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La Importancia del Diseño Participativo

en la Gestión Urbana

Pelli, María B. - Scornik, Carlos O. - Núñez, Ana E.

Instituto de Investigación y Desarrollo en Vivienda - Facultad de Arquitectura y Urbanismo - UNNE.


Av. Las Heras 727 - (3500) Resistencia - Chaco - Argentina.
Tel./Fax: +54 (03722) 420080
E-mail: mbpelli@arq.unne.edu.ar - belapelli@arnet.com.ar

ANTECEDENTES

El estado del conocimiento con respecto a la metodología de diseño participativo y su marco teórico de referencia, se
presenta en general en forma exigua en relación al volumen de experiencias desarrolladas y en desarrollo en
Latinoamérica. En general la sistematización conceptual es una asignatura pendiente de los grupos dedicados al
desarrollo y ejecución de proyectos de campo.
En Argentina los grupos, de nuestro conocimiento, que han avanzado en este campo, son el SEHAS, Servicio
Habitacional y de Acción Social de Córdoba, con trabajos dirigidos por el Arq. Carlos Buthet, investigador del
CONICET; el equipo técnico de la Fundación Vivienda y Comunidad, de Buenos Aires; el grupo IIDVi / ICoHa,
ámbito de trabajo de la presente investigación, que cuenta con publicaciones que presentan la sistematización de sus
propios proyectos experimentales como, “Consolidación de Barrios Marginales” Teoría y ejecución de una experiencia
en el Barrio Santa Catalina, Resistencia, Chaco, Argentina (1981), “El Derecho a la Tierra” Comunidad Aborigen
Cacique Pelayo (2000), “Saneamiento Básico y Mejoramiento Habitacional” Una Experiencia Participativa, Progresiva
y Articulada (2000), artículos del director del grupo, Víctor S. Pelli, “Autoconstrucción” El camino hacia la Gestión
Participativa y Concertada del Hábitat, publicado en Reflexiones sobre la Autoconstrucción del Hábitat Popular en
América Latina, del CYTED (1994), “Clarificación y Replicabilidad” La aplicación masiva de los procedimientos
progresivos y participativos de vivienda (1992), entre otros; todos los enunciados hasta aquí son trabajos de
Organizaciones No Gubernamentales y grupos de investigación ligados al sistema universitario y al científico nacional;
en el ámbito estatal se están desarrollando algunas sistematizaciones a partir de los Programas de Mejoramiento Barrial
en Latinoamérica, lo que se da a conocer masivamente en la reunión de Mejoramiento Barrial realizada en Octubre de
2000, en la ciudad de Buenos Aires.
En Centro América, es de importancia mencionar el caso de Cuba, con el Programa Arquitectos de la Comunidad, en el
que desarrollan todos sus trabajos de diseño arquitectónico con la metodología participativa, basados en las experiencias
del Arq. R. Livingston en ese país. En México, Venezuela, Salvador y otros países Latinoamericanos, existen trabajos
realizados por distintos Organismos No Gubernamentales que desarrollan este tipo de metodologías y que han sido
sistematizados y publicados por CyTED, red Iberoamericana de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo.
Si bien hasta aquí se han enumerado diversos trabajos sobre experiencias de grupos técnicos (gubernamentales o no
gubernamentales), sin entrar a evaluar la calidad de los mismos, en muchos casos no superan el nivel de publicaciones
de difusión y exteriorización de prácticas y no alcanzan el nivel de sistematización conceptual adecuado, dejando
algunos interrogantes sin respuestas.
En el plano internacional hay importantes trabajos de referencia, entre los que sobresalen los estudios iniciales
realizados por John Turner, en la década de 50/60 y más recientemente la colección de libros editada por la GTZ
(Sociedad Alemana de Cooperación técnica), sobre sus propias experiencias en países Latinoamericanos, como ser
Colombia y República Dominicana.
La experiencia personal previa, referida a la temática del diseño participativo, es a partir del trabajo desarrollado por la
misma, desde 1990, dentro del Grupo IIDVi/ICoHa, cuya línea de desarrollo o programa permanente, en torno a los
modelos de gestión participativa y progresiva de resolución de necesidades habitacionales básicas, tiene por objeto el
perfeccionamiento de los modelos en sus distintas etapas de formulación y concreción: desde la clarificación de sus
bases conceptuales hasta los modos prácticos de implementación. Es de importancia mencionar el bagaje teórico
conceptual adquirido con respecto al diseño participativo y a la gestión urbana, a partir de los estudios de postgrado
realizados en la Maestría en Hábitat y Vivienda, de Mar del Plata y en el Curso de Desarrollo Local DelNet.

MATERIALES Y METODOS

El presente trabajo de investigación -actualmente en desarrollo- se ha organizado en tres partes consecutivas, donde se
plantearon las siguientes actividades:
Parte I: Introducción a la temática, las tareas estuvieron orientadas, a la recolección, sistematización y análisis de la
información existente, para la clarificación conceptual del diseño participativo en la gestión urbana y su marco teórico
de referencia. Para ello se recurrió al estudio de material bibliográfico disponible en la biblioteca del Instituto de
Investigación y Desarrollo en Vivienda y en la Maestría en Hábitat y Vivienda, y al material teórico sistematizado de
experiencias desarrolladas por el grupo IIDVi / ICoHa y por otros grupos de Argentina y demás países de
Latinoamérica.
Parte II de Análisis comparativo, entre ejemplos de las distintas experiencias implementadas en América Latina con la
utilización de la metodología en cuestión. Orientando el análisis a detectar variantes o semejanzas dentro de la misma
metodología.
Se desarrollaron actividades tales como: recopilación de información y lectura crítica del material documental
disponible, referido a casos experimentales desarrollados en América Latina, lo que delimitó en una primera instancia,
la selección de los casos a estudiar. Elaboración de pautas para la selección de casos de estudio, para delimitar el campo
de estudio y lograr que la cantidad de casos seleccionados no sea mayor de 5 (cinco).
Construcción de instrumentos para el procesamiento y sistematización de los casos seleccionados mediante: la
determinación y definición de indicadores y variables que permitan caracterizar cada caso y su contexto de aplicación.
A partir de lo que se construirán matrices que permitirán sistematizar los casos en orden y establecer parámetros
similares para un posterior análisis comparativo. Prueba de los instrumentos elaborados, para luego realizar los ajustes
necesarios.
Parte III: Conclusiones. Del análisis comparativo se espera identificar elementos estructurantes, pautas generales y
variantes en la implementación práctica de la metodología en estudio, lo que nos va a permitir, en esta parte del trabajo,
determinar ventajas y desventajas de la misma, como base fundamental para la elaboración de recomendaciones a tener
en cuenta en la implementación de la metodología de diseño participativo en la resolución de la problemática del hábitat
urbano.

DISCUSION DE RESULTADOS

Desde mediados del presente siglo, cuando el problema habitacional de los sectores populares en América Latina,
comenzó a presentar las características críticas y masivas, con que se manifiesta en la actualidad; las Instituciones
sociales, predominantemente el Estado, asumieron la responsabilidad de su solución, respondiendo a un esquema o
modelo general de gestión, derivado del empleado por los países Europeos en la reconstrucción post segunda guerra
mundial. Pese a que las sumas invertidas en estas acciones han sido importantes, los resultados no son alentadores: en
esta extensión del tiempo, el problema ha seguido agravándose, presentando un mayor grado de criticidad, trasladando
el problema habitacional a una escala mayor: el hábitat urbano.
A comienzos de la década del 60´, se genera un debate a cerca del “problema de la vivienda”, donde aparece un enfoque
alternativo al “tradicional” que se viene desarrollando, como una respuesta más al problema habitacional, sobre todo de
los países Latinoamericanos. Este enfoque se apoya en tres criterios fundamentales: resolución prioritaria a las
necesidades habitacionales básicas, concepción de la producción de la vivienda como proceso gradual y progresivo a
lo largo de su vida útil, y participación de los habitantes en la gestión y producción de la solución habitacional,
criterios mediante los que comienzan a aparecer las técnicas participativas en el diseño.
En Latinoamérica se desarrollaron numerosas propuestas para su aplicación. Las propuestas en la mayoría de los casos,
han sido formuladas en forma de proyectos experimentales, frente a casos concretos (escala barrial). Fue adoptado en
general, por grupos universitarios de investigación y/o por Organismos No Gubernamentales (Ong´s), con escasa
aceptación por parte de las Instituciones gubernamentales y/o los agentes de decisión. En otros casos han tomado forma
de operatorias carentes de un desarrollo conceptual que asegure la coherencia de sus enunciados con el marco teórico
original.
El paso del tiempo y la evolución de las circunstancias de la realidad social y política, han ido produciendo
modificaciones correlativas en el cuadro de problemas a resolver y de objetivos a alcanzar en el campo de las
necesidades habitacionales básicas y de la problemática urbana: si en décadas anteriores y en particular en el ámbito
argentino, se hacía necesario fortalecer y afinar los argumentos de respaldo al enfoque antes mencionado y por ende a la
propuesta participativa, para lograr su aceptación por las instituciones y los agentes de decisión; a fines de la década de
los ´90, la propuesta ha sido aceptada y parcialmente adoptada por la totalidad de las instituciones, tanto las nacionales
como las internacionales con incidencia en las políticas locales.
El crecimiento acelerado de las ciudades intermedias, de los países Latinoamericanos, en las dos últimas décadas,
traslada el problema de la vivienda a la problemática urbana. La grave situación urbana, provoca críticas a la manera
tradicional de concebir la ciudad, lo que da por resultado, a comienzos de los años 80´, la implementación de formas de
intervención sobre lo urbano, conceptualmente distintas a la tradicional: planificación con participación de la
población, códigos más flexibles, intervenciones puntuales sobre algunos aspectos más conflictivos, o donde ciertos
intereses privados son importantes, (Clichevsky, Nora - 1996), lo que verifica en cierta medida, el grado de aceptación
de la metodología participativa por parte de las Instituciones gubernamentales.
Sintéticamente, la metodología participativa en la resolución de necesidades básicas insatisfechas, en una primera
instancia se utilizó en escalas reducidas, a nivel barrial, en los que se comprobó en cierta medida, la eficacia de dicho
método, significó la motivación de los pobladores a participar en la solución de sus problemas, para que retomen el
sentido de pertenencia de su hábitat; posteriormente se traslada a escala urbana con la llamada Planificación Estratégica,
que también significó el involucramiento de la población en la construcción o reconstrucción de la ciudad.
Ahora bien, resulta que el problema habitacional y urbano sigue acrecentándose, más allá de los nuevos enfoques
metodológicos, cambios en las maneras de implementar estrategias de resolución habitacional y urbanas, entonces
surgen dudas o inquietudes en torno a la profundidad y efectividad en que se están desarrollando las técnicas de Diseño
Participativo en Latinoamérica, las preguntas residen en la importancia de este método, en el alcance que tiene, en las
maneras de implementarlo, es en este punto donde se centra el presente trabajo, pretendiendo constituir una instancia
clarificadora y superadora, de la metodología en cuestión, a través de la elaboración de pautas metodológicas que
aporten correcciones a lo implementado hasta el momento y en consecuencia colaboren a la superación de los graves
problemas urbanos y sociales que se están viviendo.
“El diseño es un verbo: denota una actividad que penetra en todas las fases de la vida”. “Se entiende por diseño lo que
realmente es: una disciplina humana fundamental, una de las técnicas básicas de nuestra civilización.” (Scott, pág. Vll,
Prefacio)
Un proceso de diseño implica un “problema que se inicia con un esfuerzo por lograr un ajuste entre 2 entidades: la
forma en cuestión y su contexto”.“La forma es la solución para el problema, el contexto define el problema”.
(Christopher Alexander)
Dentro de un proceso de gestión urbana o de acciones de mejoramiento del hábitat, el diseño ocupa un lugar estratégico,
un punto de inflexión entre la necesidad, la voluntad y decisión de satisfacerla y la ejecución o materialización del
satisfactor.
Decimos lugar estratégico, porque este es el momento en que se comienza a visualizar, de manera intelectual, la posible
solución a un problema / necesidad, es el primer paso hacia el satisfactor (con mayores posibilidades de responder a la
necesidad planteada).
La importancia de realizar una acción previa a la ejecución o materialización de una forma / objeto, una previa
concepción mental (diseño), luego plasmada en papel, provee mayores probabilidades de que los resultados de las
acciones de ejecución, sean productos buenos o que respondan correcta y efectivamente a la función para la que han
sido diseñadas y creadas.
Es importante que se produzca un proceso de diseño apropiado, para que este lugar estratégico cumpla con sus
objetivos en la materialización.
En este punto es importante que aparezca el término / concepto Participación, ya que resulta fundamental, -de acuerdo
al modelo de gestión y al marco teórico de referencia-, para que exista un proceso de diseño apropiado, la
participación de todos los actores involucrados, directa o indirectamente con el problema.
El Modelo de Gestión que se plantea, tiene como premisa básica la Participación para llevar adelante las acciones de
diseño, entre otras, la utilización de esta metodología permite la integración e implicancia del ciudadano en la
resolución de su problemática, generando un mayor grado de apropiación con el objeto diseñado / creado.
La palabra Participación, ha sido estudiada y trabajada por un sin número de autores, por lo que en una primera
instancia nos remitiremos a los avances realizados dentro del IIDVi, lugar de trabajo de la presente beca, cuya
investigación está orientada hacia la participación en el campo del mejoramiento habitacional.
Uno de los títulos que aportan al presente trabajo es: “La labor participativa: una asociación no espontánea entre
actores dispares y asimétricos.” V. S. Pelli, 1997, Las condiciones de reaseguro de la gestión habitacional
participativa y concertada.
A los fines de especificar mayormente el concepto de Participación, transcribiremos dos párrafos del artículo, que nos
servirán de referencia en este trabajo:
Participación: “… el término y el concepto de participación, dentro de operaciones de mejoramiento de la situación,
de un determinado sector social (...), implican la presencia, en la gestión, en calidad de agentes activos, de los
integrantes del mismo grupo o sector destinatario de los productos de la gestión de transformación, más allá del papel
específico, pasivo, de receptores o destinatarios / usuarios de esos productos.” (V. S. Pelli, 1997, pág. 2 y 3)
“Conviene tener en cuenta que la adopción de la consigna de PARTICIPACIÓN implica la generación de una
instancia de tarea compartida, de manera no espontánea, por al menos un par de actores dispares y asimétricos...”
(V. S. Pelli, 1997, pág.3)

CONCLUSIONES

En carácter de primeras aproximaciones, es posible ensayar algunas respuestas a las inquietudes en torno a la
profundidad y efectividad en que se están desarrollando las técnicas de Diseño Participativo en Latinoamérica. Cabe
aclarar que estas hipótesis aún no se podrían tomar como definitivas, teniendo en cuenta el grado intermedio de
desarrollo del presente trabajo.
Desde una aproximación teórica:
Si decimos que Diseño es: una disciplina humana fundamental, una de las técnicas básicas de nuestra civilización.
Denota una actividad que penetra en todas las fases de la vida. Implica un proceso de invención de cosas físicas que
exhiben un nuevo orden físico, una organización y una forma nueva, en respuesta a la función.
Y que la Participación (entendida como una asociación no espontánea entre actores dispares y asimétricos), implica la
presencia en la gestión de operaciones de mejoramiento de la situación, de un determinado sector social, en calidad de
agentes activos, de los integrantes del mismo grupo o sector destinatario de los productos de la gestión de
transformación, más allá del papel específico, pasivo, de receptores o destinatarios / usuarios de esos productos.
Se podría decir que la utilización del Diseño, como disciplina humana fundamental, una de las técnicas básicas
de nuestra civilización, con la presencia, en calidad de agentes activos, de los destinatarios directos, en
operaciones de mejoramiento del hábitat propio, generan una metodología de trabajo adecuada, que facilita el
desarrollo de las potencialidades humanas y sociales para la vida democrática y en consecuencia el desarrollo de
la comunidad y de la ciudad.
Desde una primera revisión y análisis de los trabajos experimentales que han utilizado el diseño participativo, se podría
enunciar lo siguiente:
En la mayoría de estos trabajos, se ve que dicha metodología, colabora en gran medida al desarrollo de las
potencialidades humanas y sociales para la vida democrática y en consecuencia el desarrollo de la comunidad y de la
ciudad, ya que: se convierte en la base de la discusión de intereses y en la concesión de acuerdos entre actores. Es un
medio para generar un escenario de concertación. También se afirma que de la interacción de los saberes surgen diseños
apropiados y apropiables.
En el análisis de las actividades implementadas en los distintos proyectos, vemos que generalmente, utilizan el diseño
participativo como base para el desarrollo de un proyecto realizado por un profesional y acordado posteriormente por
las familias. Es decir la participación del beneficiario directo se limita a aprobar o no la decisión y diseño del
profesional, resultando la mayoría de las veces, aprobados en la primer instancia de presentación, debido, a que se
generan débiles o nulos espacios de participación, cuya causa generalmente, tiene que ver con falta de preparación de
los técnicos para manejar técnicas participativas o por escasez de tiempo planteada por el financiador u otras. Se podría
decir que la participación suele entenderse como “consultas” a los beneficiarios directos, pero en definitiva la decisión
final la siguen teniendo los actores con mayores cuotas de poder.
Ocurre también, que la gran cantidad de población de las ciudades, lo urgente y complicado de los problemas y el
acelerado ritmo al que nace, crece y se modifica el hábitat humano, atentan contra la posibilidad de obtener éxitos
significativos, con esta forma de diagnóstico y elaboración de propuestas que implican un tiempo, que muchas veces no
coinciden con la realidad mencionada.
Otro punto importante es la escasez de profesionales formados y motivados para realizar este tipo de trabajos en las
comunidades populares, lo que implica de alguna manera, la deficiente implementación de la metodología y por ende
difícilmente se logren los resultados esperados.
En síntesis, a partir de la clarificación conceptual, con una primera aproximación al concepto de Diseño Participativo y
una primera revisión de experiencias Latinoamericanas de mejoramiento de barrios, se comienzan a verificar, algunos
supuestos planteados, que arrojarán datos para la clarificación conceptual, metodológica y operativa del diseño
participativo en la gestión urbana y de esta manera aportar correcciones a lo implementado hasta el momento.

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