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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA

PRÁCTICA TILDACIÓN
TEXTO 1

Para mi solo traes el peor te que encuentras, mas si el te lo pide entonces si te esmeras
por conseguir el te mas caro y mejor. Algun dia sabre donde fian y ya no necesitare de ti
ni de tu te.
Ahora, regresando a lo que ha sucedido ayer, ¿por que me preguntas solo a mi, no ves
que aqui estamos muchos? Ademas, si quieres saber la verdad, preguntaselo a el, porque
el si lo sabe. Yo solo se lo que el me conto.
Lo que si te puedo decir es que al mediodia llego el alferez de la gendarmeria a indagar
por el accidente. Y cuando este estaba dirigiendose hacia el capataz de la mina, don Cesar
Belaunde le ordeno con estentorea voz y le dijo: de, ahora mismo, una informacion escrita
del numero de victimas a la comisaria mas cercana; mas procure no colocar el numero
exacto, porque la noticia de Marras puede provocar un motin de los indigenas.

TEXTO 2

Reiamos largamente cuando Teofilo aparecio. Parecia un buho, un increible


espantapajaros. Yo, incredulo, no creia lo que veia. El ruido que hizo al entrar desperto a
los alcoholicos que dormian en el bar. Lo vi y me rei. Tal vez a ti te habria causado la
misma sensacion, lo que es a ellos les impresiono, tanto que lejos de reirse, se echaron a
correr. Raul, el timido, obro al reves; se abalanzo sobre el loco, tomandolo de las raidas
solapas le asesto un golpe en el torax. Un feligres que por ahi pasaba en cuanto escucho
el ruido que se hacia penso que se trataba de un crimen. Lanzo un agudisimo grito que
atrajo a un decrepito policia que por alli pasaba. El uniformado saco su revolver y nos
apunto al craneo, me parecio que el mundo se me venia abajo. Levante las manos y le
mire a los ojos. ¡Quiere vernos cadaveres!...

TEXTO 3

Aun en los momentos mas dificiles del motin el capitan Teofines Napoleon Bermudez
mostro energia. Yo se lo que hago, decia. No quiero que nadie de un paso en falso. Solo
los que han perdido la razon creeran que estoy solo para conducir la embarcacion. Mas
estan equivocados. Pues deben saber que tambien estoy para velar por la salud y la vida
de quienes como tu, tu y tu estan bajo mis ordenes. Quien incentivo a la tripulacion a
alzarse contra mi hizo mal. Quien, oculto en el anonimato, esta alentando la rebeldia es
un cobarde. ¿Quien es el? No lo se, mas pronto lo sabre. Y a el le digo: se hombre, sal de
tu guarida; se valiente, enfrentate: ¡saca la cara! No te quedes alli, que se yo donde,
tramando sabe Dios que otros planes mas, sin pensar en el daño que me estas haciendo y
sin meditar, un instante. Cuando te dejaras de hacer que se yo que barbaridades mas.

TEXTO 4

Don Walter, padre de Elias, empezo con la perorata de reproche: “Se cortes y prudente
hijo, y seras apreciado por mi, como el mas serio y docil; porque yo oi no se que cosas de
ti, mas no di credito ya que nosotros los Rodriguez adonde estuvimos nadie nos tacho.
Como te digo, tu como primogenito debes dar el ejemplo, si no es asi, adonde llegaremos,
que sera de tu vida. Cuando me entere no supe que pensar ni a quien preguntar, en mi
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decia: como es posible que se haya portado asi, conclui pensando. Como se te ocurrio
tratarle con malcriadez a el si, como te dije, el es tu tio. Cuanto te adverti al notar tu
rebeldia, ademas te digo: “lo cortes no quita lo valiente”, mas tu cual rapaz patan ofendiste
no solo a tu tio, sino tambien al maestro Hector Rios. Ahora cual es tu disculpa. ¡Cuan
ingrato fuiste! ¡Que desagradecido! El, el maestro te enseño las primeras palabras…”

TEXTO 5

Aquel aspero y engreido catedratico entro rapidamente en el salon; fijose en el ultimo


alumno; acercose a el mas colerico que nunca y preguntole si estaba preparado para rendir
la practica de ortografia, concretamente, la tildacion general, diacritica, enfatica, roburica
y de palabras compuestas. El aludido respondiole sarcastica y friamente: "Si señor
catedratico, todos estamos listos para el examen. A mi me parece que la tildacion es mas
facil que las matematicas". Entonces, el profesor acoto: "Claro, claro; si es facil. Se que
la mayoría aprobara el examen practico; ademas, ¿quien no sabe tildar: avaro, nacar,
viose, carácter, caia, vilmente, comunmente, amen, Héctor, heroico, Edgar, urca, bien,
veintiseis, guion, angel, ti, ruinmente, heroicamente, ahi, fertil, vigesimoseptimo, pais,
buscapie, homogeneamente, buhardilla, buhoneria, cordialmente y criticamente?" Pero
mas tarde comprobo que la mayoria habia rendido una pesima practica ortografica.

TEXTO 6

La undecima pastilla antialergica que se tomo la neurotica señorita de Educacion


Secundaria que convalecia de la malaria, solo fue un calmante de los ultimos sintomas
para asistir a la iglesia, donde tocabase musica sacra. Con cuanto afan se atavio con ese
vestido viejisimo mas parecia como abuela, no se si te acuerdas de esa señora insana.
Llego a la iglesia, no se confeso, mas asi comulgo, y en su delirium mastico la hostia. Ella
tenia veintitres años. Cuando le comunicaron al cura, dijo este, bermellon de colera "Que
tal sacrilegio", llevaos a esa, y el sacristan quedose dudando, pero arrastrola a aquella.

TEXTO 7

El se presento una mañana: era un doberman. Se le veia cachorro, escualido, debil y


orejon.
Como correteo despues del primer festin de huesos que se le dio. ¡Efrain!, dije un dia. Si
se llamara Efrain, me respondieron en duo mis dos pequeños hermanos. Cuando lo
llamabamos por su nuevo nombre, el, que se creia aun anonimo, arrugaba el hocico, abria
los ojos y me miraba fijamente, como desconociendome. Que raro me parecio este ductil
cachorro que en las tardes, cuando veia el crepusculo, se quedaba en extasis contemplando
la caida del sol en esos meses de estio limeño. Se distinguia de los demas perros por su
altivez y osadia. Como corrian los intrepidos escolares que salian de Meliton Carvajal
cuando lo veian corretear ladrando por las calles contiguas a ese colegio.
Una fria tarde de junio, cuando me encontraba en aquel billar, se acercaban a mis dos
pequeñuelos, hijos de doña Aida, la mulata que vendia anticuchos en la esquina del cine
Metropoli. Llegaron corriendo y traian el rostro contraido y perlado de sudor. Don
Raul…-me dijeron-venga a ver como lo han puesto. Le han echado agua hervida y estan
moliendolo a palos los del callejon Bermudez- agregaron casi llorando- vaya
defiendalo…¡Si!, es su perro…Se metio a una habitacion y no sabemos que habra hecho.
Al escuchar esta ingrata noticia, me quede estatico…¡No podia ser!...Mas pronto
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comprendi que debia correr a Bermudez. Cuando llegue ahi todo estaba en silencio, solo
de rato en rato se oia el llanto de un niño y los gritos de una mujer colerica. No habia nada
que hacer…pobre animal estaba lamiendose el lomo. Sobre su cabeza note una lamina
rojiza sin pelos: todo era una llaga viviente. No se quejaba, pero tenia las orejas gachas y
el cuerpo le temblaba cada vez mas. Cuanta pena me dio verlo asi: flacido, sumido como
en vahido anemico, pero eso si, aun altanero (…)

TEXTO 8

Me recibio de lo mas bien. Estaba en su oficina solo, firmando unos documentos. Cuando
me vio se puso de pie y me invito a pasar. Se sento y se quedo largo rato mirandome: creo
que no me reconocia muy bien (a mi me dio la impresion). El habia cambiado mucho
desde la ultima vez que lo habia visto. Estaba no se si mas viejo o solo mas cansado; mas
no estaba como yo lo recordaba. Algo tenia en si que me decia de remotos sufrimientos:
esa cicatriz bajo el pomulo, la cornea lacrimosa, las arrugas en la frente – tenues aun, pero
indelebles ya, marcas de profundisimas preocupaciones.
Se que usted tiene algo que decirme, dijo. Le ruego que sea breve, porque luego de usted
aun debo atender a mas personas, recalco. Si, le respondi. He creido necesario venir a
entregarle el trabajo que se me encomendo acerca de la crisis economica de nuestro pais.
Aun no esta concluido, mas debe conocerlo: creo que hemos avanzado mas de lo que se
esperaba. Lo alcance, me lo recibio. Se quedo en silencio. Lo veia aturdido. Se frotaba
las manos: le temblaban. Hizo un esfuerzo, balbuceo palabras que no entendi, y me
alcanzo un memorando. Sospechaba algo. Lei su contenido con avidez increible: me
decian que estaba despedido. Me sorprendi. Me mire las manos: estaba tiritando como
transido de frio. Todo me daba vueltas. Un sopor extraño invadio mi ser. En esos instantes
llegaba a mi la voz severa de mi padre: Se como aquel- decia refiriendose al joven Saenz-
el si que es una persona importante, es el mas habil estudiante de su seccion y jamas ha
decaido en sus estudios. No te metas en politica. Terminaras como esos en la misma calle.
Acudia tambien a mi memoria la imagen de mi madre, la veia sentada alli, en el viejo sofa
de la casa, calentandose bajo el timido sol invernal. Ella tambien me repetia inquisidora:
Se como el. La cabeza me dolia con fuerza. En eso senti que alguien torciendome el brazo
me empujo hacia atras. Empece a gritar mas nadie me oia. Me vi en el vacio, caia,
caia…Pretendi cogerme de algo por ese instinto que tenemos los hombres de abrir las
manos frente al peligro. Me agite. Patalee. Grite…Sobresaltado, me incorpore con
desesperacion. Solo habia sido un sueño y nada mas. El reloj marcaba las seis de la
mañana. Habia que ir a trabajar.

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