El psicólogo colombiano Miguel de Zubiría Samper, doctor en investigación
educativa, magíster en educación e inteligencia emocional y especialista en
temas de la afectividad humana y la felicidad. El habla sobre las seis tareas de la existencia: educación de la afectividad, y explica por qué la educación de hoy debe preocuparse más por introducir la formación en valores en las aulas de clase.
- ¿Por qué enfocarse en el afecto? Desde hace 45 años se viene dando un cambio brutal en el esquema de la familia extensa. Los tíos, abuelos, primos aparecen cada fin de año, hay padres con un solo hijo y mamás o papás solteros. En resumen, un deterioro de la familia nuclear, que a su vez trae deterioro en la formación humana. Y la educación no ha reaccionado frente a esta situación y sigue enseñando a leer y escribir sin preocuparse por involucrar la afectividad en las aulas de clase. La situación de hoy es que hay niños que llegan a su casa y no hay nadie para escucharlos, tampoco quién les pregunte cómo les fue. Al Ministerio de Educación, escuelas, directivos y profesores les falta reaccionar y trabajar de la mano con la formación en valores.
- ¿Cuál ha sido el objetivo de la educación? La educación siempre se ha enfocado en la parte intelectual. Hoy debemos definir dos cosas: una es la formación humana y la otra la educación. La formación de buenos seres humanos ha sido una tarea que por miles de años ha cumplido la familia (papás, hermanos, tíos, abuelos) y los niños bien formados se caracterizan porque saben sonreír, saludar, dar las gracias, escuchar, obedecer. De pronto aparecen en el siglo XVII unos colegios que se dedican a enseñar a leer y escribir aritmética y español y poco a poco van metiendo más materias e incluso aparecen las universidades. Entonces el resultado eran niños muy bien formados en valores e intelectualmente. Hoy siguen formando intelectualmente, no más.
- Las prácticas juveniles como barras bravas, estilos de ropa o peinados, tatuajes, drogas, alcohol... ¿tienen que ver con esa falta de afecto? Todos los problemas de hoy, de los que todo el mundo está realmente extrañado, tienen que ver con la falta de hermanos, amigos, de padres, de afecto. De adolescentes que no se sienten queridos, que están solos y entonces buscan opciones para intentar ser escuchados. Es así como resultan metidos en grupos, se marcan el cuerpo, se pegan borracheras, caen en las drogas... esta es la forma como buscan su identidad, afecto, reconocimiento. Entiendo perfectamente a los jóvenes, a los que no entiendo son a los papás ni al Ministerio de Educación, mucho menos a los colegios. Los jóvenes tienen razón en muchas de las prácticas que realizan. Es una manera de darse su lugar.
- ¿De qué manera se forma a un niño y adolescente en la afectividad? Ensenándole a desarrollar las seis tareas de la existencia: intelectual, proyectivo, existencial, interpersonal, íntimo y personal. Estas tareas no hacen parte del programa natural de ser humano, pues estamos diseñados como animales primitivos para comer, tomar agua o ir al baño, no para ser cariñosos, románticos, obedientes, amables. Esas son cosas que van contra la naturaleza y que la sociedad a través de la familia u otras instituciones tienen que enseñarles a los jóvenes, ya que desarrollaría un programa por defecto animal, que es tener sexo, consumir alcohol, no saludar ni sonreír, por ejemplo.
Es Importante La Educacion Preescolar Hoy en Dia Para Rescatar Los Valores Que Se Estan Perdiendo en La Sociedad en Especial Desde Que El Niño Esta Pequeño Por Que Todo Lo Esta Aprendiento y Asimilando