciación puede ser de orden psicológico y rondo (Espantapájaros, 1932; En
ker (Drácula, 1897), E. A. Poe, de los valores sensoriales y de moral o de tipo social. La salida la masmédula, 1934). Éste ejer
con relatos de terror como El gato la imaginación, el cuidado de la del mismo hacia un final feliz o cerá una notable influencia en
negro, El corazón delator, El pozo lengua y del estilo, una visión lú desgraciado es fruto de un acon J. L. Borges, que es su verdadero
y el péndulo, etc. A lo largo de los dica de la creación poética, una tecimiento decisivo que favorece descubridor y el teórico que se
dos últimos siglos ha proliferado vuelta a determinadas formas de el ^desenlace: p. e., la muerte del adelanta, con sus reflexiones so
esta literatura de terror. Entre los expresión de las vanguardias (su comendador en Fuente Ovejuna, bre el arte de narrar, a los presu
escritores más conocidos figuran rrealismo, técnicas de escritu de Lope de Vega, es el aconteci puestos de esta nueva novela.
W. W. Collins (La casa encanta ra automática, collage, etc.), her miento liberador que rompe el En la década de los años cuarenta
da, 1868), R. L. Stevenson (El ex metismo, culturalismo (especial nudo de la opresión sufrida por aparecen los primeros relatos en
traño caso del Dr. Jekyll y Mr. mente visible en L. A. de Cuenca el pueblo y adelanta el desenlace. los que se percibe ya claramente
Hyde, 1886), G. Leroux (El fan y L. A. de Villena) y una apertu Nueva novela. Expresión con el distanciamiento respecto de la
tasma de la ópera, 1925), etc. ra a determinados temas de la la que se designa un conjunto de novela realista, p. e., en el mismo
Novísimos. Término aplicado, cultura popular, procedentes del novelas de gran calidad artística Borges (Ficciones, 1944; El aleph,
a raíz de la publicación de la cine, cómic, etc. Se evidencia, al y sorprendente originalidad que 1949), A. Bioy Casares (Plan de
antología de J. M. Castellet (Nue mismo tiempo, un cambio en los aparecen en diversos países his evasión, 1945), M. Á. Asturias (El
ve novísimos poetas españoles, modelos estéticos que sirven de panoamericanos en el transcur Señor Presidente, 1946), A. Yáñez
1970), a un grupo de poetas que referencia a los nuevos poetas, so de los años cincuenta y sesenta (Alfdo del agua, 1947), E. Sábato
comienzan a publicar a media modelos procedentes de la lite del siglo xx. El punto de partida (El túnel, 1948), A. Carpentier
dos de la década de los sesenta ratura europea y norteamerica de esta nueva novela es la supera (El reino de este mundo, 1949),
del siglo xx y que en la mencio na (Ch. Baudelaire, Rimbaud, ción de la poética vigente en el etc. En los años cincuenta conti
nada obra se reducen a nueve M. R. Saint-John Perse, marqués realismo de la narrativa regio- núan escribiendo los narradores
(P. Gimferrer, M. Vázquez Mon- de Sade, T. S. Eliot, Ezra Pound) e nalista e indigenista, cuyas últi apuntados: Carpentier (Los pa
talbán, G. Carnero, A. Martínez hispanoamericana: J. L. Borges, mas muestras serían Huasipungo sos perdidos, 1953), M. Á. Astu
Sarrión, J. M.a Álvarcz, E de Azúa, O. Paz, J. Lezama Lima, etc. Entre (1934), de J. Icaza, y El mundo es rias (El papa verde, 1954), Bioy
V. Molina Foix, A. M.a Moix y la producción poética de este ancho y ajeno (1941), de Ciro Casares (El sueño de los héroes,
L. M.a Panero), nómina amplia grupo'de escritores cabe recor Alegría. De hecho, ya en los años 1954), etc. A ellos se añaden cier
da, en antologías posteriores, a dar la obra de P. Gimferrer (Arde treinta se produce la primera in tos novelistas que llegarán a ser
poetas como J. L. Jover y J. Siles, el mar, 1966 -en la que se perci corporación de algunas técnicas grandes narradores de la «nueva
A. Colinas, J. J. Padrón, J. Caro ben ya los rasgos caracteriza- narrativas y recursos formales novela», como J. C. Onetti (La
Romero, J. Munárriz, J. L. Gi dores de la estética novísima- (monólogo interior, renovación vida breve, 1950), Juan Rulfo (Pe
ménez Frontín, L. A. de Villena, y la recopilación de su obra en del lenguaje, etc.) que serán ca dro Páramo, 1955), G. García
M. R. Barnatán, L. A. de Cuenca, castellano: Poesía: 1966-1969), racterísticas de la «nueva novela» Márquez (La hojarasca, 1955),
J. M. Ullán, J. Talens, A. Carvajal, G. Carnero (Elsueño de Escipión, y que ciertos escritores hispano C. Fuentes (La región más trans
D. J. Jiménez, A. Hernández, etc. 1971; El azar objetivo, 1975), etc. americanos de esa época recogen parente, 1958), J. M. Arguedas
En oposición a la poesía «social» Nudo. Serie de acontecimientos de los experimentos narrativos de (Los ríos profundos, 1958), etc.
anterior, lo que caracteriza a este o situaciones conflictivas que en J. Joyce, M. Proust, etc., p. e., En el transcurso de los años se
grupo de poetas es la afirmación redan o complican, en un mo V. Huidobro (Cagliostro, 1934), senta comienza a ser conocida y
de la autonomía de la obra de mento dado del drama, el desa J. Torres Bodet (Proserpina resca valorada en Europa y Estados
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2. Octava real, llamada también 3. Octava aguda (conocida tam lizada en el siglo xvm por J. Me- tes modelos de octosílabo: 1. Oc
octava heroica: es una estrofa de bién, dada su procedencia, como léndez Valdés, L. Fernández de tosílabo trocaico, que lleva acento
ocho versos endecasílabos que ri «octava italiana»): estrofa de Moratín, etc., y en el siglo xix por en las sílabas impares («Que por
man en consonante y cuya es ocho versos, generalmente ende J. Espronceda, autor de la si mayo era por mayo / cuando
tructura es ABABABCC. Como casílabos (también las hay de guiente estrofa con la que se ini hace la calor...», Romancero).
se observa, los dos últimos versos eneasílabos y de otros metros), cia la Canción del pirata: 2. Octosílabo dactilico, con acen
constituyen un pareado y los seis organizados en dos semiestrofas, tos en la 1.a, 4.a y 7.a sílabas
primeros presentan una rima que llevan acento en la última sí «Con diez cañones por banda, («Cuando en la noche te envuel
alternante. Conocida, en Italia, laba de los versos 4.° y 8.° y que viento en popa, a toda vela, ven...», G. A. Bécquer). 3. Octosí
como octava rima, es introdu puede tener versos sueltos. Se no corta el mar, sino vuela,” labo mixto: a) Con acentos en 2.a,
cida con tal nombre en España introdujo en España en el si un velero bergantín: 4.a y 7.a. b) Con acentos en 2.a, 5.a
por Boscán (en su poema Octava glo xvm, con la denominación de bajel pirata que llaman, y 7.a. Ejemplos:
ritna) y utilizada por Garcilaso de octava italiana de pie quebrado. por su bravura, el Temido,
la Vega en su Égloga III. A. de Er- La octava aguda exclusivamente en todo el mar conocido «Yo me era mora Moraina
cilla la consagró como estrofa endecasilábica fue utilizada por del uno al otro confín». (2.a, 4.ay7ia: mixto a)
apta para la poesía épica en La S. Bermúdez de Castro (creador morilla de un bel catar...».
(Espronceda)
Araucana, poema al que pertene de un tipo especial de octava, (2.a, 5.a y 7.a: mixto b)
ce la siguiente estrofa: la *bermudina), G. A. Bécquer, Octodecasílabo. Verso de die (Romancero)
A. Reyes, M. de Unamuno, etc. ciocho sílabas que presenta dos
A «Chile fértil provincia y seña- Ejemplo: modelos de acuerdo con la dife 4. Octosílabo polirrítmico. Es la
fiada rente posición de sus acentos in forma más usada del octosílabo,
B en la región antártida famosa, «Tu aliento es el aliento de las flo- ternos: el octodecasílabo dactili en la que se combinan las moda
A de remotas naciones respetada [res; co, que lleva acentos en la 2.a, 5.a, lidades anteriores:
B por fuerte, principal y pode tu voz es de los cisnes la armonía; 8.a, 11.a, 14.a y 17.a sílabas («El
rosa: es tu mirada el esplendor del día, nido amoroso de granzas y plu «En París esta' doña Alda,
A la gente que produce es tan y el color de la rosa es tu color. mas del drbol colgado...», Salva (3-5-7: trocaico)
dor Rueda), y el octodecasílabo la esposa de don Rolda'n;
[granada, Tú prestas nueva vida y espe
B tan soberbia, gallarda y beli- trocaico, compuesto por dos he (2-5-7: mixto b)
ranza trescientas damas con ella
[cosa, mistiquios de nueve sílabas, que
a un corazón para el amor ya (2-4-7: mixto a)
C que no ha sido por rey jamás llevan los acentos en las sílabas
[muerto; para la acompañar».
[regida, 4.a y 8.a: «Su ciega y loca fantasía /
tú creces de mi vida en el desierto (3-5-7: trocaico)
C ni a extranjero dominio some- corrió arrastrada por el vérti
como crece en el páramo la flor».
[tida». go...» (Rosalía de Castro). (Romancero)
(Bécquer) Octonario. Véase hexadeca-
(A. de Ercilla) sílabo. El octosílabo es el verso más anti
Octavilla aguda. Estrofa com Octosílabo. Verso de ocho síla guo (aparece en las jarchas), y
La misma estructura de esta es puesta por ocho versos de arte bas que presenta diferentes tipos, está presente en todas las épocas
trofa, compuesta por versos oc menor y que presenta las mis de acuerdo con la distribución de la literatura española hasta la
tosílabos, se llama octavilla real mas características de la octava interna de sus acentos. T. Nava actualidad. Figura en diversas es
(abababcc). aguda. Procede de Italia y fue uti rro Tomás distingue los siguien trofas (pareados, redondillas, co
ODA 376 377 OPERETA
pías, etc.) y poemas, especial conocidos de este poema figuran único modelo de relato en el que «Uco, uco, uco, uco.
mente el romance. F. de Herrera, Villegas y Góngora resulta verosímil la omniscien Abejaruco».
Oda. Término de origen griego (Oda a la toma de Larache) en el cia del narrador es el relato auto
(García Lorca)
(ode: canto) que se aplicaba en la Siglo de Oro, Meléndez Valdés y biográfico. Véanse: narrador,
literatura griega tanto a las com R. J. Quintana (A la invención de NATURALISMO y PUNTO DE VIS Véanse: aliteración, armo
posiciones que Píndaro dedicaba la imprenta) en el siglo xvm, J. de TA. nía IMITATIVA y JITANJÁFORA.
a los vencedores en los Juegos Espronceda (Vida del campo. Onomatopeya. Término de ori Ópera. Obra teatral compues
Olímpicos como a las canciones Imitación de Horacio) en el si gen griego (onomato-poiia: for ta íntegramente para el canto
amorosas de Safo. En la literatura glo xix y F. García Lorca (Oda a mación del nombre) con el que se y acompañamiento orquestal y
latina es Horacio el gran cultiva Salvador Dalí) y P. Neruda (Odas alude a un fenómeno lingüístico formada por arias, conjuntos,
dor de este poema: se conservan elementales) en el siglo xx. y a una figura retórica que con coros y recitativos interpretados
unas ciento tres composiciones Omnisciente. Término de ori sisten en el hecho de que los com por cantantes y por una obertura
suyas, centradas en una gran va gen latino (omnis-scientia: cono ponentes fónicos de una palabra e interludios ejecutados por la
riedad de temas: política, amor y cimiento de todo) con el que se imitan, sugieren o reproducen orquesta. En la ópera confluyen
amistad, placeres de la comida alude, en crítica literaria, a un acústicamente la realidad signifi diversas manifestaciones artísti
y del vino, viajes, satisfacciones tipo de narrador que, por deci cada por ella. A través de este cas: música, danza, escenografía,
de la vida en el campo, etc. En la sión del autor, conoce todo lo re procedimiento han surgido di artes plásticas (decorado, ves
Edad Media se recupera este lativo al desarrollo de la acción y versos vocablos que presentan tuario, etc.) y literatura: en este
poema lírico gracias a la obra de al mundo interior y motivacio una evidente configuración ono- aspecto, grandes óperas, como
Petrarca. A partir del Renaci nes de la conducta de sus perso matopéyica: «zumbido», «susu Otelo y Macbeth, de G. Verdi, Ro
miento el cultivo de esta compo najes. Esta modalidad de narra rro», «tictac», etc. La onomato meo y Julieta, de H. Berlioz, se
sición se intensifica en Italia dor omnisciente, que utiliza la peya forma parte de un tipo de basan en los conocidos dramas
(T. Tasso), Francia (P. de Ron- tercera persona en su relato, es recursos expresivos (aliteracio de W. Shakespeare; Fausto, de
sard, F. de Malherbe) e Inglaterra característica de la novela ante nes, recurrencias fónicas, armo Ch. Gounod, en el de J. W. Goe
(J. Milton: Oda de la Navidad). rior al naturalismo decimonóni nía imitativa) con los que los the, etc. Esta confluencia de di
En España, el introductor de este co: un ejemplo singular de dicho poetas dan vida a unas virtualida versas artes en la configuración
poema es Garcilaso de la Vega tipo podría ser Cide Hamete en des de comunicación basadas en y desarrollo de un espectáculo
con Oda a la flor de Guido, escrita El Quijote: «Pinta los pensamien el juego de sonidos miméticos y dramático aparece ya en el teatro
en liras, estrofa que utilizará tos, descubre las imaginaciones, sugerentes, que potencian la ca grecolatino, en los dramas litúr
también Fray Luis de León, tanto responde a las tácitas [pregun pacidad comunicativa de un tex gicos medievales, en los melo
en la traducción de las odas de tas], aclara las dudas, resuelve los to o se convierten en mensajes dramas renacentistas, surgidos a
Horacio (Maecenas atavis, Bea argumentos; finalmente, los áto autónomos carentes de conteni finales del siglo xvi en Italia, en
tas Ule, Cuta tu Lydia, O navis, mos del más curioso deseo mani do conceptual. Un modelo de el teatro español del Siglo de Oro,
etc.) como entre sus composicio fiesta» (II, 40). Los naturalistas este tipo de creaciones es \ajitan- etcétera.
nes originales: A Francisco Sali del siglo xix rechazan esta om jdfora. Ejemplos de onomato Opereta. Pieza teatral en la que
nas, Profecía del Tajo, Canción de nisciencia del narrador por «an peya: alternan el canto y el diálogo ha
la vida solitaria, etc. Otras estro tinatural»: el hombre no posee el blado y en la que aparecen ele
«En la tristeza del hogar golpea
fas utilizadas en el Siglo de Oro don déla ubicuidad ni el de pene mentos de parodia y sátira. Sur
el tic-tacdel reloj».
son la estancia, la silva y la estrofa tración en el mundo interior de ge en Francia por evolución de
sáfica. Entre los cultivadores más las conciencias. En realidad, el (A. Machado) la ópera bufa y en su configura
OPTACIÓN 378 379 ORATORIA
ción intervienen especialmente fábulas, ejemplos, etc.), cuentos, público determinado. La ora en la que se pretende captar el
E Hervé (El pequeño Fausto, relatos épicos, diversos tipos toria puede considerarse como interés y la atención del públi
1869) y J. Offenbach (Orfeo en los de canción amorosa tradicional, ejercicio de elocuencia o bien co), proposición (enunciación
infiernos, 1858; La bella Elena, cuentecillos, facecias, historietas, como disciplina. Una y otra tie del tema que se va a tratar), divi
1864; etc.), y es cultivada poste anécdotas y, por supuesto, diver nen sus orígenes conocidos en la sión (enumeración de los apar
riormente en Austria por E Le sas formas actuales de expresión cultura grecolatina, que surge tados o cuestiones incluidas en
ñar (La viuda alegre, 1905), Jo- poética oral, p. e., ciertas cancio como enseñanza en Sicilia por el tema enunciado), confirma
hann (II) Strauss (El murciélago, nes difundidas a través de los obra de Tisias y Corax. Adaptada ción (pruebas y argumentos en
1874; El barón gitano, 1855), etc. medios audiovisuales. Sobre la por Gorgias al ideal pragmático que se apoya la tesis sustentada
Optación. Figura retórica con importancia que esta tradición de la sofística griega, será obje en la enunciación), refutación
sistente en la enunciación vehe oral ha tenido para la historia to de un estudio sistemático en la (demostración de la falsedad o
mente de un deseo. Ejemplo: de la humanidad, baste recordar Retórica de Aristóteles. Éste dis inconsistencia de los argumen
que las civilizaciones arcaicas tingue tres clases de oratoria: de tos en que se basa la tesis contra
«Bernarda: ¡Encerradla! han sobrevivido (p. e., en las dife liberativa (su objeto es la refle ria), epílogo (conclusión en la
María Josefa: ¡Déjame salir, rentes etnias africanas, asiáticas xión y persuasión sobre temas que se sintetizan las ideas bási
Bernarda! [...] ¡Quiero irme de o indioamericanas) gracias a esa cívicos relativos a legislación y cas del discurso que confirman
aquí! ¡Bernarda! ¡A casarme ala tradición. Lo mismo ocurre ac formas de gobierno, defensa del la validez de la tesis propuesta) y
orilla del mar, a la orilla del mar!». tualmente con las culturas mar país, guerra y paz, fiscalidad, peroración (o final emotivo, ten
(García Lorca) ginales en los países desarro etc.), demostrativa o epidéctica dente a recabar la adhesión defi
llados. (cuyo objeto es instruir sobre va nitiva del público al mensaje de
Oral (literatura). Expresión Se pueden distinguir tres tipos lores: virtud, justicia, templanza, fendido). La preceptiva literaria
creada por P. Sévillot en 1881 y de oralidad: primaria (la que no prudencia, etc.) y forense, rela ha reducido a cuatro las partes
utilizada para designar determi tiene contacto con la escritura), cionada con los procesos judicia que se juzgan más importantes
nadas formas de discurso tra mixta (cuando, existiendo la es les: sus temas de razonamiento en el discurso: exordio, proposi
dicional como mitos, cuentos, critura, su influencia en la tradi son la ley natural y positiva como ción, confirmación y epílogo.
leyendas, proverbios, etc. Este ción oral sigue siendo externa, norma de justicia, criterios para De los distintos tipos de oratoria
conjunto multiforme de manifes parcial y tardía) y secundaria: medir la gravedad del delito, ob mencionados, los que merecie
taciones de la tradición oral es cuando esa expresión oral se re servaciones sobre leyes, testigos, ron mayor atención en la etapa
objeto de investigación de di compone a partir de la escritura contratos, etc. En el libro III estu grecolatina fueron la forense y la
versas disciplinas: antropología, (P. ZUmthor). Véanse: canción, dia Aristóteles las técnicas de política. La oratoria forense, apli
folclore, lingüística, historia lite cantar de gesta, cuento, go elocución (claridad de dicción, cada a los procesos judiciales,
raria, etc. Se entiende por litera liardos, MESTER DE CLERECÍA, selección de léxico, propiedad y tuvo grandes cultivadores, tanto
tura oral «toda comunicación MESTER DE JUGLARÍA, PÚBLICO, pureza de lenguaje, ritmo de la en Sicilia como en Atenas (Lisias
poética en la que la transmisión y ROMANCERO y TROVADOR. prosa, figuras literarias) y las dis e Isócrates) y Roma (Catón, Ci
la recepción, por lo menos, pasan Oralidad. Véase oral. tintas partes en que debe organi cerón). La oratoria política, desa
por la voz y el oído» (P. Zum- Oratoria. Es el arte de la elo zarse el discurso. rrollada en sociedades y épocas
thor), definición en la que caben cuencia, consistente en el domi Desde los retóricos sicilianos, el en las que se exigía una interven
diferentes modalidades discursi nio de los recursos expresivos y discurso oratorio se ha solido di ción más activa de los ciudada
vas, como las de carácter gnómi de las técnicas encaminadas a vidir en siete partes fundamen nos en la gestión pública, contó
co y moral (proverbios, refranes, convencer, instruir o agradar a un tales: el exordio (introducción en Atenas con eminentes cultiva
ORIGINAL 380 381 OXÍTONA
dores como Pericles, Demóste- una serie de procedimientos rela una redondilla. Los pareados se transmiten. Ejemplos: «rugido ca
nes, Esquines, etc., y en Roma, tivos a la disposición de las ideas forman con un octosílabo segui llado» (Rubén Darío), «soledad
Catón, Cicerón, Plinio el joven, (figuras de pensamiento) y a la do de un verso quebrado que le sonora» (S. Juan de la Cruz),
etc. En la actualidad, la oratoria expresión lingüística (figuras de sirve de eco. La redondilla-se ini «desmayo dichoso» (Fray Luis de
política se desarrolla en el Parla dicción) que sirven, al mismo cia con la misma rima del último León), «rudo artificio», «vivo ca
mento, en mítines y otras mani tiempo, para embellecer el dis verso quebrado y encadena los dáver» (Calderón), «payaso trági
festaciones públicas a través de curso y llamar la atención del tres quebrados en su verso final. co», «trágica mojiganga», «broma
los medios de comunicación: ra oyente con el fin de inclinarlo ha Ejemplos: macabra» (Valle-Inclán).
dio, cine y televisión. cia la aceptación del mensaje. El Oxítona. Término griego (oxis:
Un arte de elocuencia, peculiar ornato puede producirse tanto en (pareados) agudo; tonos: sonido) con el que
de las instituciones religiosas, es el nivel de la palabra individual «¿Quién menoscaba mis bienes? se denominan las palabras que lle
la oratoria sagrada, que se pre (sinónimos y tropos) como en el Desdenes. van acento en su última sílaba:
senta en diversos tipos: homilía de las combinaciones de palabras Y ¿quién aumenta mis duelos? «laúd», «azul». Aplicado dicho
(comentario exegético de los li (figuras de dicción, de construc Los celos. término a la métrica, se habla de
bros sagrados), sermón (explica ción y de pensamiento). Estos ti Y ¿quién prueba mi paciencia? verso oxítono cuando su última
ción de aspectos doctrinales del pos de ^figuras pueden producir Ausencia. sílaba acentuada coincide con
dogmaydelamoral),p/dficn (re el ornato por tres procedimien la sílaba final de dicho verso:
(redondilla)
flexión ascética y moral en tono tos: adición, detracción y orden;
De este modo, en mi dolencia «Olas de plata y azul».
sencillo y coloquial), oración fú en el caso de los tropos se produ
ningún remedio se alcanza,
nebre (meditación sobre el senti ce mediante la sustitución. (Espronceda)
pues me matan la esperanza
do de la vida y la muerte, a pro El concepto de ornatus, en la re
desdenes, celos y ausencia». A la hora de determinar la medi
pósito de la desaparición de un tórica grecolatina, estaba en rela
personaje relevante), ^panegírico ción con los diferentes tipos de (Cervantes) da silábica de estos versos, debe
(exaltación de la vida ejemplar de estilo y sus correspondientes fi contarse una sílaba métrica más.
algún santo), etc. nes: p. e., al estilo sencillo (genus Oxímoron. Figura literaria con A la rima que se produce en este
Finalmente, una forma especial humilis) se le asignaba la finali sistente en la unión de dos térmi tipo de versos se la designa como
de oratoria demostrativa es la dad de enseñar (docere) y demos nos de significado opuesto que, rima oxítona. Véanse: cómputo
denominada oratoria académica, trar (probare). Cualidades pro lejos de excluirse, se complemen SILÁBICO, PAROXÍTONA, PROPA
de carácter didáctico y expositi pias de este estilo serían la pureza tan para resaltar el mensaje que ROXÍTONA y RIMA.
vo, limitada en la actualidad a lingüística (puritas: evitar barba-
discursos de ingreso en las rea rismos, arcaísmos y solecismos),
les academias, apertura de curso la claridad (perspicuitas: evitar la
de universidades, disertaciones oscuridad, el desorden, la am
de tipo científico o conferencias bigüedad sintáctica, polisemia,
pronunciadas en ocasiones so etc.) y la precisión. Con estas cua
lemnes. Véase: retórica. lidades se puede lograr un estilo
Original. Véase manuscrito. que, aun sin ornato, sea elegante.
Ornato. Término de origen lati Véanse: estilo y figura.
no (ornatus: adorno, belleza) uti Ovillejo. Estrofa de diez versos
lizado en retórica para designar compuesta por tres pareados y
383 PANEGÍRICO (O ENCOMIO)
382
PANFLETO 384 385 PARÁBASIS
coinio consta de tres estrofas en ¡Qué razón! de estos panfletos destacan la sarrollo de estas formas de repre
las que se desarrolla una relación ¡Qué benigno a los sujetos! parcialidad tendenciosa, el dog sentación desde sus primeras
de las excelencias del difunto. En ¡Y a los bravos e dañosos, matismo y la superficialidad y, manifestaciones conocidas en
el Siglo de Oro hay dos grandes qué león!». en lo referente al tono y estilo Grecia, hasta el siglo xix, puede
encomios que constituyen el mo «panfletario», la agresividad, des consultarse *mimo. En dicho si
delo de este tipo de composición: Panfleto. Escrito breve, en pro mesura, vulgaridad e incluso gro glo se produce un renacer de la
el Panegírico al Duque de Lerma, sa o en verso, de carácter satírico sería. Véase, como ejemplo, un pantomima en Francia gracias a
de Góngora, y el Panegírico a la y agresivo, que se utiliza como fragmento que aparece en la cita Gaspar Deburan y Paúl Legrand,
majestad del Rey nuestro Señor medio de combate en contro da publicación de El Látigo, de renacer que se consolida en el si
don Felipe IVen la caída del Con versias ideológicas o literarias o Alarcón: glo xx a impulsos de E. Decroux
de Duque, de Quevedo. En la poe como instrumento de difama y de la compañía teatral de A. Ar-
sía contemporánea merece des ción, en cuyo caso se denomina «Duro, pues, a los farsantes que taud. Esta revalorización de la
tacarse el panegírico que forma libelo infamatorio. Como ejem se han apoderado de la revolu pantomima se produce igual
parte del Llanto por Ignacio Sán plo de este tipo de escritos suele ción para descuartizarla [...], mente en otros países, a través de
chez Mejías, de Lorca. Véanse, a mencionarse las Provinciales de duro, en fin, a los bribones que grupos como el Actor’s Studio
continuación dos coplas del pa B. Pascal (1656-1657) contra los hacen el mal a sabiendas, y no ha de Nueva York, el Piccolo Tea
negírico que J. Manrique dedica jesuítas y la Sorbona. En España, cen más daño porque afortuna tro de Milán, la compañía del
a su padre: una parte de la literatura satírico- damente su malicia se contiene Teatro Pobre de J. Grotowski, Els
social y política del siglo xv (Co en los límites de su ignorancia. Joglars, etc.
«Aquél de buenos abrigo, plas del Rey don Henrique, etc.) ¡Latigazo y tente, perro!». Papel. Término con el que se
amado por virtuoso presenta el tono mordaz del pan alude tanto a la función desarro
de la gente, fleto, al igual que cierta sátira li Pantomima. Término de ori llada por un personaje en una
el maestre don Rodrigo teraria del Siglo de Oro (p. e., la gen griego (pantos-mimos: todo obra como a la parte del texto
Manrique, tanto famoso de Quevedo contra J. Ruiz de imitación) con el que se designa que le corresponde interpretar e,
etan valiente: Alarcón, Góngora, etc.) o el es una representación teatral cons incluso, a la interpretación que
sus hechos grandes e claros crito difamatorio lanzado por tituida únicamente por los gestos de un determinado personaje
non cumple que los alabe, Lope de Vega contra la familia de de los actores, que desarrollan realiza un actor concreto. En el
pues los vieron, los Velázquez tras la ruptura con una historia, sin palabras. En montaje de una obra teatral se
ni los quiero hacer caros, Elena Osorio. Desde el punto de esto se diferencia del mimo, el procede a un «reparto de pape
pues que el mundo todo sabe vista político, durante el período cual no trata de dramatizar un les», y, según la valía profesional
cuáles fueron. de Carlos IV, la Guerra de Inde episodio concreto, sino que se de los actores y sus cualidades
pendencia y el Trienio Liberal centra en una expresión autóno peculiares, se les encomienda
¡Qué amigo de sus amigos! abunda la literatura panfleta- ma, y deja al público en libertad un papel «principal» o «secunda
¡Qué señor para criados ria (El Zurriago, El Gorro Frigio, de interpretar el espectáculo, rio», un papel «de carácter» (lo
e parientes! etc.), lo mismo que en el llamado mientras que la pantomima in que supone un actor entrado en
¡Qué enemigo de enemigos! Bienio Progresista (El Látigo, de tenta representar dicha historia años) o un papel «de prueba»
¡Qué maestro de esforzados P. A. de Alarcón), el Sexenio De con cierta fidelidad, ocupando el para un actor novel. Véanse: es
e valientes! mocrático iniciado con la Revo gesto el lugar de la expresión tereotipo, PERSONAJE, ROL y
¡Qué seso para discretos! lución de 1868 (La Gorda, La Fla oral. Sobre las relaciones de la TIPO.
¡Qué gracia para donosos! ca, Gil Blas), etc. Entre los rasgos pantomima con el mimo, y el de Parábasis. Véase coro.
PARÁBOLA 386 387 PARALELISMO
Parábola. Término de origen tes de un enunciado. Así, en la ex «Por ti nos vivifica esta tu muerte, y matar los hombres.
griego (parabole: comparación) presión «una ocurrencia feliz», el por ti la muerte se ha hecho nues [...] Venciendo moricos,
con el que se designa una forma adjetivo «feliz» presenta una rela tra madre...». fuertes como un roble,
de relato que guarda relación con ción sintagmática con los térmi de Ciudad Reale
nos «ocurrencia» y «una», que (Unamuno)
la fábula y con la alegoría. Con la viene vencedora [...]».
primera tiene en común la expo están presentes en el enunciado, Paráfrasis. Término griego
(Lope de Vega, Fuente. Ovejuna)
sición sencilla de una anécdota y, a la vez, mantiene una relación (para-phrasis: explicación añadi
que sirve de punto de partida paradigmática con otros adjeti da) con el que se alude al desarro Paragrama. Sustitución o trans
para extraer una lección moral; vos que podrían sustituirlo: «ino llo explicativo de un texto, sin al mutación de una palabra en otra
se diferencia en que, generalmen portuna», «ingeniosa», «chocan terar su contenido, para hacerlo por el cambio de uno de sus fo
te, los personajes de ese relato son te». En el análisis estilístico de las más asequible. En teoría literaria nemas. Si el cambio es involunta
seres humanos y no animales, obras literarias habrá de tenerse se aplica dicho término a los escri rio, se trataría simplemente de
como en la fábula. Con la alego en cuenta el tipo de elecciones tos en que se recrea o interpreta, un «lapsus». Por el tono (humor,
ría comparte el hecho de que, de realizado por un autor, a partir de amplificándolo, un texto anterior. ironía) y contexto se puede dedu
trás de ese relato sencillo, late una las posibilidades de sustitución Ejemplos conocidos de paráfrasis cir si dicho cambio es o no inten
interpretación intelectual y una paradigmática en relación con el serían los poemas en tercetos de cional. Ejemplo: «El general tenía
alusión a un sentido más profun campo semántico en el que ha se Fray Luis de León en su Exposi un alto sentido del horror» (ho
do, que es donde radica la ense leccionado el material léxico. ción al Libro de Job, en los que se nor-horror).
ñanza moral o religiosa, como Paradoja. Término de origen vierte el argumento de cada capí Paralelismo. Procedimiento es
ocurre, p. e., en las parábolas del griego (paradoxon: fuera de la tulo de dicho libro, después de ha tilístico caracterizado por la re
Evangelio. opinión común, raro) con el que ber realizado un comentario en currencia simétrica de palabras,
Paradiástole. Véase separa se denomina una figura lógica prosa al texto original. estructuras sintácticas y rítmicas
ción. consistente en la oposición y ar Paragoge. Término de proce o contenidos conceptuales a lo
Paradigma. Término proce monización de conceptos apa dencia griega (par-agoge: adición) largo de un texto. Véase, como
dente del griego paradeigrna: rentemente contradictorios. Por con el que se designa una licencia ejemplo, el siguiente cosaute de
modelo, plan de arquitecto, es su medio, lo que, a primera vista, poética consistente en la adición D. Hurtado de Mendoza, padre
quema de un conjunto. En la gra parecía un mensaje absurdo ter de un fonema vocálico (general del marqués de Santillana:
mática tradicional se designa con mina revelando una idea razona mente la «e», llamada «e paragógi-
«A aquel árbol que mueve la foxa
dicho término el conjunto de for ble o una profunda verdad. Es un ca») al final de una palabra con la
algoseleantoxa.
mas que, en la declinación de un recurso frecuentemente utili que termina el verso. Esta adición
Aquel árbol del bel mirar
sustantivo o en la conjugación de zado en la literatura mística y ba ocurre especialmente en la épica
rroca. En la época contemporá face de manyera flores quiere
un verbo, sirven de modelo en los (cantares de gesta, romances vie
nea se considera un rasgo pe [dar;
diferentes tipos de flexión. Así, jos y nuevos), en ciertos poemas
culiar del estilo de Unamuno.
algo seleantoxa.
en latín, rosa o dies sirven de líricos anteriores al siglo xvn y en
Ejemplos: Aquel árbol del bel veyer
paradigma para la primera y algunos textos dramáticos del Si
face de manyera quiere florecer;
quinta declinaciones. En la lin glo de Oro. Ejemplo:
«Vivo sin vivir en mí, algo se le antoxa [...]».
güística contemporánea se habla
y tan alta vida espero,
de relaciones «paradigmáticas» «Sea bienvenido Puede constatarse en este poema
que muero porque no muero».
por oposición a «sintagmáticas», el Comendadora, un paralelismo verbal completo
entre los elementos constituyen (Santa Teresa) de rendir las tierras en los versos 2, 5 y 8, y parcial en-
PARALITERATURA 388 389 PAREMIOLOGÍA
t re el 1,3 y 6 y entre el 4 y el 7» así largo de la historia: p. e., los ro Paremiología. Término de ori Mileto). También Sócrates y los
como un paralelismo de estruc mances fueron considerados, en el gen griego (par-oitnia: refrán, y sofistas utilizan, en su paideia,
turas sintácticas en estas dos últi momento de su aparición, como logos: tratado) con el que se de elementos de esta sabiduría po
mas series. Este recurso poético objeto de consumo de «gentes de nomina la ciencia que recoge y pular. En Roma, son conocidas
se basa en el principio de la repe baja e servil condición» (marqués estudia las distintas formas de sa las colecciones de adagios de Ci
tición o recurrencia. En un poe de Santillana). Por otra parte, se ha biduría popular presente en los cerón (Ad agendum), los Dísticos
ma pueden aparecer diversas for resaltado la calidad estética de refranes, apotegmas, adagios, de Catón, etc.
mas de recurrencia: el mismo ciertas expresiones paraliterarias, proverbios, máximas, sentencias, En la literatura española la pre
número de sílabas, acentos, pau p. e., los cómics de Asterix o Ma- aforismos, etc. El cultivo y reco sencia de elementos paremio-
sas, rima, etc.; el paralelismo im falda. Es indudable, además, la lección de este tipo de expresio lógicos en forma de refranes,
plica, además, el factor de las función de «reserva» de temas, gé nes paremiológicas y gnómicas, sentencias, proverbios, etc., utili
simetrías fijas, que confieren neros, personajes y formas de len aunque adquiere su mayor auge zados de manera consciente y ar
una especial fuerza y cohesión al guaje que ciertas expresiones pa en el Renacimiento, cuenta con tística, se advierte ya en el Libro
poema. raliterarias han cumplido para la notables precedentes en la litera deBuen Amor, que incluye un co
Paraliteratura. Nombre con el creación de obras consideradas ya tura bíblica, grecolatina y medie pioso refranero, quizá el más an
que se alude a una serie de obras o clásicas (recuérdese la presencia val. En realidad, todas las cul tiguo en lengua española. Culti
de expresiones gráficas u orales de materiales de folletín en las no turas conocidas, aun las más ar vadores de este tipo de literatura
que se producen al margen de la li velas de Galdós o de recursos caicas, presentan, por vía oral o son Dom Sem Tob (Proverbios
teratura oficial, consagrada por expresivos de una paraliteratura escrita, un legado de sabiduría Morales), el Arcipreste de Talave-
los códigos estéticos e institucio paródica y «de arrabal» en los es práctica, condensado en breves ra, el marqués de Santillana (pri
nales de una determinada época y perpentos de Valle-Inclán). En sentencias, que ha servido de mera colección de adagios popu
cultura. Entre los ejemplos más esta línea, a partir de los años se orientación gnoseológia y moral lares en su Refranes que dicen las
conocidos de paraliteratura se tenta del siglo xx, determinados a sus respectivos pueblos. Por lo viejas tras el fuego), F. de Rojas,
mencionan las novelas de *folletín novelistas han aprovechado pro que atañe a las fuentes de la etc. Pero es en el Renacimiento
y la literatura de cordel en el si cedimientos narrativos de la nove cultura románica, tanto la bíblica cuando, con la aparición de la
glo xix y, en el siglo xx, distintas la policíaca y negra para recuperar como los textos grecolatinos, obra de Erasmo (Adagia, 1500),
formas de novela de consumo po el valor de la narratividad: U. Eco, ofrecen una rica tradición pare- se produce una exaltación de los
pular: *novela rosa, del *Oeste, de J. Benet, E. Mendoza, etc. Véanse: miológica. De las obras bíblicas, refranes como fuente para cono
*espionaje, *ciencia-ficción, la fo- BEST SELLER, CÓMIC, FOTONOVE- destacan por su contenido sa cer el fondo de verdad, morali
tonovela, el cómic, etc., y determi LA, KITSCH, PLIEGOS DE CORDEL y piencial Job, Proverbios, el Ecle- dad y justicia que la naturaleza
nados best-sellers que responden POPULAR (LITERATURA). siastésy Sabiduría. puso en el hombre. Esta doctrina
a los gustos y esquema de valores Pareado. Estrofa de dos versos Por lo que respecta a Grecia, de la erasmista fue divulgada en Espa
de la sociedad de consumo. No que riman entre sí en consonante etapa anterior a Sócrates y los so ña por J. de Mal Lara en su Filoso
obstante se ha subrayado la difi o asonante y que pueden tener el fistas se conserva una serie de fía Vulgar (1568). Este culto a la
cultad de establecer fronteras fia mismo o distinto número de síla fragmentos parenéticos y pare- sabiduría popular (latente en
bles entre este tipo de producción bas. Ejemplo: miológicos, p. e.: «Lo óptimo: la grandes obras literarias, como el
y la literatura «oficial», dificultad mesura» (Cleóbulo); «No corra Lazarillo, El Quijote, comedias
«Doy consejo, a fuer de viejo:
incrementada por el hecho de la tu lengua más que tu entendi de Lope de Vega, etc.) responde a
nunca sigas mi consejo».
variabilidad de los códigos estéti miento» (Quilón); «Difícil es co un deseo renacentista de vuelta
cos y los juicios de la crítica a lo (A. Machado) nocerse a sí mismo» (Tales de a la naturaleza (alterada por la ci
PARLAMENTO 390 391 PARODIA
vilización), cuyo orden espontá detnoiselle deMaupin (1835), lan mas como el soneto, la oda, el preexistentes con el objetivo de
neo se manifestaría en los juegos za la consigna de «el arte por el rondel, etc.) con una utilización conseguir un efecto cómico. Esta
de los niños, en los cantares y arte». La corriente parnasiana se rigurosa de la métrica, sin conce última forma de parodia tiene
proverbios del pueblo y en la desarrolla desde comienzos de siones a «licencias poéticas» ni al sus orígenes en la literatura grie
apacible vida de la «aldea» (me los años cincuenta (en 1853, versolibrismo. c) Obsesión por el ga (Aristófanes parodia en Las
nosprecio de corte). Véanse: Ch. Leconte de Lisie publica Poé- logro de una perfección formal, y ranas obras trágicas de Esquilo y
ADAGIO, AFORISMO, MÁXIMA, mes antiques, al que sigue L. Mé- de una sublimación de la rea Eurípides), continúa en la época
PROVERBIO, REFRÁN, REFRANE nard con sus Poémes, 1855, y lidad, liberándola de toda feal medieval con obras de tema
RO y SENTENCIA. Th. de Banville con Odesfunam- dad y vulgaridad. Descripción de religioso (imitaciones burlescas
Parlamento. «Entre actores, re bulesques, 1857; ese mismo año esta realidad por medio de nota de himnos litúrgicos por parte de
lación larga en verso o prosa» se reedita Emaux et Camée, de ciones visuales dotadas de un los goliardos) y se mantiene en el
(DRAE). Intervención de un per Gautier), y se consolida con la rico cromatismo y gran plastici Renacimiento: Gargantúa y Pati-
sonaje a través de un largo dis aparición de Le Parnasse contem- dad y de una variada adjetiva tagruel, de Rabelais, con su espí
curso en el que expresa sus senti porain (1866), revista a la que en ción ornamental, d) Evasión de la ritu «carnavalesco». La obra
mientos, ideas y razonamientos, vían sus creaciones treinta y siete realidad vulgar hacia mundos cumbre de la literatura paródica
de forma a veces retórica, para jóvenes poetas que van a ser co exóticos, que pueden situarse universal es el Quijote-, a través
provocar la reacción de los oyen nocidos con el nombre de «par en la cultura griega (en los poe del cual Cervantes somete a críti
tes. Ejemplo de parlamento dra nasianos». Junto a Gautier, Le mas de Leconte de Lisie), bíblica ca el código de valores ideológi
mático sería la interpelación de conte de Lisie, Banville, Mendés, (Banville), medieval o en países cos y estéticos latentes en los li
Laurencia al concejo de Fuen etc., aparecen J. M.a de Heredia, ensoñados de recóndita belleza y bros de caballerías, al tiempo que
te Ovejuna, tras liberarse de la F. Coppée, Sully Prudhomme, de misterio: España, Egipto, In afirma una nueva estética y un
opresión del comendador. Champfleury y tres grandes pro dia, etc. El parnasianismo cederá nuevo lenguaje. Por su parte,
Parnasianismo. Término con mesas: S. Mallarmé, P. Verlaine y paso al movimiento simbolista e Lope de Vega escribe una regoci
el que se alude a una tendencia Baudelaire. influirá en el modernismo hispa jada parodia de la épica en La Ga-
estética y literaria iniciada por un Los principios estéticos en los noamericano, a través de Here toniaquia. Elementos de parodia
grupo de poetas franceses que que concuerdan los diversos dia y Rubén Darío. Parnasianos, satírica aparecen en el Fray Ge
en 1866 publican conjuntamente representantes de esta corrien simbolistas y modernistas com rundio, del P. Isla, en relación con
sus composiciones poéticas en te parnasiana son: a) Rechazo partirán un mismo culto a esa la oratoria sagrada del barroco
la revista Le Parnasse contempo- de los presupuestos románticos nueva poesía, caracterizada por la tardío, lo mismo que en La come
rain. Esta nueva estética surge mencionados. El blanco de sus búsqueda de perfección formal y dia nueva o El Café, de Moratín,
como reacción contra el Roman ataques no será V. Hugo (admira la creación de belleza como objeti respecto de las «comedias desati
ticismo en_dos aspectos:, crítica do todavía, al menos el Hugo de vo primordial. Véanse: decaden nadas» del mismo estilo. Otros
del principio de libertad absoluta las Orientales), sino el poeta La tismo, FIN DE SIGLO (CRISIS DE), ejemplos de parodia, en este caso
en la creación artística ,(que ha-^ martine, por la carga sentimental MODERNISMO y SIMBOLISMO. grotesca, aparecen en los esper
bía conducido a un descuido de y política de algunas de sus crea Parodia. Es la imitación irónica pentos de Valle-Inclán (Los cuer
la forma) y abandono de la con ciones. b) Frente a los «versos o burlesca de personajes (defor nos de don Friolera, p. e.), o
cepción utilitaria del arte al ser fáciles e incoherentes» de la tra mación caricaturesca de uñ ras la parodia hilarante que realiza
vicio de ideales políticos, socia dición romántica, propugnan la go físico o moral), de conductas P. Muñoz Seca sobre los dramas
les, etc. Frente a esta concepción, creación de un tipo de poesía ex sociales (farsa satírica y desmiti- neorrománticos, en La vengan
Th. Gautier, en el prefacio a Ma- quisitamente elaborada (en poe ficadora) o de textos literarios za de don Metido. Véanse: BUR-
PARONIMIA 392 393 PASTORELA
l.ESCO, CARICATURA, CARNAVAL- cuentes en español, por eso no esposo o el amante de la mujer llamado teatro menor de carácter
CARNAVALESCO, ESPERPENTO, llevan signo diacrítico, a no ser amada? ¿Qué puede ser más do cómico, véase: entremés.
FARSA y GROTESCO. que terminen en consonante que loroso: la muerte de la amada o su Pasquín. Escrito anónimo, en
Paronimia. Véase paronoma no sea n o s. Se denomina verso infidelidad?, etc. Véanse: debate, prosa o en verso, colocado en un
sia. paroxítono, o llano, aquel cuyo RECUESTA y TENSÓN. lugar público y en el que, con
Paronomasia. Término grie último acento recae sobre su pe Pasaje. Término utilizado para un lenguaje crítico y agresivo, se
go (par-onomasia: semejanza de núltima sílaba, y rima paroxítona denominar un determinado frag satiriza o difama a personas o
nombre) con el que se designa o llana la que se produce en ver mento de un texto literario que, instituciones. Véase: panfleto.
una figura retórica consistente en sos paroxítonos. Ejemplo: por presentar un sentido com Pastiche. Galicismo procedente
asociar, dentro de un mismo tex pleto, puede ser objeto de refe de la palabra italiana pasticcio,
to, palabras que presentan una «Si de mi baja lira rencia, lectura o comentario utilizada inicialmente en pintura
semejanza fónica y distinto signi tanto pudiese el son que en un autónomo. Dicho término, aun para designar las imitaciones de
ficado. Se denomina también pa [momento que no siempre, se aplica espe cuadros realizadas con tal habili
ronimia y parequesis (sonido se aplacase la ira cialmente en obras de literatura dad que pudieran pasar por sus
mejante). Esta figura se adecúa del animoso viento ascética y mística, en sermones y originales. Dicho término se ha
especialmente al juego de pala y la furia del mar y el movimien homilías y en comentarios bíbli aplicado también a las imitacio
bras y a la agudeza de ingenio y to». cos. nes de obras literarias, aunque, en
sentido del humor, ya sea como (Garcilaso de la Vega) Pasos. Breve pieza teatral en la principio, ha adquirido un ma
mero pasatiempo divertido o que se representa una situación tiz peyorativo: imitación afectada
bien con intencionalidad irónica Véanse: oxítona, proparoxí propia de personajes populares del estilo de un autor. La técni
y satírica. Sirvan como ejemplo tona y rima. de los que se remedan costum ca del pastiche es utilizada delibe
estos versos de Unamuno, en los Partimen (o joc partit). Tér bres y lenguaje en un tono de hu radamente por ciertos escritores,
que se subraya un pensamiento mino utilizado en la literatu mor burlesco. Los pasos encuen al imitar diversos textos y estilos
existencial con el mismo procedi ra provenzal para designar una tran su verdadera configuración en una misma obra (a veces,
miento de la paronomasia: composición poética en la que un en la obra de Lope de Rueda, ya incluso, de géneros llamados «su
trovador propone un problema que es él quien crea el repertorio bliterarios») o contraponer diver
«Le puso el piso en que pasa
con dos alternativas de posible de situaciones, tipos y fórmulas sos niveles de lenguaje con finali
hondo hastío; donde posa
solución, y ofrece a su oponente expresivas que luego pasarán al dad paródica o exclusivamente
sin coser; es otra cosa,
elegir primero, para luego defen entremés. Al mismo tiempo, rea estética. Ejemplo de contraposi
no lo que quiso; no casa.
der él la opción contraria, su liza la gran innovación de su ción paródica de diversos regis
Presa del piso, sin prisa,
puestamente más difícil. Se trata, plantar el verso por la prosa, con tros de lenguaje sería el que Va-
pasa una vida de prosa».
pues, de una forma de debate en lo que se posibilita la desenvol lle-Inclán pone en boca de Max
Véase: poliptoton. la que es más importante la exhi tura y tono realista del diálogo Estrella (Luces de Bohemia) en su
Paroxítona. Término de origen bición del propio ingenio, agili y conversación normal. Entre respuesta sarcástica al capitán Pi-
griego (para: junto a, y oxítono: dad y agudeza intelectual que la los pasos más característicos de tito: «Yo también chanelo el ser-
tono agudo) con el que se de defensa-de una determinada opi Lope de Rueda deben mencio mo vulgaris».
signa la palabra que lleva acento nión en cuanto tal. La temática de narse Las aceitunas y La tierra de Pastorela. Término proceden
en su penúltima sílaba: «cara», estos juegos dialécticos versa so Jauja. Para un estudio sobre la te del occitano (pastorela: pas
«pantano». Las palabras paroxí- bre diversos aspectos del amor historia y características de este toreóla) con el que se designa
tonas o llanas son las más fre cortés, p. e., ¿qué es mejor: ser el tipo de piezas teatrales y otras del una composición lírica de origen
PASTORIL 394 395 PATRAÑA
provenzal cuyo tema es el en plia creación artística centrada ven con personajes sobrehuma caída, la muerte), que generan
cuentro de un caballero con una en la exaltación de la vida del nos (ninfas, dioses) y que, tras sentimientos de piedad (eleos) y
pastora a la que aquél intenta se campo y del amor entre pastores, diversos lances, acaban encon de terror (phobos) en los especta
ducir. En el diálogo que entablan, lo que constituye un tópico pro trando su felicidad en el amor o dores, al tiempo que les mueven a
la pastora puede dar largas y abo cedente de la poesía grecolati- aceptando sabiamente su sole la catarsis o purgación de sus pa
car a un final evasivo o bien ac na (Teócrito y Virgilio), recreado dad en el marco de una naturale siones. Lo patético es, pues, una
ceder a los deseos del galantea en la Edad Media (Carmen Bu- za idealizada. Temas básicos de peculiaridad de determinadas si
dor, previa promesa de algún colicum, de Petrarca; Ninphale la obra son el amor (concebido tuaciones dramáticas que con
regalo, o, en otros casos, rechazar d'Ameto, de Boccaccio) y en el Re como deseo de belleza y eleva mueven al público y le motivan
bruscamente el requerimiento, nacimiento (Aminta, de T. Tasso; ción espiritual, según los-con para una identificación con la
para lo cual no dudará, si es pre Arcadia, de J. Sannazaro), y que, ceptos recibidos de León Hebreo causa vivida por los personajes.
ciso, en solicitar la intervención en la literatura española, pene y B. de Castiglione), la natura Véanse: folletín, melodrama
de sus familiares, que, en las cer tra en la poesía lírica (Églogas, de leza, diseñada como un escena y SENTIMENTALISMO.
canías, andan ocupados en las Garcilaso de la Vega), en el teatro rio platónico -prado, estanque, Patraña. Nombre de dudosa eti
faenas del campo. Un rasgo pe (Juan del Encina, Lucas Fernán arroyo, fuente, árboles, choza-, mología (J. Corominas lo hace
culiar de la pastorela es la locali dez, Gil Vicente) y, especialmen y la fortuna, dispensadora velei derivar de pastoránea: consejas
zación del encuentro en un espa te, en la llamada novela pastoril dosa del bien y del mal, a quien de pastores) utilizado, con el sen
cio geográfico preciso («Entre de J. de Montemayor, Gil Polo, se atribuye el cambio de estado y tido de cuento verosímil, por
Lérida e Belvis»). La misma ca Cervantes, etc. Al margen de esta condición de las personas. Juan de Timoneda, que la define
racterística aparece en pastorelas influencia grecolatina, el tema Constituida como modelo del como «fengida traza, tan linda
francesas y gallego-portuguesas, pastoril se había cultivado en la género, la Diana tuvo varias mente amplificada y compuesta,
así como en las serranas y serra literatura medieval española, en imitaciones, entre las que desta que parece que trae alguna apa-
nillas castellanas: recuérdese la posible relación con la pastorela ca la Diana enamorada (1564), rencia de verdad». Por su parte,
serranilla del marqués de Santi- provenzal, p. e., las «serranillas» de Gil Polo. Vinculadas con este C. Suárez de Figueroa la relaciona
llana: «Mo^uela de Dores / allá do de Santillana. tipo de obras surgen La Galatea con las novelas, a las que consi
la Lama». Otra peculiaridad es la Sin embargo, el término pastoril (1585), de Cervantes; La Arca dera como «patrañas o consejas
contraposición de dos estamen se ha reservado expresamente dia (1598), de Lope de Vega, etc. propias del brasero en tiempos de
tos sociales, con sus códigos res para designar un tipo de novela Véanse: bucólica, égloga, idi frío». Se puede considerar la pa
pectivos (el aristocrático, con su que surge en España en el si lio, PASTORELA y SERRANILLA. traña como una de las primeras
«cortesía», y el popular, con sus glo xvi y que tiene su mode Patético. Véase pathos. expresiones de la novela corta en
maneras rústicas), puestos en lo arquetípico en la Diana de Pathos. Término griego («sufri España, a imitación de las tiove-
evidencia en el diálogo, elemento J. de Montemayor. Dicho mode miento») que alude a los sen lle italianas. El mismo Timone
básico en el poema. Es opinión lo presenta los siguientes rasgos timientos de emoción provoca da indica que sus relatos se de
común que las pastorelas france característicos: relato en prosa, dos por el desarrollo de una nominarían en lengua toscana
sas, las gallego-portuguesas y las alternando con el verso, y un determinada acción dramática «novelas». De hecho, se han seña
serranillas castellanas son deri lenguaje culto y refinado, en el en los espectadores. Para Aristó lado notables coincidencias entre
vaciones de las provenzales. Véa que se cuentan diversas historias teles, el pathos se relaciona con varias de estas patrañas con rela
se: SERRANILLA. amorosas protagonizadas por aquella parte de la tragedia en la tos de Boccaccio (2.a, 15.“ y 22.a),
Pastoril. Bajo el rótulo de litera pastores (de ficción unos, otros que sobrevienen acontecimien Masuccio (3.a), Bandello (7.a),
tura pastoril se engloba una am reales, disfrazados) que convi tos dolorosos para el héroe (la Ariosto (8.a y 19.a), etc. En el libro
PAUSA 396 397 PERIODISMO
de Timoneda cada patraña va Pentadecasílabo. Verso de quin la 1.a y 4.a sílabas («Blanca tor expresamente con fines estéticos
precedida por una redondilla, en ce sílabas que presenta diversos tuga / luna dormida», F. García para realzar o sublimar una rea
la que se sintetiza el núcleo de modelos según la diferente dis Lorca). 3. Polirrítmico, cuando lidad mediante un proceso me
la acción que se va a narrar y en la tribución de sus acentos rítmi en un poema alternan trocaicos y tafórico, metonímico, etc.: es
que, a veces, se insinúa una mora cos o su distinta composición dactilicos. la perífrasis poética o literaria.
leja. Ejemplo. interna. Navarro Tomás distin Perífrasis. Término griego (perí Véanse dos ejemplos de perífrasis
gue tres tipos de pentadecasíla frasis: decir con un rodeo, cir literaria que aluden, mediante una
Paira fia séptima cunlocución) con el que se de metáfora, al cisne y a la muerte,
«La duquesa de la Rosa bo: 1. Dactilico, que lleva acentos
en 2.a, 5.a, 8.a, 11.a y 14.a sílabas nomina una figura retórica con respectivamente:
siendo sin culpa culpada,
(«... en tanto que ardiente brota sistente en aludir a una realidad
por justicia fue librada, «... aquel ave
se la vida en el mundo...», G. Gó no con el término preciso sino
dándola por virtuosa». que dulce muere y en las aguas
mez de Avellaneda). 2. Compues sustituyéndolo con una frase:
[mora».
Pausa. Descanso o silencio que to, que presenta dos modalidades: p. e., «elséptimo arte» (cine), etc.
se produce en medio de dos he a) formado por un hexasílabo y El uso de la perífrasis es frecuen (Góngora)
mistiquios de un verso compues un eneasílabo, ambos con acen te en la comunicación ordinaria,
to, al final de un verso o al final p. e., cuando se trata de eludir «Y cuando llegue el día del últi-
tos irregularmente distribuidos
de una estrofa. Según el lugar situaciones problemáticas, insi [mo viaje,
(«... tus pupilas mustias, / vagas
donde se produce dicho descan nuar un deteterminado mensaje, y esté al partir la nave que nunca
de pensar abstracciones», A. Ñer
so, se denomina pausa estrófica crear una ambigüedad intencio [ha de tornar [...]».
vo); b) formado por un hep-
(al terminar la estrofa), versal (al tasílabo y un octosílabo, acen nadamente o, por el contrario, (A. Machado)
fin de cada verso) e interna (entre tuados en 2.a y 6.a y en 3.a y 7.a aclarar un concepto o un mensaje
los dos hemistiquios). Esta últi sílabas, respectivamente («in intrincados, etc. De acuerdo con Véase: eufemismo.
ma impide la sinalefa y hace que móviles reposan / en el lecho de estas circunstancias surgen di Periodismo. Término con el
el cómputo silábico del primer la muerte», M. González Prada). versos tipos de perífrasis: defini- que se designa tanto la profesión
hemistiquio sea idéntico al que se 3. Ternario, formado por tres toria, cumple la función de acla de periodista como la actividad
realiza con el final de un verso: si pentasílabos polirrítmicos («Teje rar o explicitar el significado del relacionada con la publicación de
termina en aguda, se cuenta una el enjambre / la aluda música / de léxico, p. e., «proceso inflamato periódicos. En esta segunda acep
sílaba más, si es una palabra es- su tropel» S. Rueda). rio de las amígdalas» (amigdali ción, se trata de «una modalidad
drújula, se cuenta una sílaba me Pentasílabo. Verso de cinco sí tis); gramatical, de tipo verbal de la comunicación de masas que
nos. Ejemplo: labas métricas que presenta di («no ha hecho más que llegar»: ha tiene como fin específico la difu
versas modalidades según la llegado), nominal («la musa de la sión no-intencional de hechos
«Mi infancia son recuerdos / de documentables y la propuesta de
diferente posición que ocupan historia»: Clío), adverbial («a la
[un patio de Sevilla comentarios limpiamente subje
sus acentos rítmicos internos. La chita callando»), etc.; eufemísti-
y un huerto claro donde / madu- tivos, u opiniones acerca de acon
sílaba cuarta va siempre acentua ca, cuando, por ciertas normas
[ra el limonero: tecimientos socialmente relevan
da. T. Navarro Tomás distingue de cortesía, o por el deseo de no
mi juventud, veinte años / en tie- tes» (J. L. Martínez Albertos).
los siguientes tipos de pentasíla herir la sensibilidad del oyente,
[rra de Castilla; Esta definición vale para los dife
bo: 1. Trocaico, que lleva acentos se evita una palabra tabú: p. e.,
mi historia, algunos casos / que rentes tipos de periodismo, inde
en su 2.a y 4.a sílabas («Guillén «mujer de vida airada» en vez de
[recordar no quiero». prostituta. Finalmente, hay un pendientemente del soporte que
Peruza / murió en la Palma», Anó
(A. Machado) nimo). 2. Dactilico, con acentos en tipo de circunlocución surgida utilicen: escritura, radio, televi-
PERIODISMO 398 399 PERIODISMO
sión. Los tres comparten un mis Lima. Sin embargo, es en el si pular, que en países como Italia ¿dónde?, ¿por qué?) y sus posibles
mo y peculiar mensaje (la noti glo xix cuando comienza el pe o España se manifiesta especial consecuencias. Para que una noti
cia), basado en el relato de unos riodismo moderno con La Co mente en revistas gráficas de tira cia provoque el interés de los lecto
hechos que se pueden documen rrespondencia de España (1848), da semanal, entre las que abunda res, debe ser de actualidad, cerca
tar/explicar (periodismo infor El Imparcial (1867) y La Van la llamada «prensa del corazón» na, con posibles repercusiones,
mativo e interpretativo) y de guardia (1881). y «prensa sensacionalista», del relevante, sobre un hecho no habi
unas opiniones o comentarios En la historia del periodismo con tipo de la antes mencionada. En tual, o conflictivo, emotivo, o que
sobre los mismos (periodismo de temporáneo se suelen distinguir, la cuarta etapa (últimos lustros se refiera al sexo, o que afecte al
opinión) realizados con honesti desde el punto de vista del trata del siglo xx), se inicia un perio progreso de la humanidad. El
dad profesional. D.e los tres tipos miento del mensaje, cuatro eta dismo de investigación y docu modo de escritura utilizado en la
de periodismo aludidos, en rela pas. Una primera, la del llamado mentación basado en la búsque redacción de la noticia es la narra
ción con el canal utilizado (im periodismo ideológico (que llega da directa de datos (no se fía de ción o la descripción de hechos. Su
preso, radiofónico y televisivo), ría hasta el final de la Primera las fuentes oficiales) para elabo estilo literario ha de ser claro, pre
aquí se trata especialmente del Guerra Mundial), en la que pre rar el llamado «reportaje en pro ciso, escueto, obj etivo y correcto.
periodismo impreso. domina el comentario doctrinal fundidad» (p. e. el del caso Wa- Dentro del periodismo informa
Históricamente, la prensa perió sobre la información, la cual está tergate). Junto a este periodismo tivo, una modalidad fundamen
dica surge con la aparición de la mediatizada por la mentalidad de la prensa escrita, pasa a pri tal es la del reportaje objetivo, a
imprenta, aunque de forma bas de unos profesionales al servi mer plano otro de gran audien través del cual se pretende expli
tante rudimentaria, a través de cio de ideales políticos, sociales, cia, fundamentalmente informati car cómo han sucedido unos he
las «hojas volanderas» en el si religiosos, etc. Una segunda, a vo: el de la radio y la televisión. chos actuales o recientes pero
glo xvi y de las gacetas hebdoma partir de los años veinte, en la Las diferentes modalidades de pe que, en general, ya no son es
darias del siglo xvii, así como de que surge en los países anglosa riodismo aludidas en esta referen trictamente noticia. El modo de
las «gacetas de información ofi jones, especialmente en Estados cia histórica se insertan en lo que escritura es tanto la narración
cial» de algunos gobiernos y Unidos, un periodismo esencial se viene denominando, entre los como la descripción; el que lo
de los llamados mercurios (de mente informativo que se centra profesionales y docentes de esta escribe es, lógicamente, un re
Alemania, Francia e Inglaterra), en el relato objetivo de los hechos materia, géneros periodísticos, que portero; y el estilo es más per
que informaban mensualmente y que exige de sus profesionales son, fundamentalmente tres: sonal, pero esencialmente ob
sobre actividades comerciales, una mayor competencia y hones El periodismo informativo, que en jetivo. Hay diferentes tipos:
cuestiones políticas y culturales. tidad intelectual. Aparte, aparece la actualidad ha sido casi absorbi a) reportaje de acción, que es un
En España, hasta 1661 no apare una prensa sensacionalista, con do por la radio y la televisión, dada relato vivo y dinámico de los
cen referencias sobre la primera marcado interés económico, en la mayor rapidez con que se pue acontecimientos en el que el re
gaceta oficial del gobierno, que la que se destacan noticias provo den transmitir las noticias. En este portero se sitúa como enrolado
en 1697 se edita con el título de cadoras de emociones fuertes por primer nivel de información el ob en el devenir de los mismos; el
Gaceta de Madrid y que no llega su rareza, «suspense», «morbo» jeto fundamental del mensaje es la modo de escritura es funda
rá a ser diaria hasta 1785. En sexual, escándalos, corrupción, noticia o relato del hecho en sus mentalmente narrativo; b) re
1758 se inicia el Diario noticioso, violencia, etc. En una tercera eta datos esenciales (el lead), enmar portaje de acontecimiento: es
de Nipho, que más tarde se desig pa, en torno a los años cincuenta, cado en las circunstancias*’que lo una exposición de los hechos no
na con el título de Diario de Ma surgen un periodismo de inter hacen explicable (se trata de la res en su desarrollo, sino como algo
drid. En 1792 surge el Diario dé pretación o explicación y un pe puesta a las consabidas cinco pre que ya se da por concluido y que
Barcelona y en 1794 el Diario de riodismo po guntas: ¿quién?, ¿qué?, ¿cuándo?, es objeto de una información
PERIODISMO 400 401 PERÍODOS LITERARIOS
ordenada y objetiva; el modo de hechos sobre los que informa camino entre la literatura y el pe centrados en personalidades po
escritura es básicamente des pero situándolos en su contexto, riodismo» (Martínez Albertos) y líticas relevantes: el «Siglo de Pe-
criptivo; c) reportaje de segui en el que adquieren toda su signi cumplen una función de entrete ricles» (v a.C.), la «Época de los
miento: se realiza sobre un acon ficación. Se ha advertido que este nimiento por medio del humor, la Reyes Católicos» (siglos xv al xvi),
tecimiento que ha constituido periodismo de interpretación fá ironía, la agudeza y el desenfado. etc. En los manuales de historia
noticia y cuyo interés exige se cilmente puede derivar hacia el Perí o do s literario s. Exprés i ó n de la literatura se opera con el
guir informando sobre él. Otra periodismo de opinión. Sin em con la que se alude a una modali concepto de siglo (p. e., «literatu
modalidad del periodismo in bargo, es clara la diferencia entre dad de ordenación cronológica ra del siglo xix») y, dentro de
formativo es la entrevista, tam una columna interpretativa y un de la historia de la literatura en cada siglo, con el de época: p. e.,
bién llamada «reportaje de ci artículo de opinión: la primera se espacios de tiempo determina dentro del llamado Siglo de Oro
tas», que consiste en una serie de queda en el campo de la exposi dos en los que se enmarcan una se estudia la literatura en la «épo
preguntas y respuestas entre el ción de los hechos y de las ideas, serie de obras literarias y sus au ca de Carlos V», «época de Felipe
periodista y el entrevistado, con basándose en pruebas objetivas, tores respectivos, que, a su vez, II», etc. (J. L. Alborg).
incisos descriptivos y narrativos mientras que el segundo se desa pueden incluirse en otras formas Desde el campo de la historia
por parte de aquél, para comple rrolla en la línea de la argumenta de ordenación (o asociación), de la filosofía y de la cultura
mentar la visión que sobre la ción con razones probatorias de como generaciones, escuelas, mo (W. Dilthey, J. Ortega y Gasset),
personalidad o pensamiento del carácter persuasivo y puntos de vimientos, corrientes, etc. La his se ha introducido un nuevo con
entrevistado se desea ofrecer al vista personales, para ayudar al toria de la literatura se ha venido cepto, el de generación, que ha
público. Mención aparte mere lector a enjuiciar lo ocurrido, va parcelando, inicialmente, en uni sido aplicado a la historia litera
ce la crónica: ha sido definida lorarlo adecuadamente y sacar dades cronológicas derivadas de ria, especialmente en Alemania y
como «una información inter sus conclusiones al respecto. En la historiografía política y cultu en España, donde se han consoli
pretativa y valorativa de hechos tre los «géneros», a través de los ral. Esto ocurría con la primitiva dado los siguientes marbetes ge
noticiosos, actuales o actualiza cuales se desarrolla el periodismo división de la historia en edades, neracionales: «Generación del
dos, donde se narra algo al pro de opinión, figuran el editorial, la que procedía de Petrarca, para 98», «Generación del 14», Gene
pio tiempo que se juzga lo na columna o comentario, el artículo quien el mundo se dividía en tres ración del 27», «Generación del
rrado» (G. Martín Vivaldi); lo de ensayo, el suelto, la crítica, el grandes etapas: Edad Antigua, o 36», etc.
específico de esta modalidad es artículo de costumbres, la carica Edad de Oro de la cultura (repre La historiografía contemporánea
narrar y describir. Hay dos tipos tura, etc. Sobre todos ellos puede sentada por la historia de Grecia ha introducido el concepto de pe
de crónica: la de lugar o ambien consultarse la entrada correspon y Roma), Edad de las Tinieblas ó ríodo literario para ordenar cro
te (de corresponsales de viajes, diente a * artículo. de los siglos oscuros (que luego nológicamente aquellas obras o
de guerra, etc.) y la de temas Además de los reseñados, hay un se denominará Edad Media) y la autores„YÍnculados entre sí por
(parlamentaria, crónica de suce periodismo ameno o literario, que Edad Nueva, caracterizada por el determinadas preferencias de
sos, taurina, deportiva, etc.). goza de una larga tradición en la renacer de las luces y el alumbra orden estético, preocupaciones
Relacionado con el periodismo cultura occidental y, en concreto, miento de una cultura moderna, temáticas y por la adhesión a
informativo aparece a mediados en la española. En esta línea de pe- conocida después como Renaci ciertas normas o convenciones
del siglo xx lo que en Francia se riodismov«literario» habría que miento. literarias imperantes en una de
denominó periodismo de explica situar ciertos artículos de J. Cam A esta división simplificadora terminada época. Así, en el trans
ción y, en Estados Unidos, perio ba, C. González Ruano, F. Um sucederá el fraccionamiento en curso del siglo xix se desarrollan
dismo de interpretación (interpre- bral, M. Vicent, M. Vázquez Mon- unidades menores. Aparecen, así, dos períodos perfectamente dife
tative Reporting): parte de los talbán, etc., que «están a medio los conceptos de siglo y de época, renciados (Romanticismo y rea
PERIPECIA 402 403 PERSONAJE
lismo) y se sientan las bases de un teoría literaria ha acuñado, o re orador trata de resumir, de for término griego correspondiente
nuevo período -el modernismo- cogido de otras disciplinas, una ma convincente, los argumentos (prosopon: rostro), utilizado en el
que abarca la última década del serie de términos con los que se esenciales de su intervención y teatro con el significado de «pa
siglo xix y continúa hasta 1916, ha tratado de delimitar y denomi de conmover al auditorio, cau pel». Tanto en el teatro como en
año de la muerte de Rubén Darío. nar los períodos más importantes sándole una impresión profunda los relatos narrativos el persona
Otros conceptos utilizados como de la historia de la literatura: *re- que le empuje a la adhesión final je constituye el eje dinamizador
criterio de periodización son los nacimiento, ^manierismo, *Ba- a su mensaje. Véanse: oratoria sobre el que gira todo el desarro
de escuela, movimiento, corrien rroco, *rococó (términos proce y retórica. llo de la acción. La historia del
te, etc. El concepto de escuela res dentes de la historia del arte), Perqué. Poema formado por una teatro y de la creación narrativa
ponde a la idea de una agrupación ^neoclasicismo, ^Romanticismo, serie de pareados contrapuestos, presenta una rica variedad de
o asociación artística o literaria * realismo (surgidos en el ámbito precedidos casi siempre de una personajes que se pueden clasifi
que implica la existencia de maes literario, aunque el de «realismo» redondilla o de una quintilla car de acuerdo con los siguientes
tros transmisores de una cultura y se aplicó desde un principio tanto cuya rima final se repite en el pri criterios:
unos ideales estéticos y de unos a la pintura como a la literatura), mer pareado. Los pareados están a) Por su configuración y grado
discípulos que comparten esos ^modernismo (de procedencia enlazados entre sí por la rima que de individualidad, los personajes
ideales; p. e., los trovadores pro- eclesiástica: el «modernismo» teo queda en suspenso al final de pueden ser: 1) estereotipos, cuan
venzales, los escritores del Mester lógico), vanguardias (término cada uno de ellos, para ser com do responden a un retrato prefi
de Clerecía, etc. Se entiende por de origen político-militar), etc. pletado en el primer verso del si jado y reiterativo, p. e., el miles
movimiento una agrupación de Véanse: clasificación litera guiente. Véase como ejemplo el gloriosus (soldado fanfarrón) de
escritores o artistas que compar ria, GENERACIÓN y MOVIMIENTO primer perqué del que se tiene la comedia latina, que llega hasta
ten unos ideales estéticos y que, LITERARIO. noticia, escrito probablemente a el Centurio de La Celestina; 2) ti
de alguna forma, están compro Peripecia. Del griego peripeteia finales del siglo xiv: pos, que consisten en un conjun
metidos con el desarrollo y pro (cambio inesperado, suceso im to de rasgos psicológicos y mora
pagación de los principios anima previsto), término con el que se «Pues no quiero andar en corte les peculiares de un modelo ya
dores de esa tendencia estética, de designaba en la tragedia clásica el nin lo tengo por deseo, configurado por la tradición pero
su desenvolvimiento y propaga momento en que la trayectoria quiero fer un devaneo que carecen de la reiteración
ción. Otro concepto importante existencial del héroe tomaba un con que haya algún deporte mecánica y superficialidad del
es el de corriente, noción que se derrotero imprevisto. Aristóteles y qualque consolación: estereotipo, p. e., el avaro o el mi
halla vinculada a la de período, en lo situaba en el paso de una situa ¿Por qué en el lugar de Arcos sántropo, de Moliere; 3) perso
el sentido de línea de pensamien ción de felicidad a la de desgracia o no usan de confesión? najes-tipo, cuyo ejemplo se en
to que procede de una etapa ante viceversa. Utilizado en plural, el ¿Por qué la disputación cuentra en las figuras del teatro
rior y que fluye durante el nuevo término peripecias no alude al mo faze pro a las devegadas? nacional del Siglo de Oro (el * ga
período, subyacente o superpues mento decisivo de una acción, sino ¿Por qué malas peñoladas lán, la Mama, el ^gracioso, la cria
ta. Un ejemplo sería la perviven- a la serie de percances o aventuras fazen falsos los notarios? [...]». da, el caballero y el rey), fuerte
cia de una corriente popularista, por las que pasan los personajes en mente individualizadas y desig
que se manifiesta ya en la Edad el desarrollo de la trama. (D. Hurtado de Mendoza) nadas con un nombre propio,
Media y continúa durante el Re Perlocutivo. Véase actos de p. e., Pedro Crespo, el villano y
nacimiento, Barroco, etc., a través HABLA. Personaje. Término derivado «caballero» defensor del honor
de los romances y otras formas Peroración. Es la parte conclu del latín (persona: máscara), que, de su hija en El alcalde de Zala
de poesía popular. Finalmente, la siva de un discurso en la que el a su vez, recoge el significado del mea, de Calderón; 4) personajes
PERSONIFICACIÓN 404 PICARESCA
405
individuales, cuyos modelos emi siones, como compacta muche países de Europa, como Francia Garcilaso de la Vega, F. de Herre
nentes podrían ser Celestina, dumbre (lafoule), como pueblo (los poetas de La Pléyade y, en ra, Fray Luis de León, Góngora,
don Quijote, Hamlet o madame (Le peuple des mineurs), como un menor medida, P. Ronsard, reci Quevedo, etc.) no va a ser en el
Bovary. solo hombre. ben la influencia de Petrarca), plano temático (gran parte de los
h) Por su gradación jerárquica f) Por las funciones desarrolladas Inglaterra (T. Wyatt, H. H. Su- motivos de la poética petrarquis
en el desarrollo de la acción, los en la narración y acción de la obra: rrey, etc.) y España, donde se de ta eran comunes a la de los can
personajes pueden ser principa un personaje puede ser protago sarrollará intensamente en los si cioneros) sino en el nivel de la
les (el ^protagonista) o secunda nista narrador (Lázaro de Tor glos xvr y xvn. Aunque en el expresión formal: renovación mé
rios, que, en la tragedia griega, se mes), narrador testigo (el mismo siglo xv surgen imitadores (p. e. trica, sobre todo en la perfección
designaban como *deuterago- Lázaro, p. e., toma una posición de Tebaldeo en Italia) y poetas que de los sonetos y canciones y en el
nistas (segundo papel), trita- observador en el tratado V, como reciben su influencia (J. de Mena, manejo magistral del endecasíla
gonistas (tercero), etc. Al opo testigo de los engaños del buldero) el marqués de Santillana y Au- bo, y en la elaboración discipli
nente del héroe se le denominaba o portavoz de la mentalidad y pro sias March en España), el ver nada de la lengua poética, tan
^antagonista. blemática del autor (p. e., el prota dadero' redescubrimiento de la to en los recursos literarios como
c) Por su génesis y desarrollo, los gonista y la narradora de San obra de Petrarca se realiza en el en la selección del léxico, en bus
personajes pueden considerarse Manuel Bueno, mártir, de M. de siglo xvi, gracias a los escritos de ca de una sencillez elegante, con
como seres prefijados y estáticos Unamuno), etc. P. Bembo, que, en su Prosse delta el consiguiente rechazo de la afec
(p. e., Amadís de Gaula, que per Personificación. Atribución volgar lingua (1525), le presenta tación y la vulgaridad.
manece inalterable al paso del de cualidades o comportamien como modelo de la lengua poéti Picaresca. Nombre con el que
tiempo) o en proceso de evolu tos humanos a seres inanimados ca, que él estudia técnicamente se designa un tipo de novela que
ción: p. e., la figura de Lázaro de o abstractos, como ocurre en las en un comentario al Canzoniere. surge en España a mediados del
Tormes, el picaro cínico al servi fábulas, cuentos maravillosos y El mismo Bembo ofrece en sus siglo xvi con el Lazarillo de Tor
cio del arcipreste de San Salva alegorías. En los autos sacramen Rime (1530) una muestra de su mes (1554), se constituye como
dor, es radicalmente distinta del tales aparecen ejemplos de per capacidad creadora en la imita nuevo subgénero narrativo en el
niño ingenuo que recibe el ciego: sonificación alegórica: la culpa, ción del estilo de Petrarca. A par Guzmán de Alfarache (1.a parte,
las sucesivas desventuras y la la sabiduría, la gracia, etc. Tam tir de estos escritos se produce 1599,11.a, 1604), de M. Alemán,
compañía corruptora de sus dis bién se aplica el término al hecho en Italia y en el resto de Europa yse consolida con la Vida del Bus
tintos amos han ido moldeando de representar una cualidad, vir un renacimiento de la poética cón llamado Pablos (1604, publi
su personalidad. tud o vicio a partir de determina petrarquista, que se va a conver cada en 1626), de Quevedo, y La
d) Por su grado de complejidad, dos rasgos de una personalidad tir en arquetipo de la perfección picara Justina (1605), de F. López
los personajes pueden ser «pla que se convierte en prototipo: formal y de la nueva sensibilidad de Úbeda. Los rasgos esencia
nos», si son de una gran simplici así, p. e., el Don Juan es la perso poética renacentista. Entre los re les de la novela picaresca, esboza
dad, o «redondos», si suponen un nificación del seductor. Véase: presentantes de este movimiento dos en el Lazarillo y confirmados
mayor grado de complejidad, am PROSOPOPEYA. italiano figuran B. Tasso, V. Co- en el Guzmán de Alfarache, son:
bigüedad y riqueza psicológicas. Perspectiva. Véase punto de lonna, L. Tansillo y, sobre todo, - Es un relato autobiográfico: las
e) Por su unidad o pluralidad, el VISTA. ■ ■ J. Sannazaro, cuyas obras influi novelas mencionadas están escri
personaje puede ser individual o Perspicuidad. Véase ornato. rán directamente en Garcilaso de tas en primera persona y en for
colectivo. Modelo de este último Petrarquismo. Movimiento li la Vega, J. de Montemayor, etc. ma de carta: «Pues sepa Vuestra
es «la mina» en Germinal, de Zola, terario surgido en Italia en el si En España la influencia mayor de Merced, ante todas cosas, que a
donde los mineros actúan, en oca glo xv que se extiende a otros Petrarca (evidente en Boscán, mí llaman Lázaro de Tormes».
PICTO GRAMA 406 407 PLAGIO
- Es un relato articulado de las obras mencionadas, surgen otras verso o parte de un verso. En ese Pieforzado es el tipo de verso que
experiencias personales vividas que se han relacionado con dicho sentido se habla de «pie de roman se produce cuando a un poeta le
por el protagonista en los diver subgénero: el Guzmán deAlfara- ces», «pie cortado», «pie quebra han impuesto las palabras finales
sos episodios de servicio a distin che, apócrifo (1602), del plagia do» y «pie forzado». Se denomina de los versos de una composi
tos amos. En el Lazarillo, el autor rio M. Lujan de Sayavedra, el pie de romance al verso formado ción, p. e., un soneto compuesto
anónimo recoge anécdotas y fa- Guitón Honofre (1604), de Gre por dos hemistiquios, p. e.: por Sor Juana Inés de la Cruz, del
cecias procedentes del folclore y gorio González, La hija de Celes que extractamos el primer cuar
de la tradición literaria, articu tina (1612), de A. J. de Salas Bar- «Otro día de mañana / cartas de teto:
lándolas en la biografía del pro badillo, la Vida del escudero [fuera le traen;
tagonista, cuya personalidad se Marcos de Obregón (1618), de Vi tintas venían de dentro, / de fue- «Inés, cuando te riñen por bella-
va transformando a golpes de la cente Espinel, etc. [ra escritas con sangre, [í'íl,
adversa fortuna y del ejemplo co Pictograma. Véase cómic. que su Roldán era muerto / en la para disculpas no te falta nc/ui-
rruptor de sus amos hasta con Pie. Es un término con varios sig [cazade Roncesvalles» [...]». [qt/e
vertirse en un ser desengañado, nificados. En primer lugar, desíg porque dices que traque y que
(Romance de DoñdAlda) [barraque;
cínico e insensible: el picaro. nalas distintas unidades métricas
- Es un relato retrospectivo, en el de que se compone el verso latino Los versos llamados de pie cor con que sabes muy bien tapar la
que se da «entera noticia» (Laza o griego, que constan de un nú tado, o de cabo roto, constituyen [caca [...]»,
rillo) de la vida del personaje des mero prefijado de sílabas largas y un experimento lúdico utilizado Pieza. Término con el que se
de la infancia hasta el momento breves. Así, existe el pie trocaico por algunos poetas del siglo xvii, designa normalmente (también
en que se efectúa la narración. El (dos sílabas: larga-breve), yám p. e., Cervantes en la 1.a parte del se habla de «pieza musical») una
narrador escribe desde el presen bico (breve-larga), dactilico (tres Quijote: obra dramática en un acto. La ac
te de picaro adulto sobre su pasa sílabas: larga-breve-breve)., ana «De un noble hidalgo manche- ción gira en torno a un episodio
do: genealogía deshonrosa, servi péstico (breve-breve-larga), an- contaras las aventu-, básico, ambientado por medio de
cio a diversos amos, estado actual fibráquico (breve-larga-breve). a quien ociosas letu-, breves referencias al contexto en
desde el que se escribe el relato. Andrés Bello ha tratado de ejem trastornáronla cabe- [...]». que se desarrolla, generalmente
- Es un relato explicativo, en el plificar la posible correspondencia con un ritmo rápido.
que los diferentes sucesos y epi de ese ritmo métrico latino con el Los versos de pie quebrado son los
Plagio. Término de origen grie
sodios están concebidos y subor español, reemplazando las sílabas que, en una composición, apare
go (plagios: falso) con el que se
dinados a un proyecto final: mos largas latinas por las tónicas caste cen combinados con otros versos
designa la acción de «copiar en lo
trar el estado de deshonor en el llanas en los siguientes versos: tro cuya medida silábica es, general
sustancial obras ajenas, dándolas
que vive el personaje al terminar caico («Díme - pues, pas-tor ga mente, el doble, p. e. los tetrasí
como propias» (DRAE). El con
la narración. Dicho estado es rrido»), yámbico («¿Adón-de vas - labos que combinan con octosíla
cepto de plagio, aplicado a las
fruto de la mencionada genealo perdí -da?»), dactilico («Suban al - bos en las Coplas de J. Manrique a
obras artísticas y literarias, que
gía, que ha determinado la per cerco de 0-límpo na-ciente»), la muerte de su padre:
en la sociedad actual es conside
sonalidad desde su nacimiento, y anapéstico («De sus hi-jos la tor «Nuestras vidas son los ríos rado como un delito que atenta
de unas circunstancias sociales pe abutnr-da») y anfibráquico que van a dar en la mar, contra el derecho de propiedad
que él satiriza con cinismo des («Con crines - tendidas - andnr los que es el morir; intelectual (el copyright), es relati
vergonzado. - cometas»). allí van los señoríos vamente moderno. En la Edad
Constituido y consolidado el El segundo significado que se derechos a se acabar - Media no parece que hubiera una
subgénero picaresco con las atribuye al término «pie» es el de e consumir [...]». conciencia de este derecho, como
PLANTEAMIENTO O EXPOSICION 408 409 POEMA DRAMÁTICO
tampoco un concepto riguroso Planto. Término de origen lati el lenguaje poético aparece mol p. e., la canción, la égloga, la ele
ele autoría; de allí el carácter no (planctus: llanto) con el que se deado y sujeto a las leyes del ritmo gía, etc. Así, la Canción I de Gar-
abierto de algunos textos, como designa un poema elegiaco en el métrico y de la rima. En este sen cilaso consta de cinco estancias, la
el de Juan Ruiz, que no tiene in que se lamenta la muerte de una tido, el estudio del poema consti segunda y tercera de seis, etc.
conveniente, a la manera jugla persona (pariente, amigo, pro tuye el campo específico de una Para la clasificación de composi
resca, en que «Qualquier omne tector, etc.) o la desgracia sufrida ciencia, la métrica, que trata de ciones de verso libre en la poesía
quel oya, si bien trobar sopiere, / por una comunidad: una ciudad inventariar, clasificar y analizar contemporánea, F. López Estra
más á y añadir e emendar, si qui destruida por la guerra o asolada los distintos tipos de poema que da habla de poema simple y poe
siere» (e. 1629). En la historia li por la peste, etc. Un ejemplo de han aparecido en la tradición lite ma complejo. El poema simple
teraria se han producido algu este tipo de poemas sería el Planto raria de una determinada lengua. sería el compuesto por una serie
nos casos que la comunidad denostando y maldiciendo la muer Una primera clasificación es la ininterrumpida de versos, mien
literaria ha juzgado como claros te de Trotaconventos, que aparece que diferencia los poemas en es tras que el complejo estaría for
ejemplos de plagio, p. e., en el Si en el Libro de Buen Amor, de Juan tróficos y no estróficos. Estos últi mado por conjuntos de versos
glo de Oro, el Quijote (1614) de Ruiz. mos sori aquellas composiciones separados (un conjunto de otro)
A. Fernández de Avellaneda, y la Playera. Véase seguidilla. poéticas que no están configura por un espacio en limpio o seña
Segunda parte del Guzmdn de Pleonasmo. Término de origen das o no pueden dividirse en es lados por un número. Véanse:
Alfarache (1602), deM. Luján de griego (pleonasmos: redundan trofas. El primer ejemplo lo dan POEMA DRAMÁTICO, POEMA EN
Sayavedra. cia) con el que se designa una fi los cantares de gesta, constituidos PROSA, POESÍA y POÉTICA.
Planteamiento o exposición. gura retórica que consiste en la por largas tiradas de versos que Poema dramático. En el teatro
Términos con los que se alude a utilización (o repetición) de pa riman en asonante. Entre los poe griego, al texto que servía para
los datos informativos que, en labras innecesarias para la com mas estróficos los hay monoestró- la representación escénica se lo
una obra de teatro, proporciona prensión del mensaje, pero que, ficos o poliestróficos. Los primeros consideraba como «poesía dra
el dramaturgo a los espectadores en un determinado contexto, pue están formados por una sola estro mática», uno de los tres géneros
sobre los antecedentes de la ac den aportar un valor expresivo y fa. Los poliestróficos se pueden enunciados en la poética clásica.
ción que se está representando. estético: «... y vano cuanto piensa subdividir según el número de es Pero en ese texto estaban presen
Normalmente, esta información el pensamiento» (Lope de Vega). trofas y según \a forma en que és tes, a la vez, lo épico (en algunos
viene dada en los inicios de la Cuando dicha redundancia es tas se presentan. Atendiendo al de los relatos de los personajes) y
obra a través de los diálogos de fruto de un uso inadecuado e in número de estrofas, un poema lo lírico (en los himnos y cantos
los personajes, que comunican correcto del lenguaje, se produce puede ser limitado o cerrado e ili del coro), convertidos en drama
su identidad o relatan su pasado una forma viciosa de esa figura, mitado o abierto. El poema po- a través de la acción y el diálogo
y las circunstancias que les han que, en ese caso, se denomina liestrófico cerrado es aquel que de los personajes. En la literatura
conducido a la situación presen tautología (de to auto logas: decir tiene ya prefijado en su estructura francesa de los siglos xvn yxvm
te. Con ello, la exposición entra a lo mismo). métrica el número de estrofas de se habla de «poesía dramática»,
formar parte del desarrollo de la Pliegos de cordel. Véanse po que consta: p. e., un soneto está for entendiendo por tal el texto poé
acción misma. En algunos dra pular (literatura) y ROMAN mado por dos cuartetos y dos ter tico de una obra teatral, como
mas, donde la intriga es menos CERO. cetos (el soneto con estrambote entidad autónoma, cuyo valor
relevante, las informaciones ex Poema. Obra de arte del lengua sería una excepción). Poema po- dependía de la calidad estricta
positivas van apareciendo de je en verso o en prosa. En la actua liestrófico abierto o ilimitado es el mente literaria (métrica, figuras,
forma dispersa a lo largo de la lidad, se alude con dicho término que admite en su composición perfección estilística) al margen
obra. a toda creación literaria en la que una serie indefinida de estrofas, de su posible escenificación. Ésta
POEMA EN PROSA 410 411 POESÍA
se juzgaba casi como innecesaria. la palabra «poética», un mundo cede su voz a los personajes (epo poesía responde a una profunda
Hoy se considera que la puesta de ficción enmarcado en los do peya), aquel en el que únicamente aspiración estética del ser huma
en escena del texto es un requisi minios de la fantasía y del arte. interviene la voz del poeta (diti no, que anhela el encuentro con
to imprescindible para que una Desde la cultura grecolatina, poe rambo) y la representación dra una suprema belleza y un paraíso
obra adquiera todo su sentido y tas y estudiosos de teoría literaria mática (tragedia y comedia). En vislumbrado a través del arte.
valor de drama (acción). han tratado de definir el concep esta teoría aristotélica se encuen Para otros, la poesía es una mo
Poema en prosa. Expresión uti to de poesía y de explicar su ori tran ya enunciadas las tres formas dalidad especial de conocimiento,
lizada por Baudelaire en el título gen, propiedades y funciones, así o tipos de poesía que constituyen o de «revelación» de realidades
de uno de sus libros (Pequeños como las peculiaridades del len la tríada genérica (épica, lírica y misteriosas e inefables: en este
poemas en prosa, 1869) para refe guaje poético. Platón, en Apología dramática), recogida en la poética aspecto, Rimbaud la entiende
rirse a una modalidad de expre de Sócrates, se refiere a la inspira horaciana, transmitida por Dió- como una visión de lo «desco
sión literaria en la que se elabora ción como fuente de creación poé medes a las Artes Poeticae medie nocido», de lo «inaudito», de lo
una prosa que, libre de las exi tica, surgida de la aptitud innata vales y definitivamente sistemati «inefable». Otros poetas (J. R. Ji
gencias del metro y de la rima, del autor y de la presencia, en él, zada en la poética clasicista del ménez, Borges, Huidobro, etc.)
comporta un grado tal de musi de un poder divino. Sin embargo, Renacimiento, que pervive, en lo insisten en el concepto de poesía
calidad y de belleza artística que en el Timeo, la inspiración apare esencial, hasta el neoclasicismo. como acto creador: la. palabra
puede adaptarse a «la expresión ce contrapesada por el concepto A partir del Romanticismo se poética es capaz de crear la «cosa
de los mandamientos líricos del de mimesis, según el cual los poe inicia una revisión del concepto misma» al nombrarla. La poesía
espíritu». Este tipo de poema en tas son considerados más bien de poesía como «mimesis» y una es concebida por otros escritores
prosa había sido ensayado ante como artistas que crean tratando reflexión sobre la experiencia y como una forma de comunica
riormente por A. Bertrand en de representar un objeto o de imi proceso de creación poética, las ción de realidades insondables
Gaspar de la Nuit (1842), obra tar un modelo. Sobre este concep funciones de la poesía, los temas del mundo de la conciencia: p. e.,
en la que aparece un lenguaje rít to de la mimesis, realiza Aristóte que pueden ser objeto de trata para A. Machado, la poesía tiene
mico y recursos poéticos adapta les un estudio sistemático en miento poético, etc. En esta refle por objeto expresar «hondos es
dos a la prosa que influirán en torno al origen, objeto, medios, xión participan simultáneamente tados de conciencia».
Baudelaire, Rimbaud, O. Wilde, modos y tipos de realización de la poetas (E. A. Poe, G. A. Bécquer, Un aspecto abordado por varios
T. S. Eliot y otros poetas simbo poesía. En cuanto a su origen, la Ch. Baudelaire, P. Valéry, Juan poetas es el de las relaciones entre
listas y surrealistas posteriores. poesía habría surgido de la ten Ramón Jiménez, etc.), póétas- inspiración e inteligencia o razón,
Por lo que respecta a la literatura dencia innata del hombre a la imi críticos (T. S. Eliot, P. Salinas, y su influjo respectivo en el acto
española, se advierten signos de tación y del goce que siente al rea J. Guillén, D. Alonso, etc.), filóso creador. G. A. Bécquer postula
esta elaboración poética de la lizarla o contemplarla. El objeto fos (G. W. F. Hegel, F. Nietzsche, una conjunción armónica entre
prosa en G. A. Bécquer (Leyen de la imitación poética son las ac J. Ortega y Gasset, J. Maritain, ambas, a las que describe como
das), R. Darío (Azul), Valle-In- ciones de los hombres, y los me etc.) y teóricos de la literatura «embriaguez divina / del genio
clán (Jardín umbrío), J. R. Jimé dios para expresarlas, el ritmo, el (L. Spitzer, R. Jakobson, M. Rif- creador» (inspiración) y «armo
nez (Platero yyo), G. Miró, etc. canto y el metro, utilizados de di faterre, R. L. Levin, etc.). nioso ritmo / que con cadencia y
Poesía. Término de origen grie ferentes maneras según los diver En torno al concepto de poesía, número / las fugitivas notas en
go (poiesis: creación) con el que sos tipos de poesía. En cuanto a diversos escritores manifiestan cierra en el compás» (razón). Para
se alude a uno de los rasgos esen los modos de imitación, se alude a su opinión a partir de su propia Baudelaire, la inspiración es un
ciales del fenómeno literario; la tres tipos: el relato en el que, alter experiencia poética. Para unos «estado excepcional del espíritu
capacidad de «crear», mediante nativamente, habla el poeta o bien (Poe, Baudelaire, R. Darío) la y de los sentidos», una «verdade
POESÍA ANACREÓNTICA 412 413 POÉTICA
ra gracia, como espejo mágico en guaje poético en relación con la dades prácticas, moralidades, sen laya (Las cartas boca arriba, 1951;
el que el hombre es invitado a lengua común, aspecto que pue timientos vulgares, sino también Cantos iberos, 1955, etc.) y B. de
verse bellamente». de consultarse en *lengua lite la embriaguez del corazón y has Otero (Pido la paz y la palabra,
En cuanto a las funciones desem raria. Véanse: épica, géneros ta las mismas cosas» (G. Sieben- 1955; En castellano, 1960; Que
peñadas por la poesía en el trans LITERARIOS, LÍRICA, LITERATURA, mann). Este tipo de creación trata de España, 1964; etc.) las
curso de la historia, T. S. Eliot POEMA, POEMA EN PROSA y VERSO. poética se desarrolla en el ámbito que, especialmente, desarrollan
recuerda, en primer lugar, la fun Poesía anacreóntica. Véase del intelecto, de la fantasía y de la los temas y caracteres estéticos
ción mágica que cumplía en las ANACREÓNTICA. sugestión verbal. peculiares de esta poesía social,
sociedades primitivas. Una se Poesía bucólica. Véase bucó El concepto de poesía pura ha conocida también con los califi
gunda función es la de transmi lica. sido aplicado también a una co cativos de «comprometida», «tes
sión de información y de conoci Poesía cancioneril. Véase rriente vanguardista, el Crea timonial», etc. Véanse: antipoe-
mientos: p. e., en el Romancero CANCIONERO. cionismo, en la que la noción de MA y COMPROMISO.
español, determinados poemas Poesía cortés. Véase cortés. pureza sería sinónima de auto Poesía trovadoresca. Véanse
realizan directa o indirectamente Poesía dramática. Véanse dra nomía frehte a la realidad y de cansó, cortés, partimen, pas
un cometido noticiero. Otro co ma y POEMA DRAMÁTICO. capacidad de crear mundos poé torela, sirventés, tensón y
metido es el de la expresión de Poesía elegiaca. Véase elegía. ticos, al margen del mundo real. TROVADOR.
sentimientos y valores, tanto in Poesía épica. Véanse cantar Otro concepto de poesía pura es Poesía visual. Véanse cali-
dividuales como colectivos. Eliot DE GESTA, ÉPICA, EPOPEYA y MES- el que se deriva de su oposición a grama y METAGRAFO.
destaca, en este aspecto, la im TER DE JUGLARÍA. la conocida como poesía «impu Poética. Término de origen
portancia de que «todo pueblo Poesía experimental. Véase ra», humanizada, comprometida griego (poietike: creación) con el
tenga su propia poesía» como ANTIPOEMA. y social, que encuentra en P. Ne- que Aristóteles tituló una obra
manifestación consciente de sus Poesía gauchesca. Véase gau ruda su más firme valedor. Véan suya, que es el punto de partida
sentimientos más profundos. Fi chesca. se: COMPROMISO, CREACIONIS de una disciplina cuyo objeto es
nalmente, no hay que olvidar Poesía goliardesca. Véase go MO y poesía social. la elaboración de un sistema de
otra función de la poesía: «dar liardos. Poesía satírica. Véase sátira. principios, conceptos generales,
placer». Sobre esta y otras fun Poesía lírica. Véase lírica. Poesía social. Expresión con la modelos y metalenguaje científi
ciones (catarsis y liberación, eva Poesía mística. Véase mística. que se designa la producción de co para describir, clasificar y
sión, compromiso, etc.), véase Poesía oral. Véase oral (lite un grupo de poetas (G. Celaya, analizar las obras de arte verbal.
Literatura. ratura). B. de Otero, etc.) que, en los años Efectivamente, en la Poética de
Otro punto tratado por poetas y Poesía provenzal. Véase cor cincuenta del siglo xx, encarnan Aristóteles aparecen ya anali
críticos es si hay teínas específi tés. una tendencia literaria marcada zadas, o al menos esbozadas,
camente poéticos y, por tanto, li Poesía,pura. Expresión utili por el compromiso político y so algunas de las cuestiones más
mitados o si, por el contrario, zada por diferentes poetas y crí cial derivado de «su sentido éti importantes que constituyen el
cualquier realidad o asunto pue ticos para referirse a un tipo co, su afán de justicia, su solidari programa de dicha materia: con
de ser objeto de un tratamiento de poesía «químicamente pura» dad con el oprimido, su clamor cepto de poesía y lengua poética;
poético. (P. Valéry), «desnuda» de artifi contra el opresor» (J. Hierro). noción, naturaleza, objeto y mo
Finalmente, un tema estudiado, cios retóricos (J. R. Jiménez), Aunque estos rasgos aparecen en dos de la mimesis poética; con
sobre todo por lingüistas e inves «esencial», libre de «estorbos», otros poetas coetáneos (V. Cré- cepto y criterios de diferencia
tigadores de la teoría literaria, es entendiendo por tales «no sólo mer, E. de Nora, el mismo J. Hie ción de los géneros literarios;
el de las peculiaridades del len anécdotas, fines monitorios, ver rro, etc.), son las obras de G. Ce- definición, estructura y función
POLIFONÍA 414 415 POPULAR (LITERATURA)
de determinadas realizaciones ratura, CRÍTICA LITERARIA, signo-significación) utilizado ini que se denomina una figura lite
genéricas como la tragedia, co GÉNEROS LITERARIOS, LENGUA cialmente por M. Bréal para de raria caracterizada por la recu
media, epopeya, etc. Dicha disci LITERARIA, NEORRETÓRICA, RE signar una palabra que puede rrencia de nexos coordinantes a lo
plina, en el transcurso de la his TÓRICA y TEORÍA DE LA LITERA tener dos o más significados"dife- largo de un texto para unir pala
toria, ha sido conocida con otras TURA. rentes. Así, la palabra «escudo» bras, sintagmas o proposiciones,
denominaciones: Arte poética Polifonía. Véase dialogismo. puede significar: arma defensiva, en marcado contraste con el pro
(Horacio), Poetria (J. de Garlan- Polimetría. Es la variedad mé diversos tipos de moneda antigua cedimiento habitual de vincular
de, en cuya obra se sistematizan trica que se produce cuando (de oro y plata), etc., y, en sentido únicamente los dos últimos ele
las Artes Poeticae medievales), coexisten diversos tipos de ver figurado, amparo y protección. La mentos de dichas unidades o
Preceptiva literaria (título de sos y estrofas en un poema. Mo polisemia es un rasgo característi conjuntos. Utilizado intenciona
ciertos manuales del siglo xix y delos de polimetría, por sus dife co del habla humana, y un ins damente como recurso estilístico,
comienzos del xx en los que se rentes estrofas, son el * zéjel, el trumento capital en la creación el polisíndeton confiere al texto
impartían nociones y normas re ^villancico, la *glosa o el *soneto. del lenguaje literario. En este sen una sensación de lentitud, inten
tóricas y estilísticas recogidas de Polipote. Véase poliptoton. tido, debe relacionarse el término sidad de expresión y, en algunos
los preceptistas clásicos), etc. En Poliptoton. Término griego (po- «polisemia» con los de «ambigüe casos, de solemne gravedad:
la actualidad, esta diversa no lyptoton: de muchos casos) con el dad», «plurisignificación», «poli
menclatura ha dado paso a una que se designa una figura retóri fonía», «connotación», etc., utili «Esto cantó el pastor y, suspirando,
más precisa denominación y cla ca consistente en la reiteración de zados por lingüistas y estudiosos calló con gran gemido.
sificación de la materia, partien una palabra en diversas formas y de la literatura para caracterizar el El prado y valle y gruta y ríoyfuen-
do del concepto general de cien funciones gramaticales dentro de lenguaje poético. Véanse: ambi [te
cia de la literatura, entendida un enunciado o en enunciados güedad, connotación, deno responden a su canto entristecido
como fundamentación teórica vinculados entre sí. Coincide con tación y sinonimia. con acento doliente,
de los estudios literarios en su la paronomasia en que ambos Polisílabo. Se dice del verso que de Galatea el nombre resonando...».
conjunto, disciplina que abar producen cambios morfológicos consta de más de una sílaba. En
realidad, todos los versos son ne (Ede Herrera)
ca cuatro ramas: la *teoría de en las palabras, pero se diferencia
la literatura, la crítica literaria, la de ella en que el significado de cesariamente polisílabos: es impo
>hLstoria de la literatura y la ''li dichas palabras permanece inva sible un verso monosílabo, puesto Popular (literatura). Es la que
teratura comparada. Es, precisa riable («pobre» - «pobrecita»), por que su única sílaba habría de ser tiene como destinatario directo al
mente, la primera de estas cuatro más que cambie su forma o su necesariamente aguda u oxítona, y pueblo. Esta literatura, histórica
ramas, la teoría de la literatura, función sintáctica, mientras que equivaldría a dos silabas métricas. mente, ha sido transmitida tanto
la que, recogiendo el conteni en la paronomasia puede alterarse Sobre los diferentes tipos de po en forma oral (la poesía épica pri
do de la antigua poética, consti («puso» - «piso»). Ejemplo: lisílabos (^bisílabo, *trisñabo, te mitiva, los romances, los cuentos
tuye una teoría sistemática sobre trasílabo, ^pentasílabo, *hexasí- y relatos folclóricos, etc.) como
los conceptos generales (lengua «Velador que el castillo velas, labo, *heptasílabo, ^octosílabo, escrita. Desde la invención de la
poética, literariedad, géneros li vélate bien y mira por ti». ^eneasílabo, ^decasílabo, Ende imprenta hay constancia de una
terarios, verso, prosa, etc.), ter casílabo, ^alejandrino, etc.) pue forma peculiar de transmisión de
(Lope de Vega)
minología (metalenguaje) y mo den consultarse las correspon este tipo de literatura a través de
delos con los cuales han de ser Véase: paronomasia. dientes entradas del Diccionario. los denominados «pliegos suel
estudiados los textos literarios. Polisemia. Término de origen Polisíndeton. Término griego tos»: cuadernillos de pocas hojas
Véanse: ciencia de la lite griego (poly: numeroso, y sema, (poZy-5Íní/eton; muy atado) con el en los que se propagan textos lite-
POPULARISMO 416 417 PRAGMÁTICA
parios o paraliterarios destinados ración y acogida de lo popular en recuperar los logros estéticos de Ejercicio del juego en su sentido
a un público de escasos medios los escritores cultos. Así, Juan las vanguardias europeas de pre del humor y de la ironía, dentro de
económicos y culturales. Hay Ruiz en sus cantigas de serrana o guerra y, en concreto, del surrea su dramatismo existencial, emer
constancia de que, p. e., el roman en las trovas cazurras, el marqués lismo, del que recibe su idea de gente en la sensación de soledad y
cero viejo, en su casi totalidad, de Santillana en sus serranillas, considerar el subconsciente como de angustia ante lo absurdo de lo
fue transmitido en pliegos sueltos Juan*del Encina, Gil Vicente, Lope cantera de donde se extrae «la cotidiano. Actitud lúdica que le
o de cordel. Una forma de litera de Vega, Tirso de Molina, etc., en materia en bruto de toda creación permite una gran libertad de crea
tura popular muy en boga en el sus obras dramáticas (al insertar pura». La imaginación poética, ción, tanto desde el punto de vista
siglo xix es la novela por entregas canciones populares anónimas o exaltada sincrónicamente por los temático como formal: imágenes
y de ^folletín, cuyo público lector crearlas a imitación de aquéllas), resortes del inconsciente y los ele inusitadas, condensaciones, au
será tenido en cuenta por escrito etc. En el siglo xix este acerca mentos sensoriales procedentes sencia de puntuación, etc.
res como B. Pérez Galdós, V. Blas miento a lo popular se manifiesta del mundo exterior, es la que pro Pragmática. Término de origen
co Ibáñez, P. Baroja, etc., que in en los cuadros y escenas costum porciona la sensación de belleza, griego (pragmatike: acción) con el
tentan captar su atención hacia bristas, así como en la novela rea objetivo primordial del arte y de que se designa una disciplina filo
una literatura de mayor calidad lista y en el teatro (especialmente la poesía. En la obra poética de sófica y lingüística que tiene por
estética en la que dicho público los sainetes), obras en las que sus Ory se advierten la influencia de objeto el estudio de los signos en
podría encontrar respuesta a sus autores tratan de captar y repro A. Bretón, de T. Tzara y A. Artaud, relación con sus intérpretes o
apetencias de fantasía, acción y ducir miméticamente los diferen y ciertas coincidencias con la acti usuarios y del lenguaje como ac
aventura. tes registros y formas de expre tud filosófica y existencial de F. ción comunicativa o «acto de ha
En el siglo xx, con el avance de las sión del habla y de la cultura Nietzsche: amor a la vida y moral bla» en un contexto determinado.
técnicas de impresión, la apari popular. A finales del siglo xix y vitalista, descubrimiento de lo En el ámbito de la filosofía del len
ción de nuevos medios de comu en las dos primeras décadas del si dionisíaco y lo apolíneo, concep guaje, la pragmática ha sido defi
nicación de masas (radio, cine, glo xx, coincidiendo con la revalo ción trágica de la existencia, etc., nida como una «parte de la semió
televisión) y la progresiva erradi rización del folclore, de la antigua así como algunas concomitancias tica que trata del origen, usos y
cación del analfabetismo, surge poesía popular (villancicos, le con la filosofía oriental y una es efectos producidos por los signos
una literatura popular transmitida trillas, canciones), y con el descu pecie de panteísmo cósmico, cen en la conducta dentro de la cual
a través de la fotonovela, el cómic, brimiento de ciertas formas de la trado en el culto a la naturaleza, aparecen» (Ch. Morris). Este filó
las series televisivas, la canción, el primitiva lírica peninsular (p. e., cuyas fuerzas estarían representa sofo, que concebía la semiótica
consumo masivo de los best-sellers» ciertos poemas arábigo-andaluces, das en la interioridad del hombre. como una ciencia general de los
etc. Véanse: cómic, folclore, jarchas, etc.), surge una nueva ma De ahí esa búsqueda de liberación signos, articulaba dicha ciencia en
ORAL (LITERATURA) y PARALITE- nifestación de dicha tendencia en mediante la introspección. tres ramas fundamentales: la sin
RATURA. poetas como A. Machado, F. García La renovación de las técnicas ex táctica (cuyo cometido sería estu
Popularismo. Se dice de la ten Lorca, R. Alberti, etc. Véanse: neo- presivas del lenguaje poético en el diar las relaciones que se estable
dencia de determinados escrito POPULARISMO y POPULAR (LITE postismo es congruente con el cen entre los signos), la semántica
res a recoger, imitar o inspirarse RATURA). mencionado concepto de la poe (encargada de analizar la relación
en creaciones real o supuestamen Postismo. Movimiento literario sía como actividad lúdica: juegos de los signos con su designata y,
te populares para la elaboración cuyo nombre coincide con el títu con el ritmo musical del poema, por tanto, con los objetos denota
de sus propias obras. En la litera lo de una revista de poesía promo la rima, la asonancia, la alitera dos por ellos) y la pragmática (que
tura española ha sido un fenóme vida en 1945 por Carlos Edmun ción, la recurrencia de ideas y pa se ocupa de las relaciones entre los
no casi permanente el de la valo do de Ory con el objetivo de labras-clave, los contrastes, etc. signos y sus intérpretes). Desde
PRAGMÁTICA 418 419 PRECIOSISMO
el punto de vista de la teoría lin Por lo que se refiere a la teoría de la lector en «una secuencia de pe Preciosismo. Término con el
güística, la sintaxis determina las literatura, de las aportaciones de ticiones, aserciones, preguntas, que se designa una tendencia li
reglas según las cuales una expre los investigadores al desarrollo etc.». El lector se comporta como teraria surgida en Francia en la
sión está bien formada, la semánti de la pragmática, presentan un es un «observador, y no como un primera mitad del siglo xvii
ca estudia las reglas de acuerdo pecial interés la teoría de los actos participante en complicadas res que se corresponde con otras
con las cuales dicha expresión es de habla y la noción de "'contexto. ponsabilidades convencionales. similares desarrolladas en algu
portadora de significado y la prag Ambos conceptos son objeto de En este sentido, se acerca a la obra nos países europeos durante
mática «se ocupa de la formula especial tratamiento en las entra literaria con distanciamiento esté el período del Barroco: el *eu-
ción de las reglas según las cuales das respectivas de este Dicciona tico». fuismo inglés, el ^marinismo
un acto verbal es apropiado en re rio. En la referida a los actos de ha Por otra parte, entre las discipli italiano y el ^culteranismo y
lación con un contexto» (T. A. Van bla se alude a las aportaciones de nas afines a la pragmática se en *gongorismo españoles. Dicha
Dijk). Austin, Searle y R. Ohmann en re cuentra la retórica, ciencia que tendencia aparece vinculada a
En los estudios actuales de prag lación con la naturaleza especial ya Morris consideraba como una moda social (la poussée pre
mática se considera esta disci de los actos poéticos realizados «una forma restringida y tem cíense) que responde a un deseo
plina como una rama de la lin por los autores de textos literarios. prana» de pragmática. En esta lí de elevación y refinamiento en
güística y de la teoría de la Una obra literaria sería para Oh nea, H. Lausberg, estudioso de los modales, costumbres y gus
comunicación que trata de los mann un discurso cuyos enuncia la retórica, considera estádisci- tos sentido por una parte de la
principios reguladores del uso dos «carecen de la fuerza ilocutiva plina como «un sistema más o alta sociedad parisina como re
del lenguaje en relación con los que les correspondería en condi menos estructurado de formas acción a lo que consideraba for
factores concretos que determi ciones normales; su fuerza ilocuti conceptuales y lingüísticas que mas vulgares de la corte de Enri
nan la utilización del mismo y va es mimética»: imita una serie pueden servir para conseguir que IV. Esta nueva moda es
que trascienden el estudio me de actos de habla que inducen al el efecto pretendido por el ha propugnada especialmente por
ramente gramatical. Se trata de lector a imaginar «un hablante, blante en una situación». Véan un grupo de mujeres: la marque
aquellos factores extralingüísti una situación, un conjunto de se: ACTOS DE HABLA, FICCIÓN, sa de Rambouillet, mme. de La-
cos que afectan a la emisión de acontecimientos anexos, etc.». La LINGÜÍSTICA DEL TEXTO, NEO- fayette, mme. de Sévigné, ntlle.
los enunciados en determinadas misma creación del mundo físico RRETÓRICA y RETÓRICA. de Scudéry, etc. A juzgar por la
condiciones o situaciones de co y social imaginado es fruto igual Preceptiva literaria. Título con versión caricaturesca creada por
municación y a su correcta in mente de «cuasi descripciones». el que se denominaba la antigua la literatura satírica de la época
terpretación por parte de los Por otra parte, el escritor invita disciplina impartida en la En (en la línea de la imagen dada
destinatarios. Estos factores se al lector a «constituir actos de señanza Media en la que se pre por Moliére en Précieuses ridicu-
refieren a las condiciones del habla» en consonancia con sus sentaba una síntesis de conoci les), este grupo de mujeres esta
emisor y destinatario (en rela enunciados y a que «participe en mientos y normas retóricas y ría marcado por la obsesión del
ción con el acto de transmisión la construcción imaginaria o, al estilísticas recogidas de los pre raffinementyias belles manieres.
y recepción de enunciados), a la menos, tanto como sea necesario ceptistas clásicos (Aristóteles, Ho En cuanto a la tendencia litera
intención comunicativa del emi para dar a los actos de habla una racio, Cicerón, Quintiliano), del ria, entre sus escritores más re
sor, al contexto verbal, al entor adecuada localización». Final Renacimiento y de la Ilustración presentativos figuran Gambervi-
no espacio-temporal del acto mente, la literatura es considerada (especialmente, Luzán), para ini lle, mme. de Scudéry (Clélie,
comunicativo, al conocimiento como «un juego», donde los enun ciar a los alumnos en el arte de 1654) y V. Voiture (1597-1648),
de la realidad del que parten los ciados, al carecer de la fuerza habi hablar y escribir con corrección y maestro en el arte de la conversa
interlocutores, etc. tual, no implican directamente al «elegancia». Véase: poética. ción distinguida y galante y cu-
PREMIO LITERARIO 420 421 PRÓLOGO
yos poemas (sonetos, estancias, belleza del paisaje (asociado a la municación ordinaria existen do, p. e., en los mensajes proféti-
epístolas, madrigales, etc.), dota situación anímica del escritor), el ciertas expresiones peculiares cos, los sueños premonitorios y
dos de un lenguaje culto y refina gusto por las descripciones de la de la preterición («no hace falta en ciertos relatos en primera per
do, carecen, sin embargo, de hon naturaleza en la estación otoñal: recordar que...», «no voy a con sona que, por su carácter retros
dura, autenticidad y lirismo. Un las hojas caídas, el tibio atardecery tar...», «dejo para otra ocasión...», pectivo, se prestan a la anticipa
:■ < aspecto relevante es su preferencia la tendencia a la emotividad de etc.) con las que, al tiempo que se ción. Véase: narración.
por los escritores españoles (Gón- presiva, a la tristeza y a la obsesión sugieren algunos datos relevan Prólogo. Término de origen grie
gora, Hurtado de Mendoza) frente por la muerte, en relación con el tes, se consigue recabar el interés go (prologos: palabra o discurso
a los italianos y su gusto por las tema de la noche y del cementerio del oyente o lector y conferir al previo) con el que se designa la
novelas caballerescas. (poemas de Young, Gray, etc.). tema una mayor relevancia. parte que antecede al texto de
Premio literario. Véanse cer Este cambio de sensibilidad con Pretexto. Véase texto. una obra y cuya finalidad es faci
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tamen y juegos. llevaría un rechazo de la estética Princeps. Véase edición. litar su comprensión o acogida
Prerromanticismo. Término neoclásica y de su preceptiva poé Privilegio. En el Siglo de Oro se por parte del público lector o
con el que se designa una supues tica. denominaba privilegio real a un espectador. Así, en La Celestina
ta corriente literaria que se ha En España, tradicionalmente se documento por el cual se res aparece un prólogo en el que se
bría manifestado en Francia a venía aplicando el término «pre guardaban los derechos de un hace una breve semblanza de los
partir de la segunda mitad del si rromanticismo» a una parte de la autor sobre su propio libro du principales personajes y se resu
glo xvm y que, apartándose de la producción literaria de escritores rante diez años, prohibiendo edi me lo esencial de la trama, dando
'.w preceptiva neoclásica, preanun de la segunda mitad del xvm, ciones clandestinas del mismo paso inmediato a la acción del
ciaría la sensibilidad estética del como J. Cadalso (Noches lúgu en el reino de Castilla por parte primer acto. En algunas obras
Romanticismo. Entre los escri bres), J. Meléndez Valdés, N. Álva- de otros editores. Véanse: tasa y teatrales del Siglo de Oro, el pró
tores pertenecientes a esta co rez Cienfuegos, J. Quintana, etc. testimonio de erratas. logo o parte introductoria llega a
rriente, figurarían J.-J. Rousseau, Sin embargo, la crítica actual dis Prolepsis. Figura retórica con configurarse como pieza autóno
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D. Diderot, B. de Saint-Pierre, cute la validez de este criterio de sistente en la anticipación gra ma que, con el nombre de *loa,
A. F. Prévost, etc. Un movimien periodización, teniendo en cuen matical de un elemento pertene figuraba al comienzo de ciertas
to similar se habría producido en ta que hasta la tercera década del ciente a una unidad sintáctica comedias y autos sacramentales.
Inglaterra a través de las obras de siglo xix no se producen real posterior, a la que sirve de intro Entre los diferentes tipos de pró
E. Young, S. Richardson, S. T. Co- mente las primeras muestras de ducción. Ejemplo: logo, escritos con finalidades di
leridge, J. Keats, etc., y en Alema la estética romántica en el drama versas (didáctica, de recomen
nia con el Sturin und Drcmg. Los y en la poesía. «El cascarón, ¡mirad el cascarón! dación, de panegírico, etc.), sobre
rasgos peculiares de esta literatu Preterición. Término de ori ¡Cómo viene del África a New salen aquellos en los que el autor,
ra prerromántica serían la aten gen latino (praeteritio: acción de [York!». o alguien solicitado por él, realiza
ción a las expresiones de la vida pasar por alto) con el que se de la presentación o defensa de una
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interior (Confesiones, de Rous signa una figura retórica que se (García Lorca) tendencia literaria o nueva estéti
seau) y del sentimiento como produce cuando se da la impre ca implícitas en dicha obra: tal es
fuente y norma de valores mora sión de que no se va a hablar de En narratología se denomina el caso del prólogo de Alcalá Ga-
les frente a las constricciones ex un asunto del que, sin embargo, prolepsis al relato «predictivo» en liano a El moro expósito, del duque
teriores de la ley, la preocupación se está dando, como de pasada, el que se altera el orden de exposi de Rivas (una especie de manifies
por lo social, la emoción suave y información sobre aspectos im ción de los sucesos, adelantando to romántico), o del de Zola a su
la percepción melancólica de la portantes del mismo. En la co algunos que aún no han ocurrri- propia obra Thérése Raquin.
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PROPAROXÍTONA 422 423 PROSOPOPEYA (O PERSONIFICACIÓN)
Proparoxítona. Término de ori cismo en escritores como Baude- diferencias entre el ritmo del ver Prosaísmo. Defecto de estilo,
gen griego (pro-para-oxi-tonos: laire, Verlaine y Rimbaud en so y el de la prosa fronteriza con acusado especialmente en poe
antes de ló inmediato al acento Francia o Bécquer, R. Darío, Va- el verso: la prosa poética. En el sía, que deriva de una falta de
agudo) con el que se denomina lle-Inclán y Juan Ramón Jiménez verso se combinan los ritmos inspiración y emoción lírica en la
una palabra que lleva el acento en en España, creadores de «poe cuantitativo y acentual y, secun expresión de los sentimientos y
su antepenúltima sílaba: «incólu mas en prosa» y de prosa poéti dariamente, el de timbre o rima, de una carencia de originalidad
me», «vértice». En métrica se co ca. Y es que el lenguaje de la con periodicidad marcada. En la en la elección del vocabulario
noce como verso proparoxítono prosa literaria no se diferencia *prosa poética aparecen los rit poético. Estas deficiencias con
o esdrújulo aquel cuyo último esencialmente (son diferencias mos cuantitativos, acentuales y, llevan notables defectos de for
acento recae en la antepenúltima de grado) del de un poema por la en algunos casos, incluso de tim ma: reiteración de hallazgos aje
sílaba: «Adoro la hermosura, y en utilización de procedimientos bre, «pero no lo hacen con perio nos, frialdad y racionalización,
la moderna estética» (A. Macha estilísticos especiales (figuras y dicidad suficiente para que el es vulgaridad en el empleo del léxi
do). Véanse: cómputo silábico, tropos están presentes en ambas quema rítmico se imponga sobre co, ripios en la construcción mé
OXÍTONA, PAROXÍTONAy RIMA. formas expresivas) ni por la au el lingüístico» (I. Paraíso). trica, etc. Defectos similares pue
Prosa. Término de origen lati sencia de ritmo y sonoridad o Prosa poética. Denominación den producirse en la prosa.
no derivado posiblemente de musicalidad en la prosa (que de una modalidad de escritura Prosificación. Término con el
provorsa o proversa (proverte también se producen en ella), surgida en el marco de la estética que los estudiosos de la poesía
re: dirigir delante) y relacionado sino por la peculiaridad con que del Romanticismo en el que las épica medieval aluden a la trans
también con la expresión retóri aparecen y por la diferente inte fronteras entre la prosa y la poesía cripción, en prosa, de ciertos can
ca prorsus oratio (discurso hacia racción de elementos fónicos y se hacen más borrosas, lo mismo tares de gesta que fueron utiliza
adelante), con la que se aludiría semánticos en ambas modalida que entre los géneros. En esta pro dos como documentos históricos
al carácter peculiar de esta mo des. sa se potencian los aspectos musi en algunas crónicas. Así, p. e., en la
dalidad discursiva (la prosa), di Por lo que atañe al ritmo, las dife cales del lenguaje (recurrencias Crónica de los XX Reyes se hallaría
ferenciada de la reiteración o rencias entre la prosa y el verso fónicas, asonancias, ritmo, para prosificado, según R. Menéndez
vuelta atrás propia del verso: re radicarían en el hecho de que en lelismo, etc.) y las imágenes poé Pidal, el Cantar de Mió Cid.
currencias acentuales, rimas, pa la primera se produce un único ticas. El escritor, libre del en- Prosopografía. Descripción de
ralelismos, etc. Este decurso de esquema melódico (el de la ento corsetamiento de la regularidad un personaje en su aspecto físico,
la prosa y la no sujeción a medi nación lingüística en función del métrica y de la rima, puede dar de acuerdo con unos planos de
da y ritmo determinados serían significado) y en el verso dos: la rienda suelta a la expansión lírica observación que, en lo esencial,
marcas distintivas de esta moda entonación lingüística, de carác de su espíritu. Esta modalidad de perviven en las diferentes épocas
lidad expresiva. Sin embargo, es ter semántico, y la entonación escritura, que en Francia tiene sus (cabeza -cabellos, ojos, nariz,
tas diferencias entre prosa y len rítmica. La tensión entre el es antecedentes en la prosa musical boca, tez-, estatura, talle, manos,
guaje poético en verso, evidentes quema rítmico y el semántico se de Marmontel en Incas (1777) y etc.), aunque sujetos a una pers
si se compara la llamada prosa ría la «característica fundamen de Chateaubriand (Memorias de pectiva y valoraciones estéticas
coloquial con el verso rimado, tal que separa el ritmo del verso ultratumba, 1848), la cultivan que varían con el canon aceptado
resultan problemáticas si se rela del de la prosa» (J. Mukarovsky). en lengua española, a partir del en cada etapa cultural. Véanse:
ciona un poema de versos libres Un ejemplo de esta tensión es el Romanticismo, G. A. Bécquer, ETOPEYA y RETRATO,
con la denominada «prosa litera encabalgamiento. Es, precisa R. Darío, Juan Ramón Jiménez, Prosopopeya (o personifi
ria o poética», sobre todo la que mente, en el nivel del ritmo fóni Valle-Inclán, etc. Véanse: poema, cación). Es una figura lógica
se produce a partir del Romanti co donde se perciben mejor las POEMA EN PROSA y POESÍA. consistente en la atribución de
PROTAGONISTA 424 425 PSICOANÁLISIS y PSIC0CRÍT1CA LITERARIA
cualidades o actividades humanas Prótesis. Figura consistente en vo de los cuentos maravillosos ru ciones de la «fantasía», proyec
a seres inanimados (piedras, la adición, al comienzo de una sos, para indicar la tarea difícil que ción de deseos ocultos y recuerdo
agua), animados (plantas, ani palabra, de un elemento que eti ha de realizar el héroe antes de su de acontecimientos vividos por el
males) y a conceptos abstractos mológicamente no le pertene reconocimiento. Entre las pruebas escritor durante la infancia.
(sabiduría, culpa; p. e., en los autos ce. Ejemplos: «espíritu», «espe señaladas figura la del «fuego» (la Partiendo de la hipótesis de que
sacramentales). En la retórica clá rar» (de spiritusy sperare). A este varse en agua hirviendo o en un las «fantasías» del poeta se corres
sica se consideraba también pro tipo de prótesis pertenecen cier baño de hierro fundido), la de la ponden con los «sueños diurnos»
sopopeya al recurso literario de tos vulgarismos, signo de grave «adivinanza» (plantear una adivi del adulto y que las obras literarias
atribuir la palabra a personajes incultura, como «amoto», «arra nanza insoluble, explicar un sue son fruto de la proyección de los
ausentes, a los que se evoca en acto dio», «ajuntar», etc. ño, etc.), la «selección», entre doce deseos ocultos del escritor, pare
de comunicar sus ideas y senti Proverbio. Máxima o sentencia muchachas muy parecidas, de ce lógico aplicar a la interpreta
mientos. La personificación de la breve de carácter moralizador, aquella que se busca, las pruebas ción de dichas obras las técnicas
naturaleza es un procedimiento como el refrán, y del que se diferen de «fuerza», «astucia», «valor», del desciframiento del sueño. Es
frecuentemente utilizado por los cia por su posible origen culto. Este etc. Véanse función y héroe. sabido que para Freud los sueños
poetas, que la convierten en desti- subgénero, perteneciente a la lite Psicoanálisis y psicocrítica son una manifestación de los im
nataria y confidente de sus propias ratura gnómica y sapiencial, fue literaria. Las relaciones entre pulsos del inconsciente reprimi
vivencias y sentimientos. Ejemplo: cultivado en la Edad Media por psicoanálisis y literatura parten dos durante el estado de vigilia
Sem Tob, rabino de Carrión de los de las investigaciones sobre el in (deseos sexuales, de agresividad,
«Con mi llorar las piedras enterne Condes, que en sus Proverbios mo consciente realizadas por S. Freud ambición, etc.) y que esos deseos
cen rales continúa la tradición de los li en torno a algunos temas y as pasan al campo de la conciencia,
su natural dureza y la quebrantan; bros sapienciales de la Biblia, con pectos vinculados a la literatura evadiendo la censura del superyó
los árboles parece que s’inclinan; cierto influjo también de la litera (personalidad del escritor, leyes mediante un proceso de transfor
las aves que m’escuchan, cuando tura aforística árabe. Ejemplo: psíquicas que rigen el proceso mación y de disfraz, según las le
[cantan, creador y el mundo de ficción, yes de desplazamiento, conden
con diferente voz se condolecen «Non ay mejor riqueza personajes y mitos literarios, sación de imágenes simbólicas,
y mi morir cantando m’adevinan». que la buena hermandad, etc.), en sus estudios sobre la Gra- etc. Al recordar durante la vigilia
(Garcilaso de la Vega) nin tan mala pobreza diva, de W. Jensen (1907); sobre dichos sueños, se muestran como
commo es la soledad». Hamlet, El mercader de Venecia y un rompecabezas, cuyo sentido
Protagonista. Palabra de ori El reyLear, de Shakespeare; Edipo hay que descifrar. Es esto lo que
gen griego (protos: primero, y w (Sem Tob de Carrión) rey, de Sófocles; Los hermanos intenta realizar el psicoanalista,
ot'o/i; combate, diálogo) con la Karamazov, de Dostoievski, etc. tratando de reestructurar los ele
que se designaba en el teatro clá Sobre el uso y función délos pro Freud extrae, además, de la litera mentos del relato en un texto co
sico al actor principal; al segun verbios y otras formas de expre tura las denominaciones de cier herente, teniendo en cuenta las
do se le denominaba detiterago- sión paremiológica en la literatu tos complejos y desviaciones de mencionadas leyes y el hecho
nista. En terminología dramática ra bíblica, grecolatina y española, tipo sexual (narcisismo, sadismo de que los elementos oníricos
coexisten en la actualidad la de véase paremiología. Véanse y masoquismo, complejos de Edi (imágenes, símbolos, etc.) pre
nominación de «protagonista» y además: adagio, aforismo, má po y de Electra, etc.) y recoge da sentan un carácter ambiguo y
la de «personaje» principal. La xima, REFRÁN y SENTENCIA. tos para el conocimiento de la polisémico. Este mismo carácter
misma nomenclatura se emplea Prueba. Concepto utilizado por psiquis humana, convencido de muestran las «fantasías» de los
en teoría narrativa. V. Propp, en su estudio comparati que las obras literarias son crea textos literarios.
PSICOANÁLISIS Y PSICOCRÍTICA LITERARIA 426 427 PUNTO PE VISTA
Algunos discípulos de Freud han noche-invierno —> muerte o des cia que, según Freud, se manifies que el público esperaba, dicha
intentado aplicar este método trucción. A cada fase del mito del ta en la forma de elaboración del obra se convierte en un «libro de
psicoanalítico a mitos, leyendas, «ciclo solar» correspondería un sueño, es decir, en su retórica. éxito». Por otra parte, es una idea
cuentos y otras creaciones litera arquetipo de los diversos géneros Elipsis y pleonasmo, hipérbaton ampliamente aceptada por la críti
rias, textos que, en opinión del literarios, p. e., la del ocaso, a la o silepsis, regresión, repetición, ca que el tipo de público al que va
maestro, podrían considerarse tragedia y la elegía. aposición, tales son los despla dirigido un texto condiciona la
como «productos de la psicolo Una aplicación de las teorías psi- zamientos sintácticos; metáfora, elaboración del mismo. Así, en
gía de los pueblos». Partiendo de coanalíticas a la crítica de las catacresis, antonomasia, alegoría, la Edad Media, en la que la gran
este concepto, C. G. Jung habla obras literarias (p. e., de Racine, metonimia y sinécdoque, las con parte del público no sabía leer, los
de un «inconsciente colectivo» de Baudelaire, Mallarmé, etc.) ha densaciones semánticas, donde autores escribían su obra pensan
la humanidad en el que se encon sido llevada a cabo por investi Freud nos enseña a leer las inte do que había de difundirse oral
trarían conformados determina gadores como Ch. Mauron, ini racciones ostentatorias o demos mente: p. e., la poesía épica (desti
dos «arquetipos» o imágenes pri ciador de una metodología de trativas, de disimulación o de nada a la recitación, por parte del
mordiales que se manifiestan en análisis denominada psicocríti persuasión o de seducción, por juglar), los cuentos, los sermones
las representaciones artísticas y ca, que se centra en el estudio medio de las cuales el sujeto mo (concebidos, primordialmente,
también literarias, como el cuen de las obras en su especificidad dula su discurso onírico». para la oratoria sagrada) y poe
to, la leyenda, el mito, etc. Por su literaria. Para la psicocrítica, Público. Término de origen lati mas narrativos en cuaderna vía,
parte, N. Frye, recogiendo esta todo texto se configura en dos ni no (publicus: común, del pueblo) como los de Berceo, destinados a
teoría de los «arquetipos» de veles: uno, constituido por los con el que se designa un «conjun un público de fieles devotos o a
Jung, analiza la relación entre elementos sintácticos, rítmicos y to de personas que participan de peregrinos que visitaban los mo
mito y literatura. En su opinión, léxicos elegidos conscientemente unas mismas aficiones o con pre nasterios. Véanse: recepción
los mitos, que son relatos de ac por el escritor, y otro, por las re ferencia concurren a determina (estética de la) y sociología
ciones representadas en ciertos des de asociaciones semánticas do lugar»; en este sentido se dice DELA LITERATURA.
ritos, muestran una estructura (de ideas, metáforas y símbolos) que «cada escritor, cada teatro tie Punto de vista. Expresión con
narrativa similar a la de los cuen en las que se interfiere el fondo ne su público» (DRAE). En socio la que se alude al ángulo de vi
tos, que, al igual que otras formas emocional e inconsciente del logía de la literatura se entiende sión o punto de mira en el que se
literarias, tendrían su origen en autor. Estas estructuras incons por público el conjunto de per sitúa un narrador para relatar
esos mitos. Este tipo de relatos se cientes potencian el «contenido» sonas a las que un autor dirige su una historia. Dando por supues
encuentra en las religiones de la del texto, mientras que las cons obra. Ésta puede ir destinada a la to que el principal objetivo del
naturaleza: p. e., el mito del ciclo cientes inciden en «la forma». recitación o a la lectura pública narrador es transmitir adecua
solar, que relaciona el decurso de Finalmente, el psicoanalista J. La- (auditorio), a la representación damente su relato, el autor tendrá
las fases del día, estaciones del can, volviendo sobre los presu (espectadores) o bien a la lectura que sopesar de qué medios de in
año y ciclos de la vegetación con puestos del freudismo clásico, privada (lectores). formación le dota para conocer
el desarrollo biográfico del héroe afirma que el inconsciente huma Los vínculos que relacionan a un la historia y relatarla, en qué per
del relato: salida del sol-primave no «está estructurado como un escritor con su público se fundan sona la va a contar (primera, se
ra-fertilidad —> nacimiento del lenguaje», por lo que utiliza reite en una comunidad de cultura gunda o tercera), desde qué posi
héroe; mediodía-verano-madu radamente conceptos derivados (ideas, creencias, etc.) y de len ción va a narrar esa historia
ración de cosechas —> matrimo de la lingüística y de la retórica: guaje (modalidades de expresión, (desde una conciencia omnis
nio del héroe; puesta del sol-oto «Es en la versión de un texto don formas literarias, etc.). Cuando un ciente, desde el protagonista de la
ño-recolección —> ocaso del héroe; de está lo importante, importan autor logra expresar en su obra lo obra, desde un personaje secun
PURISMO 428 429 PURISMO
dario, desde la perspectiva de c) Focalización externa: cuando el medida de galicismos, surgen dos lución del pensamiento y del
varios personajes, etc.) y a qué narrador no está inmerso en los posiciones contrapuestas: una progreso. Sin embargo, con la
distancia va a quedar el lector hechos narrados, ni asume la primera de reacción purista en creciente intercomunicación li
respecto de esa historia narrada. perspectiva de los personajes, sino quienes, como Forner, se oponen teraria, científica y cultural que
Ha habido varios intentos de clasi que se limita a relatar lo que ve o a la introducción de neologis se produce desde finales del si
ficación de los posibles tipos de escucha a estos personajes, ya que mos, considerando que la propia glo xix entre España y ciertos
puntos de vista (N. Friedman, posee menos información que lengua es autosuficiente; y una se países europeos, surgen frecuen
G. Genette, etc.). Para evitarla im ellos; esta focalización se emplea gunda, iniciada por Feijoo, que tes llamadas a la defensa de la
precisión atribuida a la clasifica en la novela objetivista, p. e., en Le defiende la necesidad de acoger propia identidad (Mesonero,
ción de Friedman (que mezcla el voyeur (1955) de A. Robbe-Grillet las aportaciones léxicas de otras Fernán Caballero, Alarcón, etc.),
punto de vista y la voz narrativa: a o en El Jarama (1955) de R. Sán lenguas para evitar el empobreci supuestamente amenazada, y,
veces no coincide «el que ve» con chez Ferlosio. miento expresivo del idioma. En más concretamente, de la len
«el que cuenta»), G. Genette pro Purismo. Término de origen la su opinión, dada la necesidad real gua. En el transcurso del si
pone el término «idealización», tino (ppritas: limpieza), utilizado de nuevas voces (hay escasez de glo xx, los riesgos vendrán de la
que puede ser de tres tipos: a) Fo para designar la actitud de quie «términos abstractos», partici invasión de extranjerismos in
calizarán cero: cuando el narra nes, preocupados por preservar pios y nombres para «innumera controlados a través de los me
dor no se sitúa desde el punto de la pureza del idioma, tratan de bles acciones»: excavar, mezclar, dios de difusión: prensa, radio y
vista de los personajes, ya que es evitar «consciente y afectadamen desmenuzar, etc.), no se puede televisión. Dada la rapidez con
omnisciente y posee más informa te los extranjerismos y neologis carecer de ellas o intentar buscar que se producen descubrimien
ción que todos ellos e incluso co mos que juzgan innecesarios» «agregadas de distintas voces», tos científicos y tecnológicos y la
noce sus más íntimos pensamien (DRAE). Esta preocupación se porque esto sería «vestir el idio necesidad de designarlos con los
tos. La novela realista del xix vive con especial intensidad en el ma de remiendos». En conse correspondientes tecnicismos, es
(Galdós, Balzac) utiliza esta idea siglo xviii, cuando la degrada cuencia, «es lícito el uso de voz de casi inevitable la aceptación de la
lización cero, b) Focalización in ción de las formas del lengua idioma extraño, cuando no hay nomenclatura impuesta por los
terna: cuando el narrador asume je y del estilo provocada por la equivalente en el propio», e inclu países (frecuentemente de habla
un único personaje (en ese caso se decadencia del Barroco, sobre so se puede justificar la entrada inglesa) donde ha surgido dicho
trata de una focalización fija; esto todo en el teatro y en la oratoria de una nueva voz siempre que descubrimiento. De ahí la abun
ocurre en el caso del narrador- religiosa (crítica del P. Isla en tenga «más propiedad, o más dancia de xenismos («flash»,
protagonista que relata en prime Fray Gerundio), suscita una reac hermosura, o más energía». No «baile», etc.) y calcos (incluso
ra persona: p. e. Lázaro de Tor- ción dignificadora de los usos obstante, la elección de nuevas en crítica literaria: stream of
mes) o bien varios personajes que del idioma en escritores como voces ha de hacerse con «tino su consciousnes: corriente de con
van dando sucesivamente diferen J. P. Forner, J. Cadalso, L. Fernán til» y con «discernimiento delica ciencia). Ante esta situación es
tes perspectivas, y, en ese caso, se dez de Moratín, G. M. de Jove- do», sin afectación ni exceso. comprensible una reacción mo
habla de focalización variable llanos, etc., que muestran su Una actitud análoga muestra, deradamente purista para evitar
(p. e. en Pepita Jiménez: Don Luis, admiración por la sobriedad y en el siglo xix, M. J. de Larra, en la irrupción de extranjerismos
el deán, don Pedro y el transcrip sencillez elegante de los grandes quien se concilian el respeto por innecesarios y, sobre todo, de
to r) ._S i sejtrata de un mismo acón- autores del siglo xvi. Por otra la tradición y la tendencia inno construcciones gramaticales aje
tecimiento descrito por diver parte, ante la necesidad de reno vadora, convencido de que la len nas a la estructura del idioma.
sos personajes «focalizadores», se var y enriquecer el caudal léxico gua ha de responder a la evo Véase: real academia.
denomina focalización múltiple. de la lengua con la entrada des
431 QUINTILLA
suma trascendencia para el futu * realismo socialista, el * realismo ría esencial que condiciona el de mo en el que se considera al hom
ro de la lengua: su colaboración mágico, etc. Respecto de la pri sarrollo del relato, la configura bre y su entorno inmersos en un
con el resto de academias corres mera acepción, el lector puede ción de personajes, las técnicas mundo de fantasía y de misterio.
pondientes que, a partir de 1870, consultar los conceptos de ★fic narrativas y peculiaridades del Entre los novelistas más signifi
comienzan a fundarse.en las na ción, ★mimesis y ★verosimilitud, lenguaje. 2. La mimesis o imita cativos de esta corriente del «rea
ciones de la América hispana. El que aparecen, como entradas, en ción de la realidad como requisi lismo mágico» figuran M. Á. As
23 de abril de 1951 se celebró el este Diccionario, en las que se to para lograr esta verosimilitud, turias, A. Carpentier, J. L. Borges,
primer Congreso de Academias aborda el tema del realismo fruto de una observación obteni J. Rulfo, G. García Márquez,
de la Lengua Española en la ciu como categoría estética. En rela da del «estudio directo» del «na J. Cortázar, etc. Estos escritores
dad de México, en el que se creó ción con las corrientes literarias tural» y de una descripción de los recogen de las vanguardias euro
una Comisión Permanente que mencionadas, se pueden consul «caracteres humanos [...] y de peas la superación del prejuicio
redactó los estatutos de la Asocia tar también en sus entradas co todo lo espiritual y lo físico que racionalista consistente en creer
ción de Academias de la Lengua rrespondientes. nos rodea», y del lenguaje, vi que la realidad es sólo cognosci
Española (ALE). Sus reuniones I’ En su acepción como concepto vienda, vestidura, etc. 3. Esta ob ble a través de la observación, de
plenarias se realizan en los con de periodización literaria, el tér servación y descripción de los la lógica y el razonamiento de la
gresos que desde 1951 se vienen mino «realismo» se utiliza para caracteres vienen precedidas de conciencia. Con los surrealistas
celebrando en distintas capitales significar un movimiento estéti un conocimiento profundo de comparten la idea de que es posi
de la comunidad hispánica (Mé co europeo que se produce en los móviles de conducta de los ble acceder a otro tipo de reali
xico, Madrid, Bogotá, Buenos Ai la segunda mitad del siglo xix y personajes y de su mundo inte dad (lo fantástico y maravilloso)
res, Quito, Caracas, etc.), a través que tiene como representantes a rior por parte de un narrador a través del inconsciente, del sue
de los cuales las Academias de la Hf de Balzac y G. Flaubert en omnisciente. 4. La imbricación de ño, de la alucinación, etc. Esta
Lengua ejercen su función nor Francia, Ch. Dickens en Inglate historia y ficción (p. e., persona forma de percepción de la reali
mativa y orientadora en el ámbito rra, I. S. Turguéniev, L. Tolstoi y jes ficticios que conviven con dad la descubren, a su vez, en
de la comunidad de hispanoha A. P. Chéjov en Rusia y, en Espa personajes históricos, en los Epi ciertas expresiones literarias de
blantes. Fruto reciente de la cola ña, a J. M.a de Pereda, B. Pérez sodios Nacionales de Galdós), así las culturas aborígenes preco
boración en esta tarea normativa Galdós, J. Valera, L. Alas «Cla como la coetaneidad de los suce lombinas presentes en relatos
es el nuevo texto de la Ortografía, rín», etc. Entre las primeras ma sos narrados en la historia de fic fantásticos de transmisión oral,
consensuada entre las veintidós nifestaciones del realismo espa ción con los de la historia real del cuentos populares, mitos, leyen
Academias de la Lengua Españo- ñol (cuyos antecedentes remotos lector. Véanse: ficción, imita das, etc. En esta línea de conver
la en 1999. Véase: academia. serían las obras de Cervantes y la ción, MIMESIS, NATURALISMO, gencia de ambas fuentes se mue
v Realismo. Término polisémico picaresca, e inmediatos las de los NEORREALISMO, REALISMO SO ve la narrativa de M. A. Asturias
con el que se alude a una catego costumbristas) cabe señalar las CIAL, REALISMO SOCIALISTA y (El Señor Presidente), que recoge
ría estética o rasgo de las obras novelas iniciales de Galdós (La VEROSIMILITUD.' elementos de la cultura maya de
literarias (consistente en su refe Fontana de Oro, 1870; El audaz, Realismo mágico. Expresión Guatemala, la de A. Carpentier,
rencia o vinculación con la reali 1871; Doña Perfecta, 1876, etc.), utilizada por A. Uslar Pietri para que pone al descubierto ese mun
dad, imitada o representada en Valera (Pepita Jiménez, 1874) y referirse a un tipo de narrativa do de lo real-maravilloso (expre
ellas) y a un período literario (el Pereda (Don Gonzalo, 1879). hispanoamericana que, superan sión acuñada por él y cuyo conte
«realismo del siglo xix») y a cier Los presupuestos de la estética do el positivismo filosófico y los nido es similar a la de «realismo
tas corrientes literarias del siglo realista, en estos escritores, son: procedimientos del realismo del mágico») en obras como El reino
xx, como el ^realismo social, el 1. La verosimilitud, como catego siglo xix, crea un peculiar realis de este mundo (1949) o Los pasos
REALISMO MARAVILLOSO 436 437 RECEPCIÓN (ESTÉTICA DE LA)
perdidos (1953) y parte de la pro queta (1959), de A. Ferres; La ción estética y literaria propug realista hispana. Véase: novela
ducción narrativa de J. L. Borges, mmí7.(1960), de A. López Salinas; nada por artistas y escritores social de preguerra.
J. Cortázar, Gabriel García Már La zanja (1961), de A. Grosso; y comprometidos con la revolu Recepción (estética de la).
quez, cuya obra Cien años de so Dos días de septiembre (1962), de ción rusa. M. Gorki (conside Expresión con la que se designa
ledad puede considerarse como J. M. Caballero Bonald. En la crí rado por Lenin como el mejor una corriente crítico-literaria en
«arquetipo de esta narrativa del tica de las formas de conducta y representante de la literatura la que se propone, frente a la pri
realismo mágico, etc. Véanse: esquema de valores de la moral «proletaria») apoyó dicha ex macía concedida anteriormente
NUEVA NOVELA y ROMANCE O RO burguesa se centran Nuevas amis presión por lo que suponía de al autor y al texto de una obra, in
MAN. tades (1959) y Tormenta de vera vínculo de la tradición literaria vestigar la influencia de los lecto
Realismo maravilloso. Véan no (1962), de J. García Hortela rusa (Turguéniev, Pushkin, Tols- res en la creación y estructura de
se REALISMO MÁGICO y ROMAN no; Últimas tardes con Teresa toi y Dostoievski son realistas) determinadas obras literarias y la
CE O ROMAN. (1966), de J. Marsé, etc. con el futuro deseado para la consideración del hecho de la re
Realismo social. Marbete con En lo que atañe a las técnicas na Unión Soviética: una sociedad cepción como condicionamiento
el que se alude a una corriente li rrativas, resalta el objetivismo del «socialista», en la que habrían de de lo literario en cuanto tal.
teraria en la que se encuadran relatojel conductismo, la conden desaparecer las clases. La litera Entre las influencias recibidas
ciertos escritores nacidos entre sación de la acción narrativa, la tura habría de estar al servicio por los iniciadores de la estéti
1924 y 1935 que publicaron sus presentación cinematográfica de del advenimiento de esa nueva ca de la recepción, se mencio
primeras obras a lo largo de la los espacios, etc. En el uso de di sociedad. Por su parte, G. Lukács na a E. Husserl, M. Heidegger,
década de los cincuenta: J. López chas técnicas, se percibe el influjo concebía la tarea creadora del es H. G. Gadamer y R. Ingarden
Pacheco, A. Grosso, A. López Sa de la tradición realista española critor como una contribución a (fenomenología y hermenéuti
linas, L. Olmo, A. Ferres, J. M. Ca (desde los clásicos hasta Galdós, la reforma de la sociedad futura. ca) y a J. Mukarovsky y F. Vodic-
ballero Bonald, L. Goytisolo, Baroja y los narradores del realis En la década de los años treinta ka, representantes de una ver
J. Marsé, J. García Hortelano, mo social de preguerra), así como el realismo socialista ruso influ tiente estructuralista e histórica.
J. Goytisolo, etc. Es preocupa de los neorrealistas italianos (Pra- ye en ciertos escritores europeos Para H. G. Gadamer, discípulo
ción común de dichos escritores tolini, Pavese y Silone) y los nor comprometidos en la lucha con de Heidegger, las obras literarias
ofrecer un testimonio de denun teamericanos Dos Passos, Faulk- tra la dictadura nazi y fascista: no presentan un sentido perfec
cia de la realidad socioeconómi ner y Hemingway. En cuanto a las p. e., L. Aragón, P. Éluard, A. Mal- tamente definido y acabado des
ca y política del país en dos cam formas de expresión y al esti raux, B. Brecht, R. Alberti, etc. de su creación, sino que dicho
pos precisos: el de la injusticia lo, buscan una prosa funcional, El Congreso para la defensa de la sentido depende de cada situa
social de la que son objeto los construida con una sintaxis de cultura, celebrado en París en ción histórica en la que se en
trabajadores del campo y de la frases breves y fácilmente com 1935, es un exponente de esta cuentran sus diversos intérpre
industria y la falta de conciencia prensibles y el uso frecuente de actitud comprometida. Algunos tes. La comprensión de un texto
moral de las clases dirigentes res giros coloquiales y formas lin representantes españoles de la responde a los interrogantes a
ponsables de esta situación, en güísticas populares. Véase: neo llamada «novela social de pre que pueda ser sometido en un
especial la burguesía. Al primero rrealismo. guerra», como J. Zugazagoitia, determinado contexto. La her
corresponderían las siguientes Realismo socialista. Expre C. Arconada, J. Arderius, etc., menéutica, como método de
obras: Central eléctrica (1958), sión impuesta en el Estatuto de podrían considerarse vincula acercamiento a los textos litera
de J. López Pacheco; La resaca la Unión de Escritores Soviéti dos a este movimiento estético y rios, intenta descubrir esa serie
(1958), de J. Goytisolo; Las afue cos, en 1934, para designar el mé político, aunque con las peculia de interrogantes a los que la
ras (1958), de L. Goytisolo; La pi todo más idóneo para la crea ridades inherentes a la tradición obra ha pretendido responder
RECEPCIÓN (ESTÉTICA DE LA) 438 439 RECOLECCIÓN O RECOPILACIÓN
en su diálogo con la historia, en de la literatura debería concebirse real, ideal, implícito o «modelo», una serie o «pluralidad» de pala
una fusión entre pasado y pre como un «proceso de recepción potencial, etc.), puede verse lec bras «diseminadas» a lo largo del
sente. H. G. Gadamery R. Ingar- y producción estética que se rea tor. mismo. Los términos «recolec
den constituyen la fuente de liza en la actualización de los tex Receptor. Es el destinatario de ción» y «diseminación» fueron
donde recogen los dos represen tos literarios por el lector recep un mensaje, que ha de interpre empleados por Dámaso Alonso
tantes más conocidos de la esté tor, por el crítico reflexionante tar de acuerdo con el conjunto de en su estudio sobre la ^correla
tica de la recepción (W. Iser y y por el propio escritor nueva reglas o señales que constituyen ción en la poesía renacentista y
H. R. Jauss) la metodología fe- mente productor». Para ello, es el código conocido por él y por el barroca. Véase la aplicación de
nomenológica y hermenéutica. importante reconstruir el hori emisor. En el caso de una obra li estos conceptos al análisis del si
W. Iser considera la lectura como zonte de expectativas (gustos, nor teraria, el destinatario extradie- guiente soneto:
un acto de creación de sentido, y mas, modelos, categorías lite gético es el *lector. Para interpre
el hecho de la recepción como rarias, etc., de un determinado tar adecuadamente dicha obra, el «El humo que formó cuerpo fin-
elemento esencial en la configu contexto) que contribuyó en el lector debe conocer el código del [g'do,
ración del texto. El significado pasado a la producción y recep escritor, formado por la lengua y que cuando está más denso para
de una obra es fruto de la interre ción de una obra y tratar de des por la tradición retórica y litera • [enriada;
lación del lector y el texto: a tra cubrir los interrogantes a los que ria en la que se realiza su escritu el viento que pasó con fuerza ai
vés de la lectura, se realiza una ésta respondía, para vislumbrar, ra, así como el mundo cultural e jada
producción de imágenes en la así, cómo la entendían los pri ideológico en el que se mueve. y que no pudo ser en red cogido;
fantasía del lector, al tiempo que meros receptores. La estética de Recitativo. Término de origen
éste constituye un mundo y una la recepción intenta situar cada el polvo en la región desvanecido
italiano con el que se denominan,
visión de la realidad. Esta visión obra en la «sucesión literaria» de la primera nube dilatada;
en el lenguaje de la ópera y de la
va transformándose a medida que para descubrir el desarrollo de la sombra que, la forma al cuerpo
cantata, aquellas partes declama
avanza la lectura y que se ponen su comprensión y su significa [hurtada,
das en las que el texto recitado se
en juego «estrategias» de orde ción históricas. En este último dejó de ser habiéndose partido.
pliega en lo posible a las inflexio
nación, descubrimiento y com aspecto, dicha corriente crítico- nes y ritmos acentuales del dis Son las palabras de mujer. Si viene
prensión de la estructura del tex literaria pretende aclarar cuál ha curso hablado. Dicho término se cualquiera novedad, tanto le
to. Dicho texto contiene unas sido la función de la literatura en ha aplicado también al teatro para [asombra,
virtualidades de sentido y unos relación con la historia general, significar un tipo especial de de que ni lealtad ni amor ni fe man-
«vacíos» que han de ser llenados teniendo en cuenta que en los clamación (existe el precedente [tiene.
por el lector, que es quien actua textos de diferentes épocas pue de la tragedia griega) y para resal
liza esas virtualidades y comuni de hallarse una imagen «ideali Mudanza ya, que no mujer se
tar determinados pasajes, monó
ca al texto su cohesión inter zada, satírica o utópica de la exis [nombra,
logos, temas o momentos de tran
na. Siguiendo el pensamiento de tencia social». pues, cuando más segura, quien
sición en el desarrollo de ciertas
W. Iser y recogiendo las aporta Finalmente, cabe subrayar que la [la tiene,
obras dramáticas.
ciones de dos representantes de estética de la recepción propues tiene humo, polvo, nada, viento y
Recolección o recopilación.
la Escuela de Praga (Mukarovsky ta por Jauss e Iser guarda cierta [sombra».
Término con el que se alude a un
y Vodicka), que interpretan la relación con la llamada «teoría artificio literario, utilizado espe (Lope de Vega)
historia literaria como una his del lector» elaborada por U. Eco. cialmente por escritores del Siglo
toria de la recepción de la obra, Sobre los diferentes tipos de lec de Oro, que consiste en recoger, D. Alonso destaca la existencia
H. R. Jauss opina que la historia tor sugeridos por la crítica (lector en el verso final de un poema, de dos pluralidades de córrela-
RECONOCIMIENTO 440 441 REFERENTE
ción reiterativa en este soneto: la en una estrofa similar del latín dicional de la retórica implícito puesta en escena de una obra dra
primera está «diseminada» por medieval. En la literatura espa en ciertas figuras como el *pleo- mática o a la proyección de una
los dos cuartetos (humo, nada, ñola, la estructura de la redondi nasmo, la * repetición y la ^du película retiradas de la progra
viento, polvo y sombra); la se lla figura ya en una jarcha de Ye- plicación, que presentan un rasgo mación durante algún tiempo.
gunda está «recolectada» en el hüda Halevi, y desde el siglo xv común (la iteración de elemen Referencia. Función por la que
verso último del soneto. se halla como estrofa integrante tos) en su realización. Esta redun un signo lingüístico remite a un
Reconocimiento. Véase anag- de villancicos, cantigas y coplas dancia responde a una caracterís objeto del mundo extralingiiísti-
nórisis. compuestas, función que man tica clave del lenguaje poético: co, real o imaginario. A lo que di
Recuesta. Término de origen tiene durante el Siglo de Oro. Di el principio de recurrencia. En rectamente remite esta función re-
latino (requaesitare: preguntar) cha estrofa ha perdurado hasta el este sentido, en los textos litera ferencial del signo no es al mundo
con el que se denomina una com siglo xx. Ejemplo: rios se produce un doble tipo de de los objetos reales, sino al del
posición poética utilizada en los redundancia: fónica (metro, rima, pensamiento, es decir, «al mundo
«La tprde más se oscurece;
cancioneros del siglo xv en la ritmo, aliteraciones) y semántica captado a través de las formacio
y el camino que serpea
que un poeta plantea a otro, en (anáforas,* estribillos, pleonas nes ideológicas de una cultura
y débilmente blanquea
forma de pregunta, una adivinan mos, etc.), redundancias que con dada» (J. Dubois). Se habla, tam
se enturbia y desaparece».
za, enigma o problema de tipo tribuyen a una mayor expresivi bién, de referencia textual para de
filosófico, amoroso, etc. A esta (A. Machado) dad del texto. signar la relación o referencia a la
recuesta o «pregunta», el poeta Reduplicación. Repetición de realidad mediante diversos me
interpelado tenía que dar una A partir del Romanticismo algu una palabra o grupo de palabras dios textuales: p. e., en el soneto de
«respuesta», ajustándose, estric nos poetas han utilizado la es dentro del mismo verso o frase o Lope de Vega «Suelta mi manso,
tamente, a la clase y número de tructura métrica de la redondilla a comienzo del verso siguiente. mayoral extraño», los sintagmas
los versos y a la forma y disposi con rima asonante. A. Quilis ha Es un recurso estilístico que res «mi manso» y «mayoral extraño»
ción de las rimas de dicha pre bla de «cuarteta asonantada o ti ponde al fenómeno de la recu implican una clara referencia deno
gunta. La recuesta presenta la rana» y aporta como ejemplo rrencia, fundamental en el len tativa a un pastor, «dueño» del
misma estructura métrica del esta rima de Bécquer: guaje poético, tanto en el nivel cordero («manso»), y a su raptor
* decir. El número de estrofas en fónico como en el léxico y sintác («mayoral extraño»), al mismo
estos poemas es variable: una «Por una mirada, un mundo; tico. Este procedimiento expresi tiempo que una referencia conno-
gran parte están formados por por una sonrisa, un cielo; vo es utilizado, p. e., en los ro tativa al tipo de relaciones amoro
dos o tres; sin embargo, los hay por un beso... ¡yo no sé mances viejos: sas entabladas con la dama por el
más extensos. qué te diera por un beso!». poeta y su rival. Véase: referente.
Se ha relacionado esta composi «Fonte frida, Fronte frida, Referencial. Véanse función y
ción con la tensó provenzal y Redundancia. Término utiliza Fonte frida y con amor [...]». referencia.
con el *partimen. do en teoría de la comunicación Referente. Es la realidad extra
Redondilla. Estrofa de cuatro para significar el exceso de ele (Romancero) lingüística a la que remite el sig
versos de arte menor, preferente mentos constitutivos de un men no lingüístico. Dicha entidad ex
mente octosílabos, que riman en saje, innecesarios en circunstan Véanse: anadiplosis, anástro tralingüística no debe entenderse
consonante en dos modalidades: cias normales para la adecuada fe y EPANADIPLOSIS. como un dato inmediato de la
con rima cruzada (abab) o abra interpretación o decodificación Reestreno. Término utilizado realidad, ya que la función refe
zada (abba). Históricamente, la del mismo. Dicho término res en el lenguaje teatral y cinemato rencial del signo envía no direc
redondilla tiene sus antecedentes ponde, además, a un concepto tra gráfico para aludir a la nueva tamente al mundo de los objetos
REFRÁN 442 443 REGLAS
reales, sino a la percepción que «A buen entendedor pocas pala cia generalizada que se produce a tad popular, suplantada por las
de ellos se tiene en el pensamien bras». raíz del desastre colonial de 1898, decisiones de los oligarcas o «pri
to, dentro de un contexto ideoló «Allégate a los buenos y serás que lleva a un grupo de intelec mates».
gico y cultural determinado. Esa uno de ellos». tuales déla época (J. Costa, L. Ma- El pensamiento «regeneracionis-
entidad extralingüística puede, «Cada uno dice de la feria como llada, R. M. Picavea, D. Isern, etc.) ta» influye en algunos de los escri
incluso, ser meramente imagina le va en ella». a diagnosticar las causas de esta tos de la llamada Generación del
ria, como ocurre con determina «A río vuelto, ganancia de pesca decadencia y proponer los reme 98. Véanse: fin de siglo (crisis
dos signos que aparecen en el dores». dios «terapéuticos» imprescindi de) y GENERACIÓN DEL 98.
universo de ficción de los textos «Haz el bien y no cates a quién». bles para «regenerar» el país. El Regiduría. Organización del es
literarios, p. e., los «encantado iniciador de este movimiento es cenario teatral durante los ensa
res» o «gigantes» a los que se re Véanse: adagio, aforismo, apo J. Costa, vinculado inicialmente al yos y la representación de una
fiere don Quijote. tegma, MÁXIMA, PAREMIOLO- krausismo y a la Institución Libre obra dramática. Si el director de
Refrán. Término (posiblemente GÍA, PROVERBIO, REFRANERO y de Enseñanza y estudioso de te escena es el encargado de la con
relacionado con el occitano re- SENTENCIA. mas relacionados con la sociolo cepción y dirección artística glo
franh: estribillo) con el que se de Refranero. Libro en el que se gía, economía y derecho (sobre bal del espectáculo, el regidor lo
signa un dicho popular y anónimo recogen refranes, máximas, ada todo, agrarios). Una de sus apor es de la organización material de
en el que se sintetiza un pensa gios, aforismos, etc. El primer taciones más relevantes es el aná la puesta en escena.
miento de carácter gnómico o sen testimonio de este tipo de obras lisis de las causas de la degrada Reglas. Serie de preceptos y
tencioso. El refrán pertenece al gé en la literatura española es el del ción del sistema socioeconómico orientaciones de carácter artís
nero paremiológico (del griego marqués de Santillana (Refranes y político de la Restauración, aná tico que condicionan la creación
paroitnia: sentencia), lo mismo que dicen las viejas tras el fuego), lisis que realiza en su obra más co literaria de los escritores de una
que el *adagio y el ^proverbio. Es al que siguen las Cartas en refra nocida: Oligarquía y caciquismo determinada época de acuerdo
un recurso fundamental utilizado nes (1541), de Blasco de Garay; como la forma actual de gobierno con los códigos estéticos vigen
tanto en el habla coloquial como el Libro de refranes (1549), de Pe en España. Urgencia y modo de tes. Estas normas pueden ser es
en el lenguaje literario. En este úl dro de Vallés; los Refranes o pro cambiarla (1902). Dicha degrada trictamente técnicas (p. e., las
timo cumple una doble función: verbios en romance (1555), de ción tendría su origen en el hecho reglas de las «tres unidades») o
cognoscitiva y estética. Tanto el Hernández Núñez; La Philosop- de que una oligarquía de «pro bien estéticas, p. e., las leyes del
refrán como otras formas de ex hia Vulgar (1568), de J. de Mal hombres o notables» estaría ejer «decoro» (el autor del Lazarillo
presión paremiológica (máximas, Lara; Refranes glosados y Teatro ciendo el poder arbitrariamente, atribuye al narrador un «grose
sentencias, aforismos, etc.) cuen Universal de Proverbios (1.a edic., administrando en su provecho el ro estilo», congruente con la ex
tan con una larga tradición en las 1915), de Sebastián de Horozco, y país por mediación de los gober tracción social y cultural del pi
culturas de Oriente Medio y en la Vocabulario de refranes (1.a edic., nadores civiles y los caciques y caro) y de la «verosimilitud»,
literatura bíblica, grecolatina y 1906), de G. Correas. Véanse: pa- desnaturalizando, a través del con heredadas de la preceptiva clási
medieval, a las que se hace referen REMIOLOGÍA y REFRÁN. venido turno de partidos, el fun ca grecolatina. Esta preceptiva
cia en el artículo dedicado a pare- Regeneracionismo. Movimien cionamiento legal de las insti es actualizada en el Renacimien
miología. Véanse algunos ejem to ideológico surgido en España tuciones. Como consecuencia, se to a través de los tratadistas ita
plos de refranes reunidos ya en el en la última década del siglo xix habría corrompido la función de lianos (Cinthio, Castelvetro, etc.)
siglo xv por el marqués de Santi- como reacción ante la crisis políti esos partidos, falseado el sistema y asumida por Boileau en Uart
llana en su colección de Refranes co-social del sistema de la Restau de elecciones y la representación Poétique. Véanse: preceptiva y
que dicen las viejas tras elfuego: ración y la sensación de decaden parlamentaria, y con ella la volun UNIDADES.
RELATO 444 445 RENACIMIENTO
Relato. Enunciación oral o es miento de las unidades mínimas dades. Los grandes maestros de A finales del siglo xv y comien
crita de hechos realmente ocurri narrativas, a los conceptos de ac ese Renacimiento (L. Valla, Pico zos del xvi, la nueva cultura pro
dos o imaginados que consti ción y función, a las categorías de la Mirándola, J. L. Vives, etc.) movida por los humanistas (Eras-
tuyen una historia. El relato se narrativas de focalización, voz, estaban convencidos de que la re mo, T. Moro, E. A. de Nebrija,
distingue tanto del acto de enun modo, niveles narrativos, tiem cuperación de la lengua y litera J. L. Vives, F. Rabelais, etc.) se ha
ciación (narración) como de la po, etc., conceptos que pueden tura clásicas iba a proporcionar a extendido ya por Europa y afecta
historia narrada, objeto de dicho consultarse en las entradas co las nuevas generaciones una edu a los diversos planos de la vida
relato, término que se reserva rrespondientes de este Diccio cación integral del hombre, no social, desde el económico hasta
para la designación del texto na nario. Véanse, además: cuen sólo intelectual, sino también el religioso. Tal vez sea en este
rrativo a través del cual el narra to, NARRACIÓN, NARRATOLOGÍA, moral, promoviendo una con campo donde resulte más llama
dor enuncia la historia mencio NOVEL-A y NOVELA CORTA. ducta pública y privada tan aten tivo el cambio, con la aparición
nada. Rema. Véase tema. ta al desarrollo individual como de nuevas formas de espirituali
Se ha afirmado que, en todos los Remate. Véase canción ita al bienestar de la comunidad. dad, crítica a la degradación del
pueblos y culturas de la humani liana. Para ciertos humanistas, como L. clero y del Papado, auge de los es
dad, el relato está presente como Renacimiento. Término con el Valla, el retroceso intelectual, pe tudios bíblicos y, sobre todo, Re
estructura fundamental o esque que se denomina un movimiento dagógico y moral ocurrido en los forma y Contrarreforma.
ma básico de los más diversos cultural que surge en diversos «tiempos oscuros» de la Edad Para el estudio de este plano reli
textos narrativos: «el mito, la le países de Europa occidental a fi Media se habría producido por gioso y el de otro aspecto capital
yenda, la fábula, el cuento, la no nales de la Edad Media y cuyos una triple degradación: la co del Renacimiento, el cultivo de
vela, la epopeya, la historia, la tra rasgos caracterizadores son, en rrupción bárbara del latín (idio las humanidades, pueden verse
gedia, el drama, la comedia, la opinión de J. Burckhardt, los si ma dotado de gran claridad y respectivamente: *erasmismo y
pantomima [...], el cine, las tiras guientes: vuelta a la antigüedad belleza), la depauperación del ★humanismo. Finalmente, ade
cómicas, las noticias policiales, clásica grecolatina, descubrimien legado filosófico griego y la pér más del cultivo de las humanida
la conversación» (R. Barthes). to del hombre y del universo, dida del mensaje original del des clásicas, el Renacimiento
Distintos investigadores en an individualismo, secularización, Evangelio. Esta depauperación conlleva una profunda renova
tropología, folclore, semiótica, crisis de fe y de la moral tradicio arrancaría de Boecio y del aristo- ción de la creación literaria en
lingüística, etc,, han intentado nal y una nueva relación econó telismo latino y tendría su culmi lengua romance. Por lo que res
descubrir modelos de descrip mica y cultural entre nobles y nación en la escolástica. Desde pecta a España, esta renovación
ción de estructuras de relato que burgueses en el marco de la vida esta perspectiva, se entiende que se produce gracias al influjo de
pudieran servir para interpretar urbana. Esta nueva cultura se los humanistas del Renacimiento grandes figuras del Renacimien
la pluralidad de relatos apuntada. manifiesta en los más diversos lucharan, a la vez, por una recu to italiano (Petrarca, Sannazzaro,
En esta línea se ha propuesto un campos: economía, relaciones so peración de la lengua y literatura etc.) en los poetas iniciadores del
modelo morfológico (V. Propp), ciales, política, religión y, sobre grecolatinas y de la filosofía grie Renacimiento español (Garcila-
actancial (A. J. Greimas), lógico todo, humanidades: artes, filoso ga, con el consiguiente rechazo so de la Vega, Boscán, etc.), que
(C. Brémond), genético (Lévi- fía, lengua y literatura. En este úl de la escolástica, y por un conoci asimilan e incorporan nuevas
Strauss), gramatical (Todorov y timo aspecto, por «Renacimien miento directo de las fuentes del formas de la lengua poética (ver
Van Dijk), etc. En narratología se to» se entiende un movimiento Antiguo y Nuevo Testamento: de sos, estrofas y poemas: endeca
estudia una serie de categorías y de restauración del ideal educati ahí el interés por los estudios de sílabo, terceto, lira, octava real,
métodos de análisis descriptivo vo de la antigüedad clásica: la hu- filología bíblica en humanistas estancia, silva, soneto, égloga,
del relato que afecta al descubri manitas, o cultivo délas humani comoErasmo. etc.), mantiene una postura de
RENGA 446 447 RESEÑA (O RECENSIÓN)
acercamiento a los clásicos (Virgi Reportaje. Véase periodismo. Representación. Término uti parte de Rojas Villandrando en
lio, Horacio, Ovidio) y tratamien Reposición. Término utilizado lizado en la doble acepción de su Viaje entretenido (1603):
to de los temas mitológicos, bucó en el lenguaje teatral para desig imitar y hacer presente y que des
licos, etc. nar la puesta en escena de una de Aristóteles se aplica a dos artes «... digo que Lope de Rueda,
Renga. Véase haiku. obra o un espectáculo que ya ha fundadas en el procedimiento es gracioso representante
Reparto. Término con el que se bía sido estrenado en una tempo tético de la «mimesis»: la pintura y en su tiempo gran poeta,
denomina, en el léxico teatral, rada anterior y que, después de y la creación literaria. Esta úl empezó a poner la farsa
tanto la acción de asignar los di haberlo retirado de la cartelera, tima, dentro de una concepción en buen uso y orden buena».
ferentes papeles de una obra a vuelve a ser representado por la realista, sería una imitación o co
determinados actores como la misma compañía con el mismo o pia de la realidad, teniendo, como En el lenguaje actual del mundo
relación o conjunto de los actores parecido montaje y reparto de requisito fundamental, la verosi del teatro y del espectáculo se en
que han de interpretar los diver actores o intérpretes. militud. Circunscrito al teatro, tiende por representante a la perso
sos personajes de dicha obra. Represa. Recurso poético utiliza dicho término se refiere princi na o agente encargado de contratar
Repertorio. Término utilizado do en ciertas composiciones medie palmente al acto de hacer presen una compañía o a determinados
en el campo de la música y del vales (cantigas, canciones, glosas, te, en el escenario, una historia actores y artistas, a la vez que se
teatro para designar un conjunto villancicos, etc.) y que consiste en la relatada previamente en un texto ocupa de su promoción artística y
de piezas musicales o de obras repetición del tema enunciado al determinado. Las relaciones en económica. Véase: cómicos.
dramáticas que pueden ser inter comienzo del poema (p. e., el pri tre el texto y la representación Representatividad. Se dice de
pretadas o representadas en el mer verso, o el estribillo en el caso dramática han sido objeto de una obra o de un autor en los que
transcurso de una temporada. Se del villancico) al final de cada una diferente tratamiento en el trans se manifiestan, de manera ejem
habla también de repertorio de de las estrofas que lo componen. curso de los siglos. En deter plar, los aspectos temáticos, el
papeles representados o que pue Este procedimiento, que tiene sus minadas épocas, el texto y la esquema de valores y los códigos
den ser interpretados por un ac antecedentes en las cantigas gallego- representación escénica se han estéticos de una determinada épo
tor o un cantante determinados. portuguesas, figura en ciertos poe considerado como realidades au ca o movimiento literario. En
Repetición. Figura retórica con mas de los cancioneros de Baena y tónomas. Ello explicaría que cier este sentido, La vida es sueño se
sistente en la reiteración de pala Estúñiga, en glosas y en villancicos. tas obras fueran destinadas tanto ría una síntesis representativa del
bras u otros recursos expresivos, Véase un ejemplo de represa en la a la representación como a la lec pensamiento ético-religioso y es
procedimiento que genera una repetición del tema «no pueden tura teatralizada (p. e., La Celesti tético del Barroco del siglo xvn,
relevancia poética. En todo poe dormir» en el siguiente villancico: na). Sin embargo, en el siglo xx y, lo mismo que Jovellanos sería el
ma aparecen elementos reiterati especialmente, a partir de las ex símbolo representativo de la Ilus
«No pueden dormir mis ojos periencias escénicas de A. Ar- tración española del siglo xviii.
vos con esa función: ya sea el
no pueden dormir. taud, la representación se consi Reseña (o recensión). Es un co
acento, las pausas, la aliteración,
Pero, ¿cómo dormirán dera un requisito indispensable mentario bibliográfico sobre una
el isosilabismo, la rima, el estribi
cercados en derredor para el análisis del texto y de su obra de creación literaria o de in
llo, etc. Existen diferentes formas
de soldados de dolor, puesta en escena. vestigación en la que se informa
de repetición utilizadas en el len
que siempre en armas están? Representante. Nombre con el sobre el contenido de la misma y
guaje poético, entre las que so
Los combates que les dan, que se reconocía a los actores en se realiza un análisis crítico sobre
bresalen la *anáfora, *reduplica-
no los pudiendo sufrir, el teatro del Siglo de Oro, según las aportaciones que implica y sus
ción, * concatenación, *retruéca-
no pueden dormir [...]». se deduce de la atribución de di valores o deficiencias en relación
no, ^paralelismo, *anadiplosis,
*epífora, ^amplificación, etc. (C. de Castillejo) cho título a Lope de Rueda por con el contexto de los estudios rea
RESUMEN 448 449 RETÓRICA
lizados en su propio campo. En las tán los teatros alumbrados, y se troducida en Atenas por un dis en el texto modelo de la retórica
revistas especializadas existe una ven las gentes las caras, y se cono cípulo de Empédocles, el sofista «clásica», en el que se sistemati
sección dedicada expresamente a cen,^..? Gorgias. Platón, conocedor de zan pedagógicamente los saberes
la información bibliográfica. - ¿Qué dice usted? ¡Ya se ve! Esos los métodos de educación de los retóricos de los tratadistas grie
Resumen. Término utilizado en franceses son tan pintureros...». sofistas (que preparan a los jóve gos y latinos. Esta disciplina, que
narratología para designar el pro nes en el dominio de los recursos en la Edad Media se concibe
cedimiento por el cual el tiempo (Larra) y artificios oratorios para triun como una ciencia del lenguaje y
de la historia es condensado en far en la política), critica la in arte verbal, adquiere gran rele
el tiempo del discurso, es decir: Retórica. Término de origen consistencia científica de estos vancia en el Renacimiento como
unos acontecimientos ocurridos griego (rhetorike, de rheo: decir) artificios, basados en la capaci parte fundamental de la forma
en el transcurso de meses o años con el que se designaba una téc dad seductora de la palabra me ción humanística. Relevancia
(historia) son resumidos en una nica o arte de hablar (rhetorike diante el ornato déla forma y una que mantiene hasta el Romanti
breve secuencia del discurso. Así, techne) que implicaba un con argumentación fundada en la «ve cismo, período en el que los es
en La familia de Pascual Duarte el junto de orientaciones y reglas rosimilitud» y no en la «verdad», critores la rechazan por conside
protagonista dedica apenas dos que servían para la elaboración en la doxa u opinión y no en la rarla una traba para la libertad
páginas al relato retrospectivo de de discursos cuyo fin era conven episteme o ciencia, defendida por creadora y sinónimo de artificio
tres años pasados en la cárcel. cer a sus destinatarios. Conside los filósofos. sa ornamentación e inautentici
El procedimiento opuesto al re rada como disciplina científica, Por su parte, Aristóteles, tenien dad.
sumen se denomina *ralentí, que la retórica tiene por objeto el do en cuenta estas reflexiones y Sin embargo, en el siglo xx se
se produce cuando se amplifica estudio del discurso oratorio experiencias, realiza un estudio produce un renacimiento de di
en el discurso el tiempo de la his desde el punto de vista genético sistemático sobre la composición cha disciplina sobre todo a partir
toria: un ejemplo arquetípico es (producción del texto en sus di de los discursos (fases u operacio de los estudios de C. Perelman y
el Ulysses, de Joyce, novela en la ferentes fases u operaciones: in nes, estructura, etc.), desarrolla L. Olbrechts-Tyteca, que recupe
que se relatan dos días de la vida vención, disposición, elocución, una teoría de la argumentación ran el concepto aristotélico de
de L. Bloom. memoria y acción) y de su estruc vinculada a la lógica y dialéctica argumentación y reelaboran una
Véase: tiempo. tura interna (organización en filosóficas y analiza una opera teoría del discurso basada en los
Reticencia. Figura retórica con partes: exordio, narración, argu ción clave en el desarrollo del dis esquemas argumentativos de la
sistente en el corte intencionado mentación y epílogo) y externa curso, la elocución, o leixis: sus retórica grecolatina. Por otra
de una frase, dando por supuesto (en su relación con el emisor, el cualidades (claridad, corrección, parte, una obra como la Rhéto-
que el receptor intuye o sobreen destinatario, el referente y el con naturalidad y propiedad o ade rique génerale (de J. Dubois y
tiende el sentido pleno de la co texto). cuación al tema y a la situación), otros), centrada fundamental
municación interrumpida. Es un Históricamente, el sistematiza los recursos y figuras de la expre mente en el estudio de los recursos
recurso que dota al mensaje de dor de la retórica, como discipli sión, los rasgos del estilo apropia elocutivos, recupera el esquema
mayor expresividad y capacidad na, es Aristóteles, que recoge las do a cada género, etc. Estas apor conceptual de la retórica clásica y
sugestiva. En el texto escrito se primeras reflexiones y experien taciones de la retórica griega son la convierte en una renovada teo
reconoce por los puntos suspen cias sobre el arte de hablar en pú recogidas en Roma por Cicerón ría literaria. Finalmente, se ha
sivos: blico, realizadas en Siracusa (s. v (que en su libro De oratore une su planteado la posibilidad de que
a.C.) por Córax, Tisias y Empé- experiencia oratoria a una refle una retórica de base textual lle
- «Pues, ¿qué diría usted si le docles, considerados como los xión teórica) y Quintiliano, cuya gue a constituirse en ciencia ge
añadiese que en el extranjero es iniciadores de esta disciplina, in Institutio Oratoria se convierte neral de los discursos y en el lu
RETORNELO 450
451 REVISTA
rai jos, y de la Revue Indópen- pañola desde las jarchas y canta «Irme quiero madre, «Mi pobre alma pálida
dante (1830). De 1833 data la Re res de gesta (siglos xi-xn) hasta a aquella galera era una crisálida.
vista Española, donde colaboran los poetas del siglo xx, sin ol con el marinero Luego, mariposa
R. de Mesonero Romanos, S. Es- vidar que aparece también en a ser marinera». de color de rosa [...]».
tébanez Calderón y M. J. de La la tradición literaria el verso
rra y en la que se defiende la es suelto. Al estudiar dichos fenó (Luis de Camoens) (Rubén Darío)
tética del Romanticismo. Para menos, se descubren diferentes
una información precisa sobre tipos de rima, que se pueden - Esdrújulo o proparoxítona: - Abrazada: cuando en una es
las principales revistas de crea clasificar según tres principios cuando el acento final de los ver trofa de cuatro versos riman el
ción y de crítica literarias, surgi básicos: la identidad acústica de sos rimados recae en palabras es- primero con el cuarto y el segun
das en España e Hispanoaméri los últimos sonidos de cada ver drújulas: do con el tercero: abba.
ca desde el siglo xvm hasta el so, la posición del acento en la
siglo xx, puede consultarse Re última palabra de cada verso y
la distribución o disposición «Mi pobre alma pálida a «Este amoroso tormento
vista en el DTL.
Rima. «Es la total o parcial iden de la rima. era una Crisálida». b que en mi corazón se ve,
tidad acústica, entre dos o más a) Por la identidad acústica de b séquelosientoynosé
(Rubén Darío)
versos, de los fonemas situados a los últimos fonemas de cada a la causa porque lo siento».
partir de la última vocal acentua verso, la rima puede ser (como
da» (A. Quilis). Según esto, exis ya se ha dicho) consonante (se c) Por la distribución o disposi (Sor Juana Inés de la Cruz)
te rima consonante cuando todos llama también rima total o per ción de la rima, ésta puede ser de
los fonemas a partir de la última fecta) y asonante (parcial o im varios tipos: - Cruzada o encadenada: se pro
vocal acentuada son idénticos, perfecta). - Continua: cuando varios ver duce cuando dos rimas se alter
p. e., en los dos versos de este pa b) Por la posición del acento en sos seguidos mantienen la mis nan en una estrofa: abab.
reado: «Aunque se vista de seda / la última palabra de cada verso, la ma rima:
la mona, mona se queda» (T. de rima puede ser: a «Lapiladeaguabendita
Iriarte). Se produce rima parcial • Aguda u oxítona: cuando el «Para todas mugeres tu amor b que está en el rincón umbrío,
o asonante cuando son idénticos acento final de los versos rima [non convién; a es silvestre margarita
solamente los fonemas vocálicos dos recae en una palabra aguda: non quieras amar dueña que a ti b llena de fresco rocío».
a partir de la última vocal acen [non avién:
tuada, p. e.: en su amor baldío, de grand lo- (M. Gutiérrez Nájera)
«Mi verso es como un puñal [cura vien,
que por el puño echa flor: siempre será mesquino quien - Interna: es la que se produce en
«¡Campo de Baezn, mi verso es un surtidor [amorvano tien». el interior de los versos. Entre las
soñaré contigo que da un agua de coral». diferentes formas de rima interna
cuando no te ven!». (Juan Ruiz) destaca la llamada rima leonina,
(José Martí) que se produce al final del primer
(A. Machado) hemistiquio de cada verso:
- Gemela o pareada: cuando los
- Llana o paroxítona: cuando el versos se agrupan de dos en dos
El fenómeno métrico de la rima acento final de los versos rima con la misma rima, como parea «El verso sutil que pasa o se posa
es una constante en la poesía es dos recae en palabras llanas: dos: sobre la mujer o sobre la rosa,
455 RITO Y REPRESENTACIÓN TEATRAL
RIMA PARTIDA 454
beso puede ser, o ser mariposa. sos consecutivos;/) en la asonan predomina. El ritmo se produce que afectan al ritmo narrativo,
En la fresca flor, el verso sutil; cia pueden alternar vocales y tanto en la prosa como en el ver por disminución o por aumento
el triunfo de Amor en el mes de so. En la prosa se advierte en el de la velocidad narrativa, son,
diptongos y asimismo palabras
[Abril: esquema de entonación de cada respectivamente, el *ralentí y el
llanas y esdrújulas, pero no agu
Amor, verso y flor, la niña gentil». frase, en la distribución de los * resumen o panorama.
das y llanas».
Rima partida. Véase cabo roto. acentos, en las recurrencias de Rito y representación tea
(Rubén Darío)
Ripio. Palabras de relleno, frases grupos fónicos, palabras, sintag tral. En la dramaturgia contem
mas, proposiciones y oraciones poránea se advierte un intento de
hechas, clichés estereotipados,
- Redoblada: se produce cuando de estructura similar. En el verso, vuelta a los orígenes del teatro y
que aparecen en determinados
las dos últimas palabras de cada los factores creadores del ritmo de recuperación de sus valores
poemas (a veces por mera exi
verso riman entre sí, como pro son mucho más precisos y su específicos, basados en la capaci
gencia de rima) degradando la
duciendo un eco. Véase, como normativa más codificada: nú dad expresiva y mágica de la pa
calidad de la composición y deri
ejemplo, el primer cuarteto de un mero de sílabas (isosilabismo o labra, del gesto y del objeto, de
vando hacia el prosaísmo y la
soneto de Lope: irregularidad silábica), rima (con acuerdo con su primitivo marco
vulgaridad:
sonante, asonante o rima cero), ritual. En este marco surgió el
«Peligro tiene el más probado distribución métrica de los acen teatro griego como evolución del
[Vado; «Son unas horas después, tos (que genera distintos ritmos: ditirambo, himno a Dioniso can
quien no teme que el mal le im- y vense en un gabinete, anapéstico, anfibráquico, dactili tado en las fiestas religiosas en el
[pida Pida, Inés en un taburete co, trocaico, yámbico, mixto), que se relataban episodios de la
mientras la suerte le convida y don Enrique a sus pies [...]». pausas, repeticiones anafóricas, vida del dios.
[Vida, (Echegaray) paralelismos, etc. Sobre los di En estas celebraciones rituales
y goce el bien tan sin cuidado versos tipos de ritmo surgidos de aparece ya una serie de elementos
[Dado la diferente distribución de los que pasarán al teatro: un relato
Ritmo. Término procedente del
acentos métricos en cada verso, y mítico, una víctima sacrificial (el
(Lope de Vega) griego rhy tinos (movimiento re
su posible correspondencia con toro o el macho cabrío), unos pa
gulado y medido) con el que se
La preceptiva tradicional enu el verso latino, véase: pie. peles asignados a los intérpretes y
designa la sensación acústica pro
mera una serie de reglas a las que Ritmo narrativo. Categoría re al coro, unos objetos simbólicos
ducida por la distribución regu
se ha de sujetar el poeta para ferida al tiempo con la que se alu (el tirso o bastón coronado de ho
lar de los elementos fónicos de
lograr una rima perfecta. T. Na de a los cambios de velocidad na jas de yedra o viña que llevan las
la cadena hablada. El ritmo es la
varro Tomás las sintetiza así: rrativa que se producen en el bacantes), una vestimenta pecu
consecuencia de tres elementos
«a) una palabra no debe ser con discurso. Dichos cambios se per liar y un conjunto de palabras
combinados: la duración de los
sonante de sí misma; b) es débil o ciben al contraponer la duración y gestos de representación del
sonidos (cantidad), la altura mu
pobre la rima en que figura la cronológica del tiempo de la his mito. Y, además, un concepto del
sical o tonal de los mismos (tono)
misma palabra con acepciones toria (minutos, horas, días, me tiempo y del espacio que rompe
y la energía de emisión de dichos
distintas; c) deben evitarse en fin ses, años) a la amplitud del tiem con el de la vida cotidiana de los
sonidos (intensidad). En la mé
de verso las palabras inacentua po del discurso, la cual se puede participantes en el rito: el tiempo
trica grecolatina se atendía, sobre
das; d) la rima es tanto menos efi observar teniendo en cuenta la mítico y el espacio sagrado.
todo, a la cantidad o duración de
caz cuando más obvia y fácil pa extensión del relato en el texto En el teatro del siglo xx este de
los sonidos articulados; en las
rece; e) no es costumbre emplear (número de líneas o de páginas). seo de vuelta a las fuentes rituales
lenguas germánicas y romances
la misma rima en tres o más ver Las dos técnicas fundamentales del drama es especialmente per-
es el acento de intensidad lo que
ROCOCÓ 456 457 ROMANCE
ccptiblc en autores como A. Ar- Romance o román. Términos «Alora, la bien cercada, F. García Lorca: Romancero Gita
taud, J. Grotowski, etc., como propuestos por distintos estu tú que estás a par del río, no, etc.) y en las generaciones
puede verse en los artículos dedi diosos de teoría y crítica litera cercóte el Adelantado posteriores: M. Hernández, L.
cados a TEATRO DE LA CRUEL rias para denominar un tipo de una mañana en domingo, Panero, G. Celaya, B. de Otero, J.
DAD, teatro pobre, etc. Véanse relato__ extenso y en prosa en el de peones y hombres d’armas Hierro. En definitiva, el romance
también: teatro y tragedia. que se crea un mundo imagina el campo bien guarnecido [...]». es el tipo de poema de mayor vi
Rococó. Término de origen fran rio donde los personajes y suce gencia en la tradición literaria es
cés utilizado originalmente en ar sos, bordeando la frontera de lo Históricamente, las primeras pañola.
quitectura y artes plásticas (ar- verosímil, se mueven en la esfera muestras de romances escritos Ha habido varias propuestas
chitecture rocaille) y, a partir de de lo insólito, lo «peregrino» (en aparecen en el siglo xv, pero has de clasificación de los romances
siglo xtx, en historia de la litera expresión de Cervantes) y mara ta el siglo xvi no se regulariza su (A. Duran, M. Menéndez Pelayo,
tura para denominar un estilo villoso. Existe un acuerdo entre composición métrica, ya que hay etc.) ateniéndose a diversos crite
que se habría desarrollado en al los investigadores sobre la con mezcla de asonancia y consonan rios. M. Débax propone los si
gunos escritores franceses del si veniencia de proponer una de cia y algunos romances se escri guientes: a) Historia: por relación
glo xviii (Marivaux, Crébillon, nominación precisa para desig ben en hexasílabos. En dicho si a ella, los romances pueden ser
etc.). Los temas y rasgos estilísti nar este tipo de relato con los glo se consolida la composición primitivos, viejos, nuevos (a par
cos predominantes en dichos es mencionados términos «román» octosilábica y se encamina hacia tir del Romancero General de
critores serían los siguientes: con y «romance», respectivamente. el predominio de la asonancia. 1600) y modernos, b) Geografía:
cepción de la vida como búsqueda A. Deyermond alude con el tér En el siglo xvn, Lope de Vega, por su lugar de procedencia: p. e„
de felicidad en contacto con la na mino romance a los «libros de Góngora y Quevedo escriben ro romances sefardíes de Marrue
turaleza, fuente de tranquilidad y caballerías» y de «ficción senti mances en la forma ya consolida cos, de Oriente Medio, etc. c) Au
sencillez; valoración de los goces mental», mientras que J. B. Ava da: se excluye definitivamente la tor: anónimo, juglaresco, trova
de esa vida natural, especialmente lle Arce propone utilizar el gali consonancia y se evita la rima doresco, de Lope de Vega, etc.
la amistad y el amor, manifestado cismo román (con el que se aguda. Pervive el cultivo del ro d) Transmisor: de transmisión
en tiernos idilios y también en un refiere al «género literario de mance con el neoclasicismo y se oral, escrita, de ciego, «de cordel».
erotismo refinado; y, en el aspecto ambiente caballeresco, en prosa incrementa su presencia en los e) Función: noticiero, de baile, de
formal, un preciosismo estilístico, o en verso» que se desarrolla en poetas románticos, con sus ro siega, etc./) Materia o asunto: se
cierta frívola elegancia, el gusto la Península desde el siglo xni mances históricos (duque de gún el origen del tema (caballe
por la ironía, la afectación senti hasta «los albores del Renaci Rivas) y de temas legendarios resco, épico-nacional, carolingio,
mental y un leve tono de melanco miento») para evitar confusio (J. Zorrilla, J. Espronceda, etc.). histórico, bíblico, clásico, fronte
lía (V. M. de Aguiar). nes con la voz «romance», con G. A. Bécquer compone en forma rizo, morisco, novelesco, religio
En cuanto a la literatura españo sagrada desde la Edad Media asonantada la gran parte de sus so); según el contenido (romances
la de la segunda mitad del si para designar los poemas épico- rimas. En el modernismo man de mocedades del héroe, de cau
glo xviii, se ha señalado la pre líricos, etc., que integran el Ro tiene su vigencia, tanto en los tivos, de vuelta del marido, de
sencia del estilo rococó en la mancero. poetas hispanoamericanos (J. Mar amor fiel, de adulterio, etc.); se
abundante poesía anacreóntica Romance. Poema formado por tí, R. Darío, etc.) como en los es gún los protagonistas (romances
creada por entonces. J. Meléndez una serie indefinida de versos oc pañoles: Juan Ramón Jiménez, del Cid, de Bernardo del Carpió,
Valdés, el poeta más logrado de tosílabos que riman en asonante A. Machado, etc. El interés por el de Fernán González, etc.), g) Esti
ese período, representaría «la los pares y quedan sueltos los im romance persiste en los poetas lo: romance épico-lírico, lírico,
cima del gusto rococó» (J. Arce). pares. Ejemplo: del 27 (G. Diego, R. Alberti, erudito, artificioso, etc.
459 ROMANTICISMO
ROMANCERO 458
Por lo que respecta a la métrica, Lucas Rodríguez. En 1600 se edi alemán tiene una primera fase
(editor del Catálogo general del
en cuanto al número de versos, ta el Romancero General, con lo de desarrollo entre 1797 y 1801:
romancero, 1982), A. Rodríguez
aunque el predominante es el ro que se inicia el Romancero nue la llamada etapa de Jena, ciudad
Moñino, P. Benichou, S. G. Ar-
mance octosilábico, ya desde el vo, así llamado por la aparición donde convergen tres filósofos
mistead (editor del Romancero
siglo xv aparece un tipo de ro sefardí), etc. de temas que no figuraban en el (J. G. Fichte, F. W. von Schelling
mance menor, denominado ro Un primer problema abordado tradicional (moriscos, pastori y F. Schleiermacher) que influ
mancillo, compuesto por hexa- les, etc.) y por la entrada de nue yen en la conformación del pen
por los investigadores es el de los
sílabos o heptasílabos; los hay orígenes de este tipo de poemas. vos poetas (Lope de Vega, Gón- samiento romántico: la idea del
también en eneasílabos, decasíla Juan de Mena y el marqués de gora, Quevedo) en el grupo de «yo» de Fichte y Schelling dará
bos, endecasílabos (con los que se Santillana dan fe de su existencia creadores de romance. Por otra origen a la del «genio indivi
compone el denominado roman en el siglo xv. Algunos romances parte, se introducen romances en dual» romántico en búsqueda
ce heroico), etc. Véase: roman históricos evocan hechos ocurri el texto de muchas comedias. En permanente de lo absoluto. Al
cero. dos en el siglo xiv, p. e., el alusivo los siglos xviii y xix se reeditan grupo de Jena pertenecen los
Romancero. Denominación al cerco de Baeza en torno a 1368 antiguos romances en pliegos (p. hermanos A. W. y F. von Schle-
con la que se designa el conjunto (Cercada tiene a Baeza). Otros e., Gerineldo, Bernardo del Car gel, que configuran el ideario
de romances viejos (históricos, pueden datarse con cierta pre pió) y se crean otros nuevos de fundamental de la estética del
épico-literarios y legendarios que cisión, p. e., Gentil dona, gentil carácter noticioso, sobre acon Romanticismo con sus estudios
componen el llamado Romance dona (1421), de Jaime de Olesa. tecimientos coetáneos, canta sobre la obra de Shakespeare,
ro tradicional español), eruditos En cuanto a su publicación, en dos especialmente por ciegos Cervantes y Calderón. Por lo
(Romancero «medio») y artísti la primera mitad del siglo xvi co que vendían los famosos «plie que respecta a Francia, Chateau
cos (Romancero nuevo), así como mienzan a editarse romances: gos de cordel» o «romances de briand, con Atala (1801) y Rene
los de creación popular y culta o bien insertos en Cancioneros ciego». Sobre la escritura de ro (1802), mme. de Staél (Corinne,
desde el siglo xvii al xx. Dicha (Cancionero General de Hernan mances a partir del Romanticis 1807) y B. Constant (Adolphe,
denominación aparece ya en do del Castillo, de 1511) o en mo, véase: romance. 1816) inician dicho movimien
1579, con la colección de Lucas pliegos sueltos de gran tirada. A Romancillo. Véase romance. to: en los personajes de estas no
Rodríguez (Romancero historia mediados de siglo surgen las pri •* Romanticismo. Movimiento velas se percibe el malestar de la
do), y se consolida con el Roman meras colecciones de romances literario que surge a finales del conciencia y la disociación inte
cero General de 1600. en libro: Cancionero de romances siglo xvm en Inglaterra y Ale rior, rasgos peculiares de la sen
La génesis y formación del Ro (c. 1548), de Martín Nució, y Sil mania y que, en las primeras dé sibilidad romántica. Este movi
mancero ha sido objeto de am cadas del siglo xix, se extiende a miento triunfa en la generación
va de varios romances (1550-
plia investigación, realizada si 1551), de E. G. de Nájera. A fina otros países de Europa y Améri de V. Hugo (maestro de un gru
multáneamente a la recogida y les del xv y comienzos del xvi ca. Los inicios del Romanticis po formado por A. de Vigny,
edición de fuentes de la tradición aparecen romances de nueva crea mo se sitúan en Inglaterra, don A. de Musset, A. Dumas, etc.),
oral y escrita. Iniciada en los co ción, llamados trovadorescos (Juan de destacan un grupo de poetas a partir de la representación
mienzos del siglo xix por A. Du del Encina y Gil Vicente), y artifi (W. Blake, S. T. Coleridge, del Hernani (1830), y se con
ran, F. J. Wolf, etc., esta obra de ciosos, los de la segunda mitad W. Wordsworth, J. Keats, P. B. She- solida con la obra de Stendhal,
recuperación ha sido continua del xvi. Editados inicialmente en lley, Byron) y el creador de un A. de Lamartine, G. de Nerval,
da por M. Milá y Fontanals, pliegos, se integran posteriormen relato peculiar de la narrativa G. Sand, E. Sue, etc. El Romanti
M. Menéndez Pelayo, R. Menén- te en libros autónomos como el romántica, la novela histórica: cismo francés es el que más in
dez Pidal, D. Catalán y su equipo Romancero historiado (1579), de Walter Scott. El Romanticismo fluye en el español gracias a la
ROMANTICISMO 460 461 ROMANTICISMO
traducción de obras de Chateau misterio ylo sobrenaturalydiacia Quijote como afirmación del La temática predominante en mu
briand, V. Hugo, A. Dumas, un ideal inefable que no pueden ideal) convertidos en símbolo de chos de estos poemas es el amor
G. Sand, E. Sue y del costum alcanzar. Es ésta una de las raíces la rebeldía del romántico ante los (cargado de pasión y melancolía,
brista Jouy (su libro, Lesfranjáis de su frustración, incrementada, códigos morales y las institucio de desesperación o resignación
peints par eux-mémes, tendrá su además, por la sensación de estar nes. Este héroe romántico es un ante la pérdida del objeto ama
correlato en Los españoles pinta viviendo en un mundo inarmóni ser misterioso (en su pasado hay do), la reflexión filosófico-moral
dos por sí mismos) y gracias tam co, desacralizado y desnaturali un secreto), insumiso, seductor (destino del hombre, sentido de
bién a la presencia de escritores zado. De ahí que la exaltación (en algunos casos, con cierto ma la vida, etc.), lo social (exaltación
franceses en España (Chateau romántica de la subjetividad de tiz diabólico), proscrito (la gente de los marginados: el pirata, el
briand, P. Mérimée, G. Sand, rive, en último término, hacia sé aparta de él porque cree que mendigo, el reo de muerte, etc.),
V. Hugo) y de españoles exilia una conciencia «desgarrada». conlleva la perdición) y perse histórico (los Romances históri
dos en Francia (F. Martínez de la Búsqueda de «otra realidad»: los guido por el destino. Así apare cos, de Rivas) y legendario (las Le
Rosa, Rivasy Espronceda). románticos, y sus personajes, in cen, p. e., don Alvaro, del drama yendas, de Zorrilla). Mención
Las características fundamenta seguros ante una realidad hostil del duque de Rivas, don Juan Te especial merecen los Romances
les del Romanticismo son las si (p. e., René, de Chateaubriand), se norio, del de J. Zorrilla, don Félix históricos del duque de Rivas, las
guientes: evaden hacia un mundo acogedor, de Montemar en El Estudiante de Leyendas de Zorrilla y, sobre
Ruptura con el neoclasicismo, ma creado por la fantasía, el arte y Salamanca, de J. Espronceda, etc. todo, las Rimas de Bécquer, que
nifestada en la cpncepción_de la la literatura. La búsqueda de ese Desde el punto de vista de los gé constituyen la creación poética
re a 1 i d a d. (a r m ó nica y sujeta, a 1 e - mundo de «autoexilio» se con neros literarios, en el Romanticis más valiosa del Romanticismo.
yes en el neoclasicismo; conflic creta en una vuelta al pasado (la mo español se advierte una pre Otros géneros cultivados son el
tiva, dinámica y evolutiva en el Edad Media: eso explica el gusto ferencia por la poesía lírica, el costumbrismo (de S. Estébanez
Romanticismo), en la percepción de Chateaubriand por el gótico, de teatro, la novela histórica y, en la Calderón, R. de Mesonero Ro
poética de la misma (predominio los románticos españoles por el última etapa, por el artículo de manos y Larra), la novela históri
dé aspectos racionales en el neo Romancero, etc.), en una búsque costumbres. En la década inicial ca (Sancho Saldaña, de Espron
clasicismo; de la imaginación y de da de lo exótico y desconocido (los años treinta) el género más ceda, El Doncel de don Enrique el
los sentimientos en eLRomanti£ (naturaleza salvaje, países orien cultivado es el dramático: La con Doliente, de Larra) y el periodis
cismo) y en la expresión estética: tales y mediterrá-neos), en un via juración de Venecia (1834), de Mar mo (Larra y Bécquer, p. e.).
naturaleza estilizada en el neocla je hacia el mundo interior de la tínez de la Rosa; Macías, de Larra; El Romanticismo tuvo una gran
sicismo («jardín», «estanque»), conciencia, hacia lo misterioso, lo Don Alvaro o la fuerza del sino repercusión en Hispanoamérica,
agreste y libre en el Romanticismos- fantasmal, lo lúgubre, incluso. (1835), del duque de Rivas; El donde se advierte la influencia
gusto por los paisajes abiertos y Creación de un peculiar tipo de Trovador (1836), de A. García Gu conjunta de escritores franceses y
embravecidos, como el bosque, el héroe romántico: Byron configu tiérrez; Los amantes de Teruel españoles. Entre los temas abor
mar, la tormenta, etc. ra dicho tipo, vinculando rasgos (1837), de J. E. Hartzenbusch; dados figuran el indianismo e in
Nueva concepción del yo, como de personajes como Werther y Don Juan Tenorio (1845) y Trai digenismo, la exaltación de la na
fuente y norma de creación lite René (melancolía, pesimismo, de dor, inconfeso y mártir (1849), de turaleza y del pasado nacional de
raria y como facultad dotada de sesperación, etc.) con otros deri J. Zorrilla, etc. cada país, el costumbrismo, etc.
poderes que le empujan a la bús vados de algunos mitos clási En cuanto a la poesía románti En narrativa destacan, como
queda incesante de lo absoluto. cos (Prometeo), bíblicos (Satán, ca, 1840 es el año de consolida novelas importantes, María, del
De ahí que los personajes román Caín) y de la literatura española ción, con los libros de Espronce colombiano J. Isaacs, Amalia,
ticos se sientan atraídos hacia el (don Juan, como rebelde; don da (Poesías y El Diablo Mundo). de J. Mármol, El matadero, de
RONDEL 462
historia de los primeros coloni función de pieza cómica repre de El santo de la Isidra (1898), y otros escritores religiosos de la
zadores de Islandia (s. ix) y sus sentada en los entreactos de la será recurrente en el resto de sus época.
descendientes. Posteriormente, obra teatral: parece que en el si sainetes. Véase: género chico. Salón. Véase clasificación li
surge un nuevo modelo de sagas glo xvm el entremés figuraba en Salmo. Término de origen grie teraria.
(p. e. las Volsungasaga), de tipo tre la primera y segunda jorna go (psalmos: pulsación de cuerdas Sarcasmo. Término de origen
legendario, inspiradas en primi das, y el sainete entre la segunda de un instrumento musical) con griego (sarkasmo: mofa, escar
tivos relatos germánicos de ca y la tercera. A lo largo de dicho si el que se denomina una composi nio) con el que se designa una
rácter épico. Este fondo tradicio glo, se advierte una progresiva ción poética dirigida a la divini burla irónica y cruel, dirigida a
nal de relatos ha inspirado a consolidación del sainete, gra dad y destinada al canto en el ám ofender a personas o institucio
escritores contemporáneos de la cias, sobre todo, a Ramón de la bito de la liturgia judía. En Israel nes. Añade sobre la ironía el ca
literatura nórdica, como H. Ib- Cruz, considerado como el ma se cultivan, desde sus orígenes rácter de crueldad y ensañamien
sen, A. Slrindberg, etc. estro de este subgénero. como pueblo, diversas formas de to, que, cuando se dirige contra
En la literatura española, dicho En el siglo xix, durante la Res poesía lírica: cantos triunfales personas indefensas (condición
termino ha sido aplicado a deter tauración, van a adquirir gran (Ex. 15),-poemas amorosos (Can- que algunos tratadistas de retóri
minados relatos en los que se na auge tanto los sainetes dramáti tarde los Cantares), cantos elegia ca ponen como peculiar del sar
rra la historia de una familia y sus cos como los musicales, en el cos (II Sam., 1, 17-27), etc. Sin casmo), supone un especial gra
posibles ramificaciones. En senti marco de lo que se dio en llamar embargo, el mayor acervo de poe do de vileza en sus autores. Suele
do irónico lo utiliza Galdós en La «género chico». Conocidos sai sía hebrea se encuentra en lo que recordarse, como ejemplo clási
desheredada («La saga de los Pe neteros son Ricardo de la Vega se conoce como Libro de los sal co de sarcasmo, el que los líde
ces», cap. 12). Se ha aplicado tam (autor de La verbena de la Palo mos, un conjunto de ciento cin res religiosos de Israel cometen
bién a los personajes de dos gene ma, con música de Bretón), J. Ló cuenta poemas, de los que una con Cristo cuando, condenado a
raciones de una misma familia (la pez Silva (que escribe con C. Fer gran parte lleva título. muerte en la cruz y ya totalmente
saga de los Rius) en las novelas de nández Shaw La Revoltosa, con Los salmos, aparte de su función desvalido, expresan ante él un co
I. Agustí: Mariona Rebull (1944) música de Chapí), Javier de Bur litúrgica, constituyen una fuente mentario escarnecedor: «A otros
y El viudo Rius (1945). gos, etc., que llevan a escena am de inspiración religiosa y literaria salvó y a sí mismo no puede sal
Sainete. Breve pieza teatral, de bientes madrileños de las clases en la historia de las comunidades varse. ¡El Cristo, el Rey de Israel,
carácter cómico y popular, que, media y baja con sus costumbres, judía y cristiana. En la literatura que baje ahora de la cruz, para
desde el Siglo de Oro hasta me sus peculiaridades de lenguaje española deben recordarse, por que lo veamos y creamos» (Me.,
diados del siglo xix aparece in y sus tipos castizos. En el «género su especial significado y valor, los 15,29).
tercalada en los intermedios o chico» participan los hermanos comentarios de J. de Valdés y la Sátira. Composición literaria en
entreactos de una obra dramáti Alvarez Quintero, creadores de versión poética de Fray Luis de prosa o verso en la que se realiza
ca y en la que, a veces, alternan la sainetes como El traje de luces León realizada sobre 21 salmos una crítica de las costumbres y
recitación y el canto. Dicha pieza (1898), etc., que son cuadros de en liras (salmos I, XII, XXIV, etc.), vicios de personas o grupos so
participa de los rasgos del entre costumbres andaluzas. Una aten serventesios (salmo XVIII), ter ciales con propósito moraliza-
més: brevedad, tonalidad jocosa ción especial merece C. Arniches, cetos encadenados (salmo XVII), dor, lúdico o intencionadamente
e instrascendente, crítica burles que, recogiendo los esquemas de etc., así como la utilización fre burlesco. La sátira surge en Gre
ca de tipos y costumbres de la so la tradición del género en cuanto cuente de los mismos como pun cia y tiene como principales re
ciedad coetánea, uso del lengua a forma y contenido, los estiliza y to de partida para las propias re presentantes a Aristófanes (sáti
je popular, etc. De hecho, sainete confiere una notable calidad es flexiones ascéticas en las obras de ra contra el demagogo Cleón, el
y entremés cumplen la misma tética y una estructura que, des Santa Teresa, San Juan de la Cruz fanfarrón Lámaco, etc,), Menipo
467 SEGUIDILLA
SECUENCIA 466
(acerada crítica de los vicios so ciertos elementos léxicos del ca que se festejan acontecimientos
en el que se emplea para denomi
ciales), Luciano de Samosata, etc. talán, aragonés, portugués, he familiares: canciones de bodas,
nar «una sucesión no interrum
Sin embargo, es en Roma donde breo, francés (influye en el si de nacimiento, circuncisión, etc.
pida de planos o escenas que en
se configura como verdadero sub glo xix a través de la Aliance Is- Un aspecto importante de esta
una película se refieren a una
género literario, dotado de una raélite Universelle) y otros incor tradición poética conservada es
misma parte o aspecto del argu
mayor diversidad temática y for porados de la lengua hablada en el "Romancero, en el que se reco
mento» (DRAE). Dicho término
mal (fábula, diálogos, verso y pro los países que los acogieron: ára gen, junto a romances anteriores
se utiliza también en teoría lite
sa, etc.). Grandes cultivadores de raria por parte de ciertos narra- be, griego, turco, etc. a la expulsión, otros posterio
la sátira latina son M. T. Varrón tólogos en sus análisis sobre Por lo que respecta a las expre res, que aluden a acontecimientos
(introductor del modelo griego la estructura del relato. P. e., siones culturales en sefardí, entre ocurridos después de 1492, como
de las sátiras «menipeas»), Per- V. Propp entiende por secuencia, los primeros textos escritos figu el romance del Testamento del rey
sio, Horacio (Sermones), Juvenal ran los de tema religioso, entre Felipe II o poemas con temática
dentro de un cuento, el desarrollo
(Sátiras), Séneca y Petronio (Sa- de la acción que va desde una los que cabe destacar la llamada de la cultura judía, como El sacri
tiricón). En la Edad Media la sá «carencia» inicial (p. e., un rapto) Biblia de Ferrara (1553), traduci ficio de Isaac. En el género narra
tira continúa en los diferentes hasta su desenlace, representado da al judeoespañol (o mejor ladi tivo aparecen cuentos maravillo
tipos de "farsa, "moralidad y *fa- por una función terminal, que no, que es el judeoespañol en el sos y relatos hagiográficos.sobre
bliaux, en ciertos poemas de los pudiera ser el matrimonio, la re que se traducen los textos clási figuras bíblicas. En cambio, no
"■goliardos, en las "cantigas de compensa, el encuentro de la cos hebreos, p. e., los textos bí figura una tradición novelística
escarnio y de maldecir gallego- persona o del objeto buscado, blicos), la versión políglota del propia. En cuanto al teatro, hay
portuguesas, en algunas compo la reparación de un mal o la con Pentateuco de Constantinopla traducciones de obras de Racine
siciones del Libro de Buen Amor, secución de ayuda para salvarse (1547, en hebreo, arameo, griego y de Moliere al judeoespañol, de
en la Danfa general de la Muerte y ladino) y las glosas, interpreta bido a la mencionada influencia
en la persecución: «cada nueva
(s. xv), las Coplas de Mingo Re carencia origina una nueva se ciones y comentarios a textos de francesa a partir del siglo xix. En
vulgo, etc. Un tono satírico anima cuencia». Por eso, en un cuento la Biblia, conocidos como Me'arn este género surge cierta produc
diversos pasajes de la literatura habrá tantas secuencias (puede lo 'ez y realizados en el transcurso ción original, tanto de teatro cos
española posterior: La Celestina, constar de una sola) corno caren de los siglos xvm y xix. tumbrista (obra de A. Ben-Guiat),
el Lazarillo y otras novelas pica cias ocurran en el relato. En cuanto a la producción lite como de tragedias (Abraham
rescas, El Quijote, el teatro de Sefardí. Término de proceden raria, los sefardíes han cultiva Cappón).
L. Fernández de Moratín, los ar cia dudosa (Sefarad podría ser la do poemas de temática religiosa En relación con la lengua, pervi
tículos de Larra y Clarín, las (vinculada con las fiestas de la li ve el sistema fonológico medie
denominación que en la Biblia
novelas de El Ruedo Ibérico, de correspondiera a España) con el turgia judía, como la Pascua), mo val del castellano.
Valle-Inclán, etc., sin olvidar los que se alude a los descendientes ral (coplas de musar) o de exalta Seguidilla. Copla popular que
poemas satíricos de grandes es de judíos expulsados del territo ción de figuras relevantes de. la generalmente aparece en for
critores del Siglo de Oro, relati rio español a finales del siglo xv, historia bíblica (Abraham, Moi ma de estrofa pero que también
vos a temas políticos (Quevedo) así como a su lengua y literatura. sés, José, los Macabeos), etc. En puede constituir un breve poe
y literarios (Góngora, Lope de Muchos de estos sefardíes han su mayoría, se trata de composi ma autónomo. Como estrofa, a
Vega, Quevedo, etc.). Véanse: conservado hasta el siglo xx el ciones anónimas. Dentro de esa lo largo de su historia ha tenido
BURLESCO, IRONÍA ySARCASMO. idioma judeoespañol, que es una producción se sitúan algunas can diversas formas, pero la más fre
Secuencia. Término proceden variedad dialectal del castellano ciones líricas relacionadas con cuente ha sido la de cuatro ver
te del lenguaje cinematográfico hablado en el sur de España, con las celebraciones religiosas en las sos, de los cuales el primero y el
SELECCIÓN 468 469 SEMIÓTICA
tercero son heptasílabos y van tiva, además, la seguidilla arro que se designaba en medicina la do a su sentido, combinaciones
sueltos y el segundo y cuarto son manzada, llamada así porque a técnica de diagnóstico y segui posibles, etc., al tiempo que estu
pentasílabos y riman en asonante: lo largó de toda la composición miento del curso de la enfer dia sus diferentes usos: informati
7a-5b-7c-5b. Ésta era la estructu se mantiene la misma asonancia. medad a través de sus síntomas. vo (transmisor de mensajes),
ra métrica con que aparecía en las Selección. En lingüística, es el Dicho término (derivado de se- valorativo (utilidad para la elec
jarchas hispano-hebreas de los si acto de elegir, en el plano para meion: signo) lo utilizaron desde ción de objetos), iniciativo (pro
glos xi y xn, en la poesía gallego- digmático, entre las unidades los sofistas hasta los estoicos para vocador de respuestas) y siste
portuguesa del siglo xi u y en los alternativas de que se dispone, denominar una rama de la filoso mático (sirve para organizar la
cancioneros castellanos del si aquellas que han de figurar en fía conocida como «teoría de los conducta).
glo xv. Ejemplo: la combinación sintagmática de la signos». El interés por esta cien En el campo de la lingüística y de
cadena hablada para transmitir cia es notable entre lógicos y gra la crítica literaria europeas, van
«Ojos de mi señora, adecuadamente un mensaje. En máticos medievales y perdura a influir en la formación de esta
y vos ¿qué avedes? la Estilística de Bally, dicho tér hasta la época moderna, como lo nueva ciencia: J. Mukarovsky (que
¿Por qué vos abaxades mino implica el hecho de esco demuestra la obra de G. W. Leib- aplica la categoría de signo a las
cuando me vedes?». ger, entre las posibles variantes niz y J. Locke. Éste concibe dicha obras de arte: la función estética
(Cancionero Herberay) estilísticas susceptibles de expre ciencia como una «teoría de los sería lo peculiar de la obra litera
sar un mismo concepto, aquella signos verbales». De Locke reci ria) y L. T. Hjelmslev (a quien se
En el siglo xvn hay ejemplos de que presente mayor efecto evoca birá el lógico norteamericano deben, además, dos conceptos
seguidillas de tres versos del tipo dor. Dentro de las variedades de Ch. S. Peirce (considerado el ini clave en teoría literaria: “denota-
5-7-5: utilización social y cultural de la ciador de la semiótica contempo ción y connotación; así como la
lengua, los escritores tienen en ránea) el nombre para esta disci definición de la literatura como
«Callad un poco, cuenta las diversas posibilidades plina, entendida como ciencia una «semiótica connotativa») y
que me matan llorando de selección que le ofrecen los di general de los signos. R. Jakobson, que, partiendo del
tus dulces ojos». versos subsistemas de la misma. La semiótica anglosajona tiene “formalismo ruso y la lingüística
(Lope de Vega) Semblanza. Término de origen como promotores iniciales a Peir de Praga, conecta con el “estruc-
latino (similare, semejante, del ce y a Ch. Morris. Al primero se turalismo francés y la semiótica
A lo largo del xvn aparece la lla que proceden semblar y semblan deben importantes precisiones americana, de la que recoge los
mada seguidilla compuesta, que za, en castellano, y semblanza, en sobre conceptos básicos de dicha conceptos de icono, signo y sím
añade a la seguidilla simple de catalán) con el que se denomina ciencia, como los de *icono, ^sím bolo (Peirce). Por otra parte, tiene
cuatro versos otra estrofa de tres, la descripción física y moral de bolo y signo. A partir de este con en cuenta la teoría de la informa
con la siguiente estructura: 7-5- una persona, acompañada de un cepto, Ch. Morris estudia las ción, al elaborar el esquema de las
7-5:5-7-5. En el modernismo, breve bosquejo biográfico. Para características del lenguaje huma funciones del lenguaje, aplicadas
M. Machado recoge una nueva algunos tratadistas, semblanza es no, según las peculiaridades del al texto literario. A la consolida
modalidad, la seguidilla gitana o sinónimo de retrato; en realidad, signo lingüístico (pluralidad, ca ción de los estudios semióticos
playera (6a-6b-l lc-6b: «Las que se trata de una conexión de este pacidad combinatoria dentro de han contribuido también investi
se publican / no son grandes pe último con la biografía, reducida un sistema, inteligibilidad compar gadores procedentes de la “lin
nas: / las que se callan y se llevan a algunos datos relevantes. Véan tida por emisor e intérprete, cons güística del texto (T. A. Van Dijk,
dentro / son las verdaderas»). En se: MEMORIAS y RETRATO. tancia de significado en diversas J. Petófi), la semiótica de la cultu
la Generación del 27, F. García Semiótica. Término de origen situaciones, etc.), del que elabora ra (I. Lotman, B. Uspenski), etc.
Lorca («Los cuatro muleros») cul griego (semiotike tejne) con el una precisa clasificación atendien Finalmente, una sistematización
SEMIÓTICA 470
471 SENTIMENTAL (NOVELA)
muestra altiva y distante), causa Rousseau; Pablo y Virginia, de Sermón. Modalidad de la ora Serventesio. Estrofa de cuatro
de ansiedad, reiteradas quejas y B. de Saint Pierre), Inglaterra (las toria sagrada que se desarrolla en versos endecasílabos de rima con
desesperación en el enamorado; obras de Richardson) y Alema el marco de una celebración li sonante y cruzada de tipo ABAB.
sublimación de la figura de la nia (Werther, de Goethe). En Es túrgica y que tiene por objeto la Esta estrofa se usaba en la poesía
mujer amada, cuya hermosura y paña se advierten indicios de esta explicación de aspectos doctri provenzal para ciertas compo
rango social (generalmente más corriente sentimental en la poe nales del dogma y de la moral, siciones satíricas denominadas,
elevado que el del amante) pro sía lírica de J. Meléndez Valdés, basados en la Biblia y en el ma precisamente, sirventés, nombre
vocan en éste una actitud de ad en obras «lacrimosas» del tipo gisterio de la Iglesia. Véase: ora con el que se designaba también
miración idealizadora y de ren de El delincuente honrado, de toria. en el siglo xvi a la redondilla, que
dido vasallaje, propio del *amor G. M. de Jovellanos, y en buena Serranilla. Breve poema lírico tiene la misma estructura de rima
cortés; desenlace trágico; breve parte de la producción poética y en hexasílabos u octosílabos que cruzada (abab), pero con versos
dad, trama argumental simple, dramática del Romanticismo. Al puede estar compuesto en forma de arte menor.
escasez de descripciones, espa igual que en Francia, este senti de romance, villancico o canción Sexta rima. Estrofa procedente
cios normalmente lejanos y con mentalismo se encuentra en el medieval. El tema es el encuentro de Italia, compuesta por cuatro
frecuencia imaginarios y alegó ★melodrama y en muchas novelas de un caballero o clérigo con una endecasílabos que riman en alter
ricos, poca relevancia de la tem de folletín (de W. Ayguals de Izco, pastora o serrana a la que aquél nancia, seguidos de un pareado,
poralidad; en algunas novelas E. Pérez Escrich, M. Fernández y intenta seducir. Este tipo de poe también endecasílabo (ABABCC).
(Proceso de cartas de amores, de González, etc.), que eran objeto mas, a los que se ha emparenta Ejemplo.
J. Segura, p. e.), narración en de consumo de un público, sobre do con la «pastorela» provenzaly
forma epistolar o intercambio de todo femenino, del que sería un su imitación gallego-portuguesa, A «Mas no le falta con quietud
misivas por medio de cartas símbolo literario la protagonista tendría su origen en una antigua [segura
(Cárcel de amor); presencia de de La desheredada, de Galdós. tradición española de villanci B de varios bienes rica y sana
elementos religiosos (citas bíbli Véanse: folletín, novela rosa cos y cantos populares con tema [vida:
cas, alusiones a temas sacros), y PRERROMANTICISMO. de viajes: son los llamados por A los anchos campos, lazos de
etc. Su composición es multifor Separación. Figura de dicción R. Menéndez Pidal «villancicos [aguapura:
me: tratado didáctico, sermón y, consistente en señalar la diver de caminantes», en los que se re B la cueva, la floresta divertida,
sobre todo, epístola, que se con sidad de significado que existe lata el encuentro de éstos con una C las presas, el balar de los ga-
vierte en la forma fundamental entre palabras que presentan, a pastora. Ejemplo de este tipo de [nados,
de este tipo de relatos. primera vista, una significación poemas son las llamadas «canti C los apacibles sueños no inquie
Sentimentalismo. Tendencia parecida. Ejemplo: gas de serrana», del Arcipreste de tados».
estética que se manifiesta a par Hita, y las «serranillas» de Santi- (N. Fernández de Moratín)
tir de la segunda mitad del si «Pero nótese que el censurar está llana. Estéticamente, el realismo
glo xviii y cuya característica muy lejos del murmurar, porque de las serranas del arcipreste, tos Sexteto. Estrofa de seis versos,
esencial es la exaltación del senti aquél dice indiferencia y éste pre cas y poco agraciadas, contrasta generalmente endecasílabos, con
miento frente al predominio de la determinación a la malicia». con la atmósfera de idealidad y rima consonante y distribución
razón, evidente en la literatura perfección estilizada de las serra variable. Pueden también apare
(B. Gracián)
neoclásica. Las primeras mues nillas del marqués, p. e., la dedi cer versos de arte menor, como
tras de esta corriente se producen Esta figura se denomina también cada a la «Mo^uela de Bores» en ocurre en el llamado sexteto-lira,
en Francia (La vida de Marianne, *paradiástolc. su serranilla IX. Véase: pasto estrofa iniciada por Fray Luis de
de Marivaux; La nueva Eloísa, de Serie. Véase tirada. rela. León, en la que se combinan ver-
SEXTILLA 474
475 SIGNIFICANTE
significado para constituir el sig grandemente nuestra intuición U. Eco ha propuesto una minu La crítica literaria de orientación
no lingüístico. Esa imagen senso del significado» (D. Alonso). ciosa división de los signos: a) Na semiótica contempla los textos li
rial «no es el sonido material, Signo (lingüístico y litera turales, subdivididos, a su vez, en terarios como signos complejos.
cosa puramente física, sino su rio). Entidad lingüística surgida síntomas y en índices. Los sínto El texto, como signo complejo, es
huella psíquica, la representa de la asociación de una imagen mas presentan una relación de interpretado como un mensaje
ción que de él nos da el testimo acústica o significante y de un causalidad o contigüidad con la que un emisor (el escritor) envía
nio de nuestros sentidos» (F. de concepto o significado. La exis realidad a la que hacen referencia: a un destinatario (el lector) a tra
Saussure). Al aplicarlos al análi tencia de los signos responde a p. e., la fiebre puede ser síntoma de vés de un canal (el libro) y de
sis de textos literarios, D. Alonso una necesidad de la organización enfermedad. Los índices, a su vez, acuerdo con un sistema de reglas
matiza los conceptos saussuria- mental de los seres humanos y es se dividen en huellas (marcadas y normas que constituyen los có
nos de significante y significado. imprescindible para lograr la co por la relación de causalidad, p. e., digos estéticos y literarios de su
En primer lugar, el significante municación y la pervivencia de manchas de sangre, huellas digita época. Lo que constituye al signo
no siempre conlleva un concepto las instituciones y de la vida so les, etc.) e indicios (relación de literario, en cuanto tal, es su fun
(p. e., las interjecciones); por otra cial. Constantemente se están contigüidad: p..e., la daga encon ción poética (R. Jakobson ). Los
parte, un mismo significante pue utilizando signos: lingüísticos, trada por don Gutierre en el apo signos literarios que constituyen
de representar dos o más concep de escritura, de cortesía, de tráfi sento de su mujer en El médico el discurso poético están caracte
tos a la vez (metáfora). Además, co, de intercambios económicos, de su honra e interpretada por él rizados, fundamentalmente, por
el significante es una entidad políticos, religiosos, artísticos, como un indicio de que alguien su polisemia, ambigüedad, ri
compleja, constituida por una se etc. Toda comunicación implica está poniendo en peligro su ho queza de connotaciones, seman-
rie de «significantes parciales»; un sistema de signos, a partir nor). b) Artificiales, que se dividen tización de todos los elementos
no sólo la imagen acústica de una de los cuales un emisor envía, a en productivos (y que pueden ser significantes, etc. Véanse: con
palabra es relevante, sino tam través de un canal, un mensaje, ostensivos, caracterizadores, etc., notación, LENGUA LITERARIA,
bién el tono, la intensidad, la ve compuesto por signos, a un des según los diferentes modos de SIGNIFICACIÓN y TEXTO.
locidad, el matiz vocálico, la ten tinatario que habrá de interpre producción de significados) y sus- Silepsis. Figura de construcción
sión articulatoria con que se tarlos de acuerdo con un código titutivos, entre los que figuran los que consiste en la ruptura o alte
pronuncia. Todos estos signifi compartido por ambos. Los sig signos lingüísticos, las señales de ración de la concordancia grama
cantes parciales proceden de «os nos que configuran ese mensaje tráfico, los emblemas, etc. tical de género, número, tiempo o
curas querencias» del hablante pueden ser naturales (aquellos El estudio de los signos constitu persona. Ejemplos: «Su Majestad
y son percibidas por el oyente cuyo origen está en la esencia o ye el objeto de una serie de cien está ocupado», «Carlos I llega a
como matices que modifican el naturaleza de las cosas: el humo cias que estudian las relaciones España en 1517». En cuanto a la
contenido conceptual. Estos va es un indicio del fuego) o artifi de unos signos con otros (sinta silepsis de persona, puede pro
lores afectivos forman parte del ciales (cuando son creados por el xis), de los signos y el referente ducirse en diferentes formas,
significado o del concepto. Por hombre y utilizados intencional (los objetos «denotados») expre p. e., cuando se usa la tercera per
eso no se puede reducir el signifi mente para la comunicación se sado por ellos (semántica) y de sona en vez de la primera («El
cado a un sentido meramente gún diferentes códigos: lengua, los signos con el sujeto que los que suscribe desea ser recibido
conceptual. Los significantes par escritura, Morse, etc.). utiliza (pragmática). La ciencia por usted», en vez de «Deseo ser
ciales dan al signo un «valor afec A partir de esta división clási que tiene como cometido el estu recibido por usted») o la segunda
tivo» y descriptivo o plástico. En ca y de la distinción, hecha por dio general de los signos se deno persona en vez del uso imperso
definitiva, significante sería «todo Ch. S. Peirce, de los signos en mina semiótica (Peirce) o semio nal («En el autoservicio puedes
lo que en el habla modifica leve o ^índices, ^iconos y ^símbolos, logía (Saussure). hacer la compra sin prisa», en vez
479 SIMBOLISMO
SILVA 478
ya en la primera estrofa; por el número, etc.) y su sentido pro •*- Simbolismo. Término utiliza
tudio de los textos tratando de
fundo, indefinible, al que sustitu do por J. Moréas (1886) para de
contrario, en la silva el poeta se descubrir las redes o asociacio
ye y se ofrece como intuición o nominar una nueva estética en la
mueve libremente en cuanto al nes de símbolos recurrentes que
presentimiento. El símbolo cum que converge un grupo de escri
número de versos y su posible pueden configurar la estructura
ple, pues, con una función explo tores franceses conocidos por el
combinación. La forma métrica profunda de dichos textos (véase
radora de lo desconocido, oculto público gracias al libro de P. Ver-
de la silva cuenta con precedentes PSICOANALISIS Y PSICOCRÍTICa).
e inefable. En cuanto al mito, laine (Les poétes maudits 1884),
en Italia. En España aparecen, a En el análisis de las peculiarida
dado que constituye la expresión dedicado a ellos: S. Mallarmé,
comienzos del siglo xvn, ejem des del símbolo se ha tenido en
narrativa o dramática de una J. N. A. Rimbaud, Ch. Cros, etc.
plos de esta combinación en cuenta su relación con el signo y
historia que desarrolla la com Estos poetas compartían la nece
Góngora, Lope de Vega, Queve- el mito. Respecto a las peculiari
prensión de un símbolo, los estu sidad de una ruptura con el rea
do, etc. La silva ha sido muy cul dades del signo y sus diferencias
tivada en el modernismo, tanto con el símbolo, véase ^símbolo. diosos déla mitocrítica han trata lismo y positivismo anteriores
SÍMBOLO 480 481 SÍMIL
(descripción objetiva de la reali La producción literaria del simbo palabra por otra, con la corres zado. Se trata de una intuición
dad, didactismo, tono declama lismo francés no se reduce al cam pondiente traslación de signifi puramente emotiva y «envolven
torio), coincidiendo en ello con po de la poesía (en el que destacan cado. La noción de símbolo re te» de lo «misterioso» simboliza
los parnasianos y con J. K. Huys- los escritos de Mallarmé: Siesta de sulta más asequible y precisa si do. Tal vez por eso el lenguaje
mans (antiguo discípulo de tm fauno, 1876; Verlaine: Roman se matizan sus diferencias con el simbólico sea un componente
É. Zola), que en 1884 había pu zas sin palabras, 1874, etc.; P. Va- concepto, más general, de signo. esencial de la expresión mítica y
blicado A rebours, relato cuyo léry: Orfeo, Álbum de versos anti Según O. Ducrot, mientras que religiosa y explique la coinciden
protagonista encarnaba, precisa guos, 1890-1900, etc.), sino que se en el signo el significante y el sig cia entre determinados símbolos
mente, la nueva estética deca extiende a la narrativa (E. Dujar- nificado mantienen una relación que aparecen en religiones de
dentista, alimentada por sus lec din: Los laureles cortados, 1888) y inmotivada (los sonidos no han ámbitos culturales diferentes y
turas de E. A. Poe, Baudelaire, al teatro (Cabeza de oro y La ciu sido elegidos por su adecuación los utilizados por los místicos y los
Mallarmé y Verlaine. Sin embar dad, de P. Quillard, etc.). o correspondencia con su con poetas: símbolos universales co
go, a partir de 1885, esta tenden Fuera de Francia, el simbolismo cepto) y a la vez necesaria (signi mo el agua, la luz, el fuego, la no
cia decadentista va cediendo da origen a obras de gran valor li ficante y significado se necesitan che y las tinieblas, etc. Véanse:
paso a nuevas preocupaciones terario en países como Bélgica mutuamente para existir como ALEGORÍA, METÁFORA, MITO,
ideológicas y artísticas, más con (creación poética de E. Verhaeren tal signo), en el símbolo, por el PSICOANÁLISIS Y PSICOCRÍTICA
cordes con el pensamiento y la es y teatral de Maeterlinck), Ale contrario, simbolizante y simbo LITERARIA, SIGNO y SIMBÓLICA
tética de Mallarmé. Se produce, mania (Stefan George), Austria lizado presentan una relación (crítica).
así, la superación de un impre (H. von Hofmannsthal y R. M. Ril - motivada (p. e., la balanza, como Símil. Figura retórica que con
sionismo sensualista (Verlaine) y ke) Inglaterra (Oscar Wilde y signo de la justicia -en virtud del siste en poner en relación dos
la apertura a una concepción de T. S. Eliot). En España e Hispano concepto de equilibrio y ponde términos por la semejanza o
la poesía como producto más es américa, parnasianismo y simbo ración de los argumentos en pro analogía que existe entre sus res
piritual, exigente y hermético, lismo están en el origen del mo y en contra-, sugiere una rela pectivos conceptos o entre las
fundado en los valores sugestivos dernismo en poetas como Rubén ción analógica con la idea de jus realidades en ellos representa
del lenguaje y su capacidad de Darío, M. Gutiérrez Nájera, J. del ticia que no podrían representar das. Dichos términos se vincu
mediación entre la realidad y la Casal, J. R. Jiménez A. Machado, otros objetos, p. e., una rueda, lan en el discurso a través de
idea, a través de su carácter me etc. Véanse: decadentismo, mo símbolo del azar o la fortuna) y unas partículas o morfemas
tafórico y su musicalidad evoca dernismo y PARNASIANISMO. no necesaria (la balanza existe, y nexivos («como», «igual que»,
dora. Los simbolistas parten de Símbolo. Es un signo cuya pre tiene su propia función al mar «tan») o bien por medio de enun
la idea de que existen capas pro sencia evoca otra realidad suge gen de la idea de justicia). ciados comparativos («es lo mis
fundas de la realidad que no pue rida o representada por él: p. e., el El símbolo, en cuanto signo, evo mo que», «es semejante a», etc.),
den ser percibidas a través de los olivo representa, en la cultura ca una realidad que trasciende el p. e.: «la vida del hombre pasa
sentidos ni del intelecto, sino por mediterránea, la idea de paz; esta objeto simbolizante y comporta fugaz como el agua del río». Tra
medio de la intuición poética que misma idea la sugiere la paloma un sentido oculto y misterioso dicionalmente se ha visto en el
se produce en el lenguaje simbó en la cultura bíblica; olivo y palo que apela al fondo irracional del símil la base de la ^metáfora, en
lico. Para Mallarmé, la poesía es ma son símbolos de la paz. En la inconsciente, del sentimiento y de la que subyace una comparación
la expresión de las relaciones y retórica clásica el símbolo es un la emoción. Por ello, en el térmi no expresada como tal, ya que se
correspondencias que el lenguaje tropo que, al igual que la metáfo no simbolizante no se percibe o ha suprimido el nexo compara
crea entre lo material y lo ideal, ra, la metonimia o la alegoría, intuye directa, ni racionalmente, tivo. Así, el símil anterior apare
entre lo concreto y lo abstracto. consiste en la sustitución de una el término o el concepto simboli ce en una formulación metafóri
SIMILICADENCIA 482 483 SINONIMIA
ca en las Coplas de J. Manrique: «Con asombro de mirarte, laciones de un conjunto con sus marían dos sílabas distintas) en
«Nuestras vidas son los ríos». con amiración de oírte, partes y viceversa. Se distinguen una sola sílaba métrica, en forma
Por ser el símil una forma de com no sé qué pueda decirte, varios tipos de sinécdoque: a) La de diptongo. Ejemplo:
paración, suelen usarse indis ni qué pueda preguntarte». que se produce cuando se desig
tintamente ambos términos; sin «Pintado el caudaloso río se vía».
na la parte para representar el
embargo, la comparación en su (Calderón
todo: «Veinte abriles» (años), b) (Garcilaso de la Vega)
sentido original y en el nivel sin de la Barca)
El todo por la parte: «La universi
táctico implica una valoración Sinestesia. Procedimiento que
Sinalefa. Fusión de la vocal final dad está revolucionada» (los es
consiste en una transposición de
cuantitativa en la relación de los de una palabra con la vocal ini tudiantes). c) El continente para
términos del enunciado (compa sensaciones, es decir, en la atri
cial de la palabra siguiente. Si se designar el contenido: «Tomaron
rativo de igualdad, inferioridad, bución de una sensación a un
trata de un verso, dichas vocales unas copas» (licor), d) El objeto
superioridad), mientras que en la sentido que no le corresponde.
fusionadas se cuentan como una por la materia de que está hecho:
similitud se realiza una valora Aunque esta figura era utilizada
sola sílaba métrica. Ejemplo: «Menea fulminando el hierro in
ción cualitativa: se subraya la ana ya en la literatura grecolatina, su
sano» (espada), e) Cuando se uti
logía que existe entre la cualidad «Y en tanto que’/ cabello, qu’en la mayor auge lo adquiere en el
liza un singular para referirse a
de un término y la del otro. Por vena...». Barroco y en el simbolismo. Poe
una realidad plural o viceversa:
eso se ha apuntado la idea de re tas como Baudelaire, Rimbaud,
(Garcilaso déla Vega) «El niño es un ser indefenso» (los
servar el uso del término compa Verlaine, Juan Ramón Jiménez,
niños)./) Cuando se emplea un
ración para la sintaxis y el de símil V. Aleixandre y otros poetas del
Un fenómeno contrario se pro número determinado para indi
para el plano estilístico o poético. 27 han creado atrevidas sineste-
duce en el hiato. car otro indeterminado: «Ya se ha
El símil es un recurso expresivo sias. A Juan Ramón pertenecen
Síncopa. Supresión de fonemas repetido mil veces» (muchas ve
fundamental del lenguaje, y en es expresiones como «se oye la luz»,
o silabas en el interior de una pa ces). g) Empleo de un término
pecial del lenguaje literario. «azul sonoro». La sinestesia es
labra. abstracto para designar una rea
Similicadencia. Figura retóri una figura relacionada con la
Como ejemplo de pérdida de sí lidad concreta: «La ignorancia
ca que se produce cuando en el metáfora y frecuentemente vin
laba interna suele mencionarse el es atrevida» (los ignorantes).
decurso de un período, estrofa o culada a ella. Ejemplo:
de «Navidad» por «Natividad». h) Cuando se alude a la especie a
poema las frases o versos que los Sincronía. Véase diacronía. través del género o viceversa: «El «Sabe, si alguna vez tus labios ro-
integran terminan con palabras Sinécdoque. Recurso expresivo animal embistió con furia» (el [jos
que tienen los mismos morfemas que implica una traslación de toro), i) Cuando se utiliza un tér quema invisible atmósfera abrá
flexivos o accidentes gramatica significado de un término a otro mino de significado más amplio is ada,
les: sustantivos o adjetivos con el en virtud de sus relaciones de para designar a otro de conte que el alma que hablar puede con
mismo género y número (y caso, contigüidad. Es, pues, un tropo nido más restringido: «El perso [los ojos
si se trata del latín), verbos en el de carácter semántico, lo mismo nal de la fábrica está en huelga» también puede besar con la mi-
mismo tiempo, modo, número y que la metáfora (que se basa en (es de suponer que los directivos lra da».
persona, etc. Ejemplos: relaciones de semejanza) y que la no estén en huelga y, sin embar (Bécquer)
«... el procurador que nos defien metonimia, fundada, igualmen go, también forman parte del
de, el guro que nos avisa, el ver te, en relaciones de contigüidad «personal»). Sinonimia. Fenómeno lingüís
dugo que nos tiene lástima [...]». de tipo causal, espacial o de tiem Sinéresis. Recurso poético con tico consistente en la posibilidad
po, mientras que la sinécdoque lo sistente en la contracción de dos de sustitución de dos o más tér
(Cervantes) es de integración cuantitativa: re vocales (que normalmente for minos entre sí en un determina
S1IUMAOSIRMA 484 485 SITUACIÓN
do contexto, dada su semejanza o capazos» («a espuertas»), «media mología del término sirventés se Toda obra literaria, concebida,
identidad de significado entre mandarina» («media naranja»: la ha relacionado con el hecho de desde una perspectiva semiótica,
ellos, p. e., dentista y estomató- esposa), etc. que el poeta «se sirve» de estrofas como un mensaje (o *texto) que
logo. Sirima o sirma. Es la última y melodías preexistentes, y tam un emisor (autor) envía a un des
La sinonimia es, además, una parte de la *estancia, que consta bién con la circunstancia de que tinatario (lector), está constitui
figura retórica que se produce de tres partes: fronte o cabeza, es un tipo de poesía escrita por el da por un sistema de signos es
cuando en un enunciado se acu volta o eslabón y sirima o «coda». servens o sirviente de un señor. El tructurados de acuerdo con unos
mulan intencionadamente pala La sirima presenta una rima dis sirventés se diferencia de la can códigos estéticos imperantes en
bras de análogo significado. El tinta de la fronte y está compues só no en los aspectos formales, cada época. A su vez, dicha obra
escritor utiliza frecuentemente ta, como ella, de versos heptasíla- sino en el contenido temático, en puede estar en relación con otro
este recurso, tanto para evitar bos y endecasílabos, dispuestos el que predomina el discurso conjunto de.. textos (*macro-
la reiteración como para elegir de forma variable en rima y nú moralizante, la defensa o el ata texto) pertenecientes al mismo
aquellos términos que en un de mero, aunque generalmente ter que político y la polémica o la sá autor, o con un género concreto
terminado contexto se adaptan mina en un pareado. Ejemplo: tira literarias. (las novelas picarescas, p. e.), es
mejor al tono general, compar Se ha relacionado el sirventés cuela, período estético determi
ten una especial carga de emo «Con un manso rüido cabeza con la ^cantiga de escarnio galle nados (el Barroco, p. e.) y formar
ción y expresividad o inciden en d’agua corriente y clara ga y con el * decir castellano del parte de un conjunto de expre
la intensificación del ritmo meló cerca el Danubio una isla que pu- siglo xv. siones estéticas conformadoras
dico del discurso. Ejemplo: [diera Sistema. Concepto utilizado de la cultura de una época. En su
ser lugar escogido por F. de Saussure al definir la conjunto, esa cultura es, a su vez,
«Lentamente, poco a poco, para que descansara lengua_ como «un sistema de un gran sistema de signos, los
como se empaña el cristal, quien, como esto yo agora, no es signos» interrelacionados por cuales comportan una estructura
te miro y pienso en los copos tuviera: vínculos de solidaridad, depen análoga a la del texto literario.
que no se acaban jamás». do siempre primavera eslabón dencia u oposición. Cada una de Sístole. Licencia poética por la
(L. Panero) parece en la verdura sirima las unidades de dicho sistema se que se retrotrae el acento a una
sembrada de las flores; define por el conjunto de rela sílaba anterior dentro de la pala
Otra variante del uso de la sino hacen los ruiseñores ciones que mantiene con las bra por razones de ritmo o de
nimia es la que se produce en la renovar el placer o la tristura otras unidades y por las oposi rima. Así, en el siguiente ejem
literatura de humor para suscitar con sus blandas querellas, ciones en que se integra. Si se su plo, el poeta R. Caro escribe im
la sorpresa provocadora de un que nunca, día ni noche, cesan prime o cambia alguna de las pío en lugar de impío para lograr
efecto cómico. Un especialista en [dellas». unidades que componen el siste un endecasílabo:
el empleo de este recurso es Arni- ma, se altera la configuración y
ches, tanto en la sinonimia de (Garcilaso de la Vega) estructura interna de dicho sis «impío honor de los dioses con
palabras («pestaña», «párpado», Véase: estancia. tema. Por otra parte, el sistema afrenta».
«monocle» como sinónimos de Sirventés. Término con el que lingüístico implica una organi
«ojo» y, en un nivel connotativo, se designa un poema de la litera zación de todos sus elementos Situación. En teoría del lengua
de atención, viveza, perspicacia) tura provenzal cuya estructura en niveles (fonológico, morfoló je es la operación mediante la
como en modismos y expresio métrica (de cinco a siete coblas y gico, sintáctico, léxico-semánti cual los objetos denotados «se
nes estereotipadas, p. e., «a dos bu una tornada) imita o recoge la de co) y planos: sintagmático y pa vinculan con las personas impli
jías» (en vez de «a dos velas»), «a la cansó de amor cortés. La eti radigmático. cadas en el discurso y se ordenan
SKETCH 486 487 SOCIOLOGÍA DE LA LITERATURA
con respecto a las circunstancias situación que implica una atmós (económico e ideológico) en el sión del mundo constituida por
espacio-temporales del discur fera sentida y vivida por los per que surge y que trata de investi un sistema de ideas, valores y
so» (E. Coseriu). Esta situación sonajes y que se crea en la puesta gar los procesos de emisión, me sentimientos que responden al
puede ser posesiva («mi, tu, su, en escena. diación y recepción de los textos tipo de relaciones del hombre
nuestro libro») y localizadora o Sketch. Palabra inglesa, que sig literarios. De acuerdo con los con el mundo y de los hombres
deíctica («éste, ése, aquél»). Tam nifica «apunte» o «esbozo», con la planteamientos de J.-P. Sartre, la entre sí, vigentes en una determi
bién se entiende por situación el que se denomina una breve pieza sociología de la literatura res nada sociedad. El escritor puede
contexto de una enunciación, es cómica centrada en la imitación pondería a dos preguntas bási estar de acuerdo o en oposición a
decir, la serie de elementos ex paródica de un personaje, situa cas: quién escribe las obras y para la ideología dominante en la mis
tralingüísticos que concurren en ción o texto conocido por los es quién se escriben esas obras. A la ma. En un texto se puede descu
todo acto de comunicación (es pectadores. Este tipo de escenifi primera pregunta corresponde brir tanto el punto de vista del
pacio, tiempo, circunstancias am cación es frecuente en el cine, en ría una rama de dicha ciencia que autor como las diversas voces que
bientales de tipo cultural, religio la televisión, en espectáculos de podría denominarse sociología responden a las «conciencias» de
so, social) y que establecen unas variedades y en los llamados *ca- de la escritura, o creación y emi los distintos grupos sociales re
premisas formalizadas (un acto fés-teatro. Estas piezas, por su sión de los textos, y a la segunda, flejados en dicha obra. Por ello,
académico) o informales (una brevedad, parquedad de medios y la sociología de la lectura, relativa es interesante indagar la posición
fiesta de amigos) entre los ha recursos expresivos, se asemejan a los mecanismos de recepción y social del escritor.
blantes, que condicionan dicha al ^entremés clásico español y al consumo por parte del público La sociología de la literatura se
comunicación. *sainete, que son también cua de lectores. Conectado con este preocupa también de investigar
En teoría narrativa, el término «si dros animados en los que el último aspecto estaría el de los los medios de transmisión de las
tuación» se ha utilizado con diver apunte cómico y burlesco consti mecanismos de transmisión de obras literarias. Su difusión y aco
sas acepciones: a) como conjunto tuye el elemento esencial. los textos literarios. gida depende de las técnicas de
de elementos que posibilitan e in Sociocrítica. Véase socioló Es con Sociologie de la littérature comunicación, que pueden ser:
tegran el acto de narrar: narrador, gica (crítica). (1958), de R. Escarpit, y los tra transmisión oral (p. e., la poesía
acontecimiento, público destina Sociolecto. Es el conjunto de bajos posteriores de la denomi épica), manuscritos, lectura co
tario; b) como estado de la interre variedades y marcas lingüísticas nada Escuela de Burdeos cuando lectiva (práctica atestiguada en el
lación de los personajes en un mo que derivan del ambiente social comienza a desarrollarse la so Quijote y en otros documentos
mento preciso del relato; c) como al que pertenecen los hablantes. ciología de la literatura como de la época) o la imprenta.
«situación narrativa» derivada de Dada la movilidad y los contactos ciencia empírica, cuyo cometido Un aspecto fundamental en esta
la combinación del apunto de vis entre diferentes estratos socia es el estudio de la producción disciplina es la consideración so
ta y de la *voz narrativa. les, los sociolectos no son rígidos. literaria, entendida como comu bre el público receptor de esas
En lenguaje teatral la situación Cuando determinadas palabras y nicación a través del libro o de obras y su posible influjo en el es
dramática comprende las cir expresiones son características otras formas de expresión gráfica critor al concebir y crear dichas
cunstancias de espacio y tiempo, de una sola variedad lingüística, y oral y sujeta a los mecanismos obras. Una «sociología del públi
la mímica y la expresión corporal constituyen «marcas estilísticas» del mercado para satisfacer unas co» supone un estudio de las di
de los actores, el marco escénico, de esa variedad (C. Segre). necesidades de consumo por ferentes capas o estratos sociales
el tipo de relaciones psicológicas Sociología de la literatura. parte de un determinado públi de que consta, atendiendo a su
y sociales entre los personajes, Ciencia cuyo objeto es el análisis co. Desde el punto de vista de estatus económico, nivel cultu
etc. Esta situación es la que da la de las relaciones existentes entre la sociología de la escritura, las ral, mentalidad, gusto, etc. Final
clave de interpretación del texto, la literatura y el medio social obras literarias presentan una vi mente, la sociología de la litera
SOCIOLÓGICA (CRÍTICA) 488 489 SOLEÁ
tura se ha desarrollado en parale literarias. Para Marx y Engels, el junto de las realidades sociales de artista revelan las situaciones o
lo, o en confluencia, con otras arte y la literatura pertenecen a la esa época, en las que quedarían cambios de una sociedad a través
disciplinas, como ciencias de la que ellos denominan «superes patentes sus contradicciones, in de su obra, y eso mediante las in
información (p. e., en el estudio tructura» ideológica, que es pro dependientemente de la ideología novaciones técnicas: su poder re
de los mecanismos de difusión ducto de las condiciones econó del escritor. Por ello, concibe el volucionario consiste en la revo
de textos a través de los medios micas y sociales y reflejo de los realismo, y más concretamente lución de las formas artísticas.
de comunicación de masas), la intereses de la clase dominante. el socialista, como la fórmula es Con la crítica sociológica se rela
crítica literaria (sobre todo la crí Sin embargo, su desarrollo esta tética más idónea para interpre ciona también una corriente sur
tica sociológica y la estética de la ría menos mediatizado por di tar las realidades sociales y dar gida en el ámbito de la *Nouvelle
* recepción, escuela que investiga chas condiciones que otras for una visión integradora del mun Critique francesa a la que se reco
las obras literarias en relación mas de ideología como el derecho do, frente al modelo de cier noce con el nombre de sociocríti-
con las espectativas del público, o la filosofía. L. Trotski habría su tos narradores contemporáneos ca, que se centra en el estudio de
etc.), la antropología social, la gerido, incluso, la idea de que la (J. Joyce, M. Proust, F. Kafka, la significación social e ideológi
historia de las mentalidades, etc. literatura responde a unas leyes W. Faulkner,'etc.), cuyas obras ca de los textos literarios pero sin
Véanse: escritor, público y peculiares de desarrollo propias presentarían una visión frag depender de la crítica marxista
SOCIOLÓGICA (CRÍTICA). del arte, lo que implicaría cierta mentada, individualista y absur tradicional en su metodología de
Sociológica (crítica). Bajo esta autonomía respecto al desarrollo da de las realidades sociales. análisis, ya que emplea procedi
denominación se engloban diver socioeconómico de la sociedad. Dentro de la crítica sociológica mientos derivados de la semióti
sas corrientes y autores de crítica Por su parte, Lenin concibe la li figuran igualmente los integrantes ca, neorretórica y hermenéutica
literaria que coinciden en el co teratura como «reflejo» de las re de la llamada Escuela de Frank- para el estudio de las estructuras
mún objetivo de analizar e inter laciones de clase, por lo que pue furt: T. Adorno, M. Horkheimer, textuales. Entre los cultivadores
pretar la producción, estructura de ser utilizada para provocar H. Marcuse y W. Benjamín. Aun de este tipo de crítica figuran
y función de los textos literarios una «toma de conciencia» sobre que vinculados al marxismo, re P. Macherey, E. Cros (en sus estu
en relación con el contexto eco las condiciones de vida y es chazan el modelo soviético y el dios sobre Quevedo), H. Mit-
nómico, sociopolítico y cultural quema de valores de una socie «realismo socialista» propugna terand (en sus trabajos sobre
en el que han surgido. Aunque las dad. Posteriormente, los críticos do por Lukács y proponen una É. Zola), etc. Estos investigadores
relaciones entre sociedad y crea oficiales soviéticos (K. Radek y metodología crítica que tiene en tratan de descubrir las depen
ción literaria han sido objeto de A. Zhdánov, etc.) creyeron descu cuenta los procedimientos de las dencias existentes entre las es
reiterada atención en los dos últi brir en la tradición del realismo ciencias sociales, del psicoanáli tructuras sociales y las textuales
mos siglos (p. e.» mme. de Staél, ruso del siglo xix (Lenin admira sis de Freud y del marxismo, apli patentes en el plano del discurso,
H. Taine, etc.), es, sobre todo, a ba a A. S. Pushkin y a M. Gorki) cados al arte y a la literatura. En así como entre el contexto socio
partir de la aparición del marxis las bases para la nueva estética conjunto, se oponen al realismo económico de la producción tex
mo y con la llegada de la revolu marxista. En esta línea se orienta como modelo único, rechazan la tual y la conformación de las
ción rusa (1917) cuando mayor la obra de G. Lukács, después de visión exclusivista de la literatura mentalidades. Véanse: realis
interés han ido cobrando las re sus primeros trabajos, influidos como mero «reflejo» de los sis mo, REALISMO SOCIALISTA y SO
flexiones críticas sobre la función por la estética de Hegel. En sus temas sociales, así como la desca CIOLOGÍA DE LA LITERATURA.
de la literatura en relación con las estudios sobre los escritores rea lificación soviética del arte de Soleá. Copla popular andaluza
transformaciones sociales y la in listas del siglo xix (H. de Balzac, vanguardia como símbolo de de formada por tres octosílabos, con
fluencia del contexto social en la É. Zola, L. Tolstoi, M. Gorki, etc.) cadencia o degradación. Benja rima asonante en el primero y en
génesis y estructura de las obras descubre una descripción del con mín subraya que un escritor o un el tercero; el segundo va suelto.
S0LEAR1YA 490 491 STURM UND drang
M. Machado compuso una va B en verdes hojas vi que se tor- El soneto, que procede de Italia editor, después de un examen
riante de esta composición, la lla [naban (Dante y Petrarca le dieron su riguroso de variantes, está en
mada soleariya, formada por tres A los cabellos qu’el oro escure- forma definitiva) y se integra en condiciones de demostrar con
versos, de los cuales el primero y [cían: la métrica española gracias a Bos- seguridad la existencia de un
el tercero (hexasílabos) riman en cán y Garcilaso de la Vega (intro arquetipo y de unos subarqueti
asonante y el segundo (de diez a A de áspera corteza se cubrían ductores del modelo petrarquis- pos, elabora el stemma codicum.
doce sílabas) va suelto. B los tiernos miembros que aún ta), es uno de los poemas de Véanse: autógrafo, códice,
[bullendo ‘staban: mayor vigencia en las distintas EDICIÓN, MANUSCRITO y TRADI
Soleá B los blancos pies en tierra se épocas de la literatura española. CIÓN DIPLOMÁTICA.
«El ojo que ves no es [hincaban Entre las variantes del soneto Studia hunianitatis. Véase hu
ojo porque tú lo veas: A y en torcidas raíces se volvían. manismo.
destacan el llamado soneto con
es ojo porque te ve». Sturm und Drang. Título de
C Aquel que fue la causa de tal estrambote y el sonetillo, que es
(A. Machado) [daño, un soneto compuesto en versos un drama de F. M. von Klinger
D a fuerza de llorar, crecer hacía de arte menor, desde trisílabos (Sturm undDrang: «Tempestad y
Soleariya E este árbol, que con lágrimas hasta eneasílabos. empuje», 1772) con el que se de
«Eres como el sol: [regaba. Soneto con estrambote. Véa nomina un movimiento literario
cuando tú vienes se hace de día se ESTRAMBOTE. desarrollado en Alemania en los
en mi corazón». C ¡Oh miserable estado, oh mal Stemma. Término griego (stem años setenta y ochenta del si
[tamaño, ma: corona, cinta) con el que se glo xvm y cuyos representan
(M. Machado) D que con llorarla crezca cada designa en crítica textual el árbol tes se integran en dos grupos: el
Soleariya. Véase soleá. [día genealógico que recoge y ordena de Frankfurt, al que pertenecen
Soliloquio. Véase monólogo. E la causa y la razón por que 11o- los manuscritos e impresos a tra J. G. Herder, J. W. von Goethe,
Sonetillo. Véase soneto. [ rabal». vés de los cuales se ha transmiti etc., y el de Góttingen, formado
Soneto. Poema formado por ca (Garcilaso de la Vega) do un determinado texto. Toda por G. A. Bürger, M. Claudius,
torce versos, distribuidos en cua edición crítica incluye dos fases F. Schiller, etc. Este movimiento
tro estrofas: dos cuartetos y dos Aunque este modelo clásico del fundamentales: la «recensión» de surge como reacción a la Aufklíi-
tercetos. Su rima es consonante: soneto ha sido el más frecuente todos los testimonios que existen rungy su concepción racionalis
en los cuartetos puede ser de dos mente utilizado hasta la actuali sobre un texto y la «constitu ta del mundo y contra la rígida
clases: abrazada (ABBA-ABBA) dad, se han compuesto, a lo largo ción» del texto original, dentro normativa estética del neoclasi
o bien alterna o cruzada (ABAB- de la historia, sonetos de los más de lo posible. La configuración cismo. En este sentido, si la crea
ABAB); en los tercetos puede pre variados metros (desde trisílabos del stemma es la culminación de ción artísticay literaria, entre los
sentar dos o tres rimas, distribui hasta alejandrinos, polimétricos la primera fase, que se produce ilustrados, respondía a una téc
das de forma variable, aunque las y con pies quebrados) y técnicas después de haber realizado la re nica y a unas reglas clásicas per
más frecuentes han sido CDC- (acrósticos, encadenados, conti cogida y análisis de los testimo fectamente establecidas y asimi
DCD y CDE-CDE. Ejemplo: nuos, con eco, con estrambote, nios ofontes criticae, el cotejo de lables por el aprendizaje, en la
etc.). La estructura interna del las diversas lectiones o varian nueva estética se concibe como
A «A Dafne ya los brazos le cre- soneto facilita un desarrollo pro tes que presentan y el examen y un misterio surgido de fuentes
[cían gresivo del tema, que se plantea selectio de las variantes que se arcanas (inspiración e intuición)
B y en luengos ramos vueltos se en los dos cuartetos y deriva ha han de tener en cuenta en la cons radicadas en el ámbito de lo irra
[mostraban; cia su solución en los tercetos. titución del texto. Cuando un cional y del sentimiento. En esta
SÚPLICA 492 493 SURREALISMO
concepción estética aparecen co religiosas y frente a las rígidas (1919). El iniciador de este movi En sus escritos posteriores (Se
mo ideas fundamentales las del convenciones de la sociedad es miento es A. Bretón, militante en gundo manifiesto del surrealis
«genio» artístico (dotado de una tablecida. En este último aspecto, un principio en el dadaísmo, de mo, 1929; Tercer manifiesto del
capacidad de percepción de lo el drama Los bandidos, de Schi- cuyo grupo se separa en torno a surrealismo, 1930; etc.) se confi
inefable y de creación de un 11er, es clave para conocer la ideo 1922 para formar el suyo, en el gura el movimiento surrealista
mundo poético propio), origina logía revolucionaria y la estética que participan P. Éluard, Ph. Sou- como doctrina, cuyos puntos bá
lidad, sentimiento, subjetividad, del Sturm und Drang, que viene a pault, L. Aragón, etc., a los que se sicos serían: a) Una concepción
libertad y naturaleza. De todas ser el preludio del futuro Roman unirán posteriormente S. Dalí y epistemológica que sustituye el
ellas, la idea clave es la de la natu ticismo alemán. L?BuñueE En 1924 Bretón publi primado de la razón por el de la
raleza, fuente y modelo de la nue Súplica. Es un ruego vehemente ca el Manifiesto del surrealismo y mentalidad mágica, tal como se
va estética. En nombre de esa para obtener un bien que se desea. funda la revista La révolution su- desarrolla en el discurso infantil
naturaleza se liberan estos escri Esta figura literaria se denomina rréaliste, en la que aparecen críti o de los pueblos primitivos, en
tores de la normativa clásica, de también deprecación. Ejemplo: cas a lás instituciones (políticas, los que prevalecen la imagina
las convenciones sociales y del religiosas y militares, a la univer ción, intuición, inspiración y
racionalismo abstracto, que en «¡Oh, suene de continuo sidad, etc.) y encuestas sobre te asociación libre y se da gran im
torpecen la libre creación del ge Salinas, vuestro son en mis oídos, mas tabú: sexualidad, suicidio, portancia a los sueños. A través
nio, el cual debe seguir los impul por quien al bien divino etc. Esto, unido al compromiso de estas vías (sueños provocados,
sos de su propia inspiración. En despiertan los sentidos, político de Aragón, Éluard y Bre hipnosis, delirios simulados, etc.)
busca de la naturaleza vuelven quedando a lo demás adorme- tón con el Partido Comunista se produciría el encuentro con lo
estos escritores hacia las grandes [cidosl». desde 1927, evidencia el objetivo maravilloso, frecuente en la na
creaciones propias del genio de v- (Fray Luis de León) ideológico de este movimiento turaleza y en la vida humana.
cada pueblo y cultura: Homero, de vanguardia, concretado por b) Armonización de las realida
la Biblia, la poesía popular ale Sujeción. Figura retórica con Bretón: «Cambiar la vida, decía des contradictorias del cosmos y
mana. sistente en un monólogo en el Rimbaud; transformar el mun de la existencia humana (vida y
De toda la producción literaria que el hablante se dirige pregun do, decía Marx; para nosotros, muerte, realidad e imaginación,
del Sturm und Drang (abarca los tas deliberativas («¿Qué he de de esos dos lemas sólo forman etc.) que reconciliaría al hombre
tres géneros), es la novela episto cir?», «¿Qué es esto?») a las que él uno». En el citado manifiesto de consigo mismo, de acuerdo con
lar de Goethe, Cartas del joven mismo responde. Esta figura se 1924 se postula la autonomía del una moral liberadora, tendente a
Werther (1774), la obra de mayor relaciona con la percontatio de la arte respecto de la razón, de la «cambiar la vida» y la sociedad y
trascendencia sociocultural del retórica clásica: el orador dirigía moral y de la estética; se rechaza fundada en tres principios bási
movimiento (en Europa provocó preguntas al público, a las que la importancia concedida en las cos: la libertad, el amor, como
una ola de mimetismo entre los respondía él mismo; esta res cienciasy en la vida al racionalis imperativo supremo, y la poesía.
jóvenes: indumentaria, ruptura puesta se denominaba en latín mo y se defienden otras formas c) Una nueva estética, en la que la
de convencionalismos morales, subjectio (sujeción). de conocimiento ligadas a la ima creación artística se convertirá en
suicidio) y la que constituye la sín Surrealismo. Término corres ginación y al inconsciente (ori un medio de conocimiento y ex
tesis del pensamiento y actitudes pondiente al francés surréalisme, gen último de la poesía según presión del ser del hombre y del
de los escritores que lo integran: adoptado por A. Bretón y Ph. Sou- Bretón), cuya interpretación, por mundo y en un instrumento para
sentimentalismo, subjetivismo, pault para designar una nueva parte de S. Freud, permite explo el cambio revolucionario. Entre
exaltación de la naturaleza, re estética desarrollada en su obra rar campos de la realidad huma las técnicas de esta nueva estética
beldía frente a las ideas morales y conjunta Los campos magnéticos na desconocidos hasta entonces. figuran la escritura automática,
SUSPENSE(NOVELA DE) 494 495 SUSTENTACIÓN
transcripción de sueños, simula sivo no es surrealista (no cultiva la trama. Estas obras, que, en la poema, que es cuando se intro
ción de delirios, collages, el llama la imagen subconsciente como modalidad de misterio y terror, duce un nuevo elemento que es
do «azar objetivo», como vía de Aleixandre), sino que deriva de la encontraron una gran acogida en clarece el significado del texto, en
encuentro con lo maravilloso en tradición poética hispana (S. Juan los siglos xviii y xix, han conoci un sentido, a veces, inesperado.
la vida diaria, así como el «hu de la Cruz, Góngora, etc.) y del do en el siglo xx un resurgimiento Esta figura se denomina también
mor» y ciertos «juegos» surrealis simbolismo francés (Baudelaire, notable gracias a las obras de Wil- sustentación.
tas cuya intención es la subver Rimbaud). De todas formas, no liam Irish (autor de Pesadilla, Ma
sión del «mundo». Dicha estética hay acuerdo entre los críticos rihuana, El plazo expira al amane XXI
ha sido aplicada en diversos cam sobre el verdadero influjo del su cer, La mujer fantasma), E. Lina
«¿Qué es poesía?, dices mientras
pos de la creación literaria y artís rrealismo francés en el español: White (El museo de la muerte),
tica: poesía y narrativa (A. Bre para unos, se trataría tan sólo del [clavas
E. S. Holding (Una mujer acosada)
tón, P. Éluard, L. Aragón, etc.), en mi pupila tu pupila azul;
uso de técnicas surrealistas; para y R. Bloch, autor de Psicosis, lleva
teatro (A. Artaud, R. Vitrac), cine otros su verdadero influjo «no ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo pre
da al cine por A. Hitchcock. Véan
(L. BuñuelyS. Dalí, Un perro an fue sólo técnico», sino que apor se: INTRIGA, NOVELA GÓTICA’y
guntas?
daluz, 1928; La edad de oro, tó una «nueva actitud moral» Poesía... eres tú».
NOVELA DE TERROR.
1930), pintura (M. Ernst, M. Du- compartida por los escritores an Suspensión. Figura literaria (Bécquer)
champ, J. Miró, S. Dalí), etc. teriormente mencionados en re que se produce cuando se tiene
Por lo que respecta a la difusión lación con dicho movimiento. pendiente al lector hasta el final Sustentación. Véase suspen
internacional del surrealismo, Véanse: creacionismo, da de una frase, período, estrofa o sión.
cabe destacar, en relación con Es daísmo, GENERACIÓN DE 1927 y
paña, el papel de iniciador que PSICOANÁLISIS Y PSICOCRÍTICA
ejerció J. Larrea para el conoci LITERARIA.
miento y difusión del surrealis Suspense (novela de). Término
mo en poetas como Aleixandre, de origen inglés (suspense) con el
Alberti y Lorca. Para 1928 ya han que se alude a la expectación crea
surgido las primeras muestras de da por el desarrollo de la trama en
esta influencia (en Sobre los ánge una obra narrativa y teatral o en
les, de Alberti); ese año inició una película, cuando se ha llegado
Aleixandre La evasión hacia el a una situación crucial cuyo in
fondo (que aparecerá en 1935 con cierto desenlace mantiene en vilo
el título de Pasión de la tierra); al lector o a los espectadores. La
por esas fechas encuentra Cernu- llamada «novela de suspense» es
da en el surrealismo la forma y es una modalidad de la narrativa de
tilo capaces de plasmar su «caóti intriga con la que se relacionan la
co estado emocional» en Un río, novela «gótica», la de «misterio» y
un amor (1929). En cuanto a Lor la de «terror». Es característica co
ca, aunque en Poeta en Nueva mún a este tipo de obras la situa
York (1930) coincide con el tono ción de ansiedad y permanente
de rebeldía de dicho movimien amenaza a la que están sometidos
to, sin embargo su sistema expre- los personajes en el transcurso de
497 TEATRO
Jebraciones rituales, p. e., en Gre Media al Renacimiento emerge sión del texto en medio disponi da Commedia dell’Arte italiana o
cia: las tragedias de Esquilo ha en diversos países europeos un ble al servicio de un espectáculo del que surge en espectáculos de
brían surgido del ditirambo, un teatro ambulante, que encuentra total, aprovechando recursos pro mimo, pantomima, etc.
canto coral entonado en honor en España un impulso renova cedentes del mismo teatro de títe Teatro callejero. Llamado tam
de Dioniso (véase: tragedia). dor en autores-actores como Lope res, circo, cine, music-hall; digni bién «teatro al aire libre» (en fran
En cuanto al espacio para la re de Rueda y B. Torres Naharro, el ficación de los comediantes y cés, Théátre de boulevard; en
presentación, se construyen los cual incorpora las nuevas técni capacitación para lograr destreza inglés, Street entertainment), tér
primeros teatros estables sobre cas del teatro italiano y acomoda en la expresión corporal, gestua- minos con los que se designa un
la base de un graderío en piedra los recursos de la comedia clásica lidad, mimo, declamación, etc. tipo de representación teatral
situado en la pendiente de una de Plauto y Terencio a las exigen (K. Stanislavski, V. Meyerhold, cuyo espacio escénico se sitúa en
colina excavada en semicírculo cias estéticas y sociales de su épo Copeau); transformación de las plena calle ante unos espectado
(p. e., el de Dioniso en Atenas); ca y público. Esta renovación condiciones espaciales de la re res que, normalmente, asisten de
en el rellano se sitúan el escena dramática proseguida por Juan presentación para lograr una pie al desarrollo del espectáculo.
rio destinado a los actores (ske- de la Cueva y Cervantes y consu mayor participación de los es Esta forma de representación al
ne) y el espacio reservado al coro mada por Lope de Vega dará ori pectadores: teatros circulares, es aire libre cuenta con una larga
(órkhestra), En Roma se pasa del gen a un teatro consolidado que cenarios móviles, vuelta al teatro tradición en la historia del teatro
modesto espacio de madera ini adquiere su espacio estable en los ambulante (La Barraca, de Lor español, desde el religioso medie
cial (el pulpitum de los actores ^corrales. En el aspecto arquitec ca, p. e.) en la calle, en el café, val hasta el teatro popular * ambu
era un escenario de tablas: tabula- tónico, en el siglo xvi se configu en la escuela, etc.; renovación de lante, que acude a plazas y otros
tum) a los primeros teatros de pie ra en Italia el modelo de espacio las formas expresivas del lengua espacios abiertos hasta que se es
dra, como el de Marcelo, construi escénico, que se hará extensivo al je dramático, para conmover y tabiliza en los corrales. En el si
do en la época de Augusto. resto de Europa (de 1580 data el asombrar a los espectadores: len glo xx, ciertas experiencias de
Desde la caída del Imperio hasta teatro Olímpico de Vicenza: es guaje provocador (Artaud), sim teatro político del período de en
el final de la Edad Media, el teatro cenario, foso para la orquesta, bólico (Lorca), destructor de la treguerras (promovidas por Pis-
clásico desaparece como espec platea y pisos en forma semi realidad que expresa (Ionesco, cator, B. Brecht, etc.) y de la déca
táculo y como lugar específico de circular) y que continúa, prácti Vian, Genet) o revelador del sen da de los años sesenta se llevaron
representación. En el transcurso camente sin cambios, hasta el sin tido o sinsentido de la misma a cabo en escenarios al aire libre
de la Edad Media, junto a las glo XIX. (Adamov, Beckett) o deformador (plazas, mercados, campus de
muestras de representación ju En el siglo xx se advierte un am y esperpéntico (Valle-Inclán)/ universidad, lugares anejos a fá
glaresca (mimos, farsas, juegos plio movimiento de renovación Teatro del absurdo. Véase ab bricas, minas, etc.). Un ejemplo
de escarnio), surge un teatro de gracias a grandes dramaturgos y surdo. llama-tivo lo constituyen las re
tema religioso ('misterio, 'mila directores de escena (L. Piran- Teatro ambulante. Véanse presentaciones del grupo Bread
gros), desarrollado inicialmente dello, A. Artaud, E. Ionesco, AMBULANTE y CÓMICOS. and PuppetTheatre realizadas en
a partir del drama litúrgico de B. Brecht, J. Grotowski, etc.) que Teatro de autor. Marbete apli el transcurso de manifestaciones,
Navidad y Semana Santa (Offi- vuelven a los orígenes del teatro, cado a las representaciones tea como las de las famosas «mar
cium pastorum y Visitado se- vivido como espectáculo festivo trales basadas en textos escritos chas por la paz» de esa época.
pulchri), cuyas representaciones en la tragedia griega, misterios pertenecientes a un determinado Teatro de cámara. Llamado
se habrían trasladado del espacio medievales, Commedia delíArte autor, para diferenciarlo del tea también «teatro íntimo» (Strind-
litúrgico a los atrios de las igle italiana, etc. Las líneas básicas de tro de creación colectiva al estilo berg). Expresión con la que se
sias. En la transición de la Edad esta renovación serían: conver del que ponía en escena la llama designa un tipo de representa
TEATRO DEI.A CRUELDAD 500 501 TEATRO EXPERIMENTAL
ción teatral que se desarrolla paz de sacudir al público y de po ción, de personajes y escenas teatro una problemática cargada
en una sala de tamaño reducido nerlo «en trance» mediante «vio históricas. Las fotografías mos de alto sentido moral, filosófico
pensada para un pequeño públi lentas imágenes físicas» que pue traban descarnadamente la atro o político (en las obras de Ib-
co, que necesariamente ha de dan hipnotizar «la sensibilidad cidad de la guerra [...]. Estas sen, B. Pérez Galdós, M. Gorki,
seguir el espectáculo a corta dis del espectador, arrastrado por el imágenes debían producir en la J.-P. Sartre, B. Brecht, A. Buero
tancia del también reducido gru teatro como un torbellino». Para masa proletaria una sacudida Vallejo, etc.) cuyo objetivo es pro
po de actores, lo cual influye en ello, habrá que dirigirse al orga más fuerte que cien artículos» vocar en los espectadores una
la creación de un ambiente cáli nismo entero del hombre a través (E. Piscator). Utilización de ele toma de conciencia sobre esa pro
do que, normalmente, ha de fa de un lenguaje integral: el de los mentos documentales aparecen, blemática y, en su caso, un com
vorecer una mayor intercomuni objetos, gestos, sonidos, ritmos, igualmente, en ciertas obras de promiso personal al respecto.
cación entre actores y espectado luces, colores, etc., creando, para B. Brecht, R. Hochhuth (El vica Teatro épico. Véase épico.
res. Estas condiciones de espacio ello, un «espectáculo total, donde rio, 1962), P. Weiss (Discurso so- Teatro experimental. Título
y ambiente influyen también en el teatro recobre del cine, del mu bre'Viet-Nam, 1968), etc. con el que se alude a una fórmula
las características de las obras, las sic-hall, del circo y de la vida mis Teatro educativo. Marbete de de creación dramática en la que
cuales deben responder a esa ma lo que siempre fue suyo». significado amplio en el que ca ocupa un lugar importante la in
atmósfera intimista, de reflexión Teatro documental. Expre ben, en líneas generales, desde el vención de nuevas formas de re
y, en cierta medida, de confiden sión con la que se alude a un tipo teatro de contenido religioso y presentación y producción tea
cia: obras de hondo contenido de obra dramática en cuya con moralizador de la Edad Media tral (p. e., creación colectiva de
existencial, referidas a conflictos cepción y puesta en escena el au y del Siglo de Oro (los autos sa obras por parte de un director
personales que atañen a la condi tor utiliza fuentes documentales cramentales, obras como El con de escena y sus actores), así como
ción humana: soledad, comuni procedentes de textos históricos, denado por desconfiado, de Tirso la posible integración, en la obra
cación, alienación, problemas de reportajes, fragmentos de pelícu de Molina, etc.) hasta el teatro de teatro o en su puesta en esce
la vida en común, especialmente las, etc., como base de un texto ilustrado del siglo xvm, que, si na, de técnicas procedentes de
en pareja, búsqueda de sentido, dramático concebido, general guiendo la normativa clásica, pre otros espectáculos (circo, cine,
amor. mente, desde una perspectiva y tende cumplir con el doble obje teatro de títeres, etc.) o las inno
Teatro de la crueldad. Título una función políticas. Entre las tivo de divertir y enseñar vaciones relativas a otros aspec
acuñado por A. Artaud para de primeras muestras de esta moda (delectare et docere). Éste es el tos de la realidad teatral, como la
nominar una modalidad teatral lidad de creación teatral figura lema que recuerda G. M. de Jove- preparación de los actores, la or
que presenta un carácter de ri La muerte de Danton (1835), en llanos en su Memoria para el denación de la sala (para lograr
tualidad violenta y mágica con el la que su autor, G. Büchner, in arreglo de la policía de espectácu una mayor participación de los
pretendido fin de provocar al es corporó materiales recogidos del los y diversiones públicas (a pro espectadores), la adecuación del
pectador, sacarle de su pasividad mismo proceso. En 1925, E. Pis- pósito de la necesidad de susti dispositivo escénico: luz, sonido,
y obligarle a entrar en el desarro cator desarrolla su original pues tuir ciertos dramas corruptores etc. Ejemplos de este teatro expe
llo de la representación, que aspi ta en escena de A pesar de todo, de «la inocencia del pueblo» por rimental han sido el teatro-labo
ra a convertirse en un juego ri en la cual «toda la representación otros «capaces de deleitar e ins ratorio de J. Grotowski, el Living
tual y festivo. Para devolver al fue un solo montaje gigantesco truir») y que es compartido por Theatre, The Open Theatre, Bre
teatro sus virtualidades primige de discursos auténticos, escritos, otros ilustrados europeos como ad and Puppet Theatre, las expe
nias, Artaud propone terminar recortes de periódicos, procla D. Diderot, Voltaire, G. E. Lesing, riencias realizadas por directo
con la «superstición de los tex mas, prospectos, fotografías y etc. En los siglos xix y xx diver res como R. Planchón, P. Brook,
tos» y recuperar un lenguaje ca películas de guerra, de la revolu sos dramaturgos plantean en su L. Ronconi y, en España, por los
TEATRO HINDÚ 502 503 TEATRO DETÍTERES
grupos del llamado * teatro inde Séneca, La Celestina (a juzgar lo esencial del teatro, desechan Teatro político. Denominación
pendiente. por lo que se dice en la cuarta co do lo que denomina «teatro ri bajo la que se engloban diversas
Teatro hindú. Véase katha- pla de Proaza: «leyendo a Calisto co», que utiliza, en el montaje, experiencias de teatro de compro
kali. mover los oyentes...») o, en el si recursos de otras artes o espec miso político y social, como el
Teatro independiente. Deno glo xix, Espectáculo de un sillón, táculos, como el cine, el circo,,Ja Agit Prop (teatro de agitación y
minación aplicada a una serie de de A. de Musset, Manfred, de By- televisión, etc., con el fin de com propaganda, montado después
grupos teatrales surgidos en Es ron, etc. petir con esos medios. Cree, por del triunfo de la revolución rusa
paña en la década de los años se Teatro de marionetas. Véase el contrario, que se puede recu de 1917), el teatro proletario
senta y comienzos de los setenta MARIONETAS. perar la teatralidad de la repre (1920-1921), el teatro del pue
del siglo xx, preocupados por Teatro de parábola. Denomi sentación dramática con pobreza blo (1924-1927) y el teatro políti
crear un teatro innovador y de nación que engloba una serie de medios: prescindir de la dico co (1929), dirigidos por E. Pisca-
exigente calidad artística, al mar de obras de dramaturgos como tomía tradicional escenario-pú tor durante las fechas indicadas, e
gen de las salas comerciales, abier M. Frisch y F. Dürrenmatt en las blico (hay puestas en escena en igualmente las piezas de B. Brecht
to a las jóvenes generaciones, que se representan diversos con las que los actores pueden actuar conocidas como Lherstiick (La
principalmente estudiantes y tra flictos humanos a través de una entre los espectadores), abando decisión, 1930; La madre, 1932,
bajadores. Preocupados por lo trama frecuentemente grotesca, nar los efectos de luces, suprimir etc.) o su obra Terror y miseria del
grar una rigurosa capacitación aunque coherente, y que consti el maquillaje (el actor puede Tercer Reich (1938), el Groupe Oc-
profesional de los actores, crean tuye una especie de ejemplo dra cambiar de tipo, de carácter,"de tobre de los franceses Pierre y Jac-
sus escuelas de formación, donde matizado del que se deriva una silueta «usando sólo su cuerpo y ques Prévert, el teatro de guerrilla
se imparten cursos y se realizan idea moral; no obstante, sus au su oficio») y el vestuario específi de R. Alberti y M.a Teresa León,
tareas de investigación de técni tores insisten en que está ausente co y lujoso, que es suplantado así como una parte de la produc
cas, lenguaje teatral, puesta en un explícito fin moralizador. Las por trajes «sin valor autónomo», ción dramática de J.-P. Sartre,
escena, etc. Entre los numerosos obras de Dürrenmatt presentan, que encuentran su sentido en re J. Osborne, S. O’Casey, P. Weiss,
grupos surgidos a partir de los en su visión parabólica, una crí lación con las funciones del ac etc. De los autores mencionados,
años sesenta cabe recordar Aque tica de ciertas actitudes humanas tor. Se prescinde igualmente de la es E. Piscator quien ha formulado
larre, Els Comediants, Els Jo- y comportamientos sociales, co música que no haya sido produ de la manera más tajante su con
glars, El Tricicle, La Abadía, La mo el de la corrupción moral, cida por los mismos actores. La cepción política del teatro en su
Cuadra, La fura deis baus, Los provocada por el dinero (La visi representación se funda definiti obra titulada, precisamente, Tea
goliardos, etc. ta de la vieja dama), el de la re vamente en lo que es esencial al tro político: «Nosotros no conce
Teatro japonés. Véanse jOru- ducción de la libertad humana en teatro: el actor, que, al entregarse bimos el teatro tan sólo como el
RI, KABUKI yKYOGEN. un Estado rígidamente jerarqui totalmente a su cometido, me espejo de una época, sino como
Teatro leído. Con esta expre zado (Frank V), el de la responsa diante una técnica del «trance», el medio de transformar esa épo
sión se alude a la función asigna bilidad moral de los científicos es capaz de integrar todas sus po ca». Véase: teatro documen
da por el autor de un texto dra (Losfísicos), etc. tencias psíquicas y corporales. El tal.
mático a la recepción del mismo Teatro pobre. Título aplicado teatro tiende a recuperar, de esta Teatro simbolista. Véase sim
por el público espectador o lec a un modelo de representación forma, el sentido ritual primige bolismo.
tor. En este sentido, parece que teatral, creada por el director po nio de descubrimiento de lo hu Teatro en el teatro. Véase me
determinados textos fueron con laco J. Grotowski, que en el Insti mano, de vuelta a las «raíces» del tate ATRO.
cebidos por su autor para ser leí tuto de la Investigación del Actor «alma mítica» en el buceo de los Teatro de títeres. Véase títe
dos, p. e., la obra dramática de (Wroclaw, 1965) trata de llegar a mitos y arquetipos primordiales. res.
TEATRO TOTAL 504 505 TEORÍA DE LA LITERATURA
Teatro total. Expresión utiliza detrás de la embocadura, mien el contenido inicial y prevalente literatura comparada. Históri
da por W. Gropius (Totaltheater) tras se representan delante breves de la información, mientras rema camente, dicha disciplinaba sido
para referirse al intento de abar escenas episódicas y permite mu es cada añadido o desarrollo su conocida con otras denominacio
car, en la obra teatral, la realidad, dar, a su espalda, la decoración» cesivo» (C. Segre). nes, como poética, crítica litera
no ya en sus aspectos parciales, (DRAE), Temporalización. Término uti ria, ciencia de la literatura, etc.
sino en «su totalidad». Para ello Tema. Término utilizado con lizado en narratología para alu Sin embargo, este último mar
se pretende representarla desde diversas acepciones, según las dir al proceso de transformación, bete se reserva en la actualidad
distintas perspectivas y medios diferentes corrientes de crítica li en un relato, del tiempo de la his para designar el conjunto de ra
en una escena en la que conver teraria. En una concepción tradi toria en el tiempo del discurso, de mas aludidas al principio. Entre
jan, en una fusión homogénea, cional, basada fundamentalmen acuerdo con los principios del or ellas existen claras diferencias en
todas las artes (pintura, escultu te en el análisis de los contenidos den temporal y del ritmo narrati cuanto a su objeto formal; el ob
ra, arquitectura, música, litera de un texto, se entiende por tema vo. Véanse: analepsis, prolep- jeto material de todas ellas lo
tura), en la línea délo auspiciado la idea central en torno a la que SIS/TIEMPO. constituyen los textos literarios.
ya en su tiempo por R. Wagner. gira un poema, relato u obra dra Tensó. Véase’TENSóN. Por lo que se refiere a la teoría de
Es también la idea del «espec mática: p. e., la idea del desenga Tensón. Término relacionado la literatura, su objeto formal es
táculo integral» de A. Artaud, el ño sería tema central en una serie con el francés arcaico tendón (en la reflexión teórica sobre el siste
cual matiza, no obstante, que de obras del Barroco; otros temas latín existe con-tentio: disputa, ma de aspectos constantes y es
el teatro no debe confundirse en básicos serían el amor, los celos, certamen) y con tensó, palabra pecíficos de dichos textos. Su
ningún momento «con la músi la caducidad del tiempo, la muer con la que se denomina una com función es básica con respecto al
ca, la pantomima o el baile, y en te, etc. En literatura comparada posición poética provenzal con conjunto de los estudios litera
particular con la literatura». Este se aplica dicho término para de cebida en forma de controversia. rios, y su cometido es establecer
teatro total exigiría, a juicio de signar determinados mitos, ideas Ésta se desarrolla entre dos tro los fundamentos teóricos de la
J. L. Barraull, que el conjunto del o motivos que reaparecen en di vadores, los cuales defienden cada ciencia de la literatura y, en con
dispositivo escénico (decorado, versas culturas: el tema del cai- uno su propia opinión en estro creto, construir un metalengua-
utilería, iluminación, música, nismo, del descenso a los infier fas alternas. La temática de estos je-¿ partir del cual sea posible es
ruidos) se humanice y «llegue a nos, el mito de Prometeo, etc. poemas es muy variada (aunque tudiar con rigor cualquiera de
servir al teatro en su totalidad». Para ciertos formalistas, tema es predomina lo relacionado con el las cuestiones que se formulen
Véanse: teatro de la cruel la «unidad significativa mínima, amor), lo mismo que el tono, que en las mencionadas ramas de di
dad y'teatro POBRE. reiterada a lo largo de una obra» puede ser en unos casos idealista cha ciencia.
Telón. Gran lienzo que en las sa (B. Tomachevski); un rasgo esen o espiritual y en otros incluso La creación de este metalengua-
las de teatro cierra la embocadu cial del tema es que constituye un obsceno: p. e., qué partes del cuer je ha sido obra de sucesivas ge
ra (telón de boca) del escenario; sistema global que hace inteligi po de la mujer resultan más exci neraciones a partir de la cultura
se levanta al comenzar la repre bles los significados de una obra. tantes. Relacionada con la tensó griega y, en especial, desde la Po
sentación y se baja al terminar, En semiótica se habla de *rema provenzal y con el *partimen está ética de Aristóteles, cuya impor
ocultando así la escena durante como concepto complementario la ^recuesta castellana del siglo xv. tancia es fundamental en la gé
los entreactos. Se denomina telón de tema. Si tema es el sujeto del Teoría de la literatura. Es una nesis de esta ciencia, ya que en
de foro, o de fondo, al que cierra enunciado o del discurso, aquel de las cuatro ramas en las que se dicha obra se abordan varias de
la escena formando el frente de la de quien se habla, rema sería la divide la ciencia de la literatura: las cuestiones que siguen ocu
decoración. El telón corto es «el información que se aporta de teoría de la literatura, crítica lite pando la atención de los estu
que se coloca inmediatamente nuevo sobre ese sujeto. «Tema es raria, historia de la literatura y diosos: el concepto de poesía y
TERCERILLA 506 507 TESTIMONIO DE ERRATAS
de lengua poética, la diversidad tribillo o también como intro C se cantará de ti por todo el mente, en torno a Valle-lnclán, a
del lenguaje artístico en verso y ducción de alguna composición [mundo, F. García Lorca y A. Rodríguez
en prosa, la noción, naturaleza, poética; así ocurre en la Serrani D que en cuanto se discurre, Moñino en el Café de Lyon y la
objeto y modos de la mimesis, el lla de Bores: [nunca visto que pudiera considerarse como
concepto, origen y criterios de C de tus años jamás otro segun- prototipo, la del Café de Pombo,
diferenciación de los géneros li «Motílela de Bores [do [...]». animada por Gómez de la Serna.
terarios, definición y análisis de allá do lo lama Véanse: academia e institu
la estructura y funciones de la púsome en amores...». (Garcilaso de la Vega) ción LITERARIA.
tragedia, de la epopeya, come (Marqués de Santillana) Tesis. Término de origen griego
dia, etc. Sobre la pervivencia de Una variante de dicha estrofa es (de tizemi: exponer) utilizado en
esta teoría literaria en Roma, las Tercerillo o tercetillo. Véase el llamado tercerillo o tercetillo, dicha lengua, tanto en filosofía
interferencias entre poética y re TERCETO. que es un terceto en versos de (con el sentido de «afirmación»,
tórica en la cultura grecolatina, Terceto. Estrofa de tres ver arte menor. La rima puede ser de exposición de doctrina y de
su posterior fusión en la deno sos, generalmente endecasílabos, consonante o asonante. punto de partida del silogismo
minada «poetria» medieval, el que, en una serie encadenada, ri Tercia rima. O terza rima. Véa en el que se basa una demostra
redescubrimiento de la obra de man en consonante el primero se terceto. ción) como en teoría literaria,
Aristóteles en el Renacimiento y con el tercero y el segundo con el Tertulia. Reunión periódica de para designar el descenso rítmi
sus múltiples comentarios, la primer verso del terceto siguien personas en torno a algún escri co o tiempo fuerte de un pie mé
adhesión de los neoclásicos te. Ésta es la forma que tenía ori tor o escritores, en su domicilio, trico. En la literatura del siglo xix
a esa tradición aristotélica y ho- ginalmente la tercia rima italia en un café o en el marco de una se produce un tipo de novelas a
raciana, puede consultarse en na, que aparece en la Divina institución pública, para tratar las que se califica como «de ten
poética. Sobre la renovación de Comedia de Dante y que Boscán de temas culturales, especialmen dencia» o de tesis, en las que el
la teoría literaria en el transcur introduce en España en dos epís te estéticos y literarios. Dejando compromiso con una ideología
so del siglo xx, se remite nueva tolas. Garcilaso de la Vega utiliza aparte las academias del Siglo de religiosa, moral o política condi
mente al lector a los ar dicha estrofa en dos elegías. El si Oro, desde el siglo xviii hay ciona la configuración de las mis
tículos sobre “poética, “'ciencia guiente fragmento corresponde constancia de este tipo de reu mas en su estructura, creación de
de la literatura y “neorretórica. al final de su elegía primera: niones periódicas entre escrito personajes y concepción estética
Véanse además: crítica lite res: recuérdense la de N. Fernán global, p. e., Doña Perfecta, de
raria, HISTORIA DE LA LITERA A «Yo te prometo, amigo, que dez de Moratín, T. de Iriarte, B. Pérez Galdós; De tal palo, tal
TURA, LITERATURA COMPARA [entretanto J. Cadalso, etc., en La Fonda-de astilla, de J. M.“ de Pereda, El es
DA y NARRATOLOGÍA. B que el sol al mundo alumbre y San Sebastián, o las de El Pama- cándalo, de P. A. de Alarcón, etc.
Tercerilla. Estrofa de tres ver [que la escura sillo en el Café del Príncipe (don Testimonio de erratas. Re
sos de arte menor que puede A noche cubra la tierra con su de se reunían R. de Mesonero quisito previo a la autorización
presentar diferentes formas de [manto, Romanos, Bretón, Espronceda, del Consejo Real para publicar
estructura métrica (aba; abb; B y en tanto que los peces la Gil de Zárate, M. J. de Larra, un libro en el Siglo de Oro. Con
etc.) y de rima: consonante o [hondura etc.), o, ya en el siglo xx, la del sistía en la presentación de dos
asonante. Lo mismo que el terce C húmida habitarán del mar Gato Negro (iniciada por J. Bena- ejemplares editados, junto con el
to, puede aparecer en estrofas [profundo vente), la de la Revista de Occi texto original (examinado, ante
encadenadas. A veces, la terce B y las fieras del monte la espe- . dente (promovida por J. Ortega y riormente), para comprobar la
rilla ha sido utilizada como es [sura, Gasset), las surgidas, sucesiva completa coincidencia, lo que su
Tl-TRADECASÍLABO 508 509 TEXTO
ponía que se habían incluido las la Historia Troyana y en pies que mando un «tejido» verbal. En la léxica, etc.) y la iteratividad de
enmiendas exigidas. Véase, como brados de poemas del Libro de lingüística contemporánea se con las "‘isotopías, tanto gramaticales
ejemplo, el testimonio de erratas Buen Amor, y pervive hasta el si sidera el texto como un enuncia como semánticas, harían posible
que aparece antes de la primera glo xx, Ejemplo: do coherente, de extensión varia la cohesión y progresión de un
parte de El Quijote: ble, oral o escrito, al que se ha texto.
«Veinte presas definido como «una secuencia de Aunque el término «texto» con
«Este libro no tiene cosa digna hemos hecho frases y de sintagmas ligados que viene tanto al discurso oral como
que no corresponda a su original; a despecho progresa hacia un fin» (D. Slak- al escrito, cuando se trata de un
en testimonio de lo haber correc del inglés [...]». ta). Algunos lingüistas han to texto literario se piensa funda
to, di esta fee. En el Colegio de la mado ciertos conceptos de la mentalmente en la modalidad de
(Espronceda)
Madre de Dios de los Teólogos de retórica para explicar los meca la escritura. Esta característica
la Universidad de Alcalá, en pri Tetrástico. Término de origen nismos de ensamblaje y progre del texto literario implica una
mero de diciembre de 1604 años». griego (teatrastijos: de cuatro fi sión del discurso o texto, p. e., la peculiaridad en el plano de la co
(El Licenciado Francisco Murcia las) con el que se designa la estro "anáfora-(reiteración, a lo largo municación: emisor y destinata
déla Llana) fa de cuatro versos alejandrinos, de un texto, no sólo de palabras, rio no son interlocutores inprae-
característica del *Mester de Cle sino también de personajes, ac sentia. Esto supone que el autor
Tetradecasílabo. Verso de ca recía, más frecuentemente deno ciones y objetos interrelaciona emite su mensaje sin saber quién
torce sílabas. Fue utilizado origi minada * cuaderna vía o *tetrás- dos a través de formas deícticas), va a ser su destinatario, y éste
nalmente en los poemas del Mes- trofo monorrimo. la "recurrencia, "correferencia desconoce el contexto en el que el
ter de Clerecía. A este verso se le Tetrástrofo. Expresión formu (presencia de un referente co emisor ha redactado ese mensa
denominaba también * alejandri lada por cuatro voces de origen mún a varias palabras), sinóni je. Esta circunstancia obliga al
no, posiblemente por ser el verso griego (tetra-strophos: cuatro cuer mos, paráfrasis, así como la con emisor a sugerir en la obra una
empleado en el poema francés das, y monos-rhytmos: de un úni tigüidad léxica y semántica. En serie de referencias al contexto en
del siglo xn Román d' Alexan- co ritmo, o rima) con la que se cuanto a la progresión del texto, el que se ha generado para que el
dre, cuyo tema, vida de Alejandro denomina una estrofa peculiar cada frase o enunciado comporta texto logre su autonomía. El re
Magno, reaparece en el español del *Mester de Clerecía, conoci un material informativo o *tema ceptor habrá de reconstruir por
Libro deAlexandre (s. xm). da también como cuaderna vía, (relativo a personas, objetos, sí mismo el contexto e interpre
El alejandrino presenta, según que está compuesta por cuatro acontecimientos) ya desarrolla tar el mensaje de acuerdo con las
T. Navarro Tomás, las siguientes versos de catorce sílabas, o ale do anteriormente, a la vez que pautas sugeridas por el emisor
modalidades: trocaica (con acen jandrinos, que llevan una misma suministra un nuevo aporte in para facilitar la función decodifi
to en 2.a y 6.a sílabas de cada he rima consonante. Véase: cua formativo, "zemíi. Todo texto pro cadora de la lectura. La diferente
mistiquio), dactilica (con acen derna vía. gresaría en virtud de esa alter posición del emisor hacia los
tos en 3.a y 6.a), mixto (acentuado Texto. Término de origen latino nancia de temas y remas: el rema destinatarios y de éstos hacia el
en 1.a y 6.a) y polirrítmica, cuan (textus: tejido) con el que se de de la primera frase o enunciado mensaje, así como la diversa fina
do se combinan los modelos men signa tanto el soporte material constituiría el tema de la segun lidad del mensaje textual y la va
cionados. Véase: cuaderna vía. donde se plasma el contenido de da, y así sucesivamente. En este riación de la relación entre texto
Tetralogía. Véase trilogía. un mensaje (manuscrito o volu sentido, la sintaxis (pronombres, y contexto, estarían en la base de
Tetrasílabo. Verso de cuatro sí men impreso) como el mensaje artículos, sucesión de tiempos los distintos tipos de textos: no
labas con acento obligatorio en la mismo cuyos componentes léxi verbales, etc.), el léxico (recurren vela, poemas líricos, épicos, cuen
tercera. Comienza a usarse en cos están interconexionados for cia, correferencia, contigüidad tos, dramas, etc. Otro tanto ocu
TEXTURA 510 511 TITERES
rre con los géneros y subgéneros, lación de los distintos niveles relatar esa historia. Véanse: flash Títeres. Término con el que se
cuya elección determina la forma constitutivos de un texto), ma- BACK, PROLEPSIS y RETROSPEC designan unas figurillas de ma
del mensaje en el acto de su crea crotexto (conjunto de textos par CION . dera, cartón o pasta que se mue
ción o emisión e influye en la cial o totalmente autónomos que Timbre. Es una de las cualida ven, manipuladas, en un peque
coherencia interna del texto, ba se agrupan en un texto más am des esenciales del sonido articu ño escenario. Los tipos de títeres
sada en la correlación de argu plio: p. e., el Cancionero, de Pe lado: tono, timbre, cantidad e in más utilizados desde la Edad Me
mento, género y procedimientos trarca; El Conde Lucanor, de Don tensidad. El timbre es el matiz dia son los llamados de hilos o
lingüísticos y estilísticos. Esta co Juan Manuel), etc. Véanse: con característico de un sonido, que cuerdas (muñecos suspendidos
herencia interna implica, a su texto, INTERTEXTUAL, LINGÜÍS puede ser agudo o grave según la de hilos que, unidos a la cabeza,
vez, una estructuración del texto TICA DEL TEXTO y MACROTEXTO. altura de la nota que corresponde hombros, manos y rodillas, van a
en diferentes estratos o niveles Textura. Véase new criticism. a su resonador predominante. parar a las manos del titiritero,
caracterizados por una función Tiempo. Categoría abstracta Tipo. Personaje que reúne un que dirige los movimientos de di
específica en relación con el con relativa a la duración, sucesión y. conjunto de rasgos físicos, psico chos muñecos) y los de guante
junto de la obra. De estos niveles, orden de los fenómenos. Es un lógicos y morales prefijados y re (figura formada por un armazón
unos (fonológico, morfológico y concepto fundamental en teoría conocidos por los lectores o el de tela al que se sujetan la cabeza
sintáctico) pertenecen al plano literaria sin el cual un drama o público espectador como pecu y las manos, en cuyo interior se
del discurso, y otros (enunciati un relato narrativo serían in liares de un «rol» ya conformado dejan unos orificios por los que
vo, semántico y simbólico) a los comprensibles. Ahora bien, el por la tradición. El tipo encarna se introduce, a modo de guante,
contenidos de ese discurso. tiempo en que se desarrollan las figuras representativas de grupos la mano del titiritero, que dirige
En torno al concepto de texto la vidas de ficción de unos perso sociales reducidos, a los que se los movimientos del muñeco, ac
crítica ha acuñado una serie de najes es distinto del cronológico, caracteriza por un rasgo psicoló- tivando la cabeza con el índice y
términos complementarios, tales en el que suceden los fenómenos ' gico o moral (p. e., el avaro, el se las dos manos con el pulgar y el
como antetexto (el conjunto de de la realidad. Por ser un tiempo ductor), una actividad (el bulde- medio). A veces el muñeco lleva
materiales que preceden a la re «creado», el autor de un relato ro, el aguador) o un medio social una cachiporra en una mano; de
dacción definitiva de una obra: puede manipularlo a su arbitrio. (el picaro, el bandido), etc. ahí su nombre de títeres <le cachi
esbozos, primeras copias, sucesi Una misma historia de ficción Tirada. Serie indefinida de ver porra o también Cristobitas (p. e.,
vas redacciones, etc.),pretexto (el puede ser contada en diferentes sos de medida variable que man en las piezas para el teatro de gui
texto es un mensaje que adquiere tiempos; en presente, en pasado, tienen una misma rima asonan ñol, de F. García Lorca). En los Si
su plena significación en la lectu adelantando acontecimientos, te. En los cantares de gesta se glos de Oro hay constancia de que
ra autónoma del destinatario: así volviendo en flash back sobre suceden tiradas de versos de di en los teatros ambulantes funcio
el texto se convierte en un pre unas experiencias remotas, etc., versa extensión, y su inicio y final naban retablillos con títeres de
texto), contexto (circunstancias y es que en un relato se pueden se reconocen por el cambio de guante y de hilos. Cervantes se
socioculturales y código de refe distinguir dos formas de orga rima con respecto a la serie an hace eco de estos teatros de títeres
rencias artísticas y literarias que nización del tiempo: el de la ★fá terior y posterior. Este cambio de en El Retablo de las Maravillas
condicionan la creación del tex bula, o tiempo de la historia (el rima suele producirse cuando y en El Quijote. El retablo de tí
to), intertexto (conjunto de citas, orden cronológico en que suce varía el contenido, los personajes teres pervive a lo largo de los si
fórmulas, rasgos estilísticos que dieron los acontecimientos de que intervienen o el espacio en glos xvm y xix. En el siglo xx
relacionan al texto con otros tex esa historia), y el de la ★trama o que se desarrolla la acción del re esta expresión dramática popular
tos o modelos literarios de los tiempo del discurso: el orden en lato. es recogida por grandes auto
que depende), intratexto (interre el que el narrador los presenta al Tirana. Véase redondilla. res como Valle-Inclán en su tea
TÍTULO 512 513 TRADICIÓN
tro esperpéntico (Los cuernos de «Lajeri aprenderá gonza siguien que en ocasiones suplanta): asun disminuye la frecuencia, asciende
don Friolera y los «melodramas te» (jerigonza). tos relativos a ambientes popula o desciende el tono. Se llama en
para marionetas»; La rosa de pa res, preferentemente madrileños. tonación a la línea de altura musi
(Quevedo)
pel y La cabeza del Bautista) y Están escritas en verso, con es cal determinada por la serie de
García Lorca en sus farsas para Tonadilla. Canción popular, de trofas pertenecientes a la tradi sonidos sucesivos que componen
guiñol: Retablillo de don Cristóbal métrica variable y asunto ligero ción popular: copla, seguidilla y un grupo fónico. Esta entonación
y Tragicomedia de don Cristóbal y y desenfadado, que tiene cierto romance. Entre sus cultivadores puede ser ascendente (anticaden
la señó Rosita. Véase guiñol. auge en el siglo xviii. Testimo figuran Ramón de la Cruz (La gi cia) o descendente cadencia),
Título. Palabra o frase con la nios de este tipo de composicio tana pastora, El cazador), Esteve aguda o grave, uniforme, etc. A la
que se denomina un texto, ma nes son las tonadillas anónimas (La dama del bueri gusto), Gue diferente elevación o descenso de
nuscrito o impreso, o cada una «El chasco del perro», «Los gita rrero, Misón, etc. la voz que se produce al final de la
de sus partes o divisiones. Apli nos» y «Los pastores amantes», a Tonema. Véase tono. emisión de un grupo fónico se
cado a una obra literaria, el título la que pertenece el siguiente sex Tónica (sílaba). VéaseTONO. denomina tonema.
cumple las funciones de identifi teto: Tónico. Se dice del acento meló En crítica literaria el término
cación, información sobre su con dico (característico, p. e., de la «tono» se ha puesto en relación
tenido y llamada de atención so « Arróyuelos, aves y flores, lengua griega), que consiste en con el estilo para significar la ac
bre su interés para los lectores. el objeto de mis amores, una elevación del tono de voz al titud que asume un escritor en el
Un título puede ser simple (Bo- mi Gabino, ¿dónde estará?, pronunciar la sílaba acentuada. tratamiento de un tema o la de un
marzo, de M. Mujica Lainez) o que al camino salí a buscarle Se da también la denominación narrador frente al relato y sus
compuesto de título y subtítulo y no pude verle ni hablarle, de tónico al acento de intensidad personajes. Así, un tema puede
(Fortunata y Jacinta, Dos histo ¿si otra senda tomado habrá?». (propio del español) que se tra ser tratado en tono grave o jo
rias de casadas, de B. Pérez Gal- duce en un mayor esfuerzo expi- coso, pesimista u optimista, ale
dós), de primer título y título se En el siglo xviii surge también ratorio y que recae sobre una de gre o desgarrado y patético; o un
cundario (Doña Rosita la soltera, con el nombre de tonadilla una terminada sílaba de una palabra. autor puede mirar a sus persona
o El lenguaje de las flores, de pieza teatral corta, a modo de A esta sílaba se la designa como jes en un tono benevolente y de
F. García Lorca), de primer títu entremés musical. Inicialmente sílaba tónica, mientras que a la simpatía o con distanciamiento
lo, título secundario y subtítulo eran canciones con estribillo de precedente se la llama protónica, irónico.
(Zadigoel destino, historia orien nominadas tonadillas escénicas, y a la que sigue, postónica. Véase: Topos. Véase lugar común.
tal, de Voltaire). con las que finalizaban los entre ACENTO. Tradición. Término de origen
Tmesis. Término griego (tmesis: meses o bailes entremesados en Tono. Término utilizado en inú latino (de trnederc: entregar, trans
corte, separación, parte), hereda dicho siglo. Con el tiempo, este sica (la medida riel intervalo entre mitir a la posteridad) utilizado
do de la retórica grecolatina, con tipo de tonadillas, dotadas de ar dos sonidos), en pintura (se habla en diversas acepciones: jurídica
el que se alude al hecho lingüísti gumento y orquestación propia, de tonos «calientes» o «fríos», se (transmisión de propiedad), teo
co y literario de la fragmentación adquieren autonomía y llegan a gún se acerque al color anaranja lógica (depósito de revelación,
de una palabra compuesta al in constituir un subgénero peen do o al azul) y en prosodia y confiado a la Iglesia) y literaria
tercalarse otra palabra entre los liar con una técnica de composi entonación (altura musical de un (conjunto de obras, temas, técni
elementos constituyentes de la ción y realización especializadas, sonido emitido por la voz hu cas expresivas y estilos de origen
primera o al mediar una pausa sobre todo en lo que se refiere al mana). El tono depende de la popular y culto que conforman el
métrica que la separa entre dos canto. Estas piezas presentan te frecuencia de vibraciones que pasado cultural en cuyo contexto
versos. Ejemplos: mas análogos a los del sainete (al produce el sonido: si aumenta o surge toda creación artística). En
TRADICIÓN DIPLOMÁTICA 514 515 TRAGEDIA
las más diversas culturas ha exis ceversa (traducción inversa). Es bargo, la primera obra conserva Rufo. Se conservan nueve trage
tido una tradición *oral, forma ta versión puede ser literal, si se da (los Persas, c. 472 a.C.) per dias de Séneca, escritas según el
da por creaciones de tipo popu atiene a la traducción rigurosa de tenece a Esquilo; en ella está ya modelo griego (Agamenón, Me-
lar, generalmente anónimas, y palabra por palabra, y libre, si diseñada, en lo esencial, la es dea, Edipo, etc.). Posiblemente
pertenecientes a los distintos gé se prima la búsqueda de mayor tructura de la tragedia. Sus ele estaban destinadas a la lectura.
neros que constituirán, más tar exactitud en la traslación del sen mentos básicos son los cantos co- Tras su desaparición en líl Edad
de, la tradición culta: coplas y tido sobre la fidelidad a la expre rales'ácómpañados de música y Medía, 13 tragedia resurgirá con
canciones líricas, leyendas épi sión lingüística del idioma tradu los diálogos recitados por lós ac vigor en el Renacimiento gracias
cas, baladas, cuentos, apólogos, cido. tores. Las partes fundamentales al conocimiento de las obras gre-
refranes, etc. Txaggdia. Término jde origen son: a) eVprologos, consistente en colatipas y a los comentaristas y
Tradición diplomática. Ex gjiegq_(tra^ps; macho cabrío, y un monólogo o diálogo que sirve críticos (Scaligero, Costelvestro,
presión con la que se designa el odé: canción) con el que, origi de iniciación al espectáculo tea etc.) que forniulan una teoría dra
«conjunto de manuscritos o im nalmente, se denominaba el can tral, antes del ingreso, del coro, y mática sóbre la tragedia, concor
presos que han transmitido hasta to ejecutado por un coro al sacri en el que se podía esbozar el ar de con la normativa clásica. Los
nosotros un texto literario (tradi ficar el macho cabrío a Dioniso. gumento de la obra; b) la paro- principios reguladores de la tra
ción directa), así como de sus Posteriormente, dicho término dos, o canto entonado por el co gedia renacentista son: se desa
fuentes literarias, sus traduccio se utiliza para designar la repre ro mientras entra en la escena; rrolla en cincp actos; la acción
nes a otras lenguas, comentarios, sentación dramática de úna ac c) los epeisodia, cuadros o es comienza felizmente y termina
alusiones, citas, imitaciones, pa ción grave (su protagonista su cenas representadas por los acto en desgracia; se respetan las tres
rodias, etc., que puedan ayudar cumbe fatalmente a un destino res; d) los stasinia, cantos realiza unidades: acción, tiempo y lugar;
de algún modo a fijar el citado aciago) en la que intervienen per dos por el coro desde la orchestra; por ley del decoro, serán protago
texto (tradición indirecta)» (F. Lá sonajes nobles (dioses, héroes, re señalan el final de cada episodio nistas de la tragedia dioses, reyes
zaro Carreter). Cuando se prepa yes, etc.) y de la que se sigue un y, normalmente, aluden a la si y alta nobleza, y en su lenguaje
ra la edición crítica de un texto, la efecto purificador en los especta tuación creada en escena en el aparecerá el estilo sublime (verso
primera tarea es, precisamente, dores. transcurso del episodio anterior; largo, elocución elevada); los te
reunir todo ese material con el El origen de la tragedia es ritual: e) el éxodos o salida: escena con la mas serán sacados de la realidad
fin de poder restaurar el texto inicialmente aparece vinculada que finaliza la tragedia. La acción histórica o mitológicos; promo
original de una obra o acercarse al ditirambo, poema cantado por dramática se desarrolla en tres verá en los espectadores los sen
a él lo más posible, partiendo de un coroy un solista en las fiestasj fases: *prótasis o planteamiento, timientos de piedad y temor.
los elementos proporcionados de Dionisq. Con Tespis el solista *epítasis o tensión y * catástrofe o Con absoluto respeto a estas nor
por la mencionada tradición di se convierte en un primer actor, desenlace. En cuanto a los temas, mas surgirá en Francia, desde
plomática: es lo que se conoce al que Esquilo añadirá un segun la mayor parte de las obras pre mediados del siglo xvi, un movi
con el nombre de recensión. Vé do y Sófocles un tercero, con lo sentan argumentos basados en miento creador de tragedias del
anse: AUTÓGRAFO, EDICIÓN, MA que se configura el cuadro.de los mitos. que son grandes autores Cornei-
NUSCRITO y STEMMA. tres papeles principales de la re En Roma el introductor dé la tra lle (Medea y Le Cid) y Racine
Traducción. Es la versión de presentación dramática: prota gedia griega, mediante adapta (Andrómaca, Berenicey Atalía).
una comunicación oral o de un gonista, deuteragonista y tritago- ciones, es. Livio Andrónico (s. m En cuanto a la estructura y temá
texto escrito desde una lengua nista., Tespis obtuvo el premio a a.C.).’ Dos obras que merecieron tica de dicha tragedia, el modelo
extranjera hasta la propia del tra su trilogía de tragedias en las fies el elogio de Quintiliano son Me- figura ya en Cleopatra cautiva:
ductor (traducción directa) o vi tas dionisias del 533 a.C. Sin em dea, de Ovidio, y Tiestes, de Vario cinco actos, presencia del coro,
TRÁGICO 516 517 TRAMA
que interviene al final de cada rnuno, etc. Para Hegel, lo trágico y literaria de dicha categoría: lo estamentos sociales (nobleza y
acto y, a veces, en diálogo con consiste en que «en un conflicto trágico sobreviene como fruto de pueblo) y de diversos niveles de
los personajes, alternancia de las dos partes contrapuestas ten un conflicto insoluble e insos lenguaje: el culto o elevado de los
escenas con relatos y fragmen gan razón, pero que no puedan layable que ocurre fatalmente personajes aristocráticos y el co
tos lí-ricos, temas de la antigüe alcanzar el verdadero contenido cuando el héroe se enfrenta, a loquial de los estratos populares.
dad grecolatina, de la Biblia y de su finalidad sino negando e hi través de sus acciones, con la di La tragicomedia es cultivada en
contemporáneos. riendo a la otra fuerza, que tam vinidad, encarnada en unos prin los siglos xviii y xix por el Sturm
En el Sturm und Draw^(Schiller) bién tiene los mismos derechos, y cipios morales o religiosos. El und Drang (Goethe) y por el dra
y en el Romanticismo (V. Hugo) de este modo se hacen culpables héroe contraviene ese orden su ma burgués y romántico y, en la
la tragedia goza de una gran aco en su moralidad y por esta misma perior, no por un pecado moral etapa contemporánea, por auto
gida. Desde finales del siglo xixy moralidad». Para Nietzsche, el sino por un error inevitable. En res como Ionesco, Dürrenmatt,
a lo largo del siglo xx ha seguido sentido trágico de los griegos ese enfrentamiento fatal, el héroe C. Arniches («tragicomedia gro
vigente en diferentes formas y consistiría en el deseo de volver a acepta con dignidad su destino tesca»: La señorita de Trevélez),
concepciones, por obra de auto lo primigenio y de purificarse de aciago y su-cumbe afirmando su etc. Véanse: comedia, drama,
res tan diversos como H. Ibsen, la grari falta o pecado de la exis propia libertad, al tiempo que se TRAGEDIA y TRÁGICO.
E. O’Neill, L. Pirandello, J. Gi- tencia, que es la individualidad. reconcilia con la moral suprema Traiectio. Interposición de una
raudoux, J.-P. Sartre, A. Miller, El hombre, al aceptar el destino, en beneficio de la colectividad. o más palabras entre otras dos
S. Beckett, E. Ionesco, etc. lograría una sensación de pleni De esta manera, su muerte pro vinculadas entre sí por el sentido
En la literatura española mere tud vital. La tragedia es una reali duce en él una sublimación y en o por su relación sintáctica nor
cen destacarse la Tragedia de San dad confortante para los caracte los espectadores una catarsis o mal. Ejemplo:
Hermenegildo, obra anónima del res y las épocas fuertes que son purificación moral y una libera
siglo xvi, La Numancia de Cer capaces de enfrentarse al dolor y ción espiritual que se manifiesta «... por manos de Vulcano artifi
vantes, El caballero de Olmedo, convertirlo en causa de placer. en un doble sentimiento: de pie ciosas».
de Lope de Vega, La dama del Unamuno proyecta el concepto dad y de terror. Véanse: catar
(Garcilaso de la Vega)
aire, de Calderón, y, ya en el si de lo trágico sobre la existencia sis, DRAMA, HAMARTÍA, TRAGE
glo xx, Bodas de sangre, Yerma concreta de cada hombre: su tra DIA y TRAGICOMEDIA. Trama. Término utilizado en na-
y La casa de Bernarda Alba, de gedia radicaría en la permanente Tragicomedia. Término utili rratología como opuesto a fábu
F. García Lorca. Véanse: catar lucha y tensión agónica entre la zado por Plauto en el Anfitrión la. Los formalistas rusos entien
sis, COMEDIA, DRAMA, EPISO razón y la fe, entre la razón y para designar una obra dramáti den por fábula el conjunto de
DIO, TRÁGICO y TRAGICOMEDIA. la esperanza. Lo trágico tendría ca en la que intervienen dioses y acontecimientos de una historia
Trágico. Categoría filosófica y es en él una raíz existencial de or seres humanos, compartiendo según el orden causal y temporal
tética que responde a una deter den religioso (fe en la inmortali sus vidas y sentimientos en un en el que, supuestamente, ocu
minada concepción de la existen dad, como creyente, y desespe tono de marcada comicidad. A rrieron. V. Sklovski y B. Toma-
cia humana y que se manifiesta ranza como hombre apoyado en partir del Renacimiento, resur chevski contraponen a este con
en distintas formas de expresión la razón) y psicológico: la lucha ge la tragicomedia en Italia (Ve- cepto el de trama o «intriga»
artística y literaria, una de las entre la autenticidad e inautenti rardi), Francia (Garnier), Espa (Sjuzet), que sería el relato de
cuales, primordial, es la tragedia. cidad, entre su deseo de unidad y ña (F. de Rojas, Lope de Vega) e esos acontecimientos en la forma
Como concepción filosófica ha la profunda escisión interior. Inglaterra. Como rasgos peculia en que el autor o el narrador se
sido abordada directamente por En la tragedia clásica aparece, res de estas obras figura la pre los presenta al lector en la obra.
Hegel, F. Nietzsche, M. de Una- además, una concepción estética sencia de personajes de diferentes Véase: fábula.
TRAMOYA 518 519 TRILOGÍA
Tramoya. Conjunto de máqui DECORADO, DIRECTOR DE ESCE muestras en la literatura heléni que espanta», A. Gómez Jaime);
nas e intrumentos con los que se NA, ESCENOGRAFÍA, TABLADO, ca, p. e., los trenos presentes en c) tridecasílabo compuesto de un
efectúan, durante la representa TELON y VESTUARIO. las tragedias, en los que se evoca hexasílabo y heptasílabo y con
ción teatral, los cambios de deco Transmisión textual. Véanse al héroe muerto o en desgracia. acentos en 2.a, 5.a, 8.a y 12.a («¿Sus
rado y los efectos especiales. La AUTÓGRAFO, CÓDICE, EDICIÓN, En la literatura bíblica existe un dioses? El miedo, / las sombras y
utilización déla tramoya aparece MANUSCRITO, STEMM A y TRADI tipo especial de treno en las llama la muerte», M. González Prada);
ya en el teatro grecolatino: se dis CIÓN DIPLOMÁTICA. das Lamentaciones de Jeremías, d) tridecasílabo ternario: forma
ponía de grúas para hacer posi Tremendismo. Término con el en las que se llora una desgracia do por tres núcleos tetrasilábicos
ble el ascenso o descenso de los que se designa una tendencia es pública sobrevenida al pueblo de más la sílaba final átona. Lleva
dioses (de ahíla expresión latina tética que se desarrolla, sobre Israel o se predice un futuro de acentos en la 4.a, 8.a y 12.a: «En el
*Deus ex machina), de placas que, todo, en la novela española de los sastre. jardín / hay un olor/ de primave
mediante percusión, simulaban años cuarenta del siglo xx y en la Tríada. Véase epodo. ra...» (E. González Martínez).
truenos y de antorchas que, mo que se percibe una especial cru Triángulo. Término utilizado Trilogía. Término de origen grie
vidas súbitamente, producián el deza en la presentación de la tra para designar la relación amoro go (Tri-logia, de treis-logos: tres
efecto del rayo, etc. La tramoya ma (recurrencia de situaciones sa entre dos mujeres y un hombre discursos o textos) con el que se
ha ido ganando en complejidad a violentas) y en el tratamiento de o entre una mujer y dos hombres. designaba en la Grecia clásica el
lo largo de la historia del teatro, y los personajes (frecuentemente Es un tema frecuente en la narra conjunto de tres tragedias presen
de ello son testimonio máquinas seres marginados, con taras físi tiva y teatro del siglo xix; en al tadas a concurso por los autores
como la araceli medieval (para cas o psíquicas, criminales, pros gunos casos, como en Madame que competían por conseguir el
elevar la estatua de la Virgen en el titutas, etc.) y del mismo lengua Bovary, de G. Flaubert, La Regen premio en los certámenes que se
Misterio de la Asunción), el bofe je, bronco y desgarrado. Estos ta, de Clarín, y Fortunata y Jacin celebraban en las Dionisias, fiestas
tón del Siglo de Oro (para levan rasgos estéticos podrían corres ta, de B. Pérez Galdós, el adulte en honor de Dioniso. Cada con
tar o hacer descender o desapare ponder a la amarga experiencia rio constituye el tema central y cursante presentaba, además de la
cer a los actores) o el pescante del vivida por sus autores durante la elemento dinamizador del relato. mencionada trilogía, un drama
siglo xviii (con el cometido de contienda civil, la cual habría con Tridecasílabo. Verso de trece sí satírico. Este conjunto de cuatro
trasladar a los actores en sus vue dicionado su manera de ver y labas, utilizado, sobre todo, por piezas fue denominado por los fi
los, apariciones y desaparicio presentar la realidad en el mundo los poetas modernistas, que pre lólogos alejandrinos tetralogía. De
nes) o la invención de la «caja de del arte: «El asco de lo presencia senta diversas modalidades según las diferentes trilogías que, según
truenos» en el teatro romántico, do y sufrido» explicaría ese «esti la estructura interna del mismo la tradición, fueron premiadas en
etc. Sin embargo, es en el siglo xx lo brutal», según advierte T. Bo- y la diferente distribución de sus estos concursos, se conserva la
cuando, con los adelantos de la rrás, escritor relacionado con acentos rítmicos. T. Navarro To Orestiada, de Esquilo, integrada
técnica, se incrementan las posi esta tendencia. Entre las novelas más distingue cuatro tipos: a) tri por Agamenón, Las Coéforasy Las
bilidades de innovación de la tra más representativas de dicha es decasílabo dactilico: lleva acentos Euniénides. Dicho término se uti
moya; mediante la introducción tética figura La familia de Pas en las sílabas 3.a, 6.a, 9.a y 12.a («Te liza en la actualidad para designar
del disco y foro giratorio, de apa cual Duarte (1942), de C. J. Cela. saludo si puro matizas las /lores», un conjunto de tres obras centra
ratos especiales para lograr efec Treno. Término de origen grie G. Gómez de Avellaneda); b) tri das en un mismo tema o persona
tos sonoros y de iluminación, de go (threnos: lamento) con el que decasílabo compuesto de un hep- je, ya se trate de textos narrativos o
recursos escenográficos deriva se designa un poema cantado en tasílabo y un hexasílabo, con acen dramáticos. En la literatura espa
dos de otras artes como el cine, el ceremonias individuales o pú tos en 2.a, 6.“, 9.a y 12.a («Las ñola, un novelista fecundo en tri
circo, la televisión, etc. Véanse: blicas; de él existen abundantes garras del salvaje / con /aria logías es P. Baroja.
trisílabo 520 521 TROVADOR
Trisílabo. Verso de tres sílabas, plazan más allá del campo con política, fácil de asimilar y trans es imitada en Alemania por los
con acento en la segunda. Es de es ceptual del término suplantado mitir. En ocasiones, respondían a Minnesinger, que utilizan tres ti
casa presencia en la poesía espa (metonimia) y, finalmente, otros auténticas campañas, que podían pos de poemas: *lied (canción)
ñola. Aparece como verso inde se producen por un «salto» de ser neutralizadas por otros tro leich (*lay) y Spruch (significa
pendiente a partir del siglo xvin. una «esfera semántica» a otra vadores al servicio de otros no sentencia, proverbio). La poesía
Ejemplo: (metáfora e ironía). bles. Otro tipo de poemas muy trovadoresca influye también en
Troqueo. Pie de la métrica gre- frecuentes en la literatura pro- los poetas de la corte de Sicilia,
«Tan dulce / suspira / la lira / que colatina constituido por una síla venzal son los debates, que pre los cuales, a su vez, van a incidir
hirió / en blando / concento / del ba larga seguida de otra breve sentan dos formas peculiares: la en los de Toscana, donde surgirá
viento / la voz». (-u). En la métrica española se tensó (diálogos sobre un tema, elDolceStilNovo.
(Espronceda) reconoce como ritmo trocaico al desarrollados con libertad) y el En España, el influjo provenzal se
que se produce en la sucesión al partimen ojoc partí, en el que se advierte en tres focos: Cataluña
Tropo. Termino procedente del ternante de sílaba tónica y átona. plantea un problema con dos po (donde poetas como Berenguer de
griego (tropos: cambio, vuelta) Ejemplo: «Sordo acento lúgubre» sibles soluciones: cada uno de Palou, Guillén de Berguedá y Cer-
con el que se designa en la retóri (Espronceda). fiende la contraria de su oponen verí escriben en lengua occitana),
ca clásica la sustitución de una Trovador. Término con el que te. Otras composiciones poéticas Castilla (la presencia de trovado
palabra o expresión por otra. La se designa en la literatura pro- son la pastorela (encuentro y diá res data de la época de Alfonso VII
lengua literaria presenta frecuen venzal al creador de canciones logo entre un caballero y una y tiene su apogeo en la de Alfon
temente ejemplos de utilización poéticas, que, además, compone pastora), el alba (poema de ena so X) y Galicia, cuya lengua será
de este recurso para la creación de la música de las mismas. Los tro morados que han de separarse al utilizada por los poetas castellanos
nuevos sentidos o asociaciones vadores eran, entre los siglos xu amanecer), etc. (p. e„ Alfonso X) en sus creaciones
de sentido gracias al cambio de y xiv, profesionales que vivían Esta poesía del sur de Francia líricas; por eso, las primeras mues
significación que se produce al en la corte al servicio de nobles o irradia pronto hacia el norte, tras de esta poesía trovadoresca
sustituir una palabra o expresión reyes y que, a su vez, contaban donde un grupo de poetas llama aparecen en gallego-portugués,
por otra que se relaciona con ella, con juglares líricos que recitaban dos trouvéres imitan a los pro- idioma en el que escriben desde
basándose en una semejanza o o cantaban sus poemas, respe venzales en cuanto a los temas y Martín Codax hasta Álvarez de
asociación entre los significados tando los textos creados por aqué en los modelos de poemas (chan- Villasandino. Véanse: alba, can
de las dos palabras o expresiones. llos. Entre los temas preferidos son, servantois), a los que añaden só, CANTIGA DE AMOR, CORTÉS
por estos escritores sobresale el otros de origen popular: ron- (poesía y amor cortés), par-
Entre los estudiosos de la retóri
del amor cortés (cantado en la deau, *rondel, *virelai, etc. A par timen, PASTORELA, SIRVENTÉS y
ca no hay unanimidad a la hora
cansó), seguido del tema políti tir de 1170 la poesía trovadoresca TENSÓN.
de precisar el número de tropos.
H. Lausberg los fija en diez, de co: los nobles tenían a su servicio
los cuales uno cae dentro del a estos poetas que, en caso nece
campo de la sinonimia (la meta- sario, los defendían con su plu
lepsis), otros se producen por des ma. El tipo de poema utilizado
plazamiento de límites, pero den en este cometido es el sirventés, a
tro de la esfera conceptual del través del cual se canalizan las
término sustituido (perífrasis, si diatribas satíricas contra los ene
nécdoque, antonomasia, énfasis, migos del señor. Estos poemas
litote e hipérbole), otros se des cantados servían de propaganda
523 ULTRAÍSMO
cual se rompe la continuidad del po en veinticuatro horas. Maggi contradictorios (B. Brecht). Véa aparte del mobiliario, decorado o
discurso, resaltando las «percep añadió la unidad de lugar (la ac se: ACCIÓN. indumentaria de los personajes.
ciones fragmentarias»; d) en el ción se ha de desarrollar en un Uso. Concepto relacionado con Se distingue entre utilería de esce
aspecto formal: supresión de ele único lugar, constituido por una el de *norma y que es utilizado na (cuantos objetos aparecen en
mentos «ornamentales»; desapa ciudad o una región de pequeña con frecuencia como criterio de el escenario, como complemento
rición de la rima y de ciertos extensión). Finalmente, Castel corrección lingüística en cuanto del decorado) y utilería de perso
valores retóricos y musicales y vetro, traductor y comentador de representa la utilización media o naje: los objetos o instrumentos
atención a los valores visuales la Poética (1570), elevó a regla normal que los hablantes hacen que llevan los personajes durante
y plásticos: los ultraístas relacio permanente la doctrina de las de su propia lengua. Se habla de la representación, p. e., la espada
nan la poesía con la pintura y la tres unidades. El teatro clásico lengua de uso o también de lengua de Rosaura o la medalla con el re
arquitectura, se entusiasman con francés observó dicha regla en coloquial para designar aquella trato de ésta que cuelga del cuello
el cubismo; de ahí su interés por obras de Racine y Corneille per modalidad lingüística que em de Astolfo en La vida es sueño;
imitar gráficamente los objetos fectamente logradas; no .obstan plean los hablantes de una lengua ambos objetos constituyen, ade
sugeridos en el poema por medio te, sin someterse al rigorismo en sus relaciones ordinarias. más, lo que se denomina utilería
de una presentación tipográfica dogmático exigido por los pre Utilería. Conjunto de objetos y enfática, por ser signos revelado
en la que juegan los espacios en ceptistas italianos. En el teatro útiles necesarios para la puesta en res de aspectos importantes de la
blanco, las alineaciones quebra español, los dramaturgos del xvi, escena de una obra dramática, intriga.
das, las ondulaciones y círculos y en la práctica, no observaron esa
otras figuras geométricas. regla, que fue explícitamente re
Unidades. Se denomina «regla chazada por los del xvn (por ve
de las tres unidades» a la norma rosimilitud y coherencia con la
tiva establecida por los comenta realidad «natural», según Lope
ristas italianos del Renacimiento de Vega) ,-salvo la unidad de ac
(Segni, Magni y Castelvetro), que, ción, aceptada normalmente en
interpretando erróneamente la la teoría y en la práctica. En el si
Poética de Aristóteles en este pun glo xvin la tragedia y la comedia
to, le atribuyeron la exigencia de neoclásicas seguirán la normati
unidad de acción, unidad de tiem va de las tres unidades. En El sí de
po y unidad de lugar como requi las niñas, L. Fernández de Mora-
sito de toda obra dramática. En tín cumple a la perfección dicha
realidad, Aristóteles sólo formu normativa.
ló expresamente la regla de la Con el Romanticismo se rompe
unidad de acción: las acciones se definitivamente con la preceptiva
cundarias estarán subordinadas clásica. El teatro contemporáneo
a la principal, deben comenzar al la ha hecho inviable desde el mo
principio de la obra y proseguir mento en'que ha disuelto la uni
hasta el desenlace y no pueden dad de conciencia del héroe
suprimirse sin que la acción prin (L. Pirandello, S. Beckett), base
cipal se torne inexplicable. Fue de la unidad de acción, que, a su
Segni quien fijó la unidad de tiem vez, se descompone en procesos
527 VERSICULO
cómputo silábico de la métrica irregular de los cantares de gesta 15 Antes de la noche / en Burgos cuentra su mayor cultivo en la
tradicional. Ejemplo: hasta la regular, predominante des del entró su carta [...]». poesía, tanto de tipo tradicional
de el Mester de Clerecía («a síla como cortesana y renacentista.
«El universo tiene sus bordes bas cuntadas») hasta el modernis La versificación libre se produce Temas de la tradición cortesana
[dentados mo. A partir del vanguardismo, la cuando los versos no están suje vertidos a lo divino son el de la
y es todo él de un color nuevo ra- versificación libre ha sido la más tos a rima, ni a cómputo silábico, caza de amor («tras de un amoro
[rísimo utilizada en la poesía del siglo xx. ni a una distribución regular de so lance», de San Juan de la Cruz),
de un ignorado nombre filatélico La versificación de la métrica sus acentos. Véase: versículo. el del pastor herido de amor, la
El universo tradicional está sujeta a una nor La nota común en todas estas oposición «muerte-vida», etc.
quiso besar a Dios mativa muy precisa, basada en el modalidades de versificación es Verso. Palabra o conjunto de pa
y al cruzarse un vuelo de ángeles cómputo silábico, la distribución el ritmo interior que debe conse labras cuya distribución produce
se quedó pegado en la mejilla regular de los acentos y la rima. guirse en todo poema, ritmo que un efecto rítmico; dicho conjun
del más lento Según esto, se habla de versifi en la versificación tradicional to va delimitado entre dos pausas
el de las alas en cresta de fuego...». cación regular cuando un poe castellana se funda en recurren métricas y, al ser transcrito, ocu
(G. Diego) ma está compuesto por versos cias fónicas, mientras que en la pa una línea, distinta del resto de
de igual número de sílabas o versificación libre se obtiene a la serie de versos que constitu
Este tipo de verso responde al de bien por una combinación de través de las simetrías concep yen la estrofa o el poema:
seo de dar rienda suelta a la ins versos largos con sus quebrados tuales y la reiteración de palabras
piración poética, al margen de correspondientes, distribuidos y estructuras sintácticas, parale HA «Enhiesto surtidor de som
las normas métricas que pudie según un esquema prefijado. lismos, etc. (recursos que tam bra y sueño/
ran aprisionarla. Véase: lira. bién aparecen en la tradicional). 11B que acongojas el cielo con tu
El verso libre mantiene de la mé La versificación irregular es aque Véanse: métrica, pie, versícu lanza./
trica anterior un elemento clave lla que carece de regularidad silá lo y verso. 1 IB Chorro que a las estrellas
que le da consistencia: el ritmo, bica. Esto ocurre en los poemas Versión a lo divino. Expresión casi alcanza /
no basado en la regularidad fó del Mester de Juglaría y en algu con la que se designa un fenóme 11A devanado a sí mismo en
nica (ya sea acentual o de rima) nos romances épico-tradiciona no literario, aparecido en España loco empeño / [...]».
sino en las simetrías y paralelis les, en los que, sin embargo, exis entre los siglos xv y xvn, que (G. Diego)
mos conceptuales, en las recu te un ritmo acentual y una rima consiste en la espiritualización
rrencias de palabras y estructu asonante, que es continua en los de obras, temas y modalidades En este cuarteto, cada verso es
ras sintácticas. cantares de gesta y solamente en estilísticas procedentes de la lite un conjunto de palabras delimi
Versificación. Organización del los versos pares en los romances. ratura profana para transmitir tado por la pausa versal que se
discurso poético en unidades mé Véase un ejemplo de asonancia un mensaje religioso. Esta con produce al final de cada línea
tricas denominadas versos, suje continua e irregularidad silábica versión de la literatura profana (aquí señalada por la barra). Es
tos al principio del ritmo y, en el en este fragmento del Cantar de en religiosa se produce tanto en tos versos están sujetos a un
caso de la métrica tradicional, a la Mió Cid: la novela como en el teatro y en la cómputo silábico (todos tienen
rima y a una determinada distri poesía. En cuanto a la primera, once sílabas), a un determinado
bución de los acentos. La versifi 17 «Convidar le ien de grado / un ejemplo de novela pastoril a lo ritmo acentual (que es constante
cación española presenta, a lo lar mas ninguno non osaba: divino es la obra de Fray Bartolo en la penúltima sílaba de cada
go de su historia, una evolución 14 el Rey don Alfonso / tanto mé Ponce: Clara Diana a lo divi verso) y a una
progresiva desde la versificación avie la grand saña. no (1599). Este fenómeno en determinada distribución de la
VERSO 530 531 VIAJES (LITERATURA DE)
rima: abrazada (ABBA). Según tra en la consecución de un ritmo «En la fresca flor, el verso sutil, subgénero literario que en sus di
esto, los versos pueden clasificar interno basado en ciertas recu el triunfo de Amor, en el mes de versas modalidades (libros de via
se en distintos tipos, de acuerdo rrencias de orden lógico, repeti [abril jes, crónicas de descubrimiento y
con diversos criterios: estructura, ción de palabras y estructuras Amor, verso y flor, la niña gen- de exploración, itinerarios de pe
rima, número de sílabas, distri sintácticas, paralelismos, sime [til». regrinos, cartas de viajeros, rela
bución de los acentos, etc.: a) por trías, etc.: ciones, diarios a bordo, novelas
(Rubén Darío)
su estructura, los versos pueden de viaje, etc.) es un elemento re
ser simples o compuestos. Son «Ha debido pasar mucho tiempo. Verso libre. Véase versículo. currente en la manifestación cul
versos simples los que en su inte Ha debido pasar el tiempo lento, Verso suelto o blanco. Véase tural de distintas épocas y países.
rior no llevan pausa que haga im [lento, minutos, siglos, eras. VERSO. Entre los documentos más cono
posible la sinalefa: «devanado a sí Ha debido pasar toda la pena del Vestuario. El teatro, al igual que cidos de esta literatura de viajes
mismo en loco empeño». Es ver mundo, como un tiempo lentísi- los ritos religiosos,.con los que se figuran el Libro de Marco Polo
so compuesto el que lleva una [mo [...]». relaciona en su origen, ha utiliza (s. xm), en el que rememora sus
pausa que divide el verso en dos (D. Alonso) do, en sus representaciones, el andanzas desde Armenia hasta
hemistiquios e impide la sinalefa vestuario como elemento porta China, y vuelta a Venecia (1295),
entre la vocal final del primer he c) por el número de sílabas, los dor de significado. Histórica las Cartas (1493) de Colón a los
mistiquio y la primera del si versos se dividen en versos de mente, se ha atribuido a la indu Reyes Católicos, así como su Dia
guiente: «Y cual halcón que cae arfe menor (los que tienen entre mentaria de los actores una rio y Relaciones de viaje (el cuar
herido / en la laguna pestilente». dos y ocho sílabas) y de arte ma función múltiple y cambiante se to está fechado el 7-VII-1503),
Este verso octodecasilábico está yor (los de más de ocho sílabas, gún las épocas: la de caracterizar las Cartas de relación de Hernán
compuesto por dos eneasílabos; desde el eneasílabo en adelante); al personaje en cuanto al sexo, Cortés y los Naufragios, de A. N ú-
b) atendiendo a la presencia o d) por la posición del acento en edad, condición social, etc.; ser ñez Cabeza de Vaca.
ausencia de rima, los versos pue la última palabra del verso, éste vir de indicio del carácter de la El tema del viaje constituye tam
den ser rimados, blancos o suel puede ser agudo u oxítono cuan acción dramática, de la situación bién objeto de tratamiento estéti
tos y libres. Verso rimado es el do el acento va en la última sí y de la atmósfera en que ésta se co en la literatura de ficción de
que está sujeto a la rima, ya sea laba del verso («que no ha de desarrolla; constituirse en sínte diversas épocas y culturas, p. e.,
consonante o asonante. Verso entrar, vive Dios»), llano o paro sis coherente del resto de los sig en la literatura grecolatina, en la
blanco o suelto es aquel que no xítono (cuando el acento cae en nificantes escénicos: decorado, Odisea, las novelas de Aquiles la
está sujeto a rima, pero sí al cóm la penúltima sílaba del verso: maquillaje, máscaras, coloí', etc. cio (Historia de Leucipa y Clito-
puto silábico y al ritmo acentual: «Enhiesto surtidor de sombra y El vestuario representa, en este fonte), Heliodoro (Tedgenesy Ca-
sueño») y esdrújulo o proparoxí sentido, una especie de «decora riclea), Longo (Dafnis y Cloe),
«Dulce vecino de la verde selva, tono (cuando el acento estrófico do ambulante», y es un requisito etc. En la literatura medieval, di
huésped eterno del abril florido, cae en la antepenúltima sílaba de importante a la hora de configu cho tema reaparece en los Cuen
vital aliento de la madre Venus, dicho verso: «Adoro la hermosu rar la «postura» de los persona tos de Canterbury, de Chaucer
Céfiro blando». ra, y en la moderna estética...»). jes, a la vez que condiciona sus (como *marco del relato), y, en
(E. M. Villegas) En los tratados de métrica apa gestos, actitudes y desplazamien España, en el Libro de Apolonio,
recen otras denominaciones de tos en la escena. Véanse: deco en las novelas caballerescas, etc.
Verso libre es aquel que prescinde versos, p. e., *pie quebradoyver- rado y MÁSCARA. En los Siglos de Oro, el viaje es un
de la rima, del cómputo silábico so leonino, compuesto por dos Viajes (literatura de). Expre elemento importante en el Viaje
y aun del ritmo acentual y se cen hemistiquios que riman entre sí: sión con la que se designa un de Turquía, atribuido a A. Lagu
VILLANCICO 532 533 voz
na, en la novela picaresca (p. e., en Mudanza I." el estribillo del zéjel está forma nido de estrofas de cuatro versos
el Lazarillo, desde Salamanca has El triste que quiere do normalmente por dos versos, octosilábicos; el primer verso de
ta Toledo), en la de aventuras partir y se va, mientras que en el villancico pue la primera estrofa constituye un
(Vida del capitán Alonso de Con adonde estuviere de variar de dos a cuatro versos. refrán o estribillo, que se repite
iferas, c. 1630), en la bizantina sinsívevirá: Villano. Personaje-tipo del tea total o parcialmente en el verso
(Persilesy Sigismundo, de Cervan Vuelta tro nacional del Siglo de Oro en final de las demás estrofas.
tes), etc. En los siglos xviii a! xx se más no que porná raizado en el medio campesino y Visión. Véase punto de vista.
produce en diversas literaturas eu (verso de enlace) convertido en símbolo de la vida Vodevil. Tipo de comedia ligera
ropeas una gran floración de rela en otra el querer, natural de la aldea, en la que rei y evasiva (desde sus inicios alter
tos de viaje, entre los que cabe citar que no puede ser. nan la alegría fraternal, la paz y la na el diálogo con el canto y la mú
Las cartas persas (1721), de Mon- Mudanza 2.a sencillez, frente al mundo artifi sica), con una intriga complicada,
tesquieu; Los viajes de Gulliver D’aqueste partir cioso y corrompido de la corte, en la que el ingenio y el sentido
(1726), de J. Swift; Cándido (1759), sin dubda procede: representado en el noble, opresor del humor desempeñan un papel
de Voltaire; Robinson Crtisoe partiendo morir injusto. Lope de Vega y Calderón importante en el desarrollo de la
(1819-1820), de D. Defoe; La vuel la vida bien puede, han creado algunos personajes acción. Esta pieza es de origen
ta al mundo en ochenta días Vuelta excepcionales (Peribáñez, los cam francés: Olivier Baselin compuso
(1873), de J. Verne; La isla del teso mas no que me quede pesinos de Fuente Ovejuna, Pe en el siglo xv una serie de cancio
ro (1893), de R. L. Stevenson, etc. (verso de enlace) dro Crespo), convertidos en hé nes satíricas denominadas vaude-
Véanse: aventuras, bizantina con vos el querer roes populares y portavoces de villes. Las primeras expresiones
(novela), caballeresca (no que no puede ser». los mencionados valores cívico- del vodevil son canciones licen
vela) y picaresca. morales, entre los que sobresalen ciosas y burlescas que en el siglo
Villancico. Poema popular tra (Cartagena) el sentimiento de la propia digni xvni aparecen insertas en piezas
dicional, compuesto preferente dad y la honra, basada en la lim teatrales. A finales del siglo xviii
mente por versos octosílabos o El nombre de villancico alude pieza de sangre. Al ser puestos en y primera mitad del xix la come
hexasílabos, distribuidos según probablemente a su carácter po entredicho estos valores por el po dia de vodevil consigue una gran
un esquema fijo: un estribillo o pular. En los cancioneros del si deroso opresor (p. e., el comenda acogida del público gracias a los
cabeza del poema, de dos a cuatro glo xv aparece ya en su estructura dor Fernán Gómez en Fuente Ove grandes cultivadores del género:
versos, en los que se enuncia el definitiva con versos octosílabos juna), el personaje del villano se Barré, Desfontaines y, especial
tema; la mudanza, constituida por o hexasílabos y, como temas pre erige en defensor de la colectivi mente, Scribe, al que pertenecen
una estrofa (o varias), que fre ferentes, el amor o la religión. En dad y sus principios, alcanzando La Veuve du Malabar (1822), La
cuentemente es una redondilla; y el Siglo' de Oro, el villancico de la categoría del héroe dramático Demoiselle á marier (1826), etc.
la vuelta, formada por un verso de tema religioso lo cultivan Juan del que logra sobreponerse a la injus Voz. Término empleado en na-
enlace y uno o dos versos que re Encina, Santa Teresa, Lope de ticia y restablecer el orden social rratología para aludir al emisor
piten total o parcialmente la cabe Vega, etc. perturbado, con el asentimien de un relato, que enuncia o cuen
za del poema o estribillo. El villancico presenta una estruc to posterior de la autoridad del ta la historia contenida en ese
tura similar a la 'letrilla y al 'zéjel. Rey. relato. No debe confundirse voz
Estribillo Se diferencia de este último por la Viñeta. V éase cómic. narrativa con persona gramati
«Partir quiero yo, forma de la mudanza: en el villan Virelai. Poema francés muy en cal; de hecho, una misma perso
mas no del querer, cico es una redondilla, y en el zéjel, boga al final de la Edad Media, na gramatical puede ser utilizada
que no puede ser. tres versos monorrimos. Además, formado por un conjunto indefi en voces o actitudes narrativas
VUELTA 534
535
537 ZÉJEL
539